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Codigo de Procedimiento Civil Anotado

LIBRO I
DE LOS JUECES DE PAZ.

TITULO I
DE LA COMPETENCIA DE LOS JUZGADOS DE PAZ Y DE LAS CITACIONES.

Tabla de Contenido

1. Juzgados de Paz. Definición.


A. Juez de Paz. Definición. Requisitos para ser Juez de Paz.
2. Acción. Definición.
A. Acción vs. Derecho.
B. Clasificación de las Acciones.
a) Acciones personales, reales y mixtas.
b) Acción Personal.
c) Acción Real.
d) Distinción entre Acciones Personales y Acciones Reales.
e) Acción Mixta.
C. Acciones mobiliarias e inmobiliarias.
a) Combinación de los Términos: Acciones Personales Mobiliarias; Acciones
Personales Inmobiliarias; Acciones Reales Mobiliarias; Acciones Reales
Inmobiliarias.
D) Acciones Petitorias y Posesorias.
3. La competencia. Definición. Clasificación.
A. Competencia de Atribución.
B. Competencia Territorial.
4. Citación. Definición.
A. Citación vs. Emplazamiento.

1. Juzgados de Paz. Definición.

“Es el tribunal de grado inferior en la jerarquía del ordenamiento de los tribunales


dominicanos”. (Castellanos Estrella, Víctor José. 2001. Manual para Jueces de Paz. t. I,
3era. ed., p. 626). Y está llamado a administrar justicia de los pequeños procesos de un
modo simple, rápido y económico. (Glasson y Tessier. Tratado de Procedimiento Civil. t. I,
Núm. 95, p. 233; Tavares hijo, Froilan. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. I, 8va. ed., p. 313).

Los Juzgados de paz son tribunales de excepción cuya competencia le es atribuida


expresa y limitativamente por el legislador, por lo que cualquier litigio o contestación
fuera de lo atribuido por la ley escapa a su competencia. (Taveras, José Luis. Desalojo,
Fuerza Pública y Desacatos. Gaceta Judicial. Del 10 al 24 de Agosto del 2000. Año 4, n. 88,
p. 34).

A. Juez de Paz. Definición. Requisitos para ser Juez de Paz.


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El juez de paz es un “Magistrado de orden especial encargado de administrar justicia


como juez único en asuntos por lo general de poca importancia”. (Capitant, Henri. 1930.
Vocabulario Jurídico. p. 334).

“Para ser Juez de Paz o Fiscalizador o Suplente de uno u otro, se requiere ser dominicano,
ser abogado y estar en el pleno ejercicio de los derechos civiles y políticos. Tendrán las
atribuciones que determine la ley. No será necesaria la condición de abogado para
desempeñar las antedichas funciones en los municipios donde no sea posible elegir o
designar abogados para las mísmas, excepto en el Distrito Nacional y en los municipios
cabeceras de provincias donde estas funciones deberán ser desempeñadas por abogados”
(Artículo 77, Constitución de la República Dominicana, 1994).

“Para ingresar a la Carrera Judicial se requiere ser dominicano de nacimiento u orígen, o


por naturalización con mas de diez años de haberla obtenido, estar en el ejercicio de los
derechos civiles y políticos, ser licenciado o doctor en Derecho, someterse a concurso de
oposición, tener por lo menos dos (2) años de haber obtenido el exequátur y no haber sido
condenado a pena aflictiva o infamante. (...) Para ingresar a la Carrera Judicial será
requisito haber aprobado los programas de capacitación teórica y práctica que dicte la
Escuela Nacional de la Magistratura, salvo en los casos previstos en el párrafo anterior y
en lo referente a los Jueces de la Suprema Corte de Justicia.” (Ley de Carrera Judicial N.
327-98, del 9 de julio de 1998, Título I, Art. 11).

“Los abogados de reconocida competencia en el ejercicio profesional de más de diez años,


los profesores universitarios de alta calificación académica, autores de aportes a la
bibliografía jurídica y aquellos que hayan prestado servicio en la judicatura con eficiencia
y rectitud por mas de cinco años, podrán ingresar a la carrera judicial en la categoría que
determine la Suprema Corte de Justicia. Para ingresar a la Carrera Judicial será requisito
haber aprobado los programas de capacitación teórica y práctica que dicte la escuela
Nacional de la Magistratura, salvo los casos previstos anteriormente y en lo referente a los
jueces de la Suprema Corte de Justicia”. (Polivio Isauro, Rivas Perez. 1999. El Juzgado de
Paz en materia Civil Anotado. 2da. ed., t. I, p. 5).

2. Acción. Definición.

Mecanismo por medio del cual un individuo persigue ante los tribunales lo que le es
debido o le pertenece, para que se le respeten sus derechos, o para que la sociedad, a
través de sus órganos establecidos, mantenga el imperio de la ley y el orden. (Castellanos
Estrella, Víctor José. Manual para Jueces de Paz, t. I, p. 109; Goico, Héctor Barón.1980.
Guía del Juez de Paz. p. 28; Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, p.
23; Guinchard, Serge et Jean Vincent. Procédure Civile. núm. 62, p. 72).

Mediante esta vía de derecho se busca el reconocimiento y, si hay lugar, la protección de


un derecho. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. No. 22, p.30) La acción
puede consistir, a veces, en la solicitud de que se cree una situación jurídica que antes no
existía. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil. v. I, 8va. ed., p.
196).

“Se hace necesario la existencia de cuatro condiciones necesarias e imprescindibles para


ejercer la acción en justicia, éstas son: Ser titular de un derecho, tener interés, tener
calidad y tener capacidad”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en
materia Civil Anotado. 2da. ed., t. I, p. 98).

A. Acción vs. Derecho.


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La acción, que es la persecución de un derecho, no debe ser confundido con el propio


derecho que está destinada a proteger; la acción es el derecho en estado dinámico, que
obedece a condiciones y acarrea consecuencias que les son propias, distinto al que
garantiza. (Couchez, Gérard. Procédure Civile. n.228, p.87; Goico, Héctor Barón. 1980.
Guía del Juez de Paz. p..28; Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.25,
p.33; Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, p. 24; Tavares hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil. v. I, p. 196).

”Como puede verse, el derecho y la acción están muy ligados, razón por la cual hay quien
señala que la acción es el derecho en estado dinámico; (...) que no hay acción sin derecho
y no hay derecho sin acción”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en
materia Civil Anotado. 2da. ed., t. I, p. 98).

“La acción es una vía de derecho general que está abierta a toda persona que reclama la
protección de su derecho o de una situación jurídica de la cual ella está llamada a
beneficiar (…) En principio, todo derecho es sancionado por esta vía de derecho general
que es la acción en justicia”. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile . n. 26,
p.37).

B. Clasificación de las Acciones.

Existen tres clasificaciones de la acción en justicia: 1ª. Las acciones personales, reales y
mixtas; 2ª. Las acciones mobiliarias e inmobiliarias; 3ª. Las acciones petitorias y
posesorias. (…) Cada acción se halla incluida en dos o en las tres clasificaciones.
(Tavares hijo, Froilán.1999. Elementos de Derecho procesal Civil. vol. I, 8va., ed., p. 251).

a. Acciones personales, reales y mixtas.

”Las acciones son personales, reales y mixtas, según que el derecho deducido en justicia
sea un derecho personal o un derecho real, o que se trate personal y real
indisolublemente ligados, puesto que la acción, aunque es un derecho subjetivo e
independiente, participa de la naturaleza del derecho que protege”. (Tavares hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil. vol. I, 8va. ed., p. 251).

b. Acción Personal.

La acción personal es la acción que demanda el reconocimiento o la protección de un


derecho personal u obligacional, y su ejercicio procede cuando existe entre demandante y
demandado una relación de obligación , sea cual sea su fuente: contrato, cuasicontrato,
delito, cuasidelito, ley (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 14; Castellanos
Estrella, Víctor José. Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 615; Couchez, Gérard.
Procédure Civile. n. 230, p. 88; Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez de Paz. p.28;
Rivas Perez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en materia Civil Anotado. 2da. ed., t.
I, pp. 99-100; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil. v. I, 8va.
ed., p. 253).

“Siendo ilimitado el número de los derechos personales, o de crédito, puesto que no tiene
límites la facultad de crear obligaciones con tal que no sean contrarias al orden público o
a las buenas costumbres, es imposible enumerar todas las acciones personales. (…) Los
principales tipos de acciones personales son la acción tendiente a obtener el pago de
cosas fungibles; la acción para hacer valer un derecho de crédito en dinero; las acciones
en nulidad o en resolución de un acto productivo de obligaciones”. (Tavares hijo,
Froilán.1999. Elementos de Derecho Procesal Civil. v. I, 8va. ed., pp. 253-254).
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c. Acción Real.

La acción real es la acción que demanda el reconocimiento o protección de un derecho


real, mobiliario o inmobiliario (propiedad, servidumbre o uso, hipoteca). Tiende a hacer
que se reconozca éste frente a todas las personas que pudieran atacarlo. (Capitant,
Henri. 1930.Vocabulario Jurídico. p. 15; Castellanos Estrella, Víctor José. Manual para
Jueces de Paz. t. I, p. 615; Couchez, Gérard. Procédure Civile, núm. 230, p. 88; Rivas
Perez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en materia Civil Anotado. 2da. ed., t. I, pp.
100-101; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil. v. I, 8va., ed.,
p. 254).

La acción real es la que “tiene por principio la propiedad misma de la cosa o un


desmembramiento, y, en ciertos casos un derecho real equivalente al desmembramiento
mismo de la propiedad. Ella persigue a la cosa en cualquier manos donde pueda estar,
aunque el detentador no haya contratado ninguna acción personal, pero el detentador se
libera (...) abandonando la cosa que le es reclamada” (Goico, Héctor Barón.1980. Guía del
Juez de Paz. p.28).

d. Distinción entre Acciones Personales y Acciones Reales.

“Para determinar si una acción es personal o real es preciso comprobar previamente si


existe o no existe una relación de obligación entre el demandante y el demandado: la
acción es personal en el primer caso, real en el segundo”. (Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil. v. I, 8va. ed., p. 254).

”El número de las acciones personales es ilimitado, mientras que las acciones reales sí
están claramente establecidas y limitadas en la ley…”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999.
El Juzgado de Paz en materia Civil Anotado. 2da. ed., t. I, p. 101).

e. Acción Mixta

La acción mixta es la acción que demanda a la vez el reconocimiento de un derecho real y


el cumplimiento de una obligación (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico, p. 13;
Castellanos Estrella, Víctor José. Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 615; Couchez,
Gérard. Procédure Civile. Núm. 230, p. 88; Goico, Héctor Barón. Guía del Juez de Paz.
p.28), íntimamente ligados, por un lazo de conexidad, ejercidos por medio de una única
demanda en justicia. (Tavares hijo, Froilán.1999. Elementos de Derecho Procesal Civil. v.
I, 8va. ed., p. 258).

C) Acciones mobiliarias e inmobiliarias.

“La clasificación de las acciones mobiliarias e inmobiliarias se funda en la naturaleza


mobiliaria o inmobiliaria del objeto de la demanda. (…) El código Civil contiene, art. 526 y
529, una distribución general de los derechos y cosas que componen el patrimonio en dos
categorías: muebles o inmuebles; de donde resulta que cuando el derecho o la cosa que
la acción tiende a obtener es un mueble, la acción es mobiliaria, y es inmobiliaria cuando
el derecho o la cosa es un inmueble”. (Tavares hijo, Froilán. 1999 Elementos de Derecho
Procesal Civil. v. I, 8va., ed., pp. 258-259).

La acción mobiliaria es la acción por la cual se ejercita el derecho que recae sobre un bien
mueble. (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 13; Castellanos Estrella, Víctor
José. Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 615; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil. v. I, 8va., ed., p. 251).
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La acción inmobiliaria es la acción por la cual se ejercita un derecho que recae sobre un
bien inmueble (Capitant, Henri.1930. Vocabulario Jurídico. p. 13; Castellanos Estrella,
Víctor José. Manual para Jueces de Paz, tomo I, p. 615; Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil. v. I, 8va., ed., p. 251).

a. Combinación de los Términos: Acciones Personales Mobiliarias; Acciones


Personales Inmobiliarias; Acciones Reales Mobiliarias; Acciones Reales
Inmobiliarias.

Ver definiciones de Acciones Personales, Acciones Reales, Acciones Mobiliarias y Acciones


Inmobiliarias de la presente tabla de contenido.

“Con relación a las formas del procedimiento y a las reglas de la competencia, es preciso
asociar los términos que integran las clasificaciones de la acción en justicia en
personales, y reales, mobiliarias e inmobiliarias, para hacer notar en primer término, que
tanto las acciones mobiliarias como las inmobiliarias pueden ser personales o reales (…)”.
(Tavares hijo, Froilán.1999. Elementos de Derecho Procesal Civil. vol. I, 8va. ed., p. 261).

Son personales mobiliarias las acciones fundadas en un derecho de crédito resultante de


un acto en que el deudor se obligó a pagar dinero o cosas fungibles; o también aquellas
acciones que se fundan en una obligación de hacer o de no hacer, porque su inejecución
da origen a un crédito de indemnización; (…) Son acciones reales mobiliarias, las acciones
fundadas en un derecho de usufructo o de prenda constituído sobre un mueble; así como
también es una acción real mobiliaria la reivindicación de un mueble determinado. (…);
Una acción real inmobiliaria es aquella que se funda en un acto traslativo o constitutivo
de un derecho real inmobiliario (…) Son acciones reales inmobiliarias la acción en
reivindicación de un inmueble; la acción tendiente a establecer la existencia o la
inexistencia de un usufructo u otra servidumbre; y, la acción hipotecaria. (Tavares hijo,
Froilán.1999. Elementos de Derecho Procesal Civil. vol. I, 8va. ed., pp. 261-262).

“…se ha originado una imprecisión en la práctica y en el lenguaje de la ley, que


confunden acción personal con acción mobiliaria, acción real con acción inmobiliaria, no
obstante pertenecer esos términos a dos clasificaciones distintas, basada la una en el
carácter personal o real del derecho pretendido, la otra en la naturaleza mobiliaria o
inmobiliaria de la cosa o el derecho reclamado. El error se manifiesta claramente en
varios textos del Código de Procedimiento Civil: los artículos 1 párrafo capital y 2
establecen la competencia del juez de paz para ciertas acciones puramente personales o
mobiliarias (…)”. (Ver Artículo 1 en lo referente a las Acciones Puramente Personales o
Mobiliarias y su determinación). (Tavares hijo, Froilán.1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil. v. I, 8va. ed., pp. 262-263).

D). Acciones Petitorias y Posesorias.

Ver Anotación Artículos 23 y siguientes.

3. La Competencia. Definición. Clasificación.

“De manera general la competencia es la aptitud de una autoridad pública para otorgar
actos jurídicos. Cuando nos referimos a la competencia de un tribunal o corte, significa el
poder reconocido a una jurisdicción para instruir y juzgar un proceso”. (Capitant, Henri.
1930. Vocabulario Jurídico. p. 132).

La competencia es la aptitud de un tribunal para conocer de un asunto. Es, en otros


términos, aquella parte de la jurisdicción, incluída entre las atribuciones de un
determinado tribunal. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile . n.194, p.235;
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Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. vol. I, 8va.
ed., p. 285).

La competencia es determinada por la ley desde un doble punto de vista que se dirige a la
repartición de los tribunales: 1º) La ley determina, de acuerdo a la naturaleza del litigio,
cuál es la categoría de tribunal competente: es la competencia de atribución, llamada
también competencia ratione materiae; 2º) Una vez conocida la categoría de tribunal
competente, hay que determinar cuál es, entre los tribunales repartidos sobre el territorio,
aquel que debe ser apoderado del proceso: es la competencia territorial, llamada a
menudo ratione personae vel loci, porque la competencia es determinada tanto por la
situación del demandado, su domicilio o su residencia, o bien por la situación del objeto
litigioso o el lugar de formación o ejecución del contrato”. (Barón Goico, Héctor. 1980.
Guía del Juez de Paz. p. 30; Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile . n.194,
pp.235-236).

“Cuando, de acuerdo a las reglas de la competencia de atribución o de la competencia


territorial, un tribunal no tiene calidad para juzgar un proceso, decimos que este tribunal
es incompetente”. (Barón Goico, Héctor. 1980. Guía del Juez de Paz. p. 33; Morel, René.
Traité Élémentaire de Procédure Civile . n.195, p.236).

A. Competencia de Atribución.

La competencia de Atribución consiste en determinar, dentro de las categorías de los


tribunales, el tribunal competente según el orden, grado y naturaleza de su jurisdicción.
El orden divide las jurisdicciones en civiles, penales y administrativas; el grado las divide
en jurisdicciones de primera instancia y de apelación (el recurso de casación no
constituye un tercer grado de jurisdicción); la naturaleza da lugar a la distinción entre las
jurisdicciones de derecho común (tribunales civiles) y las de excepción (juez de paz,
tribunales de comercio, etc). (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 132;
Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va.
ed., p. 286).

“La ley reparte los litigios entre los diferentes tribunales de primer grado, pero este es un
principio que domina esta materia y que tiene consecuencias importantes: es que el
tribunal de primera instancia es la jurisdicción de derecho común, competente en
principio sobre todos los asuntos, salvo aquellos cuyo conocimiento le es expresamente
retirado por la ley. Las otras jurisdicciones son jurisdicciones de excepción. En ciertos
casos (competencia cualitativa), el legislador toma en consideración el objeto mismo del
proceso, su carácter intrínseco (…) En otros casos (competencia cuantitativa), el legislador
toma en consideración, para determinar la jurisdicción competente, ya no el objeto del
proceso, sino su importancia, generalmente su valor pecuniario (…) También sucede que
la ley toma en cuenta la urgencia de los asuntos”. (Morel, René. Traité Élémentaire de
Procédure Civile . n. 200, p.242).

“La ley ha establecido el principio del doble grado de jurisdicción (…) sin embargo, no ha
hecho de éste un principio absoluto. Hay asuntos que en razón de su naturaleza la ley los
declara no susceptibles de apelación (…) Hay otros casos por el contrario, que en razón de
su naturaleza, son siempre susceptibles de apelación (…) En fin, la facultad de apelación
está generalmente subordinada por la ley a la condición de que el litigio exceda cierto
valor: la competencia de la jurisdicción de apelación está determinada en este caso por el
valor del litigio”. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.242, p.277).

“La competencia en razón de la materia es absoluta (…) es de orden público (…) es el


derecho para un tribunal, que pertenece a un orden de jurisdicción, de conocer de la
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naturaleza de un asunto con la exclusión de otros tribunales, del mismo orden”. (Baron
Goico, Héctor. 1980. Guía del Juez de Paz. p. 30).

“La incompetencia por razón de la materia puede ser suscitada de oficio por la S.C.J.”.
(Sent. SCJ. B. J. 727.2003. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. 2da. ed., p. 126). “Según la Ley N. 834 de 1978, los jueces no pueden de
oficio promover la incompetencia funcional, aún cuando la regla sea de orden público. La
regla anterior, vigente cuando se dictó la sentencia de primer grado, facultaba, pero no
obligaba, al juez a inhibirse”. (Sent. SCJ. B.J. 866.29. Citada por: Headrick, William C.
2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 126). “Conforme al Art. 2 de la Ley N.
834 de 1978, la excepción de incompetencia, aún cuando se trate de reglas de orden
público, debe ser propuesta, a pena de inadmisibilidad, antes de toda defensa al fondo o
fin de inadmisión”. (Sent. SCJ. B.J. 892.720. Citada por: Headrick, William C. 2000.
Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 126).

Ver anotaciones de los artículos del 3 al 27 de la ley 834 del 1978, sobre la excepción de
incompetencia, dentro del título de las excepciones del procedimiento, del presente
Código.

B. Competencia Territorial.

Las reglas de la competencia territorial determinan cuál es, entre los tribunales de una
misma categoría repartidos en el territorio, aquel que será competente para juzgar el
asunto. Dicha competencia hay que atribuirla al tribunal que se encuentre en mejor
posición de instruir la causa, con el mínimo de gastos y de inconveniencias para las
partes. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile . n.252, p.290; Tavares hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. vol. I, 8va. ed., p..286).

“La competencia de un tribunal en relación a la situación de las partes, se fija


generalmente por el domicilio de la parte demandada (actor sequitur forum rei), pero esta
regla tiene numerosas excepciones”. (Capitant, Henri.1930. Vocabulario Jurídico. Pág.
132).

Si, en efecto, consideramos el objeto del proceso, el bien litigioso, atribuiremos


competencia al tribunal de la situación de ese bien; si tomamos en cuenta la causa del
proceso, es decir, el hecho que ha dado nacimiento al litigio, atribuiremos competencia,
ya sea al tribunal del lugar donde el contrato ha sido concluido o el contrato deba ser
ejecutado, ya sea al tribunal donde el hecho ha sido cometido, sea entonces al tribunal
del lugar de la apertura de una sucesión”. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure
Civile . n. 252, p. 291; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. vol. I, 8va. ed., pp. 331-332). (Ver anotaciones del articulo 59 del presente
Código).

A falta de disposición contraria, el tribunal competente es el del domicilio o el de la


residencia de la parte demandada: Actor sequitur forum rei. (Morel, René. Traité
Élémentaire de Procédure Civile . n.252, p.292; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. vol. I, 8va. ed., p. 332).

“Nada tienen que ver estas reglas con las jurisdicciones del segundo grado, cuya
competencia se limita al conocimiento de los recursos de apelación interpuestos contra
las decisiones emanadas de los tribunales establecidos en su circunscripción”. (Tavares
hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. vol. I, 8va. ed., p.
331).
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“La incompetencia territorial no puede pronunciarse de oficio por el juez”. (Sent. SCJ. B.
J. 767.2728. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano.
2da. ed., p. 125).

Ver anotaciones de los artículos del 3 al 27 de la ley 834 del 1978, sobre la excepción de
incompetencia, dentro del titulo de las Excepciones del Procedimiento.

4. Citación. Definición.

Acto de alguacil mediante el cual una persona cita a otra para que comparezca ante la
justicia, a objeto de ser juzgada o prestar declaración como testigo, o participar en un
acto de instrucción. (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico, p.112).

A. Citación vs. Emplazamiento.

Citación es el nombre genérico, pero se aplica más particularmente al acto notificado


para comparecer ante el Juzgado de Paz. (Tavares Hijo, Froilan. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. vol. I, 8va. ed., p. 137), o por ante el Juzgado de
Primera Instancia en atribuciones comerciales. (Castellanos Estrella, Víctor José. Manual
para Jueces de Paz. t. I, p. 618).

La demanda en justicia llámese: a) citación, cuando es intentada por ante un juzgado de


paz; b) emplazamiento, cuando es intentada por ante un juzgado de primera instancia, en
sus atribuciones civiles o comerciales; y c) acto de apelación, cuando por medio de este se
invita a comparecer por ante una Corte de Apelación o a defenderse por ante un Juzgado
de Primera Instancia sobre la apelación de una sentencia de un juzgado de paz”. (Jottin
Cury. Formularios anotados del Procedimiento Civil Dominicano. t. I, n.51, p.57; Tavares
hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.1, 8va. ed., p.
137).

Artículo 1.

(Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978 y Ley N. 38-98 del 3 de Marzo de
1998). Los jueces de paz conocen todas las acciones puramente personales o
mobiliarias, en única instancia, tanto en materia civil como comercial, hasta
concurrencia de la suma de tres mil pesos, y con cargo de apelación hasta el valor
de veinte mil pesos.

Párrafo 1.- (Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978 y Ley N. 38-98 del 3 de
Marzo de 1998). Conocen, sin apelación, hasta el valor de tres mil pesos, y a cargo
de apelación, hasta el monto que fija el límite de la jurisdicción de los tribunales de
primera instancia, o sea hasta veinte mil pesos: 1) Sobre las contestaciones que
surjan entre hoteleros o fondistas y huéspedes, y lo concerniente a gastos de posada
y pérdida o avería de efectos depositados en el mesón o posada; y 2) Entre los
viajeros y los conductores de cargas por agua y tierra, por demora, gastos de camino
y pérdida o avería de efectos de los viajeros. Entre estos y los talabarteros,
fabricantes de árganas y serones, por suministros, salarios y reparaciones de aperos
y objetos destinados al viaje.

Párrafo 2.- (Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978 y Ley N. 38-98 del 3 de
Marzo de 1998). Conocen sin apelación, hasta la suma de tres mil pesos, y a cargo
de apelación por cualquier cuantía a que se eleve la demanda; de las acciones sobre
pago de alquileres o arrendamientos, de los desahucios, de las demandas sobre
rescisión de contratos de arrendamientos fundadas únicamente en la falta de pago
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de los alquileres o arrendamientos; de los lanzamientos y desalojo de lugares; y de


las demandas sobre validez y en nulidad de embargo de ajuar de casa por
inquilinato. Si el valor principal del contrato de arrendamiento consiste en frutos o
géneros o prestación en naturaleza, estimable conforme al precio del mercado, el
avalúo se hará por el valor del día de vencimiento de la obligación, si se trata del
pago de arrendamiento: en los demás casos se practicará por el precio del mercado
en el mes que precede a la demanda. Si el precio principal del contrato de
arrendamiento consistiere en prestaciones no estimables por el precio del mercado,
o si se tratare de contratos de arrendamientos a colonos aparceros, el juez de paz
determinará la competencia, previo avalúo por peritos. Cualquier recurso que pueda
interponerse contra la sentencia de desahucio no será suspensivo de ejecución.

Párrafo 3.- (Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978 y Ley N. 38-98 del 3 de
Marzo de 1998).- Conocen, sin apelación, hasta el valor de tres mil pesos, y a cargo
de apelación, hasta veinte mil pesos: 1) De las indemnizaciones reclamadas por el
inquilino o arrendatario, por interrupción del usufructo o dominio útil, procedente
de un hecho del propietario, cuando el derecho no fuere contradicho; 2) De los
deterioros y pérdidas en los casos previstos por los artículos 1732 y 1735 del
Código Civil; no obstante, el juez de paz no conoce de las pérdidas causadas por
incendio o inundación, sino entre los límites que establece el período capital del
presente artículo.

Párrafo 4.- (Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978 y Ley N. 38-98 del 3 de
Marzo de 1998). Conocen asimismo sin apelación, hasta la cuantía de tres mil
pesos, y a cargo de apelación, por cualquier suma a que ascienda la demanda: 1) De
las acciones noxales o de daños causados en los campos, frutos y cosechas, ya sea
por el hombre, ya por los animales; y de las relativas a la limpia de los árboles,
cercas y al entretenimiento de zanjas o canales destinados al riego de las
propiedades o al impulso de las fábricas industriales, cuando no hubiere
contradicción sobre los derechos de propiedad o de servidumbre; 2) Sobre las
reparaciones locativas de las casas o predios rústicos colocados por la ley a cargo
del inquilino; 3) Sobre las contestaciones relativas a los compromisos respectivos
entre los jornaleros ajustados por día, mensual o anualmente, y aquellos que los
hubieren empleado; entre los dueños y sirvientes o asalariados; entre los maestros
de oficio y sus operarios o aprendices; 4) Sobre las contestaciones relativas a
criaderas; sobre las acciones civiles por difamación verbal y por injurias públicas o
no públicas, verbales o por escrito, que no sean por medio de la prensa; de las
mismas acciones por riñas o vías de hechos; y todo ello cuando las partes ofendidas
no hubieren intentado la vía represiva.

Párrafo 5.- (Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978 y Ley N. 38-98 del 3 de
Marzo de 1998). Conocen, además, a cargo de apelación: 1) de las obras
emprendidas durante el año de la demanda sobre el curso de las aguas que sirven de
riego a las propiedades, y al impulso de las fábricas industriales, o al abrevadero de
los ganados y bestias en los lugares de crianza, sin perjuicio de las atribuciones de
la autoridad administrativa, en los casos que determinen las leyes y reglamentos
particulares; sobre las denuncias de obra nueva, querellas, acciones en reintegranda
y demás interdictos posesorios fundados en hechos igualmente cometidos dentro
del año; de las acciones en delimitación; y de las relativas a la distancia prescrita
por la ley, los reglamentos y la costumbre de los lugares, para la siembra de árboles
o colocación de empalizadas o cercas, cuando no surja contradicción alguna sobre la
propiedad o los títulos; de las acciones relativas a las construcciones y trabajos
enunciados en el artículo 674 del Código Civil cuando la propiedad o el derecho de
medianería de la pared no fueren contradichos; de las demandas sobre pensiones
alimenticias, siempre que no excedan de la suma de mil pesos anuales, y
10

únicamente cuando se intenten en virtud de los artículos 205, 206 y 207 del Código
Civil.

Párrafo 6.- (Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978 y Ley N. 38-98 del 3 de
Marzo de 1998). Conocen de toda demanda reconvencional o sobre compensación,
que por su naturaleza o cuantía estuvieren entre los límites de su competencia; aún
cuando en los casos previstos por este artículo, dichas demandas unidas a la
principal, excedan de la cantidad de diez mil pesos. Conocen, además, cualquiera
que sea su importancia, de las demandas reconvencionales sobre daños y perjuicios
basados exclusivamente en la misma demanda principal.

Párrafo 7.- (Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). Cuando cada una de las
demandas principales, reconvencionales o sobre compensación, estuviere dentro de
los límites de la competencia del juez de paz en última instancia, decidirá sin
apelación. Si una de estas demandas no pudiere juzgarse sino a cargo de apelación,
el juez de paz entonces no pronunciará sobre todas ellas sino a cargo de apelación.
Si la demanda reconvencional o de compensación, excediere los límites de la
competencia del juez de paz, éste podrá dejar de pronunciar sobre lo principal, o
bien mandar que las partes recurran por el todo ante el tribunal de primera
instancia.

Párrafo 8.- (Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978 y Ley N. 38-98 del 3 de
Marzo de 1998). Cuando la instancia incoada por una misma parte contuviere
diversas demandas, el juez de paz juzgará a cargo de apelación, si el valor total
excediere de tres mil pesos, aunque algunas de estas demandas fuere inferior a
dicha suma. El juez de paz será incompetente para conocer sobre el todo, si las
demandas reunidas excedieren el límite de su competencia.

Párrafo 9.- (Mod. por la Ley No. 571 de 1941). En los casos en que el embargo de
ajuar de casas por el inquilinato, no pueda llevarse a efecto sino en virtud de
permiso judicial, éste será acordado por el juez de paz del lugar en que hubiere de
efectuarse.

Párrafo 10.- Los jueces de paz conocen, asimismo a cargo de apelación, de las
demandas sobre mensuras, apeo y deslinde de tierra, en los términos que prescribe
la ley sobre agrimensura en vigor.

Párrafo 11.- (Agregado por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). Conocerán
también los juzgados de paz de todas aquellas acciones o demandas que les sean
atribuídas por disposiciones especiales de la ley.

Tabla de Contenido

1. Competencia de Atribución de los Jueces de Paz.


A. Competencia General u Ordinaria.
a) Materia Civil vs. Materia Comercial en lo referente a los Juzgados de Paz.
b) Acciones Puramente Personales o Mobiliarias. Determinación.
B. Competencia Especial o Extraordinaria.
a) Competencia del Juzgado de Paz en el caso de que el monto del asunto apoderado
asciende hasta la suma de tres mil pesos sin apelación, y de tres mil pesos a veinte
mil pesos a cargo de apelación.
aa. Contestaciones entre hoteleros o fondistas y huéspedes, y lo concerniente a
gastos de posada y pérdida o avería de efectos depositados en el mesón o posada.
bb. Contestaciones entre los viajeros y los conductores de cargas por agua y tierra,
por demora, gastos de camino y pérdida o avería de efectos de los viajeros. Entre
11

éstos y los talabarteros, fabricantes de árganas y serones, por suministros, salarios y


reparaciones de aperos y objetos destinados al viaje.
cc. Destino y Objetivo de estas Contestaciones.
dd. Usufructo o Dominio Útil. Definición.
ee. Interrupción del Usufructo o dominio útil, procedente de un hecho del
propietario cuando el derecho no fuere contradicho.
ff. Deterioros y Pérdidas.
gg. Casos previstos por los artículos 1732 y 1735 del Código Civil.
hh. Excepción de Competencia del Juez de Paz en caso de pérdida causada por
incendio o inundación.
b) Competencia del Juzgado de Paz en caso de asuntos inapelables hasta tres mil
pesos, pero apelables por cualquier cuantía.
aa. Arrendamiento o Locación. Definición.
bb. Rescisión de Contrato de Arrendamiento.
cc. Desahucio. Definición.
dd. Lanzamiento de Lugares o Desalojo. Definición.
ee. Desahucio vs. Desalojo.
ff. Discusión en cuanto a la Competencia de los Juzgados de Paz en materia de
Desalojo.
gg. Existencia del Contrato de Alquiler. Efectos en cuanto a la Competencia.
hh. Recursos contra Sentencias de Desahucio. Alcance del Efecto Suspensivo.
Ámbito de Aplicación.
ii. Embargo de Ajuar de Casa. Definición.
aaa. Demandas sobre Validez o Nulidad del Embargo de Ajuar de Casa por
Inquilinato.
bbb. Caso de Embargo de Ajuar de Casas por el Inquilinato en que se requiere
Permiso Judicial. Regla de Competencia Territorial.
ccc. Estimación del valor principal del contrato de arrendamiento. Conforme al
precio del mercado. No conforme al precio del mercado. En lo referente a los
contratos de arrendamientos a colonos aparceros.
jj. Acciones noxales o de daños causados en los campos, frutos y cosechas, por el
hombre, o por animales.
kk. Acciones relativas a la limpieza de los árboles, cercas y al entretenimiento de
zanjas o canales destinados al riego de las propiedades o al impulso de las fábricas
industriales, cuando no hubiere contradicción sobre los derechos de propiedad o de
servidumbre.
ll. Acciones sobre reparaciones locativas de las casas o predios rústicos colocados
por la ley a cargo del inquilino.
mm. Contestaciones relativas a los compromisos respectivos entre los jornaleros
ajustados por día, mensual o anualmente, y aquellos que los hubieren empleado;
Contestaciones entre los dueños y sirvientes o asalariados; Contestaciones entre los
maestros de oficio y sus operarios o aprendices.
nn. Contestaciones relativas a criaderas.
oo. Acciones civiles por difamación verbal y por injurias públicas o no públicas,
verbales o por escrito, que no sean por medio de la prensa.
pp. Acciones por riñas o vías de hechos; y todo ello cuando las partes ofendidas no
hubieren intentado la vía represiva.
c) Asuntos siempre apelables por los Juzgados de Paz.
aa. Obras emprendidas durante el año de la demanda sobre el curso de las aguas que
sirven de riego a las propiedades, y al impulso de las fábricas industriales, o al
abrevadero de los ganados y bestias en los lugares de crianza, sin perjuicio de las
atribuciones de la autoridad administrativa, en los casos que determinen las leyes y
reglamentos particulares.
bb. Denuncia de Obra Nueva.
cc. Querellas.
12

dd. Acciones en Reintegranda.


ee. Demás Interdictos Posesorios. Determinación de la Existencia de otros
interdictos posesorios.
ff. Acciones en Delimitación. Acciones relativas a la distancia prescrita por la ley,
los reglamentos y la costumbre de los lugares, para la siembra de árboles o
colocación de empalizadas o cercas, cuando no surja contradicción alguna sobre la
propiedad o los títulos.
gg. Acciones relativas a construcciones y trabajos enunciados en el artículo 674 del
Código Civil cuando la propiedad o el derecho de medianería de la pared no fueren
contradichos.
hh. Pensión Alimenticia. Definición.
aaa. Demandas sobre Pensiones Alimenticias.
d) Competencia de los Juzgados de Paz en lo relativo a las Demandas
Reconvencionales o sobre Compensación.
aa. Caso en que el Juez de Paz debe juzgar en Ultima Instancia. Caso en que una de
las demandas incoadas deba ser conocida a cargo de apelación.
bb. Caso en que la Demanda Reconvencional o de Compensación excede los límites
de la competencia del Juez de Paz.
cc. Caso en que la instancia incoada por una misma parte contuviere diversas
demandas. Incompetencia del Tribunal en caso de que las demandas reunidas
excedan del límite de la jurisdicción del Juez de Paz.
e) Relativo a Mensura, Apeo y Deslinde de Tierra. Definiciones.
aa. Competencia del Juez de Paz conferida en virtud de la Ley sobre agrimensura en
vigor en referencia a la Mensura, Apeo y Deslinde de Tierra.
f) Competencia de Atribución del Juzgado de Paz en virtud de Leyes Especiales.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Competencia de Atribución de los Jueces de Paz.

Los jueces de paz son jueces de excepción que solamente pueden conocer de los asuntos
que le son específicamente atribuidos. (Goico, Héctor Barón. 1980.Guía del Juez de Paz. p
32; Veras Toribio, Francisco Porfirio. Apuntes sobre los jueces de paz y su competencia.
p. 21).

Su competencia de atribución es según un criterio cualitativo, para ciertos asuntos muy


sencillos; y cuantitativo, para algunos asuntos de poco valor pecuniario (Pérez Méndez,
Artagnan. Procedimiento Civil. t. I, p. 111; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. vol. I, 8va., ed., p. 313) .

“Por la cantidad y heterogeneidad de acciones que los Juzgados de Paz tienen


competencia para conocer, es un tribunal sumamente importante” (Piña Martínez,
Alfredo. Derecho Procesal Civil. t. I, p. 33).

Todo lo relativo a la competencia de los jueces de paz en materia civil y comercial se haya
consagrado en el Libro I, del Código de Procedimiento Civil, bajo el título de “La
Competencia de los Jueces de Paz y de las Citaciones”, así como en otras leyes especiales,
las cuales no vienen al caso su referencia. (Taveras, José Luis. Desalojo, Fuerza Pública y
Desacatos. Gaceta Judicial. Del 10 al 24 de Agosto del 2000. Año 4, n. 88, p. 34).

“Los asuntos de que conoce el juzgado de paz pueden ser agrupados en dos categorías:
una que designa como competencia general, u ordinaria; otra que se puede llamar
competencia especial, o extraordinaria”. (Tavares Hijo, Froilán.1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. vol. I, 8va., ed., p. 313) .
13

A. Competencia General u Ordinaria.

“La parte capital del susodicho artículo primero, da competencia a los jueces de paz para
conocer y fallar sobre todas las acciones puramente personales o mobiliarias personales
(que son las que establecen la relación entre un deudor y un acreedor), en única
instancia, (sólo susceptible del recurso de casación, según el Art. 1 de la Ley sobre
Procedimiento de Casación No. 3726, del 29 de Diciembre de 1953, que dispone que sólo
podrán ser atacadas mediante la casación las sentencias rendidas en única o en última
instancia, siendo la ley la encargada de determinar esta) tanto en materia civil como
comercial, hasta la concurrencia de la suma de tres mil pesos, y a cargo de apelación
hasta el valor de veinte mil pesos”. (Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil
Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del
2000. p. 85).

La contestación sobre el título en virtud del cual la demanda es formada, no convierte al


juzgado de paz en incompetente de una manera absoluta, para estatuir sobre la demanda
de una suma que no exceda los limites de su competencia. (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 11. p. 8).

a) Materia Civil vs. Materia Comercial en lo referente a los Juzgados de Paz.

“La competencia atributiva del juzgado de paz, para la materia civil y comercial, se
encuentra en las disposiciones del artículo primero del Código de Procedimiento Civil, el
cual fue modificado mediante la Ley N. 38/98, con excepción de los párrafos 5 y 7”. (Rivas
Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado. 2da. ed., p. 102).

b) Acciones Puramente Personales o Mobiliarias. Determinación.

El artículo primero del Código de Procedimiento Civil establece que los jueces de paz son
competentes para conocer de todas las acciones puramente personales y mobiliarias, en
materia civil y comercial (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en materia
Civil Anotado. t. I, 2da., ed., p. 99). No son, por consiguiente, de la competencia del
Juzgado de Paz sino del Juzgado de Primera Instancia las acciones inmobiliarias
personales o reales, con excepción de las acciones posesorias. (Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. vol. I, 8va., ed., p. 314).

No es suficiente que una acción sea personal para que sea parte de la competencia de los
juzgados de paz, es necesario que esa acción también sea mobiliaria. (Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. I, p. 8).

A pesar de que los términos de la ley son muy generales al decir todas las acciones
puramente personales, etc., ciertas acciones de esta naturaleza quedan fuera de la
competencia del juzgado de paz. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 27. p. 8). Así, la acción en reivindicación de un
mueble perdido o robado, autorizado por los artículos 2279 y 2280 del Código Civil contra
los terceros detentadores que han comprado estos objetos, es parte de la competencia de
los juzgados de paz. Constituye, en efecto, una acción mobiliaria aunque real.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 3. p. 8).

B Competencia Especial o Extraordinaria.

“El artículo primero y sus párrafos 1,2,3,4,6, y 8 del Código de Procedimiento Civil
Dominicano, modificado por la Ley No. 845 del 15 de Julio de 1978, fueron modificados
14

recientemente por la Ley No. 38/98; los montos fueron elevados a tres mil pesos
(RD$3,000.00) en única instancia y hasta la concurrencia de veinte mil pesos
(RD$20,000.00) a cargo de apelación. Antes de esa modificación conocían en única
instancia hasta la suma de quinientos pesos (RD$500.00) y a cargo de apelación, hasta
la concurrencia de mil pesos (RD$1,000.00)”. (Castellanos Estrella, Víctor José. Manual
para Jueces de Paz. t. I, p. 81-85; Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en
materia Civil Anotado. t. I, 2da., ed., pp.98- 99).

Si una acción personal o mobiliaria es de un valor indeterminado el juzgado de paz no


está en aptitud de conocerlas. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 134. p. 13).

a) Competencia del Juzgado de Paz en el caso de que el monto del asunto apoderado
ascienda hasta la suma de tres mil pesos sin apelación, y de tres mil pesos a veinte
mil pesos a cargo de apelación.

La competencia normal del juzgado de paz, en materia civil y comercial, es aquella en que
el monto del asunto apoderado asciende a la suma de tres mil pesos y apelables hasta
veinte mil pesos y son los siguientes: 1. Las contestaciones que surjan entre hoteleros o
fondistas y huéspedes, y lo concerniente a gastos de posada y pérdida o avería de efectos
depositados en el mesón o posada; 2. Entre los viajeros y los conductores de cargas por
agua y tierra, por demora, gastos de camino y pérdida o avería de efectos de los viajeros.
Entre estos y los talabarteros, fabricantes de árganas y serones, por suministros, salarios
y reparaciones de aperos y objetos destinados al viaje. (Castellanos Estrella, Víctor José.
Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 83; Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de
Paz en Materia Civil Anotado. 2da. ed., p. 113). 3. Indemnizaciones reclamadas por el
inquilino o arrendatario, por interrupción del usufructo o dominio útil, procedente de un
hecho del propietario. 4. De los deterioros y pérdidas en los casos previstos por los
artículos 1732 y 1735 del Código Civil. No obstante, el juez de paz no conoce de las
pérdidas causadas por incendio o inundación, sino entre los límites que establece el
período capital del artículo uno.” (Castellanos Estrella, Víctor José. Manual para Jueces
de Paz. t. I, p. 83-84).

“El párrafo 1 del referido texto legal, da competencia a los jueces de paz para conocer, sin
apelación, hasta el valor de tres mil pesos, y a cargo de apelación hasta los veinte mil
pesos, de las contestaciones entre hoteleros o fondistas y huéspedes, y lo concerniente a
gastos de posada y pérdida o avería de efectos depositados en el mesón o posada; de las
contestaciones entre viajeros y conductores de cargas por agua y tierra, por demora,
gastos de camino y pérdida o avería de efecto de los viajeros. Entre los conductores de
cargas y los talabarteros (que son los que hacen o venden guarniciones o adornos de las
ropas, como guardamano o lugar donde se aloja una espada, cinturones, etc.), fabricantes
de árganas y cerones, por suministros, salarios y reparaciones de aperos y objetos
destinados al viaje”. (Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano
de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 86).

“El párrafo 3 dice que los jueces de paz conocen, sin apelación, hasta el valor de tres mil
pesos, y, a cargo de apelación, hasta los veinte mil pesos, de los casos siguientes: de
indemnizaciones que reclamen el inquilino o el arrendatario debido a la interrupción del
usufructo o dominio útil, procedente de un hecho del propietario (dominio útil significa el
derecho que se posee sobre una cosa y que incluye el de percibir o recibir sus frutos, sin
ser propietario de la misma; en oposición al llamado ‘dominio directo’, que es el de quien
conserva la propiedad de la cosa y ha dado a otro el aprovechamiento de sus frutos, como
es el caso, por ejemplo de la enfiteusis, ya en desuso); y de los deterioros y pérdida en los
casos previstos por los artículos 1732 y 1735 del Código Civil (que tratan sobre las reglas
15

comunes a los arrendamientos de casas y haciendas rurales, y que en el caso específico


del primer artículo citado, retiene responsabilidad a cargo del inquilino o arrendatario de
los deterioros y pérdidas que ocurran mientras posee la cosa alquilada o arrendada, salvo
que demuestren que tales perjuicios han tenido lugar sin culpa alguna por parte de ellos;
y el otro texto referido que retiene responsabilidad a cargo del inquilino o arrendatario de
los deterioros y pérdidas que sucedan por culpa de las personas de su casa o por la de
aquellos a quienes ellos subarrendaron o subalquilaron la cosa); no obstante, el juez de
paz no conoce de las pérdidas causadas por incendio o inundación, sino entre los límites
que establece el período (sic) capital del presente artículo (se refiere al artículo 1 que
establece la competencia de los jueces de paz en razón de la cuantía de la demanda, sin
apelación, hasta los tres mil pesos, y, a cargo de apelación, de esa cantidad hasta los
veinte mil pesos)”. (Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano de
acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 87-88).

aa. Contestaciones entre hoteleros o fondistas y huéspedes, y lo concerniente a


gastos de posada y pérdida o avería de efectos depositados en el mesón o posada.

En el lenguaje jurídico, las tres palabras: hoteleros, posaderos y hospederos son


sinónimos y designan a la persona que recibe una retribución por dar alojamiento a los
viajeros. Para estar comprendido en la categoría de hotelero, posadero y hospedero no es
indispensable proveer alimentos y vivienda al viajero a la vez, es suficiente que sólo se
suministre la vivienda, pero a condición esencial de que la vigilancia y las llaves de la
vivienda reposen en manos del hospedero. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. nn.1-2, p. 15).

El juzgado de paz es competente en cuanto a las contestaciones surgidas entre hoteleros,


posaderos y hospederos y el viajero o locatario de la habitación por “perdidas y averías de
los efectos depositados en la posada o en el hotel” (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 17, p. 16).

bb. Contestaciones entre los viajeros y los conductores de cargas por agua y tierra,
por demora, gastos de camino y pérdida o avería de efectos de los viajeros. Entre
estos y los talabarteros, fabricantes de árganas y serones, por suministros, salarios y
reparaciones de aperos y objetos destinados al viaje.

En caso de pérdida o avería de efectos del viajero, confiados por éste a los domésticos del
hotel o posada para ser transportados del carro al hotel y del hotel al carro, o se dañen o
se pierdan durante el trayecto, los hoteleros y posaderos son responsables de sus
domésticos como si los efectos les hubieran sido entregados a ellos mismos. En
consecuencia, la acción de los viajeros contra los hoteleros, puede ser llevada ante los
jueces de paz, siempre que el valor de la demanda no exceda los límites de la competencia
ordinaria de este magistrado. Cuando se trata de acciones intentadas contra cafeteros,
dueños de restaurantes y baños públicos, en razón de la pérdida de efectos introducidos
en sus establecimientos, el juzgado de paz será competente sino excede los límites de la
competencia ordinaria de este magistrado. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 18- 21, p.16).

La competencia atribuida a los juzgados de paz de las contestaciones entre los viajeros y
los carreteros, por pérdida o averías de efectos que acompañan a los viajeros, es aplicable
a la acción intentada en contra de un simple carretero o a cualquier otro empresario de
transporte. Los carreteros no son solamente las personas que conducen los coches, sino
los dueños mismos de los coches y sus preposes. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n.25-26, p.16).
16

Se considera que los efectos que acompañan a los viajeros no son solamente sus ropas y
maletas, sino también la mercancía que transporten con ellos. (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 23, p.16). La ley no
distingue entre efecto mercancía y efecto de uso de los viajeros, por lo tanto el juzgado de
paz es competente para conocer en ambos casos (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 31, p.16).

De acuerdo a la opinión dominante, la contestación deja de ser de la competencia del


juzgado de paz en el caso en que una persona, al mismo tiempo que viaja en su propio
carro, ha hecho transportar por diligencias los efectos que la acompañan y de las
pérdidas o averías de los efectos (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 32, p.16).

Las contestaciónes elevadas en razón de los suministros, salarios y reparaciones hechas


en los carros del viaje, no son de la competencia del juzgado de paz más que cuando se
suscitan entre los viajeros y los carreteros u otros obreros (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 34, p. 16).

La acción incoada por un viajero contra un hotelero en reparación de efectos robados sin
que se le haya juzgado su valor no es parte de las atribuciones del juzgado de paz.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 4, p.18).

cc. Destino y Objetivo de estas Contestaciones.

“Este tipo de demandas está destinada a viajeros, a los propietarios de hoteles, posadas o
fondas, a los conductores por agua o tierra y a los fabricantes o reparadores de objetos
destinados al viaje, restaurante o comedor, puede exigir a los consumidores el pago de los
servicios prestados por ante esta jurisdicción, sin desmedro a las disposiciones
contenidas en el Código Penal con relación a estos hechos, tales como la Fullería; pero por
su parte los usuarios de esos servicios tienen el mismo derecho, para reclamar por la
pérdida o avería de los objetos que llevan consigo durante el viaje, además de las
reclamaciones de daños y perjuicios que se le acarree por estos hechos”. (Rivas Pérez,
Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., pp. 112-113).

dd. Usufructo o Dominio Útil. Definición.

“Derecho real limitado a la vida de su titular, que permite a éste servirse de una cosa
perteneciente a otra persona y recoger los frutos de ella, sin alterar su sustancia ni
modificar su destino”. (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 560).

ee. Interrupción del Usufructo o dominio útil, procedente de un hecho del


propietario cuando el derecho no fuere contradicho.

En caso de turbación contra el goce del arrendatario, como consecuencia de la acción de


un tercero concerniente a la propiedad del fundo alquilado, la acción en indemnización
del arrendatario contra el arrendador es de la competencia del juez de paz, encontrándose
el propietario en falta de haber alquilado lo que no le pertenecía. (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 38, p. 23). También
se atribuye competencia al Juzgado de Paz siempre que no sobrepase el monto de la
indemnización de los Mil Pesos Oro por interrupción del usufructo o dominio útil
proveniente del propietario y siempre que el derecho del inquilinato no fuere contradicho”.
(Franco, Rafael. 1997. El Contrato de Alquiler. p. 71). NOTA: Los montos han sido
modificados por la Ley 38/98 del año 1998.
17

Corresponde también al juez de paz conocer de la acción e indemnización por ”no goce”,
interpuesta por un sub-arrendatario contra un arrendador principal. (Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 43, p. 23),
la competencia del juez de paz a este respecto cesa cuando el arrendador demanda al
mismo tiempo la rescisión del arrendamiento; corresponde al tribunal civil estatuir a la
vez sobre la acción e indemnización y sobre aquella en rescisión. (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 47, p. 23).

El juez de paz sólo conoce de las indemnizaciones reclamadas por el arrendador por “no
goce” proveniente del hecho del propietario, cuando el derecho a una indemnización no es
contestada. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n.50, p. 23).

ff. Deterioros y Pérdidas.

“Es competente el Juzgado de Paz para conocer de los casos de deterioros y pérdidas
causadas en el inmueble alquilado por el inquilino, las personas que viven con él o sus
subinquilinos, previstos en los artículos 1732 y 1735 del Código Civil, cuando dichos
deterioros o pérdidas no sobrepasen la suma de Mil Pesos Oro”. NOTA: Los montos han
sido modificados por la Ley 38/98 del 1998. (Franco, Rafael. 1997. El Contrato de
Alquiler. p. 71).

Lo mismo aplica para los casos en que el inquilino ceda el arrendamiento sin el
consentimiento expreso del propietario a favor de un tercero”. (Franco, Rafael. 1997.El
Contrato de Alquiler. p. 48), caso en el cual el propietario puede actuar directamente
contra en arrendador principal, incluso si este hubiera consentido en el reemplazo de
éste. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 65, p. 24).

El arrendatario principal puede igualmente actuar contra el sub-arrendatario, ante el juez


de paz, ya sea por vía de garantía, ya sea incluso directamente, y antes de toda demanda
intentada por el propietario, para obligar al sub-arrendatario a colocar la cosa en el
estado en que lo habría recibido y, si no puede hacerlo, a tener en cuenta de los
deterioros cometidos. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile. n. 76, p. 24).

En el caso en que el arrendatario pueda ser responsable de los deterioros cometidas por
un tercero, salvo su recurso contra éste, por ejemplo si ese tercero era una persona
empleada por el arrendatario en el caso en que, sin ser responsable de los deterioros, el
inquilino tiene interés en hacer juzgar contradictoriamente con un tercero, que es el autor
de dichos deterioros, la acción directa recursoria intentada por el inquilino contra el
tercero sólo puede ser llevada por ante el juez de paz cuando su monto no exceda de 600
francos. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 77, p. 24).

gg. Casos previstos por los artículos 1732 y 1735 del Código Civil.

Es responsable el inquilino de los deterioros y pérdidas que ocurran durante su posesión,


a no ser que demuestre que han sobrevenido sin culpa suya y de los que sucedan por
causa de las personas de su casa o por la de subarrendamientos suyos. (Artículo 1732 y
1735 del Código Civil de la República Dominicana; Franco, Rafael. 1997. El Contrato de
Alquiler. p. 48).
18

hh. Excepción de Competencia del Juez de Paz en caso de pérdida causada por
incendio o inundación.

“Existen otras acciones de la competencia tanto del Juzgado de Paz, como de los
tribunales de Primera Instancia, dependiendo del monto de la demanda, son las previstas
en los artículos 1733 y 1734 del Código Civil, relativas al incendio del inmueble por una
causa imputable al inquilino. Sobre este particular el artículo primero, párrafo tercero,
parte final del ordinal segundo establece, no obstante, el juez de paz no conoce de las
pérdidas causadas por incendio o inundaciones, sino entre los límites que establece el
período capital del presente artículo, tres mil pesos (RD$3,000.00), sin apelación y veinte
mil pesos (RD$20,000.00) a cargo de apelación” . (Rivas, Polivio. 2002.Procedimientos de
Desalojo. p. 85).

El inquilino es responsable en caso de incendio, a menos que pruebe que el incendio fue
causado por caso fortuito, fuerza mayor, o por vicio de construcción; o que el fuego se
comunicó por una casa vecina”. (Artículo 1733 del Código Civil; Franco, Rafael. 1997. El
Contrato de Alquiler. p. 48).

“Es responsable del incendio originado en el interior del inmueble alquilado el inquilino,
sin necesidad de que se pruebe falta a su cargo; que sólo puede liberarse de esa
responsabilidad demostrando que el incendio se debió a un caso fortuito, de fuerza mayor
o por vicio de construcción, o que el fuego se comunicó de una casa vecina, de acuerdo
con lo establecido por el artículo 1733 del Código civil”. (Sent. SCJ. 28 de Agosto del Año
1985, B.J. N. 897, 2069. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“La responsabilidad del inquilino en caso de incendio puede fundarse en la presunción de


responsabilidad a cargo de la persona que tiene la guarda de cosas inanimadas, pero aún
en ese caso puede el inquilino alegar las excepciones del Art. 1733 del Código Civil. Un
incendio producido por un corto circuito de alambres descubiertos no constituye un caso
fortuito”. (Sent. SCJ. B.J. 897.2069. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio
Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 44).

b) Competencia del Juzgado de Paz en caso de asuntos inapelables hasta tres mil
pesos, pero apelables por cualquier cuantía.

El juzgado de paz es competente para conocer los asuntos inapelables hasta tres mil
pesos, pero apelables por cualquier cuantía. A saber: 1. Las acciones sobre pago de
alquileres o arrendamientos, desahucios, demandas sobre rescisión de contratos de
arrendamientos fundadas únicamente en la falta de pago de los alquileres o
arrendamientos; 2. Los lanzamientos y desalojo del lugar y; 3. Las demandas sobre
validez o nulidad de embargo de bienes muebles que se guarnecen en lugares alquilados.
4. Las acciones noxales o de daños causados en los campos, frutos y cosechas, ya sea por
el hombre, ya por los animales; y de las relativas a la limpieza de los árboles, cercas y al
entretenimiento de zanjas o canales destinados al riego de las propiedades o al impulso
de las fábricas industriales, cuando no hubiere contradicción sobre los derechos de
propiedad o de servidumbre. 5. Las acciones sobre reparaciones locativas de las casas o
predios rústicos colocados por la ley a cargo del inquilino. 6. Sobre las contestaciones
relativas a los compromisos respectivos entre los jornaleros ajustados por día, mensual o
anualmente, y aquellos que los hubieren empleado; entre los dueños y sirvientes o
asalariados; entre los maestros de oficio y sus operarios o aprendices. 7. Sobre las
contestaciones relativas a criaderas; sobre las acciones civiles por difamación verbal y por
injurias públicas o no públicas, verbales o por escrito, que no sean por medio de la
prensa; de las mismas acciones por riñas o vías de hechos; y todo ello cuando las partes
19

ofendidas no hubieren intentado la vía represiva. (Castellanos Estrella, Víctor José.


Manual para Jueces de Paz. t. I, pp.83- 84).

“El párrafo 2 dice que los jueces de paz conocen, sin apelación, hasta los tres mil pesos, y
a cargo de apelación sin que importe el monto de la demanda, de las acciones sobre pago
de alquileres o arrendamientos, de los desahucios, de las demandas en rescisión de
contratos de arrendamiento basadas solamente en la falta de pago de los arrendamientos;
de los lanzamientos y desalojos de lugares y de las demandas sobre validez y en nulidad
de embargo de ajuar de casa, por el cobro del alquiler...”. (Rowland Cruz, James A. 2001.
El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38,
de 1998, y 50, del 2000. pp. 86-87).

“El párrafo 4 dice que los jueces de paz conocen sin apelación hasta los tres mil pesos, y
con apelación por cualquier cuantía a que ascienda la demanda, de los casos siguientes:
de las acciones noxales, (que son las provocadas por daños causados por animales), o de
daños causados en los campos, frutos y cosechas, ya sea por el hombre, ya, como
dijimos, por los animales propiedad del mismo; de las demandas por la limpia de los
árboles, cercas y al entretenimiento o conservación de zanjas o canales destinados al
riego de las propiedades o al impulso de las fábricas industriales, cuando no hubiere
contradicción sobre los derechos de propiedad o de servidumbre; sobre las reparaciones
locativas (al local o locales) de las casas o predios rústicos (o de campo) colocados por la
ley a cargo del inquilino; sobre las contestaciones o litis relativas a los compromisos
respectivos entre los jornaleros ajustados por día, mensual o anualmente, y aquellos que
los hubieren empleado; entre los dueños y sirvientes o asalariados; entre los maestros de
oficio y sus operarios o aprendices; sobre las contestaciones o litis relativas a criaderas
(viveros, lugares destinados para la cría de animales); sobre las acciones civiles por
difamación verbal y por injurias públicas o no públicas, verbales o por escrito, que no
sean por medio de la prensa (la diferencia entre difamación e injuria reside en que en la
difamación se le indica al afectado la supuesta causa o motivo por el cual se le insulta u
ofende; pero en la injuria sólo se le ofende; sin decírsele el porqué, por ejemplo, decirle a
alguien que es un ladrón y agregarle que lo es por tal o cual cosa en tales o cuales sitios o
circunstancias, es, si no es cierto, una difamación; pero sólo decirle ladrón, es, si no es
verdad, una injuria. Y hacemos hincapié en que la imputación debe ser falsa, porque la
verdad nunca difama ni es injuriosa). Ahora bien, el juez de paz solamente conoce de las
acciones civiles por difamación y/o injuria, no de las penales, según este texto”. (Rowland
Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos.
834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 89-90).

aa. Arrendamiento o Locación. Definición.

“Arrendamiento es la acción de alquilar haciendas rurales. También se le llama locación


de un bien rural mediante el pago de una renta anual fija, pagada en dinero o en
productos, aunque las casas también pueden arrendarse.” (Capitant, Henri.
1930.Vocabulario Jurídico. p. 57; Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz
en Materia Civil Anotado. 2da. ed., p. 125). En ese orden colegimos que el Contrato de
Arrendamiento Urbano es aquel mediante el cual una parte denominada propietario o
arrendador se obliga a permitir el uso de un bien inmueble durante un tiempo
determinado a favor de otra denominada inquilino o arrendatario que se obliga a pagar un
precio por éste concepto en épocas fijas o periódicas”. (Franco, Rafael. 1997. El Contrato
de Alquiler. p. 19).

“Es un contrato por medio del cual una de las partes se obliga a hacer gozar a la otra de
una cosa durante cierto tiempo y mediante un precio que éste se obliga a pagarle. (Goico,
Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz. p. 62; Ortiz, Roberto. Examen Crítico del
Contrato de Inquilinato. Institucionalidad y Justicia. Noviembre del 1996. Vol. II. 1era. ed.,
20

p. 34; Rivas, Polivio. 2002.Procedimientos de Desalojo. p. 5). Este contrato nace y


termina en las condiciones que el Código Civil determine y es fuente de obligaciones
recíprocas de parte del locador y del locatario o inquilino, según las estipulaciones
acordadas por los contratantes”. (Goico, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz. p.
62). En la práctica este concepto genérico se aplica a todo aquello que implique el alquiler
de un bien, sea éste mueble o inmueble”. (Rivas, Polivio. 2002.Procedimientos de
Desalojo. p. 13).

“El artículo 1709 del Código Civil, lo define como: ‘la locación de las cosas es un contrato
por el cual una de las partes se obliga a dejar gozar a la otra de una cosa durante cierto
tiempo, y por un precio determinado que éste se obliga a pagarle’.” (Rivas, Polivio.
2002.Procedimientos de Desalojo. p. 13).

“Comúnmente se asimila el concepto de contrato de locación con el contrato de alquiler,


pero es que en realidad son casi lo mismo, porque por un lado, el contrato de locación es
la concertación de la relación jurídica entre el propietario y el inquilino, mientras que el
alquiler es, por su parte, la suma que se debe pagar al locatario por la locación de la cosa
o lo que es lo mismo el precio que se paga o se recibe por lo alquilado, sea casa o cosas
muebles”. (Rivas, Polivio. 2002.Procedimientos de Desalojo. pp. 13-14).

El juzgado de Paz tiene competencia de atribución en materia de contrato de


arrendamiento conferida en las disposiciones del artículo primero párrafo II del Código de
Procedimiento Civil, modificado por la Ley 38/98 del 6 de Febrero del año 1998, en el cual
se evidencia que con relación al contrato de locación, tiene competencia para conocer de
las siguientes acciones: -Demanda en rescisión de contrato y cobro de alquileres o
arrendamientos; -Demanda en desahucio; -Demandas en Lanzamiento del lugar; -
Demandas en validez y nulidad de embargo de ajuar o frutos embargados en casas o
predios rurales. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado. 2da. ed., pp. 121-122).

El juzgado de paz deja de ser competente en materia de alquiler, cuando la contestación


no reside en la falta de pago del alquiler o cuando haya contestación sobre la existencia
de la validez del alquiler. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 68, p. 20).

“La competencia del Juzgado de Paz en materia de contratos de alquileres es muy


extendida, ella es excepcional y no debe aplicarse sino a los casos previstos en el texto del
artículo”. (Goico, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz. p. 62).

“Los Jueces de Paz son los únicos competentes en acciones de cobro de alquileres, aun
cuando el demandado promueva demanda reconvencional por retraso en la entrega del
inmueble”. (Sent. SCJ. B.J. 722-150. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio
Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 25).

“Para que un arrendamiento relativo a un terreno registrado sea oponible a los terceros
debe estar registrado en el Registro de Títulos”. (Sent. SCJ. 9 de Febrero del Año 1983,
B.J. N. 867, 359. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto.
Recopilación General De La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

El párrafo 2 del art. 1º del Código del Procedimiento Civil, modificado por la Ley Nº 845
del 15 de julio de 1978, en lo que respecta a la competencia de atribución de los Jueces
de Paz en materia de contrato de arrendamiento evidencia que en relación con el contrato
de locación el Juzgado de Paz posee competencia de atribución para conocer de tres series
de acciones: Primera serie: (a) Demandas en cobro de alquileres o arrendamientos; (b)
Demandas en rescisión del contrato de arrendamiento, cuando se fundan exclusivamente
21

en la falta de pago de alquileres y arrendamientos; y, (c) Demandas en desahucio;


Segunda serie: (a) Demandas en lanzamientos y desalojo de lugares; Tercera serie: (a)
Demandas en validez y en nulidad de embargo de ajuar de casa por inquilinato (embargo
conservatorio de locación). (García de Peña, Luis Víctor. La Competencia De Atribución En
Materia De Contrato De Arrendamiento . Institucionalidad y Justicia. Noviembre del 1996.
Vol. II. 1era. ed., p. 137).

bb. Rescisión de Contrato de Arrendamiento. Concepto.

“Anulación Judicial de un acto por causa de lesión, es sinónimo de anulación por


(nulidad relativa); Privar de su eficacia ulterior con efectos retrovertidos a una obligación
o contrato”. (Valera S., Aristóteles. El Procedimiento de Desalojo por Falta de Pago.
Revista Procedimientos Jurídicos. Año I, No. 2. Diciembre 1994, p. 8).

“La recisión de contrato puede hacerse verbalmente, por escrito o por acto de alguacil y
no hay necesidad de que sea aceptado por la parte contraria cuando se hace en los casos
prescritos en la ley”. (Goico, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz. p. 63).

Dado el carácter excepcional de la competencia atribuida al Juzgado de Paz, resulta que


el referido tribunal carece de competencia para conocer de las demandas de rescisión del
contrato de arrendamiento que tengan un fundamento distinto a la falta de pago de
alquileres y arrendamientos, cuyo conocimiento compete al Juzgado de Primera Instancia,
conforme lo dispone el art. 45 de la Ley de Organización Judicial. (García de Peña, Luis
Víctor. La Competencia De Atribución En Materia De Contrato De Arrendamiento .
Institucionalidad y Justicia. Noviembre del 1996. Vol. II. 1era. ed., pp. 137-138).

“La condición resolutoria es siempre sub-entendida en los contratos bilaterales


sinalagmáticos si una de las partes no cumple con sus obligaciones. Si el locatario no
paga sus obligaciones en las épocas señaladas en el contrato, el locador puede pedir la
rescisión. Esta rescisión no puede producirse de pleno derecho, ella debe ser acordada
por el tribunal a petición de parte”. (Goico, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz. p.
62).

“La consecuencia natural de la rescisión del Contrato de Alquiler es el desalojo del


inquilino y demás ocupantes del inmueble alquilado y siendo el objeto de este contrato el
inmueble alquilado es evidente que una vez terminadas las relaciones entre arrendador e
inquilino por los efectos de resciliación del contrato existente su objeto debe volver a su
situación original: estar desalojado”. (Franco, Rafael. 1997. El Contrato de Alquiler. p.
65).

“El conocimiento de la demanda en resciliación del contrato de arrendamiento por el


motivo de que el propietario ocupará el inmueble alquilado personalmente, no está
atribuido en forma expresa por la ley al juzgado de paz, por lo que la jurisdicción
ordinaria es sólo la competente”. (Sent. SCJ. 10 del mes de Febrero del año 1999. B.J.
1059.114; Sent. SCJ. 3 del mes de Mayo del año 2000. B Citada por: Luciano Pichardo,
Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-2002. pp. 275-276).

cc. Desahucio. Definición.

“Es el acto por el cual una de las partes, comunica a la otra, su decisión de poner fin al
contrato de alquiler que los liga. En materia de desalojo esa notificación está sujeta a un
plazo establecido en el artículo 1736 del Código Civil, condición sin la cual no se puede
iniciar el procedimiento de desalojo basado en una resolución que al efecto, ha sido
dictada por el Control o la Comisión de Apelación de Casas y Desahucios, ya sea porque
el propietario necesita ocupar personalmente el inmueble, o cualquiera de las personas
22

establecidas en la ley; o bien sea porque se va a reedificar o será objeto de remodelación”.


(Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed.,
pp. 127-128).

“Es el acto de despedir el dueño de una casa o el propietario de una heredad a un


inquilino o arrendatario por las causas expresadas en la ley o convenidas en el contrato”.
(Valera S., Aristóteles. El Procedimiento de Desalojo por Falta de Pago. Revista
Procedimientos Jurídicos. Año I, No. 2. Diciembre 1994, p. 8).

¨En cuanto a la competencia del Juzgado de Paz para conocer de las demandas en
desahucio, ha sido profundamente modificada por disposición del Decreto No. 4809 del
1959, hasta el extremo de que prácticamente esa competencia ha sido reducida al
desahucio del contrato de arrendamiento que recae sobre terrenos baldíos y rurales y las
otras cosas que no constituyen inmuebles dedicados a habitación, locales comerciales o
industriales. En efecto, para el contrato de arrendamiento que recae sobre los inmuebles
últimamente enunciados, la competencia para pronunciar el desahucio ha sido atribuida
a una jurisdicción de carácter administrativo denominada Control de Alquileres de Casas
y Desahucios¨. (García de Peña, Luis Víctor. La Competencia De Atribución En Materia De
Contrato De Arrendamiento . Institucionalidad y Justicia. Noviembre del 1996. Vol. II. 1era.
ed., pp. 138-139).

¨Ahora bien, dentro de las normas establecidas por el mencionado Decreto, el desahucio
ha dejado de ser un acto unilateral emanado del propietario, para convertirse en un
verdadero procedimiento contencioso que pone término al contrato de arrendamiento
cuando éste tiene por objeto inmuebles destinados a casas de habitación o a
establecimientos comerciales o industriales. No obstante, hay que tener presente que las
circunstancias enunciadas en la última parte el art.3 del mencionado Decreto, relativas a
que el inmueble vaya a ser objeto de reparación, reedificación o nueva construcción, o
cuando vaya a ser ocupado personalmente por el propietario o su cónyuge, o por
parientes de uno de ellos, ascendientes, descendientes o colaterales hasta el segundo
grado inclusive, durante dos años por lo menos, no son en realidad causas de
terminación del contrato de alquiler, sino motivos legales para pronunciar el desahucio,
que es, en definitiva, lo que pone fin al contrato. (García de Peña, Luis Víctor. La
Competencia De Atribución En Materia De Contrato De Arrendamiento . Institucionalidad y
Justicia. Noviembre del 1996. Vol. II. 1era. ed., p. 139).

Una vez que el desahucio haya sido pronunciado por el control de alquileres de casas y
transcurrido el término fijado por dicho organismo para la desocupación del inmueble, la
única acción procedente es una demanda en desalojo, para la cual el único tribunal
competente para su conocimiento y fallo, es el Juzgado de Paz, salvo que el desahucio
haya tenido por motivo la circunstancia de que el inmueble vaya a ser objeto de
reparación, reedificación o nueva construcción, según estatuye el art. 5 párrafo e), del
señalado Decreto. (García de Peña, Luis Víctor. La Competencia De Atribución En Materia
De Contrato De Arrendamiento . Institucionalidad y Justicia. Noviembre del 1996. Vol. II.
1era. ed., p. 139).

dd. Lanzamiento de Lugares o Desalojo. Definición.

“Es la acción de expulsar por orden judicial, a quién ocupa un inmueble, para que el que
tenga derecho sobre él pueda tomar posesión del mismo”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro.
1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p. 127).

“... es el proceso de desocupación forzosa o voluntaria de una persona de un inmueble


que no le pertenece, sino que lo ocupaba en calidad, de inquilino, usuario o intruso”.
(Rivas, Polivio. 2002.Procedimientos de Desalojo. p. 85).
23

“Expulsión de un lugar de un inquilino o arrendatario por falta de pago, expiración de


término, alteración del destino de la cosa arrendada, expropiación forzosa, necesidad de
ocuparla por el propietario u otra de las causas legales o convencionales que autoricen a
echar el arrendatario rústico o urbano”. (Valera S., Aristóteles. El Procedimiento de
Desalojo por Falta de Pago. Revista Procedimientos Jurídicos. Año I, No. 2. Diciembre
1994, p. 8)

La demanda en desalojo por falta de pago es la demanda mediante la cual, el arrendador


persigue la expulsión del inquilino o arrendatario del lugar arrendado por falta del
cumplimiento de su obligación del pago de alquileres vencidos así como la rescisión del
contrato de alquiler. El demandante previo cumplimiento de las formalidades legales
apodera al tribunal de la demanda, a fin de que éste decida el asunto mediante una
sentencia, que puede ser en instancia única hasta el monto de RD$3,000.00 o a cargo de
apelación por cualquier cuantía a que se eleve la demanda. El tribunal competente para
conocer esta demanda es el Juzgado de Paz del lugar donde se encuentre el inmueble a
ser desalojado y su fundamento legal es el párrafo 2do., Artículo 1ero. del Código de
Procedimiento Civil, modificado por la Ley 38-98 y Artículos 1728 y 1741 del Código Civil.
(Castellanos Estrella, Víctor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. II. p. 88).

Si se constata por la venta del mobiliario o por un proceso verbal de carencia, que el
inmueble está enteramente desguarnecido operará una resolución de pleno derecho del
contrato de alquiler, y el juzgado de paz podrá ordenar la expulsión del locatario y la
ejecución provisional de la sentencia sobre minuta. (Jurisprudence Genérale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 85, p. 21).

ee. Desahucio vs. Desalojo.

“Generalmente, los abogados, y aún el legislador asimila la acción de desalojo con el


desahucio”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado. 2da. ed., p. 127)

“El legislador, no se ha detenido a diferenciar las figuras jurídicas, Desahucio y Desalojo,


razón por la cual en muchos textos legales erróneamente lo asimilan, sin hacer notar que
el desalojo es la consecuencia lógica de toda demanda que tiene por objeto, la
recuperación de un inmueble, por parte del propietario, o quien tenga calidad para ello, el
cual goza y disfruta una persona a título precario o sin autorización legal”... La diferencia
queda claramente evidenciada en las disposiciones del artículo 1736, del Código Civil
Dominicano, cuando señala: “Si se ha efectuado el arrendamiento verbalmente, no podrá
una de las partes desalojar a la otra sin notificar el desahucio…”. Tal como puede verse el
desahucio es la notificación de una de las partes a la otra para dejar sin efecto el contrato
de inquilinato o arrendamiento que los une; mientras que el desalojo es una consecuencia
del desahucio, como lo es de la rescisión del contrato por la falta de pago y de la
Demanda en Lanzamiento de Lugares”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de
Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p. 128).

ff. Discusión en cuanto a la Competencia de los Juzgados de Paz en materia de


Desalojo. Falta de Pago.

Ha sido controversial la situación de saber por ante cual tribunal debe llevarse la
Demanda de Desalojo basada en una u otra falta provenientes del inquilino: Juzgado de
Paz o Tribunal de Primera Instancia. (Ortiz, Roberto. La Demanda en Desalojo en la
República Dominicana. Institucionalidad y Justicia. Noviembre del 1996. Vol. II. 1era. ed.,
p. 298).
24

Todas las demandas basadas en un incumplimiento contractual por parte del inquilino,
con excepción de la falta de pago de precio del alquiler, deben ser llevadas por ante el
Juzgado de Primera Instancia, conforme con las reglas del derecho común. Es
precisamente por esto último que no desglosaremos las Demandas en Desalojo por ante el
Juzgado de Primera Instancia, ya que ellas merecen el mismo tratamiento que las demás.
Dicho de otro modo las demandas basadas en una falta del inquilino que no sea la falta
de pago, no poseen una forma especial de ser interpuestas. (Ortiz, Roberto. La Demanda
en Desalojo en la República Dominicana. Institucionalidad y Justicia. Noviembre del 1996.
Vol. II. 1era. ed., pp. 298-299).

La competencia del Juzgado de Paz en materia de desalojo está circunscrita a que la


demanda se fundamente en la falta de pago de los alquileres o arrendamientos. En todos
los demás casos las competencias de atribución para conocer de ellos, corresponde al
Juzgado de Primera Instancia, y como en la especie se fundamenta en el hecho de haber
terminado el contrato de arrendamiento por mutuo consentimiento de las partes, la
demandada en desalojo o lanzamiento de lugares, es de la competencia en primer grado
del Juzgado de Primera Instancia. (Sent. SCJ. 27 del mes de Marzo del año 1985. B.J.
892.794).

“La competencia de atribución de los jueces de paz para conocer de la demanda de


desalojo o en desahucio en materia de arrendamiento es excepcional, y está limitada
expresamente por la ley a dichos asuntos”. (Sent. SCJ. 10 del mes de Febrero del año
1999. B.J. 1059.114. Citada por: Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de
Jurisprudencia Civil, 1997-2002. p. 441).

“A propósito de la competencia de los Juzgados de Paz para conocer de demandas en


desalojo por causas distintas a la falta de pago debemos señalar que esta cuestión ha sido
motivo de muchas discusiones ya que la Suprema Corte de Justicia hasta el momento de
evacuar la sentencia del 24 de Febrero del 1992 se venía proyectando ambivalente en
cuanto a si solo era competente para los desahucios por falta de pago o ese poderío se
extendía a otras causas de desahucio”. (Franco, Rafael. 1997. El Contrato de Alquiler. p.
69).

“Infinidad de teorías han sido esgrimidas para ampliar la competencia de los Juzgados de
Paz en materia de desalojo. Por un lado se sostiene que el Decreto 4807 en el párrafo f de
su artículo 5 otorga competencia al tribunal de primera instancia sólo cuando el desalojo
se fundamenta en reparaciones, reedificaciones o nuevas construcciones obviando que el
artículo 37 del mismo Decreto atribuye competencia a las jurisdicciones judiciales
refiriéndose a los tribunales ordinarios, no de excepción, para conocer de las cuestiones
surgidas de las resoluciones definitivas del Control o la Comisión de Alquileres de Casas y
Desahucios. Por otra parte se sostiene que el párrafo 2 del artículo 1 del Código de
Procedimiento Civil atribuye competencia a los juzgados de paz para ordenar desahucios
y desalojos de manera general y que la excepción es la del artículo 5 del Decreto 4807. Si
bien tales disposiciones dejan brechas que impiden una estricta interpretación no
podemos olvidar que los tribunales de excepción como el Juzgado de Paz solo tienen
competencia para conocer de los asuntos que expresamente les son facultados por la ley
la cual en materia de desalojo faculta a los Juzgados de Paz a conocer sobre la rescisión
de un contrato de inquilinato “únicamente” por falta de pago de los alquileres y siendo la
rescisión del contrato un prerrequisito para ordenar el desalojo es evidente que el
Juzgado de Paz no podrá ordenarlo por otra causa distinta”. (Franco, Rafael. 1997. El
Contrato de Alquiler. pp. 69-70).

“La Suprema Corte de Justicia, como Corte de Casación, ha venido sustentando el


criterio, acorde con el artículo 1ero. párrafo II del Código de Procedimiento Civil, de que la
competencia del juzgado de paz, en esta materia, está limitada a la demanda en desalojo
25

por falta de pago” (Sent. SCJ. 14 del mes de Enero del año 1998. B.J. 1046.134-139.
Citada por: Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-
2002. p.28).

“En cuanto a la competencia ratione materia el párrafo 2 del artículo 1 del Código de
Procedimiento Civil modificado por la Ley número 845 de fecha 15 de Julio de 1978
dispone que el Juzgado de Paz es competente para conocer de las demandas en rescisión
de contrato y desalojo únicamente fundadas en la falta de pago del alquiler en los plazos
convenidos sin importar la cuantía a que se eleve lo adeudado por este concepto”.
(Franco, Rafael. 1997.El Contrato de Alquiler. p. 69; Sent. SCJ. Año 1957, B.J. 561.853.
Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

El Juzgado de Paz solo es competente para conocer de las acciones en lanzamiento o


expulsión de lugares cuando estén ligados a la resolución de un contrato de
arrendamiento por falta de pago de los alquileres; que en el presente caso se trata de un
inmueble registrado, motivo por el cual el procedimiento para el lanzamiento de lugares o
desalojo intentado por el propietario debió efectuarse conforme a los artículos 258 y
siguientes de la ley de registro de tierras y por ante el abogado del estado que es el
funcionario señalado por la ley para la solución de los casos como el de la especie, en que
se procura el desalojo de personas que ocupan un terreno sin calidad o título alguno.
(Sent. SCJ. 16 del mes de Septiembre del año 1998. B.J. 1054.106).

Cuando se trata de la resolución de un Contrato de locación, fundada únicamente en la


falta de pago de los alquileres o arrendamientos, o de una demanda de desalojo, el Juez
de Paz estatuye siempre en primera instancia, en vista de que dichas demandas tienen un
valor indeterminado; que, en tales condiciones, la sentencia objeto del presente recurso
no puede ser impugnada en casación, porque no fue pronunciada en última instancia.
(Sent. SCJ. 11 de Junio del Año 1952, B.J. N. 503, 1056. Citada por: Castaños Guzmán,
Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana
1907-2002).

Los juzgados de paz estatuyen en primera instancia, cuando se trata de la resciliación de


un contrato de arrendamiento fundada en la falta de pago de los alquileres, en razón de
que las mencionadas demandas tienen un valor indeterminado. (Sent. SCJ. 19 de Agosto
del Año 1998, B.J. N. 1053, 90, Volumen I. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel.
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Conforme al referido párrafo 2 del artículo 1ro., del Código de Procedimiento Civil, el juez
de paz es competente para conocer de las demandas en rescisión de los contratos de
arrendamiento fundadas únicamente en la falta de pago de los alquileres o
arrendamientos, de las demandas en lanzamiento y desalojo de lugares, que sean la
consecuencia de aquellas; por el contrario, dicho tribunal no tiene facultad para conocer
de las demandas en rescisión de los contratos de arrendamiento, fundadas en otras
causas, ni de los desahucios, lanzamientos y desalojos que sean consecuencia de éstas.
(Sent. SCJ. 18 de Febrero del Año 1998, B.J. N. 1047, 82. Citada por: Castaños Guzmán,
Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana
1907-2002) (Sent. SCJ. 7 de Febrero del Año 1996, B.J. N. 1023, 103. Citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

El artículo 1ro., párrafo 2, del Código de Procedimiento Civil, modificado por la Ley 845
del 1978, establece claramente que los Juzgados de Paz, como tribunales de excepción,
solo tienen competencia para conocer de las demandas en desalojo por falta de pago de
los alquileres; que por tanto si se comprueba que la demanda en desalojo intentada no se
26

fundó en la falta de pago de los alquileres sino en el propósito de ocupar el inmueble


alquilado, el Juez de Paz no es competente para conocer del caso. (Sent. SCJ. 5 de
Octubre del Año 1994, B.J. No. 1007, 287. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel.
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002; Sent.
SCJ. 4 de Junio del Año 1993, Sentencia n. 3. B.J. 991.499. Citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002; Sent. SCJ. 14 de Enero del Año 1998, B.J. 1046, 134. Citada
por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002; Sent. SCJ. 10 del mes de Febrero del año 1999.
B.J. 1059.114; Sent. SCJ. 18 del mes de Febrero del año 1998. B.J. 1047.81-91. Citada
por: Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-2002. p.
440). “Sostiene la Suprema Corte de Justicia que tal como lo decidió la Corte a-qua, los
Juzgados de Primera Instancia son los Tribunales competentes para conocer de las
demandas en desalojo de inmuebles cuando ellas se intentan con el fin de ser ocupado el
inmueble por el propietario o por un pariente hasta el segundo grado, siendo los juzgados
de paz incompetentes para conocer de las mismas”. (Sent. SCJ. 1 de Diciembre del Año
1995, Sentencia n. 1. B.J. 1021.383. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel.
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002) .

“El hecho de que, después de una sentencia de desalojo de un inquilino por falta de pago
de los alquileres, el propietario reciba del inquilino el pago de lo debido antes de la
ejecución del desalojo, no produce la reconducción del inquilinato, a menos que el recibo
del pago de la deuda esté acompañado de una manifestación inequívoca del propietario
que produzca ese efecto”. (Sent. SCJ. 22 de Abril del año 1960. B.J. 597.784. Citada por:
Bergés Chupani, Manuel D. 1963. Jurisprudencia Dominicana 1957-1961. p. 151).

La Suprema Corte de Justicia cumpliendo con su papel de mantener la unidad de la


jurisprudencia dominicana, tuvo que intervenir dejando en varias decisiones
jurisprudenciales, exentos de toda duda el criterio: solo cuando la demanda esta basada
en la falta de pago del precio del alquiler por parte del inquilino, corresponderá conocer de
la demanda en desalojo al Juzgado de Paz. (Ortiz, Roberto. La Demanda en Desalojo en la
República Dominicana. Institucionalidad y Justicia. Noviembre del 1996. Vol. II. 1era. ed.,
p. 299).

La cuestión se complica cuando una demanda en desalojo, de la competencia del Juzgado


de Paz, es intentada conjuntamente con una demandada en rescisión del contrato de
arrendamiento por una causa distinta de la falta de pago de alquileres o arrendamientos,
de la competencia de los Juzgados de Primera Instancia. En este caso la competencia del
Juzgado de Paz es absorbida por la del Juzgado de Primera Instancia, por ser éste el de
mayor jerarquía y el de derecho común, por lo cual es el único competente para conocer
de ambas demandas. Claro está que la parte interesada podría si así lo desea, demandar
ante el Juzgado de Primera Instancia la rescisión del contrato y luego de obtenida la
sentencia definitiva e irrevocable que pronuncie la rescisión, demandar el desalojo por
ante el Juzgado de Paz. Los inconvenientes de esa forma de proceder saltan a la vista.
(García de Peña, Luis Víctor. La Competencia De Atribución En Materia De Contrato De
Arrendamiento . Institucionalidad y Justicia. Noviembre del 1996. Vol. II. 1era. ed., pp.
138).

gg. Existencia del Contrato de Alquiler. Efectos en cuanto a la Competencia.

Nuestra jurisprudencia ha concebido que la competencia de los Juzgados de Paz cesa una
vez que entra en discusión el contrato de alquiler. (Franco, Rafael. 1997. El Contrato de
Alquiler. p. 70).
27

“La competencia excepcional del artículo 1ro. párrafo 2do., del Código de Procedimiento
Civil conferida a los Juzgados de Paz para conocer de las demandas en rescisión de
arrendamientos cesa en caso de contestación sobre la existencia o validez de dichos
contratos o cuando haya una cuestión que ponga en causa el derecho de propiedad del
inmueble”. (Sent. SCJ. Agosto del año 1948. B.J. 457.1526; Sent. SCJ. 28 de Agosto del
año 1957. B.J. 565.1722 . Citada por: Bergés Chupani, Manuel D. 1963. Jurisprudencia
Dominicana 1957-1961. p. 32; Sent. SCJ. 6 de Marzo del año 1958. B.J. 572.480; Sent.
SCJ. 28 de Enero del año 1959. B.J. 582. 116 y 126; Sent. SCJ. 28 de Febrero del Año
1952, B.J.499. 322-323. Citadas por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002; Sent. SCJ. 27 de
Junio del Año 1952, B.J. 503, 1186. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel.
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“El hecho de que el demandado niegue la existencia del contrato de arrendamiento no


impide que los jueces de paz puedan apreciar, en vista de los documentos y
circunstancias de la causa que dicha negativa no es seria, puesto que de lo contrario esa
competencia excepcional atribuida a los juzgados de paz quedara frustrada, si el simple
alegato del demandado en ese sentido obligara a los jueces a declararse incompetentes”.
(Sent. SCJ. 6 de Marzo del Año 1958, B.J. 572, 480; B.J. N. 582, 116 y 126. Citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“La competencia excepcional que el Art. 1 párrafo 2 del C. de Procedimiento Civil atribuye
a los Juzgados de Paz para conocer de las demandas en resiliación de contratos de
arrendamiento por falta de pago de los alquileres, en pago de estos alquileres y en
desalojo, cesa cuando surge contestación sobre la existencia de dichos contratos o
cuando se suscite una cuestión que ponga en causa el derecho de propiedad del
inmueble”. (Sent. SCJ. 28 de Agosto del Año 1957, B.J. N. 565, 1722-27. Citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“Cuando se trata de demandas en expulsión o lanzamiento de lugares, que no están


fundadas en un contrato de arrendamiento, y que se refieren a inmuebles no registrados,
el tribunal competente es, únicamente, el Juzgado de Primera Instancia, y no es Juzgado
de Paz”. (Sent. SCJ. 24 de Febrero del Año 1992, Sentencia N. 19. B.J. 975.212. Citada
por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“El examen de la sentencia impugnada revela que los recurrentes presentaron ante el
Tribunal a-quo, conclusiones tendentes a que se declarara la incompetencia del Juzgado
de Paz de la Primera Circunscripción del D. N. para fallar la demanda en desalojo
intentada contra ellos, ya que fue negada la relación contractual de arrendamiento entre
las partes en litis; los jueces están en el deber de responder a todos los puntos de las
conclusiones de las partes para admitirlos o rechazarlos, dando los motivos que sean
pertinentes; que esta regla se aplica tanto a las conclusiones principales y a las
subsidiarias, como a las que contengan una demanda, una defensa, una excepción o un
medio de inadmisión; que como se ha expuesto precedentemente, los recurrentes
presentaron al Tribunal a-quo, conclusiones tendentes a que se declarara la
incompetencia de la misma para conocer de su demanda en desalojo; que sin embargo,
dicho Tribunal estatuyó sobre el fondo de la referida demanda sin contestar las referidas
conclusiones que de este modo violó en la sentencia impugnada el artículo 141 del Código
de Procedimiento Civil, por lo que dicha sentencia debe ser casada”. (Sent. SCJ. 6 de
Febrero del Año 1987, B.J. N. 915, 209. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel.
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).
28

“Considerando que tal como lo niega la recurrente, a los hechos establecidos, que
corresponden a los indicados, se le ha dado un sentido y alcance que no tienen, ya que
sin haberse comprobado que se hubiese discutido la existencia del contrato de inquilinato
entre las partes, se ha pretendido erróneamente negarle competencia al Juzgado de Paz,
para conocer de la demanda de que se trata; como asimismo se le atribuye a un depósito
de una mensualidad del alquiler en la Colecturía, después de la demanda, y no conocido
por la propietaria y sin que hubiese constancia en el expediente de que se ratificaba en
audiencia, agregándose los gastos que se hubieran podido haber producido, efectos que,
en esas circunstancias no podía producir, por lo que es preciso admitir que en la
sentencia impugnada se incurrió en los vicios denunciados y procede su casación”. (Sent.
SCJ. 27 de Marzo del Año 1981, B.J. N. 844, 547. Citada por: Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-
2002).

Cuando se trata de contratos de arrendamiento no escritos, cuya prueba no puede ser


hecha por testigos, ni presunciones, en virtud del Art. 1715 del Código Civil, a la parte
demandada le basta en principio, para que proceda la declinatoria, con negar la
existencia del contrato. En derecho, la competencia excepcional que el artículo 1ero.,
párrafo 2do. del Código de Procedimiento Civil, atribuye a los jueces de paz para conocer
de las demandas en reciliación de los contratos de arrendamiento por falta de pago de
alquileres, en pago de éstos y en desalojo, cesa cuando surge contención sobre la
existencia o sobre la validez de dichos contratos. (Sent. SCJ. 29 del mes de Julio del año
1959. B.J. 588.1508).

hh. Recursos contra Sentencia de Desahucio. Alcance del Efecto Suspensivo. Ámbito
de Aplicación.

“La sentencia que dicta el tribunal ordenando el desalojo, es susceptible de los recursos
ordinarios como oposición, apelación, etc., según el caso. Pero en vista de que está ante
una sentencia dictada de forma ejecutoria no obstante recurso alguno, la misma puede
ser ejecutada, por lo que detener la ejecutoriedad de la misma es pues el norte del
demandado, para lo cual la única forma lo sería recurrir a la demanda en referimiento,
intentada ante el tribunal de primera instancia de la jurisdicción, indicando la posibilidad
y el peligro que representa el desalojo, cuando la sentencia está siendo conocida en virtud
de que se interpuso un recurso, por lo que solicita al juez de los referimientos detener la
ejecutoriedad de la sentencia recurrida, hasta que se conozca el recurso de oposición u
apelación pendiente. Para detener la ejecutoriedad de una sentencia que ordene el
desalojo, la parte perdidosa tendrá que demandar en referimiento: la suspensión
provisional de ejecución de dicha sentencia, ya que la misma siempre será ejecutoria no
obstante cualquier recurso que contra ella se interponga. Simultáneamente deberá apelar
la mencionada sentencia, si es que no lo hace previamente, porque la Ordenanza que
dictará el tribunal apoderado será provisional hasta tanto sea conocido el fondo del
recurso de Apelación. Es de notar que una vez dictada la sentencia aunque se efectúe el
pago de los alquileres atrasados la ejecución de la sentencia no se detiene, puesto que
solo se ha dado cumplimiento a uno de los ordinales del dispositivo de la sentencia,
quedando el contrato rescindido, el desalojo ordenado y las costas procesales pendientes”.
(Valera S., Aristóteles. El Procedimiento de Desalojo por Falta de Pago. Revista
Procedimientos Jurídicos. Año I, No. 2. Diciembre 1994, p. 5 y 7).

¨… La Ley No. 38-98 del 3 de marzo del año 1998, que establece: “… cualquier recurso
que pueda interponerse contra la sentencia de desahucio será suspensiva de ejecución de
la misma”. El objetivo y alcance de esta ley es ampliar la competencia, en razón de la
cuantía, a los Juzgados de Paz¨. (Taveras, José Luis. Desalojo, Fuerza Pública y Desacatos.
Gaceta Judicial. Del 10 al 24 de Agosto del 2000. Año 4, n. 88, p. 34).
29

“El legislador asemeja los términos desalojo y desahucio como si se tratara de lo mismo,
sin embargo el desahucio es una causa del desalojo, como lo es la reciliación del contrato
de inquilinato por la falta de pago y el que se produce como consecuencia de una
sentencia que ordena el lanzamiento de lugar. Hacemos esta reflexión porque si bien es
cierto que la parte final del artículo Primero, en su párrafo Segundo, modificado por la Ley
N. 38/98, se refiere a las sentencias que ordenan desalojo por causa de desahucio, dicha
disposición legal no puede ser aplicada en el caso de que el desalojo sea la causa de la
reciliación del contrato de inquilinato por la falta de pago incurrida por el inquilino; ya
que la ejecución provisional en este caso se ordena en virtud a las disposiciones del
artículo 17 del Código de Procedimiento Civil, por existir promesa reconocida, y no por
efecto de las disposiciones del párrafo señalado. (…) a nuestro entender se trata de un
error de transcripción del texto original al momento de conocer de la modificación hecha
en la ley N. 38/98, porque, siendo la suspensión obligatoria cuando se hace uso de un
recurso ordinario, no era necesario consignarlo, con el solo hecho de no poner esa parte
tal efecto es aplicable, como sucede en todos los demás casos”. (Rivas Pérez, Polivio
Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado. 2da. ed., t., I, p. 74).

ii. Embargo de Ajuar de Casa. Definición.

“Es aquel que se traba sobre los bienes muebles y ajuares que se encuentran dentro de la
casa alquilada o dentro de los límites del predio rústico arrendado”. (Rivas Pérez, Polivio
Isauro. 199. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p. 114). “Es una
medida conservatoria perseguida a requerimiento del propietario por falta de pago de los
alquileres, tendiente a garantizar el pago de los alquileres vencidos”. (Castellanos, Víctor
José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. II, p. 94) .

¨El embargo de locación, mejor llamado embargo de los bienes que guarnecen en los
lugares alquilados, es una medida conservatoria que el artículo 819 del Código de
Procedimiento Civil, acuerda a los propietarios o inquilinos principales de casas o bienes
rurales. (…) Solamente el propietario y el inquilino facultados para ejecutar este tipo de
embargo”. (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado. Los
Embargos. p. 9).

“Según el Art. 102 del Código Civil, inciso 1ero. "los alquileres y arrendamientos de los
inmuebles son créditos privilegiados sobre los frutos de la cosecha del año y sobre el
precio de todo el ajuar de la casa alquilada o del predio rústico, y por todo lo que sirve a
la explotación del mismo"; y el Art. 819 del código de Procedimiento Civil confiere a los
propietarios o inquilinos principales de casas y de bienes rurales, el derecho le hacer
embargar, por deudas de alquileres y arrendamientos vencidos, los efectos y frutos que se
encuentren en dichas casas ó establecimientos rurales, así como de embargar el ajuar
que tenga la casa o la finca cuando ha sido quitado de su sitio sin su consentimiento….” .
(Sent. SCJ. 3 de Diciembre del Año 1923, B.J. N. 161, 48. Citada por: Castaños Guzmán,
Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana
1907-2002).

aaa. Demandas sobre Validez o Nulidad del Embargo de Ajuar de Casa por
Inquilinato.

Según el párrafo 2 del Artículo 1 del Código de Procedimiento Civil, la demanda en


validez, al igual que la demanda en nulidad del embargo de locación, es de la competencia
del Juzgado de Paz, sin tomar en cuenta su cuantía. (Germán, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. II, pp. 198-199).

“El tribunal competente en razón de la materia lo es el juzgado de paz, según dispone el


párrafo 2 del artículo 1 del Código de Procedimiento Civil. En cuanto a la competencia en
30

razón del territorio, la cuestión es controvertida, pero domina la opinión de que el juzgado
de paz del lugar del embargo es el competente”. (García de Peña, Luis Víctor. 1999.
Manual de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 11).

“Otros aspectos relativos al pago de los alquileres por parte de los inquilinos son de la
competencia de los Juzgados de Paz tal el caso de las demandas sobre validez y nulidad
de embargo de ajuar de casa por falta de pago de los alquileres contenida en el mismo
párrafo 2 del artículo 1 del Código de Procedimiento Civil el cual atribuye además
competencia para todas las acciones que en materia de inquilinato deriven del pago de los
alquileres lo cual abre la interrogante de si esta generalidad le permite como juez de lo
principal conocer sobre demandas en validez de embargos retentivos basados en dicha
falta y los aumentos o rebajas del precio del alquiler autorizados por el Control de Alquiler
de Casas y Desahucios”. (Franco, Rafael. 1997. El Contrato de Alquiler. p. 71).

“Ratione materiae, el juez de paz es competente, según lo dispone el artículo 1ro. párrafo
2do., para conocer de la demanda en validez, lo mismo que lo es para conocer de todo lo
relativo a las contestaciones surgidas con motivo de los contratos de locación y
arrendamiento. Es controvertida la cuestión de saber cuál es el juez de paz competente
ratione personae vel loci para conocer de la demanda en validez. En una primera opinión
se sostiene que, en ausencia de disposición contraria de la ley, es preciso, por aplicación
de derecho común, atribuír competencia al juez del domicilio del embargado. En una
segunda opinión, que prevalece se prefiere atribuír competencia al juez del lugar del
embargado”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. 4ta. ed., vol. IV, p. 208).

bbb. Caso de Embargo de Ajuar de Casas por el Inquilinato en que se requiere


Permiso Judicial. Regla de Competencia Territorial.

“De conformidad con el párrafo 9 del artículo 1 del Código de Procedimiento Civil
modificado por la ley 571 de 1941, en los casos que el embargo de ajuar de casa por
inquilinato, no puede llevarse a efecto sino en virtud de permiso judicial, éste será
acordado por el juez de paz del lugar en que hubiere de efectuarse”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. 11ma. ed., t. I, p. 169).

“El juez de paz tiene competencia para autorizar este embargo, sin que haya lugar a
tomar en consideración la cuantía del mismo (Art. 1, Párrafo 9 y Art. 819 Cód. Proc. Civil).
Territorialmente, la competencia ha sido confiada al Juez de Paz del lugar en que ha de
efectuarse el embargo (Art. 1, Párrafo 9, Cód. Proc. Civil) por lo que queda cerrada la
discusión acerca de la naturaleza real, personal o mixta de las acciones originadas en el
contrato de arrendamiento”. (Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, pp.195-
196).

“El artículo 819 autoriza a proceder de dos modos. 1º El acreedor puede embargar
“después de un día del mandamiento de pago”, o más exactamente, de una intimación de
pagar. El mandamiento de pago, en efecto, es el acto que debe notificar el acreedor
provisto de título ejecutorio como preliminar de uno de los embargos ejecutorios
(ejecutivo, de frutos no cosechados, de rentas, inmobiliario), y éste es un embargo
conservatorio, al cual se puede proceder “haya o no haya contrato escrito”. 2º El acreedor
puede embargar “al instante, en virtud de permiso que se haya obtenido del alcalde (juez
de paz)”previa solicitud al efecto. (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho
Judicial Privado. Los Embargos. p. 10; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed., vol. IV, p. 207). El juez de paz competente es, según
lo dispone el artículo 1ro párrafo 9no , el del lugar en que se encuentran los efectos a
embargar. La última forma de proceder es preferible, puesto que el plazo que debe mediar
entre la intimación y el embargo podría ser aprovechado por el inquilino o el arrendatario
31

para extraer furtivamente de los lugares los objetos que su acreedor podría embargar”.
(Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed.,
vol. IV, p. 207).

“El auto dictado es recurrible ante el mismo juez de paz, siguiendo el procedimiento
propio de este tribunal”. No siguiendo el procedimiento en referimiento, ya que no ha sido
previsto para el Juzgado de Paz”. (Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. 1era. ed., t.
II, p.196).

ccc. Estimación del valor principal del contrato de arrendamiento. Conforme al


Precio del Mercado. No Conforme al Precio del Mercado. En lo referente a los
contratos de arrendamientos a colonos aparceros.

“Si el valor principal del contrato de arrendamiento consistiere en frutos o géneros o


prestación en naturaleza (no en dinero propiamente), estimable conforme al precio del
mercado, el avalúo se hará (es decir, el precio o valor se fijará) por el valor al día de
vencimiento de la obligación, si se trata de pago de arrendamiento; en los demás casos se
hará por el precio del mercado en el mes que precede a la demanda”. (Rowland Cruz,
James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y
845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. pp. 86-87).

“Si el valor principal del contrato de arrendamiento consistiere en prestaciones no


estimables por el precio del mercado, o si se tratare de contratos de arrendamientos a
colonos aparceros (es decir, colonos que han hecho un contrato de arrendamiento rural
en el que el alquiler no consiste en el pago de una cantidad determinada de dinero
periódicamente, como es lo común; sino en la adjudicación o entrega en propiedad al
propietario del terreno de una parte de los frutos cosechados por el arrendatario), el juez
de paz determinará su competencia, previo avalúo (o fijación del valor envuelto en la litis)
por peritos. Cualquier recurso que pueda interponerse contra la sentencia de desahucio
será suspensivo de la ejecución de la misma (o sea, si una de las partes recurre en
oposición o apelación, la sentencia atacada no puede ser ejecutada por quien resulte
beneficiado con ella)”. (Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano
de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 87).

“De acuerdo con el art. 1, apartado 2 del Cód. de Proc. Civil, la competencia de los
Alcaldes en materia de "contratos de arrendamientos a colonos aparceros" está limitada,
en única instancia, a aquellos de dichos contratos cuyo valor no exceda de veinticinco
pesos, y a cargo de apelación a los que, excediendo esta suma, no pasen la de doscientos
pesos. Para el efecto, dicho texto agrega que respecto de tales "contratos de
arrendamientos a colonos aparceros, el Alcalde determinará la competencia previo
avalúo".- En la especie juzgada, una Alcaldía, al conocer, en defecto, de una demanda en
resolución de uno de estos contratos, decidió sobre el fondo sin previo avalúo; y llevado el
caso ante el Juzgado de Primera Instancia correspondiente, como tribunal de apelación, el
intimante solicitó que se ordenara previamente el peritaje para el avalúo, pedimento que
rechazó dicho tribunal, conociendo del fondo sin el aludido "previo avalúo".- Sienta la
Suprema Corte, al resolver el caso, que el Juzgado de Primera Instancia tenía, "como
tribunal de apelación, la misma obligación que el Alcalde, de determinar "la competencia,
previo avalúo por peritos", pues el apelante, lejos de consentir en la prórroga de
jurisdicción, le pidió expresamente que ordenara el peritaje", y que, por tanto, al rechazar
tal pedimento, su sentencia ha incurrido en la violación del art. 1, párrafo 2 del Código de
Procedimiento Civil”. (Sent. SCJ. 26 de Octubre del Año 1938, B.J. N. 339, 641. Citada
por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).
32

jj. Acciones Noxales o de daños causados en los campos, frutos y cosechas, por el
hombre, o por animales.

“Demandas Noxales son aquellas mediante las cuales se persigue la reparación de los
daños causados en campos, cosechas y frutos por animales o por el hombre. Se considera
con interés para intentar este tipo de demanda a los propietarios, arrendatarios, poseedor
o usufructuario o el locatario”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez
de Paz. t. II. p. 134; Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado.2da. ed., pp. 143-144).

“La competencia de los Juzgados de Paz viene dada en base a lo establecido en el artículo
1ero., Párrafo IV, del Código de Procedimiento Civil modificado por la Ley 38-98 y en base
al artículo 76 y 88 de la Ley de Policía. La acción en daños noxales puede ser dirigida por
el propietario, el arrendatario, el usufructuario y el locatario. Esta acción puede ser
llevada directamente por la vía civil o puede ser llevada conjuntamente con la acción
pública. Como se trata de asuntos de hechos existe la libertad de pruebas”. (Castellanos,
Víctor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. II. p. 134).

“Los daños causados en campos, frutos y cosechas ya sea por el hombre, ya por animales
son de la competencia de los Juzgados de Paz por cualquier suma a que ascienda la
demanda, tal como lo establece el párrafo cuarto del artículo primero del Código de
Procedimiento Civil”. (Sent. SCJ. 28 de Junio de 1966. B. J. N. 667, 936: Citada por:
Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p.
144).

La palabra campo no designa solamente a las tierras laborables, sino todas las tierras
productivas de frutos naturales, tales como las praderas, bosques, etc. (Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 43, p. 30).

La competencia de los jueces de paz, en caso de daños a los campos, sólo se extiende a la
acción en reparación de esos daños. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 3, p. 29).

Si el demandante, en el caso en que el perjuicio sufrido por él provenga de un


establecimiento insalubre, requeriría, además de la reparación de ese perjuicio, la
destrucción del establecimiento de que se trata, su acción saldría de los límites de la
jurisdicción del juzgado de paz. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 4, p. 29).

La acción por daños a los campos, frutas o cosechas, puede ser intentada por el
arrendatario o subarrendatario, así como por el propietario mismo, cuando los daños
cometidos le causan un perjuicio personal. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 7, p. 29).

La competencia especial atribuida a los jueces de paz cesa, cuando se trata de una
demanda tendente al otorgamiento de daños y perjuicios por reparación del perjuicio
causado por una sustracción fraudulenta de frutos o cosechas cometida en un campo o
en un bosque, en detrimento del propietario del fundo o de aquel que tiene el disfrute o
goce del mismo. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile. n. 16, p. 29).

Los daños que dan lugar a las acciones que entran dentro de la competencia de los jueces
de paz son solamente los daños hechos a los campos, frutos y cosechas, ya sea por el
hombre, ya sea por los animales, y resultantes sea de una simple contravención, sea de
33

delitos o cuasi-delitos, sea incluso de crímenes. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes


Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 19, p. 29).

Así, todos los daños provenientes sea de la negligencia de un vecino deben ser
comprendidos en la categoría de los daños hechos por los hombres. (Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 34, p. 30).

El juez de paz conoce de los daños a los campos que son permanentes, así como los
daños que son sólo momentáneos. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 39, p. 30).

Así, la acción en reparación de los daños cometidos en los bosquecillos es de la


competencia del juez de paz. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 44, p. 30).

La competencia del juez de paz relativa a los daños hechos a los campos, frutos y
cosechas, se extiende a los daños causados a todos los productos del suelo, sin importar
la especie ni el modo de cultivo, y especialmente a los semilleros. (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 45, p. 30).

Por otra parte, e inversamente, el juez de paz conoce de las acciones por daños causados
en los campos, frutos y cosechas, tanto cuando la causa es permanente como cuando es
accidental. Y sin que haya necesidad de examinar si el daño proviene del hecho mediato o
inmediato del hombre. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile. n. 76-77, p. 31).

El juez de paz, en materia de daños hechos a los campos, frutos y cosechas, ejerce una
competencia absoluta; tiene el derecho de estatuir sobre todas las excepciones que pueda
oponer el demandado. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile. n. 81, p. 31).

El juez de paz cesa de ser competente cuando los derechos de propiedad o de


servidumbre son contestados. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 93, p. 32).

kk. Acciones relativas a la limpieza de los árboles, cercas y al entretenimiento de


zanjas o canales destinados al riego de las propiedades o al impulso de las fábricas
industriales, cuando no hubiere contradicción sobre los derechos de propiedad o de
servidumbre.

Las acciones relativas a la limpieza de las fosas sólo son de la competencia de los jueces
de paz cuando se trata de fosas que pertenecen a particulares, y no cuando se trata de
una limpieza, sea de fosas que forman parte de carreteras nacionales o departamentales,
sea de fosas que los prefectos pueden hacer establecer sobre todo lo largo de los caminos
vecinales. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 140, p. 33)

El juez de paz cesa de ser competente sobre las acciones relativas a la poda de árboles o
setos, todas las veces que los derechos de propiedad o de servidumbre o los títulos que
las establecen son contestados. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n.134, p. 33).

ll. Acciones sobre reparaciones locativas de las casas o predios rústicos colocados
por la ley a cargo del inquilino.
34

“Es aquella la cual está a cargo del inquilino, por los daños causados al inmueble
alquilado durante el goce y disfrute del mismo, daños éstos que pueden ser comprobados
mediante la utilización de peritos, o mediante inventario estipulado en el contrato de
inquilinato. Esta demanda casi siempre se inicia, luego de un desalojo o de la entrega
voluntaria del inmueble. El propietario al comprobar que el inquilino durante el disfrute y
goce del inmueble no hizo las reparaciones que la ley o las cláusulas del contrato
disponen a su cargo, puede demandar por ante esta jurisdicción, el pago de los daños
causados”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. II. p. 109;
Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p.
145).

“La competencia del juzgado de paz para conocer de este asunto se encuentra establecida
en el Artículo 1ero., Párrafo 4 del Código de Procedimiento Civil, modificado por la Ley N.
38-98. El Juzgado de Paz conocerá de este tipo de demanda en instancia única hasta el
valor de RD$3,000.00 y a cargo de apelación por cualquier suma a que ascienda la
demanda. Las demandas en reparaciones locativas por afectar bienes inmuebles deberán
estar acompañadas por todos los documentos que la ley dispone para este tipo de casos
(certificado de depósito, cintillo catastral, etc)”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Biblioteca
Básica del Juez de Paz. t. II. p. 109).

“El numeral 2 del párrafo 4 del artículo 1 del Código de Procedimiento Civil dispone que
los Jueces de Paz son competentes, sin importar el monto de la demanda, para conocer
sobre las reparaciones locativas colocadas por la Ley a cargo del inquilino. En esta caso el
Juzgado de Paz competente territorialmente lo es el del lugar del inmueble al tener del
artículo 3 del referido Código”. (S/R).

El juzgado de paz conoce de las reparaciones locativas de casa o fincas, puestas por la
ley a cargo locativo. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile. n. 7, p. 22).

Si a la vez hay alguna cuestión de reparaciones locativas y de reparaciones más


considerables puestas a cargo locativo por una cláusula del alquiler, el tribunal
correspondiente pasa solamente a conocer sobre diversas demandas principales que se
deriven del mismo título. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 16, p. 22).

La competencia de los juzgados de paz, en materia de reparaciones, no se limita a las


reparaciones de edificios sirviente a la habitación o a la explotación de fincas; más bien a
reparaciones locativas de fábricas, a reparaciones a realizar en campos y huertos que
componen la finca, la obligación del arrendatario de mantener las tierras bien cultivadas,
los árboles resguardados, los estanques y fosas limpias, las cercas, etc. (Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 17, p. 22).

La ley atribuye de una manera general y sin distinciones a los jueces de paz el
conocimiento de reparaciones locativas, y el juez de paz puede también juzgar la cuestión
de saber si las reparaciones son urgentes, si son importantes para la conservación misma
de la casa y si el arrendador puede durante el alquiler constreñir al arrendatario a
efectuar a medida que las degradaciones sobrevengan. (Jurisprudence Genérale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n.19, p. 22).

mm. Contestaciones relativas a los compromisos respectivos entre los jornaleros


ajustados por día, mensual o anualmente, y aquellos que los hubieren empleado;
Contestaciones entre los dueños y sirvientes o asalariados; Contestaciones entre los
maestros de oficio y sus operarios o aprendices.
35

Los compromisos respectivos de los maestros y gente de trabajo, domésticos y obreros, ya


sea que hayan sido contratados verbalmente o por escrito, entran dentro de la
jurisdicción del juez de paz. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 4, p. 25).

Hay que entender por gente de trabajo a todos los artesanos, todos aquellos que trabajan
manualmente, tales como los ebanistas, albañiles, sastres, etc., cuando son empleados
con pago por día, por mes o por año. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 7, p. 25).

Hay que entender por domésticos aquellos que no son relacionados con la persona del
amo, tales como los cocineros, camareros y lacayos, o aquellos que están principalmente
ocupados en los trabajos de la campiña. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 29, p. 26).

En el sentido de esa disposición, y desde el punto de vista de la competencia del juez de


paz, un jefe de taller o capataz es un obrero. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 49, p. 26).

Juzgado a este respecto: (…) que la acción en daños y perjuicios interpuesta por un
obrero contra su amo, en razón de un hecho perjudicial al demandante (tal como la
supresión de una carta dirigida a él, y la falsa inscripción sobre su libro de una
renovación del compromiso), entra en la competencia de los tribunales civiles de distrito,
y no en la de los jueces de paz. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 58, p. 26).

nn. Contestaciones relativas a criaderas.

En las fuentes doctrinales y jurisprudenciales dominicanas y francesas consultadas, no


fueron contempladas las contestaciones relativas a criaderas.

oo. Acciones civiles por difamación verbal y por injurias públicas o no públicas,
verbales o por escrito, que no sean por medio de la prensa.

Difamación es toda alegación o imputación de un hecho que ataca el honor o la


consideración de la persona o del cuerpo a que se imputa”. (Capitant, Henri. 1930.
Vocabulario Jurídico. p. 227).

Injuria es toda expresión ultrajante, palabra de menosprecio o invectiva, que no encierre


la imputación de ningún hecho. Injuria No Pública es la que, por no importar la
publicidad constituye sólo una contravención de simple policía. Injuria Pública es la que
se profiere en lugares o reuniones públicos, o se expresa mediante uno de los otros modos
de publicidad previstos en la ley de prensa, que la sanciona como delito correccional.
(Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 320).

“La acción civil en daños y perjuicios por difamación o injuria, sin el uso de la prensa y en
que la parte ofendida no ha intentado su acción por la vía represiva, es de la competencia
exclusiva del juzgado de paz, en virtud del artículo 1ro., párrafo 4to. numeral cuarto del
Código de Procedimiento Civil”. (Sent. SCJ. 15 del mes de Agosto del año 2001. B.J.
1089.62-69. Citada por: Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia
Civil, 1997-2002. p.289).

“Conocen de todas las acciones en reclamación por difamación e injuria no pública…”.


(Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p.
112.
36

Sobre el imperio de la ley del 25 de mayo del 1838, era generalmente admitido, y hay que
admitir, sobre el imperio de la ley del 12 de julio de 1905, que la circunstancia de la
publicidad, necesaria para que el difamador sea pasible de penas correccionales, es
indiferente al punto de vista de la competencia especial del juez de paz en materia de
difamación; hay difamación, en este punto de vista, desde que uno imputa a una persona
un hecho preciso y de deshonra. Juzgado en ese sentido (bajo el imperio de la ley del 25
de mayo de 1838): … que la acción civil en daños y perjuicios, por difamación verbal, es
de la competencia del juez de paz, tanto en el caso en que la difamación es no pública,
como en el caso en que es pública (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 160-161, p. 33).

El juez de paz es competente, y el tribunal de primera instancia es incompetente, para


estatuir sobre una acción en daños y perjuicios por difamación (o por injurias), incluso
cuando el demandante sostiene que los hechos de los que se queja constituyen, no un
delito o una contravención, sino una falta civil que cae bajo la aplicación de las
disposiciones del art. 1382 c. civ., si su articulación contiene los elementos de un delito y
de una contravención especialmente previstos y castigados por la ley penal.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 168, p. 33).

El Art. 5 de la ley del 25 de mayo de 1838 daba una competencia especial y exclusiva al
juez de paz en materia de difamación verbal; pero, si se trataba de una difamación
escrita, el juez de paz sólo era competente en los límites del derecho común.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 171, p. 35).

Los jueces de paz podían, sin embargo, conocer de las acciones en daños y perjuicios por
difamación escrita no pública, en los límites fijados por el Art. 1 de la ley del 25 de mayo
de 1838, el Art. 5, párrafo 5, de esta ley que atribuía a estos magistrados el derecho a
estatuir, en materia de difamación verbal, hasta la concurrencia de una tasa particular,
dejando subsistir, en cuanto a la difamación escrita, la regla general de competencia
dictada por el Art. 1 de dicha ley para todas las acciones puramente personales.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 176, p. 35).

Bajo el imperio de la ley del 12 de julio de 1905 y como consecuencia de un cambio de


redacción, la competencia especial del juez de paz en materia de difamación, se extiende a
las difamaciones escritas. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 177, p. 35).

A diferencia de la acción civil por difamación, en la cual el juez de paz sólo la conocía,
bajo el imperio de la ley del 25 de mayo de 1838, cuando la difamación era verbal, la
acción civil por injurias entraba ya, bajo el imperio de dicha ley, como entra en la
legislación presente, en la competencia de este magistrado, ya sea que se trate de injurias
verbales o de injurias hechas por escrito, a menos que éstas hayan tenido lugar por la vía
de la prensa. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 178, p. 35).

El conocimiento de la acción civil por injurias o difamaciones (verbales o escritas, en la


legislación presente) pertenece siempre al juez de paz, sin importar la calidad de la
persona injuriada. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile. n.180, p. 35).
37

Así, la acción en daños y perjuicios, intentada por un funcionario en razón de expresiones


difamatorias hechas en su contra en lugares públicos, es llevada competentemente por
ante el juez de paz. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile. n. 181, p. 35).

Por otra parte, el juez de paz, llamado a estatuir, dentro de los límites de su competencia
ordinaria, sobre una acción civil por difamaciones o por injurias por la vía de la prensa,
debería declararse incompetente si el demandante concluye respecto a la publicación de
la sentencia o a su inserción en los periódicos, ya que ese punto de la demanda presenta
un valor indeterminado. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile. n. 198, p. 36).

pp. Acciones por riñas o vías de hechos; y todo ello cuando las partes ofendidas no
hubieren intentado la vía represiva.

Los jueces de paz conocen de todas las reclamaciones por “riñas y vías de hecho que no
se hubieren intentado por la vía represiva, o de aquellas acciones que puedan reclamarse
conjuntamente con una acción penal sin importar su cuantía, como el caso de las
reclamaciones por golpes y heridas causados por la imprudencia o inobservancia de las
reglas de tránsito”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado. 2da. ed., p. 112).

Según la jurisprudencia, el Art. 5, párrafo 5, de la ley del 25 de mayo de 1838, y, en


consecuencia, también el Art. 6, no. 3 de la ley del 12 de julio de 1905, sólo atribuyen
jurisdicción exclusiva a los jueces de paz cuando se trata de pronunciar sobre las
acciones en reparación civil por riñas y vías de hecho simples, pasibles de penas de
simple policía y no cuando el hecho alegado es, por su naturaleza, de la competencia de
los tribunales correccionales. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 200, p. 36).

El juez de paz se mantiene incompetente para estatuir sobre una demanda en daños y
perjuicios fundada sobre violencias que reúnen las condiciones características de un
delito correccional, y no de una simple contravención, aún cuando el juez de policía, cuya
decisión ha adquirido la autoridad de la cosa juzgada, haya retenido el asunto y
pronunciado una condena y que esta decisión no tiene influencia sobre la extensión de la
competencia del juez estatuyendo en lo civil. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 207, p. 36).

De acuerdo con la solución admitida por la jurisprudencia, al menos en materia personal


inmobiliaria, la incompetencia del juez de paz, cuando es apoderado de una asunto de la
competencia del tribunal civil, es puramente relativa. (Jurisprudence Genérale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 213, p. 36).

Decidido en cuanto al conocimiento de las acciones civiles, resultantes de riñas o vías de


hecho, que el juez de paz es incompetente ratione materiae, y que debe él mismo
pronunciar de oficio su incompetencia, si el hecho que sirve de fundamento a la demanda
no reviste el carácter de una contravención de simple policía, sino que constituye un
delito correccional; y si, por otra parte, la acción en daños y perjuicios es de un valor de
200 francos. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 216, p. 36).

Las acciones en daños y perjuicios por difamaciones o por injurias, y por riñas o vías de
hecho, sólo son de la competencia del juez de paz, cualquiera que sea la suma a la que se
eleven, cuando las partes no han recurrido a la vía criminal. (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 217, p. 37).
38

c) Asuntos siempre apelables por los Juzgados de Paz.

“Asuntos siempre apelables: 1. De las obras emprendidas durante el año de la demanda


sobre el curso de las aguas que sirven de riego a las propiedades, y al impulso de las
fábricas industriales, o al abrevadero de ganados y bestias en los lugares de crianza, sin
perjuicio de las atribuciones de la autoridad administrativa, en los casos que determinen
las leyes y reglamentos particulares; 2. Sobre las denuncias de obra nueva, querellas,
acciones en reintegranda y demás interdictos posesorios fundados en hechos igualmente
cometidos dentro del año. 3. De las acciones en delimitación y las relativas a la distancia
prescrita por la ley, los reglamentos y la costumbre de los lugares, para la siembra de
árboles o colocación de empalizadas o cercas, cuando no surja contradicción alguna sobre
la propiedad o los títulos. 4. De las acciones relativas a las construcciones y trabajos
enunciados en el artículo 674 del Código Civil cuando la propiedad o el derecho de
medianería de la pared no fueren contradichos; 5. De las demandas sobre pensiones
alimenticias, siempre que no excedan de la suma de mil pesos anuales, y únicamente
cuando se intenten en virtud de los artículos 205, 206 y 207 del Código Civil”.
(Castellanos, Víctor José. Manual para Jueces de Paz. t. I, pp. 84-85; Pérez Méndez,
Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. 11ma. ed. , t. I, vol. I, pp. 167-168).

aa. Obras emprendidas durante el año de la demanda sobre el curso de las aguas que
sirven de riego a las propiedades, y al impulso de las fábricas industriales, o al
abrevadero de los ganados y bestias en los lugares de crianza, sin perjuicio de las
atribuciones de la autoridad administrativa, en los casos que determinen las leyes y
reglamentos particulares.

Todas las contestaciones derivadas de un hecho cometido en el año, sea por la empresa,
sea de otro modo, por las aguas corrientes distintas a aquellas declaradas como
dependencias del dominio público, son de la competencia del juez de paz. (Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 22, p. 40).

Una demanda tendente a la represión de una empresa sobre una corriente de agua y al
reestablecimiento de las cosas en su antiguo estado, no cesa de ser de la competencia del
juez de paz, aún cuando el demandante haya, al mismo tiempo, concluido sobre daños y
perjuicios en razón del perjuicio causado por la empresa. (Jurisprudence Genérale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 23, p. 40).

En caso de empresa sobre las aguas de una fuente cuya posesión es contestada entre dos
vecinos, el juez de paz es competente, en virtud de las reglas generales de su institución,
para conocer en lo posesorio de la contestación aún cuando las aguas litigiosas serían
empleadas para usos privados. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 28, p. 40).

Si la disposición del Art. 7, no.2, de la ley del 12 de julio de 1905, como la disposición del
Art. 6, no.1, de la ley del 25 de mayo de 1838, deja subsistir, con respecto a las
turbaciones causadas al disfrute de las aguas que tienen otro destino, y, por ejemplo,
empleadas para uso doméstico, la competencia general del juez de paz en materia de
acción posesoria, no se deriva de ello. Y, desde el momento, en que tratáramos la
hipótesis mediante la cual dicha disposición ha sido dictada la condición de una posesión
anual exigida, en principio, para el ejercicio de las acciones posesorias, basta que la
acción sea interpuesta dentro del año de la empresa cuyo demandante persigue la
represión. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 29, p. 40).
39

El Código de Procedimiento ha regulado las materias de las acciones posesorias distintas


a aquellas relativas a las empresas sobre las corrientes de agua. (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 38, p. 40).

bb. Denuncia de Obra Nueva.

“Es una acción que se intenta contra todo el que ha hecho o comenzado en su terreno
una construcción contraria a las disposiciones del lugar o que lleva perjuicio al
querellante, turbándolo en su derecho de propiedad o en un derecho real que ejerce por
herencia. El vecino perjudicado por la construcción nueva, trata de lograr la paralización
de los trabajos recién iniciados, impidiendo así, el goce del poseedor”. (Castellanos, Víctor
José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. II. p. 118).

Ver Anotación Artículo 23 y siguientes.

cc. Querella.

“La querella es la acción dada al poseedor de un derecho real inmobiliario, propiedad o


desmembramiento de la propiedad, para hacer cesar la turbación inferida a su posesión.
Es la más importante de las acciones posesorias”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. 8va. ed., vol.I, p. 273).

Ver Anotación Artículo 23 y siguientes.

dd. Acción en Reintegranda.

“Es una acción que intenta un poseedor que ha sido desalojado con violencia de su
posesión, en contra de la persona que ha ejercido la acción, con el propósito de ser
reintegrado en su posesión. Mediante esta acción sólo se persigue reintegrar al desposeído
en su posesión, dejando intacto el derecho de propiedad a quien corresponda, o sea que el
demandado que sucumba en lo posesorio puede posteriormente ejercer un recurso y
triunfar en lo petitorio. No es necesario que el poseedor haya ejercido la posesión por más
de un año y un día, basta que haya sido desposeído de manera violenta”. (Castellanos,
Víctor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. II. p. 123).

Ver Anotación Artículo 23 y siguientes.

ee. Demás Interdictos Posesorios. Determinación de la Existencia de otros


Interdictos Posesorios.

“... el artículo 1, párrafo 5 habla de la denuncia de obra nueva, la querella, la


reintegranda y demás interdictos posesorios dando con ello a entender que además de
esos tres hay otros, lo que generalmente se considera como falso;...”. (Tavares hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 8va. ed., v. I, p. 269).

“La imprecisión de algunos de los textos legales citados, de una parte, y la generalidad de
los términos del Art. 23 del Código de Procedimiento Civil, de la otra parte, han hecho
pensar que no existe sino una sola acción posesoria, sometida en todos los casos a las
mismas condiciones de ejercicio. Pero la mayoría admite que existen, como acciones
distintas, la querella, la denuncia de obra nueva y la reintegranda, enumeradas en el Art.
1, párrafo 5 del Código de Procedimiento Civil; pero que no existen otras, a pesar de que
ese texto habla de otros interdictos”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. 8va. ed., v. I, pp. 269-270).
40

ff. Acciones en Delimitación. Acciones relativas a la distancia prescrita por la ley,


los reglamentos y la costumbre de los lugares, para la siembra de árboles o
colocación de empalizadas o cercas, cuando no surja contradicción alguna sobre la
propiedad o los títulos.

En las fuentes doctrinales y jurisprudenciales dominicanas y francesas consultadas, no


fueron contempladas las mencionadas contestaciones.

gg. Acciones relativas a Construcciones y Trabajos enunciados en el artículo 674 del


Código Civil cuando la propiedad o el derecho de medianería de la pared no fueren
contradichos.

“El que haga excavar un pozo, aljibe, pila o letrina para su servicio cerca de una pared,
sea o no medianera; el que en el mismo sitio se proponga construir chimeneas, horno,
fogón o fragua; construir al lado un establo o establecer un almacén de sal o montón de
materias corrosivas, está obligado a guardar la distancia de diecinueve decímetros (seis
pies) entre la obra y el muro” (Art. 674 del Código Civil).

La ley no ha entendido atribuir a los jueces de paz sólo las acciones tendentes a hacer
aplicar a las construcciones y trabajos mencionados en el Art. 674 del Código Civil las
reglas escritas en los usos o reglamentos, sino además todas las acciones relativas a estos
trabajos y construcciones, y, por ejemplo, las demandas en indemnización del perjuicio
que pueda resultar, aún cuando nos hemos limitado para su ejecución a las medidas
exigidas por los reglamentos o usos locales. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 41, p. 41).

Así, la demanda en reparación del perjuicio ocasionado por esos trabajos es de la


competencia del juez de paz, ya sea cuando ella se encuentra interpuesta accesoriamente
a la acción en ejecución de las disposiciones del Art. 674 del Código Civil, ya sea cuando
ella es interpuesta principalmente. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 42, p. 41).

Decidido, sin embargo, que, para que el juez de paz sea competente, es necesario que el
litigio se presente exactamente en los términos del Art. 674 del Código Civil, es decir, que
presente la cuestión de saber si la distancia o las medidas de precaución prescritas por
los usos o los reglamentos particulares han sido observados en la realización del trabajo.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 44, p. 41).

La competencia atribuida a los jueces de paz para estatuir sobre las contestaciones
relativas a las construcciones y trabajos enunciados en el Art. 674 del Código Civil tiene
un carácter excepcional. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile. n. 45, p. 41).

Así, el juez de paz es incompetente para estatuir sobre las contestaciones concernientes a
los trabajos a los que el Art. 674 del Código Civil no hace mención. (Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 47, p. 41).

El Art. 674 del Código Civil que prohíbe al propietario el hacer ciertos trabajos cerca de
un muro, medianero o no, sin observar las distancias prescritas por los reglamentos o los
usos, se aplica solamente al caso en que esos trabajos se levantan completamente sobre
el fundo de aquél que los ejecuta, y no al caso en que se apoyan sobre un muro
medianero. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 53, p. 41).
41

Los jueces de paz sólo conocen de las acciones relativas a las construcciones y trabajos
enunciados en el Art. 674 del Código Civil cuando la propiedad o la medianería del muro
no han sido contestadas. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 54, p. 41).

hh. Pensión Alimenticia. Definición.

“Pensión cuyo carácter propio es proveer a la subsistencia del acreedor o su familia. En


ciertos casos puede pagarse en especie”. (Capitant, Henri. 1930.Vocabulario Jurídico. P.
421).

aaa. Demandas sobre Pensiones Alimenticias.

“Los padres pueden citar por ante el Juzgado de Paz a sus hijos, con la finalidad de que el
Tribunal le asigne una pensión mensual para su alimentación, (…)”. (Rivas Pérez, Polivio
Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p. 105).

El ordinal tercero de la resolución dictada por la Suprema Corte de Justicia en fecha 31


de Octubre del año 1997 resolvió que: “Mientras no estén funcionando los tribunales de
Niños, Niñas y Adolescentes, los Juzgados de Paz creados por la Ley en todo el territorio
de la República Dominicana, conocerán, en atribuciones de niños, niñas y adolescentes,
las reclamaciones por concepto de alimentos a favor de dichos menores y de las madres
grávidas, de conformidad con el procedimiento establecido en el Título II del Libro
Segundo del Código para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Ley 14-94)”.
(Sent. SCJ. 31 del mes de Octubre del año 1997. B.J. No. 1043.5).

Ver artículos 130 a 158 del Código para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes,
para la determinación del procedimiento a seguir en el caso previsto por la Resolución.

d) Competencia de los Juzgados de Paz en lo relativo a las Demandas


Reconvencionales o sobre Compensación.

“Demanda Reconvencional es la interpuesta en el curso de un litigio por el demandado


contra el demandante, por simples conclusiones, y con el objeto de obtener el
reconocimiento de un derecho que atenuará o excluirá la demanda principal”. (Capitant,
Henri. 1930.Vocabulario Jurídico. p. 199). En el caso de que las conclusiones, tiendan a
hacer caer la demanda principal, constituye jurídicamente, no una demanda
reconvencional, sino un simple medio de defensa (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 172. p. 13). Las demandas
reconvencionales son todas interpuestas incidentalmente contra el demandado incidental
a la demanda principal, y que son de naturaleza a ejercer alguna influencia sobre ésta.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 1, p. 43).

“La demanda reconvencional es aquella introducida incidentalmente en la demanda


principal por parte del demandado, en procura no tan sólo de que se rechacen las
pretensiones establecidas en la demanda principal, sino para pedir condenación en
contra del demandante”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia
Civil Anotado.2da. ed., p. 107).

“Compensación Judicial es la operada por decisión de la justicia, cuando el tribunal que


conoce de dos demandas recíprocas fija, a fin de compensarlo con el otro, el valor del
crédito reclamado no líquido, es decir, de monto no determinado”. (Capitant, Henri.
1930.Vocabulario Jurídico. p. 132).
42

“...todos los casos de admisibilidad de las demandas reconvencionales pueden reducirse a


lo relativo a la conexidad. Sea que tienda a oponer la compensación judicial o que sirva de
defensa contra la demanda principal, o que se proponga obtener indemnización por el
perjuicio sufrido por el demandado con el hecho de la demanda. La demanda
reconvencional es siempre una prestación ligada por la demanda principal por un
evidente lazo de conexidad”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos del Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va., ed., p. 294).

“De conformidad con el párrafo 6 del Art. 1 del Código de Procedimiento Civil modificado
por la ley 38-98, los Jueces de Paz conocen de toda demanda reconvencional o sobre
compensación que por su naturaleza o cuantía estuvieren dentro de los límites de su
competencia, aún cuando en los casos previstos por el Art. 1º del Código de
Procedimiento Civil, dichas demandas, unidas a la principal, excedan la cantidad de diez
mil pesos oro. Conocen además, cualquiera que sea su importancia, de las demandas
reconvencionales sobre daños y perjuicios basadas en la misma demanda principal”.
(Franco, Rafael. 1997. El Contrato de Alquiler. p. 72; Pérez Méndez, Artagnan. 2002.
Procedimiento Civil. 11ma. ed. , t. I, v. I, p. 168).

“El párrafo 6 dice que los jueces de paz conocen de toda demanda reconvencional (la que
tiene lugar en el curso de un litigio por el demandado contra el demandante, por simples
conclusiones, y con el objeto de obtener el reconocimiento de un derecho que atenuará o
también excluirá la demanda principal) (Vocabulario Jurídico, Henry Capitant, DePalma,
Buenos Aires, p. 199) o sobre compensación (la que tiene lugar con la finalidad de
extinguir dos obligaciones recíprocas existentes entre las mismas personas , y que tienen
por objeto una suma de dinero o una cantidad determinada de cosas fungibles (que
pueden ser utilizadas indiferentemente una por otra para hacer un pago porque están
determinadas por su número, peso o medida”. (Rowland Cruz, James A. 2001. El
Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de
1998, y 50, del 2000. p. 90).

Ahora bien, aquellas cosas con las que no se puede hacer lo dicho, se llaman cosas no
fungibles (Voc. Juríd., op. Cit. Pp. 131 y 170). Son bienes fungibles el dinero, el arroz, las
habichuelas, etc., que, incluso, se consumen con su uso; y son los bienes no fungibles,
por ejemplo, los edificios, los terrenos, las obras de arte, que no pueden ser consumidos
con su uso y que no pueden ser indiferentemente utilizados unos por otros en los
negocios jurídicos; que por su naturaleza – sigue diciendo el párrafo 6 – o cuantía
estuvieren dentro de los límites de su competencia (hasta veinte mil pesos con apelación).
Cuando el legislador toma en cuenta la naturaleza del asunto para fijar la competencia
del juez de paz, como se hace en el párrafo 6, que estamos comentando, se está refiriendo
implícitamente a la competencia de atribución, o ratione materiae o absoluta, que es de
orden público y por tanto se le impone al juez y a las partes en litis, porque, como dijimos
anteriormente en esta obra, esta clase de competencia se refiere al orden, grado y
naturaleza de los tribunales, y su carácter de orden público le viene porque precisamente
al aplicarse la misma se conserva la organización judicial del país”. (Rowland Cruz, James
A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de
1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. pp. 90-91).

Es competente para conocer de la demanda reconvencional, el Juzgado de Paz que conoce


de la demanda principal”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia
Civil Anotado.2da. ed., p. 109).

El juzgado de paz es competente en lo que concierne a daños y perjuicios demandados


reconvencionalmente por el demandado si están fundados en la demanda principal. (Code
de Procédure Civile Commenté Dalloz, No 207, p. 14).
43

Para que el juez de paz pueda conocer de la demanda reconvencional, es necesario que
ésta entre por su naturaleza dentro de la competencia de ese magistrado. (Code de
Procédure Civile Commenté Dalloz, N. 4, p. 43).

aa. Caso en que el Juez de Paz debe juzgar en Última Instancia. Caso en que una de
las demandas incoadas deba ser conocida a cargo de apelación.

“De conformidad con el párrafo 7 del Art. 1 del Código de Procedimiento Civil modificado
por la ley 845 de 1978, cuando cada una de las demandas principales, reconvencionales o
sobre compensación, estuviere dentro de los límites de la competencia del Juez de Paz en
última instancia, decidirán sin apelación, cuando una de éstas demandas no pudiere
juzgarse sino a cargo de apelación el Juez de Paz entonces no pronunciará sobre todas
ellas, sino a cargo de apelación”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil.
11ma. ed. , t. I, v. I, p. 168).

Así, en principio, el juez apoderado de una demanda principal y de una demanda


reconvencional sólo puede estatuir sobre las dos demandas a cargo de apelación cuando
una de ellas es superior al límite de la última instancia. (Code de Procédure Civile
Commenté Dalloz, N. 2, p. 44).

De acuerdo con una jurisprudencia constante, los jueces de paz, competentes para
conocer de las demandas reconvencionales en daños y perjuicios, fundadas
exclusivamente sobre la demanda principal cualquiera que sea la suma envuelta, sólo
debe estatuir a cargo de apelación, cuando esas demandas exceden el límite de la última
instancia. El juez de paz apoderado de una demanda reconvencional cuya cifra
sobrepasa el límite de la última instancia, sólo podría estatuir a cargo de apelación,
incluso sobre la demanda principal que, separadamente, no es susceptible de este
recurso. (Code de Procédure Civile Commenté Dalloz, N.12-13, p. 45).

bb. Caso en que la Demanda Reconvencional o de Compensación excede los límites


de la competencia del juez de paz.

“Si la demanda reconvencional o de compensación, excediere los límites de la


competencia del juzgado de paz, éste podrá dejar de pronunciar sobre lo principal, o bien
mandar que las partes recurran por el todo, ante el Tribunal de Primera Instancia”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. 11ma. ed. , t. I, v. I, p. 168).

Cuando en una instancia competentemente introducida ante el juzgado de paz, una


demanda que exceda esa competencia es interpuesta reconvencionalmente, el juez de paz
debe desapoderarse de la demanda reconvencional y puede, ya sea retener la sentencia de
la demanda principal, sea reenviar, sobre el todo, a las partes a presentarse por ante el
tribunal de primera instancia, sin preliminar de conciliación. Si el juez de paz estima que
esta demanda reconvencional no es sincera, si cree que tiene principalmente como
objetivo ganar tiempo, fatigar al demandante por los gastos, desglosará las causas, y sólo
retendrá la sentencia de la acción principal. Si, por el contrario, cree preferible no separar
las causas, reenviará a las partes a presentarse por el todo ante el tribunal de distrito.
(Code de Procédure Civile Commenté Dalloz, n. 24, p. 45-46).

cc. Caso en que la instancia incoada por una misma parte contuviere diversas
demandas. Incompetencia del Tribunal en caso de que las demandas reunidas
exceden del límite de la jurisdicción del Juez de Paz.

“De conformidad con el párrafo 8, del Art. 1 del Código de Procedimiento Civil modificado
por la ley 38-98, cuando la instancia incoada por una misma parte contuviere diversas
44

demandas, el juez de paz juzgará a cargo de apelación si el valor total excediere de tres
mil pesos oro, aunque algunas de estas demandas fuere inferior a dicha suma. El juez de
paz será incompetente para conocer del todo, si las demandas reunidas excedieren el
límite de su competencia”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. 11ma. ed.
, t. I, v. I, p. 169).

“Finalmente, el párrafo 8, como aparece modificado por la repetida Ley No. 38/98, del
Código de Procedimiento Civil, prescribe que cuando la instancia incoada por una misma
parte contuviere diversas demandas, el juez de paz juzgará a cargo de apelación, si el
valor total excediere de tres mil pesos, aunque algunas de las demandas fueren inferior a
dicha suma. El juez de paz, continúa indicando dicho párrafo, será incompetente para
conocer sobre el todo, si las demandas reunidas excedieren el límite de su competencia,
que, como sabemos, es hasta los veinte mil pesos en razón de la cuantía de la demanda”.
(Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las
leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 92).

En ninguna circunstancia el juez de paz podrá actuar fuera de los límites de su


competencia. (Code de Procédure Civile Commenté Dalloz, N. 4, p. 46).

e) Relativo a Mensura, Apeo y Deslinde de Tierra. Definiciones.

“Mensura, es la acción de medir un terreno y fijar sus límites”. “Deslinde, es el acto de


distinguir los linderos de una heredad con respecto a otra”. “Apeo, es el acto de medir y
deslindar una porción de tierra, se usa a veces como sinónimo de amojonar”. (Rivas Pérez,
Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado. 2da. ed., p. 149).

“Amojonamiento, Apeo, Deslinde: Amojonar, es fijar mojones o señales para dividir los
predios o fundos cuyos límites están confundidos. Apeo es medir los terrenos. Deslinde es
el acto por el cual se determina la pertenencia legítima de las heredades contiguas”.
(Ramírez Gronda, Juan. D. 1965. Diccionario Jurídico. 6ta. ed., p. 43).

“El apeo consiste en medir o deslindar tierras”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002.
Procedimiento Civil. 11ma. ed. , t. I, v. I, p. 169).

aa. Competencia del Juez de Paz conferida en lo relativo a la Mensura, Apeo y


Deslinde de Tie rra.

“Las demandas sobre Mensuras, Apeos y Deslindes son una acción posesoria intentada
en el curso de un proceso de mensura, cuando surgen contestaciones relativas a
deslindes o apeos de posesiones reconocidas, se apoderará al juzgado de paz de la
jurisdicción en que se suscita la controversia, a fin de que se pronuncie mediante una
sentencia susceptible del recurso de apelación por ante el Tribunal Superior de Tierra,
quien decidirá en grado de apelación”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de
Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p. 149).

“De conformidad con el párrafo 10 del Art. 1 del Código de Procedimiento Civil, los jueces
de paz conocen, a cargo de apelación, de las demandas sobre mensuras, apeo y deslinde
de tierra, en los términos que prescribe la ley sobre agrimensura en vigor”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. 11ma. ed. , t. I, v. I, p. 169).

f) Competencia de Atribución del Juzgado de Paz en virtud de Leyes Especiales.


Enumeración de Leyes Especiales.

“El artículo 2 de la Ley No. 845, que estamos estudiando, agrega el párrafo 11 al artículo
1 del Código de Procedimiento Civil, con el objeto de dar competencia a los juzgados de
45

paz para conocer y fallar también sobre “todas aquellas acciones o demandas que le son
atribuidas por disposiciones especiales de la ley”. Los juzgados de paz en materia de
simple policía son tribunales de derecho común, porque esa es su competencia natural;
pero en materia correccional son jurisdicciones de excepción o especiales porque solo
conocen de los asuntos que expresamente le atribuye la ley. Ahora bien, en materia civil y
comercial solo conocen competentemente en razón de la cuantía de la demanda hasta el
valor de veinte mil pesos”. (Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil
Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del
2000. pp. 128-129).

“... el juzgado de paz conocerá de todas aquellas acciones o demandas que le sean
atribuídas por disposiciones especiales de la ley, está significando que en estos casos
dicho tribunal funcionará como una jurisdicción de excepción o especial, es decir, que
sólo puede conocer “de los asuntos que de un modo expreso le atribuye la ley”. (Rowland
Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos.
834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 129).

“De conformidad con el párrafo 11 del Art. 1 del Código de Procedimiento Civil agregado
por la ley 845 de 1978, los Juzgados de Paz conocerán de todas aquellas acciones o
demandas que les sean atribuidas por disposiciones especiales de la ley”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. 11ma. ed. , t. I, v. I, p. 169).

Existen una diversidad de leyes especiales, reglamentos, así como resoluciones dictadas
por la Suprema Corte de Justicia que atribuyen competencia en determinados ámbitos a
los Juzgados de Paz. Las principales serán enumeradas a continuación: “Ley 855 de 1978
que modifica varios artículos y capítulos del Código Civil, Ley 845 de 1978 que modifica
varios artículos del Código de Procedimiento Civil, Ley 659 sobre registro de Actos Civiles,
Ley 6782 de 1948 sobre Naturalización, Ley de las Acciones Posesorias. Artículos de la
Ley 1542, Ley 38 de 1998, que modifica el Artículo I del Código de Procedimiento Civil,
Artículos del Código de Comercio que le atribuyen algunas competencias a los Juzgados
de Paz, Ley 5260 de 1959 sobre Empresas Comerciales, modificada por la Ley n. 06095,
Ley 00096 que deroga la Ley 213 del 84 sobre Patentes Comerciales, Ley 108 de 1980,
Ley 301 de 1964, Ley de Notariado, Ley 145 de 1971, Ley 3455 sobre Organización
Municipal, Ley 120 de 1999 que prohíbe tirar Desperdicios en Calles y otros Lugares
Públicos, Ley 387 de 1932, Sobre Libros de Compra y Venta, modificada por las leyes
00850 y 05115, Ley 317 de 1968 sobre Catastro Nacional, Ley 675 de 1944, sobre
Construcciones, modificada por las leyes 01044, 01246, 01380, 03027, 04045, 04429,
04390, 04848, 05150, 06232, 00442, 00134, 00687 y 01661, Ley 1841 de 1948 sobre
Préstamo sin Desapoderamiento, modificada por las leyes 03407, 04834 y 05637, Ley
4290 de 1955 sobre Préstamos de Menor Cuantía, modificada por las leyes 04988, 05036,
y 05116, Ley 483 sobre Venta Condicional de Muebles, modificada por la ley 00086,
Reglamento 2297 de 1956 sobre Mercados, Reglamento 4377 de 1958 sobre Bromatología
Nacional, Ley 6186 de 1963 sobre Fomento Agrícola, modificada por las leyes 00262,
00659, 00497 y 00367, la Resolución 00673, Ley 286 de 1998 que instituye el Consejo,
Ley 329 de 1998 que regula el trasplante de Órganos y Tejidos Humanos, Ley 2402 de
1950 sobre Asistencia Obligatoria, Ley 14-94 Código de Protección a Niños, Niñas y
Adolescentes, Resoluciones de la Suprema Corte de Justicia, con referencia al tema de
Niños, Niñas y Adolescentes: Resoluciones nos. 797, 02, 4-2000, 3-2000, 2-2000, 2532-
99, 2337-99, 2259-99, 1847-99, 1263-99, 1262-99, 881-99 y 880-99, Ley 5038 de 1958
sobre Condominios, Decreto 4807 de 1959 que controla los Alquileres de Casas y
Desahucios, modificado por el Decreto 4900 y por la Ley 00317, Ley 018 de 1988 que
establece un Impuesto Anual a las Viviendas Suntuarias, Ley 4314 de 1955, modificada
por la Ley 00017, Artículo 2102 del Código Civil, que establece Privilegio sobre ciertos
Muebles” (Castellanos, Víctor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. III, v. II. P.
15-613).
46

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones del artículo 1 del Código de Procedimiento Civil están establecidas en
los artículos 554 a 565 del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 555 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil ha dispuesto que los
juzgados de paz pueden conocer de todas las acciones personales y mobiliarias, tanto en
materia civil como comercial, pero ha modificado el aspecto relativo a los montos que
limitarán su competencia, estableciendo que podrán conocer hasta la concurrencia de
RD$50,000.00 (Cincuenta Mil Pesos) en única instancia y a cargo de apelación hasta la
suma de RD$100,000.00 (Cien Mil Pesos). Además, también estableció que la Suprema
Corte de Justicia queda facultada para revisar y ajustar mediante resolución, una tasa
bajo la cual se fija la competencia de los juzgados de paz.

Algo importante de señalar es que el Párrafo 1 del artículo 1 fue suprimido en el Proyecto
de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 556 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil modificó el párrafo 2 del
Código de Procedimiento Civil, ya que aumentó a RD$50,000.00 para que el juzgado de
paz conozca en grado de apelación. Además, estableció que serían conocidos con cargo
de apelación por cualquier cuantía a que eleve la demanda, las demandas sobre rescisión
de contratos de arrendamiento, cuestión que en el Código de Procedimiento Civil limitaba
sólo a los contratos de arrendamiento fundadas únicamente en la falta de pago de los
alquileres o arrendamientos. Otro aspecto que modificó fue que no sólo los recursos
interpuestos en contra de las sentencias en desahucio no serían suspensivas de
ejecución, sino que cualquier recurso que se interponga contra la sentencia dictada en los
casos previstos en el artículo 1ro., no serían suspensivos de ejecución.

El artículo 557 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil introduce un nuevo aspecto
al decir que son competentes los juzgados de paz para autorizar y validar hasta la suma
de su competencia, todas las medidas conservatorias relativas a las materias tratadas. Así
como para ordenar la cancelación, reducción o limitación de las medidas en cualquier
estado de los procedimientos, cuando hubiere motivos serios y legítimos, en las mismas
condiciones que para este caso se establecen en los casos de los Tribunales de Primera
Instancia, según lo dispuesto en los artículos 491 al 494 y 916 al 919 del Proyecto de
Código de Procedimiento Civil.

Por otro lado, el artículo 558 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil une los
párrafos 3 y 4 del Código de Procedimiento Civil, y establece que se conocerán sin
apelación hasta el valor de RD$50,000.00 (cincuenta mil pesos), y a cargo de apelación
hasta RD$100,000.00 (cien mil pesos), los casos establecidos en los párrafos 3 y 4 del
Código de Procedimiento Civil. En cuanto a los casos establecidos en los párrafos 3 y 4
del Código de Procedimiento Civil, en el caso de las contestaciones relativas a los
compromisos respectivos entre los jornaleros, el Proyecto de Código de Procedimiento Civil
establece que serán ajustados por día o por mes, y aquellos que los hubieren empleado,
suprimiendo en este sentido lo establecido en el Código de Procedimiento Civil en cuanto
a que podría ser anualmente. También suprime lo relativo a las contestaciones relativas a
los compromisos respectivos entre los dueños y sirvientes o asalariados, y entre los
maestros de oficio y sus operarios o aprendices. El caso de contestaciones relativas a
criaderas también fue suprimido.

El artículo 559 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil modificó el párrafo 5 del
artículo 1, en el sentido de que estableció que las acciones alimenticias cuando se
intenten en virtud de los artículos 205, 206 y 207 del Código Civil serían conocidas por el
47

juzgado de paz con cargo de apelación, derogando lo que establece el Código de


Procedimiento Civil de que en este caso serían conocidas por el juzgado de paz siempre
que no excedan de la suma de mil pesos anuales.

El artículo 560 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil modifica el párrafo 6 del
artículo 1 del Código de Procedimiento Civil al establecer que las demandas
reconvencionales o sobre compensación serían conocidas por los juzgados de paz aún
cuando dichas demandas, unidas a la principal, excedan los RD$100,000.00 (Cien Mil
Pesos); así como las demandas reconvencionales sobre daños y perjuicios basadas en la
misma demanda principal.

El artículo 561 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil contiene lo establecido en el


párrafo 7 del artículo 1 del Código de Procedimiento Civil, y lo deja intacto.

El artículo 562 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil modifica el párrafo 8 del
Código de Procedimiento Civil, y establece que cuando se trata de diversas demandas
incoadas por una misma parte, el juzgado de paz juzgará cuando el valor total de las
demandas excediere de RD$50,000.00 (Cincuenta Mil Pesos).

El artículo 563 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil contiene lo establecido en el


párrafo 9 del Código de Procedimiento Civil, más le agrega que dicha disposición sería
llevada a cabo de conformidad con el título del embargo conservatorio de alquileres.

El artículo 564 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil contiene lo establecido en el


párrafo 10 del artículo 1 del Código de Procedimiento Civil, más le agrega que esa
disposición se llevaría a cabo antes de la mensura iniciada de conformidad con la Ley No.
1542, sobre Registro de Tierras.

El artículo 565 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil contiene lo establecido en el


párrafo 11 del artículo Código de Procedimiento Civil, y lo deja intacto.

Existe una cuestión de marcado interés en cuanto a las modificaciones introducidas por
el Proyecto del Código de Procedimiento Civil con relación a los montos establecidos que
delimitan la competencia de los juzgados de paz, y es por ello que nos referimos a este
aspecto. Los cambios introducidos en cuanto a los montos respondieron a una razón
obvia: a que debido a la inflación de la moneda, estos tribunales en la actualidad
conocen de asuntos de muy baja cuantía, y por ende de muy poca importancia, siendo
necesario ampliar su competencia, reduciendo al mismo tiempo el cúmulo de nuestros
tribunales de primera instancia.

Las modificaciones hechas por el Proyecto de Código de Procedimiento Civil, a diferencia


de muchas de las recientes legislaciones, no tomaron como base los salarios mínimos,
para referirse a los montos que fijan la competencia de los juzgados de paz, lo que
resulta, a nuestro entender, idóneo, puesto que en razón de los contantes cambios que
los salarios sufren, es susceptible de generar confusiones.

Artículo 2

Las citaciones ante los jueces de paz, contendrán la fecha del día, mes y año; los
nombres, profesión y domicilio del demandante; nombres, morada, domicilio y
calidad del alguacil; nombres y morada del demandado; enunciarán sumariamente el
objeto de la demanda y los medios en que se funda, indicando el juez de paz que
habrá de conocer de ella, y el día y hora de la comparecencia.
48

Párrafo.- En materia puramente personal o mobiliaria, la citación se hará por antes


el juez de paz del domicilio del demandado; y en caso de no tenerlo, para el juez de
paz de su residencia.

Artículo 3

La citación se hará por ante el juez de paz del lugar donde radique el objeto
litigioso, siempre que se trate:
1ro. De las acciones noxales, o sea los daños causados en los campos, frutos y
cosechas.
2do. Mutación de límites, usurpación de terrenos, árboles, empalizadas, zanjas y
demás cercas, siempre que se hayan cometido dentro del año de la demanda; así
como también de las empresas que versaren sobre el curso de las aguas y de todas
las demás acciones o interdictos posesorios, sirviéndoles de base, la circunstancia
de que se intenten dentro del año de la turbación.
3ro. De las reparaciones locativas.
4to. De las indemnizaciones que reclamare el arrendatario o inquilino interrumpido
en el goce, siempre que no se contradiga su derecho; y de los deterioros que alegare
el propietario.

Tabla de Contenido

1. Requisitos de las Citaciones por ante el Juez de Paz.


2. Domicilio vs. Residencia.
3. Competencia Territorial del Juzgado de Paz.
A. Juzgado de Paz del domicilio del demandado.
B. Juzgado de Paz diferente al del domicilio del demandado
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Requisitos de las citaciones por ante el Juez de Paz.

“Las citaciones ante los jueces de paz tendrán la fecha del día mes y año; los nombres
profesión y domicilio del demandante; nombre, morada, domicilio y calidad del alguacil;
nombres y morada del demandado; enunciarán sumariamente el objeto de la demanda, y
los medios en que se funda, indicando el juez de Paz que habrá de conocer de ella, y el día
y hora de la comparecencia. (Goico, Héctor Barón. 1983. Monografía del Alguacil o
Curial. pp. 40-41; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile. n. 83, p.3).

“Menciones que debe contener un acto de citación: a) Numero del acto; b) Municipio,
lugar, día mes y año de la notificación; c) Nombres, profesión y domicilio del demandante;
y número, serie y sello de la cédula de identidad personal; d) Nombres, morada, domicilio
y calidad del Alguacil; y número, serie y sello de la cédula de identidad personal; e)
Nombres y morada del demandado e indicación de la persona a quien la copia es
entregada; f) Enunciación sumaria del objeto de la demanda y los medios en que se
apoya; g) Indicación del Juzgado de Paz que habrá de conocer dicha demanda; h) Día y
hora (mes y año) de la comparecencia; i) Costo del acto, sello y firma del Alguacil.” (Goico,
Héctor Barón. 1983. Monografía del Alguacil o Curial. p. 41).

En todos los casos, debe indicarse expresamente en la citación el día de la audiencia, el


cual es fijado al vencimiento del plazo de comparecencia. (Goico, Héctor Barón.
49

Procedimiento Penal y Civil y leyes Complementarias para los juzgados de Paz. p. 145;
Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho procesal Civil. v. II,8va. ed., p. 103).

“Una citación hecha en dirección equivocada, con el resultado de que los citados no
pudieron comparecer, lesiona su derecho de defensa.” (Sent. SCJ. 8 de Junio del Año
1970, B.J. 715, 1080. Citada por: Headrick, William. Compendio Jurídico Dominicano.
Segunda Edición Ampliada 2000. p. 117)

Las citaciones ante el Juez de Paz están sometidas a los requisitos impuestos por el
derecho común para los demás actos de alguacil. El Art. 2 indica las enunciaciones que
debe contener como lo hace el 61 para el emplazamiento ante el Juzgado de Primera
Instancia. La citación ante el Juez de Paz no conlleva constitución de abogado -y en tal
virtud, las partes puede comparecer de manera personal o representadas-, ni elección de
domicilio, ni copias de documentos, y en materia mobiliaria, la designación no tiene que
hacerse precisamente conforme a lo que dispone el Art. 64. A diferencia del Art. 61, el Art.
2, no pronuncia la nulidad de la citación por incumplimiento de las formalidades que
manda a observar. (...) Puede ser anulada solamente cuando omite una de las
formalidades sustanciales, que son: la fecha, la indicación del demandante, la del
demandado, la enunciación del objeto y de los medios de la demanda, la indicación del
Juzgado de Paz y del plazo de comparecencia. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual
para Jueces de Paz. t. I, p. 142; Goico, Héctor Barón. Procedimiento Penal y Civil y Leyes
Complementarias para los Juzgados de Paz. pp. 144 y 145).

“Es nula la citación cuando permanece en blanco el espacio de la persona con la cual
habló el alguacil.” (Sent. SCJ. 13 de Mayo del Año 1983, B.J. 870, 1303. Citada por:
Headrick, William. Compendio Jurídico Dominicano. Segunda Edición Ampliada 2000. p.
117)

“El acto de citación requiere de formalidades y requisitos especiales para el ejercicio de


ciertas acciones, como es el caso de la demanda en desalojo por falta de pago, el embargo
de ajuar en virtud al artículo 819 del Código de Procedimiento Civil, las cuales obligan a
transcribir en cabeza de acto la certificación expedida por el Banco Agrícola de la
República Dominicana, tal y como lo establecen los artículos 8 de la Ley N. 4314, del 22
de octubre de 1955, modificada por la Ley N. 17/88 del 5 de febrero de 1988; y 10 del
Decreto No. 4807 del 16 de Mayo de 1959. Pero tales formalidades no se aplican en las
demás materias de su competencia, razón por la cual no puede pronunciarse la nulidad
prevista en el Art. 61 del Código de Procedimiento Civil, pues solamente se aplica en los
casos de violación a formalidades sustanciales tales como la falta de designación del
demandante, la indicación del demandado, la enunciación del objeto de la demanda, los
medios de la demanda, indicación del juez de paz y violación al plazo de la
comparecencia. Además, previo al embargo, se debe poner al inquilino en mora para que
en un plazo no menor de un día franco pague lo debido”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro.
1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado. 2da. ed., pp.24-25).

La omisión de las formalidades prescritas para las citaciones en los juzgados de paz no
conlleva la nulidad cuando se trate de una formalidad secundaria y de poca importancia.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 88, p.3).

Para las citaciones por ante los jueces de paz, la ley no habla de la mención de la persona
a la cual es entregada la copia o él hablando con. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 85, p.3).

Cuando una de las formalidades prescritas para las citaciones ante los juzgados de paz
ha sido omitida, el demandado no comparece, el juez de paz no está obligado, si reconoce
50

que la nulidad no ha conllevado ningún perjuicio para esa parte, a dictar defecto contra
ella, a requerimiento del demandante: el juez de paz sólo puede ordenar una nueva
notificación. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 96, p.4).

2. Domicilio vs. Residencia.

“El domicilio es el lugar en que una persona tiene su principal establecimiento, o sea, el
centro de sus intereses”.(Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 234). “Es, en
efecto, el lugar donde una persona se presume siempre presente para el ejercicio de sus
derechos y la ejecución de sus obligaciones. El domicilio que determina la competencia
del tribunal es aquel fijado por el Código Civil: el lugar donde el demandado tiene su
principal establecimiento. En caso de dificultad, es al tribunal a quien corresponde
apreciar. En todo caso, la competencia es fijada invariablemente por el domicilio el día de
la demanda, incluso en caso de que el demandado cambiara de domicilio en el curso de la
instancia (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. Núm. 254, p. 293 y 294).
“Asiento legal de una persona, el lugar donde está situada en derecho”. (Mazeaud.
Derecho Civil. p. I, v. II, p. 160).

“La residencia es el lugar donde una persona habita o tiene un asiento de sus negocios,
sin que ése sea necesariamente su domicilio” (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario
Jurídico. p.487) “Lugar donde vive de manera normal. La morada, el sitio donde uno se
encuentra incluso momentáneamente”.(Mazeaud. Derecho Civil. p. I, v. II, p. 160)

3. Competencia Territorial del Juzgado de Paz.

“Los Juzgados de Paz, como todo tribunal, tiene limitada su competencia territorial, al
ámbito de la jurisdicción que la ha sido determinada por la ley. En los Municipios donde
solamente hay un Juzgado de Paz, la competencia territorial de éste es la misma que la
del Municipio. Donde funcionan más de un Juzgado de Paz, la competencia territorial de
cada uno de éstos, se encuentra limitada por su respectiva circunscripción”. (Veras
Toribio, Francisco Porfirio. Apuntes sobre los Jueces de Paz y su Competencia. p. 31).

“La competencia territorial se encuentra contenida en la frase “Actor sequitur forum rei”
que significa: “el autor debe seguir el domicilio del demandado”. Esta regla no la contiene
el artículo 59 del código de procedimiento civil, pero es aplicable de un modo particular al
juzgado de Paz. Partiendo de estos principios el juzgado de paz dentro de la competencia
territorial, es el tribunal competente para conocer de manera general los asuntos, del
domicilio del demandado. De manera excepcional, (…) abandona esa regla general y
recurre al lugar “donde radica el inmueble litigioso”. (Castellanos Estrella, Víctor José.
Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 85).

A. Juzgado de Paz del Domicilio del Demandado.

“Ante los juzgados de paz se aplican las mismas reglas de competencia territorial que ante
los juzgados de primera instancia. El artículo 2 dispone, en efecto, que en materia
puramente personal o mobiliaria, o sea para el conocimiento de las acciones personales y
reales mobiliarias, la citación se hará para ante el juzgado de paz del domicilio del
demandado, y, si no lo tiene, para ante el juzgado de paz de su residencia. Las otras
reglas de competencia territorial dictadas por al artículo 59 son aplicable ante el juez de
paz”. (Taváres hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominican. v.I,
8va., ed., p. 334 y 335).
51

“En materia puramente personal o mobiliaria, la citación se hará ante el juez de Paz del
domicilio del demandado; y en caso de no tenerlo, para el juez de Paz de su residencia.”
(Goico, Héctor Barón. 1983. Monografía del Alguacil o Curial. p. 41).

“Se siguen, además, las reglas establecidas por el derecho común en lo que se refiere a las
acciones personales y mobiliarias. Esto es así, porque el juez de paz competente lo es el
del domicilio del demandado o en su defecto, el de su residencia”. (Castellanos, Víctor
José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. I. p. 142)

B. Juzgado de Paz diferente del domicilio del demandado.

Ante el juzgado de paz son aplicables las siguientes reglas, enunciadas en el artículo 59,
atributivas de competencia a un tribunal que no es el del domicilio o la residencia:
extranjero demandado; sociedad; garantía; elección de domicilio; pluralidad de
demandado. En todos los demás casos previstos por el artículo 59 el código de
procedimiento civil el juzgado de paz resulta incompetente (Castellanos Estrella, Víctor
José. Manual para Jueces de Paz. t I, p. 86; Taváres hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominican. v. I, 8va., ed., p. 341). “a) Personas sin domicilio
conocido. Cuando una persona no tiene domicilio conocido se recurre al tribunal de su
residencia, y, si aún no tuviere residencia, el tribunal competente es el de la residencia
del demandante. Este último principio, no es contemplado por la ley, pero si por la
jurisprudencia dominicana. En el caso de que el demandado tuviere varias residencias en
el término legalmente admitido, el tribunal que cuenta para los fines de competencia debe
ser la más conocida o por lo menos la más actual. b) Extranjeros sin domicilio conocido
en República Dominicana. El tribunal competente para conocer acciones en que el
demandado sea un extranjero, lo es el del domicilio del demandante o de los
demandantes. c) Competencia en caso de sociedades civiles, compañías comerciales o
asociaciones debidamente incorporadas. La competencia territorial en los casos de las
personas morales, resulta del domicilio social establecido en los estatutos sociales. La
jurisprudencia dominicana admite que el domicilio de las sucursales o representantes, es
atributivo de competencia. d) En caso de que se haya acordado una elección de domicilio.
Cuando un acto contenga elección de domicilio para su ejecución en lugar distinto al del
domicilio de las partes, las notificaciones, demandas, y demás diligencias, podrán hacerse
en el domicilio convenido y ante el tribunal del mismo. En el caso de que la elección de
domicilio sólo beneficie al demandante, este puede ejercer su opción. e) Garantía
Incidental. En materia de garantía incidental, el tribunal legalmente competente es aquel
ante el que está pendiente la demanda original. En todos los demás casos, previstos por
el artículo 59 del código de procedimiento civil el juzgado de paz resulta incompetente.”
(Castellanos, Víctor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. I. p. 86).

“La citación se hará ante el juez de Paz del lugar en que radique el objeto litigioso,
siempre que se trate de acciones noxales o sean daños causados por los animales en los
campos, frutos y cosechas; interdictos posesorios, reparaciones locativas;
indemnizaciones del arrendatario o inquilino.” (Goico, Héctor Barón. 1983. Monografía
del Alguacil o Curial. p. 41).

“El artículo 3 atribuye competencia al juzgado de paz, en cuya jurisdicción radica el


objeto litigioso en materia de acciones posesorias, que es el caso más importante. Para las
acciones relativas a límites, usurpación de terrenos, etc., respecto de terrenos que hayan
sido registrados conforme a la Ley de Registro de Tierras, pues en este caso el asunto
sería de la competencia del Tribunal de Tierras, por tratarse de un litigio sobre terrenos
registrados, para las demandas en reparaciones locativas, para las demandas de
indemnizaciones reclamadas por el locatario o el arrendatario, por interrupción del goce, y
por el locador o arrendador contra aquellos, por deterioros, siempre que no haya
52

contestación sobre los títulos respectivos”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va. ed., p. 340 y 341).

“De manera excepcional, el juzgado de paz abandona la regla general y recurre al lugar
“donde radica el inmueble litigioso”. ‘Por ejemplo: en caso de reparaciones locativas
previstas en el artículo 1 del código procedimiento civil párrafo 4to; en el mismo párrafo
4to., primera parte, cuando se refiere a los daños noxales o daños en los campos, etc. No
obstante, esas precisiones de la ley, existen casos en que el principio del “domicilio del
demandado”, se presta a interpretaciones diversas y que el Juez de Paz debe saber
manejar correctamente.” (Castellanos Estrella, Víctor José. 2001. Biblioteca Básica del
Juez de Paz. t. I. p. 85).

Las personas domiciliadas en el extranjero deben ser citadas por ante el procurador fiscal
del distrito judicial a que pertenezca el juez de paz que va a conocer de la demanda y éste
remitirá copia a la Secretaría de Relaciones Exteriores, vía Procurador General de la
República, hasta llegar por la vía diplomática al domicilio en el extranjero. (Castellanos,
Víctor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. I. p. 143).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones de los artículos 2, 3 y 4 del Código de Procedimiento Civil están


establecidas en los artículos 566 al 568 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 2 del Código de Procedimiento Civil está contenido en el artículo 566 del
Proyecto del Código de Procedimiento Civil, y se agrega como requisito para las citaciones
ante los jueces de paz, que la misma ha de contener la designación del abogado que
defenderá por él, así como el domicilio y teléfono del estudio profesional de éste,
permanente o ad-hoc. En la ciudad donde tenga su asiento el juzgado de paz llamado a
conocer del asunto, la indicación de que, en caso de no comparecer el demandado, se
expone a que la sentencia sea dictada en defecto, y que las conclusiones de la parte que lo
requiera serán acogidas si se encontrasen justas y reposasen en prueba legal. Por otro
lado, se establece que la citación debe acompañarse, entre otros, de una copia legible del
documento de identidad del demandante, y en su caso, del representante, la indicación de
la calidad o del título con que actúe el demandante, el poder por el que actúa el abogado y
los demás documentos que para un caso específico sean exigidos por el Código.

A diferencia del artículo 2 del Código de Procedimiento Civil, estas formalidades están
expresamente previstas a pena de nulidad en el Proyecto del Código de Procedimiento
Civil.

El párrafo del artículo 2 del Código de Procedimiento Civil fue transcrito e incluido dentro
del artículo 566 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 567 del Proyecto del Código de Procedimiento Civil contiene lo establecido en el
artículo 3 del Código de Procedimiento Civil, y se mantiene intacto.

Artículo 4

(Mod. Por la Ley N. 3459 del 24 de diciembre de 1982). Toda citación será
diligenciada por un alguacil del domicilio del demandado, debiendo dejarle copia de
ella. En caso de no hallarse en su domicilio persona alguna a quien entregarla se le
dejará al síndico municipal, en las cabeceras de municipio, y al alcalde pedáneo en
los campos; y el original será firmado sin costos por dichos funcionarios.
53

Artículo 5

(Mod. por la Ley N. 136 del 27 de abril de 1967). Entre el día de la citación y el de
la comparecencia, mediará por lo menos un día, si la parte residiere a distancia de
30 kilómetros. En caso de inobservancia de dicho plazo, si el demandado no
compareciere, el Juez de Paz ordenará que se le cite nuevamente, con cargo al
demandante de las costas de la primera citación.

Artículo 6

Los jueces de paz pueden, en casos urgentes, con el objeto de abreviar los plazos,
permitir la citación por medio de una cédula, y aún para el mismo día, a la hora que
indique.

Tabla de Contenido

1. Diligencias de la citación. Casos de ausencia de personas a quien entregar


citación.
2. Plazo de Comparecencia por ante el Juzgado de Paz.
A. Aumento en razón de la distancia.
B. Excepción al plazo de comparecencia: Citación por Cédula del Juez.
3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. Diligencias de la citación. Casos de ausencia de personas a quien entregar


citación

“Las citaciones deben ser notificadas por ministerio de un alguacil, quien dejará copia a
cada una de las personas intimadas y firmará la copia y el original y estampará su sello
gomígrafo a cada una de las copias, conforme a la jurisprudencia, la copia que recibe la
persona notificada hace las veces de original.” (Goico, Héctor Barón. 1983. Monografía
del Alguacil o Curial. p. 39). En caso de no hallarse en su domicilio persona alguna a
quien entregarla, se le dejará al síndico municipal en las cabeceras de municipios, y al
Alcalde Pedáneo en los campos, y el original será firmado sin costos por dichos
funcionarios”. (Goico, Héctor Barón. 1983. Monografía del Alguacil o Curial. p. 42).

“No sólo el alguacil del domicilio del demandado, puede diligenciar la citación; si no
también cualquier otro Alguacil que tenga jurisdicción dentro del límite del juzgado de
paz, como lo son los alguaciles de los tribunales de primera instancia, de las cortes de
apelación bajo de los cuales se encuentra el juzgado de paz; y de la Suprema Corte de
Justicia que tienen jurisdicción nacional”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado
de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p. 24).

“La competencia de los alguaciles para el ejercicio de los actos de su ministerio es


estrictamente territorial; esto es, que ella queda circunscrita al territorio mismo a que el
tribunal a que pertenezcan ejercen sus poderes de jurisdicción: que, en consecuencia,
tratándose de alguaciles adscritos a un juzgado de paz su competencia territorial para
actuar abarca todo el territorio del municipio, si existe un solo juzgado; que cuando existe
más de un juzgado de paz dentro de una misma demarcación municipal, la competencia
de los alguaciles para sus actuaciones es la misma que la ley ha atribuido a los juzgados
de que dependen; esta es una cuestión que, por concurrir al establecimiento de una
buena administración de justicia, tiene un carácter de orden público manifiesto;...”. (Sent.
SCJ. 9 de Octubre del año 1958. B.J. 579.2211. Citada por: Bergés Chupani, Manuel D.
1963. Jurisprudencia Dominicana 1957-1961. pp.18-19).
54

“La citación debe hacerse observando las disposiciones relativas al emplazamiento,


especialmente las previstas en los artículos, 68 y 69 del Código de Procedimiento Civil, los
cuales señalan la forma en que deben hacerse en aquellos casos en que el alguacil no
encontrase, a la persona o a un pariente entregará la copia a uno de los vecinos, quién
firmará el original, en caso de que este no quiera o no sepa firmar, se le dejará en manos
del Sindico Municipal, o del alcalde pedáneo, según sea, quienes en ambos casos deberán
visar el original, de lo cual el alguacil debe hacer mención, tanto en el original como en la
copia. Ahora bien, en el caso de que el requerido no tenga domicilio conocido en la
República, en el lugar de su actual residencia, si no fuere conocido ese lugar, la citación
se fijará en la puerta del juzgado de paz en que ha de conocerse la demanda,
entregándose una copia al fiscal, que visará el original. Para aquellas personas que se
hallen establecidos en el extranjero se les citará en el domicilio del fiscal del tribunal que
deba conocer de la demanda, entregándose una copia al fiscal que visará el original de la
jurisdicción del tribunal que deba conocer de la demanda, quien la visará y tramitará la
copia al Ministerio de Relaciones Exteriores. Para lo cual se debe dar el plazo previsto en
el artículo 73”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado.2da. ed., p. 25) “Cuando la citación se hace al vecino es requisito que el vecino
firme el original del acto, sin lo cual la citación para asistir a la audiencia es nula”. (Sent.
SCJ. B. J. 816.2372. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. 2da. ed., p. 117).

“Después de efectuadas por el alguacil actuante las diligencias pertinentes a la


localización de la persona a citar, se la citó en la puerta del tribunal como persona que
carece de domicilio en la República, por lo cual el tribunal actuó correctamente al darla
por emplazada y pronunciar su defecto por falta de comparecer. (Sent. SCJ. 27 de Julio
de 1984. B.J. 884.1873. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. 2da. ed., p. 251).

2. Plazo de Comparecencia por ante el juzgado de Paz.

El plazo de comparencia para ante el Juez de Paz debe ser indicado en la citación,
mencionándose expresamente el día de la audiencia. (Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del
Juez de Paz. p. 116; Goico, Héctor Barón. Procedimiento Penal y Civil y leyes
Complementarias para los juzgados de Paz. p. 145; Tavares hijo, Froilán. 1995.
Elementos de Derecho procesal Civil. v. II, 8va. ed., p. 103).

Según lo establece el Artículo 5 del Código de Procedimiento Civil, el plazo para


comparecer ante un juzgado de paz es de un día franco, (Goico, Héctor Barón. 1980. Guía
del Juez de Paz. p. 115; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile. n. 1, p.5; Ortiz, Roberto. La Demanda en Desalojo en la
República Dominicana. Institucionalidad y Justicia. Noviembre del 1996. Vol. II. 1era. ed.,
p. 300) pudiendo ser aumentado en razón de la distancia. Si el plazo no se completara,
el juez de paz debe ordenar nueva citación a cargo del demandante.” (Castellanos, Víctor
José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. I. p. 143) Debemos recordar que un día
franco equivale a tres días, dado que, no se cuenta el día de la notificación del acto, ni el
día fijado para la audiencia.” (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en
Materia Civil Anotado.2da. ed., p. 22).

Por aplicación de la disposición del Art. 5 c. pr. civ., que, en los casos en que una corte o
un tribunal delegue a un juez de paz para recibir el juramento atribuido por una de las
partes a la otra, basta con que la intimación a estar presente sea dada en el plazo de un
día franco. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 2, p.5).
55

Según el texto del Art. 5, del Código de Procedimiento la omisión de una formalidad
incluso sustancial sólo puede tener como efecto el de autorizar al juez de paz el ordenar
una nueva notificación, según las circunstancias, y particularmente en el caso en que es
demostrado que el demandado sufriría perjuicio si la citación irregular no es reemplazada
por una nueva citación, cuyos gastos corren por cuenta del alguacil, autor de la
irregularidad, conservando la primera citación sus efectos legales desde cualquier otro
punto de vista. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 90, p.3).

2.1 Aumento en razón de la distancia.

El plazo procesal de comparecer por ante el Juzgado de Paz es de un día franco y se


aumenta, naturalmente, en proporción de la distancia entre el domicilio del demandado y
el asiento del Juzgado de Paz (Art. 1033). Cuando el plazo para la comparecencia dado en
la citación es inferior al establecido por la ley, si el demandado no comparece, el juzgado
ordena que se le cite nuevamente a expensas del demandante. (Castellanos Estrella,
Víctor José. Manual para Jueces de Paz. p. 143; Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del
Juez de Paz. pp. 115-116; Goico, Héctor Barón. Procedimiento Penal y Civil y leyes
Complementarias para los juzgados de Paz. p. 145; Tavares hijo, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho procesal Civil. v. II,8va. ed., p. 103).

Si la parte residiere a distancia de treinta metros es que el plazo de un día franco se


aumenta en razón de la distancia. (Ortiz, Roberto. La Demanda en Desalojo en la
República Dominicana. Institucionalidad y Justicia. Noviembre del 1996. Vol. II. 1era. ed.,
p. 300).

Ver Anotación del Artículo 1033.

2.3 Excepción al Plazo de Comparecencia: Citación por Cédula del Juez.

Los jueces de paz pueden, en casos urgentes, con el objeto de abreviar los plazos, permitir
la citación por medio de una cédula, y aun para el mismo día, a la hora que indique.
(Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez de Paz. p. 116; Goico, Héctor Barón. 1983.
Monografía del Alguacil o Curial. p. 42). Siempre dejando un margen de tiempo que no
lesione el derecho a la defensa.” (Castellanos, Víctor José. 2001. Biblioteca Básica del
Juez de Paz. t. I. p. 143). Nada impide que las partes se presenten personalmente, para
que el juez decida sus diferencias en último recurso, aun en asuntos que no sean de su
competencia”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado.2da. ed., 22).

La cédula o permiso que da el juez de paz para notificar a breve término es sólo para los
casos urgentes. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 1, p.5). No es necesario que la cédula sea escrita por el juez de paz:
basta con que sea firmada por él. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 6, p.5).

3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

En lo que se refiere al artículo 4 del Código de Procedimiento Civil, el Proyecto lo


sustituyó estableciendo en el artículo 568 que las citaciones serán diligenciadas en la
forma previstas por los artículo 75 y 76, los cuales a su vez se refieren a los requisitos del
emplazamiento.
56

Los artículos 5 y 6 del Código de Procedimiento Civil están contenidos, respectivamente,


en los artículos 569 y 570 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil. Ambos artículos
fueron transcritos fielmente y se mantuvieron intactos.

Artículo 7

Las partes pueden presentarse siempre espontáneamente por ante un juez de paz,
quien conocerá de sus diferencias ya en último recurso, si las leyes o las partes lo
autorizan a ello, ya a cargo de apelación, aunque no sea su juez natural, ni en razón
del domicilio del demandado, ni del asiento de la causa litigiosa.

Párrafo.- Las partes que soliciten esta causa de juicios deberán firmar el acta en que
prorroguen la jurisdicción del juez de paz y en caso de no saber hacerlo, deberá
consignarse así en el acto.

TITULO II
De las Audiencias del Juez de Paz y Comparecencia de las Partes.

Artículo 8

Los jueces de Paz tendrán audiencia todos los días, pudiendo juzgar hasta los
domingos y días festivos, y mañana y tarde, y aún celebrar audiencia en su casa
morada, con tal de que sea a puertas abiertas.

Artículo 9

Las partes comparecerán el día fijado por la citación, o aquel en que ellas hubieren
convenido, bien personalmente, o por medio de apoderado, sin que de modo alguno,
pueda mediar notificación de defensa o alegato escrito.

Tabla de Contenido

1. Prorrogación de competencia. Definición. Tipos.


A. Prorrogación Voluntaria: Comparecencia Espontánea ante el Juez de Paz.
2. Audiencias ante los jueces de paz.
3. Modo de comparecencia ante el juez de paz.
4. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. Prorrogación de competencia. Definición. Tipos

Un tribunal incompetente para conocer de un asunto, de acuerdo con las reglas


generales, puede llegar a ser competente cuando su competencia le es extendida o
ampliada al asunto para el cual no es competente. Es la competencia prorrogada, distinta
a la vez de la competencia normal o natural y de la competencia implícita del tribunal.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, p. 126; Tavares hijo, Froilán.
1999. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va., ed., p. 358).

“A veces es necesario extender la competencia de un tribunal, como es el caso de un


tribunal que no es competente territorialmente, pero que se le atribuye facultad para
estatuir del litigio mediante disposiciones legales, judiciales o convencionales. Legales en
los casos de conexidad o una indivisibilidad entre dos o más asuntos, como sería un
asunto civil y otro comercial. El juzgado de paz, puede resultar incompetente para
conocer de las demandas conexas o indivisibles, siempre que una de ellas no sea de su
57

atribución o competencia Ratione Materiae. Ahora bien en el caso de demanda


reconvencional, puede declararse competente en cuanto a la demanda principal e
incompetente en cuanto a la reconvencional, o mandar que las partes se provean por ante
el tribunal competente, el cual adquiere competencia prorrogada para conocer de la
demanda principal. En este caso el juez de paz tiene facultad discrecional” (Rivas Pérez,
Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado. 2da. ed., t. I., p. 16).

A. Prorrogación Voluntaria: Comparecencia Espontánea ante el Juez de Paz.

“A veces las partes pueden someter el litigio a un tribunal que no es el indicado por la
ley. En estos casos hay prorrogación, es decir ampliación de la competencia del tribunal
en virtud de un convenio intervenido entre las partes, para conocer de un litigio que no
entra en su competencia. Es la prorrogación voluntaria o convencional de la competencia,
que debe resultar, como su nombre lo indica, de una convención pactada entre los
litigantes”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v. I, 8va., ed., p. 367).

“Además de la citación, que es la forma ordinaria ante el juez de paz, existen otras dos
formas de apoderamiento, que tienen carácter excepcional: la comparecencia voluntaria
autorizada por el Código de Procedimiento Civil, y cuando se trate de declaración de un
accidente de trabajo.” (Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez de Paz. p. 117).

“En lo referente a la prórroga voluntaria de competencia, las partes pueden presentarse


espontáneamente por ante un juez de paz, quien conocerá sus diferencias ya en último
recurso, si las leyes o las partes lo autorizan a ello, ya a cargo de apelación, aunque no
sea su juez natural, ni en razón del domicilio del demandado, ni del asiento de la causa
litigiosa. Al admitir la ley esta forma de prórroga, señala que las partes deberán firmar el
acta en que prorroguen la jurisdicción del juez de paz, y en caso de que éstas no lo
hicieren por no saber hacerlo, deberá consignarse así mismo en el acto”. (Castellanos,
Víctor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. I. pp. 90 y 142; Goico, Héctor
Barón. 1983. Monografía del Alguacil o Curial. p. 42).

La prorrogación voluntaria es la que hacen las partes involucradas en el litigio. Se trata


de un convenio entre las partes, pero que tiene sus limitaciones, porque no toda
competencia puede prorrogarse. Ninguna regla de orden público puede violarse, aun por
el mútuo acuerdo de las partes . Así tenemos que se puede prorrogar la competencia
territorial, pero no la de atribución ni la funcional. (...) La prorrogación voluntaria de
competencia se aplica sin distinción de materia(...) Las partes pueden suprimir el segundo
grado(...) Las partes, ni aun de común acuerdo, pueden suprimir el primer grado, porque
ello resultaría trastornador al orden judicial. Para convenir en una prorrogación de
competencia de las partes deben ser capaces para disponer del objeto litigioso, es decir,
hay que tener capacidad para comprometerse. (Pérez Méndez, Artagnan. Procedimiento
Civil. t. I, p. 128 y 129; Piña Martínez, Alfredo. Derecho Procesal Civil. t I, p. 38; Tavares
hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va., ed., p.
367 ).

“El Art. 7 autoriza expresamente la prorrogación de la competencia territorial del Juez de


Paz, al decidir que las partes pueden someterle un asunto para cuyo conocimiento no
tiene competencia “ni en razón del domicilio del demandado ni del asiento de la causa
litigiosa”. De acuerdo con la opinión general, la disposición del artículo 7 debe ser
considerada como expresión del derecho común, y por consiguiente ser extendida a la
prorrogación de competencia del juez de Primera Instancia”. (Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va., ed., p. 367) “… se admite sin
discusión que es imposible prorrogar la competencia de atribución que tiene el juez de
paz en razón de la naturaleza del asunto, prorrogación re ad rem. Así por Ej., las partes
58

no pueden convenir que el juez de paz conozca de un divorcio. Una parte de la doctrina y
la jurisprudencia francesa admite que puede ser prorrogada la competencia de atribución
del juez de paz establecida en razón de la cuantía del asunto, prorrogación de quantitate
ad quantitatem, atribuyéndole el conocimiento de demandas personales o mobiliarias que
excedan la tasa de su competencia. Esta última opinión es insostenible en nuestro
derecho…” (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v. I, 8va., ed., p. 369).

“Los Arts. 7 y 9 permiten que las partes, omitiendo la citación, comparezcan


espontáneamente ante el juez de paz, y le expongan la demanda y los medios de defensa,
apoderándolo así del conocimiento del litigio.” (Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez
de Paz. p. 117).

El Art. 7 del Código Procesal Civil, declara al juez de paz válidamente apoderado cuando
las partes se presentan voluntariamente ante él, permitiendo así a las partes de
dispensarse de las formalidades, que serían esenciales para apoderar un tribunal de
primera instancia, aquellas de la citación. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 1, pp.5-6).

2. Audiencias ante los Jueces de Paz.

“El demandante no tiene que fijar el día de la causa antes de notificar la citación, (…)
puesto que el Juez de Paz celebra audiencias todos los días” (Goico, Héctor Barón.
1980.Guía del Juez de Paz. p. 115).

Los debates y las conclusiones, deben ser orales, pero no se incurre en nulidad si las
partes depositan alegatos escritos. (Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez de Paz. p.
117, Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 8va.
ed., vol.II. p.. 104).

Ver Anotación Artículos 85 y siguientes.

3. Modo de comparecencia ante el juez de paz.

“Antes de la vigencia de la Ley 91 de 1983, que creó el colegio de abogados, las partes
podían asistir personalmente o representadas por un mandatario especial, aún cuando no
estuvieran impedidas de comparecer. El abogado no estaba eximido de exhibir su
procuración. Actualmente el ministerio de abogados es obligatorio ante el juez de paz”.
(Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 8va. ed.,
vol.II. p.. 104).

“Las partes podían comparecer el día fijado por la citación, o aquel que ellas hubieren
convenido, bien personalmente o por medio de apoderado, sin que de modo alguno pueda
mediar notificación de defensa ni alegato escrito. Luego de la entrada en vigencia de la
Ley No. 91 que instituye el Colegio de Abogados, hace obligatoria que esa representación
se haga mediante la asistencia de un abogado para todos los asuntos civiles, sin importar
la jurisdicción en que ha de conocerse el proceso; pero las disposiciones de la referida ley
no se aplican para el caso en que las partes comparezcan espontáneamente por ante el
juez de paz, para que este conozca de sus diferencias, sin importar que sea a cargo de
apelación o en último recurso; si las leyes o las partes lo autorizan, aunque no sea el juez
natural, no en razón del domicilio del demandado, ni en razón del asiento de la causa
litigiosa. Las partes deberán firmar el acto, en caso de no saber, deben hacerlo consignar
en el acta”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.
2da. ed., t. I., p. 34).
59

“Debido a la complejidad del proceso civil, se hace necesario que las partes se hagan
representar por un abogado, además de que en esta materia el ministerio de abogado es
obligatorio, porque ninguna otra persona puede ostentar esa representación. Pero por
ante el juzgado de paz, las partes pueden comparecer personalmente o hacerse
representar por apoderados. Cuando el representante es un apoderado, no es necesario
poder especial para probar su calidad de representante; ya que en este caso el poder se
presume”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado.2da. ed.,t. I., p. 35).

“La parte demandada puede válidamente comparecer personalmente a la audiencia que


ha de conocer una acción basada en la falta de pago de los alquileres vencidos, a fin de
realizar el pago de los valores exigidos y los gastos de la instancia, en virtud del artículo
12 y 13 del decreto 4807 del 1959, pero no podrá hacer ningún otro pedimento o hacer
defensa al fondo de la demanda”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en
Materia Civil Anotado.2da. ed., t. I., p. 34).

4. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones de los artículos 7, 8, 9 y 10 del Código de Procedimiento Civil están


establecidas en los artículos 571 al 574 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 571 del Proyecto del Código de Procedimiento Civil modifica el artículo 7 del
Código de Procedimiento Civil, y establece que las partes deben presentarse ante el
juzgado de paz acompañados de su abogado, y no podrán hacerlo personalmente como lo
establece el Código de Procedimiento Civil.

El artículo 8 del Código de Procedimiento Civil está contenido en el artículo 572 del
Proyecto del Código de Procedimiento Civil, y no sufre ninguna modificación.

El artículo 573 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil establece que las partes
comparecerán ante el juzgado de paz el día fijado por la citación, o aquel en que ellas
hubieren convenido, pero sólo por medio de abogado y no personalmente. Además agrega
que el juez puede otorgar plazos breves para que los mísmos puedan producir escritos
ampliatorios de sus conclusiones. Es en este sentido que queda modificado el artículo 9
del Código de Procedimiento Civil.

Artículo 10

Las partes se explicarán ante el juez de paz con toda moderación, observando el
comedimiento y respeto debido a la justicia. Si alguna contraviniere este precepto,
el juez de paz le hará por primera vez una admonición; y en caso de reincidencia,
podrá imponerle una multa que no exceda de cinco pesos, con fijación de la
sentencia en el local del juzgado de paz.

Artículo 11

En el caso de insulto o irreverencia grave contra el juez de paz, éste hará levantar
acta sobre ello, condenando al culpable o a los culpables a tres días de prisión.

Artículo 12

Las sentencias pronunciadas en los casos determinados por los artículos que
anteceden serán provisionalmente ejecutorias.
60

Tabla de Contenido

1. Respeto que deben rendir las partes al Juez de Paz. Consecuencias en caso de
Contradicción al principio.
2. Irreverencia o Insulto Grave en contra del Juez. Consecuencias.
3. Sentencia a intervenir en los referidos casos.
4. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. Respeto que deben rendir las partes al Juez de Paz. Consecuencias en caso de
Contradicción al Principio.

“El Juez de Paz tiene la policía de la audiencia y en esa virtud puede expulsar, previa
advertencia, a quien no se conduzca correctamente e imponerle una multa o condenarlo a
prisión según las circunstancias” (Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez de Paz. p..
118; Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 8va.
ed., vol.II. p.. 104 ).

Las faltas de respeto contra un juez de paz durante la audiencia sólo caen dentro de la
aplicación del Art. 10 y siguientes del Código de Procedimiento Civil cuando son el hecho
de las partes comparecientes. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 2 p.57).

El juez que crea ver un ultraje dirigido a él en ciertas expresiones que se le escapan a una
de las partes en el curso de su defensa no puede, si procede, a una represión de la ofensa,
negarle a la parte la facultad de explicarse. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 2, p.57).

2. Irreverencia o Insulto Grave en contra del Juez. Consecuencias.

Los jueces de paz, en caso de recibir un insulto o irreverencia grave, son competentes
para juzgar a los culpables y condenarlos a tres días de prisión, pero dejan de ser
competentes cuando los hechos, por circunstancias de la causa, constituyen el delito de
ultrajes previstos por el Art. 222 del Código Penal (Sent. SCJ. 11 de Mayo del 1950, B.J.
No. 478.402).

Si la falta de respeto se agrava al insulto, la ley le permite al juez de paz pronunciar la


pena de prisión. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile. n. 1, p.57).

3. Sentencia a intervenir en los referidos casos.

El Art. 12 del Código de Procedimiento Civil establece que las sentencias dictadas en
virtud de los Artículos 10 y 11 del Código de Procedimiento Civil serán ejecutorias
provisionalmente. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile. n. 1, p.58).

2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 10 del Código de Procedimiento Civil está contenido en el artículo 574 del
Proyecto del Código de Procedimiento Civil, y lo modifica al establecer que en caso de
reincidencia de las partes de no expresarse en el juzgado de paz con moderación,
observando el comedimiento y respeto debido a la justicia, se le impondrá una multa a
favor del Estado que no excederá de un salario mínimo mensual, con fijación de la
61

sentencia en el local del juzgado de paz. Y no una multa de RD$5.00 (Cinco Pesos) como
antes estaba establecido.

Las disposiciones de los artículos 11 y 12 del Código de Procedimiento Civil están


establecidas, respectivamente, en los artículos 575 y 576 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil.

Las disposiciones del artículo 11 del Código de Procedimiento Civil se encuentran en el


artículo 575 del Proyecto del Código de Procedimiento Civil. El artículo 575 del proyecto
modifica el artículo 11 del Código al establecer que en caso de insulto o irreverencia grave
contra el juez de paz, se condenará al culpable o culpables de uno (1) a cinco (5) días de
prisión.

El artículo 12 del Código de Procedimiento Civil está contenido dentro del artículo 576 del
Proyecto del Código de Procedimiento Civil, y no se le ha hecho ninguna modificación.

Artículo 13

Las partes o sus apoderados serán oídas contradictoriamente. Su causa se fallará


enseguida, o en primera audiencia, exigiendo el juez de paz el depósito de piezas,
cada vez que lo estime necesario.

Tabla de Contenido

1. La Contradictoriedad del Proceso ante los jueces de paz. Poder Discrecional del
Juez de Paz.
2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. La Contradictoriedad del Proceso ante los jueces de paz. Poder discrecional del
Juez de Paz.

“Los jueces no pueden conocer de ningún asunto contencioso sino mediante el requisito
de que la persona contra quien va dirigida la demanda haya sido previamente citada para
comparecer en juicio, a fin de ponerla en condiciones de defenderse. Es el principio de
contradicción, no enunciado expresamente en la Ley, pero que se infiere ciertamente de
todas las disposiciones que, al regular la marcha del proceso, exigen la citación del
demandado o presuponen que él ha sido regularmente citado”. (Tavares, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va., ed., p. 24-25).

“Cada parte tiene facultad para discutir las pretensiones del adversario. De ahí resulta el
principio contradictorio del proceso. Admitir lo contrario es lesionar el derecho de
defensa. (...) Siempre ha sido notorio el afán del legislador por mantener la igualdad del
demandante frente al adversario. La instancia debe ser leal, lo cual se impone a las partes
y al juez”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. I., v. I, p. 219) .

“El procedimiento ante el Juzgado de Paz es oral, público y contradictorio, caracterizado


por ser relativamente sencillo, poco formalista y de muy bajos gastos económicos, en el
cual las partes pueden comparecer personalmente o mediante representación de
abogados…”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado.2da. ed.,t. I., p. 17).
62

El poder discrecional es aquel que da autoridad para actuar libremente, dando facultad
para la apreciación de los hechos (como en el caso de juzgados de paz), o limitada a la
cuestión de derecho (como en casación). (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p.
432)

2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 13 del Código de Procedimiento Civil ha sido modificado por el artículo 577 del
Proyecto del Código de Procedimiento Civil, al establecer que las partes deberán de ser
oídas contradictoriamente por medio de sus abogados y no personalmente. Además, el
proyecto permite a las partes, si lo solicitan, producir escritos ampliatorios en plazos
breves.

Artículo 14

Cuando alguna de las partes manifestare su voluntad de inscribirse en falsedad,


negare algún escrito o declarare que no lo reconoce, el juez de paz le dará
constancia de ello, rubricará el documento y remitirá la causa por ante los jueces
que deban conocer de ella.

Tabla de Contenido

1. La Falsedad. Definición y Generalidades.


2. Inscripción en Falsedad por ante el Juzgado de Paz.
3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. La falsedad. Definición y Generalidades.

“La falsedad es la alteración de la verdad en un escrito. (…) La falsedad se puede cometer


tanto en un acto bajo firma privada como en un acto auténtico, pero la falsedad del acto
bajo firma privada se puede demostrar por la verificación de la escritura privada. Para
demostrar la falsedad de un acto auténtico es necesario acudir a la inscripción en
falsedad”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v. I, 5ta ed., p. 153).

“En términos generales, la falsedad consiste en la alteración de la verdad en un escrito”.


(Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va.
ed., p. 239).

Referirse al Título XI del Libro II, que trata sobre la Falsedad como Incidente Civil.

2. Inscripción en Falsedad ante el Juzgado de Paz.

“La inscripción en falsedad es un proceso incidental encaminado a la comprobación de la


falsedad, y consiguientemente a la supresión del documento falso o a la reconstrucción
del documento alterado”. (Tavares, Froilan. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 239-240).

“La inscripción en falsedad no procede para que sea seguida por ante el juzgado de paz.
Cuando alguna de las partes manifestare su voluntad de inscribirse en falsedad, negare
algún escrito o declare que no lo reconoce, el juez de paz dará constancia de ello,
rubricará el documento y remitirá la causa por ante los jueces que deban conocer de ella”.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
63

Civile. n. 10 y 13, p.58; Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v. I,
5ta ed., p. 156).

“Cuando ante el juez de paz surge este incidente, el artículo 14 manda a dar constancia a
la parte de su deseo de inscribirse en falsedad, y remitir la causa ante el juez competente”
(Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed.,t.
I., p. 241).

En caso de inscripción en falsedad, de denegación, de no reconocimiento de escritura,


debe ser reenviado por ante el tribunal civil. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 1, p.58).

3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 578 del Proyecto del Código de Procedimiento Civil ha modificado el presente
artículo al establecer que en el caso de que las partes deseen inscribirse en falsedad,
negar algún escrito o declarar que no lo reconoce, antes de continuar con la demanda de
la cual está apoderado, el juez de paz instruirá y fallará el incidente, siguiendo las reglas
previstas en el proyecto de Código de Procedimiento Civil para los incidentes de
inscripción en falsedad y verificación de escritura.

Artículo 15

En los casos en que se hubiere ordenado un interlocutorio, la causa se fallará


definitivamente dentro de cuatro meses contados desde la fecha del interlocutorio;
después de cuyo transcurso la instancia quedará extinguida de derecho, y la
sentencia que se hubiere pronunciado sobre el fondo será apelable aun en las
materias que conoce el juez de paz en último recurso y anulada a requerimiento de
la parte interesada. Cuando la instancia se extinguiere por culpa del juez de paz,
serán a su cargo los daños y perjuicios.

Tabla de Contenido

1. Sentencias Interlocutorias. Definición y Generalidades.


A. Plazo para el fallo de un interlocutorio. Consecuencia de la expiración del plazo.
B. Apelación de la sentencia que se hubiere dictado en cuanto al fondo. Nulidad de
la misma.
C. Responsabilidad civil del juez cuando la instancia se extinga por su culpa.
2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

1.Sentencias Interlocutorias. Definición y Generalidades.

“Sentencia interlocutoria es la que se dicta en el curso del pleito para resolver un


incidente o disponer una medida de instrucción, y que en nada afecta los derechos de las
partes en cuanto al fondo del litigio”. (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p.
511). “Es aquella que un tribunal pronuncia en el curso de un pleito, antes de establecer
derecho, ordenando prueba, verificación o trámite de sustanciación que prejuzgue el
fondo”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado.2da. ed.,t. I., p. 82-83; Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va., ed., p. 362).
64

Las sentencias interlocutorias, aunque prejuzgan el fondo no ligan al juez. (Sent. SCJ. 23
de Marzo del año 1962. B. J. 620. 460).

“Un efecto del interlocutorio es que el juez no puede estatuir sobre el fondo antes de que
se haya verificado la medida de instrucción prescrita, a menos que las partes renuncien
expresamente o implícitamente a ella, o que la ejecución del interlocutorio haya venido a
resultar imposible, como por ejemplo, si han muerto las personas que iban a ser citadas
como testigos”. (Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez de Paz. p.. 121).

“El tribunal no puede, si ha declarado admisible un determinado medio de prueba, volver


luego sobre su propia decisión. Así, cuando ha prescrito una información testimonial, el
tribunal no puede al decidir sobre el fondo, rechazar la demanda fundándose en que la
prueba testimonial es irrecibible. Esta actitud implicaría una contradicción lógica del juez
consigo mismo”. (Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez de Paz. p. 121; Rivas Pérez,
Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed.,t. I., p. 82-83).

A. Plazo para el fallo de un interlocutorio. Consecuencia de la expiración del plazo.

De acuerdo con lo que dispone el artículo 15, cuando el Juez de Paz hubiese ordenado un
interlocutorio, “la causa se fallará definitivamente dentro de cuatro meses contados
después de la fecha del interlocutorio”. Pasado ese término, “la instancia quedará
extinguida de derecho”. (Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez de Paz. p.. 121; Rivas
Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado. 2da. ed., t. I., p.
83). Esta perención, a diferencia de la que organizan los artículos 397 y siguientes, no
tiene que ser suspendida, ni tampoco podría ser cubierta, puesto que tiene lugar de pleno
derecho. Se admite, sin embargo, que la disposición del artículo 15, no es de orden
público, y que las partes pueden, de común acuerdo, continuar el procedimiento aún
después de transcurrido el plazo de cuatro meses, quedando en ese caso cubierta la
perención. La perención no se produce cuando el juez de paz ha dictado solamente una
sentencia preparatoria. Tampoco se produce cuando, aún tratándose de una sentencia
interlocutoria, no ha podido ser posible llevar a cabo la medida ordenada en el plazo de
cuatro meses”. (Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez de Paz. p. 121).

La perención de cuatro meses es exclusivamente aplicable a las instancias en las cuales


ha habido sentencia interlocutoria y donde la sentencia definitiva no ha sido dictada en
los cuatro meses a partir del día de esa sentencia. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 1, p.59).

La disposición del Art. 15 del Código de Procedimiento Civil, que declara una instancia
perimida cuando el juez de paz no ha estatuído definitivamente dentro de los cuatro
meses que siguen a una sentencia interlocutoria, es excepcional y limitativa.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 13, p.59).

Pero la disposición excepcional del Art. 15 del Código de Procedimiento Civil, que declara
la instancia perimida de derecho, en el caso en que un interlocutorio había sido ordenado,
la causa no tiene que ser juzgada definitivamente a más tardar en el plazo de cuatro
meses a partir de la sentencia interlocutoria. Sólo es aplicable a las sentencias emanadas
de los jueces de paz, y no puede ser extendida por analogía a las sentencias dictadas en
apelación por los tribunales de primera instancia. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 6, p.59).

La inejecución en los cuatro meses de un interlocutorio emanado de un juez de paz,


conlleva la perención de la instancia, aún cuando ese interlocutorio haya sido dictado
65

sobre una oferta de prueba hecha, no por el demandante, sino por el demandado, y como
apoyo de una demanda reconvencional. Diríamos verdaderamente que la perención sólo
debe alcanzar en ese caso, el procedimiento iniciado en interés del demandado.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 8, p.59).

Si la interlocutoria dictada por el juez de paz es apelada, el plazo de cuatro meses


impartido al juez de paz para estatuir sobre el fondo del litigio en el cual ha intervenido
un interlocutorio, cesa igualmente de correr durante la instancia de apelación.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 22, p.59).

Cuando en una misma causa, el juez de paz ha dictado varias sentencias interlocutorias,
el plazo de la perención de cuatro meses corre ¿a partir del día en que la primera
sentencia interlocutoria fue dictada, o a partir de la fecha del última interlocutorio?.
Según una primera opinión, dominante en doctrina, el plazo de cuatro meses en el cual la
causa debe ser definitivamente juzgada por el juez de paz a pena de perención de la
instancia, corre a partir del día en que la primera sentencia interlocutoria ha sido dictada,
y no a partir de la fecha del último interlocutorio. Según una opinión contraria,
consagrada por la Corte de casación, el plazo sólo corre a partir de la última de las
sentencias interlocutorias. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. nn. 29- 31, p.59).

El Art. 15 del Código de Procedimiento Civil , no hace ninguna distinción desde el punto
de vista de la perención que dicta, entre la interlocutoria dictada en defecto y la
interlocutoria dictada contradictoriamente. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 36, p.60).

B. Apelación de la sentencia que se hubiere dictado en cuanto al fondo. Nulidad de


la misma.

“…la sentencia que se hubiere pronunciado sobre el fondo será apelable a una de las
materias que conoce el juez de paz en último recurso y anulada a requerimiento de la
parte interesada”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado.2da. ed.,t. I., p. 83).

Por la admisibilidad de la apelación de la sentencia dictada sobre el fondo luego del plazo
de la perención, el Art. 15 no exige que la perención sea adquirida por el hecho de las
partes. Basta con que la sentencia definitiva interviene más de cuatro meses luego de la
interlocutoria para que sea sujeto de apelación, aún cuando sean rendidos en los límites
de la última instancia. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile. n. 73, p.61).

C. Responsabilidad civil del juez cuando la instancia se extinga por su culpa.

“Cuando la instancia se extinguiere por culpa del juez de paz estarán a su cargo los daños
y perjuicios”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado.2da. ed., t. I., p. 83).

2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no contempla este aspecto.

Artículo 16
66

(Mod. por la Ley 845 del 15 de julio de 1978). La apelación de la sentencia


pronunciada por los jueces de paz no será admisible después de los quince días
contados desde su notificación a las personas domiciliadas en el mismo municipio.
Por lo que respecta a las personas domiciliadas fuera del municipio, tienen para
interponer su recurso, además de los quince días, el término fijado por los artículos
73 y 1033 del presente código.

Tabla de Contenido

1. Apelación. Plazos. Punto de partida del plazo de apelación.


2. Plazo para interponer recurso de apelación para las personas domiciliadas fuera
del municipio.
3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. Apelación. Plazos. Punto de partida del plazo de apelación.

“El plazo para recurrir en apelación es de quince días para las sentencias que los
juzgados de paz dicten en las atribuciones que les confiere el artículo 1ro.”. (Sent. SCJ. 25
de Abril del 1990, B.J. 953.502-503; Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz
en Materia Civil Anotado.2da. ed.,t. I., p. 86; Rowland Cruz, James A. 2001. El
Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de
1998, y 50, del 2000. p. 92; Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. III, 8va., ed., p. 41). “El término para apelar, tanto en materia civil
como en materia comercial, contra las sentencias dictadas por los juzgados de paz, es de
quince días franco, cuando la notificación se hace a persona o a domicilio”. En el referido
caso, el plazo de apelación precitado no incluyó el día a-quo ni el día ad-quen. Por tal
razón la sentencia fue casada. (Sent. SCJ. 23 de Abril del 1990, B.J. No. 953.478).

“EL plazo para intentar el recurso de apelación contra las sentencias definitivas
contradictorias comienza a contarse, en regla general, desde el día de su notificación a
persona o a domicilio”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. III, 8va, ed., p. 41-42).

“El acto de apelación se interpone por acto de citación, el cual debe contener todas las
formalidades de los actos de esta naturaleza, el cual debe ser notificado al domicilio de la
parte recurrida”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado.2da. ed.,t. I., p. 87).

“No serán admisibles las apelaciones hechas a las sentencias de los juzgados de paz fuera
de los 15 días posteriores a la notificación de la sentencia, en virtud de lo establecido en
el artículo 16 del Código de Procedimiento Civil, pero ese plazo no comenzará a contarse
sino desde la notificación de la sentencia”. (Sent. SCJ. 29 del mes de Marzo del año 2000.
B.J. 1072.174-180. Citada por: Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de
Jurisprudencia Civil, 1997-2002. p.51).

“Las sentencias dictadas por el juzgado de paz susceptibles del recurso de apelación, no
pueden ser impugnadas directamente ante la Suprema Corte de Justicia mediante un
recurso de casación, sin que se violente el principio del doble grado de jurisdicción”.
(Sent. SCJ. 7 del mes de Febrero del año 2001. B.J. 1083.77-81. Citada por: Luciano
Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-2002. p.116).
67

2. Plazo para interponer recurso de apelación para las personas domiciliadas fuera
del municipio.

Para las personas que residen fuera del municipio, se aplican los plazos establecidos en
los artículos 73 y 1033 del Código de Procedimiento Civil. (Rivas Pérez, Polivio Isauro.
1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed.,t. I., p. 86).

“... se permite la apelación de la sentencia del juez de paz dentro de los quince días a
contar de la fecha de su notificación a las personas con domicilio en el mismo municipio o
ciudad, aumentando dicho plazo con la equivalencia de un día por cada treinta kilómetros
para el caso de la persona con domicilio fuera del municipio, o más de quince kilómetros
(en los casos en que la distancia no llegue a quince kilómetros para contar un día más,
regla sólo aplicable a lo civil y comercial, no a lo penal, según casación del 13 de agosto
de 1947, B.J. 445, p. 538)”. (Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil
Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del
2000. pp. 92-93).

Ver Artículo 73 y 1033.

3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 16 del Código de Procedimiento Civil está contenido dentro del artículo 579 del
Proyecto del Código de Procedimiento Civil. El Proyecto mantiene intacto lo establecido
por este artículo, sin embargo hace la aclaración de que será utilizado el término fijado
por las disposiciones del Proyecto que aumentan los plazos en razón de la distancia, que
es el establecido en el artículo 103 del Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

Artículo 17

La ejecución provisional y sin fianza de las sentencias, se ordenará siempre que


haya título auténtico, promesa reconocida o condenación anterior de que no haya
apelado. En los demás casos, el juez de paz podrá ordenar la ejecución provisional
de sus sentencias sin fianza, no obstante apelación, siempre que se trate de
pensiones alimenticias o que la suma no exceda de setenta pesos; y a cargo de
prestar fianza, cuando excediere dicha suma. La fianza será recibida por el juez de
paz.

Párrafo.- Cuando hubiere peligro en el retardo, podrá ordenarse la ejecución


provisional, con fianza o sin ella, en la minuta del fallo, conforme a las distinciones
contenidas en el presente artículo.

Tabla de Contenido

1. La Ejecución provisional. Concepto.


A. Ejecución Provisional: Prestación con fianza y Prestación sin fianza.
B. Caso de peligro en el retardo de la Ejecución.
C. Suspensión de Ejecución.
2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. La Ejecución provisional. Concepto.

“Derecho otorgado en ciertos casos determinados por la Ley, a la parte que se beneficia
con una sentencia dictada en primera instancia, contradictoriamente o en rebeldía, para
68

perseguir su ejecución contra la otra parte, no obstante la oposición o apelación


interpuesta por ésta, y con cargo de que el ejecutante preste caución, salvo que esté
dispensado de ésta por la ley o por la decisión misma cuya ejecución persigue”. (Capitant,
Henri.1930. Vocabulario Jurídico. p. 241).

“Es un beneficio que los tribunales pueden, y a veces deben conceder a la parte
gananciosa, en cuya virtud la sentencia puede ser inmediatamente ejecutada, aunque
fuere impugnada por oposición o por apelación”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El
Juzgado de Paz en materia Civil Anotado. 2da. ed, t. I, p. 72; Tavares hijo, Froilán. 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 411).

“La ejecución provisional es un beneficio que permite a la parte gananciosa ejecutar una
sentencia desde la fecha de su notificación, y no obstante el efecto suspensivo del plazo
de las vías de recurso ordinarias o de su ejercicio. Es decir, es un beneficio que le permite
al ganancioso la ejecución inmediata de la sentencia”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999.
Procedimiento Civil. 9na. ed., t. I, pp. 263 y 269) .

“De acuerdo con el Código de Procedimiento Civil, este beneficio extraordinario se justifica
sea en razón de las muchas probabilidades de éxito definitivo que existe a favor de la
parte que ha obtenido ganancia de causa, sea en razón de la urgencia que esa parte tenía
de ejecutar el fallo obtenido”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 411).

A. Ejecución Provisional: Prestación con fianza y Prestación sin fianza.

“El sistema establecido por los artículos 127 a 139 de la Ley 834 tiende, entre otras
cosas, a unificar el procedimiento para obtener la ejecución provisional en todas las
jurisdicciones. En tal sentido, no parece que los poderes del juez de paz en esta materia
se encuentren limitados en la actualidad, por el citado artículo 17, sino que éstos se
encuentran regidos por los principios establecidos en los artículos 127 y siguientes de la
Ley 834 de 1978” (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 423; Pérez Méndez, Artagnan.2002. Procedimiento Civil. t.
I, 11ma. ed. p. 263).

“En lo que respecta al procedimiento ante el Juez de Paz, el artículo 17 del Código de
Procedimiento Civil dispone que la ejecución provisional y sin fianza se ordenará siempre
que haya título auténtico, promesa reconocida o condenación anterior de que no se haya
apelado. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. I, v. I, 11ma. ed., p. 325;
Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va.
ed., p. 411). En los demás casos, el mismo artículo 17 dispone que “el alcalde podrá
ordenar la ejecución provisional de sus sentencias sin fianza, siempre que se trate de
pensiones alimenticias, o que la suma no exceda de 70 pesos y a cargo de fianza cuando
excediere de dicha suma” (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. I, v. I,
11ma. ed. p. 325; Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 411).

“Existen sentencias como las declaradas ejecutorias provisionalmente, no obstante


cualquier recurso: A- Las declaradas ejecutorias, sin la necesidad de prestación de fianza,
como son las dictadas siempre que haya título auténtico, promesa reconocida o
condenación anterior que no haya sido apelada. (…) B. Las ejecutorias provisionalmente
mediante la prestación de fianza, como aquellas para las pensiones alimenticias, cuyo
monto fijado sea mayor de mil pesos anuales; C. Las ejecutorias provisionalmente por
autoridad de la ley, como son las que ordenan medidas de instrucción para la
sustentación de la causa; D. Las dictadas contra quienes cometen delito de audiencia, en
69

virtud a los artículos 10, 11 y 12 del Código de Procedimiento Civil”. (Rivas Pérez, Polivio
Isauro. 1999. 2da. ed., t. I, p. 73).

“La ejecución provisional no puede perseguirse si no ha sido ordenada, excepto cuando se


trate de decisiones ejecutorias provisionalmente de pleno derecho”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed. p. 263).

“Antes de la modificación del artículo primero, hecho mediante Ley No. 38/98, las
sentencias que ordenaban el desalojo por causa de desahucio tenían el carácter de
ejecutorias, no obstante cualquier recurso, en virtud a la parte in fine del párrafo II del
referido artículo, pero luego de la modificación dejaron de serla, porque ahora señala:
cualquier recurso que pueda interponerse contra la sentencia en desahucio será
suspensivo de ejecución”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en
materia Civil Anotado. 2da. ed, t. I, p. 73).

“En principio, los poderes del juez son ilimitados en cuanto se refiere a la ejecución
provisional de las sentencias. La restricción sólo aparece en cuanto a los costos. Conviene
precisar que el juez debe considerar la ejecución necesaria y además compatible con la
naturaleza del asunto de que se trata”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento
Civil. t. I, 9na. ed., pp. 264-265).

1.2. Situación en caso de peligro en el retardo.

“De acuerdo con el principio general establecido en el artículo 116 de la Ley 834, la
sentencia que ordena la ejecución provisional no puede ser ejecutada sino después de su
notificación, a menos que la ejecución sea voluntaria. Excepcionalmente, cuando los
casos requieran celeridad, la ejecución puede ser ordenada sobre minuta. Entonces la
presentación de la sentencia vale notificación”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 420).

1.3. Suspensión.

“Si el juez omite pronunciar la ejecución provisional, no podrá pronunciarse por una
segunda sentencia, salvo las partes pedirla en apelación. Una vez ordenada la ejecución
provisional en primera instancia, no podrá ser suspendida sino mediante el uso de las
vías de apelación”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 419).

“De conformidad con lo dispuesto en la Ley 834, la facultad de suspender la ejecución


provisional ordenada por el juez del primer grado, compete exclusivamente al presidente
del tribunal de alzada (dicha ley se refiere impropiamente al presidente de la corte de
apelación), estatuyendo en referimiento, con motivo de un recurso de apelación, en los
siguientes casos: 1ro. Si está prohibida por la ley; 2do. Si hay riesgo de que entrañe
consecuencias manifiestamente excesivas. Por otra parte, el presidente en apelación,
puede acordar la ejecución provisional cuando ésta no ha sido solicitada en primera
instancia, o habiéndolo sido, el juez haya omitido estatuir, así como en el caso de que la
ejecución provisional haya sido rehusada. La ejecución provisional puede ser suspendida
asimismo en los casos de sentencias impropiamente calificadas en última instancia (art.
141 de dicha ley)”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 419-420).

“El artículo 45 del Código de Procedimiento Civil atribuye efecto suspensivo al recurso de
apelación, cuando está dirigido contra una sentencia cuya ejecución provisional no ha
sido ordenada; que cuando esta ejecución es pronunciada, la apelación no produce efecto
70

suspensivo, aún cuando la disposición referente a la ejecución provisional sea


improcedente”. (Sent. SCJ. 3 de Julio de 1985, B.J. No. 896, 1567-1568).

“El Presidente de la Corte de Apelación puede suspender la ejecución provisional, tanto de


sentencias revestidas de ejecución provisional de pleno derecho como de sentencias cuya
ejecutoriedad provisional resulta de una disposición del Juez”. (Sent. SCJ. 29 de Mayo de
1985. B.J. 894.1243; Sent. SCJ. 23 de Abril de 1986. B.J. 905.379). También puede
ordenar la suspensión de la ejecución provisional de una sentencia, si dicha ejecución
provisional está prohibida por la ley; y cuando estima que hay riesgo de que la ejecución
entraña consecuencias excesivas. Es una cuestión de hecho, que escapa a la casación.
(Sent. SCJ. B.J. 905.379; Sent. SCJ. B.J. 932.893; Sent. SCJ. B.J. 943.749; Sent. SCJ.
B.J. 1043.95; Sent. SCJ. B.J. 1046.27. Citadas por: Headrick, William C. 2000.
Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 243).

“Para que el presidente de la corte de apelación pueda, en caso de apelación, detener la


ejecución provisional de una decisión que es ejecutoria de pleno derecho, debe advertir o
comprobar que la decisión recurrida está afectada de una nulidad evidente, como la
ausencia total de motivación; o que ha sido producto de un error grosero; o pronunciada
en violación al derecho de defensa de la parte que demanda la suspensión; o ha sido
obtenida en violación flagrante de la ley; o cuando el juez se haya excedido en los poderes
que le son atribuidos o cuando la sentencia recurrida haya sido dictada por un juez
incompetente”. (Sent. SCJ. 31 del mes de Octubre del año 2001. B.J. 1091.223-229.
Citada por: Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-
2002. p.304; Sent. SCJ. 14 del mes de Julio del año 1999. B.J. 1064.145-151. Citada
por: Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-2002.
p.308).

2.Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 580 del Proyecto del Código de Procedimiento Civil establece que el juez de paz
podrá ordenar la ejecución provisional de sus sentencias en las condiciones previstas en
los artículos 537 al 551 del Proyecto, que son las disposiciones generales aplicables a la
ejecución provisional.

Artículo 18

Será inadmisible la apelación de los fallos indebidamente calificados como


pronunciados en primera instancia, o que siendo por su naturaleza en último
recurso, si en ello se estatuyere sobre cuestiones de competencia, o sobre materias
de que el juez de paz no pueda conocer sino en primera instancia. Con todo, si el
juez de paz se hubiere declarado incompetente la alzada no podrá interponerse sino
después del fallo definitivo.

Párrafo.- El secretario extenderá en la hoja de audiencia la minuta de toda


sentencia, firmándola al pie el juez de paz actuante y el secretario.

Tabla de Contenido

1. Inadmisibilidad de la apelación de los fallos indebidamente calificados. Situación


en caso de que el juez de paz se hubiere declarado incompetente.
2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

_____________________________________________________________________________
71

1. Inadmisibilidad de la apelación de los fallos indebidamente calificados. Situación


en caso de que el juez de paz se hubiere declarado incompetente.

“Considerando, que el artículo 18 del Código de Procedimiento Civil, expresa en su


segundo párrafo lo siguiente: Serán apelables los fallos calificados en último recurso, si
en ellos se estatuye sobre cuestiones de competencia, o sobre materias de que el alcalde
no pueda conocer sino en primera instancia. Con todo, si el Alcalde se hubiere declarado
competente, la alzada no podría interponerse sino después del fallo definitivo”; “que esa
disposición es de aplicación general, y en todas las materias en que los jueces de Paz
juzguen en primera instancia declarándose competentes” (Sent. SCJ. 14 de Octubre del
1974. B. J. No. 767, 2741-2743).

“Considerando, que el artículo 18 del Código de Procedimiento Civil dice así: Será
inadmisible la apelación de los fallos indebidamente calificados como pronunciados en
primera instancia, o que siendo por su naturaleza en último recurso, no lo expresaren
así. Serán apelables los fallos calificados en último recurso, si en ellos se estatuye sobre
cuestiones de competencia, o sobre materias de que el alcalde no pueda conocer sino en
primera instancia. Con todo, si el Alcalde se hubiere declarado competente, la alzada no
podría interponerse sino después del fallo definitivo”; “que, en consecuencia, cuando en la
especie, la Cámara a-qua declaró inadmisible la apelación, juzgó correctamente, porque
debió esperar, para apelar de ese fallo incidental sobre competencia, a que se decidiera el
fondo del asunto”. (Sent. SCJ. 5 de Septiembre del 1973. B. J. No. 754, 2630-2631).

2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 18 del Proyecto del Código de Procedimiento Civil está contenido dentro del
artículo 581 del Proyecto del Código de Procedimiento Civil. Este artículo no ha sufrido
ninguna modificación.

TITULO III
De las sentencias en defecto y de la oposición a ellas.

Tabla de Contenido

1. Defecto. Definición y tipos.


2. Defecto en los Juzgados de Paz.
3. Recurso de Oposición. Definición.
_____________________________________________________________________________

1. Defecto. Definición y tipos.

“Cuando el demandado no comparece en juicio, o cuando, bien sea el demandante o el


demandado no presentan conclusiones en audiencia, se dice que esta parte ha incurrido
en el defecto.(Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. I, v. I, 11ma. ed. p.
271; Tavares, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va.
ed., pp. 122-123). En el primer caso la ley dice que hay defecto por falta de comparecer;
en el segundo caso hay defecto por falta de concluir”. (Tavares, Froilán. 1995. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 122-123).

“Muchas veces el demandado no comparece o una de las dos partes deja de presentar
conclusiones. El procedimiento es entonces contencioso en defecto”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. I, v. I, 11ma. ed. p. 271).
72

“Existen dos clases de defectos: por falta de concluir en audiencia y por falta de
comparecencia. Este último es el único que puede presentarse en los juzgados de paz”.
(Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez de Paz. p. 126).

2. Defecto en los juzgados de paz.

“El defecto ante el Juzgado de Paz está organizado por los artículo 19 al 22, todos, salvo el
22, reformados por la Ley 845. Ante este Juzgado, las partes comparecen como en el
procedimiento comercial, presentándose en audiencia personalmente o por medio de
apoderado. La Suprema Corte de Justicia, siguiendo la jurisprudencia y doctrina
francesa, ha decidido que ante esta jurisdicción no hay defecto por falta de concluir”.
(Guzmán A., Fabio J. 1980, El Procedimiento en Defecto en Materia Civil y Comercial
después de las Reformas de la Ley 845 de 1978. p. 76).

“Se admite que ante los alcaldes, de acuerdo con el artículo 19 del Código de
Procedimiento Civil, sólo se puede pronunciar el defecto cuando una de las partes no
comparezca, en consecuencia de lo cual, no hay defecto por falta de concluir”. (Sent. SCJ.
15 de Agosto de 1934. B. J. No. 289, 9).

“Nuestra Suprema Corte ha estimado, desde hace tiempo, que no hay lugar a la
pronunciación del defecto por falta de concluir ante el Juzgado de Paz, en razón del
carácter sencillo de esa jurisdicción”. (Guzmán A., Fabio J. 1980. El Procedimiento en
Defecto en Materia Civil y Comercial después de las Reformas de la Ley 845 de 1978. p.
75).

“En los procedimientos ante el juez de paz, tiene que ser juzgada contradictoriamente la
parte que comparece, aunque no concluya sobre el fondo, y que por consiguiente, no se
puede incurrir en el defecto por falta de concluir, sino solamente en el defecto por falta de
comparecer”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 138).

“El procedimiento en defecto ante los Tribunales de Excepción no difiere mucho, en


cuanto a lo esencial, del procedimiento seguido ante los tribunales de derecho común,
especialmente luego de las últimas reformas”. (Guzmán A., Fabio J. 1980. El
Procedimiento en Defecto en Materia Civil y Comercial después de las Reformas de la Ley
845 de 1978. p. 71).

3. Recurso de Oposición. Definición.

El recurso de oposición es el concedido a la parte contra quien ha sido pronunciada una


sentencia en defecto. (Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez de Paz. p. 126; Rivas
Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., t. I., p.
88; Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. vol. III,
8va. ed., p. 17).

“La garantía por excelencia establecida por la ley para salvaguardar los derechos de la
parte que no ha sido oída en justicia es el recurso de oposición, el cual conduce a un
nuevo conocimiento del asunto por el Tribunal”. (Guzmán A., Fabio J. 1980. El
Procedimiento en Defecto en Materia Civil y Comercial después de las Reformas de la Ley
845 de 1978. p. 105).

“La oposición es una vía de recurso que intenta una persona para aniquilar los efectos de
una sentencia, que lo condenó en defecto por no haber comparecido a la audiencia en que
fue juzgado, y que tiene derecho a ser oído en sus alegatos antes de que el fallo sea
73

definitivo”. (Goico de Castro, Héctor Barón. 1983. Monografía del Alguacil o Curial. 4ta.
ed., p. 44).

La parte no compareciente, habiendo sido regularmente representada en justicia, no


podría ser admitida a interponer oposición a la sentencia dictada en su contra.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 35, p.56).

Artículo 19

(Mod. Por la Ley 845 del 15 de julio de 1978). Si el día indicado por la citación el
demandado no comparece, se fallará al fondo, por sentencia reputada contradictoria
cuando la decisión requerida por el demandante sea susceptible de apelación o
cuando la citación haya sido notificada a la persona del demandado o de su
representante.

Artículo 20

(Mod. Por la Ley 845 del 15 de julio de 1978). La oposición será admisible contra la
sentencia en último recurso dictada por defecto si el demandado no ha sido citado a
persona o si justifica que se ha encontrado en la imposibilidad de comparecer o de
hacerse representar. Ella deberá ser interpuesta en los quince días de la notificación
de la sentencia hecha por el alguacil comisionado por el juez.

La oposición contendrá sumariamente, los medios de la parte y citación al próximo


día de audiencia, observando, sin embargo, los plazos prescritos para la citación;
indicará el día y la hora de la comparecencia, y será notificada como se dice arriba.

Se hará aplicación del artículo 156 a las sentencias por defectos, así como a las
sentencias reputadas contradictorias, en virtud de los artículos 19 y 20. Sin
embargo, la notificación hará mención de los plazos de oposición o de apelación
propios al juzgado de paz.

Artículo 21

( Mod. Por la Ley 845 del 15 de julio de 1978). Si el demandante no se presenta, el


juez descargará al demandado de la demanda, por una sentencia que será reputada
contradictoria.

Artículo 22

La parte oponente que por segunda vez se dejare condenar en defecto, quedará
inhábil para intentar nueva oposición.

Tabla de Contenido

1. Consecuencia de la falta de comparecencia del demandado.


2. Admisibilidad del Recurso de Oposición.
3. Plazo para interponer recurso de Oposición.
4. Contenido del Recurso de Oposición. Ámbito del Art. 156 del Código de
Procedimiento Civil.
5. Consecuencia de la falta de comparecencia del demandante.
6. Nueva Oposición.
74

7. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.


_____________________________________________________________________________

1. Consecuencia de la falta de comparecencia del demandado.

Si el demandado no comparece el día de la citación, se fallará al fondo por sentencia


reputada contradictoria, … (Guzmán A., Fabio J. 1980. El Procedimiento en Defecto en
Materia Civil y Comercial después de las Reformas de la Ley 845 de 1978. p. 77) …cuando
la decisión es susceptible de apelación o cuando el demandado es citado personalmente o
en la persona de su representante legal. (Barón Goico de Castro, Héctor. 1983.
Monografía del Alguacil o Curial. 4ta. ed., p. 44; Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El
Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed.,t. I., p. 79; Tavares hijo, Froilán. 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 138).

“Si el demandado no acude o comparece al tribunal el día de la citación, el juez de paz


podrá fallar al fondo (es decir, sobre lo principal de la litis) y su sentencia no podrá ser
recurrida en oposición si ella es apelable, o sea, cuando se trata de una demanda de más
de tres mil pesos; o también será apelable el fallo cuando la citación ha sido notificada al
propio demandado o a un representante suyo”. (Rowland Cruz, James A. 2001. El
Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de
1998, y 50, del 2000. p. 93).

“Hay defecto por falta de comparecer del demandado en el Juzgado de Paz si éste no se
presenta al Tribunal el día fijado por la citación o el día convenido ni en persona ni por
mandatario”. (Guzmán A., Fabio J. 1980. El Procedimiento en Defecto en Materia Civil y
Comercial después de las Reformas de la Ley 845 de 1978. p. 77).

“Pero el hecho de que el demandado haya incurrido en defecto, el beneficio de la demanda


será dado a la parte demandante, si la demanda está ajustada a los requisitos y
procedimientos de Ley”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia
Civil Anotado.2da. ed., t. I., p. 79).

“No obstante la parte demandada haber incurrido en defecto, las pretensiones de la parte
demandante deben ser analizadas por el juez en cuanto a su sustentación legal”. (Rivas
Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., t. I., p.
80).

“Si un demandado no comparece y su codemandado solicita la acumulación del defecto,


pero el juez, sin fallar sobre ese pedimento fija la causa de nuevo y el primer demandado
entonces comparece, se hace innecesario resolver el pedimento”. (Headrick, William C.
2000. Compendio Juridico Dominicano. 2da. ed., p. 14).

Si, al día indicado para la citación, el demandado comparece, pero se niega a defenderse o
declara solamente que no ha entendido ni reconocido, ni contesta los alegatos del
demandante, la sentencia es contradictoria. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 1, p.62).

“Si el Estado Dominicano es el demandado, y su representante no comparece, el artículo


10 de la Ley 1486 de 1936 señala que el Juez de Paz hará citar para una próxima
audiencia al Procurador Fiscal del Distrito Judicial dentro del cual se encuentre el
Juzgado, en su calidad de representante del Estado. Si en la nueva audiencia, no
comparece ni el fiscal ni otro representante del Estado, el defecto podrá ser pronunciado
en su contra”. (Guzmán A., Fabio J. 1980. El Procedimiento en Defecto en Materia Civil y
Comercial después de las Reformas de la Ley 845 de 1978. pp. 77-78).
75

2. Admisibilidad del Recurso de Oposición.

Será admisible la oposición cuando se trate de sentencia en única instancia (la ley habla
impropiamente de último recurso) (no apelables), dictada en defecto, si el demandado no
ha sido citado a persona o justifica que se ha encontrado en la imposibilidad de
comparecer o de hacerse representar. (Barón Goico de Castro, Héctor. 1983. Monografía
del Alguacil o Curial. 4ta. ed., p. 44; Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento
Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del
2000. p. 97; Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II,8va. ed., p. 138; Guzmán A., Fabio J. 1980. El Procedimiento en
Defecto en Materia Civil y Comercial después de las Reformas de la Ley 845 de 1978. p.
79). Es inadmisible el recurso de oposición ante el Juzgado de Paz si la sentencia es
apelable o si la citación ha sido notificada a la persona del demandado o de su
representante. (Guzmán A., Fabio J. 1980. El Procedimiento en Defecto en Materia Civil y
Comercial después de las Reformas de la Ley 845 de 1978. p. 79; (Rivas Pérez, Polivio
Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed.,t. I., p. 88).

“La sentencia que se dicte en defecto, respecto de un recurso de oposición, no es


susceptible de este mismo recurso, sino del recurso de apelación, tal y como lo dispone el
artículo 19 del Código de Procedimiento Civil”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El
Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed.,t. I., p. 89).

“Tal como puede verse solamente existen dos condiciones para que las sentencias
dictadas en defecto en la jurisdicción del juzgado de paz sean susceptibles del recurso de
oposición, estas son: (a) Si el demandado no ha sido citado a persona o la de su
representante legal, tal como lo establecen los artículos 19 y 150 del Código de
Procedimiento Civil, reformados por la Ley No. 845 del 15 de Julio de 1978; (b) En el caso
de que esté envuelto el cobro de sumas de dinero, cuyo monto no sobrepasa los tres mil
pesos oro, como lo establece la reforma del artículo primero, en la Ley 38/98. (Rivas
Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado. 2da. ed., t. I., pp.
79-80).

“Una sentencia, aunque no pronunció el defecto, tiene esa característica, toda vez que
consigna el hecho de que la acusada no asistió a la audiencia. Como no se le notificó la
sentencia, el recurso de oposición está abierto y el recurso de apelación es inadmisible”.
(Sent. SCJ. 29 de Diciembre del 1998. B.J. 1057.237. Citada por: Headrick, William C.
2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 200).

“La ejecución de una sentencia dictada en oposición por falta de comparecer no la hace
cosa juzgada sino cuando ha transcurrido el plazo para apelar. Si no consta el momento
en que el demandado se enteró de los actos de ejecución, es necesario admitir que ese
conocimiento lo obtuvo el mismo día en que interpuso el recurso de apelación, por lo cual
su recurso es admisible. (Sent. SCJ. 21 de Septiembre del 1983. B.J. 874.2723. Citada
por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 241).

3. Plazo para interponer recurso de Oposición.

Dicho recurso será interpuesto dentro de los quince días de la notificación de la sentencia
hecha por el alguacil comisionado por el juez. (Barón Goico de Castro, Héctor.1983.
Monografía del Alguacil o Curial. 4ta. ed., p. 44; Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El
Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed.,t. I., pp. 88-89; Rowland Cruz, James A.
2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de
1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 97; Tavares, Froilan. 1996. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 25). El referido plazo ha sido establecido en
los nuevos artículos 20, 157 y 434 del Código de Procedimiento Civil, para todos los
76

tribunales de derecho común y de excepción. (Guzmán A., Fabio J. 1980. El


Procedimiento en Defecto en Materia Civil y Comercial después de las Reformas de la Ley
845 de 1978. p. 112).

4. Contenido del Recurso de Oposición. Ámbito del artículo 156 del Código de
Procedimiento Civil.

“La oposición debe ser formada por acto de citación, contentivo de los medios que apoyan
el recurso. (…) El plazo de la citación es de un día franco, aumentable en razón de la
distancia (artículo 5). La notificación debe ser efectuada a persona o a domicilio por un
alguacil del domicilio del requerido de acuerdo con las prescripciones del artículo 4. No
sería nula la citación si no es hecha al próximo día de la audiencia, observando los plazos
prescritos para la citación, como indica la Ley. En ese caso, sin embargo, el demandante
podría anticiparse al oponente y citarlo al día más próximo”. (Guzmán A., Fabio J. 1980.
El Procedimiento en Defecto en Materia Civil y Comercial después de las Reformas de la
Ley 845 de 1978. pp. 117-118).

“El recurso de oposición deberá contener los medios que le sirven de base brevemente
desarrollados y citación al próximo día de la audiencia (en este caso, no hay que enrolar o
fijar audiencia previamente sino que la misma se fija el mismo día de la causa, hablando
con el alguacil de estrado); pero se respetarán los plazos para la citación (un día franco,
es decir, tres días) (Art. 5to del Código de Procedimiento Civil). Cuando el legislador exige
que el recurso de oposición tiene que contener “los medios que le sirven de base
brevemente desarrollados”, se refiere a la motivación o motivos del mismo”. (Rowland
Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos.
834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 97).

La oposición debe ser motivada; poco importa la forma en que se interponga, o la


jurisdicción apoderada. (Guzmán A., Fabio J. 1980. El Procedimiento en Defecto en
Materia Civil y Comercial después de las Reformas de la Ley 845 de 1978. p. 120). Debe
contener sumariamente los medios de la partes. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 19, p.63).

“Aún las sentencias en defecto deben contener motivos. (Sent. SCJ. 10 de Diciembre del
1997. B.J. 1045.427; Sent. SCJ. 17 de Diciembre del 1997. B.J. 1045.439).

“El artículo 156 del Código de Procedimiento Civil, modificado por la Ley No. 845, indica
que toda sentencia pronunciada en defecto, lo mismo que aquella que sea reputada
contradictoria por haber sido notificada a la misma persona del demandado o a su
representante, serán notificadas por un alguacil comisionado, sea en la misma sentencia,
sea por auto del juez de paz que la dictó; y esa notificación debe hacerse en los seis meses
de la fecha de la sentencia, so pena de que el fallo sea considerado como no pronunciado
(no publicado); y en la notificación, a pena de nulidad, se debe indicar o el plazo de
oposición del Art. 20 (quince días francos) o el plazo de apelación del Art. 16 (que también
es de quince días francos) “según sea el caso”, es decir, según que se trate de una
sentencia en defecto o de una sentencia con carácter contradictorio”. (Rowland Cruz,
James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y
845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 99).

“El artículo 156 del Código de Procedimiento Civil modificado por la Ley No. 845 de 1978,
dispone la obligación de mencionar en el acto de notificación de la sentencia, los plazos de
la oposición y de la apelación cuando se trata de sentencia en defecto y de aquellas
reputadas contradictorias, pero no a los fallos contradictorios; en efecto, las disposiciones
del artículo 156 del Código de Procedimiento Civil excluyen las sentencias contradictorias
77

de aquellas en las cuales su notificación debe expresar los plazos de la oposición y de la


apelación”. (Sent. SCJ. 25 de Abril de 1990. B.J. No. 953.503).

5. Consecuencia de la falta de comparecencia del demandante.

Con respecto al demandante, que debe haber preparado todos los medios antes de actuar,
el juez de paz está obligado a pronunciar el defecto contra él por no comparecencia desde
la primera audiencia. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile. n. 3, p.62).

Si el demandante no se presenta, el juez descargará al demandado de la demanda por


una sentencia que será reputada contradictoria... (Barón Goico de Castro, Héctor. 1983.
Monografía del Alguacil o Curial. 4ta. ed., p. 45; Tavares, Froilán. 1996. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p. 22) ... es decir, no recurrible en
oposición, aunque sí en apelación, salvo que el monto de la demanda sea inferior a tres
mil pesos”. (Guzmán A., Fabio J. 1980. El Procedimiento en Defecto en Materia Civil y
Comercial después de las Reformas de la Ley 845 de 1978. p. 73; Rowland Cruz, James A.
2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de
1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 104).

“En caso de que la parte demandante, no comparezca a la audiencia, para la cual citó a la
parte demandada, o a la que quedó citada por sentencia, se ordenará el descargo puro y
simple de la parte demandada, si éste no ha hecho el depósito de los documentos en que
sustenta sus pretensiones, porque su incomparecencia constituye un desestimiento tácito
a la instancia o necesariamente a la acción”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El
Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed.,t. I., p. 80) .

“Si el demandante no comparece, el tribunal pronunciará el defecto y descargará al


demandado de la demanda por sentencia reputada contradictoria”. (Sent. SCJ. 29 del
mes de Octubre del año 1997. B.J. 1043.85-90. Citada por: Luciano Pichardo, Rafael.
2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-2002. p. 253).

“Las sentencias en defecto que se limitan a pronunciar el descargo por falta de concluir,
no son susceptibles de ningún recurso en razón de que no acogen ni rechazan las
conclusiones de las partes, no resuelven en su dispositivo ningún punto de derecho”.
(Sent. SCJ. 24 del mes de Junio del año 1998. B.J. 1051.120-124. Citada por: Luciano
Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-2002. p. 248).

En caso de que el demandante concurra a audiencia pero sin referirse al fondo, propone
una excepción o promueve algún incidente, el tribunal luego de ponerlo en mora de
concluir al fondo puede dictar una sentencia en defecto sobre lo principal contra el
demandante y estatuir sobre el fondo del recurso o pronunciar el descargo puro y simple
de la demanda si así lo solicita el demandado. (Sent. SCJ. 19 de Abril del año 2000. B.J.
No. 1073.168).

“Aunque el demandante haga defecto, el juez no puede desestimar la demanda si el


demandado, en lugar de solicitar un simple descargo, fórmula conclusiones al fondo, pues
en ese caso el juez debe estudiar la procedencia de esas conclusiones. B. J. 770.48”.
(Sent. SCJ. Enero de 1975. B.J. 878.167. Citada por: Headrick, William C. 2000.
Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 199).

“Cuando el juez descarga pura y simplemente la demanda porque el demandante hace


defecto, la apelación de éste se hace inadmisible”. (Sent. SCJ. 27 de Enero de 1984. B.J.
878.167. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da.
ed., p. 199).
78

“La Ley No. 845 de 1978 estableció para el procedimiento comercial y ante los jueces de
paz, que la sentencia en defecto contra el demandante que no compareció debe reputarse
contradictoria. Debe decidirse por analogía que la sentencia dictada en materia civil que
pronuncia el defecto del demandante y el descargo puro y simple del demandado debe
reputarse contradictoria. Lo contrario sería mantener una desigualdad procesal en
detrimento de los asuntos civiles, donde estas sentencias no adquirirían la autoridad de
la cosa juzgada, teniendo el demandante, en caso de defecto, solamente la posibilidad de
reintroducir su demanda. Reputándose contradictoria, se iguala la situación procesal en
los tres casos, quedando la sentencia susceptible de ser impugnada por la vía de la
apelación. En apelación se justifica con mayor razón que estas sentencias se reputen
contradictorias, lo cual permite que sean impugnada mediante el recurso de casación”.
(Sent. SCJ. Septiembre de 1991. B.J. 969.1047. Citada por: Headrick, William C. 2000.
Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 199).

“No puede el juez fallar a favor de la parte demandante sin que aporte pruebas de sus
alegatos, aún estando en defecto la demandada”. (Sent. SCJ. 9 de Octubre de 1974. B.J.
767.2699. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da.
ed., p. 201).

6. Nueva Oposición

“La sentencia que estatuye sobre una oposición, no es susceptible de un nuevo recurso de
oposición por parte del oponente, que incurre nuevamente en el defecto. Así, si el
demandado juzgado en defecto no concurre a la audiencia fijada para conocer de su
oposición, él es excluido de un nuevo recurso de oposición. (…). En otros términos, la ley
considera que la sentencia dictada sobre un recurso de oposición debe tener, respecto del
oponente, la naturaleza de la sentencia contradictoria”. (Taváres hijo, Froilán. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p. 32).

La ley no admite una segunda oposición porque ello sería entorpecedor para la buena
marcha de la justicia. Oposición sobre oposición no vale, reza un principio jurídico; es
decir, que no hay segunda oposición” (Barón Goico, Héctor. 1980. Guía del Juez de Paz.
p.127; Barón Goico de Castro, Héctor.1983. Monografía del Alguacil o Curial. 4ta. ed., p.
44).

El código de procedimiento ha reproducido, para los juzgados de paz en el Art. 22, y para
los tribunales de primera instancia en el Art. 165, el principio de que oposición sobre
oposición no vale. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile. n. 1, p.64).

7. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones relativas al defecto están contempladas en los artículos 636 a 642 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

TÍTULO IV
DE LAS SENTENCIAS SOBRE ACCIONES E INTERDICTOS POSESORIOS

Tabla de Contenido
79

1. Acción posesoria. Definición y generalidades.


2. Naturaleza de las acciones posesorias.
3. Clasificación de las acciones posesorias. Caracteres.
A. Querella.
B. Denuncia de obra nueva.
C. Reintegranda.
4. Competencia del Juez de Paz en las acciones e interdictos posesorios.

_____________________________________________________________________________

1. Acción posesoria. Definición y generalidades.

La acción posesoria es la garantía que tiene por objeto el reconocimiento o protección de


la posesión de un derecho real inmobiliario; se dirige a hacer cesar la turbación causada
a la posesión, o a reintegrar al poseedor o tenedor en la posesión de que ha sido privado.
(Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 14; Castellanos Estrella, Víctor José.
Manual para jueces de paz. p. 114; Goico de Castro, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de
Paz. p. 129; Morel, René, Traité Élementaire de Procédure Civile, n.59, p. 88; Rivas Pérez,
Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p.146; Tavares
hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.1, 8va. ed., p.265;
Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. p.732).

Las actuaciones de un tercero que causen algún perjuicio, no constituyen una


perturbación susceptible de dar origen a una acción posesoria a menos que encierren una
contradicción a la posesión del demandante e impliquen para el defendido una
pretensión contraria a esta posesión.. Sin embargo, el poseedor lesionado tiene abierta
una acción ordinaria en daños y perjuicios. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 94, p.68). “Las acciones posesorias
forman una de las materias delicadas que son sometidas a la jurisdicción de los Juzgados
de Paz”. (Goico de Castro, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz. p.129).

“Con la acción posesoria se protege casi siempre al verdadero propietario, porque


generalmente es él quien posee. (Vincent, Jean y Serge Vincent. Procédure Civile. n.80, p.
84; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.1,
8va. ed., p. 266). “La acción posesoria le permite defender o recuperar su posesión por
medio de un procedimiento sencillo, rápido y económico, en el que la única prueba que
tiene que hacer es la del hecho de posesión. (...) Aunque excepcionalmente puede ocurrir
que el poseedor que se beneficia de la protección posesoria sea un usurpador, este
inconveniente es transitorio, ya que al verdadero titular del derecho le queda abierto el
camino de la acción petitoria”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v.1, 8va. ed., p.266).

2. Naturaleza de las acciones posesorias.

La acción posesoria sólo busca la protección de un derecho real inmobiliario (Capitant,


Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 14; Castellanos Estrella, Víctor José. Manual para
jueces de paz. p. 114; Goico de Castro, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz. p. 129;
Morel, René, Traité Élementaire de Procédure Civile, n.59, p. 88; Rivas Pérez, Polivio
Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p.146; Tavares hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.1, 8va. ed., p.265;
Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. p.732), pues en materia real mobiliaria no existe protección posesoria. (Tavares
hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.1, 8va. ed.,
p.265).
80

“(…) La naturaleza de una acción posesoria no está en modo alguno supeditada a los
medios y alegatos que las partes pueden oponerse recíprocamente en el curso de la
instrucción del litigio (…) el ejercicio de esta acción, con preferencia a la petitoria, es
puramente facultativa para el propietario que es turbado en su posesión, siempre que se
decida a obrar dentro del año de la turbación (…) un interdicto posesorio no cambia de
carácter por la sola circunstancia de que el demandante o el demandado pretendían ser
propietarios del inmueble en que se han realizado los actos de turbación (…) para decidir
si una acción es petitoria o posesoria, se deben ponderar, principalmente, el tenor del
acto del acto introductivo de instancia, la intención manifiesta o presumida de las partes
y el dispositivo de la sentencia que ha estatuido sobre dicha acción (…)” (Sent. SCJ. 21 de
Julio de 1944. B. J. No. 408.1605).

3. Clasificación de las acciones posesorias. Caracteres.

“Las acciones posesorias se clasifican en: (a) querella posesoria; (b) denuncia de obra
nueva; y, (c) reintegranda”. (Castellanos Estrella, Víctor José. Manual para jueces de paz.
p.115; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 79, p.67; Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.63,
p.93; Vincent, Jean y Serge Guinchard. Procédure Civile, n.81, p.84). la mayor parte de la
doctrina admite que la enumeración de las acciones del art. 1, párrafo 5º del Código de
Procedimiento Civil, tiene carácter limitativo, a pesar de que ese texto habla de otros
interdictos”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. I, p. 136; Tavares
hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.I, 8va. ed.,
p.270).

Hay que examinar sucesivamente las tres acciones posesorias que existen en nuestro
derecho: la querella, la denuncia de obra nueva y la reintegranda, ya que hay controversia
para saber si las condiciones de admisibilidad de las dos últimas acciones citadas son las
mismas que las de la querella. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 391, p.78).

A. Querella.

La querella es la acción posesoria por excelencia. Es la acción otorgada a todo poseedor


de un derecho inmobiliario que sufre por el hecho de un tercero, una usucapión en su
posesión. (Castellanos Estrella, Víctor José. Manual para Jueces de Paz, p.115; Goico de
Castro, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz, p.129; Morel, René. Traité Élémentaire
de Procédure Civile. n.64, p.93; Vincent, Jean y Serge Guinchard. Procédure Civile, n.95,
p.89), está abierta contra el autor principal de la turbación, así como contra sus
herederos y sucesores a título universal. Nada impide, además, que esta sea ejercida
contra los que ordenan la turbación (Castellanos, Victor José. 2001. Biblioteca Básica
del Juez de Paz. t. I, 3era. ed., p. 115). Se caracteriza porque el poseedor es simplemente
perturbado, no desposeído, ya que en ese caso no habría lugar a la querella, sino a la
reintegranda. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 80, p.67).

En la querella, la posesión debe tener los mismos caracteres que sirven a la usurpación,
es decir, que debe ser contínua, pública e inequívoca. (…) La turbación puede ser material
o jurídica, pero implica siempre de parte de su autor la pretensión de un derecho sobre el
inmueble poseído por el demandante, una contestación de la posesión del demandante.
(…) la turbación material puede ser más o menos grave, puede ir hasta la desposesión
completa. (…) no se exige que la turbación haya causado un perjuicio material al
poseedor. (…) la turbación puede ser simplemente jurídica: entendemos por ello, todo
ataque judicial o extrajudicial dirigido contra la posesión. (…). (Morel, René. Traité
81

Élementaire de Procédure Civile. n.64, pp.94-95); sin embargo otros autores consideran
que solo se requiere que la posesión haya sido ejercida pacíficamente y a título no
precario. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 394, p.78).

“Cuando el juez de paz recibe una demanda que tiene por objeto una querella posesoria,
debe en primer término avocarse, a determinar por los hechos establecidos, si la acción es
recibible como tal. El Juez en sus motivaciones debe ser claro y preciso respecto a lo que
él entiende que caracteriza no sólo la posesión, sino también la turbación alegada. Una
vez comprobada la turbación, el Juez ordenará su cesación y la reposición de la cosa a la
posición en que estaba antes de la perturbación, así como condenar a daños y perjuicios
al perturbador si se solicitare.” (Castellanos, Victor José. 2001. Biblioteca Básica del
Juez de Paz. t. I, 3era. ed., p. 115).

“El Juez de Paz es impotente para ordenar la destrucción de los objetos que puedan
ocasionar la turbación de la posesión, según se establece en la jurisprudencia constante
de la corte de casación francesa. El Juez puede condenar, en una acción de éste género a
daños y perjuicios y su competencia sobre el monto de la indemnización es limitada,
como accesoria de una demanda principal, que es indeterminada”. (Goico de Castro,
Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz. p. 129).

En caso de una citación introducida por ante el juez de paz sobre una acción posesoria
que no precisa que se trata de una denunciación de obra nueva o de una reintegranda, el
juez de paz se reputa apoderado de la acción en querella. (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 81, p.67).

Los hechos o los actos tendentes a contradecir la posesión autorizan la querella, aunque
éstos no hayan todavía causado ningún perjuicio a aquel que quiere intentarla o que no
sean de naturaleza a ocasionarle un perjuicio material, ya que el interés que tiene el
poseedor de hacer reconocer o respetar su posesión basta para motivar la querella,
independientemente de todo daño causado. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 143, p.69).

B. Denuncia de obra nueva.

La denuncia de obra nueva es la acción otorgada en caso de turbación no actual (sería


entonces la querella), sino eventual, dada al poseedor de un derecho real inmobiliario,
propiedad o servidumbre, cuando resultante del hecho de que el propietario vecino
realiza trabajos en su propiedad, cuando sean terminados, el demandante se encontrara
perjudicado por una turbación posesoria actual. (Castellanos Estrella, Víctor José.
Manual para Jueces de Paz. p.116; Goico de Castro, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez
de Paz. p.129 Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.65, p.96;
Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 88, 311y 314, p.75; Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en
Materia Civil Anotado.2da. ed., p.147; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v.I, p.276; Vincent, Jean y Serge Guinchard. Procédure Civile,
n.96, p.90). “Al igual que en la querella, se exige la prescripción de un daño en la
posesión para poderla ejercer. Tal y como hemos dicho, la turbación es futura, no
actual.” (Castellanos, Victor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. I, 3era.
ed., p. 116).

“Esta acción es muy frecuente en la zona rural, porque muchos propietarios acostumbran
a ensanchar sus propiedades a expensas de los caminos limítrofes, impidiendo el goce de
una servidumbre de paso de los otros propietarios vecinos, hecho conocido en el lenguaje
82

corriente por “cierre de camino” y que ha sido fuente de muchos litigios.” (Goico de
Castro, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz. p.130).

El Juez de Paz es competente para ordenar la destrucción de las obras nuevas que
lesionan los intereses de los poseedores en el goce de su derecho, por lo que no debe
eximirse de conocer de estas acciones posesorias invocando el pretexto de “ese caso está
en el tribunal de tierras”, precisamente, cuando el Art. 255 de la Ley sobre Registro de
Tierras consagra la capacidad del Juez de Paz para conocer de estas acciones. (Goico de
Castro, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz. p.130).

La sentencia que acoge la denuncia de obra nueva debe ordenar la suspensión inmediata
de los trabajos, pero no puede pronunciar la destrucción de la obra. (Rivas Pérez, Polivio
Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p.147).

C. Reintegranda.

La reintegranda es la acción posesoria dada al poseedor y aún al simple detentador de un


derecho real inmobiliario, propiedad o servidumbre, que sanciona la desposesión brutal,
con violencia o por vía de hecho, que constituye la turbación llevada a su más alta
expresión y permite reprimir un atentado al orden público. (Castellanos Estrella, Víctor
José. Manual para Jueces de Paz. p.116; Goico de Castro, Héctor Barón. Guía del Juez de
Paz. p.130; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 84, p.67; Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.66,
p.97; Vincent, Jean y Serge Guinchard. Procédure Civile. n.97, p.90; Tavares hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.I, p.277).

La reintegranda constituía en el derecho antiguo, una acción posesoria especial acordada


al poseedor que era desposeído, parcial o totalmente, por violencia o por vía de hecho, no
importando si su posesión no tenía una duración anual y no había sido ejercida animo
dominio. En la presente legislación, una jurisprudencia constante admite todavía que la
reintegranda constituye una acción posesoria cuya recibibilidad no está sometida a las
mismas condiciones que la querella en cuanto a las cualidades requeridas para la
posesión. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 316-317, p.75).

Los diferentes doctrinarios y la jurisprudencia no se han puesto de acuerdo en cuales


son los requisitos que han de presentarse para el ejercicio de esta acción, a saber: 1) Rene
morel establece que son tres las condiciones de ejercicio de la reintegranda: (1º) es
necesario que haya detención actual al momento en que es cometido el acto de
desposesión; (2º) es necesario que esta detención (o posesión) sea pacífica y pública; y,
(3º) es necesario que haya desposesión como resultado de violencias o vías de hecho
contra la persona o las cosas. Si no hay desposesión a pesar de la violencia, la
reintegranda no es admisible. (Morel, René. Traité Élementaire de Procédure Civile. n. 67,
p. 98); 2- Otros autores establecen como requisito una turbación hecha con violencia, el
animus domine. (Goico de Castro, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz. pp.130-
131; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 318, p.75; Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado.2da. ed., p.148); 3) “Para poder ejercer la reintegranda se exigen dos condiciones:
a) La posesión debe ser pacífica y pública. b) Que en la desposesión haya habido
violencia.” (Castellanos, Victor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. I, 3era.
ed., p. 116; Sent. SCJ. 14 de Diciembre de 1928. B. J. No. 221, 10).

“La acción en reintegranda puede ser ejercida por un poseedor a título precario, y hay que
tomar en cuenta que sólo puede ser ejercida contra el autor de una turbación cometida
con la intención de hacerse poseedor definitivo, que trata de recuperar una posesión que
83

él cree que le pertenece”. (Goico de Castro, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz.
p.131).

“… se puede demandar en reintegranda en aquellos casos en que se haya desalojado a un


inquilino, sin autorización, o aún cuando si se haya hecho con autorización judicial, esta
estuviere suspendida por haberse interpuesto recurso ordinario o se haya ordenado
mediante sentencia relativa a demanda en referimiento, en el caso de que el plazo para la
ejecución no se haya cumplido”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en
Materia Civil Anotado. 2da. ed., p.148).

La decisión que acoja la acción en reintegranda, debe ordenar la restitución inmediata al


demandante del goce del derecho de propiedad o de servidumbre de que fue despojado
con violencia. Puede además, condenarse al demandado a pagar al demandante las
indemnizaciones que procedan como reparación del perjuicio ocasionado con el hecho de
la desposesión. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999.El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado.2da. ed., p.148).

La apelación de la demanda en reintegranda (acción posesoria) es competencia del


tribunal de Tierras, cuando la sentencia sea relativa a terrenos en que se esté efectuando
una mensura catastral. (Sent. SCJ. 7 de Marzo del año 2001. B.J. No. 1084. 19). (Ver
tema 4 del presente articulo).

4. Competencia del Juez de Paz en las acciones e interdictos posesorios.

“Las acciones posesorias relativas al terreno en los cuales se esté efectuando una
mensura catastral, hasta la sentencia final del Tribunal Superior de Tierras, serán
sustanciadas en primer grado por los Jueces de Paz respectivos, de acuerdo con las reglas
del procedimiento común”. (Art. 254, Ley No.1542 de 1947, sobre Registro de Tierras;
Sent. SCJ. 22 de Octubre del Año 1952, B.J. No. 507.1914. Citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General De La Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002; Sent. SCJ. 22 de Octubre de 1952. B. J. 507.1914. Citada por:
Machado, Pablo Antonio. La Jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo. pp. 80-81;
Sent. SCJ. 18 de Mayo del año 1953. B. J. 514. 805. Citada por: Machado, Pablo Antonio.
La Jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo. pp. 80-81; Sent. SCJ. 26 de
Noviembre del año 1946. B. J. 436. 845. Citada por: Machado, Pablo Antonio. La
Jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo. pp. 80-81). En dicha apelación se
observarán las formalidades del derecho común en lo relativo exclusivamente al
procedimiento que debe seguirse para interponer el recurso, para instruirlo y para
juzgarlo.” (Goico de Castro, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz. p. 136).

“Dentro del sistema de la Ley de Registro de Tierras los Juzgados de Paz sólo son
competentes para conocer de conformidad con el Art. 274 de la misma ley, de los
interdictos posesorios cuando se trata de terrenos que están en curso de saneamiento y
hasta que intervenga la sentencia definitiva del Tribunal Superior de Tierras.” (…)
“Después de este fallo y como consecuencia del carácter irrevocable e imprescriptible que
tienen los derechos registrados catastralmente, las acciones posesorias no son admisibles
en relación con terrenos registrados.” (Sent. SCJ. 4 de Julio de 1960, B.J. No. 600.1313.
Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General De La
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“En el texto de la ley de tierras hay que observar, para no incurrir en errores, estas cuatro
condiciones: (a) que la competencia de los tribunales ordinarios en esta materia está
limitada al primer grado de la demanda; (b) que esta competencia de los juzgados de paz
abarca el período comprendido entre la ejecución de la mensura catastral y la sentencia
final del Tribunal Superior de Tierras; (c) que esa sentencia final es la que se refiere al
84

saneamiento, puesto que después que un terrreno ha sido definitivamente adjudicado, no


hay posibilidad jurídica de que existan acciones posesorias; y, (d) que las reglas de
procedimiento a observar son las mismas de derecho común”. (Álvarez Sánchez, Arístides;
Estudio de la Ley de Tierras. pp. 559-560).

“Es excepcional el principio contenido en el artículo 269 de la l\Ley de Tierras que


establece que la fecha que se fije para el comienzo de la mensura catastral, el aviso que
deberá publicarse para conocimiento del público, siempre y cuando se inicien los
correspondientes trabajos y todas las cuestiones relacionadas con el título o posesión de
cualquier terreno comprendido en el área abarcada por la orden de prioridad, serán de la
competencia del tribunal de tierras”. (Álvarez Sánchez, Arístides. Estudio de la Ley de
Tierras. p.560).

Artículo 23

Las acciones o interdictos posesorios no se admitirán sino en tanto que hayan sido
iniciadas dentro del año de la turbación, por aquellos que un año antes, a lo menos,
se hallaban en pacífica posesión del objeto litigioso por sí o por sus causantes, y a
título no precario.Tabla de Contenido

1. Admisibilidad de las acciones o interdictos posesorios.


2. Bienes susceptibles de acciones posesorias.
3. La posesión. Definición y Generalidades.
4. ¿Quiénes pueden intentar las acciones posesorias?
5. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

1. Admisibilidad de las acciones o interdictos posesorios.

Para que el demandante pueda intentar con éxito una acción posesoria, es necesario que
esta resulte del texto mísmo del Art. 23 del presente código: 1. Que el demandante tenga
al momento de la perturbación la posesión de la cosa y que esta posesión reúna todas
las características de la posesión a fin de prescribir 2. Que esta posesión sea anual 3. Que
la acción posesoria sea intentada en el año de la perturbación (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 392, p.78).

Para dar lugar a la acción posesoria, la posesión debe ser pública, es decir, a la vista y al
saber de todos aquellos que quisieron ver y saber. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 423, p.79).

La posesión debe ser no precaria, es decir debe ser ejercida a título de propietario. La
posesión es precaria, en primer lugar, cuando el detentador de la cosa la recibió de otro,
en virtud de una convención, o de una calidad, según la cual él está obligado a devolverla
al término de un cierto tiempo. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. nn. 429-445, p.79). El carácter equívoco de la
posesión se confunde frecuentemente con los otros vicios de los que es susceptible. La
posesión es equívoca cuando no está suficientemente demostrado que ésta haya sido
ejercida, sea a título de propietario, públicamente o pacíficamente, sea por actos
sostenidos, reiterados y de un carácter privativo. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 500-501, p.81). La posesión
promíscua es esencialmente equívoca y por consecuencia, ineficaz para atribuir a una
parte el mantenimiento posesorio de un inmueble. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 505, p.81).
85

Para dar lugar a la acción posesoria, la posesión debe ser contínua, no debe haber sido
abandonada temporalmente por el poseedor. Una posesión contínua no se manifiesta
mediante actos incesantes, sino por actos tan frecuentes y tan repetidos como la
naturaleza del derecho poseído lo amerite. La posesión ininterumpida, es decir, aquella
que no tiene lagunas por el hecho de un tercero, puede por ella mísma dar lugar a la
acción posesoria. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910 Nouveau Code
de Procédure Civile. n. 536-537 y 539, p.82).

Una posesión que resultó de un delito no puede servir de base a la acción posesoria.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 543, p.82).

“Las acciones posesorias deben ser intentadas dentro del año de la turbación o la
desposesión. La turbación o la desposesión constituyen el punto de partida de una corta
prescripción”. (Castellanos, Victor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. I,
3era. ed., p. 115; Sent. SCJ. 14 de Diciembre de 1921. B. J. 134-137; Tavares hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. Vol. I. 8va ed., p. 273).
“Este plazo se ha fijado tomando en cuenta que si una persona deja transcurrir más de
un año sin quejarse, parece asentir a la acción realizada en su contra”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. I, p. 141).

“Pero siendo la anualidad de la posesión una condición esencial de la acción posesoria, es


evidente que los jueces que admiten esta acción deben indicar con cuidado el carácter
anual de dicha posesión pues, de lo contrario, no motivaría suficiente sus sentencias”.
(Sent. SCJ. 29 de Agosto de 1934. B. J. No. 289.15. Citada por: Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General De La Jurisprudencia Dominicana 1907-
2002)

“En lo que respecta a la ocupación por un comunero, es una posesión a título no precario,
y en cuanto a las condiciones para defender en justicia que no es necesario que la
ocupación haya durado no menos de un año.” (Sent. SCJ. 6 de Junio de 1923. B. J.
155.37).

“Se puede introducir esta acción cuando surjan contestaciones sobre el derecho de las
servidumbres, como es el caso del curso que deben seguir las aguas, pluviales y de
manantiales, sin tomar en cuenta que sean o no navegables o aquellas que sirven para el
impulso de o labor de las industrias, a las agroindustrias, o que sirvan de bebedero de
animales, o la irrigación de plantaciones agrícolas, o pecuarias, así como las distancias en
las cuales deben ser sembrados los árboles, la construcción de empalizadas, cercas, y
paredes, en los cuales no surjan contestaciones sobre el derecho de propiedad de estas
medidas”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil
Anotado.2da. ed., p.1468-147).

“En el caso de denuncia de obra nueva no se exige la posesión de por lo menos un año
para poder ejercer esta acción, como sucede con la demás acciones posesorias”. (Rivas
Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p.147).

La existencia material de las condiciones requeridas por la ley para el ejercicio de las
acciones posesorias constituye una cuestión de hecho que los jueces del fondo aprecian
soberanamente, pudiendo únicamente la Suprema Corte de Justicia verificar, si ellos han
deducido de los hechos comprobados en las sentencias sus exactas consecuencias
jurídicas, y si, además, la posesión alegada por el demandante reúne los requisitos
exigidos por la ley. (Sent. SCJ. 29 de Junio 1949. B. J. 467.523. Citada por: Machado,
Pablo Antonio. La Jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo. pp. 80-81;
86

Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure


Civile. n. 548, p.82).

2. Bienes susceptibles de acciones posesorias.

La posesión es el ejercicio o el goce de un derecho real que tenemos o pretendemos tener


de una cosa, pero importa que esto sea un derecho de propiedad u otro cualquiera, como
un derecho de usufructo de uso, de habitación o de servidumbre. Este derecho podemos
ejercerlo a nombre de otra persona y otros pueden tener el ejercicio a nuestro nombre.
(...)...no todos los derechos son susceptibles de posesión, solamente los reales
inmobiliares o mobiliares pueden ser objeto de la mísma. La posesión no es requerida
sino para llegar a la prescripción liberatoria o primera, no reposa sobre la posesión sino
por la inacción del acreedor o dueño”. (Goico de Castro, Héctor Barón.1980. Guía del
Juez de Paz. p.131).

Las acciones posesorias sólo se aplican a la posesión de derechos inmobiliarios. No existe


protección posesoria en materia mobiliaria. En cuanto a los inmuebles, sólo pueden ser
objeto de una acción posesoria, aquellos que son susceptibles de apropiación. Se excluyen
los inmuebles que están fuera del comercio, especialmente aquellos de dominio público;
sin embargo, aquel que ha obtenido una concesión sobre un bien dependiente del
dominio público puede ejercer la acción posesoria contra los terceros que lo perturban en
su posesión. Si la posesión de la concesión es precaria con respecto al concedente, la
precariedad es un vicio relativo que no podría oponerle un tercero al concesionario.
(Morel, René. Traité Élementaire de Procédure Civile. n.62, pp .91-92). La protección no
solo comprende los inmuebles naturales, sino además los inmuebles por destino y
permite, tanto la defensa de la propiedad como de la co-propiedad y el desmembramiento
de la propiedad”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. p. 141).

3. La posesión. Definición y Generalidades.

“La posesión es la ocupación o el goce de una cosa o de un derecho que tenemos o


ejercemos por nosotros mísmos, o por otro que tiene la cosa o ejerce el derecho en
nuestro nombre”. (Artículo 2228 del Código Civil). “La posesión es la situación del que
ejerce de hecho las prerrogativas propias de un derecho y se comporta como su verdadero
titular”. (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 434).

“Para poder prescribir, se necesita una posesión contínua y no interrumpida, pacífica,


pública, inequívoca y a título de propietario”. (Artículo 2229 del Código Civil; Hess-Fallon,
Brigitte y Anne Marie Simon; Droit Civil, colección Aide-Mémoire, pp.128-129 ; Rivas
Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p.146;
Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal civil Dominicano. v. II, 8va.
ed., Castellanos, Victor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. I, 3era. ed., p.
114; Sent. SCJ. 22 de Octubre del Año 1973, B.J. No. 755.3242. Citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General De La Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

Dos elementos deben reunirse para que exista posesión: (1) un elemento material: el
corpus, es el poder de hecho sobre la cosa; (2) un elemento psicológico: el animus, es el
elemento intencional que hace que el poseedor se presente como propietario. (Atias,
Christian; Droit Civil: Les Biens, 4ta. Edición, n.204-205, p.229-230; Hess-Fallon, Brigitte
y Anne Marie Simon; Droit Civil, colección Aide-Mémoire, p.128).

“El poseedor que invoca la prescripción no está obligado a establecer que su goce del
derecho era precario, es su adversario el que debe probarlo. La presunción de no
precariedad establecida por la ley a favor del poseedor puede ser combatida por la prueba
87

en contrario, como lo sería un título a favor del reclamante. Por efecto de la aplicación del
Art. 2230, se ha establecido que el poseedor de objetos mobiliarios cuya posesión no ha
sido equívoca ni clandestina debe presumirse que posee a título de propietario y que
puede invocar el principio jurídico de que “en materia de muebles la posesión vale título”.
(Goico de Castro, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz. p.133).

“La detención no puede tener lugar a la vez por sí y por otro. El que detenta por otro,
perpetúa y renova a cada instante la posesión de aquel por el cual posee, y el tiempo por
el cual se puede detentar por otro es indefinido o no se podría establecer la época por la
cual aquel que posee será desposeído”. (Goico de Castro, Héctor Barón.1980. Guía del
Juez de Paz. p.133).

“Los actos de familiaridad o de simple tolerancia son aquellos por los cuales, un
propietario, permite a otra persona que pueda ser un buen vecino, llevar cierto atentado a
su derecho de propiedad, pero los considera de poco valor para reprimirlas. (...) Para que
los actos de pura facultad puedan ejercer un derecho de posesión y de prescripción, es
preciso, que ellos constituyan un impedimento al derecho del otro. Una violación de este
derecho, engendraría, en provecho de aquel contra el cual la usurpación se ha cometido,
una acción en justicia para hacerla cesar”. (Goico de Castro, Héctor Barón.1980. Guía
del Juez de Paz. pp.133-134).

“Los actos de violencia no pueden fundamentar una posesión útil para prescribir. No es
necesario para caracterizar la violencia que hayan utilizado armas de fuego, golpes o
atropellos. Un constreñimiento moral que obligue al propietario a abandonar su predio
puede constituir una violencia de parte de quien la ha ejercido”. (Goico de Castro, Héctor
Barón.1980. Guía del Juez de Paz. p.134).

“La persona que justifica que posee en la actualidad y que tenía una posesión, antigua se
presume que mantuvo esa posesión durante todo el período intermedio”. (Goico de
Castro, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de Paz. p. 134).

“De acuerdo con el art. 1ero. párrafo 3ero de la ley de Registro de Tierras, para que un
terreno se considere poseído basta que haya sido medido por un agrimensor público
siempre que esa mensura conste en acta y plano. El conflicto que surge cuando dos o
más personas pretenden tener la posesión de un terreno, cada una de ellas por uno de los
medios enumerados en el Art. 1ero. de la Ley de Registro de Tierras, es decir, por tenerlo
cultivado o cercado o mensurado, no puede resolverse sino a favor de una de ellas; de la
que a juicio del Tribunal de Tierras tenga la posesión real del terreno, de la que haya
realizado sobre dichos terrenos actos más frecuentes y más característicos de posesión.
En el caso de dos reclamantes que pretenden tener la posesión de un terreno, el uno
solamente por haberlo hecho medir por un agrimensor público, según consta en acta de
mensura y plano, y el otro por tenerlo cultivado, cuando el Tribunal le dé la preferencia y
declare en posesión a éste último, que es quien tiene una posesión más caracterizada,
más efectiva del terreno, lejos de violar el art. 1ero. de la Ley de Registro de Tierras hace
de esa disposición legal y de los principios que rigen la materia; tiene una exacta
aplicación.“ (Sent. SCJ. 15 de Febrero del Año 1933, B.J. No. 271.3. Citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General De La
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“La buena fe excusa el error de derecho como el error de hecho en que haya podido
incurrir el poseedor.” (Sent. SCJ. 22 de diciembre de 1960, B.J. No. 605.2649. Citada
por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General De La
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).
88

“No es de buena fe la adquisición cuando en el acto de compra se menciona la existencia


de una hipoteca, aún no inscrita, que gravaba el derecho del vendedor. Luego la
prescripción de 5 años del art. 2265 del Código Civil es inaplicable.” (Sent. SCJ. 1ro de
Octubre de 1971. B.J. 731.2775. Citada por: Headrick, William. Compendio Jurídico
Dominicano 2000. 2da. ed., p. 378).

“Los jueces deben explicar en sus sentencias de cuales hechos o circunstancias ha


resultado la turbación de la posesión.” (Sent. SCJ. 17 de Junio del Año 1964, B.J. No.
647.924. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación
General De La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“El juez del fondo aprecia soberanamente la existencia y los caracteres de la posesión.”
(Sent. SCJ. 15 Juiio del Año 1932, B.J. No. 264.6. Citada por: Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General De La Jurisprudencia Dominicana 1907-
2002; Sent. SCJ. 22 de Octubre del Año 1923, B.J. No. 159.3. Citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General De La Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002). “La Corte de Casación está llamada a verificar si tales hechos
establecidos como ciertos por dichos jueces reúnen las condiciones exigidas por los
artículos 2228 y Sigs. del Código Civil para la prescripción regida por dichos textos
legales”. (Sent. SCJ. 12 de Julio de 1957. B.J. No. 564.1427. Citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General De La Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

4. ¿Quiénes pueden intentar las acciones posesorias?

“Las acciones posesorias de nuestro derecho son en principio concedidas únicamente al


poseedor y rehusadas al simple detentador, reserva hecha de la reintegranda”. (Tavares
hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va. ed., p.
266).

La querella está abierta sólo a los poseedores, es refusada a los detentadores. (…) no
basta ser poseedor, es necesario además que la posesión que sirve de base a la acción
esté exenta de vicios (…) En caso de turbación, la querella es válidamente ejercida contra
el autor de la turbación o contra sus herederos, es decir, contra aquél que atenta contra
la posesión del demandante (…). (Morel, René. Traité Élementaire de Procédure Civile. n.
64, pp. 93-95). “La denuncia de obra nueva la puede ejercer el poseedor, en el caso de un
vecino que hace un trabajo que sin producir un daño en la actualidad, lo podrá ocasionar
en caso de que la obra avance o se concluya”. “La acción en reintegranda es la dada al
poseedor y a un simple detentador de un derecho real inmobiliario, propiedad o
servidumbre, cuando ha sido despojado con violencia o por vía de hecho, para recuperar
la posesión o detentación”. (Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en
Materia Civil Anotado.2da. ed., p.148).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El artículo 23 del Código de Procedimiento Civil está contenido en el artículo 582 del
Proyecto del Código de Procedimiento Civil 582, y se mantiene intacto, no se ha producido
ninguna modificación.

Artículo 24

Cuando la posesión o la turbación fuere contradichas, el informativo que para su


averiguación se ordene no podrá tener por objeto el fundo del derecho.
89

Tabla de Contenidos

1. Prueba en materia de acciones posesorias


2. El informativo testimonial que se ordena cuando la posesión o turbación es
contradicha.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Prueba en materia de acciones posesorias

“El ejercicio de las acciones esta subordinado a la prueba de un atentado en el goce de


una situación jurídica”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. I, 8va. ed., p. 276).

“El demandante en interdicto posesorio está obligado a probar el hecho de su posesión y


de la turbación que alega haber sufrido. Pero si el demandado, al justificar su posesión,
sostiene que la deriva de un contrato celebrado con el demandante, releva a éste de la
prueba de la posesión que debía hacer y, al mismo tiempo, queda obligado a probar la
existencia del contrato que invoca”. (Sent. SCJ. 11 de Junio de 1934, B. J. No. 287, 3).

2 El informativo testimonial que se ordena cuando la posesión o turbación es


contradicha.

“Como una consecuencia de la prohibición de acumular lo petitorio con lo posesorio, es


que el articulo manda que la información testimonial que se ordene para establecer los
hechos respecto de los cuales haya contradicción, no podrá tener por objeto el fondo del
derecho. Esta regla es igualmente aplicable, por identidad de razones, respecto de todo
otro interlocutorio: visita de lugares, experticio, etc”. (Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va. ed., pp. 280-281; Rivas Pérez,
Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.2da. ed., p.146).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 24 del Código de Procedimiento Civil está contenido en el artículo 583 del
Proyecto del Código de Procedimiento Civil. Este artículo se mantiene intacto.

Artículo 25.

Jamás se podrá involucrar lo posesorio con lo petitorio.

Artículo 26.

El demandante en lo petitorio no podrá ejercer acción ulterior sobre lo posesorio.

Artículo 27.-

El demandado en materia posesoria no podrá intentar la acción petitoria sino


después que la instancia sobre lo posesorio haya terminado completamente. En caso
de haber sucumbido no podrá intentar la acción petitoria sino después de haber
satisfecho plenamente todas las condenaciones. No obstante, si la parte que las
hubiere obtenido estuviese en retardo de hacerlas liquidar, el juez de lo petitorio
90

podrá fijar un plazo para esa liquidación, después de cuyo vencimiento será
admisible la acción petitoria.

Tabla de Contenido

1. Acciones petitorias. Definición.


2. Acciones petitorias vs. Acciones posesorias.
A. No Cúmulo de lo petitorio con lo posesorio.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil
_____________________________________________________________________________

1. Las acciones petitorias. Definición.

Con la acción petitoria se persigue el reconocimiento del derecho de propiedad o de otro


derecho real inmobiliario (servidumbre, etc.). (Pérez Méndez, Artagnan.2002.
Procedimiento Civil. t. I, v. I, 11ma. ed., p. 139; Tavares, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. 8va. ed., v. I, p.265).

2. Acciones petitorias vs. Acciones posesorias.

La diferencia entre acciones posesorias y petitorias reside en que mientras que en la


petitoria se persigue el reconocimiento del derecho real inmobiliario, en la acción
posesoria se busca sólo la protección de la posesión. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002.
Procedimiento Civil. t. I., v. I., 11ma. ed., p. 139; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. 8va. ed., v. I, p.265). “Con las acciones posesorias
se persigue una real y efectiva protección a la posesión, por el contrario, la acción
petitoria persigue el reconocimiento del derecho de propiedad o de cualquier otro derecho
real.” (Castellanos, Victor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. I, 3era. ed.,
p. 11); Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n.1-2, p.65; Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en
Materia Civil Anotado.2da. ed., p.146).

La distribución de las acciones posesorias y petitorias presenta un interés practico: …1.


En lo que concierne al poder y la capacidad, que no son las mísmas, según se trate de
una acción posesoria o de una acción petitoria. En lo que concierne a la competencia, las
acciones petitorias son de la competencia de los tribunales de primera instancia y en
segundo grado, de las cortes de apelación. Sin embargo, las acciones posesorias son de la
competencia de los jueces de paz, y en apelación, de los tribunales de primera instancia.
En lo que concierne al procedimiento, las acciones posesorias están sujetas a reglas
especiales dispuestas por los artículos 24 y siguientes del Código de Procedimiento Civil.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 4-5, p.65).

“La naturaleza de una acción posesoria no está, en modo alguno supeditada, a los medios
y alegatos que las partes pueden oponerse recíprocamente en el curso de la instrucción
del litigio; el ejercicio de esta acción, con preferencia a la petitoria, es puramente
facultativa para el propietario que es turbado en su posesión, siempre que se decida a
obrar dentro del año de la turbación. Para decidir si una acción es petitoria o posesoria,
se debe ponderar, principalmente, la intención manifiesta o presumida de las partes”.
(Sent. SCJ. 21 de Julio del año 1944. B. J. 408. 1605. Citada por: Machado, Pablo
Antonio. La Jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo. pp. 80-81).

A. No Cúmulo de lo petitorio con lo posesorio.


91

El Art. 25 prohíbe de un modo expreso involucrar lo petitorio con lo posesorio (Pérez


Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. I., v. I. , 11ma ed., p. 141; Sent. SCJ. 14
de Agosto del año 1947. B. J. 445. 550. Citada por: Machado, Pablo Antonio. La
Jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo. pp. 79-80). El mantenimiento de la regla
en nuestro derecho puede justificarse: 1ro.) Porque es la de mayor conveniencia atribuir
el conocimiento de los asuntos posesorios a un juez muy al alcance de las partes, ante
quien se emplea un procedimiento rápido, sencillo y económico, el de las acciones
posesorias; 2do.) Porque facilita la defensa inmediata de la posesión por sí misma,
impidiendo que el autor de la turbación o de la desposesión, prevaliéndose de argumentos
fundados en el derecho de propiedad, retarde más de lo conveniente la satisfacción de
obtener el demandante; 3ro.) Porque en hecho, muy frecuentemente la solución dada a la
cuestión posesoria pone prácticamente fín al litigio, en razón de que los derechos de las
partes respecto de la propiedad no son suficientemente claros, ni están diáfanamente
comprobados, lo que induce a la parte pendiente a acatar la sentencia dictada sobre lo
petitorio. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v. I., p. 279).

“El Juez puede, sin involucrar lo posesorio con lo petitorio, consultar los títulos de las
partes para determinar la naturaleza y el carácter de la posesión, siempre que su decisión
al respecto se refiera a la posesión y no al derecho de la propiedad.” (Sent. SCJ. 18 de
Noviembre de 1929. B. J. No. 232, pág. 22).

“Si el demandante quiere intentar la acción posesoria y la petitoria, debe decidirse


previamente por la acción posesoria. Si demanda primero en lo petitorio se considera que
renunció definitivamente a la vía posesoria, puesto que con la demanda reconoce la
posesión del demandado. Pero la regla no es aplicable a la hipótesis de que en el curso de
la instancia sobre lo petitorio sobrevengan nuevas turbaciones. En este caso puede, el
que demandó primero en lo petitorio, ejercer una acción posesoria con motivo de esas
turbaciones. Es el hecho de emplazar ante el juzgado de primera instancia, lo que priva
al demandante del derecho de ejercer la acción posesoria”. (Tavares, Froilan. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I., 8va. ed., p. 281-282; Pérez
Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. I., v. I., 11ma ed.,pp. 141-142;
Castellanos, Victor José. 2001. Biblioteca Básica del Juez de Paz. t. I, 3era. ed., p. 117).

“El demandado que haya sucumbido, no debe ejercer la acción petitoria sino después que
cumpla todas las condenaciones que le hayan sido impuestas por la sentencia intervenida
sobre lo posesorio. En caso de que la sentencia posesoria condene al demandado a pagar
una indemnización por daños y perjuicios, y el demandante no los liquide
oportunamente, el demandado puede obtener que el juez fije al demandante un plazo
para que haga esa liquidación, pasado el cual podrá incoar la acción petitoria. La
ejecución previa de las condenaciones posesorias, antes de demandar en lo petitorio, tiene
que ser hecha aún por el demandado que haya incoado con éxito una demanda
reconvencional en lo posesorio, aunque el demandante no ejecute en lo que le concierne,
las condenaciones que le fueron impuestas frente a dicho demandado”. (Tavares, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I. 8va. ed., p. 282).

“La reintegranda tiene por fín la restitución de la cosa, pero por medio de la referida
acción sólo se decide la cuestión de la posesión y deja intacto el derecho de propiedad a
quien corresponda. Así, el demandado que sucumbe en lo posesorio puede ejercer un
derecho y triunfar en lo petitorio”. (Goico de Castro, Héctor Barón.1980. Guía del Juez de
Paz. p.130).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


92

Los artículos 25, 26 y 27 del Código de Procedimiento Civil están contenidos,


respectivamente, en los artículos 584, 585 y 586 del Proyecto del Código de Procedimiento
Civil. Ninguno de estos artículos sufre modificación.

TÍTULO V
DE LAS SENTENCIAS QUE NO SON DEFINITIVAS Y DE SU EJECUCIÓN

Ver Anotación del Título VII del Libro II concerniente a las Sentencias.

Artículo 28

No se librará copia de sentencia que no sea definitiva, cuando se diere


contradictoriamente contra partes presentes. En aquellos casos en que la sentencia
ordenare una operación a que deban concurrir las partes, fijará el lugar, día y hora y
su simple pronunciamiento hará veces de citación.

Artículo 29

Si la sentencia ordenare juicio pericial, el juez de paz librará a la parte


diligente cédula de citación para llamar los expertos o peritos, con designación del
lugar, día y hora, con inserción del hecho, motivos y dispositivo de la sentencia
referente a la operación decretada. Cuando la sentencia decrete un informativo, la
cédula de citación mencionará la fecha de la sentencia, y fijará el lugar, el día y la
hora en que deba realizarse.

Artículo 30

Siempre que el juez de paz se traslade al lugar litigioso, ya para visitarlo, ya


para oír testigos, se hará acompañar del secretario, el cual llevará consigo la minuta
de la sentencia preparatoria.

Artículo 31

No se admitirá recurso de apelación de las sentencias sino después de


pronunciada la sentencia definitiva y juntamente con la apelación de esta
sentencia; pero la ejecución de las sentencias preparatorias en nada perjudicará los
derechos de las partes, en cuanto a la apelación, sin que de modo alguno tengan que
hacer preventivamente protestas ni reservas.
Por lo que hace a las sentencias interlocutorias, es admisible el recurso de
apelación antes de la sentencia definitiva; y en este caso, se librará copia de la
sentencia interlocutoria.

Tabla de Contenido

1. Casos en que la sentencia ordena una operación en que deban concurrir las
partes.
2. Caso en que la sentencia ordena un juicio pericial. Cédula de citación.
3. Caso en que la sentencia decreta un informativo.
4. Formalidades que el Juez debe cumplir en caso de traslado al lugar litigioso.
5. Admisibilidad del recurso de apelación en lo concerniente a sentencia
preparatoria.
93

6. Admisibilidad del recurso de apelación en lo concerniente a sentencia


interlocutoria.
7. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

1. Casos en que la sentencia ordena una operación en que deban concurrir las
partes.

“La comparecencia personal es una medida de instrucción en virtud de la cual el juez


tendrá la oportunidad de oír personalmente los alegatos de las partes, si el caso así lo
requiere para una mejor administración de justicia” (Rivas Pérez, Polivio Isauro. El
Juzgado de Paz en Materia Civil. p. 56).

“Cuando un juez ordena una comparecencia personal de las partes o de una de ellas,
debe fijar los: lugar, día y hora de la comparecencia personal, a menos que se proceda a
ella de inmediato”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. 5ta. ed., t. II, v. I,
p. 204)

2. Caso en que la sentencia ordena un Juicio Pericial. Cédula de citación.

“Cuando ordena un peritaje, generalmente combinado con una visita a los lugares, el juez
de paz entrega a las partes cédula de citación, que indica la fecha y el lugar en que los
peritos deberán prestar juramento, y el objeto de la diligencia pericial tal como lo enuncia
la sentencia que lo ordena. En cuanto a lo demás, se siguen las reglas del derecho común
compatibles con el procedimiento ante el juez de paz”. (Tavares, Froilán. 1995. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II., 8va. ed., p. 278-279).

“En los asuntos de la competencia del juez de paz, éste puede ordenar un peritaje y al
mismo tiempo combinarlo con otras medidas, como por ejemplo una inspección de
lugares. Para estos fines, entrega una cédula de citación, en la cual se indica la fecha,
hora y lugar en los cuales se llevara a efecto la labor de los peritos, conforme a como lo
haya enunciado la sentencia que ordenó el peritaje. En cuanto a los demás requisitos del
peritaje, se aplica el derecho común en todo cuanto es posible y compatible con el
procedimiento por ante el juzgado de paz”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento
Civil. t. II, v. I, p. 249).

3. Caso en que la sentencia decreta un informativo.

La decisión debe contener los apellidos, nombres, domicilio y residencia de las personas
que se pretende oír. Debe contener además, los hechos que el juez a estimado pertinente
para ser probados... (...); la sentencia indicará el día, hora y lugar en que se procederá al
informativo. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. 5ta. ed., t. II, v. I, pp.
216-217)

4. Formalidades que el Juez debe cumplir en caso de traslado al lugar litigioso.

“El secretario lleva consigo el original de la sentencia que prescribe la visita de lugares.
Este aporte de la sentencia reemplaza las notificaciones exigidas en otras jurisdicciones.
De esta medida de instrucción no es necesario levantar acta sino en los casos apelables.
En los asuntos no apelables, basta con consignar en la sentencia el nombre de los
peritos, su juramentación, y el resultado de la medida”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002.
Procedimiento Civil. 5ta. ed., t. II, v. I, p. 192; Tavares, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II., 8va., ed., p. 280).
94

5. Admisibilidad del recurso de apelación en lo concerniente a sentencia


preparatoria.

De los fallos preparatorios, no podrá apelarse sino después de la sentencia definitiva y


conjuntamente con la apelación de ésta. Tampoco son susceptibles del recurso de
casación. (Barón Goico de Castro, Héctor. 1983. Monografía del Alguacil o Curial. 4ta.
ed., p. 72; Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. 9na. ed., t. I, p. 237;
Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va.
ed., p. 40; Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v. II., 8va. ed., pp. 362-363).

“El término para interponer la apelación de las sentencias preparatorias, comenzará a


contarse desde el día de la notificación de la sentencia definitiva. Esta apelación es
admisible, aunque la sentencia preparatoria haya sido ejecutada sin reservas”. (Barón
Goico de Castro, Héctor. 1983. Monografía del Alguacil o Curial. 4ta. ed., p. 72).

6. Admisibilidad del recurso de apelación en lo concerniente a sentencia


interlocutoria.

La apelación de las sentencias interlocutorias y de los fallos que acuerden un pedimento


provisional, se podrá interponer antes de que intervenga la sentencia definitiva”. (Barón
Goico de Castro, Héctor. 1983. Monografía del Alguacil o Curial. 4ta. ed., pp. 72-73; Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. 9na. ed., t. I, p. 237; Tavares hijo, Froilán.
2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II., 8va. ed., pp. 362-363).

7. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 28, 29 y 30 del Código de Procedimiento Civil están contenidos,


respectivamente, en los artículos 587, 588 y 589 del Proyecto del Código de
Procedimiento Civil, no sufriendo ninguna modificación.

El artículo 31 del Código de Procedimiento Civil está contenido en el artículo 590 del
Proyecto del Código de Procedimiento Civil. El artículo 590 del Proyecto establece lo
relativo a que no se admitirá el recurso de apelación de las sentencias sino después de
pronunciada la sentencia definitiva y juntamente con la apelación de ésta, pero obvia los
demás aspectos que están contenidos en el artículo 31 del Código de Procedimiento Civil.

TÍTULO VI
DEL REQUERIMIENTO A LOS GARANTES

1. Acción en garantía. Definición.

1. Acción en Garantía. Generalidades.

“Acción tendiente a hacer consagrar el derecho a la garantía, sea por vía principal, sea por
vía de apelación en garantía.” (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 292).

“La garantía es la obligación de proteger a una persona, a quién se ha transferido un


derecho real o de crédito, contra las turbaciones que pueda experimentar en el ejercicio
de ese derecho, y de indemnizarla por los perjuicios que pueda sufrir por ese motivo. Hay
también obligación de garantía cuando varias personas se hallan obligadas a la misma
deuda, sea conjuntamente, sea como deudor principal y como fiador, y una de ellas es
95

perseguida en cobro de lo que debe pagar o de una cantidad mayor de la que debe pagar.
Los otros codeudores deben la garantía al deudor perseguido. Asimismo, existe la
obligación de garantía entre los copartícipes que se dividen”. (Tavares hijo, Froilan. 1995.
Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v.II, pp. 211-212).

“Garantía es la obligación de proteger a una persona a quien se ha transferido un derecho


real o de crédito, contra las turbaciones que pueda experimentar en el ejercicio de este
derecho y de indemnizarla por los perjuicios que pueda sufrir por ese motivo”.(Pérez
Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v. I, p. 63).

Garante es la persona obligada a la garantía.(Capitant, Henri. 1930. Vocabulario


Jurídico. p. 292); garantizado o garantido es la persona que tiene derecho a la garantía.
En una venta, por ejemplo, el vendedor es garante y el comprador es garantizado”.
(Tavares hijo, Froilan. 1995. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v.II, p.
212).

Ver Anotaciones de los Artículos 175 y siguientes del presente código.

Artículo 32

Si el primer día de la comparecencia, el demandado pidiere que sea llamado


su garante para sanearle en juicio, el juez de paz concederá plazo suficiente,
atendida la distancia que mediare entre el Juzgado de Paz y el domicilio del
garante; y la citación para éste será liberada o explicativa de las causas, y los
fundamentos de la acción; y sin que sea necesario notificarle la sentencia que le
llama en garantía.

Artículo 33

Si no hubiere solicitado el saneamiento el día de la primera comparecencia, o


si la citación no se hizo en el plazo fijado, se procederá sin demora a la sentencia de
la acción principal, sin perjuicio de estatuir separadamente sobre la demanda en
garantía.

Tabla de Contenido

1. Llamamiento del demandado a su garante para sanearle el juicio. Citación del


garante. Notificación y plazos.
2. Caso en que el demandado no solicite saneamiento o no cite en el plazo fijado.
3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. Llamamiento que hace el demandado a su garante para sanearle el Juicio.


Citación del garante. Notificación y plazos.

“El articulo 32 dispone que el plazo para interponer la demanda incidental en garantía
ante el juzgado de paz es fijado en la audiencia en que surge el incidente”. (Tavares hijo,
Froilan. 1995. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v.II, p. 214).

“Para que la garantía dé lugar a la excepción del procedimiento, debe presentarse de


modo incidental. Lo que ocurre es que el garantido no espera el final del proceso, sino que
pone en causa al garante. De esta manera se reúnen en una misma instancia dos
procesos: el garantido es demandado por el tercero y el mismo garantido es demandante
96

en relación al garante. ¿Cuál es la excepción? Se trata de una excepción dilatoria porque


el demandante contra el garantizado debe esperar, para continuar el proceso, que haya
expirado el plazo dentro del cual el garante debe comparecer. La ley sólo se ocupa de la
excepción de garantía en relación al demandado, pero entendemos que puede presentarse
también en cuanto al demandante”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil.
t. II, v. I, pp. 63-64).

En el Juzgado de Paz, la ley, sin determinar la duración del plazo en el cual el garante
debe ser llamado, establece que el día de la primera comparecencia el demandado puede
solicitar la puesta en causa del garante. En tal caso el juez acordará un plazo suficiente
en razón de la distancia del domicilio del garante para que éste comparezca.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 1). La fijación del plazo para poner al garante en causa es abandonada al juez.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 3). Siempre hay lugar al aumento del plazo en razón de la distancia.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 7). El plazo fijado para el juez corre a partir de la pronunciación de la sentencia.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 11, p. 162).

Si bien el artículo 32 habla del demandado, es cierto que el demandante puede también
llamar a su garante y que a las reglas que se han explicado puedan aplicarse también esa
hipótesis. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 15, p. 162).

2. Caso en que el demandado no solicite saneamiento o no cite en el plazo fijado.

La disposición del artículo 33 consagra implícitamente la facultad de llamar al garante


aún cuando en causa no se haya fallado. Resulta de esto que la puesta en causa tardía
no es motivo para el garante solicitar la declinatoria por incompetencia del tribunal.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. n.1, p. 162).

Las dos causas no serán fusionadas si la causa principal está en estado. (Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n. 2, p. 162).

Igualmente que la puesta en causa no haya sido demandada en la primera audiencia. Si


esta puesta en causa no deviene en tardía las dos causas pueden ser fusionadas y
juzgadas simultáneamente. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. n.3, p.162).

3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones contenidas en los artículos 32 y 33 del Código de Procedimiento Civil se


han mantenido intactas en los artículos 591 y 592 del Proyecto del Código de
Procedimiento Civil.

Titulo VII
De los Informativos.

Artículos 34 al 40, ambos inclusive. (Derogados y sustituídos por los artículos 73 al 100
de la Ley No. 834 del 15 de Julio del 1978).
97

TITULO VIII
De Las Visitas de Lugares y de los Justiprecios.

Artículo 41

Siempre que se trate de comprobar el estado de los lugares, o de justipreciar el valor


de las indemnizaciones y reparaciones solicitadas, el Juez de Paz decretará su visita
personal del lugar litigioso, a presencia de las partes.

Artículo 42

Si el objeto de la visita o del justiprecio exigiere conocimientos extraños al Juez de


Paz, ordenará que los peritos que nombrara por su auto, le acompañen a la visita y
den su parecer siéndole facultativo fallar sobre el mismo lugar sin ausentarse. En
los casos sujetos a apelación, el secretario redactará un acta de visita, consignando
el juramento prestado por los peritos. El Juez de Paz, su secretario y los peritos
firmarán el acta; si éstos no saben o no pueden firmar, se hará mención de ello en la
mísma.

Artículo 43

En los asuntos no sujetos a apelación es innecesaria el acta aludida, si bien la


sentencia contendrá los nombres de los peritos, la prestación de su juramento y el
resultado de su parecer.

Tabla de Contenido

1. Visita a los Lugares. Definicion y Generalidades.


A. Auxilio de Perito.
B. Presencia de las Partes.
C. Fallo del Juez en el mismo lugar.
D. Acta Levantada.
E. Asuntos no sujetos a Apelación.
2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. Visita a los Lugares. Definición y Generalidades.

La visita a los lugares es la medida de instrucción mediante la cual el tribunal examina el


objeto litigioso, mueble o inmueble. (Tavares hijo, Froilan. 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil, t. II, 8va. ed., p. 279).

“El juez de paz, si lo estimare conveniente, podrá ordenar el descenso del tribunal a la
visita de los lugares litigiosos, siempre que se trate de comprobar o justipreciar el valor de
las indemnizaciones y reparaciones solicitadas, en presencia de las partes. Debe hacerse
acompañar de su secretario, quien levantará acta de todas las incidencias de la visita, las
cuales serán citadas al efecto. El juez, si lo considera necesario, ordenará la designación
de peritos para que le acompañen y le ayuden a justipreciar el asunto, que por su
naturaleza requiere de una persona con conocimientos sobre el objeto de la visita”. (Rivas
Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado. 2da. ed., p. 52).

“El informe de los peritos constituye simplemente una opinión que no obliga al tribunal,
el cual conserva siempre completa libertad para estatuir en el sentido que le dicte su
98

convicción; por consiguiente, al ordenar la corte a qua una información testimonial


encaminada a establecer una situación jurídica distinta a la admitida por el perito
designado en su informe, no podrá incurrir en la violación de los Art. 1319 y 1320 del
Código Civil”. (Sent. SCJ. 23 de Diciembre de 1957, B.J. No. 569, 2624-40).

Las reglas del peritaje no establecidas dentro de los artículos 41-43 se regirán de acuerdo
al derecho común. (Tavares, Froilán hijo. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, p. 279).

Ver Anotación de los Artículos 295 y siguientes.

A. Auxilio de Perito.

“El perito o experto es una persona con conocimientos técnicos y especializados que el
juez no tiene, debido a la complejidad o naturaleza del asunto objeto de inspección del
lugar, cuya opinión será necesaria para decidir el asunto”. (Barón Goico, Héctor. Guía del
Juez de Paz. P. 146; Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. 5ta. ed., t. II, v.
I, p. 192; Rivas Pérez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.
2da. ed., p. 53). El perito es la persona elegida ,en razón de sus conocimientos técnicos,
por el juez o las partes, o también por un tercero designado por la ley. (Artículo 453 del
Código Civil).

“Los peritos que declaran ante el tribunal deben ser personas físicas”. (Sent. SCJ. 12 del
mes de Abril del año 2000. B.J. 1073.160-167. Citada por: Luciano Pichardo, Rafael.
2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-2002. p. 537; Headrick, William C. 2000.
Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 262).

El peritaje es en principio, facultativo. El juez lo ordena cuando a su juicio, esa medida es


indispensable o útil para llegar al esclarecimiento de la cuestión litigioso. (Tavares Hijo,
Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil. t. II, 8va. ed., p. 273).

“EL juez puede decidir facultativamente sobre la necesidad del peritaje”. (Sent. SCJ. 5 de
Agosto de 1981. B. J. 849.1945”. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio
Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 262).

“A diferencia de lo que ocurre con la información testimonial, la ley no pronuncia


expresamente la nulidad del informe pericial por incumplimiento de las reglas de forma a
que se halla sujeta; por consiguiente, conforme al derecho común de las nulidades, se le
podrá anular cuando al practicarlo, se ha contravenido a las formalidades sustanciales o
han sido vulnerados los derechos de la defensa. Cuando el experticio es anulado, el
tribunal puede hacerlo recomenzar”. (Goico, Hector Baron. 1980. Guia del Juez de Paz.
pp. 53 y 147).

B. Presencia de las Partes.

La presencia de las partes es imperativa para la visita a los lugares en materia de


juzgados de paz. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. II, p. 122).

C. Fallo del Juez en el mismo lugar.

Es facultativo para el juez de paz dictar sentencia o fallo durante la inspección de lugares
sin ausentarse. (Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez de Paz. p. 147; Pérez Méndez,
Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. 5ta. ed., t. II, v. I, p. 196)

D. Acta Levantada.
99

En cuanto a la visita a los lugares que realiza el Juez de Paz (...) el secretario solo tendrá
la obligación de levantar acta de la visita a los lugares en los casos sujetos a apelación.
(Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez de Paz. p. 147; Tavares hijo, Froilán. 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, p. 280). En dicha acta se
consignará el juramento prestado por los peritos. El juez de paz, su secretario y los
peritos deben firmar el acta y si los peritos no saben o no pueden firmar, se hará mención
de ello en la misma. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. 5ta. ed., t. II, v.
I, pp. 192 y 196)

E. Asuntos no sujetos a Apelación.

En los asuntos no sujetos a apelación basta consignar el nombre de los peritos, su


juramentación y el resultado de la medida. (Goico, Héctor Barón. 1980. Guía del Juez de
Paz. p. 147; Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. 5ta. ed., t. II, v. I, p.
192). Si el asunto no es apelable no es necesario hacer el proceso verbal o levantamiento
del acta de la inspección. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. 5ta. ed., t.
II, v. I, p. 192)

2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones de los artículos 41, 42 y 43 del Código de Procedimiento Civil están
establecidas en los artículos 593 a 595 del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 41 del Código de Procedimiento Civil ha sido modificado por el artículo 593 del
Proyecto del Código de Procedimiento Civil, agregando que el juez decretará su visita
personal al lugar litigioso no solo en presencia de las partes sino que puede ser en su
ausencia si éstas han sido debidamente citadas. Éste artículo también agrega que el juez
no sólo comprobará el estado de los lugares y justipreciará el valor de las
indemnizaciones y reparaciones solicitadas sino que lo hará también siempre que no
pueda hacerlo por otros medios de prueba.

Los artículos 42 y 43 del Código de Procedimiento Civil están contenidos,


respectivamente, en los artículos 594 y 595 del Proyecto del Código de Procedimiento
Civil. Estos artículos han permanecido intactos, y no han sufrido modificación alguna.

En lo que respecta a las modificaciones introducidas a la visita a los lugares hemos de


destacar el aspecto relativo a la presencia de partes. Ya en el Proyecto del Código fue
suprimida la imperatividad con que se deben presentar ante el juez de paz, para poder
llevar a cabo esta medida. Consideramos que es muy útil para la celeridad del proceso
que se haya suprimido este aspecto, y es que es innecesario que si las partes han sido
previamente citadas, el juez no pueda actuar.

Titulo IX
De La Recusación de los Jueces de Paz

Tabla de contenido

1. Recusación Definicion y Generalidades.


_____________________________________________________________________________

1. Recusación. Definición y Generalidades.


100

La recusación es una técnica que permite excluir a una persona, generalmente a un juez,
cuya imparcialidad es sospechosa, de concurrir a la solución de un litigio del cual está
apoderado. (Guinchard, Serge. 1999. Droit et Pratique de la Procedure Civile. Dalloz
Action. p. 858; Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. II, p. 215; Tavares
hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, p. 311).

La recusación es la demanda incidental por la cual un litigante, cuyo pleito tramita ante
determinado tribunal, pretende que se separe del conocimiento del litigio. (Capitant,
Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 467).

“La recusación es facultativa y no tiene lugar de pleno derecho; que, en este orden de
ideas la sentencia en la cual ha participado un juez recusable no esta viciada por el hecho
de que dicho juez no se hubiese inhibido;…”. (Sent. SCJ. 19 de mayo de 1953, B. J. No.
514. 813).

Ver Anotación de los Artículos 378 y siguientes.

Artículo 44

Se podrá recusar a los jueces de paz en los casos siguientes: 1: Cuando tengan
interés personal en la contestación o litis; 2: Cuando sean parientes o aliados de
cualquiera de las partes hasta el grado de primo hermano inclusive; 3: Si dentro del
año que precedió a la reacusación, ha mediado proceso criminal entre ellos y una de
las partes, o su cónyuge, o sus parientes y afines en línea directa; 4: Si hubiere
pleito civil entre ellos y una de las partes, o su cónyuge; 5: Siempre que hubieran
dado opinión por escrito sobre el asunto de que se trata.

Tabla de Contenido

1. Casos de Recusación de los Jueces de Paz.


2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. Casos de Recusación de los Jueces de Paz.

“Las causas, los motivos y el procedimiento para la recusación de un juez de paz son los
mismos que se aplican a la inhibición. Están contenidas en las disposiciones de los
artículos 44 al 47 del Código de Procedimiento Civil”. (Polivio Isauro, Rivas Perez. 1999. El
Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado. 2da. ed., p. 7).

“El artículo 44 enumera, también limitativamente, las causas de recusación contra los
jueces de paz: “1ro. Cuando tengan interés personal en la contestación o litis; 2do.
Cuando sean parientes o aliados de cualquiera de las partes hasta el grado de primo
hermano inclusive; 3ro. Si dentro del ano que precedió a la reacusación, ha mediado
proceso criminal entre ellos y una de las partes, o su cónyuge, o sus parientes y afines en
línea directa; 4to. Si hubiere pleito civil entre ellos y una de las partes, o su cónyuge; 5to.
Siempre que hubieran dado opinión por escrito sobre el asunto de que se trata”. Siendo
limitativa esa enumeración, el juez de paz no puede ser recusado por ninguna otra
causa”. (Polivio Isauro, Rivas Perez. 1999. El juzgado de Paz en Materia Civil Anotado.
2da. ed., t. I, p. 8; Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, p. 315).

2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.


101

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil ha derogado la recusación especial de los


jueces de paz y ha establecido un procedimiento para la recusación de jueces que le es
aplicable a todos los jueces de las distintas jurisdicciones. En los artículos 378 al 392 del
Proyecto del Código de Procedimiento Civil es que se encuentran contenidas todas las
disposiciones relativas a la recusación.

Ver Anotación del Proyecto de Código de Procedimiento Civil de los Artículos 45, 46 y 47.

Artículo 45

La parte que quisiere recusar a un juez de paz tendrá que formular su recusación
apoyada en los motivos que para ello tuviere, haciéndola notificar por medio de
cualquier alguacil, en la persona del secretario del juzgado de paz, quien visará el
original del acto. Tanto el original como la copia irán firmados por la parte o su
apoderado especial; y la copia depositada en secretaría será comunicada
inmediatamente al juez de paz por el Secretario.

Artículo 46

El juez de paz está obligado a consignar al pie del acto y dentro de dos días, su
respuesta; bien accediendo a la recusación, bien su negativa de abstenerse del
conocimiento del negocio, con su refutación a los medios de la recusación.

Artículo 47

Dentro de los tres días siguientes a la respuesta del juez de paz; negándose a
abstenerse del conocimiento o en vista de su silencio, el secretario, a instancia de la
parte más diligente, remitirá al fiscal del Tribunal de Primera Instancia del Distrito
una copia del acto de recusación del juez de paz con su refutación, si la hubiere.
Esta recusación se juzgará en dicho tribunal en último recurso, y dentro de la
octava, oído el dictamen fiscal, y sin citación de parte.

Tabla de Contenido

1.Procedimiento de la Recusación.
2.Respuesta del Juez de Paz ante la Recusación. Plazo. Consecuencia.
3.Admisión, Negativa o Silencio del Juez de Paz ante la recusación. Consecuencias.
4.Proyecto del Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. Procedimiento de la Recusación.

La recusación de los jueces de paz es formulada por acto de alguacil que deberá enunciar
las causas de la recusación y ser firmado en original y copia por el recusante o su
apoderado especial, y notificado en la persona del secretario, quien deberá visar el
original. La parte y su apoderado deberán firmar el original y la copia. El secretario
comunicará inmediatamente al juez de paz la copia depositada. (Rivas Perez, Polivio
Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado. 2da. ed., p. 8; Tavares hijo,
Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 320).

2. Respuesta del Juez de Paz ante la Recusación. Plazo. Consecuencia.

“El juez de paz debe, dentro de los dos días siguientes, consignar al pie sus
consideraciones, sean estas objeciones mediante la refutación de los medios o la
102

aceptación de esos medios, en tal caso deberá abstenerse del conocimiento del proceso.
De todo esto se debe notificar al Procurador Fiscal del Tribunal de Primera Instancia,
dentro de los tres días siguientes, por parte del Secretario, a requerimiento de la parte
más diligente. Esta recusación se juzgará en tribunal de primera instancia dentro de la
octava franca, oído el dictamen del ministerio público, y sin citación de parte”. (Rivas
Perez, Polivio Isauro. 1999. El Juzgado de Paz en Materia Civil Anotado. 2da. ed., pp. 8-9).

Al pie de ese acto el juez de paz declarará, dentro de los dos días, si admite o no la
recusación. (Taváres hijo, Froilán 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, p. 320).

3. Admisión, Negativa o Silencio del Juez de Paz ante la Recusación. Consecuencias.

“Si el juez de paz admite su recusación, el incidente es terminado y el suplente conocerá


de la causa; en caso contrario, o si el juez de paz no responde, el secretario, a instancia
de la parte más diligente, remitirá dentro de los tres días el expediente al fiscal del
Juzgado de Primera Instancia del Distrito, tribunal que la juzga en último recurso, esto es
en única instancia. Si es admitida la recusación, conoce de la causa el suplente del juez
de paz”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.
II, p. 320).

“La recusación del juez de paz es conocida por el juzgado de primera instancia”. (Tavares
hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, p. 316). “La
sentencia pronunciada sobre recusación de un juez de paz es inapelable”. (Taváres hijo,
Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, p. 321).

4. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil ha suprimido la recusación especial de los


jueces de paz y ha establecido un procedimiento para la recusación de jueces que le es
aplicable a todos los jueces de las distintas jurisdicciones. De los artículos 378 al 392 del
Proyecto del Código de Procedimiento Civil es que se encuentran contenidas todas las
disposiciones relativas a la recusación.

Esta medida adoptada por el Proyecto de Código de Procedimiento Civil nos parece de
gran interés. Aún cuando existan distintas categorías o rangos entre los jueces, ya sea
que unos pertenezcan al juzgado de paz, a un tribunal de primera instancia, a una corte
de apelación, etc., consideramos esto no constituye un elemento determinante en la
diferenciación del trato a los mísmos. Si bien es cierto que los asuntos a seguir en cada
jurisdicción revisten una importancia distinta, no es menos cierto que éste aspecto no ha
de influir en la recusabilidad de un juez, y que por tanto nada se opone a que exista un
procedimiento a seguir que sea homogéneo en las distintas jurisdicciones.

LIBRO II
DE LOS TRIBUNALES DE PRIMERA INSTANCIA.

Título I:

(Mod. por la Ley No. 5119 del 4 de mayo de 1959). DE LAS MEDIDAS
CONSERVATORIAS FACULTATIVAS PREVIAS A LA DEMANDA

“Se entiende por embargo conservatorio el procedimiento en virtud del cual el acreedor o
quien pretende ser acreedor evita que su deudor pueda disponer de sus bienes, en razón
103

de que ellos constituyen la garantía de su crédito”. (Cury, Jottin. 2000. Estudios Críticos.
p. 358).

Cumplen un doble rol: por una parte, un efecto conminatorio, una presión moral que
conducirá generalmente al deudor a un arreglo amigable; de otra parte, una constitución
de garantía para el acreedor. Sin embargo, si el deudor no puede o no quiere pagar sus
deudas, un embargo conservatorio no constituirá más que una primera fase del
procedimiento; que el acreedor deberá transformar, ulteriormente, en embargo ejecutivo.
(Vincent, Jean; Jacques Prevolt. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution. 19e ed.,
précis Dalloz de Droit Privé; nn. 284-285, p. 200; Guinchard, Serge y Tony Moussa; Droit
et Pratique des Vois d’Exécution; nn. 3501-3052, p. 305).

Son procedimientos que, al tiempo de inmovilizar los bienes en manos del deudor,
requieren de un procedimiento especial denominado “Demanda en Validez” para que
puedan convertirse en plenamente ejecutorios y proceder así a la venta de los bienes
embargados. Son embargos de tipo esencialmente mobiliario, y en su ejecución no
requieren ni título ejecutorio ni mandamiento de pago, aunque sí de la autorización de un
juez. Este embargo ha sido concebido exclusivamente para inmobilizar los bienes del
deudor, impidiéndole su disipación y en cierto caso este tipo de embargo tiende a
restringir al deudor los derechos de uso y goce que posee sobre los bienes embargados.
(Gaceta Jurídica Virtual. El Embargo Conservatorio. Mayo-Junio 2001. Año 1, n. 10, p. 2)
.

Artículo 48

(Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978).

En caso de urgencia, y si el cobro del crédito parece estar en peligro, el juez de


primera instancia del domicilio del deudor o del lugar donde estén situados los
bienes a embargar podrá autorizar, a cualquier acreedor que tenga un crédito que
parezca justificado en principio, a embargar conservatoriamente los bienes muebles
pertenecientes a su deudor.

El crédito se considerará en peligro y por tanto habrá urgencia cuando se aporten


elementos de prueba de naturaleza tal que permitan suponer o temer la insolvencia
inminente del deudor, lo cual se hará constar en el auto que dicte el juez, así como
la suma por lo cual se autoriza el embargo y el plazo en que el acreedor deberá
demandar ante el juez competente la validez del embargo conservatorio o sobre el
fondo, todo a pena de nulidad del embargo.

El juez podrá exigir al acreedor la justificación previa de la solvencia suficiente o la


presentación de un fiador o de una fianza, que se hará en secretaría o en manos de
un secuestrario, sin necesidad de llenar las formalidades prescritas por el artículo
440 del Código de Procedimiento Civil.

La parte interesada podrá recurrir en referimiento ante el mismo juez que dictó el
auto.

El auto se ejecutará sobre minuta y no obstante cualquier recurso.

Tabla de Contenido

1. Urgencia y Peligro en la Demora. Insolvencia.


2. Competencia.
104

3. Caracteres del Crédito.


4. Bienes Embargables Conservatoriamente.
5. Auto del Juez. Plazo.
6. Nulidad del Embargo Conservatorio.
7. Fiador y Fianza.
8. Ejecución Provisional.
9. Recursos.
A. Apelación.
B. Oposición.
C. Recurso al Juez de los Referimientos.
10. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Urgencia y Peligro en la Demora. Insolvencia.

“Carácter que presenta un estado de hecho, susceptible de ocasionar un perjuicio


irreparable si no se le pone remedio a breve plazo”. (Capitant, Henri. 1966. Vocabulario
Jurídico. P. 559).

La urgencia es la situación en la cual el acreedor teme la insolvencia de su deudor, y en


tal virtud se dirige al juez para obtener de él su autorización, indisponiendo los bienes
muebles de su deudor que garantizan el pago de las obligaciones asumidas. (Gaceta
Jurídica Virtual. Mayo-Junio 2001, Año 1. El Embargo Conservatorio. n. 10, p. 3).

“La urgencia es una cuestión de hecho abandonada a la apreciación de los referimientos y


que escapa al control de la casación”. (Sent. SCJ. 1 de Julio de 1988. B.J. 932.892).

“Considerando, … que para los fines del artículo 48 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, la apreciación de si existen o no urgencia y peligro para conocer o
denegar las medidas conservatorias que se le soliciten en base a los indicados textos,
entra en la esfera de prudencia de los jueces del fondo, lo mismo que el alcance mayor o
menor que, dentro de los límites del pedimento que se les haya hecho, pueden tener esas
medidas; que, en consecuencia, las decisiones que toman a ese respecto los jueces del
fondo no están sujetas al control de la casación, salvo, como es natural que las decisiones
se hayan dictado en vista de un título sin fuerza jurídica que los justifique, o que para
conceder esas decisiones se aporten documentos comparativos, que no sean obra de las
mismas partes interesadas, cuyo cotejo con la decisión de que se trata evidencien una
desnaturalización de los hechos”. (Sent. SCJ. Agosto 1973. B.J. 753.2193).

La urgencia y el peligro en el cobro del crédito que un acreedor esgrime como justificación
para obtener la autorización de embargar los bienes de su deudor, exigen del juez una
ponderación rigurosa acerca de la pertinencia de la medida solicitada. Aunque frente a
una petición de esta índole él tiene un soberano poder de apreciación, es general y
constante el criterio de que su actuación debe ser discreta y un extremo prudente, a fin
de evitarle al deudor las innecesarias y enojosas molestias resultantes del bloqueo e
indisponibilidad de sus bienes. (Cury, Jottin. 2000. Estudios Jurídicos. Pp. 358-359).

La urgencia permite admitir un embargo conservatorio incluso si el título invocado es una


decisión que ha sido apelada. Pero las condiciones no están reunidas si, en su
requerimiento a los fines de embargo conservatorio, el acreedor no presenta elementos de
naturaleza a hacer suponer la insolvencia inminente de su deudor. La jurisprudencia ha
interpretado las nociones de urgencia y de peligro del crédito de una manera muy amplia.
Estos dos términos han sido considerados como similares. Basta con que el acreedor
justifique las circunstancias susceptibles de amenazar el pago. El sólo hecho de detentar
105

un título ejecutorio no basta para justificar el recurso a una medida conservatoria. Sería
necesario, además, demostrar que el pago de este crédito está seriamente amenazado.
(Vincent, Jean; Jacques Prévault; Voies d’Exécution et Procédures de Distribution; 19e
édition; précis Dalloz de Droit Privé; n. 292, p. 205).

“Desde el momento que se aporten pruebas legales que hagan suponer o temer la
insolvencia inminente del deudor, el cobro del crédito se encuentra en peligro y, por lo
tanto, habrá urgencia en trabar el embargo”. (García de Peña, Luis V. 1999. Manual de
Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 3)

“El juez apreciará la urgencia en la misma forma que en la materia de referimiento, y


aunque consideramos que él tiene poderes soberanos para apreciar, la existencia de la
urgencia del peligro en el cobro del crédito y tal y como establece la jurisprudencia (…),
criterio que ratifica aun después de la reforma introducida por la Ley 834 del 1978 (…),
su poder tiene ciertos límites, la misma ley establece que el crédito está en peligro y habrá
por tanto urgencia cuando se le pruebe al juez, que existen las condiciones que suponen
hacer temer la insolvencia del deudor, lo que el juez debe hacer constar en la ordenanza
que dicte al efecto (…), o de lo contrario, su decisión es anulable por falta de motivos o por
lo infundado de las medidas acordadas”. (Germán Mejía, Mariano. Conferencias sobre
Vías de Ejecución. 5ta. ed., pp. 89-90).

“Considerando que, el embargo al cual se refiere el artículo 417 del Código de


Procedimiento Civil es una medida excepcional y puramente conservatoria, la cual tiene
por único fin colocar en una situación de indisponibilidad los efectos mobiliarios
corporales del deudor para impedir así que disponga de dichos bienes, en perjuicio del
acreedor, mientras dure el litigio entre éste y aquél; que por ello, como lo expresa el
legislador, el Presidente del Tribunal no puede autorizar embargo conservatorio alguno
sino en los casos que requieran celeridad, esto es, cuando el peligro de que el deudor
haga desaparecer o desviar los muebles, con relación a su fin normal, sea posible e
inminente, y cuando, además, el demandante tenga un serio interés en impedirlo; que,
por otra parte, la existencia de los elementos de dicha condición, constituida por el peligro
inminente de que el deudor haga desaparecer o desviar sus efectos en perjuicio de los
derechos del acreedor, es apreciada soberanamente por los jueces del fondo”. (Sent. SCJ.
31 de Enero de 1958. B.J. 570.164).

2. Competencia.

“El artículo 48 se refiere al caso de urgencia en el cobro de un crédito, para dar


competencia al juez de primera instancia del domicilio del deudor o del lugar donde están
ubicados los bienes, para que mediante un auto, autorice al acreedor a trabar embargo
conservatorio sobre dichos bienes, pero debiendo el acreedor probar la insolvencia de su
deudor”. (Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo
con las Leyes Nos. 834 y 845 de 1978, 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 104).

En cuanto a la competencia territorial, se ofrece al demandante una opción entre el juez


del tribunal del domicilio del deudor y aquel de la situación de los bienes a embargar.
(Vincent, Jean; Jacques Prévault; Voies d’Exécution et Procédures de Distribution; 19e
édition; précis Dalloz de Droit Privé; nn. 293-296, pp. 207-208; Germán Mejía, Mariano.
Conferencias sobre Vías de Ejecución. 5ta ed., p. 92).

En materia de jurisdicción graciosa, el juez puede declarar de oficio su incompetencia


territorial. En materia contenciosa, sólo podrá hacerlo en los litigios relativos al estado de
las personas o en los casos en que la ley le atribuya competencia exclusiva a otra
jurisdicción. (Art. 21. Ley No. 834 del 15 de Julio de 1978).
106

3. Caracteres del Crédito.

“Cierto: Crédito sobre cuya validez no se plantea duda alguna. Exigible: Crédito cuya
ejecución puede ser actualmente exigida por el acreedor. Líquido: Aquel cuyo monto se
halla exactamente determinado”. (Capitant, Henri. 1966. Vocabulario Jurídico. p. 172).

En los embargos conservatorios la certeza del crédito depende de la soberana apreciación


del juez, quien decidirá dicha certeza y autorizará o no el embargo; lo que no implica
necesariamente que con alegar un crédito se autorice medalaganariamente el embargo. Es
necesario que sea cierto pero, al contrario, no es necesario que sea ni liquido ni exigible,
las restantes dos características de los embargos ejecutorios. (Gaceta Jurídica Virtual.
Mayo-Junio, Año 1. El Embargo Conservatorio. N. 10, p. 3).

“(…) la exigibilidad del crédito es una cuestión completamente independiente de la


condición de peligrosidad para el cobro; que, el artículo 48 reformado del Código de
Procedimiento Civil faculta a los jueces a autorizar el embargo conservatorio de los
muebles del deudor, en todas las cosas en que el cobro del crédito se encuentra en
peligro, sin tomar en consideración que el referido crédito sea exigible o no”. (Sent. SCJ.
24 de Octubre de 1977. B.J. 803.1955).

“El crédito no puede ser eventual, pero a diferencia del derecho común de los embargos
en que el crédito cierto es aquel no eventual y que no es contestado, consideramos que
para justificar un embargo conservatorio la certidumbre del crédito ha de entenderse el
crédito aún contestado siempre que no sea en su existencia o en su causa y sujeto a
términos, pero no al crédito eventual o aún sujeto a condición. Así, no es cierto el crédito
cuya causa es contestada. (…) En cuanto a la liquidez, ella no impide el embargo
conservatorio ya que a los fines del mismo, el juez puede liquidar o evaluar el crédito de
manera provisional. (…) En lo relativo a la exigibilidad, ella no es condición para el
embargo conservatorio, (…) que debe ser validado para ser convertido en ejecutorio (…)”.
(Germán Mejía, Mariano. Conferencias sobre Vías de Ejecución. 3era. ed., pp. 88-89;
García de Peña, Luis V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 3).

“Considerando que de conformidad con el artículo 48 del Código de Procedimiento Civil,


modificado por la Ley No. 845 de 1978, y del artículo 54 del mismo Código, para que el
Juez de Primera Instancia pueda ejercer la facultad que ambos textos le confieren , de
autorizar al acreedor a practicar un embargo conservatorio sobre los muebles y a efectuar
una inscripción de una hipoteca judicial provisional sobre los inmuebles de su deudor, es
necesario que previamente compruebe la existencia de un crédito justificado en principio,
de que sea titular el acreedor contra el deudor; que para realizar esa comprobación el juez
debe examinar los documentos que a tales fines someta el acreedor y cuando estime que
realmente existe tal crédito, no por ello ha juzgado el fondo del asunto relativo al cobro
del mismo”. (Sent. SCJ. 31 de enero de 1958. B.J. 570.164. Citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2003).

4. Bienes Embargables Conservatoriamente.

“Este embargo conservatorio es de carácter mobiliario, él solo considera los bienes


muebles pertenecientes a su deudor, por tanto sólo los muebles pueden ser embargados o
objetos del mismo, muebles del hogar, mercancías, vehículos, barcos y navíos incluso.
Una dificultad se plantea que dividía la jurisprudencia entre sí, y que la doctrina no
parece aprobar, es el caso del embargo conservatorio, y si el mismo puede alcanzar
muebles incorporales, de acuerdo a la doctrina, el artículo 48, solo considera los muebles
materiales o corporales, la jurisprudencia sostiene lo contrario y dispone: “El artículo 48,
no instituye distinción entre muebles corporales y los inmuebles incorporales; un crédito
107

puede ser el objeto de un embargo conservatorio”. (Com. 17 Abril de 1961). El no es


posible radicalmente sobre los inmuebles. (Germán Mejía, Mariano. Conferencias sobre
Vías de Ejecución. t. I, 3era. ed., pp. 90-91).

Los embargos conservatorios no sólo tratan sobre la realización de los bienes embargados
sino también de su conservación; éstos recaen comúnmente sobre bienes corporales,
eventualmente pueden recaer sobre bienes incorporales, tales como los créditos,
habiendo sido admitida esta extensión por la jurisprudencia. (Vincent, Jean; Jacques
Prévault. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution. 19e ed.; précis Dalloz de Droit
Privé; nn. 286-300, pp. 200-210).

“Los bienes que no pueden ser embargados conservatoriamente, son los mismos que en
embargos similares, tales como: los bienes de la iglesia católica; las inembargabilidades
fundadas en el carácter personal de ciertos bienes (como la propiedad intelectual, la
correspondencia, cartas confidenciales y misivas), los derechos extramatrimoniales, los
bienes dotales, bienes de familia y otros del deudor y su familia”. (Gaceta Jurídica Virtual.
Mayo-Junio 2001. Año 1. El Embargo Conservatorio. n. 10, p. 4).

5. Auto del Juez. Plazo.

“El persiguiente debe elevar una instancia al juez competente solicitando la autorización
para embargar, a la cual anexa la justificación del crédito y las pruebas de la urgencia y
el peligro que corre el cobro del crédito. La instancia de solicitud de autorización para
embargar conservatoriamente contiene, entre otras, las siguientes menciones:
designación del tribunal competente, generales del persiguiente y el requerido, monto del
crédito, si fuere líquido, o las pruebas que permitan al juez realizar la evaluación
provisional, demostración de la urgencia y el peligro para el cobro de las acreencias,
descripción de los muebles a embargar. Por su parte el juez está legalmente obligado a
hacer constar en la ordenanza: los elementos de prueba de la seriedad del crédito, su
urgencia y peligro, el plazo dentro del cual el acreedor deberá demandar en validez del
embargo –normalmente dos meses- y la suma por la cual se autoriza el embargo. La
ordenanza se ejecuta sobre minuta no obstante cualquier recurso”. (Gaceta Jurídica
Virtual. Mayo-Junio 2001. Año 1. El Embargo Conservatorio. n. 10, pp. 6-7; García de
Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 4).

El principio es que es necesaria una autorización judicial previa, a fin de que los
embargos o garantías no estén a la discreción de personas de mala fe, invocando
acreencias imaginarias con la sola intención de causar perjuicio a un adversario. La ley
dispensa de autorización judicial, para tomar una medida conservatoria, al acreedor que
se encuentra en una de las hipótesis siguientes: 1) Si detenta un título ejecutorio; 2) Si ha
obtenido en su beneficio una decisión de justicia que no tiene aún fuerza ejecutoria.
(Vincent, Jean; Jacques Prévault; Voies d’Exécution et Procédures de Distribution; 19e
édition; précis Dalloz de Droit Privé; nn. 299, pp. 209).

El artículo 48 del Código de Procedimiento Civil obliga a los jueces a comprobar y


consignar en sus ordenanzas o sentencias, “aunque sea sumariamente, los motivos en
que los fundan; es decir, exponer los motivos de hecho que concurren a dar vicio de
seriedad al crédito de que se trate; e igualmente exponer si el mismo está en peligro de ser
recuperado, y la urgencia de actuar para su preservación”. (Sent. SCJ. 17 de Octubre de
1977. B.J. 803.1904-1905; Sent. SCJ. 8 de Junio de 1979. B.J. 823.1008; Sent. SCJ. 30
de Enero de 1985. B.J. 890.196).

El juez de primera instancia que dictó el auto, debe hacer constar en el mismo la suma
por la cual se autoriza el embargo, así como también el plazo en que el acreedor deberá
108

demandar ente el tribunal competente la validez del embargo conservatorio, todo a pena
de nulidad. (Sent. SCJ. 11 de Noviembre de 1992. B.J. 984.1339).

6. Nulidad del Embargo Conservatorio.

“Una vez presentada la demanda en validez del embargo conservatorio, la nulidad de


dicho embargo no puede proponerse en referimiento, sino sólo como cuestión de fondo.
Pero cuando por error se plantea como asunto sumario, este error no engendra una
incompetencia, sino una nulidad de procedimiento, lo cual autoriza a la parte
demandante a oponerse para que el asunto sea instruido y juzgado conforme al
procedimiento de referimiento”. (Sent. SCJ. Julio de 1979. B.J. 824.1318).

7. Fiador y Fianza.

Si el deudor presenta una fianza bancaria irrevocable, el levantamiento es de derecho.


(Vincent, Jean; Jacques Prévault; Voies d’Exécution et Procédures de Distribution; 19e
édition; précis Dalloz de Droit Privé; n. 299, p. 209).

El juez puede, de acuerdo al texto legal, subordinar la autorización a embargar, a que el


acreedor justifique su solvencia, o a que éste preste una garantía o fianza que consignará
en manos del secretario del tribunal o de un secuestrario sin ninguna formalidad.
(Germán Mejía, Mariano. Conferencias sobre Vías de Ejecución. 5ta. ed., p. 42).

8. Ejecución Provisional.

Si una autorización previa es necesaria, el acreedor debe, dentro del mes que sigue a la
ejecución de la medida, introducir contra su deudor una instancia al fondo o cumplir las
formalidades necesarias para la obtención de un título ejecutorio. Cuando la medida es
practicada en manos de terceros, el acreedor debe notificarle una copia de los actos que
atesten las diligencias antes mencionadas dentro de los 8 días de su fecha”. (Vincent,
Jean; Jacques Prévault; Voies d’Exécution et Procédures de Distribution; 19e édition;
précis Dalloz de Droit Privé; n. 295, p. 208).

9. Recursos.

“El artículo 48 dispone expresamente que la parte interesada podrá impugnar el auto por
la vía del referimiento, ante el mismo juez que lo dictó. La circunstancia de que el mismo
texto legal antes citado, disponga la ejecución sobre minuta y no obstante cualquier
recurso, implica que dicho auto puede ser impugnado por los recursos ordinarios de la
apelación y la oposición. La oposición sólo puede interponerla el deudor por ser la parte
que no fue citada y el auto fue dictado en su ausencia. La apelación puede ser
interpuesta por el requeriente cuando su solicitud de autorización ha sido rechazada”.
(García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado. Los Embargos.
p. 4-5; Germán Mejía, Mariano. Conferencias sobre Vías de Ejecución. 3era. ed., p. 93-
94).

A. Apelación.

Ella será posible en todos aquellos casos en que la decisión tiene origen en procedimiento
contradictorio o reputado contradictorio. La decisión, no obstante deberá ser una
verdadera sentencia y no un acto de jurisdicción graciosa, como tampoco un acto a
simple requerimiento. De originarse la decisión en una actuación graciosa no sería
susceptible de apelación, ya que, entre nosotros este recurso sólo es posible contra las
verdaderas sentencias. (Germán Mejía, Mariano. Conferencias sobre Vías de Ejecución.
5ta. ed., p. 109).
109

B. Oposición.

“La ordenanza por la cual se autoriza a trabar embargo conservatorio es susceptible de


oposición cuando es dictada en defecto”. (Sent. SCJ. Julio de 1968. B.J. 692.1713).

Las condiciones a las cuales ha sido sometido este recurso, luego de la ley No. 845, del 15
de julio de 1978, hacen eventual su aplicación a la decisión que autoriza un embargo
conservatorio de muebles. (Germán Mejía, Mariano. Conferencias sobre Vías de
Ejecución. 5ta. ed., p. 109).

C. Recurso al Juez de los Referimientos.

Cuando es trabado un embargo conservatorio la parte interesada puede acudir en


referimiento ante el mismo juez que la dictó. Ha sido juzgado que esta citación debe
producirse antes de la demanda en validez o sobre el fondo del litigio, por estimar que
una vez incoadas estas, cesa la competencia del juez de los referimientos para revocar la
ordenanza que autorizó el embargo conservatorio o para disponer la cancelación o
limitación del mismo; contrario a este criterio jurisprudencial, la doctrina sostiene que el
juez de los referimientos mantiene su competencia aunque se haya intentado la demanda
en validez o al fondo. En la práctica judicial se acostumbra a incoar la acción elevando
una instancia ante el juez de los referimientos, quien fijará la fecha de la audiencia y
luego el interesado la notifica al embargante citándole por acto de alguacil a comparecer
el día indicado en el acto de fijación. (Simón Polanco, Cándido. Referimiento contra el
Embargo Conservatorio. Revista Procedimientos Jurídicos. Año 1, n. 5, pp. 5-6).

“La parte interesada puede recurrir al Juez de los Referimientos desde que tiene
conocimiento del auto y aunque no haya sido ejecutado, con la finalidad de hacerlo
retractar. Como juez de los referimientos puede: A) Mantener el auto, sin modificaciones;
B) Mantenerlo, bajo la condición de la prestación de garantía o justificación de solvencia;
C) Modificarlo en cuanto a los bienes afectados y a la suma a garantizar. El recurso al
juez de los referimientos, aunque el auto tiene vigencia mientras no haya sido retractado,
obliga a conocer nuevamente el asunto como si no se hubiese estatuido con anterioridad”.
(Germán Mejía, Mariano. Conferencias sobre Vías de Ejecución. 5ta. ed., pp. 110-111).

“El legislador dominicanota conferido al juez de primera instancia, en sus atribuciones


excepcionales de referimiento, la facultad de poder reexaminar, a pedimento de parte
interesada, los motivos que lo indujeron a dictar el auto autorizando las medidas
conservatorias; que igualmente tiene facultad para ordenar la cancelación, la reducción o
la limitación del embargo si a su juicio, hay motivos serios y legítimos que lo justifiquen,
facultad esta que no está sujeta a que sea ejercida antes de que se introduzca la demanda
en validez del embargo, pues el propósito del legislador dominicano ha sido, en esta
materia, que el embargado pueda aprovecharse del procedimiento rápido y expedito del
referimiento, para discutir las medidas conservatorias dictadas contra él, sobre instancia,
y sus consecuencias, sin que esté obligado a esperar el apoderamiento al fondo del litigio
o la audiencia en que se vaya a conocer la validez del embargo”. (Sent. SCJ. Agosto de
1971. B.J. 729.2341).

Ver artículo 60 del presente Código.

10. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo es dividido en cuatro artículos diferentes (909,910,912,913), que establecen


básicamente las mismas reglas que el vigente. En el proyecto se habla de medidas
110

conservatorias y no de embargo conservatorio propiamente como ocurre en el actual


artículo 48.

En cuanto al juez competente ante el cual se solicita la medida, se introduce a los ya


establecidos el juez del domicilio del tercero detentador o deudor.

También establece que las medidas podrán ser trabadas aunque los bienes se encuentren
en manos de terceros, y en este sentido que cuando la medida es solicitada para afectar
sumas de dinero en manos de terceras personas, esta debe ser otorgada por el doble de la
causa del crédito. Los otros artículos establecen, en esencia las mismas disposiciones que
el artículo 48.

Se inserta, en esta materia un nuevo artículo, el 911 que establece que una autorización
previa del juez no es necesaria cuando el acreedor se prevalece de un título ejecutorio o
de una decisión de justicia aunque todavía no tenga fuerza ejecutoria. Se aplica la misma
solución en caso de falta de pago de una letra de cambio aceptada, de un pagaré a la
orden, de un cheque o de un arrendamiento impagado siempre que resulte de un contrato
escrito de arrendamiento de inmueble.

Artículo 49

El acta del embargo conservatorio será notificada al deudor conjuntamente con la


demanda en validez o sobre el fondo.

Tabla de Contenido

1. Notificación del Auto.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Notificación del Auto.

La notificación se llevará a cabo en el domicilio del deudor, conjuntamente con ella se le


dejará la copia del acta, firmada y si el embargado estuviere ausente, la copia será
entregada al síndico municipal o al funcionario que hubiere intervenido en la apertura de
las puertas. Si el embargo si hiciere fuera del domicilio del embargado y durante la
ausencia de éste, la copia del acta se notificará al embargado el mismo día; plazo que
será aumentado un día más por cada tres leguas de distancia. La denuncia se llevará a
cabo, en consecuencia, mediante la notificación del acta de embargo en la forma descrita
en los artículos 601 y 602 del Código de Procedimiento Civil. (Germán Mejía, Mariano.
Conferencias sobre Vías de Ejecución. 5ta. ed., p. 116).

La disposición no prevé que se notifique la ordenanza al deudor sino solo el acta de


embargo conservatorio junto con la demanda en validez, en razón de que se trata de una
medida en la que prevalece el efecto sorpresivo frente al deudor. Sin embargo, la
ordenanza deberá ser notificada al deudor no obstante no establecerse esa forma en el
artículo. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.
IV, pp. 192).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo se convierte en el 914. Establece en su primera parte la misma disposición


del artículo 49. Le agrega una parte en la que establece que la demanda en validez será
111

conocida conjuntamente con la demanda sobre el fondo del crédito, sin tomar en cuenta
el procedimiento mediante el cual está llamado a ser sancionado. A este respecto,
introduce también el artículo 915 que establece que la notificación al deudor de la
ejecución de la medida conservatoria interrumpe la prescripción de la acción relativa al
crédito que ha servido de causa a la medida.

Artículo 50

Dentro del mes de la notificación del acta del embargo, el deudor podrá hacer
levantar el embargo conservatorio por instancia dirigida al juez de los referimientos,
mediante consignación en manos del secuestrario que éste tenga a bien designar de
las sumas necesarias para garantizar las causas del embargo, en principio, intereses
y costas.

Los valores así consignados quedarán afectados al pago del crédito del persiguiente
con privilegio sobre los demás cuando el crédito litigioso haya sido objeto de una
decisión judicial que haya adquirido autoridad de cosa juzgada.

El tribunal apoderado del litigio o el juez de los referimientos podrá ordenar la


cancelación, reducción o limitación del embargo, en cualquier estado de los
procedimientos, cuando hubiere motivos serios y legítimos.

Tabla de Contenido

1. Levantamiento del Embargo.


2. Reducción del Embargo/ Limitación del Embargo.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Levantamiento del Embargo.

Si resulta que las condiciones prescritas no han sido cumplidas, en vista de los elementos
presentados por el deudor y el acreedor entendido o llamado, el juez puede ordenar el
levantamiento de la medida tomada, incluso si el acreedor, deteniendo un título, no había
necesitado una autorización judicial previa. (Vincent, Jean; Jacques Prévault; Voies
d’Exécution et Procédures de Distribution; 19e édition; précis Dalloz de Droit Privé; n.
297, p. 209).

“En nuestro país, los poderes del juez de los referimientos en la materia son consignados
en el Art. 50 del Código de Procedimiento Civil y contempla dos hipótesis: A) El
levantamiento del embargo, aún cuando el mismo se justifique, puede el juez de los
referimientos ordenar el levantamiento del mismo, pero bajo las siguientes condiciones: 1.
Siempre que le sea solicitado dentro del mes contado a partir de la notificación del acta de
embargo, este plazo solo debe ser observado en caso de que se persiga el levantamiento
total, no busca cuando se busca la reducción del embargo, según la jurisprudencia; 2.
Siempre que consigne en manos de un secuestrario la suma suficiente que garanticen las
causas del embargo en principal, intereses y costas (…). B) El levantamiento o
cancelación, reducción o limitación del embargo, en cualquier estado de los
procedimientos, siempre que hayan motivos serios y legítimos”. (Germán Mejía, Mariano.
1997. Conferencias sobre Vías de Ejecución. 3era. ed., pp. 94-95).
112

Sólo el deudor tiene calidad para demandar el levantamiento del embargo. Ni el acreedor,
ni los terceros gozan de tal calidad. Sin embargo, en opinión de la doctrina, la solución
debe ser diferente cuando el embargo conservatorio se lleva a cabo sobre un crédito de
muebles ya que el tercero embargado puede tener interés en entregar los muebles y de
esta manera transferir los riesgos. (Germán Mejía, Mariano. Conferencias sobre Vías de
Ejecución. 5ta. ed., p. 151; Dossier, Marc. 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution. p. 123; Vincent, Jean. 1978. Voies d’Exécution et Procédures et
Distribution. p. 151).

La demanda en levantamiento será llevada por instancia dirigida al juez de los


referimientos, el levantamiento no afecta la suerte del crédito cuya existencia se presume
que admite el embargado al ofrecer garantía para su pago. (Germán Mejía, Mariano.
Conferencias sobre Vías de Ejecución. 5ta. ed., p. 151).

2. Reducción del Embargo/ Limitación del Embargo.

“El deudor puede obtener la reducción o limitación de los efectos de la inscripción, en


todo momento, mediante el apoderamiento del juez que dictó el auto, en el caso en que el
valor de los inmuebles afectados por la hipoteca provisional, sea notoriamente superior al
monto de las sumas objeto de la inscripción. El deudor, en este caso, notificará que los
inmuebles que se reservan como garantía tienen por lo menos un valor equivalente al
doble del monto del crédito, en principal, intereses y gastos. (…) Fuera de los casos en
que la ley establece expresamente el levantamiento de la inscripción de hipoteca judicial
provisional por haber dejado vencer el acreedor los plazos impartidos para la inscripción,
el levantamiento total de dicha inscripción se produce en los casos de desistimiento o de
perención”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV, p. 198).

“Que la apreciación de la seriedad y de la legitimidad de los motivos para cancelar,


reducir o limitar los embargos, es una cuestión de hecho, que escapa a la censura de la
casación”. (Sent. SCJ. 19 de septiembre de 1992. B.J. 982,1087).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Es dividido este artículo en dos: el 916 y el 917, en estos se establece básicamente lo


mismo que en el actual. Se elimina de los nuevos artículos lo relativo a que los valores
consignados van a quedar afectados al pago del crédito del persiguiente con privilegio
sobre los demás cuando el crédito litigioso haya sido objeto de una decisión judicial de
carácter irrevocable.

Se agrega en el artículo 917 que cuando la autorización previa no es requerida, el juez de


los referimientos puede, en todo momento, a la vista de los elementos que son
suministrados por el deudor, el acreedor oído o citado, levantar la medida conservatoria si
comprueba que las condiciones prescritas para ordenar la medida no están reunidas.

Articulo 51

El acta de embargo deberá contener, a pena de nulidad, una designación precisa y


detallada de los bienes embargados así como elección de domicilio en el municipio
donde se haga el embargo, si el acreedor no residiere en ese lugar.

El deudor podrá hacer en ese domicilio de elección toda clase de notificaciones y


recursos, incluyendo los ofrecimientos reales y la consignación.
113

Los artículos 585, del 587 al 593, y del 596 al 602 del presente Código se aplicarán
al acta de embargo conservatorio.

Tabla de Contenido

1. Contenido del Acta de Embargo.


2. Efectos del Embargo.
3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

1. Contenido del Acta de Embargo.

El alguacil debe levantar un acta de embargo que debe contener la mención de la


autorización del juez o del título que justifica el embargo; si se trata de una obligación, es
suficiente mencionar la fecha, la naturaleza del título y el monto de la deuda. (Vincent,
Jean; Jacques Prévault; Voies d’Exécution et Procédures de Distribution; 19e édition;
précis Dalloz de Droit Privé; n. 305, p. 211).

“El acta de embargo será instrumentada por acto de alguacil requerido al efecto por el
embargante. Deberá contener todas las enunciaciones propias a los actos de alguacil, así
como una relación precisa y detallada de los bienes embargados. En el acta de embargo el
acreedor deberá formular elección de domicilio en el lugar del embargo, si no residiere
allí. En ese domicilio el deudor podrá hacer toda clase de notificaciones y recursos,
incluyendo los ofrecimientos reales y la consignación”. (García de Peña, Luis Víctor. 1999.
Manual de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 5).

“Obtenido el permiso para embargar se notifica el auto de embargo, se procede entonces a


la redacción del acta de embargo. Esta acta debe contener: designación detallada y
precisa de los bienes embargados, elección de domicilio en el municipio donde se
practique el embargo, notificación del título en virtud del cual se traba el embargo,
designación del guardián y dos testigos, todos firmantes del acta. Es posible incluir la
demanda en validez en la misma acta de embargo. En este caso, deben ser incluidas:
indicación del tribunal y constitución de abogado, plazo de comparecencia del
demandado, exposición de los medios de hecho y de derecho”. (Gaceta Jurídica Virtual.
Mayo-Junio 2001. Año 1. El Embargo Conservatorio. n. 10, p. 7).

2. Efectos del Embargo.

El embargo conservatorio convierte los bienes embargados en indisponibles, Pero el


deudor conserva el goce. Esta indisponibilidad es total. Sin embargo, el deudor podrá
solicitar al juez una limitación del embargo. (, Jean; Jacques Prévault; Voies d’Exécution
et Procédures de Distribution; 19e édition; précis Dalloz de Droit Privé; n. 306, p. 212).

“El más importante de todos los efectos es la indisponibilidad de los bienes embargados.
En este sentido, se ha dispuesto la nulidad de la enajenación a título gratuito de los
muebles embargados, con tal de que hayan adquirido fecha cierta con anterioridad a la
notificación del acta de embargo conservatorio. Es decir: los actos de disposición son
validos si tienen fecha cierta previa a la fecha de la traba”. (Gaceta Jurídica Virtual.
Mayo-Junio 2001. Año 1. El embargo Conservatorio. n. 10, p. 8; Tavares hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, p. 199).

3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.


114

El artículo 925 más que modificar lo que hace es ampliar en gran medida el artículo
actual. El nuevo artículo establece como menciones que debe contener el acta de embargo
lo siguiente: 1) Elección del domicilio en el municipio en donde se haga el embargo, si el
acreedor no residiere en ese lugar; 2) La mención de la autorización del juez o del título en
virtud del cual se practica el embargo, títulos que se anexarán al acta; 3) La designación
detallada de los bienes embargados; 4) Si el deudor está presente, su declaración acerca
de un embargo previo sobre estos mismos bienes; 5) La mención, en caracteres muy
visibles, en el sentido de que los bienes embargados son indisponibles, quedan colocados
bajo la custodia del guardián designado, que no podrán ser vendidos ni desplazados,
salvo por causas legítimas que la persona responsable estará obligada a informar
previamente al acreedor con indicación del lugar en que serán colocados, bajo pena de las
sanciones previstas para la sustracción de objetos embargados; 6) La mención, en
caracteres muy visibles, del derecho que tiene el deudor, si las condiciones de validez del
embargo no se cumplen, de solicitar el levantamiento del embargo al juez competente del
lugar de su domicilio; 7) La designación de la jurisdicción ante la cual se presentarán las
demás impugnaciones, y en particular las relacionadas con la ejecución del embargo; 8)
La indicación, si procede, de los nombres, de los apellidos y calidades de las personas que
han asistido a las operaciones de embargo, quienes deberán firmar el original y las
copias; en caso de que se nieguen, se hará constar en el acta; 9) La mención de que si los
bienes embargados se hubieren destruido o distraído o intentado destruir o distraer, tales
hechos serán castigados como abuso de confianza.

Artículo 52

Si los bienes muebles pertenecientes al deudor se encontraren en manos de


terceros, se procederá en las formas previstas en materia de embargo retentivo o de
embargo en reivindicación.

Tabla de Contenido

1. Terceros Detentadores.
2. Embargo Retentivo. Generalidades.
3. Embargo en Reivindicación. Generalidades.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Terceros Detentadores.

Nombre que se le da a una persona que no ha sido parte ni ha estado representada en un


contrato o juicio y en manos de quien se encuentran determinados bienes del deudor.
(Capitant, Henri. 1966. Vocabulario Jurídico. pp. 434,540).

2. Embargo Retentivo. Generalidades.

“Embargo que en virtud de un título o con autorización judicial practica un acreedor


(denominado embargante) en la persona del deudor (llamado tercero embargado) de su
deudor (parte embargada), para impedir que aquél se libere en manos de éste de las
sumas que le adeuda o de los objetos muebles pertenecientes al embargado que tiene en
su poder. Esta forma de embargo se llama también oposición”. (Capitant, Henri. 1966.
Vocabulario Jurídico. p. 245).
115

“El embargo retentivo entra en una categoría que la mayor parte de la doctrina ha
llamado embargo conservatorio en oposición a los que se llaman embargos ejecutivos”.
(Germán Mejía, Mariano. Conferencias sobre Vías de Ejecución. 3era. ed., p. 47).

“El embargo retentivo, presenta la característica de ser una medida en su primera fase,
conservatoria, para transformarse en una segunda fase en embargo ejecutorio”. (García
de Peña, Luis Víctor. Manual de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 14).

Ver anotación de los artículos 557 y siguientes del presente Código.

3. Embargo en Reivindicación. Generalidades.

“Medida conservatoria tomada en virtud de una ordenanza del juez, por el propietario o
poseedor de un objeto mueble que ha sido desposeído de éste, y que tiene por finalidad
asegurar la restitución del bien, una vez que su derecho de propiedad o de posesión haya
sido reconocido por la justicia”. (Capitant, Henri. 1966. Vocabulario Jurídico. p. 245).

“Es una medida conservatoria atribuida a toda persona que tenga derecho a recuperar la
posesión de un mueble, contra cualquier persona que lo posea o detente”. (García de
Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 12).

“Este es un embargo abierto a todas las personas que tienen un privilegio o un derecho de
persecución sobre los muebles. Es necesario la autorización del juez de primera
instancia”. (Jorge Blanco, Salvador. Introducción al Derecho. p. 519).

Ver artículos 826 y siguientes de la presente anotación.

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo es cambiado, pues el ya mencionado artículo 909 y el artículo 924 del
Proyecto permiten al acreedor trabar medidas conservatorias aún cuando los bienes estén
en manos de terceros.

Artículo 53

La sentencia que valide el embargo conservatorio de los muebles lo convertirá de


pleno derecho en embargo ejecutivo, sin necesidad de que se levante nueva acta de
embargo, y la que deniegue la validación del embargo conservatorio valdrá
levantamiento del mismo.

Tabla de Contenido

1. Sentencia en Validez. Efectos de la Sentencia.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Sentencia en Validez. Efectos de la Sentencia.

La demanda en validez es un procedimiento que pretende convertir en ejecutoria la


medida conservatoria previamente autorizada, haciendo posible la venta o realización de
los bienes embargados. Si bien bastaba para autorizar el embargo que el crédito tuviera
visos de certeza, ahora es necesario probar que el crédito, efectivamente, existe. Esta
comprobación se hace ante el juez, por cuya sentencia se validará o no el embargo
116

conservatorio y se convertirá, en caso de aceptación, en embargo ejecutivo. (Gaceta


Jurídica Virtual. Mayo-Junio 2001. Año 1. El Embargo Conservatorio. n. 10, p. 8).

El embargo conservatorio no convierte al acreedor embargante en propietario de los


bienes embargados ya que el embargo no permite la venta de tales bienes; solo se produce
por efecto de la demanda en validez o sobre el fondo. La citación en validez se hará por
ante el juzgado de primera instancia o por ante el juzgado de paz cuando el crédito sea
competencia de éste, ambos casos en atribuciones civiles. La demanda sobre el fondo se
intentará ante el tribunal competente según las reglas del derecho común. (García de
Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 6).

Si solo ha intervenido una demanda en validez, la sentencia convierte el embargo


conservatorio en embargo ejecutivo, y sin que haya que proceder a redactar un nuevo
proceso verbal de embargo o acta de éste, el acreedor puede perseguir la venta o subasta
de los bienes embargados, si por el contrario el juez niega o rehúsa validar el embargo,
ella ordenará su levantamiento. Cuando por la instancia, el acreedor demanda al fondo, la
sentencia que interviene reconoce la existencia del crédito, condena al deudor al pago del
mismo, constituyendo un título ejecutorio y entonces deberá proceder a notificar
mandamientos de pago, y luego en virtud de ella a practicar embargo ejecutivo, o
cualquier otro embargo ejecutorio, para luego proceder a la venta de los bienes
embargados. El rechazo por sentencia de la demanda al fondo, entraña de pleno derecho
el levantamiento del embargo. (Germán Mejía, Mariano. Conferencias sobre Vías de
Ejecución. 3era. ed., pp. 98-99).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo es el 923 del Proyecto. Se mantiene igual con la única excepción de que
agrega que en ningún caso la sentencia será ejecutada sino a partir de la fecha que
adquiere fuerza ejecutoria.

Artículo 54

El juez de primera instancia podrá igualmente, en las mismas formas y condiciones


prescritas en el artículo 48 autorizar al acreedor a tomar una inscripción
provisional de hipoteca judicial sobre algunos o sobre todos los inmuebles de su
deudor.

Esta inscripción provisional, solo producirá sus efectos por tres años; pero podrá
renovarse por igual tiempo indefinidamente, mediante la presentación del auto que
autorizó la primera inscripción.

El acreedor deberá demandar sobre el fondo en el plazo que indique en el auto que
autoriza la inscripción hipotecaria, bajo pena de nulidad de la inscripción.

Dentro del plazo de dos meses de la fecha en que la sentencia sobre el fondo haya
adquirido autoridad de cosa juzgada, el acreedor deberá convertir la inscripción
provisional en inscripción definitiva, la cual producirá sus efectos retroactivamente
a contar de la fecha de la primera inscripción y se hará sin costo. El acreedor pagará
los derechos y gastos una sola vez.

