Está en la página 1de 1

Reseñas de libros

El giro impertinente

Max Gurián 1 La semiótica de Peirce, la neorretórica del puesta concluyente. La metáfora, sostiene de un estado de cosas. Esta búsqueda deja
Grupo μ, el psicoanálisis lacaniano, la filo- Oliveras, “no ilustra, no representa ni tra- en claro que el tropo no reconoce fronteras
La metáfora en el arte. Retórica y filoso- sofía analítica y la estética anglosajona se duce un contenido preexistente; por el de soportes, técnicas y estilos. Cada obra
fía de la imagen analizan con minucia sin por ello adoptar a contrario, lo crea”. propone una experiencia singular que al
Elena Oliveras pie juntillas –metáfora lexicalizad a – ningu- Si en las letras la metáfora es, según Kriste- transformar elementos dados interroga los
(Emecé, 2007) no de sus parámetros. Se apuesta, en va, “un viaje hacia lo visible”, en las artes límites de la nominación visual y la incom-
244 páginas cambio, por deslindar en ese amplio es- plásticas configura un modelo perceptivo pletud del signo plástico.
pectro teórico la relevancia epistémica de regido por la imprevisibilidad. La elección El libro cumple con creces el objetivo teóri-
El catálogo técnico que sistematizó la retó- las metáforas vivas, de invención, y sus la- del rasgo común para sustentar la equiva- co e instrumental propuesto y, en sus en-
rica de acuerdo a los fines del hablante y a zos con la verdad. lencia entre dos objetos implica a la vez trelíneas, deja abierto un interrogante polé-
las funciones estructurales del discurso ha Oliveras rechaza la concepción de la metá- abstracción e inventiva y, por ende, la me- mico sobre la imaginación en el arte y la fi-
tenido, en las humanidades, un recurso fora como una comparación elíptica y se- táfora se constituye como una forma de losofía actual. Concebir la metáfora como
ilustre: la metáfora. ñala su particular trabajo con la semejan- pensamiento que produce un esencialismo una herramienta de conocimiento en los
La preceptiva clásica la consideró un ele- za. El montaje de heterogéneos que con- efímero, inmanente. El shock que suscita la términos citados, ¿no reintroduce en el
mento privilegiado para embellecer en la voca la metáfora no delimita los contornos condensación inesperada de objetos tras- campo estético las nociones modernistas
elocutio el material organizado de toda pro- del sujeto y el modificador con el nexo co- torna la visión normalizada del mundo y for- de novedad, originalidad y sujeto que des-
clama. Su carácter ornamental constituía mo. Si este último funciona a modo de in- mula una predicación escandalosa sobre un de fines de los cincuenta fueron denosta-
una actualización personal del acervo limi- dicador del cambio de paradigma y valla ser literalmente ausente de la imagen. No das, con mayor o menor fortuna, por el
tado de referentes literales, una marca de de contención que evita la confusión de se trata de una mera ilustración sino de un pensamiento crítico y la praxis artística?
estilo que, desplazándos e según las pro- los términos, su ausencia, por el contrario, constructo que materializa en sí las cualida- Sin dudas, no se pretende reponer sin más
pias leyes de la retórica, se transformó con provoca una identificación provisoria entre des reales del sujeto al que alude. El cuerpo en el siglo XXI la conciencia productiva
el tiempo en sinónimo de arte y creación. entes disímiles. Escribe Oliveras: “Identifi- de la metáfora es un monstruo bifronte cu- preconizada por el idealismo y el existen-
El estudio de Elena Oliveras rescata la im- carse con el Otro es ponerse en su lugar, ya decodificación requerirá la mirada analí- cialismo –la imaginación como una facultad
portancia de este tropo para las artes vi- ocupar su lugar, y esta ocupación resulta tica del espectador. productora de imágenes que reivindican un
suales a la hora de hacer de éste un mundo imprescindible para entender la imperti- En obras figurativas y abstractas Oliveras status original por derecho propio– sino
otro. Con el mismo afán pedagógico que nencia semántica del mecanismo metafóri- releva las posibles variantes del dispositivo trazar una indagación poética que, sortean-
exhibió en Estética. La cuestión del arte co”. En otras palabras, la metáfora des- metafórico visual. ¿Qué agrupa los ensam- do las viejas trampas de la percepción y la
(2005), pero lejos de ansiar normativas de concierta la unidad de sentido y, en vez de blados de Iommi, las instalaciones de Testa memoria, promueva una imaginación expe-
uso, Oliveras rastrea en el pensamiento clausurarlo, origina una apertura dirigida. o Porter, los dibujos de Badii, de Eckell, o rimental atenta a descubrir lo plural en las
contemporáneo las consideraciones en tor- Su eficacia reside en sostener la tensión las pinturas de Paternosto, Rothschild y ruinas de lo singular, y aventure figuras que
no a la metáfora para renovar sus acepcio- entre sus miembros y hacer de “la alter- Pombo? Los mancomuna la búsqueda de agrieten y condensen sin dogmas la multi-
nes y reivindicar sus efectos subversivos. nancia es-no es” una pregunta sin res- relaciones inéditas para dar cuenta crítica plicidad uniforme del presente.

1> Max Gurián es licenciado en Letras


de la UBA y becario del Conicet.

70 71

También podría gustarte