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Palladino E (2006) Sujetos de la educación Buenos Aires, Ed Espacio Cap.

V Psicoanálisis

Introducción

Con la introducción del concepto de “inconsciente”, el psicoanálisis comenzó a dar lugar a la


defensa del pluralismo y las subjetividades. Posicionó al sujeto como sujeto, modelo
gnoseológico que reclama la aplicación de una lógica distinta a la del conductismo para la
comprensión de la conducta del hombre.

Sigmund Freud

Sigmund Freud nació en la actual República Checa en 1856 y ya en 1881 se había recibido de
médico. Si bien su intención era dedicarse a la investigación, la necesidad de mantener
económicamente a su familia lo obligó a ejercer la medicina, especializándose en el
tratamiento de perturbaciones mentales. Entre sus influencias intelectuales podemos
mencionar:

 Charles Darwin con “El origen de las especies”. A partir de este libro el hombre dejó de
ser el centro de la escena y pasó a convertirse en un animal más que había
evolucionado en la escala natural y que solo se diferenciaba por su complejidad.
 Gustavo Fechner con su idea de que la mente podía estudiarse científicamente y
medirse cuantitativamente.
 Jean Charcot del cual aprendió el método de la hipnosis en el tratamiento de la
histeria, aunque no quedó satisfecho con la hipnosis porque pensaba que los
resultados eran temporales y no se llegaba al fondo del problema.
 Joseph Breuer del que aprendió la técnica de la catarsis o de “quitarse de encima los
problemas relatándolos”.

El método del relato y de la asociación libre llevó a Freud a conocer las causas subyacentes del
comportamiento patológico y descubrir el inconsciente.

El psicoanálisis

El desarrollo de la teoría de Freud atravesó tres períodos:

1. Primera tópica: Distingue entre inconsciente, preconsciente, censura y consciente.


a. Inconsciente: actúa a través de un proceso primario que se caracteriza por:
i. Ausencia de cronología: sólo existe el presente, no hay pasado ni
futuro. Ej. en mi sueño cumplo 4 años y al soplar las velas ya tengo 20.
ii. Ausencia del sentido de contradicción: coexisten al mismo tiempo
sucesos antagónicos. Ej. en mi sueño voy a comprar zapatos y soy al
mismo tiempo el cliente y el vendedor.
iii. Se expresa simbólicamente: Ej. en mis sueños represento a mi padre
en la figura de un rey.
iv. La realidad interna tiene mayor valor que la externa: Ej. un enfermo
que se cree Napoleón actúa como tal ignorando cualquier realidad
externa que lo contradiga.
v. Predominio del principio de placer: no espera para la satisfacción
inmediata de los deseos y no se preocupa por las consecuencias.
b. Preconsciente: Se ubica entre el inconsciente y el consciente. En él se verifica
la unión de los deseos inconscientes con las representaciones verbales, y de
este modo aquéllos pueden formularse en el consciente. Las leyes del
preconsciente se rigen por los procesos secundarios que implican correlación
lógica, cronología, relleno de lagunas. De este modo, al despertarnos de un
sueño, lo que recordamos ha pasado por la elaboración del preconsciente,
donde éste se ha ocupado de volverlo coherente.
c. Censura: Se ubica entre el preconsciente y el consciente. Le corresponde
aceptar, rechazar o reprimir los deseos del inconsciente, controlando el pasaje
del preconsciente al consciente.
d. Consciente: está en relación directa con el mundo externo y las
representaciones que contiene están de acuerdo con las necesidades de la
acción de cada momento.
2. Segunda tópica: Freud consideraba que la personalidad está formada por tres
instancias psíquicas: ello, yo y superyo. Estas instancias no constituyen entidades
separadas, sino que implican procesos, funciones y dinámicas diferentes dentro de la
personalidad total que interactúan durante toda la vida.
a. Ello: El ello es totalmente inconsciente, está gobernado por el principio del
placer, es la fuente primordial de la energía psíquica y el encargado de
descargar esa energía (o tensiones) buscando así evitar el dolor y encontrar el
placer (serie placer-displacer). El ello es impulsivo, exigente, irracional,
antisocial, egoísta y amante del placer. Además tiene el poder, por medio de la
imaginación, la fantasía y los sueños de concretar sus deseos que no pueden
materializarse.
b. Yo: El yo está gobernado por el principio de realidad, es decir que demora la
descarga de la energía hasta encontrar el momento, el lugar o el objeto real
que satisfará la necesidad. Este principio de realidad no implica que sea
rechazado el principio de placer, sino que se posterga hasta encontrar el
momento y la situación más adecuados.
Además, el yo actúa como intermediario entre el ello y el mundo externo, y es
gracias al aprendizaje, la experiencia y la educación que se logra una mejor
adaptación a la realidad.
Si bien esta instancia es consciente, tiene también aspectos inconscientes,
tales como los mecanismos de defensa del yo que ante situaciones incómodas
equilibran el funcionamiento adecuado de todas las instancias: si el yo no
puede reducir la angustia por medios racionales, se verá obligado a negar el
peligro (represión), externalizar el peligro (proyección), esconder el peligro
(formación reactiva), permanecer en el mismo lugar (fijación) o retroceder
(regresión).
c. Superyo: El superyó representa lo ideal, apunta a la perfección, instala un
código moral.
Implica la internalización de las normas, pautas y valores de los padres (o de
quienes hayan ejercido esas funciones) a partir de un proceso de socialización
mediado por recompensas y castigos que comienza en el nacimiento y que
culmina con la resolución del complejo de Edipo.
Una vez que está instalado el superyó, el sujeto es considerado responsable de
los actos morales o inmorales que realiza. De esta manera, el yo se llena de
orgullo cuando se comporta de una manera virtuosa o tiene pensamientos de
esa índole, y se siente culpable y avergonzado cuando cae en la tentación.
Orgullo y culpa son, en definitiva, las representaciones internas del amor y
rechazo paternales.
Esta instancia tiene aspectos conscientes e inconscientes.: entre los primeros
se puede señalar al ideal del yo o el conocimiento de las normas sociales; y
entre los segundos, la respuesta automática del sujeto para ajustarse a las
pautas socioculturales.
3. Tercera tópica: Freud formula la tesis de que las instancias psíquicas yo, ello y superyó
funcionan de acuerdo con un sistema de fuerzas que interactúan de manera dinámica.
Si la presión del ello es muy fuerte, el superyó debería poner la misma fuerza para que
el yo pueda equilibrar los rendimientos de ambos. Si la presión del ello es muy fuerte y
supera al superyó tendríamos una acción de transgresión; y, por el contrario, si el
superyó presiona de manera más fuerte que el ello obtendría una conducta de
excesivo ajuste al deber ser. Por ejemplo, una persona será moralista si la energía la
controla el superyó; realista si la controla el yo; e impulsiva si la controla el ello.

Complejo de castración

Para Freud, las teorías sexuales elaboradas en un principio por los niños “consisten en atribuir
a todos los seres humanos, incluso al sexo femenino, un pene” siendo imposible para él
representarse a una persona que no lo tenga. Tal es así que, enfrentado a una niña, el niño le
violenta su propia percepción y predice que le va a crecer.

El complejo de castración está constituido por dos representaciones psíquicas; por una parte,
el reconocimiento de la diferencia anatómica de los sexos, y por otra parte la rememoración o
actualización de la amenaza de castración de la que ha sido objeto (real o imaginario).

Según Freud, en el caso del niño es el padre es el agente de esta amenaza y en el caso de la
niña, la castración es atribuida a la madre (con la forma de la privación de un pene). Esto hace
que para el niño implique el fin o la salida del complejo de Edipo, mientras que para la niña va
a significar el comienzo o la entrada a este complejo al alejarse de la madre para orientar su
deseo hacia el pene paterno y, más allá de esto, hacia la heterosexualidad.

Complejo de Edipo

El complejo de Edipo es la representación inconsciente a través de la cual se expresa el deseo


sexual o amoroso del niño por el progenitor del sexo opuesto y su hostilidad hacia el
progenitor del mismo sexo. Es un período culminante de la sexualidad infantil en el que
termina de desarrollarse la pulsión sexual objeta, la que va a tomar la característica de
incestuosa.

