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Mejora continua: descubre sus beneficios

y cómo aplicarla
La mejora continua es una práctica de gestión para que la empresa pueda mejorar
constantemente sus procesos y así ser más eficiente y tener un mejor rendimiento.
Al fin y al cabo, el mercado es cada vez más dinámico y los que no se reinventen
constantemente se quedarán atrás.
En este artículo entenderás todo sobre el tema: cuál es el objetivo principal de la mejora
continua, cuáles son los beneficios que este modelo aporta a las empresas, cómo
ponerlo en práctica ¡y mucho más!
¿Qué es la mejora continua?
La mejora continua de los procesos es una búsqueda constante e interminable para
identificar oportunidades de corrección, ajustes y mejoras en los procesos de negocio,
los productos y los servicios.
¿Conoces esa idea de que cada vez que un escritor revisa su libro lo hace un poco
mejor? Esta es la lógica aplicada al día a día de las empresas.
La intención es encontrar siempre los puntos en los que el funcionamiento de la
empresa tiene cuellos de botella, como fallos, errores humanos, retrasos, desperdicio
de recursos, sobre los que se puede actuar.
Al mejorar, poco a poco, el rendimiento de la empresa se vuelve siempre mejor y más
centrado en la satisfacción del cliente.
¿Cuál es el origen de la mejora continua?
Todo empezó a finales del siglo XIX, durante la segunda Revolución Industrial, cuando
las grandes empresas vieron la necesidad de sistematizar la producción en masa.
El fordismo, símbolo de la época, estaba marcado por el concepto de la cadena de
montaje, en la que cada profesional era responsable de un proceso de fabricación,
ganando así tiempo y productividad.
La necesidad de mejorar siempre sus procesos para incrementar la calidad de las
entregas (y, por supuesto, aumentar la rentabilidad) llevó a las empresas a encontrar
técnicas para ello, que han ido evolucionando y sofisticándose con los años.
El enfoque en el producto ha ido dejando paso a empresas centradas en el interés del
cliente, la experiencia y la diferenciación en el mercado. Por ello, la mejora continua
se valora cada vez más y exige rapidez.
¿Cuáles son los 3 pilares de la mejora continua?
Al poner en práctica la mejora continua es importante basarse en los tres pilares
principales que rigen este concepto. De lo contrario, puede ser una estrategia errónea o
insuficiente para garantizar los mejores resultados.
Veremos cuáles son los pilares:

 Continuidad: como el propio nombre del concepto ya sugiere, es necesario


tener en cuenta que no existe la perfección en los procesos empresariales.
Siempre hay una forma de mejorar y esta búsqueda debe ser siempre constante.
 Cultura: para que esta continuidad sea posible, es necesario incorporar esta
cultura de proceso en todo el equipo para que se convierta en un hábito en la
rutina de trabajo. Desde la alta dirección hasta el taller, la lógica de la mejora
continua debe estar presente.
 Bueno para todos: también es importante que las mejoras sean pensadas y
ejecutadas de forma que aporten beneficios a todas las áreas de la empresa. Al
fin y al cabo, al tener una operación basada en procesos se entiende que cada
cambio impacta en el trabajo y en el resultado de cada uno de los involucrados.

¿Cuáles son los beneficios de la mejora continua para


una empresa?
Aplicar la mejora continua aporta varios beneficios a la empresa, con mejoras
incrementales, como las siguientes:
Simplificación de los flujos de trabajo
La optimización constante de los procesos tiene como objetivo reducir los pasos
innecesarios y centrarse en lo que realmente importa para obtener un buen resultado.
Esto hace que los procesos de trabajo sean más sencillos y simples (el concepto Lean),
con más agilidad, reducción de tiempo, esfuerzo y recursos.
Reducir los costos y los desechos
También es importante eliminar las pérdidas de producción y los retrasos, que
acaban haciendo perder productividad a la empresa. Al eliminar los desechos, la
operación también resulta menos costosa, lo que mejora el flujo de caja y aumenta la
rentabilidad.
Minimizar los errores
Los errores son muy comunes en el trabajo, ya que las empresas están hechas por
personas. Sin embargo, al tener claros todos los pasos del flujo de trabajo es posible
identificar los errores más comunes, proporcionar formación y mejorar la curva de
aprendizaje de los equipos.
Además, hay procesos que pueden automatizarse, lo que excluye el error humano.
Reducir los errores significa evitar el retrabajo y ganar productividad.
Aumentar la capacidad de adaptación al mercado
Los mercados dinámicos exigen que las empresas sean más flexibles y la mejora
continua se encarga de ello. Al fin y al cabo, con operaciones ajustadas, equipos
comprometidos y métricas bien definidas es posible analizar rápidamente y
actuar exactamente sobre los puntos que necesitan mejorar en ese momento.
Esto garantiza la competitividad del mercado, ya que quienes no se adaptan a las
exigencias pierden lugar.
Mejora la experiencia del cliente
El objetivo del proceso de mejora continua es crear más valor para el cliente en todo
momento. De este modo, los niveles de satisfacción con su servicio o producto
aumentan, los clientes se fidelizan y recomiendan la empresa a otras personas.
El resultado, por supuesto, también se refleja en un aumento de la rentabilidad del
negocio.
¿Cuáles son las etapas de la mejora continua?
Como hemos dicho, la mejora continua es una práctica cíclica. Es decir, desde el
momento en que encuentras un fallo, lo mejoras y después empiezas a buscar nuevos
huecos para hacer una nueva mejora.
Al fin y al cabo, nada es tan bueno que no pueda mejorarse, ¿verdad? Si la empresa está
satisfecha con esa mejora, pronto un competidor o un nuevo participante en el
mercado crea innovaciones para destacar. Entonces, ese proceso mejorado se vuelve
insuficiente y la empresa pierde su ventaja competitiva.
Para poner en práctica la mejora continua de los procesos, por tanto, es
interesante seguir un patrón de pasos. Esos son los siguientes:

1. Localizar los cuellos de botella y comprender lo que hay que mejorar.


2. Crear un plan de acción para aplicar la mejora.
3. Probar y supervisar el rendimiento.
4. Verificar los resultados.
5. Identificar nuevas oportunidades de mejora.
6. Repetir el ciclo.

