Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Información general
Los bebés nacen con varias fontanelas. Se conocen más comúnmente como puntos
blandos. Su función es darle al cráneo la flexibilidad necesaria para pasar a través del
canal del parto. Esta flexibilidad también permite que el cerebro y el cráneo del bebé
crezcan durante el primer año de vida. En los recién nacidos, los puntos blandos se
encuentran en las partes superior, posterior y laterales de la cabeza.
Los puntos blandos del bebé deben ser relativamente firmes y ligeramente curvados hacia
adentro. A un punto blando que tenga una curvatura notable hacia adentro se le llama
fontanela hundida.
Este trastorno requiere atención médica de inmediato, pero normalmente es fácil de tratar.
Causas
Deshidratación
Según un artículo de 2003 del boletín American Family Physician [Médicos de Familia
Estadounidenses], la causa más común de una fontanela hundida es la deshidratación
(Kiesler and Ricer, 2003). Este trastorno se produce cuando al organismo le faltan agua y
otros fluidos esenciales.
Según NIH, los bebés corren un riesgo mayor de sufrir deshidratación que los adultos.
Hay dos razones para ello: La masa corporal de los bebés es menor, por lo cual procesan
agua y electrolitos esenciales a una mayor velocidad (NIH, 2011).
Mala nutrición
La segunda explicación de este trastorno es una mala nutrición. Esto se presenta cuando
los bebés no están recibiendo todos los nutrientes que necesitan para tener una buena
salud. Sin embargo, esta es una causa menos probable, especialmente en los países
desarrollados.
Síntomas
Si su hijo u otro bebé tiene una fontanela hundida, deberá procurarle atención médica tan
pronto como sea posible. Este no es un síntoma que debería intentar tratar en su hogar.
Tratamiento
Cuando el profesional de la salud examine a un bebé con fontanela hundida,
probablemente hará lo siguiente:
Primero hará un examen médico que incluirá ver y palpar el área afectada. El médico
también evaluará la elasticidad de la piel (turgencia). Una escasa elasticidad también
puede ser indicio de un bajo nivel de fluidos. La humedad de ojos y boca también puede
dar pistas acerca del nivel de hidratación del bebé.
En segundo lugar, el médico preguntará acerca de los síntomas del bebé. Es muy
importante que provea toda la información que le sea posible. Probablemente el médico
querrá saber lo siguiente:
Tratamiento
Cuando el profesional de la salud examine a un bebé con fontanela hundida,
probablemente hará lo siguiente:
Primero hará un examen médico que incluirá ver y palpar el área afectada. El médico
también evaluará la elasticidad de la piel (turgencia). Una escasa elasticidad también
puede ser indicio de un bajo nivel de fluidos. La humedad de ojos y boca también puede
dar pistas acerca del nivel de hidratación del bebé.
En segundo lugar, el médico preguntará acerca de los síntomas del bebé. Es muy
importante que provea toda la información que le sea posible. Probablemente el médico
querrá saber lo siguiente:
Prevención
La mejor manera de prevenir una fontanela hundida es prevenir la deshidratación, que es
la causa más común. Consejos para evitar la deshidratación:
Imagen: breeze
La falta de lágrimas
como síntoma de
problemas
¿Qué pasa si después de ese periodo el bebé sigue
llorando sin lágrimas? Pues en ese caso hay que estar
atento, porque la ausencia de lágrimas puede ser signo
de dos problemas.
Uno de ellos es la deshidratación. Como señala la
Asociación Española de Pediatría (AEP) en su 'Guía
práctica para padres. Desde el nacimiento hasta los 3
años', la falta de lagrimeo es motivo de consulta lo antes
posible con el pediatra, lo mismo que si los ojos están
hundidos, la piel y las mucosas secas o sus manos frías,
o si el pequeño no orina con la frecuencia normal o está
adormilado.
El mayor riesgo de deshidratación en los bebés se
produce cuando padecen diarrea o gastroenteritis aguda.
