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BENEFICIARIO DE UN CHEQUE NO PAGADO.

CARECE DE
LEGITIMACIÓN PARA DEMANDAR AL BANCO LIBRADO UNA
INDEMNIZACIÓN POR FALTA DE PAGO, AL NO EXISTIR UNA RELACIÓN
CONTRACTUAL ENTRE AMBOS. Los artículos 184, 193 y 205 de la Ley
General de Títulos y Operaciones de Crédito no regulan la hipótesis de que si el
banco librado no paga al beneficiario un cheque presentado para su cobro, éste
pueda demandar el pago de una indemnización equivalente de por lo menos el 20%
(veinte por ciento) del valor del documento, de manera que la beneficiaria carece
de legitimación para demandar del librado dicha indemnización.

En efecto, de los artículos citados se deduce que:

a) El librado resarcirá al librador los daños y perjuicios que se le causen, cuando


sin justa causa, teniendo fondos suficientes del librador, se niegue a pagar un
cheque;

b) El librador resarcirá al beneficiario los daños y perjuicios que se le ocasionen en


caso de que libre un cheque presentado en tiempo y éste no le fuera pagado por
causas imputables al propio librador; y,

c) El beneficiario podrá exigir del librador la devolución del importe de un cheque


de viajero cuando no le sea pagado de inmediato, así como la indemnización de
daños y perjuicios que no será menor al veinte por ciento del valor del cheque no
pagado.

De lo anterior se advierte que el beneficiario es un tercero extraño a la relación


contractual existente entre el banco librado y el librador por lo que , ante la
ausencia de una obligación previa que vincule al banco con el tenedor del
cheque, la responsabilidad que se atribuye a la entidad financiera demandada no
tiene origen contractual, sino que es de naturaleza extracontractual, toda vez que
el derecho del beneficiario emerge del título y lo vincula al librador pero el
beneficiario resulta ajeno a la relación subyacente entre el banco y el librador.

En este orden de ideas, al beneficiario corresponde demandar y probar los


extremos de la acción de responsabilidad, por lo que para tener derecho al
resarcimiento por daños y perjuicios, deben darse necesariamente los siguientes
elementos:

antijuridicidad , daño , relación de causalidad entre la actuación antijurídica y el


daño, y existencia de un factor subjetivo u objetivo de atribución (culpa, dolo,
riesgo, garantía, etcétera) a quien se considere responsable.

DÉCIMO SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL


PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 951/2016. Hispano Venezolana de Perforación, Compañía
Anónima. 22 de febrero de 2018. Unanimidad de votos. Ponente: Neófito López
Ramos. Secretario: Hugo Alfonso Carreón Muñoz.

Esta tesis se publicó el viernes 10 de agosto de 2018 a las 10:18 horas en el


Semanario Judicial de la Federación.

Registro digital: 2017516 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Décima


Época Materias(s): Civil Tesis: I.12o.C.40 C (10a.) Fuente: Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación. Libro 57, Agosto de 2018, Tomo III, página 2611 Tipo:
Aislada

RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL. SU CONCEPTO. El incumplimiento de


una obligación nacida de un contrato se denomina responsabilidad contractual. Para
que se configure es necesaria la previa existencia de un contrato válido, que haya
sido perfeccionado por el consentimiento de las partes, revistiendo la forma que la
ley señala para cada caso, y que por lo anterior obliga no sólo al cumplimiento de
lo pactado, sino también a todas las consecuencias de su naturaleza, sea éste
unilateral, bilateral, oneroso, conmutativo, consensual, instantáneo o de tracto
sucesivo, encontrándose en la falta a su puntual cumplimiento, salvo las
excepciones consignadas en la ley, por las personas que los otorgan y sus
causahabientes, la causa de su rescisión y/o la correspondiente responsabilidad del
pago de daños y perjuicios, si los hubiere. En ese contexto, la voluntad de las
partes es la máxima ley de los contratos, a la que se sujetan y obligan, no sólo lo
que se expresa en ellos, sino también a las consecuencias que según su naturaleza,
son conforme a la buena fe, al uso o a la ley. En estos casos, el factor de
atribución de responsabilidad es objetivo, por lo que para eximirse de
responsabilidad es necesaria la introducción de una causa ajena al hecho
dañoso. Concretamente, quien fue víctima de un daño, derivado del
incumplimiento de la norma jurídica individualizada, sólo debe probar la
existencia de la obligación, en tanto que quien debe probar su falta de
responsabilidad es el supuesto responsable.

QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER


CIRCUITO.
Amparo directo 740/2010. Spectrasite Communications, Inc. 15 de diciembre de
2011. Unanimidad de votos. Ponente: María Soledad Hernández Ruiz de Mosqueda.
Secretario: Ricardo Mercado Oaxaca.

Nota: Por ejecutoria del 11 de febrero de 2020, el Pleno en Materia Civil del
Primer Circuito declaró inexistente la contradicción de tesis 24/2019, derivada de
la denuncia de la que fue objeto el criterio contenido en esta tesis, al establecer
que los tribunales contendientes no resolvieron una misma cuestión litigiosa a
través de un ejercicio interpretativo contradictorio o diferente.

Registro digital: 2004314 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Décima


Época Materias(s): Civil Tesis: I.5o.C.54 C (10a.) Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Libro XXIII, Agosto de 2013, Tomo 3, página 1721 Tipo:
Aislada

RESPONSABILIDAD CIVIL SUBJETIVA. ELEMENTOS QUE LA


CONFIGURAN. Para que se configure la responsabilidad que genera el actuar
ilícito de una persona, en términos de lo preceptuado en los artículos 1910 y 2110
del Código Civil Federal, es menester la concurrencia de cuatro presupuestos
básicos:

1. El incumplimiento objetivo, o material, que consiste en la infracción al deber,


sea mediante el incumplimiento de un contrato, sea a través de la violación del
deber general o específico establecido en una norma jurídica.

2. Un factor de atribución de responsabilidad (subjetivo), esto es, una razón


suficiente para asignar el deber de reparar al sujeto señalado como deudor.

3. El daño; y,

4. Una relación de causalidad suficiente entre el hecho y el daño , es decir, que


pueda predicarse del hecho que es causa (fuente) inmediata y directa de tal daño.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER


CIRCUITO.

Amparo directo 756/2005. Álvaro de Jesús Campos Acosta. 20 de enero de 2006.


Unanimidad de votos. Ponente: Gerardo Domínguez. Secretario: Jair David Escobar
Magaña.

Registro digital: 174610 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Novena


Época Materias(s): Civil Tesis: III.2o.C.117 C Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Tomo XXIV, Julio de 2006, página 1370 Tipo: Aislada
DAÑO CONTRACTUAL Y DAÑO EXTRACONTRACTUAL. SU DIFERENCIA.

Frecuentemente, en la práctica, suele confundirse el daño contractual con el daño


extracontractual, toda vez que el Código Civil para el Distrito Federal, en el
artículo 1830, define de manera amplia al ilícito como un hecho contrario a las
leyes de orden público o a las buenas costumbres, que puede aplicarse
indistintamente tanto a la comisión de un delito doloso o culposo, como a un
mero incumplimiento de contrato . La confusión se ve acentuada con la
denominación empleada por el legislador en el libro cuarto de la citada legislación;

así, el daño extracontractual queda contemplado en el título primero, Fuentes de


las obligaciones, capítulo V, que se refiere a las obligaciones que nacen de los
actos ilícitos.

El daño contractual, por su parte, se encuentra regulado en el título cuarto,


denominado "Efectos de las obligaciones. I. Efectos de las obligaciones entre
partes. Cumplimiento de las obligaciones. Incumplimiento de las obligaciones.
Capítulo I. Consecuencias del incumplimiento de las obligaciones".

Es evidente que la naturaleza de ambos daños está estrecha e íntimamente


vinculada al concepto de obligación .

Sin embargo, es precisamente ésta la que permite distinguir cuándo una


indemnización por daños y perjuicios debe reclamarse con base en los artículos
1910 y 1915, y cuándo debe fundarse en los artículos 2104, 2108 y 2109.

En el daño extracontractual no existe obligación previa (como no sean las


generales de cuidado que todo individuo debe observar), y es precisamente el
hecho ilícito el que va a generar la obligación.

