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METACOMUNICACIÓ N
Cuando en alguna situació n no se entiende lo que se quiere decir hay que tratar de
relacionarlo con el tipo de relació n que se tenga con la otra persona. Ejemplo:
Muchas veces la metacomunicació n no tiene que ser “hablada”, puede llegar a ser
hecha, un ejemplo es lo que trataba de representar Miguel Á ngel cuando hizo la Capilla
Sixtina.
Para poder entender la metacomunicació n hay que entender cuales son los elementos
o cosas que se desean transmitir.
Hoy en día hay pá ginas de Internet, programas de T.V. que transmiten cosas a través
de la metacomunicació n pero implemente no nos damos cuenta y lo ú nico que hace
nuestro cerebro es relacionar las cosas con nuestras experiencias; y si el producto
tiene algo que ver contigo y tus vivencias entonces te gustará y lo comprará s. Así es
como funciona la metacomunicació n ya que hay una parte que trata de
convencimiento hacia la persona que esta escuchando.
Estas en msn y quieres decirle a un amigo.- “Estoy triste”, hay veces que no lo escribes
y en vez de usar palabras dices.- “Estoy L”.
Con el paso del tiempo al igual que la moda, mú sica, etc, la metacomunicació n va
avanzando y todo para modernizarse, como en el caso del Chat.
Pongamos un ejemplo, típicos de comedias, pero que en realidad suele ser (con
variaciones) algo muy cotidiano (si no, que me diga alguien que nunca vivió algo así):
Ejemplo:
Etc., etc.
La ú nica manera eficaz de romper con este circuito es que alguno de los dos pare la
pelota, abra un paréntesis, se coloque “por fuera” de la comunicació n y en vez de
hablar del tema (regalo de la camisa) hable de la comunicació n, es decir, se
metacomunique.
Ejemplos:
Novio: -A qué viene el regalo? No entiendo por qué me lo hacés y quisiera que me
expliques, porque lo que entiendo es que está s criticando có mo me visto.
Novia: -No te estoy criticando, me gusta como te vestís, simplemente quise que tengas
una camisa má s, aunque las que tenés no tienen nada malo.
O bien:
Novia: - Lo que quise hacer es sorprenderte con un regalo porque cobré y vi esa
camisa linda y la compré, pero no quise decir que tus camisas tengan nada de malo, no
lo entiendas de esa manera, tus camisas está n bien, só lo quería que tengas esta
también.
Pedidos de aclaració n o de ampliació n de la informació n, expresió n de lo que se está
interpretando y por qué, explicitació n de los motivos de la comunicació n o
reformulació n de frases son algunos modos de metacomunicació n.
Metacomunicación implícita
La metacomunicación implícita de un mensaje es el modo en que éste es comunicado. A su vez, el modo en
que se comunica algo “metacomunica” acerca de la relación existente entre emisor y receptor y marca las
pautas a seguir en la interacción. Ese modo en que algo es comunicado comprende también la gestualidad
propia de todo acto comunicativo.
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Metacomunicación explícita
La metacomunicación explícita se refiere a la necesidad de pedir explicaciones acerca de aquellos mensajes
confusos o contradictorios. En este caso, se dice que la metacomunicación es explícita porque los propios
participantes del acto comunicativo son conscientes de que algo no funciona e intercambian información
acerca de ello.
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Funciones
La metacomunicación puede ser entendida como una herramienta para reflexionar acerca del acto
comunicativo, valorando la eficacia del código empleado para la comunicación y el resultado de la relación
establecida entre emisor y receptor. El objetivo de este análisis metacomunicativo es mejorar la propia
comunicación. Además, puesto que la comunicación nunca es perfecta, otra de las funciones de la
metacomunicación es versar acerca de la propia comunicación para resolver o aclarar las posibles rupturas
acaecidas en un proceso comunicativo
QUEDARNOS CON IDEAS QUE A LO MEJOR NO SON LO QUE LA OTRA PERSONA QUISO
TRANSMITIR SOLO NOS LLEVA AL DESCONCIERTO Y A LOS MALENTENDIDOS.
