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“Año de la universalización de la salud”

ESCUELA DE DERECHO

CURSO:
Mecanismos alternativos de resolución de conflicto

DOCENTE:
Purizaca Sandoval Shirley Alicia

DISCENTES DEL GRUPO 1:

• García Herrera Estefany De Los Angeles.


• Agurto Medina Gustavo Jeanpearo.
• Cueva Lozada Alejandro Jose.
• Fernandez Vitteri José Armando
• Gallo Rodriguez Leslie Marilin.
• Silva Martinez Nicolas Eduardo.
• Vega Domínguez Juan Diego.
• Villegas Benza Lourdes Elizabeth.
• Villazana Córdova Anthony Estefano.

PIURA --2020
EXP. N.° 02765-2014-PA/TC AMAZONAS CARMEN ZELADA
REQUELME Y OTROS

I. IDENTIFICACIÓN DE LAS PARTES

 DEMANDANTES: Don Carmen Zelada Requelme, Don Jorge Zelada


Zamora, Don Juana Zamora Salcedo, Don José Prospero Marín Salazar.

 DEMANDADOS: Emilfero Epquin Rojas, alcalde del Municipio


Distrital de Montevideo; Rickson Emil Sánchez Valle, presidente de la
Junta Directiva de la Comunidad Campesina de Montevideo; Aguilberto
Vergaray Epiquin, Juez de Paz del Distrito de Montevideo; y Aldonso
Salomé Valle Llaja, presidente de la Comunidad Campesina de
Montevideo.

II. IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA

La aplicación de la arbitrariedad de las disposiciones legales en cuanto a la


sanción de incautación de sus animales, observándose así la afectación del
trabajo que desempeñaban en sus tierras y la imposibilidad de que sus menores
hijos puedan seguir sus estudios, los cuales consideran son abusos en su contra,
por ello, invocan la vulneración de sus derechos fundamentales a la libertad de
tránsito, a elegir su lugar de residencia, a la paz y tranquilidad, a la
inviolabilidad de domicilio, a no ser víctima de violencia moral o tratos
humillantes, a la educación de sus hijos y al trabajo.

III. HECHOS SUSCITADOS

1. Los hechos que suscitan el conflicto radican básicamente en la decisión que


tomó la Asamblea General al disponer a través de un acta que se establezca
la disposición de destituir a Don Carmen Zelada Riquelme y compañía, así
como también la reversión de sus terrenos a la comunidad.
2. Los acontecimientos que originaron este conflicto fue la demanda realizada
por la familia Zelada hacia la comunidad en dónde estos residen, durante la
asamblea general de la comunidad de Montevideo, se basaron en la
destitución del distrito y el restablecimiento de sus terrenos a la comunidad,
ya que son denunciados por abigeato y tenencia ilegal de armas, privándoles
de todo derecho e imponiéndoles 90 días para marcharse y ceder dichas
tierras.
3. Además, se ordenó el retiro de sus animales, excluyéndolos de sus derechos
comuneros y confiscando el 50% de sus cosechas sembradas en conjunto
con otros comuneros, pero permitiendo que salieran en buen estado de
salud.

4. El alcalde, el presidente de la Ronda Campesina y el juez de paz del


presente proceso, expresan mediante diversos escritos interponiendo queden
exceptos del incumplimiento de legitimidad para obrar, debido a que creen
pertinente que no tienen responsabilidad por el acuerdo al que llegaron,
puesto que; fue conforme en posición de la Asamblea general más no a
manera personal.

IV. ANÁLISIS DEL CONFLICTO

 En la forma de analizar este caso decimos que la potestad de las


comunidades campesinas de impartir justicia, no se está viendo de una
buena manera ya que en los términos del artículo 149 de la constitución es
que se respete las tradiciones y practicas realizadas, pero podemos
visualizar que la misma disposición constitucional establece que un límite
material es el irrestricto respeto a los derechos fundaméntales.

 Creemos pertinente destacar que el destinatario principal del citado proceso


son los jueces y no las rondas campesinas. La utilidad del mismo radica,
esencialmente en promover entre aquellos una actitud prudente, que
gestione un tratamiento razonable dentro de este conflicto que se manifiesta
a partir de la intervención jurisdiccional y punitiva de las rondas
campesinas. en base al caso presentado; el amparo reside en discutir las
decisiones de la asamblea de la Comunidad campesina de Montevideo que
consiste en expulsar, regresar los terrenos a la comunidad y sobre todo
vulnerar los derechos de los demandantes. En consecuencia, el Tribunal
Constitucional en consideración de ello y con las facultades que le otorga la
Constitución política declara fundada la demanda de amparo, ya que ocurrió
una violación del derecho del debido proceso; motivo por el cual estableció
a la comunidad campesina se aplique el poder en nuevo proceso con las
garantías del derecho ya mencionado.

V. CONCLUSIONES

 Nuestro equipo está de acuerdo con el pronunciamiento de la demanda en


medida de que se haya declarado fundada, considerando de manera óptima
en conjunto con el voto del magistrado Ernesto Blume Fortineo, el hecho de
que debe considerarse el adecuado ejercicio de la función jurisdiccional de
las comunidades campesinas y nativas, puesto que; deben concordar con las
características pertenecientes a la naturaleza de nuestro Estado y gobierno,
sujetándose al marco constitucional que velen por la garantía, protección y
defensa de los derechos fundamentales, de tal forma que se ensamble
también con la justicia ordinaria pero siempre y cuando mantenga la
armonía con el carácter unitario del Estado Peruano y con los principios y
valores que lo inspiran.

 Hemos considerado objetivo el voto de la magistrada Ledesma Narváez, ya


que recalca que muchos habitantes de diversas comunidades campesinas no
tienen posibilidades para requerir sustento o respaldo judicial de los
derechos que otorga nuestra constitución. Además de estimar, sobre una de
las posibles causas de este problema, el cual es la falta de educación sobre el
ejercicio de sus derechos, puesto que, es fundamental no solo conocer
nuestros derechos, sino también saberlos ejercer en defensa de alguna
vulneración que pueda perjudicar nuestro bienestar o desarrollo personal,
social, físico y psicológico.

 Finalmente, destacamos que es importante recurrir a las diversas fuentes del


derecho, tales como: La ley, la jurisprudencia, la doctrina y claro está el
derecho consuetudinario, pero si nos ubicamos en el último ya mencionado,
cabe resaltar que no debemos apartarnos de una interpretación aislada de las
normas, y mucho menos de lo que establece la Constitución, es por ello que
es fundamental tener en cuenta las disposiciones establecidas para así
disponer e imponer las medidas prudentes y pertinentes ante un caso
cualquiera suscitado en una comunidad campesina.

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