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Manual AEC

de Suturas Quirúrgicas
manuales y mecánicas
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas
Manual AEC
de Suturas Quirúrgicas
manuales y mecánicas

DIRECTORES

Jose Luís Ramos Rodriguez


Dieter Morales García
Xavier Feliu Palá
Salvador Morales Conde
José María Jover Navalón

Avalado por las secciones de Formación Postgraduada, de Pared Abdominal y Suturas; y de Cirugía Endoscópica,
de la ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CIRUJANOS

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Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

El contenido de esta publicación se presenta como un servicio a la profesión


médica, reflejando las opiniones, textos, ilustraciones e iconografía propios de
los autores y facilitados por ellos mismos bajo su exclusiva responsabilidad;
no asumiendo las instituciones, la editorial, ni la entidad patrocinadora ninguna
responsabilidad derivada de la inclusión de las mismas en dicha obra.

© 2014 Asociación Española de Cirujanos (AEC)


© 2014 Bate Scientia Salus, SL

Depósito Legal: M-3603-2014


ISBN: 978-84-940277-5-8
Edición: BATE Scientia Salus, SL
Creatividad: Virilo Shopping, SL

Dirección de correo:
Departamento Científico. BATE Scientia Salus SL.
C/ Viridiana, nº 9; portal H, 1º izq. 28018 Madrid.
Correo electrónico: info@scientiasalus.net

Reservados todos los derechos. Se prohíbe la reproducción de cualquier parte de esta publicación, almacenarla en
un sistema recuperable, transmitirla por ningún medio electrónico, mecánico, fotocopiado, en discos, ni de cualquier
otra forma, sin la previa autorización escrita del editor.

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PRESENTACIÓN
Queridos amigos, el concepto de sutura esta íntimamente unido a los
principios básicos de la cirugía, como la asepsia, la hemostasia o la anestesia,
los cuales se estudian en las primeras clases de Cirugía en nuestras
Facultades de Medicina. Estos principios clásicos, que permanecen como
pilares básicos de nuestra especialidad, están en continua evolución y
desarrollo, apareciendo nuevos materiales y tecnologías que facilitan la
cicatrización de las heridas quirúrgicas, fruto del entusiasmo, curiosidad
y ánimo de innovación inherente a nuestra profesión y que gracias a
la colaboración con otros grupos como ingenieros, biólogos, etc. se
traducen en materiales de sutura cada vez mas seguros, resistentes y
biocompatibles.

Desde la Asociación Española de Cirujanos y siguiendo esta filosofía,


mediante la aportación de las distintas secciones y siguiendo el concepto
de transversalidad de las mismas, se quiere mediante este manual
ofrecer una actualización de las distintas suturas quirúrgicas adecuada al
momento global que vivimos, dirigida fundamentalmente a los Residentes,
verdaderos artífices del futuro de nuestra especialidad, en respuesta a los
requerimientos formativos por competencias, como establece el programa
de formación (BOE de 8 de Mayo de 2007) elaborado por la Comisión
Nacional de la Especialidad, de manera que este a disposición de los
mismos desde su incorporación a la residencia de cirugía, al igual que a la
plena disposición de todos los asociados.

Esta primera edición del manual AEC de suturas quirúrgicas, manuales


y mecánicas, quiere también dar una respuesta práctica a distintas
cuestiones en unos momentos en que parece mas cercano que la
Formación Especializada a través del Real Decreto de Troncalidad que
tiene sus orígenes en el desarrollo de la LOPS, va a sufrir drásticos
cambios, que esperemos sean solo para mejorar la Formación de nuestros
Residentes.

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Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

Es por tanto un grandísimo honor para nosotros el poder ser partícipes


de esta primera edición del manual, que junto con las guías clínicas, el
manual AEC del Residente en Cirugía General y el manual de Cirugía
de la AEC, acude a ocupar un espacio formativo importante y que nos
gustaría presentar durante el XXX Congreso Nacional de Cirugía que se
celebrará en Madrid del 10 al 13 de noviembre de 2014.

Quisiéramos además felicitar y agradecer el esfuerzo de todos los


coordinadores y miembros de las distintas secciones, especialmente las de
Pared Abdominal y Suturas, Cirugía Endoscópica y Formación Continuada
y DPC, así como el apoyo total de la Junta Directiva y el Comité Científico
de la AEC. No podemos tampoco dejar de agradecer al Sr Baquero,
director científico de Scientia Salus por su coordinación editorial y a la
compañía COVIDIEN por su patrocinio y permanente compromiso con la
investigación e innovación en Cirugía.

José Luís Ramos Rodriguez


Dieter Morales García
Xavier Feliu Palá
Salvador Morales Conde
José María Jover Navalón

Directores de la obra

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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN. 7
MATERIALES DE SUTURA. 8
Agujas. 8
Hilos. 12
Materiales de sutura mecánica. 16
Adhesivos y sellantes quirúrgicos. 18
Cintas adhesivas. 18
Materiales hemostáticos. 19
Mallas quirúrgicas. 19
Accesorios. 19
SUTURAS MANUALES. 20
Tipos de suturas manuales. 20
Técnicas de suturas manuales. 20
Puntos sueltos, sutura discontinua o sutura interrumpida. 20
Sutura continua. 25
Porta agujas para cirugía endoscópica 29
SUTURAS MECÁNICAS. 30
Suturas mecánicas en cirugía convencional abierta. 30
Suturas lineales. 32
Suturas circulares. 36
Suturas mecánicas en cirugía endoscópica. 39
LIGADURAS MECÁNICAS. 41
Ligaduras mecánicas en cirugía convencional abierta. 41
Ligaduras mecánicas en cirugía endoscópica. 41

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Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

CASOS ESPECIALES. 43
1. Suturas de tejidos parenquimatosos. 43
2. Suturas de vasos sanguíneos. 43
Ligadura en una rama de un vaso. 43
Suturar un desgarro de una rama de un vaso. 44
Pinzamientos vasculares. 44
División y sutura de extremos arteriales. 45
Cierre de arterioctomía longitudinal. 46
Cierre de arterioctomía transversal. 47
Anastomosis termino-terminal. 49
Sutura a distancia. 50
Anastomosis termino-lateral. 51
Anastomosis latero-lateral. 51
3. Suturas de tendones. 52
POSIBLES COMPLICACIONES. 53
1. Hemorragias. 53
2. Hematomas y Seromas. 53
3. Infección. 53
4. Dehiscencia. 54
5. Granulomas. 54
6. Dermatitis de contacto. 55
7. Necrosis. 55
8. Hiperpigmentación. 55
9. Cicatriz hipertrófica. 56
10. Cicatriz queloidea. 56
11. Dolor. 56

