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LA ALBOLAFIA: REVISTA DE HUMANIDADES Y CULTURA ALFONSO BULLÓN DE MENDOZA

LA HISTORIA DEL CARLISMO DE STANLEY G. PAYNE

Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera


Universidad CEU San Pablo. Madrid

RESUMEN:
En este artículo se aborda el trato que Stanley G. Payne da al Carlismo en su obra. Cómo fue
su ideología, cuál fue su origen y qué papel ha jugado en los acontecimientos más destacados
de la España de los siglos XIX y XX.

ABSTRACT:
This article deals with Stanley G. Payne's treatment of Carlism in his work: Carlism's ideology,
its origins, and its role in the most outstanding events of nineteenth and twentieth century
Spain.

PALABRAS CLAVE: Carlismo, Ley Sálica, liberalismo.


KEYWORDS: Carlismo, Salic law,, liberalism.

A pesar de su amplísima obra


historiográfica, lo primero que viene a la
mente cuando se habla de Stanley Payne
es su tesis doctoral sobre la Falange y sus
estudios sobre el fascismo. Sin embargo
Payne es también autor de una notable
Historia del Carlismo, pequeña en
extensión, pero de indudable valor, que
creemos merece la pena recordar. Y
aunque la obra a que nos referimos no
vio la luz hasta 1995, para encuadrarla
debidamente debemos retrotraernos hasta
diciembre de 1958, cuando durante una
de sus estancias en España Payne pasó
por Pamplona y tuvo ocasión de conocer
a algunos de los más destacados carlistas
navarros:
Cuando llegué al Hotel La
Perla, en la Plaza de Castilla,
tomé contacto con los
Baleztena por teléfono.
Dolores Baleztena me dijo

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que estaban de tertulia en casa Palacio Atard. Sin embargo, y pese a que
en ese momento y me invitó a Lizarza financió generosamente la
pasar por allí. Fue el primer realización del trabajo, este tardó mucho
contacto. En seguida me en elaborarse. De hecho, cuando a
causaron una gran impresión mediados de los años ochenta del pasado
por su simpatía y cordialidad, siglo hablé con Aróstegui para que me
gente abierta, directa, genuina dirigiera la tesis, me dijo que sólo lo haría
y sin afectaciones. No digo si elegía como tema los tercios de
que los madrileños de requetés, supongo que con la idea de que
entonces no eran buena gente, le ayudara en sus investigaciones. Pero,
sino que los carlistas de por aquel entonces, ni la guerra civil ni
Pamplona eran diferentes. Allí los tercios de requetés me interesaban lo
me entrevisté con mucha más mínimo, motivo por el que elegí otro
gente, carlista y no carlista. director de tesis y trabaje sobre el tema
Fue Jaime del Burgo quien me que a mí me interesaba: la Primera
señaló a un joven carlista Guerra Carlista. Cierto es que
navarro, casado con una posteriormente me pasó un poco como a
americana, que trabajaba en Payne, e incluso al propio Aróstegui, pues
Madrid. Fue Francisco Javier al entrar en contacto con los carlistas
de Lizarza. Me puse en navarros durante mis estancias en
contacto con él cuando Pamplona para ver los fondos del
regresé y pronto nos hicimos Archivo General de Navarra y de su
amigos.15 Universidad tuve ocasión de conocer a
antiguos combatientes de los tercios y
pude comprobar que eran gentes
ciertamente notables.
Fue el principio de una gran
amistad, reforzada al año siguiente Lizarza falleció en Madrid el 12 de
durante una estancia de Lizarza en octubre de 2007, cuando ya había visto la
Estado Unidos, y continuada a lo largo de luz una primera y muy defectuosa
los años, siendo Payne invitado en edición, debido al mal hacer de la
múltiples ocasiones a pasar parte del imprenta, del libro de Aróstegui sobre los
verano en la casa que Javier tenía en requetés.17 No tuvo por tanto ocasión de
Lizaso: “He tenido muchos amigos ver la aparición de la edición definitiva de
españoles, todos ellos buenas personas, esta obra, como tampoco el propio
pero siempre consideraba a él como el Aróstegui, que falleció semanas antes de
mejor.”16 Lizarza le comentó que había la misma.18 Pocos meses después de la
conservado la documentación que tenía muerte de Lizarza apareció la primera
su padre sobre los tercios de requetés, y edición del libro de Payne: España, una
que además, en compañía de Ángel historia única, dedicado por el autor al más
Lasala, se había dedicado a aumentarla entrañable de sus amigos españoles.
con numerosos testimonios. Buscaba a
alguien que pudiera hacer un libro con “A través de Lizarza –cuenta
toda la información recogida, y fue Payne Payne en el correo electrónico que he
quien le propuso el nombre de Julio mencionado anteriormente- conocí a
Aróstegui, que se había doctorado con muchos otros carlistas de Madrid (y a
una tesis sobre el carlismo alavés
elaborada bajo la dirección de Vicente 17 ARÓSTEGUI, Julio: Los combatientes carlistas en
la Guerra Civil Española. Madrid, Aportes XIX,
15 Cita procedente de un correo electrónico de 1991, 2 vols.
Stanley Payne al autor de estas líneas remitido el 18 ARÓSTEGUI, Julio: Combatientes requetés en la

