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V PARCIAL LÍNEA DAÑO CEREBRAL

III semestre

1. El análisis general es correcto, sin embargo te recomiendo tomar dentro de los análisis
aspectos de la historia clínica y las quejas subjetivas para que no se sienta desarticulado
(obtienes 0,8/1,25)
2. Tu respuesta no está soportada teóricamente respecto al tumor. Otras causas que hay que
descartar corresponden a factor emocional o a posible simulación (0,5/1,25)
3. La respuesta es demasiado simple para haber tenido tanto tiempo para resolverla. No
aparecen citas (0/1,25)
4. Está adecuadamente resuelto (1,25/1,25)

A partir del siguiente caso:


1. Describir qué aspectos de la evaluación neuropsicológica corresponden con el diagnóstico
secuelas de trauma craneoencefálico
2. ¿Qué otro diagnóstico se puede considerar en este caso y por qué?
3. Argumentar sobre la relación entre lesión axonal difusa y trastorno neuropsicológico
4. Resuma en sus palabras los principales aspectos de la guía de manejo entregada, para la
rehabilitación en trauma craneoencefálico e indique 3 objetivos de rehabilitación que podrían
tenerse en cuenta para este consultante.

Solución

1. Se trata de un paciente de 41 años, de sexo masculino, bachiller y conductor de taxi, quien


consulta por quejas cognitivas luego de sufrir un accidente de tránsito ocurrido hace un año, y
hace seis meses está presentando fallas en memoria reciente y prospectiva, además, cambios
comportamentales como irritabilidad observado en su entorno familiar y laboral. Debido a esto,
neurología solicita RNM en la cual se evidencia lesión axonal difusa. Por tanto, se realiza la
evaluación neuropsicológica donde se concluye que el paciente tiene conservada la orientación
(tiempo, espacio y persona), la atención focalizada, sostenida, aunque puede verse afectada por
la dificultad en control inhibitorio, y atención ejecutiva evidenciado en el buen desempeño en el
TMT B, igualmente, su memoria sociocultural, el lenguaje (FAS), y la denominación, funciones
ejecutivas como abstracción y las praxias visoconstruccionales.
En cuanto a los procesos afectados, se evidencia fallas en memoria episódica verbal, con una
curva de aprendizaje plana y poco productiva, se evidencia codificación de la información, pero
el volumen de almacenamiento es bajo y tiene dificultades en evocación acompañado de
fenómenos patológicos como intrusiones y perseveraciones, así mismo, la memoria visual se
encuentra afectada y las funciones ejecutivas como FAS fonológico, flexibilidad cognitiva,
memoria de trabajo, control inhibitorio, estrategias de aprendizaje y evocación, y planeación y
organización de la información.
Por lo anterior, se puede inferir que las principales alteraciones del paciente corresponden a
memoria y funciones ejecutivas, siendo las secuelas más frecuentes en TCE.
La afectación de la memoria concuerda con el diagnostico secuelas del TCE, en cuanto a las
fallas evidentes en codificación, bajo volumen de almacenamiento y evocación de la
información. Esto puede ser explicado por lesiones en regiones temporales mediales y frontales
ventrales. Además, según estudios de seguimiento de seis meses hasta 7 años después del TCE
han encontrado que esta es la queja subjetiva más frecuente generando dificultades en el
aprendizaje (González, Pueyo & Serra, 2004). Igualmente, la alteración en las funciones
ejecutivas, es uno de los principales aspectos neuropsicológicos en un TCE debido a la lesión
que sufre el paciente en áreas frontales, causando en este caso, un síndrome disejecutivo
dorsolateral (afectación en FAS fonológico, memoria de trabajo, flexibilidad cognitiva,
estrategias de aprendizaje y evocación, planeación y organización de la información) y
orbitofrontal (control inhibitorio evidenciado en subpruebas, y la historia clínica “presencia de
irritabilidad”), estos déficits son los que a menudo generan mayor discapacidad, puesto que
interfieren en la habilidad de los pacientes para usar el conocimiento de forma fluida y
adaptativa, llevando a cabo adecuadamente la resolución a problemas ( González, 2004).

