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Los menores entre 7 y 9 años son los testigos ideales, son más resistentes a la inducción
o influencia externa y menos vulnerables a la sugestión.
Además incorporan paulatinamente una forma adulta de pensar la realidad, con la llegada
de las operaciones formales. Aunque el recuerdo es muy dependiente del contexto y las
estrategias de recuperación de la memoria están poco desarrolladas hasta los 11-12 años.
pero, si las condiciones son óptimas el recuerdo es equiparable al de un adulto
Los adultos no suelen creer a los niños mayores, ni a los adolescentes ya que piensan que
pueden mentir de manera deliberada.
DIAPO 4: maria F ESTEREOTIPO DE LOS NIÑOS COMO TESTIGOS
Tenemos que tener presente que en los años 1970 no se consideraban testigos a menores
de catorce años. Hasta los años 80 y 90 por admitir los malos tratos y abusos sexuales de
los menores en la sociedad.
Para desacreditar el testimonio infantil las cuatro razones que usan los abogados
fundamentalmente son.
- Tardanza en denunciar los hechos
- Falta de memoria
- Coacción
- Sugestión
Las razones que aducen para creer menos en el testimonio de los niños son: su menor
capacidad de atención, su mayor dificultad para retener lo percibido, su mayor facilidad para
ser sugestionados, dificultad para distinguir la realidad de la fantasía, mayor número de
contradicciones, una narración menos coherente y una menor capacidad moral para juzgar
las consecuencias de afirmar algo falso bajo juramento o promesa.
Mencionar artículo:
Según el artículo, los niños pueden tener más dificultades para recordar detalles específicos
y para describir eventos de manera coherente en comparación con los adultos. Sin
embargo, esto no significa necesariamente que sus testimonios sean menos confiables que
los de los adultos. La capacidad de memoria de los testigos depende de muchos factores,
incluida la edad, la experiencia y la calidad de la entrevista. Por lo tanto, es importante
utilizar técnicas de entrevista adecuadas para hablar con los testigos, especialmente con los
niños, y garantizar que sus recuerdos se capturen de manera precisa y completa. En
general, se recomienda que los abogados y los tribunales evalúen la credibilidad del
testimonio en función de la calidad de la entrevista y la evidencia disponible,
independientemente de la edad del testigo.
El artículo discute las opiniones de los profesionales legales sobre las capacidades de
memoria de testigos infantiles y adultos en procesos legales. El artículo cita varios estudios
que han encontrado que los niños son generalmente más susceptibles a errores de
memoria y sugestionabilidad que los adultos. Sin embargo, el artículo también señala que
las capacidades de memoria de los niños pueden mejorar con la edad y el desarrollo.
El artículo destaca los desafíos que enfrentan los profesionales legales al evaluar la
credibilidad de los testigos infantiles. Se señala que algunos profesionales legales pueden
tener prejuicios contra los testigos infantiles, asumiendo que sus memorias no son
confiables.
Sin embargo, el artículo argumenta que este prejuicio no está respaldado por
evidencia empírica. El artículo también discute el papel de los entrevistadores forenses en
obtener testimonios precisos de los testigos infantiles. Se señala que los entrevistadores
forenses utilizan técnicas especializadas para obtener información precisa de los niños,
incluyendo preguntas abiertas, preguntas no sugestivas y preguntas repetidas.
En general, el artículo sugiere que los profesionales legales deben ser conscientes de las
fortalezas y limitaciones de las capacidades de memoria de los testigos infantiles y deben
utilizar técnicas especializadas para obtener testimonios precisos de ellos. El artículo
enfatiza la importancia de evitar prejuicios contra los testigos infantiles y tratarlos con
respeto y sensibilidad.
2. ABUSO SEXUAL
MARÍA B
DIAPO 8: Tal como hemos podido ver y veremos a lo largo de la presentación, el tema del
testimonio infantil va de la mano con el abuso sexual, pues los casos de testimonio por
parte de niños se deben en muchas ocasiones a agresiones de esta naturaleza hacia dichos
testigos. Es por ello que gran parte de la bibliografía que podemos encontrar se centra en
esto; y de la misma forma, muchos puntos de los que presentemos también están
relacionados con el abuso sexual infantil.
Según Losada (2012), los malos tratos a la infancia, y en concreto el abuso sexual infantil,
no son hechos aislados (como a veces suele pensarse) sino un problema estructural y
complejo, resultante de una interacción de factores individuales, familiares, sociales y
culturales.
DIAPO 9: En este mismo artículo, Losada (2012) aporta datos sobre la prevalencia del ASI.
