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Meningitis viral y parasitaria

Nombre: Sauce Gadñay Miguel Andrés

Meningitis viral

Aspectos conceptuales

La meningitis viral comprende una inflamación de las membranas que rodean el cerebro y

la médula espinal; si bien es menos grave que la meningitis bacteriana, puede causar síntomas

similares. Se propaga principalmente a través de virus comunes y generalmente los pacientes se

recuperan por completo, solo en algunos casos pueden presentar complicaciones graves. Los

patógenos virales son la etiología más común de meningitis aséptica, término utilizado para

describir la inflamación de las meninges causado por patógenos distintos a las bacterias

productoras de pus; por ende, si bien este término no es sinónimo de meningitis viral, se suelen

usar los dos indistintamente. (1,2)

Los virus que provocan esta infección son los enterovirus siendo los más frecuentes,

incluyen los virus ECHO, los virus de Coxsackie A y B, y el virus de la polio, este último,

erradicado del mundo occidental. El virus del herpes simple tipo 2 (HSV-2) es la segunda causa

más común y esta forma de meningitis viral con frecuencia está acompañada de lesiones

vesiculares en la piel en el área genital. El período de incubación de los enterovirus es de 3-6 días

y se transmiten por la vía oral-fecal. (1)

Epidemiología

Las estimaciones basadas en la población en los Estados Unidos han sugerido una

incidencia general de meningitis enteroviral de 8 a 10 por 100.000 personas en todas las edades.
Este tipo de meningitis exhibe una estacionalidad de verano a otoño en zonas templadas y una

incidencia durante todo el año en áreas tropicales y subtropicales, con patógenos causantes

transmitidos principalmente a través de la contaminación fecal-oral y con menor frecuencia en las

secreciones respiratorias. Se ha demostrado que la incidencia de meningitis aséptica disminuye

con la edad (58,7 por 100.000 después del nacimiento, 38,7 por 100.000 en bebés de 6 meses y

15,6 por 100.000 en niños de 5 años). En Austria el 56% de los pacientes incluidos en un estudio

tenían meningitis viral, donde el E-30 (36,4%), el coxsackievirus-B (19,6%) y el EV-71 (13,1%)

fueron los virus que se encontraron con mayor frecuencia. (4)

Manifestaciones clínicas

En cuanto a su cuadro clínico, los pacientes con meningitis viral por lo general presentan

cefalea, fiebre y signos de irritación meníngea asociados con un perfil inflamatorio del LCR. La

cefalea de la meningitis viral suele ser frontal o retro orbitaria y se le asocia con fotofobia y dolor

con el movimiento de los ojos. En la mayor parte de los casos se observa rigidez de nuca, pero ésta

puede ser leve y presentarse sólo cerca del límite de la anteflexión del cuello. Las manifestaciones

generales incluyen malestar, mialgias, anorexia, náusea, vómito, dolor abdominal, diarrea o

combinaciones de éstos. En la meningitis viral es poco común la presencia de alteraciones

profundas de la conciencia como estupor, coma o confusión notable y sugiere la presencia de

encefalitis u otros diagnósticos alternativos. De la misma forma, las convulsiones o signos

neurológicos focalizados o síntomas o anomalías de neuroimagen que indican la presencia de

afección del parénquima no son típicos de la meningitis viral y sugieren la presencia de encefalitis

u otras infecciones del SNC, o bien de procesos inflamatorios. (3)


Diagnóstico

El diagnóstico de meningitis comienza con un examen físico y una revisión del historial de

salud del paciente en busca de cualquiera de los signos característicos de esta afección. Para

detectar agentes etiológicos, se necesita una punción lumbar y una recolección de LCR. Se analiza

el LCR para determinar el recuento de glóbulos rojos y leucocitos, así como los niveles de glucosa

y proteínas. Los recuentos de células suelen ayudar a diferenciar los diferentes tipos de meningitis.

La tinción de Gram y el cultivo bacteriano son las herramientas de diagnóstico clave para

identificar infecciones bacterianas, y se sospecha meningitis viral cuando la tinción de Gram y el

cultivo de LCR son negativos. En la meningitis viral, el recuento de leucocitos suele oscilar entre

80 y 100 células/μl (pleocitosis), con una gran proporción de linfocitos (>80%).

