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Fallo: Industrias Nor Bur SA c/ PEN – ley 25.561 - dtos.

1570/01 214/02 (Nación-Lloyds) y otros s/


proceso de conocimiento – ley 25.561. Buenos Aires 9 de febrero de 2017.

Hechos: (Cons 1) La firma Industrias Nor Bur sociedad anónima promovió demanda contra: el Estado
Nacional; el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y 4 Bancos privados. El objeto de la
demanda es la obtención de una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados por las medidas
adoptadas en el marco del denominado “corralito financiero”. La pretensión está fundada en la
responsabilidad estatal por su conducta ilegítima, y en la inconstitucionalidad e inaplicabilidad al caso de
la ley 25.344, de los decretos y resoluciones del BCRA.

Argumentos del Aquo:(Cons 2) La señora jueza de primera instancia rechazó la demanda.


Las normas cuestionadas fueron ampliamente examinadas por la Corte Suprema de Justicia de la
Nación y concretamente, en el precedente “Massa”, concluyó en su aplicación no ocasionaba lesión al
derecho de propiedad y que no eran inconstitucionales. Tampoco se configura un supuesto de
responsabilidad del Estado por actividad lícita, pues de las pruebas producidas no son idóneas para
demostrar que los acontecimientos denunciados hayan sido la causa generadora de las pérdidas
invocadas por la firma actora. Aquel tipo de responsabilidad requiere para su procedencia,
especialmente, la concurrencia de un sacrificio especial y la ausencia del deber jurídico de soportar el
daño por parte del afectado, no se probó el sacrificio especial.
El pronunciamiento fue recurrido por la parte actora.

Argumentos del actor: (Cons 9) El primer agravio subraya que la firma actora no es un “simple
ahorrista” sino que se trata de un establecimiento industrial que sufrió importantes pérdidas.
El segundo agravio destaca la alegada arbitrariedad de la sentencia apelada en la valoración de las
constancias de la causa y de las pruebas producidas.
El tercer agravio apunta a demostrar la falta de motivación de la sentencia apelada, que descalifica
como “plagada de afirmaciones meramente dogmáticas de imposible verificación, ya que no se condice
con las constancias fácticas obrantes en la causa”.
El cuarto agravio se centra en la contradicción que habría entre los considerandos y la parte resolutiva
de la sentencia apelada.
El quinto agravio enfatiza que la sentencia apelada omitió “declarar la inconstitucionalidad de la
normativa de emergencia económica cuestionada en la demanda”.

CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES EN LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO FEDERAL,


SALA I.
Valoración-Fundamentos: (Cons 9) En cuanto al quinto agravio, dado que no media una declaración
de ilegitimidad de las normas impugnadas, no puede haber resarcimiento ya que falta la causa de esa
obligación. (Por lo que la actividad estatal es lícita porque la ley es constitucional de acuerdo al fallo
Massa).
(Cons 12) Para que proceda el reconocimiento de la responsabilidad estatal por su actividad lícita debe
probarse no sólo la existencia de un daño cierto, la relación de causalidad entre la conducta de estatal y
el perjuicio, y la posibilidad de imputar jurídicamente esos daños al Estado, sino también la existencia de
un sacrificio especial en el afectado y la ausencia de un deber jurídico a su cargo de soportar el daño.
La lesión de derechos particulares susceptibles de indemnización en virtud de la doctrina mencionada
no comprende los daños que sean consecuencias normales de la actividad lícita desarrollada, puesto
que las normas que legitiman la actividad estatal productora de tales daños importan limitaciones de
carácter general al ejercicio de todos los derechos individuales singularmente afectados por dicha
actividad. Por tanto, sólo comprende los perjuicios que, por constituir consecuencias anormales,
significan para el titular del derecho un verdadero sacrificio desigual, que no tiene la obligación de
tolerar sin la debida compensación económica, por imperio de la garantía consagrada en el artículo 17
de la Constitución Nacional.
Los daños causados por actos administrativos dispuestos por razones de interés general, se debe
verificar si tales daños efectivamente han producido y son una consecuencia directa e inmediata del
obrar del Estado. Es necesario acreditar la existencia de una relación directa, inmediata y exclusiva, de
causa y efecto, entre la conducta impugnada y el perjuicio cuya reparación se persigue.
(Cons 13) La firma actora no ha logrado demostrar que se hallen conformados todos los presupuestos
propios de la responsabilidad del Estado por su actividad lícita.
Sus agravios hacen hincapié, centralmente, en la existencia de pérdidas y en que esas pérdidas fueron
provocadas por la actividad normativa del Estado Nacional en el marco del denominado “corralito
financiero”. Empero, no ha probado la configuración del sacrificio desigual.
El primer agravio no es idóneo para acreditar que los daños que alega hayan sido padecidos
específicamente por la empresa. Ya que el resto de los establecimientos industriales también fueron
alcanzados por las normas impugnadas.
La firma actora, paralelamente, cuestiona que la sentencia apelada no haya otorgado importancia a la
prueba informativa. Esa prueba, en la hipótesis más favorable a su posición, podría tener incidencia
para probar la relación de causalidad entre la actividad estatal y el daño invocado, más no un sacrificio
desigual.
El segundo agravio tampoco prueba la configuración de un sacrificio desigual. Dice la firma actora que
“todo el andamiaje en que se funda la sentencia impugnada para rechazar la demanda se basa en un
mero error material e involuntario en que ha incurrido el perito contador al consignar el ejercicio contable
del 2012.
Más allá del claro error del perito, insignificante por cierto, es inequívoco que la jueza se refirió al
ejercicio que finalizó el 31 de diciembre de 2002.
No surge a lo largo de toda la pericia que las pérdidas hayan sido provocadas por falta de libre
disponibilidad del dinero depositado en los bancos demandados y afectados por el corralito financiero.
Al respecto es dable destacar que en la memoria del cierre de fecha 31/12/01 se determinó que se
registraron pérdidas cuya causa principal es la fuerte caída en las ventas.
Esas apreciaciones no fueron desvirtuadas por la firma actora (No impugnó esa pericia).

Sentencia: Desestimar los agravios, confirmar la sentencia recurrida y distribuir las costas de esta
alzada en el orden causado.

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