Así, verbigracia , el delincuente que asalta a un transeúnte lo hace sin que


previamente haya existido concierto alguno de voluntades, al menos no entre él y la
víctima. Sin embargo, el derecho le adjudica al delincuente la obligación de
indemnizar a su víctima por los daños y perjuicios que haya sufrido.

En el daño contractual primero existe la obligación pactada en el contrato , y


después no es atendida o, en su defecto, lo es en una forma distinta a la
convenida.

Así, en un caso, la obligación nace con motivo de la comisión de un ilícito,


mientras que en el otro, el ilícito nace del incumplimiento de la obligación .

Época: Novena Época, Registro: 168952, Instancia: Tribunales Colegiados de


Circuito, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Tomo XXVIII, Septiembre de 2008, Materia(s): Civil, Tesis: I.4o.C.142 C,
Página: 1251
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Amparo directo 647/2007. Rodolfo Torres Martínez y otra. 4 de julio de 2008.
Unanimidad de votos. Ponente: Francisco J. Sandoval López. Secretario: Francisco
Juri Madrigal Paniagua.

RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL. SUS


DIFERENCIAS.

De acuerdo con la teoría de la responsabilidad civil, el que causa un daño a otro


está obligado a repararlo .

Este daño puede ser originado por el incumplimiento de un contrato o por la


violación del deber genérico de toda persona de no dañar a otra .

Así, mientras en la responsabilidad contractual las partes están vinculadas con


anterioridad al hecho productor de la responsabilidad , en la extracontractual el
vínculo nace por la realización de los hechos dañosos .

De ahí que la responsabilidad contractual emana de un acuerdo de voluntades que


ha sido transgredido por alguna de las partes, en tanto que la responsabilidad
extracontractual deriva del incumplimiento del deber genérico de no afectar a
terceros.

Por otro lado, para que exista responsabilidad contractual basta con que se
incumpla con la obligación pactada, mientras que la extracontractual puede
tratarse de responsabilidad objetiva o subjetiva .

La responsabilidad de índole subjetiva se funda en un elemento de carácter


psicológico , ya sea porque existe la intención de dañar o porque se incurre en
descuido o negligencia . En cambio, en la responsabilidad objetiva se encuentra
ausente el elemento subjetivo , esto es, la culpa o negligencia.

Época: Décima Época, Registro: 2006178, Instancia: Primera Sala, Tipo de Tesis:
Aislada, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 5, Abril de
2014, Tomo I, Materia(s): Civil, Tesis: 1a. CXXXV/2014 (10a.), Página: 816
Contradicción de tesis 93/2011. Suscitada entre el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Primer Circuito y el Tribunal Colegiado en Materias Civil y de
Trabajo del Décimo Circuito. 26 de octubre de 2011. La votación se dividió en dos
partes: mayoría de cuatro votos por la competencia. Disidente: José Ramón Cossío
Díaz. Unanimidad de cinco votos de los Ministros Jorge Mario Pardo Rebolledo,
José Ramón Cossío Díaz, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Olga Sánchez Cordero de
García Villegas y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, en cuanto al fondo. Ponente:
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretarios: Ana María Ibarra Olguín y Arturo
Bárcena Zubieta.
Nota: Esta tesis no constituye jurisprudencia, ya que no resuelve el tema de la
contradicción planteada.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de abril de 2014 a las 10:09 horas en el
Semanario Judicial de la Federación.
RESPONSABILIDAD CIVIL POR HECHOS PROPIOS, AQUILIANA Y
OBJETIVA. DIFERENCIAS.

Los hechos lícitos y los ilícitos generan obligaciones ; y así, es regla que la
conducta de una persona le es imputable a ella; por esto, a la responsabilidad
proveniente de la conducta de una persona, sea que esa conducta sea lícita o ilícita,
se le llama subjetiva porque implica el elemento culpa.

Como excepción a dicha regla, se establece que la conducta de terceros también sea
imputable a otras personas, a ésta se le llama responsabilidad aquiliana en razón
del jurisconsulto romano que creó la fórmula;

en esta figura el elemento culpa se encuentra desvanecido , porque se reconoce que


la conducta que causó un daño, es ajena a quien resulta obligado , pero aun así, se
estima que tiene una culpa por falta de cuidado en las personas que de él
dependen y cuya conducta causara el daño , que a su vez, generara una
obligación, no a quien lo cometió , sino a la persona de quien dependiera .

