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RESUMEN COMUNICACIÓN 2

Cátedra Devalle | 2do cuatrimestre 2023

DISEÑO Y COMUNICACIÓN | ARFUCH

Contexto: Arfuch trabaja una problemática de época, entre los años 80 y 90, época de globalización o post modernidad en occidente. Mientras
tanto en los 90 en Argentina el estado se achicó, vendió las empresas de servicio (se privatizan).
Empezamos a entrar en otra lógica en la que se va a impregnar la imagen, se convirtió en el discurso para persuadir, seducir, comunicar.

Las empresas comenzaron a contratar “diseñadores” para comunicar su “logo”, su Imagen Corporativa, (se venden valores más
allá del producto) la identidad a través de un discurso simple, claro y directo. Dichas empresas comienzan a llenarse de espíritu y
valores, y debe ser comunicado a través de una imagen efectiva, se comienza a dar una descripción simbólica.

Las publicidades de antes eran una descripción técnica, y con el paso del tiempo pasó a ser la descripción de la significación del
sentido (que tiene en la vida cotidiana). El diseño pasó a ser el encargado de comunicar el alma de las empresas (sus valores
moralmente buenos) y la clave para la organización icónica de la imagen corporativa.

El perfil profesional del diseño paso al de la utilidad, al usuario.

DISEÑO Y COMUNICACIÓN: NOTAS SOBRE UNA DIVERGENCIA


La equivalencia entre diseño y comunicación arrastra connotaciones de transparencia, univocidad, intención y finalidad. Implica
que un buen uso del código permite imponer un sentido y el mensaje es claro. Siendo algo restrictivo y refutada.

Se comunica utilizando distintos códigos simultáneamente, donde el elemento habla por sí mismo y en relación a los demás. El
diseño no tiene que ver con comunicación por transmitir mensajes correctamente, sino porque la práctica es inseparable de lo
social/cultural. Se lo debe pensar como un campo plural y que se hace.

Diseño no es solo comunicación; es heterogéneo al haber distintos campos que se integran y forman una nueva significación y
la pieza de diseño no es reducible a cada una de sus partes, sino que se oponen y combinan entre sí con lo no-dicho, producen
corrimientos de sentido.

Existe una divergencia entre enunciador y destinatario, más allá de q compartan un código. Los atraviesan asimetrías con
anclaje social, interpretaciones y ciertas habilidades. No garantías, el sentido no es inequívoco ni viene dado. Es producto de
una negociación (idea activa, móvil, didacta, continua) entre la significación que el mensaje propone y la apropiación del mismo
que realiza el destinatario. Se da un proceso activo y continuo de significación, y por ello hay una simultaneidad de los procesos
de recepción e interpretación.

No se puede leer, comprender, percibir de la misma manera ni otorgar al mensaje el mismo sentido que lo inspiró. Porque el
sentido no es algo inequívoco, que viene dado con el mensaje, sino que se negocia, producto de una tensión entre la
significación que el texto propone y la apropiación que realiza el receptor.

El enunciador, entonces, pierde el control del sentido. La negociación se da entre lo q mensaje significa y lecturas posibles.
Entonces, el Diseño gráfico, tampoco es una simple transmisión de un mensaje, cuyo éxito se ata al alcance de un target
mercantil. Un “buen” mensaje no presupone eficacia en el mercado. La comunicación entendida como el cumplimiento de un
sentido es imposible. La comunicación opera como un principio ordenador de la trama multifacética de la significación, del
devenir caótico de las interpretaciones, pues si bien no hay un único sentido, tampoco hay cualquier sentido. Es una negociación
entre lo que el mensaje significa y las lecturas posibles que suscita

La otra connotación es la de la finalidad, próxima a las ideas de intención, propósito, voluntad. Nuevamente aparece la cuestión
del control del sentido por vía de la motivación que guía la producción del mensaje. Pero la circulación de las significaciones en
la vida social no puede reducirse a un mero utilitarismo, al cumplimiento de fines previsibles y específicos.

La otra connotación que arrastra la idea de comunicación es la de finalidad, idea de intención, propósito, voluntad, control que
guía la producción del mensaje. Sin embargo, la circulación de significaciones en la vida social no se puede reducir a un
utilitarismo, al cumplimiento de fines previsibles y específicos. La supuesta equivalencia entre diseño y comunicación reduciría
su finalidad a la transmisión de un mensaje para que el mismo alcance a un target para llevar a buen fin la seducción de un
hacer-hacer, que es ya un hacer-ser, es decir una concepción de la comunicación no ya en términos de transmisión de
información sino de persuasión, incidiendo sobre las creencias y costumbres, configuración de identidades e identificaciones.
Este enfoque deja de lado el punto más importante que es la irreductibilidad del sentido, su imposible captura, el hecho de que
es en la recepción en donde se termina de construir el mismo, que nunca es del todo predecible.
Las significaciones fluyen en redes asociativas, se transforman, desandan sus caminos, entre otros. Más allá de todo propósito,
en el momento mismo de la enunciación, pesan las fuerzas del deseo, del inconsciente, etc.

MÁS ALLÁ DE LA COMUNICACIÓN: EL DISEÑO COMO ESPACIO PLURAL

El modo en el que una gráfica diseñada invade hasta el último resquicio de nuestra cotidianidad imprime un giro a nuestra
percepción, tiene que ver con la manera que esta densidad significante excede la particularidad de cualquier mensaje y también
los límites de un dominio formal, instrumental.

Se trataría entonces de pensar el diseño como campo plural, aceptando que sea comunicación, inmerso en redes incesantes de
producción de sentido, donde la circulación es también crucial, pero asimismo arte, técnica, creatividad, conocimiento, discurso,
entre otros. Involucra pluralidad de códigos.

De la insuficiencia de las definiciones, de la incertidumbre que produce toda nominación, da cuenta incluso de la propia práctica
profesional cuando se trata de su institucionalización discursiva en el mercado. Esa indecisión aparece en una lógica
acumulativa:
La lógica equipara al diseño con tres ejes principales
• Diseño/ Comunicación
• Diseño/ Arte/ Creatividad
• Diseño/ Imagen Corporativa (Este grupo enfatiza la idea de voluntad totalizadora absolutista del diseño.)

Puede leerse como una necesidad de explicitar los componentes de un dominio relativamente reciente en cuanto a su
desagregación bajo la denominación hegemónica de diseño. Mientras que el primer agrupamiento remite a la acumulación, el
segundo señala la primacía de otra vertiente (que algunos consideran constitutiva o naturalmente derivada), y el tercer grupo
enfatiza un área de incumbencia que se perfila nítidamente como una de las más actuales y específicas.

El diseño parece no poder renunciar a la utopía de conservar la armonía del mundo, la posibilidad de triunfar sobre lo caótico, lo
incontrolable. Hoy por la centralidad que tiene la empresa en el horizonte contemporáneo, parece ser que uno de los lugares
preferidos para imponer el orden es el de la identidad corporativa. Por encontrarse en un territorio marcado por la fluctuación,
la multiplicidad, irreductible a un significante, supone un desafío proyectual que se trata de una operación de síntesis extrema
en donde unos pocos rasgos pretenden expresar la totalidad ideal de un universo de sentido.

CRITICA DE ARFUCH

¿El diseño es igual a la comunicación? Implica que un buen uso del código permite imponer un sentido en el mensaje, es claro,
univoco, pertinente e intencionado.
La comunicación NO es eso, en la comunicación implícita la existencia de otro, con competencias propias, participando
activamente, por ello el sentido es una negociación; y siempre es múltiple, y fluye en redes de asociación, por lo que no puede
determinarse una intencionalidad
Decir que el diseño es igual a la comunicación es restrictivo.
• Se comunica utilizando distintos códigos simultáneamente, donde el elemento habla por sí mismo y en relación a los demás
• El diseño no tiene que ver con comunicación por transmitir un mensaje “correctamente”, sino porque la practica es
indisociable de lo socio / cultural.

¿El diseño es solo comunicación? Implica reducir el diseño a “transmitir mensajes”, como si fuera una herramienta, se generan
productos lo mas simple posibles al transmitir “eficientemente” el mensaje, se busca uniformidad.
El diseño es Heterogéneo. Hay diferentes campos que integran y forman una nueva significación, y la pieza de diseño no es
reductible a cada uno de sus partes; estas se oponen y combinan entre sí y con lo no-dicho, produciendo corrientes de sentido.
Hay convenciones, pero también Creación: Corriente de sentido donde la “propia” voz es un eco de otras que se articulan de
formas impredecibles. Dicha creación está relacionada a la subjetividad, mi forma de asumir la palabra relacionada a mis
vivencias personales.

¿El diseño es función o forma? Implica que en el hacer del diseño es imposible disociar forma/función/contenido y hacer que
una predomine sobre las otras.
NO pueden separarse, todo enunciado viene marcado por su forma/expresividad, y esto hace al sentido del mensaje. No se
pueden separar porque la forma (subjetiva) no es un ornamento del mensaje, sino que es parte de este.
No hay un “hacer del diseño” porque no hay un solo diseño, no hay una sola forma de abordar las diferentes practicas del
diseño.
SEMANTICA DEL OBJETO | BARTHES

Barthes estudia a los signos en el seno de la vida social, por la cual la semántica es el sentido el cual es estrictamente social, es una
construcción social.
Los objetos poseen dos tipos de sentidos
• El 1er sentido (denotado) es en relación a su función (coordenada simbólica) naturalizado por ser evidente, de sentido común.” La función
de un objeto será siempre, por lo menos, signo de esa función”. Es literal
• Otros sentidos (connotado), culturales, adquieren otras significaciones en la visa social por el valor que les asignamos (coordenada de
clasificación). Tiene diferentes interpretaciones en relación a las diferentes cosas que remite (polisémico), el sentido es definido por
oposición.

DIFERENCIA ENTRE SIGNIFICAR Y COMUNICAR


“Significar” quiere decir que los objetos no transmiten solamente informaciones, sino esencialmente sistemas de diferencias,
oposiciones y contrastes. No es lo mismo que “comunicar”.

Un objeto no es simplemente alguna cosa, sino que transmite connotaciones.


Hay dos tipos de connotaciones:
• Connotaciones existenciales: el objeto adquiere apariencia de “una cosa” inhumana, obstinada en existir, fuera del
hombre. Es la forma semántica del objeto.
• Connotaciones tecnológicas: se define el objeto como lo que es fabricado, estandarizado, normalizado según normas de
fabricación y calidad. En ese momento es un elemento de consumo, su función es una finalidad de uso, es el mediador entre
la acción y el hombre. El objeto no se escapa ya hacia algo infinitamente subjetivo, sino hacia algo infinitamente social.
El objeto es absorbido en una finalidad de uso, lo que se llama a una función. Sirve al hombre para actuar sobre el mundo, para
modificar el mundo y para estar de manera activa. Es una especie de mediador entre la acción y el hombre. Barthes quiere
señalar que estos siempre tienen una función, pero a la vez, suponen sentido y sirve efectivamente para alguna cosa, pero
también para comunicar informaciones. Siempre hay un sentido que desborda el uso del objeto. No hay ningún objeto que
escape al sentido.

Definimos objeto como “una cosa que sirve para algo” (función), aunque hay objetos inútiles, los objetos sirven para algo y
también comunican información. Siempre hay un sentido que va más allá de la función, del uso del objeto. No hay ningún objeto
que escape al sentido, todo objeto tiene un sentido y cuando no lo tiene o parece no tenerlo, tiene el sentido de no tener
sentido.

SEMANTIZACIÓN DEL OBJETO


Ésta se produce desde el momento en que el objeto es producido y consumido por una sociedad, desde que es fabricado y
normalizado. Todos los objetos que forman parte de una sociedad tienen un sentido; para encontrar objetos privados de
sentido habría que imaginar objetos enteramente improvisados, y para encontrar objetos absolutamente improvisados habría
que llegar a estados absolutamente asociales. El objeto se convierte siempre en el signo de esa misma función: no existen
objetos, en nuestra sociedad, sin algún tipo de suplemento de función.

COORDENADAS
El objeto por su parte posee una coordenada simbólica/profundidad metafórica, funciona como signo de un significante
construido socio culturalmente. Remite a un significado. Y una coordenada taxonómica/de clasificación, clasificación de los
objetos que nos es sugerida e impuesta por la sociedad en la cual estamos inmersos.

Los significantes del objeto son unidades materiales, encontrándose dos estados principales del significante según un orden
creciente de complejidad: un estado puramente simbólico sucede cuando un objeto remite a un solo significado, llamada
simbólica (primera coordenada). Un estado desplazado (pluralidad): Las relaciones desplazadas en que un objeto percibido en
su integridad no significa sino por medio de uno de sus atributos.

No hay objeto alguno que escape al sentido, a la significación; los objetos en nuestra cultura son signos polisémicos, Se ofrecen
fácilmente a muchas lecturas de sentido.
Un objeto no significante funciona como signo de lo insignificante, se significa como insignificante. No hay objeto que no
terminen por proporcionar un sentido y reintegrar ese gran código de los objetos en medio del cual vivimos.

El objeto se presenta siempre ante nosotros como un útil funcional; la función sustenta siempre un sentido que es un proceso
no de acción sino de equivalencias, teniendo un valor no transitivo y es de alguna manera inerte, inmóvil. En el objeto hay una
suerte de lucha entre la actividad de su función y la inactividad de su significación. Es frente a esta idea que Barthes plantea que
los objetos son más que su función que siempre existe un sentido que desborda el uso del objeto y que no hay ninguno que
escape de él.

EL PROBLEMA DE LOS GÉNEROS DISCURSIVOS | BAJTÍN

Las diversas esferas de la actividad humana están todas relacionadas con el uso de la lengua. El carácter y las formas de su uso
son tan multiformes como las esferas de la actividad humana, en nada contradice a la unidad nacional de la lengua. El uso de la
lengua se lleva a cabo en forma de enunciados (orales y escritos) concretos y singulares que pertenecen a los participantes de
una u otra esfera de la praxis humana.
Estos enunciados reflejan las condiciones específicas y el objeto de cada una de las esferas por:
• Su contenido (temático)
• Estilo verbal (selección de léxicos)
• Composición o estructuración

Los tres están vinculados en la totalidad del enunciado y se determinan por la especificidad de una esfera dada de
comunicación. Cada esfera del uso de la lengua elabora sus propios géneros discursivos, los cuales son un conjunto de
enunciados relativamente estables de tipo temático, estilístico y composicional.

GENEROS DISCURSIVOS
Aquellas relacionadas con la actividad humana: la docencia, el periodismo, los ámbitos de esparcimiento, la medicina, la política, etc. Las
diversas esferas de la actividad humana están relacionadas con el uso de la lengua. Y el uso de la lengua se lleva a cabo a través de enunciados
concretos, que reflejan las condiciones específicas de cada esfera por su contenido temático, su estilo verbal y sobre todo por su composición y
estructuración.

La diversidad de géneros es muy grande, y hay que tener en cuenta la importante diferencia entre géneros discursivos primarios
(simples) y secundarios (complejos).
• Géneros primarios: se dan en la comunicación discursiva más inmediata, cotidiana (charlas, cartas, emails, mensajes, etc).
• Géneros secundarios: surgen en la comunicación cultural más compleja, organizada y desarrollada, principalmente escrita
(novelas, teatro, investigaciones científicas, géneros periodísticos).

En el proceso de formación, lo géneros secundarios absorben y reelaboran a los primarios, que se transforman y pierden su
relación con la realidad y los enunciados reales de otros. Pasan a participar de la realidad tan sólo en el contexto enunciativo del
texto que los contiene. Por ejemplo, una carta en una novela, o una declaración en un artículo periodístico. Los géneros
discursivos nos son dados. No conocemos nuestra lengua materna por estudiar diccionarios o manuales de gramática, sino
porque escuchamos y reproducimos enunciados concretos en la comunicación con los otros. Aprendemos a plasmar nuestro
discurso en formas genéricas.

Todo estilo está indisolublemente vinculado con el enunciado y con los géneros discursivos. Todo enunciado es individual, pero
no todos los géneros se prestan a absorber un estilo individual, los más productivos en este sentido son los géneros literarios.
Las condiciones menos favorecedoras para el reflejo de lo individual en el lenguaje existen en aquellos géneros discursivos que
requieren formas estandarizadas y sólo pueden reflejarse los aspectos más superficiales, casi biológicos, de la individualidad.

