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DUNGEON DEFENSE

Volumen 4
DUNGEON DEFENSE VOLUMEN 4 POR
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Autor: yoo heonhwa


Ilustraciones: cocorip
El Rey de los Campesinos, Dantalian. Rango 71º.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 3.

Llanuras de Bruno, Ejercito de la Alianza Creciente.

El par de perros que vi ayer, hoy también estaban apareándose.

En el medio de las llanuras. Mientras convertía forzadamente a esos humanos


de allá y los demonios de aquí en su audiencia, estaban reproduciéndose en frente
de un ejército enorme que no era menor a doscientos mil. Los soldados les
lanzaban piedras y reían. Aunque humanos y demonios estaban riéndose, ambos
estaban demasiado lejos como para poder ser capaces de golpear a los canes,
por eso, dentro del campo que no podía ser tocado, ese par de animales estaban
emparejándose libremente.

- ¡No lancen piedras!

- ¡Compórtense, canallas! Los Dioses los están observando.

Los oficiales no encargados golpeaban los culos de los soldados. Les estaban
advirtiendo que no molestaran a los perros. Decían que era algo imprudente. Para
mí, era vago si los soldados, quienes lanzaban piedras a los canes cuando la guerra
estaba por comenzar, eran los imprudentes; o los oficiales, quienes se salían de
curso para reprender a los soldados, eran los verdaderos imprudentes. No lancen
piedras… dejen de lanzarlas… los sonidos de las rocas siendo tiradas y de los
regaños resonaban todo el camino hasta los campos distantes, y se esparcían más
allá, extendiendo lentamente el tiempo del campo.

Farnesio murmuró sinceramente:

— Se retrasan. ¿Dijo que era la Princesa Imperial Elizabeth?

— Así es. Aunque esperé que viniese ella directamente.

Nosotros dos, maestro y sirvienta, estábamos uno al lado del otro, mirando el
campamento del ejército humano al otro lado del llano.

El área de negociación donde la Princesa Imperial y yo jugamos GO esta


mañana había sido quemada completamente. La tienda quedó convertida en
escombros y estaba tendida en el centro del campo. El Príncipe de la Corona del
Imperio y los descendientes del Margrave probablemente estaban muertos bajo
esos restos. Aunque éramos incapaces de ver los cadáveres desde aquí, los
cuervos ocasionalmente descendían y desaparecían entre las ruinas. Dibujé en
mi mente la imagen de los cuerpos rasgando y comiéndose el área facial desnuda
del Príncipe de la Corona, cuyo rostro había sido desollado. La carne que fue
seriamente cortada y cocida hasta achicharrarse probablemente encajaba con
el gusto de los cuervos.

Nuestro discurso había terminado. Ahora era el turno de la Princesa Elizabeth


para dar el de ella. Debido al hecho de que aún no se había mostrado, los soldados
pasaban su tiempo molestando a los perros apareados.

De momentos, los soldados del ejército demoníaco abucheaban el retraso de


la representante del ejercito humano gritando “buu… sal de una vez, ¿qué estás
haciendo? ¿A caso ha huido porque tiene miedo…?”. A pesar de eso, la Princesa
Imperial seguía sin revelarse. Lado a lado, los canes apareándose, los cuervos
comiendo cadáveres, y los soldados que estaban aquí por motivos de guerra
parecían estar relajados.

— Farnesio, ¿crees en Dios?

— Los Dioses no ayudaron a esta damisela ni siquiera cuando su vida fue una
pena. Sea Dios o el Diablo, si no prestan ayuda a esta damisela, entonces, ¿por
qué habría de preocuparse? Esta damisela no tensa sus nervios por cosas
innecesarias.

Farnesio parecía ser así.

— ¿Qué hay de usted, Milord? ¿Cree en Dios?

— Por su puesto. Es difícil encontrar alguien que sea tan devoto como yo.

— Veo que su ridiculez hoy es amarga, Milord.

— Te veré luego que el discurso termine.

— ¿Por qué razón tiene que ver a esta damisela luego, Milord? Esta damisela
se encuentra ante sus ojos en este mismo instante. Observe la belleza de esta
damisela tanto como desee y hasta que se canse de hacerlo. Oh, ahora que esta
damisela lo piensa, ¿acaso usted no era un eunuco que era incapaz de “despertar”
cuando miraba a otra mujer además de Lady Lapis? Lord, esta damisela se
disculpa. Ella no ha considerado su impotencia. Debido a la ignorancia sobre la
situación de su mitad inferior, ella no puede ser tratada como su verdadero
sujeto leal.

— Esta mocosa…

Ella está bastante alegre porque terminó de dar su discurso.

Claro, en la posición de Farnesio, ella debería estar llena de júbilo. Incluso si


actuó luego de haberse convertido en mi marioneta, finalmente fue capaz de
soltar su nombre en el mundo. Probablemente ella quede registrada en la historia
como la revolucionaria del siglo. A diferencia de mí y de Lapis, quienes
perseguimos la autoridad absoluta, Farnesio busca la reputación, y este día era
su espléndido aniversario.

Parecida a una chica que está contenta por haber recibido un obsequio.

Esta chica conocida como Laura De Farnesio estaba sintiéndose


completamente complacida.

A pesar del hecho de que condujo a la humanidad a una masacre sin fin.

— El discurso de esta damisela fue perfecto –dijo Farnesio–. Para ser exactos,
sería correcto decir que fue una presentación lograda a través de la cooperación
entre usted y esta damisela, Milord. A partir de ahora, el continente será
dividido en dos rangos y el campo será cubierto con cadáveres y teñido de sangre.
A pesar de eso, ¿sigue preocupado por la mujer conocida como Elizabeth, Milord?
Honestamente hablando, esta damisela no tiene miedo.

—………

Miré el llano esparcido ante nosotros. No había necesidad de dar alguna


respuesta. Incluso si ella no estaba consciente ahora, muy pronto será capaz de
verlo por su cuenta, y lo comprenderá una vez que lo haya presenciado. Aunque
había amuchas personas en este mundo que eran incapaces de comprender algo
a pesar del haberlo visto con sus propios ojos, Farnesio era mi mayor estudiante.
Ella será capaz de comprenderlo muy bien, y sin ayuda de nadie.

El viento sopló por el campo. Woosh… Debido a la lluvia repentina que cayó
esta mañana, nuestra visión no llegaba muy lejos y éramos forzados a parpadear
en un área cercana. Todo estaba cerca. Las ásperas palmas de los oficiales no
encargados que golpeaban a los soldados estaban cercas; los jadeos de los perros
que estaban apareándose estaban cerca; y la banderas enemigas batiéndose
violentamente al otro lado del campo estaban cerca. Wooosh… El viento sopló por
un momento, y el campo que quedó en silencio luego de esas tonterías fue barrido.
Pude notar que algo se estaba acercando.

— Aquí está.

— ¿A quién se refiere, Milord?

— Mira bien. Esa es tu peor enemiga.

Farnesio inclinó su cabeza y se volvió hacia el lugar donde yo estaba mirando.


Fue en el instante en el volvió su mirada completamente. El discurso de Elizabeth
comenzó como si fuese una ráfaga de viento que soplaba desde el otro lado del
campo hasta llegar aquí.

- Soldados de diversas naciones, no se dejen engañar por los dulces susurros


del diablo.

Como si cientos de miles de soldados estuviesen siendo guiados por el viento,


su mirada fue hacia la chica. Éramos incapaces de ver a la Princesa Imperial,
pues se encontraba muy lejos, sin embargo, solo su voz se sentía infinitamente
cerca.

- Ellos son monstruos y demonios. ¿Acaso ustedes no han perdido a sus padres,
amigos y camaradas ante los viles colmillos de esos monstruos? Observen. Para
alguien que usa la piel de los humanos, esa chica se encuentra entre esos
monstruos. Me refiero a aquella que vive junto a los demonios como si fuese
parte de ellos. Ciertamente, ella es una más de ellos.

Saqué un telescopio portátil de mi abrigo y observé en la distancia. Mi visión


se movió entre los estandartes y las banderas. Como si aún fuese incapaz de ver
donde se encontraba la Princesa Imperial Elizabeth, estimé cuidadosamente su
ubicación guiándome por el sonido de su voz, la cual se sentía como si estuviese
siendo susurrada directamente en mi oído.

- El diablo habló. Ellos clamaron que hemos matado a nuestra propia gente.
¿Dónde pueden encontrar una mentira tan grande como esa? El diablo declaró
que ustedes están de su lado, y que ellos son sus aliados. ¿Dónde serían capaces
ustedes de encontrar una mentira tan colosal como esa?
- Esto es algo que todos deberían preguntarse. Hace 400 años, ¿quiénes
fueron los que arriesgaron sus vidas con el fin de proteger el continente? Hace
300 años, ¿quiénes fueron los que abandonaron sus vidas para proteger la
humanidad?

- Hace 250 años, ¿quiénes fueron los que oscilaron sus espadas debajo de los
muros blancos hasta que el último hombre quedara de pie? Hace 200 años,
¿quiénes fueron los que cargaron hacia los monstruos en las Llanuras de Ulm?

- Y en este día, con el fin de luchar contra cientos de miles de monstruos una
vez más, hay personas que ha dejado todo a un lado por su familia, por sus hijos
e hijas, y por los Dioses. ¡Esto es algo que deberían preguntarse! ¡¿Quiénes son
esas personas?

- Así es. Esas personas son ustedes.

- Hace 400, 300, 200 años atrás, incluso ahora mismo, los que entregan sus
vidas con el fin de proteger el continente son ustedes, ¡solamente ustedes!

Eso fue lo que declaró Elizabeth. Ella no desperdició ningún aliento. Pues no
hubo ruido innecesario, se sentía como si su voz fuese una melodía que se
estuviese intensificando lentamente. Los soldados humanos fueron absorbidos
por el tono y se encontraban mirando al frente, en un único punto. Con mi
telescopio, seguí sus miradas. Ella me estaba llamando.

- Oh, orgullosos oficiales y hombres de muchas naciones; los que siempre


fueron masacrados por esos monstruos fueron ustedes, las personas. Los lugares
donde esos monstruos siempre saqueaban eran los campos cultivados por ustedes,
las personas. Como a aquellos que esos monstruos siempre pisotearon fueron
nuestros padres y madres, cada vez que intentamos vivir pacíficamente, esos
monstruos destrozan cruelmente nuestras vidas.

- Ahora el diablo les habla a ustedes. Declaran que ellos nunca han amenazado
a las personas. Yo les pregunto, ¿eso es cierto?

Los alrededores quedaron en silencio.

La atmosfera que fue calentada por el dialogo dado por Farnesio ya se había
calmado. Las fuerzas enemigas que Farnesio había separado entre campesinos y
nobles una vez más fueron unificadas por Elizabeth, y la Princesa Imperial
comenzó a llamar a cada ejército que estaba reunido allí.
- Beocios. Recuerdo que hace 400 años, en las Llanuras Rocosas de Áulide,
ustedes protegieron desesperadamente una de las líneas defensivas de la
humanidad a costa de sus propias vidas, combatiendo contra treinta mil
monstruos durante más de tres días. El gran príncipe que los lideró, Peneleo,
descansa debajo de la colina junto a sus camaradas.

- Tribu de Minias. Recuerdo que hace 300 años, en la región de doves, Tisbe,
aunque un monstruo del inframundo estaba acercándose, ustedes fueron capaces
de proteger su ciudad con simplemente 400 hombres. Independientemente de la
autoridad de la ciudad, los aristócratas, ciudadanos y esclavos se unieron y
lucharon juntos. La humanidad nunca olvidará su lucha.

- ¡Gente de Aspledón, ¿quién podrá olvidar la batalla legendaria en la que todos


participaron hace 150 años?!

Al decir esa línea, un pequeño grupo celebró. La tribu conocida Aspledón había
dado su ferviente respuesta.

- ¡Hurra por Aspledón! ¡Hurra por Aspledón!

Fue a partir de ese momento. El nombramiento de Elizabeth ya no era una


simple llamada de participación, sino que era un eco masivo que sacudía a todo el
ejército humano. Cada vez que la Princesa Imperial llamaba a una tribu o ciudad,
los soldados que fueron desplegados de esos lugares sacudían sus banderas con
fiereza y celebraban.

- Locrianos. ¡La gente que vivió mientras cultivaba el agua del honorable Río
Cefiso! Recuerdo que hace 200 años, ustedes decapitaron a no menos de 2
dragones en Eubea. ¡Incluso las Diosas de los Cielos debieron haber quedado
conmovidas por su logro!

- ¡Lócrida! ¡Lócrida! ¡Lócrida!

Thud… Thud…

Los soldados de un único ejército comenzaron a golpear las bases de sus lanzas
contra el suelo. Todos gritaban mientras mantenían orgullo hacia su tierra.
Probablemente eso no les había sido ordenado, pero los tamborileros levantaron
sus baquetas y comenzaron a tocar fuertemente sus tambores, los cuales
estaban hechos de cuero. Bang… Bang… Mientras la tierra temblaba gracias a los
rugidos, el aire se sacudía con los tambores. Entre las sacudidas y los temblores,
la voz de Elizabeth fue liberada.

- ¡Gente de Abante! ¡Gente de Alfeo! Su gloriosa batalla aún está grabada en


cada muro de piedra de su fortaleza. Cuando yo tenía seis años de edad, mientras
acariciaba mi mano infinitamente joven sobre los nombres tallados en esos muros,
tomé una decisión: juré que recordaría los nombres de los hombres valientes que
estaban escritos en esos muros, lo haría por siempre. Por eso, nombraré a sus
ancestros: Adrasto, Menesteo, Elefénor, Estira, Opus, Escarfia, Augías, Tarfe…

Ella realmente había memorizado todos los nombres y los fue pronunciando
uno a uno. Su voz lentamente se hacía cada vez más fuerte. El temblor y la
sacudida de los soldados seguían a la voz y se elevaban abruptamente.

Una vez que el número de nombres que dijo alcanzó los 20, los soldados
celebraron. Una vez el número ascendió a 30, los soldados lanzaron sus
sombreros. Y una vez que el número de nombres que pronunciaba finalmente
superó los 50, todo el ejército humano se volvió uno y gritó fuertemente.

Ahh.

- ¡Oh, humanidad!

Oh, hermosa Elizabeth.

Una pieza a la vez, unificaste a la humanidad que yo había hecho pedacitos. Si


mi discurso fue afilado y pudo cortarlos, entonces tú aplicaste pegamento a cada
lado roto y gentilmente los fuiste uniendo. Aunque he incitado su ira y odio,
Elizabeth los lideraba usando el orgullo de sus tierras y con la ilusión de que la
humanidad era una.

Nadie quería llamarse a sí mismos campesinos. Sin importar quien fuese, la


gente quería creer que solo eran humanos. Antes de ser tratados como
campesinos, ellos querían que los tratasen como humanos. Antes de discutir la
jerarquía, ellos preferían sus hogares, y antes de saltar a la división, ellos
amaban la armonía.

Elizabeth sabía eso.

Ella conocía el hecho de que el amor podía ser instigado tan fácilmente como
el odio.
- Todos ustedes, quienes fueron llamados por miles de nombres en el ayer,
están aquí hoy como Habsburgo, Francia, Bretaña, Batavia, Teutón, Castilla,
Cerdeña, Anatolia, Moscú, Kalmar, y Bernicia. Sin embargo, sabemos algo.
Sabemos que originalmente éramos uno.

- A veces, la humanidad se desunía. A veces, la humanidad se despreciaba. Sin


embargo, independientemente de todo eso, éramos uno. Cada vez que esos
monstruos asaltaban nuestras amadas tierras y masacraban a nuestras familias
y camaradas, siempre nos uníamos y luchábamos juntos.

- El odio y el desprecio no eran capaces de detenernos. Incluso los fuertes


incisivos de los monstruos eran incapaces de separarnos. Así era, y simplemente
porque éramos humanos. Es porque nacimos como humanos, y hasta nuestros
últimos días, estaremos más que agradecidos de desear morir como humanos.

- Ya que nuestra lucha no era hacia la humanidad.

- Nuestra lucha era simplemente por el bien de la humanidad.

Finalmente, mi telescopio descubrió a Elizabeth. Era como si la Princesa


Imperial de cabello plateado estuviese mirando en esta dirección desde el
principio, ya que se sentía que nuestros ojos se encontraban a través de esta
vasta distancia.

Elizabeth desenvainó su espada y la levantó. Era una espada plateada. Un único


rayo de luz hizo su camino a través de la brecha entre las oscuras nubes e hizo
que el arma de la Princesa Imperial emitiera un brillo plateado. Cada vez que
Elizabeth gritaba, los soldados respondían con un: “Es cierto”.

- Hoy, en este día, la humanidad nuevamente ha alcanzado un momento donde


todos se han convertido en un único grupo. Más que antes, esos monstruos son
más fuertes y más malicioso. Ellos saben que solo pueden ganar si estamos
divididos. Todos debieron haber escuchado sus falsos susurros. Pero ¿cómo se
puede olvidar el hecho de que la humanidad siempre ha sido una?

- ¡Es cierto! ¡Es cierto!

- Por cientos de años, esos monstruos colocaron considerables esfuerzos para


separarnos. ¡Pero recordamos el hecho de que la humanidad siempre ha sido una!

- ¡Es cierto! ¡Es cierto!


- Hoy, ellos nuevamente están tratando de separarnos. ¡Sin embargo, sabemos
que, en este día, la humanidad es una sola! ¡Como nuestros ancestros lo hicieron
antes, como nosotros lo estamos haciendo hoy, y como nuestros descendientes
lo harán el día de mañana, los humanos seguirán existiendo como una única
humanidad!

- ¡Es cierto! ¡Es cierto!

Elizabeth colocó su espada contra su mano y se cortó la palma. Los vendajes


se rompieron y sangre color carmesí comenzó a fluir. Ella apretó el puño y gritó:

- Yo, Elizabeth von Habsburgo, por la presente declaro: que siempre me


mantendré en las líneas delanteras a través de la guerra defensiva, la cual se
desarrollará a partir de hoy. Cada vez que deseen arrodillarse ante la crueldad
de esos monstruos, yo estaré justo detrás de ustedes apoyando sus espaldas.
Cada vez que estén mirando al frente en desesperación, debido a la crueldad de
los monstruos esos, yo estaré de pie allí.

Elizabeth abrió su puño. La sangre que estaba reunida en su palma se esparció


al instante y voló por el aire. Como si trataran de reponer cada gota de sangre
caída, los soldados gritaron. Finalmente, ignorando sus hogares, sus rugidos se
mezclaron caóticamente y no pudieron entenderse más.
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DUNGEON DEFENSE 4
- Hoy, algunos morirán y otros sobrevivirán. Aquí, en este lugar, la sangre de
la humanidad será ingerida avaramente por las Llanuras de Bruno. ¡Que así sea.
Dejen que este lugar tome tanta sangre como desee! ¡Si nuestra sed es saciada
al hacer eso, entonces que así sea. Ya que hoy será el cruel carnaval de la
humanidad.

- ¡Hombres y oficiales de varias naciones! ¡Personas, descendientes de sus


orgullosos ancestros! ¡A mi lado, ustedes les probarán a esos viles monstruos una
vez más que seguimos siendo humanos, ¿ah?!

- ¡Si!

- ¡¿Han terminado de fortalecer su determinación de permanecer en la


historia de la sangre una vez más?!

- ¡Sí!

El horizonte fue sacudido por los rugidos. Las banderas eran ondeadas. Los
tamborileros continuaban golpeando el cuero enérgicamente. Como un trueno que
no tiene ritmo ni tiempo, el ruedo hecho por ejército humano de cientos de miles
de soldados sacudió la tierra y también el cielo.

- ¡Por la guerra!

- ¡Por la guerra!

Poco después, los soldados cantaron “por la guerra” tres o cuatro veces más.
Elizabeth fue capaz de lavar el veneno conocido como lucha de clases, el cual
propagué a través de su ejército. Al final, parecía que algo como el
derrumbamiento de su espíritu de batalla hoy no sucedería. Esplendido.
Ciertamente, eso era digno de la chica a la que yo había reconocido como la
formidable enemiga de toda mi vida.

—……………

Farnesio estaba en silencio a mi lado. La placentera y frívola atmosfera que


ella obtuvo inmediatamente después de terminar su discurso había desaparecido
sin dejar rastro. Ahora simplemente se encontraba mirando duramente la imagen
del ejército humano celebrando. Recuerdo haber escuchado en algún lugar que
la temperatura de la mirada de uno era la misma de su corazón. Si ese era el
caso, entonces, al final, el corazón de Farnesio probablemente era tan helado
como el invierno. En eso le acaricié la cabeza.

— ¿Qué sucede? ¿Aún no estás preocupada?

—…durante dos meses, esta damisela había preparado el discurso de hoy. Si


incluye el tiempo que Lady Lapis invirtió para enseñarme, entonces el tiempo no
es menor a un año. Ese discurso, esta damisela, y su ataque, Milord.

— Ya veo.

Asentí.

La Princesa Imperial derrumbando nuestro golpe en solo 10 minutos.


Probablemente ella pensó en las contramedidas después de escuchar nuestro
discurso. Ella planificó un discurso en su cabeza sin ningún tipo de preparación
anterior.

— Farnesio, la chica a la que tú y yo debemos enfrentar desde ahora, es así:


un monstruo. Si somos incapaces de quitarle la vida, entonces, ella nos quitará la
nuestra a cambio. Como resultado, el héroe que dejará su nombre grabado en la
historia será ella. A lo mejor, la chica conocida como Farnesio sea recordada
como una general derrotada y una revolucionara fracasada.

Sin emoción en su rostro, Farnesio se mordió el labio inferior.

—…Elizabeth. Elizabeth Atanaxia Evatriae von Habsgurgo.

Farnesio pronunció, detalladamente, el nombre de la mujer que se convertiría


en su peor enemiga. Su voz sonó sanguinaria. Parecía a la forma en la que lo había
pronunciado, era como si tratase de cortar con detalle el cuerpo de la Princesa
Imperial.

— No puedo perdonarla. Quien se convertirá en la dueña de esta era no es


otra más que esta damisela. Por ese único propósito, esta damisela se convirtió
en su vasalla, Milord. ¿Cómo es posible que esta damisela deje tranquila a ese
tipo de chica cuando está tratando de obstruirle las ambiciones?

— Hmm.
Me sentía complacido por el instinto asesino de esta chica. Es cierto. Quería
ese tipo de reacción. Como quería ese tipo de respuesta, deseché a los demás
héroes del futuro y elegí a Laura De Farnesio.

Sin importar cuan radiante fuese la oposición, yo necesitaba esa arrogancia


que pudiese considerar algo como una interferencia solo por la única razón de
que esa irradiación estaba bloqueándole el camino.

Una crueldad que no vacilaba en lo más mínimo cuando estaba ante el


pretencioso pretexto de proteger a la humanidad, una personalidad que era
capaz de asesinar las cosas que debían ser acabadas en silencio, y si la oposición
no podía ser exterminada, entonces alguien que pudiese hacerlo por matar lo que
sea era posible.

Como Farnesio era una chica cruel y arrogante, la Princesa Imperial, Elizabeth,
no era nada más que una invitada no-grata que estaba interfiriendo con su
pacífico y entretenido tiempo. Farnesio era una psicópata. Por eso es que la elegí
a ella por encima de los demás…

Había mucha gente que podría decir que era solitario cuando el viento soplaba.
Había numerosas personas que se irían tras decir que tienen que ir a algún lugar
cada vez que el viento sopla. Sin embargo, niña, que eres tan adorable como mi
hermanita, ya que el viento ha soplado, tu y yo somos personas que exigimos que
las banderas sean izadas. Incluso si Elizabeth fuese una tormenta parecida a una
calamidad, para nosotros, eso no era más que una señal para levantar nuestros
estandartes.

— Milord.

Farnesio me miró. Un débil tono de odio podía verse en las pupilas de esta niña
que raramente mostraba emociones. Casi se sentía como si ella fuese una chica
cuyo campo de juego fue invadido y estaba molestando a su padre por ello.

— Esta damisela matará a esa mujer. Por favor, permítale hacer eso.

— Aun no.

Sacudí mi cabeza. Farnesio frunció el ceño.

— ¿Por qué no? ¿Acaso usted no sacó a esta damisela del mercado esclavista
con el fin de matar a esta cualquiera? Usted tenía razón. Esta damisela lo
comprende todo muy bien ahora. Ya es capaz de entender que una mujer como
esa no puede ser asesinada por cualquiera. Sin embargo, si se trata de esta
damisela, entonces si podría ser capaz de darle muerte.

— Se paciente. El tiempo aun no llega.

Lentamente persuadí a mi mejor alumna. Aunque las cortinas del show se


habían levantado y la obra teatral había empezado, aún quedaban muchas crisis
por superar. Con el fin de matar a Macbeth, uno debe llegar primero al cuarto
acto.

— Aunque tomar la vida de un único individuo es una tarea pequeña, es algo


que debo hacer personalmente. Hay miles de humanos que debemos matar,
decenas de miles. ¿Cómo esperas acabar con Elizabeth cuando se encuentra
rodeada de tanta gente a la que debemos matar?

— Sus palabras son demasiado ambiguas, Milord. Por favor, explíquele el


verdadero significado a esta damisela.

— Estoy diciendo que es difícil enfrentar al oponente al frente mientras se


deja a un lado al enemigo que está en la retaguardia –sonreí–. Tenemos una
alianza con la Facción de las Llanuras de Barbatos, pero esa relación está
estrictamente limitada a una donde simplemente usamos al otro. Solo porque el
beneficio es firme, no significa que incluso la confianza lo sea. Más que eso, la
cabeza que está liderando la facción más grande en el continente demoniaco, la
Facción Montañosa, es Paimon. Esa tipa es hostil hacia nosotros.

Farnesio entrecerró los ojos.

— Esta damisela lo entiende. Parece que primero debemos deshacernos de las


cosas problemáticas que hay en la retaguardia. Ya que probablemente tengamos
un dolor de estómago si nos llenamos de codicia, sería mejor destrozar todo un
bocado a la vez.

— Bingo. Así es como un león caza a un ciervo.

Tiré ligeramente de la mejilla de Farnesio. Ese era un contacto físico que


contenía el significado del elogio. Aunque Farnesio odiaba eso y gruñía.

— Uuhh. ¿Por quién planea ir primero?

— Paimon.
Respondí de inmediato.

Al fin y al cabo, Paimon y yo teníamos una relación asquerosa. Desde un


principio, cuando yo apunté por la cura de la enfermedad y logré acumular una
gran riqueza, Paimon se mantuvo vigilándome. Quizá debería decir que ella me
vigilaba en exceso. Ella tenía mucha hostilidad acumulada para con un peligroso
hijo de puta como yo, después de todo. Hasta este día, no puedo recordar haber
dejado ir a una sola persona que se haya atrevido a entorpecer mi vida.

Afortunadamente, el obsequio que la Princesa Imperial Elizabeth me había


dado descansaba en el bolsillo de mi abrigo. Un reloj de bolsillo. Un Artefacto
Memory Play. Dicho objeto contenía la escena donde yo había quemado un
mercado esclavista con el fin de buscar a Farnesio.

Originalmente, Humbaba fue quien grabó todo con este objeto, y ella se lo
vendió a Paimon. Dicho artilugio se encontraba en manos de la Princesa Imperial
Elizabeth. Lo que significaba que pasó de Humbaba a Paimon, y de Paimon a
Elizabeth. ¿Eso que significaba…?

La respuesta era muy simple.

— Paimon vendió información sobre mí al Imperio.

—………………

— Ella probablemente le informó al Imperio que yo fui el verdadero culpable


detrás de esta guerra secreta. Ella transmitió mi información personal mientras
la poseía. Más que eso, de todas las personas, tuvo que ser a la Princesa
Elizabeth… Una traidora deshonesta.

Sonreí ligeramente.

— ¿A ella la llamaban la puta que vendería su cuerpo a los traficantes? Las


palabras de Barbatos eran correctas. Con el fin de detenerme, Paimon, esa mujer,
no solo vendió su cuerpo sino también su alma. Ahora es su turno de pagar un
drástico precio.

Sin duda alguna, he hecho lo que he podido. Paimon, incluso si tu lado era el
que atacó primero, te trate con cortesía. Sin embargo, no solo interferiste en lo
único que hice, sino que tu acto de traición ha sido revelado también. Has cruzado
los límites.
Antes, ya que el área detrás de nosotros estaba un poco ruidosa, bajé de la
cima. Descubrí que Paimon y Barbatos estaban discutiendo. No tenía idea de lo
que estaba sucediendo, pero Paimon me señaló y declaró: “ese hombre a partir
de ahora me pertenece”. Debido a eso, hubo una pequeña conmoción…

Paimon probablemente comprendió que su traición había sido revelada. No


estoy seguro de cómo lo logró, pero es bien sabido que ella posee una sofocante
red de información. Ella sabía que estaba en peligro ya que sus acciones fueron
reveladas. Por esa razón ella sintió la necesidad de tratar de ganar puntos
conmigo al decir: “únete a mi facción”.

Que gracioso.

Es demasiado tarde, Paimon.

Si estabas asustada de que tu traición fuese descubierta, entonces no debiste


haberla cometido en primer lugar. Si ya llevaste a cabo tu acto traidor, entonces
debiste haber hecho todo lo posible para no permitirme descubrirlo hasta el
final. Si fueses la primera, entonces habrías sido una persona amable; y si fueses
la última, entonces habrías sido sensible. Sin embargo, no fuiste ninguna de las
dos. Fuiste hostil e idiota. No soy tan tonto como para dejar ir una presa así…

Farnesio habló en voz baja:

— Milord, esta damisela es su espada. Ella solo será oscilada en los lugares
que usted ordene. Sin embargo, ¿eso está bien? Hay enemigos al frente y una
traidora en nuestra retaguardia. Aunque la gente dice que uno debe castigar al
traidor antes de enfrentar al enemigo, parecido a ese razonamiento, una lógica
donde uno debe enfrentar a las fuerzas enemigas antes de castigar al traidor,
también está establecida. Esta es una situación formidable.

Asentí con mi cabeza. Ese era un muy buen punto. De hecho, fue bastante
valioso que Lapis y yo invirtiéramos nuestro tiempo en enseñar personalmente a
esta niña. Dicen que un gorrión cerca de un grupo puede cantar la premisa, ese
parece ser el caso.

— Está bien. Tengo algo en mente con respecto a eso. ¿No estamos
actualmente como aliados de Barbatos? Incluso para ella, Paimon en una rival
político muy fastidiosa. Si damos motivos para purgar a Paimon, Barbatos
obviamente se abalanzará sin emitir queja alguna.
— Mm, es cierto.

— Lapis ya debe haber comenzado a mover lentamente la pieza de ajedrez


necesaria por ahora… De cualquier forma, Farnesio, hasta que nos encarguemos
del traidor, no te enfrentes a Elizabeth sin pensarlo. Incluso si te encuentras
con ella por casualidad en las líneas delanteras, evítala de manera pacífica. ¿Me
entiendes? Absolutamente, no luches con ella. Esta es una orden absoluta.

—…………

— ¿Oh? Miren. Veo que no hay respuesta. ¿Ya vas a comenzar a desobedecer
mis órdenes solo porque diste muy bien tu discurso? Si se te ha dado una orden,
entonces deberías reconocerla. ¿Por qué estás tan arrogante?

—…lo entiendo, Milord. Lo escuché muy bien.

Farnesio replicó. Parecía que ella quería matar considerablemente a la


Princesa Imperial Elizabeth. Yo no podía evitar reírme. Que niña tan linda.

Claro, no era algo que yo no fuese capaz de entender. Antes de caer en este
mundo, consideré a mi padre como mi archienemigo y muchas veces deseé poder
tomar su vida. Con mis dedos índice y pulgar, agarré la mejilla de Farnesio y tiré
de ella.

— Shhh, esta cosa repulsiva. Vivo por ti, solo por ti.

—……ugh, ugh.

Farnesio torció sus brazos.

— Suélteme, Milord. Generalmente, usted toca el cuerpo de esta damisela sin


pensarlo mucho. Por favor, compórtese un poco cuando interactúe con una dama.

— Puedes hablar sobre ser una dama una vez que te hayas convertido en una.
Al final, consideraré cambiar mi actitud hacia ti una vez que te crezcan los
pechos.

— Si va a objetar sobre pechos, entonces no hay mucha diferencia entre Lady


Lapis y esta dama, ¿o sí?

— Lapis es una excepción.

Rechacé su argumento de buena forma.


— Independientemente de la situación, Lapis tiene la autoridad de adquirir
una excepción especial. Si tienes alguna queja, entonces ve y vuélvete tan
hermosa e inteligente como Lapis, trozo de chicle. Claro, incluso si pasan cien
años, probablemente te sea imposible lograr tal cosa.

— Usted realmente favorece a Lady Lapis…

— ¿Acaso no es obvio cuando ella es la única persona que tiene el mismo


corazón que yo?

Lapis es mi amor.

Lapis es mi sol.

Sin importar lo que los demás digan, esta es una verdad evidente que estaba
tan clara como las leyes de la física.

Así, nosotros, lord y vasalla, bajamos de la roca mientras nos burlábamos uno
del otro. En la base de la estructura, incluyendo a Barbatos, Paimon y los otros
30 Lores Demonio que eran comandantes de un cuerpo militar; había cerca de 30
Lores Demonio esperándonos. Ya que el discurso de nuestro lado y el del lado del
enemigo habían terminado, lo único que realmente quedaba era la guerra.

Entre ellos, Barbatos estaba apoyada en una silla y sacudiendo su mano.

— Oye, autoproclamado Señor Genio. Buen trabajo.

— Todo lo que he hecho es llevar a cabo la tarea sagrada.

Hice una reverencia. Aunque en privado, Barbatos y yo éramos amigos sexuales


que se hablaban informalmente, actualmente estábamos en presencia de otros.
Más que eso, estábamos dentro de una armada donde la regulación de órdenes y
la disciplina eran cosas severas. Era obvio que yo, quien era el rango 71, le hablara
formalmente a Barbatos, quien era la rango 8.

Eso estaba bien. Algo como nuestra relación despedazándose solo porque le
hablara formalmente era algo que no pasaría. No era simplemente porque
teníamos una relación amistosa en privado, sino porque Barbatos y yo éramos
aliados políticamente. Hasta ahora lo hemos sido, y probablemente lo seguiremos
siendo por un buen tiempo. Hasta que hayamos derrotado a nuestros enemigos,
Lord Demonio Paimon, nuestra confianza era firme. Estaba bien estar seguro de
ello.
— Tarea sagrada. ¿Tarea sagrada, dices…?

Barbatos sonrió y cruzó sus piernas blancas.

— Es cierto. Te dimos una tarea sagrada, ¿no? Dantalian, te pasamos a ti, el


mocoso que aún estaba estancado en el fondo de los rangos de los Lores Demonio,
el derecho de dar el discurso de apertura de la Armada Creciente que se había
unido por primera vez en no menos de 200 años. No a otro. Te lo entregamos a
ti, considerando las contribuciones que hiciste a nuestro ejército durante esta
guerra.

—…………

Dejé de caminar.

Barbatos era “todo sonrisas” como siempre. Sin embargo, la atmosfera


emanada de los Lores Demonio pertenecientes a la Facción de las Llanuras,
quienes estaban alrededor de ella, era amenazadora. Por instinto hice que
Farnesio quedara detrás de mí.

El aire se sentía amenazador.

Para ser exactos, los ojos de Barbatos lo eran.

Una ira que incluso la risa no podía ocultar estaba colgada en sus ojos.

— ¿Eh? ¿Por qué la estas ocultando? Veamos su rostro. Le diste el derecho


del discurso que se te dio específicamente a ti, ¿no? Lo hiciste por tu propia
discreción, sin siquiera consultarnos. Quiero ver cuán grandiosa es esta niña que
fue capaz de hacer que nuestro Señor Dantalian le entregase sus vísceras y
órganos.

—…Lady Barbatos.

— Su Excelencia Barbatos –dijo fríamente–. Añade “Su Excelencia”, imbécil.

Las pupilas de Barbatos eran frías. No pude encontrar ni una pizca de atención
hacia mí en su mirada. La temperatura de los ojos de una persona era la misma
de su corazón, ¿no? Si esas palabras eran ciertas, entonces, probablemente, este
era el verdadero temperamento de Barbatos.
— Soy una de las comandantes militares que lidera a la Armada Creciente de
cien mil soldados. ¿Qué? ¿Me menospreciaste solo porque dormí contigo todo el
tiempo?

—………

— ¿Creíste que podías hacer lo que se te viniese en gana solo porque salvaste
mis tropas cuando estuvieron en peligro una vez? Oh, querido Dantalian. Hiciste
un buen trabajo enviando a una niña humana como la representante de nosotros
los demonios. ¿Creíste que te daría ese tipo de elogio?

La sonrisa de Barbatos se tornó densa.

— Abre bien los oídos y escucha bien, Dantalian, pues enumeraré todos los
crímenes que cometiste gracias a ese único discursito tuyo. Primero, ya que
pusiste al frente a una chica, quien aún carece de experiencia, como nuestra
sustituta, eso se considera como una traición racial.

Barbatos levantó su dedo medio, el de su mano izquierda.

— Ya que tuviste las agallas de destrozar nuestra disciplina cuando teníamos


la guerra encima, eso se considera insubordinación estando en la presencia del
enemigo. Ya que no fuiste el único que la cagó, sino que trabajaste junto a las
brujas, a quienes señalaste como tus guardias reales, para preparar el discurso,
eso se considera motín grupal.

Luego, levantó el dedo anular de su mano izquierda y junto a ese, el dedo medio
de su mano derecha también.

— Ya que el Lord Demonio, quien está en el asiento más bajo del ejército, se
atrevió a cometer informalmente lesa majestad en el campo de batalla donde los
12 dioses sagrados nos observarán, entonces tus actos se considerarían
blasfemia. Wow, Dantalian. Mira esto. ¿Cuántas cosas? Incluso si solo cuentas el
número de lesas majestades, entonces hay 4. Incluso si te degollamos,
tendríamos que hacerlo 4 veces. Esa es una sensación de mierda, ¿no?

— Su Excelencia Barbatos.

— Si, lo sé. El hecho de que ves esta milicia como un campo de juegos donde
puedes hacer ridiculeces cada vez que quieres. Ya que te consentí todo el tiempo,
ahora nada me ilumina la vista. Sin embargo, maldito, la vida no es tan fácil.
No me fue dada ni una sola oportunidad para dar una excusa.

Barbatos sonó su dedo.

— Agarren a ese bastardo.

Y la sombra se movió.

Fue igual a la boca de una bestia.

Un líquido netamente negro salió disparado de la sombra de Barbatos, la masa


negra luego mostró sus colmillos y corrió hacia mí. Todos y cada uno de sus
numerosos incisivos eran tan densos como el antebrazo de una persona. Gyaaaak…
el aire gritó como si lo hubiesen rasgado. Fue algo instantáneo. La bestia de
sombras creció masivamente como un tsunami y se sentía como si pronto me
fuese a tragar.

— ¡¿……?!

Me preguntaba si mi cerebro había percibido que me encontraba en peligro.


Mis alrededores comenzaron a moverse a una velocidad claramente más lenta de
lo normal. A algún lugar. Tenía que moverme hacia algún lugar y evitarlo. Incluso
si no estaba seguro de qué tipo de líquido estaba hecho ese tsunami negro, era
evidente que no era algo tan adorable como el H2O.

Arriba, abajo, izquierda, derecha. Mis ojos buscaron un lugar donde la sombra
tuviese una ligera cantidad de masa menos. Fue en el momento en el que estuve
a punto de escapar a mi derecha que terminé comprendiendo un hecho tan simple.

Farnesio.

Farnesio estaba detrás de mí.

Si me movía, entonces la sombra rápidamente se la tragaría.

Mi cabeza se calentó e intentó distinguir mis prioridades. Mi seguridad o la


seguridad de Farnesio. Mi conciencia determinó cual tenía mayor prioridad.

Abandónala.
Eso fue lo que anunció un rinconcito de mi mente. Yo era más importante que
Farnesio. No había ningún valor en pararse a considerar eso. Sin embargo, un
juicio más complejo y mejor elaborado lo refutó un paso después.

Haz lo contrario. Protege a Farnesio y cúbrela.

Tonterías.

No existe forma de que Barbatos me mate abruptamente. No tiene méritos


hacerlo. Como mucho, lo que hará es herirme. Pero Farnesio es distinta. En la
posición de Barbatos, no importa si ella la mata tanto como quiere o no. por eso,
Farnesio morirá si te mueves de tu lugar.

¿Y?

Y.

Y Farnesio es la hija de Lapis y mía.

—………

Fin del juicio.

No hubo más argumentos. En ese punto, mi consciencia terminó de realizar sus


cálculos.

Dejé de realizar el movimiento que estaba a punto de hacer. El cual era


moverme a la derecha. Como mi comprensión fue un poco tardía, mi cuerpo se
movió tan rápido como se retrasó. Me volví y abracé a Farnesio. Ya que la abracé
con todo mi cuerpo, apenas fui capaz de cubrirla por completo. La pequeña
Farnesio se encogió dentro de mi abrazo.

— Mil…

Incluso antes de poder terminar de decir “Milord”.

Pude sentir la sombra de la bestia abalanzarse sobre nosotros en el aire. Con


el aliento que Farnesio soltó como el último movimiento, nuestros alrededores
volvieron a su ritmo normal. Ahora el método de evitar el ataque se había ido.

No se podía evitar. Cada vez que el peligro se acercaba, yo era alguien que
actuaba de acuerdo a las prioridades. Había sido así desde muy joven.
¿Qué puedo hacer? Solo puedo esperar que Barbatos no me la ponga tan difícil.
Abracé a Farnesio con más fuerza y cerré mis ojos.

En ese instante, algo parecido a una brisa rozó mi mejilla.

Parecía como si la sombra de la bestia que estaba a punto de cubrirnos se


había detenido en alguna parte en medio del aire. Después de eso no hubo más
señales de algo acercándosenos. Cuando levanté cuidadosamente mi mirada, pude
ver 7 mantos negros batiéndose ante mí.

7 sombreros de cono.

7 bastones.

— Jajajaja.

Mis guardias reales.

Las Hermanas Barbere.

— No pueden hacer eso, no, no, no. No pueden. Sería muy problemático para
nosotras si nuestro único maestro resultase heriiidooo.

El grupo de brujas, el cual tenía a Humbaba como líder, estaba levantando sus
bastones y sacudiendo los mantos negros que yo les había dado.

La bestia de sombra fue bloqueada por los bastones y no pudo acercarse más.
Simplemente estaba retorciéndose espeluznantemente y se encontraba
haciendo todo lo posible por encontrar otro camino por aquí y por allá. Cada vez
que lo hacía, las brujas ligeramente cambiaban la dirección de sus bastones y
obstruían el paso de la bestia.

Grrruggg, grikkkk –un gruñido frustrado fluyó de las fauces de la bestia. Sin
ser intimidada por ello, Humbaba rió.

— ¿Qué es esto? ¿Un demonio de Agilis? ¿Jajaja? Este realmente es un


familiar antiguo. Creo que han pasado unos 300 años desde que vi uno por última
vez. ¿Debería decir que ciertamente fue por usted, Su Alteza Barbatos? No solo
es de mucha categoría para las humildes nosotras, sino que incluso las larvas del
familiar también son extraordinarias, por lo que el respeto se forma
naturalmente en la gente de baja categoría como nosotras.

—…………
Barbatos frunció el ceño.

— Estas chicas. ¿Cómo se atreven a desconocer su lugar y…?

— Sii, interferimos mientras desconocíamos nuestro lugar. Nos disculpamos.


Aunque nosotras somos lo más bajo que puede existir, tenemos una enfermedad
fatal donde moriremos si somos incapaces de proteger a Su Alteza Dantalian.
Por naturaleza, esta es una enfermedad incurable de mierda, pero ¿ya no éramos
tan infames como para ser similares a la mierda? Esperamos que una existencia
mayor, como lo es Su Alteza, sea capaz de comprenderlo magnánimamente.

Humbaba rió. Al hacer eso, las demás brujas también se rieron.

Como la confrontación duró mucho, más brujas afiliadas a mi ejército


comenzaron a reunirse lentamente. Antes de saberlo, mi Guardia Real de 20
brujas estaba rodeándome sin dejar ni un solo espacio libre.

— Ah, referencialmente, aunque los jóvenes de estos días se encuentran


completamente en la oscuridad, nosotros las inferiores sabemos cómo posicionar
cosas como esta, ¿sabe? Aunque no podemos erradicarlo de inmediato, sooolo
esperamos pacientemente debido a nuestro respeto hacia Su Alteza.

Grrrrrk –la bestia de sombra gruñó. Un poco de ese líquido negro estaba
cayendo en el suelo.

La bestia se había encogido hasta ser incapaz de moverse una pulgada y


temblaba como si le preguntara a su maestra qué debería hacer.

— Tsk.

Barbatos chasqueó su lengua. Al sonar sus dedos, la bestia se desplomó al


instante. El líquido negro se filtró en la tierra y desapareció así como si nada.

— Dejé esas cosas, las cuales debí haber matado antes, vivas porque la vista
de ellas arrastrándose era muy lamentable... Es impresionante, Dantalian.
Seriamente impresionante. En serio, cuando enloqueces parece que, como grupo,
también pierdes la cabeza.

Barbatos escupió el piso.

— ¿Cómo es que tu dulces palabritas hicieron que esas mierdas de almas


descompuestas fuesen capaces de ser tan dóciles como mascotas? Tu prometida
es una mestiza, tu general interino es una puta humana, y tus guardias reales son
unas brujas, ¿no? Viendo las medallas pegadas en sus cabezas deja claro que son
Cuadrífilas también, ¿no? Wow. Tienes todo tipo de diversiones. ¿Tienes alguna
idea de cuantas veces estas putas tuvieron que moverles el culo a los Lores
Demonio con el fin de obtener una Cuadrifila? COOOÑOOO. Oye, los culos de
esas putas están tan abiertos que puedo escucharlos moverse de los flojos que
están.

Humbaba asintió de forma aprobatoria.

— Jaja. Las graciosas palabras de Su Majestad son bastante ciertas, maestro.


En realidad, estamos tristes de que quedáramos de segundas en el continente
demoniaco solo por tener los traseros flojos. Sin embargo, ¡no se preocupe!
Juramos que, a partir de este año, y hasta el día de nuestras muertes, solo le
menearemos nuestros culos a usted y nada más que a usted, maestro. Eso es algo
de lo que sentirse ligeramente conmovido.

Barbatos apretó los dientes.

— Malparidas brujas. Algunas de esas putas son jodidamente pervertidas, no


reciben daño incluso si se los juras…

Hm.

Eso era algo que yo aprobaba fuertemente

Suspiré y le dije a Humbaba.

— Gracias. Parece que estoy en deuda contigo.

— Jajaja, ¿qué tipo de deuda se supone que sea? Las Guardias Reales son algo
que usted ha apuntado con el fin de usarlas en momentos como este. Pero, si
usted realmente se siente muy agradecido con nosotras, entonces confiéranos
su gracia real más tarde.

Estas chicas no cambiaban, ni siquiera en una situación como esta.

…ahora bien, fui capaz de pasar la crisis inmediata por ahora. ¿Qué debería
hacer a partir de aquí? Primero, era necesario descubrir por qué Barbatos se
comportaba de forma tan agresiva.
Los cuervos volaban alrededor y luego se posaron encima de los sombreros y
bastones de las brujas. Las aves gritaron. Como las brujas eran campesinas y no
se atrevían a quejarse ante Barbatos, se sentía como si los cuervos estuviesen
rebelándose en sus lugares. Más que eso, las brujas, cuyos cuerpos estaba
cubiertos completamente por los mantos negros, parecían como si fuesen una en
cuerpo y alma con las aves. Encima de los sombreros de cono y los cuervos,
Barbatos gritó con fuerza.

— ¡Oye, Dantalian! ¿Realmente me vas a hacer eso? ¿Eh? ¿Vamos a jodernos


a bofetadas y luego terminar así? ¡Solo cuenta los crímenes que has cometido,
coño, traición racial, insubordinación ante el enemigo, motín grupal, e incluso
herejía! Nadie puede quejarse si te corto la cabeza y me pongo a ver el color de
tus vísceras en este momento. Ofrécenos esa chica humana y termina
obedientemente mientras aun te lo pido de buena manera.

—………………

¿Qué es esto?

Comprendo por qué Barbatos se estaba comportando más ruda de lo necesario.


Por hacer que Farnesio cargase excesivamente con la responsabilidad, Barbatos
quería disminuir la cantidad total de culpa que estaba cerca de mí. Desde su
perspectiva, ella estaba haciendo eso por mi bien. Esa era la forma personal de
mostrar consideración, por eso habló.

Sin embargo.

— Mil disculpas, Su Excelencia Barbatos.

Bajé mi cabeza.

Aprecio tu sentimiento, pero tengo que rehusarme.

— Incluso si esta chica es una parte de la raza humana, sigue siendo una
persona que he decidido criar y, además, es una vasalla de la que soy responsable.
Como fui quien la convirtió en mi general interina, también fui yo quien la envió a
dar ese discurso. Si la General Farnesio cometió un error, entonces ese fallo es
mío; y si hay algo de lo que la General Farnesio deba responsabilizarse, entonces
es un peso que solo yo debo cargar.

— Milord…
Farnesio, quien estaba siendo sostenida en mis brazos, me miraba fijamente.
Me preguntaba si estaba preocupada. Yo también fui tomado por sorpresa, por
lo que casi resoplo audiblemente.

Mi padre y yo fuimos distintos.

Yo no cargaba a la gente si yo era incapaz de responsabilizarme de ellos desde


el comienzo, y si las tomaba, entonces me aseguraría de soportar la carga hasta
el final.

Claro, si tomaba toda la culpa en lugar de Farnesio, entonces habría un ligero


cambio en mi plan para remover a Paimon. Sin embargo, soy un genio excepcional.
Tengo un plan. También una carta bajo la manga. En todo caso, un pequeño
obstáculo solo me hará las cosas más divertidas.

Con mi brazo derecho, palmeé la espalda de Farnesio. Eres demasiado joven


como para preocuparte por mi seguridad, niña. Si eres una pequeña, compórtate
como tal y obedientemente déjate proteger por un adulto.

—…………

Farnesio asintió ligeramente. Ella lentamente descansó su cabeza contra mi


pecho. Incluso si no estuviésemos contactado por sangre o algo más, la hija que
Lapis y yo hemos decidido criar juntos ahora dependía de mí.

Esa vista probablemente la disgustó. En eso Barbatos escupió agudamente.

— ¡JA! ¿Y qué? ¿Vas a huir retorciéndote como una serpiente, sin cargar
ninguna responsabilidad, aunque fuiste en contra de la disciplina militar justo
ante mis ojos? ¿Por qué no simplemente te orinas en mis ojos, Dantalian? ya que
no quiero presenciar como la disciplina militar se despedaza incluso si muero.

Sacudí mi cabeza.

— Incluso se bien cuánto énfasis ha puesto en las reglas militares, Su


Excelencia. No tengo la más mínima intención de hacer algo como evadir mi
responsabilidad. Cargaré con los fallos de la General Farnesio también. Su
Excelencia, por favor, ejecúteme.

— ¿Qué?

— He solicitado mi propia ejecución.


Miré calmadamente a mí alrededor. La atmosfera estaba tensa. Por alguna
razón, parecía que Paimon estaba mirando en esta dirección con un rostro que
parecía como si algo le preocupase. Sin contemplar de inmediato cual era el
significado detrás de esa expresión, declaré.

— Yo, Dantalian, el 71º Lord Demonio, renuncio a mi autoridad de Lord Demonio


y me pongo en un juicio militar en este lugar.
Lord Demonio de la Benevolencia, Paimon. 9º Rango.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 3.

Llanuras de Bruno, Ejercito de la Alianza Creciente.

— Yo, Dantalian, el 71º Lord Demonio, renuncio a mi autoridad de Lord Demonio


y me pongo en un juicio militar en este lugar.

El momento en el que Dantalian exclamó eso, los alrededores se congelaron.


Lo mismo pasó con esta dama. La petición de una ejecución propia a través de un
juicio militar era algo sin precedentes. Esto… esto va más allá de los límites.

Barbatos miró a Dantalian de forma abstracta.

— Las palabras de un Lord son pesadas. Las palabras que una vez se dicen
nunca se pueden retirar, Dantalian. Este es un consejo como tu amiga íntima y tu
superior. Te doy la oportunidad de cambiar lo que has dicho por última vez.

— Mis más sinceras disculpas, Su Excelencia, pero no intentó alterar lo dicho.


La General Farnesio es una niña que amo. Preferiría morir antes de pasarle la
carga…

—………

El rostro de Barbatos quedó carente de emociones.

Originalmente, con el fin de castigar a un Lord Demonio, la confirmación del


crimen y la severidad del castigo debían decidirse formalmente durante una
Noche de Walpurgis. En otras palabras, un Lord Demonio solo podía ser castigado
durante una celebración así. Una de las cosas que se consideraban como privilegio
de los Lores Demonio, era que cada uno tenía la autoridad de rehusarse a
cualquier otro tipo de juicio. Si este no era el caso, entonces existía el peligro
de que los Lores Demonio de mayores rangos usaran el pretexto de guerra para
exterminar a los de menor rango durante un juicio militar.

Sin embargo, Dantalian había renunciado a su autoridad como Lord Demonio


en este preciso instante. Eso significaba que había caído en un estatus donde él
era legítimamente capaz de ser llevado a un juicio militar.

La traición racial, la insubordinación en frente del enemigo, motín grupal, y


blasfemia, eran los nombres de las ofensas que Dantalian había cometido ahora…
todos esos eran crímenes de gravedad. Entre esos, un soldado normal sería
ejecutado si cometía alguno. Pero haber cometido 4 lesas majestades… era algo
que Dantalian no podría evitar. Si el juicio militar se llevaba a cabo, su ejecución
era segura.

— Definitivamente te di la oportunidad. Muchas veces.

— Y me he expresado claramente, Su Excelencia.

— Entonces, ¿no te lamentas?

— Así es. Yo, todo el tiempo, solo me preocupo por su seguridad y honor,
Excelencia Barbatos.

— Huh.

Barbatos suspiró. Incluso ella claramente sabia cuáles serían los resultados si
el juicio se realizaba. Como lo tenía presente, probablemente trataba de cubrir
este incidente solo con azotar un poco a Dantalian.

Eso incluso parecía pesarle en la mente a Barbatos, ya que estuvo a punto de


ir tan lejos como para hacer que esa chica humana cargase con la mayoría de la
responsabilidad en lugar de Dantalian. La mínima cantidad de culpa para él. Un
castigo que no era más que una simple formalidad le había caído encima. Incluso
Dantalian debería estar plenamente consciente de ello. Entonces, ¿por qué?

— Muy bien. Iniciémoslo. Que empiece ese juicio militar o lo que sea. Dado el
caso, todos los comandantes militares están aquí también. ¿No es grandioso? Yo,
Barbatos, como la 8º rango y líder de la Facción de las Llanuras, como una de las
que declara inmoralidad, deberá llevar a cabo la corte marcial del Lord Demonio
Dantalian.

Los que estaban a cargo de los juicios militares normalmente eran dirigidos
por la persona de mayor rango entre la armada.

Ya que Dantalian no estaba afiliado con otros Lores Demonio y autónomamente


había contratado una tropa de mercenarios, en esta situación, la persona de
mayor rango responsable de sus fuerzas eran los comandantes militares. Por eso,
Barbatos, Marbas y esta dama. Justo a tiempo, todos estaban reunidos aquí ante
el inicio de la guerra…

— Viejo Marbas. Declara tu intención de participar en el juicio.


— Hm.

El magnate de la Facción Neutral y comandante del segundo ejército, el 5º en


rango, Lord Demonio Marbas asintió lentamente…

— Reconozco mi participación en este juicio.

Su expresión era mixta. Ese hombre tenía sus dudas hacia Dantalian.

Debido a la perdida de Marbas en la batalla anterior, hubo una gran posibilidad


de que la expedición de la Armada Creciente se sucumbiera al fracaso en ese
momento. No, si Dantalian no hubiese adquirido la victoria, entonces, sin duda
alguna, la expedición habría fallado. Él estaba sintiendo una carga alrededor de
su cuello debido a eso.

De ser posible, él habría cubierto los crímenes de Dantalian… un juicio militar


no era bueno. Esto era algo que estaba conectado directamente a la moral. No
había un significado absoluto en un juicio militar que perdonara la alta traición.
Para Marbas, quien puso mucho énfasis en las legislaciones y reglamentos, sería
casi imposible levantar la mano de Dantalian durante el juicio. Sin importar
cuanto lo intentase, lo más que podía hacer era lanzar un voto nulo.

Y…

Lo mismo iba para esta dama.

Independientemente de si Dantalian es la primera persona con la misma


ideología que esta dama ha conocido en su vida. Sin importar si esta era la
primera vez que esta dama conocía a alguien que pensara igual que ella, en su
pecho, esta dama actualmente estaba comandando a un ejército de 30 mil. Esta
dama se encontraba en una posición donde debía preocuparse más por la moral
de esos hombres y oficiales. Algo como lanzar un voto rebelde mientras los
demás observaban era algo que no podría hacer.

Pues esta dama es una persona a cargo.

Pues esa es la labor de una comandante que lidera un ejército.

—………………

¿Qué es lo que esta dama tiene que hacer?


¿Qué tiene que hacer con el fin de superar el juicio militar de forma natural
y sin tener que dar un voto rebelde?

Si no fuese un juicio militar, entonces preservar la vida de Dantalian era


posible. Al final, cada asunto se establecía durante una votación hecha en la
Noche de Walpurgis. En otras palabras, era simplemente una lucha numérica.

Como la cabeza de la Facción Montañosa, esta dama podría mover 20 votos. Si


Barbatos fuese a utilizar los 15 votos de la Facción de las Llanuras aquí, entonces,
incluso con eso, esta dama tendría la mayoría. Es cierto. Si no se tratase de un
juicio militar. Si simplemente pudiésemos simplemente superar este momento…

— Oye, puta. Vocifera tu intención de participar en el juicio.

………………

………………

— ¿Qué? ¿Ahora me vas a ignorar? ¿Puta? ¿Holaaa? Lady Puta, cuya mente es
tan amplia porque su “agujero” es asqueroso. Puta, a pesar de tu apariencia,
sigues siendo la comandante de un ejército, ¿sabes? Si estás consciente de ello,
entonces di que participarás…

Bien.

Si es así, entonces podría ser posible.

Aunque es peligroso.

Aunque es una apuesta incomparablemente peligrosa.

Si se trata de esta dama, entonces es posible hacerlo.

Esta dama enderezó su mente y levantó su abanico de plumas para ocultar sus
labios. La postura que tenía era la que siempre asumía. Al cubrirse la mitad del
rostro, solo la mitad de esta dama es revelada. Eso es lo más confortable.

Esta dama habló mientras miraba a Barbatos.

— No. Esta dama no vociferará su participación.

Una quietud cayó en los alrededores.

Comenzando desde Barbatos, todos los Lores Demonio miraron a esta dama
como si estuviesen preguntándose si habían escuchado mal.
Era obvio. Hasta ahora, Dantalian y esta dama habían establecido una relación
opuesta entre sí debido a una sola acción tomada. Podría no ser el caso para
Marbas o Barbatos, pero todos probablemente no esperaban que esta dama
fuese quien ejerciere su veto.

Esa era exactamente la razón.

Comparado a los demás, ya que esta dama era una rival política que destacaba
más cuando trataba de deshacerse de Dantalian, permitía que este plan que había
planificado fuese valido.

—…coño, ¿y ahora qué? Oigan, ¿es que acaso se drogaron solo porque así podían
joderme? El bastardo conocido como mi amante la cagó y ahora está solicitando
su corte marcial, y ahora esta puta viene a rehusarse por alguna jodida razón.
¿Es que acaso se escaparon por allí y comenzaron a cogerse mientras no los veía?

— Por favor, no asuma que todos en este mundo son tan vulgares como tú.
Claro, si nacen con la misma falta de inteligencia que tú, entonces no se puede
hacer nada.

Esta dama mostró una débil sonrisa. Una vena brotó en la frente de Barbatos,
pero eso no importaba. La provoqué a propósito, después de todo.

— Esta dama te lo ha dicho antes, ¿o no? Barbatos, este hombre ya no es tu


juguete, ahora es mío. Esta dama planea llevar a Dantalian a la Facción Montañosa.
No hay forma de que acepte un juicio así cuando hay otros planes.

— ¿Ahhhh?

— Sea juicio militar o cualquier otra cosa, hazlo tú misma. Sin embargo, ¿sabes
esto, Barbatos? Aunque el hecho de que Dantalian enviase a una niña humana
como sustituta es ciertamente lesa majestad, tú fuiste quien lo eligió como el
orador de nuestra Armada Creciente.

—………………

El rostro de Barbatos se tornó frío al instante.

— ¿Y qué? ¿Qué estás tratando de balbucear?


— Quien sabe. Esta dama solo siente curiosidad. Ya que eres que colocó a
Dantalian al frente, quien simplemente es un rango 71, ¿no será que lo que sucedió
fue que algo como tú lo instruyera en lo que debía decir?

Esta dama sonrió.

Mientras más mezclara un poco de risa coqueta en la risa, más frío se tornaba
el humor alrededor de esta dama. Un par de personas a la vez, los demás Lores
Demonio debieron haber comenzado a captar lo que querían decir estas palabras.

— Barbatos, esta dama siente sospechas. Si Dantalian ha cometido un error,


entonces, en primer lugar, ¿eso no sería tu responsabilidad? Tú empujaste a
Dantalian al frente como el negociador, y fuiste tú quien lo eligió como el orador.
Si quizá, Dantalian cometió un error simplemente porque fue desconsiderado,
entonces es tu responsabilidad por no haber comprendido su incompetencia. Más
que eso, si quizá, Dantalian metió la pata a propósito…

Si.

Era cierto.

— Entonces, ¿la criminal que ha cometido lesa majestad no eres tú, Barbatos?

Atacar a Barbatos en lugar de Dantalian.

Esta era la estratagema de esta dama.

Un completo silencio barrió los alrededores. Nadie se atrevió a abrir su boca


apresuradamente. La gente estaba mirando en esta dirección con sus rostros
llenos de asombro.

Justo ahora, lo que esta dama había hecho no era diferente a dar una
declaración de guerra hacia Barbatos, quien era una colega comandante de
ejército. Aunque todo lo que esta dama es levantar una sospecha, esa duda podía
terminar la vida de uno de manera política.

Barbatos miró a esta dama por un largo periodo de tiempo, y sin siquiera decir
nada. No había hostilidad o ira. Solo un resoplido tranquilo que flotaba a su
alrededor.

—…hmm. Lo encontré muy extraño cuando una puta como tu quisiera


arrebatarme a Dantalian de repente. Asumí que estaba actuando por impulso
mientras te entregabas a esos estúpidos pensamientos de nuevo. Pero
seguramente, lo que realmente haces, es tratar de comenzar una batalla de “todo
o nada” conmigo en esta situación de guerra, ¿no?

— Oh, querida. Esa es una interpretación muy exagerada, Barbatos. Lo único


que esta dama ha dicho es que siente curiosidad. Elegiste a Dantalian como el
orador, y luego lo atacaste inmediatamente después de que el discurso actual
terminase, ¿no? Sin importar como lo veas, ese no es un trato justo.

— ¿Qué? ¿Crees que envié a Dantalian a dar el discurso a propósito, para así
luego poder deshacerme de él? Solo deberías acusarme de haber incitado todo
de principio a fin mientras estas en ello.

— Quien sabe. Esta dama nunca ha dicho algo con certeza. Simplemente desea
vociferar su objeción hacia la realización de este juicio militar con más prisa que
cautela. Existe la posibilidad de que Dantalian se pueda convertir en un testigo
importante, después de todo. Si, y si es posible, también lo arrastraré hacia la
facción de esta dama.

—…………………

Un momento de silencio.

— ¡Jajaja, puajajajaja… puajajajajajaja!

Barbatos de repente estalló a carcajadas.

La gente fue tomada por sorpresa y comenzó a mirarse entre sí. Aunque ella
estaba ante una declaración de guerra, lejos de estar enojada, lo que hacía era
reírse hasta más no poder. Para ellos, esto probablemente una escena
desconcertante.

Sin embargo, esta dama lo sabe. Barbatos siempre ha sido ese tipo de mujer.
Una persona que establece el miedo en la gente no riéndose cuando debe, y
carcajeando cuando no debería.

Barbatos rió hasta el punto donde las lágrimas se formaron en las esquinas de
sus ojos.

— Si, hmm. Es cierto. Tú eres ese tipo de puta, Paimon. Siempre fuiste una
puta astuta. Vas por ahí fingiendo ser una “santita” y recoges las cosas que están
a la altura de la cola de una rata. La última vez, insinuaste que yo había creado
la Muerte Negra, y ahora sugieres que instigué a la traición racial, ¿ah? Hmph.
Las putas como tu son realmente unas putas jodidamente impresionantes. ¡Yo!
¡Sí, lo admito! ¡Lo admito! ¡Admito el hecho de que eres una hija de puta, Paimon!

—………………

— Ahora, coño, ¿qué es lo que quieres hacer? Como puedes ver, el juicio militar
está fuera de cuestionamiento. ¿Deberíamos llamar a los Lores Demonio que la
cagaron en el pasado, ah? ¿Quieres realizar una Noche de Walpurgis aquí? ¿Ver
si es apropiado si muero o no ya que cometí una gran traición? ¿O si solo debería
cargar la sospecha y ser como “oh, Lady Paimon, algo como eso nunca pasó,
descubrámoslo luego”, y te lo explique de esa forma?

Barbatos escupió el suelo.

— JA, maldita. Maldita puta de mierda. Realmente haces un buen trabajo


cuando el enemigo se encuentra ante nosotros. La expedición de esta Armada
Creciente también se acabó. SE ACABÓ. En cualquier caso, eres una puta cuya
única habilidad para mandar a la mierda a todo un hogar es algo desconcertante.

Los Lores Demonio afiliados a la Facción de las Llanuras estaban de pie en una
línea después de Barbatos. Todos estaban soltando un instinto asesino mientras
miraban en esta dirección. Lo mismo iba para este lado, los camaradas de esta
dama iban en contra de ese instinto asesino con su intimidación mediante
gruñidos. Con esto, la Armada Creciente se dividió en dos lados. Los Lores
Demonio de la Facción Neutral se estaban esforzando por calmarlos a todos,
pero esto iba más allá de sus capacidades.

En medio del ejército que estaba sumido en caos.

—………………

Dantalian estaba de pie y mirando a esta dama.

Sus ojos eran netamente negros como el fondo de un pozo. Era difícil para
esta dama suponer cuales eran los pensamientos y emociones que estaban bajo
esos ojos. Se sentía como si él estuviese quejándose de algo o tratando de medir
las intenciones de esta dama. Hacia ese Dantalian, Barbatos habló:

— Dantalian.

—…si, Su Excelencia.
— Doy por suspendido tu juicio, y será por un periodo de tiempo indefinido.
Prepararé una celda para ti, así que mantente allí. Ya discutiremos tus crímenes
de una forma más apropiada luego que la situación se haya calmado.

Dantalian asintió con su cabeza.

— Entendido. Sin embargo, excluyéndome, solicito que seas tolerante con el


resto de mis vasallos. Durante el invierno, ellos reclutaron mercenarios y fueron
increíblemente capaces de construir una fuerza de 7.000 hombres. Ellos, sin
duda alguna, no serán inútiles cuando estén en la batalla contra los humanos.

— Sí, sí. Haz lo que quieras.

Luego, Barbatos lideró a su grupo de la Facción de las Llanuras hacia la base


de la colina rocosa. A partir de este punto, dicha facción se separará del frente
unido y conducirá la guerra de forma unilateral. La acción de Barbatos había
demostrado implícitamente esas intenciones.

Marbas suspiró.

— ¿Nos vamos a desmoronar justo antes de que la guerra de su inicio? Oh,


Paimon. ¿Este es el verdadero significado de tu meta? Estoy comenzando a
comprenderte lentamente menos.

—…Marbas.

— Seré el encargado de la supervisión de Dantalian. Con lo que se acaba de


desarrollar, no puedo confiar ni en ti ni en Barbatos para manejar el nuevo
conscripto. Sería bueno si la vigilancia de la prisión se hace por una facción
distinta cada día. Sin embargo, si esta Armada Creciente cae también, entonces
¿Cuántas veces haría…?

Marbas amablemente miró a un espacio vacío. Por un momento, el corazón de


esta dama se sintió desorientado debido a los ojos del veterano, los cuales
estaban llenos de melancolía.

Marbas probablemente vino a esta expedición con la más sincera intención de


tener éxito en esta Armada Creciente. Incluso si esta era una elección inevitable,
esta dama había ignorado las intenciones de Marbas. La cabeza de esta dama
había caído por su cuenta…
Sin siquiera dejar más palabras, Marbas se fue mientras lideraba a la Facción
Neutral. Los únicos ojos que ahora quedaban en la colina eran los de los miembros
de la Facción Montañosa, incluyendo a esta dama. La niña, la cual tenía uno de los
rangos más elevados en la Facción Montañosa, segunda para esta dama, Sitri, se
acercó y habló. Tenía un rostro lleno de asombro:

— ¡Hermana Paimon, estuviste asombrosa! Gyaaa. Esos bastardos de la Facción


de las Llanuras. La imagen de ellos mirándonos debido a tu ataque repentino era
digna de ver. ¡De cualquier forma, esos tipos, quienes solo tienen mierda en la
cabeza, estaban tratando de fingir que eran superiores!

—………………

No era solo Sitri. Los demás camaradas de la Facción Montañosa de esta dama
estaban mostrando respuestas similares. Que satisfactorio, esa es Su Alteza
Paimon. No creí que ella refutaría esto y lo otro… sin aburrirse, los elogios hacia
esta dama seguían sin parar.

La base de nuestra Facción Montañosa se encontraba muy lejos de la guerra,


y estaba en las cercanías de las costas y montañas. Incluso si la expedición de la
Armada Creciente fallara, no recibiríamos un daño tan severo como el que la
Facción Neutral o la Facción de las Llanuras recibiría; por eso, sus actitudes
hacia la guerra eran, de alguna forma, relajadas. Incluso si esta fracasa, siempre
habrá una próxima vez. Esa actitud mental estaba siendo mostrada abiertamente.

Esta dama no creía que fuese fuerte. Cada guerra desperdiciaba una inmensa
cantidad de soldados y dinero. Si era posible, resolver el asunto mediante
métodos diplomáticos era mejor. Es por eso que esta dama había negociado hasta
ahora con el Imperio en secreto, y también había preparado diferentes
operaciones en segundo plano.

Sin embargo, por alguna razón.

La risa insana de Barbatos y el sonido del suspiro arrastrado de Marbas, por


alguna razón, seguían pegados a los oídos de esta dama, y se negaban a irse.

Como si tratara de sacudir algo que se rehusaba a desvanecerse, esta dama


desvió su mirada hacia el ejército humano a través del llano. Un incontable
número de banderas estaban ondeándose en el lugar y soportaban el viento de la
temporada que se nos acercaba. La guerra probablemente brotaría
momentáneamente.

—………………

Tercer día del cuarto mes.

El invierno se aleja y la primavera florece.

Esta dama solo puede cerrar sus ojos ante la vista de nuestra gente tratando
de vomitar sangre ante la ceguera de la historia, aunque, respectivamente, las
flores emanaban una fragancia mientras florecían. Incluso emociones como esta
residían en la mente de esta dama.

— Hermana Paimon, ¿por qué aun no nos vamos? Deberíamos prepararnos para
la guerra.

Sin embargo, hay una voz que trata de empujar a esta dama.

Una vez que esta dama abre sus ojos, había Lores Demonio que solo estaban
esperando órdenes. Estaban alineados ante ella. Como esta dama estaba en la
posición donde ella debía moverse naturalmente, asintió.

—…sí, Sitri, y todos los demás, regresen a nuestro campamento militar y


ordénenles a nuestros soldados adoptar la formación de batalla. Sitri, por favor,
mantente como nuestra vanguardia. Esta dama será el centro y te seguirá.

— Bien. ¡Déjame las líneas delanteras, herma! ¡Después de todo, desde que
nací, lo único que sé es como luchar!

Con un “jejeje”, Sitri rió inocentemente. Era difícil ver eso como el rostro de
un general que está a punto de saltar a la batalla. Pero, probablemente, esta era
su inocencia.

Eso estaba bien. Si continuas mostrando esta apariencia inocente, entonces


esta dama puede seguir sonriendo. Seguir avanzando. Incluso si se trata de una
guerra que no esperaste, esta dama hará lo posible para obtener la victoria.

— Todos. Ordénenle a la gente a elevar sus banderas. Suenen los cuernos. Es


momento de avanzar.

— ¡Si, Su Excelencia, Comandante!


Toda la Facción Montañosa presente respondió al unísono.

Probablemente no asaltaríamos la unidad liderada por la Princesa Imperial


Elizabeth. Esta era una entrada al Infierno. El ejército más débil en el ejército
de la Alianza Humana, también conocido como los Cruzados, probablemente era
el ejército imperial de Francia… aunque la República de Batavia también era
famosa por ser la más débil en guerras abiertas… sí. Obviamente debíamos
apuntar por el ejército imperial aquí.

BUUUUUU.

Antes de saberlo, el sonido de los cuernos siendo soplados se pudo oír.


Pertenecía a los cuernos de la Facción de las Llanuras. Parecía que Barbatos había
comenzado a moverse. Al ver la dirección de su avance… me percaté que se
estaban dirigiendo exactamente hacia el ejército imperial de Habsburgo, el cual
estaba siendo comandando por la Princesa Imperial Elizabeth. Que lamentable.

— ¡Herma, los preparativos están completos! ¡Lo único que deberías es dar la
orden!

Sitri llegó corriendo como un perro y miró a esta dama.

— ¿A dónde deberíamos ir? ¿A cuales humanos acabaremos primero?


¿Habsburgo? ¿Francia? ¿Bretaña? ¿Polonia-Lituania? ¿O solo deberíamos
acabarlos a todos a la vez?

— No. Exterminaremos primero al ejército imperial de Francia.

— ¡Bien!

Sitri juntó los nudillos de sus puños con un sonido sordo audible. Incluso solo
con eso, el aire fue empujado de tal forma que esta dama casi deja caer su
abanico. Aunque esta niña es simple, tiene un defecto: se comporta por impulso.

Ahora bien.

No hay tiempo para dudar. Aunque esta era una guerra que esta dama no había
comenzado, y una en la que no tenía intenciones de participar, en cualquier caso,
esta dama se encontraba en una posición muy cercana a la guerra. Por fortuna,
anhelar la paz pero no realizar la guerra con desdén es lo que hace al ejército de
esta dama. Algo como las tropas de Francia, quienes están obsesionados por una
enfermedad, podemos aplastarlos con facilidad.
Esta dama levantó el borde de su abanico de pluma y señaló a la dirección a la
que debíamos ir.

— Facción Montañosa, Avancen.


El Rey de los Campesinos, Dantalian. 71º Rango.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 3.

Llanuras de Bruno, Ejercito de la Alianza Creciente.

Todo estaba saliendo tal como lo había predicho.

Paimon era una traidora depravada. Estaba seguro de que si le mostraba una
abertura, entonces ella, sin duda alguna, aprovecharía la oportunidad. Y con
certeza, ella se abalanzó hacia Barbatos como un coyote que ha percibido la
sangre…

Hacer que me una a la Facción Montañosa probablemente era un simple


pretexto. La verdadera meta de Paimon era Barbatos. Al convertir mi error en
una falta de Barbatos, ella probablemente estaba planeando que Barbatos
perdiese su posición.

Antes, mientras solicitaba mi juicio militar, dije:

— Yo, todo el tiempo, solo me preocupo por su honor y seguridad, Su


Excelencia.

Eso era un señuelo.

Como si implicase que un juicio militar era el único método para proteger a
Barbatos. Inferí intencionalmente que si yo era ejecutado, entonces la
oportunidad de hacer que Barbatos tomase la responsabilidad se desaparecería
junto conmigo. Eso no era más que una pequeña implicación, pero parecía que
Paimon, quien pensaba una forma de “joder” a la Facción Montañosa, fue capaz
de escuchar todo tan claro como el agua.

¿No era esplendido?

Paimon, aunque eres una traidora que vendió a su propia raza, eres una
“traidora” con un intelecto inigualable y extraordinario. Si la traición era un
talento, entonces, sin duda alguna, te concedieron un talento de primera clase.
Esto era algo que lo único que me permitía hacer era reconocerlo. Honestamente,
quería aplaudirle.
En primer lugar, en la historia, Paimon originalmente era una existencia
parasitaria que traicionaba al Ejercito de los Lores Demonio y se aferraba al
héroe.

En el juego «Dungeon Attack», el héroe encuentra a Paimon por casualidad


mientras vagaba por la ciudad fronteriza. En ese momento, la Lord Demonio
Paimon se enamoró a primera vista, llevándola a aparecer ante él con mucha
frecuencia.

- Esta es la primera vez de esta dama conociendo a un hombre como tú.

- Esta dama te concederá el derecho de robarle los labios, Señor Héroe Auto-
Proclamado.

Encajando con su título de Reina de las Súcubo, Paimon se acercó


perfectamente al héroe. Aunque en ese tiempo, al héroe le había robado el
corazón y cedido ante la emoción llamada “amor” por primera vez en su vida, al
final, ambos fueron incapaces de superar las diferencias raciales y Paimon
terminó muriendo en manos del héroe.

Bastante divertido, incluso después que su corazón fue perforado por la fría
espada del héroe, Paimon no alejó sus emociones hacia él.

-…demonios y humanos viviendo juntos. Esta dama ha comenzado a soñar esa


posibilidad luego de conocerte. Sin embargo, es algo que no se puede evitar, ¿o
sí? Ya que los sueños son similares al ondeo de los frágiles pétalos de las flores,
esta dama no puede culparte.

Cuando llegó el final. Paimon sonrió mientras la sangre brotaba de la comisura


de su boca.

- Este ya es un cuerpo moribundo. ¿No podrías concederle a esta dama un


último beso?

Como si estuviese invocando una maldición.

Como si estuviese concediendo una bendición.

¿Debería llamarla una romanticona ya que fue capaz de lograr su amor luego
de haberse sacrificado?
Aunque habría sido un alivio si ella hubiese pagado la pena solo con su vida.
Paimon era la cabeza que lideraba la facción más grande en el continente
demoniaco. Debido a eso, ya que el héroe no recibió ninguna amenaza por los
demonios, todos fueron capaces de entregarse a sí mismos para resolver la
división dentro de la humanidad. Y la oposición que tuvo que enfrentar al héroe,
el cual fue liberado, no fue otro más que…

— Eso estuvo cerca, Milord. De cualquier forma, esta damisela nunca se


aburre cada vez que lo ve desde un lado. De vez en cuando, hay días en los que
esta damisela cree que su vida puede que sea solo una gran broma.

—………………

Es cierto.

Esta era una niña ruda que no tenía expresiones faciales.

La Princesa Imperial Elizabeth, quien lideró al Imperio de Habsburgo, llevó al


héroe a la vanguardia, y la Reina Henrietta, quien lideró al Reino de Bretaña,
apuntó a Farnesio como general. Los dos héroes del siglo se acercaban a la guerra
con el fin de hacer que sus naciones ganaran supremacía… esta era una historia
que se suponía que se desarrollaría 15 años más adelante. Actualmente, en la
forma en la que yo mismo he ubicado a Farnesio, se puede considerar un futuro
que absolutamente nunca podría pasar.

— Más que eso, ¿qué fue eso de antes? Seguramente usted no estaba tratando
de salvar a esta damisela mediante su propio sacrificio, ¿no? Honestamente, esta
damisela solo puede decir que eso fue molesto, Milord. Esta damisela preferiría
ser asesinada por un Lord Demonio que ser abrazada por usted. Aunque estada
dama juzga su intelecto considerablemente, esta tiene un punto de vista
increíblemente objetivo cuando se trata de su físico, Milord. Es decir, su cuerpo
es horrible. Algo que se siente, de alguna forma, carente cuando se es abrazado,
algo que es poco atractivo cuando permite al cuerpo de uno ser abrazado
completamente por ello, hace difícil poder encontrar algo más desagradable que
esto, así ese ese tipo de físico. Por eso, si por casualidad, el peligro se acerca a
esta damisela, no se sienta innecesariamente inclinado por mostrarlo, sino que
deje todo como está y… ¿aah? ¿Oh, ahhh?
Le quité el sobrero a Farnesio y comencé a apretarle la coronilla de su cabeza.
Esta niña, solo porque ha aprendido algo de volubilidad de Lapis, ha hecho que su
imprudencia realmente esté rozando los aires. Esta mocosa merece un castigo a
través del masaje.

Farnesio tembló y sacudió ambos brazos.

— Milord… ¿acaso esta damisela no le ha dicho… no le ha dicho muchas veces…?


Uh, ohh… la coronilla no. cualquier otro lugar está bien, pero, ahh… ahh… la
coronilla no, todo menos la coroniillaaaaa…

— Derrítete obedientemente, pastelito de arroz.

— Uhh, esta dama se está derritiendo. Ya está damisela se ha convertido en


una pulpa.

Para esta chiquilla de cabello rubio, quien actualmente estaba mis brazos y
parecía volverse una gelatina, estaba destinada a convertirse en una general
famosa, la archinémesis del héroe, y la calamidad de la humanidad que se
acercaba lentamente. Aunque ya estaba consciente, este mudo estaba bastante
decadente.

Poco después, los capitanes afiliados a la Facción Neutral llegaron para


escoltarme. No pude sentir ni una pizca de agresividad o mal temperamento hacia
mí. Ellos simplemente me solicitaron que los acompañara. Lo hicieron con cortesía.

— Aunque es humilde, hemos preparado una celda, Su Alteza Dantalian. Si


quizá, no es algo descortés, entonces…

— ¿Cómo pueden llamarlo descortesía? Llévenme allí. Los seguiré


obedientemente con la mentalidad de alguien que se ha convertido en un
prisionero.

Los capitanes de la Facción Neutral bajaron sus cabezas.

Después, literalmente había una celda humilde ubicada en el lugar donde yo


había seguido a los capitanes militares. ¿Debería llamarla prisión? Era más
parecida a una jaula de hierro usada para contener animales. Solo un fardo de
heno estaba ubicado dentro de la jaula de la bestia, realmente no había muebles
ni decoraciones.

Tras ver el penoso estado de esa celda, Humbaba se echó a reír.


— Jajajaja. ¿Es una broma “divertida”, no? ¿O simplemente una broma
pesada? Seguramente no intentan ubicar a nuestro maestro dentro de una caja
de mierda tan asquerosa como esa, ¿veeerdaaad? ¿Deberíamos invocar una
maldición que los haga vivir como eunucos por el resto de sus vidas? ¿Deberíamos
azotarlos con una maldición que simplemente los haga sentir cosas con sus culos?
Solo lo pregunto por curiooosidaaaad, pero ¿realmente tienen un gran interés en
las vidas sin mujeres, ascetismo, como los monjes budistas?

— M-mil disculpas, pero esto es realmente lo que tenemos por ahora…

— Veo que es su cortesía decirle a la gente que coma mierda amablemente ya


que es todo lo que tienen por ahora. Hmm, hmm. Entiendo. Pero, por cierto. En el
momento, lo único que podemos darles es una maldición de eunuco, ¿qué piensan
de esooo?

Las brujas rodearon a los capitanes mientras sonreían brillantemente. Sus


rostros ciertamente reían, pero sus miradas eran violentas. El que se volvía
lamentable aquí era el responsable. Si fuese una ofensa transmitir la orden de
su superior cuando no tienen autoridad, entonces era su ofensa.

Suspiré.

— Humbaba, está bien.

— Ah, p-pero, maestro…

— ¿No dije que estaba bien? Estoy siendo tomado como prisionero, de todas
formas. Sin falta, ¿puedo confiar en el poder luego de haber ido a un espacio tan
pequeño? ¿Acaso el lugar será lujoso solo porque digo que estoy inclinado hacia
los lujos? Si un rey es incapaz de comportarse como tal, entonces, al final, ¿un
prisionero no debería comportarse como uno?

— No, no es eso.

Humbaba habló con preocupación.

— Al final, es necesaria una cama confortable si vamos a estar allí dentro


junto a nuestro maestro y disfrutar apropiadamente la relación entre un hombre
y una mujer, ¿bien? Si se nos ordena copular encima de un fardo de heno,
entonces, es obvio que podemos hacerlo, pero cuando arrastras tu espalda en el
heno da mucha comezón…
Las brujas alrededor asintieron mientras decían. Sí, sí. Parecía ser una
atmosfera donde estaban aceptado con entusiasmo lo que Humbaba declaraba.

—………………

Toqué calmadamente la mejilla de Humbaba. La mejilla de mi querida líder de


la Guardia Real se estiró como queso de pizza.

— ¡Gehuuuuhuuu! ¡Auh! ¿Auuuuh?

Ciertamente, la forma de graznar de una bruja estaba fuera de lo ordinario.

Sin maltratarla, tiré de la mejilla de Humbaba hasta el límite. Me pregunté si


era porque esta chica había vivido su vida siendo torturada cada día que no
mostró ni un rastro de dolor normal.

— Dejen de soñar, ¿a qué te refieres como ir allí conmigo? Ustedes seguirán


inmediatamente a Farnesio e irán a la guerra. Escúchenla bien y también a Lapis,
y vuelvan luego que hayan cazado a muchos humanos.

— ¿Cómo puede ser?

Humbaba tenía un rostro que parecía como si el mundo se hubiese acabado.

— Ya que nuestro maestro está en prisión, nosotras queremos disfrutar el


confinamiento junto a él…

— No hablen mierdas…

— Ah. Oh quizá, en lugar de actuar como prisioneras, ¿actuaremos como


guardias de prisión para encajar mejor con sus preferencias, Maestro? No se
preocupe. A pesar de nuestras apariencias, somos completamente capaces tanto
en el abuso como en el masoquismo. ¡Sin importar cuán pervertidos sean sus
pasatiempos, estamos liiistaaas para servirle sinceramente!

— Santos Lores. Ahora estás hablando mierda.

Tsk. Tsk. Chaqueé mi lengua. Con toda seriedad, estas tipas eran una causa
perdida. En realidad, realmente no las tomé y las vestí en vano.

— Farnesio.

— Hm. No se preocupe, Milord. Esta damisela no tiene ni el más mínimo deseo


de ser tan cochina e ir a prisión con usted. Esta damisela solo espera que sea
obediente en su celda y disfrute su vida de prisionero. Si usted se va, entonces
¿eso no haría que Lady Lapis sea la única que abuse de esta damisela bajo el
pretexto de “educación”? Hm. Que placentero. Si es posible, seria grandioso si
usted se queda ahí dentro y nunca vuelva a salir.

Farnesio asintió para sí misma.

— Descanse, Milord. Esta dará sus saludos a Lady Lapis. Claro. Esta damisela
le será siempre su súbdita leal. Hasta es capaz de tratar con este tipo de
problemas tanto como se le requiera.

—……………

Esto, a su manera, es increíblemente molesto…

¿Por qué es que mis “reconocidas” vasallas iban de un extremo a otro? ¿Acaso
los hermosos conceptos conocidos como moderación y limitación no habían sido
implementados en sus cerebros? ¿Qué tipo de pecado cometí en mi otra vida
como para tener que planificar una idea general con este tipo de gente…?

Sin duda alguna, probablemente hay gente con excelentes talentos y gente
bien informada en lo que es sofisticado establecidas por el lado de la Princesa
Imperial Elizabeth. Por otro lado, mi general interina era una persona loca,
psicópata, y la líder de mis Guardias Reales era una pervertida, quien se dejaba
llevar por la lujuria y solo tenían el color rosa en su cerebro. Este mundo era
injusto…

— Muy bien. ¿Qué más podría esperar por ustedes? Solo actúen bien durante
la guerra. Hagan todo bien. Eso es más que suficiente. No vayan a ningún otro
lado mientras solo están dando una paliza, ¿bien? Si las golpean una vez, ustedes
golpéenlos dos veces. Creo que serán capaces de hacer eso, al menos. ¿Está bien?

Farnesio y Humbaba asintieron con sus cabezas. En orden, ellas regresaron


tras dar una respuesta.

— Claro. En todo caso, esta damisela planea cortar los cuellos de todos los
enemigos y levantar una torre de huesos. A partir de mañana, el solo hecho de
escuchar el nombre de esta damisela hará que el enemigo se moje en los
pantalones. Su orina fluirá y fluirá hasta que finalmente, toda la llanura sea
cubierta por ese líquido, haciendo que el hedor llegué hasta su prisión, Milord.
Eso es lo que esta damisela más espera. Una cantidad de cola de rata1 de la
lealtad filial de esta damisela quizá esté contenida allí.

— Incluso si no es logrado, nosotras personalmente iremos y llenaremos cubos


y se los entregaremos maestro, así que no se preocupe. Las humildes nosotras,
antes de jurarle nuestra lealtad, maestro, tuvimos una vida como mensajeras.
Antes llegamos a entregar excremento. Por eso, cargar orina es algo más fácil.

— Ya que he comprendido cuan cercanas están sus existencias a la mierda y a


la orina, háganme el favor y se me largan de una vez…

Tanto Farnesio como Humbaba saludaron antes de irse.

Una vez que se fueron, las únicas personas presentes eran los capitanes de la
Facción Neutral y yo. Los capitanes estaban robando miraditas en mi dirección
con ojos que parecían que hubiesen visto a una persona insana. Aunque consideré
hacer una excusa, ya que quedaba claro que hablar solo me hundiría más, no tuve
más elección que soportar esa maldita sensación.

— Por favor, enciérrenme ahora.

— Si, Su Alteza.

Como si estuviesen esperando por ello, los capitanes corrieron rápidamente y


aseguraron la puerta de hierro. La cortesía inicial que mostraron cuando me
escoltaron ya había desaparecido. Pude sentir explícitamente que sus rostros
decían: “será un problema si no encerramos rápidamente a este maldito
pervertido en prisión”.

—……………

Sip. Así estaba bien.

Después de todo, esta era una estrategia.

Al no estar clavado en los ojos de las personas, y ser recordado como un


hombre extraño, con el fin de mover las cuerdas del continente detrás de las
cortinas, fue que este plan se elaboró de principio a fin. Era cierto. Estoy
realmente bien…

Clank.

El sonido del metal resonó y la celda de animal fue cerrada.

Como si me hubiese convertido en una bestia desconsolada, miré hacia el cielo


con impotencia. El cielo que había llovido momentáneamente al amanecer y estuvo
claro hasta hace poco, nuevamente estaba oscuro. ¿Acaso intenta suplementar a
la tierra, la cual pronto seria cubierta con sangre, con lluvia?

- Uuuuu.

- Buuuuu.

Pude oír el sonido de los cuernos en la distancia. Se sentía como si estos


fuesen el sonido del trueno cayendo de las nubes oscuras en el mundo distante
de allá. Como rayos rugiendo varias veces, estos se clavaban en lugares
desligados de mí y esas personas allá luchaban entre sí mientras no tenían nada
que ver conmigo. Aunque era una guerra que yo había empezado, dicha guerra
estaba lejos de mí.

—……………

Plop.

De repente, algo cayó del techo de la jaula de hierro.

Era frio.

Miré al cielo.

Entre las aberturas de las nubes negras, varias gotas de lluvia comenzaron a
caer. Dichas gotas, las cuales estaba más cerca de ser dispersadas más de lo que
descendían, se encontraban con otras hasta que pronto crecían y se convertían
en un torrencial.

Creía que la lluvia era igual a los mantos de sangre que provenían de los
soldados en batalla, quienes estaban plantados aquí en este campo de guerra
mientras su voluntad natural había sido ignorada. Las cosas que fluían aquí no
podían evitarse. Sin embargo, ¿cómo no podría ser amargo considerar las cosas
que estaban hechas para fluir como algo que era inevitable?
- Woosh, shoooo.

Predije que la historia que yo había comenzado, empezaba a fluir como una
tormenta junto a esa lluvia. La guerra que se desarrollaría allá era mía. Sin
embargo, al igual que el tiempo mostrado por las agujas de hora y minutos de un
reloj y el tiempo separado que era desentrañado extensamente cuando la música
era presentada… el torrente y las indiferentes gotas de lluvia que rugían al otro
lado de esta celda, simplemente caían aquí gota por gota. A diferencia del tiempo
que estaba fluyendo allá, mi tiempo lentamente se filtraba en mi cuerpo.

—…………………

Me quité mi atuendo superior y recibí directamente la lluvia. Dentro de mi


ropa había un cinturón y un reloj de bolsillo que había traído conmigo de
antemano. Entre ellos, el segundo objeto emitía un ligero tic tac.

Barbatos, Paimon, Elizabeth y Farnesio se moverán libremente en el campo de


batalla. Sin embargo, ¿cuándo comprenderan que el tiempo que les han provisto
con ese espacio siempre ha sido mío? ¿Quién será la primera de todas en
acercárseme? La lluvia continuaba fluyendo y limpiaba el polvo de mi piel,
llevándolo a la tierra. La guerra estaba lejos, pero esa guerra distante era mía.

Mientras tanto yo…

Yo estaba aquí en prisión.


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DUNGEON DEFENSE 4
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DUNGEON DEFENSE 4
Lo admitiré. Soy un hijo de puta. Si tengo que ser un poco más honesto,
entonces debería confesar que no solo soy un simple hijo de puta, sino un hijo de
puta muy inteligente.

