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Metodologías ágiles. Se caracterizan por tener un ciclo de vida que se lleva a cabo
por medio de . El propósito es presentar al cliente los resultados en un
menor tiempo. Las principales características de las metodologías ágiles son una
visión clara del producto y del valor, facilidad en la planificación, adaptabilidad,
viabilidad en el desarrollo de nuevos productos, utilización en un contexto turbulento
para disminuir sistemáticamente la incertidumbre y la mitigación de riesgos.
Referencias
Pinto, J. (2015). Gerencia de proyectos. Cómo lograr la ventaja competitiva. (3ª ed.).
Colombia: Pearson Educación.
Gido, J., Clements, J.; Baker, R. (2018). Administración exitosa de proyectos. (6ª ed.).
México: Cengage Learning.
En los dos últimos incisos se realiza un análisis sobre la viabilidad y factibilidad de las
propuestas de proyectos con las que cuenta la organización, esto con el fin de elegir la
más conveniente.
Con este análisis se reduce la incertidumbre que suscita el proyecto, tomando en cuenta
que posterior al análisis o estudio de viabilidad habrá de conocerse si el proyecto cuenta
con elementos necesarios y la capacidad para poder llevarse a cabo. De este modo se
asegura su factibilidad y confiabilidad.
Una vez efectuado análisis de viabilidad y factibilidad se procede a tomar la decisión final,
es decir, se selecciona el mejor proyecto para llevarlo a cabo, esta decisión suele ser
tomada por la alta dirección, por el CEO de la empresa, o por el director del departamento
en que se llevará a cabo el proyecto (llamado también “patrocinador”). Algunas veces se
forma un comité bien delimitado por especialistas, cuyo fin es incrementar las
probabilidades de tomar las mejores decisiones.
Es un aval que emite la alta dirección y/o el encargado del proyecto (patrocinador) con el
único fin de aprobar la continuación de éste, y comprometerse a la financiación.
Con base en Guido, C.; Baker. (2018, p. 42.), se establece que el documento de inicio de
proyecto normalmente incluye los siguientes elementos:
Título.
Propósito.
Descripción.
Objetivo.
Criterios de éxito o beneficios esperados.
Financiamiento.
Entregables principales.
Criterios de aceptación.
Programa de ejecución.
Suposiciones clave.
Restricciones.
Riesgos principales.
Requisitos de aprobación.
Guido y Baker (2018, p. 48.) mencionan algunos lineamientos para que los clientes
puedan trazar una RFP formal son:
1
Proceso mediante el cual la organización da a conocer que cuenta con una necesidad, solicita ofertas a
clientes potenciales, las evalúa y selecciona una de ellas.
De acuerdo con a López y Lankenau (2017. p. 50) a todos los involucrados se les conoce
con el término de stakeholders. El administrador de proyectos y su equipo de trabajo
serán los encargados de lograr un producto que cumpla con los requerimientos solicitados
por el patrocinador.
El rol de los miembros de equipo es igual de importante, ya que ellos son los
responsables de la calidad y los alcances de los entregables. De la misma manera deben
lidiar con las restricciones y parámetros propios del proyecto, y estar dispuestos asumir
tareas que a veces no se les ha asignado.
Conclusión
La etapa de inicio o conceptualización del proyecto es la primera dentro del ciclo de vida
de gestión del proyecto, y su importancia radica en que en ella se pone en marcha un
proyecto previamente seleccionado, gracias al análisis preliminar sobre la viabilidad y
factibilidad. A partir de su planteamiento, se busca dar una respuesta efectiva a las
necesidades de la organización.
Gido, J., Clements, J.; Baker, R. (2018). Administración exitosa de proyectos. (6ª ed.).
México: Cengage Learning.
Tal como ya se mencionó en la unidad anterior, una vez autorizada la delimitación del
project charter, se da inicio formal al proyecto.
El objetivo del proyecto debe ser claro, alcanzable, específico y medible, e incluir
elementos como los beneficios esperados, es decir, por qué se va a realizar el proyecto,
cuál es el resultado esperado, la fecha de entrega y el presupuesto con el que se debe
completar el proyecto.