A falta de inscripción definitiva en el indicado plazo de dos meses, la inscripción


provisional quedará retroactivamente sin efecto y su cancelación podrá ser
solicitada por cualquier persona interesada, a costa del que haya tomado la
inscripción y en virtud de auto dictado por el juez que la autorizó.
117

Tabla de contenido

1. Hipoteca Judicial Provisional. Inscripción.


2. Bienes sobre los cuales recae.
3. Efectos de la Inscripción Provisional.
4. Procedimiento.
5. Validación de la Hipoteca.
6. Cancelación de la Medida.
7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Hipoteca judicial provisional. Inscripción.

La hipoteca judicial es la que resulta de las sentencias, de los actos judiciales y de los
autos del juez de primera instancia. Esta puede ser provisional o definitiva. Definitiva,
cuando está fundamentada en una sentencia con autoridad de cosa juzgada. Provisional,
cuando está fundamentada en una sentencia recurrida, en una sentencia susceptible de
recurso, o en un auto del juez competente. Ambas tienen por objeto asegurar, o más
eficaz posible, la ejecución de las sentencias de los tribunales. (Germán Mejía, Mariano.
Vías de Ejecución. t.II, p.369).

“El acreedor con un crédito que reúne las condiciones requeridas para el embargo
conservatorio puede ser autorizado a inscribir una hipoteca judicial provisional sobre los
bienes inmuebles de su deudor.” (Jorge Blanco, Salvador. 1997. Introducción al Derecho.
p.520).

2. Bienes sobre los cuales recae.

“(...) Son objeto de hipoteca judicial provisional todos los bienes inmuebles, presentes y
futuros del deudor; (...) lo que equivale a decir que el deudor contra quien es trabada la
medida debe ser propietario del inmueble”. (Germán Mejía, Mariano. Vías de Ejecución.
t.II, p.385).

“La hipoteca judicial provisional solo se puede tomar sobre los bienes inmuebles de la
propiedad del deudor incluyendo los muebles reputados inmuebles por destino”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3era ed., p.91).

3. Efectos de la Inscripción Provisional.

“Los efectos de la inscripción de una hipoteca provisional, son mas importantes que los
relativos a la hipoteca ordinaria. De conformidad con el artículo 57 del Código de
Procedimiento Civil, después de la inscripción de la hipoteca hecha de acuerdo con los
artículos 54 y 55, el deudor no podrá dar en arrendamiento sin autorización judicial, ni
construir derechos reales oponibles al acreedor persiguiente, ni percibir por anticipado o
ceder rentas, por más de tres meses a pena de nulidad. Parece que se trata pura y
simplemente de la aplicación de los principios de derecho común, pero se ha juzgado que
la enajenación no sólo es inoponible al acreedor inscrito, sino que está afectada de
nulidad”. (Pérez Méndez, Artagnan. Procedimiento Civil. t. III, 3era ed., p.94).

“No obstante su carácter provisional, la medida produce efectos graves para el deudor,
puesto que a partir de su inscripción, si bien el propietario del inmueble gravado no esta
impedido de disponer del mismo, su transferibilidad tendría que soportar las
consecuencias de la decisión que interviene con relación al proceso en el cual se discute
118

el crédito que le sirve de causa. Por otra parte, la hipoteca judicial provisional transforma
el crédito con una garantía real e inmobiliaria, lo que obliga la intervención del juez en su
autorización, quien supervisará no sólo la justificación y condiciones del crédito, sino
también la existencia del peligro y la urgencia en su cobro”. (Germán Mejía, Mariano. Vías
de Ejecución. t.II, p.384).

4. Procedimiento.

El juez es apoderado por simple requerimiento, es decir, por una instancia sometida al
tribunal sin necesidad de darla a conocer al deudor. La solicitud se hará por medio de
abogado constituido y en la misma deberán precisarse las generales del acreedor y el
crédito invocado, así como los motivos que justifican la urgencia y el peligro en el cobro
del mismo. El juez aprecia entonces si la medida merece ser autorizada. Si aprueba la
solicitud deberá motivar su decisión, así como hacer constar el monto del crédito por el
cual es autorizada la medida, el plazo para demandar en pago del crédito que sirve de
causa a su decisión y los bienes que podrían ser afectados. La ordenanza que autoriza la
medida es ejecutoria sobre minuta y no obstante cualquier recurso. Luego se precede a la
inscripción de la medida, la cual puede ser hecha sobre uno, varios o todos los inmuebles
de deudor, según el contenido de la ordenanza que la autoriza. La ley no prevee plazo
para la inscripción, por lo que en ausencia de limitación impuesta por el juez que ha
rendido la ordenanza, la misma podrá ser ejecutada en el plazo de 20 años previsto para
la prescripción de derecho común. No obstante, una opinión contraria sostiene la
aplicación a esta autorización del plazo de 6 meses previsto en el art. 156 del Código de
Procedimiento Civil modificado por la ley 845 de 1978. Luego de inscrita el acreedor
notifica el auto que la autorizó en un plazo de los 15 días de su inscripción. (Germán
Mejía, Mariano. Vías de Ejecución. t.II, pp.391-394).

5. Validación de la Hipoteca.

“Para que pueda ser convertida en definitiva una hipoteca judicial provisional, tomada
con autorización del juez, no es suficiente que el acreedor este provisto de un documento
que pruebe la existencia de su crédito, sino que es necesario que haya intervenido
sentencia con autoridad de cosa juzgada que condene al deudor al pago de obligación
contraída”. (Sent. SCJ. 19 de noviembre de 1984. B.J. 888.3022; Sent. SCJ. 12 de enero
del 2000. B.J. 1070.97-98; Sent. SCJ. B.J. 890.10. Citada por: Headrick, William C.
Segundo Suplemento del Compendio de Legislación y Jurisprudencia Dominicanas. 1983-
1986. p.89).

6. Cancelación de la Medida.

El propietario de un inmueble gravado con la hipoteca podrá demandar del juez que la
autoriza la cancelación de la misma, a falta de la inscripción de dicha hipoteca como
definitiva. (Germán Mejía, Mariano. Vías de ejecución. t.II, p. 403).

7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El proyecto cambia la denominación de la hipoteca judicial, introduce este artículo dentro


de una sección especial llamada De las seguridades judiciales inmobiliarias; entonces
tenemos, que ya no hay inscripción de hipoteca provisional sino seguridades judiciales
inmobiliarias. Con esta nueva denominación las reglas del art. 54 pasan a estar
contenidas en los arts. 1034, 1036, 1037, 1038 y 1040 del Proyecto. A continuación
veremos que establecen los referidos artículos.

Artículo 1034. Son seguridades judiciales inmobiliarias las medidas trabadas por el
acreedor, con autorización del juez competente, para indisponer, total o parcialmente, os
119

bienes y derechos d}inmobiliarios del deudor, con la finalidad de garantizarse el cobro de


su crédito o el cumplimiento de cualquier otra obligación.

Artículo 1036. La inscripción provisional de una seguridad judicial inmobiliaria debe ser
confirmada por una inscripción definitiva. Esta publicidad atribuye un rango de garantía
en la fecha de la formalidad inicial, en el límite de las sumas conservadas por ésta y de su
accesorios.

Artículo 1037. Las seguridades judiciales inmobiliarias son oponibles a los terceros desde
el día de su registro o notificación en manos de la oficina encargada del registro de los
bienes objeto de la seguridad.

Artículo 1038. La notificación de una seguridad judicial inmobiliaria sólo producirá


efectos por tres años, pero podrá renovarse por igual tiempo, indefinidamente, mediante
la presentación de la ordenanza del juez que autorizó la primera inscripción.

Artículo 1040. El acreedor que haya inscrito una seguridad judicial inmobiliaria deberá
demandar sobre el fondo de la medida en el plazo que indique la ordenanza del juez que
autorizó la inscripción de la seguridad inmobiliaria, bajo pena de nulidad de la
inscripción.

Artículo 55

Cuando el valor de los inmuebles afectados por la inscripción provisional,


autorizada de conformidad con el artículo que antecede, sea notoriamente superior
al monto de las sumas inscritas, el deudor podrá hacer limitar sus efectos, en
cualquier momento, por el juez de los referimientos o por el juez que conozca del
fondo de la demanda, mediante notificación de que los inmuebles que se reserven
tengan por lo menos un valor doble al monto del crédito en principal, intereses y
gastos.

Tabla de contenido

1. Reducción de la Medida.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Reducción de la Medida.

“Compete al deudor hacer la prueba de que los inmuebles que se reservan tienen, por lo
menos, un valor doble al monto del crédito, en principal, intereses y gastos (...) y al juez
que pronuncia la reducción precisar en su decisión el valor de cada inmueble y los
elementos de hecho que le habrían permitido la estimación”. (Germán Mejía, Mariano.
Vías de Ejecución. t.II, pp.397-403).

“El embargo no es nulo por el hecho de que el acreedor lo haya intentado por una suma
superior a la adecuada. (...) En este caso, se ha reconocido que el deudor tiene la
posibilidad de demostrar la ligereza censurable del acreedor. Si tal es el caso, el deudor
puede obtener el resarcimiento justo por e perjuicio que se le haya ocasionado”. (Gaceta
Jurídica Virtual. Mayo-Junio 2001. Año 1. El Embargo Conservatorio. n. 10, p.10).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


120

Este artículo pasa a ser el 1043 establece las mismas disposiciones pero añade que para
evaluar los inmuebles que quedan afectados el juez puede auxiliarse de peritos, sin que
tengan que cumplir las formalidades propias del peritaje que prevee el Proyecto. Además,
se establece que, podrá recabar las informaciones de instituciones públicas o privadas,
que estime necesarias para una correcta evaluación de los inmuebles afectados.

Artículo 56

El acreedor notificará el auto que autoriza la inscripción provisional de la hipoteca


judicial en la quincena de su inscripción, con elección de domicilio dentro de la
jurisdicción de la Conservaduría de Hipotecas o del Registro de Títulos donde se
haya hecho la inscripción o registro.

El artículo 50 podrá aplicarse a la inscripción provisional de la hipoteca judicial.

Si el crédito no es reconocido por la sentencia que decida sobre el fondo, la


cancelación de la inscripción hipotecaria hecha a título provisional se hará cuando
haya adquirido autoridad de cosa juzgada dicha sentencia, sea en virtud de la
misma o por decisión del juez que autorizó la inscripción provisional.

Tabla de contenido

1. Cancelación Definitiva de la Hipoteca por falta de Notificación.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Cancelación Definitiva de la Hipoteca por falta de Notificación.

La ordenanza que autoriza la medida no puede permanecer oculta al deudor afectado por
la misma y no basta con la publicidad de la inscripción o registro, para dársela a conocer.
Es necesario llevarla directamente a su conocimiento, a través de la notificación en un
plazo de quince días. (Germán Mejía, Mariano. Vías de Ejecución. t.II, p.402).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El primer párrafo de éste artículo pasa a ser el art. 1047. Se mantiene invariable. Los
demás párrafos son eliminados.

Artículo 57

Toda enajenación a título gratuito de un mueble embargado es nula y sin efecto, si


no ha adquirido fecha cierta con autoridad a la notificación del acta de embargo
conservatorio.

Después de la inscripción de la hipoteca hecha de acuerdo con los artículos 54 y 55,


el deudor no podrá dar en arrendamiento sin autorización judicial, ni constituir
derechos reales oponibles al acreedor persiguiente, ni percibir por anticipado o
ceder rentas por más de tres meses, a pena de nulidad.

Tabla de contenido
121

1. Enajenación a Título Gratuito y a Título Oneroso de Muebles Embargados.


Consecuencias.
2. Fecha Cierta.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Enajenación a Título Gratuito y a Título Oneroso de Muebles Embargados.


Consecuencias.

“Es nula la venta de un inmueble gravado con una Hipoteca Judicial Provisional lo que de
manera alguna significa que están prohibidos los actos no convencionales que afectan el
inmueble gravado con la indicada prescripción. Aún más, mientras que un primer
embargo conservatorio impide un segundo embargo de la misma naturaleza, una primera
inscripción de Hipoteca Judicial Provisional no impide una segunda con efectos
definitivos. Una vez inscrita ante el Conservador de Hipotecas o ante el Registrador de
Títulos, según el caso, la Hipoteca Judicial Provisional coloca al acreedor en el rango
correspondiente a su fecha y por lo tanto en ese mismo rango participa en la distribución
del precio en caso de subasta, con la condición de que el crédito haya sido reconocido por
sentencia con la autoridad de cosa juzgada y de que el acreedor haya convertido la
inscripción provisional en definitiva”. (Germán Mejía, Mariano. Vías de Ejecución. t.II,
p.396).

2. Fecha Cierta.

“Día a partir del cual no pueden ya discutir los tercero la existencia de una escritura
privada, y que constituye a su respecto la fecha del acto. (...) Los actos sólo tienen fecha
cierta desde el día en que se han registrado, o a partir de la muerte de una de la personas
que lo han suscrito, o desde el día en que se ha comprobado su existencia en actos
otorgados por oficiales públicos”. (Capitant, Henri. 1966. Vocabulario Jurídico. p.277).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo cambia al 1039, en este se establece que los bienes gravados por una
seguridad judicial son inalienables y que en caso de venta o transferencia en cualquier
forma, los bienes obtenidos con el precio de la operación quedan subrogados en los bienes
transferidos, sin toma en cuenta los medios utilizados para destruir los efectos de la
inalienabilidad.

Artículo 58

Si el hacer un embargo conservatorio, el alguacil encontrare que los bienes han sido
ya embargados, procederá a la comprobación de los mismos de acuerdo con el acta
de embargo, que deberá presentarle el deudor y hará constar esa comprobación en
su propia acta; de lo contrario recurrirá al juez de los referimientos, después de
haber puesto un guardián en las puertas si fuere necesario.

El acta de comprobación será notificada al primer embargante, y esta notificación


valdrá oposición sobre el producto de la venta.

Tabla de contenido

1. Embargo sobre Embargo no Vale.


2. Notificación. Efectos.
122

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Embargo sobre Embargo no Vale.

“Un precedente embargado constituye, en principio, un obstáculo para un segundo


embargo. Se trata de la aplicación del principio embargo sobre embargo no vale. En todos
los casos que un alguacil vaya a trabar un embargo conservatorio de muebles y
compruebe, mediante el acta de embargo que le presente el deudor, que dichos bienes ya
han sido embargados conservatoriamente, está dispensado de levantar nueva acta de
embargo y en su lugar levantará un acta de comprobación, la que valdrá de oposición
sobre el producto de la venta de la primera persecución. Sin embargo, si surgieren
inconvenientes en cuanto al levantamiento del acta de comprobación, los mismos serán
resueltos por el juez de los refinamientos. El valor atribuido al acta de comprobación
notificada al primer embargue es explicable en el hecho de que la prioridad en las
persecuciones no es extensible al cobro: ambos persiguientes tomarán parte en la
repartición del precio de venta, por lo que la división o se ve afectada ni por el hecho de
haber obtenido ya sentencia de validación a su favor. Sin embargo, si el segundo
persiguiente por cualquiera razón no respeta la existencia del primer embargo y traba un
segundo, éste último deberá ser declarado nulo”. (Germán Mejía, Mariano. 1989. Vías de
ejecución. t. I, pp.301-302).

El art. 58 constituye una aplicación del principio “embargo sobre embargo no vale”
consagrado en el 611 a propósito del embargo ejecutivo. La disposición del art. 58 parece
únicamente prever el caso de concurrencia de dos embargos conservatorios. No obstante
se admite que nada se opone a la aplicación de la regla embargo sobre embargo no vale en
l caso de un embargo ejecutivo; no así a la inversa: un embargo conservatorio posterior al
embargo ejecutivo no puede obstaculizar este último. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, pp. 195-196).

2. Notificación. Efectos.

“El segundo acreedor embargante conservatoriamente notificará el primer embargante el


acta levantada por el alguacil, la que valdrá oposición sobre el producto del precio de la
subasta del primer embargo. De aquí que el primer embargante n tiene un privilegio sobre
la distribución del precio”. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, pp. 195).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 849 en el Proyecto. Se introduce la posibilidad de embargar los
efectos omitidos en el primer embargo, situación no prevista en el art. actual. Además se
introduce que en todo caso el primero de los acreedores que haya hecho validar su crédito
definitivamente continuará los procedimientos para la venta.

Además nos encontramos con un nuevo artículo 850 que establece que si al hacer un
embargo conservatorio el alguacil encontrare que los bienes han sido ya embargados
ejecutivamente, procederá a la comprobación de los mismos de acuerdo con el acta de
embargo que deberá presentarle al deudor, y hará constar esa comprobación en su propia
acta, pudiendo embargar los efectos omitidos; de lo contrario recurrirá al juez de los
referimientos para que decida sobre el asunto, después de haber puesto un guardián en
las puertas, si fuere necesario. El acta de comprobación será notificada al primer
embargante y esta notificación valdrá oposición sobre el producto de la venta, si al
momento de esta ya el segundo persiguiente tuviere título ejecutivo. No obstante en base
123

a dicha acta de comprobación puede el segundo persiguiente realizar la venta una vez
haya hecho validar su crédito mediante sentencia ejecutoria, siempre que el primer
ejecutante no haya procedido a la venta.

El proyecto de Código de Procedimiento Civil introduce novedades en materia de medidas


conservatorias, las cuales son divididas en numerosos artículos con especificaciones
distintas para cada tipo de medida, además de agrupar los diferentes embargos
conservatorios, dispersos en nuestra legislación, en un solo lugar. Se regulan los
siguientes tipos de embargo: el embargo conservatorio de muebles corporales; el embargo
conservatorio sobre bienes colocados en caja fuerte o de seguridad; el embargo
conservatorio de vehículos terrestres de motor; las medidas conservatorias sobre naves
marítimas. Las medidas conservatorias sobre naves aéreas; el embargo conservatorio de
los derechos incorporales; el embargo retentivo a título conservatorio y el embargo
conservatorio por alquileres. También se regula en esta parte el embargo contra el deudor
transeúnte y el embargo en reivindicación.

Título II:

DE LOS EMPLAZAMIENTOS.

El Procedimiento se inicia por medio del acto de alguacil denominado citación o


emplazamiento. Realmente es la instancia lo que se inicia, no propiamente el
procedimiento. (Couchez, Gérard. Procedure Civile. n.368, p. 59).

Es el acto de alguacil mediante el cual el demandante cita al demandado y le hace


conocer el objeto de su pretensión, para que, en un día fijo o dentro de determinado
plazo, constituya abogado para que postule y defienda por él ante un tribunal; con la
finalidad de que se resuelva el diferendo planteado entre ellos. Es indispensable que el
demandado sea advertido del proceso que es intentado en su contra y sea puesto en la
posibilidad de defenderse. Es un principio esencial del derecho de defensa. (Morel, Rene,
Traite Elementaire de Procedure Civile. n. 439, p. 476).

"El emplazamiento primero y las conclusiones después, son los que fijan el límite y el
alcance del litigio". (Sent. SCJ. 31 de enero 1949. B.J. 462.73).

“Constituyen igualmente emplazamientos, no sólo la notificación del acto introductivo de


la demanda con que se inicia la litis, sino también el acto con que se introducen los
recursos de apelación y de casación”. (Sent. SCJ. 12 de febrero de 1998. B.J. 1047.71).

La definición de emplazamiento acarrea por los menos las tres consecuencias siguientes:
a) Tratándose de citar a un adversario, el emplazamiento es sólo concebido en materia
contenciosa; b) debe necesariamente ser puesto en conocimiento por el alguacil que
deberá proceder a su notificación; y, c) debe contener todas las informaciones
indispensables para la organización de la defensa. (Guinchard, Serge et al., Droit et
Pratique de la Procédure Civile. n.1732, p. 385).

Artículo 59

En materia personal, el demandado será emplazado para ante el tribunal de su


domicilio: si no tuviere domicilio, para ante el tribunal de su residencia: si hubiere
muchos demandados, para ante el tribunal del domicilio de uno de ellos, a opción
del demandante.
En materia real, para ante el tribunal donde radique el objeto litigioso.
124

En materia mixta, para ante el tribunal donde radique el objeto litigioso, o para ante
el del domicilio del demandado.
En materia de sociedad, en tanto que exista, para ante el tribunal del lugar en que
se halle establecida.
En materia de sucesión, para ante el tribunal en donde se haya abierto ésta, en los
casos siguientes: 1ro. en las demandas entre herederos, hasta la divisoria inclusive;
2do. en las demandas intentadas por los acreedores del difunto antes de la divisoria;
y 3ro. en las relativas a la ejecución de las disposiciones testamentarias, hasta la
sentencia definitiva.
En materia de quiebra, para ante el tribunal del domicilio del quebrado.
En materia de garantía, para ante el tribunal ante el cual se halle pendiente la
demanda originaria.
Finalmente, en el caso de elección de domicilio, para la ejecución de un acto, para
ante el tribunal del domicilio designado, o el del domicilio real del demandado, de
conformidad al artículo 111 del Código Civil.

Tabla de Contenido

1. La Acción en Justicia.
A. Naturaleza.
B. Clasificación.
C. Ejercicio.
2. La Competencia
A. Competencia Territorial.
a) Acciones Personales.
aa. Domicilio.
b) Acciones Reales.
c) Acciones Mixtas.
d) Acciones en materia de Sociedad.
e) Acciones en materia de Sucesión.
f) Acciones en materia de Quiebra.
g) Acciones en materia de Garantía.
h) Acciones en materia de Elección de Domicilio.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

I. La Acción en Justicia.

Es la vía para la puesta en movimiento del derecho. El derecho nace de un acto o de un


hecho jurídico; la acción nace de un conflicto relativo al derecho. (Mazeaud, Henry et al,
Lecciones de Derecho Civil, parte I, v. I, p. 493 García de Peña, Luis Víctor. Nociones de
Derecho Judicial Privado, 1998. p. 67; Vincent, Jean, y Serge Guinchard, Procédure
Civile. n.62, p.72). Consiste en dirigirse a los tribunales en solicitud de protección para
una situación jurídica violada, desconocida o en cualquier forma contradicha, sea para
obtener su mantenimiento o su restablecimiento, sea las reparaciones adecuadas. La
acción puede consistir, a veces, en la solicitud de que se cree una situación jurídica que
antes no existía. (Morel, René Traité Élémentaire de Procédure Civile. n. 22, p.30).

"Para determinar el carácter de una acción en justicia es preciso atender más bien que a
los términos empleados en el acto inicial de la demanda, al objeto de ésta, al propósito
jurídico del actor". (Sent. SCJ. 9 de febrero de 1917. B.J. 79.15).

El principio es que el derecho de actuar corresponde a aquel que tiene interés en el éxito o
en el rechazo de la pretensión formulada. (Guinchard, Serge et al., Droit et Pratique de la
Procédure Civile. n.11, p. 9), no obstante otros tratadistas han establecido que "la acción
125

(o derecho de actuar) no debe solamente ser entendida desde la prerrogativa de aquel que,
sometiendo una pretensión al juez, toma la calidad de demandante, sino también del
derecho reconocido al adversario (es decir, al demandado) de combatir dicha pretensión".
(Couchez, Gérard, Procédure Civile. n. 228, p. 87).

4. El objeto de la acción en justicia varía según las circunstancias: Ya sea para la


protección, la creación o la supresión de una situación jurídica. Puede pretenderse
obtener la comprobación de la existencia de un derecho o de una situación jurídica
amenazados o desconocidos; cuando se funda en un derecho de crédito tiende a
conseguir la condenación de una persona; obtener una medida provisional o
conservatoria; a veces tiende a obtener la creación de una situación jurídica nueva; o
suprimir o extinguir una situación jurídica. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil. v. I, 8va ed., pp.197-199).

A. Naturaleza.

"Hoy en día, la acción es una vía de derecho general que está abierta a toda persona que
reclama la protección de su derecho o de una situación jurídica de la cual ella está
llamada a beneficiarse (...) En principio, todo derecho es sancionado por esta vía de
derecho general que es la acción en justicia". La acción en justicia es un derecho
autónomo. Es un derecho distinto del que garantiza. No debe confundirse el derecho de
acción en justicia con la demanda en justicia. (Morel, René. Traité Élementaire de
Procédure Civile. nn.25-26, p. 33).

Las concepciones doctrinales sobre la naturaleza de la acción en justicia se resumen hoy


en dos tendencias: la concepción objetiva, que considera la acción como un poder
autónomo, independiente de toda relación con un derecho subjetivo cualquiera, sin otra
medida que el interés; y la concepción subjetiva, según la cual el objeto de la acción es
esencialmente la protección de una situación jurídica concreta. (Tavares hijo, Froilán.
1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va. ed., p. 202).

B. Clasificación.

Se ha instituido una triple clasificación de las acciones tomando como base la naturaleza
del derecho protegido; éstas son: 1) acciones reales, personales y mixtas; 2) acciones
mobiliarias e inmobiliarias; 3) acciones posesorias y petitorias. Las acciones se dividen en:
personales cuando se protege un derecho personal u obligación legal o convencional;
reales, cuando se trata de proteger un derecho real; y mixtas, cuando se trata de proteger
a la vez un derecho personal y un derecho real indisolublemente ligados. Los tipos
indicados no comprenden todas las acciones. Ya que los derechos de familia relativos al
estado y a la capacidad de las personas, es decir, las acciones extrapatrimoniales y los
derechos intelectuales no pueden ser considerados reales ni personales (Vincent, Jean y
Serge Guinchard. Procédure Civile. nn. 73-75, p. 79).

C. Ejercicio.

"La acción en justicia está sometida a condiciones previas de aceptación, en la ausencia


de las cuales, la acción será rechazada sin que los jueces pasen al examen del fondo".
(Morel, René. Traité Élementaire de Procédure Civile. n. 27, p. 39).

Las condiciones para el ejercicio de las acciones son cuatro: derecho, interés, calidad y
capacidad. (Couchez, Gérard. Procédure Civile. n. 233, p. 90; Sent. SCJ. Diciembre 1932.
B.J. 269.11).
126

En lo referente a la primera condición, el derecho subjetivo, el mismo debe ser real o


personal, reconocido y protegido por la ley, puro y simple, pues si fuera condicional o a
término daría Únicamente lugar a que su titular solicitara medidas conservatorias.
(Tavares hijo, Froilán. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va. ed., p.
206).

La segunda condición para ejercer la acción en justicia es preciso tener un interés, que
puede ser puramente moral, pero en todo caso debe ser personal, nato y actual,
(Capitant, Henri. Vocabulario Jurídico. p.327; Morel, René. Traité Élementaire de
Procédure Civile. n.28, p.42) en virtud de esto se ha establecido el principio según el cual
no hay acción sin interés que se aplica a todas las acciones en justicia. (Sent. SCJ. 12 de
noviembre de 1928. B.J. 220.11; Sent. SCJ. 10 de diciembre de 1924. B.J. 173.42).

"El artículo 59 del Código de Procedimiento Civil es completamente extraño a la regla de


que no hay acción sin interés, puesto que se limita a determinar para ante qué Tribunal
será emplazado el demandado, según la naturaleza de la acción que se dirige contra él".
(Sent. SCJ. 23 de agosto de 1929. B.J. 229.16)

La tercera condición, la calidad, no es una condición para el ejercicio de la acción en


justicia, sino una condición de la existencia del derecho a actuar (Couchez, Gérard.
Procédure Civile. n.240, p. 94-95), también es definida como la facultad legal de obrar en
justicia, o lo que es igual, el título con que se figura en un acto jurídico o en un proceso;
no es más que uno de los aspectos que debe revestir la condición del interés. (Morel,
René. Traité Élementaire de Procédure Civile. n. 27, p. 40).

Puede intentar la acción únicamente el que tenga la capacidad de estar en justicia,


persona física o persona jurídica. La capacidad es la aptitud jurídica que debe tener toda
persona para ser parte en un proceso como demandante, demandada o interviniente.
Ciertas personas son titulares de derechos que no pueden ejercerlos por si mismas, en
estos el incapaz es representado por una persona investida con calidad para asistirle.
(Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va.
ed., p. 28).

Se distingue de la capacidad de ser parte la capacidad procesal o de estar en juicio.


(Calamandrei, Piero. Derecho Procesal Civil. 1era. serie, v. II, p. 365).

2. La Competencia.

La competencia es la aptitud o poder reconocido a una jurisdicción o tribunal para


conocer de un asunto, es decir, juzgar o instruir un proceso. Es el ejercicio de la función
jurisdiccional del Estado. (Morel, René. Traité Élementaire de Procédure Civile. n. 194-
195, p. 236).

La competencia es determinada por la ley desde un doble punto de vista que trata sobre
la distribución de los tribunales: 11/4 La ley determina, de acuerdo a la naturaleza del
litigio, cuál es la categoría de tribunal competente; 21/4 Hay que determinar cuál es,
entre los tribunales repartidos sobre el territorio, aquel que debe ser apoderado del
proceso: es la competencia territorial ratione personae vel loci. (Morel, René. Traité
Élementaire de Procédure Civile. n.194, pp. 235-236).

A. Competencia Territorial.

Por la competencia territorial o competencia ratione personae vel loci, se determina cuál
de los tribunales repartidos en el territorio tendrá competencia para conocer del proceso
tomando en cuenta el domicilio o la residencia del demandado, o la situación de la cosa
127

que forma el objeto del litigio, o bien el lugar en que se ha formado o deba ejecutarse el
contrato que ha dado motivo al litigio. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure
Civile. n.252, p. 290).

Las reglas de competencia territorial se aplican únicamente a las jurisdicciones del primer
grado propiamente dichas, o sea, a los Juzgados de Primera Instancia, como tribunales
del primer grado, y a los Juzgados de Paz. A falta de disposición contraria, el tribunal
competente es el del domicilio o el de la residencia de la parte demandada: Actor sequitur
forum rei, principio originado en el derecho romano que expresa el derecho común de esta
materia. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.
I, 8va. ed., pp. 331-332).

Las reglas de la competencia territorial no son de orden público. La violación de estas


reglas sólo acarrea una incompetencia relativa, que no puede ser invocada más que por el
demandado y que debe serlo antes de toda excepción o defensa. (Casación francesa 26
febrero 1894, S.94-1-276; 18 abril 1894, S.95-1-238; Morel, René. Traité Élémentaire de
Procédure Civile. n.269, p. 308). Por otra parte, las partes pueden, por convención,
atribuir competencia a un tribunal distinto de aquel designado por la ley. (Casación
francesa 13 mayo 1912, S.1912-1-321; Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure
Civile. n. 269, p. 309).

"Por excepción, hay casos en que las reglas de competencia territorial tienen un carácter
imperativo. Es así como no pueden ser derogadas reglas de competencia fijadas por la ley
en materia de accidentes de trabajo, en razón del carácter de orden público de las
disposiciones de esta legislación (...). En fin, la incompetencia del tribunal apoderado es
absoluta en los casos en que se trata de materias para las cuales la ley ha atribuido
exclusivamente jurisdicción a un tribunal determinado (...)". (Morel, René. Traité
Élémentaire de Procédure Civile. n.270, p. 309).

a) Acciones Personales.

La acción personal es aquella que tiene por objeto la protección de un derecho personal u
obligacional, es decir, cuando existe entre las partes una relación de obligación, sea cual
sea su fuente. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. I, 8va. ed., p. 253).

"La expresión derecho personal es anfibológica, el término se emplea para designar: al


derecho de crédito; a los derechos intransmisibles, que mueren con su titular; y a los
derechos inembargables". (Planiol/Ripert. Biblioteca Clásicos del Derecho Civil. Derecho
Civil. Parte A, v. III, p. 357).

"La expresión "acción personal" del artículo 59 del Código de Procedimiento Civil, no debe
ser interpretada restrictivamente y comprende todas las demás acciones que no sean
"reales inmobiliarias"." (Juzgado de Primera Instancia Distrito Nacional, 25 jun. 1936;
Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.253, p. 292).

En la materia personal se demanda el reconocimiento de un derecho, cualquiera que sea


su fuente: contrato, cuasicontrato, delito o cuasidelito. Tiende al cumplimiento de una
obligación. (Capitant, Henri. Vocabulario Jurídico. p.14).

"El principio de la competencia del tribunal del domicilio o de la residencia del


demandado debe ser aplicado no sólo a las personas físicas, sino también a las personas
morales". (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.255, p. 294).

aa. Domicilio.
128

El domicilio según los términos de este artículo, es el domicilio legal del deudor, es decir,
el lugar del principal establecimiento según lo establecido por el artículo 102 del Código
Civil, el lugar donde se encuentra su centro de negocios, actividades o intereses. (Tavares
hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va. ed., p.
333).

El domicilio constituye uno de los cinco atributos de la personalidad, por lo que todo el
mundo debe tener uno y solo un domicilio. (Mazeaud, Henri et al. Lecciones de Derecho
Civil. Parte I, v. II, p.165).

En caso de dificultad, es al tribunal a quien corresponde apreciar cual es el real domicilio.


La competencia es fijada invariablemente por el domicilio del día de la demanda, incluso
en caso de que el demandado cambiara de domicilio en el curso de la instancia. (Morel,
René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.254, p. 293-294). El domicilio aparente
produce los mismos efectos que el real. (Mazeaud, Henri et al. Lecciones de Derecho Civil.
Parte I, v. II, p.172; Sent. SCJ. Mayo 1954. BJ. 526.1096).

Existen casos donde la ley determina de oficio el lugar del domicilio de una persona ya
sea por profesión o por dependencia; estas personas son: 1) los menores no emancipados,
cuyo domicilio es el de su tutor. 2) las mujeres casadas no separadas de cuerpos, que
tienen su domicilio en el de su marido. 3) Los sujetos a interdicción, que su domicilio es el
del tutor. 4) las personas que sirvan habitualmente en casa de otras personas, que tienen
como domicilio el de la persona a la cual sirven. 5) Los funcionarios públicos con cargos
vitalicios. Las personas cuyo domicilio es fijado por la ley no pueden cambiar de domicilio.
(Planiol/Ripert. Biblioteca Clásicos del Derecho Civil. Derecho Civil. Parte A, v. III, p. 93).

Si el demandado no tiene domicilio o en todo caso no tiene domicilio conocido, es el


tribunal de su residencia el competente. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure
Civile. n. 254, p. 294). La residencia es el lugar donde una persona habita o tiene el
asiento de sus negocios, sin que este sea necesariamente su domicilio. (Capitant, Henri,
Vocabulario Jurídico, p.487). No puede confundirse el domicilio con la simple residencia,
pues ello viciaría el acto de nulidad. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va. ed., p. 146).

Se discute la cuestión de saber que pasa cuando el demandado no tiene ni domicilio ni


residencia conocidos... se ha propuesto atribuir competencia tanto al tribunal del
domicilio del demandante (Cass. Req., 1er fevrier 1918-19-1-137), tanto al tribunal del
lugar donde se encuentra el demandado a título pasajero, tanto al tribunal del lugar
donde el contrato ha sido suscrito y ejecutado, o incluso dejarlo a la elección del
demandante. (Bourges, 17 nov. 1902, D.1904-2-7; Morel, René. Traité Élémentaire de
Procédure Civile. n. 254, p.294).

"En el caso de que haya pluralidad de demandados, el demandante podrá emplazarlos a


todos en el domicilio de uno de ellos, ya que de lo contrario se convirtiera en un proceso
lento y complicado, donde hasta se podrán dictar sentencias contradictorias. Por otro lado
nos señala el mismo autor, que en los casos de que uno de los demandados no tenga
domicilio conocido sino, una residencia, no se podrá emplazar a todos por ante la
residencia de este codemandado". (Pérez, Artagnan. Procedimiento Civil. t. I, p. 122).

b) Acciones Reales.

Las acciones reales son aquellas que demandan el reconocimiento o la protección de un


derecho que posee una persona sobre una cosa, la cual implica el ejercicio de un derecho
real, mobiliario o inmobiliario. El número de los derechos reales está limitado por la ley,
129

por lo que el número de acciones reales es limitado y éstas llevan nombres especiales.
Son acciones reales, la acción en reivindicación, la acción confesoria, la acción negatoria,
la acción posesoria, y las acciones que garantizan los derechos reales de prenda, privilegio
e hipoteca. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.54, p. 79).

El artículo 59 atribuye competencia, en materia real (entender real inmobiliaria, ya que en


demandas sobre muebles se tomara en cuenta el domicilio del deudor), al tribunal de la
situación del objeto litigioso. Este tribunal es el mejor situado para proceder o hacer
proceder a las medidas de instrucción: traslado a los lugares, experticios, etc. (Morel,
René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. nn. 54 y 262, pp. 79 y 299).

c) Acciones Mixtas.

Hay dos grupos de acciones mixtas: 1) Las acciones que tienden a obtener la ejecución de
un acto jurídico por medio del cual se ha transferido o constituido un derecho real
inmobiliario sobre inmuebles no registrados. El elemento personal de estas acciones es la
ejecución de obligaciones del vendedor o del donante, y el elemento real, es el que tiende a
hacer reconocer el derecho real de propiedad en favor del comprador o del donatario; y, 2)
las acciones que tienden a recobrar un inmueble no registrado obteniendo la revocación,
la rescisión, la anulación o la resolución de un acto jurídico traslativo del derecho de
propiedad o constitutivo de otro derecho real inmobiliario. El elemento de carácter
personal es el derecho de obtener la resolución, revocación, anulación o rescisión del
contrato, y el elemento real es el derecho de obtener el retorno del derecho de propiedad
del vendedor. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. I, 8va. ed., p. 256).

"En materia mixta inmobiliaria, el demandante tiene la elección entre el tribunal del
domicilio del demandado y aquel del lugar de la situación del inmueble". (Morel, René.
Traité Élémentaire de Procédure Civile. n. 264, p. 302).

d) Acciones en materia de Sociedad.

"El artículo 59 atribuye competencia, en materia de sociedad, al tribunal del domicilio


social (...) esta disposición no es más que una aplicación de la regla actor sequitur forum
rei, en tanto que ella permite emplazar a la sociedad en el lugar de su domicilio social,
pero ella constituye una derogación a esta regla cuando se aplica a las contestaciones
entre asociados y a las contestaciones entre la sociedad y un socio en el rol de
demandado. Si hay contestación entre la sociedad demandante y un tercero, en el rol de
demandado, nos atenemos a la regla actor sequitur forum rei". (Morel, René. Traité
Elementaire de Procédure Civile. n. 262, p. 299).

Se entiende por domicilio o casa social el principal establecimiento que posea una entidad
comercial o la oficina del representante en cada jurisdicción de la República (Artículo 3 de
la Ley No. 259 del año 1940, conocida como Ley Alfonseca Salazar; Sent. SCJ. Agosto
1978. B.J. 813.1567).

El emplazamiento hecho en materia de sociedad se hará mientras exista la sociedad, a la


casa social de la misma, o en la persona de los administradores o gerentes que tienen
calidad de representarlas, indicándose esa calidad en el acto. "(...) La sociedad es
considerada como existente durante el tiempo necesario para su liquidación (...) La
disposición del artículo 59 debe ser aplicada a las asociaciones provistas de personalidad
jurídica". (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n. 255, p. 295).

e) Acciones en materia de Sucesión.


130

Todas las acciones relativas a una sucesión la ley ha establecido que se presenten ante el
tribunal del lugar de la apertura de la sucesión, en el domicilio del difunto, donde se
encontrarán los bienes a partir y los documentos necesarios a la partición (Morel, René.
Traité Élémentaire de Procédure Civile. n. 263, p. 300). Cuando de los herederos que
integran la sucesión están determinados resulta obvio que una sucesión debe ser
notificada a cada uno, pues en caso contrario el emplazamiento resultaría nulo y carente
de efecto. (Sent. SCJ. 25 marzo de 1998. BJ. 1048.105ó110).

La ley dice "hasta la divisoria inclusive"; debe entenderse por ello "hasta que la partición
no se halla convertido en irrevocable"; en consecuencia, las acciones en garantía entre
coherederos, en rescisión o en nulidad de la partición deben ser llevadas por ante el
tribunal del lugar de apertura de la sucesión (Artículo 822, C. civ). Luego de la disolución
de la sucesión, el principio de la competencia del tribunal del domicilio del heredero
vuelve a imperar. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n. 263, p. 300).

"La enumeración del artículo sobre la competencia del tribunal donde se encuentre
abierta la sucesión es absolutamente limitativa de forma que cualquier otra demanda
sucesoria está sujeta a los principios del derecho común de la competencia territorial".
(García De Peña, Luis Víctor. Nociones de Derecho Judicial Privado. p. 97)

La Corte de Casación Francesa ha juzgado que el tribunal competente para estatuir sobre
la validez de un testamento es aquel de la apertura de la sucesión. (Morel, René. Traité
Élémentaire de Procédure Civile. n. 263, p. 300).

f) Acciones en materia de Quiebra.

"El tribunal de comercio que pronuncia la quiebra o la liquidación judicial, es competente


para estatuir sobre todas las acciones que nacen de la quiebra. Era necesario, aquí
también, por razones de celeridad y de unidad de dirección, centralizar por ante la misma
jurisdicción todos los litigios relativos a la administración y a la liquidación de los bienes
del quebrado. De ahí el atentado de la ley a la regla actor sequitur forum rei; el artículo
59 atribuye competencia al juez del domicilio del quebrado. Los terceros que han estado
en relación con el quebrado podrán ser emplazados por el síndico de la quiebra por ante
el tribunal de la quiebra". (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n. 267, p.
305).

"En lo que concierne a la quiebra, al parecer se destaca una distinción de la


jurisprudencia: hay atribución exclusiva de la jurisdicción del tribunal del domicilio del
quebrado, siempre que se trate de pronunciar la quiebra y efectuar las operaciones que
esta necesita. (Casación francesa civil, 15 de julio 1890, S.90ó1ó369; 5 febrero 1906,
S.1908ó1ó9); de aquí en adelante, cualquier otro tribunal seria incompetente de una
manera absoluta a este efecto. La regla del artículo 59 del Código de Procedimiento Civil
no es, por el contrario, más que una simple regla de competencia territorial desde
cualquier otro punto de vista, cuando se trate de demandas relacionadas con la quiebra,
pero que no tratan sobre una cuestión relativa a sus operaciones". (Morel, René. Traité
Élémentaire de Procédure Civile. n. 271, p. 311).

La disposición del artículo 59, párrafo 7, no se aplica más que a las acciones que son,
ratione materiae, de la competencia del tribunal de la quiebra. (Casación francesa, 30
enero de 1911, S.1912-1-372).

g) Acciones en materia de Garantía.

La acción en materia de garantía es la que se ejerce con el fin de reclamar un derecho real
accesorio. Estos derechos pueden ser legales o convencionales, personales o reales y
131

generales o especiales. (Mazeaud, Henri et al. Lecciones de Derecho Civil. parte III, v. I, p.
11).

"Cuando la garantía es reclamada por demanda principal e introductiva de instancia se


aplica la regla general de la competencia del tribunal del demandado". (Tavares hijo,
Froilán. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va. ed., p. 337). "De
acuerdo al artículo 59, la demanda incidental en garantía es llevada por ante el juez ya
apoderado de la demanda originaria. Se trata más que nada de un caso de prorrogación
legal de jurisdicción". (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n. 262, p.
299-300).

"En lo que concierne al tribunal de primera instancia, es un principio admitido en


doctrina y consagrado por la jurisprudencia que este tribunal, apoderado de una
demanda principal, es competente para estatuir sobre las demandas conexas que no
serían normalmente de su competencia, ya sea ratione personae o ratione materiae.
Relacionamos a veces esta solución a la regla de que el juez de la acción es el juez de la
excepción; pero hemos visto que esta regla no trata sobre las defensas. Otros ven una
consecuencia de la plenitud de jurisdicción del tribunal civil. En todo caso, la
competencia del tribunal civil con respecto a las demandas incidentales o conexas resulta
de una regla tradicional en nuestro derecho, (...). La persistencia de esta regla es incluso
demostrada por un texto especial, el artículo 59, párrafo 8, que hace la aplicación en
materia de garantía, y una disposición más general, el artículo 171 del Código de
Procedimiento". (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n. 282, p. 323-324).

h) Acciones en materia de Elección de Domicilio.

El domicilio elegido consiste en un caso de prorrogación voluntaria de competencia a un


lugar generalmente distinto al domicilio real, fijado por la ley o la convención de las partes
para el cumplimiento de un acto o convención. (Capitant, Henri, Vocabulario Jurídico, p.
234). Salvo algunas disposiciones particulares a procedimientos ejecutorios la elección de
domicilio no es atributiva de competencia. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p. 338).

"Cuando un acta contenga por parte de algunos de los interesados elección de domicilio
para su ejecución en otro lugar que el del domicilio real, las notificaciones, demandas y
demás diligencias, podrán hacerse en el domicilio convenido y ante el juez del mismo".
(Artículo 111 del Código Civil Dominicano).

"(...) que las partes pueden renunciar a notificar los actos en el domicilio de elección y
dirigir sus notificaciones al domicilio real u ordinario de su adversario, (...)". (Sent. SCJ.
22 de septiembre de 1999, BJ. 1066.190-197).

"(…) la elección de domicilio no tiene efecto mas que para las partes del contrato y sus
herederos habientes universales o a título universal, y en relación tan sólo con la
ejecución del contrato... la elección de domicilio tiene como consecuencia la atribución de
competencia al tribunal del domicilio elegido". (Mazeaud, Henri et al. Lecciones de
Derecho Civil, Parte I, t. II, p.174).

"Que la notificación en el domicilio de elección, no conlleva violación a los artículos 68 y


456 del Código de Procedimiento Civil, ya que para los fines legales, el domicilio de
elección es el domicilio de la persona, tal y como se infiere de las disposiciones
combinadas de los artículos 59 del Código de Procedimiento Civil y 111 del Código Civil
que disponen que en caso de elección de domicilio para la ejecución de un acto, las
notificaciones, demandas y demás diligencias, podrán ser hechas en el domicilio elegido".
(Sent. SCJ. 24 de junio de 1998. B.J. 1051.146).
132

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

"El emplazamiento es el acto de alguacil por el cual el demandante cita a su adversario a


comparecer ante el tribunal" (Artículo 75). A diferencia del Código de Procedimiento Civil
actual, el proyecto de código de procedimiento civil define el concepto de emplazamiento.
Dicho concepto expresado en el artículo 75 del proyecto de código confunde las nociones
de emplazamiento y citación, no atendiendo así a las distinciones doctrinales.

"La acción es el derecho, para el titular de una pretensión, de ser oído sobre el fondo de
esta a fin de que el juez la decida bien o mal fundada". (Artículo 45).

El proyecto de Código de Procedimiento Civil cambia el artículo 59 al excluir la


competencia territorial del capítulo I del titulo II, libro segundo que es el que trata de los
emplazamientos y situarla en el libro primero título II capítulo II bajo la denominación de
"competencia territorial" en los artículos 61 y siguientes. Este texto establece que: "en
materia personal, la jurisdicción territorialmente competente es, salvo disposiciones
contrarias, la del lugar del domicilio del demandado. Si hay varios demandados, el
demandante apoderara, a su elección, la jurisdicción del lugar del domicilio de uno de
ellos. Si el demandado no tiene ni domicilio ni residencia conocidos, el demandante
apoderara la jurisdicción donde el esta domiciliado. De igual manera, si el demandado
tiene su domicilio en el extranjero" (Artículo 61).

"La competencia territorial se fijará de la manera siguiente: Si se trata de una persona


física, el lugar donde esta tiene su domicilio o a falta de este donde tiene su residencia. Si
se trata de una persona moral, la del lugar donde tiene su domicilio social o esté
establecida." (Artículo 62).

El proyecto mantiene inalterable la competencia en materia personal, real, y en materia


de sucesión. En las demás materias también se conserva la fórmula original pero faculta
a que se apodere, a opción del demandante, las jurisdicciones estipuladas o la
jurisdicción del domicilio del demandado.

Los artículos referentes a la competencia en razón del territorio, para la materia personal,
solamente modifican las disposiciones actuales en lo referente a la introducción de la
posibilidad al demandante de apoderar al tribunal de su domicilio en caso de que
desconozca el domicilio o residencia de su adversario.

"En materia real inmobiliaria, la jurisdicción del lugar donde esta situado el inmueble, es
la única competente." (Artículo 63). Este artículo sustituye el termino "materia real" por
"materia real inmobiliaria" y el término "objeto litigioso" por el de "inmuebles", acogiendo
así los principios jurisprudenciales y doctrinales antes expresados.

"En materia de sucesión se deben llevar todas las demandas relacionadas con la misma,
por ante la jurisdicción del lugar de la apertura de la sucesión" (Artículo64). En el artículo
59 la disposición que establece este artículo se prevé únicamente para los 3 casos
limitativamente establecidos, contrariamente al proyecto que incluye todas las acciones
en materia de sucesión.

El demandante podrá apoderar a su elección, además de la jurisdicción del lugar del


domicilio del demandado, a los siguientes tribunales: 1) En materia contractual en el
lugar de la entrega efectiva de la cosa o el lugar de la ejecución de la prestación del
servicio; 2) En materia delictual la jurisdicción del lugar del hecho dañoso o aquella en la
cual el daño ha sido sufrido; 3) En materia de alimentos o contribución a las cargas del
matrimonio, la jurisdicción del lugar donde esta domiciliado el acreedor, sin perjuicio en
133

los dispuesto por leyes especiales de protección a la familia; 4) En materia mixta la


jurisdicción del lugar en que radique el objeto litigioso, o el del domicilio del demandado;
5) En materia de quiebra, la jurisdicción del domicilio del quebrado; 6) En materia de
garantía, la jurisdicción del lugar donde se halle pendiente la demanda originaria; y, 7)
En el caso de elección de domicilio para la ejecución de un acto, la jurisdicción del
domicilio designado o el del domicilio real del demandado. (Artículo 65).

El artículo introduce de manera facultativa lo referente a los literales a), b), y c); y da este
carácter opcional, que bajo el amparo del Artículo 59 del CPC es obligatorio, a los casos
del d) al g) actualmente contemplados en nuestra legislación.

"Toda persona física o moral, individuo o sociedad, sea cuales fueran sus estatutos, que
ejerza actos de la vida jurídica en la República por medio de un establecimiento
cualquiera o de un representante, será emplazada en el lugar donde tenga su principal
establecimiento en la República o en la oficina de su representante en cada jurisdicción
de la República" (Artículo66).
74. Esta disposición incorpora al proyecto de Código de Procedimiento Civil la disposición
que actualmente consagra la ley Alfonseca Salazar, la cual fue estudiada
precedentemente.

Artículo 60

Las demandas intentadas por los abogados y oficiales ministeriales, en pago de


honorarios, se discutirán por ante el tribunal en donde se hubiesen causado dichos
honorarios.

Tabla de Contenido

1. Derogación del Artículo 60. Fundamento.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. Derogación del Artículo 60. Fundamento.

En la actualidad los honorarios no se discuten a través de una demanda sino que se hace
a través de un acto administrativo ordenado por el tribunal.

"Los abogados después del pronunciamiento de sentencia condenatoria en costas,


depositarán en secretaria un estado detallado de sus honorarios y de los gastos de la
parte que representen el que será aprobado por el Juez o Presidente de la Corte en caso
de ser correcto, a los cinco días que sigan a su depósito en secretaría.

Párrafos del Artículo 9 de la Ley No. 302: “Párrafo I. La liquidación que intervenga será
ejecutoria, tanto frente a la parte contraria, si sucumbe, como frente a su propio cliente
por sus honorarios y por los gastos que haya avanzado por cuenta de este. Párrafo II. La
parte gananciosa que haya pagado los honorarios a su abogado así como los gastos que
este haya avanzado, podrá repartirlos frente a la parte sucumbiente que haya sido
condenado al pago de los gastos y honorarios. Párrafo III. Cuando exista pacto de cuota
litis, el Juez o el Presidente de la Corte a quien haya sido sometida la liquidación no
podrá apartarse de lo convenido en él, salvo en lo que violare las disposiciones de la
presente ley. El pacto de cuota litis y los documentos probatorios de los derechos del
abogado estarán exonerados en cuanto a su registro o transcripción, del pago de todos los
impuestos, derechos fiscales o municipales". (Artículo 9. Ley No. 302 del 18 junio de 1964
sobre Honorarios de Abogados).
134

"Cuando los gastos y honorarios sean el producto de procedimiento contencioso


administrativo, asesoramiento, asistencia, representación o alguna otra actuación o
servicio que no puedan culminar o no haya culminado en sentencia condenatoria en
costas, el abogado depositará en la Secretaria del Juzgado de Primera Instancia de su
domicilio un estado detallado de sus honorarios y de los gastos que haya avanzado por
cuenta de su cliente que será aprobado conforme se señala en el artículo anterior. Los
causados ante el Tribunal de tierras, serán aprobados por el Presidente del Tribunal de
Tierras." (Artículo 10 de la Ley No. 302 del 18 de junio del año 1964, sobre Honorarios de
Abogados).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo no es incluido en el capítulo de los emplazamientos del proyecto, pues en


materia de honorarios se aplica lo relativo a las costas.

Artículo 61

(Mod. por la Ley No. 296 del 31 de mayo de 1940). En el acta de emplazamiento se
hará constar a pena de nulidad: 1ro. la común, el lugar, el día, el mes y el año del
emplazamiento; los nombres, profesión y domicilio del demandante; la designación
del abogado que defenderá por Él con expresión del estudio del mismo, permanente
o ad hoc, en la ciudad donde tenga su asiento el tribunal llamado a conocer del
asunto, estudio en el que se considerará haber elegido domicilio el intimante, si por
el mismo acto no lo hace, expresamente en otro lugar de la misma ciudad, salvo
previsiones especiales de la ley; 2do. el nombre y residencia del alguacil así como el
tribunal donde ejerza sus funciones; los nombres y residencia del demandado; y el
nombre de la persona a quien se entregue la copia del emplazamiento; 3ro. el objeto
de la demanda, con la exposición sumaria de los medios; y 4to. la indicación del
tribunal que deba conocer de la demanda, así como la del plazo para la
comparecencia.

Tabla de Contenido

1. Formalidades de los Actos.


2. Formalidades Intrínsecas:
A. Fecha del Emplazamiento (menciones generales).
B. Menciones relativas al demandante.
C. Menciones relativas al alguacil.
D. Menciones relativas al demandado.
3. Formalidades Extrínsecas.
4. Formalidades Especiales:
A. Constitución de Abogado.
B. Objeto de la demanda y exposición sumaria de motivos.
C. Tribunal Competente y Plazo de Comparecencia.
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

I. Formalidades de los Actos.

La forma de un acto es el conjunto de los elementos que conforman el aspecto exterior del
mismo, por el cual se manifiesta su existencia. Las formalidades son las reglas que deben
observarse para que esta manifestación exterior de la voluntad de las partes sea
135

constatada regularmente y conserve eficazmente los derechos establecidos en el acto. La


ley da una gran libertad a las partes en lo que concierne a la forma de los actos, pero a
veces la regula de un modo más estricto. Frecuentemente se oponen las formalidades de
forma con las formalidades de fondo, las primeras conciernen al aspecto exterior del acto
mientras que las segundas se refieren al contenido del acto, se dice que a los hechos
jurídicos que éste establece. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II. Formes. nn.1ó4. p. 25).

2. Formalidades Intrínsecas:

A. Fecha del Emplazamiento.

La primera mención necesaria a todos los actos de alguacil es la fecha del acto. La
mención de la fecha presenta, entre otras utilidades, la de hacer conocer si el acto ha sido
notificado en tiempo útil, o la de marcar el punto de partida de los plazos que el acto hace
correr. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.388 p. 426).

La indicación de la fecha es una formalidad sustancial por su naturaleza misma, el


emplazamiento debe contener la fecha en la cual ha sido realizado, puesto que este hace
correr los plazos, es el punto desde donde empiezan a correr los intereses y también se
toma en cuenta para la interrupción de la prescripción. Además permite confirmar si ha
sido hecho en fecha apta y si el oficial público estaba presente en su jurisdicción en la
fecha indicada. La ley no exige, en general, la mención de la hora de la notificación, pues
esta, al parecer, carece de interés. Los plazos se computan por días completos a partir de
la notificación; sin embargo, la mención de la hora es exigida en ciertos casos
excepcionales, como por ejemplo en los casos de referimiento de hora a hora. (Dalloz,
Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I. Exploit. nn.41-
45. p. 1000).

Una fecha ilegible equivale a una ausencia de fecha. (Paris, 24. oct. 1979: Bull. Ch.
Avoues 1979. 2.20).

"Que al no tener fecha, o sea el día en que fue notificado dicho acto, no se puede
establecer la regularidad de citación del prevenido, en relación al plazo de comparecencia
que debe serle concedido para asistir a la audiencia; que en consecuencia en esas
condiciones al pronunciar la condenación en defecto del prevenido, con una citación
irregular, la Sentencia impugnada debe ser casada, por violación al derecho de defensa."
(Sent. SCJ. 1ero. de octubre de 1990. B.J.959.34).

B. Menciones relativas al demandante.

El acto debe contener la designación del requeriente: nombre, profesión y domicilio del
demandante (...) si el requeriente actúa como mandatario, hay lugar a observar la regla
"nadie puede litigar por procurador. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile.
n.388, p. 427).

Las menciones relativas al demandante deben figurar en todos los emplazamientos


porque es esencia que aquel que reciba una notificación, conozca de un modo exacto, la
persona de quien emana y el lugar donde esta domiciliado, sea para verificar lo bien
fundado de su pretensión, sea para notificar los actos en respuesta, sea para entrar en
negociaciones en virtud de algún acuerdo. La cuestión de saber si las enunciaciones del
emplazamiento contienen una designación suficiente del demandante es dejada a la
soberana apreciación de los jueces de fondo. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I. Exploit. n.50. p. 1001).
136

Cuando un mandatario ejerce la acción a nombre de su mandante, el emplazamiento


debe ser notificado en nombre del primero. No es suficiente que el mandatario presente el
poder que se le ha otorgado. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I. Exploit. n.54 p. 1001).

La indicación de la profesión es un medio suplementario de identificar al requeriente,


pero la jurisprudencia es flexible al admitir que su omisión no conlleva la nulidad de la
instancia en la que el requeriente esta lo suficientemente identificado. (Dalloz,
Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I. Exploit. n. 61 p.
1002).

"No es causa de nulidad de acto de procedimiento la omisión de la profesión del


recurrente." (Sent. SCJ. 12 de agosto de 1998. B.J.1053.70-71).

El domicilio que debe ser indicado, normalmente, es el domicilio legal, lugar del principal
establecimiento y no el de residencia. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I. Exploit. n. 64. p. 1002).

C. Menciones relativas al alguacil.

El acto debe contener la designación del alguacil: "los nombres, morada y matrícula del
alguacil", la matrícula es la inscripción del alguacil en la tabla de alguaciles admitidos a
ejercer ante el tribunal. La designación exacta del alguacil, que instrumenta, es
indispensable para que se pueda verificar que éste es competente. (Morel, René. Traité
Élémentaire de Procédure Civile. n.388, p. 427).

La indicación del alguacil tiene por objeto establecer que la notificación ha sido hecha por
un alguacil con derecho para instrumentarla y territorialmente competente. Las
menciones requeridas son el nombre y apellido, pero la omisión del apellido no parece
poder ser una causa de nulidad a menos que el alguacil tenga un homónimo entre los
alguaciles de su jurisdicción de donde pueda resultar una confusión acerca de la persona
del alguacil que instrumentó el acto. La mención del domicilio tiene por objeto permitir a
la parte notificada entrar en contacto con el alguacil; la mención de la matrícula es la
inscripción en la tabla de alguaciles admitidos por el tribunal en el que ejerce sus
funciones. Esta establece su competencia territorial. (Dalloz, Encyclopedie. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I. Exploit. nn.67-68. p. 1003).

“Considerando, que el examen del expediente revela la copia del emplazamiento que le fue
entregado a la parte recurrida y contenido en el acto de fecha 16 de octubre de 1965,
carece de la firma del alguacil que lo notificó; que si bien es cierto que el Código de
Procedimiento Civil ni en la Ley sobre Procedimiento de Casación, no existe texto alguno
que exija que los emplazamientos deben ser firmados por el alguacil que los notifica, y
que el artículo 1030 del mencionado Código de Procedimiento Civil prescribe que ningún
acto de alguacil se podrá declarar nulo, si la nulidad no está formalmente declarada por
la ley; también es cierto que cuando en un acto de omite la firma del funcionario que los
instrumenta, entonces no se trata del incumplimiento de una formalidad no requerida por
la ley a pena de nulidad, sino de un requisito sustancial e indispensable sin e cual el acto
es necesariamente inexistente, porque la firma del que lo redacta es lo que le da la
autenticidad, es decir, su naturaleza y carácter; que, por ello, un acto no puede ser
calificado como tal si no está suscrito por quien asuma esa función ministerial, ya que su
firma es la que hace que el acto le pertenezca; firma que, consiguientemente, constituye
una formalidad esencial”. (Sent. SCJ. 14 de octubre de 1966. BJ. 671.2012).

D. Menciones relativas al demandado.


137

El acto debe contener la indicación de la persona a quien el acto es notificado. Estamos


obligados a ser aquí menos estrictos que con respecto a la designación del demandante;
en lo que concierne al destinatario del acto, la ley no exige la indicación del domicilio ni
de la profesión que pueden ser ignorados por el requeriente. En la práctica, no se exige a
pena de nulidad la indicación del nombre o de todos los nombres; sólo es necesario que el
destinatario sea claramente designado para que no haya error posible. (Morel, René.
Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.388, p. 427).

El emplazamiento debe contener el nombre y la dirección del demandado. El nombre


comprende, en principio, el primer nombre y el apellido, pero la omisión del apellido no
puede entrañar la nulidad del emplazamiento sino existe duda sobre el destinatario del
mismo, en tanto que el requeriente puede que esté en la imposibilidad de conocer, de una
manera precisa el apellido de su adversario. En cuanto a la dirección el Artículo 61 habla
de residencia y no de domicilio como en el caso del demandante, y esto en el supuesto de
que el demandante podría no conocer el verdadero domicilio del demandado. (Dalloz,
Encyclopédie. 1955. RÉpertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I. Exploit. n.80. p.
1004) .

3. Formalidades extrínsecas.

"Un acto está además sometido a la observación de ciertas reglas, llamadas formalidades
extrínsecas, que tienen sobre todo un carácter fiscal. El acto debe ser escrito sobre papel
sellado por el alguacil. (...) los actos deben ser redactados sin espacios en blanco,
lagunas, intervalos, ni abreviaturas. Las ralladuras, envíos, sobrecargas deben ser
aprobadas." (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.389, p. 427).

4. Formalidades Especiales:

A. Constitución de Abogado.

El emplazamiento deberá contener la constitución del abogado que postulará por el


demandante y donde la elección de domicilio es de derecho, a menos que una elección
contraria sea mencionada en el acto. (Morel, René. Traité Elementaire de Procédure Civile.
n. 441, p. 478; Dalloz, Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale.
t. I. Exploit. n. 3. p. 673).

El acta de emplazamiento debe contener la designación del abogado que defenderá, con la
indicación del estudio donde tenga su asiento el tribunal, la omisión de la referida
formalidad no esta prescrita a pena de nulidad si no perjudica el interés de la defensa de
la parte recurrida. (Machado, Pablo A. Jurisprudencia Dominicana. 1960-1976. t. I,
n.1309, pp. 731-732).

B. Objeto de la demanda y exposición sumaria de motivos.

Esta es la razón del acto. Esta mención es importante para la determinación del alcance
del litigio. Los medios invocados como apoyo al objeto de la demanda deben ser expuestos
pero no necesariamente desarrollados. En cuanto al objeto de la demanda, debe ser
suficientemente precisado. Basta incluso que el demandado pueda entenderlo. (París, 25
mayo 1925, Gaz. Pal. 31 julio. Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.441,
p. 478).

La designación del objeto es una formalidad esencial a fin de que el demandado sea
informado sobre la pretensión en su contra. Conviene que este objeto sea claramente
enunciado. (Vincent, Jean et Serge Guinchard. 1996. Procédure Civile. p. 500).
138

Este requisito responde a un interés evidentemente práctico: hacer que la parte notificada
conozca la reclamación que hay en su contra. No hay ninguna fórmula sacramental
prevista para la redacción de este medio, es suficiente que el objeto del emplazamiento
aparezca claramente y que su destinatario pueda entenderlo. (Dalloz, Encyclopédie 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I. Exploit. n.83. p. 1004).

C. Tribunal Competente y Plazo de Comparecencia.

El tribunal debe ser designado de una manera precisa, ya que pueden haber varios
tribunales competentes. En cuanto a la indicación del plazo, existe controversia. Algunos
exigen la indicación del plazo real, pero la jurisprudencia se conforma con la mención "en
el plazo de la ley" (Cass. 27 febrero 1860. Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure
Civile. n.441, p. 478).

5. Proyecto de Código Procedimiento Civil.

Este artículo es incluido en el título de la demanda en justicia, en la sección del


emplazamiento, específicamente en el Artículo 76, es ampliado en gran medida al
introducir nuevos requisitos, que en su mayoría eran utilizados en la práctica, que deben
contener los emplazamientos. Estos nuevos elementos son: * La indicación de la
naturaleza de la acción que se ejerza cuando por ella haya de determinarse la
competencia.* Copia legible del documento de identidad del demandante, y en su caso,
del representante.* La prueba que acredite la representación legal del demandante, si se
tratare de personas jurídicas o naturales que no pueden comparecer por si mismas. * La
prueba de la calidad o del título con que actúe el demandante, salvo que tal calidad sea
materia de conflicto de intereses. * Los demás documentos y pruebas que para un caso
especial exija este Código.

Artículo 62

En el caso de que el alguacil tenga que salir fuera de la población para notificar el
acta de emplazamiento, se le abonarán sus dietas, conforme al arancel de costas
judiciales.

Ver tablas de la Ley No. 302 sobre honorarios de abogados.

Artículo 63

No se notificará ningún emplazamiento en los días de fiesta legal, sin permiso del
presidente del tribunal que deba conocer de la demanda.

Tabla de Contenido

1. Notificación en Días Feriados.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Notificación en días feriados.

En los días de fiesta legales no se hará ninguna notificación, excepto con autorización del
juez competente si hubiere peligro en la demora. (Artículo 15, Ley No. 821 de 1927 sobre
Organización Judicial).
139

La notificación no puede ser hecha a toda hora y en cualquier día. En los términos del
artículo 1037 del Código de Procedimiento Civil, ninguna notificación ni ejecución podrá
ser hecha antes de las seis de la mañana o despuÉs de las seis de la tarde; tampoco los
días de fiesta legal, salvo en virtud del permiso del juez en los casos en que hubiera
peligro en la demora. La imposibilidad de notificar a otras horas que aquellas fijadas por
la ley, tiene como fundamento el principio de la inviolabilidad del domicilio, además de la
preocupación de evitar las dificultades y los riesgos que podría conllevar una notificación
o una ejecución durante la noche. Existe una diferencia entre la prescripción de la ley
relativa a las horas y aquella relativa a las fiestas legales: el alguacil no puede jamás ser
dispensado por el juez de observar la primera. Puede, por el contrario, obtener del juez el
permiso de notificar un día de fiesta legal en el caso donde habría peligro en la demora.
De ahí que ciertos autores concluyan que toda notificación hecha fuera de las horas
legales es nula, pero que no es lo mismo para aquella hecha un día de fiesta legal y sin
permiso del juez, la sanción sería sólo la multa pronunciada contra el alguacil en virtud
del artículo 1030. La cuestión es sin embargo, controvertida, algunos admiten que la
inobservancia del artículo 1037 es siempre sancionada con la nulidad; otros deciden por
el contrario, que no hay nunca nulidad, en ausencia de una disposición expresa. La
jurisprudencia está dividida. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n. 393,
p. 430).

La notificación puede hacerse un día de fiesta legal en virtud de un permiso del juez. Este
tiene un poder discrecional para decidir si lo otorga o no dependiendo de las
circunstancias. El emplazamiento notificado sin autorización en un día de fiesta legal no
es nulo, pero el alguacil será susceptible de aplicársele sanciones disciplinarias. (Dalloz,
Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I. Exploit. nn.93-94.
p. 1006).

Ver Artículo 1037 del presente Código.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 599 en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil. Se


mantiene, en esencia, inalterable pues solo añade que el juez dará las autorizaciones
necesarias para emplazar en caso de urgencia o necesidad, lo cual se induce del artículo
actual.

Artículo 64

En materia real o mixta, los emplazamientos expresarán, a pena de nulidad, la


naturaleza de la heredad, la común y, en tanto que sea posible, la sección o lugar en
que esté situada; dos de los linderos, a lo menos; si fuere una casa, se expresará la
calle y el número, si lo hubiere: si se trata de un predio rústico o fundo de labranza
o granja, bastará designar el nombre y la situación de ellos.

Tabla de Contenido
1. Emplazamientos en Materia Real o Mixta. Formalidades.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Emplazamientos en Materia Real o Mixta. Formalidades.


140

En materia real o mixta, es necesario, a pena de nulidad, que el acto enuncie la


naturaleza del inmueble, la común y, en la medida de lo posible, la parte de la común
donde está situado y por lo menos dos de los poseedores. (Morel, René. Traité Élémentaire
de Procédure Civile. n. 441, p. 479).

Las exigencias de la ley en el Artículo 64 tiene por objeto hacer conocer al demandado
sobre cual inmueble recae la contestación; cuando el emplazamiento no enuncia la
naturaleza y la situación de los inmuebles, se puede reparar esta omisión por un acto
posterior notificado a la parte o al abogado, siempre que sea antes de que hayan vencido
los plazos y antes de que la nulidad del acto sea demandada. Estas formalidades, aunque
prescritas a pena de nulidad, pueden ser suplidas ya sea por las enunciaciones de otros
actos en donde se haga una descripción suficiente del inmueble, ya sea por equivalentes.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotes.1910. Nouveau Code de Procédure Civile.
nn.1-6 p. 279).

2. Proyecto de Código Procedimiento Civil

Este artículo no es incluido en el título correspondiente.

Artículo 65

(Mod. por la Ley No. 5210 del 11 de septiembre de 1959). Con el emplazamiento se
dará copia de los documentos, o de la parte de aquellos en que se apoye la demanda.
A falta de estas copias, no se regularán en las costas las que el demandante
estuviere obligado a producir en el curso de la instancia.

Ver Artículo 68 del presente Código.

Artículo 66

El alguacil no podrá autorizar los actos requeridos por sus parientes y afines, ni los
de su esposa, en línea directa, hasta lo infinito; y en la línea colateral, hasta primo
hermano inclusive: el todo a pena de nulidad.

Tabla de Contenido

1. Limitaciones al ejercicio de las funciones de los ministeriales. Sanciones.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Limitaciones al ejercicio de las funciones de los ministeriales. Sanciones.

“Los alguaciles están obligados a prestar su ministerio a toda persona que le solicite y no
deben negarse a hacer ningún acto de su competencia, sin excusa legal, bajo la pena de
destitución. Este principio sufre las siguientes excepciones: no pueden prestarles sus
servicios ni a sus ascendientes y descendientes, ni a los afines en el segundo grado.
Tampoco pueden ejercer sus funciones en su servicio o en "contra de sí mismo". Tampoco
a favor de su esposa, en línea directa, hasta lo infinito. Todo a pena de nulidad." (Goico de
Castro, Héctor Barón. 1983. Monografía del Alguacil o Curial. p. 15).

El alguacil puede, en cambio, instrumentar una contestación donde tenga interés pero no
figure su persona, ni pueda ser puesto en causa en su propio nombre o como
141

representante de una de las partes, por ejemplo para una sociedad donde el es asociado
comanditario. (Civ. 22 janv. 1879: DP 1879.1.159).

2. Proyecto de Código Procedimiento Civil.

Este artículo no es incluido en el título correspondiente.

Artículo 67

Los alguaciles están obligados a expresar el valor del emplazamiento, tanto en


original como en la copia bajo la pena de un peso, que se hará efectiva al registrarse
el acto.

Tabla de Contenido

1. Costo del Acto.


2. Registro del Acto.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Costo del Acto.

La ley exige que, sobre cada acto, sea indicado el costo del acto. Esta formalidad está
destinada a informar a las partes y a impedirle al alguacil el exigir gastos superiores a las
tarifas. Esta exigencia se encuentra sancionada con una multa y no con la nulidad.
(Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.388, p. 427).

2. Registro del Acto.

Los Alguaciles están obligados a transcribir, en un libro destinado para este objeto, un
extracto de todos los actos que se refieren a su ministerio, bien sea confeccionado por
ellos, o ya que le sean entregados para su notificación con los elementos necesarios e
indispensables para establecer la prueba de su existencia; sin dejar espacio en blanco,
interlíneas o raspaduras, debiendo hacer las rectificaciones y adiciones al margen, y
firmarlas y transcribirlas íntegramente al pie del acto antes de su firma. Los Alguaciles
deben registrar los actos en el plazo indicado por la ley, que es de cinco días. No
solamente para pagar los derechos fiscales, sino porque la formalidad del registro es que
les da fecha cierta. La falta de este requisito es una contravención. (Goico de Castro,
Héctor Barón. Monografía del Alguacil o Curial. 1983. pp. 22 y 28).

“Se prohíbe a los alguaciles, a los interpretes judiciales y a cualquiera otros oficiales
ministeriales, hacer entrega a los requerientes de los originales, de los actos que
instrumenten, sin haberlo registrado, bajo pena de multa de cinco a veinticinco pesos, y
de destitución en caso de reincidencia”. (Goico de Castro, Héctor Barón. 1983. Monografía
del Alguacil o Curial. p. 29).

“Considerando, respecto al primer alegato, que de lo que se trataba en la discusión de la


causa ante el juzgado a-quo era decidir si la notificación hecha por el alguacil
mencionado de la primera sentencia del juzgado de paz era válida o no, por la falta de
registro; que sobre ese punto, es preciso admitir que, contrariamente a lo que ocurre con
el registro de los actos privados, en los que el registro tiene por principal finalidad darles
una fecha cierta para la depuración en caso de litigio, el registro de la notificación de los
actos de alguaciles solo tiene un interés fiscal; en ese punto, la sanción imputable a los
142

alguaciles que no operen el registro en el plazo legal, es de otra naturaleza, pero esa
omisión o tardanza no puede ser la nulidad de las notificaciones. (Sent. SCJ. 8 de
septiembre de 1976. BJ. 790.1487).

3. Proyecto de Código Procedimiento Civil.

Este artículo no es incluido en el título correspondiente.

Artículo 68

(Mod. por la Ley No. 3459 del 24 de septiembre de 1952). Los emplazamientos
deben notificarse a la misma persona, o en su domicilio, dejándole copia. Si el
alguacil no encontrare en Éste ni a la persona a quien se emplaza ni a ninguno de
sus parientes, empleados o sirvientes, entregará la copia a uno de los vecinos quien
firmará en el original. Si el vecino no quiere o no puede firmar, el alguacil entregará
la copia al síndico municipal, o a quien haga sus veces, si fuere en la cabecera de un
municipio, y al alcalde pedáneo si fuere en el campo. Estos funcionarios deberán
visar el original, libre de todo gasto. El alguacil hará mención de todo, tanto en el
original como en las copias.

Tabla de Contenido

1. Notificación a Persona.
2. Notificación a Domicilio.
3. Entrega de la copia a parientes y sirvientes.
4. Entrega de la copia a vecinos.
5. Entrega de la copia al síndico.
6. Mención de Formalidades.
7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Notificación a Persona.

"Notificación hecha al propio destinatario, en cualquier lugar que se lo encuentre."


(Capitant, Henri. 1966. Vocabulario Jurídico. p. 389).

Esta disposición confiere al alguacil la elección entre dos procedimientos: o notificar a la


persona, en el lugar en que la encuentre, o notificar a domicilio. La notificación a persona
no es siempre posible, ya que hace falta que el alguacil encuentre al interesado y que este
último esté presto a recibir la notificación; supone igualmente que el destinatario es capaz
de recibir la copia; comprende en fin cierto riesgo para el alguacil que comprometería su
responsabilidad si, por error, entregara la copia a una persona distinta del destinatario.
Por ello, en la mayoría de los casos el alguacil hace la entrega de la copia a domicilio.
(Morel, René. Traité Elementaire de Procédure Civile. n. 393, p. 431).

“La notificación a la persona puede hacerse en cualquier lugar en que ésta se encuentre,
pero la copia debe entregarse personalmente al destinatario. Se admite, sin embargo, que
el destinatario del acto no esta obligado a recibir la copia cuando se halle en una iglesia o
en un lugar destinado a las autoridades. Se admite, también, que el alguacil no puede
notificar un acto a un magistrado o a un ministro del culto, en el lugar o en el momento
que éstas personas se encuentran en el ejercicio de sus funciones”. (García de Peña, Luis
Víctor. Nociones de Derecho Judicial Privado. 1998, p. 53).
143

El alguacil no puede entregar el emplazamiento a una parte fuera de su domicilio a menos


que él la conozca. Cuando el alguacil hace la notificación a domicilio no tiene la garantía
de la identidad de la persona a la cual entrega la copia; no ocurre lo mismo cuando la
notificación es hecha a la parte fuera de su domicilio. El alguacil que, en confianza,
entrega la copia del emplazamiento a un individuo, que le ha declarado ser aquel a quien
va dirigido el emplazamiento, puede constatar la validez, pero el emplazamiento en que
consta que la copia ha sido remitida a una persona que ha declarado ser el destinatario
del mismo es suficiente, sin que sea necesario que la identidad sea constatada por el
alguacil. La obligación impuesta al alguacil de entregar la copia no implica por ello la
obligación de hacer que la parte la reciba con agrado; la regularidad de la notificación no
puede estar subordinada a la arbitrariedad de la parte ni a la negativa opuesta por ella.
(Dalloz, Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I. Exploit.
nn.97-99, p. 1006).

2. Notificación a Domicilio.

“Notificación efectuada en el domicilio del destinatario, a éste mismo, un pariente, un


servidor o un vecino. En general, el alguacil tiene facultades para efectuar las
notificaciones a la persona misma o en su domicilio”. (Capitant, Henri. 1966. Vocabulario
Jurídico. p. 389).

El domicilio es en efecto el lugar donde, por una verdadera ficción, una parte está siempre
supuesta a estar presente para el ejercicio de sus derechos y sus obligaciones. El
domicilio del que se trata aquí, es el domicilio legal o el domicilio elegido; la notificación
hecha en la residencia no sería válida, salvo, decide la Corte de Casación, en el caso en
que aquel que notifica, de buena fe e inducido en error por las apariencias, ha podido
creer que se trataba del principal establecimiento. (Morel, René. Traité Élémentaire de
Procédure Civile. n.393, p. 431).

La notificación a persona, por deseable que sea, no es siempre posible ya sea porque el
alguacil no conozca al destinatario, ya sea porque este se esconda. El legislador ha
previsto entonces la notificación a domicilio que constituye un modo válido y regular de
entregar las notificaciones. En ese sentido, ha sido juzgado que la notificación entregada
a domicilio goza de una presunción legal. El domicilio en el cual debe ser hecha la
notificación es el domicilio real establecido por el hecho de una habitación efectiva y de la
intención de fijar su principal establecimiento. Concierne al juez del fondo apreciar
soberanamente si el lugar donde ha sido hecha la notificación constituye el principal
establecimiento de la parte y su apreciación escapa del control de la corte de casación. El
emplazamiento puede ser hecho, válidamente, al domicilio aparente si el requeriente es de
buena fe. Toda persona puede cambiar de domicilio y transportar su principal
establecimiento a otro lugar. A este nuevo domicilio es que deben ser hechas las
notificaciones y las hechas al domicilio anterior podrían ser nulas si causan un perjuicio
a la defensa. Es al demandante a quien incumbe la obligación de buscar el domicilio
actual del demandado cuando este último cambia de domicilio; en consecuencia, es nulo,
sobre la reserva de la justificación del perjuicio normalmente causado del hecho de la
irregularidad cometida, el emplazamiento notificado en el antiguo domicilio del
demandado cuando de las circunstancias resulta que el demandante no ignoraba el
cambio de domicilio del demandado y podía averiguarlo con facilidad o ya lo conocía. Si la
parte no tiene domicilio conocido pero tiene residencia es a esta última que la notificación
debe ser hecha. (Dalloz, Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I. Exploit. nn.102-109. pp. 1006-1007).

3. Entrega de la copia a parientes y sirvientes.


144

Cuando el alguacil se presenta al domicilio, puede entregar la copia al destinatario si lo


encuentra; pero no está obligado de informarse si el destinatario está presente: le basta
con entregar la copia a un pariente o sirviente. (...) La ley considera que el pariente o el
sirviente no olvidará entregar el acto al destinatario; en todo caso, la notificación es
considerada como hecha. En la práctica, la aplicación del texto es bastante amplia: se
admite que la copia es entregada válidamente a todo pariente, incluso aunque no habite
normalmente con el destinatario del acto. La jurisprudencia decide que la copia es
válidamente entregada al conserje bajo la cuenta del inquilino, aunque el conserje sea
asalariado del propietario. (Casación civil francesa, 8 mayo 1923). Pero es necesario que
el pariente o sirviente se encuentre en el domicilio. La jurisprudencia se muestra tolerante
igualmente en lo que respecta a la copia que es entregada a domicilio a una persona que
no es ni pariente ni sirviente, basta que la persona a quien el acto haya sido entregado se
presente como pariente o como sirviente; la notificación es válida incluso aunque la
declaración sea inexacta; no se le exige al alguacil verificar la sinceridad de la declaración.
Bastará que en el acto indique que la copia ha sido remitida a una "persona a su servicio,
así declarada". La responsabilidad del alguacil sólo se vería comprometida en caso de
error grosero. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.393, p. 432).

Cuando la notificación es hecha a domicilio, la ley no prescribe que la copia deba ser
entregada a la persona misma. Los parientes, empleados y sirvientes son puestos en la
misma línea que la parte para recibir la copia. El alguacil puede entonces entregar la
copia a un pariente, empleado o sirviente sin tener que asegurarse de la ausencia de la
parte y aun la parte se encuentre en el domicilio. Se habla de parientes, empleados y
sirvientes sin precisar de cuales se trata. Se está de acuerdo en tomar la expresión en el
sentido más amplio posible. En lo que concierne a los parientes, se admite que hasta el
12avo grado tienen calidad para recibir las notificaciones. La expresión sirviente debe
tomarse tambiÉn en su sentido más amplio. Comprende a todos aquellos que están
ligados al destinatario y que reciben un salario. Cuando la copia es dejada a un pariente,
empleado o sirviente, esta debe precisar la relación de parentesco o de servidumbre que
se le ha declarado al alguacil. La irregularidad o la omisión cometida sobre este punto no
entraña la nulidad del acto a menos que de esto resulte un perjuicio para la parte
adversa. Ninguna fórmula ha sido prescrita para constatar la condición de servidumbre o
de parentesco y por tanto el alguacil solo tiene que indicar el nombre y la identidad de la
persona, no tiene que investigar si aquel que dice ser pariente o sirviente tiene realmente
esa calidad; es suficiente con que la notificación haga mención de que la copia ha sido
dejada a una persona que ha declarado, ya sea por error o por engaño, tener la calidad
requerida para recibir el acto. Por esto, los alguaciles acompañan la designación de la
identidad de la persona a quien remiten la copia con las palabras "quien me declaro ser".
La notificación es válida aunque la persona que la recibió no tuviese calidad al efecto si
ella había declarado una calidad que le permitía recibir el acto. (Dalloz, Encyclopédie
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Exploit. nn.125-136, pp. 1008-
1010).

Cuando una actuación es realizada en el domicilio de una parte, corresponde a esta


demostrar que la persona que recibió una notificación no tenia calidad para ello, debiendo
los tribunales, en ausencia de esa prueba dar como válida la diligencia llevada a efecto,
sobre todo si el tribunal ha apreciado que la notificación llegó a su destino. (SCJ. Sent. 31
octubre 2001. BJ.1091.992-993).

4. Entrega de la copia a vecinos.

El alguacil no debe dirigirse a los vecinos más que en defecto de la parte, de sus
parientes, empleados o sirvientes. Por vecino o vecina, debe entenderse una persona
establecida en el mismo edificio o a una distancia tal que deban existir lazos de vecindad
entre el vecino y el destinatario. Los jueces tienen, a ese respecto, un poder soberano de
145

apreciación. La ley no exige que la copia sea dejada al vecino más próximo ni que este
vecino tenga su domicilio y no solamente su residencia en el vecindario. El alguacil no
esta obligado a ir sucesivamente donde todos los vecinos cuando aquel a quien primero
ha propuesto recibir la copia se ha negado. El alguacil no tiene más que indicar el nombre
y el número de la casa del vecino con el cual ha dejado la copia. Sin embargo, es
conveniente que el vecino sea suficientemente identificado para que sea posible verificar
la declaración del alguacil y destruir, si tuviera lugar, la inscripción en falsedad. A
diferencia de los parientes y sirvientes, el vecino que recibe la copia debe firmar el
original. (Dalloz, Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I.
Exploit. nn.137-140, p 1010; Morel, René. Traité Elementaire de Procédure Civile. n.393,
p. 432).

5. Entrega de la copia al síndico.

La entrega de la copia al síndico tiene lugar cuando el alguacil no encuentra a la parte en


su domicilio, ni a ninguno de sus parientes, empleados o sirvientes, o si estos últimos no
han querido recibir la copia, ningún vecino ha querido aceptar la copia o ninguno ha
podido firmar el original. El alguacil está en la obligación de hacer mención de todo esto
tanto en el original como en la copia, el funcionario municipal que recibe la copia no está
obligado a hacérsela llegar al destinatario, ni de dar aviso de ella. Tiene sólo como misión
conservar la copia conforme a los usos municipales. El funcionario que recibe la copia
debe firmarla, omisión esta que podría entrañar la nulidad del acto si resulta un perjuicio
para la parte adversa. El cumplimiento de esta formalidad debe, bajo la misma sanción,
constar a modo de mención hecha por el alguacil tanto en el original como en la copia. La
negativa del alcalde o de otro de los funcionarios municipales de recibir la copia o de
firmar el original no imposibilita al alguacil hacer la notificación. En este caso Él debe
hacer constar esta negativa y remitir la copia al procurador de la República que firmará el
original. (Dalloz, Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I.
Exploit. nn.141-147. pp. 1010-1011).

En caso en que el vecino no consienta a recibir la copia o a firmar el original, el alguacil


entregará la copia al alcalde, el cual visará el original sin cargos. A diferencia del vecino,
el alcalde no se compromete a hacer llegar la copia al destinatario; el visado del alcalde no
tiene más finalidad que la de prevenir un conflicto entre el alguacil y el alcalde con
respecto a la entrega del acto. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. n.394,
p. 432).

6. Menciones de Formalidades.

No basta que el alguacil observe rigurosamente todas las formalidades que son exigidas
para la notificación, sino que además debe hacer mención de su cumplimiento, tanto
sobre el original como sobre la copia del acto, y ello a pena de nulidad. No bastaría con
probar que las formas fueron rigurosamente observadas, desde el momento en que el acto
no hace mención de ellas: es un principio que los actos de procedimiento deben probar su
regularidad por ellos mismos. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile.
n.396, pp.433-434).

7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 600 en el proyecto. Se mantiene igual con la única excepción
de que establece que el alguacil que realice el emplazamiento deberá tener jurisdicción
territorial con relación al domicilio de la persona que se pretende citar.

Artículo 69
146

Se emplazará: 1ro. (Derogado por el Artículo 21 de la Ley No. 1486 del 20 de marzo
de 1938).
2do. (Derogado por el Artículo 21 de la Ley No. 1486 del 20 de marzo de 1938).
3ro. (Derogado por el Artículo 21 de la Ley No. 1486 del 20 de marzo de 1938).
4to. (Mod. por la Ley No. 3459 del 24 de diciembre de 1952).
A los municipios, en la persona o en el domicilio del síndico municipal respectivo; y
al Distrito Nacional, en la persona o en el domicilio del Presidente del Ayuntamiento
del Distrito Nacional.
5to. A las sociedades de comercio, mientras existan, en la casa social; y si no la hay,
en la persona o domicilio de uno de los socios.
6to. A los concursos y ligas de acreedores, en la persona o en el domicilio de uno de
los síndicos.
7mo. A aquellos que no tienen ningún domicilio conocido en la República, en el
lugar de su actual residencia; si no fuere conocido ese lugar, el emplazamiento se
fijará en la puerta principal del local del tribunal que deba conocer de la demanda,
entregándose una copia al fiscal, que visará el original.
8vo. A aquellos que se hallen establecidos en el extranjero, se les emplazará en el
domicilio del fiscal del tribunal que deba conocer de la demanda; el fiscal visará el
original y remitirá la copia al Ministro de Relaciones Exteriores.

Tabla de Contenido

1. Notificación a las Sociedades de Comercio.


2. Notificación a los Concursos y Ligas de Acreedores.
3. Notificación a aquellos que no tienen domicilio conocido en la República.
4. Notificación a personas domiciliadas en el extranjero.
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Notificación a las Sociedades de Comercio.

La notificación de los actos destinados a las sociedades de comercio deben, en principio,


ser entregadas en la casa social, esto es en el principal establecimiento de la sociedad. El
sitio social no es necesariamente aquel que se establece en los estatutos, por tanto el acto
podría ser llevado válidamente a otro lugar donde tenga su domicilio de hecho. La
sociedad puede ser notificada en su principal establecimiento o en un domicilio aparente
o en caso de pluralidad de direcciones en una cualquiera de las oficinas. A falta de un
sitio social la sociedad puede ser notificada en la persona de uno de los socios. Cuando se
trata de una sociedad anónima, la notificación no puede ser hecha mas que en el sitio
social en la persona de su director o administrador y no en la persona o en el domicilio de
los accionistas. La jurisprudencia francesa admite la validez de una notificación hecha a
una sociedad comercial en el domicilio o en la persona de quien la representa en justicia,
sea como gerente, director o administrador delegado en virtud de un mandato que le sea
conferido por los estatutos o por una deliberación de la asamblea general. Cuando una
notificación es hecha a una sociedad en su sitio social, o en su principal establecimiento
basta con que se deje una sola copia y no es necesario que el acto indique el nombre de
los asociados ni del representante legal. Cuando una sociedad tiene varios
establecimientos, la jurisprudencia ha admitido que puede tener varios domicilios sociales
y que puede ser válidamente notificada en cada uno de estos domicilios siempre que sea
hecha a un agente con calidad para representarla y que se trate de hechos que se hayan
producido en la competencia del establecimiento donde la notificación es hecha. (Dalloz,
Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I. Exploit. nn.228-
233. pp. 1017-1018).
147

Cuando la notificación de un emplazamiento se hace entregando la copia del mismo a una


persona que no es el representante legal o funcionario calificado de la sociedad, sino a un
pretendido amigo de la compañía, dicho emplazamiento debe ser declarado nulo. (Sent.
SCJ. 21 de abril de 1999. B.J.1061.859-860).

2. Notificación a los Concursos y Ligas de Acreedores.

A partir de la sentencia declarativa de la quiebra, el deudor es desposeído y las acciones


que interesan a su patrimonio son ejercidas por medio de los síndicos. Las notificaciones
hechas a la quiebra deben ser dirigidas al síndico en su persona o a su domicilio. Si el
deudor está en estado de liquidación judicial, las acciones son intentadas a la vez contra
los liquidadores y el deudor. Las notificaciones deben pues ser hechas en copias
separadas al deudor y al liquidador. (Dalloz, Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I, Exploit, n. 239, p. 1018).

3. Notificación a personas sin domicilio conocido en la República.

La notificación en la residencia debe ser hecha toda vez que el destinatario no tenga
domicilio conocido; poco importa que esta residencia sea fija o pasajera. Cuando una
persona no tiene domicilio ni residencia conocidos, las notificaciones que le son
destinadas deben haber sido fijadas y luego entregadas al fiscal. La cuestión de saber en
cuales condiciones un individuo debe ser considerado como sin domicilio ni residencia
presenta en la práctica serias dificultades; se trata de delimitar el campo de aplicación del
Artículo68 que prescribe la entrega de la copia a un vecino o al síndico cuando el oficial
ministerial no encuentra ni a la parte ni a algún pariente o sirviente suyo, y aquel del
Artículo 69 que ordena la fijación y la entrega al fiscal del acto cuando la parte no tiene
un domicilio conocido. En general se considera que no tienen domicilio conocido los
vagabundos, buhoneros, comediantes ambulantes. No obstante si estas personas
tuviesen un domicilio real, es a este domicilio que deberán ser notificados los actos que
les son destinados. Ha sido juzgado considerar como sin domicilio conocido aquel que
abandona el suyo y de quien se ignora el nuevo. Cuando una persona tiene indicado, en
todos los actos de procedimiento, un domicilio, el alguacil que se presenta a este domicilio
y a quien los vecinos declaran ignorar dónde reside esa persona, no debe proceder según
las formalidades del Artículo 69, sino por lo prescrito en el Artículo 68 ya que esto no
indica que esa persona haya tenido intención de abandonar su domicilio. La notificación
en manos del fiscal no puede, en principio, ser considerada como regular mas que si se
establece que esta se ha hecho despuÉs de una búsqueda minuciosa pero sin resultado
para establecer el domicilio del destinatario. La cuestión de saber si el alguacil ha actuado
correctamente al declarar el domicilio como no conocido se deja a la soberana apreciación
de los jueces de fondo. El tribunal en el cual debe fijarse la notificación es aquel en que se
hace la demanda. Este es fácilmente identificable cuando se trata de un emplazamiento.
El fiscal al cual debe entregarse la copia es el de la jurisdicción donde es llevado el
asunto. (Dalloz, Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Exploit, nn.169-183, pp. 1012-1014).

“Ese modo excepcional de notificar los emplazamientos no puede ser admitido a menos
que este justificado por infructuosas investigaciones serias realizadas por el alguacil para
descubrir la nueva residencia de la parte que debía ser notificada. La oficina de correos es
un lugar adecuado donde el alguacil puede obtener informaciones acerca del cambio de
domicilio o residencia de un habitante de la localidad”. (Sent. SCJ. 20 de junio de 1966.
B.J. 667.895).

“La nulidad de un emplazamiento por falta de forma (falta de indagación del alguacil
acerca del domicilio del requerido) tiene un carácter puramente relativo que sólo puede
148

ser invocado por el demandado y no puede ser pronunciado de oficio por el tribunal”.
(Sent. SCJ. B.J. 825.1573.Citada por: Headrick, William C. Compendio Jurídico
Dominicano. p. 251).

“Considerando que la notificación hecha al Procurador Fiscal conforme al artículo 69,


inciso 7, del Código de Procedimiento Civil es nula cuando el alguacil no ha practicado
ninguna diligencia para descubrir el domicilio o la residencia del intimado, o cuando en el
acto no hay constancia de que se realizaron estas investigaciones”. (Sent. SCJ. 10 de
octubre de 1955. B.J. 543.2165).

“Cuando el acto de alguacil indica que este hizo los traslados necesarios para averiguar el
domicilio de su requerido sin lograrlo, no puede declararse fraudulento el procedimiento
llevado a cabo mediante notificación en la puerta del tribunal”. (Sent. SCJ. 27 de julio de
1984. B.J. 884.1873. Citada por: Headrick, William C. Segundo Suplemento del
Compendio de Legislación y Jurisprudencia Dominicanas. 1983-1986. p. 78).

“Es nulo el emplazamiento a una persona de domicilio desconocido si el acto, aunque


notificado al fiscal y visado por este, no contiene la mención de que se hizo fijar en la
puerta del local del tribunal llamado a conocer de la demanda”. (Sent. SCJ. 20 de mayo
de 1998. B.J. 1050.214. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. 2da ed., p. 251).

4. Notificación a personas domiciliadas en el extranjero.

En principio, las copias deben ser transmitidas por el fiscal al ministro de relaciones
exteriores quien las remitirá a las autoridades consulares establecidas en el país al cual
va dirigida la notificación. Son estas autoridades consulares que deben requerir a las
autoridades locales la notificación del acto. Esta demanda es hecha en el idioma del país
requerido. Una vez hecha la notificación, la autoridad requerida reenvía a su consulado la
pieza que prueba que se ha hecho la notificación o, si esto no es posible, una pieza que
indique el hecho que lo ha impedido. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I. Exploit. n.285, p. 1023).

Cuando comienza una instancia nueva y el demandado tiene su domicilio real en el


extranjero la notificación debe hacerse en el domicilio del fiscal del tribunal que deba
conocer de la demanda, el cual luego de visar el original, remitirá copia al ministro de
relaciones exteriores; que cuando no se procede en la forma indicada y el acto no llega a
manos del interesado, es obvio que no ha comenzado a correr el plazo del recurso de
apelación, puesto que solo una notificación regular, la cual no tuvo lugar en la especie,
abre el plazo para la interposición del recurso. (Sent. SCJ. 20 de junio del 2001.
B.J.1087.25-26).

“Los cónsules harán llegar a manos de los interesados las notificaciones a que se refiere le
párrafo 8 del articulo 69 del Código de Procedimiento Civil, que le hayan sido enviadas
para tal fin por la Secretaria de Relaciones Exteriores. Deberán, en consecuencia,
reclamar de las personas notificadas su presentación en la oficina consular para la
entrega de dichos actos o trasladarse a sus domicilios para verificar, previo recibo por
duplicado que enviaran al Ministerio de Relaciones Exteriores, reservando una copia en
sus archivos. En caso de que la persona notificada se negara a recibir el acto o hubiere
imposibilidad de efectuar la entrega deberán los cónsules devolverlo a la Secretaría de
Relaciones Exteriores. (Artículo 184 de la Ley Orgánica del Cuerpo Consular Dominicano
No. 1458 del 6 de enero de 1938). Texto de carácter imperativo. Su redacción ‘revela la
necesidad de preservar el derecho de defensa de la persona requerida con domicilio en el
extranjero, lo cual no se logra probando únicamente que la citación o el emplazamiento se
hizo en manos del fiscal del domicilio del tribunal que deba conocer de la demanda, como
149

se pretende”. (Sent. SCJ. 20 de junio del 2001. B.J. 1087.25-26. Citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2003).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo se mantiene invariable.

Artículo 70

Lo que se prescribe en los dos artículos precedentes, se observará bajo pena de


nulidad.

Tabla de Contenido

1. Sanción al Incumplimiento de Formalidades.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Sanción al incumplimiento de formalidades

El régimen de las nulidades de los emplazamientos previsto por el Código de


Procedimiento Civil es objeto de numerosas criticas por su carácter riguroso, su
automatismo que beneficia particularmente a los litigantes de mala fe; injusto frente al
alguacil si la negligencia cometida no ha lesionado el derecho de defensa de la parte
adversa. En Francia con la ley del 12 de febrero de 1933 se modifica el Artículo70, que
sanciona con la nulidad la inobservancia de las normas previstas para los
emplazamientos, con un párrafo que establece que no podrá se pronunciada la nulidad de
los actos si la violación no tiene por efecto un atentado contra el derecho de defensa. Por
igual la jurisprudencia que antiguamente admitía que la inobservancia de las
formalidades prescritas por la ley entrañaban la nulidad del acto y actualmente admite
que la omisión, la irregularidad o la inexactitud de las formalidades y menciones no
entrañan la nulidad mas que si atentan o causan un perjuicio a la defensa. (Dalloz,
Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Exploit. nn.197,
251-252. pp. 1015-1020).

Ningún acto de procedimiento, en virtud de la máxima no hay nulidad sin agravio, “debe
ser declarado nulo si reúne sustancialmente las condiciones necesarias para su objeto, si
llega realmente a la persona a que se dirija y si no causa a esta ninguna lesión en su
derecho de defensa”. (Sent. SCJ. 11 de marzo de 1968. B.J. 688.610).

"Ningún acto de procedimiento puede ser declarado nulo por vicio de forma si la nulidad
no esta expresamente prevista por la ley, salvo en caso de incumplimiento de una
formalidad substancial o de orden público. La nulidad no puede ser pronunciada sino
cuando el adversario que la invoca pruebe el agravio que le causa la irregularidad, aun
cuando se trate de una formalidad substancial o de orden publico." (Artículo 37 Ley 834
del 15 de julio de 1978). (Este artículo condiciona la aplicación del Artículo 70 a que se le
cause un agravio a la parte adversa).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El artículo 70 pasa a ser 603 y se mantiene, en esencia, inalterable.


150

Artículo 71

Si se declarase nulo un emplazamiento por causa del alguacil, podrá Éste ser
condenado a pagar los gastos del emplazamiento y del procedimiento anulado; salvo
los daños y perjuicios de la parte, según las circunstancias.

Tabla de Contenido

1. Responsabilidad del Alguacil.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Responsabilidad del Alguacil.

“Que las afirmaciones que hacen los alguaciles en los actos que notifican, respecto de
hechos que son de su personal actuación deben ser retenidos por ciertos hasta
inscripción en falsedad”. (Sent. SCJ. 20 de mayo de 1998. BJ.1050.566; Sent. SCJ. 10
marzo de 1995. B.J. 1012.167).

El alguacil es responsable de todas las nulidades que por su causa se hayan producido en
el emplazamiento que ha notificado, estas nulidades pueden provenir de la inobservancia
de las reglas prescritas por la ley, omisión o inexactitud de la fecha del emplazamiento,
omisión de su firma en las copias, falta de enunciación del objeto de la demanda.
(Jurisprudence Générale Dalloz. Codes Annotées.1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. nn. 1-4, 65, pp. 322-324).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Pasa a ser el Artículo 604 del Proyecto. Se mantiene invariable.

Artículo 72

El término ordinario de los emplazamientos, para aquellos que estén domiciliados


en la República, es el de la octava.
En aquellos casos que requieran celeridad, el presidente podrá, por auto a instancia
de parte, permitir que se emplace a breve término.

Tabla de Contenido

1. Plazo Ordinario del Emplazamiento.


2. Demanda a Breve Término.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Plazo Ordinario del Emplazamiento.

En general el plazo del emplazamiento es el de la octava; no se cuenta ni el día en que se


hace la notificación, ni el día en que termina el plazo, se trata pues de un plazo franco. El
plazo de la octava es un mínimo que la ley impone al demandante para dar un tiempo al
demandado para que comparezca. La sentencia no puede entonces ser pronunciada antes
del vencimiento del plazo de la octava, y el demanda notificado a un plazo más corto, no
esta obligado ha comparecer hasta que haya expirado el plazo legal de la octava.
151

(Jurisprudence Générale Dalloz. Codes Annotés.1910. Nouveau Code de Procédure Civile.


nn.1-9, p. 324).

2. Demanda a Breve Término.

En el caso donde la estricta observación de los plazos ordinarios sea perjudicial a una
parte, y cuando haya urgencia, el juez presidente puede, por ordenanza a requerimiento
de parte, permitir que se demande a un plazo más breve. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés.1910. Nouveau Code de Procédure Civile. n.11, p. 324).

"Para poder emplazar a breve término, como requisito preliminar al proceso, se deberá
solicitar ordenanza al juez por medio de una instancia. En la instancia se justificará la
celeridad que nos obliga a acudir a este procedimiento especial. Luego de obtener la
autorización, se procederá a notificar el emplazamiento al demandado”. (Moreta Castillo,
Américo. La Demanda Civil a Breve Término. Revista Jurisciencia. v.I, n. 6, enero-mayo
1987, p. 26).

"Aún cuando se sostiene que el acto de emplazamiento no es nulo por la omisión de la


copia del auto que permite citar a breve término, siempre que se haga mención, en dicho
acto, del objeto de la demanda y de los medios en que la misma se apoya, conviene sin
embargo, dar copia del acto del juez." (Cury, Jottin. 1960. Formularios Anotados de
Procedimiento Civil Dominicano. t. I, p. 79).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 605. Se mantiene invariable.

Artículo 73

(Mod. por la Ley No. 1821 del 14 de octubre de 1948). Si el emplazado residiere
fuera de la República, el término será como sigue:
1. Alaska, Canadá y Terranova, treinta días.
2. Estados Unidos de América, Cuba, Haití y Puerto Rico, quince días.
3. México, América Central, incluyendo Panamá y demás Antillas, cuarenta y cinco
días.
4. Estados o territorios suramericanos con litoral en el Mar Caribe o en el Atlántico,
sesenta días.
5. Estados o territorios suramericanos con litoral en el Pacífico y demás partes de
América, setenta y cinco días.
6. Estados o territorios de Europa, excluyendo Rusia, y Estados o territorios del
norte de África, sesenta días.
7. Rusia y demás puntos de la tierra, ciento veinte días.

Artículo 74

Cuando el emplazamiento que deba hacerse a una persona domiciliada en el


extranjero, se le entregue personalmente en la República, no se contará sino el
término ordinario; el tribunal puede, sin embargo, prorrogar dicho término, si
hubiere lugar a ello.

Tabla de Contenido

1. Aumento del Plazo.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
152

1. Aumento del Plazo.

“Cuando el demandado no tiene su domicilio en el lugar en que se halla establecido el


tribunal, conviene indicar en el emplazamiento que la octava de la comparecencia se
aumentará en proporción de la distancia que media entre ambos lugares. Si el
demandado tiene su domicilio en el extranjero es preciso indicar el plazo de la
comparecencia de acuerdo con lo establecido en el Artículo 73”. (Tavares hijo, Froilán.
1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 61).

Los plazos fijados por el Artículo 73 son establecidos no solamente para las personas a
quienes va dirigido el acto sino tambiÉn para aquellos que deban hacer y entregar los
actos en un plazo determinado. Cuando se aplican los plazos del Artículo 73 no se
aumenta el plazo en razón de la distancia de la ciudad o de la casa de las partes en el
país extranjero, ni en razón del tribunal por el que son notificados. Estos plazos deben ser
observados a pena de nulidad. La disposición del Artículo72 que establece que en caso de
celeridad el juez puede citar a breve término no es aplicable a los plazos de este artículo.
(Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Exploit.
nn. 247-248, p. 1019).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 73 pasa a ser el 103 en el proyecto; se establece al igual que en el actual


Código un aumento del plazo para el emplazamiento, en razón de la distancia, en este
caso de personas residentes en el extranjero. Este artículo cambia, en el sentido de que
en el Proyecto se establecen de manera mas general y clara los plazos, de la siguiente
manera: Antillas Mayores, 15 días; Antillas Menores, 30 días; América del Norte, América
del Sur y América Central, 45 días; Europa, excepto Rusia, 60 días y Rusia y demás
puntos de la tierra, 120 días.

Título III

DE LA CONSTITUCION DE ABOGADOSY DE LAS DEFENSAS

Tabla de Contenido

1. Constitución de Abogado.
2. Defensas.

1. Constitución de Abogado.

La constitución de abogado, es la comparecencia que hace el demandado ante los


tribunales de primera instancia, luego del plazo de que dispone. (Morel, René. Traité
Élémentaire de Procédure Civile. p. 483).

Es la declaración que se hace de que determinado abogado ocupará el lugar de una parte
en una instancia y estará encargado de hacer y de recibir todos los actos de
procedimiento. Esta formalidad es la consecuencia necesaria de la regla de nuestra
organización judicial que exige que las partes sean representadas ante los tribunales por
153

un abogado. (Dalloz, Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t.


I, nn.1-2, p. 673).

La comparecencia del demandado tiene lugar no presentándose personalmente ante el


tribunal, sino, dando a conocer al abogado que figura en el emplazamiento, mediante acto
de abogado, el nombre del abogado que postulará y defenderá por Él, esta es una
comparecencia simbólica, hecha mediante la denuncia del nombramiento de un abogado
como mandatario ad litem. El demandado puede, naturalmente, constituir abogado antes
del vencimiento del plazo de comparecencia. Puede tambiÉn constituir abogado despuÉs
de vencido ese plazo, mientras el demandante no haya obtenido sentencia en defecto por
falta de comparecer. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. I, 8va. ed., pp.68-69).

“(…) Para la constitución de abogado no hay fórmula obligatoria en el emplazamiento, y


esta será válida, con tal de que los términos empleados, cualesquiera que ellos sean y en
cualquier parte del acto que se encuentren, resulte claramente la intención de dar
mandato al abogado (…)”. (Sent. SCJ. 26 de septiembre de 1957. B.J. 566.1992).

2. Defensas.

“Los medios por los cuales la parte demandada trata de hacer caer las pretensiones del
demandante, se denominan defensas, tomando el término en sentido lato”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. I., v. I, 11va. ed., p.149).

Las defensas son los medios que el demandado opone a las pretensiones del demandante
para hacer que se rechace la demanda. Estos medios pueden ser de diversas formas y
tener resultados diferentes. El demandado puede combatir directamente la pretensión del
demandante, negar el hecho que el demandante alega que existe o la ley que invoca.
Ocurre frecuentemente que, sin contradecir directa o indirectamente la pretensión del
demandante, el demandado paraliza la instancia, suprimiendo o retardando su marcha.
(Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. p. 65).

Artículo 75

(Mod. por la Ley No. 296 del 31 de mayo de 1940). El demandado está obligado, en
el término del emplazamiento, a constituir abogado y elegir domicilio en la ciudad
que sea asiento del tribunal que deba conocer del caso salvo previsiones especiales
de la ley; y dicha constitución se hará por acto notificado de abogado a abogado. Ni
el demandante ni el demandado podrán revocar su respectivo abogado sin constituir
otro. Los procedimientos hechos y las sentencias obtenidas contra el abogado
revocado y no reemplazado serán válidos.

Artículo 76

Cuando la demanda haya sido formada a breve término, el demandado podrá hacer
presentar el día de la audiencia su abogado, a quien se dará acta de su constitución:
de esta sentencia no se sacará copia; pero el abogado del demandado está obligado
en ese día, a reiterar su constitución por una acta; y si no lo hiciere, se sacará copia
de la sentencia a su costa.

Tabla de Contenido

1. Formas en que se puede realizar la Constitución de Abogado:


A. Acto de Abogado a Abogado.
154

B. Constitución de Abogado en Estrado. Citación a Breve Término.


2. Revocación del Mandato del Abogado y Constitución de nuevo Abogado.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Formas en que se puede realizar la Constitución de Abogado:

A. Acto de Abogado a Abogado.

La constitución de abogado del demandado se hace por simple acto de abogado a abogado
notificado por el abogado de este al abogado de su contraparte. (Dalloz, Encyclopédie
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n.4, p. 673; Morel, René. Traité
Élémentaire de Procédure Civile. p. 483).

La constitución de abogado, si bien debe hacerse por acto de abogado a abogado, esta
puede resultar de las circunstancias de la causa, de tal modo que cuando no hay formal
constitución de abogado, esta puede resultar de la actuación de la parte intimada. (Sent.
SCJ. Febrero 2001. B.J. 1083.82).

La constitución de abogado tambiÉn puede resultar de las enunciaciones del acta de


audiencia, si esta da a conocer el nombre del abogado. (Sent. SCJ. Septiembre de 1967.
B.J. 682.1766).

B. Constitución de Abogado en Estrado. Citación a Breve Término.

Cuando la citación ha sido hecha a breve término en virtud de permiso del juez, puede
hacerse la constitución de abogado, conforme al Artículo 75, oralmente en audiencia, y
luego notificarse en la forma antes descrita, en el plazo de un día. De no hacerse esto, la
copia de la sentencia que da acta de la constitución vale constitución de abogado respecto
del demandante. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 69).

"Los abogados pueden constituirse y representar en justicia, “sin necesidad de un acto


previo de abogado a abogado” (...) “el plazo de la octava para constituir abogado no es
fatal, lo que permite a la parte intimada constituir abogado hasta el momento de la
audiencia". (Sent. SCJ. 30 de septiembre de 1954. BJ. 530.1964).

"La celeridad debería implicar en el ánimo de los jueces, inclinación a fallar de manera
más expedita, pero ésto, de hecho, no sucede así, el asunto a breve término se demora en
nuestros tribunales generalmente lo mismo que cualquier asunto civil o comercial, y lo
único que distingue el procedimiento, es la actuación que establece el artículo 76 del
Código de Procedimiento Civil que generalmente es ignorada por quienes tiene la
oportunidad de litigar en asuntos de esta naturaleza; se trata de la "reiteración de la
constitución de abogado", luego de haber expresado el abogado del demandado el nombre
de su representado y su calidad en audiencia, el mismo día. Esa reiteración se hace por
acto de abogado a abogado. El mismo artículo hace mención de que en la audiencia el
tribunal "dará acta de la constitución de abogado", especie de sentencia declarativa que
otrora fue muy común entre nosotros, eso de "dar acta", como pedimento, parece cosa del
pasado, sin embargo, en esta disposición le encontramos fundamento legal a la
expresión". (Moreta Castillo, Américo. La Demanda Civil a Breve Término. Revista
Jurisciencia. v. I, n. 6, p. 27).

2. Revocación del Mandato del Abogado y Constitución de nuevo Abogado.


155

Ver artículos 342 y siguientes del presente Código.

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 75 pasa a ser el 606 del Proyecto, lo único nuevo que establece es el requisito
de que el acto de constitución de abogado sea firmado por el abogado requeriente. Por lo
demás el artículo permanece inalterable.

El artículo 76 es el 608 en el Proyecto, en este se agrega la posibilidad de que, en caso de


la demanda hecha a fecha fija, se pueda constituir abogado en audiencia. Por otra parte,
elimina el requisito de que el abogado del demandado reitere el acto de constitución de
abogado por un acta.

Artículo 77

(Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). DespuÉs de vencidos los plazos
del emplazamiento cualquiera de las partes podrá promover la audiencia.

Tabla de Contenido

1. Impulsión del Proceso. Facultad de las partes para promover la audiencia.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Impulsión del Proceso. Facultad de las partes para promover la audiencia

"Después de transcurrido el plazo de la comparecencia, el demandante solicitará al


tribunal fijación de audiencia para conocer de la demanda. En caso de que el demandado
haya comparecido antes de que el demandante obtenga fijación de audiencia, ésta podrá
ser solucionada por la parte más diligente." (García de Peña, Luís V. 1998. Nociones de
Derecho Judicial Privado. p. 112).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 607 y se mantiene, en esencia, inalterable.

Artículo 78

(Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). En la audiencia las partes se
limitarán a exponer sus conclusiones motivadas y el juez les concederá plazos
moderados para el depósito de réplica y contrarréplica que no deberán exceder de
quince días para cada una de las partes y serán consecutivos.

Tabla de Contenido

1. Conclusiones.
A. Clasificación.
B. Efectos.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
156

1. Conclusiones.

La lectura de las conclusiones es una formalidad indispensable. (Morel, René. Traité


Élémentaire de Procédure Civile. p. 487).

A. Clasificación

Las conclusiones del demandante son, normalmente, las conclusiones principales. Estas
resumen las pretensiones de la parte que ha notificado. El demandante puede depositar
otras conclusiones: conclusiones adicionales, conclusiones subsidiarias y conclusiones
tendientes a formar demandas provisionales, conclusiones que tengan por objeto la
ejecución de una obligación conjuntiva, alternativa o facultativa. (Dalloz, Encyclopédie
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Exploit. nn.29-30, p. 643).

Las conclusiones al fondo o sobre el fondo son aquellas que se refieren a la demanda
misma, y por cuyo medio el demandante requiere al tribunal que admita la demanda, y el
demandado que la rechace. Las conclusiones son excepcionales cuando su objeto es
obtener una medida previa... Son conclusiones principales las que resumen todas las
pretensiones de las partes en cuanto al fondo de sus derechos respectivos. Subsidiarias
son las conclusiones que contienen sea una restricción a las conclusiones principales,
para el caso de que el tribunal entienda que no debe acoger estas...más subsidiarias, para
que sean tomadas en cuenta si no lo son las subsidiarias, y aun mucho más subsidiarias,
para el caso en que tampoco sean acogidas las conclusiones más subsidiarias. Son
alternativas las conclusiones que tienen por objeto reclamar, de dos o más cosas, una de
ellas, a opción de la contraparte o del tribunal. Son llamadas primitivas las conclusiones
que la parte asume en apoyo de su demanda o de su defensa. Adicionales son las
conclusiones que el demandante agrega a sus conclusiones primitivas o principales.
Reconvencionales son las que el demandado presenta para sostener una demanda
reconvencional. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 75).

“Cuando los jueces han sido puestos en mora de pronunciarse sobre conclusiones
explícitas y formales, en las cuales se les haya formulado una pretensión precisa, no
pueden rechazar expresa ni implícitamente los pedimentos contenidos en tales
conclusiones, sin exponer en sus sentencias motivos suficientes y pertinentes que
justifiquen su rechazamiento”. (Sent. SCJ. 5 de abril del 2000. B.J.1073.530. Citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2003).

B. Efectos.

La lectura de las conclusiones produce varios efectos importantes: Cuando esas


conclusiones recaen sobre el fondo, cubren todas las excepciones, además fijan la
competencia del tribunal apoderado, precisan el contenido de las pretensiones de las
partes, y limitan por consiguiente el poder de decisión del juez y la presentación de las
mismas pone la causa en estado de ser fallada. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. Ed., p.76. Morel, René. Traité Élémentaire
de Procédure Civile. p. 487).

Las conclusiones “fijan, junto con el emplazamiento, los limites y alcance del debate, y
permiten al comparar los motivos con el dispositivo apreciar si los jueces del fondo han
respondido a la demanda y si la ley ha sido bien o mal aplicada, es también cierto que
esto no está sujeto a términos sacramentales y puede resultar de las enunciaciones
combinadas de los puntos de hecho y de los motivos sobre las pretensiones de las partes”.
(Sent. SCJ. 31 de julio del 2002. B.J.1100.226-227).
157

“Son las conclusiones de las partes las que fijan la extensión del proceso y limitan por
tanto el poder de decisión del juez apoderado y el alcance de la sentencia”. (Sent. SCJ. 14
de junio del 2000. BJ.1075.43-44; Sent. SCJ. 20 marzo 1991. BJ. 962-964.259).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este artículo no aparece contenido en el capítulo De la Constitución de abogado del


Proyecto.

Se introduce un nuevo artículo en este capítulo, el 609 el cual establece que el auto que
señale fecha y hora para la audiencia, no podrá ser objeto de ninguna acción en nulidad
ni de recursos.

Artículo 79

(Derogado por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978).

Artículo 80

(Derogado por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978).

Artículo 81

(Derogado por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978).

Artículo 82

En todos los casos en que la audiencia pueda perseguirse por un acto de abogado, no
se admitirá en la tasación sino un solo por cada parte.

Tabla de Contenido

1. Acto de Abogado a Abogado.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Acto de Abogado a Abogado.

Se entiende por actos de abogado a abogado, aquellos actos de procedimiento donde la


notificación se hace, en el curso de la instancia, entre los abogados de las partes en
causa. Estos actos son obra de los mismos abogados y son notificados por ministerio de
alguacil. Las formalidades comunes a estos son: la fecha, la indicación del abogado que lo
hace, del abogado a quien va dirigido y de las partes, la firma del abogado. La notificación
del acto puede ser hecha, no solamente al abogado, sino tambiÉn a todas las personas
que representan a la parte y que pueden comprender la importancia del acto.
(Jurisprudence Générale Dalloz. Codes Annotés.1910. Nouveau Code de Procédure Civile.
nn.1-2,14,38. pp.331-332).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo es excluido del proyecto.


158

Título IV

DE LA COMUNICACIÓN AL FISCAL.

La comunicación al fiscal consiste, teóricamente, en que las piezas del proceso, en los
casos que establece la ley, deben ser comunicadas antes de la audiencia al ministerio
público y este debe dar sus conclusiones. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure
Civile. p. 203).

Artículo 83

(Mod. por el Decreto del 14 de junio de 1889). Se comunicarán al fiscal las causas
siguientes: 1ro. las que conciernen al orden público, a las comunes,
establecimientos públicos, a las donaciones y legados en provecho de los pobres;
2do. las que conciernen al estado de las personas y las tutelas; 3ro. las declinatorias
por incompetencia; 4to. designación de jueces, recusación y declinatorias por
parentesco y alianza; 5to. responsabilidad civil contra los jueces; 6to. (Mod. por el
Artículo 3ro, de la Ley No. 390 del 14 de diciembre de 1940). Las causas que
interesen a la mujer casada; 7mo. las causas de los menores y, generalmente, todas
aquellas en que una de las partes sea defendida por un curador, y las causas que
conciernen o interesan a los presuntos ausentes.
Párrafo. (Agregado por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). La comunicación al
fiscal solo procede en los casos antes indicados cuando es requerida por el
demandado in limine litis, o cuando es ordenada de oficio por el tribunal.

Tabla de Contenido

1. Ministerio Público.
2. Casos en que se requiere el dictamen del fiscal. Particularidades.
3. Apoderamiento.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Ministerio Público.

"Los miembros del ministerio público son nombrados por el Poder Ejecutivo y se
encuentran bajo la dependencia directa del Procurador General de la República, sus
faltas están sancionadas con la amonestación; pero el Poder Ejecutivo puede, a petición
del Procurador General de la República, ordenar su traslado o destitución, esta, puede
además, ser pronunciada por el tribunal por crímenes o delitos. Los principios que rigen
al ministerio público son: el de unidad, de libertad y de irrecusabilidad". (Jorge Blanco,
Salvador. 1999. Introducción al Derecho. pp. 291-293).

2. Casos en que se requiere el dictamen del fiscal. Particularidades.

“El Artículo 83 del Código de Procedimiento Civil, modificado Últimamente por el Artículo
3 de la Ley No. 845 de 1978, dispone que en ciertos asuntos Civiles el expediente sea
comunicado al Ministerio público, para que éste emita su opinión al respecto. En estos
casos el Ministerio Público actúa como parte adjunta”. (García de Peña, Luís V. 1998.
Nociones de Derecho Judicial Privado. p. 43).
159

“A veces el Ministerio Público actúa como parte adjunta. Esto quiere decir, que el
expediente le debe ser comunicado, antes de que se dicte sentencia, a fin de que emita su
dictamen”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. I., v. I, 11va. ed. p. 91).

"Cuando el Ministerio Público es parte principal, Él hará uso de la palabra como si fuera
un litigante, bien sea como demandante o como demandado. Cuando el Ministerio Público
es parte adjunta, el formulará sus conclusiones por medio de un dictamen, que por lo
general es un abandono de la solución del caso a la sabiduría del juez apoderado." (Pérez
Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. I, v. I, 11va. ed., p. 259).

El principio es que la intervención del ministerio público, como parte adjunta, es


facultativa. Este no concluye en un asunto civil más que cuando su opinión parezca útil.
En algunos casos, el ministerio público esta obligado a concluir, cuando un tribunal o
una corte ordena de oficio que un asunto le sea comunicable, es una invitación a que
concluya, invitación de la cual no puede sustraerse. (Morel, René. Traité Élémentaire de
Procédure Civile. p. 203).

"(...) La falta de comunicación al ministerio público, debido a la simple omisión del juez,
en los casos en que tal comunicación procede es una causa de revisión civil y no de
casación (...)". (Sent. SCJ. 23 de septiembre de 1952. B.J. 505.1705).

"Si bien la falta de dictamen del fiscal en primera instancia da derecho a apelar, una vez
cubierto ese requisito por el Procurador General de la Corte de Apelación como es el caso
por argumento a fortiori, no ha lugar para anular por esa razón, la sentencia impugnada."
(Sent. SCJ. 20 de enero de 1999. B.J.1058.79).

"Comunicación al fiscal, la inobservancia de este requisito no es causa de nulidad de la


sentencia. Que si bien el Artículo 83 del Código de Procedimiento Civil las causas que
conciernen al estado de las personas deben ser comunicadas al Fiscal, este mismo texto
legal dispone que la comunicación al fiscal solo procede en los casos exigidos por la ley
"cuando es requerida in limine litis, por el demandado o cuando es ordenada de oficio por
el tribunal"; Que en el expediente no hay constancia de que el actual recurrente solicitara
la comunicación del expediente al fiscal, ni que fuera ordenada de oficio, por lo cual es
obvio que no podía constar en la sentencia (...)". (Sent. SCJ. 27 de abril de 1990. B.J.
953.516. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2003).

"En todos los casos en que deba ser oído el dictamen del ministerio público, el funcionario
que lo represente dará su dictamen por escrito; y, si fuere en asunto contencioso lo
presentará en audiencia pública. (Artículo 59 de la Ley de Organización Judicial No. 821
de 1927).

3. Apoderamiento.

“La comunicación se hace de la siguiente manera: in limine litis, la debe solicitar el


demandado, pero el tribunal la puede ordenar de oficio. DespuÉs de cerrados los debates,
la secretaría del tribunal pasa el expediente al Ministerio Público acompañándolo de la
disposición del juez que ordenó la comunicación, lo cual hace el juez mediante auto
dictado al efecto”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. I., v. I, 11va. ed.,
p. 92).

Para que el dictamen del ministerio público, sea operante en cuanto al fondo, es preciso
que se produzca despuÉs que las partes discutan el fondo de la demanda y depositen sus
defensas y conclusiones, puesto que este es el momento en que el ministerio público esta
160

en condiciones de emitir su dictamen. (Sent. SCJ. 13 de noviembre de 1959.


B.J.592.2275).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 83 pasa a ser el 623 en el Proyecto. Es poco lo que cambia, se elimina como
causa comunicable al fiscal las donaciones y legados en provecho de los pobres y las
declinatorias por parentesco y alianza.

Por otro lado, agrega como causas comunicables al fiscal los asuntos relativos a la
filiación; y lo relativo a la quiebra y dentro de esta establece que se trate de quiebra de
personas morales, de los procedimientos de reglamentación judicial o liquidación de los
bienes; así como las causas relativas a la responsabilidad pecuniaria de los
administradores sociales.

El párrafo de este artículo pasa a ser el artículo 626 y se mantiene inalterable.

Se introducen dos nuevos artículos: el 624 que establece que el Ministerio Público debe
tambiÉn tener comunicación de todos los asuntos en los cuales la ley disponga la
necesidad de su dictamen. Y el 625, que establece que el juez puede, de oficio, ordenar la
comunicación de un asunto al Ministerio Público.

Artículo 84

(Derogado por la Ley No. 1822 del 16 de octubre de 1948).

Título V

DE LAS AUDIENCIAS, SU PUBLICIDAD Y POLICIA.

Tabla de Contenido

1. Audiencias:
A. Publicidad.
B. Policía.

1. Audiencias:

A. Publicidad.

La justicia debe darse públicamente, esto significa que los debates deben tener lugar en
audiencia pública y que las sentencias deben ser dadas públicamente. Es la oralidad del
debate lo que da la tónica de la publicidad. Esta publicidad debe constar en la sentencia a
pena de nulidad. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. p.160; Pérez
Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t.I, 11va. ed., p. 222).

“Aplicado particularmente al desarrollo de la situación procesal, este principio significa


que la presentación de los alegatos y conclusiones de las partes, la producción del
dictamen del Ministerio Público y el pronunciamiento de la sentencia deben tener lugar
en audiencia pública. (...) La publicidad garantiza el cumplimiento de las formas,
contribuye a asegurar la imparcialidad y la diligencia del juez, y prestigia la
161

administración de justicia”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal


Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 22-23).

“Si bien es cierto que los textos legales (...) prescriben que toda sentencia debe ser
pronunciada en audiencia pública y que debe dejar en la misma constancia del
cumplimiento de esa formalidad, tambiÉn es cierto que la ley no ha señalado en que parte
de la sentencia debe indicarse que la formalidad aludida ha sido observada, de donde
resulta que para llenar el voto de la ley, basta que el cumplimiento de la repetida
formalidad conste en cualquier parte de la sentencia;(...)”. (Sent. SCJ. 30 de agosto de
1985. B.J. 897.2076).

B. Policía.

La policía de la audiencia es confiada al presidente del tribunal quien puede ordenar


contra los perturbadores todas las medidas necesarias para el restablecimiento del orden.
(Vincent, Jean. Procedure Civile. 24 ed., p. 512).

Artículo 85

Las partes podrán, acompañadas de sus abogados, defenderse por sí mismas. Sin
embargo, el Tribunal tiene la facultad de prohibirles este derecho, si reconoce que la
pasión o la inexperiencia no les permite discutir con la decencia conveniente, o con
la claridad necesaria para el esclarecimiento de la causa.

Tabla de Contenido

1. Derogación. Fundamento.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Derogación. Fundamento.

Este artículo fue parcialmente derogado por el artículo 17 de la ley 91 de 1983, que
establece que "toda persona física o moral, asociación de cualquier tipo que sea,
corporación o persona de derecho público interno de la naturaleza que fuere, para
ostentar representación en justicia deberá hacerlo mediante constitución de abogado. En
consecuencia, los magistrados jueces de las órdenes judicial y contencioso-administrativo
solo admitirán como representantes de terceros a abogados debidamente identificados
mediante el carnet expedido por el Colegio. Solo se exceptúan de esta regla la materia
laboral y la acción constitucional de Hábeas Corpus. Asimismo podrán postular en
materia criminal los estudiantes de derecho, debidamente identificados y autorizados por
el Juez Presidente del Tribunal".

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo no esta contenido en el capítulo De las audiencias del Proyecto, sin embargo
el Artículo 17 de la ley 91, es introducido al Proyecto, en su Artículo 33, el cual establece
como obligatoria la representación por abogados, sin perjuicio de los casos en que se
permite a las partes defenderse por sí mismas.

Artículo 86
162

Las partes no podrán encargar de su defensa, sea verbal, sea por escrito, ni aún a título
de consulta a los jueces en actividad de servicio y a los fiscales, aunque se refiera a
pleitos que se ventilan en tribunales diferentes de aquellos en que ellos ejerzan sus
funciones. Sin embargo, los jueces y fiscales pueden defender por ante todos los
tribunales sus causas personales y las de sus esposas, parientes o afines en línea recta, y
las de sus pupilos.

Tabla de Contenido

1. Incompatibilidades de los Jueces y Fiscales. Excepciones


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Incompatibilidades de los Jueces y Fiscales. Excepciones.

“Para mantener al juez fuera de toda actividad que no sea el ejercicio de la función
jurisdiccional, y al mismo tiempo para prevenir posibles conflictos entre el deber del juez
y los intereses personales de Él o de los otros, la ley establece algunas incompatibilidades
y prohibiciones”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. I, 8va. ed., p. 85).

En principio, la función del juez es incompatible con toda otra función pública y en
general con cualquier otra profesión. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile.
p.185; Dalloz, Encyclopédie 1955. RÉpertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II. n.
25. p.160).

Ni los jueces, ni los funcionarios del Ministerio Público, ni ningún empleado judicial,
pueden ejercer la abogacía, ni otra profesión que los distraiga del cumplimiento de sus
deberes oficiales o que sea incompatible en la dignidad del cargo que desempeñan. Esta
disposición no deroga la excepción del Artículo 86 del Código de Procedimiento Civil,
respecto de las causas que puedan defender los jueces y los funcionarios del Ministerio
Público; pero aún en esos casos no podrán hacerlo ante el Tribunal en donde ejercen sus
funciones. (Artículo 6 de la Ley No. 821 de Organización Judicial de 1927, modificada por
la Ley No. 962 de 1928; Artículo 44 de la Ley No. 327 de 1998).

Las incompatibilidades señaladas tambiÉn se aplican a los jueces suplentes. (Dalloz,


Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, n.29, p.160).

Las incompatibilidades y prohibiciones a que se hallan sujetos los representantes del


Ministerio Público son idénticas a las que afectan a los jueces, no pueden ejercer la
abogacía ni cualquier otra profesión que lo distraiga de sus funciones; no pueden adquirir
los derechos y las acciones litigiosas que se ventilen en los tribunales donde están
desempeñando sus funciones. Se le aplican las mismas excepciones que a los jueces.
(Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. p.186; Jorge Blanco, Salvador.
1999. Introducción al Derecho. p. 293; Tavares hijo, Froilán. 2002. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va. ed., p.93).

"Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con los jueces, los funcionarios del Ministerio
Público pueden, de un modo general, ejercer la abogacía como mandatarios ad litem del
Estado." (Artículo 4 de la ley 1486 de 1938).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


163

Este artículo no esta contenido en el capítulo De las audiencias del Proyecto.

Artículo 87

Las audiencias serán públicas, excepto aquellas que la ley ordena que sean secretas.
El tribunal puede, no obstante, ordenar que se celebren a puertas cerradas, si la
discusión pública puede dar lugar a escándalo o inconvenientes graves; pero en este
caso, el tribunal estará obligado a deliberar sobre el particular, y a dar cuenta de su
deliberación al ministro fiscal.

Tabla de Contenido

1. Excepciones a la Publicidad de las Audiencias.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Excepciones a la Publicidad de las Audiencias.

“Las audiencias de todos los tribunales serán públicas salvo los casos en que la leyes
dispongan que deban celebrase a puerta cerrada. Pero toda sentencia será pronunciada
en audiencia pública”. (Artículo 17 de la Ley No. 821 de Organización Judicial de 1927).

“Nadie podrá ser juzgado sin haber sido oído o debidamente citado, ni sin observancia de
los procedimientos que establezca la ley para asegurar un juicio imparcial y el ejercicio
del derecho de defensa. Las audiencias serán publicas, con las excepciones que
establezca la ley, en los casos en que la publicidad resulte perjudicial al orden público o a
las buenas costumbres”. (Artículo 8, Párrafo 2, letra J, de la Constitución de la República
Dominicana).

“El artículo 10 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre exige esta
condición de la publicidad, sin embargo hay derogaciones al principio de la publicidad de
las audiencias: 1. La misma ley descarta el debate público y permite que determinados
asuntos se pasen en cámara de consejo. Así tenemos que en materia de divorcio la
audiencia se celebra a puertas cerradas. 2. TambiÉn el tribunal, si lo estima necesario,
puede ordenar que la audiencia sea a puertas cerradas siempre y cuando de la publicidad
se puedan derivar serios perjuicios para las partes”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002.
Procedimiento Civil. t. I., v. I,11va ed., pp. 255-256).

Hay que distinguir entre la publicidad de las audiencias, que la Constitución instituye
como garantía de la contradicción e imparcialidad de los juicios, y la publicación de las
sentencias, lo que es una cuestión distinta; la L. De Organización Judicial establece de
modo expreso en su artículo 17, que las sentencias de los tribunales deben dictarse en
audiencia pública; (...). (Sent. SCJ. 10 de julio de 1972. B.J. 740.1688. Citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2003).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Pasa a ser el 614, se mantiene igual con la única excepción de que elimina el requisito de
tener que dar cuenta de las deliberaciones, realizadas en los casos conocidos a puertas
cerradas, al Ministerio Público.
164

Artículo 88

Los que asistieren a las audiencias deberán estar con la cabeza descubierta, con
respeto y silencio; todo cuanto ordenase el presidente para mantener el orden, será
ejecutado al instante y con puntualidad. La misma disposición se observará en
aquellos lugares en que, sean los jueces o los fiscales, ejercieren las funciones de su
cargo.

Artículo 89

Si uno o muchos individuos, sean quienes fueren, interrumpieren el silencio, haciendo


señales de aprobación o desaprobación, sea a la defensa de las partes, sea a los discursos
de los jueces o del fiscal, sea a las advertencias u órdenes del presidente, juez comisario o
fiscal, sea a las sentencias o autos; a los que causaren alboroto o excitación a ello, de
cualquier manera que sea, si despuÉs de la advertencia de los alguaciles, no se
contuvieren, se les ordenará que se retiren de la sala; los que se resistieren serán
aprehendidos y detenidos en la cárcel pública durante veinticuatro horas; el alcalde les
recibirá en ella con la presentación de la orden del presidente, de la cual se hará mención
en el acta de audiencia.

Tabla de Contenido

1. Sanción al atentado contra el orden de la audiencia.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Sanción al atentado contra el orden de la audiencia.

Para garantizar el derecho de policía del tribunal, la ley le da poder para reprimir
inmediatamente cualquier infracción al orden. Es el juez presidente, a nombre del
tribunal, quien esta encargado de regular el orden y la policía de la audiencia.
(Jurisprudence Générale Dalloz. Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile.
nn.2-3 p. 358).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 88 pasa a ser el 617, solo elimina lo relativo a que la misma disciplina que se
debe observar en los Tribunales, debe observarse en los lugares en que los jueces o
fiscales ejercen las funciones de su cargo.

Se introduce el artículo 618, el cual establece que corresponde al juez el control de la


instrucción del proceso, en las formas previstas en este Código y ejercer la policía de la
audiencia.

El artículo 89 es el 619 del Proyecto, en esencia se mantiene igual, lo que cambia es la


redacción al establecer las faltas de manera más general.

Artículo 90

Si el desorden fuese ocasionado por un individuo que desempeñe algún destino en el


tribunal, podrá ser suspendido de sus funciones, además de las penas de que trata el
artículo precedente; la suspensión, por la primera vez, no podrá exceder de tres
165

meses. La sentencia será ejecutoria provisionalmente, lo mismo que en el caso del


artículo anterior.

Tabla de Contenido

1. Sanción a los Funcionarios Judiciales. Suspensión.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Sanción a los Funcionarios Judiciales. Suspensión.

"Si la perturbación ha sido causada por un abogado o un oficial ministerial, éstos pueden
incurrir en la suspensión, o en la aplicación de las penas correspondientes, si cometen
injurias o vías de hecho." (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 74).

“El objeto de la disciplina judicial es garantizar el respeto de las leyes, la observación de


una buena conducta y el cumplimiento de los deberes oficiales por parte de los
funcionarios y empleados judiciales”. (Sent. SCJ. 13 de marzo de 1992. B.J. 976.301).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa sin ningún cambio a ser el artículo 620.

Artículo 91

Toda persona que ultrajase o amenazase a los jueces o curiales, en el ejercicio de sus
funciones, será, por auto del presidente, del juez comisario o del fiscal, cada uno en el
lugar donde ejerza la policía, aprehendido y detenido en la cárcel pública, interrogado
dentro de las veinticuatro horas, y condenado por el tribunal, en vista del acta que haga
constar el delito, a una prisión que no podrá exceder de un mes, y a una multa que no
podrá ser de menos de veinticinco pesos, ni exceder de cien. Si al acusado no se le
pudiese aprehender en el instante, el tribunal pronunciará las penas antedichas, en las
veinticuatro horas; salvo la oposición que el condenado podrá interponer en los diez días
siguientes al pronunciamiento de la sentencia, constituyéndose en estado de arresto.

Artículo 92

En el caso de que los delitos cometidos merecieren una pena aflictiva o infamante, el
encausado será enviado en calidad de arresto por ante el tribunal competente, para que
allí sea perseguido y castigado de conformidad a las reglas establecidas por el Código de
Instrucción Criminal.

Tabla de Contenido

1. Delito de Audiencia.
2. Caso en que los Delitos cometidos merecieres Pena Aflictiva o Infamante.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
166

1. Delito de Audiencia.

“En sentido lato, toda infracción cometida en audiencia. En sentido estricto, infracción
cometida en la audiencia y directamente contraria al respeto debido a la autoridad
judicial”. (Capitant, Henri. 1966. Vocabulario jurídico, p. 196).

"Cuando en audiencia o en cualquier otro lugar en donde públicamente se practique una


instrucción judicial, una o varias de las personas presentes hicieran señales públicas de
aprobación o desaprobación, o excitaren el tumulto, de cualquier manera que sea, el
presidente o el juez los hará salir del lugar, y si se resistieren a la orden de expulsión, o si
volvieren al lugar de donde se les hizo salir, el presidente o el juez ordenará su arresto, se
hará mención de esta orden en el acta. El alcalde de la cárcel civil, en vista de la orden de
arresto, recibirá y retendrá al perturbador durante 24 horas." (Artículo 365 del Código de
Procedimiento Criminal de la República Dominicana).

"Cuando el tumulto se acompañare de injurias o vías de hecho, que motivaren la


aplicación ulterior de penas correccionales o de simple policía, estas penas se podrán
pronunciar en la misma audiencia e inmediatamente despuÉs de hacerse constar los
hechos; lo serán del modo siguiente: las de simple policía, sin apelación, de cualquier
tribunal o juez de que emanen; y las correccionales, a cargo de apelación, si la
condenación fuere impuesta por un tribunal sujeto a apelación, o por un juez solo."
(Artículo 366 del Código de Procedimiento Criminal de la República Dominicana).

2. Caso en que los Delitos cometidos merecieres Pena Aflictiva o Infamante.

Ver artículos 365 y 366 del Código de Procedimiento Criminal.

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

4. El artículo 91 pasa a ser el 621, este nuevo artículo se mantiene básicamente igual,
pero cambia el monto de la multa a un rango de no menor de 3 ni mayor de 5 salarios
mínimos de ley mensuales. Además elimina el plazo de 24 horas para aprehender al
acusado si no se puede aprehender en el instante. El proyecto no establece plazo para
esta situación.

5. El artículo 92 se mantiene exactamente igual.

Título VI

DEL EXAMEN PREVIO Y LA INSTRUCCIÓN POR ESCRITO.

Estos artículos están implícitamente derogados por la ley 845 de 1978 pues son reglas
que se aplicaban al procedimiento ordinario, el cual fue eliminado por esta misma ley,
junto con el procedimiento sumario y sustituidos por un procedimiento único para la
materia civil, que en sus rasgos y características es muy parecido al antiguo
procedimiento sumario.

Artículo 93

El tribunal podrá ordenar que los documentos se depositen en secretaría, para


deliberarse mediante la relación que de ellos mismos formule uno de los jueces
167

nombrado por la sentencia, con indicación del día en que deba presentarse dicha
relación.

Artículo 94

Las partes y sus abogados estarán obligados a ejecutar la sentencia que ordena el
examen previo, sin que haya necesidad de sacar copia de dicha sentencia ni
notificarla, y sin intimación; si una de las partes no depositase sus documentos, la
causa será decidida en vista de los documentos de la otra.

"Los artículos 93 y 94 autorizan al tribunal a ordenar, antes de pronunciar sentencia, el


examen previo, medida de instrucción que manda que la deliberación tenga lugar
despuÉs del relato de un juez. Este procedimiento es impracticable en los juzgados de
primera instancia por ser unipersonales”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos De
Derecho Judicial Privado. v. II, 8va. ed., p. 80).

Artículo 95

Si una causa no pareciese susceptible de ser decidida por alegatos o examen previo,
el tribunal ordenará que se instruya por escrito, para que se haga la relación de la
misma por uno de los jueces nombrado por la sentencia. Ninguna causa puede
someterse a la relación, sino en la audiencia, y a mayoría de votos.

Artículo 96

El demandante hará notificar un escrito, conteniendo sus medios de defensa, en la


octava de la notificación de la sentencia, terminando con un estado de los
documentos producidos en apoyo. Estará también obligado, en las veinticuatro
horas que sigan a aquella notificación a depositar en la secretaría su escrito,
participándolo a la parte contraria.

Artículo 97

En la octava del depósito en la secretaría, hecho por el demandante, el demandado


tomará en comunicación los documentos, y hará notificar su respuesta con el estado de
los documentos en apoyo, al pie del escrito: en las veinticuatro horas despuÉs de esta
notificación, el demandado devolverá a la secretaría los documentos que se le dieron en
comunicación, hará el suyo y notificará el acto. Cuando haya muchos demandados que
tengan a la vez abogados e intereses diferentes, tendrá cada uno el término fijado para la
toma en comunicación, contestar y depositar; la comunicación se les dará sucesivamente,
principiando por el más diligente.

Artículo 98

Si el demandante no hiciere el depósito en secretaría en el término antes lijado, el


demandado hará el suyo, como se ha dicho. El demandante no tendrá sino ocho días
para imponerse de los documentos y replicar; pasado este término, se procederá a
dar sentencia, en vista de los documentos del demandado.

Artículo 99
168

Si fuere el demandado el que no haya depositado sus documentos, en el término


acordado, se procederá a dar sentencia con vista de los documentos del
demandante.

Artículo 100

En el caso en que se haya vencido uno de los plazos fijados, sin que ninguno de los
demandados haya tomado en comunicación los documentos, se procederá a dar
sentencia, con vista de los que se hubieren depositado.

Artículo 101

A falta de depósito hecho por el demandante, el demandado más diligente hará el


depósito de los documentos en Secretaría; y se seguirá la instrucción según se ha
expresado.

Artículo 102

Cuando una de las partes quiera depositar nuevos documentos, lo hará en la


secretaría, con acto que contenga el estado de ellos; lo cual se notificará al abogado,
sin escrito de nuevo depósito, bajo pena de ser desechado de la tasación, aún
cuando el estado de los documentos contuviere nuevas conclusiones.

Artículo 103

La parte contraria tendrá ocho días para tomar en comunicación los documentos, y
dar contestación, la cual no podrá exceder de tres pliegos de papel.

Artículo 104

Los abogados expresarán, al pie de los originales y copias de todos sus escritos, el
número de pliegos de papel que empleen; lo que también se anunciará en el acto de
depósito, bajo pena de ser desechado de la tasación.

Artículo 105

No entrarán en tasación, sino los escritos y notificaciones mencionados en el


presente título.

Artículo 106

La comunicación de los documentos se tomará en la secretaría, dando recibo los


abogados, con expresión de la fecha en que se haga.

Artículo 107

En el caso de que los abogados no devolviesen los documentos recibidos en


comunicación, en el término arriba expresados, el tribunal, en vista del certificado
del secretario, y mediante simple acto de intimación para continuar la audiencia
dará sentencia que los condenará personalmente, y sin apelación a la devolución de
los documentos; así como a las costas de la sentencia sin repetición; y a dos pesos,
a lo menos, de daños y perjuicios por cada día de retardo. Si los abogados no
devolviesen los documentos, en la octava de la notificación de dicha sentencia, el
tribunal podrá aplicar, sin apelación, mayor suma por daños y perjuicios, y aun
169

condenarlos al apremio corporal, y suspender por todo el tiempo que juzgase


conveniente. Las anteriores sanciones se podrán pronunciar a solicitud de las
partes, sin que para ello necesiten del auxilio de abogados, y por un simple
memorial que presentarán al presidente, al relator o al fiscal.

Artículo 108

En la secretaría del tribunal se llevará un registro, en el cual se inscribirán todos los


depósitos, según su orden de fechas; dicho registro, dividido en columnas,
contendrá la fecha del depósito, los nombres de las partes, los de sus abogados y el
del relator; dejándose una columna en blanco.

Artículo 109

Después que todas las partes hayan hecho el depósito, o después de vencidos los plazos
arriba expresados, el secretario, a requerimiento de la parte más diligente, entregará los
documentos al relator, que se hará cargo de ellos, firmando en la columna en blanco el
registro de depósito.

Artículo 110

En los casos de muerte, dimisión o impedimento del relator, se nombrará otro juez
por auto del presidente, a escrito presentado; notificándose dicho auto a la parte o a
su abogado, tres días a lo menos antes de la relación.

Artículo 111

Todas las relaciones, aun las hechas por examen previo, se harán en la audiencia: el
relator resumirá el hecho y los medios, sin manifestar su opinión: los abogados, bajo
ningún pretexto, tendrán la palabra después del relator: y solamente podrán entregar, en
el momento, al presidente, simples notas que indiquen los hechos que conceptúen que el
relator haya presentado de un modo incompleto o inexacto.

Artículo 112

Después de oído el relator, seguirá el fiscal en su dictamen, también en la misma


audiencia.

Artículo 113

Las sentencias que se dictaren en vista de los documentos de una sola de las partes,
por no haber la otra depositado los suyos, no son susceptibles de oposición.

Artículo 114

Después de pronunciada la sentencia, el relator devolverá los documentos a la


secretaría; y quedará descargado de ellos con sólo tachar su firma en el registro de
depósito.

Artículo 115

Al retirar los abogados sus documentos, firmarán al margen del registro de depósito:
lo cual servirá de descargo al secretario.
170

"Los artículos 95 al 115 regulan minuciosamente la instrucción por escrito que es


tambiÉn impracticable en el juzgado de primera instancia porque requiere la presencia de
un miembro del tribunal como juez comisario. Además, siendo su finalidad ilustrar al
tribunal mediante escrituras, en sustitución del debate oral, nuestro juzgado de primera
instancia aunque fuera pluripersonal no tendría prácticamente necesidad de usarlo,
puesto que el procedimiento ante esta jurisdicción es esencialmente escrito, y las
escrituras, obligatoriamente cambiadas entre las partes antes de la audiencia, llenan el
cometido que se persigue con la instrucción por escrito". (Tavares hijo, Froilán. 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va. ed., pp. 80-81).

Título VII

DE LAS SENTENCIAS

Tabla de Contenido

1. Sentencia. Concepto.
2. Características de las Sentencias.
3. Clasificación de las Sentencias.
A. Sentencia Definitiva.
B. Sentencia Previa.
C. Sentencias de Carácter Mixto.
D. Sentencia de Instrucción.
E. Sentencias Provisionales.
F. Sentencia Contradictoria.
G. Sentencia en Defecto.
H. Sentencia Ordinaria.
I. Sentencia de Expediente.
J. Sentencia Meramente Declarativa.
K. Sentencia Constitutiva.
L. Sentencias Interlocutorias.
M. Sentencia Condenatoria.
N. Sentencia Absolutoria.
O. Sentencia en Primera Instancia.
P. Sentencia en Única Instancia.
Q. Sentencia en Última Instancia.

1. Sentencia. Concepto.

"Decisión dictada por un juez." (Capitant, Henri. Vocabulario Jurídico. p. 510).

"La sentencia, llamada tambiÉn acto jurisdiccional, es el instrumento jurídico mediante el


cual el juez decide un proceso o un aspecto del mismo." (García de Peña, Luís V. 1998.
Nociones de Derecho Judicial Privado, p.199).

La palabra sentencia, entendida en su sentido más amplio designa toda decisión rendida
por una autoridad judicial legalmente constituida y de conformidad con las leyes de
procedimiento. En la mayoría de los casos esta decisión termina la instancia y pone fin a
una contestación. Pero no toda sentencia pone fin a una contestación, como por ejemplo
las rendidas en el curso de la instancia. Es así que la palabra sentencia es susceptible de
tener diferentes acepciones y conviene, en estas condiciones, determinar sus elementos
constitutivos; para que una decisión tenga carácter de sentencia, se precisa: 1. que haya
171

intervenido sobre la base de una contestación que divide a las partes litigantes, pues la
sentencia propiamente dicha es el acto del juez que pone fin a la contestación que divide
a los litigantes decidiendo el derecho aplicable a esta contestación, a la sentencia así
definida, se oponen los actos de administración judicial que son, según su naturaleza,
actos administrativos con la particularidad de que son dados por el juez; 2. que haya sido
llevada en una instancia de conformidad con las reglas de procedimiento establecidas
para esa jurisdicción; 3. que emane de una jurisdicción regularmente constituida, ya que
no constituiría una decisión válida de no ser así. Se presume que los magistrados
llamados a ejercer sus funciones, lo hacen en condiciones legales. Por demás, se precisa
para la validez de la sentencia que los jueces que la dan hayan estado presentes en todas
las audiencias de la causa. (Dalloz, Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, n.25, p.160).

“La sentencia es el acto jurisdiccional que pone fin al proceso. Después de haber
verificado la verdad de los hechos invocados por las partes, el juez declara, para cada
caso, cuál es la voluntad de la ley en relación con la causa planteada ante él con el
ejercicio de la acción. En otros términos: la sentencia es una aplicación concreta del
derecho objetivo a los hechos de la causa. La declaración del juez puede revestir diversas
formas: reconocer, modificar o extinguir una situación jurídica, formular órdenes y
prohibiciones”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.II, 8va. ed., p. 359).

2. Características de las Sentencias.

"En razón de su naturaleza y finalidad la sentencia está regida por normas de derecho
público y por reglas de derecho privado." (García de Peña, Luís V. 1999. Nociones de
Derecho Judicial Privado. p. 199).

“Esos dos aspectos de la sentencia, público y privado, el público y el privado, no pueden


disociarse. Ambos concurren a caracterizar la sentencia y es que no es meramente una
opinión del juez acerca del proceso; es tambiÉn el establecimiento o el restablecimiento de
la situación jurídica que sea conforme al derecho objetivo. (Tavares hijo, Froilán. 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.II, 8va. ed., p. 360).

“Considerando, que las sentencias dictadas por los tribunales de justicia son actos
auténticos que, como tales, son fehacientes, hasta inscripción en falsedad, de los hechos
comprobados por los jueces, y, por tanto, es preciso inscribirse en falsedad para rebatir la
sinceridad de sus comprobaciones”. (Sent. SCJ. 26 de noviembre de 1993. B.J.
996.1080).

3. Clasificación de las Sentencias.

"Las sentencias pueden ser clasificadas desde diferentes puntos de vista: sentencias
definitivas, sentencias previas (o de antes de hacer derecho), sentencias contradictorias;
sentencias en defecto, sentencias ordinarias, sentencias de expediente; sentencias
declaratorias, sentencias constitutivas, sentencias condenatorias, sentencias
absolutorias; sentencias en primera instancia, sentencias en única instancia, sentencias
en ultima instancia." (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 360; Dalloz, Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. II, nn.12-22, p.167; Jorge Blanco, Salvador. 1999. Introducción
al Derecho. p. 503).

“Clasificaremos las sentencias en tres grupos: 1. Sentencias contradictorias y en defecto;


2. Sentencias en primera; y en ultima instancia; 3. Sentencia definitivas previas y
mixtas”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. II, v. I, p. 233; Morel,
172

René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. p. 576; Vincent, Jean. Procedure Civile. 24
ed., p.737).

A. Sentencia Definitiva.

Es definitiva la sentencia que pone término al fondo del litigio o a un incidente del
procedimiento. No es lo mismo una sentencia definitiva y una sentencia irrevocable, esta
última no es susceptible de recurso. Las sentencias previas. Son las que el tribunal
pronuncia en el transcurso de un proceso, antes de decidir sobre el fondo, y mediante la
cual se ordena una medida de instrucción o una medida provisional. No resuelven el
fondo del litigio, encaminan el proceso a su final. Las sentencias previas se dividen en
sentencias de instrucción y sentencias provisionales. Las sentencias de instrucción se
dividen en sentencias preparatorias y sentencias interlocutorias según no prejuzgue o
prejuzguen el fondo. (Arias, Samuel. Cátedras de Derecho Judicial Privado. (inédito), p.
36).

Es definitiva no solamente la sentencia que pone término a la contestación sino también


la que resuelve acerca de un incidente del procedimiento. Con esta última clase de
sentencia definitiva el juez queda finalmente desapoderado de la cuestión que se le
sometió incidentalmente en el curso de la instancia, salvo la posibilidad de un recurso
contra la sentencia. No debe confundirse la sentencia definitiva con la irrevocable, que es
aquella que no es susceptible de ser impugnada por ninguna vía de recurso. (Tavares hijo,
Froilán. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.2000. v. II., 8va ed., pp. 361).

Es la que decide todo el proceso o una fase del mismo. Son definitivas las que deciden el
fondo, las que deciden las excepciones, los fines de inadmisión y los incidentes del
procedimiento. También lo son las que deciden previamente al fondo, una cuestión de
hecho o de derecho. (Pérez Méndez, Artagnan. Procedimiento Civil.1992. t. I. 5ta ed.
p.235) .

Las siguientes sentencias son definitivas y por consiguiente recurribles inmediatamente y


no con el fondo:

“La que declara clausurado el informativo”. (Sent. SCJ. B.J. 712.430; B.J. 722.180.
Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. p. 438).

“La que resuelve sobre la impugnación del abogado de una de las partes”. (Sent. SCJ. B.J.
719.2140. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. p.
438).

“La que deniega una comunicación de documentos sobre el alegato de la parte contraria
de que no tiene ningún documento que no sea ya conocido de la parte solicitante”. (Sent.
SCJ. B.J. 741.1980. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. p. 438).

“Aquella en que el tribunal se declara incompetente”. (Sent. SCJ. B.J. 753.2452. Citada
por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. p. 438).

“La que ordena un peritaje, pero limita el derecho de las partes a elegir sus peritos”.
(Sent. SCJ. B.J.766.2554. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. p. 438).

“La que tacha un testigo”. (Sent. SCJ. B.J.767.2692. Citada por: Headrick, William C.
2000. Compendio Jurídico Dominicano. p. 438).
173

“Es definitiva la sentencia que anula la decisión de primera instancia por violación de
formas, avoca al fondo y reenvía el asunto”. (Sent. SCJ. B.J.830.121. Citada por:
Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. p. 438).

B. Sentencia Previa.

Es la que un tribunal pronuncia, en el transcurso del proceso, antes de decidir sobre el


fondo, y por medio de la cual ordena sea una medida de instrucción, sea una medida
provisional. En estas sentencias el tribunal pone la causa en condiciones de recibir fallo
definitivo. Las sentencias previas son de dos especies: de instrucción y provisionales.
(Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va.
ed., p. 362)

Las sentencias previas son las llamadas sentencias de antes de hacer derecho. Son
rendidas antes de decidirse el fondo. Se dictan en el curso del proceso o en ocasión de
una medida de instrucción o de una medida provisional. Se las puede subclasificar en
sentencias preparatorias, interlocutorias y provisionales. (Pérez Méndez, Artagnan. 1992.
Procedimiento Civil. t. I, 5ta. ed., p.238).

Las siguientes clases de sentencias son preparatorias y por consiguiente susceptibles de


apelación conjuntamente con el fondo:

“La que ordena la fusión de dos demandas”. (Sent. SCJ. B.J. 718.1919. Citada por:
Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. pp. 441-442).

“La que ordena la celebración de un informativo”. “(Sent. SCJ. B.J. 718.1963. Citada por:
Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. pp. 441-442; Sent. SCJ.
B.J. 793.2144. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano.
pp. 441-442; Sent. SCJ. B.J. 834.1043. Citada por: Headrick, William C. 2000.
Compendio Jurídico Dominicano. pp. 441-442; Sent. SCJ. B.J.845.632. Citada por:
Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. pp. 441-442; Sent. SCJ.
B.J. 989.313. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano.
pp. 441-442; Sent. SCJ. B.J. 1057.422. Citada por: Headrick, William C. 2000.
Compendio Jurídico Dominicano. pp. 441-442).

“La que se limita a ordenar una comunicación de documentos”. (Sent. SCJ. B.J. 735.317.
Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. pp. 441-442;
Sent. SCJ. B.J. 769.3156. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. pp. 441-442; Sent. SCJ. B.J. 805.2382. Citada por: Headrick, William C.
2000. Compendio Jurídico Dominicano. pp. 441-442; Sent. SCJ. B.J. 807.218. Citada
por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. pp. 441-442; Sent.
SCJ. B.J. 845.649. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. pp. 441-442; Sent. SCJ. B.J.1053.44. Citada por: Headrick, William C.
2000. Compendio Jurídico Dominicano. pp. 441-442;Sent. SCJ. B.J. 1056.38. Citada por:
Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. pp. 441-442).

“La que sobresee la causa hasta que otro tribunal resuelva sobre su competencia para
conocer del mismo asunto”. (Sent. SCJ. B.J. 755.2977. Citada por: Headrick, William C.
2000. Compendio Jurídico Dominicano. pp. 441-442).

“La que ordena que se aporten documentos para una buena administración de justicia”.
(Sent. SCJ. B.J. 790.1438. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. pp. 441-442).
174

“La que ordena el reenvío de la causa para una próxima audiencia”. (Sent. SCJ. B.J.
793.2061. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. pp.
441-442; Sent. SCJ. B.J. 807.226. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio
Jurídico Dominicano. pp. 441-442; Sent. SCJ. B.J. 971.1381. Citada por: Headrick,
William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. pp. 441-442).

“La que ordena diversas medidas de instrucción”. (Sent. SCJ. B.J. 910.1390. Citada por:
Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. pp. 441-442).

“La sentencia en la cual el tribunal nombra a un perito”. (Sent. SCJ. B.J. 95.344. Citada
por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. pp. 441-442).

“Las sentencias preparatorias son dispensadas de dar motivos”. (Sent. SCJ. B.J.
1046.147. Citada por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. pp.
441-442).

C. Sentencias de Carácter Mixto.

Una misma sentencia puede contener, a la vez, disposiciones de carácter interlocutorio y


disposiciones de carácter definitivo; disposiciones de carácter preparatorio y disposiciones
de carácter interlocutorio; disposiciones de carácter preparatorio y disposiciones de
carácter definitivo.(Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p.366)

Es la que resuelve una parte de lo principal y a la vez ordena una medida de instrucción o
una medida provisional. (Pérez Méndez, Artagnan. 1992. Procedimiento Civil. t. I, 5ta. ed.,
p.240)

D. Sentencia de Instrucción.

Esta primera especie de sentencias previas comprende las sentencias preparatorias y las
sentencias interlocutorias. La distinción de estos dos tipos de sentencia es importante
desde estos puntos de vista: el ejercicio de ciertas vías de recurso, apelación, revisión
civil, casación, es posible contra las sentencias interlocutorias aún antes de que
intervenga sentencia definitiva, pero no contra las sentencias preparatorias.; la ejecución
voluntaria de las sentencias interlocutorias vale aquiescencia y hace por consiguiente
irrecibibles las mencionadas vías de recurso; los medios de derecho que podían ser
invocados contra la sentencia interlocutoria que ha adquirido la autoridad de la cosa
juzgada no pueden ser invocados contra la sentencia definitiva dictada como
consecuencia de aquella. Estas diferencias se explican por el carácter primordial de la
sentencia interlocutoria, que es prejuzgar el fondo. (Tavares hijo, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 362-363).

E. Sentencias Provisionales.

Son las que deciden sobre demandas provisionales, esto es, que tienden a obtener que el
tribunal prescriba de modo inmediato una medida de carácter urgente, necesaria para
proteger el interés de una de las partes o para evitarle perjuicios irreparables. .(Tavares
hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp.
366).

Las sentencias provisionales no resuelven el fondo del proceso en lo cual se distinguen de


las definitivas. Su característica principal es que por medio de ellas se ordenan medida
urgentes. (Pérez Méndez, Artagnan. 1992. Procedimiento Civil. t. I, 5ta. ed., p.240).
175

F. Sentencia Contradictoria.

Es contradictoria la sentencia intervenida en un procedimiento en que el demandado ha


comparecido y en que tanto él como el demandante han presentado conclusiones.
(Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va.
ed., p. 367).

La sentencia es contradictoria cuando han comparecido tanto el demandante como el


demandado. (Pérez Méndez, Artagnan. 1992. Procedimiento Civil. t. I, 5ta. ed., p.233).

G. Sentencia en Defecto.

La sentencia es en defecto, cuando no ha comparecido una de las partes, normalmente el


demandado, pues al menos, en materia civil ordinaria, de la competencia de juzgado de
primera instancia se considera que el demandante comparece desde que lanza el acto de
emplazamiento. (Pérez Méndez, Artagnan.1992. Procedimiento Civil. t. I, 5ta. ed., p.233).

H. Sentencia Ordinaria.

Es la sentencia propiamente dicha, esto es la que interviene a titulo de decisión de juez


respecto de una diferencia real de intereses entre las partes. (Tavares hijo, Froilán.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.2000. v. II. 8va ed. p. 373).

I. Sentencia de Expediente.

Se designa como sentencia de expediente o sentencia convenida, la que es pronunciada


respecto de un proceso entre partes que han estado desde el principio o que han llegado a
ponerse de acuerdo acerca de la cuestión sometida al tribunal. (Tavares hijo, Froilán.
2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 373).

J. Sentencia Meramente Declarativa.

Es la que se contrae a comprobar la existencia de un derecho o de una situación jurídica.


(Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va.
ed., p. 377).

K. Sentencia Constitutiva.

Es la que crea una situación jurídica, sea modificando un estado de cosas anterior, sea
aboliéndolo, sea sustituyéndolo por otro. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 377).

L. Sentencias Interlocutorias.

La sentencia interlocutoria es aquella que el tribunal pronuncia en el discurso de un


pleito, antes de hacer derecho. (Pérez Méndez, Artagnan. 1992. Procedimiento Civil. t. I,
5ta. ed., p.238).

M. Sentencia Condenatoria.

Es la que impone a la parte vencida en juicio el cumplimiento de una prestación, sea


positiva de dar o de hacer, sea negativa, de no hacer. (Tavares hijo, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 377).

N. Sentencia Absolutoria.
176

Es todo lo contrario a la sentencia condenatoria. Interviene cuando el tribunal, acogiendo


la defensa del demandado rechaza la demanda del actor. (Tavares hijo, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 377).

O. Sentencia en Primera Instancia.

La sentencia en primera instancia es la que un tribunal del primer grado de jurisdicción


dicta a cargo de apelación. Es el caso normal, dada la generalidad del principio del doble
grado de jurisdicción. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 378).

P. Sentencia en Única Instancia.

En los casos en que el segundo grado de jurisdicción es suprimido por la ley o en el que
las partes renuncian anticipadamente a la apelación, la sentencia es llamada en única
instancia. Es susceptible de los recursos extraordinarios de revisión civil y de casación, lo
mismo que la sentencia en última instancia. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 378).

Q. Sentencia en Última Instancia.

Cuando la sentencia es apelable y el recurso de apelación es interpuesto, la decisión del


juez del segundo grado se dice dictada en última instancia. (Tavares hijo, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 378).

La sentencia dictada en segundo grado se le conoce también como sentencia en última


instancia, porque no puede recorrer más grados, con excepción de la casación, que no es
un tercer grado de jurisdicción sino un recuso sui generis. (Pérez Méndez, Artagnan.
1992. Procedimiento Civil. t. I, 5ta. ed., p.234).

Artículo 116

Las sentencias se decidirán a mayoría de votos, y se pronunciarán enseguida. Los


jueces se retirarán a la Cámara de Consejo para decisión; podrán tambiÉn diferir la
causa para dar decisión en una de las próximas audiencias.

Artículo 117

Cuando haya más de dos opiniones, los jueces que se encuentren en minoría, estarán
obligados a agregarse a una de las dos opiniones que se hayan emitido por el mayor
número. No obstante, no estarán obligados a adherirse sino despuÉs que se hayan
recogido los votos por segunda vez.

Artículo 118

(Mod. por el Artículo 3 de la Ley No. 4983 del 5 de abril de 1911). En los casos de
empate, se llamará para dirimir, a uno de los jueces de primera instancia del
departamento. La causa se discutirá nuevamente.

Tabla de Contenido

1. Pronunciamiento de la Sentencia.
177

2. Cámara de Consejo.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Pronunciamiento de la Sentencia.

“Después de redactada, la sentencia es pronunciada, esto es, leída íntegramente en


audiencia pública, aún en aquellos casos en que se trate de asuntos contenciosos
conocidos en cámara de consejo”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II. 8va ed., p. 380).

La sentencia debe, a pena de nulidad, ser pronunciada en audiencia pública, en


presencia de los jueces que la han dictado. (Cass. Civ., 27 mai 1850, D., 50-1-162; Morel,
René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. p. 585).

Nada se opone a que, en materia civil, una sentencia sea pronunciada sin que las partes
se encuentren presentes ni hayan sido citadas, siempre que lo haya sido en audiencia
pública. (Sent. SCJ. B.J. 875.3216; Headrick, William C. Segundo Suplemento del
Compendio de Legislación y Jurisprudencia Dominicanas. 1983-1986. p. 77).

“En estas jurisdicciones de primera instancia, juzgado de paz, tribunal de tierras de


jurisdicción original, la adopción del fallo tiene lugar, sin procedimiento alguno; el juez,
de acuerdo con la fórmula adoptada usualmente, "después de haber estudiado el caso",
resuelve la cuestión que le fue sometida, en cambio los asuntos de los tribunales
colegiados son decididos por mayoría de votos”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 378-379).

2. Cámara de Consejo.

“El tribunal o corte que sesiona en audiencia privada para resolver en materia graciosa y,
en los casos previstos por la ley, tambiÉn en materia contenciosa. El fallo no deja por ello
de pronunciarse en audiencia pública (...)”.(Capitant, Henri. 1966. Vocabulario Jurídico.
p. 95; Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. p. 585).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 116 es el 451 del Proyecto, este especifica que las sentencias se deciden por
mayoría de votos en las jurisdicciones colegiadas. Establece que los jueces pueden decidir
tanto en audiencia pública como privada. Pero establece que deben ser siempre leídas en
audiencia pública.

El artículo 117 pasa a ser el 452, se mantiene igual.

El artículo 118 pasa a ser el 453, también se mantiene igual.

Artículo 119

(Derogado y sustituido por los artículos 60 al 72 de la Ley No. 834 del 15 de julio de
1978, cuyos textos son los siguientes):

Artículo 60
178

El juez puede en toda materia, hacer comparecer personalmente a las partes o a una
de ellas.

Artículo 61

El juez, al ordenarla, fija los lugares, día y hora de la comparecencia personal, a


menos que se proceda a ello de inmediato.

Artículo 62

La comparecencia personal puede siempre realizarse en Cámara de Consejo.

Artículo 63

Las partes son interrogadas en presencia una de la otra a menos que las
circunstancias exijan que se haga separadamente. Deben ser confrontadas si una de
las partes lo solicita. Cuando la complacencia de una sola de las partes ha sido
ordenada, esta parte es interrogada en presencia de la otra a menos que las
circunstancias exijan que ella lo sea inmediatamente o fuera de su presencia, bajo
reserva del derecho por la parte ausente de tener inmediatamente conocimiento de
las declaraciones de la parte oída. La ausencia de una parte no impide oír a la otra.

Artículo 64

Las partes pueden ser interrogadas en presencia de un técnico y confrontadas con


los testigos.

Artículo 65

Las partes responden personalmente a las preguntas que les son formuladas, sin
poder leer ningún proyecto.

Artículo 66

La comparecencia personal tiene lugar en presencia de los defensores de todas las


partes o éstos debidamente citados.

Artículo 67

El juez hace, si lo estima necesario, las preguntas que las partes le sometan después
del interrogatorio.

Artículo 68

Se levantará acta de las declaraciones de las partes, de su ausencia o de su negativa


a responder. La redacción del acta puede siempre ser suplida por una mención en la
sentencia si el asunto es inmediatamente juzgado en última instancia.

Artículo 69

Las partes interrogadas, firmarán el acta, después de su lectura, o la certificarán


conforme a sus declaraciones, caso en el cual se hará mención de ello en el acta. En
caso contrario, se indicará que las partes rehúsan firmar o certificar conforme el
acta. El acta será también fechada y firmada por el juez y, si hay lugar, por el
secretario.
179

Artículo 70

Si una de las partes está en la imposibilidad de presentarse, el juez que haya


ordenado la comparecencia puede transportarse a donde ella, después de haber
convocado a la parte adversa.

Artículo 71

El juez puede hacer comparecer a los incapaces bajo reserva de las reglas relativas a
la capacidad de las personas y a la administración de la prueba, así como a sus
representantes legales o a aquellos que les asistan. Puede hacer comparecer a las
personas morales incluyendo las colectivas públicas y establecimientos públicos, en
la persona de sus representantes calificados. Puede, además, hacer comparecer a
cualquier miembro o agente de una persona moral para ser interrogada tanto sobre
hechos personales como sobre los que ha conocido en razón de su calidad.

Artículo 72

El juez puede sacar cualquier consecuencia de derecho, de las declaraciones de las


partes, de la ausencia o de la negativa a responder de una de ellas y considerar ésta
como equivalente a un principio de prueba por escrito.

Tabla de Contenido

1. La Confesión.
2. Comparecencia Personal de las Partes.
A. Materias en que es posible.
B. Excepciones.
C. Personas a quienes se aplica.
D. Fijación.
E. Sentencia que la ordena.
F. Interrogatorio.
3. Comparecencia de Incapaces.
4. Comparecencia de las Personas Morales.
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. La Confesión.

“Reconocimiento que hace una parte de la exactitud de un hecho alegado contra ella”.
(Capitant, Henri. 1966. Vocabulario Jurídico. p. 141).

La confesión es el medio de prueba más completo y seguro; pero casi nunca es el hecho
espontáneo de la parte. Es preciso provocarla por medio de un procedimiento que permita
conducir la parte ante el tribunal, a fin de que sea interpelada acerca de los hechos de la
causa. El Código de Procedimiento Civil establecía dos medios para llegar a este
resultado: el interrogatorio sobre hechos y artículos (Art. 324 y s.); la comparecencia
personal (Art. 119), sustituida por los artículos 60 a 72 de la Ley 834 de 1978. La práctica
hizo que se recurriera más comúnmente a la comparecencia personal. El legislador no
derogó expresamente las disposiciones del Código de Procedimiento Civil relativas al
interrogatorio sobre hechos y artículos, es obvio que este procedimiento desapareció en
virtud de la disposición contenida en el artículo 142 de la Ley 834 de 1978. (Tavares hijo,
180

Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 281-
282).

“(…) el prevenido confiesa haber realizado un hecho, hace innecesario todo otro medio de
prueba acerca del mismo, si tal confesión es establecida legalmente y apreciada como
sincera y suficientes por los jueces del fondo”. (Sent. SCJ. 18 de abril de 1941. B.J.
369.558-559).

“La confesión es un medio de prueba general de las obligaciones; el principio de la


indivisibilidad de la confesión no se impone cuando una parte de la confesión se
encuentra contradicha por su propia inverosimilitud; en tales casos, los jueces del fondo,
pueden retener el hecho principal de una confesión calificada y establecer, si es
necesario, por medio de testigos o presunciones, los otros hechos que sirven para
determinar el verdadero carácter jurídico de la operación”. (Sent. SCJ. 8 de julio de 1950.
B.J. 480.575).

2. Comparecencia Personal de las Partes.

“Forma de instruir un proceso consistente en hacer que las partes concurran


personalmente ante el tribunal, para escucharlas e interrogarlas sobre los hechos de la
causa”. (Capitant, Henri. 1966. Vocabulario Jurídico. p. 131).

La comparecencia personal es una medida de instrucción ordenada por el tribunal que


consiste, como su nombre lo indica, en la asistencia de una de las partes a la audiencia
del tribunal, para que suministren personalmente las explicaciones que ellas y el tribunal
consideren útiles al esclarecimiento de los hechos de la causa y que muy frecuentemente
no se encuentran suficientemente expuestos en los memoriales y actuaciones del
expediente. (Dalloz, Encyclopedie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t.
I, n. 1, p. 555; Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 283).

“La comparecencia personal de las partes es una medida de instrucción que puede ser
ordenada por el juez en cualquier materia. No es un medio de prueba, puesto que su valor
es provocar la confesión de las partes. En ese sentido su valor probatorio sola hace fe
contra la parte que emite las declaraciones, pero carece de valor contra el adversario”.
(García de Peña, Luis Víctor. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado. p. 160).

“Es facultativo de los jueces del fondo ordenar la comparecencia personal de las partes,
por lo que no constituye una violación al derecho de defensa el hecho de que un tribunal
rechace este pedimento”. (Sent. SCJ. 18 de noviembre de 1998. B.J. 1056.483).

“Los jueces del fondo no están obligados a ordenar la comparecencia personal de las
partes siempre que se le solicite, sino cuando ellos determinen que dicha medida es
necesaria para la mejor sustanciación del proceso, no constituyendo ninguna violación a
la ley el rechazo de este pedimento”. (Sent. SCJ. 29 de Julio de 1998. B.J. 1052.1021).

A. Materias en que es posible.

La comparecencia puede ordenarse en todas las materia; puede ser ordenada de oficio por
el tribunal. (Vincent, Jean, Serge Guinchard. Procédure Civile. 24e ed., p. 670).

La comparecencia personal puede ser ordenada en toda materia, por consiguiente, aún en
los casos en que la prueba testimonial es inadmisible. (Dalloz, Encyclopedie. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n. 4-6, p. 555).
181

B. Excepciones.

“No obstante la generalidad del texto, esta medida de instrucción no puede ser empleada
en los casos en que la ley prohíbe la prueba de ciertos hechos. Tampoco puede ser
ordenada en los casos en que la ley exige que la prueba de ciertos hechos sea
suministrada de una cierta manera, y no precisamente por medio de la confesión”.
(Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va.
ed., p. 282).

C. Personas a quienes se aplica.

“Esta medida de instrucción puede ser aplicada únicamente respecto de las partes en el
proceso, sean principales o intervinientes, pero no respecto de terceros; estos no pueden
ser interrogados sino en calidad de testigos, en la forma de una información testimonial”.
(Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va.
ed., pp. 285-286).

D. Fijación.

“La comparecencia personal puede ser ordenada sea a requerimiento de una de las
partes, sea de oficio por el tribunal. Esta posiblidad confiere al tribunal un cierto poder en
la impulsión y disposición del proceso”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 283).

E. Sentencia que la ordena.

La sentencia que ordena la comparecencia personal no tiene que hacer constar los hechos
sobre los cuales recaerá el interrogatorio, es suficiente con que se indique que esa medida
será utilizada para la solución del proceso. Debe precisar que las partes deben
comparecer para ser interrogadas, fijar el día y la hora de la comparecencia y decidir si
tendrá lugar en audiencia pública o en cámara de consejo”. (Dalloz Encyclopedie. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n. 21, p. 557).

El juez puede dejar sin efecto la comparecencia personal cuando se evidencia falta de
interés de la parte a quien beneficia; o cuando de acuerdo con los hechos de la causa el
juez advierte que la ejecución de la medida se ha hecha prácticamente imposible. (Sent.
SCJ. 9 de diciembre de 1987. B.J. 925.2183).

“Si bien es cierto que la sentencia que ordena una comparecencia personal de las partes
es simplemente preparatoria, por el contrario tiene carácter de interlocutoria la que
rechaza una demanda de comparecencia personal de las partes respecto de la cual se ha
concluido y que ha sido contestada”. (Sent. SCJ. 18 de diciembre de 1985. B.J. 901.3144.
Citada por: Subero Isa, Jorge. 4 Años de Jurisprudencia Analítica Dominicana 1985-
1988. Ediciones Capeldom 1993).

“Es facultad de los jueces del fondo conceder o negar la medida de instrucción de
comparecencia personal, cuando la parte que la solicita no advierte al tribunal lo que
pretende demostrar con dichas medidas y cuando los jueces encuentran en el proceso
suficientes elementos de juicio que le permiten formar su convicción en uno u otro
sentido; que en esas circunstancias, cuando el juez rechaza las medidas, no prejuzga el
fondo y por tanto la sentencia que interviene no puede ser considerada interlocutoria,
sino preparatoria y, por tanto, sólo recurrible con el fondo del asunto”. (Sent. SCJ. 6 de
Octubre de 1999. B.J. 1067.178).

F. Interrogatorio.
182

“La posibilidad de interrogar a una de las partes en presencia de un técnico permitiría al


juez cuestionar de inmediato al técnico sobre asuntos relativos al comportamiento de la
parte interrogada. (…) El interrogatorio queda pues a discreción del juez. Las partes no
pueden ser interrogadas directamente por los defensores; estos después del
interrogatorio, podrán presentar al juez las observaciones y pedimentos que juzguen
convenientes, a las que accederá el juez si lo considera conveniente”. (Tavares hijo,
Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 284-
285).

3. Comparecencia de Incapaces.

Ni el menor ni los incapaces pueden hacer una confesión valida puesto que éstos no
pueden disponer de sus derechos litigiosos, el juez puede obtener de sus declaraciones,
las informaciones que fueren útiles en la investigación de la verdad. Por otra parte, sus
representantes legales pueden ser llamados a comparecer y sus declaraciones serán oídas
en la presencia o ausencia del incapaz. (Dalloz, Encyclopedie. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, n. 15, p. 556; Morel, René. Traité Elementaire de
Procédure Civile. P. 544; Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 286).

4. Comparecencia de las Personas Morales.

Las personas morales deben designar un administrador o un agente que comparezca


provisto de un poder especial en el cual las respuestas sean explicadas y afirmadas como
verdaderas. La confesión hecha por el órgano de la persona moral le es oponible en la
medida en que este órgano tenga calidad para disponer del derecho litigioso. Cuando es
un simple representante, este puede ser interrogado sobre los hechos que le son
personales, pero sin tener calidad para comprometer a la persona moral. (Dalloz,
Encyclopedie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n. 17, p. 556;
Morel, René. Traité Elementaire de Procédure Civile. p. 544-545).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Todos estos artículos de la ley 834 son incorporados al Proyecto y son copiados sin
ninguna diferencia (arts. 237-250). Se introduce un nuevo artículo en esta materia, el 238
que establece que cuando la comparecencia personal es ordenada por la Corte de
Apelación, esta puede decidir si ella tendrá lugar ante la corte en pleno o ante uno de sus
jueces comisionado para esos fines.

Artículo 120

En toda sentencia que ordene un juramento, se enunciarán los hechos sobre los
cuales deba ser recibido.

Artículo 121

El juramento se hará por la parte personalmente, y en la audiencia. En el caso de


impedimento legítimo, debidamente justificado, el juramento podrá recibirse ante el
juez que el tribunal comisione, el que se trasladará a la morada de la parte, con
asistencia del secretario. Si la parte a la cual se ha deferido el juramento, reside en
otro distrito, el tribunal podrá ordenar que lo preste ante el tribunal del lugar de su
residencia. En todos estos casos, el juramento se prestará en presencia de la otra
183

parte, y llamada legalmente por acto de abogado a abogado; y si no tuviere abogado


nombrado, por emplazamiento que exprese el día de la prestación del juramento.

Tabla de Contenido

1. Juramento. Concepto.
A. Juramento Extrajudicial.
B. Juramento Judicial.
C. Juramento Decisorio.
D. Juramento Supletorio.
E. Prestación del Juramento.
F. Fórmula.
G. Sentencia.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Juramento. Concepto.

"Afirmación solemne y originariamente religiosa, por la cual una persona atesta la verdad
de un hecho a objeto de probarlo, o la sinceridad de una promesa que obligará su
conducta futura." (Capitant, Henri. 1966. Vocabulario jurídico. p. 336).

"El juramento es la afirmación solemne que una persona hace acerca de la verdad de un
hecho o de la seguridad de una promesa." (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 287).

A. Juramento Extrajudicial.

El juramento extrajudicial es una convención sometida al derecho común en cuanto a sus


condiciones de formación y a su prueba. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed., p. 288).

Juramento prestado para cumplir la convención en la que una de las partes ofrece a la
otra renunciar a sus pretensiones, si esta última quiere prestar juramento de que nada
adeuda a la primera, pero con la condición de que si el juramento no fuere prestado, la
deuda deberá pagarse íntegramente. (Capitant, Henri. 1966. Vocabulario jurídico. p. 336).

B. Juramento Judicial.

"El juramento judicial, como su nombre lo indica, es el que se presta ante el juez. Puede
ser decisorio o supletorio." (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 288).

C. Juramento Decisorio.

El juramento puede ser deferido ya sea por una parte o por la otra. (Morel, René. Traité
Élémentaire de Procédure Civile. p. 548).

El juramento decisorio es posible en toda materia que no sea contraria al orden público;
puede intervenir en todo estado de la litis, menos en casación. Este juramento implica
una ausencia total de prueba y descansa en una convención tácita de las partes, además
se impone al juez. (Jorge Blanco, Salvador. 1999. Introducción al Derecho. pp. 480-482).
184

"El juramento judicial es de dos especies: 1. El que una parte defiere a otra para hacer
que dependa de Él la decisión de la causa, el cual se llama decisorio..." (Artículo 1357 del
Código Civil de la Republica Dominicana).

D. Juramento Supletorio.

"(...) es el que se defiere de oficio por el juez a cualquiera de las partes." (Artículo 1357 del
Código Civil de la Republica Dominicana.)

El juez puede pedirlo a la parte que le parezca mas digna de fe, cuando Él tenga un
principio de prueba que deba completar. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure
Civile. p. 548).

“Esto supone que el juez quiere completar su investigación porque las pruebas aportadas
por las partes no le parecen convincentes. El juez puede de oficio invitar a uno u otro de
los litigantes a prestar juramento sobre tal o cual hecho del proceso. Es un complemento
de la prueba (...) es mas bien una prueba moral o de íntima convicción. (Jorge Blanco,
Salvador. 1999. Introducción al Derecho. pp. 481-482).

“El juramento supletorio no constituye una prueba definitiva y no liga al juez, quien
puede estatuir en sentido contrario”. (Sentencia SCJ. 2 de julio de 1957. B.J. 564.1359-
1365).

E. Prestación del Juramento.

El juramento es un acto esencialmente personal y voluntario que por ser un medio de


prueba de cierta solemnidad, a fin de evitar un perjuicio, la ley exige que la parte debe
prestarlo en persona, y no por un mandatario, en audiencia y en presencia de la otra
parte. (Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. p. 548).

"El ofrecimiento que hace la parte que toma la iniciativa se llama "delación del
juramento". Aquel a quien el juramento le es deferido puede tener tres opciones: 1. Presta
juramento de que no debe nada. En este caso obtiene ganancia de causa y la demanda es
rechazada. Es una prueba legal y es en provecho de quien presta el juramento. Su
aceptación de jurar en nombre de Dios lo convierte de hecho en juez del caso. El litigante
que hace la delación del juramento no tiene oportunidad de probar lo contrario. La
sentencia intervenida es esas circunstancias pudiera ser revisada si hay una condenación
por perjurio contra la parte que juró falsamente. 2. La parte se niega a jurar. En este caso
es ineludiblemente condenada, porque su silencio es una prueba en su contra con
categoría legal, a los térmicos del artículo 1361 del Código Civil. 3. El litigante a quien se
le ha ofrecido el juramento puede devolver el ofrecimiento, invitando a su parte contraria
a jurar. Este último tiene dos opciones: jurar que es acreedor y gana la litis o negarse a
jurar y pierde el caso." (Jorge Blanco, Salvador. 1999. Introducción al Derecho. p. 480).

F. Fórmula.

Hoy en día la formula del juramento no implica, necesariamente, una invocación a la


divinidad, sino que constituye una simple apelación a la conciencia. (Morel, René. Traité
Élémentaire de Procédure Civile. p. 547).

“La ley no ha prescrito forma sacramental alguna para el juramento; basta, pues, que el
jurante diga en alta voz lo juro. Si no sabe español, el intérprete judicial traducirá para el
185

que jura la pregunta contentiva del hecho sobre el cual versará el juramento, y
transmitirá luego al tribunal la traducción del juramento. Un mudo puede prestar
juramento por escrito”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 290).

G. Sentencia.

El juramento supletorio supone una sentencia que lo ordene; pero el juramento decisorio
puede ser instantáneamente deferido y prestado en audiencia si las partes están
presentes. La sentencia que ordena el juramento debe ser notificada tanto al abogado
como a la parte, porque se trata de un hecho que debe cumplir esta última. (Morel, René.
Traité Élémentaire de Procédure Civile. p. 548).

“En principio, la prestación de juramento es ordenada por sentencia,.... Se admite, sin


embargo, que esta sentencia puede omitirse cuando la parte a quien su contraria le
defiere el juramento se halla personalmente presente en la audiencia y consiente en
prestarlo inmediatamente. La sentencia que ordena esta medida debe indicar los hechos
sobre los cuales será prestado el juramento, y la audiencia en que esto se llevará a cabo.
La primera formalidad es sustancial. Esta sentencia debe ser notificada al abogado,
algunos autores opinan que tambiÉn debe ser notificada a la parte, y otros que basta la
notificación a la parte, porque el juramento es un hecho personal de ella; pero esto último
no parece admisible en presencia de la regla del artículo 147, que prescribe que, en todos
los casos, la sentencia sea notificada al abogado. La parte que no concurre a prestar
juramento es condenada (Artículo 1361 del C Civil). La sentencia es apelable, y es
susceptible de los recursos extraordinarios cuando es en última o única instancia; pero
no esta sujeta a oposición, puesto que según se ha supuesto, esa parte ha comparecido y
concluido”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v. II, 8va. ed., pp. 289-290).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 120, es el 336 del Proyecto y se mantiene, en esencia, inalterable.

El artículo 121, pasa a ser el 340, en este, a diferencia del actual, no se establece como se
hará la notificación.

Se introducen nuevos artículos: el 337, que establece que cuando el juramento es


deferido de oficio, el juez determina los hechos sobre los cuales será recibido.

El 338, "la sentencia que ordena el juramento fija el día, la hora y el lugar donde este será
recibido; formula la pregunta sometida al juramento e indica que el falso juramento
expone a su autor a sanciones penales. Cuando el juramento es deferido por una parte, la
sentencia precisará que la parte a la cual el juramento es deferido sucumbirá en su
pretensión si se niega a prestarlo y se abstiene de solicitar la misma medida a la
contraparte, si se trata de hechos comunes. En todos los casos, la sentencia es notificada
a la parte a la cual el juramento es deferido, así como, si hay lugar, a la parte."

El 339, "la sentencia que ordena o niega ordenar un juramento decisorio puede ser
atacada por el correspondiente recurso independientemente de la decisión sobre el fondo."

El 341, "la persona investida de mandato de representación en justicia no podrá deferir o


solicitar la misma medida a la contraparte, a no ser que justifique poder especial."
186

A nuestro entender estos artículos debieron ser eliminados por varias razones: en primer
lugar, tenemos que ir a los orígenes del Código en donde este medio de prueba era,
ciertamente, el más adecuado debido a la fortaleza de la palabra del hombre y al sentido
de verdad y moralidad que se le daba a su esta, lo cual no ocurre en la actualidad donde
la palabra del hombre se ve, en la mayoría de las ocasiones, condicionada por las
circunstancias. En segundo lugar, si nos vamos a la Constitución de la República nos
encontramos con un principio que establece que nadie esta obligado a declarar contra si
mismo, entonces si nos apegamos al significado de este principio podemos decir que el
juramento es un medio de prueba inconstitucional, pues subordina la condenación de
una persona a la declaración contra si que está obligada a hacer.

Artículo 122

En todos aquellos casos en que los tribunales pueden acordar plazos para la ejecución de
sus sentencias, lo harán por la misma sentencia que estatuya sobre la causa, expresando
los motivos para haber acordado el plazo.

Artículo 123

El plazo se contará desde el día de la sentencia, cuando sea contradictoria; y del de


la notificación, si se hubiere dado en defecto.

Artículo 124

El deudor no podrá obtener plazo, ni gozar del que se le hubiere acordado, si sus
bienes han sido subastados a requerimiento de otros acreedores; o si se halla en
estado de quiebra; o es contumaz; o si está preso; o finalmente, cuando por causa
suya, hubieren disminuido las seguridades que había dado al acreedor por su
contrato.

Artículo 125

Los actos conservatorios serán válidos, no obstante el plazo acordado.

Estos artículos han sido implícitamente modificados por los artículos 123-126 de la
Ley No. 834 de 1978, los cuales dicen lo siguiente:

Artículo 123

A menos que la ley permita que sea acordado por una decisión distinta, el plazo de
gracia no puede ser acordado mas que por la decisión cuya ejecución esta destinada
a diferir.

La concesión del plazo debe ser motivada.

Artículo 124

El plazo corre desde el día de la sentencia cuando ella es contradictoria; no corre,


en los demás casos, más que desde el día de la notificación de la sentencia.

Artículo 125
187

El plazo de gracia no puede ser acordado al deudor cuyos bienes están embargados
por otros acreedores ni cuando se hubiere iniciado contra el deudor el
procedimiento preliminar de la quiebra, o cuando el deudor, por su hecho, haya
disminuido las garantías que había dado por contrato a su acreedor. El deudor
pierde, en estos mismos casos, el beneficio del plazo de gracia que habida
previamente obtenido.

Artículo 126

El plazo de gracia no constituye obstáculo a las medidas conservatorias.

Tabla de Contenido

1. Plazo de Gracia.
2. Potestad del Juez.
3. Excepciones al Deudor.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Plazo de Gracia.

“Plazo moderado que, en atención a la situación del deudor, pueden otorgar los jueces
para el pago de una obligación actualmente exigible”. (Capitant, Henri. 1966. Vocabulario
jurídico. p. 390).

"Es un favor que el legislador acuerda al deudor para el cumplimiento de la obligación


adeudada". (García de Peña, Luis Víctor. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado. p.
207).

El plazo de gracia es el diferimiento temporal de la fecha del cumplimiento de la


obligación hecho por el juez y en violación de lo acordado por las partes, debe ser usado
pues, con gran discreción y cautela; sin excesos y con restricciones que la propia ley
establece, ya que tratándose de una facultad excepcional concedida al juez, no hay
oportunidad de hacer de ella una interpretación extensiva. (Sent. SCJ. 18 de junio del
1924. B.J. 167.105).

"(...) los jueces pueden, sin embargo, en consideración a la posición del deudor, y usando
este poder con mucha discreción, acordar plazos moderados para el pago, y sobreseer en
las ejecuciones de apremio, quedando todo en el mismo estado". (Artículo 1244 del Código
Civil de la República Dominicana).

2. Potestad del Juez.

“(...) el juez tiene potestad discrecional para apreciar la oportunidad de conceder el plazo
de gracia, (...), para ponderar la necesidad que del plazo tiene el deudor, para fijar la
duración del plazo, y, por último, para tomar en consideración el daño que el
otorgamiento del plazo pueda inferir al acreedor. El plazo de gracia puede ser concedido
de oficio a un deudor que no lo ha solicitado”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v.II, 8va. ed., pp. 423-424).

El deudor debe pedir el plazo de gracia en el mismo procedimiento de cobro. DespuÉs de


condenado no puede intentar otra demanda en otorgamiento de plazo de gracia de su
condena. (Sent. SCJ. 19 de junio de 1989. B.J. 943.763).
188

De acuerdo con el artículo 124 de la Ley 834, el punto de partida del plazo de gracia es el
día de la sentencia, cuando fuese contradictoria, y el de su notificación, cuando fuese en
defecto o reputada contradictoria. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v.II, 8va. ed., p. 424).

3. Excepciones al Deudor.

"Después de pronunciada la condenación, el deudor no puede solicitar el plazo de gracia,


ni por acción principal, ni mediante oposición a las persecuciones incoadas contra Él en
virtud de la sentencia condenatoria.". (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 424).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 122 pasa a ser el 473 en el Proyecto, se mantiene igual.

Los artículos 123, 124 y 125 son excluidos del Proyecto. Los artículos de la ley 834,por su
parte, son incorporados al proyecto en los artículos 533 al 536.

Artículo 126

El apremio corporal no se pronunciará, sino en los casos prescritos por la ley.

Artículo 127

Los jueces pueden disponer que se sobresea en la ejecución de la prisión, durante el


tiempo que fijen; después de este tiempo se ejecutará, sin necesidad de nueva sentencia.
Dicho sobre seguimiento no se podrá acordar, sino por la sentencia que decida la
contestación, la cual enunciará los motivos del tiempo acordado.

Tabla de Contenido

1. Remisión.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Remisión.

Ver artículos 780 y siguientes del presente Código.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El proyecto establece todo un título respecto del apremio corporal respetando la


Constitución Dominicana y estableciendo las reglas aplicables al mismo en los casos en
que es permitido. Los nuevos artículos son de 1472 al 1503.

Artículo 128

Las sentencias que condenen a daños y perjuicios contendrán la liquidación u


ordenarán que se presenten por estado.
189

Ver artículo 523 del presente Código.

Tabla de Contenido

1. Daños y Perjuicios. Liquidación.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Daños y Perjuicios. Liquidación.

Tradicionalmente se distinguen dos clases de perjuicios: el perjuicio moral y el perjuicio


material. El perjuicio moral ha sido definido por la jurisprudencia como un daño no
económico, sino más bien un sentimiento íntimo, una pena, un dolor, un atentado a la
reputación o al honor. El perjuicio material es el que sufre una persona a consecuencia
de un daño a una cosa que le pertenece o que posee y el que sufre en su persona, es
decir, el daño corporal. Nuestra Suprema Corte de justicia se mantiene constante en el
sentido de exigirle a la víctima que aporte las pruebas del perjuicio que alega haber
sufrido. Como elementos de prueba justificativos de su perjuicio corporal o material la
víctima puede aportar al debate, según el caso, los certificados médicos, gastos médicos,
presupuestos de reparación de la cosa, compra de piezas, actas levantadas por las
autoridades correspondientes, etc. Cuando por ante la jurisdicción de fondo se establece
la existencia del daño, pero su cuantía no ha sido probada, los jueces pueden ordenar
que los daños y perjuicios sean liquidados por estado. (Subero Isa, Jorge. Tratado
Práctico de Responsabilidad Civil Dominicana. 4ta. ed., pp.238-261.350).

“Debe rechazarse la demanda si no se aporta la prueba del perjuicio alegado”. (Sent. SCJ.
21 de septiembre de 1984. B.J. 886.2462. Headrick, William C. Segundo Suplemento del
Compendio de Legislación y Jurisprudencia Dominicanas. 1983-1986. p. 63).

“Toda demanda en reparación de perjuicios promueve,(...), dos cuestiones sucesivas: la de


saber si hay perjuicio, y la de determinar el monto del perjuicio. Cuando la primera
cuestión ha sido resuelta afirmativamente, el Artículo 128 manda que el tribunal, si tiene
desde ese momento en su poder los elementos necesarios para efectuar la evaluación del
perjuicio, lo haga por la misma sentencia que estatuye sobre lo principal. Si, por el
contrario, no es posible hacer esa evaluación en la misma sentencia, el Artículo 128
manda que el tribunal ordene que la liquidación sea hecha por estado”. (Tavares hijo,
Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 426).

“El procedimiento especial de liquidación por estado de daños y perjuicios persigue un


propósito de celeridad y la sentencia que interviene debe reputarse como final y definitiva
si los demandados fueron citados y no concurrieron a la audiencia ni impugnaron los
documentos depositados por la parte demandante”. (Sent. SCJ. 16 de mayo de 1973. B.J.
750.1294).

Está consagrado como una facultad de los jueces, la liquidación de los daños y perjuicios
por estado cuando la evaluación de los mismos no es posible por no tener elementos
suficientes para establecerlos. (Sent. SCJ. Octubre 1998. B.J. 1055.104-110).

“En todos los casos en que a los jueces del fondo se solicita una indemnización, aunque
sea de una suma fija, dichos jueces si estiman la existencia del daño, pero sin sentirse
plenamente edificados acerca de su verdadera cuantía, tiene facultad para ordenar su
liquidación por estado”. (Sent. SCJ. 21 de octubre de 1998. B.J. 1055.104-110. Citada
por: Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 350).
190

La cuantificación de los daños queda a la soberana apreciación del juez, a menos que sea
irrazonable. (Sent. SCJ. 16 de junio de 1992. B.J. 979.651).

“Aún cuando los jueces del fondo fijan soberanamente el monto de los daños y perjuicios
por ellos acordados, tienen la obligación de exponer en sus sentencias los motivos de
hecho que les han servido de fundamento para llegar a esa conclusión”. (Sent. SCJ.
Diciembre de 1979. B.J. 829.2428; Sent. SCJ. 24 de noviembre de 1999. B.J.1068. 415).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 475 del Proyecto. Se mantiene igual.

Artículo 129

Las sentencias que condenen a una restitución de frutos ordenarán que sea en naturaleza
por lo que respecta a último año; y por lo que hace a los años precedentes, según los
precios corrientes del mercado más próximo; teniéndose en cuenta las estaciones y los
precios comunes del año; y a falta de precios corrientes, por la opinión de peritos. Si fuese
imposible la restitución en naturaleza por el último año, se hará del mismo modo
prescrito para la de los años precedentes.

Tabla de Contenido

1. Restitución de frutos.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Restitución de frutos.

"Acción consistente en que un poseedor o administrador de bienes ajenos, devuelva los


frutos de la cosa indebidamente percibidos o cobrados por cuenta del derecho-habiente."
(Capitant, Henri. 1966. Vocabulario jurídico. pp. 490-491).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 476 del Proyecto. Se mantiene igual.

Artículo 130

(Mod. por la Ley No. 507 del 25 de julio de 1941) Toda parte que sucumba será
condenada en las costas; pero éstas no serán exigibles, sea que provengan de nulidades,
excepciones o incidentes o del fallo de lo principal, sino después que recaiga sentencia
sobre el fondo que haya adquirido la fuerza de la cosa irrevocablemente juzgada. Sin
embargo, si en virtud de sentencia sobre incidente, nulidad o excepción el tribunal ha
quedado desapoderado del conocimiento del fondo, las costas serán exigibles un mes
después de haber adquirido dicha sentencia la fuerza de la cosa irrevocablemente
juzgada, siempre que durante ese plazo no se haya introducido de nuevo demanda sobre
el fondo del litigio.
191

Artículo 131

(Mod. por la Ley No. 296 del 31 de mayo de 1940). Sin embargo, se podrán
compensar las costas en el todo o en parte entre cónyuges, ascendientes,
descendientes, hermanos y hermanas o afines en los mismos grados. Los jueces
pueden tambiÉn compensar las costas, en el todo o en parte, si los litigantes
sucumbieren respectivamente en algunos puntos, o cuando concedan un plazo de
gracia a algún deudor.

Artículo 132

Los abogados y alguaciles que excediesen los límites de su ministerio; los tutores,
curadores, herederos beneficiarios u otros administradores que hubiesen comprometido
los intereses confiados a su administración podrán ser condenados a las costas, en su
propio nombre y sin derecho a repetición; así como a los daños y perjuicios, si hubiere
lugar; sin perjuicio de pronunciar la suspensión contra los abogados y alguaciles, y la
destitución contra los tutores y los demás, según la gravedad de las circunstancias.

Tabla de Contenido

1. Costas Procedimentales.
2. Persona sobre la que recae la obligación del pago.
3. Exigibilidad del Pago.
4. Compensación de las Costas.
5. Facultad del Juez para Compensar las Costas.
6. Responsabilidad de los Representantes en Justicia.
7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Costas Procedimentales.

La justicia es dada gratuitamente, pero los medios de obtenerla no son gratuitos. De un


modo general se designa con el termino "costas y gastos" la puesta en movimiento de
estos medios. (Dalloz, Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale.
t. II, Frais et Depenst. n.1, p. 27).

"(...) la ley impone a las partes ciertos desembolsos, bien sea en concepto de impuestos,
bien sea a título de remuneración a ciertos auxiliares de la justicia o a algunos oficiales
que intervienen directamente o indirectamente en la administración de la justicia. El
conjunto de estos desembolsos constituye las costas procesales, o litisexpensas". (Tavares
hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.II, 8va. ed., p.
392).

"(...) en lo que respecta a la condenación en costas, compete al poder soberano de los


jueces declarar cual es la parte que sucumbe en una litis, cuando no incurran, (...), en
desnaturalización; (...)". (Sent. SCJ. 30 de agosto de 1952. B.J. 505.1542. Citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2003) .

"El conjunto de los gastos tasables efectuados por las partes en el curso o con ocasión de
un juicio y que constituyen el objeto de una condena especial en el fallo... las costas solo
comprenden los gastos judiciales propiamente dichos." (Capitant, Henri. 1966.
Vocabulario jurídico. p. 390).
192

Se ve la condenación en costas como la reparación del perjuicio causado a la parte


gananciosa por la resistencia injustificada del perdiente. (Morel, René. Traité Élémentaire
de Procédure Civile. p. 696).

“La condenación en costas en materia civil no es de orden público, puesto que su objeto
es regular los intereses privados de los litigantes, y, por tanto no puede pronunciarse de
oficio”. (Sent. SCJ. 18 de marzo de 1998. B.J.1048.459; Sent. SCJ. 6 de marzo de 2002.
B.J.1096.713; Sent. SCJ. 11 de abril de 1956. B.J. 549.749-753; Sent. SCJ. Febrero de
1961. B.J. 607.201).

“La decisión que sobre las costas pueda tomar un tribunal se circunscribe a su
jurisdicción, sin afectar el grado anterior, si es ocasión de un recurso de apelación, ni al
superior, si la decisión se toma en primera instancia, de donde se deriva que la
condenación en costas se produce como una consecuencia de lo acontecido en una
determinada jurisdicción, al margen de lo que se haya decidido en la otra”. (Sent. SCJ. 11
de abril de 2001. B.J.1085.556).

2. Persona sobre la que recae la obligación del pago.

Para ser condenado en costas deben reunirse dos condiciones: ser parte y haber
sucumbido. En materia de partición las costas son soportadas por los herederos a
prorrata de su parte. (Vincent, Jean. Procedure Civile. 24 ed. p.737).

La parte perdidosa debe reembolsar a la parte gananciosa todos los gastos o por lo menos
ciertos gastos en los que esta ha incurrido para obtener el reconocimiento de su derecho.
(Morel, René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. p. 696).

En principio, para poder ser condenado en costas se precisa haber sido parte, se dice que
tener un interés personal en el proceso. Esta condenación no puede pues ser
pronunciada contra las personas que aún habiendo figurado en la instancia no lo han
hecho en su nombre sino en representación y asistencia, así como autorizado por otro.
Así, los abogados, los alguaciles, los tutores, curadores y consejeros judiciales, curadores
de sucesiones vacantes, herederos beneficiarios, mandatarios ad litem, mandatarios
especiales representando en justicia enajenados no interdictos, los liquidadores y los
secuestrarios, y, en general, los administradores legales o judiciales de los bienes de otro,
no pueden ser personalmente condenados en costas. Si sucumben son condenados en
costas en esa calidad, y estas costas las deben la partes a quienes representan. (Dalloz,
Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Frais et Depenst,
n.341, p. 50).

“(...) Cuando la sentencia contiene condenación en costas, y sobreviene con posterioridad


a su pronunciamiento un suceso que sea capaz de quitarle su interés al fondo del litigio,
la parte condenada en costas tendría siempre interés en la apelación, puesto que la
condenación en costas, como accesoria que es, esta subordinada a la solución final que
se le de al fondo del asunto". (Sent. SCJ. 4 de octubre de 1949. B.J. 471.841).

"(...) la condenación en costas solo puede imponerse a las personas que habiendo sido
partes en la instancia en casación, hayan sucumbido; (...)" (Sent. SCJ. 29 de mayo de
1952. B.J. 502.934).

Para explicar la condenación en costas a la parte perdidosa, una de las teorías a las que
se ha apelado es a la idea del riesgo. Aquel que intenta un procedimiento o que se
defiende, debe soportar las consecuencias de sus maniobras aunque no haya ninguna
imprudencia que reprocharle. En realidad la condenación en costas aparece mas como
193

una obligación legal impuesta al perdiente por razones de equidad. (Morel, René. Traité
Élémentaire de Procédure Civile. p. 696).

Las costas tienen la característica de poder ser puestas obligatoriamente por una parte a
cargo de la otra. La parte gananciosa debe ser reembolsada por los gastos en que incurrió
para obtener el reconocimiento de sus derechos. Se ha juzgado, en consecuencia, que la
condenación en costas está subordinada a las mismas condiciones a las cuales el tribunal
subordina la condenación al fondo. Siguiendo un sistema, consagrado por la
jurisprudencia francesa y avalado por algunos autores, la condenación en costas a la
parte que sucumbe es de derecho; debe ser pronunciada de oficio, sin que la parte
adversa tenga que incluirla en sus conclusiones. Esta teoría se apoya en los términos del
Artículo 130 que no exige, para que la condenación en costas sea pronunciada, que la
parte adversa haya concluido en ese aspecto. La doctrina contraria, sostenida por la
mayoría de los autores, se basa en el hecho de que la condenación en costas no es una
pena y que, por tanto, ningún tribunal puede condenar al perdiente si la parte gananciosa
no concluye al respecto. Cuando las partes no concluyen al respecto y el tribunal omite
estatuir sobre ese punto, la parte gananciosa no puede constreñir ipso jure a su
adversario a pagar. El asunto es susceptible de apelación, como un medio de reparar la
omisión de la sentencia; si, por el contrario, las partes han concluido en cuanto a las
costas y el tribunal omite estatuir al respecto, la sentencia es susceptible de revisión civil,
por haber omitido estatuir sobre uno de los puntos de la demanda. (Dalloz, Encyclopédie
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II. Frais et Depenst. nn. 328-330,
p. 49).

3. Exigibilidad del Pago.

“El abogado distraccionario de unas costas no puede exigir a la parte a cuyo cargo han
sido puestas el pago de las mismas, sino después que recaiga sentencia sobre el fondo,
que haya adquirido la fuerza de la cosa irrevocablemente juzgada. Si la sentencia es
revocada posteriormente, el abogado carece de derecho para ejecutar unas costas que han
desaparecido con la revocación de la sentencia que generó las mismas; igualmente, la
parte final del Artículo130 establece una regla concebida evidentemente para resolver
cuestiones de costas originadas en virtud de sentencias sobre incidentes o excepciones,
en que se intenta una demanda y esta se frustra por alguna razón procedimental, frente a
la cual el legislador prescribe dos soluciones razonables y equitativas; que, si el
demandante frustrado deja pasar un mes sin incoar nueva demanda sobre el fondo del
litigio, la exigibilidad de las costas judiciales queda en suspenso, cayéndose en tal caso
bajo el imperio del propósito fundamental del Artículo 130, que es el de que las costas
judiciales no sean exigibles sino después que recaiga sentencia sobre el fondo que haya
adquirido la fuerza de la cosa irrevocablemente juzgada, disposición ésta que como se ha
expresado anteriormente no ha sido modificada de modo expreso por ninguna ley”. (Sent.
SCJ. 12 de agosto de 1998. B.J.1053.26-28; Sent. SCJ. Julio del 1974. B.J. 764.2030-
2031).

Los estados de costas que provengan de nulidades, excepciones, incidentes, o del fallo
sobre lo principal, no serán exigibles hasta tanto recaiga sentencia irrevocable sobre el
fondo, aun cuando las costas hayan sido distraídas en favor del abogado de la parte
gananciosa. Hasta tanto no intervenga fallo con carácter irrevocable sobre todo lo que ha
sido objeto del fondo del litigio, las costas no serán exigibles. (Sent. SCJ. 16 de diciembre
de 1959. B.J. 593.2498).

4. Compensación de las Costas.


194

"Modo de adjudicación de las costas, consistente en que la sentencia o resolución ponga a


cargo de cada una de las partes todos los gastos que ha efectuado en el pleito, o a cargo
de una de ellas, además de sus propios gastos, una porción de los de la contraparte, la
cual de esa manera solo tendrá que pagar el excedente". (Capitant, Henri. 1966.
Vocabulario jurídico. p. 132).

“La expresión "compensar las costas", empleada por el Artículo 131, no es enteramente
exacta en los casos en que intervine tratándose de litigios entre cónyuges, parientes y
afines, y en el caso de concesión de un plazo de gracia; se trata mas bien de una medida
en cuya virtud el crédito por concepto de las costas, de que es titular la parte gananciosa
contra la parte perdiente, queda simplemente suprimido. En cambio, la expresión es
bastante apropiada, cuando se trata de la hipótesis en que los litigantes sucumben
respectivamente respecto de algunos puntos del proceso”. (Tavares hijo, Froilán.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 1995. v. II, 8va ed., p. 401).

La madre querellante en virtud de la Ley No. 2402 de 1950 no puede ser condenada en
costas. (Sent. SCJ. 13 de septiembre de 1985. B.J. 898.2251).

5. Facultad del Juez para Compensar las Costas.

“(El tribunal) puede mandar que el total de las costas del proceso sea dividido en
porciones iguales, a fin de que cada uno de los litigantes soporte una de esas porciones, o
que de ese total cada uno de los litigantes soporte una porción desigual. Cuando el
tribunal se limita a decir que compensa las costas, se entiende que cada una de las
partes soportará sus propias costas." (Tavares hijo, Froilán. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. 1995. v. II. 8va ed., pp. 400-401).

"Los jueces tienen un poder discrecional para ordenar la compensación de las costas. Las
disposiciones del Artículo 131 son facultativas y no se imponen a los jueces." (Sent. SCJ.
21 de junio 1985. B.J. 895.1441).

“Los jueces gozan, en principio, de un poder discrecional para distribuir las costas entre
las partes que sucumben respectivamente en sus pedimentos, y aun poner en tal
hipótesis la totalidad de las costas a cargo de una sola de las partes sucumbientes”.
(Sent. SCJ. 14 de junio de 1968. B.J. 691.1310).

"Tanto la condenación al pago de las costas de una parte que ha sucumbido en justicia,
como la negativa de los jueces a compensar no tiene necesidad de ser motivada
especialmente, por cuanto la compensación en costas es un mandato de la ley, y en
cuanto a la compensación de las costas mismas es una facultad que el juez puede ejercer
o no". (Sent. SCJ. 4 de Marzo de 1988. B.J. 928.298).

Las costas en su totalidad pueden ser puestas a cargo de cualesquiera de las partes, pues
su compensación o prorrateo corresponden al poder de los jueces del fondo. (Sent. SCJ. 9
de diciembre de 1987. B.J. 925.2187).

6. Responsabilidad de los Representantes en Justicia.

La condenación en costas en la cual los representantes hayan incurrido personalmente es


pronunciada tanto a título de pena como de daños y perjuicios, la parte adversa no tiene
derecho a requerir contra el mandatario, que no esta personalmente en la causa, una
condenación de oficio por el tribunal. Pero la sentencia que pone a cargo de la persona del
administrador las costas de una instancia donde Él figuró con esa calidad, debe siempre
ser motivada. Por aplicación del Artículo 132 los abogados tambiÉn son pasibles de ser
condenados en costas cuando han realizado, sin el consentimiento de la parte, actos que
195

le han causado un perjuicio, o cuando por su beneficio personal han consentido un


proceso contrario a los intereses de su cliente. (Dalloz, Encyclopédie 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. II. Frais et Depenst. n. 346-347, p. 50).

7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 130 del Código de Procedimiento Civil, es el 467 del Proyecto de Código, se
mantiene igual, con excepción de que en este se agrega que no podrán ser liquidadas las
costas en los casos especiales que el mismo artículo prescribe. El Código de
Procedimiento Civil establece que no serán exigibles (las costas), en el Proyecto se lee que
las costas no podrán ser liquidadas ni exigidas. Por lo demás se mantiene inalterable.

El artículo 131 del Código de Procedimiento Civil se convierte en párrafo del Artículo 467
del Proyecto de Código, se mantiene igual.

El artículo 132 del Código de Procedimiento Civil pasa a ser el 468 del Proyecto de Código.
Se mantiene también igual.

Artículo 133

(Mod. por la Ley No. 507 del 25 de julio de 1941). Los abogados pueden pedir la
distracción de las costas a su provecho afirmando antes del pronunciamiento de la
sentencia que ellos han avanzado la mayor parte. La distracción de las costas no se
podrá declarar sino por la sentencia que condene al pago de ellas; en este caso, se
promoverá tasación y se expedirá el auto a nombre del abogado; sin perjuicio de la
acción contra la parte. Las costas distraídas no podrán ser cedidas por la parte que
ha obtenido ganancia de causa, ni podrán ser embargadas retentivamente por los
acreedores de esta última. Sin embargo, la distracción no obsta a que la parte
condenada en costas pueda oponer al abogado las causas de compensación que
hubiera podido invocar contra el cliente de este último por concepto de créditos del
litigio, en principal, accesorios y costas a que se refiere el artículo 130.

Tabla de Contenido

1. Distracción de las costas.


A. Efectos.
B. Declaración.
2. Poder de los Tribunales en esta Materia.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Distracción de las Costas.

"Adjudicación en favor del procurador de la parte vencedora, de las costas del juicio a que
ha sido condenada la parte vencida; esta adjudicación es pronunciada por el tribunal en
la sentencia de condena en costas, sobre la base de la afirmación del procurador de que
ha anticipado la mayor parte de los gastos del procedimiento." (Capitant, Henri. 1966.
Vocabulario jurídico. p. 231).

La distracción de las costas consiste en la concesión al abogado del derecho de proceder a


la ejecución directa contra la contraparte de su cliente; es una verdadera delegación
autorizada por la ley y operada por la sentencia. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 403).
196

La distracción de las costas es un beneficio que permite al abogado, acreedor de los


gastos que ha avanzado, el demandar directamente el reembolso contra el adversario de
su cliente, condenado en costas. (Dalloz, Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. II. n. 429, p. 57).

A. Efectos.

"Como consecuencia de que la distracción de las costas confiere al abogado que la obtiene
el derecho de cobrarlas directamente a la parte perdidosa, el crédito resultante de ellas
viene a ser inembargable e intransferible." (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v.II, 8va. ed., p. 405).

Las costas que un abogado ha obtenido como distracción en su beneficio, constituyen


para él una acreencia personal contra la parte condenada. La distracción de las costas
tiene por efecto convertir al abogado que la ha obtenido en acreedor directo de la parte
perdidosa, los ofrecimientos reales, hechos por ésta para librarse de la condenación en
costas no pueden ser validamente dirigidos a otra persona que no sea el abogado. La
acción del abogado contra la parte perdidosa se suspende por la apelación de la sentencia
que ordena la distracción aunque el tribunal haya ordenado la ejecución provisional de lo
principal. Es preciso establecer que el abogado conserva contra su cliente, no obstante la
distracción, una acción para el pago de los gastos y avances que ha realizado. (Dalloz,
Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II. nn. 445-459,
pp.58-59).

Cuando el abogado haya afirmado antes del pronunciamiento de la sentencia que ha


avanzado las costas o que las esta avanzando en su totalidad o en su mayor parte, y el
tribunal al dictar sentencia haya ordenado la distracción de las mismas a su favor, el
cliente, aunque haya obtenido ganancia de causa, no puede pretender derecho alguno
sobre las costas. La distracción de las costas a favor del abogado debe ser interpretada
como atribución exclusiva del crédito a que ellas dan lugar en beneficio exclusivo de este
profesional. (Germán, Mariano. Enero-Mayo 1987. El Crédito Nacido de las Costas
Distraídas en Favor de los Abogados. Revista Jurisciencia. v. 1, n. 6, p.14).

“El abogado distraccionario de unas costas no puede exigir a la parte a cuyo cargo han
sido puestas el pago de las mismas, sino despuÉs de que recaiga sentencia sobre el
fondo, que haya adquirido la fuerza de la cosa irrevocablemente juzgada. El abogado
carece de derecho para ejecutar unas costas que han desaparecido con la revocación de la
sentencia que generó las mismas”. (Sent. SCJ. 12 de agosto de 1998. B.J.1053.26-28).

B. Declaración.

"...la distracción de las costas debe pronunciarse en la misma sentencia que condene al
pago de ellas, y su liquidación será hecha en nombre del abogado que tuvo ese beneficio".
(Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va.
ed., p. 403).

Siendo la distracción de las costas una verdadera condenación en provecho del abogado,
no puede ser acordada sino mediante sentencia condenatoria que pronuncie dicha
distracción. (Sent. SCJ. Enero de 1963. B.J. 630.12).

La distracción solo puede ser acordada a favor de los abogados, no puede acordarse a
favor de otros oficiales ministeriales como los alguaciles. No puede ser pronunciada en
beneficio de un abogado que ha dejado de ser el mandatario ad litem de su cliente. La
distracción de las costas no es de derecho y debe ser demandada por el abogado. Para
197

obtenerla, el abogado debe afirmar, aunque sin jurar, que las ha avanzado en su mayor
parte. No puede ser pronunciada mas que por la misma sentencia que contiene la
condenación en costas en beneficio del cliente del abogado y no podrá ser acordada si la
instancia ha terminado sin sentencia, en virtud de un acuerdo. (Dalloz, Encyclopédie
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II. nn.431-432-438- 459, pp.57-
58).

2. Poder de los Tribunales en esta Materia.

“No procede condenar en costas al recurrente en razón de que al hacer defecto el


recurrido, este no ha hecho tal pedimento sobre distracción de costas, por lo que dicha
condenación no puede ser impuesta de oficio por ser de interés privado”. (Sent. SCJ. 2 de
agosto del 200o. B.J. 1077.252-259).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo se convierte en el 469 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, se


mantiene igual con la única excepción de que condiciona la distracción a que la ley no la
prohíba o no disponga lo contrario.

Artículo 134

Cuando se hubiese intentado una demanda provisional, si el pleito se hallase en


estado, tanto sobre lo provisional, como sobre el fondo, los jueces estarán obligados
a decidir el todo por una sola sentencia.

Tabla de Contenido

1. Demanda Provisional.
2. Decisión Simultánea sobre la Demanda Provisional y sobre el Fondo.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Demanda Provisional.

Ver Artículo 337 y siguientes del presente Código.

2. Decisión Simultánea sobre la Demanda Provisional y sobre el Fondo.

(...) la demanda provisional debería recibir fallo antes que la demanda principal, puesto
que de lo contrario, perdería su principal utilidad. No obstante esa necesidad lógica, el
Artículo 134 prescribe que el tribunal deberá decidir previamente sobre lo provisional tan
solo en el caso de que la demanda sobre lo principal no se halle todavía en estado, pero
que si ambas se encuentran simultáneamente en estado, se deberá pronunciar en una
sola sentencia sobre lo provisional y sobre lo principal. (Tavares hijo, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.II, 8va. ed., p. 304).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el134 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil. Se mantiene
igual.
198

Artículos 135 al 137

Derogados y sustituidos por los artículos 127 al 141 de la Ley No. 834 del 15 de
julio de 1918, cuyos textos son los siguientes:

La Ejecución Provisional

Artículo 127

La ejecución provisional no puede ser perseguida sin haber sido ordenada excepto
cuando se trate de decisiones que sean ejecutorias provisionalmente de pleno
derecho. Son particularmente ejecutorias de derecho a título provisional las
ordenanzas de referimientos y las decisiones que prescriben medidas provisionales
para el curso de la instancia así como las que ordenan medidas conservatorias.

Artículo 128

Fuera de los casos en que es de derecho, la ejecución provisional puede ser


ordenada, a solicitud de las partes o de oficio, cada vez que el juez lo estime
necesario y compatible con la naturaleza del asunto, a condición de que ella no esté
prohibida por la Ley. Puede ser ordenada para toda o parte de la condenación. En
ningún caso puede serlo por los costos.

Artículo 129

La ejecución provisional no puede ser ordenada más que por la decisión que esté
destinada a hacer ejecutoria, baja reserva de las disposiciones de los artículos 138 y
139.

Artículo 130

La ejecución provisional estará subordinada a constitución de una garantía, real o


personal, y podrá consistir además en una suma de dinero suficiente para responder
de todas las restituciones o reparaciones, excepto en los siguientes casos:
1ro. Cuando haya título auténtico, promesa reconocida, o condenación precedente
por sentencia de la que no haya habido apelación; 2do. Cuando se trate de poner y
quitar sellos, o formación de inventario; 3ro. De reparaciones urgentes; 4to. De
lanzamiento de los lugares, cuando no haya contrato de arrendamiento, o cuando
esté vencido el término estipulado en el contrato; 5to. De secuestrario, comisarios y
guardianes; 6to. De admisión de fiadores y certificadores; 7mo. Del nombramiento
de tutores, curadores y demás administradores; 8vo. De rendición de cuenta; 9no.
De pensiones o provisiones de alimentos; 10mo. De ejecución de una decisión que
ordene una medida de instrucción; y 11vo. Cuando la decisión sea ejecutoria
provisionalmente de pleno derecho.

Artículo 131

La naturaleza, la extensión y las modalidades de la garantía son precisadas por la


decisión que prescribe su constitución.

Artículo 132

Cuando la garantía consiste en una suma de dinero, Ésta será depositada en


consignación en la Colecturía de Rentas Internas; podrá tambiÉn serlo, a solicitud
de una de las partes, entre las manos de un tercero comisionado a este efecto. En
199

este último caso, el juez, si hace derecho a esta solicitud hará constar en su
decisión las modalidades del depósito y particularmente la tasa de interés que
producirá la suma depositada. Si el tercero rehúsa el depósito, la suma será
depositada, si nueva decisión, en la Colecturía de Rentas Internas.

Artículo 133

Si el valor de la garantía no puede ser inmediatamente apreciado, el juez invitará a


las partes a presentarse ante Él en la fecha que fije, con sus justificaciones. Se
estatuirá entonces sin recurso. La decisión será mencionada sobre la minuta y sobre
las copias de la sentencia.

Artículo 134

La parte condenada al pago de otras sumas que las de alimentos o de rentas


indemnizatorias puede evitar que la ejecución provisional sea perseguida
consignando con autorización del juez, las especies o los valores suficientes para
garantizar, en principal, intereses y gastos el monto de la condenación. En caso de
condenación a la entrega de un capital en reparación de un daño corporal, el juez
podrá tambiÉn ordenar que este capital sea confiado a un secuestrarlo a cargo de
entregar periódicamente a la víctima la parte de ella que el juez determine.

Artículo 135

El juez podrá, en todo momento, autorizar la sustitución de la garantía primitiva


por una garantía equivalente.

Artículo 136

Las solicitudes relativas a la aplicación de los artículos 130 al 135 no pueden ser
llevadas, en caso de apelación, más que ante el presidente estatuyendo en
referimiento.

Artículo 137

Cuando la ejecución provisional ha sido ordenada, no puede ser detenida, en caso de


apelación, más que por el presidente estatuyendo en referimiento y en los casos
siguientes:
1ro. Si está prohibida por la ley. 2do. Si hay riesgo de que entrañe consecuencias
manifiestamente excesivas; en este último caso, el juez apoderado podrá tambiÉn
tomar las medidas previstas en los artículos 130 a 135.

Artículo 138

Cuando la ejecución provisional ha sido rehusada, no puede ser acordada, en caso


de apelación, más que por el presidente estatuyendo en referimiento.

Artículo 139

Cuando la ejecución provisional no ha sido solicitada, o si, habiéndolo sido, el juez


haya omitido estatuir, no podrá ser acordada en caso de apelación, más que por el
presidente estatuyendo en referimiento.
Los Poderes del Presidente de la Corte de Apelación

Artículo 140
200

En todos los casos de urgencia, el presidente podrá ordenar en referimiento, en el


curso de la instancia de apelación, todas las medidas que no colidan con ninguna
contestación seria o que justifique la existencia de un diferendo.

Artículo 141

El presidente podrá igualmente, en el curso de la instancia de apelación, suspender


la ejecución de les sentencias impropiamente calificadas en última instancia, o
ejercer los poderes que le son conferidos en materia de ejecución provisional.

Tabla de Contenido

1. Ejecución Provisional.
A. Como se ordena.
B. Ejecución Provisional Facultativa.
C. Condiciones para que se otorgue.
2. Decisiones Ejecutorias Provisionalmente de Pleno Derecho.
3. Garantía.
4. Consignación.
5. Sustitución de Garantía.
A. Excepciones.
6. Facultades del Presidente de la Corte. Suspensión de la Ejecución.
7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Ejecución Provisional.

"Derecho otorgado en ciertos casos determinados por la ley, a la parte que se beneficia
con una sentencia dictada en primera instancia, contradictoriamente o en rebeldía, para
perseguir su ejecución contra la otra parte, no obstante la oposición o apelación
interpuesta por esta, y con cargo de que el ejecutante preste caución, salvo que esté
dispensado de ésta por la ley o por la decisión misma cuya ejecución persigue". (Capitant,
Henri. 1966. Vocabulario jurídico. p. 241).

La ejecución provisional es un beneficio que permite a la parte gananciosa ejecutar una


sentencia desde la fecha de su notificación y no obstante el efecto suspensivo del plazo de
las vías de recurso ordinarias o de su ejercicio. Es decir, es un beneficio que le permite al
ganancioso la ejecución inmediata de la sentencia. (Dalloz, Encyclopedie. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I. n. 4, p. 951; Pérez Méndez, Artagnan.
1999. Procedimiento Civil. t. I, p.263; Ramos Morel, Reynaldo. Julio-Agosto 1993. Año II.
La Ejecución Provisional de las Sentencias. Revista Ciencias Jurídicas. n. 10, p. 1;
Vincent, Jean. Procédure Civile. 24 ed. p. 785).

A. Como se ordena.

"La ejecución provisional puede recaer de pleno derecho sobre ciertas sentencias como
son las ordenanzas en referimiento o aquellas que prescriben medidas provisionales o
conservatorias. En otros casos puede ser ordenada por el juez a solicitud de parte o de
oficio, si el juez lo estima necesario y compatible en la naturaleza del asunto y a condición
de que no esté prohibida por la ley". (García de Peña, Luis Víctor. Nociones de Derecho
Judicial Privado. p. 208).
201

"En los casos en los cuales la ejecución provisional es de derecho, la misma no tiene que
solicitarse porque el tribunal tiene la obligación de ordenarla". (Pérez Méndez, Artagnan.
1999. Procedimiento Civil. 9na. ed., p. 263).

B. Ejecución Provisional Facultativa.

El juez puede ordenar la ejecución provisional de una parte de la sentencia y no de su


totalidad, en función de las circunstancias de la causa y de los intereses en juego. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, p. 268; Dalloz, Encyclopédie 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n.153, p. 962).

La apreciación de si la ejecución de una sentencia entraña riesgos excesivos para la


persona contra quien se ordena esa ejecución, es una cuestión de hecho que entra en las
facultades soberanas de los jueces del fondo. (Sent. SCJ. 31 de octubre de 1990. B.J.
959-961.126).

C. Condiciones para que se otorgue.

En principio los poderes del juez son ilimitados, en cuanto se refiere a la ejecución
provisional de las sentencias. La restricción solo aparece en cuanto a los costos. Pero el
juez debe considerar la ejecución necesaria y además compatible con la naturaleza del
asunto de que se trata. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. II, v. I,
p.264).

Existen tres circunstancias para ordenar o no en una sentencia la ejecución provisional:


legal, facultativa y la que esta prohibida por ley. La legal es aquella que la ley señala
expresamente; la facultativa, es aquella que puede ordenar el juez a petición de la parte
diligente o demandante, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones que establece
la ley; en cuanto al tercer caso solo señalaremos las costas judiciales que nunca serán
ejecutorias no obstante cualquier recurso. (Pacheco, Rafael. Mayo-junio 1998, Año 2. La
Ejecución Provisional. Gaceta judicial. n. 33, p.38).

2. Decisiones Ejecutorias Provisionalmente de Pleno Derecho.

"El artículo 130 añadió en el numeral 11, los casos de ejecución provisional de pleno
derecho. Para estos casos nunca se había requerido prestación de fianza. Entendemos
que esta inclusión fue hecha con el fin de asimilar estos casos a los otros que contempla
el artículo, pues resulta que cuando la sentencia es ordenada ejecutoria porque se trata
de una de las especies indicadas, no es necesaria la prestación de garantía alguna."
(Ramos Morel, Reynaldo. Marzo-abril 1993, Año II. La Ejecución Provisional de las
Sentencias. Revista Ciencias Jurídicas. n. 10, p. 5).

“El presidente de la Corte de Apelación está facultado para suspender la ejecución


provisional de pleno derecho de una sentencia”. (Sent. SCJ. 23 de abril de 1986. B.J.
905.379).

“Es de principio, que la sentencia ejecutoria provisionalmente de pleno derecho, no esta


sujeta a suspensión y que cuando dicha ejecución ha sido ordenada por la ley, no puede
ser suspendida o detenida por el presidente de la Corte actuando en funciones de
referimiento, mas que si parece que el primer juez ha manifiestamente excedido los
poderes que le son atribuidos por la ley, o cuando el juez haya instituido siendo
incompetente, o si este advierte o comprueba que la decisión recurrida esta afectada de
una nulidad evidente, o ha sido el producto de un error grosero o pronunciada en
violación al derecho de defensa de la parte que demanda la suspensión”. (Sent. SCJ. 14
de julio de 1999. B.J.1064.150).
202

3. Garantía.

En caso de que la parte que solicita la ejecución provisional de una sentencia, no cumple
ciertos requisitos, pero prueba que es de carácter urgente la aprobación de esta medida,
el juez podrá fijarle una garantía, ya sea personal o monetaria, que garantice los posibles
daños y perjuicios que pudiesen ocasionar la ejecución provisional. (Pacheco, Rafael.
mayo-junio 1998, Año 2. La Ejecución Provisional. Gaceta judicial. n. 33, p.38).

Una decisión que ordena la ejecución provisional no puede ser ejecutada hasta tanto no
haya sido notificada. En los casos que requieran celeridad el tribunal puede ordenar la
ejecución sobre minuta de su decisión. Cuando la ejecución provisional esta subordinada
a la constitución de una garantía, está debe constituirse previo a la ejecución. (Dalloz,
Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, nn.50-160, pp.
955 y 963).

La garantía a que se refiere la citada disposición legal se justifica en razón de que la


ejecución provisional podría causar graves perjuicios materiales y morales a la parte
perdidosa puesto que la sentencia puede ser reformada en oposición o apelación, y la
garantía serviría para que esta pudiera obtener las restituciones o los daños y perjuicios
que pudieran corresponderle. Los casos en los cuales el juez subordina la ejecución
provisional a la prestación de una garantía son ilimitados ya que el legislador solo ha
determinado aquellos en que esta garantía no tiene que ser prestada. (Tavares hijo,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 414).

La garantía puede ser ahora real o personal por lo que puede hacerse mediante bienes
muebles de algún valor. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, p. 266).

4. Consignación.

"Cuando la parte perdiente está amenazada de ejecución inmediata de la sentencia, puede


evitar la ejecución pidiendo autorización al juez para hacer la consignación." (Pérez
Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. I, v. I, p. 267).

"Es importante señalar que la consignación presenta la misma utilidad en casos de


ejecución provisional de pleno derecho como en los casos de ejecución provisional
facultativa." (Ramos Morel, Reynaldo. Marzo-abril 1993, Año II. La Ejecución Provisional
de las Sentencias. Revista Ciencias Jurídicas. n. 10, p. 5).

"(...) que al precisar dicho texto legal (Artículo 134 de la ley 834 de 1978) que la
consignación debe ser suficiente para garantizar el principal, los intereses y los gastos de
la condenación, es obvio que no se está refiriendo al modo de reparación pecuniaria en
forma de renta exclusivamente, sino tambiÉn a la que se acuerda en forma de capital,
que es el modo usual en la práctica de nuestros tribunales de fondo". (Sent. SCJ. 29 de
octubre de 1997. B.J. 1043.97-98).

5. Sustitución de Garantía.

"(...) la facultad de suspender la ejecución provisional ordenada por el juez del primer
grado, compete únicamente al tribunal de alzada,..., estatuyendo en referimiento, con
motivo de un recurso de apelación, en los siguientes casos: 1. Si esta prohibida por la ley;
2. Si hay riesgos de que entrará en consecuencias manifiestamente excesivas". (Tavares
hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.II, 8va. ed., p.
416).
203

A. Excepciones.

La ejecución provisional nunca podrá ser suspendida cuando se trata de una decisión
ejecutoria de pleno derecho. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 420).

6. Facultades del Presidente de la Corte. Suspensión de Ejecución Provisional.

Para que el presidente de la Corte de Apelación pueda ejercer sus poderes, es necesario
que previamente se haya interpuesto un recurso de apelación contra la sentencia de
primer grado. En caso contrario, la demanda en referimiento a fin de obtener la
suspensión de la ejecución provisional resultaría inadmisible. Es el presidente de la Corte
de Apelación, estatuyendo en referimiento y el curso de una apelación, la única
jurisdicción competente para suspender la ejecución de una sentencia ejecutoria
provisionalmente no obstante cualquier recurso. La ley no ha creado para este caso una
jurisdicción de apelación, por lo tanto el Presidente de la Corte de Apelación estatuyendo
en referimiento decide en única instancia. (Ramos Morel, Reynaldo. Julio-Agosto 1993,
Año II. La Ejecución Provisional de las Sentencias. Revista Ciencias Jurídicas. n. 12, p. 2).

“Resulta de la combinación de los artículos 137, 140 y 141 de la Ley 834 de 1978, que
cuando el Juzgado de Primera Instancia ordena la ejecución provisional de sus sentencias
como ocurrió en la especie, aquella solo podrá ser detenida, en caso de apelación, por el
Presidente de la Corte de Apelación estatuyendo en referimiento y en los casos
expresamente previstos en el artículo 137; que aparte del funcionario indicado, ningún
otro órgano o funcionario judicial tiene capacidad legal para ordenar la suspensión de
ejecución de una sentencia en la hipótesis señalada”. (Sent. SCJ. 18 de diciembre de
1985. B.J. 901.3155).

“Los artículos 127 a 141 de la Ley No. 834 de 1978, relativos a la ejecución provisional de
la sentencia, distinguen entre las sentencias que están revestidas de un carácter de pleno
derecho, y las dictadas en materia de referimiento, y aquellas otras cuya ejecución
provisional depende de una disposición del juez, pero esta distinción se circunscribe a la
circunstancia de que las primeras son ejecutorias provisionalmente aún cuando el juez no
lo haya dispuesto, mientras que en las segundas, tal ejecutoriedad debe ser ordenada por
el juez, aunque, desde el punto de vista de los medios que pueden ser empleados para
obtener la suspensión de la ejecución provisional, ambos tipos de sentencias están
sometidas al mismo procedimiento; En consecuencia, el Presidente de la Corte de
Apelación está facultado, en ejercicio de los poderes que le confieren los artículos 140 y
141 de la citada Ley No. 834, para suspender la ejecución provisional de pleno derecho de
una sentencia, pero, en este caso, la posibilidad de suspensión de la ejecución provisional
depende de que advierta o compruebe que la decisión recurrida está afectada de una
nulidad evidente, como la ausencia total de motivación; o ha sido producto de un error
grosero; o pronunciada en violación al derecho de defensa de la parte que demanda la
suspensión; o ha sido obtenida en violación flagrante de la ley; o cuando el juez se haya
excedido en los poderes que le son atribuidos; o cuando la sentencia recurrida haya sido
dictada por un juez incompetente; que para desvirtuar el principio según el cual el
Presidente de la Corte de Apelación no puede, en caso de apelación, detener la ejecución
provisional de una decisión que es ejecutoria provisionalmente de pleno derecho, la parte
recurrente debe aportar la prueba de que se encuentra en uno de los casos señalados
anteriormente en que sí es posible detener la ejecución provisional de derecho”. (Sent.
SCJ. 14 julio de 1999. B.J.1064.150; Sent. SCJ. 31 de Octubre del 2001. B.J. 1091.227-
228; Sent. SCJ. B.J. 894.1243. Citada por: Headrick, William C. Segundo Suplemento del
Compendio de Legislación y Jurisprudencia Dominicanas. 1983-1986. p. 75).
204

“Los poderes de que goza el Presidente de la corte en virtud de los artículos 140 y 141 de
la misma Ley (Ley No. 834 de 1978), le han sido conferidos para evitar la comisión de
daños irreparables, proteger el derecho, mantener la lealtad de los debates y evitar la
violación a la ley”. (Sent. SCJ. 24 junio de 1998. B.J.1051.129-130).

“Si bien es cierto que el Presidente de la Corte de Apelación goza de un poder soberano de
apreciación para determinar la procedencia o no de la suspensión de ejecución
provisional de una sentencia, no es menos cierto que tal facultad no lo libera de la
obligación de exponer en sus sentencias los hechos o circunstancias del proceso que le
sirvieron de fundamento para adoptar su decisión al respecto, así como de consignar los
motivos justificativos de las mismas”. (Sent. SCJ. 18 de diciembre de 1985. B.J.
901.3156. Citada por: Subero Isa, Jorge. 4 Años de Jurisprudencia Analítica Dominicana
1985-1988. Ediciones Capeldom).

7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Todos estos artículos relativos a la ejecución provisional son incorporados al Proyecto


(arts. 537-551) casi todos se mantienen igual. Se realizan adiciones a algunos, como es el
caso del 538 el cual adiciona como sentencias ejecutorias de pleno derecho a titulo
provisional, las que ordenan medidas de instrucción, las decisiones que se pronuncien
acerca de incidentes de embargo inmobiliario y las decisiones rendidas en materia de
dificultades de ejecución de los títulos para medidas conservatorias y de los títulos
ejecutorios.

A otros artículos se le omiten partes, como es el caso del 130 que pasa a ser el 540, en
este se eliminan dos excepciones a la constitución de garantía real o personal: la
ejecución de una decisión que ordene una medida de instrucción y cuando la decisión sea
ejecutoria provisionalmente de pleno derecho. Se establece además que los valores serán
consignados en la Dirección General de Impuestos Internos. Por otra parte, en el caso del
Artículo 134, este pasa a ser el 547, aquí se eliminan las rentas indemnizatorias como
causa para evitar la ejecución provisional con una consignación.

Estos artículos de la ley 834 son tambiÉn incorporados al proyecto. Se mantienen casi
invariables. Varia en que el 552 especifica que se trata del Presidente del Tribunal de
segundo grado a quien corresponde ordenar lo que prescribe el artículo, especificación
esta que no es hecha en el artículo actual.

Artículo 138

El presidente, los jueces, y el secretario firmarán la sentencia, tan pronto como se


redacte; y se hará mención, al margen de la hoja de audiencia, de los jueces y del
fiscal que hubiesen asistido: esta mención se firmará por el presidente y secretario.

Artículo 139

Los secretarios que expidiesen copia de una sentencia antes de firmada, serán
perseguidos como falsarios.

Artículo 140

Tanto el Ministro Fiscal de la Suprema Corte, como los de los tribunales inferiores,
inspeccionarán todos los meses los registros donde se asienten las sentencias, para
cerciorarse de que se ha cumplido con estas disposiciones: en el caso de
incumplimiento, extenderán acta para proceder como haya lugar.
205

Tabla de Contenido

1. Redacción de las sentencias.


2. Firma de la Sentencia.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Redacción de las sentencias.

En los tribunales unipersonales la sentencia es redactada por el juez único, después que
el asunto se encuentra en estado de ser fallado. En los tribunales colegiados la sentencia
es redactada despuÉs de la deliberación por el juez presidente o por el juez que este
designe. Es decir, que en los tribunales colegiados es uno solo quien redacta porque es la
deliberación o discusión del fallo lo que asegura que la sentencia quede como obra del
tribunal colegiado. (García de Peña, Luís V. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado,
p .202; Pérez Méndez, Artagnan. Procedimiento Civil. t. I, 9na ed., p. 247).

2. Firma de la Sentencia.

"El original de la sentencia debe ser firmado por el juez y el secretario o por los jueces si
se trata de un tribunal colegiado. La falta de la firma implica la nulidad de la sentencia,
pues carece de autenticidad." (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I.,
9na. ed., p. 252).

Aunque la sentencia haya sido pronunciada en audiencia pública, se considera como no


existente si no ha sido firmada por el presidente del tribunal. (Dalloz, Encyclopédie 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II. nn.445-446-449, 459, pp. 58-59),

"La omisión de firma del secretario no puede conducir a la nulidad de la sentencia porque
es una formalidad accesoria, no sustancial de la sentencia". (Sent. SCJ. 10 de mayo de
1985. B.J. 894.1144).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 138 pasa a ser el 459, en este se elimina la necesidad de hacer mención al
margen en la hoja de audiencia de los jueces y del fiscal que hubiesen asistido.

El artículo 139 pasa a ser el 472, y se complementa con un nuevo Artículo que es el 466,
en este se establece que cada una de las partes tienen facultad de hacerse entregar una o
varias copias certificadas de la sentencia, previo pago de los impuestos correspondientes.

El artículo 140 es excluido del Proyecto.

Artículo 141

La redacción de las sentencias contendrá los nombres de los jueces, del fiscal y de
los abogados; los nombres, profesiones y domicilios de las partes; sus conclusiones,
la exposición sumaria de los puntos de hecho y de derecho, los fundamentos y el
dispositivo.

Tabla de Contenido
206

1. Partes de la Sentencia:
A. Nombre de los Jueces.
B. Nombre del Fiscal.
C. Generales de las Partes.
D. Conclusiones de las Partes.
E. Puntos de Hecho y de Derecho.
F. Fundamentos o Motivos.
G. Obligación de Motivar.
H. Contradicción de Motivos
I. Dispositivo.
J. Otras Menciones.
2. Sanción al Incumplimiento de las Formalidades.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Partes de la Sentencia:

A. Nombre de los Jueces.

"(...) la sentencia enuncia el nombre del o de los jueces que la dictan. Tratándose de un
juez de primera instancia o de un juez de paz la sentencia indicará el nombre del juez que
desempeña el cargo tratándose de una corte de apelación o el T. S. de tierras indicará los
nombres de los jueces que lo componen". (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp. 381-382).

B. Nombre del Fiscal.

"En los asuntos sujetos a comunicación, la sentencia debe mencionar el nombre del
agente del ministerio público que dictaminó en la causa, de acuerdo con el Artículo 141".
(Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va.
ed., p. 383).

C. Generales de las Partes.

“En la práctica suele ponerse además el estado civil, la nacionalidad, la condición de


mayoría de edad y las menciones relativas a la cédula de identificación personal”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 247).

D. Conclusiones de las Partes.

"Las sentencias deben contener la transcripción de las conclusiones de las partes. Ello es
muy útil pues sirve para determinar si el juez las atendió todas u omitió algunas, así
como si falló extra o ultra petita. Las conclusiones que deben transcribirse son las
producidas en ocasión del fondo y no las que pueden surgir en ocasión de los incidentes
del procedimiento". (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p.
250).

“Las sentencias deben contener las conclusiones de las partes, esta es una formalidad
esencial ya que por la comparación de las conclusiones con los motivos y el dispositivo es
que la Suprema Corte de Justicia puede saber si se ha respondido a cada uno de los
puntos de la demanda y si la ley ha sido bien o mal aplicada”. (Sent. SCJ. Junio de 1963.
B.J. 635.583. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).
207

“Si bien las sentencias deben contener las conclusiones de las partes, es también cierto
que esto no está sujeto a términos sacramentales y puede resultar de las enunciaciones
combinadas de los puntos de hecho y de los motivos sobre las pretensiones de las partes”.
(Sent. SCJ. 9 de octubre de 1985. B.J. 899.2521).

La enunciación de las conclusiones de las partes es una formalidad esencial ya que las
mismas son las que circunscriben la esfera del litigio y permiten a la Suprema Corte de
Justicia comprobar si los jueces del fondo han respondido a las cuestiones que les hayan
sido propuestas. (Sent. SCJ. 3 noviembre de 1999. B.J.1068.518-519).

No es suficiente que el tribunal señale que las partes han presentado sus conclusiones en
otra audiencia o que la sentencia indique que una parte ratifica las conclusiones que
constan en un escrito o documento, sino que es necesario que las conclusiones que
figuren en el escrito aludido por el concluyente sean copiadas in extenso en el cuerpo de
la sentencia. (Sent. SCJ. 2 de septiembre de 1998. B.J.1054.361-362; Sent. SCJ. 10
febrero de 1999. B.J.1059.477).

"La falta de transcripción de las conclusiones no justifica la casación si las conclusiones


están consignadas en el acta y fueron respondidas en todos sus puntos." (Sent. SCJ. 18
de noviembre de 1983. B.J. 876.3595. Citada por: Headrick, William C. Segundo
Suplemento del Compendio de Legislación y Jurisprudencia Dominicanas. 1983-1986. p.
138).

"(...) lo que se persigue con esta disposición legal (artículo 141 del Código de
Procedimiento Civil) es probar que los jueces del fondo han estatuido sobre todas las
cuestiones suscitadas ante ellos, dentro de los límites de su apoderamiento”. (Sent. SCJ.
22 de enerol de 1975. B.J. 770.72).

E. Puntos de Hecho y de Derecho.

"El punto de hecho es la enunciación del conjunto de los hechos, actos y circunstancias
relativos al litigio y al procedimiento mediante el cual se le ha sometido al tribunal. El
punto de derecho es la enunciación de las cuestiones jurídicas sometidas al tribunal y
que este debe resolver en su sentencia”. (Sent. SCJ. 21 de febrero de 1958. B.J. 253.22;
Sent. SCJ. 26 de febrero de 1938. B.J. 331.93; Sent. SCJ. febrero de 1958. B.J. 571.331).
“Estas dos enunciaciones son indispensables y sustanciales, puesto que permiten
determinar si el juez ha tomado en consideración todos los hechos de la causa y si ha
decidido acerca de todos los aspectos del proceso. Generalmente el tribunal consigna el
punto de hecho en los resultas o resultandos de la sentencia, y el punto de derecho en los
considerandos; (...)". (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. ed., pp. 383-384).

Los jueces del fondo, dentro del ámbito de su soberanía deben observar, en la redacción
de sus sentencias, determinadas menciones consideradas como sustanciales, o sea, los
fundamentos de hecho y de derecho que le sirven de sustentación a la decisión
jurisdiccional. (Sent. SCJ. 25 de noviembre de 1999. B.J. 108.469).

“De acuerdo con la practica constante de nuestros tribunales, los jueces están obligados a
exponer sumariamente en sus sentencias, los puntos de hecho y de derecho, esto es
hacer una relación de los hechos que constituyen la litis, su objeto y el procedimiento que
ha sido seguido, y dar a conocer las cuestiones que han sido establecidas ante el tribunal
y que este ha tenido que resolver; y no por esto tiene la obligación de mencionar todos los
hechos y documentos invocados por cada parte en apoyo de sus alegatos”. (Sent. SCJ. 21
de febrero de 1958. B.J. 571.331).
208

F. Fundamentos o Motivos.

Los motivos son las partes en donde los jueces indican las razones de su decisión.
(Vincent, Jean. Procédure Civile. 24 ed., p. 755).

"La sentencia debe contener, a pena de nulidad, los fundamentos, o, lo que es


equivalente, los motivos en que el tribunal funda su decisión. Los motivos constituyen la
demostración dialéctica y jurídica en que se apoya el dispositivo de la decisión adoptada
por el tribunal." (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 384).

Todas las jurisdicciones deben motivar sus sentencias. Esta regla se impone como
garantía de una buena justicia y constituye una protección contra las arbitrariedades.
Estos permiten además, a la corte de casación, ejercer su control sobre el punto de saber
si la ley fue bien o mal aplicada. (Dalloz, Encyclopédie 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. II, n. 230, p.170).

“La motivación de una sentencia debe ser la percepción que el juzgador tiene de la
historia real de los hechos, la explicación de la fundamentación jurídica de la solución
que se da al caso concreto que se juzga, por lo que no bastaría una mera exposición, sino
que, ha de hacerse un razonamiento lógico; que la sentencia debe mostrar, tanto el propio
convencimiento de los jueces, como la explicación y las razones que motivaron la misma;
que una sentencia carente de motivos de hecho y de derecho conduce a la arbitrariedad
de la resolución; así mismo, la falta de fundamentación jurídica comporta una solución
cimentada fuera del ordenamiento jurídico; que, además, una sentencia carente de
motivos puede ser manifiestamente arbitraria, no solo por esta carencia, sino tambiÉn
porque, aun siendo aparentemente motivada, tal motivación sea impertinente, o no tenga
nada que ver con lo que se esta juzgando, o no sea jurídicamente atendible; Una
motivación irracional o no razonable, tampoco cumple con el voto de la norma legal, así,
de esa manera, la motivación racional apela a la lógica de los hechos, y nunca debe
vulnerar los principios de esta, por eso, no basta como motivación una mera
yuxtaposición de proposiciones que no tengan ninguna conexión entre si; Además, la
motivación debe ser concreta y no abstracta, puesto que unos razonamientos generales
sin ninguna conexión con el caso sometido, continúan siendo arbitrarios y no cumplen
ninguna de las finalidades de la ley sobre la materia, que tiene en la motivación el
conocimiento de las razones de hecho y de derecho que justifican su dispositivo y
posibilitan su entendimiento y posible impugnación;...”. (Sent. SCJ. 17 diciembre 1998.
B.J.1057.190-191).

"El tribunal puede responder varios puntos de las conclusiones por medio de una
motivación que los comprenda todos y además, los motivos pueden ser implícitos y
resultar del conjunto de la sentencia." (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento
Civil. t. I, 9na. ed., p. 250).

La sentencia puede responder a varias conclusiones en un motivo general que las englobe
todas. (Cass. Req., 13 juin 1895, D. 95-1-500).

“Una omisión o insuficiencia en los puntos de hecho o de derecho puede ser reparada en
los motivos de la sentencia”. (Sent. SCJ. 21 de febrero de 1958. B.J. 571.331).

G. Obligación de Motivar.

“Los jueces están en el deber de responder a todos los puntos de las conclusiones de las
partes para admitirlas o rechazarlas, dando los motivos que sean pertinentes”. (Sent.
209

SCJ. 22 de noviembre de 1985. B.J. 900.2924; Morel, René. Traité Élémentaire de


Procédure Civile. p. 586).

En principio, todas las sentencias deben ser motivadas cualquiera que sea la jurisdicción
civil que la haya dado. La necesidad de motivar se aplica a todas las decisiones cualquiera
que sea el objeto. El juez debe pronunciarse sobre todos los puntos de las conclusiones
vertidas por las partes. Debe dar, a propósito de cada una de ellas, los motivos
particulares de su decisión, a pena de nulidad. Pero, no es suficiente, para la validez de la
sentencia que se den motivos sobre cada punto de las conclusiones de las partes, se
precisa además que estos motivos sean suficientes. Esto resulta de la creación, por la
jurisprudencia, de una causa de casación, la falta de base legal, destinada precisamente a
sancionar las decisiones que han sido vagamente motivadas y que dificultan apreciar si la
ley ha sido correctamente aplicada. La cuestión está en saber cuando una decisión está o
no lo suficientemente motivada. Es más una cuestión de apreciación para la solución lo
que dificulta el establecimiento de reglas generales. Se pueden solamente indicar los dos
aspectos que se presentan y que consisten en buscar, por un lado, si los motivos son lo
suficientemente explícitos y por otro, en cuanto al fondo, si son lo suficientemente
pertinentes. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale.
t. II, nn.233-234-241-277-278, pp.179-182).

“Los jueces, al motivar sus fallos, deben hacerlo en forma que permita reconocer si los
elementos de hecho necesarios para justificar la aplicación de la ley se encuentran en la
causa, porque de no ocurrir así, su decisión estaría incompletamente justificada, y
carente por tanto de base legal; tal situación jurídica se presenta, entre otros casos,
cuando los motivos están concebidos en términos demasiado generales o demasiado
vagos; cuando exponiendo algunos hechos no se han explicado sobre una condición
esencial para justificar el carácter legal que se les atribuye y las consecuencias jurídicas
que ha sacado de ellos, o cuando, finalmente, han omitido explicarse sobre un alegato de
hecho que, de haberse reconocido como cierto, habría sido de naturaleza capaz de
cambiar el sentido de la decisión”. (Sent. SCJ. 14 de febrero de 1947. B.J. 439.67-76).

“Una decisión debe necesariamente bastarse a si misma, razón por la cual la falta o
insuficiencia de motivos no puede suplirse por la simple referencia a los documentos o
elementos de la causa, sin haber sido objeto de una depuración, análisis y ponderación
del alcance de los mismos”. (Sent. SCJ. 6 de septiembre del 2000. B.J.1078.115).

“Es regla general que los jueces están en el deber de motivar sus decisiones y esta
obligación es particularmente imperativa cuando en grado de apelación revocan una
sentencia de primer grado”. (Sent. SCJ. 14 de septiembre de 1988. B.J. 934.1242; Sent.
SCJ. 19 de septiembre de 1988. B.J. 934.1263; Sent. SCJ. 6 de octubre de 1998. B.J.
1055.196; Sent. SCJ. 21 de octubre de 1998. B.J. 1955.603).

“Los jueces deben dar en sus decisiones motivos pertinentes y suficientes cuando han
sido puestos en mora de pronunciarse sobre conclusiones explícitas y formales, sean
estas principales o subsidiarias, para admitirlas o rechazarlas”. (Sent. SCJ. 29 de
diciembre de 1999. B.J.1069.799-800).

La obligación de los jueces de motivar sus sentencias es indispensable. Ello obliga al juez
a tomar conciencia del valor de su opinión. Esta obligación es muy general y concierne,
en principio, todas las jurisdicciones Civiles y todas la sentencias. (Vincent, Jean.
Procedure Civile 24e ed., pp. 755-756).

"Es obligación de los jueces del fondo, al emitir su fallo, justificar su dispositivo mediante
una motivación suficiente, clara y precisa." (Sent. SCJ. 19 de noviembre de 1997. B. J.
1044.59-63).
210

“Los jueces deben motivar sus sentencias, a fin de que la Suprema Corte determine si se
ha hecho una correcta y adecuada aplicación de la ley y el derecho, de manera tal que se
salvaguarden las garantías que la Constitución y las leyes ofrecen a los justiciables”.
(Sent. SCJ 18 de octubre del 2000. B.J.1079.344).

H. Contradicción de Motivos.

La contradicción de motivos equivale a una ausencia o a una insuficiencia de motivos y


entraña pues la nulidad de la sentencia. Pero esta nulidad no puede ser pronunciada mas
que si esta contradicción es cierta y si los motivos son verdaderamente irreconciliables.
(Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II. nn.303-
304, pp.184-185).

"Para que exista el vicio de contradicción de motivos es necesario que exista una
verdadera y real incompatibilidad entre las motivaciones alegadamente contradictorias,
fueran estas de hecho o de derecho, y entre estas y el dispositivo, y otras disposiciones de
la sentencia." (Sent. SCJ. 31 de Mayo del 2000. B. J. 1074.151-58).

"Una sentencia puede ser anulada cuando contenga motivos contradictorios entre sí, los
cuales al anularse recíprocamente, la dejan sin motivación suficiente o cuando la
contradicción que existe entre sus motivos y el dispositivo la hagan irreconciliable y no
permitan a la SCJ, en funciones de casación, suplir esa motivación con otros argumentos
tomando como base las comprobaciones de hecho que figuran el la sentencia
impugnada." (Sent. SCJ. 14 de octubre de 1998. B. J. 1055.67-72).

I. Dispositivo.

El dispositivo es la parte de la sentencia en la cual los jueces dan la solución del litigio,
condenando al demandado o desestimando la demanda. (Morel, René. Traité Élémentaire
de Procédure Civile. p. 586).

El dispositivo es la parte más importante pues contiene la solución del litigio y al mismo
tiempo todas las disposiciones accesorias tal como condenación en daños y perjuicios y
costas. (Vincent, Jean. Procedure Civile. 24e ed., p. 755).

El dispositivo constituye la sentencia misma; es la pieza esencial sin la cual no hay


sentencia. Debe, en principio, bastarse a si misma. Sin embargo, se permite que se
interprete de otras partes de la sentencia. El dispositivo viene a ser la parte de la
sentencia que da la solución al litigio y debe responder a todos los puntos de las
conclusiones de las partes. Pero no es necesario que el juez estatuya individualmente
sobre cada punto de las conclusiones si la solución que el le ha dado a un punto resuelve
y abarca implícitamente los otros puntos. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. II, nn.328-330, pp.186-187).

"Es de principio que las disposiciones de la sentencia no son únicamente las que
aparecen formalmente en dispositivo; tales disposiciones pueden resultar de otras partes
de la sentencia; siempre que por su sentido deban asumir este carácter". (Sent. SCJ. 16
de julio de 1958. B.J. 576.1509).

"El dispositivo de una sentencia puede encontrarse en los motivos, cuando en estos
últimos los jueces se han pronunciado de una manera clara y precisa sobre elementos
esenciales de la cuestión debatida". (Sent. SCJ. 11 de diciembre de 1957. B.J. 569.2521-
2527. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General
de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2003; Sent. SCJ. 16 de septiembre de 1983. B.J.
211

874. 2671. Headrick, William C. Segundo Suplemento del Compendio de Legislación y


Jurisprudencia Dominicanas. 1983-1986. p. 138).

"La ley no determina el sitio donde debe figurar el dispositivo de una sentencia, que si
bien dentro de la estructura de las sentencias el dispositivo puede figurar despuÉs de los
motivos, ya que estos sirven de explicación a la solución dictada por aquel". (Sent. SCJ.
16 de noviembre de 1961. B.J. 616.2144).

J. Otras Menciones.

"Las menciones relativas a la publicidad no están sujetas a frases sacramentales, y basta


que la publicidad resulte de manera expresa o implícita, de las expresiones empleadas
para comprobar esa circunstancia." (Sent. SCJ. 25 de abril del 2001. B. J. 1085.92-101).

2. Sanciones al Incumplimiento de las Formalidades.

Las sentencias están sometidas, desde el punto de vista de la forma, a cierto numero de
reglas, donde la violación puede acarrear la nulidad. Si la sentencia omite la mención de
una formalidad, se considera que esta no ha sido observada, siendo imposible probar por
otros medios que la formalidad fue observada. (Vincent, Jean. Procedure Civile. 24e ed.,
p.760).

"La inobservancia de las reglas que hemos venido exponiendo, hace nula la sentencia".
(Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 254).

"La omisión de alguna o de algunas de las menciones del artículo 141 del Código de
Procedimiento Civil, cuando no es causa de duda respecto de la identidad de la parte, no
procede la anulación de la sentencia por ese motivo." (Sent. SCJ. 10 de mayo del 2000.
B.J. 1074.102-106).

La sentencia debe contener en si misma la prueba evidente de que han sido cumplidos los
requisitos legales anteriores y concomitantes a su pronunciación; si la sentencia no da
constancia de que ha sido debidamente satisfecha cualquier formalidad prescrita por la
ley, procede considerar que esa formalidad no fue observada, sin que pueda probarse por
otro medio que a ella se le dio cumplimiento. (Sent. SCJ. Diciembre de 1966. B.J.
673.2414).

“Cuando se dicta una sentencia, que es la culminación de un proceso o de un incidente,


esta debe contener todas las formalidades inherentes al procedimiento, ya que su
inobservancia podría acarrear la nulidad de la misma”. (Sent. SCJ. 31 de enero del 2000.
B.J.1070.374).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 458 en el Proyecto. En este se establecen nuevos requisitos que
deben contener las sentencias, los cuales son usados en la practica y que se consagran
aquí para darles fuerza de ley. Estas nuevas indicaciones son: el tribunal del cual emana;
la fecha; el nombre del secretario; dentro de las generales de las partes, su cédula de
identidad y electoral; el asiento social, si se trata de una persona jurídica; en materia
graciosa el nombre de las personas a las cuales debe notificarse.

Artículo 142
212

La redacción se hará por las cualidades notificadas entre las partes: de consiguiente,
la parte que quisiere obtener copia de una sentencia contradictoria, estará obligada
a notificar al abogado de su adversario; las cualidades que contengan los nombres,
profesiones y domicilios de las partes, las conclusiones y los puntos de hecho y de
derecho.

Artículo 143

El original de esta notificación permanecerá en manos de los alguaciles de estrados,


durante veinticuatro horas.

Artículo 144

El abogado que quiera oponerse, sea a las cualidades, sea a la exposición de los
puntos de hecho y de derecho, lo declarará al alguacil de estrados, que deberá hacer
mención de ello en el original.

Artículo 145

Por un simple acto de abogado a abogado, las partes se arreglarán respecto a esa
oposición por ante el juez que hubiese presidido; en el caso de impedimento de
Éste, por ante el juez más antiguo, según el orden de la toma de posesión.
Los artículos 142 y siguientes habían establecido, para la redacción de las
sentencias en materia civil ante el j. de primera instancia en toda materia ante la c
de apelación una división de su contenido en dos partes: una que preparaba el
tribunal, contentiva de la fecha, de los nombres de los jueces y del agente del
ministerio público, de las menciones relativas a la publicidad, de los fundamentos;
otra que emanaba del abogado de la parte mas diligente, contentiva de las
cualidades, esto es de las menciones relativas a los nombres, profesiones y
domicilios de las partes, las conclusiones, y los puntos de hecho y de derecho. Esta
parte de la sentencia era preparada por acto notificado de abogado a abogado, que
debía ser depositado en secretaría (Artículo 142). Uniendo estas cualidades a la
parte de la sentencia redactada por el tribunal, se formaba un todo, y solamente
entonces era posible expedir copia de la sentencia. (...) Las formalidades de los arts.
142 y sigtes. han caído en desuso. En toda materia, esta a cargo del tribunal la
entera redacción de la sentencia. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p. 386).

Artículo 146

Las sentencias se encabezarán y darán en nombre de la República.

Tabla de Contenido

1. Fundamento.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Fundamento.

“La sentencia esta regida, (...), por normas de derecho público: es un acto emanado de la
autoridad pública, contentivo de una decisión emitida en nombre del Estado, y que se
impone, no solamente a las partes litigantes, sino tambiÉn a todos los otros órganos del
poder publico, especialmente a las autoridades que detentan la fuerza pública. De ahí que
213

la sentencia sea pronunciada ‘En nombre de la República’”. (Tavares hijo, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 359-360).

"También se suelen encabezar, aunque no lo exige el Código, con las sacrosantas


palabras: Dios, Patria y Libertad, República Dominicana." (Pérez Méndez, Artagnan. 1999.
Procedimiento Civil. t. I., 9na ed., p. 248).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 450 del Proyecto. Se mantiene invariable.

Artículo 147

Cuando haya abogado constituido, no se podrá ejecutar la sentencia, sino después


de haberle sido notificada, a pena de nulidad. Las sentencias provisionales y
definitivas que pronunciasen condenaciones, se notificarán además a la parte, en su
persona o en su domicilio, haciéndose mención de la notificación hecha al abogado.

Tabla de Contenido

1. Ejecución de la Sentencia.
2. Notificación de la Sentencia.
A. Al Abogado.
B. A la Parte.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Ejecución de la Sentencia.

La ejecución de las sentencias puede ser voluntaria, cuando la parte condenada cumple
espontáneamente con la prestación a la cual ha sido condenada. Es forzosa cuando es
impuesta al condenado por un oficial público competente y a veces con necesidad de la
fuerza pœblica, en observancia de las formalidades legales. (Dalloz, Encyclopédie. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n.1, p. 937).

2. Notificación de la Sentencia.

"Es el acto procesal preparado a requerimiento de una de las partes del proceso, mediante
el cual la sentencia es llevada a conocimiento de la otra parte. En regla general, la ley no
considera suficientemente conocida la sentencia por la parte que sucumbe por el solo
hecho de su pronunciación en la audiencia: paria sunt non esse et non significari."
(Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va.
ed., p. 429).

Notificar la sentencia es darla a conocer a la contraparte. La notificación de la sentencia


es importante, pues siendo la sentencia un título ejecutorio, no se puede proceder a su
ejecución si previamente no se ha notificado. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999.
Procedimiento Civil. t. I, 9na ed., p. 256).

La notificación de la sentencia es indispensable para su ejecución, no puede ejecutarse


una sentencia que no ha sido notificada, y para hacer correr los plazos de las vías de
recurso tanto ordinarios como extraordinarios. (Morel, René. Traité Élémentaire de
Procédure Civile. p. 595; Vincent, Jean. Procedure Civile. 24e ed., p.769).
214

"La notificación de una sentencia para que haga correr el plazo de la apelación o de la
casación debe hacerse a persona o a domicilio y no en el domicilio elegido por la parte a
quien es dirigida la notificación, en caso de que esto se hubiere hecho." (Sent. SCJ. 21 de
octubre de 1998. B. J. 1055.73-79).

"El hecho de que una sentencia no sea notificada no implica ninguna nulidad, a menos
que ocasione perjuicio a la parte adversa." (Sent. SCJ. 1ero. de agosto de 1973. B.J.
753.2193).

A. Al Abogado.

Las sentencias deben ser siempre notificadas al abogado de la parte adversa, en los casos
en que haya abogado constituido. En ciertos casos basta la notificación al abogado; pero
generalmente la sentencia debe también ser notificada a la parte. La notificación al
abogado es la únicamente exigida cuando se trata de una sentencia preparatoria o de una
sentencia interlocutoria, en razón de que se trata de fallos encaminados a la instrucción
del asunto, la cual se halla confiada a los abogados. También es suficiente la notificación
al abogado cuando la sentencia, aun siendo provisional o definitiva, no contiene
condenación. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale.
t. I, n. 84, p. 943; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 430).

Cuando la contraparte haya constituido abogado, no se podrá ejecutar la sentencia, sino


después de haberle sido notificada, a pena de nulidad, a dicho abogado. Cuando es
necesario notificar la sentencia al abogado que una de las partes ha constituido, debe
hacerse primero la notificación al abogado y luego a la contraparte, ya que esta ultima
notificación debe hacer mención de la primera, pero nada impide que las dos
notificaciones se hagan en un mismo acto. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento
Civil. t. I, 9na ed., pp. 257-258).

"La primera parte de este artículo, que prescribe la notificación al abogado de toda
sentencia contradictoria antes de que pueda ser ejecutada, solo se aplica cuando se trata
de la ejecución de una sentencia que impone alguna obligación". (Sent. SCJ. 5 de octubre
de 1960. B.J. 603.2024).

B. A la Parte.

El Artículo147 exige la doble notificación (a la parte y al abogado) cuando se trata de


sentencias definitivas que contienen condenación. Se entiende por sentencias definitivas
aquellas que estatuyen sobre el fondo del proceso; definitiva no quiere decir irrevocable,
epíteto este reservado a las decisiones no susceptibles de recursos. (Dalloz, Encyclopédie.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n.101, p. 943).

"Cuando se trata de sentencias definitivas o de sentencias provisionales que contengan


condenación, la ley exige que sean tambiÉn notificadas a la parte condenada, a su
persona o en su domicilio, y que en la notificación se mencione que la sentencia fue
tambiÉn notificada al abogado". (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 431).

“Considerando, que del estudio combinado de ambos textos legales, resulta que cuando
se trata de la notificación de sentencias que contengan condenaciones, debe hacerla la
notificación en el domicilio real o permanentemente, a fin de poner a correr los plazos de
la apelación; pues esa solución ha sido evidentemente establecida por el legislador para
una completa protección del derecho de defensa de las personas condenadas; que si bien
215

el artículo 422 del mismo Código de Procedimiento Civil, relativo al procedimiento


comercial, permite notificar todas las sentencias y actos de procedimiento en el domicilio
elegido, esa disposición se limita a la fase de instrucción, en Primera Instancia, pero no
puede prevalecer sobre la regla, de carácter más fundamental, que contiene el artículo
147 ya citado, para los casos en que se trate de la notificación de sentencias que
contengan condenaciones”. (Sent. SCJ. 23 de febrero de 1972. B.J. 735.368. Citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

La notificación a la parte debe hacerse en su domicilio real y no al domicilio de elección.


(Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n. 98,
p.943; Vincent, Jean. Procedure Civile. 24e ed., p.772).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 476 del Proyecto. Se mantiene invariable.

Artículo 148

Si el abogado ha muerto o cerrado su estudio, la notificación a la parte bastará; pero


se hará mención de la muerte o de la cesación de funciones del abogado.

Tabla de Contenido

1. Notificación en Caso de Muerte o Cesación de Funciones del Abogado.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Notificación en Caso de Muerte o Cesación de Funciones del Abogado.

"Cuando no hay abogado en causa, porque ha muerto o ha cesado en el ejercicio de la


profesión, basta la notificación a la parte, debiéndose mencionar en esa notificación el
hecho que motiva la falta del abogado". (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 431).

La notificación a la parte es obligatoria para toda clase de sentencia cuando el abogado ha


muerto o cesado en sus funciones. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I, nn.107-108, p. 944).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 477 del Proyecto. Se mantiene invariable.

Título VIII

DE LAS SENTENCIAS EN DEFECTO Y DE LA OPOSICIÓN A LAS MISMAS

Tabla de Contenido

1. Defecto.
2. Recurso de Oposición.
216

1. Defecto.

Hay defecto cuando el demandado no comparece o cuando, bien sea el demandante o el


demandado, no presentan sus medios de defensa. (Dalloz, Encyclopedie. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, n. 1, p. 214; Pérez Méndez, Artagnan.
2002. Procedimiento Civil. v. I, t. I, 11va. ed., p. 271; Vincent, Jean. Procédure Civile.
24e ed., p.521).

“Que una sentencia es en defecto cuando mediante el examen del expediente se


comprueba que una de las partes comprometidas en el proceso no ha comparecido a la
audiencia, no obstante haber sido legalmente citada (…)”. (Sent. SCJ. 29 de diciembre de
1998. B.J. 1057.237).

2. Recurso de Oposición.

La oposición es un recurso ordinario de retracción concedido al demandado contra quien


ha sido pronunciada la sentencia en defecto, con su ejercicio éste solicita del tribunal la
retractación tota o parcial de la sentencia. (García de Peña, Luis Víctor. 1998. Nociones de
Derecho Judicial Privado. p. 231; Morel, René, Traité Élémentaire de Procédure Civile.
p.618; Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v,
III, 4ta ed., p. 17).

La oposición es una vía de recurso de derecho común y de retractación que está abierta al
defectuante y por efecto del cual el asunto vuelve a conocerse ante el tribunal que
estatuyó por primera vez. (Dalloz, Encyclopedie. 1955. Répertoire de procédure Civile et
Commerciale. t.II, n. 1, p.346; Vincent, Jean. Procédure Civile. 24e ed., p.811).

La garantía por excelencia establecida por la Ley para salvaguardar los derechos de la
parte no ha sido oída en justicia es el recurso de oposición, el cual conduce a un nuevo
conocimiento del asunto por el Tribunal. La oposición se ha convertido en un recurso
inusual, utilizable en circunstancias excepcionales. (Guzmán A., Fabio J. 1996. El
Procedimiento en Defecto en Materia Civil y Comercial después de las reformas de la ley
845 de 1978. p.105).

Artículo 149

(Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). Si el demandado no comparece en
la forma indicada por la ley o si el abogado constituido no se presenta en el día
indicado para la vista de la causa se pronunciará el defecto.
Párrafo.- Si el día fijado para la audiencia el demandado no concluye sobre el fondo
y se limita a proponer una excepción o a solicitar una medida de instrucción
cualquiera el juez fallará con arreglo a lo que se prevé en las disposiciones
procesales que rigen la materia.

Tabla de Contenido

1. Causas que dan lugar al Defecto.


2. Crítica al Artículo 149.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
217

1. Causas que dan lugar al Defecto.

Nuestro derecho conoce dos clases de defecto por faltas de comparecer y el defecto por
falta de concluir. El demandado hace defecto por falta de comparecer cuando no
constituye abogado; hace defecto por falta de concluir cuando, aún habiendo constituido
abogado, se abstiene de concluir el día de la audiencia. En una buena legislación el
defecto por falta de concluir no debería existir, toda sentencia debiera ser contradictoria
desde el momento en que el demandado constituye abogado. (Morel, René, Traité
Élémentaire de Procédure Civile, pp.606-607).

“(...) En materia civil, hay defecto por falta de concluir o contra abogado cuando el
abogado de una de las partes, a quien se le notificó acto recordatorio, no concurre a la
audiencia; o cuando aún estando presente ese abogado en la audiencia, no concluye
sobre el fondo de la litis, sino sobre alguna excepción o promueve algún incidente, sin
referirse al fondo. La sentencia que intervenga será contradictoria sobre el incidente si el
demandado o el intimado concluye sobre el incidente y sobre el fondo, pero en defecto
sobre el fondo, puesto que el demandante o el intimante no ha concluido sobre él; que,
por otra parte, el defecto por falta de concluir no depende del pronunciamiento que el juez
haga de él, sino de la ausencia de conclusiones respecto de determinado aspecto de la
litis”. (Sent. SCJ. 6 de marzo de 1958. B.J. 572.511. Citada por: Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-
2002).

A partir de 1978, en nuestro país, la persona que hace defecto no concluyendo no merece
ya la protección exagerada de la oposición. No obstante, esto no implica, de ningún modo,
que el defecto por falta de conclusiones ha dejado de existir. El artículo 149 todavía lo
prevee expresamente. El problema surge porque muchos confunden el procedimiento en
defecto con la oposición, cuando en realidad la oposición no es más que una de las
garantías que el procedimiento en defecto ofrece a la parte que no ha sido oída en
audiencia. Que en ciertas situaciones se haya suprimido la oposición no entraña la
inoperancia de las demás garantías. (Guzmán A., Fabio J. 1996. El Procedimiento en
Defecto en Materia Civil y Comercial después de las reformas de la ley 845 de 1978. p.
62).

“En caso de defecto por falta de concluir, tanto del demandante como del demandado, se
excluye el recurso de oposición y que al hacerlo así, lo hace, no solamente para atribuirle
mayor celebridad al proceso, sino para imponerle una sanción al defectuante, por
considerara que dicho defecto se debe a falta de interés o negligencia”. (Sent. SCJ. 29 de
octubre de 1997. B.J. 1043.89).

“Considerando, que cuando el demandante incurre en el defecto por falta de concluir, se


presume que ha desistido de la demanda; que este desistimiento tiene por consecuencia
deja sin efecto la interrupción de la prescripción producida por el acto introductivo de la
demanda”. (Sent. SCJ. 11 de septiembre de 1992. B.J. 982.1071).

2. Crítica al Artículo 149.

El precedente artículo es doblemente errático: a) no debió plantar la situación de la parte


que ha comparecido en la instancia, esto es, que constituyó abogado, porque el defecto
por falta de concluir, una de las preocupaciones fundamentales de la reforma,
desapareció ya de los dominios del derecho judicial privado. Y b) su único párrafo es un
principio innecesario toda vez que gran parte de la ley 834 también del 15 de julio de
1978 reglamenta las situaciones originadas con ocasión de las excepciones y medidas de
instrucción injertadas al proceso. El artículo 149 de nuestro Código de Procedimiento
Civil objeto de la preocupación del legislador dominicano de 1978, se limitó a darle una
218

nueva redacción al texto, pero sin cambiar su esencia, y a agregarle un párrafo absurdo.
Este artículo, tal como resultó después de la reforma, es un contrasentido, en razón de
que si conforme al actual art. 150 la oposición no le es permitida a la parte que ha sido
citada personalmente o en la de su representante legal, ¿para qué hablar del defecto de la
parte que ha constituido abogado y este no presenta en el día indicado para la vista de la
causa? Recordemos que cuando la parte haya sido citada personalmente, esto es cuando
ella ha tenido conocimiento de la acción ejercida en su contra, la sentencia que la
condena se reputa contradictoria, y es claro que la parte que constituye abogado en
ocasión de haber sido emplazada, conoce perfectamente la existencia del proceso incoado
en su contra. El art. 472 del nuevo Código de Procedimiento Civil francés cuya traducción
parcial acometimos para producir las leyes 834 y 835 del 15 de julio de 1978 le impone al
juez la obligación de fallar al fondo conforme el derecho cuando el demandado no
comparece. Este art. Es sobrio y cortante: comienza diciendo que si el demandado no
comparece, y es esta incomparecencia la que da motivo al defecto por falta de comparecer,
o lo que es igual al defecto en que incurre el abogado por no constituir abogado después
de ser emplazado. El texto examinado no habla en modo alguno, como el nuestro, del
defecto de la parte que ha constituido abogado. En resumen el artículo 149 no responde
al espíritu de la reforma y además entra en flagrante contradicción con el art. 150. Para
que armonice con este el texto debió decir: si el demandado no ha constituido abogado, se
pronunciará el defecto. La contradicción señalada no supone en modo alguno que la
oposición esté abierta para las sentencias dictadas contra una parte que ha comparecido
y cuyo abogado no ha concluido. Si bien es verdad que el art. 149 exige que se pronuncie
el defecto no menos cierto también que la sentencia dictada se reputa contradictoria.
(Cury, Jottin. Estudios Críticos. 2002. p.331-335).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 636 del Proyecto, tiene como novedad que aclara el párrafo del
actual art. 149, pues establece que si el demandado no concluye sobre el fondo y presenta
cualquier incidente, no solo una excepción o una medida de instrucción como establece el
actual, y este es rechazado, lo cual tampoco es contemplado por el art. Actual que solo
prevee que se acepte el fondo y si no lo hace puede el juez pronunciar el defecto y fallar de
conformidad con la materia de que se trate. Esto no se establece de manera expresa en la
ley, mas, sin embargo, es un principio jurisprudencial.

Además el proyecto introduce nuevos artículos que regulan específicamente el defecto del
demandante, lo cual no se establece en el Código actual que habla del defecto de manera
general y refiriéndose al demandado estos nuevos artículos son los siguientes:

Artículo 631. Si el demandante no se presenta a la audiencia o si estando presente no


hace valer conclusiones sobre el fondo, el demandado podrá solicitar el defecto por falta
de concluir en audiencia y requerir sentencia sobre el fondo, que será reputada
contradictoria, o solicitar el descargo puro y simple de la demanda.

Artículo 632. Si el demandante, sin motivo legítimo, no comparece, luego de haber sido
intimado a constituir abogado por haber desaparecido la constitución previa por causa
legítima, el demandado puede requerir una sentencia sobre e fondo, que será reputada
contradictoria, salvo la facultad del juez de reenviar el asunto para una audiencia
ulterior; o solicitar el descargo puro y simple de l demanda.

Artículo 633. El tribunal puede también, a solicitud del demandado, declarar perimida la
instancia, si esta ha operado de acuerdo con este Código. La declaración de perención
puede ser revocada si el demandante hace conocer en Secretaría en un plazo de 15 días el
motivo legítimo que no pudo invocar en tiempo útil. En este caso las partes son llamadas
a una audiencia ulterior.
219

Artículo 634. Cuando el abogado del demandante ha sido invitado a la vista de la causa y
no lo hace, podrá solicitarse pronunciamiento del defecto por de concluir; caso en el cual
el juez dictará sentencia reputada contradictoria. El demandado puede, igualmente,
requerir en este caso una sentencia sobre el fondo, que será reputada contradictoria.

Artículo 635. Igualmente, se pronunciará el defecto por falta de concluir del demandante,
con las consecuencias que se han enunciado en el artículo que antecede, cuando el
abogado de éste no asistiere a las causas para las cuales él ha invitado a la otra parte a
comparecer.

Artículo 150

(Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). El defecto se pronunciará en la
audiencia mediante el llamamiento de la causa; las conclusiones de la parte que lo
requiera, serán acogidas si se encontrasen justas y reposasen en una prueba legal.
Sin embargo, los jueces podrán ordenar que los documentos se depositen en
secretaría, para dictar sentencia en la próxima audiencia.

La oposición será admisible contra las sentencias en última instancia pronunciadas


por defecto contra el demandado, si éste no ha sido citado por acto notificado a su
persona misma o a la de su representante legal.

Tabla de Contenido

1. Pronunciamiento del Defecto.


2. Facultades de Juez en caso de Defecto de una de las Partes.
3. Sentencias No Recurribles en Oposición.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Pronunciamiento del Defecto.

“Cuando se produce el defecto, el tribunal procede a dos actuaciones: 1a., pronunciar el


defecto; 2a., juzgar el defecto. Pronunciar el defecto es comprobar la incomparecencia del
demandado o la falta de conclusiones de éste o del demandante. Juzgar en defecto es
estatuir acerca de la contestación en ausencia del demandado (sentencia en defecto por
falta de comparecer), o en ausencia de conclusiones de él o del demandante (sentencia en
defecto por falta de concluir)”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 367).

“(...) Cuando el demandante hace defecto, y sobre las conclusiones del demandado el
tribunal se limita a pronunciar el descargo puro y simple de la demanda, sin estatuir
sobre el fondo, el demandante puede formar una nueva demanda”. (Sent. SCJ. 22 de
marzo de 1952. B.J. 500.598. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“El artículo 150 del Código de procedimiento Civil, tanto en su antigua redacción como en
la que resultó después de la modificación que le introdujo la ley No. 845 de 1978,
subordina el acoger las conclusiones del demandante, en caso de defecto del demandado,
a la circunstancia de que las mismas sean justas y reposen en prueba legal; de manera
que el solo hecho del defecto del demandado no libera al demandante de la obligación de
suministrar la prueba de sus alegaciones, ni al juez de fallar conforme al derecho; (…).”
220

(Sent. SCJ. 13 de febrero de 1985. B.J. 981.330. Citada por: Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-
2002).

2. Facultades de Juez en caso de Defecto de una de las Partes.

“En caso de defecto del apelante si el intimado pide el descargo puro y simple de la
apelación, el tribunal debe limitarse a pronunciarlo sin examinar el fondo del asunto; que
por el contrario, cuando el intimado en vez de pedir el descargo de la apelación, concluye
al fondo, el tribunal esta obligado a examinar e mérito de la apelación y dar los motivos de
hecho que justifiquen su decisión”. (Sent. SCJ. 16 de septiembre de 1952. B.J. 506.1668).

“Considerando, que es criterio constante de esta Suprema Corte de Justicia, que de


conformidad con el párrafo final del artículo 150 del Código de Procedimiento Civil, solo
es admisible el recurso de oposición contra las sentencias en defecto por falta de
comparecer contra el demandado, en los casos establecidos en la misma disposición que
en consecuencia, dicha disposición excluye el recurso de oposición contra toda otra
sentencia que no sea las consignadas en dicho artículo 150, como lo seria el caso de
defecto, por falta de concluir, tanto el demandante como el demandado, y lo hace así, no
solamente para atribuirle mayor celebridad al proceso, sino para imponerle una sanción,
por considerar que dicho defecto se debe a falta de interés o negligencia”. (Sent. SCJ. 29
de agosto de 1997. B.J.1041.22-23).

“El artículo 150, tanto en su antigua redacción como en la modificada por la Ley No. 845,
subordina el acoger las conclusiones del demandante, en caso del defecto del demandado,
a la prueba de los hechos alegados en la demanda y al juez fallar conforme al derecho”.
(Sent. SCJ. B.J. 981.330. Citada por: Headrick, William C. Segundo Suplemento del
Compendio de Legislación y Jurisprudencia Dominicanas. 1983-1983. p.63).

3. Sentencias No Recurribles en Oposición.

“Considerando, que es criterio constante de esta Suprema Corte de Justicia, que de


conformidad con el párrafo final del artículo 150 del Código de Procedimiento Civil,
precedentemente transcrito, sólo es admisible el recurso de oposición contra las
sentencias dictadas en defecto por falta de comparecer contra el demandado, en los casos
establecidos en la misma disposición; que en consecuencia, dicha disposición excluye el
recurso de oposición contra toda otra sentencia que no sea las consignadas en dicho
artículo 150, como lo sería el caso de defecto, por falta de concluir, tanto el demandante
como el demandado, y lo hace así, no solamente para atribuirle mayor celeridad al
proceso, sino para imponerle una sanción, por considerar que dicho defecto se debe a
falta de interés o negligencia”. (Sent. SCJ. 12 de septiembre de 1997. B.J. 1042.52.
Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“(...) Los casos en los cuales no procede la oposición. Son los siguientes: a) contra las
ordenanzas dictadas en referimiento; b) contra las sentencias arbitrales; c) contra las
dictadas por la Corte de Apelación en ocasión de un recurso de impugnación; d) en los
casos relativos a la quiebra; e) en os casos de sentencias de divorcio”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p.279).

El demandado incompareciente no puede recurrir en oposición en las siguientes


hipótesis: Primero, si la sentencia es aceptable. En vista de que el demandado queda
protegido en este caso por facultad de apelación, no se cree necesario, como antes, poner
a su disposición otra vía de recurso ordinario, la oposición. Algunos han criticado como
excesivo privar al demandado que no comparece, por una causa no imputable a su
221

persona, del doble grado de jurisdicción. Segundo, si el acto de emplazamiento le fue


notificado a su persona o a la de su representante legal. Es evidente que si esto ocurre, el
demandado conoce la demanda que en su contra ha lanzado el demandante; en
consecuencia, permite ejercer la oposición contra la sentencia que pronuncia el defecto
sería brindarle una vía para dilatar el proceso. Cualquiera de estas dos circunstancias
excluye la oposición. Si la sentencia es apelable, poco importa que el emplazamiento haya
sido notificado a persona o no. En consecuencia, las sentencias en defecto del Juzgado de
Primera instancia serán recurribles por oposición si son en última o única instancia, y si
el demandado no fue citado a su persona o a la de su representante legal”. (Guzmán A.,
Fabio J. 1996. El Procedimiento en Defecto en Materia Civil y Comercial después de las
reformas de la ley 845 de 1978. p.48-49).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 637 del Proyecto. Se mantiene invariable.

Artículo 151

(Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). En caso de pluralidad de
demandados, si uno de ellos, o varios, o todos no han constituido abogados, el
tribunal fallará al fondo, por sentencia reputada contradictoria respecto de todos,
cuando la decisión sea susceptible de apelación o cuando los demandados
condenados en defecto hayan sido citados a persona, o en la persona de su
representante legal.

Si la decisión requerida por el demandante no es susceptible de apelación, aquel o


aquellos de los demandados que, no habiendo sido citados a persona no
comparezcan, serán citados de nuevo por alguacil comisionado por auto del
presidente. La sentencia pronunciada después de la expiración del nuevo plazo de
emplazamiento será reputada contradictoria respecto de todos, siempre que uno de
los demandados por el primero o el segundo acto, haya constituido abogado o haya
sido citado en persona o en la persona de su representante legal; en el caso
contrario, los demandados que hayan hecho defecto podrán formar oposición a la
sentencia.

Párrafo.- Cuando varios demandados hayan sido emplazados para el mismo objeto, a
diferentes plazos, o haya habido nuevo emplazamiento en aplicación del párrafo
precedente, no se fallará respecto de ninguno de ellos antes del vencimiento del
plazo más largo.

Tabla de contenido

1. Pluralidad de Demandados.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Pluralidad de Demandados.

“Cuando hay varios demandados, conviene que el asunto no sea fallado de modo
contradictorio en relación a algunos y en defecto en relación a otros, pues se podrían
originar fallos contradictorios.(...) Para comprender bien este artículo conviene desglosarlo
de la siguiente manera: a) la sentencia es susceptible de apelación; b) la sentencia no es
susceptible de apelación. En el primer caso, la oposición está cerrada, no importa que
222

unos comparezcan y otros no. En el segundo caso se pueden derivar dos nuevas
situaciones: 1) Caso en que todos fueron citados en su propia persona. En este caso la
oposición está completamente cerrada. 2) Si algunos no fueron citados en su propia
persona, deben ser citados de nuevo, por un alguacil designado por un auto del Juez
presidente”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. v. I, t. I, 11va. ed.,
p.276).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 638 del Proyecto. Se mantiene invariable.

Artículo 152

(Derogado por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978).

Artículo 153

(Mod por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). El acto de nueva citación a que se
refieren las disposiciones precedentes mencionará que la sentencia a intervenir
tendrá los efectos de una sentencia contradictoria.

Tabla de Contenido

1. Nueva Citación.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Nueva Citación.

La nueva citación es ordenada por auto del Juez o del presidente de la Corte de
Apelación, a petición de la parte o de oficio, una vez comprobadas las condiciones
necesarias y explicado el plazo de comparecencia mas largo. El auto designa un alguacil
que goza de la confianza particular del tribunal y que se espera sea más diligente de lo
normal en la notificación de sus actos. La notificación del nuevo emplazamiento por el
alguacil comisionado, y no por otro cualquiera, es una formalidad sustancial cuya
inobservancia acarrea la nulidad de la citación si hay agravio. La nueva citación debe
contener la advertencia de que la sentencia a intervenir tendrá los efectos de una
sentencia contradictoria, mención que es considerada sustancial, cuya omisión haría
nulo el acto. La sentencia que se pronuncia después de la nueva citación no es
susceptible de oposición si uno cualquiera de los demandados citados por el primer o
segundo acto ha comparecido o uno cualquiera de los demandados ha sido citado en
persona o en la de su representante legal. (Guzmán A., Fabio J. 1996. El Procedimiento
en Defecto en Materia Civil y Comercial después de las reformas de la ley 845 de 1978.
p.59).

“(...) Que en vista de la generalidad de los términos del artículo 153 del Código de
Procedimiento Civil, la segunda sentencia que interviene sobre el fondo del litigio, después
de una primera sentencia que ha acumulado el beneficio del defecto de la causa, no es
susceptible de oposición por la parte que constituyó abogado, a pesar de la resignación, ni
tampoco por aquella que, habiendo constituido abogado originalmente, hace un segundo
defecto por falta de concluir”. (Sent. SCJ. 28 de abril de 1953. B.J. 513.665).
223

Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 639 del Proyecto. Se mantiene invariable.

Artículo 154

(Derogado y sustituido por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978, que modificó,
entre otros, el Art. 434 del presente Código).

Artículo 155

(Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). Las sentencias por defecto, sean o
no reputadas contradictorias, no serán ejecutadas mientras la oposición o la
apelación sean admisibles, a menos que la ejecución provisional sea de derecho o
haya sido ordenada.

Tabla de Contenido

1. Sentencia por Defecto.


2. Ejecución de las Sentencias por Defecto.
3. Efectos de la Oposición.
4. Posibilidad de Ejecución Provisional.
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Sentencia por Defecto.

“En cuanto a su adopción, su redacción y su promulgación, las sentencias en defecto


están sujetas a las mismas reglas que las sentencias contradictorias”. (Tavares hijo,
Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 368).

2. Ejecución de las Sentencias por Defecto.

Las sentencias en defecto no podrán ser ejecutadas antes del vencimiento del plazo de la
oposición o de la apelación, salvo el caso de ejecución provisional o ésta fuere de derecho.

Como consecuencia del efecto suspensivo de la oposición y del plazo para interponer el
recurso, son nulos los actos de ejecución practicados después de interpuesto el recurso.
(Guzmán A., Fabio J. 1996. El Procedimiento en Defecto en Materia Civil y Comercial
después de las reformas de la ley 845 de 1978. p. 92; Morel, René. Traité Élémentaire de
Procédure Civile. p. 622; Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va ed., p.370).

3. Efectos de la Oposición.

El recurso de oposición produce dos efectos: 1. Un efecto suspensivo; y 2. un efecto


devolutivo. En primer término, tratándose de un recurso ordinario, la oposición tiene por
efecto suspender la ejecución de la sentencia impugnada, el efecto suspensivo en la nueva
legislación se produce en virtud del plazo mismo de la oposición. En cuanto al efecto
devolutivo, “el recurso de oposición plantea otra vez ante el tribunal el mismo proceso que
fue decidido por la sentencia en defecto. De esto resulta que el procedimiento para
conocer del recurso de oposición no constituye una instancia nueva sino la continuación
224

de la misma instancia que culminó con la sentencia impugnada. (Tavares hijo, Froilán.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta ed., p.25-29).

Todos los actos de ejecución efectuados durante el plazo de la oposición, o una vez
incoado el recurso, son nulos. Sin embargo, la oposición no aniquila la sentencia
recurrida, solamente suspende su ejecución. Por lo tanto, la parte que obtuvo ganancia
de causa puede, en virtud de la sentencia en defecto, tomar medidas conservatorias.
(Guzmán A., Fabio J. 1996. El Procedimiento en Defecto En Materia Civil y Comercial
después de las reformas de la Ley 845 de 1978. p.123).

La oposición no abre una nueva instancia sino que es la continuación de la instancia


primitiva. No se estima que el tribunal pudo haber juzgado mal, sino que el caso no ha
sido instruido completamente. Las partes, por tanto, toman de nuevo en el debato sobre
la oposición sus situaciones respectivas: el demandante conserva su calidad de
demandante; el demandado su calidad de tal. (Guzmán A., Fabio J. 1996. El
Procedimiento en Defecto En Materia Civil y Comercial después de las reformas de la Ley
845 de 1978. p.123).

4. Posibilidad de Ejecución Provisional.

Excepcionalmente, la oposición no suspende la ejecución de la sentencia en defecto en los


casos en que exista la ejecución provisional legal, o de que el tribunal ha ordenado la
ejecución provisional dentro de las previsiones del artículo 128 de la Ley 834 de 1978.
(Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta
ed., p.26).

Ver artículo 128 de la ley 834 del 15 de julio del 1978 anexo a los artículos 135-137 del
presente Código.

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este articulo pasa a ser el 640 del Proyecto. Se mantiene invariable.

Artículo 156

(Mod por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). Toda sentencia por defecto, lo
mismo que toda sentencia reputada contradictoria por aplicación de la ley, será
notificada por un alguacil comisionado a este efecto, sea en la sentencia, sea por un
auto del presidente del tribunal que ha dictado la sentencia.

La notificación deberá hacerse en los seis meses de haberse obtenido la sentencia, a


falta de lo cual la sentencia se reputará como no pronunciada. Dicha notificación
deberá, a pena de nulidad, hacer mención del plazo de oposición fijado por el
artículo 157 o del plazo de apelación previsto en el artículo 443, según sea el caso.

En caso de perención de la sentencia, el procedimiento no podrá ser renovado sino


por una nueva notificación del emplazamiento primitivo. El demandado será
descargado de las costas del primer procedimiento.

Tabla de contenido

1. Notificación de la Sentencia por Defecto.


2. Perención de las Sentencias por Defecto.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
225

1. Notificación de la Sentencia por Defecto.

“El motivo de esta disposición (el primer párrafo del artículo) es el temor de que el
incompareciente no haya recibido la citación para comparecer a juicio; se exige en este
caso el ministerio de un alguacil que, por el hecho de ser escogido por el tribunal, pondrá
todo su empeño en notificar la sentencia en tal forma que su actuación llegue a
conocimiento de la parte condenada”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va ed., p.369).

“El tribunal, al comisionar al alguacil, puede escoger a su arbitro entre los ministeriales
de la jurisdicción donde será efectuada la notificación. Se supone que el alguacil
comisionado por al juez mostrará mayor celo en la notificación del acto contentivo de la
sentencia y de las advertencias requeridas por la ley, que un alguacil escogido por la parte
de gananciosa. El alguacil es comisionado por el juez, a petición de la parte interesada, o
aún de oficio, en la misma sentencia que debe notificarse. Si el juez omite comisionar al
alguacil en la sentencia, la parte interesada puede elevar una instancia pidiendo la
comisión mediante auto. En caso de fallecimiento o destitución del alguacil, el juez
designará, por auto, su reemplazo”. (Guzmán A., Fabio J. 1996. El Procedimiento en
Defecto En Materia Civil y Comercial después de las reformas de la Ley 845 de 1978.
p.97).

“La necesidad de que se comisione un alguacil para la notificación de las sentencias


dictadas en defecto, tiene por finalidad garantizar que la sentencia llegue al conocimiento
del defectuante para que este eleve el recurso correspondiente, sin que resulte afectada la
sentencia en defecto que omite la designación de un alguacil para su notificación, la cual
puede hacerse con posterioridad a su pronunciamiento mediante un auto del juez”. (Sent.
SCJ. 10 de febrero de 1999. B.J. 1059.498-499).

“Considerando, que como resulta de la lectura del primero de los textos citados, la
sentencia impugnada no sería nula por el hecho de que se hubiera omitido comisionar a
un alguacil para que procediera a la notificación de la misma; que ninguna de las dos
disposiciones arriba transcritas, prescribe esa formalidad a pena de nulidad de la
sentencia ni de notificación de ésta hecho por un alguacil que no hubiera sido
comisionado; que aún en el caso de que la notificación fuera nula, la parte que invocara
la nulidad tendría que probar el agravio que le hubiera causado dicha irregularidad; que
la finalidad de la notificación de la sentencia por un alguacil comisionado, es garantizar el
derecho de defensa de la parte que ha hecho defecto; que en la especie, a la recurrente le
fue notificada oportunamente la sentencia impugnada, y pudo interponer, como lo hizo, el
correspondiente recurso de casación; que por todas las razones expuestas, el medio que
se examina carece de fundamento y debe ser desestimado”. (Sent. SCJ. 20 de marzo de
1995. B.J. 1012.191. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

2. Perención de las Sentencias por Defecto.

Las sentencias en defecto deberán ser notificadas por un alguacil comisionado su dentro
de los seis meses de su pronunciamiento, a falta de lo cual la sentencia se reputará como
no pronunciada. Como toda prescripción, la no establecida en el artículo 156 opera de
pleno derecho. No tiene que ser pedida, como ocurre con la perención de la instancia. Al
vencimiento del plazo de seis meses prescribe el derecho de ejecutar la sentencia y ésta
viene a ser inexistente. La prescripción establecida por el artículo 156 afecta únicamente
a la sentencia en defecto; no alcanza a los actos anteriores a ella, los cuales subsisten con
226

todas sus consecuencias. Por lo tanto, el demandante puede acudir al tribunal y obtener
una nueva sentencia. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va ed., p.371).

Para que una sentencia en defecto o reputada contradictoria perima, deben haber
transcurrido seis meses a partir de su pronunciación sin que se haya notificado. Una
notificación irregular se asimila a la falta de notificación. El plazo de los seis meses corre
a partir del pronunciamiento de la sentencia. El día del fallo no se cuenta dentro del
plazo, pero éste ni es franco, ni se aumenta en razón de la minoridad, fallecimiento, o
quiebra del que debe hacer la notificación. No debe confundirse la perención de la
sentencia por la falta de notificación en los seis meses que siguen a su pronunciación; la
segunda extingue la instancia por cesación de los procedimientos durante tres años. La
perención de las sentencias opera de pleno derecho; la perención de instancia debe ser
pedida al tribunal. Vencido el plazo de los seis meses sin haberse efectuado la
notificación, la sentencia se reputará de pleno derecho como no pronunciada. En
consecuencia, todos los actos realizados en virtud de la sentencia perimida, carecerán de
validez, sin embargo, el procedimiento anterior a la sentencia no es anulado. (Guzmán A.,
Fabio J. 1996. El Procedimiento en Defecto En Materia Civil y Comercial después de las
reformas de la Ley 845 de 1978. pp.100-102).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 641 del Proyecto. Se mantiene invariable.

Artículo 157

(Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). La oposición, en el caso en que
sea admisible de acuerdo con el artículo 149, deberá, a pena de caducidad, ser
notificada en el plazo de 15 días a partir de la notificación de la sentencia a la
persona del condenado o de su representante, o en el domicilio del primero.

Tabla de contenido

1. Plazo para la Oposición.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Plazo para la Oposición.

La oposición, en caso de admitirse, será interpuesta a pena de caducidad, dentro de los


15 días contados a partir de la notificación de la sentencia a la persona o en el domicilio
del condenado en defecto o en la persona de su representante legal. Existe, en efecto, un
plazo único para el ejercicio del recurso d oposición en caso de ser admisible, aplicable
tanto a la materia civil, o comercial ante el juzgado de primera instancia y la corte de
apelación, como a las sentencias dictadas por los Juzgados de paz. (Tavares hijo, Froilán.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta ed., pp.19-20).

“El plazo de los quince días se aumenta en razón de la distancia. (...) El recurso de
oposición puede incoarse antes de la notificación de la sentencia, si el oponente se ha
enterado de la sentencia por cualquier medio. Cuando una persona deja pasar el plazo de
los quince días sin haber interpuesto el recurso de oposición, el mismo se hace
inadmisible y la inadmisibilidad puede ser pronunciada de oficio por el juez. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na ed., p.280).
227

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este artículo pasa a estar contenido en los artículos 642 y 660 del Proyecto. Se mantiene
invariable.

Artículos 158 Y 159

(Derogados por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978).

Artículo 160

Cuando la sentencia en defecto haya sido pronunciada contra una parte que tenga
abogado, la oposición no se recibirá sino en tanto que se haya formado por escrito,
notificado de abogado a abogado.

Artículo 161

El escrito contendrá los medios de oposición, a menos que los medios de defensa no
se hubiesen notificado antes de la sentencia; en cuyo caso bastará declarar que se
emplean como medios de oposición. La oposición que no se notifique en esta forma
no detendrá la ejecución; se desechará por efecto de simple acto, y sin necesidad de
ningún otro procedimiento.

Artículo 162

Cuando la sentencia en defecto haya sido pronunciada contra una parte que no
tenga abogado, la oposición se podrá formar, sea por acto extrajudicial, sea por
declaración hecha al notificársele los mandamientos de pago, actos de embargo o de
prisión, o todo otro acto de ejecución; con la obligación por parte del oponente de
reiterarla por medio del escrito en la octava, con constitución de abogado; pasado
este término, no será admisible y se continuará la ejecución, sin necesidad de
hacerla ordenar. Si el abogado de la parte que ha obtenido la sentencia, ha muerto o
no puede ya defender, la parte hará notificar a la condenada en defecto nueva
constitución de abogado; y éste está obligado, en los términos arriba expresados,
contados desde el día de la notificación, a reiterar la oposición por medio el escrito,
constituyendo abogado. En ningún caso entrarán en la tasación los medios de
oposición presentados con posterioridad al escrito.

Tabla de contenido

1. Forma de Oposición.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Forma de Oposición.

“Los artículos 160 y 161 se refieres a la oposición contra sentencias pronunciadas en


defecto por falta de concluir, hoy suprimida por la ley 845, pero contienen reglas, como la
exigencia de que la oposición sea motivada que son de general aplicación. El artículo 162
prescribe como se forma la oposición contra las sentencias en defecto por falta de
comparecer. Según el artículo 162, el defectante dispone de dos medios para promover la
oposición: la notificación de un acto extrajudicial y la declaración hecha al momento de
228

notificársele un mandamiento de pago o cualquier acto de ejecución. La práctica ha


impuesto dos medios adicionales: la notificación de un acto de abogado a abogado y la
notificación de un acto de emplazamiento.” (Guzmán A., Fabio J. 1996. El Procedimiento
en Defecto En Materia Civil y Comercial después de las reformas de la ley 845 de 1978.
p.114).

”El artículo 162, (...) establece dos modos de incoar el recurso de oposición: 1. mediante
un acto extrajudicial, es decir, un acto de alguacil notificado al demandante a su persona
o en si domicilio; 2. mediante declaración hecha en el momento de ser notificado al
incompareciente cualquier otro acto encaminado a llevar a cabo la ejecución de la
sentencia en defecto. (...) Se admite generalmente que el incompareciente pueda emplear
otras dos formas para incoar la oposición: 1. eludiendo el acto extrajudicial, previsto en el
artículo 162, notificar de una vez su recurso por acto de abogado que enuncie los medios
de oposición, 2. entablar su recurso por acto de citación notificado el demandante en las
formas previstas en el artículo 61, que enuncia, asimismo los medios de oposición.
Actualmente, de acuerdo con los términos del citado art. 157 [de la L. 845] no parece
existir mas que una forma de interponer la oposición: mediante acto de alguacil notificado
dentro de los 15 días de la notificación de la sentencia a la persona condenada en efecto o
en su domicilio o en la persona de su representante”. (Tavares hijo, Froilán. 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp.23-24).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo es sustituido por el 663 del Proyecto, el cual establece que la oposición se
interpone en las formas previstas para la demanda en justicia ante la jurisdicción que ha
dictado la sentencia. Establece, además, que debe contener los medios del defectuante. Y
que puede hacerse también por acto de abogado.

Artículo 163

En la secretaría del tribunal se llevará un registro, en el cual el abogado del


oponente hará mención sumaria de la oposición, enunciando los nombres de las
partes, de sus abogados, y la fecha de la sentencia en defecto y de la oposición: no
se abonará el derecho de registro sino en el caso en que se sacase copia.

Artículo 164

No se ejecutará ninguna sentencia en defecto contra un tercero, sino probando, con


la certificación del secretario, que no existe ninguna oposición en el registro.

“Los artículos 158 y 164 establecen que para proceder a la ejecución contra los terceros
de una sentencia susceptible de oposición o de apelación, debe obtenerse después de
transcurrido el plazo del recurso, una certificación del secretario del tribunal en que
conste que la sentencia no ha sido recurrida. Después de las reformas este régimen
especial ha quedado englobado dentro del régimen general consagrado en la ley 834, el
cual no reglamenta estrictamente la ejecución contra la parte perdidosa, sino la ejecución
erga omnes.” (Guzmán A., Fabio J. 1996. El Procedimiento en Defecto En Materia Civil y
Comercial después de las reformas de la Ley 845 de 1978. p.93).

“La prueba del carácter ejecutado resulta de la sentencia misma cuando ella no es
susceptible de ningún recurso suspensivo o cuando se beneficia de la ejecución
provisional. En los demás casos esta prueba resulta: ya de la notificación de la decisión y
de un certificado que permita establecer, por cotejamiento con esta notificación, la
229

ausencia, en el plazo, de una oposición, de una apelación o de un recurso en casación


cuando el recurso es suspensivo”. (Art. 117 de la Ley No. 834 del 15 de julio de 1978).

“Toda parte puede hacerse entregar por el secretario de la jurisdicción ante la cual el
recurso podía ser formado un certificado que atestigüe la ausencia, en el plazo, de una
oposición, de apelación o de un recurso en casación o que indique la fecha del recurso si
éste ha sido intentado.” (Artículo 118 de la Ley No. 834 del 15 de julio de 1978).

Estos artículos no son incluidos en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Artículo 165

En ningún caso se podrá aceptar oposición contra una sentencia que haya
desechado la primera oposición formada.

Tabla de contenido

1. Aplicación de la máxima: “Oposición sobre Oposición no Vale.”


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Aplicación de la máxima: “Oposición sobre Oposición no Vale.”

“(...) La sentencia que estatuye sobre una oposición no es susceptible de un nuevo


recurso de oposición por parte del oponente que incurre nuevamente en el defecto. Así, si
el demandado juzgado en defecto no concurre a la audiencia fijada para conocer de su
oposición, él es excluido de un nuevo recurso de oposición (...) la ley considera que la
sentencia dictada sobre un recurso de oposición debe tener, respecto del oponente, la
naturaleza de la sentencia contradictoria. Entonces lo que la ley prohíbe es que una
misma parte interponga dos oposiciones sucesivas respecto de una misma demanda (...)
así, puede intentar oposición el demandante que obtuvo sentencia en defecto, y que,
sobre el recurso de oposición del demandado, incurrió a su vez en el defecto. (Morel,
René. Traité Élémentaire de Procédure Civile. p. 624; Tavares hijo, Froilán. 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta ed., pp.32-33).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser, sin ningún cambio, el 662 del Proyecto.

TÍTULO IX

DE LAS EXCEPCIONES

Párrafo 1ro. De la fianza que deben prestar los extranjeros

ARTÍCULO 166
(Mod. Por el Art.2 de la Ley No.295 de 1919). El extranjero transeúnte que actúe
como demandante principal o interviniente, cualquier tribunal o juzgado de la
República, que no sea un juez de paz si el demandado lo propone antes de toda
excepción, deberá afianzar previamente el pago de las costas y de los daños y
perjuicios a que pudiere ser condenado.
230

ARTÍCULO 167
(Mod. por el Art.2 de la Ley No. 295, del 21 de mayo de 1919). La sentencia que
impone la fianza fijará también su cuantía. Si el extranjero consigna en el erario
la suma fijada por la sentencia, o si demuestra que posee en la República bienes
inmuebles, que están en condiciones de poder garantizar el pago de esa suma,
será exonerado de dar la fianza.

Tabla de Contenido
§ 1. Definición de la excepción Judicatum Solvi.
§ 2. Justificación de la caución.
§ 3. Quiénes deben prestarla.
A. El demandante debe ser de nacionalidad extranjera.
B. El extranjero demandante debe ser transeúnte.
C. El extranjero demandante no debe tener inmuebles en el país.
D. El extranjero debe ser demandante principal o interviniente.
§ 4. Quién puede reclamarla.
§ 5. En cuáles materias y ante cuáles jurisdicciones debe ser prestada.
§ 6. Forma y procedimiento.
A. Cómo y cuándo puede ser demandada y prestada.
B. Condiciones que debe reunir el fiador, monto de las obligaciones de la caución y
plazo en el cual debe ser prestada.
§ 7. Dispensa de la prestación de la fianza.
§ 8. Sentencia que fije la fianza.
§ 9. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Definición de la excepción Judicatum Solvi


1. La excepción de fianza, también conocida como judicatum solvi, es el derecho
reservado al demandado Dominicano a reclamar al demandante extranjero transeúnte
que no posea inmuebles en el país y que no pertenezca a uno de los Estados signatarios
de la Convención de Derecho Internacional Privado de La Habana, una garantía para
asegurar el pago de las costas del proceso y los daños y perjuicios que podrían resultar en
el caso de que el extranjero resultara sucumbiente. (Alvarez Valdez, Francisco, La Fianza
Judicatum Solvi, Coloquios Jurídicos. Universidad Apec, Julio-Dic. 1987, Año II, n. 3, p. 28;
Carbuccia, María Altagracia. 1979. Situación Actual de la Fianza Judicatum Solvi en la
República Dominicana”, Tesis de grado Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, pp.
26-27; García de Peña, Luís V. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado, p.139;
Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I,p. 657; Pérez, Artagnán. 1986. Procedimiento Civil, t. II, 3ra. ed., p. 56; Tavares, Froilán,
2000. “Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano”, v. II, 8va. ed., p. 178).

§ 2. Justificación de la caución
2. Diversas razones han sido expuestas para justificar la necesidad de prestar la fianza
judicatum solvi, entre ellas, las dificultades encontradas a veces para ejecutar las
sentencias dictadas por los tribunales dominicanos en países extranjeros y lo
excesivamente costoso que resulta, por lo que hace necesario que el demandado
dominicano disponga de un medio directo de recobrar las sumas que le sean debidas por
un extranjero por concepto de costas si éste resultare sucumbiente; que pone trabas para
que los extranjeros transeúntes no entablen procesos temerarios, para luego sustraerse al
pago de las costas y de los daños y perjuicios a los que resulte condenados, simplemente
231

abandonando el país, en cuyo caso, el nacional dominicano tendrá que correr el riesgo de
que el tribunal extranjero no le conceda el exequátur a la sentencia dominicana; incluso
se llegó a esgrimir la falta de comunicaciones fáciles y frecuentes que existía entre las
naciones, lo que exigía la posibilidad del reintegro obligatorio de los gastos judiciales,
argumento ya obsoleto teniendo en cuenta los avances tecnológicos. Estos argumentos
han sido atacados con la necesidad de que los extranjeros puedan acceder a la justicia en
las mismas condiciones que los nacionales, lo cual ha sido consignado en varios
convenios internacionales que se han inspirado en las reglas del Instituto de Derecho
Internacional adoptadas en la sesión de Zurich del 1877, en la que se estableció que “el
extranjero será admitido ante la justicia en las mismas condiciones que el regnícola”.
(Alvarez Valdez, Francisco, La Fianza Judicatum Solvi, Coloquios Jurídicos. Universidad
Apec, Julio-Dic. 1987, Año II, n. 3, pp. 30-31; Carbuccia, María Altagracia. 1979. Situación
Actual de la Fianza Judicatum Solvi en la República Dominicana”, Tesis de grado
Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, pp. 30-31; Tavares, Froilán, 2000.
“Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano”, v. II, 8va. ed., p. 178).
3. La fianza judicatum solvi es un beneficio que la ley concede, no por motivos de
orden público, sino en atención al interés privado de nuestros nacionales, por lo que se
puede renunciar a ella y la renuncia se presume cuando el demandado no la ha
reclamado. El tribunal no puede ordenarla de oficio. (Pérez, Artagnán. 1986. Procedimiento
Civil, t. II, 3ra. ed. p. 96)
4. En Francia la Judicatum Solvi fue modificada en el año 1895 y finalmente fue
derogada en el 1975; en nuestro país fue modificada primero en el 1919 mediante la Ley
No. 295 y luego en el 1978, mediante las Leyes 845 y 834, manteniéndose aún vigente.
Sin embargo, la tendencia moderna es de eliminarla, lo cual ha sido evidenciado por
algunas leyes especiales como lo son la Ley 65-00 sobre Derecho de Autor y la Ley 20-00
sobre Propiedad Industrial, ambas promulgadas en el año 2000; por su parte, el Proyecto
de Código de Procedimiento Civil no la contempla, por lo que es muy posible que esta
garantía sea derogada. (Alvarez Valdez, Francisco, La Fianza Judicatum Solvi, Coloquios
Jurídicos. Universidad Apec, Julio-Dic. 1987, Año II, n. 3, pp. 30-31; Carbuccia, María
Altagracia. 1979. Situación Actual de la Fianza Judicatum Solvi en la República
Dominicana”, Tesis de grado Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, pp. 30-31;
Tavares, Froilán, 2000. “Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano”, v. II, 8va. ed., p.
178).

§ 3. Quiénes deben prestarla


A. El demandante debe ser de nacionalidad extranjera
5. Teniendo como fundamento exclusivo el garantizar a los nacionales demandados
por extranjeros el pago de las costas que ellos se vean obligados a avanzar para su
defensa y los daños y perjuicios a los cuales puedan tener derecho como consecuencia de
la instancia, la fianza judicatum solvi no puede ser exigida más que a los extranjeros, sin
que se deba distinguir que se trate de una persona física o de una persona moral (Sent.
SCJ –12 de diciembre del 1993, B.J. 995-997 p. 1103; Sent, SCJ.–, noviembre de 1979, B.J.
828, p. 2328; Sent. SCJ., B.J. 868.704 y Sent. SCJ., B.J. 865.2379, citadas por Headrick,
William, 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., pp. 271-272). En consecuencia,
no puede ser exigida la fianza al dominicano domiciliado en el extranjero. En Francia, el
francés demandante en calidad de cesionario de un extranjero, no debe prestar la caución
a menos que el francés demandado no pruebe que la cesión no es seria (Garsonnet, 2ra.
Edición, Tomo II, n. 765, citado por: Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, p. 658); sin embargo, algunos tratadistas dominicanos
consideran que si el demandante extranjero se hace representar por un nacional que se
limita a ostentar solamente la representación, se le puede exigir la fianza puesto que la
sentencia no se podrá ejecutar sobre los bienes del representante sino sobre aquellos que
son propiedad del extranjero no domiciliado en la República Dominicana (Pérez, Artagnán.
232

1986. Procedimiento Civil, t. II, 3ra. ed., p. 57 ). Ahora bien, no cabe dudas de que cuando
el extranjero demandante se hace representar por otro extranjero también transeúnte, la
contraparte puede exigirle la prestación de la fianza.
6. La fianza es debida igualmente por el individuo nacido en el extranjero de padres
dominicanos que no haya adquirido la nacionalidad dominicana, o por aquel que
habiendo nacido en el país, haya perdido la nacionalidad por una de las causas
contempladas en la ley (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. I, p. 658), y si ha habido sucesión o cesión de derechos al
heredero o al causahabiente, la situación no debe variar (Pérez, Artagnán. 1986.
Procedimiento Civil, t. II, 3ra. ed., p. 57). De igual manera, la calidad de soberano o
gobernante de un Estado extranjero o de agente diplomático acreditado en el país, no
constituye un obstáculo para la prestación de la fianza, puesto que desde el momento en
que asume el papel de demandante ante nuestros tribunales, renuncian a todos los
privilegios concedidos por nuestra legislación. (Carbuccia, María Altagracia. 1979.
Situación Actual de la Fianza Judicatum Solvi en la República Dominicana”, Tesis de grado
Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, p. 36).
7. En caso de que en la demanda no se exprese la nacionalidad del demandante o que
éste niegue su nacionalidad extranjera, la carga de la prueba respecto a su calidad de
extranjero recae sobre el demandado en el proceso que solicita la fianza, en aplicación a
los principios generales sobre la prueba (“actori incumbit probatio”); sin embargo, luego
de establecida la nacionalidad extranjera del demandante, le corresponderá a éste probar
la causa que le dispense de prestarla, si ésta existiere. (Alvarez Valdez, Francisco, La
Fianza Judicatum Solvi, Coloquios Jurídicos. Universidad Apec, Julio-Dic. 1987, Año II, n. 3,
p. 32).

B. El extranjero demandante debe ser transeúnte


8. Solo el extranjero transeúnte (de tránsito o de paso por el país) está obligado a
prestar la fianza. Este requisito refuerza el criterio de que la fianza tiene por fundamento
el evitar que un extranjero demandante abandone el país sin responder a las
consecuencias que conlleve su demanda en caso de que sucumba en justicia. En
consecuencia, la fianza no podrá ser exigida al extranjero que resida o esté radicado en el
país. Nuestra Suprema Corte de Justicia ha señalado que la reunión de algunas
condiciones eliminan la calidad de transeúnte, como lo son, que esté casado con una
dominicana, que lleve varios años residiendo en el país y que tenga permiso de residencia;
considerando que la presentación del certificado de la Dirección de Migración es
suficiente para demostrar la residencia en el país (Sent. SCJ. 21 de noviembre del 1979,
B.J.828. 2325-2328); sin embargo, otros elementos se han señalado que pueden ser
tomados en cuenta, como lo son, que el extranjero haya trasladado toda o parte de su
familia al país, que tenga obligaciones a largo plazo en el país, o que posea cédula de
identidad personal (Alvarez Valdez, Francisco, La Fianza Judicatum Solvi, Coloquios
Jurídicos. Universidad Apec, Julio-Dic. 1987, Año II, n. 3, p. 37).

C. El extranjero demandante no debe tener inmuebles en el país

9. Otra excepción a la necesidad de prestar la fianza judicatum solvi por parte del
demandante extranjero transeúnte, resulta del hecho de que éste posea inmuebles en la
República Dominicana de un valor suficiente para garantizar el pago de las costas y los
daños y perjuicios a que pudiere resultar condenado. (Sent. SCJ., B.J. 865.2379, citadas
por Headrick, William, 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., pp. 271-272); no
se precisa el lugar o el área en que se encuentren dichos inmuebles, sino que basta con
que se encuentren en el país. Algunos autores señalan que el extranjero debe ser
propietario de los inmuebles, es decir, que tenga la nuda propiedad, no bastando la
posesión de los mismos (Alvarez Valdez, Francisco, La Fianza Judicatum Solvi, Coloquios
233

Jurídicos. Universidad Apec, Julio-Dic. 1987, Año II, n. 3, p. 38) mientras otros interpretan
que del texto legal se desprende que es suficiente la posesión o el usufructo de éstos
(Pérez, Artagnán. 1986. Procedimiento Civil, t. II, 3ra. ed., p. 58). En cuanto al valor de
dichos bienes inmuebles a los fines de determinar si son suficientes para garantizar las
costas y los daños y perjuicios a que pudiere resultar condenado el demandante
extranjero transeúnte, esta valoración quedará a la soberana apreciación del juez
apoderado del proceso.
10. El extranjero demandante no puede ser obligado a consentir que sea inscrita una
hipoteca a favor del demandado; ni la sentencia que ordena la prestación de la fianza
puede servir de base a la inscripción de una hipoteca provisional, puesto que no se trata
de una sentencia condenatoria; sin embargo, una vez obtenida una sentencia
condenatoria, nada se opone a que el demandado proceda a la inscripción de una
hipoteca judicial. (Pérez, Artagnán. 1986. Procedimiento Civil, t. II, 3ra. ed., p. 58).
11. La Jurisprudencia francesa ha decidido que el demandante podrá quedar liberado
de prestar la fianza si tiene contra el demandado un crédito cierto, líquido y exigible por
un monto suficiente para asegurar la cobertura de las costas y de los daños y perjuicios
(Trib. Com. Seine, 7 de marzo del 1950, D. 1950 328, citado por Alvarez Valdez,
Francisco, La Fianza Judicatum Solvi, Coloquios Jurídicos. Universidad Apec, Julio-Dic.
1987, Año II, n. 3, p. 28).
12. Acorde a lo prescrito por el Art.167, el demandante podrá liberarse de prestar la
fianza si deposita en el erario la suma fijada por la sentencia que la ordena.

D. El extranjero debe ser demandante principal o interviniente


13. La fianza recae en el extranjero que figure como demandante en un proceso
judicial, o en el interviniente voluntario puesto que éste viene a formar parte del proceso
para salvaguardar un interés propio o un interés del demandante principal (Sent. SCJ.,
B.J.873.2510, citadas por Headrick, William, 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da.
ed., pp. 271-272). Estará igualmente obligado a prestar la fianza el extranjero demandado
que llama en intervención forzosa a una persona, o que lanza contra una persona una
demanda en garantía, puesto que aunque para éste resulte una defensa, frente a quien
ha sido llamado en intervención forzosa o en garantía, el extranjero demandado ostenta la
calidad de demandante, igualmente nuestro máximo tribunal ha establecido que en
casación sólo debe prestarla el recurrente si desempeñó el papel de demandante
originario. (Sent. S.C.J. 26 julio 1985, B. J. 896. 1753; Alvarez Valdez, Francisco, La Fianza
Judicatum Solvi, Coloquios Jurídicos. Universidad Apec, Julio-Dic. 1987, Año II, n. 3, pp. 39-
40; Pérez, Artagnán. 1986. Procedimiento Civil, t. II, 3ra. ed., p. 61; Carbuccia, María
Altagracia. 1979. Situación Actual de la Fianza Judicatum Solvi en la República
Dominicana”, Tesis de grado Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, p.37; Tavares,
Froilán, 2000. “Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano”, v. II, 8va. ed., p. 179).
14. La jurisprudencia francesa ha decidido que el extranjero que realiza un embargo
inmobiliario en virtud de un título ejecutorio no contestado, o el oponente en un embargo
de bienes que guarnecen en lugares alquilados; sin embargo, considera que la fianza
puede ser exigida al extranjero que solicita el exequátur de una sentencia rendida en el
extranjero (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, pp. 660-661).

§ 4. Quién puede reclamarla


15. A pesar de que ni el artículo 16 del Código Civil ni estas disposiciones legales del
Código de Procedimiento Civil establecen quiénes pueden solicitar la fianza, en principio
la Judicatum Solvi puede ser reclamada por todo dominicano que figure como demandado
en un proceso, lo cual ha sido admitido por nuestra Suprema Corte de Justicia (Sent.
234

SCJ. septiembre del 1962 , B.J. 262. 1456); en consecuencia, resulta indispensable que el
que solicita la fianza figure como demandado y que en principio, sea dominicano.
16. En Francia la jurisprudencia ha admitido que los extranjeros demandados a los
que se les haya reconocido en Francia el ejercicio o goce de los derechos civiles, tienen la
facultad de exigir la prestación de la fianza; y que así mismo estará dispensado de prestar
la fianza el extranjero que ha entablado su demanda contra otro extranjero (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, p. 661-
662).
17. Para poder reclamar la fianza es necesario que el demandado no haya renunciado
exigirla, ya fuere mediante un contrato o acuerdo suscrito entre el dominicano y el
extranjero, puesto que esta caución es de interés privado y no de orden público. (Alvarez
Valdez, Francisco, La Fianza Judicatum Solvi, Coloquios Jurídicos. Universidad Apec, Julio-
Dic. 1987, Año II, n. 3, p. 40-42; Pérez, Artagnán. 1986. Procedimiento Civil, t. II, 3ra. ed., p.
61; Tavares, Froilán, 2000. “Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano”, v. II, 8va.
ed., p. 181).

§ 5. En cuáles materias y ante cuáles jurisdicciones debe ser prestada

18. A partir de la reforma del Código de Procedimiento Civil realizada mediante la Ley
845 del 1978, resulta claro que la judicatum solvi puede ser solicitada y debe ser
prestada en todas las materias y por ante todas las jurisdicciones, (Sent. SCJ. B.J.780.
2306, Sent. SCJ. B.J.869 888; Sent. SCJ. B.J.887 2517; Sent. SCJ. B.J. 896.1753; Sent.
SCJ. B.J.970. 1164; Sent. SCJ. B.J.070 1187; Sent. SCJ. B.J.896. 1753, citadas por
Headrick, William, 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p. 271-272); sin
embargo nuestra Suprema Corte de Justicia ha establecido que la Fianza Judicatum Solvi
no puede presentarse ante el juzgado de paz. (Sent. 10 de noviembre del 1993, B.J. 996,
1008). Ahora bien, para ser solicitada ante los tribunales del segundo grado y ante la
Suprema Corte de Justicia, es necesario tener en cuenta las calidades de las partes en los
grados inferiores, de manera que el demandante principal que sucumbe en primera
instancia y recurre la decisión, deberá prestar la fianza, mas sin embargo si el
demandado es el apelante, no podrá exigirle al extranjero recurrido la prestación de la
fianza aunque haya sido demandante en primer grado. Ahora bien, el hecho de no haber
solicitado la fianza en el primer grado no es óbice para que sea solicitada en grado de
apelación o en casación, debiendo ser ordenada solo para garantizar las costas que se
generen a partir de la solicitud (Sent. SCJ. Ago. 1956, B.J.553.1663-68; Alvarez Valdez,
Francisco, La Fianza Judicatum Solvi, Coloquios Jurídicos. Universidad Apec, Julio-Dic.
1987, Año II, n. 3, pp. 44-46; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, 2, pp. 660-661; Pérez, Artagnán. 1986.
Procedimiento Civil, t. II, 3ra. ed., p. 61; Tavares, Froilán, 2000. “Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano”, v. II, 8va. ed., pp. 180 -181).

§ 6. Forma y procedimiento
A. Cómo y cuándo puede ser demandada y prestada

19. Como todas las excepciones, la judicatum solvi debe ser solicitada “in liminis litis”,
o lo que es lo mismo, antes de toda defensa al fondo (Sent. SCJ. –B.J. 553. 1666, citadas
por Headrick, William, 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., pp. 271-272).
Acorde a lo dispuesto por el artículo 2 de la Ley 834, deberá presentarse simultáneamente
con las demás excepciones y antes de cualquier fin de inadmisión, lo que no significa que
no pueda ser presentada y ordenada luego de haberse solicitado y ordenado una
comunicación de documentos. (Alvarez Valdez, Francisco, La Fianza Judicatum Solvi,
Coloquios Jurídicos. Universidad Apec, Julio-Dic. 1987, Año II, n. 3, pp. 46-47; Carbuccia,
235

María Altagracia. 1979. Situación Actual de la Fianza Judicatum Solvi en la República


Dominicana”, Tesis de grado Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, p. 59-60;
Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, pp. 662-663; Pérez, Artagnán. 1986. Procedimiento Civil, t. II, 3ra. ed., p. 61-62;
Tavares, Froilán, 2000. “Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano”, v. II, 8va. ed., p.
181).
20. Nuestro más alto tribunal ha establecido, sin embargo que al ser presentadas
simultáneamente la excepción de fianza y la excepción de incompetencia, los jueces de
fondo deben examinar de manera prioritaria la excepción de fianza; (Sent. SCJ. 29 agosto
1980, B.J. 837. p.1856-1857). Tanto en materia civil como en materia comercial, deberá
ser solicitada mediante conclusiones en audiencia y si el juez verifica que están reunidas
todas las condiciones requeridas para la prestación de la misma, estará en la obligación
de ordenarla por sentencia. Esta sentencia será provisional, por lo cual podrá ser atacada
por la vía de la apelación en el plazo ordinario; deberá esperarse que venza dicho plazo
para prestar la fianza y para continuar el proceso, bajo el entendido de que si la sentencia
que la fija es apelada, el proceso se sobresee hasta que sea conocido y fallado el recurso.
(Alvarez Valdez, Francisco, La Fianza Judicatum Solvi, Coloquios Jurídicos. Universidad
Apec, Julio-Dic. 1987, Año II, n. 3, pp. 46-47; Carbuccia, María Altagracia. 1979. Situación
Actual de la Fianza Judicatum Solvi en la República Dominicana”, Tesis de grado
Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, p. 59-60; Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, pp. 662-663; Pérez,
Artagnán. 1986. Procedimiento Civil, t. II, 3ra. ed., pp. 61-62 ; Tavares, Froilán, 2000.
“Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano”, v. II, 8va. ed., p. 181).
21. El juez deberá fijar el monto de la fianza, conforme su soberana apreciación, el
cual podría ser modificado en el curso del proceso previa solicitud, si concurren
circunstancias que justifiquen dicha modificación; deberá fijar también el plazo en el cual
la fianza deberá ser prestada, de conformidad con lo prescrito por el artículo 517 del
Código de Procedimiento Civil. La fianza será prestada mediante la constitución de un
fiador, que deberá presentarse en la Secretaría del Tribunal que ordenó la fianza, y
depositar allí los documentos correspondientes a la garantía. (Alvarez Valdez, Francisco,
La Fianza Judicatum Solvi, Coloquios Jurídicos. Universidad Apec, Julio-Dic. 1987, Año II,
n. 3, pp. 46-47; Carbuccia, María Altagracia. 1979. Situación Actual de la Fianza Judicatum
Solvi en la República Dominicana”, Tesis de grado Universidad Nacional Pedro Henríquez
Ureña, p. 59-60; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, pp.662-663; Pérez, Artagnán. 1986. Procedimiento Civil, t. II, 3ra. ed., pp.
61-62; Tavares, Froilán, 2000. “Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano”, v. II, 8va.
ed., p.181).

B. Condiciones que debe reunir el fiador, monto de las obligaciones de la caución y


plazo en el cual debe ser prestada

22. La fianza se constituye presentando un fiador, que debe ser una persona solvente
que se obligue a pagar la cantidad indicada por la sentencia que ordene la fianza. El
procedimiento se guiará por lo establecido en los artículos del 517 al 522 del Código de
Procedimiento Civil que versan sobre la constitución de fiadores. (Alvarez Valdez,
Francisco, La Fianza Judicatum Solvi, Coloquios Jurídicos. Universidad Apec, Julio-Dic.
1987, Año II, n. 3, pp. 48-50; Carbuccia, María Altagracia. 1979. Situación Actual de la
Fianza Judicatum Solvi en la República Dominicana”, Tesis de grado Universidad Nacional
Pedro Henríquez Ureña, p. 60-67; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, pp. 664-665; Pérez, Artagnán. 1986. Procedimiento
Civil, t. II, 3ra. ed., pp.62-63; Tavares, Froilán, 2000. “Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano”, v. II, 8va. ed., p.181).
236

23. Acorde a lo prescrito por la combinación de los artículos 2018, 2019 y 2040 del
Código Civil, el fiador deberá poseer capital suficiente para responder al objeto de la
obligación, es decir, para cubrir el monto de la fianza fijada, para lo cual se tendrá en
cuenta los bienes inmuebles que posea que no sean objeto de litigios, y estar domiciliado
en el territorio del lugar donde deba constituirse la fianza; los documentos que
demuestren la solvencia del fiador y los documentos que se requiera para formalizar el
compromiso del mismo, deberán ser depositados en la Secretaría del Tribunal y
notificados al demandado, el cual podrá oponerse a la persona presentada como fiadora
mediante declaración en la Secretaría del Tribunal, que deberá ser notificada al
demandante; en este caso, se conocerá la impugnación en audiencia y el tribunal decidirá
sumariamente sobre el asunto. (Alvarez Valdez, Francisco, La Fianza Judicatum Solvi,
Coloquios Jurídicos. Universidad Apec, Julio-Dic. 1987, Año II, n. 3, pp. 48-50; Carbuccia,
María Altagracia. 1979. Situación Actual de la Fianza Judicatum Solvi en la República
Dominicana”, Tesis de grado Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, pp. 60-67;
Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. 3, pp. 664-665; Pérez, Artagnán. 1986. Procedimiento Civil, t. II, 3ra. ed., p.62-63;
Tavares, Froilán, 2000. “Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano”, v. II, 8va. ed., p.
181).
24. Como la finalidad básica de la fianza es garantizar el pago de las costas y de los
daños y perjuicios, los tribunales admiten que la fianza sea prestada a través de una
póliza de seguro, de un depósito en un banco, o en la Dirección General de Impuestos
Internos (Sent. SCJ. B.J. 979. p. 579, citadas por Headrick, William, 2000. Compendio
Jurídico Dominicano, 2da. ed., p .271-272. Carbuccia, María Altagracia. 1979. Situación
Actual de la Fianza Judicatum Solvi en la República Dominicana”, Tesis de grado
Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, p. 60-67; Alvarez Valdez, Francisco, La
Fianza Judicatum Solvi, Coloquios Jurídicos. Universidad Apec, Julio-Dic. 1987, Año II, n. 3,
pp. 48-50; Pérez, Artagnán. 1986. Procedimiento Civil, t. II, 3ra. ed., p. 62-63; Tavares,
Froilán, 2000. “Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano”, v. II, 8va. ed., p. 181;
Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, p. 664-665).

§ 7. Dispensa de la prestación de la fianza


25. Quedan dispensados de prestar la fianza Judicatum Solvi los ciudadanos de un
país que no sea signatario de la Convención firmada en La Habana, Cuba en el 1928
sobre el Código de Derecho Internacional Privado, conocido como el Código de
Bustamante, que estableció en su artículo 383 que “no se hará distinción entre
nacionales y extranjeros en los Estados contratantes en cuanto a la prestación de la
fianza para comparecer en juicio”. diecinueve países firmaron dicha convención, a saber:
Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala,
Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana,
Uruguay y Venezuela; por consiguiente, los nacionales de estos países están dispensados
de prestar la fianza judicatum solvi, no así los nacionales de otros países, entre ellos de
Estados Unidos, que no fue signataria.

§ 8. Sentencia que fije la fianza


26. La sentencia que ordena la fianza del extranjero establece la constitución de un
fiador y fija el plazo dentro del cual el debe constituirse, así como el que deba aceptarse o
impugnarse. Dicha sentencia también fijara la cuantía y si el extranjero consigna en el
erario público la suma fijada por la sentencia o si demuestra que tiene bienes en la
Republica o esta en condiciones de garantizar el pago de esa suma, será exonerado de la
fianza. (Pérez, Artagnán. 1986. Procedimiento Civil, t. II, 3ra. ed. p. 98).
237

§ 9. Disposiciones que Introduce el Proyecto de Código de Procedimiento


Civil
27. En cuanto a la fianza que debe prestar el extranjero, el Proyecto del Código de
Procedimiento Civil no la contempla, por lo que esta fianza quedará eliminada de nuestro
ordenamiento procesal civil si éste proyecto se mantiene inalterable al respecto.

Párrafo 2do. De las declinatorias

Art. 168 al 172. Los artículos 168 al 172 fueron derogados y sustituidos por los Arts. 1
a 34 de la Ley 834 del 15 de julio de 1978.

Tabla de Contenido

§ 1. Definición.
§ 2. Clasificación.

§ 1. Definición

1. Son declinatorias las excepciones que tienden a obtener que el tribunal apoderado
de un proceso no lo conozca, en razón de que no es el designado por la ley. (Tavares hijo,
Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 182).

§ 2. Clasificación
2. Hay tres excepciones declinatorias: la de incompetencia, la de litispendencia y la de
conexidad. (Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de
Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios
Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 182).

LAS EXCEPCIONES DE PROCEDIMIENTO

ARTÍCULO 1 DE LA LEY 834


Constituye una excepción de procedimiento todo medio que tienda a hacer el
procedimiento irregular o extinguido sea a suspender su curso.

Tabla de Contenido
§ 1. Definición.
§ 2. Efectos.
§ 3. Clasificación.
§ 4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Definición
1. Las excepciones de procedimiento son defensas de forma temporaria o definitiva,
invocadas por una de las partes, principalmente el demandado, para impugnar el
238

procedimiento o suspender su efecto sin comprometer el debate sobre el fondo del asunto
o para hacer rechazar una demanda judicial por razones de orden puramente técnicas
(Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I,
p.93 ; Capitant, Henry. 1966. Vocabulario jurídico, p. 267; Rowland Cruz, James A. 1991.
El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de
1998, y 50, del 2000. p.15; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I.,
p.19; Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela
Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”,
p. 11). Las excepciones difieren de las defensas al fondo en que sin sostenerse, mediante
ellas, que las pretensiones de la parte contraria son infundadas, se pretende que la
solución del caso debe ser retardada debido a razones de carácter procesal causadas por
el incumplimiento de determinadas normas procedimentales. (Castillo Morales, Luis R. Las
Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número
834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t. 3, v. 1, pp.115-165).

§ 2. Efectos
2. Todas las excepciones tienden a paralizar temporalmente la demanda formada
irregularmente (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. 1, 5, p. 932) En sentido general son también “medios de defensa’’, que
tienden a obstaculizar, a veces en forma temporal, la acción.(Pérez Méndez, Artagnan.
1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p.26).

§ 3. Clasificación
3. Por su objeto, las excepciones se clasifican en la fianza judicatum solvi, las
declinatorias, nulidades y dilatorias. Las excepciones declinatorias son un grupo de tres
excepciones tendientes a obtener el desapoderamiento de un juez inicialmente apoderado
en provecho de otro señalado por la ley, a saber: Incompetencia, litispendencia y
conexidad. La excepción de nulidad puede versar sobre la nulidad de una actuación o
sobre la nulidad de un acto. Las excepciones dilatorias son las que imponen la
suspensión de la instancia sea por la observación de un plazo, sea por el cumplimiento de
un acto, y tienden a suspender indirectamente la marcha de la instancia. (Castillo
Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia
Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978,
t.3, v. 1, pp.115-165; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, t. I, p. 932).
4. Son fines de inadmisión y no excepciones del procedimiento, los medios tendientes a
procurar la inmunidad de jurisdicción. (Civ. 1re, 15 avr. 1986: Gaz. Pal. 1987. 1. Panor.
123; 17 mars 1978: D. 1978. IR. 370. De la falta de publicación de la demanda en
nulidad de una venta inmobiliaria. (Civ. 3e, 12 févr. 1985: Gaz. Pal. 1985. 2. Panor. 171,
). De la falta de poder del juez de los referimientos. (Soc. 21 oct. 1982: Cah. prud’h. 1983.
19; RTD civ. 1983. 783, Civ. 3e, 19 mars 1986: Gaz. Pal. 1987. 1. Somm. 55, Soc. 23
mars 1989: Bull. civ. V, no 253). El medio que tiende a declarar que una demanda
adicional no se conecta a la demanda original por un lazo suficiente. (Civ. 3e, 9 mars
1988: Bull. civ. III, no 56).

§ 4. Disposiciones del Proyecto de Código


5. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce en su artículo 108 la
disposición del artículo 1 de la ley 834 del 1979.
6. La definición que otorga el artículo primero de la ley 834 resulta, a nuestro
entender, imprecisa, pues no visualizamos el caso en el que una excepción de
procedimiento tenga por fin extinguir un proceso.
239

ART. 2 DE LA LEY 834


Las excepciones deben, a pena de inadmisibilidad, ser presentadas simultáneamente y
antes de toda defensa al fondo o fin de inadmisión. Se procederá de igual forma cuando las
reglas invocadas en apoyo a la excepción sean de orden público.
La demanda con comunicación de documentos no constituye una causa de inadmisión
de las excepciones.
Las disposiciones del primer párrafo no son obstáculos tampoco a la aplicación de los
artículos 31, 35 y 40.

Tabla de Contenido
§ 1. Momento en que deben presentarse y forma.
§ 2. Sanción a la presentación tardía.
§ 3. Comunicación de documentos previa.
§ 4. Excepciones a la presentación in limine litis.
§ 5. Sentencia que decide sobre la excepción.
§ 6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Momento en que deben presentarse y forma


1. Las excepciones de manera general, deben presentarse simultáneamente y antes de
toda defensa al fondo o medio de inadmisión (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986.
Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p.87; Sent. SCJ. 24-nov-1999. B.J.1068,
122; Pellerano, Juan Ml. El orden que deben ser propuestas las excepciones de
procedimiento. Revista Estudios Jurídicos.t.III. v. I. 1978, pp.107-113). Esta regla de
carácter estricto es aplicable también a las excepciones de orden público. (Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p.88;
Ch. mixte, 24 mai 1975: Bull. civ., Ch. mixte, no 4.). La disposición de este artículo solo
concierne a las excepciones de procedimiento, y se encuentra sin aplicación para los
medios de inadmisión (Civ. 2e, 11 févr. 1987: Bull. civ. II, no 43; Civ. 3e, 12 févr. 1985:
Gaz. Pal. 1985. 2. Panor. 171).
2. Cuando la parte no concluye a fondo en la primera instancia puede presentar las
excepciones de procedimiento por primera vez ante el tribunal de segundo grado (Sent.
SCJ. 29-julio 1998. B. J. 1052. 126; Civ. 2e, 16 mai 1974: Bull. civ. II, no 170; Com. 20
oct. 1992: D. 1993. Somm. 184, Bull. civ. IV, no 312.). No obstante, ante este, debe
presentar las excepciones in limine litis y antes de todo medio de inadmisión. (Civ. 2e, 3
juin 1977: Bull. civ. II, no 140. Comp.: Civ. 2e, 25 nov. 1981: Bull. civ. II, no 205).

§ 2. Sanción a la presentación tardía


3. La falta de presentación in limine litis de las excepciones de procedimiento está
sancionada con la inadmisibilidad de las mismas. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986.
Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p.88 ; Pellerano, Juan Ml. El orden que
deben ser propuestas las excepciones de procedimiento. Revista Estudios Jurídicos.t.III. v. I.
1978, pp.107-113).

§ 3. Comunicación de documentos previa


4. La comunicación de documentos es considerada como una demanda por lo que no
constituye una causa de las excepciones. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau
Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p.88 ). (Ver anotaciones arts. 49 al 59).
§ 4. Excepciones a la presentación en limine litis
240

5. Las excepciones a la presentación simultánea e in limine litis, son las siguientes:


1ro. Las nulidades de forma deben ser invocadas en la medida en que los actos se van
cumpliendo; 2do. La declinatoria por conexidad puede ser propuesta en todo estado de
causa; 3ro. Las nulidades de fondo (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code
de Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 88; Pellerano, Juan Ml. El orden que deben ser
propuestas las excepciones de procedimiento. Revista Estudios Jurídicos, t.III. v. I. 1978,
pp.107-113) y 4ta. La incompetencia en razón de la materia (Castillo Morales, Luis R. Las
Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número
834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, p.115-165;
Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
p. 933; Civ. 2e, 2 avr. 1979: D. 1979. IR. 478).
6. Ningún texto prohibe la presentación de las conclusiones sobre las excepciones en
el mismo escrito que las relativas al fondo del asunto, siempre que las excepciones sean
presentadas previamente. (Civ. 3e, 8 mars 1977: Bull. civ. III, no 110; D. 1977. IR. 389;
Com. 11 oct. 1966: Bull. civ. III, no 388; RTD civ. 1967. 447 ).
7. Cuando una excepción de incompetencia y un medio de inadmisión son presentados
en un mismo acto, el orden en el que los medios son invocados es indiferente. (Civ. 1re,
18 nov. 1986: Bull. civ. I, no 269; Gaz. Pal. 1987. 2. Somm. 336; Civ. 1re, 27 janv. 1993:
Bull. civ. I, no 40).

§ 5. Sentencia que decide sobre la excepción

8. Nuestra Suprema Corte ha establecido que las excepciones de procedimiento y


demás incidentes del proceso pueden ser falladas conjunta o separadamente con el fondo,
sobre la base de que “los jueces del fondo pueden, mediante una sola sentencia pero por
disposiciones distintas, decidir, tanto los incidentes procesales que sean promovidos,
como el fondo del asunto, siempre y cuando las partes hayan concluido al fondo. (Sent.
24 de Febrero 1999, B. J. 1059. 145.)
9. Las sentencias que deciden previamente al fallo sobre el fondo de una cuestión de
hecho o de derecho, son definitivas y no preparatorias y pueden ser objeto
inmediatamente de un recurso de apelación o de casación.( Sent. SCJ. de noviembre del
1953, B.J. 520. 2119). La sentencia que reserva el fallo de la excepción propuesta, es una
sentencia definitiva sobre un incidente, y puede, por tanto, ser objeto del recurso de
apelación separadamente y antes de que intervenga la sentencia sobre el fondo (Sent. SCJ.
febrero de 1969, B.J. 699. 461).

§ 6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


10. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce esta disposición del
artículo 2 de la ley 834 del 1979.

Las excepciones de incompetencia

Tabla de contenido
§ 1. La Incompetencia.
§ 2. Clases de Incompetencia.
§ 3. Casos en los que no procede la declinatoria por incompetencia.
§ 4. La Sentencia.
A. Aspectos a examinar y motivar en la sentencia que se pronuncia sobre la
competencia.
B. Efectos de la decisión que resuelve lo relativo a la competencia.
C. Las costas del procedimiento.
241

D. Carácter de la sentencia que estatuye sobre la competencia disponiendo el envío.

§ 1. La Incompetencia
1. Incompetencia quiere decir la falta o ausencia de aptitud legal de una autoridad
pública para cumplir un acto jurídico. (Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de
Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de
julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165; García de Peña, Luís
V. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado, p. 140; Rowland Cruz, James A.2001. El
Procedimiento Civil de Acuerdo a las Leyes 834/845-78 y 50-00, p. 16).
2. La contestación en lo que respecta a la competencia obliga al juez a estatuir sobre
esta y a rendir una sentencia; este aspecto resulta conveniente resolverlo previamente a
otras causas eventuales de irregularidad o de irrecibilidad (medios de inadmisión).
(Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, nn.
4204-4205, p. 799). En este sentido nuestra SCJ ha juzgado que la excepción de
incompetencia tiene prioridad sobre la excepción de fianza (Sent. SCJ 29 de agosto 1980,
B. J. 837, 1856-1857).

§ 2. Clases de Incompetencia
3. La incompetencia puede resultar de la naturaleza de la demanda, del domicilio de
las partes, de la situación donde se encontrare la cosa litigiosa, del lugar donde se deba
ejecutar una obligación, etc.
4. Anteriormente, al referirnos a las clases de incompetencias, se utilizaban de manera
imprecisa la terminología competencia ratione materiae y competencia ratione personae,
para denominar a los diferentes tipos de competencia, lo que daba lugar a confusión,
pues en ciertos caso el tribunal que conocía de un litigio era competente en razón de la
materia pero no lo era por el monto envuelto en el mismo, por lo que actualmente a la
competencia ratione materiae se le denomina competencia de atribución y a la
competencia territorial, competencia ratione personae vel loci. (Castillo Morales, Luis R.
Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley
Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, 115-165);
de suerte que en la actualidad hay dos clases de incompetencias: la incompetencia
absoluta, que resulta del apoderamiento de un tribunal de una naturaleza, de un grado o
de un orden, que no son los determinados, en violación por consiguiente de una de las
reglas de la competencia de atribución; y la incompetencia relativa, que resulta el
apoderamiento de un tribunal que no es el designado por la ley en razón de la persona
demandada o de la situación del inmueble objeto del proceso, en violación por
consiguiente de una de las reglas de la competencia ratione personae vel loci. (García de
Peña, Luís V. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado, p. 140; Guinchard, Serge, et al.
1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4209, p. 800; Rowland Cruz,
James A. 2001. El Procedimiento Civil de Acuerdo a las Leyes 834/845-78 y 50-00, p. 17;
Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed.,
p.182).
5. La Ley No. 50-00, que modificó los literales a) y b) del Párrafo I del artículo 1 de la
Ley No. 248, del 1981 hizo desaparecer la competencia territorial de las cámaras civiles y
comerciales de los Juzgados de Primera Instancia del Distrito Nacional y del Distrito
Judicial de Santiago, estableciendo que en cada uno de esos distritos judiciales sólo
habrá una cámara civil y comercial dividida en salas.” (Rowland Cruz, James A.2001. El
Procedimiento Civil de Acuerdo a las Leyes 834/845-78 y 50-00, p. 17).

§ 3. Casos en los que no procede la declinatoria por incompetencia


242

6. La excepción de incompetencia es inaplicable cuando la demanda es llevada de


forma inadecuada ante la jurisdicción efectivamente competente. Esta es una decisión de
procedimiento que debe ser regulada mediante una decisión administrativa, no
susceptible de recurso, que debe tomar en principio el presidente de la jurisdicción. (Soc.
21 janv. 1974, Bull. Civ. V, n. 86; RTD civ. 1976.643, V. 107 N. C.P.C.). En ese sentido se
ha juzgado que utiliza una incorrecta terminología el juez de los referimientos que se
declara incompetente en los casos que es apoderado de una demanda que por la materia
está dentro de los límites de la competencia del tribunal al que pertenece, pero que sin
embargo, con relación al litigio, no hay lugar a referimiento. (París 21 arv. 1986, Bull.
Aviés n. 98, p. 61; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile,
Ed. Dalloz, n.10, p. 801).
7. Por otra parte, la jurisprudencia francesa, ha considerado que constituyen medios
de inadmisión y no excepciones de incompetencia: 1. Que el demandado sostenga la
inmunidad jurisdiccional, así como las excepciones para obtener una renuncia a su poder
jurisdiccional (París 30 janv. 1963, Gaz Pal. 1963.325; Rev. Crit. DIP 1963. 301, Civ. 1er,
15 avr 1986, JCP 1986.IV. 170 ; Gaz. Pal. 1987. Somm.53, Rev. Crit. DIP 1986. 723, citado
por Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n.
4211, p. 801); 2. la pretensión del demandado, propuesta como medio de inadmisión, de
que es extranjero con el propósito de que se rechace una demanda introducida contra él
de acuerdo con la ley francesa (en nuestro caso la dominicana); 3. Que el demandado
controvierta el fondo de la demanda cuando la competencia del tribunal apoderado
depende de aquel; 4. Si la elección de una acción implica otra inicial de la cual puede
depender la competencia del tribunal que será apoderado, como ocurre a veces a
propósito de cuestiones inmobiliarias en que la parte activa podría apoderar a las
jurisdicciones de derecho común o al Tribunal de Tierras; y 5. Cuando la ley, la
convención o las reglas procedimentales impone ciertas condiciones o requisitos entonces
se trata de un medio de inadmisibilidad de la demanda y no de una excepción de
incompetencia. (Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad
y de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista
Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165).

§ 4. La sentencia que estatuye sobre la competencia


A. Aspectos a examinar y motivar en la sentencia que se pronuncia sobre la
competencia.
8. Si el juez acoge la excepción de incompetencia debe motivar su sentencia
examinando: 1. La regularidad de la excepción de incompetencia, 2. El examen de la regla
de competencia, 3. La designación de jurisdicción competente. Si la declinatoria es
producto de una decisión de oficio solo se requiere que el juez motive su sentencia sobre
los dos últimos puntos. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure
Civile, Ed. Dalloz, nn. 4241-4243 y 4245, p. 809).
9. La cuestión de competencia debe ser íntegramente solucionada: la jurisdicción
estimada competente debe ser designada en función de su aptitud para conocer del
asunto tanto desde el punto de vista de la competencia de atribución como del de la
competencia territorial, aún cuando esta última no haya sido especialmente debatida. (v.
en ese sentido bajo el imperio de lo antiguos textos: Trib. Gran inst. Sena, 12 Dic. 1961, D.
1962 Sumario 52; J.C.P. 1961. IV 4004, obs. J.P. edición abogados; Rev. trim. Der. Civ.
1964. 763, obs. Hébraud; Civ. 16 dic. 164, D. 1965. 155, nota Giverdon; J.C.P. 1965.II.
14112, obs. J.P.; Rev. trim. Der. Civ. 1965. 421; Nacy, 17 dic. 1963 Gaz. Pal 1964. 2. 168;
Rev. trim. Der. Civ. 1964. 746; Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia
de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978.
Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, p. 115-165).
243

B. Efectos de la decisión que resuelve lo relativo a la competencia


10. La sentencia que pronuncia la incompetencia desapodera a la jurisdicción que la
dicto, salvo si la incompetencia no es más que parcial, caso en el que el juez continúa
apoderado de parte del litigio. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la
Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4246, p. 810).
11. La sentencia que acoge la excepción de incompetencia o la admite de oficio, no
pone fin al procedimiento si queda algo por juzgar, lo correcto en estos casos es apoderar
al tribunal que tiene competencia para conocer de ese aspecto. (Sent. SCJ. 3 de febrero del
1999, B.J. 1059. 42).

C. Las costas del procedimiento


12. La parte que sucumbe debe correr con los gastos y las costas del procedimiento.
Cuando no hayan sucumbido ninguna de las partes en controversia, por haber estado
ambas de acuerdo con que el tribunal era incompetente ratione materie para conocer de
la demanda intentada, el recurrente, por haber obligado al recurrido a litigar y defenderse
ante una jurisdicción incompetente, debe soportar las costas, (Sent. SCJ . mayo del 1974).

D. Carácter de la decisión que estatuye sobre la competencia disponiendo el envío


13. La designación de la jurisdicción de envío se impone al tribunal y a las partes.
(Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I,
p 93; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III,
8va. ed., p.86). Esta designación está subordinada a lo que se decida en un recurso en
casación. Si considera que el asunto es de la incompetencia de una jurisdicción
represiva, administrativa, arbitral o extranjera, deben circunscribirse a ordenar a las
partes que se provean ante la jurisdicción competente según lo establecido por el primer
párrafo de dicho texto. Del hecho de que el tribunal que estatuya declarándose
competente deba poner a las partes en mora de concluír al fondo. (Castillo Morales, Luis
R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley
Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-
165).
14. La corte de Casación Francesa ha decidido que la designación de la jurisdicción del
envío es obligatoria y su omisión es causa de casación. (Civ. 2do. 7 de febrero de 1979,
Bull. II. n. 38, p. 29).

ARTÍCULO 3 DE LA LEY 834


Si se pretende que la jurisdicción apoderada es incompetente, la parte que promueva esa
excepción debe, a pena de inadmisibilidad, motivarla y hacer constar en todos los casos
ante cuál jurisdicción ella demanda que sea llevado.