Como podemos ver, en 2010 un 19% de las mujeres en Argentina confirmó haber sido
víctima de ASI, frente a un 8% de hombres que confirmaron lo mismo. Dentro de estos dos
grupos, en el 58% de los casos el abuso tuvo carácter intrafamiliar, el 38% extrafamiliar y el
resto fue de ambos tipos.
Como podemos observar, existe una diferencia significativa entre géneros, siendo que las
niñas presentaban más del doble de casos de abusos que los niños; y además en más de la
mitad de los casos de ASI, este se producía dentro del contexto familiar.
DIAPO 10: Aunque históricamente la percepción de la credibilidad de los niños ha ido
cambiando, y aunque actualmente existen prejuicios acerca de la fiabilidad del testimonio
infantil debido a la naturaleza de la memoria de los niños, se ha demostrado que en casos
de abuso sexual esta credibilidad aumenta, considerándose incluso más confiables a
los niños que a los adultos. Veamos como ejemplo un caso simulado de agresión a un
menor que se expone en el libro de Manzanares: en este, se vio que los testimonios de un
niño de 9 años llevaban a más veredictos de culpabilidad (es decir, eran más “efectivos”)
que los de un niño de 5, y ambos lo eran más que el testimonio de un adulto de 30 años.
Aunque podríamos pensar que esto se debe a la necesidad intrínseca como seres humanos
de proteger a los más pequeños y vulnerables, los resultados eran muy significativos: por
ejemplo, el testimonio del niño de 9 años resultaba más creíble que el del niño de 5 (más
pequeño); esto se debía a que no se le atribuía la susceptibilidad a la influencia de los
adultos que sí se le atribuía al testigo de 5, además de que era lo suficiente mayor como
para entender la naturaleza del suceso, pero no tanto como para atribuírsele la
responsabilidad de los hechos, como sí ocurre con los testigos de 30.
DIAPO 11: A pesar de esto, es importante destacar que en las últimas décadas la
credibilidad atribuida a los menores ha disminuido en la medida en que se ha ido
constatando un aumento de falsas denuncias de agresiones sexuales, por ejemplo por la
influencia de adultos que inducen o manipulan a los niños para que relaten falsas
agresiones en beneficio de los intereses de dichos adultos.
Tejedor (2004), explica este fenómeno denominado Síndrome de alienación parental. Se
produce cuando un progenitor, sistemática y conscientemente, programa a los hijos en la
descalificación del otro progenitor consiguiendo que le censuren, critiquen y rechacen de
modo injustificado y/o exagerado. Tales acusaciones a menudo afloran cuando otros
esfuerzos de excluir al otro progenitor han fracasado, por lo que no resulta infrecuente que
antes de interponerse una falsa denuncia por abuso sexual hacia los hijos, exista una previa
por maltrato físico o psíquico que ha sido sobreseída. Esto no quiere decir, sin embargo,
que los casos en los que se denuncia un abuso sexual y ya existen las otras denuncias
previas, se trate de un falso testimonio. Simplemente es algo que puede suceder, pero no
es lo habitual.
DIAPO 12: En relación con estas falsas denuncias, encontramos las pruebas periciales
psicológicas, que como ya hemos podido ver a lo largo de la asignatura resultan
esenciales para realizar veredictos en este tipo de casos, sobre todo en situaciones donde
el testimonio de la víctima es la única prueba existente. La valoración del psicólogo
determinará la credibilidad del testimonio, aunque nunca deberá determinar si los hechos
relatados se ajustan o no a la realidad, pues esta es tarea del Tribunal, y la función del
perito se centra exclusivamente en la imparcialidad y la fiabilidad derivada de sus
conocimientos sobre la psicología de los testigos que le permitan detectar indicios de
fabulación, inducción, invención o manipulación.
DIAPO 13: En relación con esto, sabemos que en las últimas décadas se han desarrollado
distintos procedimientos de análisis de la credibilidad, en los cuales profundizaremos más
adelante. Estos solo son posibles de aplicar en declaraciones de menores para casos de
agresión sexual, ya que las respuestas y conductas asociadas a tales experiencias se
conocen en profundidad. Además no son de dominio público, por lo que el conocimiento de
un menor sobre estos solo es probable en el caso de haberlo experimentado. Por otro lado,
sabemos que los conocimientos de los niños sobre la conducta sexual normal suelen ser
incompletos y distorsionados, por lo que el relato de un menor sobre una relación sexual
vivida tendrá esas mismas distorsiones. Dicho en otras palabras, el uso de terminología e
interpretaciones de un adulto (y de una narración más “bien hecha”) solo podría provenir de
la sugerencia de mayores.
