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MORTALIDAD Y NATALIDAD
La mortalidad era la más elevada de Europa occidental: en 1900 era aún del 27%, mientras que en los
países más desarrollados rondaba el 18-19%. En consecuencia, la esperanza de vida al nacer era: 29
años en 1860 y 35 hacia 1900. Esta elevada mortalidad se explica por el atraso económico y social:
pésimas condiciones sanitarias, crisis alimentarias, hambrunas (una docena durante todo el siglo) y la
elevada mortalidad infantil. Las epidemias de cólera (1833, 1854, 1865, 1885) y de fiebre amarilla
azotaron a la población española del siglo XIX en oleadas devastadoras. Otras enfermedades eran
endémicas (tuberculosis, difteria). La consecuencia de todo ello fue una altísima mortalidad, que en
Europa sólo era superada por Rusia, con el 31%.
La natalidad se mantuvo alta durante todo el siglo y en 1900 aún estaba en torno al 35%, muy por
encima de las tasas de los países de Europa occidental. Estas elevadas tasas de natalidad se debían a
la pobreza del campo español y a la ignorancia sobre métodos contraceptivos. La mujer, sobre todo en
el medio rural, cumplía el papel de simple elemento reproductor: hijos e hijas para trabajar y generar
ingresos en la familia
EL CRECIMIENTO VEGETATIVO
La tasa de crecimiento vegetativo (diferencia entre natalidad y mortalidad) era muy baja: solo del 8% en
1900, cuando en otros países europeos oscila entre el 10 y el 14%. Todo ello definía un modelo
demográfico típico del Antiguo Régimen, que solo empezó a cambiar en el último tercio del siglo,
especialmente tras la epidemia de cólera de 1885. Las tasas de natalidad y mortalidad empezaron a
reducirse, pero la mitad de las provincias españolas aún tienen una natalidad alta (del 34 al 42%) y una
mortalidad muy elevada (del 29 al 37%). Solo Cataluña había iniciado con anterioridad su transición
demográfica, que culminó en las primeras décadas del siglo XX.
Este éxodo potenció la urbanización, lentamente, pues en 1900 solo Madrid y Barcelona tenían más de
500.000 habitantes, cuando en Europa había 25 ciudades con esa población y siete superan el millón.
Con solo un 9% de población urbana, España era, pues, un país rural, salvo Cataluña, donde la
Industrialización en Barcelona generó una concentración urbana notable. Las ciudades destacadas se
situaban en la periferia peninsular: Valencia, Sevilla, Cádiz, Málaga, Vigo, La Coruña, Oviedo, Santander
y Bilbao. La excepción era Madrid, capital del Estado y centro de la Administración.
-La primera etapa afectó a bienes de la Iglesia. Comenzó en 1798 y siguió con José I en 1809. En 1813,
las Cortes de Cádiz aprobaron un decreto, pero sólo se aplicó durante el Trienio Liberal.
-La segunda etapa comenzó con las leyes del ministro de Hacienda, Juan Álvarez Mendizabal, y se
prolongó hasta 1844, año en que el gobierno moderado de Narváez paralizó su aplicación. Esta
desamortización afectó a los bienes del clero regular (conventos y monasterios) y, desde 1841, también
a los del clero secular. El objetivo era sanear la Hacienda, en crisis por la primera guerra carlista, y la
deuda, así como crear una clase de propietarios favorables a la causa liberal. Entre 1836 y 1844 se
vendieron tierras y casas que suponían el 60% de los bienes de la Iglesia en España.
-La tercera etapa tuvo lugar en 1855 con la ley Madoz, así llamada por el ministro de Hacienda. Afectó
tanto a bienes de la Iglesia como de los municipios y a los comunales. La mayor parte de estos bienes
se vendieron entre 1855 y 1867.
Las consecuencias de este gran proceso de nacionalización y venta en sus diversas fases fueron
múltiples
-Los compradores fueron gente adinerada de la vieja aristocracia y burgueses enriquecidos por los
negocios o que ocupaban altos cargos de la Administración, el ejército o la Iglesia. La nobleza consolidó
su patrimonio y, aunque perdió los derechos señoriales, consiguió la plena propiedad de las tierras (el
derecho a venderlas y dividirlas) y las rentas derivadas.
-En consecuencia, aumentó el número de grandes terratenientes. La tierra cambió de manos, sin que se
hubieran modernizado las explotaciones agrarias.
-Los perdedores fueron los campesinos, la Iglesia y los municipios. Los campesinos pasaron a pagar
rentas más elevadas para el cultivo de las tierras, en una relación económica claramente capitalista. La
Iglesia perdió gran parte de su patrimonio inmobiliario, pero también el artístico y documental. Por
último, los municipios perdieron su principal fuente de ingresos, al privatizar los bienes propios, baldíos y
comunales.
3.-INDÚSTRIA I MINERIA
3.1.-LA INDUSTRIA TEXTIL
El camino hacia la industrialización fue iniciado por el textil, principalmente el algodón, a pesar de la
escasez de carbón como fuente de energía y la reducida demanda por la poca capacidad adquisitiva de
la población.Cataluña fue el centro de esta actividad fabril por la abundancia de mano de obra, la
mentalidad empresarial y la política proteccionista, que evitó la competencia de los productos textiles
ingleses. La clase industrial catalana y los terratenientes castellanos y andaluces se oponían a la
libertad de mercado. que amenazaba sus negocios. Hasta 1849 se optó por medidas proteccionistas,
después empezó una larga etapa de libertad de comercio hasta 1891. El proteccionismo paralizó el
comercio y la producción en general, pues la ausencia de competencia desincentivó la innovación
tecnológica en el sistema productivo. El desarrollo industrial catalán se basó en la introducción, a
principios del siglo XIX, de máquinas movidas por ruedas hidráulicas o máquinas de vapor, aunque lejos
del nivel de la industria británica.
3.2.-MINERÍA Y SIDERURGIA
La siderurgia española estuvo muy supeditada a la explotación minera de sus materias primas: mineral
de hierro y carbón. España posee una gran riqueza mineral, pero durante el siglo XIX solo se explotaron
los yacimientos cercanos a los puertos (Vizcaya, Cantabria o Málaga), mientras que las minas del
interior apenas se aprovecharon. La minería estuvo estancada durante casi todo el siglo por la escasa
demanda, el atraso económico, la falta de capitales y de tecnología y la intervención del Estado, que
frenaba la inversión extranjera.La Ley de Bases sobre Minas de 1868 y otras disposiciones de carácter
librecambista favorecieron la minería al mismo tiempo que crecía la demanda debido a la construcción
ferroviaria, la arquitectura del hierro y la mecanización de los procesos industriales. Esa expansión se
apoyó en la inversión extranjera y en la llamada «desamortización» del subsuelo, es decir, la venta de
minas, que pasaron a manos privadas. Como consecuencia de esto, a partir de 1871 se fundaron más
de veinte empresas británicas para explotar el hierro vizcaíno, cántabro y andaluz. El hierro
representaba el 60% de las explotaciones mineras, seguido de lejos por el plomo, el cobre y el mercurio.
A pesar de ser exportadora de hierro, la producción siderúrgica española era de las más bajas. Esto
mostraba el atraso tecnológico y su dependencia de los mercados exteriores.
Aun así, la minería desarrolló la siderurgia. Primero en el sur, en la provincia de Málaga, con Marbella y
Antequera como centros.
4.-COMUNICACIONES Y COMERCIO
La articulación de la economía de un país se basa en el comercio y el transporte.Para crear un mercado
nacional. Las primeras dificultades eran la comunicación del interior con la costa o de unas regiones con
otras: las segundas, impuestos y derechos de puertas. Los intentos de suprimir esos obstáculos tuvieron
escaso éxito ya que los productos básicos como el trigo circulan libremente entre todas las regiones
-Carreteras. Las primeras obras de reforma del trazado de carreteras comenzaron en 1840. Se mejoró
la red viaria: en 1840 había 9.000 km de carreteras; hacia 1865, 16.000; y a finales de siglo se
alcanzaron los 36.000 km, pero solo la mitad eran de primer o segundo orden; por tanto, gran parte de
la red viaria era deficiente. Se fue sustituyendo el medio de transporte tradicional (caballerías por
carruajes cada vez mejores) y se redujo notablemente la duración de los viajes.
