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Actualidad del Liberalismo

Grizzuti, Antonio
Actualidad del Liberalismo
El liberalismo tiene un recorrido histórico gigante, desde su surgimiento teórico
pasando por la práctica en, por ejemplo, la Revolución Gloriosa de 1688 o la
globalización1 que se da desde 1990´s. Pero ya llegada la segunda década del Siglo XXI,
el liberalismo a nivel global parece haber quedado atrás tanto en los debates como en
lo político2. ¿Qué tan cierto es esto?

Debemos empezar nombrando a que el escritor del actual texto es oriundo de


Argentina, y en el momento en que se escribe este, estamos a 2 meses de las
elecciones legislativas en donde liberales3 quedaron como tercera posición en la
provincia de Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y
asumieron en la Cámara de Diputados y en el Congreso el 10 de diciembre del 2021
por el período 2021 – 2023. Esto me lleva a comenzar con los problemas del
liberalismo en lo práctico.

En Argentina, desde la gestión de Mauricio Macri (2015 – 2019) se empezó a


popularizar determinados economistas liberales mediante la televisión, tales liberales
convirtieron en moda el hecho de dejar de llamar al oficialismo de ese entonces como
“neoliberal” y pasar a tildarlo de socialista4/keynesiano. Probablemente el más famoso
de todos estos haya sido Javier Milei (quien actualmente es diputado por CABA y
muchos tratan de líder del liberalismo). Para finales del 2019, se celebraron las
elecciones presidenciales por el período 2019 – 2023, en las cuales Alberto Fernández
ganó, pero en estas se presentó el actual diputado por Buenos Aires José Luis Espert en
conjunto con, quien hubiese sido su vicepresidente, Luis Rosales. Entre 2019 y 2021,
ocurrió la ya famosa Pandemia del Covid-19 y en Argentina se llevó de una forma
bastante desastrosa, esto se sumó a los problemas que ya teníamos. Con la
cuarentena5, los economistas liberales fueron teniendo cada vez más repercusión,

1
Sobre la globalización, hablaré más adelante.
2
Cuando me refiero a lo político, lo uso como sinónimo de la praxis. Es de mi conocimiento que hay
anarquistas liberales o anarcocapitalistas que no participan en la política, lo que haría que no sea justo
que a ellos no los incluya.
3
Más adelante hablaré sobre si los políticos liberales en Argentina son realmente liberales o
conservadores de derecha.
4
Sobre este tema, me declaro en contra de llamar socialismo a todo lo que sea contrario al liberalismo.
En próximos párrafos, le dedicaré un par de palabras a este tópico.
5
Desde marzo, Milei llamó a esta como cuarentena cavernícola. Cabe destacar que Milei entendió y dio
un vistazo positivo a los primeros 15 días de cuarentena, a partir de ahí la calificó de cavernícola.
hasta que confirmaron que se presentarían para las elecciones de 2021. En CABA, Milei
fue junto Victoria Villarruel, y en Buenos Aires, Espert con Carolina Píparo. Por último,
en las elecciones también aparecieron dos candidatos de otros partidos que tenían una
opinión bastante parecida a la de un liberal, sin embargo ellos no se definían como
liberales, hablo de Cynthia Hotton y de Florencio Randazzo, este último fue Ministro en
el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007 – 2015), con una ideología
bastante distinta a la que presentó en 2021.

En resumen, el liberalismo en Argentina pareciese que está reviviendo en el


campo de la política. Pero si miramos a los alrededores del país, veremos que no es
igual la realidad en Sudamérica. Aquí es cuando introduzco el problema de que el
liberalismo, en cuanto a lo práctico, debe ser regional. ¿A qué me refiero con que debe
ser regional? A que en cada país deben ganar audiencia y votantes de maneras
distintas, utilizando los diversos recursos que tienen estos países.

