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La alimentación saludable es aquella que aporta a cada individuo todos los alimentos necesarios para cubrir sus
necesidades nutricionales, en las diferentes etapas de la vida (infancia, adolescencia, edad adulta y envejecimiento), y
en situación de salud.
Cada persona tiene unos requerimientos nutricionales en función de su edad, sexo, talla, actividad física que
desarrolla y estado de salud o enfermedad.
Para mantener la salud y prevenir la aparición de muchas enfermedades hay que seguir un estilo de vida saludable; es
decir, hay que elegir una alimentación equilibrada, realizar actividad o ejercicio físico de forma regular (como mínimo
caminar al menos 30 minutos al día) y evitar fumar y tomar bebidas alcohólicas de alta graduación.
Los alimentos se agrupan en función de su composición mayoritaria en nutrientes, reflejada en las tablas de
composición de los alimentos, que son muy utilizadas para planificar la dieta. Otra forma de clasificarlos se basa en la
utilización o rentabilidad que el organismo obtiene de cada uno de los nutrientes contenido en un alimento
determinado.
Ciertos nutrientes, como el hierro y el calcio, por ejemplo, se encuentran muy repartidos en alimentos como
legumbres y verduras; sin embargo, el organismo no los aprovecha tan óptimamente como cuando proceden de la
carne y derivados y de la leche, respectivamente.
Básicamente, los alimentos se agrupan en los siguientes grupos: energéticos, que incluyen los hidratos de carbono
(CHO) y las grasas; proteínas, que intervienen como constructores; y reguladores (vitaminas y minerales).
Estos alimentos tienen un elevado contenido de nutrientes que son muy beneficiosos para el organismo, como los
antioxidantes, las vitaminas y los minerales, la fibra, las grasas insaturadas como el ácido oleico y el omega 3.
Verduras y hortalizas. Al menos dos raciones de verduras y hortalizas al día, procurando que una sea en crudo.
Fruta. Tres piezas de fruta al día, preferentemente con piel.
Cereales. Diariamente, ya sea en forma de pan, pasta, arroz, etc., y es preferible que sean integrales.
Aceite de oliva. Diariamente tanto para cocinar como para aliñar y es preferible que sea virgen extra.
Legumbres y frutos secos. Cada uno de ellos al menos tres veces por semana.
Pescados y mariscos. Al menos tres raciones por semana, una de ellas en forma de pescado azul.
Huevos. Tres o cuatro huevos a la semana.
Lácteos. Dos o tres veces al día en forma de vaso de leche, yogures, quallada, quefir, formatges ...
Carnes rojas (ternera, cerdo, cordero, potro, buey...). Su consumo se limita a una vez a la semana.
Carnes blancas (pollo, pavo y conejo). Tres o cuatro veces a la semana.
Evitar las carnes procesadas, los embutidos, los snacks, bollería y pastelería, las bebidas azucaradas como refrescos y
zumos comerciales, los platos precocinados, las grasas como mantequilla, nata, margarina, etc.
LA PROPORCIÓN DE LOS ALIMENTOS: EL PLATO SALUDABLE
Este se divide en tres partes: la mitad del plato estaría formado por verduras y hortalizas, una cuarta parte del plato de
alimentos ricos en carbohidratos (cereales y derivados, legumbres, tubérculos como la papa) y el último cuarto a base de
alimentos proteicos (pescados, huevos, carnes, mariscos o legumbres). Es aconsejable acompañar este plato de una
fruta de postre, de aceite de oliva virgen para aliñar y de agua para beber.
BIBLIOGRAFIA
Alimentos saludables. (s/f). Clínic Barcelona. Recuperado el 31 de diciembre de 2023, de
https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/vida-saludable/alimentacion-saludable/componentes-de-la-alimentacion-
saludable
Fruta
Las frutas frescas, congeladas o enlatadas son excelentes opciones. Pruebe frutas más allá de las manzanas y los
plátanos como el mango, la piña o el kiwi. Cuando la fruta fresca no esté en temporada, pruebe una variedad congelada,
enlatada o seca. Tenga en cuenta que las frutas secas y enlatadas pueden contener azúcares o jarabes añadidos. Elija
variedades de frutas enlatadas en agua o en su propio jugo.
Vegetales
Agregue variedad a las verduras asadas o al vapor con una hierba como el romero. También puede sofreír verduras en
un sartén con un poco de aceite. También puede probar verduras congeladas o enlatadas para un acompañamiento
rápido. Simplemente cocínelos en el microondas y sirva. Busque verduras enlatadas sin sal, mantequilla o salsas
cremosas agregadas. Para variar, pruebe una verdura nueva cada semana.
