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teórico: El origen
como hibridación
A modo de introducción
D
entro de una lógica colonial, la verdad del texto es su deuda. Legitimarlo es
hacerlo consistir en la huella de un origen, su despliegue. La tarea crítica
coincide con el necesario establecimiento de una dependencia. En 1971,
Silviano Santiago describe esa lógica para librarse de ella. La tarea colonizadora
consiste en la incesante duplicación de un origen (europeo), en la producción de
copias y simulacros necesariamente insuficientes que siempre serán medidos en re-
lación a aquél (32). La crítica literaria que Santiago combate funciona de modo
perfectamente análogo. El fetichismo genealógico reduce la obra a una deuda con su
antecedente. El texto no es ahora sino la mediación que conduce al origen, la proli-
feración impura que permite restaurar una perdida inocencia. En su artículo “Latin
American Discourse: The Space In-Between,” el autor brasileño sienta las bases de
lo que serán algunas de las líneas directrices de la crítica postcolonial. Y, sin embar-
go, sus ideas no son menos pertinentes a la hora de interrogar, no sólo un discurso
colonial situado en la intersección de “prisión y transgresión, sumisión al código y
agresión, obediencia y rebelión” (Santiago 38), sino también otro quizá no tan
distinto, el que atañe al mismo origen, o más bien a la retórica de su constitución.
Dentro del campo del hispanismo, la retórica del origen tiene sin duda alguna
un objeto privilegiado, las jarchas, aquellas pequeñas composiciones “descubiertas”
por Stern en 1948. Breves segmentos escritos total o parcialmente en mozárabe1
(modalidad del castellano primitivo hablada en las zonas árabes de la península)
que aparecían al final de composiciones cultas en árabe o hebreo. Desde muy pron-
to la glosa filológica del descubrimiento comienza a desarrollarse siguiendo dos
narrativas paralelas y difícilmente conciliables. Por un lado, la jarcha es presentada
como paradigma de pureza original, de nitidez incorrupta de sentido:
¡Qué voz tan pura! De un hondón de siglos llega a nuestra embotada sensibilidad de
hombres de estos angustiosos mediados del XX una voz fresca y desgarradora. Nítida,
exacta, como si brotara ahora de la gar- es inseparable de la ejercida por esa “bo-
ganta en flor y de los labios que trans- cana horadante hacia una oscuridad pro-
parentaban la sangre moza. ¡Eterna funda” que amenaza con sumirnos en la
doncella enamorada, eterno grito, re- indefinición. De hecho, como ha estudia-
petido siempre y siempre nuevo! [...]
do Anthony Espósito en un sugerente es-
Nos mueven no sólo por ser una boca-
tudio, la “nitidez” y estabilidad del texto
na horadante hacia una oscuridad pro-
funda, sino aún más por su desnuda, objeto del afán filológico funcionan como
sencilla, trémula e impregnante belle- el fetiche que vela un lugar de falta. Esa
za. (Alonso 36-37) transparente desnudez es necesaria, pre-
cisamente, porque oculta una ausencia, un
Y, sin embargo, simultáneamente, abismo de sentido.4
Dámaso Alonso no es en absoluto ciego a Pero ¿Cuál sería el resultado de apli-
la extraordinaria dificultad para fijar los car un nuevo tipo de mirada sobre la jar-
textos, de su notable falta de “claridad.” cha, de leer el origen con una lógica, di-
La frustración de la tarea filológica queda gamos, postcolonial? Si para Silviano San-
sublimada a nivel temático. La persisten- tiago, la necesaria búsqueda del origen se
te resistencia del texto se traduce en el ofre- convierte en una condena a la dependen-
cimiento de esa desnudez/sencillez ante cia, un yugo genealógico, no es menos
los ojos del lector.2 La jarcha es para Don cierto que una similar retórica del origen
Dámaso la negación del artificio y la co- supone para el estudio de la jarcha peli-
rrupción (63). gros análogos. Si Santiago, tomando como
Desde muy pronto la mera tarea des- paradigma el Quijote de Pierre Menard,
criptiva es incapaz de ocultar la extrema- propone una disolución de jerarquías que
da complejidad de la jarcha, su radical re- acabe con la preponderancia del origen y
sistencia a cualquier tipo de fijación no con una temporalidad lineal que condena
sólo textual: texto mozárabe en caracteres el texto colonial a condición de copia, algo
aljamiados integrado en una composición similar propone María Rosa Menocal en
en árabe o hebreo; texto de temática hete- Shards of Love para el contexto medieval (no
rosexual sometido a otro de contenido sin problemas, como más adelante vere-
homosexual o panegírico; texto de rasgos mos): en su proyecto, el afán de restaura-
populares dentro de una composición cul- ción sería sustituido por un ideal “diálogo
