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INTRODUCCION

En el presente trabajo de investigación vamos a tratar de conceptualizar el Derecho a la


Dignidad, estableciendo su contenido, alcances límites, funciones y perspectiva de este Derecho,
que es considerado por muchos tratadistas como la piedra angular de todos los Derechos
Fundamentales, toda vez que está presente en la estructura axiológica de los Derechos
Constitucionales que protegen a la persona humana.

Expresamente lo encontramos el artículo 1° del capítulo I. Derechos fundamentales de la


persona, y del título I (De la persona y de la sociedad), de la Constitución Política del Perú de 1993,
señala que: "la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la
sociedad y del Estado". Este Articulo constituye el soporte de los demás derechos establecidos en la
Constitución y en el fundamento de los Derechos no establecidos en la Carta Magna.

El derecho a la Dignidad se constituye en la parte axiológica de la persona humana,


establecida en valores, asumiendo que al proteger al ser humano lo debe realizar tomando en cuenta
la libertad y el desarrollo de la misma en condiciones idóneas, convirtiéndose la estructura de todo
sistema jurídico, económico y social. Todo debe desarrollarse en relación a la persona humana y su
dignidad.

13. DILEMAS CONTEMPORÁNEOS Y PERSPECTIVAS

Hace pocos hemos sido testigos del caso de Ana Estrada Ugarte, persona afectada
por una enfermedad incurable y que solicito la eutanasia, ante el Décimo Primer Juzgado
Constitucional de Lima (expediente 00573-2020-0-1801-JR-DC-11), que, en una decisión
judicial sin precedentes, le reconoció el derecho a una muerte digna por la eutanasia y
ordenó al Ministerio de Salud (Minsa) y a EsSalud respetar su decisión. Decisión
controvertida que trae a debate la discusión postergada sobre la perspectiva del Derecho a la
Dignidad al abordar ciertos temas que colisionan con otros derechos fundamentales.

Se observan diversos temas controvertidos como la clonación de seres humanos, la


manipulación genética, la eutanasia, el aborto, el matrimonio entre personas del mismo
sexo y otros temas relacionados al ámbito jurídico y ético.

Al respecto el Dr. Cesar Landa Arroyo manifiesta al respecto:


“el derecho no puede estar tan atrás de los acontecimientos científicos,
tecnológicos y sociales, como tampoco adelantarse imprudentemente a éstos,
retrasando el desarrollo humano; la teoría institucional-ética del derecho
constitucional debe percibir y orientar las inquietudes jurídico-morales del
desarrollo científico y sentar como principios constitucionales los de esperanza de
Bloch y responsabilidad de Jonas. Principios fundamentales, en función de los
cuales se puedan establecer los lineamientos de regulación o tutela de los derechos
e intereses de los temas planteados en los casos constitucionales concretos que se
presenten.

La dignidad humana es un canon valorativo de base y de control del


sistema constitucional, construida bajo la influencia de los contenidos axiológicos
fundamentales de clara afirmación neoiusnaturalista del derecho. En esa medida, si
bien la dignidad puede jugar un rol fundamental en la protección de los derechos
fundamentales en Perú, mediante la interpretación, delimitación y fomento
jurisprudencial de los derechos humanos, resulta igualmente importante redescubrir
el contenido valorativo, institucional, funcional y social de la dignidad humana a
partir de la teoría institucional ética del derecho, al vincularla directamente con la
libertad y la autonomía, pero la igualdad y la eficaz protección del derecho para
todos, en función de la realidad constitucional y no sólo en la normatividad o
dogmática constitucional.