Alimentos ricos en calcio
Además de la leche semidescremada y descremada, considere los yogures semidescremados y descremados sin azúcares
añadidos. Estos vienen en una variedad de sabores y pueden ser un excelente sustituto del postre.
Carnes
Si su receta favorita requiere freír pescado o pollo empanizado, pruebe variaciones más saludables horneando o asando
a la parrilla. Tal vez incluso pruebe frijoles secos en lugar de carnes.
Comida reconfortante
La alimentación saludable se basa en el equilibrio. Usted puede disfrutar de sus comidas favoritas, aunque tengan un
alto contenido de calorías, grasas o azúcares adicionales. La clave es comerlas solamente de vez en cuando y
equilibrarlas con los alimentos más saludables y más actividad física.
BIBLIOGRAFIA
CDC. (2023, agosto 17). Alimentación saludable para un peso saludable. Centers for Disease Control and Prevention.
https://www.cdc.gov/healthyweight/spanish/healthyeating/index.html
BIBLIOGRAFIA
CDC. (2023a, junio 7). Consejos para una alimentación saludable. Centers for Disease Control and Prevention.
https://www.cdc.gov/nccdphp/dnpao/features/healthy-eating-tips/index-es.html
SALUD Y DEPORTE
El deporte es salud
El deporte aporta muchos beneficios para la salud y la calidad de vida, no solo en lo físico. Ayuda a olvidar
preocupaciones y a relacionarte con otros chicos de tu edad.
Hoy en día, la cantidad de niños y adolescentes que tienen sobrepeso o son obesos es mucho mayor que antes. El
ejercicio regular ayuda a prevenir los graves problemas de salud que se asocian con el sobrepeso u obesidad.
BIBLIOGRAFIA
El deporte es salud. (2013, febrero 3). Familia y Salud. https://www.familiaysalud.es/salud-joven/alimentacion-y-
ejercicio-fisico/deporte-y-actividad-fisica/el-deporte-es-salud
Actividad física
La actividad física tiene importantes beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y la mente.
La actividad física contribuye a la prevención y gestión de enfermedades no transmisibles, como las
enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes.
La actividad física reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad.
La actividad física mejora las habilidades de razonamiento, aprendizaje y juicio.
La actividad física asegura el crecimiento y el desarrollo saludable de los jóvenes.
La actividad física mejora el bienestar general.
A nivel mundial, 1 de cada 4 adultos no alcanza los niveles de actividad física recomendados.
Las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30%
mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
Más del 80% de los adolescentes del mundo tienen un nivel insuficiente de actividad física
¿Qué es la actividad física?
La OMS define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el
consiguiente consumo de energía. La actividad física hace referencia a todo movimiento, incluso durante el tiempo de
ocio, para desplazarse a determinados lugares y desde ellos, o como parte del trabajo de una persona. La actividad
física, tanto moderada como intensa, mejora la salud.
Entre las actividades físicas más comunes cabe mencionar caminar, montar en bicicleta, pedalear, practicar deportes,
participar en actividades recreativas y juegos; todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para
disfrute de todos.
Se ha demostrado que la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como
las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer. También ayuda a
prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el
bienestar.
Datos y cifras
La actividad física tiene importantes beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y la mente.
La actividad física contribuye a la prevención y gestión de enfermedades no transmisibles, como las
enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes.
La actividad física reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad.
La actividad física mejora las habilidades de razonamiento, aprendizaje y juicio.
La actividad física asegura el crecimiento y el desarrollo saludable de los jóvenes.
La actividad física mejora el bienestar general.
A nivel mundial, 1 de cada 4 adultos no alcanza los niveles de actividad física recomendados.
Las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30%
mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
Más del 80% de los adolescentes del mundo tienen un nivel insuficiente de actividad física
Los modos de vida son cada vez más sedentarios por el uso del transporte motorizado y la utilización cada vez mayor
de pantallas para el trabajo, la educación y las actividades recreativas. Los datos demuestran que un mayor grado de
sedentarismo está asociado con los deficientes resultados de salud que se enumeran a continuación:
En los niños y adolescentes,
un aumento de la adiposidad (aumento de peso)
una salud cardiometabólica, aptitud física, conducta comportamental/comportamiento social más deficientes
una menor duración del sueño
En los adultos:
mortalidad por cualquier causa, mortalidad por enfermedades cardiovasculares y mortalidad por cáncer
incidencia de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes de tipo 2.