El estilo está vinculado a determinadas unidades temáticas y a determinadas unidades composicionales; tiene que ser con
determinados tipos de estructuración de una totalidad, con los tipos de su conclusión, con los tipos de la relación que se
establece entre el hablante y otros participantes de la comunicación discursiva. Entra como elemento en la unidad genérica del
enunciado.

El estudio del enunciado como de una unidad real de la comunicación discursiva permitirá comprender de una manera más
correcta la naturaleza de las unidades de la lengua, que son la palabra y la oración.

Bajtín diferencia entre dos esferas


• LA ESFERA DE LA LENGUA cuyas unidades son la oración y la palabra: es lo normativo, abstracto, neutral, regla. Es una
unidad abstracta que no tiene sentido hasta que no es dicha, leída, hablada, es decir hasta que no es convertida en
enunciado. Son las definiciones de los diccionarios, no poseen sentido ni tampoco dueño. La oración como unidad de la
lengua tiene una naturaleza gramatical, límites gramaticales, conclusividad y unidades gramaticales.

No se delimita por el cambio de los sujetos discursivos; no tiene un contacto inmediato con la realidad ni tampoco se
relaciona de una manera directa con los enunciados ajenos; no provoca una respuesta.

• LA ESFERA DE LA COMUNICACIÓN cuya unidad mínima es el enunciado: es donde la lengua adquiere valoración y
sentido, una situación concreta.

CARACTERISTICAS DEL ENUNCIADO

El enunciado es una construcción real que precisa de la intervención de subjetividad: está cargado de expresividad, entonación
y fuerza enunciativa. El hablante asume una actitud hacia sí mismo y los otros participantes de la comunicación.
Los enunciados son un eslabón en la cadena discursiva. Su composición y estilo se determinan por: su contenido y la selección
de un genero discursivo lingüístico; el momento expresivo (la aptitud subjetiva del hablante respecto al contenido de su propio
enunciado -estilo individual- )

Los enunciados nunca son neutros. No tomamos palabras de su forma neutra sino de enunciados previos y dentro del genero
las palabras adquieren una expresividad típica.

Hay una estructura de comunicación que exige respuesta, donde se tiene en cuenta al otro, donde hay intercambio. Se
construye en, por y para un otro. El oyente está en formación a lo largo de todo el proceso de audición y comprensión desde el
principio, toda comprensión del discurso tiene un carácter de respuesta, la cual no tiene que ser siempre en voz alta, en el caso
de una orden pude ser el cumplirla. Al suponer una respuesta se puede decir que todo enunciado está destinado, siempre se
orienta a alguien, ya sea un oyente directo, un grupo, un destinatario indefinido (a quien el autor se imagina y construye su
enunciado em función de él). Dicho oyente participa de manera activa en la comunicación.

El enunciado tiene Fronteras dadas por el cambio de sujetos discursivos en la respuesta y al diálogo, es decir, la alternación de
los hablantes. El enunciado inicia cuando el sujeto comienza a hablar y termina cuando otro hablante toma la palabra. Es una
unidad absoluta. Los límites de una oración como unidad de la lengua jamás se determinan por el cambio de los sujetos discursivos, ya que la
marcarían desde los dos lados la convierten en un enunciado completo.

Tiene conclusividad, el sujeto le da conclusividad a su intervención. El hablante, en ese contexto, dijo lo que tenia para decir y
ahora puede ser contestado. Se determina por:

- Agotamiento del sentido (el hablante ya dijo lo que tenia para decir en ese momento respecto a un objeto). El objeto
es inagotable, pero cuando se convierte en el tema de un enunciado, adquiere un carácter relativamente concluido
en determinadas condiciones, en un determinado enfoque del problema, dentro de los límites de la intención del
autor
- La voluntad discursiva, el oyente intuye la voluntad discursiva del hablante - “a donde quiere llegar” - y, por lo tanto,
medir el grado de conclusividad.
- Formas típicas de conclusión, formas genéricas/estables según el genero al que se pertenece, que el oyente conoce
/prevé/ identifica

En la comunicación hay Interdiscursividad, la comunicación es un proceso muy complejo en el que el oyente es activo y me
determina en la producción de mi discurso. Nuestro enunciado es siempre atravesado por enunciados de otros. Hablamos y
aprendemos a hablar a través de los otros, atravesando por otros. Lo que decimos nos es totalmente libre, está atravesado por la
cultura y el inconsciente. Son apropiaciones, con nuestro estilo y expresividad.

COMO HACER COSAS CON PALABRAS | AUSTIN

Critica la lógica de la lingüística general de cómo la concepción de significación de un enunciado puede ser descrita independientemente del
valor de su enunciación / su marco o contexto. La teoría performativa del lenguaje re-introduce la institución social en la lingüística, y establece
que es en los actos del habla, en los actos concretos de uso del lenguaje es donde se produce la significación.

Austin critica la idea del lenguaje como nomenclatura de la realidad, como representación de las cosas, porque no es que las cosas estén y las
nombremos, sino que el lenguaje construye el mundo, el sentido de las cosas, se construye a través del habla.
El lenguaje no representa la realidad, no relata ni percibe un estado de cosas, sino que construye la realidad, es una
herramienta de construcción performativa (de la realidad). No es una herramienta representativa. Los signos producen
significación porque el lenguaje es cultural y no una nomenclatura, no son etiquetas que se ponen sobre una cosa
independientemente del objeto, la significación no existe por afuera del lenguaje. (partida de Austin)

Si el lenguaje fuese representativo tendría como función relatar o constatar la realidad, al cambiar la realidad el lenguaje debería
de cambiar también. (la existencia seria independiente al lenguaje)

Enunciados constatativos-descriptivos. Describen/formulan/representan una determinada realidad del mundo en tanto que
tales pueden ser verdaderos (coinciden con realidad descripta) o falsos (no coinciden). La lingüística privilegia únicamente al
análisis de los enunciados constatativos por dar cuenta de hechos que son ajenos a su descripción. Consideran que tienen una
forma gramatical válida, sobre ellos se puede decirse que son V o F con respecto a realidad objetiva y son expresiones con
sentido.

Expresiones realizativas-performativas. No constatan la realidad, y por ende tampoco son plausibles de ser juzgados como V o
F. No describen nada, construyen una realidad, modifican la realidad. Todo decir es hacer, al decir una expresión realizativa llevo
a cabo una acción. Expresar las palabras es el episodio principal en la realización del acto y el fin que persigue

Verbos performativos: En primera persona (siempre son autorreferenciales), en modo indicativo, singular y voz activa. X Ej.: Yo
prometo, yo juro, yo garantizo. Los actos del habla siempre corresponden al aquí y ahora de las circunstancias de la enunciación.

Austin llega a la conclusión de que en el lenguaje todo enunciado es performativo, en la medida en que todo enunciado puede
remitirse a la acción de decir/afirmar/pensar/sostener. Todo enunciado se compone de 2 partes: Verbo performativo
implícito/explicito que remite a sujeto de enunciación & contenido proposicional de la expresión.

Para que se construya un sentido de la forma en que el autor pretende debe haber ciertas condiciones de felicidad; una
estructura social (situación oyentes) que reconoce y acepta que se esta llevando a cabo como lo esperable de esa situación
concreta. Tiene que ver con la institucionalidad y toda la creencia depositada en la fe institucional, nos abala, es lo que da la
credibilidad, es algo social extralingüístico

TODO ACTO LINGÜÍSTICO SE COMPONE DE TRES INSTANCIAS

Dimensión locucionaria, que es el acto de decir, de introducir significados, expresar algo que tenga un sentido. En otras
palabras, es aproximadamente equivalente a expresar cierta oración con un cierto sentido y referencia, lo que a su vez es
aproximadamente equivalente al significado en el sentido tradicional.

Dimensión ilocucionaria, que es la postura que tomó al enunciar la intención, el tono, el gesto, la selección de la forma de
hablar y de los códigos convencionales que estructuren el enunciado y lo carguen de sentido, la expresividad que le doy. Tiene
todo el peso de lo performativo, tiene que ver con lo extralingüístico.

