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Facultad de Filosofía y letras

EL DESCENSO DE LA MORTALIDAD
COMO FACTOR DE MODERNIDAD EN
EUROPA DURANTE EL SIGLO XX

Asignatura: Historia del Mundo Actual


Curso:(2023-2024)
Grupo: 4ºB, Grado en Historia
Autor: Minerva Lobo Panadero

1
2
I. INTRODUCCIÓN___________________________________________________4
A. CONTEXTO HISTÓRICO Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA_______________4
II. MARCO TEÓRICO___________________________________________________5
A. MODERNIDAD Y SU RELACIÓN CON LA SALUD________________________5
III. EVOLUCIÓN DE LA MORTALIDAD EN EUROPA________________________5
A. RESUMEN DEL SIGLO XX_______________________________________5
B. FACTORES DETERMINANTES Y COMPARACIÓN ENTRE PAÍSES_____________6
IV. MODERNIZACIÓN Y DESARROLLO___________________________________7
A. IMPACTO DE LA INDUSTRIALIZACIÓN Y AVANCES MÉDICOS_______________7
V. IMPACTO SOCIAL Y ECONÓMICO_____________________________________7
A. CAMBIOS DEMOGRÁFICOS Y EN LA FUERZA LABORAL____________________7
VI. CONCLUSIONES____________________________________________________8
VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS____________________________________8

3
I. INTRODUCCIÓN
En el siglo XX, Europa experimentó transformaciones profundas debido a la
Revolución Industrial y las Guerras Mundiales. En este contexto, la reducción de la
mortalidad se convirtió en un indicador clave de cambio sociosanitario relacionado con
la modernidad. Este estudio se centra en analizar los factores detrás de esta disminución,
considerando la influencia de la industrialización, avances médicos, políticas de salud
pública y cambios demográficos. 1
La Revolución Industrial transformó la vida urbana y generó desafíos sanitarios que
exigían respuestas efectivas para proteger la salud pública. Los avances médicos, como
vacunas y tratamientos, jugaron un papel fundamental en la reducción de la mortalidad,
especialmente en enfermedades infecciosas. Las políticas de salud pública, como
campañas de vacunación y mejor acceso a la atención médica, fueron respuestas
organizadas a estos desafíos. 2
Estos cambios impactaron tanto en lo social como en lo económico, modificando la
estructura demográfica y las dinámicas de la sociedad. A pesar de los avances, persisten
desafíos en la salud pública. Comprender esta evolución histórica es esencial para
abordar los desafíos contemporáneos y proyectar el futuro de la salud en Europa. Esta
investigación se enfoca en analizar en detalle datos demográficos, históricos y de salud
para comprender el papel central que tuvo la disminución de la mortalidad como
indicador de modernidad en Europa durante el siglo pasado.
A. CONTEXTO HISTÓRICO Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En el siglo XX, Europa experimentó cambios significativos debido a la Revolución
Industrial y las Guerras Mundiales, influyendo en la sociedad, la economía y la salud
pública. La Revolución Industrial, a pesar de sus avances tecnológicos, generó desafíos
como condiciones insalubres y brotes de enfermedades. Las dos guerras mundiales
dejaron cicatrices profundas, afectando la demografía y priorizando la reconstrucción y
la salud pública. 3
La investigación se centra en comprender cómo estas dinámicas históricas impactaron
en las tasas de mortalidad en Europa durante el siglo XX. Examina cómo la Revolución
Industrial, los conflictos y los esfuerzos de reconstrucción influyeron en la salud de la
población, y cómo las políticas de salud pública y los avances médicos mitigaron o
intensificaron los desafíos asociados. El descenso de la mortalidad, considerado como
un indicador clave de progreso, se convierte en el foco central de la investigación. La
exploración de la interacción entre estos elementos históricos busca no solo comprender
la evolución de la salud pública en Europa, sino también extraer lecciones para los
desafíos actuales en la salud global. La investigación tiene como objetivo analizar
críticamente estas relaciones históricas para contribuir al entendimiento de los factores
que determinaron el curso de la mortalidad en Europa durante el siglo XX. 4