24 de mayo de 2016. Guerra Civil Española. Madrid, la esfera de los


16 Ibídem. libros, 2013.

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otros amigos también). Colaboré con El carlismo en la Transición


algún proyecto historiográfico con ellos. 1,5 páginas
La breve historia del carlismo que preparé
fue una idea de ellos, que me pidieron.” Bibliografía
El folleto se insertó así en una colección 2 páginas
editada por la Comunión Tradicionalista
Carlista, de la que Lizarza fue algún
tiempo secretario general, y ello explica El desglose de contenidos
que haya tenido poca difusión y apenas creemos que es de interés pues da una
eco dentro del mundo académico.19 Y sin idea de cuáles son los momentos que el
embargo es obra que tiene interesantes autor considera más relevantes en la
aportaciones y planteamientos. historia del carlismo. Destacan así las 7,5
páginas que se dedican a hablar de la
Desde el punto de vista formal se
Primera Guerra Carlista, con gran
trata de un folleto de 52 páginas, de las
diferencia la más importante de las
que 43 son de texto y que se distribuyen
contiendas en que participa el carlismo
de manera desigual a la hora de tratar las
durante el siglo XIX, las seis páginas con
diversas épocas del carlismo:
las que si incluimos el nacionalismo
Índice cuenta el periodo que va desde el final de
1 página la Tercera Guerra Carlista hasta el
comienzo de la Segunda República, y las
Introducción 12,5 páginas que abordan el carlismo
1 página entre 1931 y 1939. Como puede
observarse, y como es completamente
Orígenes del carlismo lógico, no hay relación directa entre el
2,5 páginas número de páginas que se dedica a cada
uno de los periodos en que hemos
Primera guerra carlista
condensado la obra y el número de años
7,5 páginas
que abarca. Los siete años de la Primera
El carlismo entre la 1ª y la 3ª Guerra Carlista y los ocho años de la
guerra 2 páginas Segunda República y la Guerra Civil
reciben sin duda una atención muy
Tercera guerra carlista superior al resto de los periodos
2 páginas estudiados.
Carlismo y nacionalismo en el Por su extensión es evidente que
XIX 2,5 páginas no cabe esperar de esta obra aportes
fundamentales desde el punto de vista de
El carlismo hasta la Segunda los datos, pero pese a su brevedad si los
República 3,5 páginas tiene desde el punto de vista
El carlismo y la Segunda interpretativo. Y desde nuestro punto de
República 6 páginas vista el más importante de los mismos es
el que hace en la introducción, donde
Guerra civil 1936-1939 señala que la transición del Antiguo al
6,5 páginas Nuevo Régimen fue traumática en
España, pero también en otros países
El carlismo en la época de Franco europeos, y que tampoco fue nuestro país
5 páginas el único en que el liberalismo tuvo una
gran debilidad inicial, pese a lo cual “en
ningún otro lugar mostró tal vigor y
PAYNE, Stanley G: Historia del carlismo. Madrid,
19 continuidad un movimiento legitimista-
Comunión Tradicionalista Carlista, 1995, 52 pp.