Dimensión perlocucionaria, que es la dimensión de respuesta/efectos/ consecuencias de mi discurso, y que está presente en
todo acto del habla, ya que generó efectos y consecuencias, no describo inocentemente el mundo, sino que provocó cambios en
el estado de las cosas, en el contexto, en el otro, en uno, en el mundo. Es lo que producimos o logramos porque decimos algo,
tales como convencer, persuadir, disuadir, e incluso sorprender o confundir. Pueden ser consecuencias verbales o no verbales.

Para realizar un acto ilocucionario es menester realizar un acto locucionario. Decir ciertas palabras es necesariamente hacer
ciertos movimientos con los órganos vocales. De tal modo, el divorcio entre las acciones físicas y los actos de decir algo no es del
todo completo: existe entre unas y otros alguna vinculación.

Es característico de los actos perlocucionarios que la respuesta o la secuela pueden ser logradas adicionalmente, o en forma
completa, por medios no-locucionarios. Incluso en los casos de convencer, persuadir entre otros, la respuesta puede ser
obtenida de manera no verbal.

Llega a la conclusión de que todo enunciado, todo acto del habla tiene una dimensión perlocucionaria, no informan un estado
de las cosas, sino que generan efectos y cambios en el mismo, no representan el mundo, sino que lo performan, lo construyen.
Todo decir es hacer, construir y modificar el estado de las cosas. El sujeto no es un testigo pasivo del mundo, sino que es un
actor activo que construye la realidad a través del lenguaje. Todos los enunciados cumplen una acción y generan una
consecuencia. El lenguaje performa la realidad. Performar es construir, dar forma. Uno performa y no meramente describe lo
que lo rodea.

La performatividad del lenguaje implica una responsabilidad, somos responsables de las construcciones que realizamos a través
del lenguaje. Toda pieza del diseño es performativa, porque diseñar no es decorativo, sino que es construir, influir, cambiar el
mundo. El diseño implica una responsabilidad y una ética social, no somos decoradores, sino que construimos sentidos,
ideologías, construimos el mundo.

¿QUÉ SIGNIFICA HABLAR? | LA FORMACIÓN DE PRECIOS Y LA PREVENCIÓN DE BENEFICIOS | BOURDIEU

Relación de comunicación entre emisor y un receptor, fundada en la transcripción y el desciframiento, por consiguiente, el
intercambio lingüístico es también un intercambio económico que se lleva a cabo en una cierta relación simbólica de fuerzas
entre un productor, provisto por un cierto capital lingüístico, y un consumidor, apto para procurar un cierto beneficio material o
simbólico. En resumen, los discursos no son únicamente signos destinados a ser comprendidos, descifrados; son también signos
de riqueza destinados a ser valorados, apreciados y signos de autoridad destinados a ser creídos y obedecidos.

La relación de la comunicación es también una relación de poder simbólico, el intercambio es lingüístico y simbólico.

Los discursos solo cobran sentido / valor con relación a un mercado / situación, caracterizado por una ley particular de
formación de precios y el valor depende de la relación de fuerza entre las competencias lingüísticas (capacidades) de los
diferentes agentes y del lugar que ocupan en la estructura social. Las producciones de un mismo habitus lingüístico varían según
el mercado, porque el discurso es producto de la relación entre una competencia lingüística y un mercado particular.

El uso de la “lengua legitima” otorga mas legitimidad, y mas posibilidad de que el discurso performe de la forma pretendida por
el autor.

La competencia lingüística es la capacidad estatutariamente reconocida a una persona autorizada para emplear en las
ocasiones oficiales la lengua legítima, es decir, oficial, lengua autorizada que crea autoridad. Depende de la autoridad del
locutor, a través de ese índice particularmente seguro de la competencia estatutaria

A medida que disminuyen el grado de oficialidad de la situación de cambio, la ley de formación de precios tiende a hacerse
menos favorable a los productos lingüísticos dominados

El discurso como capital lingüístico que productor ofrece en un mercado, en marco de las cual determinadas leyes de formación
de precios le otorgarán determinado valor. El discurso no es solo un signo destinado a ser comprendido, sino que es un signo de
riqueza destinado a ser valorado y apreciado, y un signo de autoridad destinado a ser creído y obedecido. Es un bien puesto en
juego, destinado a ser comprendido y legitimado.

ESTRATEGIAS

Estrategia de condescendencia: consiste en beneficiarse de la relación de fuerzas objetiva entre las lenguas que en la práctica
se enfrentan en el acto mismo de negar simbólicamente esa relación, es decir, la jerarquía entre esas lenguas y quienes les
hablan. Semejante estrategia es posible en todos aquellos casos en que la diferencia objetiva entre las personas en presencia es
lo bastante conocida y reconocida por todos para que la negación simbólica de la jerarquía permita acumular los beneficios
vinculados a ella y los que procura la negación completamente simbólica de esta jerarquía, empezando por el esfuerzo que
implica el reconocimiento concebido a la manera de utilizar la relación jerárquica.

La performatividad es inseparable de las condiciones de felicidad porque el poder simbólico de la palabra solo es posible bajo
ciertas condiciones que posicionen como sujeto legitimo a quien lo dice.

Anticipación de beneficios: prever al otro y a las características que el mercado tenga. Si me puedo anticipar a ese otro, si
conozco los códigos, las leyes y reglas que dan legitimidad en ese mercado voy a poder obtener mayores beneficios y asumir una
posición dominante en la situación discursiva. Es pensar en el que hacer / decir o no, evaluar las posibilidades y saber cuando
intervenir y cuando no.

La anticipación es consecuencia de un Habitus lingüístico, que es el proceso interno donde se unen las estructuras sociales con
lo individual del sujeto, la manera en que el sujeto incorpora esas estructuras para reconocerlas. Incorporamos estructuras
sociales generando estructuras internas que nos permiten percibir comportamientos y características de la vida social.
Internalizamos esquemas de acción y percepción. Esta internalización se da de manera subjetiva, produciendo una forma de
pensar individual, no hay una única mirada, sino que le imprimimos nuestra particularidad.

El Habitus es un esquema de percepción que orienta nuestra practica en el mundo social (mercado) como consecuencia de
haber incorporado los modos (convencionales) propios de ese mercado.

Cada situación, contexto, es un mercado lingüístico diferente, que tiene sus leyes, sus sanciones, sus emisores y receptores
legítimos, y estas características cambian mucho de un mercado a otro, por lo cual lo importante es saber cómo manejarnos en
cada mercado para poder obtener beneficios.

VEINTE LECCIONES SOBRE LA IMAGEN Y EL SENTIDO | GAUTHIER

Imagen y Discurso – Enunciado Lingüístico y enunciado icónico – Enunciado constatativo y enunciado Performativo

Se plantea cómo la imagen accede al discurso, como toma la palabra. ¿Cómo construye sentido la imagen? Pone en duda lo
establecido por Austin, quien dice que imagen es enunciado constativo.

La imagen es un enunciado, es decir que a veces puede proponer algunos en términos de equivalencia lingüística. La imagen
puede verse desde un punto de vista icónico. Tiene una estructura o no directamente percibida siempre respecto a un espacio
autónomo bidimensional, generalmente incluido en un rectángulo.

Para Austin, puede ser considerado como un enunciado constativo, cuya función puede ser la de describir hechos o estados de
las cosas. Sin embargo, es considerada un enunciado constativo débil ya que carece de estructura lógica formal (Negación -
Causalidad - Disyunción - Dar órdenes – Tiempo), pero en cambio es un enunciado performativo de acción ampliamente
diferida (cuyos efectos van a tener lugar a futuro, los efectos perlocucionarios de la imagen no son de efecto inmediato) y con
rendimiento incierto. En el terreno de la imagen de masas toda imagen puesta en circulación esta destinada a convencer
(publicidad y propaganda) o dar dinero o gloria a su autor.

No despierta acción perlocucionaria inmediata, y su lectura se conforma en el cruce con el contexto del lector, por lo que no hay
control sobre el sentido. La lectura dependerá del bagaje social que lleva el lector.

