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Unidad didáctica N° 03:

La norma jurídica, el sistema jurídico y el deber jurídico

La interpretación y
aplicación de
normas jurídicas

Mtra. Katherinne Jhoana Gonzales Montenegro.


Email: katherinne.gonzales@usat.edu.pe
Interpretación de normas
jurídicas
Nociones necesarias sobre la interpretación

Nociones Interpretación significa propiamente “mediación”. Esta


mediación es debida a que existe algún obstáculo para
alcanzar la meta. Por eso, la Teoría clásica de la
interpretación decía “lo que está claro no necesita
interpretación”.
Sin embargo, cabe señalar que la interpretación es una
operación mental que hacemos siempre para encontrar el
sentido del texto, sea claro u oscuro, aunque es necesario
resaltar que ante el texto oscuro la interpretación realizada
será más concienzuda. Esto incluso se sostiene en la.
Casación Nº 2358-2006-Cusco.
Dependiendo de la postura asumida, variará la definición de
interpretación jurídica a considerar.
Definición de interpretación jurídica

Según Rodríguez Molinero, La interpretación es la


Definición
separación, comprensión y explicación del sentido de un
texto normativo que de alguna manera se nos presenta
oscuro. Interpretar es un hacer mediador, por el cual el
intérprete descubre el sentido de un texto que se le
presenta problemático.

Para otros, la interpretación jurídica es la operación


intelectual dirigida a la separación, comprensión y
explicación del sentido de un texto normativo que se
presenta oscuro o no, a efectos de desentrañar su
verdadero sentido o significado último.
¿Por qué es problemático el texto de una norma jurídica?

En efecto, el texto de una norma jurídica es problemático por dos razones


fundamentales:

1) Porque su función es normativa y afecta por tanto al comportamiento de las


personas. Además ha de aplicarse a un hecho concreto y para ello es preciso
acercarlo a él y conjugarlo con él, para ver hasta qué punto pueden serle
atribuidas las consecuencias jurídicas previstas para el supuesto de hecho.

2) Una norma jurídica es problemática, porque las palabras del texto lingüístico
que la transmiten no siempre apuntan a un significado único e indiscutible.
Cuestiones importantes
¿Cuál es el objeto de la interpretación?

El objeto de la interpretación es mostrar el sentido depositado en el texto


normativo, hacerlo compresible y patente, sacándolo de la región oscura en
la que posiblemente podría estar alojado.

¿Cuál es el grado de participación del intérprete en el resultado de la


interpretación?

El intérprete no es un mero receptor de lo que el texto le dice, sino que


debe descubrir su significado; y, para llevar a cabo la interpretación jurídica,
es preciso saber derecho y por tanto conocer perfectamente el lenguaje jurídico
y la sede en que se encuentra ubicada la norma jurídica interpretable.
La intención del intérprete no puede ser otra que la de conocer con exactitud
el sentido de la norma, saber lo que propiamente dice. La interpretación que
hace el jurista ha de ser siempre ni más ni menos que la interpretación que la
norma jurídica exige o requiere; él, con su interpretación, sólo ha de pretender
“hacer hablar” a la norma con relación al hecho concreto al que quiero aplicarlo.
Cuestiones importantes

¿A quién corresponde propiamente hacer la interpretación de las normas


jurídicas?

La tarea de la interpretación de las normas jurídicas corresponde por igual,


aunque en distinto plano, a la Ciencia del derecho y a la Jurisprudencia de los
tribunales y demás órganos destinados a aplicarlas.

Es en distinto plano, pues la interpretación llevada a cabo por los científicos


del derecho no mira directamente a la praxis, aunque la praxis judicial debe
apoyarse en ella.

En cambio, la interpretación judicial y de los órganos de aplicación de las


normas jurídicas está directamente encaminada a la praxis y a la solución del
caso concreto.
La meta de la interpretación
Aunque muchos puedan estar de acuerdo en que la meta de la interpretación
sea descubrir el sentido del contenido regulativo de las normas jurídicas; se
discute aún dónde se ubica ese sentido o quién lo determina. Para responder a
ello han surgido una serie de teorías que pasaremos a estudiar.