-Transporte ferroviario. En 1844, una real orden iniciaba el primer proyecto ferroviario, que se inauguró
en 1848 con la línea Barcelona-Mataró. La especulación en torno a la construcción del ferrocarril creó
un gran malestar social y fue uno de los argumentos del pronunciamiento de 1854. En la etapa del
Bienio Progresista se aprobó la Ley General de Ferrocarriles de 1855, que estimuló la construcción de
la red viaria básica, uno de los anhelos progresistas. El ancho de vía mayor que el europeo, se decidió
por razones técnicas de adaptación a un territorio montañoso. Se consideró que este ancho era el más
adecuado para mantener una velocidad alta en un terreno tan irregular sin perjudicar la estabilidad de
las locomotoras.
La ley de ferrocarriles se acompañó de otras dos sobre bancos y sociedades de crédito para garantizar
la financiación de la obra. En el decenio 1856-1866 se construyeron 4.500 km de vía férrea, y el trazado
alcanzó en 1866 los 5.000 km. que llegaron a los 13.200 en 1900, de los que 2.000 eran de vía
estrecha. La mayor intensidad constructiva se dio, pues, en el decenio que siguió a la ley de 1855, con
una media de 450 km por año, en el contexto de una «burbuja ferroviaria» de carácter especulativo. A
esta rapidez contribuyeron la ayuda estatal, los avances técnicos y el capital extranjero, sobre todo
francés. Se crearon unas veinte compañías ferroviarias, entre las que destacan la MZA
(Madrid-Zaragoza-Alicante), el Ferrocarril del Norte o la SJC (Sevilla-Jerez-Cádiz).
Pero la rentabilidad fue escasa y la especulación arrastró la economía a una gran crisis (1866-1876) que
ocasionó la quiebra del sistema bancario, la caída de los precios y un déficit presupuestario crónico. El
ferrocarril movía en la última década del siglo XIX casi 16.000 millones de toneladas métricas, frente a
las 3.000 de 1870, lo que muestra la primacía de este medio de transporte, que revolucionó las
comunicaciones.
Otras medidas que contribuyeron a unificar el mercado fueron la adopción del sistema métrico decimal a
partir de 1880, que unificó pesos y medidas. Aunque desde 1849 se utilizaba ya el metro como unidad
de longitud, y de un nuevo sistema monetario basado en la peseta (1868).El servicio de correos se
modernizó con la introducción del sello en 1850 y la ayuda del ferrocarril, mientras que el telégrafo
comenzó a funcionar en 1855, quince años después que en Estados Unidos o Reino Unido
-Introdujo la simplificación del sistema impositivo mediante el establecimiento de dos tipos de impuestos:
directos (contribución territorial y subsidio industrial y de comercio) e indirectos (consumos).
-Establece los presupuestos generales del Estado, o cuentas públicas, y adoptó medidas para reducir la
deuda pública tras el escaso éxito del proceso desamortizador.
El primer episodio de lucha obrera, no obstante, sucedió en Alcoy (Alicante), en 1821, cuando se
destacó gorcom, máquinas de hilar introducidas dos años antes. Este tipo de acciones de carácter
ludita" volvieron a suceder en Barcelona en 1824 y de acciones de carácter violento, en 1835, cuando
la fábrica textil Bonaplata fue incendiada en una revuelta urbana. La lucha contra el maquinismo
provocó más destrucción de máquinas de hilar en 1854, la primera huelga de la historia de España en el
verano de 1855 y la de las cigarreras A Coruña en 1857, durante la cual también se destruyeron
máquinas. En el mundo rural, el malestar social provocaba el motín o algarada, en el que un grupo de
jornaleros hambrientos y sin trabajo asaltaban hornos u ocupaban tierras. Estos motines tuvieron su
reflejo en el mundo urbano cuando subía el precio del pan. El «motín del pan» (Valladolid, Valencia,
Madrid) de 1856 fue el más importante de esta etapa. Los sucesos de Loja (Granada), en 1861, fueron
el primer alzamiento campesino de envergadura en la España contemporánea y movilizaron a 100.000
campesinos armados.