La imagen ya ha pasado, puesto a que veo la imagen en presente cuando ya ha pasado. Conjuga con el presente en las
relaciones de hechos pasados e implica una relación de contemporaneidad con acto transpuesto. “La imagen solo puede
funcionar en el Presente”

En ninguna parte de la imagen hay presencia atestiguada del enunciador. “La presencia del yo es lo que hace en parte al
discurso. Ahora bien, la imagen presenta la particularidad de implicar totalmente a su enunciador, sin dejar ninguna marca en
su enunciado” “En ninguna parte de la imagen hay presencia del enunciador “Y”, no hay marca de enunciación en la fotografía”

La imagen no actúa en base a la lógica sintáctica del enunciado, sino en base a estrategias de metáfora y metonimia (retorica,
como un sinónimo): No puede representar relaciones lógicas entre los elementos que la componen. Utiliza la semejanza
(similitud) y la selección de temas correspondientes a las exigencias de la cultura que conocen del objeto solo sus funciones, y
transpone comparativamente estos temas en equivalentes gráficos.

La imagen se construye a partir de estrategias. Es la creatividad la que está realmente en la base del sistema de comunicación
visual. Los objetos no son aquí objetos únicos, identificables, sino objetos-clases.

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL LUGAR DE LAS IMÁGENES EN EL ÁMBITO ESCOLAR | MALOSETTI COSTA

Las imágenes visuales son estímulos poderosos para la mente humana. Estos poderes han sido ampliamente reconocidos y
utilizados como Instrumentos de persuasión y dispositivos de poder mucho antes de la invención de los medios mecánicos de
reproducción audiovisual.

Los poderes de la imagen como lugares memoria, el poder de persistencia de ciertas configuraciones visuales a través de los
siglos como memoria cultural de los individuos y las sociedades.

La eficacia de una imagen radica en el ser de la imagen misma, aun cuando solo se perciban a partir de sus efectos, aunque
esos poderes solo se realicen plenamente en la palabra que las atraviesa. Es en este atravesamiento transformador de la
palabra por la imagen y de la imagen por la palabra donde toma cuerpo el poder.
Los poderes de la imagen radican en la Polisemia, en cada nueva coyuntura la imagen ira perdiendo sus significados y
adquiriendo otros, atravesada por diferentes discursos, (ambigüedad, interpretaciones ilimitadas) devolverá a cada espectador
miradas nuevas y su presencia física en uno u otro contexto, su materialidad, construye los significados de una imagen. Pueden
captar la atención del observador y generar emociones, pero sus aperturas al juego ilimitado hacen que sea una herramienta
educativa de manejo difícil.

Los poderes de la imagen se insertan en un determinado entramado cultural y temporal. Los significados se reinventan, la
imagen se atraviesa por distintos discursos y propondrá miradas nuevas. El soporte o contexto físico también entra en juego

Desterritorialización, pierde el contexto, la historia. No podemos leer algo que nos es ajeno. La lectura sale de los conocimientos
y nos guiamos por lo conocido, no hay neutralidad en la lectura, sino un sentido común asentado por las bases ideológicas.

Formas de leer la imagen:

1- no podemos leer lo que nos es ajeno


2- la lectura sale de la reserva de los conocimientos
3- sí es desconocido nos guiamos por lo conocido Imagen.

La imagen es una presencia redoblada se representa a sí misma, es aquello que funda. En este sentido es posible pensar la
imagen como autor.

LOS MEDIA Y LA MODERNIDAD | THOMPSON

No siembre hubo sociedades de masa, viene con la industrialización, pensada a través de una revolución cultural. Antes de la
modernidad, la cultura, los bienes culturales y bienes simbólicos estaban encofrados en/para los sectores dominantes, es decir
que no estaban disponibles para todos sino para la elite.

Para hablar de una cultura de masas tenemos que saber que se produce y reproduce de manera industrial y tecnológicamente,
la ampliación de los bienes culturales al gran publico lo convierte en masivo y no habría podido ser sin la revolución industrial.

Las formas simbólicas han estado produciéndose y reproduciéndose en una escala cada vez mayor; se han convertido en
productos de consumo que pueden comprarse y venderse en el mercado; han pasado a ser accesibles a individuos ampliamente
diseminados en el espacio y en el tiempo.

CARACTERÍSTICAS DE LA COMUNICACIÓN MEDIÁTICA.


El desarrollo de la comunicación mediática es una reelaboración del carácter simbólico de la vida social, una reorganización de
las formas en las que el contenido y la información se producen e intercambian en la esfera social. La comunicación mediática
constituye una parte integral de -y no puede comprenderse al margen de los contextos más amplios de la vida social.

La comunicación mediática posee una dimensión simbólica irreductible: se ocupa de la producción, almacenamiento y
circulación de materiales significativos para los individuos que los producen y perciben. Su desarrollo es una reelaboración del
carácter simbólico de la vida social, una reorganización de las formas en las que el contenido y la información simbólica se
producen e intercambian en la esfera social.

La comunicación mediática siempre es un fenómeno social contextualizado: siempre forma parte de los contextos sociales
estructurados de varias formas y que, a su vez, tienen un impacto estructural en los actos comunicativos.

FORMAS DE PODER
El poder es un fenómeno social de los diferentes tipos de acción y encuentros que reflejan los diferentes tipos de actividades en
los cuales los seres humanos están implicados y solapados con frecuencia, es decir que hay diferentes tipos de poder en relación
con diferentes recursos e instituciones.

• Poder económico: Procede de instituciones de carácter económico que se ocupan de abastecer los medios de
subsistencia a través de la extracción de las materias primas y su transformación en bienes (recursos, medios
materiales financieros) que pueden consumirse o intercambiarse en un mercado.
• Poder político: procede de la actividad de coordinar a los individuos y regular los patrones de su interacción. Sus
instituciones incluyen el Estado, mientras que sus recursos se encuentran la autoridad.
▪ Poder coercitivo: supone el uso o la amenaza de utilizar la fuerza física; encontrándose en las instituciones las
coercitivas, especialmente las militares
• Poder simbólico: Procede de instituciones específicamente culturales, es decir la actividad productiva, transmisora y
receptora de formas simbólicas significativas (medios de comunicación). Es una característica fundamental de la vida
social, debe poseer pregnancia, disposición o disfunción de ciertos mensajes (contenido simbólico) En este cometido,
instituciones acumulan y emplean recursos que incluyen los medios técnicos para la fijación y la transmisión de
información.

En el poder simbólico se encuentra un prestigio acumulado, reconocimiento y respeto otorgado a determinados productores e
instituciones. Thompson define el Poder Simbólico como capacidad de intervenir en el transcurso de los acontecimientos a
través de los medios de producción y transmisión de las formas simbólicas.

LOS USOS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN


La comunicación implica la producción, transmisión y recepción de formas simbólicas. Al producir formas simbólicas y
transmitirlas a los otros, los individuos generalmente emplean un medio técnico, que son el sustrato material de las formas
simbólicas. Esto es, los elementos materiales con los que, y a través de las cuales, la información o el contenido simbólico se fija
y se transmite de un emisor a un receptor.

Permite un cierto grado de fijación, o preservar, las formas simbólicas en un medio con variados grados de durabilidad. Los
grados de fijación dependen de los medios específicos empleados junto a la medida en que permiten alterar o revisar un
mensaje fijado.

Permite un cierto grado de almacenamiento de información o contenido simbólico, capaces de preservar la información o el
contenido simbólico y tenerlo a la disposición para su posterior utilización.

Permite un cierto grado de reproducción, es decir, la capacidad para reproducir copias múltiples a partir de una forma
simbólica. Constituye una de las características claves que subyace a la explotación comercial de los medios técnicos de
comunicación. Las formas simbólicas pueden convertirse en bienes de consumo, y un medio principal de hacerlo es fomentando
maneras de aumentar y controlar la capacidad de reproducción.

Los medios técnicos tienen en cuenta determinados grados de separación espacio temporal. Cualquier proceso de intercambio
simbólico conlleva a la separación de unas formas simbólicas de su contexto de producción e insertadas en contextos nuevos
que podrían encontrarse en diferentes tiempos y lugares. Varía dependiendo de las circunstancias de comunicación y de los
tipos de soportes técnicos empleados. Cuando los individuos codifican y descodifican mensajes, emplean no sólo las
competencias requeridas por los soportes técnicos, sino también varias formas de conocimiento y presuposiciones que
comprenden parte de los recursos culturales que se dan durante los procesos de intercambio.

CARACTERÍSTICAS DE LA “COMUNICACIÓN DE MASAS ”


La «comunicación de masas» es un término que resulta engañoso. Su concepción como “masiva” no viene dada por el número
de individuos que reciben los productos, sino que su característica más destacada viene dada por el hecho de que los productos
estén disponibles a una pluralidad de destinatarios.

