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Ejercicio preliminar. Partiendo del cará cter poliédrico de los conceptos el Espacio y lo
Sagrado, ¿cuá les aspectos me resultan má s atrayentes y/o sugerentes de cara al
planteamiento de mi propio escrito? O bien, ¿có mo vincularía ambos conceptos en su
multidireccionalidad con mi propio interés científico?
Mi escrito pretende pensar la relació n entre el espacio y lo sagrado desde los
referentes má s remotos de la historia humana: la prehistoria. La caverna paleolítica,
prototipo del espacio sagrado en la prehistoria, se sincroniza con los inicios de
nuestra especie, en particular con nuestra capacidad exclusiva de vivir desde la
imaginació n: “los seres humanos deconstruyen mentalmente tanto el mundo exterior
como sus experiencias interiores y las plasman en símbolos abstractos, los cuales
empleamos para generar versiones de la realidad”. 1 La obscuridad de la cueva es un
lugar para la imaginació n, pero también altera o abre la percepció n, pues la cueva se
palpa, se escucha, se calla, se respira, se visualiza; todos los sentidos estan
involucrados; en ella se pinta, se graba, se impronta convirtiéndolo en un lugar ritual.
Durante mucho tiempo se definió a los hombres prehistó ricos como los “hombres de
las cavernas” este mito que se perpetuo en la cultura popular como una forma de
justificar su cará cter primitivo y precario, sin embargo, poco a poco las
investigaciones arqueoló gicas han descolocado esta idea pues los hombres
prehistó ricos no vivían en las cuevas profundas, no eran lugares para habitar sino
eran lugares donde se realizaban rituales y se pintaba-grababa. Las cuevas eran
espacios sagrados, donde se entra en contacto con el mundo de los espíritus, este
reino tiene sus propias reglas de causalidad y transferencia. Las paredes de roca se
convierten en membranas permeables que conectan con el mundo de los animales
espíritus, las pinturas rupestres revelan una película mediadora para ingresar a este
mundo sobrenatural. A difetencia del templo que circunscribe las fonteras
irreconciliables entre lo sagrado y lo profano, la cueva prehistó rica presenta un
continuo, donde tales binomios carecen de sentido. La dualidad sagrado-profano no
da cuenta de la diversidad de las experiencias de la vida de la prehistoria. El enclave
rocoso conforma una matriz natural donde lo sagrado se manifiesta sin su contrario.
La manifestació n artística al interior de las cuevas, muestra un arte de las tinieblas, de
las sombras, de los contrastes entre luz y obscuridad. La cueva no es solo un soporte
1
TATERSALL, I., A golpe de suerte. Investigación y ciencia. Noviembre (2014), pp. 35.
para fijar las pinturas, sino que es un ente vivo que traspira, que reluce y que tiene su
propia atmó sfera. En las profundidades de la grutas los artistas paleolíticos fijaron en
las paredes sus propias experiencias interiores plasmá ndolas a través de figuras
estilizadas-naturalistas y a través de imá genes geométricas. Las huellas de las manos,
en forma positiva o negativa es el modelo del contacto íntimo con el mundo de los
espíritus.