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conductismo, cuando se aparta de situaciones clínicas específicas, en una


corriente rayana en el peor de los fascismos.
11. ASPECTOS SOCIALES, CULTURALES Y FAMILIARES DE
f) Terapias "cognitivas"* LA VEJEZ

Este tipo de psicoterapia, como su nombre lo indica, intenta actuar al nivel


de los procesos cognitivos en los que se incluyen pensamientos, lenguaje Il. l. LA SITUACIÓN DEL ANCIANO EN LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA
interior, fantasías, creencias, valores, etc. Beck (1973, 1979), uno de los prin-
cipales representantes de esta corriente, define tres aspectos básicos en los EN 1982 la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento ftjó la edad de 60
que se apoya la psicoterapia cognitiva: 1) tanto en la conducta como en años para marcar e l inicio de la vejez. Sin embargo, la población mayor de
los afectos intervienen procesos cognoscitivos; 2) la conducta y los afectos 60 años no forma un grupo homogéneo y e l ser humano puede alcanzar
maladaptativos se correlacionan con procesos cognoscitivos, y 3) la tarea del de muy distintas maneras los 60, 70 y 80 o más años. Por lo tanto, en los estu-
terapeuta es identificar dichos procesos cognoscitivos maladaptativos y pro- dios sobre la vejez deberían tomarse en cuenta la personalidad, la historia
porcionar experiencias de aprendizaje que los modifiquen. Como se puede individual y las posibilidades de cada sujeto.
observar, la terapia "cognitiva", aunque tiene en Alfred Adler uno de sus Los estudios transversales sólo se refieren a la vej ez como estado. Dado
antecesores más importantes, está fuertemente influenciada por el neocon- que envejecer constituye un proceso (el envejecimiento), una visión longitu-
ductismo. En las técnicas propuestas por diferen tes autores se reconocen la dinal da una imagen mucho más real de cualquier población añosa.
desensibilización (que Meichenbaum llama "entrenamiento de inoculación No es posibl e, además, soslayar las diferencias que existen entre las gene-
de stress") y el modelado. Por otra parte, para modificar las cogniciones raciones, de tal forma que la generación actual de ancianos ha tenido ex-
erróneas se utilizan "tareas" (homework) donde se registran las actividades rea- periencias muy distintas a las que están teniendo los gerontólogos que la es-
li zadas, las reacciones emocionales correspondientes y las a lternativas tudian y, más aún, a las que tendrán los viejos en el futuro.
cognoscitivas que pudieran modificar las reacciones emocionales. Pueden ser descritos tres tipos de edades en e l ser humano: a) la edad
La psicoterapia "cogn itiva" ha sido recom endada por los que la practican biológica que se refiere a la esperanza de vida; b) la edad psicológica que
en la hiperquinesia infantil (en la que se utilizan pasos progresivos en pro- estudia las capacidades del individuo para una conducta adaptativa, y e) la
gramas para modificar el lenguaj e interior), las fobias y las obsesiones. Beck edad social que se refiere a los roles o papeles* sociales de un individuo, en
( 1979) ha presentado resultados espectaculares en los cuadros de ansiedad y relación a las expectativas que tiene su entorno social, para con los miem-
de depresión. En ésta describió una acción terapéutica mucho más efectiva bros de su grupo etario. Ésta es la edad de la que nos ocuparemos en el
que el tratamiento con imipramina. desarrollo de este capítulo y que guarda relación con el tiempo social postu-
lado por Neugarten ( 1979).
Según Comfort (1977), 75% de los cambios relacionados con la edad
pueden ser atribuidos al envejecimiento social y son producto de nuestras
creencias, prejuicios y conceptos erróneos sobre la vejez.
El hecho de que la mayoría de los varones japoneses de más de 60 años
sigan trabajando, mientras que e n los países occidentales lo hacen la mitad
de ellos, sólo tiene una explicación cultural. En forma similar, las diferencias
biológicas no pueden explicar por qué en los países occidentales siguen tra-
bajando durante la vejez muchos más hombres que mttjeres; esto sólo es
entendible tomando en cuenta los roles sociales diferentes asignados a hom-
bres y mujeres en la cultura occidental.
Es conocido el lugar destacado que tenían los ancianos en las sociedades
prehispánicas de América. Entre los aztecas, por ejemplo, el individuo que ha-
bía logrado sobrevivir a la guerra, las enfermedades y a los médicos y que llega-
ba a una edad avanzada formaba parte del consejo de ancianos del calpulli o
*Aunque resultaría más correcto formu larla como "terapia cognosc itiva", e l uso ha consagra-
do e l término "cognitivo" para referirse a este procedimiento. * Uti lizaremos e n forma indistinta los términos rol y pa/Jel por considerarlos equivalentes.

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barrio y desempeñaba un papel muy importante en la vida familiar y política, Las nuevas relaciones de los miembros de la familia contemporánea y el
pudiendo disfrutar durante sus últimos años de una vida apacible y llena de tipo de hábitat que le corresponde han sido en gran parte responsables de la
honores. creación, cada vez más numerosa, de residencias geriátricas, que por ello
Este trato preferencial a los viejos ha sido descrito en la mayoría de las mismo cumplen una función necesaria pero que a la vez no dejan de ser
sociedades caracterizadas por un escaso desarrollo tecnológico; en ellas, lugares de confinamiento.
como lo apunta Genovés (1973), los conocimientos adquiridos por los Los cambios mencionados están comprendidos dentro de una orientación
ancianos son altamente valorizados por dos razones: la primera porque, con muy amplia del sistema de valores y normas de la sociedad, por lo que el
base en su experiencia vivida, sólo el anciano posee ciertas experiencias que viejo encuentra que las pautas y valores internalizados ya no se adecuan a las
son transmitidas por vía oral; la segunda porque, en un sistema que evolu- situaciones y condiciones actuales.
ciona y cambia lentamente, la experiencia del anciano es valedera para la Por otra parte, la jubilación implica un cambio e n Ja posición social,
nueva generación, ya que ésta vive prácticamente bajo las mismas circunstan- muchas horas de ocio forzoso, así como la pérdida de una tarea, a veces
cias que las generaciones anteriores. apreciada, a veces aburrida y otras detestada pero siempre incluida dentro
En las sociedades cultural y tecnológicamente más evolucionadas, como la de una determinada organización de la vida.
contemporánea en Occidente, hallamos también dos factores que pueden La jubilación, además, implica la pérdida de los vínculos que se tenían en
explicar la desvalorización otorgada a los ancianos. En primer lugar, en sis- el trabajo y, por lo tanto, un em pobrecimiento del mundo relacional.
temas sociales y tecnológicos de cambio rápido, de evolución constante y Las mujeres que se han dedicado a Ja atención del hogar se enfrentan con
veloz, las experiencias acumuladas por el anciano proporcionan muchas un panorama semejante en muchos aspectos. Gran parte de la energía, tiem-
menos soluciones aplicables a problemas y situaciones de la generación pos- po, ocupaciones y preocupaciones que en otro momento de su vida fueron
terior y, menos aún, de las siguientes. En segundo lugar, la capacidad de invertidos en la crianza y cuidados de los hijos se encuentran vacantes y sin la
transmitir los conocimientos por otros medios como los impresos, audiovi- posibilidad de ser remplazados por actividades que permitan la ocupación
suales y electrónicos no requiere la presencia del anciano. En estas socie- adecuada, creativa y provechosa del tiempo libre.
dades, con una cultura y una tecnología altamente desarrolladas, la valo- La problemática descrita implica para el añoso un triple desafío:
rización de los vit:jos está determinada por la posibilidad de transmitir a la lograr un proceso de "actualización'', es decir, mantenerse cognoscitivamente
siguiente generación los bienes materiales que pueden haber acumulado pre- sintonizado con su ambie nte; un proceso de "adecuación" mediante el cual
viamente. Pero la transmisión de los bienes ocurre después de la muerte del acepta y elabora los cambios que suceden en su entorno (y en sí mismo,
anciano, lo que acentúa su desvalorización mientras vive. desde luego), y por último, lograr la "actuación", en tanto inserción operativa
Si bien nuestra sociedad, en México y en general en los países latinoameri- en su medio.
canos, no se ubica entre las más desarrolladas cultural y tecnológicamente, sí Paralelamente a los cambios señalados y a los problemas que de ellos
lo son las sociedades que le sirven de modelo operativo para las reglas gene- derivan , la medicina moderna se vio enfrentada con la necesidad de ocu-
rales del desarrollo económico y tecnológico. parse de muchos millones de ancianos. Si bien en este fenómeno, que dio
En el mundo contemporáneo los ancianos han visto innumerables cam- nacimiento a la gerontología, la geriatría y más recientemente a Ja psicoge-
bios en un tiempo relativamente corto: la urbanización y la arquitectura riatría,* influyó la proporción creciente de los ancianos en las pirámides
urbana, la electrificación masiva, el cine, la televisión y los viajes espaciales, poblacionales de los países desarrollados, también tuvieron peso otros fac-
entre otros. Ante tantos cambios, producidos en cierto sentido con mayor 1ores. Como lo señala Strejilevich (1987):
celeridad que su propio envejecimiento, tienen una respuesta habitualmente
ambivalente, mezcla de admiración y resentimiento. La práctica de la atención masiva de personas añosas se d esarrolla en Europa casi
En lo que se refiere a la familia, el geronte actual ha pasado desde un inmediatamente después ele finalizar Ja segunda Guerra Mundial. Durante la misma
modelo de familia, casi inmutable durante siglos, a otro muy diferente. De la habían muerto millones de jóvenes y sus puestos de trabajo en la retaguardia fueron
llenados no sólo por mujeres sino también por ancianos que permanecían pasivos:
familia extensa, con prole numerosa y convivencia de varias generaciones en
' . jubilados". Fue en esa época cuando en Gran Bretaña se hizo un importante estu-
la misma casa, se ha pasado a la familia nuclear, aislada, con escaso número dio de psicología aplicada sobre la habilidad de los ancianos para trabajar y se "des-
de h\jos. En este tipo de faipilias ha cambiado el papel de las personas de cubrió " (para las técnicas de producción de esa época, es decir, cadenas de monta-
edad. Anteriormente, los ancianos tenían funciones claras que cumplir den- j e, tornos, etc.) que los jubilados faltan menos, son más precisos, más responsables
tro de la economía hogareña, sobre todo en relación a la formación de las fre nte a ciertas tareas y que la dificultad de adaptarse a cambios súbitos es un factor
nuevas generaciones. En la actualidad, dicha función se ha perdido, siendo no importante en la producción en situaciones de urge n cia.
remplazados por instituciones tales como guarderías, jardines de infantes o
escuelas. * Preferimos este término al de "gerontopsiquiatría", porque ha sido difundido por la OMS.
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Este mismo autor añade que hubo otro motor muy importante en el desa- familia integrada por varias generaciones todavía atiende a sus ancianos, y se
rrollo de la gerontología y de la geriatría. Muchos ancianos de alto nive l intercambia la experiencia y la sabiduría del viejo por la atención y el apoyo
económico comenzaron a ser consumidores de productos especialmente di- del resto de la familia. En esas regiones se reconoce el valor del anciano, sea
señados para ellos. Si bien numéricamente pocos, su poder adquisitivo por su poder económico, político o por la gerontocracia existente; se le
comenzó a mover una industria "para los viejos", especialmente la de los la- respeta, se le considera sabio, se Je consulta, se vela por él y en no pocos ca-
boratorios medicinales. sos los ancianos influyen en las decisiones que adopta la comunidad.