Por alcance debe entenderse a todo aquello que se va a cubrir o hacer en el proyecto; en
inglés a este concepto se le conoce como project scope, es decir, se trata de todo el
panorama que se debe cubrir con el fin de lograr el objetivo y generar los entregables,
garantizando al patrocinador que se cumplan con los requisitos, criterios de aceptación y
los propósitos mismos.
Planeación financiera
Tipos de costos
Materiales. Aplican a equipos y materiales necesarios para lograr las tareas del
proyecto.
Indirectos. Están vinculados a dos aspectos: los costos generales para materiales
indirectos (lo cual incluye servicios públicos, impuestos, seguros, bienes
inmuebles, reparaciones, depreciación de equipo, entre otros) y venta y
administración general (el concepto comprende la publicidad, transporte,
comisiones de ventas, entre otros conceptos).
Variables. Están sujetos a cambio, dependiendo del uso del bien o servicio, o de
otras circunstancias.
Estimación de costos
De acuerdo con (Pinto, 2015, p. 266) el enfoque de estimación de costos que debe
emplear la organización del proyecto presupone el conocimiento de la industria en la
que participa la empresa, así como la capacidad de identificar y administrar la
mayoría de las variables de costos del proyecto. Es relevante, asimismo, considerar
la historia de la empresa en lo que se refiere gerencia de proyectos, el número de
proyectos similares que se han realizado en el pasado, el conocimiento y la habilidad
del gerente del proyecto, los requisitos y el presupuesto de la compañía.
Declaración del trabajo y/o Statement Of Work (SOW, por sus siglas en inglés).
Definen las principales tareas que se llevarán a cabo para lograr todos los
entregables; es importante considerar que lo que no se defina o especifique en este
documento, se deberá asumir como no realizable o no ejecutable.
Estructura de desglose del trabajo (EDT) y/o Work Breakdown Structure (WBS por
sus siglas en inglés). El SOW, junto con la lista detallada de entregables, provee las
bases para crear un WBS, que es una técnica gráfica para organizar y subdividir
todos los trabajos y entregables en componentes más manejables, es decir, se trata
de un sistema que organiza el proyecto de lo general a lo particular.
Por ejemplo, una EDT de un proyecto para desarrollar un manual que incluya
instrucciones para explicar algún tema específico sería:
b. Establecimiento de la duración total del proyecto. Tiene como eje principal la duración
de las actividades individuales y la dependencia con otras actividades delimitadas en
el diagrama de Gantt. Junto con el establecimiento de la duración total del proyecto,
es una acción que implica asignar y nivelar los recursos. En cualquier estimación de
tiempo se da por hecho que los recursos serán suficientes; sin embargo, existen
métodos para tener mayor certeza de que se cuenta con lo necesario.
c. Preparación del presupuesto. Consiste en estimar los recursos necesarios para las
actividades programadas en el diagrama de Gantt; después de este cálculo se hace
necesario obtener el costo de cada recurso: en este caso, se consideran los costos
directos e indirectos. La suma de ambos se integra y se presentan a manera de
presupuesto. Siguiendo este proceso, se proyectan los costos que integran el
presupuesto para asegurar que los fondos estén disponibles en el momento
adecuado, de modo tal que se evite la falta de liquidez. Por último, se establecen
políticas, procedimientos y métodos de medición y control de gastos.
Herramientas de software
El software más tradicional para gestionar proyectos es Microsoft Project, que está
diseñado para ayudar al administrador de proyectos y a su equipo a desarrollar las tareas
necesarias para llevar a cabo un proyecto exitoso.
Un administrador de proyectos, no tiene que ser experto en todas las áreas que se verán
inmersas en él mismo; sin embargo, es necesario que conozca los conceptos básicos
conceptuales y domine el manejo de las herramientas tecnológicas, ya que, como su
nombre lo indica, ponen a disposición del usuario recursos de punta para facilitar la
administración de proyectos.