En Chile, José Antonio Kast quedó segundo en las elecciones presidenciales,


celebradas en diciembre de 2021, frente a Gabriel Boric, un izquierdista. En Uruguay,
está ejerciendo el presidente Luis Lacalle Pou, quien muchos dijeron que era liberal,
pero desconfío mucho que lo sea en un sentido económico. En Brasil, el presidente Jair
Bolsonaro tendrá que afrontar las elecciones en 2022, y siguiendo encuestas
preliminares, el expresidente Lula da Silva ganaría otra vez. Si levantamos la mirada,
podemos mirar a Venezuela con Nicolás Maduro o a Nicaragua en donde está Daniel
Ortega desde el 2007. En Europa, los socialdemócratas son los que reinan, aunque en
países como Francia está surgiendo una derecha con Marine Le Pen 6. En Asia y Medio
Oriente, tienen dictaduras como la del PCCh en China, en Rusia la de Vladimir Putin.
También destacó que en Filipinas, el presidente Rodrigo Duterte fue varias veces
catalogado como fascista, no voy a emitir juicios sobre esto y tampoco a explayarme
aquí ya que no es el tema que me compete. En África, si bien este continente merece
una mirada mucho más atenta, la mayoría son dictaduras. En Oceanía, de igual forma,
puedo citar lo más reciente que pasa en Australia con la cuarentena. En pocas
palabras, el liberalismo debe expandirse en todo el mundo, utilizando los medios
locales de cada país y continente.
6
Más abajo explicaré que desde mi punto de vista la derecha no es lo mismo que el liberalismo, pero
quería mencionarlo.
¿Y qué problemas hay en la forma en que se puede expandir? Desde mi punto
de vista, existen tres problemas: el problema de los candidatos, que a su vez se
subdividen en otros dos, el problema de los sitios liberales y el problema de la
politización de las sociedades. El primero de todos, como dije más arriba, es que hay
candidatos que se autodefinen como liberales y quizás no lo sean. Pongo de ejemplo a
Milei, quien se autodeclara anarcocapitalista filosóficamente, se opone al aborto 7 por
razones éticas, y hay liberales quienes dicen que es imposible oponerse a la
interrupción voluntaria del embarazo siendo liberal. Esto se transforma en disputas
por quién es más liberal que otro. Sin embargo, en algunos países veo necesario cierto
pragmatismo para poder obtener un lugar en la política y por eso puedo llegar a
entender a quienes se unen con algunos conservadores, siendo estos rivales
ideológicos del liberalismo desde hace ya mucho tiempo. El otro problema con los
candidatos es que cumplan con lo prometido en campaña y que no sean corruptos, ya
que si bien desde el liberalismo esto tiene solución, la cual es la consigna “se siguen
ideas, no personas”, pero los adversarios de la ideología, pueden atacarla si un liberal
comete actos de corrupción o se desvía de lo prometido en campaña. En Argentina,
cuando los liberales se presentaron, fueron objetos de crítica por la corrupción
sucedida en el gobierno liberal de Carlos Menem (1989 – 1999)8.

El problema de los sitios liberales se basa en que en la actualidad hay pocos


portales en los cuales los liberales pueden leer las actualidades, los debates que surgen
y autores nuevos dentro del liberalismo. Además que hay algunos sitios que tienen un
lenguaje más específico, lo que dificulta el aprendizaje si no se conoce en profundidad
los tecnicismos. A día de hoy, conozco algunos sitios como el Mises Institute (donde
nuclean a liberales de la Escuela Austriaca), CATO Institute 9, el Instituto Juan de
Mariana, la Revista “Procesos de Mercados” y la Universidad Francisco Marroquín en
Guatemala y en España.

El problema de la politización de la población es, en pocas palabras, que la


mayor cantidad de personas pongan a la política como tema de interés y que pueda

7
Para el debate sobre el aborto, recomiendo el libro de Juan Ramón Rallo: “Liberalismo: Los 10
principios básicos del orden político liberal” (2019).
8
Para esto, recomiendo el libro del ministro de economía del gobierno de Menem Domingo Cavallo: “El
peso de la verdad: un impulso a la transparencia en la Argentina de los 90” (1997).
9
Estos dos centros puede poseen una lista de libros digitales gratis a descargar.
llegar a candentes debates entre grupos de persona. Si sucede esto, un tramo de
personas podrían ser liberales e intentar contagiar a otras a serlo, una especie de
“fiebre de liberalismo”. De esta manera, el liberalismo se daría a conocer no desde
arriba hacia abajo, sino de abajo hacia arriba. La cual también ayudaría a rebatir al
argumento de que el liberalismo es la ideología que quieren imponernos las grandes
multinacionales. Pero no todo es color de rosa, con la politización, se produce como
consecuencia la polarización de la población, por lo que si surgen liberales, pueden
surgir proteccionistas, socialdemócratas, desarrollistas, comunistas, etc. Por no decir
que algunas personas pueden llegar a extremos como supremacismos raciales, pero
eso es una consecuencia que quizás nunca tenga solución o al menos no estoy en
condiciones de darla actualmente.

Y aquí es cuando también introduzco los problemas a superar del liberalismo en


el campo de lo teórico. Con la difusión rápida y desmedida del liberalismo, se puede
evadir leer con detención a algunos autores ya que se puede tomar como palabra
santa e irrefutable la interpretación de una persona con cierto prestigio dentro del
pensamiento o simplemente porque no considere como una acción divertida o que
valga la pena el leer a algún autor. Esto tiene como resultado algo que nombré más
arriba: el hecho de llamar socialismo a cualquier cosa contraria al liberalismo o
capitalismo. Yo no emito juicios si esto está bien o mal, pero un contrario al liberalismo
puede citar a algún socialista y quebrantar el punto de algún argumento liberal. Más
allá de esto, creo que también es necesario que los liberales establezcan cuál es su
definición de socialismo, si la de Karl Marx, si la de Jesús Huerta de Soto u otra. En
definitiva, un marco teórico sobre el cual basar todo un argumento posterior.

