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Estándar II.16.

Comenta las ideas fundamentales de la Ilustración y define


el concepto de despotismo ilustrado
INTRODUCCIÓN
La Ilustración es el movimiento cultural e ideológico desarrollado en el siglo XVIII
(también llamado el siglo de las luces) que se basa en el uso de la razón y la libertad como
instrumentos de emancipación del ser humano. Su lema más característico lo estableció Kant
con su "sapere aude" (atrévete a saber). El pensamiento ilustrado se caracteriza por los
siguientes rasgos:
1. Predominio de la razón frente a la tradición, la superstición y lo sobrenatural.
2. La crítica como instrumento.
3. Tolerancia religiosa.
4. Interés por la economía y el progreso material para alcanzar la felicidad.
5. Interés por las ciencias experimentales y útiles.
6. La educación como instrumento para difundir la razón.

PROYECTISTAS, INNOVADORES E ILUSTRADOS


La entrada en España de las ideas ilustradas fue lenta y difícil. Su difusión en la primera
mitad de siglo se vio dificultada por el enorme poder de la Iglesia y conservadurismo de los
círculos intelectuales. Existió una pre-Ilustración encabezada por los novatores o novadores, un
grupo minoritario de pensadores y científicos de finales del XVII y comienzos del XVIII que, ante
el atraso científico español y el predominio del escolasticismo en la Universidad, plantean una
renovación cultural desde disciplinas como la medicina y la química.
La Ilustración fue ganando el espíritu de las clases burguesas e impregnó a muchos nobles
e incluso a los monarcas. En la primera mitad de siglo destacaron Benito Jerónimo Feijóo (cuya
obra se centró en la divulgación de la ciencia de Newton) y Gregorio Mayáns.
La Ilustración llega a su apogeo en el reinado de Carlos III y los escritos de Pedro
Rodríguez de Campomanes, Gaspar Melchor de Jovellanos, Antonio Capmany o Francisco
Cabarrús que muestran la asimilación de las teorías económicas de la fisiocracia y del liberalismo
económico.
El desarrollo de las ciencias experimentales fue importante: José Celestino Mutis y
Antonio José de Cavanilles en botánica; Antonio de Ulloa y Jorge Juan en astronomía y cartografía
y Andrés Piquer en medicina. También se desarrolló la literatura didáctica y crítica con
Jovellanos, José Cadalso y Leandro Fernández de Moratín.
Los proyectistas constituyeron una corriente de pensamiento ilustrado heredera del
arbitrismo del XVII. Se diferencia del arbitrismo en que, frente al arbitrio, que era una solución
hacendística que pretendía aliviar repentinamente los restantes desórdenes, el proyectismo
pretende poner remedio a una situación determinada pero a largo plazo. El proyecto realizado
por el proyectista, normalmente un funcionario ilustrado, consiste en una propuesta hecha al
gobierno para reformar algún aspecto de su gestión.

EL DESPOTISMO ILUSTRADO
El despotismo ilustrado es la corriente política reformista de la segunda mitad del XVIII
que pretende utilizar el poder absoluto de los reyes para llevar a cabo algunas de las reformas
propugnadas por la Ilustración. Para el despotismo ilustrado el papel de un gobernante debe ser
el de un gran benefactor para su pueblo y el de impulsor de las reformas necesarias para el
progreso. En ningún caso debe considerarse esta corriente política como un movimiento
revolucionario ya que no estaban dispuestos a cuestionar las bases políticas y sociales del
Antiguo Régimen, la monarquía absoluta y la sociedad estamental. Su lema es muy significativo:
"todo para el pueblo, pero sin el pueblo".
Carlos III es el mejor representante de esta corriente en España cuya voluntad
reformadora chocó con el conservadurismo de las élites dominantes y al Iglesia. Se rodeó de una
activa minoría ilustrada de gobernantes, entre los que destacarían Campomanes, Aranda y
Floridablanca. Su reinado se caracterizó por la preocupación por mejorar la economía y el
bienestar de los súbditos, por reformar la organización y por la racionalización del Estado bajo
la premisa de la centralización administrativa y la profesionalización de sus servidores:
funcionarios y militares.
Las reformas que se emprendieron abarcaron todas las áreas:
• En relación con la Iglesia, el despotismo ilustrado deseaba reducir su poder. El regalismo,
siempre presente en la historia española, se acentuó con Carlos III.
• En lo económico se adoptaron muchas medidas. Algunas pretendían aumentar la
recaudación fiscal: creación de la Lotería Nacional o del Banco Nacional de San Carlos. La
constatación de que la principal actividad económica era la agricultura y de que muchos
de sus problemas derivaban de la estructura de la propiedad de la tierra, llevó a la
necesidad de emprender una reforma agraria propuesta por Jovellanos.
• Las reformas en el plano institucional se centraron en los municipios con el fin de
controlar a las oligarquías locales.
• El despotismo ilustrado dio un paso muy importante en relación a la dignificación del
trabajo con una real cédula de 1783 que declaraba que los oficios no eran deshonrosos,
fomentando un cambio de mentalidad en España. También, intentó el control de los
grupos marginados, como los vagabundos y los gitanos, desde una perspectiva utilitarista
pero muy poco respetuosa con la realidad de los segundos.
• En este terreno social fue importante la labor del despotismo ilustrado a favor de la
educación, las instituciones culturales y científicas. Fue la época dorada de las Sociedades
Económicas de Amigos del País.

CONCLUSIÓN
A pesar de la amplitud del programa reformista y de las indudables mejoras que se
introdujeron en muchos ámbitos, el despotismo ilustrado estuvo muy limitado, ya que cuando
esas reformas pretendían cambiar puntos vitales de la sociedad estamental y de las estructuras
económicas que la sustentaban se paralizaban o se quedaban en lo epidérmico, ya que los
privilegiados se oponían y ni la propia monarquía quería ir hasta las últimas consecuencias

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