1
(Hobsbawm, 1989)
2
Ibidem
3
(Preston & Haines, 2016)
4
Ibidem

4
II. MARCO TEÓRICO
A. MODERNIDAD Y SU RELACIÓN CON LA SALUD
La industrialización trajo consigo una rápida urbanización, un fenómeno que, si bien
contribuyó al progreso económico, también propició condiciones urbanas insalubres.
Estas condiciones, caracterizadas por la falta de saneamiento básico y la aglomeración
de población, se convirtieron en caldo de cultivo para la propagación de enfermedades
infecciosas. Así, el avance industrial, mientras mejoraba aspectos de la vida cotidiana,
generaba simultáneamente riesgos para la salud de la población. 5
Paralelamente, la modernidad impulsó avances médicos sin precedentes que marcaron
un hito en la capacidad de la sociedad para hacer frente a las amenazas para la salud.
Desarrollos significativos en el ámbito de las vacunas, tratamientos y procedimientos
médicos aumentaron la eficacia de la atención médica y mejoraron los resultados de
salud. Sin embargo, estos avances no estuvieron exentos de dilemas éticos y desafíos
relacionados con el acceso equitativo a la atención médica, planteando preguntas sobre
la equidad en la distribución de los beneficios de la medicina moderna. 6
En respuesta a estos cambios, los gobiernos europeos adoptaron medidas institucionales
clave mediante el diseño de políticas de salud pública. Reconociendo la necesidad de
intervenciones coordinadas, se implementaron campañas de vacunación a gran escala
para combatir enfermedades infecciosas emergentes. Además, se establecieron
regulaciones sanitarias destinadas a mejorar las condiciones de vida y prevenir la
propagación de enfermedades. La expansión de servicios médicos accesibles se
convirtió en una estrategia crucial para garantizar que los beneficios de la modernidad
en el ámbito de la salud llegaran a todos los estratos de la sociedad. 7

III. EVOLUCIÓN DE LA MORTALIDAD EN EUROPA


A. RESUMEN DEL SIGLO XX
El siglo XX fue una época de cambios radicales que abarcaron conflictos mundiales,
reconfiguración geopolítica, avances tecnológicos y movimientos sociales. Las Guerras
Mundiales, la Guerra Fría y la descolonización definieron la primera mitad del siglo,
mientras que la segunda parte estuvo marcada por la globalización, la revolución
tecnológica y movimientos sociales significativos. 8
La globalización se aceleró, desencadenando cambios económicos profundos, como la
transición del fordismo al posfordismo y el ascenso de bloques económicos. Avances
tecnológicos, especialmente en informática y digitalización, transformaron la
comunicación y la sociedad. Movimientos sociales, como los derechos civiles y el
feminismo, redefinieron conceptos de equidad y justicia. 9
El siglo concluyó con eventos significativos, incluida la caída del apartheid y la
consolidación de la Unión Europea. A pesar de los desafíos, como el cambio climático,