Tabla de Contenido
§ 1. Solicitud de la Declinatoria por Incompetencia.
A. Tribunales ante los cuales pueden invocarse las reglas del artículo 3 del CPC.
B. Quién puede proponer la excepción.
C. Momento para proponer la excepción.
D. Motivación y enunciación de la jurisdicción que se estima competente.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Solicitud de la Declinatoria por Incompetencia


A. Tribunales ante los cuales pueden invocarse las reglas del artículo 3 del CPC
244

1. Las reglas del artículo 3 sobre la excepción de incompetencia pueden ser invocadas
ante todos los tribunales judiciales excepto las relativas al Tribunal de Tierras, y ante la
Suprema Corte de Justicia. (Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de
Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978.
Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165).

B. Quién puede proponer la Excepción


2. La competencia puede ser contestada por el demandado mediante una excepción de
incompetencia, o por el juez de oficio. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de
la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4204, p. 799).
3. En el primero de los caso enunciados, corresponde solo las partes en la instancia
proponer la excepción de incompetencia, por lo que un tercero no puesto en causa no
puede contestar la competencia de la jurisdicción apoderada, ni el ministerio publico
puede hacerlo salvo que fuera parte en la instancia. Es necesario considerar que solo los
demandados o aquellos que la pretensión puede causar un agravio. El interviniente
accesorio, el llamado en garantía, y el beneficiario de una sentencia común, tienen interés
en proponer la incompetencia. Las otras partes eventualmente presentadas en la
instancia, contra las que la demanda no está dirigida, no tienen en principio ningún
interés en proponer la incompetencia. El demandante no puede contestar la competencia
del tribunal apoderado pues: 1. No posee ningún interés ya que el demandante fue quien
eligió la jurisdicción, 2. Al momento de introducir la demanda el demandante establece
sus motivaciones y conclusiones de fondo lo que hace irrecibible la incompetencia. (París.
19 oct. 1944, Bull. int, C. cass. 1944, n. 1209); no obstante el demandante puede dar
aquiescencia a la incompetencia propuesta por su adversario o solicitar al juez su
declaración de incompetencia de oficio. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de
la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4209, p.800).

C. Momento para proponer la excepción. Regla general


4. El régimen del artículo 2 de la ley 834 de 1978 obliga a presentar la declinatoria de
competencia, a pena e irrecibilidad, simultáneamente con las otras excepciones, por lo
que la excepción de incompetencia será inadmisible cuando se ha concluido al fondo.
(Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4215,
p. 802; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, T. II., V. I., p. 22; Rowland Cruz,
James A. 2001. El Procedimiento Civil de Acuerdo a las Leyes 834/845-78 y 50-00, p. 17;
Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va.
ed., p.19; Lyon, 26 sept. 1962, Gaz. Pal. 1962, 2. 286. Rev. Trim. De der. Civ. 1963, 1953,
París 12 Dic. 1961. D. 1962. Sumario 52 ; j.C.P. 1961. IV 4004; Civ. 27 Jun. 1963, J.C.P.
1963, IV. 4299).
5. Las simples reservas formuladas en las conclusiones al fondo no son suficientes
para hacer admisible la excepción. (Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de
Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de
julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165;Tavares hijo, Froilán.
2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.189).
6. Parte de la doctrina considera que el deber de presentar las excepciones in limine
litis, antes de toda defensa al fondo o medio de inadmisión, abarca la excepción de
incompetencia aún derivada de una cuestión de orden público, y que en estos casos sólo
procede la incompetencia si el tribunal la admite de oficio, pero como tal cosa es sólo con
una facultad del juez éste no está obligado a dictarla (Castillo Morales, Luis R. Las
Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número
834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165). En
sentido contrario (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile,
245

Ed. Dalloz, n. 1215, p. 803); no obstante resulta de consenso que la excepción de


incompetencia no se admite por primera vez en casación aun cuando sea de orden
público ( Gass. Ass. Plén.26 mai 1967, Gaz. Pall. 1967.32. RTD civ. 1er, 12 nov. 1980, Bull.
Civ. I, n. 289. Com. 5 juin 1990, Juris-Data, n. 001944, citada por: Guinchard, Serge, et al.
1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4221, p. 804). (Ver
anotaciones del artículo 20 de la ley 834 del 1978).
7. A pesar de la regla del artículo 2 de la ley 834, si la incompetencia resulta de nuevas
conclusiones (suponemos que se refiere a las conclusiones de las demandas incidentales)
presentadas por la contraparte en el curso del proceso, una declinatoria posterior es
admisible siempre que el autor de la declinatoria no haya propuesto conclusiones al fondo
sobre éstas últimas conclusiones de su adversario. (Nancy 28 sept. 1961, D. 1962.44;
RTV civ, 1962. 173, Soc.17 dec.1964, Gaz.Pal. 1965. 168. RTD civ. 1965. 417, citado por:
Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4217,
p. 803; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v.
II, 8va. ed., p.190). Así mismo se admite que la excepción puede ser presentada en
apelación o en oposición cuando el demandado no compareció en 1era. Inst., siempre que
la misma conste en el acto de aplicación o de oposición y no en conclusiones posteriores
(civ. 2. 25 nov. 1981, JCP 1982. IV. 61, citado por: Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et
Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4219, p. 804; Sent. SCJ 29-07-98, B.J.
1052.129). Nuestro máximo tribunal admite además que la incompetencia relativa puede
invocarse por primera vez en casación cuando la sentencia impugnada ha sido
pronunciada en defecto (Sent. SCJ 16 de septiembre 1952, B. J. 506. 1668).
8. La excepción incompetencia puede ser propuesta conjuntamente a las conclusiones
al fondo, siempre que estas últimas se presenten después de la excepción, es decir que la
excepción se presenta mediante conclusiones principales, y se concluyen
subsidiariamente sobre el fondo. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la
Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4215, p. 803; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.190).

D. Motivación y enunciación de la jurisdicción que se estima competente


9. La excepción de incompetencia, debe ser motivada, e indicar con claridad el tribunal
que se considera competente. Esta obligación debe ser observada en todos los casos, debe
formularse de tal forma que no arroje dudas sobre la jurisdicción que se considere
competente. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. v.
I, p.92 ; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile. Commenté.
Ed. Dalloz, n. 4221-4223 p. 804; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.190), la omisión del señalamiento de la
jurisdicción competente hace irrecibible la excepción. (Pérez Méndez, Artagnan. 1986.
Procedimiento Civil, T. II., V. I., p. 22; Rowland Cruz, James A.2001. El Procedimiento Civil
de Acuerdo a las Leyes 834/845-78 y 50-00, p. 18).
10. La designación de la jurisdicción competente debe hacerse por escrito en las
conclusiones. (civ. 2do, 29 mai 1979, Bull. Civ II, n. 164; D.1979. IR. 478, citado por:
Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, nn.
4221-4223. 804), pero se ha admitido que dicho señalamiento puede indicarse en los
motivos. (Sent. SCJ. 13 mayo 1998, B. J. 1050. 187; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos
del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 190). Cuando el procedimiento es
oral, la indicación de la jurisdicción competente puede ser hecha verbalmente, pero debe
ser asentado en el libro del secretario de la jurisdicción (Davai 3 juin 1961, JCP éd. A.
1961. IV. 3966; RTD civ. 1962.172, citado por: Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et
Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, nn. 4221 - 4223 p. 804).
11. La indicación de la jurisdicción que se estima competente no liga al juez (Castillo
Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia
246

Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978,
t.3, v. 1, pp.115-165; París, 6 de marzo del 1965, Gaz. Pal 1965-2-274, Rec. Gen. Loi et
jurisp. 1966-XI, n° 406, p. 300) y el hecho de que la jurisdicción indicada no sea la que
finalmente resulte competente no hará irrecibible la excepción. (París, 10 el 1967 de
octubre, D. 1968, som. p. 40).
12. La motivación no consiste en indicar simplemente ante cual jurisdicción debió ser
llevada la demanda sino en señalar por qué el tribunal apoderado es incompetente.
Resulta prudente que se haga conocer en cuales textos o decisiones de la jurisprudencia
se funda para justificar su alegato de incompetencia. (Castillo Morales, Luis R. Las
Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número
834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165). Se
requiere la indicación precisa, no es suficiente indicar una categoría de jurisdicción (civ.
2do, 29 mai 1979. IV.3). En sentido contrario (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986.
Nouveau Code de Procédure Civile. v. I, p. 92).
13. Las obligaciones de motivar y de indicar la jurisdicción que se pretende
competente, debe tener lugar siempre, aun en los casos en los cuales aquella es penal,
administrativa, arbitral o extranjera, aun cuando es éstos casos no es necesario señalar
específicamente el organismo que debe conocer la especie. (Castillo Morales, Luis R. Las
Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número
834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165; Civ. 2,
12 de diciembre de 1973. Bull II, n° 330, p. 269). La excepción de incompetencia no se
promueve regularmente cuando la parte declara que se reservan las explicaciones para
un tribunal extranjero (Civ. 2. 26 de octubre del 1978. Bull II, n° 225, p. 174).
14. El demandante de la excepción puede, en caso de que gozare de una opción de
competencia, designar varias jurisdicciones, aún cuando sean éstas extranjeras (Civ. 1er.
10 de octubre del 1978; Bull.I, n° 294, p.228; Civ. 1er. 10 de octubre de 1978. Bull I. No.
294. p. 228; Civ. 2da. 20 de noviembre de 1985, BullII. No. 173. p. 116), mas no está
obligado a designar todas las jurisdicciones competentes, el puede designar sólo una
jurisdicción mientras indique las razones de dicha elección (Blanc, Emmanuel et Jean
Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p.92).
15. En Francia la Corte de Apelación de París ha considerado que la indicación de la
jurisdicción competente puede realizarse posteriormente a la interposición de la
declinatoria. (París. 3 de octubre de 1974, Gaz. Pal. 1975-1-53, No. 723, p.333) criterio
contrario al de la Corte de Casación de ese mismo país. (Civ. 2do. 29 de mayo del 1979,
Bull II. No. 164. p. 114; Civ. 2do. 18 de octubre de 1972, Bull II. n. 251. p. 205).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


16. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce esta disposición de la ley
834.

ARTÍCULO 4 DE LA LEY 834


El juez puede, en la misma sentencia, pero por disposiciones distintas, declararse
competente y estatuir sobre el fondo del litigio, salvo poner previamente a las partes en
mora de concluir sobre el fondo, en una próxima audiencia a celebrarse en un plazo que no
excederá de 15 días, a partir de la audiencia.

Tabla de contenido
§ 1. Cúmulo de la excepción de Incompetencia. Necesidad de poner en mora a las
partes de concluir al fondo.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
247

§ 1. Cúmulo de la excepción de Incompetencia. Necesidad de poner en mora a las


partes de concluir al fondo
1. El Tribunal puede en la misma sentencia, pero por disposiciones distintas,
declararse competente y estatuir sobre el fondo del litigio, salvo poner previamente a las
partes en mora de concluir sobre el fondo. Esa solución se impone para salvaguardar el
derecho de defensa. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure
Civile. Commenté. v. I, p. 92-1; Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia
de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978.
Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, p.115-165; García de Peña, Luís V. 1998.
Nociones de Derecho Judicial Privado, p. 140; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.191; Civ. 2da. 14 de noviembre 1979.
Bull. II. n. 267. p.184; Sent. SCJ 10 octubre 1983, B. J. 875. 3101; Sent. SCJ. 28 abril de
1989, B. J. 940-941. 539; Sent. SCJ 1 de octubre de 1997, B.J. 1043. 45. Sent. SCJ. 24 Oct.
2001, B .J. 1091. 202).
2. El plazo para poner en mora al oponente de la excepción de concluir sobre el fondo
no podrá exceder de quince días. (García de Peña, Luís V. 1998. Nociones de Derecho
Judicial Privado, p. 140; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p.191). La fijación de plazo en quince días es una innovación de
la ley dominicana pues el texto correspondiente francés, que es el artículo 76 de Código
de Procedimiento Civil, no establece plazo alguno. (Castillo Morales, Luis R. Las
Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número
834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


3. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce esta disposición de la ley
834. El artículo 4 de la ley 834 es una traducción del artículo 76 del NCPC francés, pero,
sin embargo, el legislador dominicano mantuvo dentro de este texto el párrafo del antiguo
artículo 169 del Código de Procedimiento Civil Dominicano, que establecía la necesidad de
poner a las partes en mora de concluir sobre el fondo en una próxima audiencia.
4. A fin de comentar el presente artículo, hacemos acopio de las consideraciones que el
profesor Jottin Cury, en su libro Estudios Críticos, realiza respecto a este texto legal, a
saber: “Este artículo 4 de la ley No.834 es una traducción del artículo 76 del nuevo
Código de Procedimiento Civil francés, pero con una diferencia: mientras el nuestro
manda la celebración de una próxima audiencia, el francés se limita a facultar al juez
para que por la misma sentencia, por disposiciones distintas, se pronuncie sobre
competencia, y de declararse competente, estatuya sobre el fondo, no contempla la
celebración de una nueva audiencia. La celebración de una nueva audiencia…
desnaturaliza la reforma ideada por los franceses”.

ARTÍCULO 5 DE LA LEY 834


Cuando el juez no se pronuncie sobre el fondo del litigio, pero la determinación de la
competencia depende de una cuestión de fondo, el juez debe, en el dispositivo de la
sentencia, estatuir sobre esta cuestión de fondo y sobre la competencia por disposiciones
distintas.

Tabla de Contenido
§ 1. Decisión sobre la competencia cuando depende de una cuestión de fondo.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Decisión sobre la cuando depende de una cuestión de fondo


248

1. El tribunal puede, estatuir únicamente sobre su competencia, resolver


accesoriamente una cuestión de fondo del cual depende su competencia. En este caso, el
tribunal estatuye sobre el fondo y sobre la competencia por disposiciones distintas.
(Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I,
p.92-1; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II,
8va. ed., p.192). El que se imponga al tribunal estatuir por dos disposiciones distintas se
debe a que la relativa a la competencia siempre es susceptible de ser recurrida en tanto
que la concerniente al fondo puede serlo o no. (Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones
de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15
de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


2. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce esta disposición de la ley
834.

La Apelación

ARTÍCULO 6 DE LA LEY 834


Si el juez se declara competente y estatuye sobre el fondo del litigio en la misma
sentencia, ésta sólo podría ser impugnada por la vía de la apelación, sea respecto del
conjunto de sus disposiciones si es susceptible de apelación, sea la parte del dispositivo
que se refiere a la competencia en el caso de que la decisión sobre el fondo fuere rendida en
primera y última instancia.

Tabla de Contenido
§ 1. Casos en que la decisión sobre la competencia puede recurrirse por vía de la
apelación.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Casos en que la decisión sobre la competencia puede recurrirse por vía de la


apelación
1. La vía de apelación es la única posible en si el juez se declara competente y estatuye
sobre el fondo del litigio en la misma sentencia, está siempre abierta a la totalidad de la
sentencia cuando ésta es susceptible de apelación sobre el fondo, y cuando siéndolo sólo
el punto relativo a la competencia es dictada respecto aquel en primera y única
instancia. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. v. I,
p. 92-1; Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de
Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios
Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil,
T. II., V. I., p.25). Esto se justifica porque la decisión sobre la competencia es siempre
susceptible de apelación, mientras que la decisión sobre el fondo podría ser en única o en
la última. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v.
II, 8va. ed., p.194).
2. Cuando la decisión es dictada en instancia única respecto al fondo y la apelación se
limita a la cuestión de competencia o cuando la sentencia apelable en cuanto al fondo
sólo es apelada en relación con la competencia, aquella adquiere la autoridad de la cosa
juzgada en cuanto al primero y produce todos sus efectos por aplicación del artículo 23
(Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I,
p. 92-1; Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de
Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios
249

Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, p.115-165; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p. 82).
3. Si el fondo del asunto es susceptible de apelación la jurisdicción de segundo grado
tiene la facultad de conocer tanto del fondo como de la competencia debido al efecto
devolutivo de la apelación. Si la corte se considera competente ha de estatuir sobre el
fondo (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile.
Commenté. v. I, p. 92-1; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. III, 8va. ed., p. 82).

4. Por último solo se encuentra abierta la vía de apelación cuando la ley expresamente
prohíbe la impugnación: en caso de ordenanzas en materia de divorcio o de materia de
referimiento, la vía de la impugnación se encuentra cerrada ya que estos necesitan de un
procedimiento celérico y de que se le dote a la sentencia del carácter de ejecutoriedad
provisional. Además la impugnación se encuentra prohibida en los casos en que en los
que el tribunal de 1ra. Instancia hubiere pronunciado la incompetencia por ser el asunto
de competencia de una jurisdicción administrativa. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos
del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p. 82).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


5. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce esta disposición de la ley
834.

ARTÍCULO 7 DE LA LEY 834


Cuando la Corte revocare la parte relativa a la competencia, estatuirá sin embargo sobre
el fondo del litigio si la decisión atacada es susceptible de apelación en el conjunto de sus
disposiciones y si la Corte es la jurisdicción de apelación en relación con la jurisdicción que
ella estima competente.
En los otros casos, la corte al revocar la parte relativa a la competencia en la decisión
atacada, reenviará el asunto ante la Corte que fuere jurisdicción de apelación relativamente
a la jurisdicción que era competente en primera instancia. Esta decisión se impondrá a las
partes y a la Corte de reenvío.

Tabla de Contenido
§ 1. Revocación por parte de la Corte de Apelación de lo relativo a la competencia.
Envío.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Revocación por parte de la Corte de Apelación de lo relativo a la competencia.


Reenvío
1. Cuando la corte revoca la decisión relativa a la competencia, el fallo informativo
hace que la sentencia de primer grado quede anulada, por lo que el tribunal debe enviar
el asunto ante el tribunal competente o, en virtud de la plenitud de jurisdicción de la
corte, en virtud del efecto devolutivo, hacer juzgar el fondo del proceso, en los casos en
que la decisión sea susceptible de apelación en el conjunto de sus disposiciones y que la
jurisdicción de apelación sea la competente con relación al tribunal de primer grado que
ella estime competente. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 92-2).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


250

2. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce esta disposición de la ley


834.

La impugnación (Le Contredit)

ARTÍCULO 8 DE LA LEY 834


Cuando el juez se pronuncia sobre la competencia sin estatuir sobre el fondo del litigio,
su decisión no puede ser atacada más que por la vía de la impugnación (le contredit) aún
cuando el juez haya decidido del fondo del asunto del cual depende la competencia.
Bajo reserva de las reglas particulares al experticio, la decisión no puede igualmente ser
atacada en lo relativo a la competencia más que por la vía de la impugnación (le contredit)
cuando el juez se pronuncia sobre la competencia y ordena una medida de instrucción o
una medida provisional.

Tabla de Contenido
§ 1. Definición.
§ 2. Casos en que Procede.
§ 3. Efectos de la sentencia que producto del recurso de impugnación.
§ 4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Definición
1. Recurso extraordinario que la ley pone a disposición de toda parte en una instancia,
en todos los casos en que el tribunal apoderado inicialmente estatuya sobre la
competencia, sin fallar el fondo del litigio. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau
Code de Procédure Civile. Commenté. v. I. p. 93; Sent. SCJ. 11 de septiembre de 1985, B. J.
898. 2201).

§ 2. Casos en que Procede


2. El Contredit puede interponerse en todos los casos en que el juez: 1. Se haya
declarado incompetente por solicitud de las partes; 2. Haya declarado incompetente de
oficio, 3. Se haya declarado competente sin abordar el fondo; 4. Se pronuncie sobre la
competencia y ordene una medida de instrucción (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986.
Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 95) 5. Tenga que conocer ciertos
aspectos del fondo del proceso sometido a su decisión para poder determinar si resulta
ser o no competente; 6. Cuando una jurisdicción estatuyendo en primer grado se declara
de oficio incompetente (Carvajal, Herbert. Le Contredit, Litispendencia y Conexidad.
Revista Gaceta Jurídica Virtual. Enero-febrero 2002. Año 2. No. 14. p. 2-11; Pérez Méndez,
Artagnan. 1986. Procesamiento Civil, t. II., v. I., p. 23; Castillo Morales, Luis R. Las
Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número
834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165;
Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 5512,
pp. 1038-1039; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. III, 8va. ed., p.86).
3. Le contredit sólo aplica para ser tramitado o interpuesto dentro de las normas de
procedimiento civil y comercial. (Carvajal, Herbert. Le Contredit, Litispendencia y
Conexidad. Revista Gaceta Jurídica Virtual. Enero-febrero 2002. Año 2. n. 14. p. 2-11).
4. La impugnación no está abierta contra una decisión que se limita a declarar a una
parte mal fundada en un incidente de sobreseer a estatuir (Civ. 2 10 de Nov. 1967, D.
1968, Sum. 20, 9 de octubre 1968, Sum 44) …contra una decisión que declara una
251

oposición irrecibible por tardía (Burdeos, 16 Jun. 1964, J.C.P. 1964, 4483. …para hacer
comprobar la nulidad de un procedimiento en razón de la inobservancia de las reglas de
la forma y hacer revocar una decisión que había estatuido sobre el fondo sin designar por
demás la jurisdicción competente (París, 10 Feb. 1966, J.C.P. IV. 4881, Rev. trim, Der. Civ.
1966.586, Rev. trim. Der. Civ 1967.698) …contra una sentencia que rechaza la excepción
de incompetencia a causa de su tardanza (París, 14 Feb. 1972. Sum. 137;J.C. 1972 II
17242.). Tampoco lo está contra las ordenanzas de referimiento o contra las decisiones
dictadas en materia de divorcio. (Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de
Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de
julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165).

§ 3. Efectos de la sentencia dictada por la corte apoderada de un recurso de


impugnación que revoca, la decisión de primer grado sobre la competencia
5. Si la decisión sobre la competencia es revocada y se declara que el tribunal es
incompetente también será revocada la medida de instrucción o provisional accesoria.
(Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 5514,
p. 1039).

§ 4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


6. Este artículo es modificado por el art. 115 del Proyecto de Código de Procedimiento
Civil que como modificación únicamente suprime la frase, “bajo las reglas particulares del
experticio. (...)”

ARTÍCULO 9 DE LA LEY 834


Si el juez se declara competente, la instancia es suspendida hasta la expiración del
plazo para intentar la impugnación (le contredit) y, en caso de impugnación (le contredit)
hasta que la corte de apelación haya rendido su decisión.

Tabla de Contenido
§ 1. Efecto Suspensivo.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Efecto Suspensivo
1. Si el juez se declara competente, se suspende el proceso hasta: 1. la expiración del
plazo de la contredit (15 dias), 2. en caso de que se interponga el recurso de le contredit,
hasta que la Corte de Apelación estatuya sobre el mismo. (Blanc, Emmanuel et Jean
Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 95 ; Tavares hijo,
Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.191). Si el
tribunal a-quo se ha declarado incompetente se desapodera del fondo, por lo cual la ley
no se ha referido al caso. (Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de
Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978.
Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


2. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce, en su artículo 116, esta
disposición de la ley 834.

ARTÍCULO 10 DE LA LEY 834


252

La impugnación (le contredit) debe a pena de inadmisibilidad, ser motivada y entregada


al secretario del tribunal que ha rendido la decisión, dentro de los 15 días de ésta.
La entrega de la impugnación (le contredit) no es aceptada más que si su autor ha
consignado los gasto referentes a la impugnación (le contredit).
Se expedirá recibo de esta entrega.

Tabla de Contenido
§ 1. Forma en que se efectúa el recurso.
A. Tribunal ante el que se interpone.
B. Motivación.
C. Plazo.
D. Consignación de los Gastos. Recibo.
§ 2. Proyecto de código de Procedimiento Civil.

§ 1. Forma en que se efectúa el recurso


1. Una vez se haya rendido la decisión que fuera susceptible de ser recurrida mediante
el recurso de impugnación, la parte más interesada deberá notificar la misma a la otra
parte para que recurra mediante escrito motivado entregado al Secretario del tribunal de
donde haya emanado la decisión impugnada (Carvajal, Herbert. Le Contredit,
Litispendencia y Conexidad. Revista Gaceta Jurídica Virtual. Enero-febrero 2002. Año 2.
No. 14. pp. 2-11; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. III, 8va. ed., p.88; Toulouse, 16 nov. 1983: JCP 1984. IV. 321). La
aceptación por el Secretario del Tribunal del recurso de impugnación (le contredit), es un
acto puramente administrativo, pero no es un requisito de admisión del recurso, y este
solo puede negarse recibirlo si no lleva consigo la consignación de los gastos del proceso.
(Sent. SCJ 28 mayo 1986, B. J. 906. 624-625).

A. Tribunal Competente
2. El tribunal competente para conocer del recurso lo será la Corte de Apelación de la
Jurisdicción del tribunal que dictó la sentencia impugnada con el Contredit. La
impugnación será remitida por el secretario del tribunal que ha dictado la decisión a la
jurisdicción de apelación. (Carvajal, Herbert. Le Contredit, Litispendencia y Conexidad.
Revista Gaceta Jurídica Virtual. Enero-febrero 2002. Año 2. n. 14. p. 2-11; Tavares hijo,
Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p. 88).

B. Motivación
3. El contredit debe estar motivado a pena de inadmisibilidad. (Civ. 2, 24 de junio de
1964, Bull. II, n. 503, p. 377, D.1964-560; Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de
Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de
julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165; Guinchard, Serge, et
al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 5525, p. 1044).
4. Se requiere de una verdadera motivación (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986.
Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 96); en base a esto la jurisprudencia
francesa ha considerado que la Corte de Apelación debe rechazar el recurso en Contredit
interpuesto, sin que se le demuestre por ningún medio justificación de la competencia.
(Civ. 2 da. 27 de junio del 1985, Bull II., no. 130, p.86, Gaz. Pal. 1986.1, pan. p.12, nota de
Guinchard et Moussa, citados por Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 96). La falta de motivos es un medio de inadmision de
orden público (Civ. 2e, 7 juin 1974: Bull. Civ. II, n. 185; RTD civ. 1974. 853, obs. Perrot
Soc. 11 déc. 1990: Bull. Civ. V, no 628.), y puede declararse de oficio por el tribunal.
253

(Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I,
p. 96; Civ. 2e, 23 nov. 1994: Bull. Civ. II, n. 238).
5. Este texto legal no exige que el autor de le contredit designe la jurisdicción que el
estime competente (Civ. 2e, 28 nov. 1985: Bull. Civ. II, n. 181; Gaz. Pal. 1986. 2. Panor.
417; París, 3 oct. 1974: D. 1975. 396), sin embargo se ha juzgado que la jurisdicción que
se estime competente debe ser designada en le contredit y que son irrecibibles las
conclusiones ulteriores que proponen la competencia de una segunda jurisdicción. (Com.
8 janv. 1991: Bull. Civ. IV, n. 23).
6. Aun cuando le contredit hubiere sido efectuado dentro del plazo, el recurso es
irrecibible si la motivación ha sido realizada luego de expirado los plazos para la
interposición del recurso. (Grenoble, 24 févr. 1986: D. 1986. IR. 456. Rappr. París, 21 avr.
1986: Bull. Ch. Avoués 1989. 47).

B. Plazo
7. El recurso de impugnación debe ser interpuesto dentro de los quince días de la
fecha en que fue dictada la decisión atacada. Según parte de la doctrina este plazo que
corre a partir del día siguiente al pronunciamiento de la sentencia (Castillo Morales, Luis
R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley
Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-
165).
8. No obstante el criterio anterior, la jurisprudencia francesa es constante en
consagrar que el plazo para formar contredit no comienza a correr que a partir de la fecha
en la que la sentencia que es rendida llega al conocimiento de las partes. (Civ. 2e, 20 mai
1974: JCP 1975. II. 18039; 11 janv. 1978: Gaz. Pal. 1978. 1. 273; D. 1978. IR. 410; 7 juill.
1983: Bull. Civ. II, no 146; Gaz. Pal. 1984. 1. Panor. 9; Civ. 2e, 10 févr. 1993: Bull. Civ. I, no
53; Civ. 2e, 3 janv. 1979: Bull. Civ. II, no 1; Civ. 2e, 13 mai 1985: Bull. Civ. II, no 98; D.
1985. IR. 469; Gaz. Pal. 1985. 2. Panor. 250; París, 11 févr. 1987: Gaz. Pal. 1988. 1. Somm.
22 Civ. 2e, 18 oct. 1989: JCP 1990. II. 21471; Civ. 2e, 7 juill. 1983: Bull. Civ. II, no 146 6
déc. 1989: Bull. Civ. II, no 217. Comp.: Civ. 2e, 7 févr. 1979: D. 1979. IR. 478; Civ. 2e, 23
avr. 1980: Gaz. Pal. 1980. 2. 574; RTD civ. 1980. 619; Soc. 20 janv. 1982: Bull. Civ. V, n.
28; RTD civ. 1982. 208; París, 11 mars 1980: D. 1981. IR. 146; Civ. 2e, 30 nov. 1983: Bull.
Civ. II, n. 189; Gaz. Pal. 1984. 1. Panor. 75, Lyon, 2 nov. 1978: D. 1979. IR. 499; RTD civ.
1979. 669; Aix-en-Provence, 23 mars 1983: Gaz. Pal. 1983. 2. 689). Correspondiendo,
dentro del ordenamiento jurídico francés, al presidente del tribunal notificar a las partes
de la decisión sobre la competencia.
9. Cuando la sentencia sobre la competencia es rendida posteriormente, de manera
inmediata a la audición de los representantes de las partes, el plazo de le contredit corre a
partir del pronunciamiento. (Civ. 2e, 26 oct. 1978: Gaz. Pal. 1979. 1. 111 Soc. 9 oct.
1986: ibid. 1986. 2. Panor. 265).
10. Hay que tener en cuenta el aumento del plazo según la distancia. (Carvajal,
Herbert. Le Contredit, Litispendencia y Conexidad. Revista Gaceta Jurídica Virtual. Enero-
febrero 2002. Año 2, n. 14. pp. 2-11; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p. 89), y los plazos para las personas residentes
en el extranjero (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed.
Dalloz, n. 5524, p.1041). El día en que fue dictada la decisión objeto del recurso de
impugnación no debe ser calculado dentro de la computación del plazo. (Civ. 2. 23 de
enero del 1985, Bull. II, n.17, p.12), este plazo tiene carácter de orden público y no es
susceptible de ninguna prorroga (Soc. 12 de enero 1961, Bull IV, n. 52, p. 41).

C. Consignación de los Gastos. Recibo


254

11. El recurrente debe haber consignado gastos referentes al conocimiento relativo a la


instancia de la impugnación (le contredit). (Carvajal, Herbert. Le Contredit, Litispendencia
y Conexidad. Revista Gaceta Jurídica Virtual. Enero-febrero 2002. Año 2, n. 14. pp. 2-11).
12. No obstante, sectores de la doctina consideran que la impugnación no será
aceptada si quien la intenta no consiga los gastos de impugnación, (Castillo Morales, Luis
R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley
Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t. 3, v. 1, pp.115-
165). Nuestra Suprema Corte de Justicia considera que “la no consignación de los gastos
no hace inamisible el recurso de le contradit, pues ésta se trata de una nueva exigencia
administrativa” (Sent. S. C. J., 28 de mayo de 1986. B. J. 906. 624).
13. Que por otra parte, el secretario sólo puede negarse a aceptar al recurso cuando
no vaya acompañado de los gastos referentes a la impugnación que la única consecuencia
que produce el hecho de la aceptación por el secretario del recurso sin que sea
acompañado de los gastos referentes al mismo, es que el secretario actuante queda
comprometido solidariamente con la parte impugnante, el caso llegado, al pago de los
referidos gastos (Sent. SCJ 28 mayo 1986, B. J. 906. 624-625).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


14. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce, en su artículo 117, esta
disposición de la ley 834. Este texto legal debería fijar un parámetro para la evaluación de
los gastos referentes a la interposición del recurso.

ARTÍCULO 11 DE LA LEY 834


El secretario del tribunal que ha rendido la decisión notificará sin plazo a la parte
adversa una copia de la impugnación (le contredit) por carta certificada con acuse de recibo,
y lo informará igualmente a su representante si lo hubiere.
Transmitirá al mismo tiempo al secretario de la Corte el expediente del asunto con la
impugnación (le contredit) y una copia de la sentencia; procederá al mismo tiempo a remitir
las sumas referentes a los gastos de la instancia ante la Corte.

Tabla de Contenido
§ 1. Notificación a la parte adversa.
§ 2. Tramitación del expediente al secretario de la Corte. Anexos: sentencia y Gastos.
§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Notificación a la parte adversa


1. Corresponde al secretario del tribunal que dictó la sentencia notificar a la parte
adversa y al abogado de esta, si lo hubiere, la interposición del recurso de impugnación
mediante carta certificada con acuse de recibo. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p.89), además notificará a su abogado.
(Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I,
p. 97).
2. Esta notificación debe ser realizada sin plazo, es decir inmediatamente. (Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 97).
La notificación es una formalidad sustancial. (Rion, 3 de enero del 1961, D. 1961-158).

§ 2. Tramitación del expediente al secretario de la Corte. Anexos: sentencia y Gastos


3. El apoderamiento el tribunal de alzada se realiza a iniciativa del secretario del
tribunal que dictó la sentencia quien debe remitir el expediente al tribunal de alzada con
255

copia de la sentencia y de las sumas relativas a los gastos. (Blanc, Emmanuel et Jean
Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 97; Tavares hijo,
Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p. 90).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


4. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce, en su artículo 118, esta
disposición de la ley 834.

ARTÍCULO 12 DE LA LEY 834


El Presidente fija la fecha de la audiencia, la cual deberá tener lugar en el más breve
plazo.
El secretario de la corte lo informará a las partes por carta certificada con acuse de
recibo.

Tabla de contenido
§ 1. Fijación de la audiencia
§ 2. Notificación de la audiencia.
§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Fijación de la audiencia
1. El presidente del tribunal apoderado del recurso deberá fijar la fecha de la
audiencia. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v.
III, 8va. ed., p. 90).
2. La audiencia debe ser fijada en un plazo breve, cuestión que en la practica no es
observada (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile.
Commenté. v. I, p. 98).
3. Este texto no prevee plazo en el cual debe ser llamadas las partes, pero el respeto al
derecho de defensa exige que la corte se asegure antes de estatuir, que se otorgue un
plazo suficiente después de la fecha de la audiencia, para que las partes, y sobre todo el
demandado, haya podido preparar su debate. (Colmar, 2 oct. 1979: Rev. Alsace-Lorraine
1980. 58; Soc. 3 juill. 1963: JCP éd. A 1963. IV. 4315).

§ 2. Notificación de la audiencia
4. El secretario dará conocimiento de esta a las partes mediante correo certificado.
(Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. v. I, p. 98;
Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va.
ed., p. 90).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


5. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce casi en su totalidad, en su
artículo 119, esta disposición de la ley 834, mas en cuanto al plazo de notificación del
recurso, sustituye el termino “sin plazo” por “sin demora”.

ARTÍCULO 13 DE LA LEY 834


Las partes podrán en apoyo de su argumentación, depositar todas las observaciones
escritas que estimen útiles. Estas observaciones, visadas por el juez, serán depositadas en
el expediente.

Tabla de contenido
256

§ 1. Deposito de documentos.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Deposito de documentos
1. Ante la corte de apelación las parte, solamente pueden presentar las motivaciones y
observaciones escritas presentadas en el contredit, la corte de apelación justifica
legalmente su decisión cuando rechaza un medio no expresado en el contredit y
propuesto por primera vez ante ella (Civ. 2e, 16 avr. 1982: Bull. Civ. II, n. 53).
2. Las partes, en audiencia, depositarán por escrito sus observaciones al juez. (Tavares
hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p. 90).
3. La obligación de motivar se impone a los jueces, se entiende que en materia de
contredit constituye una falta de motivos la falta de respuestas a las observaciones de las
partes (Civ. 1, 24 de junio del 1975, Bull. I, n. 209, p.176). Ha sido juzgado que la
obligación de motivar el contredit no excluye al demandado de posteriormente hacer valer
medios adicionales. ( Rouen, 8 févr. 1974: D. 1974. Somm. 66; RTD civ. 1975. 773).
4. Las observaciones escritas deben ser discutidas oralmente en audiencia,
notablemente, los medios de defensa expresados en audiencia, aun cuando no se
encuentren en los escritos, son validos. (Civ. 1, 24 de junio de 1975, Bull. I, n. 209, p.176).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


5. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce, en su artículo 120, esta
disposición de la ley 834.

ARTÍCULO 14 DE LA LEY 834


La corte reenviará el asunto a la jurisdicción que estime competente. Esta decisión se
impone a las partes y al juez de reenvío.

Tabla de Contenido
§ 1. Reenvío a la Jurisdicción Competente. Carácter de esta decisión.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Reenvío a la Jurisdicción
Competente. Carácter de esta decisión
1. El tribunal apoderado del recurso deberá, luego de observar la admisibilidad del
mismo, ejercer la función designar la jurisdicción competente. Esta decisión se impone a
las partes y al tribunal del envío. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procédure Civile. Commenté v. I, p. 98 ; Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de
Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de
julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165; Guinchard, Serge, et
al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 5536, p.1044; Tavares hijo,
Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p. 91). La
corte tiene el poder de designar la jurisdicción competente y de determinar eventualmente
la prorrogación de competencia de la jurisdicción por ella escogida. La designación
excluye toda discusión ante el juez designado. (Civ. 2e, 4 nov. 1966: Bull. Civ. II, n. 892;
RTD civ. 1967. 451).
2. En caso de pretensiones conexas relativas a jurisdicciones de excepción diferente, la
corte debe reenviar cada demanda ante la jurisdicción competente para conocerlo ( Civ.
2e, 12 oct. 1978: JCP 1978. IV. 343).
257

3. Sectores de la doctrina han establecido que en caso de que la corte no fuera la


competente deberá enviar el recurso ante la jurisdicción competente respecto a la que
hubiere sido competente en primera Instancia (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p.91); no obstante otros doctrinarios
opinan que la corte debe designar y enviar el asunto al tribunal de primera instancia que
estime competente.(Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile,
Ed. Dalloz, n. 5536, p.1044; Soc. 17 avr. 1985: Bull. Civ. V, n. 233; Gaz. Pal. 1986. Somm.
85).
4. En caso de varias jurisdicciones igualmente competentes, la legislación francesa en
un inicio optó por declarar cuáles eran estas, y dar la opción al demandante de escoger
entre ellas a la que considerara competente. (Giverdon, Procédure de reglament, D. 1973,
chr p.155, n.83). Bajo el imperio de la legislación actual, la jurisdicción es la que escoge
dentro de las opciones pues debe hacerse una designación obligatoria (Blanc, Emmanuel
et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 99).
5. La corte de apelación no puede sin designar la jurisdicción que ella estima
competente, declarar mal fundado le contredit formada contra una decisión de
incompetencia (Civ. 3e, 14 déc. 1976: Bull. Civ. III, n. 459), además se encuentra en la
obligación de estatuir a la vez sobre la competencia territorial y la competencia de
atribución aun cuando en el contredit no sean sometidos los dos aspectos (RTD civ. 1964.
793; 1965. 421; 1971. 200).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


6. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce, en su artículo 121, esta
disposición de la ley 834.

ARTÍCULO 15 DE LA LEY 834


El secretario de la corte notificará de inmediato la sentencia a las partes por carta
certificada con acuse de recibo. El plazo del recurso en casación corre a contar de esta
notificación.

Tabla de Contenido
§ 1. Notificación de la Sentencia.
A. Plazo para recurrir en casación.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Notificación de la Sentencia
A. Plazo para recurrir en casación
1. El secretario de tribunal que conoció del recurso notificará la sentencia a las partes
mediante correo certificado iniciándose a partir de esta notificación el plazo para incurrir
en casación, y en caso de reenvío remitirá el expediente con copia de la sentencia que
estima el reenvío, esto es cuando la impugnación no es ejercida en el plazo en que la vía
estuviera abierta contra la decisión del reenvió. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p. 92).
2. La notificación hará correr el plazo para incoar el recurso de casación contra la
decisión rendida sobre la impugnación (Com. 12 de febrero del 1985, Bull. IV. n. 59, P.
50). El plazo para la casación es el habitual de 2 meses (Civ. 2, 8 de junio de 1972, Bull. II,
n. 176, p. 144).
3. La casación es inmediatamente recibible contra la sentencia de la corte que estatuye
sobre el contredit (Civ. 1re, 19 janv. 1988: Bull. Civ. I, n. 13 11 avr. 1995: ibid., no 163;
Com. 12 févr. 1985: Bull. Civ. IV, no 59; D. 1985. IR. 473, obs. Julien Com. 1er déc. 1987:
258

Gaz. Pal. 1988. 1. Panor. 58 Civ. 1re, 5 oct. 1994: Bull. Civ. I, no 265) si esta pone fin a la
instancia. (Com. 12 janv. 1993: Bull. Civ. IV, n. 5 Soc. 23 févr. 1994: ibid. V, no 63 Civ. 1re,
5 oct. 1994: D. 1994. IR. 234. V. Déjà Civ. 1re, 30 oct. 1984: D. 1985. Somm. 264).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


4. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce, en su artículo 122, esta
disposición de la ley 834, agregando a lo establecido por nuestro actual texto que la
sentencia que a raíz de le contredit se dicte no será pasible de recurso de oposición.

ARTÍCULO 16 DE LA LEY 834


Los gastos referentes a la impugnación (le contredit) están a cargo de la parte que
sucumbe sobre la cuestión de competencia. Si esa parte es el autor de la impugnación (le
contredit) puede, además, ser condenado a una multa civil de RD$25.00 a RD$1000.00, sin
perjuicio de los daños y perjuicios que pudieran serle reclamados.

Tabla de contenido
§ 1. De las Costas.
§ 2. Condena en reparación de Daños y Perjuicios.
§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. De las Costas
1. Si la excepción es acogida, las costas serán exigibles contra la parte que ha perdido
el incidente un mes después de haber adquirido dicha sentencia la fuerza de la cosa
juzgada, siempre que durante ese plazo no se haya introducido de nuevo demanda sobre
el fondo del litigio. Porque al acogerse la excepción de incompetencia, el tribunal queda
desapoderado del conocimiento del fondo, por lo que no hay porqué esperar, una
sentencia sobre lo principal (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 100; Rowland Cruz, James A. 1991. El Procedimiento
Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del
2000. p. 19).

§ 2. Condena en reparación de y Perjuicios


3. Si la parte que sucumbe es el autor del recurso podría además ser condenado hasta
la suma de 25 mil pesos por responsabilidad civil más los daños y perjuicios causados si
el recurso se considerare infundado. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau
Code de Procédure Civile. v. I, p. 100; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la
Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 5538, p.1044; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p. 92).
3. La condenación del autor de le contredit a una multa civil es extraña a la parte
adversa que no le beneficia (Civ. 2e, 10 mai 1968: Bull. Civ. II, no 130 7 janv. 1976:
ibid. II, n. 272), debe ser casada la sentencia que condena, a la parte que ha sostenido la
excepción de incompetencia a multa civil, pero que no ha sido autor del contredit (Soc. 21
oct. 1982: Bull. Civ. V, no 568).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


4. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce, en su artículo 124, esta
disposición de la ley 834, modificando el monto de la multa en caso de que la
incompetencia se proponga con intención de alargar el proceso, esta nueva cantidad
oscila entre 5 a 10 salarios mínimos.

ARTÍCULO 17 DE LA LEY 834


259

Cuando la corte es jurisdicción de apelación respecto de la jurisdicción que ella estima


competente, puede avocar al fondo si estima de buena justicia dar al asunto una solución
definitiva, después de haber ordenado ella misma, una medida de instrucción, en caso
necesario.

Tabla de Contenido
§ 1. La Avocación: comparación de la facultad del Art.17 con la facultad de avocación del
artículo 473 del C.P.C.
A. Requisitos para la avocación del artículo 17 de la ley 834
B. Requisitos para la avocación del artículo 473 del CPC.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. La Avocación
1. A fin de que el procedimiento culmine lo más rápidamente posible, en el supuesto
de que el tribunal de alzada revoque la sentencia en lo relativo a la competencia deberá, si
es este el tribunal correspondiente de conocer de la apelación en relación a la jurisdicción
que estime competente, y si el segundo grado de jurisdicción se encontrare abierto,
conocer del fondo del litigio, es decir avocarlo, por lo cual tiene, cuando dichas
condiciones están reunidas, la obligación y no solamente la facultad de estatuir acerca de
él. (Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de
Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios
Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p. 84).
2. Cuando el juez se pronuncia sobre la competencia sin estatuir sobre el fondo, la
corte de apelación podrá resolver el fondo del que depende la competencia pudiendo
también estatuir sobre este avocándose así al conocimiento del asunto (Civ. 2e, 9 mai
1983: Bull. Civ. II, n. 108).
3. Ni la complejidad del asunto ni el principio del doble grado de jurisdicción impiden a
la corte utilizar su facultad de avocación, cuando ella estima de buena justicia dar una
solución definitiva al asunto (Civ. 3e, 21 déc. 1976: Bull. Civ. III, n. 472).
4. El derecho de avocación tiene un carácter excepcional por el hecho de que, implica
una derogación de las reglas de procedimiento según las cuales 1. los litigios
normalmente deben ser sometidos en materia civil empleando este término en sentido
lato, al doble grado de jurisdicción, 2. que los jueces de apelación apoderados de la litis
exclusivamente en el aspecto en que ha sido presentado en primera instancia en virtud
del efecto devolutivo del recurso de apelación. (Sent. SCJ 27 de Julio de 1988, B.J. 932, p.
966).
5. Que en los casos en que los jueces hacen uso de la facultad de avocación, no están
en la obligación de dar motivos, a menos que de antemano las partes ese opongan a ella,
por alguna razón jurídica, (Sent. SCJ del 9 de octubre del 1991,B.J. 971-973. 1407).
6. El ejercicio de la facultad de avocación no está sometido al consentimiento de las
partes (Civ. 1re, 2 déc. 1975: JCP 1976. II. 18390).

A. Requisitos para la avocación del artículo 17 de la ley 834


7. Para la avocación del artículo 17 de la ley 834 se requiere: 1. que la decisión sea
susceptible de apelación en el conjunto de sus disposiciones (en los casos en que la
apelación no está abierta el tribunal de la alzada no puede avocarse), 2. la Corte sea la
jurisdicción competente en relación a la jurisdicción de primera instancia que ella
estimaba competente. (Com. 5 de julio 1976, Bull. IV. n. 223, p.193; Com. 22 de junio
1976, Bull. IV, n. 215, p.184; Com. 16 de mayo de 1977, Bull. IV. n. 139, p. 118, citadas
260

por Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté.
v. I, p. 92-2); y 3. que el asunto se encontrare suficientemente suscitado en primera
instancia, es decir que el fondo del litigio haya sido objeto de una discusión contradictoria
en primera instancia y que el asunto sea susceptible de recibir sobre el todo una solución
definitiva (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. v. I, p.
101; Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de
Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios
Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, p.115-165; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. III, 8va. ed., p. 93; Sent. SCJ. 29 de octubre del 1997, B.J.
1043. 128).

B. Requisitos para la avocación del artículo 473 del CPC


8. La facultad de avocar, conferida por el Art. 473 del código de procedimiento civil,
requiere las siguientes condiciones 1. cuando la sentencia sin ser interlocutoria decide
sobre un incidente del procedimiento sin resolver el fondo; 2. que la sentencia sobre un
incidente de procedimiento sea confirmada, 3. que le proceso se encuentre en estado de
recibir una decisión definitiva del fondo, circunstancia que exige de manera obligatoria,
que las partes hayan concluido al fondo; 4. que el tribunal de apelación haya estatuido
sobre el fondo el todo por una misma sentencia y 5. que el tribunal del segundo grado sea
competente. (Sent. SCJ 27 de Julio de 1988, B.J. 932. 966; Sent. SCJ. diciembre de 1956,
B.J.557. 2649-2662; Sent. SCJ 2 septiembre 1998, B.J. 1054. 87-88).
9. Si el tribunal de apelación revoca la parte del dispositivo de la sentencia impugnada
relativa a la competencia, y no ejerce la facultad de avocación, ya sea porque no se
cumplen los requisitos previamente señalado o porque el tribunal no lo juzga conveniente,
debe reenviar el conocimiento del fondo ante el que dictó la sentencia recurrida, solución
comprensible dado que el fondo sólo puede ser fallado en instancia única. (Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. v. I, p 92-2; Castillo
Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia
Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978,
t.3, v. 1, pp.115-165; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos del Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. III, 8va. ed., p.84). En el caso en que no se reúnan los requisitos para la
avocación, el retorno a una jurisdicción de primer grado es inevitable. (Blanc, Emmanuel
et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 93; Civ. 2da. 7
de enero de 1976. Bull. II. n. I p. 1).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


10. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce, en su artículo 124, esta
disposición de la ley 834.

ARTÍCULO 18 DE LA LEY 834


Cuando ella decide avocar, La Corte invita a las partes, si fuera necesario, por carta
certificada con acuse de recibo, a constituir abogado en el plazo que fije, si las reglas
aplicables a la apelación de las decisiones rendidas por la jurisdicción de la cual emane la
sentencia recurrida por la vía de la impugnación (le contredit) imponen esta constitución.
Si ninguna de las partes constituye abogado, la corte puede pronunciar de oficio la
radiación del asunto por decisión motivada no susceptible de recursos. Copia de esta
decisión es llevada a conocimiento de cada una de las partes por simple carta dirigida a su
domicilio o a su residencia.

Tabla de contenido
§ 1. Necesidad de constituir abogado. Consecuencia de la no constitución: Radiación del
asunto.
261

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Necesidad de constituir abogado. Consecuencia de la no constitución:


Radiación del asunto
1. Si el tribunal decide avocarse deberá, mediante carta certificada, invitar a las partes
a constituir abogado si esta constitución es requerida por la ley si ninguna de las partes
no constituye abogado, la corte puede pronunciar de oficio la radiación del asunto por
decisión motivada no susceptible de recurso haciéndose irrevocable la sentencia.
(Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, V.III, 8va. Ed., p.
93).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


2. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce, en su artículo 125, esta
disposición de la ley 834.

ARTÍCULO 19 DE LA LEY 834


Cuando la corte estime que la decisión que le es requerida por la vía de la impugnación
(le contredit) debió serlo por la vía de la apelación, ella no deja de quedar apoderada.
El asunto es entonces instruido y juzgado según las reglas aplicables a la apelación de
las decisiones rendidas por la jurisdicción de la cual emana la sentencia recurrida por la
vía de la impugnación (le contredit).
Si, según estas reglas las partes están obligadas a constituir abogado, la apelación es
declarada de oficio y recibible si aquel que ha interpuesto la impugnación (le contredit) no
ha constituido abogado en el mes del aviso dado a las partes, por el secretario.
Tabla de Contenido
§ 1. El recurso de impugnación cuando el aplicable era el de apelación.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. El recurso de impugnación cuando el aplicable era el de apelación


1. Cuando la corte estima que la decisión que le es deferida por vía de impugnación (le
contredit) debió serlo por vía de la apelación, ella no deja de quedar apoderada. El asunto
es instruido de acuerdo a las reglas de la apelación ordinaria, siendo obligatorio el
ministerio de abogado el que deberá hacerse en un plazo no mayor a 1 mes luego del
aviso dado por el secretario a las partes. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau
Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 103; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, V.III, 8va. Ed., p. 94).
2. El caso contrario en el que se interpone el recurso de apelación cuando el que
procedía era le contredit no ha sido previsto por la legislación, mas la jurisprudencia y la
doctrina han determinado que cuando la apelación se elige en lugar de la impugnación
esta es considerada inadmisible, debido al deseo del legislador de que se tomen en cuenta
las formalidades rigurosas relativas al recurso de impugnación. (Blanc, Emmanuel et Jean
Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. v. I, p. 104; Tavares, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, V.III, 8va. Ed., p.94; Sent. SCJ. 4 de Julio
de 2001, B.J. 1088, p. 66-67; Civ. 1re, 18 janv. 1983: Gaz. Pal. 1983. 1. Panor. 174; RTD
civ. 1983. 588; París, 20 déc. 1979: Gaz. Pal. 1981. 1. Panor. Dr. Trav. 297 Basse-Terre,
25 nov. 1985: ibid. 1987. 1. Somm. 27).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


262

3. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce, parcialmente este artículo,


pero omite el párrafo 2 del artículo, lo que resulta lógico, pues dentro de nuestra
organización judicial no existe tribunal que pueda conocer de le contredit sin que se exija
ministerio de abogado.

La incompetencia promovida de oficio

ARTÍCULO 20 DE LA LEY 834


La incompetencia puede ser pronunciada de oficio en caso de violación de una regla de
competencia de atribución, cuando esta regla es de orden público. No puede serlo sino en
este caso. Ante la corte de apelación y ante la corte de casación esta incompetencia solo
podrá ser declarada de oficio si el asunto fuere de la competencia de un tribunal represivo o
de lo contencioso administrativo, o escapare al conocimiento de cualquier tribunal
dominicano.

Tabla de contenido
§ 1. La incompetencia promovida de oficio.
A. La competencia e Atribución ante el Tribunal de primera Instancia.
B. Competencia de Atribución ante la Corte de Apelación y la Corte de Casación.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. La incompetencia promovida de oficio


1. El juez debe verificar su propia competencia. (Sent. SCJ. 27 de enero del 1999,
B.J.1058. 34; Sent. SCJ 10 de junio de 1998, B.J. 1051. 95; Sent. SCJ 27 de octubre de
1999, B.J. 1069. 41; Sent. SCJ 18 de febrero de 1998, B.J. 1048. 43-44; Sent. SCJ 22 de
enero de 1998, B.J. 1046. 77). En todos los casos, cuando el juez entienda relevar de
oficio su incompetencia el juez debe previamente invitar a las partes a presentar sus
observaciones. A falta de esto su decisión puede ser anulada por no respetar el principio
de contradicción y por violación de los derechos de la defensa. (Guinchard, Serge, et al.
1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, nn. 4224-4225, p. 805). En
Francia la obligación para el tribunal de invitar a las partes a hacer sus observaciones ha
sido establecida por la ley. Entre nosotros resulta de la orientación jurisprudencial.
(Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de
Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios
Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165).

A. La competencia de Atribución ante el tribunal de primera instancia


2. La incompetencia puede ser pronunciada de oficio únicamente en caso de violación
de una regla de competencia de atribución, cuando esta regla es de orden público, es
decir cuando atañe al orden, la naturaleza o al grado de las jurisdicciones. (Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 103;
Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, V.III, 8va. Ed.,
p.183 y 195; Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y
de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios
Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la
Procédure Civile, Ed. Dalloz, n.4226, p. 805). En Francia se admite la facultad del juez de
declararse de oficio incompetente si tener como limite el orden público cuando el
demandado hace defecto por falta de comparecer (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et
Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n.4234, p. 807), salvo el caso en el que el juez
este apoderado de un litigio sobre el que existe una convención arbitral, pues en estos
casos solo puede pronunciar su incompetencia a solicitud de la parte interesada (París 13
263

mars 1991, juri-Data, n.022909, citado por: Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique
de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4230, p. 806).
3. El juez puede declarar de oficio su incompetencia de orden público en cualquier
momento del procedimiento. (Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia
de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978.
Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165).
4. Se admite que son reglas de orden publico:
5. 1. Las reglas de competencia que reenvían a otro orden de jurisdicción (Guinchard,
Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4226, p. 805). En
ese sentido ha sido juzgado que “…Al estar apoderado el tribunal de tierras de
jurisdicción original del saneamiento catastral de parcela, los tribunales ordinarios son
incompetentes para conocer de cualquier litigio sobre la misma”. (Sent. 30 de Junio,
recurrente Jacinta Salvador vda Nuñez. Aún no publicada por el atraso de la publicación
del Boletín judicial, al mes de mayo de 1998, citada por Gonzalez, Almanzor. 1997.
Recopilación Jurisprudencial Integrada, v.10, t.2. pp. 230-256).
6. Dada la amplitud de jurisdicción atribuida a los tribunales civiles y comerciales de
primera instancia, cuando un asunto de su naturaleza comercial es introducido ante
dichos tribunales, utilizando el procedimiento civil ordinario, en vez del procedimiento
comercial, o viceversa, el juez no puede declararse incompetente y debe regularizar el
proceso aplicando, según el caso, las reglas procedimentales correspondientes (Sent. SCJ
20 de febrero de 1953, B. J. 511. 218; Sent. SCJ. 6 de Marzo de 2002, B.J. 1096. 120-121;
Sent. SCJ 19 junio 1970, B. J. 715. 1255-1256; Sent. SCJ 19 noviembre 1997, B. J. 1044,
pp. 54-55).
7. 2. las reglas de competencia que reenvían a una jurisdicción extranjera. (Guinchard,
Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4226, p. 805).

B. Competencia de Atribución ante la Corte de Apelación y la Corte de Casación


8. Ante la corte de apelación y ante la corte de casación la incompetencia no puede ser
revelada de oficio más que en los casos limitativamente previstos por la ley (Civ. 1re, 2 oct.
1979: Bull. Civ. I, no 232; D.1980. IR. 362, obs. Breton Civ. 3e, 20 nov. 1984: Gaz. Pal.
1985. 1. Somm. 89, obs. Guinchard Civ. 1re, 16 déc.1986: Gaz. Pal.1987. 1. Panor. 52 Soc.
12 juill. 1994: Bull. Civ. V, no 232; JCP 1994. IV. 2273).
9. La Corte de Apelación y la Corte de Casación, puede revelar su competencia de
oficio, cuando el asunto es competencia de un tribunal represivo, o administrativo, o
escapare al conocimiento de los tribunales dominicanos (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte.
1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 107; Tavares, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, V.III, 8va. Ed., p.183). La competencia de
atribución es una cuestión de orden público sobre la cual no puede surtir efecto
aquiescencia alguna. (B.J. 478. Sent. SCJ. mayo, 1950). Mutatis Mutandis, en caso de
violación a una norma de competencia territorial la solución debe ser igual. (Castillo
Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia
Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978,
t.3, v. 1, pp.115-165).
10. Los casos en que se puede conocer de oficio la incompetencia en la corte de
apelación o de casación están limitativamente determinados en la ley y no se admite la
declarativa de oficio aun cuando se violaren reglas de orden público. (Blanc, Emmanuel et
Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 107; Civ. 1, 2 de
octubre de 1979, Bull. 1, n. 232. 185; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la
Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4235. 807; Sent. S.C.J., 31 de marzo 1986, B.J. 904. 213;
Sent. SCJ.16 de abril 1986, B. J. 905. 272-273; Sent. SCJ. 17de febrero de 1993, B. J. 986-
987. 126). Sin embargo, a jurisprudencia constante ha establecido que la incompetencia
264

de atribución tiene carácter de orden público y puede presentarse por primera vez en
casación. (Sent. SCJ 22 de septiembre de 1978, B. J. 814, p. 178; Sent. SCJ 5 de Abril de
1978, B. J. 809. 723; Sent. SCJ 15 de diciembre de 1972, B. J. 745. 3097-3098; Sent. SCJ
11 de septiembre de 1985, B. J. 898. 2201-2202; Sent. SCJ 28 de abril del 1953 B. J. 656.
Sent. SCJ 21 de marzo del 2001, B.J. 1084. 360). No obstante, aunque se trate de una
incompetencia absoluta, invocable por su carácter de orden público en todo estado de
causa, dicha incompetencia sólo puede proponerse por primera vez en casación cuando
se hubiera puesto la corte a qua en condiciones de conocer el vicio que ahora se alega.
(Sent. SCJ. 28 de noviembre de 1952, B. J. 508. 2200).

11. La corte de casación no tiene deber de revelar de oficio la incompetencia de los


tribunales judiciales, esto es una simple facultad (Civ. 1, 13 de marzo de 1979, Bull. 1, n.
89, p. 74; 12 de noviembre de 1980, Bull. 1, n. 289, p. 230; 13 de noviembre de 1981, Bull.
1, n. 289, p. 242). La corte de casación puede revelar de oficio la incompetencia en razón
de la separación de los poderes (Civ. 1, 1ro de julio de 1969, Bull. I N. 259, p. 206, J.C.P.
1969-II-16096).

12. Cuando la S.C.J casa una sentencia por causa de incompetencia en razón de la
materia, dispondrá el envío del asunto por ante la jurisdicción del primer grado que debe
conocer de él, como si no hubiese sido juzgado. (Sent. SCJ. 29 julio 1998, B. J. 1052. 126;
Sent. SCJ. 10 de feb. 1999, B. J. 1059. 110).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


13. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce esta disposición de la ley
834 en su artículo 127.

ARTÍCULO 21 DE LA LEY 834


En materia de jurisdicción graciosa, el juez, puede declarar de oficio su incompetencia
territorial. En materia contenciosa, solo podrá hacerlo en los litigios relativos al estado de
las personas o en los casos en que la ley le atribuya competencia exclusiva a otra
jurisdicción.

Tabla de Contenido
§ 1. La incompetencia territorial promovida de oficio.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. La incompetencia territorial promovida de oficio


1. La incompetencia territorial tiene carácter relativo y no puede ser declarada de oficio
cuando las partes pueden disponer de sus derechos. (Vincent et Guinchard, 20 ed, n. 267,
p. 288, Morel, n. 269 y 292, citado por: Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau
Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 107), salvo en los casos previstos en ese texto
(Soc. 23 juill. 1980: Gaz. Pal. 1980. 2. Panor. 527).
2. En materia graciosa el juez debe verificar su propia competencia, en razón de que
no existe contraparte que puede alegar la incompetencia. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte.
1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 108; Castillo Morales, Luis R.
Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley
Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-
165; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n.
4237, pp. 807-808; García de Peña, Luís V. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado,
p.140; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p.23; Rowland Cruz,
James A. 1991. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845,
265

de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. pp. 21 y 24; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 8va. Ed., p.196).
3. En materia contenciosa, sólo podrá declararla cuando se trate de litigios relativos al
estado de las personas o en los casos en que se atribuya competencia exclusiva a otra
jurisdicción. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. v.
I, p. 108; Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de Conexidad y de
Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978. Revista Estudios
Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la
Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4237, p. 808; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.III, 8va. Ed., p.196; Pérez Méndez, Artagnan. 1986.
Procedimiento Civil, t. II., v. I., p.22). El primero de los casos se refiere al divorcio, la
separación de cuerpos y cuestiones relativas a la filiación; el segundo de los casos busca
que las partes no sean perjudicadas en sus derechos. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte.
1986. Nouveau Code de Procédure Civile. v. I, p. 108).

4. El texto de ley establece además un tercer caso donde puede declarase de oficio su
competencia territorial, en las casos en los que la ley atribuye competencia exclusiva a
otra jurisdicción; tales como en las acciones reales inmobiliarias que son competencia
exclusiva del tribunal del lugar del inmueble, o en el caso de las excepciones que es
competente el tribunal se apertura la sucesión. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et
Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4239, p. 808). La competencia territorial
exclusiva atribuida a otra jurisdicción, es raramente estipulada, tal es el caso de materia
real inmobiliaria que es competente el tribunal de la situación. (Blanc, Emmanuel et Jean
Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p.108).
5. En Francia el juez tiene la facultad de declararse de oficio incompetente en razón del
territorio sin necesidad de atender a las causas antes mencionadas, si el demandado no
compareciere. (civ .2, 20 févr. 1980, Gaz. Pal. 1980.494). (Guinchard, Serge, et al. 1999.
Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4240, p. 808; Pérez Méndez,
Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 22).
6. Los casos en el que el juez puede suplir de oficio la competencia territorial da a esta
en cierto sentido, un carácter de orden público. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 8va. Ed., p.183).
7. El texto del art. 21 utiliza el verbo “poder” lo cual indica una simple facultad del
juez. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile.
Commenté. v. I, p. 108; Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones de Incompetencia de
Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15 de julio de 1978.
Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


8. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce esta disposición de la ley
834 en su artículo 128, agregando, dentro de las causas por las cuales en materia
contenciosa el tribunal debe declarar su incompetencia territorial de oficio, la
incomparecencia del demandado.

ARTÍCULO 22 DE LA LEY 834


La vía de la impugnación (le contredit) es la única abierta cuando una jurisdicción
estatuyendo en primer grado se declara de oficio incompetente.

Tabla de Contenido
§ 1. Vía de recurso contra las decisiones que de oficio declaran la incompetencia.
266

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Vía de recurso contra las decisionesque de oficio declaran la incompetencia


1. Si la jurisdicción de primer grado se declara de oficio incompetente solo la vía de Le
Contredit es abierta a la parte que desee contestar esa decisión. (Blanc, Emmanuel et Jean
Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 109).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


2. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce esta disposición de la ley
834 en su artículo 129.

Disposiciones Comunes

ARTÍCULO 23 DE LA LEY 834


Cuando el juez, al pronunciarse sobre la competencia, resuelva la cuestión de fondo de
la que aquella dependa, su decisión tendrá autoridad de cosa juzgada sobre la cuestión de
fondo.

Tabla de Contenido
§ 1. Carácter de la decisión sobre el aspecto de fondo del depende la competencia.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Carácter de la decisión sobre el aspecto de fondo del depende la competencia


1. El tribunal que se declara incompetente, señala la jurisdicción que considera
competente; esta designación se impone a las partes y al juez; cuando el juez al
pronunciarse sobre su competencia, resuelve una cuestión fondo del cual depende su
competencia, su decisión tiene autoridad de cosa juzgada sobre esta cuestión de fondo.
(Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, V.III, 8va. Ed., p.
195). El juez deber estatuir por sobre la competencia y sobre el aspecto de fondo de la
cual esta depende, por disposiciones distintas. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et
Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4254, p. 812).

2. En este sentido, ha sido juzgado que la decisión rendida sobre le conterdit y que
trata una cuestión de fondo sobre la que depende la competencia puede adquirir la
autoridad de la cosa juzgada y ser recurrida en casación (Civ. 3e, 13 nov. 1986: Bull. Civ.
III, no 158).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


3. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce esta disposición de la ley
834 en su artículo 130.

ARTÍCULO 24 DE LA LEY 834


Cuando el juez estimare que el asunto es de la competencia de una jurisdicción
represiva, administrativa, arbitral o extranjera se limitará a declarar que las partes
recurran a la jurisdicción correspondiente. En todos los otros casos el juez que se declara
incompetente designará la jurisdicción que estime competente. Esta designación se
impondrá a las partes y al juez de envío.

Tabla de contenido
267

§ 1. Designación de la jurisdicción competente.


§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Designación de la jurisdicción competente


1. Para las jurisdicciones arbitrales, extranjeras, administrativas y represivas, el
tribunal se declarará incompetente sin precisar la jurisdicción que ha de conocer del
asunto; siendo estos los casos excepcionales para la obligación del juez que se declare
incompetente de designar al juez que estima competente. La designación del juez se
impone a las partes y al juez del reenvío. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau
Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 110; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et
Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4249, p. 810).
2. La obligación de designar a la jurisdicción competente no pesa sobre el juez de los
referimientos que rechaza ordenar las medidas solicitadas puesto que la naturaleza de su
decisión es provisional, por lo que no debe indicar la jurisdicción normalmente
competente. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile.
Commenté. v. I, p. 110).
3. En virtud de las disposiciones de este artículo, se ha juzgado que la corte que es
apoderada sobre le contredit decide que la jurisdicciones del orden judicial son
incompetente y reenvía a las partes ante un tribunal administrativo designado (Civ. 1re,
22 janv. 1980: D. 1981. IR. 208).
4. La jurisprudencia Francesa ha establecido que el juez que se declara incompetente
no tiene que elegir entre las jurisdicciones señalas por las partes (Soc. 26 oct. 1982: Bull.
Civ. V, no 584; Civ. 2e, 13 janv. 1966: Bull. Civ. II, no 52; RTD civ. 1967. 551).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


5. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce esta disposición de la ley
834 en su artículo 131.

ARTÍCULO 25 DE LA LEY 834


En caso de reenvío ante una jurisdicción designada, el expediente del asunto le es de
inmediato transmitido por el secretario con una copia de la decisión de reenvío. Sin
embargo, la transmisión no se hace más que a falta de la impugnación (le contredit) en el
plazo, cuando esta vía estaba abierta contra la decisión de reenvío. Desde la recepción del
expediente, las partes son invitadas a perseguir la instancia por carta certificada con acuse
de recibo del secretario de la jurisdicción designada. Cuando ante esta las partes están
obligadas a hacerse representar, el asunto es radiado de oficio si ninguna de ellas ha
constituido abogado en el mes del aviso que le haya sido dado. Cuando el reenvío se hace a
la jurisdicción que había sido originalmente apoderada, la instancia es perseguida a
diligencia del juez.

Tabla de Contenido
§ 1. Procedimiento en caso de reenvío.
§ 2. Radiación de la demanda.
§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Procedimiento en caso de reenvío

1. El secretario del Juez que ha fallado debe remitir de inmediato el expediente del
asunto al tribunal que se ha juzgado como el competente, anexándole una copia de la
decisión de envío, dicho texto condiciona esa remisión del expediente que no se haya
268

producido una impugnación, dentro del plazo de ley. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte.
1986. Nouveau Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 111; Rowland Cruz, James A.
2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978;
38, de 1998, y 50, del 2000. p 23). Debería exigirse por la ley que el secretario del tribunal
comunique a ambas partes o a cuantas fueren en el caso, copias certificadas de la
sentencia por correo certificado, y que a partir del acuse de recibo sea cuando se inicia el
plazo de los quince días señalados. (Rowland Cruz, James A. 1991. El Procedimiento Civil
Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000.
p 24).
2. Cuando una sentencia de incompetencia, designa al juez competente, el asunto se
persigue ante el juez o ante la jurisdicción de envió designada, sin que sea necesario un
nuevo emplazamiento, poniéndose a cargo del secretario la remisión del expediente del
asunto con una copia de la declaración de un nuevo acto introductivo de instancia
(Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 4251.
811; Civ. 2e, 16 avr. 1982: Bull. Civ. II, n. 54 29 mars 1995: ibid., n. 111; Sent. SCJ 16
de Febrero del 2000, B.J. n. 1071. 156; Sent. SCJ 16 de Febrero del 2000 B.J. 1071. 156).
Pues es el emplazamiento ante el tribunal que se declara incompetente que fija los límites
de la demanda e interrumpe la prescripción. (civ 3,10 mars 1993, Bull. civ. III, n.29;JCP
1993.IV. 1230; civ. 2 mars 1995, Bull. civ. II, n.111).

§ 2. Radiación de la Demanda
3. La radiación prevista por este artículo tiene por efecto extinguir la instancia y hacer
irrevocable la sentencia de primera instancia. (París, 28 sept. 1988: Gaz. Pal. 1989. 1.
Somm. 85). En sentido contrario se ha establecido que la instancia se suspende pero no
se extingue. (Versailles, 28 avr. 1994: D. 1995. Somm. 110, obs. Fricero).

4. El plazo y las formalidades previstas por este texto no están contempladas a pena de
nulidad (Soc. 20 juill. 1978: Bull. Civ. V, no 629).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


5. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce esta disposición de la ley
834 en su artículo 132.

ARTÍCULO 26 DE LA LEY 834


La vía de apelación es la única abierta contra las ordenanzas de referimiento y contra
las ordenanzas del juez en materia de divorcio.

Tabla de Contenido
§ 1. Recursos contra las decisiones que fallan una excepción de incompetencia en materia
de ordenanzas de referimiento y las ordenanzas en materia de divorcio
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

§ 1. Recursos contra las decisiones que fallan una excepción de incompetencia en


materia de ordenanzas de referimiento y las ordenanzas en materia de divorcio
1. El contredit no puede interponerse contra las ordenanzas dictadas por el Juez de los
referimientos. Dichas ordenanzas constituyen decisiones provisionales y sólo pueden
atacarse mediante la interposición de un recurso ordinario de apelación, según lo
estatuye el artículo 106 de la Ley 834. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau
Code de Procédure Civile. Commenté. v. I, p. 110; Castillo Morales, Luis R. Las Excepciones
de Incompetencia de Conexidad y de Litispendencia Conforme a la ley Número 834 del 15
de julio de 1978. Revista Estudios Jurídicos, 1978, t.3, v. 1, pp.115-165; Rowland Cruz,
269

James A. 1991. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845,
de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 24).
2. Tampoco podrá incoarse el Le Contredit contra las ordenanzas dictadas por el Juez
civil en materia de divorcio. “La razón decisiva de esta excepción es la de no complicar un
procedimiento que debe quedar simple y rápido”. (Rowland Cruz, James A. 1991. El
Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de
1998, y 50, del 2000. p. 24).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


3. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce esta disposición de la ley
834 en su artículo 133.
4. El profesor Jottin Cury, en su libro Estudios Críticos, establece que “El traductor
dominicano se fue de bruces cuando, incluyó como apelables las ordenanzas del juez en
materia de divorcio”; ignoraba, que el artículo 238 del Código Civil francés, ya modificado
en aquel país, instituía un juez conciliador para los cónyuges desavenidos; este juez, ante
la persistencia de cónyuges dictaban ordenanzas permitiéndoles citar a otros cónyuges.
Semejante procedimiento no es establecido entre nosotros por la ley de divorcio 1306-bis;
el juez de nuestro sea por causa determinada, o sea por mutuo, carece de potestad de
frenar a la parte que pretende divorciarse y a la ley dominicana jamás le ha conferido el
derecho de dictar ordenanzas… El artículo 26 de nuestra ley debió limitarse a establecer
que la apelación único recurso contra las ordenanzas del juez de los referimientos”.
(Respecto al ambito de estas ordenanzas en materia de divorcio ver: París, 3 juin 1987: D.
1987. IR. 173; París, 10 mai 1989: D. 1989. IR. 166; Civ. 2e, 14 déc. 1992: D. 1993.
Somm. 183, obs. Julien; Bull. Civ. II, no 311).

ARTÍCULO 27 DE LA LEY 834


Por derogación de las reglas de la presente sección, la corte no puede ser apoderada
más que por vía de la apelación cuando la incompetencia es invocada o declarada de oficio
en razón de que el asunto es de la competencia de una jurisdicción administrativa.

Tabla de Contenido
§ 1. Recurso contra la decisión que declara la incompetencia en virtud de que el asunto es
de la competencia de una jurisdicción administrativa.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Recurso contra la decisión que declara la incompetencia en virtud de que el


asunto es de la competencia de una jurisdicción administrativa
1. Las disposiciones de este artículo derogan las disposiciones del artículo 22 y la
corte debe ser apoderada por la vía de la apelación cuando el juez de primera instancia
por ser el asunto competencia de una juridiccion administrativa (Civ. 2e, 8 févr. 1984:
JCP 1984. IV. 118).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


2. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil reproduce esta disposición de la ley
834 en su artículo 134.
270

Las Excepciones de litispendencia

y de Conexidad

ARTÍCULO 28 DE LA LEY 834


Si el mismo litigio está pendiente ante dos jurisdicciones del mísmo grado igualmente
competentes para conocerlo, la jurisdicción apoderada en segundo lugar debe
desapoderarse en provecho de la otra si una de las partes lo solicita. En su defecto, puede
hacerlo de oficio.

Tabla de Contenido
§ 1. La litispendencia
A. Condiciones que deben presentarse.
B. Momento en que debe presentarse
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. La litispendencia
1. La litispendencia es la situación del litigio llevado simultáneamente ante dos
tribunales, ambos competentes para conocer de él. (Capitant, Henry. 1930. Vocabulario
jurídico, p. 354; García de Peña, Luís V. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado, p.
142; Pérez Mendez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 34; Rowland Cruz,
James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845,
de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 25).
2. Para evitar contradicción de sentencias y dificultad de ejecución, una de las dos
jurisdicciones debe desapoderarse. Es por ello que se considera la litispendencia una
excepción declinatoria. (Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De
Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante:
“Incidentes en Materia Civil”, p. 27).
3. En caso de litispendencia, el legislador le ordena al tribunal suplir de oficio la
excepción si las partes no la invocan (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la
Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 947, p. 214; Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los
Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados
Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 32).

A. Condiciones que deben presentarse


4. Para que exista litispendencia, se requiere: a) Identidad del litigio; b) Ante dos
tribunales c) igualmente competentes (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de
la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 935, p. 212).
5. La identidad del litigio supone: la identidad de partes (Rennes, 17 diciembre 1980.
Gaz. Pal. 1980. p. 400), de objeto (Soc. 17 dec. 1984: Bull. v. no. 497; Civ. 2e, 23 juin 1982:
Bull. civ. II, n. 93; Soc. 13 oct. 1988: Bull. civ. v, n. 514; Civ. 1re, 29 oct. 1973: Bull. civ. I, n.
289 Soc. 16 oct. 1975: ibid. v, n. 467 3 juill. 1977: ibid. v, n. 480 20 juill. 1978: ibid. v, n.
625; RTD civ. 1979. 187), de hecho generador y de fundamento jurídico (Guinchard, Serge,
et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 936, p. 212). No existe
litispendencia si las partes no son las mismas. Sin embargo, ha sido juzgado que existe
litispendencia entre un litigio iniciado por una persona fallecida y otro iniciado por sus
herederos, en esta calidad ( Soc. 8 mars 1961, Bull. Civ. V, n. 314). En cuanto al objeto se
ha admitido que puede existir litispendencia entre dos demandas con motivaciones
diferentes siempre que su objeto sea el mísmo (Civ. 2, 23 Janv. 1958, Bull Civ. II, n. 71), en
esta virtud no se podrá invocar la excepción de litispendencia entre una instancia en la
271

cual se está juzgando el fondo de un asunto y otra mediante el cual se busca una decisión
provisional en referimientos. (Civ. 2, 17 mai 982: Bull. II, no. 75). El tercer requisito se
refiere a la identidad del hecho generador, es decir, la identidad de causa. (Guinchard,
Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, N.937-940 p. 212-
213).
6. La segunda condición supone que dos jurisdicciones distintas estén apoderadas;
por esta razón no puede haber litispendencia entre dos litigios existentes en formaciones
o secciones (salas) de una misma jurisdicción. Esta situación deber ser resuelta por el
presidente del tribunal. Esta condición supone que en ambas jurisdicciones el asunto se
encuentre enrolado (Civ. 3, 10 Dic. 1985, D.1985. IR. 225; Gaz. Pal 1982, Somm. 328; RTD
Civ. 1986. 634; com. 4 Oct. 1994, JCP 1995. I. 3846), sin embargo, en sentido contrario se
ha señalado que el apoderamiento de una jurisdicción resulta de el emplazamiento, sin
importar si el asunto ha sido inscrito en el rol (Civ. 2e, 15 juin 1967: Bull. civ. II, n. 227;
RTD civ. 1967. 877, obs. Hébraud Com. 16 janv. 1978: Bull. civ. Iv, no 24; RTD civ. 1978.
922, obs. Perrot Civ. 2e, 24 avr. 1981: Gaz. Pal. 1981. 2. 601). En nuestro país los
tribunales están apoderados desde que se notifica una demanda a persona o domicilio; el
tribunal lo desconoce hasta que se fija audiencia. (Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones
Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados
Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 28).

7. La tercera condición es que las jurisdicciones sean igualmente competentes pues en


el caso contrario se debe presentar una excepción de incompetencia y no la de
litispendencia. ( Civ. 2, 22 avr. 1977 D. 1977. IR 411). Las jurisdicciones apoderadas
deben ser (Sent. SCJ. del 30 de junio del 1937. B.J. 323.328, citado por: Guinchard, Serge,
et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, nn. 842-944, p. 213; Silva
Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La
Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 27).

8. No hay litispendencia, en caso de conflicto positivo, cuando el tribunal ante el cual


haya sido propuesta dicha excepción persista en declararse competente, lo mismo que
cuando uno de los dos tribunales en conflicto haya estatuído al fondo. En este último
caso, especialmente, el desapoderamiento de uno de esos tribunales, consecuencia del
fallo rendido, se opondría radicalmente al conflicto de litispendencia. (Sent. SCJ. 30
septiembre 1935, B.J. n. 302. 363).

9. No existe litispendencia entre una instancia de fondo y la demanda en provisión


ante el juez de los referimientos. (Civ. 2e, 17 mai 1982: Bull. civ. II, no 75; RTD civ. 1983.
588), o ante cualquier otra jurisdicción de fondo ( Civ. 2e, 12 oct. 1988: JCP 1989. II.
21287; Civ. 1re, 8 oct. 1956: Bull. civ. I, no 335).

B. Momento en que debe presentarse


10. De una parte, la doctrina ha establecido que la excepción debe ser presentada
antes de cualquier defensa al fondo o cualquier medio de inadmisión. (Com. 9 févr. 1970:
Bull. civ. Iv, no 46; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, tt. II., v. I., p.35;
Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De
La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 28). En
contrario, se considera que la excepción podrá ser propuesta en las mismas condiciones
que la declinatoria por causas de incompetencia absoluta, o sea en todo estado de la
causa. (Glasson. Precis. I, 645).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


11. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene la actual disposición vigente
dentro de nuestra legislación, en el artículo 135.
272

12. La litispendencia existe toda vez que se interponen dos acciones en justicia
respecto a un mismo litigio, caso en el cual en vez de interponerse esta excepción de
procedimiento, que requiere de su presentación in limine litis, sería posible interponer un
fín de no recibir derivado de la falta de interés del demandante de interponer la segunda
de las acciones, pues en la primera se encuentra comprometido su interés sobre el
asunto.

ARTÍCULO 29 DE LA LEY 834


Si existe entre los asuntos llevados ante dos jurisdicciones distintas un lazo tal que sea
de interés de una buena justicia hacerlos instruir y juzgar conjuntamente, puede ser
solicitado a una de esas jurisdicciones desapoderarse y reenviar el conocimiento del asunto
a la otra jurisdicción.

Tabla de Contenido
§ 1. Conexidad.
A. Condiciones Para la existencia de Conexidad.
B. Quien puede invocar la existencia de Conexidad.
C. La apreciación de la existencia de la Conexidad.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Conexidad
1. La Conexidad es la característica que se verifica cuando existen dos procesos entre
los cuales hay cierta relación, lo que podría conllevar a que fueran pronunciadas
sentencias en sentido contrario; no existiendo en este caso oposición de cosa juzgada,
puesto que se trata de dos litigios distintos, sino solamente imposibilidad de ejecutar
ambas sentencias. (Capitant, Henry. 1930. Vocabulario jurídico, p.140; Guinchard, Serge,
et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 924, P. 209; Pérez
Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 39; Tavares, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 184).

A. Condiciones para la existencia de Conexidad


2. Para que sea posible la existencia de una conexidad se requiere: a) un lazo entre dos
asuntos, y en razón de ese lazo, b) Que parezca útil o preferible el instruir y juzgar los
casos conjuntamente, porque la solución de uno de los asuntos puede influir sobre el
otro, de suerte que se pueda afirmar que de juzgarlos separadamente, se darían
decisiones contradictorias o al menos poco coherentes entre sí. (Guinchard, Serge, et al.
1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 925, p- 209; C A París 30 mars
1994, juris-Data n. 021986, citada por: Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los
Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados
Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 29).
3. El lazo entre los asuntos puede ser muy diverso. Pueden tener identidad de partes y
parcialmente (no totalmente pues en este caso sería litispendencia), la identidad de causa
y de objeto (parís 17 Févr. 1965, D. 1965. Somm. 100; J.C.P, ed- A. 1965. II. 14250: CIV. 2,
9 nov. 1971, Bull. Civ. II, n. 305), pero la identidad de partes puede que sea parcial o que
no exista, tal es el caso de que exista una responsabilidad civil contra una persona y una
acción de ésta contra una persona y una acción de ésta contra su asegurador. (Civ. 12
Juin 1942, D. P. 1944. 3 ; R. GTA 1994. 61) (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et
Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 926, p. 209).
4. Como segundo requisito se exige que se considere de buena justicia que ambos
procesos sean instruídos conjuntamente. Basta por lo menos un interés nacional que el
273

juez justifique en el hecho de que la decisión sobre un proceso puede influir en el otro o
que a posteriori, las decisiones rendidas separadamente pueden ser inconciliables.
(Guinchard, Serge, et al.1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n.927, p.
210).
5. La Corte de Casación Francesa ha casado, por falta de base legal de la decisión que
rechaza, la excepción de conexidad por el motivo supuesto de que no existe entre los
procesos cualquier identidad de objeto, de parte y de causa, sin buscar si no existe entre
ellos un lazo como puede ser el interés de una justicia buena para hacer instruirlos y
juzgar juntos. ( Civ. 1re, 26 mai 1982: Bull. Civ. I, n. 199).

B. Quién puede invocar la existencia de Conexidad


6. La conexidad debe ser solicitada por una u otra parte, las partes iniciales o los
terceros que devienen en parte por intervención. El juez no puede revelar de oficio la
conexidad de dos asuntos. Son considerados partes los terceros puestos en causa o
intervinientes voluntarios en el litigio (Civ. 2, 15 Juill 1978, Gaz. Pal. 1978. 624; Silva
Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La
Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 31); En
sentido contrario se ha establecido que si el tribunal aprecia la existencia de la conexidad,
está en la obligación de suplirla de oficio, si las partes guardan silencio. (Silva Santos,
Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La
Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 32; Sent. SCJ.
B.J. 896. 1609; Sent. SCJ. agosto de 1966, B.J. 669. 1241; Sent. SCJ. 17 de Febrero 1975,
B. J. 771. 238-239; Sent. SCJ. 23 diciembre 1938, B.J. n. 341. 931).
7. Los maestros Henry Solus y Roger Perrot manifiestan que para que sean detectadas
las excepciones, es preciso comparar las dos demandas y para hacerlo, es indispensable,
que el juez se encuentre apoderado del expediente que se halla en poder de la otra
jurisdicción; por lo que ellos le niegan al juez el reenvío de oficio en cualquiera de los dos
casos. (Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela
Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”,
p. 32).

C. La apreciación de la existencia de la conexidad


8. La conexidad es una cuestión de hecho que no es controlada por la Corte de
Casación, pues es dejada a la soberana apreciación de los jueces del fondo (Civ.1er, 9 de
Oct. 1974, Bull. Civ. I, N. 261; 19 avr. 1983, Bull. Civ. I, n. 53, citada por: Guinchard,
Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz,N. 928, P. 210;
Civ. 2, 1er mars 1978; Cass. civ. 14 de janv. 1890. D. p. 91.1.433; Cass. Req. 10 julliet.
1929. D.H. 1929. 425; Cass. civ. 21 mai 1959, D. 1959; Civ. 2e, 1er mars 1978: Gaz. Pal.
1978. 1. Panor. 153 Civ. 1re, 19 avr. 1983: Bull. Civ. I, n. 123 Soc. 13 oct. 1988: ibid. V, n.
514.; Sent. SCJ. 5, agosto, 1966, B.J. 669.1241; Sent. SCJ, febrero, 1975, B.J. 771.239;
Sent. SCJ. 20 de marzo del 1985, B.J. 892.744). La admisión de la excepción de conexidad
nunca es más que una facultad para los tribunales. (Civ. 1re, 20 oct. 1987: Bull. Civ. I, no
275; JDI 1988. 446).
9. Al enviar un asunto después de casación, la S.C.J. puede ordenar que otros
aspectos de la misma litis pendientes ante otros tribunales, sean transferidos a la corte
de envío. B. J. 726. 1209. (Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De
Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante:
“Incidentes en Materia Civil”, p. 30).
10. El juez no puede afirmar la existencia de un lazo de conexidad entre dos procesos
y conservar el conocimiento del que se lleva ante él. (Civ. 2e, 5 juill. 1978: Gaz. Pal. 1978.
2. 624, 17 oct. 1980: Gaz. Pal. 1981. 1. 400, Civ. 2e, 30 mai 1966: Bull. Civ. II, n. 445).
274

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


11. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene la actual disposición vigente
dentro de nuestra legislación, en el artículo 136.

ARTÍCULO 30 DE LA LEY 834


Cuando las jurisdicciones apoderadas no son del mismo grado, la excepción de
litispendencia o de conexidad no puede ser promovida más que ante la jurisdicción del
grado inferior.

Tabla de Contenido
§ 1. Jurisdicciones de diferentes grados ante cual debe proponerse la excepción de
litispendencia o de conexidad.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Jurisdicciones de diferentes grados ante cual debe proponerse la excepción de


litispendencia o de conexidad
1. Cuando hay una litispendencia, si las jurisdicciones son del mismo grado, la
jurisdicción apoderada en segundo lugar, debe desapoderarse en provecho de la otra, si
una de las partes lo solicita y si nadie lo solicita, el tribunal puede hacerlo de oficio. (Sent.
SCJ, 1 de octubre, 1971, B.J. 731. 2759; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento
Civil, T. II., V. I., p.35; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure
Civile, Ed. Dalloz, n.946, P. 214; Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De
Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante:
“Incidentes en Materia Civil”, p. 27; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p.188). El tribunal apoderado en segundo término tendrá
la obligación de verificar la competencia del tribunal apoderado previamente. (Dijon, 29
oct. 1974; Soc. 23 avr. 1948: Bull. civ. III, n. 417).
2. En nuestro país, desde el instante en que se notifica una demanda a persona o
domicilio, el tribunal está apoderado, por lo que el tribunal ignora la demanda hasta el
instante en el cual se hace la solicitud de fijación de audiencia; mientras que en Francia
el apoderamiento se opera cuando se ha entregado en secretaría una copia del
emplazamiento. (Pérez Méndez, Artagnán. 1986. Procedimiento Civil, T. II., V. I., p.35).
3. Algunos autores opinan que, cuando las jurisdicciones no son del mismo grado, es
necesario que la del grado inferior decline el honor al grado superior porque la
superioridad jerárquica se impone (Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, T.
II., V. I., p. 35; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
V.II, 8va. Ed., p.185; Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano de
acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 27; Silva
Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La
Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 28).
4. En principio la conexidad puede presentarse ante cualesquiera de las jurisdicciones
apoderadas de los litigios conexos; pero en un caso de jurisdicciones de distintos grados,
solo puede proponerse ante la de grado inferior. Se admite además que si la conexidad se
presenta entre una jurisdicción de derecho común y una de excepción es ante ésta última
que la conexidad debe solicitarse, salvo si una de las demandas es de la competencia
exclusiva de una de las jurisdicciones, en este caso es ante la jurisdicción que no posee
competencia exclusiva que debe presentarse (Civ. 2, 12 Oct. 1978; Bull. Civ. II, n. 162;
Consejo de Prud´Hommes, C. trav. Art R. 517-2, citado por: Silva Santos, Xiomarah Las
Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para
Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p.32) .
275

5. Cuando la conexidad se presenta ante dos cámaras o salas de una misma


jurisdicción, la cuestión es reflejada sin formalidades por el presidente del tribunal de la
jurisdicción, mediante una decisión que es una simple medida de administración judicial
(Civ. 4 Mars 1986, JCP. 1986 IV. 137 ; Gaz,. Pal. 1987. Somm. 53, citado por: Guinchard,
Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n.930, p. 211).
6. Se admite la excepción de litispendencia y de conexidad invocada sobre la base de
que existe una instancia ante un tribunal extranjero igualmente competente, bajo la
condición de que la decisión a intervenir en el extranjero sea susceptible de ser
reconocida en el país (CIV. Re, 25 Juin. 1974, Bull. Civ. I, n. 201; JDI, 1975. 102; 26 Nov.
1974, JDI 1975. 108 ; TGI. París, 1 Févr. 1980, JDI 1980. 653) (Guinchard, Serge, et al.
1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 954, p. 213).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


7. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene la actual disposición vigente
dentro de nuestra legislación, en el artículo 137.
8. En caso de la litispendencia consideramos que no ha lugar a hablar de dos litigios
llevados ante jurisdicciones de diferentes grados pues como requisito para la existencia de
esta condición, es necesario que los asuntas estén siendo conocidos por jurisdicciones de
igual grado.

ARTÍCULO 31 DE LA LEY 834


La excepción de conexidad puede ser propuesta en todo estado de causa, salvo a ser
descartada si ella ha sido promovida tardíamente con una intención dilatoria.

Tabla de Contenido
§ 1. Momento de presentar la excepción de conexidad.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Momento de presentar la excepción de conexidad


1. Antes de la promulgación de la ley 834, la S.C.J había establecido que “la excepción
de conexidad no podrá proponerse en cualquier estado de la causa.” (S.C.J. agosto
de1966, B.J. 669, p. 1241). No obstante la referida ley estableció que la excepción de
conexidad puede proponerse en todo estado de causa, salvo a ser descartada, si ella ha
sido promovida tardíamente con intención dilatoria; situación que es apreciada
puramente por los jueces. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure
Civile, Ed. Dalloz, n. 931, p. 211; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II.,
v. I., p. 40; Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela
Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”,
p. 31).
2. Algunos doctrinarios consideran que “hay una contradicción en el texto del Art. 31
porque, por un lado, permite que la conexidad pueda ser propuesta “en todo estado de
causa”, pero por el otro, contempla la posibilidad de que pueda ser “descartada” por
haber sido promovida tardíamente… Si la excepción puede ser invocada en todo estado de
causa, entonces jamás la misma podrá ser considerada como fruto de una actitud
dilatoria.” (Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo
con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p .28)
3. Ha sido juzgado que la falta en la presentación oportuna de la conexidad constituye
en un abuso del uso de las vías de derecho y puede conllevar la condenación en daños y
perjuicios (Civ. 2 2 avr. 1974, Bull, Civ. II, n. 127; RTD Civ. 1975, 359, citado por:
Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 931,
276

p. 211). El juez al cual es presentada la excepción de conexidad, tiene el poder de


descartarla, si ha sido propuesta tardíamente con una intención dilatoria (Cass. 2°. Civ. 2
avr. 1974, Bull. Civ. 11, no. 127, RTD civ. 1975. 539. citado por: Silva Santos, Xiomarah
Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso
para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 31).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


4. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene la actual disposición vigente
dentro de nuestra legislación, en el artículo 138.

ARTÍCULO 32 DE LA LEY 834


Los recursos contra las decisiones rendidas sobre la litispendencia o la conexidad por
las jurisdicciones del primer grado son hechos y juzgados como en materia de excepción de
incompetencia.
En caso de recursos múltiples la decisión pertenece a la corte de apelación que haya
sido primeramente apoderada, la cual si hace derecho a la excepción, atribuye el asunto a
aquella de las jurisdicciones que, según las circunstancias, parece mejor colocada para
conocerla.

Tabla de Contenido
§ 1. Recursos.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Recursos
Los recursos contra las decisiones rendidas sobre la litispendencia o la conexidad, son
incoados y juzgados como en materia de excepción de incompetencia. Puede tratarse de
un contredit o de una apelación, según las distinciones para las sentencias sobre la
competencia o sobre la litispendencia. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de
la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 939 y 949, p. 212 y 214; Silva Santos, Xiomarah Las
Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para
Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 33).
2. Sea sobre contredit o apelación, la Corte pronuncia una decisión que se impone
tanto a la jurisdicción de reenvío como aquella cuyo desapoderamiento ha sido ordenado.
(Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De
La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 33).
3. Puede existir litispendencia en grado de apelación cuando existan recursos
múltiples, es decir, cuando dos jurisdicciones de primer grado están apoderadas de un
mismo litigio y las dos producen decisiones que luego son apeladas. En este caso la
decisión pertenece a la corte de apelación que haya sido primeramente apoderada. (París,
22 avt. 1964. J.C.P. 1964.11.13760), que al fallar el asunto lo atribuirá a la jurisdicción
que, según las circunstancias, parece mejor colocada a conocerlo. Las circunstancias del
caso son las que determinan eso. (Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil
Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000.
p. 28).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


4. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene la actual disposición vigente
dentro de nuestra legislación, en el artículo 139.

ARTÍCULO 33 DE LA LEY 834


277

La decisión rendida sobre la excepción, sea por la jurisdicción a que está apoderada, sea
a consecuencia de un recurso, se impone tanto a las jurisdicción de reenvío como a aquella
cuyo desapoderamiento fue ordenado.
Tabla de Contenido
§ 1. Decisión sobre la excepción.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Decisión sobre la excepción


1. El juez apoderado de una excepción de conexidad se pronuncia sobre esta excepción
de la misma manera que cuando es apoderado de una excepción de incompetencia. Es
oportuno que su decisión intervenga en el menor plazo. (Silva Santos, Xiomarah Las
Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para
Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 33).
2. La decisión sobre esta excepción, se impone tanto a la jurisdicción de reenvío como
a aquella cuyo desapoderamiento fue ordenado. (Rowland Cruz, James A. 2001. El
Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de
1998, y 50, del 2000. p.29; Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De
Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante:
“Incidentes en Materia Civil”, p.33; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, V.II, 8va. Ed., p.188)
3. Si el juez acoge la litispendencia o la conexidad, el expediente es transmitido por el
secretario de la jurisdicción que ha tomado la decisión al de la otra jurisdicción y éste
invitará a las partes a continuar con la instancia y constituir abogado si hubiere lugar.
Este procedimiento es el mismo que para la excepción de incompetencia (Guinchard,
Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 932, p. 211).
4. Todo reenvío queda excluído cuando, si al momento en el que el juez debe estatuir
de la declinatoria, una de las instancias ha puesto fin al litigio sobre el fondo, aun cuando
la sentencia sea susceptible de ser recurrida (Versailles, 12 févr. 1980: Gaz. Pal. 1981. 2.
Somm. 306. Rappr. Soc. 9 janv. 1974: JCP 1974. IV. 65). Pero es indiferente que, ante la
jurisdicción apoderada en primer termino, haya intervenido un desistimiento que no haya
sido declarado ante dicha jurisdicción. (Toulouse, 16 déc. 1982: Gaz. Pal. 1983. 2. Somm.
419. V., en cas de péremption: TGI Clermont-Ferrand, 25 nov. 1974: JCP 1975. IV. 6545, p.
313, obs. J. A.).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


5. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene la actual disposición vigente
dentro de nuestra legislación, en el artículo 140.

ARTÍCULO 34 DE LA LEY 834


En el caso en que las dos jurisdicciones se hayan desapoderado, la última decisión
intervenida será considerada como no pronunciada.

Tabla de Contenido
§ 1. Desapoderamiento de ambas jurisdicciones.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Desapoderamiento de ambas jurisdicciones


278

1. Cuando las dos jurisdicciones se han desapoderado, creándose un conflicto negativo


de jurisdicciones, la última decisión será considerada como no pronunciada, no
publicada. (Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 38; Rowland
Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834
y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 29).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


2. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene la actual disposición vigente
dentro de nuestra legislación, en el artículo 141.
3. Este artículo no presenta ningún conflicto de interpretación en el caso en que se
presente el conflicto negativo ante jurisdicciones de un mismo grado. Sin embargo, en el
caso en que las jurisdicciones sea de grados diferentes, existe ambigüedad, puesto que el
legislador no ha establecido la forma en la que, dentro de nuestro ordenamiento jurídico,
coexiste esta disposición con la del artículo 30 de la ley 834, que prescribe en caso de que
las jurisdicciones sean de diferentes grados, la litispendencia o la conexidad debe
plantearse en la de grado inferior, para que esta jurisdicción decline a favor de la del
grado superior.
4. Entendemos que la disposición de este artículo debe ser aplicada aun cuando las
jurisdicciones sean de diferentes grados, puesto que el artículo 30 presenta una
excepción al doble grado de jurisdicción para el caso específico en que todavía las dos
jurisdicciones, las cuales son competentes, estuvieren apoderadas. Además la ley no
limita la aplicación del artículo 34 a los casos en que las jurisdicciones fueren den igual
grado por lo que no se puede entender que esto sea así.

Párrafo 3ro. de las Excepciones


de Nulidad

Tabla de Contenido
§ 1. Definición de nulidad.
§ 2. Efectos.
§ 3. Clasificacion.
A. La nulidad por vicio de forma.
B. La nulidad por vicio de fondo.

§ 1. Definición de nulidad.
1. La nulidad es la sanción establecida por la ley a las reglas que rigen la forma de los
actos procesales. La excepción de nulidad es el medio que debe ser empleado para oponer
la nulidad del acto procesal (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 200-201), por la ineficacia del mismo, proveniente de la
ausencia de una de las condiciones de fondo o de forma requeridas para su validez.
(Capitant, Henry. 1966. Vocabulario jurídico, p. 390; Rowland Cruz, James A. 1991. El
Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de
1998, y 50, del 2000. p. 13).

§ 2. Efectos
2. La nulidad en algunos casos puede conllevar la pérdida del derecho que se invoca;
ejemplo: el declarar el acto de apelación nulo puede significar la extinción de la acción
para ejercer el derecho si el plazo para la apelación ya ha transcurrido. (Pellerano Gómez,
Juan Manuel. 1968. La Guía del Abogado, t.I, v.II, p.137"). Asi, la nulidad del acto
introductivo de instancia hace caer todo el procedimiento siendo necesario reiniciarlo.
279

(Pellerano Gómez, Juan Manuel. 1968. La Guía del Abogado, t.I, v.II, p.141). Si la nulidad
ha sido pronunciada, el acto queda desprovisto de sus efectos y considerado como no
hecho. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, V.II, 8va.
Ed., p. 209).
3. Las consecuencias de la nulidad caen sobre el acto de procedimiento anulado, pero
pueden extenderse a todos los actos que se hicieron sobre el fundamento del acto
anulado. En algunos casos, la sanción es mucho más grave y la nulidad del acto del
procedimiento implica la pérdida del derecho. (Pérez Méndez, Artagnan. 1986.
Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 85). Hay que distinguir entre los actos posteriores
dependientes e independientes del acto nulo (Morel, René. Theorie Générale des Actes et
des D´elais de Procédure. n. 412, p. 331, citado por: Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986.
Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p.138).
4. La nulidad puede tener efectos sobre el fondo del derecho: La ley no exige, que la
excepción de nulidad sea juzgada separadamente: el tribunal puede, por la misma
sentencia que rechaza la nulidad, estatuir sobre el fondo. La sentencia es apelable
solamente cuando fuese apelable la sentencia a intervenir sobre el fondo. (Tavares,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, V.II, 8va. Ed., p. 209).

§ 3. Clases de nulidades
5. Las disposiciones contenidas en la ley 834 del 1978 distinguen entre las nulidades
de fondo y las nulidades de forma, distinción que aparece por primera vez en Fracia en el
decreto del 20 de julio del 1972, que fueron incorporadas posteriormente al Nuevo Códogo
de procedimiento Civil Francés.

A. Nulidades por vicio de forma


6. El vicio de forma es la omisión o el no respeto de una regla formal de redacción o de
notificación de un acto. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure
Civile, Ed. Dalloz, p. 350).
7. Constituye un vicio de forma: la falta de firma por el alguacil actuante, de la copia
del acto de emplazamiento. (Civ. 2e, 19 janv. 1977: Gaz. Pal. 1977. 1. 348); la falta de
indicación en la citación introductiva, del objeto de la demanda. (Com. 18 mars 1986: Bull.
civ. Iv, no 52.); la inobservancia, en el emplazamiento del plazo en razón de la distancia, o
la no indicación del plazo en la notificación de la sentencia, la no indicación de las
modalidades de ejercicio del recurso, la indicación errónea del plazo de apelación, o de la
jurisdicción competente para conocer del recurso. (Com. 15 oct. 1980: Bull. civ. IV, no 337;
D. 1982. IR. 169; Civ. 2e, 4 juin 1986: Gaz. Pal. 1987. 1. Somm. 41; Civ. 2e, 7 mars 1979:
Bull. civ. II, no 66; RTD civ. 1979. 836; Soc. 11 mars 1987: Bull. civ. V, no 133; Civ. 2e, 20
nov. 1985: Bull. civ. II, no 175; Gaz. Pal. 1986. 2. Somm. 322); Es nulo por vicio de la
notificación del acto introductivo o de la sentencia a domicilio que no haga mención de las
diligencias del alguacil para remitir copia de ésta a la persona de su destinatario. (Civ. 2e,
9 févr. 1983: JCP 1983. IV. 131. Comp.: Civ. 1re, 12 janv. 1988: Gaz. Pal. 1988. 2. Somm.
318.); la falta de indicación, en el acta de oposición de los medios del defectuante. (Aix-en-
Provence, 5 juill. 1984: Gaz. Pal. 1985. 1. 399, note Dureuil; RTD civ. 1985. 619).

B. La nulidad por vicio de fondo


8. Las nulidades por vicio de fondo que pueden afectar la validez actos de
procedimiento son: 1ro. La falta de capacidad para actuar en justicia; 2do. La falta de
poder de una parte o de una persona que figura en el proceso como representante, ya sea
de una persona moral, o de una persona afectada por una incapacidad de ejercicio; 3ro.
La falta de capacidad o de poder de una persona que asegura la representación de una
parte en justicia. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procedimiento Civil
Dominicano, V.II, 8va. Ed., p. 204; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II.,
280

vol. I., 3ra. Ed., p.81; Rowland Cruz, James A. 1991. El Procedimiento Civil Dominicano de
acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000, p 34).

ARTÍCULO 35
La nulidad de los actos de procedimiento puede ser invocada a medida que estos se
cumplen; pero ella estará cubierta si quien la invoca ha hecho valer, con posterioridad al
acto criticado, defensas al fondo u opuesto un medio de inadmisión sin promover la
nulidad.

Tabla de Contenido
§ 1. Quién puede invocar la nulidad.
§ 2. Momento en que deben presentarse las nulidades por vicios de forma.
§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Quién puede invocar la nulidad


1. La irregularidad de un acto no puede ser invocada más que por el adversario de
aquel a requerimiento del cual éste ha sido hecho, ya sea el demandante o el demandado,
por lo que el autor del acto litigioso no puede demandar la nulidad, aunque el acto le
ocasione un daño, ni una parte en el proceso puede demandar la nulidad de un acto
concerniente a otra persona salvo el caso de la indivisibilidad. (Soc. 1er avr. 1981: JCP
1981. IV. 222 Civ. 3e, 3 mai 1990: JCP 1990. IV. 244); el juez no puede revelar de oficio
esta irregularidad. (Civ. 2e, 21 juill. 1986: Bull. civ. II, no 132; D. 1987. Somm. 359, 7 nov.
1988: D. 1988. IR. 273 23 oct. 1991: Bull. civ. II, no 276); en tal virtud, la corte de
apelación no debe verificar de oficio que la notificación de la sentencia sea regular (Com.
28 mai 1991: JCP 1991. IV. 290). (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la
Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 355-356).

§ 2. Momento en que deben presentarse las nulidades por vicios de forma


2. Las nulidades de los actos de procedimiento pueden ser invocados en la medida en
que estos se cumplan, es decir en la forma y la medida en la que el juez y las partes
adversa han tomado conocimiento. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code
de Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 121; Santos, Gabriel, La excepción de nulidad,
Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia
Civil”, p.49; Soc. 10 mai 1978: Bull. civ. V, no 346; Soc. 17 déc. 1976: Bull. civ. v, no 700
Civ. 2e, 5 janv. 1978: Gaz. Pal. 1978. 1. Panor. 77; Civ. 3e, 11 janv. 1984: Gaz. Pal. 1984.
1. Somm. 155; París, 5 mars 1979: Gaz. Pal. 1979. 2. Somm. 543; Civ. 2e, 28 janv. 1987:
Bull. civ. II, no 30; Civ. 2e, 6 mars 1974: Bull. civ. II, no 86 París, 19 déc. 1980: D. 1982.
501, note Decheix. Rappr. Civ. 1re, 15 janv. 1991: Bull. civ. I, no 18), y quedarán cubiertas
cuando se han hecho valer con posterioridad al acto que se pretende impugnar, previo a
las defensas al fondo o al planteamiento de un medio de inadmisión. (Roven, 21 de
novembre 1972, Gaz. Pal. 1973-1-347; Civ.2, 5 fevier 1975, Bull. II, n.34, P.28; Soc. 17
decembre 1976, Bull. V, n. 700, P. 571, citada por Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986.
Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 122).
3. El que puede solicitar la excepción puede igualmente renunciar voluntariamente de
prevalecerse de toda nulidad por vicio de forma, es suficiente con aceptar el debate sobre
el fondo (Civ.2, 13 novembre 1952, Bull, n. 15, P. 10, D. 1953-113, citada por Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. v. I, p. 121).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


281

4. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, mantiene, en su artículo 142, esta


disposición vigente en nuestro ordenamiento jurídico.

ARTÍCULO 36
Todos los medios de nulidad contra actos del procedimiento ya hechos, deberán ser
invocados simultáneamente, bajo pena de inadmisibilidad de los que no hayan sido
invocados en esta forma. La mera comparecencia para proponer la nulidad de un acto de
procedimiento no cubre esa nulidad.

Tabla de Contenido
§ 1 Forma en que deben presentarse.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Forma en que deben presentarse


1. En los casos en que un acto de procedimiento adolezca de varios vicios a la vez,
estos deben ser propuestos simultáneamente, no sucesivamente, bajo pena de ser
considerada cubierta la irregularidad no propuesta. (Pérez Méndez, Artagnan. 1986.
Procedimiento Civil, t II., Vol. I., 3ra. Ed., p. 84). Pero esto no impide evidentemente el poder
promover la nulidad de los actos a medida en que vayan presentándose. (Guinchard,
Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 357; Rowland
Cruz, James A. 1991. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834
y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 31; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 202). El invocante pierde el derecho a
proponer aquellos medios que no incluyó en su propuesta de nulidad. (Rowland Cruz,
James A. 1991. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845,
de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000, p 31).
2. La excepción debe ser presentada antes de toda defensa al fondo, pues la nulidad
queda cubierta si, antes de promoverla, ha sido presentada una defensa al fondo o
planteado un fin de no recibir. Aquel que no ha comparecido en primera instancia o que
no ha presentado defensa al fondo, puede presentar el argumento de la nulidad en
apelación. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed.
Dalloz, p. 356).
3. La mera comparecencia para proponer la nulidad de un acto de procedimiento no
cubre la nulidad. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.II, 8va. Ed., p. 202). Esta condición creada por el legislador dominicano no contenida en
el texto francés correspondiente, no tiene ninguna razón de ser y puede considerarse
superflua. (Rowland Cruz, James A. 1991. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo
con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 31).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


4. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, mantiene, en su artículo 143, esta
disposición vigente en nuestro ordenamiento jurídico.
5. Estamos de acuerdo con la innovación del legislador dominicano de que la mera
comparecencia no cubre la nulidad si pese a esta subsiste un agravio que impida el
ejercico debido del derecho de defensa. No obstante entendemos que esto no es más que
una aclaratoria, pues el legislador francés ha demostrado en la redacción de sus textos
que lo que debe primar es el regular ejercido del derecho de defensa.
ARTÍCULO 37
282

Ningún acto de procedimiento puede ser declarado nulo por vicio de forma si la realidad
no está expresamente prevista por la Ley, salvo en caso de incumplimiento de una
formalidad substancial o de orden público.
La nulidad no puede ser pronunciada sino cuando el adversario que la invoca pruebe el
agravio que le causa la irregularidad, aun cuando se trate de una formalidad sustancial o
de orden publico.

Tabla de Contenido
§ 1. Condiciones para el pronunciamiento de nulidad por vicios de forma
A. Principio de la Legalidad.
a. Formalidades sustanciales o de orden público.
B. Principio: “No hay nulidad sin agravio”.
a. Noción de agravio.
b. Prueba del agravio

§ 1. Caso de nulidad por vicios de forma


1. Bajo el régimen de los artículos 1029 y 1030 del C.P.C. era necesario para que un
acto pudiera ser anulado: a) que esa sanción estuviere expresamente pronunciada por la
ley, es la consecuencia del principio “no hay nulidad sin texto” (Art. 1030), “ningún acto
de procedimiento puede ser declarado nulo en ausencia de un texto que establezca esa
sanción, a menos que se trate de una de esas situaciones jurídicas que han originado la
firme interpretación jurisprudencial restrictiva del artículo 1030 del Código de
Procedimiento Civil”, (Sent. SCJ diciembre 1940, B.J. 635. 783), y que b) Las causas de
nulidad señaladas en la ley no son conminatorias, esto es, que el juez no tiene poder de
apreciación frente a la violación cometida, él debe aplicar la sanción que la ley (Pellerano
Gómez, Juan Manuel. 1968. La Guía del Abogado, t.I, v.II, p.140).

2. El artículo 1030 del Código de Procedimiento Civil sigue vigente, (atendiendo a las
modificaciones introducidas por el Art. 37 de la ley 834 del 1978) luego de las reformas,
pues no existen nulidades que no estén previstas por la ley; pero no así el artículo 1029,
que conducía (ya fue derogado en Francia y sostenemos que fue ademas derogado entre
nosotros de manera tacita] a la aplicación estricta de las nulidades establecidas por la ley,
criterio inaplicable en Francia desde 1933 cuando se estableció que la violación de ciertas
prescripciones del Código no debían conllevar la nulidad cuando éstas no atentaban
contra los derechos de defensa. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procedure Civile. Commenté. v. I, p 121).
3. Actualmente se exigen dos condiciones que deben ser cumplidas para que pueda
pronunciarse la nulidad por vicio de forma: que esta se encuentre sancionada por un
texto de ley, a menos que se trate de una formalidad sustancial o de orden público, y que
la parte que la proponga pruebe el agravio que le causa la irregularidad. (Guinchard,
Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 350; Pérez
Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., vol. I., 3ra. Ed., p. 79 y sig.; Rowland
Cruz, James A. 1991. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834
y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p. 31; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 202).

A. Principio de la Legalidad
4. La nulidad debe encontrarse sancionada por un texto de ley, a menos que se trate
de una formalidad sustancial o de orden público. (Pérez Méndez, Artagnan. 1986.
Procedimiento Civil, t. II., vol. I., 3ra. Ed., p. 79 y sig.; Rowland Cruz, James A. 1991. El
Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de
283

1998, y 50, del 2000. p. 31; Santos, Gabriel, La excepción de nulidad, Escuela Nacional De
La Judicatura: Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 40;
Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procedimiento Civil Dominicano, v.II, 8va.
ed., p. 202). Puede tratarse de un texto especial que deberá entonces primar sobre las
disposiciones generales. Desde el momento en que el formalismo está prescrito bajo pena
de nulidad, estos actos se encuentran sometidos también al régimen de las nulidades.
(Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, pp. 350-
351).’

a) Formalidades sustanciales o de orden público.


5. Como excepción al principio de la exigencia de un texto que prevea la nulidad, está
el hecho de que la nulidad puede ser pronunciada por vicio de forma en caso de
inobservancia de una formalidad sustancial o de orden público. Las formalidades
sustanciales son las prescritas por un texto de orden público como aquellas que otorgan a
un acto un carácter específico. Si una de estas formalidades faltare el acto fuera nulo
(Morel, René. Theorie Generale Des actes y Des Delais de Procedure, n. 408, p. 327, citado
por: Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté.
v. I, p.138; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed.
Dalloz, pp. 351-352). En nuestro procedimiento no hay fórmulas sacramentales, por lo
que una enunciación requerida se puede sustituir por términos equivalentes. (Civ. 12 Oct.
1976, D. 1976 I. R. 333).
6. El texto francés, que fue acogido por nosotros en el artículo 37, combina las
disposiciones de los artículos 173, 1029 y 1030 del antiguo Código de Procedimiento Civil
Francés, pero la diferencia de estas disposiciones en que aún cuando la formalidad sea
sustancial o de orden público exige la prueba del agravio que está causa (Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 122).
Los jueces no pueden en consecuencia revelar de oficio un vicio que conlleve una nulidad
de forma (Soc. 25 mai 1977; Bull V. n. 348, P. 275, citado por: Blanc, Emmanuel et Jean
Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 122).

§ 2. Principio: “No hay nulidad sin agravio”


7. El pronunciamiento de la nulidad está subordinado a la existencia de un agravio.
(Santos, Gabriel, La excepción de nulidad, Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para
Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 42; Sent. SCJ. 24 de junio del 1998,
B.J. 1051. 139; Sent. SCJ. 26 de septiembre del 1997, B.J. No. 10 42. 66-67; Sent. SCJ. 2-
4-90, B.J. 953-955. 426; Sent. SCJ. 2-4-90, B.J. 953-955. 431; Sent. SCJ. 18-02-98, B.J.
No.1047. 104, Sent. SCJ. 22-04-98, B.J. 1049. 579; Sent. SCJ. 22 de enero de 1973, B. J.
746. 155; Sent. SCJ. 28 Marzo 1973, B. J. 748. 735; Sent. SCJ. 4 Abril 1973, B. J. 749.
817-818; Sent. SCJ. 18 de Mayo 1973, B. J. 750. 1337-38; Sent. SCJ. 13 Julio1973, B. J.
1921; Sent. SCJ. 30 de Mayo 1975, B. J. 774. 998-999; Sent. SCJ. 13 de Febrero, 1976, B.
J. 783. 304; Sent. SCJ. 23 de Febrero 1983, B. J. 867. 538. Sent. 2 de Abril 1990, B. J.
950-952, p. 426. Sent. 27 Abril 1990, B. J. 953. 514. Sent. 24 Julio 1991, recurrente Lidia
Cabrera. Sent. 16 septiembre 1991, recurrente, Lathree C. Inc.).
8. Aun cuando la nulidad sea sustancial o de orden público, el que la invoca deberá de
todas formas probar el agravio que le causa la irregularidad. (Guinchard, Serge, et al.
1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 352; Tavares, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 203; Pérez Méndez,
Artagnan. 1986. Procesal Civil, t. II., vol. I., 3ra. Ed., p.82 y s.; Rowland Cruz, James A.
1991. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978;
38, de 1998, y 50, del 2000, p 32).

A. Noción de agravio
284

9. El agravio está constituido por el perjuicio causado a la parte que invoca el vicio, y
que ha sido impedida o limitada en sus posibilidades de defensa, es decir que ha privado
a la parte de las garantías a las que un proceso equitable da derecho. (Guinchard, Serge,
et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 352).

B. Prueba del agravio


10. La prueba del agravio es un medio impuesto por el legislador para evitar las
nulidades de forma puramente dilatorias. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 203).
11. Tratándose de un hecho jurídico, el agravio debe poder ser establecido por todos
los medios. En realidad, esta prueba trata sobre dos elementos: conviene en primer lugar
establecer el vicio formal o la inobservancia de una formalidad sustancial o de orden
público. El principio tradicional de la carga de la prueba se aplica en este caso. El
demandante de la nulidad del acto debe probar el vicio y el agravio que resulta de éste.
(Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 353;
Santos, Gabriel, La excepción de nulidad, Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para
Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 45).
12. La apreciación del agravio queda abandonada a la apreciación soberana de los
jueces de fondo. La doctrina a menudo ha distinguido la apreciación “in concreto” que
busca el agravio en los elementos de hecho, de la apreciación “in abstracto” que deduce el
agravio de la gravedad del vicio, distinción teórica, pues en la realidad el agravio se
aprecia respecto de la gravedad del vicio y del impacto que éste ha podido tener sobre el
procedimiento. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed.
Dalloz, p. 353-354; Civ. 2, 17 juillet. 1978, Bull. II, n. 195, p. 152).
13. La Jurisprudencia francesa no parece admitir la prueba de un agravio por el solo
hecho de la gravedad del vicio. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la
Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 354).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


14. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, mantiene, en su artículo 144, esta
disposición vigente en nuestro ordenamiento jurídico.

ARTÍCULO 38
La nulidad quedará cubierta mediante la regularización ulterior del acto si ninguna
caducidad ha intervenido y si la regularización no deja subsistir ningún agravio.

Tabla de Contenido
§ 1. Regularización ulterior.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Regularización ulterior
1. La nulidad está cubierta por la regularización del acto si ninguna caducidad
intervino y si no subsiste ningún agravio. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique
de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 355; Rowland Cruz, James A. 1991. El Procedimiento
Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del
2000. p. 33; Santos, Gabriel, La excepción de nulidad, Escuela Nacional De La Judicatura:
Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 51; Tavares, Froilán.
2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, V.II, 8va. Ed., p. 202; París 21
octobre 1972, J.C.P. 1972, édi. A. IV, n. 6248, P. 195; Civ. 2, 18 octobre 1972, Bull II, n.
249, p. 204 citado por Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. ob. cit. p. 127).
285

2. Para corregir el agravio que causa el vicio de forma sólo se debe realizar un nuevo
acto en el que se subsane el error que se cometió en el anterior (Blanc, Emmanuel et Jean
Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. v. I, p. 127). La regularización no cubre la
nulidad si deja subsistir el agravio (París, 12 juillet 1978, J.C.P. 1978-I-18993; Dijon, 10
octobre 1975, J.C.P. 1976-IV.n. 6608, p.199).
3. La posibilidad de la regularización es dejada a la discreción del autor de la nulidad,
quien puede preferir argumentar sobre la ausencia de agravio y no regularizar.
(Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 355).
4. Esta regularización actúa retroactivamente y permite así el retomar el
procedimiento, o de continuarlo luego de haber despojado de todo interés a la discusión
procesal. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed.
Dalloz, p. 355).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


5. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, mantiene, en su artículo 145, esta
disposición vigente en nuestro ordenamiento jurídico.
6. El artículo 116 del Nuevo Código de Procedimiento Civil Francés consagra una
disposición que nosotros no incluimos en nuestra reforma del 1978, el cual expresa: “La
sanción de la formalidad de procedimiento anterior a los debates esta sujeta a las reglas
previstas en la presente Sub-Sección”.

ARTÍCULO 39
Constituyen irregularidades de fondo que afectan la validez del acto: La falta de
capacidad para actuar en justicia. La falta de poder de una parte o de una persona que
figura en el proceso como representante, ya sea de una persona moral, ya sea de una
persona afectada de una incapacidad de ejercicio. La falta de capacidad o de poder de una
persona que asegura la representación de una parte en justicia.

Tabla de Contenido
§ 1. Clasificación.
A. Falta de capacidad de la parte.
B. Falta de poder del representante.
C. Falta de capacidad de poder de una persona que asegura la representación de una
parte en justicia.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Clasificación
1. Este texto enumera las irregularidades de fondo que afectan la validez del acto y
permiten demandar en nulidad. La enumeración parece limitativa (Blanc, Emmanuel et
Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 128; Civ. 2e, 30
nov. 1977: Gaz. Pal. 1978. 1. 291, 15 mars 1989: Bull. civ. II, no 72; D. 1989. Somm. 275,
obs. Julien; RTD civ. 1990. 140.). En sentido contrario existen autores que establecen que
las excepciones de nulidad fundadas en el incumplimiento de las reglas de fondo no
tienen carácter limitativo y que estas deben acogerse aunque la nulidad no resultare de
ninguna disposición expresa. (Reims, 11 févr. 1975, Gaz. Pal. 1975. 2.688 ; Civ. 2éme. 20
Mai 1976. D. 1977, citada por Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., vol.
I., 3ra. Ed., p.52).
2. Igualmente la jurisprudencia francesa parece cambiante y luego de estar de acuerdo
con el carácter limitativo del artículo 39 (Civ. 2, 30 novembre, 1997, Bull II, n. 225, P. 162,
Gaz. Pal. 1978. 1. 291), toma decisiones tanto admitiendo la calidad de irregularidad de
286

fondo para los vicios no previstos por el texto (Civ. 2, 2 octobre 1981, Bull II, n.176.114),
como aplicando con rigor el carácter limitativo de la enumeración (Civ. 2, 24 fevier 1983,
Bull II, n. 55. 38) no obstante una tendencia tendiente al rechazamiento de las
irregularidades de fondo (Civ. 2, 18 janvier 1984. 1, Pan. p. 146, note S. Guinchard; 24 mai
1984, Bull. II, n. 90, P. 64, Gaz Pal 1989. 2, Pan. p. 257, Note S. Guinchard citado por
Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Coomenté. v. I,
p. 128). Los jueces de fondo parecen haber optado por el carácter no exhaustivo de la lista
presentada por el artículo 39 (Marseille 27 janvier 1983, D. 1984. 197, citada por: Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 128).
3. No constituye una irregularidad de fondo: La falta de indicación, en la orden de
comparecer, de la fecha de la comparecencia. (Civ. 2e, 15 oct. 1975: D. 1977. 125, note
Cornu; RTD civ. 1976. 618.); la falta de mención, en el acto de apelacion, del nombre de la
persona física que representa la persona moral (Civ. 2e, 14 janv. 1987: Bull. civ. II, no 5); el
hecho que un tribunal ha sido apoderado por una simple carta y no por una instancia.
(Civ. 2e, 15 mars 1989, Bull. civ. II, no 72; D. 1989); la falta de justificación en apoyo de un
recurso del poder de una persona que representa a una persona moral. (Civ. 2e, 30 oct.
1989: Bull. civ. II, 196); se considera una irregularidad del fondo el que el emplazamiento
se haya entregado a una dirección hábilmente impropia, si el demandado se ha juzgado
sin que se haya llamado. (Aix-en-Provence, 18 oct. 1985: D. 1986. IR. 221, sur appel de TGI
Marseille, 25 janv. 1983: D. 1984. 197. Rappr. TGI Clermont-Ferrand, réf., 26 avr. 1977:
JCP 1977. II. 1871; Gaz. Pal. 1978. 1. 95).

A. Falta de capacidad de la parte para actuar en justicia


4. La capacidad de estar en justicia se refiere a la persona que es el sujeto del derecho,
la nulidad por mandatario para pagar no indicar la identidad real del acreedor no es una
nulidad de fondo. (Civ. 2e, 3 mai 1990: Bull. civ. II, n. 80).
5. El primero de los casos se refiere a la capacidad de goce que tienen todas las
personas para actuar en una instancia, sea como demandante, demandado o
interviniente. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
V.II, 8va. Ed., p. 205).
6. La persona física debe ser capaz de actuar en justicia, y el acto incurre en nulidad
cada vez que esta condición no es cumplida. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et
Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 358). Las capacidades de goce han pasado
prácticamente al silencio, pues la facultad de actuar en justicia es una de las libertades
fundamentales del hombre. (Ver artículo 10 de la Declaración Universal de los Derechos
del Hombre). En cuanto a las capacidades de ejercicio, toda persona mayor de 18 años
tiene capacidad de actuar en justicia. La emancipación es posible a partir del
cumplimiento de los 16 años. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procedure Civile. v. I, p. 128).
7. Se considera una irregularidad del fondo: El emplazamiento entregado a un adulto
en curatela y no a su curador (Civ. 2e, 7 mars 1984: Bull. civ. II, no 45; D. 1984. Somm.
421,); el emplazamiento entregado a nombre de una persona difunta. (Civ. 2e, 13 janv.
1993: Bull. civ. II, no 15; D. 1993. Somm. 181; París, 11 abr. 1951, Gaz. Pal., 1951.1.320;
Com. 19 jul. 1950, JCP 1951.II.5952; Civ. 2da., 13 ene. 1993, D.1993, sumario 181,
decisión n° 61; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
V.II, 8va. Ed., p. 205); la apelación hecha por un organismo destituido de personalidad
legal. (Com. 26 oct. 1993: D. 1994. 237); las apelación formada por el representante legal
de una sociedad después de la puesta en liquidación de los bienes de este. (París, 11 févr.
1988: D. 1988. IR. 78); La ausencia de acto apelación notificado contra el guardián de un
adulto protegido. (Civ. 1re, 6 févr. 1996: Bull. civ. I, no 65); un procedimiento eleborado
por una parte desprovista de personalidad legal (en la especie de las sociedades en
participacion) es una irregularidad de fondo que no puede cubrirse. (Civ. 2e, 26 mars
287

1997: Bull. civ. II, no 96.); no obstante la jurisprudencia francesa admite para los casos de
sociedades de hecho, agrupaciones, etc., que estas podrán figurar en la instancia por lo
menos como demandadas. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 205); se consideran nulos los actos realizados por: 1. una
sociedad que ha dejado de existir (Com. 29 de mayo del 1972. Bull 4. no. 160), 2. una
sociedad que ha sido absorbida (Com. 21 de diciembre del 1966. Bull 4. no. 500), 3. un
grupo informal sin personalidad moral. (Aix. 29 de noviembre de 1950. JCP. 1951.4.1621),
4. una sociedad no registrada o inexistente jurídicamente (Com. 5 de marzo del 1996. Gaz.
Pal. 96 p. 264).
8. Se considera incapaz a un mayor de edad dotado de un Consejo Judicial o sometido
a una curatela, así mismo es incapaz el menor que debe estar representado por sus
padres o su tutor. (Santos, Gabriel, La excepción de nulidad, Escuela Nacional De La
Judicatura: Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 46). La
persona en liquidación judicial y representada por el mandatario no tiene pues capacidad
para conducir otro procedimiento que aquel puramente personal. Sin embargo, la Corte
de Casación ha declarado admisible la apelación interpuesta por el liquidado solamente,
mientras que el liquidador había retomado la instancia más allá del plazo. (Cass. Com., 9
de julio 1980, JCP 1980.IV.357; Com., 2 junio 1969, Bull IV, p.191).
9. No obstante la Corte de Casación francesa ha admitido que un incapaz puede apelar
una sentencia relativa a ciertas materias, siempre que sea capaz de discernir. (Cass. Civ.
1ra., 21 nov. 1995, Bull I, n° 418), distinguiendo entre la capacidad civil de actuar en
justicia y la noción de capacidad tradicional. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et
Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 358).

B. Falta de poder del representante


10. El segundo de los casos citados, es de una parte, el de la persona que no puede,
por sí misma actuar en justicia (menor, interdicto, etc); de otra parte, el caso de las
personas físicas o morales, que no han sido regularmente habilitadas para actuar en
justicia, como sería la representación de una sociedad por acciones por una persona sin
calidad, es difícil distinguir la falta de poder de la falta de calidad para actuar en justicia;
la falta de poder genera una irregularidad de fondo, mientras que la falta de calidad
constituye una inadmisibilidad. (Civ. 22 de junio, 1978, D. 1978, inf. rap. 496; Soc., 12
novembre 1975, Bull. V., n. 523, p. 444; Civ. 2, 13 octobre 1976, Bull II, n. 274, p. 215; 30
novembre 1977, Bull II, n. 225. 162; 2 avril 1979, Bull II, n. 107, p. 76, citados por: Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 129).
11. La persona física afectada de una incapacidad o las personas morales deben
actuar por intermedio de su representante legal. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. Commenté. v.II, 8va. Ed., p. 205-206). Hay falta de
poder cuando la persona –administrador legal, tutor, curador– apela a la protección de
una persona física (menor o mayor incapaz) que ha quedado inhabilitado o que ha cesado
en sus funciones (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure
Civile. Commenté. v. I, p. 129).
12. La falta de poder puede ser analizada como la falta de capacidad que tiene una
persona para representar a otra, este es el caso en el que un representante legal no está
habilitado para actuar en justicia en nombre y representación de otra persona.
(Guinchard, Serge, et al. Droit et Practique de la Procédure Civile. Edición Dalloz 1999. no.
1625 p. 359). Las situaciones más frecuentes conciernen a la representación de las
personas morales. (Santos, Gabriel, La excepción de nulidad, Escuela Nacional De La
Judicatura: Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 47).
13. Se consideran irregularidades de fondo: Que el emplazamiento sea realizado por el
representante de una sociedad extranjera que no justifica un poder ad-hoc. (París, 26
288

févr. 1988: D. 1989. Somm. 177 ; Rappr. Civ. 3e, 16 oct. 1984: Gaz. Pal. 1985. 1. Panor.
50.); la falta de capacidad legal de un órgano de un estado extranjero desprovisto de la
personalidad moral (TGI París, 15 déc. 1992: Gaz. Pal. 21-22 mai 1993, p. 21.); el
emplazamiento que no se ha remitido a un representante calificado. (París, 7 janv. 1980:
D. 1980. IR. 373); el juicio realizado, después de la expiración de los poderes del al
liquidador de una sociedad. (Civ. 2e, 20 mars 1985: Bull. civ. II, no 71 París, 4 juin 1982:
Gaz. Pal. 1982. 2. Somm. 368.); la apelación interpuesta por un representante legal
irregularmente nombrado (Civ. 2e, 22 juin 1978: D. 1978. IR. 496), o que se había
descomisionado con anterioridad (Civ. 2e, 13 oct. 1976: Bull. civ. II, no 274), o que se
encuentre judicialmente destituido de sus funciones (Civ. 2e, 2 avr. 1979: Bull. civ. II, no
107 Com. 15 mai 1990: ibid. IV, no 148), o que había muerto; el empleado, simple
mandatario designado por el director general de un banco, no adquirió de este hecho, a la
consideración de los terceros, la calidad de representante legal del banco. (Civ. 2e, 18 nov.
1981: Gaz. Pal. 1982. 1. 209.); se considera una irregularidad del fondo el emplazamiento
realizado por la madre como administradora legal de un hijo emancipado por el
matrimonio. (Civ. 2e, 23 oct. 1985: JCP 1986. IV. 13.).

C. Falta de capacidad de poder de una persona que asegura la representación de una


parte en justicia
14. En el tercer caso citado esto es, la falta de capacidad o de poder de una persona
que asegura la representación de una parte en justicia. Se trata del caso de una persona,
física o moral que, teniendo capacidad para actuar en justicia, es asistida por un
representante, sea porque está obligada a ello o porque así lo desee. (Blanc, Emmanuel et
Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 129; Guinchard,
Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 359; Tavares,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 208). La
jurisprudencia francesa ha establecido que afecta el emplazamiento ante los tribunales
donde se requiere el ministerio de abogado, la falta de la constitución de un abogado.
(Com. 23 avr. 1985: Bull. civ. IV, no 126).
15. En esta última causa se incluyen los casos de representación ad-litem. La ley 91
de 1983, que creo el Colegio Dominicano de Abogados, hace obligatorio su ministerio
salvo en materia criminal, Habeas Corpus y laboral. (Santos, Gabriel, La excepción de
nulidad, Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes
en Materia Civil”, p. 48).
16. El poder del abogado es de carácter general, por lo que el mismo se presume, (Civ.
2da. 29 de mayo de 1979, Gaz. Pal. 1979.2.397), esta presunción es hasta prueba en
contrario, (Com. 19 de octubre de 1993, Gaz. Pal. 28.30 nov. 1993) y dicho mandato no se
extiende a los casos de aquiescencia, desistimiento, ofertas o consentimientos, inscripción
en falsedad y recusación, en los cuales el abogado ha debido recibir un poder expreso de
su cliente. (Santos, Gabriel, La excepción de nulidad, Escuela Nacional De La Judicatura:
Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 48).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


17. En el Proyecto de Código de Procedimiento Civil este artículo se mantiene igual.
ARTÍCULO 40
Las excepciones de nulidad fundadas en el incumplimiento de las reglas de fondo
relativas a los actos de procedimiento, pueden ser propuestas en todo estado de causa,
salvo la posibilidad para el juez de condenar a daños y perjuicios a quienes se hayan
abstenido con intención dilatoria, de promoverlas con anterioridad.

Tabla de Contenido
§ 1. Momento para proponerla.
289

§ 2. Condena a daños y perjuicios por tardanza con intención dilatoria.


§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Momento para proponerla


1. Las nulidades por vicios de fondo pueden ser propuestas en todo estado de la causa,
salvo la posibilidad para el juez de condenar a la reparación de daños y perjuicios a quien
se haya abstenido de invocar la irregularidad con intención dilatoria. (Guinchard, Serge, et
al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile. Commenté. Ed. Dalloz, p. 362; Tavares,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procedimiento Civil Dominicano, V.II, 8va. Ed., p. 204;
Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., vol. I., 3ra. Ed., p. 84; Rowland
Cruz, James A. 1991. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834
y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000, p 34).

§ 2. Condena a daños y perjuicios por tardanza con intención dilatoria


2. La negligencia en proponer la nulidad puede conllevar consecuencias especialmente
graves sobre el fondo del derecho que puede resultar de la anulación de un
emplazamiento, sobre la prescripción o lo intereses moratorios (Blanc, Emmanuel et Jean
Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 130). La condenación
en daños y perjuicios como pena a no proponer la excepción con anterioridad, resulta
arbitraria, pues somete a las partes a la apreciación del tiempo en el que hubieran podido
proponer la nulidad. Hubiese sido mejor ordenar que todas las nulidades sean
presentadas in limine litis. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 130; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique
de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 363).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


3. Este artículo no es modificado en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil,
quedando esta disposición en el artículo 147 del mismo.

ARTÍCULO 41
Las excepciones de nulidad fundadas en el incumplimiento de las reglas de fondo
relativas a los actos de procedimiento deben ser acogidas sin que el que las invoque tenga
que justificar un agravio y aunque la nulidad no resultare de ninguna disposición expresa.

Tabla de Contenido
§ 1. La no necesidad de agravio.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. La no necesidad de agravio
1. La parte que invoca la nulidad no tiene que probar el agravio que le causa la
irregularidad, es decir, deben ser acogidas sin que el que la invoque tenga que justificar
un agravio (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed.
Dalloz, p. 362; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procesal Civil, t. II., Vol. I., 3ra. Ed., p. 84;
Rowland Cruz, James A. 1991. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes
Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000., p 34 y s.; Santos, Gabriel, La
Excepción de Nulidad, Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para Abogados Ayudante:
“Incidentes en Materia Civil”, p. 49; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, V.II, 8va. Ed., p. 207 ; Civ. 3ra. 6 de diciembre 1978. Gaz. Pal. 1979.217;
Civ. 2da. Noviembre 1995. Gaz. Pal. 1996. p.187).
290

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


2. Este artículo no es modificado por el Proyecto del Código de Procedimiento Civil y
queda plasmado en el artículo 148.
ARTÍCULO 42
Las excepciones de nulidad fundadas en el incumplimiento de las reglas de fondo
relativas a los actos de procedimiento deben ser invocadas de oficio cuando tienen un
carácter de orden público.
El juez puede invocar de oficio la nulidad por falta de capacidad de actuar en justicia.

Tabla de Contenido
§ 1. Facultad del juez para invocar la nulidad de oficio. Casos.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Facultad del juez para invocar la nulidad de oficio. Casos


1. El juez debe suplir de oficio las irregularidades de fondo cuando tienen un carácter
de orden público o cuando sea por falta de capacidad. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte.
1986. Nouveau Code de Procedure Civile. v. I, p. 131; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et
Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 364; Pérez Méndez, Artagnan. 1986.
Procedimiento Civil, t. II., Vol. I., 3ra. Ed., p.84; Rowland Cruz, James A. 1991. El
Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de
1998, y 50, del 2000, p 34 y s; Santos, Gabriel, La Excepción de Nulidad, Escuela Nacional
De La Judicatura: Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p.52;
Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p.
207 y s.).
2. Se distingue entre el deber del juez de declarar de oficio la nulidad de fondo cuando
en esta interviene una cuestión de orden público, de la mera facultad judicial de declarar
la nulidad de fondo por causa de falta de capacidad, lo que permite considerar que esta
causa no es de orden público (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 131; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de
la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 364 ; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil,
t. II., vol. I., 3ra. Ed., p.55). Pero este razonamiento no es absolutamente cierto, ya que la
falta de capacidad de actuar en justicia puede ser de orden público como sería el caso de
la minoridad. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.II, 8va. Ed., p. 208). En sentido contrario: “La nulidad de fondo por causa de interdicción
legal tiene carácter de orden público no así la minoridad. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte.
1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commente. v. I, p. 131).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


2. Este artículo no se modifica en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil,
quedando contemplado en el artículo149
.
ARTÍCULO 43
En el caso en que es susceptible de ser cubierta, la nulidad no será pronunciada si su
causa ha desaparecido en el momento en que el juez estatuye.

Tabla de Contenido
§ 1. Regularización de la nulidad. Consecuencias.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
291

§ 1. Regularización de la nulidad. Consecuencias


1. Las irregularidades de fondo pueden ser cubiertas si su causa ha desaparecido en el
momento en que el juez va a estatuir, siendo necesario poner en conocimiento al juez,
mediante una instancia, de la desaparición de la causa de la nulidad antes de que el
mismo dicte su sentencia. (Civ., 10 mai 1984, Bull I, n. 154, P. 130, citada por: Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. v. I, p.131; Guinchard,
Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 364; Pérez
Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., Vol. I., 3ra. Ed., p. 84; Rowland Cruz,
James A. 1991. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845,
de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000, p 34 y s; Santos, Gabriel, La Excepción de Nulidad,
Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia
Civil”, p.40; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II,
8va. Ed., p. 207 y s.).
2. Es necesario poner al juez en conocimiento de la desaparición de la causa de la
nulidad antes de que este dicte su sentencia. (Rowland Cruz, James A. 1991. El
Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de
1998, y 50, del 2000, p 35).
3. No siempre la nulidad puede ser cubierta, como es el caso del acto realizado a
nombre de una persona inexistente. (Civ. 2da. 13 de enero del 1993. D.1993. p. 181; Com.
7 de diciembre de 1993. JCP. 1994. IV. 418 ; JCP. 1994. II. 22285). Cuando la acción es
susceptible de una prescripción, la regularización debe realizarse antes de que esta opere.
(Civ. 3ra. 27 de enero de 1978. Bull 3, n. 20).
4. La regularización debe intervenir antes de que el juez estatuya. (Guinchard, Serge, et
al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 363). La jurisprudencia
francesa está dividida en lo referente a la regularización de la causa de nulidad en grado
de apelación. (A favor: Com. 5 de diciembre del 1995. decisión 93-20151; Civ. 3ra. 10 de
mayo de 1991. Bull 3. no. 132; Civ. 2da. 9 de octubre del 1985. RTD 1986.189; Civ. 3ra. 18
de junio de 1985. Bull 3. n. 97).
5. La 2da. Cámara Civil de la Corte de Casación francesa ha decidido que la
regularización debe intervenir antes de la expiración del plazo de apelación (Civ. 2, 19
octobre 1983, Bull II, n.167, p. 115; Soc. 20 novembre 1985, Bull V., n. 543, p. 394). Este
criterio ha sido acogido por la Cámara Comercial (Com. 25 octobre 1983, Bull. IV, n. 276,
p. 329). Sin embargo la 3ra. Cámara sostiene un criterio más apegado a la letra y el
espíritu del texto permitiendo la regularización tanto en la 1ra instancia como ante la
Corte de Apelación (Civ. 3, 17 avril 1984, Bull III, n. 86, p. 68, J-C.P.) de la 2da Cámara
establece un orientación jurisprudencial definitiva permitiendo la regularización de fondo
(Civ. 2da., 9 octobre 1985, Bull II, n. 147, p. 97; citado por: Blanc, Emmanuel et Jean Viatte.
1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 132).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


6. Este artículo no se modifica en el Proyecto del Código de Procedimiento Civil,
quedando como el artículo 150.
Párrafo 4to. De las Excepciones Dilatorias

Tabla de Contenido
§ 1. Definición
§ 2. Quién puede proponer la excepción del procedimiento.
§ 3. Momento de proponer las excepciones dilatorias.
§ 4. La sentencia que falla sobre la excepción.
§ 5. Recursos contra la sentencia que estatuye sobre la excepción dilatoria.
§ 6. Generalidades de las modificaciones del Proyecto de Código.
292

§ 1. Definición
1. La dilatoria es la excepción por la cual se reclama ante el tribunal la suspensión del
procedimiento. (Capitant, Henri. 1977. Vocabulario Jurídico, 6ta reimpresión, p. 267;
Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 2006,
p. 462; Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela
Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”,
p. 34), y que consiste en que una parte, el demandado generalmente, solicita un plazo
para poner a otra parte en causa (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. I., nn. 1-2, p. 712), esta excepción se denomina
también excepción temporal, ya que dilatan o difieren el curso o ingreso de la acción en el
juicio, pero sin distinguirla ni excluirla del todo. (Caballenas De Torres, Guillermo.
Diccionario Jurídico Elemental. p. 125; Ramírez Gronda, Juan D.; Diccionario Jurídico, 7ma
ed., 1974, p. 148).
2. Toda suspensión de la instancia, automática o no, da lugar a una excepción
dilatoria. (Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela
Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”,
p. 34).
3. Entre las excepciones dilatorias se encuentran la excepción que para hacer
inventario y deliberar confiere el artículo 174 del Código de Procedimiento Civil, al
heredero y a la mujer viuda, divorciada o separada judicialmente de bienes, para adoptar
una decisión con respecto a la sucesión o la comunidad, así como la excepción de
garantía. (García de Peña. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado, 1998, p 146).
4. La enumeración de las excepciones dilatorias que hace el artículo 174 no es
limitativa. Son consideradas excepciones dilatorias: la excepción de discusión (Art. 2021 y
2022 del C.C), la excepción de división, ( Art. 2026 del C.C.), la solicitud de aplicar las
reglas al término de la obligación. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 5-8, p. 712). En sentido contrario, otros autores
proclaman el carácter limitativo de esa enumeración (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I,n. 12, p. 712).
5. Sería prudente, que la excepción se haga extensiva a otras situaciones jurídicas; es
decir, a fin de que la pueda invocar todo aquel que tenga un plazo legal para optar por
una decisión. (Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión,
Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia
Civil”, p. 35).

§ 2. Quién puede proponer la excepción del procedimiento


6. La excepción debe proponerse por la parte en cuyo interés ha sido establecida la
misma, no puede hacerlo otra persona, ni el tribunal suplirlo de oficio. (Silva Santos,
Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La
Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p.35; Soc. 16 de
Nov. 1977: Bull civ. v, n. 617).

§ 3. Momento de proponer las excepciones dilatorias


7. De acuerdo con lo establecido por la Ley 834 de 1978 en su artículo 2, las
excepciones deberán ser propuestas simultáneamente antes de toda defensa al fondo o fin
de inadmisión. (Sent. SCJ. 11 de sept. de 1986, B. J. 905. 1255; Guinchard, Serge, et al.
1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, nn. 2018; 2020- 2021, p. 466-
467). Pero la excepción dilatoria no puede someterse al régimen de este artículo. (Silva
Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La
Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 35).
293

8. El medio tendiente a la existencia de un término constituye una defensa al fondo y


puede ser propuesto en todo estado de causa. (Civ. 11 juill. 1921: DP 1925. 40; S. 1922. 1.
354).
9. La regla “ lo criminal mantiene a lo civil en estado” no constituye un medio de
inadmisión, sino una excepción tendiente a suspender el curso de una instancia. (Civ 1re,
28 avr. 1982: Bull. Civ I, n. 152; Soc. 4 oct. 1989).

§ 4. La sentencia que falla sobre la excepción


10. La ley no obliga al tribunal a estatuir separadamente sobre la excepción y sobre el
fondo; el puede rendir una sola decisión cuando se fuere a rechazar la excepción
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
T. I., n. 78, p. 713).

§ 5. Recursos contra la sentencia que estatuye sobre la excepción dilatoria


11. La sentencia que estatuye sobre la excepción es definitiva y solo puede ser
recurrida por las mismas vías que lo sea la decisión sobre el fondo (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I., n. 73 y
76, p. 713).
12. En materia de garantía, y este es el caso en materia de seguro de automóviles, la
apelación del asegurado comprende el derecho del asegurador, e inversamente. (Sent. SCJ
14 de Abril de 1988, B.J. No. 929. 526).

§ 6. Generalidades de las modificaciones del Proyecto de Código


13. El proyecto de Código de Procedimiento Civil establece las disposiciones relativas a
las excepciones dilatorias en los artículos del 151 al 155, los cuales modifican de manera
considerable nuestra actual legislación, haciendo más simple los procedimientos para
intentar las excepciones dilatorias.
14. El artículo 151 establece la clasificación de las excepciones dilatorias, dejando
claro en su redacción que esta clasificación no es limitativa. Además establece que el
efecto de dicha excepción es la suspensión del proceso y que para que sea ordenada se
requiere la solicitud de la parte interesada, lo que evidencia el interés privado de la
misma.
15. Bajo las modificaciones del decreto del 20 de julio de 1972 el régimen de la
excepciones dilatorias fue modificado en Francia, disposición adoptada por nuestro
proyecto de código, pudiendo distinguirse a partir de este momento 3 clases: a). Las
excepciones que procuran un plazo establecido a favor de una parte. Estos son el plazo
reconocido al heredero para hacer inventario y deliberar, y el plazo que el litigante puede
invocar a su favor. b). Excepción tendente a suspender la instancia en caso de ejercicio de
vías de recursos extraordinarios, a saber: tercería, revisión y casación; recursos estos que
pueden dar lugar a la presentación de una excepción dilatoria. c). Excepción de Garantía.
(Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, nn.
2008-2011, p. 463; Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión,
Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia
Civil”, p. 34).
16. El Artículo 151 establece que “ en todos los casos, la instancia sigue su curso
cuando expire el plazo estipulado por la ley o el juez; o desaparecida la causa que la
motiva”.

ARTÍCULO 174
El heredero, la viuda, la mujer separada de cuerpo o bienes, emplazada por efecto de la
comunidad, tendrán tres meses, contados desde el día en que se abra la sucesión o desde
294

que se haya disuelto la comunidad, para hacer inventarios, y cuarenta días para deliberar:
si el inventario se ha hecho antes de los tres meses, el término de los cuarenta días
principiará. desde que se hubiese terminado aquel. Si justifican que el inventario no se ha
podido hacer en los tres meses, se les acordará un término conveniente para que lo hagan,
y cuarenta días para deliberar; lo cual se decidirá sumariamente. Sin embargo, el heredero
conserva la facultad, vencidos los términos arriba expresados, para hacer inventario y
tomar la calidad de heredero beneficiario, siempre que no haya hecho acto de heredero, o
que no exista en su contra sentencia basada en autoridad de cosa juzgada, que le condene
en calidad de heredero puro y simple.

Tabla de Contenido
§ 1. Excepción para hacer inventario y deliberar.
A. Quienes se benefician de esta excepción.
B. Plazos.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Excepción para hacer inventario y deliberar


1. Colocado ante bienes hereditarios, el heredero tiene un triple derecho de opción.
Puede: 1. Aceptar pura y simplemente la herencia; 2. Aceptarla bajo el beneficio de
inventario, es decir, reservarse el medio de pagar las deudas únicamente intra vires
hereditatis; 3. Renunciar a la herencia, lo que hará cuando la sucesión sea mala, o
cuando haya recibido del difunto liberalidades preferibles a ésta. La ley ha limitado este
derecho de opción. En principio, pertenece a todos los herederos ab intestat. (Guinchard,
Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 2009, p. 463;
Julien Bonnecase. 1997. Tratado Elemental De Derecho Civil: Parte B, v. 2 , p. 581).
2. El inventario es un estado descriptivo, a veces estimativo de los efectos mobiliarios
que componen la masa de bienes, con enunciación y análisis sumario de los papeles o
documentos que de ella dependen. (Pérez Méndez, Artagnan. 1998. Procedimiento Civil, t.
II, 2da. ed., p. 42).
3. La excepción dilatoria para formar inventario de la sucesión y deliberar, no tiene por
efecto impedir que los terceros interesados intenten contra los presuntos herederos las
acciones que el ejercicio de los derechos de aquellas conlleven, ni aún viciar con la
nulidad las acciones o los procedimientos anteriores a la invocación de la excepción
dilatoria. (Pérez Méndez, Artagnan. 1998. Procedimiento Civil, t. II, 2da. ed., p. 42). El
derecho concedido por la ley a la viuda y a los herederos de una persona fallecida, de
poner una excepción dilatoria a la demanda intentada contra ellos durante los plazos
señalados para hacer inventario y deliberar, no tiene por efecto impedir que los terceros
interesados intenten las acciones a que crean tener derecho, ni mucho menos viciar de
nulidad estas acciones o los procedimientos anteriores a la invocación de dicha excepción,
sino detener la marcha del procedimiento iniciado hasta la expiración de los plazos
legales, si éstas no han sido prorrogados por el Juez, o hasta cualquier época anterior en
que pudiera probarse que los favorecidos por los plazos aceptaron, expresa o
implícitamente, las calidades en cuya virtud se les demanda.
4. La excepción se propone por requerimiento al tribunal en forma de conclusiones
(Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 2009,
p. 463).
5. La excepción no puede presentarse si la demanda contra el heredero tiende
solamente a obtener una medida conservatoria o provisional que el heredero o la mujer
común en bienes hayan por sí mismo podido provocar o consentir antes de haber tomado
partido o ejercido la opción. (Pérez Méndez, Artagnan. 1998. Procedimiento Civil, t. II, 2da.
ed., pp. 42-43).
295

A. Quienes se benefician de esta excepción


6. El artículo 174 del Código de Procedimiento Civil y 795 del Código Civil, establecen
que el heredero conserva la facultad para hacer inventario y tomar la calidad de heredero
beneficiario, siempre que no haya hecho acto de heredero o que no exista en su contra
sentencia con autoridad de cosa juzgada, que le condene en calidad de heredero puro y
simple. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. In. 44, p. 713). Cuando un heredero es puesto en mora, como
consecuencia de una demanda hecha por un acreedor, siempre podrá suspender el
proceso, proponiendo la excepción, mediante un acto contentivo de conclusiones. (Silva
Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La
Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 35).
7. Según una primera opinión, el plazo de 3 meses para hacer inventario se aplica a
los legatarios universales y a título universal que pudieran no aceptar mas que a beneficio
de inventario; a la esposa que puede conservar el usufructo legal de los bienes de sus
hijos menores, a la mujer que solicita la separación de bienes comunes, cuyo plazo corre
a partir del día de la sentencia en separación; a los sucesores irregulares. (art. 1059. C.C.
y art. 1060 C.C.; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, nn. 56-59, p. 713).
8. Según una segunda opinión, los sucesores universales y a titulo universal,
herederos legítimos, son los unicos que pueden invocar la excepción dilatoria toda vez que
éstos poseen la reserva legal; pero aquellos que no tienen la reserva legal deben solicitar
una decisión que les otorgue una reserva judicial. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 61-62, p. 713).
9. Esta excepción sólo puede ser propuesta por los herederos que tienen la saisine.
(Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De
La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 35).
10. También la viuda y la esposa común en bienes dentro del plazo de tres meses y
cuarenta días pueden decidirse entre aceptar o no la comunidad. (Planiol, Marcel et
Georges Ripert. 1997. Derecho Civil: Parte C,V. 5 , p.1451; Silva Santos, Xiomarah Las
Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para
Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 35). Es preciso recordar que el
artículo 1463 del Código Civil fue declarado inconstitucional por sentencia de la Suprema
Corte de Justicia en noviembre de 2000.

B. Plazos
11. Todo heredero tiene un plazo de tres meses para hacer inventario y un plazo
adicional de cuarenta días para deliberar sobre la aceptación o no de la sucesión.
Durante el transcurso de estos plazos, no se puede obligar al heredero a aceptar la
calidad de tal, ni puede pronunciarse sentencia alguna contra él. Todo esto es así porque
aunque el heredero tenga la saisine no está obligado a aceptar la sucesión en contra de
su voluntad. (Pérez Méndez, Artagnan. 1998. Procedimiento Civil, t. II, 2da. ed., p. 42).
12. El plazo para formular el inventario, comienza a correr a partir del momento de la
apertura de la sucesión, y el segundo para deliberar, comienza a contarse a partir del
vencimiento del primero. “El juez puede prolongarlos. Pero, (…) cuando un heredero
preferente haya renunciado (…) el plazo inicia a correr sólo a partir de la renuncia del
heredero de primer grado. Durante estos plazos legales, el heredero tiene la excepción
dilatoria contra las demandas de los terceros. Pero si nadie interviene, puede el heredero
aceptar después de estos plazos.” (Julien Bonnecase. 1997. Tratado Elemental De Derecho
Civil: Parte B, v. 2 , p. 582). Si el heredero, mientras transcurre uno de estos plazos, es
demandado en ejecución, de una obligación que le incumbe como tal, él puede obligar al
296

demandante a detener el procedimiento hasta que decida si acepta o no la sucesión,


alegando que se encuentra dentro de los plazos para hacer inventario y deliberar.
(Tavares hijo, Froilán; Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. Edición,
2000, p. 210).

13. No obstante el plazo de tres meses para hacer inventario, a partir de la fecha de
apertura de la sucesión, el heredero conserva la facultad, vencido el término expresado,
para hacer inventario y tomar la calidad de heredero beneficiario, siempre que no haya
hecho acto de heredero o que no exista en su contra sentencia con autoridad de cosa
juzgada, que le condene en calidad de heredero puro y simple. (Pérez Méndez, Artagnan;
Procedimiento Civil. p. 42).
14. El heredero no puede oponer la excepción dilatoria de que se trata si, con
anterioridad a la demanda, se ha decidido a renunciar, a aceptar bajo beneficio de
inventario, o a aceptar simplemente. Si es demandado después que han transcurrido esos
plazos, el heredero no puede tampoco oponer la excepción dilatoria, tiene que decidirse
inmediatamente por uno de los tras partidos indicados. (Tavares hijo, Froilán; Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. Edición, 2000, p. 210 - 211).

15. En lo referente a la mujer común en bienes, “De la libertad de opción concedida a


la mujer se deriva una doble consecuencia: 1. La mujer goza de un plazo de tres meses y
40 días para deliberar sobre la decisión que debe tomar y puede obtener de los tribunales
una prórroga de ese plazo, y 2. Mientras no se venzan los plazos legales o judiciales que
se le hayan concedido, la mujer goza, como el heredero, de una excepción dilatoria,
mediante la cual puede rechazar la acción de los acreedores. Sobre estos dos puntos se
aplican las mismas reglas que en materia de sucesiones.” (Planiol, Marcel et Georges
Ripert. 1997. Derecho Civil: Parte C,V. 5 , p.1451).
16. El heredero y la mujer común en bienes pueden ser válidamente citados a
comparecer en juicio pendiente los plazos para hacer inventario; solo que no pueden ser
constreñidos a tomar calidad antes que este plazo esté expirado. Cuando el heredero haya
dejado pasar el plazo de 3 meses y 40 días sin tomar parte, éste no pierde el derecho de
escoger, pero no tiene derecho, cuando se accione en su contra, de oponer la excepción
dilatoria y debe en estos casos declarar si acepta o renuncia (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 49-50, p. 713).
17. El Heredero o la mujer común en bienes tienen la facultad de solicitar la
prorrogación de los plazos. El presidente del tribunal, estatuyendo como juez de los
referimientos, puede prorrogar el plazo de hacer inventario (Parës, 30 aout, 1830, citado
por Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile, t. I.n. 53, p. 713). Cuando el inventario es ordenado por una corte de apelación, es a
ésta que corresponde el prorrogar dicho plazo (Angers, 30 aout, 1809, citado por
Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n. 54, p. 713).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


18. Una importante observación es que desaparece el plazo que el juez debe de otorgar
para hacer inventario y deliberar. Consideramos que esta disposición es del todo correcta
pues, los plazos para estas acciones no deben contemplarse dentro de las disposiciones
del derecho adjetivo, sino dentro del derecho sustantivo.
19. El Proyecto de Código mantiene nuestra disposición actual de que “el beneficiario
de un plazo para hacer inventario y deliberar, sólo puede proponer sus otras excepciones
después de la expiración de este plazo” (Art. 154).

ARTÍCULO 175
297

El que pretendiere tener derecho para llamar a otro en garantía, estará obligado a
hacerlo en la octava del día de la demanda originaria, más un día por cada tres leguas.
Cuando hubiere muchos garantes, interesados en la misma garantía, no habrá si no un solo
término para todos, el cual se arreglará según la distancia del lugar de la residencia del
garante más apartado.

Tabla de Contenido
§ 1. La Obligación de Garantía
A. Definición
B. Clasificación de las Garantías
§ 2. La Demanda en Garantía.
A. Efectos de la excepción en garantía.
B. Quien puede demandar en Garantía Incidental
C. Forma en la que debe presentarse la excepción en garantía.
D. Momento en el que pueda presentarse la excepción en garantía.
E. Plazo que tiene el garantido para poner en causa al garante.
F. Existencias de co-garantes o de subfiadores.
§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. La obligación de Garantía
A. Definición
1. La garantía es la obligación a cargo de la persona que transfiere un derecho a otro,
de proteger a una persona a la que se le ha concedido una cosa o un derecho contra toda
especie de problemas y al pago de los daños y perjuicios si estos llegaren a ocurrir y de
asegurar al adquiriente el libre y completo ejercicio del derecho transferido, y de repararle
el daño recibido por causa de cualquier turbación en el ejercicio del mismo.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I. n.1, p. 714).
2. La garantía existe también cuando dos o más personas están obligadas
mancomunadamente a la misma deuda. También en el caso de participación entre los
condominios de bienes indivisos. (García de Peña, Nociones de Derecho Judicial Privado,
1998, p. 147).
3. Esta obligación puede resultar del contrato o de la ley. La ley impone la obligación
de garantía contra toda persona que transmite onerosamente la propiedad o cualquier
derecho real o una acreencia. (arts. 1275, 1625, 1693 y siguientes, 1707, 1721, 1845 del
Código Civil). (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, nn.2- 3, p. 714).
4. “A fin de reforzar la garantía que obtiene con la fianza, el acreedor, cuantas veces
puede, exige del fiador un compromiso solidario. Por lo tanto, la fianza voluntaria es casi
siempre una fianza solidaria; en la práctica, únicamente la fianza legal y la fianza judicial,
en las cuales no tiene por qué intervenir el acreedor; constituyen fianza simple. Si el
acreedor encuentra en la fianza solidaria un suplemento de garantía, es porque los
efectos de ambas fianzas son diferentes.” (Mazeaud, Henry et al. 1974. Lecciones de
Derecho Civil, parte 3era. v. I, p.51).

B. Clasificación de las Garantías


5. Existen dos especies principales de garantías: 1ro. la garantía formal y 2do. la
garantía simple (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, nn.23-24, p. 714).
298

6. La garantía simple es cuando el garante solo está sujeto a indemnizar al garantido


por el perjuicio que él sufrirá, sin asumir el derecho y la responsabilidad del demandado.
(Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De
La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 38).
7. En la Garantía formal, el garante tiene dos obligaciones: defender al garantido
contra el ejercicio que lo amenaza pero que todavía no ha acontecido e indemnizarle si el
perjuicio aconteciere. Para las materias reales e hipotecarias, el garante podrá,
asumiendo los derechos del demandado, apersonarse en su lugar, a quien relevará de la
demanda, siempre que lo requiera antes de la primera sentencia. El garante debe proteger
al garantido contra la evicción y esta obligación es indivisible por lo que si el garante
fallece, los herederos pueden ser llamados en garantía. (Silva Santos, Xiomarah Las
Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para
Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p.38).
8. Hay lugar a garantía simple cuando la demanda es personal y hay lugar a garantía
formal en caso de que exista acción real (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique
de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 2016, p. 465).

§ 2. La Demanda en Garantía
9. Aquel que tenga un derecho de garantía puede hacer valer su derecho de dos
maneras diferentes, sea por vía de una acción principal e introducción de una instancia,
sea por vía incidental. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. I, n. 25, p. 714).
10. La demanda en garantía incidental es la excepción dilatoria opuesta por una de las
partes principales contra la otra, cuyo fin es aplazar la solución del litigio hasta que
constituya una garantía. (Capitant, Henri, Vocabulario Jurídico. 292; Guinchard, Serge, et
al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 2012, p. 463-464; Pérez
Méndez, Artagnan. 1998. Procedimiento Civil, t. II, 2da. ed., p. 44; Tavares hijo, Froilán;
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. Edición, 2000, p. 213); esta
debe ser posterior a la demanda principal puesto que esta es accesoria (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I n. 32, p.
714).
11. La acción en garantía es una acción personal, ya sea cuando tienda a la ejecución
de un contrato, como la resultante de un contrato de venta mobiliaria o inmobiliaria,
como el tendiente a la resolución del contrato (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n.37, p. 715).
12. El juez dispone de un poder discrecional para apreciar si el demandado tiene
derecho a la excepción. (Cas. 1ra. Civ, 22 avr. 1976. Bull. Civ. 1. no. 136). (Silva Santos,
Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La
Judicatura, Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 36).

A. Efectos de la excepción en garantía


13. La excepción en garantía posee dos efectos: la excepción de garantía obliga al
demandante a sobreseer la continuación de la instancia luego de que se le notifica por
acto de abogado a abogado que el garante ha sido puesto en causa; y otorga competencia
para conocer la garantía al tribunal ante el cual se está llevando el proceso ordinario,
salvo que se compruebe que la demanda originaria ha sido interpuesta a fin de traducir al
garante fuera de su tribunal, o que el tribunal que conociere de la demanda originaria
fuera un tribunal de excepción si éste no pudiera, por su competencia de atribución,
conocer de la demanda en garantía. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la
Procédure Civile, Ed. Dalloz, n.2014, p. 464; Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los
299

Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados


Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, pp.37-38).

B. Quien puede demandar una garantía incidental


14. Toda persona que tenga derecho de garantía tiene la facultad de llamar al garante;
es una prerrogativa de la defensa (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. I,nn. 39-40, p. 715), por lo que debe reconocerse que
el demandante puede, así como el demandado, poner en causa al garante. (Req. 2 mars
1046, D.P. 46. I. 193, citado por: Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 41-42, p. 715; Tavares hijo, Froilán; Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. Edición, 2000, p. 214).
15. El tribunal no puede declarar de oficio una garantía que no se le ha solicitado.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n. 77, p. 716).

C. Forma En que se interpone la excepción en garantía


16. La jurisprudencia francesa no exige ninguna forma para la interposición de la
demanda en garantía. (París 8 Juill, 1969, JCP 1969. II 1655; RTD Civ. 1970. 231. Civ. 3,
1er Juill. 1971, D. 1972. Somm 11; Com, 8 nov. 1971, D. 1972, 120).
17. Una parte de la doctrina establece que la excepción dilatoria de garantía es
propuesta, en los asuntos civiles, por acto de abogado a abogado. Si la contraparte del
garantido cree que la demanda en garantía es infundada o improcedente, lo hará saber al
garantido igualmente por acto de abogado a abogado.” (Tavares hijo, Froilán; Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. Edición, 2000, Pág. 215); por otra parte
existen autores que proclaman que la demanda en garantía se introduce mediante la
citación notificada al garante, con copia de la demanda originaria o del acto que ha hecho
necesario la demanda en garantía. (Silva Santos, Xiomarah Las Excepciones Y Los Medios
De Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para Abogados Ayudante:
“Incidentes en Materia Civil”, p. 38).

D. Momento en que puede presentarse la excepción en garantía


18. El llamado en garantía de un tercero puede hacerse en todo estado de causa, pero
solo tendrá por consentimiento si se presenta como una excepción antes de toda
conclusión al fondo. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure
Civile, Ed. Dalloz, n. 2014, p. 464).

E. Plazo que tiene el garantido para poner en causa al garante


19. Según una primera opinión el garantido tiene para poner en causa al garante el
mismo plazo que para comparecer: en ese plazo de ocho días aumentado un día por cada
tres leguas de distancia entre el domicilio de este y el tribunal, él debe constituir abogado
y emplazar a su garante. Según otros autores, el garantido debe emplazar a su garante en
la octava de la demanda formada en su contra. Este plazo no es franco y se aumenta un
día por cada 3 leguas entre el domicilio del garante y el del garantido (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 46-48,
p. 715). Si existen co-garantes la ley fija un solo plazo para todos, que corresponde al que
se le otorga al garante que viviere más retirado. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, nn. 84 y 87, p. 716).
20. En caso de que la acción en garantía sea intentada por el demandante, según una
primera opinión, el plazo de la octava corre a partir del día en el que se presentó la
defensa que dió lugar al recurso en garantía. Según opinión contraria, la ley no establece
nada para esta hipótesis por lo que corresponde al tribunal fijar este plazo. (Jurisprudence
300

Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn.53-54,
p. 715).
21. El plazo de la octava acordado por el artículo 175 del Código de Procedimiento Civil
no es franco. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, n. 57, p. 715).

F. Existencia de Co-Garantes
22. “El acreedor, por juzgar insuficiente la garantía resultante de la fianza que se le
ofrece, exige a veces, cuando la fianza es voluntaria, que el compromiso del fiador sea
garantizado a su vez por un subfiador; o que el deudor le procure varios fiadores
denominados cofiadores. Interesa no confundir ambas situaciones.” (Mazeaud, Henry et
al. 1974. Lecciones de Derecho Civil, parte 3era . v. I, p. 62).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


23. Luego de las modificaciones operadas a partir del 1972 en Francia, el artículo 199
del Nuevo Código de Procedimiento Civil francés, establece que el juez dispone de un
poder discrecional para fijar el plazo en el cual el garantido debe llamar en causa al
garante. (Civ. 1re. 22 avr. 1996, Bull. Civ. I, n.136). La instancia es suspensiva durante
este plazo, el interesado se asegura que la sentencia sobre la demanda inicial no pueda
intervenir hasta tanto el garante no haya sido llamado a causa. (Silva Santos, Xiomarah
Las Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso
para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p.36). Llegado el plazo, si el
garantido no ha puesto en causa a su garante el juez puede conocer de la demanda en
garantía separadamente al proceso en el que participa el garantido. (Guinchard, Serge, et
al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 2013, p. 464).

ARTÍCULO 176
Cuando el garante pretendiere tener derecho a llamar a otro como subgarante, estará
obligado a efectuarlo en el término arriba expresado, a contar del día de la demanda en
garantía formada contra él: esto mismo se observará sucesivamente con respecto a todos
los subgarantes.

Tabla de Contenido
§ 1. Puesta en causa del Sub-Garante.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Puesta en causa del Sub-Garante


1. Si hubiere lugar a sub-garantías, cada garante debe poner en causa a su propio
garante en el plazo que le es otorgado para comparecer. El plazo para poner en causa al
subgarante no es fatal. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, t I, nn.1-2, p. 716).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


2. El proyecto de Código de Procedimiento Civil no establece ninguna cuestión relativa
al referido artículo 176 de nuestro actual Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 177
No obstante, si el demandado originario es emplazado en los términos señalados para
hacer inventario y deliberar, el término para citar en garantía no principiará sino desde el
día en que hayan terminado los indicados plazos para hacer inventario y deliberar.
301

Tabla de Contenido
§ 1. Concurrencia de las excepciones dilatorias.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Concurrencia de las excepciones dilatorias


1. El Art. 177 está fundado sobre el motivo de que hábil de suceder, el que interpone la
demanda en garantía, tome la calidad de heredero. Como no puede ser puesto en causa
hasta pasado los 3 meses para hacer inventario y los 40 días para deliberar, el plazo para
llamar en garantía no comienza hasta que los plazos para hacer inventario y deliberar
expiren. El sub-garante posee el mismo privilegio que el garante. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn.1-2, p. 716).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


El artículo 177 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en el artículo 154
del Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 178
No habrá otro término para citar en garantía, sea cual fuese la materia de que se trate,
bajo pretexto de menor edad u otra causa privilegiada, salvo el derecho a perseguir a los
garantes; pero sin que se retarde la sentencia de la demanda principal.

Tabla de Contenido
§ 1. Excepciones al plazo preestablecido para actos en garantía.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Excepciones al plazo preestablecido para actos en garantía


1. Los menores tienen el mismo plazo que las personas capaces para llamar al garante
en causa. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, n.1, p. 716). La expresión del Art. 178 del Código de Procedimiento Civil
relativas a las otras causas de privilegios se encuentra en la actualidad carente de
sentido. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, n.2, p. 716).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


2. El Proyecto del Código de Procedimiento Civil es silente en el aspecto relativo a las
excepciones al plazo preestablecido para actos en garantía. El referido artículo no se
encuentra contemplado en el mismo.

ARTÍCULO 179
Si los términos de los emplazamientos en garantía no se venciesen al mismo tiempo que
el de la demanda originaria, no se pronunciará el defecto contra el demandado primitivo,
cuando antes de vencerse dicho término hubiese declarado, por acto de abogado a
abogado, que ha intentado demanda en garantía; salvo el caso en que el demandado,
después del vencimiento del término para llamar al garante, no justifique haber formado la
demanda en garantía; en cuyo caso se decidirá sobre la demanda primitiva, pudiéndosele
aún condenar en daños y perjuicios, si se le prueba que la demanda en garantía alegada
por él, no ha sido intentada.

Tabla de Contenido
§ 1. Obligación de formar la demanda en garantía luego de obtenido el plazo.
302

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Obligación de formar la demanda en garantía luego de obtenido el plazo


1. La excepción dilatoria en garantía supone necesariamente, que el plazo otorgado al
garante para comparecer expira luego del plazo otorgado al garantido para los mismos
efectos. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, n.1, p. 717). Para que el demandado pueda constreñir al demandante
principal a suspender el procedimiento por medio de una excepción dilatoria, es necesario
que este pruebe al demandante que él llamó en causa a su garante. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 4, p.
717).
2. La declaración del demandado de que ha formado su demanda en garantía se hace,
sea en el acto de constitución de abogado, sea por acto de abogado separado.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n. 5, p. 717). No es suficiente la declaración hecha en audiencia para obligar al
tribunal a suspender la causa, salvo la declaración verbal ante el juez de paz y los
tribunales de comercio, quienes han de donar a las partes un acta de las declaraciones
hechas al respecto. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, nn. 8-9, p. 717).
3. El demandado no está obligado a otorgar copia del emplazamiento en garantía ni de
las piezas justificativas. Si luego de cierto tiempo, el demandado principal que solicitó el
plazo para llamar en garantía no la ha realizado, el tribunal podrá condenarle en daños y
perjuicios, según su libre apreciación (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile, nn. 11-13, p. 717).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


4. El artículo acabado de analizar no está contemplado en el Proyecto de Código de
Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 180
Cuando el demandante originario sostenga que no haya lugar a término Fijo para citar
en garantía, el incidente se juzgará sumariamente.

Tabla de Contenido
§ 1. Casos en que la excepción en garantía se juzga sumariamente
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Casos en que la excepción en garantía se juzga sumariamente


1. Cuando la declaración del demandado al demandante, relativa a la existencia de la
acción recusoria, no es contestada, la causa no solo porta al rol el día en el que deben
comparecer los garantes y sub-garantes. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n. 1, P. 717).
2. La contestación de la declaración de puesta en causa del garante, no conlleva de
plano para el demandante originario la obligación de atender los plazos del empalamiento
al garante. Es al demandante a quien le toca establecer que la excepción no está
fundamentada. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, n. 9, p. 718).
3. El demandante original no puede exigir de justificación de la demanda en garantía
sino luego de pasado un cierto plazo moral, salvo cuando él conteste la excepción por ella
303

misma, en este caso no ha lugar para suspender el conocimiento de la excepción; la


audiencia continúa sur le champ (de manera inmediata). (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 10, p. 718).
4. El defendiente en la excepción dilatoria, demandante original, notifica las
conclusiones tendientes a que el asunto siga inmediatamente su curso y su adversario le
responderá mediante otras conclusiones. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées.1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 11-12, p. 418).
5. La ley establece que la contestación sea juzgada sumariamente, es decir por simple
solicitud y sin reporte o informe. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 13-14, p. 718).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


6. Los casos en que la excepción en garantía se juzga sumariamente no están
contemplados en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 181
Todos aquellos que fueren emplazados en garantía, estarán obligados a comparecer por
ante el tribunal donde radique la demanda originaria, aun en el caso que repudien la
calidad de garante. Empero, si aparece por escrito o por la evidencia del hecho, que la
demanda originaria se ha intentado con el fin de distraerlo de sus jueces naturales, podrán
pedir la declinatoria.

Tabla de Contenido
§ 1. Competencia del tribunal apoderado de la demanda principal para juzgar la
demanda en garantía.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Competencia del tribunal apoderado de la demanda principal para juzgar la


demanda en garantía
1. Todos aquellos que fueren emplazados en garantía, estarán obligados a comparecer
por ante el tribunal donde radique la demanda originaria, aún en el caso que repudien la
calidad de garante. Empero, si aparece por escrito o por la evidencia del hecho, que la
demanda originaria se ha intentado con el fin de distraerlos de sus jueces naturales,
podrán pedir la declinatoria. (Pérez Méndez, Artagnan. 1998. Procedimiento Civil, t. II, 2da.
ed., p. 46).
2. En estos casos el tribunal apoderado de la demanda principal es competente para
conocer de la demanda en garantía, aunque no sea el tribunal del domicilio del garante.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n. 1, p. 718).
3. En el intervalo entre la demanda principal y la demanda en garantía, el garante
puede tomar la ofensiva y accionar ante el tribunal de su domicilio, oponiendo así la
excepción de litispendencia fundada sobre que anteriormente a la demanda en garantía él
había introducido contra el garantido una acción. (Douai, 26 Dec. 1876, D.P. 78. 2. 46,
citado por: Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, n. 26, p. 719). Esta disposición es aplicable ante todos los
tribunales, con la única condición que éstos sean competentes ratione materiae para
conocer de la acción en garantía. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 14, p. 719).
304

4. Para que haya lugar a la aplicación del artículo 181, relativo a la competencia en
materia de garantía, es necesario y suficiente que las demandas sean conexas y que la
demanda en garantía sea accesoria y dependa de la demanda principal. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n. 86- 87, P.
721).
5. Cuando la instancia sobre la acción principal finalizare por sentencia o transacción,
o cuando hubiere sido abandonada la acción en garantía formada ulteriormente, debe ser
llevada ante el domicilio del garante demandado. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I,n. 126, p. 722).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


6. El aspecto tratado en el artículo 181 del Código de Procedimiento Civil no se
encuentra contemplado en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 182
En la garantía formal, para las materias reales o hipotecarias, el garante podrá siempre,
asumiendo los derechos y responsabilidades de éste, personarse en el lugar del
demandado, a quien se relevará de la demanda, siempre que lo requiera antes de la
primera sentencia. Sin embargo, aunque relevado de la causa, podrá asistir a ella para
conservar sus derechos, y el demandante originario podrá también pedir que permanezca
en ella para conservar los suyos.

Tabla de Contenido
§ 1. La garantía formal.
§ 2. Relevo del garantido por el garante.
§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. La garantía formal
1. La Garantía formal es aquella a la que da lugar el ejercicio de una acción real o
hipotecaria ejercida. El término hipotecario empleado por el artículo 182 del Código de
Procedimiento Civil es inútil, puesto que las materias hipotecarias son reales.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n. 1-2, p. 725).

§ 2. Relevo del garantido por el garante


2. En materia de garantía formal, el garante debe proteger al garantido, pudiendo en
todos los casos tomar el garante el hecho y la causa del garantido. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 6, p.
725; Pérez Méndez, Artagnan. 1998. Procedimiento Civil, t. II, 2da. ed., p. 47). El garante
que se convierte en representante del garantido en la acción principal, hace solo los actos
de procedimiento y figura solo en las calidades de la sentencia, pues pasa a ser frente al
demandante originario el demandado principal y aquello que es juzgado en su contra se le
opone al garantido. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, t. I, n. 11, p. 726; reg. 9 mars 1903, D.P.1903. 1.2294 y 5 jun 1899,
D.P. 9.2.271 citada: Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, t. I, n. 13, p. 726; Pérez Méndez, Artagnan. 1998. Procedimiento Civil,
t. II, 2da. ed., p. 47).
3. Si el garantido quiere escapar de la responsabilidad de los gastos que no hubieran
sido gastos por su falta y de daños y perjuicios que puedan ser acordados por el tribunal,
él debe hacerse poner fuera de causa. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
305

1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 40, p. 726). Tomando el garante el rol del
garantido, es decir el papel de demandado en la acción principal en representación del
garantido. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, n.49, p. 726).
4. El garantido que ha sido puesto fuera de causa puede entrar en la mísma, debiendo
constituir abogado y hacer una solicitud como en caso de intervención. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 50-51,
p. 727).
5. Cuando las condiciones para la puesta fuera de causa del garantido se han
cumplido, esa puesta en causa es de derecho; salvo que el garante, no ofrezca tomar el
puesto del garantido, éste no podrá demandar ni obtener su puesta fuera de causa, pues
ésta no puede ser declarada de oficio. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 53-54, p. 727).
6. Si el garantido cita colectivamente a los herederos, la condenación se repartirá entre
todos y si se llama a uno sólo, el garante que lo ha relevado, puede solicitar un plazo para
emplazar a los demás. (Pérez Méndez, Artagnan. 1998. Procedimiento Civil, t. II, 2da. ed., p.
47).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

71. El artículo 182 del Código de Procedimiento Civil no se encuentra contemplado en


el Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 183
En la garantía simple, el garante podrá solamente intervenir sin asumir el derecho y la
responsabilidad del demandado.

Tabla de Contenido
§ 1. Intervención del garante cuando la garantía es simple.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Intervención del garante cuando la garantía es simple


1. La garantía simple es la ejercida por el demandado que se encuentra perturbado por
una acción personal, pudiendo éste llamar al garante, para que conjuntamente con él
asuman la defensa. El garante no puede tomar el lugar del garantido. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 1-3, p.
727).
2. En materia de garantía simple, las conclusiones están a cargo y la instancia está
ligada, de una parte entre el demandante originario y el garantido y de otra entre el
demandante originario y el garantido. La fusión de las dos instancias puede hacerse de
oficio por el tribunal o por demandado de partes. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 11-12, p. 728).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

3. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no establece nada al respecto del


referido artículo 183 del Código de Procedimiento Civil actual.

ARTÍCULO 184
306

Cuando las demandas originarias y en garantía, estén en estado de decidirse a un


mismo tiempo, se procederá a ello conjuntamente; en caso contrario, el demandante
originario podrá hacer que se juzgue su demanda separadamente: la misma sentencia
pronunciará respecto al desglose, si las dos instancias estaban acumuladas; sin perjuicio
de decidir sobre la garantía, después de la sentencia en lo principal, si procediese.

Tabla de Contenido
§ 1. Posibilidad de juzgar conjuntamente la demanda principal y la demanda en
garantía.
§ 2. Disyunción de los asuntos
§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Posibilidad de juzgar conjuntamente la demanda principal y la demanda en


garantía
1. Cuando las demandas originarias y en garantía estén en estado de decidirse a un
mismo tiempo, se procederá a ello conjuntamente; en caso contrario el demandante
originario podrá hacer que se juzgue su demanda separadamente; sin perjuicio de decidir
sobre la garantía, después de la sentencia en lo principal si procediere. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1998. Procedimiento Civil, t. II, 2da. ed., p. 47; Silva Santos, Xiomarah Las
Excepciones Y Los Medios De Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura, Curso para
Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 38).
2. Si la demanda en garantía es rendida incidentalmente el juez debe dictar una
sentencia que ordene su fusión con la demanda principal se encontrare lista para recibir
sentencia antes que la demanda en garantía el tribunal puede separar las dos instancias.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n. 13, p. 728).

§ 2. Disyunción de los asuntos


3. En el caso de disyunción el garante no podrá solicitar, basándose en que la
demanda principal ha sido fallada, que se reenvíe el asunto ante el juez de su domicilio.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n. 15, p. 728).
4. Procede la disyunción cuando la contestación sobre el hecho de la garantía pudiere
alargar y retrasar la instrucción del asunto principal (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n. 20, p. 729).
5. La sentencia que pronuncia la disyunción de las demandas que se encontraren
juntas, debe reservar al juez, luego de la sentencia principal, el derecho de conocer de la
garantía. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, t. I, Ed.
Dalloz, n. 2015, p. 464).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


6. En cuanto a la excepción dilatoria para llamar al garante, el artículo 152 establece
que “la instancia sigue su curso cuando expire el plazo del cual dispone el garante para
comparecer, salvo lo que se haya estatuido separadamente sobre la demanda en garantía
si el garante no ha sido llamado en el plazo fijado por el juez”. Esta disposición evita
perjudicar los derechos del acreedor que no debe verse perjudicado por plazos
innecesarios e invocados con intención dilatoria.

ARTÍCULO 185
307

Las sentencias pronunciadas contra los garantes formales, se ejecutarán contra los
garantidos. Bastará notificar la sentencia a éstos, sea que hayan sido separados de la
causa, o que hayan permanecido en ella, sin necesidad de otra demanda ni procedimiento.
Respecto a las costas, daños y perjuicios, la liquidación y la ejecución no podrán hacerse
sino contra los garantes. Sin embargo, en el caso de insolvencia de éstos, el garantido será
responsable de las costas, a menos que haya sido relevado de la causa: lo será también de
los daños y perjuicios, si el tribunal juzga que hay lugar a ello.

Tabla de Contenido
§ 1. Ejecución de las sentencias pronunciadas contra los garantes.
A. Ejecución de las costas.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Ejecución de las sentencias pronunciadas contra los garantes


1. “Las sentencias pronunciadas contra los garantes formales se ejecutarán contra los
garantidos. Bastará notificar la sentencia a éstos, sea que hayan sido separados de la
causa o que hayan permanecido en ella, sin necesidad de otra demanda ni
procedimiento”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1998. Procedimiento Civil, t. II, 2da. ed., p. 47).
2. Cuando son rendidas una o dos sentencias el asunto finaliza por una de las dos
soluciones siguientes: a) Si las demandas, la principal y la en garantía, triunfan, en la
garantía simple las sentencias son ejecutorias; el garantido debe responder tanto por lo
principal como por los daños y perjuicios, salvo su recurso contra el garante simple; y si
la garantía fuere formal la sentencia puede condenar al garantido o al garante, según el
garante haya o no tomado el lugar del garantido; b) En segundo lugar, si el demandante
originario sucumbe, el garante y el garantido triunfan, debe condenarse a los gastos y
costas; c) Si el demandante originario triunfa y la acción en garantía es mal fundada, el
demandado debe pagar todas las costas y gastos del procedimiento. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 1-5 y 9,
p. 730).

A. Ejecución de las costas


3. “Respecto a las costas, daños y perjuicios, la liquidación y ejecución no podrá
hacerse sino contra los garantes. Sin embargo, en el caso de insolvencia de éstos, el
garantido será responsable de las costas, a menos que haya sido relevado de la causa; lo
será también de los daños y perjuicios, si el tribunal juzga que hay lugar a ello”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1998. Procedimiento Civil, t. II, 2da. ed., p. 47).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


4. El artículo 185 del Código de Procedimiento Civil no se encuentra contemplado en el
Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 186
(Derogado y sustituido por el Art. 2 de la Ley No. 834 del 15 de julio de 1978, cuyo texto
es el siguiente): Art. 2. Las excepciones deben, a pena de inadmisibilidad, ser presentadas
simultáneamente y antes de toda defensa al fondo o fin de inadmisión. Se procederá de
igual firma cuando las reglas invocadas en apoyo de la excepción sean de orden público. La
demanda en comunicación de documentos no constituye una causa de inadmisión de las
excepciones. Las disposiciones del primer párrafo no son obstáculo tampoco a la aplicación
de los artículos 31, 35 y 40.
(Ver anotaciones del Artículo 2 de la ley 834, en el presente título párrafo 1ro. parte
relativa a las generalidades de la excepciones de procedimiento).
308

ARTÍCULO 187
El heredero, la viuda y la mujer separada de cuerpo o bienes, pueden no proponer sus
excepciones dilatorias, sino después de vencidos los términos acordados para hacer
inventario y deliberar.

Tabla de contenido
§ 1. Quienes se benefician de la disposición del Artículo 187.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Quienes se benefician de la disposición del Artículo 187


1. La disposición del Art. 187 del Código de Procedimiento Civil se aplica
indistintamente a todos los presuntos herederos; por el contrario la mujer viuda,
divorciada o separada en bienes, no puede alegar en su favor la disposición del Art. 187
del Código de Procedimiento salvo el caso donde ellos hubieran estado común en bienes.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n. 1-2, p. 731).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


2. El aspecto tratado en el artículo 187 del Código de Procedimiento Civil no se
encuentra contemplado en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

APENDICE AL TITULO IX DEL LIBRO II, SOBRE LAS EXCEPCIONES


DE PROCEDIMIENTO

ARTÍCULO 44
Constituye una inadmisibilidad todo medio que tienda a hacer declarar al adversario
inadmisible en su demanda, sin examen al fondo, por falta de derecho para actuar, tal
como la falta de calidad, la falta de interés, la prescripción, el plazo prefijado, la cosa
juzgada.

Tabla de contenido
§ 1. Definición y Efectos.
§ 2. Clasificación.
§ 3. Proyecto de Código Procedimiento Civil.

§ 1. Definición y Efectos
1. Medio de defensa de naturaleza mixta entre las excepciones y las defensas de fondo,
que tienden a contestar el derecho que el autor de una acción tiene para explicarse sobre
esta; (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. v. I, p.133;
Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Commenté. Ed.
Dalloz, nn. 2023-2024, p. 468; Silva, Xiomara. Las Excepciones de Procediendo y los
medios de Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para Abogados
Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p.54) es decir, que en cuanto a las condiciones de
recibilidad de la acción, la parte no se opone a los hechos que la otra reclama sino que se
trata de evadir la acción. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure
309

Civile et Commerciale, p. 935; Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procedure Civile. Commenté v. I, p. 133, Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento
Civil Dominicano de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del
2000. p. 47; Silva, Xiomara. Las Excepciones de Procediendo y los medios de Inadmisión,
Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia
Civil”, p. 54).
2. La irrecibilidad declarada no permite al juez examinar el fondo ( Civ. 2, 20 Juin
1985, Bull. Civ. II, n, 125. Civ. 3, 4 Oct. 1995; Com. 26 Janv. 1988, RTD, Civ. 1988, 575),
en tal virtud ha sido juzgado que el tribunal que declara inadmisible la demanda no
puede hacer consideraciones sobre el fondo, pues uno de los efectos de las
inadmisibilidades es que impide la discusión del fondo del asunto. (Sent. SCJ. 1 de
octubre del 1997, B.J. 1043. 255; Sent. SCJ. del 17 de Abril del 2002, B.J. 1097. 184-197.
Sent. SCJ. del 10 de Abril del 2002, B.J. 1097. 163-164. Sent. SCJ. del 13 de enero del
1993, B.J. 986-988. 4; Sent. SCJ. del 3 de diciembre dl 1997, B.J. 1045. 328).
§ 2. Clasificación
3. El texto del Art. 44 enumera de manera enunciativa algunos de los medios de
inadmisión. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile.
Commenté. v. I, p. 133).
4. La última parte del artículo 46 indica que el artículo 44 no es limitativo y que, por lo
tanto, otros casos distintos a los señalados en este artículo podrían dar lugar a
inadmisibilidad, pues establece que “Aún cuando la inadmisibilidad no resulte de
ninguna disposición expresa”. (Silva, Xiomara. Las Excepciones de Procediendo y los
medios de Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para Abogados
Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, pp. 56-57).
5. Por la cantidad de medios de inadmisión es imposible catalogarlos: parte de la
doctrina los divide entre los de orden público, que pueden ser suplidos de oficio por el
juez y propuestos por el ministerio público, por lo que no es posible la renuncia de parte,
por ejemplo las excepciones perentorias de fondo (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, p. 935), y los que no son de orden público,
los que son susceptibles para la parte de renuncia como el medio de inadmisión de la
cosa juzgada en los procesos civiles. (Civil. Le mai 1912, D. P. 1912 511; 24 de oct. 1951,
J. C. P. 1952 6806; Com 16 Fev. 1953, D. 1956. 302) la novedad de una demanda en
aplicación (civ. 15 nov. 1948, Bull Civ. P. 9500 No. 297).
6. Sería inexacto pensar que la ley constituye la única fuente de los medios de
Inadmisión. Los contratos, como el contrato de seguro demuestran que el convenio puede
perfectamente crear un medio de Inadmisión. ( Civ. 24 Oct. 1951, D. 1952. 105 Citado por
: Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n.
2025, p. 469). En tal virtud, otros doctrinarios han sugerido la distinción entre los medios
de inadmisión legales (incapacidad, cosa juzgada, prescripción) y los medios
convencionales, cláusulas atributivas de competencia, disposiciones sobre la prueba o
sobre la duración de la prescripción. (M. Hebraud Rev. Trim. Dr civ. 1952 254 citado por
Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, p.
935). La jurisprudencia francesa ha aplicado el mismo régimen para ambos grupos de
medios de inadmisión (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale, p. 935).
7. Otra distinción es la de los medios de inadmisión puramente formales, resultado de
la expiración de plazos de procedimiento y aquellos que están ligados al fondo; los
primeros han de seguir el régimen de las excepciones y los segundos se asimilan a las
defensas del fondo. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, p. 935, Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure
Civile. Commenté. v. I, p.134).
310

8. Existen autores que distinguen además los fines de inadmisión ligados al fondo, que
son aquellos que tienden a impedir el acto que hace valer el derecho que sirve de
fundamento a la demanda, como resulta, por ejemplo, de la inadmisibilidad deducida de
la cosa juzgada, de la inconducta notoria de a madre o de la disparidad de grupos
sanguíneos en la acción en investigación de paternidad natural. (Silva, Xiomara. Las
Excepciones de Procediendo y los medios de Inadmisión, Escuela Nacional De La
Judicatura: Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 56).
9. De los medios de inadmisión previstos por la ley 834, se ha juzgado que: 1. Cuando
las partes admiten, aún sea de manera implícita, la calidad de las personas constituidas
en parte civil, no pueden proponer posteriormente, la falta de prueba de la calidad. (Sent.
SCJ. noviembre de 1976, B.J. 792. 1900); 2. “el interés es la medida de toda acción en
justicia”, y en tal virtud, es indispensable tener algún interés, aunque lo alegado
constituya una cuestión de orden público. (Sent. SCJ. 10 de noviembre del 1999, B.J.
No.1068. 75; Silva, Xiomara. Las Excepciones de Procediendo y los medios de Inadmisión,
Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia
Civil”, p. 56).
10. Por otra parte han sido considerado como medios de inadmisión: la ausencia del
preliminar de conciliación en los casos que estuviere previsto por la ley, (Civ, 3r 15 Fevier,
1978, Bull III, No. 83, P. 64); la falta de publicación de una demanda inmobiliaria (civ. 1re
20-oct-1987, Bull I, No. 301, p. 253).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


11. En el Proyecto de Código Procesal Civil no se modifica esta dispoción, quedando
consignada bajo el artículo 156.

ARTÍCULO 45
Las inadmisibilidades pueden ser propuestas en todo estado de causa salvo la
posibilidad para el juez de condenar a daños y perjuicios a los que se hayan abstenido con
intención dilatoria, de invocarlos con anterioridad.

Tabla de contenido
§ 1. Solicitud de medios de inadmisión
A. Forma
B. Momento
C. Sanción a la propuesta tardía.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Solicitud de medios de inadmisión


A. Forma
1. La solicitud de un medio de inadmisión es conocida por el tribunal que conoce la
demanda y éste tiene poder discrecional para apreciar si ha lugar a estatuir previamente
por sentencias distintas el medio de inadmisión y el fondo de la demanda o todo por una
sola sentencia, si es competente para conocerlo. Los tribunales de excepción pueden en
efecto no tener competencia para apreciar el medio de inadmisión. (Encyclopédie Juridique
Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, p. 936).
2. Las conclusiones sobre los medios de inadmisión no están sometidas a ninguna
formula sacramental. (Sent. SCJ 19de noviembre del 1997, B.J. 1144. 84-85).

B. Momento
311

3. Como vimos anteriormente (Ver anotaciones del Art. 44 del presente Código) en
Francia los medios de inadmisión fueron asimilados a las excepciones; estos y a pena de
exclusión, debían ser presentados in limine litis y antes de toda defensa al fondo. (Civ. 2,
12 Julliet 1972, Bull II, No. 278, P. 177, D. 1972, Som, P. 203). La tendencia liberal, sin
embargo, ha prevalecido y en la actualidad los medios de inadmisión pueden ser
propuestos en todo estado de causa como las defensas al fondo y las excepciones de
nulidad por irregularidades de fondo con la restricción de que no sean presentadas con
una intención dilatoria. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procedure Civile. v. I, p. 134; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la
Procédure Civile, Commenté. Ed. Dalloz, n. 2027, p. 470; Silva, Xiomara. Las Excepciones
de Procediendo y los medios de Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para
Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p.55; Sent. SCJ. 15 de mayo del 1992,
B.J. 977-979. 477; Sent. SCJ 2 de Febrero del 2000, B.J. 1071. 527-528).
4. La Suprema Corte de Justicia, en funciones de Corte de Casación, no podría decidir
sobre los medios de inadmisión que no fueron suscitados ante los jueces del fondo,
excepto si ellos son de orden público, y si la corte que ha rendido la sentencia atacada ha
sido puesta en condiciones de conocer el hecho que le sirve de base al agravio y de
verificar su realidad. (Sent. SCJ. 1 de marzo del 1997, B.J. 1045. 84-85).

C. Sanción a la propuesta tardía


5. De acuerdo al artículo 45 de la ley n 834 sobre procedimiento civil, la
inadmisibilidad puede ser propuesta en todo estado de la causa, so pena de ser
condenado en daños y perjuicios quien hubiere invocado tardíamente el medio con una
intención dilatoria. Esta intención no es un motivo de rechazo, sino una causa para la
condenación la pago de daños y perjuicios. (Sent. SCJ. 19 de agosto del 1998, B.J. 1053.
427-428).
6. Los jueces del fondo son los únicos con capacidad para imponer una condena en
daños y perjuicios (Sent. SCJ. 1 de marzo del 1997, B.J. 1045. 84-85).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


7. Este artículo tampoco es modificado en el Proyecto de Código Procesal Civil,
quedando contemplado en el artículo 157.

ARTÍCULO. 46
Las inadmisibilidades deben ser acogidas sin que el que las invoca tenga que justificar
un agravio y aun cuando la inadmisibilidad no resultare de ninguna disposición expresa.

Tabla de contenido
§ 1. Necesidad de justificar el agravio.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Necesidad de justificar el agravio


1. Asimilando los medios de inadmisión a las defensas al fondo, estos pueden ser
presentados sin la necesidad de justificar un agravio, (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte.
1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 134-1, Guinchard, Serge, et al.
1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 2028, p. 470; Civ. 2, ii Juill.
1977. D. 1978. IR, 57 ; TD. Civ. 1978. 419. Civ. 25 Fevr. 1981, JCP. 1982. II. 19737;
Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano de acuerdo con las leyes
Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000, p.47). Aún cuando la inadmisión no
este prevista en ningún texto legal.
312

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


2. Este artículo tampoco fue modificado en el Proyecto de Código de Procedimiento
Civil, quedando contemplado en el artículo 158.

ARTÍCULO. 47
Los medios de inadmisión deben ser invocados de oficio cuando tienen un carácter de
oden público especialmente cuando resulten de la inobservancia de los plazos en Ios cuales
deben ser ejercidas las vías de recurso. El juez puede invocar de oficio el medio de
inadmisión resultante de la falta de interés.

Tabla de contenido
§ 1. Facultad del juez para pronunciarlos de oficio.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Facultad del juez para pronunciarlos de oficio


1. Este artículo ordena al juez a pronunciar de oficio el medio de inadmisión que tenga
un carácter de orden público. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procedure Civile. v. I, p.48 ; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure
Civile, Ed. Dalloz, n. 2029, p. 471), como resulta de la inobservancia de los plazos para el
ejercicio de las vías de recursos, (Civ. 2, 11 Fev.1976 Bull II, No. 43 P. 33 1 ermasrs 1972,
Bull II No. 49 P. 41; Civ. 2, 24 oct, 1979, bull II, No. 249, P. 171; 17 Mars 1983, Bull No. 83,
P.55, citadas por: Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure
Civile. Commenté. v. I, p.134-1; Silva, Xiomara. Las Excepciones de Procediendo y los
medios de Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para Abogados
Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p.57) pues el adverbio especialmente consignado
en el artículo 47 fue utilizado por el legislador para poner de relieve una cosa entre
algunas y otras. (Sent. SCJ del 22 de Mayo del 2002, B.J. 1098. 124-127).
2. Debe ser pronunciada de oficio la inadmisibilidad de orden público que resulta de
las disposiciones que prohíben los recursos contra la sentencia sobre incidentes en
materia de embargo inmobiliario, en virtud de los que establece el artículo 730 del Código
de Procedimiento Civil. (Silva, Xiomara. Las Excepciones de Procediendo y los medios de
Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para Abogados Ayudante:
“Incidentes en Materia Civil”, p. 59).
3. Este texto deja a la discreción del juez pronunciar la inadmisibilidad deducida de la
falta de interés. Mediante este medio se procura poner fin a procesos sin motivación
aparente. (Silva, Xiomara. Las Excepciones de Procediendo y los medios de Inadmisión,
Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia
Civil”, p. 59).
4. Son de orden público los fines de inadmisión que: 1. resulta de la apelación de una
sentencia preparatoria, en virtud de lo que establece el artículo 451 del Código de
Procedimiento Civil. 2. Las Formalidades requeridas por la ley para la interposición de
recursos son sustanciales y se sancionan con la inadmisibilidad. (Sent. S.C.J. 12 de
febrero 1998, B.J. 1047. 71; Civ. 2, 11 julliet 1977, Bull II, n. 182, p. 128, citada por: Silva,
Xiomara. Las Excepciones de Procediendo y los medios de Inadmisión, Escuela Nacional De
La Judicatura: Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 58).
5. El Segundo párrafo del artículo 47 establece la potestad al juez de declarar de oficio
del medio de inadmisión dado por la falta de interés. (Sent. SCJ. 11de agosto del 1999,
B.J. 1065. 111-113). El interés ha de ser apreciado de manera soberana por los jueces del
fondo, (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile.
Commenté. v. I, p. 134-2). Otros medio de Inadmisión que no puede ser solucionado de
313

oficio son la falta de calidad (Com . 29 Janv. 1980, JCO. 1980. IV,145; CIV 3, 13 Mars
1984, Gaz, Pal. 1984, Pan 214 ; Civ. 2, 1 Juill. 1992, D. 1993. Somm. 184, citado por
Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 2030,
p. 471) y la autoridad de la cosa juzgada que constituye un medio de defensa de interés
privado. (Sent.SCJ. 24de febrero del 1999, B.J. 1059. 143).
6. La cuestión de saber si el juez puede declarar de oficio la inadmisibilidad de una
acción debe previamente ser discutida por las partes aún cuando el medio de inadmisión
tenga un carácter de orden público. (Bull No. 6, P. 9, Gaz. Pal 1981-2-627; Cass. Ch. Miste
10 Juill. 1981 ( 3 arrets) Gaz. Pal . 1981. 627, citadas por: Guinchard, Serge, et al. 1999.
Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n. 2030, P. 471; Silva, Xiomara. Las
Excepciones de Procediendo y los medios de Inadmisión, Escuela Nacional De La
Judicatura: Curso para Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p. 57).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


7. Este artículo que fue incluido bajo el número 159 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil, sufrió algunas alteraciones: una de forma, al sustituir “medios de
inadmisión” por “inadmisibilidad”, y otra de fondo, al agregar a la parte final del artículo
la frase “o de la ausencia de una vía de recurso”, lo cual tiene por objeto el preservar el
medio de defensa.

ARTÍCULO. 48
En el caso en que la situación que da lugar a un medio de inadmisión es susceptible de
ser regularizada, la inadmisibilidad será descartada si su causa ha desaparecido en el
momento en que el juez estatuye.
Será igual cuando antes de toda exclusión la persona que tiene calidad para actuar
viene a ser parte en la instancia.

Tabla de contenido
§ 1. Regularidad del Medio de Inadmisión.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Regularidad del Medio de Inadmisión


1. Si al momento del juez estatuir ha desaparecido la causa de irrecibilidad, esta será
descartada. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. v. I,
p.135; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, n.
2027, p. 470). El juez debe ser puesto en conocimiento mediante una instancia de esta
nueva situación, con la prueba de que la irregularidad ha sido corregida oportunamente
por parte del interesado. (Rowland Cruz, James A. 2001. El Procedimiento Civil Dominicano
de acuerdo con las leyes Nos. 834 y 845, de 1978; 38, de 1998, y 50, del 2000. p.48-49).
2. La inadmisibilidad resultante de la falta de calidad debe ser descartada si antes de
la exclusión la persona tiene calidad para actuar viene a ser parte de la instancia. (Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p.135-
1).
3. La regularización puede intervenir en causa de apelación aún cuando el fin de
inadmisión haya sido pronunciado en primera instancia, ya que el artículo 48 no hace
distinción entre la primera instancia y la apelación. (Silva, Xiomara. Las Excepciones de
Procediendo y los medios de Inadmisión, Escuela Nacional De La Judicatura: Curso para
Abogados Ayudante: “Incidentes en Materia Civil”, p.60).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


314

4. Este artículo no es modificado en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil,


quedando como el número 160.

De La Comunicación De Documento
ARTÍCULO 49
La parte que hace uso de un documento se obliga a comunicarlo a toda otra parte en la
instancia.
La comunicación de documentos debe ser espontánea.
En causa de apelación una nueva comunicación de documentos ya realizada en los
debates de la primera instancia no es exigida. Toda parte puede sin embargo, pedirla.

Tabla de contenido
§ 1. Definición, utilidad y generalidades.
A. Carácter y efectos de la medida.
B. Cuando puede ser ordenada.
C. Obligación de los tribunales en lo relativo a las piezas presentadas.
§ 2. Comunicación Voluntaria. Prueba.
§ 3. Comunicación en grado de apelación.
§ 4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Definición, utilidad y generalidades


1. Medio de documentación de la prueba documental en la que se apoya cada litigante
para justificar sus pretensiones. (Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II.,
v. I., p.82; García de Peña, Luís V. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado, p.163;
Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 751;
Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I,
p.139; Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale,
v. I, p. 552).

A. Carácter y efectos de la medida


2. La comunicación de documentos es una obligación legal aplicable en todas las
jurisdicciones a fin de garantizar la lealtad en los debates y la protección al derecho de
defensa mediante la contradicción de los documentos que se invocan para así establecer
su veracidad (Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 83;
Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p 751;
Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, v. I, p.
552, Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. v. I, p.139
Sent. SCJ. 21-6-2000, B.J. 1075, Págs. 114-122; Sent. SCJ. B. J. 723, Pág. 332). La
excepción de comunicación de documentos debe ser propuesta ante los jueces de hecho.
No puede ser un medio de casación si no se ha alegado antes. (Sent. SCJ B. J. 515, Junio
1953, p. 1009).
3. Todas las piezas comunicadas son indivisibles. En ese sentido el adversario tiene el
derecho de prevalecerse y alegar las que le sean favorables. (Encyclopédie Juridique
Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, v. I, p. 554).
4. La comunicación de documentos tiene un efecto suspensivo (Guinchard, Serge, et al.
1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 752), más nada impide al juez
ordenar conjuntamente a esta medida la realización de un experticio. (Sent. SCJ. B.J.
856.306).
315

5. Cuando la comunicación de documentos debe efectuarse dentro de determinados


plazos, el beneficiado de este no puede ser privado del derecho de agotarlo
completamente, salvo renuncia expresa a prevalerse de él. (Sent. SCJ septiembre de 1968,
B.J. 694. 1970).
6. El hecho de solicitar comunicación de documentos no implica admisión de la
regularidad de la demanda. (Sent. SCJ agosto de 1971, B.J. 729. 2345).

B. Cuando puede ser ordenada


7. La comunicación de documentos es improcedente cuando se trata únicamente de
piezas conocidas por las partes (Sent. Corte de Apelación de Santo Domingo, 9 de agosto de
1960, exp. No. 40/1960), de igual forma, cuando la parte a quien se solicita la
comunicación manifiesta que no tiene documentos para comunicar, el tribunal no
procede ordenar la medida. (Sent. SCJ julio de 1967, B.J. 680. 1324).

C. Obligación de los tribunales en lo relativo a las piezas presentadas


8. Los tribunales tienen deber de ponderar los documentos sometidos, en forma
regular, por las partes en apoyo de sus pretensiones, y cuando los jueces del fondo no
examinan un documento que le es sometido como elemento de prueba, cuya ponderación,
eventualmente, podría conducir a una solución distante del litigio, la Suprema Corte de
Justicia, en función de Corte de Casación, no está en condiciones de verificar si se ha
hecho una correcta aplicación de la ley. (Sent. SCJ del 29 de mayo del 1992, B.J. 977-979.
542).
9. El juez puede o no, según su soberana apreciación, fundamentarse en los
documentos presentados (Sent. SCJ. B.J. 728.2039; Sent. SCJ. B.J. 833.774; Sent. SCJ.
B.J. 982.1138). Los jueces sólo pueden tomar en consideración los documentos que sean
sometidos a un debate contradictorio. (Sent. SCJ noviembre de 1964, B.J. 652. 1678). Si el
juez no los ha tomado en consideración para fallar, no se viola ningún precepto jurídico.
(Sent. SCJ Febrero de 1949, B. J. 463. 115; Sent. SCJ 25 de marzo 1988, B.J. 928. 475). La
expresión “vistos los demás documentos que forman el expediente”, es suficiente, ya que
los tribunales no tienen que enumerar en sus sentencias todos los documentos
depositados por las partes. (Sent. SCJ 28 de Mayo 1953, B. J. 514. 885).
10. Cuando los documentos aportados al litigio carecen de todo contenido útil, el juez
no está obligado a ponderarlos… (Sent. SCJ. 27 de noviembre del 1995, B.J. 1 016-1021.
355).

§ 2. Comunicación Voluntaria. Prueba


11. La parte que pretende hacer uso de un documento debe comunicarlo de manera
espontánea, ya sea por acto de abogado a abogado o por depósito en secretaria. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 163; Blanc, Emmanuel et Jean
Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. v. I, p.139; Encyclopédie Juridique Dalloz.
1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, v. I, p. 552).
12. Al abogado comunicar los documentos, debe normalmente enumerarlos en
inventario el cual se remite al tribunal, así el juez y la parte adversa aseguran la
veracidad de la comunicación. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la
Procédure Civile, Ed. Dalloz, p 751; Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code
de Procedure Civile. Commenté. v. I, p.140).
13. El demandado debe comunicar los documentos en que fundamenta su defensa o
demanda reconvencional contra su adversario. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986.
Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p.139).

§ 3. Comunicación en Grado de Apelación


316

14. La parte interesada puede solicitar una nueva comunicación ante la corte de
apelación aún cuando la pieza solicitada hubiera sido comunicada en primera instancia.
(Lyon 29 Juill. 1947, D. 1948, Somm 23 citado por Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, v. I, p. 552), más la Corte de Apelación
puede fundamentar su decisión sobre piezas producidas en 1ra instancia. (Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commneté. v. I, p.140).
15. La jurisprudencia francesa ha establecido que no es posible que el juez rechace la
comunicación solicitada en apelación puesto que la ley establece el principio general de
que no es necesaria la comunicación, salvo si las partes la solicitaran. (cf. Civ. 2e. 3 junio
1970, Bull II, no. 194, p. 147, D. 1970, Som. p. 202). Este criterio es contrario a lo
establecido por la jurisprudencia dominicana. (Sent. SCJ. 12 de agosto, 1998, Sent. SCJ.
B.J. 1053.55; Sent. SCJ. B.J. 783. 327; Sent. SCJ. 8 Marzo 2000, B.J. 1072.111).

§ 4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


16. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene esta disposición.

ARTÍCULO 50
Si la comunicación de documentos no se ha hecho amigablemente entre abogados o por
depósito en secretaria, el juez puede ordenarla sin ninguna formalidad si es requerida por
cualquiera de las partes.

ARTÍCULO 51
El juez fija, si hay necesidad a pena de astreinte, el plazo, y si hay lugar, las
modalidades de la comunicación.

Tabla de contenido
§ 1. Comunicación forzosa.
A. Definición forma y efectos.
B. Poder del juez.
C. Momento en que han de realizarse los recursos. Fijación del Astreinte.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Comunicación forzosa
A. Definición forma y efectos
1. Sin formalismo, cualquier parte puede solicitar al juez que ordene la comunicación.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p.81). El juez no puede de
oficio ordenar la comunicación. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la
Procédure Civile, Ed. Dalloz, p.753).
2. Sin embargo, la jurisprudencia dominicana ha permitido como facultad de los
jueces ordenar de oficio una comunicación. (Sent. SCJ. B.J. 898. 2257). La jurisprudencia
francesa por su parte ha limitado esta facultad a que la comunicación de oficio se refiere
a piezas invocadas en el curso del proceso por una de las partes. ( REQ. 17 Juin, 1879, D.
P. 80, 1, 427; 15 de Juin 1892, D.P. 92, 1, 596).
3. La solicitud puede realizarse sin formalidades, es decir oralmente, pero es preferible
hacerlo por documento. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procedure Civile. Commenté. v. I, p.141).
4. La orden de comunicar una pieza paraliza el procedimiento hasta que sea ejecutada.
(Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 752).
317

B. Poder del juez


5. La pertinencia de la comunicación es de la soberana apreciación de los jueces. (Sent.
SCJ. 19 de junio del 1930, B.J. 146. 450; Sent. SCJ. 5 de marzo del 1954, B.J. 101. 70).
Más la misma no puede rechazarse sin dar motivos pertinentes. (Sent. SCJ., B.J. 835.
1267).
6. El juez puede ordenar que se realice directamente entre abogados, en copia u
original. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile.
Commenté. v. I, p.141).

C. Momento en que han de realizarse los recursos. Fijación del Astreinte


7. Cuando ambas partes solicitan la comunicación, el juez podrá ordenar que ambas
comunicaciones se cumplan al mismo tiempo. (Sent. SCJ. B.J. 759.405).
81. La orden debe fijar las condiciones y garantías necesarias así como el plazo dentro
del cual debe efectuarse. (Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, T. II., V. I.,
p.141). La fijación del astreinte deviene en inútil, pues a falta de comunicación el tribunal
descartará los documentos probatorios del adversario. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit
et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 753).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


9. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene esta disposición.

ARTÍCULO. 52
El juez puede descartar del debate los documentos que no han sido comunicados en el
tiempo hábil.

Tabla de contenido
§ 1. Documentos no comunicados en tiempo hábil.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Documentos no comunicados en tiempo hábil


1. El juez podrá descartar las piezas que no sean comunicadas en tiempo útil.
(Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p.753).
Esta disposición es en pro a la salvaguarda del derecho de defensa a fin de garantizar al
contrario el tiempo de estudiar y discutir el documento. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte.
1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 42).
2. El juez no puede descartar de los debates las piezas comunicadas posteriormente al
plazo impartido sin tomar en cuenta las circunstancias particulares que ella pueda
precisar y si la parte retrasada no se ha encontrado en la posibilidad de respetar el plazo.
(Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I,
p.142; Soc. 10 Juillet 1984, Bull. v. n. 312. 236).
3. No pueden ser tomados en cuenta los documentos depositados con posterioridad a
los plazos acordados para las réplicas y cuyo depósito no fue notificado a la parte
adversa. (Sent. SCJ. 17 junio del 1935, B.J. 299. 201).
4. Para fundamentar su decisión en documentos sometidos luego de cerrados los
debates, los jueces deben comprobar que los mismos han sido correctamente notificados
a la parte contraria y reabrir los debates a fin de someterlos a discusión contradictoria
(Sent. SCJ. de junio 1939, B.J. 346, p. 492; 22 de mayo 1878, D. 78, 1, 266; Cas. Reg. 15
enero 1896, D.P. 96, 1, 88. Cas. Soc. 27 diciembre 1945, D. 1946, No. 10. Sent. SCJ. B.J.
759. 406).
318

5. Si ninguna de las partes solicitan que no sean tomados en cuenta documentos


notificados fuera del plazo concedido, el juez puede fundamentarse en ellos. (Sent. SCJ.
B.J. 727, p. 2009). En base a que se presume la regularidad de todo documento no
contestado. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed.
Dalloz, p 752; Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile.
Commenté. v. I, p.140; Civ. 1re, 22, jévier 1977, Bull I, No. 100, p. 77; Com, 28 de junio
1977, Bull IV, No. 188, p. 160; 20 mai 1978, Bull II, No. 131, p. 105; Civ. 1re, 6 de juin
1978, Bull I, No. 128, p. 174; 14 octobre 1982, Bull II, No. 127, p. 93; Civ. 1re; 3 de nov.
1982, Bull I, No. 312, p. 269).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


6. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene esta disposición. La palabra
“Puede” en la redacción del texto es impropia, pues el juez no puede fundamentar su
decisión sobre piezas no comunicadas o que han sido comunicadas tardíamente. (Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p.142;
Cas. Civ. B.J. 1052, p. 112).

ARTICULO. 53
La parte que no restituye los documentos comunicados puede ser constreñida
eventualmente bajo astreinte.

ARTÍCULO. 54
El astreinte puede ser liquidado por el juez que lo ha pronunciado.

Tabla de contenido
§ 1. Restitución de documentos comunicados.
§ 2. Fijación y liquidación de Astreinte.
§ 3. Proyecto De Código De Procedimiento Civil.

§ 1. Restitución de documentos comunicados


1. La restitución de piezas entraña la participación judicial en el caso de que éstas
sean retenidas voluntariamente por el adversario. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986.
Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p.142).
2. La parte que solicita la restitución puede realizar en daños y perjuicios contra el
abogado y contra la parte adversa, como responsable de los hechos que han realizado el
abogado que ha constituido. (Encyclopédie Juridique Dalloz.1956. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, v. I, p. 554).
3. La restitución de piezas tiene lugar del mismo modo que la comunicación.
(Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, v. I, p.
554).

§ 2. Fijación y liquidación de Astreinte


4. El juez puede fijar un astreinte a fin de que la parte adversa restituya los
documentos en el caso de que ésta se resistiera. Esta medida es rara en la práctica pues
el hecho de retener los documentos hará presumir al juez que la tesis que él sostiene es la
incorrecta. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile.
Commenté. v. I, p.142).
5. El juez que dictó el astreinte tiene la facultad que será apreciada en su oportunidad
de liquidarlo. El astreinte posee un carácter puramente conminatorio por lo que el juez no
319

puede rehusar a su liquidación luego de cumplida la medida. (Blanc, Emmanuel et Jean


Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté v. I, p.142).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


6. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene esta disposición.

ARTÍCULO 55
Si, en el curso de una instancia, una de las partes hace uso de un acto autentico o bajo
firma privada en el cual no ha sido parte o de un documento que está en poder de un
tercero, puede pedir al juez apoderado del asunto, ordenar la entrega de una copia
certificada la producción del acto o del documento.

ARTÍCULO 56
La solicitud es hecha sin formalidad. El juez si estima esta solicitud fundada, ordena la
entrega o la producción del acto o del documento en original, en copia o en extracto según el
caso, en las condiciones y bajo la garantía que fije, si hay necesidad a pena de astreinte.

ARTÍCULO 57
La decisión del juez es ejecutoria provisionalmente sobre minuta si hay lugar.

Tabla de contenido
§ 1. Clases de documentos.
A. Documento en el que la parte no ha participado, en menos adversario.
§ 2. Solicitud de presentación de documento.
§ 3. Decisión.
A. Carácter.
§ 4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Clases de documentos
1. La comunicación de documentos puede realizarse por copia, copia certificada u
original (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile.
Commenté. v. I, p. 40).
2. Cuando sea realizada en fotocopia la parte interesada podrá exigir la comunicación
del original para que no quede duda de la fidelidad de la fotocopia. (Blanc, Emmanuel et
Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. v. I, p.40; Encyclopédie Juridique
Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, v. I, p. 552; B.J. 828, p. 2241).

A. Documento en el que la parte no ha participado, en menos adversario


3. El juez puede ordenar a solicitud de la producción de cualquier documento en
manos de un tercero. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure
Civile, Commenté. Ed. Dalloz, p. 754). Sin embargo, algunos autores afirman que
exclusivamente se puede ordenar la comunicación de los actos auténticos o bajo firma
privada en manos de tercero. (Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v.
I., p. 85).
4. El juez no puede ordenar de oficio la comunicación de pieza detenida por terceros
salvo, según disposiciones de legislación francesa, de los documentos detentados por la
administración fiscal. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure
Civile, Ed. Dalloz, p.754; Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procedure Civile. v. I, p.143).
320

5. Los terceros no podrán ilegítamente rehusarse a comunicar un documento


solicitado por una parte. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procedure Civile. Commenté. v. I, p.143).

§ 2. Solicitud de presentación de documento


6. La parte que solicita la comunicación del acto debe determinarlo. (Civ. 2e, 15 mars
1979, Bull II No. 88, p. 62; Com. R Mars 1979, Bull IV, No. 97, p. 75).
7. Las regulaciones para efectuar la solicitud aparecen en los artículos del 839 al 858
del Código de Procedimiento Civil, los cuales fueron derogados en Francia. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 85).
8. La jurisprudencia francesa ha establecido que la solicitud debe ser indispensable
para el esclarecimiento de la verdad, que constituye el único medio para obtener el
documento, que el tercero ha manifestado su negativa de ofrecerlo voluntariamente.
(Versailles 14 de septiembre 1989, Gaz Pal. 1990 Somm 155). La última condición
establecida tiene por objeto la salvaguarda de un derecho legalmente reconocido o
judicialmente contestado. (Civ. 1re, 6 de noviembre de 1990, D. 1991 353, note prevault;
París 15 abril del 1975, Gaz Pal. 1975, 750, Note Viatte).

§ 3. Decisión
9. Si la solicitud es considerada por el juez como fundada, el puede ordenar la entrega
en original, en copia o en extracto bajo las garantías que e mismo fije (Pérez Méndez,
Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p.86; Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986.
Nouveau Code de Procedure Civile. v. I, p.144; Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, v. I, p. 553).

A. Carácter
10. La decisión dictada es obligatoria, ejecutoria y a título provisional. (Guinchard,
Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p.756; Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p.144).
11. La decisión puede emanar del juez de fondo y hasta del juez de los referimientos.
(TGI Nanterre 23 de septiembre et 7 de octubre del 1976, JCP 1977-II. 18603) y puede ser
ordenada en casación. (Civ. 1re, 4 Fevr. 1986, JCP 1986. IV. 99).
12. Las decisiones tienen efecto sobre terceros (Bancos, empresas, notarios, abogados u
otros auxiliares de la justicia) que están protegidos por el secreto profesional. (Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p.144).
En caso de impedimento legítimo la solicitud será rechazada, a menos que el juez rechace
el motivo del impedimento invocado (Civ. 1re, 21 juill 1987, Gaz. Pal. 1987. 2. Pan. 269 et
RTD Civ. 1989. 393).
13. El tercero que no cumpla con la orden puede ser demandado en daños y perjuicios
en virtud del Art. 1382 del Código Civil y sanciones disciplinarias en caso de los oficiales
ministeriales. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, v. I, p. 553).

§ 4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


14. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene esta disposición.

ARTÍCULO 58
En caso de dificultad, si es invocado algún impedimento legítimo, el juez que ha
ordenado la entrega o la producción puede, sobre solicitud sin formalidad que le fuere
321

hecha, retractar o modificar su decisión. Los terceros pueden interponer apelación de la


nueva decisión en los 15 días de su pronunciamiento.

Tabla de contenido
§ 1. Retiro o modificación de la orden. Casos en que se puede.
§ 2. Recursos contra la nueva decisión.
§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Retiro o modificación de la orden. Casos en que se puede


1. El tercero a quien se le ha ordenado la comunicación podrá hacer oposición sin
formalidades a la ordenanza, estableciendo las razones por la que solicita la retracción de
la decisión. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. v. I,
p.144; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz,
p.756).
2. El recurso de retractación está excluído cuando la producción es ordenada por
necesidad de un experticio. (Civ. 2e, 7 dec. 1983, D. 1984. 227).

§ 2. Recursos contra la nueva decisión


3. Si el juez no modifica su decisión o lo hace parcialmente, el tercero podrá apelar la
decisión a los 15 días de pronunciada. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau
Code de Procedure Civile. Commenté. v. I, p.145; Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et
Practique de la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p.756).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


4. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene esta disposición.

ARTÍCULO 59
Las demandas en producción de elementos de pruebas que están en poder de una de
las partes son hechas y su producción tiene lugar, conforme a las disposiciones de los
artículos 55 y 56.

Tabla de Contenido
§ 1. Demandas en producción de elementos de prueba.
§ 2. Proyecto De Código De Procedimiento Civil.

§ 1. Demandas en producción de elementos de prueba


1. Toda pieza reclamada podrá ser llevada a los debates si el juez lo dispone. El texto
se refiere a todos los elementos de prueba a fin de procurar el combate leal, mediante la
igualdad de armas y evitar una estocada secreta. (Blanc, Emmanuel Jean Viatte. 1986.
Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté. v. I. p. 145). Sin embargo, sectores de la
doctrina entienden que: Al referirse a los artículos 55 y 56, el legislador limita la
aplicación a los actos auténticos o bajo firma privada. (Pérez Méndez, Artagnan. 1986.
Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 85).
2. La producción de piezas debe hacerse mediante demanda expresa. (Com. 19
décembre 1977. Bull IV, No. 307, p. 262).

§ 2. Proyecto de Código
de Procedimiento Civil
3. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene esta disposición.
322

Título X.

De la verificación de escrituras

Tabla de Contenido
§ 1. La prueba escrita en el proceso.
A. Actos o documentos escritos.
a. Actos Auténticos.
b. Actos Bajo Firma Privada.
§ 2. Definición de la Verificación de Escrituras.
§ 3. Actos que dan lugar a la verificación de escrituras.
§ 4. Clasificación de las acciones de verificación de escrituras.
§ 5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. La Prueba escrita en el proceso


1. La prueba escrita o literal es una de las más seguras y su superioridad sobre la
prueba oral es indiscutible. Cuando es completa es una prueba perfecta. Pero con
frecuencia, en los documentos presentados ante la justicia sólo se encuentra una prueba
fragmentaria. Generalmente el examen de los documentos sólo se limita a ciertos puntos
discutidos o a la identidad de la escritura. Dado que, a fin de asegurar el derecho de
defensa y lealtad de las discusiones, toda pieza debe ser presentada a los debates para
poder ser tomada en consideración por los jueces. Los documentos escritos susceptibles
de ser presentados ante la justicia y servir de prueba son muy diversos. Desde el punto
de vista de la forma y del valor probatorio, se distingue: 1) los actos o títulos auténticos;
2) los títulos o actos bajo firma privada, 3) los registros o papeles domésticos. Desde el
punto de vista del contenido y de la naturaleza de la prueba, hay: 1) los documentos
judiciales o extrajudiciales, que contienen o registran una confesión, explícita o implícita;
2) los escritos que representan el testimonio de un tercero; 3) las piezas que constituyen
la materia del delito; 4) los título o piezas que se relacionan directa o indirectamente con
el delito y sirven de indicios. (Gorphe, Francois. 1967. Apreciación Judicial de las Pruebas,
p. 185).

2. Prueba documental, llamada también literal, es la que se hace por medio de


documentos en la forma prefijada en las leyes procésales. Los documentos han sido
considerados siempre como uno de los medios más seguros de prueba de los hechos en el
proceso. La fijeza que al hecho de probar da el documento le atribuye una superioridad
sobre los demás medios que, sin embargo, no es prudente aceptar de una manera general
y absoluta. (De Pina, Rafael Vara. 1981. Tratado de las Pruebas Civiles, p. 167).
3. La prueba documental no se limita a los instrumentos (públicos y privados), que son
la forma de representación del pensamiento mediante escritura, sino que incluye también
las demás cosas que sirven para representar hechos (planos, cuadros, películas
cinematográficas, discos cintas, grabadas, etc. (Roland Arazi. 1998. La Prueba en el
Proceso Civil. p. 199).
4. La prueba literal es aquella que resulta de los escritos redactados en vista de servir
de prueba. Estos escritos se denominan actas o títulos y se producen comúnmente en la
justicia. El acta es el instrumento que comprueba el acto jurídico. (Jorge Blanco,
Salvador. 1997. Introducción al Derecho, p. 458. 414).
323

A. Actos o documentos escritos


5. “Se llaman actos a los escritos redactados con la finalidad de constatar un hecho
jurídico, una declaración de voluntad”. (Planiol et Ripert. 1931. Traite de Droit Civil. t. I. v.
2, p. 770).
6. Los documentos son de dos clases: los actos auténticos o públicos y los actos bajo
firma privada. Estas dos categorías de actos presentan diferencias importantes que
conciernen a las formalidades de redacción, a la fuerza ejecutoria, a la fuerza probatoria y
a las condiciones de existencias. Sin embargo, ambas son regidas por un cierto número
de reglas comunes. (León Lebrón, Mariel, 1973. Valor Probatorio de los Procedimientos
Modernos de reproducción de los Documentos. Tesis de grado. UNPHU, p. 57).

a) Actos auténticos
7. Los escritos de mayor fuerza probatoria son los llamados auténticos, celebrados por
un oficial público competente bajo ciertas formalidades esenciales y que hacen fe hasta la
impugnación en falsedad (…) Su autoridad recae al mismo tiempo sobre la escritura y
sobre el contenido. (Art. 1317 del Código Civil de la República Dominicana; De Pina, Rafael
Vara. 1981. Tratado de las Pruebas Civiles, p. 170; Luis Henriquez Castillo. Guia de la
Prueba Civil y Comercial. P.19; Gorphe, Francois. 1967. Apreciación Judicial de las
Pruebas, p. 186; Jorge Blanco, Salvador. 1997. Introducción al Derecho, pp. 458. 415).
8. Una vez levantado conforme a las formalidades requeridas para la validez de los
mismos, está dotado de una fuerza probatoria particular. Sin embargo, todas las
indicaciones contenidas en el acto, no siempre tienen la misma fuerza probatoria, puesto
que muchas veces, el oficial público que instrumenta el acto, transcribe algunas
indicaciones dadas por las partes sin antes verificarlas. (León Lebrón, Mariel, 1973. Valor
Probatorio de los Procedimientos Modernos de reproducción de los Documentos. Tesis de
grado. UNPHU, p. 57).
9. Siempre que un acto auténtico sea nulo, ya sea por la incompetencia o la
incapacidad del oficial público que lo haya instrumentado, o por haber faltado algunos de
los requisitos de forma en ellos exigidos, tendrá valor como escritura privada, siempre que
haya sido firmado por las partes. (León Lebrón, Mariel, 1973. Valor Probatorio de los
Procedimientos Modernos de reproducción de los Documentos. Tesis de grado. UNPHU, p.
62).

b) Actos bajo firma privada.


10. Todos los escritos que no tienen el carácter de auténticos son actos bajo firma
privadas. No es necesario que en ellos figuren testigos; pero, es recomendable, ya que en
caso de verificación de escritura su declaración podría ser útil. (Luis Henríquez Castillo,
Guía de la Prueba Civil y Comercial, Editora El Caribe, Sto. Dgo., 1973. pp 25-29).
11. El acto bajo firma privada está hecho por las mismas partes o sus mandatarios. No
es un acto que está sometido a formalidades en razón del principio general del
consensualismo; la condición básica para su validez es la firma de las partes y sobre todo
de aquella que asume la obligación. (Jorge Blanco, Salvador. 1997. Introducción al
Derecho, pp. 458. 461. 419.)
12. Estos actos se realizan sin la intervención de ningun funcionario que ejerza cargo
por autoridad pública, o bien con la intervención de éstos últimos, pero sobre actos que
no se refieren al ejercicio de sus funciones. (De Pina, Rafael Vara. 1981. Tratado de las
Pruebas Civiles, p. 173).
324

13. A los actos auténticos se oponen los actos privados, a los que no se atribuyen la
misma presunción legal de regularidad. Los actos bajo firma privada, cuando son
reconocidos y verificados equivalen a un acto auténtico. (Sent. S.C.J. enero del 1962, B.J.
619. 151; Sent. S.C.J. enero del 1963, B.J. 630. 46) Hacen fe de su contenido hasta prueba
en su contra, pero no más, ya que las enunciaciones que contienen emanan de las
mismas partes y sólo están cubiertas por sus afirmaciones y firmas. En cuanto a la fecha,
no es más que una indicación hecha por las partes, no hace fe respecto de los terceros, a
menos que esté confirmada de alguna otra manera, particularmente por la formalidad del
registro. (Gorphe, Francois. 1967. Apreciación Judicial de las Pruebas, p. 192).

§ 2. Definición del procedimiento en verificación de escrituras


14. La verificación de escritura es el examen que se hace en la justicia de un acto bajo
firma privada, con el fin de comprobar si ha sido escrito o firmado por la persona a quien
se le atribuye u opone, (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 231), es necesaria que todas las veces que el litigante la
invoca, la parte del acto que se impugna sea escrita de la mano del adversario, el cual
niega o desconoce su escritura. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, Commenté. n.1, p. 741)
15. La verificación de escritura no es obstáculo para la inscripción en falsedad contra
el mismo acto. (Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., V. I., p.88). La
inscripción en falsedad podría admitirse contra los actos bajo firma privada reconocidos
en justicia o reconocidos voluntariamente. (Morel, n° 484; Vincent, 16 éd., n° 715, citados
por: Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. Commenté.
v. I, p..222). (ver anotaciones del titulo XI del Codigo de Procedimiento Civil).

§ 3. Actos que dan lugar a la verificación de escrituras


16. De conformidad con el artículo 1323 del Código Civil “aquel a quien se le opone un
acto bajo firma privada, está obligado a confesar o negar formalmente su letra o su firma.
Sus herederos y causahabientes pueden concretarse a declarar que ellos no conocen la
letra ni la firma de su causante.”, y el artículo 1324 del mismo texto expresa que: “En el
caso en que la parte niegue su letra o firma y también cuando sus herederos o
causahabientes declarasen no conocerlas, se ordenará en justicia la verificación, ya que el
acto bajo firma privada sólo hace prueba de su contendido cuando es reconocido por la
parte a quien se le opone”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procesal Civil, Commenté. t. II.,
V. I., p. 86).
17. Los actos bajo firma privada pueden ser objeto de un reconocimiento o verificación
de escritura en justicia. Sin embargo, esta forma de proceder no se aplica jamás a los
actos auténticos. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, n.10 p. 741).
18. El procedimiento no es aplicable más cuando se trata de escritos generadores de
un derecho. (Req. 9 Janv.1978 D. P. 78.1.301).

§ 4. Clasificación de las acciones de verificación de escrituras


19. La verificación se puede incoar mediante demanda principal en reconocimiento de
escritura o mediante procedimiento incidental. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 231; Pérez Méndez, Artagnan. 1986.
Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 88).
20. La verificación a título principal, se realiza mediante una demanda que se hace
fuera de todo proceso judicial, por lo que la decisión que intervenga posee un carácter
declarativo, lo cual es una excepción al principio de irrecibilidad de las acciones
preventivas. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure Civile, Ed.
Dalloz, p.759; Morel, René.1949. Traité Elementaire de Procédure Civile, 2da. ed., 385). La
325

jurisdicción competente para Conocer de esta demanda es el tribunal de primera


instancia en asuntos. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de la Procédure
Civile, Ed. Dalloz, p. 759).
21. Son raros los casos que la ley admite expresamente un procedimiento de prueba in
Futurum.
22. La demanda principal se opone a la demanda incidental en verificación que supone
que en el curso de un proceso una parte deniegue un acto bajo firma privada invocado
por su adversario. (Morel, René.1949. Traité Elementaire de Procédure Civile, 2da. ed.,
386).

§ 5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


23. El Proyecto de Código contempla tanto la verificación de escrituras a título
principal como incidental.

TÍTULO X
DE LA VERIFICACIÓN DE ESCRITURAS

ARTÍCULO 193
Cuando se trate de verificación de escrituras bajo firma privada, el
demandante puede, sin previa autorización del juez, hacer emplazar a tres días de
término, a fin de obtener acta de reconocimiento, o para que se tenga el
documento por reconocido. Si el demandado no niega su firma, todas las costas
relativas al reconocimiento, aún los de registros del documento, serán a cargo del
demandante.

Tabla de contenido

§ 1. Reconocimiento de documento instrumentado bajo firma privada.


A. Solicitud de reconocimiento.
B. Quien puede demandar la verificación.
§ 2. Tribunal competente para conocer de la verificación.
§ 3. Procedimiento de la Demanda en Reconocimiento o Verificación de Escritura.
A. Momento para proponer la excepcion.
§ 4. Sentencia de estatuye sobre el procedimiento de verificación.
§ 5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Reconocimiento de documento instrumentado bajo firma privada

1. El proceso de verificación supone que la sinceridad de la escritura o de la firma ha


sido negada. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, n. 20, p.741). Si el demandado en el incidente reconoce el escrito que se
le opone, el tribunal debe dar de ello constancia al demandante, y condenar en costas a
éste. (Morel, René.1949. Traité Elementaire de Procédure Civile, 2da. ed., 386;Tavares,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 233).

A. Solicitud de reconocimiento

2. El hecho de producir un acto bajo firma privada, como fundamento de una


demanda o de una defensa, implica necesariamente intimación a la parte contraria para
326

que acepte o no el documento. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal


Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 231).
3. En la verificación principal, el demandante puede, sin previa autorización del juez,
hacer emplazar a tres días de término, a fin de obtener acta de reconocimiento o para que
se tenga el documento por reconocido. Si el demandado no niega su firma, todas las
costas relativas al reconocimiento, aún las de registro del documento, serán a cargo del
demandante. (Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procesal Civil, t. II., v. I., p. 89)

B. Quien puede demandar la verificación


4. Cual que sea su rol en lo principal aquel que produce el acto deviene en
demandante; aquel que lo niega deviene en defensor en el incidente. Cuando la parte que
detenta el acto lo produce en justicia y la escritura es negada o conocida por el
adversario, no hay en realidad, más que un hecho alegado de una parte y negado de otra,
en saber la sinceridad del título, y es al demandante que se vale de esta sinceridad y no al
defensor que niega o desconoce la escritura probada la veracidad de su afirmación.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, nn. 68- 69, p. 743).

§ 2. Tribunal competente para conocer de la verificación

5. El rechazo de la escritura que se le atribuye a una de las partes, o el no


reconocimiento por ella de la escritura que se asigna a un tercero, conduce al incidente de
comprobación por el juez, a menos que se pueda estatuir sin referirse al documento
litigioso. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile.
Commenté. v. I, p. 223).
6. Los tribunales civiles de primera Instancia son los únicos que pueden conocer las
demandas principales e incidentales en verificación de escrituras. Las jurisdicciones de
excepción ante la cual una demanda es formada, deben enviar dicho incidente a ese
tribunal o sobreseer el fondo del asunto. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n.51, p. 742; Morel, René.1949. Traité
Elementaire de Procédure Civile, 2da. ed., 386; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 88).
7. Los tribunales en materia comercial no pueden hacer verificaciones de escritura, por
lo que si en el curso de un proceso comercial ante el Juez de Primera Instancia surge la
negación o el desconocimiento de una acto bajo firma privada, el tribunal debe sobreseer
su decisión sobre el fondo hasta tanto la parte interesada someta la cuestión de la
sinceridad del documento, por acción principal, al mismo tribunal, en la forma de los
asuntos civiles. Esto no se aplica en caso de que el tribunal que conoce el asunto sea una
corte de apelación porque el código de comercio dispone que las apelaciones de las
sentencias comerciales se instruirán y juzgarán como las sentencias dictadas en materia
sumaria y que el procedimiento será de conformidad a lo que se prescribe en el Código de
procedimiento civil. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 88-89; Pérez Méndez, Artagnan . Procedimiento Civil. t. II. v I.
Los Incidentes del Procedimiento. p 124).
8. El tribunal de primera instancia apoderado como juez de apelación de una decisión
de un juez de paz, es incompetente para estatuir sobre la verificación de escritura y no
puede más que reenviar la causa ante los jueces que puedan conocerlo. Esta
incompetencia que es de orden público puede proponerse por primera vez ante la Corte de
Casación. (Civ. 16 [ou 18] Janv. 1933,. D. H . 1933, 148, Sem. Jur. 1933. 451).
9. En los casos donde la pieza contestada ante un tribunal no ha sido relativa más que
a algunos hechos de la demanda, el tribunal podrá juzgar los otros hechos.
327

(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n.57, p. 742)
10. Los jueces están facultados para verificar cualquier escrito o firma si ellos lo
juzgan posible, sin tener que recurrir al procedimiento de verificación de escrituras. (Sent.
SCJ. Noviembre de 1947, B.J. 448. 791; Sent. S.C.J. 28 de octubre de 1985, B. J. 899.
2655; Sent. SCJ. Marzo de 1960, B.J. 596. 593; Sent. SCJ. 16 de noviembre, 1983. B.J.
876. 3584; Sent. SCJ. 21 de abril de 1999. B.J. 170 y 175; Req. 3 abril del 1902, D.P.
1902-1-285; Req. 30 el 1906 de julio, D.P. 1907-1-246; Req. 7 el 1912 de agosto, D.P. 1912-
1-448). A este respecto ha sido juzgado que “En materia de verificación de escrito nada se
opone a que las jurisdicciones represivas estatuyan sobre la falsedad de un documento
ateniéndose exclusivamente a los resultados del debate oral. (Sent. SCJ. 1ro de julio 1955,
B.J. 540.1299-1313). La jurisprudencia francesa reciente es más exigente e impone esta
tarea, a título de deber. (Civ. 1°, 15 el 1984 de febrero. Bull I, n° 65, p. 54, 22 el 1985 de
enero. Bull I, n. 33, p. 32).
11. Asi mismo, en presencia de la producción de un documento bajo firma privada, el
tribunal puede, si el documento no le parece sincero, desecharlo sin proceder a su
verificación; inversamente, puede rechazar enseguida la demanda de verificación si el
documento le parece sincero. (Rouen, 15 de octubre, 1969, 195; Sent. SCJ. 28 noviembre
1947. B.J. 448.780).
12. “El Juez puede verificar si es verdad la alegada falsedad de la firma de uno de los
contratantes en un documento privado, ordenando la comparecencia de las partes y
cotejando la firma de las parte en el acta de comparecencia y en el contrato, sin recurrir
al procedimiento de verificación de firmas”. (Sent. SCJ. B.J. 730.2712; Sent. SCJ. B. J.
876, citadas por: Headrick C., William. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. Ed. p.
500). No obstante tiene la facultad de pronunciarse sur-le– Champ en vista de los
elementos de los que dispone, sin recurrir a ninguna medida de instrucción. (Civ. 111, 18
el 1978 de mayo, Bull. l, n° 195; París, 26 noviembre, 1925, D.H. 1926-59; Civ. 2 , 9 el
1973 de abril, Bull II, n° 143, p. 113, D. 1973, som., p. 130). O dispensar el conocimiento
de la verificación si estima que para la solución del litigio no se requiere del acto litigioso.
(Civ. 1", 15 el 1988 de marzo, D. 1989. somm. 277).
13. Cuando los jueces deciden hacer una verificación de firmas deben llevarlo a
conocimiento de las partes. (Sent. SCJ. Enero de 1978, B.J. 806. 114; Sent. SCJ., 2 abril
1972. B.J.737. 846).

§ 3. Procedimiento de la Demanda en Reconocimiento o Verificación de Escritura

14. Si no obstante habérsele solicitado el reconocimiento, el demandado persiste en no


reconocer el documento, el tribunal puede optar entre proceder él mismo a la verificación;
o prescribir que se haga la verificación por uno o varios de los medios de prueba
autorizados por los Aarts. 195 y sigs. (Luis Henríquez Castillo, Guía de la Prueba Civil y
Comercial, Editora El Caribe, Sto. Dgo., 1973. pp 25-29; Tavares, Froilán. 2000. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., pp. 231y 233-234).
15. Para que esta acción sea necesaria, es indispensable que el signatario aparente, o
quien le represente, niegue la escritura, o la firma, formalmente; o que de igual manera
sus causahabientes las desconozcan. (Guinchard, Serge, et al. 1999. Droit et Practique de
la Procédure Civile, Ed. Dalloz, p. 757; Luis Henríquez Castillo, Guía de la Prueba Civil y
Comercial, Editora El Caribe, Sto. Dgo., 1973. pp 25-29).
16. Cuando un acto es opuesto a los herederos o causahabientes de signatario
aparente, basta, para que la verificación de escritura sea obligatoria, que dichos
herederos y causahabientes declaren que no reconocen la escritura o firma de su autor.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 88-89; París, 12 de Nov.
328

1931, Gaz, Trib; 25-26 mai 1932). En ausencia de tal declaración , la escritura o la firma
pueden ser consideradas como reconocidas. (Sent. S.C.J. 25 abril 1936, B.J. 309. 183).
17. El procedimiento de verificación de escrituras tiene por objeto el poner al tribunal
en la medida de estatuir sobre la sinceridad de un acto bajo firma privada. Este
procedimiento es raramente utilizado, en primer lugar por que las denegaciones de
escrituras son suficientemente raras, en segundo lugar porque, aún en caso de
denegación los tribunales no están obligados a seguir el procedimiento de los artículos
193 y siguientes. (Morel, René.1949. Traité Elementaire de Procédure Civile, 2da. ed., 385),
ya que si los jueces estiman que la denegación es una maniobra dilatoria o que existe una
imitación grosera de la escritura que se le opone, ellos pueden estatuir inmediatamente y
sin ordenar ninguna verificación. (Cass. Req., 19 mars 1902, S. 1905. 140; París, 26 Nov.
1925, D. H. 1926. 59, citada por: Morel, René.1949. Traité Elementaire de Procédure Civile,
2da. ed., 385)
18. Cuando el procedimiento de verificación de escritura es introducido por vía de
acción principal el demandante debe proceder mediante emplazamiento; Por el contrario,
cuando la demanda en reconocimiento o verificación de escritura es introducida
incidentalmente en otra instancia, ella debe ser entablada por acto de abogado a abogado.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
nn.73-75, p. 743; Morel, René.1949. Traité Elementaire de Procédure Civile, 2da. ed., 386 ;
Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, V.II, 8va. Ed., p.
231; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 89).
19. En el acto que abre el proceso de verificación de escritura, sea la verificación
principal o incidental, se aplican las reglas y normas del derecho común. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n. 76, p. 743).

A. Momento para proponer la excepción


20. La ley no ha fijado ningún plazo dentro del cual la demanda en verificación de
escritura debe ser incoada, esta demanda puede ser introducida en todo estado de causa;
así la verificación puede ser demandada por primera vez en apelación, salvo que se haya
reconocido expresa o tácitamente en primera instancia el acto bajo firma privada.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n.42-43 y 46, p. 742).

§ 4. Sentencia de estatuye sobre el procedimiento de verificación

21. La sentencia decide si el documento es sincero o no. En el primer caso el


documento es considerado como probatorio en el proceso sobre lo principal. (Tavares,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p.238; Pérez
Méndez, Artagnan. 1986. Procesal Civil, t. II., v. I., p. 94).
22. Los tribunales aprecian el valor de los resultados de los diferentes géneros de
prueba y jamás están ligados, en cuanto a la cuestión de decidir, por las medidas de
instrucción que ellos han prescrito. Su decisión es soberana en ese sentido.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I. nn. 2-3, p. 760).
23. En los caso donde el tribunal decide que la pieza es sincera aquella es tenida por
reconocida y hace prueba a su totalidad. Pero esta pieza no puede ser empleada como
término de comparación en un procedimiento ulterior de verificación (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I. n. 21-22,
p.760).
24. El tribunal puede, por una sola sentencia, decidir sobre el incidente de verificación
y sobre el fondo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, n. 20, p.760; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal
329

Civil Dominicano, V.II, 8va. Ed., p.238; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procesal Civil, t. II.,
v. I., p. 95).
25. La sentencia es apelable o no, según que lo sea o no la sentencia sobre el fondo.
(Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, V.II, 8va. Ed.,
p.238; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procesal Civil, T. II., V. I., p. 95).

§ 5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

26. Las disposiciones establecidas por el Proyecto de Código son similares a las que se
establecieron durante la reforma francesa, dentro de las cuales hemos de señalar:
27. El artículo 344. establece que: “Si una de las partes niega la escritura que le es
atribuida o declara no reconocer aquella que le es atribuida a su autor, el juez verifica la
escritura contestada a menos que no pueda estatuir sin tenerla en cuenta. Si el escrito
contestado sólo se refiere a ciertos puntos de la demanda, el juez puede estatuir sobre los
otros”. Por esta razon la jurisprudencia francesa ha establecido que el juez de lo principal
debe conocer de la verificación de escritura incidental, salvo el juez de los referimientos
que no puede conocer de la verificación. (Civ. 2; 17 el 1993 de mayo, civ de RTD. 1993.
643).
28. Modificando nuestra actual disposición del artículo 193, el Art. 351 del Proyecto de
Código nos señala que: “El juez regula las dificultades de ejecución de la verificación de
escritura particularmente en cuanto a la determinación de las piezas de comparación.”

ARTÍCULO 194
Si el demandado no comparece, se pronunciará el defecto, y el documento se
tendrá por reconocido: si el demandado reconoce el documento, la sentencia dará
acta de ello al demandante.

Tabla de contenido
§ 1. Defecto del Demandado. Efectos.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Defecto del Demandado. Efectos


1. El juez considerará que el demandado reconoció el documento si habiendo sido
citado no compareciere. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 226; Morel, René.1949. Traité Elementaire de Procédure
Civile, 2da. ed., 386; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 231; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procesal Civil, T. II., v. I.,
p. 88). El juez debe examinar si las conclusiones del demandante son justas y bien
verificadas. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, n. 1, p. 744).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


2. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no contiene ninguna disposición
similar a esta, no obstante, creemos que de los principios generales del derecho civil y del
procedimiento civil, que obligan al juez a estatuir, se sobre entiende que el tribunal debe
fallar haciendo constar los hechos ocurridos.
ARTÍCULO 195
Cuando el demandado niegue la firma que se le atribuye, o declare no reconocer
la que se le atribuye a un tercero, podrá ordenarse su verificación, tanto por
títulos como por peritos y por testigos.
330

Tabla de contenido
§ 1. Medios para proceder a la verificación.
A. Verificación por Títulos.
B. Verificación por Peritos.
C. Verificación por testigos.
D. Otros medios no previstos por el código.
§ 2. Orden a Seguir en los Diversos Medios de Verificación.
§ 3. Plazo en el Cual se Debe Proceder a la Verificación.
§ 4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Medios para proceder a la verificación


1. Siguiendo un sistema, en principio, todas las veces que la escritura de un acto bajo
firma privada es denegada o desconocida, es un deber riguroso para el juez no pasar a
otro aspecto del proceso sin pronunciarse sobre la veracidad de las escritura; no le es
permitido autorizar la ejecución sin estatuir sobre su sinceridad y no puede volver a
juzgar esta pieza del proceso sin haberla sometido a un examen previo. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n.3,
p.745).
2. El juez posee la libertad de escoger los medios en que ha de basar su intima
convicción. (Civ. 1 15 el 1955 de junio, D. 1956, som. p. 112).

A. Verificación por Títulos


3. Procede emplear esta forma cuando el demandante en el incidente de verificación
produce un acto auténtico en el cual ha figurado la firma del acto bajo firma privada que
se trata de verificar, y en que se hace mención de dicho documento. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n.57,
p.747; Morel, René.1949. Traité Elementaire de Procédure Civile, 2da. ed., 386). Esta forma
de verificación se practica directamente por el tribunal, y sin procedimiento. (Tavares,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procedimiento Civil Dominicano, v. II, 8va. Ed., p.231;
Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procesal Civil, t. II., v. I., p. 90).

B. Verificación por Peritos


4. El experticio consiste en el examen de la pieza contestada por hombres designados
por las partes, o en su defecto por el juez, los cuales comparan esta pieza con otros títulos
o piezas reconocidas como emanadas de la persona a la cual se ha atribuido el acto a
verificar. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, n.60, p. 747).
5. El código ha sometido este experticio a reglas particulares. La sentencia que ordena
esta medida nombra un juez comisario encargado de continuar el procedimiento, obliga al
demandado a depositar la pieza a verificar y nombra de oficio tres expertos si las partes
no se ponen de acuerdo en su designación. A diferencia del procedimiento ordinario, que
es confiado a un solo experto, pero para este procedimiento las partes no pudieron
consentir que el experticio sea confiado a uno solo. (Morel, René.1949. Traité Elementaire
de Procédure Civile, 2da. ed., 387; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p .231; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil,
t. II., v. I., p. 90).

C. Verificación por testigos


6. El juez puede hacer oír el testimonio de personas que estuvieron presentes al
momento de la redacción o la firma del documento a comprobar. (Blanc, Emmanuel et
Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile. v. I, p. 225, Jurisprudence Générale
331

Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.67, p.747) o que ellas
tienen conocimiento de los hechos que permiten descubrir la veracidad. (Morel,
René.1949. Traité Elementaire de Procédure Civile, 2da. ed., 386).

D. Otros medios no previstos por el código


7. El Juez que no encuentra ni en la inspección de la pieza comparada en otros
documentos, ni en la luz otorgada por los debates, los medios suficientes de convicción,
para estatuir sobre la veracidad de la escritura, podrá sin hacer verificar el título,
conforme el Art. 195 y siguientes, recurrir a otro medio de instrucción que las
circunstancia lo sugieren. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. I, n.74, p. 747).

§ 2. Orden a Seguir en los Diversos Medios de Verificación


8. Las formas de verificación pueden ser ordenadas simultáneamente, tanto por título,
por expertos (peritos), o por testimonio, pero el tribunal puede según las circunstancias,
no prescribir más que un solo o dos de los tres medios de prueba. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn.80-81,
p. 747).

§ 3. Plazo en el Cual se Debe Proceder a la Verificación


9. Cuando se procede a la verificación por título o por expertos, el juez puede fijar un
plazo en el cual el proceso de verificación deberá ser finalizado. El plazo es determinado
por el juez, sea para probar la veracidad del acto por los tres medios de prueba previsto
por el Art. 195, del Código de Procedimiento Civil, sea por emplear uno de éstos medios
solamente. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, nn.97-98, p.748).
10. Todas las veces el juez no tiene que fijar este plazo, la ley no lo exige formalmente,
pero debe cumplir con esta medida en el proceso de verificación. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n.99, p.748).
11. El plazo así fijado por el juez es puramente conminatorio (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.100, p.748).

§ 4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

12. En cuanto a la forma en la que se puede realizar la verificación, el Art. 345 dispone
que: “Pertenece al juez proceder a la verificación de escritura en vista de los elementos de
los cuales dispone, después de haber ordenado a las partes, si hay lugar, la producción
de todos los documentos de comparación y hacer verificar, bajo su dictado, las muestras
de escritura”; también se permite la prueba testimonial, según lo prescribe el Art. 350 y el
experticio, según lo establece el Art. 349.

ARTÍCULO 196
La sentencia que autorice la verificación ordenará que se haga por tres peritos,
que nombrará de oficio, a no ser que las partes se pongan de acuerdo para
nombrarlos. La misma sentencia comisionará el juez por ante el que deba
procederse a la verificación: dispondrá también que el documento que va a
verificar se deposite en la secretaría, y después de haberse hecho constar su
estado, y que haya sido firmado y rubricado por el demandante o su abogado y
por el secretario, que extenderá acta del todo.
332

Tabla de contenido
§ 1. La sentencia que ordena la Verificación.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. La sentencia que ordena la Verificación

1. La sentencia que ordena la verificación debe ser motivada (Sent. SCJ, febrero, 1965,
B.J. 655. 229), y tiene una carácter interlocutorio. (Morel, René.1949. Traité Elementaire
de Procédure Civile, 2da. ed., 386). Debe ordenar que el documento a verificar sea
depositado en secretaría. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procedure Civile. v. I, p. 224; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. Ed., p.235; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II.,
v. I., p.91).
2. El tribunal que ordena un experticio para proceder a la verificación de escritura,
debe por si sentencia tomar tres medidas diferentes: 1ero. Nombrar expertos de oficio o
sobre la presentación de las partes; 2do. Nombrar un juez comisario; 3ero. Ordenar el
depósito al experto caligráfico del acto a verificar. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n.1, p. 748).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

3. Con el Proyecto de Código desaparece el procedimiento actual. El juez puede por sí


hacer la verificación en caso de que no estatuya inmediatamente sobre la veracidad del
documento. El juez puede, ya sea retener el escrito a verificar y las piezas de
comparación, u ordena su depósito en la secretaría del tribunal.

ARTÍCULO 197
En el caso de recusación del juez comisario o de los peritos, se procederá en la
forma prescrita en los títulos XIV y XXI del presente libro.

ARTÍCULO 198
En los tres días del depósito del documento, el demandado podrá tomar
conocimiento de él en secretaría, sin extraerlo de la oficina: además de dicho
conocimiento, el documento será rubricado por él o por su abogado y apoderado
especial, y el secretario extenderá acta de ello.

Tabla de Contenido
§ 1. Conocimiento del documento argüido de falsedad por parte del demandado.
A. Plazo durante el cual el demandante puede tomar comunicación.
B. Cómo se hace la comunicación.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Conocimiento del documento argüido de falsedad por parte del demandado


1. Al demandado en el incidente se le notificará el depósito, y se le intimará al mismo
tiempo para que tome comunicación del documento, sin extraerlo de la oficina; el
demandado, su abogado o su apoderado especial, rubricará el documento. (Tavares,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p.235; Pérez
Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v I., p. 91).
333

A. Plazo durante el cual el demandante puede tomar comunicación


2. El demandado tiene un plazo de tres días para tomar comunicación de la pieza
depositada, el cual inicia a partir del día donde él ha conocido la existencia del depósito
por la notificación que le ha sido hecha del acto que la contesta. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n.1, p. 749).

B. Cómo se hace la comunicación


3. Cuando la verificación de escritura ha sido ordenada por las reglas establecidas por
el Código de Procedimiento deben ser seguidas estrictamentes, y el juez no puede
sustituirlas y escoger ninguna otra manera de procedimiento. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 8, p.750).
4. En consecuencia, las partes no pueden tomar comunicación de piezas más que ante
el experto caligráfico y sin desplazamiento. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n. 9, p.750).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

5. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no contiene ninguna disposición


similar a esta.

ARTÍCULO 199
En el día indicado por el auto del juez comisario, y a intimación hecha por la
parte más diligente, notificada al abogado, si lo hubiere; o en el domicilio de la
parte, por un alguacil comisionado en dicho auto, las partes estarán obligadas a
comparecer por ante el dicho juez comisario, para convenir respecto a los
documentos de comparación. Si el demandante en verificación no comparece, el
documento será rechazado; si faltare el demandado, el juez podrá tener el
documento por reconocido. En ambos casos, la sentencia se pronunciará en la
proxima audiencia, en vista del informe del juez comisario, sin acta llamando a
las partes: dicha sentencia es susceptible de oposición. (Respecto del recurso de
oposición, V. Arts, 149 y sig., mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978).

Tabla de contenido
§ 1. Comparecencia de las partes ante el juez comisario para determinar
documentos de comparación.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Comparecencia de las partes ante el juez comisario para determinar


documentos de comparación
1. El juez comisario, mediante auto dictado a instancia de la parte más diligente,
determinará la fecha en que las partes deben concurrir ante él para convenir en los
documentos de comparación. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 236; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II.,
v. I., p. 91).
2. Si las partes convienen en los documentos de comparación, se levanta acta en que
son indicados esos documentos. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 236; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil,
t. II., v. I., p.91).
334

3. Si no concurre el demandante a esas operaciones, el tribunal podrá decidir, en vista


del informe del juez comisario que el documento controvertido será desechado; si es el
demandado quien no concurre, el tribunal podrá, en la misma forma, tener el documento
como reconocido. (Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p.91;
Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, V.II, 8va. Ed., p.
236).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

4. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no contiene ninguna disposición


similar a esta.

ARTÍCULO 200
Si las partes no se acordasen respecto a los documentos de comparación, el
juez no podrá admitir como tales, sino los siguientes: 1o. las firmas puestas en los
actos pasados ante notarios, o las que sean puestas en los actos judiciales a
presencia del juez y secretario; o finalmente los documentos escritos y firmados
por aquél cuya firma se trata de comparar, en calidad de juez, secretario, notario,
abogado, alguacil, o ejerciendo bajo cualquier otro título, funciones de persona
pública; 2o. escritos bajo firma privada, reconocidos por aquél a quien se atribuye
el documento de que se trata de verificar; pero no los negados o no reconocidos
por él, aunque hubiesen sido anteriormente examinados y reconocidos por él. Si la
denegación o desconocimiento no es relativa sino a una parte del documento que
se va a verificar, el juez podrá ordenar que el resto de dicho documento servirá de
documento de comparación.

Tabla de contenido
§ 1. Documentos de comparación en caso de no acuerdo.
A. Carácter de la enumeración del Art. 200.
B. Actos enumerados por el Art. 200.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Documentos de comparación en caso de no acuerdo


1. Si las dos partes están de acuerdo sobre los documentos de comparación, se levanta
un acta en la cual se indica e individualizan los documentos de comparación. Si, por el
contrario, no están de acuerdo, el tribunal admite únicamente como documento de
comparación las firmas puestas por actos otorgados ante notario, ante el juez y el
secretario actuando conjuntamente. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n.1, p.751; Morel, René.1949. Traité
Elementaire de Procédure Civile, 2da. ed., 387 ; Tavares, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 236; Pérez Méndez, Artagnan. 1986.
Procedimiento Civil, t. II., v. I., p.91).
2. Si la negación o el desconocimiento no son relativos sino a una parte del
documento, el resto del mismo puede servir como documento de comparación. (Tavares,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p.236; Pérez
Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 92). 92).

A. Carácter de la enumeración del Art. 200


3. En los términos imperativos y restrictivos del Art. 200, resulta que, cuando los
jueces han recurrido al Procedimiento especial de verificación de escritura, no le es
posible admitir otras piezas de comparación que aquellas dispuestas por el Art. 200 del
335

Código de Procedimiento Civil, el cual contiene la enumeración limitativa. (Jurisprudence


Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n. 8, p. 751).
4. La prohibición hecha por el Art. 200 del Código de Procedimiento Civil de recibir
piezas de comparación diferentes de aquellas enunciadas en este artículo no concierne
solamente al juez comisario, sino más bien al mismo tribunal. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 9, p. 750).

B. Actos enumerados por el Art. 200


5. a) Actos notariales: Son autorizados por el Art. 200, como piezas de comparación.
“Las firmas asentadas en los actos por ante notario”. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 17, p.751).
6. b) Actos judiciales firmados en presencia del juez y del experto caligráfico. Los actos
judiciales admitidos como piezas de comparación son solamente aquellos que han sido
firmados en presencia del juez o del experto caligráfico. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 36, p. 752).
7. c) Actos emanados de funcionarios públicos. Las piezas de comparación admitidas
para verificar un acto atribuido a un funcionario público no son solamente aquellos que
han sido escritos y firmados por él, pero cuando las piezas que serán simplemente
firmadas por el funcionario, actuando en el ejercicio de sus funciones públicas.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
n. 43, p.752).
8. d) Escrituras y Firmas Privadas Reconocidas. No se puede considerar como
escrituras y firmas privadas reconocidas, sino aquellas que han sido objeto de un
reconocimiento expreso y directo de la parte de aquel de donde ellas han emanado
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n. 56, p. 753).
9. e) Parte no denegada o desconocida de la pieza a verificar. Si la denegación o
desconocimiento no establece más que sobre la parte de la pieza a verificar, el tribunal
podrá ordenar que la parte de la pieza servirá de comparación (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 66, p. 753).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

10. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no contiene ninguna disposición


similar a la establecida en ese texto legal.

ARTÍCULO 201
Si los documentos de comparación se hallasen en poder de depositarios
públicos u otros, el juez comisario dispondrá que en el día y hora indicados por él,
los detentadores de dichos documentos los lleven al lugar donde deba hacerse la
verificación, bajo pena de apremio corporal contra los depositarios públicos; y
contra los demás, por las vías ordinarias, sin perjuicio de pronunciar también
contra éstos últimos el apremio corporal si hubiere lugar.

Tabla de contenido
§ 1. Documentos en manos de depositarios públicos o de terceros.
A. A cuales depositarios se les aplica este artículo.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
336

§ 1. Documentos en manos de depositarios públicos o de terceros

1. “Cuando los documentos aptos para servir de comparación se encuentren en poder


de un tercero, oficial público o particular, el juez comisario podrá disponer, de acuerdo
con el Art. 201, que esas personas lleven los documentos al lugar en que deba hacerse la
verificación.” (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II,
8va. Ed., p.236; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., V. I., p.92). 92).
2. En principio los depositarios cual que sean y especialmente los notarios, deben
poner los actos que ellos detentan a la disposición de la justicia para que la verificación
del acto se pueda efectuar. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 2, p. 754).
3. El juez puede actuar de diferentes formas con relación a la producción de
documentos por parte de terceros, pudiendo ordenar un astreite a fin de constreñir al
tercero a la entrega del documento, y tomará todas las precauciones para que no se
pierdan las piezas. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure
Civile. Commenté. v. I, p. 224).

A. A cuales depositarios se aplica el artículo 201

4. Los depositarios, cual que sean, deben someter los actos que ellos detentan a la
disposición de la justicia para que la verificación del acto pueda efectuarse.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n. 1, p. 753).
5. Cuando el demandado en la verificación de escritura es al mismo tiempo depositario
de un acto a servir de pieza de comparación este está obligado a suministrar este acto.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n. 2, p.753).
6. Los particulares, detentadores de los actos bajo firma privada susceptibles de ser
empleados como pieza de comparación, estan igualmente obligados a producirlos.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n. 3, p. 753).
7. La ley no ha fijado el plazo en el cual debe ser hecho el aporte de las piezas de
comparación. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, n. 14, p. 753).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

8. En lo referente a los documentos en manos de tercero el Proyecto de Código permite


al juez ordenar, aún de oficio y a pena de astreinte el deposito en secretaría (Art.201).

ARTÍCULO 202
Si los documentos de comparación no pueden ser distraídos de la oficina, o si
los detentadores están muy distantes, queda a la prudencia del tribunal el
ordenar, con vista del informe que emita el juez comisario, y después de oído el
fiscal, que la verificación se haga en la residencia de los depositarios o en el lugar
más próximo; o que, en el término fijado, los documentos sean remitidos a la
secretaría por la vía que el tribunal señale en su sentencia.

Tabla de contenido
§ 1. Verificación de los documentos en manos de depositarios públicos o de
terceros en lugares distintos al tribunal.
337

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Verificación de los documentos en manos de depositarios públicos o de


terceros en lugares distintos al tribunal

1. El tribunal podrá en vista del informe del juez comisario, y previo dictamen fiscal,
disponer que la verificación se haga en la residencia del depositario. (Tavares, Froilán.
2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 236; Pérez Méndez,
Artagnan. 1986. Procesal Civil, t. II., V. I., p. 92).
2. La excepción establecida por el Art. 202 del Código de Procedimiento Civil está
fundada, para el primer caso, sobre el daño que el desplazamiento de las piezas podrán
causar al público, y para el segundo caso, sobre la consideración que sería de igual
manera dispendiada por las partes que rejudiciable por el depositario de arrancarla en
sus ocupaciones, obligando a transportar al lugar las piezas donde él es detentador.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n. 1, p. 754).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

3. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no consagra ninguna disposición


similar a la anotada anteriormente.

ARTÍCULO 203
En éste último caso, si el depositario es funcionario público, dará previamente
copia certificada de los documentos, la cual se cotejará con la minuta u original,
por el presidente del tribunal del distrito, que extenderá acta del cotejo: dicha
copia se colocará por el depositario en el lugar de sus minutas, para que la
reemplace hasta la devolución de los documentos; y podrá dar copia de ellos,
haciendo mención del acta que se haya extendido. El depositario será
reembolsado de sus costas por el demandante en verificación, según la tasación
que de ellas hará el juez que hubiese extendido el acta; y con arreglo a la cual se
librará mandamiento ejecutivo.

Tabla de contenido
§ 1. Expedición de copia de los documentos en manos de depositarios públicos.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Expedición de copia de los documentos en manos de depositarios públicos

1. Tratándose de un depositario que sea funcionario público, este debe expedir copias
de los documentos. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. Ed., p.236; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II.,
v. I., p. 92).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

2. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no consagra ninguna disposición


similar a la anotada anteriormente.

ARTÍCULO 204
338

La parte más diligente hará intimar, por emplazamiento, a los peritos y a los
depositarios, para que comparezcan en el lugar, día y hora indicados por el auto
del juez comisario: a los peritos, con el fin de prestar juramento y proceder a la
verificación; y a los depositarios, con el de que presenten los documentos de
comparación; se intimará a la parte para que se halle presente, por acto de
abogado a abogado. De todo lo relacionado se extenderá acta: se dará copia, en
extracto, a los depositarios, en lo que les concierne así como de la sentencia.

Tabla de contenido
§ 1. Emplazamiento a los peritos y depositarios.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Emplazamiento a los peritos y depositarios

1. Si no concurre uno de los peritos, las partes pueden convenir ante el juez comisario
en su reemplazo; de lo contrario el tribunal designará otro perito. (Tavares, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p.237; Pérez Méndez,
Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 93).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

2. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no consagra ninguna disposición


similar a la anotada anteriormente.

ARTÍCULO 205
Cuando los depositarios hayan presentado los documentos, queda a la
prudencia del juez comisario el ordenar que ellos presencien la verificación para
la custodia de dichos documentos, y que se los lleven y vuelvan a presentar en
cada vacación; u ordenar que los documentos queden depositados en manos del
secretario, que se encargará de ello por acta: en este último caso, el depositario, si
es funcionario público podrá sacar copia de ellos, en la forma expresada en el
artículo 203; y esto, aún cuando el lugar donde se practique la verificación se
halle fuera del distrito en que el depositario tenga el derecho de ejercer sus
funciones.

Tabla de contenido
§ 1. La custodia de los documentos.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. La custodia de los documentos


1. Cuando los depositarios aportan los documentos, el juez comisario puede disponer
de acuerdo con el artículo. 205, que ellos presencien la verificación a fin de conservar la
custodia de los documentos. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. Ed., p.237; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II.,
v. I., p. 93).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

2. El segundo párrafo del artículo 347 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil
establece que: “El juez prescribirá todas las medidas necesarias, principalmente las
339

relativas, a la conservación, la consulta, la reproducción, la restitución o el


restablecimiento de los documentos”.

ARTÍCULO 206
A falta de documentos de comparación, o en el caso de insuficiencia de los
mismos, el juez comisario podrá ordenar que el demandado escriba lo que le sea
dictado por los peritos, hallándose presente el demandante o llamado
debidamente.

Tabla de contenido
§ 1. Prueba en caso de insuficiencia de los documentos de comprobación.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Prueba en caso de insuficiencia de los documentos de comprobación


1. Cuando no existen documentos de comparación, o cuando son insuficientes, el juez
comisario puede prescribir una medida extrema, según lo dispone el artículo. 206. Si el
demandado, sin excusa justificada, se niega a confeccionar el escrito que le dicten los
peritos, el tribunal podrá tener como reconocido el documento impugnado. (Tavares,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 237; Pérez
Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 93).
2. En esta materia, la comparecencia personal y la confrontación de partes puede ser
de gran utilidad. Debe ser prescrita oficialmente y puede tener lugar en presencia de un
perito. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procedure Civile.
Commenté. v. I, p. 225).
3. El juez puede pedir toda medida de instrucción, puede oír al autor supuesto de la
escritura que se disputa. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procedure Civile. Commenté. v. I, p. 225).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

4. Dentro de las medidas de instrucción a fin de verificación, el juez puede ordenar la


comparecencia personal de las partes, de un técnico, así como cualquier otra medida de
instrucción que considere pertinente. (Art. 348).

ARTÍCULO 207
Una vez que los peritos hayan prestado juramento, y les hayan sido
comunicados los documentos o lo que el demandado hubiese escrito, las partes se
retirarán después de haber hecho, en el acta del juez comisario, todos los
requerimientos y observaciones que juzguen a propósito.

Tabla de Contenido
§ 1. Documentos y observaciones realizadas por las partes.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Documentos y observaciones realizadas por las partes

1. El artículo 207 dispone que las partes deben retirarse a fin de que los peritos
procedan a la verificación. El artículo 208 establece que los peritos deben practicar la
340

verificación conjuntamente en presencia del secretario o del juez si éste lo dispone así.
(Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed.,
p.237; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p.93).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

2. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no consagra ninguna disposición


similar a la anotada anteriormente.

ARTÍCULO 208
Los peritos procederán conjuntamente a la verificación en la secretaría, en
presencia del secretario o del juez, si así lo hubiere éste ordenado; y si no
pudiesen concluir en el mismo día, volverán a reunirse en el día y la hora
indicados por el juez o el secretario.

Tabla de Contenido
§ 1. Documentos y observaciones realizadas por las partes.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Documentos y observaciones realizadas por las partes


1. Los tres peritos, por mayoría de votos, deben adoptar un informe común y motivado.
(Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed.,
p.237; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. II., v. I., p. 93).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

2. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no consagra ninguna disposición


similar a la anotada anteriormente.

ARTÍCULO 209
El informe de los peritos se anexará a la minuta del acta del juez comisario, sin
necesidad de afirmarlo; los documentos se devolverán a los depositarios, que
darán recibo de ellos al secretario en el acta. La tasación de las jornadas y
vacaciones de los peritos, se harán constar en el acta y de ella se expedirá
ejecutoria contra el demandante en verificación.

ARTÍCULO 210
Los tres peritos están obligados a extender un informe común y motivado, y a
no formar sino un solo dictamen, a mayoría de votos. Si se forman opiniones
diferentes, el informe contendrá los motivos de cada una, sin que sea permitido
hacer reconocer la opinión particular de cada perito.

Tabla de contenido
§ 1. Acta de comprobación.
§ 2. Discusión de la prueba.
§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Acta de comprobación
341

1. El artículo 209 dispone que el informe deberá ser anexado al expediente, y que los
documentos sean devueltos a los depositarios, quienes darán recibo al secretario.
(Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p.
238; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t II., v. I., p. 94).

§ 2. Discusión de la prueba
2. Administrados los medios de prueba, las actas en que constan son depositadas en
secretaría, y la parte más diligente llama a su contraparte, por acto recordatorio, a
discutir su resultado. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 238).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

3. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no consagra ninguna disposición


similar a la anotada anteriormente.

ARTÍCULO 211
Se podrá oír como testigos aquellos, que hayan visto escribir y firmar el
documento en cuestión, o que tuviesen conocimiento de los hechos que puedan
servir a descubrir la verdad.

ARTÍCULO 212
Al proceder a la audición de los testigos, los documentos negados o
desconocidos les serán presentados, debiendo rubricarlos; lo que se hará constar,
lo mismo que su negativa. Además, se observarán las reglas prescritas más
adelante para los informativos.

Tabla de Contenido
§ 1. El Informativo Testimonial. Forma en que se realiza.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. El Informativo Testimonial. Forma en que se realiza


1. Prueba testimonial. Los artículos 221 y sigs. autorizan a establecer la sinceridad del
documento contestado por medio de la prueba testimonial. Con esta prueba se tiende a
establecer tan sólo el hecho de que el demandado o su causante escribió el documento
impugnado. (Tavares, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II,
8va. Ed., p. —)

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

2. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no consagra ninguna disposición


similar a la anotada anteriormente.

ARTÍCULO 213
Si se prueba que el documento es escrito o firmado por aquél que lo ha negado,
se le condenará a cincuenta pesos de multa a favor del Estado, además de las
costas, daños y perjuicios de la parte.

Tabla de contenido
§ 1. Multas e indemnización de la parte que hubiere negado la falsedad del
documento.
342

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Multas e indemnización de la parte que hubiere negado la falsedad del


documento
1. El artículo 213 del Código de Procedimiento Civil no distingue entre el caso en el
cual la verificación de escritura se persigue en demanda principal y aquel en que se pide
incidental. (Sent- SCJ. 10 julio 1929. B. J. 227.7). No Obstante, sectores de la doctrina han
establecido que cuando la verificación de escritura se realiza de una manera incidental, al
demandado que sucumbe se le impone una multa de 5 pesos, además de condenársele al
pago de las cosas y de la indemnización que fuera procedente. (Tavares, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. Ed., p. 238; Pérez Méndez,
Artagnan. 1986. Procesdimiento Civil, t. II., v. I., p. 94).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El Art. 352 establece que: “Si se determina que la pieza ha sido escrita o firmada por la
persona que la niega, ésta será condenada al pago de una multa civil no menor de treinta
salarios mínimos de ley, independientemente de los daños y perjuicios que podrían ser
reclamados y las sanciones penales que correspondieren”.

Titulo XI

DE LA FALSEDAD COMO INCIDENTE CIVIL

Tabla de Contenido
§ 1. Definición de falsedad.
§ 2. La inscripción en falsedad como incidente civil.
§ 3. Clases de falsedad: falsedad civil y falsedad criminal.
§ 4. Diferencias entre la falsedad como incidente civil y la verificación de
escritura.
§ 5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Definición de falsedad
1. La falsedad es la alteración de la verdad en un escrito, ya sea auténtico o bajo firma
privada. (Ortiz Castillo, Joaquín E. La falsedad como incidente civil. 1997, p. 11). La
alteración a veces se logra de modo material, como por ejemplo borrando algo y
escribiendo otra cosa en su lugar. También se puede obtener tachando la escritura o
suprimiendo algo en ella. La falsedad se puede lograr de modo “intelectual”. Esto ocurre
cuando se cambia la sustancia del escrito. Así por ejemplo, se hace un compromiso por
mil pesos y se escribe dos mil pesos, desde el instante en que se redacta el acto
comprobatorio del compromiso. Finalmente, la falsedad también se puede cometer
poniendo una firma falsa o mediante imitación de escritura”. (Pérez, Artagnan. 1986.
Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 101).
2. La falsedad en general, es lo que es contrario a la verdad. (Bioche, M. 1846.
Dictionnarie de Procédure Civile et Commerciale. t. IV, 3ra. Ed., p. 235).
3. Se llama falsedad, en el lenguaje del derecho, a toda alteración, falsificación,
superposición fraudulenta de piezas auténticas o bajo firma privada. (Rousseau, Radolphe
343

et Laisney. “Dictionnaire theorique et pratique de Procedure Civile, Commerciale, Criminelle


& Administrative”. t.v., p. 143).
4. La falsificación puede consistir en la modificación de un acto ya establecido o
fabricarlo. Se hablará entonces de falsedad material. Habrá una falsedad intelectual
cuando un funcionario público introduzca en el acto una declaración falsa. En uno y otro
caso puede hacer objeto del procedimiento de inscripción en falsedad. (Guinchard, Serge.
Et al. 1999. Droit et Pratique de la Procedure Civile, ed. Dalloz, p. 760)
5. La falsificación puede ser material, cuando se altera o fabrica el documento, o puede
ser intelectual cuando el documento contiene algunas observaciones impropias
establecidas por el representante de la autoridad pública que lo instruyó. Esta última
falsificación puede ocurrir evidentemente en los actos auténticos. Una vez la prueba sea
administrada el documento se declara sincero o falso. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte.
1986. Nouveau Code de Procedure Civile Commente. V.I, pp. 229 y 220).

§ 2. La inscripción en falsedad como incidente civil

6. La inscripción en falsedad es la declaración expresa y sometida a ciertas


formalidades, por la cual una parte anuncia que ella tiene por falsa una pieza notificada,
comunicada o producida. Esta formalidad tiene su origen en la ley romana que hacía de
la inscripción una forma solemne de las acusaciones; ella fue acogida en el derecho
francés para prevenir el abuso de las alegaciones de falsedad. (Bioche, M. 1846.
Dictionnarie de Procédure Civile et Commerciale. t. IV, 3ra. Ed., p. 241).
7. La falsedad como incidente civil es el procedimiento a seguir para hacer declarar un
proceso como falso o falsificada una pieza producida por una de las partes. (Rousseau,
Radolphe et Laisney. Dictionnaire theorique et pratique de Procedure Civile, Commerciale,
Criminelle & Administrative. t.v., p.142; Ortiz Castillo, Joaquín E. 1997. La falsedad como
incidente civil, p.11).
8. El incidente de falsedad es la vía que toma una parte para hacer descartar de un
proceso, como falso o falsificada, una pieza producida durante el curso de una instancia
(Encyclopedié Dalloz, v. 2, n.1, p.3) o de los debates. Es un proceso hecho, no al
falsificador, sino a la pieza producida solamente, y que no nace jamás más que
accesoriamente a una acción ya formada. Este procedimiento está comandado por la
naturaleza misma de las cosas, puesto que una falsedad no da fatalmente lugar a la
acción criminal y no conlleva siempre para su autor las severidades de la ley penal, sea
porque los elementos constitutivos del falso criminal no estén presentes, sea porque la
acción pública se encuentre prescrita o por la muerte del falsificador. El incidente de
inscripción en falsedad, estando dirigido contra la pieza y no contra aquel de quien ha
emanado, no requiere necesariamente que cuando una pieza sea atacada por la vía del
incidente de falsedad, la inscripción sea llevada contra los redactores o signatarios de la
pieza. La inscripción en falsedad es una defensa a una acción principal, por lo que ella es
recibible aún cuando la acción pública y la acción civil para la punición de la falsedad
hayan prescrito. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, nn.5 y 6, p. 762).
9. La inscripción en falsedad es un procedimiento mediante el cual se procura declarar
la falsedad de un documento notificado, comunicado o producido en el curso de una
instancia, aun cuando dicho documento haya sido verificado, sea con el demandante, sea
con el demandado en falsedad, siempre que la verificación no haya tenido por objeto una
persecución de la falsedad principal o incidental, aún cuando, fuera de esta excepción,
haya intervenido sentencia fundada en dicho documento como verdadero. Este
procedimiento se aplica, pues, tanto a los actos auténticos que hacen fe hasta inscripción
en falsedad de los hechos comprobados personalmente por el oficial público actuante,
como a los actos bajo firma privada, cuyo valor probatorio está limitado a su
344

reconocimiento o verificación. (García de Peña, Luis Víctor. 1998. Nociones de Derecho


Judicial Privado. 1998, p. 158).
10. Ha sido juzgado que la fuerza probatoria que el legislador ha querido atribuirle a
las actas auténticas en un interés social y de orden público, conduce a admitir que el
procedimiento de inscripción en falsedad establecido por el artículo 214 y siguientes del
Código de Procedimiento Civil es el que debe seguirse todas las veces que se pretenda
impugnar las enunciaciones de un acta auténtica que emane de un oficial público, salvo
disposición contraria de la ley. (Sent. SCJ, Julio 1951, B.J. 492. 779).

§ 3. Clases de falsedad: falsedad civil y falsedad criminal

11. La falsedad da lugar a dos acciones: una acción principal, que se intenta ante la
jurisdicción criminal que tiene por objeto el penalizar al autor y a los cómplices de la
falsedad; y una acción civil incidental, dirigida no contra el culpable, sino contra el acto
mismo y tiende a hacer caer la presunción de veracidad que se le confiere a este acto.
Este procedimiento es llamado incidente de falsedad porque no puede ser llevado más que
en el curso de una instancia ya pendiente en la cual se puede atacar; la falsedad no
puede jamás ser perseguida ante los tribunales civiles por la vía principal. Cuando una
persona pretende que una pieza que ha sido usada contra ella en un proceso, está
falsificada o alterada, ella puede escoger la vía de la falsedad civil o llevar una acusación
contra el autor de la falsedad: esta acusación dará lugar a la parte y al ministerio público,
a iniciar la acción en falsedad principal. El falso principal es la acusación directamente
llevada ante la jurisdicción criminal contra el autor o los cómplices de una falsedad.
(Rousseau, Radolphe et Laisney. “Dictionnaire theorique et pratique de Procedure Civile,
Commerciale, Criminelle & Administrative”. t.v., pp.142-144).
12. La falsedad es principal cuando surge sin estar ligada a un proceso civil. Podrá el
interesado apoderar al tribunal civil para que pronuncie la falsedad del documento. La
doctrina tradicional admite esta acción declarativa de la falsedad. Apegados a la letra del
código, muchos no admiten la falsedad como acción principal: únicamente como incidente
civil. La jurisprudencia dominicana se ha inclinado reverente frente al texto anteriormente
citado y ha dicho que los artículos 215 y 216 sólo son aplicables al falso incidental y no al
falso principal. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., pp. 101 y 102).
13. Es importante no confundir la falsedad criminal con la falsedad civil: la primera se
dirige a la persona y la segunda al acto. La falsedad criminal es perseguida por el
ministerio público ante los tribunales criminales; el incidente en falsedad tiene por objeto
un proceso civil, ordinariamente incidental a otro proceso, como puede también ser
llevado junto a la acción pública. Así, a diferencia del incidente en falsedad, la falsedad
criminal tiene menos por objeto la supresión de la pieza que la penalización del culpable,
de suerte que, si se elevara incidentalmente en el curso de una contestación, formaría
siempre una acción primordial e independiente del proceso originario. Siguiendo el mismo
principio, si la pieza arguída de falsedad es retirada, el procedimiento de falsedad
incidental se desvanecería; al contrario, el retiro de la pieza no tendría influencia sobre el
desarrollo de la persecución criminal. La falsedad principal es siempre prejudicial a la
falsedad incidental; así, si las persecuciones en falsedad principal son dirigidas contra el
autor de la falsificación o contra su cómplice, será sobreseído el proceso civil hasta que se
haya pronunciado sobre la falsedad. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile, nos.18-23, p. 762 y 763).
14. Las disposiciones de los artículos 214 y siguientes del Código de Procedimiento
Civil no exigen que la persona o el funcionario que incurra en falsedad del acto esté vivo,
ya que lo que se impugna es el acto mismo. (Sent. SCJ. ,30 Enero, 1991, B.J. No. 962-964,
p. 55).
345

15. Sobre el terreno civil, una persecución en falsedad no sería abierta más que
accesoriamente a una instancia ya pendiente. Se designa entonces bajo el nombre de
falsedad principal la sola acción penal, la acción pública. En otros términos, si se ha
tratado la falsedad sobre el plano civil, es necesario que una acción haya sido iniciada.
Todo lo que la parte interesada puede hacer, si ella desea actuar fuera de todo proceso
civil, es, en la medida en que los principios del derecho penal lo autoricen, constituirse en
parte civil ante la jurisdicción represiva. Estas soluciones no dejan de presentar
inconvenientes: cada vez que la acción pública se convierte en imposible, ninguna acción
principal en falsedad puede ser ejercida. Esto es así cuando las condiciones necesarias
para la existencia de la infracción penal no están reunidas, o cuando la acción pública se
encuentra extinguida, principalmente por la muerte del delincuente, la amnistía o la
prescripción. Es evidente que la falsedad civil presenta una cierta inferioridad en relación
a la falsedad criminal; la regla tradicional “lo criminal pone a lo civil en estado” va a
encontrar aplicación cuando la acción pública haya sido puesta en movimiento, sea antes
que la inscripción en falsedad haya tenido lugar, sea igualmente posteriormente a ésta. El
tribunal apoderado de la cuestión de la falsedad civil deberá sobreseer el estatuir hasta
tanto el tribunal represivo no se haya pronunciado sobre la acción que le ha sido
sometida. Sin embargo, es necesario agregar que, bien entendido, los jueces civiles no
tienen que sobreseer el estatuir más que en la medida en la que ellos estiman que el
proceso no puede ser juzgado independientemente de la pieza atacada de falsedad.
(Encyclopedie Dalloz, V.2, no.4, p.3).
16. La falsedad cometida por medios materiales o intelectuales o por falsa firma, puede
constituir una infracción penal, dando origen al ejercicio de la acción pública. El
demandante en falsedad podrá siempre que lo quiera, recurrir a la vía penal, en materia
de falsedad principal. Si al mismo tiempo se está llevando la acción civil en la cual se
invoca el documento falso, habrá que sobreseer la acción civil, a menos que el juez
entienda que puede recaer sentencia sobre lo civil. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento
Civil, t.II, 3ra. ed., p. 101.).

§ 4. Diferencias entre la falsedad como incidente civil y la verificación de


escritura

17. El procedimiento de la falsedad incidental es el mismo que el de verificación de


escritura, y emplea los mismos medios de prueba que la verificación de escritura. Pero si
se compara la falsedad incidental con la verificación de escritura se encuentra que
difieren: 1º. en que siempre tiene lugar a requerimiento de la parte contra la cual es
producido el acto que se arguye de falso, mientras que la verificación de escritura se hace
a requerimiento de la parte que lo produce. 2º. En que tiene por objeto tanto un acto bajo
firma privada como un acto auténtico, mientras que la verificación de escritura no recae
jamás más que sobre un acto bajo firma privada. 3º. En que las formalidades de la
falsedad incidental son mucho más complicadas que las de la verificación de escritura y
exigen de parte del ministerio público una actuación más activa en el interés público; 4º.
En que no es permitido transigir sobre la falsedad incidental sin la autorización de la
justicia, mientras que en materia de verificación de escritura, ninguna traba es aportada
para la transacción. 5º. En que la parte que ha denegado la escritura, no está obligada a
aportar ninguna prueba en apoyo de la denegación, mientras que el demandante en
falsedad incidental debe probar la falsedad de la pieza. Por otra parte, se admite
igualmente que si esta parte sucumbe, puede siempre perseguir por la vía de la falsedad.
Así, la principal razón de preferir la vía de la falsedad incidental a aquella de la
verificación de escritura, consiste en la persecución del ministerio público, y en la
obligación, que le impone la ley, de requerir el envío ante la jurisdicción criminal, cuando
la instrucción revele indicios de culpabilidad. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 26-33, p. 763).
346

18. En la práctica, las escrituras privadas se han sometido a la verificación de


escritura y se ha reservado la inscripción en falsedad para las escrituras públicas. (Pérez,
Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 102).
19. El testamento público y al acto de alguacil, hacen fe hasta inscripción en falsedad,
es decir que solamente cuando ese procedimiento solemne ha sido interpuesto, se
suspende la fuerza probante absoluta que reside en un acto autentico, devolviéndole a los
jueces del fondo la plenitud de su poder de apreciación sobre los hechos y las pruebas
que les son sometidas en el incidente para decidir si los actos impugnados son o no
falsos. (Sent. SCJ, 3 Oct., 1990, B.J. n. 950-952, p. 24).
20. Un acto bajo firma privada puede no haber sido objeto de una verificación de
escritura. Al contrario, el documento puede ser reconocido por su autor o reconocido
judicialmente. En la primera eventualidad, es decir, cuando el documento no ha sido
objeto de verificación, todo parece indicar que se debe acudir a la verificación. Pero
debemos tener presente que la verificación se refiere a la sinceridad o no de la firma, por
lo que se podría admitir que el procedimiento de la falsedad es válido a fin de probar la
falsedad del contenido del documento en una de sus partes. Supongamos ahora que el
documento fue objeto de verificación. ¿Se puede acudir a la inscripción en falsedad? La
redacción del artículo 214 no deja la menor duda. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento
Civil, t.II, 3ra. ed., p. 103).
21. El código de Procedimiento Civil francés establece el incidente de la verificación
cuando se afirma la falsificación de un acto bajo firma privada producido durante un
proceso. (Guinchard, Serge. 1999. Droit et Pratique de la Procedure Civile. P. 759)
22. Puede considerarse como derogatorio del principio de la autoridad de la cosa
definitivamente juzgada, pues el acto bajo firma privada verificado en juicio puede ser
impugnado nuevamente mediante la inscripción en falsedad por la persona contra quien
fue verificado. (Ortiz Castillo, Joaquín E. La falsedad como incidente civil. 1997. p.14).

§ 5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


23. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil modifica de manera sustancial las
disposiciones de nuestro actual texto legal en lo referente a la inscripción en falsedad, que
es contemplada en los artículos 356 y siguientes. Esta modificación resulta de un valor
incalculable, puesto que simplifica el procedimiento de inscripción en falsedad previsto
actualmente en nuestro Código de Procedimiento Civil, que es considerado por los juristas
como un proceso largo, tedioso y costoso, por lo que tradicionalmente no ha sido muy
utilizado en la práctica.
24. Una de las principales modificaciones está contenida en el artículo 343 que prevee
el procedimiento de inscripción en falsedad, tanto de manera principal como de manera
incidental.

ARTÍCULO 214
El que pretenda que un documento notificado, comunicado o producido en el
curso del procedimiento es falso o falsificado, puede, si ha lugar, hacerse inscribir
en falsedad aunque el dicho documento haya sido verificado, sea con el
demandante, sea con el demandado en falsedad, si la verificación no ha tenido
por objeto una persecución de falsedad principal o incidente, y aun cuando, fuera
de esta excepción, haya intervenido sentencia fundada en dicho documento como
verdadero.

Tabla de Contenidos
§ 1. Documentos contra los cuales procede la inscripción en falsedad.
§ 2. Condiciones para la interposición de la demanda en inscripción en falsedad.
§ 3. Tribunal competente para conocer de la falsedad.
347

§ 4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Documentos contra los cuales procede la inscripción en falsedad


1. Para que una pieza pueda ser atacada por la inscripción en falsedad incidental, es
suficiente con que haya sido notificada, comunicada o producida. La simple
comunicación es suficiente, fuera de toda notificación, para dar apertura a la inscripción
en falsedad. Más generalmente, se debe admitir al inscribirse en falsedad y por
consiguiente al hacer todos los actos preliminares a la inscripción, una parte que produce
ella misma el título que ella pretende argüir. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, nos.52-55, p. 763).

2. La falsedad, por los medios dichos anteriormente, se puede cometer tanto en un


acto bajo firma privada como en un acto auténtico, pero la falsedad del acto bajo firma
privada se puede demostrar por la verificación de la escritura privada. Para demostrar la
falsedad de un acto auténtico es necesario acudir a la inscripción en falsedad. (Pérez,
Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 101). Este procedimiento se aplica,
pues, tanto a los actos auténticos, que hacen fe hasta inscripción en falsedad de los
hechos comprobados personalmente por el oficial público actuante, como a los actos bajo
firma privada, cuyo valor probatorio está limitado a su reconocimiento o verificación.
(García de Peña, Luis Víctor. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado, p.158).

3. Se admite que se puede inscribir en falsedad contra una decisión o una sentencia
así como contra todos los demás actos. Así, una sentencia puede ser atacada por
inscripción en falsedad, incidentalmente a las persecuciones para fines de ejecución de
esta sentencia; que por otra parte, no hay lugar a elevar contra esta inscripción en
falsedad un fin de no recibir bajo el alegato de que ella ha debido ser propuesta por vía de
apelación, y en los plazos fijados para la apelación de las sentencias cuya falsedad ha
sido invocada o jurídicamente constatada. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, nn. 58-61, p.764).
4. En un acto de alguacil, siendo un acto auténtico, las enunciaciones que éste
contiene no pueden ser combatidas más que a través de una inscripción en falsedad;
igualmente debe considerarse un acto auténtico la firma consignada por una parte en un
acto de abogado o de alguacil, sea en el cuerpo o al final del acto, en el cual la ley exige
esta firma, cuando el alguacil o el abogado han certificado que la parte ha firmado ante él;
por consiguiente, no se puede atacar esta firma más que por la inscripción en falsedad.
Pero si esta formalidad no es exigida, el oficial ministerial no cumple una función de su
ministerio, por lo que su afirmación no da a la firma un carácter de autenticidad.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, nn. 83-84, p. 764).
5. Considerando, que (…) si bien es cierto que el acto auténtico hace fe de sus
enunciaciones respecto a las comprobaciones materiales que hace el notario
personalmente, o de aquellas comprobaciones materiales que han tenido lugar en su
presencia en el ejercicio de sus funciones, no menos cierto es, que las afirmaciones
hechas en el acto por el notario fuera de sus atribuciones legales, pueden ser combatidas
por toda clase de pruebas sin necesidad de inscripción en falsedad. (Sent. SCJ. 3 Octubre
del 2001, B. J. n. 1091. 139-151).
6. En principio, la inscripción en falsedad, sea principal o incidental, es siempre
necesaria para destruir la fe otorgada a un acto auténtico, por lo que las presunciones
más fuertes son insuficientes para hacer pronunciar la falsificación y la alteración de
estos actos, puesto que es necesario que la falsificación haya sido declarada por una
decisión soberana. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, t. I, nn.106 y 107, p. 765).
348

7. La inscripción en falsedad es un procedimiento solemne en razón de que al acto que


se le atribuye la falsedad es un acto auténtico instrumentado por un juez o un servidor
publico o un funcionario ministerial. Los actos auténticos emanados de la autoridad
pública tienen un valor excepcional en cuanto a la fe, la escritura y el contenido del acto.
La inscripción en falsedad contra un acto auténtico da lugar a la comunicación al
ministerio público, bajo el imperio del Nuevo Código de Procedimiento Civil Francés.
(Blanc, Emmanuel. 1985. Nouveau Code de Procedure Civile Commente. p. 229).
8. En relación a los actos bajo firma privada, la inscripción en falsedad incidental es,
de parte de uno de los asociados, recibible contra un libro de caja de la sociedad, pero no
puede ser dirigida contra los libros de comercio, como por ejemplo contra el libro diario de
un comerciante, y también contra la fecha de un testamento ológrafo. Se cuestiona si es
recibible la inscripción en falsedad contra las piezas de comparación producidas en el
curso de la instrucción del falso incidente ; siguiendo una primera opinión, si la
inscripción fuera posible, se eternizaría el proceso, puesto que la parte interesada en
ganar tiempo no dejaría de recurrir a este incidente contra todas las piezas de
comparación, pero según una segunda opinión, que parece preferible, las piezas de
comparación producidas en el curso de la instrucción del falso incidente pueden ser
atacadas por la vía de la inscripción en falsedad, puesto que por un lado, los términos del
artículo 214 son generales y excluyen toda restricción, y del otro, el poder discresional de
los tribunales tienden a evitar los daños que pueden nacer de esta situación.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
nn. t. I, 95 -103, p. 765).
Se discute si el acto bajo firma privada voluntariamente reconocido es atacable por la
vía de la inscripción en falsedad. Algunos autores opinan que, aunque habiendo sido
reconocido voluntariamente es tenido por auténtico, puede atacarse a través de este
incidente, mientras que otros autores consideran que la inscripción en falsedad no es
admisible en estos casos, a menos que la parte que lo ha reconocido haya sido engañado,
inducido a error o sorprendido. Si se puede por la vía de la inscripción en falsedad, y por
este medio solamente, hacer declarar nulo un testamento ológrafo, aún se haya
ejecutado, porque esta ejecución constituye un reconocimiento tácito de la firma que
impide la simple verificación. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, nos.104 -105, y 120-122, p.765).

§ 2. Condiciones para la interposición de la demanda en inscripción en falsedad


10. La demanda en inscripción en falsedad no es recibible más que si se cumplen tres
condiciones: 1º, que se haya caracterizado una falsedad; 2º, que exista una instancia
principal a la cual ella se relacione; y 3º, que la sentencia sobre el falso incidente sea de
naturaleza de influir sobre la instancia principal. En relación a la primera condición,
existe contradicción en la jurisprudencia y entre los autores para admitir la inscripción en
falsedad en ausencia de toda intención fraudulenta de aquel que ha cometido la falsedad;
en lo que se refiere a la segunda condición, si la instancia ha sido terminada por una
decisión que tiene la autoridad de la cosa irrevocablemente juzgada, la parte que
sucumbe no puede atacar por la vía de la falsedad incidental civil la pieza sobre la cual
esta decisión ha sido fundada; y respecto a la tercera condición, la jurisprudencia
francesa ha señalado que los tribunales pueden, en todo estado de causa, según las
circunstancias apreciadas soberanamente por ellos, declarar inadmisible una demanda
en inscripción en falsedad incidental, cuando consideran que la pieza atacada en falsedad
no debe influir sobre la decisión de la instancia principal. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn.190-224, pp. 767-769).
11. La inscripción en falsedad no es susceptible de prescripción, por lo que es
admitida aún cuando la acción pública para la represión penal de la falsedad haya
prescrito; pero si está sometida a las causas ordinarias de extinción de las acciones
civiles, como el desistimiento, la aquiescencia, la transacción, etc., y la autoridad de la
cosa juzgada se opone a que una nueva inscripción en falsedad sea dirigida contra un
349

acto ya reconocido como verdadero en una instancia de la misma naturaleza. Puede ser
formada en todo estado de causa, tanto en primera instancia como en apelación, antes de
que los debates hayan sido cerrados. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile, nos.173 -180, p.767).
12. La falsedad incidental puede ser siempre invocada, aún después de los veinte
años; la prescripción de la acción pública contra los autores y cómplices de la falsedad no
tiene ningún efecto para inscribirse en falsedad contra cualquier documento. La
inscripción en falsedad no es una excepción de procedimiento, es una verdadera defensa
al fondo y está abierta en todo estado de causa. Se puede inscribir por primera vez en
segundo grado contra un documento que no haya sido atacado en primer grado, y la
parte contraria no puede alegar que lo admitió en primer grado como sincero. (Ortiz
Castillo, Joaquín E. La falsedad como incidente civil. 1997. p.14).

§ 3. Tribunal competente para conocer de la falsedad


13. Por regla general, el juez de la acción es el juez de la excepción y el tribunal
competente es donde se haya producido la pieza arguida de falsedad. En la Corte de
Casación, la inscripción en falsedad puede ser incoada. Ella es competente para admitir o
rechazar la inscripción, pero no lo es para realizar los procedimientos y envía el asunto
por ante un tribunal del mismo grado que el tribunal a quo. (Ortiz Castillo, Joaquín E. La
falsedad como incidente civil. 1997. p.15; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, no. 297, p. 771).
14. La inscripción en falsedad no procede para que sea seguida por ante el juzgado de
paz. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile, t. I, n. 286, p. 771). Cuando alguna de las partes manifestare su voluntad de
inscribirse en falsedad, negare algún escrito o declarare que no lo reconoce, el juez de paz
le dará constancia de ello, rubricará el documento y remitirá la causa por ante los jueces
que deban conocer de ella. En lo que se refiere al juzgado de primera instancia debemos
hacer la siguiente distinción: cuando se trata de asuntos que se están conociendo por
medio del procedimiento comercial, el tribunal mandará que las partes comparezcan por
ante los jueces que deban conocer del documento argüido de falsedad y debe sobreseer en
cuanto a la acción principal. Este mismo principio se aplica en caso de documentos no
reconocidos. Pero si el documento no se relacionare sino con uno de los puntos de la
demanda, el tribunal, juzgando en sus atribuciones comerciales, puede dar sentencia
sobre los otros puntos de la demanda. Cuando se trata de asuntos que se conocen en
atribuciones civiles, el juzgado de primera instancia siempre tendrá capacidad para
conocer de la inscripción en falsedad. Cuando se trata de asuntos que se conocen en la
corte de apelación, ésta siempre tiene capacidad para conocer de la inscripción, sin
necesidad de distinguir entre asuntos civiles y comerciales. La razón de esto es que por
ante la corte de apelación es imprescindible el ministerio de abogado, lo cual no se exige
por ante los juzgados de primera instancia que conocen los asuntos comerciales. (Pérez,
Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., pp. 103-104).
15. Este procedimiento puede ser promovido en los asuntos civiles ante el Juzgado de
Primera Instancia (Guinchard, Serge. 1999. Droit et Pratique de la Procedure Civile. p. 762);
si se plantea ante este tribunal en materia comercial, lo conocerá mediante el
procedimiento de los asuntos civiles; el incidente puede promoverse ante la Corte de
Apelación en materia civil y comercial, e igualmente respecto al recurso de casación. En
todos los casos se requiere el ministerio de abogado. (García de Peña, Luis Víctor. 1998.
Nociones de Derecho Judicial Privado. 1998, p.158). En sentido contrario, “los tribunales
de comercio son incompetentes para conocer del falso incidente” (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 287, p. 771).
16. El procedimiento incidental de inscripción en falsedad es de la competencia
exclusiva del tribunal de primera instancia, la jurisdicción que conoce de lo principal
350

debe sobreseer hasta que este decida del incidente. Antes el tribunal de primera instancia
era el exclusivamente competente para conocer de la falsedad incidental. Luego de las
reformas esto es competencia del juez que conozca de lo principal siempre que sea el de
primera instancia o el de la corte de apelación. (Guinchard, Serge. 1999. Droit et Pratique
de la Procedure Civile. pp. 759 y 761).
17. El legislador consideró cómo preferible que la corte de apelación, jurisdicción de
derecho común, se pronuncie sobre el incidente, cuando esté apoderada de lo principal;
esta regla aplica cuando se trate de la apelación de una decisión dictada en primera
instancia o en una jurisdicción de excepción. Cuando una jurisdicción de excepción este
apoderada de lo principal, la inscripción en falsedad es de la competencia del tribunal de
derecho común. La jurisdicción de excepción tendrá, en esta hipótesis, que posponer la
promulgación sobre el fondo, a menos que pueda conocerlo mientras se conozca por
separado la veracidad del acto litigioso. (Guinchard, Serge. 1999. Droit et Pratique de la
Procedure Civile. p. 761).
18. El tribunal de tierras tiene la facultad de conocer y fallar sobre la impugnación de
un acto auténtico sin necesidad de recurrir al pedimento en inscripción en falsedad,
previsto en el Código de Procedimiento Civil, en virtud de las disposiciones de la Ley de
Registro de Tierras; (Sent., 24 Febrero, 1995, B.J. 1011, pp. 146-147).

§ 4. Proyecto del Código de Procedimiento Civil


19. Dentro de las más importantes modificaciones introducidas a este procedimiento
por el Proyecto de Código de Procedimiento Civil debemos señalar las disposiciones que
permiten y regulan la inscripción en falsedad a titulo principal, que están contenidas en
los artículos del 357 al 359. En efecto, el artículo 343 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil admite tanto la inscripción en falsedad como incidente civil como
aquella presentada a título principal.
20. Conforme al Proyecto de Código, la inscripción en falsedad contra un acto
auténtico es de la competencia del juez apoderado del asunto, si es presentada
incidentalmente, y del Tribunal de Primera Instancia si es solicitada a título principal.
21. El nuevo Código Francés contiene tres disposiciones que son aplicables tanto al
procedimiento incidental como al principal: el demandante en falsificación que sucumbe
se condena a una multa, no obstante de la condenación en daños y perjuicios. También
es necesario en casos de inscripción en falsedad la comunicación al Ministerio Público.
Por otra parte, el juez puede pedir la audición del que levantó el acto litigioso. (Guinchard,
Serge. 1999. Droit et Pratique de la Procedure Civile. p. 760). Estas disposiciones son
igualmente aplicables al procedimiento contenido en el Proyecto de Código de
Procedimiento Civil.
22. En Francia, los textos dicen falsificación incidental porque en el derecho viejo no
había una falsificación principal ante el juez civil; una persecución de esta naturaleza
estaba sancionada como un hecho delictivo y pertenecía por consiguiente al juez penal.
(Blanc, Emmanuel. 1985. Nouveau Code de Procedure Civile Commente. p. 229).

ARTICULO 215
El que quiera inscribirse en falsedad, estará obligado previamente a requerir a
la parte adversa, por acto de abogado a abogado, que declare si quiere o no
servirse del documento, advirtiendo que, en caso afirmativo, el intimante se
inscribirá en falsedad.

Tabla de Contenidos
§ 1. Procedimiento previo.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
351

§ 1. Procedimiento previo
1. El procedimiento de la inscripción en falsedad se divide en tres etapas, y cada una
termina con una sentencia. La primera comprende las formalidades que preceden a la
sentencia que la autorizan y se extiende desde antes de la demanda de inscripción en
falsedad hasta que se produce la sentencia que acoge esta demanda. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 302,
p.771). La segunda comprende los debates sobre la admisibilidad de los medios de
falsedad; la tercera la discusión de las pruebas de la falsedad. Todo litigante que quiera
inscribirse en falsedad contra un documento, está en la obligación previamente de
requerir a la parte contraria, por acto de abogado a abogado, que declare si quiere o no
servirse del documento, advirtiéndole que en caso afirmativo se inscribirá en falsedad.
(Ortiz Castillo, Joaquín E. La falsedad como incidente civil. 1997. pp.17-18; García de Peña,
Luis Víctor. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado. 1998, p.159; Pérez, Artagnan.
1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 104).
2. Aunque el demandado en falsedad haya sido intimado por acto de abogado a
abogado, éste no puede responder por su cliente, pues el demandado debe responder por
acto de abogado a abogado firmado por él. (Ortiz Castillo, Joaquín E. La falsedad como
incidente civil. 1997. p.18).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


3. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil diferencia el procedimiento a seguir
cuando la demanda en inscripción en falsedad es incidental o es principal. En este
sentido, el artículo 356 establece que si un escrito bajo firma privada producido en el
curso de una instancia es arguido de falsedad, se procederá al examen del escrito litigioso
conforme ha sido previsto para la verificación de escritura a título incidental,
contemplada en los artículos del 344 al 352. En consecuencia, si una de las partes niega
la escritura que le es atribuida o declara no reconocer aquella que le es atribuida a su
autor, se procederá a la inscripción en falsedad, sin necesidad de intimar al demandado
en inscripción a declarar si va a hacer uso o no del documento.
4. Por el contrario, si la falsedad es solicitada a título principal, el artículo 357 del
Proyecto de Código establece que se deberá intimar al demandado a declarar si pretende
hacer uso o no del documento pretendido falso o falsificado, mediante acto de
emplazamiento que indicará los medios de falsedad. Conforme lo señalan los artículos
358 y 359 del Proyecto de Código, si el demandado declara que no hará uso del escrito
arguido de falsedad, el juez dará acta de ello al demandante, y si por el contrario no
comparece o si declara que hará uso del documento, se iniciará el procedimiento.
5. En ambos casos, la demanda se inicia por un acto o declaración hecha ante el
secretario del tribunal por la parte o por su mandatario provisto de poder especial. Este
acto se anexará al emplazamiento del demandado, conforme lo señalan los artículos 363 y
371 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
6. Si una escritura bajo la firma privada se afirma de falsificación al título principal, el
emplazamiento ante el tribunal de primera instancia en asuntos civiles debe indicar los
medios de falsificación, que es el detalle de reproches dirigidos contra el acto incriminado.
Al mismo tiempo se intimará al demandado para declarar si él desea hacer uso del acto
que se pretende falsificó. (Blanc, Emmanuel. 1985. Nouveau Code de Procedure Civile
Commente. p. 227)
7. A pesar de que consideramos muy loable el esfuerzo hecho por los redactores del
Proyecto de Código para simplificar este procedimiento, consideramos que ha debido
contemplarse en un solo subtítulo todo lo relativo a la falsedad como incidente civil y en
otro, todo lo relativo a la falsedad principal, incluyendo la competencia. Asimismo llama
la atención la cantidad de remisiones de un artículo a otros para establecer el
352

procedimiento a seguir, lo que crea no solo confusión, sino también dudas, puesto que en
ocasiones se remite a un artículo que no contempla las disposiciones a las que se
pretende remitir. En consecuencia, sería beneficioso una revisión de este procedimiento.

ARTÍCULO 216
En el término de ocho días, la parte requerida debe hacer notificar, por acto de
abogado, su declaración firmada por ella, o por quien tenga su procuración
especial y auténtica, de la cual se dará copia, expresando si tiene o no el
propósito de servirse del documento arguido de falsedad.

Tabla de Contenidos
§ 1. Plazo y forma de la declaración.
§ 2. Opciones del demandado.
§ 3. Nuevo Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Plazo y forma de la declaración


1. En los siguientes ocho días, el intimado deberá notificar al intimante, también por
acto de abogado a abogado, su declaración firmada por él o por quien tenga su
procuración especial y auténtica, de la cual se dará copia, expresando si tiene o no el
propósito de servirse del documento arguido en falsedad. (García de Peña, Luis Víctor.
1998. Nociones de Derecho Judicial Privado. 1998, p. 159).
2. Este plazo no es fatal y no está prescrito a pena de nulidad, (Blanc, Emmanuel.
1985. Nouveau Code de Procedure Civile Commente. p. 229), o de caducidad, pues el
demandado puede responder afirmativamente hasta tanto el demandante no haya
obtenido sentencia que rechace el documento impugnado. (Ortiz Castillo, Joaquín E. La
falsedad como incidente civil. 1997. p. 18).

§ 2. Opciones del demandado


3. “El intimado podrá tomar uno cualquiera de estos tres caminos: a) no responder a la
intimación; b) responder que no se servirá del documento y c) responder que hará uso del
documento”. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 104).
4. Si el demandado declara que hará uso del documento, el demandante se inscribirá
en falsedad mediante un acto que se deposita en la secretaría del tribunal, firmado por él
o por su apoderado con poder especial y auténtico. (García de Peña, Luis Víctor. 1998.
Nociones de Derecho Judicial Privado. 1998, p.159). Ahora bien, aún cuando declare que
va a servirse del documento, puede luego retractarse de esa declaración, salvo que se
trate de un acta de matrimonio atacada de falsedad por uno de los esposos, pues de lo
contrario equivaldría a un divorcio por mutuo consentimiento. (Ortiz Castillo, Joaquín E.
La falsedad como incidente civil. 1997. pp.18-19).
5. El tribunal puede prorrogar el plazo de la octava ante la solicitud del abogado, si su
cliente está enfermo, ausente o en la imposibilidad de hacer la declaración que corre a
partir de la intimación de la declaración. La parte no tiene que satisfacer la intimación, si
ella ha propuesto excepciones sobre las cuales no se ha estatuído previamente. Así, si ha
propuesto un fin de inadmisión contra la apelación, no tiene que responder dentro de la
octava a la intimación que le ha sido hecha de declarar si se va a servir de la pieza
arguida en falsedad: el no podría hacer esta respuesta sin derogar el fin de inadmisión. El
plazo de la octava corre a partir del día en que el medio de inadmisión ha sido respondido.
(Bioche, M. Dictionnarie Procedure Civile et Comerciale. 1846. p.248), y puede ser
aumentado en razón de la distancia entre el domicilio de la parte y el domicilio del
353

abogado. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. Dictionnaire theorique et pratique de procedure


civile, commerciale, criminelle & administrative. p.150).
6. Cuando la intimación ha sido dirigida a una casa de comercio bajo una razón social,
la respuesta a esta intimación es validamente firmada a nombre de la razón social, sin
que sea necesario que ella contenga la firma individual de cada uno de los asociados.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. Dictionnaire theorique et pratique de procedure civile,
commerciale, criminelle & administrative. p. 150).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


7. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no señala plazo para el demandado
responder si hará uso o no del documento, lo que podría constituirse como un
inconveniente para el inicio del proceso de inscripción en falsedad. Consideramos que el
Proyecto de Código ha debido señalar el plazo en el cual el demandado deberá responder
si hará uso del documento en el procedimiento de inscripción en falsedad principal,
pudiendo descartar el tribunal como prueba el documento cuando el demandado no haya
dado su respuesta en dicho plazo.
8. En cuanto al procedimiento incidental, no hay problemas, puesto que “éste empieza
con la segunda fase del procedimiento viejo (artículo 219 del Código viejo de
procedimiento civil), es decir sin el preliminar de citación al adversario (artículo 215 del
Código viejo de procedimiento civil); la denuncia al adversario se hará después de la
Inscripción en falsedad”. (Blanc, Emmanuel. 1985. Nouveau Code de Procedure Civile
Commente. p. 229).

ARTICULO 217
Si el demandado en la enunciada forma no hace la declaración, o si declara
que no quiere servirse del documento, el demandante podrá pedir decisión, en la
audiencia del tribunal por medio de un simple acto, para que el documento
acusado de falsedad sea desechado con respecto a la parte adversa, sin que esto
impida al mismo demandante deducir de él aquellos argumentos o consecuencias
que juzgue convenientes, o entablar las demandas que le parezca, por sus daños y
perjuicios.
Tabla de Contenidos
§ 1. Consecuencias de la ausencia de declaración o de la declaración negativa de
servirse del documento.
§ 2. Nuevo Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Consecuencias de la ausencia de declaración o de la declaración negativa de


servirse del documento
1. Si el demandado no hace la declaración, el demandante puede solicitarle al tribunal
que fije la audiencia para que el documento arguido de falsedad sea rechazado respecto a
la parte adversa. Si contesta que no quiere servirse del documento, también el mismo
será rechazado puesto que esta declaración equivale a una confirmación de que el
documento es falso y no puede ser retractado aunque no se haya dictado sentencia al
respecto, salvo que se trate de un error al formular la declaración. (Ortiz Castillo, Joaquín
E. La falsedad como incidente civil. 1997. p.18; Bioche, M. Dictionnarie Procedure Civile et
Comerciale. 1846. p. 248).
2. La falta de declaración por parte de la parte intimada, sería un obstáculo a la
admisión de los medios que ella podría haber propuesto contra la inscripción en falsedad,
por lo que no hay lugar a estatuir sobre los medios de inadmisión que podría proponer
esta parte contra la demanda en inscripción hasta que ésta no haya hecho una
declaración regular de que ella entiende que se va a servir de la pieza arguida de falsa;
354

pero la parte intimada podría dispensarse de notificar su declaración si la intimación no


le fue notificada en los plazos durante los cuales es recibible la inscripción en falsedad.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
nn.1-3, p. 778).
3. El derecho del demandado de hacer su declaración cesa, según ciertos autores,
cuando el demandante en falsedad ha dado avenir para ver descartar la pieza arguida en
falsedad. Ahora bien, se admite que no es obligatorio descartar la pieza y que corresponde
a los jueces apreciar las razones de hecho y de derecho que han impedido al defensor
incumplir con las formalidades prescritas. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. Dictionnaire
theorique et pratique de procedure civile, commerciale, criminelle & administrative. p. 151).
4. En caso de que la parte intimada guarde silencio o declare que no va a servirse de la
pieza arguida de falsa, el demandante puede perseguir audiencia para solicitar al tribunal
por un simple acto, que ordene el descarte de la pieza. El tribunal no está forzado a
pronunciar el descarte de la pieza que se arguye de falsa cuando el demandado no
renuncia a servirse de ella o no ha respondido a la citación del demandado; Y si la
intimación del demandante ha quedado sin respuesta, el tribunal puede rehusarse a
ordenar el descarte de la pieza contra la cual la inscripción en falsedad ha sido dirigida, si
constata que el demandante no ha hecho valer ninguna razón admisible en apoyo de esta
inscripción en falsedad. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, n.7,8,13,14 p. 778). En sentido contrario se alega que si la
intimación queda definitivamente sin respuesta o si el demandado responde que no tiene
la intención de servirse de la pieza, en estos dos casos, el incidente se desvanece; la pieza
es descartada y por consiguiente la inscripción en falsedad deviene sin objeto. (Rousseau,
Rodolphe et Laisney. Dictionnaire theorique et pratique de procedure civile, commerciale,
criminelle & administrative. P.151).

5. Cuando el demandado, en respuesta a la intimación que le ha sido hecha, declara


que el no se va a prevalecer de la pieza arguida de falsa, hay lugar a decidir que dicha
pieza será considerada como falsa y descartada de la instancia; especialmente en materia
relativa al orden público, los tribunales están dotados de un poder discrecional para
admitir o rechazar una demanda de inscripción en falsedad, igualmente ante toda
articulación de medios. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, n.20,21, p.778).
6. Frente al silencio del intimado, el demandante podrá obtener una sentencia, la cual
perseguirá por medio de un simple acto, en la cual se declare desechado el documento y
sin que esto impida al mismo demandante deducir del documento aquellos argumentos o
consecuencias que estimare convenientes o entablar las demandas que les parezca a fin
de reclamar daños y perjuicios. La misma solución se admite si el intimado responde que
no hará uso del documento.” (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, nn. t.II, 3ra. ed.,
pp. 104-105).
7. En el caso en el que la parte intimada se abstiene a responder o renuncia
expresamente a usar el acto atacado de falsedad, el demandante puede, si hay lugar,
obtener daños y perjuicios, para el perjuicio que esta producción haya podido causarle,
como por ejemplo, en perjuicio de su crédito, de su reputación o por retardo del proceso.
El demandante puede igualmente levantar acta de que ninguna prueba ha sido alegada
contra él, y de una manera general, sacar otras inducciones favorables a su causa.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
nn. 26-29, p.778-779).
8. Si el demandado declara no querer usar la escritura de la que se afirma la falsedad,
el juez levanta acta y la entrega al demandante. (Blanc, Emmanuel. 1985. Nouveau Code
de Procedure Civile Commente. p. 229).
355

9. Aquel que ha declarado que no quiere servirse de la pieza atacada de falsa, no


puede retractarse, mientras que por el contrario, cuando ha declarado que quiere servirse
de la pieza, tiene siempre la facultad de retratarse ulteriormente de esta declaración.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. Dictionnaire theorique et pratique de procedure civile,
commerciale, criminelle & administrative. p.152).
10. Pero hay un caso en el que el Art.217 no puede ser aplicado, pues el demandado
no puede renunciar a servirse del documento arguido en falsedad si se trata de un acta
de matrimonio atacada en falsedad por uno de los esposos, pues de lo contrario
equivaldría a un divorcio por mutuo consentimiento. (Ortiz Castillo, Joaquín E. La
falsedad como incidente civil. 1997. p.18 y 19).

§ 2. Nuevo Código de Procedimiento Civil


11. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil señala en sus artículos 358 que si el
demandado declara que no hará uso del documento en la demanda en inscripción en
falsedad principal, el juez dará acta de ello al demandante.
12. Prevee además en el artículo 359 que si el demandado no comparece, el juez
deberá proceder conforme a lo prescrito por los artículos 344 al 352, es decir, que el juez
procederá a verificar el documento. Consideramos que si el demandado en inscripción en
falsedad principal no comparece, debería declararse el documento descartado como medio
de prueba sin necesidad de proceder a su verificación.

ARTÍCULO 218
Si el demandado declara que quiere servirse del documento, el demandante
declarará por un acto ante la secretaría del tribunal, bajo su firma o la de su
apoderado en forma especial y auténtica, su propósito de inscribirse en falsedad,
y proseguirá la audiencia por medio de un simple acto, con el objeto de hacer
admitir la inscripción y de pedir el nombramiento del comisario que ha de
entender en el incidente.

Tabla de Contenido
§ 1. Consecuencias de la declaración por parte del demandado de querer servirse
del documento. Procedimiento para proceder a la inscripción en falsedad.
§ 2. Efectos de la sentencia que admite la inscripción en falsedad.
§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Consecuencias de la declaración por parte del demandado de querer servirse


del documento. Procedimiento para proceder a la inscripción en falsedad
1. Si el intimado responde que hará uso del documento, el demandante en la falsedad,
comparecerá por ante la secretaría del tribunal a prestar su declaración en la cual hace
constar su propósito de inscribirse en falsedad. Esta declaración debe ser firmada por el
demandante en la falsedad. Cuando el mismo demandante no quiere comparecer por ante
la secretaría, puede otorgar poder especial y autentico a otra persona para que firme la
declaración en su nombre. Después de la declaración en secretaría, el demandante, por
un simple acto, debe perseguir audiencia. En esta audiencia lo que el demandante
persigue es la admisión o no de la inscripción, se solicitará el nombramiento de un
comisario que es quien habrá de entender en el incidente. (Pérez, Artagnan. 1986.
Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 105).
2. El marido no puede firmar una inscripción en falsedad a nombre de su esposa,
aunque tenga interés la comunidad; por tanto, el poder de la mujer es necesario para tal
fin. El tutor autorizado por el Consejo de Familia para demandar la nulidad de un acto,
356

no necesita una nueva autorización para inscribirse en falsedad contra ese acto. (Ortiz
Castillo, Joaquín E. La falsedad como incidente civil. 1997. p.19).
3. En el caso donde el demandado declara querer usar el acto y también en el caso
donde no aparece, el procedimiento de la verificación de escritura entra en juego. (Blanc,
Emmanuel. 1985. Nouveau Code de Procedure Civile Commente, p. 229).
4. El primer acto del procedimiento es una declaración, hecha por acto al escribano,
que la parte a la cual se opone la pieza se inscribe en falsedad contra ella; es en esta
declaración que consiste propiamente la inscripción en falsedad. Es por esta declaración
que se liga la instancia, que la parte que arguye la falsedad se constituye en demandante
y aquel que produce la pieza viene a ser el demandado. Esta declaración es indispensable
y las conclusiones que tenderían simplemente al descarte de la pieza no obligan al
tribunal ni a admitir la inscripción en falsedad ni a tomar una decisión expresa a fin de
descartarla; podría pasar puramente y simplemente al juez del fondo. Por consiguiente,
en el caso en el que el apelante no realice la declaración prescrita por el artículo 218 del
Código de Procedimiento Civil, se reputa que ha abandonado la instancia en falso
incidente. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, nn.1-4, p.779).
5. Sin esta declaración, no hay lugar a la inscripción en falsedad y el tribunal no
puede estatuir sobre la cuestión de la falsedad. La declaración debe ser pura y simple; si
ella es condicional, eventual o subsidiaria, el tribunal no tiene que tenerla en cuenta.
(Encyclopedie Dalloz, v.2, n. 64, p.8).
6. Nuestra Suprema Corte de Justicia ha señalado que el juez queda apoderado del
incidente de inscripción en falsedad a partir del momento en que el demandante ha hecho
su declaración de inscripción en falsedad en la secretaria del tribunal, solución que se ha
impuesto por la necesidad de evitar, que por la negligencia puesta de manifiesto por el
demandante en el incidente en lo que a la continuación del procedimiento se refiere,
pudiera ser acusado de que la ejecución de los actos auténticos fuera diferida
indefinidamente; pudiendo el juez en esa circunstancia, a diligencia del la parte
demandada, rechazar la demanda de inscripción en falsedad en cualquiera de sus fases
(Sent. Marzo, 1966, B.J. 664, p. 449).
7. El artículo 218 del Código de Procedimiento Civil no fija el plazo en el cual la
declaración debe ser hecha. Es unánimemente admitido que el demandado tiene el
derecho de perseguir la audiencia, cuando el demandante tarda en formar la inscripción
en falsedad, a fin de hacer pronunciar contra aquel el rechazo de esta inscripción y juzgar
el fondo del proceso. Si el demandado no hace uso de este derecho, el demandante puede,
en todo momento, declarar que se inscribe en falsedad. El juez puede, sin estatuir más
allá de lo pedido (ultra petita) acordar de oficio un plazo a una parte para inscribirse en
falsedad contra un acto. (Encyclopedie Dalloz, V.2, nn. 65. 8).
8. Toda irregularidad en la declaración debe ser propuesta in limini litis. Una vez la
inscripción ha sido formada por la declaración en la Secretaría, el demandante persigue
audiencia por un simple acto con la finalidad de hacer admitir la inscripción y de hacer
nombrar un comisario ante el cual ella será perseguida. La sentencia que estatuye sobre
la demanda de inscripción debe ser motivada. La admisión de la inscripción no está
subordinada a la existencia de presunciones graves, precisas y concordantes; ella entraña
el nombramiento en la misma sentencia, del comisario, (Encyclopedie Dalloz, v.2, nn. 67-
70, p. 8).
9. El tribunal puede en este primer período del proceso, si el documento parece
intachable, desestimar la inscripción en falsedad, y si el asunto está en estado, decidir
sobre el fondo conjuntamente con el incidente, o por el contrario, admitir la inscripción en
falsedad si desde ese momento aprecia que el documento impugnado es falso. (Ortiz
Castillo, Joaquín E. La falsedad como incidente civil. 1997. p.19).
357

10. Los tribunales, ha dicho la Suprema Corte, ante los cuales es propuesta una
demanda de inscripción en falsedad, pueden rechazarla si por apreciación de los hechos v
circunstancias de la causa, reconocen que está desprovista de seriedad”. (Pérez, Artagnan.
1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 105).
11. El sobreseimiento en cuanto a la acción principal a los fines de inscribirse en
falsedad sólo puede ser ordenado cuando ha sido declarada formalmente en secretaría la
inscripción en falsedad; que, aún en este caso el sobreseimiento es puramente facultativo
para el juez, quien decide soberanamente al respecto, tomando en consideración las
circunstancias de la causa. (Sent. SCJ, Mayo 1951. 511).

§ 2. Efectos de la sentencia que admite la inscripción en falsedad


12. En caso de que el tribunal entienda que hay serias dudas sobre la sinceridad del
documento, dictará una sentencia por la cual admite el incidente, designará un juez
comisario para proseguir el procedimiento y aplazará el fallo sobre la demanda principal.
Está facultado también para disponer la suspensión de la ejecución del acto impugnado.
(García de Peña, Luis Víctor. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado. 1998, p.159). La
ley ha dejado al juez el cuidado de determinar la época de esta suspensión, si hay lugar a
ella . (Bioché, M., 1846. Dictionnarie de Procédure Civile et Commerciale. t. IV, 3ra. ed., p.
251)
13. La primera fase del procedimiento de la inscripción en falsedad, concluye con una
sentencia en la cual el juez apoderado admite o desecha la inscripción. Cuando la
sentencia desecha la inscripción, no es necesario seguir hacia adelante. Al contrario,
cuando la admite, autodesigna comisario dado el carácter unipersonal de nuestros
juzgados de primera instancia y el procedimiento prosigue, iniciándose así la segunda
fase. La sentencia que culmina la primera fase, en caso de acoger la inscripción, puede
ordenar la suspensión del acto impugnado. En efecto, de conformidad con los términos
del artículo 214 del código de procedimiento civil, se establece que la inscripción en
falsedad puede admitirse si hay– lugar. Es por ello que los jueces gozan de un poder
discrecional para admitirla o rechazarla según las circunstancias, las cuales apreciarán
soberanamente”. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 105; Sent.
SCJ. 18 de Abril del 2001, B.J. 1085. 67-73).
14. La sentencia que admite la inscripción en falsedad debe ser notificada. No hay un
plazo fijado para esta notificación, pero los jueces, en virtud de su poder discrecional,
pueden declarar al demandante en falsedad perdidoso en su persecución si el retardo en
la notificación se debe a una negligencia que le es imputable. (Encyclopedie Dalloz, V.2,
nn. 67-70, p. 8).

§ 2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil


15. El proyecto de Código prevee que si el demandado en inscripción principal declara
que pretende servirse del documento, el juez procederá al examen del mismo, pudiendo
ordenar todas las medidas de instrucción que considere pertinentes. Igual sucede con la
inscripción en falsedad incidental si la parte niega la escritura que le es atribuida o la que
le es atribuida a su autor. Estas disposiciones están contempladas en el artículo 344, al
que remite el artículo 359 en cuanto a la inscripción en falsedad principal.

ARTÍCULO 219
Será obligatorio al demandado entregar en la secretaría del tribunal el
documento arguido de falsedad, dentro de los tres días de notificada la sentencia
que haya admitido la inscripción y nombrado el comisario; y deberá asimismo
notificar el acto de depósito en la secretaría, en el término de los tres días
siguientes.
358

ARTÍCULO 220
Si en el plazo prefijado no se ha cumplido por la parte demandada lo prescrito
en el precedente artículo, el demandante podrá proseguir la audiencia, pidiendo
la eliminación del dicho documento, según lo dispuesto en el artículo 217, si no
prefiere solicitar la autorización para hacer entregar a su costa el documento
referido en la secretaría; en cuyo caso y para el resarcimiento de sus desembolsos,
como gastos perjudiciales, le será expedido mandamiento ejecutivo contra el
demandado.

Tabla de Contenidos
§ 1. Obligación de depositar el documento argüido de falsedad.
§ 2. Incumplimiento de la obligación de entrega del documento argüido de
falsedad.
§ 3. Notificación del acto de depósito en la secretaría.
§ 4. Opciones del demandante a falta del depósito del documento arguido de
falsedad.
§ 5. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Obligación de entrega del documento argüido de falsedad


1. Esta segunda fase se relaciona con la presentación de los medios de falsedad.
(García de Peña, Luis Víctor. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado. 1998, p.159).
2. Después que el demandante ha obtenido sentencia que lo admite a inscribirse en
falsedad y ha nombrado comisario, notificará a su adversario que dentro de tres días, a
partir de la notificación de la sentencia, deposite el documento en la secretaría del
tribunal. Este plazo puede ser prorrogado y por el sólo hecho de que el intimado no haya
hecho el depósito, no se puede descartar el documento. Cuando el demandado obtempera
a la intimación y hace el depósito en la secretaría del tribunal, debe notificar a su
contraparte dicho depósito”. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., pp.
105-106).
3. El plazo de tres días para el depósito no es un plazo franco, y no debe ser
aumentado en razón de la distancia; pero la ley no prevee ninguna nulidad, por lo que
este plazo es simplemente conminatorio; en consecuencia, la pieza arguida de falsa no
debe ser descartada por el solo hecho de que no se ha hecho el depósito en el plazo de los
tres días y los jueces pueden acordar un nuevo plazo atendiendo a las circunstancias. En
sentido contrario ha sido juzgado en Francia, por una sentencia insólita de julio del 1811,
que el plazo de tres días del artículo 219 es un plazo fatal. Si la pieza se encuentra en
manos del abogado, es éste el que debe proceder a hacer el depósito, sin la asistencia de
su cliente. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, nn.8-13; 17, p.784).

§ 2. Incumplimiento de la obligación de entrega del documento argüido de


falsedad
4. En caso de que el demandado no deposite el documento en la secretaría del
tribunal, el persiguiente puede, mediante audiencia que se celebre al efecto, obtener
sentencia que declare eliminado el documento. También puede el persiguiente, en caso de
ser posible, solicitar y obtener autorización para hacer entregar a su costa el documento,
en cuyo caso, y para el resarcimiento de sus gastos, le será expedido mandamiento
ejecutorio contra el demandado. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed.,
p. 106).
5. Cuando el abogado se ha tardado en hacer el depósito, puede ser personalmente
condenado a las costas del incidente al cual da lugar el retardo de este depósito.
359

(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n.18, p.781).
6. El depósito no es necesario cuando se trata de un falso intelectual. Si, por ejemplo,
el demandante pretende que el oficial público, notario u otro, ha puesto en el acto
enunciaciones contrarias a lo que había visto y entendido, es inútil depositar la pieza
sobre cuyo estado material no ha encontrado ninguna dificultad, y erigir un proceso
verbal del estado material de esta pieza. Así, todo el procedimiento explicado en los
artículos 219 a 223 se aplica particularmente al falso material, y puede a menudo ser
omitido en el proceso sobre el falso intelectual. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 20-22, pp.781y 782). El debate
debe recaer no sobre la pieza, sino sobre los hechos. (Encyclopedie Dalloz, v. 2, nn.74, p.
9).

§ 3. Notificación del acto de depósito en la secretaría


7. Una vez la pieza ha sido depositada en secretaría, el demandado debe notificar al
demandante que ha hecho tal depósito, en los tres días siguientes. Este plazo no es
susceptible de aumento en razón de la distancia, puesto que la notificación del proceso
verbal es una formalidad exclusiva a cargo del abogado. (Encyclopedie Dalloz, v.2, n. 64, p.
9).

§ 4. Opciones del demandante a falta del depósito del documento arguido de


falsedad
8. Si el depósito no ha sido efectuado o si no ha sido notificado, el demandante puede
perseguir audiencia para demandar, sea el descarte de la pieza, sea la autorización para
depositar él mismo la pieza en secretaría, lo cual no tiene utilidad cuando la pieza está en
manos del demandado o de un tercero interesado. La autorización no puede en
consecuencia ser eficaz más que si la pieza está en manos de un tercero desinteresado,
tal como un notario, o si él tiene un duplicado de la pieza. (Encyclopedie Dalloz, v. 2, n.
64, p. 9).
9. En los casos en el que el demandante utiliza la facultad que le acuerda el artículo
219 de depositar el mismo en la secretaría la pieza arguída de falsedad, tiene que
notificarle al demandado el acto de deposito en la secretaría, citándole para asistir al
proceso verbal. El avance de los gastos del depósito queda a cargo del demandante, pero
el puede obtener su reembolso como gastos prejudiciales y para éste efecto, le será
expedido un mandamiento ejecutorio contra el demandado. Se califica de gastos
prejudiciales los gastos hechos sobre incidentes, sobre preparatorios o interlocutorios,
que deben ser juzgados antes de abordar la contestación principal. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 6-10, p.
782).

§ 5. Proyecto del Código de Procedimiento Civil


10. Estas disposiciones son eliminadas del Proyecto de Código de Procedimiento Civil,
lo que consideramos muy lógico, puesto que en cuanto al procedimiento incidental, ya el
documento ha debido ser depositado en el expediente y en cuanto a la falsedad principal,
es evidente que el demandante ha debido tener el documento arguido de falsedad para
iniciar la acción.

ARTÍCULO 221
En caso de que exista minuta del documento arguido en falsedad, el juez
comisario, a requerimiento del demandante, ordenará, si ha lugar, que el
demandado obligatoriamente y en el tiempo que se le determine, haga remitir la
referida minuta a la secretaría y que los depositarios de la misma sean
compelidos a efectuarlo; los funcionarios públicos, bajo pena de apremio corporal,
360

y los que no lo fueren, por vía de embargo, multa y hasta por apremio corporal, si
el caso lo requiere.

ARTÍCULO 222
Queda encomendado a la prudencia del tribunal en vista del informe del juez
comisario, ordenar o no que se proceda a la continuación de las diligencias contra
la falsedad, sin esperar la presentación de la minuta; como también resolver lo
que corresponda en caso de que no se pudiera producir dicha minuta, o que se
justificara suficientemente que se ha perdido o ha sido sustraída.

ARTÍCULO 223
El plazo para la entrega de la minuta, se empieza a contar desde el día de la
notificación del auto o de la sentencia en el domicilio de los que estén en posesión
de dicho documento.

ARTÍCULO 224
El plazo que se haya fijado a la parte demandada para hacer el depósito de la
minuta se contará desde el día de la notificación del auto o de la sentencia a su
abogado; y no habiendo practicado la dicha parte las diligencias necesarias para
la producción del documento expresado en ese plazo, el demandante podrá
promover la audiencia, conforme a lo prevenido en el artículo 217. Las diligencias
arriba prescritas al demandado estarán cumplidas por su parte, haciendo
notificar a los depositarios, en el plazo que le hubiere sido señalado, copia de la
notificación que a él le haya sido hecha del auto, o de la sentencia que ordene la
producción de la minuta ante dicha, sin que esté obligado a hacerse expedir copia
de dicho auto o sentencia.

Tabla de Contenido
§ 1. Orden de entrega de depositar las minutas.
§ 2. Sobreseimiento o continuación del proceso antes del depósito de la minuta.
§ 3. Plazo para la entrega de la minuta y punto de partida del mismo
§ 4. Situación resultante de la no entrega.
§ 5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Orden de entrega de depositar las minutas


1. Si el depósito de la pieza se ha efectuado, sea por el demandado, sea por el
demandante, a menudo se necesita comparar la minuta con la copia depositada. El
demandante podría desde el inicio, sin pérdida de tiempo y sin costos, concluir
solicitando el aporte de la minuta ante el tribunal, al mismo tiempo que concluya respecto
a la admisión de su inscripción. Ante la opinión dominante, el juez comisario no puede
ordenar de oficio el aporte de la minuta del acto atacado, pero el tribunal puede ordenar
el aporte de la minuta si el juez lo considera necesario. El juez comisario puede ordenar
no solo el aporte, sino también el envío de la minuta ante el requerimiento del
demandado. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, nn.1-5, p. 782).
2. Si el demandante en falsedad no tiene en las manos más que una copia del acto
atacado y la minuta se encuentra en casa del oficial público que ha recibido el acto, el
examen de la minuta misma y la aproximación de esta minuta y de la copia pueden ser
útiles. El juez comisario no puede ordenar de oficio el aporte de la minuta de la pieza
arguída de falsedad, pero el tribunal si puede, si lo considera necesario. (Rousseau,
361

Rodolphe et Laisney. Dictionnaire theorique et pratique de procedure civile, commerciale,


criminelle & administrative. p. 155).

§ 2. Sobreseimiento o continuación del proceso antes del depósito de la minuta


3. De conformidad con el informe del comisario el tribunal puede ordenar o no, que se
proceda a la continuación de las diligencias contra la falsedad, sin esperar la
presentación del original; así como también resolver lo que corresponda en caso de que no
fuere posible obtener el original o se justifique que se ha perdido o ha sido destruido.”
(Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 106).
4. Se debe, en general, esperar el aporte de la minuta para instruir el procedimiento;
sin embargo queda a la prudencia del tribunal el ordenar, sobre el reporte del juez
comisario, la continuación de la persecución de la falsedad, sin atender a este aporte, así
como el estatuir lo que correspondería en caso de que la minuta no pueda ser aportada,
cuando se haya justificado suficientemente que esta ha sido sustraía o perdida; o estatuir
sobre los incidentes; por ejemplo, ordenar, sea el compulsorio de las minutas del notario
si se ha declarado que la minuta no ha sido encontrada, sea la puesta en causa de aquel
que se sospeche que la ha sustraído . La imposibilidad de aportar la minuta debe ser
constatada mediante certificación o declaración de aquel que se suponía que era su
detentador, sin que sea necesario encargar a un juez comisario para levantar un proceso
verbal de persecución sobre los repertorios y registros del depositario. La apreciación de
la prueba es dejada al tribunal, el cual decide dependiendo de las circunstancias de la
causa y atendiendo a la confianza que le ameriten las declaraciones de los depositarios.
(Bioche, M. Dictionnarie Procedure Civile et Comerciale. 1846. p. 253).

§ 3. Plazo para la entrega de la minuta y punto de partida del mismo


5. El demandado debe ser citado ante el juez comisario para ver estatuir sobre el
aporte de la minuta; en esta citación debe exponerse el objeto de la demanda, indicando
el día, el lugar y la hora en la cual el magistrado pronunciará contradictoriamente o por
defecto. La ley no indica el plazo para el aporte de la minuta, por lo que se deja a la
apreciación del juez comisario, que goza en esta materia de un amplio poder discrecional,
o del tribunal, cuando éste magistrado se lo refiere, lo cual ocurre en caso de dificultad.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
nn. 6-11, p. 782).
6. El plazo para la entrega del original o minuta respecto a los que están en posesión
de la misma, se empieza a contar desde el día de la notificación a su domicilio de la
ordenanza o de la sentencia que lo prescribe; En cuanto al demandado, el plazo que le ha
sido fijado para hacer el aporte de la minuta corre a partir de día de la notificación de la
ordenanza o de la sentencia a su abogado. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II,
3ra. ed., p. 106; Bioche, M. Dictionnarie Procedure Civile et Comerciale. 1846. p. 254).
7. El juez comisario o el tribunal deben en consecuencia fijar un primer plazo al
demandado para las diligencias que el debe hacer y un segundo plazo en el cual el aporte
del minuta será efectuado por aquel que la tiene en posesión. Las diligencias prescritas al
demandado son reemplazadas por la notificación que el haga a los depositarios, en el
plazo determinado, de la notificación que le ha sido hecha de la ordenanza o de la
sentencia. (Bioche, M. Dictionnarie Procedure Civile et Comerciale. 1846. p. 254).
8. La obligación del demandado de aportar la minuta se limita a hacer conocer a los
depositarios la ordenanza que prescribe este aporte. El plazo fijado por los artículos 223 y
224 supone que no se ha encontrado ningún obstáculo para aportar la minuta o que el
obstáculo que se ha presentado, no es considerado suficiente por el tribunal.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, nn.1-2, p.783).
362

9. La expiración de los plazos otorgados por el tribunal o por el juez comisario entraña
solamente las mismas consecuencias que la expiración del plazo impartido para aportar
la pieza arguída en falsedad; el demandante puede entonces perseguir la audiencia,
conforme lo prescribe el artículo 217, con la finalidad de hacer estatuir sobre el descarte
de la pieza. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, n.1-2, p.783).

§ 4. Situación resultante de la no entrega


10. Si dentro del plazo otorgado no lo hace, el persiguiente puede obtener sentencia
conforme al artículo 217 del código de procedimiento civil. (Pérez, Artagnan. 1986.
Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 106).
11. Si hay prueba de que la minuta no existe, el tribunal puede dictaminar que no hay
lugar a dar continuidad a la inscripción en falsedad. La ordenanza del juez comisario o la
decisión del tribunal son notificadas al demandado que la notifica el mismo al detentador
de la minuta. (Bioche, M. Dictionnarie Procedure Civile et Comerciale. 1846. p. 253).

§ 5. Proyecto del Código de Procedimiento Civil


12. En el Proyecto de Código no se hace referencia al juez comisario, pero establece en
su artículo 347 que si es útil comparar el documento contestado con documentos
retenidos por terceros, el juez podrá ordenar aún de oficio y a pena de astreinte, que estos
documentos sean depositados en la secretaria del tribunal en original o reproducción.

ARTÍCULO 225
Cuando se hubiere efectuado la entrega en secretaría del dicho documento
arguido de falsedad, se notificará el depósito al abogado del demandante, con
intimación de hallarse presente a la redacción de acta; y tres días después de esta
notificación se extenderá la dicha acta, haciendo constar el estado del
documento. Si es el demandante el que ha diligenciado la entrega, la enunciada
acta se extenderá dentro de los tres días de la misma entrega, citándose
previamente al demandado para que concurra a la actuación.

ARTÍCULO 226
Si se hubiere ordenado que las minutas sean depositadas, se extenderá, en
conjunto, el acta haciendo constar el estado de las dichas minutas, y de las copias
arguidas de falsedad, en los plazos arriba señalados: el tribunal podrá, no
obstante, disponer, segúgn la exigencia del caso, que se redacte desde luego el
acta relativa el estado de dichas copias, sin esperar la producción de las minutas;
de cuyo estado se formará, en este caso, acta formal por separado.

ARTÍCULO 227
El acta contendrá la mención y descripción de las enmiendas, raspaduras,
interlíneas y demás circunstancias de igual género: será extendida por el juez
comisario, en presencia del fiscal, del demandante y del demandado, o de sus
respectivos apoderados en forma especial y auténtica; dichos documentos y
minutas serán rubricados por el juez comisario y el fiscal, por el demandado y el
demandante, si pueden o quieren rubricarlos; y en caso contrario, se hará así
constar. Si dejare de comparecer la una o la otra parte, se pronunciará el defecto,
llevándose adelante la formación del expediente.

ARTÍCULO 228
363

En cualquier estado de la causa podrá el demandante en falsedad o su


apoderado, tomar en comunicación de manos del secretario los documentos
arguidos de falsedad, no pudiendo extraerlos de la secretaría, y sin demora
alguna.

Tabla de Contenido
§ 1. Entrega de documentos argüidos. Notificación del depósito y citación para la
redacción del acta.
§ 2. Proceso verbal: redacción del acta sobre el estado del documento.
§ 3. Comunicación de los documentos.
§ 4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Entrega de documentos argüidos. Notificación del depósito y citación para la


redacción del acta
1. Si el demandado ha efectuado, conforme al artículo 219 del Código de
Procedimiento Civil, el depósito en la secretaría de la pieza alegada falsa, el dicho depósito
es constatado por un acta, la cual es notificada al abogado del demandante, con citación
para que se presente en el proceso verbal que debe constatar el estado de la pieza.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, nn. 1-2, p.783; Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., pp. 106-107).
2. En el acta del depósito del documento argüido de falsedad, el secretario hará
constar la fecha de la recepción, persona que comparece por ante él, normalmente el
abogado del demandado, la declaración que este compareciente le hace con mención de la
sentencia que ordenó la medida y la fecha en que la misma se ha dictado y que para
satisfacer a la intimación que le ha sido hecha, según acto de fecha tal, del ministerial tal,
del cual el compareciente presenta copia al secretario, se hace constar el deseo del
compareciente de depositar, como al efecto deposita, después de haber sido firmado por
él, y por el secretario, tal o cual documento; es decir, se hace la indicación del documento
depositado. Concluye escribiendo en el acta lo siguiente: de este depósito se nos ha
requerido acta, la cual hemos dado al depositante, en fe de lo cual se levan esta acta que
firma el depositante junto al infrascrito secretario”. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento
Civil, t.II, 3ra. ed., p. 107).
3. Si el intimado hace el depósito del original, debe notificar este depósito al
adversario. Pero el intimado habrá cumplido su misión haciendo notificar a los
depositarios, en el plazo que le hubiere sido señalado, copia de la notificación que a él le
haya sido hecha del auto o de la sentencia que ordene la producción de la minuta antes
dicha y sin que esté obligado a hacerse expedir copia de dicho auto o sentencia en la
secretaría del tribunal. Luego el abogado del demandante debe ser notificado para que se
entere que dicho depósito ha sido hecho y al mismo tiempo se le debe intimar a que se
encuentre presente en la redacción del acta, mediando para ello un plazo de tres días”.
(Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 106).
4. Si es el demandante quien ha diligenciado la entrega del documento, se extenderá
acta dentro de los tres días de la misma entrega y en este caso demandado debe ser
citado para que esté presente en la redacción del acta. (Pérez, Artagnan. 1986.
Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 107).

§ 2. Proceso verbal: redacción del acta sobre el estado del documento


5. Tres días después de la notificación del depósito del acta, se levanta el proceso
verbal del estado de la pieza; estos tres días corren a partir de la fecha en que el acta de
depósito en la secretaría es notificada al demandante; sin embargo, si el proceso verbal es
364

hecho antes de este plazo, no hay lugar a nulidad ni a declinatoria. (Bioche, M.


Dictionnarie Procedure Civile et Comerciale. 1846. p.254).
6. El proceso verbal debe mencionar y describir completamente la pieza. (Encyclopedie
Dalloz, V.2, n. 64, p. 9).
7. El tribunal puede ordenar el depósito de las minutas originales. En este caso se
debe hacer constar el estado de las minutas y de las copias argüidas de falsedad, en el
plazo de tres días. También el tribunal puede disponer que se redacte el estado de las
copias sin esperar producción de las minutas, de cuyo estado se formará acta formal por
separado”. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 107).
8. El plazo de tres días previsto en el artículo 225 no es, un plazo franco.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I. n. 6, p. 783).
9. Si, en virtud de la ordenanza o de la sentencia, las minutas han sido aportadas, el
proceso verbal es levantado conjuntamente, tanto de las minutas como de las
expediciones arguidas de falsedad, en el plazo prescrito. El retardo en el aporte o en el
envío de las minutas no pueden perjudicar la instrucción del incidente; el tribunal
ordena, dependiendo de la exigencia del caso, que sea levantado el proceso verbal del
estado de las expediciones, sin atender al aporte de las minutas; entonces es levantado el
proceso verbal de las minutas de manera separada, en la misma forma que el proceso
verbal de la pieza arguida de falsedad. (Bioche, M. Dictionnarie Procedure Civile et
Comerciale. 1846. p. 255).
10. El proceso verbal es levantado por el juez comisario, en presencia del ministerio
público, del demandante y del demandado, o de sus apoderados especiales provistos de
poderes auténticos y especiales. El juez comisario debe estar acompañado
necesariamente del secretario o de un comisionado del secretario. La misión del juez
comisario se limita únicamente a constar los hechos materiales; el no puede apreciarlos
en el proceso verbal y debe en consecuencia abstenerse de todo razonamiento o de toda
reflexión. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, nn.1-5, p. 783).
11. Cuando se ha ordenado que los originales sean depositados, se redacta también
un acta, con la descripción de las enmiendas, raspaduras, interlíneas; y demás
circunstancias de igual género. Esta acta es redactada por el juez comisario en presencia
del fiscal, del demandante y del demandado o de sus respectivos apoderados especiales
provistos de poder auténtico. Si una de Ias partes no comparece, se hace constar su
defecto”. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 107)
12. Estos documentos son rubricados por el juez comisario, el fiscal, demandante y el
demandado, si quieren y pueden hacerlo, y en caso contrario se hace así constar. (Pérez,
Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 107).

§ 3. Comunicación de los documentos


13. La comunicación de las piezas arguidas de falsedad en manos del secretario, es
debida sea a la parte, sea a su abogado separadamente o a ambos en conjunto, sea en fin,
al abogado del demandante. La parte igualmente tiene el derecho de hacerse asistir,
durante la comunicación, de un experto en escritura. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn.1-2, p.784).
14. En cualquier estado de la causa el demandante o su apoderado pueden tomar
comunicación de documentos, pero sin extraerlo de la secretaría d tribunal”.(Pérez,
Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 107).
365

15. Ante el silencio de la ley, se admite que el demandado puede también tomar
comunicación de la pieza, debiendo el secretario tomar todas las precauciones
convenientes para que la comunicación sea hecha sin daño. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.1-2, p.784; Bioche, M.
Dictionnarie Procedure Civile et Comerciale. t. I, 1846. p. 255).

§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


16. Estas disposiciones fueron derogadas en el Proyecto de Código Procesal Civil,
entendemos que para simplificar el procedimiento, sobre todo teniendo en cuenta que las
piezas arguidas en falsedad son conocidas por ambas partes.

ARTÍCULO 229
Dentro de los ocho días siguientes a la formación del dicho expediente, el
demandante estará obligado a notificar al demandado sus medios de falsedad, los
cuales contendrán los hechos, circunstancias y pruebas que han de servir para
establecer la falsedad o la falsificación; si no lo hiciere, el demandado podrá
proseguir la audiencia para hacer ordenar, si así procede, que el dicho
demandante quede desechado de su inscripción en falsedad.

ARTÍCULO 230
El demandado tendrá la obligación de contestar por escrito los medios de
falsedad, dentro de los ocho días siguientes a la notificación de aquellos; si no lo
hace, el demandante podrá proseguir la audiencia para obtener resolución sobre
la repulsa del documento, conforme a lo prescrito en el suprainserto artículo 217.

Tabla de Contenido
§ 1. Notificación de los medios de falsedad.
§ 2. Obligación de contestar los medios de falsedad.
§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Notificación de los medios de falsedad


1. Concluida esta operación se comienza a formar el expediente. Dentro de los ocho
días siguientes, el demandante notificará al demandado los medios que alega para
demostrar la falsedad, con indicación de los hechos, circunstancias y pruebas que han de
servir para establecer la falsificación. Si no lo hiciere, el demandado puede perseguir
audiencia y obtener que el demandante quede desechado de su inscripción en falsedad.
(Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 108).
2. En las ocho horas que siguen al proceso verbal, el demandante debe notificar al
demandado sus medios de falsedad. Si dos procesos verbales han sido hechos
separadamente, uno para la expedición de la copia y el otro para la minuta, el plazo no
corre más que a contar del último. El demandado debe incluir en sus medios, los hechos,
circunstancias y pruebas por las cuales pretende establecer la falsificación: no es
suficiente las simples alegaciones, una denegación de los hechos testificados por el acto
atacado y ofrecer probar por las vías de derecho, que estos hechos no son verdaderos.
(Bioche, M. Dictionnarie Procedure Civile et Comerciale. 1846. p. 256).
3. La formalidad de la notificación es de rigor y no pueden ser discutidos en la
audiencia más que los medios que han sido notificados previamente. Se debe exponer en
detalle los indicios que el estado de la pieza ha puesto en relieve, las presunciones
derivadas de su naturaleza, de su objeto y de la posición de las personas, las
circunstancias que la han precedido, acompañada o seguidas de su exhibición, el
contraste de su tenor y de sus expresiones con las de otro título en que todas las partes
reconocen su sinceridad, las consecuencias de las pruebas admitidas y ofrecidas, y en fin,
366

el resumen que, reuniendo todos los hechos, todos los indicios, todas las presunciones,
todas las circunstancias, todos los contrastes y todas las consecuencias, que en conjunto
pueden darle fuerza a la falsedad arguida. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 2 - 5, p. 784).
4. Es necesario ofrecer pruebas de hechos precisos, circunstancias, incompatibilidades
con el contenido del acto, y que, de su certidumbre, resulta la inducción necesaria e
infalible de la falsedad de este acto . (Encyclopedie Dalloz, V.2, n. 85, p.9).
5. El plazo de ocho días en el cual deben ser notificados los medios de falsedad corre
ipso facto, sin que sea necesario notificar el proceso verbal. No es un plazo fatal sino
simplemente conminatorio. El demandante puede demandar una prórroga del plazo o
completar, por una nueva notificación hecha después del plazo reglamentario, los medios
de falsedad que el ha producido en primer lugar. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 41-44, p. 784)

§ 2. Obligación de contestar los medios de falsedad


6. Después que el demandado recibe la notificación de los medios articulados por el
demandante, tiene la obligación de contestar por escrito, dentro de los ocho días
siguientes, sus medios de defensa. Si no lo hace, el demandante puede perseguir
audiencia y obtener una sentencia en la cual se haga la repulsa del documento. (Pérez,
Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 108).
7. El plazo de ocho días fijado por el artículo 230 es de la misma naturaleza que el
plazo previsto por el artículo 229; es simplemente conminatorio. Así no hay lugar de pleno
derecho a declarar la inadmisibilidad contra el demandado que negligentemente no
responde a los medios de falsedad dentro de los ocho días de la notificación: el puede
todavía, mientras el tribunal no se haya pronunciado, suministrar sus respuestas por
escrito y el tribunal puede admitirlas no obstante se haya demandado el descarte de estas
respuestas. En todo caso, la inobservancia del plazo de la octava acordado al demandado,
a partir de la notificación de los medios de la falsedad, para responder a estos medios, es
cubierta, si en sus conclusiones éste ha respondido a la articulación. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn. 41, 43,
44, p. 784).
8. Si el demandado no responde a los medios aducidos por el demandante, éste puede
perseguir audiencia y solicitar que se descarte la pieza. (García de Peña, Luis Víctor. 1998.
Nociones de Derecho Judicial Privado. 1998, p.160).
9. Cuando la pieza es descartada del proceso porque el demandado ha sido negligente
en notificar sus respuestas en el plazo, el puede recurrir en oposición a esta sentencia en
defecto. (Encyclopedie Dalloz, v. 2, n. 87, p.10).

