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Nombre:

Omar Álvarez

Matrícula
22-0211

Materia:
Derecho Penal II

Profesor:
Marcos Abreu

Tema:
Principio de legalidad entorno a las normas penales como límite y garantía de la
facultad punitiva del estado.
El presente ensayo se propone analizar en profundidad el principio de legalidad como
un límite esencial del "ius puniendi". A través de un recorrido histórico y conceptual,
se explorarán las raíces filosóficas y jurídicas de este principio, destacando sus
implicancias en el Estado de Derecho y su papel en la protección de los derechos
humanos. Además, se examinará cómo diversos autores y juristas han interpretado y
defendido este principio a lo largo de la historia, así como su concreta aplicación en el
contexto de la República Dominicana. En última instancia, se pretende evidenciar
cómo el principio de legalidad desempeña un papel crucial en la preservación de un
sistema penal justo, equitativo y respetuoso de los valores democráticos y los derechos
fundamentales.

Desarrollo

El principio de legalidad en el ámbito penal establece que no puede haber delito ni


pena sin una ley previamente establecida. Este principio actúa como un límite y
garantía de la facultad punitiva del Estado al asegurar que las personas solo puedan
ser sancionadas por conductas tipificadas en la ley y conforme a procedimientos
establecidos. Su objetivo es prevenir abusos estatales y proteger los derechos
individuales al asegurar que las personas conozcan con claridad qué comportamientos
son punibles. El principio también implica que las leyes penales deben ser claras,
precisas y no retroactivas, y que cualquier sanción debe ser proporcional al delito
cometido. De esta manera, el principio de legalidad contribuye a mantener un sistema
penal justo y equitativo.
El principio de legalidad, también conocido como "nullum crimen, nulla poena sine
lege" (no hay crimen ni pena sin ley), es una piedra angular del derecho penal
moderno. Este principio implica varios aspectos fundamentales:

Tipificación previa: Ninguna conducta puede considerarse delito si no está


previamente establecida como tal en la ley. Esto significa que no se pueden aplicar
sanciones retroactivamente ni basadas en interpretaciones extensivas o analógicas de
las leyes. La claridad y precisión de las leyes penales son cruciales para que las
personas puedan comprender qué comportamientos son prohibidos y cuáles son las
consecuencias.
Reserva legal: Solo el poder legislativo tiene la autoridad para crear nuevas leyes
penales. Esto impide que otros poderes del Estado o autoridades administrativas creen
normas penales sin la aprobación del cuerpo legislativo. Esto asegura que las
restricciones sobre las libertades individuales sean establecidas democráticamente.

Interpretación restrictiva: Las leyes penales deben ser interpretadas de manera


restrictiva, es decir, no se pueden ampliar o extender más allá de su intención original.
Esto protege a las personas de ser sorprendidas por interpretaciones expansivas que
pudieran llevar a sanciones imprevistas.

Prohibición de la analogía: No se pueden aplicar sanciones penales basadas en


analogías. Si una conducta no está claramente definida como delito en la ley, no puede
ser tratada como tal solo porque es similar a un delito ya tipificado.

No retroactividad de la ley penal más gravosa: Si una nueva ley penal es más gravosa
que la ley previa, no puede aplicarse retroactivamente a hechos ocurridos antes de su
promulgación. Esto protege a las personas de ser sancionadas más severamente
después de haber cometido un acto que no estaba considerado tan grave en ese
momento.
Varios autores jurídicos y filósofos del derecho han abordado el principio de legalidad
en relación con las normas penales y su función como límite y garantía de la facultad
punitiva del Estado.

Cesare Beccaria: Beccaria argumentó que el principio de legalidad era esencial para
prevenir los abusos del poder estatal en materia penal. Sostenía que las leyes penales
deberían ser claras y públicas, para que todos pudieran conocer y comprender qué
conductas eran punibles. También abogaba por la proporcionalidad entre el delito y la
pena, evitando así castigos crueles e inhumanos (De los delitos y las penas, pág. 72. C.B)

Immanuel Kant: Kant abordó el principio de legalidad desde una perspectiva moral en
su obra "La Metafísica de las Costumbres" (1797). Sostenía que el principio de legalidad
era un imperativo categórico: el Estado debía respetar la autonomía de los individuos y
solo podía imponer sanciones en virtud de leyes establecidas públicamente.

Friedrich von Hayek: Hayek argumentó que el principio de legalidad era fundamental
para la preservación de la libertad individual. Consideraba que el Estado debía
limitarse a aplicar reglas generales y abstractas, evitando la discrecionalidad y
asegurando que las leyes penales no fueran utilizadas con fines políticos o
personales.(Camino de Servidumbre,pág, 51, FV)

Fernando Castellanos Tena: Este autor mexicano se centró en el análisis del principio
de legalidad en la Constitución y el sistema penal mexicano. En su obra "El principio
de legalidad" (1984), argumentó que este principio garantiza la seguridad jurídica y
protege los derechos fundamentales al evitar la arbitrariedad en la aplicación de la ley
penal.

Luigi Ferrajoli: El teórico italiano del derecho ha contribuido con su teoría del
garantismo, que enfatiza la necesidad de proteger los derechos individuales en el
sistema penal. En su obra "Derechos y garantías" (1999), Ferrajoli sostiene que el
principio de legalidad es uno de los pilares del garantismo, asegurando que solo las
leyes pueden establecer delitos y sanciones.