Por ello, incurren en tal responsabilidad los padres respecto de sus hijos , los
mentores respecto de sus pupilos dentro del recinto educativo, los hoteleros
respecto de sus empleados, los patrones respecto de sus trabajadores y el Estado
respecto de sus servidores.

Diversa excepción es la que resulta aún ante la ausencia de conducta , por el solo
hecho de ser dueño de una cosa que por sí misma causa un daño . Aquí, no hay
conducta y por lo mismo no hay culpa, por eso, a esta responsabilidad se le llama
objetiva en ausencia del elemento subjetivo culpa.

Época: Novena Época, Registro: 201002, Instancia: Tribunales Colegiados de


Circuito, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Tomo IV, Noviembre de 1996, Materia(s): Civil, Tesis: II.1o.C.T.85 C,
Página: 512
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y DE TRABAJO DEL
SEGUNDO CIRCUITO.
Amparo directo 782/96. Roberto Carlos Gutiérrez Larios. 2 de octubre de 1996.
Unanimidad de votos. Ponente: Salvador Bravo Gómez. Secretario: José Fernando
García Quiroz.
Amparo directo 639/96. Mario Mata Rodríguez. 4 de julio de 1996. Unanimidad de
votos. Ponente: Fernando Narváez Barker. Secretario: Isaac Gerardo Mora Montero.
RESPONSABILIDAD CIVIL OBJETIVA. ELEMENTOS NECESARIOS PARA
SU ACTUALIZACIÓN.

La responsabilidad civil extracontractual puede ser de naturaleza objetiva o


subjetiva. Es objetiva la derivada del uso de sustancias, mecanismos, instrumentos
o aparatos peligrosos que, por sí solos, es decir, por sus características, crean un
estado de riesgo para los demás, independientemente de que la conducta del agente
no fuere culposa, y de que no hubiere actuado ilícitamente.

Ahora bien, la responsabilidad objetiva se apoya en un elemento ajeno a la


conducta, en donde la noción de riesgo reemplaza a la de la culpa del agente
como fuente de la obligación .

Así, para que exista esta responsabilidad, es necesaria la concurrencia de los


siguientes elementos:

1) el uso de sustancias, mecanismos, instrumentos o aparatos peligrosos, por sí


mismos o por sus características;

2) la provocación de un daño;

3) la causalidad entre el uso y el daño referidos; y,

4) que no exista culpa o negligencia inexcusable de la víctima, entendida como


culpa grave, debido a que el agente no puede ser responsable de la conducta ajena,
cuando ésta fue la que dio lugar al daño.

Época: Décima Época, Registro: 2006974, Instancia: Primera Sala, Tipo de Tesis:
Aislada, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 8, Julio de
2014, Tomo I, Materia(s): Civil, Tesis: 1a. CCLXXVI/2014 (10a.), Página: 166
Amparo directo en revisión 4555/2013. 26 de marzo de 2014. Cinco votos de los
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien reservó
su derecho para formular voto concurrente, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga
Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Jorge
Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de julio de 2014 a las 8:25 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.
RESPONSABILIDAD CIVIL SUBJETIVA, AQUILIANA Y OBJETIVA.
DIFERENCIAS.

La primera se origina cuando por hechos culposos, lícitos o ilícitos se causan


daños;

la aquiliana opera en los casos en que de los resultados de la conducta dañosa


deba responder una persona distinta del causante ;

finalmente, existe responsabilidad objetiva sin existencia del elemento culpa para
el dueño de un bien con el que se causen daño s.

Así, el que es ocasionado por la comisión de los actos ilícitos genera obligaciones
en atención a la conducta de la persona a la que le es imputable su realización,
pudiendo identificar a este tipo de responsabilidad como subjetiva, por contener el
elemento culpa;

también genera responsabilidad el daño causado por terceros y, en este caso, aun
cuando no existe vínculo directo entre el que resulta obligado y el que realiza la
conducta, el nexo surge de la relación que existe entre unos y otros, y así los
padres responden de los daños causados por sus hijos, los patrones por los que
ocasionen sus trabajadores y el Estado por los de sus servidores ;

por último, resulta diferente el caso en que, aun en ausencia de conducta, surge la
obligación por el solo hecho de ser propietario de una cosa que por sus
características peligrosas cause algún daño.

