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TEMA 7.

EXPANSIÓN ULTRAMARINA Y CREACIÓN DEL IMPERIO


COLONIAL.

7.1. El descubrimiento de América.


A lo largo del siglo XV, Portugal y Castilla buscaron en el Atlántico las rutas para alcanzar oriente, para conseguir los
productos de “las Indias” (Catay y Cipango) especias y metales preciosos. En este contexto, el geógrafo y navegante
Cristóbal Colón propuso llegar a la Indias por occidente. Portugal no se interesó por la propuesta, en cambio, los Reyes
Católicos, y concretamente la reina Isabel, vio en la propuesta del navegante la posibilidades de dar salida a Castilla
hacia el Atlántico y la del comercio directo con oriente sin la mediación de las rutas islámicas.
Tras firmar un acuerdo con los Reyes (Capitulaciones de Santa Fe, abril de 1492) en el que se establecían las
condiciones y compromisos de ambas partes en la expedición, Colón partió del puerto de Palos de la Frontera con tres
carabelas (Pinta, Niña y Santa María) el día 3 de agosto. El 12 de octubre de 1492 la expedición llegó a la isla de
Guanahaní, a la que llamaron San Salvador (actual isla de Watling), para más tarde descubrir Cuba y Santo Domingo.
En todo momento Colón pensó haber llegado a las Indias, pese a que realizó tres viajes más.
En el tercer viaje, en 1498, alcanzó por primera vez el continente en la desembocadura del río Orinoco en Venezuela
que recibió el nombre de América en honor del geógrafo Américo Vespuccio que fue el que difundió la idea de que
Colón no había llegado a las Indias sino a un nuevo continente.
Las disputas entre Portugal y España por la posesión de las tierras del nuevo continente se zanjaron con la Bulas “Inter
caetera” del Papa Alejandro VI y con el Tratado de Tordesillas (1494) por el que se trazó una línea imaginaria de
demarcación a 370 leguas al oeste de Cabo Verde: Portugal se quedaba con las tierras situadas al este de dicha línea
(costa africana y Brasil) y Castilla con las del oeste (resto de América).
Consecuencias inmediatas: Se abre una nueva ruta hacia las Indias y Castilla se convierte en una potencia marítima,
mientras que las demás potencias europeas ven en el nuevo continente perspectivas de expansión. Se desechan las
teorías sobre lo plano de la Tierra.
 
7.2. Conquista y colonización.
Tras el descubrimiento, a lo largo del siglo XVI se produjo una gran expansión territorial en el Caribe y en América a
través de la firma de capitulaciones , donde se establecían las condiciones
de la conquista entre la Corona y los conquistadores (hidalgos y soldados), por las cuales les compensaban con honores,
tierras y una parte del botín. Los indios fueron reconocidos como súbditos de la Corona, practicándose su
repartimiento entre los colonizadores, aunque luego se aprobaron las Leyes de Burgos (1512) para evitar abusos. Se
estableció el sistema de la encomienda para las explotaciones agrarias, ocupándose los encomenderos del cuidado,
manutención y cristianización de los indios asignados.
Distinguimos tres fases en la conquista:
- Primera Fase o conquistas antillanas: hasta 1515 se ocupan las islas del Caribe desde La Española:
Puerto Rico (Ponce de León) desde donde se alcanza La Florida, Cuba, Jamaica.
- Segunda Fase o conquistas continentales: por medio de diversas expediciones se conquistaron inmensos
territorios para la Corona, destacando la de Hernán Cortés (Imperio azteca) y la de Francisco Pizarro
(Imperio inca). Tras la fundación de la primera ciudad del continente por Núñez de Balboa y tras descubrir el
Pacífico en 1513, el objetivo era descubrir un paso marítimo hacia las Islas de las Especias, que realizó
Magallanes (1519-1522) cuando llegó al estrecho del mar del Sur.
Por otro lado, a Hernán Cortés se le encargó la exploración y conquista del Imperio azteca (1519-1520). Este territorio
será el núcleo del futuro virreinato de Nueva España que controlará América Central y parte de América del Norte.
Cortés entró en Tenochtitlán, y obligó a Moctezuma a reconocer a Carlos I; Cortés fue nombrado gobernador de Nueva
España.
Poco después Pizarro intenta la conquista del Imperio inca, donde ejecuta a Atahualpa. Estos éxitos ayudaron a que se
doblasen las expediciones, que permitieron controlar la mayor parte del territorio en apenas 50 años desde el
descubrimiento.
- Tercera Fase o conquistas interiores. Se completa la conquista: México, Florida, Texas, California, la cuenca
del río Orinoco, interior de Argentina. Se exploró el Pacífico y se conquistan las Islas Filipinas. Se produjeron
numerosas exploraciones y conquistas: Orellana recorrió el Amazonas, Mendoza fundó Buenos Aires y se
avanzó hacia Río de la Plata y el Sur.
En el Pacífico, tras la primera vuelta al mundo de Magallanes-Elcano (1519-1520), se conquistaron las islas Carolinas y
las islas Filipinas. Hacia finales de siglo cesan las expediciones de conquista pero no las de
exploración. Las zonas más frecuentadas fueron al norte de Nueva España (Nuevo México, California, etc.) y al este
de Bolivia, donde los jesuitas fundaron “reducciones” (núcleos de población en los que se debían reasentar los
indígenas de los territorios colonizados, separados de las ciudades donde vivían los españoles).


