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El Taller de Arte Rupestre con los niños tiene un origen remoto en un proyecto académico-

pedagógico desarrollado de forma colegiada en el primer semestre del 2016 en el Curso-


Taller de la materia Cultura Científica-Humanística I (Ciclo Básico-Universidad Autónoma
de la Ciudad de México). El propósito del curso taller consiste en crear un espacio de
diálogo entre las ciencias y las humanidades, en contra sentido de tendencias de
disgregar, fragmentar y especializar el conocimiento. El área de Cultura Científica-
Humanística (tres cursos-talleres) está concebida para pensar los problemas que por su
naturaleza requieren de conceptos, teorías y enfoques de distintas áreas del
conocimiento. En este sentido la misma ley Universidad parte de:

“La convicción que nos guía es la necesaria interdependencia y la unidad de todos los
campos del conocimiento…La organización académica de la UACM, que será definida por
los propios universitarios, deberá procurar la integración de los diversos campos del
conocimiento e impedir que las fronteras artificiales de las distintas disciplinas reduzcan la
capacidad de comprensión de la realidad (Ley de la UACM, 7-8).

Hace aproximadamente 10 años, algunos de miembros de la Academia de Cultura


Científica coincidimos en la necesidad de discutir a fondo los contenidos, e identificar los
conceptos centrales del Área. Acordamos repensar las estrategias de enseñanza y los
propósitos generales para adecuarse a los ideales de la universidad. La razón detonadora
de tal replanteamiento era que los contenidos de los programas de cada materia tenían
un carácter enciclopédico, y a su vez que estaban desarticulados entre sí. Convenimos en
realizar un coloquio anual desde 2007 para discutir los presupuestos teóricos del área, los
aspectos pedagógicos o metodológicos: categoría, estrategias de enseñanza y procesos de
evaluación. El resultado de esto fue la conformación de una nueva estructura curricular
del área de Cultura Científica y Humanística. En un principio definimos tres ejes temáticos
transversales que articularías los tres cursos del área: eje de Condición Humana, eje de
Naturalez-Cultura y eje de Pluralidad del Conocimiento.

Una de las decisiones cruciales derivadas de la discusión nos condujo a que en los cursos-
talleres trabajásemos en torno a Núcleos Temáticos donde fuera posible el diálogo entre
las ciencias y las humanidades. Los núcleos articularían por una parte los ejes de los
cursos, por otra estos refieren a un nudo o conglomerado; a un conjunto más o menos
abierto de acontecimientos en los que es posible considerar los ejes temáticos. El núcleo
temático, no es algo cerrado, sino que se actualiza periódicamente a través del trabajo
colegiado de los docentes. En un primer momento se muestra de forma abierta e
incompleta, sin embargo, se transforma dando origen a preguntas y problemas que eran
invisibles o inexistentes desde un inicio. En síntesis, es la acción colectiva e individual de
indagar, creadora de preguntas y problemas.

El grupo de trabajo decidió estudiar en el Curso de Cultura Científica I el Núcleo Temático:


Arte Rupestre. La pregunta guía de este curso tiene como referente articulador indagar
sobre la pregunta del origen de lo humano, entendido ello no como un comienzo fechable
sino de un conjunto de procesos que dieron origen a nuestra especie. El pensamiento
simbólico manifiesto en el arte rupestre es un foco de atención ineludible para hablar
sobre los inicios de los homo sapiens sapiens. Las pinturas rupestres y las figurillas que se
elaboraron desde el Paleolítico son de gran interés debido a que potencialmente nos
puede decir acerca de los grupos humanos que vivieron desde hace miles de años, se
consideran ejemplo de las primeras manifestaciones artísticas-simbólicas que van más allá
de lo meramente utilitario.

El arte rupestre posee un carácter paradójico para los humanos del presente: casi de
forma inmediata contradice muchos de los estereotipos e ideas acerca de los miembros
ancestrales de la especie humana. Las pinturas ponen en jaque las concepciones lineales
de la historia de la civilización, la idea de que en el pasado remoto los grupos humanos
eran primitivos y carecían de conocimientos y habilidades que consideramos superiores. El
núcleo de sobre arte rupestre ofrece un punto de partida de una gran riqueza
antropológica por el contenido relacionado con la capacidad simbólica humana, por las
conexiones con las formas de expresión artística contemporánea, hasta por sus cualidades
pedagógicas para comprender lo humano en sus múltiples dimensiones. Las imágenes
proyectadas en las paredes demuestran cualidades estéticas y capacidades imaginativas
en las culturas prehistóricas.

En el 2017 la coordinadora del proyecto Chilpayates y Semilla de Papel, Erika Araiza nos
invitó a participar en el Festival Semilla de Papel. Dialogando con Erika encontramos
coincidencias significativas entre los propósitos del Festival y nuestro trabajo con el
Núcleo de Temático de Arte Rupestre. El curso taller de Cultura Científica se articula a
partir de tres líneas: Aproximación y construcción de Conocimiento, Habilidades de
Investigación y Actitudes y valores. Traducidos al Núcleo de Arte Rupestre estos tienen el
propósito: a) reconocer al estudio del arte rupestre como un medio que permita
identificar, problematizar y reflexiona sobre las representaciones que se han hecho de los
orígenes de lo humano, la hominización y la prehistoria; b) aproximarse desde el arte
rupestre, al estudio y la problematización de la condición humana y los procesos
involucrados en la hominización, que permite comprender la unidad naturaleza-cultura y
la multidimensionalidad del conocimiento. c) aproximarse, a partir del arte rupestre, al
estudio de y problematización de la dimensión simbólica de la cultura: mito, magia,
religión, arte y ciencia como distintas formas que permiten al ser humano dotar de
sentido al mundo.

Por su parte, el Festival fomenta la lectura y la escritura, “pero esto no solo entendidos
mediante el libro tradicional y el texto escrito, sino como la exploración lúdica de distintos
lenguajes, dispositivos y formatos. En esta fiesta de la lectura y la escritura jugamos con
distintos lenguajes: el escrito, el matemático, el musical, el pictórico, el escénico, el
audiovisual, y el plástico”. Consideramos el arte rupestre como un lenguaje pictórico que a
través de las representaciones y los símbolos revelan el imaginario tanto de las culturas
paleolíticas como de nosotros mismos. La interpretación de nuestros orígenes nos habla
de algo constitutivo de nuestra condición humana.

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