Conclusión
Se piensa que el plan del proyecto incluye sólo el cronograma, la lista de tareas y fechas
que indican las acciones a realizar. Empero, el proceso implica contar con todo lo
necesario para poder configurar el mismo y dirigirlo al éxito. El administrador debe realizar
esta etapa cuidadosamente, estimando de forma correcta los recursos destinados para el
mismo, definiendo el tiempo de cada actividad, puliendo el plan de calidad sobre lo que
el patrocinador recibirá como entregable final todo. Esto debe conjuntarse en el documento del
plan de proyecto, mismo que se debe revisar y acordar con el patrocinador del proyecto.
Para administrar proyectos con éxito, se necesita un panorama general de todo lo que se
debe realizar, para ello, se realiza la planificación del proyecto.
Referencias
Gido, J.; Clements, J.; Baker, R. (2018). Administración exitosa de proyectos. (6ª ed.).
México: Cengage Learning.
Pinto, J. (2015). Gerencia de proyectos. Cómo lograr la ventaja competitiva. (3ª ed.).
Colombia: Pearson Educación.
Esta etapa suele ser la más larga del ciclo de vida de un proyecto y es, probablemente, la
más demandante, pues dentro de ella se generan los entregables.
Una vez calculados los tipos y las cantidades de recursos para cada actividad de la
planeación, se procede a determinar su duración. Guido, Clements y Baker (2017, p. 150)
mencionan que la duración calculada para cada actividad debe ser el tiempo total
transcurrido, es decir, el tiempo para realizar el trabajo; al que se debe agregarse
cualquier período de espera relacionado. Por ejemplo, para pintar una pared se necesitan
dos días, lapso que incluye tanto el tiempo para pintar como el tiempo de espera para que
la pintura seque.
Es importante mencionar que para realizar este cálculo es preciso determinar el tiempo de
inicio calculado para el proyecto, así como el tiempo de terminación del mismo, ya que
estos dos datos sirven como una ventana para poder estimar los tiempos por actividad.
Una vez que se estima la duración para cada actividad se pueden calcular diferentes
tiempos; por ejemplo, los de inicio y terminación más tempranos y los de inicio y
terminación más tardíos para cada actividad. Los tiempos tempranos se calculan
proyectándolos a futuro, partiendo de la fecha de inicio, recordando que las actividades
deben ser previas a las que se quiere ejecutar. Los tardíos, por su parte, se calculan con
base en el tiempo de terminación del proyecto y las duraciones calculadas de las
actividades sucesivas.
Una de las técnicas antiguas, aunque muy popular por su simplicidad, es la llamada
gráfica de barras, o mejor conocida como gráfica de Gantt, misma que esquematiza una
actividad, el avance que se lleva de la misma, así como la fecha de término esperada.
Si el administrador del proyecto se percata de que los tiempos no están siendo cumplidos
en tiempo y forma, debe informar al patrocinador del mismo, y buscar el ajuste temporal,
con el fin de cumplir el objetivo planteado. Se recomienda no considerar la interrupción del
proyecto, ya que ésta es una decisión que toma el patrocinador después de conocer
el retardo.
En la gestión de proyectos, a menudo surge una solicitud de cambio cuando el cliente desea
una adición o alteración de los entregables acordados para un proyecto. Tal cambio puede
implicar una característica adicional, personalización o extensión del servicio, entre otras
posibilidades. Puesto que las solicitudes de cambio están fuera del alcance del acuerdo, por
lo general implican que el cliente tendrá que pagar los recursos adicionales necesarios para
satisfacerlas. Puede ocurrir que tales solicitudes se originen internamente; en ese caso
deberán analizarse las modificaciones con el cliente.
Una vez que se ha realizado una solicitud como la mencionada, es preciso llevar a cabo el
proceso de control de cambios para garantizar que dicho requerimiento sea satisfecho de
manera eficiente y sin desperdiciar recursos.
A lo largo del ciclo de ejecución del proyecto es necesario preparar varios reportes, los
más comunes son:
Final. Como su nombre lo indica, es el resumen del proyecto, mismo que indica las
características de los entregables ya concluidos, estipulados previamente en el
project charter.