La herramienta de referencia para el diagnóstico de meningitis viral es la reacción en

cadena de la polimerasa (PCR), que detecta y cuantifica el ADN o ARN viral en el LCR del

paciente. El diagnóstico de infecciones por virus de la parotiditis, herpesvirus, arbovirus y virus

de la inmunodeficiencia humana (VIH) se puede lograr mediante ensayos serológicos, aunque los

resultados pueden ser negativos en las primeras etapas de la enfermedad. Por lo tanto, se debe

obtener una segunda muestra después de dos semanas y analizarla nuevamente para detectar la

presencia de agentes virales. (4)

Tratamiento

Aunque los pacientes con meningitis viral generalmente no necesitan ser hospitalizados, se

les debe proporcionar tratamiento, como antipiréticos, antieméticos y analgésicos, que se pueden

tomar en casa. Sin embargo, algunos pacientes, como los que sufren convulsiones, necesitan estar

bajo supervisión médica. Varios estudios han demostrado que el pleconaril desempeña un papel
importante a la hora de acortar el curso de los síntomas, especialmente el dolor de cabeza, sin

embargo, otros estudios han demostrado que no hubo diferencias significativas entre los grupos de

tratamiento y placebo; debido a esto la FDA no aprobó el uso oral del fármaco. Aunque el aciclovir

ha demostrado actividad contra los virus del herpes in vitro y se utiliza en la encefalitis por HSV

y la enfermedad genital por HSV, su papel en la meningitis aguda por HSV sigue sin estar claro.

Debido a esto no se prescribe ningún tratamiento específico para los casos de meningitis aséptica

y generalmente se administran medicamentos de apoyo para minimizar las complicaciones de la

enfermedad, como fiebre y dolor de cabeza, y la recuperación completa tarda de 5 a 14 días en la

mayoría de los casos. (5)

Meningitis parasitaria

Aspectos conceptuales

La meningitis parasitaria es una condición médica en la que las meninges se inflaman

debido a una infección parasitaria. Esta es una enfermedad grave que puede causar daño cerebral

irreversible y en algunos casos puede ser mortal. La meningitis parasitaria es causada por varios

tipos de parásitos que pueden ingresar al cuerpo a través del tracto respiratorio, el sistema nervioso

olfativo o el tracto gastrointestinal. Algunos parásitos pueden provocar una rara meningitis llamada

meningitis eosinofílica principalmente causada por el Angiostrongylus cantonensis, seguidas de

los parásitos Naegleria fowleri, Baylisascaris procyonis y Strongyloides stercoralis. Otro parásito

que puede causar meningitis parasitaria es Acanthamoeba. Este parásito se encuentra en el suelo,

el agua dulce y el agua salada, y puede ingresar al cuerpo a través de cortes y abrasiones en la piel
o al ser inhalado en forma de polvo. Aunque la infección es rara, puede ser mortal y puede tener

efectos a largo plazo en la salud. (6)

Epidemiología

La meningitis parasitaria es una enfermedad rara, pero grave, que puede tener

consecuencias a largo plazo para la salud y en algunos casos puede ser mortal. La prevalencia de

la meningitis parasitaria varía según la región geográfica, el tipo de parásito y las condiciones

ambientales. En general, la meningitis parasitaria es más común en países en desarrollo con acceso

limitado a agua potable y saneamiento básico. La mayoría de las infecciones ocurren en áreas

donde las condiciones ambientales favorecen la proliferación de los parásitos, como lagos y ríos

cálidos y estancados. En los Estados Unidos, se han reportado menos de 10 casos por año en

promedio desde 2010, y la mayoría de los casos ocurren en los estados del sur y del oeste,

especialmente en Texas y Florida.

La Acanthamoeba o la Naegleria fowleri son amebas de vida libre capaces de originar una

meningoencefalitis granulomatosa que puede causar la muerte de manera rápida, aunque este tipo

de infección es rara, por lo general los casos reportados son de niños o jóvenes adultos que

practican natación en lagos contaminados de agua dulce. Otros agentes parasitarios causantes de

meningitis es la Tenia ubicada en el cerebro (cisticercosis) o también la malaria cerebral. (6)

Manifestaciones clínicas

Los síntomas de la meningitis parasitaria pueden variar dependiendo del tipo de parásito

que causa la infección y la gravedad de la enfermedad. Pero dentro de los síntomas sobresalen

rigidez del cuello, cefalea generalmente intensa, náuseas, vómitos, convulsiones y otros trastornos

neurológicos, ocasionalmente puede ocurrir invasión ocular. El cuadro progresa con letargia,
convulsiones, alteraciones del comportamiento, afección de los pares craneales, coma y muerte al

cabo de unos 5 días por hipertensión intracraneal. Además, existe la presencia de signos meníngeos

(Brudzinski y Kerning). (6,7)

Diagnóstico

La meningitis parasitaria es una inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la

médula espinal, causada por un parásito. El diagnóstico de la meningitis parasitaria se basa en una

combinación de síntomas clínicos, resultados de pruebas de laboratorio y detección radiológica.