Tres primeras teorías sobre la meta de la interpretación

1º Teoría del “ius strictum” 2º Teoría del Derecho libre 3º Teoría intermedia

Sostiene que el auténtico También denominada Surge entre las dos


sentido regulativo de las “iudex rex” o del juez rey. teorías estudiadas, y
normas jurídicas está Dice que el sentido regulativo propugna la
depositado en su estricto de las normas jurídicas no se Jurisprudencia de
tenor literal. Su principio expresa íntegramente en su intereses. Dice que la
supremo reza así “lo que texto, ni puede completarse a meta de la interpretación
no está en el Código, no sí misma para ser aplicable a no puede ser otra que
existe en el mundo”. las relaciones sociales, sino descubrir la decisión
que esta tarea sólo la realizan tomada por el legislador y
los órganos encargados de el grado de preferencia
aplicar el derecho, sobre todo que éste ha concedido a
los jueces. cada interés en juego.
La meta de la interpretación
El peligro que tienen las teorías antes analizadas, es que al ocuparse del
problema de la meta de la interpretación jurídica, lo hacen de una manera tan
imprecisa y amplia que prácticamente replantean con él todas las cuestiones
relativas a temas afines, como son el de las fuentes del derecho o el de la
realización práctica del derecho.

Para salvar el estudio de la meta de la interpretación, han surgido otra dos


teorías:

1º Teoría subjetiva o de la “voluntas 2º Teoría objetiva o de la “voluntas legis”


legislatoris”

Estima que la meta de la interpretación Considera que la meta de la interpretación


jurídica es saber la voluntad auténtica del es descubrir el sentido inmanente a la ley
legislador que dio la norma. Aquí se habla o inherente a la ley. Muchos de sus
de la meta como la voluntad del legislador. defensores incluso hablan de la “voluntad
de la ley”.

Ambas teorías han tenido eximios defensores y muchos adeptos.


La meta de la interpretación
Respecto de la teoría subjetiva y la teoría objetiva cabe preguntarse
¿Cuál de las dos teorías es la verdades o predomina sobre la otra?

A esta pregunta no se puede dar una respuesta excluyente. Una no predomina


sobre la otra. Más bien habrá que concluir que ambas teorías tienen parte de
verdad, pues la voluntad y la intención del legislador histórico constituyen uno
de los criterios tradicionales de la interpretación jurídica; pero, por otra parte,
también hay que pensar que toda norma jurídica, y más aún toda ley, una vez
promulgadas, adquieren una vida propia (se objetivizan) y despliegan a lo
largo del tiempo una efectividad que su autor ni pudo prever ni vislumbrar.

Entonces, atendiendo a lo analizado hasta aquí


¿Cuál es la meta de la interpretación?

La meta de la interpretación es descubrir el sentido normativo de las


normas jurídicas. Este sentido ni se identifica totalmente con lo que el
legislador histórico quiso depositar en ellas, con sus ideas e intenciones
normativas, ni tampoco puede independizarse de él de tal manera que se
pensara sólo en el sentido que la ley adquiere con el paso del tiempo. Debe
conjugarse de modo armónico ambos elementos, el subjetivo y el
objetivo. La teoría subjetiva y la teoría objetiva de la interpretación deben
considerarse mutuamente compatibles.
Clases de interpretación jurídica
La interpretación jurídica tiene diversas clases que varían según el criterio que
se adopte.
Interpretación Es la dada por el propio autor de la
auténtica norma o quien le haya sucedido.
Por lo que se refiere al
sujeto que realiza la Es la que realizan los tribunales de
Interpretación justicia y demás órganos encargados
interpretación, tenemos usual o judicial de aplicar las normas jurídicas.
tres clases de
interpretación:
Es la que hacen los científicos del
Interpretación
Derecho. Su principal valor es
doctrinal o
teórico, pero también tiene una
científica
influencia decisiva en la praxis.