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tradicionalista.”20 En su opinión, la débiles, o estuvieron divididas,


explicación de la fuerza del carlismo política o eclesiásticamente.
radicaría en dos factores específicos del Esta base más poderosa
caso español: tradicionalista de España puede
ser considerada como un factor
a priori de la fuerza del
Carlismo, que fue también
“el poderoso desarrollo
alimentada y desarrollada por
de la cultura y religión
sucesos históricos y políticos
tradicionales, así como el de
concretos.”21
ciertas instituciones públicas del
Antiguo Régimen de España,
combinado todo ello con el juego
de acontecimientos históricos Centrándonos ya en temas más
concretos durante el siglo XIX y específicos, Payne señala el doble origen
la primera parte el XX. de la oposición al liberalismo en España:
el tradicionalismo absolutista y el
Debe tenerse en tradicionalismo reformista. El primero de
cuenta que la civilización ellos triunfaría en 1814, con la
occidental difiere profundamente restauración del absolutismo como si los
de otras grandes civilizaciones años pasados se quitasen “de en medio
histórico-mundiales al haberse del tiempo”. El segundo jugaría un papel
desarrollado en dos ciclos en la regencia de Urgel, surgida durante el
históricos relacionados, pero Trienio Liberal para hacer frente a los
también muy distintos desde constitucionalistas. Pero la política de
aproximadamente el siglo VIII al Fernando VII tras su restauración como
XVIII, y el de la moderna de los monarca absoluto fue oscilante, y ello
siglos XIX y XX […] hizo que algunos sectores empezase a
mirar hacia su hermano y futuro
España tuvo un
heredero, el Infante Don Carlos, como la
papel directivo en el desarrollo
persona que podía garantizar el triunfo de
de la civilización tradicional de
sus ideas. No sabemos como habría
Occidente especialmente en los
seguido la historia sino hubiera tenido
siglos XVI y XVII. Aunque
lugar el cuarto matrimonio de Fernando
España no inició una temprana
VII, efectuado con su sobrina María
transición a la modernidad,
Cristina de Nápoles. Este enlace dio al
como lo hizo la Europa
monarca no uno, sino dos descendientes,
noroccidental durante el siglo
pero al ser ambos mujeres quedaban
XVII, desarrolló una cultura y
postergados en la sucesión al infante Don
algunas instituciones de la
Carlos sino se cambiaba el autoacordado
civilización tradicional
de 1713 por el que Felipe V había
occidental hasta un nivel más
introducido en España una ley de
elevado que el de otras partes
sucesión a la corona de carácter
de Europa.
semisálico. El cambo de la legislación
Esto dio a la religión sucesoria por parte de Fernando VII,
y a la monarquía tradicional, y a efectuado sin cumplir los trámites que
otras instituciones tradicionales, marcaba la legislación vigente, acabaría
un vigor mayor del que pudiera dando lugar a una contienda donde los
encontrarse en otras tierras en partidarios del Infante, que a partir de ese
que tales fuerzas fueron, o más momento serán conocidos como