Pero, además, y siguiendo nuevamente a (1985) en lo que se En los centros urbanos, por el contrario, debido al desarrollo tecnológico,
refiere a la asistencia a la población senecta, se pudo observar cómo en los los cambios rápidos y el estilo de vida, en lugar de sabios, los viejos aparecen
Estados Unidos durante la era de Kennedy fueron aplicados inicialmente como ignorantes y tontos. La pérdida de la comunicación intergeneracional
los modelos sueco e inglés de una amplia estrategia gubernamental de asis- puede ser muy dolorosa para los que recuerdan las buenas relaciones
tencia social para la vejez enferma. Sin embargo, dos décadas después los con sus propios abuelos y se percatan de la imposibilidad de tenerlas con sus
norteamericanos hacen un giro en sentido inverso y postulan que los grupos nietos.
familiares deben hacerse cargo de sus viejos enfermos, sin tener en cuenta Linden (citado por Beauvoir, 1970) escribe al respecto: "Entre los factores
que el pueblo norteamericano no tiene tradi ción de convivencia e ntre dos o que más contribuyen a crear problemas afectivos entre nuestros conciu-
tres generaciones, así como ocurre también en las grandes urbes del mundo. dadanos de edad hay que señalar el ostracismo social de que son objeto, lo
No es difícil deducir, agrega el autor, que entre aquel proyecto de la época reducido del círculo de sus amigos, la soledad, la disminución y la pérdida
de Kennedy, consistente en ir dando cada vez mejores condiciones en insti- del respeto humano y el sentimiento de disgusto con respecto a sí mismos."
tuciones públicas, y el actual existe como factor determinante la reducción Cowgill (1977)* ha estudiado los efectos de la modernización sobre las
de 30% del presupuesto de seguridad social, que ha pasado a la industria condiciones sociale s de la población añosa. Cuatro son las tendencias que
bélica. contribuyen a la inferioridad social d e los ancianos: 1) el progreso de la tec-
Es necesario anotar en este sentido que el desarrollo económico es el que nología sanitaria, que aumenta la longevidad, produce un envejecimiento d e
permite al hombre darse e l lujo de un mayor humanitarismo. Sólo cuando la población y favorece la competitividad intergeneracional en favor de los
hay un incremento en el excedente económico la sociedad puede hacerse jóvenes; 2) los avances de la tecnología económica, que hacen que los an-
cargo de los viejos, de los e nfermos, de los deficientes mentales y d e los cianos sean desplazados por los jóvenes y que los puestos que ocupan aqué-
inválidos. En una sociedad donde se presentan carencias y desigualdades tan llos los supriman en favor de nuevas profesiones y especialidades que éstos
marcadas como en México, la atención que se otorga a los ancianos des- dominan; 3) Ja urbanización, que aumenta la migración y Ja movilidad de
poseídos ocupa un lugar marginal , sobre todo porque ya no son capaces de los jóvenes y, por consiguiente, el alejamiento con respecto a los familiares
producir y por tanto la tendencia del sistema será la d e bajar el precio de sus ancianos, y 4) los niveles de instrucción cada vez mejores, que hacen que con
medios de subsiste ncia o reducir éstos al mínimo posible, aun cuando ya frecuencia la escolaridad de los h\jos sea mayor que la de los padres.
hayan pagado su derecho de retiro y a la pensión m ediante las primas que Estos factores tienen por efecto tanto el cese de la actividad productiva
les fueron expoliadas durante su vida económicamente activa y de cuya capi- como la segregación.
talización no son partícipes (Fuentes Aguilar, 1978).
En cambio, los viejos que tienen recursos económicos o, como sucede con
mayor frecuencia, cuyas familias los tienen, son objeto de explotación en la 11.2. TEORÍAS SOCIOCULTURALES SOBRE EL ENVEJECIMIENTO
multiplicación de clínicas, pensiones, casas de descanso, residencias. En paí-
ses como los Estados Unidos existen ciudades y aldeas destinadas a los Antes de abordar el estudio de estas teorías nos parece conveniente revisar
ancianos y que en general constituyen jugosos negocios para sus dueños. En un concepto - que por sí mismo lleva a una teorización- creado hace casi
suma, como lo señala S. de Beauvoir ( 1970), lo que caracteriza la actitud 20 años y que resulta explicativo para una de las teorías expuestas más ade-
práctica del adulto con respecto a los viejos es su duplicidad. El adulto se lante. Nos referimos al ageism introducido en la gerontología por Butler en
pliega hasta cierto punto a la moral oficial que hemos visto imponerse en los 1973 y que Salvarezza (1988) traduce atinadamente como "viejismo".** Este
últimos siglos y que le prescribe respetarlos. Pero le conviene tratarlos como término puede ser definido como el conjunto de prejuicios, estereotipos y
a seres inferiores y conscientes de su decadencia. discriminaciones que se aplican a los viejos en función de su edad. Es compa-
Esto es particularmente cierto en las sociedades urbanas en las que el valor rable al racismo, el sexismo y la discriminación religiosa. Al contrario de
más importante es el de la productividad. Por esta razón se rechaza al
*Citado por Mishara y Riedel (1984).
anciano que ha dejado de ser productivo y que, por consiguiente, ha dejado ** Este mismo autor diferencia el "viejismo" de la "gero nLofobia"; ésta se refie re a una con-
de ser útil. En cambio, en algunas zonas rurales de nuestro continente, la ducta mús rara de temor u odio irracional a los viejos.
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estos últimos, el viejismo se aprende desde joven y no se relaciona con el que probable que cometamos errores y actos fallidos. Cuando estamos frente
medio en el que ha nacido el individuo; por el contrario, la condición que a un viejo vemos en él a nuestro futuro, puesto que si vivimos el tiempo sufi-
provoca la discriminación se adquiere al pasar de los años y se transforma ciente todos llegaremos a eso; es como si estuviéramos frente a una "especie
con el tiempo en una imagen negativa de sí mismo. Es decir que todos sere- de espejo del tiempo" (Salvarezza, 1988) . Nos encontramos por lo tanto en
mos víctimas de nuestros propios prejuicios. la imposibilidad de hacer del objeto concreto real -la vejez- un objeto real
El viejismo es el resultado de las identificaciones del niño con las personas pensado, es decir, incluirnos dentro del proceso evolutivo y pensarnos viejos
significativas de la familia y se estructura sobre la base de respuestas emo- nosotros mismos. El resultado de todo ello es que veamos la vejez como algo
cionales ante los estímulos representados por los ancianos. Es probable que que no nos pertenece, que está allá muy lejos en el futuro y no sentimos que
el niño durante su desarrollo, por un lado, observe los signos evidentes de nos concierne. En estas condiciones es seguro que cualquier intento de psi-
decadencia física y mental de sus abuelos, y por el otro, las respuestas negati- coterapia resultará un rotundo fracaso.
vas ante ellos de los adultos de menor edad, en particular de los padres. De
acuerdo con Butler, existe además una propensión a la hostilidad hacia los
minusválidos, con los cuales son identificados los viejos. a) Desvinculación*
Estos sentimientos irracionales se van asentando y racionalizando durante
el resto de la vida y no escapan a ellos los profesionales de la salud, aun aque- Desde 1961 en que fue postulada por Cumming y Henry, esta teoría ha sus-
llos que trabajan en el campo de la salud mental de los ancianos. En este últi- citado polémicas diversas. Los autores mencionados sustentan la idea de que
mo caso, el viejismo difícilmente puede ser reconocido, so pena de entrar en en un proceso recíproco que se produce durante el envejecimiento, el indi-
un conflicto paralizante. Tiene, sin embargo, un efecto negativo notorio viduo y la sociedad se alejan uno de la otra. Este fenómeno traería por lo
porque tanto los ancianos como los trabajadores de la salud aceptan, en últi- menos tres consecuencias, que a la vez podrían ser causas de la desvincu-
ma instancia, como inevitables la inactividad, la carencia de metas y valores, lación. Una de ellas es que el anciano se siente menos involucrado con
así como la limitación en las relaciones interpersonales. El viejismo es la respecto a los demás y, por lo tanto, sus interacciones sociales disminuyen.
causa por la cual los médicos y los pacientes consideran que el deterioro de Otra consecuencia es el decremento de los papeles o roles que había asumido
los ancianos es normal. Ha influenciado también a los políticos y a los arqui- anteriormente. La tercera se refiere a una preocupación mayor por sí mismo
tectos, al propiciar las medidas de jubilación obligatoria y la construcción de que en épocas previas de la vida. Cumming y Henry sostienen que la desvin-
asilos. Ha llevado a muchos científicos, como los que creen firmemente en la culación constituye una tendencia presente en todos los ancianos y que
teoría de la desvinculación, a enarbolar ideas de carácter negativo sobre el cumple una función adaptativa, ya que se correlaciona con una sensación de
envejecimiento. bienestar o de "satisfacción en la vida". De esta forma se establecería un
Palmore y Manton (1973) compararon los efectos del viejismo con los del nuevo equilibrio caracterizado por una mayor distancia entre el individuo y
racismo y sexismo, para lo cual diseñaron un instrumento que mide las dife- la sociedad.
rencias en ingresos, ocupación y educación, que llamaron "índice de igual- Muchos autores se han opuesto a este punto de vista y demostraron que la
dad". Entre los hallazgos de su investigación figura la posición de inferioridad permanencia en actividades sociales y laborales tiene una función adaptativa,
que ocupan los viejos en las tres medidas socioeconómicas. En lo que se además de que la mayoría de los ancianos desea continuar en actividad. En
refiere a ingresos la desigualdad derivada de la edad resultó mayor que la ese sentido Verwoerdt (1976) es de la opinión de que esta polémica se com-
relacionada con la raza pero fue menor que la del sexo. plicó porque se consideraron como equivalentes "actividad" y "vinculación",
Además, según estos autores, en un status socioeconómico bajo, se suman así como sus contrarios ("pasividad" y "desvinculación"). Para este autor, la
los efectos combinados de la edad, el sexo y la raza. "actividad" incluye todas las actividades del organismo humano, en tanto que
Butler mismo resumió magistralmente la función del en la "vinculación" se refiere específicamente a los aspectos sociales y por lo tanto
sociedad contemporánea, según una cita de Ragan y Wales (1980): "El viejis- no son conceptos opuestos entre sí, sino que por el contrario se combinan
mo se volvió un método expedito por medio del cual la sociedad fomenta en mayor o menor grado en los individuos.
puntos de vista acerca de los ancianos con la finalidad de deshacerse de su Sin embargo, existe acuerdo entre los opositores a la teoría de la desvincu-
responsabilidad para con ellos." lación al considerar que no se trata de un fenómeno universal y que el dis-
Los psicoterapeutas deben estar particularmente atentos a este tipo de tanciamiento, cuando aparece, se debe a factores individuales de persona-
prejuicios, ya que casi siempre están encubiertos o son inconscientes y trans- lidad o de estilo de vida y a factores sociales que provocan e imponen un
formados en racionalizaciones e intelectualizaciones. El sujeto envejecido
nos despierta temores y angustia, y nuestro impulso en respuesta es la huida; * "Desvinculación" se utiliza habitualmente como equivalente del término inglés disengage-
si ejercemos un control estricto y trabajamos en psicoterapia con él, es más ·ment.
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distanciamiento a la población añosa. En este sentido, se ha criticado el En segundo lugar, como lo señala Brink ( 1979), la pérdida de papeles no
punto de vista de Cumming y Henry de una aceptación o incluso anhelo de sólo significa liberarse de actividades y responsabilidades, sino que implica
distanciamiento y se ha afirmado que en general la desvinculación es además estar disponible para otras actividades y por tanto para asumir otras
impuesta por la sociedad; el viejo asumiría las expectativas de la sociedad y la responsabilidades. Este autor señala que debería hablarse entonces de re-
cultura en términos de alejamiento de los demás y de los roles desempeñados vinculación, y añade que ésta replantea el problema de los hobhies de los
previamente. Para Ragan y Wales (1980) la teoría de la desvinculación sería ancianos para los que existe la creencia ingenua de que permiten tal revincu-
una suerte de racionalización social que provee una explicación para la lación. De más está decir que sólo excepcionalmente una afición de tipo
situación de los ancianos: éstos se desvinculan de sus roles previos porque ello hoblry, destinada en general a desempeñarse durante el tiempo libre, cumple
es necesario para la sociedad y benéfico para ellos mismos. La desvincu- con la función de dar acceso a un nuevo papel, comparable a los que se
lación correspondería, entonces, más a una percepción deformada de la dejaron.
vejez, por parte de las generaciones más jóvenes, que a una situación real o Por último, en contados casos, la desvinculación es una elección, una
deseada por los ancianos. Los autores mencionados concluyen que, tanto opción libremente escogida, con el propósito de encontrarse a sí mismo, por
para los científicos como para el público en general, la explicación de la medio de la introspección, la reminiscencia y la toma de conciencia de la
desvinculación es el ejemplo más claro de los sistemas ideológicos que acom- situación presente. Tal proceso sólo puede darse - creemos- en ancianos
pañan y sustentan el status de inferioridad asignado al grupo social de los en los que ha triunfado la integridad del yo y entonces no tiene por qué ser
ancianos. una opción definitiva e irreversible, sino reversible y momentánea, como
Salvarezza ( 1988), quien prefiere el término "desapego" al de "desvincu- todas las decisiones libremente escogidas; en este caso, el anciano, después
lación'', opone a la teoría de Cumming y Henry una propia, que llama del encuentro consigo mismo, es capaz de regresar a la actividad, la vincu-
"teoría del apego". Con mucho tino considera este autor que el desapego y lación (y revinculación) y, en general, de adoptar una serie de roles diversos.
el aislamiento, que es su consecuencia, de ninguna manera pueden ser vistos
como procesos intrínsecos del ser humano y deseados por él, puesto que el
hombre aislado es un problema y no un ideal.' Por lo tanto, es necesario que los b) Actividad
viejos se mantengan apegados a sus objetos y actividades la mayor _cantidad
de tiempo posible y, cuando no, traten de encontrar sustitutos. Esta es la Si bien inicialmente la teoría de la actividad tuvo por finalidad, sobre todo
única forma de sentir que la vida aún vale la pena de ser vivida. "Los que tra- en la obra de Maddox (1968), contrarrestar el desastre ideológico creado
bajamos psicoterapéuticamente en este campo -apunta Salvarezza- sabe- por Cuming y Henry con el concepto de la desvinculación , ha propiciado
mos muy bien que la queja mayor que manifiestan los viejos es la pérdida de una serie de investigaciones que han demostrado la falacia contemporánea
roles sociales, y que la dolencia más extendida en esta edad es la depresión, que considera a la población añosa como deseosa de descansar, meditar y
cuyas causas como sabemos son la separación o la pérdida de objetos reales o satisfecha de por fin disponer de todo su tiempo para lo que mejor le parez-
fantaseados considerados necesarios para satisfacer un deseo." ca, como recompensa de su vida laboral. Ya fue mencionada la confusión
La oposición más radical a la teoría de la desvinculación podría estar repre- semántica que señala Verwoerdt, en cuanto a los términos vinculación-des-
sentada por Comfort (1984), quien considera engañoso el término porque vinculación con los de actividad-pasividad. La oposición de la "actividad"
encubre el hecho de que se desplaza, excluye o degrada al anciano contando ante el efecto de la "desvinculación" hoy en día sólo tiene un valor histórico,
en muchos casos con su propio beneplácito y está destinado a acallar la culpa ya que se remonta a la década de los sesentas. Actualmente, el valor de la
al disculpar una actitud aberrante de la sociedad. Dice Comfort: "Si la 'desvin- teoría de la actividad reside en la premisa que sostuvo desde su inicio, es
culación' fuese real tendría que ser una protesta", y agrega: "Usted puede ele- decir, que los viejos deben permanecer activos tanto tiempo como les sea
gir a cualquier edad desentenderse de lo que hasta entonces ha venido posible y que, cuando ciertas actividades ya no son posibles, deben buscarse
haciendo, en muchos casos porque se da cuenta de que no merece la pena." los sustitutos correspondientes.
La polémica en torno de la desvinculación remite a algunos puntos impor- En efecto, todos los individuos sanos, aun durante la vejez, tienden a estar
tantes. En primer lugar,.dicha teoría sólo es aplicable a la sociedad occiden- activos y a buscar la exposición a diversos estímulos; en estas condiciones,
tal contemporánea, en la que con frecuencia se produce, con la anuencia o asimismo, se muestran más satisfechos de su existencia. La tendencia opuesta
la resignación de los ancianos, una pérdida o limitación de los papeles asu- a reducir actividades, observada en algunos ancianos, sólo puede ser enten-
midos a lo largo de la existencia en lugar de producirse lo que sería deseable: dida tomando en cuenta las pautas previas de su comportamiento y las moti-
un cambio de los mismos, tal como ha sido observado en otras sociedades. vaciones que ofrece su entorno actual. En general, durante la vejez, parece
existir, más que una disminución general de las actividades, un proceso de
* Las cursivas son del autor citado. sustitución, sea porque las circunstancias externas así lo demandan, sea
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porque el individuo hace esta elección. Cuando se produce efectivamente sobre la personalidad. Define la enajenación como un modo de experiencia
una reducción en la actividad, su origen debe buscarse en un deterioro de la en que la persona se siente a sí misma como un extraño; no tiene contacto
salud o en limitaciones de tipo económico. La variabilidad observada en el consigo misma, de igual forma que no lo tiene con ninguna otra persona, ni
comportamiento activo de los ancianos está en relación con las variaciones con el mundo exterior en general. En este estado en<üenado, "el hombre
individuales. En la actualidad, son bien conocidos los efectos negativos que -de acu.e rdo con Fromm- no se siente a sí mismo como portador activo de
produce en la población senecta un medio carente de estímulos: irritabili- sus propias capacidades y riquezas, sino como una cosa empobrecida que
dad, aburrimiento, frustración, etc. No es excepcional que estas manifesta- depende de poderes exteriores a él y en los que ha proyectado su sustancia
ciones sean atribuidas por el entorno a un trastorno mental o incluso al pro- vital". Esta enajenación impregna las relaciones del hombre con su trabajo,
ceso normal de envejecimiento. con las cosas que consume, con el Estado, con sus semejantes y consigo
En términos de motivación, ha sido demostrado que las conductas dirigi- mismo. En estas condiciones la relación del hombre moderno con sus seme-
das a una meta siguen operando hasta edades avanzadas, a condición de que jantes es una relación de dos abstracciones, de dos máquinas vivientes que se
el estado de salud no se deteriore . Durante la vejez, el cambio observado es usan recíprocamente. Todo el mundo es una mercancía para todo el mundo
tan sólo una mayor dependencia de los estímulos externos. Este hecho es evi- y el individuo se siente a sí mismo como una cosa para ser utilizada con éxito
dente en las residencias para ancianos, donde las oportunidades para el en el mercado. Su sentim iento de identidad no nace de su actividad como
compromiso en actividades creativas son recibidas por los residentes con individuo viviente y pensante, sino de su papel socioeconómico. Se autode-
entusiasmo pero requieren de los estímulos adecuados para ser puestas en fine como '"comerciante'', "empleado", "casado", etcétera.
marcha. Sin embargo, la mayoría de estas residencias ofrecen un aspecto Fromm apunta además que la enajenación sólo puede ser entendida
lamentable porque en ellas el ambiente físico y social está a tal grado empo- cabalmente si se tienen en cuenta aspectos de la vida moderna tales como su
brecido por falta de estímulos, incentivos y gratificaciones, que genera de- rutinización y la represión de los problemas básicos de la existencia humana.
pendencia, apatía, regresión y muchos estados de depresión. Añade que el hombre sólo puede realizarse a sí mismo si está en contacto
La teoría de la actividad tiene todavía otras derivaciones de primera con los hechos fundamentales de su existencia, si puede experimentar la
importancia. Es sabido que en la sociedad actual muchos de los papeles y sta- exaltación del amor y de la so lidaridad, lo mismo que el hecho trágico de su
tus asignados se refieren a las actividades de tipo laboral y profesional. Aun soledad y del carácter fragmentario de su existencia. En la sociedad moder-
cuando este hecho se relaciona, como se verá más adelante, con la enaje- na, por el contrario, el hombre pierde su contacto con el mundo y la percep-
nación que sufre el hombre contemporáneo, la realidad es que estos roles se ción real de éste y de sí mismo, porque está sumido en la rutina y no ve más
pierden en la o se tornan confusos. Las metas y la identidad se ven que una apariencia del mundo y de la vida.
entonces seriamente afectados y se presenta un estado que algunos autores Si concedemos a Fromm una visión veraz y aguda del estilo de vida de la
han llamado de anomia.* Si no se presentan nuevos papeles para sustituir sociedad contemporánea, es posible deducir que en dicha sociedad los
a los anteriores, la anomia lleva a la desadaptación y a la enajenación. tos aúosos atraviesan una situación particularmente dramática; y ello porque
La anomia se estudia en dos perspectivas. La primera es la sociológica y la enajenación en la que estuvieron inmersos durante toda su vida se agudiza
consiste entonces en una carencia de normas, de valores y de fuerzas regu- e n forma muy intensa: el anciano siente aumentar la dependencia hacia
ladoras, con las que la sociedad habitualmente toma decisiones o hace evalu- fuerzas exteriores, pierde sus relaciones, porque su valor utilitario ha desa-
aciones sobre su estado. La segunda perspectiva es psicológica y en este caso parecido (se ha esfumado su valor como mercancía) y su papel socioeco-
la anomia se expresa por un sentimiento de falta de metas, ansiedad y nómico se ha transformado en el de un 'jubilado", vale decir, que está fuera
soledad; siempre se relaciona con la anomia en un sentido sociológico. De d e l circuito producción-consumo. La rutinización de su trabajo al que estaba
hecho, cuando se presenta una contradicción entre las metas personales y las acostumbrado también ha desaparecido, en tanto que, como dispone ele
oportunidades sociales para alcanzar]as, el individuo puede caer en desequi- tie mpo porque ya no trabaja, podría reflexionar sobre los problemas básicos
librios conductuales y emocionales. Este es el caso de ancianos que han per- d e la existencia, pero no ha aprendido a hacerlo. Y si reflexiona sobre ellos,
dido su rol y status sociales debido a la jubilación o a la viudez. Este estado de lo invade una angustia tremenda por las oportunidades perdidas de amor y
anomia suele acompañarse de rumiaciones nostálgicas referidas al pasado, de solidaridad; y por la soledad y la muerte con las que se enfrenta quizá por
de apatía y de rechazo al compromiso con nuevas interacciones sociales. primera vez en su vida.
El concepto de emi:ienación ha sido magistralmente descrito por Fromm Existe otro fenómeno propio ele la cultura enajenada y que suele tocar de
(1970). Para este autor, es el resultado central de los efectos del capitalismo ce rca a los viejos: la burocratización. Como también señala Fromrn, los
burócratas son especialistas en la administración de cosas y de hombres.
* Un caso extremo de anomia es el confinamiento en una institución, comparable a la De bido a lo enorme y abstracto del aparato que tienen que administrar
muerte social del individuo. (co mo son las instituciones de seguridad social y de atención a la salud) , la
34 ASPECTOS GENERALES ASPECTOS SOCIALES, CULTURALES Y FAMILIARES DE LA VFJEZ 35

relación de los burócratas con las personas es una relación de enajenación rapeutas deben prestar una atención muy particular a estos horarios sociales,
total. Deben manipular a las personas como si fueran cifras o cosas. puesto que muchos pacientes se preguntan qué deben hacer para estar en
Con esta burocratización de los servicios sociales, médicos y muchos otros, armonía con su edad. Somos de la opinión de que, en este caso, como ocurre
se tienen que enfrentar los ancianos; el trato con los empleados de las insti- prácticamente siempre en psicoterapia, debería prevalecer como meta el
tuciones, las secretarias, las enfermeras, los médicos, etc., está más enajenado desarrollo personal y la búsqueda de la satisfacción de vivir, a pesar de las
aún que otras relaciones, ya que ellos mismos son cifras, números o cosas críticas del entorno.
dentro de la pirámide jerárquica de la institución. ¿Qué otra cosa podría
decirse del médico que tiene que dividir el número de horas que trab<tja d) Estratificación por edades*
entre e l número de pacientes que debe atender?