5
(Porter, 1999)
6
Ibidem
7
Ibidem
8
(Hobsbawm, 1996)
9
Ibidem

5
el siglo XX dejó una huella duradera y continúa influyendo en el siglo XXI como un
período de intensidad histórica y transformaciones globales.
B. FACTORES DETERMINANTES Y COMPARACIÓN ENTRE PAÍSES
La evolución de las tasas de mortalidad en Europa durante el siglo XX estuvo
determinada por una interacción compleja de diversos factores que varían entre países.
El análisis de estos determinantes es esencial para comprender las disparidades en el
descenso de la mortalidad y sus implicaciones en la configuración demográfica y
sanitaria de las naciones europeas. Para la elaboración de este apartado he utilizado el
artículo de Mackenbach, J. P., et al. (2003). "Socioeconomic Inequalities in Health in 22
European Countries." New England Journal of Medicine que detalla los factores
relacionados con la salud en veintidós países.
Factores Determinantes:
El desarrollo económico se erige como el director principal en este momento. Países
económicamente avanzados, con una gran cantidad de recursos, han destinado
inversiones sustanciales en infraestructuras de salud, investigación médica y servicios
sociales. Esta generosidad financiera ha desempeñado un papel crucial en la bajada de
las tasas de mortalidad.
La educación y el conocimiento, compañeros inseparables, han protagonizado su propia
escena. En aquellos países donde la alfabetización y la educación florecen, la población
se convierte en una audiencia bien informada sobre prácticas sanitarias y prevención de
enfermedades, generando un conjunto de personas que tratan de combatir la alta tasa de
mortalidad.
El acceso a la atención médica, como un hábil mago, ha obrado maravillas en la
reducción de las tasas de mortalidad. La disponibilidad de servicios de salud, con
accesos a instalaciones médicas y profesionales, ha sido un factor determinante.
Aquellos países con sistemas de atención médica efectivos han desempeñado el papel de
salvadores.
El desarrollo tecnológico ha iluminado el camino. Avances en tecnología médica y
farmacéutica, como tratamientos eficaces, vacunas y técnicas médicas avanzadas, han
sido los protagonistas que han traído un giro decisivo en la trama de la mortalidad.
Comparación entre Países:
Los patrones demográficos han diferido entre países europeos. Algunos han
experimentado descensos notables en la mortalidad infantil, mientras que otros han
dirigido sus esfuerzos hacia la prolongación de la esperanza de vida en la población
adulta, creando diferencias demográficas distintivas. Países que han implementado
políticas efectivas de prevención, promoción de la salud y control de enfermedades han
conducido hacia avances notables en la salud pública. 10
El impacto de eventos históricos ha afectado a las poblaciones de manera desigual. Las
secuelas de guerras mundiales han dejado huellas distintivas, con la capacidad de
recuperación y adaptación de cada país marcando su propio tono en la trayectoria de la
mortalidad. Diferencias culturales y estilos de vida, como bailarines en el escenario, han
10
(Mascie-Taylor et al., 2004)

6
contribuido a las variaciones en las tasas de mortalidad. Dietas, hábitos de tabaquismo y
niveles de actividad física han desempeñado roles destacados en esta diversidad
demográfica. 11
En resumen, este descenso de la mortalidad en Europa es una narrativa entrelazada de
factores interdependientes. La comprensión de esta compleja colectividad destaca la
necesidad de enfoques adaptados y contextualizados en las políticas de salud pública y
la mejora continua de los sistemas de atención médica.

IV. MODERNIZACIÓN Y DESARROLLO


A. IMPACTO DE LA INDUSTRIALIZACIÓN Y AVANCES MÉDICOS
En el siglo XIX, la Revolución Industrial trajo consigo mejoras económicas, pero
también desafíos sanitarios en Europa. La rápida urbanización generó condiciones
insalubres y elevadas tasas de mortalidad. Sin embargo, los avances médicos, como
vacunas y tratamientos eficaces, surgieron como respuestas cruciales. 12
La industrialización creó entornos urbanos propensos a enfermedades, pero los avances
médicos contrarrestaron estos desafíos. A lo largo del siglo XX, innovaciones médicas
continuas, como antibióticos y técnicas quirúrgicas avanzadas, transformaron la
atención médica y contribuyeron a la reducción de la mortalidad. 13
En síntesis, la Revolución Industrial planteó retos sanitarios, pero los avances médicos
emergieron como héroes que mitigaron los impactos negativos, marcando un hito en la
capacidad de la sociedad para enfrentar enfermedades y reducir la mortalidad.

