Está en la página 1de 4

DEFINICIÓN: El TEPT se caracteriza por una tríada sintomática de fenómenos invasores, conductas

de evitación y síntomas de hiperalerta en respuesta a un acontecimiento traumático, el que puede


presentarse en cualquier sujeto y a cualquier edad. Este diagnóstico constituye un problema de
salud pública por su alta prevalencia, por afectar de preferencia a población activa, por
presentarse tanto en población general como en combatientes, por la incapacidad que genera y
por los altos costos de salud que implica. Es un cuadro que en general ha sido subdiagnosticado y
por ende subtratado.

El objetivo del presente estudio fue describir las alteraciones neurocognitivas en una muestra de
personas víctimas de un atentado con carro bomba. (HECHO POR UNIVERSIDAD DE MANIZALES)

Los resultados arrojan diferencias cuyos valores p, calculados a partir de la prueba U de Mann
Withney, resultan estadísticamente relevantes en tareas relacionadas con memoria de trabajo,
memoria verbal a largo plazo con claves semánticas y alteraciones en tareas que miden respuestas
perseverativas. Sin embargo, los valores obtenidos de tamaño de efecto fueron moderados. Al
respecto se considera importante explicitar un aspecto que tiende a pasarse por alto en muchos

Con esta idea en mente, los resultados del presente estudio, sugierirían que los fallos puedieran
estar asociados a alteraciones en las cuales estaría comprometido el lóbulo frontal(13,14). Así el
componente de memoria de trabajo y de evocación con claves, indican fallas de memoria
relacionadas más con aspectos ejecutivos y no tanto con alteraciones de hipocampo; esto estaría
avalado en parte por los fallos asociados a respuestas perservativas, en donde tanto el total de
respuestas perseverativas, como el número de errores perseverativos, estaría comprometido en
los pacientes con TEPT. Sin embargo, el dato más contundente (tanto desde el punto de vista
estadístico como clínico), estaría asociado a fallas en aspectos relacionados con el control
inhibitorio, el cual podría explicar los resultados obtenidos y permitiría comprender algunos
aspectos de la sintomatología asociada en este trastorno.

Asi por ejemplo, el aumento de activación fisiológica frente a estímulos que evocan el evento
traumático, los pensamientos intrusivos y la incapacidad para recordar elementos importantes del
evento traumático, que frecuentemente reportan los pacientes con TEPT3,(15), podrían
conceptualizarse como fallos en aspectos asociados al control conductual, que desde el punto de
vista neuropsicológico, podrían tener un valor fundamental a la hora de explicar los aspectos
cognitivos del TEPT.

Aplicaron TMT, california, stroop test, Wisconsin cart sorting test

El objetivo del presente estudio fue comparar el perfil de funcionamiento cognitivo de una
muestra de niños, niñas y adolescentes con Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) derivado del
conflicto armado en Colombia con un grupo de control. La muestra estuvo conformada por 50
participantes: 25 de ellos con TEPT, víctimas de situaciones asociadas a conflicto armado y 25
provenientes de la misma zona geográfica sin antecedentes de haber vivido tales situaciones. Los
grupos fueron equiparados en edad, género, nivel socioeconómico y nivel académico. Las pruebas
aplicadas evaluaron la atención, la memoria y el funcionamiento ejecutivo. Los resultados señalan
que los niños y adolescentes con TEPT presentan un perfil neuropsicológico caracterizado por
dificultades en los procesos de atención visual para material verbal y no verbal, alteraciones en la
memoria lógica, con conservación de la habilidad para realizar actividades de aprendizaje verbal y
marcado compromiso en el funcionamiento ejecutivo, mostrando alteraciones en pruebas que
implican control inhibitorio, pocas habilidades para monitorear la conducta y dificultades en tareas
que implican flexibilidad cognitiva. Con base en los resultados, se propone un perfil de
funcionamiento cognitivo de los niños y adolescentes con TEPT, que coadyuve los procesos de
evaluación e intervención en el marco de los procesos de reparación integral del post conflicto en
Colombia.