Los postulados valorativos de la dignidad y de los derechos fundamentales,


si bien van a ser protegidos por la organización y desarrollo de la justicia
constitucional de factura kelseniana, en un inicio van a ser imposibles de explicar e
interpretar totalmente desde una perspectiva jurídica positiva, de allí la necesidad
de desarrollar inicialmente una jurisprudencia de los valores de la mano de la
jurisprudencia y de la doctrina institucional. Pero una vez asentado el curso
democrático del Tribunal Constitucional como protector de los derechos
fundamentales, la tendencia se debería concentrar en desarrollar una jurisprudencia
y una dogmática constitucional concretas como un proceso pluralista y abierto.
(Landa, 2000. Pág. 23)

Por otro lado, el Juez Constitucional Dr. Eloy Espinosa-Saldaña Barrera afirma
que:
Planteemos algunos ejemplos. Y es que en nombre de la dignidad humana
–dentro de alguna de las comprensiones a las cuales ya he hecho mención– pueden
justificarse situaciones tan diversas como el rechazo o la tolerancia del sexo
consentido entre o con adolescentes. Lo mismo puede señalarse sobre el pleno
reconocimiento o la proscripción del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Esa ambigüedad también permite justificar tanto la permisión relativa como la
prohibición absoluta del aborto. Y así, un largo etcétera. Y, de otro lado, cada vez
se encuentra una mayor cantidad de situaciones vinculadas a los derechos, las
cuales difícilmente pueden encontrar sustento en la dignidad (por ejemplo, la
titularidad de derechos concedida a algunas personas jurídicas). En síntesis, se
reconoce que la dignidad humana indudablemente ha sido una valiosa justificación
para los derechos, pero hoy se encuentra lejos de ser un fundamento muy firme o
sólido al respecto. Ello se explica, en primer lugar, debido al ya mencionado
carácter abierto de la noción de dignidad. (Espinoza-Saldaña, 2021. Pág. 197)

Podemos afirmar que en el futuro dilemas y nuevas perspectivas se van a presentar


con respecto al Derecho a la Dignidad, toda vez que esta evoluciona de acuerdo al cambio
de la fundamentación ética y los avances científicos.

14. JURISPRUDENCIA

DIGNIDAD DE LA PERSONA: COMO PRINCIPIO Y DERECHO

“La dignidad de la persona humana se configura como un principio-derecho


constitutivo de los derechos fundamentales que la constitución reconoce, (…) Del mismo
modo, es un principio informador para la configuración de nuevos derechos de rango
constitucional y es el presupuesto de nuestro Estado Constitucional, Social y Democrático
de Derecho”. Exp. Nº 0042-2004-AI, 13/04/05, P, FJ. 32

DIGNIDAD DE LA PERSONA: DEFINICION

“La dignidad de la persona humana es el presupuesto ontológico para la existencia


y defensa de sus derechos fundamentales. El principio genérico de respeto a la dignidad de
la persona por el solo hecho de ser tal, contenido en la Carta fundamental, es la vocación
irrestricta con la que debe identificarse todo Estado Constitucional y Democrático de
Derecho. En efecto, este es el imperativo que transita en el primer artículo de nuestra
Constitución”. Exp. Nº 0010-2002-AI, 03/01/03, P, FJ. 213
DIGNIDAD DE LA PERSONA: ALCANCES DEL PRINCIPIO DE DIGNIDAD

“Bajo este principio dignidad, el Estado no solo actuara respetando la autonomía


del individuo y los derechos fundamentales como límites para su intervención (obligaciones
de no hacer), sino que deberá proporcionar, a su vez, los cauces mínimos para que el propio
individuo pueda lograr el desarrollo de su personalidad y la libre elección de sus planes de
vida (obligaciones de hacer)”. Exp. N º2016-2004-AA/TC, 05/10/04, S1, FJ. 19

DIGNIDAD DE LA PERSONA: RELACION CON LOS DERECHOS


FUNDAMENTALES

La dignidad humana (…) es el presupuesto jurídico de la existencia de todos los


derechos fundamentales. La persona humana no puede ser concebida como un medio, sino
como un fin en sí mismo, de allí que su defensa constituya el fin supremo de la sociedad
que deben inspirar todos los actos estatales, en particular, y los de la sociedad, en general
(…)”. Exp. Nº 0050-2004-AI y acumulados, 03/06/2005, P, FJ. 46

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