V. IMPACTO SOCIAL Y ECONÓMICO


A. CAMBIOS DEMOGRÁFICOS Y EN LA FUERZA LABORAL
Durante la Revolución Industrial en Europa, los cambios demográficos y laborales
generaron una historia compleja y transformadora. La migración masiva desde áreas
rurales a centros urbanos, impulsada por oportunidades laborales en la industria, alteró
la composición demográfica. 14
El crecimiento poblacional urbano exacerbó desafíos sanitarios, pero también dio forma
a una nueva dinámica laboral. La industrialización demandaba una fuerza laboral
abundante, llevando a la incorporación de mujeres y niños en fábricas. Esta
transformación, aunque impulsó la producción, planteó dilemas éticos y sociales. 15
El siglo XX presenció cambios demográficos más sutiles, con una transición hacia
sociedades envejecidas. La disminución de tasas de natalidad y el aumento de la
esperanza de vida reconfiguraron la estructura demográfica y plantearon desafíos
económicos y de seguridad social.

11
Ibidem
12
(Allen, 2017)
13
Ibidem
14
(Clark, 2009)
15
Ibidem

7
VI. CONCLUSIONES
En conclusión, el descenso de la mortalidad en Europa a lo largo del siglo XX se erige
como un fenómeno intrincado y significativo, reflejo de la complejidad inherente a la
transición hacia la modernidad en la región. La convergencia de diversos factores, como
las políticas de salud pública, el desarrollo económico y tecnológico, los cambios en el
estilo de vida y la educación en salud, ha impulsado una transformación profunda en la
demografía y la salud de la población.
La implementación efectiva de políticas de salud pública ha sido esencial, abordando no
solo las enfermedades infecciosas, sino también contribuyendo a la prevención de
enfermedades crónicas, construyendo así un panorama de salud más robusto.
Paralelamente, el progreso económico y tecnológico ha facilitado un acceso más amplio
a servicios de atención médica de calidad, marcando avances significativos en la
medicina y las tecnologías sanitarias.
Los cambios en el estilo de vida, en conjunto con una creciente conciencia sobre la
importancia de hábitos saludables, han desempeñado un papel crucial en la reducción de
enfermedades relacionadas con estos factores, promoviendo una sociedad más saludable
en su conjunto. Además, la educación en salud y el acceso a información médica han
permitido que la población tome decisiones más informadas sobre su bienestar,
contribuyendo así a una mayor participación en la gestión de la salud personal y
colectiva.
En última instancia, este declive en las tasas de mortalidad representa más que un logro
en la mejora de la atención médica; es un testimonio de la interrelación de diversos
elementos que han dado forma a la evolución demográfica de Europa. Este proceso no
solo ha dejado una huella en la historia de la salud, sino que también ha sentado las
bases para una sociedad más saludable y resiliente en la era moderna.

VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


Allen, R. C. (2017). The Industrial Revolution: A Very Short Introduction. Oxford

University Press.

Clark, G. (2009). A Farewell to Alms: A brief economic history of the world: A Brief

Economic History of the World. Princeton University Press.

Hobsbawm, E. J. (1989). La era del Imperio: (1875-1914).

Hobsbawm, E. J. (1996). The age of extremes: A History of the World, 1914-1991.

Mackenbach, J. P., Stirbu, I., Roskam, A., Schaap, M. M., Menvielle, G., Leinsalu, M.,

& Kunst, A. E. (2008). Socioeconomic inequalities in health in 22 European

8
countries. The New England Journal of Medicine, 358(23), 2468–2481.

https://doi.org/10.1056/nejmsa0707519

Mascie-Taylor, C. N., Peters, J., & McGarvey, S. T. (2004). The changing face of

disease: Implications for Society. CRC Press.

Porter, D. (1999). Health, civilization, and the state: A History of Public Health from

Ancient to Modern Times. Psychology Press.

Preston, S. H., & Haines, M. R. (2016). Fatal years: Child Mort ality in Late

Nineteenth-Century America. Princeton Legacy Library.

Stearns, P. N. (2012). The industrial revolution in world history. Westview Press.

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