Interpretación La norma jurídica se interpreta según


Por el ámbito de estricta o su ámbito de aplicación estricto o
aplicación, se divide restrictiva restringido.
en:
Interpretación Es aquella cuyo posible ámbito de
amplia o aplicación elegido es el más amplio,
extensiva pero son salirse de su propio ámbito.
Los criterios interpretativos

Definición:

Los criterios o módulos de interpretación se definen como


aquellos puntos de vista directivos que sirven de guía y
orientación perceptiva para llevar a cabo la interpretación.

Como estos criterios dejan siempre abiertas distintas


posibilidades de interpretación, no siempre conducen a un
resultado único. Es más, en múltiples ocasiones sólo de su
conjugación armónica puede obtenerse el verdadero y decisivo
sentido de una norma jurídica.
Criterios de interpretación de las normas jurídicas
Según el autor Rodríguez Molinero tenemos los siguientes criterios de
interpretación de las normas jurídicas:

Toda interpretación de una norma jurídica ha de


1º El sentido literal comenzar por el sentido literal. Todas las normas hacen
uso del lenguaje. Este uso del lenguaje puede ser un
uso general (lenguaje común o usual), o puede ser un
uso específico (lenguaje técnico o especializado).

La coherencia lógica implica la necesidad de


2º La coherencia lógica concordancia objetiva entre los múltiples preceptos
que componen un orden jurídico parcial. Esto exige
que un mismo término tenga en lo posible un mismo
contenido normativo en todo el orden jurídico vigente.

Cuando los otros dos criterios dejan abiertas diferentes


3º La intención y los fines
posibilidades de interpretación, habrá que atender a
del autor de las normas
criterios que se conocen como la intención del
legislador (la intención y los fines del autor de las
normas jurídicas) y la intención de la ley (la intención y
los fines de la propia normas o ley objetivamente
considerada).
Criterios de interpretación de las normas jurídicas
Según el autor Rodríguez Molinero tenemos los siguientes criterios de
interpretación de las normas jurídicas:

4º El criterio El intérprete ha de tener en cuenta todos los fines


teleológico-objetivo que la regulación jurídica pretende conseguir. Por
tanto, aunque el intérprete ha de partir de los fines
establecidos por el legislador histórico, no puede
detenerse en ellos y ha de procurar descubrir los
fines que la propia ley comporta. El criterio
teleológico-objetivo apunta a la llamada “ratio legis”.

5º La interpretación Teniendo en cuenta que la Constitución es la regulación


conforme a la jurídica básica de un Estado, se debe tener en cuenta
Constitución que entre los principios que inspiran un orden jurídico
concreto, y que por tanto han de servir de guía para la
interpretación de las normas jurídicas, corresponde un
lugar preeminente a los principios y valores reconocidos
precisamente en la Constitución. En virtud de este
criterio todo contenido de una norma inferior debe
interpretarse de acuerdo con la Constitución.
Principios básicos para la interpretación
de la norma
El primer principio básico de la interpretación es el de
la relación entre estructura jurídica y realidad
social. El contenido normativo de toda estructura
jurídica debe ser comprendido en función y en
relación con la realidad social y su núcleo fundamental
o de normatividad; es decir, según las necesidades y
exigencias de orden y de justicia.
Según el autor Hervada
los principios básicos
El segundo principio general es el de la historicidad
para la interpretación
del ordenamiento jurídico (sentido de la
de la norma son:
historicidad). La norma siempre debe ser
interpretada en función de esta dimensión histórica, y
por lo tanto con actualidad.

El tercer criterio básico y muy fundamental es el


sentido del derecho (finalidad-criterio teleológico).
Según esto, toda norma o todo elemento de una
estructura jurídica tienen un sentido más pleno que el
que resulta de su aislada consideración.
Aplicación de la norma
jurídica
Definición de aplicación de la norma jurídica

Definición

La aplicación de normas jurídicas se define como la operación


intelectual de adecuación del contenido normativo a los hechos
y, recíprocamente, de los hechos al contenido regulativo de la
norma.
Diferencia entre aplicación de las normas jurídicas
y su interpretación

Aplicar una norma jurídica equivale a poner en práctica su contenido


regulativo, acomodándola a los hechos sociales y acomodando éstos a ella.
Esta acomodación recíproca implica una labor creadora de Derecho, que nunca
debe ser entendida como pura actuación mecánica.

