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TEMA 2.

ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA Y ORGANIZACIÓN


ESCOLAR (PRIMERAPARTE)

A) INTRODUCCIÓN
La Escuela como Organización.

La Escuela como “organización” ejerce su influencia en dos ámbitos: como marco


organizativo concreto que tiene lugar en un espacio físico con diversos condicionantes, en
el que se desarrollan las actuaciones escolares y del profesorado, y como la acción
educadora que puede ejercer tanto en unos como en otros.
En las organizaciones educativas, distintos autores (Poster, 75, Peiro y Luque, 88)
describen diversos ámbitos:
- Los miembros de la organización, básicamente alumnos y profesores con roles
diferenciados, el personal de apoyo, los representantes de otros sectores, de
modo especial los padres.
- Los Fines. Se acepta que el sistema educativo y cada escuela en concreto tratan
de educar, instruir, socializar. También se acepta que tras estos principios
generales existen componentes ideológicos, filosóficos, políticos que por su
propia amplitud y ambigüedad dan complejidad a la hora de hacerlos efectivos.
Esta amplitud y ambigüedad de fines, fijados en gran parte por instancias
externas a la escuela, explica la exigencia de clarificarlos como paso previo a
cualquier otra actuación mediante el Proyecto de Centro.
- Diferenciación de funciones. Junto a las funciones básicas de educador, maestro,
educando, alumno, se ha incorporado otras nuevas. En principio hay que reseñar
los cambios y la sucesiva complejidad que han ido adquiriendo el ser profesor/a
y alumno/a en una escuela actual. A ello hay que añadir funciones más
específicas como la dirección, la delimitación de funciones de otros órganos
unipersonales, la presencia de otros profesionales o las derivadas de las
exigencias de equipos, departamentalización, etc.
- Coordinación racional de funciones, tareas y roles. Esto tiene que ver con la
especificación de objetivos que clarifiquen tareas y las relaciones entre ellas y
que afectan a personas y grupos. Tiene que ver con la coordinación de
actividades, la transmisión de información y el establecimiento de una red de
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comunicaciones, la selección e incorporación de nuevos miembros, etc.
- Continuidad y permanencia. Vienen requeridas de un modo especial por los
fines educativos y por las propias exigencias de los procesos educativos
personales.

Características de la escuela como organización.


Siguiendo al profesor M. de Miguel (1988) destacamos las siguientes:
• Pluralidad de metas, debido a las diversas instancias que inciden en la escuela.
• Ausencia de un poder central único. Existen departamentos, clases, grupos, etc, con
alto grado de autonomía.
• Ausencia de planificación y gestión administrativa.
• Continua fluidez de miembros.
• Los miembros han de asumir distintos roles. Un profesor es tutor, evaluador, puede
ser director, etc.
• Poca claridad de la tecnología especifica. Dependen en sus recursos de decisiones
políticas.
• Es difícil evaluar la eficacia del funcionamiento de los centros.
• No invierten en la formación de sus miembros.
• Los alumnos no son productos manufacturados ni clientes.
A las cuestiones anteriores habría que sumar como apunta Borrell (1990) el papel de los
alumnos/as.

De forma genérica podemos definir el sistema educativo como un conjunto de


normas e instituciones enlazadas entre sí cuyo fin primordial es la educación de los
ciudadanos.

No podemos pasar por alto que ese conjunto de normas y estructuras de nada
servirían sin tener en cuenta, por un lado, a quién van dirigidas: el alumnado, y qué se
pretende con ello: la consecución de un modelo de sociedad, al que, por un lado reflejan,
y, por otro, pretenden modificar hasta alcanzar el modelo social deseado.

Si echamos un vistazo en nuestro entorno europeo, nos encontramos desde


sistemas muy centralizados (Francia) a sistemas descentralizados cuya gestión depende
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de los territorios federados (Alemania) o de los propios municipios (Gran Bretaña).
Sistemas con distinta visión de la escolaridad obligatoria, con distinta organización de
niveles, grados, ciclos…, dependiendo todo ello de la propia organización social de cada
país y de la propia historia educativa de los mismos.

En España, el sistema educativo tiene una larga trayectoria histórica. Podemos


decir que la Ley General de Educación –Ley Villar Palasí(1970)- puso los cimientos del
sistema, pero que fue con la LOGSE (1990) cuando quedó configurado como tal. Las
reformas producidas con posterioridad no han modificado la estructura vertebral del
sistema que se mantienen inalterables tanto en la LOE (2000), como la LOMCE (2013) o
como la actual LOMLOE (2020).