§ 3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil


10. El Proyecto de Código no prevee estos procedimientos, pero se entiende que
durante el conocimiento de la demanda en inscripción en falsedad incidental o principal,
la parte demandada producirá sus alegatos y conclusiones respecto a los medios y
pruebas de la falsedad.

ARTÍCULO 231
Transcurridos tres días después de las dichas contestaciones, la parte más
diligente podrá proseguir la audiencia; y los medios de falsedad serán admitidos
o desechados, en todo o en parte: se ordenará, si ha lugar, que los referidos
medios, o partes de ellos, permanezcan unidos, sea a los actos del incidente de
falsedad, si algunos de los dichos medios han sido admitidos, sea a la causa o al
367

expediente principal, según lo requiera la calidad de los repetidos medios y la


exigencia de los casos ocurrentes.
ARTÍCULO 232
La sentencia ordenará que se prueben los medios admitidos, tanto por título
como por testigos, ante el juez comisario, reservándose al demandado la prueba
contraria; y que se proceda a la verificación de los documentos arguidos de
falsedad, por tres peritos en caligrafía, que serán nombrados de oficio por la
misma sentencia.

ARTÍCULO 233
Los medios de falsedad que se declaren pertinentes y admisibles se enunciarán
expresamente en el dispositivo de la sentencia que autorice la prueba,
excluyéndose de ésta cualquier otro medio. Sin embargo, los peritos podrán hacer
aquellas observaciones convenientes a su arte, que tuvieren por oportunas,
respecto de los documentos impugnados como falsos, atendiéndolas los jueces en
lo que estimaren razonable.

Tabla de Contenido
§ 1. Audiencia para la admisión o de rechazo de los medios de falsedad.
§ 2. Poderes del juez.
§ 3. Sentencia.
A. Contenido de la sentencia.
B. Caracteres y efectos de la sentencia.
§ 4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Audiencia para la admisión o de rechazo de los medios de falsedad


1. Tres días después de haber respondido el demandado, el persiguiente de la falsedad
solicita fijación de audiencia, lo cual también puede solicitar la otra parte. Se notifica el
correspondiente avenir y se celebra una audiencia. En ella se puede ordenar, que los
referidos medios o parte de ellos permanezcan unidos, sea a los actos del incidente de
falsedad, si algunos de los dichos medios han sido admitidos, sea a la causa o al
expediente principal, según lo requiera la calidad de los repetidos medios y la exigencia de
los casos ocurrentes. Como se puede notar, esta audiencia tiene por finalidad determinar
cuáles medios invocados se retendrán para la prueba de la falsedad”. (Pérez, Artagnan.
1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 108)
2. Las disposiciones del artículo 231 preveen dos hipótesis: 1º. Que se admitan
algunos medios, mientras que otros exijan un examen más profundo: el tribunal puede
acumular el examen de estos últimos medios para conocerlos con el incidente, es decir,
ordenar que el debate sobre su admisibilidad sea reenviado para la parte final del
proceso. 2º. Que ninguno de los medios propuestos sean inmediatamente admitidos, pero
haya duda sobre el valor de algunos de ellos. No hay lugar a perseguir la inscripción en
falsedad, pero el examen de estos medios puede ser acumulado con el fondo del proceso.
Así, dos condiciones son necesarias para que los medios de falsedad sean admitidos: 1º.
El hecho presentado como una falsedad debe constituirse en una realidad. 2º. La
articulación de los medios debe ser de naturaleza a establecer los hechos constitutivos de
la falsedad. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, nn. 1-5, p.787).
3. Esta audiencia está encaminada a admitir los medios invocados para la prueba de
la falsedad. Los medios que se declaren pertinentes y admisibles, a juicio del tribunal, se
enunciarán en el dispositivo de la sentencia que autorice la prueba y se excluye cualquier
otro medio. Sin embargo, los peritos pueden hacer todas las observaciones convenientes a
368

su arte, que consideren oportunas respecto de los documentos impugnados como falsos,
atendiéndolas los jueces en lo que estimaren razonable”. (Pérez, Artagnan. 1986.
Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 108).
4. Ha sido juzgado que en materia de inscripción en falsedad los jueces del fondo
tienen un poder discrecional para ordenar unas o todas las medidas de instrucción
señaladas por el artículo 231 del Código de Procedimiento Civil y también para no
ordenar ninguna de ellas, si a su juicio, encuentran en los documentos producidos y en
los hechos y circunstancias de la causa, o en las presunciones derivadas de los hechos,
elementos necesarios para formar su convicción. (Sent. SCJ, 18 Agosto, 1999, B.J. 1065.
699).
5. Que si los jueces determinan que en los documentos producidos y en los hechos de
la causa existen elementos suficientes para formar su convicción, no están obligados a
agotar todos los medios de instrucción previstos por la ley en el procedimiento relativo a
la falsedad como incidente civil. (Sent. SCJ, 8 Abril, 2001, B.J. 1085. 71-72).
6. Se admite que el demandante puede, después de una primera solicitud y en el
intervalo transcurrido entre la notificación de los medios de falsedad y la sentencia,
notificar nuevos medios. (Bioche, M. Dictionnarie Procedure Civile et Comerciale. 1846. p.
256).

§ 2. Poderes del juez


7. La jurisprudencia y la doctrina proclaman el poder discrecional de los tribunales en
esta materia y le reconocen el derecho de apreciar soberanamente la pertinencia y la
admisibilidad de los hechos cuya prueba es ofertada antes de la demanda; pueden
descartar esta prueba, si los hechos articulados no les parecen tener un grado suficiente
de veracidad, o declarar inmediatamente la falsedad de la pieza, sin que su decisión sea
susceptible de ser controlada por la Corte de Casación. Los tribunales tienen la facultad
soberana de rechazar la demanda en inscripción en falsedad en todo estado de causa,
igualmente fuera de todo procedimiento o experticio, si la sinceridad de la pieza es
demostrada por las circunstancias, o declarar la falsedad de la pieza arguida de falsa, sin
recurrir a los medios de instrucción, si encuentran en los documentos producidos y en los
hechos de la causa, elementos suficientes para formar su convicción. En efecto, en
materia de inscripción en falsedad las vías de instrucción trazadas por la ley no son
obligatorias. Ahora bien, la inscripción en falsedad no es admisible más que cuando la
prueba de los hechos propuesto como medios de falsedad parece posible y presenta
alguna utilidad para el demandante. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile, nn. 10-15, p. 787).
8. Esta facultad ha sido reconocida a los jueces por la Suprema Corte de Justicia de
manera constante, pudiendo estos resolver el incidente de inscripción en falsedad desde
un principio o antes de llegar a la última fase del mismo, cuando se han formado su
convicción ya sea decidiendo acerca de la admisibilidad de la demanda de que se trata.
(Sent. 25 Agosto, 1999, B.J.1064.147-148).

9. En materia de inscripción en falsedad los jueces del fondo tienen un poder


discrecional para ordenar una o todas las medidas de instrucción señaladas por el
artículo 231 del Código de Procedimiento Civil y para no ordenar ninguna de ellas, si a su
juicio, encuentran en los documentos producidos y en los hechos y circunstancias de la
causa, o en las presunciones derivadas de los hechos, elementos necesarios para formar
su convicción. (Sent. Abril, 1964, B.J. 645. 964).
10. Si bien los jueces del fondo tienen la facultad discrecional para determinar si en
los documentos producidos y en los hechos de la causa existen elementos capaces de
formar su convicción respecto del carácter fraudulento o no de los mismos, sin estar por
ello obligados a requerir ni agotar el procedimiento referente a la falsedad como incidente
369

civil, también es cierto que los elementos y circunstancias constitutivos de la adulteración


fraudulenta de que se trate, deben revestir un nivel de gravedad y concordancia tales, que
permitan a los jueces llegar al convencimiento cabal de la falsedad alegada, sin albergar
duda alguna. (Sent. SCJ, 31 Julio, 2003, B.J. 1100. 211-214).
11. Los jueces del fondo pueden acoger o rechazar los medios de la falsedad de forma
inmediata, cuando éstos les parezcan o no procedentes, pudiendo éstos resolver el
incidente de inscripción en falsedad desde un principio o antes de llegar a la última fase
del proceso. (Sent. SCJ. 25 de Agosto del 1999, B.J. 1065. 142-153).
12. El juez puede pedir la audición del que levantó el acto litigioso. (Blanc, Emmanuel.
1985. Nouveau Code de Procedure Civile Commente. p. 229).
13. Ha sido juzgado que los tribunales ante los cuales es propuesta una demanda de
inscripción en falsedad, pueden rechazarla si por apreciación de los hechos y
circunstancias de la causa, reconocen que está desprovista de seriedad, que es
imprudente o temeraria, o que la prueba no podría ser aportada. (Sent. SCJ, Octubre
1959, B.J.591. 2188-2192).

§ 3. Sentencia
A. Contenido de la sentencia
14. Previo dictamen del ministerio público, esta fase también se concluye con una
sentencia, en la cual se ordenará que se prueben los medios admitidos, tanto por títulos,
como por testigos, ante el juez comisario, reservándose al demandado la prueba contraria.
La sentencia ordena además que se verifiquen los documentos argüidos de falsedad por
tres peritos en caligrafía, los cuales son nombrados de oficio por la misma sentencia”.
(Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 108).
15. Nuestra Suprema Corte de Justicia ha juzgado: Considerando, que para acoger
una demanda incidental en inscripción en falsedad, basta que el tribunal establezca que
el documento atacado es susceptible de influir sobre la solución final del proceso y que
exista una demanda principal, sin necesidad del examen y ponderación de la validez o no
del documento, el que se realizará en la parte final del proceso, cuando el tribunal
proceda a la prueba de la falsedad y se pronuncie en su sentencia, sobre la veracidad o la
falsedad del documento. (Sent. SCJ, Diciembre, 1979, B.J. 829. 2659).
16. La sentencia admite o rechaza los medios en todo o en parte. La jurisprudencia
francesa ha estatuido que cuando una inscripción en falsedad ha sido admitida por
sentencia que tiene la autoridad de la cosa irrevocablemente juzgada contra un pagaré a
la orden, sin distinción entre el cuerpo del pagaré y la aprobación como bueno y válido o
la firma, la sentencia que estatuye sobre los medios de falsedad puede descartar como
inadmisibles y no pertinentes aquellos que son relativos al cuerpo del pagaré y limitarse a
ordenar la verificación por expertos de la escritura del bueno y válido y de la firma. No
hay violación de la cosa juzgada, puesto que hay una diferencia esencial entre la
sentencia que admite la inscripción y la que estatuye sobre los medios de falsedad. Cass.
11 marzo del 1840, Dev. 41, 67. (Bioche, M. Dictionnarie Procedure Civile et Comerciale.
1846. p. 257).
17. Es posible que respecto a ciertos medios, haya lugar a proceder a un examen más
profundo antes de admitirlos o descartarlos; entonces ellos podrían ser unidos al
incidente de la falsedad mientras admite otros; puesto que si ningún medio de los
presentados ha sido admitido, el incidente de la falsedad quedaría terminado; en estos
casos, los medios respecto de los cuales existen dudas, deben ser unidos a la instancia
principal. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. Dictionnaire theorique et pratique de procedure
civile, commerciale, criminelle & administrative. p. 158).
18. La sentencia ordena que los medios admitidos sean probados, tanto por títulos
como por testimonios, ante el juez comisario, dejando a salvo al demandado a hacer la
370

prueba en contrario, y que se procederá a la verificación de las piezas arguídas de


falsedad por tres expertos escribientes nombrados de oficio por el tribunal. El tribunal no
tiene que ordenar necesariamente los tres géneros de prueba, pero se admite la opinión
contraria al menos cuando se trata de una falsedad material. Si los tres géneros de
prueba han sido admitidos, corresponde al juez comisario o al tribunal, reglamentar las
circunstancias y el orden en el cual deben ser empleados. Igualmente el tribunal puede,
por la misma sentencia que declara la pertinencia de los medios de falsedad, estatuir
sobre la sinceridad de la pieza arguida y declararla falsa, sin que sea necesario recurrir a
ninguna encuesta o experticio, si esta falsedad les parece suficientemente establecida por
presunciones graves, precisas y concordantes resultantes de circunstancias y
documentos del proceso; a este respecto, los jueces pueden formar su convicción sobre
simples presunciones extraídas del estado material del acto o igualmente de un
procedimiento criminal, aún cuando una de las partes sea considerada extraña a este
procedimiento y que como consecuencia de un veredicto de no culpabilidad, la falsedad
no haya sido admitida más que en lo que concierne a las responsabilidades civiles.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. Dictionnaire theorique et pratique de procedure civile,
commerciale, criminelle & administrative. pp.158-159).
19. En un procedimiento de inscripción en falsedad, es al demandante a quien le
corresponde en primer término, notificar la sentencia que admite la prueba de los hechos
constitutivos de la falsedad. Los jueces del fondo están facultados para declarar la
caducidad cuando comprueben que la suspensión del procedimiento es debido a descuido
y negligencia del demandante. (Sent. SCJ, 12 de Mayo 1955, B. J. 538. 878).

B. Caracteres y efectos de la sentencia


20. La admisión de una inscripción en falsedad incidental no tiene por efecto el hacer
indivisible la pieza arguida, en lo que toca a los medios de falsedad. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 33,
p.788).
21. La sentencia que admite o rechaza los medios de falsedad es interlocutoria; en
consecuencia, será susceptible de apelación inmediata si el fondo de asunto conlleva esta
vía de recurso. Por tanto, no se puede abrir la tercera fase hasta tanto los plazos de la
apelación hayan expirado, o si se ha recurrido en apelación, hasta que la sentencia de
primera instancia haya sido confirmada. Esta sentencia puede ser rendida sobre las
conclusiones del ministerio público. Ha sido juzgado en Francia, por sentencia del 11 de
enero del 1888, que la sentencia que autoriza a un demandante en inscripción de
falsedad a probar los hechos por él articulados y que enuncia expresamente los medios de
falsedad admitidos, reconocería implícitamente, que estos medios son reconocidos como
pertinentes y admisibles. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. I, n. 35-40, p.788).

§ 4. Proyecto del Código de Procedimiento Civil


22. Esta fase del procedimiento, es decir, La audiencia y la sentencia sobre admisión
de los medios fue eliminada en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil muy
adecuadamente, lo que hará de la inscripción en falsedad un proceso más rápido, sencillo
y menos costoso.

ARTÍCULO 234
Al oirse los testigos se observarán las formalidades más adelante prescritas
para los informativos: los documentos impugnados como falsos, serán presentados
a los declarantes, quienes los rubricarán, si pueden o quieren hacerlo: en caso
contrario, se hará de ello la debida mención. Respecto de los documentos de
comparación y otros que deban ser presentados a los peritos, si el juez comisario
371

lo juzga conveniente, podrán ser asimismo presentados a los testigos, en todo o en


parte; en cuyo caso, éstos los rubricarán, según lo arriba prescrito.

ARTÍCULO 235
Si al declarar los testigos presentaren algunos documentos, quedarán éstos
agregados al expediente, después de haberlos rubricado el juez comisario y
aquellos de los mismos testigos que puedan o quieran hacerlo; si no lo efectuare
alguno o ninguno de ellos, se hará constar; y si los dichos documentos
comprueban la falsedad o la verdad de los documentos controvertidos, se
presentarán a los demás testigos que tuvieren conocimiento de tales instrumentos
de prueba, al fin de que éstos sean por ellos rubricados, conforme a lo que arriba
se ha prescrito.

ARTÍCULO 236
La prueba por peritos se hará en la forma siguiente: 1o. Los documentos de
comparación serán convenidos entre las partes, o indicados por el juez, según lo
prevenido en el artículo 200, título de la verificación de escrituras; 2o. se
entregará a los peritos la sentencia que haya admitido la prescripción en
falsedad, los documentos controvertidos; el acta del estado de éstos, la sentencia
que admitió los medios de falsedad y ordenó el juicio de peritos; los documentos
de comparación cuando se hubieren producido; el acta de presentación de los
mismos, y la sentencia por la cual fueron recibidos: los peritos harán constar en
su informe que todos los referidos documentos se les entregaron y el examen
practicado por los mismos peritos, quienes rubricarán los documentos
controvertidos como falsos: del dicho examen no se levantará acta alguna. En el
caso de que los testigos hubieren unido a sus reclamaciones algún o algunos
documentos, la parte podrá requerir, y el juez comisarioordenar que sean
sometidos a los peritos; 3o. en el referido informe se guardarán además las reglas
prescritas en el título de la verificación de escrituras.

ARTÍCULO 237
En los casos de recusación ya sea contra el juez comisario, ya sea contra los
peritos, se procederá con arreglo a lo prescrito en los títulos XIV y XXI del presente
libro.

Tabla de Contenidos
§ 1. La prueba en el proceso de falsedad.
A. Prueba por títulos
B. Prueba por testimonios.
C. Prueba por peritos.
§ 2. Recusación contra el juez comisario o los peritos.
§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. La prueba en el proceso de falsedad


1. Aquí se inicia la tercera fase que se contrae a practicar la administración de la
prueba. (García de Peña, Luis Víctor. 1998. Nociones de Derecho Judicial Privado, p. 160).
2. Las partes son libres de probar como ellas entiendan, los hechos o los medios de
falsedad que ellas han invocado. El tribunal es siempre libre para ordenar la prueba por
testimonios o por experticio, separadamente o acumulativamente, sin distinguir entre los
casos en los cuales se trata de una falsedad material y aquellos en los que se trata de una
372

falsedad intelectual. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, t. I, nn. 1-2, p.788).
3. La prueba de la falsedad se puede hacer por documentos, testigos o peritos o varios
de estos medios a la vez. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 108).
En consecuencia, no es necesario que el tribunal ordene a la vez los tres géneros de
prueba. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, n. 3, p. 788).
4. Cuando los tres medios de prueba han sido ordenados, la ley no obliga a
suministrarse en un orden determinado; este orden es generalmente reglamentado por el
juez comisario o por el tribunal, y a falta de ello, el demandante es libre de dirigir la
instancia como el entienda. El demandante no tiene que hacer la prueba sucesivamente
por cada uno de los medios ordenados; es suficiente que, por cualquiera de ellos, se
pruebe la falsedad alegada para que los jueces puedan pronunciar la nulidad de la pieza.
En todo caso, el demandado puede hacer la prueba en contrario por los mismos modos
que el demandante puede probar la falsedad. (Encyclopedie Dalloz, V.2, n. 93, p.10).

A. Prueba por títulos


5. La prueba por títulos es aquella proporcionada al tenor de un escrito incontestado,
en relación a las enunciaciones del escrito atacado. Por ejemplo, se prueba la coartada de
aquel bajo el nombre del cual el acto ha sido pasado, por otro acto no contestado que
justifica que el estaba entonces en un lugar alejado. (Bioche, M. Dictionnarie Procedure
Civile et Comerciale. 1846. p. 259, 260).
6. Cuando un título no contestado establece los hechos contradictorios con los
afirmados por la pieza combatida, este título puede ser empleado para probar la falsedad
de este último. (Encyclopedie Dalloz, v. 2, n. 94, p. 10).

B. Prueba por testimonios


7. Cuando la prueba se va a hacer por testigos, se procede conforme a las reglas de los
informativos”. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 109; Bioche, M.
Dictionnarie Procedure Civile et Comerciale. 1846. p. 260).
8. Para que sea admisible la prueba testimonial en materia de falsedad, aún cuando se
trate de un acto auténtico, no es necesario exigir un comienzo de prueba por escrito.
(Encyclopedie Dalloz, v. 2, n. 95, p.10).
9. Cuando una de las partes quiere proceder a la audición de testigos, su abogado
debe presentar solicitud a este efecto al juez comisario, quien delibera mediante una
ordenanza. Por otra parte, las piezas pretendidas falsas deben ser presentadas a los
testigos; los secretarios pueden remitir copia o expedición de los actos cuyos originales o
minutas les han sido depositados como piezas de comparación y principalmente de los
registros de los actos no arguidos de falsedad. Las copias no pueden ser remitidas más
que en virtud de una sentencia cuando se trate de piezas arguidas de falsedad.
(Encyclopedie Dalloz, v. 2, n. 98, p.10).
10. Los documentos impugnados se presentan a los testigos quienes los rubricarán si
quieren o pueden hacerlo. En caso contrario se hace de ello la debida mención”. (Pérez,
Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 109).
11. Los testigos pueden presentar documentos, los cuales se agregan al expediente y
son rubricados por el juez comisario y por los testigos que pueden o quieren hacerlo y si
no lo efectuare alguno o ninguno se hará constar. Si dichos documentos comprueban la
falsedad o la verdad de los documentos controvertidos, se presentará a los demás testigos
que tuvieren conocimiento de tales instrumentos, para que los rubriquen. (Pérez,
Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 109).
373

12. La ley no se opone a la audición de testigos instrumentarios de un acto auténtico


arguido de falsedad, así como a que el oficial público, autor del acto arguido de falsedad,
testimonie contra las enunciaciones de aquel, pero estos testimonios deben ser acogidos
con prudencia. (Encyclopedie Dalloz, v.2, nn. 99-100, p.10).

C. Prueba por peritos


13. La prueba también se puede hacer por peritos. Cuando se acude a éstos, la prueba
se hace de la manera siguiente: La sentencia que ordena el experticio, nombra de oficio
tres expertos para proceder a la verificación de las piezas combatidas. Se les remite a los
expertos: la sentencia que admite la inscripción en falsedad, las piezas pretendidas falsas,
el proceso verbal del estado de las piezas, la sentencia que admite los medios de falsedad
y ordena el experticio, las piezas de comparación cuando ellas han sido suministradas, el
proceso verbal de presentación de estas piezas y la sentencia por la cual ellas fueron
acogidas. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 109; Encyclopedie
Dalloz, v. 2, nn.102-103, p.10).
14. Luego los peritos redactan su informe, en el cual hacen constar que todos los
referidos documentos les fueron entregados, así como el examen practicado por ellos. Los
peritos rubricarán los documentos controvertidos como falsos. Del examen que hacen los
peritos no hay que levantar acta alguna. En el caso de que los testigos hubieren unido a
sus declaraciones algún o algunos documentos, la parte podrá requerir y el juez comisario
ordenar que sean sometidos a los peritos. Los peritos deben observar en su informe, las
reglas establecidas en el código, en lo relativo a la verificación de escritura. (Pérez,
Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 109; Encyclopedie Dalloz, v. 2, nn.103-
104, p.10).

§ 2. Recusación contra el juez comisario o los peritos


15. Si las partes o una de ellas recusa al juez comisario o a los expertos, el
procedimiento en inscripción en falsedad queda suspendido, y se procede conforme a las
reglas generales dictadas para esta materia. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n.1,p.791).

§ 3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil


16. Los artículos 347 y 365 del Proyecto de Código establecen que el juez podrá
ordenar cuantas medidas de instrucción considere necesarias y procedentes, sobre todo
las relativas a la conservación, consulta, reproducción, restitución o el restablecimiento
de los documentos. Podrá ordenar la comparecencia personal de las partes y si fuere
necesario, en presencia de un técnico así como del pretendido autor del escrito
contestado, y podrá también ordenar un informativo testimonial, conforme lo señalan los
artículos 348 y 349 del Proyecto.
Consideramos importante que el proyecto eliminara estos articulados para sustituirlos
por disposiciones más generales.
ARTÍCULO 238
Cuando la instrucción esté concluida, se promoverá decisión en virtud de un
simple acto.

ARTÍCULO 239
Si resultaren del procedimiento indicios de falsedad o de falsificación, cuyos
autores o cómplices estén vivos, y la acción criminal aun no se haya extinguido
por la prescripción, con arreglo a lo que dispone el Código Penal, el Presidente
expedirá orden de arresto contra los denunciados, y ejercerán en esta parte las
funciones de oficial de la policía judicial.
374

ARTÍCULO 240
En el caso del precedente artículo, se sobreseerá en la acción civil, hasta
después de pronunciado el fallo sobre la falsedad.

ARTÍCULO 241
Cuando en las actuaciones sobre inscripción en falsedad el tribunal hubiere
ordenado que se suprima, lacere o tache en todo o en parte, o bien la reforma o el
restablecimiento de los documentos que se hayan declarado falsos, se sobreseerá
en la ejecución de esta parte de la sentencia, hasta que transcurra el plazo en que
el condenado pueda apelar, establecer la revisión civil, o mientras no hubiere
prestado válida y formalmente su aquiescencia al fallo.

Tabla de Contenidos
§ 1. Sentencia sobre la falsedad.
§ 2. Consecuencias de la sentencia en el orden penal.
§ 3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Sentencia sobre la falsedad


1. Cuando la instrucción es finalizada, la sentencia es perseguida sobre un simple acto
por la parte más diligente. Los jueces no están ligados por las sentencias que han tenido
por objeto la instrucción de la falsedad: ellos pueden, sin declarar la pieza falsa, decir que
la pieza no emana de aquel a quien le ha sido atribuida y no puede serle opuesta. (Bioche,
M. Dictionnarie Procedure Civile et Comerciale. 1846. p. 263).
2. La sentencia sobre el falso incidente es rendida en la forma ordinaria: la apreciación
de los hechos queda en el poder discrecional del tribunal, el que no está ligado ni por los
testimonios ni por el experticio. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. Dictionnaire theorique et
pratique de procedure civile, commerciale, criminelle & administrative, p.161).
3. Nuestra Suprema Corte de Justicia ha establecido que toda la demanda en
inscripción en falsedad debe ser decidida previamente al fondo; la simple interpelación
hecha por el recurrente a los fines de inscripción en falsedad contra la sentencia
impugnada en casación, no constituye un obstáculo jurídico para que el recurso de
casación sea fallado. (Sent. SCJ, Marzo, 1961, B. J 608. 470).
4. El tribunal puede adoptar una de dos actitudes: reconocer la pieza como falsa o
admitir la veracidad. Estas dos soluciones entrañan un cierto número de consecuencias:
cuando la pieza es reconocida como falsa, el tribunal ordena, dependiendo del caso, la
supresión, la laceración o la radiación en todo o en parte, su reforma o su
restablecimiento. (Encyclopedie Dalloz, v.2, n.110, p.11). La ejecución de la sentencia
relativa a la supresión, laceración, etc., por derogación a las reglas ordinarias, queda
suspendida durante el plazo de la apelación, de la revisión civil y del poder en casación.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. L, n.24, p. 793).
5. Hay que sobreseer el aspecto civil, cuando en las actuaciones sobre la inscripción
en falsedad, el tribunal hubiere ordenado que se suprima, lacere o tache en todo o en
parte o bien la reforma o el restablecimiento de los documentos que se hayan declarado
falsos. El sobreseimiento se hace hasta que transcurra el plazo en que el condenado
puede apelar, establecer la revisión civil o mientras no hubiere prestado válida y
formalmente su aquiescencia al fallo”. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra.
ed., p. 110).

§ 2. Consecuencias de la sentencia en el orden penal


375

6. Si del procedimiento resultan indicios de falsedad y los autores o cómplices están


vivos y no ha prescrito el ejercicio de la acción pública, el presidente del tribunal expedirá
orden de arresto contra los presuntos culpables y el juez ejercerá, en esta ocasión, las
funciones de oficial de la policía judicial. En este caso será necesario sobreseer la acción
civil hasta después de pronunciado el fallo sobre la falsedad, por el tribunal represivo”.
(Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 110).
7. El ministerio público puede igualmente perseguir la falsedad si reconoce indicios de
crimen, y requerir la suspensión de la instancia civil hasta tanto se dicte sentencia sobre
la falsedad por la jurisdicción represiva. El tribunal puede rehusarse a sobreseer si
entiende que la pieza falsa no es indispensable en el proceso, si no, debe pronunciar el
sobreseimiento a pena de nulidad de los procedimientos ulteriores. (Encyclopedie Dalloz,
v. 2, nn.107-108, p.11).
8. Cuando es dictada una sentencia condenatoria con motivo de la persecución del
crimen de falsedad, esa sentencia tiene la autoridad de la cosa juzgada que se impone al
juez que conoce del incidente de inscripción en falsedad. Si por el contrario el autor de la
falsedad es descargado de la acusación porque el hecho no tiene la característica del
crimen de falsedad, el documento impugnado puede ser declarado falso en el
procedimiento de inscripción en falsedad. (Ortiz Castillo, Joaquín E. La falsedad como
incidente civil. 1997. p. 23).

§ 3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil


9. El Proyecto de Código establece en su artículo 364 que el juez se pronunciará sobre
la falsedad a menos que no pueda estatuir, sin tener en cuenta la pieza arguida en
falsedad. Consideramos que existe un error material pues debería decir “a menos que
pueda estatuir” sin tener en cuenta dicha pieza.
10. Por otra parte, el artículo 367 del Proyecto establece que la sentencia que declare
la falsedad se mencionará al margen del acto reconocido como falso y precisará si los
originales de los actos auténticos serán restablecidos en el depósito de donde ellos
habrían sido extraídos o si serán conservados en la secretaría del tribunal, pero estas
prescripciones no se ejecutarán hasta tanto la sentencia no haya adquirido la autoridad
de la cosa juzgada.
11. El artículo 365 del Proyecto señala que corresponderá al juez admitir o rechazar el
acto litigioso, a la vista de los elementos de que disponga.

ARTÍCULO 242
El fallo que recaiga sobre la falsedad dispondrá lo que corresponda tocante a
la restitución de los documentos, ya sea a las partes, ya a los testigos que los
hubieren producido o presentado, lo que se efectuará aun respecto a los
documentos impugnado, cuando no hayan sido condenados como falsos; en cuanto
a los documentos que hubieren sido extraídos de un depósito público, se ordenará
que sean devueltos a los depositarios, o remitidos por los secretarios de la manera
prescrita por el tribunal: todo lo que se cumplirá sin que intervenga sentencia por
separado sobre la restitución de los documentos, la cual se practicará solamente
después de transcurrido el plazo señalado en el artículo precedente.

ARTÍCULO 243
Durante dicho plazo, se sobreseerá en la restitución de dichos documentos de
comparación u otros, si el tribunal no ordenare otra cosa, en virtud de
requerimiento de los depositarios de dichos documentos, o de las partes que
tengan interés en la demanda.
376

ARTÍCULO 244
Queda a cargo de la secretaría el cumplimiento de los artículos precedentes, en
lo que ha dichos empleados concierne, bajo pena de interdicción, de una multa que
no podrá bajar de veinte pesos y de pagar daños y perjuicios a las partes, además
del procedimiento extraordinario a que se haya lugar.

ARTÍCULO 245
Mientras que los referidos documentos permanezcan en secretaría, los
secretarios no podrán expedir ningún testimonio o copia de los documentos
impugnados como falsos, sino en virtud de una sentencia; respecto de los actos
cuyos originales o minutas hubieren sido entregados en secretaría, y
especialmente respecto de los registros que contengan actos no arguidos de
falsedad, los secretarios podrán expedir testimonio de ellos a las partes que
tengan derecho de pedirlos, sin que puedan cobrar mayores derechos que los
señalados en igual caso a los depositarios de dichos originales o minutas; y el
presente artículo se cumplirá bajo las penas determinadas en el artículo
precedente. Si los depositarios de las minutas de dichos documentos hubieren
hecho testimonios para suplir las mismas minutas, en cumplimiento del artículo
203 del título De la Verificación de las Escrituras, solamente los dichos
depositarios podrán expedir testimonio de los actos referidos.

Tabla de Contenido
§ 1. Restitución de los documentos depositados.
§ 2. Sobreseimiento de restitución de documentos.
§ 3. Expedición de testimonios o copias de documentos.
§ 4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Restitución de los documentos depositados


1. La instrucción ha podido motivar el aporte de tres clases de piezas: las piezas
arguidas de falsedad, las piezas de convicción y las piezas de comparación. La ley no ha
querido dejar al secretario al cual han sido remitidas estas piezas, el cuidado y la
responsabilidad de operar la restitución, por lo que por disposición expresa del artículo
242, la sentencia debe estatuir sobre la remisión de las piezas. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn.1-3, p.793).
2. La sentencia que recaiga sobre la falsedad, dispondrá lo que corresponda tocante a
la restitución de los documentos, ya sea a las partes, ya a los testigos que los hubieren
producido o presentado, lo que se efectuará aún respecto a los documentos impugnados,
cuando no hayan sido declarados falsos”. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II,
3ra. ed., p. 110).
3. El tribunal ordena, por la misma sentencia, a quien y por cuales vías las piezas
aportadas al secretario serán restituidas. Ellas deben ser remitidas sea a los testigos, sea
a las partes que las han suministrado, o representado; igualmente sucede con las piezas
pretendidas falsas cuando no han sido consideradas como tales. Si el tribunal omite
estatuir sobre la remisión de las piezas a pesar de las conclusiones al respecto, se puede
recurrir contra esta decisión, sea en apelación si se trata de una sentencia de primera
instancia, sea por revisión civil; si no se hubiese concluido en ese sentido, es suficiente
que el interesado dirija una reclamación al tribunal que ha rendido la sentencia.
(Encyclopedie Dalloz, v.2, nn.110-112, p.11).

4. En cuanto a los documentos que hubieren sido extraídos de un depósito público, se


ordenará que sean devueltos a los depositarios o remitidos por los secretarios en la forma
377

que lo ordene el tribunal. Para el cumplimiento de esto no es necesario sentencia por


separado sobre la restitución de los documentos la cual se practicará solamente después
de transcurrido el plazo señalado en el artículo 241 del código de procedimiento civil.
(Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 110).

§ 2. Sobreseimiento de restitución de documentos


5. Durante el transcurso del plazo dentro del cual se puede apelar o ejercer si es
procedente la revisión civil, se sobreseerá en la restitución de los documentos de
comparación u otros, si el tribunal no ordenare otra cosa, en virtud del requerimiento de
los depositarios de dichos documentos o de las partes que tengan interés en la demanda.
Queda a cargo de la secretaría el cumplimiento de lo que hemos dicho, bajo pena de
interdicción (sic) de una multa no menor de RD$20.00 y de pagar daños y perjuicios a las
partes, además del procedimiento extraordinario a que haya lugar. (Pérez, Artagnan.
1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 110).
6. De la letra del artículo 243 se podría interpretar que el tribunal podría ordenar la
restitución de los documentos de comparación y del acto arguido de falsedad antes que la
sentencia se convierta en inatacable; sin embargo, este artículo no debe ser interpretado
en ese sentido en lo que respecta al acto arguido de falsedad, cuya remisión no puede ser
ordenada antes que la sentencia se convierta en inatacable. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n. 2, p.793).

7. Ahora bien, los secretarios no pueden, de ninguna manera, disponer de las piezas
que han servido a la instrucción de la falsedad. Guardianes judiciales de estas piezas,
ellos no deben remitirlas ni retenerlas, más que en virtud de una disposición precisa de la
ley o de una sentencia del tribunal. La menor negligencia o la menor infracción es un
delito que entraña las sanciones previstas por el artículo 244. El secretario puede ser
perseguido extraordinariamente, es decir, criminalmente, si la prevaricación presenta los
caracteres de un delito o de un crimen. Los daños y perjuicios a los cuales pueden ser
condenados comprenden los gastos de los embargos hechos en virtud de las piezas cuya
expedición haya tenido culpa. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, n.1-4, p. 794).

§ 3. Expedición de testimonios o copias de documentos


8. Respecto de los actos cuyos originales hubieren sido entregados en secretaría y
especialmente respecto de los registros que contengan actos no argüidos de falsedad, los
secretarios podrán expedir testimonio de ellos a las partes que tengan derecho a pedirlos,
sin que puedan cobrar mayores derechos, que los señalados en igual caso a los
depositarios”. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 111).
9. Así, los secretarios pueden expedir copia de los actos cuyos originales o minutas les
hayan sido remitidas como piezas de comparación, y principalmente los registros que
contengan actos no arguidos en falsedad, ya sea a las partes interesadas no directamente,
a sus herederos o causahabientes y no de otros. Cuando son terceros los que reclaman la
expedición de las copias, los secretarios deben actuar conforme a lo prescrito por el
artículo 839 del Código de Procedimiento Civil. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n.1-2, p.794).
10. Mientras los documentos permanecen en secretaría, los secretarios no pueden
expedir copia de los documentos impugnados, a no ser que sean autorizados por medio
de una sentencia. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 110).
11. El tribunal que autoriza al secretario a dar copia o a expedir las piezas pretendidas
falsas, debe ordenar que el secretario que libra la copia o la expide haga mención de la
inscripción en falsedad y de la sentencia que haya sido pronunciada sobre este incidente.
378

(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. I, n.3, p.794).

§ 4. Proyecto del Código de Procedimiento Civil


12. Tal como hemos indicado, el artículo 367 del Proyecto establece que la sentencia
que declare la falsedad se mencionará al margen del acto reconocido como falso y
precisará si los originales de los actos auténticos serán restablecidos en el depósito de
donde ellos habrían sido extraídos o si serán conservados en la secretaría del tribunal,
pero estas prescripciones no se ejecutarán hasta tanto la sentencia no haya adquirido la
autoridad de la cosa juzgada. Es decir, que se mantienen estas disposiciones, pero de
manera más simple.

ARTÍCULO 246
El demandante en falsedad que sucumba será condenado a una multa de
setenta pesos, o más, y a pagar los daños y perjuicios que correspondan.

ARTÍCULO 247
Se incurrirá en la multa, siempre que después de haberse efectuado la
inscripción en falsedad, y haberse admitido la demanda al efecto, el demandante
hubiera desistido de ella voluntariamente, o haya sucumbido, o cuando las partes
hayan sido declaradas fuera de causa, ya sea por falta de medios o pruebas
suficientes, sea por no haber cumplido el demandante las diligencias y
formalidades arriba determinadas; aplicándose dicha multa, sin que obsten a ello
los términos en que la decisión estuviere redactada, ni que la sentencia haya
omitido pronunciar aquella condenación; y todo esto, aún cuando el demandante
ofrezca perseguir la falsedad por la vía extraordinaria.

ARTÍCULO 248
No se incurrirá en la multa cuando el documento, o bien uno de los documentos
arguidos de falsedad haya sido declarado falso en todo o en parte, o cuando
hubiere sido desechado de la causa o del proceso; no procederá tampoco en el caso
de que la demanda establecida para inscribirse en falsedad no haya sido
admitida; y así se entenderá sean cuales fueren los términos que los jueces hayan
empleado para desechar dicha demanda, o para no considerarla.

Tabla de Contenido
§ 1. Condenaciones al demandante en falsedad que sucumbe.
§ 2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Condenaciones al demandante en falsedad que sucumbe


1. El demandante en falsedad que sucumbe es condenado a una multa que en Francia
no puede ser menor de trescientos francos y en República Dominicana, de setenta pesos o
más. Esta multa no podría ser impuesta en ningún caso al demandado, aunque la pieza
haya sido reconocida como falsa. Se incurre en multa aún cuando, habiendo sido
admitida la inscripción en falsedad, el demandante haya desistido antes de esta admisión
o cuando las partes hayan sido puestas fuera del proceso, ya sea por falta de medios o
pruebas o por no haber cumplido el demandante las diligencias y formalidades
procedentes. La multa debe aplicarse aún en los casos en los cuales el demandante
ofrezca perseguir la falsedad por la vía extraordinaria. (Encyclopedie Dalloz, v. 2, n.113,
114, p.11; Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 111).
379

2. No se incurrirá en la multa cuando el documento, o bien uno de los documentos


argüidos de falsedad, haya sido declarado falso en todo o en parte, o cuando hubiere sido
desechado del proceso, por un motivo cualquiera. Tampoco procede en caso de que la
demanda establecida para inscribir se en falsedad no haya sido admitida, sin importar los
términos empleados por el juez para desechar dicha demanda o para no considerarla”.
(Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 111; Encyclopedie Dalloz, v. 2,
n.119.11).
3. En los casos en que la ley la pronuncia, se incurre en multa de pleno derecho, por lo
que es debida igualmente aún cuando no se haya hecho mención de ella. (Encyclopedie
Dalloz, v. 2, n.116.11).
4. El artículo 246 del Código de procedimiento civil establece también la condenación
por daños y perjuicios, cuando la pieza combatida ha sido reconocida como verdadera.
Estas condenaciones no podrán ser pronunciadas mas que cuando el demandante
sucumbió después de escribirse en falsedad (Civ. 2°, 14 el .1966 de octubre, D. 1967, som.
p. 16, Bull. II, n. 850, p. 593).
5. EL tribunal goza de un poder discrecional para condenar o no a daños y perjuicios,
pero el no puede pronunciarse en el caso en el cual la multa no es incurrida.
(Encyclopedie Dalloz, v. 2, n.120, p.11).
6. El Art. 246 del Código Civil que permite a los tribunales condenar al demandante en
falsedad que sucumba al pago de una indemnización, debe ser interpretado, conforme a
su espíritu, en el sentido más amplio, de modo que comprenda todas las hipótesis
previstas por el Art. 247 para la aplicación de la multa. (Sent. 13 de Mayo del 1955, B. J.
538. 881).
7. Cuando la inscripción en falsedad ha sido dirigida contra un acto reconocido por un
notario, puede servirle de fundamento para una acción en daños y perjuicios; a este
respecto ha sido juzgado que los jueces pueden válidamente condenar al demandante a
daños y perjuicios a favor del notario que ha redactado el acto arguido, el cual ha
intervenido en la instancia, basado en que esta inscripción en falsedad temerariamente
formada ha causado un perjuicio real al notario, cuando éste declara que ha conllevado
algún atentado a su credibilidad o a su consideración. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I. nn. 10-12, p. 794).
8. Independientemente de los daños y perjuicios, el tribunal puede también ordenar a
título de reparación, la supresión de los escritos, la impresión y la publicación de la
sentencia en un periódico. (Encyclopedie Dalloz, t. I, v. 2, n.121, p.11).
9. Manifiestamente, el demandante que sucumba debe ser condenado al pago de las
costas. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, n.16, p. 794).

§ 2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil


10. En el artículo 362 del Proyecto de Código se contempla la condenación al
demandante en falsedad que sucumbe a una multa civil no menor de quince salarios
mínimos, independientemente de los daños y perjuicios que podrían ser reclamados.
11. Esta modalidad de preveer las multas en salarios mínimos muy utilizadas en las
legislaciones recientes es muy beneficiosa, puesto que libera del riesgo de que por causa
de la depreciación de la moneda, la multa contemplada en un monto fijo termine siendo
insólita.

ARTÍCULO 249
No podrá ejecutarse ninguna transacción respecto de la demanda en falsedad
incidente, si aquella no hubiere sido homologada judicialmente, después de
380

haberse comunicado al fiscal, el cual podrá hacer sobre el particular cuantos


requerimientos juzgue oportunos.

Tabla de Contenido
§ 1. Necesidad de la homologación de la transacción.
§ 2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Necesidad de la homologación de la transacción


1. Hasta tanto la declaración de inscripción en falsedad no ha sido hecha, las partes
tienen toda la libertad de transar; una transacción anterior a la declaración es en
consecuencia válida. Pero, atendiendo a la generalidad de los términos del artículo 249,
no hay lugar, desde el punto de vista de la necesidad de la homologación de la
transacción, a distinguir si la transacción ha intervenido antes de la admisión de la
inscripción en falsedad o después de la declaración hecha al secretario conforme a lo
prescrito en el artículo 218. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. I. n.1-2, p. 796).
2. No podrá ejecutarse ninguna transacción respecto de la demanda en falsedad
incidental, si aquella no hubiere sido homologada judicialmente, después de haberse
comunicado al fiscal, el cual podrá hacer sobre el particular cuantos requerimientos
juzgue oportunos. (Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 111).

3. Se cuestiona si el tribunal puede rehusarse a homologar la transacción. Siguiendo


un primer sistema, el tribunal no puede rehusar la homologación de la transacción: el
ministerio público no tiene el derecho de requerir, y los jueces no pueden ordenar, que las
partes tengan que continuar el proceso sobre el cual han transigido. De acuerdo a esta
opinión el veto del artículo 249 no tiene otro objeto que dejar un libre curso a las
investigaciones de la justicia criminal. Siguiendo otra opinión, al contrario, el tribunal
tiene siempre el derecho de acoger o rehusar la homologación de la transacción sobre la
persecución del falso incidente, teniendo el ministerio público el derecho de demandar,
malograda la transacción, la continuación del falso incidente y paralizar esta transacción,
pudiendo los jueces solamente apreciar el mérito y las razones alegadas y las pruebas
ofrecidas por el ministerio público. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, n.3-7, p. 796).
4. Como en materia de verificación de escritura, el nuevo Código de Procedimiento Civil
considera dos hipótesis, dependiendo de si el juez deberá o no proceder al examen de la
falsificación. El juez podrá dictar sentencia sin tomar en cuenta la parte del documento
sobre la cual se afirmaba la falsedad, en caso de renuncia o transacción entre las partes
sobre la inscripción en falsedad. Pero entonces, el Ministerio público puede exigir todas
las medidas para preservar el ejercicio de persecución penal. (Guinchard, Serge. 1999.
Droit et Pratique de la Procedure Civile. t. I, p. 761).
5. Otro cuestionamiento planteado se basa en el efecto de la transacción mientras no
haya sido homologada. En una primera opinión, hasta la homologación, el efecto de la
transacción queda suspendido, por lo que una de las partes puede contradecir la
transacción, oponerse a su homologación y continuar las persecuciones sobre el falso
incidente. Siguiendo una opinión contraria que es la generalmente adoptada por los
autores, el tribunal no interviene aquí más que para preservar los derechos de la parte
pública, por lo que puede negar la homologación a su respecto e impedir la suposición, la
radiación y la reformación del acto, pero la transacción es válida y ejecutoria para las
partes. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile, n.8-10, p.796).
381

6. El tribunal competente para pronunciar la homologación de la transacción


intervenida sobre una demanda en falsedad incidental no es el del domicilio del
demandado a la homologación, sino el tribunal ante el cual la inscripción en falsedad está
pendiente. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, n.13, p. 7’6).

§ 2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil


7. Las disposiciones relativas a la homologación de la sentencia fueron derogadas en el
Proyecto de Código. Sin embargo, el artículo 368 establece que en caso de renuncia o
transacción sobre la inscripción en falsedad, el ministerio público puede requerir todas
las medidas propias a fin de reservar el ejercicio de la acción pública.

ARTÍCULO 250
El demandante en falsedad podrá siempre recurrir a la vía criminal en materia
de falsedad principal, y en este caso, se aplazará la decisión de la causa, a menos
que los jueces entiendan que puede recaer sentencia sobre el proceso, con
separación del documento arguido de falsedad.

ARTÍCULO 251
Ningún fallo de instrucción o definitivo, en materia de falsedad, puede ser
pronunciado sin oirse las conclusiones del fiscal.

Tabla de Contenido
§ 1. Autoridad de lo penal sobre lo civil en materia de falsedad.
§ 2. Necesidad de la audición del Ministerio Público.
§ 3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

§ 1. Autoridad de lo penal sobre lo civil en materia de falsedad


1. El demandante puede, en todo estado de causa, abandonar la vía del falso incidente
para recurrir a la de la falsedad principal, quedando a salvo el derecho de los jueces de no
sobreseer la causa, si consideran que ella puede ser juzgada en ausencia de la pieza
arguida como falsa. Esto es una derogación al principio de “electa una vía”, por medio de
la cual se le prohíbe al demandante abandonar una vía escogida para tomar una vía más
rigurosa. Así, cuando la inscripción en falsedad ha sido detenida por la inobservancia de
cualquiera de las formalidades prescritas, el demandante puede tomar la vía de la
falsedad principal, o cuando sobre la persecución del falso incidental la acción pública es
llevada por el ministerio público ante el tribunal criminal, el demandante en falsedad
incidental puede abandonar su primera persecución y constituirse en parte civil en el
proceso criminal. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, nn.1-4, p.797).
2. Una inscripción en falsedad puede originar una persecución por la vía criminal, lo
cual obliga a la jurisdicción civil a sobreseer hasta tanto la jurisdicción penal haya
decidido. La sentencia dada por la jurisdicción penal o la decisión del juez de instrucción
según los casos, se impone al juez que conoce el incidente de la inscripción en falsedad”.
(Pérez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., p. 111).
3. Si algunas persecuciones penales se ejecutan, el tribunal de derecho común debe
posponer el proceso hasta una decisión definitiva de las jurisdicciones represivas, excepto
si puede juzgar el asunto sin tomar en cuenta el documento litigioso o si ha habido
renuncia o transacción. (Guinchard, Serge. 1999. Droit et Pratique de la Procedure Civile. p.
761)
382

4. Los jueces civiles deben investigar si realmente se ha ejercido una persecución al


criminal y si esta persecución es regular. Para que una querella en falso principal pueda
detener la sentencia de una contestación, es necesario que ella designe a los autores o
cómplices de la falsedad y que sea introducida por la parte misma o por su mandatario
especial. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. I, nn.17-19, p.797).

§ 2. Necesidad de la audición del Ministerio Público


5. La audición del ministerio público está prescrita a pena de nulidad. Así, la sentencia
que admite la inscripción en falsedad, la que ordena la prueba de los medios articulados
por el demandante y la que estatuye definitivamente sobre las piezas atacadas, deben ser
rendidas sobre las conclusiones del ministerio público. De igual manera, toda sentencias
de instrucción o definitiva en materia de falsedad, debe, a pena de nulidad, mencionar la
audición del ministerio público. Esta nulidad es de orden público y puede ser propuesta
en apelación aunque no lo haya sido en primera instancia. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn .1, 2, 6, p.798).
6. El Ministerio Público puede y debe, mientras que la instrucción de la falsedad
incidental no haya sido ordenada, comenzada o archivada y siempre que reconoce
indicios de crimen, declarar que él entiende procedente hacer una denuncia oficial y
requerir la suspensión de la instancia civil conforme al artículo 240. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. I, nn.8,
p.798).

§ 3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


7. El artículo 369 del Proyecto de Código contempla el sobreseimiento del proceso civil
cuando las persecuciones penales han sido iniciadas contra los autores o cómplices de
falsedad, y hasta tanto se haya estatuido en lo penal, a menos que lo principal pueda ser
juzgado sin tener en cuenta la pieza arguida en falsedad o que haya renuncia o
transacción sobre la falsedad, es decir, que se mantienen estas disposiciones, en defensa
de la regla de que lo penal pone a lo civil en estado.

TITULO XXI

DE LA RECUSACIÓN

Tabla de Contenido

1. Recusación.
2. Objeto de la Recusación.
A. Caracteres.
a. Individual.
b. Facultativo.
B. Personas Recusables.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Recusación.

“Demanda incidente por la cual un litigante, cuyo pleito tramita ante determinado
tribunal, pretende que se separe del conocimiento del litigio a uno o varios de los jueces,
en mérito de alguna de las causas establecidas en el art. 378 del Cód. Proc. Civ., tales
como parentesco con el adversario, disensión grave con el recusante, consejo dado sobre
383

el pleito y otras que están reñidas con la imparcialidad propia de un juez”. (Capitant,
Henri. 1930. Vocabulario Jurídico, p. 467).

Procedimiento entablado por una de las partes en contra de un juez de cuya


imparcialidad sospecha, mediante el cual obtendrá su eliminación de la causa. (Tavares
hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 311).

“La recusación es una facultad que la ley concede a las partes, a fin de solicitar que un
juez, cuya imparcialidad es sospechosa, no conozca del proceso del cual ha sido
apoderado”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, 2da. ed., p. 332).

“La recusación es el acto de la parte que demanda apartar de la instrucción y de la


sentencia del asunto a un juez sospechoso de parcialidad”. (Morel, René, 1832. Traité
Eléméntaire de Procédure Civile. 10ma. ed., p. 140).

“Procedimiento que permite a una parte excluir, y por tanto reemplazar, a un juez de la
jurisdicción a la cual es sometido, en razón del riesgo de parcialidad de dicho juez”.
(Encyclopédie Juridique Dalloz. 2001. t. V, v. Récusation et Renvoi, n. 5).

“La recusación es la solicitud de una de las partes para que se excluya del conocimiento
de la litis a un juez, en vista de que existe cierta presunción de sospecha de parcialidad
para conocer el fondo del litigio”. (García Fermín, Franklin et Rosalía Sosa Pérez. 1998. La
recusación, la declinatoria por sospecha legítima y la inhibición. Gaceta Judicial año 2, n.
30, 9 a 23 de Abril de 1998, p. 19).

Objeto de la Recusación.

El objeto de la recusación es asegurar la imparcialidad e independencia de la justicia. El


Artículo 10 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre del 10 de diciembre
de 1948, el Artículo 6. párrafo primero de la Convención Europea de Salvaguarda de los
Derechos del Hombre y de las Libertades Fundamentales del 4 de noviembre de 1950, el
Artículo 14 Numeral 1 del Pacto Internacional relativo a los Derechos Civiles y Políticos
del 19 de diciembre de 1966 , y el Artículo 8 Numeral 1 de la Convención Interamericana
sobre Derechos Humanos, llamada “Pacto de San José de Costa Rica” del 22 de
noviembre de 1969, establecen que todo justiciable tiene derecho a que su causa sea
juzgada por un tribunal independiente e imparcial. (Vargas, Marcos. Generalidades sobre
la Recusación. Texto Inédito, pp. 2-3).

“La facultad de recusar los jueces ha sido dada por ley a los litigantes con el propósito de
asegurarles un juicio imparcial. La recusación no es un medio para sustraer
caprichosamente un determinado asunto de la jurisdicción legalmente apoderada”. (Sent.
SCJ. 29 de Junio de 1927. B.J. 203-204.13 Citada por: Pérez Méndez, Artagnan. 2002.
Procedimiento Civil. t. II, V. I, 5ta. ed., p.333).

Se ha llegado incluso a admitir que el derecho a un juez imparcial podía ejercerse a


posteriori invocando la nulidad de la sentencia sobre el fundamento de la parcialidad del
tribunal. (J. Normand, Reveu Trimestrielle de Droit Civil, 1993, p. 874 y s. Citada por:
Vargas, Marcos. Generalidades sobre la Recusación. Texto Inédito, p. 3).

A. Caracteres.

a. Individual.

“La recusación es naturalmente dirigida contra cada juez individualmente, no contra el


tribunal. Se recusa el juez, no al juzgado de primera instancia. De la misma manera,
384

tratándose de un tribunal colegiado, la recusación debe ir dirigida contra uno o más


jueces, no contra el tribunal como entidad”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 312; Vargas, Marcos, Generalidades
sobre la Recusación, Texto Inédito, p. 4).

“Es importante hacer notar que la recusación va dirigida contra el juez individualmente,
no contra el tribunal. Por el contrario, la declinatoria como excepción va dirigida al
tribunal no contra el juez”. (García Fermín, Franklin y Rosalía Sosa Pérez. 1998. La
recusación, la declinatoria por sospecha legítima y la inhibición. Gaceta Judicial año 2, n.
30, 9 a 23 de Abril de 1998, p. 19).

La recusación tiene un carácter individual pero sus efectos son relativos: se limitan al
proceso en el cual se produce, no son extensivos a ningún otro proceso. (Req. 19 mars
1806, J. G. Vo. Récusation, n. 13 Cit en Pérez Méndez, Artagnan. 1988. Procedimiento Civil.
t. II, V.I, 5ta. ed., p. 333).

Cuando la recusación afecta a todos los jueces que componen la jurisdicción apoderada o
un número tal de jueces que impida a dicha jurisdicción constituirse legalmente, es
preciso admitir que la demanda en recusación equivale a una petición de declinatoria a
otra jurisdicción por causa de sospecha legítima . (Sent. SCJ. 9 de Junio de 1967. B. J.
679.1168; Sent. SCJ. Noviembre de 1962. B. J. 627.1701. Citada por: Machado, Pablo A.
Jurisprudencia Dominicana 1960-1976, t. II, n. 1797, pp. 999-1000).

“(…) La recusación es una acción individual en el sentido de que va dirigida


nominativamente contra uno o varios jueces. Cuando ella afecta a todos los jueces que
componen la jurisdicción apoderada o un número tal de jueces que impida a dicha
jurisdicción constituirse válidamente, es preciso admitir que la demanda en recusación
equivale a una petición de declinatoria por causa de sospecha legítima”. (Sent. SCJ. 17 de
Octubre de 1962. B.J. 627.1701. Citada por: Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento
Civil. t. II, v.I, 5da. ed., p. 340).

b. Facultativo.

“Aún sabiendo que existe una causa de recusación, la parte no está obligada a invocarla.
Una de las partes puede pues renunciar a su derecho de recusar al juez. La renuncia
puede ser tácita: la parte no incoa en tiempo hábil la recusación”. Es una facultad que el
legislador abandona a la conveniencia de las partes. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002.
Procedimiento Civil. t. II, v. I, 5ta. ed., p. 334; Vargas, Marcos, Generalidades sobre la
Recusación, Texto Inédito, p. 5).

“Cuando una de las partes ha dejado de recusar al juez en el primer grado, luego no
puede invocar, ni en grado de apelación ni en casación, la existencia de la causa que
hacía recusable al magistrado”. (Civ. 2 Juin. 1924, Gaz. Pal. 1924.2.270. Cit en Pérez
Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 334).

“Los tribunales no pueden pronunciar de oficio la recusación, sino que ella debe ser
pedida por quien tiene derecho para ello. Ni la corte de apelación ni la de casación,
pueden suplir de oficio, la recusación que no fue invocada en jurisdicciones inferiores.
Una sentencia dictada por un juez recusable pero que no fue recusado, es una sentencia
correcta, en cuanto a este asunto se refiere”. (Civ. 19 déc. 1933, S. 1934.1.130 Cit en
Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 334).

Si una sentencia ha sido dictada por un juez que no fue recusado pero que tiene un
interés personal en la contestación será considerada nula por aplicación de la regla
385

elemental y de orden público, según la cual “nadie puede ser juez y parte en su propia
causa”. (Vargas, Marcos. Generalidades sobre la Recusación. Texto Inédito,p. 6).

“Hay casos excepcionales en los cuales la presencia del juez recusable anula la sentencia.
1º cuando el magistrado tiene interés en la causa, de modo directo. 2º cuando la causa de
recusación constituye en sí misma un motivo de incompatibilidad previsto por la ley. 3º
aunque ningún texto se refiere a ello, cuando el magistrado ha desempeñado el ministerio
público y luego, por ante el mismo tribunal, aparece como juez”. (Pérez Méndez, Artagnan.
2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 334).

En el caso en que el magistrado tenga un interés de modo directo en la causa “la


sentencia se considere viciada porque se admite que nadie puede ser juez y parte a la vez,
porque ello es violatorio al orden público”. (Crim. 20 Mai 1847, D. P. 47.4.411 Cit en Pérez
Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 334).

Cuando el juez ha actuado como ministerio público previamente en la causa de que ha


sido apoderado y no se inhibe, la sentencia dictada como consecuencia de dicho proceso
se encuentra viciada. (Crim. 17 févr. 1912, D. P. 1913.1.375. Cit en Pérez Méndez,
Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 335).

La recusación es facultativa para las partes, pero no lo es para el tribunal que deba
conocer de ella. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p.
335).

B. Personas Recusables.

“(…) toda persona llamada a juzgar puede eventualmente ser recusada, cualquiera que
sea la jurisdicción a la que pertenezca aún cuando se tratare de una jurisdicción
arbitral”, en este último caso solamente podrá ocurrir cuando sea por causa sobrevenida
después del compromiso. (Vargas, Marcos. Generalidades sobre la Recusación. Texto
Inédito,p. 7).

“Además de los jueces, pueden ser recusados: el abogado que es llamado a reemplazar a
un j.de p. i., los jueces comisarios, los agentes del ministerio público, cuando actúen
como parte adjunta, esto es cuando sean llamados a dictaminar”. (Tavares hijo, Froilán.
1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 312).

“La recusación es aplicable tanto a los jueces de los tribunales de derecho común como a
los de excepción”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p.
335).

Puede igualmente ser recusada la persona, abogado o “avoué”, ajena a una jurisdicción
pero llamada a completarla. (Req. 17 déc. 1901, DP 1903. 1. 347. Cit en Dalloz Action.
1998. Droit et Practique de la Proceduré Civile t. II, n. 4485, p. 849).

“El secretario no es juez, por tanto no se puede presumir que pueda tener influencia
sobre la decisión, sin embargo, puede tener un interés apreciable en el proceso; un
principio superior de derecho impone entonces que se admita que su presencia vicia la
composición de la jurisdicción”. (Cass. Civ. 3 févr. 1892, DP 1892. 1. 201; CA Aix-en-
Provence, 23 nov. 1910, DP 1913. 2. 50. Cit en Encyclopédie Juridique Dalloz. 2001. t. V, v.
Récusation et Renvoi, n. 13).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


386

La recusación se encuentra en el Proyecto de Código en el Capítulo II del Título VIIl, en


los Artículos del 378 al 392.

Artículo 378
Todo juez puede ser recusado en razón de cualquiera de las causas siguientes:
1ro. por ser pariente o afín de las partes, o de una de ellas, hasta el grado de
primo hermano inclusive; 2do. por ser la mujer del juez pariente o afín de una de
las partes, o ser el juez pariente o afín de la mujer de una de las partes, dentro del
grado referido, cuando la mujer estuviere viva, o si, habiendo muerto, existiesen
hijos; si hubiere muerto y no quedaren hijos, ni el suegro, ni el yerno, ni los
cuñados, podrán ser jueces. La disposición relativa a la mujer ya muerta se
aplicará a la mujer separada personalmente, si existieren hijos del matrimonio
suspendido; 3ro. si el juez, su mujer, sus ascendientes y descendientes, o afines en
la misma línea, tienen una contienda sobre cuestión análoga a aquella que se
discuta entre las partes; 4to. por tener un proceso en su propio nombre ante un
tribunal en que una de las partes sea juez; si fueren acreedores o deudores de una
de las partes; 5to. si en el curso de los, cinco años precedentes a la recusación, ha
habido proceso criminal entre ellos y una de las partes, o su cónyuge, o sus
parientes o afines en línea recta; 6to. porque exista proceso civil entre el juez, su
mujer, sus ascendientes y descendientes, o afines en la misma línea, y una de las
partes, con tal que este proceso, caso de haberlo iniciado la parte, hubiere sido
antes de la instancia en la cual se propusiera la recusación; o si habiéndose
terminado este proceso, se concluyó solamente dentro de los seis meses
precedentes a la recusación; 7mo. cuando el juez sea tutor, protutor o curador,
heredero presuntivo, o donatario, patrono o comensal de una de las partes; si
fuere administrador de algún establecimiento, sociedad o dirección, que sean
parte en la causa; si una de las partes fuere su presunta heredera; 8vo. cuando el
juez hubiere dado consulta, alegado o escrito sobre el asunto debatido; si hubiere
conocido de él precedentemente como juez o como árbitro; si hubiere solicitado,
recomendado o provisto a los gastos del proceso; si hubiere declarado como
testigo; si desde el principio del proceso, hubiere bebido o comido con una u otra
de las partes en la respectiva casa de éstas, o recibido presentes de cualquiera de
ellas; 9no. cuando hubiere enemistad capital entre el juez y una de las partes;
como si hubieren ocurrido agresiones, injurias o amenazas hechas por el juez
verbalmente o por escrito, después de la instancia, o en los seis meses precedentes
a la recusación propuesta.

Tabla de Contenido

1. Causas de Recusación.
A. Lazos de parentesco o de alianza.
B. Interés personal.
C. Opinión dada acerca del proceso.
D. Relaciones de amistad o protección.
E. Presunciones de enemistad.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Causas de Recusación.

La recusación en materia civil solo es recibible en los casos limitativamente enumerados


en el código de procedimiento civil. (Morel, René, Traite Elementaire de Procedure Civile. p.
387

140; Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II,
8va. ed., p. 313).

La posibilidad de recusar a un juez en nuestro país, no es limitativa, sobre la base del


artículo 8-1 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos de 1969, mutatis
mutandi, los términos de la doctrina y jurisprudencia francesa, que consideran que un
juez puede ser excluido de una jurisdicción fuera de las hipótesis contempladas por el
Artículo 341 del Nuevo Código de Procedimiento Civil, toda vez que la recusación puede
ser directamente fundada sobre el Artículo 6, Párrafo 1ro de la Convención Europea.
(Vargas, Marcos. Generalidades sobre la Recusación. Texto Inédito, pp. 18-19).

Froilán Tavares entiende que las causas que pueden motivar la recusación de los jueces
de primera instancia, de las cortes de apelación y de la SCJ, pueden ser atribuidas en
cinco grupos:

A. Lazos de parentesco o de alianza.

“Hay lugar a recusación: 1º. cuando el juez es pariente o afín de las partes, o de una de
ellas, hasta el grado de primo hermano inclusive; 2º. Por ser la mujer del juez pariente o
afín de una de las partes, o por ser el juez pariente o afín de la mujer de una de las partes
dentro del grado referido, cuando la mujer estuviere viva, o si, habiendo muerto,
existiesen hijos, y si la mujer hubiese muerto y no quedasen hijos, podrán ser recusados
el suegro, el yerno y los cuñados; (…) El parentesco natural es una causa de recusación lo
mismo que el parentesco legítimo”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 313).

“El parentesco natural es una causa de recusación al igual que el parentesco legítimo. El
lazo de parentesco entre el juez y un abogado no constituye una causa de recusación”.
(Sent. SCJ. 26 de Mayo de 1986 de B. J. 906, 581 Cit en Subero Isa, Jorge. 1993. 4 Años
de Jurisprudencia Analítica Dominicana 1985-1988, p. 296). Con relación a esta sentencia
se debe tener presente que el Párrafo del Artículo 14 de la Ley No. 14-94, del 22 de Abril
de 1994, que crea el Código de Niños, Niñas, y Adolescentes en nuestro país, prohíbe toda
denominación discriminatoria de la filiación. (Vargas, Marcos. Generalidades sobre la
Recusación. Texto Inédito,p. 11).

B. Interés personal.

“Hay motivo de recusación: ‘si el juez, su mujer, sus ascendientes y descendientes, o


afines en la misma línea, tienen una contienda sobre una cuestión análoga a aquella que
ese discute entre las partes’; por tener el juez ‘un proceso en su propio nombre ante un
tribunal en que una de las partes sea juez’; si el juez fuese acreedor o deudor de una de
las partes; ‘cuando el juez sea tutor, protutor o curador, heredero presuntivo o donatario’
de una de las partes; ‘si fuere administrador de algún establecimiento, sociedad o
dirección, que sean parte de la causa’; ‘si una de las partes fuere su presunta heredera’”.
(Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed.,
p. 313).

Si el juez tiene un interés personal y directo en la contestación, se convierte, en juez y


parte, lo que resulta absolutamente inconcebible. (Vargas, Marcos. Generalidades sobre la
Recusación. Texto Inédito,p. 12).

C. Opinión dada acerca del proceso.

“El juez puede ser recusado: si ‘hubiere dado consulta, alegado o escrito sobre el asunto
debatido; ‘si hubiere conocido de él precedentemente como juez o como árbitro’; ‘si
388

hubiese declarado como testigo’. “El Juez no puede ser recusado por haber escrito libros o
artículos de carácter puramente científico, acerca del tema discutido”. (Glasson y Tissier,
Traité, v. I, p. 56) “y en cuanto a la recusación fundada en el hecho de haber sido testigo,
que el juez haya efectivamente declarado como tal, no simplemente que se le haya citado
como testigo”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 314).

“En lo relativo a la consulta que un juez puede haber dado, debemos aclarar que la
consulta debe referirse al litigio del cual está apoderado el juez, pero el hecho de haber
escrito un artículo en la prensa o un libro de pura doctrina, no puede, en modo alguno,
comprometer la imparcialidad del juez. Así mismo, se ha juzgado que un simple informe
desinteresado o la invitación hecha por el juez a una de las partes a rectificar sus
conclusiones, no en un sentido determinado, sino siguiendo los consejos de su abogado,
no hacen recusable al juez. (Réq. 29 Déc. 1875, D.P. 76.1.448) Lo que hace recusable al
juez es dar consultas fuera del ejercicio de sus funciones, pero no lo que es consecuencia
del cargo de juez. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed. p.
337).

El juez puede ser recusado por haber dado opinión propiamente dicha acerca del asunto,
no porque haya conocido de él en una fase anterior del mismo proceso. (Sent. SCJ. 29 de
Junio de 1927, B. J. 203-204, 11; Sent. SCJ. 16 de Octubre de 1953, B. J. 519, 2028).

D. Relaciones de amistad o protección.

“El juez puede ser recusado: cuando fuere ´patrono o comensal´ de una de las partes;
cuando ´hubiere solicitado, recomendado o provisto a los gastos del proceso´; ´si desde el
principio del proceso hubiere bebido o comido con una u otra de las partes en la
respectiva casa de éstas, o recibido presentes de cualquiera de ellas´”. (Sent. SCJ. 18 de
septiembre de 1936, B. J. 314, 482, citada por Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 314).
“Para la aplicación del texto invocado (Artículo 378 Numeral 8) es preciso que el asunto
envuelto en la litis sea idéntico y que las partes sean las mismas; cuando el texto de la ley
se refiere a un juez que hubiere conocido de un asunto como juez o como árbitro, se
plantea la hipótesis de un juez que ha actuado como tal en otro grado o en otra
jurisdicción, que tampoco es causa de recusación el hecho de que un juez firme una
sentencia que está en contradicción con la jurisprudencia dominicana recopilada por
dicho juez en un libro”. (Sent., SCJ. 22 de Noviembre de 1967, B. J. 684, 2321 Cit en
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto).

D. Presunciones de Enemistad.

“Es recusable el juez “si en el curso de los cinco años precedentes a la recusación ha
habido proceso criminal”, esto es proceso penal en que ha habido parte civil, entre él “ y
una de las partes, o su cónyuge, o sus parientes o afines en línea recta”; cuando “exista
proceso civil entre el juez, su mujer, sus ascendientes o descendientes, o afines en la
misma línea, y una de las partes”, iniciado por la parte antes del proceso e que se
propone la recusación, o concluido en los cinco años precedentes a la recusación; “
cuando hubiere enemistad capital entre el juez y una de las partes”, resultante, (…), de
“agresiones, injurias o amenazas”, emanadas del juez”. (Sent. SCJ. 29 de Abril de 1949, B.
J.465. 346; Sent. SCJ. 6 de Septiembre de 1950, B.J. 482, 817; Sent. SCJ. 15 de Noviembre
de 1951, B. J. 496, 1488 Cit en Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 314-315).

“Conviene tener presente que los hechos de enemistad que hacen recusable a un juez, no
tienen plazo de duración, pero parece justo que los mimos no se puedan invocar después
389

de una reconciliación entre el juez y la parte”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002.


Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed. p. 337).

Como los sentimientos a retener son evidentemente los del juez, no los de la parte, sólo la
enemistad manifestada por el primero puede servir de fundamento a una recusación. (cfr.
Civ. 12 avr. 1870, D P 1871.5.326. V. Dalloz Action, t. II, pret, n. 4494 Cit en Vargas,
Marcos, Generalidades sobre la Recusación, Texto Inédito, p. 16).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 379 del Proyecto de Código, se mantiene básicamente igual,
pero elimina uno de los numerales.

El Proyecto de Código establece como causa de recusación en el numeral 8o del Artículo


379, no solamente el hecho de existir una enemistad grave por hechos ajenos al proceso,
o a la ejecución de la sentencia; sino también el hecho de que sea notoria una amistad
intima entre el juez y una de las partes en el proceso. Elimina la parte relativa a que
“hubieren ocurrido agresiones, injurias o amenazas hechas por el juez verbalmente o por
escrito, después de la instancia o en los seis meses precedentes a la recusación
propuesta”, establecidos en el numeral 9o del Artículo 378 de nuestro Código actual. Esta
última causa de recusación, no involucra ni al cónyuge del juez, ni al de la parte
concernida, es un asunto entre litigante y juez. El juez no será recusable más que en la
medida en que la notoriedad de los vínculos amistosos o de enemistad, sea establecida.
“El hecho de que un magistrado haya desayunado con diversas personas entre las cuales
se encontraba una de las partes, no puede caracterizar la amistad notoria que
contemplan los textos actuales, en Francia”. (Grenoble, 31 mai 1990: Gaz. Pal.
1991.1.189, note Renard) “La amistad notoria es caracterizada como consecuencia del
matrimonio de un hijo del experto con la hija de una de las partes”. (ROUEN, 19 juin
1979, Gaz. Pal, 1979. 636, note PETIT) (Vargas, Marcos. Generalidades sobre la
Recusación. Texto Inédito,pp. 15-16).

Artículo 379

No habrá lugar a recusación en los casos en que el juez sea pariente del tutor o del
curador de una de las partes, o de los miembros o administradores de un
establecimiento, sociedad, dirección o unión, que fueren parte en la causa, a
menos que dichos tutores, administradores o interesados tengan un interés
distinto o personal.

Tabla de Contenido

1. Limitaciones a la Recusación.
A. Interés Personal.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Limitaciones a la Recusación.

A. Interés Personal

Ver: B./ Artículo 378.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


390

Este artículo esta contenido en el párrafo seis (6) del artículo 379 del Proyecto de Código,
que trata sobre las causas que dan origen a la recusación.

Artículo 380

Siempre que un juez sepa que en él concurre cualquier causa de recusación, estará
obligado a declararla en Cámara, para que el tribunal decida si aquél debe
abstenerse.

Tabla de Contenido
1. Concepto de Inhibición.
2. Causas de Inhibición.
3. Procedimiento.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Concepto de Inhibición.

“Es el acto del juez que, conociendo que en él concurre un motivo de recusación, declara
su deseo de abstenerse de conocer la causa. Es un procedimiento preventivo de una
posible recusación. La inhibición no necesita ser motivada. Puede ser propuesta en todo
estado de causa”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 311).

La Inhibición puede ser definida como la renuncia de un juez a conocer de un asunto.


(Dalloz Action, t. II, n. 4481, p. 848 Cit en Vargas, Marcos, Generalidades sobre la
Recusación, Texto Inédito, p. 30).

La Inhibición presenta varios caracteres: a) Espontánea: es voluntaria o de propio


impulso. Interviene por iniciativa propia del juez; b) La Inhibición no es obligatoria, es
opcional. Es facultad que le es reservada al juez; c) Discrecional: La Inhibición ha sido
concebida para el caso en que concurra, en el juez alguna de las causas de recusación,
pero es suficiente con que el juez la suponga o incluso que él estime en su conciencia que
debe abstenerse, sin que tenga que justificar su decisión. (Vargas, Marcos. Generalidades
sobre la Recusación. Texto Inédito,p. 32).

“No constituye realmente inhibición el uso de la práctica, común en los tribunales


colegiados, cuando existen Jueces en número suficiente para constituir la mayoría, de
pedir permiso para no tomar parte en la decisión de un asunto determinado”. (Sent. SCJ.
B. J. 872, 1766; Sent. SCJ. B. J. 872, 1917 Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio
Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 311).

2. Causas de Inhibición.

“Las mismas causas de recusación son las de inhibición. No es necesario que el juez sea
recusado para que proponga su inhibición. Puede y debe hacerlo por su cuenta.” Existen
otras causas que sirven de fundamento para la inhibición de un juez; sin embargo para
evitar abstenciones abusivas, el tribunal debe apreciar el motivo de la inhibición. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed. p.346).

Los jueces deben inhibirse siempre que una situación no le permita actuar con
imparcialidad e idoneidad, el no hacerlo conlleva una violación a la ley y a la prudencia
391

que debe acompañar las actuaciones de los jueces . (Sent. SCJ. 13 de enero de 1999. B. J.
1058, 404-405).

“El lazo de parentesco entre el Juez y el abogado de una de las partes no es causa de
recusación, por lo que, a pesar de no inhibirse el Juez, la corte estuvo regularmente
integrada. (Sent. SCJ. 26 de Mayo de 1986. B. J. 906, 581 Cit en Headrick, William C.
2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 311).

“La inhibición y la recusación son dos medidas que están íntimamente relacionadas, ya
que las causas de la inhibición son las mismas de la recusación establecidas en el
artículo 378. Con la distinción de que la inhibición la propone el juez y la recusación las
partes”. (García Fermín, Franklin y Rosalía Sosa Pérez. 1998. La recusación, la declinatoria
por sospecha legítima y la inhibición. Gaceta Judicial año 2, n. 30, 9 a 23 de Abril de 1998,
p. 22).

“Sin embargo, la doctrina sostiene que aunque la inhibición, igual que la recusación, debe
estar fundada en bases legales, hay otras causas que aunque no aparecen en ningún
texto, pueden fundamentarla”. (García Fermín, Franklin y Rosalía Sosa Pérez. 1998. La
recusación, la declinatoria por sospecha legítima y la inhibición. Gaceta Judicial año 2, n.
30, 9 a 23 de Abril de 1998, p. 22).

3. Procedimiento.

“No hay plazo para declarar la inhibición, el juez puede solicitarla en todo estado de causa
y ésta no está sometida a formalidad alguna”. (García Fermín, Franklin y Rosalía Sosa
Pérez. 1998. La recusación, la declinatoria por sospecha legítima y la inhibición. Gaceta
Judicial año 2, n. 30, 9 a 23 de Abril de 1998, p. 22).

“En síntesis, la recusación la pueden interponer las partes y va dirigida contra el juez; la
inhibición deviene del propio juez por las causas previstas en la recusación; la
declinatoria por parentesco o afinidad es inaplicable y la suple la recusación; la
declinatoria por sospecha legítima va dirigida contra el tribunal penal y viene de parte
interesada”. (García Fermín, Franklin y Rosalía Sosa Pérez. 1998. La recusación, la
declinatoria por sospecha legítima y la inhibición. Gaceta Judicial año 2, n. 30, 9 a 23 de
Abril de 1998, p. 22).

Nadie puede proponerle o exigirle a un juez que se inhiba en determinado caso, porque
semejante despropósito constituye una intromisión intolerable en el sagrado ámbito de la
conciencia del juez, en ese sentido, si una persona quiere que un juez renuncie a conocer
de un determinado asunto, deberá recusarlo en los términos de la ley. (Vargas, Marcos.
Generalidades sobre la Recusación. Texto Inédito,p. 33).

“El Juez no tiene la necesidad de esperar ser recusado para solicitar su inhibición, puede,
y es lo correcto, hacerlo antes de la recusación cuando concurran situaciones que hagan
permisible la recusación”. (García Fermín, Franklin et Rosalía Sosa Pérez. 1998. La
recusación, la declinatoria por sospecha legítima y la inhibición. Gaceta Judicial año 2, n.
30, 9 a 23 de Abril de 1998, p. 22).

No hay plazo para declarar la inhibición, puede hacerse en todo estado de causa, su
declaración no está sometida a formalidad alguna. “Cuando el juez de primera instancia
declara su inhibición, ésta es conocida por la corte de apelación correspondiente. Cuando
lo hace un juez de corte, los demás si forman quórum, la deciden. Cuando a un juez no se
le acepta la inhibición, está obligado a conocer del asunto. La corte de apelación cuando
acoge la inhibición de un juez de primera instancia, llama por lo general, al juez de paz
para que le supla. A su vez, el juez de paz es sustituido por uno de sus suplentes fijos.
392

Las Inhibiciones del Juez de Paz son conocidas por los jueces de primera instancia”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed. p.347).

“Si la inhibición la solicita un Juez de Primera Instancia, por tratarse de un tribunal


unipersonal la conoce la Corte de Apelación; cuando la inhibición la declara un juez de
corte, por tratarse de un tribunal colegiado, la conoce la misma Corte”. (García Fermín,
Franklin y Rosalía Sosa Pérez. 1998. La recusación, la declinatoria por sospecha legítima y
la inhibición. Gaceta Judicial año 2, n. 30, 9 a 23 de Abril de 1998, p. 22).

“Cuando se produce la inhibición de todos los jueces de una Corte de Apelación puede y
debe asimilarse a un caso de declinatoria por sospecha legítima, y en consecuencia debe
designarse otra Corte para que conozca de la Apelación. (B.J. No. 95, Junio de 1918, P.
2; B.J. 171-173, octubre de 1924, Pág. 8)”. (García Fermín, Franklin y Rosalía Sosa Pérez.
1998. La recusación, la declinatoria por sospecha legítima y la inhibición. Gaceta Judicial
año 2, n. 30, 9 a 23 de Abril de 1998, p. 22).

El juez no puede inhibirse sin el consentimiento del tribunal salvo que las partes formen
una demanda en recusación si este consentimiento es rechazado. La omisión del juez de
declarar una causa de recusación en su persona no conlleva, en defecto de una
recusación formulada por la parte, la nulidad de la sentencia. (cass.,req., 5 mars 1923, d.
1923.1.175, civ. 19 decembre 1933, s.1934.1.130 Cit en Morel, René. 1832. Traite
Elementaire de Procédure Civile. p. 141).

“La inhibición o “abstención” puede intervenir en todo estado de causa y no está sometida
a ninguna condición de forma particular”. (Dalloz Action, t. II, n. 4482, p. 848 Cit en
Vargas, Marcos, Generalidades sobre la Recusación, Texto Inédito, p. 33).

“Cuando un Juez de Primera Instancia se encuentre imposibilitado de ejercer sus


funciones por causa de inhibición o recusación, por licencia o por cualquier otro motivo,
la Corte de Apelación de la jurisdicción correspondiente designará al Juez de Paz del
distrito Judicial del juez suplido, que reúna la capacidad requerida por la Constitución. El
Juez de Paz designado llamará, a su vez, a su primer suplente, para que lo sustituya por
el término que dure su ejercicio como juez interino en el Juzgado o Tribunal de Primera
Instancia”. (Art. 33, Inciso 5o, de la Ley de Organización Judicial, No. 821 Cit en Vargas,
Marcos, Generalidades sobre la Recusación, Texto Inédito, p. 31).

“Toda inhibición de un tribunal colegiado debe ser resuelta como si se tratase de una
demanda en declinatoria y corresponde a la S.C.J. resolverla bajo la L. de Org. Jud. Art.
163”. (Sent. SCJ. B. J. 736, 708 Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. 2da. ed. p. 311).

“El hecho de haberse inhibido el Juez cuando integraba el Ju. Pr. In. y después de
participar en el mismo asunto como juez de Ap. no justifica la casación de la sentencia,
habida cuenta de que solamente ordenó la fusión de los expedientes sin tocar el fondo”.
(Sent. SCJ. B. J. 783, 284 Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. 2da. ed. p. 311).

“El juez que se inhibe en primera instancia no puede integrar la Corte para conocer el
recurso de apelación”. (Sent. SCJ. 29 de octubre de 1997, B. J. 1043, 131-134, Cit en
Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil.1997-2002. p. 420).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La inhibición aparece tratada como un Capítulo aparte dentro del Título VIII del Proyecto
de Código, en los artículos del 374 al 377. El indicado Proyecto define la inhibición como
393

“el acto del juez que, conociendo que en él concurre un motivo de recusación o cuando se
presentan motivos que perturben su función, declara su deseo de abstenerse de conocer
de la causa”. Esta facultad está establecida, de manera expresa, para “los jueces de los
diferentes tribunales, incluyendo los de la Suprema Corte de Justicia”, tan pronto como
adviertan la existencia de una causa de recusación, o de algún motivo que perturbe su
función, expresando los hechos en que se fundamenta. El Artículo 376 dispone que
cuando la jurisdicción apoderada se encuentre en impedimento para estatuir, por haberse
inhibido todos los jueces que la integran, deberá procederse en la forma establecida para
la designación de jueces, por causa de sospecha legítima, la cual no fue contemplada por
el legislador en nuestro Código de Procedimiento Civil actual, y que está establecida en el
Proyecto en los Artículos del 393 al 398. El auto que decide la inhibición no es susceptible
de ningún recurso, según el Artículo 377. En caso de ser aceptada se procederá conforme
dispone el Código para la designación del juez que conocerá el caso, de lo contrario el
mismo juez estará en la obligación de conocer el caso. En síntesis, de manera general, el
Proyecto de Código recoge algunos de los principios jurisprudenciales que de manera
constante ha ido estableciendo la jurisprudencia a través del tiempo, y los cuales han
sido anteriormente expuesto.

Artículo 381

Las causas de recusación relativas a los jueces son aplicables a los fiscales
cuando fueren parte adjunta; pero no se les podrá recusar cuando actúen como
parte principal.

Tabla de Contenido

1. Recusación Ministerio Público. (Parte Adjunta/ Parte Principal).


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Recusación Ministerio Público. (Parte Adjunta/ Parte Principal).

Este artículo establece la posibilidad de recusar al Ministerio Público cuando éste


interviene como parte adjunta, es decir cuando se limita a formular conclusiones, pero no
cuando es parte principal, ya que en este caso el Ministerio Público se presenta como una
verdadera parte, por lo tanto, como un adversario de aquel que pretendería recusarlo, y es
imposible recusar a un adversario. El Artículo 341 del Nuevo Código de Procedimiento
Civil Francés abre esta posibilidad. (Vargas, Marcos. Generalidades sobre la Recusación.
Texto Inédito,p. 8).

Ver: Artículo 83.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el artículo 380 del Proyecto de Código, y se mantiene inalterable
en su contenido.

Artículo 382

El que quiera recusar, deberá hacerlo antes de principiar el debate, y antes que la
instrucción esté terminada o que los plazos hayan transcurrido en los asuntos
394

sometidos a relación; a menos que las causas de la recusación hayan sobrevenido


con posterioridad.
Párrafo. (Agregado por la Ley No. 237 del 23 de diciembre de 1967). Para estos
fines, se deberá previamente prestar fianza que garantice el pago de la multa,
indemnizaciones y costas, o que pueda ser eventualmente condenado al recusante
en caso de ser declarada inadmisible su demanda, de acuerdo con lo que dispone
el artículo 390. La fianza será solicitada al tribunal que deba conocer de la
recusación, quien fijará soberanamente su cuantía, afectándola como acreencia
privilegiada a los fines indicados, pudiendo la misma ser admitida en efectivo,
mediante el depósito que de él se haga en la Colecturía de Rentas Internas, o en
forma de garantía otorgada por una compañía de seguros autorizada a ejercer
esta clase de actividades en el país, en virtud de acta auténtica o bajo firma
privada suscrita por el representante de la compañía y por el ministerio público,
actuando éste a nombre del Estado. La misma formalidad se impondrá para
aquellos casos en que, por ir dirigida la recusación contra varios jueces de un
tribunal colegiado, deba ser resuelto como una demanda en declinatoria por
causa de sospecha legítima.
Los efectos de la fianza cesarán de pleno derecho, un año después de que se haya
decidido definitivamente sobre la recusación, a menos que el Estado o el
funcionario recusado, cada uno en lo que le concierna, hayan ejercido en tiempo
hábil la acción correspondiente en cuanto a la multa o en reclamación de daños y
perjuicios.
El recibo del depósito de la fianza o el acta auténtica o bajo firma privada
comprobatoria de la garantía, según el caso, será depositada en secretaría,
adjunto a la declaración de recusación y de los demás documentos a que se refiere
el artículo 382.

Tabla de Contenido

1. Ejercicio del Derecho de Recusación.


2. Momento en que se debe proponerse la Recusación.
3. Necesidad de solicitar Fianza.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Ejercicio del Derecho de Recusación.

“El derecho a la recusación puede ejercerse por cualquiera de las partes. Principales o
intervinientes”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p.
335).

“Toda parte, principal o interviniente en el proceso, puede hacer uso de la facultad de


recusación. Sin embargo, ciertas causas de recusación, por su naturaleza misma, no
pueden ser invocadas más que por tal parte: en caso de recusación por causa de
enemistad notoria, se concibe mal que la recusación pueda ser ejercida por una parte que
no es la que padece esta enemistad”. (Vargas, Marcos. Generalidades sobre la Recusación.
Texto Inédito,p. 19; Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p.
335).

2. Momento en que se propone la Recusación.

La recusación debe ser propuesta antes de que el asunto entre en estado, se dice que
antes de que las conclusiones contradictorias hayan sido declaradas en la audiencia en
relación con la instancia (…) a menos que las causas de recusación hayan surgido
395

posteriormente. De un modo general, es preciso admitir que la recusación no es posible


por parte de aquella que por sus conclusiones ha manifestado su intención de aceptar la
jurisdicción del tribunal. (Morel, René. 1832. Traite Elementaire de Procédure Civile. p.
140; Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 338).

La recusación fundada en causas sobrevenidas posteriormente al comienzo del debate


puede ser propuesta después de este momento; también puede serlo, de acuerdo con la
opinión general, sobre el fundamento de causas existentes antes del comienzo de los
debates, pero descubiertas posteriormente. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 317).

“Se admite que el juez puede ser recusado antes de que la contraparte haya constituido
abogado, porque en realidad el juez, aún en caso de incomparecencia del demandado,
debe verificar si la demanda está bien fundada o no, antes de adjudicar al demandante el
beneficio de sus conclusiones. Este poder de apreciación del juez, puede hacer necesario
el ejercicio del derecho de la recusación. (…) no tiene utilidad para el demandado, recusar
al juez en caso de defecto del demandante, aún tratándose de defecto por falta de
conclusiones. Cuando hay defecto del demandante, por incomparecencia, (…) el
demandado puede ser descargado de la demanda”. (Pérez Pérez Méndez, Artagnan. 2002.
Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., pp. 335-336).

“Se admite que si las partes llegan a conocer las causas de la recusación con
posterioridad, esto debe asimilarse a la situación en la cual la causa de recusación
sobreviene con posterioridad y debe dársele el mismo tratamiento”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 338).

3. Necesidad de solicitar Fianza.

“(…) antes de hacer la declaración en secretaría, sobre la recusación, se debe solicitar al


tribunal competente, la fijación de la fianza, la cual no tiene que ser propuesta a opinión
previa del ministerio público y depositar en secretaría para que se agregue al acta de
recusación, el recibo del depósito del efectivo hecho en la colecturía de Impuestos
Internos, o el contrato suscrito con una compañía de seguros. Las disposiciones de la Ley
237 de 1967 nada tiene que ver con los jueces de paz”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002.
Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 341).

“Dicha fianza será solicitada al tribunal que deba conocer de la recusación, quien la fijará
soberanamente. Esta quedará afectada como acreencia privilegiada pudiendo ser
admitida en efectivo, mediante depósito en la Colecturía de Rentas Internas o en forma de
garantía otorgada por una compañía de seguros autorizada para esta clase de actividad,
en virtud de acta auténtica o bajo firma privada suscrita por el representante de la
compañía aseguradora y por el ministerio público actuando a nombre del Estado”.
(Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed.,
p. 317).

No procede la sanción del Artículo 390 cuando en aplicación de la ley 237 es declarada
inadmisible una solicitud de recusación. (Sent SCJ. 20 de Junio de 1973, B. J. 751, 1780).

“(…) como en la especie el procedimiento de recusación fue declarado inadmisible, por


falta de la solicitud y prestación de la fianza que exige la ley No. 237 antes citada, y no
por otro motivo de fondo, no procede la sanción a que se refiere el art. 390 del Cód. de P.
C. Citado” “Cuando el art. 109 de la constitución establece que la justicia se administrará
gratuitamente en todo el territorio de la Rep., está fijando el criterio inconmovible de que
los Jueces no podrán cobrarles honorarios de ninguna clase a las partes en pugna, para
dictar una sentencia por medio de la cual se resuelva una litis entre ellas, (…); pero esto
396

no significa en modo alguno que el legislador no pueda por medio de leyes adjetivas,
sujetar los procedimientos judiciales al cumplimiento de formalidades, impuestos,
fianzas, tasas y derechos fiscales; sistema éste que está instituido universalmente; por
tanto, la Ley No. 237, de 1967,que agregó un párrafo al art. 382 del Cod. de
Procedimiento Civil, no es inconstitucional como lo sostiene el apelante, ni quebranta el
principio de que la ley es igual para todos, pues precisamente la ley ha dispuesto en
sentido general para todos”. (Sent, SCJ. 20 de Junio de 1973, B. J. 751, 1777 Cit en
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

En el Proyecto de Código, este artículo 382 pasa a ser el artículo 381. Al igual que el
artículo 342 del Nuevo Código de Procedimiento Civil Francés, el Artículo 381 de nuestro
Proyecto de Código de Procedimiento Civil, dispone que la parte que quiere recusar a un
juez debe, a pena de inadmisibilidad, hacerlo desde que ella ha tenido conocimiento de la
causa de recusación. El segundo párrafo expresa: “En ningún caso la demanda de
recusación puede ser formada después del cierre de los debates”. (Vargas, Marcos.
Generalidades sobre la Recusación. Texto Inédito,p. 21).

Artículo 383

La recusación contra los jueces comisionados para las inspecciones de lugares,


informaciones y otros actos prácticos no se podrá proponer sino en los tres días
que transcurran: 1ro. desde el día de la sentencia, si ésta fuere contradictoria;
2do. desde el último día de la octava para oposición, si la sentencia fuere en
defecto y no se hubiere intentado contra ella oposición; 3ro. desde el día en que se
desechara la oposición, aún por defecto, si la sentencia era susceptible de tal
recurso.

Tabla de Contenido

1. Recusación de Jueces Comisionados.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Recusación de Jueces Comisionados.

El plazo para la recusación de un juez comisionado es diferente, es de tres días sea del
día de la sentencia contradictoria, sea del vencimiento del plazo para interponer una
oposición si se trata de una sentencia dictada en defecto, sea desde el día en que se
desechara la oposición si se ha interpuesto un recurso de oposición a la sentencia en
defecto. El tercer caso “es fácilmente aplicable, en materia civil, cuando se trata de defecto
por falta de concluir, porque en este caso la oposición debe ser intentada en la octava de
la notificación de la sentencia, según lo previene el art. 157; pero no en caso de sentencia
por falta de comparecer en materia civil, y de sentencia en defecto en materia comercial,
sea por falta de comparecer o por falta de concluir, puesto que en estos casos la oposición
es recibible, de acuerdo con los arts. 159 y 436, hasta la ejecución de la sentencia”. “La
ley permite que la parte que, con su asistencia al debate ha renunciado a su derecho de
recusar a un juez, pueda sin embargo recusarlo posteriormente si ese juez es designado
comisario, ya que el papel desempeñado por el juez es más importante cuando es
comisionado para practicar una medida de instrucción que cuando tiene que concurrir
simplemente a integrar al tribunal. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho
397

Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 318-319; Morel, René. 1832. Traite
Elementaire de Procédure Civile. p. 141).

“El plazo de tres días es aumentable en razón de la distancia. Los plazos de artículo 383
se aplican cuando el juez recusable es parte del tribunal apoderado del asunto donde ha
surgido la instrucción”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta.
ed., p.339).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El numeral 2 del Artículo 382 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, establece
que los jueces comisionados no son recusables, a diferencia de lo establecido por el actual
Código de Procedimiento Civil.

Artículo 384

La recusación se propondrá por un acto en secretaría, que contendrá los medios, y


será firmado por la parte o por el que la represente con poder auténtico y especial,
que se agregará al acto.

Tabla de Contenido

1. Forma de proponer la Recusación.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Forma de proponer la Recusación.

La recusación de los jueces de primera instancia, de las cortes de apelación y de la


Suprema Corte de Justicia, debe proponerse por “un acto en secretaría que contendrá los
medios, y será firmado por la parte o por el que la represente con poder auténtico y
especial, que se agregará al acto”, dispone el art. 384. Esta formalidad se requiere a pena
de nulidad, la cual debe ser pronunciada de oficio por el tribunal. (Tavares hijo, Froilán.
1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 319).

“En la declaración hecha en secretaría, se debe designar al juez recusado con su nombre
y apellido. (…) Porque puede darse el caso de que de que esté actuando un suplente
transitorio y no el juez titular. En cuanto a los medios, estos se pueden exponer
sumariamente, bajo reserva de ampliación de los mismos, en un acto adicional. Pero los
hechos no enunciados en la recusación o en el acto adicional, deben rechazarse. Estas
dos formalidades están prescritas a pena de nulidad. Por tanto la recusación no se puede
hacer por declaración en audiencia, lo cual resulta ultrajante para los magistrados”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 332).

La recusación es demandada por un acto, conteniendo los motivos en que se basa y


firmado por las partes o por un representante designado por una procuración especial y
autentica anexada al acto. (Morel, René. 1832. Traité Elementaire de Procédure Civile. p.
141).

“La declaración en secretaría y la exposición de los medios están prescritas a pena de


nulidad. Un parte no podría pues pretender recusar a un juez por simple declaración en
audiencia. La demanda de recusación es formada por acto entregado en la secretaría de la
jurisdicción a la cual pertenece el juez o por una declaración que es anotada por el
398

secretario en un proceso verbal. La demanda debe, a pena de inadmisibilidad, indicar con


precisión los motivos de la recusación y estar acompañada de las piezas destinadas a
justificarla”. (Vargas, Marcos. Generalidades sobre la Recusación. Texto Inédito,p. 20).
5. Declara Inadmisible la Recusación hecha por un abogado sin el poder auténtico y
especial. (Sent, SCJ. 13 de Febrero de 1970, B. J. 711, 380 Cit en Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones del artículo 384 del Código de Procedimiento Civil se encuentran
contempladas en el artículo 383 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Artículo 385

Con vista del testimonio del acto de recusación que el secretario remitirá dentro
de las veinticuatro horas siguientes al presidente del tribunal, éste, oyendo el
informe del mismo presidente y las conclusiones del fiscal, pronunciará su fallo
desechando la recusación, caso de ser inadmisible; y si por el contrario la
admitiere, ordenará, 1ro. la comunicación al juez recusado para que se explique
en términos precisos sobre los hechos, en el plazo que la misma sentencia
determine; 2do. la comunicación al fiscal; e indicará además el día en que se
haya de dar informe por aquel de los jueces que en la misma sentencia se
nombrare.

Artículo 386

El juez recusado hará su declaración en la secretaría, a continuación del acto


original de recusación.

Artículo 387

Desde el día en que se dé sentencia ordenando la comunicación, todas las


providencias y operaciones concernientes a la causa se suspenderán; no obstante,
si una de las partes alegare que la operación es urgente y que la tardanza ofrece
peligro, el incidente irá a la audiencia por medio de un simple acto, y el tribunal
podrá ordenar que se proceda por otro juez.

Artículo 388

Si el juez recusado conviene en los hechos que hayan motivado su recusación, o si


se prueban esos hechos, se ordenará la abstención del dicho juez.

Artículo 389

Si el recusante no produjere prueba escrita, o principio de prueba, de las causas


de la recusación, quedará al buen juicio del tribunal acoger la simple declaración
del juez, y desechar en su virtud la recusación, u ordenar la prueba testimonial.

Artículo 390

Una vez desechada la recusación como no admisible, su autor será condenado a


una multa que no baje de veinte pesos, quedando a salvo la acción del juez en
reclamación de daños y perjuicios, en cuyo caso no continuará actuando como
juez de la causa.
399

Tabla de Contenido

1. Tribunal Competente.
2. Admisibilidad o no de la Recusación.
A. Sentencia que declara la Inadmisibilidad.
B. Sentencia que declara la Admisibilidad.
3. Conocimiento del Fondo de la Recusación.
A. Sentencia que acoge la Recusación.
B. Sentencia que rechaza la Recusación.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Tribunal Competente.

“Dentro de las veinticuatro horas que siguen al levantamiento del acta hecha en
secretaría, se debe remitir el acta que contiene la recusación, al tribunal competente. El
secretario hace esta remisión 9…) Evidentemente este artículo supone la colegialidad de
nuestros tribunales de primera instancia (…) En las cortes de apelación, la recusación la
pueden conocer los jueces no recusados, pero si el número de jueces recusados ha roto el
quórum, la recusación se llevará por ante la Suprema Corte de Justicia y con mayor
razón si se han recusado todos los jueces. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento
Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., pp. 339-340).

“La recusación es conocida, en principio, por el tribunal de que forma parte el juez
recusado: la de un juez de primera instancia, por el juzgado de primera instancia
desempeñado por el sustituto del juez; la de un juez de corte de apelación, o de la
Suprema Corte de Justicia, por la Corte correspondiente; la de un juez del Tribunal de
Tierras, por el Tribunal Superior de Tierras. No obstante, la Suprema Corte de Justicia ha
decidido, que es la corte de apelación el tribunal competente para conocer de la
recusación de los jueces de primera instancia, fundándose, esencialmente en el hecho de
que siendo unipersonal, ante el juzgado de primera instancia no pueden ser cumplidos
los trámites establecidos en los arts. 358 a 390, que regulan el procedimiento de la
recusación. De esto resulta [la] imposibilidad de constituirse el juzgado de primera
instancia, y la necesidad de que sea la corte de apelación quien conozca de de la
recusación al Juez de Primera Instancia”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 315-316).

“La recusación de un juez de primera instancia debe ser propuesta ante la corte de
apelación correspondiente, y no ante la Suprema Corte de Justicia, como ha sucedido en
la especie…”. (Sent SCJ. 8 de Agosto de 1977, B.J. 801, 1528, Cit en Gónzalez-Canahuate,
Almanzor. 1982. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Procedimiento Civil 1973-1981, p.
543).

“Por disposición de los artículos 385 al 390 del Código de Procedimiento Civil, la
recusación es conocida en principio por el tribunal de que forma parte el juez. En el caso
del Tribunal de Primera Instancia para recusar su Juez Presidente, se hará por ante la
Corte de Apelación, ya que estos artículos fueron establecidos cuando esos tribunales
eran colegiados y se han hecho de aplicación imposible desde que fueron convertidos en
unipersonales. (B.J. No. 496, noviembre 1951, pag. 1487; B.J. No. 540, julio 1955, pag.
1429; B.J. No. 801, agosto 1977, pag. 1528)”. (García Fermín, Franklin et Rosalía Sosa
Pérez. 1998. La recusación, la declinatoria por sospecha legítima y la inhibición. Gaceta
Judicial año 2, n. 30, 9 a 23 de Abril de 1998, p. 20).
400

“La recusación contra un o varios de los Jueces de la Corte de Apelación es conocida por
la misma Corte de Apelación. Igualmente, la recusación de uno o más de los jueces de la
Suprema Corte de Justicia es conocida siempre por nuestro más alto tribunal”. (García
Fermín, Franklin et Rosalía Sosa Pérez. 1998. La recusación, la declinatoria por sospecha
legítima y la inhibición. Gaceta Judicial año 2, n. 30, 9 a 23 de Abril de 1998, p. 20).

2. Admisibilidad o no de la Recusación.

El tribunal busca primero si la recusación es admisible, en particular si esta fundada


sobre una causa reconocida por la ley. Si la recusación es declarada admisible y el juez
recusado reconoce los hechos alegados por el demandado, deberá abstenerse: en caso
contrario, el tribunal estatuido, declarara la recusación fundada o mal fundada. En el
caso donde la recusación es declarada no admisible o no recibible, el es condenado al
pago de una multa (…). (Morel, René. 1832. Traite Elementaire de Procédure Civile. p. 141).

El tribunal habrá de rendir una sentencia sobre la admisibilidad de la demanda,


limitándose a examinar si la causa de la recusación está bien fundada y hace admisible la
demanda en recusación, en esta fase no hay que examinar si la solicitud está justificada.

A. Sentencia que declara la Inadmisibilidad.

“La recusación es declarada inadmisible, si no se solicita o no se presta la fianza”.


(Vargas, Marcos. Generalidades sobre la Recusación. Texto Inédito,p. 24).

Si la recusación es declarada inadmisible, el recusante es condenado a una multa, y


queda sujeto a indemnizar al juez indebidamente recusado; pero éste, si reclama
indemnización, no puede seguir actuando como juez de la causa. (Sent SCJ. Octubre de
1969, B. J. 707, p. 6050 Cit en Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 319).

“Nuestra Suprema Corte de Justicia ha decidido que cuando la recusación se declara


inadmisible por no haberse prestado la fianza, no procede la multa”. (Sent SCJ. Junio de
1973, B. J. 751. 1780 Cit en Vargas, Marcos, Generalidades sobre la Recusación, Texto
Inédito, p. 25).

“La parte contra la cual se ha juzgado inadmisible la recusación, puede interponer


recurso de apelación contra la decisión; de lo contrario, el asunto termina ahí”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 342).

B. Sentencia que declara la Admisibilidad.

“Si la recusación se considera admisible, la corte ordena la comunicación de los


documentos al ministerio público y al juez recusado para que se explique (…) la demanda
no se comunica al recusante ni a la parte contraria al recusante, la cual permanece
extraña a este incidente”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta.
ed., p. 342).

La demanda no se comunica al recusante ni a la parte contraria al recusante, la cual


permanece extraña a ese incidente. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t.
II, v.I, 5ta. ed., p. 342).

Ver: Artículo 83 en lo relativo a la comunicación al fiscal

3. Conocimiento del Fondo de la Recusación.


401

“La recusación es juzgada sin instrucción contradictoria en debate oral. (…) La


información testimonial es practicada en audiencia. La sentencia es pronunciada en
audiencia pública”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 320; Vargas, Marcos, Generalidades sobre la Recusación,
Texto Inédito, p. 26).

“La corte puede acoger la simple declaración del juez y desechar en su virtud la
recusación u ordenar la prueba testimonial, (…) la segunda sentencia que rinde la corte,
bien sea rechazando la recusación o acogiéndola y ordenando el informativo, debe
dictarse en audiencia pública, sin debate y previo dictamen del ministerio público. Es
evidente que si se ha ordenado el informativo, vendrá una tercera sentencia acogiendo o
desestimando la recusación”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I,
5ta. ed., p.343).

A. Sentencia que acoge la Recusación.

“(…) la sentencia dictada con el concurso de un juez recusable, no es nula, si la parte


interesada no propone oportunamente su recusación”. (Sent SCJ. 15 de Noviembre de
2000, B. J. 1080, 108-122).

B. Sentencia que desestima la Recusación.

“El solo hecho de que se desestime una recusación no da derecho al juez a una
reparación pecuniaria. La recusación desestimada debe haber causado, y es necesario
que se establezca adecuadamente, un verdadero daño moral al juez recusado”. (Sent SCJ.
29 de Octubre de 1969, B. J. 707, p. 6054 Cit en Vargas, Marcos, Generalidades sobre la
Recusación, Texto Inédito, p. 25; Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II,
v.I, 5ta. ed., p. 342).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El procedimiento en materia de recusación establecido en estos Artículos, se encuentra


regulado en el Proyecto de Código por los Artículos 383 y siguientes, contemplando
ciertas modificaciones.

Artículo 391

Toda sentencia sobre recusación, aún en aquellas materias en que el tribunal de


primera instancia juzga en último recurso, será susceptible de apelación; no
obstante, si la parte sostiene que, en atención a la urgencia, es necesario proceder
a alguna operación, sin esperar a que se resuelva el recurso de alzada, el
incidente se llevará a la audiencia por medio de un simple acto; y el tribunal que
hubiere desechado la recusación podrá ordenar que se proceda por otro juez a la
operación solicitada.

Artículo 392

El que intente la apelación deberá efectuarla dentro de los cinco días siguientes al
de la sentencia, por un acto en la secretaría, con expresión de motivos y
enunciando el depósito hecho, en la misma secretaría, de los documentos en
apoyo.

Artículo 393
402

A requerimiento y costa del apelante, el secretario remitirá, en el término de tres


días, al secretario de la Suprema Corte, el testimonio del acto de recusación, de la
declaración del juez, de la sentencia, de la apelación, y los documentos anexos.

Artículo 394

Dentro de tres días después de recibir el secretario de la Suprema Corte los


referidos actos, los presentará a este Superior Tribunal, que hará señalamiento de
día para la vista pública, y dará comisión a uno de los jueces; en vista del informe
de éste, y de las conclusiones del ministro fiscal, se pronunciará el fallo, sin que
sea necesario llamar a las partes.

Artículo 395

Dentro de las veinticuatro horas siguientes a la expedición de la sentencia, el


secretario de la corte devolverá los documentos que se le dirigieron al secretario
del tribunal de la primera instancia.

Artículo 396

En el término de un mes, contando desde el día del fallo que desechara la


recusación en primera instancia, deberá el apelante notificar a las partes la
sentencia recaída sobre su apelación o un certificado del secretario de la corte,
expresando que aún no se ha juzgado la apelación, e indicando el día señalado
por la corte a este fin: en otro caso, la sentencia que desechó la recusación se
ejecutará provisionalmente, y lo que se hiciere en consecuencia será válido; aun
cuando la recusación fuere admitida en el recurso de alzada.

Tabla de Contenido

1. Apelación de la Sentencia sobre recusación.


A. Plazo.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Apelación de Sentencia sobre Recusación.

“(…) son apelables las sentencias intervenidas sobre recusación de los jueces de primera
instancia y de las cortes de apelación; del recurso conocen, respectivamente, bajo reserva
de la jurisprudencia precedentemente expuesta, corte de apelación o la Suprema C. de
Justicia. El recusante es quien puede apelar, no el juez recusado, puesto que él es
extraño al incidente, a menos que intervenga para reclamar indemnización”. (Tavares hijo,
Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 321;
Vargas, Marcos, Generalidades sobre la Recusación, Texto Inédito, p. 27); “a no ser que
haya solicitado dañor y Perjuicios y se los hayan negado, pues en esta eventualidad se le
debe considerar como parte interesada”. (Glasson, Tissier et More Cit en Pérez Méndez,
Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 344).
“La sentencia rendida por la corte no es susceptible de oposición, por dos razones: 1o
porque no hay defecto, ya que la parte no es llamada y 2o porque el asunto es apelable".
(Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 343).

La apelación puede ser interpuesta, sin lugar a dudas, por el recusante. La doctrina no
está unánimemente de acuerdo sobre la posibilidad o no de que la parte contraria al
403

recusante pueda apelar la sentencia. (Glasson, Tissier et Morel; Garsonet et Cézar-Bru, Cit
en Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 343).

Ver: Título Unico Libro III.

A. Plazo.

“(…) de conformidad con las disposiciones del artículo 392 de Código de Procedimiento
Civil, el plazo de la apelación en materia de recusación es de cinco días, contados desde el
pronunciamiento de la sentencia (…)”. (Sent SCJ. 6 de marzo de 2002, B. J. 1096, 6; Sent.
SCJ. 19 de Julio de 1955, B.J. 540, 1429; Sent. SCJ. 22 de Mayo de 1961, B. J. 610, 1134;
Sent. SCJ. 20 de Enero de 1965, B. J. 654, 22 Cit en Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 321).

“Hay quienes entienden que ese plazo no es aumentable en razón de la distancia”. (Le
Poittevin Cit en Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p.
344).

“La sentencia rendida en apelación se notificará a la parte solamente, sin que sea
necesario notificarla al juez recusado”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento
Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 344).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código establece en su artículo 392, que el tribunal competente decidirá


sobre la demanda en recusación mediante auto, por lo que no es susceptible de ningún
recurso.

Título XXII

DE LA PERENCIÓN

Tabla de Contenido

1. Concepto de Perención de Instancia.


2. Generalidades.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Concepto Perención de Instancia.

“Aniquilamiento de todos los actos procesales cumplidos en un juicio, que puede invocar
el demandado contra el demandante o demandantes, cualesquiera que sean, cuando ha
corrido cierto plazo sin que se haya hecho ningún acto de procedimiento”. (Capitant,
Henri. 1930. Vocabulario Jurídico, p. 421-422).

“(…) es un modo de extinguirse la instancia y cuya finalidad es impedir que el proceso se


prolongue indefinidamente a consecuencia de la inacción de las partes”. (Tavares hijo,
Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 349).

La perención de instancia es la extinción de la instancia por la descontinuación de las


persecuciones durante un cierto plazo, que es en principio de tres años. Casi siempre la
inacción prolongada del demandante denota sea una negligencia grave, sea el deseo de
404

hacer durar mucho el proceso. Así se explica que el legislador permita al demandado de
hecho llevar la instancia a nada cuando algún acto de procedimiento no es intervenido
durante tres años, salvo la posibilidad del demandante de recomenzar la instancia si la
prescripción de derecho no se ha cumplido. (Morel, René. 1832. Traite Elementaire de
Procédure Civile. p. 425).

“La Perención de una Instancia constituye en materia de derecho un modo anormal de


concluir un proceso, a consecuencia de la inactividad de quienes están llamados o
facultados a intervenir después de transcurrido el plazo fijado por la ley”. (Romero
Confesor, Pedro. 1998. Perención de Instancia en el Proceso Civil. Gaceta Judicial año 2, n.
29, 26 de Marzo a 9 de Abril de 1998, p. 33).

2. Generalidades.

Esta Figura es la que evita que existan procesos interminables, y la misma se refiere a la
instancia y no a los actos extrajudiciales, no teniendo nada que ver con embargos. Por
otro lado, tiene un alcance general, en el sentido que se aplica a todos los procesos, en
materia civil o comercial y por ante cualquier jurisdicción, inclusive la Suprema Corte de
Justicia, aunque con algunas distinciones. Este derecho sólo pertenece al demandado,
sólo éste puede invocarla. El demandante no puede invocarla en caso de incidentes
promovidos por el demandado. Se puede invocar contra todo demandante en justicia, sea
persona física o moral, incluyendo las de derecho público. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002.
Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., pp. 389-390).

“(…) para que la perención se produzca es necesario que ocurran cuatro elementos
fundamentales, sin los cuales es imposible lograrla. Son tan obvios que no requieren
explicación alguna: la existencia de una Instancia; inactividad procesal; transcurso de los
plazos legales de inactividad y Resolución judicial”. (Romero Confesor, Pedro. 1998.
Perención de instancia en el Proceso Civil. Gaceta Judicial año 2, n. 29, 26 de Marzo a 9 de
Abril de 1998, p. 33).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La Perención de la Instancia se encuentra ubicada en el Proyecto de Código en el Título IX


relativo a los Incidentes de la Instancia, específicamente en el capítulo II, sección IV, que
comprende los artículos del 416 al 426.

Artículo 397

Toda instancia, aunque en ella no haya habido constitución de abogado, se


extinguirá por cesación de los procedimientos durante tres años. Este plazo se
ampliará a seis meses más, en aquellos casos que den lugar a demanda en
renovación de instancia, o constitución de nuevo abogado.

Tabla de Contenido

1. Fundamento de la Perención de Instancia.


2. Plazo de la Perención de Instancia.
A. Suspensión.
B. Interrupción.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
405

1. Fundamento de la Perención de Instancia.

“La perención está fundada en la presunción de abandono de instancia, resultando ésta,


de un silencio prolongado por más de tres años, que es el mismo tiempo indicado en el
artículo 397 del Código de Procedimiento Civil”. (Sent SCJ. 16 de Marzo de 1983. B. J.
868, 691 Cit en Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto).

“Hay que impedir que el proceso se prolongue indefinidamente a consecuencia de la


inacción de las partes”. (Vargas, Marcos. Incidentes de la Instancia, Curso Para Abogados
Ayudantes Incidentes en Materia Civil. Segunda parte. Escuela Nacional de la Judicatura..
p. 100).

“La doctrina y la jurisprudencia son coincidentes en cuanto a que la finalidad de su


institución tiene por objeto primordial evitar la duración indefinida de los procesos
judiciales, impidiendo que se eternicen en perjuicio de una correcta administración de
justicia, y también, para liberar a los órganos jurisdiccionales de la carga o
responsabilidad que implica la existencia de un juicio que genera problemas o
incertidumbres que atentan contra valores jurídicos y la seguridad ciudadana”. (Romero
Confesor, Pedro. 1998. Perención de Instancia en el Proceso Civil. Gaceta Judicial año 2, n.
29, 26 de Marzo a 9 de Abril de 1998, p. 33).

2. Plazo de la Perención de Instancia.

El plazo normal de la perención es de tres años. Se cuentan a partir del último acto válido
de procedimiento (acto que puede provenir tanto del demandante como del demandado)
con fecha cierta y se de la misma manera que el plazo de la prescripción. (Morel, René.
1832. Traite Elementaire de Procédure Civile. p. 427; Pérez Méndez, Artagnan. 2002.
Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 390).

“Habiendo transcurrido más de tres años del último acto válido, la presente instancia está
largamente perimida al tenor de los artículos 397 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil”. (Sent SCJ. 22 de Julio de 1983, B. J. 872, 2002 Cit en Castaños
Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto).

De acuerdo con el artículo 397 del Código de Procedimiento Civil toda instancia, aunque
en ella no haya habido constitución de abogado, se extinguirá por cesación de los
procedimientos durante tres años. (Sent SCJ. 21 de Diciembre de 1984, B. J. 937, 1705 Cit
en Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto).

“La perención se solicitó exactamente tres años después de la fecha de la sentencia que
ordenó la comunicación de documentos. La solicitud fue oportuna, El hecho de que el
Juez haya dado 15 días a cada parte para comunicar sus documentos no significa que los
tres años se cuentan a partir del vencimiento de estos plazos”. (Sent SCJ. B. J. 955.639).

El recurrente alegó ante los Jueces de fondo, y alega también ahora en casación, que el
plazo de tres años de la perención quedó aumentado en seis meses por efecto del recurso
de casación, ya que tuvo que designar un nuevo abogado para asistirlo ante el Tribunal
de envío; sin embargo, para que el plazo quede aumentado en seis meses es necesario que
se opere la interrupción de la instancia a los términos del artículo 397 del Código de
Procedimiento Civil; que, contrariamente a lo que alega el recurrente, las sentencias de
casación que ordenan un envío no interrumpen la instancia sino que da lugar al inicio de
una nueva instancia; que de acuerdo con el artículo 341 del Código de Procedimiento
Civil, esto sólo se produce cuando antes de estar en estado de ser fallado un caso dentro
de una misma instancia muere una de las partes o se hace necesario la constitución de
un nuevo abogado, lo que no ocurrió en la especie, ya que el recurrente constituyó
406

abogado ante el Tribunal de envío y, después de estar en estado, el asunto fue fallado por
dicho tribunal; que, por consiguiente, el tribunal a-quo procedió correctamente al
rechazar el pedimento del actual recurrente dirigido con el fin de que se declarara que el
plazo de tres años de la demanda en perención de instancia se había ampliado en seis
meses . (Sent SCJ. 22 de Septiembre de 1978, B. J. 814,1789 Cit en Castaños Guzmán,
Julio Miguel. Jurisconsulto).

“(…) cuando después de solicitada una medida incidental en que el expediente se


encuentra en estado de recibir fallo sobre dicha solicitud, por más de tres años, como
ocurre todavía lamentablemente en nuestros tribunales, en esa situación, la puesta en
movimiento de ese litigio es un deber del Juez y no de las partes, y por consiguiente, no
puede declararse la perención de instancia”. (Romero Confesor, Pedro. 1998. Perención de
Instancia en el Proceso Civil. Gaceta Judicial año 2, n. 29, 26 de Marzo a 9 de Abril de
1998, p. 33).

A. Suspensión.

El plazo de la perención puede ser suspendido o interrumpido. La suspensión supone que


el demandante ha estado en la imposibilidad legal de actuar durante cierto plazo (…).
(Morel, René. 1832. Traite Elementaire de Procédure Civile. p. 427).

“El plazo de perención es suspendido en todos los casos en los cuales hay suspensión de
la instancia”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1988. Procedimiento Civil. t. II, 2da. ed., p. 251).

“Desde el momento en que un asunto se encuentra en estado de recibir fallo, la impulsión


del proceso depende exclusivamente de la actividad del Juez; que, a partir de ese
momento las partes no disponen de ningún medio que les permita detener el curso de la
perención. Que en efecto sólo los actos procesales inherentes al litigio expuesto a la
perención son susceptibles de suspender ésta; los actos a que se refiere el artículo 507
del Código de Procedimiento Civil no forman parte del proceso que corre el riesgo de
perimir, sino que son actos previos al posible ejercicio de una acción en responsabilidad
civil contra el Juez negligente, por lo cual su empleo por la parte contra la que corre la
perención, no tiene por efecto suspender el curso de ésta. La inacción del demandante
después que el proceso se encuentra en estado de recibir fallo, que es la consecuencia de
una situación jurídica que no les es posible superar, no puede ser considerada como
presunción de un desistimiento o abandono tácito de la instancia, ni como una
negligencia de su parte en impulsar el proceso, sino que a partir del momento señalado
no se produce la perención de la instancia”. (Sent SCJ. 16 de Julio de 1986, B. J. 908, 950
Cit en Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto).

B. Interrupción.

El plazo de la perención es interrumpido por todo acto de persecución emanado de una


parte y que tiene por objeto la continuación de la instancia… cada uno de estos actos es
el punto de partida de un nuevo plazo de tres años. (Morel, René,. 1832 Traité Elementaire
de Procédure Civile. p. 428).

“El plazo de la perención es aumentado en seis meses más en aquellos casos en que haya
lugar a renovación de instancia o a constitución de nuevo abogado, es decir, cuando ha
habido interrupción de la instancia. La interrupción de la instancia impide al demandante
o a sus herederos continuar el procedimiento, es por esta razón que el plazo aumenta”.
(Sent SCJ. 31 de Agosto de 1931, B. J. 253, 102 Cit en Vargas, Marcos. Incidentes de la
Instancia, Curso Para Abogados Ayudantes Incidentes en Materia Civil. Segunda parte.
Escuela Nacional de la Judicatura. p. 100).
407

“El plazo de 3 años de la perención se prorroga en seis meses sólo en los casos de
interrupción de la instancia, lo cual sólo tiene lugar en los casos de muerte y constitución
de nuevo abogado en el curso de una instancia. Pero cuando la S.C.J. reenvía un asunto
a otra Corte, no se produce interrupción de la instancia, sino inicio de una instancia
nueva, por lo cual, aún cuando se constituya a otro abogado ante la Corte de envío, el
plazo de tres años de la perención no se prorroga. (Sent SCJ. B.J. 841, 1788 Cit en
Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 369).

La interrupción del plazo de perención resulta de todo acto válido del procedimiento,
emane ya sea del demandante o el demandado “con anterioridad a la demanda en
perención. (Sent SCJ. 19 de Junio de 1939, B. J. 347, 471), constitución de abogado,
demanda de comunicación de documentos, solicitud de fijación de audiencia. La
realización de uno de estos actos interruptivos hace correr un nuevo plazo de perención
de instancia. (Acosta De Los Santos, Hermógenes. Incidentes de la Instancia, Curso Para
Abogados Ayudantes Incidentes en Materia Civil. Segunda parte. Escuela Nacional de la
Judicatura, pp. 100-101).

“Procede aclarar que cuando la Suprema Corte de Justicia casa una sentencia con envío y
apodera otra Corte, como es natural, no se produce interrupción de la instancia, sino el
inicio de una instancia nueva, y por tanto, aunque se constituya otro abogado distinto
ante la Corte de Envío, el plazo de tres años de perención no se prórroga”. (Romero
Confesor, Pedro. 1998. Perención de Instancia en el Proceso Civil. Gaceta Judicial año 2, n.
29, 26 de Marzo a 9 de Abril de 1998, p. 33).

Si en principio, la fijación de audiencia hecha a solicitud de un litigante, se reputa como


un acto interruptivo de la perención de la instancia, dicha fijación pierde su eficacia para
producir tal efecto, cuando el tribunal de oficio, y como una medida de orden interior,
cancela el rol, por la incomparecencia de las partes. (Sent SCJ. Junio de 1979, B. J. 823,
1047 Cit en Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto).

La circunstancia de que el juez dicte una sentencia y por medio de ella fije de oficio una
audiencia no constituye un acto interruptivo del plazo de perención, ya que la acción que
la ley exige en el curso de un proceso para que éste no perima es la acción de las partes,
no la acción del juez. (Sent SCJ. B. J. 855, 255 Cit en Headrick, William C. 2000.
Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 370).

“(…) la solicitud de audiencia sólo puede dar lugar a la interrupción de la perención


cuando ciertamente es fijada la audiencia para conocer del asunto y la misma es
celebrada, ya que aún cuando el tribunal dicte auto de fijación de audiencia, la
interrupción pierde eficacia si el rol es cancelado y no se lleva a cabo la celebración de la
audiencia fijada”. (Sent SCJ. 28 de Febrero de 2001, B. J. 1083, 739-740).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 416 modifica el plazo requerido para poder solicitar la perención de instancia,
establecido en el artículo 397 de nuestro Código actual, disponiendo que dicho plazo será
de dos años por ante el Tribunal de Primera Instancia y la Corte de apelación y de un año
ante el Juzgado de Paz. Lo demás se mantiene inalterable.

Artículo 398

La perención tiene efecto contra el Estado, los establecimientos públicos y toda


clase de personas, incluso los menores de edad, quedando a todos su recurso
abierto contra los administradores y tutores.
408

Tabla de Contenido

1. Ámbito de aplicación.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Ámbito de aplicación.

La perención se aplica a todas las instancias (…) puede pues ser invocada ante todas las
jurisdicciones, trátese de un tribunal de derecho común o de un tribunal de excepción
(…) la perención se aplica a la instancia de apelación como en primera instancia, a la
instancia en defecto como a la instancia contradictoria. (Morel, René. 1832. Traite
Elementaire de Procédure Civile. p. 426).

“Las instituciones autónomas del Estado pueden ser objetivo de declaraciones de


perención”. (Sent SCJ. B. J. 855, 254 Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. 2da. ed. p. 370).

Es de principio que las reglas de la perención civil, contempladas en el artículo 397 del
Código de Procedimiento Civil, no son aplicables en materia Constitucional ni ante la
Suprema Corte de Justicia como Corte de Casación. (Sent SCJ. 9 de Febrero de 2000, B. J.
1071, 20 Cit en Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Artículo 398 pasa ser el 417, y su contenido se mantiene inalterable, sólo que en el
Proyecto se especifica que cuando habla de personas se refiere a personas tanto físicas
como morales. La parte in fine del Artículo 398, pasa a ser el Artículo 426.

Artículo 399

La perención no se efectúa de derecho; quedará cubierta por los actos válidos que
haga una u otra de las partes con anterioridad a la demanda en perención.

Tabla de Contenido

1. Necesidad de demandarla.
A. Excepciones.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Necesidad de demandarla.

“(…) quien quiera invocar la perención, o beneficiarse de ella, debe pedirla, si el


demandado no la pide, no hay perención, porque ella no opera de pleno derecho, salvo
excepciones legales”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed.,
p. 390).

A diferencia de la prescripción que opera por el vencimiento del plazo legal en provecho de
aquel que tiene derecho de oponerla, la perención de instancia debe ser demandada; es
susceptible de ser cubierta por todo acto de procedimiento emanado del demandante o del
409

demandado que tenga por objeto la continuación de la instancia. (Morel, René. 1832.
Traite Elementaire de Procédure Civile. p. 427).

“Mientras no haya sido pedida, la perención puede quedar cubierta por todo acto que
tenga por objeto continuar el procedimiento de la instancia”. (Sent SCJ. 22 de Julio de
1983, B. J. 872, 1998 Cit en Vargas, Marcos. Incidentes de la Instancia, Curso Para
Abogados Ayudantes Incidentes en Materia Civil. Segunda parte. Escuela Nacional de la
Judicatura, p. 101).

La perención del artículo 397 que tiene por efecto hacer declarar la instancia extinguida,
en el proceso civil, no opera de pleno derecho ni puede ser suplida de oficio por el juez,
por lo que tiene que ser demandada. (Sent SCJ. 9 de Febrero de 2000, B. J. 1071, 20 Cit en
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto).

“Es al demandado a quien corresponde pedir la perención, en apelación es el intimado


quien representa el papel de demandado y quien tiene el derecho de invocar la perención
aún si fue demandante en primera instancia. El interviniente tampoco tiene calidad de
demandado”. (Sent SCJ. B. J. 920, 1353 Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio
Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 369).

A. Excepciones.

Opera de pleno derecho cuando no se notifica la sentencia en defecto o la reputada


contradictoria. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p.
390).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Artículo 399 es modificado por el Artículo 419 que establece: “La perención debe, a
pena de inadmisibilidad, ser pedida u opuesta antes de cualquier otro medio. Ella es de
derecho. No puede ser suplida de oficio por el juez”.

Artículo 400

Se pedirá la perención par acto de abogado a abogado, a menos que este último
haya muerto, o esté en interdicción, o suspenso, desde el momento en que aquélla
se hubiera contraído.

Tabla de Contenido

1. Procedimiento.
A. Calidad para su interposición.
B. Estado de fallo.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Procedimiento.

La demandada en perención presentó un acto de alguacil mediante el cual se le dio avenir


al abogado de la parte adversa, la Corte a-qua rechazó el referido acto por no estar
registrado y no tener fecha cierta; además, la secretaría certificó que no se había recibido
solicitud de fijación de audiencia alguna para la fecha señalada en el acto de alguacil y el
proceso tampoco fue enrolado, por lo que no habían documentos que probaran que hubo
410

interrupción del plazo de la perención. (Sent SCJ. 21 Junio 1996. BJ.1027.336 Cit. en
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto).

“Cuando el demandado ha sido admitido en cualquiera medida de instrucción en su


interés y que no haya procedido a realizarla, conserva a pesar de su actitud, el derecho de
pedir la perención aunque a él le corresponda ejecutar las medidas ordenadas”. (Sent
SCJ. 16 de Marzo de 1983 B.J. 868, 691 Cit en Castaños Guzmán, Julio Miguel.
Jurisconsulto; Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 369).

En la materia de la perención, los jueces tienen el deber, so-riesgo de reforma o de


casación de sus decisiones, de computar como tiempo de actividad de los demandantes o
de los intimantes en apelación, los plazos que por ley deben disfrutar los demandados o
los apelados para preparar sus defensas o cumplir algunas formalidades exigidas como
perentorias. (Sent SCJ. 24 de Octubre de 1973, B. J. 755, 3260 Cit en Castaños Guzmán,
Julio Miguel. Jurisconsulto).

“Cuando una sentencia es casada en todas sus partes, tiene por efecto reponer a las
partes en causa en la misma situación en que se encontraban antes de producirse la
sentencia casada; quedando en consecuencia subsistente el recurso de apelación contra
la sentencia de primer grado; en esa circunstancia, si después de dictada la sentencia de
la Suprema Corte de Justicia, el procedimiento permanece inactivo, el recurrido en
apelación puede demandar la perención de esa instancia. No es contra la sentencia de
envío que opera la perención, sino sobre la instancia de apelación, por lo que no importa
que la sentencia dictada por la Corte de Casación tenga un carácter definitivo, pues al
pronunciarse, abre de nuevo, la instancia que dio lugar a la sentencia anulada, la que
debe ser activada por la parte más diligente. En vista de que la perención de instancia no
extingue la acción, sino el procedimiento, tal como lo dispone el artículo 401, del Código
de Procedimiento Civil, nada obsta para que en grado de apelación, el demandante
original demande la perención de esa instancia, siempre que en la misma él tenga la
posición de recurrido, pues al anular la perención todos los actos de dicha instancia,
queda subsistente la sentencia apelada dictada a su favor. Si bien, el tribunal
indebidamente confirma la sentencia impugnada, lo que debió abstenerse de hacer por
haber declarada perimida la instancia de apelación, ese hecho no altera la situación
jurídica creada con la declaratoria de perención y no la invalida, porque, es una regla que
sirve de base a nuestro procedimiento de casación, que una sentencia no puede ser
anulada sino cuando, en su disposición, se haya violado la ley, pues sería evidentemente
trastornador e injusto que debido a errores que no ejercen verdadera influencia sobre el
dispositivo se anulara un fallo y se privara, consecuentemente, de los beneficios de la
situación, por este creada, a la parte que lo hubiera obtenido”. (Sent SCJ. 21 de Julio de
1999, B.J. 1064, 74 Cit en Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“La perención se cubre después de expirado el plazo de tres años por todo acto de
procedimiento capaz de interrumpirla. Sólo es necesario que este acto sea: regular en la
forma, anterior a la demanda en perención y que forme parte de la instancia. La
perención puede cubrirse por un acto que emane del demandado o del demandante. Si el
demandado tiene la intención de pedir la perención debe, por lo tanto, abstenerse de toda
actuación que sea susceptible de cubrirla”. (Vargas, Marcos. Incidentes de la Instancia,
Curso Para Abogados Ayudantes Incidentes en Materia Civil. Segunda parte. Escuela
Nacional de la Judicatura. p. 101).

En caso de pluralidad de demandantes o de demandados, la perención no puede ser


pronunciada contra uno solo de los demandados. (Sent SCJ. 19 de Junio de 1939, B. J.
347, 471) Si el plazo de perención ha transcurrido en provecho de todos los demandados,
la demanda en perención incoada por uno de ellos beneficia a todos los demás: la
finalidad de la perención de instancia es precisamente, extinguir el proceso al cabo de un
411

cierto período de inactividad de las partes; este resultado no sería alcanzado si la


instancia pudiera extinguirse respecto de algunas de las partes, pero no respecto de
otras. (Vargas, Marcos. Incidentes de la Instancia, Curso Para Abogados Ayudantes
Incidentes en Materia Civil. Segunda parte. Escuela Nacional de la Judicatura. p. 103).

“Cuando transcurren mas de tres años desde la última audiencia en grado de apelación,
es ante esa jurisdicción que se debe iniciar la demanda en perención”. (Sent SCJ. 13 de
Diciembre de 1974. BJ. 1057.324 Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. 2da. ed. p. 370).

A. Calidad para su Interposición.

Es una facultad exclusiva del demandado solicitar o no la perención de instancia, en


consecuencia, el intimante o demandante, en grado de apelación, carece de calidad para
solicitarla. (Sent SCJ. Diciembre de 1974, B. J. 769, 3243 Cit en Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto).

Es de principio, que solamente al demandado en justicia, es a quien corresponde pedir la


perención de la instancia pues la expiración de tres años sin persecución alguna no hace
presumir el desistimiento sino de parte del demandante; en ese sentido, como en grado de
apelación, es el intimado quien representa el papel de demandado, es quien tiene, en
consecuencia, el derecho de invocar la perención aún si él hubiera sido demandante en
primera instancia. (Sent SCJ. 27 de Julio de 1989, B. J. 920, 1352 Cit en Castaños
Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto).

B. Estado de Fallo.

“La inacción del demandante después que el asunto está en estado de recibir fallo no da
lugar a la perención, pues no constituye negligencia en impulsar el proceso”. (Sent SCJ.
B.J. 744, 782; Sent. SCJ. B. J. 908, 950 Sent. SCJ. B. J. 744, 782 Cit en Headrick, William
C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 369).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Artículo 400 no aparece bajo en esta sección.

El Artículo 421 del Proyecto de Código, recoge una disposición que descansa en un limbo
jurídico en nuestro derecho procesal civil actual, al establecer que “No operará la
perención en los asuntos que han quedado en estado de fallo”. La creación de este
principio, ha sido la consecuencia de la constante labor de la doctrina y la jurisprudencia,
ya que, nuestro Código de Procedimiento Civil actual no establece ninguna disposición en
ese sentido.

Se agregan los artículos 418, 422, 423, 424 y 425.

Artículo 401

La perención no extingue la acción: produce solamente la extinción del


procedimiento, sin que se pueda, en ningún caso, oponer acto alguno del
procedimiento extinguido, ni apoyarse en él. En caso de perención, el demandante
principal será condenado en todas las costas del procedimiento fenecido.

Tabla de Contenido
412

1. Efectos.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Efectos.

La perención de instancia produce los mismos efectos que el desistimiento: 1. extingue la


instancia. 2. pone los gastos de la instancia a cargo del demandante que se ha mostrado
inactivo (…) por efecto de la perención todos los actos de la instancia, desde y hasta la
sentencia son considerados como no realizados. (Morel, René. 1832. Traite Elementaire de
Procedure Civile. p. 428).

“Todos los actos del procedimiento perimido, realizados anteriormente, son considerados
como no intervenidos. En particular, tratándose de la demanda en justicia, las partes son
colocadas nuevamente en el estado en que ellas se encontraban antes de la citación: se
considera que la prescripción del derecho invocado no ha sido jamás interrumpida; los
intereses moratorios que habían corrido desde el día de la demanda dejan de ser
debidos(…) puede suceder que, excepcionalmente, la perención tenga por resultado
extinguir la acción y el derecho mismo, Sucede así todas las veces que en el intervalo, el
derecho litigioso que servía de fundamento a la demanda ha sido extinguido por la
prescripción extintiva. E igualmente si la acción debía ser ejercida en un cierto plazo, y
que este plazo haya llegado a expiración, ninguna demanda podrá ya ser incoada (…) Las
medidas de instrucción practicadas en la instancia perimida, no pueden ser utilizadas en
un proceso ulterior (…) La perención deja subsistir las sentencias definitivas dictadas
sobre ciertos incidentes, toda vez que hay cosa juzgada sobre ese aspecto”. (Vargas,
Marcos. Incidentes de la Instancia, Curso Para Abogados Ayudantes Incidentes en Materia
Civil. Segunda parte. Escuela Nacional de la Judicatura. p. 102).

“(…) cuando una sentencia es casada en todas sus partes, tiene por efecto reponer a las
partes en causa en la misma situación en que se encontraba antes de producirse la
sentencia casada; quedando en consecuencia subsistente el recurso de apelación contra
la sentencia de primer grado; que en esa circunstancia, si después de dictada la sentencia
de la Suprema Corte de Justicia, el procedimiento permanece inactivo, el recurrido en
apelación puede demandar la perención de esa instancia” “. (…) no es contra la sentencia
de envío que opera la perención, sino sobre la instancia de apelación, por lo que no
importa que la sentencia dictada por la Corte de Casación tenga un carácter definitivo,
pues al pronunciarse, abre de nuevo, (…) la instancia que dio lugar a la sentencia
anulada, la que debe ser activada por la parte más diligente” “. (…) la perención de la
instancia no extingue la acción sino el procedimiento (…), nada obsta para que en grado
de apelación, el demandante original demande la perención de esa instancia, siempre que
en la misma él tenga la posición de recurrido, pues al anular la perención todos los actos
de dicha instancia, queda subsistente la sentencia apelada, dictada en su favor” “que si
bien, el tribunal indebidamente confirma la sentencia impugnada, lo que debió
abstenerse de hacer por haber declarado perimida la instancia de apelación, ese hecho no
altera la situación jurídica creada con la declinatoria de perención y no la invalida, por
que, es una regla que sirve de base a nuestro procedimiento de casación, que una
sentencia no puede ser anulada, sino cuando, en su disposición, se haya violado la ley,
pues sería evidentemente trastornador e injusto que debido que debido a errores
doctrinales que no ejercen verdadera influencia sobre el dispositivo se anulara un fallo y
se privara, consecuentemente, de los beneficios de la situación, por este creada, a la parte
que lo hubiera obtenido”. (Sent SCJ. 23 de Junio de 1999, B. J. 1063, 183-184).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


413

El artículo 401 pasa a ser el artículo 420, se mantiene inalterable en su esencia, pero
cambia los siguiente términos: “extinción del procedimiento”, por “extinción de la
instancia”; “procedimiento extinguido”, por “procedimiento perimido”.

Título XXIII

DEL DESISTIMIENTO

Tabla de Contenido

1. Concepto Desistimiento.
2. Clases de Desistimiento.
A. Desistimiento de Acción.
B. Desistimiento de Instancia.
C. Desistimiento de Actos Procesales.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Concepto Desistimiento.

“El hecho de abandonar voluntariamente un derecho, una ventaja o una pretensión”.


(Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 221).

“(…) renunciación por el demandante a los efectos del proceso, o por cualquiera de las
partes a los efectos de uno de los actos del proceso”. (Tavares hijo, Froilán. 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 339).

“Etimológicamente, la noción de desistimiento evoca una idea de abandono: el


demandante que desiste renuncia al beneficio de una situación jurídica de la cual hubiera
podido prevalerse”. (Vargas, Marcos. Incidentes de la Instancia, Curso para Abogados
Ayudantes Incidentes en Materia Civil. Segunda Parte. Escuela Nacional de la Judicatura.
p. 93).

“El desistimiento es el acto del demandante que renuncia a la instancia actualmente


iniciada”. (Morel, René. 1832. Traite Elementaire de Procédure Civile. p. 423).

Adquiere la calidad de desistimiento de la medida conservatoria, el desembargo que es


notificado por el demandante al demandado, después de ha sido notificada por dicho
demandado una demanda en nulidad de embargo. (Sent SCJ. 25 de Noviembre de 1974,
B.J. 768, 3105 Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed.
p. 213).

La palabra desistimiento, en el sentido más amplio de la palabra, significa renuncia. (…)


Esta puede ser, en orden de gravedad decreciente, de acción, de instancia o de un simple
acto de procedimiento. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Désistememt, n. 1, p. 738).

2. Clases de Desistimiento.

“Según el alcance que tenga. Pueden distinguirse tres clases de desistimiento: el


desistimiento de acción, el desistimiento de instancia, el desistimiento de actos
procesales”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v. II, 8va. ed., p. 339-340).
414

A. Desistimiento de Acción.

“Acto por el cual el demandante principal, o el demandado que ha interpuesto una


demanda reconvencional, declara que abandona sus pretensiones contra el adversario. Se
distingue del desistimiento de la instancia en que el derecho se extingue y toda nueva
acción se torna inadmisible”. (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 221).

“(…) es un abandono al derecho mismo. Tiene como resultado extinguir el proceso en el


pasado y hacerlo imposible en el porvenir. (…)”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 340).

“Hay desistimiento de la acción cuando se abandona el derecho que permite actuar en


justicia. Se traduce por una inactividad procesal, que puede extinguir el proceso en el
pasado y en el futuro”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta.
ed., p. 384).

“Se dice que hay desistimiento de acción cuando el demandante renuncia no sólo a la
instancia comprometida, sino a la acción en justicia que sanciona su derecho. En otras
palabras, renuncia a obtener la sanción del derecho del cual se pretende titular. (…) El
desistimiento de acción, cuando interviene en el curso de un proceso, entraña al mismo
tiempo extinción de la instancia. Pero esta extinción no es sino la consecuencia indirecta
del hecho que la instancia no tiene ya un objeto litigioso: desaparece por falta de objeto”.
(Vargas, Marcos. Incidentes de la Instancia, Curso para Abogados Ayudantes Incidentes en
Materia Civil. Segunda Parte. Escuela Nacional de la Judicatura. p. 95).

B. Desistimiento de Instancia.

“Acto por el cual el demandante abandona la instancia por él promovida. Se distingue del
desistimiento de la acción en que el autor conserva el derecho de promover ulteriormente
una nueva instancia. El desistimiento puede recaer sólo sobre uno varios actos de
procedimiento”. (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 221).

“(…) es una renuncia a la situación jurídica creada por la instancia. Extingue el proceso
actual, a partir de la demanda inclusive, pero deja subsistente el derecho de acción en
justicia. Las partes quedan repuestas en la situación existente antes de la demanda. Una
nueva demanda puede ser intentada posteriormente al desistimiento”. (Tavares hijo,
Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 340).

“Cuando el demandante renuncia a los efectos del proceso, hay desistimiento de


instancia”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 384).

“Se llama pues desistimiento de instancia el acto por el cual el demandante renuncia a la
demanda en justicia que él había incoado. En otros términos, abandona el proceso. La
utilidad de semejante desistimiento aparece todas las veces que un proceso ha sido
comenzado en malas condiciones o aún cuando el demandante se percata de que su
demanda no está fundada y que la continuación del proceso entrañaría gastos inútiles”.
(Vargas, Marcos. Incidentes de la Instancia, Curso para Abogados Ayudantes Incidentes en
Materia Civil. Segunda Parte. Escuela Nacional de la Judicatura. p. 93).

“Cuando el demandante apodera a un tribunal y luego reconoce la incompetencia de éste,


el puede desistir del apoderamiento y llevar el caso ante el tribunal competente, sin que
esto constituya desistimiento de la demanda”. (Sent SCJ. 17 de Febrero 1978, BJ. 807,
328 Cit en Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).
415

El desistimiento de instancia es la oferta hecha por el demandante al demandado, quien


la acepta, de detener el proceso sin atender el juicio, el desistimiento de instancia aparece
como un contrato, ya que supone un acuerdo entre demandante y el demandado y ese
contrato tiene por efecto arrastrar la extinción de la instancia. (Dalloz, Encyclopédie.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Désistememt, n. 3, p. 738).

C. Desistimiento de Actos Procesales.

“(…) es la renunciación a los efectos producidos por esos actos. (…) puede provenir tanto
del demandante como del demandado”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 340).

“El desistimiento a los actos procesales es la renuncia a los efectos de un acto cualquiera
del procedimiento. Este desistimiento puede provenir tanto del demandante como del
demandado, pues el uno y el otro realizan los llamados actos del procedimiento”. (Méndez,
Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 385).

“Un litigante puede siempre renunciar a sacar provecho de los efectos que produce un
acto de procedimiento realizado por él. (…) Se observará que el desistimiento de acto no
entraña la extinción del vínculo jurídico de instancia: el acto del cual se desiste es
simplemente privado de sus efectos y el procedimiento continúa ‘sobre sus últimos
yerros’. No sucede de otro modo más que si el desistimiento recae sobre la demanda en
justicia misma, caso en el cual el desistimiento de acto equivale a un desistimiento de
instancia”. (Vargas, Marcos. Incidentes de la Instancia, Curso para Abogados Ayudantes
Incidentes en Materia Civil. Segunda Parte. Escuela Nacional de la Judicatura. p. 94).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El desistimiento de la instancia lo encontramos en la Sección V del Capítulo II del Título


IX del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, relativo a los Incidentes de la Instancia,
y comprende los artículos del 427 al 443.

Artículo 402

El desistimiento se puede hacer y aceptar por simples actos bajo firma de las
partes o de quienes las representen, y notificados de abogado a abogado.

Artículo 403

Cuando el desistimiento hubiere sido aceptado, implicará de pleno derecho el


consentimiento de que las cosas sean repuestas de una y otra parte, en el mismo
estado en que se hallaban antes de la demanda. Implicará igualmente la sumisión
a pagar las costas, a cuyo pago se obligará a la parte que hubiere desistido, en
virtud de simple auto del presidente, extendido al pie de la tasación, presentes las
partes, o llamadas por acto de abogado a abogado. Dicho auto tendrá cumplida
ejecución, si emanase de un tribunal de primera instancia, no obstante oposición o
apelación; se ejecutará igualmente el dicho auto, no obstante oposición, si
emanare de la Suprema Corte.

Tabla de Contenido

1. Procedimiento.
2. Formalidades.
3. Efectos.
416

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Procedimiento.

“El desistimiento no está sometido a forma especial de procedimiento. Se puede hacer y


aceptar por acto bajo firma privada y obliga a la parte que lo hace al pago de las costas. El
desistimiento no se presume, esto es, no puede desprenderse sino de derechos y
circunstancias precisos y concluyentes”. (Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t.
II, v.I, 5ta. ed., p. 385).

“(…) por definición misma, no puede emanar más que del demandante: un demandado no
desiste; da aquiescencia eventualmente, lo que es diferente”. (Vargas, Marcos. Incidentes
de la Instancia, Curso para Abogados Ayudantes Incidentes en Materia Civil. Segunda
Parte. Escuela Nacional de la Judicatura. p. 94).

“La cuestión de si la parte a quien se notifica un desistimiento tiene o no interés en


aceptarlo, es materia de hecho de la soberana apreciación de los jueces del fondo”. (Sent
SCJ. 20 de Marzo de 1929, B. J. 224, 7 Cit en Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto).

Para la validez del desistimiento de instancia no es necesaria la aceptación del


demandado, sino después que la instancia se haya ligado entre las partes, cuando el
demandado aún no haya concluido al fondo; el desistimiento queda posible por
declaración unilateral de voluntad del demandante, cuando el demandado ha opuesto
una excepción, o se limita a invocar la nulidad de la citación. (Sent SCJ. 31 de agosto de
1984, B. J. 885, 2206 Cit en Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto y Cit en
Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 213; Sent. SCJ. 9
de Enero de 1985, B.J. 890,10 Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. 2da. ed. p. 213).

“(…) en principio, el desistimiento debe ser aceptado, al tenor de lo que disponen los
artículos 402 y 403 del Código de Procedimiento Civil, hay casos en que tal aceptación no
es necesaria como ocurre con el desistimiento de un acto de procedimiento que no haya
conferido a la parte a quien le fue notificada ningún derecho nacido y actual; que,
asimismo, la firma del desistente no es necesaria en el caso en que se trata simplemente
del abandono de un procedimiento irregular, para lo cual no se requiere la aceptación de
la parte contraría; que, la simple constitución de abogado hecha por el intimado no basta
para ligar la instancia, ya que ésta resulta ligada entre las partes cuando el demandado
acepta el debate mediante la presentación de conclusiones al fondo o la introducción de
una demanda reconvencional”. (Sent SCJ. 31 de Enero de 1962, B. J. 618,141-146 Cit en
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“Si es cierto que el desistimiento de instancia, cuando está ligada entre las partes, debe
ser aceptado por la otra parte, no es menos cierto que, siendo un abandono de la
instancia o del procedimiento, nada se opone a que se produzca en cualquier momento, y
el tribunal puede validarlo si la negativa del intimado a aceptarlo no está fundada en una
razón legítima. Lo que hace imposible su validación es que se haya consumado la
instancia con el pronunciamiento del fallo contradictorio que pone fin a la misma”. (Sent
SCJ. 10 de Junio de 1998, B.J.1051,406 Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio
Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 212).

“Si bien, según una parte de la doctrina jurídica, el desistimiento puede ser tenido por
válido aún cuando tome la forma de una carta misiva, es a condición de que se exprese
417

claramente la desición de desistir”. (Sent SCJ. B.J. 780, 2172 Cit en Headrick, William C.
2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 213).

Si el desistente no ofrece las costas, y la parte adversa tampoco las solicita; no ha lugar a
estatuir acerca de ellas. (Sent SCJ. 15 de Marzo de 1974, B. J. 760, 720 Cit en Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“(…) el nuevo recurso de apelación notificado constituye evidentemente un desistimiento


al primer recurso”.(Sent Corte de Apelación de La Vega, 13 de Marzo de 1961), En sentido
contrario, la Suprema Corte de Justicia entiende mediante Sentencia de fecha 31 de
Enero de 1962. (Sent SCJ. 31 de Enero de 1962, B. J. 618,141-146 Cit en Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto), que la Corte en el caso de la especie, desnaturaliza
los hechos de la causa.

Para declarar “nulo y sin ningún valor ni efecto el desistimiento del recurso de apelación
interpuesto, la Corte se funda en “que constituyendo el segundo recurso de apelación, un
desistimiento puro y simple del primero, lógicamente tenía que contener aquellas
formalidades sustanciales requeridas a pena de nulidad, como es de manera principal, la
firma de la parte que desiste, en el acto del desistimiento, y que asimismo, para que el
desistimiento produzca sus efectos, es necesario que la parte a quien se le ofrece, dé
pruebas de haberlo aceptado . (Sent Corte de Apelación de La Vega, 13 de Marzo de 1961).

“Para desistir del recurso de oposición se precisa la aceptación de la contraparte. Ante la


negativa de la recurrida de aceptar el desistimiento, los jueces pudieron entrar al fondo”.
(Sent SCJ. B.J. 882,1174 Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. 2da. ed. p. 212).

“El desistimieto de un recurso de apelación, como de cualquier otro recurso, tiene que ser
presentado por el propio apelante o recurrente o por un apoderado con poder especial. El
acto suscrito por el abogado recurrente, sin haber justificado el mandato de su cliente
para tales fines, no surte efecto”. (Sent, SCJ. 29 de Julio de 1998, B.J. 1052, 1027 Cit en
Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 212).

“Los demandantes originarios y recurridos en casación pidieron el sobreseimiento del


recurso de casación, declarando que habían recibido el pago reclamado, por lo que
carecían de interés. Este pedimiento no se puede acoger, pues sólo los recurrentes
pueden desistir de su recurso”. (Sent SCJ. B.J. 882,1124 Cit en Headrick, William C. 2000.
Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 214).

2. Formalidades.

“El desistimiento de instancia tiene una naturaleza convencional: como toda convención,
el desistimiento obedece pues a condiciones que son relativas al consentimiento, al objeto
y a la capacidad de las partes, pero con variantes que se explican por el hecho que esta
convención intervine en materia judicial”. (Vargas, Marcos. Incidentes de la Instancia,
Curso para Abogados Ayudantes Incidentes en Materia Civil. Segunda Parte. Escuela
Nacional de la Judicatura. p. 95)

“El desistimiento puede ser expreso o tácito, pero éste no se presume”. (Dalloz,
Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Désistememt, n. 16,
pp. 738-739).

“El desistimiento de instancia es algo así como un acto de administración, no de


disposición, en razón a que deja intacto el fondo del derecho de acción. Es por ello que el
desistimiento es válido aunque no haya sido aceptado, cuando es notificado antes de que
418

la parte contraria haya constituido abogado”. (Pérez Méndez, Artagnan, 1988.


Procedimiento Civil. t. II, 2da. ed., p. 248)

La firma de la parte o de su mandatario es exigida a pena de nulidad. Un abogado no


puede desistir en nombre de su cliente a menos que cuente con un poder especial (…) la
aceptación como el desistimiento mismo puede ser expresa o tácita. (Morel, René, Traite
Elementaire de Procédure Civile. p. 424).

“Para que el desistimiento de instancia propuesto por el demandante sea válido, es


necesario que haya sido aceptado por el demandado. (…) Como consecuencia de su
naturaleza convencional, el desistimiento no es válido si tiene por objeto la extinción de
una instancia cuyo desenlace escapa a la voluntad de las partes por razones de orden
público. (…) Es necesario, en fin, que las partes en la instancia sean capaces. En
principio, la capacidad requerida es la capacidad de ejercer una acción en justicia puesto
que el desistimiento de instancia tiene por objeto extinguir la relación jurídica que la
demanda en justicia había creado”. (Vargas, Marcos. Incidentes de la Instancia, Curso
para Abogados Ayudantes Incidentes en Materia Civil. Segunda Parte. Escuela Nacional de
la Judicatura. pp. 96-97)

“(…) para que el desistimiento sea válido es preciso que esté firmado por la parte misma o
por un apoderado especial; en la especie, el desistimiento de que se trata ha sido firmado
únicamente por el abogado del apelante, quien no ha justificado el poder que alega
mediante la presentación de la procuración correspondiente; por tanto procede declarar la
ineficacia de dicho desistimiento y fijar una audiencia para el conocimiento del recurso de
apelación”. (Sent SCJ. 21 de agosto de 1957, B. J. 565, 1803-1804 Cit en Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto; Sent. SCJ. 31 de Enero de 1958, B. J. 570, 182 Cit en
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto; Sent. SCJ. 8 de marzo de 2000, B. J. 1072,
669-670).

“(…) la doctrina entiende que no es necesaria la aceptación del desistimiento que


interviene antes del momento en que la instancia está ligada entre las partes. La
instancia está ligada entre las partes a partir de la comparecencia del demandado,
aunque hay quienes entienden que es a partir del momento en que el demandado
interpone una demanda reconvencional o presenta conclusiones al fondo. (…) se admite
que el demandado no puede negarse a aceptar el desistimiento hecho por el demandante,
a no ser que justifique un interés legítimo para no aceptar dicho desistimiento”. (Méndez,
Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 387).

“En cuanto a la aceptación del adversario, esta puede ser tácita, desde el momento en que
los hechos de los que resulta no dejan ninguna duda sobre la intención del demandado
de aceptar el desistimiento. Pero, de hecho, a fin de conservar una prueba en caso de
contestación ulterior sobre la realidad del desistimiento, el demandado demanda
generalmente al tribunal darle acta del desistimiento de su adversario”. (Vargas, Marcos.
Incidentes de la Instancia, Curso para Abogados Ayudantes Incidentes en Materia Civil.
Segunda Parte. Escuela Nacional de la Judicatura. p. 97-98).

“El desistimiento debe ser expreso o resultar de un acto que no deje ninguna duda sobre
la voluntad de abandonar el proceso. El defecto pronunciado no implica ese cambio”.
(Sent SCJ. B.J. 933,1054 Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. 2da. ed. p. 213).

“Si bien, según una parte de la doctrina jurídica, el desistimiento puede ser tenido por
válido aún cuando tome la forma de una carta misiva, es a condición de que se exprese
claramente la desición de desistir”. (Sent SCJ. 14 de Noviembre de 1975, B.J. 780, 2172
Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 213).
419

“Los desistimientos de personas que no sabían firmar se hicieron válidamente ante


notario asistido de dos testigos”. (Sent SCJ. 25 de Marzo de 1998. B. J. 1048, 570 Cit en
Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 212).

3. Efectos.

El desistimiento produce la extinción de la instancia. La demanda y los actos


subsiguientes son considerados como no realizados… el desistimiento entraña como
consecuencia indirecta, la extinción del derecho. El desistimiento obliga al autor a los
gastos de la instancia que el ha generado… no produce sus efectos mas que si es
aceptado. (Morel, René. 1832. Traite Elementaire de Procédure Civile. p. 425).

“(…) el desistimiento pone a las partes en el estado en que se encontraban antes del
comienzo de la instancia: la citación se reputa sin efecto. De ello resultan varias
consecuencias prácticas importantes: 1º el proceso no puede ya continuar por un simple
depósito de conclusiones (cass. Civ. 28 de mayo de 1952, D.1952.776). 2º los efectos que
producía la citación son reputados, retroactivamente, no haberse producido jamás:
especialmente el efecto interruptivo de prescripción es considerado como no habiéndose
producido jamás”. (Vargas, Marcos. Incidentes de la Instancia, Curso para Abogados
Ayudantes Incidentes en Materia Civil. Segunda Parte. Escuela Nacional de la Judicatura.
pp. 94-95).

“(…) hasta que no intervenga una decisión dando acta del desistimiento, el desistente
conserva el derecho de retractarse de su desistimiento y pedir que se estatuya sobre el
fondo (…)”. (Sent SCJ. 21 de diciembre de 1981, B.J. 835, 2863 Cit en Castaños Guzmán,
Julio Miguel, Jurisconsulto).

“Desde el instante en que el tribunal ha librado acta acogiendo el desistimiento hecho en


audiencia por el apelante, al cual dio aquiescencia la parte recurrida, produce un doble
efecto: a) al apelante lo despoja del beneficio de su apelación, y b) con respecto a la
sentencia recurrida en apelación, la mantiene de pleno derecho y le confiere autoridad de
cosa juzgada, por tanto, no recurrible en casación”. (Sent SCJ. 21 de julio de 1999, B. J.
1064, 164-167, Cit en Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia
Civil.1997-2002. p. 277).

“Una vez aceptado el desistimiento implica la sumisión al pago de las costas, a cargo del
resistente, en virtud de simple auto del presidente, extendido al pie de la tasación,
presentes las partes o llamadas por acto de abogado a abogado”. (Méndez, Artagnan.
2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 388).

“Después de dictada la sentencia que dio acta del desistimiento, por inadvertencia se fijó
nuevamente audiencia. Resultan ineficaces todas las actuaciones relativas a esta
instancia, que ya estaba extinguida”. (Sent SCJ. 24 de Junio de 1998, B.J.1051, 478 Cit en
Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed. p. 90).

“El desistimiento es uno de los medios de la conclusión de un litigio, que no implica


renuncia de derechos, sino la descontinuación del ejercicio de una acción que no
conflinge con el V Principio Fundamental del C. Tr.. El hecho de que el desistimiento se
haga en desmedro de los derechos del abogado apoderado no determina la nulidad del
mismo, sino que permite al abogado accionar contra su cliente en cumplimiento de las
obligaciones contraídas en el contrato de cuota litis. No compromete la responsabilidad de
la contraparte, a menos que lo haya inducido a desconocer los derechos del abogado”.
(Sent SCJ. B.J.1057, 634 Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. 2da. ed. p. 212).
420

“(…) sólo la instancia es extinguida. De esto resulta que el derecho de actuar en justicia
subsiste: nada prohíbe al demandante incoar una nueva demanda introductiva de
instancia. Esta es la diferencia entre el desistimiento de instancia y el desistimiento de
acción. Pero, de hecho, puede suceder que, en el intervalo, la prescripción del derecho
litigioso haya hecho su obra (…); de tal suerte que le resulta imposible en lo sucesivo al
demandante incoar una nueva acción en justicia (…)”. (Vargas, Marcos. Incidentes de la
Instancia, Curso para Abogados Ayudantes Incidentes en Materia Civil. Segunda Parte.
Escuela Nacional de la Judicatura. p. 95).

“Todos los actos del procedimiento, anterior al desistimiento, se tienen como no habidos.
Se aniquila de modo retroactivo la citación, pero no hay interrupción de la prescripción”.
(Méndez, Artagnan. 2002. Procedimiento Civil. t. II, v.I, 5ta. ed., p. 388).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código distingue cuatro formas de desistimiento, dividiendo la sección que


regula este incidente de la instancia, en subsecciones que establecen las disposiciones
específicas que operan para cada tipo de desistimiento. En ese sentido, podemos
observar, que el Proyecto profundiza más en esta materia, facilitando así su estudio y
comprensión.

Título XXIV
DE LAS MATERIAS SUMARIAS

Artículos 404 a 413. (Derogados por el Artículo 9 de la Ley No. 845 del 15 de julio
de 1978).

Título XXV

PROCEDIMIENTO ANTE LOS TRIBUNALES DE COMERCIO

Tabla de Contenido

1. Tribunales en atribuciones comerciales.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Tribunales en atribuciones comerciales.

Según lo establecido por el Proyecto de Código de Comercio, en su artículo 1444, son


asuntos sometidos al procedimiento comercial: las contestaciones relativas a los
compromisos y transacciones entre comerciantes; las contestaciones entre asociados por
razón de una sociedad de comercio; las contestaciones relativas a los actos de comercio
entre cualesquiera personas; las acciones contra los jefes de empresa, los delegados o los
empleados de los comerciantes, por causa de las operaciones de las empresas a la que
están vinculados, así como todo lo concerniente al reordenamiento y liquidación judicial,
y a la quiebra. Las cámaras de comercio y producción, en sus respectivas jurisdicciones,
están facultadas para reglamentar y organizar los procedimientos de arbitraje de los
diferendos que conciernan a los comerciantes.

De conformidad con lo establecido por el artículo 1446 del Proyecto de Código de


Comercio, los asuntos comerciales son conocidos conforme las reglas de Procedimientos
421

Civiles, con excepción de las demandas introductivas de instancia, la cual se incoa


mediante citación por acto de alguacil a la audiencia previamente fijada por el tribunal;
en cuanto al término de la citación, el cual es de un día franco, y finalmente, en que no se
requiere la notificación previa de constitución de abogado, las subsecuentes audiencias se
dan a conocer mediante citaciones a parte.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, no establece un procedimiento especial para


los Tribunales de Comercio. El Proyecto de Código de Comercio en su Libro Séptimo es
que indica las reglas correspondientes a los asuntos sujetos al procedimiento comercial y
a la forma de proceder en esta materia, en sus artículos del 1444 al 1446.

Artículo 414

El procedimiento por ante los tribunales de comercio se hará sin el ministerio de


abogados.

Artículo 415

Toda demanda comercial debe iniciarse por acto de emplazamiento, observándose


las formalidades arriba prescritas en el título De los Emplazamientos.

Tabla de Contenido

1. Forma de Comparecencia.
2. Proyecto de código de Procedimiento Civil.

1. Forma de Comparecencia.

“Antes de la puesta en vigor de la L. 91 de 1983 que crea el Colegio de Abogados de la


República Dominicana, las partes podían comparecer personalmente, o por apoderado
provisto de poder escrito y especial, salvo que el mandatario fuera abogado. Actualmente,
siendo obligatorio el ministerio de abogados en los procedimientos comerciales, las partes
deberán estar asistidas por abogados, quienes no están obligados a exhibir un poder”.
(Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed.,
p. 81).

Ver Artículo 17 de la Ley 91 del 3 de Febrero de 1983 que instituye el Colegio de


Abogados de la República Dominicana.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, no establece un procedimiento especial para


los Tribunales de Comercio. El Proyecto de Código de Comercio en su Libro Séptimo es
que indica las reglas correspondientes a los asuntos sujetos al procedimiento comercial y
a la forma de proceder en esta materia, en sus artículos del 1444 al 1446.

Artículo 416

El plazo será de un día por lo menos.


422

Artículo 417

En los casos que requieran celeridad, el presidente del tribunal podrá permitir que
la citación se haga aun de día a día, y de hora a hora, como también que se
embarguen los efectos mobiliarios: podrá asimismo, según lo exija el caso, ordenar
que el demandante constituya fiador, o que justifique la suficiente solvencia. Los
autos del presidente serán ejecutorios, no obstante oposición o apelación.

Tabla de Contenido

1. Plazo de comparecencia.
2. Casos de celeridad.
3. Proyecto de código de Procedimiento Civil.

1. Plazo de Comparecencia.

“El plazo de comparecencia es más breve que en materia civil”. (Morel, René. 1832. Traite
Elementaire de Procédure Civile. p. 412).

En materia marítima, la notificación de día a día o de hora a hora puede ser hecha sin
orden en ciertos casos (…) las notificaciones hechas a bordo a persona son reputadas
válidas. (Morel, René. 1832. Traite Elementaire de Procédure Civile. p.413).

2. Casos de Celeridad.

En los casos que requieran celeridad el presidente puede, autorizar a que se cite a breve
término, permitir embargar conservatoriamente los efectos mobiliarios del demandado.
Esta medida rigurosa, propia de la materia comercial, tiene por objeto impedir al
adversario distraer sus efectos mobiliarios, en particular sus mercancías, y de restituir
así ilusoria la condenación que será pronunciada contra el. Este embargo (…), puede ser
subordinado por el presidente a condición de que el demandado de fianza o justifique
solvencia suficiente. (Morel, René. 1832. Traite Elementaire de Procédure Civile. p.413).

“(…) permite al juez autorizar al demandante a que practique un embargo conservatorio


sobre los efectos mobiliarios del demandado, a fin de evitar la disimulación de su activo, y
de asegurar la ejecución de la sentencia. La autorización puede ser dada aún al
demandante que no está provisto de título. Como esta medida puede causar perjuicio al
demandado, el juez puede sujetar su autorización al requisito de que se preste fianza, o
que se justifique solvencia suficiente”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 81-82).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

5. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, no establece un procedimiento especial


para los Tribunales de Comercio. El Proyecto de Código de Comercio en su Libro Séptimo
es que indica las reglas correspondientes a los asuntos sujetos al procedimiento comercial
y a la forma de proceder en esta materia, en sus artículos del 1444 al 1446.

Artículo 418

En las causas marítimas, cuando hubiere partes no domiciliadas, como en


aquellos asuntos que se refieren a aparejos, provisiones de boca, equipajes,
423

carena, y reparación de buques listos para emprender viaje, y a otras materias


urgentes y provisionales, la citación de día a día, o de hora a hora, se podrá hacer
sin que medie auto; y el caso será susceptible de fallo en defecto inmediatamente.

Artículo 419

Será válida toda citación hecha a bordo del buque a la persona citada.

Artículo 420

El demandante podrá citar a su elección, para ante el tribunal del domicilio del
demandado; para ante el tribunal del Distrito en el cual se hizo la promesa, y la
mercadería fue entregada; para ante aquél en cuyo distrito debía efectuarse el
pago.

Tabla de Contenido

1. Triple competencia a opción del demandante.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Triple Competencia a opción del Demandante

De conformidad con el párrafo del artículo 1446 del Proyecto de Código de Comercio, el
demandante puede citar a su elección, para ante el tribunal del domicilio del demandado;
para ante el tribunal de la jurisdicción en la cual se hace la promesa, y la mercancía fue
entregada; para ante aquel en cuya jurisdicción debe efectuarse el pago.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, no establece un procedimiento especial para


los Tribunales de Comercio. El Proyecto de Código de Comercio en su Libro Séptimo es
que indica las reglas correspondientes a los asuntos sujetos al procedimiento comercial y
a la forma de proceder en esta materia, en sus artículos del 1444 al 1446.

Artículo 421

Las partes estarán obligadas a comparecer en persona, o por el ministerio de un


apoderado especial.

Artículo 422

Si las partes comparecieren, y en la primera audiencia no interviniere fallo


definitivo, las partes no domiciliadas en el lugar en que funcione el tribunal
estarán obligadas a hacer en el mismo punto elección de un domicilio, la que se
hará constar en la hoja de audiencia; siempre que esta elección no se efectúe,
toda notificación será válidamente hecha en la secretaría del tribunal aun la de
la sentencia definitiva.

Tabla de Contenido

1. Forma de Comparecencia.
424

2. Elección de Domicilio.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Forma de Comparecencia.

Ver Anotación No. 1 del Artículo 414.

2. Elección de Domicilio.

Ninguna elección de domicilio es necesaria si el asunto es juzgado definitivamente en la


primera audiencia; pero de otro modo, en el caso frecuente donde no interviene en el acto
una sentencia definitiva. En este ultimo caso el Artículo 422 exige que las partes no
domiciliadas en el lugar donde tiene asiento el tribunal hagan elección de domicilio. Las
notificaciones necesarias en el curso del procedimiento son hechas a este domicilio….
esta elección de domicilio ha sido instituida con el objeto de simplificar, para evitar que
las partes tengan que hacer las notificaciones al domicilio real que podría estar alejado.
(Morel, René. 1832. Traite Elementaire de Procédure Civile. p. 413).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, no establece un procedimiento especial para


los Tribunales de Comercio. El Proyecto de Código de Comercio en su Libro Séptimo es
que indica las reglas correspondientes a los asuntos sujetos al procedimiento comercial y
a la forma de proceder en esta materia, en sus artículos del 1444 al 1446.

Artículo 423

En materia comercial, los extranjeros demandantes no estarán obligados a prestar


fianza para el pago de las costas, daños y perjuicios a que pudieran ser
condenados, aun en los casos en que la demanda se lleve por ante un tribunal
civil, en aquellos lugares donde no hubiere tribunal de comercio.

Tabla de Contenido

1. Exoneración de prestar fianza.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Exoneración de Prestar Fianza.

“De acuerdo pues con la modificación introducida por la L. 845, la fianza del extranjero
puede ser solicitada en los asuntos comerciales (…)”. (Tavares hijo, Froilán. 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 180).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, no establece un procedimiento especial para


los Tribunales de Comercio. El Proyecto de Código de Comercio en su Libro Séptimo es
que indica las reglas correspondientes a los asuntos sujetos al procedimiento comercial y
a la forma de proceder en esta materia, en sus artículos del 1444 al 1446.
425

Artículo 424

Si el tribunal fuere incompetente en razón de la materia, pronunciará su


declinatoria, aun cuando no se le hubiere requerido al efecto. La declinatoria por
cualquier otra causa no se podrá proponer sino con antelación a cualquier otro
medio de defensa.

Artículo 425

En la misma sentencia se podrá desechar la declinatoria, y pronunciar sobre el


fondo; pero ha de hacerse por dos disposiciones distintas, una sobre la
competencia, y otra sobre el fondo; las disposiciones sobre competencia podrán ser
siempre impugnadas por la vía de la apelación.

Tabla de Contenido

1. Declinatoria de Incompetencia.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Declinatoria de Incompetencia.

Ver anotaciones realizadas en este trabajo al Artículo 4 de la Ley 834 del 15 de Julio de
1978, relativos a las excepciones de incompetencia.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, no establece un procedimiento especial para


los Tribunales de Comercio. El Proyecto de Código de Comercio en su Libro Séptimo es
que indica las reglas correspondientes a los asuntos sujetos al procedimiento comercial y
a la forma de proceder en esta materia, en sus artículos del 1444 al 1446.

Artículo 426

Las Viudas y los herederos de personas sometidas a la jurisdicción de comercio,


serán citadas a juicio en renovación de instancia, o por nueva acción; sin perjuicio
de que; en caso de ser contradichas las cualidades, se remitan las partes para
ante los tribunales ordinarios, con el fin de que aquellas sean determinadas; y
enseguida el tribunal de comercio conocerá del fondo de la demanda.

Tabla de Contenido

1. Renovación de la Instancia
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Renovación de Instancia.

Ver Anotaciones realizadas en este trabajo a los Artículos 342 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


426

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, no establece un procedimiento especial para


los Tribunales de Comercio. El Proyecto de Código de Comercio en su Libro Séptimo es
que indica las reglas correspondientes a los asuntos sujetos al procedimiento comercial y
a la forma de proceder en esta materia, en sus artículos del 1444 al 1446.

Artículo 427

Cuando se desconozca, se negare o se alegare la falsedad de un documento, y la


parte que lo presentare persista en hacerlo valer en juicio, el tribunal mandará
que las partes comparezcan por ante los jueces que deban conocer sobre el
documento no reconocido o acusado como falso, y sobreseerá en la sentencia
relativa a la acción principal. Sin embargo, si el documento no se relacionare sino
con uno de los puntos de la demanda, el tribunal procederá a dar sentencia sobre
los otros extremos de la misma.

Tabla de Contenido

1. Sobreseimiento en caso de Inscripción en Falsedad.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Sobreseimiento en caso de Inscripción en Falsedad.

Ver Anotaciones realizadas en este trabajo a los Artículos 214 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, no establece un procedimiento especial para


los Tribunales de Comercio. El Proyecto de Código de Comercio en su Libro Séptimo es
que indica las reglas correspondientes a los asuntos sujetos al procedimiento comercial y
a la forma de proceder en esta materia, en sus artículos del 1444 al 1446.

Artículo 428

El tribunal podrá siempre, aun de oficio, ordenar que las partes se presenten a
declarar personalmente en la audiencia en justicia o en cámara de consejo; y
cuando hubiere motivo legítimo que les impida presentarse, comisionará a uno de
los jueces o aun al juez de paz, para oír sus declaraciones, las que se consignarán
en el acta que se levante al efecto.

Artículo 429

Cuando haya motivo para hacer que las partes concurran por ante árbitros que
procedan al examen de cuentas, documentos y libros, se nombrará uno o más
árbitros para oírlas, y conciliarlas, si fuere posible, y si no, para que emitan su
informe. Si se tratare de la inspección de obras o de la estimación de mercancías,
se elegirá uno o tres peritos. Los árbitros y los peritos serán nombrados de oficio
por el tribunal, cuando las partes no lo hagan en la audiencia en justicia.

Artículo 430
427

La recusación de los árbitros y de los peritos no podrá proponerse sino en los tres
días de su nombramiento.

Artículo 431

El informe de los árbitros y de los peritos se depositará en la secretaría del


tribunal.

Artículo 432

Si el tribunal ordenare la prueba testimonial, ésta se practicará del modo


indicado para los informativos sumarios.
Sin embargo, en las causas sujetas a apelación, las declaraciones de los testigos
las consignará el secretario por escrito y las firmarán los testigos; en caso de
negativa de éstos, se hará mención en ellas de esta circunstancia.

Tabla de Contenido

1. Comparecencia Personal de las Partes.


2. Envío ante Árbitros y Peritos.
3. Informativo Testimonial.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Comparecencia Personal de las Partes.


Ver Artículo 119, Derogado y sustituido por los Artículos 60 al 72 de la Ley No. 834 del 15
de julio de 1978.

2. Envío ante Árbitros y Peritos.

“Si las partes se concilian, los árbitros hacen constar el arreglo en su informe, y el litigio
queda zanjado. Si no se concilian, los árbitros lo hacen constar asimismo en el informe
que dirigen al juez. (…) Se admite que el envío ante árbitros informadores puede ser
hecho para otros procesos que los expresamente mencionados en el Art. 429”. (Tavares
hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 82).

“El derecho común prescrito para los experticios ante los tribunales civiles es aplicable a
los experticios comerciales salvo las reglas especiales contenidas en los artículos 429 a
431 del C. de Proc. Civil y en los artículos 106, 295 y 407 el Código de Comercio”. (Sent
SCJ. 22 de Enero de 1958, B. J. 570, 39 Cit en Bergés Chupani, Manuel. 1963.
Jurisprudencia Dominicana 1957-1961, p.170).

3. Informativo Testimonial.

Ver Artículos 252 a 294, Derogados y sustituidos por los Artículos 73 a 100 de la Ley No.
834 del 15 de julio de 1978.

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, no establece un procedimiento especial para


los Tribunales de Comercio. El Proyecto de Código de Comercio en su Libro Séptimo es
que indica las reglas correspondientes a los asuntos sujetos al procedimiento comercial y
a la forma de proceder en esta materia, en sus artículos del 1444 al 1446.
428

Artículo 433

En la redacción y expedición de las sentencias, se observarán las formalidades


prescritas en los artículos 141 y 146 para los tribunales de primera instancia.

Artículo 434

(Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). Si el demandante no


compareciere, el tribunal pronunciará el defecto y descargará al demandado de la
demanda, por una sentencia que se reputará contradictoria. Si el demandado no
compareciere, serán aplicables los artículos 149, 150, 151, 152,153,155,156 y
157.

Artículo 435

Las sentencias en defecto las notificará solamente el alguacil comisionado por el


tribunal; la notificación contendrá, a pena de nulidad, elección de domicilio en el
lugar en que se verifique, si el demandante no estuviere allí domiciliado. La
sentencia será ejecutoria un día después de su notificación, y hasta que se
promueva la oposición.

Artículo 436

La oposición será admisible hasta la ejecución de la sentencia.

Artículo 437

La oposición contendrá los medios del oponente, con emplazamiento en el término


de la ley, y se notificará en el domicilio elegido.

Artículo 438

La oposición verificada en el instante de la ejecución, en virtud de la declaración


personal de la parte condenada, que el alguacil hará constar en los actos,
suspenderá la ejecución de la sentencia: el oponente tendrá la obligación de
reiterar su oposición en los tres días siguientes, por medio de acto, conteniendo
citación a la parte contraria; transcurrido dicho plazo, se considerará sin lugar la
dicha oposición.

Tabla de Contenido

1. Sentencia.
2. Defecto.
A. Oposición.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Sentencia

“En materia comercial se aplican, para la pronunciación de la sentencia, los mismos


principios que en materia civil”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 82).
429

Ver: Artículos 141-146.

2. Defecto.

Ante la incomparecencia del apelante, el juez dictó sentencia declarando el descargo puro
y simple del recurso. Contra esa sentencia el apelante interpuso recurso de oposición, a
pesar de que esa sentencia se reputa contradictoria (Cod. Proc. Civ. Art. 434). La
oposición fue instruida en varias audiencias, al cabo de las cuales ambas partes
concluyeron al fondo. Entre las partes se verificó un contrato judicial para la prorrogación
de la competencia de la corte, que les permitió discutir los méritos del recurso, lo cual
pudieron hacer por tratarse de un aspecto de mero interés privado. Al declarar la corte la
inadmisibilidad del recurso de oposición, incurrió en el vicio de haberse pronunciado
sobre algo no pedido y la sentencia debe ser casada”. (Sent SCJ. 19 de Agosto de 1998, B.
J. 1053, 83 Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed. p.
354).

A. Oposición

Ver: Artículos 149-157.

“En un asunto civil, para declarar inadmisible la oposición del demandante por falta de
concluir, el juez se basó en el Art. 434 del C. Pr. Civ., mod por la Ley 845, incluida en el
título relativo al procedimiento ante los tribunales de comercio. No existiendo diferencias
sustanciales en nuestro derecho entre el procedimiento civil y el procedimiento comercial,
la aplicación de este artículo no es susceptible de desnaturalizar las consecuencias del
defecto por falta de concluir en materia civil”. (Sent SCJ. B.J.1043, 78; Sent. SCJ. 29 de
Octubre de 1997, B.J. 1046, 28 Cit en Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano. 2da. ed. p. 355).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, no establece un procedimiento especial para


los Tribunales de Comercio. El Proyecto de Código de Comercio en su Libro Séptimo es
que indica las reglas correspondientes a los asuntos sujetos al procedimiento comercial y
a la forma de proceder en esta materia, en sus artículos del 1444 al 1446.

Artículo 439

Los tribunales de comercio podrán ordenar la ejecución provisional de sus


sentencias, no obstante apelación y sin fianza, cuando haya título no impugnado
o condenación precedente acerca de la cual no se haya interpuesto apelación; en
los demás casos, la ejecución provisional no podrá ordenarse sino a cargo fianza o
justificándose solvencia bastante, en aquél en cuyo favor se acuerde.

Artículo 440

El fiador se designará en acto notificado en el domicilio del apelante, si éste


residiere en el lugar en donde se halle instalado el tribunal; si no, en el domicilio
elegido según el artículo 422, con intimación de presentarse en día y hora fija, en
la secretaría del tribunal a tomar comunicación, sin extraerlos, de los títulos que
constituyan la fianza que se haya mandado prestar, y a la audiencia en justicia
para oír decretar la admisión de la misma, en caso que haya contestado la fianza.

Artículo 441
430

Si el apelante no compareciere o no pusiere reparos al fiador, se levantará un acto


de compromiso en la secretaría; si por el contrario, impugnare al fiador el día
indicado en la citación, se resolverá en justicia lo que proceda. En cualquier caso,
la sentencia será ejecutoria, no obstante oposición o apelación.

Artículo 442

Los tribunales de comercio no entenderán en nada de lo relativo a la ejecución de


sus sentencias.

Tabla de Contenido

1. Tribunal Competente para conocer de la Ejecución de las Sentencias.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Tribunal Competente para conocer de la Ejecución de las Sentencias.

Ver Artículos 135 al 137, Derogados y sustituidos por los Artículos 127 al 141 de las Ley
No. 834 del 15 de julio de 1978.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, no establece un procedimiento especial para


los Tribunales de Comercio. El Proyecto de Código de Comercio en su Libro Séptimo es
que indica las reglas correspondientes a los asuntos sujetos al procedimiento comercial y
a la forma de proceder en esta materia, en sus artículos del 1444 al 1446.

LIBRO III

DE LA APELACION.

Título Único:

DE LAS APELACIONES Y LOS PROCEDIMIENTOS EN LA APELACION.

Tabla de Contenido

1. Los Recursos.
2. El Recurso de Apelación.
A. Definición.
B. Fundamento y Carácter.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Los Recursos.

"Las decisiones judiciales son obra humana y los hombres se equivocan aún actuando de
buena fe. Una sentencia dictada por un tribunal puede contener errores, por la mala
apreciación de los hechos o de los principios jurídicos. Además, los medios de prueba
aportados por los litigantes, pueden sorprender la religión del tribunal. Es por todo ello
431

conveniente un segundo examen de las decisiones dictadas por los tribunales”. (Pérez
Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.273).

Los recursos son las únicas vías que pone a disposición el derecho a la parte perjudicada
por una sentencia. Cuando han transcurrido los plazos para ejercerlos, las sentencias
devienen en inatacables. (Tavares Hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil,
v.III, 4ta. ed., p.2).

Recurso es "el hecho de diferir a una autoridad administrativa o judicial un acto


administrativo o decisión judicial, para obtener su modificación, revocación o
interpretación. (Capitant, Henri. Vocabulario Jurídico, 1ra. ed., p. 466).

Es la “reclamación que, concedida por ley o reglamento, formula quien se cree


perjudicado o agraviado por la providencia de un juez o tribunal, para ante el mismo o
superior inmediato, con el fin de que la evoque o reforme”. (Caballenas de Torres,
Guillermo. Diccionario Jurídico Elemental, 1ra. ed., p. 274).

Los recursos se clasifican en recursos ordinarios y extraordinarios y en vías de


retractación y vías reformación. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t. I,
9na. ed., p.273; Tavares Hijo, Froilan. 2002, Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.III, 4a.ed., pp.4-5).

Los recursos ordinarios son aquellos que tienen un efecto suspensivo y devolutivo, que
pueden ser ejercidos de pleno derecho; son la oposición y la apelación. Los
extraordinarios, que no pueden ser ejercidos sino en los casos expresamente
determinados por la ley, no tienen como efecto la suspensión de la sentencia impugnada,
y el juez apoderado de ellos sólo puede conocer de las cuestiones planteadas por los
mismos; son la revisión civil, la tercería y la casación. Los autores califican la
impugnación como un recurso especial. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento
Civil, t. I, 9na. ed., p.273; Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.III, 4a.ed., pp.4-5).

Los recursos pueden ser vías de retractación porque son conocidos por el mismo tribunal
que ha dictado la sentencia; son la oposición, la revisión civil. Otros son vías de
reformación, pues son conocidos por un tribunal superior; son la apelación y la acción en
responsabilidad contra los jueces. Dentro de esta clasificación no se incluye a la tercería
que opera unas veces, como vías reformación y otras, como vía de retractación; la
casación, por su lado, es un recurso especial, ya que no juzga el fondo del proceso. Esta
clasificación no tiene ninguna importancia práctica. (Tavares Hijo, Froilan. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4a.ed., pp.5-6).

“Los términos de estas clasificaciones se entrecruzan”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996.


Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4a.ed., p.5).

2. El Recurso de Apelación.

A. Definición.

Recurso que interpone la parte que se considera lesionada por una sentencia
pronunciada en primer grado de jurisdicción, por ante un tribunal de segundo grado, en
solicitud de que la sentencia contra la cual se dirige sea reformada o revocada. Se llama
apelante a quien interpone la apelación y apelado o intimado a aquel contra la cual la
apelación es interpuesta. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Appel, n. 1, p. 153; Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho
Procesal Civil, v.III, 4ta. ed., p. 33).
432

Recurso que la parte, cuando se considera agraviada por una decisión de un tribunal,
eleva a una autoridad judicial superior; para que sea revocada la decisión apelada.
(Cabanellas de Torres, Guillermo. Diccionario Jurídico Elemental, 1ra. ed., p. 24; Valdez G.,
Jacinto Bdo. 2002. Las Vías de Recursos, 1ra. ed., p. 17).

“Vía de recurso ordinaria, de reformación o anulación, por la cual una parte, que se cree
perjudicada por una sentencia, difiere el proceso a jueces de un grado superior”. (Pérez
Méndez, Artagnan.1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p. 286).

B. Fundamento y Carácter.

“Se basa en el principio general que instituye el doble grado de jurisdicción. (…) Su
finalidad es permitir un nuevo examen del proceso por jueces más experimentados que
los que decidieron en la primera instancia. (Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de
Derecho Procesal Civil, v.III, 4ta. ed., pp. 33-34; Valdez G., Jacinto Bdo., 2002. Las Vías de
Recursos, 1ra. ed., p. 17).

El doble grado de jurisdicción es el principio, “según el cual todo proceso debe, en


principio, desarrollarse en dos instancias ordinarias, la primera y la segunda instancia”.
(Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v.III, 4ta. ed., pp. 33-34).

“La apelación es el núcleo de un principio de derecho que tiene carta de ciudadanía en


casi todos los países democráticamente organizados: es el principio del ‘doble grado de
jurisdicción’ o del doble examen, que consiste en el derecho que tiene la parte perdidosa,
en el curso de un litigio o al final del mismo, de que el asunto que ha sido objeto de
decisión, sea visto de nuevo por otros jueces, y que está orientado en la idea de dar a las
partes la oportunidad de que la cuestión sea examinada por jueces más antiguos y
experimentados con miras de obtener una mejor justicia”. (Luciano Pichardo, Rafael.
1996. De los astreintes y otros escritos, 1ra. ed., p. 38).

“Es una vía de derecho común por lo que todo interesado puede acudir a ella, pero no es
de carácter constitucional, la ley la suprime cuantas veces lo juzga oportuno”. (Pérez
Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.286).

Este recurso es una vía de reformación, en este sentido, tiene por objeto hacer reformar la
decisión contra la cual se interpuso el recurso. Por otra parte es un recurso ordinario, ya
que es de derecho común y no puede ser rechazado, mas que cuando exista una
disposición excepcional de la ley (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I, Appel, n. 2, p. 153). La Corte de Casación Francesa, ha
confirmado el principio de que la apelación es de derecho en todos los casos en que no
esté formalmente impedida por la ley. (Civ. 12. févr. 1923, D.P. 1924.1.19)

“. (…) El párrafo 1 del artículo 71 de la Constitución, al referirse a las atribuciones de las


cortes de apelación, establece: ‘conocer de las apelaciones de las sentencias dictadas por
los juzgados de primera instancia’. (…) En la mencionada fórmula quedó consagrado
constitucionalmente el principio aludido [el doble grado de jurisdicción], por lo menos
para los asuntos que son de la competencia de los juzgados de primera instancia”.
(Luciano Pichardo, Rafael. 1996. De los astreintes y otros escritos, 1ra. ed., pp.38-39).

“Constituye una garantía para los litigantes, puesto que con el ejercicio del recurso de
apelación pueden ser enmendados los errores, o las irregularidades cometidas en la
primera instancia sometiendo los litigios ante jueces con mayor experiencia; con ello se
garantiza una mejor administración de la justicia. Es considerado tradicionalmente como
de orden público, aunque no de carácter constitucional”. (Tavares, Margarita A. 1995. El
433

recurso de apelación.- Principio del doble grado de jurisdicción.- su carácter. Estudios


Jurídicos v. V, n. 2, Mayo – Agosto 1995, p. 315)

3. Proyecto de Código Civil de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código Civil dedica a los recursos el libro tercero denominado “Las Vías de
Recurso en Materia Civil y Comercial”, el cual consta de tres títulos. El primero de éstos
se refiere a las disposiciones comunes a los recursos.

Los títulos subsiguientes parten de la clasificación de los recursos expuesta, que los
dividen en recursos ordinarios y extraordinarios. Así, el segundo título lleva el nombre de
"Las vías ordinarias de los recursos", conteniendo dos capítulos dedicados, uno a la
oposición y otro a la apelación; el título tercero, "Las vías extraordinarias de recursos",
consta, a su vez, de tres capítulos, referentes a la tercería, la revisión civil, y la casación.

En este sentido, el artículo 644, primero del libro en cuestión, dispone que las vías
ordinarias de los recursos son la oposición y la apelación, mientras que las vías
extraordinarias son la tercería, el recurso de revisión civil y el recurso de casación.

Los artículos que inician los referidos títulos ofrecen las definiciones de estos dos tipos de
recursos. Vemos que el artículo 657 establece que los “recursos ordinarios, a diferencia de
los extraordinarios, están permitidos siempre, a menos que la ley, expresamente lo
prohíba; suspenden, al igual que los plazos para interponerlos, la ejecución de la
sentencia impugnada, a menos que se haya ordenado la ejecución provisional".

De importancia es destacar que el párrafo del citado artículo agrega que cuando esté un
recurso ordinario abierto, no está permitido abrir un recurso extraordinario, con
excepción de la tercería. Este postulado se desprende de las disposiciones vigentes que
rigen en la actualidad los diferentes recursos, pero no se encuentra contenida de manera
expresa en ocasión de ninguno de ellos.

Los artículos 701, 702 y 703 disponen las cuestiones generales sobre los recursos
extraordinarios, estableciendo, una vez más, lo que ya es parte de nuestro sistema
jurídico y que había sido desarrollado ya por la doctrina: que son recursos que no
suspenden la ejecución de la sentencia que se impugna, a menos que la ley así lo
disponga y que sólo estarán abiertos en los casos previstos por la ley, salvo lo que rige
respecto a tal cuestión para la tercería. Finalmente tales artículos establecen que en caso
de que tales recursos adquieran el carácter de dilatorio o abusivo, su autor puede ser
condenado a una multa no menor de diez salarios mínimos mensuales de ley, sin
perjuicio de daños y perjuicios que serán reclamados ante la jurisdicción apoderada del
recurso.

En lo referente a este último aspecto debemos destacar algunos puntos. El primero de


ellos se refiere a que el conocimiento por parte del tribunal apoderado del recurso, de los
daños y perjuicios que se invoquen con motivo de un recurso dilatorio o abusivo, no es
más que la aplicación de las reglas generales que rigen las demandas que, como
demandas reconvencionales, permiten al tribunal que está conociendo de un determinado
asunto, conocer tales pretensiones. En segundo lugar, recordemos que el recurso
extraordinario no suspende la ejecución de la sentencia impugnada, por lo que
entendemos, que serán sólo dilatorios tales recursos, cuando en ellos esté permitido
demandar la suspensión de la sentencia.

La inclusión del recurso de casación en una codificación sistemática, constituye una


innovación práctica, pues, en la actualidad el mismo se encuentra reglamentado en una
ley especial, que ha sido objeto de anotación en este trabajo.
434

El artículo 666 nos ofrece una definición de apelación, similar a las transcritas
precedentemente. El mismo expresa textualmente que "la apelación es una vía de recurso
ejercida por quien alega haber sido lesionado por una sentencia, por ante la jurisdicción
inmediatamente superior que procura reformar, revocar o anular la decisión impugnada".

Artículo 443

(Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1945). El término para apelar es de un
mes tanto en materia civil como en materia comercial. Cuando la sentencia sea
contradictoria por aplicación de los artículos 149 y siguientes, el término se
contará desde el día de la notificación de la sentencia a la persona condenada o a
su representante o en el domicilio del primero.

Cuando la sentencia no sea contradictoria ni se repute contradictoria, el término


se contará desde el día en que la oposición no sea admisible. El intimado podrá,
sin embargo, interponer apelación incidental en cualquier trámite del pleito y aún
cuando hubiese notificado la sentencia sin reserva.

Tabla de Contenido

1. Formas de Apelación.
A. Apelación Principal.
B. Apelación Incidental.
a. Requisitos para su admisibilidad.
C. Relación entre ambas formas de apelaciones.
2. Sentencias susceptibles de ser apeladas.
A. Sentencias inapelables.
3. Personas contra las que se puede interponer el recurso.
4. Personas que pueden interponer el recurso.
5. Plazos.
A. Cuáles son.
B. Punto de Partida.
6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Formas de Apelación.

‘‘Cuando la sentencia contiene pronunciamientos respectivamente favorables y


desfavorables a las diversas partes en causa, cada una de ellas puede, naturalmente,
recurrir en apelación, en la medida en que la sentencia le es adversa’’. (Tavares Hijo,
Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v.III, 4ta. ed., p. 34).

“Considerando, que si bien es cierto lo que alegan las recurrentes de que la Corte a-qua
se encontraba apoderada de otros recursos sobre el mismo asunto, no existe ninguna
disposición legal que imponga al tribunal la obligación de fallar en el orden en que fueron
apoderados los expedientes a su cargo, sobre todo cuando son las partes en esta materia
que motorizan la fijación de los expedientes dependiendo del interés que muestren en los
asuntos que las envuelven”. (Sent SCJ. 6 de Octubre 1999, BJ. 1067, 172-181, cita de
Pichardo, Rafael Luciano. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-2002. n. 46, p. 48)

A. Apelación Principal.
435

‘‘Es la que interpone en primer término una cualquiera de las partes, sea el demandante o
la demandada’’. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale.
t. I, Appel, n. 3, p. 153; Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v.
III, 4ta. ed., p. 34; Valdez G., Jacinto Bdo. 2002. Las Vías de Recursos, 1ra. ed., p. 18).

B. Apelación Incidental.

"Es la que el apelado interpone en respuesta a la apelación principal. (…) Es, pues, una
contraapelación. (...) Frente a una apelación incidental, el juez de la segunda instancia
tiene potestad para reformar todos los puntos decididos por el juez a quo, favorables o
desfavorables a una u otra de las partes’’. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Appel, n. 3, p. 153; Tavares Hijo, Froilan. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil, v.III, 4ta ed., p. 34 - 35; Valdez G., Jacinto Bdo., 2002.
Las Vías de Recursos, 1ra. ed., p. 18).

“Es la que emana del intimado (…)”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil,
t. I, 3ra. ed., p. 300).

“Sin ella, el tribunal de la segunda instancia no estaría llamado a estatuir sino con
respecto a la apelación principal. No podría reformar la sentencia impugnada sino en
favor del apelante”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v. III,
4ta. ed., p. 34).

a. Requisitos para su admisibilidad.

‘‘(...) Tres requisitos son exigidos para que sea admisible la apelación incidental: 1º El
derecho de apelar incidentalmente pertenece únicamente al apelado, que sea el
demandante o el demandado originario. 2º - (…) No puede ser dirigida sino contra el
apelante principal. En consecuencia un apelado no puede apelar incidentalmente contra
otro apelado (...) 3º - (…) Debe ser dirigida precisamente contra la misma sentencia
atacada con la apelación principal, no contra otra sentencia dictada en la misma causa’’.
(Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v. III, 4ta. ed., pp. 36 -
37; Valdez G., Jacinto Bdo., 2002. Las Vías de Recursos, 1ra. ed., p. 18).

“Algunos admiten que también pueden apelar incidentalmente ciertas personas contra las
cuales no fue dirigida la apelación principal, como por ej. el garante condenado en primer
instancia, en caso de que la apelación principal pueda conducir a una agravación de la
condena que le fue impuesta”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal
Civil, v. III, 4ta. ed. p. 36).

C. Relación entre ambas formas de apelaciones.

‘‘Las calificaciones apelación principal, apelación incidental, no se refieren a la


importancia respectiva de esas apelaciones, ni al número o la importancia de los
pronunciamientos impugnadoscon la una o con la otra. La naturaleza principal o
incidental de una apelación es determinada meramente por la prioridad del recurso: es
principal la apelación primeramente interpuesta, es incidental la apelación interpuesta en
segundo término’’. (Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v. III,
4ta. ed., p. 35).

“Considerando, que la apelación incidental tiene eficacia propia con respecto a la


apelación principal, teniendo el carácter que le corresponde simplemente porque es la
segunda en fecha, y no porque tenga un carácter accesorio con la principal (…); que de
ello resulta que no existe contradicción alguna que los jueces a la par que declaren
inadmisible o nula la apelación principal, ponderen y hagan derecho a lo demandado en
436

la apelación incidental, sin incurrir con ella en contradicción alguna, ni violen el derecho
de defensa de su contraparte; (…)”. (Sent SCJ. 1ro. de Julio 1998, BJ. 1052, 29, cita de
Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana, 1988-2002. pp. 409-410; en ese sentido, Sent. SCJ. 1ro de Septiembre 1982,
BJ. 862, 1561, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1997. Recopilación
Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la
República Dominicana. v. X, t. II. p. 77).

‘‘A primera vista, puesto que la apelación incidental es una sola palabra, parecería lógico
decidir que ella tiene invariablemente un carácter accesorio con respecto a la apelación
principal. De aquí resultaría la consecuencia de que, si la apelación principal fuera
irrecibible o nula, la apelación incidental, a falta de base, caería junto con ella. Este
resultado, aparentemente necesario, no es admitido de una manera absoluta. La
ineficacia de la apelación principal conlleva la de la apelación incidental cuando ésta ha
sido interpuesta por una parte que había prestado aquiescencia al fallo desfavorable, o
que apeló incidentalmente después de transcurrido el plazo de la apelación principal. Por
el contrario, se admite que la apelación incidental tiene eficacia propia, no obstante la
inadmisibilidad o la nulidad de la apelación principal, cuando ha sido incoada, dentro del
plazo, por una parte que no ha manifestado ningún propósito de dar aquiescencia al
fallo desfavorable, especialmente cuando el apelado ha interpuesto su recurso incidental
usando las formas prescritas para la apelación principal (…) Se admite que el
desistimiento del apelante principal, no aceptado por su contraparte, no impide a ésta de
interponer apelación incidental contra la sentencia, en cualquier estado de causa.
(Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v. III, 4ta. ed., pp. 69-
70).

“La apelación incidental es independiente de la apelación principal. Puede declararse nula


ésta y declararse admisible la apelación incidental sin entrar en contradicción.
BJ.862.1561”. (Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p.
30).

“. (…) Las soluciones que favorecen la validez de la apelación incidental se justifican


porque, según se ha expuesto, la apelación incoada por el apelado contra el apelante tiene
el carácter de incidental simplemente porque es la segunda en fecha, no porque tenga
verdaderamente un carácter accesorio con respecto a la apelación principal”. (Tavares
Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v. III, 4ta. ed., pp. 69- 70).

2. Sentencias susceptibles de ser apeladas.

‘’… Siendo el derecho a la apelación, como acaba de exponerse, un corolario del principio
del doble grado de jurisdicción, toda sentencia es, en principio apelable, salvo disposición
contraria de la ley. El problema tocante a decidir cuáles son las sentencias apelables y
cuáles no lo son se resuelve, pues: primero en un problema de organización de los
tribunales en tanto que éstos funcionan, según los casos, como tribunales de primer
grado o como tribunales de segundo grado de jurisdicción; segundo, en un problema de
competencia, en tanto que la competencia conferida a los tribunales para estatuir en
primera o en única instancia es determinante de que algunas sentencias sean apelables o
inapelables.” (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t.
I, Appel, n. 9, p. 153; Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v.
III, 4ta. ed. pp. 37 -38; Tavares, Margarita A. 1995. El recurso de apelación.- Principio del
doble grado de jurisdicción.- su carácter. Estudios Jurídicos v. V, n. 2, Mayo – Agosto 1995,
p. 317).

Las sentencias apelables son: 1º, las sentencias definitivas sobre el fondo; 2º, las
sentencias definitivas sobre un incidente, siempre que la sentencia sobre el fondo sea
437

apelable; 3º, las sentencias interlocutorias; 4º, las sentencias provisionales; 5º, las
sentencias preparatorias, pero sólo conjuntamente con la apelación dirigida contra la
sentencia sobre el fondo; 6º, las sentencias en defecto no reputadas contradictorias.
(Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Appel, nn.
11-23, pp. 154-156; Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v. III,
4ta. ed., p. 37-38; Valdez G., Jacinto Bdo. 2002. Las Vías de Recursos, 1ra. ed. p.19).

En principio son susceptibles de apelación, las sentencias de los tribunales de primera


instancia, cual que sea la naturaleza de la demanda sobre la cual estatuye. Así la
apelación es posible, contra las sentencias en materia de acciones personales o reales,
mobiliarias o inmobiliarias, y también sobre cuestiones de estado. Por ejemplo, en
materia de nulidad de matrimonio, de filiación, de divorcio, etc. (Dalloz, Encyclopédie.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Appel, n. 10, p. 153).

“Después de pronunciada la casación de una sentencia puede interponerse apelación


incidental ante el tribunal de envío, lo cual es una consecuencia de la anulación de
aquella sentencia”. (Tavares Hijo, Froilan.1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v. III,
4ta ed., p. 46; Valdez G., Jacinto Bdo. 2002. Las Vías de Recursos, 1ra. ed., p. 20).

“Es apelable la sentencia que ordena el sobreseimiento de la venta y adjudicación del


inmueble embargado hasta tanto se resuelva una acción de nulidad del documento que
sirvió de título al embargo (…)”.(Sent SCJ. 26 de octubre de 1979. BJ.827.2040).

“Si el juez se declara competente y estatuye sobre el fondo del litigio en la misma
sentencia, ésta sólo podría ser impugnada por la vía de la apelación sea respecto del
conjunto de sus disposiciones si es susceptible de apelación, sea la parte del dispositivo
que se refiere a la competencia en el caso de que la decisión sobre el fondo fuere rendida
en primera y última instancia”. (Art. 6 de la Ley 834 del 15 de julio de 1978.)

“Lo que determina si una sentencia es apelable o no, no es el monto de la condenación


pronunciada, sino el monto de la condenación pedida”. (Sent SCJ. 27 de Julio 1948, BJ.
456, 1468, cita de Bergés Chupani, Manuel D. 1957. Diez Años de Jurisprudencia
Dominicana, años 1947-1956. n. 232, p. 91)

Para determinar si un asunto excede o no de la tasa establecida para que un asunto se


conozca en única instancia, es necesario referirse en principio al valor principal del monto
de la demanda; por principal se entiende el capital, los frutos e intereses debidos con
anterioridad a la demanda (pero no aquellos vencidos posteriormente) así como los daños
y perjuicios anteriores o posteriores a la demanda. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Appel, n. 62, p. 161)

A. Sentencias inapelables.

“. (…) Para que una sentencia sea inapelable es necesario que la ley lo disponga
expresamente. Los motivos que deciden al legislador a suprimir la apelación, (...) son de
dos clases: unos están basados en la modicidad de la cuantía del litigio (demanda inferior
a 1000 pesos ante el j. de primera instancia; demanda inferior a 500 pesos ante el j. de
paz); otros tienen su razón de ser en el deseo de evitar dilaciones en algunos
procedimientos de carácter urgente. (Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho
Procesal Civil, v. III, 4ta ed., p. 38-39; Valdez G., Jacinto Bdo. 2002. Las Vías de Recursos,
1ra. ed., p. 19).

“A pesar de que el legislador se inspiró en estos casos en un interés general y en el deseo


de una buena justicia, la supresión del segundo grado de jurisdicción fundamentado en
la modicidad del litigio ha sido fuertemente criticado por una parte de la doctrina
438

francesa, puesto que se considera que por lo menos en estos casos no es justificable la
instancia única: un litigio es asunto de carácter subjetivo, puesto que el monto del litigio
no constituye única y exclusivamente la medida del interés de todos los litigantes. (…)”.
(Tavares, Margarita A. 1995. El recurso de apelación.- Principio del doble grado de
jurisdicción.- su carácter. Estudios Jurídicos v. V, n. 2, Mayo – Agosto 1995, p. 318)

“. (…) Cuando no existe un tribunal de un grado superior al tribunal apoderado, (…) la


sentencia es forzosamente inapelable’’. (Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho
Procesal Civil, v. III, 4ta ed., pp.38- 39).

“No puede apelarse contra una sentencia de adjudicación, porque la sentencia sólo da
acta de la regularidad de la ejecución y el comprador no puede ser accionado como
apelado”. (Sent SCJ. 18 de enero de 1971. BJ.722.123).

“. (…) que el auto del Juez Comisario (…) es de carácter administrativo, de simple
jurisdicción graciosa, que no juzga ni prejuzga nada, ni dirime contestación alguna entre
partes (…) en consecuencia esa actuación no da lugar al recurso de apelación”. (Sent SCJ.
9 de Enero 1987, BJ. 914, 13)

“Es inadmisible el recurso de apelación contra sentencia dictada sobre la demanda


incidental intentada para que se pronuncie la nulidad del embargo, pues el propósito del
Art. 730 del Código de Procedimiento Civil, es el de evitar que tales recursos se
interpongan con fines puramente dilatorios. BJ.777.1521; BJ.914.11 (Headrick, William
C. 2000, Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p. 29).

“. (…) cuando una sentencia del juzgado de primera instancia pronuncia el defecto del
demandante y descarga al demandado de la demanda, no es susceptible del recurso de
apelación porque, (…) el demandante puede interponer una nueva demanda (…)”. (Sent
SCJ. 27 de Enero 1984, BJ. 878, 167-168, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor.
1997. Recopilación Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de
Justicia de la República Dominicana. v. X, t. II. p. 84).

“La Constitución no prohíbe que el legislador dicte leyes adjetivas que establecen que una
sentencia no es susceptible de determinado recurso o de ningún recurso. BJ.I044.306;
BJ.1045.535”. (Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p.
37).

Tampoco se puede interponer el recurso de apelación contra una determinada sentencia


cuando se ha renunciado, expresa o tácitamente al derecho de la apelación. Y es que
cuando la parte que ha sucumbido asiente sin reservas respecto de una sentencia, ésta
adquiere ipso-facto, la autoridad de la cosa juzgada, desde el día de su pronunciamiento.
(Sent SCJ., 15 de octubre de 1996. BJ. 1926).

“La renuncia, en caso de ser válida, debe ser la obra de personas capaces de
comprometerse y debe recaer sobre un litigio en relación a intereses de los cuales el
renunciante tenga libre disposición. Se admite que no se puede renunciar
unilateralmente, antes del inicio del litigio, sino después de dictarse sentencia. Cuando
ya el litigio ha nacido y antes de dictarse sentencia las partes pueden convenir que el
litigio será decidido sin apelación”. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t. I,
9na. ed., p.299).

Las partes tienen la facultad de renunciar al derecho de apelación, aún después de


dictada la sentencia en primera instancia, no solamente absteniéndose voluntariamente
de interponer el recurso de apelación en el plazo impartido por la ley, sino también
mediante un acto positivo, declarándole al juez de primer grado, que no interpondrá el
439

recurso de apelación; o también después de haber interpuesto el recurso de apelación,


desistiendo de este, antes de que intervenga la sentencia. (Dalloz, Encyclopédie. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Appel, n. 27, p. 157)

“Las decisiones de los tribunales en materia disciplinaria no son susceptibles de


apelación. Cas. 29 octubre 1928, Boletín Judicial No. 219, pág. 14”. (Gatón Richiez,
Carlos. 1943. La Jurisprudencia en el República Dominicana, Doctrina y Legislación, 1865-
1938. p. 58)

3. Personas contra las cuales se puede interponer un recurso.

“El apelado o intimado es aquel contra el cual se interpone el recurso de apelación”.


(Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.300).

“Se puede apelar contra todo aquel que en el juicio en primer grado, presentó
conclusiones en contra del ahora apelante. Es decir, contra todo el que, en el primer
grado, fue adversario bien sea como demandante o como demandado o como
interviniente”. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale.
t. I, Appel, n. 331, p. 191; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. I, 3ra. ed.,
p. 300).

“Decidido, que es de principio que el recurso de apelación no puede ser formado sino
contra quien ha obtenido la sentencia de primera instancia. No puede ser intimada en
apelación la persona que ha figurado, ante el Juez de primer grado, como demandada
conjuntamente con el apelante y contra al cual éste no formuló conclusiones o la que no
concluyó contra dicho apelante. Es indispensable a toda apelación que la persona contra
quien se quisiera intentar haya desempeñado el papel de adversario del intimante”. (Sent
SCJ. 30 de Enero 1937, BJ. 318, 25, cita de Gatón Richiez, Carlos. 1943. La
Jurisprudencia en el República Dominicana, Doctrina y Legislación, 1865-1938. p. 61; este
criterio ha sido igualmente establecido, por la jurisprudencia francesa, en ese sentido, Civ.
5 juill. 1852, D. P. 52.1.181).

“El recurso de apelación no puede ser formado sino contra quien ha obtenido ganancia en
primera instancia, y haya desempeñado el papel de adversario del intimante”. (Sent SCJ.
19 de agosto del 2001. BJ.968-970, 1054).

La apelación incidental se dirige contra el apelante principal. (Pérez Méndez, Artagnan.


1986. Procedimiento Civil, t. I, 3ra. ed., p. 300; Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de
Derecho Procesal Civil, v. III, 4ta ed., p. 36).

4. Personas que pueden interponer un recurso.

“El apelante es el que interpone el recurso no importa que en el primer grado haya
figurado como demandante o como demandado o interviniente. La jurisprudencia ha
dicho que la parte demandada que apela una sentencia, se convierte en demandante en
apelación”. (Pérez Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.300).

Pueden apelar, las partes del proceso que dio lugar a una sentencia que es susceptible de
recurso de apelación. (Cabanellas de Torres, Guillermo. Diccionario Jurídico Elemental, 1ra.
ed. p. 24; Pérez Méndez, Artagnan. 1986. Procedimiento Civil, t. I, 3ra. ed., p. 298).

“Los que han figurado como intervinientes pueden apelar”. (Pérez Méndez, Artagnan,
1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.298).
440

No basta haber sido parte en un proceso para tener derecho a interponer el recurso, sino
que es necesario que el fallo objeto del mismo, adopte una decisión contraria a las
pretensiones de la parte recurrente, y no aquellas cuyas pretensiones han sido acogidas
por el juez a-quo. (Sent SCJ. 21 de abril del 1999. BJ.1061, 936).

El recurrente debe tener un interés real y legítimo, pues de lo contrario sería inadmisible
por falta de interés. (Sent SCJ. 9 de mayo del 2001, BJ.1086, 825-826).

“Considerando, que para que una parte pueda ejercer los recursos organizados por la ley
contra las sentencias de los tribunales, es condición indispensable, la de que, quien los
intente, se queje contra una disposición que le perjudique, esto es, que esa parte tenga
un interés, sea cual fuere su cuantía y aún cuando tenga simplemente un carácter moral;
que si tal requisito no se cumple, y ello no ocurre así, cuando el punto motivo del recurso
la beneficia, tal recurso debe ser declarado inadmisible por falta de interés (…)”.(Sent SCJ.
Febrero 1945, BJ. 415, 153, cita de Machado, Pablo A. 1958. La Jurisprudencia
Dominicana en la Era de Trujillo1939-1958. t. I, n. 159. pp. 132-133) La doctrina agrega
además la necesidad de tener calidad y capacidad o poder (Dalloz, Encyclopédie. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Appel, n. 257, p. 184) (Para ampliar
sobre los requisitos de interés, calidad y capacidad, ver anotaciones del artículo 59 del
Código de Procedimiento Civil)

Es inadmisible el recurso de apelación interpuesto por el que no fue parte en primer


grado . (Sent SCJ. 27 de octubre de 1989, BJ.946-947, 1464-1465).

“Sin embargo, los acreedores pueden los acreedores pueden ejercitar todos los derechos y
acciones correspondientes a su deudor, con excepción de los exclusivamente peculiares a
la persona”. (Art. 1166 del Código Civil de la República Dominicana)

El causahabiente, heredero o sucesor de una persona contra la cual se dictó una


sentencia, así como los acreedores respecto de la sentencia condenatoria en contra de su
deudor, pueden apelar (Pérez Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na.
ed., p.298).

El derecho de apelar incidentalmente pertenece únicamente al apelado, que sea el


demandante o el demandado originario. Algunos admiten que también pueden apelar
incidentalmente ciertas personas contra las cuales no fue dirigida la apelación principal,
como por el garante condenado en primera instancia, en caso de que la apelación
principal pueda conducir a una agravación de la condena que le fue impuesta (Tavares
Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v. III, 4ta. ed., p.36).

“La parte a cuyo favor se dictó una sentencia que ordenó un informativo puede apelar
cuando el dispositivo omite mencionarla como la parte que obtuvo dicha medida.
BJ.739.1373”. (Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p.32).

“La carga de probar que el apelante carece de calidad para apelar incumbe al apelado
BJ.833.677, BJ.836.1510”. (Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano,
2da. ed., p.32).

“Considerando, que al no tratarse de condenaciones individuales, sino comunes a ambos


condenados, lo cual hacía que el cumplimiento de uno de ellos en la ejecución de las
obligaciones que les impuso la sentencia, liberaba al otro frente al demandante, el recurso
de apelación que uno de ellos interpusiera contra la referida sentencia, favorecía al otro
demandado, produciendo como efecto que el tribunal apoderado estuviera obligado a
conocer del recurso de apelación contra la sentencia impugnada, sin hacer exclusión de
ninguna de las partes involucradas en dicha sentencia (…)”.(Sent SCJ. 25 de Marzo 1998,
441

BJ. 1048, 578-579, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de
Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. pp. 411-412; en ese sentido,
Sent. SCJ. 18 de Noviembre 1998, BJ. 1056, 471-473, cita de González Canahuate, Dr. L.
Almanzor. 2000. Recopilación Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema
Corte de Justicia de la República Dominicana. v. X, t. IV. pp. 871-872)

5. Plazos para apelar (apelación principal).

A. Cuáles son.

“El plazo para recurrir en apelación es de: un mes para las sentencias de los j. de primera
instancia, tanto en materia civil, como en materia comercial; cinco días, en materia de
recusación; de quince días para las sentencias dictadas en referimiento; y quince para las
sentencias que los j. de paz dicten en las atribuciones que les confiere el art. 1º; de un
mes, para las sentencias del T. De tierras; de treinta días, para las sentencias dictadas
tanto por los j. de primera instancia, como por los j. de paz en materia de accidentes de
trabajo; de un mes, para las sentencias dictadas por los juzgados de trabajo.’’ (Tavares
Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v. III, 4ta. ed., p.41).

“Considerando, que de conformidad a lo que establece el artículo 443 del Código de


Procedimiento Civil, el término para apelar tanto en materia civil como comercial es de un
mes y que en la especie, en razón de su notificación a persona o a domicilio, es franco;
que los plazos de meses se cuentan de fecha a fecha (…)”.(Sent SCJ. 7 de Octubre 1987,
BJ. 923, 1900, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“El plazo para recurrir en apelación no es prorrogable a menos que el interesado no haya
podido actuar a causa de fuerza mayor, considerándose como tal la imposibilidad
material (…)”. (Valdez G., Jacinto Bdo. 2002. Las Vías de Recursos, 1ra. ed., p.21).

“El término para apelar es de un mes en materia civil y comercial y se extiende dos días
más, de modo que, al habérsele notificado la sentencia el 18 de mayo, el plazo se extiende
hasta el 20 de junio, y no se tiene en cuenta el número de días del mes. BJ.1041.34”.
(Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p.38).

El principio de que no se puede apelar cuando ha expirado el plazo de apelación, no se


aplica a la apelación incidental, porque ésta se puede incoar en todo estado de causa
(Pérez Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.304).

“Cuando una parte ha interpuesto apelación fuera del plazo de ley, el juez debe declarar
caduca la apelación, lo cual debe hacer de oficio”. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999.
Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.304).

“Considerando, que aún cuando en realidad la Corte a-qua pronunciara la


inadmisibilidad del recurso de apelación, sin que le fuera pedido, no por ello falló extra
petita en el sentido jurídico de la expresión, sino que acató la obligación que le impone el
articulo (sic) 47 de la Ley No. 834 de 1978, de promover de oficio los medios de
inadmisión cuando tengan un carácter de orden público, en especial, “cuando resulten de
la inobservancia de los plazos en los cuales deben ser ejercidas las vías de recurso”.(Sent
SCJ. 20 de Julio 1984, BJ. 884, 1835-1836, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor.
1997. Recopilación Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de
Justicia de la República Dominicana. v. X, t. II. pp. 88-89)

“Se puede proponer el vencimiento del plazo como causa de inadmisibilidad aún después
de haber celebrado informativos y concluido al fondo. (Art. 45, Ley 834) No se considera
442

que se haya renunciado a este pedimento. BJ.1042.275”. (Headrick, William C. 2000.


Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p.38).

“Si el plazo para apelar vence en día feriado, o un domingo, o un sábado, el recurso puede
interponerse el día hábil siguiente. BJ.703.1335 (reproducido en BJ.737.XVIII); BJ.
710.909; BJ.773.626; BJ.867.371; BJ.963.160”. (Headrick, William C. 2000. Compendio
Jurídico Dominicano, 2da. ed., p.40).

“Si el recurso es interpuesto dentro del plazo a nombre del abogado y no de la parte, este
error material puede enmendarse después de vencido el plazo”. (Headrick, William C.
2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p.40).

“Es de diez días el plazo para interponer el recurso contra sentencias relativas a
demandas en distracción de bienes embargados (Art. 731 C.Pr.Civ.). BJ.846.1063”.
(Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p.38).

B. Punto de partida para los plazos de apelación.

‘’El plazo para intentar el recurso de apelación contra las sentencias definitivas
contradictorias comienza a contarse, en regla general, del día de su notificación a persona
o domicilio (...). Si se trata de sentencias en materia civil pronunciadas por los juzgados
de primera instancia, las cuales deberán ser notificadas a abogado y parte, la notificación
al abogado no es la que sirve de punto de partida al plazo de recurso de apelación, sino la
notificación a la parte misma, aún cuando no la haya precedido la notificación al
abogado. (…) Tratándose de sentencias comerciales, resulta del art. 422 que la
notificación de la sentencia en el domicilio elegido en la audiencia, o a falta de elección de
domicilio, su notificación en la secretaría del tribunal, sirve de punto de partida al plazo
de apelación respecto de las partes no domiciliadas en el distrito del tribunal. (...) El
perdiente puede apelar, lo mismo que ejercer cualquier otro recurso, antes de que se le
notifique la sentencia. (...) Cuando la sentencia contiene puntos de decisión desfavorables
a ambas partes, el plazo del recurso de apelación respecto de cada una de ellas corre a
partir de la notificación que haga diligenciar su respectiva contraparte. Por consiguiente,
cada parte debe hacer notificar la sentencia a su contraria, para hacer correr el plazo de
la apelación, pero cuidando de formular reservas en esa notificación, a fin de que no
pueda ser vistas como aquiescencia implícita a la parte del fallo que le es desfavorable
(Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v. III, 4ta. ed., pp.41-42).

No basta para que empiece a correr el plazo de apelación, que la parte conozca de la
sentencia, por lo que el acto que contenga mención de la sentencia no hace correr el plazo
. (Sent SCJ. 20 de octubre de 1999, BJ.1067, 640).

“. (…) como el acto de notificación de la sentencia de la jurisdicción de primer grado fue


declarado nulo, es obvio que dicho acto no pudo dar apertura al plazo de la apelación; (…)
sólo una notificación regular por acto de alguacil, es que abre el plazo de la apelación; que
como en la especie esa notificación regular no tuvo lugar, es claro que cuando el recurrido
interpuso el recurso de apelación, todavía no había comenzado a correr el plazo
establecido por la Ley para interponerlo (…)”.(Sent SCJ. 18 de Septiembre 1985, BJ. 898,
2329-2330, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1997. Recopilación
Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la
República Dominicana. v. X, t. II. pp. 91-92; en ese mismo sentido, Sent. SCJ. 17 de Febrero
1999, BJ. 1059, 131-132, cita de Subero Isa, Dr. Jorge A. 2002. Una Muestra
Jurisprudencial de 5 años 1997-2001. v. III, t. I, pp. 100-101)

“Cuando se trata de una sentencia en defecto o de una sentencia contradictoria dictada


fuera de la presencia de las partes, la notificación del dispositivo basta para hacer correr
443

el plazo de la apelación”. (Valdez G., Jacinto Bdo.2002. Las Vías de Recursos, 1ra. ed., p.
21; en ese sentido, Sent. SCJ. 3 de Octubre 1956, BJ. 555, 2070-2076, cita de Bergés
Chupani, Manuel D. 1957. Diez Años de Jurisprudencia Dominicana, años 1947-1956. n.
265, p. 104).

“La notificación hecha al abogado de la parte condenada no hace correr el plazo de


apelación. No corre tampoco dicho plazo si la notificación se hace en el domicilio elegido
(…)”. (Cury, Jottin, 1976. Los Recursos, 1ra. ed., p. 74).

“En caso de que la parte a favor de quien se dictó la sentencia no la notifique ¿puede la
parte contraria recurrirla sin tener que aguardar esta notificación? Claro que sí. La Corte
de Casación francesa expresa que la notificación de la sentencia no es constitutiva de
derecho de apelar. Igual criterio ha sustentado, para el recurso de casación, nuestra
Suprema Corte de Justicia”. (Cury, Jottin, 1976. Los Recursos, 1ra. ed., p. 78).

Nada se opone a que una de las partes interponga recurso de apelación sin que le haya
notificado previamente la sentencia o sin haber notificado la sentencia a su contraparte
(Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Appel, n.
491, p. 206; Sent. SCJ. 24 de marzo del 2003, BJ.1060, 138).

“Considerando que, en efecto, por aplicación del principio de que nadie se cierra a sí
mismo una vía de recurso, una parte que ha recurrido en apelación contra una sentencia
que le ha hecho agravio, pero que no le ha sido notificada por la parte que obtuvo
ganancia de causa, puede, si su recurso es descartado por un motivo independiente del
fondo, como una nulidad o fin de no recibir (…) interponer válidamente un nuevo recurso
y emplazar a la otra parte a fines de su conocimiento y fallo ante el tribunal de alzada
(…)”.(Sent SCJ. 22 de Noviembre 1967, BJ. 684, 2249, cita de Machado, Pablo A. 1977.
Jurisprudencia Dominicana 1960-1976. t. I, n. 311, p. 185)

6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Diferente a lo que ocurre en el sistema actual, donde lo referente a las sentencias


susceptibles de apelación es una creación de la jurisprudencia y de la doctrina a partir de
otras disposiciones, el Proyecto dedica una sección a las sentencias que son susceptibles
de apelación. En este sentido, y de manera general, estatuye que la vía de apelación está
abierta contra las sentencias de primer grado en todas las materias, a menos que la ley
disponga lo contrario.

El Proyecto dispone de manera expresa quiénes son las partes en el recurso, en el artículo
676, lo cual no se encuentra contenido en ninguna de las disposiciones objeto de
anotación, y a cuyo tenor, del derecho de apelar es titular toda parte con interés, si no ha
renunciado a dicho recurso. Estos puntos, han sido tratados en las transcripciones
anteriores.

Los artículos 686, 687 y 688, consagran que la renuncia a la apelación puede realizarse
de manera expresa como de manera tácita, mediante la ejecución, sin reservas, de la
sentencia que no es ejecutoria, pero la misma sólo puede ser hecha por las personas
capaces de obligarse y sólo respecto de los asuntos que se refieran a derechos de los
cuales se tiene libre disposición. Dicha renuncia puede operar en cualquier momento
después de que se haya iniciado el litigio, pero la misma no será válida si posteriormente
a ella, otra parte interpone recurso.

Una excepción, al principio expuesto, de que quienes pueden recurrir en apelación son
las personas que fueron partes en el proceso, ocurre en materia graciosa, en la cual,
444

según lo dispone en el párrafo del mismo artículo, el recurso de apelación está abierto a
los terceros, a los que le sea notificada la sentencia.

Se puede dirigir la apelación, conforme al artículo 677, contra quienes hayan sido parte
en el primer grado, con excepción de la materia graciosa, en que la apelación puede ser
válidamente interpuesta aún en ausencia de otras partes.

Lo dispuesto en referencia a la materia graciosa, se justifica en que en la misma los


procesos no están compuestos por dos partes, como es característico en cualquier otra
instancia.

El Proyecto señala, en los artículos 678 y 679, quiénes y contra quiénes se puede apelar
incidentalmente: puede apelar el apelado o cualquier persona que, habiendo sido parte en
primera instancia, no fue demandado en apelación, contra el apelante o los otros
apelados. Estos puntos constituyen aspectos que no están contemplados en la actual
legislación procesal.

La apelación incidental, en virtud de lo que dispone el artículo 679, y a lo que no hace


referencia el Código de Procedimiento Civil actual, puede referirse a la apelación principal
o, incluso, a otra apelación incidental, interpuesta por otro recurrido en apelación. La
misma, puede interponerse, según lo contemplado, en todo estado de causa, como es
sostenido por la doctrina y la jurisprudencia actualmente.

Finalmente, con relación al plazo y el punto de partida del mismo, es necesario destacar
que la parte capital del artículo 443 se mantiene prácticamente intacta en el artículo 667
del Proyecto del Código de Procedimiento Civil, de manera que el punto de partida del
plazo para poder recurrir en apelación las sentencias contradictorias o que se reputen
contradictorias se mantiene de la manera desarrollada precedentemente. Sin embargo,
este último artículo agrega una excepción no contemplada en el articulado dedicado a la
apelación en el actual Código de Procedimiento Civil: que tales sentencias sean dictadas
en presencia de las partes o que ellas estén debidamente citadas para su
pronunciamiento, caso en el que el punto de partida no es otro que el día del
pronunciamiento de la sentencia.

Artículo 444

No serán válidas las apelaciones promovidas fuera de dichos plazos; éstos se


cuentan a todas las partes, salvo su recurso contra quien proceda en derecho. A
los menores de edad no emancipados se les contará el término para apelar, del
día de la notificación de la sentencia al tutor y al pro-tutor, aunque este último no
haya figurado en la causa.

Artículo 445

(Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). Las personas residentes en el
extranjero tendrán para apelar, además del término de un mes, contado desde el
día de la notificación de la sentencia, el señalado para los emplazamientos, en el
artículo 73.

Artículo 446

Las personas ausentes del territorio de la República en servicio del Estado, así
como los marinos ausentes por hallarse navegando, tendrán el término de dos
445

meses, aumentado con el de seis meses, para interponer apelación. Los términos
expresados se contarán del día de la notificación de la sentencia.

Artículo 447

Los términos para interponer apelación, se suspenderán por la muerte del


litigante condenado. Volverán a contarse desde la notificación de la sentencia
hecha como se prescribe en los artículos 61 y 68, en el domicilio de la persona
fallecida. Si la notificación de la sentencia se hiciere cuando no estén vencidos los
términos para la formación de los inventarios y para deliberar acerca de la
herencia, el plazo para interponer apelación se contará entonces desde el
vencimiento de dichos términos. La notificación de la sentencia podrá hacerse a
los herederos colectivamente y sin especificación de nombres y calidades.

Artículo 448

Cuando se pronuncie una sentencia en virtud de un documento falso, el término


para apelar se contará entonces desde el día en que la falsedad se confiese, o que
judicialmente se haya hecho constar. En el caso de que se condene a un litigante
por falta de un documento decisivo, retenido por su adversario, el término para
apelar comenzará el día en que, por medio de prueba escrita, y no de otro modo,
se justifique que el documento retenido fue recuperado.

Artículo 449

(Derogado por el Art. 9 de la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978).

Artículo 450

(Derogado por el Art. 9 de la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978).

Artículo 451

De los fallos preparatorios no podrá apelarse, sino después de la sentencia


definitiva y conjuntamente con la apelación de ésta; y el término para interponer
la apelación de los primeros comenzará a contarse desde el día de la notificación
de la sentencia definitiva; esta apelación es admisible, aunque la sentencia
preparatoria haya sido ejecutada sin reservas. La apelación de las sentencias
interlocutoras y de los fallos que acuerden un pedimento provisional, se podrá
interponer antes de recaer la sentencia definitiva.

Artículo 452

Se reputa sentencia preparatoria, la dictada para la sustanciación de la causa, y


para poner el pleito en estado de recibir fallo definitivo. Sentencia interlocutora
es aquella que un tribunal pronuncia en el discurso de un pleito, antes de
establecer derecho, ordenando prueba, verificación o trámite de sustanciación que
prejuzgue el fondo.

Tabla de Contenido

1. Puntos de partida especiales de los plazos para apelar.


2. Quid de las sentencias previas.
3. Muerte de la parte condenada.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
446

1. Puntos de partida especiales de los plazos para apelar.

Hay cuatro casos en los que el plazo de apelación no tiene como punto de partida la
notificación de la sentencia a la parte condenada: (1) Si se trata de un menor no
emancipado, el plazo de apelación empieza a correr a partir de la notificación de la
sentencia al tutor o protutor aunque éste último no haya figurado en la causa. Esta
disposición es aplicable, por analogía, al interdicto; en cuanto a la persona provista de un
consultor judicial, la jurisprudencia admite que para que el plazo de apelación corra es
preciso notificar la sentencia también al consultor judicial; (2) El caso de que se
pronuncie una sentencia en virtud de un documento falso, en donde el plazo de apelación
comienza a correr a partir del día en que la falsedad se confiese o que judicialmente se
haya hecho constar; (3) El caso en que se condene a un litigante por falta de un
documento decisivo, retenido por su adversario, donde el plazo para interponer el recurso
de apelación comienza a correr a partir del día en que, por medio de prueba escrita, y no
de otro modo, se justifique que el documento requerido fue notificado; (4) Por analogía de
lo que dispone el artículo 488 para el recurso de revisión civil, se admite que cuando una
sentencia ha sido obtenida por dolo, el plazo de apelación comienza a correr a partir de la
fecha en que se descubra tal dolo (Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho
Procesal Civil, v. III, 4ta. ed., pp.44-45).

2. Quid de las sentencias previas.

Tanto la doctrina como la jurisprudencia han propuestos varios sistemas para determinar
si una sentencia es preparatoria o interlocutoria. “El criterio que parece determinante,
consiste en saber si la sentencia prejuzga o no prejuzga el fondo del proceso. Si lo
prejuzga es interlocutoria; pero según el sistema de Japiot, se toma en cuenta el carácter
de los hechos ordenados por el tribunal: si son favorables al éxito de una de las partes, la
sentencia es interlocutoria. Si la prueba de esos hechos puede ser favorable a una u otra
de las partes, la sentencia es meramente preparatoria”. (Ramos Morel, Reynaldo. La
avocación en el Contredit: Diferencias con la avocación en la apelación. Revista de Ciencias
Jurídicas, Tercera época. Octubre 1992. p. 2)

“Las sentencias provisionales y las interlocutorias pueden ser recurridas antes de que
intervenga sentencia definitiva. Las preparatorias, en cambio no pueden ser objeto de
apelación inmediata y separada”. (Cury, Jottin, 1976. Los Recursos, 1ra. ed., p. 78).

“En lo que respecta a las sentencias previas, hay que distinguir, para determinar el punto
de partida del plazo de la apelación, entre las preparatorias, por una parte y las
interlocutorias y las provisionales por la otra parte. El plazo de la apelación contra las
primeras no comienza computarse, de acuerdo a lo prescrito por el art. 451, sino desde el
día de la notificación de la sentencia definitiva, lo cual es correlativo a la otra disposición
del mismo art. 451, según la cual contra ellas no es admitida sino conjuntamente con la
apelación de la sentencia definitiva. En lo que respecta a las sentencias interlocutorias y
provisionales, el punto de partida del plazo de la apelación no es necesariamente el día de
la notificación de la sentencia sobre el fondo, puesto que, según lo dispone el art. 451, la
apelación contra éstas últimas sentencias “se podrá interponer antes de recaer la
sentencia definitiva”. El perdiente puede, pues, o apelar inmediatamente después que se
le notifica la sentencia interlocutoria o provisional, o esperar que empieza a correr el plazo
de la apelación contra la sentencia sobre el fondo, y entonces apelar simultáneamente
contra ambas”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v. III,
4ta. ed., p.44).
447

“. (…) la sentencia de primer grado, evidentemente se limita a ordenar una comunicación


de documentos, entre las partes en causa, razón por la cual resulta incuestionablemente
preparatoria, lo que hacía inadmisible el recurso de apelación contra ella, por ser el
mismo prematuro al no haber intervenido fallo sobre el fondo de la litis (…)”.(Sent SCJ.
1ro. de Abril 1981, BJ. 845, 646, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

(…) al declarar inadmisible el recurso de apelación de la hoy recurrente, por considerar


que el mismo fue interpuesto contra una sentencia preparatoria, hizo una correcta
interpretación de los artículos 451 y 452 del Código de Procedimiento Civil, ya que la
sentencia que ordena la reapertura de los debates, como no prejuzga el fondo, tiene el
carácter de sentencia preparatoria (…) . (Sent SCJ. 27 de Marzo 1981, BJ. 844, 541; Sent.
SCJ. 8 de Agosto 1986, BJ. 909, 1115; Sent. SCJ. 16 de Febrero 2000, BJ. 1071, 133).

“. (…) es una sentencia interlocutoria, ya que en la misma se ordenó una información


testimonial para establecer la prueba de hechos precisos alegados por la demandada y a
la que se opuso el demandante, que al hacerlo así prejuzgó el fondo del litigio (…), al no
reconocerle el juez a-quo el carácter interlocutorio a la sentencia mencionada y declarar
inadmisible el recurso de apelación, se ha violado el artículo 452 del Código de
Procedimiento Civil (…)”.(Sent SCJ. 8 de Junio 1987, BJ. 919, 1050, Cit. Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto)

3. Muerte de la parte condenada.

“. (...) La muerte de la parte condenada, sobrevenida mientras corre el plazo de apelación,


tiene como efecto suspender el curso del plazo; éste vuelve a computarse a partir de la
fecha en que la sentencia sea nuevamente notificada a los herederos del perdiente. Como
la parte gananciosa puede ignorar el domicilio de esos herederos, la ley se limita a exigirle
que esa notificación les sea hecha colectivamente en el domicilio del difunto ‘sin
especificación de nombres y calidades’”. (...) Los herederos disponen (...) de la parte del
plazo que faltaba por transcurrir, puesto que la muerte del causante no ha interrumpido
sino simplemente suspendido el plazo”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho
Procesal Civil, v. III, 4ta. ed., p.45).

Cuando ocurre que el perdiente muere antes de que se le notifique la sentencia, el plazo
de la apelación comienza a computarse a partir de la notificación de la sentencia a cada
heredero individualmente, conforme al derecho común, (Tavares Hijo, Froilan. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil, v. III, 4ta. ed., p.45).

“Considerando que en efecto, de conformidad con lo que dispone el art. 447 del Cód. de
Proc. Civil, (…) [suspensión del plazo para interponer apelación por la muerte del litigante
condenado] la suspensión del plazo se produce de pleno derecho sin que el fallecimiento
haya sido notificado a la parte adversa o aún sea conocido de ella (…)”.(Sent SCJ. 10 de
Marzo 1971, BJ. 724, 667-668, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1997.
Recopilación Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia
de la República Dominicana. v. X, t. II. p. 56)

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Los artículos bajo el número 444, 445, 446, 447 y 448 se mantienen intactos en el
Proyecto, en los artículos 669 y siguientes, guardando, incluso, una fuerte analogía, por
no decir total, semántica y literal.

En lo referente al punto de partida para las sentencias previas, el artículo 674 dispone
que las sentencias que resuelven una parte de lo principal y que ordena una medida de
instrucción o una medida de provisional pueden recurrirse inmediatamente por
448

apelación, así como las sentencias que estatuyen sobre una excepción de procedimiento,
un medio de inadmisión, acoge un sobreseimiento u otro incidente que suspenda o ponga
fin a la instancia.

En adición, el artículo siguiente establece que las demás sentencias no pueden ser objeto
de recurso de apelación independientemente de la sentencia sobre el fondo.

Lo anteriormente expuesto, aún formulado de otra manera, mantiene que las sentencias
interlocutorias y provisionales, pueden ser recurridas en apelación independientemente
del fondo, mientras que las preparatorias, no, como tampoco ninguna otra decisión que
no cae dentro de las limitativamente enumeradas.

Artículo 453

No obsta para la apelación de una sentencia, la calificación en última instancia


dada por los jueces que no tengan facultad sino para resolver el pleito en primera
instancia; más no será admisible la apelación interpuesta en pleito que no pudiese
correr más de una instancia, aun cuando los jueces que dictaren el fallo omitieren
calificarlo, o aun cuando lo calificaren en primera instancia.

Artículo 454

Cuando la apelación verse sobre incompetencia, será admisible, aun cuando la


sentencia que la motive esté calificada en última instancia.

Tabla de Contenido

1. Inadmisión de oficio.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Inadmisión de oficio.

“Cuando la sentencia es dictada en instancia única, los jueces deben declarar de oficio la
inadmisibilidad del recurso”. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na.
ed., p.304).

“Considerando, que cuando la ley suprime la apelación, lo hace por razones de interés
general, y no pueden las partes aun cuando estén de acuerdo, interponer el recurso de
apelación en los casos en que la ley ha dispuesto que deban ser conocidos en instancia
única; que por tanto, el Tribunal de Apelación debe pronunciar de oficio la
inadmisibilidad”.(Sent SCJ. Febrero 1962, BJ. 619, 300, cita de Machado, Pablo A. 1977.
Jurisprudencia Dominicana 1960-1976. t. I, n. 265, pp. 162-163; en ese sentido, Sent. SCJ.
6 de Marzo 2002, BJ. 1096, 125-126, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince
Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 407; y Sent.
SCJ. Febrero 1939, BJ. 343, 104, cita de Machado, Pablo A. 1958. La Jurisprudencia
Dominicana en la Era de Trujillo1939-1958. t. I, n. 249. pp. 196-197)

La recibilidad de la apelación no depende nunca de la calificación en primera o última


instancia dada por el tribunal a su decisión (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Appel, n. 41, p. 159)

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


449

El redactor del Proyecto del Código de Procedimiento Civil, con motivo de las
disposiciones comunes a los recursos, estableció en el artículo 654, que la calificación
inexacta de una sentencia no influye o repercute en la posibilidad o derecho de
interponer recursos en su contra. Es ello generalizar los artículos precedentes.

Artículo 455

Las apelaciones de las sentencias susceptibles de oposición no serán admisibles


durante el término de la oposición.

Tabla de Contenido

1. Convivencia de la Apelación con la Oposición: Derogación de este artículo.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Convivencia de la Apelación con la Oposición: Derogación de este artículo.

“(…) La oposición será admisible contra la sentencia en último recurso dictada por defecto
si el demandado no ha sido citado a persona o si justifica que se ha encontrado en la
imposibilidad de comparecer o de hacerse representar. Ella deberá ser interpuesta en los
quince días de la notificación de la sentencia hecha por el alguacil comisionado por el
Juez”. (Art. 1ro de la Ley 845 del 1978, que notifica el artículo 20 del Código de
Procedimiento Civil).

“A partir de las reformas de la Ley 845 del 1978 la apelación excluye la oposición, es decir
que si la sentencia es susceptible de apelación, el recurso de la oposición está
completamente cerrado. Por ello, la apelación es posible contra las sentencias
contradictorias y reputadas contradictorias”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999.
Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., pp.302- 303).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no consagra la disposición contenida en el


artículo 455 del Código de Procedimiento Civil. En su artículo 637, el Proyecto de Código
establece que: “La oposición será admisible contra las sentencias en última instancia (…)”
por lo que se debe concluir, necesariamente, que cuando se encuentra abierta la vía de
recurso de la oposición, no puede encontrarse abierta la vía de recurso de la apelación.

Artículo 456

El acto de apelación contendrá emplazamiento en los términos de la ley a la


persona intimada, y deberá notificarse a dicha persona o en su domicilio, bajo
pena de nulidad.

Tabla de Contenido

1. Apelación Principal.
A. Cómo se interpone.
B. Requisitos del acto del recurso de apelación.
C. Obligación de depósito del acto contentivo del recurso y de la sentencia.
D. Lugar en que se notifica.
2. Apelación Incidental. Forma.
450

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Apelación Principal.

A. Cómo se interpone.

La apelación se interpone mediante de acto de citación o emplazamiento (Pérez Méndez,


Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p. 287; Tavares Hijo, Froilan. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil, v. III, 4ta. ed., p.46).

El acto de apelación no es un acto extrajudicial, ni un acto de abogado a abogado, ni un


acto de conclusiones, ni una declaración por ante un funcionario (Pérez Pérez Méndez,
Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.304).

“En los siguientes casos y materias la apelación no se interpone mediante citación


notificada al apelado: 1º. En los asuntos en que la demanda es interpuesta mediante
instancia, la apelación es, salvo disposición en sentido contrario, igualmente incoada por
instancia. 2º. En materia de recusación se apela mediante declaración en secretaría de
acuerdo con el artículo 392. 3º. En el proceso de saneamiento inmobiliario el recurso de
apelación “podrá ser interpuesto tanto por medio de acta instrumentada a requerimiento
de la parte interesada, por el Secretario del T. de Tierras, o por el secretario delegado
que actuó en el juicio, como por escrito dirigido a uno y otro de dichos secretarios” en
virtud del art. 123 de la L. de R. de Tierras. En materia laboral la apelación se interpone
mediante escrito depositado en la secretaría de la corte competente; pero puede también
interponerse por declaración de la parte o de su mandatario en la secretaría”. (Tavares
Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v. III, 4ta. ed., p.48).

“No es necesario emplazar en grado de apelación a la parte contraria ni tienen relevancia


las irregularidades del acta de apelación, si esta misma apeló, compareció y concluyó al
fondo, BJ.737.986; BJ.774.998”. (Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano, 2da. ed., p. 34).

La Corte a-qua, para declarar inadmisible el recurso de apelación de la actual recurrente


expresó que el mismo fue interpuesto mediante declaración en la Secretaría de la
Jurisdicción de Primer Grado, en contradicción con lo estatuido por el artículo 456 del
Código de Procedimiento Civil (…), forma de razonar de la Corte que es correcta y se
ajusta estrictamente a las reglas legales que rigen la interposición del recurso de
apelación en materia civil y comercial.(Sent SCJ. 7 de Noviembre 1983, BJ. 876, 3478;
Sent. SCJ. 16 de Marzo 1987, BJ. 916, 464; Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano, 2da. ed., p. 35).

B. Requisitos del acto del recurso de apelación.

El acto contentivo del recurso de apelación, debe contener las enunciaciones propias de
los emplazamientos . (Sent SCJ. 26 de noviembre del 1938, BJ.340, 785; Sent. SCJ. 26 de
Noviembre de 1946, BJ.436, 843). “Debe contener constitución de abogado -Suprema
Corte, 19, diciembre, 1930, BJ.243-245, p. 89-”. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999.
Procedimiento Civil, t.I, 9na.. ed., p. 287). (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Appel, n. 359, p. 194)

“(..) debe contener, pues, las enunciaciones propias de los actos de emplazamiento en
materia civil (...), aunque se trate de apelación materia comercial, o en materia de
451

referimiento, o de apelación de sentencia del j. de paz”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996,


Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., pp. 46-47).

Debe indicar, clara y precisamente, la sentencia contra la cual se apela, lo cual,


generalmente se hace mediante la transcripción del dispositivo de ésta en el acto. (Pérez
Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t.I, 9na. ed., p. 288; Tavares Hijo, Froilan.
1996, Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., p. 47).

“De no individualizar convenientemente la sentencia afectada, el acto de apelación podría


ser declarado nulo por no contener la enunciación del objeto de la demanda. La ley no
exige, por el contrario, que el acto de apelación contenga los motivos. (…) Estos medios
deberán ser presentados en audiencia mediante conclusiones motivadas de conformidad
con lo dispuesto por los art. 77 y 78 mod. por la L. 845 de 1978”. (Tavares Hijo, Froilan.
1996, Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., p. 47).

“(…) la ley no exige que dicho acto [el de apelación] sea motivado, ya que con el fin de
detener la ejecución del fallo, es necesario que el acto de apelación contenga la indicación
de la decisión impugnada de una manera precisa, de modo que el intimado no tenga
ninguna incertidumbre en cuanto a esta decisión, pues, de otra manera, el acto de
apelación seria (sic) nulo por no indicar el objeto de la demanda (…) si bien el acto de
apelación no contiene los motivos en que se funda el recurso, en el mismo se encuentra
copiado el dispositivo de la sentencia apelada, lo que era suficiente para que el intimado
supiera en que consistía la disconformidad del intimante (…)”. (Sent SCJ. 26 de Noviembre
1993, BJ.996.1091, Cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1997. Recopilación
Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la
República Dominicana. v. X, t. II. pp. 106-107)

“El artículo 462, que establecía la obligación a cargo del apelante de notificar los agravios
a la sentencia apelada en los asuntos ordinarios antes de la audiencia, y al intimado de
contestar éstos en la octava fue implícitamente derogado por el art. 9 de la L. 845 citada,
que a su vez derogó expresamente la L. 1015 de 1935”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996,
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., p. 47).

Siendo un acto de alguacil debe contener: la fecha, que indicará si se realizó dentro del
plazo; los nombres y generales del apelante y del intimado, sin embargo, respecto de éste
último basta con el nombre, apellido y domicilio; las menciones del ministerial actuante;
constitución de abogado por parte del apelante y la elección del domicilio; el plazo de
comparecencia; las menciones de la persona con la cual el alguacil habló y la calidad bajo
la cual recibió el acto; la firma del alguacil, en el original y copias. Debe someterse a las
formalidades de registro, y de tratarse de personas domiciliadas en el extranjero o en
domicilio desconocido, el Procurador General de la corte debe visar el original. (Dalloz,
Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Appel, nn. 374-429,
p. 195-201; Pérez Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., pp.305-
306).

“. (…) la Corte a-qua pronunció la nulidad de los actos en cuestión en base a que los
mismos contenían una mención errónea del domicilio de la persona a quien iban
dirigidos; que efectivamente, la indicación errada del domicilio del destinatario en un acto
que debe ser notificado en el extranjero, es suficiente para privar a éste de toda eficacia
jurídica si, como ocurrió en la especie, el acto no llega a manos del interesado (…)”. (Sent
SCJ. 18 de Septiembre 1985, BJ. 898, 2329, Cita por Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto).

“(…) el demandado, emplazado a un término mayor que el que la ley establece, puede, si
no quiere aprovecharse de la situación de favor que ese término le crea, perseguir la
452

audiencia al vencimiento del plazo legal, sin tener que esperar al vencimiento del plazo
que le ha acordado el demandante (…)”.(Sent SCJ. 10 de Octubre 1955, BJ. 543, 2148-
2156, cita de Bergés Chupani, Manuel D. 1957. Diez Años de Jurisprudencia Dominicana,
años 1947-1956. n. 276, p. 108).

Es irregular el acto contentivo del recurso de apelación si se ha hecho a fecha fija, pero tal
irregularidad se puede cubrir si se respeta el plazo de la octava más el aumento en razón
de la materia . (Sent SCJ. 10 de octubre de 1955, BJ. 543, 2148).

“(…) en el acto de apelación notificado (…) se le citó para que compareciera a día fijo, (…) y
no en el plazo de la octava de la ley; en esas condiciones, los abogados (…) podían
constituirse (…) en esa audiencia, sin necesidad de un acto previo de abogado a abogado,
habida cuenta, por otra parte que el plazo de la octava para constituir abogado no es
fatal, lo que permite a la parte intimada constituir abogado hasta el momento de la
audiencia.” . (Sent SCJ. 30 de Septiembre 1954, BJ. 530, 1963, cita de Bergés Chupani,
Manuel D. 1957. Diez Años de Jurisprudencia Dominicana, años 1947-1956. n. 205, p. 81).

“El acto de apelación no tiene que ser motivado. Sin embargo, en lo que respecta a la
apelación de los incidentes del embargo inmobiliario, ver el artículo 732 del Código de
Procedimiento Civil.” (Cury, Jottin, 1976. Los Recursos, 1ra. ed., p. 78).

“No es necesario que el acto de apelación contenga los motivos en que se funda el recurso
BJ.996.1093”. (Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed.,
p.34).

“La ley no obliga al apelante a motivar su recurso, lo que puede hacer posteriormente en
audiencia mediante conclusiones. BJ. 1052.49”. (Headrick, William C. 2000. Compendio
Jurídico Dominicano, 2da. ed., p. 37).

“(…) en la instancia de apelación, (…) las partes en litigio pueden proponer en apoyo de su
recurso o de su defensa contra el mismo todos los medios jurídicos de su interés, así
como acentuar todo efecto jurídico de documentos o comprobaciones que figuren ya en el
proceso; (…)”.(Sent SCJ. 2 de Mayo 1973, BJ. 750, 1105-1106, cita de González
Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1997. Recopilación Jurisprudencial Integrada de las
Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana. v. X, t. II. pp. 61-
62).

“Las formalidades requeridas por la ley para interponer los recursos son sustanciales, y
no pueden ser sustituidas por otras, (...) la inobservancia de las mismas se sancionan con
la nulidad del recurso”.(Sent SCJ. 24 de agosto del 1990, BJ.956-958, 889).

Cuando el acto contentivo del recurso está viciado de irregularidades, y la parte recurrida
se defiende, se aplica la máxima no hay nulidad sin agravio, pues no se ha violado el
derecho de defensa . (Sent SCJ. 27 de enero 1999, BJ.1058. p. 85).

Es deber del tribunal de segundo grado, sobre todo cuando examina cuestiones que
conciernen al orden público, determinar la regularidad o no del recurso, antes de
examinar el fondo . (Sent SCJ., 18 de diciembre 1997, BJ.1045, 305).

“(…) que es de principio que, cuando los tribunales declaran inadmisible un recurso, por
razones de forma o de plazo, no pueden tocar el fondo del recurso ni disponer ninguna
medida que se relacione con el fondo (…)”. (Sent SCJ. 8 de Abril 1970, BJ. 713, 669-670,
cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1997. Recopilación Jurisprudencial Integrada
de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana. v. X, t. II. p.
54).
453

Ver: Art. 61 en lo referente a los requisitos del emplazamiento.

Ver: Art. 732 en lo referente a los requisitos del recurso de apelación de las sentencias
que decidan sobre embargo inmobiliario.

C. Obligación de depósito del acto contentivo del recurso y de la sentencia.

“(…) si el intimado solicita a los jueces de la alzada, la confirmación del fallo apelado que
había decidido el fondo del asunto, si dichos jueces advierten que el apelante no ha
depositado en el expediente el acto de apelación no deben rechazar la referida apelación
por esa causa, ya que como el intimado ha concluido al fondo del asunto ha admitido
implícitamente que existe el acto de apelación; y si dicho intimado no ha pedido la
inadmisión del recurso, es claro que dicho recurso no debió ser rechazado por esa causa
(…)”.(Sent SCJ. 20 de Febrero 1987, BJ. 915, 280, cita de González Canahuate, Dr. L.
Almanzor. 1997. Recopilación Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema
Corte de Justicia de la República Dominicana. v. X, t. II. p. 92).

Al declarar de oficio la inadmisión del recurso de apelación por no haber depositado el


apelante la sentencia apelada, debió ponderar la Cámara a-qua el hecho de que la parte
intimada había constituido abogado, promovido la fijación de audiencia para el
conocimiento del recurso y había concluido al fondo; que esta conducta procesal debió ser
ponderada por la Cámara a-qua, pues la misma equivale a un reconocimiento implícito de
la existencia de la sentencia apelada . (Sent SCJ. 2 de Abril 1986, BJ. 905, 231; Sent. SCJ.
13 de Mayo 1992, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1997. Recopilación
Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la
República Dominicana. v. X, t. II. p. 103).

“El hecho de que el recurrido se pronuncie sobre el recurso de apelación, no exime al


apelante de la obligación del depósito de dicho recurso y de la sentencia impugnada, pues
para el tribunal decidir sobre el mismo es imprescindible el análisis y ponderación de
tales documentos, para determinar si los agravios imputados eran ciertos . (Sent SCJ. 11
de agosto del 1998, BJ.1053, 257).

El no depósito del acto contentivo del recurso por ante el tribunal de alzada conlleva la
inadmisibilidad de la apelación . (Sent SCJ. 10 de febrero de 1999, BJ.1059, 498).

El no depósito de la sentencia impugnada y del recurso de apelación conlleva la


inadmisibilidad de la demanda, ya que los actos y documentos procesales no se
presumen, por el que el hecho de que la parte apelante formule conclusiones sobre el
fondo del alegado recurso, no implica la existencia del mismo, pudiendo el tribunal
declarar de oficio la inadmisión . (Sent SCJ. 4 de octubre del 2000, BJ.1079, 26-27).

D. Lugar en que se notifica.

El mismo artículo 456 del Código de Procedimiento Civil establece que el acto contentivo
del recurso de apelación debe ser notificado en la persona o en el domicilio real de la
parte recurrida (Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.III, 4ta.ed., pp.47- 48).

“Esto es una consecuencia de que el recurso de apelación inicia una nueva instancia, por
lo tanto, esa notificación no puede hacerse en el domicilio elegido del apelado en el
contrato que ha dado nacimiento al proceso, o en los actos posteriores a la sentencia
impugnada, como por ej. En la notificación de ésta. Excepcionalmente, el art. 584
permite notificar la apelación en el domicilio elegido en el mandamiento de pago tendiente
454

a embargo ejecutivo”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.III, 4ta.ed., pp. 47-48).

“El acta de emplazamiento debe ser notificado en la persona o en el domicilio del intimado
a pena de nulidad (Art. 456 C. Pr. Civ.) Esta formalidad es sustancial y no puede ser
sustituida por la notificación al abogado. Su inobservancia se sanciona con la inadmisión
del recurso independientemente de que haya lesionado el derecho de defensa de la parte
que lo invoca. BJ.916.465; BJ. 905.453; BJ.957.889; BJ.839.2259; BJ.I055.78”.
(Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p. 34; en ese
sentido, Sent. SCJ. 30 de Abril 1986, BJ. 905, 453; Rennes, 12 mai 1893, D. P. 93.2.351;
Grenoble, 4 nov. 1904, D. P. 1906.2.277).

La notificación de un recurso contra un menor, debe notificarse a su representante legal,


es decir, en principio, al tutor; así mismo, la dirigida contra un individuo provisto de un
consejo judicial, debe ser notificada al mismo tiempo al incapaz y al consejero (Dalloz,
Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Appel, nn. 434-435,
p. 201).

“El recurso fue notificado al abogado y no a la parte y fue declarado nulo. La


inobservancia de las formalidades para poner los recursos conlleva su inadmisibilidad,
independientemente de que haya causado o no un agravio al derecho de defensa.
BJ.889.3326; BJ.905.453; BJ.916.465; BJ.957.889: BJ.764.1853”. (Headrick, William C.
2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p. 34).

“Aun cuando la notificación del acto de apelación al intimado o en su domicilio sea una
formalidad sustancial o de orden público, la parte que invoque la irregularidad debe
probar el agravio que ésta le cause haber recibido la notificación en el despacho de su
abogado. No se trata de una irregularidad de fondo que puede ser acogida sin que el que
la invoque tenga que justificar un agravio o ser suscitada de oficio. Se casa la sentencia
que declaró inadmisible el recurso de apelación sin que la parte recurrida haya probado el
agravio que le causara dicha irregularidad. BJ.983.1275 BJ.983.1278”. (Headrick, William
C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p. 34).

“(…) si bien de una manera general la apelación debe ser notificada al intimado
personalmente o en su domicilio, el voto de la Ley queda cumplido cuando se notifica la
apelación, y se emplaza a esos fines, en el domicilio elegido por la parte demandante que
ha resultado gananciosa en primera instancia (…); pues la solución contraria (…)
conduciría a desvirtuar la utilidad que tiene para las partes la necesidad de hacer
elección de domicilio (…)”. (Sent SCJ. 5 de Julio 1974, BJ. 764, 1853-1854, cita de
González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1997. Recopilación Jurisprudencial Integrada de las
Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana. v. X, t. II. pp. 64-
65).

“(… ) Una decisión de la Suprema Corte de Justicia sostiene que es válida la notificación
del acto de apelación en el domicilio elegido en primera instancia por la parte que es
intimada en apelación. Semejante apreciación no es correcta (…)”. (Cury, Jottin, 1976. Los
Recursos, 1ra. ed., p. 76).

“Considerando, que la notificación del acto de apelación en el estudio de los abogados


constituidos por el intimado, en primer grado, constituye una irregularidad de forma,
sancionada con la nulidad del mismo; que aún cuando la notificación de dicho acto al
intimado, personalmente o en su domicilio, sea una formalidad sustancial o de orden
público, la parte que invoque su incumplimiento, debe probar el agravio que éste le cause;
que no se trata de una irregularidad de fondo de un acto de procedimiento ni de un medio
de inadmisión, que puedan ser acogidos, sin que el que los invoque tenga que justificar
455

un agravio, o ser suscitados de oficio cuando tenga un carácter de orden público”.(Sent


SCJ. 30 de Octubre 1992, BJ.983.1272, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor.
1997. Recopilación Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de
Justicia de la República Dominicana. v. X, t. II. pp. 83 y 105; Sent. SCJ. 24 de Junio 1998,
BJ 1051, v. I, pp. 141-148; Sent. SCJ. 14 de Marzo 1999)

“El acto de apelación y citación debe notificarse a una sociedad en su domicilio social; el
emplazamiento hecho al abogado que la patrocinó ante el Juez de primer grado es nulo.
BJ.751.1597”. (Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p.
34).

“Que es de principio que cuando en un recurso de apelación hay varios recurridos y uno
de ellos comparece a defenderse porque el emplazamiento a él notificado es regular, la
defensa que haga en su beneficio aprovecha, si se trata de un caso indivisible, a los otros
emplazados, aún cuando el emplazamiento hecho a estos últimos adolezca de alguna
irregularidad”.(Sent SCJ. 25 de Marzo 1998, BJ. 1048, 109, cita de Biaggi Lama, Juan
Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-
2002. p. 412)

2. Apelación incidental. Forma.

“La ley no prescribe ninguna forma particular para la apelación incidental, como lo hace
para la apelación principal (...). El apelado puede, por lo tanto, apelar incidentalmente o
mediante notificación de alguacil, o por acto de abogado”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996,
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., pp.48- 49).

“La apelación incidental no está sujeta a un plazo predeterminado. El apelado podrá


intentar apelación cualquier trámite del pleito, esto en cualquier estado de la causa, pero
necesariamente antes de cerrarse los debates”. (Valdez G., Jacinto Bdo. 2002. Las Vías de
Recursos, 1ra. ed., p. 19 - 20).

“En interés de la rapidez, de la economía y de la concentración del proceso, la ley ha


dispensado el recurso de apelación incidental de los requisitos de forma y de plazos
impuestos a la apelación principal; pero no ha entendido con ello despojar a la primera de
sus efectos propios, frente a una apelación principal irrecibible viciada de nulidad’’.
(Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed.,
p. 70).

“La apelación incidental no tiene que ser notificada al recurrido”.(Sent SCJ. 15 de Junio
1983, BJ. 871, 1550).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Artículo 643 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil establece que: “Por ante el
tribunal de segundo grado se aplicará el mismo procedimiento establecido por este Código
para el Tribunal de Primera Instancia, con las particularidades y limitaciones propias en
cada recurso.” El procedimiento establecido para los Tribunales de Primera Instancia, se
encuentra recogido entre los artículos 596 y 642 del Proyecto.

Artículo 457

Tienen efecto suspensivo las apelaciones de las sentencias definitivas o


interlocutoras que, en los casos autorizados, no se declaren con ejecución
provisional. La ejecución de las sentencias indebidamente calificadas en última
456

instancia no podrá suspenderse sino en virtud de fallo del tribunal ante el cual se
apele, obtenido en audiencia en justicia por el apelante, con emplazamiento a
breve término del intimado. En cuanto a los fallos no calificados en primera
instancia, dictados por los jueces a quienes correspondiere la facultad de
pronunciarlos en última instancia, los tribunales ante los cuales se apele de ellos,
podrán decretar la ejecución provisional de los mismos en audiencia en justicia y
en virtud de simple acto.

Artículo 458

(Los artículos 458, 459 y 460 fueron derogados y sustituidos por los Arts. 137 y
139 ambos inclusive de la Ley No. 834 del 15 de julio de 1978).

Artículo 459

(Los artículos 458, 459 y 460 fueron derogados y sustituidos por los Arts. 137 y
139 ambos inclusive de la Ley No. 834 del 15 de julio de 1978).

Artículo 460

(Los artículos 458, 459 y 460 fueron derogados y sustituidos por los Arts. 137 y
139 ambos inclusive de la Ley No. 834 del 15 de julio de 1978).

Artículo 461

Toda apelación aún de sentencia recaída en causa sustanciada por escrito se verá
en audiencia en justicia, pudiendo el tribunal de la apelación ordenar que la
sustanciación sea por escrito

Tabla de Contenido

1. Efectos de la Apelación Principal.


A. Efecto Suspensivo.
a. En qué consiste.
b. Excepción al efecto suspensivo: la ejecución provisional.
1) Suspensión de la ejecución provisional.
B. Efecto Devolutivo.
a. En qué consiste.
b. En relación al juez de primer grado.
c. En relación al juez de segundo grado.
2. Efectos de la Apelación Incidental.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Efectos de la Apelación Principal.

A. Efecto Suspensivo.

a. En qué consiste.

“Como la apelación es una vía ordinaria, tiene un efecto suspensivo, es decir, la


interposición del recurso implica la suspensión de la ejecución de la sentencia impugnada
por medio del recurso de apelación”. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure
457

Civile et Commerciale. t. I, Appel, n. 589, p. 213; Pérez Méndez, Artagnan, 1999.


Procedimiento Civil, t.I, 9na.. ed., p. 289).

“El efecto suspensivo se produce por el plazo mismo del recurso: la apelación interpuesta
dentro del plazo prolonga el efecto suspensivo”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta..ed., p. 49).

El recurso de apelación es suspensivo de la sentencia aunque tal recurso sea tardío o


inadmisible. (Sent SCJ. 26 de mayo de 1949, BJ.466, 403).

“El art. 457, así como (...) la Ley 834, no prohíben sino los actos de ejecución; por
consiguiente, la parte gananciosa puede practicar actos conservatorios, como por ej. la
inscripción o el registro de la hipoteca judicial”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., p. 50).

“La apelación, legítimamente interpuesta, dice Escriche, suspende la jurisdicción del juez
de primer instancia (…)”. (Caballenas de Torres, Guillermo, Diccionario Jurídico Elemental,
Editorial Heliasta, Buenos Aires, Argentina, (no tiene ni año ni número de edición, p.24).

b. Excepción al efecto suspensivo: la ejecución provisional.

El efecto suspensivo del recurso de apelación no opera cuando el tribunal ha ordenado la


ejecución provisional de su sentencia”. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Appel, n. 597, p. 214; Pérez Méndez, Artagnan, 1999.
Procedimiento Civil, t.I, 9na.. ed., p. 289; Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., p. 50).

Ver: Anotaciones realizadas en este código a los artículos 113, 114, 127, 128, 129, 130,
131, de la Ley 834, sobre el referimiento

1) Suspensión de la ejecución provisional.

“(...) Cuando el juez del primer grado ha prescrito la ejecución provisional de su sentencia
ésta solo podrá ser suspendida por el presidente del tribunal de alzada, estatuyendo en
referimiento, con motivo de un recurso de apelación en los siguientes casos: 1º, si está
prohibida por la ley; 2º, si hay riesgo de que entrañe consecuencias manifiestamente
excesivas; 3º, en los casos de sentencias impropiamente consideradas en última
instancia”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.III, 4ta.ed., p. 51).

En lo referente a los poderes del juez en la apreciación de la procedencia y oportunidad de


la suspensión, se entiende que el criterio no estará sujeto necesariamente a la existencia
de la urgencia o del peligro de la demora. (Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., p. 52).

“Considerando, que como se advierte por lo anteriormente expuesto, el citado texto legal
[artículo 457 del Código de Procedimiento Civil] atribuye efecto suspensivo al recurso de
apelación, cuando está dirigido contra una sentencia cuya ejecución provisional no ha
sido ordenada; que cuando esa ejecución es pronunciada, la apelación no produce su
efecto suspensivo, aún cuando la disposición referente a la ejecución provisional sea
improcedente; que en este caso, el efecto suspensivo tiene lugar a partir de la fecha de la
demanda en suspensión de la ejecución (…)”. (Sent SCJ. 3 de Julio 1985, BJ. 896, 1567,
Cit. Por Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

B. Efecto devolutivo.
458

a. En qué cosiste.

“Que la apelación tiene efecto devolutivo quiere decir que el asunto es conocido por el
segundo grado en la misma extensión que lo fue en primer grado (…)”. (Pérez Méndez,
Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t.I, 9na. ed., p. 290).

“En razón del efecto devolutivo del recurso de apelación, el proceso pasa o es
transportado íntegramente del tribunal de primer grado al tribunal del segundo grado (...)
De donde resulta que se encuentra apoderado del conocimiento de todas las cuestiones
de hecho y de derecho que fueron debatidas ante el juez a quo”. (Tavares Hijo, Froilan.
1996, Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta. ed., p. 53; Valdez G.,
Jacinto Bdo. 2002. Las Vías de Recursos, 1ra. ed., p. 21).

“La apelación legítimamente interpuesta, (…) devuelve o transfiere la causa al juez o


tribunal superior”. (Caballenas de Torres, Guillermo, Diccionario Jurídico Elemental, p.24).

Por el efecto devolutivo del recurso de apelación, el asunto debe ser juzgado nuevamente
con toda su extensión. (Sent SCJ. 22 de julio de 1998, BJ.1052, 884).

“No hay efecto devolutivo cuando el juez de primer grado se limita a declarar su
incompetencia y el del segundo grado confirma dicha decisión”. (Pérez Méndez, Artagnan,
1999. Procedimiento Civil, t.I, 9na.. ed., p. 291).

“Por el efecto devolutivo de la apelación los Jueces son apoderados en las mismas
condiciones que los Jueces de primer grado, sin más limitaciones que las que resultan del
recurso mismo. BJ.748.562; BJ.749.1064; BJ.751.1514; BJ.827.1990; BJ.968.759;
BJ.988.262; BJ.1049.81; BJ. 1054.94; BJ.1054.136; BJ.1056.24; BJ.1057.244”.
(Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p. 33).

Los jueces de la apelación no están apoderados más que en la medida en que la apelación
es interpuesta: tantum devolutum quantum appellatum; son los términos del acto de
apelación que fijan los parámetros de la apelación y determinan si es total o parcial. (Soc.
5 juill. 1951, Bull. Civ., no. 542, p. 386; Com. 23 juill. 1951, ibid, no. 249, p. 189).

b. En relación al juez de primer grado.

“... con la pronunciación de la sentencia el juez de la primera instancia queda


desapoderado del proceso. El desapoderamiento no se produce cuando se trata de
sentencia previa o de sentencia condicional. Hay que reservar también la posibilidad, en
ciertos casos, de que el tribunal sea apoderado de una demanda en interpretación no en
corrección de la sentencia. (...) Todas estas posibilidades desaparecen desde el momento
en que la sentencia es motivo de un recurso de apelación. Los poderes de modificar las
sentencias provisionales y condicionales, de interpretar y corregir toda clase de
sentencias, quedan de pleno derecho atribuidos, por el acto de apelación, exclusivamente
al tribunal del segundo grado. (Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., pp. 53- 54).

El juez del primer grado queda desapoderado con el pronunciamiento de la sentencia (…)
Este desapoderamiento se encuentra reforzado si se ha interpuesto un recurso de
apelación en razón de que el recurso apodera automáticamente a la jurisdicción de
apelación. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t.I, 9na.. ed., pp. 290-291).

c. En relación al juez del segundo grado.


459

“Por el solo hecho del recurso, el juez de segundo grado queda apoderado”. (Pérez Méndez,
Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t.I, 9na.. ed., p. 290).

El apoderamiento de la jurisdicción de apelación, que es de carácter imperativo, se


impone al tribunal de apelación. (Pérez Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil,
t. I, 9na. ed., p.291).

“(…) que como corolario de la obligación que le corresponde de resolver todo lo


concerniente al proceso en las mismas condiciones que el juez de primer grado, el
tribunal del segundo grado no puede limitar su decisión a revocar la sentencia de aquél, y
a desapoderarse del asunto y devolverlo al mismo o a otro tribunal; (…)”. (Sent SCJ. 3 de
Septiembre 1998, BJ. 1054, 90-96, cita de Pichardo, Rafael Luciano. 2002. Un Lustro de
Jurisprudencia Civil, 1997-2002. n. 34, p. 35; Sent. SCJ. 31 de Julio 2002, BJ. 1100, 202-
203).

“(…) cuando el fallo apelado ha estatuido sobre el fondo del proceso, el Juez del Segundo
Grado, está de pleno derecho apoderado del fondo por el efecto devolutivo de la apelación;
y conoce de la contestación como Juez ordinario, y la retiene en toda su universalidad,
porque el primer juez ha agotado su jurisdicción; (…)”.(Sent SCJ. 17 de Octubre 1979, BJ.
827, 1989-1990, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1997. Recopilación
Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la
República Dominicana. v. X, t. II. p. 73).

“Que el recurso de apelación contra una Sentencia definitiva sobre un incidente o contra
una Sentencia interlocutoria, apodera al Juez de segundo grado, quien debe decidirlo, en
toda su extensión, según sea el caso, de conformidad con el alcance y la amplitud del
efecto devolutivo de la apelación; que la Corte a-qua, al pronunciarse sobre la medida de
instrucción solicitada, en el sentido de dejar la solución a la decisión del Juez de primer
grado, ha desconocido el efecto devolutivo de la apelación (…)”. (Sent SCJ. 3 de Julio 1991,
BJ. 968-970, 759, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia
de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 403).

“Ante el tribunal apoderado de la apelación vuelven a ser discutidas las mismas


cuestiones de hecho y de derecho presentadas ante el juez a quo, salvo que el recurso
tenga un alcance limitado (…) El tribunal de la alzada procede a un nuevo examen del
asunto, en hecho y en derecho, y lo decide por medio de una sentencia que puede
confirmar la sentencia impugnada, o, por el contrario, anularla por vicio de forma y
sustituirla por otra, o reformarla total o parcialmente. Por otra parte, el tribunal de
segundo grado tiene a su disposición los mismos poderes que el juez de primer grado para
prescribir la la causa, pudiendo instruir para ese efecto las medidas de instrucción que
creyere necesarias. De acuerdo con la jurisprudencia francesa, el juez de la apelación
puede tomar en consideración hechos sobrevenidos en el curso de la instancia y después
de la demanda, siempre que no modifiquen la sentencia primitiva o no introduzcan
puntos que no hubieran sido sometidos a primera instancia”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996,
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., p. 54).

“Puede ordenarse un experticio médico en apelación. BJ.784.403”. (Headrick, William C.


2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p. 30).

“Considerando, que la comparecencia personal de las partes y otras medidas de


instrucción, cuando se trata de una Corte de Apelación, las mismas pueden efectuarse
ante uno de sus miembros, debidamente comisionado para tales fines, quien interrogará
a las partes en presencia de sus defensores y de otras personas, si fuere menester, y
luego levantará el acta correspondiente que firmarán las partes interrogadas, si no
rehusaren hacerlo, para luego dar a conocer al tribunal todo lo ocurrido a fin de que este
460

continúe el conocimiento del expediente, sin embargo, en el caso de la especie, el juez


comisionado, extralimitándose de sus verdaderas atribuciones, ordenó que la parte
intimada, presente en la celebración de la medida de instrucción y en ausencia de la parte
apelante, concluyera al fondo, con lo cual, al excederse en sus poderes el juez
comisionado, la sentencia así rendida no puede tener ninguna consecuencia, por estar
afectada de una nulidad radical y absoluta”. (Sent SCJ. 11 de Marzo 1998, BJ. 1048, 82,
Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto)

“El examen del fallo impugnado aparte de otros documentos de la causa, pone de
manifiesto que la Corte a-qua para dictarlo, se fundó en las declaraciones de la testigo;
que, aunque dadas por ante la jurisdicción de primer grado, fueron leídas como se
consigna en la correspondiente acta en una de las audiencias efectuadas por la Corte a-
qua; pudiendo éstas, por lo tanto, hacer uso de dicha declaración al formar su convicción
sobre los hechos de la causa (…)”. (Sent SCJ. 25 de Febrero 1981, BJ. 843, 296, Cit.
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

Sin embargo, “los Jueces de alzada no están obligados a oír a los testigos cuyas
declaraciones, prestadas en pr. in., figuran en el expediente. Si ordenan una nueva
audición, los Jueces pueden después contentarse con la lectura de esas declaraciones, si
no es posible citar a los testigos. BJ.748.640; BJ.723.313; BJ.802.1613; BJ.843.286;
BJ.849.2022; BJ.892.542”. (Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano,
2da. ed., p. 30).

“Todos los asuntos de hecho y de derecho se pueden plantear de nuevo, ante el juez de
segundo grado”. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t.I, 9na.. ed., p. 290).

“(…) es de principio, como consecuencia del efecto devolutivo de la apelación, que un


tribunal de segundo grado, cuando confirma la sentencia dictada en primer grado, no
tiene necesariamente que ponderar los motivos que sirvieron de base a dicho fallo; que la
apelación capacita al tribunal de segundo grado a proceder a un nuevo examen del caso,
en hecho y en derecho y le otorga amplios poderes para ordenar las medidas que crea
necesarias para la instrucción del proceso, pudiendo decidir el caso en base a los hechos
y motivos deducidos de su propia instrucción (…)”.(Sent SCJ. 19 de Marzo 1993, BJ.988-
262, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1997. Recopilación Jurisprudencial
Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana. v.
X, t. II. pp. 105-106)

“Los tribunales de apelación son jueces del fondo y de la forma y deben mantener las
reglas del orden judicial al mismo tiempo que los principio y la justicia y corregir las
irregularidades que los primeros jueces han podido cometer –Sup. Corte, 25, Septiembre,
1867, cit. Por Carlos Gatón Richiez, ob cit. Vº Apelación Civil no. 41, p.50-”. (Pérez
Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t.I, 9na.. ed., p. 290).

“Considerando, que es de principio que el recurso de apelación no puede agravar la


situación procesal de la parte que lo ejerce, por lo que al imponer condenaciones
adicionales a las impuestas por la sentencia recurrida, el Tribunal a-quo dictó una
sentencia carente de base legal, por lo que la misma debe ser casada”. (Sent SCJ. 18 de
Noviembre 1998, BJ. 1056, 502-503, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 2000.
Recopilación Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia
de la República Dominicana. v. X, t. IV. pp. 872-873).

2. Efectos de la Apelación Incidental.

“La apelación incidental produce los mismo efectos que la apelación principal: efecto
suspensivo, efecto devolutivo. Pero no los produce en la medida en que el apelante
461

incidental ha impugnado la sentencia. (Valdez G., Jacinto Bdo. 2002. Las Vías de
Recursos, 1ra. ed., p. 19).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Debemos remitirnos, en primer lugar, a la disposición citada del Proyecto del Código de
Procedimiento Civil, expuesta en ocasión del título que encabeza a los artículos referentes
a la apelación, que dispone que los recursos ordinarios tienen un efecto suspensivo y un
efecto devolutivo.

El artículo 689 del Proyecto dispone que el recurso de apelación, al igual que el plazo para
interponerlo, suspende la ejecución de la sentencia que está siendo impugnada, a menos
que respecto de la misma se haya ordenado su ejecución provisional. Lo referente a que el
plazo de la apelación, igual que el recurso, tiene un efecto suspendido, no está contenido
en el actual Código de Procedimiento Civil, sino que, se aplicar en virtud de leyes
especiales que establecieron tal aspecto.

El efecto devolutivo, tal y como lo conocemos, por efecto de las creaciones


jurisprudenciales y doctrinarias, se encuentra previsto en el artículo 690 del Proyecto.

Artículo 462

El apelante, en la octava de la constitución de abogado por el intimado, notificará


a éste los agravios contra la sentencia apelada. El intimado los contestará en la
octava siguiente. La audiencia en justicia se promoverá sin necesidad de otros
trámites. (Véase el Art. 9 de la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978 en apéndice No.
2, que deroga la Ley 1015 del 11 de octubre de 1935, referente al procedimiento
ordinario, sustituido por las disposiciones de los Arts. 77 y 78 modificados por
dicha ley 845).

Artículo 463

Las apelaciones de las sentencias recaídas en asuntos sumarios, se verán en


audiencia en justicia, en virtud de simple acto y sin necesidad de más
procedimientos. Igual sustanciación se dará a las apelaciones de las sentencias
en que el intimado no comparezca en juicio.

Tabla de Contenido

1. Procedimiento post acto de recurso de apelación.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Procedimiento post acto de recurso de apelación.

“El artículo 462 pide que el apelante, en la octava de la constitución de abogado por el
intimado, notifique a éste sus agravios contra la sentencia. La ley no le exige que el
intimado en apelación después de la constitución de abogado notifique sus defensas, en
razón de que, como el acto de apelación no tiene, necesariamente, que ser motivado dicho
intimado ignora los agravios del apelante contra decisión atacada”. (Cury, Jottin, 1976.
Los Recursos, 1ra. ed., p. 80).
462

“El hecho de que el apelado no haya notificado sus defensas sólo significa que no puede
perseguir la fijación de audiencia. No conduce a la nulidad del acto recordatorio que le es
notificado por el apelante. BJ.722.130”. (Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico
Dominicano, 2da. ed., p. 37).

“El art. 462, que establecía la obligación a cargo del apelante de notificar los agravios a la
sentencia apelada en los asuntos ordinarios antes de la audiencia, y al intimado de
contestar éstos en la octava fue implícitamente derogado por el art. 9 de la L. 845 citada,
que a su vez derogó expresamente la L. 1015 de 1935”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996,
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., p. 47)

Ver: anotaciones realizadas a los artículos 77 y 78 del Código de Procedimiento Civil.

“(…) el apelante no se presentó a concluir al fondo y su defecto debe ser considerado como
un desistimiento implícito de su apelación; y los jueces al fallar deben limitarse a
pronunciar el descargo sin examinar el fondo del asunto, si el recurrido pide el descargo
puro y simple de la apelación (…)” . (Sent SCJ. 8 de Febrero 1988, BJ. 927, 139; Sent.
SCJ. 26 de Febrero 1988, BJ. 927, 258; Sent. SCJ. 4 de Marzo 1988, BJ. 928, 301; Sent.
SCJ. 26 de Febrero 1991, BJ. 962-964, 177, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002.
Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. pp. 394-
395; Sent. SCJ. 30 de Septiembre 1991, Sentencia #42)

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones objeto de anotación, no son tratadas por el Proyecto de Código


Procedimiento Civil.

Artículo 464

No podrá establecerse nueva demanda en grado de apelación, a menos que se


trate en ella de compensación, o que la nueva demanda se produzca como medio
de defensa en la acción principal. Los litigantes en la segunda instancia podrán
reclamar intereses, réditos, alquileres y otros accesorios, vencidos desde la
sentencia de primera instancia, así como los daños y perjuicios experimentados
desde entonces.

Artículo 465

Las nuevas demandas autorizadas por el artículo precedente, así como las
excepciones del intimado, no se presentarán sino por simple escrito, motivado en
derecho. Igual trámite se cumplirá cuando los litigantes cambien o modifiquen sus
conclusiones precedentes. El escrito en que se produzcan los medios de defensa o
excepciones alegadas en la primera o en la segunda instancia, no causarán
honorarios en favor de quien los presente. Por el escritor en el que, junto con la
reproducción de lo anteriormente alegado, se usen nuevos medios de defensa o se
propongan otras excepciones, se cobrará la parte mejorada o aumentada de la
defensa.

Tabla de Contenido

1. Alteraciones al efecto devolutivo.


A. Apelación limitada.
B. Demandas nuevas en apelación.
a. En qué consisten.
463

b. Casos en que son permitidas.


c. Sanción a la prohibición.
C. La avocación. En qué consiste
D. Quid de los medios nuevos.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Alteraciones al efecto devolutivo.

A. Apelación limitada.

“El apelante puede, en el acto de apelación, restringirla a algunos puntos de la sentencia.


Esto ocurre cuando una misma sentencia contiene puntos de decisión respectivamente
favorables y desfavorables a cada una de las partes: en este caso, cada una de ellas tiene
interés en impugnar la sentencia solamente en tanto cuanto desestime sus pretensiones”.
(Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed.,
pp.55- 56).

“Tiene aplicación entre nosotros el adagio latino (…) solo es devuelto lo que ha sido
apelado”. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t.I, 9na. ed., p. 291).

“(…) El efecto devolutivo será total o parcial según la apelación sea total o que se limite de
un modo expreso a algunas de las disposiciones de la sentencia. (…)”. (Tavares Hijo,
Froilan. 1996, Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., p. 56).

“(…) El juez de segundo grado, frente al recurso de apelación interpuesto por una sola de
las partes, no puede reformar la sentencia objeto de la apelación sino únicamente en
provecho del apelante. Para que el apelado pueda obtener, en lo que le concierne, la
modificación de la sentencia, es preciso que a su vez interponga un recurso de apelación
incidental. Apoderadas de ambas, el tribunal del segundo grado se encuentra en actitud
de conocer el proceso en su totalidad”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., pp. 56-57).

“(…) Considerando, que es de principio que cuando en un recurso de apelación el


apelante cuida de limitar expresamente su recurso a los puntos de la sentencia que le son
desfavorables, el tribunal de segundo grado no puede fallar sino respecto a los puntos de
la sentencia impugnada sobre las cuales se haya interpuesto expresamente la apelación;
que al estatuir la Corte a-que (…) sobre cosas no pedidas (…) incurrió en el vicio de extra-
petita (…)”. (Sent SCJ. 10 de Octubre 2001, BJ. 1091, 162-167, cita de Pichardo, Rafael
Luciano. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-2002. n. 42, p. 45).

“(…) la Corte a qua no podía considerarse apoderada más allá del interés de los apelantes,
manifestado por medio de conclusiones formales, las cuales delimitaban su
apoderamiento, ya que el interés es la medida de las acciones (…)”. (Sent SCJ. Noviembre
1968, BJ. --, 2499, cita de Machado, Pablo A. 1977. Jurisprudencia Dominicana 1960-1976.
t. I, n. 266, p. 163).

B. Demandas nuevas en apelación.

a. En qué consisten.

“Las demandas nuevas son, en principio, prohibidas en el proceso de la primera


instancia, tanto al demandante, como al demandado. La regla es aplicada para la
segunda instancia. (...) Su principal motivo, aparentemente del de la necesidad de que el
464

proceso no sea ampliado, es que, con la demanda nueva, se vulnera el principio del doble
grado de jurisdicción, que es de orden público, eludiendo el primer grado al llevar por
primera vez ante el juez del segundo grado el conocimiento de cuestiones que no fueron
sometidas al juez de la primera instancia”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., pp.57-58).

“La inmutabilidad del litigio debe permanecer no obstante el efecto devolutivo que
produce el recurso de apelación. (…) Las partes no pueden someter en segundo grado
pretensiones nuevas”. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t.I, 9na. ed., p.
292).

“Es de principio que cuando en un recurso de apelación el apelante cuida de limitar


expresamente su recurso a los puntos de la sentencia que le son desfavorables, el
tribunal de segundo grado no puede fallar sino respecto a los puntos de la sentencia
impugnada sobre los cuales se haya interpuesto recurso de apelación (…)”. (Sent SCJ.,
1ro. de agosto 2001, BJ. No. 1089, 60).

Existe demanda nueva cuando en grado de apelación se opera un cambio en la persona


de los sujetos del proceso o cuando opera un cambio en cuanto al objeto del litigio. (Pérez
Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t.I, 9na.. ed., p. 299; Tavares Hijo, Froilan.
1996, Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., pp. 58- 59).

“No es demanda nueva un cambio en los fundamentos jurídicos o un simple cambio de


causa o motivos”. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t.I, 9na.. ed., p. 293).

“. (…) debe tenerse siempre por demanda nueva no sólo el caso del cambio del objeto de la
demanda sino el cambio en la causa o fundamento jurídico de la misma (…)”. (Sent SCJ.
26 de Marzo 1971, BJ. 724, 854, cita de Machado, Pablo A. 1977. Jurisprudencia
Dominicana 1960-1976. t. I, n. 319, p. 190).

“La apelación dirigida contra la sentencia definitiva no implica apelación contra la


sentencia interlocutoria”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.III, 4ta.ed., p. 57).

“Considerando, que, lo que prohíbe el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil son
las demandas nuevas en apelación, y aun ello con determinadas excepciones, pero no la
presentación de medios nuevos de defensa, tanto de parte de los demandados como de los
demandantes”. (Sent SCJ. 9 de Febrero 1972, BJ. 735, 252, cita de Machado, Pablo A.
1977. Jurisprudencia Dominicana 1960-1976. t. I, n. 322, p. 191).

“El artículo 464 del Código de Procedimiento Civil sólo prohíbe en principio, presentar
demandas nuevas en apelación, que sin embargo, las partes pueden alegar hechos
nuevos, producir documentos y solicitar que se prescriban nuevas medidas de
instrucción; que al rechazar la solicitud de información testimonial de la apelante (…); la
Corte a-qua le negó el derecho que tiene toda parte a ser diligente en apelación, a fin de
que sean corregidos los errores cometidos en su perjuicio en la jurisdicción de primer
grado, lo cual constituye un atentado al derecho de defensa”.(Sent SCJ. 16 de Noviembre
1981, BJ. 852, 2651, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

b. Cuándo son permitidas.

“La parte, sea la apelante o a la apelada, que en el primer grado de jurisdicción figuró
como demandada, puede incoar en grado de apelación dos clases de demandas nuevas.
1ª, pueden intentar las demandas que tiendan a oponer la compensación judicial, sin
distinguir si el crédito que trata de oponer en compensación es inferior, igual o superior al
465

crédito de su contraparte (…). 2ª, puede intentar las demandas que sirvan de defensa a la
acción del demandante originario”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., pp.59- 60).

“La circunstancia de que esta reclamación haya sido hecha en la Cámara a-qua como
tribunal de apelación, no constituye una violación al principio del doble grado de
jurisdicción, puesto que, conforme al artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, las
demandas reconvencionales que están formadas como un medio de defensa, pueden
producirse en grado de apelación, sin que por ello constituya una violación al enunciado
principio”. (Sent SCJ. Abril 1983, BJ. 869, 1162).

“Ambas partes, apelante y apelada, pueden en la segunda instancia formar dos categorías
de demandas nuevas. 1ª. (…) (las) que tienden a reclamar intereses, réditos, alquileres y
otros accesorios vencidos desde la sentencia de primera instancia.2ª. (…) las que tiendan
a obtener indemnizaciones por los perjuicios experimentados después de la sentencia del
juez a quo”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.III, 4ta.ed., p. 60).

Son permitidas las pretensiones nuevas, cuando éstas están destinadas a asuntos
nacidos de la intervención de un tercero. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento
Civil, t.I, 9na.. ed., p. 293).

No existe demanda nueva si trata de una demanda fundada en la causa original. (Pérez
Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t.I, 9na.. ed., p. 294).

c. Sanción a la prohibición.

La prohibición de demandas nuevas en apelación, es una prohibición que entraña una


competencia relativa. Con consentimiento de partes, el tribunal de apelación puede
conocer sobre las demandas nuevas, lo que no da lugar a casación, pues es una
prohibición de interés privado. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t.I,
9na.. ed., p. 294).

C. La Avocación.

La avocación, prevista en el artículo 473 del Código de Procedimiento Civil, constituye


una derogación a la regla general según la cual en el segundo grado de jurisdicción el
proceso es conocido en las mismas condiciones y con la misma extensión que en la
primera instancia”. (Tavares Hijo, Froilan. 2002, Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.III, 4ta.ed., p. 62; Sent. SCJ. 30 de mayo del 2001, BJ.1086, 151-152).

Ver: Art. 473 en lo referente a la las generalidades de la avocación.

D. Quid de los medios nuevos.

“Si la ley por las razones anteriormente indicadas, prohíbe las demandas nuevas, en
grado de apelación nada impide que las partes puedan, en cambio fundamentar con
medios nuevos las demandas propuestas ante el juez a quo. (…) Ambas partes pueden, en
grado de apelación, alegar hechos nuevos, producir nuevos títulos; solicitar que se
prescriban nuevas medidas de instrucción”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996, Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.III, 4ta.ed., p. 61).

En apelación se pueden presentar argumentos nuevos (Pérez Méndez, Artagnan, 1999.


Procedimiento Civil, t.I, 9na. ed., p. 292).
466

“Considerando que es de principio la admisibilidad de medios nuevos en apelación; que el


pedimento a que se refieren los recurrentes (…), no era sino la reiteración de sus
conclusiones fundamentales de defensa en la presente litis, aprovechando la aparición de
una nueva ley acerca de la materia en debate para el apoyo de ese pedimento; que, por
tanto, en la especie se trataba de la presentación de un medio nuevo admisible en
apelación (…)”. (Sent SCJ. 22 de Noviembre 1956, BJ. 556, 2423, cita de Machado, Pablo
A. 1958. La Jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo1939-1958. t. I, n. 251. p. 198).

El artículo 464 permite las demandas nuevas en apelación, cuando tengan por objeto la
compensación o cuando se produzcan como medio de defensa al fondo; cuando el crédito
que invoca el demandado en una demanda reconvencional, no es líquido, los jueces
tienen facultad para pronunciar la compensación judicial y hasta condenar por el
sobrante; para esto, la ley no exige conexidad entre las deudas; la Corte, al declarar
inadmisible la demanda reconvencional, ha violado las disposiciones del artículo 464 del
Código de Procedimiento Civil . (Sent SCJ. 16 Noviembre 1954, BJ. 532, 2308, cita de
Machado, Pablo A. 1958. La Jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo1939-1958. t.
I, n. 252. pp. 198-199).

“La Corte de Ap. puede formar su convicción en base a la declaración de un testigo, aún
cuando ese testigo no hubiera declarado sobre ese punto en pr. in. BJ.764.2074”.
(Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p. 30).

“Ante la Corte de Apelación pueden plantearse por primera vez nuevos medios de defensa.
En ese caso debe casarse la sentencia de apelación que, sin contestar el medio nuevo,
adoptó los medios de la jurisdicción de primer grado. BJ.873.2123”. (Headrick, William C.
2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p. 37).

“El Art. 464 C. Pr. Civ no prohíbe que en apelación el demandante haga valer un medio
nuevo a favor de su demanda (...) BJ.735.252”. (Headrick, William C. 2000. Compendio
Jurídico Dominicano, 2da. ed., p. 38).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Lo que desarrollamos como apelación limitada, fue previsto por el redactor del Proyecto de
Código de Procedimiento Civil, lo que no es desarrollado en el actual código, a la luz del
primero, el tribunal de segundo grado sólo estará apoderado, y por tanto sólo podrá
conocer, de los puntos que hayan sido impugnados en el recurso de apelación.

La posibilidad de medios nuevos en apelación se prevé en el Proyecto, lo que no fue


tratado por el legislador dominicano en el actual código.

La prohibición de demandas nuevas se mantiene en el Proyecto del Código de


Procedimiento Civil, con la diferencia de que se dispone en el mismo otra excepción a tal
prohibición: es el caso de que éstas tiendan a “hacer juzgar asuntos nacidos por la
intervención de un tercero o a la supervivencia o revelación de un hecho”.

Se establece una aclaración, que ya ha sido hecha por la doctrina, en los artículos 694 y
695, según los cuales no son demandas nuevas cuando las mismas busquen a los
mismos fines que los sometidos al juez de primer instancia, aún cuando haya diferencia
en el fundamento jurídico, como tampoco serán demandas nuevas las que aclaren
pretensiones virtualmente comprendidas en las demandas y defensas sometidas a la
jurisdicción del primer grado.

Las disposiciones del artículo 465 del actual Código de Procedimiento Civil se encuentran
establecidas en el artículo 697 del Proyecto de Código; sin embargo, el Proyecto no prevé
467

lo establecido en la parte in fine del actual artículo 465, que establece que: “El escrito en
que se reproduzcan los medios de defensa o excepciones alegadas en la primera o en la
segunda instancia, no causarán honorarios en favor de quien los presente. Por el escritor
en el que, junto con la reproducción de lo anteriormente alegado, se usen nuevos medios
de defensa o se propongan otras excepciones, se cobrará la parte mejorada o aumentada
de la defensa.”

Artículo 466

La intervención será admisible cuando el que la intente pueda, con derecho,


deducir la tercería.

Tabla de Contenido

1. La intervención en grado de apelación.


A. La intervención voluntaria.
B. La intervención forzosa.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. La intervención en grado de apelación.

A. La intervención voluntaria.

Puede intervenir en grado de apelación, únicamente las personas que puedan intentar un
recurso de tercería contra la sentencia que termina un proceso. Esta restricción a la
facultad de intervenir se explica en que la intervención incoada por ante los jueces de
segundo grado, tiende a que se juzguen las pretensiones del interviniente por primera vez
en apelación, sin haber sido conocidas por los jueces del primer grado. (Tavares Hijo,
Froilan, 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, vol. II, 4ta.ed., p.297).

“El artículo 466 aparece en el código en el título de las apelaciones, por lo que se
interpreta de modo restrictivo. Es lamentable la existencia de un texto con ese contenido.
La justificación al contenido del artículo 466 es que al operarse la intervención en
segundo grado, se estaría violando el segundo grado y consecuentemente el derecho de
defensa de la contraparte, pero, ¿quién se la buscó?”. (Pérez Méndez, Artagnan, 1997.
Procedimiento Civil, t. II, 2da. ed., pp.187-188).

“Considerando, que al tenor del artículo 466 del Código de Procedimiento Civil, podrán
intervenir en grado de apelación todos aquéllos que justifiquen un interés; Considerando
que el interés exigido por ese artículo es apreciado soberanamente por los jueces del
fondo”. (Sent SCJ. 19 de Junio 1968, BJ. 691, 1272, cita de Machado, Pablo A. 1977.
Jurisprudencia Dominicana 1960-1976. t. I, n. 313, pp. 186-187).

B. Intervención forzosa.

“Es controvertida la cuestión de saber si la intervención forzosa es admisible en grado de


apelación. Contra su posibilidad se aduce que tal demanda en este caso priva a la parte
demandada del beneficio del doble grado de jurisdicción; sin embargo, por interpretación
del art. 466 se admite generalmente la afirmativa respecto de aquellas personas que
pueden atacar la sentencia por medio de un recurso de tercería, salvo si se trata del caso
particular de una demanda incidental en garantía”. (Tavares Hijo, Froilan, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil, vol. II, 8va. ed., p.302).
468

Para que una persona pueda ser llamada en intervención forzosa, ésta debe reunir las
condiciones requeridas para que dicha persona pueda interponer el recurso de tercería
contra la sentencia que intervenga, pues, es necesario que la sentencia pueda ocasionarle
un perjuicio. (Sent SCJ.11 de octubre de 1971, BJ.731, 2871).

Ver: Art. 474 referentes a las personas que pueden interponer la tercería.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 466 difiere de lo dispuesto en el Proyecto, en donde en los artículos 684 y 685
se establece que para intervenir voluntariamente en grado de apelación es requisito único
tener interés, para poder ser llamado en intervención en grado de apelación, es sólo
necesario que la evolución del litigio así lo requiera.

Así, no se supedita la intervención en el segundo grado de jurisdicción a que se cumplan


con las exigencias intrínsecas a la tercería.

Artículo 467

En el caso de dos o más opiniones entre los jueces, los que sustenten la que cuente
menor número de votos se unirán a la sostenida por el mayor número de jueces.

Artículo 468

En caso de empate, en la Suprema Corte, se llamará al presidente o a uno de los


jueces del tribunal de primera instancia, si no hubieren intervenido en el pleito.
En el caso en que todos los jueces hubieren conocido de la causa, se llamará para
intervenir en la sentencia a uno de los abogados con estudio abierto; y el asunto
será nuevamente discutido u otra vez relacionado, si se tratare de causa
sustanciada por escrito. (Véase el Art. 164 de la Ley de Organización Judicial No..
821 del 21 de noviembre de 1927, modificado por la Ley 294 del 1ro. de junio de
1940, y la Ley 684 del 24 de mayo de 1934).

Artículo 469

La perención, en causa de apelación tendrá, por efecto dar a la sentencia apelada


la autoridad de la cosa juzgada.

Tabla de Contenido

1. Sentencia en grado de apelación.


2. Efecto de la Perención de la Instancia de Apelación.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Sentencia en grado de apelación.

La decisión rendida por los jueces en grado de apelación recibe el nombre de sentencia, y
éstos no tienen que utilizar ninguna formula sacramental, por lo que pueden utilizar los
términos confirmar e infirmar, ya que lo esencial es que el sentido de la decisión sea
incuestionable. Cuando el recurso sea regular en la forma, pero mal fundamentado en
cuanto al fondo, la corte confirma la sentencia y reenvía la ejecución al tribunal que la ha
rendido; en caso de infirmación total, la ejecución de la sentencia, corresponde al tribunal
469

del segundo grado. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et


Commerciale. t. I, Appel, nn. 686-691, p. 218)

“Considerando, que la Corte a-qua expresa en su sentencia que adoptaba los motivos de
la sentencia de Primera Instancia al estimar que el Juez había hecho una correcta
apreciación de los hechos y que dicha sentencia contenía motivos suficientes; que cuando
el tribunal de apelación confirma, como en la especie, la sentencia de Primera Instancia,
puede hacerlo adoptando los motivos de la sentencia apelada, lo que debe manifestar así
en su fallo (…)”. (Sent SCJ. 29 de Abril 1988, BJ. 929, 593)

“En principio, las sentencias dictadas por los Tribunales de Apelación son de ejecución
inmediata, en materia privada, la cual sólo puede ser suspendida tras el ejercicio del
correspondiente recurso de casación, por auto en tal sentido de la Suprema Corte de
Justicia, en virtud de lo dispuesto por el artículo 12 de la Ley Sobre Procedimiento de
Casación”. (Sent SCJ. 14 de Marzo 1986, BJ. 904, 106)

2. Efecto de la Perención de la Instancia de Apelación.

La perención que opera en apelación tiene como efecto que la sentencia objeto del recurso
adquiera la autoridad de la cosa juzgada, de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 469; es
evidente en los casos en que, al momento de ser incoada la demanda en perención, ha
transcurrido el plazo abierto para la apelación. Pero la norma del 469 significa también
que el recurso de apelación no puede ser reiterado aún cuando, en el momento de
producirse el incidente de la perención, ese recurso fuera todavía posible. Por lo tanto, la
perención en el segundo grado de jurisdicción no solo extingue el procedimiento, sino que
también extingue el mismo derecho de apelar. (Tavares Hijo, Froilan, 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil, vol. II, 4ta ed., pp.354-355).

“Considerando que, tal como lo ha juzgado la corte a-qua, es al demandado en justicia,


solamente a quien corresponde pedir la perención de la instancia pues la expiración de
tres años sin persecución alguna no hace presumir el desistimiento sino de parte del
demandante; que en apelación es el intimado quien representa el papel de demandado, y
quien tiene, en consecuencia, el derecho de invocar la perención, aun si él hubiera sido
demandante en primera instancia (…)”. (Sent SCJ. 27 de Julio 1987, BJ. 920, 1353, Cita.
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La perención de la instancia de apelación no fue tratada en el Proyecto en ocasión del


recurso de apelación sino en ocasión de la perención, para tales fines nos referimos al
título XXII del Libro Segundo del código, donde tales puntos han sido desarrollados.

Artículo 470

Las demás reglas establecidas para los tribunales inferiores serán observadas en
la Suprema Corte de Justicia. (Véase el artículo 164 de la Ley de Organización
Judicial No. 821 del 21 de noviembre de 1927, modificado por la Ley 294 de
1940).

Ver: Art. 164 de la Ley de Organización Judicial no. 821 del 21 de noviembre de 1927,
modificado por la Ley 924 de 1940.

Artículo 471
470

(Derogado por el Art. Unico de la Ley No. 1077 del 17 de marzo de 1936).

Artículo 472

La ejecución de una sentencia confirmada, corresponderá al tribunal que la dictó


en primera instancia. La ejecución, entre las mismas partes, de una sentencia
revocada, corresponderá al tribunal que resolvió la apelación, o a otro tribunal
que se designe en la sentencia revocatoria; salvo los casos de demandas en
nulidad de prisión, expropiación forzosa, o para los que la ley haya determinado
jurisdicción.

Artículo 473

Cuando haya apelación de sentencia interlocutoria, si ésta se revoca y el pleito se


hallare en estado de recibir sentencia definitiva, los tribunales que conozcan de la
apelación podrán a la vez y por un solo fallo resolver el fondo. Podrán también
hacerlo, cuando por nulidad de procedimiento u otra causa, revoquen las
sentencias definitivas del inferior.

Tabla de Contenido

1. En qué consiste la avocación.


2. Naturaleza jurídica de la avocación.
3. Sentencias susceptibles de la facultad de avocación.
A. Sentencia interlocutoria.
B. Sentencia definitiva sobre un incidente.
C. Sentencia sobre excepciones de incompetencia.
4. Condiciones para el ejercicio de la facultad de avocación.
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. En qué consiste la avocación.

“Es una facultad que pertenece al juez o corte de segundo grado, apoderado de la
apelación de sentencias rendidas en primer grado, que le permite estatuir sobre el litigio,
es decir, sobre la apelación y sobre el fondo del proceso, por medio de una sola y misma
decisión”. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t.I, 9na. ed., p. 294).

La facultad de avocación es la conferida a los tribunales de segundo grado, en ciertos


casos y bajo determinadas condiciones, para resolver sobre el fondo del proceso estando
apoderados de la sentencia en que el juez de primer grado decidió sobre un incidente.
Existe en dos casos previsto por el Código de Procedimiento Civil, y en dos casos previstos
por la L. 834 de 1978. (Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil,
v.III, 4ta. ed., pp. 62-63).

Constituye una excepción al principio del doble grado de jurisdicción, en razón de que el
fondo del proceso, respecto del cual no se ha pronunciado un juez de primer grado, podrá
ser decidido en instancia única por el juez del segundo grado. Y constituye una excepción
al principio según el cual el juez de segunda instancia es apoderado de la apelación en la
medida en que el recurso es interpuesto. (Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de
Derecho Procesal Civil, v.III, 4ta. ed., p. 65).

2. Naturaleza jurídica de la avocación.


471

Tiene un carácter excepcional, por lo que no puede ser ejercida fuera de los casos
previstos por la ley. “No es una obligación para el tribunal de la segunda instancia, sino
solamente una facultad, que él puede usar aunque las partes se opongan”. (Tavares Hijo,
Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v.III, 4ta. ed., p. 65).

La avocación es una facultad del tribunal, por lo que, en los casos que hacen uso de esa
facultad, no están obligados de dar motivos, a menos que de antemano las partes se
opongan a la misma por alguna razón jurídica. (Sent SCJ., 09 de octubre del 1991, BJ.
971-973, 1407).

3. Sentencias susceptibles de avocación.

“Cuando el Juez a-quo juzga el fondo del asunto definitivamente, la Corte de Apelación
está amparada del conocimiento del caso en virtud del efecto devolutivo y no tiene
facultad para la avocación del fondo. Corte de Apelación de Santo Domingo, Sentencia
Comercial No. 1, abril 27 de 1926. Compárese Suprema Corte de Justicia, 20 abril 1904,
Gaceta Oficial 1542”. (Gatón Richiez, Carlos. 1943. La Jurisprudencia en el República
Dominicana, Doctrina y Legislación, 1865-1938. p. 54).

A. Sentencias Interlocutorias.

Cuando hay apelación de sentencia interlocutoria, y la corte la recova y el fondo se hallare


en estado de recibir fallo, los tribunales de la apelación podrán a la vez y por un solo
fallo, resolver el fondo. (Pérez Méndez, Artagnan, 1999. Procedimiento Civil, t.I, 9na. ed.,
p.294; Tavares Hijo, Froilan. 2002. Elementos de Derecho Procesal Civil, v.III, 4ta. ed., p.
66).

“Si esta disposición no existiera, el juez de la segunda instancia limitaría su decisión a


confirmar o infirmar la sentencia impugnada. En uno u otro caso, el asunto volvería ante
el juez del primer grado para la discusión del fondo, y la sentencia que decidiera sobre el
fondo, a su vez, podría ser impugnada por apelación. (…) el tribunal del segundo grado
ahorrará a la causa el procedimiento de una segunda apelación”. (Tavares Hijo, Froilan.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v.III, 4ta. ed., p.63).

“La facultad de avocación que el Art. 473 del C. Pr. Civ., reconoce a los Jueces
apoderados de un recurso de apelación contra una sentencia interlocutoria, para conocer
y decidir el fondo de la demanda, no libera a la Corte de apelación de la sustanciación del
proceso y de dictar todas las medidas de instrucción necesarias. BJ.1048.409”. (Headrick,
William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p. 31).

B. Sentencia sobre un incidente.

“La facultad de avocación puede ser ejercida (…) cuando por nulidad de procedimiento u
otra causa revoquen las sentencias definitivas del inferior. (…) Por sentencia definitiva
hay que entender, en esa parte del art. 473, no la que decide sobre el fondo, sino la que,
sin ser interlocutoria, estatuye sobre un incidente del procedimiento, tal como una
excepción (…)”. (Tavares Hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil, v.III, 4ta.
ed., pp. 63-65).

“La avocación del fondo en caso de apelación de un fallo incidental sólo es posible si el
asunto está en estado de recibir fallo (Art. 473 C. Pr. Civ.). Pero en caso de no
comparecencia de una de las partes, para la administración de una buena justicia, es
necesario darle la oportunidad de concluir al fondo, a cuyos fines debe fijarse una nueva
472

audiencia. BJ.725.870”. (Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da.


ed., p. 31).

La sentencia que ordena el sobreseimiento de la demanda, no es ni preparatoria ni


interlocutoria, por lo que sí es recurrida no ha lugar a la avocación, lo cual solo es posible
si habiéndose sobreseído en espera de que otro organismo tome una decisión que podría
tener influencia sobre el fondo, ese otro organismo ya haya decidido. (Sent SCJ. 4 de julio
2001. BJ. 1088. p. 75).

C. Sentencias sobre excepciones de incompetencia.

Ver: anotaciones realizadas al artículo 17 de la Ley 834, tratados dentro de las


excepciones de incompetencia.

4. Condiciones para ejercer la facultad de avocación.

Ver: anotaciones realizadas a los artículos del 6 al 19 de la Ley 834, tratados dentro de
las excepciones de incompetencia.

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto del Código de Procedimiento Civil, respecto de la avocación, dispone clara y


concisamente cuáles son las sentencias, que, apeladas, permiten ejercer tal facultad:
sentencia que estatuye sobre excepciones de procedimiento, medio de inadmisión, que
acoge un sobreseimiento o cualquier otro incidente que suspende o pone fin a la
instancia.

LIBRO IV

DE LOS RECURSOS EXTRAORDINARIOS PARA IMPUGNAR LAS SENTENCIAS

Título I

DE LA TERCERIA

1. La Tercería.

“Recurso extraordinario planteado por una persona contra un fallo dictado en juicio al
cual no ha sido citada ni en el que ha estado representada, y que causa perjuicio a sus
intereses”. (Capitant, Henri. 1977. Vocabulario Jurídico, 6ta. ed. p. 539)

“La doctrina define este recurso extraordinario de la siguiente manera: es una vía abierta
a todos los terceros cuando son lesionados o están amenazados de un perjuicio por el
efecto de una sentencia en la cual ellos no han sido partes”. (Pérez Méndez, Artagnan.
1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 637, p. 307).

“La tercería es, pues, un recurso extraordinario concedido a los terceros lesionados por la
sentencia, a fin de obtener su retractación o su reformación”.(Sent SCJ. 28 de Mayo 1919,
BJ. 105. 5; Sent. SCJ. 31 de Enero 1934, BJ. 282, 32)

“El Artículo 474 ya expresa en qué consiste este recurso extraordinario, que puede
definirse como la vía legal usada por aquellas personas que resultan lesionadas en sus
473

derechos por una sentencia en la que no han sido partes ni han estado representadas”.
(Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, n. 1 p. 106).

Artículo 474

Una parte perjudicada en sus derechos por una sentencia, en la que ni ella ni las
personas que ella represente, hayan sido citadas, puede deducir tercería contra
dicha sentencia.

Tabla de Contenido

1. Modos en que puede intervenir un tercero en un proceso.


2. Quienes pueden recurrir en tercería.
3. Justificación de la tercería.
4. Tipos de tercería.
5. Sentencias susceptibles de ser recurridas.
6. Plazo para interponerla.
7. Efectos de la tercería.
8. Tercería Vs. Oposición.
9. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Modos en que puede intervenir un tercero.

Tercero es toda “persona que no ha sido parte ni ha estado representada en un contrato o


juicio”. (Capitant, Henri. 1977. Vocabulario Jurídico, 6ta. ed. p. 540).

“Por tres medios, de carácter muy distinto, la ley protege a los terceros contra los efectos
perjudiciales que puedan resultar de una sentencia: 1ro: concediéndoles
preventivamente el derecho de intervenir en el proceso cuando teman que la sentencia
que se dicte pueda causarles un perjuicio; 2do, concediéndoles a título de medio de
inadmisión o de defensa el derecho de invocar el efecto puramente relativo a la autoridad
de la cosa juzgada; 3ro. Concediéndoles a título de reparación la facultad de impugnar la
sentencia por medio del recurso de tercería”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 137).

“La intervención voluntaria es la participación de una persona que originalmente no es ni


el demandante ni el demandado, en el litigio pendiente entre estos últimos. (…) Esto
ocurre porque algunas veces, ni el demandante ni el demandado son quienes tienen la
titularidad del derecho reclamado en justicia, sino un tercero, el cual interviene para la
salvaguarda de su derecho que otros se disputan”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 292, pp.186-187).

“Es voluntaria la intervención en que el tercero, por propia iniciativa, entra a ser parte de
un proceso pendiente entre otras personas”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 295).

“La tercería no es jamás para los terceros un recurso necesario, sino meramente
facultativo, que ellos pueden emplear en la medida de su interés, en cualquier caso en
que estimen que la ejecución de la sentencia entre las partes pueda causarles perjuicios,
aun eventuales, y que su actitud meramente defensiva no les garantiza suficientemente la
estabilidad de su derecho”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 139).
474

2. Quienes pueden recurrir en tercería.

“El art. 474 autoriza a intentar recurso de tercería a la persona perjudicada en sus
derechos por una sentencia, en la que ni ella ni las personas que ella represente hayan
sido citadas. La tercería es, pues, un recurso extraordinario concedido a los terceros
lesionados por la sentencia, a fin de obtener su retractación o su reformación”. (Tavares
hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 135).

“La circunstancia de que la sentencia impugnada en tercería perjudica o no los derechos


de la parte que la impugna es un punto de hecho de la exclusiva apreciación de los jueces
del fondo”. (Sent SCJ., 28 Mayo de 1919, BJ. 106, 5).

“El nuevo texto francés que rige la tercería es más preciso, al establecer que es recibible
en deducir tercería toda persona que en ello tiene interés, bajo condición de que no haya
sido parte ni representada en la sentencia a atacarse”. (Artículo 583 del Nuevo Código de
Procedimiento Civil Francés nota de Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. I,
9na. ed. n. 640, p. 308).

“Para poder deducir la tercería, valiéndonos del lenguaje del código, se necesitan las
condiciones siguientes: 1ro. Experimentar un perjuicio o estar amenazado de uno. Esto
quiere decir que se debe justificar un interés que motive el deseo de querer obtener la
retractación de la sentencia impugnada por la tercería (…) 2do. No haber sido parte en la
instancia pues cuando se ha sido parte, la vía de la tercería está cerrada. (…) 3ro. No
haber sido representado en la instancia, salvo caso de fraude. Basta justificar interés,
para ejercer la tercería cuando no se ha sido parte ni tampoco se ha estado representado.
Si alguien ha sido representado tendrá necesidad de demostrar el fraude”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 640, p. 309).

“No huelga insistir en la condición que exige una separación total entre quien recurre a
esta vía extraordinaria y la sentencia que afecta esos derechos. Para recurrir en tercería
es preciso que la cosa juzgada no le alcance en absoluto. Si quien se dice lesionado por la
decisión ha figurado en la contestación judicial, ya como parte, ya como interveniente
voluntario o forzoso, o bien, si ha sido citado para que la sentencia a intervenir le sea
también oponible, no puede en modo alguno interponer válidamente la tercería. Tampoco
le es permitido este recurso si ha sido representado en el proceso”. (Cury, Jottin. 1976.
Los Recursos, n. 1. p. 106-107).

“Se ha pretendido que al recurrente en tercería le basta probar que la sentencia


impugnada le ha causado perjuicio. Esta opinión no ha prevalecido. Debe requerirse que,
además del perjuicio, el recurrente pruebe que la sentencia impugnada es injusta, es
decir, el resultado de errores de hecho o de derecho”. (Tavares hijo, Froilán. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 146).

“. (…) que como el recurrido era un tercero adquiriente a título oneroso y de buena fe, de
las parcelas adjudicadas al persiguiente en el proceso de embargo, y la Sentencia que
anulaba la adjudicación le había causado un perjuicio, es obvio que tenía derecho a
interponer el recurso en tercería (…) persiguiendo con ello la retractación ante la
jurisdicción ordinaria de la sentencia”. (Sent SCJ. 16 Septiembre 1998, BJ. 1054, 104-
105).

“El recurso de tercería puede ser interpuesto por el comprador del inmueble adjudicado
en proceso contra su vendedor en el que no era parte y del que se enteró solamente
cuando se le requirió la presentación de su certificado de título para cancelarlo. B. J. 957.
895”. (Headrick, William C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p. 466).
475

“Considerando, l)que, tal cómo lo afirma el recurrente, el Banco Agrícola de la República


Dominicana es una institución autónoma, con patrimonio propio y personalidad jurídica
distinta de la del Estado, y que, por tanto, no habiendo sido parte dicho banco en la litis
que culminó en la sentencia que la Corte a qua dictó el 25 de febrero de 1965, tenia
derecho a recurrir en tercería contra el referido fallo si este comprendía bienes que por
cualquier origen estuvieran en su patrimonio; (…) 3) que el examen de los motivos dados
en la sentencia impugnada muestra que todos ellos tienden a fundamentar, con
argumentos extra jurídicos, el criterio de que el Banco Agrícola de la República
Dominicana y el Estado dominicano constituyen en la realidad una sola y misma persona
jurídica, criterio que ésta Suprema Corte declara erróneo y contrario a textos legales
precisos e inequívocos ya que han sido citados, omitiendo, en cambio la Corte a qua los
motivos que eran de rigor para ponderar el fondo de un recurso de tercería interpuesto
por un recurrente con calidad e interés para ejercitar ese recurso extraordinario, cómo
ocurría en el caso resuelto por la sentencia ahora impugnada; que, por tanto, los medios
de casación invocados por el recurrente tienen fundamento y deben ser acogidos”. (Sent
SCJ. 22 de Febrero 1967, B.J. 675, 314).

“Considerando, que el examen de la sentencia impugnada revela por la enumeración que


de los mismos se hiciera en las páginas 12 y 13, que fueron ponderados y examinados los
documentos depositados por todas las partes en litis, considerando la Corte a-qua luego
de dicho examen, inadmisible la intervención de los recurridos porque ellos estuvieron
representados en la instancia por su deudor; que para intervenir se requiere ser un
tercero tal y como lo exige el artículo 474 del Código de Procedimiento Civil; que como los
intervinientes no probaron la existencia del dolo, fraude o engaño entre las partes
principales, no pueden ser considerados como terceros con posibilidades de deducir una
tercería”. (Sent SCJ. 3 Febrero 1999, BJ. 1059, 89-96).

“Considerando, que si bien en grado de apelación los causahabientes dejan de estar


representados en el proceso por su deudor, en caso de que éste proceda
fraudulentamente, confabulándose con su contraparte, los mismos dejan de ser
causahabientes y pasan a ser terceros con derecho impugnar por la tercería el fallo
recaído entre su deudor y la parte contraria, y por ende con derecho a intervenir en el
segundo grado de jurisdicción; que todo esto es a condición de que pueda demostrar ante
esa instancia, la confabulación en su perjuicio; que los jueces del fondo son soberanos
para apreciar si el interveniente tiene o no interés para actuar y si el deudor procedió o no
fraudulentamente para perjudicar a sus demás acreedores”. (Sent SCJ., 3 Febrero 1999,
BJ. 1059, 89-96).

“(…) el recurrente no es un tercero en el sentido de la tercería, ya que él representó a la


D.R.M. en el litigio; que además el crédito a que tiene derecho un abogado por sus
honorarios en una litis, para determinar a quién es exigible, depende de la suerte de la
litis; y todo lo relativo a la liquidación de ese crédito, que es un hecho ulterior a la
sentencia, no puede colocar al abogado, si su cliente sucumbe, en la condición de
persona que haya recibido un perjuicio por el fallo dictado, y que a esa base pueda
deducir el recurso de tercería”.(Sent SCJ., Julio 1968, BJ. 692, 1505, Cit. Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

3. Justificación de la tercería.

“El recurso de tercería tiene como fundamento el principio jurídico según el cual ninguna
persona puede ser condenada sin antes ser oída o que se le considere legalmente en
retardo de establecer sus medios de defensa”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1987.
Procedimiento Civil, t. I, 3ra. ed. n. 638, p. 307).
476

“La tercería puede justificarse como un remedio procesal destinado a evitar los posibles
efectos indirectos de la sentencia con relación a los terceros”. (Tavares hijo, Froilán. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 136).

“El recurso de tercería tiene como fundamento el principio jurídico según el cual ninguna
persona puede ser condenada sin antes ser oída, o que se le considere legalmente en
retardo de establecer sus medios de defensa”. (Sent Corte de Apelación de Santiago, 21
Octubre 1908, G.O. 2031; nota de Gatón Richiez, Carlos. 1943. La Jurisprudencia en la
República Dominicana 1865 – 1938. n. 500 p. 727).

4. Tipos de tercería.

“Se admite generalmente que la tercería desempeña una doble función procesal. En
primer término, es un recurso puesto por la ley a disposición de los terceros que no
fueron partes ni estuvieron representados en el proceso. Es la hipótesis literalmente
prevista por el Art. 474. En segundo término, la tercería puede ser interpuesta por ciertas
personas que fueron representadas en el proceso por una de las partes, pero que
pretenden haber sido víctimas de fraude o de dolo. Esta aplicación de la tercería resulta:
en materia de divorcio, del Art. 66 del C. de Comercio; en materia de separación de
bienes, de los Art. 1447 del C. Civil y 873 del C. de Pr. Civil”. (Tavares hijo, Froilán. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, pp. 136-137).

“Dos condiciones son requeridas para que los terceros propiamente dichos puedan
recurrir en tercería. 1. El recurrente debe ser efectivamente un tercero. No lo es quien ha
sido parte o ha sido representado en el proceso.2. Es necesario que la sentencia haya
causado un perjuicio al recurrente. Es obvio que un perjuicio actual puede servir de
fundamento a la tercería; pero es preciso admitir igualmente el recurso, cuando el
perjuicio es simplemente eventual. Tampoco hay que distinguir entre el perjuicio material
y el perjuicio moral: ambos engendran titularidad para el ejercicio de la acción en justicia,
y por lo tanto de los recursos procesales”. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. II, Tierce Opposition, n. 66, p. 997; Tavares hijo, Froilán.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 140).

“La sentencia produce efectos, no solamente entre las partes del proceso, sino también
respecto de sus herederos y acreedores quirografarios. (…) Esta regla deja de aplicarse
cuando la sentencia ha sido obtenida mediante el dolo, fraude o colusión. Se dice que, en
estos casos, los herederos y acreedores vienen a ser terceros con relación a la sentencia
pronunciada contra su causante o su deudor. Se les reconoce, en consecuencia, el
derecho de recurrir en tercería. (…) Dos condiciones son indispensables para que pueda
ser admitido un recurso de tercería de esta clase. 1ra. El recurrente debe probar que es
un representado o un causahabiente. Si se trata de un causahabiente, él debe justificar
que su derecho es anterior a la sentencia atacada. 2da. El recurrente debe demostrar el
fraude mediante el cual fue obtenida la sentencia impugnada”. (Tavares hijo, Froilán.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, pp. 140-141).

“Cuando la tercería está fundamentada en dolo o fraude, el tercero debe demostrar los
hechos fraudulentos de la parte, pero no la complicidad de la otra parte”. (Dalloz,
Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Tierce Opposition,
n. 68, p. 997).

“No se puede tomar el término representación en un sentido técnico. Cuando una


persona es representada por su mandatario legal o convencional, ha estado debidamente
representada. La misma solución se admite cuando se trata de causahabientes
universales o a título universal. (…) Se considera que el garante, que no fue puesto en
causa, tiene la posición de tercero y en consecuencia puede deducir la tercería. El
477

causahabiente a título particular, es representado por su autor con relación a los actos
anteriores al nacimiento de su derecho pero toma la calidad de tercero para los actos
posteriores. Se admite también que un codeudor solidario no ha sido representado por su
co – obligado, por lo que se puede beneficiar de la tercería”. (Pérez Méndez, Artagnan.
1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 641, pp. 309-310).

“. (…) para que el acreedor pueda intentar la tercería es preciso que la sentencia
condenatoria contra su deudor haya intervenido a consecuencia de un fraude concertado
entre las partes”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 298).

“En ésta su segunda modalidad, la tercería tiene un carácter obligatorio o necesario. Los
herederos y acreedores no tienen medio defensivo alguno para evitar los efectos de la
sentencia, como los tienen los terceros propiamente dichos. Ellos deben recurrir,
forzosamente en tercería”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 141).

5. Sentencias susceptibles de ser recurridas.

“En principio, toda sentencia puede ser impugnada por tercería: sea cual sea su
naturaleza (…), sea cual sea el tribunal que la haya pronunciado (…) La ejecución de una
sentencia dictada en referimiento puede ser, en efecto perjudicial para un tercero. Por
consiguiente, no hay motivo para negarle el recurso de tercería. (…) Son recurribles por
tercería las sentencias que se limitan a comprobar o declarar el estado de una persona,
porque ellas están sometidas a la regla del efecto relativo de la autoridad de la cosa
juzgada, salvo el caso en que la ley haya reservado el ejercicio de la acción a ciertas
personas, como ocurre en materia de nulidad del matrimonio; por el contrario, la tercería
es irrecibible contra las sentencias constitutivas de estado, como por Ej. Las que admiten
el divorcio, pronuncian la interdicción, etc., porque estas sentencias tienen autoridad de
cosa juzgada erga omnes”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 141-412).

“El principio dominante es que todas las decisiones judiciales se pueden impugnar por
tercería (…) En cuanto a las decisiones rendidas en referimiento, se admite que pueden
atacarse por la tercería. (…) Es admisible la tercería contra las decisiones arbitrales. (…)
La tercería no se admite contra las decisiones de la Suprema Corte de Justicia
funcionando como Corte de Casación, En efecto, si el recurso es rechazado, la tercería
podría incoarse contra la sentencia impugnada y si el recurso de casación es acogido, se
puede ejercer la tercería contra la decisión rendida por la jurisdicción de envío. La tercería
no se admite contra las decisiones constitutivas de estado. (…) Sin embargo, creemos que
una decisión relativa al estado de las personas puede lesionar a un tercero, al cual no se
le debe cerrar la vía de la tercería. La tercería no es recibible cuando la acción está
reservada a una persona determinada. (…) No se admite la tercería tampoco, en caso de
inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, rendida la inhabilitación por medio
de sentencia”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 642, p.
310).

“La tercería puede interponerse contra toda decisión, sea ésta contradictoria o en defecto,
definitiva o previa, dada por una jurisdicción de derecho común o de excepción, con
exclusión de las sentencias de la Suprema Corte de Justicia en funciones de Corte de
Casación”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, n. 3. p. 108).

“Es asunto discutible si las decisiones de la Suprema C. de Justicia, en funciones de


Corte de Casación, son impugnables mediante un recurso de tercería. En pro de la
negativa se puede argumentar: 1ro que la Suprema C. de Justicia juzga la sentencia y no
478

el proceso; 2do que las sentencias de la Suprema C. de Justicia no pueden jamás


perjudicar a terceros, si el recurso de casación es rechazado, la tercería puede incoarse
contra la sentencia impugnada, que ha quedado vigente a consecuencia del
rechazamiento del recurso de casación, y si, por el contrario, la Suprema Corte casa la
sentencia impugnada, la tercería es ciertamente recibible contra la sentencia que
pronuncie el tribunal de envío; 3ro. que la tercería contra las decisiones de la Suprema
Corte de Justicia podría perjudicar su misión de establecer y mantener la unidad de la
jurisprudencia”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, pp. 142-413).

“En principio, la tercería es admitida contra toda especie de sentencia. Poco importa que
la sentencia haya sido dictada en primera o última instancia, ni que sea de una
jurisdicción de excepción o de una jurisdicción de derecho común, excepto en los casos
de que se trate de las decisiones rendidas por la Corte de Casación. Poco importa que la
sentencia sea provisional o definitiva, que haya sido ejecutada o no”. (Dalloz,
Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Tierce Opposition,
nn. 6, 7, p. 994).

“Es susceptible de tercería la decisión rendida por la Cámara de Consejo, nombrando un


notario para que representen un supuesto ausente en una sucesión, ya que esa decisión
perjudica directa e indirectamente a los herederos”. (Dalloz, Encyclopédie. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Tierce Opposition, n. 25, p. 995).

“Una sentencia puede ser atacada por la vía de la tercería cuando afecta derechos ajenos
a las partes contenciosas. El artículo 474 del Código de Procedimiento Civil exige dos
condiciones: a) que esos derechos hayan sido atacados por la sentencia, y b) que la parte
a quien corresponden esos derechos no haya sido “citada o representada por ante la
jurisdicción que la pronunció”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, n. 1. p. 106).

“Considerando, que, como afirman los recurrentes, la sentencia de adjudicación, en los


casos en que no estatuye sobre incidentes, no es una verdadera sentencia, no tiene
autoridad de cosa juzgada, no produce hipoteca judicial, y no es susceptible de ningún
recurso, salvo el de una acción principal en nulidad; que en tal virtud, no podría ser
objeto del recurso extraordinario de tercería”. (Sent SCJ. 27 Septiembre 2000, BJ. 1078,
184-192).

No pueden ser atacadas por la vía de la tercería, las sentencias que pronuncian una
adopción. (Trib. Civ. Etampes, 15 dec. 1931, Gaz. Pal. 1932.1.426) Los terceros deben
atacar la sentencia que pronuncie una adopción por vía de nulidad u otro medio. La
legislación francesa, ha establecido el carácter gracioso de la decisión rendida por el
tribunal que, fuera de todo debate contradictorio, sin ninguna forma de procedimiento,
sin enumeración de motivos, debe decidir si ha lugar o no al pronunciamiento de la
adopción. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,
Tierce Opposition, nn. 30-31, p. 995).

“La circunstancia de que la sentencia impugnada en tercería perjudique los derechos de


la parte que la impugna, es un asunto de hecho de la exclusiva apreciación del juez del
fondo”. (Sent SCJ, 28 de Mayo de 1919, BJ. 106, 5).

6. Plazo para interponerla.

“La ley no ha fijado término alguno para la tercería: su ejercicio prescribe, pues, al cabo
de los 20 años contados de la fecha de la sentencia, conforme al derecho común Esta
prescripción se aplica tanto a la tercería principal como a la tercería incidental (…) En
cambio, el tercero puede, en todo tiempo, proponer el medio de inadmisibilidad o de
479

defensa resultante de la autoridad relativa de la cosa juzgada”. (Tavares hijo, Froilán.


1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 144).

“Excepcionalmente, el art. 873 limita a un año el tiempo durante el cual los acreedores
del marido pueden interponer el recurso de tercería por causa de fraude, contra la
sentencia de separación de bienes”. (Tavares hijo, Froilán.1996. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 144).

7. Efectos de la tercería.

“La sentencia que anula por vicio de forma el acto introductivo del recurso, o que declara
el recurso inadmisible por tardío, o que la rechaza por infundado, produce los efectos
ordinarios de toda sentencia, en cuanto a las costas procesales y a las posibles
indemnizaciones a pagar en caso de falta cometida por una de las partes, conforme al
derecho común”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, pp.146-147).

“Si, (…) la tercería es acogida, la sentencia impugnada es retractada o reformada, pero tan
solo en beneficio del recurrente, y en la medida en que sus derechos fueron vulnerados.
La retractación o reformación no afectan en nada a las partes que figuraron en el proceso
con que se terminó la sentencia impugnada (..). La regla anteriormente expuesta no es
aplicable en caso de indivisibilidad, es decir cuando no es posible satisfacer las
pretensiones del recurrente sin modificar al mismo tiempo el fallo impugnado con relación
a las partes que en él figuraron”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, pp.146-147).

“El recurso de tercería puede desestimarse y la sentencia impugnada surtirá todos sus
efectos normales en relación a tercero impugnante. Cuando el tribunal admite la tercería,
la sentencia es retractada o reformada, pero no siempre en su totalidad ni frente a todos,
porque sus efectos pueden limitarse parcialmente. (…) En cuanto a los recursos que se
pueden incoar para atacar la sentencia que ha decidido la tercería, (…) todas las vías
están abiertas para impugnarla conforme al derecho común”. (Pérez Méndez, Artagnan.
1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 649-650, pp. 313-314).

“La sentencia que estatuye sobre una tercería es impugnable mediante los recursos
ordinarios y extraordinario en los términos del derecho común”. (Tavares hijo, Froilán.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 147).

“Considerando, que la tercería es un recurso extraordinario que tiende a la retractación o


reformación de la sentencia, pudiendo dicha sentencia ser impugnable mediante los
recursos ordinarios y extraordinarios en los términos del derecho común; considerando,
que como se evidencia, se trata en el caso, de una sentencia dictada en primera instancia
por la Cámara Civil y Comercial de la Tercera Circunscripción del Juzgado de Primera
Instancia del Distrito Nacional, susceptible del recurso de apelación, y por tanto, no podía
ser impugnada en casación, sin que en este caso se violentara el principio del doble grado
de jurisdicción estableciendo en nuestro ordenamiento jurídico”. (Sent SCJ, 26 Julio 2000,
BJ. 1076.590-601).

8. Tercería Vs. Oposición.

“A diferencia de la oposición, que tiene que proceder necesariamente de la parte que no se


defendió por no haber comparecido o por no haber concluido, la tercería es un recurso
que puede ser interpuesto únicamente por los terceros. La oposición y la tercería se
basan, pues, en una misma idea de justicia: así como no puede condenarse
definitivamente a una de las partes del proceso sin haberle dado oportunidad de
480

defenderse, así tampoco puede una sentencia afectar el derecho de los terceros sin
admitírseles que se defiendan. Aquéllas salvaguardan su derecho con la oposición, éstos
con la tercería”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, pp. 135-136).

9. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Contrariamente al Código de Procedimiento Civil actual, el Proyecto de Código de


Procedimiento Civil establece en el artículo 704 la finalidad que se persigue con el recurso
de Tercería, de igual manera, los efectos que produce con relación al autor del recurso.

El Artículo 705 del proyecto amplía las disposiciones del artículo 474, al indicar de
manera más precisa las personas que pueden incoar el recurso de tercería al establecer el
caso en que los acreedores y causahabientes de una de las partes pueden recurrir en
tercería, y en cual caso se puede recurrir en materia graciosa.

El artículo 706 prevé el caso de indivisibilidad, caso en el cual deberán ser llamadas todas
las partes para que sea admisible el recuso de tercería.

El artículo 707 establece que todas las sentencias son susceptibles del recurso de
tercería, salvo disposición contraria de la ley.

El artículo 708 establece de manera clara cuál es el plazo para interponer el recurso,
distinguiendo si es tercería principal, en la cual el plazo es de 20 años o incidental, que
puede ser en cualquier plazo. En su tercer párrafo, este artículo establece que cuando
una sentencia es notificada al tercero en materia contenciosa el plazo para la tercería es
de 2 meses a partir de la notificación, siempre que se haya indicado en la notificación que
dispone del indicado plazo para ejercer el recurso; en materia graciosa, se cuenta con el
mismo plazo, cuando es notificada una sentencia en última instancia.

El artículo 713 del Proyecto establece los efectos que se derivan de la tercería al
establecer que la decisión que admite la tercería retractará o reformará la sentencia
atacada en los puntos perjudiciales al tercero; en cuanto a las partes que formaron parte
en el proceso que dictó la sentencia que ha sido impugnada, esta sentencia conservará
sus efectos respecto a ellos, incluso sobre los puntos que fueron anulados. En caso de
indivisibilidad, lo juzgado en tercería lo es frente a todas las partes de la instancia.

El artículo 714, establece que la sentencia que decide sobre la tercería será susceptible de
los mismos recursos que las sentencias de la jurisdicción de la cual emana.

Artículo 475

La tercería deducida como acción principal se someterá al tribunal que haya


pronunciado la sentencia impugnada. La deducida como incidente en proceso
pendiente ante un tribunal, se establecerá por instancia ante dicho tribunal, si fuere
igual o superior al que pronunció la sentencia, motivo de la tercería.

Artículo 476

Si el tribunal no es igual o superior, entonces la tercería deducida como incidente


se interpondrá como acción principal ante el tribunal que haya dictado la sentencia
de donde nazca la tercería.

Tabla de Contenido
481

1. Formas en que se puede interponer la tercería.


2. Competencia y Procedimiento.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Formas en que se puede interponer la tercería.

“Es principal la tercería que el recurrente interpone fuera de todo proceso pendiente entre
él y su adversario. Incidental es la tercería que se intenta, en el curso del proceso, contra
una sentencia que una de las partes opone a su contraparte”. (Tavares hijo, Froilán. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 143).

“Desde el punto de vista de la forma, la tercería puede ser principal o incidental. Es


principal cuando se lleva fuera de todo proceso y es incidental cuando es incoada en el
curso de un proceso ya entablado entre las partes y en ocasión de una sentencia opuesta
por una de las partes a la otra”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I,
9na. ed. n. 645, p. 311-312).

“La tercería es principal cuando al margen de toda instancia en curso, se interpone por
ante el tribunal que dictó la sentencia impugnada, y en este caso el recurso es, una vía de
retractación. Y es incidental cuando se interpone el recurso en un proceso ya iniciado (…)
cuando en el proceso pendiente una de las partes invoca una decisión, oponiéndosela a
su adversario, y éste responde incidentalmente recurriendo dicha decisión por la vía
extraordinaria de la tercería”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, n. 1 p. 107).

“Se distinguen dos formas de tercería: la tercería principal, que no procede de ninguna
contestación entre los terceros ni de aquel que obtuvo la sentencia atacada; y la tercería
incidental, formada contra una sentencia producida en una contestación por una parte
que la argumenta a favor de sus pretensiones”. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. II, Tierce Opposition, n. 5, p. 994).

2. Competencia y Procedimiento.

“Para determinar la competencia con relación a este recurso, la ley distingue entre la
tercería principal y la incidental”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 143).

“Cuando la tercería es principal, ella es una vía de retractación porque de ella conocerá el
mismo tribunal que ha rendido la sentencia impugnable por tercería (…) Cuando la
tercería es incidental, ella puede ser tanto una vía de retractación como de reformación.
Es una vía de retractación si el tribunal apoderado del proceso aún en curso, es inferior a
la jurisdicción que ha rendido la decisión atacada. Al contrario, es vía de reformación
cuando la jurisdicción que conoce del proceso aún en curso es igual o superior a aquella
que ha rendido la decisión atacada”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t.
I, 9na. ed. nn. 646-647, p. 312).

“El recurso de tercería principal debe ser incoado, ante el tribunal que dictó la sentencia
impugnada. La tercería funciona en este caso como vía de retractación”. (Tavares hijo,
Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 143).

La tercería, como acción principal, debe necesariamente someterse al tribunal que haya
pronunciado la sentencia impugnada; como incidente, si el tribunal por ante el cual es
planteado el recurso es inferior al tribunal que dictó la sentencia, entonces la tercería se
482

interpondrá por ante el tribunal que dictó la sentencia impugnada; si el tribunal es igual
o superior al que dictó la sentencia impugnada, dicho tribunal sigue apoderado tanto de
la demanda principal como del incidente. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, n. 1. p. 107).

“Considerando que es regla normal de competencia que el demandado debe ser


emplazado ante el tribunal de su domicilio, pero la ley ha establecido algunas excepciones
a esa regla, y entre estas figura la de la acción en tercería (…) que según lo autoriza el
artículo 475 del mismo Código se someterá al Tribunal que haya pronunciado la
sentencia impugnada si fuere deducida como acción principal”. (Sent SCJ. 27 de Mayo
1949, BJ. 466. p. 422, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“Respecto a la tercería incidental la ley subdistingue según que el incidente se promueva


ante un tribunal igual o superior al que pronunció la sentencia impugnada, o ante un
tribunal inferior. En el primer caso, (…) el recurso será sustanciado ante el mismo
tribunal en que surgió el incidente. (…) En el segundo caso, la tercería (…) se interpondrá
como acción principal ante el tribunal que haya dictado la sentencia de donde nazca la
tercería. Esto se justifica en razón de que no es lógico ni conveniente atribuir competencia
a un juez inferior para reformar la sentencia de un juez colocado más alto que él en la
jerarquía judicial”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 143-144).

“La tercería principal se entabla mediante citación o emplazamiento notificado a las


partes que figuraron en la instancia que terminó con la sentencia impugnada, para que
comparezca ante el tribunal que dictó esa sentencia”. (Tavares hijo, Froilán. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 144).

“La tercería incidental se introduce, (…) por citación cuando deba ser separada del asunto
principal por que el tribunal apoderado de este asunto es inferior al que dictó la sentencia
atacada; por acto de abogado ante la c. de apelación en toda materia y ante el j. de
primera instancia en materia civil, cuando deba quedar unida al asunto principal. Ante el
j. de primera instancia en materia comercial y ante el j. de paz, la tercería incidental se
introduce por citación”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 145).

“El procedimiento (…) es iniciado por un acto de citación o emplazamiento, sin distinguir
entre tercería principal o incidental. Cuando la tercería se conocerá por ante el tribunal
que conoce del proceso ya en curso, el procedimiento es incoado por un acto de abogado a
abogado”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 3na. ed. n. 648, p. 312).

Si la tercería se conoce por ante el tribunal apoderado de la demanda principal, el recurso


puede interponerse por acto de abogado a abogado, y en caso de no haber abogados
constituidos, se interpone por acto de alguacil notificado a la parte e incluso por simples
conclusiones en audiencia. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, n. 2. p. 107-108).

“. (…) Es, normalmente, al demandante en tercería a quien le incumbe la carga de la


prueba. Es él quien debe probar por qué la decisión le afecta y no ha sido parte”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 648, p. 312).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Lo establecido por los artículos 475 y 476 del actual Código de Procedimiento Civil, lo
podemos encontrar en los artículos 709 y 710 del Proyecto de Código.

En cuanto a la tercería principal, se ha mantenido invariable la competencia para conocer


del recurso, el cual debe ser llevado ante la jurisdicción que pronunció la sentencia
483

atacada; agregando además, que la sentencia que falla sobre la tercería, puede ser
dictada por el mismo juez; en el caso de una sentencia dictada en materia graciosa, la
tercería es incoada, instruida y juzgada siguiendo las reglas del procedimiento
contencioso.

En cuanto a la tercería incidental, cuando se invoca el recurso ante una jurisdicción


superior a la que dictó la sentencia, se mantiene que ésta jurisdicción superior podrá
conocer del recurso; cuando se trate de un tribunal de igual grado al que dictó la
sentencia impugnada, el proyecto establece, al igual que el actual código, que éste puede
conocer de la tercería, agregando una condición para esto, y es que ninguna regla de
competencia de orden público lo obstaculice. El proyecto establece que en ambos de los
casos citados, la tercería es incoada de la misma forma en que se incoan las demandas
incidentales. De igual manera establece que en los demás casos, la tercería incidental es
interpuesta como una demanda principal ante la jurisdicción que ha dictado la sentencia.

Artículo 477

El tribunal ante el cual se haya presentado la sentencia impugnada podrá, según las
circunstancias, continuar el proceso o suspenderlo para conocer del incidente.

Tabla de Contenido

1. Suspensión del proceso.


2. Proyecto de Código.

1. Suspensión del proceso

“En caso de tercería incidental el tribunal apoderado de la demanda principal puede,


"según las circunstancias, continuar el proceso o suspenderlo para conocer del
incidente”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.
III, 4ta. ed, p. 145).

“El tribunal por ante el cual se impugna una sentencia mediante tercería, tiene facultad
para continuar la instancia o suspenderla hasta que intervenga decisión sobre el
recurso”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, n. 4. p. 108-109).

2. Proyecto de Código

Esta disposición se encuentra contenida en el artículo 711 del Proyecto de Código, con la
única modificación en cuanto a la última parte del artículo, donde dice “para conocer del
incidente”, la cual fue eliminada.

Artículo 478

Las sentencias que hayan adquirido el carácter de la cosa juzgada y que ordenen el
abandono de una heredad, serán ejecutadas contra los litigantes condenados, no
obstante la tercería, y sin causar perjuicio a esta acción. En los demás casos, los
jueces podrán, apreciando las circunstancias, suspender la ejecución de la
sentencia.

Tabla de Contenido
484

1. Suspensión de la sentencia.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Suspensión de la sentencia.

La tercería, en principio, no es suspensiva de la ejecución de la sentencia atacada. El


artículo. 478, da al tribunal apoderado del procedimiento de la tercería, la facultad
discrecional de acoger o desestimar una demanda en suspensión de la ejecución de la
sentencia impugnada, salvo si se trata de sentencias que hayan ordenado el abandono de
una heredad y que hayan adquirido la autoridad de la cosa juzgada. La suspensión puede
ser concedida si se trata de materia mobiliaria, o de sentencia recurrible por oposición o
por apelación. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, pp. 145-146).

La tercería no es suspensiva de la ejecución de la sentencia atacada; sin embargo, los


jueces tienen facultad de suspender la ejecución de la misma, a excepción de las
sentencias que hayan adquirido la autoridad de la cosa juzgada y ordenen el abandono de
una heredad, las cuales serán ejecutadas no obstante tercería. (Pérez Méndez, Artagnan.
1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 648, p. 312).

“La tercería no suspende de pleno derecho la ejecución de la sentencia que impugna. (…)
Este recurso extraordinario sujeta la suspensión a la apreciación de los jueces, excepto
cuando es interpuesto contra una sentencia que haya adquirido la autoridad de la cosa
juzgada y ordene, además, el abandono de un inmueble. (…) Pero si la sentencia es
susceptible de oposición o apelación y recae sobre cuestiones mobiliarias, entonces los
jueces podrían ordenar la suspensión de la misma”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, n.
3. p. 108).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El proyecto de Código de Procedimiento Civil, en su artículo 712, establece que el juez


apoderado podrá suspender la ejecución de la sentencia atacada, sin establecer la
excepción que realiza el artículo 478 del actual Código de Procedimiento Civil, con
relación a las sentencias que hayan adquirido el carácter de cosa juzgada y que ordenen
el abandono de una heredad.

Artículo 479

(Derogado por el Art. Único de la Ley No. 1077, del 17 de marzo de 1936).

Título II

DE LA REVISION CIVIL

1. La Revisión Civil.

“La revisión civil es un recurso extraordinario mediante el cual se impugna una sentencia
dictada en única o en última instancia, a fin de hacerla retractar, sobre el fundamento de
que el tribunal ha incurrido en errores o ha cometido irregularidades que no le son
485

imputables”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v. III, 4ta. ed, p. 110).

“La revisión civil es una vía de recurso extraordinaria y de retractación, por medio de la
cual se pide a los jueces que han estatuido, que modifiquen su decisión, bajo la
pretensión de que la misma se ha obtenido por error”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999.
Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 651, p. 314).

“La revisión civil se define como un recurso extraordinario mediante el cual se pide al juez
o tribunal que dictó la sentencia impugnada que la retracte, en razón de las
irregularidades o errores que la vician (…) bajo el supuesto de que el juez o tribunal que
dictó la sentencia supuestamente viciada no ha incurrido conscientemente en la
irregularidad o el error jurídico”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, n. 1. p. 92).

“(…) según resulta de modo incuestionable de los artículos 480 a 504 del Código de
Procedimiento Civil, y especialmente del primero de los artículos citados, la revisión civil
es un recurso de retractación de carácter extraordinario, que sólo es admisible por los
tribunales o juzgados de primera instancia y de apelación contra las sentencias dictadas
por esas jurisdicciones en último recurso, en los casos y con las formalidades especiales
que se especifican (…)”. (Sent SCJ., Enero de 1973, BJ. 746, 31; Sent. SCJ. 30 de
Noviembre 1984, BJ. 888, 3162; Sent. SCJ., 11 de Noviembre 1988, BJ. 936, 1536; Sent.
SCJ., 3 de Febrero 1989, BJ. 939, 129; Sent. SCJ., 4 de Marzo 1994, BJ.1000.201, Cit.
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

Artículo 480

(Mod. por el Art., 1ro. de la Ley del 13 de marzo de 1913). Las sentencias
contradictorias pronunciadas en último recurso por los tribunales o juzgados de
primera instancia y de apelación, así como las sentencias en defecto dadas también
en última instancia, y que no estén sujetas a la oposición, podrán retractarse a
solicitud de aquellos que hayan sido partes en dichas sentencias, o que hubieren
sido legalmente citados en los casos siguientes: 1ro. Si ha habido dolo personal;
2do. Si las formalidades prescritas a pena de nulidad se han violado antes o al darse
las sentencias siempre que las nulidades no se hayan cubierto por las partes; 3ro. Si
se ha pronunciado sobre cosas no pedidas; 4to. Si se ha otorgado más de lo que se
hubiere pedido; 5to. Si se ha omitido decidir sobre uno de los puntos principales de
la demanda; 6to. Si hay contradicción de fallos en última instancia en los mismos
tribunales o juzgados, entre los mismos litigantes y sobre los mismos medios; 7mo.
Si en una misma instancia hay disposiciones contrarias; 8vo. Si no se ha oído al
fiscal; 9no. si se ha juzgado en virtud de documentos que se hayan reconocido o se
hayan declarado falsos después de pronunciada la sentencia; 10mo. Si después de la
sentencia se han recuperado documentos decisivos que se hallaban retenidos por
causa de la parte contraria.

Artículo 481

Al Estado, los municipios y establecimientos públicos y a los menores, se les


admitirá el recurso de la revisión civil cuando no hayan sido defendidos, o cuando
por no haberse alegado en sus defensas los medios que favorezcan sus respectivos
derechos, se declare contra ellos sentencia que los perjudique.

Tabla de Contenido

1. Sentencias susceptibles de ser recurridas.


486

2. Causas de Revisión Civil.


A. Por error de hecho.
B. Por error in procedendo.
3. Revisión Civil Vs. Apelación, oposición y casación.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Sentencias susceptibles de ser recurridas.

“El Art. 480, (…) abre el recurso de revisión civil contra las sentencias pronunciadas en
única o en último recurso por los tribunales o juzgados de primera instancia y de
apelación. Es preciso generalizar esta disposición, y aplicarla a las sentencias
pronunciadas por los j. de paz en instancia única”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, pp. 111-112).

“En principio, toda sentencia es susceptible de revisión civil sin importar el tribunal que
la haya dictado. No importa ni la naturaleza ni la jurisdicción que la ha dictado”. (Dalloz,
Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t.I I, Requête Civille, n.
183, p. 713; Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 653., p.
315).

“Este artículo parece excluir las decisiones rendidas por los Juzgados de Paz, pero se
admite que ellas se pueden impugnar por revisión civil, si se han dictado en única
instancia. De todos modos, la revisión sólo es posible contra las decisiones en única o en
última instancia”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 653.,
p. 315).

“Es condición indispensable, para interponer regularmente este recurso, que se trate de
una sentencia en última instancia o en primera y última instancia. Tanto las sentencias
contradictorias como las sentencias en defecto, inmersas dentro del marco de la última
instancia o de la primera y última instancia, son susceptibles de la revisión civil, si se
hallan, además, en uno de los casos que la ley señala como condición indispensable para
su interposición. Tratándose de una sentencia en defecto, ésta no podrá recurrirse en
revisión civil mientras pueda ser retractada por la vía ordinaria de la oposición”. (Cury,
Jottin. 1976. Los Recursos, n. 3. p. 93).

“La posibilidad de la apelación, recurso ordinario, excluye necesariamente el recurso


extraordinario de la revisión civil. La parte que fue condenada por una sentencia en
primera instancia, y ha dejado transcurrir el plazo de la apelación, no puede usar de la
revisión civil”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 112).

“El artículo 480 con notoria impropiedad dice: "último recurso", lo cual se debe entender
como instancia única o última instancia. En pocas palabras, si hay posibilidad de la
apelación, el recurso de revisión está cerrado”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999.
Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 653., p. 315).

“Cuando una de las partes ha dejado pasar el plazo de la apelación sin interponer este
recurso, luego no podrá interponer el recurso de revisión”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999.
Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 653., p. 315).

“La revisión civil puede ser ejercida, según lo dispone el Art. 1026 (del Código de
Procedimiento Civil), contra las decisiones arbitrales pronunciadas en última instancia a
487

consecuencia de la renuncia consentida por las partes al derecho de apelación”. (Tavares


hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 112).

“La revisión civil no puede ser intentada: contra las sentencias dictadas en referimiento
(…); contra las sentencias emanadas de la Suprema Corte de Justicia en funciones de
Corte de Casación (…); Contra las decisiones del T. S. de Tierras no se da el recurso de
revisión civil, sino el de revisión por causa de fraude”. (Tavares hijo, Froilán. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 112).

“Que el recurso de revisión civil no está abierto contra las sentencias dictadas en casación
por la Suprema Corte de Justicia, que los artículos 480 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil disponen que para que una Sentencia sea susceptible de revisión civil
es necesario que haya sido dictada por los tribunales de Primera Instancia o de apelación,
por lo que el recurso (…) debe ser declarado inadmisible”. (Sent SCJ. 11 de Noviembre
1988, BJ. 936, 1536; Sent. SCJ. 5 de Octubre 1990, BJ. 959-961, 63; Sent. SCJ. 10 de
Marzo 1993, BJ. 986-988, 223; Sent. SCJ. 15 de Julio 1998, BJ. 1052, 7-8).

“(…) que tampoco existe ninguna disposición legal que autorice a la Suprema Corte de
Justicia a reconsiderar sus propias sentencias, salvo el caso de que se trate de la
corrección de un error material, lo que no ocurre en la especie; por lo cual la instancia en
revisión de que se trata debe ser desestimada”. (Sent SCJ. 5 Agosto 1987, BJ. 921, 1449,
Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“El Art. 480 autoriza a recurrir en revisión civil contra toda sentencia que por su
naturaleza tenga el carácter de inapelable, sin distinguir entre que sea contradictoria o en
defecto; pero la sentencia en defecto no es recurrible por revisión civil sino cuando ya no
es recurrible por oposición”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 113).

“Las sentencias interlocutorias y provisionales pueden ser atacadas independientemente


por revisión civil; pero no las preparatorias, sino conjuntamente con la sentencia
definitiva”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.
III, 4ta. ed, p. 113).

“Considerando, (…) que de acuerdo con el artículo 480 del Código de Procedimiento Civil,
como la sentencia atacada en revisión civil está basada en una demanda en lanzamiento
y/o desalojo de lugares, dictada por el Juzgado de Paz del Municipio de Esperanza, (…)
que aunque dictada en defecto, ésta no podía ser atacada por el recurso extraordinario de
revisión civil, sino por el recurso ordinario de apelación, tal como lo prescriben los
artículos 1ro., párrafo 2do., reformado por la Ley No. 845 de 1978, 19 y 480 del Código de
Procedimiento Civil”. (Sent SCJ., 20 Mayo de 1987, BJ. 918, 881, Cit. Castaños Guzmán,
Julio Miguel, Jurisconsulto).

“Que es de derecho, que la revisión civil sólo puede interponerse contra una Sentencia
que tenga carácter contencioso; que la Sentencia que fue objeto de dicho recurso no tiene
ese carácter, ya que se trata de una Sentencia de adjudicación la cual sólo puede ser
impugnada por otra vía (…)”. (Sent SCJ. 16 Enero 1991, BJ. 962-964, 11).

“Considerando, que una de las condiciones necesarias para que pueda interponerse el
recurso de revisión civil, es que la sentencia objeto de dicho recurso sea de carácter
contencioso; que tal como lo juzgó la Corte a-qua, la sentencia que fue objeto del recurso
de revisión civil no es de carácter contencioso, ya que fue dictada en Cámara de Consejo,
sin la presencia de las partes, ni se probó que éstas fueran puestas en causa (…)”. (Sent
SCJ., 30 de Noviembre 1984, BJ. 888, 3162, Cita. Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto).
488

§2. Causas de Revisión Civil.

“Los Arts. 480 y 481 mencionan once casos de revisión civil. Esta enumeración es
estrictamente limitativa, como toda otra referente a recursos extraordinarios”. (Tavares
hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 113).

“Las causas de apertura están enumeradas en el artículo 480 del Código de


Procedimiento Civil. La enumeración de ese texto es limitativa, ya que se trata de un
recurso extraordinario”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed.
n. 655., p. 316).

El código de Procedimiento Civil, enumera en los artículos 480 y 481, once casos de
apertura de la revisión civil; esta enumeración es limitativa, y pueden dividirse en dos
grupos: unos que reposan en las circunstancias que inducen en error al juez, y otros
correspondientes a casos de vicios en el procedimiento. (Dalloz, Encyclopédie. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t.I I, Requête Civille, n. 11, p. 702)

“Aunque aparentemente de carácter muy distintos los unos de los otros, todos los casos
de revisión civil pueden referirse a la idea única de un error cometido por el juez que no le
es imputable, sea que se trate de un error de hecho, sea que se trata de un error in
procedendo. Por el contrario, el error de derecho propiamente dicho, error in indicando, no
es motivo de revisión civil, sino de casación”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, pp.113- 114).

A. Por error de hecho.

“La primera causa de revisión que aparece en el artículo 480, es el dolo. (…) Cuando el
dolo se pone en práctica, se logra que una parte haga lo que no hubiera hecho si se
hubiera dado cuenta. El dolo no se presume, sino que debe probarse. El dolo será una
maniobra cualquiera de la cual se vale una de las partes, para determinar el fallo del juez
en su provecho”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 656.,
pp. 316-317).