http://revistas.ces.edu.co/index.php/psicologia/article/view/3906

El Hipocampo es una de las estructuras límbicas más citada en los trabajos analizados. Algunos
estudios de neuroimagen encuentran una reducción en su volumen, que afecta principalmente a
la sección CA3, al giro dentado y a zonas posteriores; y tras una exposición permanente a
glucocorticoides; junto a una disminución del volumen en la región CA1(Wang, Neylan, Mueller
S.G et al, 2010), y que aparece lateralizada en el hemisferio derecho. A nivel cortical, el TEPT
crónico correlaciona con una reducción en la sustancia gris prefrontal dorsolateral, parietal y en el
córtex cingulado anterior. La duración del trastorno es directamente proporcional a la reducción
de sustancia gris en estas estructuras (Eckart, Stoppel, Kaufmann et al., 2011; Hughes y Shin,
2011). describiéndose alteraciones en la amígdala, córtex cingulado anterior, el hipotálamo, y en la
secreción hormonal del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HPA) (Le Doux, 2000; Otte, Lenoci,
Metzler et al, 2005; Shin, Lasko, Macklin et al, 2009). La activación de este eje está relacionado con
la resESTRUCTURAS y ÁREAS CEREBRALES: amígdala, hipocampo, córtex prefrontal ventromedial,
córtex cingulado anterior, ínsula. MOLÉCULAS: cortisol, serotonina, MAO-B, Adrenalina,
Noradrenalina, Dopamina, Serotonina, Linfocitos. PRUEBA EMPLEADA: RMf, RED, SPECT, Medida
Volumétrica, Potenciales evocados, EEG, marcadores genéticos. Plataformas: EBSCO-HOST/
PubMed y PSICODOC. Términos empleados: PTSD and Neurobiology, PTSD and Neuropsychology,
TEPT y Neurobiología, TEPT y Neurobiología. C. Med. Psicosom, Nº 104 - 2012 21 puesta de estrés
y activación del organismo, por eso ha sido incluido en muchos de los estudios sobre el TEPT. Otra
estructura cerebral que parece estar afectada en el TEPT es el córtex prefrontal ventromedial,
implicado tanto en la evaluación de la relevancia de los estímulos del medio, como en la expresión
emocional.

Los estudios analizados son inconsistentes respecto al perfil de rendimiento neuropsicológico en el


TEPT, porque, de nuevo, el rendimiento cognitivo puede haber estado influido por variables como
la comorbilidad con otros trastornos de ansiedad y el nivel de inteligencia premórbido (Koçac et al,
2009). En pacientes con TEPT y daño cerebral adquirido, se han visto alteraciones en las funciones
de: atención focalizada, sostenida, alternante y selectiva; memoria a largo plazo y memoria de
trabajo. A grandes rasgos, todos los estudios señalan una hiperactivación de zonas implicadas en
el procesamiento emocional (amígdala, áreas sensoriales primarias) y la hipoactivación de áreas
cerebrales (principalmente córtex prefrontal dorsolateral) implicadas en la monitorización e
integración de estos episodios en la memoria semántica, produciéndose así los flashbacks.

https://dspace.uib.es/xmlui/bitstream/handle/11201/149899/547476.pdf?sequence=1
En segundo lugar, los resultados obtenidos en los aspectos mnémicos, a la luz de este
planteamiento, resultan particularmente esclarecedores, por cuanto las dificultades de memoria
han sido muy llamativas en pacientes con TEPT, toda vez que tienen olvidos importantes
relacionados al contenido semántico del evento traumático, pero presentan una gran habilidad
para recordar aspectos puntuales y muy específicos asociados a aspectos emocionales. De esta
forma, el perfil arrojado en el presente estudio señala que los niños y adolescentes con TEPT no
presentan alteraciones para el aprendizaje de una lista de palabras, sino dificultades para recorSe
encontró que el grupo de niños con TEPT presentan un desempeño más bajo en las subpruebas
relacionadas
con atención, memoria y funcionamiento ejecutivo. recordar una historia; lo que puede indicar
que recuerdan las unidades semánticas por separado, pero su capacidad para recordar los
conectores y en general la trama que permite conectar dichas unidades semánticas, está afectada.
http://www.scielo.org.co/pdf/cesp/v10n2/2011-3080-cesp-10-02-00050.pdf

Eren-Kooak et al (2009) estudian por primera vez las funciones cognitivas en población clínica
diagnosticada de TEPT tras una catástrofe natural, y describen afectación en los procesos de
monitorización y organización del material presen tado en la prueba, tanto en el grupo de TEPT
resuelto como en los que todavía seguían cumpliendo los criterios para el trastorno (24). Al
contrario de otros trabajos (9), en su muestra, el nivel educativo y el CI previo no son definidos
como factores protectores, sino como moduladores de la permanencia del TEPT, promoviendo
una recuperación más temprana. Otra función cognitiva afectada en el TEPT es la atención. En los
sujetos con TEPT demorado y secundario a lesión orgánica están comprometidas la atención
sostenida y alternante, además de presentar fallos de memoria (25). Schweizer y Dalgleish (2011)
también describen alteraciones en atención focalizada y en la sostenida cuando emplean
estímulos con contenido emocional (26). Aupperle, Melrose, Stein y Paulus (2008) describen fallos
en el control inhibitorio (27), que se reducen tras el tratamiento psicológico bajo enfoque
cognitivo-conductual (28).

