El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) como Metodología Transformadora. El aprendizaje basado en proyectos (ABP) surge como una metodología educativa dinámica que coloca al estudiante universitario en el epicentro de su propio proceso de formación. Esta metodología sumerge a los alumnos en la investigación y resolución de problemas o desafíos de la vida real, propiciando así el desarrollo de conocimientos y competencias fundamentales. Al más que presentar un desafío, el ABP conlleva la creación de un proyecto que no solo involucra a los estudiantes en la aplicación de teorías, sino que también les demanda dar respuestas concretas a problemáticas del mundo real. Esta propuesta pedagógica no solo incentiva la motivación y el compromiso estudiantil, sino que también cultiva habilidades esenciales para el siglo XXI, tales como el pensamiento crítico, la creatividad y la resolución de problemas (Abella-García et al., 2020). Más aún, al contextualizar el conocimiento, se consigue una profundización y retención a largo plazo de lo aprendido. En el ámbito de la educación superior, el ABP se ha consolidado como una estrategia pedagógica de vanguardia, reconocida por sus beneficios en la formación integral de los futuros profesionales. Un aspecto crucial del ABP es la evaluación, que debe orientarse no solo hacia la calificación sino también hacia la mejora y el aprendizaje del estudiante. La integración del ABP con estrategias de evaluación formativa, como la autoevaluación y la evaluación entre pares, se presenta como una opción relevante para potenciar la autorregulación y la reflexión crítica. Según hallazgos de una investigación con 120 universitarios, la aplicación de estrategias de evaluación formativa en un proyecto de ABP fue mayoritariamente percibida como justa, aunque no se destacó por ser especialmente motivadora. Este fenómeno podría atribuirse al hecho de que la evaluación entre pares representa un cambio de paradigma para estudiantes acostumbrados a ser evaluados únicamente por sus docentes. Sin embargo, destacaron la importancia positiva de conocer de antemano los criterios de evaluación, los cuales proporcionan orientación a sus procesos de aprendizaje. En síntesis, el ABP, enmarcado dentro de un proceso de evaluación formativa protagonizado por los propios estudiantes mediante estrategias como la autoevaluación y la evaluación entre pares, constituye una metodología de vanguardia para cultivar el pensamiento crítico y las competencias esenciales en el siglo XXI. A pesar de las posibles reticencias iniciales de los estudiantes, esta aproximación les permite ser conscientes de sus procesos de aprendizaje y los prepara para enfrentar con éxito sus futuras responsabilidades profesionales. En un contexto más amplio, el aprendizaje a través de proyectos se erige como una herramienta educativa efectiva para fomentar un aprendizaje significativo y contextualizado. Este método implica presentar a los estudiantes un desafío o problema real que deben abordar mediante la realización de un proyecto o tarea específica. En este proceso, los estudiantes trabajan de manera activa, colaborativa y autónoma, lo que fomenta el desarrollo de habilidades y competencias clave para su futuro (Guaranda Vilema RM, 2019). Una de las principales virtudes del aprendizaje basado en proyectos es su capacidad para estimular la motivación intrínseca de los estudiantes. Al enfrentarse a desafíos o problemas auténticos, los estudiantes se comprometen más con el proceso de aprendizaje al percibir la relevancia y utilidad de lo que están estudiando. Este vínculo directo entre el contenido académico y la realidad contribuye a crear un ambiente de aprendizaje más estimulante y enriquecedor. Otra ventaja distintiva de esta metodología radica en su capacidad para fomentar el desarrollo de habilidades transversales y competencias del siglo XXI. El aprendizaje a través de proyectos no solo se limita a la adquisición de conocimientos, sino que también promueve habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad, la colaboración y la comunicación, fundamentales para el éxito académico y profesional. En resumen, el aprendizaje a través de proyectos se consolida como una metodología educativa efectiva que promueve un aprendizaje significativo y contextualizado. A través de la realización de proyectos, los estudiantes no solo adquieren conocimientos, sino que desarrollan habilidades y competencias esenciales para su futuro, al tiempo que se motivan y se comprometen con su propio proceso de aprendizaje. Esta metodología se presenta como un enfoque integral que prepara a los futuros profesionales para los desafíos del siglo XXI. Referencias: Abella, V., & Ausín, V. (2020). Aprendizaje Basado en Proyectos y Estrategias de Evaluación Formativas: Percepción de los Estudiantes Universitarios. Revista Iberoamericana de Evaluación Educativa, 13(1), 93-110. https://revistas.uam.es/riee/article/view/riee2020.13.1.004 Guaranda Vilema RM. (2019) Las escuelas unidocentes y la planificación simultánea. Una experiencia del ecuador actual. REEA Vol. 1, No. 4. Agosto, 2019. http://www.eumed.net/rev/reea/agosto-19/escuelas-unidocentes.html