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Macroe mvonih 5 Quigo+ Sot valore © - . ? Estroctvre sme VS Momeliismo ~ Olvera, imentos tambien cretiente, a fin de pro- & veer a la subsistencia de un niimero, cada vez mayor de poblacién requiere exten- da, 0 bien, st toda In vie: , debe aumentar el pro- inuamente el area ci tra fértil se encuentra en exp! ducto total que se extrae de por unidad de superfitie. Ao: de los rendimientos”, xno es suficiente para contrarrestar los efectos de esta emento s6lo puede obtenerse con costos ‘cual tiende, a su vez, a elevar los precios re- Intivos de Ia produceién rural con respecto a los. demas Dienes, Este es un tipo de proceso bien conocido: Ahora i notar que, si todos los pre: ajuste de los precios relat diante un alza de los precios en dinero de los productos'agro- pecuatios, y en parte mediante una baja dé los precios en. dinero de los otros productos, de modo que al valor medio 4: | BCONGMIA CLASICA ACTUAL yercados industriales, los» de competencia, sobre todo de los m: fad y prontitud en sen precios se mueven con mayor faci fido ascendente que deseendente. | _ ba prosién del crecimiento demografico sobre el margen det eultivo, si no es compensada por un répido perfeccions: we de los inétodos de explotacion agropecuaria, debe wnto en um alza-continua del nivel de pre: se por. ta ver eles BI proceso econém vehinide sesgo inflacionista.. Desde uogo, una inflacién se aplicando la terapéutica tari no produce enton- ces idad de circulacién del Ginero o reducir ol volumen real de las transacciopes; ep famto que las alzas.de precios determinadas por el Fenéme- cate lng rendimientos decrecientes y el aumento de Is por alo pueden detenerse acelerando el progreso tec- ‘en Ja agricultura, 2, vero no nos proponemes tratar esta cuestién en tr minos generates. Ahora no nos conciernen Sts Aspectoe carrsos que hemos anslizado en otra oportenidad, sino weer tnelones empiricas, Adviértese, en efecto, una clara serrespondencia entte ese tipo de fenémeno y algunos 72s fos silientes del que se ha venido desarroliando ex auss tro pas, Sdhete fines de tn tercera década del siglo actual el a wyaria permitié tanto wna rrecimiento fio. darante los dos decenios siguientes, esto es, en el pexioy Ho" Gye.1949, 1a producciéa agropecusria crecié en general wag ymas lento que 1a poblactén, de formal que le ion por habitante (a precios de 1950) que en 1929 Je 007 millones de’ pesos, sélo Uegaba en 1949 snes; el consumo por habitante, sin embargo, Pu ‘# que'tiquel aumento no significa que la situacién. del capo INELACION ¥ ESTRUCTURA BOONOMICA 5 {es enportaconch que cayeron tenement ero exe pad ck es obvio, no podia seguir. ad it cla fines de los afios cuarenta el margen comy ; ti ire presible de — tacion, y se dejé sentir entonces plenamente el desequilibri d creciente de alimentos incidié totalmente sobre va, La tendencia de los precios re- estado desceridiendo cast const an c fantemente (primero a causa de ia Gran Depresién, y luego por Ja politica interna cociente de general disponible de los precio: 0 3s precios relatives de la produccién agropecuaria, te elevs desde cl afio 1949 a 19: ‘Ber epacionté deta dmnuto, pre se mano bs ‘tante por encima del nivel de 1949" y €80; desde y del de 1950; desde 1955 hasta 1959 inclusive los precios reldtivos del sector’ considerado en conjunto, crecieron continua 3. Segiin se ve, el promedio de tos precio: sonia tanto cvfor sbi cme sucess con i vel general de Jos precios interns, Natalia, iano fue uniforme pa todos los productos dl sects: e rei rebativo del gmado vaso decays en 19561957, y <1. ls cereals y no en 1952 y 195, aor en Jos ques 6 no obstante el precio relativo medio de la producciéa ‘agropecuaria. Apenas si es preciso por otra part 6 ECONOMIA CLASICA ACTUAL INFLACION ¥ ESTRUCTURA HCONSMICA 7 misiones, que significaban otros tantos impactos inflacio- de los precios relatives s6lo aleanz6 para resarcir parcialmen- ni