Época: Novena Época, Registro: 184018, Instancia: Tribunales Colegiados de


Circuito, Tipo de Tesis: Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Tomo XVII, Junio de 2003, Materia(s): Civil, Tesis: VI.2o.C.341 C,
Página: 1063
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEXTO
CIRCUITO.
Amparo directo 99/2003. Seguros Tepeyac, S.A. 29 de abril de 2003. Unanimidad
de votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Humberto Schettino
Reyna.
Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IV,
noviembre de 1996, página 512, tesis II.1o.C.T.85 C, de rubro:
"RESPONSABILIDAD CIVIL POR HECHOS PROPIOS, AQUILIANA Y
OBJETIVA. DIFERENCIAS.".
RESPONSABILIDAD CIVIL POR DAÑOS A TERCEROS. LA
INDEMNIZACIÓN A UN TERCERO POR DAÑO MATERIAL DERIVADO DE
UN SINIESTRO, CONSISTE EN EL RESTABLECIMIENTO DE LA
SITUACIÓN ANTERIOR AL MISMO, Y SÓLO CUANDO ELLO NO SEA
POSIBLE, DEBE EFECTUARSE EL PAGO EN COMPENSACIÓN. De los
artículos 145, 147 y 149 de la Ley sobre el Contrato de Seguro, se obtiene que el
contrato de seguro tiene por objeto el resarcimiento de un daño o el pago de una
suma de dinero (indemnización) ante la realización de una eventualidad
predeterminada en el propio contrato (siniestro) a cambio de una suma de dinero
(prima). Asimismo, que en el contrato de seguro, por lo general, la relación
jurídica se entabla entre el asegurado y la empresa aseguradora, empero, cuando se
trata de una póliza que cubre diversos riesgos, entre ellos el de responsabilidad
civil por daños a terceros, surge jurídicamente otra persona: el tercero afectado,
quien aun sin ser parte en el aludido contrato, por verificarse el siniestro, adquiere
un derecho frente al ente asegurador, concerniente en obtener directamente de éste
la indemnización convenida, sin perjuicio de que pueda ser indemnizado en todo o
en parte por el propio asegurado, como lo prevé el artículo 149 citado. Es decir, los
preceptos transcritos consideran al tercero afectado como un "beneficiario del
seguro" desde el momento en que acontece el siniestro, lo que le otorga
legitimación para ejercer la acción de reparación de daños o de indemnización. Así,
en el caso de que los obligados se rehúsen a pagarle, el tercero beneficiario puede
reclamar en contra del asegurado, o bien, de la empresa aseguradora, sin que ésta
pueda alegar su falta de legitimación pasiva, pues su carácter para ser demandada,
precisamente, deriva de la obligación que asumió al otorgar, en el ámbito
contractual mercantil, la cobertura de responsabilidad civil. Es decir, esta
responsabilidad civil es de carácter extracontractual, en razón de que no proviene
del incumplimiento de un acuerdo de voluntades, sino de un hecho fortuito
causante de un daño previsto en la póliza; así, la indemnización a un tercero por
daño material derivado de un siniestro consiste en el restablecimiento de la
situación anterior al mismo, y sólo cuando ello no sea posible, efectuar el pago en
compensación.

DÉCIMO SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL


PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 361/2018. Quálitas Compañía de Seguros, S.A. de C.V. 6 de


septiembre de 2018. Unanimidad de votos. Ponente: Neófito López Ramos.
Secretario: Fernando Aragón González.

Esta tesis se publicó el viernes 26 de abril de 2019 a las 10:30 horas en el


Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época Registro: 2019746 Instancia: Tribunales Colegiados de


CircuitoTipo de Tesis: Aislada Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación Libro 65, Abril de 2019, Tomo III Materia(s): Civil Tesis: I.12o.C.130
C (10a.) Página: 2111

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