BIBLIOGRAFIA
Actividad física. (s/f). Who.int. Recuperado el 31 de diciembre de 2023, de https://www. who.int/es/news-room/fact-
sheets/detail/physical-activity
World health organization (WHO). (s/f). Who.int. Recuperado el 31 de diciembre de 2023, de https://www.who.int/es
BIBLIOGRAFIA.
¿Qué beneficios aporta el deporte para la salud? (2020, julio 8). Eurofitness | Gimnasios y centros deportivos.
https://eurofitness.com/blog-deportes/beneficios-del-deporte-para-la-salud/
Alimentación y deporte
El cuerpo humano está diseñado para moverse regularmente, y desde hace miles de años así lo tienen codificado
nuestros genes.
Con la actividad y el movimiento se obtienen una serie de efectos beneficiosos para la salud, así como para la
prevención de las enfermedades desde la infancia, pero nuestro estilo de vida actual es cada vez más sedentario. En la
sociedad actual, el sedentarismo es un problema en incremento continuo, que junto a una alimentación desequilibrada,
condicionan las elevadas tasas de sobrepeso y obesidad.
Por ello, es absolutamente prioritario diseñar estrategias encaminadas a modificar el estilo de vida y aumentar el gasto
energético diario, en las actividades cotidianas y en los desplazamientos. Además de ello, en cada grupo de población es
aconsejable introducir y adaptar sesiones programadas de ejercicio físico estructurado, y realizarlo a la intensidad,
duración y frecuencia adecuados, igual que haríamos con cualquier otro tratamiento.
Además, la alimentación puede y debe adecuarse al nivel de ejercicio practicado, y así maximizar los beneficios
obtenidos, siendo un hecho constatado que la persona que inicia la actividad física, acaba modificando también sus
hábitos de alimentación y está -en general-, más motivado por el cuidado de la salud.
Los objetivos y motivación para la práctica de actividad física o deporte, pueden ser muy diferentes en función del
colectivo que lo practica. En algunos casos, se da dentro del ámbito de la competición y mejora del rendimiento,
mientras que en otros tan sólo en busca de la mejora de la salud o bienestar. Sin embargo, a una gran parte de la
población esta motivación le cuesta conseguirla y en muchos casos, múltiples intentos de iniciarla van seguidos del
mismo número de abandonos.
Es importante la capacidad de implicación, entre otros, de colectivos médicos, entrenadores y dietistas, para llegar a
involucrar en la actividad física regular a la población obesa, niños, ancianos y personas con escasez de tiempo para su
práctica. En gran medida, el secreto está en localizar la personalización a cada caso y plantear objetivos y metas
concretos para cada uno de ellos, al menos al inicio, hasta que sean conscientes de que los resultados obtenidos les
motiven a seguir y les hayan creado una cierta dependencia, adhesión o necesidad de no abandono, porque se
encuentran mejor; así, cada uno habrá conseguido “a su manera” mejorar y optimizar su estado físico e incluso
psicológico.
Alimentación sana y actividad física, pareja perfecta para mejorar la calidad de vida.
Los dos principales factores que intervienen en el estado de salud de la persona son las características genéticas y el
estilo de vida. La mayor parte de las enfermedades tienen una base genética, pero el estilo de vida del individuo es el
factor que determina qué patología puede desarrollar en el transcurso de los años. En Europa, la mayoría de las
principales causas de muerte corresponden a enfermedades crónicas relacionadas directamente con la falta de cambio
de conductas asociadas al estilo de vida, que el propio individuo puede llegar a controlar.
Las conductas que representan un peligro para la conservación de la salud se consideran factores de riesgo. Dos de los
principales, con mayor influencia negativa en las patologías crónicas, son el sedentarismo y la alimentación inadecuada.
Las personas físicamente activas disfrutan de una mayor calidad de vida, por que padecen menos limitaciones que
normalmente se asocian con las enfermedades crónicas y el envejecimiento; además están beneficiadas por una mayor
esperanza de vida. Mejorando nuestro estilo de vida, se reducen los riesgos de enfermedades cardiovasculares y cáncer,
las principales causas de mortalidad en la humanidad.
El ejercicio físico aumenta el bienestar psicológico y mejora nuestro estado de ánimo, refuerza la autoestima, genera
autoconfianza y aumenta de control en uno mismo.
Es importante promover la práctica de actividad física y deportiva en todas las edades, ya que implica cambios positivos
en el bienestar personal, inmediatamente después de haber hecho algún tipo de deporte. Está comprobado que reduce
problemas de ansiedad y depresiones.
La actividad física y el deporte son sinónimo de salud, expresa valores de vida, alegría, deseo de progreso, de libertad, y
de movimiento, de compartir, de sociabilizar, todos estos aspectos son de enriquecimiento tanto personal como grupal.