En cambio, interpretar una norma jurídica equivale a desvelar su sentido


cuando éste no está totalmente claro. Aunque también se sostenga que la
interpretación se da ante los contenidos claros.

Tanto la aplicación de las normas jurídicas como su interpretación tienen que


respetar su propio contenido regulativo; pues ni la aplicación de las normas
jurídicas ni su interpretación pueden ser arbitrarias. No debe haber una
contraposición rígida entre quien crea las normas jurídicas y quienes las aplican
o interpretan.
El silogismo de aplicación de la norma jurídica
Por regla general, al aplicar una norma jurídica se recurre a la figura lógica del
silogismo. Esta figura lógica consta de tres partes.

La premisa Es una proposición genérica.


mayor

El silogismo consta de La premisa


Es una proposición concreta.
tres partes: menor

La Indica si la premisa menor


conclusión encaja o no dentro de lo
enunciado en la premisa mayor.

Nota: Al proceso lógico por el cual se estima que la premisa menor


encaja dentro de la premisa mayor, se denomina subsunción.

La subsunción es el silogismo por el cual los conceptos de menor extensión


se incluyen en los conceptos de mayor extensión, quedando subsumidos en
ellos.
El silogismo de aplicación de la norma jurídica

El proceso de aplicación de las normas jurídicas consiste en


determinar si un hecho real encaja o no dentro del supuesto abstracto
descrito por una o varias normas jurídicas y decidir si por ello se le
puede aplicar la consecuencia jurídica prevista.

Para ello, una vez confirmado el hecho, es preciso emitir un juicio con
base a un raciocinio lógico que de ordinario asume la forma de un
silogismo.

En este silogismo, la premisa mayor es la norma jurídica aplicable.


La premisa menor es el hecho concreto de la realidad; y, la conclusión
es la decisión que establece si la premisa menor que enuncia el hecho
concreto se subsume o no dentro del enunciado genérico de la
premisa mayor y que nos lleva a aplicarle a dicho hecho la
consecuencia jurídica prevista para el caso.
El silogismo de aplicación de la norma jurídica
Es una proposición genérica, tanto en el
Norma jurídica supuesto como en la consecuencia, que
(La premisa mayor) describe abstractamente un sector de la
realidad social.

En ese sentido: Hecho concreto Es el enunciado o expresión lingüística del


(La premisa menor) hecho concreto. Es el concepto de menor
extensión o denotación.

La consecuencia
Es el efecto jurídico (por conclusión) asignado
jurídica al hecho concreto y es la misma que figura
(La conclusión)
abstractamente en la premisa mayor.

Cada vez que en la vida real se produzca un hecho que se subsume en el supuesto
normativo, se le aplica la consecuencia que la norma establece a dicho supuesto.

Para que la aplicación se realice en la sencilla forma del silogismo es necesario que
exista una norma jurídica completa que se refiera a un solo hecho real y que en la
práctica se verifique ese hecho, y ello sucede rara vez. Y, en cuanto a las normas, para
resolver un caso concreto no siempre concurre una sola norma sino varias que se
complementan, pueden ser contradictorias o redundantes.
Análisis práctico de la aplicación de normas jurídicas mediante silogismo

Hecho concreto
Durante la tarde del día 25 de mayo
de 2010, Juanito Piedras Gordas
ingresa a un inmueble forcejeando la
cerradura para llevarse consigo el
dinero que se encontraba en una de
las mesas de dicha casa.
Por ende, una vez dentro de la casa
toma todo el dinero y se retira del
lugar. El dinero lo tomó para sus
Juanito Piedras Gordas
estudios, obteniendo provecho. Norma jurídica
El Art. 185 del CP.- “El que, para obtener provecho, se apodera ilegítimamente de un bien mueble, total o
parcialmente ajeno, sustrayéndolo del lugar donde se encuentra, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de uno ni mayor de tres años”.

Norma jurídica: La norma jurídica es la premisa mayor.

Hecho concreto: El hecho concreto es la premisa menor.