En cualquier caso, la información que el menor aporte dependerá del tipo de agresión
sexual, así como de su edad y circunstancias. Según esto, diversos factores pueden estar
sesgando su narración: tiempo transcurrido, veces que el menor ha sido preguntado, quién
y cómo le ha preguntado, etc.
DIAPO 14: En cuanto a la evaluación, es recomendable que esta se realice por parte de dos
psicólogos expertos individualmente, a fin de garantizar una mayor rigurosidad en el
análisis. Por otro lado, resulta extremadamente útil para la valoración de los criterios pedirle
al menor que relate unos hechos de cuya veracidad se tiene constancia (es decir, que se
sabe que han ocurrido), para poder evaluarlo en paralelo a la descripción de las agresiones
sexuales.
DIAPO 12 - entrevistadores
Si el examen del menor se realizará en la sala de audiencia, debe tenerse presente que se
realizará sin público, al actualizarse una excepción al principio de publicidad por razón de la
minoría de edad del órgano de prueba. Por otro lado, es importante interactuar con el menor
puesto que se debe tener en cuenta aspectos que contribuyan a tener una relación basada
en la confianza. Ello se conoce como Rapport, consistente en la familiarización de la
persona con el motivo del encuentro que se está llevando a cabo; de preferencia es el
Psicólogo quien lo establece, aunque puede ayudar a que también el menor se familiarice
con el interrogador y así ganarse la confianza del menor.
DIAPO 13 - ESCENARIO/SALA
El examen puede realizarse fuera de la sala de audiencia; en efecto, la testimonial del
menor de edad se podrá realizar mediante videoconferencia, la cual será complementada
con técnicas audiovisuales adecuadas que favorezcan evitar la confrontación con el
imputado (también puede darse cuando los interrogatorios se van a realizar en la sala de
audiencias).
No obstante, el espacio físico donde estará el menor tendría que estar libre de distractores
(como ahora, sillas giratorias, donde los más pequeños empiezan a jugar en ella), aunque
con el cuidado en mantener un ambiente no agresivo para el menor. Si las partes han
solicitado ayudas audiovisuales, se debe verificar que no existan problemas de visionado o
audio, es decir los que están en la sala de juicio y los que se encuentran en la cámara de
Gessel, pueden tener dificultades de oír entre sí, lo cual resulta intimidante para los niños
más pequeños.
4. ANÁLISIS DE LA CREDIBILIDAD
- CRITERIOS →
DIAPO 28
Para saber si la declaración de un niño es verídica o inventada, se han ido haciendo
distintas clasificaciones de criterios que debemos observar en un testimonio de un niño.
Inicialmente estas clasificaciones se han orientado hacia víctimas de abuso sexual infantil,
pero hoy en día se han extrapolado a otros tipos de testimonio. En 1989, Undeutsch amplió
el número de criterios que debíamos tener en cuenta para poder analizar si esa declaración
era real o no. Los distinguió en dos grandes tipos que se iban dividiendo en otros:
DIAPO 29
Criterios derivados de declaraciones únicas
a) Criterios fundamentales
- Anclaje de la ocurrencia en tiempo y lugar. Es decir, todo suceso real se
produce en un tiempo y lugar concretos, formando parte de las vidas de las
dos partes. Por lo que se debería poder situar los hechos tanto en el contexto
vital de la víctima como en el del agresor, ya que es un momento en que sus
vidas coinciden. Por ejemplo, no es lo mismo que el niño diga que la pareja
de su madre abusó de él en su casa cuando el acusado ya no tenía contacto
con ellos ni tenía acceso a la vivienda que si hubiera dicho que los hechos
sucedieron cuando él vivía en esa casa y había momentos en que se
quedaban solos.
- Concreción. Es decir, cuanto más clara y vívida es la declaración mejor. No
valdría que se expliquen los hechos por encima.
- Detalles.
- Originalidad. O sea, cuando se aportan detalles que por su propia naturaleza
hagan pensar que posiblemente no sean inventados. Por ejemplo, decir que
el agresor tiene un lunar cerca de la ingle. Y que no hayan más clichés y
frases estereotipadas.
- Consistencia interna. Es decir, que el relato tenga coherencia.
- Mención de detalles específicos del tipo particular de agresión. Por ejemplo,
costumbres del agresor o lo que he dicho del lunar de la ingle.
b) Manifestaciones especiales de los criterios fundamentales
- Detalles cuya invención iría más allá de la capacidad de imaginación o
comprensión del testigo. Por ejemplo, amenazas para que no lo cuente,
medidas de precaución del agresor para que no lo descubran, simulaciones,
que el agresor diga cosas como “nadie te va a creer porque eres un niño”,
racionalizaciones y pretextos del agresor tipo “esto lo hacemos porque nos
queremos mucho”.