Por lo tanto, en el ámbito psicológico para todas las personas es fundamental el ejercicio físico.
Cuando hacemos el ejercicio físico, qué pautas de alimentación debemos tener en cuenta?
La alimentación previa al entrenamiento debe basarse en alimentos ricos en hidratos de carbono y bajos en grasas y
proteínas. Esto impedirá retardar el vaciamiento gástrico y desviar el flujo sanguíneo de los músculos al estómago y
evitar malestar estomacal.
Los alimentos deben contener poca fibra y grasas, lo que evita el malestar en el entrenamiento. El tiempo de tolerancia
de la última comida previo a la actividad física es individual, aunque hay una indicación general de que 2 a 3 horas
previas. Consumir 200 a 400 ml de una bebida isotónica con una concentración hidratos de carbono no mayor al 7-8 %.
Durante el entrenamiento se sugiere continuar consumiendo 100-150 ml de bebida a intervalos de 15 min durante la
primera hora de actividad física. Es importante que el deportista elija la bebida que más le agrade a su gusto y sabor.
Para reponer las reservas de hidratos de carbono corporales después del ejercicio, elemento clave para todos los
deportistas, durante las primeras 6 horas posteriores a la actividad física, que redujo las reservas de glucógeno (HC de
reserva muscular), se recomiendan alimentos ricos en HC de alto índice glucémico (maltodextrina – glucosa – plátano
maduro – espaguetis – zumo de naranja). El índice glucémico es un sistema que permite comparar la “calidad” de los
distintos carbohidratos contenidos en alimentos individuales, y proporciona un índice numérico basado en medidas de
la glucemia después de su ingestión. Transcurrido este importante periodo, se pueden incorporar alimentos con hidratos
de carbono de índice glucémico moderado en su dieta normal y habitual.
BIBLIOGRAFIA
Alimentación y deporte. (s/f). Henufood.com. Recuperado el 31 de diciembre de 2023, de
https://www.henufood.com/nutricion-salud/consigue-una-vida-saludable/alimentacion-y-deporte/index.html
PIRAMIDE ALIMENTICIA
La pirámide alimenticia es un gráfico diseñado para ilustrar los grupos de alimentos y las proporciones recomendadas
para mantener una dieta equilibrada y saludable. A lo largo de los años, las representaciones de la pirámide alimenticia
han evolucionado, y diferentes países pueden tener sus propias versiones adaptadas a las recomendaciones dietéticas
específicas. A continuación, se presenta una descripción general de los elementos comunes en una pirámide alimenticia
típica:
1. Base (parte inferior): Grupos de alimentos que deben consumirse en mayor cantidad:
o Cereales y granos enteros: Representados en la base, incluyen alimentos como arroz integral, avena,
pan integral y pasta. Estos proporcionan carbohidratos, fibra, vitaminas del grupo B y minerales
esenciales.
o Frutas y verduras: Son fuentes ricas en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Se recomienda una
variedad de colores para asegurar una amplia gama de nutrientes.
2. Sección intermedia: Grupos de alimentos a consumir en cantidades moderadas:
o Proteínas: Incluye fuentes de proteínas magras como carnes magras, pescado, huevos, productos
lácteos bajos en grasa, legumbres y nueces. Estos alimentos proporcionan proteínas esenciales, hierro y
otros nutrientes.
o Productos lácteos o alternativas: Leche, yogur y queso, o sus alternativas enriquecidas con calcio, son
importantes para la salud ósea y proporcionan proteínas y otros nutrientes.
3. Cima (parte superior): Alimentos a consumir con moderación:
o Grasas y aceites: Aceites saludables, como aceite de oliva, y grasas provenientes de fuentes saludables,
como aguacates y frutos secos, deben consumirse con moderación. Estos alimentos proporcionan ácidos
grasos esenciales y vitaminas liposolubles.
4. Fuera de la pirámide: Azúcares y grasas no saludables:
o Azúcares añadidos y grasas saturadas: Dulces, bebidas azucaradas y alimentos ricos en grasas saturadas
y trans deberían ser consumidos con moderación debido a su asociación con problemas de salud, como
la obesidad y enfermedades cardiovasculares.
Es importante señalar que las necesidades dietéticas pueden variar según la edad, el género, el nivel de actividad y otras
condiciones de salud específicas. Además, la pirámide alimenticia es una guía general y puede haber variaciones en las
recomendaciones según las directrices dietéticas locales o individuales. Es recomendable consultar a un profesional de la
salud o un nutricionista para obtener asesoramiento personalizado sobre la dieta.