20 Ibídem, p. 9 21 Ibídem.

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carlistas, tomaron las armas “en nombre necesidad de partir de la nada originó que
de los derechos legítimos de Don Carlos las primeras fuerzas carlistas fueran en
y la conservación de las instituciones buena medida partidas irregulares y sin
tradicionales.”22 organización.
La gran ventaja inicial de María “El carlismo recibió su mayor
Cristina fue que contaba con el control de apoyo en aquella zonas donde las
todos los resortes del Estado, tanto instituciones tradicionales eran más
civiles como militares. Además inició una fuertes, y en cierta manera en aquellas que
apertura política, no exenta de se oponían con más vehemencia al
convulsiones, con el propósito de control centralista de Madrid. En las tres
conseguir el apoyo de los liberales. “La Provincias Vascongadas y en Navarra las
insurrección duraría 7 años, “fue la instituciones tradicionales, políticas y
primera y más larga de las cuatro guerras administrativas, todavía sobrevivían y por
civiles de la España contemporánea y tanto suministraron un entramado para la
ciertamente una de las más sangrientas.”23 movilización de voluntarios en apoyo de
Don Carlos y de los principios del
Como señala muy acertadamente tradicionalismo.” Los carlistas
el profesor Paye: “Los ‘cristinos’, o vascongados asumieron desde el primer
partidarios de la nueva monarquía liberal momento la defensa de los fueros como
de la Reina-regente María Cristina, tenían factor del movimiento, “aunque el
ventajas claves. Controlaban el aparato programa carlista no quedara redactado
del Estado con su capacidad para la formalmente en tales términos hasta
movilización militar y financiera, junto varios años más tarde.”25
con todo el ejército regular. Además,
disfrutaban del decisivo apoyo financiero Pese a las breves páginas que
y militar extranjero, después de la firma puede dedicar a este conflicto, Payne
de la Cuádruple Alianza en 1834 con los incide bastante en el apoyo popular de
regímenes de las monarquías liberales de causa carlista, que no se limitaba a los
España y Portugal”. Su debilidad residía lugares en que actuaban sus tropas:
en el hecho de que el liberalismo era un “Tuvieron apoyos en todas las regiones y
credo todavía escaso fuera de las grandes generalmente los observadores
ciudades y de algunos sectores de las extranjeros están conformes en reconocer
elites. España todavía era “un país que disfrutaban de mayor apoyo entre las
católico y rural, y la mayor parte de su gente sencilla de casi todas las provincias
población no compartía aquel credo que, que el que tuvieron los cristinos […]
durante una generación, o así, continuaría hasta en una fecha tan alejada como 1880
siendo un movimiento minoritario. Las los liberales emplearon el argumento del
levas militares forzosas se encontraron así apoyo popular al Carlismo como una
con evasiones o resistencias, al ser sólo razón para justificar la limitación del
los jóvenes aldeanos aprehendidos para el sufragio electoral en España.” Considera
servicio militar, algunas veces sólo que el liberalismo fue ante todo un
mediante el empleo de la fuerza, con la movimiento urbano de élite, “a menudo
consecuencia del alto porcentaje de apoyado por los altos estratos de la
deserciones y de la baja moral.”24 Esa nobleza, que podía convertir así señoríos
limitados en propiedad absoluta”,
22 Ibídem. p. 12.
mientras que la dirección del carlismo a
23 Ibídem. nivel local provenía “de la pequeña
24En Ibídem, p. 14, señala que “aunque los
carlistas llegaron a introducir finalmente la demostrada por el mantenimiento de una alta
conscripción en las zonas sujetas a su control, la moral, aun después de que la paga de los soldados
popularidad relativa de su causa, especialmente en fuese reducida a un real al día.”
las regiones del Norte y Noreste, quedaba 25 Ibídem, p. 13.

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aristocracia, del clero y de las clases Característica notable de la obra


medias provinciales, y aun de los jefes de de Payne es la importancia que tanto en
guerrillas, venidos de las clases más este como en otros momentos da a
bajas.” Y añade al respecto: recoger la ideología carlista, tema que
hasta la fecha había estado bastante
“durante la pasada olvidado, si bien comienza advirtiendo
generación se ha desarrollado la que “No era necesaria una ideología
teoría entre algunos historiadores formal elaborada, porque el Carlismo
que el Carlismo constituyó una constituía la defensa de actitudes y
especie de revuelta social de valores preexistentes que eran
campesinos pobres, que eran la ampliamente compartidos y de
mayoría de los españoles en instituciones que todavía existían, o
aquella época y que había habían existido hasta muy
verdaderamente una considerable 27
recientemente.” Acto seguido hace un
antipatía contra la elite capitalista resumen de las aportaciones que sobre el
liberal. Pero el Carlismo no fue tema acababa de publicar Alexandra
una mera revuelta social o de Wilhelmsen y recoge el papel que dentro
clase; constituyo por el contrario, de su doctrinaba jugaban las leyes e
un amplio movimiento político instituciones que limitaban las
popular con sus propios atribuciones del monarca, haciendo
objetivos. De acuerdo con los hincapié, en el caso de las cortes, cuyo
valores tradicionales de la papel era completamente diferente de las
civilización occidental, el liberales, “Los carlistas mantenían que las
Carlismo afirmó el principio de la Cortes debían representar la estructura
propiedad privada. Además, existente de la sociedad y de los cuerpos
conforme a estos valores, intermedios, más que los votos
mantuvo que esa propiedad individuales y de los partidos políticos
estaba sujeta a ciertas normas y a rivales. Su misión era aconsejar a la
su regulación por el Estado y la Corona, estudiar las propuestas de
sociedad para un uso apropiado. legislación real y votar los impuestos.
No hay prueba alguna de ningún Para los carlistas era particularmente
proyecto carlista de importante que la estructura política
redistribución de la propiedad, reconociese la diversidad social,
pero sí una constante defensa de institucional y regional del país. La total
los principios y usos tradicionales centralización y el simple voto individual
en el empleo de la riqueza y de la –fuera o no democrático- suprimirían los
propiedad. Así en muchas partes intereses específicos de las regiones y
de España los campesinos provincias e ignorarían la composición
sencillos vieron en el orgánica de la sociedad que todavía
Tradicionalismo no un mero existía.”28 Dado que el texto se escribió
asunto de legitimidad sucesoria y en 1995, al hablar de la defensa por parte
de unidad religiosa, sino también del carlismo de las libertades concretas
una defensa de los derechos Payne no duda en reproducir los textos
tradicionales del campo contra la que por aquella época se atribuían a Marx
insistencia liberal de aumentar la sobre el legitimismo, pero que
propiedad privada y una más
amplia e impersonal economía
capitalista de mercado.”26