Esta teoría es un derivado de un cuerpo teórico más amplio llamado de la
"estratificación social", en el que ésta constituye un sistema regulador de
c) Tiempo social la desigualdad social. Para Marx, la estratificación social tiene como base la
desigualdad económica; Max Weber amplía este punto de vista al agregarle
De acuerdo con Neugarten ( 1979), el tiempo de vida (o tiempo cronológi- los factores relacionados con el poder y e l prestigio, de tal modo que para
co) de los individuos se desarrolla dentro del tiempo histórico que les toca este autor la propiedad, el poder y el prestigio son los pilares que sostienen
vivir; la interacción entre ambos se da en el contexto de una tercera dimen- la organización jerárquica de todas las sociedades. No hay acuerdo, sin
sión, que es el tiempo social. Éste consiste en un sistema de regulación social embargo, sobre la función que cumple la estratificación social. Para algunos,
conformado por las expectativas sobre los comportamientos apropiados para su meta sería la preservación del orden social; para otros, consistiría e n pro-
cada edad. De este modo existe un tiempo para casarse, para tener hijos, porcionar la oportunidad a los individuos más capaces de ocupar los papeles
para ser abuelo, para jubilarse, etc., y el individuo siempre está dentro del más destacados dentro de la sociedad; para otros más, resultaría de una dis-
ti e mpo socialmente asignado o fuera de é l. Está dentro del tiempo, por tribución desigual de la autoridad o de la tendencia a que algunos sectores
ejemplo, si se casa a una edad similar a la que lo hicieron sus coetáneos, pero sociales dominen a otros.
caerá fuera de tiempo si lo hace siendo muy joven o anciano. El cambio de Los límites entre los estratos sociales no siempre están bien definidos, en
papel y de status que implica cada uno de estos sucesos, aun cuando requiera cuyo caso pueden ser conceptualizados como un continuo. Todos los sis-
nuevas adaptaciones, se hace sin tropiezos si ocurre dentro del tiempo asig- temas de estratificación se sustentan en creencias, valores y normas que
nado para el que había sido previsto y por lo tanto se había anticipado. No tienen la finalidad de asegurar su equilibrio y bue n funcionamiento.
ocurre así cuando los cambios no son previstos y trastornan las secuencias Con base e n lo anterior es posible afirmar que la sociedad, así como está
esperadas y el ritmo del ciclo vital. Ejemplos de estos cambios traumáticos de organizada por clases socioeconómicas, también lo está por estratos etarios;
roles en el individuo añoso pueden ser una jubilación muy precoz, el inicio dicha estratificación por edades significa, en consecuencia, que la distribu-
de una carrera profesional, un idilio o un casamiento, porque están reñidos ción de los recursos materiales, el poder y el prestigio se hace en forma dife-
con las normas prescritas por e l tiempo social. Este desfasamiento coloca al rente de acuerdo con la edad.
anciano en una posición desviada con respecto a los demás miembros de su La existencia de estratos definidos por la edad es fácilmente demostrable
grupo etario. Por este motivo, las consecuencias pueden ser negativas al rela- por la agrupación natural en niños, adolescentes, adultos jóvenes, adultos
cionar su vida y e n su autoestima. Pero también es cierto que en muchos maduros y ancianos.
casos el conformismo ante las normas prescritas por el tiempo social es una Aun cuando la estratificación etaria permite el análisis derivado de un
manera de inhibir el propio d esarrollo y el bienestar individual. corte transversal de la sociedad que se estudia a un nivel macrosocial, ofrece
Señalemos por último que, en forma similar a estas prescripciones sobre el también la oportunidad de esclarecer algunos puntos referentes a la evolu-
timing de los sucesos sobresalientes que jalonan e l ciclo vital, existen otras ción individual a través de los estratos; por ejemplo, los cambios que deter-
que afectan la vida cotidiana de los viejos: estas normas rigen la vestimenta, minan el paso de un estrato a otro y los problemas inherentes a la transición
las actividades recreativas, las am istades y la conducta sexual e indican si el de una edad a la siguiente, como sería el de la madurez a la vejez.
individuo actúa de acuerdo con su edad. Cuando tales normas son transgre- Es de notar que dentro del sistema mismo de la estratificación etaria se
didas, la sanción consiste en que el anciano se sienta ridículo, motivo por el dan cambios de una época histórica a otra. Así es como las definiciones,
cual muchas conductas son inhibidas. límites y expectativas referentes a la vejez han ido cambiando de principios
En conclusión: de acuerdo con Salvarezza (1988), las preguntas sobre el de este siglo a la época actual.
tirning son de suma importancia para mantener la autoestima, especialmente
en aquellos individuos que están haciendo el balance de su vida. Los psicote- 8 Este apartado ha sido inspirado por el ele Ragan y Wales ( 1980).
:l6 ASPECTOS GENERALES ASPECTOS SOCIALES, CULTURALES Y FAMILIARES DE LA VEJEZ 37

La estratificación etaria debe ser diferenciada de la edad cronológica que actualidad, esto parece más evidente en los Estados Unidos y los países euro-
muestra una progresión lineal del nacimiento a la muerte, con un aumento peos que en América Latina.
numérico en unidades de tiempo. No es el caso de la estratificación etaria Responsabilidades: Se asignan más al estrato de la edad madura que al de la ve-
que estudia la distribución de recursos, roles y responsabilidades en función jez, como es el caso de la mayor carga de impuestos para el primero y una ten-
de la edad; de este estudio resulta una "desigualdad social" legitimizada por dencia a la disminución o exención de los mi smos para e l segundo. Esta si-
ciertas creencias, valores y normas, y apoyada por las instituciones sociales. tuació n hace suponer que el grupo de los ancianos resulta relativamente
Salta a la vista que en este sistema de estratificación la progresión no es li- favorecido.
neal, ya que los recursos, roles y responsabilidades más valorados por la cul- Prestigio: En este punto, el status de los ancianos está generalmente devalua-
tura se concentran en los estratos correspondientes a la edad madura, en do, en parte debido a su situación de en el área laboral y econó-
detrimento de los niños y los ancianos, ocupando la capa de los jóvenes un mica. Pero es un hecho también que en la sociedad existe una imagen negati-
lugar intermedio. va del grupo de individuos añosos, imagen compartida y habitualmente
A continuación revisaremos brevemente cuáles son los rasgos distintivos adoptada por los propios viejos.
del estrato de los ancianos en la soc iedad contemporánea. En contraste con lo ante rior, dentro de las interacciones sociales son
Roles: El rasgo más relevante se refiere a un cambio en el rol laboral, es habituales las mue stras de deferencia y respeto a los ancianos, aunque están
decir, el paso del papel de trabajador al de jubilado. De este cambio derivan fuertemente teñidas de actitudes paternalistas e infantile s.
otros que son característicos de este grupo, como son los que afectan, por
ejemplo, el ingreso y el prestigio. Como el papel del jubilado no está clara- Institu ciones sociales que sostienen la estratificación etaria: Se entiende por institu-
mente definido, tampoco lo están las expectativas y prerrogativas correspon- ción una configuración de prescripciones, la cual, por medio del consenso
dientes, e incluso podría ponerse en duda su carácter de rol. general, es esencial para mantener la estructura y los valores básicos de la
Ingreso: Su distribución corre paralela a la asignación del rol laboral y es sociedad. Las in stituciones sociales más importantes están represe ntadas por
observable un decremento importante del ingreso después d e la jubilación. la familia, la religión y los sec tores educativo, económico y político. Una de
Se observa también un decremento económico en los anc ianos que siguen las instituciones mis importantes que se han desarrollado en e l transcurso
trabajando, explicable probableme nte por una discriminación e n la distribu- del prese nte siglo es la jubilación , con las leyes y reglame ntos que derivan d e
ción de los tipos de actividades y de cierta d eclinación en la h abilidad laboral ella. En muchas partes se ha institucionalizado además una serie de leyes y
de algunos viejos. En contraste con lo que antecede, se ha demostrado que prescripciones que comprenden el estrato de la vejez; por <".icmplo, la exen-
en algunos países como los Estados Unidos las mayores fortunas están en ción ele algunos impuestos y los descuentos para espectáculos, transportes,
manos de individuos que tienen más de 65 años. etcétera.
Atención a la salud: En esta rúbrica, el grupo de individuos pertenecie ntes En el nivel de la institución familiar, debido a que atravesamos una época
al estrato de la ancianidad estaría favorecido porque buena parte de los de cambios sociales acelerados, las obligaciones y prerrogativas que corres-
recursos para Ja salud está dirigida a él. Este hecho parece resultar de una ponden a los papeles de padres ancianos y d e abue los no están claramente
necesidad mayor de los viejos de recurrir a los servicios de salud y de la dis- defin idas; aun así, estos papeles tienen todavía mucha importancia, a pesar
minución de sus ingresos. Todo ello es cierto para los países más desarrolla- de su ambigüedad, que los convierte en una fuente potencial d e conflictos
dos y lo es en mucho menor grado para las regiones que están en proceso de in tergeneracionales.
desarrollo económico y tecnológico.
Tiempo: Ésta sería otra área en Ja que los ancianos estarían en con Creencias relacionadas con la estratificación etaria: Tienen por función la expli-
respecto a los jóvenes y los adultos mode rnos, ya que disponen de mucho cación y justificación ele la desigualdad en la distribución de Jos recursos y
tiempo libre. Sin embargo, el proble ma reside en la ocupación de este tiem- responsabilidades. De esta forma, los ingresos reducidos ele los jubilados se
po, que pierde su valor como oportunidad de esparcim iento cuando no exis- apoyan en la creencia ele que son suficientes para sus gastos de alojamiento,
ten otras actividades. Aun así, en el sistema de valores actual, el tiempo libre transporte, esparcimiento, etcétera.
es considerado como un logro que se obtiene con el paso d e l rol de traba- Este mismo fenómeno se produce en el nivel familiar, ya que, como apun-
jador al de jubilado. Esta creencia en la bondad del tiempo libre es funda- ta Beauvoir ( 1970): "Los hijos ayudan muy rara vez a sus padres: dos tercios
mental para la ideología que sostiene a la institución de la jubilación. de los ancianos no reciben de e llos ninguna ayuda." También han sido
Poder jJolítico: Apane de la observación de que las p e rsonas mayores de 65 exageradas las limi taciones fisiológicas durante la vejez. Foner (1975) señala
años acuden a votar más asiduam en te que los jóvenes, puede decirse que es
frecuente -lo mismo que con respecto a las grandes fortunas- el mayor * La creac ión de las lla madas "universidades d e la te rcera edad" puede ser considerada desde
poder político en algunos individuos de la capa social de los ancianos. En la l' l mismo punto de vista.
38 ASPECTOS GENERALES ASPECTOS SOCIALES, CULTORALES Y FAMILIARES DE LA VEJEZ 39

que la atribución de una incompetencia biológica a los ancianos es compara- tenido. Estos tres tipos de cultura reciben el nombre de posfigurativa, en la
ble a la justificación de la situación de las minorías sociales o de las mttjeres, que los niños son instruidos principalmente por sus padres; cofigurativa, en
con el argumento de una inferioridad genética. la que tanto los nirl.os corno los adultos aprenden de sus padres, y prefigu-
Como ya fue mencionado, la teoría de Ja desvinculación es un ejemplo cla- rativa, en la que los adultos aprenden también ele sus
ro de un sistema ideológico que da sustento a la estratificación por edades. Las sociedades primitivas y los pequeños grupos religiosos e ideológicos
que se mantienen aislados con respecto al entorno son esencialmente posfi-
Movilidad dentro de los estratos: Implica el cambio de un estrato etario a otro y gurativos, ya que la autoridad deriva del pasado. Las grandes civilizaciones
está delimitada por e l inicio y la terminación de los roles correspondientes. que han desarrollado técnicas para asimilar las innovaciones utilizan a lguna
La movilidad está determinada por el proceso de socialización y regulada forma cofigurativa ele educación entre pares. Actualmente se inicia una
por las instituciones sociales con su correspondiente sistema de valores y nor- época histórica que no tiene parangón: los jóvenes aceptan una autoridad
mas. Con frecuencia, los límites entre los estratos no están muy delineados y nueva, representada, en palabras ele la autora, "por la aprensión prefigurati-
resultan ambiguos; a veces están marcados por ritos de paso que no existen va ele un futuro aún desconocido".
para el cambio al estrato de la ancianidad. La entrada a este último es varia- 1) Culturas pos.figurativas. Son aquellas en las que los cambios se dan tan
ble y su salida está señalada por la muerte del individuo. lentos e imperceptibles que los abuelos no pueden concebir un futuro dife-
La movilidad dentro de la estratificación etaria es universal, unidireccional rente ele su propio pasado. El pasado de los adultos es el porvenir de cada
e irreversible. En el caso de la transición de la edad madura a la vejez, nueva generación. Los valores y conocimientos son inmutables y transmiti-
algunos sucesos sirven de referencia, como la jubilación, la viudez o las en- dos a los por la acción de los padres y abuelos. Estas culturas caracte-
fermedades. Sin embargo, parecen ser determinantes los cambios poco apa- rizaron a las sociedades humanas durante milenios, por lo menos hasta el
ratosos que se producen en la conducta del entorno del individuo: reducción inicio de la civilización, y su peculiaridad es la presencia viva ele por lo menos
de las responsabilidades, sugerencias ele evitar esfuerzos físicos, modifica- tres generaciones en la familia (familia extensa). En ésta, los ancianos son
ciones en el trato, etc. Debido a ello se modifican las interacciones con los considerados poderosos, portadores de las normas culturales y del estilo ele ·
demás y e l sujeto debe adaptarse a la perspectiva de un cambio de status. El vida y representan el modelo que van a seguir los más jóvenes.
cambio al estrato de los viejos se completa cuando se logra un acuerdo entre Esta organización familiar se observa en las sociedades primitivas y habi-
el anciano y su entorno sobre el nuevo status. Un fenómeno relevante de esta tualmente recibe el nombre ele "familia tradicional" en la cultura latinoame-
transición es, sin lugar a dudas, la asignación del status de anciano por parte ricana, ele la que no ha desaparecido, en particular en las zonas semirrurales
de los que rodean al individuo. El problema central del paso hacia la senec- y rurales. La transmisión de las costumbres ancestrales por los ancianos per-
tud es que para ello se requiere adoptar normas, valores y un esti lo de vida mite que los grupos de cultura posfigurativa tengan una gran coherencia
que socialmente son considerados inferiores a los que se tenían con anterio- interna que se traduce en una fuerte oposición al cambio y al desarrollo. Esto
ridad y que tuvieron que ser abandonados. Es decir, la entrada al status de Ja no significa, sin embargo, que las relaciones intergeneracionales sean nece-
vejez con lleva el paso a un status devaluado; no es raro que, por este motivo, sariamente apacibles; cada generación puede rebelarse, burlar los deseos
la autoestima sufra un efecto negativo. explícitos ele los ancianos y arrebatarles e l poder, pero no lo realiza para
modificar la cultura sino para reafirmar la tradición ele que el joven debe
rebelarse.
e) La brecha generacional de Margaret Mead 2) Culturas ca.figurativas. En ellas, el modelo social que prevalece es el com-
portamiento de los pares. Son pocas las sociedades en las que la cofiguración
Esta autora empezó a desarrollar su teoría cultural a principios de los años es la única forma de transmisión cultural, y no se conoce ninguna que la
sesenta y al final de la misma década publicó su libro Cultura y cornprorniso. haya conservado como único modelo a través de las generaciones.
