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EL COSTO DE LA NAVIDAD

el diciembre 06, 2023

Pastor Rafael Mulet

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Cristo Jesús… se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho

semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se

humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte


de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un

nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se

doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo

de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para

gloria de Dios Padre. Fil. 2:5-11

Pasaje Bíblico: Filipenses 2: 1- 11

Aunque los supersticiosos dicen que no celebran la Navidad porque tiene origen pagano,

nosotros vamos directamente a las Escrituras y allí encontramos que todos los días debemos

recordar y enseñar y predicar que el Hijo de Dios vino al mundo a través de su encarnación

y nacimiento para salvar a la humanidad por medio de su muerte y su resurrección.

Queremos ver entonces cuál es el costo de la Navidad para Dios Padre, para Dios Hijo y

cuál es el costo hoy para el ser humano.

Consideremos las siguientes tres preguntas:

Primera Pregunta: ¿Cuánto le costó la Navidad a Dios el Padre?

1. El padre Dios se privó de la presencia de su Hijo, eso lo encontramos en 1 Juan

4. 9 y 10 que dice: en esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que
Dios envió a su hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto

consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él

nos amó a nosotros, y envió a su hijo en propiciación por nuestros pecados. La

Biblia también dice que “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su

Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga

vida eterna (Juan 3:16)”.

2. El padre Dios se privó de la comunión continua con su hijo Mat. 27. 46: Cerca

de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama
sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

3. El padre sacrificó la vida de su hijo cuando “no escatimó ni a su propio

Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros (Rom. 8:32)”. De la misma

manera, la biblia nos dice que “Todos nosotros nos descarriamos como

ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado

de todos nosotros (Isaías 53. 6).

Segunda Pregunta: ¿Cuánto le costó la Navidad a Dios el Hijo?

1. El hijo Dios o Dios hijo se privó de estar al lado de su padre en la gloria.

Dice la Biblia que Jesús dejó las riquezas celestiales: Porque ya conocéis la gracia

de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico,

para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos (2 Cor. 8:9). De la misma

manera, Jesús “abandonó la gloria celestial Ahora pues,” una gloria que tuvo con

Dios antes de que el mundo fuese (Jn. 17:5).

2. El Dios hijo se privó también de la comunión continua con el padre (Aunque

siempre estaba en comunión con él) Mat. 27:46: Cerca de la hora novena,
Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío,

Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

3. Padeció la sumisión y humillación voluntarias: Jesús, nos cuenta la Biblia, “se

despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;

y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose

obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Fil. 2. 5-8) En esa condición de

hombre, Jesus sirvió al ser humano y “no vino para ser servido, sino para

servir, y para dar su vida en rescate por muchos (Mar. 10:45)

4. Padeció las limitaciones humanas, especialmente la muerte: Fil. 2. 8: “y

estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose

obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” La Biblia también enseña que

Jesús dijo que, “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para

volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo.

Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este

mandamiento recibí de mi Padre (Jn. 10. 17- 18).”

Tercera Pregunta: ¿Cuánto nos costó la Navidad a nosotros?

No nos costó nada porque es por la gracia de Dios. Es un regalo de Dios. Rom.6.23: Porque

la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor

nuestro. De hecho, la biblia dice que “por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no

de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Ef. 2. 8,9

Y si a nosotros no nos costó nada esta navidad, hay dos exhortaciones para nuestras vidas:

1. A los que ya somos cristianos, en Fil. 2.5 se nos manda a que tengamos el

mismo sentir de Cristo, es decir, debemos regocijarnos por el privilegio de ser


parte de Su pueblo escogido e ir en una actitud de total agradecimiento a Dios y

obedecerle siendo embajadores de la paz, del amor, y de la justicia a un mundo

urgentemente necesitado de estas cosas.

2. Para los que aún no hay Navidad en sus vidas porque aún no tienen a

Jesucristo como su Salvador es hora de poner su fe en el sacrificio del Hijo de

Dios que murió en la cruz para llevar nuestros pecados y resucitó para darnos

vida eterna, por tanto es el momento para arrepentirse de sus pecados y

aceptar el perdón de Dios.

Entonces, les invito a meditar en esta hermosa poesía de Francisco de Asís que dice:

Señor, haz de mí, un instrumento de tú paz. Que allí donde haya odio ponga yo amor, que

donde haya ofensa ponga yo perdón, que allí donde haya error ponga yo verdad, qué allí

donde haya duda ponga yo la fe, que allí donde haya desesperación ponga yo esperanza,

que allí donde haya tristeza ponga yo alegría, oh Maestro, que no me empeñe tanto en ser

consolado, como en consolar, en ser comprendido, como en comprender, en ser amado,

como en amar, pues dando es como se recibe, olvidando se encuentra, perdonando se es

perdonado y muriendo se resucita a la Vida eterna.

Después de todo lo que has leído, ¿recibirás a Jesucristo como tu Salvador para siempre?

Hazlo ahora mismo, díselo a Él con tus propias palabras y pídele perdón por tus pecados.

Dios te perdonará y te recibirá como su hijo/a ahora mismo.

Dios te bendiga. Amén.

Por el Pastor Rafael Mulet

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