nistas sobre el nivel de precios, : te del descenso que experimentaron en la época anterior. Pero estas salvedades, aunque necesarias bajo ottos as- Si bien, como es natural, hubo diferencias de un caso a pectos, no modifica Tas cosas desde el punto de vista det otro, el encadenamiento tipico de las repercusiones puede | ap fenémeno que estamos exaniinando. Pues, por las razones. resumirse de Ja manera siguiente. Ei alza de los precios | $ ya emuaciadas, él aimento medio de los precios rela i ® agropectarios tenfa que redundar forzosamente en un 3 del nivel general de los precios, xa fuese st ad bucién entre los varios productos de la tierra y iz 4g | tansia en térninos de bionesas, . AE | 54st tens, ni aoe que tater aged ; oe: proceso, La Warlacién de los precios xelativos tendi6 @ ser Para contrarrestar este efeet e ai: [desproporcionadamente alta con respecto al incremento de fda en el volumen de produ é Sb: produccién, Durante los: aiios 1949-59, ice de los bie, era preciso entonces restablecer las zelaciones de pre f $ precios relatives agropecuarios aumentS 455 por ciento. ios acrecentando el nivel absoluto de los precios agrope- | 2 i sf-——|La desproporcién es aun més notable si, en vez del incre. cuaxtos, con lo cusl se reanudaba el cislo de repercusiones. ) § boy mento atsoluto se considera el ineremento relativo de Ia z 3 produecién agropecuaria, En contraste con la mejora de 5. Fn el breve espacto de esta disertacién no podemos re na gs precios velativos, Ia patte de Ta actividad agropecuaria montirnos a las causas de los referidos aspectos d Sad en el proc t en el mecanismo econémi tar a conexién entre la sma fraccién que diez affos antes. Es obvio, pues, que el crecimiento de la demanda de pro- 'ductos agropecuatios condujo principalmente a tin aumento, {{de su precio relatvo y no 8 i el grado de intensidad que de hecho aleanzaron, si a la rigie Ja produccién no se hubiera agrega~ fondmeno similar en Ia propia estructura de precios relativos: Las variaciones «de estos inuo movizaientos ‘compensatorios, los zindolas total o percialmente, hicieron necesario que'aqué- las se repiticran una y otra vez. Cada ajuste de los precios relatives, en lugar de efectusrse mediante un desplazamien- to nico, tavo que abritse paso de tal suerte a través de una serie de marchas y contramarchas, de altibajos ¢ iater- ficultades de ajuste de los precios relatiyos y el insuficiente crecimiento de la produccién du rante aguella década, Ya hemdsmencionado que desde 59 el producto agropecuario aumenté sélo en ¥ que ésta fue asimismo Ia expansién neta temo total del pals. A consecuencia de esto, ingreso veal medio por habitante apenas lleg6 en 1959 a eve décimos de 1949, Bajo tales condiciones de estanca- miento, y aun de retroceso, del nivel de vida, el cambio de las relaciones de precios no s6lo afectaba In posicién ecor némica yelativa de los distintos sectores, sino sus ingresos reales absolutos; y tenfa que provoear, por tanto, resisten- logs P ajustes stables de los precios rela do de incerteza que creé en torno de ellos, car 1 sit efecto sobre el ritmo de Ja produccién, 8 BOONOMIA CLASICA ACTUAL 6, No puede sorprender, en consecuencia, que Ja presién de las nccesidades crecientes sobre los rendimientos agro- pecuarios ocasionase alzas miltiples del nivel de precios, un sin detenernos a exarainar las repercusiones indirectas sobre el défi fiscal, os tipos de cambio y el estado de las inflacion de los afios de Ia posguerra, que se debié a la politica netamente expansiva del Gobierno en los aspec- tos monetarto, fiscal y de salarios, la inflacién del decenio siguiente incluyé una ola cada vez mis iotensa de aumen- tos de precios causada por el estancamiento tecnolégico en Ja produccién primaring , Esta misma constelacién de fuerzas explica, en gran par te, la fase actual del proceso de inflacién. Los aumentos de precios.ocurrides desde 1959 han sido determinados, en su mayoria, por aumentos de Jas tasas de salarios nomina- les; y los aumentos de salarios, a su vex, se han debido, al esfuerzo de Jos sindicatos por eliminar, én todo @ en part 8 salarios reales a 16 los precios rel que se evapore gradualmente esa ventaja relative, y obli- gado a reducir 0 abrogar las denominadas “retenciones” de exportecién, Nos encontramos, pues, ante la misma se- cuencia tipica de acontecimientos que recorrié la década precedente. 7. La aprecticiéa de tales factores no debe llevar a infer renelas exageradas, El hecho de que debamos: reconocer fa accién de causas no monetarias en el proceso no mos ex: culpa de los desatinos monetarios que contribuyeron @ st desarrollo, Menos atin debe inducimos a una actitud fata- lista 0 condescendiente respecto de Ja inflacién, © a subes- timar las posibilidades de la politica monetaria conio ins- trumento para prevenitla, Hn cualguler caso, y a pesar de la existencia de factores no monetatios que imprimen un .s de precios que ellos motivaron, han hecho * INFLACION ¥ ESTRUCTURA HOONGMICA, 9 rambo alcista al nivel de precios, una p prudente es indispensable para evitar que a de precios determinados por esos Factores se sximen ottos inducidos por un exceso de liquider, deberia sex évidente. Pero ha de ata 1aprincipal conclusién dei sibilidades de los métodos usvales de estal vechen al méximo, en la plenitud de sus var no podi4 conseguisse, sin embargo, una, esta : pleta y durable si no se logra acelerar el progreso tecnolé- ‘ico en la explotacién del La regulacién monetaria mndo el aspecto fiscal) y ica de salarios pueden lograir avances en Ia lucha contra Ia inflaci6n, pero Ia batal que Iibrarse en el frente agropecuario. 41, BL proceso de inflacién que, con extraordinarie per sistencia ¢ intensidad, se desarrolla desde hace afios en va tins pafses de América Tatina, ha dado orige versia especial sobre sus esta oportunidad se relacfouan con el objeto y le la controversia mencionada, Estimo que puede ser itil, a esta altura de las cosas, tratar de definir con ia ica econémica. Aunque mi nombre tarse en trabajos que se dedican a ésfa cuestién’ vineulando- Jo con una de las dos orientaciones (y aunque xeconozco ‘haber contribuido a una de ellas en el aspecto analitico) ‘esper6 que no se me considere inhibido por esa circunstan- 3 comerciales, Desde luego, una emiisién monetaria excesiva puede originarse también en Ja situacién del mercado cam biario'o en el estado corriente del presupuesto, pata citar dos causas que compiten a menudo con la politi dito en Jos anales del emisionismo. La politica monetaria incluye pues, en ese'contexto, ademas de las acciones de banca cent |, las medidas gubernamentales relacionadas tracion de la deuda pi gos y, en general, las el Estado influye sobre iworsas vias a través de las oferta monetaria 3. La doctitina estructur juy6 una. reac: intelectuial frente a los planes de estabilizacién puestos en practica en diversos pafses de América latina, especialmen- te durante los afios cincuenta, y que representaron de una manera més 0 menos completa o fueron interpretados co- de Jas ideas, monetaristas. A causa’ de ede describirse sustancialimente mediante tres proposiciones o tesis que son antitéticas de Jas que caracterizan’ al monetariso. co‘ yes En. primer Ingar, segtin ese punto de vista, la verdad ra causa de Ja inflacién no debe buscarse en un desequil brio global etttre ta oferta y la demanda, sino en desajus- tes sectoriales que afectan a productos determinados. La , insuficlencia de la oferta de tales productos se treduce pi | alzas de precios individuales, que luego se generaliza’ su ‘influencia sobre el costo de produiccién de otros bie- | nes © por su relacién con el costo del nivel de vida y con Ja tasa real de salarios. Por ejemplo, sila oferta de pro- ductds agropecuarios es altamente i a, como ocusre en Ja mnayoria de los paises latinoamericanos, el aumento de Ia poblacién se ve acompaftado por une