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INTRODUCCIÓN
La sutura quirúrgica es un material estéril que pretende restaurar la continuidad
y funcionalidad de vasos y tejidos que han sido dañados, separados o que se
pretende unir, favoreciendo la cicatrización. No obstante, ha de reseñarse que
a veces el propio acto quirúrgico tiene como única finalidad la de resolver el
problema precisamente con la sutura.
Al analizar el tema no debiéramos perder la perspectiva de cuando se empleaba
como sutura, la acción de hormigas y termitas, pelo de la cola o crin de caballo,
hebras de tendones e intestino, seda, fibras de origen vegetal como las espinas
de acacia, juncos, etc. acompañado además, de una burda técnica; lo que sin
duda traía consecuencias terribles muchas veces.
La investigación y desarrollo de nuevos materiales, así como de sus dispositivos de
aplicación por parte de la industria, junto a la técnica y vías de abordaje por parte
de los cirujanos, permiten reducir la morbi-mortalidad del acto quirúrgico pero
además, en la actualidad pueden realizarse intervenciones antes impracticables,
con resultados predecibles y francamente alentadores.
Actualmente se tiende a evitar las suturas de origen natural por razones de
bioseguridad y se tiende más a los sintéticos o metales. En cualquier caso,
los nuevos materiales no tienen impurezas, y pretender ser mínimamente
antigénicos, no reactivos e inertes, apirogénicos, atóxicos, absorbibles y no
absorbibles, pretenden facilitar su manejo reduciendo la resistencia al paso
por los tejidos, resultando atraumáticos en lo posible para reducir la reacción
cicatricial; facilitando el anudado e incluso haciéndolo innecesario, llegando a
ser diseñados específicamente para casos concretos difíciles de resolver antaño.
No dejemos de mencionar también, la necesidad a veces de mantener la herida
abierta con la adecuada técnica, soporte y barreras; como son los apósitos
especiales cuya tecnología protege las vísceras expuestas y los sistemas de
terapia de presión negativa.
En todo caso, a la hora de precisar de sutura, la naturaleza de los materiales y las
técnicas empleadas condicionaran su aplicabilidad y así se ajustarán unos mejor
que otros a las diferentes condiciones.

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MATERIALES DE SUTURA
Los materiales destinados a favorecer las técnicas de sutura son varios y de
diferentes tipos, según su finalidad, el tejido, la herida y el tipo de técnica a
emplear.

Es importante elegir el más adecuado y para ello, conocerlos lo mejor posible.

Agujas.
Se hacen en materiales resistentes pero que, se doblen en vez de partirse. Las
partes que identificamos en las agujas para suturas son: el ojo, el cuerpo y la punta.

Según su propósito, tienen diferentes formas. Las hay con ojo para enhebrar el
hilo y sin ojo (Figura 1) que llevan un terminal hueco con el hilo ensamblado. Esta
últimas tienen la ventaja de que impide que se desenhebre el hilo durante el proceso
de sutura, además, las agujas con ojo producen una sutura más traumática para el
tejido, ya que el hilo que pasa por el ojo sobresale por ambos lados y atraviesa el
tejido produciendo cierto desgarro.

Figura 1. Aguja sin ojo e hilo ensamblado

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Podemos clasificar las agujas por su forma (Figura 2):

• De 1/2 círculo: se usan para suturas en tejidos semiprofundos (cirugías


gástricas y gineco-obstétricas).

• De 3/8 de círculo: para tejidos relativamente superficiales (por ejemplo, se


emplea en cirugía cardiovascular).

• De 1/4 de círculo: para tejidos superficiales.

• De 5/8 de círculo: tejidos muy profundos o tejidos de difícil acceso.

• Rectas: se pueden usar para suturar piel.

Figura 2. Esquema según la forma de la aguja quirúrgica; y muestra de embalaje y etiquetado.

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Podemos clasificarlas también por la forma de su punta:

• De punta ahusada: para tejidos blandos y fáciles de penetrar. Con sección


circular/ovalada de punta y cuerpo (Figura 3).

Figura 3. Símbolo y sección de la aguja circular ahusada.

• Con punta roma: se usa en sutura de tejidos friables. Con sección circular/
ovalada de punta y cuerpo (Figura 4).

Figura 4. Símbolo y sección de la aguja circular roma.

• De corte convencional: con sección triangular de punta y cuerpo, tiene


uno de sus bordes dentro de la curva de la aguja y otros dos bordes cortantes
opuestos (Figura 5).

Figura 5. Símbolo y sección de la aguja triangular con dos bordes exteriores (aguja de corte convencional).

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• De reverso cortante: también de sección triangular de punta y de cuerpo,
pero con uno de los bordes en el exterior de la curva, para facilitar la penetración
en tejidos duros (Figura 6).

Figura 6. Símbolo y sección de la aguja triangular con un solo borde exterior (aguja de corte invertido).

• Tapercut: también se trata de una aguja cortante para tejidos duros. Aunque la
punta es de sección triangular, el cuerpo es de sección circular (Figura 7).

Figura 7. Símbolo y sección de la aguja circular y punta triangular.

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• De espátula: tiene sección trapezoidal (en punta y cuerpo), con bordes


laterales cortantes y en forma de espátula (Figura 8).

Figura 8. Símbolo y sección de la aguja aplanada con sección trapezoidal (espátula de precisión).

Hilos.
Las propiedades del hilo de sutura y su elección adecuada según el tejido a
suturar, pueden ser decisivos para el éxito de la intervención y dependerán de los
siguientes atributos, para que ofrezcan la mejor cicatrización injiriendo el menor
daño posible:

• Materiales de sutura manual: pueden ser naturales como el catgut, el


algodón, el lino, la seda y el acero inoxidable quirúrgico; o las sintéticas como
los polímeros: ácido poliglicólico, poliglactina, polidioxanona, poliglecaprona,
poligluconato, nailón, polipropileno, poliester, etc.

Ha de mencionarse además, la disponibilidad de suturas revestidas de un agente


antiséptico, que han demostrado en ciertos casos, una reducción significativa del
riesgo de infección del sitio quirúrgico.

Cabe destacar un nuevo tipo de sutura con lazo de autoanclaje y microlengüetas,


que permite cerrar sin usar nudos. Estas suturas, tanto las absorbibles como las
no absorbibles, convierten la cirugía en más rápida y no hay que ejercer tensión
levantando la sutura, ya que ofrece una tensión constante a lo largo de la línea
de sutura. No es necesario cambiar la técnica de sutura (sutura continua simple)
y no suele precisar de una tercera mano (Figura 9).

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Figura 9. Sutura V-Loc™.

• Número de hebras: los hilos de sutura se clasifican en monofilamento


(compuesto de una sola hebra) o multifilamento (con muchas).

Las suturas monofilamento ofrecen menos resistencia al pasar a través


de los tejidos, por eso son mejores para cirugía vascular. Sin embargo, las
multifilamento ofrecen mayor fuerza tensil y flexibilidad (Figura 10).

Figura 10. Lateral y sección del hilo multifilamento.

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• Calibre: corresponde al diámetro del material. En general debemos utilizar el


material de sutura de menor diámetro que mantenga adecuadamente la unión del
tejido. Es decir, cuanta menos fuerza tensil tenga que soportar el tejido, menor
diámetro de sutura se debe emplear, por el contrario, los tejidos que soportan
gran tensión, deben ser unidos con suturas de mayor calibre.

Se mide numéricamente según el criterio definido por la United States


Pharmacopeia (U.S.P), denominando su calibre, en número de ceros. A mayor
número de ceros, menor calibre de la sutura (Figura 11).

Figura 11. Calibre dela sutura según el criterio USP.

Ilustración que no se corresponde con la sección real.

• Fuerza tensil: es la fuerza que ejerce el material de sutura por unidad de área
de tejido. Nos indica la capacidad de mantener aproximado el tejido.

• Capilaridad: es la capacidad que permite el paso de líquidos tisulares por la


línea de sutura. Las suturas multifilamento poseen una mayor capilaridad, lo que
implica que no son deseables en presencia de contaminación grave o infección.