La expresión masa sugiere que los destinatarios constituyen un grupo de individuos pasivos e indiferentes. Pero los receptores
tienen algo de capacidad de intervenir y contribuir en el curso y contenido del proceso comunicativo.

El término comunicación también puede resultar confuso, ya que los medios de comunicación generalmente comprometidos
con la comunicación de masas son completamente diferentes de aquellos que forma parte de las conversaciones ordinarias.

Thompson emplea el término comunicación de masas para referirse a la producción institucionalizada y difusión generalizada
de bienes simbólicas a través de la fijación y transmisión de información o contenido simbólico.

CARACTERÍSTICAS:

• Medios de producción y difusión técnicos e institucionales: El desarrollo de la comunicación de masas resulta


inseparable del desarrollo de las industrias mediáticas, explotación comercial de las innovaciones técnicas que
permiten producir y difundir formas simbólicas de manera generalizada
• Producción para el consumo de formas simbólicas (commodities). Estas formas simbólicas pueden estar sujetas a dos
tipos principales de valoración: valoración simbólica, tratándose de un valor que los objetos poseen en virtud de la
manera en que los toman en consideración los individuos; valoración económica que se puede intercambiar en un
mercado. La comunicación de masas implica la producción de bienes para el consumo de formas simbólicas en el
sentido de que estos objetos son formas simbólicas sujetas al proceso de valoración económica.
• Ruptura estructurada entre la producción de formas simbólicas y su recepción. Los procesos de producción y
transmisión ocurren en ausencia de pistas ofrecidas por los receptores. Estos pueden hacer de un mensaje más o
menos lo que ellos quieran y, el productor no está allí para explicar o corregir las posibles malas interpretaciones
debido a que los mensajes son producidos por un grupo de individuos y transmitidos a otros que están situados en
emplazamientos espacio temporales alejados del contexto de origen. Poseen poca capacidad para determinar temas y
contenidos de la comunicación, pero esto no supone que sean incapaces o testigos pasivos.
• Disponibilidad de las formas simbólicas en el espacio y el tiempo. Los mensajes mediáticos están disponibles en
contexto alejados de los contextos donde se produjeron originalmente. Pueden ser recibidos por individuos muy
alejados en el espacio y en el tiempo de los individuos que lo han producido. Todas las formas suponen un
distanciamiento espaciotemporal.
• circulación pública de las formas simbólicas. Los productos de las industrias mediáticas están disponibles, en principio,
para una pluralidad de receptores. Están a disposición de cualquiera que posea los medios técnicos, capacidades y
recursos necesarios para adquirirlos.

LA REORDENACIÓN DEL ESPACIO Y DEL TIEMPO


El advenimiento de la telecomunicación significo que la distancia espacial dejó de requerir distancia temporal, la información y
el contenido simbólico podían transmitirse a través de vastas distancias con relativamente poco retraso. La experiencia de la
simultaneidad se separó de la condición espacial de un lugar común.

La creciente disponibilidad de formas simbólicas mediáticas ha alterado gradualmente la manera en que la mayoría de las
personas adquieren un sentido del pasado y del mundo más allá de su ubicación inmediata.

La percepción del pasado depende cada vez más de una reciente reserva de formas simbólicas mediáticas. Tanto más se verá
alterado nuestro sentimiento de pertenencia a un grupo o comunidad con los que compartimos unas experiencias comunes a
través del tiempo y el espacio (historicidad mediática). En la medida en que los acontecimientos retroceden más en el tiempo, es
cada vez menos probable que los individuos obtengan la comprensión de tales acontecimientos a partir de su experiencia
personal, o de la experiencia personal de otros.

La recepción es una actividad situacional: los productos mediáticos son objeto de recepción por parte de individuos que
siempre están ubicados en contextos sociohistóricos específicos generalmente caracterizados por unas relaciones relativamente
estables de poder y por un distinto acceso a los recursos acumulados de varios. Es una actividad rutinaria, en el sentido de que
constituye una parte integral de las actividades regularizadas que configurar la vida cotidiana.

La recepción es un proceso hermenéutico cuyos individuos se ven generalmente envueltos en un proceso de interpretación a
través del cual dan sentido a esos productos. Es activa, rutinaria, situacional interpretado en un contexto, un logro habilidoso. Al
interpretar formas simbólicas, los individuos las incorporan dentro de su propia comprensión de si mismos y de los otros. Esto
quiere decir que se apropian de un mensaje (entendido como el proceso de comprensión y autocomprensión) al tomar su
contenido significativo y hacerlo propio.

La interpretación es un proceso activo, creativo. Consiste en asimilar el mensaje e incorporarlo a la propia vida, un proceso que
algunas veces tiene lugar sin esfuerzo y otras supone un esfuerzo consiente.

PROBLEMÁTICAS DE LA IDENTIDAD | ARFUCH

Arfuch comienza a preguntarse por algo que empieza a pasar en las sociedades globalizadas, lo que llama un renovado interés
por la identidad colectiva.

Existe una dimensión histórica, la cual implica ciertos parámetros que influyen en o incidieron en el cambio, esta dado de
ciertos factores que en su acumulación fueron los causantes de las nuevas interrogantes. La sociedad empieza a hacer algo en la
sociedad moderna por lo cual nos va a interpelar y tiene que ver con la crisis del mundo moderno y de parámetros que
organizaban y encasillaban las identidades.
La globalización y los flujos de corrientes migratorias generaron una fragmentación identitaria y cultural, debilitando las ideas de
nación y ciudadanía.

• Crisis de los grandes relatos: Entran en crisis todos los esquemas discursivos que organizaban a vida social (gracias al
fracaso de la Ilustración, que prometía prosperidad a partir d ellos avances tecnológicos) las grandes proyecciones de lo
que se tenia que hacer, tales como el liberalismo y marxismo, ideales que suponen hacer cosas, son pragmáticos
proyectivos y acumulativos.
• Crisis de los Estados Nacionales: tenían una ascendente muy fuerte sobre la identidad, el Estado es quien decía si un
individuo era mujer ro varón, soltero o casado, con hijos o sin, discriminaba las experiencias de vida que no encajaban
con sus características, era un controlador y regulador de identidades. Tuvo que incorporar nuevas leyes.
• Afloran nuevas identidades: vemos aflorar nuevas identidades que no veíamos, ya existían, pero eran
invisibilizadas/encapsuladas, surge la idea de cuidar, de respetar las nuevas y viejas identidades, tal como los pueblos
originarios a los cuales ya no se los llamaba indios. Nos obliga a pensar en la identidad, los medios se convierten en
herramientas constitutivas de identidades.

En cuanto a la dimensión académica, comienza la interrogante sobre ¿Cómo empieza a pensarse la identidad?, la respuesta es
sencilla, la identidad es no esencialista, nadie es en esencia algo idéntico a si mismo, no es una etiqueta que no se pueda cambiar.
La identidad se piensa como algo que no tiene esencia (que no tiene un núcleo que no cambia nunca), sino que es narrativa, el
sujeto la va construyendo ya que no está predeterminado. Al decir que no esta predeterminado se refiere a que no hay nada que
me defina desde antes, por ejemplo, el sexo biológico no define mi género.

Sin embargo, existe el esencialismo estratégico, lo cual seria asociar mi identidad para poder ganar algo en una conjetura política
(por ejemplo, un reclamo) independientemente si pertenezco a ese grupo al que me asocio. En nuestro contexto argentino, se
pueden albergar diferencias que en dicho contexto se agrupan, sin embargo, luego vuelven a separarse (ejemplo; hinchas de River
y boca se unen para el mundial)

La identidad no es un conjunto de cualidades predeterminadas, sino una construcción que nunca acaba, siempre abierta a la
contingencia y a las posibilidades. Identidad siempre en construcción relacional y temporal. No soy un conjunto de cualidades,
soy al igual que en los signos lingüísticos, definida por diferencias con relación a los otros. Soy lo que no es el otro, al mismo
tiempo, nadie puede ser igual a nadie; la idea de identidad se basa en la premisa de que no hay dos personas enteramente
iguales, esta fijada en el juego de las diferencias.

