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Planifica la combinación de enseñanza a distancia y presencial ante la incertidumbre del inicio del año
escolar 2020–2021.
La pandemia de COVID-19 convirtió el año escolar 2019-2020 en uno que nunca olvidaremos. Sin previo aviso
o preparación, los maestros se vieron obligados a iniciarse en la enseñanza en línea. Actuaron heroicamente.
Esta no es sólo mi evaluación, es el consenso de los muchos estudiantes que han compartido conmigo su
experiencia de aprendizaje desde casa a través de la tecnología.
Sin embargo, estos estudiantes y sus maestros, a quienes también entrevisté en las últimas seis semanas, son
mucho menos optimistas sobre el aprendizaje en línea. Tienen preocupaciones reales sobre su calidad y
efectividad. A medida que los distritos escolares comiencen a planificar el año académico 2020–21, la
enseñanza en línea probablemente desempeñará un papel destacado en los esfuerzos de recuperación, ya que
muchas escuelas cambiarán a un sistema que combina la instrucción a distancia y presencial.
Mientras avanzamos más allá de la gestión de la crisis para planificar deliberadamente estos sistemas, podemos
valorar los éxitos y desafíos de la enseñanza en línea de emergencia. Las siguientes cuatro recomendaciones se
basan en las experiencias de maestros y estudiantes con quienes hablé. Proponen estrategias que podrán apoyar
a los docentes cuando inicie el ciclo escolar.
Actividades de aprendizaje que aprovechan mejor el medio en línea y las que se realizan mejor en un
aula
Aprendizaje sincrónico, es decir, en interacción con el maestro o sus pares y asíncrono, que no incluye
interacción con el maestro ni sus compañeros
Estructura y flexibilidad
Actividades que se pueden hacer solos y las que se hacen mejor con otros.
Como siempre, los maestros querrán descubrir qué aprenderán los estudiantes del maestro, del contenido, de las
actividades y entre ellos. Para garantizar que toda la comunicación y la instrucción sean consistentes y
coherentes, es posible que las escuelas necesiten cambiar a un sistema de gestión del aprendizaje donde se
pueda alojar todo el contenido, las discusiones, las evaluaciones y las conferencias web.
Para los estudiantes que entrevisté sobre su experiencia de aprendizaje en línea, las clases en línea bien
diseñadas incluirían varios elementos:
Aprendizaje “de alto contacto”: involucra más actividades de colaboración e interacción sincrónica con
maestros y compañeros de clase
Mayor interactividad: juegos, simulaciones basadas en la web, videos interactivos y menos hojas de
trabajo
Aprendizaje personalizado: una gama de actividades que abordan las habilidades, intereses y
situaciones hogareñas de los estudiantes, desde paneles de elección hasta rutas de aprendizaje
personalizadas y proyectos individuales
Actividades más desafiantes: proyectos y actividades que aborden desafíos del mundo real e involucren
a los estudiantes en la tarea de crear información y no solamente consumirla.
Sobre todo, los maestros necesitarán orientación y estrategias para establecer un sentido de presencia
emocional, cognitiva e instructiva para que los estudiantes se sientan conectados y parte de una comunidad en
línea de estudiantes.
Capacitación tecnológica: uso del teclado, inicio de sesión en un sistema de conferencia web, uso del
correo electrónico, estrategias para recordar contraseñas, administración de archivos, los fundamentos
para navegar en un sistema de administración de aprendizaje, etc.
Características personales a desarrollar para el aprendizaje en línea exitoso: motivación, gestión
del tiempo, ciudadanía digital, persistencia, habilidades de autorregulación y búsqueda de ayuda.
Habilidades de productividad relacionadas con el aprendizaje en línea: estrategias para leer y
escribir de manera más efectiva en un medio en línea, hacer y seguir un horario, habilidades de gestión
de la información.