"De los delitos y las penas" (1764) por Cesare Beccaria: Este libro es considerado una
obra fundamental en el campo del derecho penal. Beccaria argumenta a favor del
principio de legalidad como una protección contra el abuso del poder estatal en
materia penal. Examina la importancia de que las leyes penales sean claras y
previsibles para prevenir la arbitrariedad y aboga por la proporcionalidad entre el
delito y la pena.

"La Metafísica de las Costumbres" (1797) por Immanuel Kant: En esta obra filosófica,
Kant explora la relación entre la ley moral y la ley positiva. Su análisis del principio de
legalidad destaca que el Estado debe respetar la autonomía de los individuos y solo
puede castigar a través de leyes previamente establecidas públicamente.

"El Camino de la Servidumbre" (1944) por Friedrich von Hayek: Aunque no es


exclusivamente un libro sobre derecho penal, Hayek aborda el principio de legalidad
desde una perspectiva más amplia, discutiendo cómo la planificación centralizada
puede llevar a la pérdida de libertades individuales. Sostiene que el poder estatal debe
estar limitado por reglas generales y abstractas, evitando la arbitrariedad.

"Los límites de la interpretación penal" (1991) por Luigi Ferrajoli: En esta obra, Ferrajoli
explora cómo la interpretación de las normas penales puede afectar la protección de los
derechos fundamentales. Analiza la importancia del principio de legalidad y cómo
debe ser interpretado restrictivamente para salvaguardar la seguridad jurídica y la
justicia.

"Principios de Derecho Penal" (2001) por Claus Roxin: Roxin es un autor destacado en
el ámbito del derecho penal. En este libro, explora diferentes aspectos del principio de
legalidad, como la prohibición de la retroactividad y la interpretación restrictiva.
También aborda cuestiones relacionadas con la tipicidad y la culpabilidad.

El principio de legalidad señala que nadie será sancionado por un acto no previsto
como delito o falta por la ley vigente al momento de su comisión muy sometido a pena
o medida de seguridad que no se encuentren establecidos en ellas todo ello lo
encontramos regulado en el artículo 69 de nuestra Constitución; precisamente ese es el
tema del que vamos a tratar de analizar. Cuando las personas incurrimos en grave
alteración a la paz ya la tranquilidad social corresponde precisamente a un estado
corregido en conducta de los infractores e imponiéndoles una sanción imponiéndoles
un castigo; por ello si el estado tiene ese derecho de castigar y se tiene las normas de
derecho de penal puede castigar al individuo.
El estado en consecuencia tiene límites punitivas? La respuesta es sí, si tiene límites y
uno de ellos es el principio de legalidad el cual es el fundamento jurídico que consiste
que tu ejercicio del poder público deberá estar sometido a la constitución y demás
normas y no a la voluntad de las persona, ya que por muy grave que sea un hecho, su
autor sólo podrá ser castigado si es esto ha sido considerado previamente como delito
por una ley y sólo la pena prevista en esa ley aplicada se había ejecutado conforme a la
misma; por ello que este principio de legalidad es el principal límite de la violencia
punitiva que el sistema penal del estado ejercita. Se trata de un límite típico de un
estado de derecho, este principio de legalidad limita el ejercicio del poder penal
exclusivamente de las acciones u omisiones previstas en la ley como infracciones
disponibles, este principio de legalidad protege a los ciudadanos con la finalidad de no
ser castigado por parte del estado porque hasta antes de la vigencia de este principio
las personas eran castigadas por parte del estado no sabiendo el porqué se les castigaba
y eso sucedía hasta antes de la revolución francesa porque después de la revolución
francesa. Es una función precisamente que cumple el principio de legalidad en ese
sentido ¿Cuáles son las garantías del principio de legalidad?
PRIMERO: la garantía criminal
SEGUNDO: la garantía penal
TERCERO: la garantía jurisdiccional
CUARTA: la garantía de ejecución
Esto nos dice que el estado para poder castigar una conducta, la conducta prohibida
tiene que estar establecido previamente dentro de la norma para que el estado pueda
reaccionar y castigar la inconducta realizada por el infractor esto es lo que se le conoce
como un crimen.

Garantía penal: la garantía penal requiere que la ley señale la pena que corresponde al
hecho entre si nosotros realizamos una conducta prohibida que por cierto está
previamente tipificado o regulado dentro de la norma. El estado nos tiene que decir
previamente cuál es la pena que se ha de imponer haber realizado la conducta
prohibida

Garantía jurisdiccional: La garantía jurisdiccional exige que la existencia del delito y de


la existencia del delito de imposición de la pena que se determine por medio de una
sentencia judicial, cuando el estado reaccione podemos castigar por haber realizado
una conducta prohibida e imponernos la sanción que está establecida dentro de la
norma penal por haber realizado esa conducta prohibida. El estado tiene que hacerlo
poniendo en movimiento la tutela jurisdiccional efectiva por parte del mismo esto
tendrá que desarrollarse a través de un proceso judicial
Conclusión
El principio de legalidad, con su arraigo en la necesidad de previsibilidad, equidad y
protección de los derechos individuales, se erige como un contrapeso esencial frente al
poder punitivo del Estado. Su imperativo de claridad normativa y respeto a las
garantías procesales no solo establece límites al ejercicio del "ius puniendi", sino que
también establece la base para un sistema penal justo y democrático. A medida que la
sociedad evoluciona, la vigencia y defensa del principio de legalidad sigue siendo
esencial para mantener el equilibrio entre el orden público y la salvaguardia de los
derechos humanos.

Bibliografía

https://accesoalajusticia.org/glossary/principio-de-legalidad/

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