Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
¿Qué es viabilidad?
La definición de viabilidad en términos empresariales hace referencia a la posibilidad de
que un proyecto o negocio pueda progresar, garantizado a largo plazo su rentabilidad
económica.
De una manera sencilla se puede considerar el concepto viabilidad como la opción de que
un proyecto se pueda llevar a cabo, con una cierta continuidad en el tiempo. Para ello deben
tenerse en cuenta los recursos que precisa, los que tiene y la capacidad para obtenerlos. En
el caso de que cuente con los suficientes medios para ejecutar la idea empresarial, se podría
decir que el proyecto es viable.
Para que el estudio de viabilidad de un proyecto sea efectivo, debe contar, al menos, con las
seis siguientes partes:
1. Alcance del proyecto: contribuye a definir los límites y evitar desviaciones que
alejen de los resultados esperados.
Hace alusión al propósito y se utiliza para definir el problema de la empresa
que necesita ser resuelto o la oportunidad de negocio que se quiere
aprovechar.
Debe definir el ámbito de aplicación de forma clara, concisa y precisa, para
evitar confundir a los participantes del proyecto.
Tiene que informar sobre la estructura y partes de la empresa, incluyendo la
designación de los participantes en el proyecto, la identificación del
promotor y las áreas de los usuarios finales afectados por el mismo.
2. Análisis de situación: sirve para identificar las fortalezas y debilidades del enfoque
actual.
Ayuda a comprender mejor el sistema y entender los mecanismos de
desarrollo de cada entregable.
Facilita la introducción de cambios en las áreas donde son requeridos.
Permite definir directrices que pueden aplicarse a futuros proyectos,
suponiendo un ahorro considerable en tiempo y dinero.
Debe emplearse como hoja de ruta y no como llamada a la acción, por lo
que sus conclusiones se tienen que encuadrar en la planificación y no
tomarse como prioridades a resolver de inmediato.
3. Definición de requisitos: esta etapa depende del objeto de la atención del proyecto
y se nutre de la participación conjunta de integrantes del proyecto a diferentes
niveles.
Además del enfoque de sentido común que el estudio de viabilidad de un proyecto aporta a
la planificación del mismo, existen muchas otras razones que impulsan a las empresas a
comprometerse con su elaboración. La realización de un estudio de este tipo es una buena
práctica empresarial y su aplicación puede observarse en todos los negocios de éxito. Las
organizaciones que menores cotas de fracaso de proyecto presentan tienen en común el
haber dedicado el tiempo y los recursos necesarios a examinar a fondo todas las cuestiones
y evaluar su probabilidad de éxito antes de iniciar el siguiente proyecto. Además de
minimizar el riesgo, el estudio de viabilidad les ayuda a: