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El documento critica la noción liberal abstracta de libertad como la capacidad de hacer lo que uno quiera siempre que no afecte la capacidad de los demás de hacer lo que ellos quieran. Argumenta que esta idea de libertad es irrealizable por dos razones: 1) Las decisiones de una persona también afectan a los demás, ya sea directamente o a través de su influencia, y 2) Los comportamientos adictivos como el juego patológico no respetan realmente la libertad de los demás a pesar de no coaccionarlos directamente.
El documento critica la noción liberal abstracta de libertad como la capacidad de hacer lo que uno quiera siempre que no afecte la capacidad de los demás de hacer lo que ellos quieran. Argumenta que esta idea de libertad es irrealizable por dos razones: 1) Las decisiones de una persona también afectan a los demás, ya sea directamente o a través de su influencia, y 2) Los comportamientos adictivos como el juego patológico no respetan realmente la libertad de los demás a pesar de no coaccionarlos directamente.
El documento critica la noción liberal abstracta de libertad como la capacidad de hacer lo que uno quiera siempre que no afecte la capacidad de los demás de hacer lo que ellos quieran. Argumenta que esta idea de libertad es irrealizable por dos razones: 1) Las decisiones de una persona también afectan a los demás, ya sea directamente o a través de su influencia, y 2) Los comportamientos adictivos como el juego patológico no respetan realmente la libertad de los demás a pesar de no coaccionarlos directamente.
actitud gnóstica, platónica, idealista (angelismo). Estos abrazan una idea de la libertad abstracta, ¡les falta calle! Dicen que la libertad es la posibilidad de hacer lo que te dé la gana, mientras que tus ganas no atenten contra las ganas de los demás para hacer lo que les dé la gana. Esta noción de libertad es irrealizable, al menos, por dos razones: (1), porque nuestras decisiones así sean nuestras, también son de los demás; no solo porque conviven con la de los otros, a veces, incluso, sucumben ante ellas. Me explico. Para un liberal, la actitud de un ludópata no contravendrá nunca su idea de libertad, pues entiende que no hay ninguna autoridad que lo empuje a hacer lo que hace, ni con su actuación amedrenta la libertad de los demás. Se alega que es libre, pues nadie manda en su bolsillo salvo él mismo; lo que no te dicen es que si bien en su bolsillo manda