ta. Un paso más allá, la duda alcanza in- íntimo” (17) con el pasado; la localización
cluso su “legitimidad”: es quizá cita, paro- del origen sería relegada por la posibilidad
dia, restauración, simulación; fascinación de una lectura recíproca, el distanciamien-
folklórica avant la lettre o nostálgica re- to diacrónico por la complicidad sincróni-
construcción de lo que nunca existió; ca. En definitiva, si aplicamos ese esque-
elaboración de un otro exotizado o inten- ma al objeto de nuestro estudio: ¿Qué
to de asimilación de una diferencia.3 ocurre si la jarcha no es ya percibida como
La jarcha es la posibilidad de todo residuo o huella de un antes, de un hipo-
eso y la seguridad de nada. Es, precisa- tético texto escrito exclusivamente en ro-
mente, un foco de proliferación y simul- mance, sino, precisamente, como un “en-
tánea disolución de sentidos. La atracción tre-lugar” (in-betweenness)? El sentido se
imaginaria por lo “simple y virginal” (63) da a caballo entre presente y pasado,
Alberto Medina 61
[...] to silence the other voice is to de- tría del contraste o el diálogo la fuente
stroy the point, or at least one of the del sentido.
points, of the poem, the complex of Esa misma tensión entre premisas de
relationships between the main stro-
lectura y su desarrollo, se repite a nivel te-
phes and the final one, between cul-
tures, poetics and languages that in
mático en la lectura que Menocal realiza
the poem, much as the polyglot soci- del contenido de las jarchas. Partiendo de
ety that enabled them, are both mar- nuevo de su necesaria unidad con la moa-
ried and in a state of inevitable con- xaja, Menocal lee la jarcha en relación a la
trast. (“Bottom” 34) voz presente en aquélla. Pero esa relación
resulta cuando menos sorprendente. Privi-
Como ya apuntamos, el sentido de legiando de nuevo el canon occidental, la
la jarcha no se da en uno u otro lugar, moaxaja es leída como ejemplo de los es-
sino en un entre-lugar, en el movimiento quemas del amor cortés: el amor es necesa-
dialógico entre opuestos. Sin embargo, el riamente un lugar de falta cuya verdadera
desarrollo que Menocal hace de esa pre- justificación es metapoética. El obstáculo
misa no carece de problemas. Si bien par- amoroso es en realidad la necesaria excusa
te de su argumentación central está dedi- que permite el lucimiento poético. La filo-
cada a “abrir” la tradición provenzal euro- sofía del amor que sustenta este discurso
pea a la presencia árabe, aduciendo, por poético requiere la infelicidad de los aman-
ejemplo, la necesidad de integrar en esa tes (Arabic 102). A partir de ahí la relación
tradición textos escritos en árabe y no sólo entre moaxaja y jarcha es leída como una
en romance (“Bottom” 36), no es menos determinada forma simultáneamente de
cierto que la retórica utilizada es una de mímesis y diálogo. Al contrario que la lec-
inclusión, de asimetría, con un centro si- tura generalmente aceptada, la jarcha no
tuado en Europa: “the muwashshat should supone una analogía para el amor homo-
be regarded in the more inclusive canon sexual o el panegírico que centra la moaxaja,
of mainstream medieval european poetry” en realidad es otra voz con la que dialoga y
(36). Pero esa idea de un canon más o que responde con la misma filosofía del
menos inclusivo no parece compatible amor cortés. En este sentido, la lectura de
con un principio dialógico que se centra Menocal heterosexualiza el poema al tiem-
precisamente en el dinamismo de la in- po que borra la problemática del ventrilo-
tersección o quizá más bien la línea de cuismo, la apropiación, el poder en defini-
fuga. La jarcha es precisamente el punto tiva. Lo que ahora tenemos son dos voces
de in-decisión que no amplía un canon en mútuo reflejo, en perfecta mímesis. La
preestablecido sino que constituye su cri- apariencia de contraste es en realidad la
sis, la fisura que quiebra, no extiende, su máscara que adopta una perfecta unidad,
delimitación. Llevar las premisas estable-
la del narcisismo metapoético:
cidas por Menocal hasta sus últimas con-
secuencias supone convertir el “canon” en It is hard to escape the tentative con-
un entramado móvil y dialógico en el que clusion that this is poetry very much
el gesto de “inclusión” carece de funcio- for itself and conscious of itself as its
nalidad puesto que el sentido se cons- own principal pleasure and subject,
truye, precisamente, a costa de ese gesto, and that the recurring theme of un-
sobrepasándolo. Es la irreductible sime- satisfactory love is a thematic vehicle
64 Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies
4
Espósito parte de la imagen fundacional de Bhabha, Homi. The Location of Culture. Londres:
la leyenda de Don Julián: la pérdida de la pureza Routledge, 1994.