Yo no era solamente la persona más inteligente entre la gente que conocía,


sino también la más honesta. Para ser exactos, como yo era los bastante
inteligente como para comprender que era un hijo de puta, también era lo
bastante honesto para admitir ese único hecho. Los individuos que poseen
sabiduría y honestidad, como yo, eran raros de encontrar.

Si alguien se me acercase y me preguntase lo que yo creía que era la mejor


cosa que jamás haya hecho en mi vida, entonces el infinitamente honesto e
infinitamente sabio “yo” no tendría más opción que responder lo siguiente.

“El hecho de haber metido a mi padre en prisión”.

—………………

Han pasado tres días desde que fui encerrado.

Hoy también estaba lloviendo. Mi cabello estaba completamente mojado y me


obstaculizaba el rostro. Lo dejé empaparse. Incluso si ajustase mi pelo de lado,
¿qué cambiaría? Debido a la lluvia primaveral, hasta mi carne interna me dolía.

Ah, Farnesio.

Veo que debido a que tanto tú como yo cargamos con el pecado de tener un
mal padre, nuestras mentes han sido mutiladas. ¿Por qué no estamos retorcidos
cuando hemos estado tratando de aceptar el mundo con nuestros cuerpos
incapacitados? ¿Por qué nuestras rodillas no colapsan? Si estamos destrozando
el mundo, entonces lo que necesitamos hacer es tratar de dejar el peso a un lado
antes de que nuestras rodillas se tuerzan, pero en lo que la gente nos vea hacer
eso, comenzaran a criticarnos por ser crueles.

Han pasado solo tres días desde que se dio el discurso, pero he recibido
información que, dentro de las líneas delanteras enemigas, los rumores de que
Farnesio era la hija ilegítima de la Casa de un Duque, fue vendida como esclava,
y que su madre biológica era una puta, ya se han propagado.

Incluso si la difamación sobre Farnesio era rápida, esto excedía los límites.
¿Debería decir por ti que es la Princesa Imperial Elizabeth? Ella no fue tonta.
Hija ilegítima, esclava, y puta… Esas no eran más que palabras estimulantes. Ella
sabía cómo atacar el testaferro. Ciertamente, ella era impecable…

Si era posible, algún día me gustaría organizar la estructura de la Alianza


Creciente y combatir efectivamente contra la Princesa Imperial Elizabeth. Más
que nada, la estructura de las tres facciones actuales, es decir, era necesario
superar este sistema donde la Facción Montañosa, la Facción Neutral y la Facción
de las Llanuras dividieran el poder militar. Esta era una tarea obvia. Era difícil
ver como algo sano el hecho de que esas personas dividiesen las fuerzas en tres
partes cuando aún estaban carentes a pesar del hecho de estar unidas.

Una Alianza Creciente que se haya convertido en una. No un ejército donde


Barbatos o Paimon sean el centro, sino una Alianza Creciente centrada a mí
alrededor. Eso es lo que debe formarse. Con el fin de lograrlo, han de cumplirse
3 condiciones.

Primero, tengo que probar claramente el hecho de que soy competente. Si


resulto ser un incompetente, entonces la razón para colocarme como el centro
de la Alianza Creciente desaparecería.

Segundo, también tengo que probar que Farnesio es extremadamente


competente. Si resulta ser incompetente, entonces la necesidad de señalarla
como el testaferro se desvanecería. Por ejemplo, la situación donde me
concedieran la salvación a cambio de aniquilar a Farnesio podría suceder. La
ocurrencia reciente pertenecía a este tipo de flujo de eventos. En resumen, los
Lores Demonios aún tienen que entender la competencia de Farnesio…

Y finalmente, tercero. Tengo que probar el hecho de que la Princesa Imperial


Elizabeth es atrozmente competente. Si resulta ser lo contrario, entonces la
razón para manteneros a Farnesio y a mí con vida con el fin de ir contra ella,
moriría. El error de que ellos solos serían suficientes para ir contra ella,
probablemente se haya esparcido entre todos los Lores Demonio. «Dungeon
Attack» era el producto de tal futuro, donde este error había controlado a todo
el ejército demoníaco. Era el peor escenario que era necesario evitar a como dé
lugar.

Seguramente era la batalla. La batalla era la respuesta. Por involucrarse en


una gran batalla, probémosles quienes son los individuos más competentes de
esta era. Deseo una batalla bastante gloriosa, pero al mismo tiempo, cómica.
Niña, obtén una victoria tremenda y regresa de inmediato.

Hay muchas cosas que deseo contarte.

Mientras tanto…

Yo estaba aquí en prisión.


El Rey de los Campesinos, Dantalian. Rango 71º.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 6.

Llanuras de Bruno – Ejercito de la Alianza Creciente – Prisión Sencilla.

— Oye, flaquito. Come esto y vive. También tienes que comer para vivir.

Cerca del anochecer.

Una mujer con una figura que era tan grande como un poste se me acercó. La
individua era conocida como la 12º Lord Demonio, Sitri, hoy estaba de guardia.
Ya que yo era un prisionero con un estatus especial, y la naturaleza de mi crimen
era severamente político, los Lores Demonio se turnaban uno a uno para vigilar.
Era una recepción bastante lujosa.

La vigilancia duraba todo el día. Había varias antorchas alrededor de esta


jaula de animales, pero parecía que estaban imbuidas con algún tipo de magia ya
que no se extinguían tan fácilmente a pesar de estar empapadas por la lluvia.
Como las antorchas ardían durante toda la noche, los vigilantes, quienes
dependían de esa luz, me miraban retorcidamente.

Durante los últimos 3 días, las personalidades de los vigilantes diferían en


varias formas. Cierto Lord Demonio, quien fue desplegado de la Facción de las
Llanuras, parecía haber sospechado realmente que yo intentaría escaparme, lo
que lo llevó a tomar personalmente una antorcha y acercarse a la celda con el fin
de monitorearme de cerca. Parecía que creían sinceramente que yo había
cometido alta traición, pero por el contrario, yo daba la bienvenida a esa
inocencia.

En caso de que yo apuntase escapar, que entrase en contacto con el exterior,


o que ambos caso no se dieran; de cualquier forma, yo estaba disfrutando
vagamente mi tiempo aquí luego de haber recibido secretamente de uno de los
demás guardias un tipo de lujo o libertinaje, el cual los prisioneros tenían
terminantemente prohibido. Sin parpadear una vez, el vigilante me observaba. El
gran hombre, quien se presentó como Beleth, era el 13º Lord Demonio.

La gente de la Facción Neutral se encargaba de la vigilancia de forma


indiferente. Prometían abiertamente que me proveerían alimentos especiales o
bocadillos si yo les pedía algunos. Desde su perspectiva, ellos clamaban que en
cierta forma, yo, Dantalian, había cometido un crimen, pero al mismo tiempo que
no lo había hecho. Por eso, lo que determinaba cuál lado era el correcto dependía
simplemente de la negociación entra la Facción Montañosa y la Facción de las
Llanuras. En este punto, ya que no soy un criminal, pero sea como fuere, eso no
quería decir que no fuese uno, ellos no tenían la necesidad de castigarme ni el
permiso de ayudarme. Como resultado, declaraban que si es algo simple como
darme comida, ellos al menos podían mostrar algo de amabilidad en ese sentido.
Yo rechacé decentemente su buena voluntad.

Un manojo de heno para dormir.

Una dura e incómoda silla de madera.

Esas fueron todas las cosas que me fueron facilitadas.

Pasé mi tiempo observando el cielo lluvioso. Ocasionalmente, Lapis o Farnesio


venían a mí con el fin de reportarme lo que había sucedido hasta ahora. Aunque
Lapis trató de quitarme la vida, desafortunadamente, había barras de metal bien
firmes ubicadas entre nosotros. Me dijo que empeoré la situación ya que el
asunto no era algo por lo que yo tuviese que haberme salido de mi curso para ser
aprisionado. Me encogí de hombros y no dije más.

Si fuese hablar honestamente, entonces me sentía más seguro y confortable


dentro de esta prisión que estando afuera. Yo era un bastardo al extremo. Lo
único que solicité fue un lugar para dormí con un radio de 3 metros o todo el
mundo. Con respecto a cuál lado apilaba comparativamente menos estrés, la
primera se encontraba en un rango superior a la segunda. Es un paraíso. Vuelvo y
lo repito, paraíso.

— Aunque realmente, realmente no me gustas. Independientemente de eso,


creo que alguien no debería ser capaz de comer solo porque no le agrade a alguien,
¿Sabes?

La Lord Demonio Sitri, quien se ofreció a ser la vigilante del tercer día, era
cercana a Paimon. Ella y yo teníamos una profunda conexión en varios aspectos.
Sitri había presenciado la escena donde yo derribé a Paimon durante la audiencia,
y durante el proceso de preparación para esta guerra; ella había enviado a sus
subordinados a obstruirme. Aunque era mi primera vez conociéndola en persona,
no me sentía como un desconocido con ella.
Referencialmente, incluso dentro del continente demoníaco, del cual se dice
tiene muchos pervertidos, Sitri era una mujer reconocida por ser una pervertida
de clase alta debido al hecho de que ha hecho todo tipo de actos perversos. De
lo que he escuchado, ella no solo era una hermafrodita, sino que también existe
un dicho bastante extravagante de que ella ha dormido con cada raza, copulado
con cada género de cada raza, que existe dentro del continente. La mayoría de
los Lores Demonio eran así.

Sitri rasgó un trozo de pan y me lo pasó a través de las barras.

— Toma.

— Tengo un cuerpo que está perfecto si no como nada en particular, sin


embargo.

— Escuché de parte de la gente que estuviste siendo vigilado ayer. Dicen que
no comiste nada ni ayer ni anteayer, ¿no es verdad? No lo hagas. Incluso si
nosotros, los Lores Demonio, somos tipos que estamos bien sin la comida, al
menos se debe probar una cada dos días. Si no, entonces perderás, ¿sabes?

¿A qué se refiere con perder?

Incliné mi cabeza.

— ¿Perder qué?

— Tu sentido de vivir.

Sitri me miró mientras mantenía su postura de entregar el trozo pan.

— Está bien si particularmente no comes, ¿cierto? Está bien si


particularmente no duermes, ¿cierto? Hay un gran número de Lores Demonio que
se tornan vegetarianos porque se han acostumbrado. ¿Por qué crees que solo la
mitad de los Lores Demonio están participando en la Alianza Creciente?

Aunque es probable que existan razones políticas detrás de eso…

Sitri sacudió su cabeza.

— Soy una cabeza hueca, por lo que realmente no comprendo muy bien las
cosas difíciles. Las cosas como la política son cosas que Mi Herma Paimon
pensaría y contemplaría. Pero hay algunos que han perdido sus expresiones
faciales tras haber vivido tomando solo líquidos después de un mes. ¿Sabías que
esos tipos son bastante interesantes? Reaccionas si les tocas el cuerpo, pero si
les haces cosquillas o los golpeas, sus rostros permanecen carentes de emociones,
vacíos. Pensar en sus expresiones, quizá, regresen sin hago esto. Incluso traté
de violarlos, pero no sucedió nada. No volvió absolutamente nada.

—……………

— Come. Serás capaz de vivir si comes.

Recibí cuidadosamente el trozo de pan.

Solo después de eso, Sitri asintió con satisfacción. Luego, ella se sentó
directamente ele piso y comió su porción del pan. Cielos, todas y cada una de sus
acciones se sintieron bárbaras. La dama más lujosa entre los Lores Demonio era
Paimon, y sin embargo, la gente que estaba a su alrededor era así. Era asombroso.

—………

En un área ligeramente lejana había dos guardias parados. Lo más probable


era con el fin de ocultar sus identidades, pero estaban ocultándose a sí mismo
mediante el uso de uniformes militares blancos de la cabeza a los pies. No dieron
una respuesta en particular luego de ver a Sitri sentarse de forma tan descortés.
Eso debía significar que era parte del comportamiento normal de esta Lord
Demonio llamada Sitri.

— Tú eres amigo sexual de esa puta de Barbatos, ¿no? ¿Qué tal es? ¿Parece
una persona ligeramente decente durante el sexo?

Me encogí de hombros.

— Esa es una pregunta que invade gravemente la privacidad de uno.

— No, es que es sorprendente. Muy sorprendente. Aunque es intrigante que


entre los Lores Demonio, Barbatos fuese quien hiciese un amigo sexual, sí. Es
eso, ¿sabes? Eso. Realmente has vivido bastante bien mientras tenías sexo con
una puta de esa calaña… ¿ese tipo de sensación? ¿Sabías que entre la gente que
ella salió con eso, excluyendo a una persona, todos han muerto por sus manos?

Barbatos.

No debería ser yo quien dijese esto, pero necesitas vigilar tu imagen pública
aunque sea un poco.
— Pero eso es algo que escucho por primera vez. El hecho de que ella haya
matado a todos sus amantes. Es interesante. ¿Sería posible que me dieras
detalles?

— Si. Pero cuando pienso en ello, me recuerda que eso también es una grave
invasión a la privacidad propia, ¿sabías?

Sitri masticó casualmente el pan.

— Si revelo la vida privada de alguien, entonces yo sería la única que se volvería


la puta mala. Es por eso que tú me has de contar primero cómo se siente tener
sexo con Barbatos. Si alguien va a volverse la puta mala, entonces todos tienen
que convertirse en una.

—………

La 12º Lord Demonio Sitri era una individua que entendía apropiadamente
cómo negociar…

No, en primer lugar, soy un hombre.

No estoy seguro si era un bastardo malo, pero soy incapaz de convertirme en


una puta mala.

Una vez señalé eso, Sitri enarcó una ceja.

— Huesito, cuando llamas a alguien un “hijo de puta”, ¿lo llamas así porque
crees que realmente es el hijo de una perra?

— No.

— Retrasado es algo que le dices a alguien que no lo es, ¿cierto?

— Si.

— Entonces “hijo de puta” y “retrasado”. Lo siento, pero ¿podrías decirme la


razón por la que puedo insultarte al llamarte hijo de puta y retrasado, pero la
incapacidad de llamarte puta mala?

No pude darle una respuesta.

Como resultado, fui forzado a una posición donde tenía que dar una descripción
vivida, y además ilustrada, de cómo fue tener sexo con Barbatos. No estaba
seguro exactamente de cómo terminé en este estado, pero lo hice. Aclaré mi
garganta.

— Primero. Lady Sitri, Barbatos tiene una variedad muy colorida de


expresiones faciales. Incluso si normalmente va por ahí riendo confiadamente,
ella es diferente cuando está encima de una cama. Claro, no solo lo hicimos encima
de una, sino al lado, en el piso, en cualquier lugar que tuviese para sujetarse; o
algún lugar sin nada de agarres, mientras fornicamos libremente. Estrictamente
hablando, puede ver como Barbatos muestra una apariencia distinta en una
increíble cantidades distintas. En ese sentido, ella no es una puta mala que solo
va riéndose por todos lados como los demás creen.

— Oh, oh.

Sitri asintió con la cabeza. La imagen de sus ojos brillando con anticipación
hacia parecer como si ella fuese una estudiante de primaria que estuviese
voluntariamente escuchando una clase de educación sexual.

— ¿Ajá, y entonces?

— Primero, de acuerdo a quién decidió tomar el rol de maestro y el rol de


esclavo durante la sesión de coito…

Expliqué…

— Incluso si las posiciones dominantes cambian ligeramente cada día, de


acuerdo al trato general de hacerlo implícita o explícitamente, el scat 2 no está
permitido pero la lluvia dorada3 está bien…

Expliqué…

— Relacionado a eso, ya que el número de hechizos que Barbatos puede hacer


es bastante sustancial, ella puede controlar libremente el grado de sensibilidad
y el grado de lo que se puede soportar más allá de las capacidades de uno…

Seguí explicando.
—……………

A medida que la explicación avanzaba, los ojos de Sitri, los cuales brillaron
una vez, comenzaron a atenuarse y oscurecerse hasta que, eventualmente,
convirtiéndose en todo lo contrario; es decir, sus ojos se degeneraron hasta que
no brillaron con interés, sino que, emitían un desprecio considerable, similar a un
pez muerto. Tras vomitar dos veces y aclarar sus intestinos, Sitri habló.

— Woooow… ustedes realmente se cogieron…

Esa era una crítica irrazonable.

— ¿Realmente quieres vivir mientras haces eso? No, esa no es la forma.


¿Realmente quieres hacer eso mientras vives? ¿No puedes perder tu tiempo de
una forma, no sé, un poco más normal?

— Aunque deseo hacerlo, parece que a Barbatos no le gustan las cosas


ordinarias.

— No me hagas reír. Cunado estuviste describiéndome todo eso tu rostro


estaba lleno de vida y sonabas como si lo estuvieses disfrutando. Ambos son unos
pervertidos serios.

Ese era un insulto bastante ridículo.

— Wow, ¿cómo se supones que mire el rostro de esa puta… digo de Barbatos
a partir de ahora? ¿Acaso no recordaré tu explicación cada vez que la vea? Con
ese rostro, con ese pequeño físico… Oh, cielos. Oye, ¿qué fue lo que exactamente
me dijiste? ¿Por qué me dijiste algo como eso? ¿Quieres morir?

— Oh, cielos. Vociferé mi rechazo a darte los detalles, pero tú, Lady Sitri,
¿no estuviste insistiéndome?

— Yo ni siquiera me esperé tanto. Aunque en un punto consideré la oportunidad


de que pervertidos así pudiesen existir en alguna parte del mundo, no esperé que
realmente fuesen ustedes dos. Incluso si pervertidos así existen, creo que
debería aceptarlos con una mente liberal, después de conocer a uno en persona,
no creo que pueda. Lo siento, ¿podrías morirte?

Ella era una persona absurda.

Ahora era mi turno de preguntar.


— Lady Sitri, es tu turno de decirme ahora. ¿Es cierto que Barbatos se
encargó de todos sus amantes con sus propias manos?

— No del todo. Fueron todos, excluyendo a uno.

— ¿Y eso no significa lo mismo?4

— Hm.

Sitri se rascó la parte posterior de su cabeza.

— Bueno, ¿no sería su propia forma de manejar su debilidad? Esencialmente,


Barbatos no confía en la gente. A ella la han traicionado demasiado, por eso
traiciona mucho a los demás. Pero ¿acaso los amantes no están en una relación
donde un lado puede ser traicionado fácilmente y de la misma puede traicionar
al otro lado? Si vas a ser traicionada, entonces traicionar primero haría que tu
mente se sienta un poco más calmada.

— Eso suena como una suposición extrema…

— Lo que trato de decir es –Sitri suspiró–. Ella usa magia negra de una forma
jodidamente bien, ¿no? Barbatos originalmente no era una maga, sino una
guerrera. Pero fue traicionada masivamente durante una guerra, por lo que
terminó convirtiéndose en nigromante.

— ¿Qué relación tiene ser traicionado y convertirse en un nigromante?

Sitri inclinó su cabeza.

— Cadáveres. Hablo de cadáveres. Puedes controlarlos con nigromancia,


¿sabías? Los cadáveres que ya han muerto también te traicionarán.

—……………

— Se cómo te sientes en este momento. Ella es realmente mental, ¿cierto? Es


por eso que no me agrada. Entiendo que la traición debió haber sido un shock.
Sin embargo, ¿cómo lo diría? Es ese tipo de sentimiento.

Era drástico.

Ahora que lo pensaba.


Ahora que lo analizaba.

Durante esa noche cuando la nieve caía pesadamente, luego de haberme


despertado furtivamente y arrastrado afuera, Barbatos me mostró la imagen de
ella levantando un enorme ejercito de no-muertos como si tratase de
demostrarlo… ¿qué estaba pasando por su cabeza en ese momento?

¿Cuál era su motivo oculto detrás de mostrarme triunfalmente a mí, la persona


que estaba, como su amante, situado en la posición más fácil de traicionar y ser
traicionado por ella, los soldados que absolutamente se le rebelarían?

Sitri habló:

— Es posible ganar cicatrices mientras vives tu vida. Pero ¿qué pasa con las
personas que tratan de cicatrizar el mundo solo porque resultaron heridas? ¿No
es totalmente opuesto? Ya que fui dañada, debería perseguir más un mundo
donde las demás personas no sean heridas. La gente debería tener una buena
actitud como esa.

Seguramente.

Lo entendí.

Sitri era distinta comparada a nosotros.

El día en el que ella sea capaz de comprendernos a Barbatos, a Lapis, a


Farnesio o a mí, probablemente nunca llegue. Esa incomprensión no era ni triste
ni irrazonable. Era hermosa y racional. Estaba bien que ella viviese tal como lo
hacía.

Sonreí satisfechamente por primera vez en mucho tiempo.

— Veo que eres una buena individua, Lady Sitri.

— ¿Hm?

— Seria grandioso si hubiese solo personas como tú en este mundo. Sin


embargo, eso no se puede evitar. Barbatos es una mujer fuerte. Si hubo un
incidente que fue capaz de cambiarla completamente, entonces, aunque no sé lo
que pudo haber sido, debió tratarse de una ocurrencia tremenda. Nada puede
hacerse por ello. Por favor, muestra algo de comprensión.

—………………
Sitri me miró fijamente.

— Tú, ¿acaso sabes en qué tipo de situación te encuentras ahora? Es lo mismo


que Barbatos habiéndote encerrado. ¿Por qué sigues aferrado a ella?

— No estoy aferrado a nadie. Simplemente estoy reconociendo el hecho de


que algo inevitables es inevitable. Yo mismo me considero un hijo de puta, pero
al mismo tiempo, soy un hijo de puta muy honesto. Es inesperadamente difícil la
forma de este mundo, sí.

Sonreí ligeramente.

— Siento como si ya fuese hora de preguntar. Lady Sitri, ¿he aprobado?

— ¿Aprobado?

— Estoy preguntando si crees que está bien NO matarme. Por favor, no finjas
ignorancia5. ¿Acaso no empapaste con veneno el trozo de pan que me entregaste?

—………………

La expresión de Sitri se heló por un momento.

Un silencio cayó sobre nosotros durante un extenso periodo de tiempo.

La pesada lluvia cambió a una llovizna e hizo parecer como si el cielo estuviese
sazonando la tierra. Me quité la parte superior de mi atuendo y sequé mi cuerpo
con una toalla andrajosa. Incluso si me permitiese ser mojado por la lluvia, tenía
que secarme de vez en cuando con el fin de no pescar un resfriado. La razón por
la que mis intestinos se sentían fríos probablemente no se debía solo a la lluvia.

Sitri abrió su boca:

— ¿Cómo?

— Eso mismo me pregunto. Había un montón de señales. Primero, te me


acercaste con una actitud demasiado amigable. Rasgaste el pedazo de pan y me
entregaste la mitad, mientras tú, Lady Sitri, personalmente te comías la otra.
Ese es un comportamiento que normalmente se ver en dos personas que son muy
cercanas, como familiares, por ejemplo. Por otro lado, la relación entre tú y yo…
bueno, no es muy favorable.

—…………………

Sitri era muy cercana a Paimon. Desde su perspectiva, no sería malo asumir
que yo era el enemigo político de Paimon. Pero ella se me acercó, a pesar de ser
ese tipo de persona, de una forma muy amigable y me entregó un trozo de pan.
¿Es en serio?

Era posible considerarla simplemente como alguien que tiene generosidad y no


le interesan las cosas triviales. En realidad, ese es un puto de vista positivo.
Tristemente, desde que nací, siempre he sido un bastardo que apenas tiene
recuerdos de si mismo mirando el mundo desde una perspectiva positiva. Ella
tenía un motivo subyacente. Era sensible llegar a esa conclusión.

Por ejemplo, algo como comer a propósito el mismo pan con el fin de no levantar
sospechas por haber envenenado la comida.

A través de tal proceso fue que saqué mis conclusiones.

Hacia eso desde que era un chico.

— Luego estaba la parte donde vomitaste tras haber escuchado las prácticas
obscenas entre Barbatos y yo. No soy sordo. Recuerdo haber escuchado a la
gente decir muchas veces de como tú, Lady Sitri, posee un gran nivel de
perversión. En comparación a tal individua, los actos que Barbatos y yo llevamos
a cabo no son más que simples juegos de niños. A pesar de eso, vomitaste seco…
Yo solo puedo jugar como forzaste deliberadamente lo que sea que hubiese en
tu estómago.

—……………

— No estoy seguro de cuál sea tu razón detrás del envenenamiento, pero


discutamos eso vagamente. Para empezar, el antídoto. Lo tienes, ¿no? Si no es
una descortesía, entrégalo, por favor. Incluso si tengo una cantidad considerable
de experiencias sobre ser envenenado, ciertamente, algo que no se puede evitar,
no se puede evitar. Soy incapaz de abandonar mi deseo de vivir.

Ahora bien.

Saqué mi mano.
Sitri me miró con un rostro rígido. Era un poco problemático ya que lo único
que ella hizo fue seguirme mirando inexpresivamente. ¿Acaso no tenía intención
de darme el antídoto? A pesar de cómo estoy, soy un hombre que solo considera
que su muerte suceda a manos de Lapis o de Elizabeth. Si llego a morir
envenenado por alguien tan inferior como tú, entonces sería una deshonra para
esas dos chicas.

— Está bien si me pusiese a gritar en este momento. Esos centinelas de allí


realizando guardia probablemente corran hacia acá. Se habrá acabado entonces.
Mientras testificase que Lady Sitri a intentado matarme con veneno, como eres
muy cercana a Su Excelencia Paimon, toda la Facción Montañosa será contada
como responsable de ese crimen. ¿Deseas que eso pase?

—……………

— Luego que el juicio militar fuese rechazado, el Lord Demonio, a quien las
tres facciones están custodiando, fue asesinado por uno de los miembros líderes
de la Facción Montañosa. Que maravilloso. Puedo ver vívidamente esto ser
gritado por todo el continente. Huh, claro, si causar conmociones es tu
pasatiempo, Lady Sitri, entonces no te detendré. Eso es bueno. Me gusta
muchísimo el caos.

Sitri se mordió el labio fuertemente.

Deslizó su mano en su abrigo y sacó un contenedor de cristal. Un líquido


amarillo brillante, el cual parecía miel natural, se movía dentro de la botella.
Recibí el objeto y lo ingerí todo de un trago.

Mm, que sabor tan asqueroso. En serio, sabe pésimo. ¿Por qué es que hay
tantos tipos de venenos que saben tan bien, pero sus antídotos saben
horrendamente? Era confuso.

—…te adelanto, esto no tiene ninguna relación con mi Herma Paimon. Lo hice
arbitrariamente.

— Una buena excusa. Al final, suena como una excusa digna de aplaudir ante
mis oídos. Esperaré personalmente que los demás Lores Demonio también lo
escuchen de la misma forma durante la corte.

Fue en ese momento.


Uno de los soldados que estaban montando guardia a una ligera distancia de la
prisión, se quitaron sus uniformes militares. Una vez que el gorro militar fue
removido y su manto fue liberado, la persona que estaba allí era,
sorprendentemente, Lord Demonio Paimon. La mirada de pánico estaba
aparentemente en su rostro. Incluso hasta este momento, esta era una actuación
completamente intrigante, pero lo que Paimon le dijo a Sitri fue más digno de
ver.

— ¡Sitri, tú…! ¡Dijiste que deseabas probarlo por un momento con el fin de ver
qué tipo de persona era, pero ¿por qué usaste veneno?! ¡¿Acaso la prueba siempre
tuvo ese significado?!

Sitri se rascó la cabeza.

— Huh. Herma, como es de esperar, este tipo no me agrada. Cierto olor


proviene de él. Es el olor de un cadáver descompuesto. Sin decir que ya que tu
eres la líder de la Facción Montañosa, no tengo el menor derecho de dar mi
desaprobación, pero…

— ¡Idiota! ¡Ese no es el problema en este momento!

Paimon corrió directamente hacia mi celda y bajó su cabeza. No fue solo una
vez. Dos veces, tres veces, cuatro veces; como si literalmente tratase de
confirmar cuán cerca estaba su existencia del suelo, hijo varias reverencias.

— Esta dama se disculpa, Dantalian. Sinceramente se lamenta. Sitri no tenía


malas intenciones. Es solo que, cuando se trata de algo relacionado a esta dama,
esta chiquilla se molesta extrañamente… Esta dama ruega tu perdón. Hará lo que
sea posible para disculparse, así que, por favor, perdona a Sitri…

— ¿No tenía malas intenciones, dices?

Vagamente observé la frenética disculpa de Paimon.

No me sentí impaciente porque casi había muerto por envenenamiento. En el


aspecto político, un intento fallido de asesinato es uno de los crímenes más
deplorables. Dependiendo de cómo utilice esto, poseía un valor infinito.

En primer lugar, no confiaba para nada en Paimon. Después de todo este


tiempo, no había razón para que yo me asombrara incluso si ella usaba medios
como el veneno.
— No ha pasado siquiera un año desde el día en que recibí una disculpa suya,
Su Alteza Paimon, en la Noche de Walpurgis. En ese entonces, usted trató de
removerme políticamente. Ya que la difamación no funcionó, ¿ahora viene el
veneno y el asesinato? Que asombroso.

De principio a fin, hablé sarcásticamente y con un tono calmado. La complexión


de Paimon palideció.

Tres días han pasado desde que comenzó la guerra. He escuchado eso durante
varios días, Paimon hubo obtenido un buen registro de guerra mientras
enfrentaba al Ejercito Imperial de Francia. Aunque aún tienen que llevar a cabo
la batalla decisiva, estaba bien decir que había obtenido excelentes resultados.
Barbatos estaba mostrando resultados que eran completamente opuestos a un
buen significado por sufrir enormes pérdidas mientras enfrentaba al Ejercito
Imperial de Habsburgo.

Sin embargo, un intento de asesinato contenía una fuerza explosiva con la


habilidad de derrotar algunas grandes pérdidas como esa en un instante. Desde
la perspectiva de Paimon, esto no era distinto a una pesadilla.

— Dantalian, esta dama dice verdad. Porque simplemente desea aceptarte


oficialmente en la Facción Montañosa… Antes de que esta dama pudiese hablarte,
Sitri solicitó poder conversar contigo con el fin de determinar el tipo de
individuo que eras…

— Veo que dentro de la Facción Montañosa, envenenan a la gente y ven cuánto


pueden soportar con el fin de juzgar su personalidad. Impresionante.

— Dantalian…

Paimon me miró con un rostro que parecía a punto de colapsar en cualquier


momento. Lentamente se arrodilló. El suelo, el cual estaba húmedo debido a la
lluvia, ensució su falda con lodo. Tras ver eso, Sitri frunció el ceño.

— Herma, no puedes, ¡y menos por este!

— Tú te callas. No tienes derecho a hablar.

Paimon cortó fríamente las palabras de su aliada.

— Dantalian. Esta dama entiende que, ante ti, no parece una persona de
confianza. Si, esta dama ha dudado de ti y te ha difamado muchas veces. Sin
embargo, te aseguro que no existe ni el más mínimo motivo oculto detrás de este
propósito de aceptarte bajo la bandera de la Facción Montañosa… Si dices que
esta dama ha de probarlo, entonces lo hará. Por eso, por favor, escucha las
palabras de esta dama.

—………

Era asombroso.

Lo que era asombroso era el hecho de que la habilidad de actuación de Paimon


era tan impresionante que hacía sentir que lo que estaba diciendo eran palabras
apasionadamente sinceras. Esa personalidad tan descarada que tenía, la cual
apoyaba su habilidad de actuación, era tremenda. Santo Cielo. Si fuese alguien
más, entonces probablemente habría sido engañado ahora.

Eso es porque se trata de esta mujer.

No solo trató de culparme por algo tan ridículo como propagar la enfermedad,
sino que trató de usar al enemigo vendiéndole el artefacto Memory Play a la
Princesa Imperial Elizabeth. Intencionalmente rechazó el juicio militar con el fin
de estar entre Barbatos y yo, y si era necesario, esta mujer era alguien que haría
algo como atreverse a usar veneno. Sin embargo, ella esperaba que yo le creyese
cuando clamaba que no tenía malas intenciones detrás de todas esas acciones.

¿No era esplendido? Incluso mi padre fue incapaz de llegar a ser tan
francamente lamentable. Inconscientemente sonreí amargamente.

— Por favor, entienda, Su Alteza. Eso es vergonzoso.

— ¿Perdón?

— ¿Hay algún beneficio si usted me recibiese en la Facción Montañosa? Sin


importar cuanto desprecie a Barbatos, ¿desea ir tan lejos para dañarla? Claro,
esto no es algo que yo debería estar diciendo personalmente cuando
voluntariamente he solicitado mi propio juicio porque estaba consciente de que
usted se comportaría de esa forma…

Así era. Con respecto a usar las emociones de las demás personas, Paimon y
yo éramos iguales. El problema era que, a pesar de ser así, Paimon continuaba
actuando como si estuviese desprendida y erguida, todo en su soledad.

— Siento una genuina curiosidad. ¿Es divertido vivir así?


Ten orgullo como una persona de influencia astuta, Paimon.

Soy consciente de que atesoras a tus súbditos. Sin embargo, sea un criminal
usando a una buena persona, o una buena persona usando a un criminal; si has
usado a alguien por tu propia discreción, entonces en ese momento, tanto tu como
yo nos hemos vuelto conspiradores iguales. ¿Acaso ambos no somos bestias,
salvajes que poseen los dientes que pueden rasgar una amplia cantidad de la
carne del otro?

Paimon rogó.

— No, eso no es cierto. Fundamentalmente malinterpretas algo. Incluso con


respecto a Barbatos, hay una gran equivocación… En este momento, justo ahora
es tu última oportunidad. Puedes tomar la mano de esta dama. Barbatos
ciertamente va a eliminarte usando esta posibilidad.

—………

— Sitri también lo dijo. Barbatos, esa chiquilla no deja sola a la persona que
ha conocido su debilidad. Es una maestra de la actuación. Rápido, si no entras en
la Facción Montañosa y solidificas tu posición, entonces serás eliminado en un
abrir y cerrar de ojos y…

— Alineación en un momento así también, ¿no?

Solté un gran suspiro. Paimon se estremeció.

Eso no lo hará. Busqué entre mis ropas, las cuales me había quitado antes,
junto a mí y saqué un reloj de bolsillo. Era la evidencia que pasó de las manos de
Humbaba a las de Paimon, y de las de esta a las manos de la Princesa Imperial
Elizabeth; y de ella a mí.

—…eso es.

Este era un objeto que Paimon reconocía muy bien. La atención de sus ojos
rojos tembló. Asentí con mi cabeza y le mostré el reloj de bolsillo.

— Oh, cielos. Parece que está bastante familiarizada con este artilugio, Su
Alteza. ¿Quizá podría, no sé, recordar el momento en el que lo vio por última
vez?

—………
96
DUNGEON DEFENSE 4
— Si, por favor, levántese y eche un vistazo. Este es un artefacto Memory
Play. El secreto y origen de mi General Interino, Lady Laura De Farnesio están
contenidos dentro de este objeto. Tras la negociación con la Princesa Imperial,
ella me entregó esto. Esa persona es inteligente. Con usar este secreto, ella, sin
duda alguna, habría asaltado la dignidad de Farnesio. Más que eso, el golpe
político que mi general hubiese recibido probablemente habría sido transferido
directamente a mí también.

Tarareé como si le estuviese contando una historia asombrosa. Sin embargo,


mientras mis palabras continuaban, el rostro de Paimon se tornaba más rígido.

— No estoy seguro de quién fue, pero parece que quien sea que le haya
entregado esto a la Princesa Imperial debe aborrecerme muchísimo. Es triste.
No recuerdo haber cometido ningún crimen en particular, como para que yo
reciba tal resentimiento… Es por eso que, incluso si no lo deseo, una relación
antagónica se formarían entre esa persona y yo. ¿No es así, Su Alteza?

—……………

¿Qué pasa con esa carita, Paimon? No hay muchas cosas en el mundo que sean
tan excitantes como el progreso del autodescubrimiento. Por eso, incluso si ese
rostro desnudo tuyo, el cual acabas de descubrir, fuese el de una hipócrita
ridículamente tonta, sigue siendo tu naturaleza. Si eres incapaz de amarte a ti
misma, entonces, ¿quién podría atesorarte?

Estaba bien. Yo, como esperaba, amaba mi propia vida que estaba loca por la
autoridad. La razón por la que amábamos la vida no era porque estábamos
familiarizados con ella, sino porque estábamos encariñados con el amor. Incluso
algún día amarar a tu “yo” hipócrita.

Levanté las comisuras de mi boca.

— No se preocupe. Tampoco es que sea un tonto. Al final, sé por qué la Princesa


Imperial me regresó este tipo de bomba. Probablemente espera que convierta
esto en un problema y provoque un conflicto interno dentro de la Alianza
Creciente. La Princesa Imperial también es una figura bastante extraordinaria…

En el día en el que rompí la negociación y regresé a mi campamento, quedé


bastante sorprendido al ver el contenido dentro de este reloj de bolsillo. Me
conmoví una y otra vez por la terquedad de Paimon, quien insistentemente
trataba de deshacerse de mí. No era una broma. Quizá ella había saltado sobre
la lógica y era capaz de sentir todo a través de su intuición.

El hecho de que el individuo que había movido esta época era yo, Dantalian.

Paimon fue la primera en sentirlo entre las figuras autoritarias existentes.


Esa era la razón por la que luchaba por deshacerse de mí…

Era una precaución remarcable. La elogiaré considerablemente. Sin embargo,


cometiste un error. En lugar de tratar de excluirme, debiste haber tratado
arrastrarme. Al final, tal como lo hizo Barbatos, debiste haber creado un
compañerismo donde ambas partes se usaban mutuamente.

Durante el momento cuando aún parecía una “persona fácil de convencer”, tu


grave error fue el hecho de que mostraste abruptamente tus dientes. La
debilidad nunca olvidará la arrogancia del fuerte.

Ahora bien…

— Su Alteza Paimon.

El hecho de que fuiste una hipócrita, la cual me vendió, ha sido revelado


explícitamente. ¿Qué harás ahora? Personalmente, siento una tremenda
curiosidad por saber cuánto puede soportar tu lamentable y descarado rostro.

— ¿Acaso, no sé, tiene algo más que decirme?

—……………

Paimon bajó su cabeza. No la levantó de inmediato. Incluso desde aquí pude


ver sus labios abrirse, y cerrarse, y volverse a abrir.

Poco después, Paimon murmuró en voz baja.

—…lo siento. Pues esta dama –con una voz vacilante que sonaba como si fluyese
de lo más profundo de su corazón–. Pues esta dama es una incompetente… Porque
es una incompetente sin fin… por eso, esta dama se disculpa…

Esas eran unas palabras bastante extrañas para decirlas como disculpas.

Paimon ya no trató de rogar o dar más excusas. Ella simplemente se levantó,


con su rostro aun mirando hacia abajo, y se fue. El borde de su manto, el cual
había sido ensuciado por la lluvia, fue arrastrado detrás de sí como una ola.
—……………

Sitri, la culpable detrás del incidente de hoy, me miró sin emociones en su


rostro antes de perseguir rápidamente a Paimon.

Y por eso, las únicas cosas que quedaron a mi lado eran, nuevamente, el fardo
de heno, la desgastada silla de madera, y los dos chacos de agua lodosa que no
se habían secado. Finalmente fui capaz de suspirar de alivio cuando todos se
habían ido. Aunque era una vida que realmente no tenía mucho, me satisfacía así
como estaba.

— Huh.

¿Qué hora es ahora?

Levanté la vista hacia el atenuado cielo nocturno.

Aunque Paimon había insistido que yo había malinterpretado algo, al contrario,


eso era algo que quería decirle. No solo Paimon, incluso Barbatos parecen haber
malentendido firmemente una cosa. De la misma forma en que Paimon parece
creer que esta era una guerra que ella debía manejar, Barbatos parece pensar
que esta era una guerra que ella había comenzado. Desafortunadamente, ambas
estaban equivocadas. De principio a fin, esta guerra era mía.

Era necesario hacerlas entender eso.

Si planeaban distanciarme de la guerra, entonces que así sea. Traten de


alejarme. Sin embargo, mañana lo comprenderán.

La realidad de que incluso si no me acerco a la guerra, esta estará más que


complacida por venir a mí.

Farnesio.

Nuestro tiempo ha llegado.


La Espada Solitaria de un Rey, Laura De Farnesio. Humana.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 7.

Llanuras de Bruno – Centro del Ejercito de la Alianza Creciente.

Autoridad por sangre.

Sangre por autoridad.

—………

Esta damisela miró la bandera por un largo periodo de tiempo.

La bandera de Su Majestad. El proverbio que estaba adornado con hilo


plateado. Las líneas hechas de “contrahílo” que nos ataban junto a él. No me
desagradaban esas palabras que emanaban su olor corporal y su fragancia.

No solo entrenamos a los 7.000 soldados de elite durante el invierno gélido.


Su Majestad nos entregó uniformes a los vasallos y creó un lema. Mientras esta
damisela entrenaba a esos soldados totalmente aislados, él los reunía como uno
solo. El entrenamiento de esta damisela y la unión de Su Majestad se
intercalaban, y para cuando llegó el inicio de la primavera, ya habíamos formado
un ejército distinto y poderoso.

Humbaba, la cabeza de la Guardia Real, habló:

— Eh, parece que vamos a ir nuevamente a la batalla sin el maestro.

— Al final eso no es problema.

Esta damisela habló calmadamente.

— Honestamente hablando, Su Majestad no sería particularmente útil durante


la batalla. Como mucho, es mediocre, y solo puede considerársele sabio cuando
amplía las reglas. Ya que se ha ido, se siente como si la cabeza de nuestras
fuerzas fue cortada, pero a su vez se siente como si nuestra cola también fue
separada, aligerando nuestro cuerpo.

— Huh. ¡Solo estaba diciendo esto porque nuestro maestro no está presente,
pero me gustaría decir que pienso de la misma forma!

La capitana de la Guardia Real rió.


Su risa, si esta damisela tuviese que salir de su curso para expresarlo,
contenía cierta cosa que solo podía ser descrita como demente. Estrictamente
hablando, incluso dicha expresión era errada. No era como si ella estuviese loca,
sino que estaba bien loca. Si esta damisela tuviese que confesarlo honestamente,
entonces entre la gente que sirve bajo las ordenes de Su Majestad, esta
damisela era la única vasalla que estaba cuerda.

Lady Lapis era más similar a un animal salvaje increíblemente inteligente que
a una persona. Comenzando por Humbaba, la líder da la Guardia Real, cada una
de las brujas eran animales plumíferos cuyas cabezas estaban completamente
endemoniadas por la lujuria. Su Majestad, quien estaba cuidando de este tipo de
vasallas a ambos lados, era literalmente una bestia entre las bestias, y el rey
entre los animales salvajes. Por impulso, una persona educada como esta damisela
fue capturada y llevada a este zoológico extremadamente peligroso. Era algo
bastante espeluznante.

Oh, es una temporada gélida. Aunque el invierno ya pasó, la estación se


mantiene fría. Para que una mujer inteligente como esta damisela sobreviva, el
viento de este mundo se ha vuelto frígido un lugar a la vez…

La capitana de la Guardia Real sonrió y se volvió hacia esta dirección.

— ¿Y ahora, Queridísima y Honorable General Interina? ¿Qué deberíamos


destrozar primero?

— Hm.

Esta damisela miró el campo de batalla.

Actualmente, nuestras fuerzas habían obtenido victorias continuas.

La Alianza Creciente y los Cruzados estaban enfrentándose entre sí con un


total sorprendente de 200.000 soldados, lo cual era extensamente suficiente
para llevar a cabo batallas inclinadas. Sin embargo, la realidad era algo distinta.
En la Alianza Creciente, las fuerzas estaban separadas en Facción de Llanuras,
Facción Neutral y Facción Montañosa. Cada grupo estaba luchando por su cuenta.
Los Cruzados eran iguales. Cada una de sus naciones operaba a sus ejércitos por
separado mientras luchaban contra nosotros.

Como resultado, como si la unidad de 7.000 soldados contratados, los cuales


esta damisela lideraba, se hubiesen convertido en una fuerza separada, pasamos
a través de las batallas que se desarrollaban en el campo y atravesamos las
fuerzas enemigas por aquí y por allá.

Ayer acabamos con los caballeros del Reino de Bretaña. Anteayer masacramos
a tres condes del Imperio de Francia. Antes de ese día fue el escuadrón de la
República de Batavia. Fue un campo de guerra atractivo donde había diversión
en la elección de tu presa. Ahh, que delicioso. Esta damisela estaba extasiada.
Estaba segura de haber nacido en este mundo tan lamentable solo para provocar
caos aquí.

Los Cruzados probablemente ya comenzaban a detestar a esta damisela.

Era momento de dejar de jugar y cosechar el odio.

— Durante los últimos días, los ejércitos humanos habían continuado siendo
acabados por esta damisela una y otra vez. Independientemente de si ellos eran
grupos diferentes, separados de acuerdo a sus naciones, si lo que estaba pegado
a sus cuellos eran sus cabezas y no cascarones vacíos, entonces planificarían una
operación articulada.

— Huh. Por eso los ejércitos se unirán y planificaran todo juntos con el fin de
herirnos, ¿eh? Esto realmente no es nuestra preferencia para dejar de ser el
cazador y pasar a ser la presa.

Esta damisela asintió con su cabeza. Lo mismo iba para ella tambien en “no
tener el pasatiempo de ser cazada”.

— Su Alteza le dio una orden a esta damisela. No luchar contra la Princesa


Imperial de Habsburgo. En otras palabras, él no desea que obtengamos la victoria
decisiva, ni que finjamos encontrarnos con una derrota determinada.

— ¿Entonces?

— Caos. Solo eso.

Esta damisela declaró.

— Su Majestad solo desea que el caos se propague por todas las llanuras. Esa
es la orden que nos fue dada.

Esta damisela se lamentó profundamente.


¿Acaso no era un Lord absurdo? No le ordenó a esta damisela, quien no tenía
más de 17 años, que ganara la batalla, ni le dijo que perdiera convincentemente;
en lugar de eso, le ordenó que solo convirtiese todo el campo de batalla en una
mezcla de discordia. ¿Qué se supone que esta damisela haga sobre esa orden tan
precisa dada por Su Majestad? Aunque esta damisela ya ha contemplado lo que
debería hacer, su decisión ya ha sido determinada.

— Ya que esta damisela es un objeto de sublimidad bastante fiel, ella solo


puede seguir órdenes. Capitana, suene los cuernos. Has hecho un buen trabajo
obteniendo solo beneficios triviales en los últimos 4 días. A partir de ahora,
nuestras formas volverán genuinamente este campo de batalla en un desastre.

— Jajajajaja.

La Líder de la Guardia Real, Humbaba, rió.

— Eso está bien. Realmente bien. Esa es una de las cosas que nosotras amamos
más. Asi como los cerdos necesitan bañarse en algo de lodo con el fin de
comprender que es un cochinero, los humanos necesitan rodar en piscinas de
sangre para que así puedan entender que son unos desgraciados. Estaremos más
que agradecidas de volver a la gente “gente” junto a usted, General.

Todas a la vez, las brujas tomaron un cuerno. Diversos sonidos se elevaron en


el cielo como si fuesen humo.

Debido a la llovizna repentina al amanecer, las nubes están pesadas y el cielo


estaba bajo. El sonido alcanzó fácilmente las nubes oscuras llenas de humedad.
El mundo era oscuro y los soldados terminaron sus descansos y levantaron sus
cuerpos como sombras. Esta damisela montó su caballo negro y miró a la línea
frontal.

El viento sopló. Era un viento que contenía la primavera.

Como había llovido por intervalos durante los últimos días, la línea delantera
estaba empapada y saturada. La esencia del principio de la primavera era densa,
haciendo parecer como si el prado pronto fuese a teñirse completamente de un
color verde amarillento. Esta damisela sentía como si pudiese haber un aroma a
sangre allí fuera que incluso esta pintura natural posiblemente no pudiese
colorear o cubrir en su totalidad. Teñir el mundo de verde era la jurisdicción de
la temporada, y la supervisión del colorear esta tierra de rojo era la tarea de
esta damisela.

— Abanderados, avancen.

— Entendido. Abanderados, ¡avaaaanceeeen!

Las brujas saltaron en sus escobas y se elevaron ligeramente. Se volvieron


cantantes de las bases de las nubes negras y comenzaron a cantar nuestra
canción de guerra. En respuesta a eso, los soldados en tierra recitaron al unísono.
Mostramos que la batalla, la cual era angustia y lamento al otro lado, no era más
que una simple melodía para nosotros.

— Todas las fuerzas, avancen.

Y así, nuestra unidad avanzó.

El campo de batalla era sistemático. El ejército de cien mil y el ejército de


cien mil estaban de pie, formados, y se acercaron el uno al otro. Ya que era obvio
que si una sola unidad corriera al frente, seria rodeada inmediatamente, fuesen
las fuerzas aliadas o enemigas, todos tenían una batalla del temor. Mientras se
liberaba desde el centro, esta damisela ordenó.

— Todas las fuerzas. Sigan avanzando.

Las brujas rieron y repitieron mi orden.

— ¡Sigan avanzandoooo!

En un momento, nuestras tropas sobresalieron del ejército de cien mil, el


campamento de la Alianza Creciente, y avanzó al frente. Era evidente que las
demás unidades de los Lores Demonio en la distancia mostraban signos de
confusión. Había incluso gente que enviaba mensajeros, cuestionándonos acerca
de lo que pensábamos que estábamos haciendo. Luego de decirles a los
mensajeros “entendido”, ajustamos nuestra velocidad, y los enviamos de vuelta.

Esta damisela ordenó inexpresivamente.

— Avancen a toda velocidad.

— Avancen a toda veloooociiidaaaaad.

Ahora bien.
Aunque Su Majestad era un carnicero entre los bastardos, ese hombre era el
único lord de esta damisela. El hombre que la había encontrado dentro de este
enorme continente y recogido. La persona que se había convertido en miembro
de su familia. Sería bueno hacerles saber que esta damisela no pasará por alto
el crimen de esa gente por haberse atrevido a encerrar en una jaula de cerdos
al lord, hombre y familia de esta damisela.

No importaba si eran la Alianza Creciente o los Cruzados. Vengan todos juntos


hacia esta damisela. No son más que una simple audiencia, ¿o me equivoco?

Para Su Majestad, esta batalla simplemente es una melodía presentada por


esta damisela.
Lord Demonio de la Inmortalidad, Barbatos. 8º Rango.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 7.

Llanuras de Bruno – Ala Derecha del Ejercito de la Alianza Creciente.

Ahhh. Esto no es divertido.

Realmente, realmente no lo es…

De principio a fin, esta guerra no ha procedido como quería.

Hemos estado enfrentado al Ejercito Imperial de Habsburgo desde hace un


par de días, pero esos tipos no se están moviendo como me gustaría.

¿No dijeron que su nombre era la Princesa Imperial Elizabeth? Esta persona
no viene desesperadamente incluso si la jodemos, sino que viene completamente
dispuesta cada vez que retrocedemos. Está experimentada con lo fundamental
de las tácticas.

Un enemigo sensato era una de las existencias más detestables allá afuera,
seguido de un aliado frágil. Hmm. Predigo que esta será una guerra prolongada…
Bueno, solo podemos aguantar saqueando cualquier suministro que nos falte. No
es un problema en particular. Como lo sospeché, esto carece de un tipo de boom,
una sensación espléndidamente explosiva.

Independientemente de eso, no podemos ignorar al ejército imperial y


dejarlos estar. Lo hicimos un par de veces antes, pero cada vez que los esperaba
desde un lado, terminaban haciendo estragos. Tanto la Facción Montañosa como
la Facción Neutral habían sido derrotadas por la Princesa Elizabeth una vez.
Mierda. Este maldito mundo. Soy la única aliada en quien depender aquí.

…no, si fuésemos a discutir sobre la dependencia, entonces ¿también debería


reconocer a la maldita puta humana?

Laura De Farnesio.

La chica, la cual Dantalian trajo de “quien sabe de dónde coño” y había llamado
su general interina, seguramente parecida a su maestro, ya que su rudeza estaba
clara.

Ella no estaba yendo a la guerra en serio. Esto era algo que podías decir al
mirarla. Esta niña la estaba disfrutando.
Ella pudo haber arrastrado al enemigo y aniquilarlos con facilidad, pero solo
los atormentaba por tres horas y los dejaba ir. La razón probablemente era
simple. Era porque sería un desperdicio si los engullía al instante. Su intento por
lacerarlos un poco a la vez y acosarlos hasta que estén completamente secos
emanaba de ella como humo en ascenso. Una única comandante militar bastante
respetable. Eso podía afirmarlo.

Ella era basura.

Una completa basura…

¿Con qué motivos hasta los vasallos de Dantalian estaban colmados de basura?
La gente dice que tanto el maestro como el sirviente se parecen, y este caso es
exactamente parecido. Tenemos que eliminarlo en algún momento, pero esa puta
de Paimon siempre se anda atravesando en todo.

— Huh.

Un suspiro salió por sí solo.

Tengo que exterminar a la raza humana, también aniquilar a las fuerzas


enemigas, incluso a Paimon. Además, tengo que pisar una cantidad apropiada de
conductas en Dantalian… hay muchas cosas que tengo que hacer, pero el tiempo
sigue pasando lentamente. A este ritmo, me temo que las cosas seguirán de la
misma forma durante unos 500 años más.

Bueno, un viaje de miles de millas comienza con un paso. Eso si excluyes el


hecho de que ese solo paso era obstinadamente agotador. Con los ojos
increíblemente agotados, miré la línea delantera y contemplé el lugar al que
debería ir primero.

En eso…

— ¿………?

Un único ejército dentro de la Alianza Creciente comenzó a moverse. tras usar


magia para mejorar mi visión, pude ver una bandera negra con dos líneas escritas
en ella, las cuales fueron hechas usando hilo plateado.

Autoridad por Sangre.

Sangre por Autoridad.


Sin duda alguna, ese lema jodidamente vulgar pertenecía a un único individuo:
Dantalian. En otras palabras, la puta humana había hecho avanzar a sus tropas.

Se arrastraron todo el camino hasta el centro del llano y abiertamente


comenzaron a establecer cercos de madera allí. ¿Debería llamar a eso una
posición defensiva? De cualquier forma, la tierra era considerablemente débil
porque había llovido durante días, por lo que si establecían vallas, estas estaban
destinadas a colapsar. En el centro del campo, el cual estaba completamente
desierto, esa mocosa humana y su unidad comenzaron a establecer su posición.

— ¿Huh…? Coño. ¿Qué demonios tratan de lograr esos?

Me volví y pregunté. Los Lores Demonio de la Facción de las Llanuras estaban


allí. Mis subordinados intercambiaron miradas entre sí, pero fueron incapaces
de decir algo. Eso era obvio. Dentro de nuestra facción no había alguien lo
suficientemente civil como para interpretar ordinariamente ese tipo de acción
tan absurda.

— ¿Qué tipo de “puta” se supone que es esa puta? ¿Ahh? ¿En serio ve el campo
de batalla como algún tipo de parque infantil? Si su lord está preso, entonces
debería ser dócil, ¿por qué es que se ha vuelto completamente loca esta vez?

—…………

Mis subordinados vacilantemente trataron de evitar responder. Sin embargo,


hubo alguien entre ellos que tenía su cabeza recta, o al menos, trató de
mantenerla así. Habló con una voz llena de sospechas.

—…aunque temo juzgar las intenciones de una persona de forma tan impulsiva,
sin importar como lo vea, ¿no están tratando de provocar a las fuerzas enemigas?

— ¿Provocarlas?

— Si. Durante los últimos días, un número considerable de ejércitos humanos


han sido acabados por ellos. Tras sostener el daño de una chica, la cual no pasa
de los 17 años, les ha de ser difícil soportar el hecho debido a esa densa
sensación de orgullo que los humanos poseen. Si los provocan de una forma tan
galante como esa, así sea que se trate de arriesgar su dignidad, los humanos no
tendrían más elección que acercarse.

Hmm.
Esa no es una lógica completamente ridícula.

El problema era si la provocación trabajaba apropiadamente. A pesar de su


apariencia, los humanos tenían un enorme ejército de cientos de miles. Dicen que
un número considerable de sus tropas estaba mezclada con grupos aleatorios,
pero lo mismo iba para nosotros. Incluso si había diversos grupos mezclados en
las fuerzas humanas, era obvio que el ejército de 7.000 de esa chica
posiblemente no aguantaría si una armada tan enorme se les acercase.

De cualquier forma, gracias a su avance apresurado, nuestro campamento


militar descuidado, el cual estaba conectado por el ala central izquierda, y el ala
central derecha, se había despedazado. Si un agujero se formaba en el ejército,
entonces lo que tendrían que soportar la carga serían los que estuviesen
manteniendo el resto de la formación.

Ahhhh… No se puede evitar. Ya que es aburridísimo, moví mi mano con


indiferencia.

— Oigan, prepárense para cubrir el agujero que esa puta está a punto de dejar.
Zepar, lidera a nuestras tropas de reserva y prepárate para moverte al centro
si es necesario.

— Si, Su Excelencia.

Los miles de soldados de reserva bajo mis órdenes partieron de inmediato. El


interior de mi boca poseía un sabor amargo. Sin embargo, si teníamos que
prevenir que el ejército centrar colapsara, era mejor que nuestro poder militar
disminuyera un poco.

Tras concluir la decisión, estuve a punto de idear la estrategia de guerra del


día, pero, drip, algo cayó en mi cuello. Era frío. Una vez que miré al cielo, varias
gotas de lluvia comenzaron a descender. Cayó ayer y anteayer, haciendo que la
primera lluvia de primavera simplemente se sintiera aburridísima.

— ¿………?

Espera.

¿Lluvia?

¿Un incentivo usando lluvia?


Mi mente se aclaró al instante.

De cualquier forma, la tierra había seguido humedeciéndose debido a la lluvia


de estos días. Varios lugares en todo el campo de batalla estaban llenos de lodo.
Si volviese a llover, ya fuese el ejército humano o nosotros los de la Alianza
Creciente, el número de tácticas que pudiésemos utilizar se recortarían al
extremo. Especialmente en términos ofensivos y no defensivos. Fruncí el ceño y
vi que la unidad que esa mocosa que tenía, en cierto punto, había terminado de
establecer su formación defensiva muy lejos de la línea delantera.

—…no me digas que son…

En ese momento, el sonido de un cuerno resonó enérgicamente desde el otro


lado del llano. Una vez volví mi cabeza, los ejércitos humanos finalmente habían
ejecutado la carga. Debido a la lluvia, todos estaban avanzando con la caballería
posicionada al frente en lugar de los magos aéreos. Tras presenciar eso,
cualquier fragmento de somnolencia que permanecía dentro de mí se había
desvanecido por completo y me levanté de mi lugar.

— Ah, mierda. Esa puta comenzó algo.

— ¿Perdón?

Las miradas de mis subordinados se centraron en mí al mismo tiempo. Aunque


realmente no me gustaba. Aunque realmente no sentía agrado hacia ir a la batalla
mientras me arrastraban; no por mi voluntad, sino por alguien más,
independientemente de eso, tuve que dar la orden.

— ¡Prepárense para ir a la batalla, desgraciados! Es una batalla de aniquilación.


Una batalla de aniquilación rodeada, ¡así es!
Lord Demonio de la Benevolencia, Paimon. 9º Rango.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 7.

Llanuras de Bruno – Ala Izquierda del Ejercito de la Alianza Creciente.

—…esto es.

Un aliento se escapó inintencionalmente de los labios de esta dama.

El progreso de la batalla se movía urgentemente. Hasta hace poco, las cosas


no fluían así. El ala izquierda y el ala derecha manejarían un ejército cada uno y
llevarían a cabo una batalla de paso pequeño. Sin duda alguna, habíamos planeado
llevar a cabo el primer asalto con ese tipo de táctica básica de hoy…

Sin embargo, después que la unidad, la cual era liderada por la niña llamada
Farnesio, había sobresalido hacia adelante, el flujo cambio por completo.

Esa chica era la única persona que había pasado al frente y dado el discurso
como representante de la Alianza Creciente, a pesar de ser humana. Desde la
perspectiva del enemigo, ella era una traidora de la que tenían que encargarse lo
más pronto posible. Si eran capaces de obtener la cabeza de Farnesio, eso sería
considerado con el mérito más grande. Un juego tentador.

Habiendo sido vendados por ello, los ejércitos humanos habían ordenado por
impulso que sus caballerías cargaran. Al principio, el Reino de Polonia-Lituania,
luego el Imperio de Francia, la República de Batavia, el Reino de Teutón… Cada
ejército, compitiendo por los méritos militares, envió a sus caballerías.

Esa acción no fue más que un movimiento pobre.

Las caballerías, las cuales cargaron simultáneamente desde todos los lados,
fueron incapaces de alinearse apropiadamente, y por ende, no pudieron obtener
un espacio amplio. El clima era especialmente malo. Tras añadir más lluvia a la
tierra –que ya estaba llena de humedad–, el suelo se había tornado pantanoso.
Una vez que las decenas de miles de cascos pasaron por esa agua lodosa — la
tierra se volvió instantáneamente un atolladero parecido a esos pantanos suaves
y húmedos.

Lo que cayó sobre el régimen de caballería enemiga, la cual había entrado en


el pantano y estaba batiéndose, era una continua lluvia de flechas de los
ballesteros que estaban ubicados al frente de la unidad de Farnesio, haciéndolo
parecer como si hubiese estado esperando ese momento desde hace rato. Como
su frente estaba obstruido por el lodo y su retaguardia estaba bloqueada por los
refuerzos que se acercaban desde otros ejércitos, la caballería compuesta de
no menos de 10.000 hombres, fue, literalmente, masacrada.

—………

Esta dama quedó petrificada.

Esa no era una batalla.

Al igual que la Alianza Creciente, los Cruzados de la humanidad no eran más


que una alianza floja. No tenían unidad de comando. Una vez que las caballerías
comenzaron a ser masacradas, algunas naciones ordenaron la retirada, mientras
que otras enviaban más gente con el fin de salvar a los camaradas que estaban
en peligro. Para la segunda vez, las caballerías retirándose y las que avanzaban
chocaron unas con otras.

Los gritos provenientes de las tropas enemigas podían escucharse incluso


desde aquí. Una incontable cantidad de cadáveres estaban esparcidas por esa
llanura que, en algún momento, terminó convirtiéndose en un plano lodoso, y la
pesada lluvia golpeaba esos cuerpos desde arriba. Esta dama, habiendo olvidado
momentáneamente ordenar a sus propias tropas, simplemente observó con
estupefacción mientras el poder de batalla de las poderosas caballerías
enemigas se derretía…

BUUUUUUUUUU.

Me preguntaba si eran incapaces de soportar y presenciar esa situación.

Varios cuernos, anunciando la carga, hicieron eco por todo el campamento de


los Cruzados. En ese mismo instante, las infanterías, en cantidades
considerables que no podían compararse a los pequeños números de las
caballerías, avanzaron.

Aunque cada bandera pertenecía a una nación distinta, estas avanzaban hacia
una dirección: la unidad de Farnesio. Con el fin de salvar a sus caballerías, y
vengarse de la despreciable masacre, los comandantes de los Cruzados
finalmente enviaron a sus tropas de infantería. Incluso si era difícil ver debido
a la pesada lluvia, parecía como si su fuerza militar era de 50.000.
Ciertamente, uno solo podía perder si se enfrentaba a ese masivo número de
fuerza militar. Las tropas de Farnesio finalmente comenzaron a retirarse.
Dejando sola a la hundida caballería, quienes aún estaban dentro del pantano, la
unidad de Farnesio comenzó a retroceder.

Desde el punto de vista de Farnesio, debió haber sido una retirada amarga ya
que era como si estuviese entregando un pescado, el cual ya había atrapado, al
enemigo. Como si se hubiese entusiasmado por el hecho de que la unidad de
Farnesio estaba retirándose, los hombres de infantería de los Cruzados se
emocionaron aún más y siguieron avanzando. Las tropas de la humana lentamente
se retiraban más hacia la retaguardia, y la infantería se adentraba más en
nuestro lado.

—…………

Un momento.

¿Realmente era una retirada amarga?

Una comprensión como un rayo se aferró en la cabeza de esta dama. Sin darse
cuenta soltó un jadeo.

— ¡Imposible…!

Si esto era lo que estaba esperando desde el principio, entonces esa mocosa
de Farnesio era realmente un monstruo absurdo. No había forma. Pero… Pero
sino uno fuese a detallar el curso de eventos del campo de batalla una vez más,
entonces, sin duda alguna, cumplía con las condiciones. Independientemente de
si Farnesio lo hubiese intentado o no, la orden que esta dama debía dar era
increíblemente obvia…

— ¡Todas las fuerzas!

Esta dama levantó su abanico y ordenó.

— ¡Desplieguen nuestras fuerzas! ¡Háganlo lo más amplio posible! ¡A partir de


ahora, nuestras tropas se convertirán en ala izquierda de una formación de ala
extendida y encerrará a las fuerzas enemigas desde el lado izquierdo!

— ¿Hm? ¿Qué sucede tan de repente, Herma?


Sitri, quien estaba preparándose para la batalla, inclinó su cabeza. Como
siempre, tenía un rostro ingenuo, el cual solo contaba miradas llenas de confusión
como si fuese incapaz de comprender la situación. Esta dama explicó
urgentemente, sin embargo, mantenía una cautela para no verse impaciente.

— Mira allá. La unidad de Farnesio está retirándose. La infantería de los


Cruzados está haciendo todo lo posible para perseguirla. Si ella es capaz de
atraer exitosamente a toda la infantería enemiga…

—………

Fue en ese momento cuando los ojos de Sitri comenzaron a brillar con asombro.

—…eh. Un embotellamiento tomará lugar. Solo una unidad está retirándose,


pero ya que hay incontables tropas persiguiéndola, naturalmente se reunirán en
un solo punto.

¡Eso mismo era!

Ciertamente, Sitri normalmente era una chica considerablemente tonta, pero


cuando el tema tenía que ver con la batalla, ella se transformaba completamente
en una persona distinta, muy perspicaz. Esta dama, mientras su mente estaba
ardiendo, ordenó.

— ¡Todos prepárense para llevar a cabo una batalla de aniquilación de rodeo!

Ciertamente, incluso Barbatos debe haber comprendido la verdadera


intención detrás de la situación que se desarrollaba ante nosotros. Ya que esa
chica, independientemente de lo demás, era bendecida con un maldito instinto
agudo cuando se trataba de guerra.

Si Barbatos desplegara el ala derecha y esta dama hiciera lo mismo con la


izquierda, entonces Farnesio atraería al enemigo directamente al cercado. Esta
era una carrera contra el tiempo. Si somos capaces de completar el rodeo antes
de que Farnesio pueda ser atravesada por el avance enemigo, entonces seria
nuestra victoria absoluta. Si las fuerzas enemigas eran capaces de aplastarla
antes de que podamos ser capaces de completar nuestra tarea, entonces seria
nuestra entera derrota. Una victoria absoluta o una entera derrota. Aunque esta
dama no tenía el pasatiempo de estar apostando, era en momentos como este
donde la labor de un comandante militar era apostar.
Las cortinas de lluvia se densificaban más. Debido a la niebla húmeda y una
pesada lluvia, los campos de visión de todos comenzaron a entrecerrarse
lentamente. Esto era buena fortuna. Las probabilidades de que el enemigo sea
incapaz de notar que completamos el rodeo en nuestro lado se elevaban. Más que
eso, si estaban cegados por el mérito militar… entonces esta batalla nos daba
una posibilidad de ganar.

Esta dama apresuró a los capitanes una vez más.

— Oigan, no es momento de estar dudando. Debemos apresurarnos…


Lord Demonio de la Inmortalidad, Barbatos. 8º Rango.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 7.

Llanuras de Bruno – Ala Derecha del Ejército de Alianza Creciente.

— ¡Rápido, desplieguen nuestras fuerzas de una vez! ¡Malditos cobardes!

Mientras personalmente pateaba los culos de mis subordinados, grité con


fuerza. Debido a que todo esto era una táctica que no planeamos de antemano,
los soldados mostraban mucha confusión, mierda, este no era el momento para
equivocarse con algo como eso. Era necesario moverse rápidamente incluso si eso
significa que tenía que golpear a esos malditos simplones en las bolas.

— S-Su Excelencia. Mil disculpas, pero si puede proveernos una razón…

— Si eso que tienes pegados a la cara son ojos, entonces míralo por ti mismo,
bastardo.

Lo agarré por el collar y lo forcé a mirar a la línea delantera.

— ¿Qué ves cerca de las tropas de esa mocosa humana?

—…v-veo un montón de infantería enemiga.

— Exacto. No solo un montón de infantería, sino gente que está acercándose


de una forma jodidamente descuidada mientras se concentran en un solo lugar.
También somos un desastre, pero esos están peor que nosotros. No tienen más
opción que ser así ya que tienen un comandante por cada nación.

Slap – le golpeé la mejilla.

—Ahora te pregunto. Los soldados de infantería se nos acercan mientras se


concentran en un solo sitio. Están tan reunidos que apenas pueden levantar sus
espadas de forma apropiada. Más que eso, están cegados por el deseo de tomar
la cabeza de esa chica humana. Convenientemente, parece que estamos en el ala
derecha. ¿Qué deberíamos hacer entonces, Sir Stonehead6?

—………

Mi estúpido subordinado abrió lentamente sus ojos.


—…tenemos que rodearlos, Su Excelencia.

— Así es, tonto. Uno más uno es igual a dos, y la infantería enemiga, quienes
están persiguiendo hacia nuestra dirección debido a que el mérito militar los ha
cegado, son presa que tenemos que destrozar completamente. Si lo entiendes,
entonces apresúrate y despliega la formación “Ala Extendida”. ¿Bien? Nos
volveremos el ala derecha de la formación “Ala Extendida” y envolveremos a esos
estúpidos ejércitos humanos.

— Pero, Su Excelencia. Un rodeo no puede completarse si vamos a ser los


únicos que nos movemos. La gente de la Facción Montañosa, quienes se están
encargando del lado izquierdo, también deben seguir con este plan para que
nosotros…

Volví a golpearle la mejilla a mi subordinado.

— Paimon puedes ser una puta loca, pero no es una puta incompetente. Si la
puta esa lo fuese, entonces yo misma la habría decapitado hace mucho tiempo.
Mierda, hemos estado juntas en 6 expediciones de la Alianza Creciente, y el
número de veces a la que hemos ido a una guerra civil una contra la otra es de
14. Al menos, su ingenio es mucho mejor que el tuyo, así que deja de preocuparte
por los demás, coño… ¡Idiotas! ¡¿Qué carajos hacen?! ¡Muevan sus culos de una
vez!

Slaaap.

Le di la última bofetada a mi subordinado.

Solo así se reunieron antes de proceder a mover rápidamente las tropas. Los
gritos resonaron por todos lados y los mensajeros iban de un sitio a otro.
Siempre ha sido así, y siempre lo será… todo esto es una batalla contrarreloj. Si
nos tardamos, entonces nuestro ejército central será atrapado y eso daría como
resultado que nosotros seamos destrozados. Esta era una oportunidad óptima.

Pero.

—………

Esto no me gusta.

Si quizá, esta batalla de aniquilación por rodeo tuviese éxito, eso haría que
esta mocosa humana hubiese comandado y controlado la batalla de principio a fin.
¿Eso era posible? Era imposible incluso para mí, quien había sido tratada como
una general valiente durante cientos de años y elogiada como intrépida, realizar
tal truco. En primer lugar, con el fin de que ese tipo de destino sea posible, uno
debe ser bendecido con algo diferente.

Dantalian.

¡¿Qué tipo de monstruo has criado…?!


La Espada Solitaria de un Rey, Laura De Farnesio. Humana.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 7.

Llanuras de Bruno – Centro del Ejercito de la Alianza Creciente.

La batalla había entrado a su etapa final. Todo fluía tranquilamente.

Nuestro lado fue capaz de encerrar al enemigo por los tres frentes. Aunque
los soldados enemigos hicieron lo posible por destrozar nuestro centro, fue algo
inútil. Hubo un momento donde casi fuimos empujados, pero mis tropas eran de
élite. Recuperamos nuestra formación en cuestión de segundos y contratacamos.
Era seguro decir que la mitad del progreso de la batalla ya había acabado.

— Hm.

Lord Demonio Barbatos y Lord Demonio Paimon. Las comandantes de las


respectivas alas habían terminado con la formación “Ala Extendida”. Con esto, la
superioridad de nuestras fuerzas había sido colocada en una base imperturbable.

Si el enemigo aun tuviese a toda su caballería, entonces habrían podido ser


capaces de apuntar a un giro. Sin embargo, la mayoría de la caballería enemiga
fue usada durante la fase inicial de la batalla. No solo era que un masivo muro de
lodo se había formado detrás de ellos, incluso la ruta de escape de la infantería
había sido sellada. Ahora las fuerzas enemigas eran incapaces de moverse hacia
adelante, a la izquierda, derecha o retroceder. Esta situación era lo que
significaba “estar rodeado por todos lados”.

Wooosh.

La pesada lluvia continuaba cayendo sin mostrar señales de detenerse pronto.


La visibilidad del campo de batalla se estaba tornando oscura. La línea de visión
de esta damisela fue incapaz de avanzar más lejos y fue obligada a detenerse
por la obstrucción de la lluvia. En todas y cada una de las ubicaciones la visión de
esta damisela se detuvo, el cadáver de un enemigo estaba regado allí. Era una
muerte como de espasmo, una vida que se sentía como si alguien le estuviese
sacudiendo de su disgusto.

Las brujas rieron mientras recibían la lluvia.

— Una obra maestra. Ciertamente lo es. Mira. Los humanos mueren mientras
nadan en aguas de mierda. Un escenario así es difícil de encontrar.
— Sip, desde que comenzamos a seguir a Lord Dantalian, cada día ha sido tan
divertido que es problemático vivir. Había muchas ocasiones en que las brujas
se lamentaban por el simple hecho de que les era difícil morir, pero una ocasión
donde se lamentasen por lo difícil que les era vivir era bastante rara. En ese
sentido, Lord Dantalian es un mandamás.

— Su “juguetito” también es de un mandamás.

— Espeeeren un segundo. Deténganse. ¿Cómo saben eso? Si no me equivoco,


entonces por la forma en la que suena eso, parece que ya han visto desnudo al
maestro.

— No, no, Herma Humbaba. Cometes una equivocación. Sin importar cuanto
nos aferremos a Su Gran Señoría y le roguemos que nos deje probar, nunca nos
ha concedido su gracia real. Sin embargo, en términos de observación directa o
indirecta, fuimos capaces verlo un par de veces. Por fortuna, fuimos “más o
menos” capaces de verle el “juguetito”.

— ¡Eso significa que robaron una miradita!

— ¿Algún problema con eso?

— Robar las cosas que no podemos tener y espiar lo que no podemos ver. Ese
es el honorable orgullo de nosotras las brujas.

— Si no recuerdo mal, somos la Guardia Real del Maestro, y si no nos hemos


vuelto locas, entonces nuestra labor es proteger con éxito el cuerpo real del
maestro, ¿no? Pero cuando ustedes, putas, están cerca de él, en lugar de que su
cuerpo real sea protegido, se siente como si fuese a caer en peligro. ¿Es así, o
son solo ideas mías?

— Solo son ideas tuyas.

— Un malentendido muy lamentable.

— Eso es propagar un rumor sin base.

— ¡Están terriblemente locas, putas! ¡Las amo, hermanitas!

Jajajaja –la Capitana de la Guardia Real se volvió y comenzó a reír.


— Su Excelencia – General Interina, por favor, denos la orden final. Todo el
tiempo estamos listas para abalanzarnos y masacrar a esa gente. Esto será más
fácil que, bueno, que cazar un montón de pavos.

¿Una orden para cargar, eh?

Esas palabras significaban que la capitana deseaba aniquilar a todas las


fuerzas enemigas. Eso no era extraño. Siempre y cuando entrases a la batalla,
era obvio anhelar la victoria, y siempre y cuando la lograses, era razonable
desear que la misma fuese grande o completa. Sin embargo, la batalla significaba
algo más para esta damisela. Era arte y música.

La flor de la batalla no llegaba por obtener la victoria o la derrota. Los gritos


de los soldados cuando se acercaba la victoria, y la angustia de los mismos cuando
la derrota estaban ante sus pies. Eran esas voces las que redirigían la guerra en
música.

Con el fin de que la vida se convierta en una sola melodía, se debe cruzar
incontables brechas. Sin embargo, en un campo de batalla, todas y cada una de
las vidas se volvían una melodía y un tono. Ya fuese que uno pudiese comprenderlo
o no, esta era la diferencia decisiva entre las brujas y esta damisela.

— ¿Su Excelencia?

Esta damisela no respondió al empujoncito de la Capitana de la Guardia Real.


En lugar de eso, cerró sus ojos con más fuerza y escuchó los alrededores con
mucho más cuidado.

Ahora bien, escuchen.

Al tono en el centro del clamor de las gotas de lluvia cayendo en el agua lodosa,
la melodía que fluía distintivamente entre el sonido del agua…
122
DUNGEON DEFENSE 4
124
DUNGEON DEFENSE 4
127
DUNGEON DEFENSE 4
Ahh.

Ahh. Ahhhhh.

Hermoso.

Increíblemente hermoso.

—…………

Temblor.

Esta damisela se abrazó a sí misma y tembló ligeramente. Con el corazón


heredado de Su Majestad y con la cabeza dada por él mismo, esta damisela era
estrechamente capaz de reconocer esa belleza.

Aunque esta damisela estaba congelada hasta los tuétanos debido a la lluvia
helada, ya su carne interna estaba rebosante con una sensación placentera, el
temblor gélido no tenía forma de reemplazar los temblores de esta damisela y
no había espacios para que lo llenara tampoco. Con temblar, esta damisela estaba
completa.

Ah.

Esta damisela no abrió sus ojos, no podía soportar hacerlo ya que no deseaba
escapar de esa diversión oscura. Deseaba permanecer aquí un poco más antes de
partir.

La victoria y la derrota no tenían significado alguno para esta damisela. Solo


los gritos de la muerte, los gritos de la vida y los gemidos de la gente que era
incapaz de vivir o morir; esas cosas eran las que le daban un significado a esta
damisela. Dentro de este mundo de colores acromáticos, solo esas vibraciones
eran vida, muerte y música. Todo al mismo tiempo. Durante los días que esta
damisela se la pasó leyendo libros de historia dentro de una biblioteca cubierta
de polvo en una pequeña habitación, ella fue incapaz de conocer tal placer. El
deleite de trabajar con la vida y la muerte de decenas de miles por sí misma. Si
Su Alteza no le hubiese informado a ella de eso, probablemente siempre se la
habría pasado ignorante de ello.

— Eh, ¿Su Excelencia? Tiene que dar la orden de cargar con el fin de…

— Nuestras tropas no se moverán.


— ¿Peerdón?

Que molesta. No repliques innecesariamente, bruja. ¿Acaso el ruido


innecesario no se mezcla mientras esta damisela está tratando de apreciar el
tan anhelado momento de decenas de miles de melodías?

Solo hay una razón por la que tu cabeza sigue pegada a tu cuello. Y es porque
Su Alteza te ha recibido como su familia. Esta damisela no es ignorante de la
imagen de Lady Lapis como “madre” y de Su Alteza misma como “padre”, y su
deseo de que esta damisela lidere a sus hermanas, las brujas, como la hermana
mayor de la familia. Es por eso que esta damisela tiene que encargarse de
ustedes, problemáticas, quienes ignoran la disciplina militar, con afecto de
hermana.

Esta damisela entreabrió sus ojos.

— Dije que no moveremos nuestras fuerzas. Avanzar ligeramente en este


momento no es aconsejable, capitana, ¿no puede oírlo?

Esta damisela levantó su dedo y apuntó a los soldados enemigos que estaban
rodeados y siendo masacrados adelante. La capitana siguió el gesto y volvió su
cabeza. Aunque ambas estábamos mirando al mismo lugar, era evidente que no
veíamos lo mismo.

— Esta damisela puede escuchar a los Franconios. Puede oír el lenguaje de


Batavia. Como puede oír el dialecto de Cerdeña, el sonido Teutónico también se
puede escuchar. Lo que está mezclado probablemente sea Polonia-Lituania. Sin
embargo, no hay lenguaje de Habsburgo. Las palabras que son dichas por la gente
de esa nación, la cual es liderada por la Princesa Imperial conocida como
Elizabeth, simplemente no pueden oírse.

—………

La Capitana de la Guardia Real, Humbaba, inclinó su cabeza.

—…todo lo que esta puede escuchar con sus oídos es la confusión de gritos.
Cielo santo. ¿Usted es capaz de escuchar tanto, Su Excelencia? ¿Puede entender
todos y cada uno de los lenguajes existentes en el continente? Asombroso.

Esta damisela chasqueó su lengua. Es por esto que las palabras no pasaron.
Dominar cada lenguaje primario era un estudio que la gente debía hacer
rudimentariamente mientras vivía. Era obvio. Si no lo hacías, entonces serias
incapaz de leer libros. Esto era algo que a Su Alteza también le parecía obvio.

— Capitana, aunque esta damisela está agradecida por sus amables palabras,
no es necesario que vuelva a recordarle su prominencia. Que ella sea inteligente
y tu tonta no es el caso. Existe una necesidad de prestar atención a otro hecho
en este momento.

—…maestro y sirviente realmente no se parecen. Hay una razón detrás de


todo lo que el maestro hace. No dejó a un lado a las demás razas y buscó a una
humana para hacerla su general interina sin razón alguna.

La capitana murmuró. A juzgar por la atmosfera, parecía que había envuelto a


esta damisela y a Su Alteza como uno solo e insultado a ambos, pero eso no era
algo que a esta damisela se le hiciese difícil de comprender. Esencialmente, los
genios estaban destinados a recibir la envidia y los celos de los mediocres. Esta
damisela aceptó magnánimamente la personalidad salvaje de la capitana.

— ¿Y entoooonces? Oh, Prominente Excelencia General Interina. ¿Por qué no


deberíamos ejecutar una carga solo porque el lenguaje de Habsburgo no está
mezclado en el rebullicio de esa gentuza?

— Lo volveré a decir. Esta damisela es una genio. Con respecto al lenguaje,


música y asuntos militares, ella goza de habilidades únicas. Este hecho es
evidente si vieras la forma en la que ella ha controlado este campo de batalla de
200.000 soldados, Incluyendo las tropas aliadas y enemigas, con solo 7.000
hombres y oficiales.

— Sí, sí. Incluso esta, antes de ser inmortal, una vez tuvo altas expectativas
como una maga que iba a soportar la siguiente generación. ¿Y qué?

— Sinceramente, parece que eres incapaz de encontrarle sentido a lo que esta


damisela dice. Piensa en ello, ya que has pasado al grado de perturbación de la
apreciación musical de uno, y has entrado al nivel de haber arruinado el concierto,
esta damisela está molesta. Sin embargo, ella amablemente le dijo eso a su tonta
hermanita como una verdad completamente evidente.

— Capitana. Has estado con Su Alteza desde el tiempo en que esta damisela
había sido tenida como esclava, ¿no es así?
— Si, así es.

— Antes de que Su Alteza descubriese y señalase a esta damisela, nadie en el


mundo había estado consciente de que ella tenía talento militar. Incluyéndose
ella misma. ¿No es así?

— Si. Tienes razón.

— Si ese es el caso, entonces piensa lógicamente. Independientemente de si


la preferencia de Su Alteza sobre las mujeres es decadente, respecto a su
habilidad para discernir el personal que es capaz, ¿no sería correcto asumir que
su habilidad para reconocer a la gente talentosa es única?

—…es cierto, ¿no?

— Por eso, bajo la premisa de que el juicio de Su Alteza es correcto, significa


que la Princesa Imperial es un tipo de existencia que, o es tan inteligente como
lo es esta damisela o alguien que se acerca a ese hecho. El Ejercito Imperial de
Habsburgo, el cual es liderado por una individua tan extraordinaria, casualmente
no se encuentra dentro de este cercado. ¿Qué podría significar eso? ¿Crees que
la Princesa Imperial se aburrió de repente y decidió llevar a su ejército a dar un
paseo?

—………

— No solo creas en lo que puedes ver, Capitana. Un campo de batalla es un


lugar donde luchas utilizando lo que no puedes ver de la misma forma que lo haces
con lo que te es visible. Durante este tiempo, donde los campos visuales de todos
se han estrechado por la niebla húmeda…

Esta damisela volvió su mirada.

Pasando la tierra y el cielo donde las gotas de lluvia caían, esta damisela
predijo que algo se estaba acercando. No era parecido una simple sensación
profética. Esta damisela tenía una intuición que era capaz de saltar a una
conclusión inmediata si la proveía con unas bases propiamente establecidas.

—…es imposible que un individuo con un talento tan impresionante como el de


esta damisela pierda la oportunidad.

Mientras convertía a la lluvia en su cortina natural.


La Princesa Imperial Elizabeth estaba esperando.

Este era el momento donde ella podía levantarse como una heroína por sí
misma en este campo de batalla donde la derrota parece cierta.

Poco después, la intuición de esta damisela dio en el punto. Aparecieron como


fantasmas montando sus caballos de guerra, atravesando las cortinas de lluvia,
y golpeando las alas derecha e izquierda de nuestras fuerzas aliadas. La
caballería que cargó con ondeantes mantos purpuras era, sin duda, el Ejercito
Imperial de Habsburgo. Las fuerzas de la Alianza Creciente en ambos extremos
no esperaban que los ejércitos enemigos tuviesen tropas de caballería de reserva.
Eso dio como resultado que fuesen asaltados desde la retaguardia y sin poder
ser capaces de mostrar mucha resistencia.

— AH.

Un jadeo fluyó de los labios de la capitana. Un escenario que solo podía ser
descrito por la esporádica exclamación “ah”, pero raramente así, se desarrolló
ante nosotros. El área exterior de la Alianza Creciente, que había logrado una
formación aniquiladora por rodeo, había colapsado. Los soldados enemigos,
quienes simplemente estaban esperando ser masacrados en el cerco, celebraron
por los refuerzos que habían aparecido abruptamente y exprimido esa fuerza
restante que habían dejado.

Los rangos de ambas fuerzas –aliadas y enemigas– se mezclaron caóticamente.


Por naturaleza, era difícil reestablecer una línea de comando que había caído una
vez. ¿Podría ser posible durante esta situación donde la lluvia caía ruidosamente
en todas direcciones? Aunque Barbatos y Paimon trataron de reconstruir un
bloqueo desesperadamente, para su mala suerte, estas ya habían perdido la
primera oportunidad. La mayoría de los soldados enemigos estaban escapando
con vida. Superando las corrientes de lluvia a través de la niebla húmeda.

— Hmm.

Con ojos vagos, esta damisela observó las cosas que estaban sucediendo. El
tono continuo del escape de las fuerzas enemigas, el cual se desvanecía más y
más con lentitud, era hermoso y lamentable. La Capitana Humbaba miraba
inexpresivamente el rostro de esta damisela, quien estaba en este estado.

—…Su Excelencia General Interina.


— Esta damisela se disculpa, Capitana. Este instante es solo el momento justo.
Por favor, cierra tu boca por dos minutos exactamente. Si no te quedas quieta,
entonces es probable que esta damisela te mate.

—…………

2 minutos pasaron.

Esta damisela estaba satisfecha.

— Bien. ¿De qué sentías curiosidad?

— Si. Su Excelencia General Interina, usted dijo antes que nuestra unidad no
ganaría, pero que tampoco perdería. Que solo propagaríamos confusión por todo
el campo de batalla. Con esas palabras, ¿quizá usted quiso decir…?

— Hm. Así es.

Esta damisela asintió con la cabeza.

— Aunque traer la batalla de aniquilación por acorralamiento era la meta y el


logro virtuoso de esta damisela, fue el error e intromisión de Paimon y Barbatos
que esto fuese arruinado. Esta damisela no obtendrá la victoria, pero tampoco
experimentará la derrota.

—………

— Barbatos y Paimon deben estar avergonzadas. Barbatos, quien llamó a esta


damisela “criminal de alta traición” y trató de castigarla, debe sentirse
especialmente apenada. Si trata de castigar a Su Alteza en un juicio militar en
esta situación, entonces su honor solo será algo cayendo en un pozo sin fondo.
Será incapaz de evitar las críticas de que “desgraciadamente pasó la culpa de su
propia derrota a otro Lord Demonio”.

—…eh. Espere un momento, Su Excelencia. Para comenzar, a pesar del hecho


de estar completamente consciente de que el acorralamiento de la Alianza
Creciente iba a fallar, ¿usted siguió manteniéndonos aquí para jugar en el
ejército central?

— Ese es el caso.
— Eso es un poco problemático. No estoy diciendo esto porque
particularmente me agradan nuestros aliados, pero ¿no habría sido mejor
simplemente ir y cambiar la derrota por una victoria?

Esta damisela inclinó su cabeza.

— ¿Por qué eso?

— Es obvio. Esta es una guerra que ya ha ocurrido, ya estamos aquí, sería más
satisfactorio si nuestras fuerzas ganaran.

Esta dama solo pudo inclinar su cabeza una vez más. Era difícil comprender
exactamente lo que la capitana estaba tratando de decir. Esta damisela,
mientras redactaba una realidad increíblemente obvia y un sentido común
tremendamente apropiado, señaló:

— Capitana. ¿Cómo pueden ser Barbatos y Paimon aliadas de esta damisela?

— ¿Perdón?

— Barbatos trató de enmarcar y deshacerse de Su Alteza. De igual forma,


Paimon trató de usarlo como una simple herramienta política. Por eso, esas dos
Lores Demonio son, obviamente, enemigas de esta damisela. Incluso si no
actuamos, la Princesa Imperial se está ofreciendo voluntariamente para
derrotar a esas dos, entonces, ¿por qué debería esta damisela intervenir
innecesariamente? Tomar el control de un grupo usando otro. De cualquier forma,
si la Princesa Imperial desea atravesar el cerco, entonces no tendrá otra opción
más que atacar una o ambas alas de nuestra formación, en lugar del ejército
central de esta damisela, el cual se encuentra bastante alejado. Por eso está
bien observar ociosamente mientras ellos intercambian golpes entre sí.

No había nadie que criticara a esta damisela por ser despreocupada solo
porque se estaba parada indiferentemente mientras el acorralamiento caía.
Quien había decidido por su cuenta ir a la vanguardia y situarse al frente, desde
la fase inicial de la batalla, no fue otra más que esta damisela.

Ir adelante como la comandante, puso a la mayoría de la caballería enemiga en


un punto muerto, y además de eso, esta damisela hubo contribuido en el servicio
decisivo, el cual permitió la completación del cercado. Sin importar lo que otros
dijesen ahora, la individua que ha hecho el servicio grandemente distinguido por
nuestras fuerzas fue esta damisela. Si deseas criticarla, inténtalo.
— Más que eso.

Y esta damisela continuó:

— Seria aburridísimo ganar muy rápido. De cualquier forma, ya ha sido


determinado que entre el enemigo y esta damisela, el lado que obtendrá la
victoria será la última. Sin embargo, ¿no sería menos pérdida si los
consumiésemos lo más moderadamente posible?

—………

El rostro de la Capitana de la Guardia Real, Humbaba, se tornó nuevamente


vacío. Mientras ajustaba su sombrero de cono, que estaba completamente
empapado por la lluvia, murmuró para sí.

—…ahora lo sé con certeza. Solo hay montón de lunáticos cerca de nuestro


maestro. Lady Lapis e incluso Su Excelencia General Interina… ambas están en
una categoría que está a miles de pasos de ser normal. Parece que soy la única
persona cuerda cerca de él. Ciertamente, tengo que ser yo quien lo cuide.

— ¿Ahhh?

— ¿Sí?

El tiempo en el campo de batalla continuó fluyendo mientras nosotras


discutíamos.

Tanto los ejércitos de Paimon y Barbatos habían recuperado su formación


recién colapsada. Sin embargo, ya era demasiado tarde para perseguir al enemigo.
El tiempo que ya había fluido no podía regresarse. Igual a eso, el tiempo en el
campo de batalla, el cual ya había transcurrido, no podía tomarse una vez más.

Cada guerra era un conflicto que fluía hora por hora y era también una batalla
de tiempo. No era extraño que ciertos puntos del “día a día” sean borrados. Al
contrario, era una ocurrencia común. Parecido a los peldaños que están
esporádicamente conectados, el tiempo diario estaba “esporádicamente
separado”. Por eso, el tiempo para una persona que está viviendo mientras es
enterrada bajo la vida diaria era igual al de una persona que está tratando de
cruzar peldaños, lo cual era un acto donde se debía dejar algo fluir y ser borrado
entre cada pieza con el fin de poder cruzar. En cuanto a esas personas, se olvidan
lentamente de sí mismos al tiempo que continúan avanzando, hasta que
finalmente, simplemente terminan cayendo totalmente en el olvido.

Por otro lado, el tiempo en el campo de batalla fluía de una forma donde cada
paso no podía ser borrado. La gente que se olvida a si misma cuando han entrado
a una guerra era inolvidable. El movimiento de los soldados enemigos, la dirección
del viento al que las banderas se batían acordemente, e incluso el olor, fragancia
y latidos del corazón que se elevaban de algún lugar, uno debía armar caza trozo
de información posible y tomar con precisión el flujo temporal. Una persona que
gobierna sobre el tiempo también lo hace en el campo de batalla. Hoy, Barbatos
y Paimon pasaron por alto ese tiempo de forma consecutiva. La probabilidad de
victoria nunca más volverá a ellas.

La Capitana Humbaba chasqueó su lengua.

— Eso es un poco lamentable. ¿No significa que, al final, fueron usadas por
nosotros?

— El propietario de esta guerra es Su Alteza, la dueña de esta batalla es esta


damisela. La conclusión del día era un resultado natural ya que ellos lo habían
encerrado a él, a pesar de desconocer quién era el propietario, y habían tratado
de perseguir a esta damisela. Sería bueno si ahora pudiesen comprender su lugar.

— En serio, maestro y general son las únicas personas en el mundo que se


quejarían de tanto la 8º y 9º Lord Demonio diciendo que conozcan sus lugares…

Fue en eso que una porción de la fuerza militar enemiga, la cual habíamos
asumido originalmente que se había retirado por completo, aparecieron a través
de la densa lluvia y niebla húmeda. Empapados, solo había un escaso número de
figuras enemigas. Aunque esta damisela entrecerró sus ojos, se preguntaba, si
quizá, ellos intentaban ejecutar un ataque sorpresa, lo que no parecía ser el caso.
Los enemigos simplemente estaban allí como estatuas.

—………

No, más que un ataque sorpresa, eso era.

Esta damisela tocó ligeramente la cintura de su caballo negro y avanzado al


frente. Aunque el sonido de la voz asustada de la Capitana de la Guardia Real,
Humbaba, podía escucharse desde detrás, esta damisela lo ignoró. Ella solo
avanzaba hacia el lugar donde los enemigos estaban esperando mientras eran
estancados por la lluvia.

En ese mismo momento, alguien del lado de los enemigos salió también
mientras montaba un caballo blanco, igualando el ritmo de esta damisela. La
oposición era negra, y aun así, también era blanca. Incluso durante este clima
actual, donde las nubes negras estaban dispersas por el cielo, el cabello plateado
de la otra persona brillaba sin límites y con vida. Se sentía como si las gotas de
lluvia estuviesen haciéndole el camino.

Antes de que esta damisela pudiese siquiera ver su perfil, ya sabía quién era
la persona.

Elizabeth Atanaxia Evatriae von Harsburgo

La única persona a la que Su Alteza había reconocido como su enemiga


formidable. Esta damisela fue criada por Su Alteza con el único propósito de
tomar la vida de esta persona.

Esa chica y esta damisela habían quedado cerca una de la otra. Mientras
miraba inexpresivamente a esta damisela mientras estaba en su caballo blanco,
ella también la miraba mientras estaba sobre su caballo negro.

Parecía que tenía muchos pensamientos rondando en su cabeza. Su rostro


carecía de emociones, pero esos ojos contenían un plan profundamente
organizado. Sin embargo, esta damisela no tenía nada en mente. Ella había
conocido gente todo el tiempo. Era bueno que pudiese ser capaz de ver a esta
persona con sus propios ojos… eso era lo único que le pasaba por la mente.
138
DUNGEON DEFENSE 4
—…………

—…………

La lluvia caía.

A esta damisela le gustaba la lluvia.

Cada vez que llovía, el sonido de las gotas cayendo se deshacía de las molestias
del mundo. Cuando salpicaba y mojaba la mejilla de esta damisela, ella se sentía
desapaciblemente aliviada ya que parecía como si todavía hubiese un “exterior”
en ese lugar.

Hubo un momento cuando esta damisela pensó que las cosas aleatorias del
mundo la estaban fomentando, y también existió un tiempo cuando solo esas
cosas torturadoras estaban aferradas en su mente, pero el sonido de la lluvia
lavó esos días y ese tiempo. Ya que las corrientes de lluvia estaban
deshaciéndose de todo en el mundo, parecía como si no tuviese mucha fuerza
como para obstruir a esta damisela. Cada vez que la lluvia caía, ella sentía como
si hubiese algo en el mundo que tuviese mínimo valor en ser obstruido. Esta
damisela exhaló por un momento durante esta indiferencia de lluvia.

Si desaparecía sin dejar rastro.

Si el rastro de la existencia de este cuerpo desaparecía, e incluso si el rastro


que se hubiese ido también se desvanecía.

— Tú.

Abrió sus labios. Una gota de lluvia fluyó desde la comisura de su boca,
siguiendo en línea hasta su mentón. Esos labios, probablemente, eran unos que
Su Alteza querría besar.

— Veo que estas muerta.

—…………

— Ese no es el rostro de alguien que está vivo, y tampoco unos ojos que
muestren vitalidad. ¿Acaso Dantalian usó una muñeca para convertirla en su
general? ¿O acaso trató de cargar, no una muñeca, sino un cadáver y encargarse
de él? Que hombre tan problemático. Parece que cada cosa que decide hacer no
son más que obstáculos.
—………

— Veo que eres de pocas palabras. Ya que eres la única que me mira en silencio,
no puedo encontrar un tema de conversación. En realidad, es una pregunta sobre
si “realmente” me estás mirando o no. ¿Cuáles son los pensamientos que están
contenidos en esa cabeza tuya como para que estés tan calmada?

Esta damisela miró las corrientes de lluvia, y habló:

— La idea de querer matarte es lo único que le pasa por la cabeza a esta


damisela.

Cerró su boca y mostró un rostro ligeramente preocupado. Luego entrecerró


sus ojos y sacudió su cabeza.

— Lo siento. No puedes matarme. No solo careces de la capacidad para hacerlo,


sino que, independientemente de si intentas tener la habilidad o no, luchar contra
mí en este momento sería un acto que iría contra la orden de Dantalian. Ya que
eres su marioneta, no lo desafiarás, ¿cierto?

—………

— Desee ver de cerca a la chica que ese hombre convirtió en el rostro de su


ejército. Veo que Dantalian es orgulloso. Puedo ver a un hombre que, a cualquier
costo, trata de soportar las cosas que no puede y acoge las cosas que no debe.
¿Cómo es posible que uno trate de salvar a una chica que ya ha muerto en el
pasado, y, de la misma forma, cómo uno intenta matarla? ¿Acaso Dantalian planea
volver en el tiempo? ¿El tiempo de una persona es algo que se revertirá solo
porque alguien desease que sucediese?

Levantó la mirada al cielo lluvioso.

— Entrégale un mensaje a tu lord, si deseas. Dile: “Luego de conocer a tu


muñeca, yo, Elizabeth von Habsburgo, pienso que es bastante linda”.

Parece que había terminado de decir todo lo que quería ya que había vuelto la
cabeza de su caballo. Poco después, desapareció en la niebla húmeda y el personal
militar, el cual había traído consigo, se desvaneció junto a ella como la sombras.
Esta damisela pudo observar como la sombra desaparecía dentro de la niebla
húmeda tanto como le fue posible.

Solo una única ansiedad vino a la mente de esta damisela.


La próxima vez que nos veamos, esta damisela la matará.

La batalla de ese día terminó así.

Nadie fue capaz de obtener victoria, y nadie había sido derrotado. Sin
embargo, un héroe apareció en la Alianza Creciente y en los Cruzados
respectivamente.

Esta damisela: Laura De Farnesio…

…y la Princesa Imperial: Elizabeth von Habsburgo.


Lord Demonio de la Inmortalidad, Barbatos. 8º Rango.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 7.

Llanuras de Bruno – Ala Derecha del Ejército de la Alianza Creciente.

—………

Vacíamente.

Y en vano.

Observé como los soldados enemigos desaparecían en las cortinas de lluvia.

El acorralamiento había sido atravesado. Había juzgado que sería perfecto.


Cuando el pensamiento: “Veo que la sabiduría de la puta de Paimon aún no ha
muerto”, cruzó mi mente, estaba casi segura de nuestra victoria, pero…

No fui capaz de predecir que no seria capaz de bloquear a la unidad de


caballería de un solo ejército que apareció de la nada y atravesó a nuestras
tropas como un colmillo. Para cuando pude ser capaz de revelar brevemente el
caos y organizar nuestras posiciones una vez más, la caballería enemiga, y además
de eso, la infantería ya estaban retirándose con tranquilidad…

Snap.

—…maldita sea.

Otra vez.

Nuevamente, una victoria decisiva se me escapó de las manos justo frente a


mis ojos.

Había hecho un montón de preparativos con el fin de comenzar esta guerra.


Incendié la cordillera, manipulé la presión, y apenas fui capaz de establecer la
expedición que estuvo a punto de convertirse en un fracaso debido al error del
viejo Marbas. Todos los logros, en el momento donde el sudor y la sangre que
había derramado hasta ahora iban a ser recompensados, estuvieron bajo
nuestras narices y… los omití. Terminé desperdiciando la oportunidad.

— ¡Maldita sea!

Solo ira estalló desde mi garganta.


— Un poco más, si hubiésemos empujado un poco más… habríamos sido capaces
de adquirir la tierra, la agricultura, y las llanuras ricas en donde nuestra raza
podría cultivar y sobrevivir. Solo un poco más…

Eso era lamentable y penoso.

Por el hecho de que fui ridiculizada por una bastarda que trataba la guerra
como si fuese un juguete, fui detestable.

—…Su Excelencia Barbatos.

Cuando mis rodillas estuvieron por ceder, hubo un sonido que me agarró por la
nuca. En lo que me volví, mis subordinados, mis niños, esos que arrastré todo el
camino hasta acá, estaba mirándome. Sus miradas se volvieron sogas que fueron
capaces de envolver mi cuerpo y tirar de él.

Es cierto…

Soy el pilar de la Facción de las Llanuras.

La que ha liderado el deseo continuo de toda la raza demoniaca por 500 años.

Era la sombra de nuestra raza la que usaba métodos sucios de forma


indiscriminada si eso significaba que nuestra gente podía pasar una tierra cálida
y más fértil a nuestros hijos. No es un plebeyo el que se lamenta porque el mundo
es lamentable, sino un Lord Demonio que apenas actúa como una alternativa
mientras soporta ese resentimiento.

Era demasiado pronto como para caer.

Solo hemos fallado en una batalla.

Tragando el coagulo de sangre que se levantaba desde mi garganta,


aferrándome a la voluntad que trataba de escapárseme de las articulaciones y
clavándolas, añadiendo acero a mi ansiedad y desechando la espada de mi
voluntad, me levanté como la Lord Demonio de la Inmortalidad.

—…Hm. Si, bueno. Lo pasé por alto. Mierda. En fin. Todo es posible. Si hay días
donde jodemos a alguien, es obvio que también habrá momentos donde alguien
nos joda. Aunque los Dioses no muestran igualdad en términos de amar a todas
las existencias, son increíblemente justos cuando se trata de conceder la jodida
miseria a toda la gente.
Sonreí.

La gente sonríe cuando se vuelven crueles con alguien. Ya que constantemente


soy dura conmigo misma, puedo mostrar “risotadas” cuando me da la gana.

— Zepar, mi atrio izquierdo.

— Si, Su Excelencia. Yo, el Mayor General Zepar, estoy aquí.

— Escuché las celebraciones cuando la caballería enemiga cargó. Se trataba


del lenguaje de Habsburgo. Esa puta de Elizabeth debió haber creado una
estratagema. Te concederé mis Lobos del Remordimiento. Persíguela hasta el
mismísimo infierno y despedázala.

—………

Zepar bajó su cabeza.

— Como ordene.

— Si. Síguela bien. Si fallas, entonces muere en el lugar.

Chasqueé mis dedos. Mi sombra zumbó antes de escupir 7 buches negros, los
buches de bestias oscuras.

Capturar madres embarazadas vivas y verter maldiciones en ellas.


Convertirlas en cadáveres vivientes que no puedan vivir ni morir. Luego de reunir
100 lémures de niños nacidos por esos cadáveres vivientes, el monstruo que
obtienes por infundir esos lémures como uno da como resultado mi familiar
exclusivo: el Lobo del Remordimiento.

Solo hay una forma de destruirlos. Solo las madres, quienes han realizado un
mortinato, pueden escapar de las garras de los Lobos del Remordimiento. La
razón por la que esas molestas brujas fueron capaces de proteger a Dantalian
fue por eso. Es obvio ya que se trata de brujas, no ha de ser la primera vez que
han experimentado algo como un mortinato. Sin embargo, si se trata de la noble
Princesa Imperial del Imperio de Habsburgo, entonces ni siquiera debe haber
experimentado un embarazo.

— Beleth, mi atrio derecho.

— A la espera de sus órdenes, Comandante de las Fuerzas.


— Hay una inferior, una mujer súcubo que siempre sigue a Dantalian. Debería
estar encargándose de los suministros en la retaguardia. Atrapa a esa puta y
tráela ante mí.

— No es mi preferencia amenazar a las mujeres y niños. Más sin embargo,


recuerdo que a esa la tratan como una paria. Si un caballero tan lujoso como yo
tocase a una cualquiera como esa, entonces mi dignidad…

— ¿Acaso quieres verme joder esa “elevada” dignidad tuya junto con todo tu
cuerpo?

— Desde muy chico, deseé capturar un súcubo al menos una vez. Déjemelo a
mí.

El 16º Lord Demonio Zepar, y el 13º Lord Demonio Beleth, los dos de mayor
rango que apoyaban a la Facción de las Llanuras recibieron sus respectivas
órdenes y se dispersaron.

Zepar probablemente aplaste a la Princesa Imperial Elizabeth a su manera y


luego vuelva. No me preocupaba aun si tomase días. El problema no era ella, sino
Dantalian.

Tenía la certeza absoluta de que esa mocosa humana no operó a su unidad por
su cuenta. Probablemente recibió unas instrucciones apropiadas de Dantalian, y
presentó toda esa mierda, con el fin de pisotearnos. Incluso si no había evidencia,
no importaba. Mi vieja intuición, y mis instintos que fueron entrenados mientras
pasaba por situaciones de vida o muerte en cientos de oportunidades, me estaban
diciendo eso. Ese Dantalian y esa mocosa estaban planeando algo.

Dantalian. Eras adorable ya que realizabas trucos muy lindos. Sin embargo,
constantemente estoy preparada para degollarte si me muestras los dientes. Eso
es lo que te voy a demostrar ahora.

Poco después, Beleth regresó con una súcubo de cabello rosa. Me preguntaba
si la había golpeado un par de veces con el fin de establecer un ejemplo ya que
su mejilla derecha estaba hinchada.

—………

Si recuerdo correctamente, su nombre ciertamente era Lapis Lazuli. Incluso


mientras la sangre brotaba de la comisura de la boca de esta desgraciada paria,
ella seguía mirándome. Me veía con un rostro inexpresivo, como si estuviese
amonestándome. Aunque no era la primera vez que nos veíamos, pues yo entraba
y salía cada vez del “alojamiento” de Dantalian, no importaba cuantas veces la
viera, no me agradaba esa mirada feroz.

— La he traído, Comandante de las Fuerzas. Este, ya que no era una puta


maliciosa por naturaleza, la golpeé de antemano. Tsk. En serio, se siente
asqueroso golpear cosas débiles.

— Buen trabajo. Colócala allí.

— Como ordene.

Thud.

Beleth bajó a la paria como si la hubiese lanzado. Ya que la parte superior de


su cuerpo fue lo que cayó primero, esta recibió una herida en el rostro. Con una
cara arañada por el piso y cubierta por lodo, la que era amante de Dantalian, y
además una campesina mestiza, me miró.

—…esta se disculpa, Su Gran Existencia, pero esta no cree que esto sea una
recepción apropiada. Sin importar lo inferior que pueda ser, este es el cuerpo
que ha recibido la gracia real de Su Alteza Dantalian, además de estar a cargo
de administrar la retaguardia de una sola unidad. ¿Por qué Su Gran Existencia
infringe la estricta ley militar por su propia voluntad?

— No guardo rencor por tu personalidad, muchachita.

Agarré el cabello de la paria y le levanté la cabeza. Que molesto, esta


campesina no ha mostrado ninguna expresión de dolor ni soltó ningún gemido de
angustia. Simplemente me miraba a los ojos con una mirada inquebrantable.

— Sin embargo, la frustración sigue acumulándose hacia ese chico que te


concedió esa gracia real. ¿Qué se puede hacer? Incluso durante el discurso, él
traicionó mi confianza, y usó un método barato solo para evitar algún leve castigo.
¿Qué piensas que debería hacerle a ese chico, el cual hizo que esa general
interina que tiene ridiculizara toda mi facción?

—………

La paria selló sus labios. Es cierto. No puedes responder eso. Ni siquiera sabes
la respuesta. Levanté la comisura de mis labios.
— Si, yo estoy igual. Realmente no estoy segura de lo que debería hacer desde
ahora. Es por eso que, en este momento, planeo visitar a Dantalian, para
preguntarle directamente, y tú estarás allí. Sígueme, puta campesina.

Dantalian. Será una buena idea darme una explicación apropiada. No solo por
tu propia seguridad, sino por este caramelito tuyo, al cual amas tanto… claro, si
es que valoras su vida.

— Por ahora, ¿deberíamos hacer algo de calentamiento antes de visitar a


Dantalian?

Sonreí ampliamente.
Lord Demonio de la Benevolencia, Paimon. 9º Rango.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 7.

Llanuras de Bruno – Ala Izquierda del Ejercito de la Alianza Creciente.

—………

Dentro de la lluvia que caía.

Esta dama apretó con fuerza su abanico de plumas.

—…una vez más… esta dama volverá a ir a ver a Dantalian.

Esto no era.

Aunque esta dama no estaba segura si tenía el derecho de decir eso, a pesar
de ser incapaz de detener la guerra, ella no tenía más opción que decirlo. En
primer lugar, ya que se trataba de una guerra que había sido iniciada luego de
convertir a Dantalian en un pretexto, era posible que no fuese extraño si él fuese
quien la liderara. Sin embargo, incluso si había una persona ajena que comenzara
la batalla y una persona ajena que la terminara, lo que tenían que soportarla en
el centro eran los soldados. Solo ellos.

Dentro de la orden de esa humana, la consideración hacia las vidas de los


soldados estaba ausente. Existía la posibilidad de que sus acciones pudiesen ser
su propia forma de quejarse hacia el hecho de que hayamos aprisionado a
Dantalian. Existía la posibilidad que pudiese ser simplemente el comportamiento
infantil y la arrogancia de esa niña. Cualquiera de las dos cosas, ella era una
individua que hacía que la gente se impacientaría infinitamente si un solo ejercito
le era entregado. Ya que era la general interina de Dantalian, era sensible
discutirlo con él.

— Sitri, gestiona el campamento militar en lugar de esta dama, solo por esta
noche.

— ¿No hay problema con que vayas sola, herma?

Sitri examinó a esta dama con ojos de preocupación. Ya que parecía una
mascota que tratase de confortar a su propio compañero, una sonrisa se dibujó
en los labios de esta dama. Lo hizo intencionalmente. Ser capaz de mostrar una
sonrisa incluso en este tipo de situación era todo gracias a Sitri.
— Está bien. Esta dama simplemente se reunirá y conversará con él.

— No es eso. Hm. En la batalla de ahora, Barbatos participó al otro lado, ¿no?


Por lo que supongo que debe está molestísima en este momento. Aunque solo es
bueno que se muera de una vez, ¿realmente no te gustaría, verdad?

—………

— Si te reúnes con Dantalian en este momento, entonces ¿no terminarías


corriendo hacia barbatos?

— Si ese es el caso, entonces mejor así.

Esta dama habló mientras ponía algo de fuerza en su voz.

— Entonces mejor así, esta dama debe ir en este preciso instante. La


declaración que ella hizo para aceptar a Dantalian en la Facción Montañosa no
fue una mentira. Ella ha declarado frente a todos que interactuará con el hombre
que Barbatos ha convertido en su amante. Esta dama no tuvo más opción que usar
la intriga política por última vez, pero…

Esta vez será justo, con todas las de la ley.

Mientras mirara fijamente a Barbatos, esta dama traerá al individuo que ella
crees que es necesario para nosotros.

—………

Tras ver a esta dama fortalecer su determinación, Sitri asintió. Esta niña,
quien siempre había apoyado silenciosamente a esta dama, puso una confianza, la
cual no cambió ni siquiera en este día, en su voz y empujó a esta dama hacia
adelante.

— Bien. Ten un buen viaje, herma. Me encargaré de las cosas aquí.

Si. Esta dama confiará en ti y dejará todo en sus manos, Sitri. Mi amable
general interina.

Dejando atrás a todos los capitanes que estaban deprimidos porque dejaron
que la historia se les escapase de las manos, esta dama se fue. A cada paso que
daba, había lodo, agua tan lodosa mojaba sus zapatos y se filtraba en su falda,
ensuciando su manto, pero estaba bien. Si esta dama creía que había muchas
gotas de sangre de los soldados, los cuales habían muerto bajo sus órdenes,
mezcladas en todas y cada una de las piscinas de lodo en el campo de batalla,
entonces la idea de que estaba sucia ni siquiera aparecía por su cabeza.

La lluvia se fue deteniendo lentamente. Desde el cielo, el cual las nubes negras
no podían cubrir por completo, varios rayos de luz amarilla del sol ocultándose
cayeron en la tierra. Entre esos rayos, uno de ellos pasó por la frente de un
cadáver que estaba tirado en el suelo. No era un demonio, sino un humano. El
cordero, el humano que hizo lo que sea que pudo para mirar hacia arriba con el
fin de ver la luz del sol, la cual probablemente no vio ni siquiera al morir, estaba
observando el cielo con ojos inflamados.

—………

Esta dama se detuvo un momento y se inclinó hacia adelante. Su manto tocó la


tierra y se ensució con lodo. Mientras acariciaba los parpados del sujeto sin
nombre, ella pensó que la labor de un lord, donde cubrir sus capas con el fin de
hacer la tarea más simple de cerrar los ojos de sus súbditos, era bastante
terrible.

Independientemente del hecho de que esta dama no estuviese segura de cuán


dañada debía ser.

¿Al menos no sería posible tomar la decisión de permitirse ensuciarse?

Esta dama se sentó indiferentemente en el campo donde el brillo del


atardecer había palidecido.
El Rey de los Campesinos, Dantalian. 71º Rango.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 7.

Llanuras de Bruno – Ejercito de la Alianza Creciente – Prisión Simple.

¿La lluvia de hoy finalmente había cesado?

Saqué el tabaco que había estado guardando en uno de los bolsillos de mi


abrigo. Como no había cubierta, esta era una celda donde la lluvia entraba sin
parar. Aunque no planeaba decir que disfruté muchísimo ser golpeado por la lluvia
o quejarme por ello, el hecho de que no podía fumar apropiadamente, era la única
cosa que hizo todo aburrido e inconveniente. La lluvia primaveral de este año fue
tenaz y persistente.

Clack –encendí una llama con un pedernal–. Clack, clack…

Mientras miraba las ascuas danzantes que destellaron brevemente, igual que
la electricidad, lentamente revisé la batalla que debió haber ocurrido hoy.
Murmuré las palabras que no eran realmente necesarias mientras lo hacía.

— Ah, esto es difícil de encender.

Ni ganar decisivamente, ni perder decisivamente. Esa fue la orden que le di a


Farnesio. Si esto fuese pasado hace tiempo, entonces ella probablemente habría
sido incapaz de entender lo que eso significaba y lo habría cuestionado. Sin
embargo, su estado actual, el cual fue educado por Lapis y por mí, era diferente.
Ella debió haber sido capaz de descubrir el significado oculto con facilidad.

La única parte que me preocupaba era el comportamiento de la Princesa


Imperial Elizabeth. Hice mi respuesta para que se moviera a través de Farnesio.
Fuese que se comportase de acuerdo a eso o no. si lo hacía, entonces sería
diferente… De acuerdo a esto, la dirección de la guerra sería decidida.

— Badum tat badum tat… ¿qué será: esto o eso? Badum tatat tat quema los
templos y masacra a la gente - ¿será esto…?

Murmuré la canción militar que compuse.

En resumen, los que comandaban esta guerra éramos Elizabeth y yo. De


ninguna manera podían ser Paimon o Barbatos. El propósito de la batalla que debió
haberse desarrollado hoy fue simplemente para informarles a esas dos Lores
Demonio sobre esta realidad tan fría.

Sigan sentadas.

Si desean ganar la guerra, entonces libérenme de esta prisión y pásenme el


liderazgo.

Si no lo hacen, entonces un día morirán a manos de la Princesa Imperial.

Un mensaje franco y explícito.

Aunque todos estaban allá afuera, fueron incapaces de tomar la guerra. A


pesar de estar confinado en esta pequeña prisión, pude dominar el campo de
batalla. Eso era porque soy abrumadoramente más competente que ustedes. No
era irracionalidad, injusticia ni algo ilógico. Era la simple verdad.

Solo la verdad.

— Cuando mueran una y otra vez cientos de veces… ah.

Las ascuas finalmente encendieron el tabaco. Dejé de cantar por un momento


con el fin de proveerle aire. La ascua danzó y apenas fue capaz de comenzar a
quemarlo con un radiante color rojo.

— Hmm.

Perfecto.

Probablemente, Barbatos debió haber comprendido mi intención. Que Paimon


fuese capaz de tener una pista de ello rondaba el 50%. Si ambas eran sensibles,
entonces comprenderían que nada bueno vendría si me eliminaban y que la
victoria se tornaría distante si mataban a Farnesio. Ambas no tenían más
opciones que no hacer acusaciones y aceptar todo incondicionalmente.

Como los humanos tenían un monstruo llamado Elizabeth Atanaxia Evatriae


von Habsburgo.

Como la única persona que podía detenerla era yo, Dantalian, y Laura De
Farnesio, a quien Dantalian había tomado.

Sobreviviré debido a la competencia de Elizabeth, y en reversa, yo estaba


seguro de que ella sería capaz de respirar gracias a la competencia de Farnesio
y mía. Elizabeth y yo éramos una pareja de alpinistas que estaban escalando
juntos mientras se sujetaban en la línea vital del otro.

— Ahora bien.

¿Cómo reaccionarán Paimon y Barbatos? ¿Estarán enojadas? Probablemente


lo estén. ¿Se desesperaran? Probablemente sí. Siento curiosidad por saber lo
que pasará a continuación. El verdadero valor de una persona siempre había sido
probado luego que el término “a continuación” había llegado.

Con una actitud mental que estaba esperando todo lo bueno que se acercaba,
miré el horizonte a través de los barrotes de hierro. El tabaco era dulce y
adormecía mi mente. Canté el resto de la canción mientras soplaba humo hacia la
puesta del sol.

— O si morimos y morimos juntos… ¿será eso…?

Aquí estaba yo… en prisión.


154
DUNGEON DEFENSE 4
155
DUNGEON DEFENSE 4
El Rey de los Campesinos, Dantalian. 71º Rango.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 7.

Llanuras de Bruno – Ejército de la Alianza Creciente – Prisión Sencilla.

En medio de la noche.

Farnesio regresó.

— Esta damisela le ha traído presentes conmemorativos, Milord. Muchos de


ellos.

El regalo que Farnesio trajo mientras decía eso, el primer obsequio de la niña
que apenas tenía 17, una edad donde sería apropiado para ella emanar una
sensación frescamente desarrollada, lo que me entregó, a mí, una persona que
era una existencia muy cercana a ser su padre, no fue algo adorable como dinero
de bolsillo ni una carta manuscrita de forma tradicional, simplemente era una
montaña de lo que parecía estar compuesta de cientos de cráneos humanos.

Más que eso, eran calaveras que todavía tenían trozos de carne pegadas en
ellas.

—………

— Este es un caballero de Bretaña. Este de aquí es el cabecilla de la compañía


libre más exitosa de la armada imperial de Francia. Ese individuo, del cual esta
damisela obtuvo información luego de haber torturado a los prisioneros, parecer
tener una muy buena reputación. Y este de aquí es el comandante de brigada que
era muy reconocido en la República de Batavia…

Con un rostro carente de emociones, sin embargo, como si fuese una niña que
acabase de llegar de su primer viaje al extranjero y trajese souvenires para los
miembros de su familia, Farnesio mostró los cráneos y los presentó al mismo
tiempo. Ella fue capaz de diferenciarlos muy bien. Aunque para mi todos eran
iguales, además de ser cabezas que desearía dejase a un lado, por alguna razón,
ante sus ojos parecía como si hubiese placas identificadoras pegadas en todas y
cada una de esas cabezas.

— Ya veo. Comprendo bien que tienes una orientación sexual con un valor
increíblemente excéntrico y académico para estudiar. Por eso, ¿podrías
deshacerte de todo eso de una forma organizada antes de que termine
vomitando? Soy demasiado “normal” como para aceptar completamente tus
preferencias.

— Espere un segundo, Milord. Esta damisela aun no le ha revelado el verdadero


presente. Deléitese. Sin importar cuan vasto pueda ser este universo, la única
chica que probablemente le otorgaría algo conmemorativo como esto a usted
seria esta damisela. Ella no está segura, pero ¿no sería porque usted hubo hecho
un acto increíblemente bueno en su vida pasada?

Farnesio se comportó arrogantemente.

Sinceramente era un poco molesto.

¿Quién tomó después a esta chica como para que actuara así?

Si sigue comportándose de esa forma, independientemente de que sea linda o


no, siento curiosidad por saber si un hombre podría llegar a interesarse por ella.
Por favor, no vivas simplemente pegada a mi lado, tonta. No tengo el pasatiempo
de vivir mientras una psicópata de alto rendimiento está en un rincón de mi casa.

— Bien. De cualquier forma, esa mentecita tuya, esa que no solo desea darme
las noticias de la victoria sino que también me da un presente, ciertamente es
admirable. Entonces, ¿cuál es exactamente ese verdadero presente?

— Hu-hum.

Farnesio extendió sus brazos mientras producía el efecto “tadá” con su propia
lengua – he de añadir el hecho de que esa acción no le queda nada linda, en serio.

— Entre esos, esta damisela le entregará permanentemente el cráneo que le


guste más. ¿Qué le parece? ¿No está tan conmovido como para construirle a esta
damisela una biblioteca exclusiva?

— ¡No necesito nada de eso!

Gruñí y me levanté con el fin de presionarle la coronilla de la cabeza a Farnesio.


Sin embargo, comprendí que eso era imposible. Lamentablemente, unas barras
de hierro nos separaban, más que eso, había una distancia justa entre nosotros.
Mi cuerpo fue obstruido por las frías barras de hierro con un clang.

— ¿Has venido mientras traías algo como eso en un paquete a manera de


“primer regalo” para su lord más sublime? Si solo consideras el número de
lecciones que te he dado, entonces las cuotas de regaños serían más que
suficientes para construir un templo. Acércate y déjate golpear un poquito.

— ¿…acaso no está satisfecho con estos cráneos, Su Alteza? Que


problemático. Estos son bienes de la mejor calidad que esta damisela escogió
seriamente. Pero no se preocupe. ¿Acaso usted piensa que ella no considera su
fastidioso sentido de la belleza? Conozca esto…

Farnesio aplaudió.

Al hacerlo, los soldados se acercaron mientras traían consigo carretillas. Para


mi sorpresa, esos medios estaban colmados de cráneos humanos. Aunque la lluvia
se había detenido, el cielo tenía la misma oscuridad de antes, por lo que mi
sentido de la vista estaba limitado. Pude ver una línea de carretillas que llegaba
hasta el pie de la colina, dirigiéndose hacia donde estábamos. Farnesio colocó
galantemente sus manos sobre sus caderas y declaró.

— Esta damisela reunió todo lo que era un cadáver en el campo de batalla y le


arrancó la cabeza. Ahora bien, Milord. Por favor, aprécielos vagamente hasta que
sea capaz de encontrar una cabeza que le apetezca.

— ¡Tal como lo dije, por favor, desiste de esa idea de darle cráneos a las
demás personas, maldita imbécil!

Esta mocosa no estaba bien… En serio, realmente estaba mal de la cabeza…

Farnesio inclinó su cabeza y murmuró:

— Qué extraño. ¿Cómo puede disgustarle una sorprendente pieza de arte?

Parecía como si estuviese realmente sorprendida.

Para Farnesio, arte significaba el momento cuando la vida y la muerte


parpadeaban brillantemente. En ese sentido, las expresiones hechas por los
cadáveres en el campo de batalla debieron haber estado en el pináculo del arte,
para ella. Aunque no fallé en comprender esa lógica tan peculiar, no tenía la
cantidad de clemencia necesaria para aceptarlo pasivamente.

Suspiré.

— ¿Estás celosa?

— ¿Hm? ¿A qué se refiere, Su Alteza?


— A diferencia de ti, los rostros esos pueden mostrar expresiones libremente.
Quiero saber si estas celosa de la gente que nació normal y ordinariamente libre.

Farnesio se heló.

En la distancia, una llama estaba ardiendo y decayendo. Estábamos yendo a la


guerra mientras quemábamos los cadáveres. Las cenizas elevándose flotaban
como si sazonaran el cielo, e iban en contra de ese. El humo negro se elevaba.
Ocasionalmente, los prisioneros que aún no habían muerto y estaban aferrándose
a las cuerdas de sus vidas mientras pudiesen, fueron cortados y masacrados
personalmente por nuestros soldados. Crack… crack… ah, ahhhh… Cada vez que
las llamas se elevaban los llantos agonizantes de la muerte podían escucharse
con un ligero retraso.

Farnesio dejó esos gritos tras de sí y me miró inexpresivamente. Sus


emociones eran débiles. A pesar que la gente decía que la temperatura de la
mirada de una persona se igualaba a la de su corazón, se sentía como si Farnesio
no tuviese nada conocido como “temperatura”.

— Puedo suponer la razón por la que eres incapaz de mostrar buenas


expresiones. Mientras más expresiones faciales hicieses, más molesto se
tornaba tu padre. Por eso tú, a modo de defensa, debiste haber decidido
deshacerte completamente de eso conocido como “emociones”, y fue de la misma
forma que un bicho de bosque se deshace de su propio color intrínseco y se oculta
en la selva.

—………

— Farnesio, si ese es el caso, entonces es algo que tú misma decidiste. No


importa cuán cruel o injusto pueda ser, como es algo por lo que has pasado
personalmente, al final, resulta ser algo que solo tú puedes resolver. Incluso si
reunieses decenas de miles de cadáveres que tengan expresiones, el día en que
tu ira y cicatrices se alivien nunca llegará.

— Esta damisela no lo entiende, Milord.

Farnesio habló calmadamente.

— Ese día, en el bosque de pinos nevado, usted le dijo a esta damisela unas
palabras. Le dijo que matara todo lo que se le atravesase en el camino, que
independientemente de lo que pudiese ser, no temiera, no se frenara por las
cosas que no eran su responsabilidad, y cortara todo lo que tratase de limitarla.
Su Alteza, usted le dijo a ella que si cortaba todo eso, ese lugar sería donde la
vida de esta damisela estaría. ¿Por qué ahora le aconseja que deje de tomar las
cabezas de los enemigos?

Con un dedo, Farnesio se enrolló parte del cabello. Era un hábito que mostraba
cada vez que pensaba profundamente.

— ¿Acaso el tratamiento de esta damisela fue demasiado cruel? La guerra ya


es lo bastante despiadada. ¿Acaso los métodos usados por esta damisela fueron
viles? No hay nada más estúpido que discutir las labores propias en el campo de
batalla. ¿O quizá es por una compasión que no encaja con usted, ha surgido,
Milord…?

— Te dije que mates lo que te obstruye…

Le corté las palabras.

Aunque ella se había vuelto bastante elocuente debido a la educación en


retorica que Lapis y yo le dimos, seguía careciendo de la habilidad de ir contra
mí.

— Lo que te obstruye no son cosas como esas calaveritas. Mira con cuidado.
¿Acaso lo que impide tu camino no es tu propio pasado?

—………

Farnesio quedó en silencio.

Como si esta chica, la cual había masacrado unos cuantos miles e incluso diez
mil personas el día de hoy, estuviese siendo bloqueada por un muro invisible, se
quedó completamente inmóvil.

— Aunque esta damisela no quiera admitirlo.

Para cuando Farnesio apenas fue capaz de abrir sus labios, el cielo ya se había
vuelto evidentemente oscuro y varias antorchas habían sido encendidas en el
campamento militar.

— Usted tiene razón, Alteza. Aunque esta damisela fue capaz de liberarse del
punto donde se diluía a sí misma en creer que el sonido de la nieve era el mismo
de las cigarras, ella aún sigue atada por las cadenas del pasado. Y es incapaz de
controlar eso a su propia voluntad.

Más que palabras, la declaración de Farnesio estaba más cerca de ser un


pequeño suspiro.

— Cada vez que hay un rostro que muestra emociones ante los ojos de esta
damisela, ella desea lacerarlo con una espada. Si entre ellos hay un rostro que la
maldice, ella ansía mostrar ese rostro luego de haberlo cortado. Al hacer eso,
esta damisela busca saborear la sensación de la vida al probar el hecho de que
están muertos y ella vive. ¿Qué es lo que esta damisela debería hacer? ¿Qué
debe hacer con el fin de cambiar esto?

Farnesio bajó su mirada al suelo.

Esta niña probablemente estaba caminando de un lado a otro en su mente ya


que no estaba segura de lo que debería hacer. Sabía lo que tenía que solucionar,
pero no sabía cómo.

Sin embargo, solo eso ya era un gran paso.

Hasta hace poco, Farnesio era una masa de traumas. Ella había negado el hecho
de que fue sujeto de violencia paternal, lo disfrazó como una mentira mientras
se aseguraba de no alterar su expresión facial, y solo hablaba sobre sus
cicatrices suprimidas cuando se encontraba bajo la influencia del alcohol o las
drogas. En comparación a esos días, ¿Farnesio no había madurado más?

Lapis dijo que Farnesio era peligrosa. Yo le dije que me responsabilizaría y le


pedí que me dejara eso a mí y esperara pacientemente. Mientras estaba tras
estos barrotes y miraba a Farnesio al otro lado de los mismos, volvía a asegurar
que el juicio que hice en ese entonces no fue incorrecto.

— Fui igual que tú.

Ahora no era el momento de cavar sino de liderar.

— En mi vida hubo una existencia parecida a un padre. Más que eso, en


términos de personalidades asquerosas, quizá él fue igual o peor que tu padre,
no creo poder considerarlo menor que eso. Mi vida fue arruinada debido a ese
hombre.

— ¿…usted también?
— Así es.

Soy capaz de confesarlo ya que personalmente estaba experimentando un


encarcelamiento. La respuesta sobre “quién” fue la persona que fue puesta en
prisión de la forma más fácil. Fue mi padre. Y no, no es una broma.

Para empezar, no había dos maneras acerca del hecho de que mi padre fue una
bestia que merecía morir. Estaba seguro de eso ya que mi madre, quien lo amó
tanto que terminó amando sus entrañas, trató de matarlo.

Excepto, independientemente de si fue asesinado o no, hasta que ese día llegó,
hubo un montón de cosas que tuve que tomar sí o sí. Incluso mientras mi padre
me criaba, nunca hubo un día donde pasase hambre. ¿No era, al menos, una cosa
de la qué estar honestamente agradecido? Aunque fui criado por un perro y crecí
para ser un hijo de puta, afortunadamente fui un humano honesto. No tuve más
elección que reconocer la realidad de que él había cumplido, en parte, con su
labor como “padre” debido al simple hecho de que nunca pasé hambre en mi vida.

Es por eso que, en lugar de terminar con su vida, decidí quedar satisfecho con
solo lanzársela a un pozo sin fondo. Los tipos que son conocidos como piadosos y
tolerantes lo llaman así. Resulta que incluso yo fui un hijo bastante gentil y
obediente.

El método fue simple.

Secretamente envié menores de edad a las “fiestas de intercambio” que mi


padre frecuentemente realizaba en su villa favorita. Si. Aunque él tenía 4 o 5
esposas, seguía disfrutando de relaciones sexuales promiscuas. ¿No era un
degenerado? No hay forma de que alguien pudiese mostrar respeto hacia un
apetito sexual tan exuberante. Creía que era un desperdicio que solo yo
conociese la personalidad de mi padre, por eso, acordemente establecí unos
“espantapájaros” conocidos como “delatores” y aseguré evidencia.

Ni siquiera fue necesario de que yo me dirigiese al lugar para iniciar el


incidente. Incluso en lugares donde no metía mi mano, mi padre cotilleaba con
muchas mujeres. Entre ellas, un pequeño escándalo sobre acoso sexual ocurrió
en un lugar que yo desconocía. Como de costumbre, otra chica de secundaria –
esa era la razón por la que declaraba que “ser lolicon es una enfermedad mental”
una y otra vez – mientras estaba horrorizado, vertí el combustible que había sido
recolectado hasta entonces en el incidente que se había encendido de forma
natural. Aunque lo trataba como “combustible” no era algo muy especial.
Simplemente llamé a todos calmadamente y les dije un par de palabritas.

- Joven Maestro, ¿por qué tenemos cámaras secretas instaladas aquí?

Les dije que no era necesario que lo supiesen.

- Eh. ¿R-realmente está bien…? ¿Puedo confiar que usted realmente me dará
una recompensa apropiada luego que esto termine?

Los intimidé a creer silenciosamente en mí.

- Hemos reunido a todo el consejo de defensa, Joven Maestro. No se preocupe.


Incluso si el video se filtrase, la situación en la que la familia del presidente
también resultó herida no sucederá. El hecho de que una colegiala está
involucrada es simplemente un pequeño obstáculo, haremos lo posible… ¿perdón?
¿No está diciendo que lo dejemos estar? ¿Pero…?

Si tenían una queja, entonces los hacia quejarse.

-…………………

-…………………

-…………………

Hacerlos no ser ignorantes de las cosas que tenían que saber, hacerlos no
tener más elección que creer en lo que deseaban creer, y hacerlos hacer las
cosas que no debían. La autoridad originalmente era algo así y yo tenía una
cantidad suficiente de ella.

Les sonreí y dije:

- ¿Por qué no responden?

Todos tragaron saliva y me respondieron. Obvio, yo era el sucesor de la


compañía.

- Si.

- Si, entendido…

- Como desee.
El tiempo de cazar había llegado.

Cuando un león caza a un ciervo, no se intoxica por el distante aroma de la


sangre solo porque haya probado una vez la sangre del cuello de un ciervo.

Incluso luego que mi padre fuese encerrado en prisión y yo hubiese eliminado


a todos sus aliados más cercanos, me mantuve vigilante. Intercepté información
y la distorsioné. Sus “delatores” eran incesantes y por alguna razón, verdaderos
reporteros comenzaron a surgir abruptamente de la maldita prensa. Huh, si era
así entonces no podía evitarse que yo terminase encogiéndome de hombros nada
más.

Mantente en prisión por siempre.

Ese fue último deseo y mi padre cumplió con mi pequeña esperanza más que
agradecido.

Fue así, consecuentemente.

Cuatro días después, mi padre murió de un paro cardíaco.

—………

Levanté la mirada hacia el cielo que había dejado de llover. El vapor se


rehusaba a disiparse, y en cambio, horripilantemente se filtró en la tierra.
Farnesio, silenciosamente, seguía mirando el estado en el que me encontraba.

— Farnesio. Pude haber tenido un éxito rotundo, pero cometí un error en el


momento más vital. Aunque triunfé en encerrar a ese hombre, no esperaba que
se muriese debido a una enfermedad crónica en tan solo cuatro días.

Ahh.

Cuatro días. Unos malditos cuatro días.

Un tiempo demasiado corto para que pagara por todo el resentimiento que se
había acumulado en toda mi vida.

Cuatro míseros días.

Yo, quien había huido inmediatamente después de escuchar las noticias sobre
la repentina muerte de mi padre, estaba devastado. Incluso mientras leía la nota
que se suponía que había escrito a modo de “testamento”, solo un pensamiento
pasó por mente. La idea de que este humano, este maldito asesino, esta serpiente
venenosa sin igual entre las de su clase, había visto a través de todo mi plan y
usado, a propósito, una enfermedad crónica como excusa para suicidarse7.

No estaba seguro de cómo mi plan había sido descubierto. Probablemente lo


descubrió con su intuición. Después de todo, era un hombre monstruoso.

Ya que los problemas cardiacos era una enfermedad crónica que padecía desde
hace varios años, nadie sospechó de su muerte. La opinión de la mayoría era que
había muerto porque “su tiempo había llegado”, y mi propio argumento razonable
era que merecía ser asesinado pero no fui capaz de hacerlo. Al final, pude haber
tenido éxito en mi venganza, pero tenía que vivir el resto de mi vida con este mal
sabor de boca.

Bien por ti, padre8. Debes sentirte feliz ya que fuiste capaz de joder a tu hijo
por una última vez en el momento final de tu vida. Es cierto, hiciste un buen
trabajo muriendo. ¿Te disgustaba tanto la idea de expiar tus fracasos hacia mí?
¿Quisiste describirme el hecho de que no tenías ni siquiera una cosilla que
tuvieses que expiar?

— Huh…

Suspiré.

— Existe algo de moral valiosa en mi historia. ¿Sabes qué es?

— ¿Sin importar cuan maldita pueda ser, como su padre sigue siendo su padre,
no debería confinarlo a la ligera?

— Idiota. ¿Con qué estabas escuchando lo que te decía? Es todo lo contrario.


No perdones innecesariamente al hombre ni lo dejes en paz, y sin fallar, mátalo,
mata al padre que te arruinó la vida, y hazlo con tus propias manos.

—………………

Sujeté el mentó de Farnesio y la miré claramente. La chica de la que yo había


decidido responsabilizarme luego de haber llegado a este mundo. Aunque
raramente expresaba eso vocalmente, te considero mi hija adoptada. Pues la
imagen de tu vida siendo retorcida era lo mismo que ver mi propia vida
retorciéndose.

— La gente del mundo probablemente te dará muchos consejos. Perdónalo.


Ajusta tu forma de pensar y cambia tu vida a un ámbito positivo. Oh, linda. Esas
son palabras que solo quedan bien con las personas. Pueden, quizá, no ser las
correctas. De cualquier forma, ¿no has sufrido cosas que no puedes decir
audiblemente o cosas que son mucho más severas que esas, por tu propio padre?
Eso lo puedo suponer fácilmente.

—………

— Lapis mató a su madre. Debió haber sido la primera vez desde que nació el
haber sido capaz de conocer a su madre de una forma apropiada, pero ella
simplemente la persiguió al instante y la degolló. En ese sentido, considero a
Lapis mucho más sabia que yo. Piénsalo, Farnesio. ¿Qué harás si tu padre muere
a manos de alguien más antes de que tú seas capaz de hacerlo? Te estoy diciendo
que lo imagines. ¿No sería lamentable?

—………

— Por eso, mátalo.

Hablé.

Lo hice usando un tono que asegurara la respuesta.

— Castiga a tu padre con tus propias manos. Obtén tu venganza y acaba con
su vida. Sin importar cuán vasto sea el mundo, ya que no existe nadie más allá
afuera que tenga tanto derecho como tu en vengarse, has de ser la que lo haga.
Rezo para que seas capaz de cumplir la tarea que yo fui incapaz de completar
por ser descuidado.

Como si le estuviese colocando una maldición al mismo tiempo que la bendecía,


le di la respuesta a mi hija adoptiva.

