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Por el “Expreso” de hoy

“Ella está en Valparairo momentos má., L..6.--“ .- cllos viajaron


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or el expreso de hoy se dirige a ValIparaíso la
señorita Letizia Repetto Baeza”. (El
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Décadas de comienzos de un siglo evaporado,
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y yo en mi argentino suelo,
ella junio al mar sonoro
y yo entre cárdenos cerros.
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por Francia, Argelia, Portugal y España. En Portugal nace


uno de sus hijos, Gonzalo Beltrán. El mayor, Luis, nace
en Chile, pues a raíz de los bombardeos en la capital
anuncios de la vida social en diarios importantes, donde Pero una misma es la luna española, perdió a su primer niño. Esta dramática
se publicaba la lista de pasajeros que llegaban POI v las estrellas del cielo experiencia la hace viajar posteriormente a Chile, cuando
Panagra desde Buenos Aires o hacia Washington. que ven mir ojos de niehlar queda esperando al que será su hijo mayor, Luis, que
Sin omitir los nombres de perfectos desconocidos que y los suyos, claros, negros, llevará el mismo nombre del primero y que en la
asumían categoría noticiosa por hallarse enfermos o verd‘es, xarzos o celestes actualidad se desempeña como Vicerrector de Asuntos
haberse me,jorado. Y enormes ojos chilenos. ” Internacionales en la Universidad de Alcalá, España.
El nombre de Letizia Repetto Baeza, sin embargo, Escribe Después de enviudar, retornó a su país y se
estaba destinado a la noticia verdadera. Y la vemos venir De Rokha, por su parte: desempeñó con brillo como Cónsul de Honduras,
Ojos c:omo dos rosas negras Sara Vial manteniendo sus columnas periodísticas en los diarios de
hacia esa noticia, en la velocidad de un tren que ya no
tiene estaciones, ni rieles hacia el mar. oteand!o de ensueño, ojos que Valparaíso y colaborando intensamente en la vida social y
Nacida en Valparaíso, en uno de sus cerros, no era una esde Chiente vienen cansados cultural de nuestra zona. Entre sus muchas actividades,
desconocida pasajera en modo alguno. El año 1928, siete e ser d ulces y ser tristes. Una estuvo entre los fundadores del Instituto Chileno Arabe de
años antes, había publicado, por la imprenta Roma del ..^-:-”
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UG UCIIFL~ cosas*’. Cultura, mostrando sus dotes de gran arahista e
puerto. su primera novela. “La voz infinita”. Prólogo. Muy largo sena seguirles hablando de esta Letizia hispanista. Fue nombrada Hija Ilustre de Valparaíso y en
Enrique Diez-Canedo. Pórtico, de Dm’o Niccodemi. usteriosa que el expreso de Santiago, hoy día, se ha una vitrina de cristal, llena de muñecas de todas las
“Cultive el arte, Letizia, con toda la voluntad y todo el evado tan lejos, que no será posible alcanzarla. regiones de España, conservaba las condecoraciones
anhelo que brillan en sus ojos, mas no olvide que es Fue ella la periodista que un día entrevistó a quien recibidas por ella y su marido durante su vida en Europa.
imposible dar luz sin consumirse; y el arte es esto mismo: :ría su marido y padre de sus dos hijos, el Cónsul Letizia Repetto viuda de Beltrán, además de sus
consumirse mucho para dar un poco más de luz”. ;eneral de España en Valparaíso, Luis Beltrán y libros, en prosa y en verso, dibujaba, tallaba, era una fina
Bellas palabras dirigidas a una joven de dieciocho Fonzáles. Su primer libro, La Voz Infinita, mereció pianista y una clara pensadora en cuanto a los derechos de
años, que, desde el puerto de Dm’o y de Teresa Wilms logios del académico español Ramiro de Maeztu, la mujer y su papel en el mundo. Amiga de Neruda, de la
Monii, despegaba de pronto como un astro imoulsivo. iaquín Edwards Bello, el poeta Carlos Acuña, el poeta Mistral, mantuvo durante años una amable tertulia en su
seguro y radiante. Y a su vez, el prologuista Diez- Iscar Lanas, Conrado Ríos Gallardo, el poeta argentino casa de Viña del Mar, defendiendo su energía y
Canedo, más conturbado por la belleza ;y juventud de la Iéctor Pedro Blomberg, el francés Hemi Barbusse, entusiasm,D de vivir, que la hicieron especialmente
autora, que por su obra intelectual, balbuc:ea que “no le es lernán Díaz Ameta, Alone, el escritor Manuel Ugarte, la querida enI el cuerpo consular y círculos literarios y de
. . ..
posible contemplarla como a la escritora hecha. sabia en jcritora Concha Espina, R. Cansinos Assens, Juana de amigos. r.Louciliadora y espontánea, fue una mujer culta,
el componer y diestra, i mpecablemente, en el &te de la )arbaurou, y hasta el propio Julio Romero de Torres. sin enemigos, de especialísima sencillez y modestia, que
palabra” ..., pues, agrega., “me agradaría más su indecisión lombres de algunos de sus libros: “La Cenicienta del nunca habló de sí misma ni perdió el señorío de vivir.
. . iss”, con prólogo de Barbusse, “La Estrella Lejana”, con Murió en Santiago
juvenil. euiada nor ese instinto certero aue ne
. Y - hace pocos días, donde vivió sus
sorprimdido en su trato: mii c:omplaceria más cabalmente, alabras de Aigusto D’Halmar, y una t)aiidada de últimos iaños con su hijo Gonzalo, ingeniero agrónonno, y
en su!i pocos años, la promes,a de una espléndida mañana, onicas ya inapresables en el tiempo. sus peq ueños nietos. Como a Teresa Wilms en una
aue 1;i afirmación decidids1. !rin día siguiente.” No dejó escrita la novela de su vida, ( Navidad en París,. . la. última Pascua de este milenio se la
., . . .
Presentacion cunosa hecha a bordo de un barco
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anienie, memorias que nos~~~~ ~~.~ , ~ - - ~ ~ < - ~ ~
nmrian reviviuo su
~~