Algunas de las pruebas que se pueden realizar incluyen: Examen del líquido cefalorraquídeo

(LCR): el análisis del LCR es una prueba importante para detectar la meningitis parasitaria. Se

toma una muestra de líquido cefalorraquídeo mediante una punción lumbar y se analiza en el

laboratorio para detectar la presencia de parásitos y otros signos de inflamación. Tomografía

computarizada (TC) o resonancia magnética (RM) de la cabeza: estas pruebas de imagen pueden

ser útiles para identificar cualquier inflamación o lesión en el cerebro o la médula espinal. Análisis

de sangre: los análisis de sangre pueden ayudar a detectar la presencia de pruebas contra el parásito

y otros signos de inflamación en el cuerpo. Biopsia de tejido: en algunos casos, se puede tomar

una muestra de tejido del cerebro o la médula espinal para analizarla en el laboratorio y detectar

la presencia de parásitos. (7)

Tratamiento

El tratamiento para la meningitis parasitaria puede variar dependiendo del tipo de parásito

involucrado y la gravedad de la enfermedad. Es importante destacar que la meningitis parasitaria

es poco común y generalmente requiere atención médica especializada. Entre las principales

opciones de tratamiento podemos mencionar:


Tratamiento antiparasitario: el uso de albendazol y mebendazol como parte del tratamiento para

reducir la carga parasitaria y controlar la infección de los parasitos Angiostrongylus cantonensis y

Baylisascaris procyonis. Mientras para Naegleria fowleri, se trata con anfotericina B, un

antifúngico, junto con rifampicina para abordar eficazmente las infecciones causadas. Estos

medicamentos están diseñados para eliminar los parásitos del cuerpo y reducir la inflamación en

el cerebro.

Corticosteroides: En algunos casos de meningitis parasitaria, especialmente en la meningitis

eosinofílica, se pueden utilizar corticosteroides para reducir la inflamación y aliviar los síntomas.

Sin embargo, el uso de corticosteroides en el tratamiento de la meningitis parasitaria puede variar

según el tipo de parásito y la gravedad de la enfermedad. (8)

Bibliografía

1. Farreras Rozman. Medicina interna. Barcelona - España: Elsevier; 2016.

2. Wright WF, Pinto CN, Palisoc K, Salim Baghli. Viral (aseptic) meningitis: A review. Journal

of the Neurological Sciences [Internet]. 2019 Mar 1 [citado el 13 de noviembre de

2023];398: 176–83. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30731305/

3. Kasper Dennis L. Harrison Principios de medicina interna. México D.F. - México: McGraw-

Hill; 2016

4. Kohil A, Jemmieh S, Smatti MK, Yassine HM. Viral meningitis: an overview. Archives of

Virology [Internet]. 2021 [citado el 13 de noviembre de 2023];166(2):335–45. Disponible en:

https://link.springer.com/article/10.1007/s00705-020-04891-1
5. McGill F, Griffiths MJ, Solomon T. Viral meningitis: current issues in diagnosis and

treatment [Internet]. 2017 [citado el 13 de noviembre de 2023];30(2):248–56. Disponible en:

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28118219/

6. Juan A, Contreras D, Ángel F, Fernández N, Martín O, Lastre González M, et al.

Meningoencefalitis Eosinofílica por Angiostrongylus cantonensis [Internet]. 2018 [citado el

13 de noviembre de 2023]. Disponible en:

https://revecuatneurol.com/wpcontent/uploads/2015/06/Meningoencefalitis-Eosinofilica.pdf

7. Riddell J, Shuman EK. Epidemiology of central nervous system infection. Neuroimaging

Clin N Am. noviembre de 2012;22(4):543-56.

8. Sikawat Thanaviratananich, Sanguansak Thanaviratananich, Chetta Ngamjarus.

Corticosteroids for parasitic eosinophilic meningitis. The Cochrane library [Internet]. 2015

Feb 17 [citado el 13 de noviembre de 2023]. Disponible en:

https://www.cochrane.org/es/CD009088/ARI_corticosteroides-para-el-tratamiento-de-

lameningitis-eosinofilica-parasitaria

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