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En los años anteriores al descubrimiento de América, y posterior conquista de los

pueblos que la habitaban, se desarrollaron civilizaciones tan complejas y


organizadas como las existentes en el llamado “viejo mundo” y, el territorio que
comprende al actual México no fue la excepción, dando lugar a pueblos como los
aztecas y mayas. Los aztecas se establecieron en el lago de Texcoco, tras
encontrar la señal divina de un águila devorando una serpiente, fundando la
ciudad de Tenochtitlán.
Su religión era politeísta y contaba con un gran número de dioses, los cuales
influían en cada unos de los aspectos de la vida tanto del individuo como de la
sociedad como tal. Hablando de medicina, esto también se vio reflejado tanto en la
concepción de salud y enfermedad y en el tratamiento.
Para poder hablar de la medicina azteca, es necesario iniciar con la concepción
que se tenía de la salud y de la enfermedad. La salud era esencialmente
concebida como equilibrio y la enfermedad como la ruptura de éste a causa de
fuerzas extrínsecas, basadas en la dualidad del calor y frio. Como se mencionó
anteriormente la religión estaba ligada a la vida cotidiana, por lo cual se hacía
distinción entre las buenas enfermedades y las malas; las primeras enviadas por
una divinidad, mientras que las segundas producto de hechiceria o maleficios .
Para Soustelle, las nociones y las practicas relativas a la enfermedad y a la
medicina eran una: mezcla inextricable de religión, de magia y de ciencia; de
religión, porque ciertas divinidades enviaban enfermedades o curaban de ellas; de
magia porque frecuentemente se atribuía la enfermedad a la magia negra de algún
hechicero y mediante alguna acción mágica se buscaba curar; en fin, de ciencia,
porque el conocimiento de las propiedades de las plantas o de los minerales, el
uso de la sangría y de los baños dan a la medicina azteca, en ciertos casos, una
fisonomía curiosamente moderna.
El ser humano, se concebía como un todo en armonía con su entorno y con el
cosmos, y se le atribuían funciones vitales que estaban mediadas por entidades
anímicas: el tonalli, el ihiyotl y el teyolia. Las tres entidades anímicas debían
operar en armonía para permitir a un individuo estar sano, ser moral y de espíritu
equilibrado. Si una de ellas se alteraba, las otras dos también se afectaban
 El Tonalli: El substantivo tonall, se deriva del verbo tona, "irradiar", y
significa irradiación, calor solar, verano, día, el signo del día, el destino de la
persona dado por la fecha de nacimiento y alma o espíritu. El sol era el
portador del Tonalli por excelencia y a él se dirigían los médicos para
pedirle que curara a alguien. La salida del tonalli que causaba la
enfermedad y la muerte podía ser causada por ciertos actos físicos
violentos, como el cortar los cabellos de la fontanela o una impresión miedo
súbita.
 El Teyolia: El teyolia era la entidad vital que iba al mundo de los muertos.
Las funciones del teyolia eran aquellas ya atribuidas al corazón asiento de
tal entidad anímica. Tanto el corazón como el teyolia podían dañarse por
una conducta inmoral, por las enfermedades debidas a la posesión por los
seres acuáticos, por las enfermedades que "cubrían o apretaban" el
corazón y por los daños causados por los brujos, llamados teyollocuanime,
quienes mediante la magia devoraban o apretaban el corazón de las
víctimas.
 El Ihiyotl Esta entitad anímica es más difícil de identificar. Las funciones
del ihiyotl corresponden a aquellas descritas para el hígado como asiento
de las pasiones, de los sentimientos, del vigor y de la vida. La cólera y el
odio se localizan en el hígado y en la hiel. De allí surgen el deseo y la
envidia.
Anteriormente, se abordaba la importancia de la religión en la vida azteca y en el
proceso de enfermedad la cualal tener un componente colectivo afectaba de
manera directa a la sociedad, por lo que no solo se enfermaba el individuo sino
también el grupo social. Las enfermedades tanto las “buenas como las malas”
tenían diferentes etiologías, en primer lugar la dualidad del calor y frío, las ofensas
a los dioses y la hechiceria, aunque también se explicaban mediante posesiones,
sobre todo las enfermedades relacionadas con la mente. La causa del mal se
diagnosticaba mediante la adivinación. Para ellos había diversas técnicas tales
como lanzar unas pequeñas cuerdas, medir el antebrazo izquierdo, arrojar granos
de maíz y de copal en un recipiente de agua o incluso la utilización del tabaco y/o
del peyote.
La figura del médico azteca era llamada ticilt, el cual no solo poseía la facultad de
diagnosticar y curar las enfermedades sino también de enviarlas a los miembros
de la sociedad que hubiesen ofendido a los dioses, reforzando así la concepción
del individuo como uno con la sociedad y por consiguiente con el cosmos. De igual
forma existían diferentes tipos de médicos:

 Los sacerdotes que se especializaban en las enfermedades enviadas por el


dios al cual servían, por ejemplo los de Tezcatlipoca atendían las epidemias
y tal vez también la locura.
 Los Tonalpouhque o Tonalpouhqui, adivinos de los destinos que
funcionaban a la manera que lo haría un psicoanalista de hoy en día
 Otros médicos ilustres eran los temiquiximati, temicnamictiani, "aquel que
conoce los sueños, el intérprete de los sueños.
 Los brujos llamados tlacatecolotl u "hombres- búho".
Se podría decir que los tratamientos se dividían en empírico, mágico y religioso.
La herbolaria rsulto fundamental en el tratamiento de las enfermedades, por
ejemplo, las raíces de Tezonpahtli, Huitzquilith y Tecuammaitl eran aplicadas por
los aztecas para curar la sarna y aplicaban la hierba Huacalxochitl para las
amígdalas inflamadas.
Por otra parte, el tabaco desempeñaba un papel fundamental en la medicina
azteca. No sólo en el diagnóstico, sino también durante el tratamiento, o porque
potenciaba el efecto de otras plantas o por su valor mágico. El incienso americano
o copal también cumplía una función esencial por su capacidad de purificar los
aires habitados por el mal, ya fuera porque éstos eran vectores de hechizos o
porque eran nefastos en esencia.
Entre los remedios minerales figura la obsidiana, que finamente molida servía de
emplasto para cicatrizar las heridas con rapidez, aunque de igual forma se
utilizaba para las heridas infectadas emplastes de tortilla de maíz infectada con
hongo
Otro componente importante de los tratamientos aztecas, eran los realizados a
través de medios físicos terapéuticos como el vapor, el calor y el frío, ejemplo de
esto es el temazcal azteca, o baño de vapor, se utilizaba para el tratamiento del
reumatismo, la parálisis y las neuralgias.
Cabe destacar la importancia de la cirugía en la sociedad azteca, la cual tuvo un
gran desarrollo debido a que los cirujanos realizaban trepanaciones, reducciones
de fracturas, punciones con obsidiana o huesos afilados, con el fin de drenar
abscesos y curar ulceras, en cuanto a las suturas se realizaban puntos simples
con cabello humano, siempre teniendo un componente religioso o ceremonial en
los procedimientos; para la anestesia se cree era usado el zumo del estramonio.
Mucho de este conocimiento, fue destruido durante la conquista armada, el cual
pudo ser rescatado en años posteriores por los indígenas que lo conservaron a
manera de tradición, una vez establecida la colonia en los años posteriores a la
conquista, y con la construcción de hospitales impulsada por Hernán cortes se
logró plasmar las propiedades de las plantas medicinales en el códice de la Cruz
Badiano
En conclusión, la medicina en la etapa precolombina tuvo un gran desarrollo,
específicamente el imperio azteca al ser el mas grande y poderoso de
Mesoamérica, logró enriquecer la práctica de la medicina y establecer las bases
de un quehacer con bases científicas y no solo empíricas y religiosas. En realidad,
siendo objetivos la medicina española no significó un gran aporte a la medicina
náhuatl ya que la primera era una medicina galénica o hipocrática mejorada con
aspectos de la práctica de la medicina árabe, es decir, era medieval, carente de
medidas de asepsia.
Para muestra, basta recordar lo que alguna vez dijo Hernán Cortés en una de las
cartas dirigidas al rey de España donde mencionaba que ya no era necesario que
enviaran más médicos provenientes de España porque había suficientes y con
mayor conocimiento en la Nueva España; todo esto provoco por consiguiente un
auge en la apertura de escuelas donde se enseñara la medicina en este nuevo
territorio, dando como resultado final una medicina mexicana que nace a partir del
conocimiento milenario de los aztecas, de esa cosmovisión de ser uno con la
naturaleza y el cosmos y por tanto, conocer cada organismo de utilidad para el ser
humano y de las prácticas medievales traídas por los españoles.

-Villaseñor Bayardo, S. J., Rojas Malpica, C., & Berganza Champagnac, C. E.


(2002). La enfermedad y la medicina en las culturas precolombinas de América: la
cosmovisión nahua. Investigación en Salud, IV(3), 0.
-Pilar, M. (2009). Los aztecas Clio.tv. Recuperado 11 de diciembre de 2022, de
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