La población empleada en las industrias manufactureras era en 1900 de 706.000 personas, de las
cuales 175.000 eran mujeres . Las condiciones de trabajo eran muy duras: una media de 12 a 14 horas
de jornada. La primera reforma legislativa de 1900 redujo la jornada a 10-12 horas e inauguró las
reformas laborales de la primera década del siglo XX: fiesta del Primero de Mayo (1902), descanso
dominical (1904) o la jornada de ocho horas (1919).Los partidos Progresista y Demócrata apoyaron las
demandas obreras, pero fue sobre todo el republicanismo la tendencia más identificada con ellas hasta
el año 1874. Después de esta fecha, los obreros se sintieron desencantados con la política tradicional, a
la que consideraban un instrumento de la burgue- sía, y tendieron hacia ideas revolucionarias
anarquistas y socialistas
-El marxismo es la más importante de las teorías socialistas. Debe su nombre a Karl Marx, en cuyos
estudios colaboró Friedrich Engel. Afirmaba que en las sociedades industriales existe una lucha de
clases entre la burguesía, propietaria de las fábricas y los medios de producción y los obreros o
proletarios. Solo una revolución podía destruir el capitalismo y dar el poder a los trabajadores, mediante
la formación de organizaciones y partidos obreros para la lucha política.
-Los anarquistas se oponían al Estado y aspiraban a sustituirlo por algún tipo de asociación voluntaria
entre las personas. También rechazaban la política, los partidos políticos y la participación en
elecciones. Entre los anarquistas de mediados del siglo XIX destacaron el francés Proudhon y los rusos
Bakunin y Kropotkin.
El incipiente movimiento obrero español se inclinó desde 1868 hacia el anarquismo por la influencia de
la Primera Internacional o Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), fundada en 1864.
Tras la Revolución de septiembre de 1868, Giuseppe Fanelli, un político italiano seguidor de Bakunin, y
otros activistas efectuaron una visita de propaganda por Cataluña, Valencia y Madrid. Allí se formaron
los primeros núcleos de la AIT. En España, el anarquismo prendió con mayor rapidez y fuerza que el
marxismo. Ambos compartían la defensa de la soberanía popular, el anticlericalismo, el ateísmo y la fe
en el progreso y en la ciencia.El primer congreso obrero español tuvo lugar en Barcelona en junio de
1870, donde se constituyó la Federación Regional Española (FRE) dentro de la AIT. La prensa
anarquista tuvo un gran auge. La división interna de la AIT entre marxistas y anarquistas favoreció la
aparición de una corriente anarcosindicalista, partidaria de la acción sindical.
El bajo nivel de afiliación es una prueba de la dispersión de esta etapa pre- sindical: en 1896, la UGT
solo tenía 6.154 afiliados y los votos obtenidos por el PSOE en ese mismo año en toda España fueron
14.000, y solo se presentaron en 22 circunscripciones.Mayor incidencia tuvo la militancia en el seno de
las organizaciones anarquistas. En 1882, la FRE contaba con 57.933 afiliados y 218 federaciones
locales, entre las que destacaban las de Andalucía (38.300 afiliados), Cataluña (13.200) y Valencia
(2.355).
Los primeros sindicatos católicos (Círculos de Obreros Católicos) los fundó el padre Vicent en Alcoy, en
1872. En 1895 había ya 169 círculos y sus socios sobrepasaba los 36.000 en las diócesis de Valencia,
Tortosa y Barcelona. Su finalidad no solo era religiosa, sino instructiva, económica y recreativa. Al padre
Vicent se le considera el introductor del catolicismo social en España
8.2.-LITERATURA Y PERIODISMO
Durante gran parte del siglo XIX, la literatura y el periodismo estuvieron estrechamente unidos y muchos
literatos eran, a la vez, articulistas de prensa.
-La literatura. Hubo tres etapas o estilos: Romanticismo, Realismo y Naturalismo. El género literario
con mayor desarrollo fue la novela, considerada hasta ese momento un género menor.
-El periodismo. El periodismo político nació con la libertad de prensa decretada por las Cortes de Cádiz
en 1810, aunque Fernando VII la abolió. Ya en aquel momento hubo periódicos dirigidos a las mujeres.