Nuestro sistema educativo está, por un lado, fuertemente descentralizado en su


gestión, pero muy centralizado en cuanto a su ordenación, sus currículos y su
organización administrativa, sobre todo del profesorado. Aunque en el ámbito de gestión
podemos observar sustanciales diferencias entre comunidades autónomas todas ellas con
competencias plenas en educación, el sistema educativo español es único, como nos dice
Alejandro Tiana (“Por qué hicimos la LOE” (2009)), ya que “cuenta con un solo sistema
educativo, con la misma estructura en todo el territorio, un núcleo curricular común que
representa más de la mitad del tiempo escolar, unos cuerpos docentes estatales y un
modelo semejante en todas las comunidades autónomas”.

B) CONCEPTO DE ESCUELA

Siguiendo a Senge podemos definir la escuela como una organización incluida


entre aquellas organizaciones que aprenden. Las define como: “Organizaciones en las
que la gente desarrolla continuamente su aptitud para crear los resultados que desea,
donde se cultivan nuevos patrones de pensamiento, donde la aspiración colectiva se
libera, y donde la gente continuamente aprende a aprender en grupo”.

Esto es uno de los rasgos característicos que pueden definir la escuela como
aquella “institución educativa en la que no sólo se aprende, sino que se enseña y se
aprende a aprender. Es la organización en la que se aprende por naturaleza y se educa
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por antonomasia”.

La escuela en el contexto de la Reforma Educativa

Es evidente que el tipo de “escuela” que un determinado gobierno pretenda


implantar debe responder, cuando menos, al modelo de sociedad que tal gobierno
pretenda alcanzar o, al menos intenta conseguir.

Una escuela debe reflejar unas características determinadas que recojan las
preocupaciones y las prioridades que la sociedad en que se incardina exige. Lorenzo
Delgado nos lo resume en el cuadro siguiente:

SOCIEDAD UNAESCUELAEDUCADORAPARA

“Violencia ordinaria” -La paz y no violencia

“Catastrofismo”
Cultura
“El arte de la fuga” -La salud el consumo y la droga
Posmoderna
“Cultura de lo efímero”

“Narcisismo”

Consumo de masas
- Participación - Democracia

Poder omnipotente - Convivencia–Pluralismo

- Libertad–Autonomía

Crisis Estado Bienestar - Compensación de desigualdades

- Ecología y Medio Ambiente

Avances tecnológicos - Mas–Media

- Cibernética–Informática

- Tecnología

Cambio acelerado - Educación permanente

Reducción
Flexibilización
del trabajo

- Educación para el ocio y creatividad

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A partir de las leyes básicas (LODE, LOGSE, LOPEGCE, LOCE, LOE, LEA,
LOMCE y LOMLOE) podemos establecer las características que la escuela diseñada en
nuestro ordenamiento legislativo debe poseer. Una escuela que debe ser:

• Participativa.
• Pluralista.
• Compensadora.
• Liberadora.
• Autónoma.
• No discriminativa.
• Atenta a la diversidad.
• Empeñada con los valores de su tiempo.
• Abierta a la comunidad y al medio.
• Con un liderazgo efectivo en la dirección.
• De calidad.
• Comunidad de desarrollo profesional, curricular.
• Investigadora de sus prácticas.
• Controladora de sus procesos y productos.
• Orientadora.
• Flexible en sus estructuras.

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Integrando estos principios de estructura legal, los instrumentos de tipo
organizativo que la misma legislación propone y las finalidades propias dela institución
escolar que se propugnan nos encontraremos con un modelo cúbico del centro educativo,
acorde con las exigencias de la actual normativa. Reproducimos un cuadro gráfico,
tomado de Lorenzo Delgado, en el que se visualiza este tema:

Escuela alternativa.

En los últimos tiempos se viene hablando mucho de “modelos alternativos de


escuela”. Todos ellos buscan soluciones a lo que se ha venido en llamar “crisis de la
escuela”.
Siguiendo a Isabel Cantor (2002) podemos agrupar en dos las posturas expresadas
como intentos de solución a la crisis escolar:
1. Modelos antididácticos, libertarios o desescolarizados:
Pretenden eliminar la escuela.

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2. Modelos innovadores con diversidad de realizaciones:
Pretenden mantener la institución escolar pero reformándola.

A título meramente informativo hacemos un breve recorrido sobre los modelos


arriba expresados.

El modelo desescolarizador –eliminación de la escuela como tal-se desarrolla a


lo largo de los años 70 del siglo pasado, fundamentalmente en Hispanoamérica. Títulos
esclarecedores de esta tendencia son: La escuela ha muerto, Educación sin escuela, o La
deseducación obligatoria. Autores como Illich, Goodman, Cirigliano, Rainer son los más
representativos de esta corriente.
Estos modelos alternativos, como nos indican Fernández y Sarramona (1983),
tienen como denominador común “la afirmación de que la escuela – en todos sus niveles-
debe ser suprimida en su actual versión, puesto que su exclusiva visión es la de perpetuar
el injusto sistema social vigente y mantener el contexto tecnológico que oprime al
hombre actual ”.Los niños –recalca Rainer(1981)- aprenden de la escuela no solo los
valores que en ella se enseñan, sino también la aceptación de esos valores y, por tanto, a
llevarse bien con el sistema. Las escuelas reflejan los valores dominantes en la sociedad
conteniendo el modelo social jerárquico en la escuela reproducido.
El auge de estos modelos, cada vez más en declive, se mantiene aún vigente en
algunas comunidades hispanoamericanas que buscan una salida rápida a situaciones
socio-económicas aún críticas. Son modelos que surgen en situaciones sociales extremas.
“Sin embargo hay valores que podemos asumir hoy como notas positivas del
movimiento desescolarizador: la revisión de la creciente“ deshumanización ”de los
sistemas escolares, la llamada a la conciencia de los profesionales para que esa postura
sea lo más objetiva posible ,frente a la tradicional costumbre de poner a la escuela al
servicio de la ideología en el poder” (Martín Bris.2002)

En este mismo grupo de modelos radicales, en los que el centro escolar es


considerado sólo como un medio al servicio de la educación del individuo, consideran
que “los sistemas educativos son, pues, el resultado de una red de escuelas o de
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instituciones educativas. Pero también involucran una serie de servicios de apoyo y de
instancias colaterales que, a la vez que parte del sistema, constituyen algo así como los
pseudópodos que éste emite para irradiarse en el todo social y conectarse con los otros
sistemas sociales en los cuales radican los valores y las pautas reguladoras del complejo
educativo formalizado” (Nassif. 1980) podemos incluir los llamados modelos escolares
sociales.

Siguiendo a Isabel Cantón, en esa tendencia social del modelo escolar


encontramos dos posturas alternativas:

1. Reformas radicales en la estructura educativa, que se suelen dar en países


cuyos regímenes políticos son fruto de una revolución social: Cuba, China, la
antigua URSS, pero los últimos acontecimientos han puesto en crisis esta
postura.

2. El entorno como macroinstitución escolar, concibiéndola “ciudad como el


mejor instructor” (Plutarco). La ciudad, el entorno escolar, nos dice Faure
(1973) “contiene con sus centros de producción, sus estructuras sociales y
administrativas, sus redes culturales, un inmenso potencial educativo, no sólo
por la intensidad de intercambios de conocimientos que allí se realizan, sino
por la escuela de civismo y solidaridad que ella constituye”. Es la cima en que
se mueven las Ciudades Educadoras que presentan sus modelos de entender la
ciudad como escuela. La llamada Declaración de Barcelona (1990) constituye
su carta de presentación, estableciendo, como principio fundamental “el
derecho de todos los habitantes a disfrutar de los medios de formación,
entretenimiento y desarrollo personal que la propia ciudad ofrece” (Cantón
Mayo, I)

Los modelos innovadores o modelos escolares flexibles, pretenden dar a la


Escuela una misión esencial: despertar la conciencia crítica ante la situación real en que
se encuentra inmerso el individuo. “Nuestras preocupaciones educativas deben responder
a dos cuidados esenciales: primero, que la cultura no se limite a satisfacer nuestras
necesidades de conocer y de comprender, sino que se transforme cada día un poco más
en un instrumento de acción. El otro cuidado es el que tal acción sea abarcadora”
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(Gloto. 1985).
Incluimos en este grupo todos aquellos modelos que intentan ser una realidad
“viviente y adaptable a cuantos buscan el saber, la iniciación social o la preparación para
la vida” (López Rodríguez. 1985).

Para terminar esta reseña sobre Escuela alternativa hacemos mención de las
llamadas Escuelas eficaces.

Nos tenemos que remontar a los estudios de Colemos (1966), Jenks (1972) y otros
investigadores para recordar los grandes movimientos surgidos en los años sesenta y
setenta del siglo XX que nos llevaron a la aparición de las dos grandes corrientes
didácticas que han configurado la educación actual. Por un lado, la que introduce la
aplicación científica de la investigación básica y del conductismo en la práctica educativa.
Son las escuelas tecnológicas derivadas de la sistematización de objetivos de Bloom
(objetivos conceptuales, afectivos y psicomotores); de la aplicación de pruebas de
inteligencia y de aptitudes, catalogadoras de diversos tipos de alumnos; la evaluación
continua y escrita.

Por otro lado, aparecen las corrientes antididácticas de Goodman, Illich, Reimer
que, como ya hemos referido con anterioridad, pretenden eliminar la escuela tradicional
por una educación neutra, libertadora y distinta.

Las corrientes educativas de hoy viven de una simbiosis de ambas tendencias. Del
conductismo riguroso se pasa al cognitivismo como base, pasando a un trabajo escolar
reflexivo, justificado y evaluado con parámetros de equidad y capacidad. Esta tradición
científica, de línea tecnológica, matizada con aspectos de la corriente sociocrítica
educativa nos llevan a la aparición de las escuelas eficaces o escuelas de calidad.

Por escuela eficaz se entiende, siguiendo a Cantón Mayo, Isabel (2002) “el grado
en el cual cualquier organización, como sistema social, dotada de ciertos recursos y
medios, cumple con sus objetivos sin malgastar esos medios y recursos y sin someter a
sus miembros a un esfuerzo excesivo”. Y Sabirón (1999) entiende este movimiento como
“un intento pragmático por parte de las autoridades educativas, en su calidad de
representantes de los sistemas económicos y productivos, y representantes, también, de
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los contribuyentes, por exigir a sus sistemas educativos una mayor productividad,
rentabilidad y competitividad”.

Características de las escuelas eficaces: Siguiendo al profesor M. Álvarez (1998) y


a modo de conclusión podemos resumir que las características generales de las escuelas
eficaces se dirigen a estos dos aspectos fundamentales:

- Variables organizativas y estructurales, y

- Variables de proceso.

Entre las primeras –organizativas y estructurales- destacan:

- Liderazgo pedagógico.

- Clima ordenado y seguro.

- Nivel alto de expectativas.

- Autonomía curricular, económica y de gestión.

- Trabajo en equipo.

- Máxima dedicación al aprendizaje.

Entre las segundas –variables de proceso- destacan:

- Objetivos claros y asumidos por todos.

- Trabajo en equipo y participación de todo el profesorado.

- Alta definición del programa de estudios.

- Importancia de los resultados académicos.

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- Organización eficiente.

- Supervisión y evaluación externa.

Pero hay un factor esencial, como nos recuerda Sammons (1995): la relación
familia-escuela, con implicación de padres-madres en el proceso educativo.

C) ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA Y ORGANIZACIÓN ESCOLAR.

Conviene clarificar, desde el principio, qué es y qué entendemos por


Administración Educativa, y, qué es y qué entendemos por Organización Escolar.

La bibliografía al respecto es abundante pero, aveces, nos puede llevar a confusión


según estemos analizando textos de origen o tendencia anglosajona y textos de origen o
tendencia fuera del ámbito anglosajón.

Y el mismo García Hozen 1964 nos llama la atención a este respecto:

“Dentro del campo pedagógico, se ha hecho muy corriente en los últimos tiempos
la expresión Administración escolar, que en la literatura anglosajona se utiliza unida y a
veces confundida con el término Organización escolar”

En nuestro concepto, fuera del ámbito anglosajón referido, Administración


Educativa y Organización Escolar son dos ámbitos perfectamente diferenciados,
refiriéndose la Administración Educativa al conjunto de competencias ejercidas por el
Estado–Central y / o Autonómico -en cuanto responsable del servicio público que
denominamos Educación. En palabras del mismo García Hoz la Administración
Educativa constituye “el sistema de conocimientos y normas que regulan las relaciones

de las instituciones escolares con la sociedad y con el Estado”7.

Lorenzo Delgado en un artículo publicado en 19938 expuso la idea de escuela


como ecosistema humano. Para ello hablaba de ecosistemas anillados que interactúan
entre sí, siendo el sistema educativo “la plasmación más evidente de la política educativa

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concreta por la que opta una determinada Administración”:

La Organización Escolar es la encargada de organizar la vida escolar para que los


resultados educativos e instructivos sean óptimos y guarden relación con lo que la política
educativa prevé. La legislación escolar regula, la planificación escolar planifica, la
administración escolar administra, y la organización escolar organiza. Así lo plasman
Carbonell y Mesanza:

ORGANIZACIÓNDELHECHOEDUCATIVO

Política educativa  Define la educación por la que apuesta un país


Legislación escolar  Regula
Planificación escolar  Planifica
Administración escolar  Administra
Organización escolar  Organiza

C.1 La Administración educativa: Ámbito de actuación.

Sabido es que el Estado es una estructura político-organizativa que una sociedad


determinada se da así misma para, entre otras actuaciones, satisfacer, al final, las
necesidades básicas que la misma sociedad se plantea.

Entre esas necesidades básicas se encuentra la educación, que en los estados


modernos es considerada como uno de “los servicios públicos esenciales”.

Mediante la Administración Educativa los poderes públicos dan satisfacción a las

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exigencias de ese “servicio público esencial” al que llamamos educación.