¿Ante la pegunta de “cómo sos?” o “quiénes somos?” la respuesta siempre va a ser una construcción narrativa, no hay
identidad por fuera de las representaciones. Esta construcción identitaria no escapa del discurso ajeno, en ella se interceptan lo
que “yo creo que soy” pero también lo que el otro “cree que soy”

No existe por fuera del lenguaje: La construcción esta atravesada necesariamente por el lenguaje, posee otredad, polifonía, es
dialógica, performativa de valor oposicional.

¿esa construcción narrativa es totalmente libre? La situación de enunciación (contexto) nos condiciona, los otros que están ahí y
también el discurso dominante. Condicionado por la hegemonía y la percepción que tengo de; la mujer, el hombre, el docente,
la madre, etc.

Coloca la cuestión de la interdiscursividad social, de las prácticas y estrategias enunciativas en un primer plano. Narrativa es lo
propiamente vivido, toda identidad es narrativa junto a las historias que lo forman. Es colectiva, un grupo de gente comparte
esa identidad. Identidad supone a la respuesta de contar la historia de la vida.

La construcción de la identidad ya sea individual o colectiva, se da a través de los relatos, dentro de estos discursos; no ha
habido nunca una cultura que escape a ellos (mitos, historias, etc.)

Historia que no es sino la reconfiguración constante de historias, divergentes, superpuestas, de las cuales ninguna puede aspirar
a la mayor representatividad. El lenguaje es esencialmente ajeno, su densidad significante está hecha de siglos de historia y
tradición, de otras voces. Doble pluralidad.

La identidad se conforma mediante experiencias anteriores. Es en el presente que los relatos pasados adquieren sentido. La
interdiscursividad es parte de la concepción de dialogismo de Bajtín, la pluralidad de voces ajenas que habitan la propia voz,
introduce la otredad en el corazón mismo del lenguaje, estará presente entonces en el momento de producir un enunciado.
El dialogismo, como presencia protagónica del otro en mi discurso antes de que sea formulado, invierte los términos de
comunicación como unidireccional. Es así que el dialogismo se relaciona con la identidad, la cual supone un otro (diferencia) del
cual puede afirmar su diferencia.

Toda identidad supone otro que no es lo mismo y a partir del cual puede afirmar su diferencia. Ninguna estará entonces
determinada en sí misma. La universalidad no deriva de una esencia ni es tampoco una idea reguladora, sino una articulación
momentánea de las diferentes en torno de algo idéntico

PERTENENCIAS. LUGAR, ESPACIO E IDENTIDAD EN UN MUNDO MEDIATIZADO | MORLEY

Morley aborda la cuestión de cómo se entienden las transformaciones de la de “hogar” originadas por cambios difundidos en los
patrones de comunicación y movilidad física en nuestro mundo contemporáneo “desestabilizado”.

Hogar refiere tanto al lugar físico (el espacio domestico) como a las ideas simbólicas (espacios de pertenencia e identidad) a
destinadas escalas geográficas: las comunidades locales, nacionales o transnacionales en donde las personas se consideran estar
dentro de “su hogar”.

Existe lo que Morley denomina una versión “materialista” de los estudios culturales y de los medios de comunicación mediante
la reubicación de aquellas cuestiones que atraen al movimiento físico y que durante mucho tiempo han sido incluidas en la
geografía, o incluso en los estudios de medios de transporte. El cual tiene como objeto de estudio el movimiento de mensajes,
personas, bienes e información.

Es evidente que los medios de comunicación no se consumen y utilizan exclusivamente en el contexto “hogar”: no solo una gran
variedad de medios se consume actualmente a fuera de él, sino que algunos, como la televisión se están transformando en
“medios ambientales”. El objetivo de Morley es vincular los patrones de consumo de los medios de comunicación con la
geografía material en la que habitan las audiencias.

Para ello emplea lo que denomina dos modos de circulación, uno centrado en la forma en que los “bienes simbólicos como los
canales de televisión, los discos, videos y revistas circulan entre el público” y otro centrado “en el entorno físico en el cual el
publico circula entre los bienes simbólicos”.

En ese contexto podemos decir que la construcción de un sentido de lo simbólico nacional es efecto de la circulación virtual de
las imágenes de los paisajes y monumentos de la comunidad en forma mediatizada, sumado a la circulación física de la
población por esos sitios.

Las formas de capital cultural con el que cuentan las personas para remodelar su identidad son desigualmente distribuidas: a
tal punto que muchas personas aún están obligadas a vivir con identidades que otros les adscriben en lugar de identidades que
podrían elegir por sí mismas.

ANGUSTIAS POSTMODERNAS
En este contexto cambiante se necesita una nueva noción de la idea del hogar. En el nivel micro, puede decirse que el hogar
moderno es un lugar “fantasmagórico” en la medida en que los medios electrónicos de diversos tipos permiten la intrusión de
sucesos distantes en el espacio de lo domestico.

Se inscribe la problemática del “reino de lo lejano” (extraño y potencialmente problemático) al “reino de lo cercano” (el
escenario tradicional de la seguridad ontológica) , de esto modo lo lejano se cruza irremediablemente con lo cercano, pues los
procesos migratorios y de representación mediática acercan las formas reales y virtuales de alteridad a los distintos tipos de
“territorios hogareños” celosamente protegidos.

Podríamos considerar a la movilidad como una característica que define el mundo contemporáneo, pero debemos
preguntarnos porque y con cuanta libertad otras personas se quedan en su hogar. Dicho esto, la clase es uno de los factores de
diferenciación más importantes con respecto a la movilidad. Se trata de que poder relativo tienen las personas sobre sus
condiciones de vida.

Quien tiene control sobre su movilidad tiene lo que se denomina “geometría del poder”, quiere decir que existe una
diferenciación entre lo que son móviles y los que son sedentarios, dado que muchas personas se ven forzadas a la movilidad
debido a razones políticas o económicas. También debemos distinguir los Cosmopolitan voluntarios e involuntarios d nuestra
época y los turistas y vagabundos que por su situación económica son o no aceptados.

No se trata de si la movilidad o el sedentarismo son buenos o malos en si mismos, sino de que poder relativo tienen las
personas sobre sus condiciones de vida. Las formas voluntarias de movilidad física y “conexidad” virtual son quizá consideras
como “bienes” sociales cuya distribución desigual constituye una dimensión clave de las formas contemporáneas de
desigualdad.

HOGAR, COMUNIDAD Y NACIÓN


Las fronteras tienen significados distintos según de qué lado uno se encuentre y cuán fácilmente pueda cruzarlas. El tema es
quien es el que define quién pertenece y qué debe ser excluido por ser materia que está fuera de lugar. Esa materia puede
estar representada por materiales impuros a los que se considera como profanadores del hogar, por extranjeros de distinto tipo
a los que se ve contaminantes del espacio simbólico de la nación, se los ve como un “intruso” que viene de otro sitio y amenaza
la seguridad dentro de ese territorio doméstico, su presencia tiende a quebrar la sensación de “estar en casa con uno mismo”

En estos “rituales de exclusión” la alteridad no siempre se ve excluida, sino que en ocasiones es “domesticada” o consumida
como “exótica” en distintas formas de mercantilización. Lamentablemente estos procesos regulatorios generan conflicto en su
interno por expulsar la alteridad fuera de los límites, sea en el marco del hogar, el barrio residencial o la nación.

Si bien el hogar, el barrio y la nación son espacios potenciales de pertenencia, esto no implica que se trate de proceso paralelos
sin vinculación entre sí. Cada uno de estos espacios condiciona a los otros, esos espacios están relacionados por medio de los
mensajes mediáticos por acción del mercado inmobiliario y por factores macro tales como las políticas migratorias estatales y el
impacto de la economía global.

DEL ÁMBITO DOMÉSTICO A LA NACIÓN


Un tema de interés es como en los distintos tipos de ámbitos domésticos se regulaba la capacidad de las nuevas tecnologías
para traspasar los limites hogareños. En las familias particulares se puede llegar a ver una regulación de los medios porque
temor, porque les preocupa el peligro que implica la transgresión de los limites morales de la familia vinculada con ver
programas “extranjeros” de naturaleza “inapropiada”. Sin embargo, en los gobiernos nacionales ocurre lo mismo al controlar el
consumo de dicho medios extranjeros prohibiendo la televisión vía satelital, con la excusa de que los programas extranjeros
eran parte de la “ofensiva cultural”

La nación y la localidad invaden el hogar porque esos espacios están relacionados por medio de los mensajes mediáticos, entre
otros. La retórica de las emisoras nacionales adopta formas rituales, por medio de las cuales los símbolos nacionales se
inscriben en prácticas domésticas. Los programas nacionales pueden crear un sentido de unidad, ya que vincula las periferias
con el centro y llevan los símbolos de la nación a los hogares.