La afectación mnésica es la más citada por los autores. Prácticamente todos los estudios sobre
TEPT y alteraciones de memoria describen la influencia del córtex prefrontal dorsolateral en la
recuperación de episodios relacionados con el trauma (flashbacks) (29). La corteza frontal se ha
relacionado con los juicios de recencia, la frecuencia del material presentado, el aprendizaje
asociativo, la metamemoria, la organización del material a recordar (empleo de estrategias de
procesamiento profundo), y la memoria de la fuente; aspectos implicados en las memorias
traumáticas (30). Blumenfeld et al (2007) encuentran en población no clínica una mayor
especialización hemisférica en la recuperación voluntaria (córtex derecho) e involuntaria (córtex
izquierdo) de memorias episódicas (21). Sin embargo, en sujetos diagnosticados de TEPT, se ha
hallado un patrón de activación contrario. El recuerdo de un evento traumático, en respuesta, por
ejemplo, a un estresor percibido, está relacionado con la desinhibición del córtex paralímbico, las
áreas sensoriales primarias y estructuras subcorticales (como la amígdala y el hipocampo),
simultánea a una hipofuncionalidad frontal (inactivación del córtex prefrontal dorsolateral) (31).
Este modelo de organización de las memorias autobiográficas fue planteado por Conway (2000) y
replicado por otros autores, que encuentran que los pacientes con daño cerebral de gravedad
moderada a severa mostraban una deficiente selección y actualización en la recuperación tanto de
detalles específicos, o memoria episódica, como de eventos generales o conocimiento semántico
(32-33). Berthier, Kulisevsky, Fernández Benitez y Gironell (1998) también encuentran un patrón
de respuesta similar en sujetos con daño cerebral adquirido tras accidentes de tráfico (25). En
referencia al momento de aparición de las memorias traumáticas y su relación con la alteración en
los circuitos cerebrales, se plantea que únicamente tienen lugar tras la exposición a algún estímulo
relacionado, y no puede darse de forma espontánea (34-35); mientras que otros autores afirman
que es posible posponer la aparición de dichos síntomas (TEPT demorado) a pesar de estar
expuestos a eventos que puedan actuar como disparadores, debido al papel oxidativo del estrés
sobre las estructuras cerebrales implicadas (36).

Desde una perspectiva del procesamiento de la información, las memorias traumáticas o


flashbacks son el resultado de la integración y contextualización ineficaz de episodios en la
memoria semántica (37-38). Las memorias de acontecimientos traumáticos tienen las siguientes
características: son persistentes en el tiempo (39), sin descartarse la posibilidad de que varíen su
contenido (40), tienen un carácter premonitorio y no son una reproducción exacta del
acontecimiento (36), son inexactas (hay una pérdida de información, al igual que sucede con los
acontecimientos no estresantes (34), son desorganizadas (41), tienen carácter de viveza
(consecuente a una mayor activación fisiológica), y están elicitadas mayoritariamente ante
estímulos visuales. La característica de desestructuración en su contenido ha sido descrita como
un factor pronóstico del TEPT (34), algunos autores encuentran que esta desestructuración
persiste tras el tratamiento psicológico (42). También la sensación de realidad, las interpretaciones
negativas sobre los recuerdos y la supresión voluntaria de pensamientos referidos a los flashbacks
son factores predictores del curso del TEPT (43).

En los sujetos con TEPT se han observado las siguientes alteraciones en la fase REM del sueño: una
mayor latencia de entrada en esta fase, menor sueño total y fragmentación de la misma, mayor
cantidad de movimientos oculares rápidos, ausencia de catatonia e incremento del tono muscular.
También se ha observado un incremento de la activación cortical (metabolitos de NA) e
incremento de la tasa cardíaca, alteraciones en los patrones de respiración, pesadillas y terrores
nocturnos. Tanto el insomnio como las alteraciones específicas en la fase REM se han considerado
factores de riesgo y mantenedores al del TEPT

A nivel neuronal, el estrés prolongado interfiere en el aprendizaje (concretamente en el fenómeno


de potenciación a largo plazo) y en la neurogénesis

También podría gustarte