El Estado, mediante la Administración Educativa, realiza como nos indica


Lorenzo Delgado una triple función:
• Determina, prescribe y planifica el sistema educativo del país.

• Lo gestiona y

• Supervisa el servicio público que es la educación de sus ciudadanos.

C.1.1 Ámbitos de actuación de la Administración Educativa.

A) Funcionales:

Disposiciones legales
Definición
(según rango)

CONSTITUCIÓN (Carta Es la Ley de Leyes, la norma más importante de nuestro


Magna) ordenamiento jurídico.

Las relativas al desarrollo de los derechos fundamentales y


Leyes Orgánicas
de las libertades públicas.

Leyes del Parlamento que no tienen la consideración de


Leyes Ordinarias
orgánicas.

Reales Decretos Son los decretos de mayor rango jerárquico y manifiestan la


potestad reglamentaria del Gobierno. Van firmados por el
Rey y refrendados por el ministro correspondiente.

Disposiciones administrativas de carácter general dictadas


Ordenes Ministeriales
por los ministros o las Comisiones Delegadas

Terminación normal de un procedimiento, tanto si es


Resoluciones iniciado de oficio o a petición de los ciudadanos
interesados.

Disposiciones oficiales através de las cuales los órganos


Instrucciones y órdenes de
administrativos pueden dirigir las actividades de órganos
servicio.
jerárquicamente dependientes.
Fuente: Carbonell y Mesanza

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La Administración Educativa, en primer lugar, determina acciones concretas
en el ámbito educativo: es lo que llamamos Planificación general del sistema de
la enseñanza y del sistema escolar.

Esta función de planificación se realiza mediante las leyes, en nuestro caso,


educativas que, a modo de resumen sistematizado, expresamos en el cuadro
anterior.

B) Personales:

La actuación de la Administración educativa es ejercida por la Inspección, tanto


en sentido de Administración hacia los centros, como de estos mismos centros hacia la
Administración.

Gento y Hopes, tal y como afirma Lorenzo Delgad, revisan desde una perspectiva
europea las funciones asignadas a los inspectores. Su enumeración permite ver su
importancia como elementos constitutivos de la Administración que es lo que aquí
interesa destacar:

• La valoración y promoción de la calidad de los profesores en su actuación


profesional.
• La valoración y promoción de la calidad de la enseñanza y del aprendizaje.

• La valoración y promoción de la calidad de los currículos.

• La valoración y promoción de la organización de los centros educativos.

• La valoración y promoción de la calidad del sistema educativo.

Por tanto, tras la lectura de estas tareas prioritarias por parte de la inspección se
puede concluir que sus funciones prioritarias son la valoración entendida como
evaluación, tanto de programas como de profesores y centros; y la promoción entendida
como asesoramiento y apoyo, ya sea organizativo ya sea curricular o de otro.

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Las Leyes educativas, fundamentalmente la LOE, en su Art.151, recogido en su
integridad por la LOMLOE, enumera las funciones concretas de la Inspección educativa.
Dice textualmente: “Son funciones de la inspección educativa:

a) Supervisar, evaluar y controlar, desde el punto de vista pedagógico y


organizativo, el funcionamiento de los centros educativos así como los programas que
en ellos inciden.
b) Supervisar la práctica docente, la función directiva y colaborar en su mejora
continua.
c) Participar en la evaluación del sistema educativo y de los elementos que lo
integran.
d) Velar por el cumplimiento, en los centros educativos, de las leyes,
reglamentos y demás disposiciones vigentes que afecten al sistema educativo.
e) Velar por el cumplimiento y aplicación de los principios y valores recogidos
en esta Ley, incluidos los destinados a fomentar la igualdad real entre hombres y
mujeres.

f) Asesorar, orientar e informar a los distintos sectores de la comunidad


educativa en el ejercicio de sus derechos y en el cumplimiento de sus obligaciones.
g) Emitir los informes solicitados por las Administraciones educativas
respectivas o que se deriven del conocimiento de la realidad propio de la inspección
educativa, a través de los cauces reglamentarios.
h) Orientar a los equipos directivos en la adopción y seguimiento de medidas
que favorezcan la convivencia, la participación de la comunidad educativa y la
resolución de conflictos, impulsando y participando, cuando fuese necesario, en los
procesos de mediación.