“Se autoriza a incoar la revisión civil "si ha habido dolo personal (Art. 480-1). El dolo a
que se refiere la ley es el mismo que puede motivar una acción en nulidad del contrato
(Art. 1117 del C.Civil); esto es, cualquier maniobra practicada por una de las partes o por
su representante, y que haya determinado la convicción del tribunal”. (Tavares hijo,
Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 115).

“. (…) Que si bien los jueces del fondo aprecian soberanamente los hechos constitutivos
del dolo personal, o la recuperación de documentos considerados decisivos, sin estar
sujetos al control de la Corte de Casación, tratándose del dolo atribuido a un tercero,
como es el caso, no procede el recurso de revisión civil sino, en todo caso, la acción en
daños y perjuicios, a menos que se pruebe que el tercero, si bien no ha practicado el dolo
personalmente, ha participado en él o lo ha favorecido (…)”. (Sent SCJ. 30 Junio 1999, BJ.
1063, 352, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“En lo que concierne a que el dolo no puede ser motivo de revisión civil sino cuando en el
caso de que la sentencia haya sido consecuencia de los medios fraudulentos de la parte
que obtuvo la sentencia y que la omisión de decidir para que sea motivo de revisión civil
debe existir sobre algún punto principal de la demanda y no sobre los medios de defensa”.
(Sent SCJ, 21 Mayo 1906, G.O. 1752; nota de Gatón Richiez, Carlos. 1943. La
Jurisprudencia en la República Dominicana 1865 – 1938. n. 467 p. 687).
489

“Cuando la parte gananciosa ha apoyado sus pretensiones sobre documentos cuya


falsedad conocía se está igualmente en el caso de dolo personal”. (Tavares hijo, Froilán.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 115).

“Puede incoarse la revisión civil si se ha juzgado en virtud de documentos que se hayan


reconocido o se hayan declarado falsos después de pronunciada la sentencia (Art. 480-9).
Se trata del caso, raro en la práctica, en que la producción de los documentos falsos ha
tenido lugar sin que la parte gananciosa conociera la falsedad. El texto implica la
existencia de tres requisitos: 1. que la sentencia impugnada se halle fundada en el
documento falso; 2. que la falsedad haya sido reconocida por la parte gananciosa o
pronunciada por una sentencia; 3. que el reconocimiento o la comprobación de la
falsedad hayan intervenido después de la pronunciación de la sentencia impugnada”.
(Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed,
p. 115).

“Para que este medio de revisión esté abierto, es necesario que uno de los litigantes se
haya valido de documentos falsos sin que su contraparte lo notara o pudiera advertirlo”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 663., pp. 319-320).

“La revisión civil es admisible si después de la sentencia se han recuperado documentos


decisivos que se hallaban retenidos por causa de la parte contraria (Art. 480- 10). Por
documentos decisivos la ley designa aquellos que, si hubieran sido usados en apoyo de
las pretensiones de la parte recurrente, habrían podido serle aptos para obtener una
decisión favorable. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, pp.115-116).

“Se exigen dos condiciones para hacer valer este medio: a) que se retengan documentos
decisivos durante el proceso, b) que los documentos se recuperen después de la
sentencia. Algunos exigen que la retención tenga carácter doloso, pero esta opinión no
parece bien fundada, porque cuando hay medios dolosos se abre la revisión por la
existencia misma del dolo”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na.
ed. n. 664., p. 320).

“La revisión civil puede ser propuesta: 1. si el Estado o las otras personas jurídicas del
derecho público no han concurrido al proceso a través de los órganos instituidos (…); 2. si
el menor no emancipado ha concurrido al proceso sin hallarse representado por su tutor,
o si el menor emancipado lo ha hecho sin la asistencia de su curador; 3. si el menor no
emancipado ha concurrido irregularmente representado, (…); 4. si, en cualquiera de las
hipótesis antes mencionadas, el menor o la persona jurídica del derecho público ha
sucumbido en juicio a causa de falta de defensa, o de insuficiencia o irregularidad de la
defensa. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.
III, 4ta. ed, pp.116-117).

“El Estado debe ser oído conforme a las previsiones de la Ley 1486 del 1938. Si no se
observan las disposiciones de esta ley, el Estado no estuvo debidamente representado y la
revisión civil queda abierta. Los municipios y los menores deben llamarse conforme a las
reglas procesales para sus respectivas comparecencias. Por lo tanto, cuando se requiere
representación o asistencia debe cumplirse el voto de la ley en cuanto a dicha
representación o asistencia”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 3na.
ed. n. 665., p. 320).

B. Por error in procedendo

“Hay lugar de revisión civil "si las formalidades prescritas a pena de nulidad se han
violado antes o al darse las sentencias, siempre que las nulidades no se hayan cubierto
490

por las partes (Art. 480-2)". Por otro lado, el Art. 1 de la Ley sobre Procedimiento de
Casación, sin distinguir entre normas de fondo y de forma, asigna a la Suprema C. de
Justicia competencia para decidir, como Corte de Casación "si la ley ha sido bien o mal
aplicada". En la concurrencia de ambos textos, (…), no podría concluirse a que el uno o el
otro puedan ser indiferentemente empleados. (…) A este respecto se puede admitir, (…),
que es la revisión civil el recurso que procede cuando la violación de las formas es
puramente el hecho involuntario del tribunal, por originarse exclusivamente en la
actuación de las partes o de sus representantes”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta ed., p. 117).

“Dos condiciones son requeridas para que sea admisible la revisión civil por esta causa.
Es necesario, en primer lugar, que ninguna de las partes haya reclamado en sus
conclusiones el cumplimiento de la formalidad. (…) En segundo lugar es necesario que la
nulidad resultante de la irregularidad, si es de puro interés privado, no haya sido cubierta
por las partes. La nulidad de orden público, por el contrario, como es irrenunciable,
puede originar siempre un recurso de revisión civil”. (Tavares hijo, Froilán. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 4ta. ed., pp.117-118).

Procede la revisión civil cuando, en un mismo proceso, un mismo tribunal haya


pronunciado dos o más sentencias en sentido contrario. Es necesario que esas sentencias
se hayan pronunciado entre las mismas partes o sus herederos y que hayan decidido
respecto de demandas idénticas por su objeto y por su causa, de igual manera es
necesario que no se haya comunicado al tribunal la existencia de la primera sentencia.
(Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 4ta.
ed., pp. 119-120).

“Las sentencias deben ser inconciliables y emanar de un mismo tribunal y rendidas en


última instancia, entre los mismos litigantes y sobre los mismos medios”. (Sent SCJ. 12
Noviembre 1928, BJ. 220, 11; nota de Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil,
t. I, 9na. ed. n. 661, p. 319).

“(…) Cuando la comunicación al ministerio público es requerida por motivo de un interés


público, (…) cualquiera de las partes puede prevalerse de la ausencia de dictamen fiscal
como causa de revisión civil. Por el contrario si el dictamen fiscal es requerido en interés
de una de las partes (…) la revisión no puede ser incoada sino solamente por esa parte
sucumbiente”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 120).

“Los casos en los cuales procede la comunicación al fiscal para fines de dictamen
aparecen enumerados en el artículo 83 del Código de Procedimiento Civil. Se presentan
tres eventualidades: a) El demandado pide la comunicación al fiscal; b) El tribunal ordena
la comunicación de oficio y c) Nadie pide la comunicación ni el tribunal la ordena de
oficio, en un caso comunicable al fiscal”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento
Civil, t. I, 9na. ed. n. 662., p. 319).

“Considerando, que cuando se trata de una sentencia en última instancia, (…) la falta de
comunicación al Ministerio Público, cuando proceda, es un vicio de nulidad que puede ser
alegado como fundamento de un recurso en revisión civil (…)”. (Sent SCJ. 17 de Junio
1948, BJ. 455.1335, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

De igual manera procede el recurso de revisión civil cando el tribunal se ha pronunciado


sobre cosas que no han sido pedidas, si ha otorgado más de lo que las partes han pedido,
si ha omitido decidir sobre uno de los puntos principales de la demanda o si en el
dispositivo de una sentencia se encuentran disposiciones contrarias, “(…) de tal manera
491

que si ejecución sea imposible (…)”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, pp. 118-120).

“La sentencia extra petita [que contiene cosas no pedidas] es objeto de revisión como
podría serlo de casación, por lo que es conveniente hacer las distinciones de lugar.
Procede la casación cuando la sentencia contiene cosas no pedidas, contrarias a la ley
(…). Procede la revisión cuando de modo involuntario se ha fallado sobre cosas no
pedidas”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 658, p. 317).

“Que el vicio de procedimiento denominado extra petita se caracteriza, cuando el tribunal


le acuerda en su Sentencia a una de las partes, algo que no le fue pedido en sus
conclusiones; y que por haber sido dictada dicha Sentencia en última instancia y violado
el juez voluntariamente la ley, la misma no es recurrible en revisión civil sino en
casación”. (Sent SCJ. 20 Marzo 1991, BJ. 962-964, 269, Cita. Castaños Guzmán, Julio
Miguel, Jurisconsulto).

“Una sentencia con disposiciones ultra petita, [más de lo pedido] puede impugnarse tanto
por revisión como por casación. Todo dependerá si el juez incurrió en error involuntario o
voluntario”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 659., p.
318).

En el caso de que el tribunal haya omitido decidir sobre uno de los puntos principales de
la demanda, “Se trata de omisión sobre algún punto de la demanda, porque si se trata de
la totalidad de la demanda, lo que hay es denegación de justicia”. (Sent SCJ. 28
Septiembre 1938, BJ. 338, 529; nota de Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento
Civil, t. I, 9na. ed. n. 660., p. 318).

“(…) cuando los jueces omiten estatuir sobre pedimentos banales o no, que le han sido
formulados, tal omisión no puede dar lugar a un recurso de casación, sino de revisión
civil”. (Sent SCJ. 25 Agosto 1999, BJ. 1056, 777).

“Considerando, que la omisión de estatuir, que por sí sola no constituye la violación de


ningún precepto legal, no es un medio de casación, sino un caso de revisión civil,
conforme al artículo 480 del Código de Procedimiento Civil (…)”. (Sent SCJ. 23 de
Noviembre 1954, BJ. 532.2392, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“El silencio guardado por el tribunal sobre los medios propuestos, no da lugar a ningún
recurso, porque los jueces tienen obligación de estatuir sobre todas las conclusiones, pero
no sobre los medios formulados en apoyo de ellas”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999.
Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 660., p. 318).

“La revisión civil es el único medio para obtener la solución de los asuntos que una
sentencia ha omitido decidir: no se puede intentar una nueva demanda sin haberse
previamente acudido al recurso de revisión civil”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999.
Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 660, p.318).

“Si en una misma sentencia hay disposiciones contrarias, se abre el recurso de revisión
civil. No se trata de motivos contradictorios pues este es un medio de casación
equivalente a falta de motivos. Tampoco se trata de una contradicción entre los motivos y
el dispositivo, lo cual también abre el recurso de casación. (…) Es condición
indispensable, para ejercer el recurso de revisión, fundado en el medio que ahora
examinamos, que las diversas partes de la sentencia atacada no puedan, en lo absoluto,
ser ejecutadas conjuntamente”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I,
9na. ed. n. 666, p. 321).
492

“Para que proceda la revisión civil por el 7º caso del art. 480 del Código de Procedimiento
Civil, es preciso que la contradicción de disposiciones en la misma sentencia sea tal, que
se haga imposible su ejecución simultánea. Por tanto, ni la contradicción en los motivos,
ni la contradicción entre éstos y el dispositivo constituyen ese caso de revisión civil”. (Sent
SCJ., 12 de Noviembre 1928, BJ. 220, 9).

3. Revisión Civil Vs. Apelación, oposición y casación.

“. (…) la revisión civil difiere del recurso de apelación en que mediante éste se pide a un
tribunal del segundo grado de jurisdicción reformar o revocar la sentencia irregulara o
injustamente pronunciada por el juez de la primera instancia, en tanto que, por la
revisión civil, se le pide al mismo tribunal que enmiende los errores involuntariamente
cometidos al dictar sentencia, y que la sustituya por otra”. (Tavares hijo, Froilán. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 110).

“La revisión civil difiere fundamentalmente de la oposición. Ambos recursos se proponen


retractar la sentencia impugnada; pero en la oposición se solicita la retractación sobre el
fundamento esencial de que el oponente fue juzgado sin haberse defendido”. (Tavares hijo,
Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 110).

“La revisión civil coincide con la oposición en cuanto a que se trata de una vía de
retractación por lo que se diferencia con la apelación que es una vía de reformación. La
oposición, no obstante, se origina en el hecho de que se ha dictado una sentencia en
defecto, mientras la revisión civil se fundamenta en un error no imputable al tribunal”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1996. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 652, p. 314).

“Ambos recursos difieren [la revisión civil y la casación]: 1° en que, generalmente, el


recurso de casación implica una acusación de la parte recurrente contra la injusticia del
fallo impugnado en que voluntariamente ha incurrido el tribunal. en tanto que, mediante
la revisión civil, se impugna el fallo solamente porque el tribunal que lo dictó ha incurrido
en un error involuntariamente (Casación, 4 de agosto, 1955, B. J. 541, p. 1641); 2° en
que en la revisión civil, la retractación del fallo impugnado es pedida al mismo tribunal
que lo pronunció, en tanto que la casación es pedida a la Suprema C. de Justicia; 3° en
que, después de la casación de una sentencia, el proceso es enviado ante otro tribunal
para su conocimiento y fallo, en tanto que después de pronunciada la sentencia que
admite la revisión civil el proceso vuelve a ser examinado por el mismo tribunal”. (Tavares
hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 111).

“(…) la revisión civil procede cuando el error del tribunal es puramente involuntario; en
cambio, es el recurso de casación la vía a emplear cuando el tribunal, no obstante
habérsele llamado la atención acerca del cumplimiento de una formalidad, no la ha
observado porque entiende que no debe hacerlo”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 114).

“Se admite generalmente que en los casos de pronunciamiento extra petita, de


pronunciamiento ultra petita, o de omisión de estatuir, procede intentar el recurso de
casación, y no el de revisión civil, cuando uno de aquellos vicios se halle complicado con
otra violación de la ley”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, pp. 120-121).

“Que el vicio de procedimiento denominado extra petita se caracteriza, cuando el tribunal


le acuerda en su Sentencia a una de las partes, algo que no le fue pedido en sus
conclusiones; y que por haber sido dictada dicha Sentencia en ultima instancia y violado
el juez voluntariamente la ley, la misma no es recurrible en revisión civil sino en
casación”. (Sent SCJ. 20 de Marzo 1991, BJ. 962-964, 259, cita de Biaggi Lama, Juan
493

Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-


2002. pp. 533-534; en ese sentido, Sent. SCJ. 31 de Marzo 1939, BJ. 344, 258, cita de
Machado, Pablo A. 1964. La Jurisprudencia Dominicana 1938-1960. t.I I, pp. 1281-1282).

“(...) Cuando los jueces omiten estatuir sobre pedimentos banales o no, que le han sido
formulados, tal omisión no puede dar lugar a un recurso de casación, sino de revisión
civil”.(Sent SCJ. 25 de Agosto 1999, BJ. 1065, 777, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo.
2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p.
533).

“El recurso de revisión civil y el de casación son vías independientes, por lo que se pueden
ejercer simultáneamente”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na.
ed. n. 653, p. 316).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 715 del Proyecto establece la finalidad que se persigue con el recurso en
revisión civil, el cual es retractar la sentencia dictada en única o última instancia, a fin de
que se estatuya de nuevo en hecho y en derecho.

El artículo 716 del Proyecto, mantiene lo establecido por el artículo 480 del actual Código
de Procedimiento, con relación a las personas que pueden intentar el recurso, el cual sólo
puede ser pedido por las personas que han sido partes o figuren representadas en la
sentencia.

Por su parte, el artículo 717 del proyecto, modifica sustancialmente lo establecido por el
artículo 480 del Código de Procedimiento, al establecer únicamente tres casos en los que
se puede ejercer el recurso en revisión civil, de los once que se establecen en el Código,
los cuales son: 1. Si es revelado después de la sentencia que la misma ha sido obtenida
por fraude o dolo de la parte en cuyo provecho la sentencia fue dictada. 2. Si después de
la sentencia se han recuperado documentos decisivos que habían sido retenidos por la
otra parte. 3. Si se ha juzgado tomando en cuenta documentos reconocidos o
judicialmente declarados falsos, después de dictada la sentencia. Agregando un caso más,
que es cuando se ha juzgado sobre las declaraciones escritas de terceros, testimonios o
juramentos judicialmente declarados falsos después de la sentencia. El mismo artículo
717 establece que el recurso sólo será admitido, cuando su autor no ha podido, sin falta
de su parte, hacer valer la causa que él invoca antes que la sentencia haya adquirido la
autoridad de la cosa juzgada.

Artículo 482

Cuando la revisión civil se refiera a un punto de la sentencia, el fallo se retractará


solamente respecto del mismo, a menos que los demás puntos dependan de esa
parte de la sentencia.

Tabla de Contenido

1. Efecto devolutivo del recurso.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Efecto devolutivo del recurso.


494

Si al incoar el recurso de revisión civil, solamente se impugnan algunos puntos de la


sentencia, ésta es retractada únicamente en cuanto a esos puntos atacados. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 683., p. 328; Tavares hijo,
Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 126).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Esta disposición del artículo 482 del Código de Procedimiento Civil se encuentra
contenida en el artículo 724 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Artículo 483

La revisión civil se notificará con emplazamiento a las personas mayores de edad en


los dos meses siguientes al día de la notificación de la sentencia impugnada, a
persona o domicilio.

Artículo 484

El término de dos meses no se contará a los menores de edad sino desde el día de la
notificación de la sentencia hecha, después de adquirir la mayoría de edad, a
persona o domicilio.

Artículo 485

Cuando el demandante se halle ausente del territorio de la República en servicio del


Estado, tendrá para interponer el recurso en revisión civil, además del término
ordinario de dos meses, desde la notificación de la sentencia, el plazo de seis meses
más. El mismo término tendrán los marinos ausentes por causa de navegación.

Artículo 486

Los que residan en el extranjero tendrán, además de los dos meses señalados desde
la notificación de la sentencia para interponer la revisión civil, el término que para
los emplazamientos fija el artículo 73.

Artículo 487

Si muere la parte condenada sin vencerse los plazos señalados en los artículos
anteriores, en este caso, lo que de ellos le falte, no empezará a contarse a la
sucesión, sino en los términos y de la manera prescrita en el artículo 447.

Artículo 488

Cuando la revisión civil la motive el dolo, la falsedad o el recobro de documentos


decisivos, los términos para interponer dicho recurso se contarán desde el día en
que el dolo o la falsedad se hayan reconocido, o los documentos recobrados, siempre
que haya prueba, precisamente por escrito, del día en que se recobraron los
documentos o se reconoció el dolo.

Artículo 489

Cuando sea por contradicción de sentencias, el término se contará del día de la


notificación de la última sentencia.
495

Tabla de Contenido

1. Plazos.
A. Regla General.
B. Plazos Especiales.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Plazos.

A. Regla General.

“El plazo normal para este recurso es (…) de dos meses, contados desde la notificación de
la sentencia si es contradictoria, o desde el día de la expiración del plazo de la oposición si
es en defecto”. (Sent SCJ. 24 de Junio 1929, BJ 227, 16; nota de Tavares hijo, Froilán.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 122).

“El plazo de los dos meses para incoar la revisión no es franco”. (Garsonnet et Cézar Brú,
Traite, t. 6, No. 485, p. 815; nota de Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I,
9na. ed. n. 669., p. 322).

El plazo de la revisión civil, se encuentra fijado por los artículos 483 al 489 del Código de
Procedimiento Civil y es de dos meses; este plazo no es franco, la demanda en revisión
civil interpuesta luego del vencimiento de este plazo, debe ser declarada inadmisible.
(Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t.I I, Requête
Civille, nn. 216-218, p. 714).

“El plazo de la revisión civil contra las sentencias interlocutorias y provisionales se rige
por las mismas reglas que el de apelación”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 122).

B. Plazos Especiales.

Con relación a los menores de edad, el plazo comienza a correr el día que se le notifica a
persona o a domicilio la sentencia luego de que haya adquirido la mayoría de edad. “Por
analogía, para el interdicto el plazo debe computarse a partir de la notificación de la
sentencia que se le haga luego de levantada la interdicción”. (Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 122).

“Cuando el recurrente “se halle ausente del territorio de la República en servicio del
Estado tendrá para interponer el recurso de revisión civil además del término ordinario de
dos meses, desde la notificación de la sentencia, el de seis meses más (…)” el mismo plazo
se aplicará los marinos que se encuentren fuera del país por causa de navegación.
(Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed,
p. 122).

En el caso de las personas que tengan su domicilio en el extranjero, al plazo de dos meses
desde la notificación para interponer el recurso, se le sumará el plazo fijado por el artículo
73 del Código de Procedimiento Civil para el emplazamiento. (Tavares hijo, Froilán. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 122).

“Si la parte condenada muere mientras corre el plazo de la revisión civil, éste queda
suspendido, y “no empezará a contarse a la sucesión sino (…)” después de una
496

notificación de la sentencia a los herederos”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de


Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 122-123).

En los casos de dolo o falsedad el plazo se contará desde que éstos hayan sido
reconocidos; en caso de recobro de documentos decisivos, el plazo se contará a partir de
que los mismos hayan sido recobrados, exigiendo el artículo 488 que haya prueba por
escrito del día en que fueron recobrados los documentos o reconocido el dolo o falsedad.
(Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed,
p. 123).

Cuando la demanda en revisión civil esté fundada en falsedad, dolo o en el


descubrimiento de piezas nuevas, el plazo comienza a correr, desde el día en que la
falsedad o el dolo son reconocidos, o las piezas descubiertas. (Orleáns, 23 avr. 1853, D. P.
54.2.182; Req. 23 mars 1868, D. P. 69.1.281; Req. 9 avr. 1835; Req. 3 nov. 1908, D. P.
1909.1.248).

“En caso de falsedad reconocida, el punto de partida es la sentencia irrevocable que


reconoció la falsedad y en los casos de dolo y recuperación de documentos es cuando se
descubre el dolo o se recuperan los documentos, si de ello hay prueba escrita”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 669, p. 322).

En caso de contradicción de sentencia, el plazo empezará a correr a partir de la


notificación de la última sentencia, sin importar que la primera no haya sido notificada.
“Si la parte a quien se notificó únicamente la segunda sentencia ha dejado transcurrir el
plazo a causa de haber ignorado la primera, ella puede recurrir en revisión civil por causa
de dolo, si demuestra que su contraparte lo ha cometido al no darle a conocer la primera
sentencia”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.
III, 4ta. ed, p. 123).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El plazo para recurrir en revisión civil establecido por el Proyecto de Código, continúa
siendo de dos meses, sin embargo, el plazo correrá a partir del momento en que la parte
ha tenido conocimiento de la causa de revisión civil que ella invoca.

Con relación a lo establecido por el artículo 486 del Código de Procedimiento Civil, sobre
el plazo para las personas que residan en el extranjero, el artículo 718 del Proyecto de
Código mantiene que dicho plazo será aumentado en razón de la distancia.

En cuanto al plazo para la revisión civil en los casos de fraude o dolo, la falsedad o la
recuperación de documentos decisivos, lo dispuesto por el artículo 488 del Código de
Procedimiento Civil, es mantenido por el párrafo del artículo 718, al establecer que el
plazo se contará a partir de día en que se haya reconocido el fraude, el dolo o la falsedad,
o que hayan sido recuperados los documentos, con la exigencia de que haya prueba por
escrito de esto.

Los artículos 484, 485, 487 y 489 del Código de Procedimiento Civil, no se encuentran
establecidos por el royecto de Código de Procedimiento Civil.

Artículo 490

La revisión civil se establecerá ante el mismo tribunal que hubiere dictado la


sentencia impugnada, y podrán conocer de ella los mismos jueces que la dictaron.
497

Artículo 491

Cuando una parte quiera impugnar, por la vía de la revisión civil, una sentencia
presentada en causa pendiente ante un tribunal distinto al que la pronunció, se
proveerá ante el tribunal que hubiere pronunciado la sentencia impugnada; y el
tribunal que entienda en la causa en que se aduzca la dicha sentencia, atendidas las
circunstancias del caso, podrá continuar o suspender los procedimientos de la
misma causa.

Tabla de Contenido

1. Competencia.
A. Regla General.
B. Quid del Laudo Arbitral.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Competencia.

A. Regla General.

“(…) la revisión civil, (…) debe ser incoada siempre ante el mismo tribunal que dictó la
sentencia impugnada, sea que se trate de la revisión civil principal, (…) sea que se trate
de revisión civil incidental, esto es, la que se intente en el curso de un proceso pendiente
ante un tribunal distinto del que pronunció la sentencia impugnada”. (Tavares hijo,
Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 121).

“Como se trata de una vía de retractación, el recurso debe ser conocido por el mismo
tribunal que dictó la sentencia atacada por revisión”. (Dalloz, Encyclopédie. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t.I I, Requête Civille, n. 246, p. 716 ; Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 674, p. 323).

“La revisión civil (…) es de la competencia del mismo tribunal que dictó la sentencia
impugnada. El legislador no ha querido que pierda su carácter de recurso de retractación.
Y por ello expresa, en su artículo 491, que en el caso de que una parte quiera impugnar
por la revisión civil una sentencia presentada ante otro tribunal, debe llevar este recurso
no al tribunal presentemente apoderado, sino a aquél que dictó la decisión objeto de la
impugnación”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, n. 2. p. 99).

“Cuando el recurso es interpuesto por ante un tribunal que no es el que se halla


apoderado actualmente del asunto, el recurrente puede y debe demandar el
sobreseimiento de este último hasta tanto la jurisdicción competente haya estatuido sobre
dicha revisión civil”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, n. 2. p. 102).

“Considerando, que la revisión civil es un recurso propio del derecho privado instituido
por el Código de Procedimiento Civil en su artículo 480, que no tiene vigencia en el
derecho penal, como lo resolvió la Cámara a-qua en la sentencia recurrida en apelación,
por lo que el mismo es inadmisible en los procedimientos criminales, como es el de la
especie, pues el Código de Procedimiento Criminal establece la revisión penal en su
artículo 305, pero es en los casos específicamente señalados allí, y dirigiendo la instancia
al Procurador General de la República”. (Sent SCJ. 6 Agosto 1998, BJ. 1053, 101).

B. Quid del Laudo Arbitral.


498

“De la revisión civil incoada contra una sentencia arbitral no conocen los árbitros, (…)
sino el tribunal que hubiera conocido de la apelación según lo dispone el Art. 1026. En
este caso por excepción al principio, la revisión civil no es una vía de retractación, sino de
modificación o reforma”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 121).

“Es decir que cuando se trata de sentencias arbitrales, el recurso se lleva por ante la
jurisdicción de apelación ordinaria”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t.
I, 9na. ed. n. 674, p. 323).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones del artículo 490 del Código están contenidas dentro del artículo 720 del
Proyecto.

Lo dispuesto por el artículo 491 del Código de Procedimiento está contenido en el artículo
721 del Proyecto, relativo al sobreseimiento del procedimiento, cuando el recurso se ha
interpuesto contra una sentencia que ha sido presentada ante una jurisdicción diferente
a la que ha dictado la sentencia impugnada.

Artículo 492

La revisión civil se interpondrá por medio de emplazamiento notificado en el


domicilio del abogado de la parte que haya obtenido la sentencia impugnada,
cuando dicha revisión civil se intentare en los seis meses de la fecha de la
sentencia; pasado este término, el emplazamiento se notificará en el domicilio de la
parte.

Artículo 493

Cuando la revisión civil se promueva incidentalmente ante tribunal competente


para resolver acerca de ella, se intentará por medio de acto de abogado a abogado;
pero cuando sea incidental en pleito sustanciado ante tribunal distinto del que
pronunció el fallo, se establecerá entonces por emplazamiento para ante los jueces
que hayan dictado la sentencia impugnada.

Artículo 494

(Derogado por el Art. Único de la Ley No. 1077 del 17 de marzo de 1936).

Artículo 495

El recibo del depósito, así como la consulta de tres abogados se notificarán en


cabeza de la demanda. En las consultas, los abogados declararán que son de opinión
de que es procedente la revisión civil y enunciarán los medios en que la funden; de
lo contrario, la revisión civil no será admitida.

Artículo 496

Si la revisión civil se notificare en los seis meses de la fecha de la sentencia, el


abogado de la parte en cuyo favor se dictare el fallo, seguirá constituido de derecho
en la revisión civil, sin necesidad de nuevo poder.

Tabla de Contenido
499

1. Apoderamiento del Tribunal.


A. Consulta de 3 Abogados.
B. Interposición del recurso.
a) Materia Civil ante el Juzgado de Primera Instancia y cualquier materia en la
Corte de Apelación.
b) Materia Comercial ante el Juzgado de Primera Instancia; ante el Juez de Paz.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Apoderamiento del Tribunal.

A. Consulta de 3 Abogados.

“Antes de interponer el recurso, el Art. 495 prescribe al recurrente, a pena de


inadmisibilidad, proveerse de una consulta de tres abogados, en la cual éstos declaren
"que son de opinión de que es procedente la revisión civil, y enunciarán los medios en que
se funden". Este requisito se propone prevenir recursos temerarios (…)”. (Tavares hijo,
Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 123).

“Es curioso observar que nuestro artículo 495 se aparta del correspondiente francés, que
exige de los abogados consultados un ejercicio profesional de diez o más años. Es éste un
raro caso de disidencia con la legislación que sirvió de modelo a la nuestra, y su
explicación podríamos encontrarla en que, al vertir a nuestro idioma el Código de
Procedimiento Civil francés, los traductores consideraran oportuna la supresión de esta
condición, ya que para finales del siglo 19 nuestro país sufría una apreciable carencia de
abogados con tantos años de ejercicio profesional. Dada la importancia de la revisión civil
por su repercusión tanto sobre el tribunal llamado a retractarse de su propio fallo como
sobre las partes mismas, sería prudente establecer, como indispensable para interponer
este recurso, que la opinión favorable sea emitida por tres abogados de amplia experiencia
profesional. Los franceses, que virtualmente han transformado casi toda su legislación
procesal, mantienen sin el más mínimo rasguño el tenor del viejo texto”. (Cury, Jottin.
1976. Los Recursos, n. 4. p. 93).

“El artículo 495 también habla del “recibo del depósito", pero esta expresión no tiene
ningún valor, porque se refería al depósito de 60 pesos que antes de interponer el recurso
exigía el artículo 494, abrogado por la Ley 1077, del 17 de marzo de 1936”. (Cury, Jottin.
1976. Los Recursos, n. 4. p. 93-94).

La introducción de la demanda en revisión civil está subordinada por los artículos 492 al
496 del Código de Procedimiento Civil, a ciertas formalidades, como la consulta a
abogados. El objetivo de estas formalidades es evitar que se aleguen y encarezcan los
procesos, con la interposición de demandas en revisión civil sin base. Hoy en día, se está
de acuerdo con que se deben eliminar esas formalidades, en razón de que se consideran
excesiva y se busca simplificar el proceso de la revisión civil. (Dalloz, Encyclopédie. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t.I I, Requête Civille, n. 253, p. 716).

B. Interposición del recurso.

a) Materia Civil ante el Juzgado de Primera Instancia y cualquier materia en la


Corte de Apelación.

Cuando se trate de una revisión civil principal, la misma es interpuesta mediante


emplazamiento, anexando copia de la consulta a los tres abogados; notificando dicho
500

emplazamiento a la parte que obtuvo la sentencia impugnada en su persona o en su


domicilio, si se interpone después de los seis meses de la fecha de la sentencia que es
impugnada (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v. III, 4ta. ed, p. 124).

Si el recurso de revisión civil principal es interpuesto antes de que transcurran seis meses
de haberse dictado la sentencia impugnada, el emplazamiento debe ser notificado en el
domicilio del abogado de la parte que es recurrida, de acuerdo a lo dispuesto por el
artículo 496; ya que “la ley supone que todavía, en una época tan próxima de la
pronunciación de la sentencia, él está en posesión del expediente”. (Tavares hijo, Froilán.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 124).

Cuando se trate de una revisión civil incidental, “si el proceso en el cual surge la
necesidad de incoar la revisión civil está pendiente ante el mismo tribunal que dictó la
sentencia que va a ser impugnada (…) el recurso “se intentará por medio de acto de
abogado a abogado”. Pero si el proceso en el curso del cual surge esta necesidad está
pendiente ante otro tribunal (…) se intentará “por emplazamiento para ante los jueces que
hayan dictado la sentencia impugnada”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 125).

b) Materia Comercial ante el Juzgado de Primera Instancia; ante el Juez de Paz

Si se trata de una revisión civil principal, debe ser interpuesta mediante acto de citación.
(Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed,
p. 125).

En el caso de una revisión civil incidental, “cuando el incidente surge ante el mismo
tribunal que dictó la sentencia impugnada, el recurso puede interponerse en cualquier
forma (…). Si por el contrario el incidente surge ante otro tribunal, el recurso tiene que
ser interpuesto mediante citación a la parte recurrida”. (Tavares hijo, Froilán. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 125).

“El emplazamiento propio de la revisión civil contiene casi todas las menciones del
artículo 61 del Código de Procedimiento Civil, y se asemeja al acto del recurrente en
apelación (…). El plazo es el de la octava franca”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, n. 5.
p. 98)

“Debe precisarse, con claridad, la causa que genera el recurso, así como la exacta
individualización de la sentencia impugnada, a pena de nulidad”. (Cury, Jottin. 1976. Los
Recursos, n. 5. p. 99)

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código elimina lo dispuesto por el artículo 492, relacionado con la


posibilidad de notificar el emplazamiento en el domicilio del abogado de la parte que haya
obtenido la sentencia impugnada, antes de los seis meses de la fecha de la sentencia.

De acuerdo con lo dispuesto por el artículo 720 del Proyecto de Código, cuando el recurso
es dirigido contra una sentencia producida en el curso de otra instancia entre las mismas
partes ante la jurisdicción que dictó la sentencia, el recurso será incoado, siguiendo las
formalidades previstas para la presentación de los medios de defensas.

El mismo artículo 720 establece que el procedimiento a seguir para la revisión civil, será
el que corresponda a la jurisdicción ante la cual se incoa.
501

EL Proyecto de Código elimina la necesidad de realizar una consulta a tres abogados para
admitir el recurso de revisión civil.

Artículo 497

El recurso en revisión civil no impedirá la ejecución de la sentencia impugnada: no


se podrán acordar prohibiciones que paralicen ni que pongan término a la dicha
ejecución: al que hubiere sido condenado al abandono de una heredad, no se le
permitirá litigar en la revisión civil, si no presentare la prueba de haberse cumplido
la ejecución de la sentencia dictada en lo principal.

Tabla de Contenido

1. Ejecución de la sentencia impugnada


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Ejecución de la sentencia impugnada

“El artículo 497 señala que la revisión civil no suspende la ejecución de la sentencia ni
puede ésta ser ordenada por el Tribunal”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, n. 6. p. 99).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no prevé en los artículos dedicados a la


revisión civil, las disposiciones del artículo 497 del Código de Procedimiento Civil.

Artículo 498

De la revisión civil se dará vista al fiscal.

Tabla de Contenido

1. Comunicación al fiscal.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Comunicación al fiscal.

“Considerando, en cuanto a la violación del artículo 498 del Código de Procedimiento Civil
(…); que la falta de comunicación constituye, en este caso, una violación a la ley que da
lugar a casación; que el examen del fallo impugnado pone de manifiesto que el recurso de
revisión interpuesto por el actual recurrente fue declarado inadmisible, sin haberse oído,
previamente, la opinión del ministerio público a quien no se le comunicó el expediente,
conforme es de derecho (…)”. (Sent SCJ. Noviembre 1952, BJ. 508, 2070, cita de Machado,
Pablo A. 1964. La Jurisprudencia Dominicana 1938-1960. t. II, p. 1283).

Ver: Párrafo del Artículo 83 del Código de Procedimiento Civil, agregado por la Ley No.
845 del 15 de Julio de 1978.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


502

Las disposiciones del artículo 498 del Código de Procedimiento Civil, se encuentran
contenidas en el artículo 722 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Artículo 499

Ningún otro medio, además de los contenidos en la consulta de los abogados, podrá
alegarse por escrito ni discutirse en la audiencia.

Tabla de Contenido

1. Limitación del recurso.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Limitación del recurso.

Sólo se podrán alegar los medios que se hayan presentado en la consulta previa realizada
a tres abogados. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. III, n. 11, p. 82; Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I,
9na. ed. n. 675, p. 323; Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 124).

Según una opinión, no se puede, realizar una nueva consulta a abogados, enunciando
medios nuevos. Según otra opinión, si se descubren medios nuevos después de
introducida la revisión civil, éstos pueden ser propuestos, dando lugar, no solamente a
una nueva consulta, sino a un nuevo requerimiento y emplazamiento. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn. 16-
18, p. 82).

En todos los casos, la prohibición del artículo 499 no concierne mas que a la apertura de
la revisión civil y no es obstáculo para que se presenten pruebas nuevas en el debate oral
que no hayan sido indicadas por los abogados consultados, para la apertura del recurso.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. III, n. 20, p. 82).

§2. Proyecto de Código

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no prevé la consulta previa a tres abogados,


por lo que el presente artículo no se encuentra previsto por el proyecto.

Artículo 500

(Derogado por el Art. Único de la Ley No. 1077 del 17 de marzo de 1936).

Artículo 501

Cuando se admita la revisión civil, se retractará la sentencia impugnada y se


repondrá a las partes en el estado en que respectivamente se hallaban antes de
dicha sentencia: se devolverán las sumas depositadas y se restituirán los objetos
percibidos por las condenaciones de la sentencia retractada. Cuando fuere acordada
por causa de contradicción de sentencias, el fallo que le admitiere ordenará que la
primera sentencia surta todos sus efectos legales.
503

Artículo 502

El tribunal que hubiere decidido la revisión civil será el competente para conocer
del fondo de la causa en la que se hubiere pronunciado la sentencia retractada.

Tabla de Contenido

1. División del procedimiento.


A. Lo rescindente.
B. Lo rescisorio.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

___________________________________________________________________________________

1. División del procedimiento.

“El procedimiento de la revisión civil está dividido en dos fases o etapas. En la primera,
llamada lo rescindente, el tribunal investiga si el caso es uno de revisión civil. En la
segunda, llamada los rescisorio, el tribunal reemplaza por otra la sentencia atacada”.
(Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t.I I, Requête
Civille, n. 283, p. 718; Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 125).

A. Lo rescindente.

“La misión del tribunal se contrae (…) a decidir si la demanda entra en uno de los once
casos de la revisión civil. (…) la sentencia no deberá (…) disponer nada sobre el fondo del
proceso”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.
III, 4ta. ed, p. 126).

“Si el tribunal entiende que el recurso no es procedente, no es necesario llegar a la


segunda fase”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 678, p.
326).

“El tribunal puede, al decidir sobre lo rescindente: o declarar la demanda inadmisible (…);
o anulara el emplazamiento introductivo del recurso, si adolece de algún vicio de forma; o
rechazar la demanda. (…) En cualquiera de estos casos (…) la sentencia atacada
permanece en vigencia, y no hay que pasar a la etapa de lo rescisorio”. (Tavares hijo,
Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 126).

“El tribunal puede declarar el recurso inadmisible por tardío o porque estaba aún abierto
un recurso ordinario. También puede anular el procedimiento si se ha incurrido en vicios
de forma o rechazar la demanda si el recurso no tiene fundamento legal. Si la demanda se
declara inadmisible, la sentencia impugnada queda con toda su vigencia”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 678, pp. 326-327).

Si es el recurso en revisión civil es acogido, se retractará la sentencia que ha sido


impugnada, reponiendo las partes al estado en que se encontraban antes de haberse
dictado la sentencia, restituyéndose los objetos percibidos resultantes de las
condenaciones establecidas por la sentencia que ha sido retractada. (Tavares hijo, Froilán.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 126).

Cuando el recurso de revisión civil se fundamente en una contradicción de sentencias, no


es necesario pasar al procedimiento de lo rescisorio, el fallo que admite el recurso
504

ordenará que la primera sentencia surta todos sus efectos legales. (Tavares hijo, Froilán.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 126).

B. Lo rescisorio.

“Luego de admitido el recurso en la etapa de lo rescindente (…), el art. 502 prescribe que
se acuda ante el mismo tribunal a discutir lo rescisorio, con el fin de reemplazar la
sentencia impugnada por otra que decida el fondo del proceso. (Sent SCJ. 31 Enero 1934,
BJ. 282, 32; nota de Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 127).

“(…) si se admite el recurso, la fase de lo rescisorio tiene por finalidad volver a discutir el
fondo del asunto”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n.
679., p. 327).

“En los asuntos civiles ante el j. de primera instancia, en todo asunto ante la c. de
apelación, lo rescisorio se entabla mediante acto de abogado; en materia comercial ante el
juez de primera instancia y ante el juzgado de paz mediante citación a la contraparte”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 680, p. 327; Tavares
hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 127).

“La fase de lo rescisorio se termina por una sentencia que el tribunal pronuncia
libremente, sin hallarse ligado por lo que decidió en lo rescindente, en la cual puede, bien
sea retractar la sentencia impugnada, acogiendo el recurso, bien sea rechazar el recurso”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 681, p. 327; Tavares
hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 127).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Por interpretación del artículo 723 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, al
establecer que si el juez declara admisible el recurso, estatuye por la misma sentencia
sobre el fondo del litigio, salvo si hay lugar a un complemento de instrucción, se puede
deducir, que el Proyecto de Código de Procedimiento Civil ha eliminado las dos fases en
que se divide el procedimiento de la revisión civil.

Artículo 503

Ninguna parte podrá proveerse en revisión civil contra la sentencia impugnada ya


por esa vía, contra la que hubiere rechazado dicho recurso, así como contra la
recaída en la contestación principal después de admitida la revisión civil, so pena
de nulidad y de daños y perjuicios, aun contra el abogado que, habiendo defendido
en la primera demanda, se constituyere en la segunda.

Tabla de Contenido

1. Recursos contra la sentencia de la Revisión.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Recursos contra la sentencia de la Revisión.


505

“La sentencia en defecto intervenida, sea sobre lo rescindente, sea sobre lo rescisorio, es
recurrible por oposición en los casos en que este recurso procede”. (Tavares hijo, Froilán.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 127).

“Son inapelables las sentencias intervenidas sobre la admisión o el rechazamiento de la


revisión civil, lo mismo que aquellas que intervienen respecto del fondo, puesto que
siendo en única o en última instancia las sentencias impugnadas con la revisión civil,
este mismo carácter tiene forzosamente todas las sentencias dictadas en el procedimiento
de este recurso”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 127).

“Como son inapelables las sentencias intervenidas sobre la admisión o rechazamiento de


la revisión civil, lo mismo que las que intervienen respecto del fondo, puesto que siendo
en única o última instancia las sentencias impugnadas por medio de la revisión, este
mismo carácter tienen las sentencias dictadas en el procedimiento de la revisión y en
consecuencia, todo parece indicar que sigue abierto el recurso de la oposición, cuando la
decisión se ha dictado en defecto”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I,
9na. ed. n. 684, p. 328).

“. (…) el recurrente no puede impugnar mediante un nuevo recurso de revisión civil la


sentencia que desestimó su recurso. Pero nada se opone a que su contraparte pueda (…)
impugnar por revisión civil la sentencia que estatuyó favorablemente sobre el recurso del
primer recurrente”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 128).

“. (…) los terceros cuyos intereses resultaren comprometidos por la sentencia que
estatuyó sobre una revisión civil pueden impugnarla mediante un recurso de tercería”.
(Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed,
p. 128).

“La sentencia intervenida sobre un recurso de revisión civil es naturalmente recurrible en


casación”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.
III, 4ta. ed, p. 128).

“. (…) después que al recurrente en revisión civil le rechazan su recurso, no puede volver
a incoar nuevo recurso en revisión civil, pero su contraparte puede impugnar mediante
un recurso de revisión civil la sentencia que le perjudica, por haber acogido el recurso en
favor del primer recurrente. En cuanto a los terceros lesionados estos pueden deducir
tercería, pero no revisión. Las sentencias que estatuyen sobre revisión civil, son atacables
por la vía de la casación, conforme al derecho común”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999.
Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 685, p. 328).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 725 del Proyecto establece que una parte no es admitida a demandar la
revisión civil de una sentencia que ella ya ha atacado por esta vía, a menos que sea por
una causa que se habría revelado posteriormente; entendiéndose que la parte que ha sido
recurrida en revisión civil, podrá recurrir en revisión civil, la sentencia dictada luego de
ser conocido este recurso; aclarando de este modo, las disposiciones del artículo 503 del
Código de Procedimiento Civil el cual establece que ninguna de las partes podrá recurrir
en revisión civil contra la sentencia impugnada por esta vía.

Artículo 504
506

(Mod. por el Art. 1ro. de la Ley del 13 de marzo de 1913). La contradicción de


sentencias pronunciadas en última instancia por distintos tribunales o juzgados,
entre las mismas partes y sobre los mismos medios, es motivo de casación, y el
asunto será tramitado y juzgado en conformidad a la ley de procedimiento de
casación.

Tabla de Contenido

1. Contradicción de sentencias como medio de casación.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Contradicción de sentencias como medio de casación.

“Cuando las sentencias contradictorias proceden de tribunales diferentes, el recurso a


intentarse es el de casación”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na.
ed. n. 661, p. 319).

“. (…) resulta del texto que para que en este caso pueda ser incoado el recurso de
casación deben encontrarse cumulativamente reunidas las siguientes condiciones: 1°, dos
sentencias pronunciadas entre las mismas partes; 2°, dos sentencias sobre demandas
idénticas; 3°, dos sentencias emanadas de tribunales distintos; 4°, dos sentencias en
última o única instancia”. (Tavares hijo, Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 179).

“El recurso debe incoarse contra la segunda sentencia, que es la que no respeta la
autoridad de la cosa juzgada por la primera sentencia”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999.
Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed. n. 704, p. 338).

“El punto de partida del plazo para interponer el recurso de casación, en el caso de
contradicción de fallos pronunciados en última instancia por distintos tribunales (…) es el
de la notificación de la última sentencia”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 164).

“. (…) se admite generalmente que el recurso de casación puede siempre ser incoado,
sobre el fundamento del Art. 504, hallase invocado o no la autoridad de la cosa juzgada
por la primera sentencia ante el tribunal apoderado del segundo proceso”. (Tavares hijo,
Froilán. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, 4ta. ed, p. 180).

“En Francia (…) en todo caso de contradicción de sentencias, está abierto el recurso de la
casación, sin necesidad de distinguir que las sentencias provengan de tribunales distintos
o de un mismo tribunal”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed.
n. 704, p. 338).

“Considerando, que en primer lugar, para que pueda existir un medio de casación
fundado en la contradicción de sentencias, es preciso que se reúnan las siguientes
condiciones: 1) que las decisiones sean definitivas; 2)que emanen de tribunales diferentes;
3) que sean contrarias entre sí; y 4) que se hayan pronunciado en violación de la cosa
juzgada; (…)”. (Sent SCJ. 13 Octubre 1999, BJ. 1067, 75-76)

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones del artículo 504 del Código de Procedimiento Civil, no están previstas
por el Proyecto de Código dentro del capítulo dedicado a la revisión civil
507

Título III

DE LAS ACCIONES EN RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRA LOS JUECES

1. La Responsabilidad Civil

“Obligación de reparar el daño causado a una persona por infracción a la ley penal. Esta
responsabilidad se ejercita mediante la acción civil (…)”. (Capitant, Henri. 1977.
Vocabulario Jurídico, 6ta. ed. p. 489)

“Obligación de reparar el daño causado a una persona, sea por su culpa (…), sea, en
ciertos casos determinados en la ley, por el riesgo resultante de la actividad del
responsable (…)”. (Capitant, Henri. 1977. Vocabulario Jurídico, 6ta. ed. p. 489)

“La demanda en responsabilidad civil es un procedimiento (…) mediante el cual un


litigante persigue a un juez en reparación del daño que éste, como juez, le ha causado”.
(Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed,
p. 322).

“La responsabilidad civil es una vía de recurso extraordinaria abierta, tanto en materia
civil como en materia penal, contra el juez que ha abusado de su autoridad, con el fin de
declararlo responsable del perjuicio causado por su hecho”. (Dalloz, Encyclopédie. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t.II, Prise à Partie, n. 1, p. 532; Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 404., p. 228).

“La acción en responsabilidad civil contra los jueces, es una acción principal, de
naturaleza civil, contra un juez o una jurisdicción”. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale. t.II, Prise à Partie, n. 4, p. 532; Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 406 p. 229).

“(…) esta demanda tiene como única finalidad el cobro de una indemnización que el juez
deberá pagar a la parte demandante. A veces, sin embargo, (…) puede conducir a la
anulación de ciertos actos jurisdiccionales emanados del juez. (…)”. (Tavares hijo, Froilán.
1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 322).

“(…) El juez no es responsable de sus errores ni de sus simples faltas, sino solamente de
sus fraudes, de la violación consciente e intencional de la ley”. (Tavares hijo, Froilán.
1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 322-323).

Artículo 505

Los jueces pueden ser demandados en responsabilidad civil: 1ro. Cuando se


pretenda que en la sustanciación de un pleito o al pronunciarse sentencia ha habido
dolo, fraude o concusión; 2do. Cuando la responsabilidad civil del juez esté
expresamente pronunciada por la ley; 3ro. Cuando la ley declare a los jueces
responsables, bajo pena de daños y perjuicios; 4to. Cuando haya denegación de
justicia

Tabla de Contenido

1. Personas a quienes se puede dirigir.


508

2. Causas de Responsabilidad Civil.


3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Personas a quienes se puede dirigir.

“De acuerdo con lo que dispone el Art. 505, pueden ser demandados en responsabilidad
civil: los jueces de paz, los jueces de primera instancia, de las cortes de apelación, de la
Suprema Corte de Justicia. Pero están eximidos de esta responsabilidad los jueces del
Tribunal de Tierras; la reparación pecuniaria de las faltas cometidas por éstos es puesta a
cargo del Estado (…). Puede ser demandado en responsabilidad civil (…) la persona que
sustituye a ese juez [al juez titular]”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 323).

“El lesionado, (…) debe demandar al juez, lo cual incluye a los suplentes, a los jueces
comisarios y a las jurisdicciones colegiadas”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 408 p. 230).

“En Francia se ha admitido que hasta los oficiales del ministerio público pueden ser
objeto de una acción en responsabilidad”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil, t. II, 4ta. ed. n. 408., p. 230).

“Al igual que en otras acciones, si el juez contra el cual se ha iniciado la acción en
responsabilidad civil falleciere, la acción se continuará contra sus herederos”. (Réq. 30
juill. 1906, D.P. 1906.2.523. nota de Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t.
II, 4ta. ed. n. 409., p. 230).

2. Causas de Responsabilidad Civil.

“Los jueces pueden ser demandados en responsabilidad civil en los siguientes casos: 1°
Cuando ha habido por parte del juez dolo, fraude o concusión. 2° En los casos en que la
ley lo autoriza expresamente (…). 3° Cuando la ley declara al juez responsable bajo pena
de daños y perjuicios, (…) 4° Cuando haya denegación de justicia”. (Tavares hijo, Froilán.
1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 323).

“La ley clasifica los casos en cuatro grupos: 1° cuando se pretenda que en la
sustanciación de un pleito o al pronunciarse sentencia ha habido dolo, fraude o
concusión; 2° cuando la responsabilidad civil del juez está expresamente pronunciada por
la ley; 30 cuando la ley declare a los jueces responsables, bajo pena de daños y perjuicios
y 4° cuando haya denegación de justicia”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil, t. II, 2da. ed. n. 410., p. 231).

“La enumeración del artículo 505 del código de procedimiento civil es limitativa”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 410., p. 231).

“Quien se considere lesionado deberá aportar la prueba del dolo, el fraude o la


concusión”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 410., p.
231).

“Cuando la ley declara a los jueces responsables, bajo pena de daños y perjuicios, no se
exige la intención fraudulenta, pero al menos, el juez debe incurrir en falta grosera de
orden profesional”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n.
410., p. 231).
509

“Estos son los casos originales de las demandas en responsabilidad civil contra los jueces:
por dolo, fraude o concusión, lo cual puede ocurrir al sustanciarse el pleito o al dictarse
la sentencia. El fardo de la prueba del dolo, el fraude o la concusión es soportado por el
demandante (…)”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n.
411., p. 231).

“. (…) Estos casos [Responsabilidad civil del juez expresamente pronunciada por la ley]
aparecen en el código de procedimiento criminal, el cual contiene una enumeración
limitativa”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 412., p.
231).

En los casos en los cuales la ley declara a los jueces responsables, “es suficiente la
negligencia del juez, sin que sea necesario probar su actuación fraudulenta e intencional.
Pero la jurisdicción apoderada debe ponderar la falta así como el perjuicio experimentado
por la parte”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 413., p.
231-232).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil ubica la acción en responsabilidad civil


contra los jueces dentro del libro sexto, denominado Procedimientos Especiales, contrario
al Código de Procedimiento Civil actual, que la ubica dentro del libro cuarto de los
recursos extraordinarios para impugnar las sentencias.

El artículo 1708 del Proyecto de Código establece los casos en que los jueces pueden ser
demandados los cuales son tres, a diferencia de lo establecido por el artículo 505 del
Código de Procedimiento Civil, el cual establece cuatro casos. Estos tres casos son: 1.
Cuando los jueces procedan con dolo, fraude, concusión, falta profesional inexcusable o
abuso de autoridad, éstos dos últimos no se encuentran previstos en el actual Código de
Procedimiento Civil; 2. Cuando haya denegación de justicia y 3. Cuando la
responsabilidad civil del juez esté expresamente pronunciada por la ley. De igual manera,
el proyecto establece que los jueces podrán ser demandados en responsabilidad civil,
independientemente de las sanciones penales y disciplinarias que se le puedan aplicar
establecidas de conformidad con la ley.

Artículo 506

Habrá denegación de justicia cuando los jueces rehusaren proveer los pedimentos
en justicia, o se descuidaren en fallar los asuntos en estado y que se hallen en turno
para ser juzgados.

Artículo 507

La denegación de justicia se hará constar por medio de dos pedimentos dirigidos a


los jueces en la persona de los secretarios, y que se notificarán en el intervalo de
tres en tres días a lo menos, si se tratare de los jueces de paz y de los jueces del
tribunal de comercio; y de octava en octava, a lo menos, si se refiriesen a los otros
jueces: todo alguacil requerido estará obligado a hacer las notificaciones de dichos
pedimentos, a pena de interdicción.

Artículo 508

Después de los dos pedimentos expresados, el juez podrá ser demandado en


responsabilidad civil.
510

Tabla de Contenido

1. Denegación de Justicia.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Denegación de Justicia.

Hay denegación de justicia “. (…) cuando el juez rehuse estatuír (sic) bajo pretexto de
oscuridad, silencio o insuficiencia de la ley (…); cuando el juez rehuse responder a los
pedimentos que se le dirijan o se descuide en fallar los asuntos en estado (…), en los
plazos impartidos por el Art. 165 de la L. de O. J. ref. por la L. 1021 de 1935, salvo
circunstancia de fuerza mayor que el juez deberá hacer constar en auto dictado (…) y (…)
en la sentencia”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 323).

“(…) la ley exige que, antes de ser demandado en responsabilidad, el juez sea puesto en
mora de cumplir su deber de juzgar por medio de dos pedimentos dirigidos a la persona
de su secretario, y que se notificarán en el intervalo de tres días a lo menos si se tratare
de un juez de paz o un j. de p. i. en un asunto comercial y de octava en octava si tratare
de otros jueces”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 324).

“En nuestra organización judicial no tenemos jueces especializados para la materia


comercial, pero entendemos que lo dicho para los jueces de paz se aplica para los jueces
del tribunal de comercio, como expresa el texto legal, es decir, que preferimos igualar al
juez de paz con el de comercio y no con el de primera instancia, en lo que se refiere al
asunto que ahora tratamos”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta.
ed. n. 414., p. 232).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones del artículo 506 del Código de Procedimiento Civil se encuentran
establecidas en el artículo 1709 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones de los artículos 507 y 508 del Código de Procedimiento Civil, se
encuentran establecidas en el artículo 1710 del Proyecto de Código de Procedimiento
Civil, prácticamente invariables, diferenciándose al establecer el Proyecto de Código que la
notificación de los pedimentos dirigidos a los jueces se notificarán de tres en tres días a lo
menos, cuando se trate de jueces de paz y de jueces de primera instancia; mientras que
en el Código de Procedimiento Civil se refería a jueces de paz y jueces del tribunal de
comercio. De igual manera, en cuanto a la sanción aplicable al alguacil que se negare a
realizar las notificaciones que se refiere el artículo mencionado, el proyecto establece que
se aplicará la sanción disciplinaria correspondiente, mientras que el actual código
establece que se aplicará la interdicción.

Artículo 509

La demanda en responsabilidad civil contra los jueces de paz, los tribunales de


primera instancia y de comercio o contra algunos de sus miembros, así como contra
alguno de los magistrados de la Suprema Corte, se promoverá y sustanciará ante la
Suprema Corte de Justicia.
511

Artículo 510

Sin embargo, ningún juez podrá ser demandado en responsabilidad civil sin permiso
previo de la Suprema Corte de Justicia.

Artículo 511

Se presentará, a este efecto, instancia firmada por la parte o por su representante,


con poder auténtico y especial, cuyo poder, así como los documentos en apoyo, si
los hubiere, se anexarán a la instancia, a pena de nulidad.

Artículo 512

No podrán emplearse palabras injuriosas contra los jueces, so pena de multa contra
la parte, y de apercibimiento, y aún de suspensión contra el abogado.

Artículo 513

(Derogado por la Ley No. 1077 del 17 de mayo de 1936).

Artículo 514

Cuando se admita la demanda en responsabilidad civil, se notificará al juez


demandado en el plazo de tres días, quien quedará obligado a presentar sus defensas
en la octava. El juez demandado se abstendrá de conocer de la contestación, y
también, hasta que recaiga sentencia definitiva en la demanda en responsabilidad
civil, de todas las causas que la misma parte, sus parientes en línea recta o su
cónyuge, puedan tener establecidas en el tribunal a que pertenezca el juez
demandado, so pena de nulidad de las sentencias que se pronunciaren.

Artículo 515

La demanda en responsabilidad civil de un juez se llevará a la audiencia en justicia


por un simple acto, y será juzgada por una sala formada ad-hoc por la Suprema
Corte de Justicia, compuesta con dos de los jueces que no hubieren figurado entre
los que acordaron la autorización para establecer la demanda, y un abogado.

Tabla de Contenido

1. Competencia.
2. Procedimiento e Instrucción de la Causa.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Competencia.

“(…) la demanda en responsabilidad civil debe ser incoada: contra los jueces de paz y
jueces de primera instancia, ante la corte de apelación correspondiente; contra los jueces
de las cortes de apelación, ante la Suprema Corte de Justicia; y (…), contra los jueces de
la S. C. ante ella misma”. (Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t.II, Prise à Partie, n. 29, p. 534; Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 324).
512

“El sentido de esta reforma [del artículo 164 de la ley 821 de 1927, por la ley 294 de
14940] es evidentemente darles competencia a las cortes de apelación en lo relativo a
demandas en responsabilidad civil contra los jueces de primera instancia. Pero ningún
juez puede ser demandado en responsabilidad civil sin permiso previo de la Suprema
Corte de Justicia”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n.
415., p. 233).

“. (…)que si bien el artículo 509 del Código de Procedimiento Civil dispone que la
demanda en responsabilidad contra los jueces se promoverá y sustanciará ante la
Suprema Corte de Justicia, la cual no podrá ser apoderada sin permiso previo que provea
ésta a instancia firmada por la parte o por su representante, con poder auténtico y
especial, a pena de nulidad, ello sólo es posible, cuando se trate, de acuerdo con el
artículo 164, modificado de la Ley de Organización Judicial, de jueces de las cortes de
apelación; que por consiguiente, como la proyectada demanda en responsabilidad civil se
refiere al Magistrado Juez de instrucción de la Quinta Circunscripción del Distrito
Nacional, la Suprema Corte de Justicia carece de competencia para conocer de la misma
(…)” . (Sent SCJ. 25 Noviembre 1999; Cita de Subero Isa, Dr. Jorge A. 2002. Una Muestra
Jurisprudencial de 5 años 1997-2001. v. III, t. II, pp. 645-646).

“. (…) en caso de que quede incompleta [la Suprema Corte de Justicia] a causa de la regla
establecida en el Art. 515, se integrará llamando a presidente o jueces de c. de a. (…)”.
(Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed,
p. 325).

“Tratándose de (…) la c. de apelación, esta debe constituirse, a fin de conocer de la


solicitud para intentar la demanda (…) con tres jueces (…) en acatamiento de lo prevenido
en el Art. 515, quedarían solamente dos jueces capacitados para conocer de la demanda
(…), los que no figuraron entre los tres que integraron la corte para conocer de la
solicitud. En este caso (…) se llamará a un juez de p. i. para completar la corte”. (Tavares
hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed, pp. 325-
326).

2. Procedimiento e Instrucción de la Causa.

“La demanda en responsabilidad está sujeta a un procedimiento que se desenvuelve en


dos fases: una autorización previa para incoar la demanda, y un juicio contradictorio para
conocer de la demanda”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 324).

“La ley no señala ningún plazo para el ejercicio de la acción en responsabilidad civil. Por
lo tanto, la acción se puede incoar tan pronto es rendida la sentencia que la motiva”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 415., p. 231).

“La parte que quiera demandar a un juez en responsabilidad civil debe solicitar
previamente permiso de la corte de apelación o de la Suprema Corte de Justicia, según
los casos (Art. 510), mediante instancia firmada por ella o por su representante provisto
de poder auténtico y especial acompañado del poder y de los documentos justificativos
(Art. 511)”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.
II, 8va. ed, p. 324).

“Ya expresamos que nadie puede intentar la acción en responsabilidad civil contra los
jueces, si previamente no obtiene autorización de la Suprema Corte de justicia.
Evidentemente, lo que el legislador quiere es evitar acciones precipitadas y totalmente
carentes de fundamento”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed.
n. 416., p. 233).
513

“En vista de la instancia, la corte componente examina si procede o no otorgar


autorización para demandar en responsabilidad civil. Esto se hace en cámara de consejo,
fuera de la presencia del juez motivo de la demanda. El demandante puede presentar
alegatos personalmente o por medio de un abogado, en apoyo de la solicitud. El
expediente es comunicado al ministerio público, para que dictamine (…)”. (Tavares hijo,
Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed, pp. 324-325).

“La instancia no tiene que ser notificada al magistrado contra el cual ella se dirige. Todo
parece indicar que la notificación la hace el procurador general”. (Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 416., pp. 233-234).

“La decisión de la Suprema Corte de justicia negando la autorización para demandar, no


es susceptible de ningún recurso”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t.
II, 4ta. ed. n. 416., p. 234).

En caso de ser admitida la solicitud, el juez será citado, en un plazo de tres días luego de
la autorización, a persona o a domicilio, para que comparezca ante el tribunal
correspondiente; esta citación debe estar acompañada de copias de la sentencia que la
autoriza y de los documentos en que se apoya la demanda. El juez demandado debe
notificar su defensa dentro de la octava. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 325).

“La instancia a notificarse al magistrado debe estar encabezada por el permiso otorgado
por la Suprema Corte de justicia. Después de notificado, el juez tiene ocho días para
presentar sus defensas, las cuales se notifican por un simple acto. El magistrado debe
constituir abogado y el persiguiente debe responder a las defensas”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 418., pp. 234-235).

“Después que la Suprema Corte de justicia autoriza la demanda en responsabilidad civil


contra el juez, se abre la fase definitiva del proceso”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 418., p. 234).

“Se ha juzgado que si después del permiso y las conclusiones del procurador general de la
República el interesado desiste, este desistimiento puede no ser aceptado, si el juez tiene
algún motivo legítimo para oponerse”. (Civ. 22 Mai 1922, D.P. 1925.1.211; nota de Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 418., p. 234).

“En todo caso de demanda en responsabilidad civil contra los jueces, el expediente debe
comunicarse al ministerio público, para fines de dictamen, ya que se trata de un asunto
de orden público”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n.
417., p. 234).

“Después de incoado este procedimiento, y hasta que intervenga sentencia definitiva, el


juez deberá abstenerse de conocer, (…) todas las causas que la parte demandante, sus
parientes en línea recta o su cónyuge puedan tener pendientes ante el tribunal a que
dicho juez pertenece”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 325).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 509 del Código de Procedimiento Civil establece que la demanda en


responsabilidad civil contra los jueces se promoverá y sustanciará ante la Suprema Corte
de Justicia, mientras que el artículo 1715 de Proyecto de Código establece que son
competentes la Corte de Apelación del Distrito Judicial al que pertenezca el Juez de Paz o
514

de Primera Instancia contra quien se dirija la demanda, y la Suprema Corte de Justicia,


para las demandas contra los jueces de cortes de apelación o sus equivalentes y contra
los jueces de la Suprema Corte de Justicia.

El artículo 1711 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil establece que el plazo para
intentar la acción será de un año, a partir de la terminación del proceso ante la
jurisdicción del juez o del acto que le sirva de causa.

Por su parte, el artículo 1712 del Proyecto establece que la demanda no será recibible, si
no ha sido precedida de un acto de intimación al juez de rendir fallo en un plazo no
mayor de 15 días a partir del requerimiento.

Las disposiciones de los artículos 510 y 511 del Código de Procedimiento Civil, se
encuentran reunidas en el artículo 1713 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil,
relativas a la autorización previa de la Suprema Corte de Justicia para ejercer la demanda
en responsabilidad civil, así como la instancia de solicitud firmada por la parte o su
abogado. Agregando el Proyecto que la Suprema Corte de Justicia debe emitir su decisión
en un plazo que no debe exceder los 15 días de haber sido recibida la solicitud, mediante
auto motivado no susceptible de ningún recurso o acción.

Las disposiciones del artículo 512 del Código de Procedimiento Civil se encuentran
contempladas en el artículo 1714 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Lo dispuesto por el artículo 514 del Código de Procedimiento Civil se encuentran


contempladas por los artículos 1716 y 1717 del Proyecto de Código, diferenciándose en
que el Proyecto establece un plazo de diez días para la notificación de la demanda en
responsabilidad civil al juez, cuando el Código de Procedimiento sólo establece un plazo
de tres días.

El artículo 515 del Código de Procedimiento Civil establece que la demanda será juzgada
por una sala formada ad-hoc por la Suprema Corte de Justicia, compuesta por dos jueces
que no hubieren figurado entre los que acordaron la autorización para entablar la
demanda, y un abogado; el artículo 1718 del Proyecto de Código establece que el
procedimiento a llevar será el ordinario correspondiente a la jurisdicción ante la cual es
incoada la demanda.

Artículo 516

El demandante que sucumba en la acción en responsabilidad civil ejercitada contra


un juez será condenado a una multa que no podrá bajar de sesenta pesos y a los
daños y perjuicios en favor de las partes, si hubiese lugar a ello.

Tabla de Contenido

1. Efectos de la Sentencia.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Efectos de la Sentencia.

“Si la corte estima que la demanda en responsabilidad civil es infundada, condena al


demandante a una multa de hasta 60 pesos (sic), y a los daños y perjuicios en favor de
515

las partes (…)”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 326).

“Si la demanda en responsabilidad civil contra el juez es rechazada definitivamente, el


demandado es condenado en costas y podría también incurrir en condenación en daños y
perjuicios en provecho de las otras partes”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil, t. II, 4ta. ed. n. 420., p. 235).

“. (…) en caso de que la demanda aparezca fundada, la corte debe (…) condenar al juez o
tribunal demandado a pagar una indemnización a la parte demandante (…)”. (Tavares
hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 326).

“Cuando la demanda en responsabilidad civil contra un juez se reconoce válida y con


fundamentos, ella da lugar a una decisión al fondo y conviene distinguir si la acción ha
sido o no, intentada en ocasión de una sentencia. Si no ha habido sentencia atacada, lo
cual constituye una denegación de justicia, la decisión anula los actos del juez quien debe
ser condenado en daños y perjuicios en provecho del demandante en compensación del
perjuicio causado por su hecho, todo ello en aplicación del artículo 1382 del código civil”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 420., p. 235).

“La demanda en responsabilidad civil contra el juez, es una acción contra el juez. En
consecuencia, si ha habido sentencia, ésta no es suspendida en lo que concierne a su
ejecución”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 422., p.
235).

“Si la decisión se obtuvo mediante dolo, fraude o concusión, la condenación a daños y


perjuicios quizás sea suficiente, sin necesidad de anular la sentencia”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 422., p. 236).

“Se discute en doctrina si el juez apoderado podría modificar la sentencia o anularla,


después que esta sentencia ha dado lugar a la acción en responsabilidad civil. Algunos
entienden que no lo podría hacer si aún está abierta la vía de la apelación y, si no hay vía
ordinaria abierta, la sentencia habría que atacarla por medio de la revisión civil”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. n. 422., p. 236).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Con relación a la multa establecida en el artículo 516 del Código de Procedimiento Civil,
según el cual dicha multa no podrá bajar de sesenta pesos; el Proyecto de Código
establece que la multa no será menor al salario mensual del juez demandado.
516

LEY NO. 3726 DEL 29 DE DICIEMBRE DE 1953 SOBRE PROCEDIMIENTO DE


CASACIÓN

CAPÍTULO I

OBJETO DE LA CASACIÓN

Artículo 1

La Suprema Corte de Justicia decide como Corte de Casación, si la Ley ha sido bien
o mal aplicada en los fallos en última o en única instancia pronunciados por los
tribunales del orden judicial. Admite o desestima los medios en que se basa el
recurso, pero sin conocer en ningún caso del fondo del recurso.
517

Tabla de Contenido

1. Suprema Corte de Justicia.


A. Atribuciones.
B. Carácter.
2. Recurso de Casación.
A. Definición.
B. Objeto.
C. Limitación a las atribuciones de la SCJ.
3. Sentencias recurribles en casación.
4. Medios del Recurso.
A. Violación a la ley.
B. Exceso de poder.
C. Incompetencia.
D. Contradicción de sentencias.
E. Violación al derecho de defensa.
F. Desnaturalización de hechos.
G. Falta de base legal.
a. Error en los motivos.
b. Contradicción en los motivos.
c. Insuficiencia de motivos.
H. Error en la apreciación de los hechos.
I. Error de derecho.
J. Error material.
5. Medios de Orden Público.
6. Medios nuevos en casación.
7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Suprema Corte de Justicia.

A. Atribuciones.

“La Suprema Corte de Justicia es el tribunal dominicano de mayor jerarquía; nuestro


supremo estatuto político le confiere una triple misión: a) ejercer la más alta autoridad
disciplinaria sobre todos los miembros del Poder Judicial, con facultad de trasladarlos
provisional o definitivamente de una jurisdicción a otra; b) conocer en única instancia de
las causas penales seguidas a los funcionarios públicos que limitativamente señala el
texto constitucional de referencia, y como tribunal de segundo grado, ‘las causas cuyo
conocimiento en primera instancia competa a las Cortes de Apelación’;y c) conocer de los
recursos de casación de conformidad con la ley”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, 1ra.
ed., p. 113).

“Corresponde exclusivamente a la Suprema Corte de Justicia, sin perjuicio de las demás


atribuciones que le confiere la Ley: 1- Conocer en única instancia de las causas penales
seguidas al Presidente y al Vicepresidente de la República, a los Senadores, Diputados,
Secretarios de Estado(...) y de la constitucionalidad de las leyes, a instancias del Poder
Ejecutivo, de uno de los Presidentes de las Cámaras del Congreso Nacional o de parte
interesada 2-Conocer de los recursos de casación de conformidad con la ley. 3- Conocer,
en último recurso, de las causas cuyo conocimiento en primera instancia competa a las
Cortes de Apelación. 4- Elegir los Jueces de las Cortes de Apelación, del Tribunal de
Tierras, de los Juzgados de Primera Instancia, los Jueces de Instrucción(...) 5-Ejercer la
más alta autoridad disciplinaria sobre todos los miembros del Poder Judicial(...) 6-
518

Trasladar provisional o definitivamente, de una jurisdicción a otra, cuando lo juzgue útil,


los Jueces de las Cortes de Apelación, los jueces de Primera Instancia, los Jueces de
Jurisdicción Original, del Tribunal de Tierras(...)7- Crear los cargos administrativos que
sean necesarios para que el Poder Judicial(...) 8- Nombrar todos los funcionarios y
empleados que dependan del Poder Judicial. 9- Fijar los sueldos y demás renumeraciones
de los jueces y del personal administrativo perteneciente al Poder Judicial”. (Artículo 67,
Constitución de la República Dominicana).

“La Suprema Corte de Justicia es el organismo encargado de conocer y decidir sobre el


recurso de casación”. (Valdez, Jacinto. 1999. Las Vías de Recursos. p.103).

“Sus atribuciones están desglosadas en dos categorías: disciplinaria y de casación.1.


Disciplinaria a) Ejercer la más alta autoridad disciplinaria sobre todos los miembros del
Poder Judicial pudiendo imponer las penas de suspensión o destitución. b) Determinar el
procedimiento que deberá observarse cuando los casos ocurrentes no estén establecidos
en la ley, o resolver cualquier punto que para tal procedimiento sea necesario. c) Ordenar
la inspección cuando lo estime conveniente de todas las jurisdicciones y oficinas
sometidas a la vigilancia de la autoridad judicial. d) Dirimir los conflictos que ocurran
entre funcionarios judiciales, entre sí y entre éstos y funcionarios de otras ramas cuando
no sean de la competencia de otra autoridad. 2. Casación. Como Corte de Casación en
pleno, corresponde a la Suprema Corte de Justicia el conocimiento de todas las causas
que le sean atribuidas por la Constitución de la República s' Conoce también las
demandas en declinatoria, designación de jueces, inhibición de jueces, demandas en
suspensión de ejecución de sentencias, designación de notarios públicos y juramentación
de abogados y notarios. Determina, además, el procedimiento a seguir en determinados
casos. Conoce de las causas disciplinarias y en grado de apelación, conoce de los
recursos contra las decisiones de los tribunales disciplinarios de los Colegios de
Abogados, de la fianza en materia criminal, de Hábeas Corpus y demás casos que la ley
ponga a cargo de una de las Cámaras” [sobre esta última afirmación el profesor Jorge
Blanco, hace una cita errada del artículo 14 de la Ley 25-91, ya que éste, en su literal m)
establece que, como pleno, es atribución de la Suprema Corte: “Todos los asuntos que la
ley no ponga a cargo de las cámaras”]. (Jorge Blanco, Salvador.1997. Introducción al
Derecho, 1ra ed., p. 272-273).

Las facultades de la Suprema Corte de Justicia están expresadas categóricamente en la


Ley primordial del Estado así como en las secundarias. (Sent SCJ. 10 de febrero del 1910,
BJ. 3. 2).

“La Corte de Casación no es el alter ego del legislador. Su intervención en el campo


legislativo es el producto de un compromiso entre el totalitarismo legislativo y la
necesidad jurisprudencial; no es más que el medio de volver legislativa la inevitable
jurisprudencia, no la de reemplazar al legislador. Esta relación auxiliar respecto de la ley
determina los límites de la acción legislativa de la Corte de Casación. Su misión es más
bien determinar los contornos de la ley en la práctica judicial y prolongarla usando los
recursos de la interpretación. Ella no puede crear las reglas sin un soporte textual y aún
menos fuera de un proceso”. (Zenati, Frédéric, La Jurisprudence (Dalloz); cita de Pichardo,
Rafael Luciano. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-2002., cita preliminar).

B. Carácter.

“Desde su origen, el recurso de casación es de linaje constitucional (…). Si bien es cierto


que el canon constitucional que consagra entre nosotros el recurso de casación prescribe
que éste debe intentarse en la forma que determina la ley o de conformidad con la ley, ello
no autoriza su eliminación en determinadas materias, sino su pura reglamentación. En
otras palabras, estas expresiones se refieren a cuestiones de procedimiento pura y
519

simplemente. La Ley (…) nunca deberá impedirlo contra una sentencia que ya es
inatacable por otra vía de recurso pues, una ley con ese alcance no solo violaría el canon
constitucional señalado, que no autoriza votar disposición de ese talente, sino que,
además enajenaría a la Suprema Corte de Justicia el derecho de decir la última palabra
en la interpretación de las normas jurídicas, tanto legislativas como consuetudinarias
(…)”. (Pichardo, Rafael Luciano. 1994. El Recurso Constitucional de Casación. Estudios
Jurídicos v. IV, n. 1, Enero – Abril 1994, p. 107-111).

“Que un estudio más detenido y profundo del canon constitucional que consagra el
recurso y de la institución misma de la casación, revela que el recurso de casación no solo
se sustenta en la Ley Fundamental de la Nación, sino que mediante su ejercicio se
alcanzan fines tan esenciales como el control jurídico sobre la marcha de la vida del
Estado, mediante el mantenimiento del respeto a la ley, así como mantener la unidad de
la jurisprudencia por vía de la interpretación de la ley; que, además, el recurso de
casación constituye para el justiciable una garantía fundamental en la cual, en virtud del
inciso 2 del artículo 67 de la Constitución, pertenece a la ley fijar sus reglas; que al
enunciar el artículo 11, modificado, de la Ley 302 de 1964, que la decisión que intervenga
con motivo de una impugnación de una liquidación de honorarios o de gastos y
honorarios no será susceptible de ningún recurso ordinario ni extraordinario, no está
excluyendo el recurso de casación, el cual está abierto por causa de violación a la ley
contra toda decisión judicial dictada en última o en única instancia, y sólo puede
prohibirse por tratarse de la restricción de un derecho, si así lo dispone expresamente la
ley para un caso particular, por lo que procede admitir el presente recurso”. (Sent SCJ. 10
de Septiembre 1997, BJ. 1042, 42-43, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince
Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 417).

2. Recurso de Casación.

A. Definición.

“La casación es el recurso extraordinario mediante el cual se obtiene de la Suprema Corte


de Justicia la anulación de las sentencias en última o en única instancia dictadas en
violación de la ley”. (Tavares hijo, Froilan, 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.III, 4ta ed., p. 149).

“Anulación por la Corte de Casación o el Consejo de Estado de una decisión jurisdiccional


(judicial o administrativa), dictada en última instancia y atacada mediante recurso por
violación o falsa interpretación de la ley, incompetencia o exceso de poder. La casación
puede hacerse con o sin remisión”. (Capitant, Henri, 1977. Vocabulario Jurídico. 6ta ed.,
p.104).

“El recurso de casación es una vía extraordinaria para que la Suprema Corte de Justicia,
como jurisdicción especial, pueda asegurar la correcta interpretación de la ley. Como no
es un recurso de revocación ni de retractación, la Suprema Corte de Justicia no juzga el
proceso. Mas bien juzga la ley y el derecho”. (Jorge Blanco, Salvador, .1997. Introducción
al Derecho, 1ra ed., p. 274).

“Una vía de recurso extraordinaria, abierta a las partes y en ciertos casos al Ministerio
Público, que tiene por objeto hacer anular por la Corte de Casación las sentencias
dictadas en Violación de la ley”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, 1ra. ed., p. 113).

“La casación es un recurso extraordinario reservado a las partes lesionadas en sus


derechos por una sentencia emanada de un tribunal del orden judicial”. (García de Peña,
Luis Víctor. 2001. Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 44).
520

“El recurso de casación es una vía extraordinaria que tiene por objeto especial declarar si
el fallo que se impugna se ha dictado en consonancia con la ley, o si ésta fue infringida, y
al confirmarlo o anularlo, regula la justicia, porque mantiene la uniformidad de la
jurisprudencia. Por consiguiente, la Suprema Corte de Justicia, en funciones de Corte de
Casación, jamás averigua si la sentencia está bien o mal fundada en cuanto al fondo (…)”.
(Sent SCJ., 1ro. de Septiembre 1909, BJ. 2, 5, cita de Gatón Richiez, Carlos. 1943. La
Jurisprudencia en el República Dominicana, Doctrina y Legislación, 1865-1938. p. 106).

B. Objeto.

“La Casación, tiene por objeto descalificar las erróneas corrientes de interpretación de la
ley por parte de los jueces de instancias inferiores, de tal forma que impida que los
criterios erróneos al ser difundidos puedan crear confusión a nivel de los demás
tribunales al interpretar una ley”. (Gaceta Jurídica Virtual. 2001. El recurso de casación.
p.4).

“El recurso de casación tiene como finalidad el respeto a la ley”. (Tavares hijo,
Froilan..1999 Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. Vol. I. p. 56).

“El recurso de casación tiene por finalidad controlar la legalidad de las decisiones de los
demás tribunales y cortes; lo que significa que la Suprema Corte de Justicia no es un
tercer grado de jurisdicción, y por eso no estatuye nuevamente sobre el fondo del proceso
ni sustituye por otra la decisión atacada”. (Valdez, Jacinto. 1999. Las Vías de Recursos.
p.104).

“El recurso de casación, tiene la finalidad de garantizar la corrección sustancial y la


legalidad formal del juicio previo exigido por la constitución, para asegurar el respeto a los
derechos individuales, las garantías de igualdad ante la ley y la inviolabilidad del derecho
a la defensa en juicio”. (Gaceta Jurídica Virtual. 2001. El recurso de casación. p.4).

La jurisprudencia puede y tiene el deber de subsanar las deficiencias literales que afecten
la ley, porque de lo contrario quedaría desvirtuado completamente su objeto, que es el
bien social, y contrariados del todo los fines que tuvo en mira el legislador, por defectos
puramente textuales. (Sent SCJ. 10 de marzo del 1909, BJ. 3.1).

C. Limitación a las atribuciones de la SCJ.

“. (...) Su misión se limita a determinar si las formalidades prescritas a pena de nulidad


han sido observadas, y si la ley en que se fundamenta la sentencia recurrida ha sido
aplicada correctamente. Por esa razón la Suprema juzga en derecho y no en hecho”.
(Valdez, Jacinto. 1999. Las Vías de Recursos. P.104 y Cury, Jottin. 1976. .Los Recursos,
1ra. ed., p. 113-114).

Aplicando estos principios, la Suprema Corte de Justicia ha establecido en diversas


sentencias que ella no puede revisar la materialidad de los hechos, como tampoco
ordenar nuevas comprobaciones para determinar si los hechos dados por establecidos y
no desnaturalizados son ciertos o falsos. (Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. V. III, 4ta ed.,p. 149).

“La casación no es un tercer grado de jurisdicción puesto que con ella no se conoce el
fondo del proceso, sino que se persigue la anulación de la sentencia dictada en violación a
la ley”. (García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p.
44).
521

La Suprema Corte de Justicia no es un tercer grado de jurisdicción y, por ello no juzga


procesos sino que juzga el derecho. (Sent SCJ. 31 de octubre del 1941.B. J. 375.1037).

3. Sentencias recurribles en casación.

“Toda sentencia, sea en materia civil o comercial, según lo disponen los Arts. 1, 2,3 de la
Ley sobre Procedimiento de Casación, puede ser atacada con un recurso de casación
siempre que sea en última o en única instancia”. (Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III. 4ta ed., p.157).

“La sentencia recurrible en casación debe reunir los dos requisitos siguientes : a) Ser en
única o en última instancia; y b) emanar de un tribunal del orden judicial, es decir, del
Juzgado de Paz, del Juzgado de Primera Instancia, o de la Corte de Apelación. También
son impugnables mediante ese recurso las sentencias pronunciadas por el Tribunal de
Tierras y por el Tribunal Superior Administrativo que reúnan los requisitos apuntados. El
recurso de casación puede ser dirigido contra toda sentencia que reúna aquellos
requisitos, cualquiera que sea su carácter: definitiva, interlocutoria o preparatoria.
También se admite este recurso contra las sentencias pronunciadas en única instancia en
materia de referimiento”. (García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los recursos contra las
sentencias. 2da ed., p. 53).

“De conformidad con el artículo 1 de la Ley sobre Procedimiento de Casación, la Suprema


Corte de Justicia, decide como Corte de Casación, si la ley ha sido bien o mal aplicada en
los fallos en última instancia o en instancia única pronunciados por los tribunales del
orden judicial; es evidente que dicho texto legal sólo ha podido referirse a las sentencias
emanadas de las cortes de apelación, los juzgados de primera instancia, los juzgados de
paz y los tribunales especiales cuando así lo disponga la ley; en tal virtud, las sentencias
pronunciadas por la Suprema Corte de Justicia no son susceptibles de casación”. (Sent
SCJ. 17 de Enero 1968, BJ. 696.68).

“(…) que en la especie lo que ha sido objeto de un recurso de casación, es un auto dictado
por un juez de Primera Instancia y no una sentencia conforme a los términos del texto
legal antes mencionado [artículo 1, Ley sobre Procedimiento de Casación], por lo que
dicho recurso es inadmisible”. (Sent SCJ. 12 de Marzo 1993, BJ. 986-988, 231, cita de
Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana, 1988-2002. p. 470).

“De acuerdo con la Suprema C. de Justicia, es inadmisible el recurso de casación contra


una sentencia pendiente de revisión civil. La casación es una vía de recurso contra las
sentencias no susceptibles de retractación o reforma (...) El recurso de casación es
admisible sea cual sea el valor del litigio. El recurso de casación es posible contra las
sentencias pronunciadas en única instancia en materia de referimiento... las sentencias
provisionales, las que son recurribles en casación (...) En cambio, el recurso de casación
no procede contra los actos judiciales que no son sentencias (...)”. (Tavares hijo, Froilan.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III, 4ta ed., pp.157-58).

La Suprema Corte de Justicia no es competente para anular una resolución


administrativa. Los fallos de los juzgados de Paz del Juzgado de Primera Instancia y de
las Cortes de Apelación rendidos en instancia única o en última instancia, pueden
impugnarse por casación. También son susceptibles de casación los fallos del Tribunal
Superior de Tierras y los de la Cámara de Cuentas en funciones de Tribunal Superior
Administrativo. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, 1ra. ed.,p. 114; Pérez Méndez, Artagnan.
1999. Procedimiento Civil. T. I, 9na. ed., p.330).
522

“Considerando, que al tratarse el fallo impugnado de una resolución de la Comisión de


Apelación de Alquileres de Casas y Desahucios, y no emanar de un tribunal del orden
judicial, no puede ser impugnada por medio del recurso extraordinario de casación, en
razón de que estas resoluciones provienen de un tribunal administrativo especial y no
judicial, ni disposición legal alguna así lo determina; que en consecuencia, el presente
recurso resulta inadmisible (...)”. (Sent SCJ. 7 de Octubre 1998, BJ. 1055, v. I, 56; Sent.
SCJ. 6 de Marzo 2002, BJ. 1096, 52-53, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince
Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 447).

“(…) Que ha sido criterio constante de esta Suprema Corte de Justicia que las sentencias
en defecto que se limitan a pronunciar el descargo por falta de concluir del apelante, no
son susceptibles de ningún recurso en razón de que no acogen ni rechazan las
conclusiones de las partes, ni resuelven en su dispositivo ningún punto de derecho; que
el tribunal apoderado no tiene que proceder al examen del fondo del proceso, sino
limitarse a pronunciar el descargo puro y simple solicitado, cuando se cumplan los
requisitos antes señalados; Que la supresión de los recursos en estos casos tiene su
fundamento en razones de interés público, en el deseo de impedir que los procesos se
extiendan y ocasionen gastos en detrimento del interés de las partes, por lo que procede
declarar inadmisible el presente recurso de casación”. (Sent SCJ. 6 de Marzo 2002, BJ.
1096, 46-47; Sent. SCJ. 16 de Marzo 2002, BJ. 1096, 150-151; Sent. SCJ. 26 de Junio
2002, BJ. 1099, 108-109; Sent. SCJ. 10 de Julio 2002, BJ. 1100, 121; Sent. SCJ. 24 de
Julio 2002, BJ. 1100, 189-191, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de
Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. pp. 421-422; 444-447).

El recurso de casación se puede intentar independientemente del valor del litigio en los
casos procedentes. (En este sentido, Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil,
t.I, 9na. ed., p.330 y Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, V. III. 4ta. ed., p. 158).

No será admisible el recurso de casación, contra la sentencia susceptible de oposición,


puesto que mediante el ejercicio de esta vía ordinaria de retractación, pueden ser
subsanadas las violaciones de la ley que afectan a la decisión atacada . (Sent SCJ. 14 de
marzo de 1952. BJ. 500.447, Cit. Castaños Julio Miguel, Jurisconsulto) si el recurrente
escoge la vía de la retractación y hace oposición no puede recurrir en casación sino contra
la sentencia que intervenga sobre la oposición. (Sent SCJ. 20 de Julio 1983, BJ. 872, 1967,
Cit. Castaños Guzmán. Julio Miguel, Jurisconsulto).

Podrá ser impugnado por casación, toda sentencia de un tribunal judicial, dictada en
último recurso. (Sent SCJ. 28 de septiembre del 1917. BJ. 87.144).

“La sentencia de la corte a-qua, que anuló las decisiones de Primera Instancia, por
violación de formas prescritas por la Ley a pena de nulidad, avocó el fondo del asunto y
ordenó el reenvío de la causa para una próxima audiencia, es definitiva sobre un
incidente, y por consiguiente, susceptible de ser recurrida en casación; que al sólo
interponerse recurso de casación contra la sentencia que fallo el fondo del asunto, dichos
recurrentes no pueden válidamente impugnar aquel fallo (…)”. (Sent SCJ. 28 de Enero
1980, BJ. 830, 116, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“(…) la corte a-qua falló definitivamente un punto de derecho que le fue sometido a su
apreciación, como fue el de su competencia para conocer del caso; que en tales
condiciones, dicha decisión tiene el carácter de una sentencia definitiva sobre un
incidente y como tal podía ser impugnada inmediatamente en casación”. (Sent SCJ. 24 de
Agosto 1973, BJ. 753, 2448, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).
523

“En la especie, [la actual recurrente] no había impugnado en casación dicha decisión, que
resolvió ese incidente, y por el contrario concurrió a la audiencia en que se discutió el
fondo de la litis sin hacer ninguna clase de reservas y aceptó el debate, pura y
simplemente, puesto que presentó conclusiones al fondo, ello es implicativo, como lo
alegan las recurridas, de una aquiescencia o asentimiento del fallo supra dicho, y en
consecuencia, el recurso de casación interpuesto por la actual recurrente contra dicho
fallo incidental es inadmisible”. (Sent SCJ. 20 Agosto 1971, BJ. 729, 2428, Cit. Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

Para que una sentencia pueda ser impugnada por la vía de la casación, es necesario que
no pueda serlo por ninguna otra vía. (Sent SCJ. 8 de Marzo 1931, BJ. 250, 20, Sent. SCJ.
28 Septiembre 1934, BJ 290, 12, cita de Gatón Richiez, Carlos. 1943. La Jurisprudencia en
el República Dominicana, Doctrina y Legislación, 1865-1938. p.137).

“No es admisible la casación contra la sentencia de la S. C. J. En instancia única. B. J.


866.56”. (Headrick, William. 2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 70).

“Las decisiones de la Suprema Corte de Justicia, sean cuales fueren las atribuciones en
las cuales las hubiere dictado, no pueden ser impugnadas mediante el recurso de
casación”. (Sent SCJ., 9 de Noviembre de 1925, BJ. 184, 4) “que el único recurso que se
permite contra ellas, como Corte de Casación, es el de la oposición previsto por el artículo
16 de la Ley sobre la materia”. (Sent SCJ. 14 de Enero 1983, BJ. 866, 57).

“(…) el examen de la sentencia dictada por la Suprema Corte de Justicia, pone de


manifiesto, tal como lo observa el abogado de los recurrentes, que se incurre en el
involuntario error de no advertir la existencia en el expediente correspondiente, de un
memorial de casación, contentivo de los medios en que lo fundaban los recurrentes, error
que dio lugar a que se declarara nulo el recurso; es deber ineludible de la Suprema Corte
de Justicia, para el fiel cumplimiento de la Ley sobre Procedimiento de Casación, para
una recta administración de justicia y para que no sean vulnerados los derechos de las
partes, reparar la omisión cometida, procediendo a un examen completo del expediente
que permita la ponderación de los medios del recurso y, consecuentemente, dejar sin
consecuencia la nulidad pronunciada a causa del involuntario error cometido; todo
haciendo uso de las facultades que le acuerda el artículo 29 de la Ley de Organización
Judicial”. (Sent SCJ. 07 de Septiembre 1981, BJ. 850, 2031).

4. Medios del Recurso.

“Es el alegato que la parte recurrente, mediante un escrito somete a la Corte de Casación
señalándole lo que a su juicio es una violación de la ley, o exceso de poder, o cualquier
otro argumento que tenga como fundamento la violación o la mala aplicación de la ley de
que ha sido objeto”. (Gaceta Jurídica Virtual. 2001. El recurso de casación. p.9).

“No obstante que la violación de la ley es, en realidad, el único motivo de apertura del
recurso de casación, que tiene por consiguiente un alcance general, resulta de algunos
textos y de la jurisprudencia que ese motivo único puede revestir diversas modalidades”.
(Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III, 4ta ed.,
p. 164).

“El texto no distingue entre normas de forma o fondo. De manera que cualquier violación
a la ley, sea de forma o de fondo, sirve de fundamento al recurso de casación. Hablando
con propiedad la violación a la ley es el único medio que origina el recurso de casación,
sin embargo, ese único medio puede manifestarse de diferentes maneras, cada una de las
cuales constituye un motivo autónomo de casación”. (García de Peña, Luis Víctor. 2001.
Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 53).
524

“Que los medios en que se funda un recurso de casación deben ser dirigidos contra la
sentencia impugnada, contra la cual hay que precisar las violaciones cometidas por el
tribunal que la dictó y la forma en que esas violaciones se produjeron, siendo inadmisible
el medio que se examina al estar fundamentado en alegadas violaciones… por referirse a
un fallo que no es el actualmente impugnado”. (Sent SCJ. 29 de Diciembre 1999, BJ.
1069, 758, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de
Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 484).

“(…) como se advierte de los antes expuesto, el escrito depositado por la recurrente en la
Secretaría de la Suprema Corte de Justicia (…) suscrito por su abogado, no contiene ni
desarrolla ningún medio como agravio a la sentencia impugnada, ni tampoco indica qué
textos legales se violaron en la misma, por lo que al no tener contenido ponderable, el
recurso contra la sentencia impugnada debe ser declarado inadmisible”. (Sent SCJ. 22 de
Enero 1988, BJ. 926, 42-67; Sent. SCJ. 9 de Mayo 1988, BJ. 930, 610-631; Sent. SCJ. 7 de
Septiembre 1988, BJ. 934, 1229).

“Considerando que, en casación, no se puede hacer valer ningún punto que no se haya
sometido por la parte que lo invoca por ante el tribunal que dictó la sentencia impugnada,
salvo que la ley disponga el examen de oficio en un interés de orden público”. (Sent SCJ. 5
de Febrero 1988, BJ. 927, 125; Sent. SCJ. 24 de Febrero 1988, BJ. 927, 251; Sent. SCJ. 8
de Marzo del 2000, BJ. 1072, 140).

“Aunque el artículo 5 de la ley sobre procedimiento de casación, prescribe que en asuntos


civiles y comerciales el recurso se interpondrá mediante un memorial que contenga todos
los medios en que se funde, lo que ha sido interpretado en el sentido de que los medios no
propuestos en el memorial mismo no pueden serlo en el ampliativo, tal limitación no
puede ser extensiva a los medios fundados exclusivamente en un desconocimiento o
violación de la Constitución; que ello es así debido a la primacía de la observancia de la
constitución del estado, cuya intangibilidad, en razón del supremo interés público en ello
envuelto, está por encima de cualesquiera otras normas de menos jerarquía”. (Sent SCJ.
Septiembre 1969, BJ. 706, 3012, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“La inconstitucionalidad de una ley o de una ordenanza no constituye un medio de


casación de una sentencia y debe ser objeto de un recurso especial cuyos trámites están
establecidos por la ley”. (Sent SCJ. 18 de Marzo 1932, BJ. 260.19-20).

A. Violación a la ley.

“Faye sostiene que hay violación a la ley cuando la decisión es contraria a sus
prescripciones, sea que haya una contradicción formal, sea que el juez haya interpretado
mal el texto, sea que haya cometido un error en su aplicación de la misma a los hechos de
la causa En ese mismo orden de ideas, el eminente jurista francés aducía que el medio
de incompetencia se confunde con el de la violación a la ley, y que la contrariedad de
sentencias, considerado también como un medio de casación independiente, no es otra
cosa que una modalidad derivada de la violación a la ley. Pero se ha apuntado con acierto
que, llevado el análisis a sus últimas consecuencias, terminaría uno por admitir que sólo
existe una causa de apertura a la casación: la violación de la ley”. (Cury, Jottin. 1976. Los
Recursos, 1ra. ed., p. 115).

“El término ley, para los fines del recurso de casación, tiene una amplia acepción:
comprende las leyes propiamente dichas, los decretos y resoluciones del Poder Ejecutivo,
y los acuerdos internacionales debidamente ratificados por el Gobierno. Caen también
dentro de la casación las reglas tradicionales de derecho, aun cuando no hayan sido
expresamente consagradas por vigentes textos legales. Así mismo, incluye en los tratados
525

internacionales aprobados por el Congreso de la República”. (Cury, Jottin. 1976. Los


Recursos, 1ra. ed., P. 115 García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los recursos contra las
sentencias. 2da ed., p. 49) y Gaceta Jurídica Virtual. 2001. El Recurso de Casación. p. 10).

“En este medio se agrupan tanto las leyes que reglamentan el fondo de los derechos, como
aquellas que exigen a pena de nulidad la observancia de ciertas reglas de formas en los
actos de procedimiento como en las sentencias, por ejemplo, la falta de motivos. La ley
violada debe ser nacional; la ley extranjera solo puede dar lugar a casación en casos muy
excepcionales admitidos por el derecho internacional”. (García de Peña, Luis Víctor. 2001.
Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 49).

“La violación de la ley que puede fundamentar un recurso de casación debe encontrarse
contenida en el dispositivo de la sentencia impugnada. Por el contrario, los errores
contenidos en los motivos no pueden fundamentar el recurso, siempre que el dispositivo
de la sentencia se encuentre legalmente justificado por los hechos comprobados en ella
(jurisprudencia constante). Los motivos errados no vician la sentencia cuando ésta se
halla justificada por otros motivos exactos (...) Debe ser casada la sentencia que incurre
en la violación de la ley de uno de los Estados que suscribieron la Convención de Derecho
Internacional Privado de la Habana de 1928, puesto que los tribunales dominicanos están
obligados a aplicar de oficio estas leyes”. (Tavares hijo, Froilan. 2002. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III, 4ta ed., pp. 165-66).

“El recurso de casación es una vía única y extraordinaria que tiene por objeto especial
declarar si el fallo que se impugna se ha dictado en consonancia con la ley, o si ésta fue
infringida; y al confirmarlo o anularlo, regula la justicia, porque mantiene la uniformidad
de la legislación y de la Suprema Corte de Justicia, en funciones de Corte de Casación,
jamás averigua si la sentencia está bien o mal fundada en cuanto al fondo, porque esto
equivaldría a un tercer grado de jurisdicción, y solo se concreta a saber si los medios
propuestos para obtener la casación pedida, son legales o ilegales; de modo que su
encargo se reduce únicamente a juzgar la sentencia atacada, y si la casa, no la sustituye
o reemplaza con otra nueva, sino que reenvía las partes ante la jurisdicción ordinaria y
competente, para que ésta resuelva respecto del hecho y del derecho consuetudinario”.
(Sent SCJ. 1 de septiembre del 1909, BJ. 2.5).

Por ley, en el sentido general que tiene la palabra en el Art. 3 de la L. sobre Pr. de
Casación, hay que entender: 1°, las normas jurídicas emanadas del Poder Legislativo; 2°,
las normas jurídicas contenidas en los decretos, reglamentos e instrucciones que el poder
ejecutivo pueda expedir para la ejecución de las leyes: 3°, las normas jurídicas contenidas
en los tratados internacionales. (Sent SCJ. 4 de noviembre del 1988, BJ. 936. 1486.)

El recurso de casación está abierto a los justiciables por causa de violación a la ley contra
todas las decisiones judiciales. (Cass. Civ. 28 juin 1882).

Se admite que tienen igualmente fuerza de la ley ciertas reglas tradicionales, como por
Ej., la máxima error communis facit ius. (Sent SCJ. 12 de enero del 1974, BJ. 447.3).

No se admite la violación de una jurisprudencia, por más constante que ésta sea, como
medio de casación. (Sent SCJ. 24 de febrero del 1954, B. J. 523.258).

B. Exceso de poder.

“El exceso de poder está íntimamente vinculado a la competencia e incompetencia de los


tribunales para juzgar los asuntos que se les someten, constituyendo motivo de orden
público en materia de casación. La incompetencia debe promoverse ante los jueces de
fondo excepto cuando la Corte de Casación puede promoverla de oficio, que es el caso
526

contemplado por la Ley 834 del 1978 en su artículo 20”. (Gaceta Jurídica Virtual. 2001. El
Recurso de Casación. p. 11).

Este suele confundirse con el de la incompetencia, y en cierto modo, guardan algunas


semejanzas, ya que en ambos el tribunal apoderado era incompetente para conocer del
asunto, pero mientras que en el segundo la competencia pertenecía a otro tribunal del
orden judicial, en el primero, ningún tribunal de este orden tenía competencia para
conocer y fallar el asunto en cuestión, sino que esa competencia correspondía a otra
autoridad o a otro organismo extraño al Poder Judicial, o sea que era atribución del Poder
Ejecutivo o del Poder Legislativo. El exceso de poder es, pues, una violación al principio
de la separación de los Poderes del Estado. (García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los
recursos contra las sentencias. 2da ed.,p. 50).

“El exceso de poder es un caso particular de violación a la ley, distinto del vicio de
incompetencia. Es evidente que el tribunal comete exceso de poder cuando en su
sentencia viola el principio de la separación de los poderes”. (Tavares hijo, Froilan. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 4ta ed. p.176).

“(…) que al estatuir de oficio en un asunto de puro interés privado y declarar nula la
demanda (…) la Corte a-qua falló sobre cosas no pedidas excediéndose en sus poderes,
por lo que en la sentencia impugnada se incurrió en las violaciones denunciadas y en el
vicio de extra petita, medio este ultimo que suple la Suprema Corte de Justicia, por lo que
dicha sentencia debe ser casada”.(Sent SCJ. 25 de Marzo 1998, BJ. 1048, 109-110, cita de
González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1999. Recopilación Jurisprudencial Integrada de las
Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana. v. X, t. III. p. 727).

C. Incompetencia.

“La incompetencia se produce cuando un tribunal conoce de un asunto que de


conformidad con la ley le correspondía conocer a otro. La incompetencia es de orden
público o de puro carácter privado. Si se viola una ley enmarcada dentro de la
competencia de atribución, por ejemplo, el orden público se halla entonces afectado, y esa
violación puede ser propuesta en todo estado de causa, lo que equivale a decir que puede
proponerse por vez primera en casación”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, 1ra. ed., p.
116).

“Para que este medio de casación pueda ser planteado es necesario que la excepción de
incompetencia, sea ésta absoluta o relativa, haya sido invocada ante los jueces del fondo,
salvo los casos en que el Art. 20 de la Ley no.834 de 1978, permite a la Corte de Casación
promover de oficio la excepción de incompetencia”. (García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los
recursos contra las sentencias. 2da ed.,p. 50).

No puede invocarse la incompetencia absoluta por primera vez en casación si el tribunal


que dicto la sentencia impugnada en casación no fue puesto en condición de conocerla.
(Sent SCJ. 28 de Noviembre del 1952, BJ. 508.2200).

“La incompetencia territorial, sólo puede ser propuesta por vez primera en casación
cuando la parte interesada la invocó sin éxito por ante los jueces del fondo, habiendo sido
desestimada por éstos”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos. 1ra ed., p.116).

D. Contradicción de sentencias.

“Deben referirse exclusivamente a sentencias contradictorias dictadas en última


instancia, por tribunales distintos pero entre las mismas partes y sobre los mismos
medios. El recurso se dirige contra la segunda de estas sentencias, porque es ella la que
527

viola el carácter de cosa juzgada inherente a la primera”. (García de Peña, Luis Víctor.
1996. Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 50; Gaceta Jurídica Virtual. 2001. El
Recurso de Casación. P. 11; Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. III, 4ta ed., p.179).

“Que en primer lugar para que pueda existir un medio de casación fundado en la
contradicción de sentencias, es preciso que se reúnan las siguientes condiciones: 1) que
las decisiones sean definitivas; 2) que emanen de tribunales diferentes; 3) que sean
contrarias entre sí; y 4) que se hayan pronunciado en violación de la cosa juzgada; (…)”.
(Sent SCJ. 13 de Octubre 1999, BJ. 1067, 75, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002.
Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 519).

Se admite generalmente que el recurso de casación puede siempre ser incoado, sobre el
fundamento del Art. 504, hallase invocado o no la autoridad de la cosa juzgada por la
primera sentencia ante el tribunal apoderado del segundo proceso. (Tavares hijo,
Froilan.1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III, 4ta ed., p 180).

Si la contrariedad resulta de dos decisiones dictadas por el mismo tribunal, entonces el


recurso a ejercer sería el de la revisión civil, excepto que la contrariedad sea el producto
de la voluntad consciente del juez, en cuyo caso la casación recobra su imperio. Es
necesario, para que proceda el medio de casación relativo a la contradicción de
sentencias, que ambas decisiones hayan sido dictadas en última instancia, no basta que
una sola tenga este carácter, además, se necesita que exista contrariedad entre las dos
decisiones objeto del recurso y dictadas en violación a la cosa juzgada. (Cury, Jottin.1976.
Los Recursos, 1ra. ed., 1976. p. 117).

E. Violación al derecho de defensa.

“Se concretiza este medio cuando en la instrucción y fallo del proceso, se desconocen las
normas legales que tienden a garantizar y asegurar el derecho de defensa de cada una de
las partes, tales como la publicidad y contradicción de la causa”. (García de Peña, Luis
Víctor. 2001. Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p.50; Gaceta Jurídica Virtual.
2001. El Recurso de Casación. p. 11).

“La violación del derecho de defensa no puede ser considerada, en principio, como medio
nuevo, puesto que, generalmente, la parte en cuyo perjuicio fue violado este derecho no
ha tenido la oportunidad de invocarlo ante el tribunal que dictó el fallo atacado”. (Tavares
hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 4ta ed., p.181).

“En la especie, no ha constancia alguna en el fallo impugnado, según resulta de su


examen, de que las conclusiones subsidiarias de la recurrente, transcritas anteriormente,
fueran examinadas y ponderadas por la Corte a-qua, lesionándose con ello el derecho de
defensa, ya que era su deber responder a ese pedimento que le fue formulado, que en
esas condiciones el fallo impugnado debe ser casado (…)”. (Sent SCJ. 17 de Febrero 1982,
B.J. 855, 204, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“Considerando, que, en efecto, tal como lo alega la recurrente, la Corte a-qua, a pesar de
que la recurrente presentó conclusiones incidentales, en audiencia, tendentes a que se
ordenara la verificación de firmas de los recurridos puestas al pie de los documentos
cuyas firmas fueron negadas, falló la litis, sin que los recurrentes presentaran sus
conclusiones al fondo del litigio o los pusiera en mora de presentarlas, violando así su
derecho de defensa (…)”. (Sent SCJ. 8 de Noviembre 1989, BJ. 948, 1541, Cit. Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

F. Desnaturalización de hechos.
528

“Que la desnaturalización de los hechos de la causa supone que a los hechos establecidos
como verdaderos no se les ha dado el sentido o alcance inherente a su propia naturaleza;
que cuando los jueces del fondo reconocen como sinceros ciertos testimonios y fundan en
ellos su intima convicción, como en la especie, lejos de incurrir en una desnaturalización
de los hechos de la causa, hacen correcto uso del poder soberano de que están investidos
en la depuración de las pruebas”. (Sent SCJ. 10 de Octubre 1990, BJ. 959-961, 87, cita de
Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana, 1988-2002. p. 518).

El recurrente sustenta que el tribunal, comprobando los hechos, obtiene de ellos


consecuencias distintas que las que les corresponden. (Gaceta Jurídica Virtual. 2001. El
Recurso de Casación. p. 11).

“Se caracteriza por atribuir a los hechos regularmente comprobados por el tribunal,
consecuencias distintas a las que le corresponde por su propia naturaleza”. (García de
Peña, Luis Víctor. 2001. Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 51).

Consiste en alterar o cambiar en la sentencia el sentido claro y evidente de un hecho de la


causa o de un documento, y decidir el asunto, basado en el hecho o documento
desnaturalizado. (Sent SCJ. 31 de marzo del 1948, BJ. 452-1133).

“Naturalmente, no existe el vicio de desnaturalización de los hechos cuando se demuestra


que los jueces del fondo han hecho una mera interpretación de los hechos de la causa o
han hecho uso de su poder de íntima convicción”. (Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 4ta ed., p. 182).

Cambiar la naturaleza o el sentido de un acto, so pretexto de interpretarlo. Ej.: el poder


soberano de los jueces para la interpretación de las convenciones y testamentos no les
permite desnaturalizarlos cambiando su sentido o alcance y so color de interpretarlos, sin
incurrir en la censura de la Corte de Casación. (Capitant, Henri. 1977. Vocabulario
Jurídico. 6ta ed., pp. 221-222).

“Que la Suprema Corte de Justicia, como Corte de Casación, le corresponde verificar cada
vez que un tribunal, después de haber admitido como elemento de sus comprobaciones la
existencia de actos o documentos que se hace figurar en la sentencia, como es el caso que
nos ocupa, o aún señalados por ésta como base de lo decidido, se pongan en
contradicción directa con lo que esas actas o documentos establezcan de manera clara”.
(Sent SCJ. 18 de Diciembre 1997, BJ. 1045, 272-274, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo.
2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. pp.
439-440).

“(…) que, en lo relativo a los testimonios es de principio también que cuando ellos son
total o parcialmente divergentes como ocurre en la mayoría de los casos, los Jueces del
fondo pueden conceder mayor crédito a los que a su juicio sean más verosímiles, sinceros
y desinteresados, sin que ello represente una desnaturalización de los hechos (…)”. (Sent
SCJ. 11 de Abril 1980, BJ. 833, 706, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“La Corte de Casación tiene facultad para examinar si los jueces han desnaturalizado la
esencia de los actos o desconocido la voluntad de los contratantes. Cas. 15 octubre 1915,
Boletín Judicial No. 63-64, pág. 7; Revista Judicial No. 88, pág. 9-13”. (Gatón Richiez,
Carlos. 1943. La Jurisprudencia en el República Dominicana, Doctrina y Legislación, 1865-
1938. p. 107).
529

“(…) como se advierte por lo anteriormente transcrito, la carta en cuestión se limitó en el


punto que se refiere al recurrente a la comunicación por su autor al destinatario de la
misma de que el recurrente se había comprometido a abonarle el monto de sus
honorarios pero sin que existe en ella ni en ningún otro documento del proceso
constancia alguna de la aceptación del recurrente para asumir esa obligación; que al
deducir la Corte a-qua de la aludida carta la existencia de la obligación de que se trata en
las condiciones expuestas es evidente que incurrió en la desnaturalización de la misma al
hacerle producir efectos que no le correspondía (…)”. (Sent SCJ. 19 de Octubre 1983, BJ.
875, 3260, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

G. Falta de base legal.

La jurisprudencia designa como carente de base legal la sentencia viciada de una


exposición tan incompleta de los hechos de la causa que no permite a la Suprema C. de
Justicia ejercer su poder para verificar si, en la especie, el tribunal ha hecho o no correcta
aplicación de la ley. (Sent SCJ. 1ro de Julio 1998, BJ. 1052, 36-37, cita de González
Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1999. Recopilación Jurisprudencial Integrada de las
Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana. v. X, t. III. p. 753;
Sent. SCJ. 22 de Julio 1998, BJ. 1052.79-80; Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III, 4ta ed., p. 183).

“Este medio que ha adquirido una gran importancia práctica, puesto que es invocado con
mucha frecuencia en los recursos de casación, consiste en la omisión por los jueces del
fondo, de indicar en sus sentencias hechos de la causa, que tiene como consecuencia
impedir a la Corte de Casación ejercer su poder control y verificar si en la especie juzgada
se ha hecho una correcta aplicación de la ley”. (García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los
recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 51).

“Se alegan sosteniendo que el juez no precisó o caracterizó debidamente la calificación de


los hechos”. (Gaceta Jurídica Virtual.2001. El Recurso de Casación. pp.10-11).

“Diversos casos en que los motivos de la sentencia atacada no permitan reconocer si la


decisión se ajusta a la ley”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, 1ra. ed., p. 117).

Una sentencia padece de falta de base legal, cuando los motivos dados por los jueces no
permiten reconocer si los elementos de hecho para justificar la aplicación de la ley se
hallan presentes en ella . (Sent SCJ. 30 de Abril del 1957, BJ. 561.845) La Suprema Corte
de Justicia, tiene facultad para declarar de oficio el la falta de base legal existente en una
sentencia, esto, en interés de una mejor aplicación de la ley. (Sent SCJ. 10 de Junio del
1970, BJ. 715.1105); Sent. SCJ. 11 de Junio 1980, BJ. 835, 1216).

La falta de base legal se verifica, cuando la sentencia que objeto del recurso de casación
se halla viciada por una exposición incompleta de los hechos, que impide determinar de
eficazmente si la ley ha sido bien o mal aplicada. (Glasson, Tissier et Morel. Traité de
Procedure Civil, t. III, 3era. ed., no. 952, p. 479).

“. (...) el memorial de casación se limita a discutir los motivos de la sentencia impugnada,


sin indicar que textos legales han sido violados por dicha sentencia; que en consecuencia,
este recurso carece de base legal”. (Sent SCJ. 9 de agosto del 1929).

“Es de derecho que el vicio de falta de base legal en cuanto a cualquier punto de las
sentencias impugnadas en casación, puede ser justificada de oficio por la Suprema Corte
de Justicia, cuando ello sea necesario para asegurar una recta aplicación de la ley y la
protección de todos los intereses”. (Sent SCJ. Junio 1970, BJ. 715, 1105).
530

Es discutida la cuestión de saber si la falta de base legal es un medio de forma o un


medio de fondo. La Suprema C. de Justicia comenzó por estimar que es un medio de
forma (Casación: 8 de mayo, 1912 precitada) que puede referirse a la violación del Art.
141, según el cual la redacción de las sentencias deberá contener "los fundamentos", esto
es, las bases en hecho y en derecho que sirvan de sustentación, entre las cuales figuran
no solamente los motivos sino también los hechos. Después la Suprema C. de Justicia ha
venido estimando, en sentido contrario, expresa o implícitamente, que la falta de base
legal es un medio de fondo. (Sent SCJ. 20 de diciembre del 1937, B. J. 329.. 715; Tavares,
Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil. v. III, 4ta ed., p. 185).

“En la especie, del examen de la sentencia resulta evidente que esos documentos no
fueron analizados ni particularmente ponderados, como era de rigor en la especie, en el
que no se aportaron para la solución del caso sino elementos de juicio de carácter
documental; que esa ponderación de documentos era tanto más necesaria cuanto que la
Corte no confirmó lo resuelto en Primera Instancia, sino que revocó lo decidido en ese
grado; que, por lo expuesto, la sentencia que se impugna debe ser casada por falta de
base legal”.(Sent SCJ. 4 de Marzo 1980, BJ. 832, 371, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto).

a. Error en los motivos.

“Por regla general, estos medios son inaceptables, pues la Corte de Casación ha
respondido a estos alegatos sosteniendo que el error en los motivos no puede por sí sólo
servir de base a la casación, a menos que el error entrañe insuficiencia o contradicción”.
(Gaceta Jurídica Virtual. 2001. El Recurso de Casación. p. 9).

Por el contrario los errores contenidos en los motivos no pueden fundamentar el recurso,
siempre que el dispositivo de la sentencia se encuentre legalmente justificado por los
hechos comprobados en ella (jurisprudencia constante). Los motivos errados no vician la
sentencia cuando ésta se halla justificada por otros motivos exactos. (Tavares hijo,
Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, 4ta ed, pp. 165-166).

El error en los motivos no es un medio de casación. (Sent SCJ. 9 de febrero del 1917, BJ.
79.15).

b. Contradicción en los motivos.

“La Corte de Casación ha sostenido que las contradicciones que puedan dar lugar a
casación son aquellas que existan en los propios motivos de una sentencia, pero no así
las que resulten entre los motivos o las disposiciones de sentencias distintas”. (Gaceta
Jurídica Virtual. 2001. El Recurso de Casación. p. 9).

“La contradicción de motivos debe necesariamente reunir las siguientes cinco condiciones
para constituir un medio capaz de producir la casación de la sentencia impugnada. En
primer lugar, la contradicción debe ser real (...) Debe existir (....) La contradicción de
motivos, para ser censurada, debe saltar a la vista por la lectura de la sentencia (...) La
parte que invoca este agravio, debe señalar con claridad los dos términos contradictorios.
La contradicción debe existir entre los motivos, entre estos y el dispositivo, o entre
disposiciones de la misma sentencia. Son numerosas las sentencias en las que se
establece que la contradicción entre los motivos y el dispositivo equivale a una falta de
motivos y entraña la nulidad de la sentencia. En tercer lugar, la Corte de Casación exige
una contradicción entre los motivos de hecho y los motivos de derecho, o entre los
motivos de hecho solamente, constituyendo este último el caso típico del agravio. La
contradicción debe ejercer una influencia sobre la decisión impugnada y encontrarse
presente, y revelarse en la misma, y de encontrarse en la decisión de primera instancia,
531

que esta contradicción haya sido invocada sin resultados en las conclusiones de
apelación”. (Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v.III, 4ta ed, pp. 174-175).

“Que esta [contradicción de motivos] no es causa de casación cuando, como ocurre en la


especie, el dispositivo de la sentencia se justifica por otros motivos”. (Sent SCJ. 15 de
Septiembre 1999, BJ. 1066, 756, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de
Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 517).

En principio, la contradicción entre los motivos de dos decisiones distintas, no puede


constituir un motivo de casación (...) para que una sentencia sea anulada es
indispensable que contenga motivos contradictorios entre sí, que al anularse
recíprocamente, la dejan sin motivación suficiente, o, cuando la contradicción que existía
entre sus motivos y el dispositivo los hagan inconciliables. (Sent SCJ. 16 de diciembre del
1956, BJ. 557. 2698).

c. Insuficiencia de motivos.

“La obligación de motivar las sentencias impuesta al juez de fondo constituye una
garantía para todo litigante quien tiene el derecho de conocer las razones por las cuales
ha perdido su proceso (...) El medio deducido de la falta de motivos es el más
frecuentemente invocado en la práctica, especialmente en la forma de una falta de
respuesta a las conclusiones del recurrente”. (Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III, 4ta ed., p. 168).

“Una decisión debe bastarse a sí misma, por lo que la falta o insuficiencia de motivos no
puede suplirse por la simple referencia a los documentos o a los elementos de la causa
sin haber sido objeto de un análisis y apreciación de su alcance. Por aplicación a este
mismo principio, la jurisprudencia francesa censura los fallos por vía de referencia a una
jurisprudencia o a una decisión anterior a menos que reúna la doble condición de
relacionar los motivos de esta jurisprudencia o de esa decisión y constatar en hecho la
analogía de la situación que justifica su aplicación al caso de la especie (...)”. (Tavares
hijo, Froilan, 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III. 4ta ed, pp. 170-
171).

La falta de motivos no debe ser confundida con la falta de base legal. La falta de motivos
es un vicio de forma, y en ese mismo sentido se ha pronunciado repetidas veces nuestra
Suprema Corte de Justicia, cuando la decisión es casada por falta de motivos, la Corte de
Casación debe limitarse a constatar este vicio de la sentencia, pero cuando lo es por falta
de base legal, tiene que examinar el derecho invocado como medio de casación. (Cury,
Jottin. 1976. Los Recursos, 1ra. ed., p. 118 y García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los
recursos contra las sentencias. 2da ed.,p. 51).

El medio de casación resultante de la falta de motivos, es completamente diferente de los


errores en los motivos consignados en la sentencia recurrida, pues si bien estos pueden
entrañar una violación de la ley, este vicio de la sentencia, ha de ser alegados si no son
relativos al orden público. (Sent SCJ. 29 de enero del 1946, B.J. 426. 31).

Los jueces tienen la obligación de enunciar en su fallo los motivos suficientes sobre las
conclusiones explícitas y formales, sean principales o subsidiarias, para admitirlas o
rechazarlas. Esta obligación se aplica tanto a las defensas como a las excepciones o
medios de inadmisibilidad. (Sent SCJ. 16 de Septiembre del 1958, BJ. 578.1995; Sent.
SCJ. 4 de febrero del 1976, BJ.783,187; Sent. SCJ. 29 de Febrero 1980, BJ. 831, 344; Sent.
SCJ. 20 de Agosto 1980, BJ. 837, 1773; Sent. SCJ. 20 de Julio 1983, BJ. 872, 1962; Sent.
SCJ. 12 de Abril 1985, BJ. 893, 868, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).
532

Existe insuficiencia de motivos cuando los jueces no se han pronunciado, al exponer los
hechos, sobre una condición esencial para justificar su carácter legal. (Sent SCJ. 09 de
Abril del 1954, BJ.525.702).

“Considerando, que el examen de la ordenanza impugnada pone de manifiesto que ante el


Juez a-quo el recurrente invocó las razones de derecho antes expresadas como
fundamento de su demanda en suspensión de ejecución de sentencia; que, sin embargo,
la Corte a-qua para rechazar tal demanda se limitó a decir que el demandante no había
probado los riesgos excesivos que podrían resultar de la ejecución de la sentencia, sin
ponderar aquellas razones de carácter jurídico que por ser puntos de derecho no tenía
que ser objeto de prueba, sino que bastaba invocarlas; que esa falta de ponderación
impide a la Suprema Corte de Justicia verificar, como Corte de Casación, si en la especie
se ha hecho una correcta aplicación de la Ley (…)”. (Sent SCJ. 13 de Junio 1986, BJ. 907,
729, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“Considerando, que al no enunciar los jueces de fondo en la sentencia recurrida los


nombres y datos relativos al título que debía amparar el derecho de propiedad de las
personas a quienes innominadamente les atribuyó la calidad de propietarios del terreno
en litis, es preciso admitir que la sentencia de que se trata adolece de una insuficiencia
de motivos, que da lugar a una exposición incompleta de los hechos de la causa que
impiden a la Suprema Corte de Justicia establecer si la Ley ha sido bien o mal aplicada,
debiendo ser casada, por falta de base legal (…)”. (Sent SCJ. 29 de Octubre 1997, BJ.
1043, 104, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1999. Recopilación
Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la
República Dominicana. v. X, t. III. p. 702).

“Considerando (…) que el examen de la sentencia impugnada revela que la Corte a-qua se
limitó a señalar los elementos constitutivos de la responsabilidad civil (…) sin dar motivos
para justificar la cuantía de la indemnización acordada a la recurrida; que, además, la
Corte a-quo no ponderó la cláusula del contrato de cuenta corriente sobre limitación de
responsabilidad; (…) que en esa situación la Suprema Corte de Justicia no está en
condiciones de verificar si la magnitud de los daños ocasionados a la recurrida están en
proporción con el monto de la indemnización acordada, en consecuencia, la sentencia
impugnada debe ser casada por falta de motivos y de base legal”. (Sent SCJ. 25 de Febrero
1998, BJ. 1047, 112-113, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1999. Recopilación
Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la
República Dominicana. v. X, t. III. p. 719).

“(…) dicha Corte a-qua al estimar estos daños y perjuicios se limitó a decir que ese
perjuicio no lo evalúa en la suma fijada por el Tribunal a-quo, sino en la suma que más
adelante se indicará en esta misma sentencia (…), pero sin justificar la mencionada Corte
a-qua, esta apreciación suya ni exponer los motivos en que se fundamenta la misma,
circunstancia que no permite a esta Suprema Corta de Justicia, apreciar si la magnitud
de los daños y perjuicios ocasionados, en el caso de la especie, resultan ser
adecuadamente compensados y si la indemnización acordada es razonable o no, por lo
cual, la sentencia debe ser casada por carencia de motivos (…)” . (Sent SCJ. 9 de
Diciembre 1998, BJ. 1057, 102-103, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 2000.
Recopilación Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia
de la República Dominicana. v. X, t. IV. p. 919).

H. Error en la apreciación de los hechos.

“La Corte de Casación suele rechazar estos medios, alegando que una apreciación de
hecho de los jueces del fondo, aun cuando fuese errada, no puede ser revisada por la
533

Corte de Casación, puesto que no implica violación de ninguna ley”. (Gaceta Jurídica
Virtual. 2001. El Recurso de Casación. p. 10).

Si el error en la apreciación de los hechos no afecta el dispositivo de la sentencia en


cuestión, no puede ser motivo de casación. (Sent SCJ. 27 de marzo del 1925, BJ. 176.17-
22).

I. Error de Derecho.

“Normalmente se refieren a errores en la interpretación o aplicación de la ley contenidos


en el dispositivo, y que en definitiva versan sobre la violación de la ley por la sentencia
recurrida”. (Gaceta Jurídica Virtual. 2001. El Recurso de Casación. p. 10).

El error de derecho no constituye, por sí solo, una causa de anulación, puesto que la
Suprema Corte de Justicia podría suplir los motivos de derecho correspondientes. (Sent
SCJ. 19 de diciembre del 1942, BJ. 389. 1014).

La Suprema Corte de Justicia tiene la facultad, de suplir a la sentencia impugnada los


motivos de puro derecho, que le faltan, siempre que en el relato de los hechos y del
procedimiento contenido en ella se encuentren elementos suficientes para justificarla,
esto a los fines de rechazar el recurso. (Sent SCJ. 26 de Enero del 1938, B. J. 340.744);
Sent. SCJ. 22 de Noviembre del 1938, B. J. 330.1).

“El error de derecho que afecte parte de las consideraciones de una sentencia, no es por
sí solo suficiente para constituir la falta de motivos”. (Sent SCJ. 24 de mayo del 1940, BJ.
358.281).

J. Error material.

“No son aceptados si el error se basa en una simple expresión o su inexactitud, inserta en
el dispositivo de una sentencia, pues los motivos y las otras partes del dispositivo podrían
indicar claramente cual ha sido el verdadero pensamiento de la corte cuya decisión se
recurre”. (Gaceta Jurídica Virtual. 2001. El Recurso de Casación. p. 10).

No es motivo de casación, el error material que se trate de una simple expresión inexacta
inserta en el dispositivo de una sentencia; si los motivos del dispositivo explican cual ha
sido el verdadero pensamiento del tribunal. (Sent SCJ. 27 de agosto del 1923, BJ. 156-
158. 62).

5. Medios de Orden Público.

Deben ser suplidos de oficio por la Suprema Corte de Justicia, y pueden ser propuestos
por primera vez en casación. (Sent SCJ. 7 de febrero del 1919, BJ. 103. 6).

Los medios de orden público pueden ser presentados por primera vez en casación; las
partes no pueden renunciar al derecho de proponerlos; La suprema Corte de Justicia,
podrá suplirlos de oficio, por tratarse de la violación de reglas más allá del interés de las
partes. (Sent SCJ. 19 de mayo del 1936, BJ. 310. 235).

Para necesario que el juez del fondo haya estado en condiciones de conocer el hecho que
sirva de base al agravio formulario por el recurrente. (Sent SCJ. 31 de mayo del 1951, BJ.
490. 610)

6. Medios nuevos en casación.


534

Que si bien en el caso se trato de un medio nuevo, inadmisible en casación, sin embargo,
como la litis de que se trata se refiere a un asunto de orden público es procedente que
dicho medio sea examinado. (Sent SCJ. 25 de agosto de 1995, B. J. 1017. 154).

El alegato de inconstitucionalidad de una ley que se hace por primera vez en casación,
constituye un medio nuevo. (Sent SCJ. 18 de julio de 1986, B. J. 908. 981).

Todo medio nuevo es inadmisible en casación, salvo que se trate de un medio de orden
público. No se puede hacer valer ante la Corte de Casación ningún medio que no haya
sido expresa o implícitamente sometido por la parte que lo invoca al tribunal del cual
proviene la decisión impugnada, salvo el caso que se trate de un medio de orden público .
(Sent S C J. 18 de diciembre de 1986, B. J. 913.1888).

“Que por aplicación de la regla que prohíbe los medios nuevos en casación, cuando un
medio calificado de nuevo por no haber sido hecho valer ante los jueces del fondo es
presentado, por primera vez, en casación, el mismo debe ser declarado inadmisible; que
sin embargo, hay que distinguir entre la inadmisibilidad de los medios de casación, por
tratarse de medios nuevos o por otra causa, y la inadmisibilidad del recurso de casación
mismo; que éste no puede ser declarado inadmisible, porque los medios de casación sean
medios nuevos; que para poder declarar inadmisible los medios de un recurso de
casación, por tratarse de medios nuevos, hay que examinar estos últimos; que este
examen sería imposible si el recurso de casación mismo fuera inadmisible (…)”. (Sent SCJ.
4 de Septiembre 1991, BJ. 968-970, 1173, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince
Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. pp. 495).

“Que salvo que se trate de un medio de orden público no se puede hacer valer ante la
Corte de Casación, ningún medio que no haya sido expresado o implícitamente sometido
por la parte que lo invoca al tribunal del cual proviene la sentencia impugnada, razón por
la cual el recurso de que se trata, al estar basado en un medio nuevo en casación, es
inadmisible”. (Sent SCJ. 16 de Junio 1999, BJ. 1063, 1012, cita de Biaggi Lama, Juan
Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-
2002. p. 497).

“Considerando, que no se puede hacer valer ante la Corte de Casación, ningún medio que
no haya sido expresa o implícitamente sometido por la parte que lo invoca al tribunal del
cual proviene la decisión impugnada (…); salvo el caso que se trata de un medio de orden
público (…); que, por consiguiente, el alegato referido es un medio nuevo inadmisible
como tal en casación”. (Sent SCJ. 18 de Diciembre 1986, BJ. 913, 1888; Sent. SCJ. 14 de
Enero 1998, BJ. 1046, 125 y Sent. SCJ. 11 de Diciembre 1992, BJ. 983-985, 1442; citas de
Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana, 1988-2002. pp. 493-494).

“En la especie (…) contrariamente a lo alegado por los recurrentes, ellos no propusieron
ante la Corte a-qua la inadmisibilidad de la persecución de la audiencia y el
sobreseimiento del conocimiento del recurso hasta tanto la Suprema Corte de Justicia se
pronunciara sobre el recurso de casación por ellos interpuestos contra la sentencia de la
indicada Corte (…); que no habiendo sido promovido ante la Corte a-qua el incidente de
inadmisión del recurso de apelación, su presentación ante la Suprema Corte de Justicia
constituye un medio nuevo, inadmisible en casación”. (Sent SCJ. 21 de Septiembre 1983,
BJ. 874, 2726, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“(…) Los documentos a que se refieren los recurrentes no fueron sometidos a la


ponderación de los jueces del fondo y su presentación por primera vez en casación no
puede ser aceptada, pues podría afectar retrospectivamente una sentencia legalmente
dictada en el estado en que el asunto se sometió a los referidos jueces; que la Suprema
535

Corte de Justicia debe estatuir en las mismas condiciones en que dichos jueces han sido
llamados a conocer del debate y no puede, por tanto, deducir de tales documentos
ninguna consecuencia jurídica pues duplicaría un juicio sobre cuestión de hecho que
corresponde al poder soberano de los jueces del fondo (…)”. (Sent SCJ. Mayo 1976, BJ.
786, 798; Sent. SCJ. 24 de Febrero 1982, BJ. 855, 229, Cit. Castaños Guzmán, Julio
Miguel, Jurisconsulto).

7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo, sustituido por el artículo 726 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
Establece una disposición similar a la primera parte del artículo 1 de nuestra actual
legislación, sin embargo, este sustituye el termino “Ley” por el de “Norma Jurídica”, lo que
termina las amplias discusiones que al respecto del ámbito de aplicación del recurso de
casación existían, como consecuencia de las distintas acepciones que puede tener el
termino de ley.

El artículo 727 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil amplia el alcance del
recurso de casación, establecido en el artículo 1ro de la ley 3726, en la medida que
establece, que el mismo está también “abierto contra las decisiones de los demás
tribunales instituidos por las leyes especiales, en las condiciones previstas en el artículo
anterior, a menos que ellas expresamente dispongan lo contrario.” Y es que, el poder de
la SCJ es para conocer la legalidad de los Tribunales que detentan el poder jurisdiccional
del Estado y no exclusivamente los del orden judicial, pues éste alcanza a los tribunales
militares y a los tribunales contencioso-tributario y contencioso-administrativo.

La parte final del Art. 1ero., que establece el límite de la SCJ al conocer de este recurso,
diciendo que: “admite o desestima los medios en que se basa el recurso, pero sin conocer
en ningún caso del fondo del asunto”, es recogida por el Art. 728.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil establece en los artículos del 729 al 731 las
diferentes clases de sentencias que pueden ser recurridas en casación, a saber: “Las
sentencias en última instancia que resuelven en su dispositivo una parte del principal y
ordenan una medida de instrucción o una medida provisional pueden impugnarse por la
vía de la casación al igual que las sentencias que deciden en última instancia todo el
principal (…)las sentencias en última instancia que estatuyen sobre una excepción de
procedimiento, medio de inadmisión, acoja un sobreseimiento, o cualquier otro incidente
que suspenda o ponga fin a la instancia.” Además, dispone que las demás sentencias en
última instancia, no podrán ser objeto de casación independientemente de las sentencias
sobre fondo, y que su ejecución, aun voluntaria no es oponible como medio de
inadmisión.

Artículo 2

Las decisiones de la Suprema Corte de Justicia, en funciones de Corte de Casación,


establecen y mantienen la unidad de la jurisprudencia nacional.

Tabla de Contenido

1. Unidad Jurisprudencial.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Unidad Jurisprudencial.
536

A través del recurso de casación, la Suprema Corte de Justicia mantiene la unidad


jurisprudencial nacional. Esa finalidad le permite sostener firmemente la unidad de la
legislación y la igualdad de todos ante la ley. (Jorge Blanco, Salvador. 1997. Introducción
al Derecho. p. 273).

“La Corte de Casación tiene la obligación de resguardar el principio de la igualdad ante la


ley asegurando la interpretación unitaria de esta, sometiendo en definitiva su
interpretación al mas alto tribunal de justicia. De ahí su razón de ser al mantener la
uniformidad de la jurisprudencia nacional conforme lo dispone el Art. 2 de la ley No. 3726
sobre Procedimiento de Casación”. (Gaceta Jurídica Virtual. 2001. El Recurso de Casación.
11).

“Puede asegurarse que en la Suprema Corte de Justicia se alcanza la unidad total de la


función jurisdiccional del Estado, porque la plenitud de su competencia, que es la más
amplia le permite conocer, tanto de las materias juzgadas por las jurisdicciones del orden
judicial: penales, civiles, y comerciales, así como también aquellas pertenecientes a la
jurisdicción administrativa”. (Valdez, Jacinto. 1999. Las Vías de Recursos, p.103).

Ni el legislador dominicano ni los autores citados (Gabriel Marty y Calamandrei), al hacer


esas afirmaciones, prescribe el uno ni sostienen los otros que las interpretaciones que la
Corte de Casación da a la ley obligan a los demás jueces como si esas interpretaciones
fueran de carácter legislativo”. (Pérez de León, Rafael Ley Sobre Procedimiento de
Casación, .Comentario del Lic. Federico C. Álvarez. Pérez de León. p. 104).

“La Corte de Casación tiene la obligación de resguardar el principio de igualdad ante la


ley asegurando la interpretación unitaria de esta, sometiendo en definitiva su
interpretación al mas alto tribunal de justicia”. (Gaceta Jurídica Virtual. 2001. El Recurso
de Casación. p.4).

“Los Tribunales son independientes unos de otros y respecto de cualquiera otra


autoridad, en cuanto al ejercicio de sus funciones judiciales; pero en cuanto a su
funcionamiento regular, al orden interior y a la conducta que deben observar sus
miembros, todos están sometidos al poder disciplinario, según las reglas que establece
esta Ley”. (Artículo 10, Ley No. 821 de 1927; Ley de Organización Judicial).

“Se admite asimismo, generalmente, que tampoco el recurso de casación está fundado en
consideraciones de superioridad jerárquica de la Suprema Corte con respecto a los demás
tribunales. Lo comprueba la circunstancia de que (…) el tribunal a quien se envía el
conocimiento de un asunto puede fallarlo adoptando una solución igual a la admitida en
la sentencia casada, contraria por lo tanto a la que sustenta la Suprema Corte. Es
solamente en caso de una segunda casación cuando el tribunal de reenvío debe adoptar
la solución dada por la Suprema Corte; pero esto no se debe a consideraciones de
superioridad jerárquica, sino a la necesidad de asegurar el cumplimiento de la función
unificadora de la jurisprudencia”. (Tavares hijo, Froilan.1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. I. 8va ed, pp. 60-61).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La disposición del artículo 2 está establecida en la parte final del artículo 728 del Proyecto
de Procedimiento Civil.

Capítulo II
537

DEL PROCEDIMIENTO EN MATERIA CIVIL Y COMERCIAL

Artículo 3.

En materia civil o comercial, dará lugar a Casación toda sentencia que contuviere
una violación a la ley.

Tabla de Contenido

1. Casación por causa de violación a la ley.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Casación por causa de violación a la ley.

Ver: Anotaciones realizadas al artículo 1ro. de la presente Ley.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 3 que establece como causa única de la casación, la violación a la ley,


desaparece en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil; Sin embargo, encontramos en
el Proyecto, disposiciones dispersas que se refieren a las causas por las cuales una
sentencia puede ser casada.

Los Art. 739 y 740 consignan la posibilidad de casar una sentencia a consecuencia de
que la misma es contradictoria respecto de otro fallo, debiendo dirigirse en este caso el
recurso a la segunda sentencia.

El artículo 741 establece la casación en interés de la ley. El 742, establece como regla
general la inadmisibilidad de los medios nuevos en casación, con la excepción de los
medios de puro derecho y los nacidos de la sentencia impugnada.

El Art. 743 Dispone que la Corte podrá rechazar el recurso si éste se basa en un motivo
erróneo sustituyéndolo por uno de puro derecho, así como extrayéndolo si éste es
superabundante.

Artículo 4

Pueden pedir Casación: 1ro. Las partes interesadas que hubieren figurado en el
juicio; 2do. El Ministerio Público ante el tribunal que dictó la sentencia, en los
asuntos en los cuales intervenga como parte principal, en virtud de la ley, o como
parte adjunta en los casos que interesen al orden público.

Tabla de Contenido

1. Quienes pueden incoar el Recurso de Casación.


A. Las partes que hayan figurado en el juicio.
B. El Ministerio Público.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Quienes pueden incoar el Recurso de Casación.


538

A. Las partes que hayan figurado en el juicio.

“La primera condición para poder ejercer el recurso de casación, es haber sido parte en el
proceso que origina la sentencia impugnable en casación. Quien ha sido debidamente
representado se debe considerar como parte con calidad para incoar el recurso. Es
necesario, además, tener interés y capacidad”. (Sent SCJ. 8 de Septiembre 1982, BJ. 862,
1607; Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p. 331).

“Por partes es preciso entender a aquellos que personalmente o debidamente


representados han figurado en la sentencia atacada. Asimismo, pueden pedir la casación
los herederos de las partes y los acreedores que en virtud del artículo 1166 del Código
Civil ejercen los derechos y acciones de su deudor”. (Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, 1ra.
ed., p. 119).

“Nuestra Suprema Corte de Justicia (v. BJ. No. 525, p. 682, abril de 1954), ha sentado el
criterio de que no es necesario haber figurado en la sentencia para ejercer el derecho a
recurrir en casación, y apoyándose en los principios generales que gobiernan el ejercicio
de la acción en justicia, expresa que el interés es de por sí suficiente, y en tal sentido
afirma que cuando una persona es afectada por el fallo, nada se opone a que haga uso de
esta vía extraordinaria. (...) Nadie niega que el interés es determinante para el ejercicio de
la acción en justicia, incluyendo, como es natural, la interposición de recursos ordinarios
y extraordinarios, (...) pero no creemos que en materia civil y comercial, el simple interés
lesionado de una persona que no ha sido parte en el proceso le otorgue calidad para
interponer, en nombre de ese interés, "toda vía de recurso", como generosamente
decidiera la Suprema Corte de Justicia, en desconocimiento de lo que dispone de modo
expreso el artículo 4 de la Ley de Casación. (...) La tercería sería la única vía que este
tercero tendría para obtener la reparación de su derecho vulnerado”. (Cury, Jottin. 1976.
Los Recursos, 1ra. ed., pp. 119-120).

“. (…) los recursos procesales, salvo la tercería, no pueden ser incoados sino por las
personas que figuran en el proceso que se termino en la sentencia impugnada”. (Tavares
hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, p. 159).

“Que al no ser parte en el recurso de alzada, no podía válidamente interponer recurso de


casación; que si [el recurrente en casación] entendía que la Sentencia de primer grado no
le fue notificada regularmente para que iniciara el plazo que otorga la ley para recurrir en
casación, debió incoar la vía de recurso que la ley abre a favor de aquellos que no han
sido parte en la instancia, pues los terceros no pueden recurrir en casación más que
contra la decisión que sea rendida en última instancia sobre su recurso de tercería (…)”.
(Sent SCJ. 11 de Agosto 1999, BJ. 1065, 104, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002.
Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. pp. 463-
464).

“Que en las circunstancias descritas, nada se opone a que una parte recurra en Casación,
siempre que la Sentencia de segundo grado le haya causado agravio (…)”. (Sent SCJ. 16
de Junio 1993, BJ. 991.580, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de
Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 429).

“Que si bien es cierto que el recurso de casación no está abierto a las partes que no
apelaron la sentencia del primer grado, es preciso admitir la procedencia de aquel recurso
en protección de las que, no habiendo apelado, vean modificada la decisión de primer
grado, por apelación de otros actuantes en el proceso, y esta les cause agravios (…)”. (Sent
SCJ. 18 de Octubre 1989, BJ. 946-947, 1427, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002.
Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 469).
539

“La ley no autoriza ni prohíbe expresamente el recurso incidental de casación, es decir el


que puede interponer el recurrido contra el recurrente en respuesta al recurso
interpuesto por éste, el cual tendría el carácter de principal (…) La Suprema C. de
Justicia comenzó por considerarlo irrecibible (…) pero luego adoptó la solución contraria,
admitiendo, en sentido opuesto. Que "ninguna de las disposiciones de la L. sobre Pr. de
Casación se opone a que en nuestro país, se pueda recurrir, de modo incidental, contra
los fallos pronunciados en última instancia", y que "las reglas fundamentales de nuestro
derecho procesal favorecen la admisión de esta manera de proceder ante la Suprema C.
de Justicia”. (Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.III, pp. 159-60).

“Considerado, que ninguna prescripción legal impide a un recurrido en casación intentar


incidentalmente en su defensa un recurso de esta naturaleza, sin tener por consiguiente
que observar las formas y los plazos reservados para los recursos principales (…)”. (Sent
SCJ. 12 de Marzo 1990, BJ. 952, 343; Sent. SCJ. 19 de Agosto 1996, BJ. 1029, 175; Sent.
SCJ. 20 de Octubre 1999, BJ. 1067, 699, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince
Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 451).

“Que además de contener motivos suficientes y pertinentes, la Sentencia incidental


favoreció en cuanto al incidente planteado, a la recurrente (…), por lo que el recurrente
carece de interés en cuanto a cualquier vicio que pudiere tener la susodicha sentencia por
no contener ninguna disposición contraria al pedimento de rechazo al incidente
sustentado por la recurrente en grado de apelación (…)”. (Sent SCJ. 3 de Diciembre 1997,
BJ. 1045, 574, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de
Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 430).

“Que no siendo el abogado parte en el asunto en que actúa o ha pretendido actuar como
mandatario ad-litem, es evidente que no puede interponer a su nombre recurso de
casación contra la sentencia que se dicte sobre el litigo (…)”. (Sent SCJ. 20 de Mayo 1998,
BJ. 1050, 568, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de
Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 428).

“Que es de principio de que la parte que ha reconocido, aún implícitamente, una calidad
determinada a su adversario ante los jueces del fondo, no puede impugnarla en casación
(…)”. (Sent SCJ. 11 de Agosto 1999, BJ. 1065, 186, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo.
2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p.
428).

“El examen del acto de emplazamiento revela que el mismo fue diligenciado a
requerimiento de los sucesores de D. D., sin indicar los nombres y residencias de las
personas que componen dicha sucesión; que al no ser la sucesión una persona física ni
moral que pueda actuar en justicia, tal notificación es contraria a las disposiciones del
artículo 6 de la Ley sobre Procedimiento de Casación y del artículo 61 del Código de
Procedimiento Civil, porque es una formalidad sustancial que el emplazamiento contenga
los nombres y residencias del recurrente, que, por consiguiente, procede acoger la
nulidad del acto de emplazamiento (…), lo cual conlleva la caducidad del recurso de
casación”. (Sent SCJ. 15 de Agosto 1983, BJ. 873, 2260; Sent. SCJ. 9 Abril 1988, BJ. 905,
255; Sent. SCJ. 24 de Junio 1998, BJ. 1051 v. I, 116; Sent. SCJ. 14 de Junio 2000, BJ.
1075, 658-659, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de
Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. pp. 462-463).

“(…) el recurso de casación interpuesto por una sociedad anónima no es nulo a falta de
indicación de los nombres de sus representantes, si se señala el asiento y la razón social
de dicha sociedad, así como la fecha de la decisión impugnada y el Tribunal que la ha
540

dictado; que, a las sociedades anónimas les basta para actuar en justicia que sean
representadas por sus abogados, como ocurre en la especie; que, por tanto, el medio de
inadmisión que se examina debe ser desestimado”. (Sent SCJ. 29 de Julio 1983, B.J. 872,
2050).

“Que el hecho de que el recurrente sea Presidente Administrador de la compañía, no


puede impedir el ejercicio de su derecho a intentar, a su vez, un recurso de casación,
independientemente del interpuesto por dicha compañía; que el recurrente ha figurado,
personalmente en el proceso, y tiene calidad e interés para intentar un recurso de
casación contra la Sentencia impugnada, que fue dictada en su contra (…)”. (Sent SCJ. 11
de Julio 1997, BJ. 1040, 210, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de
Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 429).

B. El ministerio Público.

De acuerdo con lo establecido por el artículo 4 de la Ley sobre Procedimiento de Casación,


puede recurrir el representante del ministerio público ante el tribunal que dictó la
sentencia, si ha actuado como parte principal, en virtud de la ley, y si ha actuado como
parte adjunta, en los casos que interesen al orden público. Los Art. 63 y 64 de la misma
Ley admiten el recurso de casación del Procurador General de la República en los casos
que establecen. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 3ra, ed., pp. 331-
332; Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III, pp.
160-161).

“En la especie, el Magistrado Procurador General de la Corte de Apelación de La Vega, al


declarar el recurso a nombre y representación del Magistrado Procurador General de la
República, expresó que lo hacía, por no estar conforme con la indicada sentencia, no
advirtiendo que éste último sólo puede recurrir en casación por interés de la Ley o contra
sentencia viciada de exceso de poder, según los artículos 63 y 64 de la Ley sobre
Procedimiento de Casación; que en consecuencia, el presente recurso resulta
inadmisible”. (Sent SCJ. 6 de Junio 1969, BJ. 703, 1243).

Ver: Anotaciones realizadas a los artículos 63 y 64 de la presente Ley

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 4 es asumido por el artículo 732 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil
y dentro de las primeras de sus disposiciones establece que las partes interesadas que
hubieren figurado en el juicio pueden interponer el recurso de casación, aun cuando la
disposición que le sea favorable no aproveche a su adversario. Así como también al
ministerio público en las mismas condiciones establecidas en el artículo 4. A este
respecto, el artículo 733 establece que “en materia graciosa, el recurso de casación es
admisible aun en ausencia de adversario”.

Artículo 5

En los asuntos civiles y comerciales el Recurso de Casación se interpondrá con un


memorial suscrito por abogado, que contendrá todos los medios en que se funda, y
que deberá ser depositado en la secretaria de la Suprema Corte de Justicia, en los
dos meses de la notificación de la sentencia.

El memorial deberá ir acompañado de una copia autentica de la sentencia que se


impugna y de todos los documentos en que se apoye la casación solicitada, salvar lo
dispuesto por la Ley de Registro de Tierras.
541

Con relación a las sentencias en defecto, el plazo es de dos meses contados desde el
día en que la oposición no fuere admisible.

No se puede interponer Recurso de Casación contra las sentencias preparatorias


sino después de la sentencia definitiva; pero la ejecución de aquellas, aunque fuere
voluntaria, no es oponible como medio de inadmisión.

Tabla de Contenido

1. Forma de interponer el recurso.


A. Memorial.
B. Depósito de copia auténtica.
2. Plazo.
3. Casación contra las sentencias en defecto.
4. Casación contra las sentencias interlocutorias.
5. Casación contra la sentencia preparatoria.
6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Forma de interponer el recurso.

A. Memorial.

El recurso de casación se introduce mediante la redacción de un memorial, el cual


consiste en un amplio escrito donde el recurrente expone los medios en los cuales
fundamenta el recurso. Este puede ser ampliado, pero la ampliación debe limitarse a
desenvolver los alegatos del memorial introductivo y agregar nuevos alegatos, pero en
apoyo de los medios propuestos y sin presentar medios nuevos. El memorial deberá ser
depositado en la Secretaría de la Suprema Corte de Justicia, conjuntamente con todos los
documentos en los cuales el recurrente apoya sus medios. Debe ser firmado por el
abogado de la parte recurrente. Si una decisión de una corte ha adoptado los motivos del
juez del primer grado, deben anexarse ambas decisiones, lo mismo si se ha confirmado
una sentencia en defecto. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na.
ed., p. 341).

“El procedimiento de este recurso es, en la forma, esencialmente escrito, tanto en lo que
se refiere a su instrucción normal como en lo que se refiere a los incidentes que pueden
afectarlos: se introduce y se desenvuelve mediante memoriales, u otras actuaciones
escritas, sin que pueda haber lugar en ningún caso a actuaciones orales”. (Tavares hijo,
Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, p. 190).

“El recurso de casación, deberá contener todos los medios en que se funda, es decir todos
los agravios que el recurrente imputa a la sentencia impugnada, con indicación de los
textos de la ley cuya violación se invoca”. (Sent SCJ. Septiembre de 1961, BJ. 614. 1715).

“Que en tal sentido, el artículo 5 de la Ley sobre Procedimiento de Casación establece que
el memorial de casación “contendrá todos los medios en que se funda; que para cumplir
con el voto de la ley, no basta la simple enunciación de los textos legales cuya violación se
invoca; es indispensable además que el recurrente desenvuelva, aunque sea de una
manera sucinta, los medios en que se basa el recurso, y que exponga en qué consisten las
violaciones de la ley por él denunciadas (…)”.(Sent SCJ. 19 de Noviembre 1997, BJ. 1044,
258; Sent. SCJ. 10 de Julio 2002, BJ. 1100, 115, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002.
Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 419) no
542

basta, (…) tampoco remitirse a adoptar los agravios formulados contra una decisión
distinta a la que se impugna; que no es posible admitir que cuando, como en la especie,
se recurre en casación contra dos decisiones de naturaleza distinta, aunque dictadas por
el mismo tribunal, los medios o agravios dirigidos contra una de carácter preparatorio,
puedan servir al mismo tiempo de fundamento contra la decisión que interviene sobre el
fondo del asunto (…)”. (Sent SCJ. 15 de Enero de 1998, BJ. 1046, 140).

B. Depósito de copia autentica.

“Cuando se trata de una sentencia del Tribunal de Tierras no es necesario el anexo


indicado ya que el Secretario de la Suprema Corte de Justicia lo solicitará al Secretario
del Tribunal de Tierras”. (García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los recursos contra las
sentencias. 2da ed., p. 54).

“El memorial debe ir acompañado de una copia de la sentencia que se impugna”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 341).

“El memorial de casación deberá indicar, los nombres, profesión y domicilio del
recurrente y acompañarse, de acuerdo con lo que dispone el mismo texto, de una copia
auténtica de la sentencia que se impugna y todos los documentos en apoyo de la
casación solicitada”. (Sent SCJ. Noviembre del 1963, B. J. 633. 338).

“En caso de recurso de casación incoado contra una sentencia que haya adoptado pura y
simplemente los motivos de la sentencia del juez de la primera instancia, al memorial de
casación deben anexarse copias de las sentencias intervenidas en ambas instancias (B. J.
426, p. 588; agosto, 1971)(…)el memorial del recurso dirigido contra la sentencia
contradictoria que confirma una sentencia en defecto adoptando los motivos de ésta, hay
que acompañar copias de ambas decisiones; cuando se invoca en el recurso la
desnaturalización de un contrato, y éste no se haya transcrito en la sentencia impugnada,
es preciso unir al memorial una copia auténtica del contrato, si fue otorgado
auténticamente, o uno de los originales, si lo fue bajo firma privada”. (Tavares hijo,
Froilan. 2002. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 2002, v.III, p. 191-92).

“Que las fotocopias no satisfacen en principio, las exigencias de la ley como medio de
prueba”. (Sent SCJ. 17 de Septiembre 1997, BJ. 1042.55; Sent. SCJ. 24 de Febrero 1999,
BJ. 1059.150, citas de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de
Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. pp. 442-443).

“(…) que el párrafo II del artículo 5 de la Ley sobre Procedimiento de Casación dispone
que el recurso de casación debe interponerse a pena de inadmisibilidad, por medio de un
memorial suscrito por abogado, que contendrá todos los medios en que se funda y que
deberá ser acompañado de una copia auténtica de la sentencia que se impugna, requisito
que como se ha señalado, no ha sido cumplido en la especie (…) este medio es suplido de
oficio por la Suprema Corte de Justicia (…)”.(Sent SCJ. 30 de Diciembre 1998, BJ. 1057, v.
I, 133-135; Sent. SCJ. 13 de Junio 2001, BJ. 1087, 7-9; Sent. SCJ. 10 de Julio 2002, BJ.
1100, 125-126, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de
Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. pp. 420-421; Sent. SCJ. 24 de Julio 2002, BJ.
1100, 184, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de
Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 421) “Advertimos que el texto del párrafo II
del artículo 5 de la Ley sobre Procedimiento de Casación, ni el texto completo de dicho
artículo establecen sanción alguna de “inadmisibilidad”, como lo proclama la referida
Cámara en la presente sentencia. Advertimos también que la parte recurrida, al no
discutir la existencia ni la validez de la copia depositada de la sentencia impugnada, la
admitió como regular y válida para los fines del recurso de casación. En consecuencia,
tratándose de una litis de carácter privado en la que no está envuelto el orden público,
543

parece un exceso de oficiosidad, suplid de oficio un medio de inadmisión no contemplado


expresamente por la ley, como el del presente caso, relativo a la copia de la sentencia
impugnada”. (Bergés Chupani, Manuel. 2000. Sumarios y Comentarios de las Sentencias
de la Suprema Corte de Justicia dictadas durante el mes de noviembre y diciembre de
1998. Gaceta Judicial, año 4, n 76, del 17 de Febrero al 2 de Marzo del 2000, p. 22).

“Para nosotros, el depósito del acto de notificación de la sentencia y de la copia de ésta


encabezándolo, todo firmado, sellado y rubricado por el ministerial, debe ser tomado
como prueba fehaciente del fallo. No se trata de una simple fotocopia, porque en el acto
auténtico del alguacil, éste la sella y rubrica como fiel a su pieza auténtica”. (Bircann
Rojas, Luis A.. 2001. El uso de fotocopias en los tribunales (II). Gaceta Judicial, año 6, n.
109, del 14 al 28 de Junio 2001, p. 36).

2. Plazo.

El plazo para interponer el recurso de casación, en los asuntos civiles y comerciales, es de


dos meses. Comienza a computarse a partir de la notificación de la sentencia a persona o
domicilio. Se computa de fecha a fecha y es un plazo franco. Se aumenta en razón de la
distancia. Se calcula igual que los plazos fijados por las leyes de procedimiento. (Pérez
Méndez;, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 333; Tavares hijo, Froilán,
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. V. III, p. 162).

“Que sin embargo, no hay constancia de que dicha sentencia le haya sido notificada a la
recurrente, por lo que al momento de elevar su recurso estaba abierto el plazo señalado
en el artículo 5 de la Ley Sobre Procedimiento de Casación, en razón de que este comienza
a partir de la notificación de la sentencia que se le haga a la persona que deba ejercer el
recurso y no a partir de la notificación que esta realice, pues con su actuación lo que hace
es poner a correr el plazo en contra de la parte notificada y no en su propio perjuicio (…)”.
(Sent SCJ. 12 de Agosto 1998, BJ. 1053, 300, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002.
Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 440).

“Que el plazo de dos meses establecido en ese texto legal (Artículo 5 Ley sobre
Procedimiento de Casación) debe observarse a pena de caducidad; que, por tanto, su
inobservancia puede ser invocada en todo estado de causa y no siendo susceptible de ser
cubierta por las defensas sobre el fondo, la Suprema Corte de Justicia debe pronunciar de
oficio la inadmisión resultante de la expiración del plazo fijado por el referido texto para la
interposición del recurso”. (Sent SCJ. 21 de Octubre 1998, BJ. 1055, 643-644, cita de
Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana, 1988-2002. p. 431-432; Sent. SCJ. 18 de Noviembre 1998, BJ. 1056, 489, cita
de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana, 1988-2002. p. 68).

“El plazo de la casación cuando vence en día feriado se prorroga al día siguiente (…)”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1987. Procedimiento Civil, t. I, 3era. ed. p.333).

“El plazo de dos meses para ejercer el recurso de casación aumenta en razón de la
distancia si la persona notificada reside fuera de la jurisdicción de la ciudad capital,
asiento de la Suprema Corte de Justicia”. (Sent SCJ. 3 de Octubre de 1973, BJ. 755. 3037,
Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“Considerando que, los plazos establecidos por las leyes de procedimiento deben de ser
contados de fecha a fecha, no computándose en ellos, de acuerdo con la regla general
establecida en el artículo 1033 del Código de Procedimiento Civil, el día de la notificación,
o sea el dies a-quo, y el del vencimiento, o sea, el dies ad-quem, cuando estos plazos son
544

francos, como en materia de casación”. (Sent SCJ. 10 de Abril 1987, BJ. 917, 640, Cit.
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

Todos los plazos prescritos por la ley sobre procedimiento de casación son francos. (Sent
SCJ. 8 de abril de 1964, B. J. 645. 559).

Los recursos podrán ser declarados inadmisibles por tardíos, a requerimiento del
ministerio público, en los casos que conciernen al orden público. (Sent SCJ. 15 de febrero
del 1987, BJ. 504. 1372).

“Las acciones que sean ejercidas de conformidad con la presente Ley estarán regidas por
las disposiciones del derecho común en lo que se refiere a la competencia, al
procedimiento y a la prescripción. Además, tales acciones estarán sujetas a las
previsiones que se indican a continuación: (…) PARRAFO VII: Los plazos para interponer
los recursos de Apelación y Casación, serán, para cada uno de estos recursos, de un mes
a partir de la notificación de la sentencia”. (Párrafo VII, Artículo 7, Ley No. 173 del 6 de
abril del 1966; Ley sobre protección a los Agentes Importadores de Mercaderías y
Productos).

“La reducción a un mes del plazo para interponer el recurso de casación en materia de la
Ley No. 173 de 1966, se limita exclusivamente a la litis organizada de conformidad con el
artículo 3 de la citada ley; que fuera de esa especie, el derecho común recobra su imperio
(…)”. (Sent SCJ. 31 de Agosto 1983, BJ. 873, 2505-2512, Cit. Castaños Guzmán, Julio
Miguel, Jurisconsulto).

3. Casación contra las sentencias en defecto.

“Con relación a las sentencias en defecto, el plazo es también de dos meses. Las
sentencias en defecto no pueden impugnarse en casación, con el plazo de la oposición
abierto”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 333).

Al igual que las sentencias contradictorias, las sentencias pronunciadas en defecto


también son recurribles dentro del plazo de dos meses, a partir del momento en que ya no
estaría abierto el recurso de oposición. (Sent SCJ. 25 de Noviembre del 1952, BJ.
508.2170, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

Cuando la sentencia se dicta en defecto, el plazo para recurrir en casación comienza el


día siguiente a aquel en que caducó el plazo de la oposición. (Sent SCJ. Junio 1979, BJ.
823, 1211).

“Considerando, que en vista de que por la sentencia impugnada se declaró el defecto, por
falta de concluir del apelante, esa sentencia se reputa contradictoria, y por tanto, no
procede acoger el medio de inadmisión propuesto por el recurrido basado en el artículo 5
de la Ley sobre Procedimiento de Casación (..)”. (Sent SCJ. 27 de Noviembre 1989, BJ.
948, 1650).

“Tal como lo sostiene el recurrido, la sentencia dictada por la Corte de Apelación de Santo
Domingo, pronuncia el defecto contra la hoy recurrente, por falta de concluir al fondo;
que al no haber constancia en el expediente de que dicha sentencia fuera notificada a la
parte contra quien fue pronunciado el defecto, es evidente, que el recurso de oposición
contra la indicada sentencia aún es admisible; que esa regla sufre necesaria excepción en
las materias en que la ley suprime el recurso de oposición o cuando el defectante, por
haber obtenido ganancia de causa, carece de interés en interponer el recurso (…); que la
prohibición del recurso de casación en tales casos, se aplica no sólo a las partes
defectantes, sino a las que en el mismo asunto no han estado en defecto, ya que la
545

finalidad de la regla de que se trata es la de evitar la contradicción de sentencias (…)”.


(Sent SCJ. 4 de Febrero 1970, BJ. 711, 218; Sent. SCJ. 2 de Mayo 1973, BJ. 750, 1093;
Sent. SCJ. 17 de Julio 1981, BJ. 848, 1739; Sent. SCJ. 9 de Diciembre 1983, BJ. 877,
3861-3867; Sent. SCJ. 8 de Septiembre 1989, BJ. 946, 1213, Cit. Castaños Guzmán, Julio
Miguel, Jurisconsulto).

4. Casación contra las sentencias interlocutorias.

“Se puede interponer recurso de casación contra una sentencia interlocutoria, antes de
que se conozca el fondo”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed.,
p. 333).

“Las sentencias interlocutorias pueden ser impugnadas por casación, aún antes de que se
dicte sentencia definitiva”. (Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v.III, p.164).

“La casación de una sentencia interlocutoria implica, por vía de consecuencia, la casación
de la sentencia subsiguiente que se haya pronunciado sobre el fondo. (…) que la
sentencia ahora impugnada que estatuyó sobre el fondo de la litis está fundada en el
resultado de las medidas de instrucción realizadas en ejecución de la mencionada
sentencia interlocutoria, la cual, como ya se ha expresado, fue casada; que por
consiguiente, la referida sentencia debe considerarse implícitamente anulada, como
consecuencia de la casación de la sentencia interlocutoria; que al tenor de la Ley sobre
Procedimiento de Casación, cuando la casación no deje cosa alguna por juzgar, no habrá
envío del asunto”.(Sent SCJ. 27 de Mayo 1983, BJ. 870, 1396, Cit. Castaños Guzmán,
Julio Miguel, Jurisconsulto).

§5. Casación contra las sentencias preparatorias.

“En cuanto a las sentencias preparatorias no se puede interponer recurso de casación,


sino después de la definitiva. La ejecución de las preparatorias, aunque fuere voluntaria,
no es oponible como medio de inadmisión”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento
Civil. t. I, 9na. ed., p.334).

“(...) no resuelve ni prejuzga el fondo del asunto. Por lo que es preparatoria y, por tanto, la
inadmisión propuesta por los recurridos debe ser acogida, lo que hace innecesario
ponderar los medios del recurso. (Sent SCJ. 11 de Noviembre De 1998, B. J. 1056. 38, Cit.
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“Que la decisión adoptada por el Tribunal a-quo no prejuzgó el fondo del recurso de
apelación ni de la demanda de la recurrente, por lo que al disponer el depósito de
documentos, independientemente de que procediera o no ese depósito, con la finalidad de
sustanciar el proceso, la sentencia recurrida tiene un carácter preparatorio, al no
translucir la misma que el tribunal a-qua fallará en un sentido u otro (…)”. (Sent SCJ. 14
de Abril 1999, BJ. 1061, 774; Sent. SCJ. 7 de Marzo 2001, BJ. 1084, 28, citas de Biaggi
Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana, 1988-2002. pp. 459-460).

“Considerando, que el estudio de la sentencia impugnada pone de manifiesto que la


misma se limita a ordenar una reapertura de los debates elevadas por el actual recurrido
y fijar la audiencia para el conocimiento de la misma, sin resolver ningún punto
contencioso entre las partes; que como se evidencia el recurso de casación ha sido
interpuesto contra un fallo de carácter preparatorio el cual no prejuzga el fondo; (…) que
como en el presente recurso de casación fue interpuesto contra una sentencia
preparatoria, antes de que se dictara sentencia definitiva sobre el fondo, es obvio que
546

dicho recurso resulta inadmisible”. (Sent SCJ. 10 de Mayo 2000, BJ. 1074, 111-112, cita
de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana, 1988-2002. p. 461; Sent. SCJ. 15 de Noviembre 2000, BJ. 1080, 107).

“Considerando, que los motivos de la sentencia impugnada que se transcriben


precedentemente revelan que la misma tiene un carácter puramente preparatorio, ya que
por ella se ordena la comparecencia personal de las partes (…); que como aún no ha sido
dictado el fallo definitivo en este caso, el presente recurso de casación debe ser declarado
inadmisible (…)”. (Sent SCJ. 7 de Septiembre 1988, BJ. 934, 1235-1236, Cit. Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“En la especie, la medida de información testimonial dispuesta por la Corte a-qua es


obviamente una medida neutral; que en ella no se emplean términos algunos que
constituyan un prejuicio sobre lo que dispondrá la Corte a-qua cuando resuelva el caso a
fondo (…); que por tanto, la sentencia ahora impugnada es de carácter preparatoria por lo
que el recurso de casación deducido contra ella es prematuro y no puede ser admitido sin
conjuntamente con otro sobre el fondo del litigio (…)”. (Sent SCJ. 21 de Mayo 1980, BJ.
834, 1040, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Establece diversas disposiciones que dentro del Proyecto de Código de Procedimiento Civil
se encuentran dispersas, a saber;

Lo relativo al plazo del recurso se haya contenido en el artículo 734, éste continuará
siendo de dos meses, estableciendo además el Art. 735 de manera expresa, que el mismo
correrá “a partir de la notificación de la sentencia, salvo disposición contraria”, en caso de
que la sentencia se dictare en defecto el plazo, al igual que en nuestra disposición actual,
contará a partir del día en que la oposición no fuere admisible.

El Art. 736, expresa que la “admisibilidad del recurso de casación incidental, se rige por
las disposiciones comunes a las vías de recursos.”

En lo referente a las sentencias preparatorias el artículo 731 del Proyecto de Código de


Procedimiento Civil establece la misma disposición que el párrafo 4 del artículo 5 del CPC.

EL Art. 764 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, mantiene lo que establece el
código actual en cuanto a la forma de interponer el recurso, con la única diferencia, de
que establece expresamente, que de no contener el memorial de casación los medios en
que se fundamenta el recurso, este será, inadmisible, lo mismo si no se deposita junto
con éste en la secretaría de la SCJ una copia autentica de la sentencia impugnada.

Artículo 6

En vista del memorial de casación, el Presidente proveerá auto mediante el cual se


autorizará el emplazamiento de la parte contra quien se dirige el recurso. Este
emplazamiento se encabezará con una copia del memorial de casación y una copia
del auto del Presidente, a pena de nulidad, a cuyo defecto el secretario expedirá al
recurrente copia certificada tanto del memorial como de los autos mencionados.

El emplazamiento ante la Suprema Corte de Justicia deberá contener, también a


pena de nulidad: Indicación del lugar o sección, de la común o del Distrito de Santo
Domingo en que se notifique; del día, del mes y del año en que sea hecho; los
nombres, la profesión y el domicilio del recurrente; la designación del abogado que
547

lo representará, y la indicación del estudio del mismo, que deberá estar situado,
permanente o de modo accidental en la capital de la República, y en la cual se
reputará de pleno derecho, que el recurrente hace elección de domicilio, a menos
que en el mismo acto se haga constar otra elección de domicilio en la misma
ciudad; el nombre y la residencia del alguacil y el tribunal en que ejerce sus
funciones; los nombres y la residencia de la parte recurrida, y el nombre de la
persona a quien se entregue copia del emplazamiento.

Dentro de los 15 días de su fecha, el recurrente deberá depositar en secretaría el


original del acta de emplazamiento.

Tabla de Contenido

1. Auto de emplazamiento.
2. Acto de emplazamiento.
A. Notificación.
B. Contenido.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Auto de emplazamiento.

Después de depositado el Memorial de Casación en la Secretaría de la Suprema Corte de


justicia, el Presidente de ésta dictará un auto mediante el cual autorizará al recurrente en
casación a emplazar a la parte contra quien se dirige el recurso. (García de Peña, Luis
Víctor. 2001. Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 54; Pérez Méndez,
Artagnan.1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 341-342).

“Lo que la ley le llama auto de admisión es, sencillamente, un mero permiso de emplazar.
Este acto es de pura administración judicial, que el Presidente expide desde el momento
en que es depositado en Secretaría el memorial contentivo del recurso”. (Tavares hijo,
Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III, p. 194).

2. Acto de emplazamiento.

El emplazamiento que debe hacer el recurrente llevará copia del memorial y del auto que
autorizó a emplazar, por lo que el secretario de la Suprema Corte deberá expedir una
copia certificada tanto del memorial como del referido auto. (Pérez Méndez, Artagnan.
1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 342).

“(…) a que de todo lo anteriormente expuesto, resulta que la existencia o no del acto de
emplazamiento constituye un asunto contencioso que debe ser resuelto juntamente con el
fondo del recurso (…)”. (Resolución SCJ. No. 562-98, BJ. 1049, 60, cita de Biaggi Lama,
Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana,
1988-2002. p. 508).

“En la especie, el emplazamiento se limita a notificar y dar copia del auto dictado por el
presidente de la Suprema Corte de Justicia, con motivo del recurso de casación; es
evidente que en el referido acto se omitió notificar con el mismo, una copia del memorial
de casación, y que esa omisión no fue cubierta posteriormente en tiempo hábil; esa
formalidad está prescrita a pena de nulidad por el artículo 6 de la Ley sobre
Procedimiento de Casación, por lo cual dicho recurso debe ser declarado nulo”. (Sent SCJ.
16 de Junio 1993, BJ.989.372).
548

“Si ciertamente de las piezas del expediente no resulta establecido que al recurrido le
fuera notificada la sentencia ahora impugnada, por medio de la cual se acogieron sus
conclusiones (…), no es menos cierto que para interponer su recurso de casación el
recurrente no estaba obligado a notificar la sentencia impugnada, conforme con el
artículo 6 de la Ley sobre Procedimiento de Casación; que por lo tanto el medio de
inadmisión propuesto carece de fundamento y debe ser desestimado”. (Sent SCJ. 28 de
Junio 1978, BJ. 811, 1277, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

A. Notificación.

El propósito de la Ley de Casación es que el emplazamiento, la copia del memorial y la del


auto que autorizó a emplazar, se notifiquen útilmente al recurrido, por medio de alguacil,
siendo indiferente que ambos documentos se hayan notificado en cabeza del
emplazamiento. Cuando una de las partes presenta su memorial de defensa, no puede
alegar que su contraparte no le notificó el emplazamiento en su domicilio. Cuando la
copia del memorial no contiene la indicación de que se trata de una copia certificada por
el secretario de la Suprema Corte, no hay nulidad si no ocasiona perjuicios. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 342).

“Nada se opone a que un recurrente que haya omitido emplazar al recurrido dentro del
término de 30 días del auto que le autorizó a emplazar, solicite un nuevo auto y emplace,
siempre que tal solicitud la haga dentro de los dos meses a que se refiere el artículo 5, y
sin que tenga que esperar que la Suprema Corte de Justicia decida la caducidad del
primer recurso”. (Sent SCJ. 12 de Abril 1971, BJ. 725, 909, Cit. Castaños Guzmán, Julio
Miguel, Jurisconsulto).

“(…) el emplazamiento fue notificado al recurrido en el domicilio de su abogado, su


domicilio de elección en el presente litigio; que mediante esa notificación el recurrido ha
conocido, según resulta de su propio memorial, todas las circunstancias del recurso, y ha
presentado en dicho memorial sus medios de defensa al fondo; que, por tanto, la forma de
notificación del emplazamiento del recurso no le ha causado agravio alguno y por tanto
no ha sido lesionado su derecho de defensa”. (Sent SCJ. 3 de Agosto 1962, BJ. 625, 1237;
Sent. SCJ. 1 de Julio 1981, BJ. 848, 1570; Sent. SCJ. 10 de Diciembre 1986, BJ. 913,
1837, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“Considerando, que ha sido juzgado por esta Suprema Corte de Justicia, que las
formalidades requeridas por la ley para interposición de los recursos son sustanciales y
no pueden ser sustituidas por otras; que la inobservancia de esas formalidades se
sancionan con la inadmisibilidad del recurso, independientemente de que la misma haya
causado o no agravio al derecho de defensa de la parte que lo invoca; que por las razones
expuestas procede declarar inadmisible el presente recurso y, por tanto no ha lugar a
ponderar los medios propuestos en el memorial de casación del recurrente”. (Sent SCJ. 12
de Febrero 1998, BJ. 1047, 71; Sent. SCJ. 2 de Septiembre 1998, BJ. 1054, 382-383, cita
de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana, 1988-2002. pp. 426-427).

Considerando, que el examen de la sentencia y del expediente pone de manifiesto que el


recurrente interpuso recurso de casación contra la sentencia impugnada mediante acto
notificado en manos del Procurador Fiscal del Distrito Nacional, por no tener domicilio
conocido el recurrido; que éste constituyó abogado y notificó el memorial de defensa; en
consecuencia la notificación del recurso mencionado en manos del Procurador Fiscal del
Distrito Nacional, no lesionó el derecho de defensa ni le ha causado agravios al recurrido
(…)”. (Sent SCJ. 27 de Agosto 1990, Sentencia No. 17).

B. Contenido.
549

Además de los documentos que lo deben encabezar, el emplazamiento debe contener, a


pena de nulidad, 1) Indicación del lugar en que se notifique; 2) El día, el mes y año de su
notificación. El acto de emplazamiento que no contenga la mención del día que se ha
hecho es nulo. 3) Las generales completas del recurrente. Es cierto que la ley sólo se
refiere a los nombres, profesión y domicilio, pero es general la costumbre de agregar el
estado civil y los datos relativos a la cédula de identificación personal. Es suficiente que
se mencione el domicilio y no la residencia. Los miembros de una sucesión, que han
podido figurar innominadamente en el saneamiento catastral deben, para recurrir en
casación, ajustarse al derecho común e indicar nombre, profesión y domicilio de cada uno
a in de que el recurrido pueda verificar sus respectivas calidades y ejercer su derecho de
defensa. 4) La designación del abogado que representa al recurrente con indicación de su
estudio, el cual deberá estar en Santo Domingo, aunque sea de modo ad hoc. En este
domicilio de Santo Domingo, se reputa de pleno derecho que el recurrente hace elección
de domicilio, a menos que en el mismo acto se haga constar otra elección de domicilio,
pero siempre dentro de la misma ciudad capital.'5) El nombre y la residencia del alguacil,
el tribunal en que ejerce sus funciones y aunque la ley no lo dice, se agrega la cédula del
ministerial. 6) La residencia de la parte recurrida y el nombre de la persona a quien se ha
hecho entrega de la copia del emplazamiento y las de los documentos que lo encabezan.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, p. 242-243; García de Peña, Luis
Víctor. 2001. Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 54).

El acto de emplazamiento de casación, deberá contener las siguientes menciones:


Indicación del lugar, o sección, de la común o del Distrito de Santo Domingo en que se
notifique; del día, del mes del año en que sea hecho; los nombres, la profesión y el
domicilio del recurrente; la designación del abogado que lo representará y la indicación
del estudio del mismo, que deberá estar situado permanentemente, o de modo accidental,
en la Capital de la República y en el cual se reputará de pleno derecho que el recurrente
hace elección de domicilio, a menos que en el mismo acto se haga constar otra elección de
domicilio en la misma ciudad; el nombre y la residencia del alguacil, y el tribunal en que
ejerce sus funciones; los nombres y residencia de la parte recurrida, y el nombre de la
persona a quien se entregue la copia del emplazamiento”. (Tavares hijo, Froilan. 2002.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III, p. 195-96) “que, además de esas
menciones, dicho artículo no indica que deba contener otras más; que, sin embargo, es
obvio, que todo emplazamiento tiene como objeto esencial, con prescindencia de las
menciones indicadas en la Ley, la citación para comparecer; que esa mención, que resulta
de su propia naturaleza, no requiere una fórmula determinada o sacramental, y puede
resultar del contexto del acto”. (Sent SCJ. 14 de Noviembre 1969, BJ. 708, 7087, Cit.
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“Las formalidades mandadas a observar a pena de nulidad por el artículo 6 de la Ley


sobre Procedimiento de Casación en la redacción del acto de emplazamiento, tienen por
finalidad asegurar que el recurrido reciba a tiempo el referido acto y produzca
oportunamente su memorial de defensa; que, en la especie, no obstante las
irregularidades que afectaron el acto de emplazamiento, el recurrido constituyó abogado
dentro del plazo legal y produjo sus medios de defensa en tiempo oportuno, por lo cual su
derecho de defensa no sufrió perjuicio alguno; que, por consiguiente, el medio de nulidad
propuesto carece de fundamento y debe ser desestimado”. (Sent SCJ. 19 de Octubre 1983,
BJ. 875, 3266; Sent. SCJ. 12 de Julio 1991, BJ. 968-970, 862, cita de Biaggi Lama, Juan
Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-
2002. p. 426; Sent. SCJ. 5 de Junio 1992, BJ. 977-979, 613, cita de Biaggi Lama, Juan
Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-
2002. p. 425).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


550

El Proyecto de Código, deja fuera la norma contenida en la primera parte del Art. 6 de la
Ley sobre Procedimiento de Casación relativa al auto de emplazamiento que debe emitir el
Presidente de la SCJ. Sin embargo en el su Art. 765, dispone un plazo de 30 días para
que el recurrente emplace al recurrido en su domicilio. En cuanto a lo que deberá
contener dicho emplazamiento este mismo artículo, se limita a expresar, que el mismo
deberá contener las formalidades de los actos de emplazamiento (ver Art. 61) y mantiene
la obligación de depositar conjuntamente con el memorial una copia autentica de la
sentencia impugnada, ambas cosas a pena de nulidad, así como mantiene igual el plazo
de 15 días que tiene el recurrente para el depósito del original del emplazamiento en
secretaría.

Artículo 7

Habrá caducidad del recurso, cuando el recurrente no emplazara al recurrido en el


término de treinta días, a contar de la fecha en que fue proveído por el Presidente el
auto en que se autoriza el emplazamiento.

Esta caducidad será pronunciada a pedimento de parte interesada o de oficio.

Tabla de Contenido

1. Caducidad del Recurso de Casación.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Caducidad del Recurso de Casación.

Habrá caducidad del recurso cuando el recurrente no emplazare al recurrido en el


término de treinta días a contar de la fecha en que fue autorizado por el Presidente de la
Suprema Corte. Sin embargo, pasado este plazo, éste puede solicitar nuevo auto y
emplazar de nuevo. La caducidad opera de pleno derecho, y puede ser pronunciada de
oficio, como lo puede ser a pedimento de parte interesada. (En este sentido: García de
Peña, Luis Víctor. 2001. Los recursos contra las sentencias. 2da ed.,p. 54; Pérez Méndez,
Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p. 343 y Cury, Jottin. 1976. Los
Recursos, 1ra. ed., p. 121).

La “caducidad que será pronunciada a petición de parte interesada o de oficio”. (Cury,


Jottin. 1976. Los Recursos, 1ra. ed., p. 121).

Podrá ser declarada la caducidad del recurso de casación, contra aquellas personas que
han figurado como recurridos en el memorial de casación, aun cuando las mismas no
hubiesen sido emplazadas. (Sent SCJ. 26 de marzo del 1962, BJ. 620. 476).

“Se incurre en la caducidad del recurso de casación, cuando el recurrente no emplazare al


recurrido en el término de treinta días a contar desde la fecha en que fue emitido por el
Presidente el Auto en que se autoriza el emplazamiento; que esta caducidad puede ser
pronunciada a pedimento de parte o de oficio (…)”. (Sent SCJ. 7 de Junio1978, BJ. 811,
1328; Sent. SCJ. Octubre 1983, BJ. 875, 3344; Sent. SCJ. 13 de Enero 1989, BJ. 938, 40,
Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“Que, por consiguiente, para que proceda declarar caduco un recurso de casación
respecto de las personas que no hayan sido emplazadas, a los fines de ese recurso, es
551

preciso que estas personas hubieren figurado como recurridos en el memorial de


casación… que, por otra parte el recurrido no tiene interés de invocar una caducidad que
concierne exclusivamente a terceras personas, ya que esa caducidad no afectaría su
derecho”. (Sent SCJ. 21 de Octubre 1997, BJ. 1043, 71, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo.
2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. pp.
67-68).

“En la especie, la recurrente se limitó a notificar al actual recurrido copia del memorial de
casación depositado en la Secretaría de la Suprema Corte de Justicia, y del auto dictado
por el Presidente de dicha Corte, por el cual se autorizó a los recurrentes a emplazar a la
parte contra quien se dirige el recurso, pero en forma alguna contiene emplazamiento a
los recurridos para comparecer ante la Suprema Corte de Justicia, en funciones de Corte
de Casación, ni existe constancia en el expediente de que posteriormente se cumpliera
con este requisito, como lo exige el artículo 7 de la Ley sobre Procedimiento de Casación,
a pena de caducidad del recurso (…)”. (Sent SCJ. 13 de Enero 1989, BJ. 938, 38; Sent.
SCJ. 21 de Octubre 1998, BJ. 1055, 84, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince
Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 425-426).

“(…) habiendo sido dictado el auto que autorizó a emplazar al recurrente el día 11 de
diciembre de 1981, la notificación en la fecha antes indicada lo fue pasado el plazo que
establece el artículo 7 de la Ley sobre Procedimiento de Casación, que al ser el litigio de
que se trata indivisible por su naturaleza, al recurrente no le bastaba, como lo hizo,
emplazar a una parte de los miembros de la sucesión sin que fuera notificado a todos los
que eran partes de la sucesión, que al no hacerlo así en tiempo hábil respecto a los otros
herederos, el recurso debe ser declarado caduco”. (Sent SCJ. 21 de Marzo 1983, BJ. 868,
771, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Se mantiene inalterable en el Art. 766, con excepción del punto de partida del plazo de
treinta días, que empezará a correr según este artículo, a partir del depósito del memorial
de casación en Secretaría.

Artículo 8

En el termino de quince días, contados desde la fecha del emplazamiento, el


recurrido producirá un memorial de defensa el cual será notificado al abogado
constituido por el recurrente por acto de alguacil que deberá contener constitución
de abogado y los mismo requisitos sobre elección de domicilio, señalados para el
recurrente en el artículo 6. La constitución de abogado podrá hacerse también por
separado.

En los ocho días que sigan la notificación del memorial de defensa, el recurrido
depositara en secretaría el original de esa notificación junto con el original de
referido memorial así como el acta original de la constitución de abogado si ésta se
hubiese hecho por separado.

El secretario deberá informar al Presidente acerca del depósito que


respectivamente hagan las partes del memorial de casación, del de defensa y de
sus correspondientes notificaciones.

Tabla de Contenido

1. Comparecencia del recurrido.


552

2. Depósito de original.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Comparecencia del recurrido.

El recurrido comparece de manera simbólica, produciendo un memorial de defensa, el


cual será notificado en el término de quince días, contados desde la fecha de
emplazamiento, al abogado constituido por el recurrente, por medio de acto de alguacil, el
cual deberá contener constitución de abogado y los mismos requisitos sobre elección de
domicilio que indica el artículo seis de la Ley de Casación. La constitución de abogado
puede hacerse también por acto separado. (En este sentido: Pérez Méndez, Artagnan.
1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed.,p. 344 y García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los
recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 55-56).

“El recurrido tendrá un plazo de quince días a partir del emplazamiento para notificar su
memorial de defensa (...) deberá hacer depósito del mismo en la Secretaria... este plazo no
es conminatorio”. (Tavares hijo, Froilan.1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.III. p. 196).

2. Depósito de original.

En los ocho días que sigan a la notificación del memorial de defensa, el recurrido
depositará en secretaría el original de esa notificación, junto con e original del referido
memorial, así como el acta original de la constitución de abogado si se ha hecho por acto
aparte. El secretario debe informar al Presidente acerca del depósito que respectivamente
hagan las partes. No se puede tomar en consideración los escritos sometidos después de
plazo de ocho días prescrito por el artículo 15 sobre la Ley de Casación. (Pérez Méndez,
Artagnan. Procedimiento Civil, Tomo I, 1999, 9na. ed., p. 344; García de Peña, Luis Víctor.
2001. Los recursos contra las sentencias. 2da ed.,p. 55; Tavares hijo, Froilan. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III. p. 198).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El contenido del artículo 8 se encuentra en el 767 del Proyecto de Código de


Procedimiento Civil, con la diferencia de que el recurrente tendrá un plazo de 15 días
para producir su constitución de abogado, y posteriormente uno de 30 días para producir
su memorial de defensa, que deberá notificar al recurrente. Luego de la notificación, el
recurrido tendrá u n plazo de 8 días para depositar el original del acto de constitución de
abogado y del memorial de casación.

La parte infine del artículo 8 se encuentra inalterada en el artículo 769 del Proyecto de
Código de Procedimiento Civil.

Artículo 9

Si el recurrido no constituye abogado por acto separado o no produce y notifica su


memorial de defensa en el plazo que se indica en el artículo 8, el recurrente podrá
pedir por instancia dirigida a la Suprema Corte de Justicia, que el recurrido se
considere en defecto, y que se proceda con arreglo a lo que dispone el artículo 11.

Artículo 10
553

Cuando el recurrido no depositare en secretaria su memorial de defensa y la


notificación del mismo, en el plazo indicado en el artículo 8, el recurrente podrá
intimarlo, por acto de abogado, para que, en el termino de ocho días, efectué ese
depósito y, de no hacerlo, podrá pedir mediante instancia dirigida a la Suprema
Corte de Justicia, que se excluya al recurrido del derecho de presentarse en
audiencia a exponer sus medios de defensa, y que se proceda con arreglo a lo que
dispone el artículo 11. Cuando el recurrente, después de haber procedido al
emplazamiento, no depositare el original de este en secretaría, el recurrido que ha
depositado y notificado su memorial de defensa podrá requerir al recurrente para
que, en el plazo de ocho días, efectúe el depósito antes mencionado. Vencido este
plazo, el recurrido es hábil para pedir a la Suprema Corte de Justicia que provea la
exclusión, del recurrente.

Párrafo I Si hubiere más de un recurrido o más de un recurrente, cualquiera de ellos


podrá hacer uso de la facultad de requerir y de pedir la exclusión o el defecto arriba
consignados, frente a las partes que se encuentren en falta.

Párrafo II El recurso de casación perimirá de pleno derecho si transcurrieren tres


años contados desde la fecha del auto que autorizo el emplazamiento, sin que el
recurrente haya depositado en la secretaria el original del emplazamiento, o si
transcurriré igual plazo, contado desde la expiración del término de quince días
señalado en el artículo 8, sin que el recurrente pida el defecto o la exclusión contra
el recurrido que diere lugar a ello, a menos que, en el caso de haber varias pares
recurrentes o recurridas, una de dichas partes haya pedido el defecto o la exclusión
contra las pares en falta. La Suprema Corte de Justicia hará constar la perención
del recurso mediante resolución que será publicada en el Boletín judicial.

Tabla de Contenido

1. Defecto y exclusión del recurrido.


2. Exclusión del recurrente.
3. Pluralidad de Recurridos o Recurrentes.
4. Perención del Recurso de Casación.
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Defecto y exclusión del recurrido.

El plazo para la constitución de abogado y depósito de defensa del recurrido no es


conminatorio… el artículo 14 de la Ley sobre Procedimiento de Casación, autoriza al
recurrente a que, aun después de comenzada la instrucción del recurso en defecto, acepte
la comparecencia tardía del recurrido. (Tavares hijo, Froilan. 2002. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v.III, p. 198).

Existe en esta materia la posibilidad del defecto por incomparecencia si el recurrido no


constituye abogado y en cuanto a defecto por falta de concluir está sustituido por la
exclusión, pero sólo para el caso en que no se notifique y deposite la defensa, todo
después de los debidos requerimientos de parte interesada. Cuando los abogados de las
partes no concurren a la audiencia en casación, no procede declarar defecto, si no
omitirlos en el grupo de los concluyentes, para el único fin de determinar los honorarios
que sean de lugar, en la causa correspondiente. El recurrente puede aceptar la
comparecencia tardía del recurrido. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t.
I, 9na. ed.,p. 344-345 y García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los recursos contra las
sentencias. 2da ed., p. 56).
554

“Hay defecto contra el recurrido si en el plazo del artículo 8 no constituye abogado o no


produce y notifica su memorial de defensa. La ley indica que en esa situación, el
recurrente podrá pedir, por instancia dirigida a la Suprema Corte de Justicia, el defecto
de su adversario. La exclusión se da cuando el recurrido no deposita en el plazo de 15
días a partir del emplazamiento, el memorial de defensa y la notificación del mismo. Esta
situación supone la constitución de abogado, por acto separado, de la parte recurrida.
Para que la exclusión se opere es necesario que el recurrente lo intime, otorgándole un
plazo de ocho días para que realice el depósito correspondiente en secretaria, y de no
hacerlo, podrá entonces, mediante instancia a la Suprema Corte, solicitar”que se excluya
al recurrido del derecho de presentarse en audiencia a exponer sus medios de defensa”.
(Cury, Jottin. 1976. Los Recursos, 1ra. ed., pp. 121-122).

Afirma el profesor Froilan Tavares, en su comentario sobre la decisión de junio del 1959,
BJ.587.1279; que “el consentimiento del recurrente para instruir el asunto en forma
contradictoria puede intervenir aun después de fijada la audiencia. (Tavares hijo, Froilan.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, p. 198).

2. Exclusión del recurrente.

“Cuando el recurrente, después de haber procedido al emplazamiento, no depositare el


original en secretaría, el recurrido que ha notificado y depositado su memorial de defensa,
podrá requerir al recurrente para que, en el plazo de ocho días efectúe dicho depósito.
Transcurrido este plazo, el recurrido es hábil para pedir a la Suprema Corte que provea la
exclusión del recurrente. La sentencia que pronuncia la exclusión es irrevocable. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 346; García de Peña, Luis
Víctor. Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 56; Tavares, Froilan. 1996. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. pp. 200-201).

3. Pluralidad de Recurridos o Recurrentes.

Cuando la sentencia es dictada entre las mismas partes y tiene el mismo objeto y causa,
los recursos se pueden fusionar. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I,
9na. ed.,p. 346).

El hecho de que hayan pluralidad de una de las partes permite la aplicación del principio
según el cual, las relaciones jurídicas procesales tienen un carácter relativo y divisible.
(Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III. p. 201).

“Que es de principio que cuando existe indivisión en el objeto del litigio, si el recurrente
ha emplazado a una o varias de las partes contrarias y no lo ha hecho con respecto de las
demás, el recurso debe ser declarado inadmisible con respecto a todas; que si es verdad
que las actuaciones del procedimiento de instancia, incluso cuando se trata de una vía de
recurso, tienen carácter divisible, en el sentido de que producen sus efectos únicamente
en provecho del actor y en contra del demandado o recurrido, sin embargo, es forzoso
decidir lo contrario cuando el objeto del procedimiento resulta indivisible en razón de su
propia naturaleza, cuando lo decidido en el caso en relación con el interés de una de las
partes, afectará necesariamente el interés de la demás partes; que por vía de
consecuencia, el recurso de casación que se interponga contra una sentencia que
aprovecha a varias partes entre cuyos intereses exista el vínculo de la indivisibilidad,
como ocurre en la especie, tiene que ser dirigido contra todas; que de no hacerse así, el
recurso debe ser declarado inadmisible”. (Sent SCJ. 21 de Marzo 1983, BJ. 868, 774; Sent.
SCJ. 19 de Agosto 1998, BJ. 1053, 323; Sent. SCJ. 24 de Octubre 2001, BJ. 1091, 975-
976, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de
Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. pp. 453-454).
555

“Que en virtud del efecto conservatorio del recurso (de Casación) en el caso de solidaridad
o indivisibilidad entre varias partes, el recurso interpuesto por una de ellas conserva el
derecho a recurrir de las otras (…) la notificación a un solo de los recurridos, beneficia a
los otros titulares del derecho, aunque ellos interpusieron su propio recurso,
tardíamente”. (Sent SCJ. 22 de Junio 1992, BJ. 977-979, 680-681, cita de Biaggi Lama,
Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana,
1988-2002. p. 438).

Aunque en principio las instancias tienen un efecto relativo, esta regla procesal sufre una
excepción cuando el alegato de un litigio o alguna de las partes es individual, en cuyo
caso hay pluralidad de demandados y los actos deben ser notificados a cada uno de los
demandados. Al morir el demandado, la instancia fue renovada, continuándose con sus
herederos y su viuda. El recurso de casación fue notificado a todos ellos menos uno.
Cuando hay pluralidad de demandados, los actos deben ser notificados a todos, cuando el
objeto del proceso es indivisible, de manera que el litigio sea susceptible de una sola
decisión, por lo que si el intimante no emplaza en casación a todas las partes, el recurso
resulta inadmisible. (Sent SCJ. 18 de Noviembre 1983, BJ. 876, 3628; Sent. SCJ. 22 de
Agosto 1986, BJ. 909, 1189, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

4. Perención del Recurso de Casación.

“Atendido, a que ha transcurrido el plazo de tres (3) años de la perención sin que el
recurrente haya realizado depósito del original del emplazamiento, razón por la cual el
recurso de que se trata perimió de pleno derecho”. (Sent SCJ. Noviembre 1984, BJ. 888,
3165, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

La Suprema Corte de justicia hará constar la perención del recurso mediante resolución
que será publicada en el Boletín Judicial. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento
Civil. t. I, 9na. ed.,p. 346).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones del artículo 9 se encuentran en el artículo 772 del Proyecto de Código
de Procedimiento Civil, estableciendo las mismas condiciones para que se declare el
defecto del recurrido, con la diferencia de que el plazo que tendrá para producir y
notificar su memorial no es el de quince días establecido por el artículo 8 del actual
código, sino de treinta días según lo establecido en el artículo 767 del Proyecto de Código
de Procedimiento Civil.

La exclusión del recurrido, establecida por la primera parte del artículo 10, se encuentra
contenida en el artículo 770 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, mientras que
lo relativo a la exclusión del recurrente, tratado en la segunda parte del mismo artículo
10, se establece en el artículo 771. Por otro lado, las disposiciones del Párrafo 1ro. del
citado artículo 10, las establece el artículo 773 del Proyecto, mientras que las del Párrafo
2do. se contemplan en el Artículo 795, diferenciándose en que mientras la Ley sobre
Procedimiento de Casación establece que el recurso perimirá luego de transcurrir tres
años de la fecha del auto que emite el Presidente de la Suprema autorizando el
emplazamiento, el Proyecto de Código establece que perimirá en ese mismo plazo,
contados desde la fecha en que el recurrente interpusiera el recurso.

Artículo 11
556

Inmediatamente después que las partes hayan hecho los depósitos exigidos por los
artículos 6 y 8, o que se haya pronunciado el defecto o la exclusión de las partes
que estén en falta, el Presidente expedirá auto mediante el cual comunicará el
expediente al Procurador General de la República para que emita su dictamen, quien
dictaminará en el término de quince días.

El Procurador General de la República podrá en su dictamen remitirse al criterio de


la Suprema Corte de Justicia, con excepción de aquellos asuntos que hayan sido
objeto, ante los jueces del fondo, de comunicación al Ministerio Público.

Tabla de Contenido

1. Dictamen del Procurador.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Dictamen del Procurador.

“Tan pronto como las partes hayan efectuado los depósitos requeridos por los Art. 6 y S
de la señalada Ley, o que se haya pronunciado el defecto o la exclusión de la parte en
falta, el Presidente dispondrá la comunicación del expediente al Procurador General de la
República, para que éste en un plazo de quince días emita su dictamen. El Procurador
General de la República en su dictamen puede remitir al criterio de la Suprema Corte de
Justicia la solución que debe recibir el recurso, salvo en aquellos casos que ante los
jueces del Fondo hayan sido objeto de una comunicación al ministerio público”. (García
de Peña, Luis Víctor. 1994. Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 58, Tavares hijo,
Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III, p. 202).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 774 consagra puntualmente las previsiones del artículo 11, con excepción de
los artículos a los cuales se remite, pues los mismos son sustituidos en el proyecto por
los 765, 767 y 769. (Ver arts. 6 y 8 de la Ley sobre Procedimiento de Casación.)

Artículo 12

(Reformado por el Art. 8 de la Ley No. 845 de 1978). A solicitud del recurrente en
casación la Suprema Corte de Justicia puede ordenar que se suspenda la ejecución
de la sentencia impugnada, siempre que se le demuestre evidentemente que de la
ejecución pueden resultar graves perjuicios a dicho recurrente, en caso de que la
sentencia fuere definitivamente anulada.

La demanda en suspensión será interpuesta por instancia firmada por abogado, y


que el recurrente hará notificar a la parte recurrida. La notificación de la instancia
suspenderá provisionalmente la ejecución de la sentencia impugnada, hasta que la
Suprema Corte de Justicia resuelva acerca del pedimento. La parte demandada
puede impugnar la demanda en suspensión por escrito dirigido a la Suprema Corte
de Justicia dentro de los cinco días de la notificación de la instancia. Transcurrido
este plazo, la Suprema Corte de Justicia decidirá en Cámara de Consejo, sin
asistencia de abogados, si concede o no la suspensión. Cuando la demanda de
suspensión fuere desestimada, la parte recurrida podrá ejecutar la sentencia
impugnada después de obtener previamente del secretario, un certificado en que
557

conste que la suspensión fue denegada. Cuando la demanda fuere acogida, la


Suprema Corte de Justicia deberá fijar, por el mismo auto, la fianza en efectivo que
prestará el recurrente para garantía del recurrido, la cual se hará mediante
consignación en la Colecturía de Rentas Internas de Santo Domingo. Esta fianza
constituirá un privilegio especial en favor exclusivamente del recurrido. Hasta la
concurrencia de su crédito, El secretario de la corte no expedirá la copia certificada
del auto de suspensión sino se le entrega el correspondiente recibo de consignación.
A falta de esta entrega dentro de los ocho días subsiguientes a la fecha del auto,
éste perimirá de pleno derecho y la sentencia podrá ser ejecutada por el recurrido.
En materia de divorcio, de separación de bienes, de nulidad de matrimonio, de
cancelación de hipoteca y de inscripción de falsedad, el recurso de casación es
suspensivo de pleno derecho, sin que sea necesaria la solicitud de suspensión. La
fianza a que se refiere el artículo 12 de la Ley de Casación podrá ser una garantía
personal o en efectivo, y estará regida en todos los casos, en cuanto a su
constitución y modalidades, por los artículos 121 al 133 de la "Ley que Sustituye
Determinadas Disposiciones en Materia de Procedimiento Civil".

Tabla de Contenido

1. Suspensión de la sentencia impugnada.


2. Efectos de la notificación de la demanda.
3. Impugnación de demanda en suspensión.
4. Desestimación de la demanda en suspensión.
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Suspensión de la sentencia impugnada.

La casación no es recurso ordinario, por lo tanto carece de efecto suspensivo. En materia


civil, aunque se haya interpuesto el recurso de casación, se puede proceder a la ejecución
de la sentencia impugnada. En algunos casos excepcionales, el recurso de casación puede
ser suspensivo de la ejecución de la sentencia, como ocurre en materia de divorcio. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 339; García de Peña, Luis
Víctor. 2001. Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 45).

“El recurso de casación, igual que los demás recursos extraordinarios, no es suspensivo
de la ejecución de la sentencia atacada, salvo, según lo dispone el Art. 12 de la L. sobre
Pr. de Casación mod. por la L. 845 de 1978, en materia de divorcio, nulidad de
matrimonio, separación de bienes, inscripción en falsedad, cancelación de hipoteca.”
(Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III., p.
192).

El recurso de casación no tiene efecto suspensivo, no obstante, a solicitud del recurrente


en casación, la Suprema Corte de justicia puede ordenar la suspensión de la ejecución de
la sentencia impugnada, siempre que se demuestre evidentemente que de la ejecución
pueden resultar graves perjuicios al recurrente en caso de que la sentencia fuere
definitivamente anulada. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed.,
p. 341).

La forma como puede interponerse la demanda en solicitud de la suspensión de la


ejecución de la sentencia impugnada, es por medio de instancia firmada por el abogado
del recurrente, la cual se debe notificar a la parte recurrida. (Pérez Méndez, Artagnan.
1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 341; García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los
recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 46).
558

“Del contexto de la disposición legal citada se desprende que su aplicación se limita a las
sentencias recurridas en casación que contienen algo que ejecutar (…). Simples fallos
incidentales o que se limitan a rechazar demandas carecen de contenido ejecutorio; de ser
recurridos en casación sería absurdo intentar aplicarles el artículo 12 de la Ley de
Casación”. (Bircann Rojas, Luis A. 1997. Una práctica de dilación al aplicar la Ley de
Casación. Gaceta Judicial, año 1, n. 4, 1 de Abril de 1997, p. 48).

2. Efectos de la notificación de la demanda.

Esta notificación suspenderá provisionalmente la ejecución de la sentencia impugnada,


hasta que la Suprema Corte de Justicia resuelva acerca de la solicitud. (Bircann Rojas,
Luis A. 1997. Una práctica de dilación al aplicar la Ley de Casación. Gaceta Judicial, año 1,
n. 4, 1 de Abril de 1997, p. 48; García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los recursos contra las
sentencias. 2da ed., p. 46).

3. Impugnación de demanda en suspensión.

“El recurrido puede rebatir la demanda en suspensión por escrito dirigido a la Suprema
Corte de Justicia suscrito por abogado, en el término de cinco días a partir de la
notificación de la instancia”. (García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los recursos contra las
sentencias. 2da ed., p. 46).

4. Desestimación de la demanda en suspensión

Si la demanda en suspensión fuese rechazada, la sentencia recurrida podrá ser


ejecutada, tan pronto se haya obtenido una certificación del rechazamiento de la
demanda del secretario de la Suprema Corte de Justicia. (Tavares hijo, Froilan. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III., p. 193).

“La resolución de la S.C.J. rechazando el pedimento de suspensión de ejecución no es


susceptible de recurso alguno. Tampoco se puede reiterar el pedimento de suspensión,
pues se frustraría la ejecución de la sentencia. B. J. 878, 8 (Discurso)”. (Headrick, William
C. 2000. Compendio Jurídico Dominicano, 2da. ed., p. 105)

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Lo relativo a la suspensión de la ejecución de la sentencia, se encuentra en los artículos


779 a 783 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil. Notamos pues que el Art. 779
hace mención específica de que la sola interposición del recurso de casación no suspende
la ejecución de la sentencia recurrida; sino, es necesario demandar la suspensión. Este
mismo artículo difiere del 12 de la Ley 3726, en la medida en que el vigente hace una
mención limitativa de los casos en los cuales la sola interposición del recurso produce un
efecto suspensivo sobre la sentencia; mientras que el 779 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil además de mencionar casos particulares, manifiesta que éste será
suspensivo en los casos en los cuales leyes especiales lo prevean.

El Art. 12 solo supedita el ámbito de la suspensión, a la posibilidad de que se produzcan


perjuicios graves si se ejecuta de la sentencia; mientras que el artículo 780 del Proyecto
de Código de Procedimiento Civil agrega que para que pueda ser ordenada la suspensión
la sentencia recurrida no puede haber sido ejecutada.

El Art. 781 introduce tanto una nueva mención, como un nuevo plazo para impugnar la
demanda en suspensión. Este artículo, establece que no habrá suspensión, cuando se
trate de ordenanzas en referimientos dictadas en segundo grados, o emanadas del
559

presidente de la corte. En cuanto al plazo, el vigente Art. 12 otorga a la parte demandada


un plazo de 5 días para impugnar la demanda en suspensión; el Proyecto de Código de
Procedimiento Civil agrega cinco días mas a este plazo, convirtiéndolo en un plazo de 10
días.

El ámbito de la fianza requerida cuando es acogida la demanda en suspensión es


ampliado por el Art. 782 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, permitiendo que
ésta pueda ser no sólo una fianza en efectivo, sino también una garantía personal o
mediante cualquier otra modalidad; si se realiza en efectivo la consignación de la misma
deberá efectuarse en la Dirección General de Impuestos internos, órgano que ha
sustituido en la actualidad a la Colecturía de Rentas Internas de Santo Domingo, de lo
contrario, será establecida con la documentación que corresponda atendiendo a la
naturaleza de la misma.

El artículo 783 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil dispone que la decisión
sobre la fianza, será notificada a las partes vía correo certificado, y que la parte
gananciosa tendrá un plazo de diez días para prestar esta fianza, de lo contrario la
decisión caducará, así como podrá en el mismo plazo objetar mediante una instancia la
fianza fijada

Artículo 13

Devuelto el expediente por el Procurador General de la República, el Presidente


fijará la audiencia en la cual se discutirá el asunto. El auto de fijación de audiencia
será notificado a los abogados de las partes mediante carta certificada del
secretario, remitida a cada uno de ellos a su estudio permanente o accidental de la
capital de la República.

Tabla de Contenido

1. Fijación de audiencia.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Fijación de audiencia.

Según dispone el mismo artículo, la audiencia será fijada de oficio por el Presidente de la
Suprema Corte de Justicia, inmediatamente después de que el Procurador General de la
República, devuelva el expediente con su dictamen. (Tavares hijo, Froilan. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III. p. 202).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La esencia de este artículo se mantiene intacta en el artículo 777 del Proyecto de Código
de Procedimiento Civil, con la salvedad de que éste agrega la notificación estará
acompañada de un acuse de recibo. Entendemos que esta disposición tiene como fin
evitar que las partes no comparezcan alegando que no fueron debidamente notificadas, ya
que la antedicha notificación se hace ausente de un oficial con fe pública.

Artículo 14
560

Cuando en un asunto que se esté instruyendo en defecto la parte recurrida


constituye abogado y notifica y deposita su memorial de defensa antes de que se
haya notificado el auto de la fijación de audiencia al abogado de la parte recurrente,
ésta puede aceptar que se prosígala instrucción contradictoriamente, exponiéndolo
por escrito al secretario, quien comunicará al Presidente el hecho del depósito y la
conformidad del recurrente. Si el asunto había sido comunicado al Procurador
General, el Presidente le requerirá mediante auto que se abstenga de dictaminar, si
no lo hubiese hecho, y que devuelva el expediente al secretario. El secretario
anexará los nuevos documentos al expediente y dará cuenta de todo al Presidente,
quien requerirá nuevamente el dictamen del Procurador General de la República. Si
el depósito de sus documentos por la parte recurrida ocurre después que el
Procurador General ha devuelto el expediente con su dictamen, el secretarlo
anexará aquellos documentos al expediente y dará noticia al Presidente, quien
comunicará el asunto al Procurador General para que produzca nuevo dictamen.

Tabla de Contenido

1. Comparecencia tardía del recurrido.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Comparecencia tardía del recurrido.

“La ley autoriza al recurrente a aceptar la comparecencia tardía del recurrido, aun
después de comenzada la instrucción en defecto y por ende, el asunto continuará de
modo contradictorio”. (Pérez Méndez, Artagnan. Procedimiento Civil, Tomo I, 1999, 9na.
ed., p. 345; García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los recursos contra las sentencias. 2da ed.,
p. 59).

“El plazo de comparecencia es simplemente conminatorio. Por lo cual, mientras tanto el


defecto no se haya pronunciado, el recurrido puede producir su memorial de defensa y
constituir abogado”. (Tavares, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. III. p. 198).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, no hace mención alguna sobre el


procedimiento a seguir cuando el asunto se esté instruyendo en defecto, de manera
particular, sino que lo engloba dentro de lo dispuesto por el artículo 774.

Artículo 15

Los asuntos serán llamados a la vista de conformidad al rango de su inscripción en


el rol de audiencia. En seguida, los abogados de las partes leerán sus conclusiones,
pudiendo depositar, además, escritos de ampliación a sus medios de defensa, de los
cuales los del recurrente deberán estar notificados a la parte contraria no menos de
ocho días antes de la audiencia, y los del recurrido en cualquier momento anterior a
la audiencia. Por último, el Procurador General de la República leerá las
conclusiones de su dictamen.

Tabla de Contenido

1. Desarrollo de la audiencia.
561

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Desarrollo de la audiencia.

En materia civil no se pueden presentar escritos en casación después de la audiencia. Los


escritos de ampliación hechos de conformidad con el artículo 15 de la Ley 3726 sobre
Procedimiento de Casación, deben notificarse al abogado y no a las partes, cuando el
escrito se produce después de la constitución de abogado. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999
Procedimiento Civil. T. I, 9na. ed.,p. 347).

“De acuerdo con lo consignado en el Art.15 de la mencionada Ley, en la audiencia los


asuntos serán llamados a la vista en el orden de su inscripción en el rol. Después que el
Presidente haya dado apertura a la audiencia y el alguacil haber leído el rol, el abogado
del recurrente dará lectura a sus conclusiones, luego hará lo mismo el abogado de la
parte recurrida. A continuación darán lectura a sus conclusiones los abogados de las
partes intervinientes, si las hay. Finalmente, el Procurador General de la República dará
lectura a su dictamen. Los abogados de las partes podrán depositar en la audiencia
escritos de ampliación a sus respectivos memoriales, de los cuales, los del recurrente
deberán ser notificados al recurrido cuando menos ocho días antes de la audiencia y los
del recurrido en cualquier momento antes de la audiencia”. (García de Peña, Luis Víctor.
2001. Los recursos contra las sentencias. 2da ed., pp. 59-60; Tavares, Froilan. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III. p. 202).

El reenvío será improcedente en el recurso de casación. (Sent SCJ. 25 de noviembre del


1957, BJ. 568. 2391).

No será tomado en cuenta, el memorial de casación notificado por el recurrente, no


menos de ocho días antes de la celebración de la audiencia. (Sent SCJ. 31 de julio del
1957, BJ. 564. 1567).

“El memorial de ampliación tiene por objeto ampliar los argumentos invocados en apoyo
de los medios propuestos en el Memorial de Casación, pero no es posible agregar al
memorial de ampliación medios que no hayan sido presentados en el memorial de
casación”. (Sent SCJ. Marzo 1983, BJ. 868, 862, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto).

“Conforme lo dispone el texto legal antes señalado, los abogados pueden depositar
escritos de ampliación a sus medios de defensa, de los cuales los del recurrente deberán
estar notificados a la parte contraria no menos de ocho días antes de la audiencia. (…) es
evidente que ese escrito fue notificado a los recurridos fuera del plazo de ocho días,
requeridos por el mencionado texto legal para notificarlo; que, por tanto, no procede
examinar la referida ampliación del memorial de casación”. (Sent SCJ. 19 de Febrero
1982, BJ. 855, 231, Cit. Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto).

“En la especie, se depositó en la secretaría de la Suprema Corte de Justicia un escrito de


ampliación el día en que se celebró la audiencia para conocer del recurso de casación;
que dicho escrito debió ser notificado, según el artículo 15 de la Ley sobre Procedimiento
de Casación, no menos de ocho días antes de la audiencia; que, por tanto, dicho escrito
debe ser excluido del debate”. (Sent SCJ. 4 de Octubre 1991, BJ.971.1382).

“Una sentencia no puede ser objeto de dos recursos sucesivos de casación interpuestos
por la misma parte; que, además, el desistimiento de un recurso de casación, una vez
ligada la instancia, no es eficaz si la parte a quien se propone dicho desistimiento no lo
562

acepta por razones justificadas, como ocurrió en la especie, pues el desistimiento tuvo por
finalidad hacer admisible un nuevo recurso de casación ya interpuesto con medios
distintos del primero (…)”. (Sent SCJ. 5 de Octubre 1970, BJ. 719, 2127; Sent. SCJ. 13 de
Junio 2001, BJ. 1087, 7-9; Sent. SCJ. 10 de Julio 2002, BJ. 1100, 48-49, cita de Biaggi
Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana, 1988-2002. pp. 417-419).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil en su artículo 778 establece el mismo orden


que el artículo 15 para el desarrollo de la audiencia. También se mantiene igual lo relativo
al depósito de escritos ampliatorios en el artículo 768 del Proyecto.

Artículo 16.

El recurrido puede oponerse a la ejecución de la sentencia en defecto, en el plazo de


ocho días a contar de aquel en que le fue notificada a su persona o en su domicilio.
Al efecto deberá hacer por mediación de abogado constituido al abogado del
recurrente, ofrecimientos reales de las costas, justificadas por estado aprobado por
el Presidente. En el caso de que el recurrente rehusare aceptar los ofrecimientos, el
oponente está autorizado a consignarlos en secretaría, y, con vista del recibo
expedido por el secretario, la Suprema Corte de Justicia autorizará al recurrido a
ejercer el recurso de oposición. En este caso, e igualmente cuando el recurrente
haya aceptado el ofrecimiento de las costas, el recurrido notificará al recurrente, en
el plazo de ocho días contados de la fecha de la aceptación de sus ofrecimientos o de
la autorización dada por la Suprema Corte de Justicia, el memorial contentivo de
sus medios de oposición, y lo depositará en secretaría en la octava siguiente. Las
partes podrán, además, producir y notificar los escritos previstos en el artículo 8,
cuyos originales serán depositados en secretaría.

Después de efectuado el depósito en secretaría del escrito de oposición del


recurrido, se procederá, conforme lo dispone el artículo 11, a solicitar el dictamen
del Magistrado Procurador General de la República. Las disposiciones del artículo 9
relativas a la exclusión del recurrido son aplicables al oponente que no depositare
en secretaría el original de su escrito de oposición y el de su notificación.

Tabla de Contenido

1. Oposición en materia de casación.


A. Plazo.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Oposición en materia de casación.

“El recurrido que hizo defecto en casación puede oponerse dentro de los 8 días a partir de
la notificación de la sentencia de la SCJ. (Art. 16 L. Pr. Cas.) Mientras esa sentencia no se
le haya notificado, el tribunal de envío no debe conocer del fondo, pues existe la
posibilidad de que la SCJ. revoque su sentencia con lo cual la de fondo quedaría
frustrada. Para hacer correr el plazo de oposición, la notificación debe hacerse por el
recurrente; no basta con que el dispositivo de la sentencia de la SCJ. esté reproducido en
la sentencia del tribunal de envío”. (Sent SCJ. Octubre 1972, BJ. 743, 2478; Headrick,
William.2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da ed., p.80).
563

A. Plazo.

Las sentencias dictadas por la Suprema Corte de Justicia en materia civil y comercial no
son susceptibles de ningún recurso, salvo el de oposición a que se refiere el Art. 16; que si
bien es posible en corrección de un error puramente material deslizado en una sentencia,
es a condición de que no se modifiquen los puntos de derecho que hayan sido resueltos
definitivamente con motivo del recurso de casación, pues ellos implicaría un atentado al
principio de la autoridad de la cosa juzgada. (Pérez de León, Rafael T. 1995. Ley sobre
procedimiento de Casación. 1era ed., p. 181).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Lo dispuesto en este artículo no se encuentra contemplado en el Proyecto de Código de


Procedimiento Civil. Pues como se encuentra consignado en el Art. 745 “Las sentencias
dictadas por la Corte de Casación no son susceptibles de oposición”.

Artículo 17

Cuando hubiere varios recurridos y unos han producido y notificado su memorial de


defensa y otros no, se decidirá por una sola sentencia, que no estará sujeta a
oposición

Tabla de Contenido

1. Fusión del recurso.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Fusión del recurso.

“Cuando la sentencia es dictada entre las mismas partes y tiene el mismo objeto y causa,
los recursos se pueden fusionar”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I,
9na. ed.,p. 346).

“Que en el caso no procede la refundición para ser fallados por una sola sentencia los dos
expedientes relativos a la demanda en partición de que se trata, ya que ambos fueron
fallados por sentencias distintas (…)”. (Sent SCJ. 12 de Julio 1996, BJ. 1028, 41, cita de
Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana, 1988-2002. p. 449).

“Que sin embargo, dado que la mencionada instancia de inconstitucionalidad está


dirigida como se ha dicho, contra la referida sentencia de esta Corte y se persigue
sustancialmente la nulidad de la misma, y en el recurso de casación que se examina se
pretende la casación de la sentencia también mencionada dictada por el Tribunal a-quo;
es evidente que por tratarse de procedimientos dirigidos contra decisiones distintas,
sometidos a trámites procesales también diferentes, no pueden ser fusionados por lo que
no procede acoger esta solicitud de los recurrentes”. (Sent SCJ. 12 de Mayo 1999, BJ.
1062, 39, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de
Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 448).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


564

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no prevé en ninguno de sus artículos los


efectos que se producen en los casos donde existen mas de un recurrido, el artículo 737,
establece que cuando existe indivisibilidad entre varias partes, el recurso incoado por uno
de ellos surte efectos para todos. Este mismo artículo, establece sin embargo, que a pesar
de la indivisibilidad, no se incluirán como partes aquellos quienes no han sido llamados a
la instancia.

Por otra parte, el artículo 745, ratifica lo dispuesto en la parte final del artículo 17,
cuando dice que ”las sentencias dictadas por la corte de casación no son susceptibles de
oposición”.

Artículo 18

La sentencia que pronuncie la exclusión de una de las partes, en conformidad con el


artículo 9, será irrevocable.

Artículo 19

Las sumas pagadas para el reembolso de los gastos no pueden ser repetidas por el
oponente, aún en el caso de que la sentencia definitiva haya condenado a las costas
a la otra parte, a menos que se anule el procedimiento seguido por ésta para obtener
el defecto.

Tabla de Contenido

1. Sentencia que pronuncia la exclusión.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Sentencia que pronuncia la exclusión.

De conformidad con lo dispuesto por el artículo 18 de la Ley sobre Procedimiento de


Casación, no puede ser revocada la sentencia que pronuncie la exclusión de una de las
partes. (Tavares, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III. p.
201).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Lo dispuesto en este artículo no se encuentra contemplado en el Proyecto de Código de


Procedimiento Civil. Sin embargo, podemos ver que el artículo 745 manifiesta que “Las
sentencias dictadas por la Corte de Casación no son susceptibles de oposición.”

Artículo 20

La Suprema Corte de Justicia, siempre que casare un fallo, enviará el asunto a otro
tribunal del mismo grado o categoría que aquel de donde proceda la sentencia que
sea objeto del recurso, salvo lo dispuesto en el artículo 136 de la Ley de Registro de
Tierras.

Si la segunda sentencia es casada por igual motivo que la primera, el segundo


tribunal al cual se reenvíe el asunto deberá conformarse estrictamente con la
decisión de la Suprema Corte de Justicia, en el punto de derecho juzgado por ésta.
565

Cuando la casación se funde en que la sentencia contra la cual se interpuso


apelación, no estaba sujeta a este recurso, como también cuando sea pronunciada
por contradicción de fallo, o en cualquier otro caso en que la casación no deje cosa
alguna por juzgar, no habrá envío del asunto.

En uno y otro caso, las partes interesadas podrán proceder a la ejecución de las
sentencias cuya validez haya sido reconocida por la Suprema Corte de Justicia.

Si la sentencia fuere casada por causa de incompetencia, la Suprema Corte de


Justicia dispondrá el envío del asunto por ante el Tribunal que debe conocer de él, y
lo designará igualmente.

Artículo 21

Casada una sentencia, el tribunal ante el cual se envíe el asunto, se atendrá en todo
a las reglas del procedimiento.

Tabla de Contenido

1. Rechazo del recurso.


2. El envío.
3. El reenvío.
4. Casación sin envío.
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Rechazo del recurso.

La sentencia que rechaza un recurso debe ser motivada por la Suprema Corte de Justicia
y la motivación debe ser lo mas completa posible. Puede rechazar un recurso
sustituyendo un motivo erróneo por un motivo de puro derecho. Puede llegar también a
este resultado haciendo abstracción de un motivo de derecho, que era erróneo o
superabundante, pero que no influye sobre la sentencia atacada. Cuando el recurso es
declarado inadmisible, nulo, o es rechazado, la sentencia impugnada se hace inatacable o
irrevocable. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 348).

“Si el recurso es declarado inadmisible, o es anulado, o es rechazado, la sentencia


impugnada viene a ser irrevocable (...) si su ejecución fue suspendida por la Suprema
Corte de Justicia la sentencia puede ser ejecutada tan pronto como intervenga el
rechazamiento del recurso”. (Tavares hijo, Froilan. 1995. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v.III, p. 206).

Salvo los casos excepcionales de la revisión por causa de error material, las sentencias
dictadas por la Suprema Corte de Justicia no son susceptibles de ningún recurso.
(Tavares hijo, Froilan. 2002. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II. p.435).

2. El envío.

“Por efecto de la casación, las partes son colocadas ante la jurisdicción de envío en la
misma situación en que se encontraban antes de dictarse la sentencia casada”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 350).
566

“Que, en efecto, la idea fundamental que gobierna los poderes de la jurisdicción de


reenvío es que, por efecto de la casación de la sentencia, la instancia anterior retoma su
curso y las partes se encuentran colocadas en el estado en que se encontraban antes del
pronunciamiento de la sentencia casada; que la jurisdicción de reenvío sustituye, por
delegación especial de la Corte de Casación, a la jurisdicción que ha rendido la sentencia
casada y dispone de los mismos poderes que esta última; que si las partes no formulan
medios nuevos o nuevas pretensiones, se reputan ligadas a las que habían sometido a la
jurisdicción de la cual la decisión ha sido casada; que este principio se aplica aun para
aquellas partes que, como en la especie, no han comparecido ante la jurisdicción de
reenvío, pero que han concluido al fondo por ante el primer tribunal de segundo grado”.
(Sent SCJ. 28 de Noviembre 2001, BJ. 1092, 66-67, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo.
2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. pp.
432-433).

“Una vez pronunciada la casación de una sentencia, la parte interesada procederá a


notificar la sentencia de casación a su contraparte, y a la vez le citará a comparecer ante
el tribunal de envío para discutir nuevamente el asunto. Ambas diligencias pueden
realizarse en el mismo acto o en actos separados”. (García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los
recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 65).

Para juzgar nuevamente el caso el tribunal de envío goza de los mismos poderes de que
disponía el tribunal del cual emana la sentencia casada, de manera que tiene com-
petencia para conocer de todas las cuestiones resueltas por la sentencia casada, en los
puntos que fueron objeto de casación. En ese sentido puede conocer incidentes, medios
nuevos, ordenar medidas de instrucción, avocar el fondo. (García de Peña, Luis Víctor.
1994. Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 65).

“En nuestro país, a diferencia de lo que ocurre en Francia, la designación del tribunal de
envió debe hacerse en la sentencia de casación y no por un deliberación posterior a ella,
que, de lo que hay que concluir, que está fuera del poder de de los litigantes. Desconocer,
por una convención cualquiera, la parte del dispositivo de la sentencia que al envío se
confiere. Que la sentencia de envío produce el efecto, necesario, de desapoderar (...) al
tribunal cuya sentencia ha sido casada, para investir con el derecho de hacerlo al
tribunal de envío; todo ello, aún cuando aquel no hubiese fallado sino sobre un incidente
(...)”. (Pérez de León, Rafael Tulio. 1995. Ley sobre Procedimiento de Casación. p. 184).

Cuando la casación de una sentencia es total, el tribunal de envió debe hacer uso de
todos los medios de prueba para establecer los hechos. El tribunal de envío, no deberá
modificar ni revocar los puntos de la sentencia que no han sido objeto de casación. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p. 349).

El tribunal de envío, podrá realizar su propia instrucción, pudiendo por tanto, ordenar las
medidas de instrucción que considerare de lugar. (Sent SCJ. 29 de noviembre De 1957, B.
J. 568. 2449).

Si la sentencia impugnada, Es casada solo parcialmente, la Corte de envío, deberá


conocer solo de los aspectos que han sido objeto de la anulación, no así de aquellos que
fueron aprobados por la Suprema Corte de Justicia. (Sent SCJ. 23 de octubre 1951, BJ.
495, 1352; Sent. SCJ. 10 de Marzo 1982, BJ. 856, 185).

“Es de principio que el apoderamiento del tribunal de envío, cuando un fallo es casado,
está limitado al punto que fue objeto de la casación, pues en sus demás aspectos la
sentencia casada adquiere la autoridad de la cosa juzgada; que, si al fallarse de nuevo el
caso, en virtud del envío ordenado por la Suprema Corte de Justicia, una parte estima
que esa regla ha sido violada en su perjuicio, nada se opone a que pueda deducir a esa
567

base un recurso de casación (…)”. (Sent SCJ. Mayo 1969, BJ. 702, 1142; Sent. SCJ. 20 de
Enero 1988, BJ. 926, 25, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de
Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. pp. 433-434; Sent. SCJ. 25
de Agosto 1999, BJ. 1065, 31, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de
Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 435).

Si la sentencia de casación es dictada en defecto, para que la corte quede apoderada,


cuando dicha sentencia sea notificada a la parte no compareciente, sin embargo, si la
sentencia que decide el envió fue dictada de manera contradictoria, la Corte de envío
queda apoderada por el solo hecho del envió. (Pérez de León, Rafael Tulio. 1995. Ley sobre
Procedimiento de Casación. p.197).

Los efectos de la sentencia casada, quedan aniquilados y por lo mismo, las partes
volverán a encontrarse, en el mismo estado en que estaban antes de dictada la sentencia
objeto de la casación. (Sent SCJ. 7 de marzo de 1957, BJ. 560. 459).

El asunto va a la audiencia y es instruido ante el tribunal del envío en las mismas


circunstancias en que se encontraba antes de que se dictara la sentencia casada.
(Tavares hijo, Froilan. 2002. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III. p. 209).

“(…) que al pronunciar el envío, la Suprema Corte de Justicia lo que hace es indicar la
jurisdicción que es apoderada para conocer nuevamente el asunto en discusión, de suerte
que las partes puedan hacer uso ante ella de todos los medios de defensa y excepciones
autorizados por la ley, dominando la idea de que a partir del último acto de procedimiento
no atacado por la anulación, la instancia reanuda su curso ante el nuevo tribunal, como
si ella no hubiese sido objeto de ningún examen; que por consiguiente, ante la Corte de
envío no es necesario recomenzar el procedimiento subsistiendo con todos sus efectos el
recurso de apelación”. (Sent SCJ. 8 de Diciembre 1999, BJ. 1069, 36, cita de Biaggi Lama,
Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana,
1988-2002. pp. 435-436).

“El proceso ante el tribunal de envío (…) está sujeto a los incidentes comunes de toda
instancia: interrupción, desistimiento, aquiescencia, perención, prescripción”. (Tavares
hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III, p. 209).

“(…) la decisión objeto del Recurso de Casación queda anulada como consecuencia del
fallo dictado por la Suprema Corte de Justicia y este fallo repone la causa y las partes en
el mismo estado en que se encontraban antes de haber pronunciado la sentencia casada
y los derechos reconocidos por esta sentencia vienen a ser insubsistentes, por lo que
todas las partes envueltas en el litigio, aún aquellos contra las que como recurridas
incomparecientes se pronunció el defecto, tienen derecho a participar ante el tribunal de
envío a defender sus derechos y a formular sus reclamaciones, excepto en el caso de que
la Casación de la sentencia impugnada haya limitado el alcance del medio acogido por la
Suprema Corte de Justicia (…)”. (Sent SCJ. 25 de Marzo 1998, BJ. 1048, 65, cita de
González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 1999. Recopilación Jurisprudencial Integrada de las
Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana. v. X, t. III. p. 726).

“(…) Considerando, que si bien como consecuencia de que el asunto se retrotrae a la


anterior al pronunciamiento de la sentencia casada, el tribunal de envío puede ordenar
cualquier medida necesaria para esclarecer su religión y las partes proponer cualquier
medio de defensa o de inadmisión, nada impide que éste fundamente su fallo en las
medidas de instrucción celebradas en el curso del procedimiento observado ante el
tribunal que dictó la sentencia anulada, las cuales conservan su valor probatorio en la
medida en que los jueces de fondo así lo aprecien; Considerando, que aún cuando una
medida de instrucción haya sido celebrada en un tribunal distinto, si los resultados de la
568

misma son depositados en otro tribunal, las actas correspondientes forman parte de los
documentos del expediente que se conoce y como tales, tienen que ser ponderados por
éste último, deduciendo de su análisis, las consecuencias que fueren de lugar (…)”. (Sent
SCJ. 16 de Junio 1999, BJ. 1063, 153-154, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor.
1999. Recopilación Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de
Justicia de la República Dominicana. v. X, t. IV. p. 949; Sent. SCJ. 23 de Junio 1999, BJ.
1063, 183-184, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de
Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 435).

“Que si bien es cierto que la jurisdicción de envío puede fundamentar su fallo en los
medios de pruebas presentados al tribunal que dictó la sentencia casada, es a condición
de que los mismos sean aportados al examen y ponderación de los jueces que conocerán
nuevamente del recurso, para formar su criterio, lo que no se advierte haya ocurrido en la
especie (…)”. (Sent SCJ. 20 de Junio 2001, BJ. 1087, 17-18, cita de Biaggi Lama, Juan
Alfredo. 2002. Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-
2002. p. 434).

“En la especie, al disponerse la casación del fallo impugnado por medio de esta sentencia,
conviene, en interés de una más rápida administración de justicia, y puesto que en el
Octavo Medio la parte recurrente sostiene que aún hay pendiente de solución, ante otros
tribunales, otros aspectos de esta litis, en virtud de los envíos ordenados por esta
Suprema Corte de Justicia, procede disponer en virtud del artículo 29 de la ley de
organización judicial, que el tribunal designado por este fallo como tribunal de envío,
tendrá capacidad para resolver todos los asuntos en relación con la litis, que se
encuentren aún pendientes de solución ante otros tribunales, que quedan
respectivamente desapoderados”. (Sent SCJ. 12 de Mayo 1971, BJ. 726, 1199).

3. El reenvío.

Si se acoge un segundo recurso de casación, por los mismos medios que el primero, el
tribunal del reenvío tendrá que sujetarse a la decisión emitida por la Suprema Corte de
Justicia. (Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v.III. p. 210).

“Considerando, que al tenor de lo dispuesto por el artículo precedentemente citado


[párrafo 2do, del artículo 20 de la Ley sobre Procedimiento de Casación], el recurso de
casación interpuesto contra la sentencia dictada sobre un reenvío ordenado por un fallo
de casación, no es susceptible de un nuevo recurso de casación”. (Sent SCJ. 29 de Julio
1998, BJ. 1052, v. I, 15).

4. Casación sin envío.

“Las partes interesadas pueden proceder a la ejecución de la sentencia cuya validez ha


sido reconocida por la Suprema Corte de Justicia. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999.
Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 349).

“(…) la casación debe pronunciarse también sin envío en cualesquiera otros casos en los
cuales por los motivos de la casación y las circunstancias del caso, no habría asunto
sobre el cual pudiera recaer la decisión del tribunal por ante el cual se enviase el asunto”.
(Sent SCJ. 3 de julio de 1918, BJ. 96, 2, cita de Gatón Richiez, Carlos. 1943. La
Jurisprudencia en el República Dominicana, Doctrina y Legislación, 1865-1938. p. 125;
Sent. SCJ. 25 de Febrero 1998, BJ. 1047, 207, cita de Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002.
Quince Años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana, 1988-2002. p. 514).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


569

Las disposiciones del Art. 20 se encuentran plasmadas en los Art. 749-751 del Proyecto
de Código de Procedimiento Civil sin ningún cambio sustancial, sin embargo, estipula,
que además de la posibilidad de enviar el asunto a ser conocido por jueces distintos a los
que emitieron el fallo objeto de casación; podrá además enviarse ante la misma
jurisdicción compuesta por jueces diferentes.

Por otra parte y a este respecto, el Proyecto, incluye disposiciones que no existen en la
ley actual, tal es el caso del artículo 748 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil
indica que uno de los efectos de la casación es que coloca a las partes en el mismo lugar
en donde se encontraban antes de la sentencia casada, y que por vía de consecuencia
anula tanto la sentencia objeto del recurso como la ejecución de la misma.

El artículo 21 de la Ley 3726, establece que el tribunal de envío, se atendrá en todo a las
reglas del procedimiento. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil establece dentro
de los artículos 755-63 disposiciones relativas a este procedimiento.

El Art. 755 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil establece que la instrucción se
reiniciará en el estado del procedimiento no afectado por la casación. El Art. 756 le
permite a las partes invocar medios nuevos, siendo estas sujetas a las reglas aplicables
ante la jurisdicción cuya decisión ha sido casada, según dispone el Art. 757 del Proyecto
de Código de Procedimiento Civil.

Además, el Art. 758 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil indica que las partes
que no presenten medios nuevos, se sujetarán a sus pretensiones formuladas en la
jurisdicción de la sentencia casada; igual se aplicará esta regla para aquellos quienes no
comparezcan. Los terceros, según las disposiciones del Art. 759 del Proyecto de Código
de Procedimiento Civil serán sujetos a las reglas aplicables ante la jurisdicción cuya
decisión ha sido casada.

El Art. 760 les otorga el derecho de intervenir en la instancia de envío o ser llamado a
intervenir, en los casos en que la sentencia les perjudique sus derechos, a las personas
que fueron parte en la instancia ante la jurisdicción cuya decisión ha sido casada, pero
no han sido ante la Corte de Casación. Estos pueden según el Art. 761 del Proyecto de
Código de Procedimiento Civil de apoderar al tribunal del envío.

Por último, se expresa el criterio de que la jurisdicción de envío, se limita a juzgar tanto el
fondo como la forma de lo alcanzado en la casación. Esta jurisdicción de envío, también
decidirá sobre las costas de la instancia lo que se encuentra consagrado por los Art. 762 y
763 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Capítulo IV

DE LOS INCIDENTES

Sección Primera

DE LA FALSEDAD

Artículo 47
570

La parte que quiera inscribirse en falsedad contra algún documento notificado,


comunicado o producido en un recurso de casación, por la otra parte, deberá
interpelar a éste, por acto de abogado a abogado, que declare si persiste en hacer
uso de dicho documento, o por el contrario, si se abstiene de ello. La parte a quien
se haga esta interpelación contestará categóricamente dentro de los tres días, de un
modo afirmativo o negativo.

Artículo 48

Si la parte interesada declara que está dispuesta a valerse del documento, la otra
parte, previo depósito en secretaría de treinta pesos para responder a una multa,
cuando sea procedente, dirigirá a la Suprema Corte de Justicia una instancia
motivada; suscrita por un abogado con poder especial y auténtico, el cual se
agregará a la solicitud, para que se le autorice a inscribirse en falsedad. La Suprema
Corte de Justicia, previo dictamen del Procurador General de la República,
producido en el término improrrogable de diez días, concederá o negará la
autorización por medio de una sentencia. Si la concediere, la sentencia designará
un tribunal igual en calidad a aquel cuyo fallo es atacado por el recurso de casación
en falsedad conforme a las reglas establecidas en el código de Procedimiento Civil.
El demandante iniciará su acción ante dicho tribunal, con el acto de celebración a
que se refiere el artículo 218 del citado Código.

Artículo 49

Cuando la parte interpelada manifestare que prescinde del documento; o en el caso


de que no contestare dentro de los tres días de la interpelación de que trata el
artículo 4? de esta ley, la Suprema Corte de Justicia, a petición del interesado,
suscrita por su abogado, proveerá por medio de un acto, que el documento argüido
de falsedad sea desechado respecto de la parte adversa.

Artículo 50

Si dentro de los tres días de notificada la sentencia de la Suprema Corte de Justicia,


que autoriza la inscripción en falsedad, la parte interpelada declara que no se
servirá del documento, se procederá en la forma que establece el artículo
precedente.

Artículo 51

La suma depositada previamente por el solicitante le será restituida, si la


inscripción en falsedad no fuere autorizada por la Suprema Corte de Justicia; o si el
documento, o uno de los documentos argüidos de falsedad; se consideran falsos en
todo o en parte, o si hubieren sido desechados de la causa o del proceso.

Artículo 52

No se devolverá la suma, si el solicitante en inscripción en falsedad desistiere, o


sucumbiere totalmente, aunque ofrezca perseguir la falsedad por la vía
extraordinaria.

Tabla de Contenido

1. Inscripción en Falsedad.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
571

1. Inscripción en Falsedad.

La Suprema Corte de Justicia solo es competente, en sus funciones de corte de casación,


de conocer de la inscripción en falsedad, de aquellos documentos presentados a los fines
de dicho recurso, no así, de la supuesta falsedad de documentos presentados a los jueces
de fondo. (Sent SCJ. 25 de julio de 1941, BJ. 372. 760).

No constituye un obstáculo para el fallo del recurso, la interpelación de una demanda en


inscripción en falsedad contra la sentencia impugnada. (Sent SCJ. Marzo del 1961, BJ.
608. 435).

“Puede ser impugnado por inscripción en falsedad cualquier documento “notificado,


comunicado o producido en un recurso de casación. La parte que quiera inscribirse en
falsedad deberá interpelar a su contraparte, por acto de abogado, para “que declare si
persiste en hacer uso” del documento, o si, “por el contrario, se abstiene de ello”. (Tavares
hijo, Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. III. p. 203).

“Cuando la parte interpelada declara que no hará uso del documento, o no conteste
dentro de los tres días, la Suprema Corte de Justicia decidirá, a pedimento de la parte
actora, que el documento quede desechado”. (Tavares hijo, Froilan. 1996. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III. p. 203).

“Si por el contrario, la parte interpelada declara que hará uso del documento, su
contraparte, previo depósito en secretaria de la suma de treinta pesos para responder al
pago de la multa que pueda serle interpuesta, solicitara por instancia dirigida a la
Suprema Corte de Justicia que se le autorice a inscribirse en falsedad”. (Tavares hijo,
Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III. p. 204).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Como podemos notar, la ley 3726, le dedica 6 artículos a lo que se denomina el proceso
de inscripción en falsedad. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, toma los mismos
principios contenidos en estos artículos y los engloba en dos artículos: el 785-786.

El artículo 785 eleva el monto a consignar en secretaría de los treinta pesos actuales, a
una suma notablemente mas alta; dos mil pesos, debiendo éste ser anexado a la solicitud
del auto de inscripción.

La decisión relativa a si procede o no el procedimiento de inscripción en falsedad será


resuelta mediante decisión tomada en Cámara de Consejo. En el caso de que sea acogida
la solicitud, el asunto será designado a un tribunal de primera instancia, según lo
dispone el Art. 785, variando la disposición actual según la cual para el asunto se
apodera a un tribunal de igual jerarquía que aquel que dicto la sentencia objeto del
recurso de casación. Todas las otras disposiciones contenidas en los artículos 47-52 de la
ley 3726 se encuentran intactas en los artículos 785 y 786 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil.

Sección Segunda

DE LA DENEGACION
572

Artículo 53

Toda parte interesada tiene el derecho de formar por ante la Suprema Corte de
Justicia, como Corte de Casación, demanda en denegación contra cualquier defecto,
manifestación, o consentimiento hecho en su nombre, sin un poder ad-hoc.

Artículo 54

La parte que quiera intentar una demanda en denegación deberá solicitar, para
establecerla, la autorización de la Suprema Corte de Justicia, por medio de
instancia, motivada, firmada por abogado con poder especial, el cual se agregará a la
instancia; todo a pena de nulidad.

Artículo 55

Tanto la instancia, como los documentos que se adjunten en su apoyo, se pasarán al


Procurador General de la República, quien deberá devolverlos con su dictamen en el
término de ocho días. Este plazo es improrrogable.

Artículo 56

La Suprema Corte de Justicia dará o negará la autorización según lo que proceda.

Si se concediere, se obrará con arreglo a los artículos 354 al 362 del Código de
Procedimiento Civil.

Tabla de Contenido

1. De la denegación.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. De la denegación.

“La parte que quiera intentar una demanda ante la Suprema Corte de Justicia, como
corte de Casación, en denegación contra cualquier defecto, manifestación o
consentimiento hecho en su nombre, deberá solicitar la autorización de dicho tribunal,
por medio de instancia motivada, firmada por abogado con poder especial, el que se
anexará a la instancia, todo a pena de nulidad estatuyen los Art.53 y 54 de la Ley sobre
Procedimiento de Casación. El asunto debe ser comunicado al Procurador General de la
República, quien dictaminará en un plazo de ocho días. La Suprema Corte de Justicia
decidirá en consecuencia. Si otorga la autorización se procederá conforme al derecho
común”. (García de Peña, Luis Víctor. 1994. Los recursos contra las sentencias. 2da ed.,p.
63).

“Para intentar esta demanda es preciso obtener permiso de la Suprema C. de Justicia,


mediante instancia suscrita por el abogado constituido por la parte denegante la cual
deberá acompañar poder especial y autentico, todo a pena de nulidad”. (Tavares hijo,
Froilan. 2002. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III. p. 205).

“Si la autorización para denegar es concedida, se procede con arreglo a lo que disponen
los arts. 354 a 362 del Código de Pr. Civil”. (Tavares hijo, Froilan. 2002. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. V .II, p. 331).
573

Ver: Anotaciones realizadas a los artículos 354 al 362 del Código de Procedimiento Civil

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El procedimiento relativo a la denegación en materia de casación que disponen


actualmente los artículos 53-56 de la ley 3726 se limitan al Art. 787 del Proyecto de
Código de Procedimiento Civil. Este produce una única variación a lo establecido en la
ley actual, en lo a las partes quienes pueden solicitar la denegación, pues este artículo
especifica que quienes podrán efectuar la demanda en denegación son el recurrente y el
recurrido; a diferencia del artículo 53 de la referida ley, que confiere este derecho a toda
parte interesada. El resto del procedimiento es remitido por el Art. 787 a las
“disposiciones que sobre la material prevé el presente código.”

Sección Tercera

DE LA INTERVENCION

Artículo 57

Toda persona interesada en intervenir en un recurso de casación, deberá depositar


en la secretaría de la Suprema Corte de Justicia, por medio de abogado constituido,
un escrito que contenga sus conclusiones.

Artículo 58

El escrito de la parte interviniente se pasará al Procurador General de la República,


quien deberá dictaminar en el término de ocho días.

Artículo 59

La Suprema Corte de Justicia decidirá, si fuere posible, que la demanda en


intervención se una a la demanda principal. La sentencia que así lo ordene será
notificada a los abogados de todas las partes, y dentro de los tres días de la
notificación se depositará el original de ésta en secretaría, con todos los
documentos justificativos. De no hacerse así, la sentencia se tendrá como si no
hubiere sido pronunciada, y se procederá a fallar sobre la demanda principal.

Artículo 60

La parte que no creyere procedente la intervención, deberá notificarlo a la parte


interviniente, dentro de los tres días de la notificación que se le hubiere hecho. La
Suprema Corte de Justicia decidirá, con vista de las conclusiones de la parte
oponente, de la otra parte, y del ministerio público. Si no hubiere oposición, se
procederá a la instrucción del asunto en lo que atañe a la parte interviniente, de
igual manera que con respecto a las demás partes, quienes deberán depositar sus
memoriales y documentos justificativos en secretaría, sin que les sea permitido
hacer ninguna notificación.

Artículo 61

La intervención no podrá retardar el fallo del asunto principal, si ya se hallare en


estado
574

Tabla de Contenido

1. De la intervención.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. De la intervención.

“De acuerdo con lo dispuesto por los Art. 57 y siguientes de la Ley sobre Procedimiento de
Casación, toda persona interesada, puede intervenir en un recurso de Casación. La
intervención se establecerá por medio de un escrito que contenga conclusiones, suscrito
por abogado, y depositado en la Secretaría de la Suprema Corte de Justicia. El asunto
debe ser comunicado al Procurador General de la República, quien dictaminará en un
plazo de ocho días. La Suprema Corte de Justicia podrá ordenar que la demanda en
intervención se una a la demanda principal. La demanda que intervenga al respecto será
notificada a los abogados de todas las partes, y en los tres días siguientes a la notificación
se depositará en Secretaría el original del acto de notificación y todos los documentos
justificativos, de lo contrario se tendrá como no pronunciada la sentencia. Toda otra parte
en la instancia podrá oponerse a la intervención mediante notificación que hará a la parte
interviniente dentro de los tres días de la notificación que se le hubiere hecho. La
intervención no podrá retardar el fallo de lo principal si ya se encontrare en estado”.
(García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 64).

Aquella persona, respecto a la cual, se hubiere declarado la caducidad del recurso de


casación, no podrá ser parte interviniente en el mismo. (Sent SCJ. 11 de agosto de 1954,
BJ. 529. 1558).

Se presume la existencia de un interés indivisible y común, entre el tercero que interviene


en un recurso de casación y la parte a la cual este se une. (Sent SCJ. 10 octubre de 1945,
BJ. 423. 833).

“Toda parte interesada puede intervenir en un recurso de casación”. (Tavares hijo, Froilan.
1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III. p. 204).

“La intervención no deberá retardar el fallo sobre lo principal. Se interpone mediante


escrito depositado en la Secretaria de la SCJ, el cual es objeto de dictamen fiscal (…) LA
Suprema cORTE de Justicia puede disponer que la demanda en intervención sea unida a
lo principal. (…) La instrucción del incidente se efectúa mediante el depósito en secretaria
de los memoriales y documentos justificativos, sin notificación alguna”. (Tavares hijo,
Froilan. 1996. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III. pp. 204-205).

No podrá pedir por medio de conclusiones la casación de la sentencia, la parte que


interviene en casación sin interponer recurso, ni poner en causa a su demandante. (Sent
SCJ. 17 de febrero de 1965, BJ.655. 159).

El recurso de casación…por medio de memorial depositado en la Secretaria de la SCJ


suscrito por el abogado del recurrente. Este acto deberá contener todos los medios en que
se fundan los agravios, y textos de ley cuya violación se invoca. (Sent SCJ. 3 de diciembre
del 1986, BJ. 913.1782).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


575

Lo establecido por los artículos 57-61 del CPC se mantiene inalterable en los artículos
788-791 del Proyecto de Código, variando únicamente el orden de las disposiciones y en
menor medida su redacción.

Capitulo V

DE LA CASACIÓN EN ÍNTERES DE LA LEY Y POR EXCESO DE PODER

Artículo 63

El Procurador General de la República puede interponer el recurso de casación en


interés de la ley, contra toda sentencia dictada en última instancia, en materia
civil, comercial o penal, en la cual se hubiere violado la ley, siempre que las partes
interesadas no hayan recurrido a la casación en tiempo hábil.

Ninguna parte se prevaldrá del fallo de casación que pronuncie la Suprema Corte de
Justicia, en este caso.

Artículo 64

El Procurador General de la República puede recurrir también en casación, contra


toda sentencia viciada de exceso de poder, antes de vencidos los plazos de la ley
para que las partes interesadas hagan uso de sus derechos, o dentro del año de
dictado el fallo.

Para los efectos de los artículos anteriores, los Procuradores Generales de las Cortes
de Apelación y los Procuradores Fiscales remitirán al Procurador General de la
República una copia certificada de toda sentencia en último recurso, dictada por sus
respectivos tribunales, dentro de los veinte días del pronunciamiento. Igual
obligación corresponde a los jueces de Paz, cuando fallen en primera y última
instancia.

Tabla de Contenido

1. Recurso de casación en interés de ley.


2. Recurso de casación por exceso de poder.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Recurso de casación en interés de Ley.

El Procurador General de la República puede interponer el recurso de casación, en interés


de la ley, contra sentencias dictadas en última instancia, en materia civil, comercial o
penal, en la cual se hubiere violado la ley, siempre que las partes interesadas no hayan
recurrido a la casación en tiempo hábil. Ninguna parte se prevaldrá del fallo de casación
que pronuncia la Suprema Corte en caso de recurso en interés de la ley. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t .I, 9na. ed., p. 331-332; Tavares hijo, Froilan.1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III. pp. 160-161).

“Este recurso es sustitutivo o supletivo del que pudieron ejercer y no ejercieron las partes
interesadas, y tiende a hacer respetar la ley, como cuestión que interesa primordialmente
al orden público, sometiendo sus violaciones al juicio de la Suprema Corte de Justicia. La
576

sentencia intervenida, sea que acoja o desestime el recurso, no tiene otro alcance que el
de proclamar el correspondiente principio jurídico”. (Tavares hijo, Froilan. 2002.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. III. p. 161).

“Este recurso tiene por única finalidad hacer respetar la ley, por lo cual ninguna de las
partes puede prevalerse de lo resuelto por la sentencia que intervenga”. (García de Peña,
Luis Víctor. 2001. Los recursos contra las sentencias. 2da ed., p. 45).

“El examen que se haga del recurso de casación intentado por el Proc. Gral. De la
República, limitado como está al interés de la ley, no puede conducir a un reexamen del
proceso, ni al envío del mismo(...) “ninguna parte se prevaldrá del fallo de casación que se
pronuncie”. (...)tiene una finalidad puramente jurisprudencial: determinar si la ley fue o
no bien aplicada al dictarse el fallo impugnado, para que no quede constancia en una
decisión judicial de una violación a la ley que pueda crear precedente, pero sin ninguna
otra consecuencia ni ningún otro efecto jurídico”. (Pérez de León, Rafael Tulio. 1995. Ley
sobre Procedimiento de Casación. p.262).

Solo la Suprema Corte de Justicia, como corte de casación, tiene facultad para reformar
sentencias en interés de la ley. (Sent SCJ. 14 de junio 1911, BJ. 77. 3).

El Art.63, confiere al Procurador General de la República, la facultad de recurrir en


casación en interés de la ley. Pero este funcionario, no tendrá calidad para interponer
dicho recurso, si éste lo que persigue es variar la suerte de las partes. (Sent SCJ. 21 de
nov. De 1938, B. J. 340. 716).

Deberá especificarse la violación a la ley que ha dado origen al recurso, so pena de


inadmisibilidad. (Sent SCJ. 24 de mayo 1960, BJ. 610. 1048).

La finalidad del recurso de casación en interés de la ley, radica en subsanar las


interpretaciones que erróneas que se hayan hecho respecto de una ley. (Sent SCJ. 20 de
mayo de 1963, BJ. 634. 484).

2. Recurso de casación por exceso de poder.

El Procurador General de la República puede recurrir en casación contra toda sentencia


viciada por exceso de poder, antes de vencidos los plazos de la ley, para que las partes
interesadas hagan uso de sus derechos, o dentro del año de dictado el fallo, para ello, los
Procuradores Generales de las cortes y los fiscales le remitirán una copia certificada de la
sentencia, en último recurso, dentro de los veinte días del pronunciamiento. Igual
obligación corresponde a los jueces de Paz cuando fallan en primera y última instancia. El
exceso de poder que da origen al recurso debe contenerse en una sentencia. La anulación
de la sentencia por exceso de poder aprovecha a todo el mundo. (Pérez Méndez, Artagnan.
1999. Procedimiento Civil. t. I, 9na. ed., p. 31-332).

“El Art.64 de la señalada Ley faculta también al Procurador General de la República a


intentar el recurso de casación contra toda sentencia viciada de exceso de poder, dentro
del plazo acordado a las partes para ejercer sus derechos, o dentro del año de dictada la
sentencia”. (García de Peña, Luis Víctor. 2001. Los recursos contra las sentencias. 2da ed.,
p. 45).

El Procurador General de la República, goza de una facultad única, para recurrir en


casación contra las sentencias viciadas de exceso de poder. (Tavares hijo, Froilan. 1996.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.III, p. 161).
577

El recurso de casación por exceso de poder, es procedente contra toda sentencia, aun
cuando se trate de una sentencia que no sea de última instancia. (Sent SCJ. 20 de enero
de 1961, BJ. 606. 52).

La SCJ: podrá suplir de oficio el exceso de poder. (Sent SCJ. 3 de marzo de 1926, BJ. 188,
6).

El juez incurre en exceso de poder al conceder una indemnización que no le ha sido


pedida, aun cuando haya habido una constitución en parte civil. (Sent. SCJ. 3 de marzo
de 1920, BJ. 116. 1).

El tribunal que expulsa a un extranjero, está cometiendo un exceso de poder, por ser este
un acto de carácter administrativo, y por lo tanto fuera de su competencia. (Sent. SCJ. 8
de oct. De 1919, B. J. 111. 6).

La facultad de recurrir en casación por el exceso de poder, es una facultad otorgada


únicamente al Procurador General de la República. (Sent. SCJ. 15 de junio del 1925, BJ.
179. 9).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Los artículos 63 y 64 de la ley 3726, se encuentran consignados en los Art. 792-794,


donde solo en cuanto a dos aspectos sufren modificaciones. El primero, es que el artículo
792 solo se refiere a las sentencias del orden civil y comercial, mientras que el artículo 63
de la 3726 se refiere además a las sentencias penales, esto no tiene mayor interés, ya que
el Proyecto de Código de Procedimiento Civil es un código de procedimiento civil, mientras
que la Ley Sobre Procedimiento de Casación es una ley general.

La otra modificación es en cuanto al plazo para que los Procuradores Generales de las
Cortes de Apelaciones, Fiscales, y Jueces de Paz remitan sus sentencias dictadas en
último grado al Procurador General de la República; el artículo 64 de la 3726 dispone de
un plazo de 20 días. Esto queda modificado por el Art. 794 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil amplia el plazo a un mes.

Capítulo VI

DISPOSICIONES COMUNES

Artículo 65

Toda parte que sucumba será condenada al pago de las costas.

Sin embargo, las costas podrán ser compensadas: 1) En los casos del artículo 131
del Código de Procedimiento Civil. 2) Cuando una sentencia fuere casada
exclusivamente por un medio suplido de oficio por la Suprema Corte de Justicia; y
3) cuando una sentencia fuere casada por falta de base legal, falta o insuficiencia de
motivos, desnaturalización de los hechos o por cualquiera otra violación de las
reglas procesales cuyo cumplimiento esté a cargo de los jueces.

El artículo 133 del código de Procedimiento civil es aplicable en materia de


casación.

Tabla de Contenido
578

1. Costas procesales.
2. Compensación de costas.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Costas procesales.

La condenación en costas, del artículo 65, no se refiere a las costas originadas en la litis
principal, puesto que éstas no son conocidas por la Suprema Corte de Justicia, sino que
en todo caso, corresponderían al tribunal de envío. (Sent. SCJ. 1 de Septiembre del 1909,
BJ. 2. 5).

La condenación al pago de las costas en materia de casación, no puede ser pronunciada


de oficio; por lo que, aun cuando el recurrente haya sucumbido en su recurso, no puede
ser condenado en costas cuando el recurrido hace defecto. (Sent. SCJ. 6 de mayo del
1958, B. J. 574. 947).

“En los recursos de casación los abogados solo pueden percibir honorarios por el estudio
de la sentencia impugnada y el de los escritos depositados por la contraparte y que se
refieren al recurso de casación. La tasación del estudio de los documentos que sirvieron a
los jueces de fondo corresponde hacerla a esas jurisdicciones”. BJ.775.1176 (Headrick,
William. 2002 Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 80).

El principio contenido en el Art. 130 del C.P.C. tiene una aplicación general, por lo que el
Art. 65 de esta Ley de Procedimiento de Casación no ha introducido innovación alguna al
respecto en nuestro derecho, sino que, se limita a hacer una aplicación particular del
principio general antes mencionado.(Sent. SCJ. 24 de julio del 1951, BJ. 492.840).

Pueden cobrarse honorarios, por el estudio del dictamen del Procurador General de la
República. BJ. 775.1177 (Headrick, William. 2002. Compendio Jurídico Dominicano. 2da
ed.,p. 80).

“La copia del Estado de Costas y Honorarios que se reservan los abogados que presentan
el Estado no puede ponerse a cargo de la parte sucumbiente. (Sent. SCJ. BJ. 775.117.
Headrick, William. 2002. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 80).

“Al ser inadmisible por tardío el recurso, procede que el recurrente soporte las costas de
casación”. (Sent. SCJ. BJ. 779.1926).

2. Compensación de costas.

“Cuando una sentencia es casada por desnaturalización de los hechos, las costas pueden
ser compensadas.” BJ. 774.871 (Headrick, William. 2002. Compendio Jurídico Dominicano.
2da. ed., p. 80).

El Art. 131 del C.P.C., establece que, procede la compensación de las costas cuando las
partes ganen y sucumben en parte, y, en tales casos, no es posible ordenar la distracción
de esas costas. (Sent. SCJ. 23 de Julio de 1958, B. J.576.1542).

“Las costas pueden ser compensadas cuando una sentencia se casa por motivos de puro
derecho suplidos por la SCJ.” BJ.771.275 (Headrick, William. 2002. Compendio Jurídico
Dominicano. 2da ed., p. 80).
579

“Las costas pueden compensarse cuando la sentencia casada se dicto en dispositivo”. BJ.
799.1021 (Headrick, William. 2002. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 80).

Si ambas partes sucumben, la parte intimada al obtener el recurrente la casación de la


sentencia por él impugnada, así como el recurrente, sino son acogidas todas sus
pretensiones al pedir la casación total de la sentencia y sólo ser ésta casada
parcialmente.(Sent. SCJ. 11 de octubre del 1933, B. J. 279. 8).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

En cuanto a las costas procesales, el Art. 752 del Proyecto de Código de Procedimiento
Civil agrega que se le podrá dejar la totalidad o una fracción de las costas a cargo de una
de las partes distinta de la que ha sucumbido.

Los artículos relativos a las disposiciones comunes en la Ley 3726, no están delimitadas
específicamente en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil, sino que tienen que ser
remitidos a las disposiciones generales del derecho común.

Por otra parte, a diferencia de lo establecido en el Art. 65 de la Ley de Casación, el


artículo 752 deja fuera la mención de que serán aplicables de los artículos 131 (Sobre la
compensación de costas entre cónyuges, hermanos...) y 133 (sobre la distracción de las
costas). No obstante, dicho artículo hace la salvedad de que en materia de costas
procesales la SCJ “observará las disposiciones previstas en el presente código y en leyes
especiales.” remite a las disposiciones generales.

Artículo 66

Todos los plazos establecidos en la presente ley, en favor de las partes, son francos.
Si el último día del plazo es festivo, se prorrogará el plazo hasta el día siguiente. Los
meses se contarán según el calendario gregoriano.

Artículo 67

Los plazos que establece el procedimiento de casación y el término de la distancia,


se calcularán del mismo modo que los fijados en las leyes de procedimiento.

Tabla de Contenido

1. Plazos en materia de casación.


2. Cálculo de los plazos.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Plazos en materia de casación.

Todos los plazos en el procedimiento de casación, son francos, lo que debe aplicase en
toda materia, y tanto en los recursos de casación corrientes como en aquellos que han
sido previstos por leyes especiales. (Sent. SCJ. 15 de marzo del 1967, BJ. 676.482).

Todos los plazos establecidos en la ley de casación son francos. (Sent. SCJ. 31 de Agosto
del 1950, BJ. 481.795).
580

Los plazos establecidos a favor de las partes, son francos, por lo que no se cuentan en
ellos ni el día a quo ni el día ad quem. Si por éste termina en un día festivo, deberá ser
prorrogado hasta el día siguiente. (Sent. SCJ. 5 de marzo del 1957, BJ. 560. 443).

Los plazos francos de meses se calculan de fecha a fecha. (Sent. SCJ. 12 de septiembre del
1984, BJ. 886. 2316).

2. Cálculo de los plazos.

Ninguna disposición de esta ley ni de otra, establece que el plazo que fija el artículo 5
deba aumentarse en razón de la distancia. Sin embargo juzgo, que lejos de manifestar la
intención de derogar al derecho común en cuanto al plazo para ejercer el recurso de
casación, adoptó formalmente el sistema consagrado en el Cod. De Proc, Civil (...) Debe,
en virtud de los principios generales sobre la computación de los plazos, aumentarse
como se aumentan el de la apelación y de revisión civil, para las personas domiciliadas en
el extranjero. (Pérez de León, Rafael Tulio.1995. Ley sobre Procedimiento de Casación. p.
270).

El plazo para emplazar a la parte intimada, de treinta días, establecido en el artículo 7 es


susceptible de ser aumentado en razón de la distancia. (Sent. SCJ. 22 de junio del 1951,
B. J. 491.733; Sent. SCJ. 20 de enero del 1953, BJ.510.29).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El contenido de estos artículos, no es contemplado por el Proyecto de Código de


Procedimiento Civil, por lo que entendemos que sobre este respecto, habrá que remitirse a
las disposiciones generales de derecho común.

Artículos 69

Toda sentencia de casación será inscrita en los registros del tribunal que dictó la
sentencia anulada, con la anotación correspondiente al margen de ella.

Artículo 70

Toda sentencia de la Suprema Corte de Justicia, en funciones de Corte de Casación,


deberá contener los nombres de las partes, el objeto de la demanda, los motivos del
fallo y el texto de la ley en la cual se basa dicho fallo.

Tabla de Contenido

1. Inscripción de la sentencia.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Inscripción de la sentencia.

Toda sentencia de casación será inscrita en los registros del tribunal que dictó la
sentencia anulada con la anotación correspondiente al margen de ella. La casación de un
fallo sólo perjudica o beneficia a las partes ligadas en el recurso. Toda sentencia de
casación debe precisar si la casación es total o parcial, así como también fijar el medio en
el cual se fundamenta la casación. Los actos de ejecución practicados en virtud de la
581

sentencia casada, deben revocarse. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t.
I, 9na. ed., p. 349).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El contenido de estos artículos, no es contemplado por el Proyecto de Código de


Procedimiento Civil, por lo que entendemos que sobre este respecto, habrá que remitirse a
las disposiciones generales de derecho común.

LIBRO V

DE LA EJECUCIÓN DE LAS SENTENCIAS

TÍTULO I

DE LA CONSTITUCIÓN DE FIADORES

Se denomina constitución de fianza a las formalidades a las que se da lugar para la


presentación de una fianza. La constitución de una fianza puede tener su fuente en una
convención entre partes (fianza convencional), en una disposición legal (fianza legal) o en
una decisión de justicia (fianza judicial). En todos los casos la fianza debe consignarse
de manera expresa, sin que se establezca forma particular para su consignación. Las
reglas del presente título del Código de Procedimiento Civil no se aplican en materia de
fianza convencional cuando las partes han acordado cláusulas particulares al respecto.
(Dalloz, Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.2, nn.2-7,
pp.483-484)

Se denomina fiador a la persona que se obliga hacia el acreedor, junto al deudor


principal, para garantizar la ejecución de la obligación en el caso de que el deudor no la
cumpla por si mismo. La fianza por su parte es el contrato por el cual el fiador se obliga
frente al acreedor. (Capitant, Henri. 1966. Vocabulario jurídico. pp.278-279)

ARTÍCULO 517

La sentencia que ordenare la constitución de fiador fijará el plazo en el cual deba


constituirse, así como en el que deba aceptarse o impugnarse.

Tabla de contenido

§1. Constitución de fiador. Plazo.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Constitución de fiador. Plazo.

Cuando hay desacuerdo entre las partes para la prestación de una fianza, ésta deberá ser
ordenada por sentencia siguiendo los procedimientos establecidos en los artículos 517 y
siguientes, en materia civil. Sin embargo, este procedimiento es poco utilizado en la
práctica. Se admite (en Francia) que aquel que no puede prestar una fianza puede en su
582

lugar dar una prenda que sea suficiente para cubrir los gastos. (Morel, René. Traité
Élémentaire de Procédure Civile, p.648).

El art. 517 tiene su ámbito de aplicación en la constitución de fianza judicial, pues en el


caso de fianza legal el texto de ley es que ha de fijar el plazo. Los jueces fijarán el plazo en
base a su poder discrecional y las circunstancias de la causa. Este plazo no es
necesariamente fatal, pues puede ser prorrogado so pena de los daños y perjuicios
ocasionados por el retraso en la prestación de la fianza. La ley no hace distinción entre el
plazo para la prestación de la fianza cuando quien la debe es el deudor o el acreedor; sin
embargo, la doctrina ha establecido que el plazo para la presentación de la fianza es más
importante cuando quien la debe es el deudor, ya que cuando quien la debe es el
acreedor, como en caso de ejecución provisional, el plazo pierde importancia, pues el
acreedor es quien tendrá mayor interés en prestarla. El plazo empieza a correr desde el
día en que haya sido fijada (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile et Commerciale, t 3, n.5-13, p. 313; Dalloz,
Encyclopédie. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.2, n. 5-11, p. 483-
484).

Un ofrecimiento de fianza es tardío, sólo cuando se ha consignado en un acto notificado


luego de las defensas (Nancy, 25 mai 1844, R. Caution, 393, Cita de Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile et Commerciale,
t. 3, No. 14, P. 313).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este artículo no está incluido en el Proyecto.

ARTÍCULO 518

El fiador se presentará por acto de alguacil notificado a la parte, si no tiene


abogado, y por acto de abogado a abogado, si lo hubiere constituido, uniéndose
copia del acto de depósito, que se hará en la Secretaría, y de los documentos que
justifiquen la solvencia del fiador, salvo el caso en que la ley no exija que dicha
solvencia se justifique por medio de documentos.

Tabla de Contenido

§1. Presentación de la fianza.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

§1. Prestación de la fianza.

El art. 518 se aplica en los casos en que una parte haya rehusado prestar una fianza legal
o convencional. La presentación de la fianza o del fiador puede hacerse ante notario o por
acto bajo firma privada. La prestación se hace por medio de dos actos sucesivos. El
primer acto consiste en el depósito en secretaría de los documentos que constaten la
solvencia del fiador, el secretario dará acta de dicho depósito, constituyendo esto un
requisito necesario a pena de nulidad en materia de embargo inmobiliario. El segundo
acto consiste en la notificación por medio de acto de alguacil de dichos documentos a la
parte adversa, si no tiene abogado o por simple acto de abogado a abogado en caso
contrario, indicando en la notificación el nombre, apellido, calidad y condiciones de
solvencia del fiador; en la práctica este acto de abogado a abogado contiene además el
583

avenir a la parte adversa para que comparezca a la próxima audiencia en la que se


conocerá de la admisión en caso de contestación. Luego de la expiración del plazo
acordado para aceptar o contestar la fianza es posible su prestación ante el secretario, y
en ciertos casos, ante notario o por acto bajo firma privada. El plazo en el cual debe ser
prestada la fianza queda sujeto a la soberana apreciación de los jueces del fondo, pero, si
el juez no fija plazo alguno, la parte queda autorizada, luego de un tiempo moral
considerable y una tardanza a todas luces infractuosa a perseguirla. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, nn.1- 13,
pp.313- 314).

§2. Proyecto de Còdigo de Procedimiento Civil

Este artículo no es incluído en el Proyecto.

ARTÍCULO 519

La parte podrá tomar comunicación de los títulos en la secretaría; si acepta el


fiador, lo declarará así por medio de un simple acto; tanto en este caso como
cuando la parte no impugne al fiador en el plazo señalado, éste levantará su acto
de compromiso en la secretaría, el que será ejecutorio sin sentencia y aún por
apremio corporal, si fuere caso en que estuviere prescrito.

Tabla de Contenido

§1. Aceptación de la fianza.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Aceptación de la fianza.

La aceptación de la fianza es expresa o tácita. En el caso en que por sentencia se haya


otorgado un plazo al deudor para prestar una fianza, la aceptación expresa por parte del
acreedor es indispensable para que él sea autorizado a perseguir al deudor a falta de la
prestación de la fianza. Hasta entonces, él no podrá alegar que la fianza no ha sido
prestada. La notificacion de aceptación de la fianza se realiza por acto de abogado a
abogado, pero si la parte no tiene abogado, puede realizar la aceptación por simple acto
de alguacil. El plazo acordado por los jueces para aceptar o contestar la fianza no es
fatal; sin embargo la aceptación o contestación no pueden tener lugar luego de que la
fianza ha sido prestada, la ausencia de reclamación establece una presunción legal de
aceptación tácita. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, t 3, nn.1-4 , pp. 314).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo no es incluido en el Proyecto.

ARTÍCULO 520

Si la parte impugnare el fiador en el plazo señalado por la sentencia, la audiencia


se proseguirá por medio de simple acto.

Tabla de Contenido
584

§1. Impugnación de la fianza.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Impugnación de la fianza

La audiencia para conocer de las impugnaciones a la fianza será notificada por simple
acto de abogado a menos que se le haya dado a conocer en el acto de ofrecimiento de
fianza (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile, t. 3, n.1, p. 315).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este artículo es eliminado del Proyecto.

ARTÍCULO 521

Las constituciones de fiador se juzgarán sumariamente, sin instancia ni escritos;


la sentencia será ejecutada, no obstante apelación.

ARTÍCULO 522

Si el fiador es admitido, levantará su acto de compromiso, según se ha establecido


en el artículo 519.

Tabla de Contenido

§1. Procedimiento para la constitución de fiadores.


§2. Recursos Contra las Decisiones Sobre la Recepción del Fiador.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Procedimiento para la constitucion de fiadores.

La contestación relativa a la recepción de la fianza se conocerá a breve término. El fiador


no tiene derecho de intervenir en su propio nombre en la contestación del fiador.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. 3, n.1, p. 315).

§2. Recursos contra las decisiones sobre la recepción del fiador.

La sentencia que juzga la recepción de la fianza tiene un carácter definitivo y es


suceptible, de apelación; pero como esta decisión es el complemento de una decisión
anterior y principal, ésta sigue la suerte de aquella en lo referente a los dos grados de
jurisdicción. Cuando la sentencia que ordena la medida de constitución de fianza es
declarada ejecutoria provisionalmente, la decisión que estatuya sobre la fianza es siempre
suceptible de apelación. La sentencia que estatuye sobre la recepción de la fianza es
ejecutoria no obstante apelación, más no es ejecutoria de pleno derecho.(Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t 3, nn.3-8,
p.315) .
585

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Estos artículos no se incluyen en el Proyecto.

TITULO II

DE LA LIQUIDACIÓN DE DAÑOS Y PERJUICIOS

§1. Daños y Perjuicios.

Ver artículo 128 del presente Código.

ARTÍCULO 523

Cuando en una sentencia no se hubieren fijado los daños y perjuicios, la


evaluación de ellos se notificará al abogado del demandado, si lo hubiere
constituido, y los documentos se comunicarán bajo recibo del abogado o por la vía
de la secretaría del tribunal.

ARTÍCULO 524

El demandado estará obligado, en los plazos señalados por los artículos 97 y 98, y
bajo las penas en ellos establecidas, a devolver los documentos dichos; y en la
octava después de fenecidos los dichos plazos señalados, hacer ofrecimientos al
demandante por la suma en que estima los daños y perjuicios; en caso contrario,
la causa se llevará por simple acto a la audiencia en justicia, y será condenado el
deudor a pagar la totalidad de la evaluación si se la hallare justa y fundada en
pruebas legales.

Tabla de Contenido

§1. Falta de evaluación de los daños y perjuicios. Procedimiento.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Falta de evaluación de los daños y perjuicios. Procedimiento.

Los jueces del fondo no están obligados a determinar en su sentencia cuáles partidas de
la liquidación de daños y perjuicios eran dignas de su aprobación, y cuáles no. La cuantía
de estos daños y perjuicios en el caso de delito, pueden fijarla soberanamente, sin otra
limitación que la de lo pedido por quien reclama los daños y perjuicios. (Sent. SCJ. 29
abril 1927. B.J. 201.11).

Si hay imposibilidad de evaluar el perjuicio en la misma sentencia que estatuye sobre lo


principal, el demandante debe dar a conocer a la parte demandada, por acto de abogado a
abogado, la evaluación de los perjuicios; a ese acto debe responder el demandado, en la
misma forma, haciendo al demandante oferta de la suma en que estime los perjuicios. Si
el demandado no hace ofertas o si las que hizo no son aceptadas por el demandante, el
586

asunto es llevado a audiencia por simple acto. El tribunal dicta entonces una segunda
sentencia que liquida los perjuicios. Se admite generalmente que el tribunal puede, al
dictar la sentencia condenatoria al pago de una indemnización a liquidar por estado,
conceder al demandante, a título provisional, el derecho de cobrar, antes de la
liquidación, la suma que, desde ese primer momento, aparezca ciertamente exigible.
(Tavares hijo, Froilan.2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.II, 8va. Ed.,
pp. 426-427; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. 3, n. 1-10, p. 316).

Antes de la puesta en vigor de la L. 91 de 1983, que creó el Colegio de Abogados, este


procedimiento se llevaba a cabo mediante notificaciones a las partes; siendo obligatorio a
partir de la citada ley el ministerio de abogado, no parece haber distinción y las
notificaciones serán hechas por acto de abogado a abogado. (Tavares hijo, Froilan.2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.II, 8va. Ed., p. 427).

No existe violación a la regla del 523 y siguientes ni a la regla relativa al efecto suspensivo
de la apelación cuando la demanda tendiente a la liquidación de los daños y perjuicios
otorgada mediante sentencia ha sido formada posteriormente a la notificación de la
decisión que ha confirmado esa decisión. Esto es así mismo, si el actor de declaración
concerniente a esos daños y perjuicios ha tenido lugar antes de la notificación de la
sentencia. (Req. 12 de noviembre. 1906, D.P. 1907. 1. 409-410)

Cuando la sentencia que otorga los daños y perjuicios no haya sido notificada antes de la
declaración de daños, deben de notificarse conjuntamente (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 11, p. 316)

La oferta es transmitida al demandante por acto de abogado a abogado. La ley no exige


que dicha oferta sea real. El demandado puede hacer ofertas hasta que sea rendida
sentencia sobre la liquidación de los daños y perjuicios, aún en apelación, a pena de
soportar los daños y perjuicios ocasionados por su retraso (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 21-24, p. 317).

De conformidad con las reglas que rigen la liquidación de daños y perjuicios, cuando el
demandado no hace ofertas, en contestación del estado que le ha sido notificado, debe ser
condenado al monto de la declaración, si ésta es justa y se funda en pruebas legales, o a
la suma que el tribunal tiene el derecho de fijar, una vez edificado por los medios
ordinarios. En cuanto a los daños morales, deben ser comprendidos en una partida para
ser apreciados por los jueces o aún cuando no sean susceptibles de detalles, pues la no
inclusión de los mismos conduciría a una reparación parcial del daño, en
desconocimiento de la letra y el espíritu de los arts. 1382 y siguientes del Código Civil.
(Sent. SCJ. 30 septiembre 1938. B.J. 338.545).

“El Art. 523 del Código de Procedimiento Civil exige, para el avalúo de los daños y
perjuicios, la comunicación, por Secretaría o bajo recibo del abogado, de los documentos
justificativos de dicho avalúo. La comunicación de un documento en lengua extranjera no
podría caracterizar la violación de dicho texto puesto que ésta existirá tan sólo en caso de
omisión de comunicación de determinados documentos o de comunicación de otros
distintos de los producidos ante los jueces del fondo sino, acaso, la violación del derecho
de defensa, cuando el demandado no hubiese estado, en ningún momento de la litis, en
condiciones de conocer la traducción oficial del documento (circunstancia contraria a la
lealtad de los debates, lo que en modo alguno ocurre en el procedimiento especial
organizado por los arts. 523 y 524 del Código de Procedimiento Civil, en el cual es posible
al demandado, hasta el momento de la sentencia, tomar conocimiento o pedir
comunicación de los documentos empleados en apoyo de la liquidación para hacer sus
ofertas.” (Sent. SCJ. 30 septiembre 1938. B.J. 338. 545).
587

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Estos artículos son cambiados en el Proyecto. El 523 pasa a ser el 1705, en éste se
establece,específicamente, que cuando los daños y perjuicios no están determinados al
momento del juez fallar ordenará que sean liquidados por estado.

Por su parte el art. 524 pasa a ser el 1706 y es, obviamente, cambiado pues el artículo
actual remite, para los plazos, a unos artículos que estan derogados. En el proyecto se
establece que el beneficiario debe depositar las pruebas para la liquidación en un plazo de
quince días a partir de la notificación de la sentencia y que deberá llevarlas a
conocimiento de la contraparte por un acto de abogado a abogado.

Se introduce el artículo 1707 en el cual se establece que el juez procederá a la liquidación


en Cámara de Consejo y sin necesidad de citar u oír a las partes.

ARTÍCULO 525

Si los ofrecimientos contestados se juzgaren suficientes, se condenará al


demandante al pago de las costas causadas desde el día de los ofrecimientos.

Tabla de Contenido

§1. Las costas en el proceso de liquidación de daños y perjuicios.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver artículo 130 y s. del presente Código

§1. Las costas en el proceso de liquidacion de daños y perjuicios.

Cuando el tribunal considere insuficientes los ofrecimientos condenará al demandado al


pago de las costas; sin embargo, en esta materia, puede aplicarse el art. 131 del Código
de Procediemiento Civil y hacerse una compesanción de las costas entre el demandado y
el demandante, en el caso en el que el tribunal considerara que la suma ofrecida
resultaba la justa (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, t. 3, n. 1-4, p. 317).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo no es incluído en el título de la liquidación de daños y perjuicios.

TÍTULO III

LA LIQUIDACIÓN DE FRUTOS

Ver artículo 129 del presente Código.


588

ARTÍCULO 526

El condenado a restituir frutos, rendirá cuenta de ellos en la forma expresada


más adelante; y se procederá respecto de dicha cuenta como sobre las demás que
se den en justicia.

Tabla de Contenido

§1. Restitución de frutos.


§2. Fijacion del valor de los frutos.
§3. Casos en los cuales no procede.
§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Restitucion de frutos.

La demanda en restitución de frutos puede ser el objeto único del proceso, o puede
constituir en cambio, un accesorio de la demanda principal. Esto ocurre por ejemplo, en
la reivindicación dirigida contra un poseedor de mala fé, quien debe restituír al
demandante el inmueble reivindicado conjuntamente con los frutos que haya producido.
Sea que la restitución de frutos constituya el pronunciamiento principal o que sólo
constituya un pronunciamiento accesorio de la sentencia, el procedimiento es el mismo.
(Tavares hijo, Froilan.2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.II, 8va. Ed.,
p. 427).

La parte que es condenada a la restitución de frutos debe proceder como para las cuentas
rendidas en justicia (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, t. 3, n. 2, p. 318).

“Si bien es cierto que toda demanda en restitución de frutos debe, en principio, ser
seguida de una rendición de cuentas, también es verdad que en la especie, la sentencia
del 8 de nov. de 1963 que ordenó la referida restitución de frutos, dispuso que dicha
restitución se justificase por estado; que como esa sentencia adquirió en ese aspecto, la
autoridad de la cosa juzgada, es claro que los recurridos para dar cumplimiento a ese
fallo podían, como lo hicieron, hacer uso de las disposiciones del art. 523 del cód. de proc.
civil.” (Sent. SCJ. 6 de Octubre 1969.B.J. 707.4075).

La demanda en restitución de frutos es puramente personal y por tanto de la competencia


de los tribunales de derecho común. (Sent. SCJ. Noviembre. de 1965.B.J. 660.931).

§2. Fijación del Valor de los Frutos.

El valor de los frutos o recolectas de lo que se demanda en la restitución, no puede ser


fijado por los jueces sin que éstos ordenen previamente la presentación de una cuenta;
igualmente, la sentencia que condene a una restitución de frutos debe ordenar la
restitución de cuentas de la forma determinada por el artículo 526. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n.3-4, p.
318).

§3. Casos en los cuales no hay lugar a proceder conforme al art. 526.

La regla del artículo 526 cesa su aplicación: 1ro. Cuando los jueces posean, por los
medios producidos, una forma de llegar a una evaluación exacta de los frutos; 2do.
589

Cuando las partes hayan concertado que se procedería de otra forma. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, nn. 14-15,
p. 318).

La manera de proceder establecida por el artículo 526 no es prescrita a pena de nulidad.


(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. 3, n. 19, p. 318).

§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo no es incluído igual en el Proyecto; sin embargo, el título es incluído en uno
general De la Rendición de cuentas y la liquidación de frutos. Ver artículos siguientes.

TÍTULO IV

DE LA RENDICIÓN DE CUENTAS

La rendición de cuentas es una operación consistente en que un mandatario, un


administrador del patrimonio ajeno, o un funcionario contable, presenten las cuentas de
su gestión, con el objeto de que sean verificadas, ajustadas y liquidadas. Esta puede
hacerse judicial o extrajudicialmente. (Capitant, Henri. 1966. Vocabulario jurídico. p.
480).

ARTÍCULO 527

Los cuentadantes comisionados por la justicia serán demandados por ante los
jueces que los hubieren nombrado: los tutores, por ante los jueces del lugar en
donde se les haya conferido la tutela; y todos los demás cuentadantes, ante los
jueces de su domicilio.

Tabla de Contenido

§1. Las cuentas a las que se les aplica las formalidades del Código de Procedimiento
Civil.
§2. Personas que deben rendir cuentas.
§3. Personas que pueden demandar la rendición de cuentas.
§4. Procedimiento de rendición de cuentas.
§5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Las cuentas a las que se les aplica las formalidades del Código de Procedimiento
Civil.

La rendición de cuentas establecida por los artículos 527 y siguientes se aplican tanto a
las cuentas que sean el resultado de una instancia precedente, como a las cuentas
demandadas por vía de acción principal; salvo las reglas particulares que están
establecidas para ciertos casos especiales en los cuales se encuentren las partes en
590

causa, como el caso de las cuentas rendidas entre cuentandantes, las cuentas de tutela,
las cuentas de contables de dineros públicos o administradores financieros, las cuentas
entre comerciantes, las instancias en rendición de cuentas a las liquidaciones de una
sucesión. Para la aplicación de los textos del art. 527 y siguientes, se requiere: 1ro. Que
las partes no hubieren convenido que las cuentas tendrían lugar amigablemente; 2do.
Que las partes hayan formalmente concluído a la rendición de cuentas; 3ero. Que una
parte estuviere encargada de rendir cuentas a la otra; 4to. Que los jueces estimen útil el
prodemiento de los artículos 527 y siguientes. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t 3, n. 1-12. p. 319).

§2. Personas que deben rendir cuentas.

Todo aquel que administra la fortuna de otro, bajo cualquier título, y con o sin mandato
está obligado a rendir cuenta de su administración salvo dispensa expresa o explícita.
Deben rendir cuentas: el tutor; la madre tutora que hubiere contraído segundas nupcias
sin previamente convocar al Consejo de Familia y su marido; los herederos mayores de
edad que continúen con las gestiones de su causahabiente como tutor; el curador del
menor emancipado; el padre administrador de los bienes de sus hijos menores; los
herederos beneficiarios; el curador de una sucesión vacante; etc. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t 3, nn.62-63. p. 321).

§3. Personas que pueden reclamar en rendición de cuentas.

La rendición de cuentas es una medida que puede ser ordenada a pedimento de alguna
parte con interés y calidad. (Sent. SCJ. 4 de marzo de 1970 B.J. 712.440. Citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002)

En general, puede demandar toda persona cuyos bienes estén siendo administrados por
un tercero o su representante, bajo la condición de tener capacidad de actuar en justicia.
El menor emancipado debe asistir a la demanda por medio de su curador al igual que la
persona provista de un consultor judicial. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 95-105, p. 322).

“Siendo la rendición de cuentas la operación mediante la cual un mandatario o


administrador de un patrimonio ajeno presenta las cuentas de su gestión, resultaba
irrelevante que los jueces del fondo se pronunciasen sobre un tal pedimento cuando el
bien de cuya gestión se demandan las cuentas fue reconocido por dichos jueces como de
la propiedad de la persona que supuestamente lo administraba.” (Sent. SCJ. 30
septiembre 1998. B.J. 1054.123. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel.
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

§4. Procedimiento de rendición de cuentas.

El procedimiento de la demanda en rendición de cuenta puede ser el sumario o el


ordinario según la naturaleza de la causa. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 148. p. 324).

§5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver nota al final del título.

ARTÍCULO 528
591

En caso de apelación de una sentencia que hubiere rechazado una demanda en


rendición de cuentas, el fallo revocatorio remitirá las partes para ante el tribunal
en que la demanda hubiere sido formada, o por ante el tribunal de primera
instancia que indicare la dicha sentencia revocatoria. Si la cuenta se hubiere
dado y juzgado en primera instancia, la ejecución de la sentencia revocatoria
pertenecerá a la Suprema Corte o al tribunal que indicare la sentencia.

Tabla de Contenido

§1. Apelación de la sentencia que rechaza una demanda en rendición de cuenta.


§2. Apelación de una sentencia que estatuye sobre las cuentas.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Apelación de la sentencia que rechaza una demanda en rendición de cuenta.

Cuando el tribunal de primera instancia hubiere rechazado una demanda en rendición de


cuenta y la Corte de Apelación infirmando la decisión ordene la rendición de cuentas, éste
tribunal es incompetente de conocer las cuentas consecuencia de su fallo. Por el
contrario, el tribunal de primera instancia haya estatuído sobre la rendición de cuentas,
la Corte de Apelación procede conforme al art. 472 del C.P.C: en caso de infirmación,
esta puede retener la ejecución de su sentencia o reenviarla ante otro tribunal.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. 3, n.3. p. 324).

§2. Apelación de una sentencia que ha estatuído sobre las cuentas.

Si en la apelación se confirma la sentencia que ordena la rendición de cuentas la


ejecución pertenece al tribunal ante el cual se intenta la acción. Cuando la corte de
apelación infirma una sentencia que haya estatuido sobre las cuentas, puede juzgar ella
misma esas cuentas, modificando las bases sobre las que fueron estatuidas. Sin
embargo, si la sentencia que ha estatuido sobre las cuentas ha sido infirmada por vicios
de forma, el artículo 473 del C.P.C. deberá aplicarse, la corte no podría retener la causa
salvo que se pronunciara sobre el fondo y las cuentas en un mismo fallo. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 34-38.
p. 325).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver nota al final del título.

ARTÍCULO 529

Las partes que deban recibir una cuenta y tengan el mismo interés nombrarán un
abogado solo; si no pudieren ponerse de acuerdo para dicha elección, el abogado
más antiguo los representará a todos; sin embargo, cada interesado podrá
constituir un abogado que lo represente; pero los gastos, tanto directos como
indirectos que ocasione esta constitución de abogado en particular, correrán a
cargo de la parte que lo constituya.
592

El art. 529 es solamente para el caso en que las partes tengan un mismo interés.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. 3, n.1. p. 326).

ARTÍCULO 530

Toda sentencia que contenga condenación de rendir cuentas señalará el término


en el cual la cuenta deberá darse, y nombrará el juez que deberá recibirla.

Tabla de Contenido

§1. Casos de aplicación del art. 530.


§2. Procedimiento.
A. Plazo en el que la cuenta debe ser rendida.
B. Nombramiento de un juez comisario.
§3. Sanción a la inobservancia del art. 530.
§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

§1. Casos de aplicación del art. 530.

Las formalidades establecidas en el artículo 530 sólo se aplican a las rendiciones de


cuentas judiciales. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, t. 3, n.1, P. 326).

Es obligatorio que los jueces indiquen en la sentencia que contenga condenación a rendir
cuentas, el término en que la medida debe realizarse. (Sent. SCJ 20 de julio de 1962. B.J.
624.1123).

§2. Procedimiento.

A. Plazo en el que la cuenta debe ser rendida.

Si el demandado no constituye abogado sobre la demanda de su adversario la sentencia


por defecto que intervenga en su contra fijará el plazo en el cual la cuenta será rendida.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. 3, n.3. p. 326).

B. Nombramiento de un juez comisario.

Cuando los tribunales son colegiados, las sentencias que nombran un juez comisario
para conocer de una rendición de cuentas pueden preveer al más viejo de todos los
demandantes en cuenta. En caso de que el juez no pueda cumplir con su misión puede
autorizar al presidente de la cámara que ha rendido la sentencia a, por requerimiento,
remplazarlo. La persona nombrada como comisario debe ser miembro del tribunal
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. 3, n. 4-11. p. 326).

Las formalidades señaladas por los arts 527, 530 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, para la rendición de cuentas en justicia, no son prescritas a pena de
nulidad; en consecuencia, cuando los jueces del fondo poseen todos los elementos útiles
para proceder ellos mismos al establecimiento de la cuenta, nada se opone a que
593

estatuyan inmediatamente, sin envío previo al juez comisionado. (Sent. SCJ. 10 de abril de
1964. B.J. 645. 568. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

§3. Sanción a la inobservancia del artículo 530.

Una sentencia que ordena una rendición de cuenta judicial está viciada de nulidad
cuando no establece el plazo en el cual la cuenta será rendida o que no nombre al juez
que la conocerá, esta omisión puede ser reparada por sentencia posterior. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 15. p
326).

§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este artículo pasa a ser el 1704, se mantiene invariable.

ARTÍCULO 531

Si el preámbulo de la cuenta, comprendido en él la mención del acto o del fallo en


que se nombró el cuentadante y la sentencia que ordenare la rendición de cuentas
pasare de seis fojas, el excedente no podrá entrar en la tasación de cristas.

Tabla de Contenido

§1. Preámbulo de la cuenta.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Preámbulo de la cuenta

Se denomina preámbulo de cuentas a la exposición general y sucinta de los hechos que


han tenido lugar en la gestión del contable. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n.1. p 327).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver nota al final del título.

ARTÍCULO 532

El cuentadante no cargará a los gastos comunes sino los de viaje, si ha lugar a


ello, los de honorarios del abogado que haya puesto en regla los justificantes de la
cuenta, los de testimonios y copias, y los de presentación y ratificación de la
cuenta.

Tabla de Contenido

§1. Gastos de la cuenta.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
594

§1. Gastos de la cuenta.

Los gastos ordinarios de la rendición de una cuenta están a cargo de la persona que debe
recibir la cuenta. Se entienden por gastos comunes los que se hubieren hecho para la
cuenta y que sean exigidos en interés común de las partes. En caso de mandato gratuito,
convencional o legal, los gastos de redacción o confección de cuentas deben consignarse
dentro de los gastos comunes, salvo el caso en el que la cuenta se ejecuta por mandato
del contable. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. 3, n.3-8. p 327).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil .

Ver nota al final del título.

ARTÍCULO 533

Las cuentas contendrán las entradas reales y las salidas efectivas,


terminándoselas con la recapitulación del balance. Los objetos que estén por
recobrar figurarán en capítulo aparte.

Tabla de Contenido

§1. Principios generales.


§2. Elementos de la cuenta..
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Principios generales.

Hay dos clases de cuentas: la cuenta por breve estado, que contiene una apreciación
general de los elementos de la cuenta; y la cuenta definitiva, que contiene los detalles
minuciosos de todas las operaciones. La ley establece que la cuenta se descompone en
tres partes: la primera parte es denominada preámbulo, la segunda parte debe contener
las entradas reales y los gastos; y la tercera parte consiste en la recapitulación y el
balance de dichas entradas y gastos. La ley no prescribe ninguna fórmula sacramental
para la cuenta, por lo que son siempre válidas, salvo la rectificación de los errores y
omisiones que hayan sido hechas o que sean ilegales o no contengan los elementos
necesarios de la contabilidad (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n.1-10. p. 328).

§2. Elementos de la Cuenta.

El que ha de rendir cuentas debe acompañarlas de las piezas justificativas de los


ingresos y gastos. Todo mandante puede exigir a su mandatario, que realice esta
comunicación, sin la cual la verificación de la cuenta, no sería posible, no obstante el
mandato puede contener la disposición de que el mandatario, será dispensado de
producir las piezas justificativas, esta estipulación debe realizarse de manera expresa.
En principio, todo contable se presume deudor, siempre que se rehúse o difiera de
rendir sus cuentas o de comunicar las piezas. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. t. 3, nn. 41-48. p. 329).
595

La falta de producción de piezas justificativas, aún cuando la misma haya sido


ordenada por sentencia, no impide al tribunal estatuir en caso de que no fueran
producidas. El artículo 1351 del C.C. es inaplicable cuando es imposible ejecutar una
medida ordenada por sentencia o cuando los actos sobre los cuales esa medida recae,
no existen (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t 3, nn. 66-67. p. 329).

En el procedimiento de rendición de cuentas, el que ha de rendirlas es deudor de una


cuenta de la que se libera, salvo que la persona que debe recibir la cuenta la conteste.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile.
t. 3, n. 81. p. 329).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Ver nota al final del título.

ARTÍCULO 534

El cuentadante presentará y ratificará su cuenta personalmente o por medio de


mandatario especial en el término señalado, y en el día indicado por el juez
comisario, sea que se hallaren presentes las partes que deban recibir la cuenta, o
que hubieren sido citadas a persona o domicilio, cuando no tuvieren abogados, y
por acto de abogado cuando lo tuvieren constituido. Si el cuentadante dejare
transcurrir el término que hubiere señalado, sin rendir las cuentas, será
compelido a ello por el embargo y venta de sus bienes, hasta la cantidad fijada
por el tribunal; y también cuando el tribunal lo creyere conveniente será
compelido por el apremio corporal.

Tabla de Contenido

§1. Presentación de la cuenta.


§2. Afirmación de la cuenta.
§3. Medios coercitivos o de ejecución.
§4. Sanción del artículo 534.
§5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Presentación de la cuenta.

La sentencia que ordena la rendición de cuenta determina el plazo en el que será


presentada, el cuentadante obtiene de ese juez, una ordenanza que fija el día, el lugar y la
hora en el que la cuenta será prestada. Si el cuentadante deja pasar el plazo sin proceder
a la presentación de la cuenta, la persona que recibe la cuenta puede solicitar el
pronunciamiento de defecto en su contra y reunir a las vías coercitivas que la ley le
autoriza; más, puede ser acordado al cuentadante una prorrogación del plazo, si esta
presentare circunstancias mayores (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t 3, nn. 1-4. p. 330).

§2. Afirmación de la cuenta.

El cuentadante ratifica su cuenta en persona o por procedimiento especial, requiriéndose


siempre estar asistido por ministerio de abogado. La presentación y ratificación de las
596

cuentas se harán en los días previstos por el juez comisario y frente a la persona que
recibe la cuenta o habiendo sido estos debidamente citados, por acto de abogado o por
citación a persona o domicilio, según la persona que recibe la cuenta tenga o no abogado.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile.
t 3, nn.3-11. p.330).

§3. Medios coercitivos de ejecución

Los medios coercitivos enunciados por el artículo 534 del Código de Procedimiento Civil
pueden ser acordados eventualmente por la misma sentencia que ordena la rendición de
cuentas para el caso en el que el cuentadante no satisfagan la obligación que le es
impuesta, y a fin de prevenir los gastos de una segunda sentencia. Cuando las vías
coercitivas hayan sido tomadas, el cuentadante no es por ésta no rebible en el
ofrecimiento de rendir cuenta, más él no puede intervenir en la persecución dirigida
contra la (persona que recibe la cuenta) y en solicitud de la suspención hasta la
presentación de su cuenta. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. t.3, nn. 14-19. p. 330).

§4. Sanción del artículo 534.

Las disposiciones del artículo 534 no son prescritas a pena de nulidad. El tribunal ante el
cual las cuentas han de ser rendidas puede, en caso de defecto del cuentadante, estatuir
en estado sobre la base de las piezas y documentos versados en el debate por la persona
que recibe la cuenta, y la sentencia rendidas en las circunstancias debe ser mantenida no
obstante la notificación o que la parte alegue que la cuenta no fue discutida por ella
cuando el cuentadante estuvo retrasado en contestarla. (Reg. 24 janv. 1877, D. P.78. 1.
125; Paris, 25 Fervr. 1855, D. P. 55. 1. 400; citado por Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. t. 3, n. 22-24. p. 330).

§5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver nota al final del título.

ARTÍCULO 535

Cuando la cuenta dada y ratificada presente balance en favor de la parte que


deba recibirla, ésta podrá requerir del juez comisario la ejecutoria para el cobro
de dicho balance, sin necesidad de que preceda la aprobación de la cuenta.

Tabla de Contenido

§1. Casos de aplicación del artículo 535.


§2. Ejecutoria que puede ser requerida del juez comisario en el caso donde en la
cuenta
presentada y ratificada los ingresos excedan a los gastos.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Casos de aplicación del artículo 535.

El artìculo 535 sólo es aplicable a las cuentas de una gestión y no para las operaciones
comerciales de los comerciantes, ni es aplicable para las cuentas de breve estado ni para
las instrucciones que los magistrados ordenan en el curso de un proceso para establecer
597

la situación real de las partes. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. t. 3, n.1-3. p. 331).

Los artículos 534 y 535 que autorizan, cuando la cuenta dada y ratificada presente
balance en favor de la parte que deba recibirla, la solicitud al juez comisario de la
ejecutoria para el cobro de dicho balance, son inaplicables para el caso donde es al
cuentadante que la provisión le ha sido aprobada por el que debe recibir la cuenta, en
virtud de un título particular y sobre una suma distinta del balance de la cuenta.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile.
t 3, n.4. p. 331).

§2. Ejecutoria que puede ser requerida al juez comisario en el caso donde, en la
cuenta
presentada y ratificada, los ingresos exceden a los gastos.

Cuando los ingresos del cuantadante excedan los gastos, la persona que recibe la cuenta
puede requerir del juez comisario por ministerio de abogado la expedición de una
ejecutoria hasta la concurrencia del cálculo. La ejecutoria puede ser refutada si el
cuantum del cálculo deviene en incierto luego de nuevas comunicaciones hechas por el
cuentadante y de aquellas que resultaren necesarias del suplemento de cuenta que fuere
hecho. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. t. 3, nn. 6-7, p. 331).

Si la ejecutoria es de aquellas en las cuales se pueden formar oposición, no es necesario,


cuando esta oposición ha tenido lugar, requerir la deliberación de la ejecutoria en
presencia de las partes; para esta deliberación es suficiente con que el juez comisario
ordene la deliberación al secretario. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile. t. 3, nn. 11-12, p. 331).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver nota al final del título.

ARTÍCULO 536

Después de la presentación y ratificación de la cuenta, ésta se notificará al


abogado de la parte que deba recibirla: los justificantes serán apostillados y
rubricados por el abogado del cuentadante; y cuando se comunicaren por medio de
recibo, se devolverán en el plazo fijado por el juez comisario, bajo las penas del
artículo 107. Si las partes que deban recibir la cuenta, teniendo el mismo interés,
hubieren constituido diferentes abogados, al más antiguo se dará la copia y se
ofrecerá la comunicación de que arriba se ha hablado; si tuvieren distintos
intereses, la copia y la comunicación se hará a cada abogado. Si hubiere
acreedores intervinientes, se les dará comunicación en conjunto, de la cuenta y de
los justificantes por medio del abogado más antiguo de los que hubieren
constituido.

Tabla de Contenido

§1. Notificación de la cuenta.


§2. Comunicación de las piezas justificativas.
§3. Casos en los que existe pluralidad de personas que deban recibir la cuenta.
§4. Intervención.
§5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
598

§1. Notificación de la cuenta.

La cuenta previamente presentada y rectificada es notificada al abogado de la persona


que debe recibir la cuenta y si ésta no tuviere abogado, la notificación será hecha a
persona o domicilio, por analogía de lo dispuesto por el artículo 534 del Código de
Procedimiento Civil. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile. t. 3, n. 1-2, p. 332).

“Que si es incontestable que los jueces no están obligados a ordenar el procedimiento de


rendición de cuentas, cuando dispongan de los elementos necesarios que le permitan
comprobarla inmediatamente, no lo es menos que si ellos ordenan que la cuenta sea
rendida judicialmente, entonces no pueden descartar el procedimiento establecido por la
ley, y deben, por tanto, observar estrictamente las formalidades exigidas por los artículos
527 y siguientes del Código de Procedimiento Civil; especialmente, la notificación de la
cuenta presentada y ratificada ante el juez comisionado con sujeción a las disposiciones
del art. 536, es una formalidad cuyo cumplimiento es indeclinable, pues ha sido
instituido para garantizar el ejercicio del derecho de defensa, con el propósito evidente de
que la persona que deba recibir la cuenta este en condiciones de contradecirla, si fuere de
lugar”. (Sent. SCJ. 31 de julio de 1958. B.J. 576.1678. Citada por: Castaños Guzmán,
Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana
1907-2002).

§2. Comunicación de las piezas justificativas.

Las piezas justificativas serán apostilladas y rubricadas por el cuentadante o su abogado;


la comunicación de éstas será realizada por medio de recibo; pero el juez comisario tiene
el derecho de ordenar que la comunicación tenga lugar por vías de secretaría; cuando el
depósito es hecho de esta manera el cuentadante denuncia el depósito en secretaría con
intimación a tomar comunicación en la octava. Por el contrario, cuando la comunicaciòn
es hecha por recibo, la persona que deba recibir la cuenta debe tomar conocimiento de las
piezas en el plazo fijado por el juez comisario bajo la pena del artículo 107 del C.P.C.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile.
t 3, n.3-7, p. 332).

§3. Casos en los que existe pluralidad de personas que deben recibir las cuentas.

Si las personas que deben recibir la cuenta tienen un solo abogado éstas son
comunicadas una sola vez a éste. Si poseen diferentes abogados y los de las personas que
han de recibir la cuenta son similares, las piezas justificativas son comunicadas al
abogado más antiguo, si los intereses de las personas que deban recibir la cuenta son
diferentes estas piezas y documentos deben comunicarse a cada abogado. Los intereses
de las partes son distintos cuando los ingresos o los egresos son diferentes para las
partes. Si habiendo intereses similares fueren comunicados a todos los abogados, el
cuentadante correrá con estos gastos a menos que la comunicación respondiere a la
demanda de una de las partes interesadas, caso en el que ésta correrá con los gastos.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile.
t 3, n..9-15, p. 332).

§4. Intervención

La intervención de que habla el artículo 536 del Código de Procedimiento Civil puede ser
tanto la de los acreedores del cuentadante como la de las personas que han de recibir las
599

cuentas. Los acreedores intervinientes no están obligados a tomar el mismo abogado que
su deudor, más éstos tienen que tener uno sólo para todos ellos, a menos que hubiese
intervención de acreedores del cuentadante y de las personas que deban recibir las
cuentas; caso en el que cada masa debe tener su abogado. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. t.3, n.16-18, p. 332).

§5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver nota al final del título.

ARTÍCULO 537

No estarán sujetos a la formalidad ni al derecho de registro, los recibos de los


proveedores, obreros, dueños de casa de pensión, o establecimientos de igual
naturaleza, que se presenten como justificantes de la cuenta.

Tabla de Contenido

§1. Excepciones al registro.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Excepciones al registro.

Para que la dispensa del derecho del artículo 537 sea aplicable se requieren de 2
condiciones: 1ro. que se trate de una instancia en rendición de cuentas y 2do. que el acto
tenga el carácter de recibo, entendiéndose por este toda acta de liberación. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. t. 3, n. 1-3, p.
332).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver nota al final del título.

ARTÍCULO 538

El día y a la hora indicada por el juez comisario, las partes comparecerán ante él
para presentar sus alegatos, sostenimientos y respuestas al acta que hubiera
levantado; si las partes no se presentaren, el asunto se promoverá en la audiencia
en justicia en virtud de simple acto.

Tabla de Contenido

§1. Casos en que las partes se presentan ente el juez comisario.


§2. Casos en que las partes no se presentan ante el juez comisario.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Casos en que las partes se presentan ante el juez comisario.

Las partes no tienen que comparecer personalmente, pueden hacerlo por mediación de los
abogados, cuyo ministerio es obligatorio. Para esta representación no se requiere poseer
600

poder especial. El cuentadante ha de presentar su cuenta y sustentarla; la persona que


ha de recibir la cuenta la contestará. El juez como árbitro otorgará los plazos necesarios
para debates y respuestas. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile. t. 3, nn.1-6, p. 333).

§2. Casos en los que las partes no se presentan ante el juez comisario.

Si las partes no se presentan el asunto se promoverá en la audiencia por simple acto, de


igual manera si sólo una parte se presentará. Cuando las partes no comparecen o no
comparece una de ellas, el juez no levanta proceso verbal. Cuando la persona que debe
recibir la cuenta no comparece ante el juez comisario puede hacerlo por primera vez ante
el tribunal. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. t. 3, nn. 12-17, p. 333).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver nota al final del título.

ARTÍCULO 539

Si las partes no se pusieren de acuerdo, el juez comisario dispondrá informar por


sí mismo en la audiencia el día que indique. Las partes deberán asistir a ella sin
necesidad de nueva citación.

El juez comisario libra proceso verbal hubiere o no acuerdo entre las partes; si éstas
estuvieren de acuerdo el juez únicamente homologa su decisión. Cuando las partes no se
hayan puesto de acuerdo, el juez comisario enviará las partes ante el tribunal, no
pudiendo otorgar una ejecutoria aun estuviere seguro de la existencia de un excedente.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile.
t. 3, nn.1-4, p. 333).

ARTÍCULO 540

La sentencia que intervenga en el juicio respecto de la cuenta presentada


expresará el cálculo de cargo y data, y determinará el balance exacto.

ARTÍCULO 541

No podrá procederse a la revisión de una cuenta, quedando a salvo a las partes,


cuando haya errores, omisiones, faltas o doble empleo de sumas, su derecho de
interponer las correspondientes demandas ante los mismos jueces.

Tabla de Contenido

§1. Sentencia respecto a la cuenta.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Sentencia respecto a la cuenta.


601

En principio, la sentencia que intervenga sobre la cuenta debe tener el cálculo de los
gastos e ingresos y un cálculo exacto. Más no es necesario, en una decisión en rendición
de cuenta que el cálculo sea preciso cuando los gastos e ingresos son establecidos por
éstas. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile. t. 3, n. 14-15, p. 334).

La sentencia que interviene a raíz de un proceso de rendición de cuenta forma un sólo


documento conjuntamente con el acta de proceso verbal instrumentada por el juez
comisario, por lo que las omisiones de la sentencia pueden ser suplidas por el contenido
de dicha acta. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile. t. 3, n. 16, p. 334).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver nota al final del título.

ARTÍCULO 542

Si la parte que deba recibir una cuenta no compareciere, el juez comisario dará su
informe en el día indicado por él. Las partidas de la cuenta se aprobarán cuando
estén justificadas. El cuentadante, si estuviere alcanzado, conservará los fondos
sin interés; y si no se tratare de cuenta de tutela, el cuentadante constituirá
fiador, o hará el depósito de la suma.

Tabla de Contenido

§1. Defecto.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Defecto.

La persona que debe recibir la cuenta puede proceder ante el juez comisario, sin
requerírseles ministerio de abogado para solicitar una ejecutoria en el caso del artìculo
535 del Código de Procedimiento Civil, pero en caso de que no poseyere abogado o si de
tenerlo este no concluye, es considerado como defectuante. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. t. 3, n.1-2, p.346).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver nota al final del título.

NOTA: El Proyecto simplifica lo que es este procedimiento de rendición de cuentas, que se


presenta en nuestro Código actual tan largo y complicado, estableciendolo de un modo
más general en sus artículos 1701-1704 estabecen que toda persona que ha sido
encargada de la administración de bienes de otro o encargado de la realización de un acto
por cuenta de otro estará obligado a rendir cuenta de su gestión. Se da competencia,
según el caso, al tribunal del domicilio del administrador o al juez que lo ha comisionado,
para conocer de las demandas en rendición de cuentas. En cuanto a los tutores, se da
competencia al tribunal del lugar en donde se ha conferido la tutela. También se establece
que ninguna demanda en rendición de cuentas será admisible a menos que sea para
enmendar un error, una omisión o una presentación inexacta. El artículo 1704 no es
nuevo, pues es el mismo que el actual artículo 530.
602

TÍTULO V

DE LA LIQUIDACIÓN DE LOS GASTOS Y COSTAS


(Derogado por la Ley No. 302 del 18 de junio de 1964 sobre honorarios de los
abogados)

La liquidación de los gastos es la operación consistente en determinar en juicio las sumas


adeudadas por una o varias de las partes condenadas en costas, en concepto de gastos
del pleito, y que tiene por objeto perseguir su cobro. (Capitant, Henri. 1966. Vocabulario
jurídico. p.352).

ARTÍCULOS 543 y 544

Derogados y sustituídos por los Arts. 9 a 13 de la Ley No. 302 del 18 de junio de
1964, cuyos textos son los siguientes:

Artículo 9

Los abogados, después del pronunciamiento de la sentencia condenatoria en


costas, depositarán en secretaría un estado detallado de sus honorarios y de los
gastos de la parte que representen, el que será aprobado por el juez o presidente
de la corte en caso de ser correcto en los cinco días que sigan a su depósito en
secretaría.

Párrafo I
La liquidación que intervenga será ejecutoria, tanto frente a la parte contraria, si
sucumbe, como frente a su propio cliente, por sus honorarios y por los gastos que
haya avanzado por cuenta de éste.

Párrafo II
La parte gananciosa que haya pagado los honorarios a su abogado así como los
gastos que éste haya avanzado, podrá repetirlo frente a la parte sucumbiente que
haya sido condenada al pago de los gastos y honorarios.

Párrafo III
Cuando exista pacto de cuota litis, el juez o el presidente de la corte a quien haya
sido sometida la liquidación no podrá apartarse de lo convenido en él, salvo en lo
que violare las disposiciones de la presente ley. El pacto de cuota litis y los
documentos probatorios de los derechos del abogado estarán exonerados en
cuanto a su registro o transcripción del pago de todos los impuestos, derechos
fiscales o municipales.

Artículo 10

Cuando los gastos y honorarios sean el producto de procedimiento contencioso


administrativo, asesoramiento, asistencia, representación o alguna otra actuación
o servicio que no puedan culminar o no haya culminado en sentencia condenatoria
en costas, el abogado depositará en la secretaria del juzgado de Primera instancia
de su domicilio un estado detallado de sus honorarlos y de los gastos que haya
avanzado por cuenta de su cliente, que será aprobado conforme se señala en el
artículo anterior. Los causados ante el Tribunal de Tierras, serán aprobados por
el Presidente del Tribunal de Tierras.
603

Artículo 11

Cuando haya motivo de queja respecto de una liquidación de honorarios o de


gastos y honorarlos, se recurrirá por medio de instancia al tribunal inmediato
superior pidiendo la reforma de la misma. La impugnación de los causados ante
la Suprema Corte de Justicia se hará por ante esa Corte en pleno.
El secretario del tribunal apoderado, a más tardar a los dos días de haber sido
depositada la instancia, citará a las partes por correo certificado para que el
diferendo sea conocido en Cámara por el presidente del tribunal o corte
correspondiente, quien deberá conocer del caso en los diez días que sigan a la
citación. Las partes producirán sus argumentos y conclusiones y el asunto será
fallado sin más trámites ni dilatorias dentro de los diez días que sigan al
conocimiento del asunto.
La decisión que intervenga no será susceptible de oposición, será ejecutoria
inmediatamente y tendrá la misma fuerza y valor que tienen el estado de
honorarios y el estado de gastos y honorarios debidamente aprobados conforme al
artículo 9.

Artículo 12

Todos los Honorarios de los abogados y los gastos que hubieren avanzado por
cuenta de su cliente gozarán de un privilegio que primará sobre los de cualquier
otra naturaleza, sean mobiliarios o inmobiliarios, establecidos por la ley a la
fecha de la presente, excepto los del Estado y los Municipios.

Artículo 13

En la ejecución de los créditos líquidos conforme a la presente ley -serán


aplicables los artículos 149, 150, 153, 154, 155, 156, 157, 158, 159, 160,161,
162, 163, 164, 165 y 166 de la Ley de Fomento Agrícola No. 6186 de fecha 12 de
febrero de 1963, en los casos en que la ejecución se haga por vía de embargo
inmobiliario.

Tabla de Contenido

§1. Liquidación de las costas.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver artículos 130 y s. del presente Código.

§1. Liquidación de las costas.

En materia ordinaria, los gastos son aprobados por el juez o el presidente de la corte, en
virtud del estado de gastos presentado por el abogado. Los abogados no podrán perseguir
el pago de los honorarios antes de habérsele aprobado el estado. Una vez aprobados el
abogado podra ejercer sus persecuciones, sea contra su cliente, sea, si se trata del
abogado de la parte gananciosa, contra el perdiente. (Morel, René. Traité Élémentaire de
Procédure Civile. p.703).

El estado detallado de los gastos y honorarios de los abogados, una vez aprobados por el
juez o el presidente de la corte que correspondiere, constituirá un título ejecutorio tanto
frente a la parte contraria, si sucumbe, como frente a su propio cliente por los honorarios
604

y los gastos que hubiere avanzado el abogado. Este mismo procedimiento se empleará
cuando exista un pacto de cuota litis, en cuyo caso el juez o presidente de la corte a quien
se haya sometido la liquidación, no podrá apartarse de lo convenido en dicho pacto.
(Tavares hijo, Froilan. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta. ed.,
p. 18).

§2. Proyecto de código de Procedimiento Civil.

Estos artículos no son incorporados al Proyecto.

TÍTULO VI

REGLAS GENERALES PARA


LA EJECUCIÓN DE LAS SENTENCIAS Y ACTOS

ARTÍCULO 545

(Mod. por la Ley No. 679 del 23 de mayo de 1934). Tienen fuerza ejecutoria las
primeras copias de las sentencias y otras decisiones judiciales y las de los actos
notariales que contengan obligación de pagar cantidades de dinero, ya sea
periódicamente o en época fija; así como las segundas o ulteriores copias de las
mismas sentencias; y actos que fueren expedidas en conformidad con la ley en
sustitución de la primera.

Párrafo.- Sin perjuicio de las demás atribuciones que les confieren las leyes, es
obligación general de los representantes del ministerio público, de los alguaciles y
de los funcionarios a quienes está encomendado el depósito de la fuerza pública
prestar su concurso para la ejecución de las sentencias y actos que conforme a
este artículo estén investidos de fuerza ejecutoria, siempre que legalmente se les
requiera a ello

Tabla de Contenido

§1. Título ejecutorio. En qué consiste. Naturaleza.


§2. Enumeración. Marco general.
A. Sentencias judiciales.
B. Actos notariales.
C. Laudos arbitrales.
D. Duplicado del certificado de título.
E. Títulos ejecutorios administrativos.
a. Características.
b. Ejecutor del Título.
c. Obligación legal.
§3.Notificación del titulo que sirve de base para la ejecución.
§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Título ejecutorio. En qué consiste. Naturaleza.


605

Es el título revestido de la fórmula ejecutiva. (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico.


p.544).

Para trabar las medidas ejecutorias es necesario que el acreedor tenga un título
ejecutorio, o sea, un documento con fe reconocida por el legislador para justificar uno
cualquiera de los embargos ejecutorios previstos por las leyes. (Germán Mejía, Mariano.
1992. Vías de Ejecución. t.I, 2da. ed., p.232).

Los títulos ejecutorios son los instrumentos en virtud de los cuales se permite una
ejecución. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v. IV, 4ta. ed., p. 9).

La ley designa como título ejecutorio, no al acto mismo que tiene fuerza ejecutoria, sino a
una copia o expedición de ese acto. Es un instrumento, una copia o expedición del acto.
(Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta.
ed., pp.10,13).

Los títulos ejecutorios deben poseer: la mención de la fórmula ejecutoria; la identificación


de la obligación de ejecutar; la identificación del deudor. (Guinchard Serge et Moussa,
Tony. 1998. Droit et Practique Des Voies D’Execution. p.10).

§2. Enumeración. Marco general.

La ley ha enumerado taxativamente los títulos que tienen fuerza ejecutoria, por lo que no
hay lugar a una interpretación extensiva. a) las sentencias condenatorias de los
tribunales judiciales nacionales; b) las decisiones de los órganos administrativos estatales
y del tribunal de lo Contencioso Administrativo; c) las decisiones arbitrales; d) los actos
notariales que contienen la obligación de pagar sumas de dinero; e) los duplicados de los
certificados de títulos y las cartas constancias expedidas de acuerdo con el Artículo 170
de la Ley de Registro de Tierras, son los títulos que la doctrina ha calificado como títulos
ordinarios, que son los que se oponen a los títulos ejecutorios administrativos. (German
M., Mariano. 1992. Vias de Ejecución. t.1, nn.158-160, pp. 233-234; Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta. ed., pp. 10-13).

También lo son: a) las decisiones de los órganos administrativos estatales y del tribunal
de lo contencioso administrativo; b) las decisiones arbítrales. (Germán Mejía,
Mariano.1992. Vías de Ejecución. t.I, n.160, p. 234).

La ley francesa delimita en seis, los títulos ejecutorios: (i) Las decisiones jurisdiccionales
y del orden administrativo con fuerza ejecutorias; (ii) Las sentencias extranjeras y los
laudos arbitrales que hayan adquirido la fuerza de cosa irrevocablemente juzgado y
provisto de exequátur; (iii) Los extractos de procesos verbales de conciliación firmadas por
el juez y las partes; (iv) Los actos notariales revestidos de fuerza ejecutoria; (v) los títulos
rendidos por las personas morales del derecho publico con poder conferidos por leyes.
(Guinchard ,Serge et Moussa, Tony. 1998. Droit et Practique Des Voies D’Execution. p.9).

Constituye un título ejecutorio la hoja de ajuste firmada por las partes o por los peritos,
según el caso, y visada por el juez de paz. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta.ed., p.13).

Es un título ejecutorio, la sentencia de adjudicación en el procedimiento de embargo


inmobiliario, acto que emana de un tribunal pero que no tiene un verdadero carácter
606

jurisdiccional, salvo que decida sobre algún incidente. (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta.ed., v.IV, p.10).

Los títulos ejecutorios que permiten el embargo conservatorio son: a) la sentencia


condenatoria, aún cuando sea susceptible de un recurso ordinario o que ha sido objeto
del mismo; b) el auto o autorización del juez competente en ausencia de sentencia
condenatoria; c) el acto auténtico o el acto bajo firma privada cuando se trata de embargo
retentivo; d) el mandamiento de pago luego de vencido el plazo de un día, en el caso de
embargo de locación. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t.I, 2da. ed.,
p.215).

El embargo retentivo puede ser trabado: a) en base a una sentencia con la autoridad
definitiva e irrevocable de cosa juzgada o bien una sentencia no susceptible de ningún
recurso suspensivo de ejecución, es decir con un título ejecutorio; (b) una sentencia
susceptible o atacada mediante un recurso ordinario; (c) un permiso del juez competente;
(d) un testamento, ya que él autoriza al legatario a tomar la medida conservatoria que sea
necesario para garantizarse la ejecución de su legado; (e) un acto notarial que contiene
una deuda de suma de dinero determinada, en un solo plazo o periódicamente; (h) acto
bajo firma privada. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t.I, 2da. ed., p.226).

Todos aquellos títulos que permiten los embargos ejecutorios, también son suficientes
para la inscripción de una hipoteca judicial definitiva. (Germán Mejía, Mariano. 1992.
Vías de Ejecución. t.I, 2da. ed., p.214).

A. Sentencias judiciales.

Cuando un crédito es reconocido judicialmente, la sentencia que lo contiene constituye


un título ejecutorio cuando adquiere la autoridad de la cosa irrevocablemente juzgada.
(Sent. SCJ. 24 de junio del 1998. B.J. 1051.132-145, citada por: Luciano Pichardo, Rafael.
2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil. t.I, p. 674).

El beneficiario de una sentencia condenatoria al pago de una suma de dinero, tiene un


título que le permite trabar todo tipo de medida conservatoria, tanto mobiliaria como
inmobiliaria, aunque haya sido recurrida en apelación o en oposición, o bien sea
susceptible de cualquiera de estos recursos. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de
Ejecución. t.I, 2da. ed., p. 218).

En ausencia de sentencia condenatoria, el acreedor puede trabar las medidas


conservatorias con una autorización del juez competente. Es éste entonces quien
controla las condiciones relativas al crédito, prueba y monto del mismo y si hay realmente
la urgencia requerida para la autorización de la medida. (Germán Mejía, Mariano. 1992.
Vías de Ejecución. 2da. ed. t. I, pp. 221-225).

Las sentencias condenatorias dictadas por los órganos del Poder Judicial, son
consideradas títulos ejecutorios siempre que se sometan a los requisitos siguientes: a)
que sean condenatorias, es decir que impongan la obligación de pagar; la obligación debe
ser de suma de dinero ya que esta característica esencial es la que diferencia a los
embargos de otras ejecuciones; b) haber sido dictadas por los tribunales nacionales, las
decisiones de los tribunales extranjeros sólo podrán ser ejecutadas en el territorio
dominicano, luego que han sido provistas del correspondiente permiso de ejecución o
607

exequátur; c). haber sido expedidas por funcionario competente, que en el caso específico
de las sentencias es el secretario del tribunal que las dicta; d) haber sido expedidas en la
forma prevista por la ley; y e) deben tener fuerza ejecutoria. Se benefician de ella, en
primer lugar, aquellas sentencias provistas de autoridad de cosa juzgada; en segundo
lugar, las sentencias que no son susceptibles ni atacadas por ningún recurso suspensivo
de ejecución; y en tercer lugar, las sentencias que se benefician de una ejecución
provisional no obstante cualquier recurso. (Germán Mejía, Mariano.1992.Vías de
Ejecución. t. I, nn.161-164, pp.234-237).

La primera copia ejecutoria de la sentencia es la que el secretario esta obligado a expedir


a la parte que ha obtenido ganancia de causa, y solamente a ella en esa calidad. Esta
primera copia ejecutoria de la sentencia es un titulo ejecutorio, en cuya virtud la parte
gananciosa puede ejercer las vias de ejecucion contra la parte perdidosa. (Tavares hijo,
Froilan.2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.II, 8va. ed., p. 428).

Posteriormente a su expedición las sentencias deberán ser registradas. No se trata ya de


una formalidad exigida para que ellas tengan fuerza ejecutoria ni autenticidad, sino un
procedimiento establecido con un interés fiscal, como ocurre con otros actos auténticos.
(Germán Mejía, Mariano, 1992. Vías de Ejecución, t.I, 2da. ed., p.237).

B. Actos notariales.

La persona que se obliga, ante notario, al pago de cantidades de dinero “ya sea
periódicamente, o en época fija”, confiere a su acreedor un título ejecutorio, que lo
dispensa de ejercer una acción en justicia, y le da el derecho de perseguir la ejecución
forzada, esto es de embargar los bienes de su deudor. (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.11).

La simple lectura del Art. 545 del Código de Procedimiento Civil Dominicano evidencia la
intención del legislador de excluir de los títulos ejecutorios tanto a los demás actos, que
aunque siendo auténticos no son notariales y a aquellos que aún siendo notariales
contienen obligaciones distintas a la de pagar cantidades de dinero. (Germán Mejía,
Mariano. 1992. Vías de Ejecución. 2da ed., t.I, p.251).

Es la naturaleza de la obligación contenida en dichos actos la que unida al hecho de que


la declaración o la aceptación de la deuda se haya realizado en presencia de un notario lo
que da al crédito la obligación asimilable a la contenida en una sentencia condenatoria
con autoridad de cosa juzgada. Por lo que forma y contenido están indisolublemente
unidos en estos títulos ejecutorios. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t.I,
2da. ed., pp.255-256).

Para que un acto notarial se considere auténtico y por ende susceptible de ser
considerado un título ejecutorio debe reunir las siguientes condiciones: (a) haber sido
levantado por oficiales públicos, llámese notarios; (b) que los oficiales públicos tengan
capacidad para actuar en el lugar donde se levantan los actos; (c) que los actos hayan
sido levantados respetando las solemnidades de la ley; (d) que los actos hayan sido
registrados. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. 2da. ed., t.I, pp.252-253).

Además de auténticos los actos que contengan obligación de pagar cantidades de dinero,
deben ser notariales, para que puedan ser considerados como títulos ejecutorios. La
presencia de los oficiales públicos llamados notarios es lo que les particulariza y pone el
sello característico como actos auténticos ejecutorios. Es la que determina que ellos se
puedan ejecutar no por vía de acción sino de ejecución (Nouveau Code de Procédure Civile,
608

Art. 545, n. 289. Dalloz, 1913, citado por German M., Mariano. 1992. Vias de Ejecución. t.1,
n.175, p. 253).

Si bien el término para el pago de las cantidades de dinero no influye en la validez de


estos actos, puesto que el mismo legislador así lo previó al consagrar en el mismo artículo
545 del Código de Procedimiento Civil que la obligación puede ser periódicamente o en
época fija, no sucede lo mismo con la condición, ya que ella le restaría al crédito
certidumbre y exigibilidad y por tanto no podría ser causa de una medida ejecutoria
propiamente dicha. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. 2da ed. t.I, p.256).

“ (…) al ser de interpretación estricta la disposición legal a que se acaba de hacer


referencia, las expresiones ya sea periódicamente o en época fija, que figuran, de manera
esencial, en dicha disposición, no pueden, contrariamente a la tesis que sostiene el actual
recurrente, ser extendida a casos no comprendidos en el significado verdadero de esas
expresiones; que, por la frase época fija, el legislador ha querido referirse y se ha referido
a fecha o espacio de tiempo discutible y materialmente determinado, y, por la palabra
periódicamente, ha querido expresar, y ha expresado, igualmente, que el pago a que alude
debe ser efectuado sucesivamente, esto es, en fechas o épocas determinadas y sucesivas,
que, en tal virtud, los actos notariales que contengan obligación de pagar cantidades de
dinero pero no a presentación ni a simple condición, no se encuentran comprendidos en
la disposición excepcional que contiene, según se ha expuesto, ya, el artículo 1ro de la
supra indicada ley.” (Sent. SCJ. 24 de febrero de 1942. B.J. 379.101. Citada por: Germán
Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. 2da. ed., t.I, pp.256-257).

C. Laudos arbitrales.

Las decisiones arbítrales, al igual que las sentencias de los tribunales judiciales
nacionales, son títulos ejecutorios, siempre que reúnan las condiciones siguientes: 1-que
estén provistas de exequátur, y 2- que no sea susceptible de ningún recurso suspensivo.
(Germán Mejía, Mariano. 1992.Vías de Ejecución. t.I, n.166, pp. 241-242).

Las decisiones arbitrales no producen hipoteca judicial, mientras no estén provistos del
mandato judicial de ejecución y los fallos que se hayan dado en país extranjero, mientras
no se declaren ejecutivos por un tribunal de la República, como tampoco podrán usarse
como títulos para las demás medidas conservatorias. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías
de Ejecución. t. I, 2da. ed., p. 219).

D. Duplicado del certificado de título.

"Tienen fuerza ejecutoria los duplicados de certificados de títulos o las constancias


expedidas a los acreedores privilegiados o hipotecarios". (Párrafo del artículo 219 de la Ley
de Registro de Tierras).

La fuerza probatoria, reside en el original del certificado de título, las copias del
certificado de título y el duplicado, expresión esta última de carácter técnico jurídico, que
significa: copia del certificado de título que el registrador de títulos entrega al titular de
cada derecho registrado en el certificado original de título. (Sent. SCJ. 23 de abril del
1998. B.J. 1049.146).

Ni a las copias certificadas ni a las certificaciones mencionadas podrá atribuirse la fuerza


ejecutoria a que hacen referencia los artículos 219 y 258 de la Ley de Registro de Tierras
609

para los Duplicadas Certificados de Títulos o de las constancias que son expedidos en
favor de los acreedores privilegiados o hipotecarios. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías
de Ejecución. t.I, 2da. ed., p. 261).

Al igual que los demás títulos ejecutorios, los Duplicados Certificados de Títulos sólo
pueden servir de base a los embargos, cuando consagran la obligación de una suma
dinero. El crédito consignado en el Duplicado Certificado de Título debe estar vencido, es
decir ser exigible; condición ésta referente al crédito que sirve de causa al embargo de
acuerdo con las previsiones del Articulo 551 del Código de Procedimiento Civil, pero que
está íntimamente ligada a la validez del título. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de
Ejecución. t. I, 2da. ed., p.264).

El campo de aplicación del duplicado de certificado de título está reducido al embargo


inmobiliaria del bien objeto de la garantía, hasta que no se haya verificado una
insuficiencia del previo obtenido con la venta. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de
Ejecución. t.I, 2da. ed., p.264).

La fuerza ejecutoria de los Duplicados de Certificados de Títulos está reservada a las


personas en cuyo favor está registrado el derecho o interés. Es por lo que debe
entenderse como un error legislativo el haber empleado el concepto fuerza ejecutoria en el
articulo 173 de la Ley de Registro de Tierras, cuando debió decir fuerza probatoria.
(Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. 2da ed. t.I, p.262).

El origen del crédito que da lugar al Certificado de Título no se toma en consideración;


puede ser convencional, judicial y legal. Independientemente de su fuente el crédito que
aparece consignado en un Certificado de Títulos tiene la ventaja de beneficiarse de la
imprescriptibilidad propia del título en el cual aparece; lo que no implica que de manera
alguna la ejecución del crédito se beneficie de ningún procedimiento particular, ya que
siendo el embargo inmobiliario de la competencia del tribunal de derecho común. (Álvarez
Sánchez, Arístides.1982. Estudio de la Ley de Tierras. p. 534).

Al igual que los demás títulos auténticos, los Duplicados Certificados de Títulos pueden
ser objeto de una impugnación por falsedad, ya principal, ya incidental; ya antes de
iniciar la persecución, ya después de iniciada ésta. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías
de Ejecución. t. I, 2da. ed., p. 264).

E. Títulos ejecutorios administrativos.

La ley designa como títulos ejecutorios administrativos: a) las autos aprobatorios de los
estados de costas; (b) las hojas de ajuste de cuentas expedidas de conformidad; c)
mandamiento, cuenta o factura de colocación expedida por el Juez Comisario en materia
de distribución o prorrata; d) las ordenanzas del Juzgado de Primera Instancia dictadas a
requerimiento del Estado y sus instituciones. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de
Ejecución. t. I, 2da. ed., p.266).

El crédito que resulta de las costas distraídas en favor del abogado está garantizado en su
cobro tanto en relación al cliente, como respecto a los acreedores de éste y a los
acreedores de la contraparte de su cliente y asimismo se beneficia de ciertas exenciones
fiscales. Estas prerrogativas, obviamente, no son ajenas al título que surge de él.
(Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t. I, 2da. ed., p.268).
610

¨La ordenanza o auto de de primera instancia sobre estado de gastos y honorarios debe
ser recurrida, en caso de inconformidad, ante el tribunal inmediato superior, mediante
instancia y no en la forma prescrita para los emplazamientos en el Código de
Procedimiento Civil¨. (Sent. SCJ. 10 de marzo de 1999, B.J.1060.85-91. Citada por:
Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil . p.354).

La hoja de ajuste de cuentas se trata de un título que sólo puede obtenerse mediante el
agotamiento de los procedimientos estrictos previstos por la Ley sobre Venta Condicional
de Muebles, pero que una vez obtenido trasciende su ámbito, por cuanto en base a él
puede el acreedor trabar cualquier tipo de embargo sobre los bienes del deudor. (Germán
Mejía, Mariano, 1992. Vías de Ejecución, t.I, 2da. ed., p.276).

El origen de la hoja de ajuste es eminentemente contractual y el procedimiento de


obtención es extrajudicial; pudiendo ser reglamentado por la partes en el contrato.
(Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t.I, 2da. ed., p. 276).

Para que la hoja de ajuste de cuentas constituya un título ejecutorio, la primera condición
requerida es que el acta levantada tenga como causa un contrato válido regido por la Ley
No. 483 (…) que se trate de muebles que puedan individualizarse por una numeración u
otros signos (…) que la venta se haya realizado por escrito. La segunda condición es que
la venta se haya resuelto conforme a la Ley No. 483 y que una vez se haya producido la
resolución y la reivindicación de la cosa por parte del vendedor se haya agotado el
procedimiento de ajuste hasta culminar con la redacción de la hoja de ajuste, firmada por
las partes o los peritos, dependiendo del caso, y visado por el juez de paz competente,
funcionario que le otorga autenticidad al mismo. La tercera condición es que una parte
haya resultado acreedora de la otra. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t.
I, 2da. ed., pp. 279-281).

La hoja de ajuste de cuentas es un título ejecutorio en favor de la persona que haya


resultado acreedora al momento de realizarse la tasación; sin que haya lugar a distinguir
entre comprador y vendedor originales. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución.
t. I, 2da. ed., p. 281).

El mandamiento, cuenta o factura de colocación en materia de distribución o prorrata y


de orden tiene la particularidad de ser un título que aparece a posteriori a los embargos
ejecutorios, los cuales deben llevarse a cabo en base a títulos ejecutorios. Por lo que unas
veces el título ejecutorio original del acreedor persiguiente; y otras veces es el resultado
del agotamiento de los procedimientos. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución.
t. I, 2da. ed., p.282).

El título ejecutorio proveniente de la ordenanza del Juez de Primera Instancia dictadas en


favor de las instituciones estatales se trata de un beneficio atribuido a las personas
tomando en cuenta los fines que están llamadas a cumplir: dar satisfacción a las
necesidades básicas de la mayoría de los miembros de la sociedad a través de los servicios
públicos y cumplir con los demás objetivos sociales de su creación. (Germán Mejía,
Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t.I, 2da. ed., pp.294-295).
611

La ordenanza sólo podrá ser dada por el tribunal apoderado cuando las instituciones u
organismos públicos requerientes prueben que el término para efectuar el pago está
vencido. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t. I, 2da. ed., p. 296).

En base a este título se puede realizar un embargo tanto sobre bienes muebles como
inmuebles. Sin embargo, es un título que sólo puede ser otorgado a las instituciones
públicas, ya que su necesidad se basa en la urgencia del cobro de los créditos públicos.
(Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t. I, 2da. ed., p. 297).

Pese al carácter de título ejecutorio de la ordenanza del juez de primera instancia a favor
de las instituciones estatales, no está impedido el juez de los referimientos de suspender
su ejecución en virtud de los poderes extraordinarios que tiene, en los casos de urgencia;
como tampoco puede ella impedir a la parte contra quien se lleva a cabo la ejecución el
derecho que tiene de discutir la veracidad y el monto del crédito por ante el tribunal
judicial o administrativo competente, según cada caso. (Germán Mejía, Mariano. 1992.
Vías de Ejecución. t. I, 2da. ed., p. 298).

Tienen fuerza ejecutoria las decisiones recurridas ante el Tribunal Superior


Administrativo, en razón de que la parte condenada tiene la obligación de pagar
previamente para recurrir ante dicho tribunal y si no lo hace voluntariamente el
organismo correspondiente puede obligarlo por vía de embargo; salvo en los casos en que
la misma haya dispuesto lo contrario. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t.
I, 2da. ed., p. 241).

§3. Notificación del titulo que sirve de base para la ejecución.


Para trabar embargos el título debe ser notificado previamente, siendo ejecutorio en todo
el territorio del país aunque la ejecución se haga fuera de la jurisdicción del tribunal que
hubiere dictado la sentencia, o del lugar en que haya sido celebrado el acto; siendo
obligación de los funcionarios a quienes está encomendado el depósito de la fuerza
pública prestar su concurso para su ejecución, siempre que legalmente se les requiera a
ello. (Artículo 545 del Còdigo de Procedimiento Civil; Artículo 30 de la Ley no. 1542 del
11 de octubre de 1947; Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t. I, n.158, pp.
232-233).

§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo es dividido en varios artículos, (512-516). En estos se establece que la


sentencia que no es susceptible de recursos es ejecutoria, también las sentencias no
susceptibles de recursos suspensivos de ejecución la cual adquiere su fuerza a la
expiración del plazo del recurso si no se ejerció en el plazo previsto. Se establece que, en
cualquier caso, la sentencia tendrá fuerza ejecutoria a menos que el deudor se beneficie
de un plazo de gracia o el acreedor de una ejecución provisional. Se establece además que
las decisiones arbitrales no podrán producir hipotecas hasta que no estén provistas de un
mandato judicial de ejecución.

ARTÍCULO 546

Derogado y sustituido por el Art. 122 de la Ley No. 834 del 1ro de julio de 1978,
cuyo texto es el siguiente:
612

Artículo 122

Las sentencias rendidas por los tribunales extranjeros y los actos recibidos por los
oficiales extranjeros son ejecutorios en el territorio de la República de la manera y
en los casos previstos por la ley.

Tabla de Contenido

§1. Sentencias y actos expedidos en el extranjero.


A. Necesidad de exequátur.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Sentencias y actos expedidos en el extranjero.

Las decisiones de los tribunales extranjeros sólo pueden ser admitidas como ejecutorias
en la medida en que se pueda establecer una compatibilidad entre el Derecho Interno y
del Derecho Internacional. La admisión de las decisiones provenientes de países que
tienen tratado diplomático relativo a la materia con nuestra República, se rigen por las
disposiciones de los artículos 122 de la Ley No. 834 del 15 de julio de 1978, 2123 y 2128
del Código Civil y 3 de la Constitución, en combinación con las disposiciones de la
Convención sobre Derecho Internacional Privado firmado en La Habana, Cuba, el 13 de
febrero de 1928, debidamente aprobada por Resolución de nuestro congreso No. 1055 del
26 de noviembre de 1928; mientras que las provenientes de otros países que no tienen
esta condición quedan sometidas estrictamente al derecho local. Toda sentencia civil o
contencioso-administrativa dictada en uno de los Estados contratantes, tendrá fuerza
ejecutoria en la República Dominicana si reúne las siguientes condiciones: 1.- que el juez
o tribunal que la haya dictado tenga competencia para conocer y juzgar el asunto de
acuerdo con las reglas de la Convención citada; 2.- que las partes hayan sido citadas
personalmente o por medio de su representante legal; 3.- que el fallo no contravenga el
orden público o el derecho del país; 4.- que sea ejecutorio en el Estado de donde proviene;
5.- que haya sido traducida por un funcionario o intérprete oficial del país si proviniere de
un Estado con idioma diferente al nuestro; 6- que el documento en que conste reúna los
requisitos necesarios para ser considerado como auténtico en el Estado de donde procede
y en el nuestro (German M., Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t.I, n.170, p.247).

Los títulos descritos tendrán fuerza ejecutoria en la República, en la medida en que ellos
contengan o consagren una obligación de pagar una suma de dinero y hayan sido
provistos del correspondiente exequátur. (German Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución.
t. I, n.170, p.248).

A. Necesidad de exequátur.

El exequátur es la decisión por la cual un tribunal de primera instancia autoriza la


ejecución en Francia (léase Rep. Dom.) de una sentencia o acto extranjero. La decisión se
dicta previo examen de la forma y el fondo (salvo convención diplomática contraria, en lo
concerniente al fondo), comprobación del carácter definitivo y ejecutivo del acto o
sentencia en el país de origen, y su conformidad con el orden público interno. (Capitant,
Henri. 1966. Vocabulario jurídico. p. 269).

Es necesario el exequátur para que las sentencias de los tribunales de los países
firmantes de la Convención puedan ser ejecutadas en cada uno de ellos, sin embargo, la
competencia para otorgarlo, el procedimiento a seguir, las facultades para otorgarlo o no,
los recursos contra la decisión que intervenga y la forma mediante la cual deberá
613

ejecutarse en caso de otorgamiento, han sido dejadas a la solución de la legislación


interior de cada país. La demanda en solicitud del exequátur deberá ser llevada por ante
el tribunal civil del domicilio o residencia del demandado y si éste no tiene domicilio ni
residencia en el país, deberá elegirse el tribunal donde el demandado tenga bienes y en
ausencia de todas estas condiciones, la demanda será llevada por ante el tribunal del
domicilio del demandante. La demanda será introducida mediante acto de
emplazamiento, se conocerá en audiencia pública, previo emplazamiento, con un término
no menor de 20 días, tanto a la parte contra quien se pretende la ejecución como al
ministerio público (Art. 426 de la Convención). En la audiencia la parte demandante
solicitará que la sentencia pronunciada por el tribunal extranjero sea declarada válida en
la República Dominicana y que por tanto tendrá fuerza ejecutoria como si hubiera sido
dictada por un tribunal dominicano; que sea condenada nuevamente la parte demandada
al pago de la suma consignada en la sentencia cuya autorización de ejecución se solicita,
así como al pago de las costas del procedimiento. ( Salvador Jorge Blanco. 1992.
Formulario de las Vías de Ejecución, Santo Domingo, 1969, p. 29, citado por Germán M.,
Mariano. 1992. Vías de Ejecución, t.1, n.170-171, p. 248-249).

El tribunal apoderado de la demanda tiene facultades para acoger o negar la demanda


(Artículos 429 y 430 de la Convención) y para tomar decisión tiene el derecho de revisar
el contenido y la forma de la sentencia extranjera (Cas. 30 de marzo de 1938, B. J. 332, P.
120), sobre todo para verificar si en ella se cumplen o no las condiciones previstas por el
Artículo 423 de la Convención y si se tratara de otro tipo de decisión las condiciones
previstas para ella por la convención mencionada. La sentencia dictada con motivo de la
demanda es susceptible de los recursos ordinarios y extraordinarios previstos por nuestro
derecho (Art. 425 de la Convención), inclusive del recurso de casación (Cas. 30 de marzo
de 1938, B. J. 332, P. 120). No será ejecutoria mientras sea susceptible de un recurso
suspensivo de ejecución, en aplicación de lo dispuesto por el Artículo 113 de la Ley No.
834 del 15 de julio de 1978. Una vez que la sentencia dictada haya adquirido la autoridad
de cosa juzgada, sus efectos dependerán de si el exequátur ha sido negado o acordado. Si
ha sido negado se devolverá la ejecutoria al que la hubiese presentado (Art. 429 de la
Convención). Si ha sido acordado, la decisión extranjera podrá ejecutarse en todo el
territorio de la República como si se tratara de una decisión de un tribunal dominicano
(Art. 547 del C: de Proc. Civ.; Caso 30 de marzo de 1938, B. J. 332, P. 120) Y su ejecución
se ajustará a los trámites determinados por las leyes dominicanas (Art. 430 de la
Convención) y no a los trámites determinados por las leyes del país de donde proviene. No
son ejecutorias ni recibirán exequátur las sentencias pronunciadas por tribunales
extranjeros y los actos auténticos, provenientes de aquellos países que no son partes de la
Convención de La Habana de 1928, en razón de la relatividad de los tratados
internacionales, y en segundo lugar, en razón de que el respeto a la soberanía del Estado
Dominicano consagrada en nuestra constitución. (Arts. 2 y 3) (Germán M., Mariano. 1992.
Vias de Ejecución, t.1, n.171, pp. 449-451).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo es modificado por los artículos 518-521 del Proyecto los cuales establecen
bajo cuales condiciones una sentencia o acto extranjero es susceptible de ejecución en la
República. Se establece que no puede resultar la hipoteca de sentencias extranjeras a
menos que se declaren ejecutorias por un tribunal dominicano. Además se establece que
los contratos realizados en el extranjero no pueden producir hipotecas sobre bienes que
radiquen en la República. Todo esto sin perjuicio de los tratados internacionales. También
se establece la competencia del juzgado de primera instancia para conocer de las
demandas en reconocimiento y en exequátur de las decisiones judiciales extranjeras y de
actos públicos extranjeros.
614

ARTÍCULO 547

Las sentencias pronunciadas y los actos celebrados en la República Dominicana


serán ejecutivos en todo el territorio, sin necesidad de pase o exequátur, aunque la
ejecución se haga fuera del radio de la jurisdicción del tribunal que hubiere
pronunciado la sentencia, o del lugar en que los actos se hubieren celebrado.

Tabla de Contenido

§1. Ejecución de títulos extranjeros.


A. Condiciones de recibilidad.
B. Exequátur.
§2. Ejecución de los títulos en el país.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Ejecución de títulos extranjeros.

A. Condiciones de recibilidad.

¨Las decisiones de los tribunales extranjeros sólo pueden, pues, ser admitidas como
ejecutorias en la medida en que se pueda establecer una compatibilidad entre el Derecho
Interno y del Derecho Internacional¨. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución, t.1,
n.170, p.247).

La admisión de las decisiones provenientes de países que tienen tratado diplomático


relativo a la materia con nuestra República, se rigen por las disposiciones de los artículos
122 de la Ley No. 834 del 15 de julio de 1978, 2123 y 2128 del Código Civil y 3 de la
Constitución, en combinación con las disposiciones de la Convención sobre Derecho
Internacional Privado firmado en La Habana, Cuba, el 13 de febrero de 1928,
debidamente aprobada por Resolución de nuestro congreso No. 1055 del 26 de noviembre
de 1928; mientras que las segundas provenientes de otros países que no tienen esta
condición quedan sometidas estrictamente al derecho local. (Germán Mejía, Mariano.
1992. Vías de Ejecución, t.1, n.170, p.247).

Toda sentencia civil o contencioso-administrativa dictada en uno de los Estados


contratantes, tendrá fuerza ejecutoria en la República Dominicana si reúne las siguientes
condiciones: 1.- que el juez o tribunal que la haya dictado tenga competencia para
conocer y juzgar el asunto de acuerdo con las reglas de la Convención citada; 2.- que las
partes hayan sido citadas personalmente o por medio de su representante legal; 3.- que el
fallo no contravenga el orden público o el derecho del país; 4.- que sea ejecutorio en el
Estado de donde proviene; 5.- que haya sido traducida por un funcionario o intérprete
oficial del país si proviniere de un Estado con idioma diferente al nuestro; 6- que el
documento en que conste reúna los requisitos necesarios para ser considerado como
auténtico en el Estado de donde procede y en el nuestro. (Germán Mejía, Mariano.1992.
Vías de Ejecución, t.1, n.170, p.247).

Igualmente tendrán fuerza ejecutoria en el país las sentencias dictadas en cualquiera de


los países contratantes, por los árbitros o amigables componedores, siempre que el
asunto que las motiva pueda ser objeto de compromiso conforme a la legislación del país
(Art. 432 de la Convención); las sentencias civiles dictadas en uno cualquiera de los
Estados Contratantes por un tribunal internacional, en relación a personas o intereses
privados (Art. 433 de la Convención); las disposiciones dictadas en actos de jurisdicción
voluntaria en materia de comercio, por jueces o tribunales de un Estado contratante o por
615

sus agentes consulares (Art. 434 de la Convención); las resoluciones en los actos de
jurisdicción voluntaria en materia civil procedentes de un Estado contratante, si reúnen
las condiciones exigidas por la Convención para la eficacia de los documentos otorgados
en país extranjero y proceden de juez o tribunal competente (Art. 435 de la Convención).
Las sentencias dictadas en materia penal, en lo que toca a la responsabilidad civil y a sus
efectos sobre los bienes del condenado, si han sido dictadas por un juez o tribunal
competente según la Convención y cumplen las demás condiciones señaladas en los
Artículos 423 a 433 de la Convención. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución,
t.1, n.170, p. 248).

Los títulos descritos tendrán fuerza ejecutoria en la República, en la medida en que


contengan o consagren una obligación de pagar una suma de dinero y hayan sido
provistos del correspondiente exequátur. (Germán Mejía, Mariano.1992. Vías de Ejecución,
t.1, n.170, p. 248).

B. Exequátur.

“Es necesario el exequátur para que las sentencias de los tribunales de los países
firmantes de la Convención puedan ser ejecutadas en cada uno de ellos, sin embargo, la
competencia para otorgarlo, el procedimiento a seguir, las facultades para otorgarlo o no,
los recursos contra la decisión que intervenga y la forma mediante la cual deberá
ejecutarse en caso de otorgamiento, han sido dejadas a la solución de la legislación
interior de cada país.” (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución, t.1, n.170, p.248-
249).

La demanda en solicitud del exequátur deberá ser llevada por ante el tribunal civil del
domicilio o residencia del demandado y si éste no tiene domicilio ni residencia en el país,
deberá elegirse el tribunal donde el demandado tenga bienes y en ausencia de todas estas
condiciones, la demanda será llevada por ante el tribunal del domicilio del demandante.
(Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución, t.1, n.171, p.249).

La demanda será introducida mediante acto de emplazamiento, se conocerá en audiencia


pública, previo emplazamiento, con un término no menor de 20 días, tanto a la parte
contra quien se pretende la ejecución como al ministerio público (Art. 426 de la
Convención). En la audiencia la parte demandante solicitará que la sentencia
pron.unciada por el tribunal extranjero sea declarada válida en la República Dominicana
y que por tanto tendrá fuerza ejecutoria como si hubiera sido dictada por un tribunal
dominicano; que sea condenada nuevamente la parte demandada al pago de la suma
consignada en la sentencia cuya autorización de ejecución se solicita, así como al pago de
las costas del procedimiento (Germán Mejía, Mariano. 1992., Vías de Ejecución, t.1, n.171,
p.249).

“El tribunal apoderado de la demanda tiene facultades para acoger o negar la demanda
(Am. 429 Y 430 de la Convención) y para tomar decisión tiene el derecho de revisar el
contenido y la forma de la sentencia extranjera (Cas. 30 de marzo de 1938, B. J. 332, P.
120), sobre todo para verificar si en ella se cumplen o no las condiciones previstas por el
Artículo 423 de la Convención y si se tratara de otro tipo de decisión las condiciones
previstas para ella por la convención mencionada.”(Germán Mejía, Mariano. 1992., Vías de
Ejecución, t.1, n.171, p.249-250).

“La sentencia dictada con motivo de la demanda es susceptible de los recursos ordinarios
y extraordinarios previstos por nuestro derecho (Art. 425 de la Convención), inclusive del
recurso de casación (Cas. 30 de marzo de 1938, B. J. 332, P. 120). No será ejecutoria
mientras sea susceptible de un recurso suspensivo de ejecución, en aplicación de lo
616

dispuesto por el Artículo 113 de la Ley No. 834 del 15 de julio de 1978.” (Germán Mejía,
Mariano. 1992. Vías de Ejecución, t.1, n.171, p.250).

“Una vez que la sentencia dictada haya adquirido la autoridad de cosa juzgada, sus
efectos dependerán de si el exequátur ha ,sido negado o acordado. Si ha sido negado se
devolverá la ejecutoria al que la hubiese presentado (Art. 429 de la Convención). Si ha
sido acordado, la decisión extranjera podrá ejecutarse en todo el territorio de la República
como si se tratara de una decisión de un tribunal dominicano (Art. 547 del C: de Proc.
Civ.; Caso 30 de marzo de 1938, B. J. 332, P. 120) Y su ejecución se ajustará a los
trámites determinados por las leyes dominicanas (Art. 430 de la Convención) y no a los
trámites de- terminados por las leyes del país de donde proviene.” (Germán Mejía,
Mariano. 1992. Vías de Ejecución, t.1, n.171, p.250).

No son ejecutorias ni recibirán exequátur las sentencias pronunciadas por tribunales


extranjeros y los actos auténticos, provenientes de aquellos países que no son partes de la
Convención de La Habana de 1928, en razón de la relatividad de los tratados
internacionales, y en segundo lugar, en razón de que el respeto a la soberanía del Estado
Dominicano consagrada en nuestra constitución (Arts. 2 y 3). (Germán Mejía, Mariano.
1992. Vías de Ejecución, t.1, n.171, p.250).

§2. Ejecución de los títulos en el país

Esta norma del artículo 547 es manifiestamente superflua en presencia de los principios
fundamentales que rigen nuestra organización judicial y el ejercicio del notariado: la
competencia de los tribunales y notarios para actuar es, ciertamente, territorial; pero la
fuerza ejecutora de los actos jurisdiccionales y de los actos notariales no esta circunscrita
a la jurisdicción territorial del tribunal que pronuncia la sentencia o del notario que
recibe el acto. (Tavares hijo, Froilán.1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v.IV, 4ta. ed., p. 21).

La disposición del artículo 547 tiene por objeto derogar una antigua regla que no tendría
sentido hoy en día, ya que se relaciona históricamente con la época cuando las provincias
cuya reunión forma Francia, estaban aún separadas unas de otras y eran soberanas en
sus territorios respectivos. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n.1, p.422).

En aquella época, las decisiones del parlamento, y, con más razón, las sentencias de los
tribunales inferiores, sólo eran ejecutorias fuera de sus jurisdicciones en virtud de un
pareatis expedido por el gran sello, y, a falta de éste, por la cancillería del Parlamento de
donde se quería ejecutar. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. 3, n.2, p.422).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo pasa a ser el 517 del Proyecto y se mantiene invariable.

ARTÍCULOS 548 a 550

Derogados y sustituidos por los Arts, 115 a 119 ambos inclusive de la Ley No. 834
del 15 de julio de 1978, cuyos textos son los siguientes :

CONDICIONES GENERALES DE EJECUCIÓN


617

Artículo 115

Ninguna sentencia, ningún acto, puede ser puesto en ejecución más que a
presentación de una copia certificada, a menos que la ley disponga lo contrario.

Artículo 116

Las sentencias no pueden ser ejecutadas contra aquellos a quienes se les oponen
más que después de haberles sido notificadas, a menos que la ejecución sea
voluntaria.
En caso de ejecución sobre minuta, la presentación de ésta vale notificación.

Artículo 117

La prueba del carácter ejecutorio resulta de la sentencia misma cuando ella no es


susceptible de ningún recurso suspensivo o cuando se beneficia de la ejecución
provisional.
En los demás casos, esta prueba resulta:
- ya de la aquiescencia de la parte condenada;
- ya de la notificación de la decisión y de un certificado que permita establecer,
por cotejamiento con esta notificación, la ausencia, en el plazo, de una
oposición, de una apelación o de un recurso en casación cuando el recurso es
suspensivo.

Artículo 118

Toda parte puede hacerse entregar por el secretario de la jurisdicción ante la cual
el recurso podía ser formado un certificado que atestigüe la ausencia de
oposición, de apelación o de recurso en casación o que indique la fecha del
recurso si éste ha sido intentado.

Artículo 119

Los levantamientos, radiaciones de seguridades, menciones, transcripciones o


publicaciones que deben ser hechos en virtud de una sentencia son válidamente
hechos a la vista de la producción, por todo interesado, de una copia certificada
conforme de la sentencia o de un extracto de ella y sino es ejecutoria a título
provisional, de la justificación de su carácter ejecutorio.
Esta justificación puede resultar de un certificado expedido por el abogado.

Tabla de Contenido

§1. Ejecución de las sentencias y actos. Generalidades.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Ejecución de las sentencias y actos. Generalidades.