• Memoria: es la tendencia que tiene a recuperar su estado inicial. Las suturas


sintéticas monofilamento poseen una mayor memoria y por eso, para evitar que
se deshagan los puntos, es necesario realizar un mayor número de nudos. En
este sentido, la suturas multifilamento ofrecen mayor seguridad, bastando con
menos nudos.

• Propiedades de absorción: Según si el filamento de sutura se absorbe o


no por el organismo, se pueden clasificar como absorbibles o no absorbibles.
Las suturas absorbibles son digeridas por el organismo y pueden utilizarse

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para mantener aproximados los bordes de la herida temporalmente hasta
que ésta haya cicatrizado lo suficiente como para soportar la tensión normal.
Pueden ser naturales (como el catgut simple o cromado) o sintéticas (polímeros
hidrolizables). Las suturas no absorbibles no son digeridas ni son hidrolizadas,
por lo tanto no se degradan ni absorben y generalmente tendrán que ser retiradas
posteriormente; habiéndolas también naturales (como el algodón, lino y la seda)
y sintéticas.

• Coeficiente de fricción: nos indica el mayor o menor roce que produce la


sutura al desplazarse a través de los tejidos. El hilo generará un mayor o menor
trauma de forma proporcional al coeficiente. Afecta a la seguridad del nudo, ya
que un coeficiente de fricción bajo, indicará que el nudo tendrá más tendencia
a aflojarse una vez apretado que otro con un coeficiente más alto, dicho de otro
modo, un hilo con coeficiente de fricción más alto, dará como resultado un nudo
más seguro. Las suturas monofilamento poseen menor coeficiente de fricción
que las multifilamento.

• Extensibilidad: Capacidad del hilo de sutura para ser estirado ligeramente y


para luego recuperase al hacer el nudo. Refleja además el grado de tensión que
se puede ejercer sobre el hilo sin romperlo. Un edema tisular o un seroma pueden
precisar de un mayor grado de extensibilidad.

• Reacción tisular: es el grado de respuesta del tejido a los materiales de sutura.


Las reacciones tisulares pueden variar enormemente en función del material de
sutura empleado. Hay reacciones muy leves como una irritación y otras muy
relevantes como su rechazo. Las suturas naturales absorbibles suelen producir
un mayor grado de reacción tisular que las suturas sintéticas absorbibles. Es
importante considerar las posibles reacciones tisulares si se pretende controlar la
cicatriz, ya que una mayor respuesta inmune, podría ampliar la cicatriz.

Podemos pues clasificar los hilos de sutura según:


• Degradación por el propio organismo: absorbibles y no absorbibles.
• Origen del material: sintético y natural u orgánico.
• Número de hebras: monofilamento y multifilamento (Figura 10).

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Para elegir entre uno u otro tipo, sugerimos el repaso de las siguientes
recomendaciones:

• Evitar las multifilamento en zonas contaminadas, que pueden convertir la


contaminación en infección. Para este tipo de suturas es mejor utilizar las
monofilamento o las absorbibles más resistentes a la infección.

• Es mejor cerrar los tejidos que cicatrizan lentamente con hilo no absorbible,
mientras que para tejidos que cicatriza rápidamente podemos usar absorbibles.

• En suturas del tracto urinario o biliar es mejor usar suturas absorbibles, ya que
los cuerpos extraños favorecen la formación de cálculos.

• Cuando la estética resultante sea importante, es preferible usar hilos


monofilamento, de menor calibre; y si es posible, aproximar los bordes con
cinta estéril.

• Usar el calibre más fino que se pueda según la tensión de la zona.

Materiales de sutura mecánica.


Cuando usamos dispositivos mecánicos para unir y cerrar, hablamos de suturas
mecánicas.
En vez de usar hilo es este caso, aplicamos:
• Grapas y agrafes generalmente no reabsorbibles (de acero o de titanio
con níquel), aunque existe ya absorbibles de ácido glicólico.

Las más comunes son:


• De titanio: material fuerte, ligero y flexible, que apenas causan alergia,
y facilitan mucho el proceso de sutura o de anastomosis. Se usa en
cavidad, para unión y anastomosis. No distorsiona en la prueba TAC, ni en
la resonancia magnética. Causa menos reacción en el sistema inmune.

• De acero inoxidable: se usa en piel, con mejor resultado estético que


la sutura de hilo.

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• Ligas o clips absorbibles y no reabsorbibles generalmente de titanio; para
obturar estructuras tubulares.

El alambre de la grapa, es de sección plana aplicando la tecnología direccional de


grapado, lo que evita torceduras al ser presionada contra el yunque; adoptando
forma de “B” al cerrarse, lo que permite que la sangre fluya a través del tejido y
evita la necrosis secundaria a la desvascularización posterior a la línea de grapas
(Figura 12).

aproximad. 1,5 mm.

Figura 12. Sección de la grapa una vez cerrada

Suelen presentarse en cartuchos desechables, y la línea de grapas puede ser


recta, curva o circular. Las circulares se emplean, por ejemplo, en la anastomosis
término-terminal. Existen aparatos especiales para diferentes aplicaciones, como
para cirugía abierta o para laparoscópica.

Los aparatos que se utilizan para aplicar estos elementos de unión, se verán más
adelante en el apartado “suturas mecánicas”.

También podemos necesitar un “quitagrapas”, que es un dispositivo


especialmente diseñado para retirar los elementos de sujeción del tejido (Figura
13).

Figura 13. Acción del quitagrapas

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Adhesivos y sellantes quirúrgicos.


Son también útiles en las tareas quirúrgicas para reestablecer la continuidad de tejidos,
actuar como sellantes y controlar la hemorragia e infección.

Según su composición, son de:

• Fibrina: Productos absorbibles, útiles para la hemostasia, derivados de la sangre,


de utilización relativamente fácil. Se utilizan principalmente en cirugía hepática,
cardiaca y esplénica.

• Cianoacrilatos: Generalmente se usan en cierres de piel. Reemplazan a la


sutura, pero también se pueden usar sobre una sutura subcutánea o incluso sobre
algunas pocas suturas en piel. Al reemplazar la sutura, evitamos el paso de retirar
los puntos posteriormente.

• Gelatina y derivados de la trombina: Su utilización como hemostático es


sencilla, permitiendo controlar la hemorragia en lugares de difícil acceso. Se usan
en todo tipo de cirugía.

• Polímeros de polietilenglicol: Actúan como hemostático y barrera de fluidos


gracias a sus agentes biodegradables. Su empleo más habitual es en neurocirugía.

• Albúmina y productos del glutaraldehido: Se utilizan como terapia


adyuvante en la hemostasia de grandes vasos sanguíneos. Producen fuertes
adherencias en 3 minutos. Puede presentar complicaciones como estenosis en el
sitio de aplicación o embolismo de la sustancia adhesiva.

Cintas adhesivas.
Conocidas también en inglés como “steri strips”; se colocan sobre una incisión o herida
manteniendo los bordes próximos mientras esta cicatriza.

Las cintas adhesivas están recubiertas de una capa acrílica adhesiva y se dispone de
varios anchos (medidos en pulgadas: media pulgada, una pulgada, dos pulgadas). Es
permeable al agua y al vapor por lo que permitirá el paso de sudor y secreciones o
sangre, evitando la maceración de la piel.