Las pirámides alimenticias pueden variar dependiendo del modelo aceptado en cada país, especialmente cuando se
adaptan a los alimentos presentes en su dieta y su cultura gastronómica; pero en general obedecen al mismo principio
nutricional que establece una ingesta diaria de 55% de carbohidratos, 30% de grasas y 15% de proteínas, fibras,
vitaminas y minerales, como la proporción idónea recomendada para el ser humano.
Cada uno de estos grupos alimenticios suele ser representado con un color específico, un dibujo específico, o
simplemente anotado en su peldaño correspondiente de la pirámide, y a menudo acompañados de las porciones que su
tamaño representa.
Las primeras pirámides nutricionales fueron creadas a finales del siglo XIX, pero quizá la más conocida de todas haya
sido la creada en Estados Unidos por el Departamento de Agricultura en 1992, y que luego fue revisada y reformulada en
2005 (bajo el nombre “My Pyramid: steps to a healthier you”, o sea, “Mi pirámide: pasos para que seas más sano”), con
el fin de incorporar la necesidad de ejercicio físico como parte de la rutina diaria.
Existen, claro está, versiones alternativas de esta pirámide, adaptadas a la dieta mediterránea, a los modos de comer
árabes, judíos, e incluso una pirámide nutricional vegana. También existen otros formatos gráficos para desplegar la
misma información, como es la rueda alimenticia.
Según la pirámide alimenticia, de la Fundación Española de Nutrición Comunitaria, la proporción de los alimentos
sugerida sería la siguiente:
Cúspide de la pirámide. Alimentos que conviene ingerir de manera esporádica, o sea, no diariamente, pues son
sabrosos pero no brindan ningún contenido nutricional importante, como dulces, snacks salados, grasas
untables y bebidas azucaradas.
Segundo peldaño. Alimentos que conviene ingerir ocasional y moderadamente, aunque en mayor cantidad,
dado que poseen nutrientes esenciales y proteínas, pero también gran contenido graso. Entre ellos están los
embutidos, las carnes rojas, los fiambres y carnes procesadas.
Tercer peldaño. Alimentos que conviene consumir diariamente de manera variada, dado que son la principal
fuente de energía y proteínas del cuerpo, pero cuyo abuso trae consigo problemas metabólicos y nutricionales.
Nos referimos a los lácteos (2-3 porciones diarias) y las carnes magras, pescados, carnes blancas, legumbres,
frutos secos y huevos (1-3 porciones diarias, alternando entre ellos).
Cuarto peldaño. Alimentos recomendados para su consumo diario, que deben abundar en nuestra dieta. Se
trata de verduras y hortalizas (2-3 porciones diarias), frutas (3-4 porciones diarias) y aceites de oliva vírgenes.
Base de la pirámide. Alimentos que pueden consumirse a base diaria, pero siempre dependiendo del grado de
ejercicio físico y actividad cotidiana. Mientras más intensas sean nuestras jornadas, más porciones podremos
comer de ellas, y mientras menos intensas físicamente sean, menos porciones debemos comer. En este peldaño
se hallan el pan de harina de cereal de grano entero, pasta integral, arroz integral, papas, legumbres tiernas y
castañas.
Además, se recomienda la ingesta diaria de entre 4-6 vasos de agua, así como de suplementos y/o complementos
vitamínicos o nutricionales de acuerdo a la guía especializada de un nutricionista, de ser el caso.
Proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales son los cinco grupos en que se clasifican los nutrientes
esenciales de toda dieta. En total, estos grupos comprenden entre 45 y 50 sustancias que son
consideradas fundamentales para el adecuado crecimiento y mantenimiento de la salud.
El tipo de alimento que más abunda en el mundo son los hidratos de carbono, siendo las grasas el más sencillo de
acumular. Si nuestro cuerpo agota sus reservas de grasas e hidratos, directamente utilizará las proteínas de la dieta o el
glucógeno almacenado en los músculos, descomponiéndolo para formar su propio combustible.
BIBLIOGRAFIA
"Pirámide alimenticia". Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Concepto.de. Disponible en:
https://concepto.de/piramide-alimenticia/ . Última edición: 14 de julio de 2022. Consultado: 28 de diciembre de 2023
Esneca. (2020, noviembre 20). Pirámide alimenticia: Qué es y cómo interpretarla. Esneca; Esneca Business School.
https://www.esneca.com/blog/que-es-piramide-alimenticia/
Dietética y Nutrición. (s/f). Esneca. Recuperado el 31 de diciembre de 2023, de
https://www.esneca.com/blog/category/nutricion/