La sentencia es ejecutoria desde que pasa en fuerza de cosa juzgada; pero no basta con
que se cumpla con el requisito de notificación del artículo 116 de la Ley 834. El plazo del
recurso de apelación o de oposición es suspencivo de la ejecución sin distinguir que la
ejecución deba realizarse contra la parte o contra un tercero. La sentencia adquirirá pues
la fuerza ejecutoria cuando transcurra el plazo del recurso, si este no ha sido ejercido. En
la sentencia que ordena el cumplimiento de ciertas medidas por un tercero, sea un
618

particular o un funcionarios público como por ejemplo un pago a efectuar por el tercero
embargado, el pronunciamiento y la inscripción de un divorcio por el oficial del estado
civil, la cancelación de una hipoteca por el conservador de hipotecas o por el registrador
de títulos, son ejecutadas por esos particulares o funcionarios a diligencias de la parte
interesada. En estos casos la ejecución va dirigida también contra la parte condenada,
pero con la particularidad de que tiene que obtenerse a traves de personas que no tienen
ningun interés personal en la contestación y que no han figurado en el proceso. Estas
personas no pueden negarse a la ejecución de la sentencia; pero tienen el derecho antes
de ejecutar, de exigir las justificaciones que se preveen en el art. 119 de la ley 834.
(Tavares hijo, Froilan.2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.II, 8va. ed.,
p. 447).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Todos estos artículos de la 834 son incorporados al Proyecto sin variantes

ARTÍCULO 551

No podrá procederse a ningún embargo de bienes mobiliarios o inmobiliarios sino


en virtud de un título ejecutorio y por cosas líquidas y ciertas. Si la deuda exigible
no es de suma en metálico, se sobreseerá, después del embargo, en los
procedimientos ulteriores, hasta que se haya hecho la liquidación de la deuda.

Tabla de Contenido

§1. Necesidad de un título ejecutorio para proceder a los embargos.


§2. Condiciones del crédito.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Necesidad de un título ejecutorio para proceder a los embargos.

La ejecución sólo puede tener lugar en virtud de un acto, de un título ejecutorio, es decir,
revestido de la fórmula que, derivando de la soberanía, manda la ejecución parée. Sobre
la fórmula ejecutoria. Sobre el título en virtud del cual se puede proceder: …a un embargo
inmobiliario, V. Nuevo Código civil anotado, art. 2213. Y a un embargo retentivo.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. 3, n. 44-47, P.427).

§2. Condiciones del crédito.

Para que un embargo sea válido, hace falta un crédito: 1º cierto, 2º Líquido y 3º Exigible.
Estas tres condiciones son requeridas a pena de nulidad y de daños e intereses. Pero son
ajenas a los embargos conservatorios y de precaución que no conducen a la venta.
Además, ellas sólo se aplican al embargo retentivo bajo reserva de ciertas modificaciones.
Juzgado, por otra parte: que el embargo retentivo practicado por el arrendador contra un
inquilino, no puede ser validado íntegramente cuando todas las causas no son líquidas y
exigibles.- Trib. civ. Seine, 13 junio 1908, D.P.1908.5.61. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n.1-7, 426).

Si para embargar, hay que tener un crédito cierto, líquido y exigible, éstas son las únicas
condiciones de fondo a las cuales debe satisfacer el crédito: no se exige ninguna
proporción entre la importancia del crédito y la importancia del bien embargado, y el
619

embargo es posible, no importa cuán mínimo sea el crédito. . (Jurisprudence Générale


Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 10, p.426).

Es necesario, para poder embargar, que el crédito sea cierto. Los créditos ciertos son
aquellos que existen actualmente. Un crédito puede ser cierto incluso si no es
determinado en su quantum. Un crédito eventual o un crédito condicional no son ciertos,
si el evento o la condición de los cuales dependen no se han producido. Pero éste no es
cierto si está subordinado al resultado de un experticio. Un crédito eventual o un crédito
condicional no son ciertos, si el evento o la condición de los cuales dependen no se han
producido. (Dijon, 15 marzo 1893, Rec. de Sirey, 94.2.310;Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 11-16, p. 426).

A pesar de que la ley no dice que sólo se puede embargar en virtud de créditos
reconocidos, debemos admitir que en principio, un crédito contestado no puede justificar
un embargo; ya que, si la contestación trata sobre la existencia o el quantum del crédito,
éste deja de ser cierto o líquido. Sin embargo, toda contestación no podría impedir un
embargo. Es una cuestión de hecho dejada a la apreciación del juez la de saber en qué
momento una contestación es lo suficientemente seria o una liquidación suficientemente
difícil para que el crédito no pueda ser considerado como cierto y como líquido. Es en
virtud de ese poder de apreciación que hemos podido: (…) por una parte, considerar como
cierto y líquido, y como posible, en consecuencia, de servir de fundamento a un embargo
inmobiliario, la deuda resultante de una apertura de crédito y de una cuenta corriente,
aún cuando esta cuenta no había sido aceptada por el deudor y ha sido en parte
contestada por el síndico de éste, si la deuda es, desde el presente, constante por una
suma que justifique suficientemente el embargo.. Y, por otra parte, anular un embargo
practicado por un acreedor que pretendía establecer la existencia de su crédito mediante
un informativo y por el examen de los libros del pretendido deudor.- (Poitiers, 12 dic.
1876, D.P.77.2.231.; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, t. 3, n. 17-22).

Es necesario, para poder embargar, que el crédito sea líquido, es decir, evaluado en una
suma de dinero determinada si se trata de una deuda pecuniaria, o en un objeto o en una
cantidad nombrada, si la deuda es una cosa en naturaleza o un cuerpo cierto. Cuando se
trata de una deuda que trata sobre una cosa en naturaleza o sobre un cuerpo cierto, no
es necesario que el valor del cuerpo cierto sea determinado por evaluación en una suma
de dinero y que se convierta en líquida. Así, se podría ejecutar, sin determinar el valor de
los objetos, la sentencia que pronunciaría la desposesión y la expulsión de un individuo
del inmueble ocupado por él, o que declararía el demandante propietario de una cosa
mobiliaria cualquiera, o que ordenaría la condena de un granjero en beneficio de un
arrendador al pago de sumas que les son debidas en naturaleza. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n.23-25, P.426).

Sin embargo, como podría ocurrir que el deudor haya deteriorado, perdido el cuerpo
cierto, o que se negaría a restituirlo, habría la necesidad de que la sentencia prevea esta
eventualidad, fijando, como alternativa, la suma a pagar en caso de no-representación del
cuerpo cierto. Por aplicación del principio enunciado más arriba, nº23, y según el cual el
crédito debe ser líquido para justificar las persecuciones, se ha decidido que un acreedor
no puede embargar en virtud de una sentencia que le otorgue daños e intereses a fijar por
estado, si la cifra de los daños e intereses no ha sido aún establecida. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n.26-27,
P. 426).

Asimismo, las persecuciones en expropiación forzosa, iniciadas para obtener el pago de


un crédito, no pueden, aunque lo principal y los intereses de la deuda hayan sido
pagados, ser continuadas en razón de estos gastos, si no son liquidados.- París, 2 ene.
620

1834, R. Jugemen., 373-1º. Asimismo, una sentencia que no pronuncia condena


principal susceptible de liquidación, pero que condena una parte a los gastos de lief no
puede servir de título para un embargo ejecutivo en pago a estos gastos, ya que éstos no
son líquidos por la simple marca del secretario, sino sólo con la obtención de la
ejecutoriedad. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. 3, n. 28-29, P. 426).

El acreedor de una cosa distinta al dinero y cuyo crédito es exigible no está obligado a
hacer liquidar su crédito en dinero antes de notificar un acto de embargo retentivo, y él
puede, antes de hacer liquidar su crédito en dinero, notificar un acto de embargo
retentivo. Deberá solamente, en virtud del artículo 551 c. pr. civ., que ha modificado en
un sentido más riguroso la disposición del art. 2213 c. civ. en materia de embargo
inmobiliario, sobreseer todas las persecuciones posteriores ulteriores hasta que su crédito
haya sido apreciado en numerario. Podría incluso, a pesar de la falta de liquidez de un
crédito, denunciar un embargo y hacerlo transcribir: sin duda el art. 551 no permite, en
caso de falta de liquidez, que el embargo prohibe las persecuciones ulteriores; pero
consideramos la denuncia de embargo y su transcripción más bien como el complemento
del embargo que como persecuciones posteriores. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 33-35, P.427).

De una manera general, un embargo inmobiliario o mobiliario puede ser hecho en virtud
de una deuda aún no liquidada; pero la persecución sólo puede tener lugar hasta el
embargo inclusive; debe ser sobreseido a la adjudicación o a la venta hasta tanto la deuda
del embargado no haya sido liquidada. Asimismo, un acreedor de productos o de cuerpos
ciertos in genere no puede embargar antes que el cuerpo cierto o la cantidad que le es
debida no hayan sido determinadas. En todos los casos, toda condena a pagar una suma
debe entenderse como un pago en dinero o en recibos válidos.- (Rennes, 19 julio 1820, R.
Jugemen., 372; Obligat., 255-1º; ;Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 36-38, P.427).

El crédito es líquido cuando su monto es determinado y no es seriamente contestado. Por


consiguiente no puede practicarse embargo en virtud de una sentencia que condene a
indemnizar daños y perjuicios a liquidar por estado, ni en virtud de una cuenta aun no
verificada. (Tavares hijo, Froilán.1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v.VI, 4ta. ed., p. 48).

El crédito del embargante debe ser exigible. Un acreedor a término o bajo condición no
puede entonces embargar. Así es, tanto para el término de gracia como para el término de
derecho. Sería de otro modo: …si el término ha sido establecido en favor del acreedor. (…)
o si el deudor ha incurrido en la pérdida del beneficio del término. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 39-43,
P.427).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo no es incluido en el Proyecto.

ARTÍCULO 552

El apremio corporal por objeto susceptible de liquidación no podrá ejecutarse sino


después que se haga la liquidación del mismo en metálico.

Tabla de Contenido
621

§1. Condiciones del crédito para el apremio corporal.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Condiciones del crédito para el apremio corporal.

Ver artículos 780 y siguientes del presente Código.

La regla del art. 552 c. pr. civ. ha sido hecha para un tiempo donde la prisión por deudas
garantizaba las restituciones de frutos o de títulos. Pero la ley del 22 de julio de 1887
suprimió en francia, la prisión por deudas en materia civil. Sin embargo, el art. 552 c. pr.
civ. se aplicaría aún hoy en día a los daños e intereses otorgados por un tribunal
represivo a la parte civil por la reparación de un crimen, de un delito o de una
contravención. Si la sentencia dictamina que los daños e intereses serán fijados por
estado, la prisión por deudas no puede ejercerse antes que éstos hayan sido liquidados de
conformidad con los arts. 523 y s c. pr. civ. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 1-4, p.427).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo no es incluido en el Proyecto.

ARTÍCULO 553

Las contestaciones que se suscitaren con motivo de la ejecución de sentencias de


los tribunales de comercio, se someterán al tribunal de primera instancia del
lugar en que se persiga la ejecución.

Tabla de Contenido

§1. Contestaciones sobre la ejecución de la sentencia de un tribunal de excepción.


A. Tribunal competente.
B. Poderes del juez.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Contestaciones sobre la ejecución de la sentencia de un tribunal de excepción.

A. Tribunal competente.

Los tribunales de excepción, tales como los tribunales administrativos, los tribunales de
comercio, los jueces de paz y los consejos de prud’hommes (tribunales laborales), no
conocen la ejecución de sus sentencias; las dificultades que presenta esta ejecución son
de la competencia del tribunal civil del lugar donde ella se opera. Especialmente, las
contestaciones relativas a la ejecución de las sentencias de los tribunales de comercio
deben ser llevadas por ante los tribunales civiles de primera instancia del lugar en donde
la ejecución se persigue. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. 3, n. 1-2, p.427).

Del mismo modo que el artículo 442 c. pr. civ., que dispone que “los tribunales de
comercio no conocerán de la ejecución de sus sentencias”, el art. 553 c. pr. civ. no trata
sobre las sentencias de los tribunales de comercio, pero se aplica también a las
622

sentencias de los juzgados de paz. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 3, p.427).

El verdadero motivo que ha provocado la regla del art. 553 c. pr. civ. es un simple motivo
de competencia: estando los tribunales de comercio instituidos para conocer de las
contestaciones comerciales, resulta que, cuando éstos han pronunciado su sentencia, no
tienen jurisdicción para ejercer en lo que concierne a la ejecución de esta sentencia; si
surgen dificultades a propósito de su ejecución, como estas dificultades no tienen nada de
comerciales, no hay nada que pueda justificar la intervención de un tribunal de comercio.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. 3, n. 4, p.427).

Por analogía del art. 553 c. pr. civ., le corresponde al juez del lugar de la ejecución
conocer sobre la ejecución de los actos notariales, a menos que las partes no hayan
convenido el hacer juzgar los diferendos que surgieren entre ellas por un tribunal que
éstas habrían designado. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. 3, n. 5, P.427).

El tribunal competente para conocer sobre las dificultades sobre la ejecución de una
sentencia del tribunal de comercio es el tribunal civil del lugar donde se persigue la
ejecución, y no el tribunal civil establecido ante el tribunal de comercio que ha dictado la
sentencia. Por excepción al principio enunciado más arriba, nº1, hay dos casos en los
cuales los tribunales de excepción conocen de las dificultades de ejecución de sus
sentencias. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. 3, n. 6-7, P.427).

En primer lugar, el tribunal de comercio que ha declarado una quiebra conoce todo lo que
concierne a la ejecución de su sentencia. En segundo lugar, los prud’hommes (jueces
laborales) pêcheurs (del trabajo de pesca) continúan, como en la antigua jurisprudencia,
procediendo ellos mismos a la ejecución de sus sentencias. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 8-9, P.427).

B. Poderes del juez.

La competencia especial del art. 553 c. pr. civ. se aplica únicamente a las dificultades que
surgen en ocasión de la ejecución forzosa de las sentencias y actos. Por otra parte, los
arts. 442 y 553 c. pr. civ., prohibiendo a los tribunales de comercio el conocimiento de las
contestaciones presentadas sobre la ejecución de sus sentencias, sólo tratan de las
dificultades que pueden presentarse sobre la ejecución considerada en sí misma; la ley ha
querido sólo prohibirle a esos tribunales el conocer de los actos de persecución ejercidos
en virtud de sus sentencias. (D.P. 1904.1.54, nota 2-4.- Req. 4 mayo 1869, D.P.69.1.518.-
París 18 ene. 1889, S. Jugem., 478, 475-3º.- París, 18 abr. 1889, Req. 12 febr. 1890,
D.P.91.1.23.; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. 3, n. 10-11, P.427).

El poder reservado a los tribunales civiles de conocer de las contestaciones relativas a la


ejecución de las sentencias de los tribunales de comercio conlleva el poder de estatuir
sobre las cuestiones accesorias que se relacionan con esta ejecución.- Req. 31 dic. 1860,
D.P.61.1.463.- Bordeaux, 15 ene. 1896, D.P.1900.2.209. Especialmente, cuando un
tribunal de comercio ha pronunciado una condena con daños e intereses por cada día de
retardo, es ante la jurisdicción civil que debe ser llevada la cuestión de saber si esos
daños e intereses son debidos, incluso para el caso en que la ejecución de la sentencia
deviniera en imposible por un evento de fuerza mayor, tal como la rescisión por la
Administración del contrato de ejecutar.- Req. 31 dic. 1860, precitada. (Jurisprudence
623

Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 12-13,
P.427).

Pero los tribunales de comercio serían competentes para estatuir sobre la demanda
tendente a hacer fijar una astreinte en caso de negativa de obedecer una primera
sentencia, tal demanda no constituiría un incidente de ejecución, sino una nueva
demanda.- París, 18 ene. 1889, S. Jugem., 475-3º.- Civ. c. 25 nov. 1902, D.P. 1904.1.54.
Juzgado, en ese sentido: (…) que la adición de una astreinte a una sentencia que no lo
contemplaba, añade a esa sentencia un elemento nuevo que trata sobre el fondo del
derecho. (Civ. c. 25 nov. 1902, precitada. Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 14-15, P.427).

Asimismo además, es necesario aportar al principio prescrito por el art. 553 c. pr. civ. las
restricciones siguientes: En primer lugar, los tribunales de comercio son competentes
cuando se limitan en interpretar una decisión rendida precedentemente por ellos, sin
resolver ninguna dificultad de ejecución; En segundo lugar, los tribunales de excepción
tienen el derecho de estatuir sobre las dificultades de ejecución que no se relacionan con
la sentencia definitiva que los desapodera. En tercer lugar, la prohibición del art. 553 c.
pr. civ. no se aplica tampoco a la ejecución mediante instancia. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 18-20, 25,
P.427).

En la práctica, la regla prescrita por el art. 553 c. pr. civ. ha dado lugar a divergencias de
interpretación. Nos hemos preguntado si el art. 553 c. pr. civ. se aplica al caso en que
una demanda en rescisión de un mercado es presentada por inejecución de una
convención intervenida en ocasión de la ejecución provisional de una sentencia de un
tribunal de comercio. Juzgado, en el sentido afirmativo, que es al tribunal civil, y no al
tribunal de comercio, al que corresponde conocer sobre la rescisión de un mercado
solicitado por inejecución de una convención intervenida en ocasión de la ejecución
provisional de la sentencia de un tribunal de comercio. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 32-34, 25, P.427).

Pero, en el sentido negativo, hemos observado que la demanda en rescisión de un


mercado por inejecución de una convención anexa concluida luego de una sentencia de
un tribunal de comercio en ocasión de la ejecución voluntaria de las disposiciones
contenidas en esa sentencia, debía ser llevada por ante el tribunal de comercio, como una
demanda en resolución ordinaria de un mercado comercial y nada que tocara a la
ejecución. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. 3, n. 35, P.427).

Otra dificultad se ha presentado en relación con el poder de los tribunales de comercio de


estatuir sobre la perención de sus sentencias en defecto, a falta de ejecución dentro de los
seis meses de ser dictada. Por una parte, y de acuerdo a una primera opinión, los
tribunales de comercio, siendo competentes para conocer sobre la oposición a sus
sentencias, lo son también para conocer de las contestaciones que esta oposición pueda
suscitar, y particularmente para decidir si una sentencia afectada de oposición perima a
falta de ejecución en los seis meses.(París, 18 abr. 1889, y, sobre casación, Req. 12 febr.
1890, D.P.91.1.23.; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, t. 3, n. 136-37, p.427).

Juzgado, por otra parte, que corresponde a los tribunales civiles el decidir sobre la validez
de la oposición a un mandamiento hecho en virtud de una sentencia comercial, que se
pretende perimida por falta de ejecución en los seis meses.- ( Nîmes, 24 mar. 1830, R.
Jugem., 550-4º.) Juzgado, en el mismo orden de ideas: (…) que es el tribunal civil que
debe pronunciarse sobre el mérito de una oposición a las persecuciones hechas en virtud
624

de una sentencia en defecto de un tribunal de comercio que ha adquirido la autoridad de


la cosa juzgada.- (Riom, 27 feb. 1828, R. Jugem., 550-3º.- Ver también Orleans, 23 abr.
1845, R. eod. vº, 547) (…) Que el tribunal civil por ante el cual es llevada una oposición a
la ejecución de una sentencia de un tribunal de comercio, fundada sobre el hecho de que
la convención que ha servido de base a esta sentencia ha sido anulada como
consecuencia de un hecho posterior a su pronunciamiento, es competente para estatuir
sobre ese medio de oposición.- (Orleans, 23 abr. 1845, R. Jugem., 547.) (…) Pero que ese
tribunal es incompetente para conocer de la demanda en restitución de sumas pagadas
anteriormente a la sentencia de condena, en virtud de la convención sobre la cual está
fundada, y en pago de daños e intereses reclamados para la inejecución de esta
convención.(Orleans, 23 abr. 1845, precitada; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 38-41, p.428).

En todos los casos, la competencia atribuida a los tribunales civiles, relativa a la


ejecución de las sentencias rendidas por los tribunales de comercio, conlleva el derecho
de conocer las demandas formadas sobre esta ejecución, aún incluso cuando aquéllas
resulten de actos de comercio o emanen de comerciantes, si ellas se relacionan con esta
ejecución y no son más que una dependencia; por ejemplo, el tribunal civil, apoderado de
la oposición a la ejecución de una sentencia comercial es competente para estatuir sobre
la demanda en imputación hecha para detener la ejecución, aún cuando la imputación
reclamada tenga como causa actos de comercio. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 42, p.428).

El tribunal civil es el único competente para estatuir sobre la validez de un embargo


retentivo practicado por un crédito comercial. Es el único con calidad para estatuir sobre
las excepciones y medios presentados por el embargado, y sacados, ya sea de un vicio de
forma del embargo retentivo, ya sea, al fondo, de la ejecución dada por él a la sentencia
en virtud de la cual es perseguido: se trata de una contestación sobre la ejecución de una
sentencia del tribunal de comercio. Pero, en materia de embargo retentivo, el tribunal civil
no es el competente para juzgar las contestaciones incidentales sobre el fondo que son de
la competencia de otro tribunal: en este caso, debe sobreseer la acción en validez al fondo,
y enviar el juicio sobre el incidente por ante quien sea de derecho. (Gand, 12 abr. 1844, R.
Compét. comm., 402, 102.’;Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. 3, n. 43-45, p.429).

El tribunal civil, apoderado de la ejecución de una sentencia consular (comercial), no es


juez de la legalidad de esta sentencia, y no podría por lo tanto, reformarla sin violar la
cosa juzgada. Así, no puede, sobre la ejecución de una decisión comercial, relativa al pago
de una letra de cambio, apreciar nuevamente si el acto tiene el carácter de una letra de
cambio o sólo constituye, al contrario, una simple promesa. (Caen, 26 mayo 1840, R.
Compét. comm., 401. Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, t. 3, n. 46-47, p.429).

Sin embargo, un nuevo examen de la causa por el tribunal civil se conciliaría con el
respeto debido a la autoridad de la cosa juzgada si la sentencia del tribunal de comercio
contenía un error evidente, una violación manifiesta de la ley.- Misma sentencia (mismos
motivos). No corresponde sin embargo, al tribunal civil conocer de la acción en nulidad de
la notificación de una sentencia en defecto del tribunal de comercio, cuando esta nulidad
está fundada sobre el hecho de que la notificación ha sido hecha por un alguacil
ilegalmente comisionado a este efecto por esta misma sentencia.(Bruselas, 17 oct. 1815, R.
Compét. comm., 401: Jugem., 549.; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 48-49, p.428).

Asimismo, un tribunal de primera instancia no es competente para estatuir sobre los


vicios de forma (por ejemplo la ausencia de firma del secretario sobre el acta expedida)
625

reprochados a una sentencia no atacada por la vía de la apelación o de la casación, aún


cuando estos vicios sean el fundamento de una oposición a la ejecución de la sentencia
criticada. (Liége, 11 dic. 1824, R. Jugem., 551; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 50, p.428).

En todos los casos, cuando, en las instancias que dan lugar a las persecuciones con el fin
de la ejecución de condenaciones comerciales, conlleva a cuestiones que entran en el
ámbito de la jurisdicción consular (comercial), la solución puede ser reenviada por el
tribunal civil a esta jurisdicción. Así, cuando el acreedor portador de una condenación
comercial pronunciada contra varios asociados en participación, ha sido desinteresado
por uno de los codeudores, y cuando éste, pretendiéndose subrogado, por el solo efecto de
ese pago, en los derechos del acreedor, persigue en consecuencia la ejecución de la
sentencia contra uno de sus coasociados, si éste último alega no deber nada, por el hecho
de hacer cedido precedentemente sus derechos en la sociedad al persiguiente mismo, este
medio de defensa presenta una cuestión de la competencia de los jueces-cónsules
(comerciales); por consiguiente, el tribunal civil por ante el cual se persigue la ejecución,
puede rechazar de ordenarla y reenviar a las partes ante quien es de derecho.(Civ. r. 14
nov. 1838, R. Compét. comm., 402. ;Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 51-52, p.428).

Si se presentan contestaciones sobre la ejecución de actos administrativos, hay lugar de


seguir la regla de competencia prescrita para las contestaciones de los tribunales de
comercio por el art. 553 c. pr. civ. (…) Al menos cuando las contestaciones son relativas a
embargos inmobiliarios o mobiliarios. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 52-53, p.428).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo no es incluido en el proyecto.

ARTÍCULO 554

Si las dificultades suscitadas con motivo de la ejecución de las sentencias o actos


reclamaren celeridad, el tribunal del lugar las resolverá provisionalmente, y
declinará el conocimiento de lo principal para ante el tribunal al cual competa la
ejecución.

Tabla de Contenido

§1. Contestaciones sobre sentencias o actos.


§2. Contestaciones sobre sentencias o actos que requieran celeridad.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Contestaciones sobre sentencias o actos.

En principio, todas las dificultades relativas a la ejecución de las sentencias de los


tribunales civiles deben ser llevadas por ante el tribunal que ha dictado la decisión cuya
ejecución se encuentra iniciada, aún cuando esta ejecución tenga lugar fuera de su
jurisdicción. Este principio se aplica incluso luego de la apelación, cuando la sentencia
del tribunal civil es confirmada. Pero no es así cuando la sentencia es infirmada: en este
caso, es, en principio, la corte de apelación que conoce de las dificultades relativas a la
ejecución de su sentencia. Juzgado, por aplicación del principio enunciado más arriba,
626

nº1 : (…) que una demanda en pago de gastos de guarda debe ser llevada por ante el
tribunal encargado de la ejecución de la sentencia en virtud de la cual se ha procedido al
embargo, y no por ante el juzgado de paz, aún cuando se trate de una suma de 40
francos.- (Req. 28 mayo 1816, R. Jugem., 559-4º; Mat. somm., 43-8º.) (…) Que las
dificultades que se presentan sobre la ejecución de una sentencia de la corte de
apelación, que haya ordenado el pago de los gastos y derechos debidos a un abogado
postulante ante esta corte, no pueden ser llevadas ante un tribunal de primera instancia.-
(Toulouse, 16 mar. 1824, R. Jugem., 559-5º.) Asimismo, la demanda en renuncia del
derecho de opción, sea de pagar un douaire (relativo a la nobleza), ya sea de dejar los
inmuebles afectados, debe ser llevada por ante el tribunal o la corte que había fijado el
plazo para el ejercicio de esta opción, y no por ante el tribunal de la situación de los
bienes; se trata de una demanda relativa a la ejecución de la sentencia o la decisión, que
no puede entrar en la competencia del tribunal de la situación que luego deberá decidir si
la renuncia podrá ser o no efectuada. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 1-6, P.429).

En virtud de la misma regla de competencia, cuando una corte ha ordenado que un


deudor realizaría luego de la liquidación del crédito, las ofertas que ya ha hecho, sin
autorizarle a retirar las sumas que ha consignado, este deudor puede recurrir por ante la
corte para obtener la autorización de retirarlas, esta demanda tiene por finalidad la
ejecución de la sentencia. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. 3, n. 7, P.429).

Juzgado además:que, aún cuando la ejecución de una sentencia dictada por una corte de
apelación presente un carácter fraudulento, no es por ante el tribunal correccional que el
conocimiento de los hechos que se relacionan con esta ejecución debe ser llevada, sino
por ante la corte de apelación.…Que una corte de apelación, enviando a las partes por
ante notario para la liquidación de un crédito, no se desapodera por ello de la ejecución
de su sentencia para el caso en que el notario designado no lograría conciliar a las
partes...Que la parte contra la cual ha sido dictada una sentencia en defecto es admisible,
antes de haber interpuesto oposición a esta decisión, para tomar, por ante la corte que lo
ha dictado, conclusiones al efecto de hacer declarar que esta decisión debe serle
notificada de forma distinta a como lo ha sido; que estas conclusiones relacionadas con la
ejecución de su sentencia, la corte es competente para conocerlas …Que la demanda en
lief de conminatorias y de errores en materia de cuentas, como consecuencia de una
condenación pronunciada por una corte de apelación, sólo puede ser llevada ante esa
corte; que, en consecuencia, el presidente del tribunal, juzgando en referimiento, no tiene
el derecho de pronunciar el sobreseimiento de la ejecución del embargo de muebles del
deudor, hecho en virtud de la sentencia de condenación.- Rennes, 10 jul. 1812, R.
Jugem., 559-10º.…Que debemos considerar como estatuyendo sobre la ejecución de una
sentencia que ha adjudicado a un particular una propiedad litigiosa entre éste y una
común, la nueva sentencia que, con respecto a una acción posterior en amojonamiento
interpuesta por la común, bajo el motivo de que sólo una porción del inmueble litigioso ha
sido atribuida a su adversario, mientras que éste sostiene que ha obtenido la totalidad del
inmueble, y que de este modo la demanda en amojonamiento es sin objeto, rechaza este
último sistema.- Civ. c. 13 nov. 1838, R. Jugem., 559-11º.…Que, cuando luego de
sentencias que han adquirido la fuerza de la cosa juzgada, aquel que las han obtenido
está obligado a actuar en daños e intereses sobre el cargo de inejecución de estas
decisiones contra la parte condenada, esta acción puede ser llevada ante el tribunal que
ha dictado las primeras sentencias, a pesar de que, luego de la introducción de la
instancia original,la parte condenada haya cambiado de domicilio, y que, al momento de
la nueva acción, un tercero se presenta para hacer acto de intervención.- Liège, 26 jul.
1843, R. Jugem., 559-7º.…Que, cuando no hay apelación de los cargos de una sentencia
que ordena una opción en cierto plazo, corresponde al tribunal, y no ha la corte
apoderada de la apelación sobre otros cargos, que corresponde el decidir si el
627

desistimiento (caducidad. Buscar décheance en un diccionario jurídico) debe ser aceptado


en ausencia de declaración en el plazo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 8-14, P.429).

El principio según el cual el juez que ha dictado una decisión puede pronunciarse sobre
todas las dificultades de la ejecución, presenta una excepción en ciertos casos en los que
la ley pronuncia una atribución especial de jurisdicción....Y particularmente en materia
de embargos. Pero el mandamiento a fin de ejecución de una decisión judicial que trata
sobre la condena a una suma de dinero, bajo pena para el deudor de verse constreñido
sobre sus bienes por vía de embargo mobiliario e inmobiliario, no tiene el mismo efecto
que el embargo mismo; éste constituye una simple puesta en mora no atributiva de
jurisdicción en el sentido del art. 472 c. pr. civ., y que, en consecuencia, otorga el derecho
de conocer de la oposición presentada en contra de este mandamiento, no al tribunal de
la situación de los inmuebles, sino al tribunal o a la corte que ha pronunciado la
condenación. Asimismo, una corte de apelación, que conozca de la ejecución de toda
sentencia dictada por ella, no está obligada a ordenar el envío por litispendencia a otro
tribunal apoderado de la oposición al mandamiento dado en virtud de esa sentencia.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. 3, n. 15-18, P.430).

Han sido además escritas reglas de competencia para la ejecución de las sentencias, para
el caso en que el asunto ha llegado a la apelación; dependiendo de si la sentencia del
primer juez se encuentra confirmada o infirmada, la ejecución corresponde a un tribunal
diferente. En materia de rendición judicial de cuentas, las reglas de competencia a seguir
sobre la ejecución de las sentencias infirmadas sobre la apelación son determinadas por
el art. 528 c. pr. civ.. Cuando una sentencia, que sostenemos no ejecutoria por provisión,
ha sido ejecutada, no obstante una apelación que había sido interpuesta, la parte que se
pretende lesionada por esta ejecución no puede llevar su acción en daños e intereses ante
el tribunal de primera instancia, sino a la corte apoderada de la apelación que es la única
que puede conocerla. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. 3, n. 19-21, P.430).

Al ocuparse de las dificultades sobre la ejecución, la ley sólo trata de las circunstancias
que pueden parar o suspender la puesta en ejecución de las sentencias; se refiere sólo a
una ejecución iniciada; en el caso de una ejecución consumada, las dificultades que
podrían surgir darían lugar a una instancia y acción nuevas, con respecto de las cuales
se debería apoderar a la jurisdicción ordinaria. Así pues, la interpretación de una
sentencia no corresponde ya a la corte que la ha dictado, cuando la dificultad le es
sometida no como incidente de la ejecución de las condenaciones pronunciadas por esta
sentencia, pero luego de que la ejecución es consumada, entonces se trata, por ejemplo de
la conditio debili. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. 3, n. 22-23, P.429).

§2. Contestaciones sobre sentencias o actos que requieran celeridad.

En caso de urgencia, el tribunal del lugar es autorizado a estatuir provisionalmente,


incluso sobre la ejecución de una sentencia emanada de un tribunal superior. Juzgado,
sin embargo, por una antigua sentencia, contrariamente a esta regla: …que el art. 554 c.
pr. civ. no hace excepción al art. 472 c. pr. civ., que este art. 554 c. pr. civ. se entiende
cercano del art. 553 c. pr. civ., sólo dispone principalmente para los casos comerciales, y
siempre entre tribunales iguales, y no entre un tribunal y la corte.- Colmar, 10 nov. 1813,
R. Jugem., 555. …Que, en consecuencia, cuando se presentan dificultades sobre la
ejecución de una sentencia infirmativa de una sentencia de primera instancia, el
presidente del tribunal del lugar donde se hace la ejecución es incompetente para estatuir
628

provisionalmente en referimiento sobre esas dificultades.(Jurisprudence Générale Dalloz,


Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 24-26, P.430).

Por esta expresión, tribunal del lugar, debemos entender no sólo el tribunal de primera
instancia, sino también el presidente del tribunal del lugar, estatuyendo como juez de
referimientos. Puesto que, en los términos del art. 806 c. pr. civ., hay lugar a referimiento
cuando se trata de estatuir sobre las dificultades relativas a la ejecución de un título
ejecutorio. El art. 806 c. pr. civ. no hace doble uso del art. 554 c. pr. civ.: estos dos textos
conservan, en efecto, su esfera de aplicación bien distinta, no pudiendo el juez de los
referimientos, incluso provisionalmente, interpretar los títulos producidos por el acreedor,
el juez del lugar de que trata el art. 554 c. pr. civ. teniendo por el contrario calidad a este
efecto, y el primero estando, en consecuencia, obligado a reenviar al segundo desde que el
deudor presente una dificultad de esta naturaleza. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 27-29, P.430).

Cuando la ejecución se persigue en la jurisdicción de diversos tribunales, cada uno de


esos tribunales puede, en caso de urgencia, estatuir provisionalmente; pero el
conocimiento del fondo debe ser enviado a un solo tribunal. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 30, P.430).

La disposición que permite al juez del lugar, cualquiera que sea, de pronunciar sobre la
ejecución, sólo se aplica cuando hay urgencia y con la obligación de estatuir sólo
provisionalmente, es decir, de manera que una de las partes no pueda encontrar, en los
incidentes de procedimiento, un medio de parar la continuación de la ejecución:
corresponde sólo al tribunal de la ejecución el estatuir definitivamente sobre la
contestación. Por tribunal de la ejecución no podemos entender el tribunal que, por
simple requerimiento, sin haber escuchado a las partes, y sin haber tomado conocimiento
del fondo, expide un mandato ejecutorio sobre una sentencia, decisión o acto extranjero
en su jurisdicción. Por otra parte, el art. 554 c. pr. civ., que otorga competencia al
tribunal del lugar con exclusión del tribunal del demandado, no es aplicable a las
dificultades relativas a la ejecución por vía parée de las sentencias y de los actos
auténticos.. En consecuencia, una demanda en nombramiento de experto no puede ser
llevada en referimiento por ante el presidente del tribunal del lugar de la
ejecución.(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. 3, n. 21-34, P.430).

El art. 554 c. pr. civ., que permite al tribunal del lugar donde la ejecución se persigue, dar
una solución provisional a las dificultades más urgentes, no se aplica a los tribunales de
excepción. En caso de ejecución forzosa, es a los tribunales de distrito (división territorial
administrativa de una ciudad), jurisdicción de derecho común, a quienes corresponde
estatuir, con exclusión de los tribunales de excepción: tribunal de comercio, juzgado de
paz, consejo de prud’hommes (Laboral), Y esta regla se aplica no solamente a la ejecución
de las sentencias, sino también a la ejecución de todo acto o título provisto de la fórmula
ejecutoria. Sobre la competencia del juez de los referimientos para estatuir
provisionalmente sobre las dificultades relativas a la ejecución de las sentencias, V. infra,
art. 806. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. 3, n. 35-38, P.430).

Los abogados pueden ocupar, sin nuevo poder, en los debates presentados sobre la
ejecución de la sentencia. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. 3, n. 39, P.430).

Los jueces que son apoderados de un incidente sobre la ejecución de una sentencia
precedentemente dictada por ellos, tienen el derecho de ordenar los medios de ejecución
que no habían indicado anteriormente.- (Douai, 23 mayo 1855, D.P.56.2.47). Los jueces
629

pueder ser llamados a pronunciarse sobre el modo de ejecución de una de sus decisiones,
sin que la parte que la ha obtenido haya debido perseguir previamente esta ejecución por
vía de mandamiento y de coacción directa; por la sentencia que estatuye sobre este
incidente, tienen el derecho de suplir los medios de ejecución que no había indicado en
principio.(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. 3, n. 40-41, P.430).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo no es incluido en el Proyecto.

ARTÍCULO 555

El oficial ministerial insultado en el ejercicio de sus funciones levantará acta


haciendo constar la rebelión; y se procederá conforme a las reglas establecidas en
el Código de Procedimiento Criminal.

Tabla de Contenido

§1. Rebelión en contra del alguacil.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Rebelión en contra del alguacil.

En materia civil, y de acuerdo con los términos expresos del mandamiento insertados en
la fórmula ejecutoria, es a los alguaciles principalmente a quienes es confiada la puesta
en ejecución forzosa de las sentencias. El deber del agente, cualquiera que sea, encargado
de la ejecución, es trazado por el art. 10 de la ley del 28 feb.-17 abr. 1791. Así concebido:
“Si un funcionario público, administrador, juez, oficial ministerial de la ejecución,
ejerciera, sin título legal, cualquier coacción contra un ciudadano, o si incluso, con un
título legal, empleara o hiciera emplear violencias inútiles, será responsable de su
conducta frente a la ley, y castigado, sobre la querella del oprimido, llevado y perseguido
según las formas prescritas”. (…) (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n. 1-2, P.430-431).

El oficial encargado de la ejecución puede, en virtud de los mandamientos con que son
provistos los actos ejecutorios, requerir directamente la fuerza pública. Este
requerimiento es verbal, y ninguna otra formalidad es exigida. El requerimiento de la
fuerza pública debe ser dirigida al juez de paz o a su suplente; a falta de éstos, el
comisario de policía; y a falta de éste, al alcalde. En caso de negativa de la fuerza pública
de responder al requerimiento que le ha sido hecho por el oficial público encargado de la
ejecución, este último se dirige al ministerio público, que obliga a esta fuerza armada a
obedecer al requerimiento que le ha sido hecho. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. 3, n.3-6, P.431).

En lo que respecta los días y las horas en las cuales puede procederse a la ejecución de
las sentencias las partes no pueden oponerse a la ejecución que por medio de vías legales:
apelación, oposición, tercería, etc. Si ellas se permiten resistir solemnemente, ya sea
mediante palabras, sea por acciones, a los mandamientos de la justicia, ellas se
convertirían en culpables de un crimen o delito. Sobre el crimen o el delito de rebelión,
(Código Penal art. 207 y s.) Sobre los ultrajes y violencias contra los oficiales ministeriales
o agentes depositarios de la fuerza pública. V. Código penal anotado, art. 222 y s.
630

(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. 3, n. 9-14, P.431).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 555 no es incorporado al Proyecto. El artículo 120 de la Ley 834 si es


incorporado en su totalidad al artículo 510 y se le agrega que el acto de alguacil dirigido a
una ejecución debe contener elección de domicilio del persiguiente so pena de ser
considerado como no notificado. También es incorporada a esta parte, en el art. 511, la
regla de que las ejecuciones no pueden realizarse antes de las seis de la mañana, ni
después de la seis de la tarde, ni tampoco los días feriados, a menos que sea con permiso
del juez.

ARTÍCULO 556

Derogado y sustituido por el Art, 120 de la Ley No. 834 del 15 de julio de 1978,
cuyo texto es el siguiente:

Artículo 120

La entrega de la sentencia o del acto de alguacil vale poder para toda ejecución
para la cual no se exija poder especial.

Tabla de Contenido

§1. Ejecucion de la sentencia. Alguacil.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Ejecución de la sentencia. Alguacil.

En materia civil, y de acuerdo con los términos expresos del mandamiento insertados en
la fórmula ejecutoria, es a los alguaciles principalmente a quienes es confiada la puesta
en ejecución forzosa de las sentencias. El oficial encargado de la ejecución puede, en
virtud de los mandamientos con que son provistos los actos ejecutorios, requerir
directamente la fuerza pública. Este requerimiento es verbal, y ninguna otra formalidad
es exigida. El requerimiento de la fuerza pública debe ser dirigido al juez de paz o a su
suplente; a falta de éstos, el comisario de policía; y a falta de éste, al alcalde. En caso de
negativa de la fuerza pública de responder al requerimiento que le ha sido hecho por el
oficial público encargado de la ejecución, este último se dirige al ministerio público, que
obliga a esta fuerza armada a obedecer al requerimiento que le ha sido hecho.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. 3, nn.1-6, p.430-431).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 556 no es incorporado al Proyecto. El 120 de la L. 834 si es incorporado en su


totalidad y se le agrega que el acto de alguacil dirigido a una ejecución debe contener
elección de domicilio del persiguiente so pena de ser considerado como no notificado.
También es incorporada a esta parte, en el art. 511, la regla de que las ejecuciones no
pueden realizarse antes de las seis de la mañana, ni después de la seis de la tarde, ni
tampoco los días feriados, a menos que sea con permiso del juez.
631

TITULO VII

DE LAS OPOSICIONES O EMBARGOS RETENTIVOS

Tabla de Contenido

§1. La Ejecución Forzada.


A. Objeto.
B. Procedimientos.
§2. Los Embargos. Definición.
A. Tipos de Embargos.
B. Obligatoriedad de la Ejecución Forzada.
§3. El Embargo Retentivo. Definición.
§4. Embargo Retentivo Vs. Oposición.

§1. La Ejecución Forzada.

“La ejecución forzada es la ejecución de una convención o sentencia, impuesta al deudor


en su persona o sus bienes por ministerio de un oficial público competente, (…)
observando las formalidades prescritas por la Ley”. (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario
Jurídico. p. 241).

“El acreedor cuyo deudor no ejecuta de manera espontánea sus obligaciones, con él
contraídas, no puede constreñirle de forma directa al cumplimiento de lo prometido, debe
recurrir a los medios establecidos por la ley, para esos fines, es decir, a la ejecución
forzada o forzosa.” (Germán Mejía, Mariano. 1997. Conferencias Sobre Vías de Ejecución,
Los Embargos. 5a.ed., p. 9).

A. Objeto.

La ejecución forzada puede tener como objeto: a) el cobro de dinero del crédito del
acreedor, lo cual se obtiene mediante el embargo y venta de los bienes del deudor; b) el
cumplimiento de un hecho, que obtiene por medio de la ejecución directa de las
obligaciones de hacer o no hacer. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4a.ed., p. 2).

B. Procedimientos.

Existen tres procedimientos para obtener la ejecución forzada de las obligaciones: a) la


ejecución sobre la persona del deudor o apremio corporal, lo cual se encuentra prohibido
en la Constitución, teniendo un carácter excepcional: únicamente puede ser empleado
para el cobro de condenaciones pronunciadas con motivo infracciones penales; b) la
ejecución sobre los bienes del deudor, mediante el embargo y venta de los mismos,
cuando se trata de hacer efectiva una obligación de pagar sumas de dinero o de entregar
cosas fungibles, forma más usual por ser la práctica; c) la ejecución directa, o ejecución
en naturaleza, si la obligación que se trata de hacer efectiva es de hacer o no hacer
alguna cosa. (Germán Mejía, Mariano. 1997. Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los
Embargos. 5a.ed., p. 9; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV, 4a.ed., p. 3).
632

La ley, además de los tres procedimientos de ejecución ya mencionados establece otro tipo
de procedimiento de ejecución forzada que son: las astreintes, condenación pecuniaria de
carácter conminatorio que el juez impone al deudor resistente. (Germán Mejía, Mariano.
1997. Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos. 5a.ed., p. 9).

§2. Los Embargos. Definición.

Es la acción o procedimiento mediante el cual el acreedor pone en manos de la justicia, o


de ciertos auxiliares de la justicia, en defensa de un interés privado o público, un bien
mueble o inmueble, a fin de hacerlos vender y cobrar, sobre el precio de la venta, el
importe de sus créditos si se trata de embargo de bienes corporales, o de hacerse pagar
por el tercero embargado, si se trata de embargo retentivo de una suma de dinero.
(Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 244; Germán Mejía, Mariano. 1997.
Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos. 5a.ed., p. 10; Tavares hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4a. ed., p. 24).

Trabar embargo consiste, básicamente, en localizar y seleccionar unos determinados


bienes del deudor, declarando que ellos serán los que, en su momento, sirvan para
satisfacer las costas del proceso de ejecución, y el montante económico de la
responsabilidad del deudor, cifrado en resolución judicial o en otro título con fuerza
ejecutiva. (Fundación Tomás Moro. Diccionario Jurídico Espasa. p. 372).

A. Tipos de Embargos.

Los procedimientos de ejecución se clasifican en conservatorios y ejecutorios. (García de


Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 1;
Germán Mejía, Mariano. 1997. Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos,
5a.ed., p.10; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v. IV, 4a. ed., p. 24).

“Con los primeros se persigue hacer indisponible los bienes embargados en manos del
deudor o de un tercero embargado. Con los segundos se pretende la venta de los bienes
embargados y con su precio pagar los créditos adeudados.” (García de Peña, Luis Víctor.
1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 1).

Son embargos ejecutorios, el embargo ejecutivo, el embargo de frutos no cosechados, el


embargo de naves, el embargo de rentas y el embargo inmobiliario. Son conservatorios,
los embargos y medidas conservatorias previas a la demanda y los embargos
conservatorios de derecho común, el embargo de efectos mobiliarios que guarnecen en
lugares alquilados o arrendados, el embargo conservatorio comercial, el embargo en
reivindicación. El embargo retentivo no puede ser incluido exactamente en ninguna de
estas dos categorías, ya que comienza por un procedimiento meramente conservatorio y
termina por un procedimiento ejecutorio. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4a.ed., pp. 24-25; Germán Mejía, Mariano. 1997.
Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos. 5a.ed., p.10).

Los Embargos o Vías de Ejecución se agrupan en tres grupos o tipos de proceso: 1º Los
embargos que son procesos extrajudiciales, como son el embargo ejecutivo y embargo de
frutos no cosechados; 2º Los que son procesos extrajudiciales, que necesitan de la
intervención del juzgado de primera instancia, no como órgano jurisdiccional, sino como
de administración judicial, y son el embargo inmobiliario, el embargo de rentas y el
embargo de naves, no obstante, si surgen contestaciones el Juzgado si interviene como
órgano jurisdiccional; 3º Otros que son en principio procesos conservatorios, y de
carácter administrativos, pero que a partir de la demanda en validez en la justicia, son
verdaderos procesos contenciosos, como son el embargo retentivo y demás embargos
633

conservatorios. (Germán Mejía, Mariano. 1997. Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los
Embargos. 5a.ed., pp.10-11).

B. Obligatoriedad de la Ejecución Forzada.

Las normas fundamentales que rigen la ejecución forzada, tienen un carácter de orden
público. De esto se desprende que las mismas no pueden ser derogadas, antes de
iniciarse la ejecución, por convenciones entre particulares, por lo que es nulo todo pacto
comisorio, es decir, todo convenio por medio del cual el deudor consienta dispensar a su
acreedor de la obligación de recurrir a los procedimientos establecidos por la ley para
practicar el embargo y la venta de sus bienes. Este principio no encuentra base en ningún
texto legal de alcance general, sino que ha sido provisto únicamente para los casos en que
el acreedor está provisto de una seguridad real, pero es imperativo reconocer que esas
disposiciones expresan el derecho común, y que son, por consiguiente, aplicables a los
acreedores quirografarios. (Germán Mejía, Mariano. 1997. Conferencias Sobre Vías de
Ejecución, Los Embargos. 5a.ed., p.13; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a. ed., p.27).

§3. El Embargo Retentivo. Definición.

El embargo retentivo u oposición, es un acto por el cual el acreedor embarga en las


manos de un tercero sumas de dinero o efectos que aparentan ser de su deudor y se
oponen a las entregas de las mismas, prohibiéndole al tercero liberarse de las sumas de
dinero u objetos mobiliarios que le adeude, para luego hacerse pagar sobre el valor de los
bienes embargados. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile
et Comérciale. t. I, n. 1, p. 725; García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho
Judicial Privado, Los Embargos, v. I, p. 14; Germán Mejía, Mariano. Vías de Ejecución.
2002 t. II, p.269; Juriprudence Générale Dalloz. Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procedure Civile. n. 1, p. 1435; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos del Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. IV, 4a.ed., pp. 110-111; Vincent, Jean et Prevault. Vois d’ Execution et
Procedure de Distribution. Dalloz, 16 ed. p. 238).

El embargo retentivo es el efectuado por un acreedor sobre una persona que retiene la
suma o bienes de su deudor en virtud de un título auténtico o bajo firma privada.
(Castillo A., Luis Francisco. 2003. Léxico Jurídico Procesal Civil, t. I, p. 116).

Se demanda al tribunal competente que ordene, por medio de una sentencia en validez,
la atribución en su provecho de las sumas adeudadas o de los objetos detentados.
(Donnier, Marc. 1987. Voies d’ Execution et Procedures de Distribution. p. 223).

“Al prohibir al tercero embargado pagar en manos del embargado, el acreedor embargante
ejercita, sobre el crédito de su deudor el derecho de prenda general reconocido por el
artículo 2092 del Código Civil”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a. ed., p. 111).

§4. Embargo Retentivo Vs. Oposición.

El concepto de la oposición tiene en nuestro derecho varias acepciones: a) designa el


recurso de retractación regulado por los artículos 19 a 22 y 149 a 165 del Código de
Procedimiento Civil. Es el recurso ordinario concedido a la parte contra quien ha sido
pronunciada una sentencia en defecto que le permite solicitar al mismo tribunal la
retractación. b) designa los medios por los cuales una persona advierte a otra,
normalmente por acto de alguacil o por carta, que se abstenga de hacer algo contra las
pretensiones de quien hace la notificación. c) la advertencia a que una persona no pague
634

una suma de dinero o no entregue efectos mobiliarios sin el consentimiento expreso del
oponente. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 276).

Desde el punto de vista de los embargos, tenemos que se llama oposición al proceso del
embargado contra el procedimiento ejecutorio que el acreedor lleva en su contra. Hay
muchas oposiciones que no tienden hacia un embargo sino, más bien, son medios por los
cuales se le advierte al notificado que se abstenga de hacer algo contra las pretensiones
de quien notifica la oposición. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III,
3ra. ed., p. 164).

La oposición según criterio jurisprudenciales, se asimila al embargo retentivo, en cuanto


al aspecto de que ambos producen la indisponibilidad del crédito, pero se diferencia del
embargo en cuatro aspectos: la oposición es esencialmente conservatoria, no requiere de
un crédito cierto, liquido y exigible, no conduce necesariamente a la transferencia de un
crédito y no tiene que ser autorizado por decisión judicial. (Germán Mejía, Mariano. 2002.
Vías de Ejecución. t. II, p. 276).

La oposición no corresponde exactamente al embargo retentivo, por su carácter


esencialmente conservatorio y porque ni requiere la existencia de una acreencia cierta,
líquida y exigible, ni conduce la transferencia en favor de la persiguiente, por lo cual no
está subordinado a los procedimientos del embargo retentivo, como tampoco tiene que ser
autorizada por decisión judicial. (Sent. SCJ. 27 de Enero de 1984, BJ. 878.170. Citada por:
Moreta Castillo, Américo. 1993. El Embargo Retentivo Especialmente Sobre Cuentas
Bancarias. p. 10).

Los efectos que produce una oposición como la de la especie, a que una persona les sean
entregadas los valores de su propiedad depositadas en manos de terceros, sin que exista
ninguna obligación legal ni contractual por parte del afectado o embargado en dicha
oposición, son idénticos a los que produce el embargo retentivo el cual debe ser seguido
de la correspondiente notificación de la denuncia y de la demanda en validez a que se
refiere el artículo 565 del mismo código a diligencia del perjudicado con dicha medida.
(Sent. SCJ. 9 de Septiembre del 1992. BJ. 980-982.208. Citada por: Biaggi Lama, Juan
Alfredo. 2002. 15 Años de Jurisprudencia Procedimiento Civil Dominicana. p. 199).

El tercero a quien se notifica una oposición o tercero embargado, por asimilación, no es


juez de la validez de la oposición, ni tiene que apreciar su mérito o buen fundamento y en
esta virtud, tanto por extensión del artículo 1242 del Código Civil, por analogía con el
embargo retentivo en cuanto a los efectos de la indisponibilidad de los bienes, como por
los artículos 1944 del mismo Código o 32 de la Ley No. 2859 de 1951, sobre Cheques, si
se tratara de un depositario o de un banco, dicho tercero no incurre en responsabilidad si
en caso de una oposición rehúsa el pago de cheques o la entrega de los valores que les
hayan sido confiados en depósito, aún cuando la oposición fuera irregular o no estuviera
justificada, hasta que no se le haya presentado su levantamiento judicial o amigable,
señalando a este respecto que este tercero juega un papel pasivo y que, por tanto, no es a
él sino al embargado a quien corresponde promover la acción en levantamiento de la
oposición. (Sent. SCJ. 27 Enero del 1984. BJ. 878.176).

ARTÍCULO 557

(Mod. por la Ley No. 1471 del 2 de julio de 1947). Todo acreedor puede, en virtud
de títulos auténticos o bajo firma privada, embargar retentivamente en poder de
un tercero, las sumas y efectos pertenecientes a su deudor u oponerse a que se
entreguen a éste. Párrafo.- En ningún caso la indisponibilidad producida por el
embargo retentivo excederá el doble del valor de la deuda que lo origine.
635

ARTÍCULO 558

Si no hubiere título, el juez del domicilio del deudor, y también el del domicilio del
tercer embargo podrán, en virtud de instancia permitir el embargo retentivo u
oposición.

Tabla de Contenido

§1. Naturaleza del Embargo Retentivo.


§2. Las Partes en el Embargo Retentivo.
A. Quién puede practicar el Embargo Retentivo.
B. Contra quién se puede practicar el Embargo Retentivo.
C. En manos de quién se puede practicar el Embargo Retentivo.
a. Quid del Estado, los Municipios, el Distrito Nacional.
b. Quid del Embargo sobre sí mismo.
§3. Títulos en cuya virtud se puede ejercer.
A. Títulos Auténticos o Bajo Firma Privada.
B. Autorización judicial para practicar embargo retentivo.
a. Tribunal Competente.
b. Instancia de Solicitud.
c. Contenido y Naturaleza del Auto. Consecuencias del Auto.
d. Facultades del Juez.
§4. Bienes Embargables Retentivamente.
§5. Proyecto de Código Civil de Procedimiento Civil.

§1. Naturaleza del Embargo Retentivo.

En cuanto al carácter del embargo retentivo hay numerosas opiniones; la jurisprudencia


considera que tiene un carácter mixto, ya que en su inicio es un acto conservatorio el cual
se convierte en ejecutorio con la sentencia de validación. (Donnier, Marc. 1987. Vois
D’éxecution et Procedures de Distribution. p. 226; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. II, p. 271; Juriprudence Générale Dalloz. Codes Annotés. 1910. Nouveau Code
de Procedure Civile. n. 1, p. 1435; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III,
3ra. ed., pp.147-148; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV, 4a. ed., pp.115-118; Vincent, Jean. 1978. Vois d’éxecution et Procédures
de Distribution, treizieme édition, p. 153).

El carácter conservatorio se debe a que el acreedor que practica el embargo, somete a las
manos de la justicia los bienes retenidos e incide que el embargado y los terceros pueden
disponer a su perjuicio de ella; por otra parte, es ejecutorio porque los resultados
definitivos de este embargo, para el embargante, es obtener el pago de aquello que se le
debe, ya sea porque le entregue las sumas de dinero o el producto de las ventas de los
efectos embargados. (Juriprudence Générale Dalloz. Codes Annotés. 1910. Nouveau Code
de Procedure Civile. nn. 2-5, p. 1435).

Los autores consideran que el embargo retentivo tiene un carácter de acto ejecutivo, o
acto de ejecución a partir de la demanda en validez. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 23, p. 1436).

La Corte de Casación Francesa sostiene que el embargo retentivo tiene un carácter


conservatorio no solamente hasta la demanda en validez, sino hasta el mismo día de la
636

sentencia en validez, y solamente a partir de esa sentencia es que reviste un carácter


ejecutivo. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procedure Civile. n. 1, p. 1436).

“La Corte de Casación Francesa que había estado dividida en cuanto a la naturaleza
conservatoria y a la naturaleza ejecutoria, asimilando ambas posiciones, ha terminado
por afirmar que el embargo retentivo es de naturaleza mixta.” (Germán Mejía, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 284).

§2. Las Partes en el Embargo Retentivo.

El embargo retentivo se caracteriza fundamentalmente por la existencia de una relación


tripartita o triangular, ya que pone en funciones a tres partes. De esta relación se
desprende entonces, que es necesario para que se produzca el embargo retentivo, que
exista una relación acreedor-deudor, por motivo de un crédito no pagado. El acreedor
embarga al deudor en manos de un tercero, el cual es a su vez deudor del embargado.
(Germán Mejía, Mariano. 1997. Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos.
5a.ed., p. 52-53; Pérez Méndez, Artagnan. Procedimiento Civil. 2000. t. III, 3ra ed., p. 145).

A. Quién puede practicar el Embargo Retentivo.

Para hacer un embargo retentivo es necesario tener la calidad de acreedor del deudor
embargado, sin importar la naturaleza de su crédito. (Germán Mejía, Mariano. 1997.
Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos, 5a.ed., p.49; Juriprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 75, p. 1437;
Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n.
54, p. 1437; Sent. SCJ. 29 de Enero del 1982., BJ. 854.2357; Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4a.ed., p. 118).

“Al decir “todo acreedor”, es evidente que el legislador no distingue entre acreedores
personales, hipotecarios o privilegiados.” (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. t. III, 3ra. ed., p. 150). Por otra parte, que la presencia de un acreedor con una
seguridad real no puede constituir un obstáculo para que un acreedor quirografario
pueda embargar retentivamente. (Cass. Com. 28 mars 1977: Bull. Civ. IV, 96,81).

El embargante debe ser acreedor personal del embargado. Esta condición es suficiente y
necesaria para trabar un embargo retentivo, pero también requerida para la subsiguiente
demanda en validez, cuya procedencia no sólo depende de la regularidad formal de la
medida, sino también de que el embargante sea realmente acreedor con relación al
embargado, de la suma para cuya seguridad se efectúa el embargo. (Sent. SCJ. 30 de junio
de 1937, B.J. 323, p. 339; Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procedure Civile. n. 441, p. 1440).

“La demanda en validez está sujeta a la regularidad formal de la medida, sino también a
que el embargante sea realmente acreedor, con relación al embargado, de la suma para
cuya seguridad se efectúa el embargo.” (Sent. SCJ. 30 de junio del 1937. BJ..323, p. 339).

Para que el pago sea válido, es necesario que sea realizado al acreedor mismo, entregado
al acreedor en sus manos, o a la persona encargada de recibir a su nombre este pago; ya
sea en virtud de un mandato o sea en virtud de una convención realizada entre el
acreedor y el deudor. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code
de Procedure Civile. n.55-56, p. 1437).

“Hasta el momento en que se le considera una medida conservatoria podrá ser trabada
por todos aquellos que tienen capacidad sólo para realizar actos de administración. A
637

partir del momento en que la medida es ejecutoria, el embargante deberá contar con
plena capacidad.” (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 283).

“Para trabar este embargo se requiere la capacidad de administración, pero para


demandar su validez es necesario tener la capacidad de accionar en justicia, ya que la
demanda en validez es una verdadera acción judicial.” (Germán Mejía, Mariano. Vías de
Ejecución. 2002. t. II, p. 288; Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procedure Civile. n. 141, p. 1440).

“El embargo retentivo podrá ser realizado a requerimiento de un mandatario de su


acreedor.” (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procedure Civile. n. 151, p. 1440).

“El tutor puede sin autorización, practicar embargo retentivo y accionar válidamente,
porque éste tiene poder suficiente para realizar los actos conservatorios y accionar en
materia mobiliaria sin la autorización del consejo de familia.” (Juriprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 154, p. 1440).

“Aunque hay opiniones en contrario, se admite que los acreedores del acreedor pueden
acudir a la vía oblicua y trabar el embargo que por negligencia no ha querido trabar su
deudor, es decir, el deudor de los acreedores. (…) También pueden incoar el embargo
retentivo, en nombre del acreedor, sus representantes, bien sean legales o
convencionales.” (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.
151).

No hay duda de que el acreedor puede embargar retentivamente la suma tenida por el
deudor de su deudor. Sin embargo, se cuestiona si éste puede embargar la suma tenida
por el deudor tenedor de su deudor. Se trata de embargar retentivamente al deudor
indirecto de su deudor. La opinión general admite este tipo de embargo, puesto que el
Código Civil, le permite al acreedor ejercer las acciones de su deudor negligente. Sin
embargo, también hay quienes niegan este derecho. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 122, p. 1438).

Los acreedores que han quebrados, no pueden, a partir de la sentencia que declara la
quiebra, practicar un embargo retentivo sobre sus deudores. Ya que el se aplica el
principio de que la sentencia que pronuncia la quiebra, suspende las persecuciones
individuales, por lo que se suspende el embargo retentivo, así como cualquier tipo de
embargo. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procedure Civile. n. 80, p. 1438). En este caso sólo el síndico de la quiebra puede practicar
el embargo. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procedure Civile. n. 81, p. 1438).

“Una sucesión indivisa, cuyos miembros no son nominativamente indicados, no puede


figurar como parte embargante.” (Sent. SCJ. 18 de Enero de 1984. BJ. 878.91).

El acreedor hipotecario no puede embargar retentivamente en manos del deudor del


tercero detentador del inmueble hipotecado. Sin embargo, en razón de lo dispuesto por el
artículo 2176 del Código Civil, los frutos del inmueble hipotecado quedan inmovilizados a
partir de la intimación de pagar o abandonar notificada al tercero detentador, y le hace
deudor personal del acreedor hipotecario, por lo que éste puede embargar retentivamente
en manos del locatario o arrendatario. El adquiriente del inmueble hipotecado viene a ser
igualmente deudor personal del acreedor hipotecario después que ha hecho, conforme a
lo previsto en el Art. 2183 del C. Civil, el ofrecimiento del precio de su adquisición con el
fin de liberar de cargas el inmueble adquirido. El acreedor hipotecario, puede, en
ejecución del mandamiento que obtenga en el procedimiento del orden en que se
638

distribuya el precio, embargar retentivamente contra el tercero detentador. (Tavares hijo,


Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4a.ed., p.118).

Es imprescindible que dicho acreedor tenga capacidad de administración, que tenga


capacidad para actuar en justicia, ya que esto es necesario para la demanda en validez,
pues ésta es una verdadera acción judicial. (Germán Mejía, Mariano. 1997. Conferencias
Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos. 5a.ed., p. 49).

“En razón de su carácter conservatorio en su primera fase, el embargo retentivo puede ser
practicado a requerimiento de un incapaz, a condición de regularizar el procedimiento
para incoar la demanda en validez, puesto que la sentencia que intervenga convierte el
embargo en ejecutorio. El menor emancipado puede por sí sólo demandar en validez. El
provisto de un consultor judicial necesita de la asistencia de su consultor para demandar
en validez.” (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los
Embargos. v. I, p. 15).

En razón del carácter administrativo del embargo retentivo, para su notificación no se


necesita de especiales condiciones de capacidad ni de poder, por lo que pueden embargar
retentivamente: (1) el mandatario convencional, aunque su procuración sea de carácter
general, solo autorice a practicar actos de pura administración; (2) el provisto de un
consultor judicial; (3) el comerciante quebrado; (4) el síndico de un municipio o el
presidente del Consejo Administrativo del Distrito Nacional. (Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4a. ed., p. 119).

B. Contra quién se puede practicar el Embargo Retentivo.

El principio general es que el embargo retentivo puede practicarse contra todo deudor que
no pague su deuda. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos del Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV, 4a. ed., p. 128; Germán Mejía, Mariano. 1997. Conferencias Sobre Vías
de Ejecución, Los Embargos. 5a.ed., p. 50).

“El embargado debe ser deudor del embargante y acreedor del tercero, es precisamente la
presencia de estas dos últimas relaciones obligacionales las que convierten al embargo
retentivo en una relación triangular y las que permiten afirmar que en el hay dos
acreedores y dos deudores.” (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p.
273).

Puede dirigirse contra el incapaz, contra la mujer casada, contra un deudor fallecido.
(Tavares hijo, Froilán. 1999, Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a.ed.,
p. 130; Germán Mejía, Mariano. 1997. Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los
Embargos. 5a.ed., pp. 52-53; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p.
275).

“No importa que el deudor sea incapaz. La regla de la embargabilidad es diferente a la de


la capacidad; por lo que, pueden ser embargadas las personas dotadas de capacidad,
como las personas afectadas de incapacidad”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. II, p. 289).

“No puede dirigirse contra el estado, los municipios, el Distrito Nacional, y los Estados
Jefes de Estado y agentes diplomáticos extranjeros, ya que contra éstos no puede
realizarse procedimientos de ejecución”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos del
Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a.ed., p. 128; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 151; Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 179,184, p. 1440).
639

“Este embargo puede ser trabado contra todo deudor personal de una obligación, a menos
que la ley haya declarado su inembargabilidad (…) De igual manera, el tercero que haya
asumido las obligaciones que incumben al deudor condenado, en virtud de una sentencia
que se pronuncie contra dicho deudor puede ser embargado”. (Germán Mejía, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 274).

“Un esposo puede ser embargado retentivamente, en manos de un tercero, por el otro
esposo, por causa de las deudas originadas en los gastos y la educación de los hijos.”
(Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 274).

“Los diplomáticos no pueden embargarse retentivamente, pero la situación es diferente


cuando se trata de un servicio nacionalizado, con finalidad comercial con fondos distintos
a los relativos a la representación diplomática.” (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 151).

No puede practicarse contra el deudor declarado en quiebra (Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a.ed., p. 128).

Cuando los esposos están casados bajo el régimen de la comunidad de bienes, los bienes
de la comunidad son embargables por los acreedores del marido, excepto si hay fraude
del marido y mala fe del acreedor. (...) Los bienes no son embargables por los acreedores
de la mujer sino en caso de deuda contraída para el mantenimiento del hogar. La
jurisprudencia francesa ha interpretado y considerado válido el embargo practicado
contra la esposa para el reembolso de préstamos contraídos para el marido, siempre que
se pruebe que estos préstamos casi cuotidianos se hacían para subvenir las necesidades
del hogar”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 151-152).

“La bancarrota de un deudor no comerciante no puede ser asimilada como estado de


quiebra. Los acreedores de su deudor pueden de cualquier forma realizar sobre éste un
embargo retentivo.” (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code
de Procedure Civile. n. 94, p. 1438).

Cuando un tercero asume las obligaciones que incumben al deudor condenado, él puede
ser embargado en virtud de la sentencia condenatoria que se pronuncie sobre dicho
deudor para que una sentencia pueda constituir un título suficiente para formar un
embargo retentivo; es necesario que ésta contenga una condenación contra la parte
embargada, no es así, cuando en virtud de una convención, un tercero asuma las
obligaciones que originalmente incumbían al deudor condenado. (Sent. SCJ.27 de mayo
de 1966. BJ. 666.816. Citada por: Machado, Pablo. 1997. Jurisprudencia Dominicana
1960-1970. t. I, 1ra. ed., p. 725).

“El embargo retentivo puede practicarse contra el deudor mismo, y además contra los
causahabientes universales o a título universal del deudor” (Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 152).

C. En manos de quién se puede practicar el Embargo Retentivo.

“La primera condición es ser un tercero en relación al embargante o persiguiente. Es


decir, se trata de una persona que nada adeuda al embargante persiguiente. La segunda
condición que debe tener el tercero, es la de ser deudor del deudor del embargante
persiguiente”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 152).

El tercer embargado debe ser deudor del embargado, y sería nulo un embargo en manos
de un tercero que no sea deudor. Cuando el tercero es un representante legal del deudor,
entonces aparece en el procedimiento con una doble calidad: como tercer embargado y
640

como representante del embargado. (Jorge Blanco, Salvador. 2003. Los Formularios de las
Vías de Ejecución. 3ra. ed., p. 152)

“El embargo retentivo se puede practicar en manos de un tercer deudor o detentador de


muebles del embargado; en manos del Estado o sus instituciones y órganos del Estado,
con diferencia en cuanto a la notificación; y en manos de sí mismo¨. (Germán Mejía,
Mariano. 1997, Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos, 5a.ed., p. 50;
Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile.
nn. 214-216, p. 1442; Sent. SCJ. 20 de Diciembre de 1927. BJ. 4.411).

“(…) no puede trabarse el embargo retentivo entre las manos de un banco que ha
alquilado la caja de seguridad al deudor del ejecutante. (…) Se podría trabar un embargo
retentivo entre las manos de la compañía, por el acreedor de un asociado”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 153).

“Todas las veces que haya una duda seria sobre si escoger sobre el embargo retentivo o
cualquier otro modo de ejecución deberá escogerse el retentivo.” (Juriprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 52, p. 1437).

“Se puede trabar un embargo retentivo entre las manos de un tutor, porque lo que él
detenta por el menor se le puede prohibir que lo use, la misma solución parece aplicable
al sindico de la quiebra.” (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra.
ed., p. 153).

“El embargo retentivo más común es aquel trabado en manos de los banqueros. También
el embargo retentivo es permitido en manos de transportistas, como las compañías
ferroviarias y otras similares”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III,
3ra. ed., p. 154).

Es posible trabar un embargo retentivo en manos de un notario en relación a las sumas


que detentan por cuenta de sus clientes. Para la jurisprudencia esto es posible aun en el
caso en que el embargo es anterior a la percepción por el notario de la venta de un
inmueble por cuenta del embargado. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil.
t. III, 3ra. ed., p. 154).

“Un tutor de un menor, o de un interdicto, no es tercero en relación a su representado;


un cajero no es un tercero en relación a su empleador; en razón de que ni el cajero, ni el
tutor podrían actuar libremente y sin comprometer a quienes ellos representan.” (Germán
Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 270).

“Como el abogado es un profesional independiente, se le ha considerado como un tercero


con poder propio y por ende, susceptible de un embargo retentivo por fondos que tenga de
su cliente. Pero (…), el asunto es discutible.” (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 154).

Los bienes de un deudor son la prenda común de los acreedores y el precio debe
distribuirse entre ellos a prorrata, a menos que existan causas legítimas de preferencia; el
tercero embargado, en cuyas manos han tenido lugar, sucesivamente, varios embargos
retentivos, no puede liberarse válidamente frente a todos los embargantes, sino en virtud
de una sentencia que estatuya sobre los derechos de todos ellos. (Sent. SCJ. 30 Agosto
1952. BJ. 505. 1533).

Si bien un acreedor que es a la vez deudor de su deudor puede hacer un embargo


retentivo sobre sí mismo, es a condición de que la compensación no sea posible, por no
recaer los créditos sobre sumas de dinero o sobre cosas fungibles.(Sent. SCJ. 5 de
641

Octubre 1960. BJ. 603.2024. Citada por: Bergés Chupani, Manuel. 1963. Jurisprudencia
Dominicana. t. I., p. 165).

Para que tenga lugar el embargo retentivo no es necesario que el tercer embargado sea
una persona distinta al embargante, por lo tanto, se puede a realizar un embargo sobre sí
mismo. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procedure Civile. n. 217, p. 1440).

a. Quid del Estado, los municipios, el Distrito Nacional.

Ver Ley No. 1484 del año 1938.

§3. Títulos en cuya virtud se puede ejercer.

A. Títulos Auténticos o Bajo Firma Privada.

De acuerdo con el principio general, el acreedor sólo puede embargar en virtud de un


título ejecutorio. Por derogación a este principio, el legislador ha permitido practicar el
embargo retentivo en virtud no sólo de un título ejecutorio, sino también en virtud de un
título auténtico o un título bajo firma privada (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4a.ed., p. 124-125). A falta de uno u otro, con la
autorización del juez o sentencia. (Germán Mejía, Mariano. 1997. Conferencias Sobre Vías
de Ejecución, Los Embargos. 5ª. ed., p. 51; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. t. III, 3ra. ed., pp. 158-159).

“En los casos en que el acreedor tenga título, el título invocado debe ser regular en la
forma y contener obligación o condenación. Si se trata de una acto auténtico o bajo firma
privada no es necesario que sea notificado previamente al deudor par los fines del
embargo retentivo”. (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial
Privado, Los Embargos. v. I, p. 16).

A diferencia de los embargos ejecutorios, que sólo pueden fundamentarse en títulos


auténticos ejecutorios, el embargo retentivo puede fundamentarse en títulos simplemente
auténticos, bajo condición de que contengan una obligación de pagar una suma de
dinero. (Germán Mejía, Mariano. Vías de Ejecución. 2002. t.II, 1ra ed. p. 301). “Para que
una sentencia sea un título ejecutorio suficiente para embargar retentivamente, es
necesario que la misma contenga una condenación.” (Juriprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 542, p. 1453).

Un acto notarial que contiene una deuda de suma de dinero, aún no sea en época fija o
en forma periódica, sino en forma condicional, si bien no puede ser considerado un título
ejecutorio puede servir de fundamento a un embargo retentivo.” (Sent. SCJ. 24 de febrero
del 1942. BJ.379.101)

“El acto que teniendo apariencia de auténtico no lo es, por estar viciado por
incompetencia o incapacidad del oficial o por un defecto de forma, si contiene la indicada
obligación, puede servir de fundamento a un embargo retentivo(…) Igualmente un acto
auténtico cuya validez ha sido cuestionado por falsedad incidental puede servir de
fundamento a un embargo retentivo hasta que no haya sido declarado falso o el tribunal
competente haya suspendido temporalmente su ejecución”. (Germán Mejía, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 302)
642

El embargo retentivo puede ser fundamentado: en una sentencia con la autoridad


definitivamente e irrevocable de la cosa juzgada; una sentencia atacada por un recurso
suspensivo de ejecución o pendiente de éste; un permiso del juez competente; un acto
notarial que contiene una deuda de suma de dinero a pagar en un sólo plazo,
periódicamente, o en una época fija; así como en los demás títulos ejecutorios ordinarios
y administrativos. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 300; García de
Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 17).

¨De conformidad con el Art. 404 del C. de Proc. Civil, las demandas intentadas sin título,
cuando no excedan de tres cientos pesos, se reputan sumarias, de donde resulta
necesariamente que cuando esas demandas excedan de esa suma deben ser juzgadas
mediante las reglas del procedimiento ordinario, que es aplicable todas las veces que la
ley no prescribe observar otras normas¨. (Sent. SCJ. 20 de febrero 1952. BJ.. 499.292-3;
Sent. SCJ. 25 de septiembre 1951. BJ.. 494.1171-2. Citada por: Bergés Chupani, Manuel.
1957. 10 Años de Jurisprudencia Dominicana. t. I., p. 392).

B. Autorización judicial para practicar embargo retentivo.

Cuando no hay título el embargo tiene que hacerse con permiso del juez. (Sent. SCJ. 8 de
junio de 1928. BJ. 215.3)

El acreedor que no posee un título no puede embargar hasta tanto no obtenga permiso
del juez de primera instancia mediante auto dictado a instancia suya, tal como lo
prescribe el artículo 558 del Código de Procedimiento Civil. (García de Peña, Luis Víctor.
1999, Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, pp. 16-17; Tavares hijo,
Froilán. 1999, Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a.ed., p. 125-126).
“El acreedor que tiene titulo privado no tiene necesidad de solicitar u obtener autorización
del juez para trabar un embargo retentivo”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. t. III, 3ra. ed., p. 159; Jorge Blanco, Salvador. 2003. Los Formularios de las Vías de
Ejecución. 3ra. ed. p. 151).

¨Cuando el embargo retentivo es realizado con permiso del juez competente por ausencia
de título, la ordenanza dictada en tal sentido, solamente tiene por objeto reemplazar el
título a favor del acreedor, pero ningún texto legal establece que dicho acreedor éste
ligado a la designación del tercero embargo, aún en caso de que éste haya sido señalado
en la instancia de solicitud de autorización para embargar¨. (Sent. SCJ. 22 de Marzo del
1991. BJ.962-964.278. Citada por: Biaggi Lama, Juan Alfredo. 2002. 15 Años de
Jurisprudencia Procedimiento Civil Dominicana. p. 199).

“No es necesario que la ordenanza por la cual el Presidente del Tribunal permite el
embargo retentivo sin título, haga mención de la suma por la cual se va a embargar. Ya
que el requerimiento para obtener dicha autorización enuncia esta suma.” (Juriprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 1, p. 1446).

a. Instancia de Solicitud.

En la instancia por la cual el acreedor sin título solicita autorización para trabar embargo
retentivo, éste debe exponer las causas de su crédito en principal y accesorios, y solicitar
autorización para practicarlo por la cifra total de su crédito según plazca al juez,
indicando al tercero embargado y la naturaleza del crédito que se va a embargar. (Tavares
hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a. ed., p.
125-126).
643

“Esta instancia debe ser motivada, en la cual le va a poner en relieve:1) la existencia de


un crédito; 2) que ese crédito se encuentra ya vencido, es decir, que puede ser exigido; y
3) que el deudor está realizando actos para insolventarse y que por consiguiente su
crédito se encuentra en peligro”. (Germán Mejía, Mariano. 1997. Conferencias Sobre Vías
de Ejecución, Los Embargos. 5a. ed., p. 55).

Esta instancia debe ser firmada por un abogado. (Germán Mejía, Mariano. 1997,
Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos, 5a.ed., p. 52; Tavares hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a. ed., p. 126). Y debe
estar acompañada de los documentos que suministren al juez de la información
pertinente. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v. IV, 4a. ed., p. 126).

A la instancia solicitando el auto para trabar embargo retentivo, se puede anexar


cualquier documento justificativo. (Jorge Blanco, Salvador. 2003. Los Formularios de las
Vías de Ejecución. 3ra. ed., p. 149)

“El tribunal competente para conceder el permiso es el Juzgado de Primera Instancia del
domicilio del deudor o el del tercero embargado, a elección del acreedor”. (García de Peña,
Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p.17).

“Los Jueces de Paz, dentro de la materia de su competencia, tiene la autoridad, de otorgar


el permiso de embargar retentivamente.” (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 19, p. 1456).

b. Tribunal Competente.

En razón de la materia, el juez competente lo es el juez presidente del juzgado de primera


instancia. Mientras que en razón del territorio, es competente el tribunal de primera
instancia del domicilio del deudor o el del domicilio del tercero embargado, a opción del
ejecutante; cualquier otro juez será incompetente, pero de un modo relativo. (Germán
Mejía, Mariano. 1997, Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos, 5a.ed., p.52;
Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a.ed.,
p. 126-127). Es la relación triangular (embargante, deudor embargado y tercero
embargado), la que da nacimiento a la doble competencia territorial para la autorización
de ésta medida. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 271).

“El único juez competente lo es el de primera instancia. No importa que el crédito caiga
en monto de la competencia del juez de paz ni que sea de naturaleza comercial.” (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 160).

c. Contenido y Naturaleza del auto. Consecuencias del Auto.

“En su auto, el juez evaluará el crédito del solicitante y fijará en consecuencia la cifra por
la cual autoriza el embargo retentivo. El auto deberá indicar el tercero embargado y la
naturaleza del crédito a embargar”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a. ed., p. 126).

El auto por el cual el juez resuelve favorable o desfavorablemente, sobre la solicitud de


autorización para embargar retentivamente, es un acto de administración judicial. Lo cual
tiene las siguientes consecuencias: a. al acreedor que se le rechace su solicitud, puede
renovar su solicitud ante el mismo juez; b. el solicitante a quien un juez competente le ha
rechazado su solicitud, puede dirigir la misma ante otro de los jueces competentes según
el artículo 558; c. el auto que autoriza el practicar el embargo retentivo y que evalúa el
crédito, no es impedimento para que el juez de la demanda en validez del mismo, o el juez
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que conozca de la oposición a las persecuciones, juzgue que el crédito no reúne las
condiciones necesarias para servir de base a un procedimiento ejecutorio. (Tavares Hijo,
Froilán. 1999, Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a. ed., p. 127-128).

d. Facultades del Juez.

El juez tiene un poder soberano para apreciar la procedencia o la improcedencia de la


solicitud de autorización para trabar embargo retentivo; autoriza el pedimento si entiende
que el solicitante tiene un crédito, cierto, líquido y exigible, apreciando la cantidad en que
procede evaluar el crédito. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. IV, 4a.ed., p. 127).

El juez no está obligado a autorizar al acreedor a realizar el embargo retentivo, pues se


puede inferir del artículo 48 del Código de Procedimiento Civil que el embargo solo puede
ser autorizado cuando le ha sido demostrado al juez la urgencia y el peligro en el cobro de
su crédito. (Germán Mejía, Mariano. 1997. Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los
Embargos. 5a.ed., p. 55).

No obstante ese poder soberano, se admite que el juez no puede, a falta de disposición
legal expresa, imponer en su auto condiciones ni restricciones extraordinarias, como lo es
la prestación de una fianza si se trata de un acreedor extranjero. (Tavares hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a. ed., p. 127).

“El juez puede ciertamente dar la autorización, pero también puede negarla y debe
negarla todas las veces que el embargado tenga solvencia suficiente y el embargado tenga
carácter notoriamente vejatorio.” (Pérez Méndez, Artagnan. Procedimiento Civil. 2000, t. III,
3ra. ed., p. 161).

§4. Bienes Embargables Retentivamente.

“Pueden ser embargados retentivamente: los títulos nominativos o a la orden del portador
pertenecientes al deudor y detentados por terceros e inclusive los efectos suscritos en
provecho del deudor; los valores que correspondan a un heredero en una sucesión
abierta; los valores que correspondan a un accionista en una sociedad; los créditos de
sumas de dinero en general, aunque estos sean eventuales y condicionales.” (Germán
Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 291).

“La regla de la embargabilidad de todos los bienes del deudor, por constituir la prenda
común de los acreedores, sufre limitaciones cuando se trata del embargo retentivo.
Pueden ser embargadas retentivamente las sumas de dinero y efectos mobiliarios
propiedad del deudor embargado. No pueden ser objeto de este embargo las sumas
ofrecidas y consignadas, luego de que hayan sido aceptadas por el acreedor, o dichos
procedimientos han sido validados por sentencia”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. III, pp. 290-91)

Pueden ser embargados retentivamente los inmuebles por destino, aún cuando los
mismos no pueden ser objeto de embargo ejecutivo ni conservatorio. (Pérez Méndez,
Artagnan.2000. Procedimiento Civil. t. II, 3ra. ed., p. 193)

A diferencia de Francia, los inmuebles, por naturaleza o por destino, no pueden ser objeto
de embargo retentivo. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 290)

§5. Proyecto de Código Civil de Procedimiento Civil.


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El artículo 557 del Código de Procedimiento Civil vigente, queda modificado por el artículo
990 del Proyecto, el cual inicia el desarrollo del embargo retentivo bajo el título del
Embargo Retentivo a Título Conservatorio.

En la actualidad, puede embargar retentivamente el acreedor provisto de título auténtico


o bajo firma privada, sin embargo, en el proyecto se estipula que solo podrá realizar dicho
embargo aquel provisto de un crédito constatado como líquido y exigible, eliminando la
controversia de que si el crédito debe ser cierto al momento del embargo, o, si solo tiene
que cumplir con dicho requisito al momento de validar dicha ejecución. Mas allá, el
proyecto elimina la posibilidad que tiene el acreedor de oponerse a la entrega de los
créditos por parte del tercero al deudor, de manera tal que elimina cualquier duda entre
la similitud del embargo retentivo y la oposición.

En cuanto al artículo 558 aún vigente, el proyecto no hace mención de la posibilidad de


recurrir al juez para la expedición de un auto con fuerza ejecutoria para el caso específico
de este embargo retentivo, sino que al tener un carácter fundamentalmente conservatorio
al momento de la ejecución; el artículo 909 del proyecto, situado en el tema relativo a las
disposiciones comunes de las medidas conservatorias, otorga potestad al acreedor a
recurrir al juez para dicha expedición siempre que pueda justificar una urgencia.

ARTÍCULO 559

Todo acto de embargo retentivo u oposición hecho en virtud de un título,


contendrá la enunciación del título y la suma por la cual se verifique; si el acto se
hiciere por permiso del juez, el auto enunciará la cantidad por la cual deba
hacerse el embargo retentivo u oposición, y se dará copia del dicho auto en cabeza
del acto. Si el crédito por el cual se pide el permiso de embargar retentivamente
no fuere líquido, el juez hará la evaluación provisional de él. El acto contendrá
además elección de domicilio en el lugar en donde resida el tercer embargo, si el
ejecutante no habitare en el mismo lugar: todo a pena de nulidad.

Tabla de Contenido

§1. El Acto de Embargo.


A. Enunciaciones y Formalidades.
B. Sanción al Incumplimiento: la Nulidad.
§2. Créditos en virtud de los cuales se puede embargar retentivamente.
A. Crédito Cierto.
B. Crédito Líquido: Evaluación Provisional del Crédito.
C. Crédito Exigible.
§3. Efectos del Acto de Embargo Retentivo.
§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. El Acto de Embargo.

El primer acto que se notifica en manos del tercero es llamado Acto de Embargo
Retentivo o Procedimiento Verbal de Embargo Retentivo, consiste en un acto de alguacil
notificado a requerimiento del acreedor en el domicilio del tercero deudor de muebles o de
sumas de dinero, al deudor embargado sometido a las reglas normales de los actos de
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alguacil y a algunas particulares. (Germán Mejía, Mariano. 1997. Conferencias Sobre Vías
de Ejecución, Los Embargos. 5a.ed., p. 60-61).

¨Esta notificación consiste esencialmente en prohibirle al tercero embargado que se


desapodere de sumas debidas al embargado¨. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. II, p. 304; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.
163; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV,
4a.ed., p.136).

El embargo retentivo no va precedido de ningún mandamiento de pago. Ello así por varias
razones: a) el tercero notificado no es el deudor del embargante; b) el mandamiento de
pago supone la existencia de un título ejecutorio, lo cual el acreedor no siempre posee; c)
el embargo retentivo empieza con un carácter conservatorio. (Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 163).

A. Enunciaciones y Requisitos.

El acto de embargo debe contener las menciones comunes a todos los actos de alguacil.
(Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 305; Tavares hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a. ed., p.137; Jorge Blanco,
Salvador. 2003. Los Formularios de las Vías de Ejecución. 3ra. ed. p. 152).

“El embargo retentivo a diferencia de los demás embargos, es un acto de alguacil


sometido a dos tipos de condiciones: la primera se refiere a las reglas generales de todo
acto de alguacil; y la segunda, que se refiere a las menciones particulares que debe tener
este acto de alguacil.” (Germán Mejía, Mariano. 1997. Conferencias Sobre Vías de
Ejecución, Los Embargos. 5a.ed., p. 60).

El acto de embargo retentivo debe contener elección de domicilio en el lugar donde reside
el tercer embargado, y sería nulo un embargo en manos de un tercero que no sea deudor.
Esta elección de domicilio produce los mismos efectos análogos a la establecida por el art.
584 del embargo ejecutivo. (Jorge Blanco, Salvador. 2003. Los Formularios de las Vías de
Ejecución. 3ra. ed., p. 152)

Este acto de alguacil debe estar encabezado por el título en base al cual se realiza el
embargo; en segundo lugar, debe decir, el monto del crédito; sin embargo, el embargo
puede ser realizado hasta por el doble del monto del crédito. Debe decir, además, por qué
razón se está trabando el embargo, haciendo la salvedad o advertencia al tercero
embargado, de que si irrespeta el embargo retentivo, éste será pasible de los daños y
perjuicios que su actitud negativa le pueda causar al embargante. (Germán Mejía,
Mariano. 1997. Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos. 5ta. ed., p.60; Jorge
Blanco, Salvador. 2003. Los Formularios de las Vías de Ejecución. 3ra. ed., p. 152).

A pesar de que el artículo 559 del Código de Procedimiento Civil establece una serie de
requisitos, estas resultan incompletas. Los requisitos deben ser: a) indicación del título
en virtud del cual se hace el embargo retentivo. Si no hay título, el auto que lo autorizó,
dándose copia del mismo. b) Enunciación de la causas del embargo, es decir, la suma por
la cual el embargo se efectúa. c) Elección de domicilio. d) Generales del embargante y
nombre y domicilio del tercero embargado y del embargado. d) Prohibición al tercero
embargado para que se desapodere de las sumas bloqueadas. (Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 16).
647

Debe enunciar el título en cuya virtud se practica el embargo. (Germán Mejía, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 305; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4a. ed., p. 137).

“Si en el acta de embargo se anexa copia del título y se hace referencia a él, no será
necesario enunciar la suma porque el título será suficiente.” (Juriprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 51, p. 1437).

La ley no exige que se dé al tercero embargado copia del título, pero en la práctica se
acostumbra a hacerlo. Es conveniente que además se haga del conocimiento del tercero
embargado, la instancia por la cual solicitó al juez autorización para practicar el embargo
retentivo. (Tavares hijo, Froilán. 1999, Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.
IV, 4a. ed., p. 137).

“Si el embargo se efectúa con permiso del Juez por no tener título el embargante, se dará
copia del permiso en cabeza del acta del embargo, el cual permiso deberá indicar la suma
por la que se pueda embargar.” (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho
Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 18).

“Se ha pensado que debería legislarse, para obligar a que toda acta de embargo retentivo,
lleve junto al nombre del embargado, la indicación de su documento de identidad. Sin
embargo, quienes se oponen a esto, alegan que muchas veces el abogado del embargante
desconoce esta información, y quizás sería un caso excepcional que esto sucediera,
invocándose entonces que “a lo imposible nadie está obligado”. (Moreta Castillo, Américo.
1993. El Embargo Retentivo Especialmente Sobre Cuentas Bancarias. p. 10). Si no existiera
la posibilidad de identificación, sería conveniente no embargar. (Moreta Castillo, Américo.
1993. El Embargo Retentivo Especialmente Sobre Cuentas Bancarias. p. 10).

“Cuando el acto de embargo retentivo se notifica en manos de un particular, que no es


una institución bancaria, las únicas menciones son las anteriores; pero cuando se
notifica en una institución bancaria la ley señala que el acto no puede ser notificado en
manos de una persona incapaz, y que la persona que reciba el acto deberá visarlo, es
decir, firmarlo, y que si esta persona se negare a visarlo entonces la situación y el acto
debe ser denunciado ante el procurador fiscal de la localidad.” (Germán Mejía, Mariano.
1997. Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos. 5a. ed., p. 61).

No constituye un obstáculo para practicar un embargo retentivo u oposición no notificar


un mandamiento de pago o una intimación previa al deudor (Sent. SCJ. 9 Marzo 1955.
BJ.. 536.468).

“En este embargo no es obligatoria la designación de un depositario, ya que los objetos


embargados quedan confiados a la guarda del tercero embargado, que es un tercero
respecto al embargo” (Sent. SCJ. 6 de julio de 1925. BJ.. 180.5; Sent. SCJ. 28 de Junio de
1926. BJ.. 191.15).

B. Sanción al Incumplimiento: la Nulidad.

El incumplimiento a las enunciaciones mencionadas en el artículo 559 del Código de


Procedimiento Civil conllevan la nulidad del acto, pero de acuerdo a los principios
generales que rigen la nulidad de los actos del procedimiento, se deberá probar el agravio.
(Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 165).

¨La nulidad puede ser propuesta por cualquier interesado: por el embargado, con el fin de
cobrar su crédito; por el tercero embargado, para justificar los pagos que haya hecho
después del embargo; por un segundo ejecutante, para descartar al primero; por el
648

cesionario del crédito embargado retentivamente, para mantener la cesión que le fue
consentida por el embargado¨. (Tavares hijo, Froilán. 1999, Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v. IV, 4a.ed., p.138; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II,
p. 306).

¨Un embargo no es nulo por el hecho de que el acreedor lo haya intentado por una suma
mayor que la adeudada; que si bien es cierto que el acreedor puede cometer un abuso de
derecho, a causa de haber exagerado por ligereza censurable el monto de su embargo
retentivo, no es menos cierto que en tales casos los jueces de fondo deben establecer, en
hecho, que los valores embargados retentivamente excedan considerablemente al crédito
del embargante, y que ello, le ha ocasionado un perjuicio al embargado¨. (Sent. SCJ.
Diciembre 1952. BJ. 509.2376; Sent. SCJ. Septiembre 1951. BJ.. 494.1171-2. Citada por:
Bergés Chupani, Manuel. 1957. 10 Años de Jurisprudencia Dominicana. t. I., p. 392).

§2. Créditos en virtud de los cuales se puede embargar retentivamente.

“La ley no contiene disposición especial que determine cuáles son los créditos que
permiten practicar un embargo retentivo. Es preciso aplicar, pues, la regla general
enunciado en el artículo 551, según la cual se requiere, para embargar, que el ejecutante
sea titular de un crédito cierto, líquido y exigible, a menos que exista disposición en
sentido contrario en materia de embargo retentivo”. (García de Peña, Luis Víctor. 1999.
Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 15; Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., pp. 156-157; Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a. ed., p. 121; Jorge Blanco,
Salvador. 2003. Los Formularios de las Vías de Ejecución. 3ra. ed., p. 152).

En la tesis según la cual el embargo retentivo pertenece a la familia de los embargos


ejecutorios, el crédito, por aplicación del artículo 551 del Código de Procedimiento Civil,
tiene que ser cierto, líquido y exigible. En la tesis según la cual el embargo retentivo
pertenece a la familia de los embargos conservatorios, el crédito sólo tiene que ser
justificado en principio, por aplicación del derecho común, y por tanto, compete al juez
apreciar su certidumbre y liquidarlo provisionalmente. (Germán Mejía, Mariano. 2002.
Vías de Ejecución. t. II, p. 293).

“El embargo retentivo solo puede trabarse respecto de un crédito del cual sea
personalmente titular el embargado contra un tercero.” (García de Peña, Luis Víctor.
1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 17).

“El crédito que se embarga retentivamente, es el que tiene el embargado en relación al


tercero embargado. Este crédito deber ser cierto al día del embargo retentivo, aunque no
es necesario que sea líquido y exigible”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. t. III, 3ra. ed., pp. 161-162).

A. Crédito Cierto.

“La certidumbre del crédito es un requisito sustancial para la validez del embargo
retentivo, por lo que, el mismo sería nulo si el crédito del ejecutante no fuera cierto. Esto
presenta las siguientes consecuencias: a. el embargo retentivo practicado en virtud de un
crédito eventual, es anulable; b. no puede embargarse retentivamente en virtud de un
crédito condicional, hasta tanto no se haya realizado la condición; c. no se puede
practicar un embargo retentivo para conseguir el cobro de una pensión alimenticia, hasta
que la misma no se haya consagrado en una decisión judicial”. (Tavares hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4a.ed., pp. 121-122).
649

Es incuestionable que el crédito del ejecutante debe ser cierto en su existencia, puesto
que ninguna disposición descarta ese requisito en materia de embargo retentivo. (Sent.
SCJ. 3 de abril de 1974. BJ. 761.908).

La certeza de una deuda, condición sin la cual no puede llevarse a cabo ningún embargo
retentivo, es una cuestión de hecho que los jueces del fondo aprecian soberanamente.
(Sent. SCJ. 10 septiembre 1920. BJ. 122.3).

“Cierto quiere decir indiscutible. (…) se exige la certidumbre del crédito, no en cuanto al
monto, sino en cuanto a su existencia”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. t. III, 3ra. ed., p. 157).

“Cierto significa que debe, a pena de nulidad, existir en el momento en que se realiza el
acto de embargo. Un crédito condicional sólo puede servir de base a embargo retentivo
después del cumplimiento de la condición, pues es entonces cuando adquiere
certidumbre. Asimismo, un crédito eventual no puede ser el fundamento de un embargo
retentivo. Tampoco puede serlo un crédito contestado, ya que no hay certidumbre actual
de su existencia.” (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado,
Los Embargos. v. I, p. 15; Juriprudence Générale Dalloz. Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procedure Civile. nn. 369-410, pp. 1448, 1449).

Una acreencia cuya existencia es dudosa no puede justificar un embargo retentivo, pero
una contestación sin fundamento no bastaría para anular el embargo, correspondiendo a
los jueces apreciar si la contestación es bastante seria para que la acreencia no pueda ser
considerada como cierta y servir de consecuencia de fundamento de embargo retentivo.
(Sent. SCJ. 17 de Julio del 1931. BJ. 252.29).

La contestación seria y fundada relativa a la certidumbre del crédito, es motivo para


anular el procedimiento del embargo retentivo; por el contrario, el crédito debe
considerarse como cierto y debe ser mantenido el embargo, si la contestación constituye
una maniobra dilatoria del embargado para retrasar el procedimiento. (Juriprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. nn. 323-418, pp.
1446-1449; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 157;
Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a.ed.,
p. 122).

“Para la validez de un embargo retentivo, el crédito debe ser cierto, no solamente en el día
que debe llegar la sentencia de validez, sino desde el día en que es realizado dicho
embargo.” (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procedure Civile. n. 417, p. 1449).

“En principio, el crédito contenido en un acto auténtico es cierto y aún el contenido en un


acto bajo firma privada firmado por la persona a quien se opone debe estimarse como
cierto”. (Germán Mejía, Mariano.2002. Vías de Ejecución. t. III, p. 293).

B. Crédito Líquido: Evaluación Provisional del Crédito.

“El crédito del embargante debe ser líquido. Pero éste no tiene que ser liquidado desde el
momento en que se inicia la parte conservatoria. Debe serlo al momento de la ejecución;
si el acto se hiciere por permiso del juez, el auto enunciará la cantidad por la cual deba
hacerse el embargo retentivo u oposición.” (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. t. III, 3ra. ed., p. 157).

El principio de que se exige para embargar que el crédito sea líquido, no se aplica en toda
su extensión en lo relativo al embargo retentivo, puesto que la ley permite que cuando el
650

crédito del embargante no es líquido en su cuantía, el juez puede evaluarlo


provisionalmente. (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado,
Los Embargos, v. I, p. 18; Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procedure Civile. n. 472, p. 1451; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4a. ed., p. 122).

Es competente para la evaluación provisional del crédito, el mismo tribunal competente


para autorizar el embargo retentivo, cuando el acreedor no tiene título: el del domicilio del
deudor o el del domicilio del tercer embargado, a opción del ejecutante. (Tavares hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a. ed., pp.122-123).

“Se ha sostenido que no tiene que ser solicitada al juez la evaluación del crédito sino
cuando el acreedor carece de título, y tenga por consiguiente necesidad de obtener
permiso para el embargo, y que por consiguiente, el acreedor que tiene título pero cuyo
crédito no es líquido puede embargar. En este caso, el mismo acreedor debería evaluar
provisionalmente su crédito, a fin de enunciar en el acto de embargo retentivo las causas
de éste. Esta opinión es fuertemente combatida. La intención del legislador parece ser, en
efecto que el ejecutante, aunque posea título escrito, solicite del juez una evaluación
provisional de su crédito, en todos los casos en que éste no es líquido” (Tavares hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4ta. ed., p. 123).

Un embargo no es nulo por el hecho de que el acreedor lo haya intentado por una suma
mayor que la adeudada; que si bien es cierto que el acreedor puede cometer un abuso de
derecho, a causa de haber exagerado por ligereza censurable el monto de su embargo
retentivo, no es menos cierto que en tales casos los jueces del fondo deben establecer, en
hecho, que los valores embargados retentivamente exceden considerablemente al crédito
del embargante, y que ello, le ha ocasionado un perjuicio al embargado. (Sent. SCJ. 19
Diciembre 1952. BJ. 509.2375).

“La falta de liquidez no anula el embargo sino que obliga al sobreseimiento hasta tanto
ella se haga.” (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 297; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 157). Esto así, a condición de que el
proceso verbal aparezca consignado el monto por el cual es trabada la medida,
imponiéndose sólo el sobreseimiento hasta que se haga la liquidación”. (Germán Mejía,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 297).

C. Crédito Exigible.

Según lo ha afirmado gran parte de la doctrina, la causa del embargo, es decir el crédito,
debe ser exigible. (Glasson, Tissier et Morel. 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judicaire, de Compétence et de Procédure Civile. t. IV, p. 195; Germán
Mejía, Mariano.2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 248 y 299; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 158).

“Para que el crédito sea exigible significa que se ha cumplido el termino convenido”.
(García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v.
I, p. 15).

El crédito debe ser exigible para que el ejecutante pueda practicar embargo retentivo. Por
lo tanto, no a lugar a embargo retentivo cuando el crédito en virtud del cual se practica el
embargo retentivo está sujeto a un término, a menos que el deudor haya incurrido en la
caducidad del término, caso en el cual, su acreedor puede embargar retentivamente.
(Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4a. ed.,
p. 123).
651

“Cuando el crédito está pendiente del cumplimiento de una condición suspensiva o de la


llegada de un término, no se puede trabar el embargo retentivo. Pero esta condición debe
cumplirse no al momento de trabarse el embargo, sino al momento de la sentencia en
validación”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 158).

“Las medidas conservatorias en general pueden ser trabadas en base a un crédito a


término, condicional, y aun eventual, ya que no se puede obligar a un acreedor a
mantenerse en inercia ante las actitudes de su deudor dirigidas a insolventarse, o
simplemente ante los malos negocios que cada día disminuyen la garantía del pago del
crédito”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 298).

Ha sido admitido que el vendedor de muebles, a quien no se le ha pagado el precio de la


venta, puede embargar retentivamente en manos del subadquiriente de esos muebles,
aún cuando su propio crédito no sea exigible. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4a.ed., p. 124).

§3. Efectos del Acto de Embargo Retentivo.

El embargo retentivo produce el efecto de crear un estado de indisponibilidad de los


bienes embargados en manos del tercero embargado. (Germán Mejía, Mariano. 1997.
Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos. 3ra. ed., p. 67).

El crédito que tiene el embargado respecto al tercero se congela, pero eso no quiere decir
que irremediablemente ya se perdió dicho crédito, por la sola notificación del acta de
embargo retentivo, sino que desde el momento en que el tercero recibe la notificación del
acta de embargo, todo hecho por éste frente al embargado es imponible al último. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 166).

“Los efectos de la indisponibilidad no se limitan al pago, sino que se extienden a las


cesiones, novaciones, compensaciones, quita o perdón voluntario y a todo medio a través
del cual el tercero embargado se libera de las obligaciones contraídas frente al deudor
embargado.” (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 308).

Otro de los efectos del embargo retentivo es que la notificación con relación al tercero
embargado, produce la interrupción de la prescripción, extintiva del crédito del
embargado sobre el tercero embargado. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución.
t. II, p. 308; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 167).

“El embargo retentivo, como todos los embargos, interrumpe la prescripción, a condición
de que sea regularmente denunciado. No notificado al deudor en el plazo establecido por
la ley, deviene en nulo y como tal no puede tener efecto interruptivo”. (Cass., 1er mai
1897. S. 1898.1.209. Citada por: Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p.
312).

Si el tercero embargado paga, no obstante el embargo retentivo, va a tener que pagar de


nuevo, porque quien paga mal, paga dos veces. (Germán Mejía, Mariano. 2002.
Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos. 5a.ed., p. 67).

¨Los artículos 557 y siguientes del mismo Código de Procedimiento Civil excluye el
mandamiento de pago y la intimación previa al deudor, en razón de su finalidad, que es la
de hacer indisponible los efectos y dineros en manos de tercero¨. (Sent. SCJ. 9 Marzo
1955. BJ. 536.468. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).
652

El embargo retentivo por sí solo no puede tener por efecto paralizar la fuerza de un título
ejecutorio y dispensar al tercero embargado de cumplir sus obligaciones con respecto del
deudor embargado, hasta convertir a dicho tercero en un simple espectador de una
situación así creada. (Sent. SCJ. 23 de Julio del 1935. BJ. 300.262).

“El hecho de que el embargo no pueda atribuírsele efectos futuros no significa que no
pueda afectar, cuando así lo haya declarado el embargante en el proceso verbal de
embargo, los intereses generados por las sumas embargadas.” (Germán Mejía, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t. II, pp. 310-11).

§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La esencia del artículo 559 del Código de Procedimiento Civil no varía según el artículo
991 del Proyecto de Código, sino que el proyecto busca ampliar aún más el artículo actual
agregando a las siguientes enunciaciones a aquellas ya vigentes: las generales del deudor,
modificándolas si se trata de personas morales, el desglose por separado de las sumas
por las cuales se embarga, la prohibición hacia el tercero de disponer de dichas sumas, la
mención del principio fijado de que el embargo produce una indisponibilidad al deudor, y
la mención de que el tercero esta obligado a declarar al acreedor embargante la extensión
de sus obligaciones frente al deudor, así como las modalidades que puedan afectarlas y,
si hay lugar, las cesiones de crédito, delegaciones o embargos anteriores.

ARTÍCULO 560

El embargo retentivo u oposición hecho en países extranjeros no tendrá en la


República fuerza legal, ni los tribunales tendrán competencia para conocer su
validez.

Tabla de Contenido

§1. Embargo Retentivo realizado en el Extranjero. Competencia del Tribunal.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Embargo Retentivo realizado en el Extranjero. Competencia del Tribunal.

El embargo retentivo que es notificado en el extranjero en la persona o en el domicilio del


tercero embargado no surtirá efectos en la República Dominicana, y los tribunales
nacionales no tendrán competencia para conocer su validez. A ello se opone la norma
establecida en el artículo 560 del Código de Procedimiento Civil. (Germán Mejía, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t. II, pp. 304, 308 y 331; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 138).

Si el embargado, aún estando domiciliado en el extranjero, se encuentra accidentalmente


en la República Dominicana, el embargo retentivo puede serle notificado a su persona,
salvo que, en el procedimiento de la declaración afirmativa, el tercero embargado
justifique la legalidad de los pagos hechos a la parte embargada por sus empleados o
agentes en su domicilio en el extranjero. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., pp. 138).

Debe ser validado un embargo retentivo que ha sido notificado a las autoridades y no a
las personas o al domicilio del tercero embargado, domiciliado en el extranjero, por el
653

motivo que la prescripción del artículo 560 del Código de Procedimiento Civil no está
establecida a pena de nulidad y no se justifica más que por el interés del tercero
embargado que, en la especie, no ha invocado la irregularidad de la notificación, ni ha
causado un perjuicio. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile
et Comérciale. t. I, n. 341, p. 751).

Una sentencia extranjera no revestida de exequátur puede ser utilizada para trabar un
embargo retentivo. La jurisprudencia ha pronunciado su negativa. (Encyclopédie Juridique
Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 340, p. 750).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones consagradas en este artículo se mantienen intactas en el artículo 993


del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 561

(Mod. por la Ley No. 138 del 21 de mayo de 1971). El embargo retentivo u oposición
hecho en manos de los receptores, depositarios o administradores de caudales
públicos, y en esta calidad, no será válido, si el acto no se hace a la persona
designada por la ley para recibirlo, y si dicha persona no visare el acto original, o
en caso de negativa de ésta, el fiscal. Igual formalidad de visado deberá cumplirse
cuando el embargo se practique en bancos comerciales o instituciones de crédito
legalmente establecidas, por funcionarios autorizados.

Tabla de Contenido

§1. Embargo Retentivo en manos de los Receptores, Depositarios o Administradores


de
Caudales Públicos. Formalidad para su Validez.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Embargo Retentivo en manos de los Receptores, Depositarios o Administradores


de
Caudales Públicos. Formalidad para su Validez.

El artículo 561 del Código de Procedimiento Civil, prescribe que cuando se trata de un
embargo retentivo u oposición hecho en manos de los receptores, depositarios o
administradores de caudales públicos y en esta calidad, el embargo no será válido “si el
acto no se hace a la persona designada por la ley para recibirlo, y si dicha persona no
visare el acto original, o en caso de negativa de ésta, el fiscal”. (García de Peña, L. V. 1999.
Manual de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 18; Germán Mejía, Mariano. 2002.
Vías de Ejecución. t. II, p. 306; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 139).

Es conforme a las disposiciones de la Ley No. 1486, del 20 de Marzo de 1938 que, el
Embargo Retentivo, así como la oposición, en manos del Estado y los actos que deben
seguir a la medida, se notificará al mismo tiempo que al Fiscal, en la Tesorería de la
Nación, hablando con el tesorero nacional; o en la Colecturía de Rentas Internas
(actualmente Impuestos Internos) que tengan su asiento en la Capital de la República o
en la que tenga su asiento en la jurisdicción territorial del juzgado o tribunal que haya de
654

conocer de la demanda en validez, hablando en estas oficinas con el correspondiente


Colector de Rentas Internas actualmente Encargado de Impuestos Internos. (Germán
Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, pp. 306-307).

Cuando la notificación es efectuada en manos de un receptor o administrador de cajas o


de dineros públicos, precauciones especiales son precisadas por el artículo 561, con el fin
de evitar toda incertidumbre sobre el punto de saber si el embargo ha sido bien tocado a
la persona calificada para recibirlo. Debe ser enviada a la persona encargada para
recibirlo, es decir, al funcionario mismo o al empleado delegado a este efecto, no a su
domicilio personal sino donde ejercen sus funciones. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956.
Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 120, p. 735).

Esta formalidad deberá igualmente ser observada en los casos en que el embargo
retentivo se practica en manos de los bancos comerciales o instituciones de crédito
legalmente establecidas, por los funcionarios autorizados. (García de Peña, L. V. 1999.
Manual de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 19; Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 139).

Y es que, tomando en consideración que los bancos comerciales y las demás instituciones
de crédito legalmente establecidos en el país estaban confrontando entorpecimientos en
sus actividades por los frecuentes procedimientos de embargos retentivos que, sin los
requisitos legales y sin los méritos debidos, se iniciaban contra determinadas personas o
entidades que mantenían relaciones comerciales con dichas instituciones de crédito; el
legislador entendió razonable establecer para los bancos e instituciones de crédito un
procedimiento de embargo retentivo equivalente al que ya había sido establecido para el
Estado y sus instituciones. Fue así que mediante la Ley No. 138, del 21 de mayo de 1971,
se modificó el artículo 561 del Código de Procedimiento Civil y se dispuso que cuando el
embargo se haga en manos de bancos comerciales o instituciones de crédito legalmente
establecidas no será válido si no se notifica a la persona designada por la ley para
recibirlo y si dicha persona no visare el acto original y en caso de negativa de ésta, el
Fiscal. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 307).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 561 del Código de Procedimiento Civil no sufre modificación en el Proyecto de


Código de Procedimiento Civil. Éste está contemplado en el artículo 994 del Proyecto, y se
mantiene intacto.

ARTÍCULO 562.

El alguacil que hubiere firmado el acto de embargo retentivo u oposición estará


obligado a probar si fuere requerido, en la existencia del ejecutante en la época en
que otorgó el poder de embargar; bajo pena de interdicción y de daños y perjuicios a
las partes.

Tabla de Contenido

§1. Obligación del Alguacil de probar el Poder del Ejecutante en caso de que le fuere
requerido.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
655

§1. Obligación del Alguacil de probar el Poder del Ejecutante en caso de que le fuere
requerido.

En miras de la seguridad del tercero embargado, y particularmente con el fin de evitar


que este procedimiento ejecutivo pueda ser ocasión de maniobras fraudulentas, el
artículo 562 determina que el alguacil que notifica un embargo retentivo “estará obligado
a probar, si fuere requerido, la existencia del ejecutante en la época que otorgó el poder
de embargar”. Bajo pena de interdicción y daños y perjuicios. (Encyclopédie Juridique
Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 119, p. 735; Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de
Procédure Civile, t. IV, p. 235; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III,
2da. ed., p. 165; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 139).

El alguacil que realiza o notifica un embargo retentivo, debe estar provisto de un poder
pero la ausencia del mismo no da lugar a la nulidad del embargo. (Germán Mejía,
Mariano. 2002. Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos, 5a.ed., p. 61). Este
poder será anexado al acto de embargo; formalidad que podrá ser suplida con la firma del
acto por parte del persiguiente. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p.
305).

El artículo 562 no puede fundar una demanda en daños y perjuicios contra el alguacil
que, después de haber procedido a un embargo retentivo, recibe el pago del deudor y
devuelve recibo, sin abastecerle al mismo tiempo el desembargo de oposiciones
practicadas. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Comérciale. t. I, n. 119, p. 735).

El alguacil al notificar el acto de embargo retentivo, tiene que estar provisto de un poder,
pero la ausencia de dicho poder no da lugar a la nulidad del embargo. (Germán Mejía,
Mariano. 2002. Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos. 5a. ed., p. 61).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La única modificación que presenta este artículo en el Proyecto de Código es que


sustituye la pena de posible interdicción impuesta al alguacil, por la posibilidad de la
cancelación del mismo. Esto está recogido por el artículo 998 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 563

En la octava del embargo retentivo y oposición con más un día por cada tres
leguas de distancia entre el domicilio de este último y el del deudor embargado, el
ejecutante estará obligado a denunciar el embargo retentivo u oposición al deudor
embargado y citarlo en validez.
656

ARTÍCULO 564

En término igual, con más el acordado por causa de la distancia, a contar del día
de la demanda en validez, esta demanda será denunciada, a requerimiento del
ejecutante, al tercer embargado, que no estará obligado a hacer ninguna
declaración antes que dicha denuncia se le hubiere hecho.

ARTÍCULO 565

Si no se estableciere la demanda en validez, el embargo retentivo u oposición será


nulo: si esta demanda no se denunciare al tercer embargado, los pagos hechos por
él, hasta la denuncia serán válidos.

ARTÍCULO 566

(Derogado por la Ley No. 5210 del 11 de septiembre de 1959).

ARTÍCULO 567

La demanda en validez y la de desembargo, se establecerán ante el tribunal del


domicilio de la parte ejecutada.

Tabla de Contenido

§1. Denuncia del Embargo Retentivo. Definición.


A. Formalidades del Acto de Denuncia.
B. Plazo para la Denuncia.
§2. Demanda en Validez de Embargo Retentivo. Definición.
A. Plazo para la Demanda en Validez.
B. Tribunal Competente.
C. Alcance de la Demanda y Sentencia: Validez Vs. Fondo.
D. Efectos de la Demanda en Validez.
§3. Caso en que en el Embargo Retentivo no realizarse Denuncia y Demanda en
Validez.
§4. Contradenuncia al tercero embargado. Definición.
A. Formalidades de rigor.
B. Efectos.
§5. Incidentes del procedimiento en Embargo Retentivo. Clasificación.
A. Demanda en Desembargo.
B. Concurso de varios Embargos.
C. Concurso de varios Embargos y de una o varias Cesiones de Crédito.
§6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Denuncia del Embargo Retentivo. Definición.

La denuncia consiste en la notificación de un acto de alguacil por el acreedor embargante


al deudor embargado, por medio del cual se hace saber que ha sido efectuado en manos
del tercero embargado, un embargo retentivo del crédito del que es titular. (Capitant,
Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 201; García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de
Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 19; Germán Mejía, Mariano. 2002.
657

Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos, 5a.ed., p. 61; Germán Mejía, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 313; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t.
III, 2da ed. p. 168).

El único efecto que produce la denuncia del acta de embargo al embargado, es llevar a
conocimiento de éste que el crédito de que es titular contra el tercero embargado, ha sido
objeto de un embargo retentivo por un acreedor suyo. (García de Peña, L. V. 1999. Manual
de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 23). Se entera que los fondos que el tercero
detentaba por él o le debía, han sido bloqueados o congelados y que ya no podrá disponer
de ellos. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed. pp. 167-168).

Este procedimiento ha sido dirigido únicamente contra el tercero embargado. Mediante


este se debe advertir al embargado de la existencia de una oposición. Es a este fin que
tiende la denuncia al embargado. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de
Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 132, p. 736).

¨Un principio de respeto al derecho ajeno justifica la obligación puesta a cargo del
ejecutante de denunciar al embargado el embargo trabado en su perjuicio, puesto que
como esa medida crea la indisponibilidad del crédito embargado, que conlleva su
desapoderamiento del mismo que pasa a manos de la justicia, es indispensable conferir al
deudor embargado la posibilidad de ejercer los medios legales que favorezcan sus
pretensiones, lo cual no podría hacer en la ignorancia de la medida ejecutada en su
contra¨. (García de Peña, L. V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p.
23).

Después del embargo retentivo, el artículo 563 manda al ejecutante denunciarlo al deudor
embargado y citarle en validez. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique
D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t. IV, p. 236; Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed. p. 167; Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 139).

A. Formalidades del Acto de Denuncia.

La denuncia es un acto de alguacil, como tal debe contener las formalidades prescritas
para todos los actos de alguacil. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p.
313; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI,
4ta. ed., p.139).

Debe precisar, el número del acto de alguacil, la indicación del domicilio del acreedor
embargante, el título que ha servido de fundamento a la medida, la suma que le sirve de
causa y la fecha de la medida. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p.
313; Germán Mejía, Mariano. 2002, Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos,
5a.ed., p. 64).

“La obligación del acto de denuncia es de tal naturaleza que ningún otro acto puede
suplirla. Así, el hecho de que el tercero embargado haya dado a conocer el embargo al
deudor embargado, no libera al acreedor embargante de la indicada obligación. El hecho
de que extraoficialmente el deudor embargado se haya enterado de la medida y demande
su levantamiento no suple la denuncia”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución.
t. II, p. 314).

Es una formalidad indispensable, tanto para la administración pública, formalidad a la


que no será suplida ni una opinión cualquiera, ni el conocimiento oficioso que habría
podido tener de la oposición. La denuncia debe ser hecha al embargado, y luego de su
muerte, a alguno de sus herederos. Se hace por medio de una notificación para la cual la
658

ley no establece formas especiales. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de


Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 132, p. 736).

No es necesario que la denuncia contenga la copia literal del embargo, sino que solamente
la copia de la demanda que autoriza el embargo retentivo. Es suficiente que se indique el
título en virtud del cual el embargo ha sido hecho, en que fecha y por cual suma. Parece
que la formalidad puede ser simplificada, formando el embargo retentivo contra los
terceros embargados en el mismo acto en que es denunciado al embargado. (Encyclopédie
Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 133, p. 736).

B. Plazo para la Denuncia.

El plazo en el cual tanto la denuncia como la demanda en validez deben ser notificadas,
es de ocho días, a partir de la fecha del embargo. (García de Peña, Luis Víctor. 1999.
Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 19; Germán Mejía, Mariano.
2002, Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos, 5a.ed., p. 63; Germán Mejía,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 314; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t. IV, p. 236;
Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n.
1, p. 1487; Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Comérciale. t. I, n. 134, p. 736; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III,
2da ed. p. 169; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 139).

Se trata de un plazo único. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Conferencias Sobre Vías de
Ejecución, Los Embargos, 5a.ed., p.63).

¨Es un plazo máximo, por lo que al embargante no está obligado a esperar los ocho días
para su notificación¨. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 314).

¨El plazo corre contra el ejecutante, no para que él obtempere al embargo sino para que lo
lleve a conocimiento de la parte embargada mediante otro acto, la denuncia¨. (Tavares
hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 140).

Este plazo no es franco. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique


D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t. IV, p. 237; Encyclopédie
Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 135, p. 736).
Porque no tiene como punto de partida una notificación a persona o domicilio. (Germán
Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 314; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 140).

Este plazo es aumentable en razón de la distancia. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. II, p. 314; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión
Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t. IV, p. 237; Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 169). Por tanto, dentro del plazo de una octava,
más el plazo de la distancia existente entre el domicilio del embargado y el del ejecutante,
de un día por cada 30 kilómetros, es que éste último está obligado a denunciar al
embargado el embargo retentivo practicado en su contra. (García de Peña, Luis Víctor.
1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 19)

El mismo artículo 563 es que determina que este plazo debe ser doblemente aumentado,
tanto en razón de la distancia entre el domicilio del ejecutante y el del tercero embargado,
cuanto en razón de la distancia entre el domicilio del ejecutante y el embargado. Este
doble aumento se justifica por la necesidad que tiene el ejecutante de disponer de un
tiempo suficiente para recibir el original del acto de embargo retentivo, por el cual
659

adquiere el conocimiento de que el embargo tuvo lugar, y para hacer preparar luego el
acto denunciado que será notificado en el domicilio de la parte embargada. (Glasson, E. et
al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de
Procédure Civile, t. IV, p. 237; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 140).

El embargo retentivo es nulo cuando no se ha hecho la denuncia y la demanda en validez


al deudor embargado en el plazo previsto por el Artículo 563 del Código de Procedimiento
Civil. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t.
I, nn. 137 y 148, pp. 736 y 737; Req. 6 de noviembre de 1872, S.72.1.363; Germán Mejía,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 315; Civ. 2e, del 27 de mayo de 1970, D.
1970.673; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare,
de Competence et de Procédure Civile, t. IV, p. 239; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. III, 2da ed. p. 168; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., pp. 140-142).

Si esta demanda no se denunciare al tercero embargado, los pagos hechos por él, hasta la
denuncia, serán válidos. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed.
p. 168).

La jurisprudencia ha decidido, que esta nulidad no es de orden público, y por tanto no


puede ser invocada por primera vez en casación. (Civ.12 diciembre del 1899, S.
1901.1.341; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 315; Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de
Procédure Civile, t. IV, p. 239).

La ley sólo sanciona con la nulidad, la falta de notificación y la notificación fuera del plazo
legal de dicho acto, no las violaciones a otras formalidades, como son las comunes a los
demás actos de alguacil.” (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 315).

§2. Demanda en Validez de Embargo Retentivo. Definición.

La demanda en validez es un procedimiento que se desarrolla entre el acreedor


embargante y el deudor embargado y tiene por objeto juzgar el procedimiento mediante el
cual ha llevado a cabo el embargo y el crédito que le ha servido de causa; y ordenar al
tercero embargado pagar su deuda entre las manos del acreedor embargante. No forma
parte del mismo el tercero embargado. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.
II, pp. 316-317).

“La citación en validez permitirá al embargado el ejercicio de un adecuado medio de


defensa en contra de la acción ejercida por el embargante. Se podrá discutir la validez
formal y de fondo del embargo; podrá desmentir la existencia del crédito o al menos que el
término no se había vencido. En la demanda en validez se discutirá la causa del embargo,
es decir la existencia y monto del crédito”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. t. III, 3ra. ed., pp. 167-168).

¨Esta demanda se interpone por medio de un acto de emplazamiento, por lo cual debe
contener todas las enunciaciones comunes a los actos de emplazamiento. (…) En la
demanda el acreedor embargante debe solicitar al Juez la validación del embargo; la
condenación del demandado al pago del crédito en principal, intereses y costas¨. (García
de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p.
19).

“Esta demanda trata de un proceso sometido a dos tipos de condiciones: de forma y de


fondo. Las condiciones de forma se refieren a la regularidad del acto de embargo, de la
660

denuncia y de la misma demanda en validez, así como al cumplimiento de los dos


últimos, dentro de los plazos establecidos por la ley. Las condiciones de fondo se refieren
al crédito, al título, a la calidad del embargante y del embargado, así como a la existencia
del derecho para accionar en justicia”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.
II, pp. 316-317).

La ley exige, en todos los casos, que el embargante cite al deudor embargado para hacerle
declarar la validez del embargo. Cuando el embargo ha sido practicado sin título
ejecutorio, el embargante, al mismo tiempo que demanda al tribunal que se declare la
validez del embargo, concluye sobre el monto de las causas del embargo: en este caso, el
tribunal se pronuncia a la vez sobre la existencia de la acreencia del embargante y sobre
la validez del embargo retentivo. Si el embargo es practicado en virtud de un título
ejecutorio, la ley no exige que el embargante sea citado en validez. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure
Civile, t. IV, p. 241).

A. Plazo para la Demanda en Validez.

Ver Apartado B., Número 1, de la presente Tabla de Contenido.

B. Tribunal competente.

La competencia de atribución para conocer de la demanda en validez es exclusiva del


tribunal de Primera Instancia en atribuciones civiles. (García de Peña, Luis Víctor. 1999.
Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 19; Germán Mejía, Mariano.
2002. Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos. 5a.ed., p. 69; 11 décembre
1923. D. 1.45.; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 321; Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed. p. 169; Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 141).

Sin tomar en cuenta la naturaleza del crédito que sirve de causa a la medida y con
exclusión de cualquier otro tribunal del orden judicial y administrativo. (11 décembre
1923. D. 1.45.; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 321).

En caso de que este tribunal no sea el competente para conocer del fundamento del
crédito (demanda en cobro de pesos), el mismo deberá sobreseer la demanda en validez de
embargo retentivo, hasta tanto la sentencia sobre el fundamento del crédito sea definitiva
e irrevocable, momento a partir del cual se rompe el sobreseimiento y el tribunal de
primera instancia continúa el conocimiento de la validez del embargo retentivo. (Germán
Mejía, Mariano. 2002. Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los Embargos. 5a.ed., p.69).

“La competencia absoluta del Juzgado de Primer Instancia en esta materia excluye la de
cualquier otro tribunal, así como el uso de cualquier otro procedimiento que no sea el
civil”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 321)

Si bien el artículo 567 del Código de Procedimiento Civil, establece que el único tribunal
de Primera Instancia competente para conocer de la demanda en validez es el del
domicilio del demandado (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial
Privado, Los Embargos. v. I, p. 19; Germán Mejía, Mariano. 2002. Conferencias Sobre Vías
de Ejecución, Los Embargos, 5a.ed., p.70; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución.
t. II, p. 316; Sent. SCJ. 18 de Enero del 1984. BJ. 878.91; Sent. SCJ. 27 Enero de 1969.
BJ.. 698.143. Citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana. 1907-2002; Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 141), no es menos
cierto, que el artículo 558 del mismo código, establece que el embargo podrá ser
661

autorizado tanto por el Tribunal de Primera Instancia del domicilio del embargado como el
del domicilio del tercero embargado. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Conferencias Sobre
Vías de Ejecución, Los Embargos, 5a.ed., p. 70).

La regla del artículo 567 del Código de Procedimiento Civil, en los términos del cual la
demanda en validez será llevada ante el tribunal del domicilio del mismo, si no se
encuentra fuera del país. Este principio de competencia se justifica por la idea de
soberanía y de independencia de los estados, no podrá admitir la autoridad de una
decisión extranjera estatuyendo sobre un procedimiento que se desarrolla en el propio
territorio. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Comérciale. t. I, n. 338, p. 750).

“El deudor embargado puede renunciar a su propia competencia y demandar el


levantamiento ante el tribunal del domicilio del acreedor embargante” (Sent. SCJ. 23 de
Mayo del 1973. BJ. 750.1355)

“El juez de los referimientos, en principio, no tiene competencia para conocer de la


demanda en validez o nulidad de un embargo retentivo” (Sent. SCJ. 18 de Julio del 1979.
BJ. 824.1314).

“Se sostiene que dada la evidente conexidad que existe entre la demanda en validez y la
demanda al fondo, el juzgado de primera instancia debería conocer ambas acciones.”
(Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed. p. 169).

“Al ejecutante que posee título ejecutorio le basta limitarse, en la citación, a concluir a
que se pronuncie la validez del embargo. Por el contrario, el ejecutante que no tiene título
ejecutorio debe concluir en la citación, si el juez de primera instancia es competente para
conocer del fondo, a que se condene el embargado al pago del importe de las causas del
embargo, a fin de que la sentencia que intervenga decida acerca de la existencia y del
monto de su crédito al mismo tiempo que sobre la validez del procedimiento”. (Tavares
hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 140).

C. Sentencia.

¨Este procedimiento se determina por una sentencia que estatuye, entre el ejecutante y el
embargado, acerca de la demanda en validez del embargo retentivo, acogiéndola o
rechazándola¨. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 322; Tavares hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 143).

La finalidad de la referida sentencia es permitir a dicho acreedor hacerse pagar


directamente por el tercero embargado, por lo que, ordinariamente dicha sentencia
ordena pagar al tercero embargado. Se trata de una instancia llamada a evaluar la validez
del embargo retentivo, la cual será apreciada a la fecha de la medida y por tanto conforme
a la ley vigente a esa fecha. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 322).

Si el embargo ha sido trabado con título ejecutorio, la sentencia se limita a declarar la


regularidad de la medida y ordenar al tercero embargado pagar por cuenta del deudor
embargado. Si el embargo ha sido trabado sin título ejecutorio y la demanda en validez y
la demanda en pago han sido llevadas ante tribunales distintos, la jurisdicción apoderada
debe sobreseer hasta tanto se haya pronunciado el tribunal apoderado de la sanción del
crédito (…) Si ambas demandas han sido llevadas conjuntamente, el tribunal que acoja la
demanda en pago validará el embargo, a menos que ese último adolezca de
irregularidades que lo hagan nulo. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II,
p. 323).
662

¨La sentencia que acoja la demanda en validez, declarará regular y válido el embargo
retentivo; condenará al demandado al pago del valor adeudado, de los intereses legales y
convencionales, y ordenará al tercero embargado liberarse en manos del embargante
hasta la concurrencia de su deuda¨. (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de
Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 20).

Esta sentencia será notificada al deudor embargado en la forma ordinaria de los


emplazamientos; así como al tercero embargado" (Cass. civ. 2e, 3 mai 1972, Bull Civ. II,
126; Gaz. Pal. 1972.2.582; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 322).

“La sentencia en validez pone pues en escenario un nuevo deudor del acreedor
embargante, a quien éste puede exigir el pago, al igual que lo puede hacer contra el
deudor embargado”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 324).

Si bien es cierto que la sentencia de validez opera un transporte de crédito embargado en


favor del embargante sólo cuando la sentencia adquiere la autoridad de la cosa
irrevocablemente juzgada, la sentencia en validez no deja de ser auténtica por el hecho de
que en su contra se interponga uno de los recursos ordinarios. (Sent. SCJ. 14 de Marzo
del 2001. BJ.. 1084.97-98).

¨La demanda en validez de un embargo retentivo trabado en base a una sentencia


condenatoria es una medida ejecutoria y autoriza al embargado a apelar contra dicha
sentencia condenatoria¨. (Sent. SCJ. 11 de febrero de 1970. BJ. 711.282. Citada por:
Machado, Pablo. 1989. Jurisprudencia Dominicana 1960-1976. t. I, p. 727).

¨Si la demanda es rechazada se anulará el embargo retentivo¨. (García de Peña, Luis


Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 20).

La demanda en validez y la demanda en desembargo pueden ser falladas por una sola
sentencia. (Sent. SCJ. Agosto de 1970. BJ. 717.1717. Citada por: Machado, Pablo. 1989.
Jurisprudencia Dominicana 1960-1976. t. I, p. 726).

La sentencia es impugnable por oposición si es en defecto y si la sentencia que intervenga


no es reputada contradictoria. Para determinar si es apelable se toma en consideración,
no el monto de las sumas adeudadas por el tercero embargado al embargado, sino el
monto de las causas del embargo, esto es, la cantidad que el ejecutante trata de cobrar
mediante el embargo”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 143).

D. Efectos de la Demanda en Validez.

Ver Anotación del Artículo 579.

§3. Caso en que en el Embargo Retentivo no se realiza Denuncia y Demanda en


Validez.

El hecho de que el acreedor embargante se abstenga de demandar en validez o de levantar


el embargo retentivo, no constituye una falta por abstención, pues ninguna ley impone al
ejecutante la obligación de levantar el embargo retentivo cuando a éste no siga la
demanda en validez. (Sent. SCJ. 18 de noviembre 1959. BJ.. 592.2315. Citada por: Bergés
Chupani, Manuel. 1963. Jurisprudencia Dominicana. t. I., p. 165; Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 170).
663

Para apreciar la abstención del ejecutante, es preciso tener en cuenta que el


levantamiento del embargo por el ejecutante no es el único medio factible para hacer
cesar los efectos del embargo, puesto que el embargado puede obtener el desembargo,
aún por vía de referimiento, si hay urgencia, así como hacerse pagar válidamente por el
tercero embargado de no haberse observado la formalidad de la demanda en validez”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 170).

§4. Contradenuncia al tercero embargado. Definición.

“Consiste en la declaración mediante el cual el tercero embargante da a conocer al


embargante y a los jueces apoderados del caso, el estado exacto y completo de las
relaciones jurídicas existentes entre el tercero embargado y el deudor embargado.” (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 172).

“Es un acto informativo, no un acto introductivo de una instancia, por lo tanto no está
sometido al plazo de perención propia de la instancia, como tampoco el tercero
embargado está llamado a invocar irregularidades cometidas en el mismo. Al tercero
embargado le basta para que el acto surta sus efectos, que el mismo le haya sido
notificado. Este acto procesal se ejecuta bajo la forma de un acto de alguacil notificado a
la persona o al domicilio del tercero embargado y como ninguna disposición legal regula
su forma y contenido, basta con que en él se dé conocimiento, sin ningún tipo de dudas,
del inicio de la indicada instancia; no exigiéndose que se dé copia íntegra del acto que la
inicia”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 329).

En la práctica, sin embargo, se acostumbra a encabezar dicha denuncia con una copia
íntegra de la demanda en validez, como también a realizar por un mismo acto, el
embargo, la denuncia, la demanda en validez y la denuncia de la demanda en validez.
(Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n.
153, p. 737; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, pp. 329-330).

A. Plazo de Contradenuncia.

El plazo para la contradenuncia es de ocho días contados a partir de la fecha de la


demanda en validez. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Comérciale. t. I, n. 154, p. 737; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p.
331; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de
Competence et de Procédure Civile, t. IV, p. 245; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 144).

“El plazo para la denuncia de la demanda en validez no es un plazo franco; es un plazo


máximo, no mínimo, por lo que el acreedor embargante no tiene que esperar su
vencimiento para la notificación de dicho acto, pudiéndolo hacer el mismo día de la
demanda en validez, conjuntamente y por el mismo acto que ésta; así como cualquier día
después de dicha demanda y aún luego de vencido el plazo indicado; con la única sanción
de que los pagos hechos por el tercero embargado son válidos frente al acreedor
embargante”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 331).

“Aunque se trata de un plazo no franco, el plazo del artículo 564 del Código de
Procedimiento Civil, es susceptible de ser prolongado hasta el primer día laborable
siguiente, si expira un día no laborable o día feriado”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías
de Ejecución. t. II, p. 332).

El artículo 564 dispone que, en el plazo de octava a partir de la demanda en validez puede
ser aumentado en razón de la distancia, el ejecutante deberá contradenunciar el
664

procedimiento al tercero embargado, es decir, notificar a éste los actos de denuncia y


citación en validez del embargo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique
D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t. IV, p. 245; Tavares hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 144).

Si la contradenuncia no se produce en el plazo prescrito por la ley, desaparece el carácter


de indisponibilidad de los objetos y valores embargados. (García de Peña, Luis Víctor.
1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 24). Por otra parte una
contradenuncia tardía valida los pagos hechos al embargado por el tercero embargado”.
(García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v.
I, p. 24; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 171; Tavares
hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 144).

Con una contradenuncia tardía el ejecutante no puede criticar los pagos hechos por el
tercero embargado en el intervalo que separa el vencimiento del plazo de octava prescrito
en el artículo 564 y el día en que él notifique la contradenuncia. (Tavares hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 144).

“Se admite que la contradenuncia se puede hacer aunque haya transcurrido el plazo de
ocho días a que se refiere el artículo 564”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. III, 2da ed., p. 171).

B. Efectos.

Tiene por finalidad advertir al tercero embargado de la instancia en validez. (Germán


Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 329), y mantener la situación de
indisponibilidad del crédito embargado. (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de
Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 24; Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t. IV,
p. 245).

Desde el momento en que se hace la contradenuncia de la demanda en validez, la


suspensión de pago se hace definitiva hasta que el tribunal apoderado decida la suerte
del embargo. Todos los pagos que haga el tercero embargado a partir de la
contradenuncia no son válidos. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Conferencias Sobre Vías de
Ejecución, Los Embargos. 5a. ed., p. 71).

“Al tercero embargado le basta para que el acto surta sus efectos, que el mismo le haya
sido notificado.” (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 329).

§5. Incidentes del procedimiento en Embargo Retentivo. Clasificación.

Los incidentes del embargo retentivo se plantean en aspectos diferentes según las partes
en causa y el objeto que se persigue. Se podría decir que los incidentes del embargo
retentivo provienen del (a) demanda incoada por el embargado; (b) conflictos entre
acreedores ejecutantes; (c) conflictos entre estos y cesionarios; (d) demanda de tercero
embargado que pretende haber pagado. (García de Peña, L. V. 1999. Manual de Derecho
Judicial Privado. Los Embargos. p. 24; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos del Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4ta.ed., pp. 165-166).

“Siguiendo la casi unanimidad de la doctrina los incidentes del embargo retentivo se


pueden clasificar en tres categorías: 1) Los relativos al levantamiento del embargo; 2) los
que provienen del concurso de varios embargos; 3) y los que provienen del concurso de
varios embargos y de una o varias cesiones de crédito”. (Encyclopédie Juridique Dalloz.
665

1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 222, p. 742; Germán Mejía,


Mariano. 2002. Vías de Ejecución. 2002. t. II, p. 347).

Estos incidentes pueden según los casos, incoarse: por demanda principal; por demanda
incidental; por demanda en referimiento; bajo forma de excepción o de medio de defensa.
(Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV,
4ta.ed., p. 166).

A. Demanda en Desembargo.

“El desembargo es el acto que tiene por objeto poner fin a las consecuencias de un
secuestro o embargo, o permitir se cancele la inscripción de una garantía real”. (Capitant,
Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 219).

“La actitud más común del deudor embargado es tratar de liberarse de los efectos de la
medida, en cuanto le sea posible. Con tal finalidad, a menudo contesta la regularidad del
embargo, demanda el levantamiento puro y simple del embargo, o procura obtener una
reducción de sus efectos, con o sin prestación de garantía”. (Germán Mejía, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 347).

“Hay lugar a promover el incidente de desembargo: 1º, cuando el embargado sostiene que
el embargo retentivo está afectado por vicio de forma, en razón de que se omitieron o no
fueron debidamente cumplidas las formas prescritas para el embargo, la denuncia o la
demanda en validez; 2º , cuando el embargado pretende que el embargo retentivo fue
practicado por quien no es acreedor, o sobre el fundamento de un crédito que no es cierto
y exigible, o de un crédito que, no siendo líquido, no ha sido provisionalmente liquidado, o
que fue embargado un crédito inembargable”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta. ed., p. 166).

El embargado puede pedir el desembargo: 1º, por acción principal; 2º, por simple acto de
abogado a abogado; 3º, mediante citación en referimiento. (Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 166).

El desembargo puede intervenir sea de manera amigable, aun cuando sea sobre una
demanda judicial. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Comérciale. t. I, n. 223, p. 742; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III,
2da ed., p. 178). El primero no está sujeto a ninguna reglamentación. Si hay acuerdo
amigable sólo queda la dificultad de saber si el tercero embargado puede descongelar los
fondos o por contrario, debe contribuir el bloqueo hasta tanto se le notifique de modo
regular la sentencia de levantamiento. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil.
t. III, 2da ed., p. 178).

El arreglo judicial implica necesariamente la decisión de un tribunal. Esta se puede


lograr mediante demanda reconvencional en el curso de la instancia, como también por
acción principal. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed, p. 178;
Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 347).

El levantamiento amigable no está sujeto a forma alguna; puede resultar de una carta
misiva escrita por el embargante al tercero embargado. El tercero embargado está en el
derecho de exigir las garantías necesarias para salvaguardar su responsabilidad, y
especialmente, la firma del embargante sobre el acto extrajudicial del levantamiento. La
demanda en levantamiento judicial permite al embargado hacer valer la irregularidad del
embargo, de quien una de las condiciones no será llenada. Es el único medio de invocarlo,
cuando el embargo ha sido practicado con un título y sin permiso del juez. (Encyclopédie
666

Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, nn. 224-225, p.


742).

“La demanda en nulidad y en levantamiento de la medida será llevada ante el Juzgado de


Primera Instancia del domicilio de la parte embargada o ante el Juzgado de Primera
Instancia del domicilio del tercero embargado.” (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. II, p. 348).

El derecho de demandar el levantamiento del embargo es una prerrogativa exclusiva del


embargado. (Civ. 9 Juill. 1934, D.P. 1935.1.102. Citada por: Germán Mejía, Mariano. 2002.
Vías de Ejecución. t. II, p. 330).

Si el embargo versa sobre un título, el juez de los referimientos sólo será competente si se
justifica urgencia. Si no hay contestación del título, ni se justifica la urgencia, el tribunal
competente es el de derecho común. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II,
p. 348; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 179).

En su sentencia, el juez de primera instancia puede: o mantener el embargo; o, por el


contrario, ordenar el desembargo. En este último caso, el tercero embargado podrá pagar
al embargado. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 166).

B. Concurso de Varios Embargos.

Varios acreedores pueden formar sucesivamente embargos retentivos en perjuicio de un


mismo deudor y en manos del mismo tercero embargado. El conflicto se resuelve
mediante la aplicación de la regla general, según la cual todos los acreedores ejecutantes
tienen derecho sobre las sumas embargadas retentivamente; todos, pues, concurrirán, en
proporción de sus créditos respectivos, en la distribución de las sumas embargadas, o en
la distribución del precio de la venta de los objetos mobiliarios embargados
retentivamente. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 167).

Después de un primer embargo retentivo otros acreedores pueden trabar embargo


retentivo sobre el mismo crédito es objeto del primer embargo. La posibilidad de varios
embargos retentivos sobre el mismo crédito lo que hace aparecer la figura del concurso,
definida como la situación jurídica en la cual varios acreedores embargan consecutiva o
sucesivamente el mismo crédito, dando lugar a que todos ellos puedan reclamar su parte
de las sumas embargadas retentivamente. (García de Peña, L. V. 1999. Manual de Derecho
Judicial Privado. Los Embargos. p. 25; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.
II, p. 350).

El embargo retentivo no atribuye ni crea privilegios en provecho del primer embargante.


(Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n.
246, p. 743; García de Peña, L. V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado. Los
Embargos. p. 25; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p.
181).

“Es por ello que si después del primer embargo surgen otros, antes de que se efectué el
pago, el primer embargante concurrirá en la distribución del precio con los demás
acreedores. Cuando los demás acreedores intervienen después de la sentencia en validez,
ellos quedan excluidos.” (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da.
ed., p. 181).
667

La regla de que el embargo retentivo no crea privilegios en provecho del primer


embargante sufre una doble derogación: 1º) La jurisprudencia decide que después que
haya intervenido sentencia que valida el primer embargo, los posteriores embargos están
viciados de ineficacia, por recaer sobre un crédito del cual ya no es titular el embargado,
sino el primer embargante; y, 2º) Cuando el deudor ha demandado el levantamiento
parcial del embargo, el primer embargante goza de un privilegio sobre el valor consignado.
(García de Peña, L. V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. pp. 25-
26).

“Para que el concurso tenga lugar, es necesario que los embargos consecutivos se hayan
notificado antes de que intervenga la sentencia de validez del primer embargo, y que el
primer embargo no haya sido levantado o limitado con una garantía.” (Germán Mejía,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 350).

“El conflicto se resuelve mediante la aplicación, de la regla según cual todos los
acreedores ejecutantes tienen derecho sobre las sumas embargadas retentivamente”
(Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4a.ed.,
p.167).

“El tercero embargado en cuyas manos han tenido lugar sucesivamente varios embargos
retentivos, no puede liberarse válidamente frente a todos los embargantes, sino en virtud
de una sentencia que estatuya sobre los derechos de todos ellos.” (Vincent, Jean et
Prevault. Vois d´Execution et Procedure de Distritbution. Dalloz. 16ed. p. 245; Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 182).

¨Para determinar los efectos es preciso distinguir según que la indisponibilidad del crédito
embargado es total o parcial, o si aquella es absoluta o relativa. Si la indisponibilidad es
total, el tercero embargado está obligado a conservar la suma total que debe al
embargado. Si la indisponibilidad es parcial el tercero embargado puede pagar al
embargado el excedente de su crédito con respecto a las causas del embargo. La
indisponibilidad es absoluta cuando todos los acreedores que han practicado embargos
retentivos, incluso aquellos que los han hecho después del pago efectuado por el tercero
embargado, pueden aprovecharse de la indisponibilidad del crédito embargado. Es, por el
contrario, relativa cuando sólo los acreedores que han practicado embargo antes que el
tercero embargado haya pagado, se favorecen de ella¨. (Encyclopédie Juridique Dalloz.
1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 249-259 p. 744; García de Peña,
L. V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 26).

C. Concurso de varios Embargos y de una o varias Cesiones de Crédito.

“Esta situación se presenta en caso de un embargo retentivo único seguido de una cesión
de crédito y cuando se notifica al tercero embargado una cesión de crédito intercalada
entre dos o varios embargos retentivos.” (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución.
t. II, p. 354).

“En vista de que el embargo sólo inmoviliza el doble de su causa, el deudor embargado
puede ceder válidamente la parte del crédito no afectada y la notificación de la cesión al
tercero embargado transfiere el crédito cedido al cesionario, dejando libre solamente las
sumas no inmovilizadas por el embargo anterior.” (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. II, p. 354).

“Sólo puede presentarse este incidente en el caso de que el embargo retentivo se haya
producido antes de que la cesión del crédito haya sido notificada al deudor cedido, puesto
que practicado después de esa notificación el embargo no tendría objeto, por haber salido
el crédito del patrimonio del embargado. En ese sentido el concurso sólo podría
668

plantearse en los casos siguientes: (a) cuando se trata de un embargo único seguido de la
cesión del crédito; (b) en el caso de la cesión acaecida entre varios embargos. (García de
Peña, L. V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 26).

“Luego de un embargo retentivo, el deudor embargado no puede ceder el crédito


embargado, salvo por la parte del crédito no afectada por la medida. La notificación al
tercero embargado de una cesión afectando el crédito embargado será asimilada a un
segundo embargo retentivo y como tal habrá concurrencia entre acreedor embargante y
cesionario” (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 355).

“El cesionario tiene el derecho de ignorar todo embargo posterior a su cesión y no sufrir
ningún perjuicio, hace concurrir junto al primer embargante, al cesionario y al
embargante posterior, como tres embargantes en condiciones de igualdad.”(Civ. Out 1869.
D.P. 69.1.456; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 356; Tavares hijo,
Froilán. 1999. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, 4ta. ed., pp.168-
169).

“Toda cesión de crédito hecha con posterioridad a la notificación de la oposición, debe ser
nula.” (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 183).

“El embargo retentivo es inoperante, por tardío, cuando ha sido practicado después que el
crédito embargado retentivamente ha sido definitivamente cedido entre las partes.”
(Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos del Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV,
4ta.ed., p.168).

“Si en un mismo día son notificados al tercero embargado un embargo retentivo y una
cesión de crédito, las horas en que fueron notificados los respectivos actos determinarán
cuál de ellos deberá tener la prioridad”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 149).

El concurso de embargos, como incidente, encuentra fundamento en el artículo 579 del


Código de Procedimiento Civil, porque coloca a todos los embargantes retentivamente en
pie de igualdad hasta que no interviene sentencia de validación y por lo tanto la
transferencia del crédito embargado. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.
II, p. 350).

§6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El proyecto sustituye la disposición del plazo que el ejecutante de denunciar y demandar


la validez del embargo, de forma tal, que moderniza la redacción de tres leguas y lo
adecúa a un día por cada 30 kilómetros o fracción de 15 kilómetros.

Además, incluye en dicha obligación de notificar la demanda en reconocimiento del


crédito.

El artículo 1005 del Proyecto de Código es el que sustituirá las disposiciones del 564 del
código vigente. Este último tendrá variaciones en tanto que se le otorgará un plazo fijo de
5 días a partir de la demanda en validez para hacer la declaración de lugar en razón a las
cuentas del deudor al día del embargo. El 1006 del Proyecto, incluye la obligación al
tercero embargado a declarar sus obligaciones frente al deudor, incluyendo todas sus
modalidades, cesiones de crédito, si existieran, delegaciones o embargos anteriores.

Las disposiciones del artículo 565 relativas a la obligación de demandar la validez se


encuentran en el Art. 1001 del Proyecto, el cual como ya ha sido mencionado trata sobre
el plazo de denunciar, y demandar en validez; sin embargo, queda ausente en el proyecto,
669

la indicación de nulidad embargo si no se demanda la validez y las consecuencias del


pago por parte del tercer embargado si no se le denunciara el embargo.

En cuanto a la competencia del tribunal rationne ver loci, para el conocimiento de la


demanda en validez, el Código vigente establece competencia al tribunal del domicilio del
deudor, sin embargo el Proyecto de Código no prevé esta competencia.

ARTÍCULO 568

El tercer embargo no podrá ser citado en declaración si no hubiere título auténtico


o sentencia que hubiere declarado válido el embargo retentivo u oposición.

ARTÍCULO 569

(Mod. por la Ley No. 138 del 21 de marzo de 1971). Los funcionarios públicos,
bancos e instituciones de crédito mencionados en el artículo 561 no serán citados
en declaración afirmativa; pero estarán obligados a expedir una constancia si se
debiere, a la parte embargada, con indicación de la suma debida, si fuere líquida,
cuando tal constancia le sea requerida por el embargante, siempre que exista
título auténtico o sentencia que declaren la validez del embargo.

ARTÍCULO 570

El tercer embargado se emplazará para ante el tribunal que deba conocer del
embargo, salvo si su declaración fuere objeto de contestaciones, pedir la
declinatoria para ante el tribunal de su domicilio.
(Nota: Fue suprimida la expresión "sin preliminar de conciliación" que aparecía en
este artículo en virtud del Art. 4 de la Ley No. 5210 del 11 de septiembre de 1951).

Tabla de Contenido

§1. Citación en Declaración Afirmativa. Definición.


A. Formalidades y Tribunal por ante el cual se emplaza.
§2. Excepción a la Citación en Declaración Afirmativa.
§3. Expedición de constancia.
§4. Caso de Contestaciones relativas a la Declaración Afirmativa. Competencia.
§5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Citación en Declaración Afirmativa. Definición.

No es suficiente dirigir una contradenuncia al tercero embargado, también se le debe


citar, por medio de un acto, en declaración afirmativa, o en otros términos, en
reconocimiento de su deuda, ante el tribunal que debe estatuir sobre la validez del
embargo. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Comérciale. t. I, n. 158, p. 738; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique
D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t. IV, pp. 246-247).

Para que la acreencia embargada retentivamente sea atribuida al embargante, es


necesario saber si el tercero embargado es efectivamente el deudor del embargado, y
hasta que medida es deudor. Se le debe solicitar al tercero una declaración sobre este
670

punto. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale.


t. I, n. 157, p. 738).

La obligación de incoar frente al tercero embargado un procedimiento cuya finalidad es


obtener que reconozca su deuda hacia el embargado, es la citación en declaración
afirmativa. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.
VI, 4ta. ed., p. 144).

Mediante este procedimiento el tercero embargado comparece ante el tribunal apoderado


a exponer su relación con el crédito embargado. (García de Peña, Luis Víctor. 1999.
Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 20).

¨Se requiere del tercero embargado que declare si al momento del embargo era deudor o
no de deudor embargado¨. (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial
Privado, Los Embargos. v. I, p. 24; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II,
p. 333).

“Por declaración afirmativa debe entenderse la afirmación o la negación del tercero


embargado de sus relaciones de créditos con el deudor embargado en el momento del
embargo. La primera está a cargo del acreedor embargante y según los artículos 563 y
564 del Código de Procedimiento Civil, deberá ser notificada en el término de la octava a
partir de la demanda en validez. La segunda está a cargo del tercero embargado y regida
por los artículos 568 al 577 del citado código”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. II, p. 333).

“Al instituir el procedimiento de declaración afirmativa, el legislador ha tenido por objeto


dar a conocer al embargante y a los jueces apoderados del caso, el estado exacto y
completo de las relaciones jurídicas existentes entre el tercero embargado y el deudor
embargado. Para satisfacer ese propósito el tercero embargado, en su declaración
afirmativa debe enunciar todos los hechos y circunstancias capaces de influir sobre la
existencia y cuantía de su deuda”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t.
III, 2da ed., pp. 171-172).

“La demanda en declaración afirmativa sólo puede ser intentada por el embargante o por
alguna persona que, ejerciendo la acción oblicua, actúa como acreedor en nombre del
embargante”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 171).

“La citación en declaración afirmativa está regulada por los artículos 568 y 570 del Código
de Procedimiento Civil”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed.,
p. 171).

A. Formalidades y Tribunal por ante el cual se emplaza.

El tercero embargado es llamado para declarar ante el tribunal de primera instancia del
lugar del embargo que debe estatuir sobre la validez para que declare la realidad de tal
situación (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los
Embargos. v. I, p. 24; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión
Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t. IV, p. 247), por acto de emplazamiento
preparado en la forma prescrita por el artículo 61. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 144).

“El tercero embargado no podrá ser citado en declaración si no hubiere título auténtico o
sentencia que hubiere declarado válido el Embargo Retentivo. (Encyclopédie Juridique
671

Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 159, p. 738; Germán


Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 334; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 171).

Sin embargo, cuando la medida se fundamenta en una sentencia condenatoria al pago de


un crédito, el embargante podrá citar en declaración afirmativa aunque dicha sentencia
haya sido recurrida en apelación”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II,
p. 334).

Se deben distinguir dos casos. O bien el embargo retentivo es formado en virtud de un


título auténtico: el tercero embargado puede ser inmediatamente citado en declaración
afirmativa, sin que haya lugar a distinguir según que el título auténtico sea anterior o
posterior al embargo. La citación en declaración entonces debe estar contenida en el acto
de contradenuncia; el embargante no podrá hacer pasar en tarifa los gastos de los actos
separados. En este caso, la instancia en validez y la instancia en declaración afirmativa se
encuentran reunidas en el mismo proceso, quien pondrá fin a la sentencia en validez. O
bien el embargo retentivo no se hace en virtud de un título auténtico: el tercero
embargado no puede ser citado en declaración afirmativa sino después de la sentencia
que ha reconocido la validez del embargo. Entonces solamente el embargante tiene un
título suficiente para poder exigir la declaración del tercero embargado. También, es para
el interés del último que es instituida la nulidad que sanciona una citación prematura.
(Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n.
159, p. 738).

“Todo deudor que puede ser embargado, puede ser tercero embargado y como tal, citado
en declaración afirmativa por el acreedor de su acreedor”. (Germán Mejía, Mariano. 2002.
Vías de Ejecución. t. II, p. 335). La declaración afirmativa se impone a todo tercero
embargado. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Comérciale. t. I, n. 163, p. 738).

§2. Excepción a la Citación en Declaración Afirmativa.

No pueden ser embargados, como tampoco citados en declaración afirmativa: el Estado,


las Comunes, el Distrito Nacional; los Estados Extranjeros, los jefes de estados
extranjeros y agentes diplomáticos extranjeros; los jefes de estados y sus familiares
directos. De igual manera, no serán citados en declaración afirmativa: los receptores,
depositarios o administradores de caudales públicos y los funcionarios públicos. Pueden
ser terceros embargados pero no citado en declaración afirmativa: los bancos e
instituciones de créditos. Esta prohibición se explica en el interés del legislador de
impedir el entorpecimiento de sus actividades ordinarias; por lo que, dichas personas se
limitarán a expedir un certificado haciendo constar si debieren o no a la parte embragada
y en caso afirmativo indicando la suma, si fuere líquida; siempre que tal constancia o
certificado sea requerido por el embargante y que exista título auténtico o sentencia que
declare la validez del embargo. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, pp.
335-336; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.
VI, 4ta. ed., p. 145).

Es después de las reformas introducidas por la ley 138 de 1971, que los funcionarios
públicos, los bancos e instituciones de crédito mencionados en el artículo 561, no serán
citados en declaración afirmativa”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t.
III, 2da ed., p. 171).

§3. Expedición de constancia.


672

Los funcionarios públicos, bancos o instituciones de crédito estarán obligados a expedir


una constancia si se debiere, a la parte embargada, con indicación de la suma debida, si
fuere líquida cuando tal constancia le sea requerida por el embargante, siempre que
exista título auténtico o sentencia que declare la validez del embargo. (García de Peña,
Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 20; Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 171; Tavares hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 145).

Sólo cuando exista título auténtico o sentencia que declare la validez del embargo están
los bancos e instituciones de créditos obligados a expedir la certificación descrita,
debiendo mantener, en ausencia de las dos circunstancias señaladas, el secreto bancario
previsto por los artículos 33 y 34 de la Ley No. 708 del 14 de Abril del 1965. (Germán
Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 336).

§4. Caso de Contestaciones relativas a la Declaración Afirmativa. Competencia.

Tanto el ejecutante como el embargado, pueden no estar de acuerdo con la declaración


hecha por el tercero embargado. En esta situación se abre lo que se llama la contestación
a la declaración, que es un asunto contencioso. Ya no se trata de una simple afirmación
o negativa, sino de un verdadero proceso entre el tercero y quien impugna la declaración.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de
Competence et de Procédure Civile, t. IV, p. 254; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 172).

El tercero embargado se convierte en parte demandada en esta instancia contenciosa y no


está obligado a aceptar la competencia del tribunal ante el cual el persiguiente llevó su
demanda en validez, por lo que él puede pedir la declinatoria ante su juez natural, tal
como lo establece el artículo 570 del Código de Procedimiento Civil. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 172; Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 146).

Por ante el juez de primera instancia o el juzgado de paz de su domicilio, si se trata de un


crédito cuya validez o de cuya exigibilidad deban conocer esos tribunales, de acuerdo con
su naturaleza o su cuantía; ante uno de los tres jueces de primera instancia indicados en
el artículo 420, si el crédito es comercial. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 146).

El derecho del embargado de solicitar la declinatoria de la demanda por ante el tribunal


de su domicilio no sólo descansa en el artículo 570 del Código de Procedimiento Civil,
sino también en el artículo 59 del mismo Código, que consagra, como principio, el
derecho de todo demandado a no ser juzgado por otro tribunal que no sea el de su propia
jurisdicción; solución que no puede ser distinta, aunque haya pluralidad de terceros
embargados, salvo que la pluralidad de demandas tenga una causa única. (Germán Mejía,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 337).

Según el artículo 570 del Código de Procedimiento Civil, el tercero embargado será
emplazado, sin preliminar de conciliación, por acto preparado en la forma prescrita por el
artículo 61 del Código de Procedimiento Civil. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. II, p. 336).
673

La solicitud en declinatoria debe ser hecha “in limine litis” y antes de toda defensa al
fondo o fin de inadmisión, por conclusiones debidamente motivadas, en las cuales se hará
constar la jurisdicción ante la cual será llevada la demanda. (Germán Mejía, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 337; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 146).

¨La declinatoria será hecha siempre por ante el Juzgado de Primera Instancia, en
atribuciones civiles¨. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 337).

“Para fijar la competencia tomando en cuenta la situación del tercero embargado, se hace
abstracción del procedimiento del embargo retentivo, pues lo que se debe tomar en cuenta
es el crédito del embargado en relación tanto a la competencia de atribución como a la
territorial”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 173).

§5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Aunque no existe una disposición igual que la del artículo 568, sobre la negativa del
tercer embargado tener que declarar si no existiera acto auténtico o sentencia validando
el embargo, consideramos imperante la disposición del artículo 990 del Proyecto de
Código, el cual encabeza el título del embargo conservatorio, indicando la necesidad del
título ejecutorio para proceder a la misma.

Las disposiciones de los artículos 569 y 570 del Código de Procedimiento Civil no están
recogidos en el Proyecto de Código. Aunque si se prevé en el artículo 1008 la posibilidad
de impugnar la declaración hecha por el tercero embargado.

ARTÍCULO 571

El tercer embargado citado hará su declaración y la notificará en la secretaría, si


estuviere en dicho lugar; si no, ante el juez de paz de su domicilio, sin que esté
obligado en este caso a reiterar su ratificación en la dicha secretaría.

ARTÍCULO 572

La declaración y la ratificación podrán hacerse por medio de un mandatario


especial.

ARTÍCULO 573

La declaración enunciará las causas de la deuda así como su importe; los pagos a
cuenta si se hubieren hecho; el acto o las causas de liberación, si el tercer
embargado no fuere ya deudor; y en todos los casos los embargos retentivos u
oposiciones que se hubieren hecho en sus manos.

ARTÍCULO 574

Las justificantes de la declaración se unirán a ésta, y todo el expediente se


depositará en la secretaría del tribunal, y el acto de depósito se notificará por un
solo acto conteniendo constitución de abogado.

Tabla de Contenido

§1. Contenido de la Declaración Afirmativa.


674

§2. Forma en que se hace la Declaración Afirmativa.


§3. Representación para la Declaración Afirmativa.
§4. Plazo para la Declaración Afirmativa.
§5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Contenido de la Declaración Afirmativa.

La declaración debe contener diversas menciones: 1º Las causas de la deuda, es decir, su


origen y su título; 2º El monto de la deuda; 3º Los pagos en cantidad que haya dejado de
efectuar, y su fecha; 4º El acto o las causas de liberación; 5º Los embargos retentivos u
oposiciones que se hubieren formado entre sus manos. (Encyclopédie Juridique Dalloz.
1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 166, p. 738; Germán Mejía,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 339; García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual
de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, pp. 20-21; Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 172).

“Si el tercero embargado se reconoce deudor, él debe declarar el monto de su deuda, o los
objetos pertenecientes al deudor embargado que se encuentran en su posesión; sin
embargo, no está obligado a hacer mención en su declaración de las sumas
inembargables que él pudiere deber al deudor embargado”. (Germán Mejía, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 340).

Las piezas y documentos justificativos de la declaración se anexarán a la declaración.


(Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n.
168, p. 738; García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los
Embargos. v. I, p. 21; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 339).

Todo el expediente se depositará en la secretaría del tribunal. El acto de depósito será


notificado por un sólo acto, conteniendo constitución de abogado. (García de Peña, Luis
Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 21; Germán
Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 339).

El tercero embargado que alegue estar liberado deberá justificarlo por medio de un acto
de liberación en apoyo de su declaración afirmativa. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956.
Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 168, p. 738).

El tercer embargado, en su declaración afirmativa, debe enunciar todos los hechos y


circunstancias capaces de influir sobre la existencia y cuantía de su deuda. (Sent. SCJ.
25 Septiembre 1951. B.J. 494, pp. 1171-1173. Citada por: Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-
2002).

La declaración debe ser clara, precisa y circunstancial. Los jueces de fondo, cuando
hayan alegatos contradictorios, apreciarán de acuerdo a los principios generales en
materia de pruebas, las que deben ser tenidas como verdaderas. (Encyclopédie Juridique
Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 167, p. 738).

En definitiva, la declaración debe exponer circunstancialmente, según lo disponen los


artículos 573, 574 y 578 del Código de Procedimiento Civil, cuales son o han sido las
declaraciones de deudor a acreedor existentes entre el tercero embargado y el embargado.
El contenido de esta declaración variará, pues, según los casos. (Germán Mejía, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 340; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 147).
675

De acuerdo con la jurisprudencia no se le puede exigir al tercero embargado la prueba


documental de su afirmación negativa. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. III, 2da ed., p. 172).

§2. Forma en que se hace la Declaración Afirmativa.

La declaración será hecha en la secretaría del tribunal apoderado del embargo, si el


tercero embargado estuviese domiciliado en ese lugar. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías
de Ejecución. t. II, p. 338; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da
ed., p. 171; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.
VI, 4ta. ed., p. 146).

En el caso contrario, la declaración podrá ser hecha ante el Juzgado de Paz de su


domicilio. El tercero embargado tiene que ratificar su declaración, pero no bajo
juramento. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.
VI, 4ta. ed., pp. 146-147).

Si la declaración tiene lugar en apelación lo será ante el secretario de la corte de


apelación. En todo caso, el tercero embargado estará asistido de un abogado. Cuando el
tercero embargado está domiciliado en una jurisdicción diferente a la que ha de conocer
de la validez del embargo, él tiene la elección entre: (a) Hacer la declaración ante el juez de
paz de su domicilio personalmente; (b) Hacer su declaración ante el Juez de paz de su
domicilio por medio de un mandatario con la obligación de ratificarla personalmente; (c)
Trasladarse personalmente ante la secretaría del tribunal del embargo para hacer su
declaración. Notificando las actuaciones por acto de abogado a abogado. (Germán Mejía,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 338).

La jurisdicción que debe conocer del litigio es en principio aquella ante la cual la
instancia en validez se desarrolla o se ha desarrollado. (Encyclopédie Juridique Dalloz.
1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 173, p. 739).

¨No está permitido al tercero embargado sustituir la forma de declaración prevista por la
ley, por otro modo de declaración¨. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II,
p. 339).

¨Una vez hecha la declaración, no puede ser cambiada fundamentándose el tercero


embargado en que nuevas circunstancias le someterían a nuevas obligaciones. Así,
cuando un tercer embargado hace una declaración por la cual se reconoce deudor, no es
admisible contradecirla sosteniendo que él se ha liberado¨. (Germán Mejía, Mariano. 2002.
Vías de Ejecución. t. II, p. 339).

§3. Representación para la Declaración Afirmativa.

La declaración puede hacerse personalmente o por medio de un mandatario especial, de


acuerdo a lo que prescribe el artículo 572 del Código de Procedimiento Civil. (García de
Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 20;
Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 171; Tavares hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 147). Este
mandato no tiene que ser auténtico”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 147).

“Cuando la declaración no es hecha personalmente deberá ser ratificada. Sin embargo,


tanto la declaración como la ratificación podrán ser hechas por mandatario especial;
procuración que no necesariamente tiene que constar en acto notarial, pudiendo hacerse
676

por acto bajo firma legalizada, o aún por simple acto”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías
de Ejecución. t. II, p. 338).

§4. Plazo para la Declaración Afirmativa.

La ley no ha establecido dentro de qué plazo debe el tercero embargado hacer su


declaración afirmativa, en los casos en que procediere. (Encyclopédie Juridique Dalloz.
1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 160, p. 738; Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 171; Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 146).

¨Por consiguiente, se aplicarán las disposiciones del derecho común, contenidas en los
artículos 72 y 1033, si el tercero embargado reside en la República, o en el artículo 74, si
el embargo retentivo ha sido notificado personalmente a un tercero embargado, residente
en el extranjero, pero accidentalmente residiendo en la República”. (Tavares hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 146).

“El embargante puede emplazar al embargado en validez y al tercero embargado en


declaración afirmativa al mismo tiempo”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. III, 2da ed., p. 171).

§5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Los artículos 570 al 574 no están expresamente dispuestos en el Proyecto de Código, sin
embargo, el artículo 1006 del Proyecto dispone de la extensión de las obligaciones de la
declaración del tercero embargado, que es lo que trata el artículo 573 del Código actual.

ARTÍCULO 575

Si sobrevinieren nuevos embargos retentivos u oposiciones, el tercer embargado los


denunciará al abogado del primer ejecutante por extracto conteniendo los
nombres y elección de domicilio de los ejecutantes y las causas de los embargos
retentivos u oposiciones.

Tabla de Contenido

§1. Obligación del Tercero Embargado de Notificar Nuevos Embargos Retentivos.


Formalidad.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Obligación del Tercero Embargado de Notificar Nuevos Embargos Retentivos.


Formalidad.

Según lo establecido en el artículo 575 del Código de Procedimiento Civil se impone al


tercero embargado la obligación de denunciar al ejecutante los embargos retentivos
677

sobrevenidos después del practicado por el primer ejecutante, “por extracto conteniendo
los nombres y elección de domicilio de los ejecutantes, y las causas de los embargos
retentivos u oposiciones”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 340;
Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de
Competence et de Procédure Civile, t. IV, p. 251; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 149).

Ver Anotación del Apartado C), número 5, de los artículos 563 al 567 del Código de
Procedimiento Civil.

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Dentro de las obligaciones impuestas por el artículo 1001 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil se puede encontrar la obligación de denunciar un embargo
precedente.

ARTÍCULO 576

Si la declaración no fuere contestada, no tendrá lugar otro procedimiento ni de


parte del tercer embargado ni contra él.

Tabla de Contenido

§1. No Contestación de la Declaración. Efectos.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. No Contestación de la Declaración. Efectos.

¨Si la declaración hecha por el tercero embargado no fuere contestada, no tendrá lugar
ningún otro procedimiento, ni de parte del tercero embargado ni contra él. Sin embargo,
como la ley no ha prescrito ningún plazo para atacar la declaración, está permitido
hacerlo hasta que no haya operado la perención o la prescripción de la instancia abierta,
a menos que con anterioridad se haya renunciado a hacer valer las irregularidades o
inexactitudes que la afectan¨. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p.
343).

¨La contestación de la declaración será hecha por acto de abogado a abogado y en caso de
producirse le está permitido al tercero embargado pedir la declinatoria de la instancia
abierta por ante el tribunal de su domicilio¨. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. II, p. 343).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 1008 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil enuncia que “Si no se
presenta una impugnación antes del acto de conversión, la declaración del tercero se
reputa exacta, a los fines del embargo exclusivamente.”
678

ARTÍCULO 577

El tercer embargado que no hiciere su declaración, o que no presentare las


comprobaciones ordenadas en los artículos anteriores, será declarado deudor puro
y simple de las causas del embargo.

ARTÍCULO 578

Si el embargo retentivo u oposición se trabare en efectos mobiliarios, el tercer


embargado estará obligado a unir a su declaración un estado detallado de los
dichos efectos.

Tabla de Contenido

§1. Responsabilidad del Tercero Embargado.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Responsabilidad del Tercero Embargado.

El artículo 577 del Código de Procedimiento Civil expresa que sólo la falta de declaración
por el tercero embargado o el hecho de no anexar los documentos justificativos, hará que
el tercero embargado sea declarado deudor puro y simple de las causas del embargo.
(Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n.
178, p. 739; García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los
Embargos. v. I, p. 21; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 344;
Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de
Competence et de Procédure Civile, t. IV, p. 252; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 173; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 149).

“Sin embargo, el legislador no estableció plazo para dicho cumplimiento, por lo que en
ningún caso puede ser impuesta dicha condenación al tercero embargado antes de la
expiración de la octava de la demanda”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución.
t. II, p. 344).

“La condenación del tercero embargado como deudor puro y simple es una sanción y
como tal es de estricta interpretación, no pudiendo en consecuencia aplicarse fuera de los
casos previstos”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 345).

La sanción es rigurosa. Ella procede de una idea de penalidad, motivada por la resistencia
y la desobediencia a la ley. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure
Civile et Comérciale. t. I, n. 182, p. 739).

¨Como se puede notar, esta sanción es muy grave ya que el tercero puede ser condenado
al pago de una suma mayor de los que el debía al embargado. Para evitar la sanción,
basta haber constituido abogado¨. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t.
III, 2da ed., p. 173).

¨No puede ser condenado como deudor puro y simple de las causas del embargo: el
tercero que hace declaraciones vagas o insuficientes; el tercero que ha satisfecho todas
las obligaciones que la ley le impone y ha dado todas las justificaciones de que disponía; y
el tercero embargado que no ha denunciado los nuevos embargos retentivos o cesiones
que sobrevinieren¨. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 346).
679

“El artículo 577 del Código de Procedimiento Civil se aplica en caso de falta de
declaración, pero no en caso de declaración inexacta”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., p. 173).

El tercero embargado no está obligado a presentar la documentación requerida por el


artículo 1328 del Código Civil, ni incurre en la sanción que establece el artículo 577 del
Código de Procedimiento Civil cuando haya hecho la declaración que requiere la ley, o que
en la misma se ofrezcan afirmaciones inexactas salvo que provengan de fraude, mala fe o
simulación. (Sent. SCJ. 10 de Enero del 200. B.J. 1082.130-141. Citada por: Luciano
Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil. t. I, p. 343; Tavares hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 149).

Cuando el embargo es trabado sobre efectos mobiliarios, el tercero embargado debe


acompañar a su declaración un estado de esos efectos. (Germán Mejía, Mariano. 2002.
Vías de Ejecución. t. II, pp. 340-341; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 147).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Articulo 577 del Código de Procedimiento Civil quedará modificado por el artículo 1007
del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, en el sentido de que además de poder ser
declarado deudor puro y simple, ahora podrá ser condenado en daños y perjuicios.

ARTÍCULO 579

Si el embargo retentivo u oposición se declarare válido, se procederá al remate y


distribución de su producto, como se dirá en el título De la Distribución a
Prorrata.

Tabla de Contenido

§1. Efectos de la Validez del Embargo Retentivo u Oposición.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Efectos de la Validez del Embargo Retentivo u Oposición.

El artículo 579 establece que cuando el embargo se declare válido se procederá al remate
y distribución de su producto, como se dirá en el título de la distribución a prorrata. La
referida disposición no determina las consecuencias de la validez en las relaciones
respectivas entre embargante, el embargado y el tercero; cuestión ésta que ha causado
controversia en cuanto a si la medida afecta créditos en dinero y vencidos; créditos en
dinero no exigibles y muebles corporales. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. II, p. 324; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 161).

La demanda en validez sólo tiene efecto entre el acreedor embargante y el deudor


embargado; no liga al tercero. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Conferencias Sobre Vías de
680

Ejecución, Los Embargos. 5a.ed., p.69; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil.
t. III, 2da ed., p. 175).

El tercero mientras tanto se queda en suspenso. No tiene por qué entrometerse en el


litigio que se va a llevar a cabo entre el acreedor embargante y el deudor embargado. Es el
tribunal apoderado el que va a decidir si el embargo se mantiene, se levanta, se valida, o
se rechaza.” (Germán Mejía, Mariano. 2002. Conferencias Sobre Vías de Ejecución, Los
Embargos. 5a.ed., p.69).

¨Un primer asunto debe quedar bien claro: la sentencia no libera de su obligación de pago
al embargado mientras el tercero no haya efectuado el pago de la totalidad de lo debido.
La diferencia queda a cargo del embargado en el caso en que el tercero sólo haya cubierto
una parte de lo adeudado¨. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da
ed., p. 175).

“Como la citación en validez es una verdadera demanda, quedan ligados,


contenciosamente, el embargante y el embargado citados en validez. La citación en validez
establece el vínculo de la instancia”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t.
III, 2da ed., p. 170).

“La demanda en validez somete al examen del tribunal competente el procedimiento de


embargo retentivo, a fin de determinar si el mismo se desarrolló de acuerdo con las
normas legales. En este caso el embargo será declarado válido, pero en caso contrario la
demanda será rechazada y el embargo anulado. Si el embargo retentivo se declarase
válido se procederá al remate y distribución de su producto de acuerdo con las reglas que
rigen la distribución a prorrata”. (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho
Judicial Privado, Los Embargos. v. I, p. 23).

Según la opinión que prevalece en la jurisprudencia la sentencia opera un transporte del


crédito en provecho del persiguiente y en perjuicio del tercero embargado. En esta
situación, el tercero embargado deja de ser deudor del embargado y se convierte en
deudor del persiguiente. “En este último caso, la notificación de la sentencia en validez
solamente opera el transporte al embargante del crédito retentivamente embargado. Esto
lo afirmamos porque el artículo 579 del Código de Procedimiento Civil. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da ed., pp. 175-176).

La demanda en validez tiende no sólo a que se declare que dicho embargo es válido, en
cuanto a la forma, sino también, -(implícitamente, necesariamente y en primer término)-
a que se proceda al examen de la acreencia y se condene al deudor a pagar la suma por la
cual el referido embargo fue realizado; que, por consiguiente, es esencialmente jurídico
que la sentencia que intervenga contenga esa condena, si el Tribunal competente,
apoderado de la demanda en validez, la considera justificada, y ello aún cuando no se
hubiere tomado, expresamente, conclusión alguna a este respecto, puesto que la validez
del embargo depende no sólo de que éste sea regular en la forma sino también de que el
embargante sea realmente acreedor, con relación al embargado, de la suma para cuya
seguridad se efectuó el embargo, y de que, además, se trate de una acreencia líquida y
exigible. (Sent. SCJ. 30 Junio 1937. B.J. 323.339. Citada por: Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

La sentencia en validez cierra la instancia en validez. Este es el último acto del


procedimiento, si la instancia en declaración ha podido ser unida a la instancia en
validez, es que ha lugar cuando el embargante es proveído de un título ejecutorio. En este
caso, la sentencia estatuye sobre la regularidad del procedimiento del embargo retentivo y
ordena la entrega del dinero en las manos del embargante, sin tener que pronunciar una
condenación en provecho de él. En caso contrario, si el embargo ha sido trabado en virtud
681

de un título privado o por un permiso del juez, la sentencia en validez debe preceder la
citación en declaración afirmativa y contener condenación del embargo, para proveer al
embargante de título ejecutorio, que es indispensable en la fase final del embargo
retentivo, devenido en una medida de ejecución forzada. (Encyclopédie Juridique Dalloz.
1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 188, p. 740).

La validez de un embargo retentivo debe ser apreciada en la fecha misma en la que ha


sido practicada. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Comérciale. t. I, n. 189, p. 740).

La sentencia en validez es susceptible de apelación, si, según una jurisprudencia


constante, el monto de las causas del embargo (y no el monto de las sumas embargadas
retentivamente) exceden la tarifa del último recurso. (Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956.
Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 192, p. 740).

Se debe estatuir en apelación en presencia de todas las partes interesadas. (Encyclopédie


Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Comérciale. t. I, n. 195, p. 740).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

En lo relativo al remate y distribución del producto de la sentencia, el Proyecto de Código


de Procedimiento Civil dedica los artículos 1009 a 1011, los cuales instituyen un
procedimiento de notificación y cobro de las sumas incluidas en la sentencia.

Dicho proceso comienza con la notificación tercero embargado como al deudor del acto de
conversión tanto al cual incluye una serie de requisitos como son la referencia del acto
conservatorio, la enunciación del titulo ejecutorio, y el desglose por separado de las
sumas adeudadas indicadas anteriormente hasta la concurrencia de las sumas de las que
el tercero reconoció ser o fue declarado deudor.

Al notificarle al deudor dicha acta de conversión, este cuenta con un plazo de quince días
para impugnar el acto de conversión. Si no hay impugnación el tercero procede al pago de
las sumas.

ARTÍCULO 580

(Mod. por la Ley No. 4577 del 2 de noviembre de 1956). Los sueldos, pensiones,
subvenciones y jubilaciones, debidos por el Estado, por sus organismos autónomos
o por los municipios, así como los cheques expedidos por dicho concepto, no
podrán ser embargados. Tampoco podrán ser embargados los ahorros obligatorios
que, como consecuencia de disposiciones legales o administrativas, deban hacer
los funcionarios o empleados de esas entidades en bancos establecidos en el país.

ARTÍCULO 581

No se trabarán embargos: 1o. en las cosas que la ley prohíbe que se embarguen;
2o. en los suministros adjudicados por la justicia para alimentos; 3o. en las
sumas y objetos disponibles que el testador o el donante hubieran declarado que
no pueden embargarse; 4o. en las sumas y pensiones para alimentos, aunque el
testamento o el acto de donación no los declare exceptuados de embargo.
682

ARTÍCULO 582

Los suministros para alimentos sólo podrán embargarse por causa idéntica: los
objetos mencionados en los números 3o. y 4o. del artículo anterior podrán ser
embargados por los acreedores posteriores al acto de donación o de la apertura de
los legados, y esto en virtud de autorización del juez y por la porción que
determinare.

Tabla de Contenido

§1. Inembargabilidad. Generalidades.


A. Inembargabilidad de Sueldos, Pensiones, Subvenciones y Jubilaciones debidos por
el
Estado; así mismo los ahorros obligatorios de los funcionarios o empleados de
esas
entidades.
B. Casos de Inembargabilidad.
C. Excepción a la Inembargabilidad.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Inembargabilidad. Generalidades.

“Planteando verdaderas excepciones a lo dispuesto en los artículos 2092 y 2093 del


Código Civil y haciendo aplicación de la primera parte del Artículo 581 del Código de
Procedimiento Civil (que dispone entre otras cosas, que “No se trabarán embargos: 1º en
las cosas que la ley prohíbe que se embarguen”) el legislador declara inembargables
ciertos bienes”. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t. I, 2da. ed., p. 93).

A. Inembargabilidad de Sueldos, Pensiones, Subvenciones y Jubilaciones debidos por


el
Estado; así mismo los ahorros obligatorios de los funcionarios o empleados de
esas
entidades.

El artículo 580 del Código de Procedimiento Civil establece que el embargo retentivo no
podrá recaer sobre los sueldos, pensiones, subvenciones y jubilaciones, sean estos
créditos de carácter nacional o municipal, de los funcionarios y empleados públicos, así
como los cheques expedidos por dichos conceptos. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de
Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 21; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 48; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 62).

“El artículo 1º de la Ley 2453 de 1950, no autoriza el embargo retentivo de los “sueldos,
salarios y pensiones de los empleados y trabajadores particulares sino por la tercera parte
de su importe mensual”. El 2º artículo de esta Ley contiene una disposición transitoria
análoga a la del artículo 580 del Código de Procedimiento Civil en el sentido de que los
embargos practicados antes de su promulgación no surtirán efecto, a menos que haya
intervenido sentencia definitiva en validez”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 62).
683

“El artículo 580 del Código de Procedimiento Civil, que había sido objeto de una primera
modificación (Ley No. 376 del 3 de Noviembre de 1932), aparece concebido de acuerdo con
la nueva Ley No. 4577 del 2 de Noviembre de 1956. (...) La amplitud de la citada ley es
evidente y se refleja tanto en las especies protegidas: sueldos, pensiones, subvenciones,
jubilaciones, cheques y ahorros obligatorios como consecuencia de disposiciones legales o
administrativas; como en las instituciones a las cuales se le aplica: Estado Central,
organismos autónomos, y municipios”. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución.
t. I, 2da. ed., p. 159).

“La imposibilidad de trabar medidas ejecutorias contra las sumas de dinero debidas por
la Administración por los conceptos definidos precedentemente, abarca a los cheques que
sean expedidos por los mismos conceptos. Se persigue con esta disposición dejar fuera de
toda duda la imposibilidad de indisponer e impedir el cobro de sumas tan indispensables
para el deudor, ya se trate de deudas no ejecutadas presupuestariamente o de deudas
ejecutadas con la correspondiente expedición de los cheques”. (Germán Mejía, Mariano.
1992. Vías de Ejecución. t. I, 2da. ed., p. 161).

“Tampoco podrán ser embargados los ahorros obligatorios que, como consecuencia de
disposiciones legales o administrativas, deban hacer los funcionarios o empleados de
aquellas entidades en bancos establecidos en el país”. (García de Peña, L.V. 1999. Manual
de Derecho Judicial Privado. Los Embargos. p. 21)

B. Casos de Inembargabilidad.

“El artículo 581 del Código de Procedimiento Civil dispone que el embargo retentivo no se
trabará: 1) En las cosas que la ley prohíbe que se embarguen; 2) En los suministros
adjudicados por la justicia para alimentos; 3) En las sumas y objetos disponibles que el
testador o el donante hubieran declarado que no pueden embargarse; 4) En las sumas o
pensiones para alimentos, aunque el testamento o el acto de donación no los declare
exceptuados de embargo”. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado.
Los Embargos. pp. 21-22).

“El artículo 581 ordinales 2do. y 4to., prohíbe el embargo retentivo “de los suministros
adjudicados por la justicia para alimentos,” y de las “sumas y pensiones para alimentos,
aunque el testamento o el acto de donación no los declara exceptuados de embargo”.
Estas disposiciones tienen su explicación en la necesidad de asegurar la subsistencia del
deudor”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.
VI, 4ta. ed., p. 61).

“El artículo 581 2da parte del Código de Procedimiento Civil decide que son
inembargables los suministros adjudicados por decisiones judiciales para solventar
necesidades alimentarias. Esta inembargabilidad no tiene aplicación cuando: a) los
suministros para alimentos han sido atribuidos al deudor convencionalmente, puesto que
no tendría validez la inembargabilidad nacida de acuerdo entre las partes, en casos no
autorizados por la ley, como ocurre positivamente en la parte 4ta. del artículo 581 del
Código de Procedimiento Civil; b) la deuda tiene origen alimentaria, por disposición
expresa el Artículo 582 del mismo Código de Procedimiento Civil”. (Germán Mejía,
Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t. I, 2da. ed., pp. 151-153).

“El artículo 581 parte 4ta. del Código de Procedimiento Civil dispone que son
inembargables “las sumas y pensiones para alimentos, aunque el testamento o acto de
donación no los declare exceptuados de embargo”. En la citada disposición el legislador se
684

refirió, en principio, a los mismos bienes mencionados en la tercera parte para el mismo
artículo 581, suprimiendo sólo la palabra objetos para sustituirla por la palabra
pensiones; ampliando de esta manera el campo de aplicación de las inembargabilidades”.
(Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t. I, 2da. ed., pp. 156).

De acuerdo con la tercera parte del Artículo 581 del Código de Procedimiento Civil son
inembargables: “las sumas y objetos disponibles que el testador o el donante hubieran
declarado que no pueden embargarse”. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución.
t. I, 2da. ed., pp. 153-154; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 63).

Se trata de una disposición de aplicación general en cuanto a los bienes que afecta, por
cuanto, son inembargables sin distinción las sumas de dinero, bienes muebles e
inmuebles que el testador o el donante haya declarado excluir de las vías de ejecución
luego que hayan salido de su patrimonio. Ha desaparecido, pues, desde mediados del
siglo pasado la diferencia entre muebles e inmuebles para los fines de aplicación de la
citada disposición. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t. I, 2da. ed., p. 154).

Con la expresión sumas y objetos disponibles el artículo 581 designa los bienes que
forman parte de la porción disponible. El donante o el testador no pueden declarar
inembargables los bienes que forman parte de la reserva. (Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 64).

C. Excepción a la Inembargabilidad.

“De acuerdo con lo que dispone el artículo 582 los suministros para alimentos podrán ser
embargados por créditos de la misma naturaleza. Esta disposición se interpreta
generalmente en el sentido de que aprovecha a los acreedores por causa de alimentos y de
otros objetos necesarios a la subsistencia del deudor y de las personas que dependen de
él, como por ejemplo ropas, alojamiento, medicinas y cuidados médicos. El artículo 582
autoriza también a “los acreedores posteriores al acto de donación o de la apertura de los
legados” a embargar las sumas donadas o legadas, “en virtud de autorización del juez y
por la porción que determinare”. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique
D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t. IV, p. 124; Tavares hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 61-62).

Los suministros para alimentos sólo pueden embargarse por causa de alimentos; en los
demás casos enunciados, el embargo es posible por los acreedores posteriores al acto de
donación o de la apertura de los legados, siempre que sean autorizados por el juez y en
los límites que éste señale. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial
Privado. Los Embargos. p. 22; Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución. t. I, 2da.
ed., pp. 158; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 48;
Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta.
ed., p. 64)

Se admite por la mayoría de la doctrina y la jurisprudencia que los bienes donados o


legados pueden ser embargados por causa de alimentos, sea por los acreedores
posteriores a la liberalidad, sea también por los acreedores anteriores. Esta interpretación
se apoya en un argumento a fortiori deducido del artículo 582: los bienes más
ampliamente protegidos contra el embargo son los suministros para alimentos, y éstos
pueden ser embargados por causa de alimentos; por lo tanto, tiene que admitirse
685

forzosamente igual embargabilidad por causa de alimentos con respecto a las cosas
donadas o legadas”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. VI, 4ta. ed., p. 64).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil no contempla los artículos 580, 581 y 582
del Código de Procedimiento Civil actual.

TITULO VIII

DEL EMBARGO EJECUTIVO

Tabla de Contenido

§1. Reglas comunes a todos los embargos.


A. Definición.
B. Clasificación.
C. Efecto de los Embargos.
D. Obligatoriedad de la Ejecución Forzada.
§2. Embargo Ejecutivo. Definición, fases y caracteres.
§3. Qué bienes pueden ser embargados.
§4. Quién puede practicarlo.
§5. Contra qué personas puede practicarse.
A. Deudores qué no pueden ser Embargados
§6. Para que acreencias puede practicarse este embargo.
§7. En virtud de qué títulos se puede realizar embargo ejecutivo.
§8. Tribunal Competente.
§9. Medios para impedir el embargo.
§10. Efectos que produce este embargo.
§11. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Los embargos. Generalidades.

A. Definición

“Los embargos son procedimientos mediante los cuales el acreedor pone los bienes de su
deudor en manos de la justicia, o de ciertos auxiliares de la justicia, a fin de hacerlos
vender, y cobrar, sobre el precio de la venta, el importe de su crédito, si se trata de bienes
corporales, o de hacerse pagar por el tercero embargado, si se trata de embargo retentivo
de suma de dinero” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 24).

B. Clasificación

Los embargos pueden ser ejecutorios y conservatorios; son embargos ejecutorios el


embargo ejecutivo, que se practica sobre los muebles corporales; el embargo de frutos no
cosechados; el embargo de naves; el embargo de rentas; el embargo inmobiliario (Tavares
Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 24).

C. Efecto de los Embargos


686

¨Respecto del deudor, el primer efecto del embargo es el de poner las cosas embargadas
en manos de la justicia o de un auxiliar de la justicia, a fin de que, de un modo general,
según se ha expuesto, se proceda a su venta. (…) El segundo efecto del embargo, (…) es
privar al deudor del derecho de enajenar las cosas embargadas. En cuanto al acreedor
ejecutante, los efectos del embargo se contraen a conferirle el derecho de proseguir las
actuaciones ejecutivas hasta la venta¨. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 26).

Tiene por efecto privar al deudor de disponer de los bienes, hasta la fecha de la venta de
los mismos por decisión judicial, de servirse de los objetos embargados, por el efecto de
su realización. (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des Voies
d’Execution, n. 3803, p.378).

“El embargo no confiere al ejecutante ningún derecho real sobre las cosas embargadas,
como tampoco ningún privilegio respecto de los otros acreedores” (Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 27).

D. Obligatoriedad de la Ejecución Forzada.

“Dado el carácter de orden público que tienen esas reglas fundamentales de la ejecución
forzada, resulta que ellas no pueden ser derogadas, por convenciones entre particulares.”
(Art. 6 del C. Civil)” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 27).

§2. El Embargo Ejecutivo. Definición, fases y caracteres.

¨El embargo ejecutivo es el que el acreedor puede practicar sobre los muebles corporales
de su deudor que se encuentren en posesión de éste¨. (Tavares Hijo, Froilan. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta ed, p.69).

El embargo ejecutivo es un procedimiento por medio del cual todo acreedor provisto de un
título ejecutorio, donde consta una acreencia líquida y exigible, puede luego de un
mandamiento de pago, embargar los bienes mobiliarios de su deudor y proceder a la
venta para saldar su deuda (Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19
ed., n.238, p. 169).

¨El embargo ejecutivo de Derecho Común es el procedimiento ejecutorio del cual el


acreedor provisto de título ejecutorio, pone en manos de la justicia, los bienes muebles
corporales, para hacerlos vender públicamente y cobrarse su acreencia del producto de
la venta¨. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 100).

El embargo ejecutivo es un procedimiento por el cual un acreedor que posee un título


ejecutorio que constata una acreencia líquida y exigible, pone en manos de la justicia, los
bienes muebles corporales de su deudor, a fin de hacerlos vender en pública subasta, y
hacerse pagar sobre el precio obtenido. (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et
Practique des Voies d`Execution, n. 3803, p.378).

Caracteres de este embargo: 1. Es una medida de ejecución, el objetivo de este embargo


es la venta de los bienes muebles embargados, a fin de cobrarse de la venta pública de
éstos su acreencia, pero para esto, el embargante tiene que estar provisto de un título
ejecutorio, y debe haberlo notificado previo al embargo, un mandamiento de pago al
deudor; 2. Es un procedimiento Extrajudicial, se practica sin la intervención de los
tribunales, lo realiza un alguacil hasta el momento de la venta, la cual es efectuada
por un vendutero público, que podría ser el mismo alguacil y en caso de se presenten
687

incidentes, éstos se deben se deben llevar ante los tribunales; y 3. Es un procedimiento


Simple, el embargo ejecutivo de Derecho Común es rápido, simple y no es tan costoso,
el persiguiente debe someterse estrictamente a reglas de fondo y de forma a la hora
de introducir este embargo, porque en caso de no observadas éste pudiera verse
afectado de nulidad, lo que daría lugar a distintos incidentes. (Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. pp. 100).

En una sentencia Francesa del 1 de enero del 1993, se declaró al embargo ejecutivo como
el embargo de derecho común en materia de muebles corporales. (CA Aix-Provence, 15ch.
8 fevr. 1996).

El proceso de embargo ejecutivo se divide en tres fases: Una fase preliminar en la cual se
notifica el mandamiento de pago; una segunda fase donde propiamente se hace la
ejecución y se produce la indisponibilidad de los bienes del deudor; y una última fase
donde se procede a la venta de dichos bienes. (Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’
Execution. 1999, 19 ed., n.244, p. 173).

§3. Qué bienes pueden ser embargados.

El embargo ejecutivo sólo puede practicarse sobre los muebles corporales que se
encuentren en las manos del deudor, ya que si están en manos de terceros será necesario
acudir a otro tipo de embargo.(Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III,
2da. ed. p. 100).

Sólo la ley determina la naturaleza mobiliaria o inmobiliaria de un bien, no permitiendo


que la convicción de las partes incida al respecto (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998.
Droit et Practique des Voies d`Execution, n. 3806, p. 379).

Existen ciertos muebles que se excluyen de la posibilidad de realizar este embargo tales
como muebles inmobiliario en razón de su destinación, está inmovilización es la
aplicación de la máxima "lo accesorio sigue a lo principal". La inmovilidad no se produce
más que si el propietario ha realmente tenido la intención de conferirle al carácter
inmueble por destinación. Sólo puede conferir la calidad de inmueble por destinación el
propietario de los objetos y del inmueble a su servicio del cual este se encuentra
(Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des Voies d`Execution, n. 3810,
p. 379-381).

Los inmuebles por destino no pueden ser embargados ejecutivamente. (Juriprudence


Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 16. p. 592 ;
Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n.243, p. 172), a menos
que la inmovilización haya desaparecido (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et
Practique des Voies d`Execution, n. 3811, p.382).

Excepcionalmente, ciertos inmuebles pueden ser objeto de un embargo-venta, se trata de


inmuebles móviles por anticipación, es un inmueble actual que se podría considerar que
sería un futuro inmueble (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des
Voies d`Execution, n. 3813, p. 382).

Los materiales de un inmueble demolido son muebles, pero solamente después de la


demolición. (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des Voies
d`Execution, n. 3813, p. 382 ; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III,
2da. ed. p. 103).

En cuanto a la cuestión de saber si los muebles incorporales pueden ser afectados así
como los corporales, por el embargo ejecutivo hay varias opiniones, según el primer
688

sistema, el embargo ejecutivo no puede ser practicado, pues para los muebles
incorporales, la ley ha creado el embargo retentivo y el embargo de renta; según un
segundo sistema todos los objetos mobiliarios comprendidos por el artículo 535 del
Código Civil, bajo la designación de bienes muebles, pueden, en principio ser embargado
salvo las modificaciones contenidas en el artículo 592 del Código de Procedimiento Civil.
(Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile.
n.2-5. p. 592).

La opinión generalmente aceptada es la que afirma que el embargo ejecutivo no puede


aplicarse a los créditos, porque son incorporales; no obstante cuando se trata de
créditos incorporados a un título como por ejemplo las acciones, no se aplica la regla de
que los embargos ejecutivos no se aplica a los créditos, pero a veces es muy difícil
lograr el embargo de estos títulos debido a que este tipo de embargo tiene que estar
precedido de un mandamiento de pago, el cual advierte al propietario del título
pudiendo éste traspasarlo. (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique
des Voies d`Execution, n. 3810, p. 379-381; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. III, 2da. ed. p. 103; Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19
ed., n.243, p. 173).

Los billetes de bancos son embargables cuando son producto de un embargo-venta, por
su naturaleza su venta carece de interés por lo que se remitirán al embargante para
contribuir con el pago de su acreencia. (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et
Practique des Voies d`Execution, n. 3816, p.383).

Muchas veces el deudor tiene en su poder objetos que no son de su propiedad, pero, como
la posesión vale título, si se encuentran en su poder, se le incautarán de la misma
forma, no obstante esto los derechos de los terceros, verdadero propietario de lo
incautado, puede reivindicarlo por medio de la distracción o por medio de oposición
sobre el precio de la venta. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra.
ed. p. 103-104).

§4. Quién puede practicarlo.

El embargo ejecutivo en principio está abierto a todo acreedor provisto de un título


ejecutorio. Es ejercido frecuentemente por acreedores quirografarios. (Juriprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 40. p. 593;
Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 102; Vincent Jean,
Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n.241, p. 171).

El embargo ejecutivo es uno de los procesos que hace efectivo el principio general de que
los acreedores pueden perseguir el cobro con todos los bienes de su deudor (Guinchard,
Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des Voies d`Execution, n. 3825, p.386).

La Ley no admite que la obligación natural pueda ser objeto de una ejecución forzada o
pago forzado. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procedure Civile. n. 42. p. 593)

Si el acreedor muere, el derecho de embargo pasa a aquel que adquiere su crédito,


convirtiendo a éste en acreedor en lugar del fallecido; sin embargo, esta persona debe
justificar su calidad frente al deudor para así continuar dicho procedimiento.
(Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n.
45. p. 593).
689

Los acreedores pueden en ejercicio de los derechos de su deudor, perseguir a los deudores
de éste último. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procedure Civile. n. 57. p. 593).

El Embargo Ejecutivo se compone de una serie de actos extrajudiciales similares a los de


un pago, de ello resulta que todo acreedor capaz de recibir un pago es capaz de recurrir a
esa vía de ejecución. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code
de Procedure Civile. n. 61. p. 593).

Es permitido, en virtud de una sentencia obtenida contra un deudor solidario, proceder al


embargo ejecutivo contra otro codeudor solidario no comprendido en la sentencia.
(Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n.
74. p. 594).

§5. Contra qué personas puede practicarse.

“Para que los bienes de una persona puedan ser embargados, es preciso que ella esté
obligada al pago de la deuda, sea como deudor principal, sea como deudor accesorio”.
(Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta.
ed., p. 50).

Cuando dos personas están solidariamente obligadas a la misma deuda, el acreedor


puede proceder al embargo ejecutivo. Si el deudor es casado, las posibilidades de admitir
el embargo dependen del régimen matrimonial por medio del cual están obligados. En
principio, una deuda del marido no puede dar lugar a un embargo ejecutivo contra la
esposa; sin embargo, las deudas derivadas del mantenimiento de los hijos son solidarias.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 102; Vincent Jean,
Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n.241, p. 171)

Cuando el deudor está casado hay que tener presente el régimen bajo el cual se ha hecho
el matrimonio. En principio, las deudas del marido no son susceptibles de provocar un
embargo contra los bienes de la mujer, pero, las deudas en las cuales incurren para el
gasto de la educación y mantenimiento del hogar, sí permiten el embargo ejecutivo,
debido a que son deudas solidarias del marido y la mujer. Aún bajo el régimen de la
separación, este tipo de deudas han sido para el sostenimiento del hogar, por lo tanto
son justificables. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 102)

De conformidad con el artículo 2209 del Código Civil, no puede el acreedor proceder a la
venta de los inmuebles que no le hayan sido hipotecados, a menos, que haya
insuficiencia de bienes para cobrar su acreencia. Si el acreedor hipotecario ha
perseguido tanto el embargo mobiliar como el inmobiliar, la venta de los bienes
mobiliarios debe sobreseer hasta tanto sea consumada la prenda inmobiliar. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 102).

“El embargo puede también ser dirigido contra los herederos, los sucesores a título
universal, los legatarios universales o a título universal del deudor, puesto que estas
personas vienen a ocupar el puesto del deudor originario” (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 50). No obstante
sectores de la doctrina establecen que bajo los términos de los artículos 815-17 del
Código Civil, las acreencias personales en una sucesión indivisa no pueden ser
embargadas ejecutivamente, hasta tanto se produzca la partición. (Juris Classeur. 1999.
Saise-Vente. FASC 2320. n.16, p.1).

La irregularidad de un embargo respecto de uno de los herederos afecta la validez del


mismo con respecto a los demás embargados, pues resulta imposible excluir de las
690

persecuciones la parte que se reconoce anulada. (Sent. SCJ. 31 de agosto de 1949. B.J.
469.708; Bergés Chupani, Manuel. Diez Años de Jurisprudencia Dominicana 1947-56. t. I).

En caso de cesión de crédito, el cesionario debe notificarle dicho procedimiento al deudor,


así mismo, se le debe notificar al deudor por parte del tercero que se subroga al primer
acreedor. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 102).

Cuando los bienes se encuentren e manos de terceros, el embargo que debe proceder es
el retentivo, (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed. p. 100).

No obstante en las modificaciones introducidas en la reforma francesa del 1991 el


embargo puede ser hecho sobre los bienes de un deudor en manos de un tercero, siempre
y cuando se obtenga una autorización del juez. (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998.
Droit et Practique des Voies d`Execution, n. 3826, p.386; Vincent Jean, Prevault Jaques.
Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n.241, p. 171).

A. Deudores que no pueden ser Embargados.

“La ejecución forzada es imposible contra estas personas jurídicas públicas. Sus deudas
frente a los particulares no pueden ser objeto sino de ejecución voluntaria, la cual tiene
lugar conforme a las reglas que rigen la administración nacional o municipal”
(Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n.
90. p. 594; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v.
IV, 4ta. ed., p. 52).

“La ejecución forzada tampoco es posible contra estas instituciones y personas en virtud
de las normas consagradas por el derecho internacional público. Esto es correlativo al
principio según el cual los bienes de estas instituciones y personas son inembargables”
(Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta.
ed., p. 52).

§6. Para qué acreencias puede practicarse este embargo.

Según lo dispone el artículo 551 no podrá procederse a ningún embargo sino por cosas
líquidas y ciertas. Si la deuda exigible no es de una suma en metálico, se sobreseerá,
después del embargo, en los procedimientos ulteriores, hasta que se haya hecho la
liquidación de la deuda” (Sent. SCJ 21 de septiembre 1949, BJ 470. 787; Sent. SCJ 25 de
septiembre 1951, BJ 49. 1186; Sent. SCJ 24 de febrero 1971, BJ 723. 518; citado por:
Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta.
ed., p. 47). (Ver anotaciones del referido artículo).

El crédito que justifica la ejecución debe ser líquido y exigible. (Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed. p. 102; Juriprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 94. p. 594 ; Vincent Jean, Prevault
Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n.242, p. 172; Sent. SCJ. Julio 1951, B.J. 493.
841, citado por Machado, Pablo. La Jurisprudencia Dominicana en la era de Trujillo. t. I, p.
687).

La deuda es líquida toda vez que la misma no es contestada ni en cuanto a subsistencia


ni en cuanto a su monto. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procedure Civile. n. 97. p. 594).

No se puede en principio, embargar en virtud de un crédito contestado, porque un


crédito contestado no es cierto, ya que la contestación trata sobre su existencia; y no es
691

líquido si la contestación se trata sobre su cantidad. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes


Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 98. p. 594).

De aquí resulta que las decisiones judiciales que pronuncian un astriente provisional no
justifican un embargo ejecutivo. Un embargo ejecutivo sí puede ser hecho luego de
liquidado el astriente. Una sentencia apelada no constituye un título ejecutorio tendiente
a embargo ejecutivo. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed. pp.
102-103; Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n.242, p. 172).

Para proceder a la ejecución forzada no importa el monto del importe del crédito del
acreedor. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v.
IV, 4ta. ed., p. 49).

§7. En virtud de qué títulos se puede realizar embargo ejecutivo.

“No podrá procederse a ningún embargo de bienes mobiliario o inmobiliario sino en virtud
de un título ejecutorio y por cosas líquidas y ciertas”. (Juriprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 121. p. 595 ; Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 103; Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 47; Sent. SCJ. 24 febrero
1971, B.J.723.525; Sent. SCJ. 3 Septiembre 1969, B.J.706.2032); ésta es una condición
indispensable, pues esta medida atenta contra derechos fundamentales como la
inviolabilidad del domicilio o la propiedad privada, el título ejecutorio garantiza en
principio, que la existencia, la exigibilidad y el monto de la acreencia estén verificados al
menos provisionalmente. (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des
Voies d`Execution, n. 3841, p. 389).

Cuando el título ejecutorio es una sentencia, diversas condiciones deben encontrarse


reunidas. En primer lugar, es necesario que la sentencia haya sido notificada conforme a
las disposiciones de los artículos 147 y 148 del Código de Procedimiento Civil; en segundo
lugar, es necesario que se deje transcurrir el plazo requerido para la ejecución luego de la
notificación de la sentencia. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procedure Civile. n. 145. p. 596).

Ha sido juzgado, que un Embargo Ejecutivo practicado en virtud de una sentencia de


primer grado, ejecutada el mismo en que ésta sea apelada, pero antes de ser recibida la
notificación de apelación es regular. Este embargo es válido siempre y cuando no pueda
probarse que el embargante haya tenido conocimiento del recurso se apelación.
(Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile.
nn. 153, 154. p. 596).

Cuando el título en virtud del cual se realiza un embargo ejecutivo es anulado, dicho
embargo debe seguir la misma suerte. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 160. p. 596).

§8. Tribunal Competente.

Normalmente el procedimiento de embargo ejecutivo se produce sin la intervención de la


justicia. Más esta intervención es necesaria si se producen incidentes que deben ser
resueltos por sentencias. El juez competente es el de la ejecución del lugar del embargo.
Los incidentes pueden ser promovidos sea por el deudor embargado, sea por los
acreedores, o por terceros. (Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19
ed., n.258, pp. 180-81).
692

El mandamiento de pago es atributivo de la competencia territorial del tribunal del


embargo. (Tavares Hijo, Froilan. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano
4ta ed, p.72). (Ver anotaciones de los artículos 583 y 584 en lo relativo al mandamiento de
pago).

§9. Medios para impedir el embargo.

El deudor cuenta con tres medios de impedir el embargo ejecutivo: 1. El pago, el cual
detiene el embargo ejecutivo, éste debe comprender la suma adeudada más el costo del
mandamiento de pago; 2. La oferta real de pago, en el caso en que no esté de acuerdo con
el monto indicado en el mandamiento de pago, esto, no detiene el embargo, sin embargo,
es prudente que el acreedor lo detenga, ya que si un tribunal juzga válida la oferta, puede
hacer caer el embargo; y 3. Las oposiciones a las persecuciones, que consisten en una
demanda con el fin de hacer pronunciar la nulidad del persiguiente, sea por falta de
calidad o de interés; 4. Atacar el título que le sirve de base recurriéndolo, si es una
sentencia, inscribiéndose en falsedad, etc.; los efectos variarán según la impugnación; 5.
Proceder a distraer la mayor parte de bienes; 6. Notificar al acreedor advirtiendo que los
muebles que están en el domicilio no le pertenecen; no detiene la persecución; 7. Pedir un
plazo de gracia. (Germán Mejía, Mariano et al. 1999. Conferencias sobre vías de ejecución,
4ta. ed., p. 23; Tavares Hijo, Froilan. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano v. IV, 4ta ed, pp.53-56, 73-75).

§10. Efectos que produce este embargo.

El embargo ejecutivo produce el desapoderamiento del embargado. (…) Sin embargo, si es


constituido como depositario, el embargado puede seguir sirviéndose de las cosas
embargadas. (Tavares Hijo, Froilan. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano
v. IV, 4ta ed, p.82; SCJ. 27 de octubre de 1924, B.J. 171-173).

¨El embargo tiene por efecto impedir que el embargado disponga de las cosas
embargadas, enajenándolas o dándolas en prenda. Esta indisponibilidad no es absoluta
sino relativa. Al ser instituida únicamente en beneficio del ejecutante y de los acreedores
oponentes, sólo ellos pueden invocarla¨. (Tavares Hijo, Froilan. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV,. 4ta ed, p.82)

Los efectos del embargo ejecutivo son: el embargado es desapoderado de los bienes, a
menos que se le haya dejado como guardián; puede servirse de los bienes embargados si
ha sido dejado como depositario; no puede alquilarse ni disponerse de ellos; si ha sido
dejado como guardián y se trata de cosas destinadas al alquiler, puede alquilarlas; no
puede dar las cosas en prendas; sigue siendo propietario hasta el momento de la venta.
(Tavares Hijo, Froilan. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. 4ta.
ed., p.82).

§11. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

En Francia, luego de las reformas de 1991, el procedimiento para embargo ejecutivo fue
cambiado por un nuevo procedimiento para el denominado embargo-venta, no existiendo
entre ambos cambios sustanciales, pues tanto para el procedimiento anterior como para
el nuevo se requiere la existencia de un título ejecutorio, solo pueden practicarse sobre
muebles corporales y debe notificarse mandamiento de pago a fin de venta de los bienes
embargados. Entre las diferencias esenciales debemos señalar que en el embargo- venta,
a diferencia del procedimiento del embargo ejecutivo: puede ser practicado en manos de
un tercero, la facultad de vender amigablemente los objetos embargados y por último,
mientras el embargo ejecutivo es derecho para los acreedores no importa la suma
693

adeudada, el embargo –venta no puede ser utilizado para recobrar sumas módicas
cuando haya que practicarse en la vivienda del deudor. Estas innovaciones son
inspiradas en cuestiones de eficacia, de humanidad y de economía (Guinchard, Serge et
Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des Voies d`Execution, n. 3803, p.378).

El interés en las modificaciones francesas están inspiradas en el hecho de que


anteriormente el valor de los muebles corporales era estable, y constituían una parte
importante del patrimonio del deudor, pero en la actualidad el interés del embargo venta
es aleatorio, pues solo es eficaz si se practica sobre bienes de valor, pues en el caso
contrario, el acreedor vendría a ser desinteresado luego de un largo y complicado proceso
salvo que hubiere venta amigable; por estas razones esta medida se ha constituido como
un medio de presión para obtener el pago amigable y no un procedimiento a fin de la
venta del los muebles del deudor. (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et
Practique des Voies d`Execution, n. 3804, pp.378-379).

Muchas de las mencionadas modificaciones fueron acogidas por nuestro Proyecto de


Código de Procedimiento Civil, las cuales iremos desarrollando en las anotaciones de los
artículos del presente título.

ARTÍCULO 583

Todo embargo ejecutivo será precedido de un mandamiento de pago hecho un día


a lo menos antes del embargo, a la persona o en domicilio del deudor, y
conteniendo notificación del título si éste no se le hubiere ya notificado.

ARTÍCULO 584

El mandamiento de pago contendrá elección de domicilio hasta concluir los


procedimientos del embargo en el lugar en donde deba cumplirse la ejecución, si el
acreedor no residiere allí; y el deudor podrá hacer en ese domicilio elegido todas
sus notificaciones, hasta la de ofrecimientos reales y de apelación.

Tabla de Contenido

§1. El Mandamiento de pago.


A. Definición.
B. Naturaleza y objeto del mandamiento
C. Plazo.
D. Enunciaciones.
a. Demanda excesiva.
E. Elección de domicilio.
§2. Notificación.
§3. Efectos del mandamiento
§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

§1. El Mandamiento de pago.


694

El embargo ejecutivo debe siempre estar precedido de mandamiento de pago. (Germán


Mejía, Mariano. 1999, et al. Conferencias sobre vías de ejecución, 4ta ed. p. 21; Tavares
Hijo, Froilan. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano 1999. 4ta ed, p.70).

Aunque la ley no dice que el mandamiento de pago está previsto a pena de nulidad, la
doctrina y la jurisprudencia lo sancionan con la nulidad. (Germán Mejía, Mariano et al.
1999. Conferencias sobre vías de ejecución, 4ta ed. p. 21; Juriprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 162-163. p. 596; Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 25).

A. Definición.

El mandamiento de pago es el acto que precede al embargo ejecutivo, cuyo objeto es


provocar que el deudor, a fin de evitar los inconvenientes y gastos engendrados por un
embargo, pague total o parcialmente o por lo menos realice una oferta de pago. El
embargo practicado en ausencia de mandamiento es nulo, al igual aquel practicado en
base a un mandamiento que no posee las enunciaciones fundamentales. (Guinchard,
Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des Voies d`Execution, n. 3869, p.398).

La ley no permite al acreedor embargar los bienes de su deudor sin un aviso previo, el
mismo será realizado por medio de un mandamiento de pago. El mandamiento es una
orden de pagar notificada por ministerio de alguacil, en virtud de un título ejecutorio. La
ley busca proteger al deudor y evitar medidas de ejecución inútiles, el acreedor de un
deudor de buena fe que se encuentra obligado a una deuda, deberá ponerlo en mora a
pagar, bajo la amenaza de un embargo. (Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’
Execution. 1999, 19 ed., nn.245-246, p. 174).

¨El mandamiento de pago es el acto mediante el cual se le pone en mora de pagar y se le


advierte que, pasado el plazo que para ello se imparte, se procederá al embargo de sus
bienes¨. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v.
IV, 4ta. ed., p. 25).

Mandamiento de pago es una orden de pagar notificado por el ministerio de alguacil, al


deudor, en virtud de un título ejecutorio. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. t. III, 3ra. ed. p. 104).

El mandamiento de pago es un acto de alguacil que precede al embargo, y por el cual el


acreedor pone al deudor en mora de pagar y le advierte que de lo contrario éste procederá
a la ejecución forzada. Este mandamiento dirigido al deudor es el primer acto necesario
para el procedimiento del Embargo Ejecutivo. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. nn. 161-162. p. 596).

B. Naturaleza y objeto del mandamiento.

El mandamiento de pago no es un acto de ejecución, sino una formalidad preliminar a


todos los embargos que son, desde un principio, embargos ejecutorios. (Juriprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 162-163. p.
596; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV,
4ta. ed., p. 26). Por esta razón el mandamiento no implica ninguna indisponibilidad
(Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des Voies d`Execution, n. 3873,
pp. 399-400).
695

El mandamiento tiene por objeto para el deudor, el derecho de pagar entre las manos del
alguacil que le notifica el acto. La encomienda del alguacil de realizar el mandamiento
vale mandato de los efectos de recibir la suma que se reclama por medio del mismo. Las
ofertas reales seguidas de consignación pueden suspender por sí mismas las
persecuciones. Dicha suspensión se convertirá en definitiva dependiendo de si dichas
ofertas son anuladas o validadas. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procedure Civile. n. 285-290. p. 599).

C. Plazo.

Entre el embargo y el mandamiento de pago debe preceder por lo menos un día de por
medio, permitiéndole al deudor por lo menos un día para conseguir los fondos. Este plazo
es aumentado en razón de la distancia. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procedure Civile. nn. 267-271 y 279-281, p. 599).

El deudor que pretende liberarse de las persecuciones puede pagar integralmente la suma
demandada en el mandamiento, realizar ofertas reales de la parte de dicha suma que el
reconoce, o bien demandar la nulidad de las persecuciones si el pretende que esas son
irregulares o mal fundadas. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procedure Civile. n. 279-281. p. 599 ; Tavares Hijo, Froilan. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta ed, pp.70 y 75).

En caso de que el plazo de mandamiento expirara en un día feriado, éste debe


prorrogarse para el primer día hábil. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t.
III, 3ra. ed. p. 107).

Es nulo el embargo practicado antes del vencimiento del plazo y el mismo no está sujeto a
perención. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procedure Civile. n. 182. p. 597; Tavares Hijo, Froilan.1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano.v. IV, 4ta ed, p.75). El mandamiento de pago prescribe tomando en
cuenta la más larga prescripción de derecho común, que es la de veinte años. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed. p. 107).

C. Enunciaciones.

Las enunciaciones del acto de alguacil son las mismas que los demás actos de alguacil,
más éste debe contener, enunciación del título por medio del cual se embarga, suma
adeudada, tanto el principal, como los costos e intereses; intimación de pago, y por último
elección de domicilio. (Tavares Hijo, Froilan. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV., 4ta. ed, p.70; Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999,
19 ed., n.247 p. 174). Otros autores agregan además como requisito la advertencia de
consecuencias si no se paga. (Germán Mejía, Mariano, et al, 1997. Conferencias sobre vías
de ejecución. 3ra ed., p. 21; Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des
Voies d`Execution, n. 3875, p. 400; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t.
III, 3ra. ed. p. 105; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 25; Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procedure Civile. n. 231-235, p. 597).

Respecto a los requisitos anteriores se ha establecido, que no es necesario que el


mandamiento contenga constitución de abogado (Juriprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 209. p. 597) y que la copia del título
debe encontrarse entera y no solamente por extracto. Este estado debe contener copia de
696

la fórmula ejecutoria como del resto del título. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. nn. 226 y 229. p. 598).

En sentido contrario, nuestra jurisprudencia ha establecido que el embargo ejecutivo


debe contener la notificación del título ejecutivo, si antes no lo había notificado al deudor,
caso en el cual basta referirse a esa notificación anterior. (Sent. SCJ. 15 Julio 1987, B.J.
920.1287).

El mandamiento debe contener a pena de nulidad la mención de la notificación del


mandamiento, la mención del título ejecutorio, las sumas reclamadas en virtud de una
acreencia liquida y exigible. (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des
Voies d`Execution, nn. 3880-3883, pp.402-403).

Los gastos no pueden ser reclamados por esta medida hasta que estos no hayan sido
liquidados, sea en la sentencia, sea posteriormente. (Guinchard, Serge et Tony Moussa.
1998. Droit et Practique des Voies d`Execution, n. 3880, p. 404).

Si el acreedor practica al mismo tiempo varios embargos, no es necesario que éste realice
más de un mandamiento. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procedure Civile. n. 187. p. 597).

El cesionario de los derechos de un acreedor que haya notificado un mandamiento, no


tiene la obligación de notificar uno nuevo. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 190. p. 597).

El mandamiento a fin de embargo ejecutivo, puede ser hecho por medio de un acto
individual, como también puede ser hecho a través de la misma notificación de la
sentencia si ésta es ejecutoria. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procedure Civile. n. 203. p. 596).

a. Demanda excesiva.

En lo que respecta a la enunciación de la suma adeudada, en Francia, previa a las


reformas de 1991, en el embargo ejecutivo, la corte de casación francesa estimaba que la
demanda excesiva, en principio, no es una causa de nulidad del mandamiento de pago,
hay solamente lugar, para la ley, el limitar los efectos y la ejecución al monto de las
sumas debidas. Autores opinan que esta jurisprudencia es criticable en la hipótesis de un
embargo -venta, pues para éste exige a pena de nulidad la mención al detalle de las
sumas reclamadas. (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des Voies
d`Execution, n. 3887, p. 404; Juris Classeur. 1999. Saise-Vente. FASC 2320. No.16, p.2).

D. Elección de domicilio

La elección de domicilio del mandamiento de pago en el lugar donde debe ejecutarse el


embargo, es atributivo de competencia territorial inclusive para la demanda en descargo
del guardián, las oposiciones a la venta, etc. (Germán Mejía, Mariano et al. 1999.
Conferencias sobre vías de ejecución, 4ta ed. p. 22; Tavares Hijo, Froilan. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p.72), pudiendo incluso el deudor
hacer, según expresan sectores de la doctrina, hasta oferta reales de pago. (Juriprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. nn. 90,96,98. p.
603 ; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed. p. 105). Además fija
la competencia del tribunal que habría de conocer de la validez del título que sirve de
base al embargante. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p.
106).
697

La elección de domicilio en el mandamiento de pago deberá siempre primar sobre


cualquier otra elección de domicilio elegida por las partes. (Tavares Hijo, Froilan. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta. ed., p.73). La elección de
domicilio prevalece inclusive frente a otra elección de domicilio hecha en un contrato que
sirve de título para el embargo. (Germán Mejía, Mariano et al. 1999. Conferencias sobre
vías de ejecución, 4ta ed., p. 21)

“La elección de domicilio debe ser hecha en el lugar donde se llevara a cabo la ejecución.”
(SCJ. 15 de julio del 1987, B.J. 920, p.1287).

“La elección de domicilio permite al acreedor llevar a cabo todo tipo de notificación.” (SCJ.
20 de diciembre del 1929, B.J. 233, p. 27; Tavares Hijo, Froilan. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV. 4ta ed, p. 71).

El criterio de que el deudor sólo puede notificar apelación de las sentencias incidentales
en el domicilio elegido en el mandamiento de pago, resulta ser insostenible, ya que se
admite la notificación de todo tipo de apelación en el domicilio elegido. (Tavares Hijo,
Froilan. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p.71).

La elección de domicilio aprovecha al deudor, pudiendo éste notificar en dicho domicilio


de elección la demanda en desembargo. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. t. III, 2da. ed. p. 105).

Existe un criterio de que la elección de domicilio hecha por el acreedor en el mandamiento


de pago no aprovecha a los terceros, obligando a estos a efectuar sus notificaciones en el
domicilio real de la parte embargante; sin embargo, existe una postura que admite que el
domicilio elegido si puede ser utilizado para terceros. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 106).Este criterio, sin embargo, resulta ser
insostenible en tenor del Art. 584. (Tavares Hijo, Froilan. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano 1999. 4ta ed, p.72).

Cuando el acreedor hace la elección del domicilio, ésta prevalece sobre lo que
previamente se haya podido hacer en la convención que liga a las partes. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 106).

Según un primer sistema, la elección de domicilio no es una formalidad sustancial del


mandamiento; en consecuencia, un mandamiento no es nulo por falta de elección de
domicilio del acreedor en el lugar en donde la ejecución del embargo deberá tener lugar.
Según otro sistema la elección de domicilio es una formalidad sustancial del
mandamiento, pues éste atribuye jurisdicción en el lugar donde también podrán ser
realizadas las ofertas y el acto de apelación. En todo caso, la irregularidad del
mandamiento será cubierta por la elección del domicilio contenida en el proceso verbal de
embargo. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procedure Civile. n. 8-12. p. 601).

§2. Notificación.

El acreedor no se encuentra dispensado de realizar el mandamiento bajo el pretexto de


que ignora el domicilio del deudor. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procedure Civile. n. 174. p. 596).
698

La notificación del mandamiento deberá ser hecha por medio de alguacil, en la persona o
domicilio real del demandado. (Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999,
19 ed., n. 248, p. 175), no obstante la jurisprudencia francesa ha admitido que el
mandamiento puede ser notificado en el lugar de trabajo (Guinchard, Serge et Tony
Moussa. 1998. Droit et Practique des Voies d`Execution, n. 3876, p. 400). En sentido
contrario: El mandamiento podrá ser notificado en el domicilio elegido si el deudor ha
elegido un domicilio para la ejecución del acto en virtud del cual se realiza las
persecuciones. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procedure Civile. nn. 243-245. p. 598).

El mandamiento de pago puede ser notificado de manera individual o conjuntamente con


la notificación del título ejecutorio. (Tavares Hijo, Froilan. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p.70).

La notificación de este mandamiento es obligatoria, la ley expresamente lo exige, no se


puede practicar el embargo ejecutivo sin la notificación previa del mandamiento de
pago. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. pp. 104-105).

Entre la notificación del título y el embargo deben transcurrir al menos 8 días, a pena de
nulidad. (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des Voies d`Execution,
nn. 3877 y 3879, p. 401).

En el nuevo embargo francés, el deudor puede suplir la ausencia de mandamiento lo que


entre nosotros se permite en virtud del artículo 583 del código de Procedimiento Civil
Dominicano. (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des Voies
d`Execution, n. 3872, p. 399).

El fin de la notificación del mandamiento de pago es que el deudor no esté


desprevenido a la hora de embargarle sus bienes, por lo que inmediatamente recibe
esta notificación el deudor puede pagar, gozando de un plazo para esto, y con esta
notificación el deudor sabe que si no paga el acreedor podría incautarle sus bienes
muebles. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., pp. 105-106).

La notificación de mandamiento, según apuntan sectores de la doctrina, crea riesgos para


el acreedor, pues si se trata de un deudor de mala fe, que advertido de un embargo
eminente, tendrá la posibilidad de hacer desaparecer todos sus bienes muebles que
tengan un valor sustancial. (Germán Mejía, Mariano. 1999. Conferencias sobre vías de
ejecución. 4ta ed. p. 21; Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n.
246, p. 174).

En este sentido ciertos autores habían establecido que debían permitirse que el juez
tuviera la facultad de dispensar la notificación de mandamiento, no obstante la reforma
francesa no acogió esta solución y en tal sentido el juez de la ejecución no tiene poder de
autorizar al acreedor a no cumplir con esta formalidad sustancial. (Guinchard, Serge et
Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des Voies d`Execution, n. 3871, p. 399).

§3. Efectos del mandamiento

El mandamiento produce los mismos efectos que la intimación: éste pone en mora al
deudor e interrumpe la prescripción y permite el embargo, toda vez que el mismo no es
posible antes de ser notificado el mandamiento. (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998.
Droit et Practique des Voies d`Execution, nn. 3901-3902, p.409; Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed. p. 107; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 25; Vincent Jean, Prevault
Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n.249, p. 175). Por esta razón sectores de la
699

doctrina han establecido que la notificación de un mandamiento de pago inicia el proceso


de embargo ejecutivo. (Juris Classeur. 1999. Saise-Vente. FASC 2320. No.78, p.1).

§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El artículo 1053 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil recoge todo lo relativo a la
notificación del mandamiento de pago, su contenido, y la obligación de elección de
domicilio. Este, indica que la notificación del mandamiento de pago debe incluir: la
mención del título ejecutorio mediante el cual se reclama el cumplimiento de la deuda; la
indicación de la obligación de pagar dentro del plazo indicado, y una elección de
domicilio, en el caso en que no residiere el embargante en el lugar del domicilio.

El artículo 1054, agrega que dicho mandamiento de pago no podrá ser notificado en un
domicilio elegido, pero, puede ser hecho conjuntamente con la entrega de la sentencia, la
cual constituye un título ejecutorio.

El artículo 1055 indica que el mandamiento de pago caducará a término de 90 días, y no


se podrá hacer ninguna ejecución luego de este plazo, sin haber hecho otro mandamiento.

Por último, el 1056 del mismo proyecto, dispone que se podrá proceder al embargo
ejecutivo en cualquier lugar en donde se encuentren los bienes del deudor, inclusive
aquellos en manos de terceros.

ARTÍCULO 585

El alguacil estará acompañado de dos testigos ciudadanos dominicanos, mayores


de edad, que no sean parientes ni afines de las partes o del alguacil, hasta el
grado de primo hermano inclusive, ni tampoco sus sirvientes. El alguacil
enunciará en su acta los nombres, profesiones y moradas de los testigos, quienes
firmarán el original y las copias. La parte ejecutarte no podrá estar presente en el
acto de embargo.

ARTÍCULO 586

Las formalidades exigidas en los actos de los alguaciles serán observadas en las
actas de los embargos ejecutivos: contendrán reiteración del mandamiento, si el
embargo se hiciere en la morada del embargado.

Tabla de Contenido

§1. El acta de embargo.


A. Generalidades.
B. Necesidad de ministerio de alguacil.
§2. Formalidades del acta de embargo. Generalidades.
A. Los testigos.
B. Imposibilidad de la parte actora de apersonarse al lugar del embargo.
C. Advertencia de indisponibilidad.
D. Reiteración del mandamiento de pago.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
700

§1. El acta de embargo.

A. Generalidades.

El embargo consiste en: (i) la designación y descripción de las cosas embargadas; (ii) la
designación de un depositario; (iii) fijación de sellos sobre los papeles del embargado si
éste no estuviese presente. Todo esto debe hacerse constar en un acta. (Tavares Hijo,
Froilan. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p.77).

B. Necesidad de ministerio de alguacil.

El embargo ejecutivo es un procedimiento extrajudicial, salvo el caso de los incidentes, la


intervención del juez no es necesaria, el procedimiento se hace por vía de un alguacil.
(Tavares Hijo, Froilan. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed.,
p.76; Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n.239, p. 169).

El alguacil es el único facultado para trasladarse al lugar donde se encuentren los bienes,
no pudiendo el persiguiente estar presente. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. t. III, 3ra. ed., p. 107).

§2. Formalidades del acta de embargo. Generalidades.

Art. 585 del C.P.C. hace enunciaciones de todo lo que debe contener el proceso verbal de
embargo o acta de embargo. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra.
ed., p. 108). “Las formalidades relativas a la redacción del acta de embargo son, en
general, prescritas a pena de nulidad.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 78).

En la sentencia del 25 de septiembre del 1991, nuestra SCJ. estableció que “El acta de
embargo debe contener las enunciaciones comunes a todos los actos de alguacil, y hará
constar, además: los nombres y residencias de los testigos; la reiteración del
mandamiento de pago; los incidentes que hayan podido presentarse en el curso de las
operaciones”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano
v. IV, 4ta. ed., p. 78).

La firma del alguacil en el proceso verbal es exigida a pena de nulidad, debiendo firmar el
original del proceso verbal y todas las copias. También son exigidas las firmas de los
testigos del guardián, del magistrado que puede asistir a la apertura de puertas, etc...
(Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n.
25-34. p. 607).

A. Los testigos

Para el embargo ejecutivo el alguacil, debe estar acompañado de dos testigos, (Tavares
Hijo, Froilan. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta. ed., p.76), y
uno de los requisitos de estos últimos es que no sea parientes, ni afines, ni sirvientes de
las partes (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 108).

¨La misión de los testigos es proteger al alguacil contra cualquier acto de violencia que
pudieran cometer el embargado o los terceros, y supervigilar las operaciones del
embargo¨. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v.
IV, 4ta. ed., p. 76).
701

En ausencia de los testigos exigidos por el Artículo 585 entraña la nulidad del embargo
ejecutivo. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procedure Civile. n. 32. p. 605).

La ausencia de cualquiera de las condiciones de capacidad exigida para los testigos no


entraña la nulidad del embargo, cuando dichas comisiones no son de carácter
sustanciales. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procedure Civile. n. 48. p. 66).

B. Imposibilidad de la parte actora de apersonarse al lugar del embargo.

“Con el fin de evitar posibles querellas o riñas la parte actora no puede presenciar las
diligencias del alguacil”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 76).

El artículo 585 establece que la parte demandante no puede estar presente en el


embargo. Sin embargo surge la interrogante de que si ésta puede hacerse representar por
un mandatario; según una primera opinión, si pueden hacerse representar por un
mandatario en el embargo, pero otra opinión entiende que es inútil que el mandatario
acompañe al alguacil. (Juriprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code
de Procedure Civile. n. 63-66. p. 606).

C. Advertencia de indisponibilidad

El inventario debe indicar el titulo en virtud del cual el embargo es indicado, la


advertencia de que los bienes son indisponibles. (Vincent Jean et Jaques Prevault. Voies d’
Execution. 1999, 19 ed., n. 253, p. 177).

D. Reiteración del mandamiento de pago.

“El embargo ejecutivo (...) puede ser hecho en cualquier lugar en que se encuentren
muebles pertenecientes al deudor: en su domicilio, en su residencia, en el domicilio de un
tercero, aún en la vía pública.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 76).

Cuando el embargo se ejerce en la morada del deudor, el alguacil debe reiterarle el


mandamiento de pago, la falta de esto no acarrea la nulidad. (Juriprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procedure Civile. n. 19. p. 607; Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 108; Tavares Hijo, Froilan.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta. ed., p.77; Vincent Jean,
Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n. 253, p. 177).

La reiteración no es exigida por la ley si el embargo es realizado fuera del domicilio y en


ausencia del deudor; el embargado podría obtener el pago de una indemnización si
demuestra que ha experimentado un perjuicio a consecuencia de no habérsele reiterado
el mandamiento el mandamiento de pago.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 77).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones relativas al artículo 585 del Código de Procedimiento Civil vigente, se
encuentran recopiladas por el artículo 1057 del proyecto de código. Este último cambia
la prohibición de ser testigos de los sirvientes, y lo extiende al asalariado. Además, indica
la nulidad del embargo por causa del desconocimiento de cualquiera de las enunciaciones
de este artículo.
702

En cuanto al artículo 586 del código actual, el único cambio que se hace es que se varía el
término de acta de embargo a proceso verbal de embargo.

ARTÍCULO 587

Si las puertas del edificio, en donde deba practicarse el embargo, estuvieren


cerradas o se rehusare abrirlas, el alguacil podrá establecer vigilantes en las
puertas, que impidan la sustracción de los objetos; recurrirá en el instante, sin
citación, ante el juez de paz, y a falta de éste, ante el comisario de la policía, y en
los lugares donde no hubiere ni una ni otra autoridad ante el inspector de
agricultura y el alcalde pedáneo, en presencia de los cuales tendrá lugar la
apertura de las puertas del edificio, y aun de los muebles cerrados, a medida que
los procedimientos para el embargo lo vayan requiriendo. El funcionario que se
transportare, no redactará acta; pero sí firmará la del alguacil, el que no podrá
extender de todo sino una sola acta.

Tabla de Contenido

§1. La apertura de puertas. Procedimiento.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. La apertura de puertas. Procedimiento.

Si se niega la entrada al alguacil al sitio en que va a practicar el embargo, y las puertas


no le son abiertas, o si, las puertas del local estuvieren cerradas, él no puede recurrir por
sí mismo a la fuerza para vencer esta resistencia; debe dejar vigilantes en las puertas, a
fin de no permitir la distracción de los objetos fines del embargo, así mismo, debe obtener
autorización del funcionario indicado para vencer dicha resistencia. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 108; Tavares Hijo, Froilan.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. IV, p. 76).

“El juez de paz que rehúsa prestar su asistencia podrá incurrir en responsabilidad como
juez. La negativa de los demás funcionarios indicados podría hacerlo incurrir en la
responsabilidad del Art. 1382 del C. Civil” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 76).

ARTÍCULO 588

El acta de embargo contendrá la designación detallada de los objetos embargados:


si hay mercancías, según su naturaleza se pesarán o se medirán.

ARTÍCULO 589

La vajilla de plata se detallará pieza por pieza, con su marca y peso.


703

ARTÍCULO 590

Si hubiere dinero efectivo, se hará constar el número y la calidad de las monedas: el


alguacil las depositará en el tesoro público, a menos que entre el ejecutante y la
parte embargada unidos a los oponentes, si los hubiere, convengan en elegir otro
depositario.

Tabla de Contenido

§1. Enunciaciones a realizar en el acto de embargo.


§2. Proceso verbal de carencia.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Enunciaciones a realizar en el acto de embargo.

Si no se presenta ningún obstáculo para el embargo, el alguacil inicia el proceso verbal


indicando los objetos mobiliarios embargables que pertenezcan al deudor y que se
encuentren en el lugar del embargo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n.1, p. 609).

El alguacil realizará un inventario de los objetos que va a embargar. Si el alguacil


encuentra las sumas en especie, éste debe operar la consignación (…) los bienes
embargados son indisponibles y no podrán ser desplazados sin previo aviso al acreedor.
(Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 109; Vincent Jean,
Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n. 252, p. 176).

El Art. 588, nos dice que hay especificaciones en cuanto a los objetos, embargados, y en
caso de que hayan mercancías se procederá a pesarlas y a medirlas. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 109).

El proceso verbal debe ofrecer la relación exacta de todas las circunstancias del embargo
y contener la designación detallada de los objetos embargados. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn. 3-4, p. 609).

La razón del artículo 588 es obtener de todos los objetos embargados una designación de
su naturaleza, especie, nombre, cantidad a fin de que sean fácilmente reconocidos para
evitar una distracción o sustitución fraudulenta. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n.7, p. 609).

De acuerdo al Art. 590 del Código De Procedimiento Civil Dominicano, si se procediere


al embargo de dinero en efectivo, el mismo deberá contarse, haciendo constar la
cantidad y el número, debiendo así el alguacil depositarlo en el Tesoro Público, a
menos que las partes decidan en común acuerdo depositarlas en otro lugar, debiendo
aplicarse este procedimiento tanto para billetes como para monedas. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n. 1-2, p.
611; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 108); se le
admite que el alguacil puede, bajo su responsabilidad entregarlo al depositario o llevarlo
consigo. (Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n. 253, p. 177).
704

Puede también el alguacil entregar el dinero al ejecutante, para que lo impute en al


cuente del embargado, siempre que éste lo consienta y que no se hayan presentado
oposiciones por parte de otros acreedores. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n.14, p. 611 ; Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 77).

El depositario será tenido en el caso donde las especies sean disminuidas de valor,
obligado a entregar el valor de las mismas al tiempo del depósito. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n.3, p. 611).

El alguacil a falta de consignación resulta responsable de los dineros embargados


(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile,
t. III, n.6, p. 611).

El cumplimiento de las formalidades de los artículos 588 al 590, así como las demás
circunstancias de la actuación, deben hacerse constar en un acta. (Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 78). Pero no
conlleva la nulidad del embargo, según algunos autores, el incumplimiento de la
obligación de pesar, medir y contar las mercancías y la vajilla. (Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 78).

§2. Proceso verbal de carencia.

A falta de bienes embargables, o en presencia de bienes que no tienen un valor de


mercado, el alguacil levanta un proceso verbal de carencia. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n. 22, p. 609 ;
Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta.
ed., p. 79; Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n. 252, p. 176),
donde hará constar que no existen bienes para embargar, dicha acta podrá servir
como prueba de la excusión del mobiliario evitando la perención de seis meses a que
se halla sujeta la sentencia en defecto. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. III, 2da. ed., p. 109).

“Se discute la cuestión de saber si esta acta es susceptible de producir efectos jurídicos,
puesto que ella no es propiamente un acto de ejecución. Predomina, sin embargo, la
opinión según la cual el acta de carencia, en cuanto constituye el único medio posible de
comprobar la ausencia de muebles embargables, sirve como prueba de exclusión previa
del mobiliario en los casos exigidos por la ley.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 79).

El interés de levantar un proceso verbal de carencia existe cuando se trata de una


sentencia por defecto susceptible de perención. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n.24, p. 609).

El proceso de carencia debe ser hecho por el alguacil en la forma del proceso verbal de
ejecución (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. III, n.27, p. 609).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La designación detallada de los bienes embargados ubicados en el artículo 588 del código
vigente, se encuentra ubicado dentro del cuerpo de contenido propuesto por el artículo
1059 del Proyecto de Código.
705

El artículo 589 relativo al detalle de la vajilla se encuentra sin modificación alguna, en el


artículo 1064 del Proyecto de Código.

El artículo 1068 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil no introduce una variación
al artículo 590.

ARTÍCULO 591

Si el embargado estuviere ausente, y hubiere negativa respecto de la apertura de


algún cuarto o mueble, el alguacil requerirá que se abra; y si encontrare papeles
requerirá la fijación de sellos al funcionario llamado para la apertura.

Tabla de Contenido

§1. Negativa o ausencia del embargado, Fijación de sellos.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Negativa o ausencia del embargado. Fijación de sellos.

El funcionario que se transportare al lugar no redactará acta, pero sí firmará la del


alguacil. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 108).

Los papeles del embargado deben ser respetados; debe ponerse un sello si el embargado
se encontrara ausente, y si el embargado se encontrara presente el alguacil no puede,
una vez entrado, hacer abrir o forzar las piezas y los muebles. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n.1 y 4, p. 612).

El alguacil no puede realizar por sí, mismo la fijación de sellos, él debe requerir para
esto, el concurso de personas que tengan calidad para hacer abrir las puertas exteriores e
interiores y los muebles del embargado todo esto a pena de nulidad. (Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 77). El
levantará, a gastos del embargado, un proceso verbal separado, y en caso de dificultad
recurrirá ante el juez de los referimientos quien puede ordenar el secuestro e inventario
de los papeles. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. III, n. 15, p. 612).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 1068 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil mantiene intacto el


artículo 591, con la única modificación de la palabra cuarto por habitación.

ARTÍCULO 592

No podrán ser embargados: 1ro. los objetos que la ley declara inmueble por
destinación; 2do. el lecho cotidiano de las personas embargadas y de los hijos que
habiten con ellas y las ropas del preciso uso de los mismos; 3ro. los libros
relativos a la profesión del embargado, elegidos por éste y que alcancen hasta el
valor de trescientos pesos; 4to. las máquinas y aparatos dedicados a la
enseñanza, a la práctica o al ejercicio de ciencias y artes, hasta el valor de la
suma de trescientos pesos, elegidos por la persona embargada; 5to. los equipos de
los militares, conforme a su grado y según ordenanza; 6to. los instrumentos de los
obreros, necesarios para el arte u oficio a que puedan estar dedicados; 7mo. los
granos, harinas y géneros para la manutención del embargado y de su familia
706

durante un tres; 8vo. en fin, una vaca, tres ovejas o dos cabras, a elección del
embargado, con la paja, hierba o forraje y granos necesarios para el pesebre, o su
sostenimiento durante un mes.

ARTÍCULO 593

Los objetos expresados en el artículo anterior, no podrán ser embargados ni aun


por créditos del Estado, salvo cuando sea por causa de alimentos proveídos a la
parte embargada, o por sumas debidas a los fabricantes o vendedores de los
dichos objetos, o a aquel que hubiere prestado el dinero para comprarlos,
fabricarlos o repararlos; por arrendamientos de las cosechas de las tierras en
cuya cultura se haya empleado y por alquileres de fábricas, molinos prensas,
aparatos de fábricas de que dependan, y alquileres de los lugares destinados a
morada del deudor. Los objetos especificados en el número segundo del artículo
precedente no podrán embargarse por ninguna clase de créditos.

Tabla de Contenido

§1. La inembargabilidad.
A. Alcance.
§2. Causas de la inembargabilidad.
A. Inembargabilidad por causa de interés público.
a. Bienes del dominio publico.
B. Inembargabilidad en interés del comercio.
a. Naves Comerciales.
b. Letras de cambio y otros títulos comerciales.
c. Bienes depositados en Almacenes Generales de depósito.
C. Inembargabilidad en interés del deudor.
a. Derechos de propiedad intelectual.
b. Correspondencia.
c. Derechos íntimamente ligados a la persona del deudor.
d. Inembargabilidad de los sueldos
e. Inembargabilidad de los bienes para la protección del deudor y su familia.
f. Inembargabilidad para proteger la decencia y el pudor.
g. Inembargabilidad para protección del derecho al trabajo.
D. Inembargabilidad de las sumas y objetos donados o legados con declaración
expresa de
inembargabilidad.
§3. Excepción a la inembargabilidad.
§4. Sanción a la inembargabilidad.
§5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. La inembargabilidad.

El legislador declara inembargables, por excepción al principio general enunciado en el


Art. 2092 del C. Civil, a ciertos bienes; las razones son diferentes en cada caso y según el
interés del legislador. (Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de Ejecución. 4ta ed., t.I. pp. 93-
94; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta.
ed., p. 58).

A. Alcance.
707

Se trata de excepciones y como tales deben ser aplicadas. El embargado no puede


pretender ir más allá de la protección que el legislador le ha dado. (Germán Mejía,
Mariano. 1994. Vías de Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 94), y en este sentido la jurisprudencia
francesa ha establecido que ningún bien escapa al embargo en ausencia de una
disposición formal, a menos que la propia naturaleza del bien o del derecho repudie la
posibilidad de ejecución forzada. (Civ. 25 janv. 1899, D. P. 99. 1.222).

§2. Causas de la inembargabilidad.


A. Inembargabilidad por causa de interés público.

La inembargabilidad de los bienes fundamentada en el interés público se extiende a dos


instituciones: al estado y a la Iglesia Católica. (Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de
Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 95).

La Suprema Corte de Justicia había sostenido con toda claridad que los bienes del
Estado, cual que sea su naturaleza, son inembargables, por no ser susceptibles de
enajenación forzosa, por aplicación de un principio de Derecho Público Universal
admitido y siempre observado en nuestro país, y sustentado por nosotros por los
tratadistas del Derecho Público. (Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de Ejecución. 4ta ed.,
t.I. pp. 96-97)

a. Bienes del dominio público.

Los bienes del dominio público o sea, los afectados a los servicios públicos o a fines no
lucrativos se consideran inembargables y los del dominio privado, que son los afectados a
actividades lucrativas, comerciales o industriales o que sencillamente no son de utilidad
actual para los servicios públicos, y los cuales son embargables en la misma medida que
los bienes de las personas privadas. (SCJ. 17 de junio de 1970, BJ. 715. 1211; SCJ. 24 de
noviembre de 1971. BJ. 732. 3211).

Los bienes del Dominio Público son aquellos que están afectados en su uso a un interés
público, es decir, al interés de la mayoría de un grupo social dado, según los objetivos del
legislador. (George Vedel, Droit Administrativ, París, 1964, pp. 225 y 226).

La inembargabilidad de los bienes del dominio público encuentra su razón de ser en que
todos ellos son propiedad de entidades públicas, ya nacionales, ya municipales y de
acuerdo con los principios del Derecho Publico Universal, no es posible contra ellos la
ejecución forzada. En la República Dominicana el principio esta consagrado en el artículo
45 de la Ley No 1494 del 2 de agosto de 1947. (Sent. SCJ. 7 de agosto de 1964, BJ 649.
1199; Sent. SCJ. 25 de noviembre de 1966, BJ. 672. 2316, 2324; Sent. SCJ. 11 de octubre
de 1968, BJ. 695. 2259; Sent. SCJ. 17 de junio de 1969, BJ. 715. 1211; por Germán Mejía,
Mariano. 1994. Vías de Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 98).

El hecho de que ciertos bienes pertenezcan a entidades publicas, no es suficiente para


declarar su inembargabilidad, ya que es necesario que los mismos estén destinados a
servicios públicos, pues son en definitiva las paralizaciones o entorpecimientos de estos,
lo que el legislador ha querido evitar al establecer la inembargabilidad de las entidades
públicas. (Sent. SCJ. 24 de noviembre 1971, BJ. 732. 3211; Sent. SCJ. 5 de noviembre de
1975, BJ. 780. 2073; citado por Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de Ejecución. 4ta ed.,
t.I. p. 98).

La inembargabilidad queda definida por la naturaleza de dichos bienes, ya que no siendo


susceptibles de propiedad particular y estando fuera del comercio, no pueden ser objeto
708

de ejecuciones forzadas. (Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de Ejecución. 4ta ed., t.I. pp.
98-99).

“Que sustancialmente, los bienes patrimoniales del estado están sometidos al derecho
privado y son susceptibles, en principio, de idénticas cargas que los bienes particulares,
pudiendo enajenarse y prescribir pero no son susceptibles de embargo, en razón de que la
situación especial de la administración publica no tolera el empleo por sus acreedores , de
los procedimientos de ejecución del derecho común; que este asunto interesa al orden
público y puede ser invocado en todo estado de causa y aun ser suplido de oficio por el
juez.” (Sent. SCJ. 7 de agosto de 1964, BJ. 649. 1197; Sent. SCJ. 24 de noviembre de 1971,
BJ. 732. 3211; Sent. SCJ. 5 de noviembre de 1975, BJ. 780. 2073).

En Derecho Público la inembargabilidad de estos bienes adquiere la categoría de regla. Se


trata de un principio universal del Derecho Público que rebasa los principios del Derecho
Común; que es un asunto de orden público, que puede ser invocado en todo estado de
causa y aun suplido de oficio por el juez. (Sent. SCJ. 7 de agosto de 1964, BJ. 649.1199).

¨Las entidades públicas descentralizadas son los órganos de administración con


personalidad jurídica propia y con cierta autonomía financiera creados por voluntad
legislativa para prestar servicios públicos o realizar actividades predominantemente de
utilidad pública, y con facultad de hacer uso de las prerrogativas del Poder Publico¨.
(Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 104).

¨Aunque la clasificación de los bienes del Estado dentro del dominio público o dentro del
dominio privado no puede considerarse como rígida, podemos afirmar que mientras que
los pertenecientes al primero son siempre inembargables, los segundos son embargables
por aplicación de la regla contenida en los Artículos 2092 y 2093 del Código civil (salvo
que la Ley Orgánica de la entidad o empresa disponga lo contrario), pues se trata de
bienes ajenos a los principios del Derecho Público¨. (Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías
de Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 110).

B. Inembargabilidad en interés del comercio.

a. Naves Comerciales.

El artículo 197 del código de Comercio establece que: “Toda embarcación marítima puede
ser embargada y vendida, por autoridad judicial…”, no obstante “La nave pronta a
hacerse a la mar, no es embargable, a no ser por deudas contraídas para el viaje que va a
hacer; y aún en este último caso, una fianza por dichas deudas impedirá el embargo. Se
reputa que la nave está pronta a hacerse a la mar, cuando el capitán tiene en su poder
los despachos para el viaje”. (Art. 215 del Código de Comercio; Germán Mejía, Mariano.
1992. Vías de Ejecución. 2da. ed., t.I. pp. 126-128; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., pp. 46 y 47; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 59).

b. Letras de cambio y otros títulos comerciales.

“Los arts. 149 y 187 del C. de Comercio prohíben el embargo retentivo sobre el importe de
las letras de cambio y los pagarés a la orden. La oposición pago es permitida solamente
en caso de pérdida del efecto de comercio o de quiebra del portador.” (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 47; Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 59).
709

Una vez dispuesto por medio de giro o letras aceptadas de una suma de dinero en manos
de un tercero, ni siquiera el embargo retentivo sobre la misma suma es impedimento para
el pago al vencimiento, por aplicación del Artículo 149 del Código de Comercio. (SCJ. 10
de septiembre de 1920, BJ. 122.5).

La prohibición de hacer oposiciones al pago de la letra de cambio se extiende tanto al


girador y a sus acreedores, como a los acreedores del portador, sus endosantes y
beneficiarios. (Enciclopédie de Droit Comercial, Dalloz, 1957, Lettre d”Echange, n. 167; Req.
20 mai 1885. D. P. 86. 1. 82).

El cheque, al igual que la misma letra de cambio y el pagaré a la orden, como documentos
que contienen derechos a recibir sumas de dinero, pueden ser embargados
ejecutivamente, y subastados como tales. (Vincent, Jean. 1978. Voies D`Exécution et
Precedures de Distribution, Dalloz, París, p. 80).

¨En definitiva, la ley no ha previsto de manera expresa la inembargabilidad del cheque,


sino que para garantizar su circulación y poder liberatorio como instrumento de pago, y
hacerlo confiable, ha establecido en forma estricta y limitativa los casos en que puede
haber rehusamiento de pago por parte del banco¨. (Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de
Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 141).

c. Bienes depositados en Almacenes Generales de depósito.

Antes del depósito en los Almacenes Generales, los bienes, frutos o mercancías, son
susceptibles de medidas conservatorias y ejecutorias, en aplicación de lo que disponen los
artículos 2092 y 2093 del Código Civil; pudiendo inclusive cualquier acreedor del tenedor
de los mismos oponerse a que sean depositados. Luego de depositados, los bienes a que
se refieren los certificados de depósito, no podrán ser objeto de embargo, secuestro o
cualquier otro gravamen que se oponga a su plena y libre disposición. (Art. 282 Ley No
6186).

¨Los Certificados de Depósitos, sin embargo, podrán ser dados en prenda o embargados.
Cuando se trata de embargo ejecutivo de los acreedores de los tenedores de los
certificados, el procedimiento a seguir será el de embargo ejecutivo, y el acta de
adjudicación levantada por el ministerial actuante o vendutero público surtirá los efectos
del endoso previsto en los Artículos 288 y 289 de la Ley N o. 6186 y dará derecho al
adjudicatario a retirar los bienes descritos en el Certificado¨. (Germán Mejía, Mariano.
1994. Vías de Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 145)

C. Inembargabilidad en interés del deudor.

a. Derechos de Propiedad Intelectual.

En efecto, tanto la doctrina como la jurisprudencia internacionales habían consagrado el


criterio de que la Propiedad Intelectual tiene un carácter doble: moral y patrimonial.
Como derecho moral es inembargable y como derecho patrimonial es embargable. De
manera específica, los atributos de la Propiedad Intelectual señalados precedentemente
aparecen recogidos tanto por la doctrina francesa (…). (Alain Le Tarnec. 1966. Manuel de
la Propiété Littéraire et Artistique, 2da. Edition, Dalloz, París, n. 2 a 136; Claude Colombet.
1980. Propiété Littéraire et Artistique, 2da. Edition, Dalloz, París, n. 12 a 16; Jean Vinvent,
Voies D`Execution et Procedure de Distribution, 3e. édition, Dalloz, París, 1978, p. 68; citado
por: Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de ejecución. 4ta ed., t.I. p. 120).

¨Al adquirir forma material la obra intelectual entra en el dominio del público, los
derechos morales del autor se convierten en pecuniarios, son susceptibles de ser vendidos
710

y comprados y como tales también son embargables, tanto en manos del propio autor
como de los herederos y causahabientes¨. (Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de
Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 121).

b. Inembargabilidad de la correspondencia.

Todos los objetos que se depositen en el correo para su transporte y entrega, están
considerados por la ley como correspondencias y como tales son inembargables. (Artículo
8 de la Ley No 40 del 4 de noviembre de 1963; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 48).

c. Derechos íntimamente ligados a la persona del deudor.

Todos aquellos derechos, que aunque forman parte del patrimonio del deudor, no son
susceptibles de evaluación pecuniaria en forma directa; sí por vía indirecta, se trata de
derechos íntimamente ligados a la personalidad del deudor y por tanto derechos situados
fuera del comercio, incesables e imprescriptibles y como tales inembargables. (Louis
Josserand. ,1950. Derecho Civil, Ediciones Europa-América).

“Se considera que los bienes incluidos en esta categoría son inembargables porque, en
razón de su carácter o de su destino, no son susceptibles de ser vendidos en subasta. Se
trata de derechos de carácter eminentemente personal.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 58).

Entre éstos están: 1. El uso y habitación, “Estos derechos se caracterizan por ser
exclusivamente personales al deudor, que él no puede enajenar y que, por consiguiente,
tampoco pueden serlo a requerimiento de sus acreedores” (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 58), 2. El usufructo legal
“el derecho de usufructo legal del padre y de la madre sobre los bienes de sus hijos
menores es también un derecho de carácter personal, que el padre y la madre no pueden
enajenar” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v.
IV, 4ta. ed., p. 58).

La doctrina esta de acuerdo con que ciertos bienes resultan inembargables en razón del
valor afectivo de los mismos. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III,
2da. ed., p. 48).

d. Inembargabilidad de los sueldos

“El salario es inembargable, salvo en la tercera parte por pensiones alimenticias.” (Artículo
192 del Código de Trabajo; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da.
ed., p. 48). “El artículo 200 del Código de Trabajo (L.16-92) establece que “El salario o los
créditos provenientes de derechos reconocidos por la ley a los trabajadores son
inembargables, salvo en la tercera parte por pensiones alimenticias.” (Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 62).

“El artículo 1º de la L. 2453 de 1950, no autoriza el embargo retentivo de los “sueldos,


salarios y pensiones de los empleados y trabajadores particulares sino por la tercera parte
de su importe mensual.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 62).

Las sumas que correspondan al trabajador por Regalía Pascual son consideradas como
salarios. La doctrina está de acuerdo en sostener que las dietas y viáticos, recibidos en
711

forma permanente son partes del salario trabajador. Sin embargo, está dividida en
relación a la prestación laboral por concepto de preaviso, auxilio de cesantía, e
indemnizaciones del párrafo 3ro. del Artículo 84 del Código de Trabajo. Por otra parte no
se consideran salarios, las asignaciones familiares que se pagan a los trabajadores por el
hecho de los hijos. Tampoco se consideran salarios los gastos de transporte, los gastos de
representación, los subsidios y prestaciones de Seguro Social, y las propinas. (Germán
Mejía, Mariano. 1994. Vías de Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 164).

¨Así, mientras el salario por horas extraordinarias, por ejemplo, no se toma en cuenta
para el pago de las prestaciones laborales, sin embargo como salario es inembargable. (…)
La inembargabilidad del salario es de orden público laboral y por tanto no puede ser
derogada por acuerdos de las partes; se extiende a modalidades semejantes como son las
costas de procedimientos distraídas a favor de lo abogados¨. (Germán Mejía, Mariano.
1992. Vías de Ejecución. 2da. ed., t.I. pp. 165-166).

¨El Legislador intervino para declarar inembargables los sueldos, pensiones,


subvenciones y jubilaciones debidas por el Estado, sus organismos autónomos, los
municipios, y los cheques expedidos por concepto de los suministros adjudicados por la
justicia para alimentos¨. (Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de Ejecución. 4ta. ed., t.I. p.
153).

(…) no tiene, sin embargo, aplicación la inembargabilidad: a) cuando los suministros para
alimentos han sido atribuidos al deudor convencionalmente, puesto que no tendría
validez la inembargabilidad nacida de acuerdo entre las partes, en casos no autorizados
por la ley, como ocurre positivamente en la parte 4ta. del artículo 581 del Código de
Procedimiento Civil; b) cuando la deuda tiene origen alimentaría, por disposición expresa
el Artículo 582 del mismo Código de Procedimiento Civil¨. (Germán Mejía, Mariano. 1994.
Vías de Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 153).

e. Inembargabilidad de los bienes para la protección del deudor y su familia.

“La ley sustrae ciertos bienes a la acción de los acreedores porque los considera, expresa
o implícitamente, como un mínimum indispensable para la subsistencia” (Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 60).

Dentro de las inembargabilidades para la protección del deudor y su familia se describen:


1. la inembargabilidad de los bienes dotales (Art. 1554 del C. C); 2. La Inembargabilidad
del bien de familia (Ley No. 1024 del 24 de octubre del 1928) (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., pp. 60-68); 3. Las
restricciones a los embargos en los diferentes regímenes matrimoniales. (Germán Mejía,
Mariano. 1994. Vías de Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 149).

Además existe la prohibición de embargar los efectos enunciados en la penúltima parte


del Artículo 592 del Código de Procedimientos Civil, ésta es aplicable en la medida en que
dichos efectos son necesarios para la manutención del deudor y de su familia por el
termino de un mes, a partir de la fecha misma del proceso verbal de embargo, e incluye la
cantidad de bienes que sean necesarios para sostenimiento por igual período del animal
que haya elegido el embargado en aplicación de la parte octava de la misma disposición
legal. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 47; Tavares
Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., pp. 60-
61).
712

Las cosas mencionadas en el Art. 592-2º. (lecho y ropas del deudor y su familia) no
podrán embargarse por ninguna clase de créditos. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 60).

El Art. 581, ordinales 2º y 4º, prohíbe el embargo retentivo “de los suministros
adjudicados por la justicia para alimentos (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. III, 2da. ed., p. 48; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 61).

f. Inembargabilidad para proteger la decencia y el pudor

Debemos entender por lecho cotidiano: la cama, colchones, almohadas, sabanas,


cubrecamas, y otros accesorios, que puedan considerarse como de uso diario o
permanente y que sean indispensables para el reposo, tanto del deudor como de los hijos
que habitan con él. Por tanto, no es extensible la inembargabilidad a aquellas partes del
lecho que solo son de uso accidental, sea que se encuentren en el domicilio o residencia
ordinaria del deudor, sea que se encuentren en un residencia o lugar sólo visitado
ocasionalmente por dichas personas. Tomando en cuenta que la inembargabilidad no solo
protege al deudor embargado, sino también a los hijos que habitan con él y que de
acuerdo con la doctrina francesa es extensible a los ascendientes del mismo embargado,
siempre que habiten con él. No debe sin embargo, extenderse la prohibición de embargo a
otras personas, como los domésticos y otros empleados que por razones diversas puedan
tener un lecho en la residencia del embargado. (Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de
Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 169).

¨Quedan excluidas de la inembargabilidad explicada, las ropas que no sean del preciso
uso de las personas citadas, sea que se encuentren en el lugar del embargo, sea que se
encuentren en otros lugares¨. (Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de Ejecución. 4ta ed.,
t.I. p. 170).

g. Inembargabilidad para protección del derecho al trabajo.

La inembargabilidad para protección del derecho al trabajo, comprende la de los libros


relativos a la profesión del embargado, elegidos por éste y que alcancen hasta el valor de
trescientos pesos”;” las de las maquinas y aparatos dedicados a la enseñanza, a la
practica o ejercicio de ciencias y artes, hasta el valor de la suma de trescientos pesos,
elegidos por la persona embargada”; y las de “Los instrumentos de los obreros, necesarios
para el arte u oficio a que puedan estar dedicados. (Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de
Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 171).

Mientras para las personas que ejercen una actividad profesional, la inembargabilidad
sólo alcanza los bienes hasta el límite de trescientos pesos y para las que ejercen
actividades manuales la inembargabilidad comprende todos los instrumentos necesarios
para el ejercicio de su oficio; por el contrario, para las personas que ejercen actividades
artísticas la inembargabilidad alcanza hasta el límite de trescientos pesos de acuerdo con
la parte cuarta del Art. 592 del Código de Procedimiento Civil y es ilimitada, de acuerdo
con la parte sexta de la misma disposición. (Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de
Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 171).

¨Cuando se trata de instrumentos de propiedad de obreros, la inembargabilidad es


absoluta. Sin embargo, como la inembargabilidad es la regla, y la inembargabilidad la
excepción, corresponde a ellos hacer la prueba de que se trata de instrumentos
necesarios para la realización de sus trabajos, para poder beneficiarse de la previsión
713

contenida en la parte sexta del citado artículo 592¨. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías
de Ejecución. 2da ed., t.I. pp. 172-173)

Si el embargo se ha hecho en violación a las limitaciones legalmente señaladas, el


embargado tiene derecho a demandar que se excluyan del embargo los bienes afectados
de inembargabilidad, hasta el límite fijado por la ley. (Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías
de Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 173)

D. Inembargabilidad de las sumas y objetos donados o legados con declaración


expresa de inembargabilidad

Ver anotaciones del Art. 581 del presente Código

§3. Excepción a la inembargabilidad.

¨Las prohibiciones de embargo desaparecen, en dos eventualidades: a. cuando se trata de


créditos por causa de alimentos; b. cuando se trata de créditos garantizados, ya por un
privilegio general, ya por un privilegio especial¨. (Germán Mejía, Mariano. 1994. Vías de
Ejecución. 4ta ed., t.I. p. 168).

El Art. 145, de la ley 14-94, del 1994, establece que “cuando el obligado a suministrar
alimentos fuere asalariado el juez podrá ordenar al respectivo pagador o al patrono,
desconectar y consignar a ordenes del juzgado, hasta el cincuenta por ciento (50%) de lo
que legalmente compone el salario mensual del demandado, y hasta el mismo porcentaje
de sus prestaciones sociales, luego de las deducciones de la ley”. (Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., pp. 62-63).

§4. Sanción a la inembargabilidad.

La contravención a las reglas que rigen la inembargabilidad de ciertos bienes engendra


naturalmente a una nulidad. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III,
2da. ed., p. 49).

“La nulidad que tiene su fundamento en motivos de orden público, puede ser opuesta en
todo estado de causa por cualquiera de las partes, y aún promovida de oficio por el
tribunal en los casos en que se trate de un embargo que requiera la intervención judicial.”
(Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed.,
p. 68).

§5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, no especifica en el tema relativo al Embargo


Ejecutivo, cúales bienes pueden o no ser embargados; sin embargo, los artículos 823 y
siguientes del citado proyecto, instituyen que todo el que se haya obligado, queda sujeto a
cumplir su compromiso con todos sus bienes muebles e inmuebles, presentes o futuros, y
que los bienes del deudor son la prenda común del acreedor.

El artículo 830 del proyecto, se dedica a enumerar los 30 casos provistos por dicho
código, por motivo de los cuales no puede haber embargo.

ARTÍCULO 594
714

En caso, de embargo de animales y de utensilios destinados a la explotación de


las tierras, el juez de paz podrá en virtud de demanda del ejecutante, citados u
oídos el propietario y la parte embargada, establecer una persona gerente de la
explotación.

Tabla de Contenido

§1. El embargo de animales y de utensilios destinados a la explotación de las


tierras.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. El embargo de animales y de utensilios destinados a la explotación de las


tierras.

Puede haber lugar al nombramiento de un gerente no sólo en el caso de embargo de


animales y utensilios para el cultivo, sino también en todos los casos en el que un
material establecido para la explotación no puede ser expropiado o suspendido sin causar
un daño. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. III, n.1, pp. 620-621).

La intervención del juez de paz es siempre necesaria si el embargante y el embargado así


la solicitan.(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. III, nn. 3-4, p. 621).

El nombramiento de un gerente es hecho a requerimiento del embargante, quien emplaza


al efecto ante el juez de paz del lugar del embargo, sea el embargado, sea el propietario de
la finca o establecimiento que quiera proveer de gerente. El juez de paz, según las
circunstancias, pondera la oportunidad de ordenar esta medida; siendo su decisión
susceptible de apelación. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. III, nn.5 y 7-8, p. 621).

Si el gerente no es el embargado, tiene derecho a un salario. (Jurisprudence Générale


Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n. 14, p. 621).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Hay una variación entre este artículo y el 1069 del Proyecto, debido a que el 594 atribuye
una competencia al juez de paz, sin embargo el Proyecto otorga competencia al juez
competente para dirimir los conflictos relativos de la ejecución, el cual es el de primera
instancia.

ARTÍCULO 595

En el acta de embargo se indicará el día de la venta.

Tabla de Contenido

§1. Indicación del día de la venta.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil
715

§1. Indicación del día de la venta.

El proceso verbal debe enunciar el día de la venta de los objetos embargados. La omisión
de este dato no conlleva la nulidad del acto, pudiéndose suplir dicha indicación por acto
posterior. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. III, nn. 1-6, p. 621).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La única modificación consiste en que se agrega que el juez competente para nombrar el
gerente de explotación es el mismo competente para dirimir cualquier conflicto, llámese
más bien, el Juez de Primera Instancia Civil.

ARTÍCULO 596

Si la parte embargada presentare depositario solvente que se encargue voluntaria


e inmediatamente, será puesto por el alguacil.

ARTÍCULO 597

Si la parte embargada no presentare depositario solvente, y de la calidad


requerida, se establecerá uno por el alguacil.

ARTÍCULO 598

No podrán establecerse como depositarios: al ejecutante, su cónyuge, sus parientes


y afines hasta el grado de primo hermano inclusive y sus sirvientes; pero la parte
embargada, su cónyuge, sus parientes, afines y sirvientes podrán ser depositarios,
si prestaren su consentimiento, y el ejecutante estuviere de acuerdo.

Tabla de Contenido

§1. Nombramiento del depositario.


A. Quienes no pueden fungir como depositarios.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Nombramiento del depositario.

El guardián es el individuo puesto a la guarda de los objetos embargados. (Jurisprudence


Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n. 1, p.
621).

El proceso verbal de embargo debe hacer mención de la designación del guardián; no


obstante un embargo que no se encuentre seguido del establecimiento de un guardián no
es nulo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. III, nn. 10 y 15, p. 621).

El guardián debe ser solvente. Sin embargo la ley no impone más que la condición de
una solvencia aparente y presumible. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn. 19-20, p. 621).
716

En principio es escogido por el embargante, o designado por el alguacil. (Tavares Hijo,


Froilan. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta. ed., p.80;
Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure
Civile, t. III, n. 1, p. 622). Sin embargo, el alguacil no es responsable de la falta de
vigilancia del guardián por el propuesto. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n. 13, p. 621).

El guardián puede siempre aceptar o rechazar la misión que le es propuesta.


(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure
Civile, t. III, nn. 6 y 8, p. 622).

La finalidad de la designación de un guardián es evitar que los efectos embargados


sean distraídos por el embargado. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t.
III, 2da. ed., p. 110).

Debe establecerse un sólo guardián a menos que el embargo haya sido practicado sobre
diversos derechos separados uno de los otros lo cual imposibilite a una sola persona
asumir la guarda de los objetos embargados. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn. 8-9, p. 621; Tavares Hijo,
Froilan. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano 1999. 4ta ed, p.80).

La obligación del embargante consiste en pagar el salario del guardián. (Jurisprudence


Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n.3, p.
622).

A. Quiénes no pueden fungir como depositarios.

En caso de que no sea presentado, el depositario podría ser elegido por el alguacil, el
embargante no podrá ser nombrado guardián, en cambio el embargado, cónyuge,
parientes siempre y cuando ellos acepten y el ejecutante también, pero según Artagnan
lo mas conveniente es que el alguacil elija un pariente o amigo, o el cónyuge del
deudor. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 110).

El embargado, sus padres y afines no pueden ser establecidos guardianes sin el


consentimiento del embargante. El consentimiento dado por el embargante al
otorgamiento de la guarda al embargado o alguna persona de su familia no tiene que ser
escrito, basta con que se otorgue verbalmente. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.1-2, p.622)

Según una opinión dominante, es dictada a favor del embargado la imposibilidad del
embargante o sus parientes y afines de ser guardianes de los objetos embargados.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure
Civile, t. III, n.19, p.623).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Lo relativo al nombramiento voluntario del depositario se mantiene sin modificación en el


proyecto de código, sin embargo agrega que es la labor del alguacil aprobar la solvencia
del depositario, estando sujeto a destitución por el juez de los referimientos.

El artículo 597 del Código vigente no se encuentra establecido en el proyecto, sin embargo
como fue previamente citado, el juez de los referimientos puede destituir el guardián.
717

El artículo 598 sólo está modificado por el 1072 del proyecto en la medida de que amplia
la palabra sirviente por asalariado.

ARTÍCULO 599

El acta de embargo deberá redactarse en el lugar mismo, y en el instante de


verificarse el embargo; el depositario firmará el original y la copia, y si no supiere
firmar, se hará mención en ella de esa circunstancia, dejándose copia del acta.

Tabla de Contenido

§1. Redacción del acta de embargo.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Redacción del acta de embargo.

El embargo consiste en la descripción de los objetos puestos en manos de la justicia; el


mismo es hecho sin desplazamiento. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.1-2, p. 623).

En este sentido la sentencia del 25 de septiembre del 1991, nuestra SCJ. estableció que
“El artículo 599 dispone que el acta de las operaciones del embargo debe ser levantada
inmediatamente en el mismo lugar del embargo y sin desplazamiento de los objetos
embargados…”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 78).

El proceso verbal debe ser firmado por el guardián, a menos que este no supiere firmar,
caso en el cual se hará constar en el acta; debiéndosele dejar copia de la misma, la cual
deberá además ser remitida al o a los embargantes. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.14, 22 y 24, p. 623).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

No hay diferencia alguna entre el artículo 1073 del Proyecto de Código Procedimiento Civil
y el artículo 599 aún vigente.

ARTÍCULO 600

Los que por vías de hecho impidieren que se constituya un depositario, o los que
retiraren u ocultaren los objetos embargados, serán perseguidos con arreglo al
Código de Procedimiento Criminal.

Tabla de Contenido

§1. Sanción al impedimento por parte de un tercero de la realización del embargo.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Sanción al impedimento por parte de un tercero de la realización del embargo.


718

Si el embargado distrajera o destruyera los bienes embargados, se hará pasible de las


penas que establece el artículo 400 del Código Penal. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., pp. 110-111).

En el caso en el que el embargado haya vendido ilícitamente las cosas embargadas, si la


compra se ha realizado de mala fe, el comprador tendrá que restituir las cosas
indebidamente adquiridas. En cambio, el ejecutante y los oponentes no pueden
reivindicar esas cosas contra el comprador de buena fe. (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p.83).

No obstante, haya efectuado la venta el embargado sigue siendo responsable sobre los
bienes, por lo que podría ser pasible también del Art. 400 del Código Penal. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 111).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este procedimiento remitido al Código de Procedimiento Criminal es acogido por el


Proyecto de Código de Procedimiento Civil, el cual lo sitúa en el artículo 1075.

ARTÍCULO 601

(Mod. por la Ley No. 3459 del 24 de diciembre de 1952). Si el embargo se realizare
en el domicilio de la parte, se le dejará copia enseguida del acta, firmada por las
personas que lo hayan hecho en el original: si la parte estuviere ausente, la copia
se entregará al síndico municipal o al funcionario que por haberse rehusado el
abrir las puertas, hubiere intervenido en la apertura de las mismas, debiendo
visar el original el funcionario que reciba dicha copia.

Tabla de Contenido

§1. Obligaciones especiales en caso de que el embargo se realizare en el domicilio de


la parte.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Obligaciones especiales en caso de que el embargo se realizare en el domicilio de


la parte.

“Cuando el embargo se realizare en el domicilio de la parte embargada, se le dejará copia


enseguida del acta, firmada por las personas que lo hayan hecho en el original. Si la parte
estuviere ausente, la copia se entregará al síndico municipal o al funcionario que por
haberse rehusado el abrir las puertas, hubiere intervenido en la apertura de las mismas,
debiendo visar el original el funcionario que reciba dicha copia”. (Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 113).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

No se presenta diferencia en lo absoluto entre las redacciones de este artículo y el 1063


del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
719

ARTÍCULO 602

Si el embargo se hiciere fuera del domicilio y durante la ausencia de la parte


embargada, la copia del acta se le notificará en el mismo día con más de un día
por cada tres leguas de distancia: de lo contrario, los gastos del depósito y el
término para la venta no correrán ni se acortarán desde el día de la notificación.

Tabla de Contenido

§1. Obligaciones especiales en caso de que el embargo se realizare fuera del


domicilio de la parte.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Obligaciones especiales en caso de que el embargo se realizare fuera del


domicilio de la parte.

La notificación del acta de embargo, cuando el mismo se efectuare fuera del domicilio del
deudor, debe ser hecha a persona o a domicilio en las formas ordinarias. La falta de
notificación en el día del embargo no conlleva la nulidad. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.1-4, p. 625; Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 113).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 1062 del proyecto toma este artículo con la sola modificación de que sustituye
la medida de la distancia en leguas a un concepto y redacción adecuado a la República
Dominicana que son los kilómetros.

ARTÍCULO 603

El depositario no podrá servirse de las cosas embargadas, prestarlas ni


alquilarlas, bajo pena de privación de sus honorarios como depositario y de daños
y perjuicios, para el pago de los cuales podrá ser requerido hasta por apremio
corporal.

Tabla de Contenido

§1. Naturaleza de la obligación del depositario.


§2. Obligaciones del depositario.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Naturaleza de la obligación del depositario.

El guardián de los objetos embargados es un verdadero depositario. Para determinar la


responsabilidad penal el guardián es asimilado a un secuestrario judicial. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.1, p.
626).
720

“El mandato conferido al depositario es un mandato asalariado. (…) Esos emolumentos


son deducidos del importe de la venta, y deben ser soportados por la parte embargada. En
caso de insuficiencia del producido de la venta, el depositario tiene acción para cobrarlos
contra el ejecutante y éste puede repetir esos honorarios contra el embargado.” (Tavares
Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed.,
p.81).

El guardián tiene derecho a recibir una remuneración, esto para compensar todos
los gastos en los que se haya visto éste para mantener el cuidado excelente de los
bienes puesto bajo su protección y vigilancia. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 111).

§2. Obligaciones del depositario.

El Art. 603 del Código de Procedimiento Civil, que prohíbe al guardián de efectos
embargados el uso de éstos bajo pena de privación de los gastos de guarda y de daños y
perjuicios, solo es aplicable literalmente cuando el guardián es un tercero; pero cuando el
embargado es designado depositario, puede continuar usando y gozando de las cosas
embargadas, con tal de no menoscabarlas ni sustraerlas a la acción del persiguiente,
pues el embargado no deja de ser propietario por el sólo hecho del embargo. (Sent. SCJ
27 Octubre 1924, B.J. 171.9); Este criterio es también corroborado por la doctrina
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure
Civile, t. III, n. 45, p. 627; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da.
ed., p. 110) que apunta que además el depositario seria privado de sus funciones y
honorarios y podría ser condenado a daños y perjuicios. Si incurre en sustracción le son
aplicables las disposiciones de los Art. 406 y 408 del C. Penal. (Sent. SCJ 4 de febrero de
1976, BJ. 783.199).
En el caso de que el guardián lo fuere un tercero, el único papel de éste con relación a
los bienes que le son entregados es de supervigilancia, no debe hacer uso personal de
éstos en ningún sentido. El tercero que funge como guardián no debe trasladar por
ningún concepto, los bienes puestos bajo su vigilancia, ya que él no tiene derecho de
uso, sino de supervisión. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.1-2, p. 623; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 111).

Por otra parte sectores de la doctrina han establecido que la misión del depositario es
conservar íntegramente los objetos embargados y oponerse a que sean sustraídos,
asimilándose sus funciones a las de un depositario judicial por lo que debe poner en el
desempeño de sus funciones los cuidados de un buen padre de familia (Ver Art. 1962 del
Código Civil). (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. III, n. 2, p. 621; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., pp.80-81).

“La misión del depositario termina: con el transporte de las cosas embargadas al sitio en
que van a ser vendidas.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p.81).

Si se diera el caso de que el embargado está presente al momento de que se plantee


la posibilidad de que para una mejor vigilancia el guardián debería trasladar los
efectos, y embargado no tiene ningún objeción, pues en ese caso no se tendría que
acudir al juez de los referimientos. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil.
t. III, 2da. ed., p. 111).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


721

9. El artículo 1076 del proyecto hace un acopio literal de esta disposición.

ARTÍCULO 604

Si los objetos depositados hubieren producido aumentos o beneficios estará


obligado a rendir cuenta, aún por apremio corporal.

Tabla de Contenido

§1. Obligación de rendir cuentas.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Obligación de rendir cuentas.

Si el guardián fuere un tercero tendrá como obligación rendir cuentas en el caso de que
los efectos depositados hayan producido aumento de frutos o beneficios. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.1, p.
628; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 111; Tavares
Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed.,
p.82).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Se mantiene vigente la obligación de rendir cuentas sobre los aumentos o beneficios que
produzcan los bienes embargados; esto se consagra en el artículo 1077 del Proyecto de
Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 605

El depositario podrá pedir su descargo, si la venta no se hubiere hecho el día


indicado en el acta, sin que hubiera habido obstáculo que la impidiese; y en caso
de haber obstáculos que impidieren la venta, el descargo podrá pedirse por dos
meses después del embargo, salvo al ejecutante hacer nombrar otro depositario.

ARTÍCULO 606

El descargo se pedirá al ejecutante y a la parte embargada por citación en


referimiento ante el presidente del tribunal del lugar del embargo; si se acordare,
se procederá previamente a la comprobación de los objetos embargados después de
citadas las partes.

Tabla de Contenido

§1. Solicitud de descargo.


A. Descargo solicitado por el depositario.
B. Descargo solicitado por el ejecutante y la parte embargada.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil
722

§1. Solicitud de descargo.

A. Descargo solicitado por el depositario.

En caso de que al tercero se le hiciere difícil cumplir con las reglas establecidas en la
ley, éste debe dirigirse ante el juez de los referimientos con el fin de obtener la debida
autorización, pero esto de dirigirse ante este juez, no es aplicable a todos los casos,
como se ha llegado a pensar. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III,
2da. ed., p. 111).

El descargo del guardián debe ser demandado por emplazamiento ante el juez de los
referimientos, debiendo notificarse al embargante y al embargado. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.1-2,
p. 629).

B. Descargo solicitado por el ejecutante y la parte embargada.

“La revocación del depositario no puede ser hecha unilateralmente por una sola de las
partes sino mediante su mutuo acuerdo.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p.81).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El Proyecto hace cambios menores a estos dos artículos; modifica la composición de la


oración del artículo 605 de manera que coloca un punto luego de la primera afirmación,
sustituyendo el punto y coma actualmente dispuesto. Esto solo otorga una claridad y
fluidez mayor a la lectura del mismo.

En cuanto al artículo 606 el artículo sólo se modifica en la medida en que el proyecto


especifica que el juez competente será el presidente del tribunal de primera instancia, en
atribución de referimientos, según dispone el artículo 1079.

ARTÍCULO 607

Se seguirá el procedimiento, a pesar de las reclamaciones de la parte embargada,


las que serán juzgadas en referimiento.

Tabla de Contenido

§1. Generalidades de los incidentes.


§2. Incidentes que pueden ser propuestos por la parte embargada.
§3. Competencia del juez de los referimientos.
§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Generalidades de los incidentes

El embargo ejecutivo es un procedimiento extrajudicial que inicia con el mandamiento de


pago y finaliza con la venta en pública subasta. No obstante ser este un procedimiento
723

simple, con frecuencia se presentan incidentes. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.


Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 121).

Los incidentes del embargo ejecutivo pueden provenir: 1º., del embargado; 2º., de los
otros acreedores del embargado; 3º., de los terceros que pretendan tener derechos sobre
las cosas embargadas. Estos no son demandas incidentales sino demandas principales o
introductivas de instancia. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 87; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. III, 2da. ed., p. 121).

Los incidentes pueden ser propuestos sea en el momento en que se efectúa el embargo,
sea luego de efectuado el mismo. En el primero de los casos, cuando la oposición se hace
al momento del embargo, esta debe ser constatada por el alguacil. En el segundo de los
casos el incidente se ha de conocer directamente ante el juez competente como una
demanda principal. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. III, nn.1-2 y 6, p. 630).

§2. Incidentes que pueden ser propuestos por la parte embargada.

El embargado puede proponer dos tipos de incidentes: 1. los relativos a la embargabilidad


de los bienes, y 2. los relativos a la validez del embargo. (Vincent Jean, Prevault Jaques.
Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n. 259, p. 181).

El embargado puede alegar que el embargo esta afectado de vicios de forma y de fondo o
que desea beneficiarse de un plazo de gracia. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 121).

El embargado puede impugnar el procedimiento del embargo por vicio de fondo,


sosteniendo que no es deudor del ejecutante; que su deuda no esta vencida (Sent. SCJ.
24 de Julio de 1951. B. J. 492, 837), que el ejecutante no tiene calidad; que los bienes
embargados son inembargables; que la sentencia que sirve de base a las persecuciones no
puede ser ejecutada porque, no siendo ejecutoria provisionalmente, ha sido objeto de una
oposición o de una apelación. El embargado puede impugnar el procedimiento ejecutorio
por vicio de forma, arguyendo, que en el mandamiento de pago o en el acta de embargo no
se observaron las formalidades sustanciales o las prescritas a pena de nulidad, o que no
fueron observados los plazos que deben mediar entre el mandamiento de pago y el
embargo, o entre el embargo y la venta. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., pp. 87-88).

El embargado puede presentar, bien sea una oposición al mandamiento de pago, previo la
redacción del acta de embargo, la cual no tiene efecto suspensivo en principio, pero el
alguacil podrá ponderar la seriedad de la oposición y suspender o no las persecuciones y
en el caso de que no las suspendiera el deudor recurrirá ante el juez de los referimientos:
o bien podrá, posterior al acta de embargo, demandar la nulidad de la misma ante el juez
de primera instancia o ante el juez de los referimientos: en el caso de ser acogida la
nulidad, el embargo será levantado. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil.
t. III, 2da. ed., p. 122).

§3. Competencia del juez de los referimientos.

“En todo caso, se admite que el embargado puede recurrir en referimiento, no obstante la
consumación del embargo y que se haya entablado demanda sobre el fondo, para obtener
simplemente el sobreseimiento de la venta” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 89).
724

Existe el criterio de que luego de trabado el embargo, el tribunal competente para conocer
de los incidentes es el que habría de conocer de la ejecución. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.83, p. 633).

§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo no fue contemplado por el Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 608

El que pretendiere ser propietario de todos o parte de los objetos embargados


podrá oponerse a la venta por acto notificado al depositario, y denunciado el
ejecutante y a la parte embargada, conteniendo citación motivada y enunciación
de las pruebas de propiedad, a pena de nulidad: se promoverá ante el tribunal del
lugar de embargo, y se sustanciará como asunto sumario. El reclamante que
sucumbiere será condenado, si ha lugar, a daños y perjuicios en favor del
ejecutante.

Tabla de Contenido

§1. Incidentes que pueden ser propuestos por los terceros.


§2. Juez competente y procedimiento.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Incidentes que pueden ser propuestos por los terceros.

En principio la oposición al embargo sólo puede ser realizada por el embargado, el tercero
que pretendiere tener derechos sobre los bienes embargados deberá realizar un embargo
en reivindicación. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code
de Procédure Civile, t. III, nn.1-14, p. 633).

Antes de la venta, los terceros, si dentro de los bienes embargados se encuentran algunos
de su propiedad, el embargo es valido y la acción en nulidad no es posible, pues los
muebles encontrados en manos del deudor se reputan de su propiedad. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile. t. III, nn.15,
p. 633; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 127).

Luego de la venta, el procedimiento del embargo ejecutivo ha finalizado por lo que se


puede realizar demanda en distracción, solo en el caso en el que el adquiriente lo sea de
mala fe. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 131).

§2. Juez competente y procedimiento.

El tribunal del domicilio elegido en el mandamiento no es competente para conocer de


los incidentes que surjan entre el embargado o el embargante frente a los terceros.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 106).
725

ARTÍCULO 609

Los acreedores de la parte embargada, por cualquier concepto, aún por alquileres,
no podrán establecer oposición sino sobre el precio de la venta; sus oposiciones
expresarán los casos que las motiven; se notificarán al ejecutante y al alguacil u
otros funcionarios encargados de la venta, con elección de domicilio en el lugar en
que se verifique el embargo, si el oponente no estuviere allí domiciliado: todo a
pena de nulidad de las oposiciones, y de daños y perjuicios contra el alguacil, si
hubiere lugar a ello.

ARTÍCULO 610

El acreedor oponente no podrá ejercer acciones si no contra la parte embargada, y


sólo contra ella podrá obtener condenaciones; no se ejercerá ninguna contra él,
salvo el derecho de discutirle las causas de su oposición, al verificarse la
distribución del dinero producido de la venta.

Tabla de Contenido

§1. Oposición al precio de la venta por los demás acreedores.


§2. Juez competente y procedimiento.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Oposición al precio de la venta por los demás acreedores

El embargo ejecutivo no confiere ningún privilegio al acreedor ejecutante. (Pérez Méndez,


Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p. 123).

La oposición sobre el precio de la venta puede ser formada, sin permiso del juez, por todo
acreedor, sea cual sea la naturaleza de su crédito o de su título, y aunque no tenga título.
Su objeto es simplemente dar a conocer la existencia del acreedor oponente e impedir que
el precio de la venta sea distribuido en su ausencia. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.1-3 y 15, p. 641;
Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta.
ed., p. 89).

“La oposición es admitida hasta el momento en que se procede a la distribución del precio
de venta, esto es, hasta la expiración del plazo prescrito en el artículo 660.” (Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 89).

La oposición al primer embargo, será manifestada por un acto de oposición contentivo de


la indicación del título ejecutorio y las sumas reclamadas. Este acto será notificado al
primer embargante y al deudor. El primer embargante perseguirá solo la venta. (Vincent
Jean, Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n. 261, p. 182).

Todo acreedor que se haya opuesto al primer embargo, puede extender ese embargo
inicial a otros elementos del patrimonio del deudor. Él puede realizar un inventario
complementario, que será notificado al primer embargante y al deudor. De la misma
manera, si existe ya un embargo precedente su autor podrá unirse al segundo y
demandar la extensión a otros bienes. (Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’
Execution. 1999, 19 ed., n. 262, p. 182).
726

La oposición puede formarse también mediante declaración en el acto de embargo o de


verificación, notificada al ejecutante y al embargado. (Garzonet y Cézar-Bru. Traité. v. IV;
Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure
Civile, t. III, n. 30, p. 642; Jean Vincent y Jacques Prevoult. n. 215, p. 157).

Conforme al criterio de la Corte de Casación en su decisión de fecha 8 de marzo del 1996,


la oposición sólo produce el efecto de suspender el procedimiento de la ejecución, sin
embargo, no afecta la validez del proceso. (Juris Classeur. 1999. Saise-Vente. FASC 2320.
No.16, p.1). Sin embargo, sectores de la doctrina han establecido que una demanda en
nulidad de embargo no suspende las operaciones del embargo, salvo decisión del juez.
(Vincent Jean, Prevault Jaques. Voies d’ Execution. 1999, 19 ed., n. 259, p. 181).

§2. Juez competente y procedimiento

“Ratione Materiae, el tribunal competente para conocer de los incidentes del embargo
ejecutivo es el j. de primera instancia, puesto que se trata de dificultades surgidas en la
ejecución de un titulo ejecutorio; Ratione Personae Vel loci, el tribunal competente es el
juez de primera instancia del lugar del embargo.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 87; Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 105).

El tribunal del domicilio elegido en el mandamiento es el competente para conocer todos


los incidentes que surjan entre el embargado y el embargante, con excepción de lo
referente a los terceros. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra.
ed., p. 105-106).

¨La parte embargada debe figurar en causa sobre la oposición con el fin de que la
sentencia que intervenga le sea común. Este fin puede ser también obtenido mediante la
intervención de dicha parte, que “asegura, además, economía de tiempo y de gastos, sin
peligro alguno, ya que los derechos del embargante quedan intactos”. (Sent. SCJ 14
Diciembre 1935, 305.488).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 1109 del proyecto agrega dos aspectos al artículo 609 del Código Vigente. El
primero consiste en agregar a la suma de acreedores que se hayan unidos a la
ejecución.La segunda modificación consiste en que actualmente este asunto será juzgado
en proceso sumario, lo cual no queda expresamente establecido por el proyecto, el cual
indica que se juzgará sin demora.

El artículo 1009 también admite la posibilidad de que formen oposición sobre el precio de
la venta, los acreedores de la parte embargante, situación que no era admitida según el
artículo 610 del código actual.

De la misma manera, la única modificación introducida por el artículo 1110 del proyecto
es incluir a los otros acreedores del embargante, lo cual va de acuerdo al patrón fijado por
los artículos que lo preceden.

ARTÍCULO 611

El alguacil que, presentándose a embargar, encontrare embargo hecho y un


depositario establecido, no podrá embargar nuevamente; pero sí podrá proceder a
la comprobación de los muebles y efectos comprendidos en el acta del embargo;
acta que el depositario estará obligado a presentarle; embargará los efectos
727

omitidos e intimará al primer ejecutante para la venta de todo en la octava: el


acta de comprobación producirá los mismos efectos que la oposición, en la
distribución del producido de la venta.

ARTÍCULO 612

En caso de que el ejecutante no hiciere efectiva la venta en el plazo que se acaba


de señalar, todo oponente, teniendo título ejecutivo podrá, haciendo intimación
previa al ejecutante, y sin establecer demanda en subrogación, hacer proceder a la
comprobación de los efectos embargados por la copia del acta de embargo que el
depositario deberá presentarle y después de esto, a la venta de los objetos
embargados.

Tabla de contenido

§1. Embargo sobre embargo no vale.


§2. Casos en que un oponente diferente al ejecutante puede proceder a la venta.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Embargo sobre embargo no vale.

El artículo 611 establece el caso en el que un acreedor, desconociendo la existencia de un


embargo precedente, practique un segundo embargo, en este caso, en virtud de la regla,
embargo sobre embargo no vale, el alguacil debe abstenerse de realizar el proceso verbal.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure
Civile, t. III, nn.1-2, p. 644; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra.
ed., p. 125).

Sólo en el caso en el que el primer acreedor no hubiere realizado el mandamiento, el


segundo acreedor tiene derecho a embargar. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.3, p. 644).

El segundo embargo debe practicarse por diligencia del alguacil de la misma forma que el
primer embargo, debiendo este funcionario solicitar que se le presente el acta del primer
embargo, luego de la cual realizará una confrontación de la que levantara acta de
comprobación a fin de intimar al primer embargado en la octava a producir la venta.
(Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 125).

“Se admite que no es nulo el segundo embargo practicado en la completa ignorancia del
primero; pero este nuevo embargo no producirá otro efecto que el de una simple acta de
verificación respecto de las cosas comprendidas en el primer embargo” (Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 91).

“Según la opinión que predomina, la disposición del Art. 611 no es aplicable cuando el
primer embargo de muebles y efectos del inquilino o arrendatario (Art. 819), o un
embargo contra el deudor transeúnte (Art. 822). Estos últimos embargos, en efecto, a
diferencia del embargo ejecutivo, son puramente conservatorios” (Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 91).

El embargo conservatorio no impide en embargo-venta. El acreedor que ha practicado


este embargo debe ser notificado de la conversión de los embargos conservatorios en
ejecutivo, (Guinchard, Serge et Tony Moussa. 1998. Droit et Practique des Voies
728

d`Execution, n. 3827, pp. 386 y 387; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.14, p. 644).

§2. Casos en que un oponente diferente al ejecutante puede proceder a la venta.

El derecho de ejecutar el embargo pertenece a todo acreedor oponente o nuevo ejecutante


(Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta.
ed., p.82).

No obstante el subsiguiente embargo, el primer ejecutante conservan la dirección del


procedimiento ejecutivo. Es indispensable, sin embargo, prevenir el perjuicio que pudiera
resultar, para los acreedores oponentes que hayan intentado un nuevo embargo, de la
negligencia del primer ejecutante, aún del entendido fraudulento que pudiera intervenir
entre él y el embargado con objeto de prolongar indefinidamente el procedimiento. “El
mismo derecho debe serle reconocido, con mayor razón, al acreedor que ha practicado un
nuevo embargo o al que ha procedido a la comprobación de las cosas. En todos los casos,
la subrogación en las persecuciones, o sea el derecho de requerir que se produce de pleno
derecho, extrajudicialmente”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., pp. 91-92).

El acreedor que solicita la subrogación debe estar provisto de un titulo ejecutorio y debe
intimar al primer embargante para que realice la venta en el plazo de 8 días luego de la
intimación. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed., p. 126).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El procedimiento a seguir en caso de un embargo anterior, varía claramente desde las


disposiciones actuales del Art. 611 al Art.1114 del proyecto. En el proyecto, sostiene que
en el caso de que el embargante encuentre otro embargo ejecutivo ya trabado, deberá
tomar nota del acta de embargo, y si hubieran trabar un embargo complementario sobre
los bienes restantes.

Luego, este mismo acto de embargo complementario mas la oposición debe ser notificada
tanto al primer embargante como al deudor. Sin embargo, no especifica el plazo en el
cual se debe hacer dicha notificación, por lo que supondremos que será el plazo legal de
la octava franca, siendo así en la actualidad.

El artículo 1116 del Proyecto de Código, crea otra modificación importante en la medida
que luego de una intimación infructuosa, queda subrogado de pleno derecho el
embargante que se hubiese opuesto a la venta del primer embargante, y podrá proceder a
la venta de los bienes luego de un plazo de ocho días.

ARTÍCULO 613

Habrá por lo menos ocho días entre la notificación del embargo al deudor y la
venta.

ARTÍCULO 614

Si la venta se hiciere en otro día que el indicado en la notificación, la parte


embargada será citada, con un día de intervalo, contándose además un día por
cada tres leguas de distancia entre el domicilio del embargado y el lugar en que se
efectuare la venta de los efectos.
729

ARTÍCULO 615

Los oponentes no serán citados.

Tabla de contenido

§1. Plazo entre el embargo y la venta.


§2. Cambio del día notificado para la venta.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Plazo entre el embargo y la venta.

La sentencia de adjudicación puede producirse dentro de los ocho días de la ejecución.


(Juris Classeur. 1999. Saise-Vente. FASC 2320. No.6, p.1; Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n.2, p. 646)

Este plazo puede ser aumentado en proporción a la distancia. Si las cosas embargadas
están sujetas a deterioración el juez puede abreviar al plazo. El plazo puede resultar
aumentado por la exigencia que imponen los Arts. 620 y 621 (Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 114; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p.83).

El acreedor no está obligado a hacer vender las cosas embargadas inmediatamente


después de vencidos el plazo de 8 días. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 84).

§2. Cambio del día notificado para la venta.

¨Cuando la venta vaya a tener lugar en una fecha distinta de la indicada primitivamente,
el artículo 614 dispone que la parte embargada será citada con un día de intervalo¨.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure
Civile, t. III, nn.1, p. 646; (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da.
ed. p. 114; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano
v. IV, 4ta. ed., p.83).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Dentro del libro relativo a las medidas ejecutorias, no hay indicación alguna acerca del
plazo de ocho días entre el embargo y la venta. Sin embargo, el Art. 1070 especifica que
en el acto de embargo, se tiene que especificar la fecha de la venta, pudiendo esta ser
notificada al deudor y al guardián posteriormente, sin embargo el artículo 1091 del
proyecto especifica la enunciación de que se procederá a la venta luego de transcurrido
quince días entre el embargo y la notificación del acta al deudor.

El artículo 1089 dispone el mismo procedimiento de notificación que aquel dispuesto por
el artículo 614 aun vigente, con las únicas diferencias en cuanto que de nuevo modifica
los aumentos en distancias de leguas a kilómetros, y que agrega la obligación de notificar
a cualquier otro embargante que haya formado oposición, o acreedor que se haya
sumado.
730

La disposición del artículo 1089 del proyecto va en contradicción directa con el 615 del
código actual en la medida de que la nueva manda a citar a los oponentes, mientras que
el vigente sólo especifica la negativa de citar a estos.

ARTÍCULO 616

El acta de comprobación que precediere a la venta no contendrá enunciación


alguna de los efectos embargados, sino de los sobrantes, si resultaren.

Tabla de contenido

§1. Acta de comprobación que precediere a la venta.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Acta de comprobación que precediere a la venta.

Previamente a la venta se ha de realizar un acta de comprobación, mediante ministerio de


alguacil, a fin de determinar si existieren deterioros o degradaciones en los objetos
embargados. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. III, nn.1-2, p. 647).

La formalidad de redactar esta acta no está prescrita a pena de nulidad. (Jurisprudence


Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n. 12, p.
647; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 116; Tavares
Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p.
84).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo sólo es modificado por el 1090 del proyecto en la medida de que agrega la
enunciación de los bienes faltantes si los hubieran.

ARTÍCULO 617

La venta se verificará en el mercado público más próximo el día y en las horas


ordinarias de mercado, o en un domingo; el tribunal podrá, sin embargo, permitir
que la venta se verifique en el lugar que ofreciere más ventaja. En todos los casos
se anunciará un día antes, por medio de cuatro edictos a lo menos fijados, uno en
el lugar en donde estén los efectos, otro en la puerta de la casa del ayuntamiento,
el tercero en el mercado del lugar, y si no lo hubiere, en el más próximo, el cuarto
en la puerta del local del Juzgado de Paz; y si la venta se verificare en un lugar
distinto del mercado o del lugar en donde se hallen los efectos, se fijará un quinto
edicto donde la venta se hiciere. La venta se anunciará además en los periódicos,
si los hubiere, en los pueblos donde ellas se realizaren.

ARTÍCULO 618

Los edictos indicarán el lugar, el día y la hora de la venta, así como la naturaleza
de los objetos sin designación particular.
731

ARTÍCULO 619

La fijación de los edictos se hará constar en acta levantada por el alguacil, a la


que se anexará un ejemplar de los edictos.

Tabla de contenido

§1. Publicidad previa a la venta. Los edictos: Indicaciones y fijación.


§2. La venta
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Publicidad previa a la venta. Los edictos: Indicaciones y fijación.

La venta debe ser precedida, con un día de anticipación, de edictos fijados en los lugares
indicados en el Art. 619, que indicarán según lo dispone el Art. 618, el lugar, el día y la
hora de la venta. Se comprobará mediante acta redactada por el alguacil, si se trata de los
objetos enumerados en los Arts. 620 y 621, será necesario proceder a las medidas
adicionales de publicidad prescritas en esos textos. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.1-2, p. 647).

La venta será también anunciada en los periódicos. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 116; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 84).

§2. La venta

“Según lo dispone el Art. 114 de la L. de O. J. mod. Por la L. 962 de 1928, la venta debe
ser hecha por el vendutero público, pero puede hacerla también el alguacil que practicó el
embargo” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano
v. IV, 4ta. ed., p. 85).

En la práctica el ministerial fija, para cada uno de los objetos a vender, un precio para la
primera puja y un mínimo de diferencia entre ella y las pujas subsiguientes. (Tavares
Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p.
85).

La venta debe realizarse en el mercado público. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.


Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 117).

La obligación de realizar el transporte de los bienes corresponde al alguacil y no al


guardián. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. III, nn.1-24, pp. 647-648).

El tribunal civil es el único competente para fijar un lugar de venta distinto al mercado.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure
Civile, t. III, nn.28, p. 648).

Se debe proceder a la venta en el día y hora habitual de mercado. Puede igualmente ser
efectuada el domingo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. III, nn.45 -47, p. 648; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., pp. 116-117).
732

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código prevé en el artículo 1091 la posibilidad de una venta amigable por
parte del deudor para así pagar a los acreedores embargantes, a los que se hayan unido
al procedimiento y a los oponentes. Sin embargo, si esto no sucediere se procederá a lo
que indica el artículo 617 del Código vigente.

Sin embargo, este sufre algunas modificaciones introducidas por el proyecto en el artículo
1094. El primero consiste en que si se fija un lugar distinto al mercado, habrá un plazo
de tres días para la fijación de los edictos, lo cual en la actualidad es solo de un día. Más
allá agrega que si no hay periódico en el lugar de la venta, se publicara en uno de
circulación nacional.

En cuanto a los artículos 618 y 619 el proyecto no hace modificaciones algunas,


ubicándolos en los artículos 1095y 1096.

ARTÍCULO 620

Si se tratara de botes, lanchas o buques de mar, del porte de diez toneladas abajo,
de barcas, canoas, pontones u otras embarcaciones de ríos, de molinos y otros
aparatos movibles, colocados en buques pequeños o de otro modo, se verificará la
venta en los puertos, fondeaderos, lugares de atracar y amarrar los botes, o
muelles donde se encuentren; se fijarán cuatro edictos a lo menos, conforme al
artículo anterior, y se harán en tres días distintos y consecutivos tres
publicaciones en el lugar donde se hallen los dichos efectos: la primera
publicación no se hará sino ocho días, a lo menos, después de la notificación del
embargo.
En los pueblos en donde hubiere periódicos se suplirán las tres publicaciones con
la inserción en ellos del aviso de la venta; aviso que se repetirá tres veces en el
curso del mes que preceda a la venta.

ARTÍCULO 621

La vajilla de plata, las sortijas y alhajas de un valor por lo menos de sesenta


pesos no podrán venderse sin que después de haberse fijado los edictos como se ha
dicho arriba, se verifiquen tres exposiciones, sean en el mercado, sea en el punto
en donde se hallen los referidos objetos; sin que en ningún caso pueda venderse la
vajilla de plata por menos de su valor real, y las sortijas y alhajas por menos de la
estimación que de ellas hubieren hecho los peritos. En los pueblos donde haya
periódicos, se anunciarán la venta en ellos, repitiéndose los anuncios por tres
veces consecutivas.

Tabla de contenido

§1. Casos especiales.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Casos especiales.


733

La venta de los objetos a los que se refiere el artículo 620 está reglamentada por el código
de comercio (Arts. 197 - 215). La ley no determina la forma en que se han de realizar las
publicaciones especiales para estos casos. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.1-5, p. 649; Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 114).

En lo referente al artículo 621 se establece que la vajilla de plata, las sortijas y alhajas de
un valor por lo menos de sesenta pesos no podrán venderse sin que se verifiquen tres
exposiciones. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile, t. III, nn.1-9, p. 649- 650; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. III, 2da. ed. p. 115).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 1097 del proyecto hace modificaciones en cuanto a los plazos y a la


publicación, de lo vigente en el artículo 620. El proyecto cambia el plazo del 620 de que
no se hará la primera publicación sino hasta 8 días luego de la notificación del embargo,
para que en el futuro se haga la primera publicación por lo menos 5 días antes del día
fijado para la venta.

La otra modificación es que el proyecto no impone la obligación de hacer las


enunciaciones dentro del mes que preceda la venta, sino que es silencioso acerca del
lapso de tiempo entre una publicación y otro.

El artículo 1098 modifica sustancialmente el 621 del código vigente, ya que aumenta el
valor mínimo de los bienes desde sesenta pesos en la actualidad a una suma de
cincuenta mil pesos.

ARTÍCULO 622

Cuando el valor de los efectos embargados excediere el importe de las causas del
embargo y de las oposiciones, no se procederá sino a la venta de los objetos
suficientes para producir la suma necesaria para el pago de los créditos y de los
gastos.

Tabla de contenido

§1. Cuando el valor de los efectos embargados excediere el importe de las deudas.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Cuando el valor de los efectos embargados excediere el importe de las deudas.

Si el producto de la venta basta para desinteresar al ejecutante y a los oponentes, el


ministerial la paga directamente; de lo contrario, consignará en la Colecturia de Rentas
Internas, para que sea distribuido a prorrata. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.1, p. 650; Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. III, 2da. ed. p. 120; Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 86).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


734

Este artículo es modificado en dos aspectos por el artículo 1099. El primero es que el
valor de los importes de la venta debe satisfacer también los otros acreedores que se
hayan unidos al procedimiento; el segundo, consiste en que también se debe producir
una suma que además de los créditos y los gastos, cubra los intereses y las costas del
proceso.

ARTÍCULO 623

En el acta de venta se hará constar la presencia o la falta de asistencia de la


parte embargada.

Tabla de contenido

§1. Enunciación de la presencia de la parte embargada en el acta de venta.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Enunciación de la presencia de la parte embargada en el acta de venta.

El proceso verbal enuncia todas las circunstancias, la presencia de las partes, los
testigos, etc. Además debe hacer mención de la presencia del embargado o por lo menos
de su emplazamiento. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. III, nn.1-2, p. 651).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Además de hacer nota de la presencia de la parte embargada, el artículo 1100 del


proyecto, manda a tomar nota sobre la presencia de acreedores que se hayan unido al
proceso, y a los oponentes.

ARTÍCULO 624

La adjudicación se hará al mayor postor en pago al contado. La falta de pago


causará nuevos pregones, por cuenta del primer adjudicatario.

Tabla de contenido

§1. La adjudicación.
§2. Efectos de la Adjudicación.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. La adjudicación.

“Toda persona capaz de adquirir un mueble, mayor o menor emancipado, puede hacerse
adjudicatario. No lo puede el oficial que procede a la venta. Tampoco puede hacer pujas
por personas no presentes en la subasta. Las adjudicaciones solo se harán a personas
presentes, (...) después que su oferta de precio haya sido repetido tres veces en alta voz,
735

por el pregonero, y no se haya hecho oferta superior” (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 85).

Las ventas en subasta son al contado (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, nn.11, p. 649).

“Los adjudicatarios deberán pagar el importe de sus adquisiciones, aumentando en un


10%, dentro de las veinticuatro horas de la subasta, en manos del ministerial actuante,
quien, tiene derecho a retener en su beneficio, la mitad de ese 10%, y deberá entregar la
otra mitad en la caja pública. La falta de pago, dará lugar a nuevos pregones por cuenta
del primer adjudicatario.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 85).

“El ministerial actuante deberá levantar acta de las operaciones de la venta, la cual
indicara los objetos vendidos, el precio de cada venta, y los nombres de los
adjudicatarios.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano v. IV, 4ta. ed., pp. 85-86).

§2. Efectos de la Adjudicación.

El adjudicatario adquiere el derecho de propiedad sobre las cosas compradas en subasta


(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées. 1913. Nouveau Code de Procédure
Civile, t. III, n.22, p. 652), “aún en caso de que el embargado no sea dueño de esas cosas,
(...) en virtud de la regla establecida por el Art. 2279 del C. Civil. (…) La misma regla
protegería al adjudicatario en caso de que el embargo fuera nulo”. (Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 86).

“En los casos que el adjudicatario, no obstante la regla en materia de muebles la posesión
vale títulos, fuere eviccionado del mueble adquirido en subasta, él tiene, lo mismo que en
materia de adquisición de inmuebles, una acción en garantía contra el embargado y una
acción en repetición del pago hecho sin causa contra el ejecutante y los acreedores
oponentes.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano v. IV, 4ta. ed., p. 86).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El proyecto de código dedica los artículos 1101 a 1103 a lo relativo a la adjudicación de la


venta. Estos artículos agregan al artículo vigente que en ausencia de licitadores, el
persiguiente que promueva la venta será declarado adjudicatario por el precio ofrecido.

Continúa agregando, que el alguacil será personalmente responsable del valor de las
adjudicaciones y hará mención en sus actas de los nombres y domicilios de los
adjudicatarios; no pudiendo recibir una suma superior a la del pregón, so pena de
concusión, ni tampoco proceder a ningún embargo, compensación retención u otros actos
similares, sobre el precio de la venta.

ARTÍCULO 625

Los encantores públicos y alguaciles serán personalmente responsables del valor


de las adjudicaciones y harán mención en sus actas de los nombres y domicilios
de los adjudicatarios: no podrán recibir de ellos suma alguna superior a la del
pregón, bajo pena de concusión.

Tabla de Contenido.
736

§1. Recepción de las sumas producto de la adjudicación. Caso de concusión.

§1. Recepción de las sumas producto de la adjudicación. Caso de concusión.

Las disposiciones de este artículo parecen aplicables por analogía a los notarios,
secretarios, venduteros, etc., salvo que se produzca una venta voluntaria, si los oficiales
públicos que proceden han sido descargados de esta responsabilidad por las partes a
nombre de las cuales han actuado (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n. 1-2, p. 653) los encantores públicos son
responsables del precio de las adjudicaciones, sea cuando el reciba el mismo, sea cuando
el acuerde un crédito al adjudicatario. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotées.
1913. Nouveau Code de Procédure Civile, t. III, n.3, p. 653).

Los encantores públicos y alguaciles harán constar los nombres y domicilios de los
adjudicatarios y no podrán recibir de ellos sumas superiores a las del pregón a pena de
concusión. El ministerial que ha hecho la venta, es personalmente responsable del precio
que ha producido. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.
119).

TÍTULO IX

DEL EMBARGO DE LOS FRUTOS NO COSECHADOS

Tabla de Contenido

§1. Definición.

§1. Definición.

“Es el embargo de los frutos o cosechas en pie, efectuado mediante diligencia de un


alguacil a requerimiento de un acreedor del propietario o arrendatario de un fundo,
dentro de las seis semanas que preceden a la época ordinaria de madurez, y con el fin de
proveer a la venta forzada en subasta, si esos frutos o cosechas son susceptibles de
recolección.” (Capitant, Henri. Vocabulario Jurídico. p.245).

¨El embargo de frutos pendientes de sus ramas o racimos, es el embargo ejecutorio por
medio del cual, el ejecutante, provisto de título ejecutorio, pone bajo las manos de la
justicia, las cosechas aún pendientes de sus ramas o racimos, pertenecientes al deudor, a
fin de realizar la venta y cobrarse del producido de ella lo adeudado, una vez los frutos
hayan alcanzado su madurez (…) se trata de una variedad de embargo ejecutivo; (…) no
se les aplican las reglas estrictas del embargo ejecutivo, (…) por la especial circunstancia
de este tipo de bienes sujetos a madurez, necesidad de conservación y venta en un tiempo
prudente¨. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil.. t. III. 3era ed., p. 132.).
737

“El embargo de frutos no cosechados o pendientes por sus ramas o raíces, es una
variedad de embargo ejecutorio que se caracteriza en razón de que su objeto recae sobre
frutos que todavía no han sido desprendidos de las ramas de las cuales penden, o de
raíces que no han sido cosechadas. Mientras penden de sus ramas o raíces, estos bienes
son inmuebles por naturaleza que deberían ser embargados inmobiliariamente
conjuntamente con el fundo sobre el cual se asientan, sin embargo, la ley los ha
considerado como muebles por anticipación por lo que este embargo constituye un
embargo mobiliario.” (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial
Privado: Los Embargos. t. I, p. 38-39).

Es un embargo por medio del cual un acreedor, provisto de un título ejecutorio, coloca en
manos de la justicia los frutos pendientes de sus ramas o racimos, en espera de su venta
al momento de madurez. Se trata de un embargo ejecutivo sobre los bienes recolectables,
mantiene las mismas partes que el embargo ejecutivo de derecho común. (Vincent, Jean
et Prevault, Jaques. 1987. Voies D’Exécution et procédures de distribution. Seizieme
édition. p. 190; Rousseau et Laisney. Dictionnaire Theorique et Pratique de Procédure
Civile Commerciale Criminelle & Administrative. t. 7, p. 509; Bioche. Par M. Dictionnaire
de Procedure Civile et Commerciale. t.16. ed. 13, p.66) .

El embargo de frutos no cosechados es el embargo ejercido sobre los frutos que se


recolecta de ramas o racinos. Es un procedimiento ejecutorio sobre los frutos que se
desprenden de las ramas. Al momento de ser embargadas tienen la calidad de ser
inmuebles por naturaleza, por lo que en algunas ocasiones se obtienen por vía del
embargo inmobiliario. Sin embargo, con el embargo de frutos no cosechados el legislador
ha creado un procedimiento más rápido y eficaz. (Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. II. n. 1, p. 755).

Es una especie de embargo ejecutivo, los frutos que se embargan son considerados bienes
muebles por anticipo. (Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II.
n. 3, p. 755).

ARTÍCULO 626

No se podrá hacer el embargo de los frutos aún pendientes de sus ramas o de sus
raíces, si no en las seis semanas que precedan a la época ordinaria de su
madurez, y previo mandamiento de pago con un día de intervalo.

Tabla de Contenido

§1. Época en la cuales podrán ser embargados.


§2. Formalidades.
§3. Bienes susceptibles de ser embargados.
§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Época en la cuales podrán ser embargados.

El art. 626 determina, que al embargo de frutos no cosechados no podrá procederse sino
en las seis semanas que preceden a la época ordinaria de su madurez; esto se explica
porque antes de las seis semanas que preceden a su madurez es imposible valorar los
frutos y, por otra parte, porque los gastos de la guarda serían excesivos en caso de
embargo antes de la indicada época. Otra formalidad que prescribe el art. 626 es que el
738

embargo debe ser precedido en un día franco por un mandamiento de pago, contentivo de
notificación del título y de elección de domicilio en el municipio en que va a practicarse el
embargo. (Tavares hijo, Froilán.1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.. t.
IV. 4ta ed., pp. 102-103; Dalloz, t. III, art. 626, n. 97)

¨El tiempo ordinario de la madurez varía no solo de unos frutos a otros, sino de los
mismos frutos según la región en que se cosechan (…) en caso de controversia, primará la
apreciación soberana de los jueces, los cuales se auxiliarán de todos los medios posibles a
su alcance (…). El legislador ha establecido este plazo de seis semanas, porque hay que
tratar de evitar un plazo largo que haría incurrir al embargante en cuantiosos gastos.
Además, parece que en este plazo se puede hacer, con mayor precisión la valoración de la
cosecha (…) es nulo el embargo que se practica antes de las seis semanas de madurez de
los frutos. Esta prohibición es de orden público (…) El procedimiento del embargo
comienza con la notificación previa del mandamiento de pago (…) después de vencido el
plazo del mandamiento de pago, que es de un día franco, el alguacil debe trasladarse al
predio donde se encuentra la cosecha a embargarse¨. (Perez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil.. t. III. 3era ed., p. 135.)

Según los términos del artículo 636 del Código de Procedimiento Civil francés, el embargo
de frutos no cosechados antes de las seis semanas que preceden la época ordinaria de
cosecha y madurez de los frutos es nulo. La ley es ambigua en relación a la época de los
frutos provenientes de la tierra. Los tribunales por ende, están facultados para
determinar si el embargo ha sido practicado en tiempo legal. (Rousseau et Laisney.
Dictionnaire Theorique et Pratique de Procédure Civile Commerciale Criminelle &
Administrative. t. 7, p. 512)

Según algunos autores, el embargo de frutos no cosechados no es nulo por haber sido
practicado antes de las seis semanas de la madurez de las frutas. (Rousseau et Laisney.
Dictionnaire Theorique et Pratique de Procédure Civile Commerciale Criminelle &
Administrative. t. 7, p. 512).

La fecha de madurez, generalmente varía según los lugares, estas fechas tienden a ser
impuestas por costumbre local. (Vincent, Jean et Prevault, Jaques. 1987.Voies D’Exécution
et procédures de distribution. Seizième édition. p. 191).

§2. Formalidades.

El embargo de frutos no cosechados puede ser practicado en vista de toda acreencia; al


igual que el embargo ejecutivo debe tener un crédito cierto, líquido y exigible. (Dalloz.
1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II. n. 11, p. 75).

Para practicar un embargo de frutos no cosechados el acreedor debe portar un título


ejecutorio conforme a las reglas generales del artículo 551 del Código de Procedimiento
Civil. (Rousseau et Laisney. Dictionnaire Theorique et Pratique de Procédure Civile
Commerciale Criminelle & Administrative. t. 7, p. 513).

El embargo de frutos no cosechados debe ser precedido de un mandamiento de pago


notificado con un día franco de intervalo. Este plazo se aumenta en razón de la distancia.
Debe contener mención del título ejecutorio. (Nouveau Code du Procedeure Civile. Dalloz, t
III, art. 612, n. 9; Jorge Blanco, Salvador. 2003. Formularios de las Vias de Ejecución. 3ed.
p. 104; Rousseau et Laisney. Dictionnaire Theorique et Pratique de Procédure Civile
Commerciale Criminelle & Administrative. t. 7, p. 512).
739

El mandamiento de pago está sujeto a las mismas formalidades que el mandamiento de


pago tendiente a embargo ejecutivo; debe contener elección de domicilio en el lugar del
embargo, y debe permitir un plazo mínimo de un día franco entre el mandamiento de
pago y el proceso verbal de ejecución. (Tavares hijo, Froilan. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil.. 4ta ed. v. IV, p. 78; Garsonnet et Cezar-Bru, t. VII, n. 166; Dalloz. 1956.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II. n. 30, p. 757).

Aunque el embargo de frutos no cosechados es una modalidad del embargo ejecutivo; él


no difiere del ejecutivo en cuanto a las formalidades accesorias. (Rousseau et Laisney.
Dictionnaire Theorique et Pratique de Procédure Civile Commerciale Criminelle &
Administrative. t. 7, p. 513; Vincent, Jean et Prevault, Jaques. 1987.Voies D’Exécution et
procédures de distribuion. Seizieme édition. p. 192).

§3. Bienes susceptibles de ser embargados

¨El artículo 626 del Código de Procedimiento Civil se refiere a frutos aún pendientes de
sus ramas o raíces. Pero estos términos deben emplearse con amplitud: ramas, raíces,
racimos, tallos, en fin, todo fruto o cosecha aun no desprendido del suelo. Los frutos
pueden ser naturales o industriales (…) la ley se refiere a toda clase de frutos, pero no,
evidentemente, a los frutos civiles (…). El embargo de cosecha no puede practicarse sobre
un terreno que previamente había sido embargado. Tampoco se puede realizar sobre los
bienes que por su naturaleza pueden ser objeto de embargos ejecutivos¨. (Perez Méndez,
Artagnan. Procedimiento Civil. 2000. t. III. 3era ed., p. 134.)

El embargo de frutos no cosechados tiene por objeto embargar frutos naturales o


industriales, siempre y cuando sean producto de un inmueble y que presenten el carácter
de periodicidad y que no estén atados a una cosa. (Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. II. n. 22, p. 756)

Los frutos naturales o industriales, cuando son producidos con periodicidad son los
susceptibles del embargo de frutos no cosechados. (Bioche. Par M. Dictionnaire de
Procedure Civile et Commerciale. t.16. ed. 13, p.66).

“El embargo de frutos no cosechados solo puede recaer sobre frutos naturales e
industriales, es decir, producidos por un inmueble periódicamente y que su
desprendimiento no lleve atentado a la sustancia de la cosa. Es necesario, además, que
estos frutos se encuentren adheridos al suelo por sus raíces. El embargo puede ser
practicado sobre los frutos de los árboles, sobre las cosechas, sobre los bosques de talar,
sometidos a cortes periódicos, sobre los peces de los estanques. El embargo de frutos no
es posible con respecto a los productos de las minas y las canteras, éstos no son frutos.
En estos casos el embargo que procede es el inmobiliario.” (García de Peña, Luis Victor.
1999. Manual de Derecho Judicial Privado: Los Embargos. p. 39).

Son susceptibles de embargo de frutos no cosechados no solamente las frutas de árboles,


sino todo otro tipo de fruto, sin distinción de estar unidos a la tierra…frutas, vegetales,
legumbres. etc. (Rousseau et Laisney. Dictionnaire Theorique et Pratique de Procédure
Civile Commerciale Criminelle & Administrative. t. 7, p. 510).

Las disposiciones del artículo 626 del Código de Procedimiento Civil que indican el
procedimiento de embargo de frutos no cosechados por ser frutos de racimos, se refiere
solamente a aquellos frutos que no son susceptibles del embargo ejecutivo de derecho
común. (Rousseau et Laisney. Dictionnaire Theorique et Pratique de Procédure Civile
Commerciale Criminelle & Administrative. t. 7, p. 510; Vincent, Jean et Prevault, Jaques.
1987.Voies D’Exécution et procédures de distribuion. Seizieme édition. p. 191).
740

Son embargables de este modo, los bosques de árboles de tallado, siempre y cuando no
estén protegidos. En el caso de estar protegidos, son susceptibles de embargo
inmobiliario. (Rousseau et Laisney. Dictionnaire Theorique et Pratique de Procédure Civile
Commerciale Criminelle & Administrative. t. 7, p. 510; Vincent, Jean et Prevault, Jaques.
1987.Voies D’Exécution et procédures de distribuion. Seizieme édition. p. 191).

Tanto los frutos civiles, los productos mineros no pueden ser objeto de un embargo de
frutos no cosechados. (Rousseau et Laisney. Dictionnaire Theorique et Pratique de
Procédure Civile Commerciale Criminelle & Administrative. t. 7, p. 511; Bioche. Par M.
Dictionnaire de Procedure Civile et Commerciale. t.16. ed. 13, p.67; Dalloz. 1956. Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale. t. II. n. 28, p. 757).

§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Entre el artículo 626 del Código de Procedimiento Civil y el 1242 del Proyecto de Código,
sólo se modifica el plazo entre el mandamiento de pago y el proceso verbal, aumentándolo
desde un día franco a tres.

ARTÍCULO 627

En el acta de embargo se hará la indicación de cada pieza, de su contenido y de


su situación, así como de dos por lo menos de sus linderos y confines,
expresándose también la naturaleza de los frutos.

Tabla de Contenido

§1. Acta de embargo


a. Menciones
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Acta de embargo

a. Menciones.

El procedimiento de ejecución del embargo de frutos será el mismo dispuesto para el


embargo ejecutivo en los artículos 583 y siguientes del Código de Procedimiento Civil.
(Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II. n. 29, p. 757).

El acta de embargo se levanta en los lugares en que se encuentran los frutos; pero el
alguacil no tiene que reiterar el mandamiento de pago, puesto que el embargado no se
halla presente. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. t. IV. 4ta ed., p. 103)

El alguacil, a pena de nulidad, debe transportarse a los lugares y designar exactamente la


propiedad y la cosecha. (Vincent, Jean et Prevault, Jaques. 1987.Voies D’Exécution et
procédures de distribuion. Seizieme édition. p. 194; Garsonnet et Cezar-Bru, t. VIII, No.
116, n. 7; Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II. n. 32, p.
757; (Rousseau et Laisney. Dictionnaire Theorique et Pratique de Procédure Civile
Commerciale Criminelle & Administrative. t. 7, p. 514)
741

¨El proceso verbal sería nulo si no designa de manera suficiente los frutos¨. (Dalloz, t.III,
art. 627, Nos. 1,2 y 13.; Jorge Blanco, Salvador. 2003. Formularios de Vias de Ejecución.
3ed. p. 105)

El alguacil no tiene que hacerse asistir de testigos, puesto que el art. 627 no lo exige.
(Garsonnet et Cezar-Bru, t. VII, n. 166, n.9)

“Una vez en el lugar del embargo, el alguacil procederá a levantar la correspondiente acta
de embargo, describiendo, de la mejor manera posible, la cosecha de que se trata.
Entendemos que es suficiente poner la naturaleza de la cosecha y el domicilio del
embargante, así como la descripción del lugar donde el ministerial actúa.” (Perez Méndez,
Artagnan. Procedimiento Civil. 2000. t. III. 3era ed., p. 135.)

El proceso verbal de embargo debe estar firmado por el alguacil, y visado el original, todo
esto a pena de nulidad del embargo. Si el guardián no está presente, se dejará copia del
acta en manos del alcalde pedaneo y del embargado. El alcalde visará el original. (Dalloz.
1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II. n. 37, p. 757; Rousseau et
Laisney. Dictionnaire Theorique et Pratique de Procédure Civile Commerciale Criminelle &
Administrative. t. 7, p. 514)

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo es adoptado íntegramente por el Proyecto de Código de Procedimiento Civil,


ubicándolo en el Art. 1243 del mismo.

ARTÍCULO 628

(Mod. por la Ley No. 3459 del 24 de diciembre de 1959). Se constituirá guardián
al alcalde pedáneo del lugar, siempre que no le comprenda la exclusión
determinada por el artículo 598; y si no está presente, se le notificará el embargo.
Si están contiguos los municipios en que radiquen los bienes, se constituirá un
solo guardián, que no será, sin embargo, el mismo alcalde pedáneo, debiendo ser
visado el original por el alcalde pedáneo del principal punto de la explotación.

Tabla de Contenido

§1. Constitución de guardián.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Constitución de guardián.

Al momento de levantar el proceso verbal del embargo, el alguacil debe establecer un


guardián, quien en principio es el guardia campestre, al menos que este se encuentre
excluido según las disposiciones del artículo 598, caso en el cual designará a otro. (Dalloz.
1956. Répertoire De Procédure Civile et Commerciale. t. II. n. 34, p. 757).

“El guardián es responsable de los frutos y debe impedir cualquier daño o sustracción. Si
se producen, debe denunciarlos. No puede dejarlos cosechar sino a la persona que resulte
adjudicataria de la venta. Percibe la remuneración prevista en el art. 8 párrafo II de la
Tarifa de Costas Judiciales.” (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. t. IV. 4ta ed., p. 103; Pérez Méndez, Artagnan. Procedimiento Civil. 2000.
t. III. 3era ed., p. 136; Vincent, Jean et Prevault, Jaques. 1987.Voies D’Exécution et
742

procédures de distribuion. Seizieme édition. p. 195; Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure


Civile et Commerciale. t. II. n. 41, p. 757).

¨En cualquier caso debe dejarse copia al guardián y al embargado. Antes de la reforma del
art. 628 había que dejar copia al inspector de agricultura, quien además visaba el
original. Por supuesto cuando el alcalde pedáneo no pueda ser constituído guardián por
que exista una causa de exclusión, entonces deberá dejarse copia al embargado, al
guardián y al alcalde pedáneo¨. (Jorge Blanco. Salvador. 2003. Formularios de las Vias de
Ejecución. III ed. p. 106).

En Francia, la potestad de designar el guardián, escapaba al alguacil. La ley designa


específicamente al guardia campestre, quien podrá designar otro. (Vincent, Jean et
Prevault, Jaques. 1987.Voies D’Exécution et procédures de distribuion. Seizieme édition. p.
194).

El guardián del embargo de frutos, al igual que el depositario del embargo ejecutivo,
puede recibir un salario por sus funciones. (Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II. n. , p. 757; Rousseau et Laisney. Dictionnaire Theorique et Pratique de
Procédure Civile Commerciale Criminelle & Administrative. t. 7, p. 514).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código establece un plazo de tres días a partir de la fecha del


levantamiento del proceso verbal, para notificarlo al alcalde pedáneo, plazo al cual el
código vigente no hace referencia.

ARTÍCULO 629

Para procederse a la venta de los frutos se anunciará ésta por medio de edictos
fijados a lo menos ocho días antes, en la puerta de la casa del embargado, en la
del ayuntamiento, y si no lo hubiera en los puntos en que se acostumbre fijar las
publicaciones de las autoridades; en el principal mercado del lugar o en el más
próximo, si no lo hubiere, así como en la puerta del local del Juzgado de Paz.

ARTÍCULO 630

Los edictos designarán el día, la hora y el sitio de la venta, los nombres y


residencia de la parte a quien se embargó y de la ejecutante, la cantidad de tareas
y la naturaleza de cada especie de fruto, así como la común en que estén situados,
sin necesidad de otra designación a este respecto.

ARTÍCULO 631

La fijación de los edictos se hará constar del modo que prescribe el título De los
embargos ejecutivos.

ARTÍCULO 632

La venta se efectuará un domingo o día de mercado.

ARTÍCULO 633

Se podrá también hacer en los lugares o en la plaza de la común en que esté


situada la mayor parte de los objetos embargados; así como en el mercado del
lugar, o a falta de él, en el más vecino.
743

ARTÍCULO 634

Para los demás se observarán las formalidades prescritas en el título De los


embargos ejecutivos.

Tabla de Contenido

§1. Publicidad.
§2. Venta de los frutos.
§3. Incidentes.
§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Publicidad.

En cumplimiento del artículo 629 del Código de Procedimiento Civil la futura venta debe
ser de público conocimiento, a fin de atraer adjudicatarios. Debe ser anunciado por
afiches, colocados con ocho días de antelación a la venta en la puerta del domicilio del
deudor; en la puerta del ayuntamiento, como otros lugares de la autoridad pública y en la
puerta del tribunal. (Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II. n.
44. , p. 758; Vincent, Jean et Prevault, Jaques. 1987.Voies D’Exécution et procédures de
distribution. Seizieme édition. p. 195; Rousseau et Laisney. Dictionnaire Theorique et
Pratique de Procédure Civile Commerciale Criminelle & Administrative. t. 7, p. 515).

Los afiches deben indicar el día, hora y lugar de la venta, los nombres del embargado y el
embargante, el tamaño de la parcela, como cualquier otra descripción de los bienes
embargados y su lugar de procedencia. (Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II. n 46. , p. 758; Rousseau et Laisney. Dictionnaire Theorique et Pratique
de Procédure Civile Commerciale Criminelle & Administrative. t. 7, p. 515).

§2. Venta de los Frutos.

“De acuerdo al artículo 631 del Código de Procedimiento Civil la fijación de edictos se
hará constar del modo que se prescribe para los embargos ejecutivos, es decir, que el
alguacil actuante debe levantar el correspondiente proceso verbal de la fijación de los
edictos, en los lugares indicados por la ley, en observación a las disposiciones del art. 632
que establece que el día de la venta será un domingo o un día de mercado. La venta será
hecha por vendutero público, pero al igual que en los embargos ejecutivos, los alguaciles
que han practicado el embargo pueden actuar en funciones de vendutero público¨. (Perez
Méndez, Artagnan. Procedimiento Civil. 2000. t. III. 3era ed., p. 137. Vincent, Jean et
Prevault, Jaques. 1987.Voies D’Exécution et procédures de distribution. Seizieme édition.
p. 195)

“A falta de fijación de edictos en la forma prescrita, la parte embargada puede hacer


aplazar la venta, y, en caso de que se haya efectuado, hacerse indemnizar por el
ejecutante o por el alguacil.” (Tavares hijo, Froilán. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. 1999. t. IV. 4ta ed., pp. 105 y 106)

Al igual que el embargo ejecutivo, el embargo de frutos tiene el efecto de producir la


indisposición de los bienes del embargado, llevar a cabo una publicidad de venta, y
efectuar una venta en pública subasta, y cobrar la deuda sobre el precio. (Dalloz. 1956.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II. n. 4, p. 755)
744

La venta, al igual que el embargo ejecutivo, tiene un carácter extrajudicial. Se hace la


venta a través de venduteros públicos, alguaciles o notarios. (Dalloz. 1956. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. II. n.52 , p. 758)

Es nula la venta hecha anterior a los ocho días de la fecha de levantamiento de proceso
verbal de embargo. (Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II. n
53. , p. 758)

§3. Incidentes.

Los incidentes del embargo de frutos no cosechados serán los mismos del embargo
ejecutivo de derecho común. Ver. Arts. 583 y sgts.

Los incidentes son los mismos que el embargo ejecutivo y son regidos mediante los
mismos principios. Los incidentes pueden emanar de tres categorías de personas: del
deudor; de otros acreedores; y aquellos provenientes de personas que reclamen algún
derecho sobre los bienes. (Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t.
II. n. 61. , p. 758)

§4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La única modificación que instituye el proyecto es que omite la disposición del Art. 632
mediante la cual se efectuará la venta un domingo o día de mercado.

ARTICULO 635

Se procederá a la distribución del producto de la venta, del modo y en la forma


que indican el título DE LA DISTRIBUCIÓN A PRORRATA.

Ver anotación de los artículos 656 y siguientes del presente código.

TÍTULO X

DEL EMBARGO DE LAS RENTAS CONSTITUIDAS


EN CABEZA DE PARTICULARES

Tabla de Contenido

§1. Embargo de rentas. Aspectos Generales.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Embargo de rentas. Aspectos Generales.


745

La renta es el derecho de exigir, en cambio de un capital mobiliario, o como precio de la


venta de un inmueble, perpetuamente o durante la vida de una persona, cantidades
periódicas de dinero o de géneros. (Pérez Méndez, Artagnan, 1997. Procedimiento Civil, t.III,
2da. ed., p.277; Tavares Hijo, Froilán.1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, t. IV, p. 346).

Todas las rentas son mobiliarias, ya sean vitalicias o perpetuas, puesto que ellas resultan
de la enajenación de una capital mobiliario o de un capital inmobiliario. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de
Procédure Civile, t.IV, p.379).

El deudor no puede ser constreñido a abonar el capital, pero puede, bajo ciertas
condiciones, si la renta es perpetua, cesar de pagar las cantidades periódicas, rembolsando
el capital. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, n.2, p.662).

El embargo de rentas a cabeza de particulares es el acto mediante el cual los acreedores


del acreedor de la renta, después de que prohíben todo pago al deudor de la renta, hacen
vender judicialmente, en provecho de un adjudicatario, el derecho al cobro de la renta y
también el capital de ella cuando el deudor tenga el derecho de reembolso. (Tavares Hijo,
Froilán.1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, t. IV, p.346; Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.7, p.662).

Este embargo, recae sobre los montos pagados y dejados de pagar. (Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.7, p.662).

¨Es un procedimiento ejecutivo que participa a la vez: de naturaleza del embargo


retentivo, puesto que se trata del embargo de un mueble incorporal; y de naturaleza del
embargo inmobiliario, porque es necesario dar a conocer, en un pliego de condiciones, las
características de la renta embargada a fin de que los subastadores adquieran adecuada
información acerca de la existencia de la renta y del valor de los derechos del acreedor de
la renta¨. (Tavares hijo, Froilán.1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. t.
IV, p. 346).

No es posible aplicar al embargo de rentas el procedimiento del embargo ejecutorio, ni por


la puesta en manos de la justicia, ni por la venta, ya que las rentas consisten en derechos
de crédito en virtud de los cuales se cobran los réditos y se puede a veces rembolsar del
capital. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de
Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.379; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.5, p.662).

Este embargo, no vincula simplemente al acreedor de la renta; este acreedor permanece


bajo términos del derecho común; todas las vías ordinarias de ejecución le están abiertas.
Se trata sólo del acreedor de un rentista respecto al cual el acreedor embarga la renta en
las manos de un tercero que es su deudor. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.8, p.662).

El acreedor embarga en las manos del tercero deudor de la renta, no sólo el capital de la
renta que es enajenada, sino incluso el derecho a renta en sí mismo. Si el acreedor sólo
quiere llevar sus ejecuciones sobre las cantidades periódicas de la renta, debe actuar por
vía de embargo retentivo, y conformarse con el título 7 del Código de Procedimiento; pero
746

si pretende expropiar a su deudor del derecho a la renta, debe conformarse con las reglas
trazadas por el título 10. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, nn.9-13, p.662).

Si se circunscribe a embargar las cantidades periódicas debidas y por deber, como en el


caso de un embargo retentivo ordinario, al encontrarse el derecho a la renta fuera del
alcance del tal procedimiento, el tercero embargado podría rembolsar el capital al
acreedor de la renta, y la persecución sólo valdría hasta la concurrencia de las cantidades
periódicas debidas al momento del reembolso. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.16, p.662).

Este embargo es aplicable a todas las rentas debidas por los particulares, cualquiera que
sea la naturaleza. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, n.18, p.662).

El crédito del embargante debe ser cierto, líquido y exigible. (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.36, p.663).

El procedimiento del embargo de una renta se divide en dos partes: la primera parte tiene
por objeto colocar a la renta en manos de la justicia, e impedir al deudor de la renta
pagarle al acreedor; la segunda parte tiene por objeto la venta de la renta. (Glasson, E. et
al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de
Procédure Civile, t.IV, p.380; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, n.17, p.662).

La primera parte se compone de cuatro frases: a) mandamiento de pago al acreedor de la


renta; b) proceso verbal de embargo; c) declaración del tercero embargado; d) denuncia al
embargado. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare,
de Competence et de Procédure Civile, t.IV, pp.380-381).

La segunda fase, se compone de: a) redacción y depósito del pliego de condiciones; b)


lectura de la audiencia; c) publicaciones; d) adjudicación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t.IV,
p.381).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil ubica este procedimiento en la Título 6,


Capítulo 10, dedicándole los artículos 1298-1317.

ARTÍCULO 636

Sólo en virtud de un título ejecutivo, podrá efectuarse el embargo de una renta


constituida a perpetuidad o vitalicia mediante un capital determinado o
proveniente del precio de la venta de un inmueble, o de la cesión de valores
inmobiliarios, o a cualquier otro título oneroso o gratuito. A este embargo precede
un mandamiento de pago, hecho a la persona o en el domicilio de la parte
obligada o condenada un día por lo menos, antes del embargo, y que contenga
notificación del título, si antes no le hubiere sido notificado.

ARTÍCULO 637
747

Se embargará la renta en manos de quien la debe por acto que contenga, además
de las formalidades ordinarias, la enunciación del título constitutivo de la renta,
de su cuantía, de su capital, si alguno hubiere, y del título de crédito del
ejecutante; los nombres, profesión y residencia de la parte a quien se embarga;
elección de domicilio en el estudio de un abogado y un emplazamiento en
declaración al tercer embargado para ante el Tribunal en que se persiga la venta.

ARTÍCULO 638

Se observará por el deudor de la renta las disposiciones contenidas en los


artículos 570, 571, 572, 573, 574, 575 y 576 relativas a las formalidades que
debe llenar el tercero a quien se embarga. En caso de que el deudor no haga su
declaración, o la haga tarde, o no aduzca las justificaciones ordenadas, se le
podrá condenar, según los casos, a servir la renta por falta de haber justificado su
liberación, o a los daños y perjuicios que resulten, ya por su silencio, ya por el
retardo en hacer su declaración, o bien por el procedimiento a que hubiere dado
lugar.

ARTÍCULO 639

El embargo en manos de personas que no residan en el territorio de la República,


no tendrá la fuerza legal, ni los tribunales serán competentes para conocer su
validez.

ARTÍCULO 640

El acto de embargo equivaldrá siempre al embargo retentivo de los réditos


vencidos o por vencer hasta la distribución.

Tabla de Contenido.

§1. Mandamiento de pago tendente a embargo rentas.


§2. Persona en cuyas manos se practica el embargo de rentas.
§3. Acta de embargo. Formalidades.
§4. Tribunal competente para el embargo de rentas.
§5. Notificación del embargo al tercero embargado. Domicilio en el extranjero.
§6. Declaración afirmativa.
§7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Mandamiento de pago tendente a embargo de rentas.

El mandamiento de pago precede el embargo y no comienza el mismo. (Glasson, E. et al,


1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de
Procédure Civile, t.IV, p.381).
El plazo de un día antes del embargo, en que debe ser realizado el mandamiento de pago,
es franco. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare,
de Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.381; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.38, p.663).

La ley no impone ningún plazo en el que el persiguiente debe realizar el embargo después
del mandamiento de pago, de lo cual resulta que ello prescribe en el plazo de prescripción
de derecho común. (S/R).
748

El mandamiento de pago precede el embargo y no comienza el mismo. (Glasson, E. et al,


1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de
Procédure Civile, t.IV, p.381).

No es necesario que este mandamiento contenga elección de domicilio, porque el artículo


636 del Código de Procedimiento Civil, no lo exige; sin embargo, el artículo 637 exige el
cumplimiento de tal formalidad en el proceso verbal de embargo, lo cual es inútil si esa
elección de domicilio debiera ser hecha en el mandamiento. (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.40, p.663).

La observación de las normas referentes al mandamiento de pago, son prescritas a pena


de nulidad. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare,
de Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.381; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.44, p.663).

§2. Persona en cuyas manos se practica el embargo de rentas.

El embargo de rentas a cabeza de particulares se realiza en manos del deudor de la renta.


(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
n.1, p.663).

El embargo no puede ser trabado en manos del detentador de un inmueble afectado al


pago de la renta, por no ser éste, el deudor personal de esta renta. (Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.3, p.663).

Cuando media un heredero beneficiario, o un curador de la sucesión del tercero


embargado, la renta debe ser embargada en sus manos, con la indicación del título que
los constituye como representantes del deudor. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.6, p.664).

Si el acreedor mismo es deudor de la renta, puede ofrecer rembolsar del capital de la


renta, y retener su crédito por compensación, o embargar en sus manos los réditos, o, en
fin, puede hacer embargar y vender la renta para hacerse pagar sobre el precio y, a
seguidas, continuar sirviendo la renta del adquiriente. (Jurisprudence Genérale Dalloz,
Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.7, p.664).

§3. Acta de embargo.

El acta contiene primero las formalidades y enunciaciones ordinarias. (Jurisprudence


Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.10, p.664).

La asistencia de dos testigos al proceso verbal de embargo no es requerida. (Jurisprudence


Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.11, p.664).

El título constitutivo de la renta debe ser designado en el acta de embargo, por su fecha,
por el lugar en que ha sido firmado o por cualquier otra indicación de naturaleza a
hacerlo conocer. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, n.15, p.664).

La enunciación del título de crédito del embargante en el acta de embargo, es una


formalidad consagrada a pena de nulidad. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.21, p.664).
749

Según un primer sistema, la ley no exige una constitución de abogado expresamente


formulada; la elección de domicilio en la jurisdicción del tribunal que va a conocer del
embargo, en el estudio profesional del abogado, vale constitución de abogado. De acuerdo
a otro sistema, como el acto debe de contener emplazamiento, la simple elección de
domicilio en el estudio de un abogado, no es suficiente, es necesario que se formule
expresamente la constitución de abogado, ya que la elección de domicilio no conlleva una
constitución tácita. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, nn.30-31, p.664).

Las disposiciones del artículo 637 Código de Procedimiento Civil, sobre las formalidades
y enunciaciones que debe contener el acta de embargo, son sancionadas por la pena de la
nulidad. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, n.33, p.664).

El acta de embargo tiene como primer efecto que, sin que haya necesidad de hacer
mención, que hace oposición al pago de los réditos vencidos o por vencer hasta la
distribución, o más precisamente hasta la adjudicación, que precede a la distribución. En
segundo lugar, el tercero embargado está obligado a declarar lo que debe. (Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, nn.1-2, p.665).

§4. Tribunal competente para el embargo de rentas.

En principio, el tribunal ante el cual tiene lugar la persecución es el del domicilio del
acreedor de la renta. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, n.34, p.664).

Esta solución se aplica ante el silencio de la ley. El domicilio del embargado que fija la
competencia del tribunal, puede ser el domicilio real o el domicilio elegido de éste.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de
Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.382; Tavares hijo, Froilán. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, Tomos III y IV, pág. 391).

Si la renta forma parte de una sucesión indivisa, deberá ser llevada ante el tribunal de la
apertura de la sucesión. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique
D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.382; Tavares hijo,
Froilán. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, Tomos III y IV, pág. 391).

§5. Notificación al embargo al tercero embargado. Domicilio en el extranjero.

El acta de embargo es notificada a requerimiento del embargante, al tercero que debe la


renta. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile, nn.30-31, p.664).

El proceso verbal de embargo, que es notificado al tercero embargado, debe emplazar a


éste en declaración afirmativa. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique
D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.382).

Si el tercero embargado tiene domicilio fuera del país, el embargo debe serle denunciado a
persona o domicilio; no se admite que se haga la denuncia ante el fiscal, puesto que
puede que éste haya pagado la renta o reembolsado el capital antes de recibir el acto.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de
Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.382; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.1, p.665).
750

En el caso previsto por el artículo 639 del Código de Procedimiento Civil, se debe, aún
cuando se conozca el lugar del domicilio o de la residencia, o bien que se ignore, observar
para el emplazamiento en declaración afirmativa, contenido en el proceso verbal de
embargo, los plazos prescritos por el artículo 73 del código. (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.4, p.665).

La observación del artículo 639 del Código de Procedimiento Civil es impuesta a pena de
nulidad. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, n.6, p.665).

§6. Declaración afirmativa.

El plazo dentro del cual el deudor de las rentas debe presentar declaración afirmativa, es,
ante el silencio de la ley, el plazo ordinario de los emplazamientos, . (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de
Procédure Civile, t. IV, p.382).

Este plazo de la octava franca de ley, se aumenta en razón de la distancia. (Jurisprudence


Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.2, p.665).

Lo que el tercero embargado está obligado a declarar, no es más que lo que debe, en las
formas establecidas en manera de embargo retentivo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t.IV,
p.382; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile, n.2, p.665).

Si el deudor de la renta, no presenta la declaración, o si lo hace tardíamente, o si no


produce las justificaciones ordenadas, puede ser condenado a pagar la renta, por falta de
haber justificado su liberación, o, en daños y perjuicios resultantes de su silencio, de su
retardo en presentar la declaración, del procedimiento a lo cual ello ha dado lugar.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de
Competence et de Procédure Civile, t.IV, pp.382.383).

Ver las anotaciones de los artículos 570 y siguientes, en lo referente a las formalidades de
la declaración afirmativa en el embargo retentivo, aplicables al embargo de rentas.

§7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La única modificación introducida al artículo 636 por el Proyecto de Código de


Procedimiento Civil, es que se aumenta el plazo entre el mandamiento de pago y el
embargo, desde un día en la actualidad, a un nuevo plazo de 3 días, según el artículo
1298 del Proyecto.

Los artículos 637 y 639, se mantienen igual en el Proyecto de Código, el cual lo ubica
como el artículo 1299 y 1301, respectivamente.

Respecto del artículo 638, que, de manera general no varía, es necesario hacer la
aclaración de que se hace remisión, en vez de a los artículos 570 al 576 del Código de
Procedimiento Civil vigente, a los artículos 1282,1283 y 1285 del Proyecto, los cuales
sustituyen a los primeros.

En relación al artículo 640, el artículo 1302 del Proyecto, sustituye el término embargo
retentivo de réditos vencidos, para que el proyecto disponga embargo retentivo de
atribución.
751

ARTÍCULO 641

En los tres días del embargo, contándose uno o más por cada tres leguas de
distancia entre el domicilio del deudor de la renta y el del ejecutante, e igual
plazo en razón de la distancia entre el domicilio de este último y el de la parte
embargada, el ejecutante estará obligado a denunciarlo a ésta, y a notificarle el
día de la publicación del pliego de condiciones.

Tabla de Contenido.

§1. Denuncia del embargo al acreedor de la renta. Formalidades y efectos.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Denuncia del embargo al acreedor de la renta. Formalidades y efectos.

Ver anotaciones del artículo 655 del Código de Procedimiento Civil, en lo referente a la
nulidad en caso de violación al artículo 641.

La denuncia del embargo de rentas determina la prioridad entre los diferentes


embargantes. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión
Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.383; Jurisprudence Genérale Dalloz,
Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.10, p.666).

La denuncia del embargo interrumpe la prescripción que corre en beneficio del


embargado contra el embargante, como lo había ya hecho el mandamiento de pago.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de
Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.383; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.12, p.666).

El acreedor de la renta embargado no se encuentra privado del derecho de disponer de la


renta a partir del embargo, sino sólo a partir de la denuncia. (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.13, p.666).

Según un primer sistema, es la denuncia del embargo la que hace intransferible, a partir
de su notificación, la renta que ha podido ser cedida hasta ese momento, a excepción del
caso de fraude, porque el acto de embargo sólo ha hecho oposición al pago de los réditos
vencidos y por vencer y eventualmente al reembolso del capital. De acuerdo con otro
sistema, el propietario de la renta es privado del derecho de disponer de esta renta a
partir del embargo, y no a partir de la denuncia; en consecuencia, la cesión que se haría
en el intérvalo del embargo a la denuncia, sería nula. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t.IV,
p.384; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile, nn.13-14 y 16, p.666).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La única modificación de este artículo se nota en que el Redactor del Proyecto, haciendo
un esfuerzo por modernizar y adecuar el vocabulario, decidió cambiar el término de
leguas, al referirse a distancias, y ahora se refiere a kilómetros. Este artículo se
encuentra vertido en el 1303 del Proyecto de Código.
752

ARTÍCULO 642

Diez días por lo menos, y quince a lo más, después de denunciarse a la parte


embargada, y contándose los plazos de las distancias, tal como se prescribe en el
artículo 641, el ejecutante depositará en la secretaría del tribunal por ante el que
se persigue la venta, el pliego de condiciones que contenga los nombres, profesión
y residencia del actor, de la parte embargada y del deudor de la renta, la
naturaleza de éstas, su cuantía, la del capital, si lo hubiere, la fecha y la
enunciación del título en cuya virtud está constituida, la enunciación de la
inscripción, si el título contiene hipoteca, y si ésta se ha inscrito para seguridad
de la renta; los nombres y residencia del abogado de la parte actora, las
condiciones de la adjudicación y el precio puesto para éstas, con indicación del
día de la publicación del pliego de condiciones.

ARTÍCULO 643

Diez días a lo menos, y veinte a más tardar, después del depósito del pliego de
condiciones en la secretaría, se leerá y publicará éste en la audiencia el día
indicado, debiendo el tribunal dar constancia de ello a la parte actora.

ARTÍCULO 644

El tribunal fallará inmediatamente sobre los reparos y observaciones que se hayan


hecho e insertado en el pliego de condiciones, y fijará el día y la hora en que él
deba proceder a la adjudicación; debiendo ser de diez días a lo menos, y de veinte
a más tardar, el plazo que medie entre ambos procedimientos.
La sentencia se insertará inmediatamente después de la postura de precio, hecha
por el ejecutante, o de los reparos de las partes.

Tabla de Contenido

§1. Pliego de condiciones. Generalidades. Reparos.


§2. Audiencia de lectura del pliego de condiciones. Procedimiento; sentencia.
§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Pliego de condiciones. Generalidades. Reparos.

La primera formalidad del procedimiento, que tiene por objeto llegar a la venta, consiste
en la redacción y el depósito en la secretaría del tribunal del pliego de condiciones, diez
días por lo menos y quince días a más tardar, luego de la denuncia hecha al embargado.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de
Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.386; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.2, p.667).

Según un primer sistema, la entrega del pliego de condiciones es constatada por el


secretario al pie de la copia del embargo dejada al abogado persiguiente. De acuerdo con
otro sistema, la entrega del pliego de condiciones puede ser constatada sea por el
procedimiento, sea incluso por un acto de depósito. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, nn.7-8, p.667).

El pliego de condiciones no es notificado; se puede tomar comunicación en secretaría.


(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
n.9, p.667).
753

Como la sentencia de adjudicación de la renta no debe ser, tal como la sentencia del
procedimiento de embargo inmobiliario, más que la copia del pliego de condiciones, ese
pliego debe contener, además de las enunciaciones prescritas por el artículo 642, un
resumen de todo el procedimiento. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, n.10, p.667).

Pueden realizar reparos al pliego de condiciones el embargado, el embargante o los otros


acreedores del embargado. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, n.1, p.667).

Remitimos a los artículos 690 y siguientes relativos al pliego de condiciones del embargo
inmobiliario.

§2. Audiencia de lectura del pliego de condiciones. Procedimiento; sentencia.

La formalidad de la audiencia de lectura del pliego de condiciones es inútil, tanto en el


procedimiento del embargo inmobiliario, como en el procedimiento del embargo de rentas.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de
Competence et de Procédure Civile, t. IV, p.387).

El tribunal estatuye, sino inmediatamente, por lo menos a breve término. (Jurisprudence


Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.2, p.667).

Una vez el pliego de condiciones es leído en la audiencia, ninguna modificación puede ser
demandada. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, n.4, p.667).

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 1304 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, mantiene intacto el


artículo 642, con la sola modificación de que sustituye el lugar de la notificación, que se
estipulaba que debía ser en la residencia, para establecerse que se notifica en el domicilio
de su destinatario.

Los artículos 643 y 644, no sufren modificaciones, y se encuentran vertidos en los


artículos 1305 y 1306 del Proyecto en cuestión.

ARTÍCULO 645

Después de la publicación del pliego de condiciones y ocho días por lo menos antes
de la adjudicación, un extracto de este pliego, que contenga la indicación del día
de la adjudicación, y además las formalidades enunciadas en el artículo 642, se
fijará en los lugares siguientes: 1ro. en la puerta del domicilio del embargado;
2do. en la del domicilio del deudor de la renta; 3ro. en la puerta del tribunal; y
4to. en la plaza principal de la común en que se persiga la venta.

ARTÍCULO 646

Se insertará igual extracto y en el mismo término en un periódico de la localidad,


si lo hubiere.
754

ARTÍCULO 647

La fijación de los edictos y la inserción de los anuncios se justificará del modo que
prescriben los artículos 698 y 699, y sólo podrá entrar en tasación mayor número
de edictos e inserciones y en los casos previstos por los artículos 697 y 700.

Tabla de Contenido

§1. Publicidad de la adjudicación.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Publicidad de la adjudicación.

Si bien se cumple con la formalidad de la fijación de edictos, es en las publicaciones en


donde realmente se lleva a cabo la verdadera publicidad del procedimiento. (Glasson, E. et
al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de
Procédure Civile, t.IV, p.387).

El plazo que debe mediar entre las publicaciones y la adjudicación es franco.


(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
n.1, p.667).

Según una primera opinión, si la fijación y la inserción no fueran justificadas en las


formas prescritas por el artículo 655 del Código de Procedimiento Civil, procede
pronunciar la nulidad, por aplicación del artículo 715 del Código de Procedimiento Civil.
De acuerdo con una segunda opinión, no habrá lugar, en tal caso, a pronunciar la
nulidad, habiendo manifestado el legislador la intención contraria en el artículo 655
código de procedimiento civil, el cual enumera las disposiciones del embargo de rentas
prescritas a pena de nulidad, donde tuvo el cuidado de no mencionar el artículo 647
Código de Procedimiento Civil, donde se encuentra el reenvío a los artículos 698 y 699
del mismo código. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile, nn.2-3, p.668).

Ver las anotaciones de los artículos 698, 699, 697 y 700.

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Respecto al artículo 645 de nuestra actual codificación procesal civil, cabe señalar que
aunque la esencia del artículo se mantiene intacta, el Artículo 1307 del Proyecto de
Código de Procedimiento hace la diferencia en cuanto al lugar en el que se fijará el
extracto de pliego de condiciones ya que en la actualidad se fija en la plaza principal de la
común, mientras que en el proyecto se fijará en el ayuntamiento.

El artículo 646, no sufre modificación alguna en el Proyecto de Código de Procedimiento


Civil.

En lo referente al artículo 647 cabe señalar lo siguiente: el artículo 1309 del Proyecto de
Código remite la fijación de los edictos y la inserción de los inserción de los anuncios a las
disposiciones del derecho común del embargo ejecutivo, eliminando la enunciación de que
solo podrán entrar en tasación mayor número de edictos e inserciones y en los casos
previstos por los artículos 696 y 700.
755

ARTÍCULO 648

Se observarán para la adjudicación de las rentas, las mismas reglas y


formalidades prescritas en el título del embargo inmobiliario, por los artículos
701, 702, 703, 704, 705, 706, 707, 711, 712, 713, 714 y 741.

Tabla de Contenido.

§1. La adjudicación.
§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. La adjudicación.

Ver las anotaciones de los artículos 701, 702, 703, 704, 705, 706, 707, 711, 712, 713,
714 y 741, referentes a las reglas que rigen la adjudicación en materia de embargo
inmobiliario, aplicables al embargo de rentas.

La adjudicación se rige por las reglas que rigen en materia de embargo inmobiliario.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de
Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.388; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, nn.1-14, p.668).

Sin embargo, la adjudicación en materia de embargo de rentas, difiere en algunos puntos,


con la adjudicación en materia de embargo inmobiliario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t.IV,
p.388).

En primer lugar, además del embargado, la adjudicación de una renta debe ser notificada
al deudor de la renta o tercero embargado, para que él conozca oficialmente a su nuevo
acreedor, notificación que se asimila a la notificación de una cesión voluntaria. (Glasson,
E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de
Procédure Civile, t.IV, p.388; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, nn.15-16, p.668).