APRENDAMOS A METACOMUNICAR.
El otro día me llegó por e-mail un video que me pareció de lo má s có mico, pero que a
la vez ilustraba unos de los problemas que tenemos los seres humanos en nuestra
comunicació n; los malentendidos. El video trataba acerca de un niñ o de edad
preescolar que llega a su casa del colegio y le dice a su mamá : “Mami, mañ ana tengo
que ir disfrazado de castor” La mamá pregunta: “¿De que?” El niñ o responde: “De
castor”.
Pero el “yo supongo” que ocurre en nuestra mente es uno de los problemas mas
grandes de la confusió n en la comunicació n. Este “yo supongo” no tiene que ver
solamente con lo que trata el video, en que la mamá no indaga sobre la palabra castor.
Este ejemplo de lo ocurrido en el video es acerca de la comunicació n verbal, es decir
de palabras. El lenguaje verbal es todo lo que decimos, lo que hablamos.
Pero los seres humanos también nos comunicamos de forma no verbal, con gestos,
posturas, miradas, es decir; el lenguaje corporal. Y el “yo supongo” es
mas dañ ino cuando suponemos algo debido a la cara que la otra persona puso, a un
gesto que hizo o porque se movió de tal o cual manera.
Pocas son las veces en las que preguntamos cuando no entendemos algo que nos
dicen, ya que lo damos por supuesto; y menos son las oportunidades en que
traducimos nuestro “yo supongo” de lenguaje no verbal. El lenguaje no verbal es en
cambio todo lo que no hablamos o decimos con palabras, pero que lo hacemos con
gestos, con miradas, movimientos o con posturas. Ademá s indican nuestro estado de
á nimo. Es decir, cuando nos quedamos con una idea acerca de un gesto, hay que
indagar directamente sobre el gesto. Y de esto se trata, de metacomunicar.
En nuestro medio podemos decir que hay gestos que comunican algo específico, como
por ejemplo:
• Boca en herradura hacia arriba: alegría • Arqueo de cejas hacia arriba: alegría
sorpresa; • Fruncir mejillas y ojos: dolor • Ojos semi cerrados: sueñ o •
Guiñ o de ojos: seducció n, picardía • Cejas para abajo frunciendo el ceñ o:
enojo
Pero no quiere decir que estos estereotipos sean totalmente vá lidos, má s aú n, cuando
son introducidos en la comunicació n real pueden llevar a la confusió n, ya que cada
persona tendrá sus peculiaridades gestuales, se expresará de distinta manera y no
necesariamente como los patrones culturales lo indican.
Pero hay una diferencia fundamental entre lo verbal y lo no verbal. Y es que lo verbal,
lo que decimos lo pensamos. Tenemos dominio de nuestras palabras. Somos dueñ os
de lo que queremos decir. Pero con lo no verbal la cosa se complica. Y es que los gestos
en las personas son tan naturales, está n tan arraigados que los hacemos sin pensar, y
la mayoría de las veces no estamos concientes de ellos. Por ejemplo, algunas personas
cuando hablan, gesticulan mucho con sus manos. Estas personas no está n planeando
cuanto moverlas, ni como moverlas, es espontá neo, y muchas veces incontrolable.
Pensemos que rico sería poder llevar todo esto a la prá ctica. Que la pró xima vez que
nuestros hijos lleguen del colegio y nos cuenten o nos pidan algo, indaguemos en lo
que nos dicen para evitar los malentendidos; y para no quedarnos con lo que
seguramente serían falsas suposiciones creadas en nuestra mente por no haber
indagado un poquito má s. Que la pró xima vez que nuestra pareja nos conteste con un
gesto que nos parece que no corresponde a sus palabras, le preguntemos, que fue
exactamente lo que quiso decir. Que la pró xima vez que en el trabajo un compañ ero
nos diga algo, le preguntemos al respecto para poder comprender mejor a lo que se
refiere. De esta manera, habremos avanzado un paso gigante, ya que la comunicació n
es parte indispensable de las relaciones humanas; entonces, ¿Por qué no trabajar en
ella?