Es decir, cuando el número de deposiciones aumenta de
manera brusca y pasa a ser mucho mayor que lo normal
para su edad, lo cual va acompañado, por lo general, de
pérdida de peso. Según la AEP, el cuadro se cura por sí
mismo en unos días y no dura más de una semana, pero
exige estar muy atentos porque los niños se
deshidratan en poco tiempo y sus consecuencias
pueden ser importantes.
La otra posible, aunque bastante menos frecuente, causa
de la falta de lágrimas en los bebés es la falta de
desarrollo de la glándula lagrimal, que hace que no
funcione como debiera. En este caso, el oftalmólogo
deberá analizar al pequeño para decidir el tratamiento
más apropiado para su caso.
El problema opuesto:
exceso de lagrimeo
En cambio, sí es más común -afecta a uno de cada diez-
el problema contrario: un aumento en el lagrimeo. Esto se
produce a causa de una obstrucción congénita del
canal lagrimal, el cual impide que las lágrimas sigan su
curso natural hacia la cavidad nasal y, en consecuencia,
se acumulen en el párpado inferior, dando lugar a
legañas, costras y, en ocasiones, conjuntivitis e infección.
Tal como explican Teresa Gómez, Pablo Zaragoza y
Miguel Zato, expertos del Instituto de Ciencias Visuales de
Madrid, en un artículo publicado por la AEP, este
problema se advierte a partir de las dos semanas de
vida del bebé. En la mayor parte de los casos mejora de
forma espontánea hacia el año de vida.
Por eso, la recomendación para médicos y padres es
tener "una conducta inicial conservadora". Los consejos
para esos primeros meses son mantener una higiene
adecuada, a través de lavados con suelo fisiológico, y
practicar masajes sobre el saco lagrimal, ubicado en la
parte superior de la nariz, entre los ojos. El saco lagrimal
es la parte del conducto lagrimal que conecta el drenaje
de los ojos con las cavidades nasales. Los masajes
aumentan la presión hidrostática en el canal y favorecen
la solución del problema.
¿Y si ya es más mayor y
llora sin lágrimas?
Si cuando el niño ya ha crecido llora sin lágrimas, es
probable que en ese caso sí se trate de un llanto
forzado e, incluso, que forme parte de un berrinche o
una rabieta. Estas situaciones se dan sobre todo entre
los 2 y 4 años de edad y son un recurso que el menor
emplea para expresar su frustración. Además del llanto,
incluyen gritos, pataleos y otras actitudes, como tumbarse
en el suelo, ensuciarse adrede y hasta pegar a sus
padres.
La psicóloga Rocío Ramos-Paúl explica en esta entrevista
con EROSKI CONSUMER que las rabietas “se tienen que
dar”, ya que los pequeños “hacen estas cosas porque no
saben contar lo que les pasa“. Por eso, apunta que ante
tales situaciones “hay que enseñarles que esa no es la
forma adecuada de expresar su enfado, cansancio o
malestar” y añade que “el peligro es que el niño vea que
con el llanto puede conseguir todo lo que quiere”. Y si el
llanto es sin lágrimas, más peligroso aún.
Etiquetas:
deshidratación llanto llorar
¿Qué función
cumple el agua
dentro nuestro
cuerpo?
¿Sabías que el cuerpo humano se compone en un
70% de agua? ¿Y que el 75% del cerebro está
compuesto también por agua?
El agua ayuda a regular la temperatura de tu cuerpo,
especialmente durante el ejercicio, cuando empiezas a
sudar . El agua ayuda a que la sangre transporte oxígeno, y
el nivel de energía aumenta cuando el cuerpo está bien
hidratado. Una hidratación adecuada ayuda a mantener
lubricadas las articulaciones y los músculos.
Acidosis metabólica
Por
Recursos de temas
Audio (0)
Calculadoras (4)
Imágenes (0)
Modelos 3D (0)
Tablas (1)
Video (0)
CALCULADORA CLÍNICA:
Brecha aniónica
Cetoacidosis
Acidosis láctica
Insuficiencia renal
Intoxicaciones
Perlas y errores
Diagnóstico
Mediciones de gases en sangre arterial (GSA) y concentración sérica
de electrolitos
Creatinina
Lactato
Posibles toxinas
CALCULADORA CLÍNICA:
Tratamiento
Tratamiento de la causa
Tratar la causa.