27 Ibídem, p. 14.
26 Ibídem, p. 14. 28 Ibídem, pp. 15-16.

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recientemente se ha documentado son Tras el fracaso de la Segunda


apócrifos.29 Guerra Carlista y de la conspiración que
concluyó en San Carlos de la Rápita el
Un dato interesante que recuerda carlismo quedó en una situación muy
Payne al hablar del final de la Primera precaria, máxime cuando la rápida muerte
Guerra Carlista es su auténtica del conde de Montemolín puso al frente
envergadura, que muchas veces queda de la dinastía a un monarca de ideas
oscurecida incluso en trabajos de mucha liberales, Juan III, primero de los de su
mayor extensión: “Había sido un nombre y ordinal y que al igual que el
conflicto exhaustivo y las pérdidas de segundo jamás llegó a reinar. Pudo haber
vidas proporcionalmente tan grandes sido el final del carlismo, pues su nuevo
como en la posterior guerra civil de 1936- líder estaba dispuesto a reconocer a Isabel
1939 (alrededor del 1% de la total II, pero “Para el Carlismo, los principios
población española en ambos casos). El políticos eran más importantes que sólo
significado más amplio del conflicto fue las pretensiones dinásticas y jurídicas. El
que había llegado a ser la primera de las Carlismo fue un movimiento basado en la
guerras modernas civiles, revolucionarias- doctrina y en la ideología, y en este
contrarrevolucionarias. Tales guerras aspecto se diferencia de casi todos los
llegarían a ser típicas del siglo XX, demás movimientos legitimistas
comenzando con los choques rusos de europeos, apoyados esencialmente en
1905-6 y 1917-20, y desde entonces se reclamaciones dinásticas. “33 Surgió así la
propagaron literalmente por todo el teoría de la doble legitimidad, la de origen
mundo.”30 También resalta que fue y la de ejercicio que, favorecida por el
presagio de las guerras civiles entorno de la crisis de la monarquía
revolucionarias-contrarrevolucionarias del isabelina, y no dificultada por don Juan,
siglo XX de otra manera: “su frecuente hizo que sus derechos dinásticos pasaran
ferocidad”, pues “las guerras civiles al mayor de sus hijos, Carlos VII, “el más
revolucionarias-contrarrevolucionarias dinámico y carismático de todos los
son a menudo guerras de extremismos, pretendientes carlistas.” Su programa
invocándose las últimas creencias y no político, reforzado con la aportación de
dándose cuartel a los luchadores.”31 los neocatólicos (Payne considera que
Aparisi y Guijarro, que se unió al
Pese a su derrota, Payne considera
carlismo en 1869, fue el más completo
que el carlismo había conseguido dos
teórico que había tenido el
objetivos: primero, que el liberalismo
tradicionalismo hasta la fecha), no fue
español fuera empujado hacia la derecha,
“un intento de volver a las leyes y
siendo su forma predominante “más
estructuras de 1833 sino introducir
deferente a los intereses católicos que casi
ajustes básicos en consonancia con los
cualquier otro sistema liberal en Europa”
principios tradicionalistas.”
y segundo, “la conservación de algunos
de los principales aspectos de las La derrota en esta nueva guerra
instituciones forales autonómicas en las fue seguida por la abolición de los fueros
tres Provincias Vascongadas y en vasconavarros, aunque se conservasen
Navarra.”32 privilegios fiscales:

29 Cfr. ALCALÁ, César: “Karl Marx y el carlismo: “Para el final del


reflexiones reales o apócrifas”, en Aportes. Revista
de Historia Contemporánea, 2003, núm. 53, pp. 82- siglo XIX las instituciones
93. tradicionalistas fueron
30 PAYNE: Ibídem, p. 18.
31 Ibídem, p. 19.
32 Ibídem, p. 20. 33 Ibídem, p. 21.

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quedando reducidas a un su opinión: “La exposición más completa


recuerdo, mientras que en las en una sola pieza de la doctrina carlista
dos provincias vascas del del Estado del siglo XX, basada en esta
Norte, es decir, Guipúzcoa y formulación, aparecería en el trabajo de
Vizcaya, se aceleraban los Víctor Pradera, El Estado nuevo, publicado
procesos de urbanización y en 1935. Este libro fue muy apreciado
superpoblación. Aunque el por Francisco Franco, aunque tuvo
tradicionalismo español había mucho cuidado en no intentar nunca
resistido más tenaz y poner en práctica sus fórmulas.”36
valientemente que lo habían
hecho los tradicionalistas en El derrumbamiento de la
parte alguna en Europa –y monarquía liberal en 1931 fue una nueva
habían conseguido un buen oportunidad para el carlismo, pero
número de grandes triunfos- el también un desafío: “El advenimiento de
sistema liberal había ganado. El una república anticlerical le proveyó con
carlismo permaneció siendo el estímulo más fuerte conocido desde
una causa política popular en 1873 para la movilización del apoyo
las Provincias Vascongadas, en católico y tradicionalista, contra un
Navarra, en Valencia y en régimen laico y radical, un estímulo que
Cataluña, pero los nuevos los carlistas sabrían explotar eficazmente
procesos de cambio social y para la reorganización y expansión de un
económico estaban alternado el movimiento que, pocos años antes,
carácter de la sociedad de toda parecía haber sido superado por el curso
España. Muchos predijeron la de la historia.” Pero tenía que combatir
total desaparición del en una sociedad mucho más secularizada
tradicionalismo, a principios del que en la época de la primera república, y
siglo XX.”34 contras las nuevas derechas no liberales
que habían surgido, representadas por
Renovación Española desde el punto de
vista monárquico y la CEDA dentro del
Por si fuera poco el carlismo catolicismo accidentalista. Y por
habría de hacer frente a la aparición del supuesto, también la Falange, si bien esta
nacionalismo vasco, y a las divisiones no fue gran cosa hasta 1936.
protagonizadas por Nocedal (integrismo)
y Vázquez de Mella (mellismo). “Para los Tras la muerte de Don Jaime, en
años 20, por tanto, el tradicionalismo 1932, se unificaron todas las ramas del
estaba dividido políticamente y perdió carlismo en torno a su nuevo monarca,
más partidarios. Su carácter más Don Alfonso Carlos, y surgió la
ideológico que meramente dinástico se Comunión Tradicionalista Carlista, en
había acentuado.”35 Sin embargo para cuyo seno siguió habiendo divisiones
Payne no todo fue negativo, pues en su entre los sectores más posibilistas,
opinión Mella, “aunque eventualmente encabezados por el conde de Rodezno,
dividió al carlismo […] hizo una gran que buscaban el acuerdo con otras
contribución al mismo reelaborando la fuerzas políticas, y los más intransigentes,
ideología tradicionalista en un código de representados por Fal Conde. Payne, que
doctrina para el siglo XX perfectamente hace un buen resumen de los
desarrollado y coherente”, cuyo objetivo preparativos carlistas para el alzamiento,
era “evitar la tiranía del Estado de un lado señala la importancia que tuvo su
y la división social y política de otro.” En aportación en los primeros momentos de
la guerra:
34 Ibídem, p. 23.
35 Ibídem, p. 26. 36 Ibídem, p. 27.