Conclusión
Referencias
Gido, J.; Clements, J.; Baker, R. (2018). Administración exitosa de proyectos. (6ª ed.).
México: Cengage Learning.
Para poder llevar a cabo este proceso se deben establecer, primeramente, períodos de
generación de reportes, dependiendo de la complejidad o la duración general del proyecto.
Después, en cada uno de estos períodos se deben recopilar dos tipos de información:
Es importante, asimismo, verificar que los ajustes hayan resultado favorables y minimicen
los errores que se han presentado en la operación del proyecto, de lo contrario, se deben
seguirse revisando tales cambios hasta que el resultado sea idóneo.
La forma más común de supervisar las actividades que se están llevando a cabo en el
proyecto es elaborando un reporte de tiempo trabajo (o time sheet, por su nombre en inglés).
A este documento se debe añadir un registro las actividades actualizadas en las que están
involucrados los stakeholders en ese momento. El líder del proyecto es el encargado de
recopilar tales datos y entregarlos de forma resumida al administrador del mismo.
Los indicadores clave de rendimiento (KPI, Key Performance Indicator, por sus siglas
en inglés) que son herramientas para ayudar a comprender cómo está funcionando la
organización de todos los departamentos o de un departamento en específico, respecto
a la ejecución del proyecto.
Un proyecto puede requerir KPI en función del alcance y la complejidad del mismo. Cada
KPI, a su vez, debe tener invariablemente las siguientes características: ser específico,
mensurable, alcanzable, relevante y oportuno. La importancia de estos parámetros radica
en que proporcionan a cada uno de los stakeholders y al administrador del proyecto
referencias claras sobre el seguimiento de los objetivos del proyecto.
Puesto que dicho proceso ayuda a desarrollar un sentido de propiedad para cada KPI,
La selección de los indicadores se debe realizar en conjunto con todos los stakeholders
del proyecto.
Las preguntas que se pueden considerar al determinar los KPI del proyecto son:
En la práctica se emplea otro método que le permite al administrador del proyecto medir la
cantidad de trabajo que realmente se realiza: el análisis del valor ganado agregado; este
procedimiento supera la sola revisión de los costos y de los informes del plan (EV, Earned
Value Analyst, por sus siglas en inglés, también conocido, BCPW).
Es una secuencia que puede ser utilizada para pronosticar el costo total del proyecto y la
fecha de finalización, con base en el análisis de tendencias.
Determinar este valor agregado implica recolectar datos sobre el porcentaje completado de
cada actividad inmersa en el proyecto, y posterior a ello, convertir ese porcentaje en una
cantidad monetaria al multiplicar el costo presupuestado total por el porcentaje completo.
Una vez que se han recopilado estos datos es posible determinar el valor agregado
acumulado, que corresponde al trabajo realizado hasta un momento específico; este
procedimiento se realiza multiplicando el costo presupuestado por el porcentaje del
trabajo calculado que se va a completar (Guido, Clements y Baker, 2017, p. 255).
Los encargados de los proyectos pueden emplear una amplia diversidad de métodos para
monitorear los proyectos; sin embargo, los administradores de los mismos tienden
a utilizar los procedimientos mencionados con mayor frecuencia para determinar si el
proyecto se está realizando conforme al presupuesto y si el valor del trabajo realizado
concuerda con el costo actual.
Para hacerles saber a los stakeholders los cambios que pueden surgir en un proyecto, es
indispensable realizar un control integrado de cambios; lo anterior implica llevar a cabo un
riguroso registro de forma escrita e incorporar las modificaciones al sistema para que éstas
sean autorizadas o rechazadas por el patrocinador del proyecto o por la persona designada
para realizar esta tarea. Una vez que los ajustes han sido validados, el administrador y los
stakeholders deben ejecutarlos y darles seguimiento hasta su terminación.