Diez aiios después, y poco antes de su muerte, acaecida en 1978, revisó el En todas las culturas cofigurativas los mayores siguen detentando el poder
texto y le agregó una segunda parte, que le dio a la obra su forma actual. y ocupan una posición de dominio sobre los demás en Ja medida en que
Mead hace la distinción entre las culturas en las que los cambios son tan fijan el estilo y estipulan los límites dentro de los cuales la cofiguración se
lentos que las adquisiciones que tendrán los niños están prácticamente expresa en el comportamiento de los jóvenes. En algunas sociedades, la
definidas desde el momento de su nacimiento, y las culturas en las que los aceptación de comportamientos nuevos requiere la sanción de los mayores.
cambios son tan rápidos que los jóvenes y a veces los adultos aprenden más No obstante, la experiencia de la joven generación es rápidamente distinta a
ele sus pares o semejantes que de los mayores. Un tercer tipo de cultura es la la ele sus padres, abuelos y otros miembros mayores de la comunidad inme-
que se ha iniciado en nuestra época, en que los adultos de todo el mundo diata. Como los progenitores ya no pueden proporcionar modelos vivos
deben aceptar que la experiencia ele sus hijos es diferente de la que ellos han apropiados para su época, los jóvenes deben desarrollar nuevos estilos funda-
40 ASPECTOS GENERALES ASPECTOS SOCIALES, CULTURALES Y FAMILIARES DE LA VEJEZ 41

dos sobre su propia experiencia, que a su vez son retroalimentados por los del aprendizaje se invierte, siendo los adultos y los ancianos quienes apren-
compañeros de la misma edad. den ele los jóvenes; éstos adoptan una nueva autoridad mediante la cap-
La cofiguración surge de una ruptura con e l sistema posfigurativo, la cual tación prefigurativa ele un mundo futuro desconcertante e impredecible en
puede producirse de diversas maneras: después de una catástrofe que diez- el que es imposible que los padres mantengan el papel ele la autoridad.
ma a toda la población, pero sobre todo a los ancianos, esenciales para la En la actualidad, debido a que todos los pueblos del orbe forman parte de
conducción de la sociedad posfigurativa; como resultado del desarrollo de una red ele intercomunicaciones basadas en la electrónica, los jóvenes com-
nuevas formas de tecnología, para las cuales los ancianos no son compe- parten en todas partes un tipo de experiencias que ninguno ele sus mayores
tentes; después de una migración a otro país, en e l que los ancianos son con- conoció. De manera inversa, la antigua generación jamás verá repetirse en la
siderados inmigrantes y extranjeros; después de una conquista, cuando las vida de los jóvenes su propia experiencia de los cambios. Esta brecha genera-
poblaciones sojuzgadas se encuentran obligadas a aprender la lengua y cional es completam e nte nueva y es universal.
las costumbres de los conquistadores; como secuela de una conversión re- Hoy en día, todo individuo nacido y criado antes ele la segunda Guerra
ligiosa, cuando los conversos adultos se esfuerzan por inculcar a sus hUos los Mundial es un inmigrante que se desplaza en el tiempo -ele la misma forma
ideales que ellos mismos no conocieron en su infancia y ado lescencia; o que antaño sus antepasados se desplazaban en el espacio- y se confronta
como etapa de una revolución, al introducir esti los de vida nuevos y dife- con las condiciones desconcertantes que prevalecen en esta nueva era. La di-
rentes, para el us<;> de los jóvenes. ferencia es que actualmente estos inmigrantes del tiempo representan a
El prototipo de la cultura cofigurativa corresponde a la familia urbana todas las cultu ras del mundo.
contemporánea, sobre todo en las sociedades industrializadas, cuya organi- En la cultura prefigurativa, los mayores todavía detentan las riendas del
zación es de tipo nuclear, en la que los abuelos han sido excluidos y con fre- poder y del mando, en lo que se refiere a los recursos y las técnicas indispen-
cuencia segregados en asilos o zonas especiales. La transición a una forma de sables para el mantenimiento y la organización de la sociedad. Ejercen con-
vida diferente, en la cual es necesario adquirir nuevos estilos y aptitudes, trol sobre los sistemas de educación ele los jóvenes. En los países industrializa-
parece ser mucho más fácil cuando no se realiza en presencia de abuelos que dos, los mayores disponen ele los recursos que requieren los jóvenes y los
recuerdan el pasado. La ausencia de los abuelos propicia, además, que los países menos avanzados para su desarrollo. Sin embargo, no existen actual-
jóvenes desprecien las pautas adultas o adopten una actitud indiferente con mente en ninguna parte del mundo mayores que sepan lo que sus hijos
respecto a ellas. La jubilación expresa en términos sociales una similitud saben. En el pasado siempre había mayores que sabían más que los jóvenes
con la eliminación de los abuelos del núcleo familiar: se elimina a los traba- porque habían crecido dentro de su sistema cultural. Hoy en día, no sólo los
jadores ancianos y a todos aquellos que mediante su persona, sus recuerdos y padres ya no son guías, sino que los guías ya no existen, ni en el propio país ni
sus relaciones con los jóvenes refuerzan estilos obsoletos. fuera de él. En la actualidad, ningún adulto sabe ele nuestro mundo lo que
Cuando los abuelos están físicamente ausentes del mundo en el que el saben los jóvenes que nacieron en los últimos 20 años.
niño crece, su experiencia del futuro se acorta de una generación y se debili- Los mayores forman una generación aislada y se hallan en la imposibilidad
tan sus lazos con el pasado. El pasado, encarnado otrora por personas ele comunicar y de enseiiar a sus hijos; es como si no tuvieran hijos y los hUos
vivientes, se hace vago, y es más fácilmente rechazado o deformado. La no parecen tener padres. Frente a esta profunda brecha que separa las ge-
ausencia o pérdida de poder ele los abuelos hace que los jóvenes ignoren los neraciones ya no es posible que los adultos piensen que, al igual que sus pro-
principios que rigen a los adultos y muestren indiferencia hacia ellos. El ado- pios padres y maestros ele antaiio, pueden proceder por introspección e
lescente asume entonces un papel limitado que se basa en el grupo joven invocar su propia juventud para en tender a los jóvenes de ahora.
más próximo. De esta manera se instituye una cofiguración en la que los En sus reflexiones sobre la década de los setenta, Margaret Mead subraya
modelos son proporcionados por personas que sólo tienen unos aílos más que una sociedad prefigurativa no conoce, por definición, su futuro, lo que
que quienes adoptan tales modelos. produce en sus miembros desconcierto y angustia. Sobre la situación ele los
De acuerdo con Margaret Mead, se encuentra un elemento cofigurativo ancianos en esa sociedad, su descripción es pesimista. Los encuentra irrita-
en las instituciones ele reclusión, como las cárceles y los asilos, donde existe dos por haber sido abandonados y dispuestos a rechazar a los jóvenes, de
una brecha muy marcada entre los internos y los poderosos admin istradores quienes no aceptan el lenguaje, la música, la conducta, ni la moral. Los
o sus representantes. En esas instituciones se considera h abitualmente que el ancianos temen salir a la calle, por miedo a ser agredidos, y permanecen en
personal es muy diferente ele los internos, de tal manera que éstos, cuando sus casas, donde la televisión les presenta toda clase ele crímenes, a los que
son recién llegados, modelan su conducta a partir de la que observan en los asisten impávidos, sin ninguna compasión por las víctimas.
internos que les precedieron. Añade la autora que hemos pasado de un mundo de tres generaciones en
3) Cultura prefigurativa. Puede ser definida corno la cultura universal del el que los abuelos eran los aliados de sus nietos, dentro del contexto ele una
futuro, cuyas primeras manifestaciones ya se han iniciado. En ella, el camino cultura posfigurativa, a la cultura cofigurativa ele los años sesenta en la que se
42 ASPECTOS GENERALES ASPECTOS SOCIALES, CULTURALES Y FAMILIARES DE LA VEJEZ 43

encontraban a veces cuatro o incluso cinco generaciones contemporáneas. te ndrá acceso entonces a un nuevo conocimiento experimental, sin el que
Con cuatro generaciones muchos esquemas comenzaron a derrumbarse. En ningún proyecto digno de interés puede ser elaborado.
el mundo industrializado se dio el caso de personas situadas en el medio,
responsables de dos generaciones hacia arriba y de otras dos hacia abajo. En
los países en desarrollo, por el contrario, los esfuerzos de las autoridades sa- 11.3. LA FAMILIA
nitarias se centraron sobre los niños y la maternidad.
En todo el mundo se empezó a hablar de la sobrepoblación con base en En párrafos anteriores se ha insistido sobre los cambios históricos que se han
dos aspectos diferentes: longevidad exagerada en los países desarrollados y dado en la estructura, la dinámica y el funcionamiento familiar.
natalidad elevada en los países en desarrollo, como si hubiera una contami- A pesar de dichos cambios, la familia sigue siendo la fuente habitual de
nación ambiental por exceso de seres humanos. Con la toma de conciencia ayuda y apoyo para los ancianos en por lo menos tres aspectos: a) propor-
de que este mundo sobrepoblado depredaba los recursos naturales del ciona ayuda financiera en situaciones de urgencia o en forma continua; b)
globo, nació el deseo de disminuir tanto el exceso de ancianos como e l de provee cuidados en caso de enfermedad, de manera temporal o permanente,
jóvenes. En las ciudades modernas, ancianos anónimos y tambaleantes son y l), brinda estima, afecto y gratificación a la mayoría de las personas añosas.
atacados y asesinados en las calles y algunos otros son maltratados en su pro- En este apartado nos limitaremos a revisar algunos aspectos de los papeles
pio domicilio. ' o roles de los miembros de la familia, de las fases por las que atraviesa el
Es probable que muchos de los problemas y conflictos intergeneracionales gru po familiar y de los conflictos más frecuentes que surgen en el seno de la
de nuestra época provengan de la coexistencia en cierto grado de los tres misma.
tipos de cultura: muchos adultos y ancianos se aferran al modelo posfigurati-
vo, aun cuando su organización familiar corresponde al modelo cofigurativo; a) Papeles de los miembros
los jóvenes, por su parte, pugnan por la cultura prefigurativa.