Su declinación indica la entrada de un período llamado de latencia, y su resolución después de


la pubertad se concreta en un nuevo tipo de elección de objeto. La represión del complejo de
Edipo, es condición necesaria para el acceso a la cultura puesto que da lugar a la estructura del
superyó.

Educación

Freud no abordó directamente este tema pero la infancia está presente en su teoría como un
periodo dominante para la formación de la personalidad. El hecho de que el tratamiento de
este tema no esté concentrado, sino más bien disperso, ha dado lugar a visiones distintas e
incluso contradictorias respecto al papel y los límites de la educación. Algunos pedagogos
toman a Freud como el que denuncia a la educación como un proceso de represión y
generadora de neurosis, mientras que otros pedagogos partidarios de su autoridad, lo toman
para fundar la importancia de ésta en la conformación del superyó.

El pensamiento de Freud sobre educación se funda en dos aspectos: el biológico y el histórico.


La biología le permitió comprender la inmadurez e indefensión del recién nacido que, a
diferencia de otras especies, dura mucho tiempo lo cual lo condena a una protección e
influencia más prolongada de los adultos. Por otro lado, la historia infantil está marcada por la
acción de los adultos y estas marcas perduran toda la vida. La consecuencia de estos aspectos
es el tránsito por el complejo de Edipo que va a imprimir en ese sujeto el primer límite entre el
deseo natural y la cultura: la prohibición del incesto. En definitiva, son las normas sociales y
culturales las que terminan por fracturar el orden natural, definiendo el lugar de la educación.

La educación es así entendida como la acción de los adultos sobre el niño, lo cual permite el
paso del placer a la realidad, es decir, del deseo instintivo al deseo socializado. La educación
comienza impidiendo que ciertas tendencias impulsivas espontáneas se expresen libremente y
esa represión de los instintos constituye la esencia de la acción socializadora. Esto no implica
renunciar al placer, sino al placer inmediato; no se niega la vida impulsiva, sino que hay que
adaptarla a la realidad (sublimación). La educación apunta a que, sin frustración ni represión,
el sujeto encuentre una especie de armonía entre los placeres y los deseos interhumanos. En
consecuencia, la concepción de escuela de Freud no es de un autoritarismo extremo ni de total
libertinaje.

En lo referente a la educación del niño, la misma es una labor continua entre el hogar y la
escuela. En cuanto al docente, no solo debe impartir conocimientos en el sentido tradicional,
sino que debe ayudar a los niños a comprender sus responsabilidades y a resolver sus
problemas, proporcionar seguridad, brindar el calor de la amistad y establecer una norma de
lealtad, juicio, honestidad, autodominio y curiosidad intelectual que los niños quieran imitar.
Debe proporcionar además una variedad de experiencias que permitan el desarrollo creativo
de todas las posibilidades del niño.

Algunas contribuciones del psicoanálisis al conocimiento del proceso de aprendizaje son:

 Existen dos procesos de pensamiento distintos, los cuales tienen objetivos diferentes.
Los procesos primarios ayudan a descargar la energía instintiva para reducir la tensión
de la mente de acuerdo con el principio de placer, mientras que los procesos
secundarios orientan la energía instintiva hacia una forma válida de actividad.
Entonces, el proceso de aprendizaje sucede cuando se puede sustituir la primacía del
proceso primario por el secundario.
 El proceso de aprendizaje solo puede llevarse a cabo cuando los objetos del mundo
exterior están revestidos de energía libidinal.
 El deseo de aprender los temas escolares exige el esfuerzo de una identificación con el
maestro por medio del amor del discípulo hacia él.
 El proceso de aprendizaje se verá impedido si hubiera habido dificultades en los
mecanismos físicos de los cuales evolucionarán los mecanismos psíquicos de
aprendizaje posteriores.

Problemas de aprendizaje
Los problemas de aprendizaje pueden ser por:

 Defectos orgánicos en el desarrollo intelectual


 Experiencias negativas durante el proceso de aprendizaje
 Reacciones emocionales que producen una desviación de la atención con respecto al
tema por aprender (miedo, vergüenza, culpa, concentración en los sueños de vigilia).
 Capacidad de aprender disminuida por un conflicto neurótico.
 Perturbaciones en relación con la realidad.
 El niño no aprendió a reemplazar el principio de placer por el de realidad.

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