Cuando hablamos de tiempo libre, en general, nos referimos a la cantidad
de tiempo que nos queda luego de haber satisfecho nuestros deberes y
necesidades (personales, profesionales, domésticas, etc.), es decir, el tiempo del cual podemos disponer libremente. Es común emplear este término como sinónimo de ocio o de recreación, pero no se trata de lo mismo. La manera de entender el tiempo libre en la sociedad puede ser muy distinta, y a menudo puede ser problemática. Su nombre mismo ya revela que bajo cierta idea de la producción, el tiempo libre vendría a ser tiempo improductivo, o sea, tiempo desperdiciado, en el que “no se está haciendo nada”. Pero todos sabemos que eso dista de ser cierto: el tiempo libre puede estar lleno de actividades de distinta índole.
Sin embargo, la administración del tiempo libre es un asunto enteramente
personal e individual. Uno puede elegir invertirlo en el ocio y la recreación, o en el desarrollo de talentos no vinculados con nuestra actividad profesional, o incluso en el estudio; de modo que, en el fondo, la frontera entre lo que es el tiempo libre y lo que no, viene a menudo a ser arbitraria, convencional, cuando no subjetiva. En nuestras sociedades modernas, el tiempo libre es a la vez una necesidad, vital para poder descansar y despejarnos de las labores productivas, y una oportunidad, ya que al dedicarnos a actividades recreativas o de otra naturaleza, consumimos bienes y servicios que también movilizan la economía de la sociedad. Así, mientras disponemos de nuestro tiempo libre, otros están inmersos en el tiempo productivo, y viceversa. La actividades de ocio y recreativas de su elección. El ocio, por su parte, abarca las actividades que realizamos durante nuestro tiempo libre, como pasatiempos, deportes, lectura, entre otros. La importancia del tiempo libre y el ocio radica en su impacto positivo en la salud mental y emocional. Estas actividades proporcionan un descanso necesario del trabajo y las responsabilidades, reduciendo el estrés y promoviendo el bienestar general. Además, el ocio fomenta la creatividad, fortalece las relaciones sociales y contribuye al equilibrio entre la vida personal y laboral. El impacto en los seres humanos es significativo, ya que el tiempo libre y el ocio les brindan la oportunidad de recargar energías, desarrollar habilidades, disfrutar de momentos de diversión y fortalecer su sentido de identidad y satisfacción personal.
Más inteligente que el método de Napoleón Hill: Desafiando las ideas de éxito del libro "Más inteligente que el diablo" - Volumen 12: El valor del tiempo libre y el descanso