Está en la página 1de 2

Pastor Jonatán

¿Dice Mateo 5:17 que debemos guardar la ley para ser salvos?
MATEO 5:17
Un hermano nos preguntó de la siguiente manera: Pastor Jonatán, acerca de Mateo 5,
sobre todo el versículo 17, que dice: “No penséis que he venido para abrogar la ley
o los profetas: no he venido para abrogar, sino a cumplir“. ¿Cómo explicar a los
que esgrimen con estos versículos que debemos seguir guardando la ley?

RESPUESTA: Efectivamente, este es un versículo usado demasiado por los adventistas


y otros partidos religiosos que enfatizan el cumplimiento de la ley. Esto es
natural puesto que el sistema de ellos es legalista, y usan como pretexto la ley
judía y el Antiguo Testamento, de esta manera es más fácil someter a sus adeptos.
Pero, cuando Jesús expresó: “No he venido para abrogar sino para cumplir” ¿Quiso
decir que todos nosotros deberíamos seguir guardando la ley? ¿Es el cumplimiento de
la ley un requisito fundamental para alcanzar la salvación? Aquí una respuesta con
sustento bíblico contundente.

El significado de la ley
Si usted se fija bien, el verso (Mateo 5:17) no se limita a los 10 mandamientos
como ciertos grupos tratan de imponerlo sino a toda la ley (“No penséis que he
venido para abrogar la ley o los profetas“). Esto era conformado canónicamente de
la siguiente manera: El Pentateuco (Torá), los Salmos o poéticos (Ketuvim) y los
Proféticos (Nebiim). Una forma de resumir esto era decir: “la ley y los profetas“.
Aunque en Lucas 24:44, Jesús lo dijo más completo: “que era necesario que se
cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés (Torá), en los
profetas (Nebiim) y en los salmos (Ketubim).” (Lc.24:44). Como verá, se refiere a
toda la Escritura, no sólo al decálogo (10 mandamientos).

A esto es a lo que Jesús se refiere, que vino a traer cumplimiento de lo que estaba
escrito de él mismo en las santas escrituras. Cosa que estaba siendo
malinterpretada por sus oponentes, y que luego serviría de excusa para llevarle al
falso juicio que lo condenó.

Entonces, si mateo 5:17 diría realmente lo que los legalistas de hoy dicen, ellos
tendrían que estar guardando toda la ley, pero no lo hacen. Sólo guardan una parte.

El cumplimiento de la ley
Tengamos en cuenta que Jesús no dijo “yo he venido para hacerles guardar la ley”
sino “he venido para cumplir”. Jesús no anula la ley en el sentido de que no la iba
a dejar sin cumplimiento. Pero eso no quiere decir que él sólo vino a decirle a
todos que deben guardar la ley. Ya los hombres sabían eso, así que lo que Jesús
venía a decir era algo más revelador y profundo.

Entonces, lo que Cristo quiso decir realmente es que en Él se cumple la ley. Él


vino a cumplirla porque nosotros no lo podíamos hacer. De esta manera, la
imputación de la justicia de Cristo recae sobre nosotros a través de la fe en él.
Por lo tanto, en Cristo, y sólo en Cristo, guardamos la ley. Así, la justicia de la
ley se cumple en aquellos que están en Cristo. Por esto, Cristo es el fin de la
ley. Entonces, la ley sólo nos conducía a Cristo, esa era su función más
importante.

Leamos, con atención, como lo dicho se sustenta claramente en estos versos:

“Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al
pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros”
(Ro.8:3-4)
“Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han alcanzado la justicia, es
decir, la justicia que es por fe; mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no
la alcanzó. ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la
ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo,” (Ro.9:30-32)
“Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no
se han sujetado a la justicia de Dios; porque EL FIN DE LA LEY ES CRISTO, para
justicia a todo aquel que cree.” (Ro.10:3-4)
“Dicho de otra manera, la ley fue nuestra tutora hasta que vino Cristo; nos
protegió hasta que se nos declarara justos ante Dios por medio de la fe. Y ahora
que ha llegado el camino de la fe, ya no necesitamos que la ley sea nuestra tutora.
Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.” (Gá.3:24-26)
En cierta ocasión, Jesús dijo lo siguiente: “Porque os digo que si vuestra justicia
no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los
cielos.” (Mateo 5:20). ¿Acaso quiso decir Jesús que los hombres del pueblo tendrían
que hacer más obras o guardar la ley mejor que lo que lo hacían los escribas y
fariseos? Por supuesto que no. La justicia en la que los religiosos de Israel se
esperanzaban era una basada en el cumplimiento estricto de la ley. Cristo estaba
enseñando que se necesitaba una justicia superior a eso. ¿Cuál era esa? pues la
justicia que él vino a traer.

Se trataba de la justicia de Dios que se obtiene a través de la fe en Jesús. Por


esto mismo, cuando él se identificó con la humanidad pecadora, en su bautismo, dijo
a Juan: “Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia” (Mt.3:15).
Esto es lo que Pablo afirmó también, que él había desechado una justicia personal a
través de la ley, para acoger una justicia superior por la fe en Cristo: “y ser
hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es
por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe” (Fil.3:9).

Leamos también Romanos 3:21-22 – “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado


la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios
por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. ” Vemos como
Pablo menciona los mismos términos que usó Jesús “la ley y los profetas“. Lo que
está diciendo es que el evangelio que él predicaba no es algo ajeno al plan de Dios
ni a la palabra de Dios; La ley del Antiguo Testamento ya anunciaba de antemano
esta justicia que vino a ser establecida por Cristo Jesús. Y sin embargo, esta
justicia, dice Pablo, es “aparte de la ley”. Así que, siendo que Cristo ya cumplió
lo anunciado por la ley, y ya estableció una justicia superior, no necesitamos lo
antiguo, sólo por la fe en Cristo Jesús estamos justificados ante Dios.

Así que, ni siquiera en el Antiguo Testamento la salvación se obtenía por medio de


la ley. Jamás fue así. Abraham fue justificado por fe cuatrocientos años antes de
la ley. David fue justificado por fe, aunque estaba en la ley. Todo eso podemos
verlo en Romanos 4:1-9. De manera que, la respuesta es obvia: No necesitamos
guardar la ley para ser salvos. Sólo la fe en Cristo Jesús.

La Biblia es contundente en cuanto a que la salvación es por la gracia de Dios, no


por nuestras obras: “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y
su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros
hubiéramos hecho, sino por su misericordia… para que justificados por su gracia,
viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.” (Tito 3:4-7)

Espero que esta breve respuesta pueda de ser de mucha edificación para todos.

También podría gustarte