En segundo lugar, la sentencia de adjudicación del embargo de rentas, no está sujeta a


la formalidad de transcripción, ni a la formalidad de hacer mención de ella al margen de
la transcripción del embargo,. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique
D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.388; Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.17, p.668).

En el embargo de rentas no existe, a diferencia del embargo inmobiliario, la conminación


al embargado de abandonar la posesión, ya que la adjudicación despoja ella misma, de
pleno derecho, al acreedor de una renta de todos los derechos que ella expropia. (Glasson,
E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de
Procédure Civile, t.IV, p.388; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, n.18, p.668).

No es posible puja ulterior sobre la adjudicación de rentas, estando abierta tal posibilidad
para el embargo inmobiliario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique
756

D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.389;Jurisprudence


Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.20, p.668).

La sentencia de adjudicación es ejecutoria contra el deudor de la renta luego de la


notificación y sin otras formalidades previas. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.21, p.668).

El principal efecto de la adjudicación es el de despojar al embargado de su renta en favor


del adjudicatario, de tal suerte, que éste tiene en lo adelante derecho a réditos y
eventualmente al capital en caso de reembolso. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.389;
Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
n.6, p.668).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo precedentemente anotado, se mantiene igual, con la sola excepción de que el


código vigente enumera los artículos del embargo inmobiliario a los cuales remite,
mientras que el Proyecto se limita a remitir, de manera general, a las disposiciones del
indicado embargo.

ARTÍCULO 649

Si el adjudicatario no cumple las cláusulas de la adjudicación, se venderá la


renta en subasta, a cargo de pagar él la diferencia por exceso en el precio
nuevamente obtenido, debiéndose proceder para ello, conforme a lo dispuesto en
los artículos 734, 735, 736, 738, 739 y 740. Sin embargo, será de quince días
como mínimum, y de diez como máximum, el plazo entre los nuevos edictos y la
adjudicación, precediendo cinco días por lo menos al de la nueva adjudicación, la
notificación que prescribe el artículo 736.

Tabla de Contenido.

§1. La falsa subasta en materia de embargo de rentas.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. La falsa subasta en materia de embargo de rentas.

Puede seguirse al adjudicatario de las rentas mediante el procedimiento de falsa subasta,


si no cumple con las condiciones de la adjudicación. Se aplican las reglas en materia
inmobiliaria, con excepción de un punto: en caso de embargo de rentas, varía el plazo que
debe mediar entre las publicaciones y la nueva adjudicación y el de la notificación que
prescribe el artículo 736. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique
D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.389).

Remitimos a las anotaciones de los artículos 734, 735, 736, 738, 739 y 740 del Código de
Procedimiento Civil, en lo referente a la falsa subasta.

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.


757

Este artículo sufre dos modificaciones de cara al Proyecto de Código de Procedimiento


Civil. La primera se refiere a que el artículo vigente indica los artículos del embargo
inmobiliario a que hace remisión, mientras que, el proyecto, de manera general, remite de
manera general al embargo inmobiliario.

La segunda variación, consiste en modificar la notificación del artículo 736, de manera


que ahora dirá “la notificación se hará al abogado del adjudicatario y a la parte
embargada en el domicilio de su abogado y si careciere de abogado, en su propio
domicilio.

ARTÍCULO 650

La parte a quien se embarga estará obligada a proponer sus medios de nulidad


contra el procedimiento anterior a la publicación del pliego de condiciones, un día
por lo menos antes del fijado para ésta; y contra el procedimiento posterior un día
por lo menos antes de la adjudicación: todo a pena de caducidad.
El tribunal fallará, en virtud de un simple acto de abogado; y si se rechazan los
medios, se procederá inmediatamente, ya sea a la publicación del pliego de
condiciones o bien a la adjudicación.

ARTÍCULO 651

No estará sujeta a oposición ninguna sentencia en defecto en materia de embargo


de rentas constituidas sobre particulares. La apelación de las sentencias que
recaigan sobre los medios de nulidad, ya sea en el fondo o en la forma, o sobre
otros incidentes y que se refieran al procedimiento anterior a la publicación del
pliego de condiciones, se considerará como no interpuesta, cuando lo haya sido
después de los ocho días, contados desde la notificación al abogado, si lo ha
habido, y sino, a contar de la notificación a persona o en el domicilio real o electo;
y la parte embargada no podrá en la apelación aducir otros medios distintos a los
que haya presentado en primera instancia.
El acto de apelación se notificará en el domicilio del abogado y si no lo hubiere, en
el domicilio real o electo del intimado, notificándose al mismo tiempo al
secretario del tribunal, quien lo visará. En el acto de apelación se debe enunciar
los agravios contra la sentencia.

ARTÍCULO 652

No se podrá impugnar por la vía de la apelación: 1ro. las sentencias que, sin
decidir sobre los incidentes, hagan constar la publicación del pliego de
condiciones, o pronuncien la adjudicación; 2do. las que fallen sobre las nulidades
posteriores a la publicación del pliego de condiciones.

ARTÍCULO 653

En caso de que la renta se haya embargado por los acreedores, el procedimiento


ejecutivo corresponderá al que primero lo hubiere denunciado; en caso de
concurrencia, al portador del título más antiguo; y si los títulos son de la misma
fecha, al abogado más antiguo.

Tabla de Contenido.

§1. Incidentes del embargo sobre las rentas.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
758

§1. Incidentes sobre el embargo de rentas.

Los incidentes del embargo de rentas son, en general, los mismos que en el embargo
inmobiliario, aplicándoseles por analogía, de manera general, muchas de sus
disposiciones. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Practique D’Organisatión
Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.391).

El artículo 650 del Código de Procedimiento Civil, reproduce, la distinción hecha por los
artículos 728 y 729 del mismo código, con una ligera abreviación de plazo entre los
medios de nulidad dirigidos contra el procedimiento anterior a la publicación del pliego de
condiciones y los medios que afectan el procedimiento posterior a la publicación.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
n.1, p.668).

En caso de haber sido trabados varios embargos sobre la misma renta, el asunto se
resuelve conforme al artículo 653, que da preferencia al acreedor que primero haya
denunciado el embargo; pero, si éste se muestra negligente o comete fraude, la
subrogación puede ser demandada; sin embargo, no procede la radiación de embargo, ni
la demanda en conversión de embargo inmobiliario . (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t.IV,
p.391).

Las cuestiones relativas a la naturaleza de las rentas embargadas, constituidas,


perpetuas, vitalicias, alimentarias sobre el Estado, por precio de inmuebles, son
demandas principales y reenviadas al tribunal. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.6, p.668).

Se estatuye en referimiento: 1º sobre el título, si es ejecutorio; 2º sobre el mandamiento


de pago y los plazos; 3º sobre la preferencia entre dos embargantes. (Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.15, p.669).

Las sentencias dictadas sobre incidentes en el embargo de rentas hacen excepción al


principio según el cual la oposición es admisible en toda materia. (Jurisprudence Genérale
Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.1, p.669).

En ningún caso, la ley no admite la oposición en contra de las sentencias sobre los
incidentes; sin embargo se permite la apelación, la cual tiene que ser notificada a
abogado, lo que sustituye la notificación a persona o a domicilio. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure
Civile, t.IV, p.391).

Según una primera opinión, el plazo de ocho días dentro del cual debe apelarse la
sentencia de los incidentes, es un plazo franco al cual se aplica la regla Dies termini non
computantur in término. De acuerdo con otra opinión, este plazo no es un plazo franco.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile,
nn.22-23, p.669).

La apelación es admitida contra las sentencias relativas al procedimiento anterior a la


publicación del pliego de condiciones. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées,
1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.3, p.669).
759

Cuando la ley prescribe que no procede el recurso de apelación en contra de las


sentencias que estatuyen medios de nulidad posteriores a la lectura del pliego de
condiciones, poco importa que las sentencias hayan sido dictadas sobre medios de
nulidad de forma como de fondo, o sobre cualquier otro incidente. (Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.4, p.669).

El artículo 652 del Código de Procedimiento Civil restringe el ejercicio del derecho de
apelación en materia de embargo de rentas, asimismo como el artículo 730 del Código de
Procedimiento Civil para el embargo inmobiliario; lo suprimen frecuentemente para
terminar con los obstáculos y la lentitud que no faltarían. (Jurisprudence Genérale Dalloz,
Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.1, p.670).

Reglas análogas a las que se encuentran en el embargo inmobiliario en el artículo 652,


que limita la posibilidad de recurso de casación en contra de ciertas sentencias, se
encuentran en el embargo inmobiliario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Practique D’Organisatión Judiciare, de Competence et de Procédure Civile, t.IV, p.391).

Ver las anotaciones del Título XIII, Libro V, en lo referente a los incidentes del embargo
inmobiliario.

§3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Respecto al artículo 650, la única modificación sustancial que se encuentra es que el


artículo vigente sostiene que el tribunal fallara mediante un acto de abogado, lo cual es
sustituido por la emisión de un fallo por vía de un auto emanado de un tribunal.

En lo referente al artículo 651, el 1313 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil


elimina por completo su segundo párrafo.

En el Proyecto en cuestión, no hay modificación alguna al artículo 652, que se encuentra


vertido en el artículo 1315 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 653 se ve modificado por el Proyecto de Código de Procedimiento Civil, el cual


varía la disposición de proceder cuando existe concurrencia de embargos. El proyecto en
su artículo 1316 manda a regir las disposiciones relativas al Embargo Retentivo de
Atribución.

ARTÍCULO 654

La distribución del precio se hará de la manera indicada en el título de la


distribución a prorrata.

Tabla de Contenido.

§1. Distribución del producto. Remisión.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

§1. Distribución del producto. Remisión.

Remitimos a las anotaciones del Título XI, Libro V, contentivo de la distribución a


prorrata.

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


760

El artículo 1317 del Proyecto adopta íntegra y literalmente el artículo 654.

ARTÍCULO 655

Las formalidades prescritas por los artículos 636, 637, 639, 641, 642, 643, 644,
645, 646 y 651 se observarán a pena de nulidad.

Tabla de Contenido.

§1. Nulidad en el embargo de rentas.


§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

§1. Nulidad en el embargo de rentas.

La pena de nulidad dictada por el artículo 655 del Código de Procedimiento Civil se aplica
no sólo a falta de denuncia al embargado del embargo de renta, sino a la denuncia que,
regular en la forma, será hecha luego del plazo legal. (Jurisprudence Genérale Dalloz,
Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, n.9, p.666).

Según un primer sistema, hay que buscar en los títulos del Embargo Retentivo y del
Embargo Inmobiliario del Código de Procedimiento Civil para ver cuáles son las
formalidades cuya omisión conlleva la nulidad, y la omisión de estas formalidades
conllevará igualmente nulidad en el procedimiento del embargo de rentas. De acuerdo a
otro sistema, solo respecto de los artículos del título del embargo inmobiliario a los cuales
reenvía el artículo 648 del Código de Procedimiento Civil deben ser observados a pena de
nulidad, no aplicándose más que respecto a ello las nulidades previstas en otros
embargos. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotées, 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, nn.3-4, p.670).

§2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La única diferencia en cuanto a este artículo y el 1317 del Proyecto de Código, es la


numeración de los artículos a los cuales se hace remisión, aunque ambos tratan los
mismos.

TÍTULO XI
DE LA DISTRIBUCIÓN A PRORRATA

Tabla de Contenido

1. En qué consiste la distribución a prorrata.


2. Cuándo procede. Comparación con el procedimiento del orden.

1. En qué consiste la distribución a prorrata.

Es el procedimiento de repartición del precio entre los acreedores quirografarios, que tiene
por finalidad, la distribución proporcional del precio de la venta de los bienes del deudor,
insuficiente para el pago total de sus acreencias, luego de haber sido desinteresados los
acreedores hipotecarios y quirografarios. (Capitant, Henri,1930. Vocabulario Jurídico,
p.231 ; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
761

Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.980; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes


Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.1, p.671).

En este procedimiento no existe causa de preferencia entre unos y otros acreedores.


(Capitant, Henri,1930. Vocabulario Jurídico, p.231).

Por esto cada acreedor soporta la pérdida total. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.361).

Los procedimientos previstos en los artículos 656 y 672 deben llevarse a cabo para lograr
una repartición equitativa de la suma obtenida con la venta en pública subasta de los
bienes embargados ejecutivamente y de los bienes inmuebles no gravados con hipotecas o
privilegios; o bien la repartición equitativa de las sumas embargadas retentivamente entre
los acreedores quirografarios. (Germán Mejía, Mariano, 1992. Vías de Ejecución, t.I., 2da.
ed., p.281).

2. Cuándo procede. Comparación con el procedimiento del orden.

La distribución por contribución procede si lo que se pretende dividir es el precio de los


bienes muebles de un deudor o el precio de los inmuebles que no se encuentren
hipotecados, pues, en caso de inmuebles hipotecados, el precio de éstos es distribuido
siguiendo el procedimiento del orden. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés,
1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.1, p.671; Germán Mejía, Mariano,
1992. Vías de Ejecución, t.I., 2da. ed., p.281; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. t. III, 3ra. ed., p.361; Vincent, Jean et Jacques Prévault, 1999. Voies D’Exécution et
Procédures de Distribution, 19a. Ed.,n.556, p.371).

De acuerdo con una parte de la doctrina, procede la distribución a prorrata del precio de
los inmuebles hipotecados, luego de pagados los acreedores privilegiados. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III,
nn.43-46, p.672).

La distribución por contribución puede tener lugar tanto en caso de embargos mobiliarios
como de embargos inmobiliarios. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.41, p.672).

El precio de un inmueble vendido voluntariamente debe ser distribuido por vía de


distribución y no por el orden, cuando no ha habido una cancelación completa o parcial
de la hipoteca, pues los acreedores hipotecarios a la venta no transfieren su privilegio al
capital mobiliario. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t.III, n.53, p.672; Vincent, Jean et Jacques Prévault, 1999. Voies
D’Exécution et Procédures de Distribution, 19a. ed.,n.556, p.371).

El procedimiento de distribución a prorrata y el procedimiento del orden, se distinguen en


que, mientras en el primero se distribuye el precio proporcionalmente, en el
procedimiento del orden se hace una repartición gradual, de acuerdo a la antigüedad de
las inscripciones de los acreedores quirografarios. (Capitant, Henri,1930. Vocabulario
Jurídico, p.231; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., pp.361 y
362).

A diferencia del orden, en donde se distribuye el precio de un inmueble hipotecado, la


distribución a prorrata, no se circunscribe a esta categoría de bienes. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.363).
762

En el procedimiento del orden, hay que acudir a la tentativa del arreglo amigable previo
orden judicial, mientras que en la distribución a prorrata, la distribución amigable no
existe, o al menos, se confunde con la consensual. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.362).

"Otra diferencia (...) es que la distribución va precedida del depósito de las sumas a
repartir...". (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.362).

La regla del artículo 773 del Código de Procedimiento Civil, según la cual se necesitan al
menos cuatro acreedores para la apertura del orden judicial, no es aplicable en caso de
distribución por contribución.(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, nn.29 y 31, p.671).

Artículo 656

En el caso de que las sumas embargadas o el precio de las ventas no basten para
pagar a los acreedores, el embargado y los acreedores estarán obligados, dentro del
término de un mes, a convenir en la distribución a prorrata.

Artículo 657

No poniéndose de acuerdo el embargado y los acreedores en el transcurso del


indicado término, el oficial que haya procedido a la venta, estará obligado a
depositar en la octava siguiente, y a cargo de todas las oposiciones, el importe de la
venta, con deducción de sus gastos, según la tasación hecha por el juez en la
minuta del acta; debiendo mencionarse esta tasación en las copias que se expidan.

Artículo 658

En la secretaría del tribunal se llevará un registro de las prorratas, por un juez que
al efecto nombrará el presidente; a requerimiento del ejecutante, o, a falta de éste,
de la parte más diligente, haciéndose dicho requerimiento por simple nota inscrita
en el mismo registro.

Tabla de Contenido

1. Condiciones generales de la distribución a prorrata.


2. Acreedores en la distribución a prorrata.
3. Distribución amigable. Generalidades.
4. Ausencia de acuerdo: apertura de la distribución a prorrata.
A. La consignación. Generalidades.
a. Personas obligadas a consignar.
b. Medios para forzar al depositario a consignar. Sanción.
B. Requerimiento de apertura. Auto del juez.
C. Tribunal competente.
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Condiciones generales de la distribución a prorrata.


763

El procedimiento de la distribución por contribución implica la existencia de varios


acreedores, entre los que se deberán distribuir las sumas obtenidas de la venta de los
bienes del deudor, no aplicándose el mismo cuando exista un sólo acreedor.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, n.6, p.671; Vincent, Jean et Jacques Prévault, 1999. Voies D’Exécution et
Procédures de Distribution, 19a. ed.,n.559, p.373).

Es admitido que es requisito indispensable, para que pueda iniciarse el procedimiento de


la distribución a prorrata, que las sumas a distribuir no basten para desinteresar
completamente al ejecutante y a los acreedores oponentes. (Germán Mejía, Mariano. 1992.
Vías de Ejecución, t.I., 2da. ed., p.282; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.984; Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.9,
p.671; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, t.IV,
4ta ed., pp.416 y 417; Vincent, Jean et Jacques Prévault, 1999. Voies D’Exécution et
Procédures de Distribution, 19a. ed., n.556, p.371).

Sería preferible admitir, que simplemente no procede el procedimiento de la distribución a


prorrata en los casos en que los acreedores no puedan ponerse de acuerdo en lo referente
a la distribución del precio. La jurisprudencia permite, en ciertos casos, la apertura del
orden de la distribución a prorrata, en los casos específicamente en los que se hayan
presentado contestaciones en lo referente a las pretensiones de ciertos acreedores.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.984).

Parte de la doctrina admite el procedimiento del artículo 656, en el caso en que los
acreedores no hayan sido pagados amigablemente, por la mala fe de su deudor.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, n.22, p.671).

Las acreencias a pagar deben ser líquidas y exigibles. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, nn.66 y 68, pp.671-
672; Vincent, Jean et Jacques Prévault, 1999. Voies D’Exécution et Procédures de
Distribution, 19a. ed.,n.562, p.374)

2. Acreedores en la distribución a prorrata.

La calidad de acreedor es necesaria para formar parte de la distribución (Jurisprudence


Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III,
n.73, p.673).

Todo acreedor, cualquiera que sea la naturaleza de su acreencia es admitido en la


distribución por contribución, siempre que pruebe que ha intentado por cualquier otra
vía, el cobro de su crédito. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.77, p.673; Vincent, Jean et Jacques Prévault,
1999. Voies D’Exécution et Procédures de Distribution, 19a. ed., n.562, p.373).

Los acreedores son todos admitidos en la distribución aún cuando no hubieren cumplido
con la formalidad de la oposición, pues ésta no es indispensable. Pero resulta prudente
realizar la oposición, pues es sólo a los acreedores que han cumplido con esta formalidad,
que se les debe notificar ciertos actos (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés,
1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, nn.86-87, p.673).
764

Los acreedores hipotecarios tienen interés en presentarse a la distribución por


contribución si no han sido enteramente desinteresados (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.107, p.674).

3. Distribución amigable. Generalidades.

La distribución a prorrata amigable debe llevarse a cabo entre el embargado y los


acreedores. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.985; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.118, p.674).

La presencia del embargado es indispensable para que se efectúe el acuerdo amigable


(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, n.139, p.674).

El procedimiento amigable se realiza sin la participación de un juez. (Glasson, E. et al,


1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.985; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.118, p.674; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.418).

No obstante los términos imperativos del artículo 656, se reconoce generalmente que la
formalidad de la distribución amigable es puramente facultativa, y que las partes pueden
suprimirla. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t.III, n.120, p.674; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.986;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, t. IV, 4ta ed.,
p.417).

La ley prevé una fase de arreglo amigable para evitar los gastos del procedimiento de
distribución a prorrata, pero no prevé ninguna sanción ante la posibilidad de su omisión.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.985).

Para el la distribución amigable, es necesario el consentimiento de los acreedores y del


deudor embargado. En caso de incapacidad, el consentimiento es otorgado según las
reglas del Código Civil. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.986).

Para participar en la distribución amigable, hace falta ser capaz para disponer y transigir
sobre el crédito. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.362).

El acreedor que rehúse adherirse al acuerdo amigable no puede ser condenado a daños y
perjuicios ni a los gastos de contribución, salvo que se pruebe en su contra la existencia
de fraude o de dolo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté, t.III, n.135, p.674).

Los acreedores que hubieren llegado a un acuerdo pueden hacer entre ellos cualquier
convenio que juzguen prudente. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.140, p.675).
765

La distribución amigable es comprobada por acto auténtico o por acto bajo firma privada
registrado, que las partes comunican al depositario de los fondos, quien paga a cada
acreedor contra recibo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.986; Taváres Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, 1999. t. IV. 4ta ed., p.418).

4. Ausencia de acuerdo: apertura de la distribución a prorrata.

“Cuando los acreedores no se han puesto de acuerdo, dentro del mes, o cuando nada han
dicho, habrá que recurrir a la apertura de la distribución judicial.” (Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3era. ed., p.363).

La tentativa de contribución amigable no tiene que ser constada, como en el caso de


preliminar obligatorio de conciliación. El silencio de las partes luego de pasado el mes
establecido por el artículo 656, es suficiente para que se realice apertura de la
distribución judicial. La distribución realizada antes de expirado este plazo es
considerada nula. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t.III, nn.1 y 6, p.676).

Es nulo el procedimiento de distribución judicial que haya sido iniciado antes de


transcurrido el plazo del mes que tienen las partes para entenderse amigablemente,
aunque hayan sido consignadas las sumas a distribuir. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.418).

“(…) el punto de partida de ese mes es el último acto de venta, cuando de trata de
embargo ejecutivo o de frutos no cosechados y si se trata de embargo retentivo lo será la
notificación de la sentencia de validez, al tercero embargado. Evidentemente ese plazo no
es fatal, y la distribución amigable, hecha después de su transcurso, debe admitirse como
buena y valida. Desde luego, una vez que haya transcurrido el plazo de un mes,
cualquier acreedor podrá solicitar o provocar la apertura de la distribución”. (Pérez
Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3era. ed., p.362).

A. La consignación. Generalidades.

"La consignación es el depósito del dinero en el lugar indicado por la ley." (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.363).

Para que sea posible realizar la distribución se requiere la previa consignación de las
sumas a pagar. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t.III, n.10, p.676).

Según una opinión, existe excepción al principio de la consignación previa distribución


cuando la sentencia autoriza al tercero embargado, o a los adjudicatarios de rentas,
acciones, frutos, etc., a guardar en sus manos el precio de la adjudicación, hasta el
momento de la distribución. De acuerdo a otro sistema, se exige la consignación de todas
las sumas embargadas que se encuentren en manos de terceros depositarios o deudores
bajo el título que fuere. Por otra parte, otro sector de la doctrina ha establecido que los
acreedores pueden dispensar a los deudores y depositarios de la previa consignación.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, nn.14-16, p.676).

El requisito de la consignación previa, conlleva, según una primera opinión, la nulidad de


la distribución; mientras que otro sector de la doctrina ha establecido que el
incumplimiento de esta formalidad solo podría acarrear sanciones disciplinarias para el
766

oficial actuante. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t.III, nn.24-26, p.676).

“La sanción a la falta de consignación, todas las veces en que ella es obligatoria, reside en
la imposibilidad de proceder a la distribución y eventualmente en sanciones
disciplinarias.” (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3era. ed., p.363).

El oficial o tercero detentador deberá consignar la suma producto de la venta más los
intereses, en caso de que no hubiere realizado en el término correspondiente la
consignación. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t.III, n.72, p.678).

La ley autoriza al ministerial que ha realizado la venta, a disminuir del monto


recaudado los gastos, antes de efectuar el depósito; el oficial público no podrá retener
los honorarios del notario y de los abogados. Esta regla se aplica igualmente para los
terceros embargados. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté, t.III, nn.73 y 75-76, p.678).

El consignante debe hacer constatar en el acto de venta los nombres, apellidos,


profesiones y domicilio de los oponentes y el acto por el cual éstos han hecho oposición.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, n. 111, p.679).

La consignación libera de la obligación al consignante; a partir de que se efectúa la misma


el dueño adquiere toda responsabilidad, por lo que si las sumas consignadas perecieren,
perecieren para él. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté, t.III, nn. 108-109, p.679).

a. Personas obligadas a consignar.

Luego de pasado el mes sin que hubiere un acuerdo entre los acreedores, el oficial que
efectuó la venta, deberá consignar en el plazo de la octava, las sumas recaudadas.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, n.33, p.677).

La consignación es obligatoria para los oficiales públicos, quienes no pueden negarse la


consignación bajo el pretexto de que los actos de oposición que se han realizado no
son válidos. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t.III, nn.33,39, p.677).

Es suficiente que hubiere habido venta a raíz del embargo, o venta voluntaria, y
oposición, para que el oficial que ha efectuado la venta esté obligado a consignar la
suma producto de ésta. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.53, p.677).

Está también obligado a consignar el tercero embargado. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.987).

El tercero embargado no está obligado a consignar, si su deuda no es exigible. (Pérez


Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.364).

b. Medios para forzar al depositario a consignar. Sanción.


767

La consignación debe efectuarse en el plazo de la octava que corre a partir de vencido el


mes para la tentativa de distribución amigable. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.986;
Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, n.56, p.677; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3era.
ed., p.363).

El deudor que rehúsa hacer el depósito puede ser constreñido medi ante el
emplazamiento ante el juez de los referimientos, a fin de que se le ordene el depósito
inmediato de las sumas o bien ser demandado por el pago de los intereses de las
sumas a depositar. La desobediencia de la orden del depósito puede conllevar la
destitución del oficial público. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, nn.63, 65, p.678).

El funcionario o el tercero detentador que se retrase en cumplir con la obligación de


consignación, podrá ser condenado al pago de los intereses y de las costas a partir de la
fecha en que se ha visto obligado ha realizar la consignación y si la falta del depósito
causa un perjuicio a alguna de las partes interesadas, el depositante podrá ser
condenado al pago de daños y perjuicios. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.987;
Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, nn.66,68, p.678).

B. Requerimiento de apertura. Auto del juez.

El procedimiento de distribución requiere del ministerio de abogado. (Jurisprudence


Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n. 1,
p.681).

El pedimento de la apertura del orden, se hace mediante instancia elevada por abogado
embargante sobre un registro que al efecto lleva el secretario, lo cual debe ser
acompañado del depósito de los documentos. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.988;
Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté Annoté, t.III, n. 57, p.681; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3era. ed., p.364).

En defecto del embargante, puede realizarlo la parte más diligente. (Jurisprudence


Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté,
t.III, n. 57, p.681; Pérez Méndez, Artagnan. Procedimiento Civil. 2000. t. III. 3ra. ed.,
p.364).

Puede requerir la apertura del procedimiento de distribución todo aquel que pueda
proceder a la contribución. Además, los acreedores del acreedor del deudor pueden
presentarse en su nombre en la distribución y su deudor ha sido negligente en el
cobro de su acreencia. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, nn.59,62, p.681).

Según un sistema, el embargante no está sometido a ningún plazo para re querir la


contribución. De acuerdo con otro sistema el embargante debe solicitar la distribución
a prorrata en el plazo de la octava que corre a partir del vencimiento del mes en el
768

que se pudo llegar a una distribución amigable. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, nn.67-69, p.681).

El abogado de la parte persiguiente que desea obtener la distribución, informa al


secretario sobre un registro de concurrencia, la requisición a todos los interesados
para que se presenten, y contiene el nombre del requeriente, el nombre de su
abogado, la fecha y el número de la consignación, el nombre de la parte embargada...
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté Annoté, t.III, n. 88, p.682).

En el caso de que hubiere concurrencia de requerientes, y que sus abogados se


presentaren simultáneamente, el presidente del tribunal debe decidir inmediatamente
quién dirigirá las persecuciones, sin dar lugar a proceso verbal, gastos o recurso de
apelación u oposición. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.988; Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté,
t.III, n. 98, p.682).

La instancia es dirigida al juez comisario, a fin de obtener el permiso de intimar a los


acreedores y al embargado para que tomen comunicación de las piezas sometidas.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté Annoté, t.III, n.3, p.683)

El juez dicta una ordenanza, otorgando dicho permiso. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3era. ed., p.364).

Es la ordenanza del magistrado que autoriza a intimar al embargado y a los oponentes, la


que constituye propiamente la apertura de la contribución. Este acto generalmente es
notificado por alguacil comisionado al efecto. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, nn.6-7, p.683).

La ordenanza que dicta el juez comisario constituye un acto de jurisdicción graciosa, por
lo que no puede ser recurrido por uno de los acreedores sometidos (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté,
t.III, n.11, p.683).

Si el solicitante resultare negligente en hacer los actos que se requieren para la


distribución, cualesquiera de los demás acreedores pudiere solicitar su reemplazo,
debiendo justificar los hechos que demuestren la negligencia. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, n.85,
p.682).

C. Tribunal competente.

Para el procedimiento de distribución a prorrata, el tribunal competente en razón de la


materia es el tribunal de primera instancia (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de
Ejecución, t.I., 2da. ed., p.285; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1913,
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, n. 25, p.680).

Ratione personae vel loci el tribunal competente, es el tribunal designado para


conocer del embargo y ordenar la venta. En el embargo retentivo, es el tribunal que
conoce de la demanda en validez del embargo y de las demandas en desembargo s. En
caso de que la distribución opere sobre el remanente del precio después del pago de
los acreedores inscritos o registrados, el tribunal competente lo es el que conoció del
769

orden (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, t. IV,
4ta ed., p.416).

Las competencias relativas enunciadas podrán ser derogadas por las partes, y en
caso de incompetencia esta irregularidad quedará cubierta por el silencio de las
partes. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure
Civile Annoté Annoté, t.III, n.39, p.680).

El tribunal civil ante el cual es solicitada la distribución es exclusivamente


competente para conocer de los inconvenientes que pudieren presentarse, por lo que
no puede proceder a la distribución, pues para ésta la ley ha exigido el nombramiento
de un juez comisario. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, nn.47-49, p.681).

En la República Dominicana, el juez del tribunal de primera instancia civil, se auto-


designa Juez Comisario para dirigir el procedimiento, en razón del carácter unipersonal
de nuestros Juzgados de Primera Instancia. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de
Ejecución, t.I., 2da. ed., p.285; García de Peña, Luis Víctor, 1999. Manual de Derecho
Judicial Privado: Los Embargos, p. 50).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones previamente anotadas, se mantienen en los artículos 1404, 1405 y


1406 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Artículo 659

Una vez vencidos los plazos que establecen los artículos 656 y 657, y en virtud del
auto del juez comisario, se intimará a los acreedores para que produzcan sus
documentos, y a la parte a quien se embarga para que tomen comunicación de ellos
y hacerles reparos, si hubiere lugar.

Tabla de Contenido

1. Intimación a las partes.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Intimación a las partes.

En virtud del auto dictado por el juez comisario, el persiguiente intima a los demás
acreedores oponentes para que produzcan los documentos justificativos de su oposición,
y a la parte embargada para que tome conocimiento de los mismos, y proceda a hacer los
reparos que considera. (García de Peña, Luis Víctor, 1999. Manual de Derecho Judicial
Privado: Los Embargos, p.50; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra.
ed., p.364).

La ley no indica un plazo dentro del cual debe de realizarse la intimación, después de la
dictada la ordenanza; se ha admitido, por analogía con las disposiciones del orden, que el
plazo de es de ocho días. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra.
ed., p.365).
770

"Se conoce cuáles son los acreedores a quienes se deben dirigir intimaciones: en caso de
embargo ejecutivo o de embargos de frutos no cosechados, por las oposiciones que fueren
notificadas al oficial público que hizo la venta; en caso de embargo retentivo o de embargo
de renta, por la denuncia de los embargos posteriores hecha por el tercero embargado al
abogado del primer ejecutante." (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.419).

Debe someterse a todos los que se encuentren en este extracto, excepto los que hubieren
formado oposición luego del nombramiento del juez comisario. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, nn.19-
20, p.683).

Si un acreedor no fuere intimado, por haber sido omitido en el extracto, tiene derecho de
recurrir en tercería el reglamento definitivo (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. t. III, 3ra. ed., p.365).

No se notifica a todos los acreedores quirografarios, en razón de que el persiguiente no los


conoce. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.989).

El emplazamiento puede ser válidamente hecho o en el domicilio elegido o en el domicilio


de los abogados. Si no se ha hecho elección de domicilio, según la opinión más recurrida,
la notificación debe ser hecha a la persona o al domicilio ordinario o real de los
acreedores oponentes; de acuerdo a otra opinión, la elección de domicilio es una
condición esencial para hacer la oposición, por lo que el persiguiente no está obligado a
notificar al domicilio real o a persona.( Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés,
1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, nn.56, 64-67, p.685).

En todos los casos, es válida la notificación hecha a persona o a domicilio, pues la


elección de domicilio en la oposición es sólo exigida por interés de los terceros.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté Annoté, t.III, n.70, p.685)

La intimación debe realizarse igualmente a la parte embargada, y más propiamente a la


persona en contra de la cual se ha formado oposición: deudor directo, heredero
beneficiario, legatario universal o a titulo universal, administrador, curador de una
sucesión vacante, etc. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, n.34, p.684).

El embargado es notificado en persona o domicilio. Si tiene domicilio elegido, se notifica


en el mismo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.990).

La falta de la puesta en causa de la parte embargada debe ser considerada como la


violación a una formalidad sustancial o de orden público, por lo que conlleva una nulidad
que afecta el procedimiento. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, n.37, p.684).

“La intimación debe contener copia de la ordenanza y de la instancia, y es el punto de


partida del plazo para la producción”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil.
t. III, 3ra. ed., p.365).
771

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La disposición precedentemente se mantiene vigente en el Proyecto de Código de


Procedimiento Civil en el artículo 1407.

Artículo 660

En el término del mes que sigue a la intimación, los acreedores que hagan oposición
en manos del que embarga o en las del oficial que haya procedido a la venta,
producirán sus títulos, a pena de quedar excluídos de su derecho, en poder del juez
comisario, con acto que contenga demanda de colocación de sus créditos y
constitución de abogado.

Artículo 661

El mismo acto contendrá la demanda para obtener privilegio; sin embargo, podrá el
propietario citar en referimiento ante el juez comisario al embargado y al abogado
más antiguo, para hacer que se falle preliminarmente acerca de su privilegio,
derivado de alquileres que se le adeuden.

Tabla de Contenido

1. Producción.
A. En qué consiste. Forma.
B. Acreedores que producen.
C. Plazo. Exclusión.
2. Fallo preliminar del privilegio.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Producción.

A. En qué consiste. Forma.

La producción de los documentos hecha por el acreedor en manos del juez comisario, va
acompañada con acto que contenga demanda de colocación de sus créditos y constitución
de abogado. Este acto reviste la forma de una instancia dirigida al juez comisario.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté Annoté, t.III, nn.1-2, p.685; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.420).

Contiene una demanda en colocación por el capital, los intereses y los gastos del
procedimiento. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.991; Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, n.2,
p.685).

Si bien la instancia de producción debe contener el monto del crédito, no es necesario que
se detallen las causas que lo originaron. Además, debe estar firmada por el abogado,
quien puede representar a varios acreedores. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.366).
772

El persiguiente, si es acreedor quirografario, debe por este acto solicitar el pago por
privilegio para los gastos de persecución, y el pago a prorrata, para su acreencia principal
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté Annoté, t.III, n.20, p.686).

En el proceso verbal, el juez debe hacer mención de cada producción, y de la fecha en la


que ha sido hecha. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, n.28, p.686).

La producción constituye una demanda en justicia, que interrumpe la prescripción y hace


correr los intereses. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.991; Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, n.3,
p.685; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, t. IV,
4ta ed., p.420).

B. Acreedores que producen.

Pueden producir, no solamente los acreedores oponentes que han sido intimados
conforme al artículo 659 del Código de Procedimiento Civil, sino y también aquellos que
se presenten espontáneamente para hacer valer sus derechos. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, n.43,
p.686).

No puede producir en una distribución por contribución, más que el acreedor de una
acreencia cierta, líquida y exigible. Una acreencia incierta no da lugar más que a una
colocación eventual. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, n.49, p.686).

Se puede producir una contribución en nombre de otro, siempre que sea sin fraude ni
dolo, puesto que ello es solamente hacer una procuración o mandato. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté,
t.III, n.59, p.686).

El acreedor hipotecario puede, luego de haber participado en el orden y haber sido


pagado, presentarse en la contribución por la parte restante de la misma acreencia. Así
mismo, los acreedores de un acreedor pueden concurrir a la contribución en
representación de su deudor (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, nn.59 y 61, pp.686 y 687).

Todos los acreedores deben producir aún cuando sean acreedores de sumas módicas o
acreedores que tenían un privilegio hipotecario (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, nn.82-83, p.687).

Ningún acreedor debe ser admitido en la contribución, si no hace su producción


acompañada de la demanda en colocación, conforme al artículo 660 del Código de
Procedimiento Civil. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, n.81, p.687).

C. Plazo. Exclusión.

Los acreedores que son intimados, cuentan con un mes para producir, a pena de
exclusión. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.990).
773

El plazo de un mes del artículo 660, no es un plazo franco susceptible y no es susceptible


de aumentar en razón de la distancia. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.990; Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté,
t.III, n.93, p.687; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.419).

La exclusión opera a falta de demanda en colocación formada en el plazo legal, así como
cuando haya depósito de títulos sin demanda en colocación. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III,
nn.104,109, p.688).

No es suficiente que los títulos hayan sido producidos en tiempo útil, ya que si fueron
retirados sin autorización del juez comisario y no reestablecidos antes del reglamento
provisional, el acreedor será excluido. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés,
1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté, t.III, n.127,p.688).

Basta que el título esencial sea producido en el plazo de un mes, y la exclusión no se


aplica a los títulos producidos que pueden ser considerados como el complemento de la
producción hecha dentro del plazo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.991; Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté Annoté,
t.III, n.134, p.689; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.420).

Tampoco incurre en la exclusión el acreedor que invoca un privilegio no invocado en su


producción, ni el acreedor que ha formulado sus demandas en colocación en el plazo,
pero que ha depositado sus documentos después de vencido el plazo.(Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, pp.991-992; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.420).

La doctrina está dividida en lo relativo a si un acreedor no oponente y que no se ha


intimado a la producción, puede también hacer su producción antes del plazo de un mes
impartido por el artículo 660. Un primer sistema ha establecido que en el embargo
retentivo hasta que la distribución no haya sido hecha, los nuevos acreedores pueden
formar un nuevo embargo y participar en la distribución; según otra opinión
diametralmente contraria, y dominante en la jurisprudencia, la exclusión pronunciada
contra los acreedores oponentes que lo hayan producido en el mes que corre a partir de la
intimación se aplica igualmente a los acreedores no oponentes, pues la falta de oposición
no hace recibible su producción. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, nn. 149-150 y 153, p.689).

“La caducidad no alcanza al acreedor que no ha recibido la denuncia, cuando es


necesario dirigirle una." (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed.,
p.369).

Los acreedores oponentes que no hayan recibido intimación de producción podrían


intervenir en el procedimiento para demandar una contribución complementaria, no sólo
hasta el reglamento provisional, sino además, hasta que intervenga el reglamento
definitivo (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t.III, n. 144, p.689).
774

La exclusión sólo es aplicable en el curso de una distribución por contribución, cuando


los fondos sean insuficientes para desinteresar a todos sus acreedores que hayan
realizado la producción, por lo que no se aplica al caso en el que exista un solo acreedor,
pues éste debería ser atribuido por sentencia. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, nn. 191-193, p.690).

Se admite generalmente que la exclusión pronunciada por el art. 660 tiene un carácter de
orden público, porque es establecida en miras de impedir que este procedimiento se
prolongue indefinidamente. De donde resulta que debe ser pronunciada por el juez no
solamente cuando la invoca un interesado, sino también en caso de no ser pedida, sino
también de oficio. Esto último, sin embargo, no es admitido por todos, sobre la base de
que se trata de relaciones entre acreedores, y, si éstos guardan silencio, el juez no puede
suplir de oficio una caducidad que nadie le ha pedido. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
pp.991-992; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
t. IV, 4ta ed., p.420).

Según un sector de la doctrina, si la demanda de privilegio se hace por acto separado,


debe ser dentro del plazo para la producción; de acuerdo a un segundo sistema, la
demanda en colocación por privilegio es tardía cuando es reclamada después del
reglamento provisional; y según un tercer sistema, hasta la clausura del estado de
colocación se puede reclamar la colocación por privilegio en un acto adicional
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, n.14,19-20, p.692).

El efecto de la exclusión consiste en la privación para los acreedores excluidos, de


intervenir en la contribución en concurso con los acreedores que han producido. Pero, la
exclusión de los acreedores que no han producido, no afecta sus títulos. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.992; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.202,205, pp.691-692).

2. Fallo preliminar del privilegio.

El propietario puede citar en referimiento ante el juez comisario al embargado, por


notificación a su abogado, y si no hubiere constituido, por notificación a persona o a
domicilio, y al acreedor que ha realizado en primer término la demanda, para hacer que
se falle preliminarmente acerca de su privilegio, derivado de alquileres que se le adeuden.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, nn.30-32, p.692).

Puede ser incoada esta demanda, a partir de la expiración del mes otorgado a los
acreedores para contradecir puesto que es a partir de este momento que se puede
conocer quién es abogado más antiguo. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.425).

Este privilegio no es acordado en base a la persona del propietario, si no por la razón de


su acreencia, los alquileres vencidos y dejados de pagar. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.40, p.693).

La corte de casación francesa, ha decidido, en lo relativo a la ordenanza dictada en esta


materia, que si no se elevan contestaciones, en juez comisario estatuirá en ella de manera
definitiva sobre la colocación sobre la cual versa, y si, por el contrario la colocación es
objeto de contestaciones, debe aplicarse el artículo 666, y enviar el asunto por ante el
775

tribunal, para que decida el asunto, siendo su ordenanza definitiva. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., pp.373-374).

"La concesión de este procedimiento de favor no dispensa al locador o arrendador, de


acuerdo con la opinión que prevalece, de la obligación de producir en el término de un
mes fijado por el art. 660." (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.427).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Los artículos precedentemente anotados, se mantienen intactos en los artículos 1408 y


1409 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Artículo 662

Se deducirán ante todo, por privilegio, los gastos del procedimiento judicial, con
preferencia a cualquier otro crédito que no sea el proveniente de alquileres debido
al propietario.

Artículo 663

Vencido el plazo arriba indicado, y aún antes, en el caso de que los acreedores
hayan presentado su título y documentos, el juez comisario redactará a
continuación de su acta, el estado de prorrata, hecha en virtud de los documentos
producidos; el ejecutante denunciará, por acto de abogado la clausura del
expediente a los acreedores que se hayan presentado, y al deudor a quien se haya
hecho el embargo, con intimación de tomar conocimiento de éste y de hacer
reparos acerca del expediente del juez comisario dentro del término de quince días.

Artículo 664

Si los acreedores y la parte embargada no tomaren comunicación durante ese


término, en manos del juez comisario, quedarán excluidos, sin necesidad de nueva
intimación ni sentencia; y no se hará reparo alguno si ya no hubiere lugar para
contestar.

Artículo 665

Si no hubiere contestación, cerrará el juez comisario su expediente y detendrá la


distribución o prorrata de las sumas, ordenando que el secretario haga
mandamiento a los acreedores para que éstos ratifiquen la sinceridad de sus
créditos.

Tabla de Contenido

1. Reglamento de colocación provisional.


a. Distribución parcial.
b. Subdistribución.
2. Denuncia del reglamento provisional.
776

3. Contestaciones. Plazo.
4. Subrogación en la persecución.

5. Ausencia de contestación: reglamento de colocación definitivo.


6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Reglamento de colocación provisional.

Una vez que ha transcurrido el plazo de producción, el juez redacta un estado de


colocación provisional. No se ha previsto plazo dentro del cual el juez debe hacer o
redactar este reglamento. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.1, p.696; Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3era. ed., p.367).

El juez comisario pudiere proceder antes de vencido este término, si todos los acreedores
hubieren producido. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté, t.III, n.2, p.696).

El juez levanta el estado de colocación provisional de oficio o a solicitud de la parte


interesada. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t.III, nn.4-5, p.696).

El juez comisario, para fines del estado de colocación, tiene total facultad para admitir o
excluir, en caso de vicios de fondo o de forma, a los acreedores que juzgue conveniente;
además, puede examinar los méritos de los títulos producidos. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, nn.56,58,
p.697).

En el estado de colocación, en donde se debe mencionar la suma a distribuir y los


nombres de los acreedores a quienes ha de pagarse, el juez coloca a éstos en orden de
preferencia, si son privilegiados, y a prorrata, si son quirografarios. Cada acreedor es
colocado por el capital, los intereses y los gastos en que ha incurrido; pero estas dos
últimas partidas son consignadas en el estado provisional solamente de un modo
aproximado… (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.994-995; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.421).

Los intereses y gastos se colocan de un modo aproximado en razón de que los intereses
siguen corriendo hasta tanto el estado no devenga en definitivo, y los gastos, no son
liquidados más que al momento de la distribución. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.995).

De acuerdo al artículo 662 del Código de Procedimiento Civil, los gastos del procedimiento
serán pagados por preferencia, antes que cualquier otro crédito, que no sea el debido al
propietario. Esta disposición no contraría las disposiciones del Código Civil. (Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.995).

El juez no puede acordar de oficio un privilegio que no le ha sido reclamado.


(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, n.3, p.692). Ni puede acordar otro privilegio que no sea el reclamado
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
777

Annoté, t.III, n.4, p.692; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3era. ed.,
p.366).

“Esta disposición se explica porque el privilegio de los gastos judiciales no existe sino con
relación a los acreedores a quienes aprovechan (…) tienen la preferencia los gastos del
abogado persiguiente y los gastos del abogado más antiguo con relación a las
contestaciones. Los gastos ocasionados entre acreedores contestantes y contestados
quedan a cargo de la parte que sucumbe.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.422).

Si se presentan al juez acreencias condicionales, éste tiene diversos medios a su


disposición: él puede ordenar la consignación del monto de su acreencia; puede acordar
su colocación inmediata, a condición de que preste fianza ante la posibilidad de que la
condición no se realice; o, puede conceder a los otros acreedores el importe de lo que le
correspondería a los acreedores condicionales, ordenando a los primeros prestar fianza
para pagar a los segundos si la condición se realiza. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.996; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, t. IV,
4ta ed., p.422).

Por analogía a lo dispuesto en el artículo 758, el juez comisario puede preparar una
distribución parcial, en los casos en que las contestaciones promovidas no sean
susceptibles de ejercer una influencia en tal colocación. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.422).

Es controvertida la cuestión que se refiere a si pueden ser colocados en subdistribución,


los acreedores de los acreedores colocables. De acuerdo a un primer sistema, la
subdistribución está prohibida, puesto que la misma permite a estos acreedores
atribuirse una suma de su deudor sin cumplir con la formalidad de un embargo retentivo,
ni con las formalidades de la distribución a prorrata; de acuerdo a un segundo sistema, la
subdistribución, debería ser admitida, porque economiza gastos y el tiempo de una nueva
distribución (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.423).

Los efectos del reglamento provisional consisten en que el mismo confiere a los acreedores
derechos adquiridos e irrevocables de privilegio con relación a los últimos en la
distribución, y la exclusión de los que no hubieren realizado producción. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III,
n.66, p.698).

2. Denuncia del reglamento provisional.

“Terminado el estado de colocación, el persiguiente debe hacerlo del conocimiento de los


acreedores que han producido, así como al embargado." (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3era. ed., p.367).

Según las disposiciones del artículo 663, el persiguiente deberá hacer la denuncia a los
acreedores y al deudor por acto de abogado a abogado, intimándolos a tomar
comunicación y a que realicen sus observaciones en el plazo de quince días. (Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.998; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.73, p.698).

La ley no fija el plazo en el cual esta denuncia debe ser hecha. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.998; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de
778

Procédure Civile Annoté, t.III, n.75, p.698; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3era. ed., p.367).

Existe controversia en los relativo a si, en caso de que un mismo abogado represente a
varios acreedores oponentes, es necesario notificar tantas copias como partes representa,
o si, por el contrario, bastará notificarle sólo una. La jurisprudencia no se ha formado un
criterio al respecto, y parece prudente notificar tantas copias del estado de colocación
provisional como partes represente el abogado. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.367).

El persiguiente no tiene que notificar el reglamento provisional a los acreedores que no


hubieren realizado la producción. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.88, p.698).

Si el acta es comunicada a requerimiento de la parte persiguiente, no se infiere que ésta


otorga aquiescencia al reglamento provisional, aún cuando no hubiere efectuado ninguna
reserva al respecto. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté, t.III, n.80, p.698).

La denuncia hace correr un plazo de quince días en el que se deben notificar las
contestaciones. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., , pp.367-
368).

3. Contestaciones. Plazo.

“El reparo o contestación consiste, igual que en materia de orden, en una declaración
inserta en el expediente, firmada por el abogado del contestante, mediante la cual se
critica el trabajo del juez comisario en lo que concierne a la distribución en sí misma. El
abogado puede, sin mandato especial de su cliente, formular un reparo, puesto que se
trata de un acto normal del procedimiento.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.424).

No se trata más que de una crítica al reglamento provisional. (Jurisprudente Générale


Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.3, p.699).

El plazo de quince días para realizar los reparos es fatal y conlleva la exclusión del
derecho de replicar posteriormente. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.999; Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III,
n.101, p.698).

Este plazo no es franco, y empieza a correr a partir de la última notificación, en caso de


que éstas no hayan sido realizadas en una misma fecha. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
pp.999-1000).

Podrá sustraerse de la exclusión el acreedor demuestre que la exclusión ha sido la


consecuencia de un acto fraudulento concertado entre el embargado y uno de los
acreedores. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.999).

4. Subrogación en la persecución.

Si el persiguiente es negligente o abandona la labor de realizar los actos a fin de la


distribución, cualquiera de los acreedores puede solicitar al juez la subrogación. En este
779

caso, es aplicable la disposición del artículo 776 del Código de Procedimiento Civil, que
establece el orden en que se realizará la subrogación en el procedimiento del orden.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, nn.151-152, p.703).

La subrogación en la persecución puede ser demandada por el acreedor embargante, por


los acreedores oponentes, por el depositario de los fondos, y en general, por todos
aquellos que tengan derecho a la distribución por contribución. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.157, p.703).

Ver las anotaciones del artículo 776, en lo referente al orden en que deben subrogarse los
acreedores.

5. Ausencia de contestación: reglamento de colocación definitivo.

Remitimos a las anotaciones de los artículos 669 y siguientes, en lo referente al


reglamento definitivo.

6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

En lo referente al artículo 662, precedentemente anotado, el Proyecto de Código de


Procedimiento Civil inserta una modificación, en virtud de la cual antes del privilegio por
las costas judiciales, se encuentra el privilegio del crédito fiscal.

Los demás artículos se mantienen vigentes en el Proyecto de Código de Procedimiento


Civil, en los artículos del 1411 al 1413.

Artículo 666

Siempre que surjan dificultades, el juez comisario remitirá las contestaciones a la


audiencia, donde se continuará la instancia por la parte más diligente, mediante
simple acto de abogado a abogado, sin otro procedimiento.

Artículo 667

El acreedor que promueva el litigio, aquel contra quien se inicie, la parte embargada
o el abogado más antiguo de los oponentes, figurarán únicamente en la causa, sin
que se pueda llamar al actor en calidad de tal.

Artículo 668

La sentencia se dictará en virtud del informe del juez comisario, y previas las
conclusiones del fiscal.

Tabla de Contenido

1. Procedimiento de las contestaciones.


A. Cómo se interpone. Partes.
B. Instrucción.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
780

1. Procedimiento de las contestaciones. Partes.

A. Cómo se interpone. Partes.

Los reparos se realizan por simple declaración al secretario, firmada por el abogado de la
parte contestante. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t.III, nn.39-40, p.700; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.369).

La ley no exige una producción inmediata de los documentos, pero la misma en


conveniente para que esté mejor fundamentada. Tampoco exige la ley, la notificación de
las producciones, porque se supone que el contestado tome conocimiento de ella en la
secretaría, pero se acostumbra a que el secretario les advierta de la producción a los
interesados. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.369).

Pueden contestar el reglamento provisional los acreedores, colocados o no, y el


embargado. deben justificar un interés. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.1000).

En el procedimiento de la instancia de reparos participan, el acreedor contestante, el


acreedor contestado, el embargado y el abogado más antiguo de los oponentes. La falta de
emplazamiento a todas estas partes no entraña necesariamente la nulidad,
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, nn.2,9, p.707).

El abogado más antiguo representa a la masa de acreedores o acreedores no contestados.


(Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.370).

Durante el procedimiento para conocer de los reparos, cualquier acreedor pueden


intervenir para hacerse colocar en la contribución. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.63, p.708)

Si se hicieren contestaciones, el juez comisario deberá enviarlas para su conocimiento al


tribunal civil ante el cual la contribución esté abierta, donde se constituirá una verdadera
instancia, que será dirimida por sentencia. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de
Ejecución, t.I., 2da. ed., p.286; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.1, p.706).

La ley no dice el plazo dentro del cual debe tener lugar tal remisión, como tampoco el
plazo dentro del cual, el tribunal debe fijar audiencia. El envío se hace por medio de
ordenanza que dicta el juez, escrita al pie del proceso verbal de distribución. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.369).

B. Instrucción.

La audiencia es perseguida por simple acto de abogado a abogado a requerimiento de la


parte más diligente; sin embargo, el embargado debe recibir citación. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.370).

El asunto será juzgado sumariamente, no es necesario que las defensas se encuentren


por escrito, basta con que se produzcan en audiencia (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III,, nn.1,5, p.709).

Luego de las conclusiones de las partes, el ministerio público ha de otorgar su opinión


oral. El tribunal puede reservarse el fallo y fallarlo en audiencia ulterior (Jurisprudence
781

Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III,
n.8,11, p.709).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Estas disposiciones se mantienen vigentes en el Proyecto de Código de Procedimiento


Civil, en los artículos 1414, 1415 y 1416.

Artículo 669

En los diez días después de la notificación a abogado, se interpondrá la apelación de


esta sentencia; y el acto se notificará al domicilio del abogado, debiendo contener
citación y enunciar los agravios, y fallándose en esto lo mismo que en materia
sumaria.
Únicamente las partes que indica el artículo 667, podrán ser intimadas en dicha
apelación.

Artículo 670

Después de vencido el plazo fijado para la apelación, y en caso de ésta, después de


haberse notificado la sentencia en el domicilio del abogado, el juez comisario
cerrará su expediente del modo prescrito por el artículo 665.

Artículo 671

Ocho días después de cerrarse el expediente, el secretario librará los mandamientos


en él contenido a los acreedores, para que en virtud de ellos, ratifiquen ante él la
sinceridad de sus créditos.

Artículo 672

Los intereses de las sumas admitidas a prorrata, cesarán desde el día en que se
cierre el expediente de distribución si no se promueven contestaciones: en caso de
haberlas, desde el día de la notificación de la sentencia que haya decidido; y si hay
apelación, quince días después de la notificación de la sentencia que recaiga, en
virtud de apelación.

Tabla de Contenido

1. Notificación de la sentencia sobre contestaciones. Recursos.


2. Apelación. Plazo.
3. Cierre del expediente: reglamento definitivo.
4. Mandamiento de colocación. Ejecución.
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Notificación de la sentencia sobre contestaciones. Recursos.

Se notifica sentencia sobre las contestaciones, a los abogados de las partes que hayan
figurado en la instancia. La ley no indica plazo alguno, dentro del cual deba procederse a
la notificación. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.370).
782

La sentencia que estatuya sobre las contestaciones de la distribución, no son susceptibles


de oposición. Las vías de recursos sometidas a reglas excepcionales (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.1002).

En sentido contrario: Se admite generalmente, ante el silencio de la ley en esta materia


especial, que no procede el recurso de oposición en contra de la sentencia sobre
contestaciones. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.425).

2. Apelación. Plazo.

En materia de distribución por contribución, podemos considerar como apelables las


sentencias sobre contestaciones al reglamento provisional, cuando versen sobre un
incidente de la contribución, estatuyan sobre la validez de este procedimiento, decidan
sobre la incompetencia o sobre una intervención voluntaria o forzosa, o sobre la suma a
distribuir, etc. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t.III, n.31, p.711).

La apelación de las sentencias rendidas sobre las contestaciones, deben ser interpuestas
dentro de los diez días de la notificación al abogado de la parte. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.1002; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t.III, n.132, p.714; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. t. III, 3ra. ed., p.371).

En grado de apelación, no pueden intervenir los acreedores que no hayan sido partes en
primera instancia. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.1003).

Cuando la corte de apelación estatuye, envía a las partes ante el tribunal de primera
instancia, para que dicte reglamento definitivo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n. 207, p.716).

Las disposiciones relativas a la apelación del artículo 669, se aplican, a pena de nulidad,
en todos los casos y a todas las partes, en materia de contribución. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.1,
p.711).

3. Cierre del expediente: reglamento definitivo.

“Vencidos los plazos para hacer reparos o formular contestaciones, o bien para recurrir
la sentencia que decide sobre éstos, el juez procede a cerrar el expediente mediante un
acta del estado definitivo de las prorratas. Es esta acta definitiva levantada por el juez,
luego de que los pedimentos de la colocación, han sido zanjados definitivamente, lo que se
conoce como Auto de Clausura”. (Germán Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución, t.I.,
2da. ed., p.286).

La justificación de la expiración de los plazos, luego de los cuales se puede proceder al


reglamento definitivo, cuando haya habido contestaciones, se hace por la presentación del
certificado del abogado de la parte persiguiente, contentivo de la fecha de notificación de
la sentencia al abogado. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.1, p.717).
783

La ley no prescribe plazo alguno para la clausura del proceso verbal, ni para la redacción
del reglamento definitivo, habiéndose o no habiéndose suscitado contestaciones.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, nn.1-2, p.704; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra.
ed., p.371).

Las sumas principales a distribuir se componen de los capitales disponibles. El juez para
conocer la suma exacta antes de la clausura, deberá solicitar al depositario dicho monto.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, nn.21-22, p.704).

“Este auto de clausura, o distribución definitiva, lo mismo que en materia de orden,


contiene: distribución de las sumas conforme al estado provisional de distribución si no
fue impugnado o si fue confirmado, o conforme a la sentencia que lo revoca; cuenta de
intereses; cuenta de los gastos privilegiados de persecución; constancia de la entrega de
las facturas de colocación.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.426).

El reglamento definitivo no es una sentencia, es una ordenanza. (Jurisprudence Générale


Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.42, p.665).

Esta ordenanza tiene la autoridad de la cosa juzgada, por lo que son admitidas todas las
vías de recurso. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, 3ra. ed., p.371).

Ante el silencio del legislador, se admite para el acta definitiva producto de la


contribución, los mismos recursos que para el acta de colocación del procedimiento del
orden, es decir oposición y tercería. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.60, p.705).

4. Mandamiento de colocación. Ejecución.

Del acta definitiva podrá ser expedida copia fiel a cada uno de los acreedores colocados,
por parte del secretario del tribunal. Es la copia fiel del acta de clausura expedida por el
secretario después de los ocho días del cierre del expediente, a favor de los acreedores
colocados, lo que se conoce como mandamiento, cuenta o factura de colocación. (Germán
Mejía, Mariano. 1992. Vías de Ejecución, t.I., 2da. ed., p.286).

Sólo a la vista del mandamiento de colocación, la caja de consignación, se encuentra


obligada a entregar las sumas por las que han sido colocados los acreedores en el estado
de colocación definitivo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.1006).

El mandamiento de colocación, preparado por el secretario o por el abogado del


persiguiente, contiene la parte del reglamento definitivo, concerniente al acreedor al que
es entregado. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.1006).

En vista de asegurar la sinceridad de las reclamaciones, la ley exige que el acreedor,


asistido de su abogado, declare que la suma para la cual él ha sido colocado, le es
realmente debida, y que él consiente a la distribución por contribución. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.1007; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913.
784

Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.III, n.1, p.718; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, t. IV, 4ta ed., p.427).

Para evitar los gastos, el secretario expide un mandamiento de colocación colectivo, a


nombre de los acreedores que tienen constituido el mismo abogado. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.984).

El pago a los acreedores es hecho por la notificación del mandamiento al detentador de


los fondos. El mandamiento es ejecutorio de pleno derecho contra aquel que debe pagar.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés, 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.III, n. 48, p.719).

A medida en que van recibiendo los pagos, la caja de consignación, va anulando las
oposiciones de los acreedores que se encuentran en sus registros (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.1007).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Estas disposiciones se mantienen vigentes en el Proyecto de Código de Procedimiento


Civil, en los artículos del 1417 al 1420.

TÍTULO XII
DEL EMBARGO INMOBILIARIO

Tabla de Contenido

1. Definición.
2. Naturaleza y caracteres esenciales.
3. Bienes susceptibles de embargo inmobiliario.
4. Quién y contra quién se puede embargar inmobiliariamente.
5. Procedimientos especiales de embargo inmobiliario.
6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Definición.

“Procedimiento de ejecución que tiene por objeto poner bajo custodia de la justicia, previo
mandamiento, un inmueble, un usufructo sobre un inmueble o un arrendamiento
enfitéutico pertenecientes al deudor o a un tercero causahabiente de este último, a
requerimiento del acreedor con título ejecutivo y con el fin de efectuar la venta judicial de
esos bienes, en presencia de las personas nombradas y de los acreedores inscritos”.
(Capitant, Henri, 1977. Vocabulario Jurídico, 7ma. ed., p.245).

Es un “complejo procedimiento de carácter judicial o administrativo, dependiendo de si


plantean y se deciden o no incidentes en el mismo, que tienen como finalidad el cobro
forzoso de un crédito que está amparado en un título ejecutorio y que se aplica a un bien
inmueble del deudor, sin importar las manos en que se encuentre ese bien, por medio de
la venta pública.” (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de Derecho Inmobiliario, pp.953-954).

Es una vía de ejecución, por la cual un acreedor pone en las manos de la justicia los
inmuebles de su deudor para provocar su venta y cobrarse del precio de la misma.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
785

p.791; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de


Distribution, 16va. ed., p.362).

Es un procedimiento que recae sobre bienes inmuebles y que persigue directamente la


venta de los efectos embargados. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., pp.36-37).

Es aquel que recae sobre los inmuebles del deudor. (Germán Mejía, Mariano, et al, 2002.
Conferencias sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta.
ed., p.129).

2. Naturaleza y caracteres esenciales.

El embargo inmobiliario tiene un carácter especial dentro del sistema de ejecución


forzada. Es un procedimiento judicial, donde el tribunal actúa en atribuciones de
administración judicial. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.218).

Este embargo se lleva ante un tribunal, pero no en atribuciones jurisdiccionales, sino


como guardián para que los procedimientos se hagan conforme a todas las prescripciones
de la ley. (Germán Mejía, Mariano, et al, 2002. Conferencias sobre Vías de Ejecución,
Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.131).

Es impulsado por el persiguiente, teniendo el juez un papel pasivo. (Pérez Méndez,


Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 199).

Es un procedimiento lento, complicado y costoso. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,


Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.291; Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.198; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.219; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed., p.362).

Es un procedimiento de orden público. (Sent. SCJ. 28 de octubre de 1940. BJ. 563.591,


citada por: Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho
Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999 –2000,
16 de diciembre a 6 de enero, año número 3, revista número 72, pp.21; Sent. SCJ 14 de
noviembre del 2001. BJ 1092.99-100).

Las normas que lo reglamentan no son afectadas por las prescripciones generales del
derecho común. (Sent. SCJ. 28 de octubre de 1940. BJ. 563.591, citada por: Germán Mejía,
Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el
Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de
enero, año número 3, revista número 72, pp.21).

3. Bienes susceptibles de embargo inmobiliario.

En principio todo inmueble es susceptible de ser embargado inmobiliariamente.


(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.792; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.506).

Puede recaer el embargo inmobiliario sobre los inmuebles, los usufructos del inmueble y
los arrendamientos enfitéuticos. (Capitant, Henri, 1977. Vocabulario Jurídico, 7ma. ed.,
p.245).
786

“El acreedor puede reclamar la expropiación: 1o. de los bienes inmuebles y sus accesorios
reputados como tales, que pertenezcan en propiedad a su deudor; 2o. del usufructo
perteneciente al deudor sobre los bienes de la misma naturaleza.” (Artículo 2204 del
Código Civil Dominicano).

Pueden ser embargados los inmuebles por su naturaleza, o el usufructo sobre los
mismos. Los inmuebles por su destino, en principio, no pueden ser embargados, sino con
el fundo al que se encuentren afectados, que en caso de ser embargado los comprende
automáticamente dentro del embargo. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.792; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p. 192; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.221).

“Los frutos y cosechas no pueden embargarse inmobiliariamente, independientemente de


las fincas a las cuales pertenecen.” (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil,
t.III, 3ra. ed., p. 192; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et
Procédures de Distribution, 16va. ed., p.368).

Un embargo inmobiliario no puede recaer sobre un inmueble por destino, que haya
recuperado su carácter mobiliar. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.505-506; Vincent,
Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed.,
p.371).

Por excepción, los inmuebles por destino son susceptibles de ser embargados
separadamente, pero por la vía del embargo ejecutivo, cuando se trate de las hipotecas
previstas en el artículo 593 del Código de Procedimiento Civil. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.792).

Los inmuebles por el objeto al cual se encuentran afectados, son susceptibles de embargo
inmobiliario, en la medida en que sean susceptibles de ser hipotecados. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.793).

“Los inmuebles embargados pueden ser registrados o no registrados”. (Germán Mejía,


Mariano, et al, 2002. Conferencias sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan
Pérez Méndez, 5ta. ed., p.138).

Se pueden embargar inmobiliariamente uno o varios inmuebles del deudor al mismo


tiempo, para lo cual hay que someterse a las previsiones del artículo 2210 del Código
Civil. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 192).

“La venta forzosa de bienes que estén situados en diferentes distritos, no puede
promoverse sino sucesivamente, a no ser que formen parte de una sola explotación. Debe
intentarse ante el tribunal en cuya jurisdicción se encuentre el establecimiento principal
de la explotación o a falta de éste, la parte de bienes que represente mayor beneficio.”
(Artículo 2210 del Código Civil Dominicano).

“Si los bienes hipotecados al acreedor y los no hipotecados, o los situados en distintos
distritos, forman parte de una sola y misma explotación, se hará juntamente la venta de
unos y otros en el caso de pedirlo el deudor, con estimación parcial del precio de la
adjudicación si fuere procedente.” (Artículo 2211 del Código Civil Dominicano).

“Los inmuebles de un menor, aunque esté emancipado, o de un objeto a interdicción, no


pueden ponerse en venta antes de la excusión del mobiliario.” (Artículo 2206 del Código
Civil Dominicano).
787

“La excusión del mobiliario no puede pedirse antes de la expropiación de los inmuebles
poseídos proindiviso entre un mayor y un menor o un sujeto a interdicción, si les fuere
común la deuda, ni en el caso en que los procedimientos judiciales hayan empezado
contra un mayor o antes de la interdicción.” (Artículo 2207 del Código Civil Dominicano).

Antes de la excusión del mobiliario no puede procederse, a pena de nulidad, al embargo


de los inmuebles del incapaz; pero el mandamiento de pago puede serle notificado, porque
este acto no forma parte del embargo, sino que le precede. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.507; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.222).

“(…) la parte indivisa de un coheredero en los inmuebles de una sucesión, no puede


ponerse en venta por sus acreedores personales antes de la partición o la licitación que
pueden promover, si lo hubieren considerado oportuno, o en los que tengan derecho a
intervenir según el artículo 882, título de las sucesiones.” (Artículo 2205 del Código Civil
Dominicano).

”(...) se pueden embargar una parte en copropiedad; pero, al contrario, los acreedores
personales de un heredero no pueden embargar su parte indivisa.” (Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 194).

La disposición del artículo 2205 del Código Civil, no prohíbe aceptar como garantía un
inmueble en estado de indivisión; el acreedor que así lo haga no compromete su
responsabilidad civil. Sí compromete su responsabilidad civil, el acreedor hipotecario que
ponga en venta, como consecuencia de un embargo inmobiliario, un inmueble en estado
de indivisión, antes de la partición o licitación que puede promover no sólo el deudor, sino
y también los demás coherederos. (Sent. SCJ. 5 de septiembre del 2001. BJ.1090-32-33).

“A partir de la transcripción, el bien de familia así corra sus frutos son inembargables,
aún en caso de quiebra o de liquidación judicial; no se hace excepción más que en favor
de los acreedores anteriores que se hayan conformado a las disposiciones que preceden,
para conservar el ejercicio de sus derechos. Dicho bien no puede ser ni hipotecado, ni
vendido en retroventa, ni dado en anticresis.” (Artículo 13 de la Ley 1024 sobre
Constitución de un Bien de Familia Inembargable del 24 de octubre de 1928).

La inembargabilidad del bien de familia, sólo desaparece por medio del cumplimiento de
las formalidades establecidas por Ley 1024 de 1928, que reglamente esta institución.
(Sent. SCJ. 22 de diciembre de 1999, BJ, 1069.170-176, citada por: Luciano Pichardo,
Rafael, 2002. Lustro de Jurisprudencia Civil 1997-2002, pp.79-80).

Son inembargabes los inmuebles dados en garantía de préstamos concertados por las
Asociaciones de Ahorros y Préstamos salvo el caso de los créditos de los trabajadores en
virtud del artículo 731 del Código de Trabajo. (Sent. SCJ.31 de julio del 2002.
BJ.1100.973-975).

Ver anotaciones del artículo 592, en lo referente a los bienes inembargables.

4. Quién y contra quién se puede embargar inmobiliariamente.

Son partes en el procedimiento de embargo inmobiliario: el acreedor o persiguiente y el


deudor o perseguido. También pueden concurrir al mismo, los acreedores inscritos,
788

cualquier adquiriente de derechos y toda persona con un interés legal y legítimamente


protegido. (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de Derecho Inmobiliario, p.963).

El acreedor persiguiente es el que ha tomado la iniciativa en el procedimiento de embargo


inmobiliario, teniendo un crédito que no ha podido cobrar, amparado en un título
ejecutorio. (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de Derecho Inmobiliario, p.963).

Puede proceder al embargo inmobiliario, todo acreedor que posea un título ejecutorio; ya
sea un acreedor hipotecario, privilegiado o quirografario. (Germán Mejía, Mariano, et al,
2002. Conferencias sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez,
5ta. ed., pp.131-132).

“Si el acreedor no tiene pleno ejercicio de la capacidad civil, debe estar representado o
asistido conforme a las reglas del derecho común, relativas a la capacidad de estar en
justicia y de obligarse.” (Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios de las Vías de
Ejecución, 3ra.ed., p.184).

Se admite que pueden embargar los extranjeros provistos de un título ejecutorio, sin
necesidad de prestar fianza judicatum solvi. (Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios de
las Vías de Ejecución, 3ra.ed., p.184).

“No se puede proceder a la expropiación forzosa de los inmuebles, sino en virtud de un


título auténtico y ejecutivo por una deuda cierta y líquida. Si la deuda fuere en especies
no liquidadas, serán válidos los procedimientos, pero no podrá hacerse la adjudicación,
sino después de la liquidación.” (Artículo 2213 del Código Civil Dominicano).

“No puede el acreedor proceder a la venta de los inmuebles que no le hayan sido
hipotecados, sino en el caso de insuficiencia de los bienes que lo hayan sido.” (Artículo
2209 del Código Civil Dominicano).

En el citado artículo la palabra hipoteca se utiliza en el sentido lato, por lo que


comprende los privilegios especiales. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.223).

Esta disposición trata menos favorablemente al acreedor con una hipoteca especial que al
acreedor quirografario, quien puede embargar cualquiera de los inmuebles del deudor,
mientras que el primero solo puede hacerlo cuando se presente insuficiencia en los
inmuebles hipotecados. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.793; Germán Mejía, Mariano, et al, 2002. Conferencias sobre
Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.133; Glasson,
E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, pp.505-506; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.223).

La cuestión de saber a quién incumbe la prueba de la insuficiencia de los bienes


hipotecados constituye una controversia. Algunos piensan que corresponde al acreedor
hipotecario que pretende embargar bienes no hipotecados presentar la prueba de la
insuficiencia; otro criterio sostiene que esta prueba le incumbe al deudor, demandante de
la excepción. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.793).

Se verifica la insuficiencia de los bienes hipotecados para cubrir una deuda, mediante la
circunstancia de que la venta pública de los mismos produce una suma inferior a aquella.
(Sent. SCJ. 11 de agosto 1953. BJ.517.1528, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002 y
789

Machado, Pablo Antonio, 1958. La Jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo, t.I,


pp.691-692).

“El deudor perseguido es el titular de los derechos inmobiliarios que recaen sobre el
inmueble que es objeto del procedimiento de embargo. Tiene una obligación vencida que
no ha pagado. Es la parte pasiva del procedimiento.” (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de
Derecho Inmobiliario, t.III, p.963).

Cuando el deudor es incapaz, las persecuciones del embargo inmobiliario, se dirigen


contra su representante legal, si es un menor no emancipado o un interdicto, y
simultáneamente contra el incapaz y su curador o consultor judicial, cuando se trata de
un menor emancipado o provisto de un consultor judicial. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.794; Pérez Méndez, Artagnan,
1997. Procedimiento Civil, t.III., 2da.ed., p.196).

“Las disposiciones del artículo 1414 no obstan para que los acreedores de una sucesión,
en parte mobiliaria e inmobiliaria en parte, exijan su pago sobre los bienes de la
comunidad.” (Artículo 1416 del Código Civil Dominicano, modificado por el Artículo 1ro. de
la Ley. N. 189-01, del 22 de noviembre del 2001).

“Pueden los acreedores exigir el pago de las deudas contraídas por la mujer, tanto sobre
sus propios bienes, los del marido o de la comunidad (…)” (Artículo 1419 del Código Civil
Dominicano, modificado por el Artículo 1ro. de la Ley. N. 189-01, del 22 de noviembre del
2001).

“La sentencia que declare la quiebra implica, de pleno derecho, desde el día de su fecha,
el apartamiento del quebrado de la administración de todos sus bienes, aún de aquellos
que puedan recaer en él mientras se halle en estado de quiebra. Desde la fecha de esta
sentencia, toda acción mobiliaria o inmobiliaria, solamente se seguirá o intentará contra
los síndicos. Lo mismo será respecto de todo procedimiento ejecutivo, tanto sobre los
muebles, como sobre los inmuebles. Cuando el tribunal lo juzgue conveniente, podrá
recibir al quebrado como parte interviniente.” (Artículo 443 del Código de Comercio
Dominicano).

El embargo inmobiliario normalmente se dirige contra el deudor, propietario del


inmueble. Pero, si el acreedor es hipotecario o privilegiado, le beneficiaría el derecho de
persecución, que le permite practicar el embargo de un inmueble en manos de un tercero
detentador. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.793).

El embargo realizado por un acreedor hipotecario o privilegiado puede ser dirigido contra
el tercero detentador del inmueble, aún cuando éste sea un adquiriente a título oneroso,
heredero a beneficio de inventario, donatario…, puesto que el acreedor tiene una relación
in rem, que nada tiene que ver con la persona de dicho tercero. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.795).

“La hipoteca es un derecho real sobre los inmuebles que están afectos al cumplimiento de
una obligación. Es por su naturaleza indivisible, y subsiste por entero sobre todos los
inmuebles afectados, sobre cada uno y sobre cada parte de los mismos. Sigue a dichos
bienes en cualesquiera manos a que pasen.” (Artículo 2114 del Código Civil Dominicano).

5. Procedimientos especiales de embargo inmobiliario.


790

“Existen en nuestro derecho procesal cuatro modalidades de Embargo Inmobiliario: a) el


ordinario, previstos por los Artículos 673 a 748 del Código de Procedimiento Civil, 2204 a
2217 del Código Civil y al cual también hacen referencia algunas disposiciones de la Ley
No. 1542 de 1947, sobre Registro de Tierras, particularmente los artículos 10 y 219 a
224; b) el abreviado, previsto por la ley No. 6186, del 12 de febrero de 1963; c) el
abreviado, previsto por la ley No. 4453, del 9 de marzo de 1956: y d) el abreviado, previsto
por la Ley No. 16-92, del 15 de mayo de 1992”. (Germán Mejía, Mariano, Estudio
Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario
Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año número 3,
revista número 72, pp.17).

El embargo inmobiliario previsto por la Ley 6186, surge en interés de hacer más ágil la
ejecución inmobiliaria y evitar los incidentes considerados como habituales en el
procedimiento de embargo inmobiliario ordinario, de manera que se garantice el cobro de
los créditos agrícolas del Banco Agrícola. (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de
los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta
Judicial, Año1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año número 3, revista número 72,
pp.17). (Al respecto ver la obra del profesor Froilán Tavares Hijo, v.IV, pp.338-345).

“Cuando se trata de un embargo inmobiliario practicado en la forma prescrita por la Ley


No. 6186 de 1963, sobre Fomento Agrícola, como ocurren en la especie, el artículo 148 de
la citada Ley deroga las reglas de derecho común relativas al procedimiento de los
incidentes del embargo, en cuanto a la competencia y a las vías de recurso, limitando la
prohibición de ejercer tales vías al solo recurso de apelación”. (Sent. SCJ. 17 de Enero del
1984. BJ. 866. 61, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación
General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Este procedimiento inicialmente sólo era aplicable a las ejecuciones perseguidas por el
Banco Agrícola, y luego fue extendido a los créditos de los abogados por concepto de
costas y honorarios, de las Asociaciones de Ahorros y Préstamos, de la Corporación de
Fomento Agrícola Industrial, de los Bancos de Desarrollo, del Instituto Nacional de la
Vivienda y de los trabajadores y empleadores, surgidos en ocasión de los contratos de
trabajo. (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho
Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año1999 – 2000,
16 de diciembre a 6 de enero, año número 3, revista número 72, pp.17-32).

“Cuando los deudores de cuotas periódicas no las satisfacieren en los plazos fijados, las
Asociaciones podrán ejercer el procedimiento ejecutorio del embargo inmobiliario y
tendrán los mismos privilegios que conforme al Título VI, Capítulo 20 de la Información
Ley No. 908, y sus modificaciones, publicada en la Gaceta Oficial No. 6269, del 9 de junio
de 1945, al Banco de Crédito Agrícola e Industrial de la República Dominicana, relativas a
la seguridad y reembolso de los Préstamos en la expropiación y venta que persiga en la
ejecución de los mismos, y por lo tanto dichas disposiciones se aplicarán a los
procedimientos que para tales fines realicen las Asociaciones…” (Artículo 36 de la Ley
5897 del 1962).

Esta disposición ha sido catalogada por muchos, de inconstitucional, bajo el argumento


de que vulnera el principio de igualdad del artículo 100 de la Constitución, en el cual no
se descarta la posibilidad de que el legislador establezca diferencias entre los individuos,
sino que precisa que tales distinciones sólo podrán ser el fruto de los talentos y virtudes
de las personas. Y al Banco Agrícola y a las Asociaciones de Ahorros y Préstamos, los
acompañan talentos y virtudes que los hacen merecedores de los beneficios contemplados
por la ley para la recuperación de sus créditos: su función es la de conceder préstamos
destinados a la producción agrícola y a la construcción, adquisición y mejoramiento de la
vivienda respectivamente, lo cual ha de confrontarse con el hecho de que la producción
791

agropecuaria, como la adquisición de la vivienda propia, han sido declaradas de alto


interés social, por nuestra Constitución. Y es en el marco de este mandato constitucional,
que la ley les asigna un rol preponderante a dichas instituciones para lograr las metas del
Estado en sus respectivas áreas, y les otorga el privilegio de disponer de un procedimiento
de embargo inmobiliario expedito que posibilite una recuperación ágil del crédito
concedido, y que a su vez, les permita continuar brindando ese servicio a favor de otros
interesados, más aun, si se toman en cuenta las condiciones blandas bajo las cuales
éstas otorgan el financiamiento. lo cual hace más imperativo que éstas cuenten con
mecanismos de cobros dinámicos, a fin de que los valores captados sean recolocados en
los sectores destinatarios del financiamiento, y así mantenerse no sólo con la solvencia y
la solidez requeridas, sino cumpliendo la función social para la cual fueron creadas.
(Calderón, Aquiles B. ¿Es Inconstitucional el Procedimiento Sumario de Embargo
Inmobiliario?, Gaceta Judicial, Año 1998, 22 de octubre a 5 de noviembre, año número 2,
revista número 43, pp. 34 -35).

La Ley No. 5897 no contraría el inciso 5 del artículo 8 de la Constitución, por constituir
una disposición legal aplicable sin distinción en beneficio de toda la comunidad, como
tampoco al artículo 100 del mismo texto, ya que no contiene ninguna situación de
privilegio que atente al tratamiento igualitario a que son acreedores todos los nacionales
dominicanos, entre quienes no debe existir otras diferencias que las que resulten de los
talentos y virtudes y jamás en títulos de nobleza o distinciones hereditarias. (Sent. SCJ.
13 de octubre de 1999. BJ.1067.42).

“La ejecución por vía de embargo de la sentencia de los tribunales compete al tribunal de
trabajo que dictó la sentencia, y se regirá por el procedimiento sumario previsto en este
código y, supletoriamente, por el derecho común, en la medida en que no sea
incompatible con las normas y principios que rigen el proceso en materia de trabajo. El
embargo inmobiliario regirán los artículo 149, 150, 153, 154, 155, 156, 157, 158, 159,
160, 161, 162, 163, 164, 165 y 166 de la Ley de Fomento Agrícola No. 6186 de fecha 12
de Febrero de 1963. En el embargo retentivo, el tercero embargado pagará en manos del
ejecutante el importe de las condenaciones, a presentación de sentencia con autoridad
irrevocable de la cosa juzgada. Para tales fines, el ejecutante se proveerá de una copia
certificada por el tribunal que dictó la sentencia.” (Artículo 663 del Código de Trabajo).

“(…) No podrán existir privilegios procesales ni beneficios de cualquier clase basados


exclusivamente en la naturaleza jurídica de las entidades que realicen legal y
habitualmente actividades de intermediación financiera. Las discriminaciones
extraregulatorias serán determinadas en atención a la tipología de instrumentos
financieros. En consecuencia, a partir de la entrada en vigor de esta Ley será de
aplicación a todas las entidades que realicen legal y habitualmente dichas actividades, el
procedimiento abreviado de embargo inmobiliario previsto en los Artículos 148 y
siguientes de la Ley de Fomento Agrícola (…)” (Artículo 79 de la Ley No. 183-02, Ley
Monetaria y Financiera, del 3 de Diciembre de 2002).

El embargo previsto en la Ley 4453, de 1956, consiste en un mecanismo sencillo para el


cobro de los impuestos, derechos, arbitrios, arrendamientos, ventas, mensuras, etc.,
perseguidos por el Estado. (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes
en el Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial,
Año1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año número 3, revista número 72, pp.17).

Este procedimiento de ejecución inmobiliaria es ejercido por el Estado Dominicano, por


medio de sus instituciones, dentro de las cuales se instituye a los Ayuntamientos. Y
puede aplicarse a cualquier servicio que estas instituciones presten a los particulares y
que conlleven la obligación de pago por parte de éstos. (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de
Derecho Inmobiliario, pp.959-960).
792

El embargo de la Ley 11-92, de 1992, constituye un procedimiento para el cobro de los


impuestos directos a cargo de la Dirección General de Impuestos Internos. (Ciprián,
Rafael, 2003. Tratado de Derecho Inmobiliario, p.960; Germán Mejía, Mariano, Estudio
Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario
Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año número 3,
revista número 72, pp.17-32).

6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El embargo inmobiliario se encuentra contenido dentro del Proyecto de Código de


Procedimiento Civil a partir del artículo 1318, en el Capítulo XI, del Título VI, denominado
“De las disposiciones particulares a los embargos ejecutorios”, el que a su vez forma parte
del Libro Cuarto, que se refiere a las Vías de Ejecución.

Por tratarse de cuestiones generales, que se desprenden básicamente de las normas del
Código Civil y de los postulados doctrinales, los puntos expuestos precedentemente no
fueron tratados por el redactor del Proyecto en cuestión.

Artículo 673

(Mod. por la Ley No. 764 del 20 de diciembre de 1944). Al embargo inmobiliario debe
preceder un mandamiento de pago, hecho a la persona del deudor o en su domicilio,
insertándose copia del título en cuya virtud se procede el embargo. Contendrá dicho
mandamiento las enunciaciones comunes a los actos de alguacil, elección del
domicilio en la ciudad donde esté establecido el tribunal que debe conocer del
embargo, si el acreedor no lo tiene allí, y advertencia de que, a falta de pago, se
procederá al embargo de los inmuebles del deudor.

Tabla de Contenido

1. En qué consiste el mandamiento de pago tendente a embargo inmobiliario.


Naturaleza.
2. Enunciaciones y contenido del mandamiento de pago. Generalidades.
A. Quid de la copia del título ejecutorio.
B. Quid de la elección de domicilio.
C. Quid de la amenaza de embargar los inmuebles.
3. Notificación del mandamiento de pago.
4. Efectos del mandamiento de pago.
5. Medios que tiene el deudor para evitar el embargo.
6. Intimación en manos de un tercero detentador de un inmueble.
A. Cuándo procede.
B. Forma y contenido.
C. Efectos.
D. Medios que tiene el tercero frente al mandamiento de pago.
7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. En qué consiste el mandamiento de pago tendente a embargo inmobiliario.


Naturaleza.

Es un acto de alguacil, con intimación de pago, con amenaza de que a falta de pago se
procederá al embargo de los inmuebles. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.225).
793

El mandamiento de pago no es un acto de ejecución. De este principio resultan ciertas


consecuencias importantes: a) el mandamiento de pago puede ser trabado en virtud de un
crédito no líquido, siempre y cuando el mismo posea este carácter al momento del
embargo; b) el alguacil no tiene necesidad de un poder especial para el mandamiento de
pago, lo que sí es requerido para el embargo; c) las personas que no pueden embargar
más que luego de haber notificado su título, que lo son en general los acreedores que
tienen su crédito constatado por una sentencia, no tienen que notificar el mismo antes
del mandamiento de pago y se admite que la notificación del título y del mandamiento de
pago puede ser hecha al mismo tiempo; d) el mandamiento de pago debe ser notificado en
el plazo en el que está prohibido ejecutar las sentencias en defecto o las sentencias
susceptibles de apelación, e) las contestaciones relativas al mandamiento de pago, no son
consideradas como incidentes del embargo inmobiliario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
pp.516-517).

Es una formalidad preliminar, que no forma parte del embargo, pero es necesaria y
obligatoria. (Jorge Blanco, Salvador, 1986. Los Formularios de las Vías de Ejecución, p.202;
Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 198).

2. Enunciaciones y contenido del mandamiento de pago. Generalidades.

Siendo un acto de alguacil, debe contener todas las menciones propias de los mismos.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.795; Jorge Blanco, Salvador, 1986. Los Formularios de las Vías de Ejecución, p.202;
Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 200; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.225;
Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution,
16va. ed., p.382).

Las menciones que debe contener el mandamiento de pago son las siguientes: a) la
elección de domicilio, b) inserción de la copia del título ejecutorio, c) la amenaza de
embargo a falta de pago”. (Germán Mejía, Mariano, et al, 2002. Conferencias sobre Vías de
Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.135; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.225).

Debe contener: la constitución de abogado; designación del deudor la determinación del


plazo en el cual debe proceder el deudor al pago de la deuda; el monto de la suma por la
cual se hace el mandamiento de pago. (Germán Mejía, Mariano, et al, 2002. Conferencias
sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.135).

Debe otorgar al deudor, a pena de nulidad, un plazo no menor de treinta días, contado a
partir de la notificación o mandamiento de pago, para que se pague su deuda. (Ciprián,
Rafael, 2003. Tratado de Derecho Inmobiliario, p.975).

A. Quid de la copia del título ejecutorio.

El título cuya copia debe insertarse es el que servirá de base a la ejecución forzosa. (Pérez
Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 200).

Debe insertarse aún cuando haya previamente sido notificado. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.511-512; Jorge Blanco, Salvador, 1986. Los Formularios de las Vías de
Ejecución, p.203; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.226).
794

La ley no dice en qué lugar del mandamiento de pago deberá insertarse la copia del título,
así que podrá hacerse en el encabezamiento o en cualquier otro lugar del acto. (Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.226).

En sentido contrario: La copia del título ejecutorio debe ir en cabeza del mandamiento.
(Germán Mejía, Mariano, et al, 2002. Conferencias sobre Vías de Ejecución, Conferencia del
Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.135).

De la formalidad de insertar la copia del título ejecutorio, se desprende que si el


procedimiento ejecutorio es incoado en virtud de una sentencia, sólo es necesario insertar
copia de ésta, y no de los títulos que le sirven de fundamento. Hay controversia respecto
de cuál es el título en caso de una sentencia confirmada en apelación; unos dicen que
solamente es necesario dar copia de la sentencia confirmada, otros sostienen que se debe
dar copia de la sentencia confirmada y de la confirmativa. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.512; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.226).

Cuando el título ejecutorio en virtud del cual se traba el embargo inmobiliario, es una
sentencia condenatoria, debe anexarse copia de ella en el mandamiento de pago, aún
cuando haya sido previamente notificada. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p. 200).

En caso de que el título haya sido modificado o novado, es necesario dar copias de todos
los títulos sucesivos. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.512; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.226).

En caso de apertura de crédito, basta dar copia del contrato originario, no siendo
necesario indicar todas las operaciones sucesivas que pudieran haber tenido lugar entre
las partes a partir del mismo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.512; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.226).

Cuando ha operado una cesión del título, debe notificarse, tanto el título que ampara el
crédito, como el contrato de cesión. (Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios de las Vías
de Ejecución, 3ra.ed., p.185).

Si se trata de un título notarial, es suficiente notificar su naturaleza y fecha. (Vincent,


Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed.,
p.382).

Los actos auténticos no deberían de notificarse, puesto que en él intervienen las partes;
pero esto es contrario a lo que establece el artículo 673 del Código de Procedimiento Civil.
(Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 201).

De los estados de costas no se tiene que dar copia íntegra, bastando la copia del auto que
lo aprueba y de la sentencia que le sirve de fundamento. (Jorge Blanco, Salvador, 2003.
Formularios de las Vías de Ejecución, 3ra.ed., p.185).

Si el mandamiento de pago no contiene la notificación del título ejecutorio, el mismo está


viciado de una nulidad absoluta. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.511).
795

B. Quid de la elección de domicilio.

La parte ejecutante, debe hacer elección de domicilio en la jurisdicción del tribunal que va
a conocer del inmueble, que es el de la situación del inmueble, si no lo tiene en el mismo.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.513; Jorge Blanco, Salvador, 1986. Los
Formularios de las Vías de Ejecución, p.203; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.226).

En la práctica, esta elección se hace en el estudio del abogado que lleva el procedimiento
del embargo. (Jorge Blanco, Salvador, 1986. Los Formularios de las Vías de Ejecución,
p.203; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.126 y 127).

Esta elección de domicilio va a ser reiterada en el proceso verbal de embargo. (Glasson, E.


et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.513).

La elección realizada en el mandamiento de pago tiene dos efectos: a) atribuye


competencia al tribunal de ese lugar para conocer de las contestaciones que puedan
originarse en el mandamiento de pago; b) autoriza al ejecutado a notificar en el mismo
todos los asuntos relativos a dichas contestaciones, no pudiendo, sin embargo, hacerse
allí las notificaciones de apelación y de ofrecimientos reales, para las cuales ha de irse al
domicilio real. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.513-514; Jorge Blanco, Salvador,
1986. Los Formularios de las Vías de Ejecución, p.203; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.227).

El deudor, a diferencia de lo que pasa en el embargo ejecutivo, no puede hacer en el


domicilio elegido en el mandamiento de pago tendente a embargo inmobiliario las
notificaciones de apelación o de ofrecimientos reales, ya que por la amplitud del plazo de
treinta días que debe transcurrir antes del embargo de los inmuebles, el deudor tiene
tiempo suficiente para notificar esos actos en el domicilio real del ejecutante. (Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.513-514; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.227-228).

La formalidad de elección de domicilio se exige a pena de nulidad. (Glasson, E. et al, 1932.


Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.513; Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios de las Vías de Ejecución,
3ra.ed., p.184).

C. Quid de la amenaza de embargar los inmuebles.

El mandamiento de pago debe advertir de que a falta de pago se procederá el embargo de


sus bienes. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.795; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.511; Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 200 y 201; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.225).

La ley no manda a describir los inmuebles sobre los cuales recae la amenaza de embargo
inmobiliario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.513; Pérez Méndez, Artagnan,
796

2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 201; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.228).

La Corte de Casación Francesa es de criterio de que la designación del inmueble, es una


cuestión que le concierne al proceso verbal de embargo, no así al mandamiento de pago
que lo precede. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.513).

3. Notificación del mandamiento de pago.

El mandamiento de pago debe ser notificado en la persona o en el domicilio del deudor.


(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.515; Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 200; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.228).

También se puede notificar en el domicilio elegido por el deudor. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.515; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.228).

No es necesario, para realizar mandamiento de pago, que el alguacil haya recibido poder,
puesto que dicho acto no es un acto de ejecución. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.516; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 201).

“No obstante el embargado alegar no haber podido recibir la notificación del mandamiento
de pago, que le fue hecho, por encontrarse en el extranjero, y alegar haber intentado un
procedimiento de inscripción en falsedad contra el alguacil que notificó dicho acto, es
preciso admitir, que de no haberse hecho prueba alguna de la existencia de dicho
procedimiento, es inadmisible la apelación en contra de la sentencia de adjudicación
fundamentada en dicho medio”. (Sent. SCJ. 2 julio 1980. BJ.836.1360, citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

“Aprobar o el salvar las enmiendas del mandamiento de pago, no está prescrito por el
artículo 61 del Código de Procedimiento Civil, que se refiere a las formalidades exigidas
para la validez de los actos de alguacil ni tampoco lo está por el artículo 673 del mismo
Código; por lo que es preciso declarar que, en principio, el hecho de no aprobar o salvar
esas enmiendas, no está sancionado con la nulidad, salvo el caso de que ello hiciere
incierto el cumplimiento de una formalidad sustancial”. (Sent. SCJ. 15 de agosto de 1936.
BJ.313.403-404, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

4. Efectos del mandamiento de pago.

El mandamiento de pago pone en mora al deudor e interrumpe la prescripción.


(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.795-796; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.518; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed., p.384).
797

A partir del mandamiento de pago corren los intereses moratorios. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, pp.795-796).

El mandamiento de pago no influye sobre la libre administración y disposición del deudor


sobre el inmueble, hasta tanto el mismo sea transcrito. De igual manera, puede el
deudor, tras el mandamiento de pago, enajenar el inmueble y disponer de sus frutos,
hasta tanto dicho acto sea transcrito. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.519).

5. Medios que tiene el deudor para evitar el embargo.

El deudor a quien se le notifica el mandamiento de pago tiene tres medios para evitar el
embargo: el pago, los ofrecimientos reales y la oposición al mandamiento de pago. Los
primeros dos se rigen por las normas concernientes al embargo ejecutivo. (Glasson, E. et
al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.517; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.228).

Para la oposición del mandamiento de pago el tribunal competente lo es el de la situación


del inmueble. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.228 y 229).

“La oposición al mandamiento, puede ser notificada en el domicilio real o en el ad-hoc”.


(Sent. SCJ. 13 de junio de 1962. BJ.623.877, citada por: Jorge Blanco, Salvador, 2003.
Formularios de las Vías de Ejecución, 3ra.ed., p.184 ).

“La demanda en oposición al mandamiento de pago no es un incidente del embargo


inmobiliario, cuando no ha sido incoada antes del embargo inmobiliario y haber sido
notificado al embargado y ambas actuaciones transcritas o registradas; cuando las
demanda se inicia después de después de realizadas las indicadas diligencias, o si el
oponente presenta conclusiones tendentes a la nulidad del embargo practicado no
obstante su oposición, dicha demanda pierde carácter de demanda principal y se
convierte en un incidente del embargo inmobiliario”. (Sent. SCJ. 28 de Agosto de 1964.
BJ.649.1281, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002; Sent. SCJ. 1ro. de julio de 1998.
BJ.1152.57, citada por: Biaggi Lama, Juan Alfredo, 2002.15 años de Jurisprudencia de
Procedimiento Civil Dominicana 1988-2002, p.178 y por Vidal Pontentini, Trajano, 2003.
Guía Práctica de los Embargos, t.II, p.466-468; Sent. SCJ. 1ro. de Julio de 1998.
BJ.1052.53-38, citada por: Luciano Pichardo, Rafael, 2002. Lustro de Jurisprudencia Civil
1997-2002, pp.458-459).

Como el mandamiento de pago no es un acto de ejecución, sino un preliminar del


embargo, la oposición que se pueda hacer a este acto, se lleva de acuerdo a las reglas
ordinarias del procedimiento, y no de acuerdo al procedimiento especial que se sigue con
motivo de un incidente del embargo inmobiliario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique
et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.518).

Cuando las demandas en oposición al mandamiento de pago no constituyen incidentes


del embargo inmobiliario, las mismas se incoan mediante emplazamiento al demandado
en la octava franca. (Del Carpio, Francisco. Aspectos Controvertidos en el Embargo
Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999-2000, 16 de diciembre al 6 de enero, año número 3,
revista número 72, p.38).

Si la sentencia que rechaza la demanda en oposición al mandamiento de pago


tendente a embargo mobiliario, ordenara su ejecución provisional, aún cuando
798

permita al persiguiente proseguir las persecuciones, esta facultad, cuando es


acordada a la parte gananciosa, o al acreedor, y es ejercida no obstante apelación u
oposición, el ejecutante actúa a su riesgo y peligro ya que, o bien la sentencia es
confirmada, en cuyo caso la ejecución deviene en definitiva, salvo casación ulterior,
o bien la sentencia es revocada o retractada y la ejecución provisional se encuentra
sin fundamento, ocurrencia en la cual, la parte gananciosa en primera instancia
deberá restituir todo lo que haya podido haber recibido. (Sent. SCJ. 8 de mayo de
2002. BJ.1098.94-102, citada por: Biaggi Lama, Juan Alfredo, 2002. 15 años de
Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana 1988-2002, p.149-156 y por
Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II, pp.521-530).

“El abono de cuotas que originó el mandamiento de pago, implica el consentimiento del
persiguiente a extinguir los efectos del mandamiento y de conformidad para descontinuar
los procedimientos de ejecución, pues la ocurrencia de este hecho tuvo como
consecuencia hacer cesar las causas que provocaron la llegada anticipada del término y
por ende la ejecución de los bienes dados en garantías”. (Sent. SCJ. 28 de abril de 1986.
BJ.905.416, citada por: Subero Issa, Jorge, 1993. 4 años de Jurisprudencia Analítica
Dominicana 1985-1988, p.216 y Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Ver las anotaciones de los artículos 583 y 584, en lo referente los medios para evitar el
embargo una vez notificado el mandamiento de pago: pago, ofrecimiento de pagos y
oposición..

Ver las anotaciones de la Segunda Parte, Procedimientos Diversos, Título Primero,


artículos 812 a 181, en lo referente al ofrecimiento reales de pago y consignación.

6. Intimación en manos de un tercero detentador de un inmueble.

A. Cuándo procede.

Si el deudor ha enajenado un inmueble, el mismo deja de ser la prenda común de sus


acreedores quirografarios; pero pueden los acreedores hipotecarios, embargarlo en manos
del tercero adquiriente, en virtud del derecho de persecución que éstos tienen.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.800 y 795; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.526; Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 202; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.232).

“Los acreedores que tienen privilegios o hipotecas inscritas sobre un inmueble, tienen
siempre una acción sobre éste, cualquiera que sea su dueño, para que se les coloque y
pague, según el orden de sus créditos o inscripciones”. (Artículo 2166 del Código Civil
Dominicano).

B. Forma y contenido.

El Código de Procedimiento Civil Dominicano no establece el procedimiento a seguir en


caso de que se embargue el inmueble en manos de un tercero detentador, lo cual es
posible de tratarse de acreedores hipotecarios. Las únicas previsiones se encuentran en
los artículos 2166 y siguientes del Código Civil. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed.,p.202).
799

“Al tercero detentador no se le notifica mandamiento sino intimación de pagar, porque


frente a él, el acreedor persiguiente no tiene título ejecutivo, requisito indispensable para
que pueda haber mandamiento de pago”. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.232).

“No habiendo la ley determinado expresamente cuál de esos dos actos debe preceder al
otro, se ha sostenido que, aunque sería más lógico iniciar las persecuciones con el
mandamiento de pago, el acreedor puede, a su elección, comenzar con el mandamiento de
pago o con la intimación de pagar para que pueda haber mandamiento de pago. Es
preferible admitir, en sentido contrario, que la intimación de pagar o abandonar debe, a
pena de nulidad, ser precedida por el mandamiento de pago o por lo menos ser
concomitante con el mandamiento de pago dirigido al deudor”. (Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.232).

El acto de intimación dirigido al tercero detentador, se redacta de acuerdo a las


formalidades generales de los actos de alguacil; este acto no se encuentra sometido a las
formas especiales del mandamiento de pago. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.800; Vincent, Jean y Jacques Prévault,
1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed., p.386).

Debe contener la enunciación del monto de la deuda, la designación del inmueble, la


intimación al tercero detentador para que pague o abandone. El título del acreedor no
tiene que serle notificado al tercero detentador. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.800; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.233).
Es prudente que al tercero detentador le sea notificado el título. (Jorge Blanco, Salvador,
2003. Formularios de las Vías de Ejecución, 3ra.ed., p.186).

C. Efectos.

Frente al tercero, la intimación produce los mismos efectos que produce el mandamiento
de pago con relación al deudor: lo pone en mora e interrumpe la prescripción. Además, la
inmobilización de los frutos del inmueble. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.800; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.233).

“El tercero detentador está obligado en el mismo caso, o a pagar todos los intereses y
capitales exigibles, cualquiera que sea su importe, o a abandonar el inmueble hipotecado
sin reserva alguna”. (Artículo 2168 del Código Civil Dominicano).

“Los frutos del inmueble hipotecado no se deben por el tercero detentador, sino desde el
día de la intimación de pago o de abandono, y si las diligencias comenzadas se hubieran
paralizado durante tres años desde que se le haya hecho la nueva intimación”. (Artículo
2176 del Código Civil Dominicano).

D. Medios que tiene el tercero frente al mandamiento de pago.

“Si el tercero detentador no llenase las formalidades que se establecerán más adelante,
para liberar su propiedad, queda por el efecto solo de las inscripciones, obligado como
detentador a todas las deudas hipotecarias, y goza de los términos y plazos concedidos al
deudor originario”. (Artículo 2167 del Código Civil Dominicano).

El tercero detentador a quien se dirige un mandamiento de pago, puede oponerle a los


acreedores quirografarios ciertas excepciones: nulidad o extinción de la hipoteca, nulidad
800

o perención de la inscripción…. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de


Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.795).

Tiene el tercero detentador cuatro medios para escapar del embargo: a) invocar el
principio de la excusión; b) pagar el precio y desinteresar al acreedor; c) purgar la
hipoteca; d) abandonar el inmueble. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.526-529; Pérez
Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.196).

“Sin embargo, el tercero detentador que no está personalmente obligado a la deuda,


puede oponerse a la venta de la finca hipotecada que le ha sido transmitida, si han
quedado otros inmuebles hipotecados a la misma deuda, en posesión del principal o de
los principales obligados; y requerir también su excusión previa, según la forma
establecida en el título de la fianza; durante la excusión queda aplazada la venta de la
finca hipotecada”. (Artículo 2170 del Código Civil Dominicano).

“La excepción de excusión no puede oponerse al acreedor privilegiado, o que tenga


hipoteca especial sobre el inmueble”. (Artículo 2171 del Código Civil Dominicano).

Lo que puede hacer el tercero detentador es pedir la venta de otros inmuebles hipotecados
en razón de la misma deuda. Pero, debe tenerse en cuenta que el beneficio de excusión es
oponible hasta la denuncia del embargo. Esta oposición se hace mediante citación para
ante el tribunal del lugar del inmueble, bajo la forma de acto de abogado a abogado si hay
proceso en curso entre el tercero detentador y el persiguiente. (Pérez Méndez, Artagnan,
2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.197).

Para detener las persecuciones, puede el tercero detentador pagar el precio de la


adquisición y satisfacer la acreencia de los acreedores hipotecarios. Si el precio es inferior
a la totalidad de las acreencias, la ejecución continúa por la parte de la que los acreedores
no han sido desinteresados. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.526 y siguientes).

“De conformidad con lo que dispone el artículo 687 del Código de Procedimiento Civil, el
tercero adquiriente de un inmueble embargado no puede oponer sus derechos al
ejecutante y a los acreedores inscritos, cuando la adquisición es hecha después de la
transcripción del embargo, sino mediante el requisito de que, antes de la adjudicación,
consigne una suma suficiente para el pago en capital, intereses y costas, de lo que se
adeudare al acreedor embargante y a los acreedores inscritos; que la consignación
efectuada en estas condiciones, y oportunamente denunciada, constituye un verdadero
pago, no del precio de la renuncia del acreedor a su derecho de proseguir la ejecución
como sostiene la parte recurrente, sino de los créditos, en capital, intereses y gastos, de
que ese acreedor es beneficiario en virtud de sus títulos; de la economía del artículo 687
del Código de Procedimiento Civil resulta que el tercer adquiriente puede, mediante el
pago arriba indicado, poner fin al procedimiento de expropiación no obstante la voluntad
contraria del ejecutante y de los acreedores inscritos”. (Sent. SCJ. Agosto 1948.
BJ.457.1536, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002 y Machado, Pablo Antonio, 1958. La
Jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo, t.I, pp.695-969).

Para la realización del pago, el tercero detentador puede realizar ofertas reales de pago.
Debe el tercero cerciorarse sobre la situación del inmueble, puesto que al pagar, podría
haber otros acreedores privilegiados con supremacía sobre el acreedor ejecutante. (Pérez
Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.197).
801

Respecto de las ofertas reales, que “son consecuencia de un procedimiento de embargo


inmobiliario, el tribunal competente para conocer de su validez es el tribunal apoderado
de aquel procedimiento, por ser éste competente para decidir todas las incidencias
promovidas con motivo de dicho procedimiento”. (Sent. SCJ. 18 Enero 1984. BJ.878.73,
citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“Los contratos traslativos de la propiedad de inmuebles o derechos reales inmobiliarios,


que los terceros detentadores quieran librar de privilegios e hipotecas, se transcribirán
íntegramente por el conservador de hipotecas de la común o del distrito en que radiquen
los bienes. Esta transcripción se hará en un registro destinado a tal objeto, teniendo
obligación el conservador de dar conocimiento de ella al requerente”. (Artículo 2181 del
Código Civil Dominicano).

Pueden los terceros detentadores evitar el embargo inmobiliario por medio de la purga de
hipotecas, en aras de hacer libres los inmuebles que adquieran. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.527; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.197).

Cuando el tercero detentador no proceda al pago o recurra al levantamiento de hipotecas,


y es perseguido por un acreedor hipotecario, él puede sustraerse del embargo inmobiliario
por medio del abandono del inmueble, por medio de una declaración ante el secretario del
tribunal de la situación de inmueble. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.527; Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.198).

“En el caso de no cumplir el tercero detentador cualquiera de dichas obligaciones, cada


uno de los acreedores con hipoteca tiene derecho para hacer vender el inmueble
hipotecado, después de los treinta días de hecho el mandamiento al deudor originario; y
de habérsele hecho notificación al tercero detentador para el pago de la deuda exigible, o
el abandono de la finca”. (Artículo 2169 del Código Civil).

7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, en el artículo 1318, primero referente a las


normas particulares al embargo inmobiliario, se refiere al mandamiento de pago;
específicamente a las formalidades a que este acto debe sujetarse, desarrolladas en los
puntos dos y tres de la tabla de contenido. Al respecto, el texto indicado introduciría, de
ser aprobado, ciertos cambios, tendentes a someter el mandamiento de pago a otras
formalidades no previstas en la actualidad, pero manteniendo las ya estipuladas en el
artículo 673.

Al igual que el artículo 673, el 1318 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, inicia
sus postulados, con la frase “al embargo inmobiliario debe preceder un mandamiento de
pago…” Con ello parece mantenerse el criterio de que el mandamiento de pago no es el
embargo, no es un acto de ejecución, sino que es una formalidad previa, pero
indispensable.

De igual manera se mantiene lo siguiente: a) la fórmula de que dicho acto debe de


contener las enunciaciones comunes a todos los actos de alguacil; b) la forma de
notificación, que debe ser en la persona o domicilio del deudor; c) la necesidad de la
inserción de la copia del título en cuya virtud se procede al embargo inmobiliario; d) la
necesidad de enunciación de la advertencia de que, a falta de pago, se procederá al
embargo de los inmuebles del deudor.
802

El artículo 1318 del Proyecto dispone que se enuncie en el mandamiento de pago,


cuestiones que eran sólo requeridas por la ley para las actas de embargo. Dichos
requerimientos parecen haber sido extraídos del actual artículo 675, y se refieren a: a) la
indicación del inmueble en términos preestablecidos; b) la indicación del tribunal que ha
de conocer el embargo inmobiliario; c) la constitución de abogados y necesidad de elección
de domicilio en la jurisdicción del tribunal competente, así como la indicación, si lo
tuviere, del número telefónico. Entendemos que la adopción de estas enunciaciones en el
mandamiento de pago, responden a que a la luz del proyecto de codificación, este acto
parece tener tendencia a convertirse en embargo inmobiliario; al respecto remitimos a los
comentarios realizados en el artículo 674.

Finalmente, resulta de interés destacar que la última de las formalidades estipuladas por
el artículo 1318 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, constituye una verdadera
novedad, puesto que dispone la necesidad de un poder especial otorgado al abogado
apoderado para el embargo, cuya copia debe ser insertada en el mandamiento de pago.
De ello se derivan tres consecuencias fundamentales: a) la necesidad de que el ejecutante
se encuentre representado desde el momento en que notifica el mandamiento de pago; b)
la necesidad de que ese representante se encuentre apoderado por mandato especial; c)
formalidad según la cual en el acto de mandamiento de pago debe enunciarse e insertarse
copia del poder especial.

Es necesario señalar que el Proyecto no se refiere a la intimación de pagar o abandonar


que se dirige contra el tercero detentador del inmueble. De manera que, de aprobarse este
texto, las formalidades en torno a este acto, se mantendrían bajo la sombra de los
postulados doctrinales y jurisprudenciales, y de las previsiones generales del Código Civil.
Entendemos que, en sentido, puede retenerse una importante omisión en la redacción del
Proyecto, en el que sería conveniente que se dispusiera lo referente a esa institución.

Artículo 674

(Mod. por la Ley No. 764 del 20 de diciembre de 1944). No se podrá proceder al
embargo inmobiliario sino treinta días después del mandamiento de pago; y en caso
de que el acreedor dejare transcurrir más de noventa días sin proceder al embargo
estará obligado a reiterar el mandamiento en la forma y los plazos antedichos.

Tabla de Contenido

1. Quid del plazo para proceder al embargo inmobiliario.


2. Vencimiento del plazo: reiteración del mandamiento de pago.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Quid del plazo para proceder al embargo inmobiliario.

No podrá procederse al embargo inmobiliario sino a partir de los treinta días


transcurridos desde el mandamiento de pago. La ley establece la observancia de este
plazo para permitir al deudor procurarse los fondos y evitar el embargo. (Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.233).

Este plazo es franco. (Del Carpio, Francisco. Aspectos Controvertidos en el Embargo


Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999-2000, 16 de diciembre al 6 de enero, año número 3,
revista número 72, p.37; Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios de las Vías de
Ejecución, 3ra.ed., p.189; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.233).
803

“Es controvertida la cuestión de saber si recibe aumento en razón de la distancia


existente entre el lugar en que está domiciliado el acreedor y el lugar en que el
mandamiento de pago es notificado. En apoyo de la negativa se sostiene que el aumento
en razón de la distancia supone un plazo dado al que recibe la notificación para que
realice un acto, lo que no ocurre en este caso, puesto que lo prescrito por el art. 674 es
que el ejecutante no embargue en el plazo de treinta días. Este argumento no basta para
descartar en esta materia la regla general, aplicable al mandamiento de pago tendente a
embargo ejecutivo, según la cual debe concederse el aumento en razón de la distancia en
todos los casos en que la persona que recibe la notificación debe hacer algo en otro lugar
que su domicilio”. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.233).

El plazo se computa desde el día de la notificación del mandamiento de pago al deudor y


de la notificación de la intimación a pagar o abandonar al tercero detentador. En caso de
que ambas notificaciones no hayan sido hechas el mismo día, la Corte de Casación
Francesa, es de criterio de que el plazo se computa desde el día de la intimación a pagar o
a abandonar, que no puede ser anterior al mandamiento de pago. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.533).

2. Vencimiento del plazo: reiteración del mandamiento de pago.

La ley se propone evitar con esta disposición, que el ejecutante mantenga indefinidamente
al deudor bajo la amenaza de embargo, por lo que dispone que si dentro de los noventa no
procede al embargo está obligado a reiterar el mandamiento. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.234).

Este plazo es franco y se suspende por cualquier obstáculo de carácter legal, como lo es
que surja una contestación relativa al derecho de propiedad del inmueble. (Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.234).

El plazo de los noventa días se computa a partir del mandamiento de pago, y no a partir
de la expiración del plazo de los treinta días; ambos plazos son instantáneos y no
sucesivos. (Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios de las Vías de Ejecución, 3ra.ed.,
p.190).

Aún cuando el acreedor, en caso del vencimiento del plazo de los noventa días, deba
reiterar el mandamiento de pago, se admite que los efectos el primer mandamiento de
pago subsisten, sobre todo en lo que se refiere a la interrupción de la prescripción.
(Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.
ed., p.234).

A partir del artículo 2176 del Código Civil 1, parte de la doctrina ha sostenido que la
intimación de pago no perime sino luego de tres años, por lo que en caso de que venza el
plazo para practicar el embargo inmobiliario, dicha intimación no tiene que ser reiterada,
pero sí debe serlo el mandamiento de pago dirigido al deudor. Esta teoría fue desechada
por la Corte de Casación Francesa, que entendió que la perención del mandamiento
entraña la perención de la intimación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.534).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1 Esta disposición del Código Civil fue previamente citada en las anotaciones del artículo 674, en ocasión de
los efectos de la intimación a pagar o a abandonar dirigida contra el deudor.
804

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil, mediante el artículo 1319, mantiene intacto


los postulados del artículo 674 de nuestra actual codificación en la materia. Incluso la
redacción que presentan ambos textos es idéntica.

Sin embargo, el artículo 1320 del Proyecto, contiene una disposición nueva, que
complementa el artículo 674 de nuestro actual Código de Procedimiento Civil. El mismo
dispone que el plazo de noventa días a cuyo vencimiento debe procederse a realizar
nuevamente el mandamiento de pago, se computa a partir del vencimiento del plazo de
los treinta días que debe mediar entre el mandamiento de pago y el embargo. Esta
aclaración, que el redactor incluyó en su obra, nos parece atinada, en la medida en que
no permite conjeturas; y es que, en el estado actual de nuestra legislación, dado el
silencio de la ley, se ha sostenido que el plazo de noventa días corre a partir de la
notificación del mandamiento de pago.

A pesar de que el Proyecto de Código Procedimiento Civil se refiere a este plazo para
proceder al embargo inmobiliario, en las disposiciones que le suceden a los mencionados
artículos, no se estipula ninguna regla en lo concerniente al embargo en sí, no
enunciando siquiera las formas a las que está sujeto, sino que se reglamenta la
transcripción o inscripción del mandamiento de pago, cuyos efectos son semejantes a los
que actualmente se les confiere a la transcripción o inscripción del acta de embargo y de
su denuncia, desarrollados en las anotaciones de los artículos siguientes. Parecería lo
más obvio admitir que el mandamiento de pago se convierte en embargo inmobiliario;
pero ello no puede afirmarse con toda seguridad, puesto que el artículo 1319 del Proyecto
se encabeza bajo la fórmula “no podrá procederse al embargo inmobiliario” y puesto que
ninguna disposición expresa contiene tal conversión.

Encontramos, entonces, una confusión que, a nuestro entender, afecta la concepción de


todo el procedimiento de embargo inmobiliario previsto en el Proyecto de Código de
Procedimiento Civil, y que puede ser subsanada, con una mención expresa similar a la
adoptada en Francia en las reformas 1938, donde se dispuso que el mandamiento de
pago vale embargo sobre los bienes que en él han sido designados, a partir de su
transcripción, y estipularse los plazos del artículo precedentemente anotado aplicándolos
a la formalidad de transcripción o inscripción del mandamiento de pago.

Artículo 675

(Mod. por la Ley No. 764 del 20 de diciembre de 1944). Además de las formalidades
comunes a todos los actos de alguacil, el acto de embargo contendrá: 1ro.- La
enunciación del título ejecutivo en cuya virtud se hace embargo; 2do.- La mención de
haberse transportado el alguacil al punto mismo en donde radican los bienes que se
embargan; 3ro.- La indicación de dichos bienes en estos términos: Si es una casa, la
provincia o el distrito, la común, la calle, el número, si lo hubiere, de no haberlo, dos por
lo menos de los linderos. Si son bienes rurales, la designación de los edificios que hubiere
y la naturaleza, el contenido aproximado de cada parcela o subdivisión del predio; el
nombre del colono o arrendatario, si hubiere alguno; la provincia o el distrito y la común
en donde los bienes radiquen; 4to.- La indicación del tribunal que haya de conocer del
embargo; 5to.- La constitución de abogado, con expresión del estudio del mismo,
permanente o ad hoc, en la ciudad donde tenga su asiento el tribunal llamado a conocer
805

del embargo, estudio en el que se considerará haber elegido domicilio el persiguiente;


6to.- Si se trata de un terreno registrado, el número del certificado de título, la indicación
del distrito, del número o la letra catastrales; la parcela o la manzana y solar.

Artículo 676

(Mod. por la Ley No. 764 del 20 de diciembre de 1944). Se procederá al registro del
mandamiento de pago y del acta de embargo, sin necesidad de ninguna otra formalidad.

Tabla de Contenido

1. Enunciaciones y formalidades del acta de embargo inmobiliario.


2. Poder especial del alguacil.
3. Efectos del acta de embargo.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Enunciaciones y formalidades del acta de embargo inmobiliario.

Contendrá todas las menciones del acta de alguacil, y especificará que se ha trasladado al
lugar donde se encuentran los inmuebles a embargar. (Germán Mejía, Mariano, et al,
2002. Conferencias sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez,
5ta. ed., p.136; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.536; Pérez Méndez, Artagnan,
2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 202).

Debe contener: (a) la enunciación del título ejecutivo sobre la base del cual se sigue el
embargo; (b) la mención de haberse transportado el alguacil al lugar de ubicación del
inmueble; (c) la indicación de los inmuebles embargados; (d) la indicación del tribunal que
conocerá el embargo; (e) constitución de abogado, en cuyo estudio deberá elegir domicilio
el persiguiente. (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de Derecho Inmobiliario, p.975; Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.527; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra.
ed., pp. 202 y 203; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.237-238).

En lo referente a la indicación de los inmuebles embargados, el artículo 675 enumera las


menciones que al respecto debe contener el proceso verbal de embargo. (Glasson E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.536).

Si el embargo versa sobre un inmueble registrado, debe mencionarse el número del


certificado de título, la indicación del distrito, del número o letra catastrales; la
parcela, la manzana o solar. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil,
t.III, 3ra. ed., p. 203).

“El objetivo perseguido por el legislador en el artículo 675 del Código de Procedimiento
Civil, relativo a la indicación de los bienes embargados, es el de asegurar que no exista
806

ninguna duda sobre la identidad de dichos bienes. Por consiguiente, el acta de embargo
no sería nula, aunque el inmueble embargado no fuese designado con todos los detalles
previstos por la ley, si, a pesar de esto, no hubiere lugar a duda en cuanto a la identidad
del referido bien”. (Sent. SCJ. 30 Julio 1938; 336.381, citada por: Castaños Guzmán, Julio
Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“La designación en un acta de embargo del nombre del Distrito Judicial donde se
encuentra situado el inmueble embargado equivale a la del nombre de la provincia y llena
el voto de la ley, por resultar de un equivalente que no deja lugar a duda”. (Sent. SCJ. 7
Febrero 1934. BJ.283.4, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Las enunciaciones que ha de contener el acta de embargo, dictadas por el artículo 675 del
Código de Procedimiento Civil, son contempladas a pena de nulidad absoluta. (Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.536).

2. Poder especial del alguacil.

Para redactar el acta de embargo, el alguacil que ejecuta, debe estar provisto de un poder
especial otorgado por el ejecutante para tales fines. (Germán Mejía, Mariano, et al, 2002,
Conferencias sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta.
ed., p.136; Glasson E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.536; Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios
de las Vías de Ejecución, 3ra.ed., p.188; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p. 201; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.237).

Esta formalidad se prevé a pena de nulidad. (Glasson E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.536).

El Art. 556 de Código de Procedimiento Civil no exige que el poder dado al alguacil para
proceder al embargo sea auténtico, como tampoco que si es bajo firma privada, sea
registrado antes del embargo. Por lo que, tanto la doctrina como la jurisprudencia
francesas enseñan, con razón, que basta que la existencia de dicho poder anteriormente
al embargo pueda ser justificada con la presentación del mismo primer requerimiento
que, en su oportunidad, pueda hacerle el embargado en tal sentido. (Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 201; Sent. SCJ. 7 febrero 1934.
BJ.283.4, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General
de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Basta la existencia de un poder anterior al embargo, que pueda ser presentado ante el
requerimiento que pueda hacer el embargado al alguacil. (Jorge Blanco, Salvador, 2003.
Formularios de las Vías de Ejecución, 3ra.ed., p.188).

Un mandamiento general no basta para que un alguacil pueda proceder al embargo


inmobiliario. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.
201).

“El mandatario general del persiguiente de un embargo inmobiliario, no tiene facultad


para otorgar al alguacil el poder para proceder al embargo exigido por el artículo 556 del
Código de Procedimiento Civil”. (Sent. SCJ. 18 julio 1934. BJ.288.9, citada por: Castaños
807

Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana


1907-2002 y por Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios de las Vías de Ejecución,
3ra.ed., p.188).

3. Efectos del acta de embargo.

El acta de embargo inmobiliario produce como efecto la interrupción de la prescripción,


aún cuando ello ya resulta del mandamiento de pago que la precede. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.538).

“Se realiza la interrupción civil, por una citación judicial, un mandamiento o un embargo,
notificado a aquel cuya prescripción se quiere impedir”. (Artículo 2244 del Código Civil
Dominicano).

La elección de domicilio hecha en el acta de embargo, sustituye a la realizada en el


mandamiento de pago. (Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre Vías de
Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.137).

En sentido contrario: La elección de domicilio contenida en el acta de embargo, no


produce efectos sobre la realizada en el mandamiento de pago, hasta tanto no se
denuncie el embargo al deudor. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.538).

El acta de embargo produce la indisponibilidad del inmueble. (Pérez Méndez,


Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 205).

En sentido contrario: La indisponibilidad del inmueble es un efecto de la transcripción del


acta de embargo y denuncia. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.541-542; Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.242).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 675 es suprimido en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil; sin


embargo, las formalidades que enuncia, fueron aplicadas al mandamiento de pago. Al
respecto, remitimos a los comentarios realizados en los artículos 673 y 674.

La disposición del artículo 676, que se refiere al registro del mandamiento de pago y del
acta de embargo, sin ninguna otra formalidad, se aplica en el Proyecto únicamente al
mandamiento de pago; en este sentido, el artículo 1322 de dicho texto dispone que el se
procederá al registro del mandamiento de pago en las oficinas del Registro Civil, sin
necesidad de ninguna otra formalidad. Para entender las razones que llevaron al redactor
a lo mismo, resulta necesario remitir, una vez más, a los comentarios efectuados en el
artículo 674.

Nos parece atinada la redacción utilizada por los autores del Proyecto, en la medida en
que, diferente a lo que ocurre en el artículo 676 del Código de Procedimiento Civil, en el
Proyecto se hace la mención de que el registro se llevará a cabo por ante Registro Civil.
Ello podría parecer un señalamiento que adolece de ser en extremo simplista, pero no lo
es si tomamos en cuenta las confusiones, que producto del uso del término “registro” en
808

el marco de nuestro derecho de inmobiliar, cuyo contexto es totalmente ajeno a la


materia, se suscitan cuando utilizamos dicho concepto.

De interés es señalar que el artículo 1321 del Proyecto establece la formalidad de


denunciar el mandamiento de pago al conservador de hipotecas o al registrador de títulos
de la jurisdicción del inmueble, quienes harán mención de lo mismo en los registros
correspondientes. El efecto de esta denuncia no es otro que la nulidad respecto al
persiguiente de todo acto que pudiera limitar los “derechos registrados” y coloca al
persiguiente en el rango correspondiente para el cobro de su crédito. A esta disposición
debemos de dedicar los párrafos subsiguientes.

En primer lugar, si partimos del concepto admitido en la comunidad jurídica de denuncia,


debemos aceptar que el mandamiento de pago debe ser notificado a los indicados
funcionarios; de manera que no bastaría un simple depósito.

En segundo lugar, debemos señalar que el efecto de indisponibilidad atribuido a la


transcripción o inscripción del inmueble en el sistema vigente, se materializa a partir de
esta actuación, mientras que otros de los efectos de dicha transcripción o inscripción se
materializan a partir de la transcripción o inscripción del mandamiento de pago, cuestión
que será estudiada más adelante. Por otro lado, tienen como efecto esta denuncia, otorgar
al persiguiente el rango correspondiente para el cobro de su acreencia.

En tercer lugar, se desprende el mencionado artículo, que esa indisponibilidad no es más


que respecto al persiguiente. No podría ser de otra manera, puesto que hasta este
momento los otros acreedores del deudor, no son parte en el proceso de embargo
inmobiliario.

En tercer lugar, y ya en lo referente a la construcción gramatical del artículo 1321 del


Proyecto, cabe destacar el uso de la palabra “derechos registrados”, lo cual no se
corresponde con uno de los funcionarios a los que se denuncia el mandamiento de pago:
el conservador de hipotecas. ¿Fue la intención del redactor la de circunscribir el efecto de
la denuncia que prescribe la nulidad de los actos que limite los derechos del persiguiente,
a los casos en que se haya embargado un inmueble registrado? De aceptarse, ¿cuál sería
la utilidad de denunciar al conservador de hipotecas, si de ello no se desprendería
ninguna consecuencia? Debemos, entonces, descartar esta teoría.

Artículo 677

(Mod. por la Ley No. 764 del 20 de diciembre de 1944). El embargo se denunciará a la
persona del embargado o en su domicilio, dentro del plazo de quince días a contar de la
fecha en que se hubiere cerrado la única o la última acta de embargo.

Tabla de Contenido

1. Denuncia de embargo inmobiliario.


A. Definición, objetivo y formalidades.
B. Quid del plazo.
C. Efectos.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
809

1. Denuncia de embargo inmobiliario.

A. Definición, objetivo y formalidades.

Es la notificación al embargado, por medio de acto de alguacil, que debe contener


copia del acto de embargo. Mediante ello el deudor se va a enterar de que en una
determinada fecha, se le procedió a embargar sus bienes. (Germán Mejía, Mariano,
et al, 2002, Conferencias sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan
Pérez Méndez, 5ta. ed., p.137; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil,
t.III, 3ra. ed., p. 203).

El objeto de esta denuncia es hacerle conocer al deudor que el acreedor ha cumplido


con la amenaza contenida en el mandamiento de pago, y que ha procedido al
embargo de su(s) inmueble(s). (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de Derecho
Inmobiliario, t.III, p.976; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.538; Pérez
Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 203; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.238).

Deben observarse las formalidades comunes a los actos de alguacil. (Glasson, E. et


al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence
et de Procédure Civile, t.IV, p.538; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.238).

Debe notificarse en la persona o en el domicilio del embargado. (Glasson, E. et al,


1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.538; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil,
t.III, 3ra. ed., p. 203; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.238).

La denuncia puede ser notificada en el domicilio elegido por la parte embargada, en


el contrato que da lugar al embargo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.538).

Debe contener copia del proceso verbal de embargo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.538).

En la práctica la denuncia se realiza después de que se ha registrado el


mandamiento de pago y el acta de embargo, haciendo mención de esta
circunstancia en la misma. (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de Derecho
Inmobiliario, p.976).
810

B. Quid del plazo.

El plazo de quince días dentro del cual se debe realizar la denuncia, no se aumenta
en proporción a la distancia existente entre el domicilio del ejecutante y el lugar
donde se notifica la denuncia. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.539;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.239).

No es un plazo franco. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique


D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.539).

La denuncia del embargo puede realizarse el mismo día en que se practicó el


embargo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.540).

Cuando el embargo inmobiliario se Pratique sobre diferentes inmuebles, y se tome


más de un día levantar el acta de embargo, en la última operación que se haga es
que comienza a correr el plazo para la denuncia. (Germán Mejía, Mariano, et al,
2002, Conferencias sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez
Méndez, 5ta. ed., p.137).

El plazo para la denuncia se suspende, pero no por obstáculos de hechos, sino de


derecho, como una oposición al embargo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique
et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.540).

C. Efectos.

La denuncia presenta dos efectos: (a) La elección de domicilio contenida en la


denuncia reemplaza a la elección hecha en el mandamiento de pago; (b) dado que la
misma contiene constitución de abogado, la denuncia crea una situación jurídica
análoga a la instancia, sujetas a sus causas de suspensión y prescripción. (Glasson,
E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.540; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.239).

La denuncia transforma el procedimiento en una verdadera acción judicial, donde el


depósito del pliego de condiciones representa el enrolamiento a causa. (Pérez
Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 203; Sent. SCJ. 28
Septiembre 1954. BJ.530.1939-1940, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002
y por Machado, Pablo Antonio, 1958. La Jurisprudencia Dominicana en la Era de
Trujillo, t.I, p.689-690).
811

Pone en manos de la justicia los objetos embargados. (Glasson, E. et al, 1932.


Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.540).

En sentido contrario: es la transcripción del embargo lo que pone en manos de la


justicia el inmueble embargado. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p. 205).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

En virtud de las razones alegadas en los comentarios de los artículos precedentes, las
disposiciones relativas a la denuncia del acta de embargo no fueron contempladas por el
Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Artículo 678

(Mod. por la Ley No. 764 del 20 de diciembre de 1944). Dentro de los quince días de
la fecha de la denuncia, el acta de ésta, que deberá contener copia de la acta de
embargo, se transcribirá en la conservaduría de hipotecas del distrito judicial donde
radican los bienes embargados. Si el embargo comprende bienes situados en más de
un distrito judicial, cada transcripción deberá efectuarse dentro de los diez días que
sigan a la fecha en que se ultime la transcripción anterior; a este efecto, el
conservador de hipotecas hará constar en la anotación de transcripción la fecha
indicada. Cuando el embargo se hubiere trabado sobre un terreno registrado se
deberá proceder a su inscripción en la oficina del registrador de títulos, de acuerdo
con la Ley de Registro de Tierras, caso en el cual la transcripción del acto del
embargo produce todos los efectos que la ley atribuye a la transcripción del mismo.

Artículo 679

(Mod. por la Ley No. 764 del 20 de diciembre de 1944). Si el conservador de


hipotecas o el registrador de títulos no pudiesen proceder al instante a la
transcripción o inscripción del embargo que se le presente, mencionarán en el
original que ha de dejársele la hora, el día, el mes y el año en que se le haya
entregado; y en caso de concurrir otros, transcribirá o inscribirá el primer acto
presentado.

Artículo 680

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). En caso que hubiere habido embargo precedente, el
conservador de hipotecas o el registrador de títulos no transcribirán o inscribirán el
nuevo embargo y harán constar la negativa al margen de éste, enunciando la fecha del
embargo anterior, los nombres, residencias y profesiones del persiguiente y del
embargado, e indicando el tribunal que conocerá del asunto, el nombre del abogado, del
persiguiente y la fecha de la transcripción o de la inscripción.

Artículo 681

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Si no estuvieren dados en inquilinato o en


arrendamiento los inmuebles embargados, aquel contra quien se procede quedará en
posesión de ellos hasta la venta, en calidad de secuestrario, a menos que, a petición
812

de uno o varios acreedores se ordenare de otro modo por el juez de primera


instancia en la forma de los autos de referimiento. Podrán, sin embargo, los
acreedores, previa autorización acordada por auto del juez, dado en la misma forma,
hacer que se proceda a cortar y vender, en parte o totalmente, frutos aun no
cosechados. Estos frutos se venderán en subasta o de cualquier otro modo
autorizado por el juez de primera instancia en el plazo que se hubiere fijado y su
producto se depositará en la colecturía de rentas internas correspondiente.

Artículo 682

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Los frutos naturales o industriales recogidos con
posterioridad a la transcripción o inscripción del embargo, o el precio proveniente
de ellos, tendrán el carácter de inmuebles para distribuirse junto con el precio del
inmueble en el orden establecido por la Ley.

Artículo 683

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). El embargado no podrá proceder al corte de
maderas, ni menoscabar la finca bajo pena de daños y perjuicios y de las sanciones
que establecen las leyes.

Artículo 684

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). A petición de cualquier acreedor o del
adjudicatario se declararán nulos los contratos de inquilinato o arrendamiento o de
anticresis, o de cualquier naturaleza que restrinjan el derecho de propiedad, hayan
adquirido o no fecha cierta, si hubiesen sido hechos o registrados o transcritos con
posterioridad a la constitución de la hipoteca sin el consentimiento de los
acreedores hipotecarios cuando excedieren del tiempo de la hipoteca, si fuere
convencional, o de un año, a contar de la inscripción, si fuere legal o judicial. El
consentimiento de los acreedores deberá constar en el mismo acto que contenga la
mención de haber registrado o transcrito.
En el caso del privilegio del vendedor no pagado o del que ha suministrado el dinero
para la adquisición de un inmueble se observará la misma regla establecida en el
presente artículo para los casos de la hipoteca convencional y en los demás
privilegios la establecida para los casos de hipoteca legal o judicial.

Artículo 685

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Los alquileres y arrendamientos se considerarán
como inmuebles, desde el momento de la transcripción o inscripción del embargo,
para distribuirse junto con el precio del inmueble en el orden legal. Un simple acto
de oposición hecho a pedimento del persiguiente o de cualquier otro acreedor
equivaldrá al embargo retentivo en manos de los arrendatarios e inquilinos, quienes
no se podrán liberar sino en ejecución del mandamiento de colocación o por el
depósito del importe de los arrendamientos o alquileres en la oficina del colector de
rentas internas. Este depósito se efectuará a requerimiento de ellos mismos,
mediante simple intimación de los acreedores.
A falta de oposición serán válidos los pagos hechos al deudor y éste quedará
responsable, como secuestrario judicial de las sumas que hubiere recibido.

Artículo 686
813

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Desde el día de la transcripción o inscripción del
embargo no puede la parte a quien se expropia enajenar los bienes embargados, a
pena de nulidad, y sin que haya necesidad de hacerla declarar.

Artículo 687

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Sin embargo, la enajenación que se hubiere
efectuado así tendrá ejecución si antes del día fijado para la adjudicación de los
bienes el adquiriente consignare una suma bastante para el pago del capital, los
intereses y costas de lo que se adeudare, tanto a los acreedores inscritos como al
persiguiente, y si les notifica el acto del depósito.

Artículo 688

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). En el caso que las sumas así consignadas se
hubieren tomado a préstamo los prestamistas podrán hacerse consentir una
hipoteca cuyo rango se determinará por la fecha de la inscripción de ésta o hacerse
subrogar en los derechos de los acreedores a quienes desinteresa.
Si las sumas consignadas excedieran de la que es necesaria para pagarles al
persiguiente y a los acreedores inscritos, el remanente será entregado al embargado
o quedará a favor del adquiriente, según que éste hubiese adquirido el inmueble a
título gratuito u oneroso.

Artículo 689

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Si no hubiere hecho el depósito antes de
procederse a adjudicar los bienes, no se podrá bajo ningún pretexto, acordar plazo
para efectuarlo.

Tabla de Contenido

1. Transcripción o inscripción del embargo.


A. En qué consiste. Generalidades.
B. Efectos.
a. Sobre el uso, goce y administración del deudor inmueble.
b. Sobre los frutos del inmueble.
c. Sobre el derecho de enajenar el inmueble.
d. Otros efectos.
2. Embargo precedente.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Transcripción o inscripción del embargo.

A. En qué consiste. Generalidades.

Se procede a la inscripción o transcripción de la denuncia y acta de embargo, según sea o


no registrado el inmueble. De tratarse de un inmueble registrado a lo que se procede es a
la inscripción, y de tratarse de un inmueble no registrado a lo que se procede es a la
transcripción. Si se trata de inmuebles registrados, hay que dirigirse a Registro de
Títulos; si, se trata de inmuebles no registrados, hay que dirigirse a la Conservaduría de
Hipotecas. (Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre Vías de Ejecución,
Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., pp.138-139).
814

"(…) c) Deberán igualmente registrarse, los actos de embargo, las denuncias de los
mismos (…)” (Artículo 186 de la Ley de Registro de Tierras).

De tratarse un inmueble registrado han de seguirse las formalidades prescritas en el


artículo 199 de la Ley de Tierras. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.239 y 240).

“Cuando se Pratique un embargo sobre inmuebles o derechos registrados, el persiguiente


estará obligado a depositar en la oficina del Registrador de Títulos correspondiente,
dentro de los quince días que sigan al de la denuncia, junto con un requerimiento firmado
por él, los originales del acta de embargo y del acto de denuncia así como una copia de
cada diligencia certificada por el Alguacil actuante. El acta de embargo contendrá siempre
la designación catastral del inmueble y el número del Certificado de Título
correspondiente.
Párrafo I.- Inmediatamente después de haber recibido el depósito de dichos actos, el
Registrador de Títulos procederá a inscribirlos en el Libro de Inscripciones y luego de esto
realizará el registro en el Certificado Original del Título, por medio de una anotación en la
cual se expresarán las fechas y objeto de los actos, la hora, el día, mes y año de su
inscripción y los nombres completos del embargante y su abogado constituido.
Párrafo II.- Los actos originales con la nota de inscripción firmada por el Registrador de
Títulos serán devueltos al persiguiente o a su abogado constituido. Las copias, con los
mismos requisitos serán archivadas en el expediente relativo al inmueble de que se trata.
Párrafo III.- Si al momento de proceder al registro de los actos no se depositare el
Duplicado del Dueño para verificar en él la misma anotación, el Registrador de Títulos lo
requerirá por el medio que crea más seguro, y si dentro de un plazo razonable el dueño no
defiriere a esa intimación, dicho funcionario someterá el caso al Tribunal Superior de
Tierras para que éste ordene la entrega o lo que estime procedente. Artículo 199 de Ley de
Tierras”. (Artículo 199 de la Ley de Registro de Tierras).

“El fin cuya obtención se ha propuesto el texto del artículo 678, tanto en nuestro país,
como en la nación madre de nuestra legislación, al prescribir la transcripción del acto de
denuncia, no es otro que salvaguardar el interés que los terceros, y especialmente los
acreedores, tienen en conocer si la instancia, mediante la notificación del embargo, se
encuentra regularmente ligada con el embargado, y, para tal conocimiento lo necesario es
que se transcriba el acto de denuncia propiamente dicho, y no es necesario para ello que
se transcriba igualmente, y por segunda vez, el referido proceso verbal de embargo, cuya
copia auténtica acompaña al expresado acto de denuncia propiamente dicho, proceso
verbal que ha sido ya transcrito inmediatamente antes del acto de denuncia”. (Sent. SCJ.
29 Agosto 1936; BJ.313.450-453, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana. 1907-2002).

“El artículo 678 impone al persiguiente la obligación de hacer transcribir el acto de


embargo, pero ese texto no obliga, de ninguna manera, a realizar dos transcripciones
sucesivas del aludido acto, esto es, una transcripción completamente independiente del
acto de denuncia y otra formando parte de este último acto”. Esta disposición no ha
hecho obligatoria la doble y sucesiva transcripción del primero de dichos actos,
fundándose en que, como el acto de denuncia se encuentra necesariamente encabezado
por el de embargo, no se habría satisfecho el voto de la ley si solamente se hiciera una
transcripción del referido proceso verbal de embargo. (Sent. SCJ. 29 Agosto 1936;
BJ.313.450-453, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación
general de la Jurisprudencia Dominicana, 1907- 2002).
815

Para cumplir con las disposiciones del artículo 678 del Código de Procedimiento Civil,
basta que el persiguiente haya transcrito el acta de embargo y el original del acta de
denuncia propiamente dicho, o que haga transcribir el original del acta de denuncia y la
copia auténtica del acta de embargo con que regularmente se encabeza el acta de
denuncia propiamente dicha. “Ninguna norma legal exige al Conservador de Hipotecas
copiar el acta de embargo tomándola del propio original y no de la copia auténtica que
figure en el encabezamiento del acta de denuncia”. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 204; Sent. SCJ. 29 Agosto 1936. BJ.313.454, citada
por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“En caso de nulidad de la transcripción del acta de embargo inmobiliario y de la denuncia


por tardía, el plazo para efectuar la nueva transcripción no está regido por el artículo 678,
sino por el 728 del Código de Procedimiento Civil, en virtud del cual, en caso de ser
admitido por el tribunal un medio de nulidad de forma, el ejecutante podrá empezar de
nuevo el procedimiento, partiendo del último acto válido y los términos para el
cumplimiento de los actos sucesivos se contarán desde la fecha de la sentencia que haya
fallado definitivamente sobre la nulidad”. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p. 203; Sent. SCJ. 21 febrero 1934. BJ.283.17, citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana
1907-2002).

“Todo fuera mucho más sencillo si lo que se transcribiera o inscribiera fuera el


mandamiento de pago, después de transcurrido el plazo de los 30 días otorgados al
deudor”. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 205).

El plazo de quince para transcribir la denuncia no es franco. (Glasson, E. et al, 1932.


Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, pp.540-541; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.240).

En sentido contrario: El plazo para la inscripción del embargo es franco, puesto que tiene
como punto de partida la fecha en que se notificó la denuncia del mismo. (Del Carpio,
Francisco, Aspectos Controvertidos en el Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999-
2000, 16 de diciembre al 6 de enero, año número 3, revista número 72, p.37; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.240).

El artículo 678 no contiene ninguna mención sobre el aumento del plazo en razón de la
distancia: si bien la solución contraria tiene sus partidarios, no parece que el plazo es
susceptible de tal aumento. El plazo otorgado por dicho texto es suficiente para efectuar
la transcripción…. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.541).

En sentido contrario: Puede admitirse que aumenta en razón de la distancia. (Tavares


Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.241).

La formalidad de transcripción del embargo, es consagrada a pena de nulidad absoluta


del embargo inmobiliario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.540; Sen. SCJ. 29
de agosto de 1936. BJ.313.451, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1997-2002).

“La nulidad fundada en la falta de transcripción del acta de embargo en el plazo legal,
solamente puede invocarse, a pena de caducidad, tres días, a más tardar, antes de la
lectura del pliego de condiciones. Por tanto, si el extracto de que trata el Art. 696 del
816

Código de Procedimiento Civil demostrase que la transcripción se hizo fuera del plazo
legal, tal irregularidad no influiría ya en la validez de los procedimientos”. (Sent. SCJ. 8 de
septiembre 1938. BJ.338.475, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

B. Efectos.

a. Sobre el uso, goce y administración del deudor inmueble.

La transcripción o inscripción del embargo, altera gravemente la situación del embargado,


y lo convierte en un simple secuestrario del inmueble embargado. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.542; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.242).

Si el inmueble está ocupado por el dueño, los acreedores pueden dejarlo en sus manos,
en calidad de secuestrario judicial. Si éste no se conduce correctamente, el ejecutante
podrá apoderar al juez de primera instancia, en atribuciones de referimiento, para que
proceda a nombrar a un secuestrario y ordene la expulsión del deudor del inmueble.
(Bircann Rojas, Luis A., Nuevas Reflexiones sobre los Embargos Inmobiliarios, Gaceta
Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto, año número 3, revista número 62, p. 48;
Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.798; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.543- 544; Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 206; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.242-243).

Si el inmueble está arrendado o alquilado, el deudor continúa administrándolo, a menos


que los acreedores se opongan. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.243 y 244).

En caso de que el inmueble se encuentre arrendado o alquilado, el deudor continúa


percibiendo los alquileres, pero en calidad de secuestrario. Pueden los acreedores por
simple acto oponerse, y solicitar que el deudor no perciba tales alquileres, lo que impide
que los inquilinos y arrendatarios paguen en manos del embargado. (Bircann Rojas, Luis
A., Nuevas Reflexiones sobre Embargos Inmobiliarios, Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de
julio al 12 de agosto, año número 3, revista número 62, p. 48; Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.546).

La utilización del procedimiento sumario y excepcional del referimiento dentro del proceso
del embargo inmobiliario, está registrando a casos específicos previstos por la ley: la
designación de un secuestrario de los inmuebles embargados; la obtención de
autorización requerida para que los acreedores puedan proceder a cortar y vender, los
frutos aún no cosechados. (Sent. SCJ. 22 de noviembre del 2000. BJ.1080.134-140, citada
por: Luciano Pichardo, Rafael, 2002. Lustro de Jurisprudencia Civil 1997-2002, pp.329-
330).

Ver Anotaciones de los Artículos 242 y 243 del Código de Procedimiento Civil, en lo
referente a la conducta a observar el secuestrario del inmueble.

b. Sobre los frutos del inmueble.

Las sumas que representan a los frutos del inmueble son inmovilizadas, lo que quiere
decir que se incorporan al precio del inmueble, para ser repartidas en el procedimiento
817

del orden entre los acreedores hipotecarios. (Bircann Rojas, Luis A., Nuevas Reflexiones
sobre Embargos Inmobiliarios, Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto, año
número 3, revista número 62, p. 48; Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.799; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.546-547;
Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 207; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.244).

Se le da un carácter inmobiliar a los frutos, lo cual es una ficción: se entiende que los
frutos naturales o industriales después de recogidos son inmuebles, lo mismo que el
precio proveniente de ello; así como se consideran inmuebles los frutos civiles. (Glasson,
E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.548; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra.
ed., p. 207).

“¿Qué consecuencia tiene esta ficción? Que la distribución se hará de conformidad a las
reglas del orden. Es por ello que los acreedores hipotecarios y privilegiados tendrán un
derecho preferencial en relación a los acreedores quirografarios. De no existir (...), estos
frutos tendrán carácter mobiliar y se repartirán de conformidad con las reglas de la
distribución a prorrata”. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed.,
pp. 207 y 208).

La inmobilización de los frutos aprovecha no solo al acreedor hipotecario ejecutante, sino


también a los acreedores inscritos, en virtud de los artículos 2118 y 2133 del Código Civil,
según los cuales la hipoteca afecta a los frutos del inmueble sobre el cual recaiga, en
calidad de accesorios. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale, t.II, p.799; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.548-549, Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.244).

La inmobilización de los frutos naturales o industriales, se halla establecida en el artículo


682, y la de los frutos civiles, en el artículo 685. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.244).

Para determinar si opera la inmobilización de los frutos, es necesario determinar si los


mismos son anteriores o posteriores a la transcripción o inscripción del embargo: a) Los
frutos naturales, según hayan o no hayan sido cosechados con anterioridad, pertenecen
al embargado o a los acreedores, respectivamente; b) Como los frutos civiles se adquieren
día por día, los acreedores hipotecarios tienen derecho a cada día de frutos civiles
transcurrido después de la transcripción o inscripción del embargo, sin importar la fecha
del vencimiento de los alquileres o arrendamiento. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
pp.549-550; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.IV, 4ta. ed., pp.244-245).

El embargo de frutos no cosechados realizado antes de la transcripción o inscripción del


embargo inmobiliario, no impide la inmobilización de los frutos. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.800; Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.559).

Tampoco impide la inmobilización de los frutos el embargo retentivo anterior que recaiga
sobre los mismos, a menos que la sentencia que lo valida haya sido notificada con
anterioridad a la transcripción o inscripción. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
818

Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.800; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.245-246).

En sentido contrario: Cuando, previo a la transcripción o inscripción del embargo, se ha


trabado un embargo retentivo o uno de frutos no cosechados, deben perseverar los
derechos de adquiridos por el anterior embargante, no operando la inmobilización de los
frutos. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 209).

Si se ha constituido una anticresis sobre el inmueble, previo a la transcripción del


embargo inmobiliario, los frutos no serán inmovilizados si tal anticresis fue transcrita con
anterioridad a la transcripción de la hipoteca, puesto que en tal caso la anticresis le era
oponible a los acreedores hipotecarios. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.799; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.557).

Este postulado no es aplicable en caso de concierto fraudulento entre el acreedor de la


anticresis y el propietario del inmueble. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.799).

Opera la inmobilización aún cuando haya recaído sentencia declarativa de quiebra del
deudor con anterioridad a la transcripción o inscripción del embargo. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.800; Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.246).

Respecto del conflicto que se presenta entre los acreedores hipotecarios frente a la cesión
o descargo anticipado de los alquileres, que son frutos civiles, anterior a la transcripción o
inscripción del embargo, la jurisprudencia francesa opina que la solución sería la de
entender como oponible a los acreedores hipotecarios tal cesión o descargo desde el día
que tales actos adquieren fecha cierta contra terceros conforme al derecho común, aún
después de la publicidad del embargo. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.800; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p. 209).

Esta solución es aplicable a los finiquitos o recibos anticipados otorgados respecto de


alquileres o arrendamientos y a las delegaciones de crédito. Los recibos deben haber
adquirido fecha cierta contra terceros anterior a la transcripción, de acuerdo con el
artículo 1328 del Código Civil; la delegación de créditos, al igual que la cesión de crédito,
debe haber cumplido con las formalidades del artículo 1690 del Código Civil.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.800).

“La inmovilización de los frutos, tiene como punto de partida la transcripción o


inscripción del acta de embargo, pero cuando los inmuebles se han dado en alquiler, el
punto de partida se fija en la notificación que se les haga a los ocupantes”. (Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 208).

La inmobilización se produce de pleno derecho desde el momento de la transcripción.


(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.548).

c. Sobre el derecho de enajenar el inmueble.

Después de la transcripción o inscripción del embargo, el deudor no puede enajenar el


inmueble embargado, a pena de nulidad que no hay que hacerla pronunciar. (Pérez
819

Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 205; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.246).

Esto entraña, en principio, la incapacidad para constituir servidumbres reales y


personales, las que serían nulas, frente al ejecutante y a los acreedores inscritos o
registrados. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.IV, 4ta. ed., p.246).

Los deudores pueden consentir nuevas hipotecas sobre el inmueble embargado, puesto
que ello no perjudica a los acreedores hipotecados, ya que los mismos cobrarán en virtud
de su rango, y puesto que los perjuicios que podrían sufrir los acreedores quirografarios
se derivan de la naturaleza misma de su carácter de acreedor quirografario. (Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.246-247).

El ejecutante puede darle eficacia a la enajenación hecha por el deudor, pero antes de la
notificación del pliego de cargas, cláusulas y condiciones, cancelando el embargo. La
eficacia obtenida así, será inoperante si antes del día fijado para la enajenación del
inmueble, el adquiriente no ha consignado una suma bastante para el pago del capital e
intereses y costas de lo que se adeudase al persiguiente. Pero de realizarse tras la
notificación del pliego de condiciones, el adquiriente debe desinteresar también a los
acreedores hipotecarios. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.563; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.247-248).

El adquiriente del inmueble, puede descartar la ineficacia de su adquisición, tal y como lo


dispone el artículo 687, si antes del día fijado para la adjudicación, consigna una suma
bastante para el pago del capital, los intereses y costas de lo que el embargado adeudare
a los acreedores inscritos y al persiguiente y notifica el acto de depósito a éstos. (Glasson,
E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.564; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.248).

El comprador tiene que consignar los créditos todavía no vencidos. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, pp.564-565; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.248).

Cumplidas las formalidades del artículo 687, la enajenación surte todos sus efectos, tal y
como si hubiera operado una cancelación voluntaria del embargo. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.564).

A pesar de la generalidad de estos términos, este artículo debe ser interpretado de


acuerdo a lo que dispone el artículo 693: mientras no haya intervenido la denuncia del
pliego de condiciones, el adquiriente puede solo consignar lo debido al acreedor
persiguiente. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.798; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.564; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.248).

La consignación surte los efectos de un verdadero pago. (Encyclopédie Juridique Dalloz,


1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.799; Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.566).
820

Aún cuando la ley se refiere a la “consignación”, la Corte de Casación Francesa, exige que
el adquiriente cumpla con la formalidad mediante ofertas reales de pago, siendo
inoperante la consignación sino está precedida de ello. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.798).

“El adquiriente tiene derecho, sino se presenta ninguna dificultad, de omitir la


consignación y pagar directamente al ejecutante y a los acreedores inscritos o registrados.
Por otra parte, el adquiriente y el embargado no pueden contestar los créditos o las
inscripciones o registros hipotecarios”. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.248-249).

El plazo para la consignación de las sumas, es improrrogable. (Tavares Hijo, Froilán,


1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.249).

Es nula toda enajenación ya sea a título oneroso o a título gratuito. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.559; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra.
ed., p. 205).

En sentido contrario: La nulidad de la venta de un inmueble cuyo embargo ha sido


inscrito no afecta a los terceros adquirientes de buena fe y a título oneroso. (Sent. SCJ.
1ro. de julio de 1988. BJ.932.887, citada por: Subero Issa, Jorge, 1993. 4 años de
Jurisprudencia Analítica Dominicana 1985-1988, p.217 y por Castaños Guzmán, Julio
Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

El tercero que adquiera un inmueble en el período sospechoso entre la inscripción o


transcripción del embargo y la adjudicación, “nada tiene de qué quejarse”. (Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 228).

Esta indisponibilidad de enajenar es relativa y solo puede ser alegada por el acreedor
ejecutante y por los acreedores inscritos o registrados. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.560; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 228; Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.247).

La indisponibilidad no aprovecha al adjudicatario. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.


Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 228).

La nulidad de las enajenaciones no puede ser pronunciada de oficio, sino que tiene que
ser invocada por una de las partes, caso en el cual se impone al tribunal decretarla.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.797).

d. Otros efectos.

La transcripción o inscripción determina a quién pertenece la dirección del procedimiento,


puesto que no pueden llevarse varios procedimientos de ejecución al mismo tiempo; pero
en caso de negligencia del primer ejecutante, el segundo ejecutante puede subrogarse en
las persecuciones. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.249).

Pone los inmuebles embargados en manos de la justicia el embargo. (Pérez Méndez,


Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 205).
821

Pone el embargo en conocimiento de los terceros. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.


Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 205).

Convierte a los acreedores quirografarios en terceros frente al deudor. (Glasson, E. et al,


1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.568; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.250).

La demanda en oposición al mandamiento de pago constituye un incidente del embargo


inmobiliario, si interviene después de la transcripción o inscripción del acta de embargo;
a partir de este momento dicha demanda se transforma en incidente. (Sent. SCJ. 8 de
mayo del 2002. BJ.1098, citada por Luciano Pichardo, Rafael, 2002. Lustro de
Jurisprudencia Civil 1997-2002, pp.457-458

A partir de ahí, no puede pedir el embargado un plazo de gracia al juez, quien pudiera
otorgarlo con anterioridad a estas medidas, en virtud de lo general del artículo 1244 del
Código Civil. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., pp. 220-
221). Ver los artículos 123 y siguientes de la Ley N. 834del 15 de julio de 1978.

2. Embargo precedente.

La inscripción o transcripción del embargo se realiza con el fin de que, en caso de


presentarse otro acreedor que ha practicado un embargo, el Registrador de Títulos o el
Conservador de Hipotecas se nieguen a su inscripción o transcripción, debiendo ponerle
una nota al pie del acta presentada que indique la fecha, hora, número, folio, etc. Se hizo
constar el embargo realizado a requerimiento de tal o cual persona. (Germán Mejía,
Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan
Pérez Méndez, 5ta. ed., p.139; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra.
ed., p. 204).

Esta norma es la aplicación de un principio general que prescribe que no pueden llevarse
al mismo tiempo dos procedimientos ejecutivos sobre los mismos inmuebles.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.820; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.292 y 293).

Ver anotaciones de los artículos 719 y siguientes, en lo referente a la acumulación de


embargos.

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Cambiando los plazos, el Proyecto de Código de Procedimiento Civil, en el artículo 1323,


dispone la transcripción o inscripción del mandamiento de pago, en los mismos términos
estipulados para la de la denuncia y acta de embargo inmobiliario por el artículo 678 de
la actual codificación de procedimiento civil.

En efecto, el plazo para proceder a la transcripción o inscripción del mandamiento de


pago, no es ya el plazo de quince días dentro del cual actualmente se debe proceder a la
transcripción o inscripción de la denuncia y acta de embargo, sino que el mismo aumenta
cinco días: veinte días contados a partir del mandamiento de pago. Por el contrario, el
plazo de diez días otorgado para cada transcripción o inscripción, en los casos en que los
inmuebles se encuentren ubicados en distritos diferentes, disminuye a cinco días.

La disposición del artículo 679 del Código de Procedimiento Civil es suprimida en el


Proyecto. Entendemos que esto responde a que dicha norma no concierne al
822

procedimiento de embargo inmobiliario, sino que más bien es materia de las leyes
relativas al registrador de títulos y conservador de hipotecas.

El artículo 680, por su parte se mantiene prácticamente intacto en el artículo 1324 del
Proyecto. Radicando la única diferencia entre ambos en una cuestión de forma: donde se
lee “el nombre del…”, se introduce “los nombres y apellidos del…”.

Una nueva norma prevé el Proyecto, y es la obligación a cargo del persiguiente, de, dentro
de los cinco días de la transcripción o inscripción del embargo, levantar acta acerca de las
condiciones y ocupación del inmueble objeto de embargo. Sin embargo, no remite el texto
a ninguna disposición que permita conocer de las formalidades a la que está sujeta esta
acta, ni el funcionario competente para ello; esto partiendo de que tal acta no puede ser
levantada por el persiguiente, puesto que sus declaraciones deben ser reconocidas como
caracterizadas por la parcialidad. En este sentido, entendemos que existe una laguna.

A los artículos 681, 682, 683, 684 y 685, no se les introduce ninguna modificación en el
Proyecto de Código de Procedimiento Civil, en los artículos 1326, 1327, 1328, 1329 y
1330. Incluso estos últimos, no nos hablan ya de transcripción o inscripción de
mandamiento de pago, sino que, como los primeros, se refieren al embargo ¿Fue ello
intencionalmente ideado por el redactor del Proyecto, de manera que asimilaba el
mandamiento de pago con el embargo? Nos parece muy cuesta arriba admitirlo.

Los artículos 686, 687, 688 y 689 son suprimidos por el Proyecto. De esta manera
subsisten todos los efectos de la transcripción o inscripción anotados, salvo el relativo a la
nulidad de la enajenación posterior a la transcripción o inscripción. Y es que, como fue
explicado en los comentarios de los artículos 675 y 676, la indisponibilidad del inmueble
es consecuencia de la denuncia al registrador de títulos y al conservador de hipotecas del
mandamiento de pago dirigido contra el acreedor.

Artículo 690

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Dentro de los veinte días que siguieren a la fecha
de la transcripción o inscripción el persiguiente depositará en la secretaría del
tribunal que debe proceder a la venta el pliego de condiciones por el cual se regirá la
adjudicación. Este pliego contendrá: 1ro., la enunciación del título en virtud del
cual se procedió al embargo y de los actos que precedieron a éste, así como la
enunciación de los demás actos o sentencias que lo sucedieron; 2do., la designación
de los inmuebles embargados tal como se haya insertado en el acta de embargo;
3ro., las condiciones de la venta; 4to., ofrecimiento de un precio por el
persiguiente; 5to., relación de las inscripciones que hubiere sobre los inmuebles
embargados o mención de la certificación de que no existen inscripciones.
El persiguiente podrá establecer también en el pliego de condiciones, que todo
licitador deberá depositar previamente en la secretaría del tribunal una garantía en
efectivo o en cheques certificados de una institución bancaria domiciliada en la
República, no pudiendo exceder dicha garantía del diez por ciento de la primera
puja, salvo que se hubiere convenido mayor suma entre el persiguiente y el deudor.

Artículo 691

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Dentro de los ocho días del depósito del pliego de
condiciones el abogado del persiguiente notificará el depósito tanto a la parte
embargada como a los acreedores inscritos y les notificará asimismo el día que
fijare el juez para dar lectura a dicho pliego, la cual sin ningún requerimiento,
tendrá lugar en el término de no menos de los veinte días que siguieren al depósito
823

del pliego. Entre los acreedores inscritos a que se refiere el párrafo anterior se
incluyen a los que lo fueren a causa de hipotecas legales. Los acreedores y la parte
embargada pueden oponerse a alguna de las cláusulas del pliego de condiciones en
escrito presentado diez días antes por lo menos del fijado para la lectura del pliego.
Este escrito será notificado por el oponente a las otras partes en el embargo con
intimación a comparecer en un plazo no menor de dos días a la audiencia que
celebre el juzgado de primera instancia, el cual fallará, sin necesidad de oír al fiscal,
a más tardar el día designado para la lectura del pliego. Este fallo no estará sujeto a
ningún recurso.
Ninguna oposición se podrá hacer, sin precio que ofreciere el persiguiente.
El deudor embargado o cualquier acreedor inscrito podrá pedir, y el tribunal deberá
ordenar, antes de la lectura del pliego de condiciones, siempre que no lo hubiere
hecho el persiguiente, que todo licitador preste previamente la garantía a que se
refiere el artículo anterior.

Artículo 692

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Si entre los acreedores inscritos se encontrare el
vendedor del inmueble embargado se hará la intimación a este acreedor, a falta de
domicilio elegido por él, en su domicilio real siempre que lo tuviere en el territorio
dominicano. Esta intimación contendrá la cláusula de que, a falta de formular su
demanda en resolución y notificarla en la secretaría antes de la adjudicación, perderá
definitivamente, con respecto al adjudicatario, el derecho de hacerla pronunciar.

Artículo 693

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Desde el día de esta notificación no se podrá ya
cancelar el embargo, sino con el consentimiento de los acreedores inscritos o en
virtud de sentencias pronunciadas contra ellos.

Artículo 694

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). El día fijado para la lectura el secretario la hará
en audiencia pública, en la cual se fijará la fecha de la adjudicación.

Tabla de Contenido

1. Pliego de condiciones.
A. Definición y aspectos generales.
B. Enunciaciones.
a. Quid de las condiciones de venta.
b. Quid de la oferta de pago por el persiguiente.
C. Depósito. Plazo.
2. Tribunal competente para conocer del embargo.
3. Notificación del depósito del pliego de condiciones.
A. Formalidades y fin.
B. Notificación al embargado.
C. Notificación a los acreedores.
D. Notificación al vendedor no pagado.
824

E. Efecto de las notificaciones.


4. Reparos al pliego de condiciones.
A. En qué consisten.
B. Formas y plazo.
5. Audiencia de lectura del pliego de condiciones.
6. Radiación del embargo.
A. En qué consiste.
B. Radiación voluntaria.
C. Radiación forzosa.
D. Radiación por perención.
7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Pliego de condiciones.

A. Definición y aspectos generales.

Acto destinado a poner en conocimiento de los interesados las condiciones de una venta
en subasta pública, que resulta, entre otras cosas, por efecto de un embargo inmobiliario.
(Capitant, Henri, 1977. Vocabulario Jurídico, 7ma. ed., p.431).

Acto que prepara el abogado del persiguiente, cuyo objeto es dar a conocer las
condiciones de la venta al ejecutado, a los acreedores inscritos o registrados y a los
futuros subastadores. Es un proyecto, que contiene solo una obligación: la del acreedor
de constituirse en adjudicatario por el precio fijado por él, si nadie ofrece mayor precio.
(Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.
ed., p.250).

Proyecto de acto de venta, que constituirá finalmente el acto de adquisición del


adjudicatario. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de
Distribution, 16va. ed., p.396).

Es un proyecto, puesto que está sujeto a ser observado por las partes en el proceso.
(Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 210)

La redacción del pliego de condiciones corresponde al abogado de la parte persiguiente.


(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.801; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.572; Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 210; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.250; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed., p.396).

Para ello el abogado no tiene que haber recibido un poder especial. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.801).

B. Enunciaciones.
825

El pliego de condiciones debe contener: (a) enunciación del título y del procedimiento, es
decir, de los actos que precedieron y sucedieron al embargo; (b) designación de los
inmuebles embargados, como se haya insertado en el acta de embargo; (c) condiciones de
la venta; (d) oferta de precio por parte de la parte persiguiente. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.801; Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, pp.573-575; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., p. 210; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.251-253).

En lo relativo a la designación de los inmuebles, un error de poca importancia no es


causa de nulidad, si ello no entraña un perjuicio a una de las partes en el proceso.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.801).

Debe contener la relación de las cargas hipotecarias. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 211; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.253).

Para cumplir con esta formalidad, se toma como base el estado contentivo de las
hipotecas y privilegios inscritos o registrados, o la certificación de que los mismos
no existen, emitida por el conservador de hipotecas o el registrador de títulos.
(Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.IV, 4ta. ed., p.253).

Debe indicarse la circunstancia, de ocurrir por cualquier razón, de que el persiguiente


tiene en su poder los títulos de propiedad del inmueble. (Jorge Blanco, Salvador, 2003.
Formularios de las Vías de Ejecución, 3ra.ed., p.207).

Debe contener la firma del abogado de la parte persiguiente. (Encyclopédie Juridique


Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.801; Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 211).

La enunciación de las menciones prescritas en el artículo 690 del Código de


Procedimiento Civil a pena de nulidad. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.572).

a. Quid de las condiciones de venta.

Las condiciones de venta son las que ordinariamente se encuentran en los actos
convencionales de venta, relativas al pago del precio, a la garantía, a las servidumbres,
etc. También se puede estipular en él a cargo del adjudicatario: el pago de los intereses
del precio, el pago de los gastos ordinarios y extraordinarios del procedimiento, la
consignación del precio, el respeto a contratos de locación o arrendamiento. Además, el
ejecutante puede insertar, o, en su defecto, lo pueden requerir el embargado y los demás
interesados, las cláusulas empleadas en los actos con respecto a la garantía o no garantía
de los vicios ocultos. Puede estipularse un mínimo entre una puja y la siguiente.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.574-574; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.251).

Puede contener el pliego de condiciones, todas las cláusulas que normalmente contienen
los contratos de venta. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.574).
826

Si el pliego de condiciones no contiene ciertas condiciones de la venta, hay que


dirigirse a las reglas de derecho común que rigen el contrato de venta.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.801).

Se puede establecer a cargo del adjudicatario la obligación de prestar fianza. (Glasson, E.


et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.575).

Se puede establecer que todo licitador deberá depositar previamente en la secretaría del
tribunal una garantía en efectivo o en cheque certificado por una institución bancaria
dominicana en la República, que no puede exceder del diez por ciento de la primera puja,
a menos que se hubiere convenido una suma mayor entre el persiguiente y el deudor.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.801; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 211; Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.251-
252).

Puede el persiguiente, fijar libremente en el pliego de condiciones, un plazo dentro del


cual el adjudicatario está obligado a sacar copia a la sentencia de adjudicación y hacerla
notificar. (Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios de las Vías de Ejecución, 3ra.ed.,
p.205).

La doctrina francesa ha señalado que el persiguiente puede fijar un valor mínimo de


diferencia entre pujas. Es decir, que entre dos pujas ofertadas por distintos licitadores, o
la puja inicial que se eleve sobre el precio ofertado por el persiguiente, debe haber una
diferencia mínima de monto o valor. (Rodríguez, José Antonio, El Precio de Adjudicación en
el Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 2000, 19 de octubre a 2 de noviembre, año
número 2, revista número 93, pp.20-23).

No puede contener ninguna cláusula contraria al orden público. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.575).

Las cláusulas contrarias al orden público pueden ser anuladas por el tribunal a
requerimiento del interesado. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.252).

b. Quid de la oferta de pago por el persiguiente.

El pliego de condiciones debe de contener un ofrecimiento de pago por parte del


persiguiente, por el cual se declarará adjudicatario al mismo en caso de no presentarse
licitadores a la audiencia. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.575; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.252).

Cuando los inmuebles a vender han sido divididos en lotes debe indicarse un precio de
primera puja por cada uno de los lotes. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.576;
Rodríguez, José Antonio, El Precio de Adjudicación en el Embargo Inmobiliario, Gaceta
Judicial, Año 2000, 19 de octubre a 2 de noviembre, año número 2, revista número 93,
827

pp.21; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.252).

“No existe texto legal alguno que determine que la postura de precio hecha por el
ejecutante a quien se declarará adjudicatario a falta de subastadores deba estar en
determinada proporción con el valor del inmueble, porque contra el peligro de que el
embargante resulte adjudicatario de éste por un precio inferior a su valor real, ha
establecido la ley la puja ulterior”. (Sent. SCJ. 11 mayo 1923. BJ.154.20, citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

El hecho de que se ponga como precio de primera puja una suma inferior al valor
adeudado no constituye una actuación dolosa que perjudica a la parte embargada,
sino que perjudica a la parte ejecutante, puesto que de este modo reduce la
posibilidad de su crédito y la porción no cobrada queda expuesta a un nuevo
proceso. (Sent. SCJ. 31 de julio de 1991. BJ.968-970.962-963, citada por: Biaggi
Lama, Juan Alfredo, 2002. 15 años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana 1988-2002, p.194 y citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía
Práctica de los Embargos, t.II, p.464).

“Lo normal es que si el inmueble vale mucho más que su crédito, consigne como precio
para la primera puja un valor igual a su acreencia, de manera que si un tercero se hace
adjudicatario pueda cobrarse con el precio de la adjudicación; y si no concurren
subastadores entonces adjudicarse él mismo el inmueble en pago de su crédito”. (Bircann
A. Luis Rojas, Errores sobre el Precio de Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 2001, 29 de
noviembre al 14 de diciembre, año número 3, revista número 121, p.39).

“Como no existe ningún límite máximo, el persiguiente corre el riesgo de quedar


adjudicatario por el precio fijado por él”. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 211).

“Esto, a primera vista, parecería injusto. Pero precisamente para evitar la consumación
de esa injusticia es que los procedimientos exigen una amplia publicidad de la ejecución
hipotecaria con la finalidad de estimular a otras personas a hacer ofertas que se acerquen
lo más posible al valor real del inmueble, y con ese objeto el mismo deudor podrá
constituirse en el primer promotor para interesar inversionistas a mejores ofertas de
precio. (…) la previsión de la ley es absolutamente necesaria porque de no ser así, las
garantías inmobiliarias dejarían de ser tales para convertirse en frustraciones crediticias”.
(Bircann Rojas, Luis A., Errores sobre el Precio de la Adjudicación II, Gaceta Judicial, Año
2001, 14 a 28 de diciembre, año número 5, revista número 122, p.30).

“Después de adjudicado el inmueble hipotecado no puede suscitarse controversia alguna


sobre si su valor real cubría o no la deuda. No puede decir el persiguiente adjudicatario
que se equivocó y en base a ello pretender que el deudor le pague una diferencia no
cubierta. Tampoco puede el embargado incoar litigios o presentar excepciones alegando
que el inmueble adjudicado cubría la totalidad de su deuda y que por tanto no puede el
acreedor que se adjudicó algunos inmuebles por un valor menor a su crédito perseguir
otros inmuebles por la diferencia no cubierta en esa primera ejecución inmobiliaria”.
(Bircann A. Luis Rojas, Errores sobre el Precio de Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 2001,
29 de noviembre al 14 de diciembre, año número 5, revista número 121, p.39).

“(…) el precio ofertado no puede estar sujeto a variación por intereses; la posibilidad de
reserva de aumento por liquidación ulterior es totalmente inaceptable”. (Bircann A. Luis
828

Rojas, Errores sobre el Precio de Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 2001, 29 de noviembre
al 14 de diciembre, año número 3, revista número 121, p.39).

“Lo que podría ser una lesión si se tratare de terrenos no registrados, no podría ser
argüido en las ejecuciones inmobiliarias, donde no cuenta con el consentimiento y solo
constituyen constreñimientos legales para el pago de las deudas, rodeados de las más
amplias garantías para que los interesados puedan evitar ese lamentable resultado”.
(Bircann Rojas, Luis A., Errores sobre el Precio de la Adjudicación II, Gaceta Judicial, Año
2001, 14 a 28 de diciembre, año número 5, revista número 122, p.30).

“(…) el precio ofertado, fijado por el persiguiente en el pliego de condiciones, no está


sujeto a las críticas y observaciones de las partes. (Bircann Rojas, Luis A., Un Caso sobre
el Precio de Venta de Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999 y 2000, 16 de
diciembre a 6 de enero, año número 5, revista número 72, p. 48; Bircann A. Luis Rojas,
Errores sobre el Precio de Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 2001, 29 de noviembre al 14
de diciembre, año número 3, revista número 121, p.39; Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.576; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 211; Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.252).

Esto se justifica en el último efecto legal del precio ofertado, que es que en caso de quedar
desierta la subasta, de pleno derecho el adjudicatario lo será el propio persiguiente, y
nadie puede forzarle a comprar un inmueble por otro valor, ni aun en el caso de que la
propiedad tenga un valor mucho mayor a la primera puja, ni aunque valga veinte veces
más. (Bircann Rojas, Luis A., Errores sobre el Precio de la Adjudicación II, Gaceta Judicial,
Año 2001, 14 a 28 de diciembre, año número 5, revista número 122, p.30).

El persiguiente, aunque en principio está obligado por la fijación de precio que haga,
puede pedir que el mismo sea reducido, si, después del depósito del pliego de condiciones
sobreviene alguna circunstancia que justifique esa reducción. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, pp.576-577; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.252).

La demanda tendente a la reducción del precio incoada por el persiguiente, puede ser
contestada por el embargado y los acreedores inscritos; el tribunal decidirá la cuestión.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.577).

“(…) el precio ofertado por el persiguiente constituye además, lo que la doctrina


tradicional dominicana denomina precio de primera puja”. (Rodríguez, José Antonio, El
Precio de Adjudicación en el Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 2000, 19 de
octubre a 2 de noviembre, año número 4, revista número 93, p.20).

El precio fijado no es más que una oferta que en la audiencia de adjudicación puede ser
superado por una mayor puja. (Bircann Roja, Luis A., Un Caso sobre el Precio de Venta de
Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999 y 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año
número 5, revista número 72, p. 48; Bircann A. Luis Rojas, Errores sobre el Precio de
Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 2001, 29 de noviembre al 14 de diciembre, año número
5, revista número 121, p.39; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra.
ed., p. 223).

El precio ofertado por el persiguiente de un lote o inmueble, constituirá el precio de


apertura de la subasta exclusivamente de ese lote o inmueble, teniendo los demás lotes o
829

inmuebles el precio ofertado para cada una de ellas por el persiguiente como precio de
apertura de la subasta o precio de primera puja. (Rodríguez, José Antonio, El Precio de
Adjudicación en el Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 2000, 19 de octubre a 2 de
noviembre, año número 2, revista número 93, p.21).

El inmueble no podrá ser adjudicado a cualquier otra persona que no sea el persiguiente
por la postura de precio. (Rodríguez, José Antonio, El Precio de Adjudicación en el Embargo
Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 2000, 19 de octubre a 2 de noviembre, año número 2,
revista número 93, p.21).

Mariano Germán distingue entre el precio ofertado por el persiguiente y el precio de


primera puja. El primero no puede ser objetado, tal como dispone el artículo 691 del
Código de Procedimiento Civil, “de conformidad al principio de la autonomía de la
voluntad. Esto es así porque el mismo servirá de precio de adjudicación en caso de que no
se presenten otras posturas. Por el contrario, el precio de primera puja que sirve de base
para la apertura de las pujas puede ser diferente al precio ofertado por el persiguiente, y,
contrario a éste, puede ser modificado por los acreedores y el embargado. (…) Hasta ahora
casi ningún doctrinario dominicano había hecho distinción al respecto y consideraban
ambos precios u ofertas como uno mismo”. (Rodríguez, José Antonio, El Precio de
Adjudicación en el Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 2000, 19 de octubre a 2 de
noviembre, año número 4, revista número 93, pp.21).

“El uso del término ′primera puja′ por parte del legislador, para determinar el porcentaje
máximo que el ejecutante puede exigir como garantía a los licitadores sin contar con la
anuencia del embargado, es donde tiene origen el criterio del Profesor Germán Mejía para
distinguir el precio ofertado por el persiguiente del precio de primera puja.
Independientemente de esta mención contenida en el artículo 690, ningún otro artículo
del Código de Procedimiento Civil utiliza el término primera puja. En consecuencia,
¿resulta suficiente la mención en el artículo 690 de “primera puja” para distinguir dos
precios en el procedimiento de embargo inmobiliario? A mi humilde entender estas
circunstancias no son suficientes para ello, inclinándome por la posición de la doctrina
tradicional dominicana de considerar tanto el precio ofertado por el persiguiente como el
precio de primera puja uno mismo, tal y como acontece en Francia y era aceptado en
nuestro país sin debate alguno antes de las modificaciones de 1944“(Rodríguez, José
Antonio, El Precio de Adjudicación en el Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 2000,
19 de octubre a 2 de noviembre, año número 4, revista número 93, pp.22).

C. Depósito. Plazo.

El plazo de veinte días que siguen a la transcripción o inscripción dentro del cual debe
realizarse el depósito del pliego de condiciones en la secretaría del tribunal que debe
proceder a la a venta, no es franco. (Del Carpio, Francisco. Aspectos Controvertidos en el
Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999-2000, 16 de diciembre al 6 de enero, año
número 3, revista número 72, pp.37-40; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.577; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.253).

El secretario levanta acta del depósito, aunque la ley no lo exige así. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.577; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.253).
830

La ley no requiere que el persiguiente notifique el pliego de condiciones al


embargado o a los acreedores inscritos, y todo acto de notificación se considera
como frustratorio. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.577).

Este plazo está prescrito a pena de nulidad. (Jorge Blanco, Salvador, 2003.
Formularios de las Vías de Ejecución, 3ra.ed., p.210).

2. Tribunal competente para conocer del embargo.

“La competencia del tribunal, se fija por la ubicación del inmueble, como si se
tratara de una acción inmobiliaria”. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p. 199).

En razón de la materia, lo es el tribunal de primera instancia en atribuciones civiles.


(Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre Vías de Ejecución,
Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.141; Vincent, Jean y
Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed.,
p.377).

En razón del territorio lo es el tribunal del lugar de la ubicación del inmueble.


(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.806; Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre
Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.141;
Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de
Distribution, 16va. ed., p.377).

Cuando se trata de varios inmuebles ubicados en diferentes distritos judiciales, se


debe hacer un embargo por cada distrito, lo que constituye una regla poco práctica;
cuando se trata de un mismo inmueble ubicado en dos distritos, se prefiere el
distrito en donde se encuentre la mayor porción, y en caso de estar mitad en el uno
y mitad en el otro, se lleva indistintamente en cualquiera de los dos; en caso de
pluralidad de inmuebles, se da preferencia al inmueble de mayor explotación para
fijar la competencia del tribunal. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p. 199).

En caso de embargo simultáneo sobre inmuebles ubicados en dos distritos continuos y


que son partes de una misma explotación, el tribunal competente para conocer del
embargo inmobiliario lo es el del tribunal de la principal explotación. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.801; Vincent,
Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed.,
pp.377-378).

Las reglas de competencia territorial no son de orden público y las partes las pueden
derogar. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de
Distribution, 16va. ed., p.378).
831

“Los Tribunales ordinarios serán competentes para conocer de toda demanda que se
establezca con motivo de un procedimiento de embargo inmobiliario o de un
mandamiento de pago tendente a ese fin, aun cuando se relacione esta demanda con la
propiedad del inmueble cuya expropiación se persiga; o con cualquier derecho susceptible
de registrar, y aun cuando esté en proceso de saneamiento dicho inmueble”. (Artículo 10
de la Ley de Registro de Tierras).

El Tribunal de Tierras es incompetente para conocer del procedimiento de embargo


inmobiliario, así como de las contestaciones que pueden surgir a su respecto. (Sent. SCJ.
1951. BJ.493.1000, citada por: Machado, Pablo Antonio, 1958. La Jurisprudencia
Dominicana en la Era de Trujillo, t.I, p.703; Sent. SCJ. Noviembre 1984. BJ.888.2913,
citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002; Sent. SCJ. 19 de mayo del 1993. BJ.989-991.448-
449, citada por: Biaggi Lama, Juan Alfredo, 2002. 15 años de Jurisprudencia de
Procedimiento Civil Dominicana 1988-2002, pp.192-193; Sent. SCJ. 29 de julio de 1998.
BJ.1052.1051-1062).

La competencia atribuida por el artículo 10 de la Ley de Registro de Tierras a los


tribunales ordinarios es general y absoluta y excluye la posibilidad de que en el
procedimiento de embargo inmobiliario surja ninguna cuestión relativa a los derechos
consignados en el certificado de título que sirve de fundamento a la persecución. (Sent.
SCJ. Agosto del 1951. 493, p.1000, citada por; Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Ver anotaciones del artículo 59 del presente Código, en lo referente a la competencia en


materia real.

3. Notificación del depósito del pliego de condiciones. Formalidades y objetivos.

Debe notificarse que se ha realizado el depósito del pliego de condiciones, así como el día
que fijase el juez para dar lectura a dicho pliego. (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de
Derecho Inmobiliario, t.III, p.977; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., p. 212; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.253).

Se cuenta con un plazo de ocho días a partir del depósito del pliego de condiciones,
dentro del cual debe notificarse tal depósito a los acreedores inscritos y a los
embargados; el plazo no es franco. (Del Carpio, Francisco. Aspectos Controvertidos
en el Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999-2000, 16 de diciembre al 6
de enero, año número 3, revista número 72, pp.37; Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.803).

El fin de estas notificaciones es darles la oportunidad al embargado y a los


acreedores hipotecarios y privilegiados de participar en la redacción final del pliego
de condiciones. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.578; Pérez
Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 212; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.254; Sent. SCJ. Enero de1940. BJ.354.27, citada por: Machado, Pablo Antonio,
1958. La Jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo, t.I, pp.688-689).
832

Debe contener el día y la hora en que fue fijada la lectura del pliego de condiciones.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.577).

Además, debe contener intimación de tomar comunicación. (Vincent, Jean y


Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed.,
p.399).

Esta notificación debe hacerse por acto de alguacil. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.803; Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 212)

La notifica un alguacil de la elección del persiguiente. (Glasson, E. et al, 1932.


Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, pp.577-578).

Estas notificaciones están prescritas a pena de nulidad, pudiendo proponerla toda


persona interesada. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.590).

A. Notificación al embargado.

Esta notificación debe hacerse en su persona o domicilio real o en el domicilio


elegido por él en la convención con el persiguiente. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.578; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.254).

En sentido contrario: La notificación se hace en el domicilio real. (Pérez Méndez,


Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 213).

La falta de notificación al embargado del depósito del pliego de cargas, cláusulas y


condiciones, y del día fijado para su lectura, cuando la misma es hecha a sus
abogados en el plazo de ley, no constituye una irregularidad que lesiona el derecho
de la defensa de dicho embargado, cuando los abogados tienen la oportunidad de
promover un incidente anterior a la publicación del referido pliego, y de hacerle a
éste, si tienen interés, los reparos y observaciones que crean pertinentes. (Sent.
SCJ. 16 Julio 1962. BJ.624.1102, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

B. Notificación a los acreedores.

El artículo 691 se refiere a la notificación de los acreedores inscritos, en lo que


respecta a inmuebles no registrados; esto se extiende a los acreedores registrados,
833

de tratarse de inmuebles registrados. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de


Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.254).

La ley incluye dentro de los acreedores inscritos, y por tanto dentro de los
acreedores registrados, a los que lo fueren por causa de hipoteca judicial; en cuanto
a los inmuebles registrados, la hipoteca legal debe estar registrada conforme a las
disposiciones de la Ley de Registro de Tierras. Así, para los fines del procedimiento
de embargo inmobiliario, las hipotecas legales se hallan sometidas al mismo
régimen de publicidad que las hipotecas convencionales y legales. (Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.254).

La ley no distingue entre acreedores convencionales, judiciales o legales. En


consecuencia debe de ser notificado el acreedor con hipoteca judicial provisional
inscrita. (Del Carpio, Francisco. Aspectos Controvertidos en el Embargo
Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999-2000, 16 de diciembre al 6 de enero, año
número 3, revista número 72, p.38).

No procede la notificación del depósito de pliego de condiciones y de la fecha fijada


para la lectura del mismo a un acreedor que no esté inscrito o que no haya
adquirido tal carácter por la inscripción de su oposición a que se realizaran
operaciones jurídicas con el inmueble embargado. (Sent. SCJ. 13 de abril de 1984.
BJ.881.914).

No deben ser notificados los acreedores que se inscriban, luego de la transcripción


del inmueble. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.580; Vincent, Jean y
Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed.,
p.399).

No tiene carácter de acreedor inscrito para los fines del embargo inmobiliario, el
acreedor que haya inscrito oposición a que se efectúen actos jurídicos sobre
inmuebles registrados, inscripción que tiene como único efecto hacer oponible a
terceros la sentencia que intervenga sobre el derecho controvertido, por lo que no
procede que le sea notificado el depósito del pliego de condiciones y la fecha fijada
para su lectura. (Sent. SCJ. 13 de abril de 1984. BJ. 881.914, citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

La notificación se hace en el domicilio de elección, pero el embargante puede, si así lo


prefiere, notificar en el domicilio real de los acreedores. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 213).

El acreedor inscrito es notificado en su domicilio elegido conforme al artículo 2148


del Código Civil. El acreedor registrado debe ser notificado en el domicilio que haya
elegido en el registro de su privilegio o hipoteca. A falta de elección de domicilio en
el registro o inscripción podrán ser notificados en su domicilio real. (Glasson, E. et
al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence
834

et de Procédure Civile, t.IV, pp.581-582; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de


Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.255).

El embargo inmobiliario es válido aún cuando no se haya notificado el depósito del pliego
de condiciones a un acreedor inscrito o registrado, cuando ello resulte de la negligencia
del conservador de hipotecas o registrador de títulos, que no lo haya incluido en el estado
que uno u otro funcionario deba expedir al persiguiente. En estos casos, el conservador
de hipotecas será responsable en los términos del artículo 2198 del Código Civil, y el
Estado debe indemnizar al acreedor inscrito, en los términos de los artículos 227 y
siguientes de la Ley de Registro de Tierras. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p. 213; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.255).

En sentido contrario: La falta de notificación de un acreedor con hipoteca judicial


inscrita vicia de nulidad el procedimiento. (Del Carpio, Francisco. Aspectos
Controvertidos en el Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999-2000, 16 de
diciembre al 6 de enero, año número 3, revista número 72, p.38).

C. Notificación al vendedor no pagado.

El artículo 692 establece que si entre los acreedores inscritos se encontrase el


vendedor no pagado del inmueble embargado, se hará intimación al mismo, a falta
de domicilio elegido por él, en su domicilio real, siempre que lo tuviera en el
territorio dominicano. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.256).

Se le intima en el plazo ordinario de las citaciones. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.


Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 213).

Se le advierte que a falta de hacer mencionar, tres días antes de la lectura del pliego de
condiciones, la demanda en resolución de venta, el vendedor no pagado será excluido
frente al adjudicatario, del derecho de ejercer esta acción. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 213).

Se admite que, por analogía, debe notificársele al permutante acreedor de la cantidad que
compensa la diferencia de los objetos permutados. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.803).

D. Efecto de las notificaciones.

No podrá el persiguiente cancelar el embargo inmobiliario sin el consentimiento de


los acreedores inscritos, o en virtud de sentencias pronunciadas contra ellos.
(Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.IV, 4ta. ed., p.256-257).

La notificación del pliego de condiciones a los acreedores inscritos o registrados,


convierte a los mismos en parte del procedimiento, a los fines de que puedan
835

intervenir y hacer sus alegatos. (Sent. SCJ. 9 de octubre de 1997. BJ.1043.22,


citada por: Biaggi Lama, Juan Alfredo, 2002. 15 años de Jurisprudencia de
Procedimiento Civil Dominicana 1988-2002, pp.148-149 y por Vidal Pontentini,
Trajano, 2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II, p.465; Sent. SCJ. 9 de
noviembre del 1997. BJ.1044.22, citada por: Biaggi Lama, Juan Alfredo, 2002.15
años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana 1988-2002, p.181).

Ver las anotaciones del artículo 673, en lo referente a los medios que tienen el
deudor y el tercero detentador para evitar el mandamiento de pago, en lo cual la
notificación del depósito del pliego de condiciones a los acreedores inscritos o
transcritos determinan la procedencia de ciertas acciones.

Ver las anotaciones del artículo 717, en lo que se refiere a la extinción del derecho
de resolución, como efecto de la notificación del depósito de pliego de condiciones.

4. Reparos al pliego de condiciones.

A. En qué consisten.

Los reparos son las oposiciones a algunas de las cláusulas del pliego de condiciones,
que pueden realizar la parte embargada y los acreedores inscritos. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.594; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.257).

La rectificación de un error material del pliego de condiciones, que no comprende una


crítica al procedimiento ni a los derechos de las partes o de los terceros, puede ser
formulada como una observación al pliego de condiciones. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.594).

Pueden pedir, siempre que no lo haya hecho el persiguiente, que se establezca que
todo licitador, preste previamente la garantía. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 212; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.257).

No pueden realizarse oposición sobre el precio que ofreciere el persiguiente. (Bircann Roja,
Luis A., Un Caso sobre el Precio de Venta de Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año
1999 y 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año número 3, revista número 72, p. 48;
Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.576; Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., pp. 211 y 212; Bircann A. Luis Rojas, Errores sobre el
Precio de Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 2001, 29 de noviembre al 14 de diciembre, año
número 5, revista número 121, p.39; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.257).
836

Pueden presentar observaciones al pliego de condiciones, todas las personas que


tengan un interés. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et
Procédures de Distribution, 16va. ed., p.401).

La ley sólo le reconoce el derecho de observar el pliego de condiciones, al


embargado y a los acreedores inscritos y registrados. (Encyclopedie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, p.804; Glasson, E. et
al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence
et de Procédure Civile, t.IV, p.594; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p. 215; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.257).

Puede presentar observaciones el embargante, cuando ha olvidado o descuidado una


cláusula en su propio interés. (Encyclopedie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, p.804; Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 215).

Se les debe reconocer el derecho de observar el pliego de condiciones a los


acreedores quirografarios y terceros que pretenden tener derechos reales sobre el
inmueble sobre el cual verse el embargo inmobiliario: los que tienen una
servidumbre y los usufructuarios, los locatarios y arrendatarios, por ejemplo. Se
admite que ellos pueden ejercer esta facultad hasta la adjudicación, porque no están
sometidos a la caducidad. (Encyclopedie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, p.804; Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 215).

Se puede admitir que, “teniendo derechos de hacer valer, tienen por lo mismo
calidad para intervenir, como por ej. los titulares sobre derechos reales sobre el
inmueble (...)” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.257).

Nunca podrán los subastadores presentar observaciones al pliego de condiciones.


(Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 215).

Ver anotaciones de los presentes artículos, en lo referente a precio ofrecido por el


persiguiente.

B. Formas y plazo.

El plazo para proponerlos, a pena de caducidad es de por lo menos diez días antes
de la fecha fijada para la lectura del pliego. Caducidad que sólo se le aplica a las
personas que se les haya notificado el depósito del pliego de condiciones. (Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.257).
837

Si la audiencia para la lectura del pliego de condiciones fue enviada para otra fecha,
como consecuencia de una sentencia que ordena el sobreseimiento, se toma en
cuenta esta última fecha fijada, para establecer el plazo. (Pérez Méndez, Artagnan,
2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 215).

Los reparos deben realizarse por escrito notificado por el oponente a las otras partes
en el embargo, con intimación a comparecer en un plazo no menor de dos días antes
de la audiencia de la lectura del pliego de condiciones. (Pérez Méndez, Artagnan,
2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 212; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.258).

Deben proponerse por medio de abogado. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique
et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.594; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de
Distribution, 16va. ed., p.402).

Se remiten los escritos al secretario del tribunal apoderado del embargo, que lo
insertará en el pliego de condiciones. (Encyclopedie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, p.804; Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.594).

El tribunal debe resolver lo relativo a los pedimentos de reparos al pliego de


condiciones, a más tardar el día de la audiencia de la lectura, sin necesidad de
dictamen del fiscal. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.595; Pérez
Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 212; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.259).

La sentencia que decida sobre los reparos al pliego de condiciones no es susceptible


de ningún recurso. (Sent. SCJ. 18 de octubre de 1991, BJ.971-972-973.1449).

5. Audiencia de lectura del pliego de condiciones.

La fijación de esta audiencia la provee de oficio el juez, cuando la parte persiguiente


deposita el pliego de cláusulas y condiciones. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.258).

La lectura del pliego de condiciones constituye una medida de publicidad, ineficaz.


(Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre Vías de Ejecución,
Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.143; Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.597; Méndez, Artagnan, 1997. Procedimiento Civil, t.III,
2da. ed., p. 216; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.258-259).
838

Ella no da publicidad a la venta. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et


Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.597).

Esta audiencia se encuentra en desuso: lo que se hace en la práctica es llenar la


correspondiente acta de audiencia, no subiendo el secretario a estrados a dar
lectura a dicho documento. El interés de la audiencia de lectura, es conocer los
reparos, si es que los mismos se han formulado; si no ha habido observaciones, no
hay interés en dicha audiencia. (Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias
sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed.,
p.143; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 216).

Los medios de nulidad que precede a la lectura del pliego de condiciones, no dan lugar al
sobreseimiento de dicha lectura por el hecho de no haber sido fallados. (Germán Mejía,
Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el
Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de
enero, año número 3, revista número 72, pp.17-32).

Por lo general, de esta audiencia se levanta acta de que el abogado de la parte


concluyente pidió al juez la lectura del pliego de condiciones, y de que el juez
ordenó la lectura, tras lo cual fijó audiencia para la adjudicación. (Germán Mejía,
Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof.
Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.143).

En caso de haberse realizado observaciones al pliego de condiciones, en la audiencia


de lectura del mismo, se debe estatuir sobre ello sin más formalidades, y sin
necesidad de dar avenir al efecto, puesto que ya se habrá indicado la fecha en que
ella tiene lugar al notificarse el pliego de condiciones. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.595; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil,
t.III, 3ra. ed., p. 216; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.258).

En esta audiencia se fija la audiencia en que se procederá a la venta en pública


subasta. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.258).

La no celebración de la audiencia de lectura del pliego de condiciones entraña la


nulidad del procedimiento. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.597).

Ver las anotaciones de los artículos 728 y 729, en lo referente a los medios de
nulidad en el procedimiento de embargo inmobiliario, cuyas reglas varían de
acuerdo a si han sido propuestos antes o después de esta audiencia.

6. Radiación del embargo.


839

A. En qué consiste.

La radiación del embargo es una constancia de la descontinuación de las persecuciones,


que se anota al margen de la transcripción o de la inscripción del acta de embargo.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.822; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.249; Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.681; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.298).

En caso de inmuebles no registrados, el conservador de hipotecas hace la mención de la


radiación del embargo, conforme lo prescribe el artículo 25 de la Ley del 21 de junio de
1980. Si se trata de un inmueble registrado, registrador de títulos procede, conforme al
artículo 197 de la Ley de Registro de Tierras. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.298).

La radiación puede ser voluntaria o forzosa o judicial. (Encyclopédie Juridique Dalloz,


1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.822; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.298; Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.249).

Puede también ser de pleno derecho por perención. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.822; Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.249).

B. Radiación voluntaria.

La radiación del embargo voluntaria es la que resulta del consentimiento de todos los
interesados, a saber: el embargado, el persiguiente, los acreedores embargantes
posteriores y los acreedores inscritos, en el margen de la transcripción del embargo.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.822).

Antes de que a los acreedores inscritos les sea denunciado el depósito del pliego de
condiciones, basta para acordar la radiación, el consentimiento del ejecutante y el
embargado. Una vez denunciado el depósito del pliego de condiciones a dichos
acreedores, no se podrá ya cancelar el embargo más que con el consentimiento de los
mismos. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.IV, 4ta. ed., p.299).

Sin embargo, aún antes de la notificación del depósito del pliego de condiciones, los
acreedores inscritos pueden intervenir en el procedimiento para impedir la radiación del
embargo en su perjuicio. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.299).

De igual forma los acreedores quirografarios, que hubieran podido embargar porque
tienen el título ejecutorio, pueden intervenir en el procedimiento para oponerse a la
radiación del embargo. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed.,
p.250).

En caso de pluralidad de embargantes, la cancelación consentida por el primer


embargante permite a los otros subrogarse, en el orden de transcripción. Es una causa de
retardo procedente del embargante que autoriza la subrogación. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.822).
840

En caso de uno o más embargantes, si el primer embargo es radiado, el segundo o un


posterior ejecutante, cuyo embargo quedó en suspenso, puede continuar su propio
embargo, en el punto en que había quedado, es decir, haciendo operar la transcripción o
la inscripción. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.299).

C. Radiación forzosa.

La radiación forzosa es aquella que es ordenada por sentencia. (Encyclopédie Juridique


Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.822).

Es la ordenada por sentencia obtenida por el embargado en contra del ejecutante, que
autoriza a aquél a requerir esta medida; es el caso del embargo anulado por decisión
judicial por una irregularidad de forma, o cuando los acreedores han sido desinteresados
y no consisten voluntariamente en la radiación. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.299-300).

D. Radiación por perención.

El laconismo de los textos presenta ciertas dificultades, sobre todo en lo que se refiere a la
perención; y es que surge la cuestión de saber en lo relativo a si, de no presentarse ni el
persiguiente ni licitadores a la audiencia de pública subasta, debe o no el juez apoderado
del caso proceder a adjudicar el bien al persiguiente. El artículo 693 parece inclinarse por
la afirmativa, porque se trata de un asunto de interés privado. Estamos frente a una
verdadera perención, que la ley dominicana, parece dejar al derecho común de los tres
años de perención de instancia. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., pp.250-251).

La radiación puede operar de pleno derecho por efecto de la perención; ello es


consecuencia de que haya pasado un plazo de tres años a partir de la transcripción del
embargo y no interviene una sentencia de adjudicación o una sentencia prorrogando el
plazo de la adjudicación, mencionada al margen de la mencionada transcripción.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.822).

Mediante este mecanismo se intenta evitar que un embargo sea abandonado, y sus
efectos se mantengan indefinidamente, específicamente que se le mantenga al
embargado la incapacidad de enajenar. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.684).

Se trata de una perención y no de una prescripción. Se distingue de una


prescripción extintiva en que no se suspende por causas de incapacidad. Se
distingue de la perención de instancia, en que no se interrumpe por los actos de
procedimiento, y en que no opera de pleno derecho. (Vincent, Jean y Jacques
Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed., p.487).

7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las formas y enunciaciones propias del mandamiento de pago, contenidas en el artículo


690 del Código de Procedimiento Civil, se mantienen a la luz del Proyecto, en el artículo
841

1331, con el cual se compara. De igual manera, los plazos de depósito. (691) y la
formalidad de denunciar dicho depósito al embargado, a los acreedores inscritos. (692) y
al vendedor no pagado. (693), conservan su identidad en el articulado del indicado texto.

Sin embargo, a la luz de la fórmula presentada por los redactores del Proyecto de Código
de Procedimiento Civil, muchos de los principios procesales básicos en materia procesal-
inmobiliaria de nuestro actual procedimiento variarían, en caso de que el mismo sea
aprobado.

En primer lugar, se suprime la audiencia de lectura del pliego de condiciones. Ello nos
parece ideal, en razón de la inutilidad de su existencia. De manera, que, eliminada del
procedimiento de embargo inmobiliario, solo procederá audiencia eventual para el examen
del pliego de condiciones, en aquellos casos en que las partes autorizadas presentaren
reparos al mismo.

Sobre la base de la supresión de esta fase, de la cual se parte para contar los plazos
dentro de los cuales se conocen los reparos y observaciones, el Proyecto varía a su vez los
plazos a los que están sometidos tales acciones, para disponerse que ha de demandarse
diez días antes de la venta.

Otro punto de interés, de cuyo examen no nos podemos sustraer, es la adopción de la


tesis del Prof. Mariano Germán, en lo concerniente a la existencia de dos figuras que
actualmente se confunden en una: el precio ofertado por el persiguiente, cuyo fin es servir
de monto por el cual se adjudica el inmueble al persiguiente, en caso de quedar desierta
la subasta, y sobre el cual no pueden hacerse reparos conforme a los motivos que hemos
visto; el precio de primera puja, que es la suma sobre la cual los adjudicatarios deben
ofrecer sus pujas, el que es susceptible de embargo inmobiliario. De esta distinción se
infiere la posibilidad de establecer sumas diferentes en ocasión de una u otra.

El artículo 693, se mantuvo intacto bajo la pluma del legislador; mientras que el 694, por
tratar la audiencia de lectura del pliego de condiciones, fue suprimido.

Artículo 695

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). El término entre la lectura del pliego de
condiciones y el de la adjudicación será de treinta días por lo menos y de cuarenta a
lo más.

Artículo 696

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Veinte días por lo menos antes de la
adjudicación, el abogado del persiguiente hará insertar en uno de los periódicos del
distrito judicial en donde radican los bienes, un extracto firmado por él y que
contenga: 1ro. la fecha del embargo, la de la denuncia y la de la transcripción; 2do.
los nombres, profesión, domicilio o residencia del embargado y del persiguiente;
3ro. la designación de los inmuebles, tal como se hubiere insertado en el acta de
embargo; 4to. el precio puesto por el persiguiente para la adjudicación; 5to. la
indicación del tribunal y la del día y la hora en que la adjudicación tendrá efecto;
6to. una mención de la garantía que se haya estipulado para poder ser licitador.

Todos los anuncios judiciales relativos al embargo se insertarán en los mismos


periódicos; a falta de periódicos en la localidad se harán los anuncios en los de la
localidad inmediata.
842

Artículo 697

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). La parte que tenga interés en que se dé mayor
publicidad a la venta lo expresará así al tribunal y éste decidirá si es necesario hacer
otras publicaciones. El auto que se dicte no será susceptible de ningún recurso.

Artículo 698

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). La justificación de haberse verificado las
inserciones se hará por medio de un ejemplar del periódico que contenga el extracto
de que tratan los artículos precedentes.

Artículo 699

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Un extracto igual al que prescribe el artículo 696
se fijará por ministerio de alguacil en la puerta del tribunal en el cual se llevará a
cabo la adjudicación.

Tabla de Contenido

1. Plazo para el día de la venta.


2. Publicidad de la venta.
A. Publicaciones. Justificación.
a. Publicaciones extraordinarias.
B. Quid de los edictos. Justificación.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Plazo para el día de la venta.

El plazo de entre los treinta y cuarenta días a partir de la lectura del pliego de condiciones
para realizar la venta, no es franco. (Del Carpio, Francisco. Aspectos Controvertidos en el
Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999-2000, 16 de diciembre al 6 de enero, año
número 3, revista número 72, p.37).

2. Publicidad de la venta.

A. Publicaciones. Justificación.

La verdadera publicidad de la venta es la que resulta de la inserción de avisos dentro de


periódicos. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.597).

Las menciones del aviso que son prescritas por el artículo 696 a pena de nulidad,
consisten en: a) la fecha del embargo, denuncia y transcripción; b) los nombres,
profesión, domicilio o residencia del embargado y del persiguiente; c) la designación de los
inmuebles, tal como se señaló en el acta de embargo; d) el precio puesto por el
persiguiente para la adjudicación; e) la indicación del tribunal y la del día y la hora en
que la adjudicación tendrá efecto; f) la garantía que se haya estipulado para poder ser
licitador. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.599).

El plazo de veinte días antes del día fijado para la adjudicación con que el persiguiente
cuenta para publicar los avisos en los periódicos, no es franco. (Del Carpio, Francisco.
Aspectos Controvertidos en el Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999-2000, 16 de
diciembre al 6 de enero, año número 3, revista número 72, p.37).
843

“La publicación requerida por la ley en materia de embargos inmobiliarios puede ser
hecha en un ‘alcance’ a un periódico, en ausencia de toda comprobación de
circunstancias suficientes para negarle la virtud requerida por la ley”. (Sent. SCJ. 14
agosto 1935. BJ.301.304, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“Si el extracto de que trata el artículo 696 del Código de Procedimiento Civil demostrase
que la transcripción se hizo fuera del plazo legal, tal irregularidad no influiría ya en la
validez de los procedimientos. Esto es tanto más así si se advierte que el objeto
perseguido por el artículo 696, al hablar de la indicación de la fecha de la transcripción
del embargo, es el de poner a las personas que lean tal publicación en condiciones de
enterarse de todas las fases del embargo, y no el de dar un informe, que sería inútil por
tardío, acerca de si la formalidad de la transcripción fue llenada en el plazo legal”. (Sent.
SCJ. 8 de septiembre 1938. BJ. 338.475, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

En un caso particular, donde el ejecutante, hizo las publicaciones prescritas en el artículo


696 del Código de Procedimiento Civil referente a un embargo inmobiliario seguido sobre
un inmueble radicado en la ciudad de Hato Mayor, en el periódico “La Información” de
Santiago, la Suprema Corte de Justicia sostuvo que pese a este último periódico estar
autorizado para circular en todo el país, no tiene efectivamente circulación en la ciudad
de Hato Mayor, lugar donde se encuentra radicado el inmueble embargado, y entendió
que la actuación del persiguiente era una maniobra fraudulenta, maliciosa y de mala fe y
afectaba la sinceridad de la subasta. (Sent. SCJ. 10 de julio del 2002. BJ.1100.103-106).

a. Publicaciones extraordinarias.

Si el persiguiente, el embargado o los acreedores inscritos, estiman que las publicaciones


no son suficientes, pueden solicitar al tribunal que ordene nuevas publicaciones,
mediante decisión que no será susceptible de ningún recurso. La ausencia de estas
publicaciones no sería sancionada con la pena de nulidad, puesto que entre la
enumeración del artículo 715 de las disposiciones cuyo incumplimiento está previsto con
dicha sanción, no se encuentra la formalidad de las publicaciones complementarias. El
legislador entendió que esta publicidad extraordinaria no es indispensable. (Glasson, E. et
al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.601).

El presidente del juzgado de primera instancia, puede ordenar que se realicen tales
publicaciones, tomando en cuenta la naturaleza y el valor del inmueble embargado.
(Encyclopedie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale,
p.806).

B. Quid de los Edictos. Justificación.

Los edictos, contienen las mismas menciones que el aviso de periódico. (Encyclopedie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, p.804).

“Combinando los arts. 696 y 699, resulta que los edictos deben ser fijados (…) 20 días
cuando menos de la fecha de la adjudicación.” (Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios
de las Vías de Ejecución, 3ra.ed., p.219).

En materia de embargo inmobiliario, sólo se fijan los edictos en la puerta del tribunal que
va a conocer del mismo, a diferencia del embargo mobiliario, para lo cual se prescribe que
844

se fijen edictos en muchos otros lugares. De esta forma, vemos que el embargo
inmobiliario tiene menos publicidad que el embargo mobiliario, no obstante el legislador
ser más celoso con el primero que con el segundo. (Germán Mejía, Mariano, et al, 2002,
Conferencias sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta.
ed., p.145).

De la unión de los artículos 675 y 715 del Código de Procedimiento Civil, resulta que los
edictos deben contener a pena de nulidad, la indicación de la provincia o distrito donde
están radicados dichos bienes; esto se justifica en dar protección tanto al deudor, como
en que el interés público no sea perjudicado por la ausencia de postores debida a la
ausencia de descripciones del bien objeto de venta. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 217; Sent. SCJ. Abril 1945. BJ.417.287; citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002, por Machado, Pablo Antonio, 1958. La Jurisprudencia Dominicana
en la Era de Trujillo, t.I, p.697 y por Rodríguez Yangüela, José Antonio, Compendio
Jurisprudencial sobre Embargo Inmobiliario. Generalidades, Gaceta Judicial, Año 2001, 8
al 22 de marzo, año n. 5, revista n. 102, pp.41- 48).

“Resulta evidentemente de los términos de la ley que el alguacil deberá levantar acta de la
fijación del extracto de que se trata.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.260).

“La mención, en los edictos que se publiquen en el procedimiento de embargo


inmobiliario, de la garantía que el Art. 690, acápite 3ro. del Código de Procedimiento Civil
modificado por la Ley No. 1306 permite exigir a todo licitador no está prescrita sino
cuando dicha garantía ha sido establecida a petición del deudor o de un acreedor inscrito,
hecha al juez antes de la lectura del pliego de condiciones, o en la nota adicional al mismo
pliego, a petición del persiguiente, del deudor o de un deudor inscrito, después de una
falsa subasta o de una puja ulterior declarada nula; no cuando el persiguiente mismo ha
establecido en el pliego de condiciones dicha garantía.” (Sent. SCJ. 18 marzo 1932.
BJ.260.18, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General
de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

La disposición contenida en el artículo 695 es suprimida por el Proyecto de Código de


Procedimiento Civil. No establece éste ningún plazo dentro del cual, a partir del depósito
del pliego de condiciones se deba proceder a la audiencia de adjudicación. (nos referimos
al depósito del pliego de condiciones, puesto que no podemos ya partir de la audiencia de
lectura del mismo, por estar su celebración condicionada a oposiciones al pliego). Así,
pues, vemos que el Proyecto, siguiendo una secuencia lógica, señala el plazo dentro del
cual ha de depositarse el pliego de condiciones, y el plazo a partir de este depósito dentro
del cual ello debe ser notificado, para luego consagrar un plazo para las eventuales
audiencias destinadas a conocer de los reparos y observaciones que se susciten en torno
al pliego y otro plazo para realizar ciertas formalidades de publicidad, que parten, ambos,
de preceder un determinado lapso de tiempo a una audiencia de adjudicación cuyo
momento de celebración es incierto.

Las disposiciones relativas a la publicidad de la adjudicación, contenidas en los artículos


696 a 699, fueron mantenidas en los artículos 1335 a 1338 del texto en cuestión. Con la
excepción de la disposición de nuestra legislación vigente, según la cual “a falta de
periódicos en la localidad se harán los anuncios en los de la localidad inmediata”,
posibilidad que no es prevista por los redactores del Proyecto. Esto se justifica en el
845

desarrollo experimentado por las ciudades del país, que implica una seguridad en que en
los diferentes distritos judiciales opera un periódico, en el cual puedan ser publicados los
avisos.

Artículo 700

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Las costas del procedimiento hasta llegar a la
venta serán aprobadas por el juez antes de la adjudicación y se agregarán al precio
de ésta. El monto se anunciará al iniciarse la subasta.

Tabla de Contenido

1. Las costas del embargo inmobiliario.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Las costas del embargo inmobiliario.

La disposición de la ley que ordena tasar las costas antes de la adjudicación, es de orden
público. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.809).

No obstante, el hecho de que la tasación no haya sido hecha o no haya sido anunciada
públicamente, no puede ni obligar a que se aplace la adjudicación: en la práctica se suele
anunciar una cifra provisional, ni dispensar al adjudicatario de pagar los gastos de
persecución e impedir al abogado persiguiente reclamar el importe de los gastos que le
son legalmente debidos. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.809).

El abogado debe requerir antes de la audiencia de adjudicación, la liquidación de sus


costas. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.609).

Toda parte interesada puede presentar oposición de la tasación, no solamente el


persiguiente, sino que también el adjudicatario. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.809).

Ver anotaciones de los artículos 705 y siguientes, en lo referente al desarrollo de la


audiencia de adjudicación.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Este artículo se mantiene intacto en el artículo 1339 del Proyecto de Código de


Procedimiento Civil, presentando incluso idéntica redacción.

Artículo 701

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). El día indicado para la adjudicación se procederá
a ésta a pedimento del persiguiente o, a falta de éste, de algún acreedor inscrito.

Artículo 702
846

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Se podrá, a petición de parte interesada, aplazar
por quince días solamente la adjudicación, por causas graves debidamente
justificadas.
La petición se hará en esa misma audiencia y será resuelta inmediatamente sin oír
al fiscal. En el caso de que se acordare, se fijará la fecha y se indicarán las veces que
debe publicarse el nuevo anuncio. Cuando el emplazamiento fuere solicitado por el
persiguiente será concedido.

Artículo 703

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). La decisión que acordare o denegare el
aplazamiento se insertará brevemente al pie del pliego de condiciones, no tendrá
que ser motivada, ni registrada, ni notificada, ni estará sujeta a ningún recurso.
Será ejecutoria en el acto y no tendrá condenación en costas.

Artículo 704

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). En este caso, se anunciará la adjudicación ocho
días antes por lo menos del día fijado por el juez. No se necesitará, sin embargo, en
cuanto a la publicación, sino expresar que la subasta conforme a los avisos ya
publicados ha sido aplazada para tener efecto en la fecha nuevamente indicada. Este
aviso será firmado por el abogado del persiguiente.

Tabla de Contenido

1. La audiencia de adjudicación.
A. Requerimiento.
B. Aplazamiento de la adjudicación.
C. Sobreseimiento de la adjudicación.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. La Audiencia de adjudicación.

A. Requerimiento.

El día fijado para la adjudicación, el tribunal no puede de oficio ordenar la adjudicación,


sino que tiene que serle requerida por parte interesada. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.807 Vincent, Jean y Jacques
Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed., p.408).

Las personas calificadas para pedir que se proceda a la adjudicación son la parte
persiguiente y algún acreedor inscrito a falta del primero. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.807; Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.604; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.260; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution
et Procédures de Distribution, 16va. ed., p.408).

“Aunque la ley no lo menciona, es preciso reconocer al ejecutante el derecho de requerir la


adjudicación, en razón de que él es parte en el embargo y tiene interés en que el
procedimiento concluya. Por el contrario, ninguna otra persona tiene derecho a pedir que
se proceda a la adjudicación”. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.260).
847

Se admite que, aún cuando el artículo 702 no lo consagra, el embargado puede pedir que
se proceda a la adjudicación, puesto que él puede tener un verdadero interés en ello, ante
la posibilidad de que lo afecte una depreciación en el valor del inmueble; sin embargo, lo
normal es que al embargado no le interese que se proceda a la adjudicación, sino y por el
contrario, que se retrace la misma. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.807).

B. Aplazamiento de la adjudicación.

El legislador autoriza el aplazamiento de la adjudicación por causas graves debidamente


justificadas. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.807; Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en
el Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial,
Año1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año número 3, revista número 72, pp.17-32;
Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.605; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.260 y 261).

El tribunal no puede aplazar la audiencia si no se ha establecido que el motivo de ello


responde a un interés mayor, que constituya una causa grave debidamente justificada.
No necesariamente las causas graves deben de desprenderse del proceso mismo; se cita
como causa grave debidamente justificada, susceptible de dar lugar a un aplazamiento de
la adjudicación, las circunstancias que revisten los caracteres de fuerza mayor:
inundación. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.807).

La petición de aplazamiento de la adjudicación se presenta en audiencia, pudiendo


contestarla cualquier interesado. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.606; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.261).

“Las demandas en aplazamiento no están sometidas a ningún plazo dentro del cual deben
ser intentadas”. (Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios de las Vías de Ejecución,
3ra.ed., p.222; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 220;
Sent. SCJ. Diciembre de 1963. BJ.641.1370, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Pueden pedir el aplazamiento las partes interesadas. Constituyen partes interesadas, el


embargante, el embargado y los acreedores inscritos o registrados, no teniendo derecho
ninguna otra persona de solicitar el aplazamiento de la adjudicación. (Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.261).

Como no está en juego el orden público, el tribunal no puede aplazar de oficio la


demanda. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.605).

Acoger o rechazar el pedimento de aplazamiento se deja a la discrecionalidad del juez.


(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.606; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.261).

Cuando el requerimiento es hecho por el ejecutante, el juez está obligado a acogerlo.


(Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 220; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.261).
848

La adjudicación puede ser aplazada por quince días, y la sentencia que acuerde o
niegue el aplazamiento no tiene que ser motivada, notificada ni registrada, y se
insertará brevemente al pie del pliego de condiciones. Esta sentencia no contendrá
condenaciones a costas, será ejecutoria en el acto y no estará sujeta a ningún
recurso. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.261; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.605-607; Sent. SCJ. 31 de julio del 2002. BJ.1100.242-243, citada por: Biaggi
Lama, Juan Alfredo, 2002. 15 años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana 1988-2002, pp.159-161 y Vidal por Trajano, 2003. Guía Práctica de
los Embargos, t.II, p.530-532).

La formalidad de aplazar en el plazo de ley, no está prescrita a pena de nulidad. (Glasson,


E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.605).

“Cuando el legislador al disponer de manera expresa, en el artículo 703, que la sentencia


que acuerde o niegue el aplazamiento de una subasta, no tendrá condenación en costas,
ha querido establecer para ese momento de la ejecución forzosa, un régimen especial
sobre las costas; la frase “no tendrá condenación en costas”, significa obviamente que las
costas que puedan producirse con motivo del aplazamiento, deben ser soportadas por las
partes respectivas, como si fuese un caso de compensación forzosa”. (Sent. SCJ. Julio de
1968. BJ.692.1407, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

No procede el recurso de apelación en contra de la sentencia que ordene el aplazamiento


de la venta, puesto que así lo dispone el artículo 703 del Código de Procedimiento Civil y
como tampoco procede el recurso de casación contra la misma, puesto que se trata de
una sentencia preparatoria en los términos del artículo 452 del mismo texto legal, las
cuales según la Ley de Procedimiento de Casación no son susceptibles de recurso de
casación sino después y conjuntamente con la sentencia definitiva. (Sent. SCJ. 31 de julio
del 2002. BJ.1100.242-243).

A pena de nulidad, después de ordenado el aplazamiento, debe procederse a cumplir con


las medidas de publicidad, de la publicación y la fijación de edictos, prescritas en el
artículo 704. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.605).

C. Sobreseimiento de la adjudicación.

“(…) el sobreseimiento implica la paralización del embargo inmobiliario por tiempo


indefinido, en razón de que el juez que lo pronuncia no tiene competencia para juzgar la
causa que la motiva, ni puede determinar si el procedimiento continuará o se extinguirá,
como tampoco el tiempo que durará juzgar acerca de los hechos.” (Germán Mejía,
Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el
Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de
enero, año número 3, revista número 72, pp.26 y 27).

“(…) no basta que por aplicación de la ley, en principio, un hecho jurídico sea un
obstáculo al embargo para que el mismo se convierta en una causa forzosa de
sobreseimiento; como tampoco es posible afirmar rotundamente que es de soberanía
absoluta del juez de fondo apreciar los hechos que sirven de causa a un sobreseimiento
del embargo inmobiliario. Es por lo que los obstáculos a los embargos, en caso de ser
irrespetados, se convierten en una causa de sobreseimiento unas veces y otras no y es en
849

ese sentido que los hechos (...) pueden justificar o no un sobreseimiento.” (Germán Mejía,
Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el
Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de
enero, año número 3, revista número 72, p.27).
Procede el sobreseimiento obligatorio en caso de: a) fallecimiento de una de las partes,
especialmente en caso de fallecimiento del deudor, hasta que se haya notificado el título a
sus herederos en la forma del artículo 877 del Código Civil; b) cesación del mandato de
representación por causas de fallecimiento, suspensión de la abogacía o aceptación de un
cargo judicial; c) acaecimiento de la quiebra contra el deudor. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.807; Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.607; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.261-262).

“A contar la sentencia declaratoria de la quiebra, los acreedores no podrán proceder a la


expropiación forzosa de los inmuebles sobre los cuales no hubiere hipotecas.” (Artículo
571 del Código de Comercio Dominicano).

Procede el sobreseimiento en caso de que surja inscripción en falsedad, según resulta de


lo dispuesto en el artículo 1319 del Código Civil. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.262).

Pero, el juez puede rechazar el sobreseimiento fundado en inscripción en falsedad,


cuando estime que la misma es aparentemente injustificada y no tiene otro fin que el de
servir como medio dilatorio, o cuando no haya sido declarada regularmente. (Germán
Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en
el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año1999 – 2000, 16 de diciembre a 6
de enero, año número 3, revista número 72, p.27).

También es una causa de sobreseimiento la impugnación por falsedad principal; pero, es


necesario respecto de la misma, que se haya interpuesto formal querella con constitución
en parte civil y que la acción pública haya sido puesta en movimiento. (Germán Mejía,
Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el
Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de
enero, año número 3, revista número 72, p.27).

Resulta el sobreseimiento de la situación de que las leyes suspendan las vías de


ejecución. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.807; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.607).

También procede en los casos en que el vendedor no haya pagado lo interpuesto en su


demanda en resolución de venta en tiempo oportuno. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 214 y 219; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.262).

Debe ordenarse el sobreseimiento, de habérsele otorgado al deudor un plazo de gracia.


(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.807; Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho
Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año1999 –2000,
16 de diciembre a 6 de enero, año número 3, revista número 72, p.28; Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 219; Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.607).
850

Sin embargo, puesto que en el embargo inmobiliario no se puede conceder un plazo de


gracia diferente al del artículo 703 del Código de Procedimiento Civil y no se puede aplicar
el artículo 1244 del Código Civil, este sobreseimiento no pasará de quince días, por lo que
tendrá los caracteres de un simple aplazamiento. (Germán Mejía, Mariano, Estudio
Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario
Ordinario, Gaceta Judicial, Año1999 –2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año número 3,
revista número 72, p.28).

El sobreseimiento es obligatorio cuando: a) exista una instrucción en curso que verse


sobre la validez del título ejecutorio en virtud del cual se procedió a embargar; b) se haya
interpuesto válidamente una demanda en resolución de la venta del inmueble embargado
o se siga un procedimiento por falsa subasta; c) se encuentre en estado de recibir fallo un
incidente del embargo inmobiliario, o cuando, habiendo sido fallado, haya sido apelado; d)
se dirige al ejecutante y los acreedores inscritos ofrecimiento real de pago seguido de
consignación, de una suma suficiente para desinteresarlo; e) el inmueble embargado se
encuentre en estado de indivisión. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.807; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.607-608).

Procede el sobreseimiento de la venta del principio “lo penal mantiene a lo civil en estado”,
el cual es de orden público. (Sent. SCJ. 14 de julio del 2002. BJ.1100.159-162, citada por:
Biaggi Lama, Juan Alfredo, 2002.15 años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana 1988-2002, p.159-162 y Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los
Embargos, t.II, pp.532-536).

El sobreseimiento de la adjudicación es obligatorio, hasta la sentencia de los incidentes


del embargo, posteriores a la audiencia de la lectura del pliego de condiciones, cuando no
han sido juzgados, o anteriores a dicha audiencia, si han sido juzgados en primera
instancia pero se encuentran atacados por vías de recursos aún pendientes. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.807; Sent.
SCJ. 8 de mayo del 2002. BJ.1098.94-102, citada por: Biaggi Lama, Juan Alfredo, 2002.15
años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana 1988-2002, p.149-156 y Vidal
Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II, pp.521-530).

Tiene efecto suspensivo, tal y como lo dispone el artículo 407 del Código de Procedimiento
Civil, el recurso de apelación, en los casos permitidos por la ley, obligando al juez
apoderado de un procedimiento de embargo inmobiliario en curso del cual se ha dictado
una decisión incidental a sobreseerlo, hasta que se conozca la apelación. (Germán Mejía,
Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el
Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de
enero, año número 3, revista número 72, p.28).

Respecto a ello, fue decidido en una sentencia del 26 de mayo de 1949, que el artículo
407 del Código de Procedimiento Civil tiene un alcance general y absoluto, por lo que la
ejecución de la sentencia impugnada tiene que ser suspendida aún cuando el recurso de
apelación sea irrecibible, nulo o infundado, lo que se aplica a la apelación interpuesta
contra una sentencia dictada sobre un incidente de embargo inmobiliario, en razón de
que la ley no ha hecho la excepción a la regla general. Sin embargo, y en contra de lo que
establece esta sentencia, en todos los casos en que la ley suprime los recursos, éstos no
tienen efecto suspensivo, y en lo relativo al recurso de apelación, el artículo 407
condiciona el efecto suspensivo al hecho de que se haya interpuesto en los casos
permitidos por la ley. (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el
Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año1999
– 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año número 3, revista número 72, p.28).
851

El recurso de apelación no será suspensivo de ejecución, y no obligará al juez apoderado


del embargo a sobreseerlo si éste ha ordenado la ejecución provisional de su decisión; el
juez está llamado a rechazar el sobreseimiento siempre que aprecie si el recurso ha sido
interpuesto con interés dilatorio pese a que sea regular. (Germán Mejía, Mariano, Estudio
Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario
Ordinario, Gaceta Judicial, Año1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año número 3,
revista número 72, p.29).

El recurso de casación, por sí mismo no suspende la ejecución de la sentencia


impugnada, por lo que no da lugar al sobreseimiento obligatorio del embargo inmobiliario,
a menos que la suspensión haya sido ordenada. (Germán Mejía, Mariano, Estudio
Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario
Ordinario, Gaceta Judicial, Año1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año número 3,
revista número 72, pp.17-32).

Si el sobreseimiento de la venta se basa en hechos que son de naturaleza a constituir un


obstáculo vinculado con el título mismo que sirve de sostén a la ejecución, la demanda a
esos fines debe ser acogida. Tal es el caso de que se alegue la existencia de una sentencia
que anula los contratos que permitieron el embargo, lo que constituye una causa seria y
grave para que se disponga el sobreseimiento. (Sent. SCJ. 2 de febrero del 2000.
BJ.1071.108-112, citada por Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002). Ver anotaciones de los artículos
730 y siguientes, en lo referente a las sentencias que no son susceptibles de apelación.

El sobreseimiento no puede ser ordenado de oficio, sino a requerimiento de parte.


(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.807; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.608).

La sentencia que ordene el sobreseimiento no tiene que fijar una nueva audiencia, en
razón de que él no puede conocerlo de antemano; es imposible saber inmediatamente.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.608).

La sentencia que resuelva sobre el sobreseimiento del procedimiento de embargo


inmobiliario es susceptible de ser atacada por las vías de los recursos. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.807; Germán
Mejía, Mariano. Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en
el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año1999 – 2000, 16 de diciembre a 6
de enero, año número 3, revista número 72, pp.17-32; Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 219; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.607).

Es recurrible salvo si la demanda en sobreseimiento se presenta como un incidente del


embargo inmobiliario. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.
219).

La sentencia que decida del sobreseimiento basado en la existencia de una demanda


relativa a la validez del título ejecutorio en cuya virtud se trabó el embargo inmobiliario,
puede ser apelada inmediatamente, por tratarse de una sentencia con autoridad de la
cosa juzgada. (Sent. SCJ. 2 de febrero del 2000. BJ.1071.107-112, citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana
1907-2002 y por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II,
p.484-486).
852

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones de las anotadas precedentemente no son objeto de modificación en el


Proyecto de Código de Procedimiento Civil, el cual encierra los preceptos estudiados en
sus artículos 1340, 1341, 1342 y 1343. Solo en lo que se refiere al artículo 701, el
redactor del Proyecto estipuló un cambio: y es que, habiendo suprimido la audiencia de la
lectura del pliego de condiciones, le fue necesario remitir a la audiencia de adjudicación
tal actividad. De manera que, a propósito de la necesidad de requerimiento de la parte
persiguiente, el artículo 1340 consagra que: “el día indicado para la adjudicación se
procederá a la lectura del pliego de condiciones y luego a la venta, a pedimento de...”

Artículo 705

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Las pujas se harán por ministerio de abogado y
en audiencia pública.
Todo subastador está obligado a depositar en secretaría antes de iniciarse la subasta la
garantía requerida por el pliego de condiciones, si éste hubiere estipulado alguna. No se
cobrarán honorarios de ninguna clase por las sumas así depositadas.

Artículo 706

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). No se podrá hacer la adjudicación sino después
de haber transcurrido tres minutos de iniciada la subasta. En el caso de que no
hubiere habido postura durante ese tiempo se declarará adjudicatario al mismo que
persigue la venta, sirviendo de tipo para la adjudicación el precio que él haya fijado
en el pliego de condiciones. Si antes de transcurridos tres minutos se hicieren
algunas pujas no se podrá efectuar la adjudicación sino después de haber
transcurrido dos minutos sin nuevas pujas hechas en el intervalo.

Artículo 707

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). El abogado que hubiere hecho la última postura estará
obligado a declarar inmediatamente quién es el adjudicatario de los bienes y a presentar
la aceptación cuando fuere un tercero el adjudicatario, o el poder de que esté provisto, el
cual quedará anexo a la minuta de su declaración. Si no hiciere esta declaración en el
tiempo indicado, o dejare de presentar el poder cuando fuere un tercero el adjudicatario,
o en cualquier caso sea que fuere adjudicatario el abogado personalmente o un tercero,
cuando se dejaren incumplidas las condiciones de la venta, el abogado que actúe en la
adjudicación podrá ser sometido por el persiguiente o uno de los acreedores inscritos o la
parte embargada a la acción disciplinaria de la Suprema Corte de Justicia, y cuando se le
pruebe que él sabía que no estaba en condiciones de satisfacer las obligaciones que
establece el pliego de condiciones de subasta, o que conocía la insolvencia de su cliente
para cumplir estas mismas obligaciones, se le considerará responsable de una pena
disciplinaria de suspensión del ejercicio profesional por un tiempo que no excederá de
cinco años ni será menos de uno, sin perjuicio de cualquier otra acción y de los
procedimientos a que hubiere lugar, en conformidad con la ley.

Tabla de Contenido

1. Desarrollo de la Audiencia de la venta en pública subasta. Resultado.


853

2. La licitación. Requisitos.
3. Declaración del nombre del adjudicatario.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver anotaciones del artículo 711, en lo referente a la capacidad para licitar en la venta en
pública subasta.

1. Desarrollo de la Audiencia de la venta en pública subasta. Resultado.

La audiencia se desarrolla públicamente. Antes de las licitaciones, el juez procede a


declarar públicamente la tasación de las costas; ello a pena de nulidad.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.809; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.609).

A esta audiencia podrán asistir todas las personas que tengan interés de subastar.
(Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de Derecho Inmobiliario, p.979).

El juez cede la palabra al abogado de la parte persiguiente, quien lee una breve
conclusión en la cual le pide al juez que sobre el precio fijado en el pliego dé inicio a
la subasta. Entonces, el juez declara abierta la subasta para el inmueble de que se
trate por la suma indicada por el persiguiente. (Germán Mejía, Mariano, et al, 2002,
Conferencias sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez
Méndez, 5ta. ed., p.146).

El inmueble será vendido al mejor postor, es decir, al que ofrezca el precio más alto
por el inmueble. (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de Derecho Inmobiliario, p.975).

¿Cómo se determina quién es el adjudicatario, si hecha una oferta se puede esperar


que se presente otra más elevada? La ley dispone un lapso de tiempo, vencido el
cual la, última puja presentada será la definitiva, y el ofertante, el adjudicatario del
inmueble sobre el cual verse el embargo. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.811).

No podrá hacerse adjudicación, hasta que hayan pasado tres minutos después de la
subasta. (Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre Vías de
Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.146; Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.263).

En caso de no haber postura durante los tres primeros minutos, se declara


adjudicatario al ejecutante por el precio que haya fijado en el pliego de condiciones.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.811; Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre
Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.146;
854

Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.263).

Si antes de que transcurran los tres minutos, se hicieron algunas pujas, no se podrá
hacer adjudicación hasta tanto no hayan pasado dos minutos sin nuevas pujas en el
intervalo. De esto último resulta que el hecho de producirse una subasta descarga al
persiguiente de la obligación de hacerse adjudicatario; y el subastador deja de estar
obligado desde que se presenta nueva subasta, aún cuando ésta sea declarada nula.
(Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.IV, 4ta. ed., p.263).

Si la primera y única subasta es nula, el persiguiente es declarado adjudicatario por


el precio ofrecido en el pliego de condiciones, si así lo quiere; de lo contrario, debe
reanudarse la subasta. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.619;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.263).

2. La licitación. Requisitos.

Todo aspirante a subastador debe depositar, antes de iniciarse la subasta la garantía


requerida por el pliego de condiciones. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.262).

Las licitaciones deben ser hechas por ministerio de abogado, a pena de nulidad de la
adjudicación. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.811; Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre Vías de
Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.145; Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.608; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.262).

Un mismo abogado puede representar a varios subastadores, debiendo de tomar


precauciones para no excederse del límite a que puedan llegar sus ofertas por cada
cliente. (Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre Vías de Ejecución,
Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.146; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.262-263).

El abogado que represente a un licitador no tiene que procurarse poder especial.


(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.811).

La Corte de Casación Francesa ha juzgado que la representación por medio de


abogado es la esencia misma de la licitación, sin la cual no es ni siquiera nula, sino
inexistente. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale, t.II, p.811; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.617).
855

3. Declaración del nombre del adjudicatario.

El abogado que hubiere hecho la última postura está obligado a declarar


inmediatamente quién es el adjudicatario de los bienes y a presentar la aceptación
cuando fuere un tercero adjudicatario, o el poder de que esté provisto, el cual
quedará anexo a la minuta de su declaración. Si no hiciera esta declaración en
tiempo oportuno, o dejare de presentar el poder cuando es un tercero, cuando se
dejaren incumplidas las condiciones de la venta, el abogado que actúe en la
adjudicación podrá ser sometido por el persiguiente o uno de los acreedores
inscritos o la parte embargada a la acción disciplinaria de la Suprema Corte de
Justicia. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.812; Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre
Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., pp.146-
147; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.616; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.269; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 224).

“Si el señor en nombre de quien subasta el abogado está presente en la sala de


audiencia puede ser llamado para que confirme la puja hasta la cual llegó el abogado
y firme luego esa ratificación.” (Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias
sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed.,
p.147).

Para cumplir con el mandato de la ley se puede proceder de una de las dos formas
siguientes: a) el adjudicatario se presenta personalmente, asistido por su abogado, y
el secretario levanta acta de la aceptación del primero; b) el abogado se presenta
solo, para lo cual debe presentar una aceptación notarial o bajo firma privada
emanada del adjudicatario y un poder especial otorgado por el adjudicatario para
proceder a presentar la declaración en su nombre. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.616; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.269).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Los artículos precedentemente anotados se mantienen intactos en el Proyecto de Código


de Procedimiento Civil.

Artículo 708

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Dentro de los ocho días siguientes al de la
adjudicación cualquiera persona podrá ofrecer, por ministerio de abogado, no menos
de un veinte por ciento sobre el precio de la primera adjudicación y sobre este
nuevo precio se procederá a subastar.

Artículo 709
856

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Para que esta nueva puja pueda ser aceptada, es
necesario depositar en la secretaría del tribunal, junto con la petición, la suma total
ofrecida como nuevo precio, en efectivo o en cheque certificado de una institución
bancaria domiciliada en la República y notificarlo en este mismo día tanto al
adjudicatario como a los acreedores inscritos y al embargado.
No se cobrarán honorarios de ninguna especie por las sumas así depositadas.
En el caso de que el último postor en esta nueva subasta sea declarado falso
subastador, la fianza que hubiere prestado de acuerdo con el Art. 690, se aplicará en
primer término a cubrir los gastos del procedimiento de ejecución y en segundo
término a pagar los intereses adeudados al acreedor hipotecario.

Artículo 710

(Mod. por la Ley No. 764 de 1944). Cumplidas estas formalidades, el juez dictará
auto en el término de tres días, a contar de la fecha de la petición, indicando el día
en que tendrá lugar la nueva adjudicación.
El secretario del tribunal hará conocer, por aviso publicado en la prensa, esa nueva
fecha, que no podrá ser de más de quince días de aquel en que fue dictado el auto.
Se procederá en esta subasta como en la anterior, y en las mismas condiciones y
exigencias establecidas. A falta de subastadores, se declarará adjudicatario a quien
hizo la puja ulterior. En ningún caso habrá lugar a otra nueva puja.

Artículo 711

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). No podrán hacerse posturas por los miembros del
tribunal ante el cual se persigue el embargo, ni por el embargado, a pena de nulidad de la
adjudicación y de la puja ulterior y de daños y perjuicios. El abogado del persiguiente no
podrá ser personalmente adjudicatario, ni hacer puja ulterior, a pena de nulidad de la
adjudicación o de la nueva puja y de pago de daños y perjuicios en favor de todas las
partes.

Tabla de Contenido

1. Puja ulterior.
A. En qué consiste.
B. Condiciones.
2. Procedimiento para la puja ulterior.
A. Depósito de solicitud, Plazo y Forma.
B. Denuncia y auto.
C. Contestaciones.
D. Nueva adjudicación.
3. Efectos de la nueva adjudicación.
4. Capacidad para participar en la subasta.
A. Principio General de Capacidad.
B. Personas incapaces para subastar.
C. Consecuencias de la incapacidad.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
857

Ver anotaciones de los artículos 733 y siguientes, en lo referente a la puja ulterior


frente a la falsa subasta.

1. Puja ulterior.

A. En qué consiste.

Es el ofrecimiento hecho por un tercero de un precio superior de por lo menos un veinte


por ciento al de la primera adjudicación, que es aniquilada a consecuencia de ello.
(Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.
ed., p.318).

Al establecer la puja ulterior, el legislador se muestra impertinentemente generoso y llena,


al pie de la letra, su afán de complicar y alargar el procedimiento. (Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.234).

La puja ulterior no es un incidente del procedimiento de embargo inmobiliario, ya que es


una consecuencia normal de dicho procedimiento. (Sent. SCJ. 31 de mayo del 1998.
BJ.1074.712-714, citada por: Biaggi Lama, Juan Alfredo, 2002. 15 años de Jurisprudencia
de Procedimiento Civil Dominicana 1988-2002, pp.178-180, y por Luciano Pichardo, Rafael,
2002. Lustro de Jurisprudencia Civil 1997-2002, pp.573-574).

Son partes en el procedimiento de puja ulterior, el persiguiente, el adjudicatario, el sobre


pujador y el embargado, por lo que cualquiera de ellos puede recurrir la decisión que le
haya causado un agravio. (Sent. SCJ. 7 de junio del 1989. BJ.942-943.759, citada por:
Biaggi Lama, Juan Alfredo, 2002. 15 años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil
Dominicana 1988-2002, p.193 citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de
los Embargos, t.II, pp.463-464; Sent. SCJ. 14 de junio de 1989. BJ.943.759, citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

B. Condiciones.

La puja ulterior debe realizarse dentro de los ocho días de la adjudicación, ofreciendo un
precio sobre el veinte por ciento del precio por el que se decretó en la primera
adjudicación. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.235).

Para calcular el veinte por ciento solo se toma en cuenta el precio principal de la primera
adjudicación y no así los accesorios, tales como incidentes y costas. (Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.235; Rodríguez Yangüela, José A., La
Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4, revista
número 74, pp.36-37; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.318).

No comprende el cálculo los gastos de impuestos en los que incurrió el primer


adjudicatario. El tribunal ante el cual se pide es aquel en el que se conoció de la
adjudicación. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., pp.234 y
235; Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de enero
a 3 de febrero, año número 4, revista número 74, pp.36-37).

Pueden incoarla los acreedores inscritos, puesto que el artículo 708, de manera general,
confiere la facultad de solicitar puja ulterior a cualquier persona. (Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.235).
858

Puede proponer cualquier puja ulterior, cualquier persona interesada con capacidad para
ser declarado adjudicatario. (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta
Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4, revista número 74, p.36).

Siendo un asunto indivisible, la puja ulterior debe de recaer sobre todos los inmuebles
que han sido vendidos en el procedimiento de embargo inmobiliario, no pudiendo versar
sobre uno de ellos. (Sent. SCJ. 11 de julio de 1997, citada por: Rodríguez Yangüela, José
Antonio, Compendio Jurisprudencial sobre Embargo Inmobiliario. Generalidades, Gaceta
Judicial, Año 2001, 8 al 22 de marzo, año n. 5, revista n. 102, pp.41-48).

No es posible realizar una segunda puja ulterior. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique
et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.719;
Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.236; Rodríguez
Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3 de febrero,
año número 4, revista número 74, pp.36-37; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.319).

Este principio es general y de orden público, aplicable a todos los casos en que la puja
ulterior esté abierta. (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año
2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4, revista número 74, pp.36-37).

Puede, sin embargo, haber varias pujas ulteriores en el plazo legal, en cuyo caso se toma
el precio más alto ofrecido para servir de punto de partida para la subasta. Habrá lugar a
un solo procedimiento como si se tratara de una sola puja ulterior. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.72; Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial,
Año 2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4, revista número 74, pp.36-37; Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.320).

Todas las formalidades relativas a la puja ulterior son consagradas a pena de nulidad.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.728).

2. Procedimiento para la puja ulterior.

A. Depósito de la solicitud: Plazo y Forma.

La puja ulterior debe tener lugar dentro de los ocho días siguientes a la adjudicación.
(Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3
de febrero, año número 4, revista número 74, p.36; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.320).

La inobservancia de este plazo está penada con la nulidad. (Rodríguez Yangüela, José A.,
La Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4,
revista número 74, p.36).

En el cálculo del plazo se excluye el día de la audiencia de adjudicación y prorrogando el


mismo al próximo día laborable si el octavo día es feriado, conforme a la disposición final
del artículo 1033 del Código de Procedimiento Civil. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.723; Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de
enero a 3 de febrero, año número 4, revista número 74, p.36).
859

El plazo no es franco. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation


Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.723; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.320).

Este plazo es insuficiente y más que promover la puja ulterior, es una causa que la
limita. (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año 2000,
20 de enero a 3 de febrero, año número 4, revista número 74, p.36).

Si la sentencia de adjudicación es impugnada mediante apelación en los casos en que es


permitida, se interrumpe el plazo para la puja ulterior, empezando a correr después de la
confirmación de la sentencia. (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta
Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4, revista número 74, p.36).

El tribunal ante el cual se pide es aquel en el que se conoció de la adjudicación. (Glasson,


E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.724; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra.
ed., pp.235 y 236; Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año
2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4, revista número 74, p.36).

Si opera la conversión de embargo en venta voluntaria, difieren las posiciones en lo


referente al tribunal competente: una tesis afirma que el tribunal competente lo es
el que conoció de la venta; otros opinan que cesa la competencia de este tribunal en
los casos en que el notario ante el cual se realizó la venta resida fuera del distrito,
en cuyo caso el tribunal competente lo es el de la residencia del notario; una tercera
teoría alega que es válida la puja ulterior hecha indiferentemente ante uno u otro
tribunal. (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año
2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4, revista número 74, p.36).

La puja ulterior debe ser declarada por medio de instancia suscrita por abogado,
depositada en la secretaría del tribunal, debiendo ir acompañada del monto total del
precio ofrecido, en efectivo o en cheque certificado por una institución bancaria
domiciliada en la República, que debe ser por lo menos un 20 por ciento mayor que el
precio de adjudicación. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed.,
p.235; Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de
enero a 3 de febrero, año número 4, revista número 74, pp.36-37).

Debe depositarse junto con la instancia la suma ofertada en efectivo o en cheque


certificado por institución bancaria de la República. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.320; Rodríguez
Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3 de
febrero, año número 4, revista número 74, pp.36-37).

El depósito de la suma ofertada, es una formalidad cuya inobservancia conlleva la


nulidad de la adjudicación. (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta
Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4, revista número 74,
p.36).

La instancia no está sometida a ninguna formalidad sacramental, pero se


recomienda que señalar los nombres y generales del ofertante de la puja y la
indicación del inmueble sobre el cual se ofrece la primera puja. (Rodríguez
860

Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3 de
febrero, año número 4, revista número 74, p.37).

La ley no exige que la solicitud de puja ulterior sea por escrito, ni que el secretario levante
acta de ello. Sin embargo, se acostumbra a pedirle al secretario que recibe la solicitud,
que libre acta al peticionario, de manera que éste se provea de la prueba de haberla
hecho. En tiempo oportuno y de conformidad con la ley. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.236).

B. Denuncia y auto.

De no realizarse la denuncia de la instancia que requiere la puja ulterior, ésta es


nula. Cualquier interesado puede invocar esta nulidad. (Pérez Méndez, Artagnan,
2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.236).

El mismo día del depósito de la instancia, éste debe notificarse al embargado, a los
acreedores inscritos y al persiguiente. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.320; Rodríguez Yangüela, José
A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3 de febrero, año
número 4, revista número 74, p.37).

En sentido contrario: El código no dice cuál es el plazo para realizar esta notificación.
(Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.236).

En caso de que la denuncia no sea llevada en el plazo previsto por la ley, el proceso
se encuentra viciado de nulidad, como también la sentencia de adjudicación que
intervenga en tales circunstancias. (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior,
Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4, revista
número 74, p.37).

Se puede notificar al persiguiente y a los acreedores inscritos en su persona o domicilio, o


por acto de abogado a abogado. Al embargado, quien no tiene que contar con un abogado
que lo represente, debe notificársele necesariamente en su persona o domicilio. (Pérez
Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.236).

En sentido contrario: la denuncia no se puede ser hecha mediante acto de abogado a


abogado, sino que tiene que ser realizada a requerimiento del ofertante y dirigida a
las partes mismas. (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial,
Año 2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4, revista número 74, p.37).

“(…) al establecerse la notificación de la denuncia a las partes y no a sus abogados,


no solamente nos alejamos de las normas procedimentales propias del embargo
inmobiliario (...), sino que además desconocemos el efecto primordial de la puja
ulterior de resolver la primera adjudicación. (...) hubiera sido preferible mantener la
denuncia de la puja ulterior a los abogados de las partes, y en caso de no haberlos, a
la parte misma en su persona o domicilio.” (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja
861

Ulterior, Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4,


revista número 74, p.37).

No es necesario que en el acto de denuncia se inserte copia de la instancia


introductiva del procedimiento. (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior,
Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4, revista
número 74, p.37).

El juez dicta auto dentro de los tres días contados a partir de depositada la instancia y
realizada la denuncia, fijando fecha para la nueva subasta, que debe ser dentro de los
quince días siguientes a dicho auto. Ese auto se da a conocer por el secretario del
tribunal mediante aviso publicado en la prensa. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.236; Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior,
Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4, revista número 74,
p.37; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.321).

Este auto debe ser emitido por el juez en el término de tres días, aún en caso de que
existan deficiencias que vicien de nulidad el procedimiento, puesto que la nulidad no
puede ser declarada de oficio por el juez, sino a requerimiento de parte, ya que la nulidad
que pudiera afectarle no es orden público. (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior,
Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de enero a 3 de febrero, año número 4, revista número 74,
p.37).

No es necesario que el juez verifique que se ha comprobado la renuncia para dictar el


auto. (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior, Gaceta Judicial, Año 2000, 20 de
enero a 3 de febrero, año número 4, revista número 74, p.37).

C. Contestaciones.

Vista la denuncia, puede ocurrir que alguna de las partes tenga interés en contestar
la puja ulterior. Al respecto nuestra legislación es muda. (Pérez Méndez, Artagnan,
2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.237).

Cualquier contestación relativa a la puja ulterior no está sujeta a plazos. A falta de


disposición expresa de la ley al respecto, existen varias posiciones: unos sostienen que a
falta de disposición sobre el plazo queda abierta la acción hasta el día de la venta; otros
opinan que el asunto parece haber sido dejado para ser resuelto por la vía del
referimiento, aunque reconocen que tal solución no deja de ser discutible; una última
teoría, a la cual nos sumamos, asimila la contestación a la puja ulterior a un medio de
nulidad posterior a la lectura del pliego de condiciones, sujeta a los mismos plazos y
condiciones. (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior II, Gaceta Judicial, Año 2000,
17 de febrero a 2 de marzo, año número 4, revista número 76, p.42).

D. Efectos de la Nueva adjudicación.

Es deficiente la publicidad a la que está sometida la nueva audiencia de adjudicación, que


no parece ser otra que la publicación que hace el secretario de la fecha fijada para la
nueva audiencia de adjudicación. Debería seguirse el procedimiento prescrito para la
primera venta. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.237;
862

Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior II, Gaceta Judicial, Año 2000, 17 de febrero a
2 de marzo, año número 4, revista número 76, p.42).

La nueva adjudicación se hace bajo las mismas reglas de procedimiento que rigen la
primera adjudicación, y de quedar desierta la subasta, se declara adjudicatario al
peticionario de la puja ulterior. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.730; Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.236; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.321; Rodríguez Yangüela,
José A., La Puja Ulterior II, Gaceta Judicial, Año 2000, 17 de febrero a 2 de marzo, año
número 4, revista número 76, p.42).

Parece ser que no se aplican las reglas del aplazamiento de la audiencia del artículo 703
del Código de Procedimiento Civil. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., p.237).

Los caracteres que le son atribuidos a la sentencia de adjudicación, les son aplicables a la
sentencia que resulte de la adjudicación consecuencia de una puja ulterior. (Rodríguez
Yangüela, José A., La Puja Ulterior II, Gaceta Judicial, Año 2000, 17 de febrero a 2 de
marzo, año número 4, revista número 76, pp.42-43).

Ver anotaciones de los artículos 705 y siguientes, en lo referente al desarrollo de la


audiencia de venta en pública subasta.

Ver anotaciones de los artículos 712 y siguientes, en lo referente a los caracteres de la


sentencia de adjudicación.

3. Efectos de la nueva adjudicación.

El subastador que resulte adjudicatario en la puja ulterior, tendrá los mismos derechos y
obligaciones del primer adjudicatario. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.321).

La puja ulterior y la nueva adjudicación dejan pie a los efectos producidos por el
embargo, en lo referente a la inmobilización de los frutos y a la incapacidad del ejecutado
para enajenar los inmuebles. (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior II, Gaceta
Judicial, Año 2000, 17 de febrero a 2 de marzo, año número 4, revista número 76, p.42;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.321).

El primer efecto de la puja ulterior es la resolución retroactiva de la primera adjudicación.


(Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior II, Gaceta Judicial, Año 2000, 17 de febrero a
2 de marzo, año número 4, revista número 76, p.42).

Entre la declaración de la puja ulterior y la adjudicación definitiva, el embargado es


restablecido en su derecho frente al adjudicatario y los terceros hasta la sentencia
definitiva de adjudicación. (Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior II, Gaceta
Judicial, Año 2000, 17 de febrero a 2 de marzo, año número 4, revista número 76, p.43).

En caso de que el primer adjudicatario resulte adjudicatario, una vez más, en la subasta
producida por la puja ulterior, esta nueva adjudicación es simplemente confirmativa de la
primera. De ello resultan varias consecuencias: a) la pérdida del inmueble que ocurra
entre las dos adjudicaciones es soportada por el adjudicatario; b) se mantienen los actos
863

de administración que pudo haber realizado el adjudicatario después de la primera


adjudicación; c) el embargado que haya vendido el inmueble luego de la transcripción o
inscripción del embargo, no puede, dentro del intervalo entre la primera y segunda
adjudicación, acogerse en lo dispuesto por el 687 del Código de Procedimiento Civil.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.741-743; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.324-325).

En sentido contrario: Si el adjudicatario inicial resulta adjudicatario en la adjudicación de


la puja ulterior, éste deviene en propietario del inmueble a partir de ésta última, y no
desde la primera, la cual fue resuelta por la puja ulterior. (Rodríguez Yangüela, José A.,
La Puja Ulterior II, Gaceta Judicial, Año 2000, 17 de febrero a 2 de marzo, año número 4,
revista número 76, p.43).

Si en la subasta producida por la puja ulterior, resulta adjudicatario alguien que no es el


primer adjudicatario, la primera adjudicación se queda resuelta retroactivamente, de
manera que se considera que el primer adjudicatario nunca fue dueño del inmueble.
(Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.
ed., p.322).

De la situación de que la primera adjudicación se estime como resulta se deriva lo


siguiente: a) el primer adjudicatario no es deudor del precio, y de haberlo pagado, tiene
una acción en repetición por dicho precio; b) caen las cargas que el primer adjudicatario
ha consentido; c) caen los actos de administración que haya realizado el primer
adjudicatario; d) el primer adjudicatario debe restituir los frutos que haya percibido; e) el
sobrante que pueda resultar después de desinteresados a los acreedores, pertenece al
embargado y no al primer adjudicatario. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.323-324).

Lo que resuelve la primera adjudicación es la nueva adjudicación, no así la declaración de


puja ulterior. De ello resulta que el embargado sigue siendo titular de los activos y
pasivos del inmueble. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.322).

En sentido contrario: La jurisprudencia francesa es de opinión de que los efectos de la


resolución de la primera adjudicación, se producen desde la introducción del
procedimiento de puja ulterior, y no desde el día de la adjudicación definitiva. (Rodríguez
Yangüela, José A., La Puja Ulterior II, Gaceta Judicial, Año 2000, 17 de febrero a 2 de
marzo, año número 4, revista número 76, p.43).

Ver anotaciones del artículo 717, en lo referente a las obligaciones y deberes del
adjudicatario.

4. Capacidad para participar en la subasta.

A. Principio General de Capacidad.

El principio es que cualquier persona puede subastar y ser declarado adjudicatario.


(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.809; Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre Vías de Ejecución,
Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.146; Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
864

p.609; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 221; Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.264).

El artículo 412 del Código Penal pronuncia penas correccionales contra las personas
que coarten o estorben la libertad de subasta. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.264).

“Los que con intimidación, amenazas, dádivas o promesas coarten o estorben la


libertad de las subastas, sea cual fuere su naturaleza, serán castigados con multa de
veinticinco a doscientos pesos, y prisión de quince días a tres meses. Las mismas
penas se impondrán a los que, con el fin de estorbar una subasta, alejaren de ella a
los postores.” (Artículo 412 del Código Penal).

B. Personas incapaces para subastar.

No pueden subastar las personas incapaces para obligarse o sujetas a incapacidades de


derecho común: menores e interdictos legales o judiciales. El padre o tutor puede
subastar para el menor o interdicto que representan. El provisto de un consultor judicial,
para subastar, debe hacerlo asistido por su consultor judicial. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.809; Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.610; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra.
ed., pp. 221-222; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.264).

“No pueden hacerse adjudicatarios, ni por ellos mismos ni por terceras personas,
bajo pena de nulidad: los tutores de los bienes de aquellos cuya tutela ejercen; los
mandatarios de los bienes que se han encargado vender; los administradores de los
municipios, o de los establecimientos públicos confiados a su cargo, los oficiales
públicos, de los bienes nacionales, cuya venta se hace por su ministerio.” (Artículo
1596 del Código Civil Dominicano).

Los tutores no pueden ser adjudicatarios de los bienes de sus pupilos puestos en
pública subasta. Esta regla no puede extenderse al padre y la madre, ni al protutor,
ni al curador, ni al consultor judicial. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.264).

En sentido contrario: La incapacidad del tutor puede extenderse al cotutor y al


protutor; pero no puede extenderse, al curador de un menor emancipado, ni al
consultor judicial de un pródigo o débil de espíritu, ni al curador de vientre.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.809; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.608).

La incapacidad que afecta a los mandatarios encargados de vender, se aplica al


abogado apoderado del embargo inmobiliario, al síndico de quiebra, pero no al
alguacil que trabó el embargo inmobiliario, puesto que su mandato no era de venta.
865

(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et


Commerciale, t.II, p.810).

La prohibición del abogado de hacerse adjudicatario pretende evitar maniobras


fraudulentas encaminadas a alejar de la subasta a los demás interesados.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.810; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.266).

Es al abogado del persiguiente, al único que se le aplica la incapacidad, por que sólo
se hace referencia a él en el artículo 711 del Código de Procedimiento Civil. (Pérez
Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 224).

Esta incapacidad afecta al abogado, aún en el caso en que sea acreedor


personalmente del embargado, caso en el cual no podrá convertirse en
adjudicatario. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale, t.II, p.810).

No pueden subastar ni hacerse adjudicatarios: a) los miembros del tribunal por ante
el que se persigue el embargo, y b) el embargado. (Germán Mejía, Mariano, et al,
2002, Conferencias sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez
Méndez, 5ta. ed., p.146; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.264-265).

La incapacidad de los miembros del tribunal de licitar, comprende al juez


presidente, al procurador fiscal y al secretario, no así a los demás empleados
judiciales. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.810; Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre
Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.146;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., pp.264-265).

Se admite que la incapacidad de los miembros del tribunal, presenta una excepción,
en los casos en que ellos sean personalmente acreedores del embargado, con la
condición de que no intervengan en los asuntos del fallo. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.810).

Se admite que el embargado puede subastar cuando él mismo no ha sido ejecutado


personalmente, sino en calidad de tercero detentador o de heredero beneficiario.
(Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.IV, 4ta. ed., p.265).

La incapacidad del embargado para subastar no se extiende a su esposa, puesto que


la prohibición de venta entre esposos que prescribe el artículo 1595 del Código
Civil, lo que busca es evitar las donaciones entre esposos, lo que no ocurriría en una
venta en pública subasta. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III,
866

3ra. ed., pp. 221-222; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.265-266).

En caso de embargo sobre un inmueble de la comunidad, es evidente que ninguno de


los esposos, puede hacerse adjudicatarios, puesto que ambos son partes
embargadas. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.265-266).

C. Consecuencias de la incapacidad.

El abogado debe rehusar su ministerio a las personas incapaces; de no hacerlo, y


llevarse a cabo la licitación cualquier persona, en audiencia, puede demandar la
nulidad de la subasta. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.266).

La nulidad que se desprende de la incapacidad de licitar y hacerse adjudicatario, no


puede ser pronunciada de oficio y sólo puede ser alegada por las personas en cuyo
favor se reglamentó la incapacidad. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.810).

Después de pronunciada la adjudicación, si el adjudicatario es un menor o un


interdicto, solamente uno de ellos puede proponer la nulidad de la adjudicación
conforme a lo que dispone el artículo 1125 del Código Civil. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.810;
Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.615-16; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.267).

Si el adjudicatario es el embargado, pueden proponer la nulidad de la subasta, el


ejecutante y los acreedores e inscritos. Si es un miembro del tribunal, pueden
proponer la nulidad el embargante, el embargado y los acreedores inscritos.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.616; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.267).

Respecto del carácter de la nulidad que se desprende de que resulten adjudicatarios


los miembros del tribunal y el abogado de la parte persiguiente, existe controversia.
Algunos sostienen que los motivos en los cuales reposan ambas incapacidades, le
imprime al caso un carácter de orden público; sin embargo, la Corte de Casación
Francesa es de criterio de que no es de orden público. Así, esta nulidad es relativa.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.810).
867

Independientemente de la anulación de la adjudicación, el abogado del persiguiente


que licite en una audiencia, puede ser demandado en responsabilidad civil por las
partes que resulten lesionadas por su puja. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.810).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Respecto a los artículos precedentemente anotados, el Proyecto no introdujo


cambio alguno, que no se refiera a cuestiones de redacción y estética.

Artículo 712

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). La sentencia de adjudicación será la copia del pliego
de condiciones redactado en la forma establecida por el artículo 690, y ordenará al
embargado abandonar la posesión de los bienes, tan pronto como se le notificare la
sentencia, la cual será ejecutoria contra toda persona que estuviere ocupando a cualquier
título que fuere los bienes adjudicados.

Artículo 713

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). La sentencia de adjudicación no se entregará al


adjudicatario sino a cargo de que presente al secretario la constancia de haber satisfecho
el saldo de las costas ordinarias del procedimiento y la prueba de que ha cumplido las
condiciones del pliego que sirvió de base a la adjudicación y que deban ejecutarse antes
de la entrega. La constancia de pago y los documentos justificativos quedarán anexos al
original de la sentencia y se copiarán a renglón seguido de ésta. Si el adjudicatario dejare
de hacer estas justificaciones, dentro de los diez días siguientes al de la adjudicación, se
le apremiará por la vía de la falsa subasta, como se dirá después, sin perjuicios de las
demás vías de derecho.

Artículo 714

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). Los gastos de procedimiento se pagarán por privilegio
del importe de la venta, cuando fueren extraordinarios, y así se hubieren ordenado por la
sentencia de adjudicación.

Tabla de Contenido

1. Sentencia de adjudicación.
A. Entrega de la primera copia ejecutoria.
B. Caracteres y contenido.
C. Gastos de procedimiento.
2. Falsa subasta.
3. Derechos y Obligaciones del adjudicatario.
868

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Sentencia de adjudicación.

A. Entrega de la primera copia ejecutoria.

La sentencia de adjudicación no debe entregarse al adjudicatario, hasta tanto no


presente las pruebas del secretario de haber cumplido con las cláusulas del pliego de
condiciones y satisfecho las costas ordinarias del procedimiento y hasta luego de
agotado el plazo de ocho días siguientes a la adjudicación para la puja ulterior.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.812; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., p. 225; Sent. SCJ. 2 de febrero del 2000. BJ.1071.108-112).

Las prescripciones del artículo 713, respecto a la obtención de la primera copia


ejecutoria de la sentencia de adjudicación, se justifican en el interés que tiene éste,
por ser dicha sentencia, su título de adquisición. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.268).

Como es un acto traslativo de propiedad, debe ser sometida a la formalidad del


registro o inscripción. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., p. 225).

B. Caracteres y contenidos.

No es una verdadera sentencia sino un acto de administración judicial que se limita a dar
constancia del traspaso de propiedad operado como consecuencia del embargo
inmobiliario. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.812; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.267; Sent. SCJ. 18 de marzo de 1994. BJ. 1000.262, citada
por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002; Sent. SCJ. 24 de junio de 1998. BJ.1051.113-114,
citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II, pp.468-
469; Sent. SCJ. 2 de febrero del 2000. BJ.1071.107-112, citada por: Vidal Pontentini,
Trajano, 2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II, pp.484-486 y Castaños Guzmán, Julio
Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002;
Sent. SCJ. 18 de octubre del 2000. BJ.1079.68, citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003.
Guía Práctica de los Embargos, t.II, pp.474-474; Sent. SCJ. 10 de julio del 2002.
BJ.1100.103-106, citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los
Embargos, t.II, pp.503-507).

Se limita a comprobar oficialmente el desarrollo de la subasta y el nombre del


adjudicatario que se ha convertido en el nuevo propietario del inmueble. (Jorge
Blanco, Salvador. La Sentencia de Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 2000, 3 a
17 de febrero, año número 4, revista número 75, p.30).
869

Más que una sentencia, es un proceso verbal, un acto judicial. (Encyclopédie


Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.812;
Rodríguez Yangüela, José A., Carácter de la Sentencia de Adjudicación, Gaceta
Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto, año número 3, revista número 62,
p.40; Rodríguez Yangüela, José A., La Puja Ulterior II, Gaceta Judicial, Año 2000,
17 de febrero a 2 de marzo, año número 4, revista número 76, p.43; Sent. SCJ. 15
de marzo de 1985. BJ.892.720, citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía
Práctica de los Embargos, t.II, p.460, por Subero Issa, Jorge, 1993. 4 años de
Jurisprudencia Analítica Dominicana 1985-1988, p.216, y por Castaños Guzmán,
Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002; Sent. SCJ. 2 de febrero del 2000. BJ.1071.107-112, citada
por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II, pp.484-
486, y por Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de
la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002; Sent. SCJ. 6 de septiembre del 2000.
BJ.1078.97-98, citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los
Embargos, t.II, pp.476-477).

Este carácter de acto o contrato judicial es otorgado por la atribución graciosa o


administrativa en que actúa el tribunal en el proceso de embargo inmobiliario.
(Rodríguez Yangüela, José A., Carácter de la Sentencia de Adjudicación, Gaceta
Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto, año número 3, revista número 62,
p.40).

La sentencia de adjudicación es la copia del pliego de condiciones y ordena al


embargado a abandonar la posesión de los bienes, tan pronto como se le notifique.
(Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.224; Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.267; Rodríguez Yangüela, José A., Carácter de la Sentencia de Adjudicación,
Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto, año número 3, revista
número 62, pp. 40-41; Sent. SCJ. 2 de febrero del 2000. BJ.1071.107-112, citada
por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II, pp.484-
486 y por Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de
la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“Es evidente que si al pliego de condiciones se le introdujeron algunas


modificaciones en la audiencia de lugar, se transcribirá este pliego con dichas
modificaciones.” (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra.
ed., p. 225).

No es una sentencia motivada. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de


Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.812; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.268; Rodríguez
Yangüela, José A., Carácter de la Sentencia de Adjudicación, Gaceta Judicial, Año
1999, 29 de julio al 12 de agosto, año número 3, revista número 62, p.40).

Esta sentencia no produce hipoteca judicial. (Germán Mejía, Mariano, et al, 2002,
Conferencias sobre Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez
Méndez, 5ta. ed., p.148; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., p. 224; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.268; Rodríguez Yangüela, José A., Carácter de la
870

Sentencia de Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto,


año número 3, revista número 62, p.40; Sent. SCJ. 27 de septiembre del 2000.
BJ.1078.188-189, citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de
los Embargos, t.II, pp.479-481).

No tiene la autoridad de la cosa juzgada. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de


Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.268; Pérez Méndez, Artagnan,
2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 224; Rodríguez Yangüela, José A.,
Carácter de la Sentencia de Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de julio
al 12 de agosto, año número 3, revista número 62, p.40; Sent. SCJ. 15 de marzo de
1995. BJ.892.720, citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de
los Embargos, t.II, p.460 y por Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002; Sent. SCJ. 6 de
septiembre del 2000. BJ.1078.97-98, citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003.
Guía Práctica de los Embargos, t.II, pp.476-477; Sent. SCJ. 27 de septiembre del
2000. BJ.1078.188-189, citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica
de los Embargos, t.II, pp.479-481).

No es susceptible de ser impugnada por los recursos, sino por la vía principal de la
nulidad. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.812; Germán Mejía, Mariano, et al, 2002, Conferencias sobre
Vías de Ejecución, Conferencia del Prof. Artagnan Pérez Méndez, 5ta. ed., p.148;
Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 224; Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p. 268; Rodríguez Yangüela, José A., Carácter de la Sentencia de Adjudicación,
Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto, año número 3, revista
número 62, p.40; Sent. SCJ. 15 de marzo de 1985. BJ.892.720, citada por: Vidal
Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II, p.460 y Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002; Sent. SCJ. 18 de marzo de 1994. BJ. 1000.262; Sent. SCJ.
24 de junio de 1998. BJ.1051.113-114, citada por: Vidal Pontentini, Trajano,
2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II, pp.498-469; Sent. SCJ. 2 de febrero del
2000. BJ.1071.107-112, citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica
de los Embargos, t.II, pp.484-486, y por Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002;
Sent. SCJ. 6 de septiembre del 2000. BJ.1078.97-98, citada por: Vidal Pontentini,
Trajano, 2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II, pp.476-477; Sent. SCJ. 27 de
septiembre del 2000. BJ.1078.188-189, citada por: Vidal Pontentini, Trajano,
2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II, pp.479-481; Sent. 14 de marzo el 2001.
BJ.1084.104-112, citada por: Luciano Pichardo, Rafael, 2002. Lustro de
Jurisprudencia Civil 1997-2002, pp.330-331; Sent. SCJ. 18 de octubre del 2002.
BJ.1079.68, citada por: Biaggi Lama, Juan Alfredo, 2002.15 años de
Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana 1988-2002, p.193 y Vidal
Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II, pp.474-475).

No es susceptible de apelación, aún en el caso en que la sentencia contenga errores.


(Sent. SCJ. 2 de febrero del 2000. BJ.1071.101, citada por: Castaños Guzmán,
Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).
871

La sentencia de adjudicación no es susceptible ni de los recursos ordinarios ni de


los recursos extraordinarios, incluyendo la casación. (Sent. SCJ. 6 de septiembre del
2000. BJ.1078.97-98, citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica
de los Embargos, t.II, pp.476-477).

No es susceptible de recurso en tercería. (Sent. SCJ. 27 de septiembre del 2000.


BJ.1078.188-189, citada por: Biaggi Lama, Juan Alfredo, 2002. 15 años de
Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana 1988-2002, p.184 y Vidal
Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II, pp.479-481).

La sentencia de adjudicación tiene fuerza ejecutoria contra el embargado y el


adjudicatario. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.268).

Es un título justo, que permite la ejecución, y que prescribe en el término de veinte


años. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.637).

“Los arts. 155, 156 y 450, relativos a la ejecución de las sentencias no son
aplicables a la ejecución de la sentencia de adjudicación cuando ella no resuelve
ningún incidente contencioso.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.284).

Se descarta la regla según la cual, las sentencias en defecto caducan a partir de los
seis meses contados desde el día de su notificación, prescribiendo la misma en
plazo de prescripción de derecho común. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.814).

Cuando la sentencia de adjudicación resuelve incidentes contenciosos, adquiere las


cualidades de las sentencias propiamente dichas: es motivada; tiene la autoridad de
la cosa juzgada; produce hipoteca judicial; es recurrible. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.812; Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.268; Rodríguez Yangüela, José A., Carácter de la Sentencia de Adjudicación,
Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto, año número 3, revista
número 62, p.40; Sent. SCJ. 2 de febrero del 2000. BJ.1071.107-112, citada por:
Biaggi Lama, Juan Alfredo, 2002. 15 años de Jurisprudencia de Procedimiento
Civil Dominicana 1988-2002, p.189, por Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía
Práctica de los Embargos, t.II, pp.484-486 y por Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Si la sentencia de adjudicación resuelve un asunto contencioso, puede ser apelada


inmediatamente, puesto que se trata de la sentencia con autoridad de la cosa
juzgada y no de la que se redacta con posterioridad al día de la subasta. (Sent. SCJ.
2 de febrero del 2000. BJ.1071.108-112).
872

Si resuelve un asunto contencioso, es susceptible de todas las vías de recurso


ordinarias y extraordinarias. (Rodríguez Yangüela, José A., Carácter de la
Sentencia de Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto,
año número 3, revista número 62, p.40).

El hecho de que la sentencia de adjudicación presente múltiples características que


les son propias, no impide que presente cualidades comunes con las sentencias
ordinarias: a) está revestida de las fórmulas ordinarias; b) no es válida si no es
pronunciada en audiencia pública; c) no es ejecutoria hasta tanto no haya sido
notificada a la parte perdidosa; d) contiene fórmula ejecutoria que le permite al
adjudicatario entrar en posesión del inmueble. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.812; Rodríguez
Yangüela, José A., Carácter de la Sentencia de Adjudicación, Gaceta Judicial, Año
1999, 29 de julio al 12 de agosto, año número 3, revista número 62, p.40).

Ver las Anotaciones del Artículo 716, en lo referente a la notificación de la


sentencia de adjudicación.

Está dentro de las facultades del Tribunal de Tierras dejar sin valor y efecto una
sentencia ad adjudicación con motivo de un embargo inmobiliario, cuando el
acreedor ha sido un tercero de mala fe. (Sent. SCJ. 27 de junio de 1988.
BJ.931.834, citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los
Embargos, t.II, p.462).

C. Gastos de procedimiento.

La ley distingue entre los gastos ordinarios y los gastos extraordinarios. Son
ordinarios aquellos gastos en los que incurre el persiguiente en los actos realizados
desde el mandamiento de pago a la adjudicación; son extraordinarios, los gastos
originados en razón de los posibles incidentes. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.815).

Los gastos ordinarios son necesariamente pagados por privilegio dentro del precio a
fin de que no sea disminuido en perjuicio del embargado y los acreedores. Toda
convención en contrario es nula. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.815).

2. Falsa subasta.

Remitimos a las anotaciones de los artículos 734 y siguientes, en lo referente a la falsa


subasta.

3. Derechos y obligaciones del adjudicatario.

“Es evidente, que en virtud de la sentencia de adjudicación, el adjudicatario (...)


puede ejercer los derechos de un comprador. Pero ha dado motivo a controversia el
873

determinar quién es el vendedor en el procedimiento de embargo inmobiliario que


remata en la sentencia de adjudicación. (...) Es preferible admitir, con la opinión que
predomina, que el embargado es el único vendedor, puesto que, aunque él no otorga
personalmente la venta, la otorgan en representación suya los acreedores en virtud
de su derecho de prenda general (...)” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.282-283).

El adjudicatario tiene derecho a la entrega del inmueble en el estado en que se


encuentre, con todos sus accesorios y todo lo que está destinado a su uso perpetuo.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.814; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.283).

“La cosa debe entregarse en el estado en que se encontraba en el momento de la venta.


Desde este día pertenecen al adquiriente todos los frutos.” (Artículo 1614 del Código Civil
Dominicano).

Para obtener la entrega del inmueble, el adjudicatario debe notificar la sentencia de


adjudicación al embargado, en los términos del artículo 712 del Código de
Procedimiento Civil. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.814; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.284).

Puede el adjudicatario expulsar del inmueble al embargado a partir de la


notificación, aún cuando se trate de una sentencia que estatuya sobre un incidente
y haya sido apelada, descartándose la regla según la cual la apelación suspende la
sentencia. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.814).

Se descarta además la regla, según la cual las sentencias en defecto, caducan a


partir de los seis meses contados desde el día de su notificación, teniendo el
adjudicatario el plazo de prescripción de derecho común para la ejecución de la
sentencia de adjudicación, y por tanto, para hacer valer su derecho de entrega de
inmueble. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.814).

“El tribunal no puede acordar al embargado ningún plazo para la entrega.” (Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.284).

Desde el día de la entrega el adjudicatario tiene derecho a los frutos del inmueble.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.814; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., p.229; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.283).

El adjudicatario tiene derecho a las garantías, conforme al derecho común que rige
la venta, en contra del embargado, puesto que es a éste a quien se reputa vendedor
874

del inmueble. Lo cual deviene muchas veces en inútil, por la posible insolvencia de
este último. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale, t.II, pp.814-815).

De tratarse de inmuebles no registrados, tiene derecho a las garantías por causa de


evicción. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.230;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., pp.284-285).

Tiene derecho a la garantía originada en la falta de cabida del inmueble. (Tavares


Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
pp.284-285).

La garantía de evicción se la debe el embargado, puesto que es él el vendedor. (Pérez


Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., pp.230-231).

De haber pagado el precio, y sufrir evicción, tiene el adjudicatario una acción en


repetición contra los acreedores, en los términos de los artículos 1377 y siguientes
del Código Civil, alegando que ha pagado sin causa. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.815; Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.231; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.285).

Si no ha pagado, puede retener el precio. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,


Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p. 815; Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.231).

En caso de evicción parcial, se admite que el adjudicatario tiene el derecho de


demandar contra los acreedores en restitución; restitución que se calcula, no sobre
la base del precio de venta, sino sobre la base del valor de la parte eviccionada al
momento de la evicción. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.815; Méndez, Artagnan, 1997.
Procedimiento Civil, t.III, 2da. ed., pp.231-32).

Si el adjudicatario no ha pagado el precio de la adjudicación, y opera una evicción


parcial, puede demandar al persiguiente y a los acreedores inscritos en reducción de
precio. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.815)

Aún cuando el adjudicatario no posee la facultad para alegar lo prescrito en el


artículo 686 del Código de Procedimiento Civil, referente a la nulidad de la
enajenación ocurrida durante el período transcurrido entre la transcripción o
inscripción del embargo inmobiliario y la adjudicación, si el inmueble cuya
propiedad recibe el adjudicatario ha sido enajenado en estos términos, él puede
constreñir a los acreedores y al persiguiente a que pidan la nulidad y negarse a
pagar el precio hasta tanto ellos hayan ejercido tal acción. (Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., pp.228-229).
875

El adjudicatario tiene derecho a demandar en indemnización, en caso de que,


después de pagado el precio de la adjudicación, descubra ciertas cargas que gravan
el inmueble, particularmente servidumbres, de las que no conocía y que no fueron
declaradas en el pliego de condiciones. Procede la demanda en contra del
embargado responsable de la existencia de servidumbres no aparentes y no
declaradas, y contra el persiguiente, si conocía de la existencia de la servidumbre y
omitió hacer mención sobre ello en el pliego de condiciones. Si el adjudicatario
tenía conocimiento de la servidumbre no declarada por un medio cualquiera, como
por ejemplo, que se haya anexado mención de su existencia al pliego de
condiciones, no procede demandar en indemnización. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.815).

Por aplicación del Art. 1617 y siguientes del Código Civil, si el pliego de condiciones
indica el área del inmueble y ha fijado el precio por una suma por cada unidad de
medida, y no se entrega al adjudicatario la cantidad prometida, éste tiene derecho a
una disminución proporcional del precio; si se le entrega un inmueble con un área
de medida superior, el adjudicatario puede optar a pagar la diferencia del precio o
puede renunciar a la adjudicación. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.815; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp. 284-285).

La demanda a tales fines debe de ser incoada en el plazo estipulado en el artículo


1622, el cual se cuenta a partir del día de la adjudicación. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.815).

De tratarse un inmueble registrado, tiene aplicación el artículo 173 de la Ley de


Registro de Tierras, que elimina la posibilidad de cuestionar el área indicada en el
certificado de títulos. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.284-285).

El adjudicatario está obligado a pagar el precio del inmueble, así como los intereses
que pueda establecer en el pliego de condiciones. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.815; Pérez Méndez,
Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.232; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p. 286).

En caso de que el pliego de condiciones no haya estipulado intereses, el


adjudicatario debe pagar los intereses estipulados en el Art. 1652 del Código Civil.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p. 815; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p. 286).

“El comprador debe los intereses del precio de la venta, hasta que pague el capital, en los
tres casos siguientes: habiéndose convenido de esta manera al tiempo de la venta; si la
cosa vendida y entregada produce frutos u otros rendimientos; si ha sido el comprador
requerido para el pago. En este último caso no se devengan los intereses, sino después
del requerimiento.” (Artículo 1652 del Código Civil Dominicano).
876

Debe el adjudicatario de pagar los gastos ordinarios del procedimiento dentro de los
diez días siguientes a la adjudicación, apremiándosele de lo contrario, por falsa
subasta. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p. 815; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.286).

Debe pagar los gastos extraordinarios de los incidentes si así lo dispone el pliego de
condiciones. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.286).

En sentido contrario: No está obligado a pagar las costas producidas en los


incidentes del embargo. (Sent. SCJ. 10 de Septiembre de 1956. BJ.554.1915,
citada por: Machado, Pablo Antonio, 1958. La Jurisprudencia Dominicana en la
Era de Trujillo, t.I, p.697 y por y por Rodríguez Yangüela, José Antonio,
Compendio Jurisprudencial sobre Embargo Inmobiliario. Generalidades, Gaceta
Judicial, Año 2001, 8 al 22 de marzo, año n. 5, revista n. 102, pp.41-48).

Ver anotaciones del artículo 716 del Código de Procedimiento Civil, en lo referente a
la notificación de la sentencia.

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

En cuanto a los artículos precedentemente anotados, el redactor del Proyecto de Código


de Procedimiento no introdujo cambio alguno, manteniéndose los mismos, bajo la
numeración siguiente: 1351, 1352 y 1353.

Artículo 715

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). Las disposiciones de los artículos 673, 674, 675, 676,
677, 678, 690, 691, 692, 693, 694, 696, 698, 699, 704, 705, 706, y 709, deben ser
observadas a pena de nulidad; pero ninguna nulidad podrá ser pronunciada en los casos
en que, a juicio del tribunal no se lesionare el derecho de defensa. La falta de notificación
de un acto, en los términos y en los plazos que determine la ley, se considerarán lesivos
del derecho de defensa.
Cuando la falta u omisión fuere subsanada en tiempo oportuno o se considerare que
no desnaturaliza ni interrumpe el procedimiento, éste puede continuar por simple
auto del tribunal, dictado el mismo día en que se le sometiere la cuestión.

Tabla de Contenido

1. Sanción al incumplimiento de las formalidades: Nulidad.


A. Formalidades requeridas a pena de nulidad. Régimen.
B. Personas que pueden proponer la nulidad.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver Anotaciones de los Artículos 728 y 729, en lo referente al momento en que pueden ser
propuestos los medios de nulidad, y la forma a la que esto se encuentra sujeto.
877

1. Sanción al incumplimiento de las formalidades: Nulidad.

A. Formalidades requeridas a pena de nulidad. Régimen.

Las formalidades a que se refiere el artículo 715, cuya violación se establece a pena de
nulidad, se refieren a: a) forma del mandamiento de pago; b) plazo que debe transcurrir
entre el mandamiento de pago y el embargo; c) forma del acta de embargo; d) forma de la
denuncia del embargo; e) transcripción o inscripción del embargo; f) redacción del pliego
de condiciones; g) denuncia del depósito del pliego de condiciones al embargado y a los
acreedores inscritos o registrados y al vendedor no pagado; h) publicación y fijación de
edictos; i) justificación de la realización de las publicaciones; j) nuevas publicaciones en
caso de aplazamiento; y, k) formas de la adjudicación. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.304-305).

En el Art. 715 del Código de Procedimiento Civil se señalan las irregularidades que se
consideran lesivas al derecho de defensa. Todos los actos a que él se refiere son los que
deben ser cumplidos por el persiguiente o ejecutante en un procedimiento de embargo
inmobiliario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.690-691; Sent. SCJ. 12 marzo
1982. BJ.856.201, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

En lo relativo a las nulidades previstas por el artículo 715 del Código de Procedimiento
Civil no se aplican las normas del derecho común sobre las mismas, contenidas en los
artículos 1029 y 1030. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.305).

“La máxima: no hay nulidad sin agravio, debe aplicarse en caso de nulidad de embargo
inmobiliario. El régimen de los artículos 35 a 43 de la ley 834 de 1978, debe aplicarse aún
tratándose de las nulidades que afectan a los embargos inmobiliarios, dado el carácter
general que rige el sistema de nulidades de la ley de 1978.” (Pérez Méndez, Artagnan,
2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.256).

Habiéndose admitido que las nulidades del procedimiento de embargo inmobiliario se


ajustan al régimen de la Ley 834 de 1978, los tribunales pueden considerar regularizadas
las actuaciones del embargante, especialmente conforme al artículo 38 de la indicada ley.
(Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.256).

En el caso de que haya ciertos descuidos de pura forma, pero sin lesión al derecho de
defensa de la embargada, deberán ser desestimados los pedimentos sobre esos puntos, en
base al artículo 715 del Código de Procedimiento Civil, que fue reformado en 1944,
precisamente para proteger a los embargados inmobiliarios de meros incidentes
puramente dilatorios. (Sent. SCJ. 6 de Marzo del 1981. BJ. 844. 353, citada por: Julio
Miguel Castaños. Jurisconsulto. Recopilación General de La Jurisprudencia Dominicana
1907-2002).

“... La potestad que tiene el tribunal para anular o no las actuaciones se ejerce
únicamente sobre las irregularidades relativas a las formalidades intrínsecas de los actos
de procedimiento.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.305).

En principio, estas nulidades no se refieren a asuntos de orden público, y no pueden ser


pronunciadas de oficio por el tribunal. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.690).
878

Las nulidades resultantes de la violación de las reglas de publicidad de la venta, no son


de orden público y se puede renunciar a prevalecerse de ellas. (Pérez Méndez, Artagnan,
2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 218).

La nulidad de fondo, el juez puede decretarla de oficio, si la misma es de orden público.


(Pérez Méndez, Artagnan, Los Incidentes del Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año
1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año número 3, revista número 72, pp.9-12)
B. Personas que pueden proponer la nulidad.

“Solamente puede pedir la nulidad del procedimiento de embargo inmobiliario quien es


parte y son partes, el embargado, los acreedores quirografarios y los que se pretendan
propietarios del bien embargado. Son éstos los únicos que tienen calidad para intentar tal
acción”. (Sent. SCJ. 30 de septiembre de 1935, BJ.302.369, citada por: Gómez, Manuel
Ubaldo, 1947. Repertorio Alfabético de la Jurisprudencia Dominicana, v.II, p.146; Sent.
SCJ. 8 de Febrero del 1980. BJ. 831. 217, citada por: Julio Miguel Castaños. Jurisconsulto.
Recopilación General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

La generalidad de los términos del artículo 715 del Código de Procedimiento Civil, que
expresa “todos los que en ello tengan interés”, no permite limitar el derecho de proponer
las nulidades al embargado y a los acreedores inscrito solamente. (Sent. SCJ. 18 de
Marzo del 1932. BJ. 260. 18, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto.
Recopilación General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002 y por Rodríguez
Yangüela, José Antonio, Compendio Jurisprudencial sobre Embargo Inmobiliario.
Generalidades, Gaceta Judicial, Año 2001, 8 al 22 de marzo, año n. 5, revista n. 102,
pp.41-48).

En principio, toda persona en causa puede invocar la nulidad. Sin embargo, debe tener
un interés, en los términos del derecho común, y haber experimentado un perjuicio como
consecuencia de la irregularidad. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.823; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p.255).

El embargado puede proponer la nulidad respecto de las irregularidades que se puedan


cometer en las actuaciones que le conciernen directamente, como también respecto a las
que no le afecten directamente. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.691; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.306).

Pueden proponer nulidad sobre cualquier actuación del embargo inmobiliario, los
acreedores inscritos o registrados. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.691; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.306).

Pueden proponer la nulidad, los acreedores quirografarios provistos de título ejecutorio y


que han intervenido en el procedimiento. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.691;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.306).

Sólo pueden proponer la nulidad del procedimiento el embargado, los acreedores


quirografarios, y los que se pretendan ser propietarios del bien embargado, según lo ha
dicho la Suprema Corte de Justicia. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil,
t.III, 3ra. ed., p.255).
879

No pueden proponer la nulidad el adjudicatario, quien no es parte del proceso de


embargo, ni el autor de la irregularidad. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.823; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.691; Pérez
Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.255).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El redactor del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, mantuvo este artículo


casi íntegramente, de manera que el único cambio introducido tiende a suprimir
entre las formalidades previstas a pena de nulidad, aquellas que no son parte del
procedimiento de embargo inmobiliario que en él se instituye.

Artículo 716

Sólo a la persona o en el domicilio de la parte embargada se notificará la sentencia de


adjudicación y de ella se debe hacer mención al margen de la transcripción del embargo a
diligencia del adjudicatario.

Tabla de Contenido

1. Quid de la notificación de la sentencia de adjudicación.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Quid de la notificación de la sentencia de adjudicación

Sólo debe notificarse la sentencia de adjudicación, a la persona o en domicilio de la


parte embargada, de lo cual hay que dar constancia al margen de la transcripción
del embargo. (Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.
225).

No tiene que ser notificada la sentencia de adjudicación al abogado del embargado,


contrario a lo prescrito referente a las sentencias ordinarias con relación a la parte
perdidosa. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.616; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.270; Rodríguez Yangüela, José A.,
Carácter de la Sentencia de Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de
agosto, año número 3, revista número 62, p.40).

En caso de que la sentencia de adjudicación estatuya sobre cuestiones contenciosas, la


misma debe ser notificada al abogado de la parte que hubiere promovido la contestación.
(Rodríguez Yangüela, José A., Carácter de la Sentencia de Adjudicación, Gaceta Judicial,
Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto, año número 3, revista número 62, p.40).
880

Esta notificación es indispensable, en razón de que el embargado se encuentra en la


posesión del inmueble, y en ejecución de la sentencia debe entregarlos al adjudicatario. Si
una vez notificada la sentencia de adjudicación, el embargado no ejecuta
voluntariamente, el adjudicatario puede proceder a la ejecución por ministerio de alguacil
y con el auxilio de la fuerza pública. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.616; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.270).

La transcripción de la notificación de la sentencia de adjudicación, permite conocer a los


terceros que el embargo inmobiliario produjo plenos efectos. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.812; Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.616).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La disposición anotada, se encuentra contenida íntegramente en el artículo 1355 del


Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Artículo 717

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). La adjudicación no transmite al adjudicatario más
derechos a la propiedad, de los que tenía el embargado. No obstante, nadie podrá turbar
al adjudicatario en el goce de una propiedad por una demanda en resolución, cuyo
fundamento sea la falta de pago del importe de las antiguas enajenaciones, a menos que
se hubiere notificado, antes de la adjudicación, en la secretaría del tribunal ante al que se
ha procedido a la venta.
Si la demanda se ha notificado en tiempo oportuno, la adjudicación debe
suspenderse, y el tribunal, a requerimiento del ejecutante o de cualquier acreedor
inscrito, fijará el plazo en que esté obligado el vendedor a terminar la instancia en
resolución. Podrá intervenir en esta instancia el ejecutante.
Si el plazo vence sin que la demanda en resolución haya sido definitivamente
juzgada, se pasará a la adjudicación a menos que, por causas graves y debidamente
justificadas, el tribunal hubiere acordado nuevo plazo para el fallo de la acción en
resolución.
En el caso de que, por no haberse conformado el vendedor a las prescripciones del
tribunal, la adjudicación hubiere tenido lugar antes del fallo de la demanda en
resolución, no se perseguirá al adjudicatario en razón de los derechos
correspondientes a los antiguos vendedores, quedando a éstos sus derechos a salvo
para hacer valer sus títulos de crédito, si ha lugar, en el orden y la distribución del
importe de adjudicación.
La sentencia de adjudicación debidamente transcrita o inscrita cuando se trate de
terrenos registrados extinguirá todas las hipotecas, y los acreedores no tendrán ya
más acción que sobre el importe de la venta.

1. Efectos de la adjudicación.
A. Transferencia del derecho de propiedad
a. Entre las partes y frente a los terceros y el tercero detentador.
b. Alcance.
B. Extinción de las hipotecas.
881

a. En qué consiste.
b. Condiciones.
C. Extinción del derecho de resolución. Generalidades.
a. Demanda en resolución incoada oportunamente.
b. Demanda en resolución no incoada o no hecha oportunamente.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Efectos de la adjudicación.

A. Transferencia del derecho de propiedad.


a. Entre las partes, y frente a los terceros y el tercero detentador.

Entre las partes, el derecho de propiedad del inmueble sobre el cual versó el embargo
inmobiliario, es transferido del embargado al adjudicatario por el efecto de la sentencia de
adjudicación, aún antes de su transcripción o registro. El transporte del derecho de
propiedad se verifica en la misma fecha de la sentencia de adjudicación, aún cuando la
sentencia fuera atacada por la vía de un recurso en caso de resolver un incidente litigioso.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.813; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.627; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.272).

Si la sentencia de apelación es infirmada, se considerará que el embargado nunca dejó de


ser el propietario del inmueble. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.627).

De esto resulta que desde el día de la adjudicación, al adjudicatario puede intentar todas
las acciones relativas al inmueble, y pueden ser dirigidas contra él las reclamaciones de
terceros que pretendan tener derechos reales sobre el inmueble. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.613; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.272).

Además, a partir de este día, si el inmueble perece, lo hace a riesgo del adjudicatario.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.813).

Frente a los terceros la transferencia opera a partir de la transcripción o inscripción de la


sentencia. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.813; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.627-628; Pérez
Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 227).

“Hasta el momento en que sean transcrita no, pueden oponerse a terceros que tengan
derechos sobre el inmueble, y que hayan conservado conforme a las leyes los derechos
que resulten de los actos y sentencias expresadas en los artículos anteriores.” (Artículo 29
de la Ley sobre Registro y Conservación de Hipotecas).

"(…) están sujetos a la formalidad del registro, y desde entonces son oponibles a terceros:
(…) b) Toda sentencia, auto, decisión, o resolución irrevocable dictada por cualquier
Tribunal o Corte que tengan por objeto adjudicar, traspasar, partir, subdividir, gravar,
882

restringir, liberar, reducir o extinguir derechos registrados”. (Artículo 186 de la Ley de


Registro de Tierras, No. 1542 del 1947).

Cuando se embarga en manos de un tercero detentador, ha habido dos transferencias


sucesivas de propiedad: del deudor al tercero y del tercero al adjudicatario; de esto se
desprende que: a) si el adjudicatario es amenazado con evicción debe recurrir contra el
tercero detentador y no contra el deudor; b) de quedar remanente después de
desinteresados los acreedores, el mismo pertenece al tercero detentador. (Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.274).

Si el inmueble ha sido embargado en manos de un tercero detentador, se mantienen las


hipotecas consentidas por éste por aplicación del artículo 2177 del Código Civil. (Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.274).

“Las servidumbres y derechos reales que tuviera el tercero detentador sobre el inmueble
antes de su posesión, renacen después del abandono o de la adjudicación que se le haga.
Sus acreedores personales, después de todos los que están inscritos sobre los precedentes
propietarios, ejercen su hipoteca sobre el inmueble abandonado o adjudicado en el rango
que les corresponda.” (Artículo 2177 del Código Civil Dominicano).

b. Alcance.

La adjudicación no transmite más que los derechos de propiedad que tenía el embargado,
por aplicación del artículo 717. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.813; Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p. 227; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.275).

Dicho principio es una consecuencia de la regla contenida en los artículos 930, 952,
954, 963, 1054, 1184, 1672 del Código Civil, según la cual nadie puede transmitir
más derechos que los que tiene. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.275).

De esto resultan varias consecuencias: a) el adjudicatario no adquiere título de


propiedad cuando el embargado no es propietario; b) si el inmueble está gravado de
usufructo o de otras cargas reales, el adjudicatario sufrirá las consecuencias de ello;
c) el adjudicatario está sometido a las acciones en nulidad, resolución, revocación,
rescisión, reducción, que pudieran gravar el inmueble en manos del embargado.
Esto con excepción de lo relativo al derecho de resolución del vendedor no pagado.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, pp.813-814; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.275).

Si el embargado no tiene más que la nuda propiedad sobre el inmueble, el


adjudicatario no puede pretender tener la plena propiedad. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.813).

Por otro lado, el adjudicatario deberá soportar la reducción por la reserva


hereditaria que podría afectar al bien embargado. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
883

1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.814; Pérez Méndez,


Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 227).

Puede el adjudicatario ser demandado en lo referente a la acción en nulidad del


contrato, mediante el cual el embargado adquirió el inmueble, fundada, por ejemplo,
en la falta de consentimiento o el carácter de inalienable del inmueble en cuestión;
a la acción en rescisión por causa de lesión, cuando el embargado haya adquirido el
inmueble por un precio vil, la acción en revocación del contrato de venta del
inmueble, por el incumplimiento del embargado de sus obligaciones; la acción en
revocación de la donación por la que el embargado adquirió el inmueble, por causa
de hijo sobrevenido o por advenimiento de descendencia, pero no por causa de
ingratitud; la acción en resolución del contrato de venta por el que el embargado
adquirió el inmueble, en caso de que el mismo estipule condición resolutoria, y se
haya cumplido. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.814)

Ver: Letra las anotaciones contenidas en el desarrollo de la presente tabla de


contenido que se refiere a las excepciones al principio según el cual la adjudicación
transfiere los mismos derechos que tenía el embargado. (letra C, la acción en
resolución).

B. Extinción de las hipotecas.

a. En qué consiste.

La sentencia de adjudicación que versa sobre un inmueble registrado debidamente


transcrita o inscrita, tiene por efecto la extinción de las hipotecas. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.816;
Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.638; Pérez Méndez, Artagnan, 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 233; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.276).

Los acreedores de las hipotecas extintas, no tienen más acción que participar en el
cobro del importe sobre la venta. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.276).

La extinción de las hipotecas y privilegios deja subsistente el derecho de preferencia


de los acreedores. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.816),

Existe una controversia en cuanto a que si el efecto de la extinción de las hipotecas


y privilegios resulta de la misma sentencia de adjudicación o si resulta de su
transcripción. En pro de la primera tesis, se argumenta que habiendo sido los
acreedores privilegiados e hipotecarios partes en el procedimiento del embargo, la
sentencia con que este concluye los afecta forzosamente con la extinción de sus
privilegios e hipotecas. En pro de la segunda teoría se alega por efecto del texto del
884

artículo 717 y por el hecho de que hasta el momento de la transcripción o


inscripción de la sentencia de adjudicación, nuevos acreedores pueden inscribir o
transcribir sus hipotecas, pudiendo concurrir a la repartición del precio de la venta.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.639; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.276-277).

La extinción de las hipotecas y privilegios opera desde el momento en que se


transcribe la sentencia de adjudicación. Así ha sido juzgado por la Corte de Casación
Francesa. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.816; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.639).

Es aplicable a todos los tipos de hipotecas, convencionales, legales o judiciales.


(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.38; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.276).

Se aplica a las hipotecas estén o no inscritas o registradas, y a los privilegios


sujetos a inscripción o registro, estén o no inscritos o registrados. (Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.276).

La extinción opera sobre las hipotecas sometidas a inscripción e inscritas; y a los


privilegios sometidos a inscripción, ya sea que se encuentre inscrito al momento de
la sentencia de adjudicación, ya sea que no esté inscrito, pero que esté dentro del
plazo que les es concedido a la ley para hacerlo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.638).

b. Condiciones.

Ciertas condiciones son necesarias para que se produzca la extinción de las


hipotecas y privilegios: a) en primer lugar, el embargo debe estar dirigido contra un
inmueble de propiedad del embargado; b) debe haberles sido notificado a los
acreedores el depósito del pliego de condiciones y la fecha fijada para la venta, de
acuerdo al estado de cargas otorgado por el conservador de hipotecas; la hipoteca de
un acreedor que no haya sido notificado, no se extingue, a menos que la falta de
notificación sea la consecuencia de un error del conservador de hipotecas al
omitirlo en el estado de cargas que emitió. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.816).

En caso de que los acreedores no hayan sido notificados por negligencia del
persiguiente o hayan recibido notificación irregular, el adjudicatario deberá de
recurrir al procedimiento de la extinción o purga de hipotecas, sin perjuicio de su
acción en contra del primero. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p. 640).
885

Para que se produzca la extinción de las hipotecas, es necesario que el adjudicatario


haya pagado o consignado el precio; ello es una consecuencia de la combinación de
los artículos 771 y 717 del Código de Procedimiento Civil. De esto resulta que si el
adjudicatario vende el inmueble antes de cumplir con tal formalidad, el
subadquiriente cae dentro de las disposiciones estipuladas por los artículos 2181 y
siguientes del Código Civil. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p. 816; Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, pp.642-243; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.278-279).

C. Extinción del derecho de resolución. Generalidades.

El artículo 717 deroga el principio que establece que el adjudicatario solo adquiere los
derechos que tenía el embargado, al establecer la prohibición de la demanda de
resolución contra éste y que tengan como fundamento la falta de pago de antiguas
enajenaciones, a menos que la misma se hubiera notificado en la secretaría del tribunal
ante el cual se procede a la venta antes de la adjudicación. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.279 y 280).

La extinción de la acción resolutoria, está subordinada a la condición de que al vendedor


no pagado se le haya hecho la notificación prevista por el Art. 692. Si el vendedor no
pagado no es notificado, su privilegio subsiste. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.817; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.282;).

La demanda en resolución se incoa conforme al derecho común, específicamente


conforme al artículo 59, tomando en cuenta que se trata de una materia mixta, a menos
que quien la intente sea el embargado o sea un subadquiriente, en cuyo caso el vendedor
no pagado tiene una acción personal en resolución, por ante el tribunal del domicilio del
demandado, y una acción en reivindicación por ante el tribunal ante el cual se va a
realizar la venta. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.280).

La demanda en resolución la conoce el mismo tribunal que va a conocer de la venta.


(Pérez Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 214).

Cuando se trata de inmuebles registrados, la demanda en resolución debe incoarse


por ante el Tribunal de Tierras, ya que se trata de una litis de terreno registrado que
se rige por el artículo 7 de la Ley de Registro de Tierras. (Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.281).

Se juzga de conformidad a las reglas que rigen las demandas en distracción. (Pérez
Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 214).

De ser incoada oportunamente esta acción, debe sobreseerse la persecución. (Pérez


Méndez, Artagnan, 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p. 214).
886

Si el derecho de demandar en resolución no es ejercido oportunamente, el inmueble pasa


a las manos del adjudicatario libre de ese gravamen. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.817; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.280).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo que precedentemente fue anotado, solo varía en lo relativo en su último


párrafo. En el mismo el redactor del Proyecto de Código de Procedimiento Civil,
condiciona la extinción de las hipotecas como efecto de la transcripción o inscripción de
la sentencia de adjudicación, a que previamente le haya sido notificado el pliego de
condiciones a los acreedores titulares de las mismas. Es esto, pues, la adopción de
posiciones doctrinarias que fueron plasmadas en este trabajo, que propugnan porque sólo
los acreedores partes del procedimiento de embargo inmobiliario, sean afectados con su
resultado final.

TíTULO XIII
DE LOS INCIDENTES DEL EMBARGO INMOBILIARIO

Tabla de Contenido

1. Incidentes del embargo inmobiliario.


A. En qué consisten.
B. Cuáles son.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Incidentes del embargo inmobiliario.

A. En qué consisten.

Los incidentes del embargo inmobiliario son, las contestaciones de forma y fondo,
originadas en el procedimiento de embargo que puedan tener una influencia sobre su
marcha o desenlace. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale, t.II, p.818; Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes
en el Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año
1999 –2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.19; Jorge Blanco,
Salvador, 2003. Formularios de las Vías de Ejecución, 3ra. ed., p.230; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.287; Sent.
SCJ. 2 del mes de Febrero del año 2000. BJ. 1071.101-113, citada por: Luciano Pichardo,
Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-2002. p. 324).

Los mismos persiguen impedir la adjudicación. (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de Derecho
Inmobiliario, p.966).

Son incidentes sui generis que complican la marcha del proceso, que se conocen y fallan,
no como partes procesales de la venta, sino como si se tratare de asuntos ordinariamente
llevados ante la jurisdicción civil de derecho común. (Pérez Méndez, Artagnan, Los
Incidentes del Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999 –2000, 16 de diciembre a 6
de enero, año n. 3, revista n. 72, p.9).

No tienen este carácter, las contestaciones relativas al fondo. (Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.243).
887

Tampoco se consideran incidentes del embargo inmobiliario, las contestaciones que no


son particulares del procedimiento de embargo inmobiliario y que pueden ser incoadas en
cualquier instancia. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.818).

Por esto, no constituyen incidentes del embargo inmobiliario: a) las demandas en


sobreseimiento (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, pp.818-819 Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.662); b) las
demandas en inscripción en falsedad; c) la denegación incoada contra un abogado o un
alguacil (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, pp.818-819; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.661; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.287); d) la
demanda en renovación de instancia; e) la demanda en cobro de indemnización contra el
ejecutante por causa del daño causado por el embargo. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.287; Sent. SCJ. 5 de
septiembre del año 2001. BJ. 1090.46-51, citada por: Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un
Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-2002. p. 319).

No tienen carácter de incidentes del embargo inmobiliario, las demandas incoadas por
terceros, con excepción de la demanda en distracción, que aún cuando es intentada por
un tercero, el legislador la considera como un incidente del embargo inmobiliario
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.819; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.660; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.287); esto se justifica en que estas
demandas no se refieren directamente al embargo inmobiliario y no son de naturaleza a
ejercer una influencia en el curso del procedimiento del mismo. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.819).

Por esto, no se consideran como incidentes: a) demanda en resolución incoada por el


vendedor no pagado (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.661-662; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.287); b) las
demandas en nulidad del arrendamiento del inmueble embargado (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.819; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.287); c) las
demandas en partición cuando el bien embargado se encuentra en estado de indivisión
entre el embargado y otros copropietarios. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.819).

No son incidentes del embargo inmobiliario, los litigios que se produzcan antes del
embargo inmobiliario, como lo son las oposiciones al mandamiento de pago, la oposición
formada por el tercero detentador del inmueble embargado a la intimación de pago o de
abandonar. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.819; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.662).

Tampoco pueden ser consideradas como incidentes del embargo inmobiliario, las
instancias que surjan con posterioridad a la sentencia de adjudicación, puesto que estas
demandas no son susceptibles de ejercer una influencia sobre la marcha del
procedimiento de embargo inmobiliario. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.819).
888

Por esto, no constituyen incidentes del embargo inmobiliario: a) la tercería incoada en


contra de una sentencia de adjudicación; b) la demanda en nulidad de la sentencia de
adjudicación. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.819).

B. Cuáles son.

El Código de Procedimiento Civil enumera los incidentes del embargo inmobiliario: a) la


acumulación de embargos, b) la subrogación en las persecuciones, c) la conversión del
embargo en venta voluntaria, d) la radiación del embargo, e) la demanda en distracción, f)
la demanda en nulidad, g) la falsa subasta. (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de Derecho
Inmobiliario, t.III, p.966; Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.824; Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los
Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta
Judicial, Año 1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, pp.17-32;
Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.660; Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios
de las Vías de Ejecución, 3ra. ed., p.230; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p.242; Pérez Méndez, Artagnan, Los Incidentes del Embargo
Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3,
revista n. 72, pp.10 y 11; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.288).

Es un incidente del embargo inmobiliario la radiación por motivo de perención.


(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.824; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.242).

El hecho de que la ley incluya la falsa subasta como incidente del embargo inmobiliario,
bajo el entendido que ese procedimiento coloca de nuevo en causa a las personas que
fueron partes en las persecuciones que culminaron con la adjudicación, conduciría a
incluir también a la puja ulterior entre los incidentes del embargo inmobiliario, cosa que
la ley no ha hecho. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.287 y 288).

La enumeración legal de los incidentes del embargo inmobiliario no tiene un carácter


limitativo. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.818; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed.,
p.242; Pérez Méndez, Artagnan, Los Incidentes del Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial,
Año 1999 –2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.10; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.288; Sent.
SCJ. 2 de Febrero de 2000. BJ. 1071.101, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel.
Jurisconsulto. Recopilación General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Son incidentes del embargo inmobiliario aquellas demandas que sean de la misma
naturaleza y caracteres de las demandas previstas en el artículo 719 y que tengan por
finalidad modificar, suspender o detener el procedimiento de embargo inmobiliario.
(Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal
Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999 – 2000, 16 de
diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, pp.19).

Debe considerarse como incidente las contestaciones que puedan hacer retardar la
terminación del procedimiento de embargo inmobiliario. (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de
Derecho Inmobiliario, p.969).
889

Se consideran incidentes del embargo inmobiliario, aún cuando la ley no lo disponga: a)


las dificultades relativas a la licitación; b) las dificultades relativas a la falsa subasta; c) la
demanda en radiación de persecuciones; d) la demanda incoada por el embargado
tendente a retardar la adjudicación sobre el fundamento de la falta de pago del precio por
un tercero al cual vendió el inmueble embargado y en contra del cual persigue la
resolución de la venta; e) la demanda del adjudicatario tendente a hacer apartar un
licitador, por ser notoriamente insolvente. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.818).

Se admite que son incidentes del embargo inmobiliario las contestaciones relativas a la
validez del título en cuya virtud se trabó el embargo inmobiliario. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.661; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.288).

Este es el incidente del embargo inmobiliario que más puede prolongar la terminación del
procedimiento de embargo, sobre todo si lo que se cuestiona es la validez del duplicado
del dueño del Certificado de Título, puesto que ello es de la competencia exclusiva del
Tribunal de Tierras, por lo que el juez que conoce del embargo debe sobreseer hasta que
se decida en la jurisdicción catastral. (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de Derecho
Inmobiliario, p.968).

También es un incidente del embargo inmobiliario la demanda en nulidad del


mandamiento de pago, cuando se incoa con posterioridad a la denuncia del embargo y
tengan por objeto anular el procedimiento de embargo inmobiliario, porque el mismo fue
realizado no obstante la oposición realizada al mandamiento. (Germán Mejía, Mariano,
Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el Embargo
Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero,
año n. 3, revista n. 72, p.19).

Existe controversia respecto a si la demanda en validez del embargo inmobiliario


constituye o no un incidente del embargo inmobiliario. Ciertos autores se inclinan por
negarle tal característica, sobre la base de que tal demanda no es un incidente particular
del embargo inmobiliario; otros, sostienen que constituye un incidente del embargo
inmobiliario, puesto que de su resultado depende el curso del procedimiento de embargo.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.819).

La demanda en validez de ofrecimientos reales de pago realizados para detener el embargo


inmobiliario, es un incidente del embargo inmobiliario. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.288; Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.661; Sent. SCJ. 18 de enero de 1984. BJ. 878, citada por: Germán Mejía,
Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el
Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de
enero, año n. 3, revista n. 72, p.18; Sent. SCJ. 18 de Enero del 1984. BJ. 878.73, citada
por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, La Jurisprudencia Dominicana sobre Embargo
Inmobiliario y los Incidentes 1970-1999, Gaceta Judicial, Año 1999, 16 de diciembre al 6 de
enero del 2000, año n. 3, revista n.72, pp. 13-16).

No existe unanimidad de criterios entre los doctrinarios y especialistas de las vías de


ejecución, al momento de considerar los incidentes como tales. (Ciprián, Rafael, 2003.
Tratado de Derecho Inmobiliario, pp.968-969).
890

Cuando la jurisprudencia atribuye el carácter de incidente del embargo inmobiliario, lo


hace de acuerdo al espíritu reglamentista del legislador, teniendo la debida cautela para
no facilitar en forma desmedida las solicitudes con marcados fines dilatorios. (Germán
Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en
el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999 – 2000, 16 de diciembre a 6
de enero, año n. 3, revista n. 72, p.19).

Ver las anotaciones de los artículos 690 y siguientes, en lo referente a la radiación del
embargo, incidente del embargo inmobiliario que no se encuentra bajo este título.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

A los incidentes del embargo inmobiliario, el redactor del Proyecto de Código de


Procedimiento Civil, le dedicó una sección bajo el mismo nombre. Los asuntos que acaban
de ser expuestos, por tratarse de pautas generales, no fueron previstos por el mismo,
como tampoco lo encontramos en nuestro actual código procesal.

De interés parece señalar que, el artículo 1357 del Proyecto en cuestión, cuando establece
las contestaciones que, surgidas con motivo del procedimiento de embargo inmobiliario,
son competencia del juez que conoce del embargo, parece abrir un abanico de nuevos
incidentes, que permiten afirmar con más seguridad que la lista de los incidentes que son
reglamentados en la norma, es enunciativa.

Artículo 718

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). Toda demanda que se establezca
incidentalmente, en el curso de un procedimiento de embargo inmobiliario, se
formulará mediante simple acto de abogado a abogado que contenga los medios, las
conclusiones, notificación del depósito de documentos en secretaría, si los hubiere,
y llamamiento a audiencia a no más de ocho días francos ni menos de tres, todo a
pena de nulidad. Esta demanda se intentará contra toda parte que careciere de
abogado en causa por acto de emplazamiento, sin aumentarse en razón de la
distancia. Además de todas las formalidades comunes a los emplazamientos, la
citación indicará el día y la hora de la comparecencia y contendrá intimación de
tomar comunicación de documentos en secretaría, si los hubiere; todo a pena de
nulidad. Se instruirán y juzgarán estas demandas como materias sumarias, sin oír al
fiscal. Si el demandado tuviere documentos que fuere a emplear, los depositará en
secretaría cuarenta y ocho horas a lo menos antes de la fijada para la audiencia y
notificará igualmente antes de cuarenta y ocho horas este depósito al demandante
con intimación de tomar comunicación de aquéllos; en el caso de que estos
documentos no fueren presentados, se continuará el procedimiento. No se
concederá por el tribunal ningún plazo adicional para el examen de los documentos
así depositados.

Tabla de Contenido

1. Procedimiento de incidentes del embargo inmobiliario: reglas comunes.


2. Competencia para los incidentes del embargo inmobiliario.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Procedimiento de incidentes del embargo inmobiliario: reglas comunes.


891

El Código de Procedimiento Civil reglamenta reglas generales aplicables a todos los


incidentes de embargo inmobiliario. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.817; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.289).

Este procedimiento tiende a buscar una solución rápida y menos costosa al asunto.
(Bircann Rojas, Luis A., Plaga Profesional en los Embargos Inmobiliario, Gaceta Judicial,
Año 1998, 27 de agosto a 10 de septiembre, año n. 2, revista n. 40, p.48; Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.817; Glasson,
E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.660; Pérez Méndez, Artagnan, Los Incidentes del Embargo
Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3,
revista n. 72, p.10).

Por regla general, el demandante sólo notifica el incidente al embargado y al persiguiente,


no así a los acreedores inscritos, haya sido o no inscrita al margen del acta de embargo la
notificación que se les haya hecho del depósito del pliego de condiciones, puesto que
ponerlos en causa resultaría muy costoso. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.662;
Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.817; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de
Distribution, 16va. ed., pp.374-375).

De modo muy excepcional, podría ponerse a otra persona en causa. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.243).

Se reserva a los acreedores inscritos el derecho de intervenir en el procedimiento de


incidente, siempre que justifique un interés legítimo. (Vincent, Jean y Jacques Prévault,
1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed., p.475).

Los incidentes del embargo inmobiliario se conocen de la misma forma que los procesos
privados, por lo que coexisten algunas veces, los incidentes propios de la instancia con los
del embargo inmobiliario. (Pérez Méndez, Artagnan, Los Incidentes del Embargo
Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3,
revista n. 72, p.9).

La regla según, la cual se requiere en cada jurisdicción una nueva constitución de


abogado, no está derogada en materia de incidentes de embargo inmobiliario por ninguna
disposición legal. (Sent. SCJ. 13 de Noviembre de 1931. BJ. 255-257.70, citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

Los incidentes se formulan mediante simple acto de abogado a abogado, que contenga los
medios y conclusiones de los que se vale el demandante. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.817; Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.663; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.243;
Pérez Méndez, Artagnan, Los Incidentes del Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año
1999–2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.10; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.289).

La exposición referente a que el acto debe indicar los medios y conclusiones, está prevista
a pena de nulidad. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.663).
892

Debe contener además, notificación del depósito de los documentos en secretaría. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.243; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.289).

La disposición de notificar el depósito de los documentos es imperativa, y es prevista a


pena de nulidad. (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el
Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año
1999–2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.25).

En principio, es nula la demanda incidental en el curso del embargo inmobiliario hecha


por acto de emplazamiento a una parte que tenga abogado constituido. (Germán Mejía,
Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el
Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de diciembre a 6 de
enero, año n. 3, revista n. 72, p.31).

Cuando el incidente está dirigido a una parte que no haya constituido abogado, se incoa
mediante acto de emplazamiento. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.817; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p.243; Pérez Méndez, Artagnan, Los Incidentes del Embargo
Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3,
revista n. 72, p.10; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.289).

El acto de emplazamiento debe contener la indicación del día y la hora de la audiencia e


intimación al tomar comunicación de los documentos. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.244).

El emplazamiento para fines de demandas incidentales, cuando la parte demandada no


tenga abogado constituido, debe hacerse en el plazo ordinario. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.817).

Este plazo no es susceptible de ser aumentado en razón de la distancia. (Germán Mejía,


Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el
Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de diciembre a 6 de
enero, año n. 3, revista n. 72, p.23; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., p.244).

A diferencia de lo que ocurre en materia de incidentes del derecho común, los cuales no
están sujetos a plazos, los incidentes del embargo inmobiliario, deben contener
llamamiento a audiencia en un plazo no mayor de ocho días, ni menor de tres, y el
demandado debe de depositar sus documentos, por lo menos cuarenta y ocho horas antes
del día fijado para la audiencia y dentro del mismo plazo debe notificársele al
demandante. (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el
Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año
1999–2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.23).

En el momento que se le indique la existencia de un incidente, el juez, para proceder a


conocerlo, debe exigir la presentación de la demanda incidental, siendo inadmisible que el
incidente se presente en la misma audiencia. (Bircann Rojas, Luis A., Plaga Profesional en
los Embargos Inmobiliarios II, Gaceta Judicial, Año 1998, 10 al 24 de Septiembre, años
número 2, revista n. 41, p.48).

Estos asuntos son instruidos y juzgados como asuntos de urgencia, lo que significa que
los tribunales deben juzgarlos con toda la celeridad posible. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.817).
893

Se aplican, en el procedimiento de los incidentes del embargo inmobiliario, las reglas de


perención y renovación de la instancia. (Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios de las
Vías de Ejecución, 3ra. ed., p.231).

No procede la comunicación de documentos en materia de incidentes, puesto que los


mismos ya han sido comunicados previamente a la audiencia. (Bircann Rojas, Luis A.,
Plaga Profesional en los Embargos Inmobiliarios IV, Año 1998, 3 al 17 de diciembre, año n.
2, revista n. 46, p. 48)

No es necesario el dictamen del fiscal. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de


Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.817; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.289-290).

No obstante, el fiscal debe ser oído de tratarse de uno de los casos previstos por el
artículo 83 de la Ley 845 de 1978. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.289-290).

La posibilidad de acumular los fallos de los incidentes del embargo inmobiliario no ha


sido prevista. (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el
Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año
1999–2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.25).

El fallo de los incidentes del embargo inmobiliario puede ser aplazado. Si se trata de
demandas incidentales incoadas con anterioridad a la lectura del pliego de condiciones,
las decisiones pueden ser aplazadas para ser falladas el día de tal lectura, y si median
circunstancias extraordinarias, que deben ser justificadas por el juez, podrá procederse a
la lectura sin haber sido fallado el incidente. Si se trata de demandas incidentales
incoadas después de la lectura del pliego de condiciones, su fallo puede ser aplazado para
el día de la venta, a la cual no se podrá proceder hasta tanto no se dicte decisión sobre el
incidente. (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho
Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999 -2000,
16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.26).

Para evitar dilaciones, el juez debe prorrogar el fallo de los incidentes, ya sea que se
presenten antes o después de la lectura del pliego de condiciones, para la del día de la
audiencia de venta. (Bircann Rojas, Luis A., Plaga Profesional en los Embargos
Inmobiliarios II, Gaceta Judicial, Año 1998, 10 al 24 de Septiembre, años número 2, revista
n. 41, p.48).

“Las formalidades previstas para las demandas incidentales en el Procedimiento Civil


común no están previstas a pena de nulidad. Toda solución pues, en caso de violación a
dichas formalidades deberá ser dada conforme a las disposiciones de los Artículos 35 a 43
de la Ley No. 834, del 15 de julio de 1978.” (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo
de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario,
Gaceta Judicial, Año 1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72,
p.30).

“Las reglas relativas a los incidentes del embargo inmobiliario son privativas de este
procedimiento, y como tales, solo pueden ser aplicadas a los incidentes enumerados en
los artículos 719 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, o a aquéllas demandas
que sean de la misma naturaleza y presenten los mismos caracteres”. (Sent. SCJ. 10 de
Julio del 1956. BJ. 552.1403-09, citada por: Bergés Chupani, Manuel D., 1957. Diez Años
de Jurisprudencia Dominicana Años 1947-1956, t.I, pp.388-389; Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002;
894

Machado, Pablo Antonio, 1958. La jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo, t.I,


p.704).

2. Competencia para los incidentes del embargo inmobiliario.

La competencia para los incidentes del embargo inmobiliario recae sobre el juez de
primera instancia apoderado del procedimiento del embargo. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.817; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.243; Germán Mejía, Mariano, Estudio
Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario
Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista
n. 72, p.19; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.662; Pérez Méndez, Artagnan, Los Incidentes
del Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de diciembre a 6 de enero,
año n. 3, revista n. 72, p.10; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.288; Sent. SCJ. 10 de Septiembre de 1956, BJ.554.1909,
citada por: Bergés Chupani, Manuel D., 1957. Diez Años de Jurisprudencia Dominicana
Años 1947-1956, t.I, p.389; Sent. SCJ. 29 de Julio del 1998. BJ. 1052.1051, citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel, La Jurisprudencia Dominicana sobre Embargo Inmobiliario
y los Incidentes 1970-1999, Gaceta Judicial, Año n. 1999, 16 de diciembre al 6 de enero del
2000, Año n. 3, revista n. 72, pp. 13-16).

Aún cuando el tribunal no sea el de la ubicación del inmueble, basta con que esté
apoderado del procedimiento para que sea el competente para conocer de los incidentes
que en su curso se susciten. (Sent. SCJ. 28 de Septiembre de 1954, BJ.530.1939-1940,
citada por: Bergés Chupani, Manuel D., 1957. Diez Años de Jurisprudencia Dominicana
Años 1947-1956, t.I, pp.387-388).

“Pese a haber sido inicialmente decidido que las reglas de competencia para el
conocimiento de los incidentes en materia de Embargo Inmobiliario son generales y
absolutas y por tanto excluyen la posibilidad de que en dicho procedimiento surja
ninguna cuestión prejudicial relativa a los derechos consignados en el Certificado de
Título que sirve de fundamento a la persecución (Cas. 20 de Agosto 1951, BJ.493,
p.1000), posteriormente y en sentido contrario, la jurisprudencia ha venido a señalar que
el Tribunal de Tierras es el único competente para conocer de un recurso de revisión civil
por causa de fraude, y por tanto el tribunal ordinario apoderado de una demanda en
distracción de un inmueble embargado, en los casos en que se admiten dichas demandas,
deberá, cuando se le pruebe que el Tribunal de Tierras está apoderado de tal recurso en
relación con el mismo inmueble, sobreseer el fallo sobre la contestación del derecho de
propiedad del inmueble hasta tanto el Tribunal de Tierras estatuya definitivamente sobre
dicho recurso, por tratarse de una cuestión prejudicial (Cas. 25 de Octubre 1961, BJ.
615.1977). Aún más, en oportunidades el Tribunal Superior de Tierras se ha abrogado la
competencia de anular procedimientos de embargo inmobiliario al reconocer que aquel
que consintió la garantía no había adquirido válidamente el inmueble (Cas. 27 de junio de
1988, B.J. 931, Pág. 829) o para proteger el tercero que había adquirido el inmueble en
base a un duplicado de título donde no figuraba inscrito el embargo (Cas. 1 de julio 1988,
BJ.932, Pág. 873).” (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el
Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año
1999–2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.22).

Salvo los casos excepcionales donde haya lugar a una excepción prejudicial, el Tribunal
de Tierras es incompetente para conocer de los incidentes del embargo inmobiliario, aún
cuando se trate de asuntos relativos a la propiedad del inmueble en torno al cual gira el
mismo. (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho
895

Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000,


16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.22).

“Los Tribunales ordinarios serán competentes para conocer de toda demanda que se
establezca con motivo de un procedimiento de embargo inmobiliario o de un
mandamiento de pago tendente a ese fin, aun cuando se relacione esta demanda con la
propiedad del inmueble cuya expropiación se persiga; o con cualquier derecho susceptible
de registrar, y aún cuando esté en proceso de saneamiento dicho inmueble.” (Artículo 10
de la Ley de Registro de Tierras).

El artículo 10 de la Ley de Registro de Tierras es una regla de competencia de atribución


que es general y absoluta, y por lo tanto excluye toda posibilidad de que en el
procedimiento del embargo inmobiliario surja ninguna cuestión prejudicial relativa a los
derechos consignados en el certificado de título que sirve de fundamento a la persecución.
(Sent. SCJ. 20 de Agosto del 1951. BJ. 493. 1000, citada por: Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Lo referente a la competencia del tribunal que conoce el embargo inmobiliario, para


conocer los incidentes del mismo, tema que no fue tratado por nuestros legisladores, se
encuentra previsto en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil. En este sentido, el
artículo 1357 dispone que el indicado tribunal es el competente para conocer de las
demandas con motivo de un procedimiento de embargo inmobiliario, aún cuando las
mismas se refieran a: a) la propiedad del inmueble cuya venta pública se persigue o a
derechos susceptibles de ser registrado, a pesar de que se encuentre en proceso de
saneamiento el inmueble; b) la calidad de la partes; c) al crédito que le sirve de causa; la
inembargabilidad de los bienes perseguidos; d) la validez o falsedad del título que sirve de
fundamento al procedimiento; y, e) a las circunstancias de hecho o derecho que impiden
el embargo o cualquier hecho que se relacione con el mismo.

El artículo 718, se encuentra íntegramente vertido en el artículo 1358 del Proyecto de


Código de Procedimiento Civil.

Artículo 719

En el caso de que dos acreedores hubieren hecho inscribir dos embargos de bienes
distintos, cuya venta se promueva ante el mismo tribunal, se acumularán ambos
embargos, a requerimiento de la parte más diligente, y se continuarán por el primer
ejecutante. La acumulación de acciones se ordenará, aunque uno de los embargados
sea de mayor consideración que el otro, pero en ningún caso se podrá pedir después
del depósito de pliego de condiciones, correspondiente el procedimiento si
concurrieren ambas, al abogado portador del título más antiguo; y si los títulos son
de la misma fecha, al abogado de más edad.

Artículo 720

Si el segundo embargo presentado a la transcripción es de más importancia que el


primero, se transcribirá por los objetos no comprendidos en el primero, y el segundo
ejecutante estará obligado a denunciar el embargo al primero; quien continuará el
procedimiento; en caso contrario, lo suspenderá respecto al primero, y se
continuará en lo relativo al segundo, hasta que éste llegue al mismo grado,
acumulándose entonces ambos embargos para ser sometidos al mismo
procedimiento ante el tribunal que conozca del primero.
896

Tabla de Contenido

1. Acumulación de embargos.
A. Casos a los que se le aplica. Aspectos generales.
B. Dos embargos simultáneos sobre el mismo inmueble.
C. Segundo embargo más amplio.
D. Embargos sobre inmuebles distintos.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Acumulación de embargos.

A. Casos a los que se le aplica. Aspectos generales.

“La acumulación o concurso de embargo se produce cuando sobre el inmueble que está
siendo objeto de persecución se ejecutan otros embargos diferentes al que ya está
conociendo el Juzgado de Primera Instancia apoderado.” (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado
de Derecho Inmobiliario, p.966).

En caso de haberse trabado embargo inmobiliario, habiéndose ya trabado uno, el mismo


es válido, aún cuando prima la idea de que no pueden seguirse al mismo tiempo varios
procedimientos ejecutivos sobre los mismos bienes. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.291-292).

Para establecer los efectos del concurso de embargos hay que distinguir tres casos: dos
embargos sobre el mismo inmueble; segundo embargo más amplio que el primero; dos
embargos que recaen sobre inmuebles distintos (Ciprián, Rafael, 2003. Tratado de
Derecho Inmobiliario, pp.966-967; Tavares hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.292).

B. Dos embargos simultáneos sobre el mismo inmueble.

Cuando se ha practicado un embargo sobre el mismo inmueble, no existe más que un


procedimiento de embargo inmobiliario: aquel que se ha practicado primero. El
conservador ante el cual se ha transcrito un embargo precedente debe negarse a
transcribir nuevo embargo; ello es una consecuencia de la regla “embargo sobre embargo
no vale”. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.820; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.670).

Sin embargo, en la práctica esto es posible, ya sea porque el segundo embargante ignore
el primer embargo, o porque conociendo de la existencia de este primer embargo, traba
uno para asegurar el derecho en la subrogación, por si la primera persecución no llega a
culminar. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.669-670; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.246).

También tiene interés un acreedor en trabar un segundo embargo para que se le tome en
cuenta entre los acreedores de quienes hay que obtener sus consentimientos, en caso de
levantamiento de embargo. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.820; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., p.246; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.671).
897

“Si los dos embargos son presentados simultáneamente para su transcripción o


inscripción, algunos opinan que debe aplicarse por analogía la disposición del Art. 719, y
dar la preferencia al abogado portador del título más antiguo, y, si los dos títulos son de
la misma fecha, al abogado de más edad.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.293).

Ver anotaciones de los artículos 678 y siguientes, en lo referente al embargo precedente.

C. Segundo embargo más amplio.

Hay un segundo embargo más amplio, cuando recae sobre los mismos bienes que el
primero, y, además, sobre otros bienes, situados todos en el mismo distrito judicial. En
esta hipótesis se aplica con menor rigor el principio según el cual no puede seguirse más
de un procedimiento ejecutivo sobre los mismos inmuebles. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
pp.672-673; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.246;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.293).

En estos casos la regla “embargo sobre embargo no vale” se aplica con el mismo rigor, en
lo relativo a los inmuebles comunes sobre los cuales recaen el primer y segundo embargo.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.673).

El embargado puede oponerse a que se acumulen los dos embargos, si tiene interés en
ello. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., pp.293-294).

No será posible la acumulación en caso de segundo embargo, más que si los inmuebles se
encuentran ubicados en el mismo distrito, o que estando ubicados en distintos distritos,
sean parte de una misma explotación. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.820; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.674).

“La venta forzosa de bienes que estén situados en diferentes distritos, no puede
promoverse sino sucesivamente, a no ser que formen parte de una sola explotación. Debe
intentarse ante el tribunal en cuya jurisdicción se encuentre el establecimiento principal
de la explotación, o a falta de éste, la parte de bienes que represente mayor beneficio.”
(Artículo 2210 del Código Civil Dominicano).

La acumulación debe ser demandada por la parte interesada. El tribunal no puede


pronunciarla de oficio. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.674; Jorge Blanco, Salvador, 2003.
Formularios de las Vías de Ejecución, 3ra. ed., p.236).

Si opera la radiación del primer embargo no perseguido en los plazos de ley, el segundo
embargante, cuyo embargo no está inscrito más que por los bienes no afectados por el
primer embargo, puede proceder a inscribir su embargo sobre los bienes completos sobre
los que lo trabó y a ocupar el lugar del primer embargante. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.821).

D. Embargos sobre inmuebles distintos que caen dentro de un mismo tribunal.


898

En este caso, procede la acumulación, y debe ser solicitada por la parte más diligente.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.821).

Para que esto proceda es necesario que el mismo tribunal conozca de los dos embargos.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.821 ).

Deben ser partes de un mismo distrito judicial o pertenecer a una misma explotación
rural. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.247)

Si la acumulación es ordenada por el tribunal, el primer embargo debe sobreseerse hasta


que el segundo haya avanzado hasta el mismo punto. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.821).

La parte embargada puede, como en el caso anterior, oponerse a la acumulación, si tal es


su interés. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.IV, 4ta. ed., p.293).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Los artículos precedentemente anotados se mantienen, sin ninguna variación, en los


artículos 1359 y 1360 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Artículo 721

Si el primer ejecutante que promueve la venta, no ha continuado el segundo


embargo que se le denunció conforme al artículo anterior, podrá el segundo
ejecutante demandar la subrogación por medio de un simple acto.

Artículo 722

Se podrá pedir igualmente la subrogación en caso de que hubiere colusión, fraude o


negligencia, bajo reserva en los casos de colusión o fraude, del pago de daños y perjuicios
a quien corresponda. Hay negligencia, cuando quien ejecuta el embargo no ha llenado
alguna formalidad, o no ha llenado algún acto de procedimientos en los plazos prescritos.

Artículo 723

Se condenará personalmente en las costas a la parte que sucumba en la demanda en


subrogación.
El ejecutante contra quien se pronuncie la subrogación, tendrá que entregar al
subrogado las diligencias del procedimiento mediante recibo, y no se abonarán las
costas del procedimiento, sino después de la adjudicación, ya sean sacadas del
importe de la venta, o por el adjudicatario.

Artículo 724

Cuando se haya cancelado un embargo de inmuebles, el más diligente de los


ejecutantes posteriores podrá continuar el procedimiento sobre su embargo, aunque
éste no haya sido el primero presentado a la transcripción.
899

Tabla de Contenido

1. La subrogación en las persecuciones.


A. En qué consiste. Generalidades.
B. Quién puede incoar la subrogación.
C. Aspectos procedimentales.
a. Momento en que puede ser incoada.
b. Procedimiento y sentencia.
D. Efectos de la subrogación.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil,

1. La subrogación en las persecuciones.

A. En qué consiste. Generalidades.

Si bien la ley, por razones de economía y simplicidad, ha dado al primer embargante la


dirección del proceso, esto no priva a los demás acreedores de una cierta participación en
el embargo: pueden observar el pliego de condiciones, pueden rehusarse a la cancelación
del embargo después de que le ha sido notificado el depósito del pliego y la fecha fijada
para su lectura. Pero estos derechos secundarios otorgados a los embargantes posteriores
y a los otros acreedores, no son suficientes y no les preserva sus intereses en caso de que
el persiguiente falle en las persecuciones o cese de conducirlas, voluntaria o
involuntariamente: la ley les concede a los acreedores el derecho de subrogarse en las
persecuciones y ocupar el lugar del primer embargante. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.821).

“Este procedimiento tiene por objeto evitar que los acreedores ligados a las persecuciones
sean perjudicados por la aplicación de la regla según la cual no puede seguirse al mismo
tiempo más de un procedimiento ejecutivo sobre el mismo inmueble. En principio, el
persiguiente dirige el procedimiento; pero en ciertos casos cualquier acreedor interesado
puede pedir que se le sustituya en el lugar del ejecutante, para continuar el
procedimiento. Es la subrogación en las persecuciones.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.294).

Un primer caso que da lugar a la subrogación es la existencia de colusión fraude o


negligencia. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.821; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.675; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.248; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.294-295).

Hay negligencia cuando el embargante no ha cumplido con formalidad, o no ha realizado


algún acto de procedimiento en los plazos prescritos. Los acreedores tienen el interés en
hacerse subrogar en las persecuciones solamente cuando la nulidad no afecte a todo el
procedimiento, puesto que en este caso ellos podrán reanudarlo. (Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.248; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.295).

“En cambio, si todo el procedimiento estuviese afectado de nulidad es obvio que la


subrogación sería inútil y contraproducente”. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.295).
900

Cuando la negligencia es tal, se puede presumir que ha habido un abandono, que da


lugar a la subrogación. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed.,
p.248).

Procede también la demanda en subrogación, cuando se Pratique un segundo embargo


más amplio que el primero, se transcriba o inscriba y se le denuncie al primer
embargante, y éste último no continúe el procedimiento de ambos embargos.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.821; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.676; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 2da. ed., pp.247-248; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.295).

Otro caso de subrogación, aún cuando la ley no lo estipule, puede ocurrir cuando el
embargante abandona completamente la persecución, bien sea voluntariamente o porque
su crédito haya sido impugnado. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.821; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.676;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.295).

Se acepta este caso como causa de subrogación, por argumento a fortiori de la disposición
del artículo 722: si este texto autoriza la subrogación en los casos de omisión de una
formalidad, con más razón debe aceptarse la subrogación en caso de que el persiguiente
abandone completamente las persecuciones. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.676).

B. Quién puede incoar la subrogación.

“De los términos empleados por el Art. 721 parece resultar que el derecho de pedir la
subrogación pertenece únicamente al segundo ejecutante cuyo embargo es más amplio
(…)”. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.295).

Se les reconoce el derecho de demandar la subrogación a todos los acreedores que tienen
el derecho de embargar. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.821; Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios de las Vías de
Ejecución, 3ra. ed., p.238).

En sentido contrario: La subrogación sólo puede ser solicitada por un acreedor


embargante posterior al primer embargo. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p.248).

Sólo pueden demandar los acreedores que son parte del procedimiento del embargo
inmobiliario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.677).

Pueden demandar la subrogación los acreedores inscritos. (Encyclopédie Juridique Dalloz,


1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.821; Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.677; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.295).

Dichos acreedores pueden demandar aún cuando su transcripción sea posterior al


embargo, así como los acreedores quirografarios no embargantes provistos de un título
901

ejecutorio. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et


Commerciale, t.II, p.821; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.677).

Los acreedores a término pueden válidamente pedir la subrogación, puesto que su deudor
perdió el beneficio del término con el embargo inmobiliario, así como los acreedores
personales de los acreedores del embargado pueden validamente pedir la subrogación en
nombre de sus deudores, por aplicación del artículo 1166 del Código Civil. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.821).

Los acreedores quirografarios pueden demandar la subrogación, siempre que tengan la


calidad para embargar, que son los que poseen título ejecutorio. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.677).

Si bien se les reconoce el derecho a otros acreedores, sólo los acreedores embargantes se
benefician de un derecho de prioridad en la subrogación, de acuerdo al orden de sus
embargos; esto resulta implícito de la disposición del artículo 722 del Código de
Procedimiento Civil. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.821; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.677).

En caso de concurso de acreedores, se admite que la subrogación puede ser demandada


por el acreedor más diligente, y en condiciones iguales, se le da prioridad al acreedor
provisto del título ejecutorio más antiguo; si son de la misma fecha, tiene prioridad el
persiguiente con el abogado de más edad. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.821; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.678).

Pueden pedir la subrogación, en caso de que ya haya operado una primera subrogación,
los acreedores, si se dan las condiciones exigidas para su obtención. (Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.297).

C. Aspectos procedimentales.

a. Momento en que puede ser incoada.

La demanda en subrogación puede ser intentada en todo estado de causa, hasta tanto no
le sea oponible al acreedor que pretende la subrogación, la cancelación de la radiación de
hipoteca consentida por el ejecutante. (Pérez Méndez, Artagnan, Los Incidentes del
Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año
n. 3, revista n. 72, p.10; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.678; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.296).

La cancelación consentida por el acreedor antes de la notificación del depósito del pliego
de condiciones, constituye un obstáculo a la subrogación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.678; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.296).

Es necesario que dicha cancelación sea anterior a la demanda en subrogación, para que
pueda constituir un obstáculo para la demanda en subrogación, puesto que si la misma
es consentida con posterioridad, no puede perjudicar al acreedor que ha interpuesto la
902

subrogación en tiempo oportuno. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique


D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.678).

Se admite que la cancelación consentida por el persiguiente, con anterioridad o


posterioridad a la demanda en subrogación, no puede nunca perjudicar al segundo
embargante, demandante en subrogación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.678).

“Hay que advertir, sin embargo, que la situación del segundo ejecutante, cuyo embargo no
pudo ser transcrito o inscrito a causa de la prohibición contenida en al Art. 680, es
distinta de la de los demás acreedores. De aquí el que se haya admitido que él puede
requerir la subrogación hasta tanto el abandono de las persecuciones por el primer
ejecutante no se haya manifestado, antes de la presentación del segundo embargo al
conservador de hipotecas o registrador de títulos, por una radiación de la transcripción o
la inscripción del primer embargo.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.296).

b. Procedimiento y sentencia.

La jurisprudencia admite que quien desea subrogarse en las persecuciones debe, con
ocho días de anterioridad a su demanda, notificar al persiguiente y a los demás
embargantes anteriores, una intimación para que continúen con las persecuciones. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.248).

La intimación puede contener puesta en mora al persiguiente para que dé a conocer el


estado del procedimiento. Si es frustratoria, se procede a demandar (Jorge Blanco,
Salvador, 2003. Formularios de las Vías de Ejecución, 3ra. ed., p.239).

La subrogación debe ser pronunciada por un tribunal. (Encyclopédie Juridique Dalloz,


1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.821; Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.248).

La demanda en subrogación se incoa contra el persiguiente. (Glasson, E. et al, 1932.


Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.679; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.296).

Se incoa por acto de abogado a abogado. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.821; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.296).

En la práctica se encausa por acto de citación, si la parte a la cual se dirige no tiene


abogado constituido. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.296).

Se admite que no es necesario poner en causa al embargado. (Pérez Méndez, Artagnan.


2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.248).

Es prudente denunciar la demanda al embargado, quien podrá tener interés en intervenir,


por ejemplo, para contestar el crédito del demandante en subrogación. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.679; Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.821).
903

La denuncia de la demanda al embargado se hace por acto de abogado a abogado; si el


embargado no tiene abogado constituido, por simple acto de alguacil. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.679).

El tribunal no puede rechazar la demanda en caso de que el demandante pruebe que se


encuentra ante uno de los casos autorizados por la ley. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.680).

Según los términos del Código de Procedimiento Civil, el tribunal debe condenar
personalmente al pago de las costas a la parte que sucumbe en la demanda en
subrogación; sin embargo, éste tiene facultad, aún condenando en costas a la parte que
sucumbe, de disponer que las mismas se consideren como gastos extraordinarios de
persecución. De manera que a la parte que sucumbe, de haber actuado en interés de la
masa, les sean reembolsadas las costas por privilegio sobre el precio, salvo el derecho de
los acreedores, a quienes faltaren fondos en el procedimiento del orden, de hacerse
rembolsar por el pendiente en virtud de la condenación en costas pronunciada contra él.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.680; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.296-297).

La sentencia que estatuye sobre la demanda en subrogación, no es susceptible de ningún


recurso, siempre que no sea por causa de fraude o colusión (Jorge Blanco, Salvador, 2003.
Formularios de las Vías de Ejecución, 3ra. ed., p.244).

D. Efectos de la subrogación.

Después de la subrogación se mantienen los efectos producidos por el primer embargo.


(Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.
ed., p.297).

El subrogado no tendrá que comenzar una nueva persecución; él continuará el


procedimiento comenzado por el primer persiguiente, a partir del último acto válidamente
hecho por este último. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.821; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.681; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.297).

El subrogado tiene la calidad para continuar la persecución a partir de la notificación de


la sentencia de adjudicación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.680).

Si la subrogación interviene después de la lectura del pliego de condiciones, se entiende


que la sentencia de publicación es el último acto válido de procedimiento, a partir del cual
el subrogado debe practicar las actuaciones: publicar los avisos y fijar los edictos que
anuncian el día de la adjudicación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.680; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.297).

El Código Civil dispone que el persiguiente contra el cual se pronuncie la subrogación,


debe de entregar por medio de recibo a la parte gananciosa, las diligencias del
procedimiento, no procediendo a abonar al ejecutante las costas del procedimiento hasta
después de la adjudicación. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.297).
904

Después de la subrogación, los otros acreedores solo tienen derecho de vigilar el


procedimiento. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.680; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.297).

“Contra el subrogado pueden promoverse todos los incidentes que hubieran podido ser
promovidos contra el ejecutante.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.297).

“Es controvertida la cuestión de saber si, en ejecución de lo que dispone el Art. 706, es el
persiguiente o es el subrogado a quien deberá declararse adjudicatario si a la audiencia de
adjudicación no se presentan licitadores. Algunos sostienen que es al subrogado a quien
debe declararse adjudicatario, porque él ha continuado el procedimiento por su cuenta y
riesgo. En otra opinión, que parece preferible, se sostiene que es el persiguiente quien debe
ser declarado adjudicatario, porque su negligencia o su fraude, causas determinantes del
incidente de subrogación, no pueden tener como efecto el librarlo de la obligación asumida
por él en el pliego de condiciones de ser adjudicatario por el precio estipulado en ese acto.”
(Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.
ed., p.298).

Como luego de la subrogación el procedimiento de embargo queda en manos del


subrogado, si al momento de la subasta la misma quedare desierta, el primer persiguiente
queda como adjudicatario del inmueble por el precio que estableció en el pliego. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.248).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil,

No se introduce más que una modificación a los mencionados artículos en el Proyecto de


Código de Procedimiento Civil, que se refiere a lo siguiente: en los casos en que el
ejecutante contra el que se pronuncie la subrogación, no proceda a entregarle los
documentos por recibo al subrogado, el procedimiento podrá continuarse con las copias
que obtuviere el tribunal o por cualquier otro medio.

Artículo 725

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). La demanda en distracción de la totalidad o de


una parte de los bienes embargados se intentará contra el persiguiente y contra el
embargado y se formulará también contra el primer acreedor inscrito en el domicilio
elegido en la factura de inscripción.
Si el embargado no ha constituido abogado durante el procedimiento se aumentará
el plazo para la comparecencia un día por cada veinte kilómetros de distancia entre
su domicilio y el lugar en donde esté establecido el tribunal, sin que se pueda
prorrogar este término en lo que concierne a la parte que se hallare domiciliada
fuera del territorio de la República.

Artículo 726

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). La demanda en distracción debe enunciar los
títulos que la justifican, los cuales se depositarán en secretaría, y contendrá además
la copia del acta de este depósito.
Cuando se trate de un embargo inmobiliario trabado por virtud de ejecución de una
hipoteca convencional o de ejecución de un privilegio, el demandante en
distracción deberá, además, depositar en secretaría una suma en efectivo o en un
905

cheque certificado por una institución bancaria domiciliada en la República, que sea
por lo menos de un valor igual a las dos quintas partes de aquella por la cual se lleva
a cabo el embargo. Sin embargo, el tribunal podrá dispensar la prestación de esta
fianza en los casos en que estime que se trata de una demanda seria.
No se admitirán demandas en distracción cuando el embargo hubiera sido trabado
sobre terrenos registrados o sus mejoras.

Artículo 727

Siempre que la distracción pedida no sea sino de una parte de los objetos
embargados, se continuará, no obstante esta demanda, el procedimiento para la
adjudicación del exceso de los objetos embargados; pudiendo, empero, los jueces
ordenar se suspenda en cuanto al todo, a pedimento de las partes interesadas. Y si
se ordenare la distracción parcial, el ejecutante podrá variar en el pliego de
condiciones el precio puesto por él mismo para la adjudicación.

Tabla de Contenido

1. Demanda en distracción.
A. En qué consiste. Naturaleza.
B. Quién y contra quién se puede incoar la demanda en distracción.
C. Procedimiento.
D. Efectos.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Demanda en distracción.

A. En qué consiste. Naturaleza.

La demanda en distracción, es el incidente promovido por un tercero que alega ser


propietario de los inmuebles o de una parte de los inmuebles embargados. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.822; Glasson,
E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.685; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra.
ed., p.251; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.IV, 4ta. ed., p.300; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et
Procédures de Distribution, 16va. ed., p.500).

La existencia de este incidente se justifica en la posibilidad de que el alguacil confunda el


inmueble del ejecutado con otro, o de que incluya el inmueble de un tercero entre varios
pertenecientes al ejecutado. Y es que, el procedimiento de embargo inmobiliario no puede
lesionar el derecho del propietario. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.300).

La demanda en distracción es una forma de acción en reivindicación. (Encyclopédie


Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.822; Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.251; Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.685; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.300; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution
et Procédures de Distribution, 16va. ed., p.500).

Se necesita de capacidad en justicia para ejercerla. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.


Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.251).
906

El tercero conserva su derecho de reclamar la propiedad del inmueble, aún después de la


sentencia de adjudicación mediante una acción en reivindicación. Pero él tiene interés en
incoarla antes de dicha sentencia, por beneficiarse así de un proceso más corto y menos
costoso. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.822; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 2da. ed.,
pp.251-252; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de
Distribution, 16va. ed., p.500).

La demanda en distracción es una verdadera acción inmobiliaria, no una medida


conservatoria. Esto es así en razón de que en la misma se discute la cuestión de saber
quién es propietario del inmueble, de cuya solución resultaría que el embargo sea ó no
mantenido, y puesto que si la adjudicación llega a efectuarse, las pretensiones del
propietario tendrán que manifestarse en la forma ordinaria de una demanda de
reivindicación. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.302).

La demanda en distracción sólo puede versar sobre embargos de inmuebles no


registrados, y nunca sobre embargos de inmuebles registrados, en virtud de la
inatacabilidad del certificado de título. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil,
t.III, 3ra. ed., p.254; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.300; Sent. SCJ. 8 de Octubre de 1954. BJ.531.1985, citada
por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002 y por Machado, Pablo Antonio, 1958. La
jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo, t.I, p.704).

Al prohibir las demandas en distracción, cuando el embargo inmobiliario ha sido trabado


sobre terrenos registrados, el legislador busca que no discutan derechos que hayan sido
ya depurados por el primer registro, pero no ha querido con ello, privar a las personas
que hayan adquirido legítimamente el derecho de propiedad con posterioridad al primer
registro de la acción en reivindicación que la que le sirve de sanción a su derecho. Si bien
es cierto que de conformidad con el artículo 185 de la ley de Registro de Tierras, los actos
traslativos de propiedad sólo surtirán efecto desde el momento en que se Pratique su
registro en la oficina del registrador de Títulos, no es menos cierto que el adquiriente que
haya pedido la transferencia, fundándose en un acto traslativo de propiedad intervenido
con posterioridad al primer registro, puede intentar su demanda en distracción, antes de
operada la transferencia, cuando ésta ha suscitado un procedimiento contencioso a
dirimir por el Tribunal de Tierras; en este caso los tribunales ordinarios apoderados de la
demanda en distracción deberán sobreseer el fallo de esta demanda, hasta cuando el
tribunal de tierras estatuya definitivamente sobre la instancia relativa a la transferencia,
por tener esta decisión un carácter prejudicial. (Sent. SCJ. 8 de Octubre del 1954. BJ.
531.1985, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General
de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002 y por Machado, Pablo Antonio, 1958. La
jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo, t.I, p.705).

“La demanda en distracción es posible en los casos en que ocurra puja ulterior o falsa
subasta, porque después de estos acontecimientos el curso de las persecuciones es
reanudado a fin de llegar a una nueva adjudicación.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.303).

Cualquier acción que se origine en el curso de la demanda en distracción tiene el mismo


carácter que ella. (Sent. SCJ. 9 de abril de 1926, BJ.189.3 Compendio Jurisprudencial
sobre Embargo Inmobiliario. Generalidades, Gaceta Judicial, Año 2001, 22 de marzo al 5
de abril, año n.5, revista n.103, pp.41-48).
907

B. Quién y contra quién se puede incoar la demanda en distracción.

Se admite que la demanda sólo puede venir de un tercero, no así de las partes del
procedimiento de embargo inmobiliario. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.822; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., pp.251-253; Sent. SCJ. 30 de septiembre de 1935,
BJ.302.369, citada por: Gómez, Manuel Ubaldo, 1947. Repertorio Alfabético de la
Jurisprudencia Dominicana (1934-1938), v.II, p.146¸ Vincent, Jean y Jacques Prévault,
1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed., p.501).

Si viene de una de las partes, se considera que la acción tendente a reivindicar la


propiedad es una demanda en nulidad. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 2da. ed., pp.252-253; Sent. SCJ. 30 de septiembre de 1935, BJ.302.369, citada
por: Gómez, Manuel Ubaldo, 1947. Repertorio Alfabético de la Jurisprudencia Dominicana
(1934-1938), v.II, p.146).

Solo puede pedir la distracción, el titular del derecho de propiedad del inmueble.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.822; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.685; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.252; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.301).

También puede pedirla el copropietario de tratarse de un inmueble en estado de


indivisión entre él y el deudor, en violación al Art. 2205 del C. Civil. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, pp.685-686; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.301).

Tiene el mismo derecho después de que ha obtenido sentencia resolutoria de la venta, el


vendedor no pagado y el propietario bajo condición suspensiva, cuando la condición se
haya realizado. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.686; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.301).

Por no tener esta demanda un carácter puramente conservatorio, no puede promoverla el


tutor en representación del menor sin la autorización del consejo de familia, y no puede
ser promovida por el menor emancipado sin la asistencia de su curador. (Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.302).

No puede demandar la distracción el titular de derechos sobre el inmueble: usufructuario,


titular de una servidumbre puesto que ellos no sufrirían perjuicios como consecuencia de
la sentencia de adjudicación, ya que la misma no transporta al adjudicatario más que los
derechos del embargado. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.822; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., p.252).

Estas personas sólo tienen derecho a observar el pliego de condiciones. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.252).

Puede el usufructuario demandar en distracción, en los casos en que el embargo verse


sobre el derecho de usufructo del cual él es titular. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.251; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies
d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed., p.501).
908

Tampoco puede pedirla el simple poseedor, a quien le corresponde solamente actuar en lo


posesorio. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.822; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.686; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.301).

No se le reconoce el derecho de demandar en distracción al embargado que alegue la


inembargabilidad del inmueble embargado, al tercero detentador que sostenga que el
inmueble no se encuentre hipotecado en favor del persiguiente, o al embargante que es
un acreedor quirografario sin título para ejecutar. Estas personas deben recurrir a la
acción en nulidad. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.686-687; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.301).

La demanda en distracción se dirige al embargante y al embargado. (Tavares Hijo, Froilán,


1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.302; Glasson, E. et
al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.688; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra.
ed., p.253; Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.822; Sent. SCJ. 15 de Julio de 1954, BJ.528.1341, citada por: Bergés
Chupani, Manuel D., 1957. Diez Años de Jurisprudencia Dominicana Años 1947-1956, t.I,
p.386 y por Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

En la demanda en distracción hay que poner en causa al embargado, tanto en primera


instancia como en grado de apelación, puesto que él es un contradictor necesario en la
misma; es pues, inadmisible el recurso de apelación en contra de una sentencia de una
demanda en distracción en el que no se haya puesto en causa al embargado. (Sent. SCJ.
15 Julio de 1954, BJ.528.1341, citada por: Bergés Chupani, Manuel D., 1957. Diez Años de
Jurisprudencia Dominicana Años 1947-1956, t.I, p.386 y por Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Esta demanda debe dirigirse en contra del primer acreedor inscrito, quien asume la
representación de los demás acreedores; cuando el persiguiente es el primer acreedor
inscrito, la demanda se dirige en contra del segundo. Los otros acreedores pueden
intervenir a sus expensas en la demanda. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.688; Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.253; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.302).

La puesta en causa del persiguiente, del embargado y del primer acreedor inscrito, para
unos, es exigida a pena de la irrecibilidad de la demanda en distracción. Pero esta
posición es muy rigurosa; es preferible admitir que simplemente la sentencia que resulte
de dicha demanda no le será oponible a los mismos. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.689).

C. Procedimiento.

La demanda en distracción debe incoarse antes de la adjudicación (Vincent, Jean y


Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed., p.501).

Se interpone mediante las reglas generales de procedimiento que rigen los incidentes del
embargo inmobiliario. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale, t.II, p.822).
909

Se introduce mediante acto de abogado a abogado, si la parte a quien está dirigida la


demanda ha constituido abogado; si por el contrario, la parte no ha constituido abogado,
debe incoarse mediante citación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.689; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.254; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.303).

Realizar oferta de comunicación de los documentos en el acto introductivo de instancia es


obligatorio, y debe hacerse previamente a la demanda mediante el depósito de los
documentos en la secretaría del tribunal. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.689;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.303).

Junto al acto de demanda en distracción, debe darse copia del acta o índice del depósito,
a diferencia de lo que ocurre con los demás incidentes, en los cuales sólo es necesario
notificar que se ha realizado el depósito. (Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios de las
Vías de Ejecución, 3ra. ed., p.247).

Respecto de la parte que no tiene abogado, el plazo para comparecer se aumenta en razón
de la distancia, en los términos del artículo 725. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.253; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.303).

“Cuando se tratare de embargo inmobiliario trabado en virtud de ejecución de una


hipoteca convencional o de ejecución de un privilegio, el demandante en distracción
deberá además, depositar en secretaría una suma en efectivo o en cheque certificado de
una institución bancaria domiciliada en la República, que sea por lo menos de un valor
igual a las dos quintas partes de aquella por la cual se lleva a cabo el embargo. El
tribunal podía dispensar la prestación de ésta fianza en los casos en que estime que se
trata de una demanda seria”. (Sent. SCJ. Diciembre del 1963. BJ. 641. 1460, citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

Esta disposición ha sido establecida para prevenir la posibilidad de que la demanda en


distracción constituya una maniobra encaminada a entorpecer el procedimiento. (Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.303).

El tribunal apoderado de una demanda en distracción debe sobreseer el conocimiento de


la misma, cuando se establezca que el Tribunal de Tierras está conociendo de un recurso
de revisión por causa de fraude. (Sent. SCJ. 25 de octubre de 1961. BJ.615.1976, citada
por; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.252).

D. Efectos.

Si la demanda en distracción versa sobre la totalidad de los bienes embargados, el


tribunal debe sobreseer el procedimiento, incluso de oficio, hasta la sentencia que
resuelva esta demanda. Si la distracción versa sobre una parte de los bienes embargados,
se continuará el proceso de embargo en lo concerniente a la parte no embargada. El
tribunal podrá, a petición de la parte interesada, ordenar el sobreseimiento respecto a la
totalidad de los bienes. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.822; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.690; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., pp.254 y 255; Tavares Hijo, Froilán,
910

1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.303-304; Vincent,
Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed.,
p.501).

Debe sobreseerse el procedimiento, si la demanda en distracción es llevada ante el


Tribunal de Tierras. Cuando es incoada antes del embargo, el Tribunal de Tierras
continúa conociéndola, pero si se incoa después del embargo, es el tribunal apoderado del
mismo que tiene competencia. (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los
Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta
Judicial, Año 1999–2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.30).

Si la demanda en distracción es rechazada, se continúa con el procedimiento de embargo


inmobiliario. Si es ordenada la distracción parcial, se continúa el procedimiento de
embargo inmobiliario respecto de los bienes no distraídos; en este caso, el persiguiente
puede modificar la postura en el precio contenido en el pliego de condiciones.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.822; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.304).