¿Cómo aplicar la mejora continua en tu empresa?


Para implantar la mejora continua, en primer lugar, es necesario crear esta cultura en la
empresa. El ejemplo debe pasar entre las áreas y las diferentes jerarquías para que todos
se comprometan con la misión.
Preferiblemente, es interesante que los procesos y las tareas estén automatizados. De
este modo es posible reducir los errores asignando determinadas tareas a los dispositivos
inteligentes, además de generar datos y monitorizarlos en tiempo real para identificar
rápidamente las carencias para mejorar.
De manera automatizada o no, sigue los pasos para aplicar la mejora continua en tu
empresa:
1. Identifica lo que hay que mejorar
Mapear los procesos de una empresa es fundamental para localizar los puntos que hay
que mejorar.
Al identificar los puntos de mejora en los procesos es importante crear prioridades y
entender si este proceso impacta en la estrategia general de la empresa. Esto se debe a
que hay numerosos puntos que mejorar y la cultura de la mejora continua presupone un
seguimiento constante, así como la asignación de recursos, tiempo y esfuerzo.
2. Crea procesos
Para que la mejora continua se ponga realmente en práctica es importante una creación
y estandarización de procesos. Es decir, crear flujos bien definidos de todas las tareas,
actividades, personas implicadas, objetivos y demás en relación con todo lo que ocurre
operativamente en la empresa.
Para ello, es posible utilizar la Gestión de Procesos de Negocio (BPM). Esta disciplina
de gestión tiene como objetivo trazar un mapa detallado de los procesos para que todos
puedan ver en un solo lugar todos los flujos de trabajo, de punta a punta.
Los procesos se mapean, se alinean con los objetivos estratégicos del negocio y se
pueden implementar en sistemas como BPMS (Suite de Gestión de Procesos de
Negocio) que operan en la nube.
En el sistema los empleados pueden realizar sus tareas dentro del flujo de trabajo
diseñado y automáticamente será posible identificar oportunidades de mejora.
3. Sigue el desarrollo de la mejora
Con los procesos mapeados, los intentos de mejora pueden aplicarse y luego
supervisarse, especialmente si están en un BPMS, lo que hace que este control sea más
preciso.
Es importante crear métricas y KPI (indicadores de rendimiento) para medir con datos
reales los resultados de la mejora.
Así, es posible comparar las versiones, analizar si realmente hubo un mejor resultado y
probar otras transformaciones en los procesos.
4. Adopta métodos de mejora continua
Para optimizar los procesos existen varias técnicas y cada una puede adaptarse a
diferentes realidades y tipos de empresas.
Los principales métodos que se aplican actualmente son:
Lean Manufacturing
Lean Manufacturing es un sistema de producción japonés de gestión y mejora de los
procesos que implica una fabricación ajustada.
En general, supone reducir los residuos, los costos y encontrar procesos de producción
más eficaces.
Para ello, debes:

 Comprender en profundidad cómo funcionan los procesos de tu empresa.


 Delimitar los procesos que añaden o no valor.
 Producir sin interrupción.
 Definir los puntos de partida en los que debe basarse la producción para evitar
los fallos que ya se han eliminado.
 Implicar al equipo en esta cultura.

Lee todo sobre el Lean Manufacturing aquí para obtener más información.
Kaizen
Kaizen es otra metodología japonesa de mejora continua. La palabra Kaizen en japonés
significa precisamente "mejora".
Aplicado a las empresas, a las industrias e incluso a la vida, presupone la mejora
constante de los procesos, productos o servicios.
Para implantar el Kaizen es importante tener en cuenta que es fundamental eliminar los
desperdicios, buscar acciones de mejora con la mínima inversión basadas en las
principales necesidades del momento y que impacten en todas las áreas de la empresa,
con el compromiso de todos los empleados.
Seis Sigma (Six Sigma)
La estrategia de gestión denominada Seis Sigma entiende que las producciones tienen
variaciones y es necesario eliminar estas fuentes de variabilidad.
Mediante un análisis exhaustivo de los datos se encuentran estas variaciones y se
proponen cambios para alcanzar resultados positivos. Siempre en busca de más
eficiencia, reducción de costos, reducción de defectos y rápido retorno financiero.
Para ello, la planificación de Seis Sigma sigue las fases denominadas DMAIC: definir,
medir, analizar, mejorar, controlar.
PDCA
El ciclo PDCA es el método norteamericano que pone en práctica la filosofía de la
mejora continua. En 4 pasos que deben realizarse cíclicamente, es posible identificar el
problema, analizarlo, crear un plan de acción, ejecutar, verificar, normalizar y actuar
para mejorar.

 Plan (planificar)
 Do (hacer)
 Check (verificar)
 Act (actuar)

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