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Materiales hemostáticos.
Dentro de los materiales empleados en las suturas para la hemostasia, nos encontramos
con los siguientes, entre otros:

• Celulosa oxidada regenerada, de origen vegetal y de absorción rápida. La sangre


forma un coágulo artificial con la celulosa, creando una barrera química y física. Pueden
venir como mallas sueltas, mallas densas, o tipo esponjoso.

• Esponja de colágeno, gelatina absorbible, proteína purificada obtenida de la


hidrólisis de colágeno porcino. Es muy moldeable, no se disuelve en agua y tiene una
capacidad de absorción de hasta 40 veces su propio peso. Estas esponjas están
indicadas para el control de la hemorragia capilar. Se les pueden mezclar antibióticos
antes de aplicarlas. También hay esponja de colágeno dérmico bovino purificado y
liofilizado. Es un hemostático absorbible que al ponerse en contacto con la sangre
hace que las plaquetas se le agreguen y libere factores de coagulación. Se utiliza en
hemorragias capilares y se puede utilizar en procedimientos endoscópicos.

• Cera para realizar hemostasia a nivel de la médula ósea.

• Esponja medicamentosa de fibrinógeno y trombina humana como tratamiento


de apoyo en cirugía para mejorar la hemostasia, el sellado tisular y reforzando ciertas
suturas cuando las técnicas estándar demuestran ser insuficientes.

Mallas quirúrgicas.
Las mallas son planas, compuestas de hebras monofilamento o multifilamento,
generalmente de baja densidad. Las hay absorbible para reparación y soporte temporal
de órganos, o no reabsorbibles de polipropileno, maleable de poliéster, etc.
Se emplean como separadoras de tejido incluso en contacto con los órganos o
diseñadas para reparar la pared abdominal (herniorráfia), etc.

Accesorios.
Pinzas, porta agujas, quita grapas, tijeras, gasas, torundas, etc.
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SUTURAS MANUALES
Tipos de suturas manuales.
Será ligadura libre cuando por ejemplo es atada alrededor de un vaso para
ocluir su lumen, o será ligadura de transfixión si utiliza una aguja que desliza
la sutura a su posición correcta.

De forma general, se pueden distinguir dos tipos de suturas manuales, según se


interrumpa o no el hilo, en cada ciclo de unión: suturas discontinuas (también
conocidas como suturas interrumpidas o puntos sueltos) y suturas continuas.

Técnicas de suturas manuales.


Puntos sueltos, sutura discontinua o sutura interrumpida.
a) Sutura interrumpida simple o punto suelto simple.
Se inserta la aguja en un lado de la incisión (a unos 4mm del borde de la
herida) a través del tejido (del exterior al interior), pasándola hacia el lado
opuesto, de forma que salga el hilo por el otro lado de la incisión desde el
interior al exterior. Después se procede a anudar ambos extremos por fuera
de la incisión, dejando el nudo fuera. Si se ha de añadir otro punto, éste ha
de estar a unos 6-8 mm de distancia del anterior (Figura 14).

Figura 14. Punto suelto simple.

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b) Sutura en “U” horizontal o de colchonero horizontal.
Se inserta la aguja en un lado de la incisión (a unos 4mm del borde de la
herida) a través del tejido (del exterior al interior), pasándola hacia el lado
opuesto, de forma que salga el hilo por el otro lado de la incisión desde
el interior al exterior. Se vuelve a introducir la aguja en el tejido a unos 5
mm desde la salida en paralelo a la incisión o herida a través del tejido
(del exterior al interior), pasándola hacia el lado opuesto (el lado inicial), de
forma que salga el hilo por el otro lado de la incisión a unos 5 mm del borde
de la herida y a unos 6-8 mm del punto de incisión inicial.

Los dos extremos del hilo quedan al mismo lado y se anudan. Externamente
quedan dos líneas en paralelo con la herida (Figura 15).

Figura 15. Sutura en “U” horizontal o de colchonero horizontal.

c) Sutura en “U” vertical o de colchonero vertical.


Se inserta la aguja en un lado de la incisión (a unos 8 o 10 mm del borde de
la herida) a través del tejido (del exterior al interior), pasándola hacia el lado
opuesto, de forma que salga el hilo por el otro lado de la incisión (desde
el interior al exterior) saliendo a una distancia igual desde la incisión a la
herida. La aguja se revierte y se vuelve a introducir en el mismo lado, entre
la salida del hilo y la herida, a unos 4 mm del borde de esta y se saca por el
otro lado a igual distancia. Por último, se anudan los extremos.
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Es una sutura aún más fuerte que la de los puntos en “U” horizontales
(Figura 16).

Figura 16. Sutura en “U” vertical o de colchonero vertical

d) Sutura de Donati y McMillen.


Es una sutura cutánea similar a la anterior.

Consta de una primera pasada del hilo atravesando la herida en profundidad,


penetrando la piel y el tejido subcutáneo, y una pasada del hilo de retorno
que implica a los dos bordes de la piel con los dos pasajes en un plano
vertical, perpendicular a la herida (Figura 17).

Figura 17. Sutura de Donati y McMillen.

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e) Sutura de Allgöwer, o punto suizo.
Es una sutura de colchonero vertical con la variante de que el hilo no llega a
atravesar la piel en el lado opuesto al de entrada inicial de la aguja, de modo
que la entrada y la salida del hilo se hacen por un solo lado de la herida o
incisión (Figura 18).

Figura 18. Sutura de Allgöwer, o punto suizo

f)Sutura en “X”.
Se inserta la aguja en un lado de la incisión (a unos 4mm del borde de la
herida) a través del tejido (del exterior al interior), pasándola hacia el lado
opuesto, de forma que salga el hilo por el otro lado de la incisión desde
el interior al exterior. Se vuelve a introducir la aguja en el tejido en el lado
opuesto a la salida del hilo, a unos 6-8 mm del punto de entrada inicial y a
unos 5 mm del borde de la herida, se atraviesa esta y se saca por el otro
lado de la herida y se anudan ambos extremos, quedado dibujada una “X”
con el hilo en la parte externa (Figura 19).

Hay una variante a este tipo de sutura, haciendo la cruz debajo de la incisión
en vez de sobre ella.

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Tienen más resistencia que los simples, por lo que son adecuados para
zonas sometidas a tensiones; pero producen una gran cicatriz poco
estética en piel.

Figura 19. Sutura en X.

g) Sutura en “8”.
Empleado fundamentalmente como puntos de aproximación.

Permiten además, suturar a la vez dos planos de distintos tejidos, como es


la piel y subcutáneo (Figura 20).

Figura 20. Sutura en 8

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h) Sutura de Gambee.
Atraviesa serosa, muscular y mucosa, lo que reduce el riesgo de eversión
de la mucosa y extravasación de líquidos (Figura 21).

Permite más resistencia a la tensión que el punto simple.

Se suele usar en cirugía intestinal.

Figura 21. Sutura de Gambee

Sutura continua.
a) Sutura continua simple.
Para comenzar se realiza un primer punto, como el punto suelto simple,
pero sin cortar el extremo del hilo que va unido a la aguja. El extremo
suelto se anuda en el exterior y se cruza el hilo por encima de la herida
introduciendo de nuevo la aguja en el lado opuesto al de salida del hilo, de
forma que éste cruce sobre la herida formando un ángulo de 45 grados.
La aguja ha de atravesar la piel perpendicularmente a la herida o incisión.