Como ese tema, también se puede hablar de diferenciar a los monetaristas de


los austriacos o de los clásicos o de las distintas escuelas liberales que existieron o
existen. Y si se me permite, aquí visibilizó un posible problema que a día de hoy no está
del todo desarrollado y es el de hacer al liberalismo una secta o de las distintas
escuelas, otra. Me refiero a que si no cumplís determinadas condiciones o no tenes
dados pensamientos, te pueden “echar” del liberalismo. Me gustaría que estos señores
intelectuales que se creen que pueden ir expulsando, tachando de otras ideologías y
blasfemando, me explicasen cómo se remueve a alguien de una doctrina. Y aquí
algunos podrán pensar que me contradigo con lo que digo que algunos políticos
liberales pueden ser conservadores, pero a lo que me aludo en este lugar es en cuanto
a los pensamientos y no al accionar10.

Volviendo un poco, dentro del campo de las teorías, creo que es necesario
trabajar con nuevos conceptos, para actualizar al liberalismo y que no sean recetas del
Siglo XX. Sobre esto puedo decir que se puede trabajar en profundidad temas como el
feminismo de la actual ola, independentismos como el de Quebec, Cataluña, entre
otros11. En cuanto a la pandemia, las cuarentenas, las vacunas, el liberalismo tuvo una
gran cobertura, lo cual me deja saber que cuando se quiere, se puede hablar sobre
estos temas. O conceptos de otras ramas filosóficas, como puede ser una ontología
nueva del Estado, o el hecho de considerar al capitalismo como un modo de
producción y que este no es siempre liberal.

Sin embargo, además de agregar nuevos temas y conceptos, se pueden renovar


o reabrir debates sobre algunos temas: la teoría del valor subjetivo frente a la teoría
del valor trabajo; la praxeología, la teoría del dinero y del crédito (igualmente sobre
esto, está surgiendo una nueva escuela, llamada New Austrian, que rompe con la
teoría del dinero de Ludwig von Mises. Esta escuela tiene a expositores como Antal
Fekete), el problema del cálculo económico12, la teoría de la imputación, etc.

Quise dejar dos temas particulares sobre el cuál siento que el liberalismo
debería investigar y re abrir debates: el medio ambiente y el cambio climático, y el
concepto de libertad. El primero, no hace falta ser un estudioso de las mejores
universidades para saber que es un tema muy importante en los últimos años, por

10
De igual forma, la mayoría de debates sobre si alguien es más liberal que otra persona, no suelen ser
sobre temas de gran importancia como el libre mercado, la banca, etc. Sino sobre pequeñas diferencias
como puede ser el hecho de justificar de alguna forma distinta la autopropiedad; la religión; entre otras
cosas.
También puedo mencionar el caso de Diego Giacomini, antiguo colega de Javier Milei, quien por
cuestiones filosóficas, ideológicas y éticas no decidió hacer campaña política y critica a su excompañero
solo por meterse en las elecciones, lo que hizo que lo llegue a tildar de casta política. Fuente:
https://www.clarin.com/politica/ex-amigo-socio-javier-milei-compara-hitler-stalin-acusa-parte-casta-
politica-_0_iAST4CdCq.html.
11
Días antes de Año Nuevo de 2022, se celebró un referéndum en Nueva Caledonia para ver si se
deberían o no ser independientes. Si bien, el referéndum fue negativo y en el liberalismo se acepta la
autodeterminación de los pueblos, se puede hablar sobre imperialismo en el Siglo XXI o relaciones de
dependencia.
12
Sobre este tema, debo decir que hubo varias respuestas desde el bando socialista, tales como la de
Paul Cockshott, Maxi Nieto, Allin Cottrell, entre otras.
ende el liberalismo debería centrar sus investigaciones en este campo. Debo decir que
para una parte del liberalismo, el cambio climático es una farsa para instaurar el
progresismo y políticas anti liberales, pero para otros, el cambio climático es real y es
un problema que se debe solucionar con urgencia, esto a su vez se puede relacionar
con el concepto liberal de “reparación del daño”. Además, que se puede avanzar en
otras áreas como los estudios sobre el clima, la tierra, los mares, etc.

El concepto de libertad, para muchos y por no decir que la totalidad de los


liberales, se entiende como la no agresión sin consentimiento. Por eso aparecen
conceptos como el de “Contratos de esclavitud 13”, en el cual las personas se pueden
esclavizar si hay un consentimiento tácito. O que se puede ser racista, xenófobo o
homofóbico siendo liberal. Sin embargo, hay autores que hablan que la libertad no es
solo la no agresión física, sino también el hecho de la consciencia no enajenada. En
pocas palabras, el concepto “libertad” se puede entender de distintas formas.