La primera medida liberalizadora se adoptó en 1834, y la libertad de imprenta de 1868 abrió más
posibilidades, al favorecer también a mujeres lectoras y periodistas. Aparecieron las revistas ilustradas y
la prensa de opinión. En la Restauración surgieron las empresas periodísticas y se expandió la prensa
política. La Ley de Prensa de 1883 impulsó el sector y nacieron periódicos de gran solera: El Imparcial,
El Heraldo de Madrid y La Vanguardia. En 1887 se publicaban 309 diarios y 455 semanales en España.
8.3.-LA ENSEÑANZA
La reforma del sistema educativo del Antiguo Régimen se inició en las Cortes de Cadiz One Yecto de
decreto sobre el arreglo juicio en les Corts trucción Pública (1814). Se inspiraba en principios ilustrados
y del primer liberalismo: la instrucción era responsabilidad del Estado, debía ser pública universal,
gratuita y libre. Se valoraban el carácter prácticas públicas de materias científicas y técnicas en armonía
contero y la incorporación establecía una estructura en tres niveles vigentes hasta hoy: primaria o
elemental, secundaria y media y superior o universitaria. Pero su aplicación fue poco efectiva: en 1841
más del 75% de la población era analfabeta y apenas el 10% sabía leer y escribir. En 1860 no se habían
modificado está apenas.
Había una clara diferencia entre la educación de las niñas y la de los niños. A estos se les instruía en
las materias de conocimiento, mientras que no solían recibir doctrina cristiana, costura y buenos
modales (urbanidad), además de una elemental alfabetización.En 1832 se creó el Ministerio de
Fomento, encargado de la educación. Las normas educativas elaboradas en 1834 y 1845 concretaron el
modelo que permaneció hasta principios del siglo XX, basado en la secularización, el centralismo y la
uniformidad, aunque el liberalismo moderado introdujo un sentido elitista de la educación media y
superior, pensada solo para las clases acomodadas
De esta etapa destaca el Plan Pidal de 1845, que creó los institutos de enseñanza media, los cuerpos
docentes de catedráticos de instituto, la inspección educativa y el sistema de oposiciones. La ley
Moyano de 1857 matizó algunos aspectos, pero no alteró el plan de 1845.El Plan Orovio de 1866, y de
nuevo en 1875, supuso un control de la libertad de cátedra, que solo se respetó durante el Sexenio
Democrático. La Restauración no favoreció la aplicación del ideario emancipador de la educación. Por
esta razón, surgieron alternativas al margen del Estado: la Institución Libre de Enseñanza (ILE), creada
en 1876 por Giner de los Ríos como respuesta a las medidas limitadoras de la libertad de cátedra; las
Escuelas del Ave María de Granada, fundadas en 1888 por el padre Manjón, que atendían a niños y
niñas marginados y a población gitana; o la Escuela Moderna, fundada en Barcelona en 1899 por
Francesc Ferrer i Guàrdia, con una orientación librepensadora.
-Entre 1896 y 1913 se produjo el cambio de tendencia hacia una recuperación moderada respecto de
los niveles europeos. Los efectos negativos del desastre colonial de 1898-pérdida de mercados,
pérdidas humanas, desaparición de redes comerciales- se superaron pronto debido a la repatriación de
capitales americanos y al deseo reformista. Estos factores, junto con la entrada de capital europeo,
impulsaron la formación de grandes bancos y el crecimiento industrial.
-La etapa entre 1914 y 1922 estuvo marcada por las consecuencias de la Primera Guerra Mundial y la
posguerra. Se diferencian dos fases:
-Una primera fase de expansión económica notable (1914-1920), favorecida por la neutralidad
española en la guerra. El aumento extraordinario de la demanda de los países beligerantes
favoreció la producción de alimentos, minerales y productos básicos. Las industrias textiles y
mecánicas catalanas, la siderurgia vizcaína, la minería asturiana y las compañías navieras
obtuvieron unos beneficios elevados gracias a esa coyuntura excepcional. El gran volumen de
negocios también benefició a la banca. Además, la ausencia de competencia exterior favoreció a
estas industrias.
Tras la finalización de la Primera Guerra Mundial se produjo una etapa de crisis (1921-1923).
porque la economía se enfrentó de nuevo a la competencia exterior y porque la demanda
externa decayó. En consecuencia, se estancó la producción industrial y se redujo la producción
agraria. La relativa prosperidad desapareció: disminuyeron los beneficios y aumentaron el paro y
la conflictividad social.