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cualquier otra fuerza política,


aunque, como era temido por
Durante los primeros dos o Fal Conde, el resultado no iba
tres meses de la guerra civil a ser una victoria política del
solamente los requetés eran Carlismo. Franco había
20.000, o más. La importancia ciertamente cumplido la
de esta cifra se entiende mejor promesa de Sanjurjo y de
teniendo en cuenta que la Mola de restaurar la bandera
totalidad del Ejército regular tradicional, de dejar la
alzado en las primeras gobernación de Navarra
semanas podía no ser más de mayormente en manos de
85.000/90.000 hombres. Las carlistas y eliminar los
fuerzas carlistas fueron de una partidos políticos, pero el
importancia vital en la zona carácter de su mandato se
norte alzada, en algunos alejó bastante de esas normas
sectores de la cual políticas. Había restaurado
proporcionaron, al principio, también la unidad católica de
la mitad o más de los España, pero en el proceso
combatientes.37 había creado una dictadura
política absoluta, no limitada
por ninguna Constitución,
En los primeros tiempos de la leyes fundamentales o Cortes,
guerra los carlistas mantuvieron su propia que negaba las autonomías
organización civil y militar, hasta que regionales y la soberanía social
Franco se molestó por el intento de Fal de los cuerpos intermedios.
Conde de crear una Academia Militar La Comunión había sido
carlista y le invitó a desterrarse. Después fusionada por la fuerza con
vino la unificación, donde ya el nombre, Falange y subordinada a ella;
FET de las JONS, dejaba bastante de para el final de la guerra
lado al carlismo, pero más aún la realidad, parecía que Franco había
pues Franco “personalmente profesaba el señalado el curso hacia una
mayor respeto por la doctrina creciente fascistización del
tradicionalista; pero a la vez declaraba que Estado.”39
estaba demasiado fuera de moda para
poder lograr la movilización social y
política de las grandes masas necesarias “La única institución del Estado
para consolidar institucionalmente un más poderosa que FET en este momento
régimen nuevo en el siglo XX”, por lo era el ejército, dirigido por el Teniente
que la mayor parte de los puestos del General carlista José Enrique Varela,
partido único recayó en manos de los Ministro del mismo desde 1939”. El
falangistas.38 El resultado fue que incidente de Begoña tuvo como
consecuencia el relevo de Varela, pero
también el de Serrano: “Desde este
“La situación del Carlismo momento, el peligro de una mayor
después de la victoria de fascistización disminuiría
Franco resultaba paradójica. constantemente. No hay duda de que
Había contribuido al triunfo Varela, el grupo militar más importante y
proporcionalmente más que los carlistas jugaron un importante papel
en conseguir el asegurar esta salida.”
37 Ibídem, p. 36.
38 Ibídem, p. 40. 39 Ibídem, p. 42.