Y en su Art.153 enumera como atribuciones de los inspectores:

a) Conocer, supervisar y observar todas las actividades que se realicen en los


centros, tanto públicos como privados, a los cuales tendrán libre acceso.
b) Examinar y comprobar la documentación académica, pedagógica y
administrativa de los centros.
c) Recibir de los restantes funcionarios y responsables de los centros y servicios
educativos, públicos y privados la necesaria colaboración del desarrollo de sus

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actividades para cuyo ejercicio los inspectores tendrán la consideración de autoridad
pública.
d) Participar en las reuniones de los órganos colegiados o de coordinación
docente de los centros, respetando el ejercicio de la autonomía que la ley le reconoce, así
como formar parte de comisiones, juntas y tribunales, como así se determine.
e) Elevar informes y hacer requerimientos cuando se detecten incumplimiento en
la aplicación de la normativa, y levantar actas, ya sea por iniciativa propia o a instancias
de la autoridad administrativa correspondiente.
f) Cualesquiera otra que les sean atribuidas por las Administraciones
Educativas, dentro del ámbito de sus competencias.

En 2007 la Comunidad Andaluza emitió su “Ley de Educación” (LEA), que


respecto al tema sobre la inspección, (Art.145 y siguientes), les confiere “Atribuciones
para requerir a los directores, directoras y titulares de los centros docentes así como a
los responsables de los distintos servicios y programas, para que adapten sus
actuaciones a la normativa vigente, y para mediar en los conflictos que pudieran
producirse entre los distintos miembros de la comunidad educativa…”.

Tras establecer (Art.148) que los inspectores tendrán “la consideración de


autoridad pública”, determina que visitarán los centros como instrumento de su acción,
pretendiendo con ellos”la supervisión, la evaluación y el asesoramiento de los procesos
y resultados que desarrollan los centros y los servicios educativos” (Art.149).

C) Materiales:

Nos referiremos a las estructuras en las que se materializa la Administración.


Estas estructuras irían desde el poder público local –Ayuntamientos- hasta el Ministerio
de Educación, pasando por un nivel intermedio que estaría constituido, a nivel
autonómico, por las Consejerías de Educación de las diferentes Comunidades
Autónomas y provincialmente por las distintas Direcciones o Delegaciones Provinciales.

En el Real Decreto 1987/1996, de 2 de agosto, se establece la estructura orgánica


del MEC y se trasluce el concepto de “Administración educativa”. Así en el Art.1,
leemos:
“El Ministerio de Educación y Ciencia es el órgano de la Administración
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General del Estado encargado de la propuesta y ejecución de las directrices
generales del Gobierno sobre las políticas cultural, educativa, científica,
tecnológica y deportiva”.

Lorenzo Delgado ha clasificado las principales funciones y responsabilidades


que corresponden en la actualidad a cada una de las Administraciones señaladas:

Administración Central Administración Autonómica Administración Local


 Estructuración del  Gestión y Dirección de la  Cooperar en la creación,
Sistema Educativo Enseñanza. Construcción y
Nacional.  Responsabilidad de la sostenimiento de los
 Homologación de Títulos Red de Centros de su centros públicos.
 Establecimiento de las territorio.  Intervenir en los
Enseñanzas Mínimas.  Todas las restantes Consejos Escolares de
responsabilidades sobre la
 Becas y Ayudas al los Centros.
enseñanza transferidas:
Estudio.
admisión de alumnos, 
 Alta Inspección de la autorización de centros,
Crear los Consejos
Educación. regulación de los Escolares Municipales.
servicios  Vigilar el cumplimiento
complementarios,
convocatorias de plazas de la escolaridad
de profesorado, etc. obligatoria.

C.1. La autonomía como factor esencial de la acción administrativa actual.

Uno de los factores esenciales de lo que denominamos “calidad educativa” lo


constituye, sin duda, el grado de “autonomía” que los distintos estamentos educativos
puedan desarrollar.

El control es algo consustancial con la Administración. Cualquier Estado


moderno lo pretende ejercer, aunque sea sutilmente; pero, amedida que la preocupación
por la educación se ha venido abriendo camino en las sociedades modernas, ese control
centralizado ha ido dando paso aún proceso de desplazamiento hacia estamentos más
próximos a la realidad social donde ocurren los hechos. Desplazamiento nacido no de
una actitud altruista del poder central, sino de las actuales tendencias neoliberales, de
modo que el Estado, una vez que garantiza un mínimo de calidad educativa –igual para
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todos los ciudadanos- desplaza parte de su preocupación y de su responsabilidad hacia
los propios centros.

Este proceso de desplazamiento del control de arriba hacia abajo viene


complementado, en sentido inverso, de abajo hacia arriba por la demanda de
participación democrática que los protagonistas del fenómeno educativo –alumnos,
padres, profesorado- vienen exigiendo.

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Como nos indica Lorenzo Delgado: “El proceso hacia la autonomía supone
que el centro avance en frentes diversos, pero muy implicados unos con otros, que
confluyan en la conquista de:

1. Sus propias cotas y mecanismos de poder:


Autogobierno.
2. Sus propios espacios y resortes organizativos: Autogestión. En una triple
dimensión: funcional, de los recursos humanos y de los recursos
materiales y económicos.
3. Sus específicos planteamientos formativos: Autoproyecto Educativo.”