El resultado es que la línea de sutura es perpendicular a la herida por debajo


del tejido y avanza hacia adelante en diagonal (en 45º aproximadamente)
por encima del tejido (Figura 22).

Para terminar se anuda el extremo del hilo de la aguja a la última pasada


del hilo que es exterior.

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Suele ser recomendable que se intercale algún nudo para evitar


dehiscencias.

Aporta una aposición tisular buena, siendo relativamente hermética si la


comparamos con los puntos sueltos simples.

Figura 22. Sutura continua simple

b) Sutura de festón, de candado, o de Reverdin.


Se trata de una variante de la sutura continua simple. Procedemos de
forma similar, pero a cada pasada del hilo por el exterior, se le hace pasar
por debajo del tramo que quedaría por encima antes de volver a entrar en
el tejido (Figura 23).

Como cada pasada tira de la anterior, se consigue una fijación mayor de los
lados de la herida o incisión.

Figura 23. Sutura de festón.

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c) Sutura de Lembert continua.
Esta sutura es de tipo invaginante, lo que quiere decir que crea una inversión
en ambos extremos de la herida/incisión y se utiliza sobre todo para cierres
en vísceras huecas.

La aguja penetra en un punto a 8-10 mm del borde para salir en el mismo


lado a 3-4 mm del borde (orientación perpendicular a la herida), pasando
serosa-muscular-serosa. Después pasamos por encima de la herida (el hilo
quedará por encima y perpendicular) y penetramos al otro lado a 3-4 mm
del borde, atravesando serosa-muscular-serosa y saliendo a 8-10 mm del
borde. Sin interrumpir el hilo, avanzamos a lo largo de la herida y repetimos
el proceso más adelante (Figura 24).

Figura 24. Sutura de Lembert continua

d) Sutura de Connell.
La sutura empieza con un punto simple, avanzamos en paralelo a la incisión
y se introduce la aguja que atraviesa la capa serosa, muscular, mucosa y
sale al lumen. Avanza de nuevo en paralelo a la incisión y penetramos de
dentro a afuera esta vez, desde el lumen retornando a la superficie exterior
del órgano. Desde aquí, pasamos la sutura en perpendicular a la incisión
y penetramos con la aguja en el lado opuesto (contralateral), dejando
equidistantes el punto de salida y de entrada de la línea de incisión, de
modo que la línea de sutura en el exterior queda perpendicular al corte.

27
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

Se procede en este lado de la misma forma que en el anterior: penetrar


serosa, muscular mucosa, lumen, avanzar en paralelo al corte y penetrar
para el retorno de la aguja al exterior (Figura 25).

Al ajustar la sutura, se produce inversión tisular.

Figura 25. Sutura de Connell.

e) Sutura de Cushing.
Se diferencia de la anterior en que no se llega a penetrar el lumen, pero
también al ajustar la sutura, produce inversión tisular.

La sutura empieza con un punto simple, avanzamos en paralelo a la


incisión y se introduce la aguja que atraviesa la capa serosa, muscular,
mucosa y desde la superficie profunda (sin llegar al lumen) avanza la aguja
en paralelo a la incisión y retorna atravesando los tejidos a la superficie
exterior del órgano. Desde aquí, pasamos la sutura en perpendicular a
la incisión y penetramos con la aguja en el lado opuesto (contralateral),
dejando equidistantes el punto de salida y de entrada de la línea de incisión,
de modo que la línea de sutura en el exterior queda perpendicular al corte.

Se procede en este lado de la misma forma que en el anterior, penetrar


serosa, muscular mucosa, avanzar en paralelo al corte y retornar la aguja al
exterior (Figura 26).

28
Figura 26. Sutura de Cushing.

f)Sutura de bolsa de tabaco o en jareta.


Se usa para cerrar un orificio al tirar de los extremos del hilo y anudándolos.
Se procede realizando una sutura continua alrededor el orificio y luego
anudando y tirando de los extremos, para forzar el cierre (Figura 27).

Figura 27. Sutura en bolsa de tabaco

Porta agujas para cirugía endoscópica


Ofrecen la posibilidad de actuar con la sutura manual, en el campo endoscópico.
Lo forma un mango cuyo eje da la orientación adecuada del instrumento, que
termina en un cómodo agarre, lo que permite el tensionamiento sobre una variedad
de diámetros de aguja de las mandíbulas del instrumento.

29
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

SUTURAS MECÁNICAS.
Las suturas mecánicas persiguen la uniformidad en las anastomosis, realizando
una línea de sutura uniforme sin tensión y buena hemostasia; acortando el
tiempo quirúrgico, el riesgo de contaminación e incluso facilita la realización de
anastomosis difíciles o imposibles por vía manual.

No obstante, no las hay para todos los tipos de intervenciones aunque resulta
frecuente la aparición de nuevos dispositivos.

Clasificaremos las suturas mecánicas en dos grupos según el tipo de cirugía:


cirugía convencional abierta y cirugía endoscópica.

Suturas mecánicas en cirugía convencional abierta.


Se distinguen tres tipos principales de suturas mecánicas en cirugía abierta:
grapadoras dérmicas, lineales (rectas o curvas) y circulares.

Grapadora dérmica.
Coloca una grapa cada vez que se activa el gatillo del instrumento. Las
grapas primero penetran la piel y luego se forman, manteniendo unido de
esa manera el tejido (Figura 28).

Figura 28. Grapadora dérmica.

30
Figura 29. Técnica de grapado dérmico.

Técnica:
1) Para cerrar la piel, se aproximan los bordes de la piel de una manera
evertida.

2) La punta del instrumento se coloca suavemente sobre el tejido


aproximado, con la flecha de localización en medio de la incisión.

3) Se apriete el gatillo completamente, repitiendo el procedimiento a


intervalos regulares, hasta que la incisión esté cerrada.

31
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

Suturas lineales.
Hasta el momento, estas suturas se pueden agrupar en 4 tipos según los
instrumentos usados: las lineales rectas, las lineales rectas articuladas, las de
curva lineal y las de perfil radial.

a) Sutura lineal.
• Lineal recta rígida no cortante.
Grapadora vertical o toracoabdominal (TA): existiendo en varios
tamaños, se usa en cirugía abdominal, ginecológica, torácica en resecciones,
cortes transversales de tejido y cierres totales o parciales de vísceras.

Se compone de dos partes una es el mango, desde donde podemos articular


la mandíbula, que tiene una parte móvil (en la que va la carga) y una fija, que
se llama “yunque”, sobre la que se cierran las grapas (Figura 30).

Figura 30. Lineal TA™.

Técnica:
1) Se coloca el tejido que deseamos suturar/cortar dentro de la mandíbula.

2) Deslizamos el botón de sujeción del perno (pin). Al cerrarse la mandíbula,


el perno de sujeción en la parte móvil de la misma, se inserta en un orificio a
tal efecto del yunque (la parte fija). Ha de quedar fijo y encajado.

32
3) Se aproximan los tejidos apretando el gatillo (una sola vez) hacia la parte
fija del mango y se comprueba que el tejido está en la posición correcta.
No apretar una segunda vez hasta que vayamos a realizar el disparo, para
que no salga defectuoso.

4) Liberamos el gatillo, volviendo así a su posición original.