presién’ascen- dente’ de naturaleza crénica sobre log precios de aquellos productos. Pnesto que se trata en gran parte de articulos sistencis, el aumento de su precio determina a su 14 CONOMfA CLASICA ACTUAL este fenémeno tiende a repetirse indefinidamente en tanto te el désequilibrio fundamental que lo impiilsa. En ‘acesos de esta indole los factores esenciales de causacién sultan en parte de'a rigidez de Ja estru a las decisiones de las autoridades monetarias, Ra segundo lugar, mientras Jos monetaristas creen que el crec son. fundamentalmente incompat miento de ia produccién y del ingreso real trae consigo desajustes parciales mds 0 menos extensos en diversos mtos del sistema econdmico. Esos desajustes: originan as de precios’ directas ¢ indirectas, que tienden a pro- pagarse ce una manera general. Este efecto inflacionario intensidad de ese efecto, iamente segin Jas cavacteristicas de cada ento-econémico entrafla siempre, en mayor ‘0 menor grado, una tendencia ascendente del nivel de pre- jento y estabilidad son pues inconciliables. extrema dentro del no privativa de él) conside un efecto necesario del or resulta ademés favorable al fa de empresa privada el estfmulo a le produccién es mayor con un nivel de precios ascendente, que reduce [5 real de las deudas de los ompresarios, que, con un nivel de precios constante © descendente. Por el contrat sostiene que el 0, 1a antitesis es también completa en punto a politica monétaria, Frente a la doctrina monetari cual Ja politica monetaria es el instrumento -la promocién del creci MONETARISMO VS. ESTRUCTURALISMO 15 para alcanzar y preservar la estabilidad del nivel de pre- cios, el estructuralismo juzga que la pt contra los factores no mone cin estructural. Mas at de la cantidad de dinero, en el esquema est ca monetaria desaparece como elemento diferenciado isuelve en sus componentes: lea crediticia y I transformaciones que deben acompaiiarlo. 4, Definidas en tal forma las dos posiciones alterr vas podemos ahora a1 No voy a tratar la cuestiéa desde el punto de vista aspecto en el que me he ocupado en diversas paul ne, sino desde el punto de vista de los hechos. A mi en- ‘tender Jaexpetiencia ‘acumulada en esta materia es sufi- cientemente clara, para quien esté dispuesto a registrarla sin prejuicios, como para permitir conclusiones que nifiquen algo’ mAs que meras posibilidades légicas. embargo no es taren facil someter-aquellas teorias a la prueba de los hechos, debido a una circunstancia especial que mencionaré a continuacién. Cuando se examinan las tesis enfrentadas en Ia versia, puede advertirse que Ja diferencia entre ellas reside esencialmente en los hechos que relacionan més bien en Ja direccién que atribuyen a las relaciones ca sales."Los hechos que los monetaristas sefialan como causa son considerados como efecto por los estructuralistas y vi ceversa. Esto.es perceptible de manera singularmen Ja oferta monetaria es la causa determinante de las alzas | 16 ROONOMIA CLASICA ACTUAL “250 - MONETARISMO VS, RSTRUCTURALISMO |, 17 SS. generates de precios, Log estructuralistas no desconocen de precios y spas de cambio mpuesos en a vans tent] 1 (equién podria negarlo?) que ia inflacién ‘de los precios va | tiva de atemperar los efectos de Ja inflacién sin atacar sus 4}, Stslsumpreacompatada por emisions de diner, pero ‘causas. 4 S23. guyen que la expansién monetaria es consecuencia, y iio cau Otré caso ilustrativo es el denominado “embot £ NF sa, de la inflacién, Segiin su método, de anélisis, efectiva: r ', que el estructuralismo 3 Jos aumentos estricturales de precios se’traducen . por aumentos en el costorde produccién de los bienes, a su ver se reflejan por una mayor demands dee bancatio. En fales circunstancias el aumento de la can ‘ae tema banca % af 9.68 parte, ‘dad adicional de medios de pago crea 3 da. por el aumento de los precios y costos de prodiscci gn el pais y comprar en el ext éambios impid ‘or, pues los controles de (al menos a corto plazo) qu de las inversiones impide el crecimiento normal de In capa : WG | Hldad de producesn y engendta Ins connekas dificutades = ropensin a importa de donde se aig el § + para Ja adaptacién flexible de la oferta a los cambios de la oa ere te | demanda. Los embotellamientos de oferta a que se refiere sunstancia de que él es- Se el estructuralismo no son pues auténomos con respecto a las teueturalismo sea la perfecta antitesis del. moneta | alzas de precios sino que resultan, en realidad, inéucidos constituye un factor de oscuridad cuando se some! L | por ellas. 