Al canzaríamos, así, aunque de forma un tanto ideal, un centro autónomo


que, como nos indica Gairin se caracterizaría por los siguientes elementos:

• Las decisiones de política educativa están descentralizadas.


• La Administración actúa sólo como coordinadora, impulsora y
garantizadora de las decisiones tomadas en el centro.
• El curriculum es abierto
• Los servicios técnicos están descentralizados.
• Los técnicos acuden sólo como asesores.
• La Formación en Centros es la propuesta típica de desarrollo del
profesorado.
• El Centro tiene sus propios documentos institucionales (PEC,...)
• Posee múltiples estructuras de participación.
• La comunicación es horizontal y la toma de decisiones es
colegiada.
• La evaluación es interna, sin excluir la externa, y enfocada a la
toma de decisiones.
• El Director es más organizador que gestor.
• Es elegido y actúa con un estilo democrático, animador y
conciliador.

Todo ello cuando hablamos desde la meta a alcanzar. No obstante, “la


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realidad” de los centros nos hace ser menos optimistas.

Lorenzo Delgado contrapone en el cuadro que transcribimos a continuación


este enfrentamiento entre lo “ideal” y lo “real” y que nos hace observar, por
oposición, cómo está de alejada la realidad de la situación hipotética e ideal:

Ideal Realidad
Autonomía económica. Presupuestos de los centros limitados y sin ingresos
propios.

Proyecto educativo colectivo Proyecto educativo como requisito formal.


Elección del grupo de trabajo Plantillas funcionariales preestablecidas.
Destinatarios del proyecto según libre elección Clientela obligatoria y generalizada
Proyectos educativos integrados en el centro. Desarraigo contextual

Los mismos textos legales –LODE, LOGSE, LOPEGCE, LOCE, LOE, LEA,
LOMCE y LOMLOE-abundan en dichos momentos de su articulado en lo que
venimos denominando “autonomía” del Centro educativo.

Así, amodo de resumen y como argumento de autoridad, hacemos referencia:

Art.15de la LODE (1985) expresa: “...los centros tendrán


autonomía por establecer materias optativas adaptar los programas a
las características del medio en que está insertos, adoptar métodos de
enseñanza...”
La LOGSE (1990) en sus Arts.57 y 58 insiste en el mismo
tema de la “autonomía”. En concreto dice que “las Administraciones
Educativas fomentarán la autonomía pedagógica y organizativa de
los centros...” (Art.57,4) Y agrega, más adelante, que “los centros
públicos dispondrán de autonomía en su gestión económica...”
(Art.58,2).

La LOPEGCE (1995) ya en su exposición de motivos afirma que


“la presente Ley da nuevo impulso a la participación y autonomía de
los distintos sectores... y completa un marco legal capaz de estimular de
modo fructífero el conjunto de factores que propician y desarrollan la
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calidad de la enseñanza y su mejora”.
Más adelante, dentro del articulado, hace expresa referencia al
término “autonomía” en diversos artículos: Art.5, y Art.7.
La LOCE (2002) en su Título V al hablar de los Centros
Docentes, dedica sus artículos 67, 68, 69 y 70 a la denominada
“autonomía de los centros”.
Dice expresamente (art.67) que: “los centros docentes
dispondrán de la necesaria autonomía pedagógica, organizativa y de
gestión económica(...)”.
Esa “autonomía pedagógica (art.68) se concretará mediante las
programaciones didácticas, planes de acción tutorial y planes de
orientación académica y profesional y mediante proyectos educativos”.
A la “autonomía organizativa” dedica esta Ley el artículo 69,
manifestando que: “se concretará en la programación general anual y en
los reglamentos de régimen interior”.
Y el artículo 70 lo dedica la LOCE a la “autonomía de gestión
económica”
Así pues, la LOCE abunda en el concepto de “autonomía de los
centros” pero vinculado, como expresa en su Preámbulo, “al principio
de responsabilidad de los resultados que se obtengan”.

La LOE (2.006) dedica su capítulo II del Título V, a la “autonomía de


los centros”. Su Art.120, dice:

1. Los centros dispondrán de autonomía pedagógica, de organización y de


gestión en el marco de la legislación vigente y en los términos recogidos en la presente
Ley y en las normas que la desarrollen.
2. Los centros docentes dispondrán de autonomía para elaborar, aprobar y
ejecutar un proyecto educativo y un proyecto de gestión, así como las normas de
organización y funcionamiento del centro.
3. Las Administraciones educativas favorecerán la autonomía de los centros de
forma que sus recursos económicos, materiales y humanos puedan adecuarse a los
planes de trabajo y organización que elaboren, una vez que sean convenientemente

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evaluados y valorados.
4. Los centros, en el ejercicio de su autonomía, pueden adoptar
experimentaciones, planes de trabajo, formas de organización o ampliación del horario
escolar en los términos que establezcan las Administraciones educativas, sin que, en
ningún caso, se impongan aportaciones a las familias ni exigencias para las
Administraciones educativas.
5. Cuando estas experimentaciones, planes de trabajo o formas de organización
puedan afectar a la obtención de títulos académicos o profesionales, deberán ser
autorizados expresamente por el Gobierno.