llev6, ya muy viejeciia, muy iejand en ei tiempo, envuelta


~~~~~~~~~ ~~~~~~~ ~~~ ~ ~~~

anclado en Guayaquil, de nombre “Legazpi”, ese mismo ristencia dorada junto al esposo diplomático con el cual en el silencio que fuera su último compañero.
año 28, por quien demuestra vacilar ante aquel “primer 5 casó por poder, durante la revolución española, estando Sin embargo, no podía irse para siempre sin
. . ... . - - ,, -
barquito oe papel que ia nina escntora lanza ai agua -sin ! en Madrid y ella en Chile. Desde Valparaíso, el despedirse de quienes fuimos sus amigos - y. el pasado
saber dónde llegará“. A Neruda su padre 1Io golpeaba Iinistm Plenipotenciario español fiJe trasladado como domingo, la capilla del Sanatorio Marítimo, como una
cuando lo sorprendía escribiendo versos. No podía ónsul a Argel y en la boda por pocler fue representado barca al bomrde deI mar, le dijo adiós con una mi sa cantada,
imaginar nada ese buen ferro viario ,de pésima x Alberto Ma,ckenna Subercaseam: en nuestro puerto. como si ella, en su casa de 11 Norti siguiera .
imaginación. Tampoco se demuestra muy imaginativo el eco tiempo dtspucb *^ ciia
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v q a a Marsella, donde se
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escritor, más asustado por la belleza y corta edad de la :eciÚa el matrimonio religioso oficiando de testigo una el hielo intacto y las altas copas para seguir brindando por
autora, que por su trabajo literario, del cual parece pedir ija del escritor italiano Luigi Pirandello. En los el roto cristal de la vida y los sueños.
excusas. al finalizar: “Lector. con la misma curiosidad
que tú, voy yo a leer estas páginas (i:I las primeras que
imprime en forma de libro Letizia Repetto Baeza”. Caso penquista
. . . ,. . -.
Con los prólogos suceden éstas y peores cosas. No
... .
solo no naoer ieiao ei iioro. ci poera rrancés Paul Valery
I.

mereció, patiendo por la “beneficiada” Gabriela Mistral,


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varias objeciones al sesudo prólogo que hizo a uno de sus
libros. .
Y no .uor no haber leído su obra sino por no haberla
“entendido”.
En el caso de la escritora porteña dle 24 años, que
poseía además una gran pasión por la crónica
. . ..
penoaistica, aemosrraaa en sus coianoraciones en La
.I

Estrella y El Mercurio de Valparaíso, además de diarios


italianos, en honor a su ancestro itálico, tenemos que
decir que era, como lo fueran otras plumas femenina5 de
nuestro país, una adelantada a su tiempo. Y que su talento
y su fuerza intelectual debían pasar por la prueba de ser
mujer, primero, y luego, como si no fuera bastante, ser
demasiado joven y con ojos que merecieron poemas
como los que le dedicara Pablo de Rokha o el escritor
argentino Alfredo R. Bufano, que enamorado de la
fotografía de esa chilena “de ojos color humo”, supo
escribirle romances encendidos. Y esta vez, al revés,
porque le bastó para ello leer su libro y luego abismarse
en su fotografía, desde donde emergía Letizia de la
oscura profundidad del gran manto español que la
envolvía desde la empinada peineta con su encaje.
-“La Cucaraacha”..., “La Cucaraacha”. ..

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