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Entre 1942 y 1947: “Franco restauró la este aceptó los principios de la monarquía
monarquía aunque con él mismo como el tradicional.
más poderoso regente de por vida.
También reformó su sistema como La aparición en escena de Carlos
estado corporativo católico mucho más Hugo, el mayor de los hijos de Don
próximo al modelo carlista definido por Javier, y de sus hermanas, las
Vázquez de Mella y Pradera, y así el denominadas “princesas rojas”, supuso
sistema español de los años 1945-1947 un giro de la organización carlista que los
sería mucho más afín a los carlistas que el seguía hacia posiciones democráticas y
de 1939-1942. Donde todavía diferiría del socialistas, “a pesar que mucho de esto
Carlismo era en su negativa de aceptar el contradecía los principios del
principio de la legitimidad monárquica y tradicionalismo.” Carlos Hugo pasó a ser
en sumo grado su autoritarismo presentado como la alternativa
centralizado, que continuaría negando los izquierdista a Don Juan Carlos. “Los
derechos de autonomías y la soberanía genuinos tradicionalistas quedaron
social.”40 asombrados, unos disgustados, otros
fascinados”, máxime cuando en 1972
Payne recoge también la división Carlos Hugo “anunció la causa carlista
del carlismo después de la guerra y resalta como la de ‘la monarquía socialista’, que
la importancia que pudo tener Carlos aceptaría un parlamento elegido por los
VIII, nieto de Carlos VII por línea partidos políticos e insistía en la
femenina: “Mirando hacia atrás, podemos planificación estatal de la economía y la
decir que se dio entonces la última socialización de la propiedad.” En abril
oportunidad de poner un genuino rey de 1975 Don Javier abdicó en él sus
carlista en España, aceptable en sus derechos y el nuevo pretendiente “llevó al
principios a Franco, que era la única nuevo Partido Carlista a las elecciones
persona con poder político para llevar a democráticas de 1977, ya muerto Franco.
cabo una restauración. Pero los carlistas Estas, sin embargo, demostraron ser una
no fueron capaces de cerrar filas detrás de total desilusión, porque para entonces
Carlos VIII, en buena parte debido a la España estaba llena de partidos de
oposición decidida de Fal Conde. Este izquierdas –literalmente, gran número de
había venidó a hacerse un antifranquista ellos-. Es esfuerzo de transformar el
extremista tenaz, y definió a Carlos VIII tradicionalismo en una clase de
como una hechura de Franco con que socialismo quedó totalmente ignorado
combatir a Don Juan.”41 En cualquier por el electorado.”42
caso Carlos VIII falleció sin descendencia
mucho antes de que Franco se planteara Un movimiento como el carlismo,
la posibilidad de designar un sucesor. El que ya había demostrado que primaba la
31 de mayo de 1952, Don Javier de legitimidad de ejercicio frente a la de
Borbón Parma, que había sido nombrado origen, acabó reaccionando frente a
regente por Don Alfonso Carlos, cedió a Carlos Hugo y en mayo de 1986 (en el
los ruegos de Fal Conde y accedió a folleto no se menciona a don Sixto ni los
proclamarse heredero de la legitimidad sucesos de Montejurra de 1976), los
dinástica. Fal Conde no tardó en ser grupos carlistas de orientación
relevado al frente de la Comunión por tradicionalista que aún pervivían se
José María Valiente, y se inició entonces unieron en la refundada Comunión
una política de acercamiento al régimen. Tradicionalista Carlista, cuya junta de
Otros sectores del carlismo optaron por gobierno fue encabezada por Domingo
el reconocimiento de Don Juan, una vez Fal, hijo de Fal Conde, y cuyo secretario
general fue Francisco Javier de Lizarza
40 Ibídem, p. 43.
41 Ibídem, p. 45. 42 Ibídem, p. 47.

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LA ALBOLAFIA: REVISTA DE HUMANIDADES Y CULTURA ALFONSO BULLÓN DE MENDOZA

Inda, hijo de quien fuera jefe de los A pesar de los años transcurridos
requetés de Navarra en 1936. Aunque no desde su publicación,44 quien lea hoy la
lo recoge Payne, el año anterior a la síntesis de la historia del Carlismo
publicación del libro que glosamos la redactada por Stanley Payne obtendrá una
Comunión Tradicionalista Carlista se visión del mismo enormemente sugestiva
presentó a las elecciones europeas, es las y que incita a más de una reflexión.
que obtuvo un resultado de 5.226 votos
(0,03% del electorado). A las mismas
también concurrió el Partido Carlista, que
consiguió 4.640 votos (0,02%). Estos
resultados, buena expresión de la escasa
relevancia política del carlismo en la
España de hoy, pueden hacer que
tendamos a olvidar algunos extremos que
Payne nos recuerda al final de su obra:

“El Carlismo es a menudo


considerado como la última
‘causa perdida’ de la historia
contemporánea y es cierto que
los carlistas nunca pudieron
traer la monarquía tradicional al
poder. No perdieron todas las
guerras civiles, triunfaron en los
primeros conflictos en 1814 y
en 1823 y jugaron un papel
decisivo en la victoria nacional
de 1939. También jugaron un
importante papel en el
fortalecimiento del Catolicismo
en España durante el siglo XIX
y primeros del XX y en el
mantenimiento de los
principios de los derechos
regionales y provinciales,
particularmente durante el siglo
pasado. Sin el Carlismo, la
forma de la moderna historia de
España habría sido
considerablemente diferente,
más pacífica quizás, pero
menos católica, menos
monárquica y más
centralizada.”43

44 El libro se completa con una breve


bibliografía/estado de la cuestión en las páginas
49-50 que demuestra un profundo conocimiento
43 Ibídem, p. 48. de las obras aparecidas en la época.

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