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a la época del siniestro, como ingreso base mensual para el cálculo de la indemnización
Colección: Fallos
Cita: MJ-JU-M-146333-AR|MJJ146333|MJJ146333
Por falta de pruebas, corresponde la utilización del piso mínimo correspondiente a la época del
siniestro, como ingreso base mensual para el cálculo de la indemnización.
Sumario:
3.-Siendo que la solución arribada por el Tribunal de grado resulta más beneficiosa para el
trabajador (artículo 9 de la LCT), al arrojar un monto superior al piso mínimo que corresponde
aplicar, la decisión propuesta en la sentencia cuestionada no resulta arbitraria.
Fallo:
En la ciudad de San Salvador de Jujuy, Provincia de Jujuy, República Argentina, los Señores
Jueces de la Sala IV Laboral de la Suprema Corte de Justicia, doctores Ekel Meyer, María Silvia
Bernal y Federico Francisco Otaola, de conformidad con las Acordadas Nº 86/2020, Nº
111/2022 y Nº 4/2023, bajo la presidencia del nombrado en primer término, vieron el Expte.
Nº LA-19.104/22 caratulado: Recurso de Inconstitucionalidad interpuesto en el Expte. Nº C-
035.198/2014 (Tribunal del Trabajo – Sala III – Vocalía 8) ‘Riesgo de trabajo: AGUIAR RUBEN
ROLANDO C/ FEDERACIÓN PATRONAL SEGUROS S.A.’.
1) La Sala III del Tribunal del Trabajo dictó sentencia el 8 de septiembre de 2022 y resolvió fijar
el monto de condena en la suma de pesos cuatrocientos treinta mil quinientos veinticinco mil
con 23/100 centavos ($ 430.525,23), importe que devengará la tasa de interés activa que
cobra el Banco de la Nación Argentina en sus operaciones de descuentos de documentos
comerciales a treinta días. Asimismo, reguló honorarios profesionales.
Para decidir de esta manera, sostuvo que en la sentencia del 11 de abril de 2022 se resolvió
diferir la fijación del monto de condena y la regulación de los honorarios de los profesionales
intervinientes para la etapa de ejecución de sentencia, el que debía ser elaborado con base en
lo allí resuelto, en las constancias de autos y la documentación que se aportare al expediente.
Afirmó, que una vez firme y consentida la resolución, se intimó al actor a acreditar su
remuneración, quién manifestó que no contaba con recibos de haberes, a excepción del
agregado en autos, por lo que propuso pautas para la determinación del monto de condena,
de lo que se corrió vista a la demandada y al Ministerio Público del Trabajo sin que hayan
formulado objeción. Consideró que la escala salarial invocada por el Sr.Aguiar debió ser
descartada para la liquidación al corresponder a junio de 2013. Para ello invocó el artículo 12
de la L.R.T. el que prevé que se debe considerar la remuneración anterior a la primera
manifestación invalidante, la que quedó fijada en la sentencia el día 03 de julio de 2012.
Concluyó que de recurrir a los guarismos sugeridos por el demandante implicaría apartarse de
la norma referida, aun ante el silencio de la aseguradora. A tenor de ello, manifestó que debió
utilizar el único elemento de prueba aportado en autos que acreditó el salario del actor, el
recibo de sueldo de fs. 30, en tanto que la ausencia de la documentación pertinente no puede
frustrar la pretensión del damnificado ni esterilizar la sentencia dictada en autos.
Coligió que el monto de la indemnización debe ser cancelado en un pago único y calculado
conforme a las pautas dadas por el artículo 14 inc.2 apartado a) de la ley 24.557 con la
supresión del tope según el decreto 1.694/09 y los pisos fijados. Aludió que el artículo 14.2.a)
de la ley 24.557 dispuso una indemnización de pago único, cuya cuantía será igual a cincuenta
y tres (53) veces el valor mensual del ingreso base (2.823,69 según el recibo referido),
multiplicado por el porcentaje de incapacidad (14%) y por un coeficiente que resultará de
dividir el número 65 por la edad del damnificado a la fecha de la demanda (36 años).
53 x 2.823,69 x 14% x (65/36) = 37.829,60 y que se debió tener en cuenta que el piso
establecido en la reglamentación (decreto 1.694/09) es de $25.200 (180.000 x 0,14).
Con relación a los intereses a aplicar al capital de condena, dispuso que el Superior Tribunal de
Justicia se ha pronunciado con un alto sentido de justicia, sin resignar la legalidad y dentro del
marco de aplicación de la ley según la doctrina del fallo ‘Espósito’ de la CSJN, con el objeto de
que el transcurso del tiempo no perjudique el patrimonio del trabajador (Libro de Acuerdos Nº
2, Fº 703/709, Nº 198).
Aduce que hay un grave error de interpretación, absurda aplicación del derecho y excesivo
rigor formal en detrimento de los intereses y derechos de su parte.
Sostiene que la sentencia es arbitraria porque se apartó de los elementos de prueba de la
causa al establecer el IMB en la suma de pesos $2823.69 el que surgiría del recibo obrante a fs.
30 del expediente principal.