MEMORIA: GLOBAL, NACIONAL, MUSEOLOGÍA | HUYSSEN

Surge la memoria como preocupación central de la cultura y política, un giro hacia el pasado en contraste con tendencia a
privilegiar el futuro propia de la modernidad. Este contraste se da desde los 80, se desarrolla un desplazamiento en la
experiencia y en la percepción del tiempo por aniversarios de hechos históricos particulares.

La globalización de la memoria opera también en dos sentidos relacionados entre sí que ilustran lo que se denomina la paradoja
de la globalización. El surgimiento de los tropos universales permitió que su memoria se aboque a situaciones específicamente
locales, lejanas en términos históricos y diferentes en términos políticos respecto del acontecimiento original

El Holocausto como tropo universal del trauma histórico: Pierde su calidad de índice del acontecimiento histórico específico y
comienzo a funcionar como una metáfora de otras historias traumáticas y de su memoria

Esa cultura de la memoria viene surgiendo desde hace bastante tiempo y esas sociedades por obra del marketing (aparecen
películas que halan del pasado y productos culturales que reflejan esa preocupación) , La difusión geográfica que abarca desde la
movilización de pasados míticos hasta la creación de esferas públicas para la memoria real; lo real puede ser mitologizado de
manera que lo mítico puede engendrar fuertes efectos de realidad.
Muchas de esas memorias comercializadas no son por lo pronto sino memorias imaginadas (ya que estas atravesadas por los
medios de comunicación, y estos no nos muestran la memoria de forma inocente) y, por ende, se olvidan mucho más fácilmente
que las memorias vividas (representadas por su propia subjetividad). La memoria y el olvido están ligados uno a otro, siendo la
memoria otra forma de olvido y el olvido es una forma de memoria oculta.

La memoria y el olvido están ligados uno a otro, siendo la memoria otra forma de olvido y el olvido es una forma de memoria
oculta. No podeos discutir con la memoria personal, generacional o publica sin contemplar la enorme influencia de los nuevos
medios como vehículos de toda forma de memoria (de alguna forma toda memoria es una memoria imaginada). Depende de las
estrategias específicas de representación y mercantilización y del contexto. Los medios no transportan la memoria pública con
inocencia, la configuran en su estructura y en su forma misma.

Intentamos contrarrestar ese miedo y ese riesgo del olvido por medio de estrategias de supervivencia basadas en
memorialización consistente en erigir recordatorios públicos y privados.

La musealización como un aspecto central de la cambiante sensibilidad temporal que se había infiltrado en todos los ámbitos de
la vida cotidiana, el cual consiste en la extrema necesidad de conservar el pasado, es una obsesión cultural, la inmortalidad de
los hechos a través de marcas y/o monumentos. El mundo se está musealizando y la meta parece ser el recuerdo total. Mientras
los discursos de la memoria parecen ser globales, en el fondo siguen ligados a las historias de naciones específicas.

Todo esto ocurre debido a que nos vemos empujados hacia un futuro que no aspira confianza, por eso se contrarresta por un
deseo de desacelerar y búsqueda de consuelo en la memoria. No nos centramos en el presente debido a que es cada vez mas
corto, se nos va achicando y por eso se hace un pasaje del futuro al pasado sin tenerlo en cuenta, esto es así porque lo que me
rodea se vuelve enseguida antiguo/pasado gracias a las nuevas tecnologías y al mundo globalizado.

LA CIUDAD COMO AUTOBIOGRAFÍA | ARFUCH

La idea de comunicación transciende, va mucho más allá, la comunicación a priori no es pensada, Arfuch plantea llevar la
comunicación a mas lugares, a donde no fueron hechas para comunicar, por ejemplo, la ciudad.

Se debe pensar a la ciudad como un texto, como una composición narrativa; ver sus lecturas, recorridos, miradas que se
resaltan, etc. De este modo la ciudad puede ser resignificada / reescrita en función de cierto recorte selectivo de la memoria y
por lo tanto el olvido. Somos constructores, narradores de un texto que no está prescrito por el orden d ellos signos de la
ciudad.

La memoria funciona como la huella, la marca narrativa de la historia de esa ciudad, por lo tanto, esa memoria se vuelve
comunicacional.

Con la globalización comienza a darse una cultura desterralizada, por ejemplo, en los shoppings, le dan la espalda a lo local, a la
cultura al lenguaje, etc. Esto es así debido a que la comunicación globalizada preside de las formas locales, niegan el lugar donde
están, su historia y su memoria, el shopping se convierte en un “no lugar”, porque un lugar esta atravesado por una historia,
memoria sensibilidad y una experiencia compartida y en estos lugares existe una neutralidad de todo tipo donde parece que
borra la historia de la ciudad.

ESPACIOS
La noción de “espacio” alberga una multiplicidad de formas y géneros de umbrales no siempre nítidos, concernidos en mayor o
menor medida por una narrativa vivencial o autorreferencial, que involucra tanto el lenguaje verbal como el audiovisual.

Este espacio bibliográfico se transformo en un analizador, en un horizonte de inteligibilidad para dar cuenta, sintomáticamente,
de lo que puede considerarse como una verdadera reconfiguración de la subjetividad contemporánea.

Toda bibliografía es inseparable de la dimensión espacial. La noción del espacio para albergar a una multiplicidad de formas y
géneros, concernidos en mayor o menor medida por una narrativa vivencial o autorreferencial que involucraba tanto el lenguaje
verbal como el audiovisual.
El espacio contiene tres aspectos esenciales:

• El espacio es producto de interrelaciones, desde lo inmenso de lo global hasta lo infinito de la intimidad


• Es lo que hace posible la multiplicidad, la coexistencia de voces y trayectorias diferenciales;
• Es producto de relaciones e interacciones siempre está abierto, es proceso de formación, en devenir, nunca acabado.

Es eminentemente político, tiene que ver con el poder, escapa siempre a la planificación, pero nunca podrá anticiparse a la
multiplicidad de sus usos, su esplendor o su decadencia. Pensar las identidades como producto justamente de las tensiones e
interacciones que constituyen ellas mismas la espacialidad. Implica ciertos resguardos, como las tribus urbanas.

El espacio urbano define a sus personajes, pero también es definido por ellos. No hay un primero que inaugura el rito de la
interacción, constitutiva de la sociedad misma y de la relación entre sujeto y mundo. Lo que se ha perdido, aun cuando no nos
pertenezca verdaderamente, también se ha llevado consigo algo de nuestra biografía. La presencia intangible conformando el
espíritu del lugar.

Ciudad y subjetividad supone una temporalidad disyunta de pasados presentes, y una trama social y afectiva perdurable,
configurativa de la propia experiencia.

MEMORIAS
Al recordar se recuerda una imagen y la afección que conlleva esa imagen, por ende, podríamos afirmar que no hay imagen sin
un contexto espacial, un ámbito en el cual se recorta. Memorias de su propia temporalidad, y memorias que nos pertenecen,
que están atesoradas como en un desván.

Pero entre la memoria histórica, lejana, de hechos y sitios que tal vez desconocemos y la memoria bibliográfica, familiar, que
inviste afectivamente objetos y momentos, hay otras memorias de pasados resientes que insisten dolorosamente en la
conciencia colectiva.

Memorias ligadas a acontecimientos traumáticos, cuyos anclajes físicos, materiales, también salen al paso ante el transeúnte
no tan desprevenido: estelas, inscripciones, placas, baldosas, museos, monumentos memoriales (marcas urbanas).

INDIVIDUAL / SOCIAL
La ciudad también es el lugar de conformación de lo social, del tipo de relaciones que se establecen según las distintas
comunidades, la localización barrial, las identificaciones de la clases, étnicas, religiosas, culturales, sexuales, de género. Las
identidades serían el resultado, provisional y contingente, de la articulación de múltiples variables, donde lo biográfico impondrá
una tonalidad particular.

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