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Autor:
Andrea Castillo
C.I 31.689.126
Uno de los beneficios más grande que nos ofrece la comunicación es el poder compartir
información como se expuso anteriormente, entre las maneras más efectivas de
comunicarse está la expresiva, que permite al emisor manifestar sus opiniones,
sentimientos, etc. Si analizamos con detenimiento podemos notar la diferencia de estas en
ese aspecto. La comunicación verbal puede ayudar a transmitir la información de manera
más clara y concisa por medio de palabras que lo describa, o de forma indirecta por medio
del sarcasmo, la ironía, etc. En cambio la comunicación no verbal puede ser capaz de
expresar estos sentimientos de forma más indirecta y hasta sutil por medio de todo tipo de
gestos como sonrisas, contacto visual, ceños, etc. La combinación de estas dos puede dar
pie a la verificación o contradicción del mensaje comenzado por el emisor. Por ejemplo, si
yo digo “tengo total dominio sobre el tema expuesto” con una cara perdida, risa nerviosa o
postura encorvada podría delatar que el mensaje que estoy transmitiendo es completamente
mentira porque lo que dije no tiene ningún tipo de coherencia con mi lenguaje corporal.
En cuanto a la comunicación dentro del hogar, los dos tipos juegan un papel crucial para
la familia y la armonía que se requiere dentro de ella. Los padres o figuras autoritarias
dentro del hogar utilizan con regularidad el lenguaje verbal para transmitir instrucciones,
consejos, regaños y para la resolución de problemas. Por ejemplo “Recuerda hacer tus
deberes”, “no olvides arreglar tu habitación” e incluso se utilizan a menudo los dichos para
comunicar consejos o regaños como por ejemplo “El diablo sabe más por viejo que por
diablo”, “cuento tres y llevo dos”, etc. La comunicación no verbal también es muy presente
dentro de la casa y se considera importante para desarrollar un ambiente más cómodo y
amoroso para los niños y personas que formen parte del hogar, algunos ejemplos de la
comunicación no verbal dentro del hogar serían los padres dándole besos en la mejilla a sus
hijos, abrazándolos y demostrándoles cariño y emoción por muchos motivos.
No obstante, también existe la parte negativa dentro de ella que sería el mover la cabeza
hacia un lado para demostrar indignación o desaprobación, una mirada fría para demostrar
enojo, entre otras.