En el hipotético caso que se establezca un nuevo concepto de libertad dentro


del liberalismo, podríamos llamarlo “neoliberalismo”. Este término tan polémico, que
para algunos (detractores del liberalismo) existe y es comparable con el mismísimo
Satanás, y que para otros no es más que una simple burla y que el verdadero
neoliberalismo es la socialdemocracia. No voy a explicar lo que muchas veces se dice
sobre el origen de la palabra por Alexander Rüstow en el Coloquio Walte Lippmann
debido a que me parece superfluo en este texto. No obstante, desde el liberalismo
muchas veces se rechaza a reconocer gobiernos liberales solo porque se los
demonizaron, tal es el caso del gobierno Argentina de 1989 a 1999.

Por último, solo quiero escribir unas líneas para el tema que dije arriba: el
liberalismo no es sinónimo de derecha. El eje izquierda – derecha de por sí es bastante
complejo, pero si retrocedemos empieza en la Revolución Francesa, quienes estaban a
favor de un nuevo régimen se sentaban a la izquierda (liberales) y a la derecha, los que
querían conservar el antiguo (conservadores). Con el pasar del Siglo XIX, el liberalismo
logró cierta hegemonía, la cual hizo que perdiera su carácter revolucionario, con lo
cual la izquierda pasó a ser socialista y anarquista. Pero en el Siglo XXI, la izquierda es
todo lo progresista y la derecha, el conservadurismo. La confusión viene de que varios
13
Para más información sobre estos, el principal defensor de estos es Walter Block.
conservadores, en lo económico prefieren el librecambismo. Quienes afirman que el
liberalismo está situado a la derecha, se olvida que el liberalismo no es solo una teoría
económica, sino una filosofía política completa. Empero hay quienes defienden un
liberalismo conservador, o un conservadurismo menos duro, es decir que el
conservadurismo, cuanto más avanzan los años, acepta determinadas cosas que van
en contra de los “valores conservadores”.

Para finalizar, quiero decir que el liberalismo actual presenta un mejor


panorama que el de hace 100 años atrás, y esto es debido a los avances que hicieron
los liberales del Siglo XX. Los liberales debemos luchar por hacerlo más popular y que
en 100 años, presente un panorama mucho mejor y que desde nuestra perspectiva,
este panorama liberal se transforme en un panorama mucho más agradable para el
mundo entero.

El Neoliberalismo como término histórico

En lo que concierne con la sociedad de Argentina, y más precisamente a los


interesados en política general, el empleo del concepto “Neoliberalismo” está cargado
con una visión totalmente negativa. Conlleva todo lo que se entiende como
Desindustrialización, Flexibilización estructural o laboral, desigualdad social,
pauperización, ruptura de vínculos sociales sólidos, entre muchos otros.

De la otra mano ideológica, la corriente liberal en boga en Argentina argumenta que el


término neoliberal es despectivo hacia su ideología, justificándolo que no existe como
tal porque se remontan al origen etimológico de la palabra “Liberalismo”, que
proviene de “Libertad” y hablando de que no hay una vieja o nueva libertad.

Sin embargo, mi planteo trasciende estas dos posiciones enfrentadas entre sí, con el
objetivo de llegar a ponernos de acuerdo. Este posicionamiento comprende entender
que el neoliberalismo no es una ideología, sino un término histórico. Como el lector
perspicaz debe saber, el escritor es liberal, por lo cual también invito a repensar que
tan liberal fue este período y si lo fue, qué errores se cometieron.

Como dije, el neoliberalismo comprendería el período histórico desde la crisis del


dólar, es decir la ruptura de los acuerdos de Bretton Woods, y junto con la crisis del
petróleo. No es de mi interés que este texto sea histórico, pero me encuentro en la
necesidad de explicar brevemente que fue cada: los acuerdos de Bretton Woods
fueron los tratados de cómo se debía regir la economía mundial, estableciendo, entre
otras cosas, la creación del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el
patrón dólar – oro, con el objetivo de evitar las deflaciones que azotaban algunas
economías (recordar que 14 años antes el mundo estaba sufriendo la Gran Depresión y
con esta, las teorías Keynesianas desplazaban las teorías liberales). Entonces, el dólar
tomo un papel dominante en el mundo de la economía internacional. A pesar de ello,
Estados Unidos durante los famosos “Años Dorados” acumuló altos déficits y balanzas
comerciales negativas por su enorme y creciente gasto público (razones geopolíticas
de la Guerra Fría) y por la continua competencia de los países europeos y Japón que se
recuperaron luego de la Segunda Guerra Mundial desajustes y. Esto causo algunos
algunas corridas al marco alemán, por lo que el presidente Richard Nixon (1969 –
1974) anuncía

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