Gestión de cambios
A pesar de que toda realización de un proyecto exige atención hasta en el más mínimo
detalle, un administrador de proyectos encontrará cambios a lo largo del ciclo de vida del
El proceso de gestión del cambio es continuo, y se lleva a cabo en todo el ciclo de vida
del proyecto; garantiza que los cambios proyectados se revisen y aprueben con
anticipación, que se evalúe su impacto en todas las áreas específicas en las que este
cambio se ve involucrado. Los stakeholders serán notificados sobre los mismos con la
finalidad de minimizar las desviaciones que se suscitaron con la implementación del
cambio del proyecto.
Conclusión
Como parte del proceso de monitoreo y control se deben supervisar todas las tareas y
métricas la idea es garantizar que el proyecto cumpla con los alcances, tiempos y
presupuestos y, sobre todo, que responda a su finalidad: que el proyecto avance con un
mínimo riesgo. Lo anterior implica comparar el rendimiento real con el esperado y ante
esos resultados tomar medidas correctivas con el fin de lograr el objetivo del proyecto. En
algunas ocasiones el especialista podrá observar que el estatus del proyecto se encuentra
en óptimas condiciones, por lo que no será necesario llevar a cabo acciones correctivas.
Dicho proceso se debe realizar continuamente a lo largo de todo el ciclo de vida del
proyecto; el administrador de proyectos puede hacer uso de métodos de control para
verificar el estado del proyecto en intervalos regulares, con el fin de evitar las mayores
desviaciones posibles en la ejecución del mismo.
Referencias
Gido, J.; Clements, J.; Baker, R. (2018). Administración exitosa de proyectos. (6ª ed.).
México: Cengage Learning.
How do you know the status of your project? Project monitoring and controlling, Hayes
Munson, K. A. (2018). Disponible en:
https://www.pmi.org/learning/library/know-status-project-monitoring-controlling-5982
Earned value management systems (EVMS). "you too can do earned value management",
Reichel, C. W. Disponible en: https://www.pmi.org/learning/library/earned-value-
management-systems-analysis-8026
La última etapa del ciclo de vida de un proyecto es el cierre. Tiene lugar justo después de
concluir el trabajo o, en su defecto, cuando el equipo o administrador de proyectos
proporcionan todos los entregables acordados al patrocinador, mismos que deben ser los
estipulados en el project charter. Sin embargo, si el proyecto sufrió cambios, el documento
de control de cambios, junto con el project charter, servirán como referencia para verificar
si el patrocinador cumplió con los requerimientos.
Contempla varias acciones que deben ser identificadas e incluidas en el plan inicial del
mismo:
Recolectar y realizar pagos finales. Durante esta etapa se verifica el pago total por
parte del patrocinador, mismo que se realiza al equipo gestor del proyecto, como
también a terceros involucrados que hayan prestado algún servicio o provisto algún
producto durante la realización. Posteriormente, se efectúa el cierre de registros
contables, por medio de un análisis financiero de costos reales versus presupuesto
inicial.
Realizar una evaluación posterior al proyecto. Después del cierre del proyecto, es
aconsejable realizar una evaluación con todos los stakeholders del equipo, con el fin
de examinar todo el proceso del proyecto e identificar qué se podría mejorar para
proyectos futuros. Se recomiendan dos tipos de reuniones: individuales y con el
equipo completo; ambas tendrán que verificarse tan pronto como sea posible y al
concretarse la terminación del proyecto.
Organizar y archivar documentos del proyecto. El equipo deberá garantizar que las
copias de los documentos del proyecto estén propiamente organizadas, sean legibles
y estén resguardadas de tal forma que se pueda recurrir a ellas para una consulta
futura.
Conclusión
La última etapa del ciclo de vida es el cierre del proyecto. En ella se llevan a cabo
diferentes acciones para terminar formalmente y conducir a un cierre el ciclo de vida de un
proyecto; así, al igual que en la etapa de inicio, se elabora un acta de finalización, en la
que formalmente se estipulan y se dan por aceptadas las características finales de los
entregables por parte del administrador y del patrocinador.
Referencias
Gido, J.; Clements, J.; Baker, R. (2018). Administración exitosa de proyectos. (6ª ed.).
México: Cengage Learning.