Consecuencia jurídica: Por conclusión, se aplica la consecuencia jurídica prevista.

El hecho concreto, es decir el acto delictivo cometido por Juanito Piedras Gordas, se subsume en
el supuesto normativo establecido por el Art. 185 del CP. Por tanto, se le aplicará la consecuencia
que la norma establece a dicho supuesto (entre uno y tres años de pena privativa de libertad).
Enjuiciamiento y calificación jurídica del hecho
Queda claro que las normas jurídicas se aplican a hechos, a hechos concretos.
Nunca se aplica a hechos abstractos, a meras imaginaciones o configuraciones
mentales, sino que se aplican a sucesos fácticos, hechos de la vida real. Pero
esta aplicación a sucesos de la vida real sólo es posible si el hecho acaecido
es enunciado, esto es, si es traducido al lenguaje.

Por lo dicho, cabe precisar que no es posible subsumir hechos bajo normas, sino
sólo enunciados sobre hechos. Por ende, lo que en la premisa menor aparece
como un hecho concreto, nunca es el hecho acaecido, sino que es el hecho tal
como lo representamos y expresamos en forma lingüística: el hecho enunciado.

De ahí que deba hacerse la distinción entre el hecho real y el hecho enunciado.
Para describir un hecho y enunciarlo lingüísticamente, se debe hacer una
selección previa de las notas distintivas o características que lo configuran.
El hecho no se da como enunciado a quien lo enjuicia y califica, sino que éste
tiene que analizarlo, ordenarlo, calificarlo y expresarlo en forma lingüística.
Para ordenar los hechos contamos con criterios tales como: la experiencia social
(es útil para determinar cualidades objetivas atribuibles a los actos humanos),
juicios de valor (mediante éstos ponderamos todas las circunstancias que
contiene el hecho y concluimos si encaja o no en la norma).
Enjuiciamiento y calificación jurídica del hecho

Ahora, cuando el hecho ha sido perfilado mediante estos datos previos,


queda listo para enunciarlo definitivamente y darle un nombre. Con ello
llegamos al momento decisivo de la calificación jurídica.

La calificación jurídica se define como el juicio


Definición práctico mediante el cual asignamos a un determinado
hecho real un nombre que expresa un concepto jurídico.
La elección de la norma o normas
jurídicas aplicables

Una vez enjuiciado y calificado el hecho, el paso siguiente consiste en


elegir la norma o normas jurídicas a él aplicables, siendo muy importante
para ello la praxis jurídica.

En la búsqueda de la norma o normas jurídicas aplicables al hecho, el


jurista como experto que es cuenta con ciertas orientaciones. La principal
de ellas la recibe del sistema externo, es decir, de la ordenación u
organización externa que el orden jurídico presenta.

El orden jurídico total se presenta a los ciudadanos con una clara división
de materias, que configuran lo que suele llamarse órdenes jurídicos
parciales, como son el civil, el administrativo, el procesal, el penal, el
laboral, etc., todos ellos regidos por el orden jurídico constitucional. Cada
uno de estos órdenes jurídicos parciales se nos ofrece dividido en otras
entidades normativas (Códigos, leyes, reglamentos, etc.)
Análisis práctico: calificación del hecho y elección de la norma o normas aplicables

Hecho concreto
Durante la tarde del día 25 de mayo de
2010, Juanito Piedras Gordas ingresó al
inmueble de sus padres, donde él
también vivía, para llevarse consigo el
dinero que se encontraba en una de las
mesas y que era de propiedad de su
hermano Pepín, quien reside también en
dicha casa. Juanito sustrajo el dinero y
se retiró del lugar; y, lo utilizó para
comprar un televisor pantalla LCD 45“. Juanito Piedras Gordas
Hurto
El Art. 185 del CP.- Hurto.- “El que, para obtener provecho, se apodera ilegítimamente de un bien mueble, total o
parcialmente ajeno, sustrayéndolo del lugar donde se encuentra, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de uno ni mayor de tres años”.