- Experiencias subjetivas.
- Complicaciones imprevistas. Por ejemplo, que un episodio de agresión no se
haya sido interrumpido por un tercero o que el acto se acabe a medias, sin
llegar al final. Esto nos hace pensar que no hay ningún deseo de notoriedad,
es decir, que el testigo no quiera exagerar nada.
- Correcciones espontáneas
- Autoperjurios. Que el niño informe de conductas reprochables que impliquen
la autoinculpación. Por ejemplo, “yo me metí a su cuarto sin que me lo
pidieran”.
c) Criterios negativos o de control
- Carencia de consistencia interna
- Carencia de consistencia contra las leyes de la naturaleza y los
conocimientos científicos
- Carencia de consistencia externa, es decir, que se contradiga con las
evidencias
DIAPO 30
Criterios derivados de secuencias de declaraciones
- Carencia de persistencia. Este criterio hace referencia a que entre
declaración y declaración se puedan modificar, omitir o añadir elementos.
Como ya hemos visto el recuerdo de un suceso se va modificando a lo largo
del tiempo, por lo que el hecho de que se modifiquen elementos de los
sucesos entre declaraciones no tiene por qué significar que esa declaración
sea poco creíble. Siempre y cuando esos elementos no distorsionen la idea
central de la declaración.
- Inconsistencias con declaraciones previas. Puede pasar que se haya omitido
información importante que se esperaría que apareciera en las siguientes
declaraciones en el caso de que el testimonio sea cierto. Para esto es
importante que el psicólogo que entrevista al niño, le haga notar estas
inconsistencias y le dé la oportunidad de explicarlas.
A la hora de valorar todos estos criterios es muy importante conocer cómo funciona la
memoria, en este caso de los niños, como ha mencionado al principio de la presentación
Maria.
- ANÁLISIS DEL CONTENIDO → carlota
En 1989, Steller propuso dos técnicas para analizar la credibilidad de las declaraciones. La
primera es el SVA (Evaluación de la Validez de la Declaración) y la segunda es el CBCA
(Análisis del Contenido Basado en Criterios), que forma parte del SVA. Ambos métodos
están basados en la hipótesis de Undeutsch, que afirma que las declaraciones basadas en
memorias de sucesos reales (autoexperimentados) tienen una calidad diferente a las
declaraciones que se basan en invenciones. El SVA se trata de un método
semiestandarizado y fue diseñado inicialmente para evaluar la credibilidad de las
declaraciones verbales de niños víctimas de abuso sexual, pero posteriormente se extendió
también a los adultos. El SVA está formado por 3 componentes mutuamente dependientes:
una entrevista estructurada con la víctima, que debe intentar obtener el mayor número de
información y minimizar cualquier contaminación producida por un adulto, el CBCA para
evaluar el contenido de la declaración, y la integración del CBCA con la información de una
Lista de Validez, que combina la información extraída del análisis del contenido con otra
información relevante del caso y la exploración de entrevistas previas. (Horowitz, 1991;
citado en Godoy y Higueras, 2005).
Según Manzanero (2019) la lista de validez consta de 11 criterios y se divide en cuatro
categorías:
Características psicológicas → valorar la adecuación del lenguaje y susceptibilidad a la
sugestión
1. (In)adecuación del lenguaje y conocimientos.
2. (In)adecuación del afecto.
3. Susceptibilidad a la sugestión
Motivación para realizar acusaciones falsas → descartar aspectos que puedan hacer q la
persona dé una declaración falsa.
6. Motivos para la denuncia.
7. Contexto en que se produjo la denuncia o revelación original.
8. Presiones para presentar una denuncia falsa
Para poder hacer una evaluación de la validez se deberán tener en cuenta otros aspectos
que no sean cubiertos por estos métodos como por ejemplo los gestos, expresiones no
verbales o diferentes conductas.
DIAPO 33
Acabamos de explicar cómo poder analizar el testimonio de un niño, pero esto nos llevó a la
pregunta de si hay factores psicosociales en el niño que nos pueden ayudar a determinar la
credibilidad de su testimonio. Vosotros qué creéis?