5) Apretamos por segunda vez el gatillo, hasta el tope, produciendo el


disparo (disparo) de forma que quedará bloqueado en esa posición.

6) Se corta el tejido usando como guía el borde del cartucho.

7) Abrimos la mandíbula apretando el botón que produce para su


desbloqueo.

• Lineal recta articulada no cortante.


Es una grapadora similar a la anterior, pero con articulaciones que la adecuan
al uso para cierres del recto. También llamada gastrointestinal anastomosis
(GIA). La parte que une la mandíbula con el mango (el tallo) es giratorio, y
además la mandíbula puede girar 90º al estar articulada (Figura 31).

La técnica de uso es similar a la anterior.

Figura 31. Lineal TA Roticulator™.

33
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

b) Sutura lineal recta cortante.


• Lineal recta cortante abierta.
Es un dispositivo de grapado para realizar suturas mecánicas lineales en
cirugía abierta.

Realiza un corte, dejando a cada lado del corte una hilera simple o doble
de grapas.

Tiene una mandíbula con dos ramas: una donde va la unidad de grapado y
corte; y la otra (el yunque) que es sobre la que se cierran las grapas (Figura
32). Cada recambio (unidad de carga) contiene una cuchilla y las hileras de
grapas a cada lado (cuatro filas en total).

Figura 32. GIA™ abierta.

Técnica:

1) Se coloca el tejido que vamos a grapar entre el cartucho y el yunque, o


a un lado y otro en el caso de anastomosis de tejidos.

2) Distribuir los bordes del tejido entre cartucho y yunque proporcionadamente.

3) Al apretar el mango hasta el final, se oirá un chasquido.

4) Se gira el disparador hacia un lado del instrumento.

34
5) La unidad de carga se dispara cuando desplazamos el disparador hacia
delante llegando hasta el final, produciendo el corte y la sutura con grapas
de forma simultánea, produciendo un cierre rápido y hermético. Al eliminar
el tiempo séptico, reducimos el riesgo de contaminación peritoneal en la
sección de intestino cerrando los dos extremos.

6) Para poder retirar el dispositivo, hay que abrirlo apretando el botón de


liberación del cartucho. Y una vez hecho esto, podemos retirar el aparato.

• Sutura lineal curva cortante.


Este dispositivo proporciona varias filas curvilíneas de grapas y un corte en
medio (filas de grapas a cada lado del corte), permitiendo como en el caso
anterior grapado y corte simultáneo.

• Sutura lineal de perfil radial cortante


Proporciona varias filas de grapas con el corte entre ellas (filas por lado)
permitiendo grapado y corte simultaneo (Figura 33).

Figura 33. Radial con tecnología Tri-Staple™.

La hay con la altura de las filas de grapas escalonadas, siendo el menor


tamaño próximo a la línea central (junto a la línea de corte) y el tamaño
mayor en la línea externa, permitiendo una mejor difusión del fluido tisular,
mejor distribución de la presión sobre la línea de sutura y una mejor
hemostasia.

35
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

Suturas circulares.
• Sutura en bolsa de tabaco no cortante.
Queda un hilo de sutura quirúrgica de forma circunferencial que es fijado al
tejido con pequeñas grapas, permitiendo que el hilo se deslice.

La forma de su mango recuerda el mango de unas tijeras (mangos


anulares), teniendo en el otro extremo las mordazas, con ranuras para la
sutura (Figura 34).

Figura 34. Sutura en bolsa de tabaco con PURSTRING™.

Técnica:

1) Se separan los mangos anulares para abrir la mordaza.

2) Se coloca el tejido en el que queremos la sutura entre las dos mordazas


de forma que quede bien centrado, y mantenemos el dispositivo en la
posición exacta.

3) Se suelta completamente el seguro y se aprietan los mangos (el uno


hacia el otro) hasta que se encajen.

4) Cortamos el tejido utilizando el borde del aparato como guía.

5) Se quita el seguro del mango y se abre de nuevo (separando los mangos).

6) Retirar lenta y cuidadosamente del tejido.

36
• Sutura circular cortante.
Desde el mango sale un tallo (que puede ser recto o curvo) y en el extremo
distal, se encuentra la cápsula donde van la cuchilla circular y la doble corona
de grapas. El cabezal o yunque del dispositivo se abate automáticamente
después del disparo, lo que facilita la extracción del dispositivo. En el
interior de este conjunto, se encuentra el eje en el que encaja el yunque
(Figura 35).

Facilita de esta manera realizar una anastomosis termino-terminal y


termino-lateral (Figura 36), habiendo hecho un corte circular por dentro de
las dos filas de grapas concéntricas.

Figura 35. Circular end to end anastomosis (EEA™).

Técnica:

1) La mariposa, al girarla, avanza o retrae el eje. La rama móvil, acciona el


mecanismo de grapado y corte.

2) Se introduce el dispositivo en la sutura hasta que la punta del yunque


sobresale.

3) Se abre la grapadora hasta dejar un espacio suficiente entre el cartucho


y el yunque para unir las estructuras (esto se consigue girando hacia la
izquierda la tuerca de mariposa).

4) Se ajusta la sutura de bolsa de tabaco (realizada previamente) alrededor


del eje, haciendo así que el tejido se asegure alrededor del cartucho.
Cuidado con que los puntos de la bolsa de tabaco no sobrepasen los
2,5mm desde el borde, porque si cogemos tejido de más, podría interferir
con el cierre de la grapa, malogrando el grapado.

37
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

5) Se gira la mariposa para realizar la aproximación.

6) Se comprueba que la aproximación se ha realizado correctamente, sin


tejidos no deseados intercalados.

7) Se dispara el instrumento. Para ello hay que liberar y el seguro apretar


firmemente el mango hasta el tope: las grapas prenden el tejido interpuesto
y se cierran contra el yunque, a la vez que la cuchilla circular secciona en
el interior.

8) Se separa el yunque girando la mariposa en sentido antihorario.

9) Se extrae el instrumento con sumo cuidado para no dañar la anastomosis.

10) Se han de observar en el eje (ya fuera) los anillos de tejido, con
su correspondiente sutura, que si están íntegros, nos indicarán que la
anastomosis es correcta.

11) Se puede hacer una prueba de hermeticidad hidráulica (con solución


de yodo-povidona a presión) o neumática (sumergiendo en líquido la
anastomosis e inyectando aire).

Figura 36. Anastomosis termino-terminal y termino-lateral

38
Suturas mecánicas en cirugía endoscópica.
• Sutura no cortante.
Grapadora multiclip fijas y articuladas.

Es un instrumento estéril diseñado para ser utilizado con Trocares


Quirúrgicos que coloca grapas de titanio rectangulares.

• Sutura cortante.
Endo-GIA fijas y articuladas

Se utiliza en intervenciones toracoscópicas y laparoscópicas para realizar


secciones transversales tisulares con anastomosis.

Acciona dos hileras paralelas de grapas, con una hoja cortante que
secciona simultáneamente el tejido entre ambas hileras. Al ser un proceso
simultáneo, se reduce el riesgo de contaminación.

La versión “universal” admite diversas unidades de carga fija o articulada


(Figura 37).

Figura 37. Mango EndoGIA™, con cargas intercambiables endoGIA™ y con tecnología Tri-Staple™.

39
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

Técnica:

1) El eje permite su giro a 360º, mediante el collarín de rotación. Además


el eje se dobla 22º y 45º a cada lado, de forma que se puede usar con
palanca plegable.

