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Unidad 2: Los Bienes.

2.1. Concepto y características.

“Cosa” es todo lo que tiene entidad, ya sea corporal o espiritual, natural o artificial, real o
abstracta. Es todo aquello que es corporal, perceptible por los sentidos, con existencia material.
Este concepto incluye todo, sólo con excepción de los seres humanos, aunque en el pasado se
consideraba a los esclavos como cosas (“res”, junto a los animales y cosas inanimadas).

Dentro de las “cosas”, se encuentran los “bienes”. “Cosa” es el género y “bien” la especie. Se
dice que un “bien” es todo aquello útil al hombre. En Economía, puede tratarse de bienes: (i)
naturales, como el aire, el agua, el sol; (ii) humanos, como los lentes, un vehículo, una casa; y
(iii) mixtos, como una presa o un puerto.

El concepto jurídico de “bien” se refiere a todo aquello merecedor de protección por el sistema
jurídico, todo aquello susceptible de apropiación particular o de incorporación al patrimonio de
una persona. Como veremos más adelante, sólo puede ser objeto de apropiación lo que está en
el comercio o no está restringido por la ley. Cada categoría de bienes tiene sus reglas
específicas, como discutiremos más adelante.

Los derechos reales principales y accesorios recaen sobre los bienes. Como dijimos en la unidad
precedente, el patrimonio de una persona incluye no solo los derechos subjetivos de que es
titular, sino también las cosas sobre las que estos derechos recaen, lo que de manera conjunta
es denominado como “bienes”.

2.2. En sentido general, las “cosas” pueden clasificarse de la siguiente manera:

a. Según su naturaleza: inmuebles (por su naturaleza, por su destino y por el objeto al cual
se aplican) y muebles (por su naturaleza, por anticipación y por disposición de la ley).
b. Según su apropiación: cosas apropiadas, cosas sin dueño (cosas comunes, res nullius y
res derelicta) y cosas fuera del comercio (derechos extrapatrimoniales y bienes del
dominio público).
c. Según su utilización: cosas fructíferas y no fructíferas, consumibles y no consumibles,
fungibles y no fungibles.
d. Otras clasificaciones.

A continuación pasamos a desglosar cada una.

2.3. Cosas según su naturaleza.

Se dice que los inmuebles son todas aquellas cosas no susceptibles de traslado, bien sea por
voluntad propia, de su titular o propietario o de un tercero. Asimismo, se dice que los muebles
son todas aquellas cosas pasibles de ser trasladadas de un lugar a otro.
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2.3.1. En Derecho Romano se consideraba como “Res Inmobilis” al suelo y las construcciones. La
jerarquía de las personas estaba unida a la jerarquía de las tierras, en tanto que eran
consideradas como fuente de riqueza e ingresos. De ahí que la legislación tradicional coloca
mayor protección sobre este tipo de bienes: (i) los inmuebles que una persona posee al
momento de casarse, no entran en la comunidad de bienes; (ii) los muebles se consideraban
como objetos despreciables, de valor ínfimo (en Derecho Romano se decía que “res mobilis, res
vilis”, es decir, “cosa movible, cosa inservible”). Con el desarrollo de la industria en la era
moderna, los bienes muebles cobraron mayor valor.

En Derecho Romano, los muebles se les conocía como “res mancipi”, es decir, “cosas que
pueden transferirse, venderse” y a los inmuebles como “res nec mancipi”, es decir, “cosas que
no pueden transferirse, venderse”.

El art. 516 del Código Civil contiene la clasificación básica de los bienes: muebles e inmuebles.
Acorde con lo antes expuesto, los inmuebles gozan de mayor protección desde el Código Civil y
el Código de Procedimiento Civil Napoleónico: (i) comunidad de bienes (art. 1401 CC); (ii)
embargos (art. 673 CPC), rescisión por lesión (art. 1674-1685 CPC), registros e impuestos (Ley
No. 608).

El art. 517 del Código Civil se refiere a los inmuebles, y el art. 527 a los muebles.