1 fendmeno se agrava cuando el Bstado : teorfas a la priteba de los hechos Bsto suena a p > jel aumento de los precios de los articulos de subsistencia, pero no es"un caso tinico, En econometria se conoce a 2 claimento “un descenso de los precios relativos de tales productos y obsta a que los factores productivos afluyan hacia esas industrias en Ia cantidad indispensable. La rigides de ‘a oferta agropecus datraerse a colacién, aun ciiando pertenece a otro campo ‘os paises seria consecuencia, de del conocimiento;'sea el del ceniro de nuestro sistema plane- interpretacién monetarista, de los controles 3 porque entonces determina ar 18 ., BooNoMiA cLisiea acruat, tierra es el centio del sistema solar, si bien esa antigua teo fa requiere hipétesls mds complicadas que Ja prevalectente para explicar el movimiento de los planetas, Segin nos ase- ‘guran los especialistas, ninguia de las dos teorlas es de suyo incompatible con los hechos observados. Este ejemplo viene particularmente a propésito para aclarar el gfnero-de Gificultad con que se tropieza en nuestra materia, pues el estructuralisme equivale en realidad a una suerte dé “in versi6n copernicana” aplicada a la idea moneterista sobre la relacién entre el dinero y los precios, Bsta dificultad:—que podemos llamar, por analogia, pro- chos, no como ‘dos teorias completas sob po como las teorfas de dos tipos de’inflat 5 de la organizacién econdmica puede darse uno ino que ademés, y de acuerdo con las citcuns- iede desarrollarse tino y otro proceso dentro de. jén-econémica, Esta hipstesis, a1 te6ricos refe 0 paso nevesario, a muestro Julcio, para resolver el problema de la identificacfon consiste en tomar‘en cuenta de sistemticamente el factor tiempo. El proceso de jay y otras variables. Pero si empleamos rste \cidn no hay més diferencia en yl estructuralismo que Ja forma de clasificar tales va ‘en exdgenas y, endégenas, y sus cambios de una posicién de oa otra en autdnomos ¢ inducidos. Como ésta es ‘(MONETARISMO VS, ESTRUCTURALISMO io sélo una diferencia de interpretacién de fos mismos hechos, Ja identificacion resulta entonces Smmposible, Alternativan te, sin embargo, podemos examinar la inflacion como un fe- némeno dindmico en el cusl los ajustes llevan tiempo. Si adoptamos este punto de vista la posibilidad de ident mediatamente, pues aunque ¢l estado No vamos a proseguir ahors que nos lievaria fuera de los tacién, pero se me permitiré que men sultados més directos. Tatito en la Arg pafses de Latinoamérica con process de tentes se ha dado, una y otra vez desde Ia ‘tomas correspondientes a los dos inflacidn ‘referidos. Estas alternaciones recurtentes guat- dam ademfs un alto grado de correlacién con las fluctua ciones econdmicas generales en los respectivos bore la base de este hecho podria peusarse en ciclos inflacio- narios consecutivos compuestes por una fase de inf! monefaria segulda por una fase de infla lugar del ciclo tradicional con una fase de inflacién y otra de deflacién. Sin embargo, puesto que las causas no mone! a Jar que pueden imputarse las alzas estructurales del nivel de precios en todos los casos considerados no son de care. iclico, sino que han operado con cierta continuidad a Jo fargo del proceso, debe concluirse mas bien que en los perlodos de expansién econémica la inflacién monetaria ‘$e agregs a Jos aumentos de precios de origen