-Entre 1924 y 1930, durante la dictadura de Primo de Rivera, hubo un periodo de por las grandes
partícipes impulsado por la meine un sobre todo, por los tiendes partidas destinadas a obras publica
privada factores que en cueron al crecimiento económico, especiales. Entre los industria y de la
construcción, hay que señalar la coyuntura interna de la favorable, la esca del est del comercio exterior
y la política proteccionista intervencionista Estado.
-Los aside y la Gran del siglo XX estuvieron marcados por la crisis de 1929 y la Gran Depresión
posterior. El deterioro dado por la económica comenzó a manifestarse en el mismo 1929, aunque sus
principales efectos llegaron a España en 1931, coincidiendo con la proclamación de la Segunda
República; sin embargo, su impacto fue algo menor que en otros países europeos. Los gobiernos
republicanos continuaron con la política intervencionista del Estado en la economía.
Esta situación se gestionó mediante una política económica que se concretó en dos instrumentos:
-Las medidas proteccionistas frente a los productos del exterior se tradujeron en la Ley de Bases
Arancelarias de 1906 y en el arancel Cambó de 1922, que crearon las barreras proteccionistas más
elevadas de Europa, auspiciadas por los grupos de presión catalán, vasco y asturiano y por los
productores cerealistas.
-El intervencionismo estatal, que se basó en una política de fomento directo de la industria nacional
(Ley de Protección a la Industria Nacional, de 1907, y Ley de Protección de las Industrias Nuevas, de
1917). Las medidas intervencionistas llegaron a sus cotas más altas durante la dictadura de Primo de
Rivera.
Esta política proteccionista impulsó la industrialización a costa de la subida de los precios de venta por
la fuerte concentración industrial en ciertas regiones y por la falta de competencia exterior, lo que limitó
la capacidad de compra de los consumidores.
A pesar de ello, el balance general de la economía del periodo puede calificarse de positivo, pues la
mayor parte de los indicadores muestran el progreso económico, sostenido por un crecimiento lento
pero continuo.
De este modo, la agricultura española continuó presentando una serie de manifestaciones y problemas
que explican su retraso respecto a los países avanzados de Europa occidental. En cuanto a los factores
ambientales (climatología, tipos de suelos, hidrología), hay que destacar las dificultades para la
construcción de infraestructuras hidráulicas y el establecimiento de políticas reguladoras. A estos
factores hay que añadir las limitaciones en la introducción de las innovaciones técnicas y el reparto
desigual de la propiedad de la tierra. En el norte peninsular predominaban la pequeña propiedad e
incluso un gran número de explotaciones minúsculas (minifundios"), mientras que en el na en las
comarcas donde se hallaban los latifundios", estaba arraigada una sociedad con graves desequilibrios
socioeconómicos. Los propietarios latifundistas percibían sus rentas sin realizar apenas inversiones y a
costa de la miseria de numerosas familias jornaleras. Esto explica que allí se originan los conflictos
sociales más graves.
-La adopción de los cambios técnicos de la Segunda Revolución industrial, como la electrificación, la
siderurgia moderna o la industria química.
-El auge de las industrias básicas o de bienes de equipo frente al estancamiento de las tradicionales
industrias de bienes de consumo.
-El proceso de diversificación industrial con la creación y consolidación de industrias eléctricas,
químicas, mecánicas y de construcción de obras públicas.
-La industrialización no solo se diversifica, sino que además se extendió a otras zonas como Madrid,
núcleo industrial y principal centro financiero, Guipúzcoa, Valencia, Zaragoza, Valladolid y Vigo, entre
otras. Los dos focos tradicionales, Cataluña y Vizcaya, diversificaron su tejido industrial
industrias tradicionales
Entre los sectores tradicionales, la industria textil algodonera continuó siendo la más importante de
España, concentrada en Cataluña. Tras la pérdida de Cuba en 1898, entró en una fase de
estancamiento que prosiguió en las tres primeras décadas del siglo XX.La producción siderúrgica tuvo
un crecimiento destacable. Era un sector muy concentrado, tanto geográficamente localizado en
Vizcaya, donde se producía más del 50% de la producción nacional de lingote de hierro y acero- como
empresarialmente -una sola factoría, Altos Hornos de Vizcaya, que casi monopolizaba el sector.