2.3.2. Los inmuebles se clasifican de la siguiente manera:

a. Inmuebles por su naturaleza: son todas aquellas cosas que por razón de su esencia
misma, no pueden trasladarse ni ser trasladadas. Es el suelo y todo lo que a él se
adhiere. Se conoce por “suelo” al fundo de tierra o extensión de terreno, incluyendo la
superficie y el subsuelo (minas, canteras), así como todas aquellas cosas que se le
adhieren o unen (vegetales y edificios, ver art. 520 y 521 del Código Civil), en tanto que
desde que se rompe el vínculo o unión con el suelo, estas cosas dejan de ser inmuebles
y pasan a ser muebles. No importa si quien hizo la unión era el propietario o un tercero,
ni el valor de la cosa unida al inmueble, ni su duración.

b. Inmuebles por su destino: son todas aquellas cosas muebles que están afectadas o
unidas a un inmueble por su naturaleza, sujeto a las siguientes condiciones: (i) la
voluntad del propietario del inmueble de crear un vínculo; (ii) el mueble debe ser
propiedad del dueño del inmueble; y (iii) el mueble debe estar destinado el inmueble
con permanencia. Se dice que “lo accesorio sigue la suerte de lo principal”. Ver art. 524-
525 del Código Civil. Se consideran también como inmuebles por su destino, por
mandato de la ley, todos aquellos bienes destinados a la explotación de una finca e
indispensables para ello (tales como los animales, utensilios, abonos, maquinarias, etc.),
sin incluir aquellas cosas que meramente son de uso del propietario (como su celular o
su vestimenta).
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c. Inmuebles por el objeto al cual se aplican (conocidos también como “derechos
inmobiliarios”): son todos aquellos derechos reales que recaen sobre inmuebles o que
son tratados como tal por mandato expreso de la ley. Conforme el art. 526 del Código
Civil, se incluyen:

o Derechos reales principales como el usufructo, servidumbre, uso, habitación,


enfiteusis.
o Derechos reales accesorios como la hipoteca y anticresis.
o Créditos inmobiliarios como el privilegio del vendedor no pagado.
o Acciones inmobiliarias, como (i) reivindicación, que sanciona el derecho de
propiedad; (ii) confesoria o negatoria, que persigue declarar la existencia o no de
servidumbre; (iii) hipotecaria, en la que el acreedor invoca su derecho de
persecución en contra de un tercero detentador de la cosa; (iv) posesoria, que
persigue hacer cesar una perturbación de posesión sobre la cosa; y (v) resolución
de una venta por falta de pago.

2.3.3. A su vez, los muebles se clasifican de la siguiente manera:

a. Muebles por su naturaleza: son todas aquellas cosas móviles, susceptibles de traslado,
no afectadas a la explotación de un fundo ni unidas de manera permanente a un
inmueble por su naturaleza. No importa si se trasladan por sí mismas (como los
animales) o por la voluntad de una fuerza extraña (el hombre o un fenómeno natural).
Ver art. 528 del Código Civil.

b. Muebles por anticipación: son aquellos bienes que las partes, al momento de realizar un
acto jurídico, dan el carácter de mueble. Por ejemplo, en el caso de las cosechas, se
considera a los frutos no cosechados, para fines de celebración del contrato de compra
venta, como bienes muebles por anticipación, en tanto que eventualmente (cuando se
produzca la cosecha) dejaran de ser inmuebles. Los efectos de la separación se
retrotraen al día de la venta. Así se permite que al realizar la venta, no se tengan que
considerar como parte del inmueble en que están sembrados. Ver Ley No. 925 de 1935.

c. Muebles por disposición de la ley (conocidos también como “derechos mobiliarios”): son
aquellos derechos reales que tienen por objeto un bien mueble o que son tratados
como tal por mandato de la ley. Conforme el art. 529 del Código Civil, esta
denominación incluye:

o Derechos reales principales como la propiedad y el usufructo.


o Derechos reales accesorios como la prenda.
o Derechos de crédito sobre muebles, como (i) rentas o anualidades; (ii) acciones o
intereses de socios en las sociedades de capital o de personas; (iii) los títulos
obligaciones emitidos por una sociedad, y (iv) las partes de fundador.
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o Acciones mobiliarias como la acción en reivindicación, para reclamar el
reconocimiento del derecho de propiedad.
o Derechos intelectuales.

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