Salvarezza (1988) ha observado este conflicto intergeneracional en algu- El papel de cada uno de los miembros de la familia tiene su contraparte en
nas familias de su consulta. Por c:jemplo, una familia de tipo posfigurativo o e l papel o papeles de uno o más de los miembros restantes (e jemplo: esposo-
tradicional entra en conflicto cuando se alteran los roles preestablecidos por csposa; padre-hijos, etc. ). Cuando la complementariedad entre un papel y su
cambios que inte ntan introducir los miembros mas jóvenes, influenciados contraparte es adecuada, las relaciones interpersonales suelen ser armo-
por los sistemas masivos de comunicación y por los elementos cofigurativos niosas; también lo son cuando existe sintonía entre el rol designado y los sen-
representados por el ejemplo de otros jóvenes. Pero también -añade este timientos subjetivos del que lo detenta.
autor- se registran como peligrosas las transgresiones que provienen de los Se describe una "crisis filial" originada por el proceso que se produce en
viejos; cuando por ejemplo uno de ellos, generalmente viudo , intenta casarse los hijos adultos que se dan cuenta de que sus padres están envejeciendo y
e incorporar así un miembro extraño al grupo familiar. que se volverán dependientes de ellos (inversión del rol parental ) . Esta pers-
Para Ruiz Velasco (1977), en la cultura prefigurativa propia de nuestra pectiva puede ser conflictiva para algunos hijos adultos que tienen el recuer-
época los hijos enfrentan un futuro del que se tiene una ignorancia absoluta do de figuras parentales nutricias y poderosas y sienten dificultad para
y descubren que sus padres andan a tientas y abordan torpemente o sin éxi to as umir a su vez un papel nutricio. Para que se pueda producir este cambio,
las tareas que les impone el nuevo entorno. El citado autor hace suyas las pa- es necesario transformar la relación padre-hijo en una relación de adulto a
labras de Margaret Mead al afirmar que los adultos de hoy no pueden adop- ad ulto. Si la relación entre los padres y los hijos adultos ha sido madura, esta
tar ya una actitud de certidumbre para plantear imperativos a los jóvenes; transición de los roles se hará sin mayores dificultades. Pero es de señalar que
más bien deberían crear modelos para enseñar a los jóvenes, no lo que la capacidad para relacionarse con los propios padres como un adulto
deben aprender sino cómo deben hacerlo, y no con qué comprometerse maduro requiere una genuina emancipación de ellos, considerándolos a la
sino el valor del compromiso. vez como personas autónomas y poseedoras de su propia identidad, sin la in-
En suma, de acuerdo con Mead, la posfiguración, la cofiguración y la pre- te rferencia de residuos conflictivos provenientes del pasado infantil.
figuración no son más que métodos parciales, con los cuales las sociedades Estos cambios psicológicos que implican un cambio de papeles forman
humanas han elaborado y transmitido sus tradiciones culturales. La prefigu- parte de un proceso evolutivo que recibe el nombre de "madurez filial". Es
ración es una vía nueva y apenas empezamos a saber cómo hacer partícipes a necesario recalcar que en realidad se trata de un cambio de rol y no de su
los jóvenes de las decisiones de sus mayores. El desarrollo de las culturas pre- inversión; en este último caso, al tomar los hijos el papel parental, no hacen
figurativas dependerá de la exi stencia de un diálogo continuo en el cual los más que propiciar la infantilización de sus padres y, por ende , una mayor
jóvenes, libres para actuar según su propia iniciativa, sean capaces de con- d epe ndencia. Las resistencias ante la transformación de roles que implica la
ducir a sus mayores por el camino de lo desconocido. La antigua generación madurez filial pueden provenir de cualquiera de las dos partes: los hijos
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pueden insistir en la atribución de un rol omnipotente a los padres e impe- d escompense el equilibrio previo ele una asociación neurótica. Por ejemplo,
dirles de esta forma cierto grado de regresión y dependencia; los padres, a su un hombre dependiente que por formación reactiva ha mostrado una exce-
vez, pueden aferrarse a los roles del pasado y negarse a cambiar su autoper- siva independencia y que, por este motivo , se ha asociado con una de-
cepción, por ejemplo de figura de autoridad, por otra más real y actualizada. pe ndiente; si este hombre se enferma, su dependencia puede hacer eclosión
y la asociación neurótica se derrumba, presentándose entonces demandas de
b) Fases sa tisfacción de la dependencia en ambos cónyuges.
En algunas familias el stress y las crisis son permanentes y conforman un
Clásicamente se describen en Ja familia las fases preparental, parental, estilo de vida; la presencia de un anciano que requiere cuidados es una más
posparental y la fase posproductiva, que sigue a la jubilación . Es de notar el e estas crisis de la que se quejan los miembros jóvenes pero, en este caso,
que, debido al aumento de la longevidad, la fase posparental abarca actual- también es la que mantiene unido al grupo y permite, muchas veces, evitar la
mente en ocasiones 30, 40 o más años. Cada una de las fases de la existencia co nfrontación con otros problemas internos (por ejemplo, el conflicto de
familiar implica cambios en los roles respectivos y, por lo tanto, en las rela- pareja ele los cónyuges jóvenes) .
ciones interpersonales de sus miembros. Existen, además, conflictos recientes o agudos desencadenados por el
En el caso de la m1tjer, las dos últimas fases (que en parte pueden estar e nve jecimiento y que se centran en el miembro anciano. Este último puede
superpuestas) significan con frecuencia el cambio del papel de cónyuge al' ad optar una conducta regresiva en la que requiere ayuda y asistencia casi
de viuda. Si no hay tal, una de las tareas importantes de la pareja de ancianos pe rmanente, con la consiguiente carga para el resto ele la familia. Al mismo
es la preservación de la integridad de la relación conyugal, que incluye el ti e mpo, el anciano suele sentirse disgustado y culpable por su dependencia y
"redescubrimiento del compañero", en ausencia de los hijos. El equilibrio se torna entonces hostil al entorno. Pero otras veces revierte su hostilidad
conyugal se ve amenazado por sucesos como la jubilación, la e nferm edad y la con tra sí mismo y entra en depresión , pasando así del conflicto interpersonal
perspectiva de la enfermedad de uno de los cónyuges. al intrapsíquico. No es raro que esta depresión pase inadvertida dentro del
Durante la fase poajubilatoria, las relaciones ve rticales gru po familiar, lo que representa una situación muy seria por el alto riesgo
cobran mayor importancia que las h_orizontales (cónyuge, parientes), y esto d e suicidio en la depresión tardía.
es más notorio para las mujeres. Estas están ocupadas con sus nie tos y Señalemos, por último, que probable m e nte Comfort (1984) tiene razón
mantien e n contactos frecuentes con sus hijas. Los hijos varon es suelen visitar (' liando afirma que las personas mayores en realidad necesitan amigos y no
a su madre, pero con cierta frecuencia lo hacen solos. En cambio, el anciano u na caterva de parientes, más propia de las sociedades rurales. Basa su afir-
está alejado de sus compañeros, sobre todo después de lajubilación; lo está rn ación este autor en un proceso ele cambio -que creemos es innegable en
también de su esposa, porque ésta ha adquirido cierta inde pendencia. Si la las grandes urbes- que va de una forma de vinculación social basada en el
m1tjer anciana se enferma es ate ndida, en primer lugar, por una hija, des- pa re ntesco a otra fundada en la amistad.
pués por otros familiares femeninos y por último por el esposo. Si es el hom-
bre quien enferma, primero lo atiende su esposa, en segundo lugar fami-
liares fem e ninos y por último una c ) Cambios cuando uno de sus miembros padece demencia
Comparativamente con la m1tjer, el hombre añoso se encuentra más aisla-
do; si a este aislamiento se agrega la muerte de la esposa y cambios en el 1•. 11 el anciano, por su edad, se presen tan indicios de una sobrevida breve,
entorno, las condiciones del stress son tales que la duración de su sobrevida tan to más breve cuanto mayor es su edad. Cualquier accidente o e nfermedad
puede acortarse en forma dramática. re viste gravedad y suele d esencadenar en el sistema fam iliar una reacción de
d t1e lo anticipado, por anticipación emocional de la posibilidad de la pérdida
Conflictos en la familia del anciano. En ocasiones existen pautas conflictivas de el e uno de sus miembros. Con la enfermedad demencial la reacción de duelo
todo el grupo familiar, iniciadas mucho tiempo atrás. Tal es el caso de las con- del grupo puede ser aún más notoria, ya que la mente del anciano se está
ductas de evitación para la percepción, advertencia y confrontación de dife- ":tpaganclo", es decir, "muriendo". En el reacomodo de las relaciones de la
rentes problemas dentro de la familia, por ejemplo los cambios referentes al 1:11n ília cuando uno ele sus miembros padece demencia, Ribes ( 1988)
ejercicio de la autoridad o a la autonomía de los miembros Cuan- d escribe varias fases. Durante la primera, denominada de "pérdida y de olvi-
do esto sucede, el anciano sufre una carga pesada porque se encuentra com- do ", el paciente vive sus deficiencias con sufrimiento y ansiedad, en tanto
pelido a desempeñar un papel que no quiere o no puede asumir. qt1 c el e ntorno responde a ellas con negación, irritación e incomprensión.
Otras veces la evitación se hace con respecto a las responsabilidades que l .a fa milia todavía escucha el del paciente y hace caso omiso de
corresponden a los hijos del anciano. sus sí n tom as. En la segunda fase que, de acuerdo con Ribes, se caracteriza
En la pareja de cónyuges envejecidos existe la posibilidad de que se po r la d e presió n d el anciano, el entorno lo sobreprotege y se anticipa a sus
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deficiencias, quitándole iniciativas y así la posibilidad de controlar el en- Una segunda característica de esta comunicación, llamada "demencial"
torno. Con el afán de preservar su propio espacio, los miembros de la familia por los autores mencionados, es que se establece en función de la premonic
controlan el espacio personal del demente. Como es fácil de suponer, estas ción de la muerte del anciano enfermo. Por lo tanto, el grupo debe pre-
intervenciones no hacen más que agravar la dependencia del paciente. pararse para el cambio de n elementos a n-1, con la peculiaridad de que el
La tercera fase es la llamada de despersonalización , por el desconoci- eleme nto que desaparecerá es miembro de la clase que engendró a lama-
miento de sí mismo del anciano y por el desconocimiento recíproco de éste yoría de los miembros del sistema. De ahí que no sólo sea una modificación
y su entorno familiar. Es percibido entonces como una caricatura de lo que por ausencia, sino una profunda transformación de cada uno de los elemen-
fue, en la que resaltan los rasgos más marcados, olvidados u ocultos. Esta tos, produciéndose además una puntuación de la historia del grupo.
situación es comparable con el arribo de un desconocido dentro del grupo Un tercer aspecto del disfuncionamiento específico de las familias en las
familiar, desconocido que pronto se convierte en un cuyo idioma que se produce una comunicación demencial es una transacción hipercom-
es incomprensible y que provoca rechazo en los demás. Es cuando se habla plemen taria;'' ésta proviene de la incapacidad del grupo familiar para sopor-
del anciano en tercera persona y se ignora su lenguaje, tomando sólo en l'ar la decadencia del anciano, sobre todo si se trata de quien ha sido el jefe
cuenta sus síntomas y su conducta. Ha perdido su lugar social y tan sólo le la familia, por lo que recurre a la inversión de los roles, en la que el pa-
cristaliza el sufrimie nto de la familia . :ie nte pasa de una posición superior a otra inferior. Mientras tanto, los roles
A partir de este momento cada miembro se ve muy amenazado en su espa- que correspondían al anciano enfermo y cuyas funciones mantenían el
cio personal y la familia siente que el demente absorbe su energía vital, a la ;quilibrio del sistema son jerarquizados de acuerdo con dichas funciones,
manera de un vampiro tenaz e implacable; la familia lucha contra esta expo- re partidos y asumidos por los demás elementos del grupo .
liación tratando de conservar un poco de espacio vital. El paciente llega a Fam ighetti (1986) propuso un modelo diferente pero interesante para
ocupar tanto espacio, se "infla" a tal grado que algunos miembros pueden abordar el estudio de la crisis familiar debida a la demencia; este modelo
sentirse aniquilados o enfermos, alejarse, o bien combatir o expulsar al ('stá inspirado en los trabajos de McCubbin (1975, 1976) sobre la crisis pro-
paciente. La familia se ha desestructurado, la diferenciación intergenera- ducida por separaciones de familiares durante la guerra.
cional se ha desvanecido y se ha instalado una fuerte interde pende ncia entre Cuando uno de los miembros padece una enfermedad de Alzheimer se pro-
el paciente con demencia y su entorno familiar; duce, de acuerdo con Farnighetti, un "síndrome de crisis múltiple" que evolu-
En una aproximación sistémica, derivada de la teoría de la comunicación ciona en varias etapas. La primera de ellas es la fase de precrisis o de resisten-
humana, Colas y Greppo (1988) establecen algunas de las pautas de las inter- (' ia familiar, durante la cual la familia intenta realizar <tjustes en sus pautas de
acciones que se dan dentro de una familia cuando un miembro padece i11tcracción, con un cambio mínimo en las conductas ya establecidas.
demencia. En primer lugar, la comunicación digital del paciente se caracte- l'c rtenecen a esta fase el conocimiento del diagnóstico, los cambios propios
riza por una restricción o anulación en cuanto al contenido y sentido del <l e la etapa inicial de la enfermedad, la redistribución de los roles y labores do-
mensaje, persistiendo una profusa comunicación analógica ;· con la que 1nésticas, los cuidados brindados al paciente y el aumento de las presiones
desconfirma los mensajes digitales. El entorno familiar, en cambio, sigue uti- <'ro nómic.a s. Habitualmente, las tensiones previas existentes dentro de la
lizando preferentemente el tipo digital de comunicación, con una definición l:unilia ser exacerbadas por la enfermedad y afectan a todo el grupo.