estructural. ‘En los perfodos de recesién econémica, al contraris, y por conjuntos de HOONOMIA CLASICA ACTOAL trictivas, quedaron aislados 10 y el monetarismo, inflacién. La segunda, Ja relaciéa entre la esta- ideas definidas que es decir, la relativa a la causa de como s¢ recoidard, se refiere in; desde el punto de vista empfrico podemnos cf suerte de casos en apoyo de las conelusiones mas Los euidadosos andlisis estadistices de covrela- sa de variacién de los precios y la tase del a los paises desan en proceso de desarrollo, indican que no existe en general ninguna correlacin significativa entre esas va- revernente al tercer punto de la controvessia, 7. Creo necesario seitalar aqui un sofisma.que s\ ia posiciones indebidamente uni hos estructuralistas parecen creer cue, siendk estructural de origen no financiero, su eliminacién 0 atennacién (en le medida en que es toncebible) debe pro- curarse por medios no financieros. Algo similar puede ob- servarse respecto al monetarismo y a su receta para-la in- MMONEYARISMO VS, ESTRUCTURALISMO a lactén-moneteria, Sin embargo, esa corzespondencia eh as causas y los remedios no es un principio de necesidad ue ponga de relieve los efectos ex los ast, de esas dos especiés de politica eco- . En primer lugat, es bien sabido que wna adecuacia politica de inversiones en capital basico elev cimiento compatible con cualquier volumen sjones. Al mismo tiempo que mejora la flex lutal y Ia capacidad de ajuste del sistema econémic ‘co en alguna medide, para cada tasa de crecimicnt, a ‘ef0'de inversions sobre Ja suma de los al sa efecto sobre los Factores no , coopera con Ia pk en lo que se refiere al eguilibrio global entre dem: oferta, iro entender, son igualmente importantés y de gran interés prictico. No es demostrar que la inflacién estructu- ral depends de fos, como se denotnina dian con mayor facilidad y prontitud a un exceso que @ una ‘nsuficiencia de demanda. Pes precios, en la medida Jas unidades de pre liquidez.en que se pate, trovlidad del capi ta de mo _ 2 BoONOMle CLASICA ACTA tica financier. Por cousiguiente, aun a corto plazo, y.ade- mis del papel que le ¢orresponde frente al tipo tradicional de iiiflaci6n, esta clase de politica puede ser un auxiliar necesario y valioso de otras providencias contra las causas de Ja inflacién estructural, Pero es tiempo de cerrar este balance de la controversia, A pesar- de los errores 0 las exngeraciones que puedan reco: nocerse imparcialmente en las dos teorias, oreo fuera de doda que el debate entre ellas ha sido stil para esclarecer. de modo més completo Is naturaleza y causas del fenémeno inflacionario, Esta mejor comprensién no debe Hevamos 2 una actitud conformista, Debemos sentimos pados intelectualmente para Iuchar con efi ‘nfl moralidad en las relaciones econdmicas, y mas dispuestos 4 promover, para el bienestar de todos, el crecimient producto social con el mfnimo de perturbaciones de precios. sin al estudio del ingreso nacional pox] Norberio ' 4 Roberto Teynaing. 24 ed, Buenos Airet, BUDEBA, (Cuaddernos/Boanomia) ISBN 9502300475 : ’ mee INTRODUCCION ‘AL ESTUDIO. ‘ * ") DEL, INGRESO NACIONAL O i aN NORBERTO GONZALEZ y ROBERTO TOMASINI Test. BY. UBA, a es NS EDITORIAL UNIVERSITARIA DE BUENOS AIRES NE ‘cuaenios: “Virsimopctni ean: novembre do 2985 ANtRODUCCION 1, Importancia dal estudio del ingreso nacioasl ra de Jobn Maynard 70, se dio un nuevo tun elemento muy’ ttl pars extadiae dichos tenso de mejoramiento en la‘compi- a prictica estas formnulaciones. 