Excusa absolutoria
El Art. 208 del CP.- “No son reprimibles, sin perjuicio de la reparación civil, los hurtos, apropiaciones,
defraudaciones o daños que se causen: 1. Los cónyuges, concubinos, ascendientes, descendientes y afines en
línea recta; 2. El consorte viudo, respecto de los bienes de su difunto cónyuge, mientras no hayan pasado a
poder de tercero; 3. Los hermanos y cuñados si viviesen juntos”.

En este caso, no cabe duda que el hecho concreto es calificable como un hurto simple, pero queda claro
que no siempre que se realiza el hecho descrito en el texto del Art. 185 C.P. es sancionado. Hay
restricciones adicionales a la posibilidad de sancionar el hurto. De hecho, cuando dos hermanos son uno
el ladrón y el otro la víctima pero viven juntos, no hay sanción penal posible aunque medie intención
comprobada. Se aplica la norma del Art. 208.
La elección de la norma o normas
jurídicas aplicables
La selección y posterior elección de la normas o normas jurídicas aplicables se
complica considerablemente cuando éstas pertenecen a diferentes
regulaciones o a distintos órdenes jurídicos parciales. Surge entonces el
problema que técnicamente se denomina concurso o concurrencia de
normas jurídicas y de regulaciones jurídicas.

Al respecto conviene distinguir dos hipótesis:

La primera consiste en que el supuesto de hecho de cada norma jurídica


concurrente sólo coincide parcialmente, pero la consecuencia jurídica es la
misma. Esto no plantea mucha dificultad.

La segunda consiste en que las consecuencias jurídicas de las normas


jurídicas concurrentes sean diferentes. En tal caso pueden darse a su vez dos
nuevas hipótesis: que las consecuencias jurídicas sean excluyentes una de
otra o que no lo sean.
La elección de la norma o normas jurídicas aplicables
La segunda hipótesis merece especial atención, pues se dijo antes que aquí
pueden encontrarse a su vez dos nuevas hipótesis:

1) Que las consecuencias jurídicas de las normas concurrentes sean


diferentes y excluyentes. Con lo cual se generaría la presencia de antinomias,
pues para el mismo hecho habría dos consecuencias jurídicas distintas y es
absurdo. Para evitar esa contradicción normativa, habrá que ver cuál prevalece, y
para ello existen una serie de reglas o aforismos jurídicos, son los siguientes:

a) Si una de las normas jurídicas concurrentes es de rango superior a la otra, prevalece


siempre la norma superior. De rango superior es especialmente el Derecho
Constitucional con respecto a cualquier otro.
b) Si una de las normas concurrentes es más antigua, siendo ambas del mismo rango,
prevalece la más reciente.
c) Si una de las normas concurrentes es de carácter genérico y otra de carácter
específico, prevalece el criterio de la especialidad.

2) Que las consecuencias jurídicas de las normas jurídicas concurrentes sean


diferentes, pero no excluyentes. Aquí no hay una regla fija. La mayor parte de las
veces se resolverá la cuestión con interpretación; otras veces, cuando las
consecuencias jurídicas de las normas concurrentes sobre un mismo hecho real se
complementan recíprocamente, habrá que aplicarlas conjuntamente,
confrontándolas o acumulándolas para obtener la norma del caso.
Referencias bibliográficas

- HERVADA, Javier. Introducción Crítica al Derecho Natural, Piura, UDEP,


1999.
- HERVADA, Javier. Lecciones Propedéuticas de Filosofía del Derecho,
Pamplona, Ed. EUNSA, 1992.
- KELSEN, Hans. Teoría Pura del Derecho, Lima, Grijley, 2001.
- REALE, M. Introducción al Derecho, 9ª ed., Madrid, Ed. Pirámide, 1989.
- RODRÍGUEZ MOLINERO, Marcelino. Introducción a la Ciencia del
Derecho, 2ª ed., Salamanca, Ed. Librería Cervantes, 1993.
- SORIANO, Ramón. Compendio de Teoría General del Derecho, 2ª ed.,
Barcelona, Ed. Ariel, 1993.
- TORRES, Aníbal. Introducción al Derecho. Teoría General del Derecho,
Lima, Palestra Editores Proyecto. Cátedras Universitarias, 1999.

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