o negación de la relación; con frecuencia el mensaje digital (por ejemplo: te l:'.stas presiones reactivadas, junto con las producidas por el estado del pa-
decirnos que no te vas a morir)es anulado por el analógico (nos estamos r ie nte, pueden limitar la capacidad de los miembros para hacer frente a la
preparando para tu muerte ) . Esta incongruencia entre la comunicación digi- n inducta errática y extraña del enfermo, lo que a su vez puede precipitar
tal y la analógica reúne a menudo las características que se han descrito en el :1 la familia en la fase de crisis. Se produce, entonces, por la imposibilidad
doble vínculo.*''' d e resistir al stress, un estado de agotamiento interno de la familia, al que
la fase siguiente, que es de restructuración, cuya finalidad es mante-
* Los seres humanos se comun ican tanto d igital como analógicamente. El leng uaje d ig ital 1wr la estabilidad amenazada del sistema. Durante la fase de consolidación,
cuenta con una sintaxis lógica sum amente co mple ja y poderosa, pe ro carece de un a semán ti ca
adecuarla en el campo de la relació n: está consti tu ido po r el le nguaje verbal. El lenguaje analógi-
1:1 f:tmil ia funciona con relativa estabilidad; es cuando se plantea la institu-
co posee la semántica pero no una sintaxis adecuada para la defin ición inequívoca de la natu- r io11 alización del enfermo; esta decisión está condicionada habitualmente
raleza de las relaciones; lo integran todas las formas no ver bales de comu nicación . (Véase vVatz- (H>r el estado de salud del miembro encargado de brindarle cuidados y aten-
Jawick y col. , Temía de La a nnu nicar:ión hu.man a, T iempo con temporáneo, Buenos Aires, 1974.) < i<'ill . La institucionalización suele producir una nueva crisis, aunque menos
** El doble vínculo se produce cuan do en una re lación m uy sign ificativa se envía un mensaj e
e n el que se afirma algo (por ejemp lo, "si haces esto le castigaré") y se hace otra afi rmación (" no
que la anterior.
me veas como agente de castigo" ). Ambas afirmaciones so n excluyentes, dando por resultad o un En una relación complementaria, u n participante ocu pa la posición supe rior m ientras el
me nsaje indeterminado. Se impide , además, que el receptor se salga de l marco esta blec ido por 1>11'< 1 o r 11p;¡ la posición correspondie n te inferior o secundaria (ej emplo: autorita rio y sum iso).
el mensaj e l ,, 1 C' o11< h1cta de un participante favorece la del otro.
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La última fase del síndrome descrito por Famighetti es de ajuste de la ductiva (es una válvula para permitir el ingreso de generaciones más jóvenes,
fami lia. En ella se produce la resolución de la crisis originada por el interna- en vez de aumentar la producción); 3) no es pactada entre operario y
miento del paciente, aunque pueden aparecer nuevas crisis debidas a cir- empleador, sino que es decisión un ilateral del empleador; 4) es brusca, sin
cunstancias relacionadas con la institución, por ejemplo el traslado del transición, y 5) el anciano, una vez jubilado, percibe sólo entre 30 y 50% de
paciente a una unidad hospitalaria por una enfermedad somática. lo que ganaba previamente. A nosotros, como al autor citado, nos llama
muchísimo la atención que se mencionen tantas causas patógenas para el
equilibrio emocional de los ancianos y casi no se incluya la pobreza permanente
Il.4. LA JUB ILACIÓN de millones de ancianos* como causa de trastornos emocionales.
En México, 46% de los mayores de 60 años siguen siendo económica-
Cuando en 1972 se reunió en Ja Organización Mundial de la Salud (OMS) un mente activos. La mayoría de los hombres (74%) siguen trabajando sobre
comité de expertos en psicogeriatrí.t, una de las primeras tareas que se pro- todo en labores de agricultura y pesca. Este dato podría ser explicado por el
puso fue establecer la edad de inicio de la vejez. La fijó entonces a los 65 hecho de que los campesinos no reciben jubilación ni pensión (Contreras de
años* basándose para ello en "la edad de la jubilación y el retiro profesional Lenr, 1987).
en la mayoría de los países". El informe técnico que publicó la OMS, como En 1982, sólo 16% de los 4 000 000 de individuos mayores de 60 años
resultado de la mencionada reunión, aclara que se trata de un límite arbi- recibían una pensión y tenían un ingreso ftjo durante la vejez . Pero el monto
trario, necesario para fines estadísticos y de investigación. No obstante, de la pensión para jubilados está dado únicamente por el sueldo base y no
la forma de establecerlo no deja ele llamar la atención y corresponde, con por la suma total de percepciones; por ello, como lo apunta Fuentes Aguilar
toda seguridad, a las creencias ya descritas, que sostienen la institución social ( 1978), no resulta posible atenuar la angustia existencial del jubilado sin
que recibe e l nombre de jubilación; cobra sentido, además, afirmar, como lo suprimir primero sus angustias económicas.
hacen Mishara y Riedel ( 1984), que la entrada a la vejez se hace en gran Otro aspecto relacionado con los anteriores, que podría ser denominado
parte por decreto. El inconveniente mayor del proceder de estos y otros 'jubilación indirecta", se refiere al límite de edad que se establece en todas
expertos es que llegan a confundirse vejez y jubilación. Sin embargo, tal las ofertas de trabajo, en nuestros días situado alrededor de los 40 años o aun
como lo subraya Fuentes Aguilar ( 1978), senectud y jubilación son dos proce- antes; significa que si una persona se encuentra sin trabajo a esa edad, le será
sos diferentes que no deben confundirse. La primera es parte del ciclo vital y prácticamente imposible conseguir otro empleo, y ello 20 o más años antes
corresponde a un proceso de orden biológico, psicológico y social, del inicio oficial de la senectud.
en tanto que la segunda se refiere al individuo como ser social, exclusiva- Habiendo dejado asentados los puntos anteriores, pasaremos a revisar
mente, sin tomar en cuenta las dimensiones biológica y psicológica. Preci- otros referentes al cese de la actividad laboral. Como ya fue mencionado, la
samente por ello con tanta frecuencia se presentan contradicciones entre el jubilación y la pérdida del papel correspondiente es en general brusca; en
sttjeto humano entendido corno ser social y el ser biopsicológico sometido a otras palabras, es un acontecimiento y no un proceso como debería ser,
hechos naturales. La edad ele inicio de la senectud es imposible dt; fijar con . hecho agravado por la falta de ritos de transición que permitirían asumir el
en cambio, la edad parajubilarse, aunque puede variar dentro de nuevo papel de jubilado. En apartados anteriores se ha analizado el significa-
ciertos límites, se consigna de una manera precisa, de acuerdo con la época y do ele un exceso de tiempo libre como consecuencia de la jubilación; en
el país, pero sobre la base de factores económicos y sociopolíticos. Es decir, realidad, las únicas actividades de esparcimiento que se incrementan duran-
la jubilación, históricamente concebida como un "beneficio social" en tareas te la senectud son las correspondientes al descanso y a la soledad.
rudas y desgastadoras, en la actualidad se incorpora como un mecanismo Rosenfeld ( 1978) cita una investigación de Atchley que describe un mode-
más en la regulación de las fuentes de trabajo (Strejilevich, l 987) . A lo que lo del proceso de jubilación en siete fases:
agrega este autor: "Si hay menos trabajo (adem:ts de aumentar la desocu- l. Fase remota. Comprende el lapso que corre desde el inicio de la vida la-
pación) a veces se disminuye la edad jubilatoria. Frente a la protesta social boral hasta la aproximación de la jubilación. Durante este tiempo el indivi-
que engendra en países en desarrollo la falta de trabajo, es menos peligroso duo tiene una idea vaga sobre la jubilación; no existen programas destinados
para los gobiernos mantener sin trabajo y en la indigencia a un grupo de a prepararlo para ella.
viejos que de jóvenes, potencialmente germen ele conductas contestatarias 2. Fase de cercanía. Se presenta cuando la jubilación es inminente y el indivi-
violentas." Prosigue Strejilevich su comentario describiendo las característi- duo se tiene que confrontar con ella como un hecho real. Se producen algu-
cas de la jubilación en los países en desarrollo: 1) es forzada, es decir, obliga- nas actitudes negativas (aparte de otras que son positivas). En esta fase exis-
toria; 2) tiene como causa única la edad cronológica y no la capacidad pro- Len con mucha frecuencia programas de preparación para Ja jubilación. El

* En la actual idad ha sido establec ido e l lím ite a los 60 años de edad. * Las cursivas son <le Strejilevich.
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individuo tiene tendencia a fantasear las modalidades de su vida de jubilado; de México (Departamento de Psicología del Instituto de Seguridad Social
estas fantasías son adaptativas cuando no están demasiado alejadas de la del Estado de México y Municipios, ISSEMYM) con la coordinación de Hilda
realidad. Marchiori ( Zenil y col., 1976). En este trabajo fueron entrevistados en su
3. Fase de luna de miel. Es la que sigue inmediatamente a la jubilación; el domicilio 280jubilados que residían en la ciudad de Toluca.
stijeto está en general ligeramente eufó rico y en tregado a su libertad recién Se observó que, en su gran mayoría (87%), los jubilados vivían con su
adquirida; trata de hacer todas las cosas para las cuales nunca tuvo tiempo. Si fami lia; en el caso de los viudos o viudas, continuaban viviendo con hijos o
goza de buena salud y de una situación económ ica cómoda, es cuando reali- sobrinos, aunque existía la tendencia en las solteras o viudas a vivir con una
za hace deportes, asiste a actos sociales. Cuando los recursos persona- hermana casada. Las familias con las que resid ía n los encuestados no eran
les y financieros son más limitados esta fase es menos intensa. Su duración es numerosas: los cónyuges, con tres o cuatro h\jos. Un número significativo de
variable, ya que depende en buena parte de los recursos disponibles, pero mayores vivían en el Centro de Pensionados Estatal, por elección voluntaria.
tarde o temprano su ritmo se apacigua y la vida se vuelve muy rutinaria. Todos los stijetos informaron que su familia los trataba en forma adecua-
4. Fase de desencanto. Pasada la euforia y actividad anteriores, se presenta e l da, aunque el cambio de rol quedó puesto en evidencia por la observación de
desencanto y, no pocas veces, un estado depresivo. Las personas que están que debían ceder a las condiciones de la familia y por la falta de autoridad
en mayor riesgo de sufrir una depresión profunda y prolongada reúnen una sobre el grupo familiar.
o varias de las características siguientes: En casi todos los casos, el anciano contribuía económicamente a los gastos
- pocas opciones después de las actividades de la fase anterior; de la casa y en muchos de e llos se observó que ayudaban a los hijos que no
- escasos recursos económicos; vivían con ellos.
- estado de salud deficiente; Como consecuencia de limitaciones psíquicas y físicas, los jubilados pre-
- implicarse de manera excesiva en el trabajo que desempeñaron; sentaban una disminución psicomotora en todos los niveles. Sus actividades
- dependencia marcada de terceros; eran muy limitadas, se reducían al área de la casa y eran de tipo doméstico.
- otras pérdidas de papeles, aparte del laboral; Los paseos, vacaciones y fueron excepcionales.
- cambio a otra comunidad, después de haber vivido muchos años en el Los jubilados estudiados mostraron una tendencia a mantener relaciones
mismo sitio. de dependencia, en especial hacia el núcleo familiar o hacia un miembro de
Es de notar que algunos jubilados permanecen en la fase de desencanto. éste. Existía una alta proporción de aislamiento y desconfianza.
5. Fase de reorientru:ión. Los que han podido salir de la fase anterior De los procesos funcionales, psíquicos y orgánicos, destacaron limitacio-
lograron desarrollar opciones de actividades con frecuencia de tipo social: nes en la zona perceptiva en casi la mitad de los casos.
grupos de ancianos, programas que ofrece la comunidad; en general, con e l La segunda investigación es una tesis de psicología de la Un iversidad
apoyo de familiares y amigos. Nacional Autónoma de México, realizada en 1980 por Vázquez Rodríguez.