— Cuando lo hagas, serás libre.

Farnesio se encogió, no podía hablar. Esa era una reacción natural. Mis
palabras fueron hielo. Si uno deseaba digerirlo al instante, entonces se requería
un estomago fuerte y unos dientes duros. Y esta chica, quien estaba ante mis
ojos, era el pilar que Lapis, la mujer que poseía el estómago más fuerte, y yo,
quien tenía los dientes más duros, habíamos adoptado sinceramente.
Independientemente de si ella se cansaba de la crueldad de los actos que debía
cargar a partir de ahora, esto era algo que no rechazaría.

Eso era seguro.

—…pero, Milord. Hay un problema. Incluso si esta damisela trata de matar a


su padre, ese hombre reside en el reino sureño. Hay más gente en el norte cuyas
vidas han de ser tomada por ella y por usted, así que diga, ¿cuándo seremos
siquiera capaz de avanzar al sur?

Farnesio señaló un problema de forma directa. Eso significaba que


fundamentalmente aceptaba mis palabras, esas que le instruían asesinar a su
propio padre. Por eso es que no me desagradaban los niños a los que mis palabras
alcanzaban.

— Con el fin de subyugar al Imperio, tenemos que masacrar a la Princesa


Imperial también, pero de acuerdo a sus palabras, ella es la montaña más grande.
El simple acto de cruzarla se encuentra bastante alejado, por eso, hasta que ese
día llegue, ¿cómo se supone que esta damisela soporte las consecuencias de su
pasado mientras se encuentra en este purgatorio? ¿Cómo se supone que sepamos
si eso nos tomará unos 5 o 10 años? Esta damisela desea ser libre lo más pronto
posible.

— Es bueno que seas honesta. Cada vez que te veo convertirte lentamente en
una honesta hija de puta, me hace sentir tan alegre que podría bailar.

— Aunque esta damisela se siente muy preocupada ya que parece que si su


personalidad decae día a día debido a usted y Lady Lapis…

— Tranquila. No te preocupes por ello. Todo lo que hemos hecho es


simplemente sacar todo lo que estaba podrido. Ya que esa es tu verdadera
esencia, esfuérzate en amarla.

— Usted tiene el talento de tocar una melodía con el corazón de otra persona
cada vez que abre su boca, Milord. Un talento que le permite hacer eso de mala
forma, eso es. Por favor, muérdase la lengua y muérase de una vez.

Levanté las comisuras de mis labios.

— Tres días.
— ¿………?

— Serás capaz de matar a tu padre dentro de 3 días.

Farnesio enarcó una ceja.

— Eso es extraño y exagerado. ¿Cómo es que esta damisela podrá ser capaz
de capturar a su padre dentro de tres días?

— No vas a ser la única que lo traerá, estúpida. ¿No te he dicho esto una y
otra vez? Por favor, si lo que tienes sobre tu cuello es una cabeza, úsala. Piensa
en ello. Independientemente de si has terminado siendo una esclava o no, aun
sigues siendo una descendiente de la Casa de Farnesio. Una descendiente de su
familia ha traicionado a la humanidad y se ha afiliado a los demonios, ¿crees que
se quedarán sentados cuando su dignidad como familia noble está en juego?
Incluso si tratasen de quedarse sin hacer nada, ¿piensas que la gente que los
rodea los dejaría quedarse de brazos cruzados?

—………

Farnesio quedó en silencio. Eso podías decirlo al ver que su rostro claramente
era un escenario que nunca había considerado. Emití un sonido de chasqueo con
mi lengua y sacudí mi cabeza. Esta era la razón por la que una niña, la cual
aprendió sobre el mundo mediante los libros de historia, tenía pobres sentidos
cuando se trataba de algo importante.

— Escucha con cuidado. Escucha bien y aprende de la misma forma. Ha pasado


bastante tiempo desde que la Princesa Imperial Elizabeth obtuvo el Memory Play.
En ese punto, ella debió haber entrado en contacto con la Casa de Farnesio. Han
transcurrido 4 días desde que te volviste la representante y diste ese discurso,
pero si se trata de alguien tan competente como la Princesa Imperial, entonces,
sin importar cuán severa pueda ser la situación, debería ser capaz de resolver
todo en una semana. Por eso, tres días a partir de ahora. Independientemente
de lo que pase antes de que esa semana termine, la Princesa Imperial, sin duda
alguna, te presionará colocándote al Duque de Farnesio al frente de sus fuerzas.

— ¿Cómo puede estar tan seguro de ello…?

— Santo Cielo. Tener a alguien como tu como mi descendiente me hace ser


desafortunado. No solo eres incapaz de pensar, sino que incluso no escuchas.
Mocosa, ¿acaso los rumores de que eres la descendiente de la Casa de Farnesio
e hija de una puta no se han esparcido por todas las líneas delanteras de los
Cruzados? ¿Ah? ¿Cómo crees que pudo haber tenido tu información personas de
una forma tan precisa e incluso hacer circular rumores tan viles sobre ti, y todo
en solo tres días? ¿Puede ser alguien más que la Princesa Elizabeth?

—…………………

— Por eso, no te preocupes si tendrás que esperar 10 años o no, en lugar de


eso, preocúpate por lo que se acercará inmediatamente dentro de tres días. Mi
tonta general, incluso una semana es un tiempo que está más allá de tu capacidad.
Investigar en un día y al siguiente descubrir, ese es el nivel en el que todavía te
encuentras. Qué imprudente de tu parte intentar y debatir 10 años.

— Esta damisela está comenzando a despreciarlo mucho más, Milord…

— Eso es porque hay un cielo por encima del tuyo. Conozco muy bien esa
sensación.

— A esta damisela también le desagrada ese “usted” que finge conocer muy
bien esa sensación…

— ¿Oh? Entonces trata de ganarme. Para ser alguien que es incapaz de ganar,
debes tener una vida bastante alegre ya que aún te queda un poco de orgullo.
¿Acaso ese cerebrito tuyo siente paz?

— Ughh…

Farnesio gruñó sin mostrar emociones en su rostro. Que niña tan linda.

Esencialmente, el deseo de poder era algo que no perdonaba a alguien que


estuviese por encima de ellos. Yo fui quien despertó el deseo de poder de
Farnesio, y también era yo quien estaba ocupando su cielo. Debido a eso, desde
su posición, ella no tenía más opción que sentirse reprimida.

— De cualquier manera, ya que las cosas procederán de esa forma, recuérdalo.


Por eso, incluso si la Princesa Imperial trae a tu padre de repente con el fin de
perturbar tu mentalidad, no te alarmes demasiado. De ser posible, alégrate de
que esos 10 años fueron reducidos a tres días. Véngate y quítale la vida. Y…

Y.

Ese era el momento en el que estaba a punto de añadir un par de palabras más.
— Esas son buenas palabras, Dantalian. Véngate y quítale la vida-

Escuché una voz familiar.

Ambos volvimos nuestras cabezas. Desde un rincón de la oscuridad que estaba


oscurecida por el cielo nocturno, unos pasos ligeros pero enérgicos se acercaron.
La dueña de la voz y el sonido de los pasos llegaron hasta un lugar que era
iluminado por una antorcha cercana a la prisión y se detuvieron.

Cabello blanco puro.

Pupilas amarillas que eran como las de un león.

— Tal como lo ves, vine aquí porque quiero decirle las mismas palabras.

Barbatos estaba sonriendo allí.

Tick.

El reloj de bolsillo que estaba sumergido en mis ropas se movió.


El Rey de los Campesinos, Dantalian. Rango 71º.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 7.

Llanuras de Bruno – Armada de la Alianza Creciente – Prisión Sencilla.

— Holis, Dantalian. Señor Genio Auto-Proclamado.

La noche era calmada. La lluvia que había dejado de caer en el atardecer se


mantenía viajando hacia algún lugar a través del aire. Aunque la antorcha hacia
que las sombras parpadearan como vapor, haciendo que los perfiles parecieran
débiles, en lugar de mantenerse en pie sobre el suelo, parecía como si la mitad
de los pies de Barbatos fuesen engullidos por un pantano netamente negro.

— Gyaa. Parece que la vida en prisión debe encajar muy bien con tu cuerpo.
Mira la complexión en tu rostro. Esa cara tuya, la que siempre ha pesado debido
al cansancio, ha florecido. Realmente lo ha hecho. Ay, que niño tan adorable. No
fue una pérdida de tiempo enviarte a prisión.

Aunque eso era vago y ambiguo, la ocasión de la presencia distinta de Barbatos


desapareciendo no ocurrió. Su voz. Era porque su voz fue cubierta por risas.
Aunque a ella se le hacía fácil reírse, cada carcajada estaba llena de viscosidad
y densidad que fue construida desde lo más profundo de su corazón. Cada vez
que reía, se sentía como si yo pudiese ver un poso que no tenía un fondo visible.

—………

Yo sabía que vendría.

Mi mente ya estaba preparada para ello.

Sin embargo, había una cosa. Algo que no predije, y ese era el hecho de que
Barbatos no había venido sola. Al acercarse se podía ver que traía a alguien
arrastrado por el cabello. Mi corazón se congeló al instante. Me preguntaba si
había sentido la temperatura de mi mirada, pues sonrió.

— Ah, ¿ella? Venia para acá cuando tuve una grandiosa idea. Cuando esta chica
y tú estuvieron flirteando hace tiempo atrás, te di una terapia de pareja, ¿no?
sin embargo, sentí que ustedes no estaban pasando mucho tiempo juntos
últimamente.

Lapis.
Lapis Lazuli. Mi amor.

Mi amante, cuyo cabello rosa era hermosísimo, y sus ojos azules eran bellos,
estaba postrada débilmente allí, desnuda, azotada por un latico y con marcas de
quemadura por todo su cuerpo. Barbatos tocó la cabeza de Lapis.

— Es por eso que usé esta oportunidad para ser un poco más formal.

—……………

— Wow. Maldito, mírate el rostro. Parece que podrías terminar siendo


asesinado “accidentalmente” por mí, ¿sabes? ¿Hm? Cierto, ya me has jodido en
el campo de batalla, entonces ¿por qué no ser capaz de hacer algo como tomar
tu vida?

Barbatos.

Realmente eres…

— ¿Qué?

Sonrió ampliamente.

— ¿Es la primera vez que ves a una puta?

Cerré mi boca.

La otra parte tenía un rehén. Uno que era una herramienta que podía ser
tratada de cualquier forma que su captora desease. Por eso, era un método de
demostrar su poder ante mí. En otras palabras, como si fuese una bomba que
pudiese explotar en cualquier momento, debía ser tratada de la forma más rápida
posible, e incluso yo debía tratar de no molestar a la individua que trataba de
alardear sobre su fuerza. Ya que yo seguía sin mostrar respuesta, Barbatos
emitió un “hmm” con su nariz.

— Bien. Me gusta que te comportes bien. Parece que has comprendido tu lugar.
Bueno, ya que tú y yo estamos en una relación donde hemos visto todo lo que se
puede ver, no voy a extenderme. Discúlpate.

— ¿Disculparme?

— Si. Discúlpate por cambiar a tu oradora como te plació. Discúlpate por


solicitar un juicio militar, y por encima de todo, discúlpate por tratar las vidas
de mis soldados como juguetes, como si este campo de batalla fuese un parque
de juegos, Dantalian.

Barbatos exclamó un “ah”, y añadió algo más.

— Oh, cierto. No te permitiré dar excusas. Algo como, “esa no fue mi


intención”, o cualquier otra cosa tan estúpida como esa. Cada vez que escucho
tonterías, siento como si la otra persona también sea estúpida; pero por otro
lado, también siendo que me están tratando como basura. Quizá sea que mis
emociones están destrozadas, pero bueno, eso no es cierto. Algo no me parece
bien cuando eso pasa. Si una persona es una persona, entonces debería mostrar
respeto mutuo. Ambas partes no deberían ser unos hijos de puta, ¿cierto?

Barbatos lanzó a Lapis al frente. ¿Se había desmayado? Lapis no exclamó ni


gimió, simplemente cayó al piso.

— La forma de disculparse es simple. Primero, decapita a esa chica humana


con tus propias manos. Luego, degollar a esta paria. Finalmente, sería mi turno
de arrancarte uno de los brazos. ¿Qué te parece? Simple, ¿no? Las disculpas
necesitan poseer relevancia, sinceridad, y cordialidad, después de todo. Aunque
alguien tan imprudente como tú podría no entender muy bien esto, disculparse
originalmente era algo así. Difícil, ¿no? Ya que lo es, es la razón por la que, en
primer lugar, no debiste cometer un error.

—………

— Cuatro mil personas murieron.

Barbatos pisó la cabeza de Lapis con su pie derecho. Ella era la que se jactada
diciendo tener una gran fuerza entre los Lores Demonio. Si en este preciso
instante, ella colocase un poquitico más de fuerza en su pie, entonces es probable
que la cabeza de Lapis terminase siendo aplastada.

— Son 4 mil personas, ¿sabes? Cuatro mil solo de mi ejército fueron


asesinados por los jueguitos tuyos y de la puta esa. ¿Acaso no les parece
extraño?

— Barbatos, todos mueren en la guerra.


— Si, pero no mueren como un juguete. Esa es la parte importante. El hecho
es que en la muerte se requiere un significado. Con solo esa idea, la gente como
nosotros es capaz de ir a la guerra.

Barbatos sacó una daga de sus ropas. Luego tomó y levantó la cabeza de Lapis
nuevamente y colocó el arma en la mejilla de mi amante. Fue en ese momento en
el que ella abrió los ojos lentamente.

Nuestros ojos se encontraron.

—…………………

—…………………

Aunque no dijimos nada.

Tanto Lapis como yo terminamos nuestra conversación en un instante.

Independientemente de si lo sabía o no, Barbatos continuó con su actitud


sangriento-humorística. Aunque fue ligero, el filo del arma perforó la piel de
Lapis. La sangre carmesí que se formó fue distinta en mis ojos.

— Particularmente no confié en ti desde un principio, Dantalian. La confianza


nunca existió en nuestra relación.

— Es decepcionante oírlo. Yo estaba bastante confiado de que éramos capaces


de levantar una relación bastante buena. Aunque no deseo lograr un beneficio
con algo que ya ha terminado, te salvé a ti y a tus fuerzas una vez, ¿no?

— El Lenguaje de Habsburgo.

Barbatos sonrió.

— Realmente se cómo hablar algunos lenguajes humanos, idiota.

—…………

— Hay algo que te está dando vueltas en la cabeza, ¿cierto?

Inmediatamente recordé una risa aguda en mi cabeza.

- Oye, ¿Ven eso? Dantalian, ¿qué están balbuceando?

Antes del inicio de la guerra. Durante el tiempo donde Barbatos y yo


estábamos en nuestra glorificación de quemar la cordillera, cada vez que
castigábamos a los aldeanos “tala y quema”, Barbatos me dejaba las traducciones.
Eso era porque los orgullosos Lores Demonio no creían que era necesario
familiarizarse con los lenguajes humanos. Sin embargo, ¿este no era el caso?
¿Ella lo conocía? A pesar del hecho de saberlo, se hizo la loca9 y simplemente
observó cómo yo interpretaba sus palabras. Ella había estado probándome con el
fin de saber si yo era de confianza, para ver hasta dónde podía confiar en mí.
¿Ese era el caso…?

En ese tiempo, no interpreté las palabras tal cual los aldeanos las decían.
Traté a los campesinos con simpatía en todas las oportunidades. Sin embargo,
ante los ojos de Barbatos, eso debió parecer como “distorsión a sus palabras”.
Alguien en quien no se puede confiar por completo. No podía discutir si
estábamos viendo eso… Sin embargo, tuve algo para protestar.

— Es cierto. Hay algo que me está dando vueltas en la cabeza. ¿Y qué? Querías
que la guerra se librara. Por eso, acordemente te la dí. Querías obtener la
victoria. Acordemente te di una. Te he ofrecido todo lo que has deseado hasta
ahora. A pesar de eso, ¿estás dudando de mí solo por unos errores de traducción
netamente triviales? Existen límites para tener una mente cerrada.

— Huh, ya deja la ridiculez, Señor Dantalian. Sea la guerra o la victoria, eso


es algo que ambos queríamos. ¿Por qué tratas de actuar todo amable por decir
que “obsequiaste” algo o lo que sea? ¿Quieres ver una marca muy bonita en el
cuello de esta puta?

Barbatos acercó la daga a la garganta de Lapis mientras hablaba


sarcásticamente. Lapis me miró mientras permanecía como siempre, no se dejaba
intimidar por eso.

Ah, Barbatos. Has cometido un error crucial. Lapis no era mi debilidad. Ella
era una gran mujer que absolutamente no se perdonaría a sí misma si llegase a
ser degradada a algo como mi debilidad. Ella y yo nos hemos hecho fuertes el
uno al otro. Fui capaz de seguir con vida debido a su mirada incambiable.

— Tienes razón, Barbatos. Tú y yo ansiamos la guerra y deseamos la victoria.


Como ese es el caso, no debes matar a mis vasallas.
— ¿Ahhh?

— ¿Finges demencia? ¿O realmente no lo sabes? Ya que has experimentado la


batalla de hoy, ya deberías estar consciente de ello.

Hablé calmadamente. Coloqué en mis labios la verdad que Barbatos nunca


deseó escuchar. Más que complacido vocalicé la realidad que la Reina de Plata no
deseaba enfrentar.

— Mi general y la Princesa Imperial son más competentes que tú.

Clic.

El cuerpo de Barbatos se heló al instante.

Pude sentir que su respiración también se había congelado. Un silencio nos


rodeó por completo. La humedad formada en los barrotes de hierro de mi prisión
se reunió en una gota de agua y se deslizó. Barbatos estaba quieta, por eso, Laura,
Lapis y yo simplemente soportamos el viento frio en silencio. Ya que no hubo
respuesta inmediata, fui el primero en abrir la boca.

— Ya una vez estuviste preocupada hasta el punto donde casi enfrentabas la


derrota a manos de la Princesa Imperial. Aunque declaraste que fue debido a la
derrota aplastante de Su Excelencia Marbas, si fueses más competente que la
Princesa Imperial, entonces no te habrías visto forzada a entrar en una posición
defensiva. Mi general y yo. Es decir, si Farnesio no hubiese llegado a salvarte, a
estas alturas, los humanos nos habrían arrebatado a nosotros, la Alianza
Creciente, la última área del llano.

—…………

— Más que eso, incluso hoy fuiste incapaz de predecir el ataque sorpresa de
la Princesa Imperial. Si supieses hablar el lenguaje de Habsburgo, entonces eso
se habría convertido en una burrada10 muy costosa. ¿Por qué es que el ejército
imperial de Habsburgo no pudo ser visto aunque los ejércitos de cada nación
estaban reunidos? Debiste haber sido capaz de notar la amenaza que se acercaba
a través de esa pesada lluvia. Aunque tuviste la oportunidad de hacerlo, no
lograste comprenderlo.
Me disculpo Barbatos.

Pero ustedes los Lores Demonio requieren algo de terapia sorpresiva. Si el


tiempo sigue fluyendo de esta forma, entonces nunca serán capaces de predecir
la verdad de que toda la raza demoniaca será aniquilada por los humanos.
Estuvieron tan confiados de su competencia. Mi rol simplemente fue quebrar esa
arrogancia suya. Por eso le dije lo siguiente:

— Es cierto, ¿dijiste que murieron 4 mil soldados? Es un infortunio. Tienes


mis condolencias. Sin embargo, ese no fue error de Farnesio, ni mío, y mucho
menos de la Princesa Imperial. Todo lo que hemos hecho es adoptar nuestras
posiciones correspondientes. Barbatos, el hecho de que perdiste a tus cuatro mil
soldados hoy…

—…………

— Es simplemente porque eres menos competente que nosotros.

Aunque eso era increíblemente lamentable.

Barbatos, resulta que incluso tú, la individua que brilla tanto como los campos
nevados durante la noche lunar oscura, eres menos competente que alguien más.
Quizá seas capaz de adoptar un rol secundario en el escenario, por no puedes
ser protagonista. Ese es tu límite.

Incluso tú debes haber sentido vagamente el hecho de que tu personal militar


enfrentó la muerte porque fuiste incapaz de notar el movimiento de las tropas
enemigas. El hecho de que la vida de tus hombres simplemente colgaba en tus
hombros y de que eras incapaz de pasarle esa responsabilidad a otro. Has
terminado airada solo porque te lamentas y te detestas.

Ahh, Barbatos. Lord Demonio cuya risa es despiadada. La sagrada e inviolable


Lord Demonio que se llama a sí misma “la majestad absoluta”, la maestre entre
el consejo de 72 que dirigen la raza demoniaca. Fuiste incapaz de manejar esta
era por ti misma. Fuiste programaba para ir a través de las crueles temporadas
de los próximos diez años. Más que eso, los individuos que estaban destinados a
ser los protagonistas ya fueron decididos. Elizabeth von Habsburgo, Laura De
Farnesio, y el héroe que llegará algún día… Ellos escribirán un poema épico sobre
la unificación del continente en un solo imperio, y tú solo serás una canción, la
cual ya ha cesado, conoció su final e instantáneamente desapareció.
Sin embargo.

— Déjame vivir.

Yo estaba aquí.

— Te daré la guerra. Te otorgaré la victoria. Te presentaré un futuro sin


derrota. Le mostraré a nuestra raza demoniaca los campos cálidos. No me
importa si tomas la posesión exclusiva del honor y la gloria, Barbatos. Incluso
puedes tomarte cada trozo de eso llamado orgullo y fama. Solo deseo una cosa.

Simplemente.

Por eso.

— Perdóname a mí y a mis vasallas.

Hubo un silencio.

Barbatos abrió su boca. Esos eran labios que ya no podían albergar ningún tipo
de humor.

— Esas palabras.

—………

— ¿Puedes responsabilizarte por ellas?

Asentí.

Trabajemos juntos, incluso si tienes la oportunidad, si nos tomamos de las


manos podemos superar cualquier cosa –rechacé dulces palabras como esas. Al
otro lado de esta llanura se encontraba una Princesa Imperial que iba a propinar
la peor pesadilla en la historia. Si yo iba a ir contra ella, entonces son tenía más
opción que convertirme en una pesadilla también.

Y yo no encontraba el convertirme en una pesadilla como algo asqueroso o verlo


como una tarea difícil, simplemente era una ocasión divertida para mí. ¡¿Cuán
afortunado era que yo fuese en el que tomase el rol protagónico?! Debes estar
deleitándote, Barbatos. Aunque parece que te lamentabas por la muerte de
4.000 soldados, puedo seguir riendo como si fuese yo el que masacrase a 4
millones de personas. Recibe el hecho de que soy un hijo de puta honesto. Te
guiaré. Tomaré la responsabilidad.
— Cuatrocientos años.

Hablé.

— Por menos de cuatrocientos años, las expediciones de la Alianza Creciente


han pasado por fracasos continuos. La razón detrás de esto no es porque fuiste
débil. Al contrario. Es lo opuesto. Fuiste muy fuerte.

— ¿…de qué estás hablando?

— Mira. Incluso si estamos en la Alianza Creciente, como mucho, solo la mitad


de los Lores Demonio que viven en el continente demoniaco están participando.
Los Rangos del 1º al 4º no se presentaron en las expediciones. Los únicos
individuos entre los Lores Demonio de mayor rango involucrados en los conflictos
son tú, Paimon y Su Excelencia Marbas. A pesar de eso, sorpresivamente
tenemos un ejército masivo de cien mil.

Incluso si una nación fuese a destrozar cualquier personal militar que puedan,
les sería difícil exceder un poder de 40.000. Los Cruzados, una fuerza que fue
creada luego que cada nación se uniese y exprimiese cualquier fuerza militar que
pudiese, no tenían más que cien mil soldados. Claro, esa probablemente no sea su
mayor fuerza. Sin embargo, si consideras el hecho de que los demonios son más
fuertes que los humanos a nivel regular, en términos de poder militar, la brecha
entre la Alianza Creciente y los Cruzados se incrementó muchísimo.

— Diré esto con la mayor honestidad posible. En todo el continente demoniaco,


los Lores Demonio que sinceramente desean la victoria son los que participan en
esta guerra. Al resto, la tierra que pertenece a los humanos no es más que un
nido de insectos que pueden aplastar fácilmente si se lo proponen.

—………

— De cualquier forma, a lo que ellos le temen es a ustedes.

— ¿…los Lores Demonio le temen a sus mismos parientes?

Así es.

Nunca pensé que era aburrido.

Volverse un rey era el pináculo de la autoridad que tenía el rol de guiar a la


gente. Sin embargo, había una enorme cantidad de 72 personas que estaban de
pie en ese zenit dentro del continente demoniaco. No fue por gusto que denuncié
que este lugar era similar a esas naciones tribales.

La única razón por la que esta estúpida sociedad seguía en pie era por el
enemigo en común, es decir, era porque la humanidad sobresalía. ¿Qué pasaría si
esta desapareciese? Tal como Barbatos lo deseaba, ¿qué sucedería luego que
realmente seamos capaces de subyugar a todo el continente humano?

— Es simple, Barbatos. Tras aplastar a toda la humanidad, los Lores Demonio,


sin duda alguna, comenzarán una guerra civil con el fin de distinguir quien tiene
mayor autoridad entre ellos.

Barbatos frunció el ceño. Ciertamente, ella era una mujer que había entregado
su vida a la conquista del continente. No había considerado las emociones ni
posiciones de las demás basuras de Lores Demonio que no tenían interés en algo
como la justificación y simplemente desviaban su atención a su propia seguridad.

— Cuando ese día llegue, ¿cuál crees que será el Lord Demonio que tendrá la
ventaja? ¿1º Baal? ¿2º Agares? ¿El 3º o quizá el 4º? No. Ese no es el caso. Sin
importar cuán poderoso pueda ser el individuo, no puede soportar un asalto
grupal. Uno del grupo al que más le teme.

Sonreí.

— Son ustedes.

—…………

— Barbatos. Paimon. Los comandantes de armada como ustedes, quienes


utilizan a los demás Lores Demonio como su propio poder militar. Los Lores
Demonio entre los Lores Demonio. Durante la anarquía inevitable que se
presentará luego de la exterminación de la raza humana, ellos no tendrán más
elección que temerle a gente como ustedes, quienes se mueven en grupo.

Ciertamente, esa era una verdad muy evidente.

Pues sabían que sería su turno luego que los humanos cayesen en la ruina.

Yo estaba seguro que los Lores Demonio, quienes no participaban en esta


expedición de la Alianza Creciente, estaba planeando desesperadamente como
hacer que la guerra falle.
El hecho de que la Alianza Creciente experimentase fracaso tras fracaso
durante los últimos 400 años no era una coincidencia. Como mucho, Paimon solo
trató de detenerme, ella nunca había tratado de desarmar a la Alianza por sí
sola. La gente que era más vil y astuta que Paimon era la que estaba al acecho en
la parte trasera del continente demoniaco.

— Traidores. Estamos rebosantes de traidores. Me acusaste de haber


cometido traición racial. Sin embargo, algo de mi grado puede considerarse
humilde. Esto se encuentra a un nivel moderado sin límites. Aunque te jodí solo
por unos 20 minutos durante el tiempo del discurso, esos Lores Demonio
estuvieron jodiendo a su propia raza durante los últimos 400 años.

—………

— ¿Comprendes por qué debes mantenerme con vida?

Nuestros enemigos nos rodean.

Al frente, la única heroína conocida como la Princesa Imperial Elizabeth.

Atrás, los poderosos Lores Demonio comenzando por los rangos 1, 2, 3 y 4.

Ellos nos presionan, nos amenazan, y nos intimidan por ambos frentes hasta
que finalmente terminemos enfrentando una destrucción mutua.

Saqué mi brazo por entre las barras de hierro.

— No tenemos tiempo para estar luchando entre nosotros. Toma mi mano.


Tomemos las cabezas de los traidores, y si tenemos que salvar algo de tiempo,
hundamos el barco de la Princesa Imperial también. Una vez que lo hayamos
hecho, estableceremos una sociedad en la que gobernemos.

A pesar de estar atrapado por estos barrotes de hierro, esas personas que
deben venir a mí han venido. Desde el principio, la persona que tuvo que ser
enviada estaba constantemente en ese lado. Como no era necesario que yo
estuviese caminando de aquí para allá, yo estaba libre.

Aquí estaba yo, dentro de esta prisión.


El Rey de los Campesinos, Dantalian. Rango 71º.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 8.

Llanuras de Bruno – Ejército de la Alianza Creciente – Prisión Sencilla.

Dame algo de tiempo para pensar.

Barbatos dejó esas palabras antes de irse. Las únicas personas que quedaron
aquí fueron Lapis y Farnesio. Una vez que Lapis fue liberada de su posición como
rehén, suspiró ligeramente como si no se hubiese visto afectada por la tortura
recibida.

— Parece que esta inocente es la que recibió la ira por usted, Su Alteza. Había
pasado bastante tiempo desde que esta fue torturada por última vez. Aunque
casi olvida el hecho de que pertenecía a el estatus social absolutamente más bajo
gracias a usted, esta ha comprendido la posición que posee debido a sus acciones.

—…lo siento. Tomé todas las cosas con demasiada facilidad. No creí que eso
terminaría involucrándote.

— Está bien. Esta está acostumbrada.

Hice uso de las palabras de disculpa, las cuales Barbatos pedía a gritos pero
que nunca recibió, con demasiada facilidad ante Lapis. Ella recibió un manto de
manos de Farnesio y vagamente cubrió su cuerpo desnudo.

— Sin embargo, lo hizo muy bien, Su Alteza.

— ¿Ah, sí?

— Si. Aunque esta fue secuestrada, su postura firme fue algo prudente. Para
ser honesta, esta estaba preocupada que usted terminara entrando en pánico,
pero parece que esta no tiene razón para seguirse preocupando a partir de ahora.
Incluso si esta recibiese daño, tiene la certeza de que usted seguirá avanzando,
Su Alteza. Por favor, siga así, que esta también lo hará.

Luego, Lapis avanzó entre las antorchas y se acercó a nuestro campamento


militar. Si caminase por ahí en ese estado, entonces existiría la posibilidad de
que pudiese ser asaltada por soldados rasos que hayan sido cegados por sus
deseos sexuales, pero parece que no les tenía miedo. Farnesio, quien tuvo su boca
cerrada todo el tiempo, murmuró:
— Como era de esperar, usted está loco. ¿Acaso una mujer como esa dio en el
punto de sus preferencias? Es una mujer que vivirá, amará y morirá fríamente.

— Niña.

Mi general interina, quien estaba a cargo de mi frente, había criticado a mi


amante, quien se encharcaba de mi retaguardia. En una situación así, una persona
normal mostraría una actitud ambigua e intentaría ganarse una impresión
favorable de ambos lados.

— ¿Hm? ¿Qué sucede, Milord?

— Nunca serás capaz de compararte a Lapis con esa mediocridad que posees.

Y yo no era un bastardo normal.

Declaré solemnemente.

— ¿Cómo te atreves a desconocer tu lugar y criticar a Lapis? Ella es la primera


mujer que he amado y será a la última que amaré. Si Lala fuese a decirlo,
entonces yo incluso creería en una profecía sobre el fin del mundo. Sin embargo,
si eres tu quien lo dice, probablemente te daría una azotaina.

Sonreí suavemente ante ella.

— ¿Qué te parece? ¿Acaso ya se estableció bien la jerarquía en ese cerebro


de cloaca que tienes?

—………

Farnesio abrió sus labios.

—…dicen que uno no debe involucrarse incluso si un perro loco ladrase, pero
¿qué se supone que haga esta damisela cuando dos perros son los que le gruñen
encima? Ya que tanto el perro como la perra han quedado trastornados, parece
como si esta damisela fuese la única persona normal en este mundo.

¿De qué habla ésta loca?

Tu mierda es amarga, hija mía.

— En fin, la predicción de que el padre de esta damisela aparecerá pronto en


el campo de batalla. Esta damisela tiene que ir a preparar su corazón. Si es
posible, no salga nunca de aquí de esta prisión, Su Alteza…
Farnesio caminó cansadamente. Se dirigía a la misma dirección a la que Lapis
había ido. Ambas deben estar pasando tiempo juntas en la tienda militar que se
la pasaba pacifica debido a mi ausencia.

Por alguna razón, mientras imaginaba la escena de Lapis siendo la abusadora y


Farnesio la abusada, mi mente se sintió cómoda. Esas cosas rotas que estaban en
ese único lugar eran mi familia, pero se sentía como si mi mente fuese a cada uno
de esos lugares rotos y los enmendara a la perfección. Me tendí en el fardo de
heno y cerré mis ojos cómodamente.

Ese día.

Tuve un sueño.

Una vez miré hacia abajo, vi que tenía zapatos puestos. Sabía que era un sueño
por ese único hecho. Era algo intrigante. En el pasado, traté de tener sueños
lucidos en varias oportunidades debido a la curiosidad, pero nunca había estado
en un sueño donde mi conciencia fuese tan aguda como en este.

—………

Todo lo que pude ver cuando analizaba mis alrededores era un mundo blanco
infinitamente vasto. Solo un suelo, que era como un papel de dibujo sin ser
coloreado, se extendía hasta el horizonte. Y en el centro de eso, como si fuese
obvio, Lord Demonio Paimon se encontraba de pie allí.

—…como era de esperarse.

Murmuré sin darme cuenta.

Paimon era una Mara11. Entre ellas, Paimon era la persona que era tratada como
la Reina de las Maras. Aunque mi amor, Lapis, había heredado débilmente la
sangre de un súcubo, escuché que la capacidad para controlar los sueños de las
personas solo le era otorgada a una pequeña minoría de maras. Alguien como
Paimon podía infiltrarse fácilmente en el sueño de otra persona.

Una vez que nuestros ojos se encontraron, Paimon me saludó modestamente.


Para una persona que acabase de invadir el espacio personal de otra sin haber
recibido permiso, su comportamiento fue demasiado cortés, lo hacía sentir como
si esta mujer fuese alguien que hubiese recibido formalmente una invitación. Esa
era la conducta de Paimon.

— Bienvenido al mundo de esta dama, Dantalian.

En mi rostro se había formado una sonrisa amarga.

— Discúlpame, pero si mi memoria no me falla, yo nunca te envíe ninguna


invitación y mucho menos recibí una…

Paimon mostró un rostro de culpa.

—…esta dama se disculpa. Sin embargo, ella cree que este era el mejor método
para deshacerse de los malentendidos que tienen. Ella cree que con solo un
empujoncito, hasta tú serás capaz de comprender sus palabras, Dantalian.

— Oh, ciertamente usted no cambia, Su Alteza. Y que decide libremente en lo


que confiaré y lo que no, solo puedo admirarla.

— Por favor, perdona la descortesía de esta dama una vez más.

Paimon aun parecía tener ojos lamentables. Me preguntaba cuantas personas


fueron traicionadas y acabadas solo por esos ojos inocentes. Me encogí de
hombros y fui directo al tema principal.

— Muy bien. Esta es la primera vez que tengo un sueño junto a otra persona.
A pesar de cómo pueda parecer, estoy abierto a nuevas experiencias. Entonces,
¿qué es lo que es posible aquí? ¿Hay algo posible en esto llamado sueño?

— Desafortunadamente, materializar las cosas que sean posibles es imposible.

Paimon sacudió ligeramente su cabeza.

— Lo único que esta dama ha visto y experimentado en toda su vida es lo que


puede reproducirse aquí. Como esto…

Paimon sacudió su abanico. Al hacerlo, raíces de un árbol comenzaron a


retorcerse por debajo del suelo antes de elevarse inmediatamente, penetrando
el suelo durante su levantamiento. Parecía que el árbol no era de un solo tipo.
Ciertas ramas tenían corteza blanca como el abedul, otras ramas estaban
cubiertas por una corteza de capa marrón, muy parecidas a las del pino. El árbol
siguió creciendo más y más hasta bloquear al cielo casi por completo. Ya que las
hojas florecidas eran de cerezo, cada rama tenía un color brillante. El mundo era
rosa.

Paimon acarició lentamente la corteza del árbol.

— Así, aunque esta dama puede hacer creaciones nuevas mediante la mezcla
de dos características, le es imposible crear algo entero desde cero.

— Ohh.

Esa fue una admiración honesta. Envidiable, incluso. Si tuviese la habilidad de


invadir los sueños, entonces habría quedado extasiado por el hecho de
achicharrar, hervir y quemar a mi padre cada puta noche, haciendo que
probablemente no quisiera despertar.

— Veo que existe una razón por la que las maras son conocidas como el Clan
de la Noche. Mi concubina es una mestiza, por lo que es incapaz de controlar los
sueños. Que mala suerte.

—…podría ser más bien una bendición el hecho de que no sea sangre pura, sí.

Paimon sonrió con lamento.

— Como puedes ver, las maras son capaces de crear una cantidad increíble de
cosas dentro de los sueños. Los amantes de las maras quedan encantados por eso.
La mujer más hermosa en el mundo, el escenario más cautivador, un festín de
comida dulce y fantástica. Cualquiera que fornique con una mara comienza a
enamorarse más por los sueños que estas pueden mostrar en lugar del tiempo
que pasan con su amante.

Paimon bajó su abanico. Al mismo tiempo, el árbol que era tan grandioso como
un árbol mundial pronto de desplomó. Puf, como si un montón de palomitas de
maíz hubiesen explotado al mismo tiempo, los pétalos de flores de cerezo
cayeron todos juntos. En el centro de ese descenso, Paimon levantó la mirada.

— Al final, la gente le da la espalda a la realidad. Un sueño absolutamente


perfecto y una realidad lamentable… Queda claro cuál es el que eligen. Ignoran
a sus esposas y directamente desechan a sus hijos e hijas. Comparado a eso,
ellos poseen una familia más hermosa en sus sueños. Por eso es que la mayoría de
las maras no comparte el amor.

Pues serán traicionadas de todas formas.


Paimon murmuró mientras colocó un poco de viento en los pétalos que fluían.

Aunque pude ver un único aspecto de la chica que estaba ante mí aquí en este
lugar, no indagué en ello. Yo no era la persona que tenía que tomar la
responsabilidad. No había nada más terrorífico que abrazar el pasado que
probablemente no puedes soportar. Tomé una rama que se había roto del árbol
de cerezo y hablé.

— Esta es una historia étnica muy interesante. si hubiese tiempo, desearía


escuchar las historias de amor que ha experimentado, Su Alteza Paimon. Sin
embargo, ¿existe alguna razón en particular para la que me haya invitado aquí?
¿Fue con el fin de intercambiar cuentos amorosos?

—…esta dama –Paimon desvió su mirada y la fijó en mí–, ha pensado en esto


desde hace tiempo. Una mujer que está cerca de ser perfecta si existe. El
escenario y el banquete más hermoso si existe. Si ese es el caso, entonces quizá…
¿no sería posible soñar la sociedad más hermosa y perfecta?

— ¿………?

¿La sociedad más perfecta? ¿Qué es lo que trata de decir esta mujer12?

No podía comprenderla. Claro, todos vivía mientras enterraban en sus


corazones sus respectivas ideas de lo que era una sociedad ideal. Como yo no era
ignorante de ese hecho, tenía sospechas del motivo principal que se salía de curso
y trataba de sacar lo que estaba enterrado en mi mente. Paimon, no somos lo
suficientemente cercanos como para compartir un escenario dentro de nuestras
mentes, ¿no es así?

¿Debería tratar de enviar una ligera punzada?

— Una sociedad perfecta, ¿eh? ¿Acaso algo como eso es realmente posible?

— Si, obviamente no. esta dama es consciente de las imposibilidades.

Paimon rió casi inaudiblemente.

— Probablemente sea absurdo. En el pasado fue fútil, e incluso hoy en día


sigue siendo imposible. Sin embargo, Dantalian, esta dama es la Reina de las
Maras. Una raza que siembra los sueños de la noche en la gente. Incluso si esta
dama, quien mantiene esa posición, tuviese permitido tener un sueño tan virtuoso,
ella cree que no es algo que se encuentre excesivamente más allá de sus medios.
Sir Dantalian, con el fin de continuar esta vida, al igual que las demás personas,
esta dama requiere un tipo de felicidad.

Paimon bajó la mirada hacia el pétalo de flor que había aterrizado en su mano
y se lamentó.

— Ah, fue un sueño lamentable. Si, una vez esta dama volvió su mirada atrás
luego que todo había terminado, fue una intoxicación. Sin embargo, ¿con qué
podría haber vivido ella si eso no existiese?

—………

— Al principio, hace 400 años, esta dama creía que para la raza demoniaca
entera, una sociedad donde los Lores Demonio fueran los gobernantes, era una
que se asemejaba a la perfección.

Paimon sacudió su abanico.

El escenario cambió. Me encontré de pie en el centro de un campo de batalla


que nunca antes había visto. Soldados intermitentes como sombras, cerca de
cien mil demonios pasaban cerca de nosotros. Ya que eran fantasmas carentes
de cuerpos físicos, paseaban entre Paimon y yo.

Muy al frente, había tres personas que lideraban este masivo ejército. No
eran más que esas figuras que eran distintas entre sí. Yo estaba familiarizado
con ese trio. No eran más que los Lores Demonio que comandaban las fuerzas:
Barbatos, Paimon y Marbas.

- ¡Cielos, ejército mío! ¡Todos son dignos de elogios! ¡Todos obtuvieron un gran
logro!

Barbatos gritó mientras su capa blanca se batía en el viento. A diferencia de


su “yo” actual, usaba un casco plateado y una armadura que hacia equipo debido
al color. Brillaba en un radiante color plateado debido a los rayos del sol que
descendían sobre ella.

Paimon acababa de mencionar “hace 400 años”. Si ese era el caso, quería decir
que esta era la Barbatos de ese entonces. Los días donde aún no era una
nigromante y blandía una espada como una guerrera… Tras examinarla
cuidadosamente, noté que sonreía de una forma que aportaba una sensación
completamente distinta a la que mostraba actualmente. No era una sonrisa floja
que era causada por ser perenne. Era una sonrisa que se asemejaba al sol a
mediados de verano, una que la sacaba del mundo con toda confianza.

- ¡Sin embargo, aún quedan muchas cosas que debemos hacer! ¡Somos los
demonios de la conquista! ¡Nuestra gloria no se coloca en la victoria del ayer,
sino, en el futuro donde terminará nuestra gran conquista!

- Los cobardes dicen que hemos luchado mucho, que ahora es momento de
descansar. Sin embargo, ¿qué debemos responderles? Nosotros, los guerreros
que hemos superado la raza y el estatus, y únicamente nos hemos vuelto uno
debido a la camaradería. ¿Cómo responderán?

- ¡No es suficiente!

Barbatos levantó ambos brazos y extendió sus uñas como de gato. Como si
tratase de clavarlas y cicatrizar a todo el mundo con sus manitas hasta
finalmente ser capaz de devorarlo todo.

- ¡No es suficiente! ¡Aún nos falta demasiado!

- ¡Más batallas, más sangre! ¡Con el fin de convertir cada campo de batalla, en
el cual hemos luchado, en la tierra en la que nuestros descendientes vivirán!
¡Hasta que cada gota de sangre que hayamos derramado se vuelva el fertilizante
de esa tierra que será cultivada por los nuestros!

- ¡Ahh, caballeros! ¡Mis orgullosos guerreros! Amamos infinitamente nuestra


posteridad. Por esa razón, no solo no tenemos más elección que luchar
eternamente, sino que también somos capaces de luchar gracias a ello.

Cien mil soldados aplaudieron al mismo tiempo.

Demonios, enanos y centauros comenzaron a soplar sus cuernos como querían.


El sonido de los tambores resonó sin tono ni tiempo. Aunque los soldados estaban
en un estado caótico, por el contrario, se sentía como si fuesen un todo
coherente.

Esta era la forma magnifica de la primera Alianza Creciente. Los gritos que
venían del ejército hicieron eco por todo el continente distante y tiñeron con
miedo a todas las personas en él. Esas tropas de élite era liderados por los
comandantes: Barbatos de la Inmortalidad, Paimon de la Benevolencia, y Marbas
de la Nobleza; todos de pie, lado a lado.

- ¡Por la muerte eterna! ¡Por la gloria eterna!

Barbatos volvió su espalda y fue personalmente a la línea delantera. Su capa


blanca se batía impresionantemente. Siendo conducida por ese movimiento que
era como el gesto de una mano, los cien mil soldados se volvieron una ola de mar
y la siguieran.

— Fue una batalla gloriosa.

Paimon murmuró mientras miraba la marea de sombras que avanzaba en la


distancia.

— Obtuvimos la victoria de forma perfecta. Con un ejército de 120 mil,


derrotamos a los Cruzados de aproximadamente 260 mil en ese entonces, y fue
repetidamente. Arruinamos un solo reino en medio mes, y luego de dos meses,
destruimos otro reino. Nosotros tres estábamos seguros de que éramos
invencibles. Que realmente éramos capaces de construir una nación para toda la
humanidad en esta tierra ya que nunca podríamos ser derrotados. Si. Teníamos
una fe muy fuerte.

Ya veo.

Si esa es la guerra que destruyó dos reinos, entonces no se trataba de la


primera expedición sino la segunda. Ya que había leído un libro de historia, sabía
cómo iba a terminar esto. La segunda Alianza Crecente fue recordada como el
fracaso más horrendo en toda la historia.

Paimon cerró sus ojos.

— Hasta que nuestra propia raza nos traicionó.

— Tras conquistar el segundo reino, avanzamos inmediatamente hacia lo


profundo del continente. Fue justo después de que hubiésemos demolido la
fuerza principal de los Cruzados. Dividimos el continente en dos antes de que las
tropas enemigas pudiesen reagruparse. Ese fue el flujo más grande de nuestro
plan. Quizá, no, sin duda alguna, nuestro juicio no fue errado.

Sin embargo, los Lores Demonio que estaban a cargo de la línea de suministros
en la retaguardia los habían traicionado.
Principalmente, las líneas de suministros eran manejadas por los Lores
Demonio de menores rangos. Estos solo tenían un pequeño poder militar. Era
apropiado concentrarlos en los suministros en lugar de enviarlos al frente. Los
Lores Demonio de mayor rango se situaban al frente, y los de menor posición los
apoyaban desde detrás… Una organización increíblemente racional.

Sin embargo, cometieron traición.

El escenario volvió a cambiar.

El brillante ejercito de plata, el cual vi hace poco, había desaparecido sin dejar
rastro. Cada soldado estaba destrozado.

Un ejército que era incapaz de comer apropiadamente porque la línea de


suministro había sido cortada. Incluso si trataron de obtener provisiones
mediante saqueos, los Cruzados emplearon la política de Tierra Quemada13. Ya
que incluso una forma de saqueo apropiada era evitada, con el paso del tiempo,
el masivo ejército comenzaba a cansarse mientras continuaba arrastrándose.