2) Se comprueba que no haya ninguna obstrucción en las mordazas.

3) En la unidad de carga, hay una señal que indica la “marca de corte”, a


0,5cm del fin de la línea de grapas. Nos indica que más allá de esta marca
el dispositivo no cortará tejido, pero siempre se colocarán grapas los 0,5
cm posteriores como seguridad. Para el tejido que exceda la longitud de la
unidad de carga, será necesaria otra aplicación.

4) Se cierran las mordazas apretando completamente el mango, en el tejido


donde haremos el corte transversal.

5) Se procede al disparo. Para ello hay que pulsar el botón de seguridad,


que libera el mecanismo, y se aprieta el mango reiteradamente, lo que causa
un avance progresivo de la cuchilla, dejando a cada lado 3 filas de grapas.

6) La cantidad de presiones que hay que hacer depende de la longitud


de la unidad de carga y esta hay que dispararla totalmente. No dispararla
de forma completa causaría un corte y un grapado incompletos, pudiendo
causar una hemostasia fallida.

7) Cuando ya se ha disparado completamente, se tira de las perillas de


retorno hacia atrás y así las mordazas liberarán el tejido.

8) Retirar el instrumento lenta y cuidadosamente del tejido

• Sutura circular cortante.


Misma que la descrita en suturas mecánicas de la cirugía convencional
abierta.

40
LIGADURAS MECÁNICAS.
También según aplicable a la cirugía convencional abierta y cirugía endoscópica.

Ligaduras mecánicas en cirugía convencional abierta.


• Aplicador de Múltiples Clips
Dispositivo precargado con 20, 30… clips de titanio, que avanzan
individualmente luego de cada disparo (Figura 38).

Figura 38. Aplicador de clips Surgiclip™.

Ligaduras mecánicas en cirugía endoscópica.


• Aplicador endoscópico de clips
Aplicador de clips de titanio en cirugía endoscópica. El aplicador se
introduce a través de un manguito de trocar disponiendo de ejes, fijo o
giratorio, de diferente longitud y numero de cargas.

Figura 39. Aplicador de clips Endo Clip™.

41
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

Endo-ligaduras
Dispositivo adaptado a este tipo de acceso, alargado pero de cómoda
sujeción. Es importante la rotación de eje de 360º y el ángulo de mandíbula,
que brindan maniobrabilidad y visibilidad, lo que facilita la puntería y
colocación de la ligadura.

La sutura es formada tras anudar el asa de ligadura una vez que está en
posición, tensando hacia fuera para apretar el lazo y asegurar el nudo, lo
que proporciona un ajuste seguro sin comprometer las estructuras ocluidas.

Siendo dispositivos reutilizables o desechables, puede emplear materiales


absorbibles o no.

Figura 40. Aplicador de endo-ligadura.

42
CASOS ESPECIALES.

1. Suturas de tejidos parenquimatosos.


Los órganos parenquimatosos (hígado, bazo, riñón…) en general se suturan con
material monofilamento absorbible (que se ajustan al tejido sin dañarlo) y se
utilizan agujas de punta roma y de cuerpo redondo, que no cortan el tejido.

2. Suturas de vasos sanguíneos.


Ligadura en una rama de un vaso.

Para realizar una ligadura en una rama de un vaso sanguíneo, se rodea la


rama con el hilo y se asegura la superficie externa a ambos lados del origen
de la rama, encima de donde termina el vaso y empieza la rama a suturar.
Después se unen ambos extremos y se anuda.

Debe prestarse especial atención para evitar trombos, turbulencias,


estenosis y oclusiones, que la ligadura esté en la posición correcta:

Figuras 41 y 42.

Una ligadura alejada del vaso de origen puede acarrear la creación


de turbulencias en el flujo y la formación de trombos (Figura 41). Sin
embargo, si esta demasiado cerca del nacimiento del ramal produciría
un estrechamiento del vaso, reduciendo su diámetro, pudiendo causar
turbulencias e incluso oclusiones (Figura 42).

43
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

Suturar un desgarro de una rama de un vaso.

Si se da el caso de haberse producido un desgarro de una rama de un


vaso principal, debemos cerrar la lesión con puntos sueltos o con sutura
continua con sutura atraumática de doble aguja (Figura 43).

Figuras 43. Sutura de desgarro en vaso. Puntos sueltos y sutura continúa.

Pinzamientos vasculares.

También se puede tener la necesidad de ocluir el vaso, practicando:

Oclusión temporal del flujo sanguíneo (Figura 44).

En la imagen podemos ver un ejemplo de oclusión del flujo sanguíneo


mediante una combinación de pinzamiento cruzado y oclusión por oliva
o balón intraluminal.

Figura 44.

44
Pinzamiento tangencial parcial (Figura 45).

Figura 45.

Pinzamiento cruzado (Figura 46).

Figura 46.

División y sutura de extremos arteriales.

Se realiza un pinzamiento tangencial parcial. Se procede a la división y se


suturan ambos extremos antes de soltar los pinzamientos (Figura 47).

45
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

Figura 47.

Cierre de arterioctomía longitudinal.

Para realizar el cierre de una arterioctomía longitudinal, procederemos


a realizar una sutura continua tal y como se muestra en las imágenes.
Comenzando antes con dos puntos sueltos en ambos extremos (Figura 48).

Figura 48.

46
Cierre de arterioctomía transversal.

El principal objetivo de la anastomosis vascular es aproximar ambos extremos


vasculares restaurando su óptima circulación, lo que se consigue mediante
eversión de la pared vascular con aproximación intima-intima.

Todas las suturas continuas tiene el riego de originar un efecto en bolsa de


tabaco; por lo que debe aplicarse una ligera tensión y empujar cada sutura
angular en direcciones opuestas.

Sutura repetida continua:

Se trata del método estándar y más practicado en general (Figura 49).

Figura 49.

Sutura interrumpida:

Indicada para anastomosis termino-terminales circulares de vasos


menores y para las suturas arteriales en pacientes jóvenes. Su
inconveniente es la posible hemorragia entre los puntos de sutura y el
largo tiempo requerido para el anudamiento (Figura 50).

Figura 50.

47
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

Sutura de colchonero horizontal interrumpida:

Indicada en grandes arterias próximas al corazón, pues resulta muy


resistente y evita rezumamiento pues hay una amplia aproximación
intima-intima. Sin embargo puede producirse un efecto de bolsa de
tabaco (Figura 51).

Figura 51.

Sutura de colchonero horizontal continúa:

Generalmente para anastomosis de la aorta abdominal o torácica


(Figura 52).

Figura 52.

48
Anastomosis termino-terminal.

Para el caso de arterias grandes, se procede a unir ambos extremos mediante


una sutura en circunferencia.

Para realizar una anastomosis termino-terminal en vasos medianos o


pequeños, lo mejor suele ser unirlos mediante una sutura en “S”. Para unir dos
extremos que no sean iguales podemos optar por biselar ambos, o realizando
un incisión en el vaso más pequeño con forma de cuña (Figura 53).

Figura 53.

Si los segmentos son móviles se rotan, se aplican dos puntos a cada lado del
diámetro de la circunferencia y tres suturas de retención, triangulando, para
aproximar los vasos (Figura 54).