En 1917 se fundó en Sagunto otra empresa siderúrgica, originaria de la fábrica de Altos Hornos del
Mediterráneo.La diversificación industrial se evidenció en otras industrias de bienes de consumo muy
dinámicas como la agroalimentaria (conservera, alcoholera, vinícola, oleícola), la maderera, la corchera
o la de curtidos. Sin embargo, la elevada protección y los oligopolios* limitaron el papel dinamizador de
sectores industriales como el de la industria mecánica, el de los medios de transporte, el de la
construcción o el conservero.
Respecto a las industrias extractivas, el carbón fue perdiendo importancia paulatinamente con la
difusión de la electricidad, aunque continuó siendo, en este periodo, la fuente de energía para muchas
industrias y medios de transporte (ferrocarril y navegación a vapor).También los minerales (plomo,
mercurio, pirita, cobre, etc.), que habían hecho de España una gran potencia minera a escala mundial
entre 1870 y 1913, confirmaron su declive entre 1914 y 1935, por el agotamiento de los yacimientos y la
aparición de nuevos competidores (como Estados Unidos, Latinoamérica, Rusia, Asia), a pesar de la
fuerte inversión extranjera que se produjo en este sector.
-A pesar de los logros del sector en este período, la industrialización no logró superar su retraso y
converger hacia los niveles de Europa.
-Se desarrollaron más la industria pesada y la básica que la de consumo, rasgo característico de esta
etapa de la industrialización.
-Las empresas españolas, en general, mantuvieron un tamaño relativamente pequeño y una escasa
competitividad. Su producción estaba orientada principalmente al mercado interior, aunque algunos
sectores aumentaron sus exportaciones a lo largo del periodo.
-El elevado proteccionismo redujo al mínimo las inversiones en la renovación tecnológica del
equipamiento industrial. Esta fue, además, una de las razones del continuado descenso de la
productividad industrial durante este periodo.
-En algunos sectores se crearon oligopolios y monopolios que dificultan la competencia y la innovación.
4.-LOS CAMBIOS DEMOGRÁFICOS Y SOCIALES
el campesinado
A pesar de la industrialización y del descenso de la población rural, el campesinado continuó siendo el
grupo social más numeroso, constituido por propietarios (medianos y pequeños), arrendatarios,
aparceros y jornaleros.La desigual distribución de la propiedad de la tierra -consolidada a mediados del
siglo XIX- configuró los diversos tipos de sociedad rural en España. En el norte destacó el minifundio,
que comprendía el 62% de la superficie frente al 38% en manos de los grandes propietarios. Aquí el
principal problema radicó en la aspiración a la propiedad de los campesinos no propietarios (subforos en
Galicia y rabassaires, campesinado arrendatario, en Cataluña). En Castilla y León predominaban los
pequeños propietarios sobre los grandes terratenientes.
En el sur, zona clásica del latifundio y donde mayores eran los desequilibrios económicos y sociales,
surgieron intensos conflictos sociales. Aquí, frente a una oligarquía de grandes propietarios absentistas
y una burguesía rural, había una masa de jornaleros sin tierras sometidos a condiciones laborales
duras: trabajo eventual, bajos salarios y largas jornadas.
DEFINCIONS
Règim demogràfic antic ciclo que se caracteriza por presentar altas tasa de natalidad y altas tasas de
mortalidad por lo que el crecimiento natural es bajo.
Desamortitzacions proceso por el que se liberalizan los bienes que están en las llamadas manos
muertas, por lo que no podían ser enajenados, bien por estar vinculados a un linaje (mayorazgo) o a
instituciones (Iglesia, ayuntamientos, Estado, hospitales)
Lliurecanvisme Política comercial tendente a facilitar las exportaciones y no poner trabas a las
importaciones, reduciendo los aranceles y contingentes. Se opone al proteccionismo y pretende
fomentar la modernización y competitividad de la economía. En España durante el siglo XIX hubo un
fuerte debate entre librecambismo y proteccionismo, alternándose uno y otro. A raíz del arancel de
Cánovas se impuso el proteccionismo
Reforma fiscal los cambios y ajustes realizados en el sistema tributario y en las políticas fiscales
durante ese período. En un Estado liberal, la filosofía generalmente aboga por la limitación de la
intervención del gobierno en la economía y la promoción de la libertad individual y empresarial. Sin
embargo, incluso en este contexto, los gobiernos a menudo implementan reformas fiscales para
financiar sus actividades y mantener la estabilidad económica.