Desde cada dirección, fuerzas desplegadas de los Cruzados emergieron y


acabaron con la Alianza Creciente. Eran rudos y tenaces como un montón de
hienas cazando un león. Incluso si querían resistirse, eso solo era un ligero
retraso. Barbatos se mordió los labios y dio una orden.

-…abandonen.

- Abandonen nuestras fuerzas y retírense.

Lágrimas de sangre brotaban de los ojos de Barbatos mientras murmuraba


esa orden. Puso el escenario de los súbditos, a quienes había liderado hasta aquí
desde el continente demoniaco, siendo aterrorizados y masacrados detrás de sí,
y huyó. No solo ella, Marbas y Paimon también lo hicieron.

—………

Ese era el pasado de Barbatos.

El incidente que le robó la calidez de su corazón.


— Sir Dantalian, ¿puede suponer cuántos de nuestros 120 mil soldados
volvieron con vida? Esta dama recuerda vívidamente eso, incluso hoy en día.
Aunque han pasado 400 años, ella puede ver claramente la escena donde nosotros
tres recibimos el reporte de nuestros asistentes.

Paimon abrió amablemente sus ojos.

— 26.084.

De todos esos 120 mil.

— Solamente… Apenas 26.084 personas fueron capaces de volver con vida y


pisar el suelo de su hogar.

Dentro del escenario de ese sueño.

Barbatos estaba derramando lágrimas en silencio. Miraba ausentemente un


espacio vacío, parecía una marioneta cuyas cuerdas habían sido cortadas. Con una
capa rasgada y maltratada, la cual estaba llena de agujeros, envolvió su cuerpo,
y se mantuvo en infinito silencio.

Paimon colocó su mano sobre el hombro de Barbatos. Sin embargo, esta


simplemente era un fantasma dentro de un sueño. Paimon fue incapaz de
acariciar el hombro de la chica que una vez fue su camarada y simplemente movió
su mano sobre un espacio vacío. Tras detener su mano, se dijo:

— ¿Por qué pasó esto…?

El escenario fue barrido por una ráfaga de pétalos de flores de cerezo.

La sombra de Barbatos, sus lágrimas diferentes, y el llano que estaba cubierto


ampliamente por los cadáveres de los soldados derribados, todos desaparecieron
y el mundo volvió a ser un paisaje blanco.

—…esta dama fue incapaz de decirle que todo estaba bien. Ella fue incapaz de
consolarla diciéndole que todo estaría mejor a partir de ahora. Hay una
posibilidad de que ella pueda haber sentido entonces que… ese día donde
volvamos a ser capaces de luchar juntas nunca volverá.

Paimon me miró.
— Anoche, esta dama escuchó el argumento que tuviste con Barbatos.
Dantalian, probablemente sabes la razón. Esa que está detrás de los continuos
fracasos de la Alianza Creciente.

Asentí con la cabeza.

Hacia la oposición que, sin reserva, había hablado de todo esto hasta ahora,
independientemente de si ella era mi rival político o no, no tenia deseos de hacer
observaciones cínicas. Más que eso, la persona que Paimon más me había
mostrado era Barbatos. Si ella la hubiese menospreciado abiertamente,
entonces habría respondido acordemente. No había beneficios que yo pudiese
ganar por hablar mal de mi compañera política en su ausencia.

— Incluso si todos son Lores Demonio, cada uno de sus poderes varia
infinitamente dependiendo de sus rangos individuales. Si el continente se une,
entonces los Lores Demonio, quienes estaban al mando, naturalmente formarán
un gran grupo. En ese momento, una guerra, la cual no será entre demonio y
humanos, sino entre demonios y demonios, surgirá. Y con una probabilidad
bastante alta, ustedes14 serán los ganadores.

— Eso es preciso.

Paimon rió avergonzadamente.

— Esta dama comprendió la verdad muy tarde. Hasta ese momento, ella creía
que nuestras líneas de suministros solo habían sido saqueadas por los humanos.
Seguramente nuestros aliados los Lores Demonio no nos habrían traicionado… en
ese tiempo, durante esos días, esa era una posibilidad que esta dama no podía
imaginar.

Aun tras conocer esa verdad, Barbatos reclamó unas cuantas buenas personas
y estableció la Facción de las Llanuras –eso fue lo que Paimon añadió al final.

— Esta dama tiene una forma de pensar ligeramente distinta. La razón por la
que ella se había entregado a la guerra hasta ese momento fue porque creía que
la unidad del continente era el único camino para la raza demoniaca. Si solo
podemos subyugar a los humanos, entonces los días donde nuestra raza pueda
vivir pacífica y abundantemente aparecerá ante nosotros. Esta dama fue capaz
de masacrar sin dudarlo debido a su creencia…

Sin embargo, Paimon lo comprendió.

Entendió que, al contrario, si el continente se uniese, la tierra de los demonios


se volvería un infierno.

El hecho de que el instante en el que ese pretexto conocido como “subyugación


de la humanidad” haya terminado, las situaciones de guerra llegarán y rasgarán
completamente a las razas demoniacas.

Para un solo emperador, todo el continente demoniaco sangrará y se dividirá


en dos bandos solo para que surja un solo Rey de Reyes15. ¿Qué significado podría
haber para tal cosa? ¿Era para la conquista continental? Si el resultado de la
lucha por la raza demoniaco era el caos de su gente, entonces ¿eso no era una
antinomia? Paimon meditaba profundamente…

Y llegó a una conclusión.

— Los humanos son un mal necesario.

Y lo hizo en un hecho muy evidente.

— Nosotros también somos un mal necesario para ellos. Nos necesitamos. Si


ambos nunca hubiesen existido, entonces habríamos pasado por una guerra
eterna con nuestra propia raza hace muchísimo.

Una deducción correcta.

Paimon suspiró.

— Incluso si el continente se uniese o no, la guerra terminará estallando. ¿No


es extraño? Los que no son plebeyos desean la guerra. Si su vida y bienes están
garantizados, sean humanos o demonios, estarán más que agradecidos a no ir a
la guerra. Sin embargo, ¿por qué sigue ocurriendo? La respuesta es simple.

Paimon susurró en voz baja.

— Los gobernantes. Simple y llanamente por los individuos en el poder.


—……………

— Imagina si las personas pudiesen decidir por su cuenta si deberían ir o no a


la guerra. La gente tiene que encargarse de todas las adversidades que suceden
durante una guerra ellos solos. Mientras tienen que cargar lanzas y asesinar,
tienen que cubrir los gastos consumidos, e incluso soportar los restos de sus
vidas en las ciudades y aldeas que queden devastadas luego que todo haya pasado.
La gente obviamente no aprobaría fácilmente la idea de algo así.

Una sensación cálida comenzó a fluir de la voz de Paimon poco a poco.

— Sin embargo, los individuos en el poder son diferentes. Ellos no son parte
de la gente. Son los dueños de la gente. Son del tipo que siempre apostaran lo
que poseen si eso significa que puedan obtener una ganancia más sustancial…
Esta dama tuvo la revelación. ¡Sea la humanidad o la raza demoniaca, siempre y
cuando la sociedad sea tratada como la posesión de las personas con poder, la
guerra nunca se detendrá!

Sus pupilas, las cuales eran tan carmesí como la sangre, brillaron ligeramente
con rabia.

— ¡¿Cómo pudimos haber sido tan estúpidos…?! –gritó–. ¡¿Cuán estúpidos


fuimos los Lores Demonio?! Creímos que estábamos trabajando por la raza
demoniaca. Creímos que estábamos luchando por los plebeyos. Y aun así, mira.
Los Lores Demonio no fueron los que cayeron. Solo una pequeña minoría de ellos
sangró y murió en el campo de batalla. ¡Los que realmente han sido sacrificados
– decenas de miles, cientos de miles de cosas que fueron asesinadas, no fueron
los Lores Demonio, sino esos demonios que se suponía que tratábamos de
proteger…!

Paimon apretó sus dientes.

— A pesar de eso, creímos… pensamos que era una bandera por la raza
demoniaca. Era un engaño, una hipocresía… Incluso si el continente se uniese, la
hipocresía no desaparecerá. Al final, el engaño no cesará en las aldeas humanas
o pueblos demoniacos. Para intensificarlos espléndidamente, queda claro que
ambos lados de la cordillera arderán: el continente humano, el demoniaco… todo
el mundo. En una guerra que nunca se desvanecerá, solo estamos empujando la
llama que nunca podrá extinguirse debido a la única justificación de que somos
figuras de autoridad.

El escenario… cambio una vez más.

En lugar de un espacio blanco puro, un campo de batalla.

En lugar de pétalos de flores de cerezo fluyendo, cenizas dispersándose.

En lugar de una completa calma, gritos dados por los humanos y demonios.

Masacre, solo una masacre interminable.

— ¡Fue el error de esta dama!

Con el mundo ardiendo detrás de sí, Paimon lloró.

— No fue culpa de los humanos que se volvieron plebeyos. Ni culpa de los


demonios que se volvieron súbditos. ¡El engaño de que una sociedad ideal se
presentaría si liderábamos el mundo y gobernábamos sobre la sociedad, ese
rencor innato fue lo que causó todas las tragedias!

Ese era el por qué.

Ciertamente, esa era la razón por la que Paimon había comenzado a aferrarse
a mí repentinamente. Ella sabía cuál era el significado contenido en el discurso
que cree. Ella creía que había descubierto la cordialidad dentro de la
proclamación que yo preparé bastardamente.

Lord Demonio Paimon era una republicana.

—Dantalian, el discurso que esa chica humana recitó, hace que esta dama
sospeche que fuiste tú quien lo escribió. Una sociedad donde la minoría de
gobernantes tenga un monopolio sobre todo es errada. Nadie. No, para ser más
precisos, una sociedad donde toda la gente tenga autoridad debe desplegarse.
Es por eso que esta dama desea solicitarte algo.

—…………

— Por favor, ven bajo la bandera de esta dama. La Facción de las Llanuras y
Barbatos no pueden tenerte. Serás desechado. Te dejarán a un lado. Sin
embargo, esta dama es diferente. Ella es capaz de comprender tus pensamientos.
Puede apoyar cualquier camino que decidas tomar tanto como te plazca.
Los ojos de Paimon brillaron con certeza.

—………

¿Cómo debería llamar a esto? Si, exacto. Una obra maestra.

Usar la determinación de Paimon en este lugar y usarla como me dé la gana era


simple. Sin embargo, si ella me pide esto con gran pasión, incluso yo, que soy
pesimista hacia el mundo, tendría algo que desearía pedirle.

La dirección en sí a donde Paimon estaba señalando con el borde de su abanico


era correcta. Al final, los republicanos serán los únicos que obtendrán influencia.
Sin embargo, con el fin de decir la única frase “al final”, ¿cuánta sangre ha de
ser derramada?

No estaba al nivel de decenas de miles. Ni al grado de algo como cientos de


miles. Millones, tenían que ser masacrados millones de veces y algo más. ¿Acaso
ese término “al final” es capaz de soportar el peso de esa sangre? Por supuesto,
es algo que a mí no me interesa mucho, Paimon. Siento curiosidad por saber cuán
determinada estás…

— Su Alteza Paimon, lo siento, pero ante mis ojos, solo puedo verla como una
idealista. Positivamente puedo decir que, con el fin de establecer una sociedad
republicana, tal como usted lo ha implicado, se requerirá una cantidad
inmensurable de sacrificios.

— Esta dama también lo cree.

¿En serio? ¿Realmente está determinada a dejar fluir tal cantidad de sangre?
Referencialmente, sigo manteniendo en mente la posibilidad de que se
necesitaran más de un millón de vidas con el fin de derrotar a la Princesa
Imperial Elizabeth. ¿Acaso no te has pasado con la dosis de veneno que tragaste?

No te preocupes. Sigo siendo un amable caballero. Independientemente de


mis beneficios, estoy más que preparado para probar tu intensidad.

— Piense un poco más. Tras lograr la unidad del continente, la gente derramará
una cantidad considerable de sangre. Con el fin de completar el republicanismo,
la gente también tendrá que derramar sangre. De una forma u otra, los plebeyos
serán sacrificados. ¿O me equivoco?
Sea que persigamos el ideal de Paimon o Barbatos, la gente serán la que
termine siendo sacrificada. Si ese fuere el caso, entonces Paimon, me siendo
rebosante de curiosidad.

— ¿Por qué es que Su Excelencia Barbatos es incapaz, pero usted si es capaz,


Su Alteza Paimon?

—………

— Si es incapaz de responder esto, entonces usted no es más que otra persona


en el poder. Con el fin de lograr una meta propia, quemará al mundo y engañará a
la gente, quien está cegada por las llamas, a convertirse en polillas. Claro,
personalmente no siento desagrado por algo así…

Realmente no decoro el hecho de que estas fingiendo estar distanciada.

— Su Alteza Paimon, no tengo la más mínima intención de criticarle su ideal.


Creo que es noble. Sin embargo, ¿la voluntad indomable de Barbatos no le parece
bastante hermosa también?

—………

— Por eso, si desea llevarme a la Facción Montañosa, la invito a convencerme.


Si piensa hacerlo, entonces no hable simplemente de lo correcta que es su idea.
Muéstreme su plan. Expanda el plano. El republicanismo está bien. Por eso, de
forma concreta, ¿cómo intenta derramar solo una pequeña cantidad de sangre?
¿Acaso eso es posible?

Paimon cerró su boca.

Como era de esperar, ¿no tenía respuesta? Sin embargo, eso no me decepcionó.
¿Por qué Paimon, quien era mi rival política, había corrido hacia mí
insistentemente justo después que el discurso terminó? Quedé satisfecho al
descubrir la razón. Más que eso, no había nadie que fuese tan fácil de aprovechar
que un político idealista rebosante de deseos. Esto es algo que siempre se anhela.

Me encogí de hombros.

— Parece que ya va siendo hora de despertar de este sueño. Al fin de cuentas,


ya he hecho previo acuerdo con Su Excelencia Barbatos. Está bien. No planeo ir
por ahí y decir públicamente que usted es una republicana, Su Alteza Paimon.
Puede estar segura de eso…
— Si lo hay.

Pausé.

Paimon me miraba fijamente.

— Si se trata de un plano, sin duda alguna, esta dama ha establecido uno.

—…………

— Dantalian, esta dama no es simplemente una tonta. Hace 400 años, antes de
que el término “republicanismo” pudiese aplicarse a su ideal, ella ya había
establecido todo un plan.

Una grandilocuencia asombrosa. Entrecerré mis ojos y traté de sentir la


intención de Paimon. La miré con ojos que parecía que fuesen a preguntar: “¿Y?”,
y la presioné a seguir hablando.

— Esta dama pensó que, en lugar de una sociedad que fuese como una sola
dentro del continente demoniaco, donde la tradición era excesivamente firme,
¿no sería muy fácil establecer una república dentro de la sociedad humana? Por
eso, con el fin de descubrir si la republica funcionará o no, esta dama debe
probarlo al otro lado de cordillera.

No me digas…

El rostro de Paimon estaba determinado. Sus ojos agudos contenían la fiereza


de una revolucionaria que no tenía dudas sobre el camino que tenía que tomar.
Por primera vez en mucho tiempo, quedé atónito y apenas logré mover mi lengua.

— ¿Qué ha…?

— La República de Batavia –habló–. Es solo esa república dentro del continente


humano. ¿Nunca has pensado que era extraño el hecho de que dentro del
continente, donde los reinos y los imperios van galopantes, existe una sola nación
remota que declara ser una república? Dantalian, ¿acaso, no sé, crees que ese
tipo de nación inducida formó todo por su cuenta?

—………

Eso me tomó por sorpresa.


Sentí que una verdad, la cual ningun libro de historia poseía y nadie conocía,
estaba acercándose. Mientras me miraba cuidadosamente, a pesar de
encontrarme en ese estado, Paimon agarró ambos bordes de su falda y habló.
Inclinó su cintura hacia adelante como una dama que saludase a su pareja por
primera vez dentro de un salón de baile. Con un gesto que era distanciado y
elegante en todos los sentidos.

— Esta dama se presentará por primera vez, Dantalian. Se presentará ante el


hombre que trata de convertirse en el Rey de los Campesinos.

Una sonrisa bien alegre se formó en los labios de Paimon.

— Esta dama se llama Paimon. Una monarca de 9º Rango y a la que injustamente


se le ha concedido el título de Lord Demonio de la Benevolencia. La
representante de la digna raza demoniaca, y una de los lores que ocupa uno de
los 72 asientos. Además…
206
DUNGEON DEFENSE 4
— [Líder de la República de Batavia.]
208
DUNGEON DEFENSE 4
209
DUNGEON DEFENSE 4
217
DUNGEON DEFENSE 4
El Rey de los Campesinos, Dantalian. 71º Rango.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 8.

Llanuras de Bruno – Ejército de la Alianza Creciente – Prisión Sencilla.

¿Por qué no pensé más en esto?

Algo que estaba en manos de Paimon fue entregado con mucha facilidad a la
Princesa Imperial Elizabeth. Simplemente creí que era porque Paimon era una
traidora de la Alianza Creciente, no, porque ella era una traidora de nuestra raza.
Sin embargo, ¿cómo sería si me dispusiese a cambiar mi manera de pensar y
regresar al asunto?

Si Paimon ya había establecido un grupo dentro del continente humano. Si ella


no estuviese del lado de los humanos o de los demonios, sino simplemente se
moviese de acuerdo al lado que más la beneficiase.

—………

Paimon estaba estrechamente relacionada con la Firma Keuncuska. Esta era


una gran asociación mercante que no discriminaba las razas y había logrado
extenderse a varios lugares a través del continente. Además de eso, tenían una
regla incuestionable donde sus ejecutivos eran elegidos solo por sus habilidades,
no se tomaba en cuenta su estrato ni estatus.

¿Qué pasaría, si por casualidad, conspirasen con una nación republicana?

La 9º Lord Demonio, Paimon. La persona que amaba a los humanos más que
nadie y terminó traicionando a su propia raza. En la historia original, ella era una
mujer que fue criticada como una puta extraña y una inusual traidora de su propia
raza. Esa era la típica imagen que yo tenía de Paimon hasta ahora. El hecho de
que ella se involucrase en la fundación de la República de Batavia, sea incluso
desde «Dungeon Attack», era un hecho que no había oído en ningún lado…

No, mantén la calma. Compórtate. Aunque una variable excesivamente grande


ha aparecido en el camino de la comprensión de la situación del continente a
partir de ahora, esto era algo que yo podía seguir manejando. Ahora bien,
comprendamos calmadamente la situación.

— ¿…líder de la República de Batavia? ¿A qué se refiere?


— Oh, cielos. Parece que finalmente estás mostrando una expresión
ligeramente sombría.

Paimon ocultó su boca detrás de su abanico y sonrió. Como si una nota musical
muy refrescante estuviese pegada al final de su frase, ella pareció deleitarse.
No, estaba seguro de que sí se había deleitado. También podría estar moviendo
su cabeza de lado a lado y tarareando una tonada.

— Ahh, esta dama lo dijo. Al final de cuentas terminó diciéndolo. Era algo que
nadie debía saber, en serio. No puede evitarse. Si le preguntas “qué podrías
hacer” en una forma provocadora, entonces su cabeza comenzará a dolerle de
inmediato.

¿Qué era eso?

— Ah. Esta dama no te está culpando, en particular, Dantalian. Ella


simplemente habló de la forma que deseaba. Solo eso. Aunque un único momento
estaría bien, esta dama deseaba ver la imagen de tu desafortunado rostro
tornarse lúgubre.

Paimon sonrió de oreja a oreja.

Una sonrisa brillante que no tenía ningún motivo oculto. Ni siquiera uno.

—……

Caí más en una neblina. ¿Cuán lejos había ido su sinceridad y desde qué punto
habían empezado sus mentiras? Sus intenciones eran ilegibles debido a esa
sonrisita inocente que tenía. No había ninguna posibilidad de que cada una de sus
palabras, las que había dicho, fuesen sinceras. Maldita sea, era imposible para
un político. Ya que Paimon era diferente comparado a cualquier persona que
hubiese conocido jamás, terminé frunciendo el ceño.

— Bueno, está bien. Generalmente, cada vez que esta dama actúa de acuerdo
a sus emociones, el resultado termina siendo extrañamente mejor. Los Dioses
probablemente la adoran muchísimo. Observa, esta dama incluso fue capaz de
ver tu rostro asombrado como resultado, Dantalian. Es un beneficio.

— Oh, jojojo.
Paimon rió crudamente sobre su abanico. Dicen que la risa tiene la
característica de degradarse más conforme aumente la elegancia, y este era
exactamente el caso. Mientras escuchaba su risa, tuve una revelación.

Ciertamente no había dudas sobre esto.

Absolutamente no como Lapis, completamente opuesta a Barbatos, y


ligeramente diferente comparada con Farnesio – esta mujer ante mí era una
maniaca formidable. Más que eso, quizá era una maniática natural. Una especie
de lunática que aún no había encontrado o experimentado.

— Ejem. Aunque esta dama desea disfrutar un poco más este momento,
¿deberíamos ir al tema principal? Incluso si ella es tratada como la Reina de
Maras, esto es mucho más difícil de lo que se puede imaginar. Antes,
oblicuamente insinuaste que deseabas irte pronto, pero es en este mundo donde
esta dama es quien desea que te largues de una vez. La magia de esta dama se
vacía en tiempo real.

Paimon sonrió con su mirada. Sus ojos estaban abiertos estrechamente como
los de un gato.

— ¿…o deberíamos vernos separadamente luego y continuar nuestra


conversación en ese momento? Debes estar bastante exhausto luego de haber
tenido una acalorada discusión con Barbatos, Dantalian. Está bien si esta dama
te muestra consideración, ¿sabes?

Esta mujer… si cree que tiene superioridad, entonces es el tipo de persona


que, indudablemente, acosa a la oposición usando ese notable motivo.

¡¿A qué se refería con “debemos denunciar a la gente que está en el poder”?!
¿No estás revelando mucho tu diversión de autoridad? ¡Es por eso que odiaba a
los hipócritas!

— Bien. Esta dama lo entiende, así que deja de mirarla como si fuese una loca.
Por eso, ¿de qué debería hablar primero? Hm. Sí, establecer una república no es
tarea fácil. Ciertamente, hubo una inmensa cantidad de intentos y errores.

Paimon sacudió su abanico con placer.

— Sin embargo, ella tuvo éxito.


El escenario a nuestro alrededor cambió y mostró una aldea. Era un pacífico
pueblecito pesquero que estaba al lado de un océano inmenso. Incluso en un lugar
donde diversos botes estaban pobremente acomodados encima de una planicie
lodosa, daba la esencia que informaba a la gente que estaba habitada. Una vez
que Paimon trazó una línea descendente y oblicua con su abanico, el tiempo fue
acelerado.

Los ciudadanos se reunieron, un muelle fue construido, y este se transformó


en un puerto. A medida que la altura de los edificios aumentaba en tiempo real,
un muro de color blanco puro se formó y envolvió toda la ciudad como si fuese
una serpiente blanca. Canales de agua fluían a través de varias áreas de la ciudad,
convirtiéndola en una hermosa ciudad de agua.

Había doce templos unidos en el centro del pueblo, cada hora, la campana de
uno de ellos sonaba y la gente, sin siquiera levantar sus cabezas, era capaz de
discernir la hora solo por el tono. Los sonidos resonaban sin cesar y llegaban al
distante océano azul.

— Para que la Capital de la República de Batavia, Amstel, fuese construida, se


necesitaron 150 años.

Paimon miró el océano, su mirada era amable, parecía como si mirase a un niño
encantador.

— Movilizamos la riqueza, la información, y el poder militar acumulado durante


ese tiempo y comenzamos una guerra de independencia. Eso tomó unos 50 años.
Con el pretexto de heredar la idea de la Vieja República, comenzamos una guerra
extendida. Eso tomó otros 50 años. Al final, con la justificación de aceptar a las
demás razas como ciudadanos oficiales, comenzamos una guerra de liberación.
Esta dama hábilmente usó la 7ª Expedición de la Alianza Creciente aquí.
Finalmente, tras fundar todo, la independencia, expansión y liberación, en el
acuerdo internacional, fuimos reconocidos.

Paimon extendió silenciosamente sus brazos. Ante sus ojos, cuarenta naves
avanzaron por el océano y se movieron hacia adelante.

— Unos buenos 150 años. Eso fue mucho tiempo para establecer la Liga de
Comerciantes, la Republica de Batavia, que consiste en 13 ciudades.

—……………
Paimon miró silenciosamente el escenario, el cual creó, por un largo rato. No
tuve más opción que seguir su silencio con el mío. Aunque había experimentado
todo tipo de cosas en toda mi vida, esta era la primera vez que me encontraba a
un ser tan excepcional que hubiese fundado una nación.

La nación no era una normal, no. Dentro del centro de esta era medieval, donde
los barones y reyes aun tenían gran influencia, ella estableció una única nación
republicana en el mapa. Tras enfrentar ese destino, no tenía la decencia de
mover mi lengua sin limitaciones…

— Antes le preguntaste a esta dama si una sociedad perfecta era posible.

Con un “jujuju”, Paimon rió y se rascó la mejilla.

— No. Eso es imposible.

—………

— Incluso si los humanos y demonios son aceptados por igual dentro de la


República de Batavia, aún hay quejas y discriminación allí. A pesar de eso, ante
los ojos de esta dama… todo está un poco mejor comparado a hace 200 años.
Puede ser un palmo. Pero ¿acaso los políticos, quienes son como esta dama, no
están viviendo por ese palmo?

Con un rostro puro e infinitamente modesto, habló:

— Esta dama es capaz de decir esto ya que ahora ha vivido por 500 años.
Aunque el tiempo es excesivamente lento, para que algunas veces engañe
nuestros ojos y ocasionalmente se disfrace para parecer como si no fluyese,
incluso ahora el tiempo sigue moviéndose entre minutos y segundos, algo que ni
siquiera un palmo podría borrar. Algunas personas lo tratan como el flujo de la
historia. Los creyentes probablemente se refieren a eso como un destino que los
Dioses han predeterminado.

Paimon sacudió su cabeza.

— Sin embargo, esta dama lo trata simplemente como el cumplimiento de un


sueño. Pues la vida es cruel y miserable, y siempre nos decepcionará. Por eso,
llegará el día donde tú y esta dama caigan y toda la humanidad y la raza
demoniaca lleguen a ser inferiores. Esta dama no te pedirá que superes eso ni
que quedes rebosante de esperanza y superes cada obstáculo. Solo que…
Paimon extendió su mano.

— ¿No estarás junto a esta dama hasta que ese día llegue?

Miré sus delgados dedos.

Mara. Una raza que puede controlar el sueño de una persona como le plazca.

Mientras se burlan y satisfacen a la gente con todo tipo de placeres, las Maras
desean la felicidad eterna dentro de esos sueños junto con la persona que se
encuentran. Sin embargo, esta mujer, quien se me ha acercado, se rehusó a
establecer solo sueños y personalmente propone una realidad. Y todo con el fin
de convertir esa realidad en un sueño y abrazarlo.

Asentí. No había otra individua que mereciere ser llamada Reina de Maras más
que esta chica que estaba ante mí.

— Todo esto está bien, pero aún tengo una pregunta.

Había una última cosa que permanecía en mi cabeza, la cual pesaba en mi mente.

En la historia original, Paimon traicionó a la raza demoniaca. Ella amó al héroe.


Comparado a la persona16, la cual Paimon me había mostrado en este momento, y
la apariencia que mostró en el paso de la historia, en la cual estaba destinada a
caer, ambas eran muy diferentes. ¿Cómo terminó de esa forma? Tenía tanta
curiosidad que no podía soportarlo más.

— Si. Puedes preguntarle a esta dama lo que sea.

— Sonará como algo extraño. Su Alteza Paimon, usted probablemente sea


incapaz de comprender la razón por la que estoy haciendo este tipo de pregunta.
Sin embargo, es una que es ciertamente importante para mí. Estaría muy
agradecido si pudiese proveerme una respuesta sincera.

— Esas son palabras muy peculiares.

Paimon abrió sus ojos de par en par.

— Ahora que esta dama lo piensa, Sir Dantalian, siempre has estado lejos de
ser normal. Incluso has estado con Barbatos… Aunque no es algo que esta dama
debería decir. Hm, la niña humana, a la que señalaste como tu general interina,
parece tener un defecto grave. Parece normal por fuera, pero es un completo
error por dentro, ¿no?

Casualmente ignoré su insulto.

— Por ejemplo, finjamos que hay un humano increíblemente poderoso.

— Hm. ¿Qué tan poderoso?

— La persona simplemente es inmensamente poderosa. Cien, no, mil veces más


fuerte que nosotros. Solo los cadáveres de los demonios quedarían apilados en
el camino de ese humano. Incluso el Lord Demonio de la Eternidad, Baal, no puede
derrotar a esa persona.

— Cielos.

Paimon mostró una expresión en su rostro que parecía que estuviese


ligeramente preocupada. Sin embargo, ya que había pedido de antemano que me
respondiese sinceramente, no hizo comentarios innecesarios. Moderadamente
hablando, un héroe aun no había aparecido en esta era. Era obvio que le fuera
difícil comprender mi especulación.

— Uno a la vez, ese humano nos enfrenta a los Lores Demonio


diplomáticamente. Por eso, ese humano básicamente nos subyuga, uno por uno. Si
las cosas siguiesen fluyendo así, cada Lord Demonio terminaría cayendo en
batalla. Si una situación como esa ocurriese, ¿qué haría usted, Su Alteza Paimon?

—………

Paimon inclinó su cabeza.

— ¿Acaso los Lores Demonio son incapaces de formar una alianza y atacar
juntos a “ese humano”?

— Desafortunadamente, eso es imposible. Esa persona no lidera un ejército.


Se entromete en nuestro lado mientras lidera una pequeña unidad que consiste
solo por sí mismo, o como máximo 10 personas.

— Hmm. En otras palabras, con reunir solo 10 personas es lo suficientemente


fuerte como para derrotarnos a los Lores Demonio, uno a uno. ¿Estás diciéndole
a esta dama que imagine a un grupo tan absurdo, no?
Asentí. El grupo del héroe era aproximadamente de 10 personas, por lo que no
estaba lejos de la verdad. Tras contemplarlo por un momento, Paimon respondió.

— ¿Qué me dices de aniquilarlos políticamente mediante reproches?

— El monarca más grande dentro de la sociedad humana coloca toda su


confianza en ese humano y lo apoya. Es una persona cuyo apoyo político es firme.

Elizabeth von Habsburgo. La culpable detrás de la elección del héroe, quien


no era más que un aldeano de una aldea “tala y quema”, y criado para ser el
representante de la humanidad. Era igual a la forma en la que establecí a
Farnesio como la representante de la Alianza Creciente.

— Hmm. ¿Acaso la sociedad humana está unida como una sola nación?

— Ese aun no es el caso. Afortunada o desafortunadamente.

La razón era que, el día en que Elizabeth unificó a todo el continente fue
después de la exterminación completa de los Lores Demonio.

— Dentro de la situación que especulas, Dantalian, ¿qué nación tiene el


monarca, el cual dices que es el mayor líder? ¿Acaso es el Imperio de Habsburgo?
¿Anatolia? Seguramente no sería Francia.

— Si, es Habsburgo.

— Si ese es el caso, entonces esta dama ve un camino.

Paimon se encogió de hombros.

— Esta dama dividiría a la humanidad en dos.

—………

— Aunque el Imperio de Habsburgo es poderoso, está ubicado en el centro del


continente. Tanto como se pueda, es una nación cuyas naciones circundantes son
demasiado cautelosas. Esta dama controlará esas naciones de la forma apropiada
y los incitará a ser hostiles con Habsburgo. Es cierto, si se trata de esta dama,
ella instigará al Imperio de Francia y al Reino de Bretaña. Después de todo, esos
son los lugares en los que esta dama tiene el mayor número de espías.

Quedé inmóvil.
Ya que mis palabras fueron calmadas, mis pensamientos tomaron el mismo
rumbo.

En la historia original, el héroe y Farnesio se oponían. Mientras el héroe


representaba al Imperio de Habsburgo, Farnesio actuaba para el Reino de
Bretaña.

Ahh.

Antes de saberlo, Paimon continuó hablando.

— Será peligroso si Habsburgo siguiese creciendo así. Todos deben cooperar


activamente con el fin de mantenerlo a raya. Lanzar un señuelo que vaya con esas
líneas, y hacer lo que sea que esta dama pueda con el fin de atraer a una de las
dos naciones. Si ambos lados toman el señuelo, entonces todo iría para mejor. Al
hacerlo, esta dama induciría una guerra civil entre los humanos. Y una vez que
ellos caigan en el caos, la oportunidad se presentaría. Esta dama tratará con ese
tal humano poderoso en ese momento.

¿Ese era el caso?

— ¿Qué le parece, Sir Dantalian?

Paimon.

— Si es tanto así, ¿no sería suficiente con solo deshacerse de ellos?

¿Fuiste tú?

Mientras los demás Lores Demonio quedaban impotentes al ser acabados por
la Princesa Imperial y el héroe, en un futuro que tuviese que terminar así, ¿la
persona que había planeado la división de la humanidad, la culpable que se movió
detrás de todo, no era otra persona… más que tú?

—………

Presioné mi frente. Mis pensamientos se organizaron al instante. El plan que


había hecho para conquistar el continente a partir de este punto había cambiado.
El signo X que había colocado sobre el nombre de Paimon en el mapa que fue
trazado dentro de mi cabeza, había desaparecido rápidamente. Sería un gran
desperdicio si me pusiese hostil, o tratara de eliminar, a tal individua.
Excepto que, había una sed que tenía que ser saciada. Si ella me llenaba incluso
en esto, entonces sea en la Facción Montañosa o cualquier otro lugar, entraría
más que complacido. Ahora, respóndeme.

— Ciertamente, es un movimiento excelente. Sin embargo, aún está carente.


Incluso ese método termina fallando. Debido al hecho de que el monarca, quien
gobierna todo el Imperio de Habsburgo, es una mente maestra formidable, son
capaces de destruir tanto al Imperio de Francia y al Reino de Bretaña al mismo
tiempo. En un periodo de tiempo increíblemente corto, sí. Ahora seria
exageradamente difícil dividir a la sociedad humana.

—…Dantalian.

Paimon miró en mi dirección como si me estuviese amonestando.

— ¿Cómo puede existir un monarca así? Incluso la especulación de que exista


un humano que sea más fuerte que Sir Baal ya es una sugerencia insensata que
es difícil de digerir, pero que haya también un monarca lo suficientemente
poderoso como para unir a todo el continente con una sola acción… no es que sea
algo de lo que esta dama se queje particularmente, pero ¿no te parece imposible?

— Es correcto. Por favor, piense en ello mientras toma esa imposibilidad como
una premisa.

— Uhm. Hmm. Hm…

Paimon utilizó sus dientes para morder el borde de su abanico. Por cómo se
veía, parecía que era un viejo hábito. Si muestras tal acción, entonces tus
pensamientos internos pueden ser leídos fácilmente por la otra persona, lo que
lo convierte en un hábito increíblemente malo. ¿Acaso no parece que algunas
veces es tan experimentada que me hace difícil leer sus intenciones, pero, en
momentos como este, no parece tan inmadura como una niña? Ciertamente, esta
mujer era incomprensible.

Me preguntaba cuánto tiempo había pasado. Paimon rió tristemente.

— Bueno, ¿qué más puede hacer esta dama? Si ese es el caso, entonces ella
solucionaría todo vendiendo su cuerpo.

—……………
— No importa si ese humano es hombre o mujer17. Ejem, a pesar de como
pueda parecer esta dama, ella es la Reina de las Maras. Si simplemente se trata
de un humano de mente endeble, entonces ella está confiada de que será capaz
de capturarlo con facilidad. Esta dama se le acercará fingiendo hacerle tantos
favores como sea posible. ¡Ella incluso usará todo tipo de medios y métodos con
el fin de hacerlo enamorarse de esta dama!

Así.

— Ah, ¿acaso, no sé, eso no está permitido? Huh. Esta dama se rinde. Es su
derrota. Ya ella no puede ser capaz de pensar en otras ideas razonables. No, en
primer lugar, Sir Dantalian, fuiste tú quien puso tantas condiciones absurdas. No
se trata de la culpa de esta dama. Incluso si hicieses esa pregunta a otra persona
que no sea esta dama, rápidamente levantaría una bandera blanca…

Todas mis preguntas habían sido contestadas.

- Esta es la primera vez que esta dama se encuentra con un hombre como tú.

- Esta dama te concederá el derecho de robarle los labios, Señor Héroe


Autoproclamado.

Todas esas frases fueron un acto.

Fue una lucha desesperada con el fin de seducir a la calamidad conocida como
héroe.

- Si, esta dama es un Lord Demonio. Ella te ha engañado, Héroe. Sin embargo,
¿ese es el problema? Esta dama te ama. Saltando por encima de todo tipo de
favores y pesares, sea raza o estatus, enemigo o aliado, ella simplemente te ama
con sinceridad. Desde el momento en el que ella puso sus ojos en ti por primera
vez, y por toda la eternidad.

-…demonios y humanos viviendo juntos. Esta dama ha comenzado a soñar esa


posibilidad tras conocerte. Sin embargo, no se puede evitar, ¿o sí? Ya que los
sueños son similares al ondeo de los frágiles pétalos de rosa, esta dama no puede
culparte.

Todo eso fue un engaño táctico.


- Los humanos son realmente asombrosos. ¿Sabes que hay un país referido
como una nación republicana en alguna parte del continente? Esta dama escuchó
que los humanos, hadas y enanos viven por igual sin ejercer o recibir
discriminación alguna. El día donde los humanos y demonios sean capaces de vivir
juntos en armonía llegará. Si, esta dama no tiene dudas sobre eso.

- Este ya es un cuerpo moribundo. ¿No podrías concederle a esta dama un


último beso?

Paimon.

Incluso cuando se encontraba en su último aliento, imploró el amor de su


enemigo. En el mismo momento en el que la sombra de la muerte cubrió su rostro,
lo último que Paimon sintió fueron los labios del héroe. Al final, su muerte fueron
el beso y aliento del enemigo. Que eso sea el último momento de alguien, es algo
exageradamente cruel. ¿Exactamente qué tipo de emociones pasaban por la
mente de Paimon mientras solicitaba ese beso?

Su amor, su afecto, confesión, mejillas sonrojadas que parecían como si fuese


tímida, el movimiento de su cabeza mientras la sacudía, los cientos de líneas que
dijo, y los miles de gestos corporales que hizo, ¿qué pasaba por la cabeza de la
Reina de las Maras mientras realizaba tal actuación por su cuenta? ¿Solo ese
tipo de veneno que tuvo que abrazar con el fin de cumplir con su acto de afecto,
ese que fue dirigido al enemigo de su raza que estaba ante ella, era posible?

Bien.

Lo admitiré.

A partir de este momento, ya no eres mi rival político. Una colaboradora. Eres


una compañera política como Barbatos. ¿Cómo podría dejar sola a este raro
modelo de actriz?

Tu lamento retorcido. Tu resolución que se ha empapado y endurecido, que se


ha retorcido y golpeado con un martillo hasta enderezarse apropiadamente, es
algo que ha empezado a agradarme. Incluso si tengo que tomarlas y arrastrarlas
a ambas, a ti y a Barbatos, por los cuellos, las lideraré encima del escenario.

Sean agradecidas. Estoy seleccionandolas, actrices retiradas, quienes una vez


estuvieron destinadas a simplemente encontrar su final mientras tenían papeles
secundarios, para que sean protagonistas. El hecho de que ambas se tratasen
como enemigas me importa un comino. Si van a pelear, peleen. Excepto que,
intercambien golpes e insultos en un área detrás del escenario donde no se
puedan ver. Ya que ambas ahora son actrices que actuaran conmigo, tienen la
obligación de mantenerse hermosas en el escenario.

Tras decidirme mentalmente, moví mis labios.

— Su Alteza Paimon.

— ¿Sí, Dantalian?

— Por favor, venga a visitarme en esta prisión una vez que el sol haya salido.
Decidiré mi posición en ese momento.

Tranquila, Paimon.

Has escapado de mi lista de eliminación.

Sin embargo, a cambio de ello, te teñirás con la sangre de los demás, y mucho.
El Rey de los Campesinos, Dantalian. 71º Rango.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 8.

Llanuras de Bruno – Ejército de la Alianza Creciente – Prisión Sencilla.

Era un día donde el frio evidentemente estaba desapareciendo.

En cada lugar, donde la tierra firme se había derretido y suavizado, el agua


lodosa fluía sobre este como si estuviese rezumando. El suelo, que se había
compactado fuertemente debido a la fría lluvia primaveral, apenas era capaz de
levantarse luego de haber recibido los rayos del sol de primavera. Era una
temporada desagradable ya que no había arboles ni flores a la vista. Parecía como
si aún no llegase debido a eso. En medio de la temporada que se sentía como si
aún se acercase, dos personas se acercaban desde la distancia.

—………

—………

Dos personas caminaban hacia mí desde la distancia. Ambas se notaron y


dejaron de moverse por un momento. Luego retomaron su rumbo hacia mí
mientras fruncían sus respectivos ceños.

El primer lado en abrir su boca fue Barbatos.

— Maldita sea, Dantalian. ¿Qué carajos está haciendo aquí esta puta? No me
digas que la llamaste. Te aconsejo que me digas que no. Apúrate y échala. Si no
lo haces, entonces existe una buena posibilidad de que la respuesta, la cual
contemplé toda la noche antes de decidirla, cambie en menos de un minuto.

— Oh, cielos, es este lado el que debería estar quejándose.

Como un piano que había entrado competitivamente durante una presentación


orquestal, Paimon continuó:

— Esta dama ha recibido personalmente la invitación de Dantalian para


visitarlo al amanecer. Tú has venido aquí por simple coincidencia, ¿o no? En todo
caso, si hay una persona que merece ser echada de aquí, ¿no serías tú?

— Esta maldita puta lleva días hablando mierdas sobre que Dantalian le
pertenece, pero parece que ahora si se volvió loca. En serio, se siente como si el
olor a mierda comenzara a salir de su boca.
Barbatos levantó el dedo medio de su mano izquierda e hizo una forma de V
con el índice y medio de su derecha. Un lado era un gesto comúnmente usado en
el continente demoniaco, mientras que el otro era uno que era frecuente en la
sociedad humana. Sin embargo, ambos lados contenían la misma implicación de
“respetuosamente, mandarte a la mierda”. Por su apariencia, parecía que
Barbatos pensaba que decirle a Paimon un simple “jodete” era una falta de
cortesía. Es por eso que, con el fin de asegurarse de que nadie sea capaz de decir
que fueron abucheadas, ella le presentó un “jodete” desde una perspectiva global.

— Las bestias que cagan por el culo son más aristócratas. No se puede hacer
nada por una puta loca que caga por la boca. Escucha bien, zorra. Dantalian no es
un objeto tuyo. Independiente de que hayas invadido su sueño y lo hayas violado
o no.

— ¿Ahh? Qué tipo de malentendido más absurdo… Barbatos, aunque esta dama
no tiene el trabajo de seguirle el juego a tu tono vulgar, ella, al menos, te aclarará
un solo hecho. Esta dama no se involucró en relaciones físicas con Dantalian. Todo
se basó en medios mentales, eso es lo que ella quiso decir con “adueñarse” de él.
En otras palabras, contiene un concepto psicológico que es tan puro que alguien
de baja alcurnia como tu probablemente no sea capaz de comprender. Todo esto
es tu estúpido prejuicio y malentendido.

— ¿Ves esto? Una fémina claramente está emitiendo un aire de que se ha


encamado con un hombre, o es que mis ojos son retrasados o no existe
absolutamente nada que malinterpretar. Huh, o acaso ambos, no sé, copularon
usando el culo en lugar de sus partes frontales, ¿ah? “Eso fue lo que ligeramente
malinterpreto debido al aire que flota alrededor de ustedes dos, malditos”,
¿estás tratando de decirme alguna mierda que vaya con esta línea?

— Parece que aun eres incapaz de comprender las palabras. ¿Tienes cera en
los oídos, o es que, como esta dama esperaba, se te ha dañado el cerebro? Si se
te desprendió el sentido auditivo, entonces eso es comprensible. Si es tu cerebro
el que se salió de orden, bueno, hay espacio para la simpatía. Sin embargo, si es
tu personalidad la que está corroída, huh, eso está más allá de la redención.

— Puta desgraciada…

— ¿Qué piensas hacer, pecho de chicle?


Que bello.

El camino que debe ser cruzado para que la vida se convierta en una sola
melodía era distante, pero estas dos eran capaces de extraer tonadas de forma
abundante solo por intercambiar maldiciones entre ellas mismas. Se dedicaban
canciones mutuamente. Sin embargo, no tuve más elección que abrir mi boca y
aplacar esa presentación.

— Ya cálmense las dos.

De ser posible, me gustaría seguir observando su discusión, sin embargo, en


este momento lo que hay que hacer es cooperar, no luchar. Ambas escucharon mi
voz y se volvieron a verme.

— Ciertamente, hice que ambas vinieran aquí. Ya basta de discusiones, así que
por favor, escuchen lo que tengo que decir.

— Ah, bueno, esa puta fue quien comenzó primero ya que me jodió todo cuando
rechazó el juicio militar, ¿no? Para empezar, quiero recibir una disculpa ya que
es su culpa y no mía.

— En primer lugar, esta dama te aconsejó que no castigaras a Dantalian. Pero


probablemente no escuchaste porque tus oídos, cerebro y personalidad estaban
corroídos.

— ¿Acaso quieres morir, puta?

— Adelante, inténtalo.

Que problemático. Sinceramente quería seguir escuchando esto.

Por eso, las dejé continuar por un rato.

Luego de una hora, ambas respiraban pesadamente debido al cansancio. Si me


tocase dar una impresión personal, entonces si combinan todas las obscenidades
que he escuchado en toda mi vida, aun se quedarían “pendejas18” delante de todas
las vulgaridades que escuché durante esta hora. Además, considerando el hecho
de que no recibí solo una o dos obscenidades de la gente, era algo que se podría
considerar como un logro sobresaliente.
— ¿Ya puedo hablar?

—………

—………

No hubo objeción, por lo que fue unánime.

Aclaré mi garganta.

— También estoy completamente consciente de los errores que he cometido.


La autoridad de un Lord Demonio se origina del hecho de que ellos representan
a toda la raza demoniaca. Sin embargo, el discurso de guerra, el que solo se les
concede a los Lores Demonio, fue arrebatado por una humana. El Lord Demonio,
que debería representar a la raza, entregó el derecho del discurso a un ser, que
no puede y absolutamente no debe representarlos: una humana… Los demonios
no tendrían más opción que tener sospechas. ¿Por qué una niña humana nos
representa? ¿Acaso la Alianza Creciente ha perdido el orgullo? En realidad, ¿no
había otro individuo más talentoso ahí que pudiese representarnos además de
esa humana…?

Me encogí de hombros.