Si se presenta el caso de que haya un desgarro que impida mover los


extremos, situamos la pared posterior hacia la mitad del frente mediante una
rotación con pinza y suturamos en dos etapas (Figura 55).

Figura 54. Figura 55.

49
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

Para segmentos que no sean móviles, realizaremos una sutura transluminal


de eversión (Figura 56).

Figura 56.

Sutura a distancia.

Para vasos grandes realizaremos una sutura de colchonero horizontal y para


vasos pequeños, una sutura continua repetida (Figura 57).

Figura 57.

50
Anastomosis termino-lateral.

En este caso, no es determinante la diferencia del diámetro de los vasos. Se


empieza en la pared posterior con dos suturas, y luego, podemos proceder
con suturas de eversión en la pared frontal. La sutura (continua) ha de ser
paralela al eje longitudinal del paso principal, y en ella ha de mantenerse
cierta tensión (Figura 58).

Figura 58.

Anastomosis latero-lateral.

Dos suturas en para aproximar ambos tramos y después procede a realizar


una sutura continua de eversión (Figura 59).

Figura 59.

51
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

3. Suturas de tendones.
Para realizar la sutura de tendones utilizaremos seda reabsorbible.

Empezamos con un punto de aproximación, y con ello procedemos a retirar el


anclaje.

Después hacemos una sutura a cada lado del punto de aproximación, formando
un cuadrado, uniendo los bordes laterales del tendón y reforzando así sus bordes
proximal y distal.

Cuando ya esté suturado, verificaremos que la sutura está realizada correctamente


y procederemos a retirar los puntos de anclaje que pusimos anteriormente.

52
POSIBLES COMPLICACIONES.
Las principales causas son por la sutura (por el instrumento o la técnica) o propias de
cada órgano (lo que hace que existan técnicas especiales, revisadas anteriormente).

A continuación veremos algunas de las complicaciones que pueden surgir al realizar


suturas y que hemos de intentar evitar.

1. Hemorragias.
Es la complicación más frecuente.

Debe usarse un vasoconstrictor para evitarlas (cuando sea posible), o isquemia


digital. Si ya se ha producido y hemos de tratarla, suelen detenerse con un vendaje
compresivo. Otras alternativas son la ligadura de vasos, el bisturí de coagulación, etc.

2. Hematomas y Seromas.
Se trata de la acumulación de sangre o exudados de la herida que producen una
tumefacción de la zona. Puede deberse a que se haya realizado una incorrecta
aproximación de los tejidos, dejando bajo la superficie huecos o zonas muertas.

La forma de evitarlas es realizando una aproximación correcta de los tejidos


desde lo más profundo de la incisión o herida. Incluso ha de considerarse la sutura
intradérmica, para evitar los huecos, cuando sea necesario.

Cuando ya se ha producido y hemos de tratar esta complicación, debemos retirar un


punto, evacuar el líquido presionando y terminar aplicando un vendaje compresivo.

3. Infección.
Se produce en tejidos o bordes de heridas contaminadas o sucias o por una técnica
antiséptica deficiente (antes, durante o después de la sutura).

53
Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

Cuando aparecen, pueden incluso llevar a impedir la correcta cicatrización.

Para evitarlas ha de prestarse mucha atención a la asepsia antes y durante la sutura.

Si ya se ha presentado la infección, y hemos de tratarla, debemos retirar los puntos,


drenar el pus, realizar curar diarias y administrar antibióticos orales.

4. Dehiscencia.
Cuando las capas de la superficie de una herida se abren se produce dehiscencia,
es la separación de las capas de la herida.

Las causas que la desencadenan pueden ser: una aproximación incorrecta de


los bordes; por una retirada precoz de los puntos; por una retirada incorrecta de
los puntos; por usar material se sutura inadecuado; por hematomas; por edemas;
por presencia de edemas; por aparición de infecciones; por traumatismos sobre la
herida; por presión excesiva de la sutura; etc.

Para evitar la dehiscencia debemos evitar en la medida de lo posible todas las causas
anteriores descritas. Si ya se ha producido, podemos tratarla dejando abiertos los
bordes y realizando curas cada cierto tiempo hasta que cierre, o bien, podemos
proceder a reavivar los bordes y suturar nuevamente, lo que estéticamente nos
puede dar mejor resultado que la opción anterior.

5. Granulomas.
Es una masa de células que se forma cuando el sistema inmunológico aísla algo
que no ha podido expulsar. En el caso de las suturas suelen estar producido por la
reacción del tejido ante el material de sutura empleado.

Si aparecen, debemos retirar el material de sutura, intentar limpiar la herida y volver


a cerrarla.

54
6. Dermatitis de contacto.
Se caracteriza por la aparición de dolor, prurito, edema, enrojecimiento e incluso,
ampollas. La zona de reacción suele estar claramente delimitada, al contrario que
ocurre en la infección. Así podemos diferenciar una de otra.

Las dermatitis de contacto en una sutura pueden estar causadas por cremas
antibacterianas que se hayan aplicado; reacciones a los materiales utilizados en el
preoperatorio (soluciones, apósitos); etc.

7. Necrosis.
Es la muerte celular patológica de un tejido. Se puede producir ocasionada por una
mala circulación derivada de una tensión excesiva de los puntos.

Para evitarlas hemos pues de cuidar la presión que mantendremos en el tejido con
la sutura. Si aparece, debemos retirar el material de sutura, desbridar la herida, y
tratarla como si se tratara de una herida sucia. Después hay que vigilar la herida
pues puede presentar más complicaciones al agravarse, tales como: necrosis de
tejidos profundos, infección necrotizante, etc.

8. Hiperpigmentación.
Es una alteración en la coloración de la piel, que puede aparecer en la cicatriz de la
sutura como consecuencia del proceso inflamatorio al cicatrizar.

Para evitarla, hemos de recomendar al paciente que se proteger la herida del


sol durante el primer año y que utilice protectores solares, para que así el nuevo
tejido cicatricial no tenga una pigmentación excesiva. Una vez que ya ha aparecido,
debemos recurrir a tratamientos médico-estéticos como láser o luz pulsada.

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Manual AEC de suturas quirúrgicas manuales y mecánicas

9. Cicatriz hipertrófica.
Es la consecuencia de un proceso de cicatrización alterada por el que se produce
una acumulación de exceso de tejido, quedando una cicatriz prominente, limitada a
la zona de la herida, sin excederse de los límites de ésta.

Suelen mejorar con el paso del tiempo pero muy a largo plazo. Sin embargo, si
presentan síntomas molestos (como dolor y picor), o si están en zonas que afectan
mucho al aspecto físico (como en la cara), se podría recurrir a tratamientos como: el
láser, las inyecciones de cortisona, la radioterapia e incluso la cirugía.

10. Cicatriz queloidea.


Al igual que en la cicatriz hipertrófica, en la cicatriz queloidea se produce una
acumulación de exceso de tejido, pero a diferencia de aquella, dicho aumento no
respeta los límites de la herida, extendiéndose más allá de la zona suturada.

Es menos frecuente que la anterior y se da con más frecuencia en los varones de


raza negra.

Como tratamiento paliativo se puede recurrir a parches de presión, corticoides,


crioterapia, láser, etc.

11. Dolor.
Se puede tratar administrando al paciente analgésicos, pero evitando el ácido
acetilsalicílico ya que tiene efecto trombopénico.

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CON LA COLABORACIÓN DE:


COV ST 2014

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