En este estudio cuasi-experimental, publicado en mayo del año pasado, se utilizaron 99
casos de abuso sexual infantil, de los cuales 87 eran niñas. Se recogieron los datos
mediante el protocolo de evaluación pericial desarrollado por Ruiz-tejedor y otros
investigadores en 2016, donde se recogen variables, tanto psicológicas como
socio-familiares y criminológicas. También se contó con la valoración de credibilidad con el
protocolo SVA, que acaba de explicar Carlota, para poder distribuirlos entre los grupos C y
NC, en el primer grupo fueron 68 casos mientras que en el segundo fueron 31. La variable
independiente fue esta clasificación, dejando como variables dependientes los resultados
del protocolo de valoración de Ruiz-Tejedor. La relación entre estas variables se hizo
mediante tablas de contingencia y análisis de chi-cuadrado
DIAPO 34
- Factores psicológicos: En la primera tabla se pueden ver las características
psicológicas de cada grupo. Ya veis que no hay mucha diferencia en las tres
primeras variables, por lo que me centraré en las demás, donde sí podemos ver
grandes diferencias en la referencia de desajustes. Como se puede ver en la tabla,
el grupo Creíble refiere más síntomas emocionales y sociales que los del grupo No
Creíble, mientras estos presentan más desajustes sexuales.
MARÍA B DIAPO 35
- Factores socio-familiares: Al igual que la primera tabla, en esta se muestran varias
características en relación con la familia del niño. A diferencia de los factores
psicológicos, sí que vemos diferencias significativas entre los grupos. Por un lado,
vemos que el grupo NC presenta más dinámicas disfuncionales en el momento de la
evaluación y en momentos anteriores. Por otro lado, vemos que en el grupo C los
niños conviven con ambos padres y con un estilo de crianza democrático, mientra
que el grupo NC, la custodia suele ser total hacia la madre, ya que son padres
separados y el estilo de crianza es el autoritario.
MARÍA B DIAPO 36
- Factores relacionados con el abuso: En esta tabla se ven las características de
los presuntos agresores, de cómo se produjo el abuso y del proceso judicial. Vemos
que en los dos casos, el agresor suele ser varón, mayor de edad y conocido.
Aunque en el grupo NC vemos que hay un mayor porcentaje de denuncias hacia un
familiar, en concreto al padre biológico, mientras que en el C, se acusa más
frecuentemente al padrastro. Además vemos que en el grupo C se suele denunciar
más que los abusos se produjeron con contacto físico y el NC refieren penetración.
Por último, vemos que en el grupo C los denunciantes suelen ser ambos padres
mientras que en el NC suele ser la madre.
5. CONCLUSIONES → maria f
● Deberíamos basarnos en la fiabilidad del testimonio según la recogida de pruebas
(entrevista, etc).
● Intentar no llevarse por el prejuicio de que sea un niño
● Importancia de tener profesionales entrenados
● Como veíamos anteriormente, según Losada (2012), en más de la mitad de los
casos de ASI, este se producía dentro del contexto familiar. De esto extraemos dos
conclusiones, en primer lugar creemos que esto ayuda a desmitificar la idea de que
este tipo de agresiones se dan por parte de desconocidos en lugares hostiles o
peligrosos: en la mayoría de casos de abuso sexual infantil la agresión se da en el
lugar que uno creería más seguro y por parte de aquellos que más deberían
protegerlo. Por otro lado, y más significativo con respecto al tema tratado,
consideramos importante destacar que debido a que la mayoría de casos de ASI son
de carácter intrafamiliar, el proceso de denuncia por parte del menor se vuelve
todavía más complejo, pues es vulnerable a la manipulación del adulto agresor,
además del miedo y la vergüenza derivados del tabú, que se incrementa con la
familiaridad del abusador. Tal y como afirma Colazo (2011), en este caso, los niños
podrían llegar a retractarse de su testimonio, o incluso no atreverse a denunciar.
Ante las retractaciones, los procesos legales se estancan y derivan en el archivo de
las denuncias, o en el sobreseimiento de los imputados por falta de pruebas o por el
beneficio de la duda. Por lo tanto, esta es una problemática que afecta a la
intervención judicial, y por lo tanto dificulta que se consiga justicia para las víctimas.
● En relación con la credibilidad del testimonio, queremos destacar el artículo de
Pereda y Abad (2013), en el que hablan de la importancia de realizar procedimientos
que además de ser rigurosos con el análisis de la credibilidad del menor, también
sean seguros para este con tal de evitar la revictimización y el refuerzo de la
experiencia traumática.
● Creemos que sería interesante, de cara a futuras investigaciones, tratar otros temas
porque gran parte de la bibliografía existente trata de centra entorno al problema de
la agresión sexual infantil.
● Además, sería interesante investigar más sobre los niños como delincuentes, dado
que nos hemos centrado solo en el testimonio de víctimas y testigos, por el mismo
motivo de que este tipo de bibliografía es demasiado escasa como para poder
exponerla aquí.