2. Por la edad del paciente no se puede sugerir un trastorno neurocognitivo así tenga alteración en
uno o más dominios cognitivos puesto que no se evidencian factores de riesgo y su
funcionalidad esta conservada al desempeñar su ocupación, por tanto, el diagnostico tendría que
deberse a un daño cerebral siendo aparte del TCE, un posible tumor cerebral de localización
frontal o frontotemporal lo que ocasionaría las alteraciones en funciones ejecutivas y memoria,
puesto que los déficits cognitivos son uno de los síntomas más frecuentes en pacientes con
tumores cerebrales, principalmente en atención, memoria y funciones ejecutivas (Sanz &
Olivares, 2013), además, por su crecimiento progresivo en áreas frontales puede aumentar la
presión intracraneal y generar un efecto masa que altera el funcionamiento de las regiones
laterales de la corteza prefrontal dando origen a un síndrome dorsolateral, o por el contrario,
alterar directamente las estructuras encefálicas con que limita y ocasionar un síndrome orbital
(Gutiérrez y Fajardo, 2013).
Igualmente, se podría postular una posible infección como neurocisticercosis en el cual
presentan alteraciones cognitivas en memoria verbal y funciones ejecutivas, entre otros
procesos como consecuencia del daño axonal difuso aunque con predominio en el
centroencefalo y las regiones temporales y frontales, consecuencia de la isquemia y el edema
cerebral que causa hipertensión endocraneana (Contreras, Trejo y Villa, 2015).
La epilepsia, es otra posible opción ya que las alteraciones fisiológicas y metabólicas originadas
por las crisis epilépticas, la etiología y el efecto adverso de algunos fármacos antiepilépticos,
pueden causar alteraciones cognitivas, como problemas de aprendizaje, afectación de las
funciones ejecutivas, disfunción de la memoria verbal, alteración de la fluidez verbal, entre
otras alteraciones (Martínez, Sánchez, Mateos, Suarez, Hernández y Aranda, 2018).
Del mismo modo, se plantea el ACV como posible diagnostico puesto que es una de las
etiologías secundarias más prevalentes causando un deterioro neuropsicológico a partir de una
lesión de una u otra estructura cerebral, siendo la alteración en funciones ejecutivas una de las
características neuropsicológicas más comunes y los déficits de memoria son indicativos
asociados al debilitamiento cognitivo con y sin demencia vascular (Rodríguez y Urzúa, 2009).

3. El daño axonal difuso en los TCE se produce como consecuencia del daño axonal primario y
secundario. Siendo las lesiones primarias, las relacionadas con las contusiones, laceraciones,
hemorragias intracraneales, y la lesión axonal difusa ya que ocurren en el momento del impacto
debidas a los mecanismos de aceleración y desaceleración; y las lesiones secundarias se
producen por complicaciones de los procesos primarios. El daño axonal difuso se caracteriza
por lesiones multifocales caracterizado por el estiramiento, torsión y ruptura de los axones
provocando micro hemorragias. En los TCE moderados y graves, el cambio en la permeabilidad
del axón consiste en la primera evidencia de la lesión. Respecto a su perfil neuropsicológico, las
secuelas más prevalentes son la disminución de la capacidad de realizar nuevos aprendizajes y
alteraciones de la atención, la velocidad de procesamiento, y las funciones ejecutivas. Cabe
resaltar, que estas funciones frontales son una constante puesto que requieren de la integridad
de todos los circuitos corticales y subcorticales, afectados por el daño axonal difuso (Junqué,
2008).
Por tanto, es importante afirmar que el daño axonal difuso debido al fuerte movimiento en el
encéfalo, genera cambios a nivel estructural o funcional, asociándose a síntomas y trastornos
neuropsicológicos en el afectado, por lo general, estas lesiones afectan la sustancia blanca y la
perdida neuronal generando diversas alteraciones cognitivas en el afectado. Además, se calcula
que el daño axonal difuso está presente en al menos 50% de los pacientes con TCE grave, y en
al menos el 85% de estos cuando tiene como causa un accidente de tránsito, el daño por
cizallamiento ocurren en un 40% de pacientes con trauma grave, más común en lóbulos
frontales y temporales, configurando focos de diferente tamaño (Mujica, González, Larraín,
Miller y Castoldi, 2003). Relacionando con el caso planteado, el paciente debido a un TCE
sufre un daño axonal difuso que le produce alteraciones en memoria episódica, memoria visual,
y funciones ejecutivas variadas como fluidez verbal, flexibilidad cognitiva, memoria de trabajo,
control inhibitorio, estrategias de aprendizaje y evocación, y planeación y organización de la
información, posiblemente relacionando con lesiones en región frontal y temporal.

4. Guía de Rehabilitación para TCE

Es una guía completa y detallada sobre el proceso de rehabilitación en pacientes con TCE
moderado o severo, primeramente explica los componentes claves resaltando la importancia de
la rehabilitación temprana siendo beneficiosa para la recuperación general de un individuo de
una lesión cerebral traumática. Seguidamente, se mencionan los principios para organizar los
servicios de rehabilitación puntualizando en el inicio temprano para la obtención de mejores
resultados, el plan de rehabilitación debe ser interdisciplinario, que responda a las necesidades y
deseos del paciente y sus familiares, ofreciendo calidad en los servicios y contando con
aspectos claves como días de inicio de la lesión para comenzar la rehabilitación, duración en el
proceso, intensidad de servicios, medidas de progresión del cambio funcional, orientación
escolar o laboral generando satisfacción y calidad de vida en el paciente y sus familiares.
Igualmente, brindan una guía con los principios de la evaluación neuropsicológica, sugiriendo
procesos a evaluar y teniendo en cuenta las consecuencias neuropsicológicas de la amnesia
postraumática que suele presentarse en este tipo de pacientes. Así mismo, se explica el manejo
de los trastornos de conciencia ya que todas las personas con este trastorno deben ser evaluadas
periódicamente durante el primer año posterior a la lesión, sin embargo, la primera toma de la
escala de Gasglow al momento del evento, es un indicador de la gravedad pero debe realizarse
para evidenciar las repercusiones a nivel de orientación. También, se orienta sobre la amnesia
postraumática, y se contempla otros factores que contribuyen a las limitaciones o fallas en las
funciones cognitivas como los factores personales, condiciones médicas antes del evento y otras
relacionadas. Por último, se mencionan principios de rehabilitación cognitiva para estos
pacientes según la evaluación neuropsicológica aplicada se planea un proceso de intervención
interdisciplinario, atendiendo a las alteraciones presentadas, ya sea en atención, memoria y
aprendizaje, y funciones ejecutivas, se sugiere estimular inicialmente los procesos
metacognitivos ( visualización, imaginería visual, repetición práctica, preguntas, respuestas,
lecturas, revisión de su desempeño) y conciencia del déficit, ejecutar el proceso de manera
jerárquica por procesos, elegir la técnica de rehabilitación, recomendando la compensación ya
que generalmente después de un TCE se presenta un cuadro de APT y se requiere de este tipo
de estrategias. Del mismo modo, en las funciones ejecutivas se sugiere implementar estrategias
metacognitivas para estimular la resolución de problemas, planeación y organización y anticipar
las consecuencias de su conducta, paralelamente, se hace mención sobre la intervención de los
medicamentos en el proceso de rehabilitación.
Según la evaluación neuropsicológica aplicada al paciente se plantearía tres objetivos
principales:
 Aumentar el volumen de almacenamiento de información verbal
 Instaurar estrategias para estimular el control inhibitorio
 Incrementar el nivel de flexibilidad cognitiva

REFERENCIAS

González, M, Pueyo, R & Serra, J. (2004) Secuelas neuropsicológicas de los traumatismos


craneoencefálicos. Anales de psicología, 20 (2), 303-316. Recuperado de
http://www.ub.edu/neuropsychology/Articles_jmsg/Neuropsychologic_sequelae_of_traumatic_bran_inj
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Sanz, A & Olivares, M (2013) Rehabilitación neuropsicológica en pacientes con tumores


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http://seom.org/seomcms/images/stories/recursos/PSICOONCOLOGIA317338.pdf

Gutiérrez, P y Fajardo, C (2013) Alteraciones neuropsicológicas secundarias a meningioma del


surco olfatorio. Revista Vanguardia Psicológica, 4 (1), 1-16. Recuperado de Dialnet-
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Contreras, N, Trejo, J y Villa, M (2015). Alteraciones cognoscitivas por hipertensión


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Recuperado de https://www.zaragoza.unam.mx/wp-content/Portal2015/Licenciaturas/medico/
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Martínez, D., Sánchez, V., Mateos, A., Suarez, J., Hernández, M y Aranda, G. (2018).
Alteraciones cognitivas en la epilepsia. Revista Neurobiología, Recuperado de
https://www.uv.mx/eneurobiologia/vols/2018/22/Mart%C3%ADnez/HTML.html

Rodríguez, F y Urzúa, A (2009). Funciones superiores en pacientes con accidente


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Mujica, M., González, G., Larraín, C., Miller, P y Castoldi, F (2003). Resonancia magnética
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