La Comunidad Andaluza en su LEA dedica todo el capítulo I del título IV al


tema que nos ocupa: la autonomía “los centros docentes –nos dice-contarán con
autonomía pedagógica, de organización y de gestión para poder llevar acabo
modelos de funcionamiento propios…” (Art.125).

Para ello agrega que “la consejería dotará a los centros docentes de recursos
humanos y materiales que posibiliten el ejercicio de sus autonomía”.

Más adelante, cuando el documento habla de los Centros, dice que “todo
modelo educativo de calidad deberá garantizar, desde el punto de vista pedagógico, la
atención a la diversidad y a la igualdad de oportunidades formativas, culturales y
sociales; y desde el punto de vista organizativo, la autonomía de funcionamiento”.

Y a en nuestra Comunidad Autónoma se reafirma este término “autonomía de


los centros” en diversos Decretos de desarrollo y aplicación de la normativa legal.
Citemos, como más significativos, el Decreto 201/1997–sobre Reglamento Orgánico
de Enseñanza de Educación Infantil y Primaria- y el Decreto200/1997–sobre
Reglamento Orgánico de los I.E.S. -.Ambos, en sus respectivos artículos 5 y 13,
reafirma la “autonomía” que deben tener los Centros Educativos, tanto en “Autonomía
Pedagógica y organizativa”, como, en “autonomía en la gestión económica”.

Tras la implantación de la LOE, las comunidades autónomas han ido


elaborando los diferentes decretos que establecían la ordenación y las enseñanzas

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correspondientes a los distintos niveles educativos, decretos que en sus disposiciones
adicionales derogan la normativa vigente hasta el momento de su publicación.

Así en la Comunidad Autónoma Andaluza, se han publicado los decretos 230 y


231 de 2007 y 428 y 416 de 2008, que respecto al asunto que estamos considerando –
“autonomía de los centros”- inciden en el mismo sentido anteriormente expuesto.

A modo de ejemplo, nos referimos al decreto 230/2007 sobre Educación


Primaria, y al decreto 416/2008 sobre Bachillerato. En Educación Primaria ya en su
preámbulo manifiesta que “el currículo expresa el proyecto educativo general y
común a todos los centros, que cada uno de ellos concretará através de su proyecto
educativo. Para ello, los centros docentes dispondrán de autonomía pedagógica y
organizativa…”

Y en su articulado (Art.8) incide en ese mismo sentido: “los centros docentes


contarán con autonomía pedagógica y de organización para poder llevar acabo
modelos de funcionamiento propios…”

También el decreto 416/2008 refiriéndose al Bachillerato, en su Art.8


determina: “los centros docentes contarán con autonomía pedagógica y de
organización para desarrollar modelos de funcionamiento propios”.

La LOMCE (2013) dedica su Título V a la “participación, autonomía y


gobierno de los centros”, confirmando lo expresado en la LOE.
Así, determina (Art.120)
1. Los centros dispondrán de autonomía pedagógica, de organización y de
gestión…
2. Los centros docentes dispondrán de autonomía para elaborar, aprobar y
ejecutar un proyecto educativo y un proyecto de gestión…
3. …
4. Los centros podrán adoptar experimentaciones, planes de trabajo, formas
de organización…

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En la LOMLOE, 3/2020 de 29 de diciembre, en su Título V Capítulo 2, nos habla de la
Autonomía en los Centros.
En su artículo 120. Disposiciones adicionales:
1. Los centros dispondrán de autonomía pedagógica, de organización y de gestión
en el marco de la legislación vigente y en los términos recogidos en la presente
Ley y en las normas que lo desarrollan.
2. Los centros docentes dispondrán de autonomía para elaborar, aprobar y ejecutar
un proyecto educativo y un proyecto de gestión,…
3. Las administraciones educativas favorecerán la autonomía de los centros de
forma que sus recursos económicos, materiales y humanos puedan dar respuesta
y viabilidad a los proyectos educativos y …
4. Los centros, en el ejercicio de su autonomía, pueden adoptar
experimentaciones, innovaciones pedagógicas, programas educativos, planes de
trabajo, formas de organización, normas de convivencia, …

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