— Incluso si los plebeyos no albergan dudas, los problemas siguen. Hay cierta
cantidad de Lores Demonio que no están satisfechos con el actual sistema de la
Alianza Creciente, el cual es liderado por el grupo de la Facción de las Llanuras
– Facción Montañosa – Facción Neutral. Esas personas serán las primeras en
tomar acción con el fin de circular la duda. Clamarán que la actual Alianza
Creciente no tiene la calificación para actuar por la raza demoniaca. Su autoridad
en sí temblará.

Hay muchos elementos de descontento. 1º Baal, 2º Agares… Los Lores


Demonio con la mayor cantidad de prestigio no participaron en la Alianza
Creciente. Probablemente sean ellos lo que se quejen explícitamente.

— Simplemente están anhelando el día en que caigamos. Los Lores Demonio


que han iniciado la guerra somos nosotros, y los que tomarán la responsabilidad
del fracaso de la misma también seremos nosotros. El derecho a criticarnos será
representado por los Lores Demonio que, de principio a fin, no participaron en la
expedición.
Barbatos y Paimon, ambas cayeron bajo la categoría de ser líderes de facción.
Aunque sus respectivas ideologías políticas eran diferentes, como un lado era un
grupo radical y el otro era uno moderado, ambos tenían el mismo punto en común:
el hecho de que ambas estaban a bordo del mismo bote conocido como Alianza
Creciente.

Éramos un grupo que compartía un destino en común.

Seria problemático si no comprendieran eso pronto.

— Su Excelencia Barbatos, Su Alteza Paimon. Debemos volvernos uno y formar


una alianza lo más pronto posible. Si no, entonces lo único que nos esperará en el
futuro será la ruina.

—………

—………

Luego que las dos ajustaran sus alientos, se miraron entre sí.

— Pero he vivido hasta ahora solo porque podría torturar a esta puta.

— Ay, qué coincidencia. La meta de esta dama también es pisotearte.

Eso tomó 30 minutos.

Sonreí mientras las dos jadeantes estaban ante mí.

— Comprendo que ambas estén vivas solo porque no se han matado aún. Sin
embargo, ¿qué me dicen de esto? ¿Acaso matarse entre sí tiene mayor prioridad
aun cuando hay traidores, quienes ya las han vendido a ambas, caminando
libremente por sus campamentos militares?

— ¿…qué? ¿Traidores?

— Por 400 años, la expedición de la Alianza Creciente ha fallado. Durante ese


tiempo, lo han intentado todo con el fin de obtener la victoria, pero los demás
Lores Demonio en la retaguardia deben haberse entregado a sí mismos con el fin
de hacer que ustedes fallasen. Seguramente, ¿aún creen que no ha habido ni un
solo traidor en sus facciones?

Debido a la observación increíblemente realista, tanto Barbatos como Paimon


quedaron en silencio. Probablemente hubo algo en específico que llegó a sus
mentes. Hasta cierto grado, ambas eran conscientes del hecho de que podría
haber traidores, pero intencionalmente hicieron la vista gorda. Después de todo,
hacer eso se los ponía más fácil.

Paimon abrió lentamente su boca.

—…Dantalian, esta es una acción que nunca podrá detenerse luego de haberse
empezado. Todo el continente demoniaco se dividirá en dos y una guerra civil
estallará. No es aconsejable hacer enemigos en nuestra retaguardia cuando aún
estamos en una situación donde los Cruzados se encuentran justo frente a
nosotros.

— De cualquier forma, esta es la oportunidad dorada –declaré–. Nuestras


fuerzas sufrieron una derrota ayer. Puede que no haya sido una aplastante, pero
una derrota es una derrota. “Seguramente en esta situación donde hemos
perdido ante los Cruzados, ellos no intenten eliminar a quienes, como ellos, están
en la retaguardia”, en la posición de esos traidores, una purga es algo que se les
hace increíblemente difícil imaginar.

— Una derrota en el campo de batalla es, al contrario, una oportunidad rápida


para realizar una limpieza…

— Si, eso es correcto.

Asentí con la cabeza. Mientras Paimon estaba guardando calmadamente mis


palabras, Barbatos frunció el ceño al mirarme.

— Un momentito. Dejando de lado a los traidores, ¿qué haremos con los


malditos Cruzados? Al final, una purga es solo un acto que corta tu propia sangre.
Ya estamos en un estado donde nos vimos obligados a retroceder, por lo que
llegaremos a un punto muerto si nos debilitamos más.

— Está bien. Actualmente, el lado que se encuentra en mayor crisis son los
Cruzados.

Aunque normalmente usaba el lenguaje informal cuando hablaba con Barbatos,


sin importar como lo vieses, yo era un caballero sorprendente ya que salía de mi
curso para usar un estilo formal por el simple hecho de que Paimon estaba con
nosotros. Sin embargo, de la misma forma en la que alguien no notaria el sucio en
sus uñas, Barbatos no pareció haber notado mi consideración.
— ¿Por qué es eso?

— Recuerda la batalla que se llevó a cabo ayer. ¿No hay algo extraño?
Independientemente de cuantos grupos desiguales puedan estar mezclados en
sus fuerzas, el movimiento general de los Cruzados fue excesivamente pobre.
Cargaron al instante en el que Farnesio les lanzó un anzuelo como si esperasen
ese momento.

—………

Los ojos de Barbatos se entrecerraron. Pareció haber comprendido al instante


los que trababa de decir. Eso facilitaba la historia. Como era de esperar de
Barbatos.

—…oh. Eso significa que el discurso que esa niña humana dio está mostrando
mejores resultados de los que esperé. Con el fin de mantener firme la mente
dudosa de los soldados, necesitaban matar a la chica.

— Precisamente.

Levanté las comisuras de mis labios.

— La situación dentro de los Cruzados probablemente es más severa. Incluso


si los desertores no hicieron una aparición en particular, la moral de los soldados
probablemente se encuentra por el suelo. Por otro lado, existe una razón por la
que solo los hombres y oficiales de Habsburgo, quienes son liderados por la
Princesa Imperial, sigan firmes.

— Porque el discurso que ella dio fue excelente.

Exacto.

La batalla de ayer terminó con la victoria de Farnesio y Elizabeth. La victoria


de Farnesio reveló la apariencia dividida de la Alianza Creciente mientras que la
de Elizabeth reflejó la terrible moral dentro de los Cruzados. No había nada más
miserable que un ejército donde un solo héroe obtuviese la victoria.

— Más que eso, múltiples naciones casi fueron aniquiladas en la batalla de ayer.
El crédito de salvarlos recayó complemente en la Princesa Imperial… Desde los
generales hasta los soldados, probablemente exista un descontento sobre ellos
dentro de los Cruzados. Excluyendo a Elizabeth von Habsburgo, no hay nadie más
que sea de fiar. Estoy seguro que este tipo de atmosfera está soplando
violentamente entre sus fuerzas. Más que eso, los miembros líderes de los
gobiernos de las demás naciones jamás olvidarán la propagación de este tipo de
mentalidad. Al final, antes de lo que se puedan imaginar, los Cruzados seran…

—………

—………

Barbatos y Paimon me miraron, se miraron entre sí, y luego volvieron a mirarme


antes de asentir profundamente. La palabra que vino nuestras mentes fue,
casualmente, la misma.

Purgados.

Nuestra Alianza Creciente no era el único grupo que estaba a punto de llegar
a un conflicto interno. Incluso los Cruzados, mientras abrazaban diferentes
razones, saltarían a un estado de guerra civil donde los victoriosos eliminaran a
los humanos que hayan sido derrotados. En otras palabras, a partir de ahora.

—…esta es una carrera contra el tiempo. De acuerdo a cuál ejército termine


la purga más rápido, y de acuerdo a cuán rápida y eficientemente sean capaces
de llevarla a cabo, el resultado de la guerra será decidido.

Paimon murmuró calmadamente.

Era tal como ella decía. Simplemente una carrera contra el tiempo.

Tenemos que terminar nuestra purga lo más pronto posible y proyectar una
única fuerza militar condensada. ¿Será la Princesa Imperial Elizabeth la
primera? ¿Seremos los primeros? El destino del continente será determinado de
acuerdo a eso. Manejé con torpeza el reloj que estaba en mi bolsillo. Aunque un
poco de tiempo era el tiempo diario de una persona y el tiempo de guerra, a partir
de este momento, el tiempo simplemente era un momento para masacrar a
nuestra raza. No había espacio para estar dudando.

— Identificar a los traidores es simple. Cada una regrese a su respectivo


campamento y critíquense entre sí. La razón por la que fuimos derrotados en la
batalla de ayer fue porque la facción contraria respondió estúpidamente a la
situación. Maldecirse entre sí cada vez que tienen el tiempo disponible es algo
cotidiano, por lo que nadie sospechará de nada.

—…………
— Tras hacerlo, “ah, ¿qué bueno sería si hubiese un aliado de confianza?”,
dejen que se les escape esa exclamación. En ese momento, habrá unos pocos que
se le acercarán rápidamente y les ofrecerán mediación con un “Lord Demonio que
ellos conocen personalmente”. Esos serán los traidores.

Aquellos que traten de aprovechar la oportunidad cuando las tres facciones


estén indecisas con el fin de llevar a cabo una absorción militar.

Esos que actúen como informantes de alguien en específico y traten de


engañar a Paimon y Barbatos.

Son los parásitos que merecen ser exterminados.

Esa noche, Barbatos y Paimon tomaron su camino a través de las cortinas


oscuras y vinieron a visitarme. Sus rostros, los cuales estaban llenos de dudas
cuando partieron al amanecer, ahora eran lúgubres. Tras un largo momento de
silencio, Barbatos comenzó a hablar.

—…había tres personas de mi lado. ¿Qué hay de ti, puta?

— Cuatro personas. Aunque la mayoría son los más jóvenes con rangos bajos…

— Cada uno de ellos era un informante de un Lord Distinto: Sir Baal. 3º


Vassago19. 4º Samigina20 y 6º Valefor…

— Wow. Mierda, son casi los mismos que en mi caso. Tuve a Vassago, Samigina
y Valefor. Malnacidos bastardos… Realmente no hay una forma sencilla de tratar
con esos malditos de mierda.

Barbatos apretó sus dientes.

Había aproximadamente 30 Lores Demonio que participaban en esta guerra.


Si 7 de ellos eran informantes, entonces significaba que un cuarto de todo el
ejército consistía de traidores. Para los líderes, quienes dirigen una facción, esa
era una tasa de la que no tenían más opción que apretar sus dientes con irritación.
Referencialmente, este también era un número que no incluía a la Facción
Neutral. Paimon habló con preocupación.
— ¿Qué haremos sobre Marbas? Ya que ha partido con el fin de acumular
suministros en la retaguardia, será incapaz de volver en un buen rato.

— Con la personalidad de ese viejo, será mucho mejor si no está presente


cuando llevemos a cabo la purga. Para ser alguien que parece tan siniestro, a él
le desagradan los derramamientos de sangre innecesarios. Una vez que vuelva y
la situación haya acabado, le explicaremos todo.

Barbatos hizo una observación injusta.

— Bien. Purga. La Princesa Imperial será la siguiente y luego tu irás al último,


puta. Hasta entonces, cooperaré contigo.

— Eso es algo que solo esta dama debería decir ya que estaremos formando
una alianza hasta que todo esté solucionado. Mantén tu cuello limpiecito hasta
entonces.

Barbatos mostró su dedo medio y Paimon mostró uno en forma de V con su


dedo medio e índice. Ambas tenían una relación muy linda.

En este lado de la jaula, observé la apariencia de las dos Lores Demonio que
tenían rostros de enojo y parecía que estuviesen a punto de hacerse pedacitos.
Parecía que el momento en el que me liberarían de esta prisión casi se acercaba.
Fue corta, pero una vida en prisión muy hermosa.

Mientras tanto… aquí seguía en prisión.


La Espada Solitaria de un Rey, Laura De Farnesio, Humana.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 9.

Llanuras de Bruno – Legión de Dantalian.

— Farnesio, definitivamente dijiste que podías tocar música, ¿no?

— ¿Hmm? Ciertamente, así es, Milord.

Hoy era el día que colgaba en el fin de la semana que Su Alteza había anunciado.

Esta damisela ajustó sus ropas en frente de la prisión. A diferencia de los


demás comandantes, ella no buscó un asistente. Ella sola tenía que manejar su
propia vida, pero ya que iba a consultar con Su Alteza lo que debía hacer en este
día, recibió una inspección de su parte para ver si se había colocado
apropiadamente el uniforme o no.

— Esto está relacionado a la música, pero… Oye, tu manto está arrugado allí.

— ¿Dónde?

— Allí. Justo allí.

— Si solo dice “allí”, entonces ¿cómo se supone que esta damisela sepa dónde
es? ¿Qué método es necesario que ella use para descubrir dónde queda ese “allí”,
cuando podrían ser sus bolas o sus ojos, Su Alteza? En lugar de decir “allí”, dele
a esta damisela unas direcciones más exactas.

— Huh, que mocosa tan problemática. Siempre te he dado la dirección


correcta. Ven acá, lo arreglaré yo mismo.

Esta damisela se acercó a la prisión y dejó que Su Alteza le arreglara la ropa.


Él tiró firmemente del borde del atuendo. Tug, tug… a través de la densa capa
de ropa, ella pudo sentir las manos del Lord uniéndose aquí y allí. Se sentía como
si fuese la primera vez de esta damisela experimentando la sensación de otra
persona ayudándole con su ropa.

— Entonces ¿qué quiere decir con música, Milord?


— ¿No es tu pasatiempo reunir cráneos y componer partituras mientras esas
calaveras están esparcidas a tu alrededor? Sin embargo, solo tienes partituras
escritas, nunca te he visto tocarlas. ¿Qué tipo de conducta es esa?

— Esta damisela no siente una necesidad en particular por tocarlas.

Esta damisela respondió honestamente.

La música era un viejo hábito que ella tenía. Se le había otorgado un excelente
sentido del oído, el cual podría llegarse a catalogar como maldito. Como esta
damisela era incapaz de olvidar algo que había escuchado, todo se le acumulaba
en cierto rincón de su cráneo como si de aceite se tratase. Había muchos, muchos
días donde el aceite, ya acumulado, ocasionalmente se convertía en un espejismo
y comenzaba a sonar por su cuenta dentro de la cabeza de esta damisela como
si existiese un auditorio ilusorio. Era en esos momentos donde ella componía
partituras.

— Ya que el sonido ha fluido a través de la mente de esta damisela, ¿qué


posible razón podría existir para que ella salga de su curso solo para tocar y
repetir la misma tonada?

— Lo digo porque, aparentemente, pronto saldré de prisión. Pasé por todo ese
estado precipitado con el fin de protegerte, así que, ¿no sería tu labor recibirme
de mi liberación de este encierro? Cualquier canción estaría bien cuando salga,
por eso elige una que puedas tocar bien.

— La conmemoración por su liberación de prisión, ¿eh?

Tras escuchar la razón, todo resultaba lógico.

Ya que esta damisela no había tocado nada para nadie ni una sola vez en toda
su vida, entregarle esa primera experiencia a Su Alteza era más que suficiente
para un regalo. El hecho de que él haya pasado toda una semana detrás de esos
barrotes solo porque había protegido a esta damisela, como era de esperar, ella
era una carga. Referencialmente, ya que Su Alteza era un hombre mezquino por
naturaleza, nunca olvidaría una deuda. En lugar de vivir endeudada con él, ser
capaz de recordarlo incluso después de entregar algo bueno para nada como una
primera experiencia era mucho mejor.

Justo cuando esta damisela estaba a punto de asentir, una pregunta apareció
abruptamente en su mente y se deslizó por sus labios.
— Milord, a esta damisela no le importa presentar un concierto
complementario, pero ella tiene una duda.

— Debe ser bueno sentir curiosidad por muchas cosas. ¿Qué sucede esta vez?

— ¿Esta damisela es su muñeca, Su Alteza?

De repente, la mano de Su Alteza dejó de moverse.

Esta damisela volvió su cabeza, dudosa. Su Alteza estaba mirando en esta


dirección. Sus pupilas contenían un color negro que era tan relajante al mirarlas.
El color negro era el favorito de esta damisela.

— ¿Quién te dijo eso?

— La Princesa Imperial Elizabeth.

—………

— Esta damisela se disculpa por no habérselo dicho antes. Ella no lo


desobedeció en su orden, Milord. Algo como luchar con la Princesa Imperial no
ocurrió. Sin embargo, luego que la batalla anterior terminase, la Princesa
Imperial llamó a esta damisela. Ella dijo lo siguiente tras examinar a esta
damisela: ¿Eres una marioneta? ¿Un cadáver? ¿O ambas cosas? Clamó estar
perpleja ya que, de todas las personas a las que usted trata de abrazar, solo
queden restos.

—……………

— La Princesa Imperial dijo que le entregara el siguiente mensaje: Luego de


conocer a tu muñeca, yo, Elizabeth von Habsburgo, pienso que es algo linda.

Su Alteza escuchó todo hasta el punto de suspirar.

— ¿Temblaste debido a esas palabras?

— Ella no dudó. Ya que esta damisela no es ni una marioneta ni un cadáver; ella


es un ser humano que vive apropiadamente. Usted le ha dado vida a esta damisela.
Eso es algo de lo que ella no dudará jamás.

— ¿Sin embargo?

Sin embargo…

Sin embargo…
Esta damisela asintió con la cabeza.

— Como era de esperar, esta damisela se preguntaba si era una niña que nació
por error.

Su Alteza quedó en silencio. Incluso durante esa calma, las emociones no


emergieron en sus ojos. Él, para ser alguien que normalmente mostraba
emociones triviales que habían en su corazón, nunca expresó una gota de algo
serio. Aunque la gente generalmente era completamente lo contrario a eso. Ya
que Su Alteza estaba quieto, esta damisela siguió hablando confortablemente.

— Esta damisela puede suponer por qué usted siempre junta solo restos. Una
ruina no estará sola cuando se encuentre entre ruinas. Si solo hay restos
esparcidos alrededor de uno, entonces los escombros no serán algo que
simplemente conozcan su final, sino que, terminarán siendo algo que se sienta
como si pudiesen seguir quedándose allí y algo que parece ser suficiente por sí
solo. Esta damisela es capaz de considerarse como una individua normal cuando
se encuentra en ese lugar junto a Lady Lapis, la Capitana Humbaba y las demás
brujas. Usted, a su manera, también debe ser así.

—………

— Sin embargo, somos capaces de respirar por ir hacia su abrazo, pero ¿qué
planea hacer, Milord? Incluso si Barbatos puede abrazarlo, ¿no es incapaz de
soportarlo? Incluso si Paimon lo atrae, ¿acaso no es incapaz de tomarlo por
completo? Lady Lapis y, como es de esperar, esta damisela también sienten
preocupación por eso, por el contrario, usted puede ser el único para abrazar a
esas dos… ¿Milord, está todo bien?

Su Alteza se rascó la frente. Tras suspirar un par de veces, juntó sus cejas
y rozó la frente de esta damisela.

— Hoah.

— Es por esa razón que me la he pasado diciéndote que te vuelvas


independiente de una vez, tonta. Mira a Lapis. Incluso si no le doy ordenes, ¿no
hace todo por su cuenta? Seria grandioso si todas fuesen capaces de seguir su
ejemplo rápidamente.

— Se siente como si los horrores del mundo incrementasen si la gente siguiese


el ejemplo de Lady Lapis….
— ¿Qué estupideces está diciendo la persona que ya debería haber masacrado
a más de 10 mil personas?

Eso era cierto.

Su alteza sacó algo de su abrigo. Era una máscara de baile de disfraces. Esta
damisela inclinó su cabeza, insegura de lo que Su Alteza trataba de hacer al
entregar esa mascara.

— ¿Qué tipo de máscara es esa?

— Mañana purgaremos hasta el último traidor dentro de la Alianza Creciente.


Cuando presentes tu concierto para celebrar mi liberación, la mayoría de los
Lores Demonio que forman parte de nuestra armada se reunirán
momentáneamente con el pretexto de celebrar un servicio religioso hacia los
Dioses. Los que estén usando mascaras son los que no morirán.

—………

Ya veo, una herramienta para identificar a los amigos o enemigos.

Esta damisela sentía curiosidad en cuanto a la razón por la que se escogió una
presentación musical entre tantas cosas. Su actuación era un cebo para atraer
la atención. Los Lores Demonio tomarán sus asientos y observarán a esta
damisela. En ese momento, cuando bajen su guardia, será la gran oportunidad
para acabar con los traidores de una buena vez.

— Parece que será un concierto bastante especial, Milord.

— Por supuesto, el día en el que me liberarán de prisión debería ser especial,


¿o no? Los preparativos del escenario serán llevados a cabo por Barbatos y
Paimon. No te preocupes y solo presenta. Para cuando toques la última nota, los
cuerpos de los traidores estarán esparcidos por todos lados.

Esta damisela asintió aprobatoriamente.

— Sin embargo, aún tiene que responder la pregunta de esta damisela. Tratar
de pasar evasivamente no le funcionará, Milord. Responda, por favor. ¿Esta
damisela es su marioneta?

Su Alteza chasqueó su lengua.


— Parece que tu trivialidad ha incrementado innecesariamente. Si sientes
tanta curiosidad por ello, vuelve después de haber llevado a cabo la batalla de
hoy. Para cuando regreses, ya deberás haber descubierto la respuesta sin la
ayuda de nadie.

Así, esta damisela se fue.

Hoy era el día donde la pequeña temporada de lluvia del inicio de la primavera
había terminado y el cielo se había aclarado.

Aunque había piscinas de lodo esparcidas por todos lados en el suelo, se sentía
como si pronto se fuesen a secar debido al ardiente sol primaveral. Una vez que
la tierra se tonarse firme, probablemente la guerra se retomaría como es debido.
Actualmente, sea la Alianza Creciente o los Cruzados, ambos enviaban unidades
dispersas de vez en cuando y se producían batallas menores.

Esta damisela lideró a un solo escuadrón y vagó desde este lado hasta aquel
lado de la gran llanura. En el recorrido, encontramos exploradores enemigos y
los asaltamos, pero ellos simplemente no eran un problema. Fue en el momento
en el que esta damisela pensó que hoy iba a ser un día que terminaría de la misma
forma que los cuatro anteriores. Desde el otro lado del llano, un grupo de
soldados enemigos gradualmente corrían hacia nosotros. Esta damisela contuvo
la respiración por un instante tras ver la bandera que estaban cargando.

—………

Un patrón con una hydrangea azul y un ciervo.

La Casa del Duque Farnesio de la región norte del Reino de Cerdeña.

La bandera de la familia en la que esta damisela nació y se crió estaba allí.

— ¿Ahh? Para que una unidad tan pequeña como esa trate de tener una batalla
con nosotros significa que tienen muchas agallas. ¿Qué deberíamos hacer,
General? Si nos dice que los acabemos, lo haremos de inmediato.

—………

— ¿General? Nosotros solo podemos movernos si nos da la orden.


Esta damisela simplemente le respondió a la Capitana de la Guardia Real
Humbaba con silencio. Incluso mientras esta damisela estaba quieta, el tiempo
seguía fluyendo y los generales enemigos se acercaban cada vez más. Luego, la
tropa enemiga se detuvo.

Poco después, un solo hombre salió del centro del grupo mientras cabalgaba
en un caballo de guerra. Ese hombre, quien vestía brillantemente un equipo de
armadura y casco de color azul, extendió sus brazos y gritó:

— ¡Laura! ¡Mi niña preciosa! ¡Aquí está tu padre!

Con solo esa línea, independientemente de que fuesen aliados o enemigos, cada
soldado presente miró a esta damisela.

La confusión en los rostros de los soldados era evidente. Especialmente las


brujas que formaban parte de la Guardia Real. Ellas estaban conscientes del
secreto detrás del nacimiento de esta damisela. El hecho de ella fuese la hija de
una esclava y también de que haya sido vendida como una.

Ciertamente.

Ciertamente, fue como lo dijo, Milord. En el tercer día.

A pesar de no haberlo visto, la Princesa Imperial parloteó calmadamente como


si comprendiese a Su Alteza, y este también fue capaz de predecir con certeza
lo que ella haría porque la entendía… aun si no podía verla.

Esta damisela observó cuidadosamente al anciano. Un rostro profundamente


marcado, una sonrisa apareció como si estuviese rebosante de una buena
voluntad hacia las personas. Sin duda alguna, este hombre era el padre biológico
que engendró a esta damisela y que además la violó.

— Vine lo más rápido que pude luego de escuchar que estabas aquí. Huh, pero
¿qué es esto? Tu padre es un humano, y por ende eres la hija de uno… sin embargo,
¿por qué es que te encuentras, no entre los humanos, sino en el centro de los
demonios? Laura, regresa al lugar al que perteneces por derecho.

—………

El padre de esta damisela.

El lugar al que ella pertenece por derecho.


¿Acaso el lugar al que esta damisela “pertenece” es esa biblioteca llena de
polvo? ¿Eso es lo que quiere decir su padre biológico? ¿Esa pequeña habitación
donde una tenía que ofrecer su cuerpo con el fin de recibir comida? El nombre
de la prisión donde esta damisela había intentado desaparecer al tratar de morir
por inanición, pero que sin fallo, su padre derrumbaba la puerta y mantenía viva
a esta damisela… y con tenerla viva, mantenía su muerte.

Esta damisela cerró tranquilamente sus ojos. El sonido de las cigarras que aun
podían escucharse vívidamente estaban allí, y entre el grito de esos insectos que
resonaban compactadamente alrededor, un gemido se arrastraba.

- Laura, eh. Laura…

Cuando el padre de esta damisela la violaba, ella se mantenía en silencio.

Ella no se resistió.

Esta damisela no trató de levantar sus uñas y dejar su marca rasguñándole los
omoplatos. La gente que no quería desaparecer del mundo estaba atada a
aferrarse a algo, pero el único lugar que esta damisela podía agarrar era la
espalda expuesta de su padre. Cada vez que él gemía ligeramente en su pierna,
estómago y rostro, la idea de que este humano aun quería vivir cruzaba por su
mente.

Bueno.

Ya que esta damisela alardeaba de una inmensa belleza, no era como si ella
fuese incapaz de comprender a su padre. Si hubiese un pene enorme pegado en
la parte inferior de esta damisela, y luego de deshacerse de una ligera cantidad
de su consciencia ética, ella tuviese la habilidad de penetrar libremente a la
mujer más hermosa del mundo, entonces probaría la efectividad de su miembro
sin dudarlo. Si no lo usas en tiempos como esos, entonces ¿por qué razón naciste
con uno?

- Te amo, Laura. Sinceramente, te amo…

- Estoy haciendo todo esto porque te amo. ¿Qué pasa? Estás actuando muy
extraña. ¿Qué pasa? ¿Por qué te comportas extrañamente?

—………

Ahh…
Esta damisela podía decir esto confiadamente hora que había conocido a Su
Alteza. Eso no era amor. Ese comportamiento, el cual había herido, girado y
retorcido a esta damisela, no era amor, y nunca lo sería. Si hubiese amor en el
mundo, entonces no sería algo así. ¿Cómo podría llamarse amor el acto de
forzarte en otra persona y verte en una posición donde no tienes más opción que
abrazarla?

Si algo como eso fuese amor, entonces esta damisela viviría fría por siempre21.

No había nadie quien pudiese aceptar a esta damisela, ni nadie a quien ella
pudiese aceptar.

En realidad, solo había un tipo de amor de los que personas como Su Alteza,
esta damisela Lady Lapis eran capaces. No uno donde amaramos a otro, sino uno
donde todos amaramos una sola cosa juntos. Esa era el único sustento que podía
evitar la ruina. La única cosa. Con el fin de que personas como nosotros
sobrevivamos, la única cosa… Como si muriésemos si amasemos otro método.
Como si matásemos y también muriésemos, la única cosa…

Algo rápidamente rozó la mejilla de esta damisela y fluyó.

Además de ella, la Capitana de la Guardia Real murmuró en un tono que se


sentía como si estuviese arrastrándose por el suelo.

— ¿Su Excelencia General Interina…?

— El mundo está maldito, Capitana. Esta damisela no nació porque lo deseara,


y tampoco se crió de esa forma solo porque lo aspirase, aun así, ¿por qué esta
damisela debe manejar toda su vida por su cuenta? Ella no puede perdonar a
nadie.

Ella ni siquiera debía tratar de perdonar.

— Esta damisela no tiene ese tipo de fuerza.

Ella ni siquiera debe pensar de otra forma.

— Ni la habilidad.

Esta damisela simplemente está tratando de matar al humano ante ella.


Ahhh…

— Esta damisela es incompetente… ella es infinitamente incompetente. No


tiene más elección que vivir de la forma en la que nació. Incluso si vive así, eso
no sería una vida. Las palabras de la Princesa Imperial eran correctas. Esta
damisela es un cadáver, una muñeca. Sin embargo, no se puede evitar. Esta
damisela es una incompetente…

—………

Humbaba, la Capitana de la Guardia Real, cuidadosamente tomó el antebrazo


de esta damisela.

Murmuró: “Hm, hm”, por un largo rato como si trataba de elegir audiblemente
las palabras dentro de su boca antes de sonreír casualmente.

— ¡Sip! Es cierto. Realmente, el mundo es un lugar revuelto y maldito. Más


que eso, la General es una maldita incompetente también. Incluso si mata a diez
mil y sabe cómo masacrar a cien mil, ¿qué puede hacer cuando ni siquiera puede
matar algo como su propio pasado? ¡JAJAJAJAJA! Pero está bieeeen, General.
Eso está completamente bien.

La Capitana Humbaba rió.

— ¡De ser necesario, podemos matar al maestro y cometer suicidio todas


juntas!

—…………

— JAJAJAJA. Es un alivio que aun haya mucha gente en este mundo que trate
de matar a nuestro maestro. “¿Cómo se atreve alguien como tú a tratar de tomar
la vida de nuestro maeeeestrooo?”, y tengamos que ser nosotras las que matemos
a esas personas primero, ¿no? Es por eso que, General, inténtelo con todas sus
fuerzas. Mate a muchos. ¡Hasta que no quede en este mundo ni una sola persona
que quiera matar a nuestro maestro!

Las brujas gritaron con risas. Complacidas como demonios e inocentes como
niñas, dispersaron risas cálidas por el aire. Esta damisela estaba segura de que
había visto que el sol primaveral, el cual, así de lejos, se estancaba en los charcos
de lodo, había comenzado a fluir debido al sonido de las risas de las brujas.
¿Qué pasa? ¿Acaso esta damisela simplemente necesitaba una persona que
muriese junto a ella?

Ella se imaginó siendo asesinada por una persona además de Su Alteza. Eso
era imperdonable. También se imaginó que Lord Dantalian era masacrado por
otra persona además de esta damisela. Eso tampoco tenía perdón.

Ya veo.

Eso era. Era así. Ese era el caso…

Esta damisela asintió con la cabeza.

— Ese hombre. A esta damisela le disgusta verlo. Acábenlos y tráiganlo aquí.

— ¡Siii, Su Excelencia!

Las brujas volaron con júbilo en el aire. Ellas tenían un monopolio en el cielo,
el cual tenía vapor ya que la temporada lluviosa había acabado. A través del aire,
dispersaron la pólvora de sus saquillos y soltaron llamas. La formación enemiga
colapsó al instante y se dispersó.

¿Acaso asumieron que esta damisela no atacaría rudamente a su padre


biológico? La Princesa Imperial probablemente lo envió como una carta
desechable. Si esta damisela es persuadida, entonces ese sería el mejor
escenario, si su corazón duda, entonces eso sería lo que la Princesa Imperial
buscaba, y si ella asesinaba a su propio padre, entonces la Princesa Imperial
podría utilizar eso de forma política. Este tipo de cálculos debía estar contenido
dentro de esa acción.

Si esta damisela fuese una sola persona, ella habría considerado cálculos
realistas.

— ¡L-Laura…! ¡¿Qué estás hac…?!

Pero esta damisela no estaba sola.

Un hombre que era mucho, mucho más competente que ella, se encontraba
detrás.

Incluso si esta damisela estuviese paseando alrededor de conmovedores


campos de batalla a placer, había un individuo que la apoyaba desde detrás y
siempre la recogería.
Por eso…

Justo ahora, esta damisela vivirá como le plazca.

— Padre.

Esta damisela bajó la mirada hacia su padre, a quien las brujas habían traído
a rastras luego de haberle atado las extremidades. Miró hacia acá con un rostro
que parecía no poder creer lo que pasaba. Un hombre lamentable. ¿Acaso conoce
el hecho de que fue usado por la Princesa Imperial?

Si era capaz de persuadir a esta damisela y llevarla al lado de los Cruzados,


entonces era como establecer una hazaña que permanecería en la historia. El
hombre que estaba ante esta damisela probablemente fue atraído aquí por esas
palabras tan dulces. Cúlpate por haber sido los suficientemente estúpido como
para ser engañado por eso.

— Laura…

— Es cierto, Padre. Esta es tu Laura. La chica que fue tu Laura está aquí. ¿Por
qué razón te acercaste deliberadamente a un lugar tan peligroso como este?
Este es un campo de batalla donde el diablo escupe. Este no es un lugar donde un
hombre descuidado como tú, Padre, debería atreverse a poner un pie.

Esta damisela se apoyó sobre una rodilla y se situó al nivel de los ojos de su
padre. Él debió haber sentido la amabilidad de sus palabras, pues su rostro se
iluminó. Pareció haber sentido la esperanza de que, al final, no perdería su vida.

Esta damisela levantó el brazo derecho de su padre y lo presionó firmemente


contra su mejilla. El brazo que la había violado y suprimido. La palma áspera y
fuerte de ese monstruo ahora era delicada.

— Gracias por haber engendrado a esta damisela, Padre.

— T-también estoy feliz de que seas mi hija.

— Hmm. Entonces también serás capaz de partir alegremente.

Esta damisela sonrió brillantemente.


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DUNGEON DEFENSE 4
Justo ahora, esta damisela debió haber mostrado la sonrisa más hermosa que
jamás haya hecho desde que nació.

Esta damisela podía sentirlo.

Su padre parpadeó.

— ¿Qué…?

— A partir de ahora, esta damisela ya no es la Laura de Padre, sino,


simplemente Farnesio de Su Alteza… parece que eso es suficiente para que ella
siga viviendo. Ella fue capaz de acumular mucha satisfacción gracias a ti, Padre,
por haberla engendrado, ¿cómo podría ser posible que ella no expresara su
gratitud final?

Esta damisela sacó una daga de sus ropas y antes de que la otra parte pudiese
exclamar algo, degolló al hombre ante ella. Una línea rojo carmesí se abrió y la
sangre comenzó a brotar. Aunque el hombre se resistía, esta damisela no soltó
su brazo derecho hasta el final. Ella lo mantuvo presionado firmemente contra
su mejilla hasta que el hombre quedase flojo.

— Por favor, muere con dolor, Duque de Farnesio. Esta damisela se alegra de
haber podido ser capaz de matarte.

Ack… ack… el hombre vomitó sangre mientras colapsaba. Esta damisela


acarició la mano de ese hombre durante un buen rato. Las brujas reían mientras
tomaban las vidas de los demás cautivos. “Mata y vuelve a matar”, las palabras
que Su Alteza le había dicho una vez a esta damisela estaban ocurriendo aquí.
Ya que sus palabras fueron una promesa verbal, no hubo un día donde sus
palabras no fuesen comprendidas. La bandera, la que Lord Dantalian había
conferido antes, estaba batiéndose sobre nuestras cabezas debido a la suave
brisa.

Autoridad por Sangre.

Sangre por Autoridad.

Ah, el día de primavera en medio de los gritos de los cautivos era hermoso.
Esta damisela se sentó en el lodo donde la sangre estaba cayendo y cerró sus
ojos. El charco de sangre, el cual su padre había derramado, viscosamente
recibió el peso de esta damisela. Por primera vez en toda su vida, su corazón
latía con anticipación a las temporadas venideras.

Este día, esta damisela asesinó a su padre biológico.

Y en este día, ella se convirtió en la hija de Lord Dantalian.


El Rey de los Campesinos, Dantalian. 71º Rango.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 10.

Llanuras de Bruno – Ejército de la Alianza Creciente – Prisión Sencilla.

Un altar fue establecido en el fondo de la colina que era visible desde esta
prisión. No era uno lujoso, sino uno hecho para que el ejército, quien había
enfrentado una pobre derrota, pudiese acallar la ira de los Dioses, la belleza era
un lujo que no era digno de ellos. Sin embargo, incluso si eso no era “lujoso”,
Barbatos era una mujer que sabía cómo hacer cosas lindas.

— Escuché que el número que tu niñita reunió en un momento alcanzó


fácilmente los miles. Si erigimos una torre con esos, entonces sería la decoración
perfecta para los ritos ancestrales.

En resumen, era una sugerencia de hacer una torre de cráneos. Aunque era un
diseño que pasó de ser extraño a sano que confundiría a la mente de uno, realizar
un rito ancestral con las calaveras del enemigo era una justificación apropiada.
Encima de todo, Farnesio quedó muy complacida con ello.

— Hmm. Su amante tiene buen gusto, Milord. El cráneo tiene la forma física
más hermosa en el cuerpo humano. Cuando se realiza un servicio religioso, ¿no es
obvio que sea apropiado mostrar la región más hermosa del cuerpo humano? Esta
damisela apoya la torre de calaveras.

— No trates de hacerte la amiguita conmigo, mocosa humana. Tú, una sangre


sucia, ¿qué crees que estás haciendo al hablarle descuidada e informalmente a
una monarca? Si no fueses la general interina de Dantalian, uff, ya te habría
matado cientos de veces con mis propias manos.

Aunque Barbatos se quejó, preparó el escenario. Utilizó sus tropas y acomodó


los cráneos en una pila organizada. Farnesio poseía los cráneos de los soldados
rasos, de los oficiales no comisionados, de los capitanes y comandantes,
separados por categorías; por eso, la torre fue apilada de acuerdo a los rangos.
Los soldados rasos al fondo, y los comandantes en la cima. Lamentablemente, esa
era la cadena de comandos, era la humillación del personal militar que fue tratado
de acuerdo a sus rangos aun después de muertos.

Los humanos llevaron a cabo sus ritos ancestrales al amanecer y los demonios
al anochecer. La lluvia había cesado y el sol del atardecer estaba filtrándose en
el cielo transparente. Cada cráneo, que estaba completamente limpio, recibía el
sol poniente y brillaba de color rojo, y ocasionalmente, color ámbar.

— Hmmm.

Barbatos se estiró.

— Ahora los preparativos están listos. Rociemos algo de sangre sobre la mesa
y terminemos con eso también. Tenemos que matar a la Princesa Imperial
también, y torturar a esas serpientes que se ocultan en la retaguardia. Gyaaaa,
ya que hay muchos malditos a los que tenemos que matar, este año va a ser
abundante.

— Barbatos, ¿te dará malaria si pasas un día sin pegarle una obscenidad al
final de cada frase que dices? Independientemente de que hay traidores, una
vez fueron nuestros seguidores. Por favor, se un poco más solemne.

— Sea que mueran por un maldito solemne o un maldito frívolo, en la posición


que están, es decir, que morirán, ellos solo son unos simples hijos de puta y así
se quedarán, ¿por qué dramatizas tanto?

— Huh. De cualquier forma, personas como tú… Oh, bueno. Esta dama irá
primero, Dantalian. Ella te verá luego.

Las dos Lores Demonio bajaron de la colina lado a lado. Sus sombras se
extendieron todo el camino hasta la prisión donde yo estaba.

El tiempo pasó y los Lores Demonio de la Facción Montañosa y la Facción de


las Llanuras comenzaron a reunirse allá abajo y tomaron sus asientos.
Eventualmente, todos estaban finalmente presentes para cuando la puesta del
sol estaba en su zenit. Aunque estaban hablando en susurros y pequeñas charlas,
todos cerraron sus bocas cuando el rito ancestral dio inicio. El pie de la colina
quedó en silencio.

—………

—………

Varios sacerdotes pasaron al frente y comenzaron a recitar sūtras. El servicio


memorial progresó calmadamente. Cada vez que los sacerdotes se arrodillaban,
los Lores Demonio se levantaban y hacían una profunda reverencia también. Tras
varias adoraciones, cuyo significado no podía ser entendido…
Paso.

Farnesio salió al centro de la ceremonia. Estaba descalza. Pisó el suelo, que


aún estaba húmedo, con su piel blanca. Aunque yo estaba lejos en esta prisión y
no podía ver su rostro, se sentía como si el sonido de sus pasos resonara cada
vez que avanzaba.

Farnesio se sentó frente a un piano sin siquiera saludar a los Lores Demonio.
Sentí como si podía escuchar el sonido de una porción de ellos quejándose. De
acuerdo a Barbatos, parecía que había un número de personas que consideran
blasfemo el simple acto de dejar, no a un demonio, sino un humano, participar en
nuestro acto memorial. Barbatos declaró que, ya que esos soldados fueron
asesinados por esa pequeña, solo sería correcto si fuese ella quien tocase la
melodía y calmara a los Dioses. Ya que esas no eran palabras erróneas, los demás
Lores Demonio dijeron que comprendían todo y lo dejaron pasar.

—………

Farnesio colocó lentamente el extremo de sus dedos en las teclas del piano.

No le ofrecí ninguna palabra en particular a ella, quien probablemente debió


haber regresado luego de haber matado a su padre ayer. Creía que ella fue capaz
de pensar por su cuenta, y también confiaba que sería capaz de superarlo por si
sola.

Por eso, mientras este era un recital para purgar a los más viejos traidores…

Al mismo tiempo era un concierto que anunciaba la despedida del pasado de


Farnesio.

Descansé mi mentón en mi mano mientras me sentaba en mi silla y miraba a


Farnesio. Hoy era el día que oficialmente marcaba el hecho de que he estado en
prisión durante toda una semana. Aunque aún seguía aquí, estaba observando a
Farnesio más cerca de lo que lo había hecho antes.

—………

Y…

La presentación de sangre comenzó.

La presentación de sangre comenzó.


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Lord Demonio de la Benevolencia, Paimon. 9º Rango.

Calendario Imperial: Año 1506, Mes 4, Día 10.

Llanuras de Bruno – Ejército de la Alianza Creciente.

—…hm. Veamos. Ya es hora.

— Si. Comencemos.

Sin la necesidad de que la otra parte lo dijera, esta dama sacó nuestras
máscaras y nos las colocamos.

No solo nosotras dos. La mayoría de los Lores Demonio que estaban viendo la
presentación se colocaron máscaras también. Solo los 7 traidores estaban
dudosos y comenzaban a susurrar entre sí. Eran personas que no solo habían
ridiculizado a las facciones sino también el ideal de la Alianza Creciente.

El abrazo del mundo no es suficiente para perdonarlos.

- ¿Qué es este alboroto?

- ¿Están tratando de realizar un concierto sorpresa…?

- En cualquier caso, la presentación de esa chica es bastante…

Ese era el momento.

La sangre se esparció por todos lados desde los asientos que fueron
preparados para los Lores Demonio. Los que llevaban mascaras atravesaban con
espadas y cortaban con hachas los cuerpos de los que no tenían máscaras puestas.
La ceremonia ancestral que había sido tranquila con la música, instantáneamente
se convirtió en un Reino Infernal.

- ¡¿Qu-qué están…?!

Los traidores rodaron por el suelo y extendieron sus brazos. Sus cuerpos
estaban cubiertos parcialmente de suciedad y parcialmente de sangre. Incluso
si extendían sus brazos y solicitaban rescate, fuese la Facción Montañosa o de
las Llanuras, no había nadie que les mostrara piedad. Sus dedos pronto fueron
atravesados por las lanzas y cortados por las espadas, haciéndolos volar por el
aire, un dedo a la vez. Los gritos y gemidos se mezclaban, haciendo que, en un
parpadeo, el auditorio terminara transformándose en un matadero.
Esos tratando de matar gente.

Esos tratando de no ser matados por la gente.

Esos que están tratando de bloquear a la gente que trata de escapar.

Esos que usan a la gente que tienen a su lado como un sacrificio y tratan de
huir.

Esta dama habló inexpresivamente.

— ¿…cómo deberíamos absorber a las tropas militares de los traidores?

— Seria difícil manejarlos, ¿realmente es necesario absorberlos?

Barbatos replicó. Levantó su copa de vino para tomar un sorbo, pero luego
recordó el hecho de que llevaba una máscara y maldijo.

— Mierda. De cualquier forma, solo acabarlos estaría bien ya que sería más
fácil para la mente. Probablemente haya un montón de espías entre ellos. Elegir
a todos y cada uno de ellos sería un fastidio.

En ese momento, un solo Lord Demonio corrió hacia nosotras y rogó mientras
se arrodillaba. No era un miembro de la facción de esta dama. Ella recordó que
se trataba de uno de los Lores Demonio de bajo rango que estaban bajo el
comando de Barbatos.

- ¡Su Excelencia Barbatos! ¡S-sálveme! ¡Esas personas se han vuelto locas y


están…!

Sin embargo, antes de que pudiese finalizar su frase. El aire fue dividido por
el gesto luminoso de la mano de Barbatos, y esa espada sin forma decapitó al
hombre al instante. Sin su cabeza, el cuerpo se tambaleó antes de caer hacia
atrás con un ruido sordo. Barbatos exclamó una vez más.

— Ahhhh. Debimos haber hecho esto antes. Terminamos jodiendo todo al


encerrarlo sin razón alguna en esa prisión. Creí que Dantalian había tenido sexo
contigo, por eso había contemplado si debía deshacerme de él o no.

— No. Tal como lo dije, eso fue un malentendido.

— Eso es si yo fácilmente creyese en todo lo que dices, puta.


— Esta dama lo dirá ahora, pero durante la segunda expedición, ella te sugirió
que nos retiráramos rápido porque algo se sentía extraño, ¿sabes? Quien no
creyó eso y fortaleció el hecho de seguir avanzando hasta el final fuiste tú.

— ¿…fue así?

— Si. ¿Quién es la que llama tonta a la otra todo el tiempo?


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DUNGEON DEFENSE 4
Esta dama cerró sus labios. Poco después, Barbatos también quedó en silencio.
Por primera vez en mucho tiempo, ambas estábamos sentadas lado a lado y
observábamos a la chica que tocaba el piano a pesar de que la masacre se estaba
desarrollando. Barbatos miró al cielo y murmuró.

— Es primavera. Oye, hace buen clima. Sera más fácil matar gente.

Esas palabras probablemente no estaban dirigidas a nadie en específico. Sin


embargo, esta dama inconscientemente levantó su cabeza también. En ese lugar,
las nubes estaban paseando a través del cielo nocturno, indiferentes de lo que
sucedía en tierra.

— Si. Ya es primavera.

De la misma forma en que el cielo actuaba indiferente ante nuestros asuntos,


nosotros también matábamos a la gente que debía ser asesinada sin
relacionarnos con el cielo.

A pesar de que era un asunto que, momentáneamente, fluía en cierto día de


primavera.

FIN

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