6. Fase de estabilidad. Las actividades se hacen más rutinarias, lo que per- En ella se estudiaron 20 varones mayores de 60 años, abordados tanto en
mite llevar una existencia más tranquila y satisfactoria. calles, cines, parques y lugares públicos en general, como referidos por per-
7. Fase de terminación. El papel de jubilado puede terminar con una de las sonas conocidas de la autora. Por algún motivo, no aclarado en la tesis, la
cuatro posibilidades siguientes: población estudiada reunió condiciones especialmente privilegiadas: 17 de
-muerte; ellos pertenecían a la clase media alta (con un promedio de 10 años de esco-
- enfermedad o invalidez (implican un cambio de papel); laridad), 16 estaban casados y 17 seguían trabajando. Si bien más de la mitad
- pérdida del ingreso económ ico (también implica un cambio de papel); de estos ancianos (11 presentaban problemas de salud, uno solo de
- trabajo de tiempo completo, con lo que se deja el rol de jubilado. ellos tenía una enfermedad calificada por la autora como in capacitante, y
De acuerdo con Atchley, el cambio iniciado con la jubilación no es tan éste es uno de los que no trabajaban. Trece de los sujetos estudiados hacían
problemático cuando no requiere de una restructuración de la j erarquía de algún tipo de ejercicio físico, diariamente en ocho casos.
las metas personales. Otro problema señalado por este autor es el que Aparte del esperado menoscabo en las funciones perceptuales, psicomotri-
denomina "negociaciones interpersonales" entre el jubilado y los que lo ces y cognoscitivas, se encontró un perfil de personalidad psicasténico y ca-
rodean: el individuo jubilado debe reorganizar su vida, sus actividades y a racterísticas maniacas, como fuente de energía que permitía al anciano man-
veces sus metas y valores, a pesar de la resistencia de las personas cercanas. Le nerse interesado en la vida.
En México son pocos los estudios que se abocan a la problemática del Nos pareció interesante este estudio, que contrasta con el anterior, ya que
anciano y más escasos aún los que se refieren a la ele la jubilación. Dos de se trata de una población en edad de jubilación que sigue activa y que ha
ellos nos parecen interesantes, además de ser pioneros en este campo. Ie nido a lo largo de su existencia una situación de privilegio. Así lo considera
La primera de estas investigaciones fue llevada a cabo en 1976 en el Estado la a utora e n sus conclusiones:
52 ASPECTOS GENERALES ASPECTOS SOCIALES, CULTURALES Y FAMILIARES DE LA VF]EZ 53

Las personas estudiadas sostienen pautas de conducta ocupacionales ele acuerdo Ex iste n unos 150 asilos en el país; la mayoría, 50, se encuentran en la ciu-
con sus capacidades presentes, que les han ayudado a permanecer insertas dentro dad de México, 17 en el estado de Jalisco, 12 en Guanajuato y 10 en Michoa-
de sus estructuras familia1-es y sociales, ayudando [ ... ] a disminuir todos aquellos c;í 11. En los demás estados se calcula que están habilitados de uno a cuatro
rasgos considerados intrínsecos al proceso de envejecimiento, cosa que se ha podi-
asilos por entidad.
do realizar en mucho debido a la conjugación de factores tales como una posición
económica que les ha permitido cubrir sus necesidades básicas y tener acceso
En un trabajo de Contreras de Lehr (1987) se tnua un perfil de los resi-
a niveles educativos y ocupacionales que han enriquecido su vida desde muy d e ntes de la casa-hogar para ancianos "Arturo Mundet", de la que era en-
jóvenes. lonces direc tora la autora. La mayoría de las de esta institución se
l1abían desempeñado como sirvientas, en tanto que los hombres lo habían
Cada uno de estos dos estudios refleja sendos aspectos de la realidad del hec ho como vendedores; sólo 20% reciben una jubilación ; 50% no tienen
anciano y sobre los que otros autores, como Beauvoir, han insistido: quien ingresos, y 30% reciben ayuda económica de familiares u otras personas. Los
ha estado privilegiado en términos educativos y económicos desde la juven- res identes no tienen relación con su familia, y los que tienen familiares
tud, sobre todo si vive en pareja, tenderá a seguir trabajando y, por lo tanto, rehúsan el contacto con ella porque se sienten rechazados. Una gran pro-
su situación durante la senectud será mucho mejor. por:ción no tiene amigos ni dentro de la institución (55%) ni fuera de ella
('10 por ciento).
De acuerdo con Meza ( 1979), la mayoría de los ancianos recluidos en los
ll.5 . LAS INSTITUCIONES Y EL CONFINAMIENTO :1si los mexicanos viven este confinamiento debido a que sus familiares los con-
si deraron un estorbo en el marco de la vida familiar, a lo que se agregan, a
En México no existen estadísticas precisas acerca del número de ancianos veces, razones de tipo económico.
confinados en instituciones; se puede suponer que la mayoría reside con su r.as justificaciones para esta reclusión son diversas: evitar caídas, que se
familia: 62% de los varones viven con la esposa y los hijos y 52% de las pierdan, anden vagando y estén expuestos a algún accidente, mantenerlos
rrutjeres, viudas en su mayoría, viven con sus hijos, nietos u otros familiares. <· 11 condiciones de limpieza y ele comodidad, protegerlos de los cambios
En México, corno en la mayoría de los países del Tercer Mundo, las institu- hn1scos de temperatura, etc. (Fuentes Aguilar, 1978).
ciones de custodia que reciben sujetos añosos para estancias prolongadas Su cede a menudo que la nuera, el yerno o los nietos no toleran la presen-
son , en primer lugar, los asilos para ancianos. En forma mucho menos C'i:t d e l anciano dentro del espacio exiguo de las viviendas urbanas. Se gene-
importante, existen algunos hospitales psiquiátricos que aceptan, con costos r: 111 e ntonces tensiones y conflictos en e l núcleo familiar que culminan con el
muy elevados para la familia, pacientes geriátricos que requieren de cuida- ro n finamiento del viejo. En este sentido es importante recalcar, junto con
dos especializados. l1'1wntes Aguilar, que quizá el confinamiento más frecue nte y más extremo es
Las instituciones de albergue y custodia no son privativas de la tercera t'I que sufre el en su propio hogar, en el seno de su familia. A estas
edad y no sólo ellas son lugares de confinamiento.* En efecto, aparte de los 1·a11sas obedece, con frecuencia, la decisión del anciano de recluirse en
asilos para ancianos, existen orfanatos, albergues para indigentes, "granjas" lmrna "voluntaria" en una institución. La gran mayoría de los viejos, en reali-
psiquiátricas, reclusorios y reformatorios. Lo que mejor distingue al asilo 1l:1< l, preferirían otro tipo de vida que la de asilado.
para ancianos de otras instituciones de confinamiento e s que en estas últi- l•'. n muchos casos, el motivo por el que acuden al asilo es la falta de un alo-
mas se pretende la rehabilitación de los recluidos, aunque sólo sea a través ¡.1111 ie nto adecuado y de un subsidio para sus necesidades básicas. Por último,
de una intención legal. En el primero, en cambio, y a pesar de los apelativos .il g'11nos ancianos necesitan cierta asistencia médica.
recientes como "casa-hogar", "albergue'', "residencia", no parece existir otra Desde el punto de vista de su diser1o arquitectónico, los asilos son muy
finalidad que el agrupamiento y la reclusión, acompañados de una super- p.1rec iclos unos a otros, y sus características principales son la incomuni-
visión médica. 1·: wión tanto con el exterior como dentro de la institución. En las institu-
En nuestro medio existen tres tipos de instituciones asilares destinadas a la 1 io n e s estatales, estos hechos están agravados por espacios enormes, pasillos
tercera edad: las del Estado, las religiosas y las particulares. Como en cada 1111nminables, dormitorios comunes, sin ninguna posibilidad de privacía; los
uno de los tres tipos las políticas para recaudar fondos son diferentes, el 1111icos lugares de reunión son habitualmente el comedor y la sala de tele-
ingreso a cualquiera de ellos está determinado por factores económicos. e n los que no se observan interacciones entre los internos, salvo las
Además, el ingreso a estas instituciones está vedado a las personas que nece- il1·s1inaclas a preservar su lugar o la visibilidad de la pantalla.
sitan cuidados por un estado de invalidez o de enfermedad y las que presen- 1.a m o rtalidad es más elevada en el asilo que en la comunidad, sobre todo
tan trastornos de la conducta. d1 1rn nLe e l primer año que sigue a la admisión, en el que llega a 50%, en los ,
11wdi os m ás desfavorables. Se ha discutido si esta elevada mortalidad corres-
* Recordemos que el término "confinamiento" equivale al de "destie rro" . p1111dc a lo s factores ambientales o a condiciones de salud precaria desde
ASPECTOS SOCIALES, CULTURA LES Y FAMILIARES DE LA VEJEZ 5:)
54 ASPECTOS GENERALES

antes del ingreso; personalmente, somos de la opinión de que el traslado a se quejan de su soledad. La mayoría se queja de lo poco estimulante del
un ambiente deletéreo es la causa más importante de este fenómeno. ambiente, de la falta de privacía y libertad y de la mala calidad de la comida.
La comunidad de internos muestra siempre un comportamiento regresi- Afirman también que, antes de que se tomara la decisión de su ingreso a la
vo. La tendencia natural de todo grupo humano a la regresión está muy institución, nunca habían pensado en acudir a una residencia de este tipo.
acentuada en la comunidad del asilo por la organización jerárquica de la Después de un ario dentro de la institución, la mitad o bien han muerto o
institución; ello es notorio en las residencias de tipo religioso. La regresión bien muestran un grave deterioro. También se seiiala el stress que representa
se manifiesta por la exageración de las conductas de sumisión, de las limita- estar incluido e n una lista de espera para ser admitido en un asilo.
ciones psíquicas y físicas y de la pasividad. Es favorecida, igualmente, por la En los países que cuentan con mayores recursos materiales y organizativos
falta de motivación y de preparación del personal que en general maltrata se han planteado -y, en buena medida, implantado- otras opciones frente
a los internos, saca provecho de ellos y comete hurtos, cuando la ocasión se al confinamiento en una institución; como los centros u hospitales de día y,
presenta. sobre todo, la atención a domicilio. Esta debería ser la tendencia actual de la
En las relaciones interpersonales prevalecen la desconfianza y la hostili- atención psicogeriátrica moderna.
dad; la depresión y las ideas paranoides son muy frecuentes. En algunas insti-
tuciones, como las religiosas, no se permite la convivencia entre hombres y
y mucho menos cualquier intento de acercamiento erótico o sexual.
No es excepcional que los cónyuges sean separados a su ingreso.
Sobre un fondo de apatía, inactividad y monotonía, los únicos sucesos
que suelen ser relevantes son las comidas en días de fiesta, las visitas del
médico, las salidas con algún familiar o la muerte de algún asilado.
No es nuestra intención aquí abundar sobre este tipo de institución, ya
que rebasaría con mucho las metas de este libro.
Pensamos que, hasta ahora, el asilo cumple una función social y que sería
un error muy grave tratar de hacerlo desaparecer. Pero nos parece tan grave
el error de considerar la fundación y la puesta en marcha de asilos como
medidas que puedan favorecer a la población senecta. Con toda seguridad,
sucede que la necesidad de la institución social d e l asilo se sustenta en la
ideología que revisarnos a propósito de la justificación de las condiciones de
inferioridad asignadas al estrato etario de la senectud. Como lo señala Meza
( 1979), en la base de esta institución hay un discurso cuyo ol?jetivo consiste
en convencernos de la necesidad de recluir a los vit:jos. Este discurso penetra
todos los espacios de la vida social, ya que el ser humano es educado sólo
para el periodo llamado productivo, es decir, hasta su jubilación y su vejez.
Después, el individuo debe ser eliminado, independientemente de sus capa-
cidades afectivas, emocionales, manuales o intelectuales.
Se podría objetar a lo expuesto hasta aquí que la situación lamentable de
los asilados en nuestro medio se debe a la falta de organización y a la caren-
cia de recursos que caracterizan a los países en vías de desarrollo. Sin embar-
go, al revisar las publicaciones sobre el tema provenientes de países desarro-
llados se puede comprobar que tal ol?jeción no tendría fundamento.
Encontramos observaciones muy similares, con la única diferencia de que en
los países del Primer Mundo existen mayores recursos materiales. Pero los
ancianos que ingresan a las instituciones de tipo asilo son los que no encuen-
tran apoyo en su himilia o en la comunidad, los que viven solos (viudos,
divorciados, solteros). La mayoría de los internos reconocen que su opinión
no tuvo mucho peso en la decisión de ingresar al asilo y que han sido induci-
dos o forzados a ello. Más ele la mitad carecen de una relación de intimidad y

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