Marxisme- Doctrina socialista inspirada en las ideas de Carlos Marx. Sus pretensiones son la
emancipación de la clase obrera de la explotación del sistema capitalista. Para ello, los obreros deben
tomar conciencia de clase y organizarse en partidos políticos independientes de los partidos burgueses
para conquista el estado, a través de la dictadura del proletariado. Una vez conquistado el estado se
abolirá la propiedad privada y se pasará a la sociedad sin clases
Anarquisme Ideología política que se basa en la libertad del individuo, la supresión del Estado y otro
tipo de instituciones jerárquicas y la eliminación de la propiedad privada. La educación para ellos es de
vital importancia. Es un movimiento muy heterogéneo, España, que fue el país donde más éxito tuvo,
tuvo sus zonas más importantes en Cataluña y Andalucía. En el último tercio del siglo XIX hubo dos
tendencias los partidarios del terrorismo como forma de acabar con el estado "opresor" -propaganda por
el hecho- y los pacifistas. Esta última tendencia sería la triunfante, son los llamados anarcosindicalistas,
que admiten la lucha de clases pero no la participación política
UGT (Unió General de Treballadors) Sindicato de clase creado en 1888 por Pablo Iglesias. Tuvo
mayor implantación en Madrid, Asturias y País Vasco. Participo en la huelga general de 1917 y la de
1934. Durante la Segunda República tuvo gran protagonismo, en especial durante la Guerra Civil,
cuando su secretario general fue presidente del gobierno. Con la dictadura sufrió un proceso de
decadencia del que salió con la transición democrática. En la actualidad, junto a CCOO (Comisiones
Obreras), son los dos grandes sindicatos de clase
PSOE (Partit Socialista Obrer Espanyol) El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) no fue fundado
hasta el año 1879, por lo que no existía como entidad política durante la mayor parte del período del
Estado liberal en España hasta 1923. Sin embargo, es posible hablar de algunas corrientes ideológicas
y movimientos sociales que sentaron las bases para el surgimiento del socialismo y el posterior
establecimiento del PSOE. En el contexto de la economía y la sociedad en el Estado liberal hasta 1923
en España, la industrialización y los cambios socioeconómicos generaron tensiones y desigualdades. A
medida que se desarrollaba la Revolución Industrial, surgieron nuevas clases sociales, y los
trabajadores, en particular, comenzaron a organizarse en respuesta a las condiciones laborales
precarias.
Anarcosindicalisme es una corriente del anarquismo que tiene sus raíces en los postulados de la
Primera Internacional y en el sindicalismo revolucionario. Se reivindica como método de lucha y acción
directa de los trabajadores. Además también está influido por el federalismo y el mutualismo
Anarquisme insurreccional es una teoría y práctica revolucionaria que emerge dentro de sectores
anarquistas en las últimas décadas del siglo xx que pone énfasis en la necesidad del ataque hacia las
infraestructura del Estado y el Capital como puesta en práctica de la rebelión y liberación del individuo.
La insurrección implica desde formas diarias de comportamiento antisistémico hasta la insurrección de
masas generalizada. Rechaza a la creación y participación en organizaciones formales permanentes y
enfatiza la espontaneidad y el informalismo en la lucha que se manifiesta en grupos de afinidad.El
anarquismo insurreccionalista contemporáneo hereda los puntos de vista y las tácticas del
anarcocomunismo anti organizacional y el ilegalismo
Anarcocomunismees una teoría del anarquismo que aboga por la abolición del estado, el capitalismo,
el trabajo asalariado y la propiedad privada (manteniendo el respeto por la propiedad personal)a favor
de una propiedad común de los medios de producción, democracia directa y una red horizontal de
asociaciones voluntarias con producción y consumo basados en el principio rector: «De cada cual según
sus capacidades, a cada cual según sus necesidades»