nacional, el inicio de la invasion árabe, es simultá- Castro, Américo. La realidad histórica de España.
neo a una imagen de castración : “cómeme ya por México, D.F.: Editorial Porrúa, 1954.
la parte/ que todo lo merecía” (citado en Espósito Espósito, Anthony P. “Dismembering of Things
4). La restauración, reconstitución, de lo nacional Past.” La Corónica 24.1 (1995): 4-14.
pasa por el ejercicio fetichista de ocultar ese trau- Frenk, Margit. Las jarchas mozárabes y los comienzos
ma. No otro es el papel de la filología: de la lírica románica. México, D.F.: El Colegio
Philology occupies a privileged posi- de México, 1975.
tion in defining the cultural nation. Galmés de Fuentes, Álvaro. Las jarchas mozárabes:
[…] The stable text, the ultimate fe- forma y significado. Barcelona: Crítica, 1994.
tish of book-centered modernity, is García Gómez, Emilio. “Estudio del Dar at-tiraz
necessary for the establishment of a preceptiva egipcia de la muwassaha.” Andal
national canon. (5-6) XXVII (1962): 21-104.
5
Eso no resulta, como se ha querido ver a Hitchcock, Richard. “The Interpretation of Ro-
menudo, un irrefutable argumento a favor de mance Words in Arabic Texts: Theory and
una procedencia ajena y previa a la moaxaja. Practice.” La Corónica 13.2 (1985): 243-54.
Igualmente posible es el préstamo entre autores ———. “Some Doubts about the Reconstruction
cultos, de moaxaja a moaxaja, sin necesidad de of the Jarchas.” Bulletin of Hispanic Studies
ese origen popular tan defendido por Menéndez 50 (1973): 109-19.
Pidal y sus seguidores. La preceptiva encontrada Kelley, Mary Jane. “Virgins Misconceived: Poetic
por García Gómez en algunos testimonios anti- Voice in the Mozarabic Kharjas.” La Corónica
guos que exige que el autor de la moaxaja lo sea 19.2 (1991): 109-19.
también de la jarcha podría apuntar en este sen- Menéndez Pidal, Ramón. De primitiva lírica espa-
tido (García Gómez). ñola y antigua épica. Buenos Aires: Espasa-
6
Precisamente al ignorar su voluntad descon- Calpe, 1951.
textualizadora, esencialmente abierta. Menocal, María Rosa. The Arabic Role in Medi-
7
Una crítica quizá más inmediata de la cita de eval Literary History. Philadelphia: U of Penn-
Menocal y de hecho apuntada por ella misma, es sylvania P, 1987.
la proyección de una idea paradigmáticamente ———. “Bottom of the Ninth: Bases Loaded.”
moderna del quehacer poético a un texto medie- La Corónica 17.1 (1988): 32-40.
val. No carece de problemas hablar de “narcisismo ———. The Ornament of The World: How Mus-
poético” en relación a textos del siglo XI. Aquí la lims, Jews and Christians Created a Culture of
Tolerance in Medieval Spain. Boston: Little,
tendencia sincrónica de Menocal sustituye el diá-
Brown, 2002.
logo por la proyección unidireccional.
———. Shards of Love. Durham: Duke UP, 1994.
Santiago, Silviano. The Space In-Between: Essays
Obras citadas on Latin American Culture. Durham: Duke
Alonso, Dámaso. Primavera temprana de la litera- UP, 2001.
tura europea. Madrid: Ediciones Guadarrama, Zumthor, Paul. “Au bercau du Lyrisme européen.”
1961. Cahiers du Sud 326 (1954): 3-30.