Manifiesta que incurrió en un error de cálculo ya que de dicho recibo resulta que el salario
básico proporcional por los días trabajados en Julio 2012 es de $ 2902.68.
Asevera que de la normativa aplicable resulta que el Sr.Aguiar detentaba la categoría Oficial
Especializado con jornada de 176 horas mensuales y que el salario establecido por CCT 76/75
para junio 2012 era de $ 25.82 más asignación no remunerativa de $804 por lo que el salario
devengado con anterioridad a la primera manifestación invalidante es de $ 5348.32.
Concluye que se afectan derechos y garantías constitucionales reconocidas por los Arts. 14, 17
y 18.
4) Remitidos los autos a la Fiscalía General, emite dictamen el Dr. Alejandro R.Ficoseco.
5) Integrada la Sala y cumplido con lo dispuesto en el inciso 4 del artículo 9 de la ley 4346 y sus
modificatorias, los autos quedan para resolución de esta Suprema Corte de Justicia.
Debo destacar que los argumentos presentados por el recurrente remiten al examen de
aspectos de hecho y procesales los cuales resultan ajenos como regla y por naturaleza a esta
instancia extraordinaria. Más aún cuando la sentencia contiene motivaciones suficientes que la
sustentan y permiten rechazar la tacha de arbitrariedad invocada.
Digo ello, toda vez que el a quo ante la falta de elementos probatorios para el cálculo del
ingreso base mensual, se ajustó a la única documental obrante en la causa -recibo de haberes
obrante a fs. 30-; previo haber intimado a las partes a arrimar prueba para su estimación,
carga procesal que no cumplió debidamente el actor al acompañar pautas que se apartaban
indebidamente de lo normado en el artículo 12 del L.R.T., sin haber planteado su
inconstitucionalidad.
Pues bien, ante la orfandad probatoria entiendo que en casos como el de autos, lo acertado es
recurrir al piso mínimo que corresponda para la época del siniestro -03/07/2012- y la
incapacidad del actor.En la especie, procede la apl icación del Decreto 1694/09 que determina
un piso mínimo de $ 180.000, el que multiplicado por el grado de incapacidad 14% arroja el
importe de $ 25.200.
A tenor de lo expuesto, y siendo que la solución arribada por el Tribunal de grado resulta más
beneficiosa para el trabajador (artículo 9 de la LCT), al arrojar un monto superior al piso
mínimo que corresponde aplicar por el periodo comprendido entre el 01/01/2012 al
03/06/2012, la decisión propuesta en la sentencia cuestionada no resulta arbitraria.
Asimismo, el cálculo efectuado por el a quo se ajusta a las exigencias del artículo 12 de la
L.R.T., al tomar como base la suma de $2786,54 que refleja el haber remunerativo y
bonificable del recibo de fs. 30.
Por cierto, juzgo acertada la actualización del crédito indemnizatorio utilizado por el a quo,
habiendo fundado debidamente las razones de su aplicación al caso concreto, destacando la
finalidad de alcanzar una reparación justa y equitativa por el infortunio sufrido. (L.A. Nº 2, Nº
173; L.A. Nº 2, Nº 188; L.A. Nº 3, Nº 84, entre muchos otros).
Las costas de la presente instancia se imponen por el orden causado, a los fines de resguardar
la integralidad del crédito del trabajador y por acudir a esta instancia de buena fe con la
creencia de ostentar algún derecho (artículo 102 segundo párrafo del CPC).
Se regulan los honorarios profesionales de acuerdo al artículo 32 de la Ley 6112, y siendo que
al tomar como base de cálculos los honorarios profesionales regulados en la instancia anterior
no se supera el mínimo legal, corresponde aplicar lo dispuesto en el artículo 32 tercer párrafo
de la ley arancelaria; correspondiendo en consecuencia, al Dr. Alfonso A. Zamar la suma de
pesos ochenta y un mil ($81.000) y al Dr. José Alberto García la suma de pesos cincuenta y seis
mil setecientos ($56.700). En caso de mora y hasta su efectivo pago se devengarán intereses a
la tasa activa cartera general (préstamos) nominal anual vencida a treinta días del Banco de la
Nación Argentina, para sus operaciones de descuento comerciales (‘Zamudio c/ Achi’).
Ese es mi voto.
Los Dres. María Silvia Bernal y Federico Francisco Otaola adhieren al voto que antecede.
Por ello, la Sala IV de la Suprema Corte de Justicia, RESUELVE:
1º) Rechazar el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el Dr. José Alberto García en
representación del Sr. Rubén Rolando Aguiar en contra de sentencia dictada el 08 de
septiembre de 2022 por la Sala III del Tribunal de Trabajo.
2º) Imponer las costas del presente por el orden causado (artículo 102, segundo párrafo del
CPC).
3º) Regular los honorarios profesionales del Dr. Alfonso A. Zamar en la suma de pesos ochenta
y un mil ($81.000) y al Dr. José Alberto García en la suma de pesos cincuenta y seis mil
setecientos ($56.700). En caso de mora y hasta su efectivo pago se devengarán intereses a la
tasa activa cartera general (préstamos) nominal anual vencida a treinta días del Banco de la
Nación Argentina, para sus operaciones de descuento comerciales (‘Zamudio c/ Achi’).