2, Contenida de este obra, bajo nds proponemos explicar los concepts vinculador con el Y consderar reverent #0 uildad prices, les conceptorbisior necerarie paca aborder loc agregndo y cl producto bruto de una te teicionan con el prodvcto bewto \céptos fundsimentales er con ad, aunque sea en deteimento del estilo, ete ag ‘Supongamos primero el caso de una empre- ‘agricola, ‘0 comercial (in bles de psy) Macros pat . so “lor speando bru Sates x» “La produccién brute de sstamos_ considerando es iguil pero esta produccién incluye el do y los insumos que la empresa utiizd ‘obtener, Es. necetario aclarar por qué tlamamas, “bruto” al valoe agregudo y 2.) préduecién; sine otro insumos por vilor de dic} Tayo desplazamiento stamens con rele en aps oe Se Como puede-yere en el cvedeo ify aleanza we Sponio de 9, La pcducetn brut total pars {que entrarin en, el proceso, El valor agregado de eta industria eS compuesto undo en fa tina etapa de, cmestiae ‘netos. El producto y la prod ‘Batrando en la 2 me 23ers i prolceia gue se Save que el mines, bien 2- a 60 ver producto. brut y producelén, constieayen un bien ya existente aitetior- gregado seria la comtribucién de todos el Desriazwvietro ne ui tex & marks 98 te Recon af preducto:bruto interno, ‘bels 1¢ summa: fa peoduceién brute total or sectores, Pero no se puede der agregado ¥ el producto beut smo condépto, y ambos son dis ye valor ageegado por ext Hicilmente visbles como en s1dos en todos Tos sectors, porque Matas la ‘tacos muestra cules el verdadero fruto de sideremos por ejemplo el caso de un bizn geo 1h actividad econémies del agregades se dan en el cusdro La industria toma ese trigo como mat ania elabactinl ee ost, no podemot desi qu I a Ele sect induseal, pata labora y Tuego bizeochos con la misma, n bien ots insumes, coma combust ta total de la indus, mayorista y eb pra el Gobieeno son insimos que {eetr, ¥ por lo tanto a0 deben computses como valor agregido. ‘Mis adelante veremes que en il sex hay vipa cantidad. de empleado mucho mayor que Is nectscia fentse ambar et fo. qi los econo Aesoeupaidn disfrazada, denominacién que f- Dpreents una cierta cantidad de gente que Eparentemente teabaia y recibe waa remune- Faeién pores teabajo, pero que no contribuye Fealmente a crear siquera, En algunor paisey subderarrllados este fenémeno no solo ocarte da Be pi Guctivo o efieente recnie todo ese comercio en loguzes a los que acudieran los compra- ‘ores, de mode que una sola persits supers ’ & al sevico ds muchas. que caminan todo él ‘ia y venden muy poco, La deiocupacibn li un desemple dela misma in- ‘oavcide en ls Argent en ‘vando bubo personas que se encontro “abajo y por lo ean sin, rembneracin, 4a desocupaciin disfanada ‘aparentement’ [a sae enue sor loon seiner 0 no contcibuye a aumentar el prov ta falta de contribucibn no ex fea En exso de exist desocupscisn disfcarada ‘generado por el gobierno a través de fos que fate paga, representa un error . Producto a costa de factores y a pre ‘tudiaremos con mayer deta ef una parte del mismo al duefo ‘st nombee. El impuesto sjemplo tipica de impuesto | Bs de hacer notar que Ja Jmipuestos inditectos y dicectos no er total ‘ents precisa. Los primeror ao son totslmens Etesslidabes, asi como los irapuestor direc. Hy, 12800 son del todo imposibles de trasladar, Pero el grueso de ambor respoade a fa carsce ‘erlaticas apuntadas, En Ia parte correspondiente a Je induwteia ‘en el cusdco IT incorporames el impucsto las r 3s valores agregados brutot y con reduccién bruta; lo hacemos porque acuerdo 2 lo dicho, sgado por al consumidor; en coi. valor agregado bruto y Ia pro. diteceo cl impuesto indirect, pore, 4 En ch.caro dea industria de eae coadro Hcl Producto bruto a costo de factors teri igual 4 $9.00, y ol producto brato a precios de smercado sers igual a $ 10.000, ‘oducio de un pais trata de producto brato ‘o beto, + precios de mercado 01a costo de fac oven; la pr importante pues de le ‘contratio se puede legat ».conclusiones este ‘eat Si compacamos ef producto de un pall en dos afios determinados, y el de un aio lo computamas » costa de los factoces y a de tuna conclssin que no serd exacta, pues hi. ‘bremos comparado cifres heterogénese La produccidn bruta total de la industris 7. Podemos ver entonces Ie conteibucién gue se reali mediante In produecin de este bien al producto nacional; para elo conde,

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