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Mi plato
saludable
Muchos son los que hablan de dieta saludable pero, con tanta información
difundida por los medios de comunicación, los consumidores podemos pensar que
comer de forma saludable es muy complicado o muy caro. Sin embargo, el
desarrollo de hábitos alimenticios saludables no es tan confuso o tan restrictivo
como muchos imaginan. Tras haber leído cientos de artículos y múltiples dietas,
podemos decir que existe un gran consenso en que lo esencial es comer
principalmente alimentos derivados de los vegetales, es decir, verduras, frutas,
semillas, cereales integrales y legumbres (judías, guisantes, lentejas), al tiempo
que se deben limitar los alimentos altamente procesados y aquellos ricos en
azúcar.
Mi plato para comer saludable («My Healthy Eating Plate«) mejora, aclara y revisa
la guía de alimentación 2010, MyPlate de la USDA, con directrices sencillas para
que todo el mundo pueda seguir una dieta más sana. La Universidad de Harvard
eliminó los lácteos como alimento principal, añadió las grasas saludables, el agua
y el ejercicio físico. Con su diagrama simplificado, la Escuela de Salud Pública de
Harvard y la Escuela de Medicina de Harvard, explica a los consumidores cuáles
son las opciones más saludables en los principales grupos de alimentos.
7. Evita los lácteos grasos o las bebidas vegetales azucaradas: Para los que
consumen lácteos, no hay que abusar de ellos, limitar los lácteos grasos o
azucarados y, sobre todo, los lácteos ultraprocesados (postres como natillas,
flanes, dulces con nata, yogures azucarados, etc.). Preferir los lácteos
fermentados (yogures) sin azúcar. Para los que consumen bebidas vegetales
(soja, almendra, avena), seleccionar aquellas marcas que no llevan azúcar
añadido. Otras opciones interesantes para completar las proteínas son el yogur de
soja bio, bajo en azúcar, y el tofu.
9. Compra los productos mirando por detrás: Olvídate de los grandes titulares
que los industriales de la alimentación ponen como gancho en sus paquetes, ve
directamente a leer la lista de ingredientes y su composición. Si un producto tiene
muchos ingredientes mejor no lo compres, prefiere otro que contenga pocos
aditivos, cuantos menos mejor. Mira la cantidad de azúcar, grasas, sodio y fibras
que contienen. Selecciona lo que compras y hazlo de forma inteligente, pensando
en tu salud y la de tu familia
.
10 .Equilibra las calorías : No es necesario contar las calorías, pero es
importante ser consciente del valor calórico de los alimentos que se consumen en
relación con el ejercicio físico que se practica. Recuerda que la práctica de
actividad física regular también ayuda a equilibrar el consumo calórico, reduce los
estados inflamatorios y fortalece nuestros huesos.