 
7.3. Gobierno y administración.
Inicialmente, el gobierno de los territorios americanos quedó en manos de gobernadores como Cristóbal Colón o
Nicolás de Ovando, que actuaban como delegados del rey. Las instituciones coloniales fueron una copia de las
castellanas, convirtiéndose en instituciones estables a partir de 1520.
En España funcionaron dos instituciones, ambas presididas por el propio rey. En primer lugar, la Casa de Indias de
Sevilla en 1503 (Casa de Contratación de las Indias Occidentales), su función era el control de toda la actividad
económica entre España (navegación de flotas e importación-exportación) y los territorios conquistados. Y en segundo
lugar, el Consejo de Indias (1524), tribunal de justicia y organismo consultivo en materias eclesiásticas, legislativas
y de gobierno, con facultad para proponer leyes y nombrar cargos.
Por su parte, en los territorios coloniales se crearon varias unidades administrativas territoriales: los virreinatos, como
el de Nueva España, el de Nueva Granada o el de Perú, con gran autonomía política y a cargo de un virrey que era
representante personal del rey; las audiencias (tribunales de justicia con funciones gubernativas)y las
gobernaciones, similares en estructura y funciones a las audiencias y corregimientos en Castilla, localizadas en las
principales ciudades; y las capitanías generales, demarcaciones militares. Los municipios se gobernaban mediante
concejos llamados cabildos, presididos por corregidores que constituyeron el cauce de participación de los criollos
en la vida pública. Para controlar la correcta gestión de los funcionarios los RRCC enviaban a los visitadores.
El móvil principal de la colonización fue la explotación de las minas de oro y plata y la introducción de nuevos cultivos
y animales domésticos en el mundo rural. Los españoles aprovecharon la mano de obra nativa para obtener riqueza de
diversas formas: La encomienda, implantada en las colonias, consistía en la protección y cristianización de la
población autóctona (para lo que se designaba a un clérigo) a cambio de su trabajo. La encomienda era una posesión
intransferible, y al morir el encomendero, las encomiendas debían volver a la corona, pero pronto de volvieron
hereditarias. Fue un sistema muy criticado y, tras las Leyes Nuevas (1542), se prohibió la esclavización de la población
indígena y quedó abolido el sistema de encomiendas, siendo sustituidas por la plantación, la estancia y la gran hacienda.
La mita, sistema de explotación de origen indígena andino adoptado por España, consistía en la obligación que tenía
cada población indígena de enviar a las explotaciones coloniales trabajadores durante una temporada del año. Este
sistema se impuso en Perú.
La esclavización de población negra procedentes de África fue institucionalizada después de que la Corona
española y la Iglesia prohibieran la explotación de los indígenas de las colonias americanas.

7.4. Impacto de América en España


El descubrimiento y colonización de América abrió un importante flujo de comercio ultramarino que repercutió tanto en
España como en el resto de Europa. La colonización tuvo como primera dimensión económica la búsqueda de metales
preciosos (minas de oro y plata desde 1520); en 1650 ya habían llegado a España 19.000 t. de oro y plata, lo que alteró
de forma importante la economía española. En primer lugar, sirvió para financiar la política exterior y militar de la
monarquía hispánica, asimismo, contribuyó a incrementar la subida de precios y la inflación (revolución de los precios),
provocando la pérdida de competitividad de las manufacturas españolas frente a las europeas.
La relación comercial entre América y España, en la primera mitad del siglo XVI, se basó en la exportación de vino,
aceite, tejidos, maquinaria, etc., pero esa demanda empezó a ser cubierta por países europeos utilizando España como
mero intermediario. A finales del siglo XVII, España tan solo exportaba el 6% del total de mercancías que llegaban a
América.
A España y a Europa llegan, procedentes de América, además de los metales preciosos, productos como el maíz, la
patata, el cacao, azúcar, tabaco, cochinilla, etc. (el monopolio del comercio con América lo tenía la Corona Castellana a
través de la Casa de Contratación), que suponen una diversificación de productos agrícolas y de nuevas materias primas
para industrias como la elaboración de tintes (cochinilla) y la textil.
Por último, el descubrimiento y colonización de América aportan un importante desarrollo científico y cultural,
marcado por los nuevos conocimientos geográficos, las nuevas especies vegetales y animales descubiertas, nuevas
plantas medicinales, nuevas culturas, etc. También llegaron cultivos desconocidos como la patata, cacao, tabaco, tomate
o maíz, importando América a su vez cultivos europeos (caña de azúcar, vid, olivo), ganado (caballos, vacas, ovejas) y
manufacturas industriales, proporcionadas por la metrópoli. Asimismo se importan esclavos africanos para trabajar en
América.
A su vea a América llegarán numerosos emigrantes españoles para impedir que minorías religiosas o étnicas poblaran
las Indias.
Estas aportaciones formarán parte de la base del nuevo conocimiento intelectual, científico y técnico que se desarrollará
en los siglos XVII y XVIII (Historia Natural de las Indias de José de Acosta). Asimismo, surge y se desarrolla una
nueva actitud civilizadora en España y Europa, por la que se considerarán responsables de la difusión de la cultura
occidental, articulada en torno al afán evangelizador cristiano (Bartolomé de las Casas, denuncia del trato colonizador,
Leyes de Indias), (Francisco de Vitoria, derecho de gentes, derecho internacional).


 

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