Si se ordena la distracción total, el procedimiento de embargo inmobiliario se cae.


(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.822 ).

En este caso, todo el procedimiento de embargo inmobiliario es nulo. (Vincent, Jean y


Jacques Prévault, 1987. Voies d'Exécution et Procédures de Distribution, 16va. ed., p.502).

De acogerse la demanda en distracción por la totalidad de los bienes embargados, el


procedimiento no puede ser comenzado de nuevo. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.254).

Ver anotaciones de los artículos 230 y siguientes, en lo referente a los caracteres de las
sentencias que deciden sobre incidentes, y en lo relativo a los recursos que pueden ser
interpuestos en contra de los mismos.

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Los artículos 725, 726 y 727 del Código de Procedimiento Civil se encuentran vertidos,
sin variaciones, en los artículos 1365, 1366 y 1367 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil.

Artículo 728

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). Los medios de nulidad, de forma o de fondo, contra el
procedimiento que preceda a la lectura del pliego de condiciones, deberán ser propuestos,
a pena de caducidad, diez días, a lo menos, antes del señalado para la lectura del pliego
de condiciones. La demanda enunciará los documentos, si los hubiere, que el
demandante deberá haber depositado previamente en la secretaría del tribunal y que no
podrán ser desglosados antes de la audiencia; contendrá llamamiento a audiencia a un
plazo franco no menor de tres días, ni mayor de cinco; la comunicación de los
documentos del persiguiente del embargo tendrá efecto en la misma audiencia, todo a
pena de nulidad. Estos medios de nulidad serán fallados, sin oír al fiscal, a más tardar el
día designado para la lectura del pliego. Cuando por causa de circunstancias
extraordinarias, que el tribunal está obligado a justificar, no se hubiere dictado sentencia
acerca de los medios de nulidad, se seguirá de todos modos el procedimiento, sin que el
911

persiguiente incurra en responsabilidad. Esta disposición es común al artículo 691. Si


son admitidos los medios, el procedimiento se podrá proseguir comenzando por el último
acto válido y los plazos para cumplir los actos subsiguientes correrán desde la fecha de la
sentencia que hubiere decidido definitivamente sobre la nulidad. Si fueren rechazados se
expresará en la misma sentencia que la lectura del pliego de condiciones será llevada a
efecto.

Artículo 729

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). Los medios de nulidad contra el procedimiento
posterior a la lectura del pliego de condiciones deberán ser propuestos, a pena de
caducidad, ocho días a más tardar después de publicado por primera vez en un
periódico el extracto de que trata el Art. 696. La demanda enunciará los
documentos, si los hubiere, que el demandante deberá haber depositado
previamente en la secretaría del tribunal y que no podrán ser desglosados antes de
la audiencia; contendrá llamamiento a audiencia en un plazo franco no menor de
tres días ni mayor de cinco; la comunicación de los documentos del persiguiente
tendrá efecto en la misma audiencia; todo a pena de nulidad. Estos medios de
nulidad, serán fallados, sin oír al fiscal, a más tardar el día designado para la
adjudicación.
Cuando por causas de circunstancias extraordinarias, que el tribunal está obligado a
justificar, no se hubiere dictado sentencia acerca de los medios de nulidad, el
tribunal podrá disponer el aplazamiento de la audiencia de adjudicación hasta por
quince días, con el objeto de dictar dicha sentencia. La nueva audiencia se
anunciará por aviso del secretario del Tribunal publicado en un periódico.
En caso de ser admitidos los medios de nulidad, el tribunal señalará el nuevo día de
la adjudicación. Si se rechazaren los medios de nulidad se llevará a efecto la subasta
y la adjudicación.

Tabla de Contenido

1. Plazo para interponer las nulidades. Caducidad.


2. Nulidad propuesta previa lectura del pliego de condiciones.
3. Nulidad propuesta después de la lectura del pliego de condiciones.
4. Nulidades que no caen dentro de los Artículos 728 y 729. Nulidad de la sentencia
de adjudicación.
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Plazo para interponer las nulidades. Caducidad.

Las nulidades que preceden a la lectura del pliego de condiciones deben ser propuestas
por lo menos con diez días de anticipación del día señalado para la lectura. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.257; Pérez Méndez, Artagnan,
Los Incidentes del Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de diciembre
a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.11; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.307).

De existir varias causas de nulidad, pueden ser propuestas sucesivamente, en la medida


en que vayan siendo cometidas, o pueden ser propuestas conjuntamente, pero dentro del
plazo impartido por el Art. 728. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.695; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.307).
912

Este plazo se considera franco en contradicción con el principio general, según el cual los
plazos son francos cuando tienen como punto de partida una notificación a persona o a
domicilio. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.823).

Las demandas en nulidad posteriores a la lectura del pliego de condiciones, deben ser
incoadas ocho días a más tardar después de publicado por primera vez el extracto de
periódico, que para la publicidad de la venta, prescribe el artículo 696. (Germán Mejía,
Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el
Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de diciembre a 6 de
enero, año n. 3, revista n. 72, p.31; Pérez Méndez, Artagnan, Los Incidentes del Embargo
Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999 – 2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3,
revista n. 72, p.11; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.310; Sent. SCJ. 30 de Septiembre del 1952. BJ. 506.1792-93,
citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

La interposición de los medios de nulidad fuera del indicado plazo, está sancionado con la
caducidad. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.823; Pérez Méndez, Artagnan, Los Incidentes del Embargo Inmobiliario,
Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72,
p.11; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.307; Sent. SCJ. 30 de Septiembre de 1952, BJ.506.1792-1793, citada por:
Bergés Chupani, Manuel D., 1957. Diez Años de Jurisprudencia Dominicana Años 1947-
1956, t.I, p.390, y por Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General
de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Esta caducidad opera sobre todos los medios de nulidad interpuestos fuera de plazo, ya
sea que se trate de nulidad de forma o nulidad de fondo. Se aplica, también, al medio que
se basa en la inembargabilidad del bien inmueble embargado o en la falta de propiedad
del embargado o en la ausencia de derecho del embargante; por el contrario, la caducidad
dispuesta no se aplica al procedimiento de orden. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, pp.822-823).

En sentido contrario, las reglas de caducidad no operan sobre el medio de nulidad


tendente a propugnar por la falta de derecho del persiguiente. (Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.260).

No está sometido según ha sido decidido, a los plazos indicados, la demanda tendente a
hacer declarar la inembargabilidad de los bienes del Estado, la cual es de orden público,
como tampoco lo está, la demanda establecida en el artículo 702 del Código de
Procedimiento Civil. (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el
Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año
1999–2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.24).

La caducidad de los medios de nulidad, “es oponible a todas las partes, sea cual fuere la
calidad en base a la cual pretendan tener derecho al inmueble embargado, siempre que
hayan sido regularmente advertidas de la inminencia de la adjudicación.” (Germán Mejía,
Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el
Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de diciembre a 6 de
enero, año n. 3, revista n. 72, p.21; Sent. SCJ. 17 de Enero del 1930. BJ. 234. 6, citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).
913

“El Art. 729 del Código de Procedimiento Civil, que dispone que los medios de nulidad
contra el procedimiento posterior a la lectura del pliego de condiciones se propondrán,
bajo pena de caducidad, tres días a más tardar antes de la adjudicación, se aplica a todas
las personas que han sido puestas en causa en el procedimiento, o sea al persiguiente, al
embargado y a los acreedores inscritos, en caso de embargo inmobiliario, y a los
colicitadores en caso de licitación promovida entre copropietarios indivisos, pero no a los
terceros cuyos inmuebles hayan sido indebidamente incluidos en el embargo inmobiliario
o en la licitación”. (Sent. SCJ. 30 de Junio del 1933. BJ. 275. 20, citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

Sólo pueden incurrir en esta caducidad las partes en el procedimiento, por lo que no
pueden incurrir en ella el embargado y los acreedores inscritos hasta tanto no sean
notificados del depósito del pliego de condiciones, por efecto del cual pasan a ser partes
en el embargo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.694; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.308).

Se admite que no ha lugar a la caducidad, si un caso de fuerza mayor impide al


demandante de la nulidad incoar la demanda en el plazo prescrito. En consecuencia, los
herederos del embargado que ignoraban su fallecimiento, pueden proponer en cualquier
momento la nulidad resultante de que el embargo fue practicado personalmente contra el
causante ya fallecido. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.308).

La caducidad resultante de la interposición de la demanda en nulidad fuera del plazo,


puede ser invocada por cualquier parte en causa, pero es necesario que la misma pruebe
un perjuicio. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.823).

“La contestación que se promueve sobre la validez del título en cuya virtud se procede al
embargo, constituye un medio de nulidad por vicio de fondo que debe ser propuesto, a
pena de caducidad, en la forma y plazos previstos en los artículos 728 y 729 del Código
de Procedimiento Civil.” (Sent. SCJ. 10 del mes de Noviembre del año 1999. BJ. 1068.87-
95, citada por: Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil, 1997-
2002. p. 337).

2. Nulidad propuesta previa lectura del pliego de condiciones.

La demanda en nulidad se forma de acuerdo a las reglas generales que rigen el


procedimiento de los incidentes del embargo inmobiliario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.686).

Ha sido decidido que la demanda en nulidad que sea incoada por el emplazamiento, y no
por acto de abogado a abogado, y que no contenga depósito de documentos, es
inadmisible. (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho
Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000,
16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.31).

Si el demandado es de domicilio desconocido, la demanda en nulidad se notifica conforme


a las normas del derecho común: trasladándose el alguacil al último domicilio conocido y
luego a las oficinas en las que se les puede informar sobre el paradero de su requerido,
como el Ayuntamiento, la Policía, el Correo; y fijará en la puerta de la sala de audiencia
914

del tribunal que va a conocer de la demanda, y entregándose copia al fiscal, quien visará
el tribunal. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.258).

La demanda en nulidad puede ser interpuesta no solamente por una observación anexada
al pliego de condiciones, sino también por acto de abogado a abogado, tal y como se
prescribe para todos los incidentes de embargo inmobiliario. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.823).

Puede el demandante comenzar por proponer las nulidades de fondo, y luego proponer las
nulidades de forma. En esta materia no tiene aplicación el artículo 173, según cuyos
términos las nulidades quedan cubiertas si no son puestas antes que las defensas al
fondo. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., pp.307-308; Sent. SCJ. 30 de Septiembre de 1952. BJ.506.1792, citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002 y por Machado, Pablo Antonio, 1958. La jurisprudencia Dominicana
en la Era de Trujillo, t.I, p.703).

Los medios de nulidad que preceden a la lectura del pliego de condiciones, no dan lugar
al sobreseimiento de dicha lectura por el hecho de no haber sido fallados. (Germán Mejía,
Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el
Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de diciembre a 6 de
enero, año n. 3, revista n. 72, p.28).

Como las relativas a los incidentes del embargo inmobiliario son privativas de este
procedimiento, la demanda en daños y perjuicios fundada en el Art. 1382 del Código Civil
está sometida a otras reglas de procedimiento que le son inherentes conforme a su propia
naturaleza. Dicha demanda no puede ser intentada adicionalmente a una demanda
incidental en nulidad de embargo inmobiliario, ya que, de este modo, sería sustanciada
conforme a reglas procesales que le son extrañas, privativas de los incidentes del
embargo. (Sent. SCJ. 10 de Julio del 1956. BJ. 552.1403-09, citada por: Bergés Chupani,
Manuel D., 1957. Diez Años de Jurisprudencia Dominicana Años 1947-1956, t.I, pp.388-
389, por Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002 , y por Machado, Pablo Antonio, 1958. La
jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo, t.I, p.704).

La demanda en nulidad anterior al pliego de condiciones, conserva su naturaleza, no


obstante en la misma se pusiera en entredicho la regularidad del decreto de registro que
sirve de base al certificado de título, en base al cual, como título ejecutorio, se
fundamentó la expropiación. (Sent. SCJ. 20 de Agosto de 1951, BJ.493.1000-1001, citada
por: Bergés Chupani, Manuel D., 1957. Diez Años de Jurisprudencia Dominicana Años
1047-1956, t.I, p.385; y por Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación
General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

La admisión de las nulidades de fondo provoca la nulidad de todo el procedimiento. La


admisión de una nulidad de forma no entraña más que la nulidad del acto viciado y el
procedimiento posterior a él; el procedimiento será recuperado a partir del acto contentivo
de la irregularidad y los plazos para la realización de los actos posteriores al mismo,
correrán a partir de la notificación de la sentencia que pronuncia la nulidad.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.824).

En sentido contrario: Los plazos para la realización de los actos luego de pronunciada la
nulidad, comienzan a contarse desde la fecha de la sentencia que decida definitivamente
la nulidad. (Sent. SCJ. 21 de febrero de 1934, BJ.283.17, citada por: Gómez, Manuel
915

Ubaldo, 1947. Repertorio Alfabético de la Jurisprudencia Dominicana (1934-1938), v.II,


pp.147-148).

Si se pronuncia la nulidad de fondo, y por ende se derrumba el procedimiento, se hace


imposible comenzar uno nuevo. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., p.258).

3. Nulidad propuesta después de la lectura del pliego de condiciones.

“Son naturalmente, nulidades de forma, causadas bien sea en la omisión o en la irregular


reparación de los actos del procedimiento que preceden a la adjudicación, bien sea en la
inobservancia de los plazos prescritos para preparar esos actos.” (Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.310).

La demanda se interpone según las reglas comunes a los incidentes del embargo
inmobiliario. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.824).

El artículo 729 del Código de Procedimiento Civil, señala todas las formalidades
requeridas para que el perseguido y los terceros, por medio de la publicidad que el mismo
establece, tengan debido conocimiento del proceso que se ejecuta en su perjuicio.
Tradicionalmente esa publicidad ha constituido la garantía del ejercicio del derecho de
defensa, establecido en esta materia por el artículo 8, numeral 2, inciso j de la
Constitución de la República; dicho artículo no contraría lo ordenado por el artículo 8,
numeral 5, de la Constitución de la República, pues no obliga a hacer lo que la ley no
prohíbe, además de que sus disposiciones poseen un carácter igualitario para toda la
comunidad, no contrariando entonces el artículo 100 de la Carta Magna. (Sent. SCJ. 21
de julio de 1999. BJ.1064.86; Sent. SCJ. 13 de octubre de 1999. BJ.1067.25).

Estos medios deben ser fallados a más tardar el día fijado para la venta. (Pérez Méndez,
Artagnan, Los Incidentes del Embargo Inmobiliario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de
diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.12).

La disposición según la cual el juez debe decidir sobre los incidentes en la audiencia
fijada para la adjudicación, no es de carácter imperativo; el incumplimiento de esta
disposición no está penado expresamente con la nulidad de la decisión pronunciada
tardíamente. (Sent. SCJ. Abril de 1945. BJ.417.288, citada por: Machado, Pablo Antonio,
1958. La Jurisprudencia Dominicana en la Era de Trujillo, t.I, pp.701-702).

Si el día de la adjudicación, el tribunal acoge la demanda en nulidad, anula el


procedimiento a partir de la audiencia del pliego de condiciones, ordena que se retome el
procedimiento desde la misma y fija una nueva fecha de audiencia para la adjudicación.
Si es rechazada, procede a la subasta y a la adjudicación. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.824; Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.696).

4. Nulidades que no caen dentro de los artículos 728 y 729. Nulidad de la sentencia
de adjudicación.

Existen nulidades que no caen dentro del procedimiento determinado por los artículos
728 y 729 del Código de Procedimiento Civil. Estas son: la nulidad en la que se incurrió
en la misma lectura del pliego de condiciones, que puede ser propuesta inmediatamente,
o a más tardar en el plazo impartido por el artículo 729 para proponer las nulidades
posteriores a la lectura del pliego de condiciones; y las nulidades a las que se incurren en
916

la misma sentencia de adjudicación, que pueden ser invocadas después de la


adjudicación bajo la forma de demanda principal en la nulidad de esa sentencia.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.696-697; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.310-311).

Si se trata de una nulidad en contra de la adjudicación misma, es posible intentar una


demanda en nulidad en contra de la sentencia de adjudicación porque la misma en
principio se da en jurisdicción graciosa. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.824; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.260).

Las causas de nulidad de una sentencia de adjudicación pueden ser muchas: pueden
provenir de la inobservancia de las formalidades que rigen la venta en la pública subasta,
como la calidad y capacidad de los licitadores, la forma prescrita para someter las pujas y
el tiempo en recibir las pujas o declarar un licitador adjudicatario, hasta por vicios que
afectan la sentencia misma, como la composición irregular del tribunal, vicios del
consentimiento por parte de los licitadores o adjudicatario y maniobras fraudulentas que
comprometen el resultado de la sinceridad de la adjudicación. (Rodríguez Yangüela, José
A, Carácter de la Sentencia de Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de
agosto, año n. 3, revista n. 62, pp. 40–41).
“Los medios de nulidad que se pueden invocar contra la sentencia de adjudicación son
únicamente los que se derivan de la sentencia misma, como sería por ejemplo, la
celebración de la subasta sin la presencia del juez.” (Sent. SCJ. 24 del mes de Junio del
año 1998. BJ. 1051.132-140. citada por: Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de
Jurisprudencia Civil, 1997-2002. p. 333).

"Si bien es cierto que los medios de nulidad que se pueden invocar contra la sentencia de
adjudicación son únicamente los que se derivan de la sentencia misma, como sería la
celebración de la subasta sin la presencia del Juez o la adjudicación del inmueble a una
persona afectada de incapacidad para subastar, no menos cierto es que el artículo 728
del Código de Procedimiento Civil, no es aplicable a la demanda en nulidad de una
adjudicación fundada en que el embargo ha sido practicado en virtud de un título vicioso
o insuficiente, por ejemplo, de una sentencia en defecto que no ha adquirido la autoridad
de las cosas irrevocablemente juzgada.” (Sent. SCJ. 24 de Junio de 1998. BJ.1051.138).

El éxito de la demanda en adjudicación depende de que el demandante pruebe que


un vicio de forma ha sido cometido al procederse a la subasta en el modo de
recepción de las pujas, o que el adjudicatario ha descartado posibles licitadores
valiéndose de maniobras, tales como dádivas, promesas o amenazas, o de haberse
producido la adjudicación en violación al artículo 711 del Código de Procedimiento
Civil (Sent. SCJ. 10 de noviembre de 1999, BJ.1068.93, citada por: Rodríguez
Yangüela, José Antonio, Compendio Jurisprudencial sobre Embargo Inmobiliario.
Generalidades, Gaceta Judicial, Año 2001, 22 e marzo al 5 de abril, año n. 5,
revista n. 103, pp.41-48; Sent. SCJ. 13 de marzo del 2002, BJ.1096.162-164,
citada por: Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II,
pp.510-512).

“La acción en la nulidad contra la sentencia de adjudicación que no resuelve sobre


ningún incidente o contestación, puede ser interpuesta por vía principal o por vía
de excepción.” (Rodríguez Yangüela, José A, Carácter de la Sentencia de
Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto, año n. 3,
revista n. 62, p.40).
917

Gran parte de los abogados ubican la prescripción de la acción contra la decisión de


adjudicación en materia de embargo inmobiliario en el plazo de veinte (20) años, bajo el
criterio de que, cuando la ley no establece de manera expresa el plazo de prescripción de
una acción, aquella es la aplicable (Cruceta Almánzar, José Alberto, La Acción en Nulidad
en materia de Embargo Inmobiliario, Año 1997, 4 de Marzo de 1997, año n. 1, revista n. 2,
p. 38).

Sin embargo, es la prescripción quinquenal del artículo 1304 del Código Civil la aplicable
a la acción principal en nulidad que ataca la decisión de adjudicación, por gozar ésta de
la naturaleza jurídica de un verdadero contrato judicial (Cruceta Almánzar, José Alberto,
La Acción en Nulidad en materia de Embargo Inmobiliario, Año 1997, 4 de Marzo de 1997,
año n. 1, revista n. 2, p. 38; Rodríguez Yangüela, José A, Carácter de la Sentencia de
Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto, año n. 3, revista n. 62,
p.40).

Se le aplica el plazo quinquenal, puesto que esta decisión cumple con todas las
características propias de esta especie de contratos, a saber: a) es un contrato – una
venta forzada – y por tanto convención de carácter bilateral entre el ejecutante y el
embargado; b) es un contrato que podría estar afectado de una nulidad relativa, cuyos
vicios deben estar convenidos en la misma decisión; c) es un contrato cuyo objeto es de
carácter patrimonial; d) la acción en nulidad sólo podría ser intentada por la parte
perjudicada por la decisión, en este caso el embargado y sus causahabientes por el efecto
relativo de los contratos (Cruceta Almánzar, José Alberto, La Acción en Nulidad en materia
de Embargo Inmobiliario, Año 1997, 4 de Marzo de 1997, año n. 1, revista n. 2, p. 38).

“(…) la acción por vía de excepción es perpetua, no prescribe. Sin embargo, la ejecución
voluntaria de la sentencia de adjudicación implicaría su aquiescencia, y en consecuencia
haría irrecibible la acción.” (Rodríguez Yangüela, José A, Carácter de la Sentencia de
Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto, año n. 3, revista n. 62,
p.40).

La demanda en nulidad de la sentencia de adjudicación abre una nueva instancia, por lo


que debe notificarse en la persona o domicilio real del demandado. (Sent. SCJ. 17 de
Febrero de 1999. BJ.1059.131, citada por: Rodríguez Yangüela, José Antonio, Compendio
Jurisprudencial sobre Embargo Inmobiliario. Generalidades, Gaceta Judicial, Año 2001, 22
de febrero al 8 de marzo, año n. 5, revista n. 101, pp.38-48).

“La sentencia que admite o desestima una acción principal en nulidad de la sentencia de
adjudicación es susceptible de ser impugnada mediante los recursos ordinarios y
extraordinarios previstos por la ley.” (Sent. SCJ. 14 de Julio de 1999. BJ.1064.143).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Debido a que en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil, desaparece la audiencia


para la lectura del pliego de condiciones como parte permanente del procedimiento de
embargo inmobiliario, a la luz de dicho texto encontramos una nueva fórmula para la
proposición de los medios de nulidad.

Lo primero que ha de ser señalado es que las nulidades deben ser demandas previamente
al día fijado para la venta. El plazo para su interposición es de diez días por lo menos
antes de tal audiencia.

Las formalidades de la demanda en nulidad que se prevén en el Proyecto en cuestión, son


análogas a las previstas en la legislación vigente: a) la demanda debe enunciar los
documentos, que el demandante debe haber depositado previamente y que no pueden ser
918

desglosados antes de la audiencia; b) la demanda debe contener llamamiento a audiencia


en un plazo no mayor de cinco días, ni menor de tres; c) la comunicación de documentos
tendrá lugar en la audiencia.

Tal y como lo prevé el Código de Procedimiento Civil para las demandas en nulidad
posteriores a la lectura del pliego de condiciones, el redactor del Proyecto estipula que
cuando por causas de circunstancias extraordinarias, que deben ser justificadas por el
tribunal, no se dicte sentencia acerca de los medios de nulidad, el tribunal podrá
disponer el aplazamiento de la audiencia de adjudicación hasta por quince días, con el
objeto de dictar dicha sentencia. Audiencia que debe ser anunciada por aviso del
secretario del Tribunal publicado en un periódico.

De acuerdo con el Proyecto, si los medios de nulidad son admitidos, el procedimiento se


podrá perseguir comenzando por el último acto válido y los plazos para cumplir los actos
subsiguientes, correrán después de la fecha de la sentencia que hubiere decidido
definitivamente sobre la nulidad. Si se rechazaren los medios de nulidad se llevará a
efecto la subasta y la adjudicación.

Estas disposiciones se encuentran vertidas en el artículo 1368.

Artículo 730

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). No serán susceptibles de ningún recurso las
sentencias sobre nulidades de forma del procedimiento, anteriores o posteriores a la
publicación del pliego de condiciones, ni las que decidieren sobre la demanda de
subrogación contra la parte que ejecute el embargo, siempre que no se hubiere
intentado por causa de colusión o fraude, ni las que, sin decidir sobre los
incidentes, hicieren constar la publicación del pliego de condiciones. Ninguna
sentencia dictada en incidente de embargo inmobiliario pronunciará la distracción
de costas.

Artículo 731

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). Se considerará como no interpuesta la apelación
de cualquiera otra sentencia si se hubiera hecho después de los diez días contados
desde la notificación a abogado, o, en caso de no haberlo, contados desde la
notificación a la persona o en el domicilio real o de elección.
Se aumentará este plazo un día por cada veinte kilómetros de distancia, conforme al
artículo 725, en el caso de que la sentencia se hubiere dictado sobre una demanda
en distracción.
Cuando hubiere lugar a apelación la corte fallará en el término de quince días. Las
sentencias dictadas en defecto no estarán sujetas a oposición.

Artículo 732

Se notificará la apelación en el domicilio del abogado, y en caso de no haberlo, en el


domicilio real o electo del intimado, notificándose al mismo tiempo al secretario del
tribunal, quien deberá visar el acto. La parte contra quien se procede en embargo no
podrá proponer en la apelación otros medios distintos de los ya aducidos en primera
instancia. El acto de apelación contendrá los agravios: todo esto a pena de nulidad.

Tabla de Contenido

1. Quid de la sentencia sobre incidentes.


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2. Quid de los recursos en contra de las sentencias sobre incidentes.


3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Quid de la sentencia sobre incidentes.

La sentencia que resuelve incidentes contenciosos, tiene la cualidad de las sentencias


propiamente dichas, es motivada, tiene la autoridad de la cosa juzgada, produce hipoteca
judicial, es recurrible. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale, t.II, p.812; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.268; Rodríguez Yangüela, José A., Carácter de la Sentencia de
Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto, año n. 3, revista n.
62, pp. 40-41; Sent. SCJ. 2 de febrero del 2000. BJ.1071.107-112, citada por: Biaggi Lama,
Juan Alfredo, 2002. 15 años de Jurisprudencia de Procedimiento Civil Dominicana 1988-
2002, p.189, por Vidal Pontentini, Trajano, 2003. Guía Práctica de los Embargos, t.II,
pp.484-486 y por Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“Ninguna sentencia dictada en ocasión de incidente de embargo inmobiliario pronunciará


distracción en costas, (…) lo cual es extensivo al recurso de casación.” (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.255).

“La disposición que prohíbe la distracción de las costas en los incidentes de


embargo inmobiliario, establecida por el artículo 730 del código de procedimiento
civil, es una disposición imperativa de la ley que se aplica también a la distracción
de las costas en casación”. (Sent. SCJ. 14 de Octubre del 1960. BJ. 603. 2109,
citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General
de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002; Sent. SCJ. 7 del mes de Febrero del
año 2001. BJ. 1083.43-48. Citada por: Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro
de Jurisprudencia Civil, 1997-2002. p. 318).

El plazo de diez días para la notificación de la sentencia que resuelve un incidente del
embargo inmobiliario, no es franco. (Rodríguez Yangüela, José A, Carácter de la Sentencia
de Adjudicación, Gaceta Judicial, Año 1999, 29 de julio al 12 de agosto, año n. 3, revista n.
62, p.41).

En principio, las sentencias que resuelven incidentes del embargo inmobiliario no pueden
ser ejecutadas hasta tanto ésta no sea notificada al abogado de la parte; sin embargo, en
la práctica los tribunales ordenan la ejecución provisional sobre minuta, en caso de
urgencia extrema. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.664).

2. Quid de los recursos en contra de las sentencias sobre incidentes.

La ley ha dispuesto reglas particulares en lo referente a los recursos que versan sobre
sentencias que resuelven incidentes del embargo inmobiliario. (Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.290).

Las vías de recursos están estrictamente reglamentadas en materia de incidentes, para


evitar que sean utilizadas con fines dilatorios. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.818).

El recurso de apelación, cuando es permitido, está sujeto a requerimientos especiales que


se alejan de los principios del derecho común. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.244; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.290).
920

“Los artículos 730 y 731 del Código de Procedimiento Civil, revelan el límite estrecho del
recurso de apelación y su procedencia o no procedencia. Sin embargo, estos textos son de
un laconismo desesperante. Más bien, son mudos en relación a ciertas circunstancias
que hacen posible la apelación, según entendemos: medios de fondo sacados de la
incapacidad de una de las partes; de la propiedad; de la inajenabilidad de los bienes
embargados. Cerrar la vía en estos casos sería el colmo.” (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.244).

“Las sentencias sobre incidentes del embargo inmobiliario pueden ser apeladas
inmediatamente, pues ésta constituye la verdadera sentencia con autoridad de cosa
juzgada y no la redactada con posterioridad al día de la subasta”. (Sent. SCJ. 2 de Febrero
del 2000. BJ. 1071.101, citada por: Julio Miguel Castaños. Jurisconsulto. Recopilación
General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“En materia de embargo inmobiliario o de incidente relativos a éste, el plazo para apelar
es de diez días contados desde la notificación a abogado, o en caso de no haberlo,
contados desde la notificación. El artículo 731 del Código de Procedimiento Civil, para
apelar, en la materia de que se trata, no es opcional”. (Sent. SCJ. 14 de Marzo del 1973.
BJ. 748. 591, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación
General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

El acto de apelación debe enunciar sus alegatos con una precisión suficiente. Se notifica
en el domicilio del abogado, pero puede ser notificado en el domicilio real del demandado
o en el domicilio elegido de éste y es notificado al secretario del tribunal que conoce del
embargo inmobiliario. Estas disposiciones no son de orden público, por lo que no pueden
ser invocadas por primera vez en casación. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.818).

Es nula la apelación que no ha sido notificada al secretario del tribunal que conoce del
embargo. (Sent. SCJ. 9 de noviembre de 1928. BJ.220.6, citada por: Rodríguez Yangüela,
José Antonio, Compendio Jurisprudencial sobre Embargo Inmobiliario. Generalidades,
Gaceta Judicial, Año 2001, 8 al 22 de marzo, año n. 5, revista n. 102, pp.31-48).

“Es nula la apelación no notificada en el domicilio del abogado y en caso de no haberlo,


en el domicilio real o electo del intimado no notificado al mismo tiempo al secretario del
tribunal [así como] la apelación en la cual el apelante invoca medios distintos de los
aducidos en primera instancia, la apelación que no contiene agravios”. (Germán Mejía,
Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal Común y en el
Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de diciembre a 6 de
enero, año n. 3, revista n. 72, pp.17-32).

“En materia de embargo inmobiliario o de incidente relativo a éste, el plazo para apelar es
de diez días contados desde la notificación al abogado, o en caso de no haberlo, contados
desde la notificación. El artículo 731 del Código de Procedimiento Civil, para apelar, en la
materia de que se trata, no es opcional”. (Sent. SCJ. 14 de Marzo del 1973. BJ. 748. 591,
citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

El plazo para apelar, en caso de que la parte no tenga abogado, se computa a partir de la
notificación hecha en el domicilio real o de elección de la parte. Este plazo sólo aumenta
cuando corre respecto de una demanda en distracción. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.245).
921

El recurso de apelación hecho fuera de ese plazo se considera como no interpuesto.


(Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal
Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de
diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.31: Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.255).

La norma según la cual el juez debe fallar dentro de los quince días de interpuesto el
recurso de apelación, parece una simple orden dirigida al tribunal, que no puede ser
asociada a ninguna sanción. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.818).

Este plazo es puramente indicativo y su expiración no entraña ninguna caducidad. (Sent.


SCJ. 14 de octubre de 1960, citada por: Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil,
t.III, 3ra. ed., p.245, y por Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación
General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002 ).

En grado de apelación, debe aplicarse la regla de la inaceptabilidad de comunicación de


documentos. (Bircann Rojas, Luis A., Plaga Profesional en los Embargos Inmobiliarios,
Gaceta Judicial, Año 1998, 3 al 17 de diciembre, año n. 2, revista n. 46, p.48).

La Corte de Apelación apoderada de la apelación de una sentencia dictada sobre un


incidente de embargo inmobiliario, puede, después de haber estatuido sobre dicho
incidente, fijar ella misma un nuevo día para la adjudicación. (Sent. SCJ. 7 de Febrero del
1934. BJ. 283. 4, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación
General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“El efecto suspensivo de la apelación, debe necesariamente ser aplicado cuando se trata
de la apelación en contra de una sentencia de incidente del embargo inmobiliario, puesto
que la ley no ha hecho excepción en esta materia”. (Sent. SCJ. Mayo de 1949, BJ.466.404,
citada por: Bergés Chupani, Manuel D., 1957. Diez Años de Jurisprudencia Dominicana
Años 1947-1956, t.I, pp.385-386 y por Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto.
Recopilación General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

La ejecución de la sentencia tiene que ser suspendida aún cuando se trate de un recurso
de apelación sea irrecibible nulo o infundado. (Sent. SCJ. Abril de 1949. BJ.466.404,
citada por: Machado, Pablo Antonio, 1958. La Jurisprudencia Dominicana en la Era de
Trujillo, t.I, pp.699-700).

La interposición del recurso de apelación, no suspende sino la adjudicación, pudiéndose


llevar a cabo la lectura del pliego de condiciones y los actos preliminares. (Sent. SCJ. 11
de Agosto de 1953, BJ.517.1526-1527, citada por: Bergés Chupani, Manuel D., 1957. Diez
Años de Jurisprudencia Dominicana Años 1947-1956, t.I, p.386 y por: Castaños Guzmán,
Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-
2002).

Existe una controversia en lo referente a la forma de evaluar el litigio, para determinar si


la sentencia que intervenga en el curso del embargo inmobiliario es susceptible de ser
apelada. De acuerdo a un primer sistema, ello se determina de acuerdo a la cifra
enunciada en el mandamiento de pago; un segundo sistema propugna porque el valor que
se tome en cuenta para estos fines, sea el del inmueble en torno al cual gire la demanda.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.668-669).
922

Son susceptibles del recurso de apelación las sentencias rendidas en materia de


acumulación de embargo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.666).

No son susceptibles del recurso de apelación: las sentencias que estatuyan sobre las
demandas en distracción; ni lo son las ordenanzas del juez de primera instancia, en
funciones de juez comisario de la distribución del producto de un embargo inmobiliario.
(Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal
Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de
diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, pp.17-32).

La sentencia que decide sobre la demanda en conversión, acogiéndola o desestimándola,


no es susceptible de oposición ni de apelación; esto es una consecuencia del carácter no
contencioso de la sentencia, la cual se limita a aprobar el acuerdo de las partes. Se
admite, sin embargo, que es susceptible del recurso de tercería incoado por el acreedor
que fue omitido en la demanda en conversión presentada después de la denuncia del
depósito del pliego de condiciones y que puede ser impugnada por apelación la sentencia
pronunciada acerca de la demanda en conversión por un tribunal incompetente.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.705; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.275; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.314). Según otros autores, estas sentencias se
impugnan por medio de una acción en nulidad (Jorge Blanco, Salvador, 2003. Formularios
de las Vías de Ejecución, 3ra. ed., p.255).

No son susceptibles del recurso de apelación, las sentencias que estatuyen sobre
nulidades de fondo suscitadas en el curso de la demanda que tienda a hacer sobreseer la
adjudicación, ni las sentencias que acogen o rechacen la conversión; ni las sentencias
relativas al procedimiento de falsa subasta, a menos que sean relativas a una nulidad.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.665-666).

Según los estipula la ley, no son susceptibles de recurso de apelación, las sentencias que
estatuyan sobre las nulidades, posteriores o anteriores a la lectura del pliego de
condiciones. (Sent. SCJ. 27 de abril de 1988, BJ.929.560, citada por: Subero Isa, Jorge A.,
1993. 4 Años de Jurisprudencia Analítica Dominicana, 1985-1988 , p.218).

“La disposición prohibitoria consagrada por el artículo 730 del Código de Procedimiento
Civil, tiene por propósito evitar que los recursos mediante los cuales se impugnan las
sentencias sean utilizados con fines puramente dilatorios del procedimiento de embargo
inmobiliario, razón por la cual dicha disposición legal, es de orden público y el medio de
inadmisión que de ella se deduce debe ser suplido de oficio”. (Sent. SCJ. Agosto 1961. BJ.
613. 1537, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General
de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002; Sent. SCJ. 12 de Abril del 1967. BJ. 677.
619, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

La disposición que prohíbe todo recurso en contra de las sentencias que estatuyen sobre
las nulidades tiene un alcance general y prohibitivo, ya sea que se trate de una sentencia
interlocutoria o definitiva. (Sent. SCJ. 20 de Agosto de 1951. BJ.493.1000, citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002 y por Machado, Pablo Antonio, 1958. La jurisprudencia Dominicana
en la Era de Trujillo, t.I, pp.701-703).
923

“La ley suprime, a la vez, los recursos de oposición y de apelación contra: a) las
sentencias sobre nulidades de forma del procedimiento, anteriores o posteriores a la
publicación del pliego de condiciones, sin tomar en consideración que se trate de
sentencias definitivas o interlocutorias; b) las sentencias sobre demandas en subrogación
contra la parte que ejecute el embargo, siempre que no se hubiese intentado por
acusación de colusión o fraude; c) las sentencias que se pronuncian sobre la publicación
del pliego de condiciones, a menos que decidieren al mismo sobre otro incidente en el cual
sean posibles recursos; d) las sentencias en relación a las demandas en distracción; e) las
sentencias que se pronuncian sobre la conversión del embargo en venta voluntaria”.
(Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el Derecho Procesal
Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año 1999–2000, 16 de
diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.32).

Las sentencias que resuelven un incidente de embargo inmobiliario no son susceptibles


de oposición. (Germán Mejía, Mariano, Estudio Comparativo de los Incidentes en el
Derecho Procesal Común y en el Embargo Inmobiliario Ordinario, Gaceta Judicial, Año
1999–2000, 16 de diciembre a 6 de enero, año n. 3, revista n. 72, p.32; Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.664).

“Las sentencias en defecto en materia de incidentes de embargo inmobiliario intervenidas


en grado de apelación, no están sujetas a la oposición; esta disposición que tiende a evitar
que la vía de la oposición sea utilizada con fines puramente dilatorios del procedimiento
de embargo, es una disposición imperativa de la ley, y constituye un medio de orden
público”. (Sent. SCJ. 10 de Abril del 1961. BJ. 609. 693, citada por: Castaños Guzmán,
Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-
2002).

“La disposición final del artículo 731 nos dice que las sentencias dictadas en defecto en
apelación sobre incidentes de embargo inmobiliario no son susceptibles de oposición.
Esto se aplica, por identidad de motivos, a las sentencias rendidas en esta materia por los
tribunales de primera instancia; que además, respecto a esta clase de sentencia, la vía de
la oposición ha sido totalmente suprimida, de conformidad con las previsiones de los
artículos 691, 697, 703, 730, 731 y 739 del Código de Procedimiento Civil”. (Sent. SCJ. 16
de Julio del 1962. BJ. 624.1105, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto.
Recopilación General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Ante el silencio de la ley, se admiten las otras vías de recursos en contra de las sentencias
que diriman un incidente del embargo inmobiliario: casación, revisión civil y tercería en
contra de la sentencia que resuelve un incidente, bajo las condiciones y reglas del derecho
común. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.818).

Estas vías de recurso, y la apelación misma, no son admisibles más que en defecto de
textos especiales que declaren ciertas decisiones irrecurribles, como los son: la ordenanza
en referimiento rendida por el juez presidente del tribunal que despoja al deudor de la
posesión del inmueble; la decisión del presidente del tribunal de limitar o aumentar las
medidas de publicidad previstas por la ley para la venta en pública subasta; la decisión
que estatuye sobre una demanda en sobreseimiento facultativo; la ordenanza en
referimiento que pronuncia el sobreseimiento de las persecuciones en los casos en que
previamente una sentencia haya ordenado la realización de la venta; la decisión del
presidente del tribunal que estatuye sobre la oposición a la expedición de la certificación
del secretario en caso de falsa subasta. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.818).
924

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Los artículos anotados precedentemente, se encuentran vertidos, sin modificaciones, en


los artículos 1369, 1370 y 1371 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Artículo 733

Si el adjudicatario no ejecutare las cláusulas de la adjudicación, se venderá el


inmueble por falsa subasta a su cargo.

Artículo 734

Si la falsa subasta se requiriese antes de la entrega de la sentencia de adjudicación,


el que la promueve se hará entregar por el secretario una certificación en que
conste que el adjudicatario no ha justificado el cumplimiento de las condiciones
exigibles de la adjudicación.
En caso de que haya habido oposición a la entrega de la certificación, se fallará en
referimiento por el presidente del tribunal y a pedimento de la parte más diligente.

Artículo 735

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). En virtud de esta certificación y sin otro
procedimiento, o en caso de que la falsa subasta se promoviere después de la
entrega de la sentencia de adjudicación, el tribunal ordenará la reventa, para que
ésta tenga lugar en el plazo no mayor de treinta días. El abogado del persiguiente de
la falsa subasta publicará en un periódico un anuncio indicando la fecha fijada por el
tribunal, los nombres y residencia del falso subastador, el importe de la
adjudicación y la indicación de que la nueva subasta se hará de acuerdo con el
antiguo pliego de condiciones. El plazo entre los nuevos anuncios y la adjudicación
será de diez días por lo menos y de veinte días a lo más.

Artículo 736

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). Diez días por lo menos antes de la adjudicación
se notificará el día y la hora en que ésta tendrá lugar al abogado del adjudicatario y
a la parte contra quien se hizo el embargo en el domicilio de su abogado, y, si
careciere de abogado, en propio domicilio.

Artículo 737

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). Sólo a pedimento del ejecutante se podrá aplazar
la adjudicación, conforme a lo imperado en el artículo 702.

Artículo 738

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). Si el falso subastador justificare haber cumplido
las condiciones de la adjudicación, no se procederá a ésta.

Artículo 739

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). Las formalidades y los plazos que prescriben los
artículos 734, 735, 736 y 737 se observarán a pena de nulidad. Los medios de
nulidad serán propuestos y juzgados como se dispone en el artículo 729. No se
admitirá ninguna oposición contra la sentencia que se dictare en defecto en materia
de falsa subasta y las que fallaren sobre nulidades que no fueren de forma se podrán
925

impugnar solamente por la vía de la apelación, en los plazos y según las formas
prescritas por los artículos 731 y 732.
Para la adjudicación a causa de falsa subasta se observarán los artículos 705, 706,
707 y 711.

Artículo 740

(Mod. Por la Ley No. 764 de 1944). El falso postor estará obligado a pagar la
diferencia entre su precio y el de la reventa en nueva subasta, sin poder reclamar el
excedente en caso de que la hubiere.
Este excedente se pagará a los acreedores y si éstos no tuvieren interés en ello, a la
parte a quien se ha embargado.
El depósito requerido por el artículo 690 se aplicará en primer término a cubrir los
gastos del procedimiento de ejecución y en segundo término a pagar los intereses
del crédito hipotecario.

Artículo 741

Cuando, en razón de un incidente o por cualquier otro motivo legal, se hubiere


retardado la adjudicación, se fijarán nuevos edictos e insertarán nuevos anuncios en
los plazos fijados por el artículo 704.

Tabla de Contenido

1. En qué consiste la falsa subasta. Generalidades.


2. Causas de la falsa subasta.
3. Quién y contra quién se persigue la falsa subasta.
4. Procedimiento de la falsa subasta.
A. Competencia.
B. Plazo y forma.
5. Efectos de la reventa.
A. Quid excedente del precio de la reventa sobre precio de la venta.
6. Quid de la falsa subasta y la puja ulterior.
7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. En qué consiste la falsa subasta. Generalidades.

El procedimiento de la falsa subasta es una forma particular de acción resolutoria que


aniquila retroactivamente la sentencia de adjudicación y pone otra vez en venta el
inmueble, si el adjudicatario no cumple con las obligaciones que le incumben.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
pp.13 y 824).

Es el procedimiento por medio del cual los acreedores persiguen una nueva adjudicación
del inmueble embargado, en caso de que el adjudicatario no ejecute las cláusulas de su
adjudicación. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.325).

“Es un incidente sui generis (…) No parece que se trata de un incidente del embargo; ya
que la falsa subasta va en contra del adjudicatario. Más que un incidente, es una
consecuencia de la adjudicación.” (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., p.260).
926

“Este procedimiento es una aplicación particular del principio enunciado en el Art. 1184
del Código Civil, según el cuál la condición resolutoria es sobreentendida en los contratos
sinalagmáticos para el caso de que una de las partes no cumpla sus obligaciones.”
(Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.
ed., p.325).

Si bien la falsa subasta es una especie de acción resolutoria, por aplicación de los
artículos 1184 y 1654 del Código, en ella no se puede asimilar en toda su extensión los
principios y fundamentos de las acciones estipuladas en dichos artículos, ya que cuando
los mismos, pronuncian la resolución de los derechos del comprador, pronuncian a la vez,
la resolución de las obligaciones que emanan por sí mismas del contrato de venta, y la
falsa subasta suprime bien los derechos, más no las obligaciones del falso subastador; el
contrato no es, por lo tanto, resuelto. (Rodríguez Yangüela, José A., Interés del Embargado
para Introducir la Falsa Subasta, Gaceta Judicial, Año 1999, 21 de octubre a 4 de
noviembre, año n. 3, revista n.68, p.43).

Si los acreedores así lo desean pueden renunciar a ejercer el procedimiento de la falsa


subasta, y acogerse a las prescripciones del derecho común, pudiendo ejercer una acción
resolutoria ordinaria, proceder al embargo de los bienes del adjudicatario, o, si la
obligación que el adjudicatario ha dejado de cumplir es la de la transcripción de la
sentencia, pueden intimar al adjudicatario para que cumpla con tal formalidad dentro de
un plazo determinado, advirtiéndole que de no obtemperar su requerimiento, se
procederá a hacerlo a diligencia de los acreedores. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.326).

“La renunciación a perseguir la reventa por causa de falsa subasta no puede inducirse, ni
por el hecho de que el acreedor haya recurrido antes a otras vías de derecho, por ej. al
embargo de los bienes del adjudicatario; ni del hecho de que el acreedor haya aceptado
un abono a cuenta de su crédito.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.326).

Las reglas de la falsa subasta pueden ser extendidas a todas las ventas judiciales.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, p.13).

“A pesar de las precauciones que pueda tomar el persiguiente, como por ej. la
estipulación de la fianza prevista en el art. 690, es posible que después de la primera
falsa subasta ocurran otras. Si él o los nuevos adjudicatarios no cumplen sus
obligaciones, es preciso seguir en cada caso el procedimiento de la reventa por causa de
la falsa subasta.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.336).

2. Causas de la falsa subasta.

Las causas de falsa subasta se limitan en realidad, sólo a una, la inejecución total o
parcial de las condiciones de la adjudicación, de las obligaciones de todo género
impuestas al adquiriente en el pliego de condiciones. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.13; Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.747; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.261; Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.326).

“Esas causas de falsa subasta pueden ser anteriores o posteriores a la entrega de la copia
de sentencia de adjudicación”. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.326).
927

Los autores modernos han distinguido entre las causas legales y las causas originadas en
el incumplimiento del pliego de condiciones. En el primer grupo se encuentran: a) la falta
de pago de las costas ordinarias del procedimiento, dentro del plazo de ley que sigan a la
adjudicación; b) la falta de transcripción de la sentencia de adjudicación dentro del plazo
de ley. Por su parte, las causas originadas en el incumplimiento del pliego de condiciones
que rige la venta, son: a) la falta de pago del precio de adjudicación; b) incumplimiento de
las obligaciones del pliego de condiciones. (Rodríguez Yangüela, José A., Interés del
Embargado para Introducir la Falsa Subasta, Gaceta Judicial, Año 1999, 21 de octubre a 4
de noviembre, año n. 3, revista n.68, p.43).

Ver las anotaciones del artículo 717, en lo referente a las obligaciones del
adjudicatario.

3. Quién y contra quién se persigue la falsa subasta.

Puede perseguir la falsa subasta todo interesado. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.13; Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.749; Rodríguez Yangüela, José A., Interés del Embargado para Introducir la Falsa
Subasta, Gaceta Judicial, Año 1999, 21 de octubre a 4 de noviembre, año n. 3, revista n.68,
p.43; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.327).

Por tanto debe reconocérsele ese derecho a las siguientes personas: al persiguiente; a los
acreedores inscritos o registrados; al embargado; al abogado del persiguiente, si el pliego
de condiciones establece que deben serles pagadas las costas del procedimiento; al
notario designado para proceder a la venta, si ha operado una conversión del embargo en
venta voluntaria. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.13;Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.327-328).

No pueden perseguir la falsa subasta, los acreedores que ya han sido pagados; pero
pueden perseguirla aquellos que han recibido un pago parcial de su acreencia. (Glasson,
E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, pp.549-750).

En cuanto al embargado, la posibilidad de interponer la falsa subasta subsiste mientras


el precio de venta no sea pagado, ya sea en interés de desinteresar a sus acreedores, o
para cobrarse un sobrante del precio, una vez pagadas las acreencias. Por argumento en
contrario, el embargado no tendrá interés válido en seguir tal procedimiento, si, por
ejemplo: a) sólo hay un acreedor inscrito que es el persiguiente y éste se adjudica el
inmueble por el precio de primera puja, no habiendo sobrante de venta a favor del deudor
ni que pudiera reclamar algún acreedor quirografario; b) si habiendo dos o más
acreedores inscritos, el precio de venta del inmueble es pagado por el adjudicatario y sólo
es suficiente para desinteresar los acreedores inscritos o una parte de éstos. (Rodríguez
Yangüela, José A., Interés del Embargado para Introducir la Falsa Subasta, Gaceta
Judicial, Año 1999, 21 de octubre a 4 de noviembre, año n. 3, revista n.68, p.43).

Pueden pedir la falsa subasta, los acreedores hipotecarios, aún cuando haya perimido su
inscripción después de la adjudicación; así como el vendedor no pagado, aún cuando
haya perdido su acción resolutoria y su privilegio, ya que de todas formas queda como
acreedor. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.13; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed.,
p.261).
928

Pueden solicitar la falsa subasta, los acreedores quirografarios del deudor, en virtud del
artículo 1166 del Código Civil. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.13).

Si varias personas persiguen la falsa subasta al mismo tiempo, se le otorga preferencia a


la parte que haya actuado más rápido, de acuerdo con la fecha de las certificaciones
emitidas por el secretario y por los actos de procedimiento que se lleven a efecto. Si esos
actos son de la misma fecha, se le da preferencia al portador del título más antiguo, y de
ser de la misma fecha, a la parte cuyo abogado sea de más edad. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.262; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.328).

El procedimiento de falsa subasta se dirige contra cualquier persona sujeta a la acción


resolutoria, y especialmente contra el adjudicatario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.751; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.262; Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.328).

La falsa subasta puede ser perseguida en contra de los herederos del adjudicatario.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.751).

Si el adjudicatario es un incapaz, tal como un menor, él puede evitar la falsa subasta


demandando la nulidad de la adjudicación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.751).

El adjudicatario no puede sustraerse del procedimiento de falsa subasta por haber


enajenado el inmueble. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.13).

Si el adjudicatario ha enajenado el inmueble, puede perseguirse la reventa en contra del


tercero adquiriente de varias maneras: a) obteniendo una sentencia resolutoria en contra
del falso postor, y luego reivindicar contra el adquiriente ejerciendo los derechos del
embargado, y por último revender el inmueble sobre el embargado; b) persiguiendo la
reventa contra el tercero detentador, poniendo en causa al falso postor a fin de que contra
éste sea pronunciada la resolución de la adjudicación; c) sacando el inmueble a subasta
en las condiciones fijadas por la ley para la reventa por causa de falsa subasta, sin poner
en causa al tercero adquiriente y ni siquiera denunciarle el procedimiento, a lo cual nada
se opone. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.751-752; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., pp.262 y 263; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.328 y 329).

La falsa subasta puede ser perseguida contra el abogado que hizo la última postura y que
no declaró. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.751; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.261; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.329).

El abogado del adjudicatario que no cumple con esta obligación puede ser perseguido, ya
que se le considera como el adjudicatario mismo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.751).
929

Ver anotaciones de los artículos 705 y siguientes, en lo referente a la obligación del


abogado de declarar el nombre del adjudicatario por cuyo mandato postuló.

4. Procedimiento de la falsa subasta.

A. Competencia.

Las reventas por falsa subasta deben ser ordenadas por el tribunal; la autoridad del juez
para proceder a la reventa debe observarse a pena de nulidad. No procede en el caso de
que la reventa no haya sido ordenada por ninguna sentencia del Tribunal de Primera
Instancia, que se tome como fundamento para iniciar el procedimiento de reventa un
Auto Boletín expedido por el Juez de Primera Instancia que fija fecha para el
conocimiento de dicha demanda. (Sent. SCJ. 17 de Marzo del 1969. BJ. 700.588, citada
por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de La
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Es competente para conocer de la reventa por causa de la falsa subasta, el tribunal que
pronunció la adjudicación; esto es así, porque aún cuando la ley no lo especifica, puesto
que es la solución dada por el legislador para la puja ulterior. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.754; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.264;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.329).

“En caso de conversión del embargo en venta voluntaria, (…) la falsa subasta tiene que
ser perseguida ante el tribunal a que fue sometido el embargo, aún cuando la
adjudicación haya tenido lugar ante notario.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.329).

B. Plazo y forma.

La falsa subasta se puede ejercer desde que se ha dejado de cumplir con las obligaciones
impuestas por el pliego; derecho que prescribe en la más larga prescripción de veinte
años. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.263).

La falsa subasta se puede perseguir en dos períodos distintos: antes de la entrega de la


sentencia de adjudicación, o después de la entrega de la misma. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.13; Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.754).

Cuando la falsa subasta se persigue antes de la entrega de la sentencia de adjudicación,


el que promueve la falsa subasta debe procurarse con el secretario una certificación en la
que conste que el adjudicatario no ha cumplido con sus obligaciones. En caso de haber
oposición a la entrega de la certificación, el asunto lo fallará el juez de los referimientos, a
pedimento de la parte más diligente, de lo contrario, el tribunal ordenará una nueva
reventa. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.13; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.754; Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.263).

En caso de que se acuda al juez de los referimientos, éste podrá ordenar medidas
conservatorias, incluyendo el secuestro del inmueble adjudicado. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.755; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.264).
930

Como medida conservatoria, el juez puede otorgar un plazo de gracia al adjudicatario,


para que éste cumpla con sus obligaciones. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p.264).

La ley no obliga a que se notifique la certificación expedida por el secretario; pero lo


prudente es notificárselo e intimarlo a cumplir con sus obligaciones, bajo la advertencia
que de no obtemperar el requerimiento, se procederá a perseguirlo por falsa subasta.
(Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.264).

Esta certificación es entregada por el notario en caso de que opere una conversión en
venta voluntaria del embargo inmobiliario, y dicha venta se lleve ante él. En caso de
oposición a que se entregue la certificación, se seguirá la misma fórmula anteriormente
expuesta. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.13).

Si la falsa subasta es perseguida después de la entrega de la copia de la sentencia de


adjudicación, el persiguiente no tiene que solicitar certificado alguno al secretario, puesto
que el asunto ha salido del dominio de este funcionario. En este caso, es suficiente que el
persiguiente de la falsa subasta exponga el hecho al tribunal, quien debe ordenar que se
realice una nueva venta en un plazo no mayor de treinta días. (Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.330-331).

“Aunque la ley no lo exige, es recomendable que, antes de pedir al tribunal que ordene la
reventa, el persiguiente ponga al adjudicatario en mora de cumplir sus obligaciones.”
(Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.
ed., p.331).

Cuando se persiga la falsa subasta, porque el adjudicatario no ha transcrito la sentencia


de adjudicación en el plazo de ley, el demandante debe pedir al Conservador de Hipotecas
una certificación en la que se constate que no se ha cumplido con dicha formalidad, la
cual debe ser notificada al falso subastador. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, pp.13-14).

No se pueden hacer nuevos cambios al pliego de condiciones, sino con el consentimiento


de todas las partes en el procedimiento. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.759;
Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.14).

Por excepción, se acepta que el persiguiente pueda modificar en el pliego de condiciones


una nueva oferta de precio, en el caso de que el inmueble haya perdido valor, y puede
incluir el pago de los intereses del precio desde el día de la adjudicación. (Glasson, E. et
al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.759).

“Los Art. 735 a 739 enuncian las reglas mediante las cuales debe procederse a la nueva
adjudicación.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.331).

En sentido contrario: “Las disposiciones del artículo 736 del Código de


Procedimiento Civil están consagradas exclusivamente al procedimiento de la falsa
subasta y no para la audiencia de la venta y adjudicación que da lugar a la falsa
subasta.” (Sent. SCJ. 21 del mes de Noviembre del año 2001. BJ. 1092.102-109,
931

citada por: Luciano Pichardo, Rafael. 2002. Un Lustro de Jurisprudencia Civil,


1997-2002. p. 321).

La adjudicación de la falsa subasta, se rige por las mismas normas que rigen la
adjudicación del procedimiento de embargo inmobiliario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
pp.761-762).

La ley permite, en caso de falsa subasta como en el procedimiento de embargo


inmobiliario, demandar el aplazamiento de la adjudicación. Pero esta demanda, en el
procedimiento de falsa subasta, solo puede ser incoada por el persiguiente, quien puede
demandar el aplazamiento mientras las subastas tienen lugar, pero en este caso el
tribunal deberá mostrarse cuidadoso, ante la posibilidad de un fraude; puede el
persiguiente demandar varias veces el aplazamiento, caso en el cual el tribunal deberá
evitar el abuso. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.761).

El persiguiente demanda el aplazamiento por acto de abogado a abogado, o por simples


conclusiones verbales en estrados, dependiendo de si la demanda se incoa antes o
durante la audiencia misma. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.761).

Una vez que se ha ordenado el aplazamiento por el tribunal, deben de realizarse nuevas
publicaciones y fijaciones de edicto, pero no es necesario notificar al adjudicatario ni al
embargado. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.761).

Al momento de la reventa, el adjudicatario puede proceder según dos esquemas: a)


justificar el cumplimiento de las condiciones y cláusulas de la adjudicación o; b)
consignar una suma suficiente para cubrir los gastos de la persecución, la cual es
determinada provisionalmente por ordenanza rendida por el presidente del tribunal, en
atribuciones de referimiento. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.14).

La oferta de cumplir con sus obligaciones, no basta para detener la reventa por causa de
falsa subasta. Ha sido juzgado en ese sentido, que las persecuciones no son
interrumpidas por las ofertas reales de pago hechas por el falso subastador, si estas
ofertas no son seguidas de consignación. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.14).

Las formalidades de la falsa subasta son prescritas a pena de nulidad y los medios de
nulidad que se pudieran suscitar se conocerán como los medios de nulidad propuestos
después de la lectura del pliego de condiciones. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique
et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.760).

Ante el silencio de la ley, los medios de nulidad pueden ser invocados por cualquier
interesado. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.760).

Los medios de nulidad que se puedan suscitar en lo referente al procedimiento de la falsa


subasta, pueden provenir del embargado, del falso subastador, e, incluso, del tercero
detentador. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.14).
932

El procedimiento de la falsa subasta forma un todo indivisible, por lo que una nulidad
obliga a recomenzar todo el procedimiento. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.761).

Los acreedores pueden subrogarse en las persecuciones de la falsa subasta; la ley no


establece que al adjudicatario deba serle notificada la demanda en subrogación, pero éste
tiene el derecho de intervenir en el curso de la misma y de contestar la subrogación
pronunciada. Puede oponer al subrogado todas las excepciones que tiene derecho de
oponer al persiguiente precedente. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.760).

La sentencia que resulte de la venta del procedimiento de la falsa subasta tiene los
mismos caracteres que la sentencia de adjudicación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.764).

Ver las anotaciones de los artículos 730 y siguientes, en lo referente a los recursos en
contra de las sentencias que resuelven un incidente.

Ver las anotaciones de los artículos 712 y siguientes, en lo referente a los caracteres de la
sentencia de adjudicación.

5. Efectos de la reventa.

El falso postor es considerado como un propietario sometido a la condición resolutoria, en


caso de no cumplir con las condiciones estipuladas en el pliego de condiciones.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.14; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.766).

Las disposiciones del Código de Procedimiento Civil respecto de los efectos de la falsa
subasta tienden a sancionar la falta cometida por el falso postor, cuyo derecho de
propiedad respecto del inmueble adjudicado se extingue, pero subsisten en parte las
obligaciones que asumió como comprador. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.332).

Ya que el derecho del falso postor es resuelto retroactivamente por la venta de la falsa
subasta, resulta que: a) desaparecen las enajenaciones y cargas consentidas por el falso
postor; b) la consolidación no extingue los derechos reales a favor de un inmueble
adjudicado al falso postor sobre el inmueble adjudicado, ni los derechos reales a favor del
inmueble adjudicado sobre un inmueble del falso postor. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.332).

Desaparecen todos los actos de disposición, pudiendo ser afectados los terceros
adquiriente a los cuales el falso subastador haya enajenado el inmueble adjudicado.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
p.14; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.266).

Sin embargo: a) el falso postor guarda los frutos que haya percibido, pero sí queda
obligado a pagar los intereses del precio; b) el falso postor tiene derecho a ser
indemnizado, en caso de haber incurrido en gastos útiles y necesarios respecto del
inmueble. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.15; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.332-333).
933

En sentido contrario: Si bien se considera que el falso subastador nunca fue propietario
del inmueble, de ello no se puede deducir que no fue poseedor. Y siendo un poseedor,
tiene aplicación el artículo 549 del Código Civil, según el cual el poseedor de buena fe
conserva los frutos percibidos, mientras que el de mala fe debe restituirlos al propietario
que los reivindique. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed.,
p.266).

Son válidos los actos de administración consentidos por el falso postor. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.14; Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.266; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.332 y 333).

Por aplicación del artículo 1673 del Código Civil, se mantienen los contratos de
arrendamientos exentos de fraude, sin importar su duración, que hayan sido consentidos
por el falso postor. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 2da. ed.,
pp.266-267).

El adjudicatario en la reventa adquiere la titularidad del derecho de propiedad sobre el


inmueble, desde la fecha de la nueva adjudicación; en el intervalo entre las dos
adjudicaciones, el embargado ha recuperado el derecho de propiedad. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.773; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.267;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
pp.335 y 336).

Del hecho de que el embargado se considere propietario, se desprende un riesgo


perjudicial para sus acreedores, puesto que hace renacer la posibilidad de que un tercero,
acogiéndose a las previsiones del artículo 687 del Código de Procedimiento Civil, confirme
una enajenación nula. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed.,
p.267).

El depósito requerido por el artículo 690, se aplicará, en primer lugar, a cubrir los gastos
del procedimiento, y en segundo, a pagar los intereses del crédito hipotecario. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.265).

Las obligaciones propias del adjudicatario subsisten respecto del falso postor; por ello,
debe pagar la diferencia de precio entre la primera y la segunda adjudicación y los
intereses del precio hasta la segunda adjudicación. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, pp.14-15; Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.769; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.333).

Prevalece la opinión que propugna por mantener en pie las obligaciones del falso postor,
cuando, habiéndose rematado el inmueble por un precio igual o superior en la reventa, el
nuevo adjudicatario no cumple con sus obligaciones, puesto que hasta que los acreedores
no sean satisfechos, el primero no se libera. De admitirse lo contrario, se permitiría al
falso postor confabularse con otro falso postor para burlarse de los acreedores. (Glasson,
E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.770; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.334).

También está obligado el falso postor a soportar el costo de la expedición, la notificación y


la transcripción o el registro de la sentencia de la adjudicación pronunciada en su
provecho, puesto que esas actuaciones han venido a resultar inútiles a consecuencia de
934

la falsa subasta. Pero aún cuando el artículo 740 pone a cargo del falso postor,
indistintamente, todos los gastos del procedimiento de ejecución, lo que parece incluir
tanto los gastos posteriores a la falsa subasta, antes mencionados, como los del
procedimiento ejecutivo anterior a la primera adjudicación, se admite que estos últimos
gastos deben ser soportados por el nuevo adjudicatario. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.334-335).

A. Quid del excedente del precio de la reventa sobre el precio de la venta.

El excedente del precio de la reventa sobre el de la primera venta se pagará a los


acreedores, y de ya haber sido éstos desinteresados, al embargado; esto es una
consecuencia de la resolución de los derechos del falso postor, quien por este motivo no
tiene calidad para percibir esa parte del precio. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.771;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.335).

Este principio encuentra una excepción cuando el aumento del valor proviene de trabajos
realizados por falso subastador sobre el inmueble que le fue adjudicado, en cuyo caso el
falso subastador debe ser retribuido por la diferencia. (Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.335).

En la particularidad de inmuebles adjudicados en varios lotes a un mismo adjudicatario,


y, en la reventa por causa de falsa subasta, unos lotes son adjudicados por un precio
inferior y otros por un precio superior al de la primera venta. Algunos autores admiten,
como solución equitativa, que se trata de tantas adjudicaciones como lotes, y, en
consecuencia, el exceso en unas adjudicaciones debe componerse con la deficiencia de las
otros. En sentido contrario, se sostiene que se trata de una adjudicación única, y que por
tanto el falso postor está siempre obligado a pagar la diferencia en menos que resulte en
la reventa de unos lotes, sin que pueda aprovecharse del exceso producido en la reventa
de otros lotes. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.772; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.335).

Según la opinión que prevalece, la diferencia que debe ser pagada por el falso subastador,
representa un complemento del precio del inmueble, y no una indemnización, por lo que
debe ser atribuida a los acreedores hipotecarios en el procedimiento del orden, y no a
prorrata entre los acreedores del embargo. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p.269; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.333-334).

6. Quid de la falsa subasta y la puja ulterior.

El adjudicatario que resulta de la venta realizada en virtud de una puja ulterior puede ser
declarado falso postor, en caso de que no cumpla con sus obligaciones. Su falsa
subasta podría consistir en la falta de pago del precio, aún cuando él ha debido
consignarlo antes de la puja, ya que dicha consignación no es el pago del precio, y podría
ser retirada después de la adjudicación. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.336-337).

Es controvertida la cuestión de saber si cuando la primera adjudicación ha sido resuelta


por causa de falsa subasta, la nueva adjudicación puede ser seguida de una puja ulterior
por la quinta parte del precio. Prevalece la doctrina que niega la posibilidad,
generalmente sobre la base de que la ley no solamente no autoriza la puja ulterior de un
modo expreso, y parece excluirla, ya que el artículo 739, que no menciona los artículos
935

relativos a la puja ulterior, y el artículo 740, que pone a cargo del falso postor el pago de
la diferencia entre su precio y el de la reventa por causa de falsa subasta, no hace
referencia al precio obtenido en una reventa consecutiva a puja ulterior. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.774; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.337).

Se presenta una cuestión análoga en lo relativo a la puja ulterior por la décima parte del
precio, cuando, por causa de falsa subasta, opere la resolución de una venta sobre
conversión convenida únicamente entre persiguiente y el embargado antes de la denuncia
a los acreedores del depósito del pliego de condiciones. En este caso prevalece también la
negativa. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v.IV, 4ta. ed., p.337).

7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones de los artículos precedentemente anotados, se encuentran estipuladas,


sin modificaciones, en los artículos 1372, 1373, 1374, 1375, 1376, 1377, 1378, 1379, y
1380 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Artículo 742

Será nula y considerada como no existente toda convención en que conste que, a
falta de ejecución de los compromisos hechos con el acreedor, éste tenga derecho a
hacer vender los inmuebles de su deudor sin llenar las formalidades prescritas para
el embargo de inmuebles.

Artículo 743

No se podrá, a pena de nulidad, poner en venta pública judicial los inmuebles


pertenecientes a mayores de edad que tengan la libre disposición de sus derechos,
cuando se trate de ventas voluntarias. No obstante, cuando se hubiere trabado
embargo real sobre un inmueble, y cuando hubiere sido transcrito el acto de
embargo, será facultativo a los interesados si todos fuesen mayores de edad y
dueños de sus derechos, pedir que la adjudicación se haga en subasta, ante notario
o judicialmente, sin otras formalidades y condiciones que las prescritas en los
artículos 957, 958, 959, 960, 961, 962, 964 y 965, para la venta de los inmuebles
pertenecientes a los menores.
Se considerarán como únicos interesados, antes de la intimación a los acreedores,
prescrita por el artículo 692, el ejecutante y el embargado, y, después de esta
intimación, estos últimos y todos los acreedores inscritos.
Si solamente una parte de los bienes dependientes de una misma explotación
hubiere sido embargada, podrá el deudor pedir que el resto se incluya en la misma
adjudicación.

Artículo 744

Podrán formular las mismas demandas, o unirse a ellas: el tutor del menor o sujeto
a interdicción y especialmente autorizado por una deliberación del consejo de
familia; el menor emancipado, asistido de su curador; y generalmente, todos los
administradores legales de los bienes de otro.

Artículo 745
936

Las demandas autorizadas por los artículos 743, párr. 2do., y 744, se formarán por
simple instancia, presentada al tribunal que conozca del procedimiento: esta
instancia se firmará por los abogados de todas las partes. Debe contener asimismo
una postura de precio que sirva de tipo para la evaluación.

Artículo 746

La sentencia se pronunciará en virtud del informe de un juez, y mediante las


conclusiones del fiscal.
Si se admitiere la demanda, el tribunal fijará el día para la venta, y designará para
procederse a la adjudicación a un notario o a un juez del lugar, o de cualquier otro
tribunal. La sentencia no se notificará, y no será susceptible de oposición ni de
apelación.

Artículo 747

Si, después de la sentencia, sobreviniere un cambio en el estado de las partes, sea


por muerte o quiebra, sea de cualquier otro modo, o si las partes estuvieran
representadas por menores, herederos, beneficiarios u otros incapaces, la sentencia
continuará recibiendo plena y entera ejecución.

Artículo 748

Dentro de los ocho días que sigan a esta sentencia, se hará de ella mención sumaria,
a instancia del ejecutante, al margen de la transcripción del embargo.
Los frutos a que se hubiere dado la condición de inmuebles, en cumplimiento de las
disposiciones del artículo 682, conservarán este carácter, sin perjuicio del derecho
que corresponda al ejecutante de conformarse a lo que prescribe el artículo 685, en
lo que respecta a los alquileres y arrendamientos. Se mantendrá igualmente la
prohibición de enajenar, hecha por el Art. 686.

Tabla de Contenido

1. Pacto Comisorio. Generalidades.


2. Conversión del embargo. En qué consiste.
A. Consentimientos requeridos para operar.
B. Proceso para obtener la Conversión.
a. Competencia.
b. Momento en que puede pedirse.
c. Procedimiento. Sentencia.
d. Efectos de la sentencia que ordena conversión.
C. Proceso posterior al pronunciamiento de la conversión.
a. Venta. Adjudicación.
b. Efectos de la venta.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Pacto Comisorio. Generalidades.

Es la convención por la cual las partes acuerdan que el acreedor garantizado con prenda,
podrá expropiarse de la cosa entregada en ese carácter si la deuda no se le pagare a su
vencimiento. Este acuerdo es nulo en los términos de la ley, pero la jurisprudencia lo
admite como válido si es realizado después de entregada la cosa. (Capitant, Henri, 1977.
Vocabulario Jurídico, 7ma. ed., p.409).
937

“No se hace el acreedor propietario del inmueble por solo la falta de pago en el término
convenido: cualquiera cláusula en contrario es nula pudiendo en este caso el acreedor
proceder a la expropiación de su deudor, por las vías legales.” (Artículo 2088 del Código
Civil Dominicano).

Esta prohibición “es de orden público y no puede ser derogada por la convenciones entre
particulares, ni expresa ni implícitamente”. (Subero Isa, Jorge A., 1995. Teoría General de
las Obligaciones en Derecho Dominicano, t.I, p.83).

En el artículo 742, la intención del legislador al dictar esta norma es la de prohibir el


pacto comisorio por el cual el deudor, en un momento en que se encuentra a merced de
su acreedor, le otorgue un mandato irrevocable en el mismo acto hipotecado a fin de que
pueda vender el inmueble hipotecado sin observar los requisitos y formalidades propias
del embargo; que por tanto, la hipoteca convencional suscrita entre las partes, resulta
nula también por contrariar lo previsto en esta disposición legal. (Sent. SCJ. 14 de Junio
del 2000. BJ. 1075.39, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto.
Recopilación General de La Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

2. Conversión del embargo. En qué consiste.

La conversión del embargo en venta voluntaria tiene por fin sustituir la venta forzosa que
se lleva ante el tribunal por una venta voluntaria. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.824).

Es un procedimiento por el cual se eluden algunas de las reglas del embargo inmobiliario
y se procede en justicia a efectuar una venta voluntaria, derogando parcialmente el
principio según el cual no se puede poner en venta judicial los inmuebles de mayores de
edad con libre disposición de sus derechos, cuando se trata de ventas voluntarias y del
principio que prohíbe el pacto comisorio. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.698; Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.270; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.311).

Es un mecanismo que presenta múltiples ventajas sobre el procedimiento de embargo


inmobiliario: a) suprime ciertas formalidades, como la lectura del pliego de condiciones; b)
simplifica otras formalidades, especialmente las relativas a la venta; c) hace desaparecer
la obligación que pesa sobre el embargante de convertirse en adjudicatario en caso de que
la licitación quede desierta. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.311-312).

La conversión del embargo, da una cierta flexibilidad a la venta y asegura a los acreedores
la colaboración del embargado, que permite establecer de manera certera los orígenes de
la propiedad, y por tanto, las cargas que pesan sobre el inmueble, ofreciendo una gran
seguridad al adjudicatario. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.824; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., p.271; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.311-312).

Esa seguridad que puede ser aportada por la participación del embargado se aplica a los
inmuebles no registrados, puesto que respecto de los inmuebles registrados se conocen
los derechos y cargas. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.311 y 312).

A. Consentimientos requeridos para operar.


938

La demanda en conversión debe ser la obra de todos los interesados en el procedimiento.


Antes de la denuncia del depósito del pliego de condiciones, se entiende que son los
únicos interesados al ejecutante y al embargado, y sólo su consentimiento es requerido a
los fines de que opere la conversión; pero, después de la denuncia de este depósito, es
necesario el consentimiento del ejecutante, del embargado y el de todos los acreedores
inscritos o registrados. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed.,
p.273; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.700; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.312).

Una parte de la doctrina sostiene que es necesario el consentimiento de los embargantes


posteriores, ya sea que se trate de acreedores quirografarios o hipotecarios de un rango
inferior que el persiguiente. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.701).

En caso de que el inmueble sea embargado en manos de un tercero detentador, el


consentimiento de éste es necesario para que opere la conversión, puesto que él es la
parte embargada, aún cuando no sea el deudor; en este caso es necesario el
consentimiento del deudor. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.702).

La jurisprudencia es de criterio de que si después de la notificación del depósito del pliego


de condiciones, se da una sentencia que ordena conversión sin el consentimiento de un
acreedor inscrito, éste puede incoar un recurso de tercería en contra de la misma.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.701).

Si se trata de un menor, el consentimiento se da mediante su tutor, y si es emancipado,


asistido de su curador. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, p.824; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.312).

El síndico de una quiebra, el curador de una sucesión vacante y el heredero beneficiario


pueden consentir la demanda libremente y sin ningún requisito. (Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil, t.III, 2da. ed., pp.273-274; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.313).

El único consentimiento que debería requerirse es el del embargado. (Pérez Méndez,


Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.273).

“Por argumento a contrario de lo que dispone el art. 747 respecto del cambio de estado
sobrevenido a una de las partes después de pronunciada la sentencia que admite la
conversión, se debe decidir si esos cambios sobrevienen antes de ser pronunciada la
sentencia, es necesario aportar un nuevo consentimiento de esa parte conforme a lo que
dispone el art. 744.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.312-313).

B. Aspectos procedimentales.

a. Competencia.

El tribunal competente para conocer de conversión, es el tribunal apoderado del


procedimiento del embargo inmobiliario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.704; Pérez
939

Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.274; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.313).

La incompetencia de otro tribunal, según unos es relativa; para otros es absoluta, porque
se trata de un caso de competencia funcional. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.704;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
p.313).

Es una competencia funcional, atribuida exclusivamente al tribunal que conoce del


embargo. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.274).

b. Momento en que puede pedirse.

La demanda en conversión debe ser interpuesta después de la transcripción o inscripción


del embargo, porque de realizarse antes de dicha actuación la demanda devendría en
inútil, en la medida en que otros acreedores, ignorando la existencia de ese embargo,
podrían practicar un nuevo embargo. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.824; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.699; Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.273; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.312).

La conversión puede ser pedida, después de la transcripción o inscripción, en todo


estado de causa. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.824; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.699; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.273; Tavares Hijo, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.312).

c. Procedimiento. Sentencia.

Se apodera al tribunal mediante una petición colectiva del embargante y el embargado,


firmada por sus respectivos abogados, y presentado por ante el tribunal de la situación de
los bienes embargados. Es obligatorio que el embargado presente justificación de su
derecho de propiedad sobre el inmueble. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.824; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.704).

Si bien el artículo 745 dispone que la instancia mediante la cual se interpone la


conversión en venta voluntaria del embargo, debe ser firmada por los abogados de las
partes, éstos no tienen necesidad de estar provistos de un poder especial otorgado por sus
respectivos clientes, puesto que esta demanda constituye un acto normal del
procedimiento. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.313).

El abogado no tiene que proveerse de un poder especial, puesto que se trata de un acto
normal del procedimiento. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.704; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.274).

En caso de que no haya acuerdo entre las partes, el embargado puede demandar la
conversión por acto de abogado a abogado. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.824).
940

Si el embargado presenta las pruebas que justifican su propiedad cuando pide la


conversión, su pronunciamiento es obligatorio para el tribunal. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.824).

Como la demanda en conversión se refiere a un verdadero contrato, el tribunal al que se


le someta debe limitarse a admitirla o rechazarla, no pudiendo modificar las cláusulas
convenidas por las partes, especialmente la relativa a la fijación del precio. Sin embargo,
el tribunal tiene poder para decidir si la venta se va a llevar ante juez o notario, no
obstante el acuerdo en contrario de las partes sobre el asunto. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.704; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.274;
Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed.,
pp.313-314).

El juez puede designar ante qué notario o juez se llevará a cabo la venta voluntaria; en
caso de que las partes no lo hayan hecho, el juez puede dar preferencia a un notario
residente en el mismo distrito en el cual está ubicado el inmueble. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, pp.704-705).

La sentencia que decide sobre la conversión, es una ordenanza sobre la petición colectiva
del embargante y el embargado. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.824).

La sentencia que decida sobre las dificultades que surjan en el procedimiento de la


demanda en conversión, tiene un carácter contencioso. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.686; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.314)

De la sentencia que ordena la conversión debe hacerse mención al margen de la


transcripción del embargo inmobiliario, a diligencia del persiguiente. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.705).

Ver anotaciones de los artículos 730 y siguientes, en lo referente a los recursos en contra
de la sentencia que resuelve la conversión.

d. Efectos de la sentencia que ordena conversión.

El procedimiento de conversión deja subsistente todos los actos de embargo efectuados,


los cuales siguen surtiendo todos sus efectos. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, p.824; Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.705; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV,
4ta. ed., p.314).

Del hecho de que los efectos del embargo se mantienen, resulta que los frutos, tanto
naturales como civiles, continúan inmovilizados, y su precio es consignado para ser
acumulado con el precio de la venta; el inmueble permanece en las manos de la justicia;
el embargado continúa incapacitado para enajenar el inmueble embargado, a menos que
el adquiriente desinterese al persiguiente y a los acreedores inscritos. Sin embargo, estos
efectos no conciernen al orden público, por lo que nada se opone a que, por acuerdo
formal de las partes interesadas, sean descartados. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
941

Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,


p.706).

Ya que el embargo sigue en pie, el conservador de hipotecas debe de negarse a transcribir


cualquier embargo posterior. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.706).

A partir de la conversión, ya no se pueden llevar a cabo los actos del procedimiento del
embargo. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, p.824).

Esta sentencia modifica el procedimiento de la venta, reemplazando las formalidades que


rigen el embargo inmobiliario, con las previstas para la venta pública de inmuebles
pertenecientes a menores. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.705; Tavares Hijo,
Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.315).

Se libera al embargante, en caso de que quede desierta la audiencia de licitación, de la


obligación de hacerse adjudicatario por el precio ofertado. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.272; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.316 y 317).

C. Proceso posterior al pronunciamiento de la conversión.

a. Venta. Adjudicación.

Las partes deciden cuál de ellas va a desempeñar el papel de persiguiente en la venta


voluntaria. Si las partes no han convenido nada a ese respecto, según algunos, el papel
de persiguiente corresponde al ejecutante, en virtud de la subsistencia del embargo, y
según otros, al embargado, quien es realmente el vendedor. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.707; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.275; Tavares
Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.315).

Si la conversión es admitida después del depósito y antes de la lectura del pliego de


condiciones, se suprimen la denuncia del depósito y lectura del pliego de condiciones,
pero subsisten las formalidades de hacer las publicaciones e inserciones requeridas para
la venta de inmuebles pertenecientes a menores. (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.316).

Si la venta se realiza ante un juez, el procedimiento se inicia con la redacción de un pliego


de condiciones por el abogado de la parte actora, en caso de que el acto todavía no haya
sido preparado. Si la venta tiene lugar ante notario, es sobre éste que recae la preparación
del pliego de condiciones, conforme a lo dispuesto por la ley para las ventas de inmuebles
pertenecientes a menores, aún cuando la conversión haya intervenido después del
depósito del pliego de condiciones por el ejecutante en la secretaría del tribunal. (Glasson,
E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, pp.707-708; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III,
3ra. ed., p.275; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.315-316).

En caso de que la conversión opere después del depósito del pliego de condiciones, ya que
el pliego de condiciones se redactó bajo el entendido de que la venta había de ser
realizada en el procedimiento de embargo inmobiliario, dicho documento puede ser
942

modificado por simple observación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.708).

“Cuando la adjudicación tiene lugar judicialmente se siguen las reglas trazadas para el
embargo inmobiliario (…) en cuanto se refieren a la duración de la vigencia de las pujas, a
la obligación del abogado de declarar quién es el adjudicatario, a las incapacidades de
subastar, a la redacción del acta de adjudicación.” (Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.316).

Cuando la venta se lleve a cabo por ante notario se siguen las reglas que pautan las
ventas públicas ante notario, establecida por los artículos 953 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil y por la Ley 301 de 1964, modificada por la Ley 86 de 1989 sobre
notario. En consecuencia, los interesados pueden concurrir personalmente a las
subastas, sin necesidad del ministerio de abogado; las incapacidades para ser
adjudicatario son las mismas que las previstas para lo mismo en el embargo inmobiliario;
la puja ulterior se rige por las mismas disposiciones que la rigen cuando la adjudicación
es hecha en el procedimiento del embargo inmobiliario. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.276; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.315 y 316).

En caso de que no se presenten licitadores, no se puede declarar automáticamente al


ejecutante adjudicatario por el precio que figura en el pliego de condiciones, sino que debe
aplazarse la adjudicación. Si la venta se tramita ante el tribunal, el persiguiente debe
elevar instancia firmada por los abogados de todas las partes que figuran en el
procedimiento de la conversión, puesto que el consentimiento de todos es necesario para
obtener sentencia que rebaje el precio de la primera puja. Si no hay acuerdo de todos los
interesados, no es posible hacer la rebaja. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p.272; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.315-316).

Cuando la venta se lleva ante un notario, éste hace por sí mismo la rebaja si hay acuerdo
entre las partes, sin necesitar la autorización del tribunal; si las partes no están de
acuerdo, debe permanecer el mismo precio. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p.272).

Los incidentes que se susciten en el curso de la venta deben ser sometidos al tribunal que
estuvo apoderado del procedimiento del embargo convertido en venta voluntaria. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.276; Tavares Hijo, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., pp.315-316).

En caso de que la venta voluntaria se lleve a cabo en un tribunal, el tribunal delegado o


comisionado conoce de los incidentes que se pudieran suscitar. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.711).

Las formalidades previstas para la venta voluntaria, no están prescritas por la ley a pena
de nulidad. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.709).

b. Efectos de la venta.

Si los acreedores inscritos o registrados no son partes en el procedimiento, los privilegios


e hipotecas de éstos no se extinguen por la venta, produciendo la venta los mismos
efectos que cualquier otra venta voluntaria; si la conversión tiene lugar después que se ha
enunciado el depósito del pliego de condiciones a los acreedores, los privilegios e
943

hipotecas de éstos se extinguen por efecto de la venta, y el inmueble pasa al adjudicatario


libre de esas cargas, produciendo la venta los mismos efectos que el embargo
inmobiliario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.713-714; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil, t.III, 3ra. ed., p.272;Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.317).

Respecto del vendedor no pagado, si la conversión del embargo en venta voluntaria se ha


hecho sin su concurso, por haber intervenido antes de la denuncia del depósito del pliego
de condiciones, él conserva tanto su privilegio como su derecho a la resolución, si la venta
ha sido realizada con su concurso, la adjudicación extingue tanto su privilegio como su
derecho a pedir la resolución de la venta. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil, t.III, 3ra. ed., p.272; Tavares Hijo, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta. ed., p.318).

Por efecto de la venta, el embargado debe las garantías propias de este contrato al
adjudicatario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.713).

Esta venta produce otros efectos: excluye la posibilidad de rescisión por causa de lesión.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.713).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones de los artículos precedentemente anotados, se encuentran contenidas,


sin modificaciones, en los artículos 1381, 1382, 1383, 1384, 1385, 1386 y 1387 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

TÍTULO XIV
DEL ORDEN EN QUE SE DEBE PAGAR A LOS ACREEDORES.

Tabla de Contenido

1. Orden. Generalidades y tipos.


2. Orden consensual o convencional.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Orden. Generalidades y tipos.

El orden es el procedimiento que busca regular la distribución del precio de la venta de


uno o varios inmuebles del deudor entre sus acreedores privilegiados e hipotecarios,
conforme al rango de sus privilegios o hipotecas. (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario
Jurídico. p.404; Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n. 1, p.367; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et
Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.508).

“El procedimiento del orden tiende exclusivamente a repartir el precio de la venta de un


inmueble entre los acreedores hipotecarios y los acreedores privilegiados sobre los
inmuebles”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
4ta. ed., v. IV, p.356).
944

El procedimiento del orden tiene por finalidad el decidir, en caso de venta de bienes
susceptibles de hipoteca, acerca de los derechos de preferencia de los acreedores
hipotecarios y de los acreedores privilegiados sobre el precio proveniente de la
adjudicación de los inmuebles. La masa a distribuir está compuesta de: 1º, del precio
principal de la adjudicación; 2º, de los intereses del precio estipulado en la sentencia de
adjudicación; 3º, de los frutos inmobilizados a partir de la transcripción o la inscripción
del embargo practicado contra el deudor, o a partir de la intimación de pagar o abandonar
en caso de embargo practicado contra un tercero detentador. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, pp.846-847; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.359).

Como consecuencia del procedimiento del orden, es posible que ciertos acreedores sean
desinteresados integralmente por la totalidad de su acreencia, si poseen un rango útil;
otros puede que solamente reciban un pago parcial; y otros, que no reciban pago, por
estar al final de la lista de rangos. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies
d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.508).

El procedimiento de orden requiere celeridad, y debe ser ordenado según las reglas de los
procedimientos sumarios; en consecuencia, el dispositivo de la sentencia o fallo rendido al
respecto, debe contener liquidación de costas. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n. 7, p.367).

Hay tres tipos de órdenes judiciales: el orden amigable, el orden en audiencia y el orden
judicial propiamente dicho. Hay un orden al margen de la intervención del tribunal, es el
orden consensual. Pero fuera del orden consensual, interviene el tribunal, aún dentro del
llamado orden amigable. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.
III, p.309).

Existen cuatro tipos de órdenes: el orden convencional o consensual, el orden amigable, el


orden judicial, el orden de audiencia. El primero, se realiza sin intervención de la justicia;
desde ese punto de vista, se puede afirmar que los tres últimos tipos de órdenes, son
órdenes judiciales. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.841).

El orden es amigable o judicial. El orden amigable se subdivide en orden convencional y


en orden amigable, propiamente dicho orden de conciliación. El orden judicial se
subdivide también en orden judicial propiamente dicho, y en orden de audiencia o por vía
de atribución. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n. 6, p.368).

2. Orden Consensual o Convencional.

A diferencia de la regla según la cual debe recurrirse a las vías legales para los
procedimientos de ejecución, las formalidades del orden para la distribución del precio del
inmueble, pueden ser obviadas, de manera que los acreedores pueden establecer un
orden consensual. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et
Procédures de Distribution, 16ma. ed., pp.515-516).

El orden consensual es un contrato mediante el cual las partes interesadas se ponen de


acuerdo acerca del reparto del precio obtenido mediante la venta de los inmuebles
embargados. Aún cuando la ley no lo menciona expresamente, su validez es
incontestable. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.835-836; Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.357).
945

La validez del orden consensual se desprende del principio de libertad contractual, cuyo
único límite constituye el orden público y las buenas costumbres. (Vincent, Jean y
Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.516).

La capacidad para intervenir en el orden convencional, se rige por las reglas del derecho
común. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.842; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.516).

El menor emancipado, es asistido por su curador, en el caso en que reciba el pago


integral de su acreencia; para transigir, deben ser cumplidas las formalidades prescritas
en el título de las tutelas del Código Civil. El tutor del menor no emancipado, puede
figurar en el orden convencional si su pupilo es desinteresado integralmente; pero para
transigir, necesita de la autorización del consejo de familia, de la homologación del
tribunal y de la consulta de tres juristas. El individuo, provisto de consultor judicial,
deberá siempre estar asistido de su consultor. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.842).

Es necesario el consentimiento de todos los acreedores; no puede efectuarse orden


consensual si uno de los acreedores se rehúsa a dar su consentimiento a tales fines.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.843; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.516).

El consentimiento requerido es el de todos los acreedores hipotecarios y privilegiados, aún


cuando sean omitidos en el estado entregado por el conservador de hipoteca Civil.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.843).

En términos de consentimiento, la mayoría no puede, como en caso de quiebra,


imponerse a la minoría. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, n. 10, p.368).

El consentimiento debe ser válido, puesto que en caso de error, dolo o violencia, puede ser
demandada la nulidad del contrato, de acuerdo con los términos del Código Civil.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.843; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.516).

Deben figurar como parte en dicha convención, el embargado y el adjudicatario del


inmueble de cuyo precio se trate. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.844; Vincent, Jean y
Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.516).

El embargado tiene un interés en participar en el orden consensual, para vigilar el empleo


del precio de la venta, puesto que de él podría resultar un excedente a su favor. (Vincent,
Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed.,
p.517).

El adjudicatario, por su parte, tiene derecho a oponerse a toda situación que agrave sus
obligaciones, y de velar por que el orden sea consentido de acuerdo a las condiciones
regulares, puesto que de lo contrario, podría exponerse a pagar el precio por segunda vez.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.844).
946

Los efectos del contrato se limitan a las partes que intervienen en él, de manera que los
acreedores que no fueron convocados conservan su derecho de preferencia. (Vincent, Jean
y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed.,
p.516).

Los acreedores quirografarios pueden hacer oposición al orden; su oposición equivale a


un embargo retentivo e impide que los fondos del deudor no sean distribuidos a otros que
a los que tienen derecho a ello. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, n. 11, p.368).

El orden consensual es un contrato que incluso se puede redactar bajo firma privada.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.
9, p.368; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.307; Vincent,
Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed.,
p.516).

Sólo es necesario redactarlo por acto notarial cuando se haga conjuntamente a una
cancelación de hipotecas. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et
Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.516).

"Las partes se ponen de acuerdo sin necesidad de acudir al reglamento legalmente


establecido". (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.307).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

En el Código de Procedimiento Civil actual el procedimiento del orden en que se debe


pagar a los acreedores está contemplado en el título XIV del Libro V, del artículo 749 al
artículo 779, mientras que en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil está
contemplado en el título VIII del Libro IV, del artículo 1421 al artículo 1452.

Es importante señalar que el artículo 1452 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil
establece que el procedimiento de orden prescrito por los artículos 1421 al 1451 no tienen
lugar tratándose de inmuebles registrados según la Ley de Registro de Tierras y de
inmuebles no registrados conforme a esta última ley, sobre los cuales los acreedores
hubiesen hecho inscribir hipotecas o privilegios. En los dos casos anteriores el orden es
fijado por la fecha de cada inscripción sin tomar en consideración que se traten de
privilegios e hipotecas.

Ver las anotaciones del XI, Libro V, en lo referente a la comparación del orden con la
distribución a prorrata.

Artículo 749

En todos los tribunales de primera instancia se nombrará, cuando el caso lo


requiera, por auto del presidente, inscrito en un registro especial que se llevará al
efecto, un juez que se encargue de arreglar el orden en que se deba pagar a los
947

acreedores.

Artículo 750

El adjudicatario está obligado a hacer que se transcriba la sentencia de


adjudicación, dentro de los cuarenta y cinco días que sigan a la fecha de su
pronunciamiento; y en caso de apelación, dentro del mismo término, a contar desde
su confirmación bajo pena de reventa por falsa subasta. El ejecutante, dentro de los
ocho días de la transcripción, y a falta de éste, después de ese término, el acreedor
más diligente, la parte embargada o el adjudicatario, depositará en la secretaría el
estado de las inscripciones, requerirá que se abra el expediente del orden, y que se
nombre el juez comisario.

Tabla de Contenido

1. Apertura del orden.


A. Tribunal competente.
B. Casos en los que procede.
C. Formalidades y plazos.
D. Quién puede iniciarlo.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
____________________________________________________________________________

1. Apertura del orden.

A. Tribunal competente.

Ratione materiae el tribunal competente en lo relativo al orden lo es el juzgado de primera


instancia, aún cuando se trate de inmuebles registrados, en virtud de lo dispuesto por el
artículo 10 de la Ley 1542 de 1947 sobre Registro de Tierras. Ratione personae vel loci el
tribunal competente lo es el juzgado de primera instancia de la situación del inmueble.
(Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, pp.309 y 310; Tavares
Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.359).

“Los Tribunales ordinarios serán competentes para conocer de toda demanda que se
establezca con motivo de un procedimiento de embargo inmobiliario o de un
mandamiento de pago tendiente a ese fin, aun cuando se relacione esta demanda con la
propiedad del inmueble cuya expropiación se persiga, o con cualquier derecho susceptible
de registrar, y aún cuando esté en proceso de saneamiento dicho inmueble”. (Artículo 10
de la Ley 1542 de 1947 sobre Registro de Tierras).

Si bien la acción tendente al procedimiento de orden, por ser una acción civil
inmobiliaria, se lleva por ante el tribunal de primera instancia de la situación de los
bienes, es con la particularidad de que no es perseguida por completo ante este tribunal,
sino por ante un tribunal delegado por el mismo. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.521).

Es al Juzgado de Primera Instancia que conoció el procedimiento de embargo, a quien le


corresponde designar mediante auto que se inscribirá en un registro especial, un juez a
cuyo cargo estará establecer el orden de pago de los acreedores. En nuestra organización
judicial, donde el Juzgado de Primera Instancia es unipersonal, es el mismo Juez de
Primera Instancia que cumple la función apuntada y pasa dicho nombramiento al registro
948

especial. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embagos,,
p.90; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.309).

Es preferible aceptar que el tribunal competente en materia de orden, lo es el juzgado de


primera instancia del lugar del inmueble. Si el inmueble sobre cuyo precio se da apertura
al orden, se encuentra ubicado en varios distritos, se aplica por analogía el artículo 675
del Código de Procedimiento Civil. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies
d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., pp.516, 522).

“La competencia de atribuciones dada al juzgado de primera instancia, no se puede


cambiar, pero la territorial ha sido establecida en interés de las partes y si prima facie se
determina por la ubicación del inmueble, es para dar más facilidad a las partes, pero
éstas, de común acuerdo pueden elegir otro tribunal de primera instancia. Esta situación
se puede presentar cuando se trata del orden abierto en relación a más de un inmueble
situados en lugares diferentes”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra.
ed., t. III, p.310).

Los tribunales administrativos y los tribunales comerciales son incompetentes de una


manera absoluta para conocer de los procedimientos de orden. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.846).

B. Casos en los que procede la apertura del orden.

El procedimiento del orden supone necesariamente la preexistencia de la venta de bienes


o derechos inmobiliarios susceptibles de hipoteca, o de bienes o derechos que le son
asimilados, importando poco que se trate de una venta forzosa o voluntaria. (Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.846).

Para poder abrir el orden deben de haber, por lo menos, dos acreedores, puesto que la
palabra orden evoca una relación entre dos términos o una organización en serie, por lo
que este procedimiento conlleva una relación de rango entre dos o más acreedores.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.850; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.306; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., pp.362-363; Vincent, Jean y Jacques Prévault,
1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., pp.514-515).

No hay lugar a la apertura del orden, si solo existe un acreedor hipotecario o privilegiado,
aunque este acreedor sea beneficiario de varios registros o inscripciones. (Glasson, E. et
al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.850; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.362).

No puede haber lugar a la apertura del orden, en el caso de que todos los acreedores,
tanto los primeros como los últimos, puedan ser pagados por el precio de la venta.
(Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta,
ed., pp.362-363; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures
de Distribution, 16ma. ed., p.514).

De no haber acreedores privilegiados o hipotecarios, el precio es distribuido a prorrata


como cosa mobiliaria, mediante la vía de distribución por contribución, entre los
acreedores quirografarios del deudor, quienes harán oposición al precio. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n. 1, p.367).
949

C. Formalidades y plazos para la apertura del orden.

Las formalidades concernientes a la apertura del orden difieren en ciertos sentidos,


dependiendo de si el inmueble cuyo precio se pretende distribuir, ha sido objeto de una
expropiación forzosa o de una enajenación voluntaria. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n. 17, pp.368-369).

Las formalidades preliminares comunes a los órdenes son tres, cuando el orden se abre
como consecuencia de una enajenación amigable o voluntaria, pero son dos, cuando se
trata de un procedimiento de orden que interviene como consecuencia de un embargo.
(Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution,
16ma. ed., p.519).

La primera formalidad a la que hay que dar cumplimiento, común a las dos hipótesis, es
hacer publicar el acto de enajenación. Esta formalidad está expresamente prevista por el
artículo 750 del Código de Procedimiento Civil, para el caso de la apertura de un orden
consecuencia de un embargo. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution
et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.519).

El adjudicatario dispone de un plazo de cuarenta y cinco días a partir de la fecha de su


pronunciamiento, para proceder a la transcripción de la sentencia de adjudicación.
(García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p. 90;
Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.308).

El adjudicatario sobre el cual pesa esta obligación, se encuentra bajo la amenaza de la


reventa por causa de falsa subasta, si la transcripción de la sentencia no ha sido
efectuada dentro del plazo de ley. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra.
ed., t. III, p.308; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.359; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies
d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., pp.519-520).

En caso de apelación de la sentencia de adjudicación que resuelve un incidente, el


adjudicatario dispone de los mismos cuarenta y cinco días otorgados para la
transcripción de la sentencia de adjudicación, a contar de su confirmación, bajo pena de
falsa subasta. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los
Embargos, p.90).

No existe disposición legal que imparta un plazo dentro del cual el adjudicatario de
inmuebles registrados debe hacer registrar su sentencia de adjudicación. En este último
caso, los interesados pueden poner al adjudicatario en mora para que se registre su
título, bajo pena de falsa subasta. Una vez transcurrido el plazo otorgado para transcribir
o registrar la sentencia de adjudicación, cualquier interesado puede perseguir contra el
adjudicatario en falta, la reventa por causa de falsa subasta. (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.360).

En caso de orden abierto sobre la enajenación voluntaria, no es el texto el que impone la


obligación de publicar el acto de venta; sin embargo, ello se puede suponer de la
interpretación del artículo 772 del Código de Procedimiento Civil. (Vincent, Jean y Jacques
Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.520).

La segunda formalidad común a toda hipótesis es la de requerir un estado de inscripción


de los privilegios o hipotecas del inmueble. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies
d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.520).
950

Tal estado es requerido al conservador de hipotecas o del registrador de títulos, según los
casos. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV,
4ta, ed., p.360).

Dentro de los ocho días de la transcripción, el ejecutante depositará en la secretaría del


tribunal el estado de las inscripciones, y requerirá que se abra el expediente del orden y
que se nombre el juez comisario. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial
Privado, Los Embargos, p.90; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed.,
t. III, p.310).

El plazo de octava de que trata el Art. 750, no empieza a transcurrir sino a la expiración
de los cuarenta y cinco días concedidos al adjudicatario para hacer transcribir la
sentencia de adjudicación. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.
III, p.311; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v.IV, 4ta, ed., pp.360-361).

En lo que respecta a los terrenos registrados, acerca de los cuales no existe plazo para
registrar la sentencia, se admite que se debe aplicar, por analogía, el artículo 750 del
Código de Procedimiento Civil. Sin embargo, el plazo de la octava no corre contra el
adjudicatario de inmuebles registrados sino a la expiración del plazo que se le haya
impartido para registrar. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.361).

El requerimiento de apertura del orden implica aquiescencia a la sentencia de


adjudicación, y por tanto el derecho de atacarla. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique
et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.850).

Cuando el orden se abre como consecuencia de una enajenación amigable, una tercera
formalidad preliminar es requerida: la cancelación de hipotecas. Esta cancelación no es
necesaria en caso de venta forzada, puesto que ello opera de pleno derecho por el hecho
mismo de la expropiación. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et
Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.520).

La necesidad de una cancelación anterior a la apertura del orden, es natural, ya que la


desaparición del derecho de continuación precede lógicamente al del derecho de
preferencia. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution, 16ma. ed., p.520).

Existe una excepción a la necesidad de la cancelación de hipotecas previa, que opera en


los casos en que la venta voluntaria ha sido objeto de una puja ulterior por la décima
parte. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale,
t.II, n. 33, p.370).

D. Quién puede solicitar la apertura del orden.

Una vez haya operado la transcripción, el embargante tiene derecho de requerir la


apertura del orden; sin embargo, si después del término que le es conferido por la ley
para proceder a requerirla, el mismo no ha procedido a ello, pueden solicitar la apertura
del orden o el acreedor más diligente, o el embargado o el adjudicatario. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n. 19, p.369;
García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.90; Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.310).
951

Es justo que al embargado y al adjudicatario se les reconozca el derecho de requerir la


apertura del orden, puesto que el embargado es usualmente presionado para que
satisfaga a sus acreedores, y el adjudicatario tiene interés de liberar de cargas el
inmueble que adquirió. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et
Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.523).

La facultad reconocida a los acreedores hipotecarios de requerir la apertura del orden,


puede ser ejercida por sus propios acreedores, mediante el uso de la acción oblicua.
(Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution,
16ma. ed., p.523).

Para requerir la apertura del orden no es necesario tener título ejecutorio; éste es
necesario únicamente para embargar, no para recibir pago. El acreedor con hipoteca legal
puede solicitarla. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.849; Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., pp.361-362).

Cuando varios acreedores se presentan al mismo tiempo a requerir la apertura del orden,
corresponde al juez decidir a cuál de ellos debe otorgarse la preferencia. Se prefiere al
acreedor que primero obtuvo el estado de inscripciones; si varios lo solicitan en la misma
fecha, al portador del título más antiguo; si los títulos son de igual fecha, al acreedor más
privilegiado, y, a falta de ello, al acreedor hipotecario más antiguo. En caso de conflicto
entre el embargado y el adjudicatario, se prefiere el primero al segundo. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, pp.849-850; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.362).

Respecto a la facultad de los acreedores quirografarios para requerir la apertura del


orden, hay división en la doctrina y en la jurisprudencia. Aunque el profesor Tavares Hijo
entiende que la mayoría le niega este derecho, los autores más modernos se inclinan en
reconocerle esta posibilidad, argumentando que de nada sirve negárselo porque en todo
caso podría acudir a la acción oblicua del artículo 1166 del Código Civil. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.311).

Los acreedores quirografarios tienen la facultad para solicitar la apertura del orden,
puesto que, ellos pueden tener interés en que los acreedores hipotecarios sean pagados, a
fin de evitar su participación en la repartición de la masa quirografaria. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.849).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones del artículo 749 del Código de Procedimiento se encuentran contenidas
en el artículo 1421 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 1421 del Proyecto en cuestión, estipula el postulado de la doctrina que prevé
que el juez de primera instancia de la situación del inmueble, se autodesignará como juez
comisario. Además, el Proyecto de Código de Procedimiento Civil establece que el juez se
encargará de inscribir en un registro especial al efecto, los acreedores sin hipotecas ni
privilegios a fin de establecer el orden en que se deba pagar a los mismos.

El artículo 750 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en el artículo 1422 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. En el Proyecto de Código de Procedimiento
Civil se establece que la apertura del expediente del orden se requerirá al Juez de Primera
Instancia, cuestión ésta que no está determinada en el Código de Procedimiento Civil
952

actual. En este último, simplemente se establece que se requerirá que se abra el


expediente del orden, y que se nombre juez comisario, sin establecer a quien se haría
dicho requerimiento.

Artículo 751

El juez comisario, dentro de los ocho días de su nombramiento, convocará a los


acreedores inscritos, a fin de que se arreglen amigablemente sobre la distribución
del producto de la venta. Esta convocatoria se hará por cartas certificadas por el
correo, expedidas por el secretario y dirigidas, tanto a los domicilios elegidos por
los acreedores en las inscripciones, como a sus domicilios reales en la República,
debiendo el requeriente avanzar los gastos. Se convocará también a la parte
embargada y al adjudicatario. El término para comparecer es de diez días a lo
menos, contados entre la fecha de la convocatoria y el día de la reunión. El juez
levantará acta de la distribución del producto, en virtud de arreglo amigable;
ordenará la entrega de las facturas a los acreedores últimamente colocados y las
cancelaciones de las inscripciones de los acreedores no admitidos en rango útil. Las
inscripciones se cancelarán a la presentación de un extracto del auto del juez,
entregado por el secretario. Los acreedores no comparecientes serán condenados a
una multa de cinco pesos.

Artículo 752

A falta de arreglo amigable, en el término de un mes, el juez hará constar el


expediente que los acreedores no han podido arreglarse entre sí, y pronunciará la
imposición de la multa contra los que no hubiesen comparecido. Declarará entonces
abierto el orden de los pagos, y comisionará a uno o varios alguaciles para que
intimen a los acreedores la presentación de sus documentos. No se podrá expedir
copia ni notificar esta parte del expediente.

Tabla de Contenido

1. Orden Amigable. En qué consiste. Naturaleza.


2. Quiénes pueden o deben figurar en el orden.
3. Convocatoria. Objetivo. Plazo.
A. Destinatarios.
B. Omisión de uno de los acreedores.
C. Forma de la convocatoria.
4. Comparecencia.
A. Modo de comparecencia. Plazo.
B. Acreedores incomparecientes.
5. Reunión para la tentativa del orden amigable.
6. Soluciones de la tentativa de orden amigable.
A. Arreglo del orden amigable.
B. Ausencia de arreglo amigable: apertura del orden judicial.
7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Orden Amigable. En qué consiste. Naturaleza.

Cuando no ha intervenido acuerdo convencional entre los interesados en la distribución


del precio, en otras palabras, cuando hay ausencia del orden consensual, toma lugar el
953

procedimiento de orden que establece la ley en los artículos 750 y siguientes del Código
de Procedimiento Civil. El orden judicial siempre está precedido de una tentativa de
arreglo amigable. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n. 15, p.368).

El orden amigable es el procedimiento previo al orden judicial, que tiende a lograr un


acuerdo entre los acreedores hipotecarios y privilegiados, para la distribución del precio
de venta de un inmueble, bajo la dirección y sanción de un juez. (Capitant, Henri. 1930.
Vocabulario Jurídico. p.404).

“El orden amigable, es el que interviene ante el juez comisario, de común acuerdo ante los
acreedores, el embargado y el adjudicatario, a quienes para tal fin convoca ese
funcionario”. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.
IV, 4ta, ed., p.363).

El orden amigable se diferencia del orden consensual, en que en el primero, interviene el


tribunal. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n. 16, p.368).

Gran parte de la doctrina está de acuerdo en considerar el procedimiento del orden


amigable como una innovación de la ley, porque es más rápido y menos costoso que el
orden judicial. Sin embargo, se le reprocha ser una causa de retraso, puesto que ciertos
jueces prolongan desmedidamente la tentativa de un orden amigable. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, pp.846-847).

2. Quiénes deben o pueden figurar en el orden.

Pueden o deben figurar en el orden: a) los acreedores inscritos; b) el embargado o


vendedor; c) el adjudicatario o adquiriente; d) los acreedores quirografarios del
embargado; e) los acreedores de los acreedores que pueden ser parte del orden. (Vincent,
Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed.,
p.525).

Entre los acreedores inscritos, figuran los acreedores privilegiados y los acreedores
hipotecarios. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.311).

Las tres primeras categorías de personas son convocadas por el secretario a la reunión
preparatoria del orden amigable, mientras que las dos últimas no lo son. (Vincent, Jean y
Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.525).

Los acreedores inscritos constituyen partes indispensables en el orden. Mientras que el


embargado y el adjudicatario, aún siendo partes importantes en el proceso, que deben ser
llamados a la reunión preparatoria del orden amigable, sus consentimientos no son
indispensables; el orden se considera válido aún cuando los mismos no lo hayan
otorgado. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.857; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., pp.525-526).

Esta solución se justifica en que: a) el artículo 75-1º solo se refiere a los acreedores
inscritos cuando establece que van a ser llamados por el juez comisario para que arreglen
amigablemente la distribución del producto de la venta y cuando el artículo 75-3º dispone
que el embargado y el adjudicatario deben ser convocados, no se establece, de ninguna
forma, que esta convocatoria se realiza para que participen en la reglamentación del
orden; b) sólo los acreedores inscritos son penados con una multa en caso de no
954

comparecer. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,


de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.856-857; Vincent, Jean y Jacques Prévault,
1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.526).

Los acreedores quirografarios no tienen personalmente derecho a figurar en el orden.


Ellos no pueden ejercer otros derechos que los de su deudor; es, pues, en virtud de la
acción oblicua que éstos tienen calidad para vigilar las operaciones del orden, en lo
relativo a la distribución del precio, puesto que, una vez desinteresados los acreedores
hipotecarios, tienen derecho sobre el resto del precio. En la práctica, es raro que los
acreedores quirografarios intervengan en el orden. (Vincent, Jean y Jacques Prévault,
1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.526).

Los acreedores de los acreedores colocables en el orden pueden intervenir en el orden, por
aplicación del artículo 1166 del Código Civil. Sin embargo, esta acción no reemplaza la de
su deudor. En la práctica, la intervención de estos acreedores, debe ser siempre
acompañada de una demanda en suborden, por la cual invitan al juez del orden a repartir
entre ellos, por contribución, el monto de la colocación obtenido por su deudor. (Vincent,
Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed.,
p.527).

Puede intervenir en el orden, el cesionario de la acreencia hipotecaria. (Glasson, E. et al,


1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.857).

Pueden intervenir en el procedimiento del orden amigable, los acreedores hipotecarios o


privilegiados no inscritos dispensados de inscripciones. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.859).

3. Convocatoria. Objetivo. Plazo.

La finalidad de la convocatoria es que los acreedores se arreglen amigablemente sobre la


distribución del producto de la venta. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.365).

El plazo para proceder a la convocatoria, es de ocho días a partir de la designación del


juez comisario. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los
Embargos, p.91).

A. Destinatarios.

La convocatoria para realizar un orden amigable se dirige: a) a los acreedores inscritos; b)


al embargado; c) al adjudicatario. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies
d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.525).

En caso de que el procedimiento de orden sea una consecuencia de una venta voluntaria,
se convoca al vendedor. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.856).

En caso de que haya operado una cesión de una acreencia hipotecaria, el cesionario es
convocado al orden, si ha hecho mencionar al margen de la inscripción la cesión a su
beneficio, puesto que de lo contrario, ni el juez ni el secretario conocerían de la existencia
de la cesión. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.857).
955

No son convocados al procedimiento del orden amigable, los acreedores privilegiados o


hipotecarios no inscritos, dispensados de inscripción. Ellos conservan sus privilegios o
hipotecas, y por tanto, sus derechos de preferencia. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.858).

No es necesario convocar a los acreedores quirografarios. (Glasson, E. et al, 1932. Traité


Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.858).

No se convoca a los acreedores de los acreedores hipotecarios o privilegiados inscritos.


(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.859).

B. Omisión de uno de los acreedores.

La omisión de un acreedor en la convocatoria del orden, puede ocurrir por tres razones: a)
el acreedor está inscrito sobre un propietario precedente, y el conservador de hipotecas
omite indicarlo en el estado de inscripciones; b) el abogado omite solicitar el estado de
inscripción sobre todos los propietarios que él conoce; c) el secretario omite convocar pese
a habérsele indicado la existencia de ese acreedor inscrito. (Vincent, Jean y Jacques
Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., pp.527-528).

La omisión también puede deberse a que el conservador de hipoteca, obvie a un acreedor


inscrito. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.859).

El primer caso solo es posible tratándose de inmuebles no registrados. (Tavares Hijo,


Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.363).

Es necesario suponer, que para la materialización de ese primer caso, el título del
propietario no ha sido sometido a la formalidad de la transcripción. En este caso, el orden
es válido, a pesar de la omisión del acreedor, a quien no se le reconoce el derecho de
atacar el orden amigable o el orden judicial, puesto que la misión ha sido la consecuencia
de una falta que le es imputable. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.854).

El acreedor respecto del cual el conservador de hipotecas omite indicar la inscripción de


una hipoteca o privilegio en el estado entregado, conserva su derecho de preferencia y su
rango, si interviene en el orden amigable antes de la clausura, o en el orden judicial,
antes de la expiración del plazo para producir; en caso contrario, perdería
irrevocablemente tales derechos. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.855; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.312; Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.364; Vincent, Jean y
Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.528).

Si la omisión se debe a una falta del conservador de hipotecas, el interesado tiene una
acción en indemnización por el perjuicio que ha experimentado. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.855; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.312;
Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed.,
p.364; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution, 16ma. ed., p.528).
956

La misma solución debe aplicarse a los casos en que la omisión provenga del Registrador
de Títulos. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.312;
Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed.,
p.364).

Si la omisión tiene por causa las imperfecciones del régimen de publicidad de la


propiedad territorial, se sacrifica al acreedor, quien pierde su derecho de preferencia sin
ninguna compensación. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et
Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.528).

Cuando la omisión es consecuencia de la falta del abogado o del secretario, el acreedor


que no intervenga a tiempo, tiene el derecho de atacar el orden amigable acordado sin él.
(Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution,
16ma. ed., p.528).

En este caso, el orden es nulo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.854; Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.364).

El acreedor omitido puede alegar el vicio de forma que resulta de la omisión misma y el
vicio de fondo que resulta de la falta de comparecencia que la omisión tiene como
consecuencia. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution, 16ma. ed., p.528).

El acreedor omitido tiene el derecho de formar recurso de tercería, y se paralizará la


ejecución del reglamento del orden, a la vista de la factura de colocación. (Vincent, Jean y
Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.528).

Si se ha hecho el pago de los mandamientos de colocación, el acreedor omitido puede


accionar en repetición. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III,
p.312).

En lo relativo a la persona que debe pagar el acreedor omitido, se encuentran, en


principio, los acreedores colocados en su lugar; sin embargo, ha sido juzgado que, para
evitar un circuito de acciones, el acreedor omitido debe accionar en contra de los que han
sido colocados de último. En todo caso, el acreedor omitido, no tiene la posibilidad de
dirigirse contra el adjudicatario que está válidamente liberado, puesto que él ha pagado al
titular del crédito, en especie, a la vista de la factura de colocación. (Vincent, Jean y
Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.526).

Si el acreedor omitido, no ha sido pagado íntegramente, o si ha sufrido un perjuicio


cualquiera, tiene el derecho de ejercer una acción en daños y perjuicios contra el
abogado, cuando el error ha sido cometido por él. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.530).

Si hay falta del secretario, el asunto es menos simple, pues el secretario actúa bajo la
dirección, o al menos, bajo la responsabilidad del juez, quien no puede ser puesto en
causa por los hechos relativos a sus funciones más que en casos excepcionales. (Vincent,
Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed.,
p.530).

C. Forma de la convocatoria.

El juez convoca a todos los acreedores; sin embargo, la convocatoria es formulada por el
secretario por medio de cartas certificadas enviadas por el correo y dirigidas tanto a los
957

domicilios elegidos por los acreedores en sus inscripciones, como a sus domicilios reales
en la República, debiendo el requeriente avanzar los gastos. (García de Peña, L.V. 1999.
Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.91; Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.859; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil, 3ra. ed., t. III, p.311; Tavares
Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.367).

A los acreedores que no tengan domicilio elegido en sus inscripciones, y que no tengan
domicilio real situado en el país, no le es enviada la convocatoria. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.859).

Las mismas reglas se aplican en lo relativo a la convocatoria dirigida al embargado y al


adjudicatario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.859).

Cada carta contentiva de la convocatoria, es entregada por correos en las manos del
destinatario, es decir, al acreedor mismo, si ha sido enviada al domicilio real del acreedor.
Si la carta ha sido enviada al domicilio elegido, no es necesario que la misma se entregue
en las manos del acreedor. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.860).

Las convocatorias serán dirigidas a todos los acreedores mencionados en la relación que
el promovente del orden ha depositado en secretaría. (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.363).

La convocatoria se realiza en base a la ordenanza que emite el juez, fijando el día, la hora
y el lugar de la reunión. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, n. 40, p.370).

4. Comparecencia.

A. Modo de comparecencia. Plazo

Los acreedores inscritos deben comparecer ante el Juez comisario en un término no


menor de diez días, calculados entre la fecha de la convocatoria y el día de la reunión.
(García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.91;
Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.318; Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.367).

Este plazo es franco, aunque no tiene propiamente como punto de partida una
notificación a persona o domicilio: la entrega de la carta contentiva de la convocatoria
hace en esta materia las veces de una verdadera notificación. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.860; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.367).

Una parte de la doctrina sostiene que este plazo se aumenta en razón de la distancia
existente entre el domicilio de la parte y el lugar de la reunión. Pero la mayoría de los
autores se pronuncian en sentido contrario, sobre la base de que este plazo no constituye
un verdadero plazo de procedimiento, pero como el plazo de diez días no es más que un
plazo mínimo, el juez comisario puede evidentemente, otorgar un plazo superior a diez
días, teniendo en cuenta la lejanía de los domicilios de las partes convocadas y las
circunstancias particulares. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.860).
958

El acreedor debe comparecer en persona o hacerse representar, pero no puede limitarse a


enviar una simple carta. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, n. 51, p.371; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil.
3ra. ed., t. III, p.318).

No es obligatorio hacerse representar por ministerio de abogado en el procedimiento del


orden amigable. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.52, p.371; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.861; Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.368).

El secretario debe comprobar la regularidad de los poderes otorgados a los mandatarios.


(Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution,
16ma. ed., p.544).

B. Incomparecencia de uno de los acreedores.

El día y la hora indicado para la reunión del orden amigable, el secretario llama a los
acreedores. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution, 16ma. ed., p.544).

Los acreedores no comparecientes serán condenados al pago de una multa. Esta multa no
se le impone al vendedor o a la parte embargada, al adquiriente o al adjudicatario, aún
cuando no hayan obedecido la convocatoria que a ellos se le haya hecho. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.53, p.371;
García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.91;
Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.862-863; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.365).

La multa es de cinco pesos. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial
Privado, Los Embargos, p.91; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed.,
t. III, p.313).

En esta multa se incurre, incluso cuando la comparecencia del acreedor no impidió la


tentativa del orden amigable. Es la desobediencia lo que está castigado y no sus
resultados. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution, 16ma. ed., p.130).

Cuando se celebra más de una reunión, y el acreedor comparece a la primera, no incurre


en multa aún cuando no comparezca a las reuniones ulteriores. La misma solución se
admite para el acreedor que asiste a las reuniones ulteriores no habiendo asistido a la
primera. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.863; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, pp.312 y 313; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.130).

Si el acreedor incompareciente ha sido desinteresado, es suficiente con informarle al juez


por una simple carta, que lo autorizará a pronunciar la radiación de la hipoteca que
permanece indebidamente inscrita. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies
d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.130).

Se ha sostenido que no incurre en la multa, el acreedor incompareciente cuando nadie


discute la colocación total de su acreencia, bajo el pretexto de que su ausencia no causa
959

ningún perjuicio; sin embargo, esta opinión debe ser descartada, en virtud de los
términos generales de la ley, donde no se distingue entre los acreedores que pueden ser
condenados a una multa. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.863-864).

El acreedor incompareciente puede sustraerse al pago de esta multa, si no recibió la carta


de convocatoria, o si presenta al juez una excusa legítima. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.863; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV,
4ta, ed., p.369).

La multa es puramente civil y por tanto, está sometida a la más larga prescripción de
derecho. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.863; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.131; Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.313).

La sentencia por la cual se condena a multa al acreedor compareciente, no es susceptible


de apelación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.866).

Respecto de la decisión del juez comisario, que pronuncia una multa contra un acreedor
no compareciente, está abierta la oposición, la cual debe ser hecha ante el juez comisario
mismo, sin importar el hecho de que el juez todavía no hubiera cerrado el orden amigable
o que ya hubiese ordenado la apertura del orden judicial. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.55, p.371).

Se admite que, sin recurrir a la vía de la oposición, el acreedor condenado a la multa


puede presentarse espontáneamente ante el juez comisario, quien puede descargarle de la
multa sin gastos, por una decisión inscrita en el proceso verbal al margen de la
condenación. Si el juez comisario rechaza las excusas propuestas y mantiene la
condenación, esa decisión no puede ser atacada por la vía de la apelación. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, nn.56-57,
pp.371-372).

5. Reunión para la tentativa del orden amigable.

El programa de esta reunión está desprovisto de todo formalismo. El juez ya al corriente


de la situación hipotecaria del inmueble por la lectura del estado de las inscripciones,
llama a cada acreedor, según el orden presumido de preferencia. Si surge una discusión,
el juez se esfuerza por despejar lo más rápido posible los puntos sobre los cuales los
acreedores están de acuerdo, de buscar las causas de desacuerdo y de usar su autoridad
con tacto para enfrentar aquellas discusiones que no parecen fundadas. La experiencia
personal del juez juega un papel preponderante. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.544).

Cuando no se llega a acuerdo en la primera reunión, el juez comisario puede convocar a


otra. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV,
4ta, ed., p.369).

Si todos los acreedores no están presentes el día de la reunión, el juez determina si


conviene reenviar la reunión para otro día o si la celebra inmediatamente, regularizándose
tal situación posteriormente con la adhesión del acreedor ausente al proceso verbal.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
n.45, p.371).
960

“En esta reunión puede obtenerse la certeza de que los acreedores no puede ponerse de
acuerdo, o por el contrario la reunión puede culminar en un acuerdo”. (Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.369).

6. Soluciones de la tentativa de orden amigable.

A. Arreglo del orden amigable.

Cuando las partes se ponen de acuerdo en el plazo de un mes, el juez comisario levanta el
proceso verbal de la distribución del precio que ellos hayan convenido de común acuerdo,
y ordena la entrega de facturas de colocación y la radiación de inscripciones de los que no
vienen en orden útil. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale, t.II, n.60, p.372; García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial
Privado, Los Embargos, p.91; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed.,
t. III, pp.319 y 320; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et
Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.548).

La ley no exige que las partes firmen el acta del proceso verbal: es suficiente que la firmen
el juez y el secretario. Esa acta es auténtica, y tiene fuerza ejecutoria. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.60, p.372;
Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.866; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.370).

Las facturas de los acreedores útilmente colocados, cuya entrega debe ordenar el juez, se
llaman también cuentas o mandamiento de colocación, y consisten, en una transcripción
de la parte del orden amigable relativa a cada acreedor. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.65, p.372; Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.866; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.370).

Este extracto reviste fuerza ejecutoria, y da al acreedor a favor de quien se expide una
acción contra: a) el detentador del precio del inmueble; b) contra el adjudicatario, de
acuerdo a las reglas del derecho común para el cobro de créditos, cuando éste no ha
pagado el precio del inmueble; o, c) contra la caja de depósitos y consignación, en caso
de que el adjudicatario haya consignado el precio. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
pp.866-867).

Las cancelaciones de las inscripciones de los acreedores no colocados en rango útil


ordenada por el juez, se materializarán a la presentación de un extracto del auto del juez
entregado por el secretario. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, n.62, p.372; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.867; Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.371).

"Si se trata de un orden abierto para la distribución del precio de venta de un inmueble
registrado, el juez ordenará naturalmente la cancelación de los registros
correspondientes”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.371).

El juez comisario no puede, sobre el pretexto de que los acreedores no tienen interés,
ordenar la radiación de las inscripciones tomadas sobre unos inmuebles que no son del
961

precio a distribuir. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et


Commerciale, t.II, n.63, p.372).

La unanimidad de acreedores es necesaria para que el reglamento amigable pueda operar.


La resistencia de un solo acreedor puede ser un obstáculo. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.68, p.372).

Por efecto del arreglo amigable transfiere a los acreedores colocados, la acreencia del
precio del inmueble en la medida de su colocación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.866; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV,
4ta, ed., pp.370-371; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et
Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.548).

El arreglo amigable tiene también por efecto la autoridad de la cosa juzgada. Esto es
fácilmente explicable: no es más que la consecuencia de la identidad de la naturaleza de
los arreglos amigable y judicial; de manera que este efecto no puede serle atribuido si el
arreglo amigable es considerado como un orden consensual perfeccionado. (Vincent, Jean
y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed.,
p.548).

La determinación de la naturaleza del orden amigable, vacila entre el orden consensual y


el orden judicial. Cuando se aplican las reglas de capacidad contractual, es necesario
tratar el orden amigable como un orden consensual perfeccionado; si se aplican las reglas
de capacidad en materia de acción, se asimila el orden amigable a una instancia. Sin
embargo, el orden amigable no es ni un orden consensual perfeccionado ni un
procedimiento judicial sui generis, es un orden judicial simplificado. (Vincent, Jean y
Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., pp.533
y 537).

El interés de la cuestión consiste principalmente, en que si se trata al arreglo amigable


como un verdadero juicio, éste será susceptible de ser atacado por las vías de recurso de
derecho común, y en las formas y plazos admitidos por la ley en lo que concierne al orden
judicial al que se deberá asimilar; mientras que si se admite que es un contrato sujeto a
todas las reglas de las convenciones en general, puede ser atacado por una acción en
nulidad o en rescisión, conforme al derecho común. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.78, p.373).

A pesar de que muchos autores admiten que el reglamento puede ser objeto de una
acción en nulidad, parece preferible admitir que el arreglo del orden es susceptible de las
vías de recurso. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures
de Distribution, 16ma. ed., p.151).

B. Ausencia de arreglo amigable: apertura del orden judicial.

Cuando los acreedores no han podido entenderse, el juez comisario hará constar en el
expediente que los acreedores no han llegado a un acuerdo entre sí y declara abierto el
orden judicial. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los
Embargos, p.91; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.320;
Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta,
ed., p.369; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution, 16ma. ed., p.547).

Como el juez que dicta el reglamento del orden amigable, no está atado por el acuerdo de
los acreedores, y puede negarse al reglamento por tener que dictar un acto de naturaleza
962

jurisdiccional apegado a las normas jurídicas, él puede abrir el orden judicial, no


obstante el consenso de los acreedores. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. 3ra. ed., t. III, p.319).

Igualmente hay lugar a la apertura del orden judicial, cuando un orden contractual es
nulo o no enteramente ejecutable. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.86, p.374).

El juez está obligado a esperar que expire el plazo del mes para abrir el orden judicial,
aún cuando los acreedores consientan abreviarlo, ya que en este caso opera una
disposición de orden público que las partes no pueden derogar. Por el contrario, nada se
opone, a que el arreglo amigable intervenga después de la expiración del plazo de un mes,
siempre y cuando haya acuerdo entre todos los interesados. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.84, p.374; Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.375)

Existe controversia en lo relativo al punto de partida del plazo de un mes, en el cual debe
realizarse el arreglo amigable y tras el cual se puede abrir el orden judicial, puesto que la
ley ha omitido indicarlo. Gran parte de la doctrina señala que el plazo comienza a correr a
partir del día en que las cartas de las convocatorias son enviadas a los acreedores; de
acuerdo a otra opinión, el plazo comienza a correr a partir del día en que los acreedores
son reunidos por primera vez; una tercera opinión considera que el plazo comienza a
correr a partir de la fecha del requerimiento de la apertura del orden amigable hecho por
el persiguiente. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.83, p.374).

La observación del plazo de un mes, está prescrita a pena de nulidad; pero, se trata de
una nulidad relativa de ella. Esto determina, en la práctica, que el plazo de un mes no
sea fatal. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.320; Vincent,
Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed.,
p.545).

La apertura del orden judicial es denunciada al abogado del adjudicatario. (Vincent, Jean
y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed.,
p.557).

Ordenada la apertura del orden judicial, el juez comisionará a uno o varios alguaciles
para intimar a los acreedores a presentar sus documentos. De esta parte del expediente
no se expedirá copia ni será notificada. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho
Judicial Privado, Los Embargos, p.91; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil.
3ra. ed., t. III, p.324; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.375).

Excepcionalmente, el juez señala en su proceso verbal de no acuerdo, la obstrucción


manifiestamente de mala fe y fraudulenta de un acreedor como causa de apertura de un
orden judicial. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution, 16ma. ed., p.547).

El modo de proceder prescrito por la Ley en los casos en que el orden amigable no se
llevará a efecto, es obligatorio para el juez. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.87, p.374).

Cuando una acreedor que se ha rehusado a consentir el arreglo amigable con dolo, de
mala fe y con intención de perjudicar, puede, en razón de la lentitud y las costas a las que
expone a los demás acreedores en un orden judicial, ser condenado a suministrar a los
963

otros acreedores reparación total o parcial del perjuicio que ellos han sufrido. En este
caso no hay otra dificultad que lo relativo a la prueba. (Vincent, Jean y Jacques Prévault,
1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.531).

En lo referente a que la situación en que la acción tendente a la indemnización se base en


que la negativa de uno de los acreedores ha sido negligente y perjudicial a la masa de los
acreedores, existen diferentes posiciones doctrinales. Una opinión ingeniosa reconoce en
este caso a beneficio de los otros acreedores una acción en daños y perjuicios fundada en
una falta contractual no delictual; aquí el artículo 1382 no está mas en juego y el
acreedor que no consintió no habría cometido abuso de derecho, puesto que ha actuado
sin intención de perjudicar, pero habría desconocido una obligación cuasi contractual.
(Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution,
16ma. ed., pp.531-532).

Si el acreedor que no ha dado su consentimiento no lo ha hecho de mala fe y


fraudulentamente, entonces no procede condenarlo en indemnización de las costas.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.865).

6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 751 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en el artículo 1423 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. El Proyecto de Código de Procedimiento Civil
introduce varios cambios a lo establecido en el Código actual.

En el Proyecto de Código de Procedimiento Civil establece que la convocatoria de los


acreedores inscritos se hará por acto de alguacil, notificado tanto a los domicilios elegidos
por los acreedores en las inscripciones, como a sus domicilios reales en la República,
mientras que en el Código actual se establece que la convocatoria se hará por cartas
certificadas por correos, expedidas por el secretario.

Además, el Código de Procedimiento Civil establece que los acreedores no comparecientes


serán condenados a una multa de cinco pesos, mientras que en el Proyecto de Código de
Procedimiento Civil esto fue modificado y se estableció que la multa sería de un salario
mínimo mensual de ley.

El artículo 752 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en el artículo 1424 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. El Proyecto no introduce ninguna modificación
al Código actual.

Artículo 753

Durante ocho días después de haberse abierto el orden de los pagos, se intimará a
los acreedores que produzcan sus títulos por acto notificado en los domicilios
elegidos en las inscripciones, o en el de sus abogados, si los hubieren constituidos; y
al vendedor en su domicilio real en la República, a falta de domicilio elegido por él,
o de constitución de abogado. La intimación contendrá la advertencia de que, a falta
de presentar sus documentos dentro de los cuarenta días, el acreedor perderá su
derecho. La apertura del orden de los pagos se denunciará al mismo tiempo al
abogado del adjudicatario. No se hará sino una sola denuncia al abogado que
representare a muchos adjudicatarios. Dentro de los ocho días de la intimación,
hecha por él a los acreedores inscritos, el ejecutante entregará el original de ella al
juez, quien la mencionará en el expediente.
964

Artículo 754

Dentro de los cuarenta días de esta intimación, todo acreedor estará obligado a
presentar sus títulos, con acto de hacerlo firmado por su abogado y conteniendo
demanda en colocación. El juez hará mención de su entrega en el expediente.

Artículo 755

La expiración del término de cuarenta días antes fijado, implicará de pleno derecho
caducidad contra los acreedores que no hubieren presentado sus títulos. El juez lo
hará constar inmediatamente y de oficio en el expediente, y levantará el estado de
colocación en vista de los documentos producidos. Este estado se redactará, a más
tardar, dentro de los veinte días que sigan a la expiración del plazo arriba indicado.
Dentro de los diez días de la confección del estado de colocación, el ejecutante la
denunciará, por acto de abogado a abogado, a los acreedores que hubieren
presentado títulos a la parte embargada, con intimación de tomar conocimiento de
él en dicho plazo, y de contradecir, si así procediere, acerca del expediente, en el
término de treinta días.

Artículo 756

Si los acreedores que hubieren presentado sus títulos y la parte embargada no


tomasen comunicación del estado de colocación, y no contradijesen en dicho
término, quedarán excluidos sin nueva intimación ni sentencias. No se hará ningún
reparo, si no hubiere contestación.

Tabla de Contenido

1. Orden Judicial. En qué consiste.


2. Intimación de producir. Plazo, forma y destinatarios.
3. Denuncia de la apertura a los adjudicatarios.
4. Producciones. En qué consiste.
A. Plazo.
B. Forma.
C. Exclusión de los acreedores.
a. Generalidades. Cuándo procede.
b. Contra quién no procede.
c. Consecuencias.
5. Estado provisional. En qué consiste. Plazo.
A. Colocación de acuerdo al rango.
B. Contenido del estado provisional.
C. Denuncia. Plazo para contradecir.
D. Exclusión de pleno derecho; excepciones.
6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. Orden Judicial. En qué consiste.

El orden judicial es el procedimiento mediante el cual el juez comisario, a falta de arreglo


consensual o amigable, efectúa la distribución del precio de venta de un inmueble
965

gravado con privilegios e hipotecas. (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p.404;
Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.841; Tavares, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.357).

2. Intimación de producir. Plazo, forma y destinatarios.

Lo primero que debe de hacerse es invitar a cada acreedor inscrito, y en caso de haber, al
vendedor no pagado, a revelar oficialmente sus pretensiones. Esto le incumbe al abogado
del persiguiente o del acreedor que provoque la apertura del orden, quien redacta y
notifica por acto de alguacil a cada acreedor una intimación de producir. (Vincent, Jean y
Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.546).

A los acreedores privilegiados y los acreedores de hipotecas legales dispensados de


inscripción, no le es notificada la intimación de producir, si en el momento de realizarla,
no se encuentran inscritos. Tampoco son notificados, los acreedores quirografarios, ni el
adjudicatario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.881-882).

Las intimaciones se hacen bajo la forma de acto de alguacil. (Encyclopédie Juridique


Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.106, p.376; Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.879).

La advertencia que debe contener la intimación de que a falta de presentar sus


documentos dentro de un plazo de cuarenta días, el acreedor perderá su derecho, es
sustancial y prescrita a pena de nulidad. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., pp.375-376; Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.879).

La intimación debe contener además, la indicación del inmueble y del precio a repartir.
Esta mención es puramente accesoria. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.879).

De la disposición según la cual la intimación de producir se notifica en el domicilio elegido


por los acreedores en su inscripción, o en el de su abogado en caso de haber constituido
uno, se desprende que las reglas de derecho común no se aplican cuando el acreedor ha
fallecido, por lo que no será suficiente hacer una intimación colectiva a sus herederos en
el domicilio del difunto. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.879).

El domicilio en que se hace la notificación es el elegido en la última inscripción, tomada


antes de la apertura del orden, y el derecho del acreedor no habrá prescrito por la falta de
producción en tiempo útil si la intimación ha sido notificada al domicilio elegido en la
inscripción llevada sobre el estado anterior al que debió ser requerido por el persiguiente,
desde la apertura del orden. La intimación para la producción es legalmente hecha en el
domicilio elegido, cualquiera que sea el cambio que haya sobrevenido en la posición del
acreedor inscrito, a menos que la elección de domicilio no esté regularmente modificada
conforme al artículo 2152 del Código Civil. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.92, p.375).

Cuando un acreedor ha constituido abogado, es generalmente admitido que la intimación


se puede hacer indiferentemente al domicilio elegido por el acreedor o al domicilio del
abogado. La constitución de abogado prevista por el artículo 753 del Código de
966

Procedimiento Civil no puede resultar de la representación de una parte al orden


amigable. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.95, p.375).

Si el acreedor es un menor bajo tutela, la intimación es notificada en el domicilio de su


tutor; si se trata de un menor emancipado, se notificarán dos intimaciones, una para el
menor y otra para su curador. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.879-880).

La regla en virtud de la cual, en los ocho días que siguen a la intimación hecha por el
persiguiente a los acreedores inscritos, aquel debe entregar el original de ella al juez,
quien la mencionará en el expediente, es sumamente útil, puesto que con ella el juez se
entera de las fechas de las diversas intimaciones, a fin de poder determinar quiénes han
incurrido en la exclusión. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.881; Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.376).

”Esta entrega del original de la intimación es útil porque permite al juez verificar si se ha
enviado la intimación de todos los acreedores que figuran en el estado de inscripciones y
marca el punto de partida del plazo dentro del cual cada acreedor está obligado a
producir”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.325)

Ver anotaciones del artículo 776, en lo referente la sanción al plazo.

3. Denuncia de la apertura a los adjudicatarios.

La denuncia de la apertura del orden judicial al abogado del o de los adjudicatarios, que
debe realizarse al mismo tiempo que la intimación, debe notificarse por medio de acto de
alguacil. Este acto es regular aunque el alguacil que lo instrumenta no sea el o los que
hayan sido comisionados por el tribunal para las intimaciones para los acreedores
inscritos. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.108, p.376).

Si el adjudicatario es al mismo tiempo un acreedor inscrito, la denuncia de la apertura


del orden, no dispensa la intimación de producir que debe serle notificada a él mismo o a
su abogado. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.109, p.376).

Esta denuncia es útil, puesto que le permite al abogado del adjudicatario, vigilar que el
pliego de condiciones no sea modificado en perjuicio del adjudicatario. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.108, p.376;
Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.882).

Esta denuncia que se hace al abogado del adjudicatario, aunque útil, no es sustancial, y
su omisión no acarrea nulidad del procedimiento. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.882; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV,
4ta, ed., p.376).

4. Producciones. En qué consiste.

Producir, es dirigir por intermediación de un abogado una petición al juez, junto con las
piezas que la apoyan, por la cual se demanda ser colocado, sobre la base de la fecha de la
967

hipoteca o la naturaleza de su privilegio. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies


d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.558).

La producción equivale a una demanda en justicia. De ello se derivan importantes


consecuencias: a) como se lleva ante un tribunal de primera instancia, el ministerio de
abogado es obligatorio; b) el acreedor provisto de un consultor judicial, debe intervenir
con la asistencia de éste; c) el acreedor menor en tutela, debe ser representado por su
menor; d) un acreedor puede producir el orden de su deudor, en virtud de lo dispuesto
por el artículo 1166 del Código Civil. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.882-883).

Como la producción es una verdadera demanda en justicia, interrumpe la prescripción y


hace correr los intereses. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.376).

La jurisprudencia ha distinguido entre la producción de las pretensiones y la


presentación de los documentos justificativos. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.326).

A. Plazo.

El plazo de la producción de cuarenta días, es aumentable en razón de la distancia.


(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
n.112, p.376; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.326).

Este plazo no es franco; no se suspende durante las vacaciones. (Encyclopédie Juridique


Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.111, p.376; Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.884; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et
Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.558).

Cuando el orden comprende varios acreedores, y todas las intimaciones no son


notificadas el mismo día, podría considerarse que existe un único plazo de producción,
que corre a partir de la última notificación. Sin embargo, la jurisprudencia ha
individualizado los plazos, de manera que por cada acreedor corre el plazo a partir de que
sea notificado, no habiendo solidaridad entre los acreedores. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.113, p.376; Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, pp.884-885; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies
d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., pp.558-559).

Para el persiguiente, quien no se intima a sí mismo, el plazo para producir comienza a


correr a partir de la última intimación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.886).

El plazo para la producción de documentos, no se suspende por la muerte del abogado de


uno de los acreedores, por lo que se podría decir que en caso de muerte del acreedor,
continúa corriendo en contra de sus herederos. Esto es contestable. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, pp.886-887).

El plazo no corre en contra de los acreedores incapaces sino a partir del día en que
puedan regularmente hacer valer sus derechos. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique
et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.887).
968

B. Forma.

El acto de producción no está sujeto a ninguna fórmula sacramental. Debe contener la


demanda en colocación, con constitución de abogado. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.115, p.376).

Este acto debe estar firmado por abogado. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.376).

No es necesario mencionar expresamente la constitución de abogado, como tampoco los


medios en que se apoya la demanda en colocación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.883).

Debe contener una clara designación del acreedor y del crédito, en capital, intereses,
gastos y demás accesorios. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.376).

Si bien el acto de producción debe ser acompañado de los títulos justificativos de la


acreencia cuya colocación es requerida, cuando no existe título, si es el caso para ciertas
acreencias privilegiadas, una factura, o también una declaración del acreedor, es
suficiente. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.119, p.376).

Cuando el adquiriente, por la venta voluntaria de un inmueble gravado de hipotecas,


introduce un requerimiento para la apertura del orden, de donde se deduce el monto o
importe de la acreencia del primer acreedor reglado por este, el juez del fondo debe
considerar como el equivalente de una producción regular. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.115, p.376).

La producción puede ser válidamente hecha a nombre de la parte, por un cesionario o por
un acreedor y por un acreedor aparente. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.125, p.377).

C. Exclusión de los acreedores.

a. Generalidades. Cuándo procede.

La sanción a la inobservancia del plazo es la exclusión: el acreedor que deja expirar el


plazo de producir, pierde el derecho de ser colocado en el orden. (Vincent, Jean y Jacques
Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.559).

La caducidad puede ser pronunciada de oficio. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de
Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.92; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.327).

La exclusión puede ser pedida por la parte interesada; la ley no considera como
interesados más que a los acreedores hipotecarios o privilegiados que pueden producir, de
suerte que los otros acreedores, quirografarios e hipotecarios y privilegiados no
producentes, no pueden prevalecerse en la exclusión. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.886).
969

La exclusión opera de pleno derecho; el juez no la pronuncia, sino que la reconoce.


(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
n.122, p.377; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.886).

La jurisprudencia entiende que opera la exclusión en los casos en que lo que no se


efectúe en el plazo de ley es el acto de producción. Pero no opera cuando con lo que ha
dejado de cumplir es con la obligación de presentar el título; la jurisprudencia autoriza al
acreedor a completar esta presentación de títulos después del indicado plazo.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
n.124, p.377; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.326;
Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution,
16ma. ed., p.560).

En sentido contrario: los acreedores inscritos que no cumplan con su obligación de


depositar sus títulos en el plazo de cuarenta días, son sancionados con la caducidad
contra los acreedores en falta, lo que implica la pérdida de sus derechos. (García de Peña,
L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.92).

Opera la exclusión en contra de todos los acreedores que pueden producir, no solamente
en contra de los acreedores que fueron intimados, sino también en contra de los
acreedores a los que no es necesario intimar: los acreedores privilegiados o los acreedores
con hipotecas legales, dispensados de inscripción y no inscritos. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.886).

La exclusión opera en contra de los persiguientes; pero como éstos no se intiman a sí


mismos, el plazo para producir comienza a correr a partir de la última intimación.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.886).

A la expiración del plazo para producir para los acreedores, opera la exclusión en contra
del adjudicatario, en lo referente al precio de adjudicación. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.132, p.378).

b. Contra quién no procede.

La caducidad no opera en contra de los acreedores que no son intimados a producir, o los
que han sido intimados irregularmente. La misma solución debe dársele al caso en que el
acreedor no haya sido intimado, puesto que el conservador de hipotecas ha omitido
señalarlo en el estado de inscripciones, ya que el artículo 2198 del Código Civil lo autoriza
a producir hasta el día de la clausura del orden. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique
et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.887;
Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed.,
pp.377-378).

Tampoco perjudica al adjudicatario que no ha producido por los gastos de las


persecuciones y de la venta, pudiendo retener este monto del precio. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.887).

Tampoco opera contra: a) el acreedor que ha hecho una producción incompleta en el


plazo de los cuarenta días, si rectifica su acto de producción después de transcurrido el
plazo; b) el acreedor que ha depositado sus títulos en el plazo de los cuarenta días puede,
luego de transcurrido el plazo, depositar títulos complementarios; c) el acreedor que ha
970

formado la demanda en colocación dentro del plazo, pero que ha depositado sus títulos
después de transcurrido el plazo. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.378).

c. Consecuencias.

La caducidad del plazo para producir conlleva a la privación del derecho a ser colocado en
el orden y de atacar las colocaciones a favor de otros acreedores producentes. (Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.888; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., pp.378-379).

El acreedor excluido, luego de pagados los demás acreedores privilegiados o hipotecarios,


tiene un derecho de preferencia frente a los acreedores quirografarios. Pero, por lo
general, el acreedor excluido en su derecho, tiene pocas oportunidades de ser pagado.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.888; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.379; Vincent, Jean y Jacques Prévault,
1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.560).

La caducidad no produce efectos sobre otro orden abierto respecto de otros inmuebles, ni
sobre un segundo orden abierto respecto del mismo precio que el primero, en razón de la
nulidad de éste. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.887; Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.379).

5. Estado provisional. En qué consiste. Plazo.

Es el estado de colocación, levantado por el juez una vez ha expirado el plazo de


producción, el cual está destinado a ser transformado en arreglo definitivo, sino se
promueven contestaciones por parte de los acreedores. (Vincent, Jean y Jacques Prévault,
1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., pp.560-561).

El plazo de veinte días contados a partir de la expiración del plazo para producir,
concedido al juez para preparar el estado provisional, no es de rigor, pudiendo el juez, en
caso de que el asunto así se lo exija, cumplir con tal formalidad luego de vencido el
mismo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.889; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.379).

“El juez comisario no puede preparar el estado provisional de colocación sino después que
haya transcurrido el plazo de cuarenta días a partir de la última intimación. No obstante,
predomina la primera interpretación, sobre el fundamento de que el Art. 753 exige que a
cada acreedor se le advierta, en la intimación que se le notifica, que debe producir, bajo
pena de caducidad, dentro de los cuarenta días, lo cual parece indicar que este plazo
tiene un carácter individual”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.377).

A. Colocación de acuerdo al rango.

En lo relativo a la colocación, el juez goza de un amplio poder de apreciación, bajo la


condición de que se ciña a las reglas determinadas por la ley al efecto. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.135, p.378).
971

El juez comisario debe colocar a los acreedores de acuerdo a las reglas que rigen el Código
Civil y en el Código de Procedimiento Civil en el siguiente orden: a) el acreedor
persiguiente es colocado en primer lugar por los gastos relativos a la persecución del
orden y la cancelación de las inscripciones o registros hipotecarios; b) se coloca en
segundo lugar, al adjudicatario que no retuvo las costas procesales, siendo colocado su
abogado en su lugar cuando ha solicitado la distracción de costas; c) reciben colocación,
los abogados, por los gastos extraordinarios que el tribunal ha ordenado pagar por
privilegio; d) el abogado del persiguiente, por los gastos incurridos o por los que pudiera
incurrir hasta la clausura del orden; e) después son colocados los acreedores con
privilegio general; f) luego, los acreedores con privilegios especiales sobre los inmuebles,
de acuerdo a su rango; g) finalmente, los acreedores hipotecarios, los cuales son
colocados, de acuerdo a las fechas de sus inscripciones o registros. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, pp.889-891; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., pp.380-381).

“Los créditos privilegiados sobre la generalidad de los muebles, son los que se expresan y
ejercen en el orden siguiente: 1o. las costas judiciales; 2o. los gastos de funeral; 3o.
cualquier gasto que corresponda a la última enfermedad, en concurrencia entre aquellos
a quienes se debe; 4o. los salarios de los criados por el año vencido y por los que se deben
por el corriente; 5o. los suministros hechos al deudor y a su familia, durante los seis
últimos meses, por los mercaderes al por menor, tales como los panaderos, carniceros y
otros; y durante el último año, por los dueños de pensión y mercaderes al por mayor.”
(Artículo 2101 del Código Civil Dominicano).

“Los acreedores privilegiados sobre los inmuebles son: 1o. el vendedor sobre el inmueble
vendido para el pago del precio. Si hubiere muchas ventas sucesivas, cuyo precio se deba
en todo o en parte, es preferido el primer vendedor al segundo, éste al tercero, y así
sucesivamente; 2o. los que han suministrado el dinero para la adquisición de un
inmueble, con tal que conste auténticamente por el acta de préstamo, que la suma se
destinaba a este empleo; y por el finiquito del vendedor que este pago se hizo con el
dinero tomado a préstamo; 3o. los coherederos, sobre los inmuebles de la sucesión, para
la garantía de las particiones hechas entre los mismos y de los saldos o devolución de
lotes; 4o. los arquitectos, contratistas, albañiles y demás artesanos empleados en la
edificación, reconstrucción o reparación de edificios, canales y cualquiera otra clase de
obras, con tal que se haya extendido acta previamente por un perito nombrado de oficio
por el tribunal de primera instancia a que correspondan los edificios por su situación, con
objeto de hacer constar el estado de los lugares relativamente a las obras que el
propietario declarase tener intención de hacer, y que las obras hayan sido a los seis
meses a lo más de su conclusión, recibidas por un perito igualmente nombrado de oficio.
Pero el importe del privilegio no puede exceder de los valores que consten por la segunda
acta, y queda reducido al mayor precio existente en la época de la enajenación del
inmueble a consecuencia de los trabajos que en él se han hecho; 5o. los que han prestado
el dinero para pagar o rembolsar a los trabajadores, tienen el mismo privilegio si el
empleo de aquél constase auténticamente, por el acta de préstamo y por el recibo de
aquellos en la forma arriba expresada, respecto de los que prestaron el dinero para la
adquisición de un inmueble.” (Artículo 2103del Código Civil Dominicano).

“Cuando a falta de mobiliario, los privilegiados a que se refiere el precedente artículo se


presentan para ser pagados sobre el precio de un inmueble en concurrencia con los
acreedores privilegiados sobre el mismo, se harán los pagos en el orden que sigue: 1o. las
costas judiciales y las demás enunciadas en el artículo 2101; 2o. los créditos que se
designan en el artículo 2103”. (Artículo 2105 del Código Civil Dominicano)
972

Cuando se trata de un acreedor con una hipoteca legal convencional, dispensado de


producir, se coloca de acuerdo a la fecha que la ley asigna a sus hipotecas. (Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.891).

“Todos los acreedores inscritos en el mismo día, ejercen en concurrencia una hipoteca de
la misma fecha, sin que haya diferencia entre la que se hizo por la mañana y la que lo fue
por la tarde, aun cuando esta diferencia haya sido expresada por el conservador”.
(Artículo 2147 del Código Civil).

Si el acreedor ha indicado en su producción en qué rango pretende ser colocado, el juez


puede atribuirle un rango preferente sin estatuir ultra petita. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.135, p.378; Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.891).

La colocación de los acreedores comprende: a) capital; b) intereses, en la forma


establecida por el artículo 2151 del Código Civil; c) gastos de persecución, producción, de
los mandamientos o cuentas de colocación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.891-892;
Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed.,
p.381).

Los acreedores a término deben ser colocados como acreedores puros y simples, puesto
que el embargo inmobiliario priva al deudor del beneficio del término. Los acreedores
sujetos a condiciones resolutorias, son colocados como acreedores puros y simples, si se
comprometen a restituir las sumas, en caso de que se realice la condición. Respecto a los
acreedores bajo condición suspensiva, que no tienen más que una colocación eventual, el
juez puede: o colocarlo inmediatamente, reservando la suma que pueda serle adeudada, o
colocar inmediatamente a los acreedores con rango útil, ordenando que éstos presten una
fianza para restituir al primero en caso de que la condición se realice. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.892; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., pp.381-382).

Los acreedores bajo condición resolutoria o suspensiva, sólo pueden ser colocados, si las
otras condiciones exigidas en materia de producción en el orden se reúnen. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.137, p.378).

Cuando el juez está en presencia de una acreencia incierta o indeterminada, puede tomar
las mismas medidas previstas para las acreencias condicionales, o detener el
procedimiento, hasta que la acreencia adquiera certidumbre o sea liquidada, si esto
puede suceder rápidamente, o puede proceder a un orden parcial respecto de los
acreedores precedentes. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.892).

Si ante el juez comisario se presenta el titular de una renta vitalicia, el juez comisario
debe reservar una suma suficiente para asegurar el pago de los réditos de las rentas;
suma que puede ser dejada en manos del adjudicatario, o ser depositada en la caja de
consignación, la cual se utilizará para pagar a los primeros acreedores a los que les
faltare fondo, en caso de que se extinga la renta vitalicia. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.893; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV,
4ta, ed., p.383).
973

El juez debe colocar en el orden al acreedor garantizado por una hipoteca judicial
autorizada por una sentencia en defecto, aún cuando la misma sea objeto del recurso de
oposición. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.893).

B. Contenido del estado provisional.

El estado de colocación provisional debe contener un resumen del procedimiento anterior;


además fija la suma a repartir, la cual consiste en el precio principal, tal como es fijado
por la sentencia de adjudicación, o en los casos de enajenación voluntaria, por el acto de
venta. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale,
t.II, n.138, p.378; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.897-898; Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.384).

La suma a distribuir comprende: el precio de adjudicación, los intereses del precio hasta
la clausura del orden, el precio de los frutos inmobilizados por el embargo. (Glasson, E. et
al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.898; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.384).

En caso de ventas sucesivas del mismo inmueble, las cuales no son seguidas ni del pago
del precio, ni de la apertura del orden, es el precio de la última adjudicación que forma la
prenda común de los acreedores. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.138, p.378).

Finalmente el estado de colocación provisional contiene una graduación de los acreedores


hipotecarios y privilegiados que han producido en tiempo útil. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.898).

El estado de colocación provisional no está sujeto a la formalidad del registro. (Glasson, E.


et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.898).

C. Denuncia. Plazo para contradecir.

En el plazo de diez días a partir del levantamiento del estado de colocación, el mismo será
denunciado por el ejecutante, mediante acto de abogado a abogado, a los acreedores que
hubieren presentado títulos y a la parte embargada, con intimación de tomar
conocimiento del estado. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, n.145, p.379; García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho
Judicial Privado, Los Embargos, p.92; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil.
3ra. ed., t. III, p.327; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.385).

Este plazo de diez días no está prescrito a pena de nulidad y su única sanción es la
posible exclusión del abogado persiguiente. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. 3ra. ed., t. III, p.327; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et
Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.561).

“Como la ley no impone al secretario la obligación de avisar al abogado persiguiente que el


estado provisional de colocación ha sido preparado, él debe, pues, averiguar ese hecho
por sí mismo, a fin de denunciarlo en los diez días de su fecha, y no exponerse a la
974

caducidad pronunciada por el Art. 776. Cuando la parte embargada no tiene abogado se
le hace la notificación a persona o domicilio, conforme al derecho común”. (Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.385).

“Para darle cumplimiento al artículo 755, no es necesario notificar el reglamento mismo,


sino avisar que ya ha sido confeccionado y se intima a los acreedores y a la parte
embargada para que tomen comunicación en secretaría y a contradecirlo si estiman
pertinente hacerlo”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III,
p.327).

La denuncia del estado provisional de colocación constituye el punto de partida para un


nuevo plazo para contradecirlo. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution
et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.562).

El mismo Art. 755, manda que en el acto de denuncia a los acreedores y a la parte
embargada del estado provisional de colocación, se les haga la intimación “de contradecir,
si así procediere, acerca del expediente, en el término de treinta días, a partir de la
extinción del plazo para tomar conocimiento de los títulos. (García de Peña, L.V. 1999.
Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.92; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.327; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.385).

Se admite que el plazo de treinta días, lo mismo que el de cuarenta días para producir
concedidos a los acreedores, aún en caso de la parte embargada que no tenga abogado,
no es franco ni se aumenta en proporción de la distancia”. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.897; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV,
4ta, ed., p.385).

En sentido contrario: El plazo para contradecir es susceptible de aumentarse en razón de


la distancia. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution, 16ma. ed., p.562).

Si bien la jurisprudencia ha individualizado los plazos para la producción, ella no ha


admitido la misma solución, respecto del plazo para contradecir: en este caso sólo existe
un plazo único, igual para todos los acreedores, que corre a partir de la última denuncia
realizada. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.161, p.380; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.898; Vincent, Jean y
Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.562).

Este plazo se suspende por la cesación en sus funciones de uno de los abogados o por la
instrucción de una cuestión prejudicial, tal como la nulidad del embargo o de la
adjudicación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.898).

D. Exclusión de pleno derecho; excepciones.

En caso de que los acreedores que hubieren presentado sus títulos y la parte embargada,
no tomasen conocimiento del estado de colocación y no lo contradijesen en el término
señalado, quedarán excluidos para criticar el estado de colocación, sin necesidad de
nueva intimación ni sentencia. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.898; García de
Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, pp.92-93; Tavares
975

Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.386).

El juez pronuncia de oficio esta exclusión, y puede ser invocada por cualquier interesado,
en todo estado de causa, aún por primera vez en grado de apelación, por ser un asunto de
orden público. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.184, p.382; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.899).

Se trata de una verdadera caducidad, y no de una simple prescripción. Sin embargo, si el


orden es anulado, el acreedor excluido recupera todos sus derechos. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.899).

La caducidad del derecho de contradecir el estado provisional de colocación no afecta más


que a los acreedores que produjeron y al embargado. La exclusión se aplica únicamente a
las contestaciones dirigidas contra el trabajo del juez comisario sobre las cuestiones
relativas al rango y a la legitimidad de los créditos. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.171, p.381; Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, pp.899-900; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.386).

El acreedor excluido no puede contestar la colocación obtenida por un acreedor


hipotecario, pretendiendo que la hipoteca en que se prevalece no existe. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.171, p.381).

La exclusión pronunciada por el artículo 755 parte in fine marca las contradicciones de
todas las naturalezas, y se aplica igualmente a los casos de contestaciones que tienen por
objeto la rectificación de un error material del reglamento. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.172, p.381).

Se admite generalmente, que los acreedores excluidos del derecho de contradecir, tienen
el derecho de contestar la cifra de la suma en distribución. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.899).

También se admite que los acreedores excluidos, pueden formar contradicción por vía de
defensa. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.899-900).

6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Los artículos 753, 754, 755 y 756 del Código de Procedimiento Civil están contenidos,
respectivamente, en los artículos 1425, 1426, 1427 y 1428 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil. Los mencionados artículos no sufren modificación.

Artículo 757

Cuando hubiere lugar al justiprecio de muchos inmuebles vendidos colectivamente,


el juez a requerimiento de las partes o de oficio, por auto inscrito en el expediente,
nombrará uno o tres peritos, fijará el día en que deba recibirles juramento y el plazo
en que deban depositar su informe. Este auto se denunciará a los peritos por el
ejecutante; y se hará mención del juramento en el expediente del orden, al que se
976

anexará el informe pericial, del que no se podrá sacar copia ni hacer notificación. Al
establecer el estado de colocación provisional, el juez fallará sobre el justiprecio.

Artículo 758

Todo contrincante debe motivar sus reclamos, y presentar los documentos en su


apoyo; el juez remitirá los contrincantes a la audiencia que él designe, y
comisionará al mismo tiempo al abogado que se encargue de promoverla. Sin
embargo, el mismo juez determinará el orden y dispondrá la entrega de las facturas
de colocación por los créditos anteriores a los controvertidos, y podrá hasta
determinar el orden para los créditos posteriores, reservando de ellos sumas
suficientes para pagar a los acreedores controvertidos.

Artículo 759

No promoviéndose contestación alguna, deberá el juez, en los quince días que sigan
al vencimiento del plazo para tomar comunicación y hacer reparos, proceder a
cerrar el orden de los pagos; liquidará los gastos de cancelación y de procedimiento
del orden, que serán colocados con preferencia a cualesquier otros créditos;
liquidará también los gastos de cada acreedor colocado en rango útil, y ordenará la
entrega de las facturas de colocación a los acreedores útilmente colocados, y la
cancelación de las inscripciones de los no colocados útilmente. Se hará distracción,
en favor del adjudicatario y sobre el importe de cada factura, de las costas de
cancelación de la inscripción.

Artículo 760

Los acreedores que en el orden hipotecario estuvieren con posterioridad a las


colocaciones contestadas quedarán obligados a entenderse sobre la elección de un
abogado dentro de los ocho días que sigan a los treinta acordados para hacer
reparos; y de no hacerlo, serán representados por el abogado del último acreedor
colocado. El abogado ejecutante no puede, en esta calidad, ser llamado en la
contestación.

Tabla de Contenido

1. Contestaciones sobre el reglamento provisional.


A. En qué consisten. Objeto.
B. Quién puede contestar.
C. Forma.
2. Formalidad de la audiencia. Persecución.
3. Quid de la ventilación.
4. Orden parcial en caso de contestación.
5. Quid de la representación de los acreedores posteriores.
6. Ausencia de contestaciones: Clausura del orden.
7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. Las contestaciones sobre el reglamento provisional.

A. En qué consisten. Objeto.


977

La contradicción no es un incidente; es un parte del procedimiento. Es la contestación del


arreglo provisional por una de las personas interesadas en el orden. (Vincent, Jean y
Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.562).

Si los acreedores están de acuerdo y aceptan las proposiciones del juez, el orden amigable
habrá tenido éxito; y no habrá orden judicial. Si el acuerdo entre los acreedores es
imposible, se va al orden judicial, y este desacuerdo se manifiesta en la “contradicción”.
Un orden judicial sin contradicción es una anomalía contraria a la intención del
legislador. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution, 16ma. ed., p.563).

Las demandas que tienen el carácter de contestaciones, son las que tienden a criticar los
trabajos del juez, como las relativas a la colocación, al rango, a la exclusión de un
acreedor, al monto del crédito, al justiprecio. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.388).

El objeto de contradecir es generalmente el de contestar la acreencia, la hipoteca o el


rango hipotecario de uno de los acreedores. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.152, p.380).

B. Quién puede contestar.

En principio, pueden contestar el orden amigable todos los interesados.


(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.153, p.380; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.387; Vincent, Jean y Jacques Prévault,
1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.563).

En primer lugar, se encuentran los acreedores producentes, a quienes les pertenece tal
derecho, sin que haya que distinguir si son o no colocados, en parte o hasta
íntegramente. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.153, p.380; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution
et Procédures de Distribution, 16ma. ed., pp.563-564).

Ha sido juzgado, que cuando las sumas a distribuir desinteresen a todos los acreedores,
las contestaciones son irrecibibles por falta de interés. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.153, p.380).

También pueden contestar eventualmente los acreedores quirografarios, puesto que


pueden tener interés en el sentido de que los bienes que no sean distribuidos por el orden
son distribuidos entre ellos por contribución. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.564).

Los acreedores quirografarios no pueden contestar el rango de los acreedores, pudiendo


sin embargo, contestar lo relativo a la existencia de su acreencia. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.901; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.387).

El embargado tiene igualmente derecho para contradecir. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.901; Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale,
978

t.II, n.158, p.380; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.387).

El embargado no puede contestar lo referente al rango del acreedor, puesto que para él,
ello es indiferente, pero puede contestar lo relativo a la existencia de su acreencia.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.901; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.387).

El vendedor del inmueble también tiene derecho a contradecir el reglamento provisional,


sin importar la forma en que la venta haya tenido lugar. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.159, p.380).

Puede contestar el adjudicatario, aún cuando no sea acreedor inscrito, siempre que
tenga interés. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.901; Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.387).

Los acreedores excluidos pueden contradecir en la misma forma que los acreedores
quirografarios. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.902;
Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.
IV, 4ta, ed., p.387).

C. Forma.

Las contestaciones se hacen por ministerio de abogado, por medio de una declaración
escrita sobre el proceso verbal del orden que contiene el estado provisional. (Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.902; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., pp.387 y 388; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.565).

Son verdaderas observaciones, que deben ser motivadas y presentadas con las piezas en
que se apoyan; la ley no exige un proceso verbal de depósito de las piezas, y por
consiguiente, no es necesaria la presencia del juez o del secretario. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.902; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures
de Distribution, 16ma. ed., p.565).

La condición de motivación y la presentación de los documentos que la apoyan, no son


formalidades prescritas a pena de nulidad. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies
d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.565).

Ver las anotaciones artículo 761, en lo referente a la posibilidad de comunicar


documentos en audiencia.

Esta declaración debe, a pena de nulidad, estar firmada por abogado y fechada a fin de
que se pueda determinar si la contradicción fue elevada en tiempo útil. (Encyclopédie
979

Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.166, p.381;
Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.902; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987.
Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.565).

Esta nulidad es susceptible de ser cubierta por defensa al fondo. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.166, p.381).

2. Formalidad de la audiencia. Persecución.

El auto por el cual el juez comisario, una vez formulada la contestación, envía a las
partes a discutir el asunto en audiencia, contiene, como se desprende del artículo 758,
tres disposiciones: a) envía las partes contestantes y contestadas a una audiencia por
ante el tribunal; b) designa el abogado que deberá perseguir la audiencia, para lo cual, el
juez tiene plena libertad, conviniendo sin embargo, escoger para ello al abogado de la
parte más interesada, y, en igualdad de circunstancias, al abogado contestante; c) fija la
audiencia del tribunal en que se ventilará el asunto, en vez de abandonar esta diligencia
al abogado de la parte más diligente. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.904-905; Tavares
Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., pp.388-
389).

El abogado comisionado, debe ser abogado de la parte contestante o contestada. (Glasson,


E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.904).

La necesidad de la formalidad de la audiencia se justifica en que la parte contestante y


contestada no pueden llegar a acuerdos que representen un perjuicio a otro acreedor. La
situación no puede ser decidida más que por un tribunal. (Vincent, Jean y Jacques
Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.566).

Respecto del principio de la obligación de audiencia para las contradicciones, resultante


de la individualización del orden, la jurisprudencia aporta una excepción en los casos en
que ha habido desistimiento del contestante antes de la ordenanza que fija la audiencia.
Esta solución se inspira en la idea de economizar los gastos y el tiempo de las partes,
pero crea un riesgo que es que una contradicción eventualmente útil para la masa de
acreedores, desaparezca por causa de un desistimiento fraudulentamente obtenido.
(Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution,
16ma. ed., p.566).

La aquiescencia de la parte contestada no dispensa al juez de fijar la audiencia; sin


embargo, no se envía a audiencia cuando su aquiescencia no modifique ni el orden ni la
utilidad de la colocación de los acreedores no contradichos. La indivisibilidad del orden no
está en juego. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution, 16ma. ed., p.566).

Se proseguirá audiencia, a diligencia del abogado que se haya comisionado, por medio de
un simple acto recordatorio para asistir a la audiencia fijada conforme al Art. 758.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
n.131, p.383; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.905; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, pp.330 y 331; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.389).
980

Este acto recordatorio debe ser notificado a los abogados de los contestantes, de los
contestados y de la masa de los acreedores posteriores. No es necesario dar acto
recordatorio a los abogados del adjudicatario, ni del persiguiente, ni de los acreedores
excluidos, ni del embargado, a menos que éste último haya promovido alguna
contestación. Estas personas, sin embargo, pueden intervenir espontáneamente en el
procedimiento. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.905; Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.389).

3. Quid de la ventilación.

“El incidente que llamamos ventilación, lo extraemos del artículo 757 del Código de
Procedimiento Civil”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III,
p.345).

La ventilación es siempre facultativa para el juez, y en caso de ordenarlo, debe ser


necesariamente en el estado de colocación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.894).

Por analogía con lo que prescribe el artículo 757, dispone para el caso de que varios
inmuebles hayan sido adjudicados por un precio único, se admite que también puede
haber justiprecio: a) en caso de venta de un solo inmueble compuesto de varias parcelas,
si éstas se hallan gravadas con hipotecas distintas; b) si las hipotecas que gravan el
inmueble, vendido por un precio único, recaen sobre la nuda propiedad unos y sobre
usufructo otras; c) en caso de que lo que pida el acreedor con hipoteca general sobre
varios inmuebles vendidos conjuntamente, si ese acreedor quiere limitar el efecto de su
hipoteca a uno de los inmuebles. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.894; Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., pp.382-383).

4. Orden parcial en caso de contestación.

Cuando surge una contestación queda suspendido el curso del procedimiento, pero la ley
permite que en caso de contestaciones, el juez prepare un orden parcial. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, pp.903-904; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.388).

Del texto del artículo 758, se infiere que la contestación proviene de acreedores
anteriores, el orden parcial es obligatorio, y si proviene de acreedores posteriores, es
facultativo. Pero la opinión que prevalece tiende a catalogarlo como facultativo en todos
los casos. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.904).

El arreglo parcial es denunciado como el reglamento total, y puede ser atacado por la vía
de la oposición. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.904).

5. Quid de la representación de los acreedores posteriores.

Los acreedores posteriores al rango de los acreedores colocados, tienen interés en el


resultado de las contestaciones, ya que desaparezca la colocación contestada, ya sea que
adquiera un mejor rango; la sentencia que decide sobre las contestaciones, ejerce
influencia sobre la colocación de los demás acreedores, quienes deben tener derecho a
981

defenderse. En esto se justifica la disposición del artículo 760 del Código de


Procedimiento Civil. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.905-906; Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.390).

También se justifica, la disposición del artículo 760, en la conveniencia de que la


sentencia que resuelve la contestación, le sea oponible a los acreedores. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.904).

El hecho de que la ley disponga que en caso de que los acreedores posteriores no
constituyan un abogado en el plazo de ley, será representados por el abogado del último
acreedor colocado, se explica en que ellos constituyen de pleno derecho una masa, que un
sólo abogado puede representar en razón de la solidaridad de su acreencia. (Glasson, E. et
al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.904).

La disposición del artículo 760 no se aplica en caso de que la contestación interese


solamente a los dos últimos acreedores colocados. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.906; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV,
4ta, ed., p.390).

“Tampoco es aplicable el Art. 760 cuando el último acreedor colocado es al mismo tiempo
el contestante o el contestado, en razón de que los acreedores posteriores a las
colocaciones contestadas podrían no estar bien representados por el abogado de una de
las partes empeñadas en la contestación. Si ellos no designan un abogado de común
acuerdo, se admite que deben ser representados por el abogado del penúltimo acreedor
colocado”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v.IV, 4ta, ed., p.390).

Es inaplicable el Art. 760 cuando la contestación es promovida por un acreedor no


admitido en el estado provisional de colocación, caso en el cual todos y cada uno de los
acreedores, deben constituir abogado. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.906; Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., pp.390-391).

“…todos los acreedores interesados en una contestación figuran en ella como partes si
son contestados o si están representados en aplicación del artículo 760 del Código de
Procedimiento Civil. Se objeta que si aún se está en el plazo para contestar, todo
interesado puede no tomar de nuevo la contestación sino presentar una por su propia
cuenta sobre el mismo objeto; no habría inconveniente en permitir al contestante
aniquilar su contestación haciéndole desistir”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.336).

6. Ausencia de contestaciones: Clausura del orden.

Remitimos a las anotaciones del artículo 765.

7. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 757 del Código de Procedimiento Civil está contenido en el artículo 1429 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. Este artículo no sufre modificación.
982

Los artículos 758, 759 y 760 del Código de Procedimiento Civil están establecidos en los
artículos 1430, 1431 y 1432 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil. Los
mencionados artículos no sufren modificación.

Artículo 761

La audiencia se proseguirá, a diligencia del abogado que se haya comisionado, por


medio de un simple acto recordatorio para asistir a la audiencia fijada conforme al
artículo 758. Se juzgará el asunto sumariamente sin ningún otro procedimiento,
sino las conclusiones motivadas de parte de los controvertidos, y la sentencia
contendrá liquidación de las costas. En caso de presentarse nuevos documentos,
toda parte que impugnare o fuere impugnada estará obligada a presentarlos en la
secretaría, tres días por lo menos antes de esta audiencia: de ello se hará mención
en el acta. El tribunal fallará en virtud de los documentos presentados. Sin embargo,
podrá, pero solamente por causas graves y debidamente justificadas, acordar un
plazo para presentar otros, debiendo la sentencia que intervenga a este respecto
señalar día para la vista, y sin que sea necesario notificar esta decisión. La
disposición de la sentencia que acuerde o rehúse un plazo no es susceptible de
ningún recurso.

Tabla de Contenido

1. Persecución de la audiencia.
2. Instrucción de las contestaciones. Comunicación de documentos.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Persecución de la audiencia.

Remitimos a las anotaciones de los artículos 758 y siguientes, en lo referente a la


formalidad de una audiencia y la persecución.

2. Instrucción de las contestaciones. Comunicación de documentos.

El Art. 761 contiene las normas que regulan la instrucción, encaminadas a obtener la
mayor celeridad posible. En tal virtud se ha establecido que se juzgará el asunto
sumariamente, sin ningún otro procedimiento, más que las conclusiones motivadas de
parte de los controvertidos, debiendo los contestantes limitarse a reproducir en sus
conclusiones los motivos que emplearon para contestar. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.910; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.331; Tavares
Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.391).

Las reglas contenidas en los artículos 342 y siguientes del Código de Procedimiento Civil
son aplicables al procedimiento del orden. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.193, p.384).

Cuando se lleva por ante tribunal, puede operar la perención de acuerdo a las reglas del
derecho común. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.194, p.384).
983

El plazo de tres días otorgados para el depósito de documentos, no entraña ninguna


sanción, pudiendo el juez permitir que se depositen documentos después del vencimiento
de este plazo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.910).

La razón por la cual se limita el otorgamiento de un nuevo plazo para la presentación de


documentos, a los casos graves, es para evitar que las partes abusen de la facultad de
demandarlo. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.911).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 761 del Código de Procedimiento Civil está establecido en el artículo 1433 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Código de Procedimiento Civil establece que la sentencia que acuerde o rehúse un


plazo no es susceptible de ningún recurso, lo que el Proyecto de Código de Procedimiento
Civil aclara al decir que no será susceptible de ningún recurso tanto ordinario como
extraordinario.

Artículo 762

Las sentencias se dictarán en virtud del informe del juez comisario, y previas las
conclusiones del fiscal. La sentencia sobre el fondo se notificará dentro de los
treinta días de su fecha al abogado únicamente, y no será susceptible de oposición.
La notificación al abogado hará correr el plazo de apelación contra todas las partes,
las unas respecto de las otras. La apelación se interpondrá dentro de los diez días de
la notificación de la sentencia al abogado, contándose un día más por cada tres
leguas de distancia, entre el lugar en que esté establecido el tribunal y el domicilio
real del apelante. El acto de apelación se notificará en el domicilio del abogado y en
el domicilio real del embargado, si no tuviere abogado, y contendrá emplazamiento
y la enunciación de los agravios, a pena de nulidad. No será admisible la apelación
sino en caso de que la suma en litigio exceda de trescientos pesos, cualquiera que
sea, por otra parte, el monto de los créditos de los que litigan y las sumas por
distribuir.

Artículo 763

El abogado del acreedor últimamente colocado podrá ser intimado si hubiere lugar a
ello. La audiencia se continuará y se instruirá el asunto conforme a los términos del
artículo 761, sin más procedimientos que las conclusiones motivadas de parte de
los intimados

Artículo 764

La corte decidirá, oídas las conclusiones del fiscal. La sentencia contendrá


liquidación de las costas, se notificará dentro de los quince días después de su fecha
únicamente al abogado, y no estará sujeta a oposición.
984

Tabla de Contenido

1. Sentencias sobre las contestaciones. Generalidades.


2. Notificación de la sentencia. Plazo.
3. Recursos en contra de la sentencia. Generalidades.
A. Apelación. Cuándo procede. Plazo. Partes.
B. Procedimiento en grado de apelación. Sentencia y notificación.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Sentencias sobre las contestaciones. Generalidades.

El Art. 762 dispone que las sentencias se dictarán en virtud del informe del juez
comisario, previas conclusiones del fiscal. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. 3ra. ed., t. III, p.331; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.391).

Lo establecido en el artículo 762 es a pena de nulidad. En caso de omisión de las


conclusiones del fiscal, la nulidad es de orden público, pero relativa cuando lo que falta es
el informe del juez comisario, ya que nuestros tribunales son unipersonales. (Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.911; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.
III, p.331: Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution, 16ma. ed., p.567).

El carácter de nulidad relativa ante la inobservancia de la formalidad del informe, se


justifica en que nuestros tribunales son unipersonales. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.331).

“Como nuestro j. de primera instancia es unipersonal, y como el juez de primera


instancia, al abrir el procedimiento del orden, forzosamente se ha designado juez
comisario, el requisito del informe a que se refiere el Art. 762 o no se cumple, o tiene que
limitarse a que el juez deposite ese informe en el expediente”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.391).

“En su sentencia, el tribunal tiene que limitarse estrictamente a decidir sobre las
contestaciones que se le han sometido, sin que pueda, por ej. cambiar el rango de un
acreedor no contestado”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., pp.391-392).

No puede el juez, en ningún caso, ordenar la ejecución provisional de esta sentencia.


(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.912).

La jurisprudencia ha juzgado, que la sentencia que resuelve definitivamente una


contestación, no es más que un elemento del conjunto que es el procedimiento del orden,
que prepara el reglamento y no tiene autoridad de la cosa juzgada. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.913).

2. Notificación de la sentencia. Plazo.

En lo referente a las reglas de la notificación de las sentencias que resuelven una


contestación, el legislador ha establecido reglas especiales, destinado a buscar la
celeridad y economía del procedimiento del orden. En principio, una sentencia ordinaria
985

puede ser notificada en cualquier momento, y si estatuye sobre el fondo y contiene


condenación, la ley le impone una doble notificación, una a la parte y la otra al abogado;
en el procedimiento del orden, la sentencia del fondo, debe de notificarse solamente al
abogado, y dentro de un plazo determinado por la misma ley. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.914).

Aunque la ley sólo hace referencia a las sentencias en cuanto al fondo, al referirse a la
notificación que debe realizarse de ésta dentro de los treinta días, esta regla se aplica
igualmente a las sentencias dictadas sobre incidentes. Pero, esta formalidad no está
prescrita a pena de nulidad. La notificación de la sentencia puede ser hecha útilmente
fuera del plazo antes señalado. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.210, p.385; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique
et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.914).

Conforme al derecho común, la notificación de la sentencia debe hacerla el abogado de la


parte que tenga ganancia de causa, o, en caso de negligencia de parte de ella, debe
hacerlo la parte que ha sucumbido. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.212, p.385).

La sentencia debe ser notificada a los abogados de todas las partes que figuren en la
instancia, pero, no se notifica a los abogados de los acreedores anteriores a las
colocaciones contestadas, los que, sin interés en las contestaciones, son considerados
extraños en la instancia de que se trata. Los acreedores posteriores a las colocaciones
contestadas son representados en la instancia por un abogado común, al cual la
sentencia le es notificada. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, n.214, p.385).

Es nula la notificación de la sentencia que estatuye sobre una contestación que se hace a
la parte, y no al abogado. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.914).

Si el abogado de una parte fallece después de la pronunciación de la sentencia, la


notificación, para hacer correr el plazo de apelación, debe hacerse a persona o a domicilio
de la parte o partes a que el abogado del difunto representa. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.216, p.385).

La notificación de una sentencia de orden, por acto de abogado a abogado, sin protestas
ni reservas, no puede tener el efecto de aquiescencia. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.220, p.386).

3. Recursos en contra de la sentencia. Generalidades.

Las sentencias rendidas sobre contestaciones, pueden ser atacadas por la vía de la
apelación y por la vía de la casación; no pueden, sin embargo ser atacada por la vía de
oposición. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.200, p.384).

Los recursos extraordinarios en materia del procedimiento de orden, están regidos por las
disposiciones del derecho común. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.392).

A. Apelación. Cuándo procede. Plazo. Partes.

“Resulta, pues, de los términos empleados por el art. 762, que para determinar si la
986

sentencia es apelable hay que considerar únicamente la cifra del crédito o de la parte del
crédito que se ha rehusado colocar o que es motivo de contestación”. (Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.393).

La apelación debe ser interpuesta, so pena de inadmisibilidad, dentro de los diez días
que corren a partir de la notificación de la sentencia al abogado. Este plazo cambia en
razón de la distancia. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale, t.II, n.221, p.386).

La caducidad resultante de incoar el recurso de apelación tardíamente es de orden


público; puede ser invocada en todo estado de causa, y puede ser pronunciada de oficio
por el juez. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.222, p.386).

Este plazo no es franco. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique


D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.918).

Puede ser interpuesto recurso de apelación antes que la sentencia sobre la contestación
haya sido notificada. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.918).

El artículo 762 solo concierne al orden judicial: no tiene aplicación cuando se trata de un
orden amigable, en este último caso la sentencia será susceptible de apelación según el
plazo ordinario de dos meses. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.225, p.386).

La jurisprudencia decreta la nulidad del acto de apelación notificado en el domicilio real


del acreedor, cuando ésta ha constituido abogado. Esta solución se justifica considerando
que la medida de la ley, que prescribe que debe notificar el acto de apelación en el
domicilio del abogado, es imperativa y fue establecida en interés de la masa, para acelerar
el procedimiento. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.236, p.387; Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution
et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.568).

Cuando un abogado representa varias partes, el acto de apelación debe ser notificado en
tantas copias como partes interesadas hayan. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.238, p.387).

El derecho de apelación pertenece a aquellos que son parte en la sentencia, mientras esa
sentencia les sea perjudicial, específicamente: 1º a los acreedores contestantes; 2º a los
acreedores contestados; 3º a los abogados encargados de representar los acreedores
posteriores, en orden de hipotecas a las colocaciones contestadas. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.229, p.386).

El adjudicatario, que figure en el orden como personalmente interesado, puede interponer


apelación de las decisiones rendidas sobre la contradicción a orden. De no tener un
interés personal, se debe considerar al adjudicatario como un simple detentador, que no
tiene derecho ni calidad para contestar el monto y el orden de las colocaciones faltantes
sobre el precio. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.221, p.386).

En principio, sólo se debe intimar sobre la apelación a los acreedores que han sido parte
en primera instancia y que tienen interés en la contestación. No hay lugar para intimar al
abogado de la parte persiguiente. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.239, p.387; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
987

Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.332).

Debe intimarse al embargado y a los abogados de los últimos acreedores colocados.


Respecto del embargado la ley no distingue si éste ha sido o no parte en la contradicción
en primera instancia. (Vincent, Jean y Jacques Prévault, 1987. Voies d’Exécution et
Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.567).

La disposición según la cual el abogado del acreedor últimamente colocado, podrá ser
intimado, si hubiese lugar a ello, se justifica en los casos en que su cliente pueda tener
interés en la contestación, porque ésta se refiere no solamente al rango de los primeros
acreedores colocados, sino a la existencia o al monto de sus créditos. (Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., pp.393-394).

La apelación incidental es admitida en materia de orden, como en toda otra, y fuera del
plazo prescrito por el artículo 762. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.247 p.388).

B. Procedimiento en grado de apelación. Sentencia y notificación.

Ante la Corte, el procedimiento audiencia se instruye de acuerdo a las reglas que rigen en
primera instancia. De manera que la audiencia, se persigue mediante simple acto de
abogado a abogado contentivo de avenir. El asunto se juzga en materia sumaria.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.921).

La notificación de la sentencia se rige por iguales normas que en primera instancia y hace
correr el plazo para interponer el recurso de revisión civil. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.922; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.922).

La notificación hace correr el plazo del recurso de casación”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.394).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Los artículos 762, 763 y 764 del Código de Procedimiento Civil están contemplados,
respectivamente, en los artículos 1434, 1435 y 1436 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil.

El artículo 1434 del Código de Procedimiento Civil introduce cambios a lo establecido en


el artículo 762 del Código de Procedimiento Civil en los siguientes aspectos: 1ero.
Establece que las sentencias se dictarán en virtud del informe del juez comisario, y omite
la formalidad establecida en el Código de Procedimiento Civil actual en lo referente a la
necesidad de la presentación de las conclusiones del fiscal. 2do. Establece que la
apelación se interpondrá dentro de los diez días de la notificación de la sentencia al
abogado, contándose un día más por cada treinta kilómetros de distancia, entre el lugar
en que esté establecido el tribunal y el domicilio real del apelante, cuando en el Código de
Procedimiento Civil actual está establecido que es un día mas por cada tres leguas de
distancia. 3ero. Modifica el monto para que sea admisible la apelación, estableciendo que
no será admisible sino en caso de que la suma en litigio exceda de cien salarios mínimos
mensuales de ley.

El artículo 1435 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil hace una aclaración a lo
establecido en el artículo 763 del Código de Procedimiento Civil actual, en el sentido de
988

que no remite a otro artículo, sino que establece claramente que la audiencia se
continuará y se instruirá sumariamente.

El artículo 1436 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil no introduce modificación


alguna al Código de Procedimiento Civil.

Artículo 765

En los ocho días que sigan a la expiración del plazo de la apelación, y en caso de
ésta, en los ocho días a contar de la notificación de la sentencia de la Suprema
Corte, el juez determinará definitivamente el orden de los créditos contestados y de
los posteriores, conforme a lo prescrito por el artículo 759. Los intereses y réditos
vencidos de los acreedores últimamente colocados cesarán en lo que respecta al
deudor embargado.

Tabla de Contenido

1. Colocación definitiva.
A. Clausura del Orden. Auto.
B. Efectos del auto de clausura.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
_____________________________________________________________________________

1. Colocación definitiva.

A. Clausura del Orden. Auto.

El estado de colocación viene a ser definitivo en dos casos: a) no ha habido


contestaciones; b) las contestaciones han sido falladas irrevocablemente. (Glasson, E. et
al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.925; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.396).

En el primer caso, el estado definitivo no es más que una reproducción del estado de
colocación provisional, el cual no puede ser modificado por el juez. En el segundo, el juez
reproduce el estado provisional introduciendo las modificaciones que puedan resultar de
las sentencias pronunciadas acerca de las contestaciones. (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.397).

El derecho de hacer pronunciar la ordenanza de clausura no pertenece exclusivamente al


acreedor persiguiente; todo acreedor tiene el derecho de requerir, después de la expiración
de los plazos, si no se eleva ninguna contestación, sin ser obligado de hacer subrogar al
persiguiente. Le pertenece al juez comisario, en ausencia de requerimiento, el derecho de
proceder de oficio. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.166, p.389).

El auto de clausura tiene autoridad de la cosa juzgada entre todas las partes en el
procedimiento del orden. Cuando ha habido contestaciones, en el estado provisional,
respecto del cual se desestiman impugnaciones, reside la autoridad de la cosa juzgada.
(Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta,
ed., p.397).

B. Efectos del auto de clausura.


989

El auto de clausura da a conocer cuáles son los acreedores colocados, que adquieren el
derecho de pagados por el adjudicatario, o por la colecturía de rentas internas, si el precio
ha sido consignado. Los acreedores que no son colocados, conservan sus derechos contra
su deudor, en caso de que puedan cobrar su colocación. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
pp.932-933; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v.IV, 4ta, ed., p.399).

De esto resulta que: a) no obstante la colocación, el acreedor puede perseguir el pago de


su crédito sobre los bienes del deudor; b) al acreedor que no se le pague conserva su
hipoteca y las otras seguridades que garantiza el crédito; c) si el adjudicatario vende el
inmueble, queda subrogado. Los acreedores se subrogan en los derechos de la parte
embargada, especialmente en los del vendedor no pagado. (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.399).

“(…) el auto de clausura detiene el curso de los intereses y réditos adeudados por la parte
embargada. El art. 765, cuya disposición debe ser generalizada, lo dispone así
especialmente para el caso de que han ocurrido contestaciones: “Los intereses y réditos
vencidos de los acreedores últimamente colocados cesarán en lo que respecta al deudor
embargado”. Esto se debe a que el auto de clausura es seguido inmediatamente de la
entrega de los mandamientos o facturas de colocación, de donde resulta que los intereses
corren contra el adjudicatario que debe pagar el precio, y que, si el adjudicatario consignó
el precio, el acreedor colocado no percibirá intereses, puesto que la colecturía de rentas
internas no los paga”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., pp.399-400).

Cuando el auto de clausura ha sido objeto de oposición, los intereses siguen corriendo en
contra del embargado, hasta tanto no intervenga la sentencia definitiva de la oposición.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.934).

Si el recurrente sucumbe, debe soportar la diferencia entre los intereses convencionales y


los intereses que se devengan en la caja de consignación, a favor del embargado y de los
acreedores. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.273, p.390).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 765 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en el artículo 1437 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. El Proyecto introduce una modificación al
referido artículo, ya que establece que en caso de apelación en los ocho días a contar de
la notificación de la sentencia sobre apelación, es que el juez determinará definitivamente
el orden de los créditos contestados y de los posteriores, dejando cerrado el
procedimiento, mientras que el Código de Procedimiento Civil actual establece que en
caso de apelación en los ocho días a contar de la notificación de la sentencia de la
Suprema Corte, es que el juez determinará definitivamente el orden de los créditos
contestados y de los posteriores.

Artículo 766

Las costas de las contestaciones no se pueden tomar de las sumas que provengan de
la adjudicación. Sin embargo, el acreedor cuya colocación rechazada de oficio, a
990

pesar de presentar suficientes documentos y títulos, fuese admitida por el tribunal,


sin que ningún acreedor le hubiere contestado su derecho, podrá imputar sus costas
sobre el producto de la venta en el rango de su crédito. Las costas de los abogados
que hubieren representado a los acreedores posteriores en el orden de hipotecas, en
las colocaciones impugnadas se podrán sacar previamente de lo que haya quedado
de las sumas destinadas a la distribución, deduciendo las que se hubiesen empleado
en pagar a los acreedores anteriores. La sentencia que autorice la imputación de las
costas, pronunciará la subrogación en provecho del acreedor a quien no alcancen los
fondos o de la parte embargada. El dispositivo de la sentencia enunciará esta
circunstancia e indicará la parte a quien deba aprovechar. Aún obteniendo decisión
favorable en el juicio se puede condenar al pago de las costas al demandante o al
demandado, siempre que hubiese sido negligente en la presentación de sus títulos.
Cuando un acreedor condenado en las costas de la contestación hubiere obtenido
ser colocado en rango útil, las costas a su cargo se deducirán con prioridad, según
una disposición especial del arreglo del orden, del importe de su colocación, en
provecho de la parte que hubiere obtenido la condenación.

Tabla de Contenido

1. Las costas. Liquidación.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver las anotaciones de los artículos 753 y siguientes, en lo referente a la colocación.

1. Las costas. Liquidación.

La norma según la cual las costas relativas al procedimiento de las contestaciones no se


pueden deducir del precio de la adjudicación, sólo puede ser invocada por una parte que
tenga interés. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.321, p.389).

Esta regla comporta diferentes excepciones, previstas a lo largo del mismo artículo 766.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
n.360, p.389; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.923).

La primera excepción supone que la producción de un acreedor, que no haya sido


contestada, y fuera rechazada de oficio por el juez; este acreedor eleva una contestación y
obtiene ganancia de causa. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.924).

La segunda excepción se refiere a los gastos en que incurre el abogado que, en los
términos del artículo 760, representa a la masa de acreedores posteriores a los acreedores
contestados. Dos casos pueden ocurrir: a) el acreedor contestante ha sucumbido, quien
paga las costas al abogado de la masa; c) el acreedor contestante ha obtenido ganancia de
causa, caso en el cual el abogado es pagado por privilegio del precio a distribuir, el cual
disminuye a medida que las costas del abogado de la masa asciende. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.924).

Conforme al derecho común, aquel que sucumbe las contestaciones es el que debe pagar
los gastos, pero el juez puede condenar al pago de las costas a la parte gananciosa, a
título de daños y perjuicios. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.923).
991

“La sentencia que autorice la imputación de las costas pronunciará la subrogación en


provecho del acreedor a quien no alcancen los fondos, o de la parte embargada. El
dispositivo de la sentencia enunciará esta circunstancia e indicará la parte a quien debe
aprovechar. La parte demandante o demandada, aún cuando hayan obtenido decisión
favorable en el juicio, podrán ser condenadas a soportar las costas, si se han mostrado
negligentes en la presentación de sus títulos”. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de
Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.96).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 766 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en el artículo 1438 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. Este artículo no sufre ninguna modificación
por el Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Artículo 767

Dentro de los tres días del auto de clausura, el abogado de la parte actora lo
denunciará por medio de simple acto de abogado a abogado. En caso de oposición a
este auto, por parte de un acreedor, del adjudicatario o del embargo, esta oposición
se formará, a pena de nulidad, dentro de los ocho días de la denuncia y se llevará
dentro de los ocho días siguientes a la audiencia del tribunal, aunque esté en
vacación, mediante un simple acto de abogado que contenga los medios y
conclusiones; y respecto a la parte embargada que no tenga abogado en causa, por
acto de emplazamiento a ocho días de término. La causa se instruirá y juzgará
conforme a lo dispuesto en los Arts. 761, 762 y 764, aun en lo concerniente a la
apelación de la sentencia.

Artículo 768

El acreedor para quien faltasen fondos y la parte embargada, tendrán su recurso


abierto contra los que hubieren sucumbido, para los intereses y réditos devengados
durante el tiempo de las contestaciones.

Tabla de Contenido

1. Denuncia del auto de clausura. Plazo.


2. Recursos en contra del auto de clausura.
A. Oposición.
B. Tercería.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Denuncia del auto de clausura. Plazo.

Como medida previa a la ejecución del orden establecido para la distribución del producto
de la adjudicación, dentro de los tres días del pronunciamiento del auto de clausura, el
abogado de la parte actora lo denunciará por medio de un simple acto de abogado a
abogado. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos,
p.97; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV,
4ta, ed., p.397).
992

El plazo de los tres días para hacer denuncia, no está prescrito a pena de nulidad.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
n.275, p.389; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.928; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, pp.344-345).

No se aumenta en razón de la distancia. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et


Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.928).

El auto de clausura será denunciado a los acreedores que han participado en el orden,
hayan sido o no colocados, al adjudicatario y al embargado. Por esta denuncia, los
acreedores saben si vienen en orden útil, el adjudicatario sabe que debe pagar el precio si
aún no lo ha pagado, el embargado conoce la graduación de los acreedores y si existe o no
un remanente. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.277, p.389; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.928; Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.397).

1. Recursos en contra del auto de clausura.

A. Oposición.

“El auto de clausura es susceptible de ser impugnado mediante un recurso de oposición


incoado por un acreedor, o por el adjudicatario, o por el embargado”. (García de Peña, L.V.
1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.97).

En sentido general, la oposición procede en los casos en los cuales el juez, al dictar el
reglamento de cierre, ha incurrido en error u olvido y cuando no hay uniformidad entre el
reglamento provisional y el definitivo. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil.
3ra. ed., t. III, p.345).

La oposición al auto de clausura sólo es permitida cuando ese auto no reproduzca


fielmente el estado provisional no contestado, o cuando no se conforme a la sentencia
pronunciada acerca de las contestaciones, o cuando se hubiese dictado prematuramente.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.929; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.397).

Procede también, en los casos en que el auto de clausura ha sido rendido


prematuramente. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.929).

No procede la oposición, en los casos en que lo que se discuta sea la existencia de las
acreencias, o el monto de las mismas, o el rango en que fueron colocados los acreedores.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.929).

El derecho de formar oposición pertenece a todas las partes que figuran en el orden, es
decir, a los acreedores que deben producir, al adjudicatario, al deudor o al embargado. A
los que la ordenanza de clausura debe ser denunciada. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.380, p.390).

”El texto nos indica a quién debe hacerse la denuncia, pero como indica las personas que
pueden formar oposición, es evidente que la denuncia debe hacerse a estas mismas
993

personas: acreedores, adjudicatario y parte embargada (...) Hay que notar que la
oposición que ahora examinamos está precisamente abierta a quienes han sido parte en
el procedimiento del orden, por lo que la idea de un defecto se debe descartar de plano”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.345).

La oposición produce efecto suspensivo respecto del auto de clausura. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.930).

“Como el artículo 767 dice que la causa se instruirá y juzgará conforme a los artículos
761, 762 y 764, se concluye que la causa se juzgará de conformidad a como se conocen
las contestaciones. Es por ello que habrá conclusiones del fiscal y la causa se decidirá
después del informe del juez comisario. No habrá el recurso ordinario de la oposición, en
caso de decisión rendida en defecto de algunas de las partes”. (Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.345).

B. Tercería.

La tercería está abierta contra la ordenanza de clausura del orden; pero, para poder
utilizarse esta vía de recurso, se debe, conforme al derecho común, no haber sido parte en
el procedimiento del orden. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, n.288, p.391).

La tercería puede ser formada en el plazo de la más larga prescripción. Se persigue por
ante el tribunal ante el cual el orden fue perseguido, y será instruida conforme a las
reglas de derecho común. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.931).

Pueden recurrir en tercería: a) los acreedores que no fueron intimados a producir; b) los
acreedores que no fueron válidamente intimados a producir; c) los acreedores que
depositaron sus títulos y la parte embargada, en los casos en que no le haya sido
denunciado el estado provisional; d) los acreedores que no fueron regularmente
representados por el abogado del último acreedor colocado, en caso de contestación; e) el
adjudicatario y el embargado, si no fueron citados para la contestación; f) los acreedores
quirografarios que pretendan que el orden fue concluido en fraude de sus derechos.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.931-932; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., pp.398-399).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Los artículos 767 y 768 del Código de Procedimiento Civil están contemplados,
respectivamente, en los artículos 1439 y 1440 del Proyecto de Código de Procedimiento
Civil.

El artículo 1439 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil establece que la oposición
se formará dentro de los ocho días siguientes a la audiencia del tribunal, y omite lo que
establece el Código de Procedimiento Civil que este plazo se lleva a cabo aunque el
tribunal esté en vacación.

El artículo 1440 del Proyecto de Código no introduce modificación en lo que concierne al


artículo 768 del Código de Procedimiento Civil.
994

Artículo 769

Dentro de los diez días, contados desde aquel en el que el auto de clausura no pueda
ser ya impugnado, el secretario expedirá un extracto del auto del juez, para que se
deposite por el abogado actor en la oficina de hipotecas. El conservador, a la
presentación de este extracto, hará la cancelación de las inscripciones de los
créditos no colocados.

Artículo 770

En el mismo término, el secretario entregará a cada acreedor colocado una cuenta


de colocación ejecutiva contra el adjudicatario, o contra la caja en que se hubieren
depositado los fondos. La factura de costas del abogado no se podrá entregar sino a
condición de presentar éste las certificaciones de cancelación de las inscripciones
de los acreedores no colocados. Estas certificaciones quedarán anexas al
expediente.

Artículo 771

El acreedor colocado, al dar carta de pago del importe de su colocación, consiente


en la cancelación de su inscripción. A medida que se vayan pagando colocaciones, el
conservador de hipotecas, al presentársele la factura y la carta de pago del acreedor,
descargará de oficio la inscripción hasta el alcance de la suma finiquitada. La
inscripción de oficio se cancelará definitivamente por la justificación que hiciere el
adjudicatario de haber pagado la totalidad de su importe a los acreedores colocados,
o a la parte embargada.

Tabla de Contenido

1. Ejecución del auto de clausura.


A. Cancelaciones.
B. Entrega de las cuentas de colocación.
C. Ejecución de las cuentas de colocación.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Ejecución del auto de clausura.

A. Cancelaciones de los acreedores no colocados.

En un plazo de diez días calculados a partir de la fecha en que el auto de clausura no


pueda ser objeto de impugnación, el secretario expedirá un extracto del aludido auto al
abogado del actor para que éste lo deposite en el Registro de Títulos o en la
Conservaduría de Hipotecas, según se trate de inmuebles registrados o no registrados.
(García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.97;
Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed.,
p.400-401).
995

El extracto expedido por el secretario debe contener: los nombres del juez, del embargado,
del adjudicatario, de los acreedores no colocados, designación detallada de las
inscripciones, fecha de la adjudicación, fecha de la apertura del orden. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.936; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.401).

El conservador de hipotecas o registrador de títulos, según correspondiera, a la


presentación de este extracto, hará la cancelación de las inscripciones de los créditos no
colocados. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos,
p.98; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV,
4ta, ed., p.401).

La ley no ha prescrito ningún plazo dentro del cual el abogado del persiguiente debe
demandar la cancelación de las hipotecas, como tampoco establece el plazo en el cual el
conservador de hipotecas, debe cancelar las hipotecas. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
pp.936-937).

B. Entrega de las cuentas de colocación.

El Art. 770 prescribe que en el mismo término previsto en el Art. 769 el secretario debe
entregar a cada acreedor colocado una cuenta de colocación ejecutoria contra el
adjudicatario o contra la caja en que se hubieren depositado los fondos. (García de Peña,
L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.98; Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.402).

Para obtener sus cuentas de colocación los acreedores no tienen que cumplir ninguna
formalidad, excepto el abogado persiguiente, a quien no se podrá entregar la factura,
dispone el Art. 770, sino a condición de presentar éste las certificaciones de cancelación
de las inscripciones de los acreedores no colocados, las cuales quedarán en el expediente.
(García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.98;
Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed.,
p.402).

Para economizar los gastos, el secretario no expide más que una factura de colocación por
acreedor, aún cuando un acreedor sea titular de varias acreencias. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.937).

No puede ser expedida una factura colectiva a los acreedores hipotecarios que la
demanden. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n.302, p.393).

La cuenta de colocación debe estar firmada por el secretario que la expide. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t. II, n.304, p.393).

Si uno de los acreedores colocados, por una causa cualquiera, es pagado antes de la
entrega de la cuenta, el monto de su colocación será atribuido al primer acreedor no
colocado, quien podrá, en consecuencia, demandar una cuenta de colocación. (Glasson,
E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.937).

Cualquier persona interesada, puede hacer oposición a la entrega de la factura de


colocación, a condición de que esta oposición no ataque el reglamento definitivo; pueden
996

oponerse cuando el acreedor colocado ya ha sido pagado, el embargado, los acreedores


colocados o excluidos, los acreedores quirografarios, el adjudicatario. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.938; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.402).

C. Ejecución de las cuentas de colocación.

El mandamiento de colocación es un título ejecutorio que da a cada acreedor el derecho


de hacerse pagar por el adjudicatario, o por la caja de consignación, cuando el precio ha
sido consignado. La cuenta de colocación está revestida de la fórmula ejecutoria, y
especifica la acreencia, la cifra a la que se eleva y el acto de donde ella procede.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
n.304, p.393; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.938-939).

Por la factura de colocación no opera ninguna subrogación, sea convencional, sea legal,
en provecho del acreedor sobre los derechos de su deudor. Por otra parte, no entraña
novación en la deuda, y no impide al acreedor colocado, tanto que no toca el monto de su
factura, de presentarse en otro orden, o de actuar contra el deudor personal contra el
deudor originario o sus coobligados. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.310, p.394).

La cuenta de colocación es suficiente para dar al acreedor una acción que prescribe en el
plazo de derecho común, contra el adjudicatario y contra la caja de consignación, aún
cuando la acreencia contra el deudor está sometida a una prescripción más corta. El
embargado mismo tiene una acción que prescribe en el mismo término, tendente a
obtener el resto luego de desinteresados a los acreedores. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.939).

Cuando el adjudicatario que no ha consignado el precio rehúsa a pagar, el acreedor


puede, a su elección, o perseguir la venta del inmueble por causa de falsa subasta, o
notificarle mandamiento de pago tendente al embargo de sus bienes. El adjudicatario no
puede válidamente negarse a pagar más que cuando, apoyándose en lo que dispone el
artículo 1653 del Código Civil, tiene justos motivos para perder la cosa y el precio, o
cuando se le ha notificado embargo retentivo por algún acreedor colocado. El
adjudicatario paga a los acreedores en los términos del artículo 1247 del Código Civil,
según vayan presentándose, no teniendo que establecer orden alguno para efectuar los
pagos. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, pp.939-940; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.403).

Cuando el acreedor es pagado emite carta de pago por el importe de su colocación, y


consiente la cancelación de su inscripción en el momento de recibir el pago de la misma,
cuya cancelación se efectuará por el Registrador de Títulos o el Conservador de Hipotecas,
al presentársele la factura y el recibo de pago hasta el monto de la suma pagada. (García
de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.98; Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., pp.403 y
404).

“El costo de este recibo, descargo o carta de pago es a cargo del deudor, o sea del
adjudicatario. El mismo texto contiene dos disposiciones finales, que se refieren, de
acuerdo con la interpretación generalmente admitida, a la inscripción practicada de oficio
por el conservador de hipotecas, en virtud de los prescrito en el art. 2108 del C. Civil, en
997

provecho del vendedor no pagado”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.403).

“A medida que se vayan pagando colocaciones, el conservador de hipotecas, al


presentarse la factura y la carta de pago del acreedor, descargará de oficio la inscripción
hasta el alcance de la suma finiquitada”: (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., pp.403 y 404).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Los artículos 769, 770 y 771 del Código de Procedimiento Civil están contemplados,
respectivamente, en los artículos 1441, 1442 y 1443 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil.

El artículo 1441 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil no introduce modificación


alguna al artículo 769 del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 1442 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil introduce una modificación
al artículo 770 del Código de Procedimiento Civil al sustituir la palabra caja por la palabra
entidades bancarias. En ese mismo sentido el artículo 1443 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil establece una modificación al artículo 771 del Código actual al
sustituir la palabra carta de pago por la palabra recibo de pago.

Artículo 772

Cuando la enajenación tuviere lugar por expropiación forzosa, el orden se


promoverá por el acreedor más diligente o por el adquiriente. Se puede también
promover por el vendedor, pero únicamente cuando el importe fuere exigible. En
todos los casos, el orden no se abrirá sino después del cumplimiento de todas las
formalidades prescritas para la extinción de las hipotecas. El orden se introducirá y
se regulará en las formas establecidas por el presente título. Los acreedores con
hipotecas legales que no las hubieren hecho inscribir en el plazo fijado por el
artículo 2195 del Código Civil, no podrán ejercer derecho de preferencia sobre el
importe de la venta, sino cuando se hubiere abierto el orden de pago en los tres
meses que sigan a la expiración de dicho plazo, y bajo las condiciones determinadas
por la última disposición del artículo 717.

Tabla de Contenido

1. Apertura del orden por enajenación voluntaria.


A. Quién puede promoverlo.
B. Formalidades.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Apertura del orden por enajenación voluntaria.

A. Quién puede promoverlo.

Tratándose del orden que sea la consecuencia de una enajenación voluntaria, puede
demandar su apertura el acreedor más diligente. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n. 35, p.370; García de Peña, L.V. 1999.
998

Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.98; Vincent, Jean y Jacques
Prévault, 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution, 16ma. ed., p.523).

También puede provocar la apertura del orden, el adquiriente, así como el vendedor del
inmueble. Sin embargo, este último sólo puede requerir la apertura cuando el precio ya
sea exigible; se admite que el precio es exigible de acuerdo a los términos del contrato.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.
35, p.369; García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos,
p.98).

“Este caso se plantea cuando por el efecto de un embargo inmobiliario se produce la venta
voluntaria del inmueble embargado, es posible recurrir al procedimiento del orden para la
distribución del precio de la venta. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial
Privado, Los Embargos, p.98).

B. Formalidades.

Remitimos a los artículos 749 y 750, en lo referente a las formalidades para la apertura
del orden.

2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 772 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en el artículo 1444 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. Este último omite dos cuestiones que están
contempladas en el Código actual, la primera cuestión es que no establece que los
acreedores con hipotecas legales que no las hubieran hecho inscribir en el plazo citado
por el artículo 2195 del Código Civil no podrán ejercer derecho de preferencia sobre el
importe de la venta, sino que simplemente establece que no podrán ejercer el derecho de
preferencia las hipotecas con hipotecas legales que no las hubieran hecho inscribir antes
de la venta. Además, en el Código de Procedimiento Civil está establecido que lo dispuesto
se regulará conforme a la condiciones determinadas por la última disposición del Código,
aspecto del que no se hace alusión el Proyecto.

Artículo 773

No se podrá promover el orden si hubiere menos de cuatro acreedores inscritos,


cualquiera que hubiere sido el modo de enajenación. Expirados los términos
establecidos por los artículos 750 y 772, la parte que quisiere promover el orden,
presentará instancia al presidente del tribunal, a fin de que se haga proceder al
preliminar del arreglo amistoso, en las formas y con los plazos establecidos por el
artículo 751. A falta de acuerdo amigable, se arreglará por el tribunal la distribución
del precio, juzgando como en materia sumaria, por emplazamiento notificado a
persona o en el domicilio, a requerimiento de la parte más diligente, sin otro
procedimiento que conclusiones motivadas. La sentencia se notificará únicamente
al abogado, si lo hubiere constituido. En caso de apelación, se procederá, como lo
previenen los artículos 763 y 764.

Tabla de Contenido

1. Orden en Audiencia.
A. En qué consiste y cuándo procede.
B. Procedimiento. Sentencia; apelación.
2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.
999

1. Orden en Audiencia.

A. En qué consiste y cuándo procede.

El orden judicial es aquel que opera en el caso de que haya menos de cuatro acreedores,
donde la ley simplifica el procedimiento, y, después de una tentativa de arreglo, las
partes obtienen del tribunal la reglamentación de sus derechos. (Capitant, Henri. 1930.
Vocabulario Jurídico. p. 404; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.942; Tavares,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p. 357).

“Debe realizarse un orden judicial propiamente dicho, cuando existan, en la fecha de la


clausura del orden amigable cuatro o más acreedores inscritos sobre el inmueble de cuyo
precio se trate, pero que cuando existan menos de cuatro se recurrirá al orden de la
audiencia”. (Sent. SCJ. 30 de Noviembre de 1935. BJ.304.472. Citada por: Gómez hijo,
Manuel Ubaldo, 1947. Repertorio Alfabético de la Jurisprudencia Dominicana (1934-1938).,
v.II, p.254).

Para determinar el número hay que colocarse en el día de la clausura del ensayo de
reglamento amigable que debe preceder al orden, no influyendo en la forma del orden si el
número varía después de dicha clausura. Entre los acreedores inscritos para los fines ya
dichos debe incluirse al adjudicatario si éste tiene derechos hipotecarios que invocar en
virtud de un crédito inscrito. (Sent. SCJ. 30 de Noviembre de 1935. BJ.304.472. Citada
por: Gómez hijo, Manuel Ubaldo, 1947. Repertorio Alfabético de la Jurisprudencia
Dominicana (1934-1938)., v.II, p.254)

En sentido contrario: Para evaluar el número de acreedores, hay que colocarse en el


momento de la apertura del orden. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, n. 322, p.394; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.404).

No ejerce ninguna influencia, que más tarde fallezca uno de los acreedores, dejando
varios herederos. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.404).

Si “el número de acreedores es inferior a cuatro, (…) ¿qué sucede si se ha empleado el


orden judicial? Este es un asunto sobre el cual la jurisprudencia francesa se ha
pronunciado en el sentido de la nulidad del orden indebidamente empleado, pero
admitiendo que dicha nulidad no es de orden público. Evidentemente se han establecido
dos órdenes diferentes, uno para dar mayores garantías: el orden judicial y el otro para
imprimir más celeridad, pero en uno como en otro caso, ha primado el interés particular
de las partes”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.346).

Las partes no tienen opción entre los dos procedimientos: el procedimiento del orden
judicial se impone con la existencia de más de cuatro acreedores, mientras que el
procedimiento del orden en audiencia se impone en los casos en que haya menos de este
número de acreedores. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation
Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.944).

No puede llevarse orden en audiencia, cuando el procedimiento del orden es consecuencia


de una enajenación voluntaria. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.939).
1000

B. Procedimiento. Sentencia; apelación.

Se busca en el orden en audiencia un procedimiento aún más rápido que el orden


judicial. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p. 947; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.346; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., pp.406-407).

El orden en audiencia no se lleva ante un juez comisario, sino ante el tribunal juzgando
en audiencia pública. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III,
p.346; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV,
4ta, ed., p.405).

“En razón de la materia, el tribunal competente es el juzgado de primera instancia.


Territorialmente lo es el juzgado de la situación del inmueble donde el orden se ha
enviado”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, pp.347-348).

El procedimiento del orden está precedido por una tentativa de orden amigable y
solamente cuando esta tentativa no se tenga éxito, se podrá proceder a abrir el orden en
audiencia. El orden amigable no presenta ninguna particularidad. Se desarrolla según las
formas y plazos previstos en el artículo 751, con la diferencia de que el procedimiento se
realiza ante el tribunal y no ante el juez comisario. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956,
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.326, p.395; Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, pp.944-945: Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.405).

Ver anotaciones del artículo 751.

Si no se produce acuerdo amigable, el tribunal apoderado por acto de emplazamiento


notificado a persona o domicilio, a requerimiento de la parte más diligente, procederá a la
distribución del precio de la enajenación, sin otro procedimiento que las conclusiones
motivadas de las partes. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado,
Los Embargos, p.99; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III,
p.348; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV,
4ta, ed., p.405).

“La ley no establece ningún plazo dentro del cual se debe proceder a citar a las demás
partes (…) Aunque el texto antes citado habla de procedimiento sumario, que ha sido
suprimido ya, debemos saber que se trata de un procedimiento rápido, ya que no hay
informe de juez, ni conclusiones del fiscal y que en caso de defecto, la oposición es posible
de conformidad con las normas de derecho común que rigen este recurso”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.348).

La sentencia se notificará solamente al abogado, si lo hubiere constituido. (Encyclopédie


Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n. 329, p.395;
García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.99; Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.348; Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.405).

“(…) no hay necesidad de notificar la sentencia dentro de los treinta días; la sentencia
pronunciada en defecto está sujeta a oposición; el plazo de la apelación es de dos meses
y no de diez días, siendo sin embargo su punto de partida la notificación de la sentencia
al abogado; el acto de apelación debe ser notificado en el domicilio del apelado y no en el
1001

estudio de su abogado”. (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV, 4ta, ed., pp.405-406).

En caso de apelación, se procederá conforme a los Artículos 763 y 764. (García de Peña,
L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.99; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.348; Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.406).

3. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 773 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en los artículos 1445
del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, y sufre varias modificaciones. En tal
sentido hemos de establecer que el Proyecto establece que en caso de apelación, se
procederá sumariamente, sin oír al fiscal, mientras que en el Código actual está
establecido que es necesaria la audición del fiscal. Por otro lado, el Código de
Procedimiento Civil establece que la sentencia que se dictare no estará sujeta a oposición,
a lo que el Proyecto de Código de Procedimiento Civil agrega que aún en caso de
incomparecencia.

Artículo 774

El que adquiere, se paga especialmente de preferencia por el costo del extracto de


las inscripciones y de las denuncias de los acreedores inscritos.

Tabla de Contenido

1. Pago de los gastos del adquiriente.


2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

1. Pago de los gastos al adquiriente. Remisión.

Remitimos a las anotaciones de los artículos 753 y siguientes, en lo referente a la


colocación.

2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 774 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en el artículo 1446 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. En lo que concierne a éste artículo el Proyecto
no introduce ninguna modificación.

Artículo 775

Todo acreedor podrá tomar inscripción para conservar los derechos de su deudor;
pero el importe de la colación de éste último se distribuirá entre todos los
acreedores que se hubieren inscrito, o hecho oposición antes de la clausura del
orden.

Tabla de Contenido

1. Suborden.
2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.
1002

1. Suborden.

Es un incidente del procedimiento del orden. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et
Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.953).

“El suborden es la repartición entre los acreedores personales de un acreedor interesado


en un orden, de la colocación obtenida por su deudor“. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III, p.352).

El suborden es un modo particular de reglamento admitido a favor de acreedores que


intervienen en un orden en el cual su deudor figura o está en vía de figurar como
acreedor, para tomar su lugar y espacio el monto de la colocación y repartirlo entre ellos.
Es una aplicación particular del principio general consagrado por el artículo 1166 del
Código Civil, que autoriza a los acreedores a ejercer los derechos de sus deudores.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II,
n.334, p.395; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v.IV, 4ta, ed., p.408).

El artículo 775, que reglamenta el suborden, abre a los acreedores, en términos poco
explícitos, dos procedimientos al efecto: la inscripción de la hipoteca del deudor; b) la
oposición. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare,
de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.954; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.408).

La inscripción está abierta para el acreedor hipotecario. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.956).

“Todo acreedor podrá tomar inscripción para conservar los derechos de su deudor, pero el
importe de la colocación de este último, se distribuirá entre todos los acreedores que se
hubieren inscrito, o hecho oposición antes de la clausura del orden”. (García de Peña, L.V.
1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.99).

Es controvertida la cuestión del alcance de la inscripción de la hipoteca hecha por los


acreedores de los acreedores. Según una opinión esta medida no produce la
indisponibilidad de la hipoteca ni de la acreencia; otros opinan que la inscripción equivale
a una oposición, que hace indisponible la hipoteca, que no puede ser cancelada más que
con el consentimiento del acreedor que ha promovido la inscripción. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, pp.955-956).

La vía de la oposición para el suborden está abierta a todo acreedor quirografario, sea que
su acreencia resulte de un título auténtico, sea que resulte de un título privado. (Glasson,
E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.956; Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, n. 337, p.395-396).

El artículo 775 no determina la forma en que debe hacerse la oposición o demanda en


colocación de suborden. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale, t.II, n. 338, p.396).
1003

La ley no fija plazo en la cual deba ser incoada la demanda de colocación en suborden.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.
339, p.396).

La distribución entre los acreedores demandantes en suborden no tiene lugar, en


principio, sino después de la clausura del orden. Ha sido juzgado, en consecuencia, debe
ser prorrogada la sentencia de las contradicciones elevadas sobre el suborden hasta la
clausura definitiva del orden. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, n.344, p.396).

2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 775 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en el artículo 1447 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. Este artículo no sufre modificaciones.

Artículo 776

En casos de no observarse las formalidades y plazos fijados por los artículos 753 y
755, párrafo 2do., y 769, el abogado promovente caducará en la instancia, sin
necesidad de intimación ni sentencia. El juez proveerá a su reemplazo, de oficio o a
requerimiento de una parte, por auto inscrito en el expediente, cuyo auto no será
susceptible de ningún recurso. Lo mismo se procederá con respecto al abogado a
quien se comisione, y no cumpliese las obligaciones que se le imponen por los
artículos 758 y 761. El abogado que caducare en el procedimiento estará obligado a
entregar inmediatamente los documentos bajo recibo al que lo reemplazare, y no se
le pagarán sus costas sino después de la clausura del orden.

Tabla de Contenido

1. Sanción a la inobservancia de los artículos 753, 755 párrafo 2do., 769, 758 y
761.
2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

1. Sanción a la inobservancia de los artículos 753, 755 párrafo 2do., 769, 758 y
761.

La inobservancia de las formalidades y plazos prescritos por los arts. 753 y 755, párrafo
2do., así como el Art. 769, del Código de Procedimiento Civil, provoca la caducidad de la
instancia, sin necesidad de intimación ni sentencia. En esta situación el Juez procederá
de oficio o a requerimiento de parte, a reemplazar el abogado promoviente del orden,
mediante auto inscrito en el expediente, y el cual no será susceptible de ningún recurso.
(García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.100;
Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.349; Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.953; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.407).

“La misma sanción se aplicará al abogado comisionado que no cumpla con las
obligaciones que le son impuestas por los Arts. 758 y 761 del citado Código”. (García de
Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.100; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.349; Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.407).
1004

“El abogado que caducare en el procedimiento está obligado a entregar inmediatamente


bajo recibo al abogado que lo reemplace, los documentos de la instancia, y además, no se
le pagarán las costas sino después de la clausura del orden”. (García de Peña, L.V. 1999.
Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.100; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.350; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.407).

Cuando la inobservancia de una de las formalidades o de uno de los plazos, provenga del
secretario, el abogado no será responsable; esta citación debe ser probada ante el
tribunal. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.954).

El incumplimiento de estas formalidades constituya la base de un incidente del


procedimiento del orden. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.953).

2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 776 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en el artículo 1448 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. Este artículo no sufre ninguna modificación,
se mantiene intacto.

Artículo 777

El adjudicatario por expropiación forzosa que quisiere hacer pronunciar la


cancelación de inscripciones antes de la clausura del orden, deberá consignar su
importe y los intereses vencidos, sin ofrecimientos reales hechos previamente. Si
no se hubiere abierto el orden, deberá requerir su apertura después de expirado el
plazo que se fija en el artículo 750. Depositará, en apoyo a su requerimiento, el
recibo de la caja pública, y declarará que se propone hacer pronunciar la validez de
la consignación y la cancelación de las inscripciones. En los ocho días que sigan a la
expiración del término para la presentación de títulos, fijado por el artículo 754,
intimará por acto de abogado a abogado, y previa notificación a la parte embargada,
si no tuviere abogado constituido, que tome comunicación de su declaración, y que
la conteste en los quince días, si hubiere lugar a ello. A falta de contestación en este
término, el juez, por auto dado en el expediente, declara válida la consignación y
pronunciará la cancelación de todas las inscripciones existentes, con
mantenimiento de su efecto sobre el producto de la venta. En caso de contestación,
se decidirá por el tribunal, sin retardo de las operaciones del orden. Si éste se
hubiera abierto ya, el adjudicatario, después de la consignación hará su declaración
en el expediente, bajo la firma de su abogado, acompañada del recibo del depósito
en la caja pública. Se procederá, como antes se ha dicho, después de vencido el
término de las presentaciones de títulos y documentos. En caso de enajenación, que
no se debiere a procedimiento de expropiación forzosa, el adquiriente que quisiere
obtener la liberación definitiva de todos los privilegios e hipotecas, por la vía de la
consignación, después de haber llenado todas las formalidades requeridas al efecto,
efectuará esta consignación sin hacer previamente ofrecimientos reales. Para ello,
intimará al vendedor, a fin de que le presente, en el término de quince días, la
cancelación de las inscripciones existentes, y le hará conocer el importe de las
sumas del capital y de los intereses que se proponga consignar. Transcurrido este
plazo, se realizará la consignación, y en los tres días siguientes, el adquiriente o
adjudicatario requerirá la apertura del orden, depositando el recibo de la
consignación hecha en la caja pública. Se procederá entonces, en virtud de
1005

requerimiento, conforme a las disposiciones indicadas anteriormente.

Artículo 778

Toda contestación relativa a la consignación del importe de la venta, se formulará


en el expediente por un reparo motivado, a pena de nulidad; y el juez remitirá para
ante el tribunal a los contendientes. La audiencia se promoverá mediante simple
acto de abogado a abogado, sin más procedimiento que conclusiones motivadas,
procediéndose después como lo indican los artículos 761, 763 y 764. Podrá
pronunciarse en favor del adjudicatario o adquiriente la prelación en el pago de las
costas sacadas del importe de la venta.

Tabla de Contenido

1. Consignación. Generalidades.
2. Formas de la consignación.
3. Procedimiento en caso de que el orden no esté abierto: demanda en validez de la
consignación; ordenanza.
4. Procedimiento en caso de que el orden esté abierto.
5. Contestaciones relativas a la consignación. Sentencia.
6. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

1. Consignación. Generalidades.

La consignación es un incidente del procedimiento del orden. (Glasson, E. et al, 1932.


Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.953).

El artículo 777 del Código de Procedimiento Civil nos dice que el adjudicatario puede
consignar el importe de las inscripciones y de los intereses vencidos, en una Colecturía de
Impuestos Internos, sin necesidad de ofertas reales previas. (García de Peña, L.V. 1999.
Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.100; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.350).

El adjudicatario puede tener interés en ello para no tener que pagar los intereses y para
obtener la cancelación de las hipotecas inscritas. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique
et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.965).

La consignación es, en principio, facultativa para el adjudicatario, a menos que el pliego


de cargas imponga consignación como una condición de la venta. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.965).

2. Formas de la consignación.

El procedimiento de la consignación tiene dos partes: la primera parte consiste en la


consignación misma; la segunda se refiere a una serie de actos destinados a prevenir a
los interesados y ponerlos en mora de aceptar o de contestar la consignación. (Glasson, E.
et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.966).

La consignación misma no debe ser precedida de ofertas reales a los acreedores; el


artículo 1257 del Código Civil no es aplicable puesto que las ofertas suponen una
1006

aceptación posible de parte del acreedor a quienes son hechas, y que los acreedores,
inscritos no tienen calidad para recibir, hasta tanto su rango no haya sido determinado
por el juez. No es necesario, por otra parte, que la consignación sea denunciada a los
acreedores. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale, t.II, n. 351; p. 396-397).

La consignación es constatada por la declaración hecha por el consignante; declaración


que debe indicar el acto o la sentencia contentiva de venta o adjudicación. (Glasson, E. et
al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de
Procédure Civile, t.IV, p.967).

Esta consignación no puede ser hecha sino cuando el precio se encuentra fijado
definitivamente, ello después de la expiración del plazo de la puja ulterior, a menos
naturalmente que el adjudicatario lo sea en reventa por causa de puja ulterior. La
consignación debe ser hecha por la totalidad del precio. (Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.967; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV,
4ta, ed., p.412).

3. Procedimiento en caso de que orden no esté abierto: demanda en validez de la


consignación; ordenanza.

En caso de que no se haya dado apertura al procedimiento del orden, el adjudicatario


deberá demandar que sea abierto después del plazo de ocho días a partir de la
transcripción de la sentencia de adjudicación, fijado por el Art. 750 del Código de
Procedimiento Civil. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los
Embargos, p.100; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.350;
Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed.,
p.412).

El adjudicatario deberá depositar, en apoyo de su requerimiento, el recibo de la caja


pública, y declarará que se propone hacer pronunciar la validez de la consignación y la
cancelación de las inscripciones o registros. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de
Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.100; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.350; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.412).

En los ocho (8) días siguientes al vencimiento del término para la presentación de títulos,
fijado por el Art. 754 del Código de Procedimiento Civil, el adjudicatario intimará por acto
de abogado a abogado, y previa notificación al embargado si no tuviese abogado
constituido, para que tome conocimiento de su declaración, y que la conteste en un plazo
de quince días, si lo considera pertinente. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho
Judicial Privado, Los Embargos, pp.100-101; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento
Civil. 3ra. ed., t. III, p.350; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.412).

Si no se produce contestación en el plazo señalado, el juez, por auto dado en el


expediente, declarará válida la consignación, y pronunciará la cancelación de todas las
inscripciones existentes, con mantenimiento de sus efectos sobre el producto de la venta.
(García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.101).

Este auto es inmediatamente ejecutorio, y, de acuerdo con la opinión que predomina, no


está sujeto a ningún recurso. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.969; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.350; Tavares Hijo, Froilán. 1999.
1007

Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV, 4ta, ed., p.412).

4. Procedimiento en caso de que el orden esté abierto.

Cuando el orden hubiese sido abierto ya, el adjudicatario hará su declaración en el


expediente, después de la consignación, firmada por su abogado y acompañada del recibo
de depósito. Se procederá en la forma antes dicha, después de vencido el plazo para las
presentaciones de títulos y documentos. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho
Judicial Privado, Los Embargos, p.101; Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique
D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.971; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.350).

Se entiende que el adjudicatario puede consignar el precio hasta antes de la entrega de la


cuenta de colocación, a menos que el pliego de condiciones estipule en contrario.
(Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.971).

En caso de contestación, se decidirá por el tribunal, sin retardo de las operaciones del
orden. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos,
p.101; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.350; Tavares
Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.412).

5. Contestaciones relativas a la consignación. Sentencia.

Toda contestación relativa a la consignación de la venta, se formula en el expediente por


un reparo u observación motivada, a pena de nulidad. (García de Peña, L.V. 1999. Manual
de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, pp.101-102; Glasson, E. et al, 1932. Traité
Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure Civile, t.IV,
p.970; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV,
4ta, ed., p.413).

La audiencia se promoverá por simple acto de abogado a abogado, o avenir, sin más
procedimientos que conclusiones motivadas, procediéndose en lo demás de acuerdo con
lo dispuesto en los arts. 761, 763 y 764 del Código de Procedimiento Civil, a los cuales
envía el artículo 778 del mismo código. (García de Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho
Judicial Privado, Los Embargos, p.102; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil.
3ra. ed., t. III, p.352; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.413).

En caso de apelación de la sentencia que decida sobre la contestación se aplican las


mismas reglas que se disponen en lo relativo a las contestaciones del orden ante la corte:
el artículo 778 envía a los artículos 763 y 764; sin embargo, en primera instancia, el
artículo no envía a las reglas que se aplican en el procedimiento de las contestaciones del
orden, de donde resulta que debe aplicarse el procedimiento ordinario, y que las
sentencias que se dicten al efecto son susceptibles del recurso de oposición si ha sido
dada en defecto, que el plazo de apelación es el derecho común, que la notificación de la
misma se hace a persona o a domicilio, y que no es necesario el dictamen del ministerio
público. (Glasson, E. et al, 1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de
Compétence et de Procédure Civile, t.IV, p.971).

En principio, las costas son soportadas por la parte que sucumbe. (Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.971).
1008

En cuanto a las costas, podrá pronunciarse a favor del adjudicatario o del adquiriente la
preferencia en el pago de las mismas, deducidas del precio de la venta. (García de Peña,
L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.102; Glasson, E. et al,
1932. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.971 ; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v.IV, 4ta, ed., p.413).

2. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 777 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en el artículo 1449 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. El Proyecto del Código estipula que en vez de
depositarse las sumas en la caja pública debe hacerse en entidades bancarias.

El artículo 778 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en el artículo 1450 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. Esté artículo no sufre ninguna modificación.

Artículo 779

La adjudicación en falsa subasta que interviene en el curso del orden y aún después
del arreglo definitivo y de la entrega de las facturas, no dará lugar a nuevo
procedimiento. El juez modificará el estado de colocación, según los resultados de
la adjudicación, y hará ejecutivas las facturas contra el nuevo adjudicatario.

Tabla de Contenido

1. Falsa subasta que interviene en el curso de un orden.


4. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

1. Falsa Subasta que interviene en el curso de un orden.

La falsa subasta es un incidente del procedimiento del orden. (Glasson, E. et al, 1932.
Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciare, de Compétence et de Procédure
Civile, t.IV, p.953).

Las prescripciones del artículo 779 deben ser aplicadas restrictivamente; así, no pueden
ser extendidas en caso de reventa consentida por el adjudicatario, o por el embargo
practicado por él a sus acreedores. (Encyclopédie Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale, t.II, n. 368, p.398).

Según una parte de la doctrina, que se fundan en la disposición del artículo 779, de
acuerdo con la cual la adjudicación sobre falsa subasta no dará lugar a nuevo
procedimiento de orden, el nuevo adjudicatario sustituye al falso postor y es propietario
en virtud de la primera adjudicación. Según otros, siendo la reventa sobre falsa subasta
una continuación de la primera venta, el embargado no recupera el derecho de propiedad
a consecuencia de la falsa subasta, y el nuevo adquiriente es asimismo propietario desde
la primera adjudicación. Estas opiniones han prevalecido: la primera, porque el Art. 779
es enteramente ajeno al problema del transporte de la propiedad en caso de falsa subasta;
la segunda, porque se desentiende arbitrariamente de la primera adjudicación, la cual es
un hecho cumplido, como lo comprueban el nombre de reventa que le da el Art. 740, y la
posibilidad que brinda el Art. 738 al falso postor de mantenerla, cumpliendo sus
obligaciones antes de la reventa. Lo mas natural es pues, decidir, lo mismo que en caso
de puja ulterior, que el adjudicatario en la reventa por causa de falsa subasta es
1009

propietario desde la fecha de la nueva adjudicación, y que en el intervalo entre las dos
adjudicaciones el embargado ha recuperado el derecho de propiedad, afectado
naturalmente por las incapacidades resultantes del procedimiento ejecutivo. (Tavares
Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.IV, 4ta, ed., pp.335-
336).

El persiguiente o la parte más diligente hace conocer, por una declaración insertada al
proceso verbal del orden, el resultado de la persecución de falsa subasta, y requiere del
juez comisario que proceda después de los resultados a la rectificación del estado de
colocación. No hay lugar a la puesta en mora de los acreedores, a alguna producción
nueva. El juez toma al punto en que ellas estaban al momento de la persecución por falsa
subasta. Así, el persiguiente no tiene que notificar la reventa de falsa subasta a los
acreedores colocados en el orden que sigue a la primera adjudicación. (Encyclopédie
Juridique Dalloz, 1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n. 370, p.398).

El precio de la segunda adjudicación a la que llega la falsa subasta puede ser superior o
inferior a la de la primera adjudicación. En el primero de los casos, el juez comisario
coloca los acreedores inscritos según el orden primitivamente establecido, y comprende a
los que habían sido excluidos, en razón de la insuficiencia del precio de la adjudicación
primitiva. Ha sido juzgado que, en este caso, los acreedores que, no hayan producido, no
pueden ser colocados en el orden abierto sobre el precio, no son recibibles para demandar
sus colocaciones sobre el suplemento del precio, en perjuicio de los acreedores colocados
en el orden, y sobre los fondos que falten. En el segundo caso (si el precio de la
adjudicación sobre falsa subasta es inferior al de la adjudicación primitiva), las
colocaciones son reducidas cuando haya concurrencia del nuevo precio. Los acreedores
que, por consiguiente, no vienen en orden útil, no tienen acción contra el nuevo
adjudicatario, sino solamente contra el falso enriquecedor. (Encyclopédie Juridique Dalloz,
1956, Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t.II, n. 373, p.398).

El Juez se debe limitar a modificar el estado de colocación, según los resultados de la


adjudicación, y hará ejecutoria las facturas contra el nuevo adjudicatario. (García de
Peña, L.V. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos, p.102; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.357).

El número de estas facturas será eventualmente modificado si se llega a que acreedores,


hasta entonces en rango útil, no pueden ser colocados sobre el precio de la adjudicación
sobre falsa subasta porque es inferior al de la primera. Estos acreedores no deberán ser
colocados sino por la primera adjudicación y obligados a pagar la diferencia eventual
entre el precio de la primera adjudicación y el de la reventa por falsa subasta. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t. III, p.357)

4. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

El artículo 779 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en el artículo 1451 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. Éste artículo no sufre modificación, se
mantiene intacto.

TÍTULO XV

DE LA PRISION

ARTÍCULO 780
1010

Ningún apremio corporal podrá ejecutarse sino un día después de haberse


notificado la sentencia que lo hubiere pronunciado, con intimación de cumplir lo
que en ella se ordenare. Dicha notificación se hará por un alguacil comisionado al
efecto, bien por dicha sentencia, o bien por el presidente del tribunal de primera
instancia del lugar en que se encuentre el perseguido. La notificación contendrá
también elección de domicilio en el distrito en que estuviere establecido el tribunal
que ha dictado la sentencia si la parte actora no residiere allí.

ARTÍCULO 781

El apremiado no podrá ser preso: 1o. antes de la salida y después de la puesta del
sol; 2o. los días de fiesta legal; 3o. en los edificios consagrados al culto, pero
únicamente durante los ejercicios religiosos; 4o. en el lugar y durante la
celebración de las sesiones de las autoridades constituidas; 5o. en una casa
cualquiera, aún en su domicilio, a no ser que así lo hubiere ordenado el juez de
paz del lugar, quien deberá, en este caso, transportarse a la casa con el oficial
ministerial, o comisionar al efecto a un comisario de policía.

ARTÍCULO 782

No se podrá tampoco arrestar al apremiado, cuando, citado como testigo ante un


juez de instrucción o un tribunal de primera instancia o de Suprema Corte, sea
portador de un salvoconducto. Se podrá acordar éste por el juez de instrucción, el
presidente del tribunal o de la corte en que los testigos deban ser oídos. Para ello
son necesarias las conclusiones del fiscal. El salvoconducto regulará la duración
de su efecto, a pena de nulidad. En virtud de él, no se podrá arrestar al apremiado
ni el día fijado para su comparecencia, ni durante el tiempo necesario para ir y
para regresar.

ARTÍCULO 783

Además de las formalidades ordinarias de todos los actos, contendrá el de prisión:


1o. mandamiento reiterando la intimación de que trata el artículo 780; 2o.
elección de domicilio en la común en que se encuentre detenido el apremiado, si la
parte actora no residiere allá; el alguacil irá acompañado de dos agentes de
policía.

ARTÍCULO 784

Transcurrido un año entero después de la intimación ya dicha, se le hará


nuevamente otra por un alguacil comisionado al efecto.

ARTÍCULO 785

En caso de rebelión, el alguacil podrá establecer una guardia a las puertas para
impedir la evasión, y requerir enseguida la fuerza armada; persiguiéndose
entonces al apremiado conforme a las disposiciones del Código de Procedimiento
Criminal.

ARTÍCULO 786
1011

Si el apremiado quiere que el caso se someta a referimiento, se le conducirá


enseguida ante el presidente del tribunal de primera instancia del distrito a que
corresponda el lugar en que se haya hecho el arresto; el cual fallará como se
prescribe para estos casos; si el arresto se hace fuera de las horas de la
audiencia, se conducirá al apremiado a la casa del presidente.

ARTÍCULO 787

El auto relativo al referimiento se insertará en el acta levantada por el alguacil, y


tendrá ejecución inmediatamente.

ARTÍCULO 788

Siempre que el apremiado no requiriese que el caso se someta a referimiento o


cuando una vez sometido, el presidente ordenare que se continúe el procedimiento,
se conducirá al apremiado a la prisión del lugar; y si no la hubiere, a la del lugar
más próximo: el alguacil y todos los demás que conduzcan, reciban o retengan al
apremiado en un lugar de detención no designado legalmente, serán perseguidos
como culpables del crimen de detención arbitraria.

ARTÍCULO 789

El acta de prisión del apremiado en el libro o registro de la cárcel enunciará: 1o.


la sentencia; 2o. los nombres y documentos de la parte actora; 3o. la elección de
su domicilio en caso de que no viva en la común; 4o. los nombres, residencia y
profesión del apremiado; 5o. la consignación de un mes de alimentos por lo
menos, cuando el apremio sea a requerimiento de parte; 6o. mención de la copia
que se haya dejado al apremiado hablando con él personalmente tanto del acta de
prisión como del asiento o entrada en la cárcel. Este será firmado por el alguacil.

ARTÍCULO 790

El alcaide o carcelero transcribirá en su registro la sentencia que autorizare el


arresto, y si el alguacil no presentase esta sentencia, el carcelero rehusará recibir
al apremiado, y hacer el asiento en su libro de entrada.

ARTÍCULO 791

El acreedor estará obligado a consignar de antemano los alimentos, en el caso que


así procediere; éstos no se podrán retirar cuando hubiere retención, si no fuere
con el consentimiento del que retiene.

ARTÍCULO 792

Se podrá hacer un mandamiento de retención al encarcelado, por otros que tengan


derecho a ejercer contra él el apremio corporal. Al prevenido de un delito se le
puede también hacer mandamiento de retención, y quedará detenido por efecto de
este procedimiento, aunque se hubiere ordenado su libertad y quedado absuelto
del delito.

ARTÍCULO 793

Para el mandamiento de retención se observarán las formalidades prescritas


anteriormente sobre la prisión; sin embargo, el alguacil no tendrá que ir
acompañado de agentes de policía, y el actor quedará libre de consignar los
1012

alimentos, si ya lo estuviesen. El actor que hubiere hecho encarcelar podrá


proveerse contra aquél por quien continuare detenido el apremiado ante el
tribunal del lugar en que se encuentre éste detenido, a fin de hacerlo contribuir al
pago de los alimentos por partes iguales.

ARTÍCULO 794

Faltando la observancia de las formalidades anteriormente prescritas, el


encarcelado podrá pedir la nulidad de la prisión, y la demanda se llevará al
tribunal del lugar en que se hallare detenido; en caso de que la demanda en
nulidad se funde sobre medios pertinentes al fondo o principal, se llevará ante el
tribunal a quien competa la ejecución de la sentencia.

ARTÍCULO 795

En cualquier caso, la demanda se podrá formar a breve término en virtud de


permiso del juez, y hacerse el emplazamiento por el alguacil comisionado al
efecto, en el domicilio elegido en el acta de registro de la cárcel; se juzgará
sumariamente la causa, previas conclusiones del fiscal.

ARTÍCULO 796

La nulidad de la prisión, por cualquiera causa que se pronuncie, no implica la


nulidad del mandamiento de retención.

ARTÍCULO 797

El deudor cuya prisión se declare nula no podrá ser detenido por la misma causa,
sino un día a lo menos después de haber salido de la cárcel.

ARTÍCULO 798

Se pondrá en libertad al preso, si consigna en manos del alcaide, carcelero o


guardián de la prisión, lo que es causa del encarcelamiento y las costas de la
captura.

ARTÍCULO 799

Si el encarcelamiento se declara nulo, se podrá condenar al promovente al pago


de los daños y perjuicios en favor del perseguidor.

ARTÍCULO 800

El encarcelado legalmente, obtendrá su libertad: 1o. por el consentimiento del que


lo ha hecho encarcelar, y de los que hayan pedido su retención en la cárcel, si los
hubiere; 2o. por el cumplimiento de lo que sea causa de prisión, tanto respecto de
aquél, como del que pidió su retención, con las costas líquidas de los del
encarcelamiento y de la restitución de los alimentos consignados; 3o. por haber
dejado el promovente de consignar previamente los alimentos en los casos que
proceda; 4o. si el apremiado ha entrado en la edad de setenta años; y si, en este
último caso, no es estelionatario; 5o. por la expiración del plazo fijado en la
sentencia que pronuncie el apremio.

ARTÍCULO 801
1013

Se podrá dar el consentimiento para la excarcelación del preso ante notario o en


el registro de la cárcel.

ARTÍCULO 802

La consignación de lo que fuere causa de la prisión se hará en manos del alcaide


o carcelero, sin que se necesite orden previa; y si estos rehusasen admitirla se les
citará a breve término y en virtud del permiso ante el tribunal del lugar por un
alguacil comisionado al efecto.

ARTÍCULO 803

La libertad, por causa de no haberse consignado los alimentos se ordenará en


vista de la certificación de esta circunstancia, expedida por el alcaide o carcelero,
la cual se anexará a la solicitud presentada al presidente del tribunal, sin que
para todo esto se necesite intimación previa. Si a pesar de esto, el promovente que
ha tardado en consignar los alimentos, hiciere consignación antes de que el preso
haya reclamado su libertad, esta demanda no será ya admitida.

ARTÍCULO 804

No se podrá volver a encarcelar por la misma causa al que haya obtenido su


libertad por falta de consignación de alimentos.

ARTÍCULO 805

Las demandas para obtener la excarcelación se presentarán en el tribunal del


distrito en que se encuentre el detenido. Estas demandas se harán a breve
término, en el domicilio elegido en el registro de la cárcel, en virtud de permiso del
juez, previa solicitud presentada al efecto; se comunicarán al fiscal, y se juzgarán
sin instrucción en la primera audiencia con prioridad a cualquier otra causa y sin
transferimiento ni entrada en turno.

Tabla de Contenido

1. Apremio corporal. En qué consiste. Características.


2. Principio de no hay prisión por deudas civiles. Aplicación del apremio corporal.
3. Sentencias ejecutables por apremio corporal.
4. Procedimiento del apremio corporal. Formalidades preliminares.
5. Duración del apremio corporal.
6. Cesación del apremio corporal.
7. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

1. Apremio corporal. En qué consiste. Características.

“El apremio corporal antes de la revolución francesa era la forma de constreñir al deudor
a cumplir su compromiso. Propio de las deudas civiles y comerciales, implicaba el pago de
la deuda con prisión. Fue una prisión compensatoria de la deuda”. (Jorge Blanco,
Salvador, 1997. Introducción al Derecho, p.523).

“El apremio corporal, o prisión del deudor es un medio de obtener indirectamente la


ejecución de las sentencias. Según se ha expuesto, es un procedimiento ejecutivo de
1014

rarísima aplicación.” (Tavares, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil


Dominicano, v.IV, 4ta.ed., pp.350-351).

“Prisión empleada como medio de coerción para obtener el pago de una deuda. Hoy sólo
es aplicable a las personas cuya deuda deriva de una infracción a la ley penal, y aún
siempre que esa infracción no presente carácter político”. (Capitant, Henri. 1930.
Vocabulario Jurídico. p.445).
Es la ejecución que por razones pecuniarias se realiza contra el deudor reduciéndolo a
prisión en las instituciones de detención previstas por las leyes penales y penitenciarias.
(Germán M., Mariano, 1992. Vías de Ejecución, t. I, p.13).

El apremio corporal es diferente de la multa y la confiscación del cuerpo del delito, ya que
aunque ambas tienen características pecuniarias, la segunda se justifica en el castigo,
mientras que la ejecución de la persona procura únicamente forzar al cumplimiento de
las condenaciones civiles contenidas en las sentencias penales. Es distinto, también, de la
astreinte, pues aunque ambos tienen finalidades similares, ésta se aplica sobre el
patrimonio del deudor, mientras que el apremio se aplica sobre la persona del deudor.
(Germán M. Mariano, 1992. Vías de Ejecución, t. I, p.13).

Las características de esta institución son: a) es un procedimiento excepcional, al no


haber ninguna disposición que lo establezca como una regla general, sino todo lo
contrario, el legislador ha visto siempre este procedimiento como una excepción; b) es un
procedimiento estrictamente reglamentado, pues como se trata de una restricción a la
libertad individual, por causa de deuda civil, el legislador ha debido intervenir para
reglamentar las formalidades que le deben preceder, el procedimiento que debe de
seguirse para la ejecución, a la duración de la prisión, a los casos de cesación de la
misma, y otros aspectos importantes; c) es un procedimiento de la exclusiva competencia
de los tribunales penales, quedando excluida para la víctima de una infracción penal la
opción prevista por el artículo 3 del Código de Procedimiento Criminal. (Germán M.,
Mariano. 1989. Vías de Ejecución, t. I, pp.14-18).

2. Principio de no hay prisión por deudas civiles. Aplicación del apremio corporal.

“No se establecerá el apremio corporal por deuda que no proviniere de infracción a las
leyes penales”. (Artículo 8, 2 a) de la Constitución de la República Dominicana).

La posibilidad de perseguir una deuda civil por la vía del apremio ha desaparecido
constitucionalmente en la República Dominicana desde nuestras primeras constituciones
hasta la fecha. En vista de las limitaciones constitucionales, el apremio corporal no tuvo
aplicación práctica. Es un mero vestigio de la época bárbara de nuestra civilización en
pleno ascenso de los derechos humanos. (Jorge Blanco, Salvador. 1997. Introducción al
Derecho. 1era. ed.,p.523).

Tiene una doble regulación, una sustantiva, en cuanto lo dispuesto por nuestra
constitución en el artículo 8, inciso 2do., y una adjetiva, en vista de que el legislador
ordinario ha establecido un procedimiento riguroso mediante el cual debe ejecutarse en
los casos en que es posible practicarlo. (Germán M. Mariano, 1992. Vías de Ejecución, t. I,
p.13).

“Actualmente, el Apremio Corporal está regido por el Artículo 8, párrafo 2, de la


Constitución de 1994, Artículos 2059 a 2070 del Código Civil; 780 a 805 del Código de
Procedimiento Civil; 40 a 52 del Código Penal y el Decreto No. 2435, del 7 de mayo de
1886”. (Germán M. Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t II. p.22).

3. Sentencias ejecutables por apremio.


1015

Dada la disposición del artículo 8 de la Constitución, son únicamente ejecutables por


apremio corporal: 1º, las decisiones que condenen al inculpado o acusado a pagar
indemnizaciones a la parte civil; 2º, las sentencias que disponen los artículos 455 y 456
del Código de Comercio. (Tavares, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta.ed., p.351).

4. Procedimiento del apremio corporal. Formalidades preliminares.

“Según lo dispone el Art. 780, “ningún apremio corporal podrá ejecutarse sino un día
después de haberse notificado la sentencia que lo hubiere pronunciado, con intimación de
cumplir lo que en ella se ordenare”. La notificación será hecha “por un alguacil
comisionado al efecto, bien por dicha sentencia, o bien por el presidente del tribunal del
lugar en que se encuentre el perseguido”, y “contendrá también elección de domicilio en el
distrito en que estuviere establecido el tribunal que haya dictado la sentencia, si la parte
actora no residiere allí”. El artículo 784 dispone que transcurrido un año después de la
intimación, deberá hacérsele otra al deudor, por alguacil comisionado”. (Tavares, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.ed., p.351).

“Los arts. 781 a 789 y 791 a 799 determinan el procedimiento que debe seguirse para
hacer efectivo el apremio corporal, los casos en que ésta medida no procede, y los
incidentes que pueden ocurrir en la ejecución”. (Tavares, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.ed., p.351).

5. Duración del apremio corporal.

“Todo condenado a prisión correccional será detenido en una casa de corrección. Se le


destinará, según su elección, a uno de los talleres establecidos en la casa. La duración de
esta pena será de seis días a lo menos, y de dos años a los más; salvo los casos de
reincidencia u otros en que la ley disponga otra cosa. El cómputo del tiempo para la
duración de las penas es de veinticuatro horas para cada día de arresto, y de treinta días
para cada mes”. (Artículo 40 del Código Penal Dominicano).

“(…) el tiempo de duración del apremio corporal, en los casos en que la sentencia que lo
pronuncie haya de determinarlo, se fijará siempre entre los límites que señala el Art. 40
del Código Penal, “ esto es por un máximum de dos años”. (Tavares, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.ed., p.354).

Conforme al artículo 1 del Decreto No 2435 del 7 de mayo de 1986: “El tiempo de
duración del apremio corporal, en los casos en que la sentencia que lo pronuncie haya de
determinarlo, se fijará siempre entre de los límites que señala el Art. 40 del Código Penal,
debiendo observarse las formalidades que establece el título XV, Libro V del Código de
Procedimiento Civil”. Al respecto, la Suprema Corte de Justicia ha decidido que si bien los
jueces tienen la obligación de acoger el pedimento de la parte civil relativo a la
persecución de los daños y perjuicios por la vía del apremio corporal, están en la
obligación de mantener su duración dentro de los límites señalados por el artículo 40 del
Código Penal, que es de dos años. (Germán M., Mariano, 1992. Vías de Ejecución, t. I,
p.16).

6. Cesación del apremio corporal.

“Está regido por las disposiciones de los arts, 800 a 805”. (Tavares, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.ed., p.354).
1016

7. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

Los artículos 1472 y 1473 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, establecen que
el apremio corporal no tiene lugar por deudas que no provinieren de infracciones a las
leyes penales, por lo que prohíben a los jueces pronunciar apremio corporal, así como a
los notarios y secretarios recibir actos en los cuales esté estipulado, y, finalmente, a todos
los ciudadanos que consientan en semejantes actos, aunque hayan sido convenidos en
país extranjero; esto a pena de nulidad, gastos, daños y perjuicios.

El artículo 1474 establece que el apremio corporal no puede pronunciarse en ningún


caso contra los menores de 18 años o contra los mayores de 70, así como tampoco contra
las mujeres en estado de embarazo.

El artículo 1475 establece una disposición muy interesante, en la cual se establece que el
apremio corporal no puede aplicarse sino en virtud de sentencia recaída en proceso penal
y a solicitud de parte, aún en el caso en que esté autorizado por la ley, esta sentencia no
podrá ser ejecutada, sino después de haber adquirido la autoridad de la cosa
irrevocablemente juzgada. El artículo 1476, por su parte, establece que el hecho de
obtener el apremio corporal, no impide ni suspende los procedimientos y ejecuciones
sobre los bienes.

Lo establecido por el artículo 780 del actual Código de Procedimiento Civil, se encuentra
fielmente transcrito con exactitud en el artículo 1477 del Proyecto en cuestión.

El artículo 781, es objeto de varias modificaciones a la luz del artículo 1478 del Proyecto.
La primera modificación, aunque simple, permite una mejor aplicación de la ley, al
sustituir en su inciso primero la frase “después de las puestas del sol”, por “después de la
seis de la tarde”; de esta manera, no se deja lugar a dudas al momento al cual se refiere,
puesto que si lo enfocamos desde la puesta del sol, el momento es muy variante. El
inciso quinto de este mismo artículo es también modificado, estableciéndose en el
Proyecto que el apremiado no podrá ser preso, en una casa cualquiera, aún en su
domicilio, a no ser con la presencia de un miembro del Ministerio Público competente,
quien deberá levantar acta del apremio y de los hechos que hubiesen ocurrido en ocasión
del mismo.

El artículo 782 se mantiene inalterado en el artículo 1479. Mientras que el 783 sufre dos
modificaciones: la primera de ellas, en su inciso primero, donde en vez de remitirse al
artículo 780, como lo hace el código actual, remite al lector al artículo 1372 del Proyecto
de Código, esto, producto de la nueva distribución numérica de las disposiciones; la
segunda modificación se refiere a la sustitución de la presencia del alguacil por la del
Ministerio Público, la cual será obligatoria, pudiendo éste hacerse acompañar de otros
agentes de la fuerza pública.

Al artículo 784 es también modificado por el artículo1481, que si bien mantiene el plazo
de un año para la validez del acto de intimación, establece la perención de dicho acto,
una vez transcurrido el plazo, agregando que todo acto de apremio que sea realizado
sobre la base de una intimación perimida será nulo, omitiendo la posibilidad de realizar
una nueva intimación por el alguacil comisionado al efecto, establecida por el artículo
784.

En el texto del artículo 785, situado en el Proyecto en el artículo 1482, se sustituye al


alguacil, por el Ministerio Público, que podrá requerir enseguida la presencia de más
1017

auxiliares, no refiriéndose el Art. 1482 a la fuerza armada. Ello como producto del cambio
sufrido por nuestro actual artículo 782, precedentemente señalado.

La mayor parte del artículo 786 se mantiene intacta; sin embargo, de acuerdo al artículo
1483 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, que vendrá a modificar, si el arresto
se hace fuera de las horas de la audiencia, en vez de conducir al apremiado a la casa del
presidente, éste será conducido a la cárcel bajo el control del Ministerio Público
competente y el próximo día hábil será presentado ante el indicado tribunal. Lo que nos
parece mucho más razonable y factible.

El artículo 787 se mantiene intacto en el artículo 1484 del Proyecto; de igual manera se
mantiene el artículo 788, con la salvedad de que en el artículo 1485, se sustituye al
alguacil por el Ministerio Público, esto último, se repite en el artículo inciso 6º. del
artículo 1486 que viene a sustituir al actual Art. 789, en lo referente al cual observamos
que también el inciso 3º. sufre una alteración cuando al referirse a la elección de
domicilio, sustituye el término “común” por “jurisdicción”.

Nuevamente es sustituido el alguacil por el Ministerio Público en el texto del artículo 790,
que en el Proyecto es ubicado en el artículo1487.

El artículo 1488 del Proyecto de Código, introduce una disposición interesante al régimen
del apremio corporal, en la medida en que consigna que el apremiado sólo permanecerá
detenido en una casa de corrección, donde se le destinará, según su elección, a uno de
los talleres establecidos en la casa; esto podría verse afectado por un problema de
inoperancia, en la medida, en que estas casas de corrección, son instituciones nuevas,
inexistentes en nuestro país, por lo que para su creación deberá producirse un
reglamento complementario posterior, al cual no hace referencia alguna el artículo, a lo
cual se añade la ausencia de tradición reglamentaria de nuestro sistema. Consideramos
que hubiese sido mucho más práctico si el presente artículo se bastase a sí mismo.

Plantea, además, el indicado texto del Proyecto, que el cómputo del tiempo para la
duración del apremio es de veinticuatro horas para cada día de arresto, y de treinta días
para cada mes. Este artículo continúa diciendo que la duración del apremio tampoco
podrá ser calculada en más de un día por cada mil pesos y en ningún caso menor de seis
días ni superior a los dos años, salvo los casos de reincidencia u otros en que la ley
disponga otra cosa.

Los artículos 792, 793 y 794 se mantienen intactos, transcritos respectivamente en los
artículos 1489, 1490 y 1491 del Proyecto, con la excepción de que en el último se
sustituye al alguacil por el Ministerio Público, así como también se sustituye en el párrafo
de éste, el término actor por acreedor.

La disposición del artículo 794, no es modificada por el artículo 1492 del Proyecto de
Código que la contiene, sin embargo éste omite la última parte del artículo 794 que
establece que “… en caso de que la demanda en nulidad se funde sobre medios
pertinentes al fondo o principal, se llevará ante el tribunal a quien competa la ejecución
de la sentencia.”

Los textos de los artículos 795 al 805 se mantienen inalterados en los artículos 1493 al
1503 del Proyecto, con excepción de lo dispuesto por el artículo 1498 del Proyecto que
modifica el artículo 800 del Código de Procedimiento Civil, en su párrafo 4º., del cual se
elimina la excepción en caso de estelionato.

TÍTULO XVI
1018

DEL REFERIMIENTO

ARTÍCULOS 806 a 811


ambos inclusive.-

Derogados y sustituidos por los artículos 101 a 112 y 140 y 141 de la Ley
No. 834 del 15 -7- 1978 cuyos textos son los siguientes:

Tabla de Contenido.

1. En qué consiste.
2. Orígenes y evolución.

1. En qué consiste.

El referimiento es un trámite sencillo y rápido tendente a obtener del presidente del


tribunal civil o de comercio una ordenanza que resuelva provisionalmente una incidencia,
sin decidir sobre el fondo del asunto, y en caso urgente o de dificultad en la ejecución
forzada de un título ejecutivo. (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p.469).

Es un procedimiento que tiene por objeto hacer estatuir lo mas rapido posible sobre los
asuntos de urgencia, y en el caso en que los títulos y sentencias presenten dificultades
relativas a su ejecución, más únicamente de una manera provisional, manteniéndose
siempre reservado lo principal.(Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal,
Des référés. v. I, 5ta. ed., pp.11-12)

Es un procedimiento excepcional al que se acude en caso de urgencia y para las


dificultades de ejecución de una sentencia o de un título ejecutorio o para que se
prescriba una medida conservatoria para prevenir un daño inminente o para hacer cesar
una turbación manifiestamente ilícita. (Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en
Referimiento en materia Civil y Comercial. Gaceta Jurídica Virtual. Nov-Dic. 2001, Año 2, n.
13, p.2; Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t.I, p.207).

Es la solución de cuestiones urgentes que no puede resolver el tribunal apoderado del


fondo, que procede en caso de urgencia y cuando hay dificultad en la ejecución de un
título o de una sentencia. (Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento: Generalidades.
Charla presentada en el curso “El Referimiento” celebrado por la Asociación Nacional de
Abogadas, Inc (ANA) en Agosto del 1988; Cury, Jottin. Los Formularios del Procedimiento
Civil Dominicano. t.I, p.184).

El referimiento es el procedimiento sumario y excepcional que permite al juez presidente


del tribunal civil, en materia civil y comercial, rendir una decisión provisional sobre
cuestiones contenciosas que no pueden sufrir el menor retardo, sin perjuicio de la
sentencia sobre el fondo. En breves palabras, es el referimiento un procedimiento
acelerado en caso de urgencia, que se ha extendido al presidente de la corte de apelación
y a la jurisdicción de trabajo en este nivel. (Luciano Pichardo, Rafael; El Referimiento.
“Seminario de Derecho Procesal, Constitución y Simplificación Procesal; nuevas demandas,
nuevas respuestas”, celebrado el 29 y 30 de noviembre del 2002, Santo Domingo, pp.1- 2).

2. Orígenes y Evolución

La institución del referimiento se remonta a la Ley de las XII Tablas, en el Derecho


Romano y en el Derecho Normando. Sin embargo, tal y como es hoy, tiene su origen en
1019

Francia; surge por un lugarteniente que en funciones de juez resolvía cuestiones urgentes
y de poco monto; su intervención tenía un carácter provisional. (Luciano Pichardo, Rafael.
El Referimiento: Generalidades. Charla presentada en el curso “El Referimiento” celebrado
por la Asociación Nacional de Abogadas, Inc (ANA) en Agosto del 1988 en Santo Domingo,
Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p.12)
Esto autorizado por el edicto de Chatelet del 22 de enero del 1685. (Cezar- Bru, Ch. et al.
Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 12)

La palabra “referimiento” proviene de la voz francesa “référé” derivada del latín, que
significa precisamente “referir”; pero es sabido que el referimiento, como institución
jurídica, no es de origen romano, sino de origen francés. Lo único que ella ha tomado de
Roma es el vocablo. (Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en Referimiento en materia Civil
y Comercial. Gaceta Jurídica Virtual. Nov-Dic. 2001, Año 2, n. 13, pp.2-3).

En el centro de París existe una edificación que, desde mediados del Siglo XVII venía
sirviendo de alojamiento a los tribunales de esa ciudad, que se le denominaba el Chatelet
de París, que fue donde se comenzó a aplicar el edicto real del 22 de enero del 1685,
mediante el cual se organizaba por primera vez el procedimiento del referimiento. Por ello,
hasta que el Código de Procedimiento Civil lo adoptara en 1806, al referimiento se le
conocía como “el procedimiento del chatelet”, el cual, después de la promulgación del
código, pasó a regir en toda Francia. Sin embargo, debe destacarse que este
procedimiento se encontraba reglamentado desde antes; en este sentido la ordenanza de
Colbert de 1667 que recogía una gran parte de las instituciones del procedimiento civil y
que sirvió de inspiración a los redactores del Código de 1806, contenía los principios
esenciales del referimiento y que fueron desarrollados con las características con que hoy
se le conoce. (Luciano Pichardo, Rafael; El Referimiento. “Seminario de Derecho Procesal,
Constitución y Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas”, celebrado el
29 y 30 de noviembre del 2002, Santo Domingo, p.1).

Aunque doctrinalmente y jurisprudencialmente en Francia fue creciendo esta institución,


legislativamente no creció hasta la primera reforma del Código de Procedimiento Civil
Francés del 5 de diciembre del 1975, puesto en vigor el 1ro. de enero del 1976, en el que
se incluyeron los Decretos de Diciembre del 1971, de Agosto del 1972 y de Diciembre del
1973. Mediante la Ley 834 del 15 de julio del 1978 en nuestro país se adopta gran parte
de las modificaciones introducidas por el Nuevo Código de Procedimiento Civil Francés,
consagrándose el referimiento en los artículos 101 a 112 y 136 a 141 de dicha ley, aún
vigentes. (Luciano Pichardo, Rafael; El Referimiento: Generalidades. Charla presentada en
el curso “El Referimiento” celebrado por la Asociación Nacional de Abogadas, Inc (ANA) en
Agosto del 1988).

“El referimiento ha experimentado una evolución considerable a partir de las


reformas introducidas por el Nuevo Código de Procedimiento Civil Francés adoptadas
por los arts. 101 a 112; 140 y 141 de la L. 834 de 1978. Limitado a los casos de ur-
gencia o cuando era necesario resolver sobre las dificultades relativas a la ejecución de una
sentencia o un título ejecutorio, la institución del referimiento constituye en la actualidad
una de las formas más usuales en la solución de asuntos que necesitan un procedimiento
acelerado, simple y breve”. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.83).

ARTÍCULO 101

La ordenanza de referimiento es una decisión provisional rendida a solicitud de


una parte, la otra presente o citada, en los casos en que la ley confiere a un juez
que no está apoderado de lo principal, el poder de ordenar inmediatamente las
1020

medidas necesarias.

Tabla de Contenido

1. Ordenanza en referimiento vs. Ordenanza sobre requerimiento.


2. Demanda en referimiento vs. Demanda a breve término.
3. Competencia.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Ordenanza en referimiento vs. Ordenanza sobre requerimiento.

De la definición del referimiento, se evidencia una diferencia entre la ordenanza en


referimiento de la ordenanza sobre requerimiento. Mientras en la primera la otra parte
se encuentra presente o legalmente citada, en la segunda se solicita una medida urgente
al juez que es dictada sin la concurrencia o citación previa de la otra parte. (Tavares
Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.84).

La definición del referimiento contenida en el artículo 101 de la Ley 834 del 1978 permite
delimitar los dominios respectivos de la ordenanza sobre requerimiento o instancia que no
es contradictoria, mientras que la ordenanza de referimiento, provisional o inmediata, si lo
es. (Luciano Pichardo, Rafael, El Referimiento. “Seminario de Derecho Procesal, Constitución
y Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas”, celebrado el 29 y 30 de
noviembre del 2002, Santo Domingo, p.2; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 3, p.1980).

La jurisdicción de los requerimientos es distinta a la de los referimientos, a pesar de que


ambas son confiadas al mismo juez. El referimiento supone un debate, o al menos un
llamamiento al adversario a comparecer a la causa, esto a diferencia de la ordenanza
sobre requerimiento, en la cual el presidente estatuye ante la sola presentación del
requerimiento, sin haber sido citado el adversario. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du
Président du Tribunal, Les Ordonnances sur Requête. v.II, 4ta. ed., p. 8)

2. Demanda en referimiento vs. Demanda a breve término.

El procedimiento especial del referimiento es distinto de las demandas a breve término: 1.


la ordenanza en referimiento tiene un carácter provisional, en cambio, la sentencia que se
obtenga como una consecuencia de una demanda a breve término puede abordar el fondo
de un asunto y convertirse en definitiva; 2. ante el juez de los referimientos no pueden
solicitarse indemnizaciones por daños y perjuicios, en cambio, en las demandas a breve
término sí; 3. las ordenanzas en referimientos son ejecutorias provisionalmente de pleno
derecho, las sentencias obtenidas a consecuencia de una demanda a breve término no lo
son, sino que habría que solicitar al tribunal la ejecutoriedad provisional; 4. la
jurisprudencia y la doctrina han establecido diferencias entre los conceptos de urgencia
(elementos típicos en los referimientos, salvo en los casos de referimietos especiales) y la
celeridad (elemento típico de demanda a breve término); 5. a breve término siempre habrá
que solicitar audiencia previamente, en referimientos no siempre. (Moreta Castillo,
Américo. La demanda civil a breve término, Jurisciencia. v. I, No. 6, enero-mayo 1987,
pp.24 y 25).

“La necesidad de no sufrir retardo y cuyo inmediato peligro en la demora no puede ser
conjurado por ninguna otra citación, inclusive la del breve término”. (Cury, Jottin. Los
Formularios del Procedimiento Civil Dominicano. t. I, p.184).
1021

3. Competencia.

El juez de los referimientos competente, es el de la jurisdicción que es competente para


estatuir sobre el fondo del litigio. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 43, p.1980 ; Jorge Blanco, Salvador y
Jorge Mera, Orlando. El Juez de los Referimientos que no está apoderado de lo Principal al
Tenor de la Ley 834. Estudios Críticos, año 1994, Septiembre-Diciembre, vol.IV, revista n. 3,
p.411).

Al tenor de la ley, el referimiento es confiado a un juez distinto del de lo principal. (Blanc,


Emmanuel y Jean Viatte. 1986.. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. t. II,
p.334).

Este principio, extraído de los artículos 806 al 811 del Código de Procedimiento Civil y de
la práctica, ha sido objeto de cuestionamiento como resultado de la confusión que ha
originado la redacción del artículo 101 de la Ley 834 del 15 de julio del 1978, al señalar
que la ordenanza en referimiento es una decisión provisional rendida a solicitud de una
parte, la otra presente o citada, en los casos en que la ley confiere a un juez que no está
apoderado de lo principal, el poder de ordenar inmediatamente las medidas necesarias. No
vacilamos en afirmar que la cuestión se mantiene como señalamos al inicio, es decir, que
el juez de primera instancia que conoce en materia civil o comercial el fondo del litigio, es
el competente para resolver, como juez de los referimientos, las medidas necesarias o
urgentes que le sean requeridas. (Luciano Pichardo, Rafael. 1996. De las astreintes y otros
escritos. pp.201-202).

Para aclarar la confusión creada por el artículo 101 de la Ley 834 del 1978 que no se
aviene en toda su extensión a nuestra organización judicial, puesto que fue tomada de la
legislación francesa, donde los tribunales de primera instancia tienen una formación
colegial, distinta a la unipersonal que rige entre nosotros, fue necesario que la
jurisprudencia clarificara esta cuestión, (Sent. SCJ. 1ro. de octubre del 1997. BJ.1043.39 y
47), la cual estableció que en nuestro ordenamiento jurídico, el juez de los referimientos
competente es el de la jurisdicción que es competente para estatuir sobre el fondo y, por
tanto, es el juez de primera instancia que conoce el fondo de la contestación, el competente
para resolver, como juez de los referimientos, sobre las medidas urgentes que le sean
requeridas. (Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento. “Seminario de Derecho Procesal,
Constitución y Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas”, celebrado el
29 y 30 de noviembre del 2002, Santo Domingo, pp.2-3).

Sin embargo, en lo que respecta a los distritos judiciales del Distrito Nacional y Santiago,
en los cuales, en virtud de lo que dispone la Ley No.50-00 del 2000, que da competencia
para estatuir en referimiento al presidente de las cámaras civiles de dichos distritos
judiciales. (Carbuccia, Ángel Mario; La Demanda en Referimiento en materia Civil y
Comercial. Gaceta Jurídica Virtual. Nov-Dic. 2001, Año 2, Número 13, pp.10-11; Luciano
Pichardo, Rafael. El Referimiento. “Seminario de Derecho Procesal, Constitución y
Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas”, celebrado el 29 y 30 de
noviembre del 2002, Santo Domingo, pp.2-3).

En razón de la materia es competente el juzgado de primera instancia, no sólo por ser la


jurisdicción de derecho común, sino porque así resulta textualmente del artículo 109 de
la Ley 834. (Carbuccia, Ángel Mario; La Demanda en Referimiento en materia Civil y
Comercial. Gaceta Jurídica Virtual. Nov-Dic. 2001, Año 2, Número 13, p.8).
1022

“El referimiento no es posible ante un tribunal de excepción, como lo es el j. de paz,


puesto que la ley, contrariamente a como sucede en Francia con los tribunales de
excepción, no les reconoce la facultad de dictar ordenanzas en referimiento. Se ha
afirmado que un referimiento ante este tribunal es de poca utilidad, dado que el
procedimiento ante los tribunales de excepción es tan rápido como el referimiento.
Pero no puede dejarse de tener en cuenta que puede ser útil el uso del referimiento ante
esta jurisdicción a fin de obtener medidas urgentes de carácter provisional”. (Tavares Hijo,
Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.93).

En razón del territorio, el juzgado de primera instancia competente para conocer de la


demanda en referimiento es aquel donde tiene ubicado su domicilio real la parte
demandada. Si no tiene, por ante el de su residencia. (Carbuccia, Ángel Mario; La
Demanda en Referimiento en materia Civil y Comercial. Gaceta Jurídica Virtual. Nov-Dic.
2001, Año 2, Número 13, p.9).

La competencia del juez de los referimientos queda excluida en determinados casos, en


los cuales textos especiales determinan una competencia territorial distinta, como en
materia de embargo en reivindicación, o del lugar donde está el mobiliario en caso de
inventario o venta de los muebles de una sucesión. De igual manera, el Juzgado de
Primera Instancia competente es el del lugar donde la medida debe ser aplicada. Se
entiende que esta competencia es concurrente con la del domicilio del demandado. (Jorge
Blanco, Salvador y Orlando Jorge Mera. El Juez de los Referimientos que no está apoderado
de lo Principal al Tenor de la Ley 834. Estudios Críticos, año 1994, Septiembre-Diciembre,
vol.IV, revista n. 3, p. 350).

El juez de los referimientos es incompetente en los casos en que el juez de primera


instancia sea a su vez incompetente respecto de una demanda en desalojo. (Sent. SCJ. 23
de febrero de 1973. BJ.747.468-469; citada por González Canahuate, Almanzor.
1994.Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. t. I, pp.17-18).

No procede llevar una demanda en secuestro de inmueble, ante el juez de los


referimientos, cuando, cuando exista previamente una contestación sobre la propiedad de
un inmueble registrado llevada ante el Tribunal de Jurisdicción Original, caso en el cual
tal solicitud debe ser llevada ante éste. (Sent. SCJ. 28 de abril 1971. BJ. 725.1055; Sent.
SCJ. 8 de septiembre de 1989. BJ. 946-947. 1205-1206; citada por González Canahuate,
Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. t. I, pp.3-4).

De no llevarse ante el tribunal de tierras, se estaría violando el Art. 7 de la Ley de Registro


de Tierras. y las reglas de su competencia. (Sent. SCJ. 28 de Abril de 1971. BJ.725. 1051,
citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“Si bien es cierto que el juez de los referimientos es competente para ordenar la expulsión
inmediata del ocupante de un inmueble, en caso de contestación no seria, esa
competencia cesa cuando el inquilino autoriza a ocupar el inmueble, puesto que tal juez
no tiene competencia para pronunciarse sobre la validez de tal convención”. (Sent. SCJ.
20 de marzo de 1985. BJ.892. 735-736).

El hecho de que el juez del fondo esté apoderado, no limita la competencia del presidente del
mismo tribunal para estatuir en referimiento. (Luciano Pichardo, Rafael. 1996. De las
astreintes y otros escritos. p.207).
1023

La jurisprudencia dominicana ha sido inconstante para establecer un criterio al


respecto, señalando primero en lo referente al levantamiento de un embargo
retentivo, que mientras la demanda en validez no haya sido sometida al tribunal
civil por una instancia regular, el juez de los referimientos es competente para
ordenar el levantamiento de dicho embargo (Sent. SCJ. 11 de marzo del 1966,
BJ.664, p.412); posteriormente varió su parecer al señalar que “la facultad
excepcional que el legislador ha conferido al juez de primera instancia, en sus
atribuciones de referimiento, para hacer cancelar, reducir o limitar los embargos
que se realicen en virtud de la Ley 5119 de 1959, no está sujeta a que sea ejercida
antes de que se introduzca la demanda en validez del embargo, puesto que el
propósito del legislador ha sido que el embargado pueda aprovecharse del
procedimiento rápido y expedito del referimiento, para discutir las medidas
conservatorias dictadas, y que esas facultades atribuidas por el legislador en
materia de referimiento no pueden ser coartadas por el embargante en perjuicio del
embargado si éste desea aprovecharse de la vía del referimiento. (Sent. SCJ. 6 de
agosto del 1971, B.J.729, p. 2341). Posteriormente volvió a su antigua posición al
consagrar la incompetencia del juez de los referimientos para cancelar o limitar un
embargo retentivo una vez haya sido interpuesta la demanda en validez del
embargo, a menos que se trate de la sustitución del embargo por otra garantía
prevista en el artículo 50 del Código de Procedimiento Civil. (Sent. SCJ. 12 de
diciembre del 1984, BJ.891, p.427; Sent. SCJ. 22 de febrero del 1985, BJ.889,
p.3291; Sent. SCJ. 20 de febrero de 1987, BJ. 915.285).

Cuando un asunto civil, que, por su naturaleza, deba ser instruido y juzgado conforme a
lo pautado por la ley para el procedimiento ordinario o para el procedimiento sumario,
fuera introducido mediante las formalidades prescritas para el referimiento, este error no
engendraría el vicio de incompetencia absoluta, sino meramente la nulidad del
procedimiento, lo cual autorizaría a la parte demandada a oponerse, proponiendo la
excepción de nulidad, a que tal asunto fuera instruido y juzgado conforme al
procedimiento en referimiento. (Sent. SCJ. 18 de julio de 1979. BJ.824.1318; citado por
González Canahuate, Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia
Referimiento. t. I, p.40).

La instancia en referimiento es distinta a la del fondo, la incompetencia del juez


apoderado de lo principal, puede ser propuesta aún cuando la del juez de los
referimientos no lo haya sido. No se puede invocar en referimiento una cláusula atributiva
de competencia. (Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n. 9,
p.512).

No hay litispendencia entre una instancia sobre el fondo y una demanda provisional ante
el juez de los referimientos. (Civ. 2e, 17 de mai 1982: Bull. Civ. II, no. 75; RTD civ. 1983.
587, citadas por: Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n.10,
p.512).

Es necesario distinguir la competencia y los poderes del juez de los referimientos.


La competencia reside en la aptitud del juez para conocer del asunto con relación a
los otros jueces y, particularmente, a las otras jurisdicciones de referimiento
existentes. Esta aptitud está ligada tanto a la naturaleza del asunto (competencia
de atribución) como al lugar o asiento del juez (competencia territorial). Los
poderes del juez de referimiento es otra cosa, vinculada a las medidas que está
autorizado a ordenar dentro de la esfera de sus atribuciones, estando el ejercicio
de estos poderes subordinado a la comprobación de la existencia de ciertas
1024

condiciones de fondo del referimiento (tales como la urgencia, la ausencia de una


contestación seria, etc.), de esto resulta que puede suceder que el juez aún siendo
competente deba rehusar a pronunciarse sobre una medida solicitada, si las
condiciones requeridas para ello no se encuentran presentes, caso en el cual debe
hablarse no de incompetencia sino de falta de poder. (Luciano Pichardo, Rafael. El
Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.20).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La esencia del presente artículo es conservada en el artículo 483 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil, permaneciendo la misma intacta, con excepción de que, en vez de
decir que la facultad del referimiento será ejercida por un juez que no será el apoderado de
lo principal, éste, se limita a asentar que el juez no deberá estatuir sobre el fondo.

ARTÍCULO 102

La demanda es llevada por vía de citación a una audiencia que se celebrará a


este efecto el día y hora habituales de los referimientos.
Si, sin embargo, el caso requiere celeridad, el juez de los referimientos puede
permitir citar, a hora fija aun los días feriados o de descanso, sea en la
audiencia, sea en su domicilio con las puertas abiertas.

ARTÍCULO 103

El juez se asegurará que haya transcurrido un tiempo suficiente entre la citación


y la audiencia para que la parte citada haya podido preparar su defensa.

Tabla de Contenido

1. Procedimiento. Generalidades.
A. Apoderamiento.
B. Citación a la audiencia. Plazo.
C. Comparecencia.
D. Audiencia e instrucción.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Procedimiento. Generalidades.

El procedimiento del referimiento es contencioso, tal y como se desprende del artículo 101
de la Ley 834 de 1978, en virtud del cual la ordenanza en referimiento es una decisión
provisional, a solicitud de parte, la otra presente o citada. A la parte que hace la solicitud
en referimiento se le llama demandante o citante y a la que recibe la citación, parte
demandada o citada. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. “Seminario de Derecho
Procesal. Constitución y Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas”,
celebrado el 29 y 30 de noviembre del 2002, Santo Domingo, p.5).

Conforme a las reglas, para introducir válidamente una acción en justicia es necesario
tener capacidad, calidad e interés, son aplicables en materia de referimiento; sin
embargo, las mismas son atenuadas en razón del carácter de urgencia inherente a este
procedimiento. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, n. 60, p.1980).
1025

Se trata de un procedimiento cuyo carácter distintivo es la rapidez. Sin embargo, son


requeridas en materia de referimiento, las condiciones ordinarias de admisibilidad de la
acción en justicia: la calidad, la capacidad y el interés para actuar deben estar presentes
en este procedimiento pero en forma menos rigurosa que en el procedimiento ordinario,
en razón del carácter de urgencia que le es propio, y además, por lo provisional de las
medidas que pueden ser ordenadas. (Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento, Gaceta
Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, pp.16-18).

La rapidez del procedimiento es la característica determinante del referimiento. Se trata de


un juez único, con la facultad de estatuir en todo momento, sin procedimiento, y sobre las
explicaciones dadas de las partes mismas, este ha sido estatuido porque el procedimiento
ordinario ante los tribunales es sumamente lento, por lo que es necesaria la existencia de
una vía que permita tomar en tiempo útil las medidasde urgencia que sean necesarias. Sin
embargo, este procedimiento no ofrece las garantías sufiecientes para permitir al juez de
los referimientos resolver definitivamente un litigio. (Cezar-Bru, Ch. et al. Juridiction du
Président du Tribunal, Des Référés. v.I, 5ta. ed., p. 23)

A. Apoderamiento.

El referimiento puede ser introducido de cuatro maneras: a) por citación a la audiencia


que se celebra los días y horas ordinarias: se habla aquí del referimiento sobre plácet; b)
en virtud de un permiso especial del juez, si el caso requiriere celeridad, a la hora
indicada por la citación aún los días feriados o de descanso, sea en la audiencia, sea en el
domicilio del juez con las puertas abiertas: (Cezar-Bru, Ch. et al. Juridiction du Président
du Tribunal, Des Référés. v.I, 5ta. ed., p. 231, Luciano Pichardo, Rafael. Procesos urgentes:
amparo, habeas corpus y referimiento. Seminario de Derecho Procesal. Constitución y
Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas, celebrado el 29 y 30 de
noviembre del 2002, Santo Domingo, p.10) Este es conocido en la práctica como
referimiento de hora a hora; (Luciano Pichardo, Rafael. Procesos urgentes: amparo, habeas
corpus y referimiento. Seminario de Derecho Procesal. Constitución y Simplificación
Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas, celebrado el 29 y 30 de noviembre del
2002, Santo Domingo, p.10). c) por comparecencia voluntaria de las partes, sin ningún
procedimiento ni formalidad judicial, como ocurre ante el juzgado de paz; y d) por citación
de las partes por un oficial público o ministerial que se enfrenta a una dificultad en
ocasión de la ejecución de un acto o de un título, en cuyo caso adopta el apelativo de
referimiento sobre proceso-verbal. (Cezar-Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du
Tribunal, Des Référés. v.I, 5ta. ed., p. 231, Luciano Pichardo, Rafael. Procesos urgentes:
amparo, habeas corpus y referimiento. Seminario de Derecho Procesal. Constitución y
Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas, celebrado el 29 y 30 de
noviembre del 2002, Santo Domingo, p.10).

Esta distinción no atiende a la naturaleza de la contestación, sino más bien al grado de


urgencia que ésta presenta, estando permitido en todo caso que la demanda en
referimiento sea introducida de cualquiera de estas formas. (Cezar-Bru, Ch. et al.
Juridiction du Président du Tribunal, Des Référés. v.I, 5ta. ed., p. 231)

En ciertos casos excepcionales el referimiento se inicia mediante ac ta levantada por


un oficial público en el ejercicio de sus funciones, en la que hace constar la dificultad
surgida y envía a las partes ante el juez, en referimiento: el alguacil, en caso de embargo
ejecutivo (Art., 607); el juez de paz en caso de fijación de sellos (art. 921); el notario al
momento de proceder a un inventario (art. 921). El juez queda apoderado del cono-
cimiento de la dificultad por el envío del acta en que el oficial público la ha consignado, y
sin necesidad de citación a requerimiento de parte. Las disposiciones legales citadas
podrían considerarse vigentes, si se tiene en cuenta la disposición del artículo 112 de la
ley 834 que permite al presidente del tribunal estatuir en referimiento sobre las
1026

dificultades de ejecución de una sentencia o de otro título ejecutorio. (Tavares Hijo,


Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.98-99).

Para hacer práctica lo dispuesto por el artículo 102 de la Ley 834, en lo relativo al
apoderamiento del tribunal, los jueces de Primera Instancia deben dictar un auto fijando
uno o varios días a la semana como día habitual de los referimientos. Así la parte
interesada sólo tiene que citar a la otra parte para esta fecha previamente fijada, sin que
medie solicitud previa de fijación de audiencia. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento,
Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.22).

B. Citación a la audiencia. Plazo.

“El carácter contradictorio del referimiento implica que el demandado, en la demanda


introductiva, sea advertido del procedimiento iniciado contra él, a fin de que pueda
preparar su defensa y comparecer ante el juez. Es importante asegurarse de la
regularidad de la notificación contentiva de citación, sobre todo cuando el demandado no
ha comparecido, a fin de que se pueda verificar si éste ha tenido tiempo para preparar su
defensa, considerándose a este aspecto que un plazo de tres días es el plazo mínimo,
salvo los casos de referimiento de hora a hora, de lo contrario una reasignación puede ser
ordenada por el juez”. (Luciano Pichardo, Rafael. Procesos urgentes: amparo, habeas
corpus y referimiento. Seminario de Derecho Procesal. Constitución y Simplificación
Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas, celebrado el 29 y 30 de noviembre del
2002, Santo Domingo, pp.9-10; Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento, Gaceta Judicial,
año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.18).

Generalmente el referimiento se inicia mediante citación diligenciada a requerimiento del


demandante, para una audiencia que será celebrada el día y hora habituales de los
referimientos. Sin embargo, en los casos de extrema celeridad, el juez puede autorizar que
se cite a hora fija, aún en días feriados o de descanso, sea en el local de las audiencias o en
su domicilio con las puertas abiertas. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.98).

La citación en referimiento es realizada directamente, no es necesario en dicha materia


observar ninguna de las formalidades preliminares a la introducción de la instancia
ante el tribunal civil. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des
référés. v.I, 5ta. ed., pp. 232-233)

El requisito de encabezar el acto de emplazamiento con el auto de fijación de audiencia no


es exigido por la Ley, y, en consecuencia la omisión de ello no es sancionada con la
nulidad. (Sent. SCJ. 1983. BJ.874. 2657, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002)

En razón de que el antiguo texto que organizaba el referimiento, no se manifestaba en lo


referente al plazo necesario entre la citación y la audiencia misma, sobre este aspecto se
desarrollaron numerosas controversias jurisprudenciales y doctrinales, y como resultado
de ello surgieron varios sistemas: para ciertos autores, no se ha impuesto plazo alguno, el
demandante tiene el derecho de citar para la primera audiencia, sin preocuparse del plazo
entre la citación y la comparecencia; para otros autores, el plazo es el ordinario para
todas las citaciones, es decir el de la octava franca, aumentado en razón de la distancia;
según otro sistema, este plazo se encuentra sujeto a la apreciación del juez. La
jurisprudenciase ha pronunciado a favor de este último sistema, adoptado tambien por
una parter de la doctrina. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des
référés. v.I, 5ta. ed., p. 235)
1027

En principio, no existe plazo entre la citación y la audiencia, pero el juez debe asegurarse
de que entre una y otra transcurra un tiempo suficiente para que la parte haya podido
preparar su defensa. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al
17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23; Sent. SCJ. 31 de agosto de 1983. BJ.873. 2505;
Sent. SCJ. 16 de septiembre de 1983. BJ.874. 2663). “No obstante los poderes que tiene el
juez en esta materia, la jurisprudencia dominicana sugiere que dicho plazo sea de un día
franco”. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero,
año n. 6, revista n. 149, p.23)

No hay lesión al derecho de defensa si, no obstante la brevedad del plazo, la parte
comparece y formula conclusiones sobre el fondo, caso en el cual es obvio que pudo
defenderse tanto en la forma como en el fondo, resultando el plazo que le fue otorgado
suficiente para preparar sus medios de defensa y, por lo tanto, no se le infringió ningún
agravio a su derecho de defensa, requisito indispensable para que se pueda pronunciar la
nulidad de un acto del procedimiento. (Sent. SCJ. 31 de agosto de 1983. BJ.873. 2505;
Sent. SCJ. 31 de agosto de 1983; Sent. SCJ. 16 de septiembre de 1983. BJ.874. 2660).

La citación para comparecer de hora a hora, librada sin autorización del juez no puede
ser declarada nula si el vicio de forma no ha causado perjuicio alguno del demandado
que ha comparecido y que ha tenido los medios para asegurar su defensa. El juez de
referimiento que autoriza una citación de hora a hora, debe apreciar si el plazo para la
comparecencia es suficiente para que el demandado prepare su defensa. Una demanda en
referimiento es irrecibible, cuando el demandado no ha tenido conocimiento de la citación
antes del día y hora de la audiencia. (Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 1, p.513)

Surge la interrogante de si la citación en referimiento, al igual que la citación para


comparecer a una audiencia ordinaria, trae como efecto la interrupción de la prescripción
conforme a lo estableido por el artículo 2244 del Código Civil, a este respecto la
jurisprudencia responde negativamente no sin antes tener que enfrentar cierta
resistencia, y es que esta entiende que la citacion en refrimiento no es una citación en
justicia en el sentido del artículo 2244 y por lo tanto no interrumpe la prescripción.
(Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 239)

C. Comparecencia.

Después de la Ley No. 91 de 1983, que creó el Colegio Dominicano de Abogados, se hace
obligatorio el ministerio de abogados en materia de referimiento. (Tavares Hijo, Froilán,
1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.99).

En sentido contrario: “La comparecencia de la parte citada puede tener lugar


personalmente o por ministerio de abogado”. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento,
Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23; Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 2000. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,
Surenchère, n. 64, p.1980).

“Cuando se acude a la vía excepcional del referimiento, en caso de urgencia, no rigen los
plazos del derecho común para la comparecencia, "sin otra limitación que la de que se
haya dado al demandado tiempo suficiente para preparar su defensa". Esta última
circunstancia, lo mismo que la de si hay ó no-urgencia que justifique el empleo de la vía
del referimiento es materia de hecho de la soberana apreciación de los jueces del fondo”.
(Sent. SCJ. 25 enero 1926. BJ. 186.5).
1028

“En caso de que la parte citada no comparezca o no concluya, se le juzgará en defecto,


de acuerdo al derecho común de esta materia”. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento,
Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23).

Se ha juzgado que la falta de comparecencia del demandado, regularmente convocado y


notificado, no impide que el juez de los referimientos se pronuncie sobre la demanda.
(Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n. 9, p.512).

D. Audiencia e instrucción.

La audiencia es celebrada en el local del tribunal y en las formas del derecho común,
pero en los casos de extrema celeridad, la ley permite celebrarla, en la morada del
juez. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II,
8va. ed., p.99).

El debate es puramente oral, pero nada impide que las partes depositen conclusiones
escritas en la audiencia, si todas están presentes o representadas. (Luciano Pichardo,
Rafael. Procesos urgentes: amparo, habeas corpus y referimiento. Seminario de Derecho
Procesal. Constitución y Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas,
celebrado el 29 y 30 de noviembre del 2002, Santo Domingo, pp.10-11; Tavares Hijo,
Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.99).

La audiencia de referimiento debe ser pública, salvo en los casos de divorcio o


separación de cuerpos y las demandas accesorias a estas materias, así como tambien
en aquellas relativas al ejercicio de un derecho de visita o guarda, La Corte de
Casación ha sancionado la no-publicidad en estas dos materias. (Cezar- Bru, Ch. et al.
Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 242)

En referimiento pueden ordenarse todas las medidas de instrucción que se consideren


necesarias, tales como la comunicación de documentos, comparecencia personal,
informativos, etc. (Luciano Pichardo, Rafael. Procesos urgentes: amparo, habeas corpus y
referimiento. Seminario de Derecho Procesal. Constitución y Simplificación Procesal;
nuevas demandas, nuevas respuestas, celebrado el 29 y 30 de noviembre del 2002,
Santo Domingo, pp.10-11; Rodríguez, Benjamín. El Referimiento, Gaceta Judicial, año
2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23; Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.100); pero tomando
siempre en cuenta la naturaleza de la instancia en referimiento en lo relativo a la
celeridad y rapidez requeridas. El buen criterio del juez será siempre determinante en
estos casos. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de
enero, año n. 6, revista n. 149, p.23).

Es de principio que la comunicación de documentos puede pedirse en toda clase de


contestaciones, por aplicación al Artículo 188 del Código de Procedimiento Civil, lo que no
excluye la materia de los referimientos, pues esa medida, como es obvio, tiende a proteger
el derecho de defensa, que si bien los tribunales tienen cierta facultad para apreciar la
utilidad de esta medida, ella sólo puede ser denegada cuando se trate de piezas que
hayan sido objeto de observaciones de su parte; o cuando la comunicación de documento
ya haya sido ordenada a las partes, por lo cual la segunda se podría considerar una
medida dilatoria. (Sent. SCJ. Febrero 1971. BJ.723.331; citada por González Canahuate,
Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. t. I, pp.1-2).

Las reglas generales del procedimiento civil son en principio aplicables en esta materia y
la instancia que se desarrolla ante el juez es susceptible de dar lugar a los incidentes
propios de todo procedimiento, pero que éste debe estar advertido de que el
procedimiento del referimiento tiene sus características que le son suyas y que lo
1029

diferencian netamente del procedimiento ordinario, que sin bien no le obligan a estatuir
el mismo día que se conoce en audiencia, el uso que se sigue en el país de donde hemos
tomado esta institución, hoy tan extendida y aceptada entre nosotros, es que el asunto,
salvo incidentes, quede en estado y aplazar el pronunciamiento de la decisión para una
fecha lo más próxima posible. (Luciano Pichardo, Rafael. Procesos urgentes: amparo,
habeas corpus y referimiento. Seminario de Derecho Procesal. Constitución y Simplificación
Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas, celebrado el 29 y 30 de noviembre del
2002, Santo Domingo, pp.10-11).

No se requiere el dictamen del Ministerio Público. (Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en


Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual, año 2001, noviembre- diciembre, año n. 2, revista n.
13, p.7).

“La clausura de los debates pone la causa en estado de recibir fallo. La decisión es dictada
con la mayor brevedad, si es posible en la misma audiencia; en esta materia no podría el
juez, sin desnaturalizar el procedimiento, usar los plazos autorizados en el art. 78 del C.
de Proc. Civil, mod. por la L. 845 de 1978. Si sobreviene un cambio en la persona del juez,
sé aplica la distinción hecha por la L. 684 de 1934”. (Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.100).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las reglas de los artículos 102 y 104 de la Ley, han sido sustituidas por los artículos 484
y 485 del Proyecto; sin embargo, sólo el primero de éstos, modifica a los textos actuales,
en la medida en que sustituye el término “celeridad” por el de “extrema urgencia”, el que
nos parece mucho más adecuado y adaptado a la verdadera finalidad del procedimiento
de referimiento, evitándose así la tan común confusión entre éste procedimiento y el de la
demanda a breve término.

ARTÍCULO 104

La ordenanza de referimiento no tiene, en cuanto a lo principal, la autoridad de la


cosa juzgada.
No puede ser modificada ni renovada en referimiento más que en caso de nuevas
circunstancias.

ARTÍCULO 105

La ordenanza de referimiento es ejecutoria provisionalmente sin fianza, a menos


que el juez haya ordenado que se preste una.
En caso de necesidad, el juez puede ordenar que la ejecución tenga lugar a la vista
de la minuta.

Tabla de Contenido

1. Sentencia u ordenanza en referimiento. Características.


A. Carencia de autoridad de la cosa juzgada en cuanto a lo principal. Carácter
provisional
de la ordenanza.
B. Imposibilidad de modificación o renovación de la ordenanza.
C. Ejecución provisional.
D. Ejecución sobre minuta.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
1030

1. Sentencia u ordenanza en referimiento. Características.

“La decisión del juez de los referimientos es llamada generalmente auto u ordenanza, pero
es una verdadera sentencia o decisión de carácter contencioso”. (Tavares Hijo, Froilán,
1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.100).

Las ordenanzas en referimiento constituyen verdaderas sentencias, y como éstas, están


sujetas en principio a la misma forma y redacción, salvo cuando por celeridad el proceso
es conocido en el domicilio del juez, o el apoderamiento se realiza en virtud de un proceso
verbal. Deben por ello contener la fórmula del encabezamiento “en el nombre de la
República”; la fecha y el lugar en que es rendida; la publicidad del procedimiento.
(Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26
de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n. 64, p.42).

Dicha ordenanza está firmada por el juez y por el secretario, siendo conservada por este
último, quien librará copia para su ejecución. La misma deberá contener: la jurisdicción
de la cual emana; el nombre del juez que la ha rendido; el nombre del secretario, la fecha,
los nombres, profesiones y domicilios de las partes; los nombres de los abogados de las
partes si los hay; y una exposición suscrita de las pretensiones de las partes, los motivos
y el dispositivo. (Rodríguez Carpio, José. El Procedimiento en Referimiento ante el Juez de
Primera Instancia. Gaceta Judicial, año 1999, 12 a 26 de agosto, año n. 3, revista n. 63,
p.20; Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año
1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n. 64, p.42, Rodríguez, Benjamín.
El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23).

“La forma de la ordenanza en referimiento varía según la misma se rinda en audiencia, en


el domicilio del juez o sobre proceso verbal. La (…) rendida en audiencia es asimilada a
una verdadera sentencia y puede ser rendida públicamente después de un debate público
y oral (…). En caso de que la ordenanza fuere rendida en el domicilio del juez, los debates
no son públicos ni la ordenanza se pronuncia públicamente”. (Rodríguez Carpio, José. El
Procedimiento en Referimiento ante el Juez de Primera Instancia. Gaceta Judicial, año
1999, 12 a 26 de agosto, año n. 3, revista n. 63, p.20).

Cuando excepcionalmente el juez conoce del referimiento en su domicilio o es apoderado


en virtud de un proceso verbal, la asistencia del secretario para dictar la ordenanza no es
necesaria. (Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año
1999, 26 de agosto al 9 de septiembre, año n. 3, revista n. 64, p.42)

En este sentido: La forma de la ordenanza en referimiento varía según la forma en que


esta sea rendida, ya sea en la audiencia, en el domicilio del juez, o si se ha producido por
un prpceso verbal. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des référés.
v.I, 5ta. ed., p. 261)

“La ordenanza produce los mismos efectos que una decisión en justicia y produce
hipoteca judicial”. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17
de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23).

El Juez de los Referimientos al igual que el Juez Civil, puede incurrir en vicios de la
sentencia si se limita a fallar en dispositivo, sin dar motivos, y en materia civil no existe
ninguna disposición que autorice a los jueces a fallar en esa forma, siendo su obligación
al decidir, de manera que permitan a la Suprema Corte de Justicia como Corte de
Casación verificar si la Ley ha sido bien o mal aplicada. (Sent. SCJ. 28 de enero de 1985.
BJ.890.166).
1031

La ordenanza de referimiento se encuentra enmarcada dentro del ámbito del derecho


privado. No se aplica en materia de derecho público. (Sent. Tribunal Contencioso
Tributario, 17 de julio de 1996, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

A. Carencia de autoridad de la cosa juzgada en cuanto a lo principal. Carácter


provisional
de la ordenanza.

La decisión del Juez de los Referimientos tiene sólo un valor provisional y la misma no
prejuzga el fondo. (Blanc, Emmanuel y Jean Viatte. 1986.. 1986. Nouveau Code de
Procédure Civile Commenté. v. II, pp.521-10)

Las ordenanzas de referimiento tienen un caracter provisional y estan desprovistas de la


autoridad de la cosa juzgada. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal,
Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 74)

Las ordenanzas en referimiento no tienen, en cuanto a lo principal, autoridad de la cosa


juzgada, como lo dice expresamente el artículo 104 de la Ley 834 de 1978. La
provisionalidad es precisamente uno de sus elementos característicos, por lo que, con
ellas, no se debe nunca prejuzgar el fondo del asunto. (Carbuccia, Ángel Mario. La
Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual, año2001, noviembre- diciembre, año n.
2, revista n. 13, p.8).

El principio según el cual la ordenanza en referimiento no puede perjudicar en nada a lo


principal del asunto, no significa que no pueda causar, en hecho, perjuicio a una de las
partes, sino que tiene un carácter puramente provisional, que no prejuzga el fondo de la
contestación y que debe dejar intacto el derecho del tribunal de estatuir como fuere
procedente acerca de las pretensiones de las partes en cuanto a lo principal de la
contestación. (Sent. SCJ. octubre, 1969, B. J. 707, p.5004).

“(…) al no estar el juez de los referimientos apoderado de lo principal, es lógico deducir


que el juez de lo principal no estará ligado por lo que haya podido decidir
ocasionalmente el juez de los referimientos, por lo que aquél queda en libertad de
estatuir sobre toda cuestión de fondo que este juez hubiere resuelto, aunque su
decisión se haya producido en un referimiento en curso de instancia”. (Luciano Pichardo,
Rafael. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n.
149, p.16).

El carácter provisional de las ordenanzas de referimiento entraña que el juez sólo puede
actuar en tales atribuciones, en los casos donde la medida que le ha sido requerida no
es susceptible de producir un perjuicio a lo principal. Esto no significa que las mismas
no puedan causar un perjuicio a una de las partes, sino que la solución contenida en la
ordenanza no debe prejuzgar el fondo del litigio, es decir, que al estatuir en
referimiento el juez no debe abordar aspectos de lo principal sobre los cuales
necesariamente se pronunciará la jurisdicción de fondo. (Rodríguez Yangüela, José. Las
ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre,
año n. 3, revista n. 64, p.42).

Es de principio que no se puede perseguir por la vía del referimiento lo que ya está
siendo perseguido en lo principal. (Sent. SCJ. 22 de febrero de 1985. BJ.891. 426-427).

“(…) el juez de los referimientos no puede ordenar medidas provisionales en caso de


urgencia si dicha decisión implica tomar partido sobre la existencia del derecho
invocado, siendo los jueces llamados a conocer el fondo los que deben apreciar esta
1032

última cuestión”. (Com., 6 mars 1985: Bull. Civ. IV, no. 91; Gaz. Pal. 1985. Panor 206,
citada por: Rodríguez Carpio, José. El Procedimiento en Referimiento ante el Juez de
Primera Instancia, Gaceta Judicial, año n. 1999, 12 a 26 de agosto, año n. 3, revista n. 63,
p.19).

“No puede estatuirse en referimiento acerca de la interpretación de un contrato, ni


pronunciarse la resolución de un contrato, ni condenarse a un pago”. (Tavares Hijo,
Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.100).

La ordenanza en referimiento que constata la adquisición de una cláusula resolutoria no


tiene en lo principal, la autoridad de la cosa juzgada y no se impone al juez del fondo
apoderado a los mismos fines. (Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 4, p.514).

El juez de los referimientos, sin decir el derecho, sobre una situación conflictiva que se le
somete, puede y debe hacerse una opinión de ella, para apreciar la naturaleza de las
medidas provisionales y urgentes que dicho conflicto impone. (Rodríguez, Benjamín. El
Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.15).

El principio intangible que prohíbe al juez de los referimientos conocer del fondo del
asunto principal, se ve, si no violado, por lo menos atenuado, en aquellos casos en que al
juez del referimiento se le obliga a apreciar la seriedad de la obligación, la magnitud de un
daño o de una turbación ilícita. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.83; Sent. SCJ. 20 de septiembre de 2000, BJ.
1078. 143-153).

El juez del referimiento tiene puede apreciar, aunque prima facie, los elementos del juicio
que determinarán la solución del fondo. (Sent. SCJ. 22 de diciembre de 1971, BJ. 733. 3456-
3458, citada por González Canahuate, Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial
Integrada, Materia Referimiento. t. I, pp.13-14; Sent. SCJ. Diciembre de 1978. BJ.
817.2482, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General
de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

B. Imposibilidad de modificación o renovación de la ordenanza, salvo nuevas


circunstancias.

La aparición de circunstancias nuevas permiten al juez de los referimientos modificar las


disposiciones tomadas en una ordenanza precedente. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du
Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 76)

En la Gaceta Oficial No. 9478, donde fue publicada la Ley No. 834 y en la edición oficial
del Código de Procedimiento Civil, se cometió el error de colocar la palabra “renovada” en
vez de la palabra “revocada”, que es la que corresponde al texto del artículo 488 del Nuevo
Código de Procedimiento Civil francés adoptado por dicha Ley. (Germán Medrano, Sergio.
Estudios Críticos, v. VI, año 1996, 1 de enero a abril, revista n. 1, pp.118-119).

“(…) la ordenanza dictada obliga al juez en atribuciones de referimiento, quien no podría


reformarla o renovarla en ausencia de nuevos hechos o circunstancias. No constituyen
nuevos hechos aquellos anteriores a la intervención de la ordenanza y que conocidos por
una parte no han sido invocados por ésta”. (Rodríguez Yanguela, José. Las ordenanzas de
referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n.
64, p.42).

La revocación de una sentencia no puede ser dispuesta por el Presidente de la Corte de


Apelación, porque este asunto corresponde resolverlo a la Corte de Apelación apoderada
1033

del recurso sobre el fondo. (Sent. SCJ. 16 de septiembre de 1983. BJ.874. 2663, citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

En ausencia de hechos nuevos, el juez de los referimientos no podrá desconocer la


autoridad inherente a las ordenanzas anteriormente rendidas entre las partes, sin
importar que dichas ordenanzas no hubiesen sido notificadas. En caso de nuevas
circunstancias, el juez puede modificar una decisión precedente. Estas circunstancias
nuevas, no pueden resultar de la modificación de los textos legales aplicables a la
materia. (Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. nn. 77, 8 y 10,
p.514).

C. Ejecución Provisional.

La ejecución provisional es un beneficio dado por la propia ley o por el juez, en virtud de
la cual se puede ejecutar una sentencia inmediatamente después de su notificación, no
obstante el efecto suspensivo de los plazos y el ejercicio de los recursos ordinarios. Sin
embargo, es justo reconocer que una ejecución anticipada pudiera ocasionar peligros y
perjuicios irreparables a la parte perdidosa. (Ramos Morel, Reynaldo. La ejecución
provisional de las sentencias: Comentarios a las sentencias del 31 de octubre de 1999 y 22
de julio de 1991, citada por: González Canahuate, L. Almanzor. 1994. Recopilación
Jurisprudencial Integrada . v. X, t. I, p.132).

El legislador distinguió entre las sentencias que están revestidas de ejecución provisional
de pleno derecho, como las dictadas en materia de referimiento, y aquellas otras cuya
ejecución provisional debe ser ordenada por circunstancia de que las primeras tienen el
carácter de ser ejecutorias provisionalmente aún cuando el Juez no lo haya ordenado,
mientras que en la segunda es preciso que la ejecución provisional resulte de una
disposición del Juez, pero desde el punto de vista de los medios que pueden ser
empleados para obtener la suspensión de la ejecución provisional, ambos tipos de
sentencias están sometidos al mismo procedimiento. (Sent. SCJ. 29 de mayo de 1985.
BJ.894.1242-1244; Sent. SCJ. 23 de abril del 1986. BJ.905.379-380; citada por González
Canahuate, Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento.
t. I, pp.78-79).

La ordenanza en referimiento es ejecutoria provisionalmente de pleno derecho sin fianza,


pero el juez puede ordenar que sea prestada una fianza. (Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.101; Rodríguez
Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a
9 de septiembre, año n. 3, revista n.64, p.42; Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code
de Procédure Civile. n.3, p.514). Caso en el cual quedará sujeta a las disposiciones
contenidas en los artículos 130 al 135 de la ley 834. (Rodríguez Yangüela, José. Las
ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre,
año n. 3, revista n. 64, p.42).

Con o sin fianza la ordenanza es ejecutoria de pleno derecho, aún y cuando el juez no lo
diga. Por lo tanto, podemos afirmar que se trata de una ejecución provisional imperativa y
no facultativa. (Rodríguez Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de
enero, año n. 6, revista n. 149, p.33).

“Por tratarse de una decisión cuya ejecución provisional el propio legislador la concibe
con carácter de pleno derecho, su suspensión no puede ser ordenada por el Presidente de
la Corte de Apelación actuando como juez de los referimientos, cuando la misma ha sido
dictada regularmente”. (Sent. SCJ. 19 de Febrero de 1993, citada por: Rodríguez Yangüela,
José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de
1034

septiembre, año n. 3, revista n.64, p.42). Por argumento contrario, “cuando la misma ha
sido dictada de manera irregular es susceptible de ser suspendida por el Presidente de la
Corte de Apelación”. (Sent. SCJ. Octubre de 1990, BJ. 959. 125-126; Rodríguez Yangüela,
José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de
septiembre, año n. 3, revista n.64, p.42).

Se ha planteado la discusión de si la regla dispuesta por el artículo 548 del Código de


Procedimiento Civil por la cual las sentencias sólo son ejecutorias respecto a los terceros
sobre la producción de un certificado de no apelación, recibe aplicación cuando una
ordenanza de referimiento ha ordenado a un tercero levantar un embargo trabado en sus
manos en virtud de una autorización del juez conforme a las disposiciones del artículo 48
del Código de Procedimiento Civil. A este respecto la Suprema Corte de Justicia, no ha
tenido oportunidad de pronunciarse. En Francia, las primeras decisiones dictadas en
torno al tema planteado, establecieron un primer sistema según el cual, el tercero está
obligado a ejecutar sin poder exigir que se le presente la justificación prescrita por dicho
artículo; más adelante la jurisprudencia se orientó en sentido contrario, señalando que
los terceros no deben obedecer más que a una sentencia en ultima instancia o pasada en
fuerza de cosa juzgada, estableciendo que las disposiciones del artículo 548 relativas a las
formalidades especiales para la ejecución de las sentencias por los terceros se aplican a
las ordenanzas de referimiento. (Luciano Pichardo, Rafael. 1996. De las astreintes y otros
escritos. pp.194-196).

Si las ordenanzas de referimiento ordenan el levantamiento puro y simple de un


embargo practicado mediante autorización del juez de primera instancia, o cuando el
levantamiento se produce por la retractación del permiso de embargo previamente
concedido, hoy día otro es el criterio de la Corte de Casación francesa, la cual, ha vuelto a
la idea original del primer sistema en el sentido de que la ejecución de las ordenanzas de
referimiento no precisan del cumplimiento de las formalidades del artículo 548
cuando a un tercero se le ordena hacer alguna cosa. Este último criterio fue el
adoptado finalmente en el Nuevo Código de Procedimiento Civil Francés, en sus
artículos 504 y 506. (Luciano Pichardo, Rafael. 1996. De las astreintes y otros escritos.
pp.196-199).

Es necesario tomar en cuenta que si la ejecución se lleva a cabo, la misma se realiza con
los riesgos y peligros correspondientes para aquel que la ejecuta, principalmente, cuando
la sentencia es infirmada en apelación o retractada en oposición, en cuyo caso, el mismo
aún habiendo actuado de buena fe, debe reparar el perjuicio que hubiere causado la
ejecución. Los actos de ejecución deben ser en consecuencia, anulados. La
responsabilidad del ejecutante está comprometida aún en los casos de una ejecución
provisional de pleno derecho. (Ramos Morel, Reynaldo. La ejecución provisional de las
sentencias: Comentarios a las sentencias del 31 de octubre de 1999 y 22 de julio de 1991,
citado por: González Canahuate, L. Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada
. v. X, t. I, p.149, Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n. 2,
p.514).

D. Ejecución sobre minuta.

“En caso de necesidad extrema, puede ordenarse la ejecución sobre minuta, sin previa
notificación”. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. ed., p.101).

El artículo 105 permite que en caso de necesidad, sea ordenada la ejecución sobre
minuta de la ordenanza, lo cual lleva como consecuencia que no sea necesario su
registro, para fines de dicha ejecución. En este caso, la minuta se le entrega a la parte
que la vaya a ejecutar, con la obligación de reintegrarla. (Rodríguez, Benjamín. El
1035

Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23;
Rodríguez Carpio. El procedimiento de Referimiento ante el Juez de Primera Instancia,
Gaceta Judicial, año 1999, 12 a 26 de agosto, año n. 3, revista n. 63, p.20).

Si es preciso, el juez puede perfectamente disponer que la ejecución proceda a la vista de


la minuta. (Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual,
año2001, noviembre- diciembre, año n. 2, revista n. 13, p.8).

Cuando la ejecución ha sido ordenada a la vista de la minuta, la presentación de ésta por


parte del alguacil vale notificación. (Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de
referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista
n.64, p.42).

Cuando la ejecución es ordenada sobre minuta, la misma es dispensada de la obligación


de registro y de la notificación previa. (Marcelino Reyes, José. El Referimiento visto por
abogados, Gaceta Judicial, año 1999, 12 a 26 de agosto, año n. 3, revista n. 63, p.16).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El texto del artículo 104 se encuentra transcrito íntegramente en el artículo 486 del
Proyecto; mientras que el del artículo 105, es modificado parcialmente, pues se elimina la
mención de la facultad que tiene actualmente el juez para ordenar la fijación de una
fianza.

ARTÍCULO 106

La ordenanza de referimiento no es susceptible de oposición.


Puede ser atacada en apelación a menos que emane del primer presidente
de la corte de apelación. El plazo de apelación es de quince días.

Tabla de Contenido

1. Recursos admisibles contra la ordenanza en referimiento. Plazo.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Recursos admisibles contra la ordenanza en referimiento. Plazo.

La ordenanza en referimiento no es susceptible de oposición, pero si de apelación.


(Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual, año2001,
noviembre- diciembre, año n. 2, revista n. 13, p.8; Luciano Pichardo, Rafael. El
Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.19;
Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26
de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n. 64, p.43; Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.86 y 101).

No procede el recurso de apelación, cuando la ordenanza emane del presidente de la corte


de apelación. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I,
5ta. ed., p. 273; Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al
17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.19; Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.86 y 101). En este caso, la
1036

ordenanza, tal y como lo ha concebido la jurisprudencia, sólo es susceptible del recurso


de casación (Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17
de enero, año n. 6, revista n. 149, p.19; Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de
referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n.
64, p.43, Marcelino Reyes, José. El Referimiento visto por abogados, Gaceta Judicial, año
1999, 12 a 26 de agosto, año n. 3, revista n. 63, p.15)

El plazo para apelar es de quince días a contar de la notificación de la ordenanza.


(Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual, año 2001,
noviembre- diciembre, año n. 2, revista n. 13, p.8, Rodríguez Yanguela, José. Las
ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre,
año n. 3, revista n. 64, p.43).

El plazo para la interposición del recurso de apelación corre a partir del momento de su
notificación, y no a partir del día de su pronunciamiento. (Guinchard, Serge. 2001. Mega
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 5, p.515).

No es posible la renuncia previa al derecho de apelación, asi como tampoco la


aquiescencia expresa o tácita a la ordenanza rendida. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du
Président du Tribunal. Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 274)

La apelación de la ordenanza es posible cuando la misma está afectada de incompetencia


o exceso de poder. Sin embargo la vía del Contredit no está abierta para atacar las
ordenanzas sobre referimiento.(Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal,
Des référés. v.I, 5ta. ed., pp. 274-275)

La validez del recurso de tercería había sido cuestionada, argumentándose que: a) las
ordenanzas no prescriben mas que medidas provisionales y no pueden causar un perjuicio
a lo principal por lo que lo decidido no sería perjudicial para los terceros, y; b) precisamente
por este carácter provisional la decisión siempre es susceptible de ser modificada, por lo
que a cualquier tercero que se considere lesionado por la misma, le bastaría introducir un
nuevo referimiento, a fin de obtener una segunda ordenanza que revoque la primera. Sin
embargo, el objeto mismo de la tercería así como las condiciones que para su ejercicio
establecen los arts. 474 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, en nada contradicen
la posibilidad de introducir este recurso por parte de un tercero que se sienta perjudicado
por una ordenanza de referimiento. (Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de
referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n.
64, p.43)

La mayoría de la doctrina y de la jurisprudencia declara irrecibible en materia de


referimientos el recurso de tercería, sin embargo, otros autores y decisione smás recientes
admiten que cuando un tercero sufre un perjuicio como consecuencia de una ordenanza
de referimiento, el mismo tiene derecho a recurrirla por vía de la tercería. (Cezar- Bru, Ch.
et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 294)

El recurso de revisión no se encuentra abierto para recurrir las ordenanzas de


referimiento, (Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n. 9,
p.515; Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año
1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n. 64, p.43); con excepción de
aquellas susceptibles de ser modificadas o renovadas en caso de circunstancias nuevas.
(Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n. 9, p.515).

“En esta materia, las ordenanzas dadas en defecto son susceptibles del recurso ordinario
de la oposición, se trata de un recurso de retractación permitido por el artículo 417 del
Código de Procedimiento Civil”. (Sent. SCJ. Julio de 1968. BJ.692. 1713, citada por:
1037

Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia


Dominicana 1907-2002).

El plazo para intentar el recurso de casación es el derecho común, no aplicándose en esta


materia la reducción a un mes del plazo para interponer el recurso de casación en
materia de la Ley No. 173 de 1966, la cual se limita exclusivamente a la litis originada de
conformidad con el artículo 3 de la citada ley, por el concesionario contra el concedente
en reclamación de los daños y perjuicios recibidos con motivo de su destitución o
sustitución, o por la terminación del contrato. (Sent. SCJ. 31 de agosto de 1983. BJ.873.
2505, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

En lo relativo a los recursos, de las ordenanzas de referimiento, el Proyecto


introduce varias modificaciones; primero, amplía los casos en que no es posible la
apelación de la sentencia, no sólo cuando la misma ha emanado del tribunal de
segundo grado, sino también cuando la misma haya sido dictada en última
instancia en razón del monto, objeto o naturaleza de la acción. Otra modificación
interesante a este artículo, consiste, en permitir el recurso de oposición contra la
ordenanza, siempre que la misma hubiese sido rendida en última instancia y en
defecto, extendiendo por consecuencia, el plazo de 15 días en que debe ser
interpuesto el recurso de apelación para la interposición del recurso de oposición.

ARTÍCULO 107

El juez estatuyendo en referimiento puede pronunciar condenaciones a


astreintes. Puede liquidarlas a título provisional. Estatuye sobre las costas.

Tabla de Contenido

1. Condenación a Astreintes y Costas.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Condenación a Astreintes y Costas.

El juez tiene la facultad de, estatuyendo en referimiento, pronunciar condenaciones a


astreintes y liquidar, a título provisional, los astreintes que hubiera pronunciado.
(Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n.
6, revista n. 149, p.33; Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta
Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n. 64, pp.42-43).

En razón del carácter provisional de la ordenanza, la liquidación del astreinte puede ser
revocada por el juez del fondo. (Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento,
Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n. 64, pp.42-
43).

El juez de los referimientos puede ordenar una astreinte para asegurar la ejecución de
una decisión emanada de otra jurisdicción, sin embargo, sólo está facultado para liquidar
provisionalmente las astreintes pronunciadas por él y no las ordenadas por los jueces de
fondo que son los únicos competentes para ello. (Rodríguez Yangüela, José. Las
ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre,
año n. 3, revista n. 64, pp.42-43).
1038

“En el mismo sentido: El juez de los referimientos tiene la facultad para ordenar bajo
astreinte la ejecución de una condenación precedentemente pronunciada por otro
tribunal o dictada por el mismo, sin embargo, y en razón del carácter accesorio y
condicional del astreinte, se impone ordenar primero el cumplimiento de la obligación
principal y después disponer la condenación a astreinte”. (Sent. SCJ. 14 de agosto de
1987, BJ. 921. 1475, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002; Guinchard, Serge. 2001.
Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n. 6, p.516).

Sólo es posible el pronunciamiento a condenaciones a astreintes, los casos en que se


trata de obtener el cumplimiento de obligaciones de hacer, más no para los casos en que
lo que se pretende es el pago de sumas de dinero. (Sent. SCJ. 31 de mayo de 1989, BJ.
942. 713, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General
de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Está facultado el juez de los referimientos, para estatuir respecto a las costas procesales,
como se hace en la forma común. (Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en Referimiento,
Gaceta Jurídica Virtual, año 2001, noviembre- diciembre, año n. 2, revista n. 13, p.8;
Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n. 11, p.516).

“La condenación en costas es un principio general aplicable a toda parte que sucumbe en
justicia y ninguna disposición legal priva al juez de los referimientos de la facultad de
condenar en costas a la parte sucumbiente”. (Sent. SCJ. 31 de marzo de 1986. BJ.904.
208, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 107 se encuentra transcrito íntegramente en el texto del artículo 489 del
Proyecto de Código.

ARTÍCULO 108

Las minutas de las ordenanzas de referimiento son conservadas en la secretaría


de la jurisdicción.

Tabla de Contenido

1. Conservación de las minutas.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Conservación de las minutas.

Las minutas de las ordenanzas de referimiento son conservadas en la secretaría de la


jurisdicción. (Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica
Virtual, año2001, noviembre- diciembre, año n. 2, revista n. 13, p.7).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La disposición contenida en el artículo 108 se encuentra incólume en el artículo 490 del


Proyecto.
1039

LOS PODERES DEL PRESIDENTE

ARTÍCULO 109.

En todos los casos de urgencia, el presidente del tribunal de primera instancia


puede ordenar en referimiento todas las medidas que no colindan con ninguna
contestación seria o que justifique la existencia de un diferendo.

ARTÍCULO 110

El presidente puede siempre prescribir en referimiento las medidas conservatorias


que se impongan, sea para prevenir un daño inminente, sea para hacer cesar una
turbación manifiestamente ilícita. En los casos en que la existencia de la
obligación no es seriamente discutible, puede acordar una garantía al acreedor.

ARTÍCULO 111

Los poderes del presidente del tribunal de primera instancia previstos en los dos
artículos precedentes, se extienden a todas las materias cuando no exista
procedimiento particular de referimiento.

ARTÍCULO 112

Puede igualmente el presidente del tribunal estatuir en referimiento sobre las


dificultades de ejecución de una sentencia o de otro título ejecutorio.

Tabla de Contenido

1. Tipos de referimiento. Características comunes.


A. Referimiento en caso de urgencia.
a. Noción de urgencia.
b. Urgencia Vs. Celeridad.
c. Condiciones.
d. Casos de urgencia.
B. Referimiento para prescribir medidas conservatorias.
C. Referimiento para acordar garantías en las obligaciones.
D. Referimiento para las dificultades en la ejecución de una sentencia u otro título
ejecutorio.
F. Referimiento destinado a retractar o modificar una ordenanza sobre
requerimiento.
2. Materias a las que se aplica el referimiento.
3. Poderes del Presidente.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Tipos de referimiento. Características comunes.

“Existen de conformidad con las reformas citadas dos formas de referimiento: el que
interviene a fin de reglamentar un caso aislado, y el ejercido, en el curso de la instancia,
por razones de rapidez, que puede interponerse ante el juez de primera instancia”.
(Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va.
ed., p.84).
1040

Existen diversos tipos de referimiento consagrados en la ley, que también nuestra


jurisprudencia tuvo la necesidad de fijar: el referimiento clásico en caso de urgencia, el
referimiento para prescribir medidas conservatorias para prevenir un daño inminente o
para hacer cesar una turbación manifiestamente ilícita, el referimiento preventivo
mediante el cual puede autorizarse la conservación de una prueba, antes de todo proceso;
el referimiento para acordar una provisión al acreedor y el referimiento para ordenar la
ejecución de las obligaciones de hacer. Para detener una mala práctica que algunos
magistrados venían ejercitando con la consiguiente desnaturalización de esa pieza
esencial de nuestro sistema procesal, la Suprema Corte de Justicia, como Corte de
Casación, en su sentencia del 17 de abril del 2002 (B.J. No.1097.188) determinó al
respecto que en el ordenamiento jurídico procesal dominicano no existe el denominado
“petit référé”, utilizado en ocasiones por el juez de los referimientos como decisión urgente
y provisional, sujeta a revisión, a despecho de lo que dispone el artículo 104 de la Ley 834
de 1978, en el sentido de que cuando el juez de los referimientos adopta una decisión, sur
le champ, provisional, en condiciones de rapidez, acogiendo o rechazando la medida
solicitada, no puede ya modificarla o renovarla, más que en caso de circunstancias
nuevas. (Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de
enero, año n. 6, revista n. 149, p.15; Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.86).

“El referimiento puede ser empleado aún cuando la medida objeto de la demanda tenga
conexión con un proceso pendiente entre las partes sobre el fondo. La ley no distingue.
Este referimiento, admitido en el antiguo derecho existe también de acuerdo con las
actuales reformas. Así, en caso de litigio sobre el derecho de propiedad, una cualquiera de
las partes puede pedir en referimiento que se ponga bajo secuestro el inmueble litigioso”.
(Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va.
ed., p.91).

Las características comunes, con excepción de las decisiones al fondo tomadas en forma
de referimiento, que son propias de esta importante figura de nuestro derecho procesal,
son las de ser decisiones provisionales, aunque puedan en ciertos límites perjudicar a lo
principal, adoptadas con rapidez y en caso de urgencia, que no tienen autoridad de la
cosa juzgada, que son rendidas en materia contradictoria, susceptibles de apelación, no
de oposición y ejecutorias de pleno derecho a título provisional. (Luciano Pichardo, Rafael.
Procesos urgentes: Amparo, Habeas Corpus y Referimiento. Seminario de Derecho Procesal.
Constitución y Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas”, celebrado el
29 y 30 de noviembre del 2002, Santo Domingo, pp.3-4).

A. Referimiento en caso de urgencia. Contestación seria.

Cada vez que existe una situación tal que un peligro en la demora afecte los intereses legítimos
de una parte, y que la demora se vea complicada por los plazos propios del procedimiento
ordinario, se debe acudir al juez de los referimientos. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento,
Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.19).

El dominio del refrimiento basado en la urgencia es sumamente vasto; el legislador y la


jurisprudencia han dado una gran extensión al art. 806 del Código de Procedimiento
Civil.2 (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta.
ed., p. 300)

El referimiento puede ser empleado en todos los casos de urgencia, esto es, que
requieran la inaplazable adopción de una medida provisional destinada a proteger un
interés legítimo del demandante, siempre que la medida solicitada no colida con una

2 Artículo 109 de la Ley 834 del 1978


1041

contestación seria, o que justifique la existencia de un diferendo (Blanc, Emmanuel y Jean


Viatte. 1986.. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté, v.II, p 515 ; Guinchard, Serge et al.
1999. Droit et Pratique de la Procédure Civile. p.231; Sent. SCJ. 22 de junio de 1955, BJ.
539. 1156).

En todas las hipótesis, la Corte de Casación a establecido la necesidad u obligación que


tiene el juez de constatar la urgencia. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du
Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 300)

Cuando se toma una decisión por la vía del referimiento, no se puede estatuir sobre el
derecho, ni ordenar medidas extremas sin ponderar la urgencia ni verificar la existencia o
no de un diferendo o contestación seria. (Guinchard, Serge et al. Droit et Pratique de la
Procédure Civile. p.231; Sent. SCJ. 4 de noviembre de 1998, BJ. 1056. 9-12).

Habiendo constatado que su apoderamiento estaba justificado por la urgencia, la


ausencia de una contestación seria o la existencia de un diferendo, el juez de los
referimientos dispone de poderes basados en términos particularmente amplios e
imprecisos, puesto que él puede tomar todas las medidas propias a resolver un litigio
que le ha sido sometido, como lo son las medidas conservatorias y de salvaguarda (como
es la designación de un administrador provisional), las medidas de instrucción o de
información (por ejemplo un experticio) y las medidas de expulsión (como por ejemplo en
caso de ocupación ilícita de los lugares de trabajo por los huelguistas); esta última no
puede ser tomada por el juez de los referimientos cuando se esté en presencia de una
contestación seria en cuanto a la validez o la calificación del contrato que liga al
propietario y al ocupante. (Guinchard, Serge et al. Droit et Pratique de la Procédure Civile,
pp.233-234).

La existencia de una contestación seria no constituye una excepción de incompetencia,


sino concerniente al ejercicio de los poderes para la jurisdicción de los referimientos; puede
ser presentada en todo estado de causa ante los jueces de fondo. El juez apoderado debe
constatar la ausencia de la contestación seria, la cual, como la urgencia, se aprecia a la
fecha de la decisión y no a la del apoderamiento del juez. Conviene precisar que el hecho de
que una parte haya invocado una contestación seria no es suficiente para justificar el
rechazo de una demanda en referimiento: el juez debe verificar la contestación seria y
rechazarla cuando el carácter poco serio de aquella se aprecia en un examen superficial del
litigio. (Guinchard, Serge et al. Droit et Pratique de la Procédure Civile. p.231).

Si la contestación seria constituye, en principio, un obstáculo al ejercicio de los poderes del


juez de los referimientos, ella puede, sin embargo, justificar el recurrir al referimiento; se
trata de la hipótesis en la cual la existencia de un diferendo serio entre las partes hace
necesaria la intervención rápida del juez de los referimientos. En efecto, cuando la
contestación seria viene a sostenerse sobre los medios que sirven de fundamento a la
medida demandada, constituye el objeto mismo del diferendo sobre el cual el juez de los
referimientos es llamado a pronunciarse. En consecuencia, el juez de los referimientos tiene
la obligación de verificar si la medida solicitada está justificada por la existencia de un
diferendo; él no puede declararse incompetente limitándose a fundar esta decisión en la
existencia de una contestación seria. (Guinchard, Serge et al. Droit et Pratique de la
Procédure Civile. p.233).

La condición de la urgencia no es necesaria, más que en lo que concierne a las medidas


previstas por este texto; ella no es exigida ni para las medidas tendientes a hacer cesar una
turbación manifiestamente ilícita o para acordar una provisión en los términos del artículo 809
(110 de la Ley 834 del 1978), ni para estatuir sobre las dificultades de ejecución en los términos
del artículo 811 (11 de la Ley 834 del 1978). (Blanc, Emmanuel y Jean Viatte. 1986.. Nouveau
Code de Procédure Civile Commenté, v.II, p 515).
1042

a. Noción de urgencia.

La urgencia es el carácter que presenta un estado de hecho, susceptible de ocasionar un


perjuicio irreparable si no se le pone un remedio a breve plazo. (Capitant, Henri.
Vocabulario Jurídico. p.559).

No es posible dar una definición absoluta de urgencia, sin embargo podemos decir que
existe urgencia cuando hay peligro en la demora. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du
Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 36)

Ligada a las circunstancias de hecho de cada caso, la urgencia es difícil de definir; se puede, de
una manera general, estimar que hay urgencia cuando el retardo de unos pocos días, puede ser
igualmente de algunas pocas horas, puede llegar a ser perjudicial a una de las partes.
(Guinchard, Serge et al. Droit et Pratique de la Procédure Civile, p.230).

Es precisamente la urgencia la noción fundamental y esencial que justifica toda la


organización del procedimiento de Referimiento, así como las reglas de forma basadas en
la rapidez y las reglas de fondo consistentes en el carácter provisional de las decisiones
del Referimiento. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des référés.
v.I, 5ta. ed., p. 35; Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17
de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23).

Los casos de urgencia son ilimitados. La cuestión de saber si un asunto es urgente es


de puro hecho, que los jueces del fondo aprecian soberanamente (Blanc, Emmanuel y Jean
Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté, v.II, p 515 ; Sent. SCJ. 30 de enero
de 1937, BJ. 318. 19; Sent. SCJ. 22 de junio de 1955, BJ. 539. 1156; Sent. SCJ.
Diciembre de 1971, BJ. 733. 3448; Sent. SCJ. Marzo de 1975, BJ. 772. 560).

La apreciación de la urgencia, como es un asunto dejado a la soberana apreciación de


los jueces, escapa al control de la casación, salvo desnaturalización. (Sent. SCJ. Agosto
de 1974. BJ.765. 2129, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

La noción de urgencia da lugar a una apreciación subjetiva, puesto que se trata de


imaginar el riesgo que se produciría en las relaciones de las partes si hay un retardo de
algunos días o de algunas horas, y mejor todavía, el riesgo que se produciría en los
eventos y en los hechos que rodean a las partes ante un futuro proceso. La urgencia
puede resultar de constataciones implícitas, y resultará a menudo de la necesidad de
tomar medidas para que algunas huellas necesarias para la vista de un futuro proceso,
no sean borradas sin haber sido constatadas. Pero los casos de urgencia son múltiples,
para justificar el apoderamiento del juez de los referimientos. Debe la urgencia ser
apreciada por el juez tanto en primera instancia como en grado de apelación, a la fecha
de la decisión. (Blanc, Emmanuel y Jean Viatte. 1986.. Nouveau Code de Procédure Civile
Commenté, v.II, p 515).

Cualquiera que sea el carácter relativo y facultativo de la noción de urgencia, existen,


sin embargo, principios aplicables a todas las hipótesis: la urgencia no puede resultar
más que de la naturaleza del litigio y no de las conveniencias de las partes o de las
diligencias más o menos grandes de ellas; la urgencia, condición de la regularidad de
la decisión tomada en referimiento, debe apreciarse en el momento en el que la decisión
es rendida y no en el momento en el que el juez ha sido apoderado. (Guinchard, Serge et
al. Droit et Practique de la Procédure Civile, p.231).

b. Urgencia Vs. Celeridad.


1043

“La urgencia no debe confundirse con la celeridad. Un asunto requiere celeridad desde
que exige una solución más expedita que aquella que se podría obtener siguiendo los
plazos ordinarios del procedimiento; [la celeridad no autoriza más que a notificar a breve
término]; [mientras que] el asunto no es urgente más que cuando hay peligro inminente
de la demora, es decir, cuando el demandante no puede esperar, sin comprometer
gravemente sus intereses, puesto que los plazos de otras jurisdicciones, por abreviados
que sean, tienen por consecuencia ocasionar un tipo de denegación de justicia. Según las
expresiones del Tribuno Favard, estaríamos sin justicia, si la decisión no es rendida en el
instante mismo en que la dificultad se presenta. Esta distinción viene expresada también
en el criterio de la Corte de Chambêry en sentencia del 9 de marzo del 1910”. (Bioche,
Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale, citado por Moreta Castillo, Américo. La
demanda civil a breve término. Jurisciencia, v. I, No. 6, enero-marzo 1987, p.25).

La Suprema Corte de Justicia se ha manifestado respecto a como se apreciara la


celeridad: “La ley no define la celeridad; es por consiguiente de puro hecho, que los
jueces del fondo aprecian soberanamente, la cuestión de saber si un asunto requiere
celeridad (Sent. SCJ. 8 de junio de 1928, BJ. 215 .3).

c. Casos de urgencia.

Existen casos de urgencias legales y casos de urgencias jurisprudenciales. (García de


Peña, Luis Víctor. Revista Estudios Jurídicos, año 1994, septiembre a diciembre, revista n.
3, v.IV, pp.4-9).

Casos de urgencias legales: 1) Descargo de guarda, pues el Art. 605 del Código de
Procedimiento Civil autoriza al guardián de cosas embargadas a pedir el descargo de la
guarda si la venta no se hubiese hecho el día indicado en el acta, sin que hubiere
obstáculo que lo impidiese, y si hubo obstáculo que impidiese la venta, el descargo podrá
pedirse dos meses después del embargo. El legislador ha considerado el anterior un caso
de urgencia y por ello el Art.606 del citado Código dispone que la demanda se intentará
contra el embargante y el embargado por citación en el referimiento. 2) Apremio corporal,
según dispone el Art. 786 del Código de Procedimiento Civil, si el apremiado quiere, se le
conducirá enseguida ante el Presidente del Tribunal de Primera Instancia del distrito que
corresponda al lugar en que se haya hecho el arresto, el cual fallará como se prescribe
para estos casos. El Art. 787 agrega que el auto relativo al referimiento se insertará en el
acta levantada por el alguacil y tendrá ejecución inmediatamente. 3) Copias de actos, a
los términos del Art. 843 del Código de Procedimiento Civil, en caso de negativa de un
notario o depositario a expedir copias de los actos que tengan en su poder, el asunto será
sometido en referimiento al Presidente del Tribunal de Primera Instancia; 4) Fijación de
sellos e inventario, los Arts. 921, 928 y 944 del Código de Procedimiento Civil atribuyen
competencia al juez de los referimientos para resolver todos los obstáculos y dificultades
que se presenten con motivo de la fijación o levantamiento de sellos, así como con la
formulación de inventario; 5) Tribunal de Tierras, de acuerdo con los Arts. 7 y 9 de la Ley
de Registro de Tierras, el referimiento es posible ante la jurisdicción catastral. (García de
Peña, Luis Víctor. Revista Estudios Jurídicos, año 1994, septiembre a diciembre, revista n.
3, v.IV, pp.4-9).

Casos de urgencia jurisprudenciales: 1) Experticio e informativo: la jurisprudencia


impulsada por la consideración de que las conclusiones de los expertos no ligan a los
jueces del fondo, ha terminado por admitir la validez de los experticios futuros ordenados
en referimiento. En cuanto al informativo futuro por vía del referimiento, aunque se han
producido sentencias que tienden a admitirlos, la posición de la jurisprudencia es de
manera general hostil a esta tendencia; 2) Secuestrarios: El juez de los referimientos está
1044

capacitado legalmente para la designación de secuestrarios, cuando la ley no ha confiado


esa facultad a otro Magistrado, y cuando la medida no toca el fondo del derecho; 3)
Relaciones de familia: El juez de los referimientos puede en el curso de una instancia en
divorcio o separación personal, prescribir todas las medidas provisionales relativas a la
persona de los esposos, a las de sus hijos y a los intereses pecuniarios en conflicto. El
juez de los referimientos tiene poder en materia de sucesiones, en los casos donde hay
peligro en la demora, de ordenar todas las medidas conservatorias útiles, particularmente
de nombrar un administrador provisional. Él tiene también, por aplicación del Art. 961
del Código Civil, autoridad para poner bajo secuestro hasta que intervenga sentencia que
resuelva la dificultad, un inmueble o valores mobiliarios, de los cuales la propiedad o la
posesión sea el objeto de un litigio y designar al mismo tiempo de oficio, el guardián; 4)
Materia inmobiliaria: El juez de los referimientos no puede estatuir sobre las cuestiones
de propiedad, pero es competente para intervenir en todos los casos donde el ejercicio del
derecho de propiedad da lugar a dificultades urgentes; así, él es competente, en principio,
para estatuir en los casos de deterioros, circulación de las aguas , construcción de
caminos, zanjas de desahogo, puertas, perforación de muro medianero, etc.; 5)
Diferendos entre arrendadores y locatarios: El juez de los referimientos es competente
para ordenar la expulsión inmediata de un locatario al cual el propietario ha dado
desahucio, aun cuando se produzca una contestación respecto de la validez del
desahucio, si se establece por los hechos y circunstancias de la causa, que la
contestación no es seria; puede ordenar , asimismo, la expulsión del locatario, en caso de
abuso de goce; 6) Privilegios e hipotecas: La jurisprudencia decide que el juez de los
referimientos no podría, sin exceder sus poderes, estatuir sobre la existencia, ni regular el
efecto o la extensión de un privilegio contestado, o de un pretendido derecho de retención.
(García de Peña, Luis Víctor. Revista Estudios Jurídicos, año 1994, septiembre a diciembre,
revista n. 3, v.IV, pp.4-9).

B. Referimiento para prescribir medidas conservatorias.

Este referimiento tiene por objeto el permitir al juez de los referimientos intervenir, sea a
título preventivo para mantener una situación adquirida y evitar la realización de un
daño inminente, sea, después de la realización de una turbación manifiestamente ilícita,
para ponerle fin. (Emmanuel Blanc et Jean Viatte. 1986.. Nouveau Code de Procédure
Civile Commente. Vol. II, p.521; Guinchard, Serge et al, Droit et Pratique de la Procédure
Civile, p.234; Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de
enero, año n. 6, revista n. 149, p.30).

El juez puede acordar una provisión al acreedor u ordenar la ejecución de la obligación,


aún cuando se trate de una obligación de hecho. (Emmanuel Blanc et Jean Viatte. 1986..
Nouveau Code de Procédure Civile Commente. Vol. II, p.521, Rodríguez, Benjamín. El
Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.30).
Esto siempre que se trate de una obligación no es seriamente contestada. (Rodríguez,
Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n.
149, p.30).

El juez de los referimientos debe constatar la inminencia del daño o la existencia de una
turbación manifiestamente ilícita, y a falta de hacer esta constatación, se justifica la
casación de su decisión por falta de base legal. (Guinchard, Serge et al, 1999. Droit et
Pratique de la Procédure Civile, p.235).

Se entiende por daño inminente el daño que no se ha efectuado todavía, pero que se
producirá seguramente si la situación presente se perpetúa. Esta noción no se refiere
al carácter lícito o no del hecho criticado, sino al perjuicio que el demandante va
necesariamente a sufrir en un breve plazo. Es indispensable constatar la certidumbre
1045

del perjuicio que causaría el acto o el hecho criticado, si viene a ser cumplido o
realizado; el daño puramente eventual no puede fundamentar la intervención del juez
de los referimientos. En cuanto a la turbación manifiestamente ilícita, esta es toda
perturbación resultante de un hecho material o jurídico que, directa o indirectamente,
constituye una violación evidente de la regla de derecho; en esta hipótesis, el daño ya
se ha realizado y el juez de los referimientos viene a tomar una medida represiva
destinada a poner fin a una situación que provoca un atentado perjudicial y actual a
los derechos o a los intereses legítimos del demandante. (Guinchard, Serge et al, 1999.
Droit et Pratique de la Procédure Civile, pp.235-236).

En cuanto a saber cuándo se está en presencia de un daño inminente, se ha juzgado


que: del hecho de la no existencia de la urgencia, puede deducirse que la inminencia
del daño no ha sido establecida y a la inversa, la constatación de la inminencia del
daño es suficiente para que la urgencia se encuentre caracterizada; la constatación de
la inminencia del daño puede ser implícita; la constatación de la inminencia del daño
puede resultar del peligro para la seguridad que comporta la degradación de un
inmueble. Por otra parte, pueden ser generadoras de una turbación manifiestamente
ilícita: la ocupación de un inmueble sin derecho ni título, el estorbo o traba unilateral a
la ocupación de un inmueble, como lo sería obstaculizar el derecho de paso. (Rodríguez,
Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n.
149, p.30).

La noción de daño inminente no implica necesariamente que el acto susceptible de causar


el daño sea ilícito, sino que éste pueda causar un daño a otro. En cambio, la turbación
ilícita se aplica a las vías de hecho, no a una turbación eventual. En estos casos previstos
por la ley, no se exige la condición de urgencia, aunque en hecho ella se sobreentiende. Se
admite, asimismo interpretando la disposición "el presidente puede siempre prescribir"
que tampoco será obstáculo para la medida conservatoria la existencia de una
contestación seria. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. ed., p.87).

El juez de los referimientos aprecia soberanamente la inminencia del daño y dispone de


un poder soberano para apreciar la existencia de una turbación manifiestamente ilícita.
(Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commente. vol.
II, p.521-1; Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. ed., p.87; Sent. SCJ. 1 de agosto de 1973. BJ.753.2189-942; Sent.
31 de agosto de 1983, BJ. 873.2510, citada por González Canahuate, Almanzor. 1994.
Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. t. I, pp.20-21).

Las decisiones que toman a este respecto los jueces del fondo no están sujetas al control
de la casación, salvo, como es natural, que las decisiones se hayan dictado en vista de un
título sin fuerza jurídica que las justifique, o que para conceder esas decisiones se
aporten documentos comparativos, que no sean obra de las mismas partes interesadas,
cuyo cotejo con la decisión de que se trate evidencian una desnaturalización de los
hechos. (Sent. SCJ. 1 de agosto de 1973. BJ.753.2189-942; Sent. 31 de agosto de 1983,
BJ. 873.2510; citada por González Canahuate, Almanzor. 1994.Recopilación
Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. t. I, pp.20-21).

El juez de los referimientos dispone del poder de apreciar la oportunidad de su


intervención, este poder se manifiesta de dos maneras: el juez puede escoger
libremente la medida que le parece más apropiada para el objetivo perseguido, y la
mejor sería la que tiende a poner término a la situación litigiosa, susceptible de impedir
la realización del daño o de poner a las partes en la situación anterior de la vía de
hecho constatada, comprometiendo lo menos posible los derechos o intereses de cada
una de las partes, ya sea que ésta sea una medida diferente a la que había sido
1046

demandada; el juez puede estimar, igualmente después de constatar la existencia de


una turbación manifiestamente ilícita, que no hay lugar a pronunciar ninguna medida.
El poder de apreciación del juez en lo que concierne a la medida, no es sin embarg o
ilimitado: la medida pronunciada debe conservar la naturaleza de una medida
provisional, tendiente únicamente a la preservación de los derechos de una parte;
cualquier otra medida excede los poderes del juez de los referimientos. (Guinchard,
Serge et al, Droit et Pratique de la Procédure Civile, pp.239-240).

Según la jurisprudencia francesa, el juez de los referimientos puede, para prevenir un


daño inminente: suspender la venta de los muebles embargados, hasta tanto se haya
estatuido sobre la oposición a dicha venta; expulsar a los locatarios o inquilinos de un
inmueble alquilado en razón de los peligros engendrados por la degradación del
inmueble. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de
enero, año n. 6, revista n. 149, p.30).

“Las disposiciones especiales de la ley 4994, no excluyen el referimiento; en


consecuencia, los jueces del referimiento son competentes para conceder o denegar las
medidas provisionales que se soliciten dentro de las conclusiones de las partes
interesadas, en relación con el embargo previsto en el Art. 30 de la ley 4994 antes
indicada, máxime cuando, es un hecho cierto que la demanda en solicitud de suspensión
del embargo se hizo antes de ser intentada la demandada prevista en el Art. 31 de la
indicada ley”. (Sent. SCJ. 10 de Octubre de 1969. BJ.707. 5004, citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

C. Referimiento para acordar garantías en las obligaciones.

De existir una obligación entre las partes, aquella que eventualmente puede demandar
o haya demandado su cumplimiento, puede acudir al juez de los referimientos, para
que éste imponga al deudor del cumplimiento de la obligación, el pago de la suma, de
una provisión, a favor del acreedor. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta
Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.32).

El referimiento para acordar garantías en las obligaciones permite a menudo evitar las
complejidades del procedimiento del derecho común, resolviendo numerosos litigios que
tienen por objeto el pago de una suma de dinero. Poco importa la naturaleza de la
obligación contractual, casi contractual, delictual o cuasi delictual, y puede ser
acordada para todas las formas de daño, igualmente para un perjuicio moral. Antes de
acordar la garantía, el juez de los referimientos debe constatar si la obligación no es
seriamente contestable, siendo ésta una condición esencial, sometida al control de la
Corte de Casación que censurará toda decisión insuficientemente justificada sobre este
punto. La contestación debe ser de naturaleza a suprimir o a restringir la obligación del
deudor, teniendo el juez el deber de verificar si el medio planteado es o no serio.
(Guinchard, Serge et al, 1999. Droit et Pratique de la Procédure Civile, pp.243-244).

En estos casos de referimiento, no es necesaria la urgen cia. (Guinchard, Serge et al,


1999. Droit et Pratique de la Procédure Civile, p.244; Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.90).

La ausencia de una obligación seriamente contestada es una condición expresamente


exigida por la parte final del referido artículo 110. La interpretación de esta condición
obliga al juez de los referimientos a apreciar el carácter no seriamente discutible de la
obligación, para atribuir al acreedor una garantía o indemnización provisional, que
imponen al juez de los referimientos una misión delicada si no desea inmiscuirse en el
examen del fondo del asunto que escaparía a su competencia. (Tavares Hijo, Froilán,
1047

1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.90).

El monto de la provisión permitida en referimiento, no tiene otro límite que el del monto no
seriamente contestado, (Guinchard, Serge et al, 1999. Droit et Pratique de la Procédure
Civile, p.244; Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de
enero, año n. 6, revista n. 149, p.32), por lo que la Corte de Casación admite que podría ser
acordada, a título de garantía, la totalidad de la acreencia. El juez tiene el poder para fijar
discrecionalmente la suma que conviene acordar, correspondiéndole al demandado probar
que la garantía atribuida es superior al monto no seriamente contestable de la obligación.
(Guinchard, Serge et al, 1999. Droit et Pratique de la Procédure Civile, p.244).

D. Referimiento para las dificultades en la ejecución de una sentencia u otro título


ejecutorio.

Es el presidente del tribunal que estatuye en referimiento sobre toda dificultad de


ejecución de una sentencia o de otro título ejecutorio, como es un acto de notoriedad.
Este es, por ejemplo, el que conocería de los incidentes que pueden sobrevenir en el
curso de una expulsión ordenada por una sentencia; puede pronunciar una astreinte
para constreñir a una parte recalcitrante a la ejecución de una decisión de justicia.
(Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commente. v.
II, p.521-10; Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de
enero, año n. 6, revista n. 149, p.33).

El juez de los referimientos estatuye sobre las dificultades relativas a la ejecución de una
sentencia o título ejecutorio. Esta disposición es general y abarca todas las dificultades
sin excepción que se pueden presentar sobre el fondo o la forma. (Cezar- Bru, Ch. et al.
Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 499)

De acuerdo con el antiguo derecho, era controvertido saber si podía pedirse en


referimiento la suspensión de un procedimiento ejecutorio. En favor de la negativa se había
sostenido que el referimiento deba emplearse para facilitar la ejecución de los títulos,
no para suspenderlos. Pero prevaleció la opinión contraria, en razón de los términos
generales empleados por el antiguo artículo 806. En la actualidad el uso de la vía del
referimiento para facilitar la ejecución de un título o suspender su ejecución tiene una
justificación más firme legal en el artículo 112 de la Ley 834. Lo mismo que respecto a la
urgencia, el saber si hay dificultad en la ejecución de un título es una cuestión de hecho,
sujeta por consiguiente a la apreciación soberana de los jueces del fondo. Dentro de esta
categoría de referimiento se encuentran los casos de referimientos sobre procesos
verbales o sobre acta, introducidos por el alguacil en caso de dificultades de ejecución.
Igualmente puede incoarse el referimiento en virtud del citado artículo 112 por la
iniciativa del deudor interesado en obtener la suspensión de las persecuciones, porque el
alguacil por diversas razones, no hubiera actuado. Es preciso tener en cuenta por una
parte, que no es necesario en estos casos justificar la urgencia, puesto que toda
dificultad en la ejecución de un título requiere una solución urgente; y por otra parte,
que el artículo 112 no subordina los poderes del juez a la ausencia de contestación
seria. Estos casos de referimiento sólo son conocidos por el presidente del tribunal de
primera instancia. Por consiguiente, el presidente de la Corte de Apelación, no es
competente para conocer de ellos, en ausencia de una disposición expresa de la
ley, análoga a la del artículo 112. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.90-91).

La condición de urgencia no es exigida, puesto que la urgencia resulta de las


circunstancias mismas que hicieron surgir la dificultad; la existencia de una
contestación seria no es un obstáculo para la decisión del juez de los referimientos.
Pero la decisión no tiene más que un valor provisional y no prejuzga el fondo. (Blanc,
1048

Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. Vol. II,
p.521-10).

Si bien estos poderes no están limitados por la existencia de la urgencia, sí por la


existencia de una contestación seria. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta
Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.33).

E. Referimiento destinado a retractar o modificar una ordenanza sobre requerimiento.

Aunque las reformas adoptadas por la Ley 834, no reprodujeron la disposición del
artículo 497 del nuevo Código de Procedimiento Civil Francés, que atribuye
expresamente al juez de los referimientos la modificación o retractación de sus
ordenanzas, aun en caso de que el juez del fondo ya estuviera apoderado del asunto
principal, esta facultad del juez de los referimientos en nuestro derecho está prevista en
lo que respecta a las medidas conservatorias previas a la demanda, por los artículos 48 y
50 del Código de Procedimiento Civil. En virtud del artículo 48, "la parte interesada podrá
recurrir en referimiento ante el mismo juez que dictó el auto; de acuerdo con el artículo
50, el juez de los referimientos podrá levantar el embargo conservatorio, "por instancia
dirigida al juez de los referimientos mediante la consignación en manos del secuestrario
que este tenga a bien designar de las sumas necesarias para garantizar las causas del
embargo, en principal, intereses y costas." Esta misma disposición legal establece que
"el juez apoderado del litigio o el juez de los referimientos podrá ordenar la cancelación,
reducción o limitación del embargo, en cualquier estado de los procedimientos, cuando
hubiere motivos serios y legítimos. La misma facultad es reconocida al deudor en caso de
inscripción provisional de hipoteca judicial, en virtud del artículo 56. (Tavares Hijo,
Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.87- 88).

De acuerdo con el artículo 50 del Código de Procedimiento Civil, “es indudable que la
previsión establecida en esta parte del artículo 50 es una especie de contrapartida de la
ley que equilibra la indefensión en que es colocada por el artículo 48 del mismo
código, la parte en perjuicio de la cual se practica el embargo, al permitirle por la vía
del referimiento y mediante un debate contradictorio, ausente cuando el juez concede el
permiso, la oportunidad de hacer oír sus alegatos para que, enfrentados a los del
embargante, se determine si son fundados o no los motivos invocados por este en su
solicitud y, en consecuencia, pueda el juez mantener o revocar la autorización de
embargo que había dictado”. (Luciano Pichardo, Rafael. 1996. De las astreintes y otros
escritos. pp.192- 193; Valenzuela, Emigdio. Competencia del Juez de los
Referimientos en materia de levantamiento de embargos conservatorios , pp.331-
332).

Queda, no obstante, la duda en lo que respecta al embargo retentivo, cuando el


embargante ha sido autorizado por el juez en virtud del artículo 558, por no poseer título.
En Francia, esta interrogante ha desaparecido en razón de que el artículo 497 del
Nuevo Código, es de alcance general y se aplica, por tanto a los casos de embargos
retentivos. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. ed., p.88).

La jurisprudencia dominicana ha sido inconstante para establecer un criterio al


respecto, señalando primero en lo referente al levantamiento de un embargo
retentivo, que mientras la demanda en validez no haya sido sometida al tribunal
civil por una instancia regular, el juez de los referimientos es competente para
ordenar el levantamiento de dicho embargo (Sent. SCJ. 11 de marzo del 1966,
BJ.664, p.412, citada por: Moreta Castillo, Américo. La demanda a breve término,
Jurisciencia, v. I, No.6, enero-marzo 1987, p.23); posteriormente varió su parecer al
señalar que “la facultad excepcional que el legislador ha conferido al juez de
1049

primera instancia, en sus atribuciones de referimiento, para hacer cancelar,


reducir o limitar los embargos que se realicen en virtud de la Ley 5119 de 1959, no
está sujeta a que sea ejercida antes de que se introduzca la demanda en validez del
embargo”, puesto que el propósito del legislador ha sido que el embargado pueda
aprovecharse del procedimiento rápido y expedido del referimiento, para discutir
las medidas conservatorias dictadas, y que esas facultades atribuidas por el
legislador en materia de referimiento no pueden ser coartadas por el embargante
en perjuicio del embargado si éste desea aprovecharse de la vía del referimiento
(Sent. SCJ. 6 de agosto del 1971, BJ.729, p.241, citada por: González Canahuate,
Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. v. X, t. I,
pp.6-8). Luego volvió a su antigua posición al consagrar la incompetencia del juez
de los referimientos para cancelar o limitar un embargo retentivo una vez haya sido
interpuesta la demanda en validez del embargo, a menos que se trate de la
sustitución del embargo por otra garantía prevista en el artículo 50 del Código de
Procedimiento Civil. (Sent. SCJ. 12 de diciembre del 1984, BJ.889, p.3291; Sent.
SCJ. 22 de febrero del 1985, BJ.889, p.3291; Sent. SCJ. 20 de febrero de 1987, BJ
915, p.285; Sent. SCJ. 20 de febrero del 1987. BJ. 915.284-285).

Este criterio mantenido hasta hoy ha generado serias críticas de los doctrinarios
dominicanos. “Las decisiones de los años setenta si están acordes con la
legislación, la del 12 de diciembre del año 1984, no pudiendo haber administración
de justicia correcta, sino lo es con apego a la ley, y ésta ha sido vulnerada en la
decisión de la Suprema Corte de Justicia del 12 de diciembre del 1984; si tomamos
la misma al pie de la letra, obtenido el auto que nos permita proceder al embargo
conservatorio, embargamos y demandamos de inmediato en validez, no importa que
la urgencia y el peligro estén ausentes, no importa que el embargado sea una
persona por demás insolvente, esa persona a la cual ordinariamente la ley protegía,
tiene únicamente dos caminos: a) o cede a las presiones derivadas de ese embargo
y le paga a alguien carente de derecho, o b) pone en manos de tercera persona,
designada por auto de referimientos, valores suficientes para garantizar en
principal, accesorios y costas las causas del embargo conse rvatorio practicado en
la forma de embargo retentivo. (Báez Brito, M.A.. Breve ensayo en torno a
decisiones de la Suprema Corte de Justicia sobre el mismo objeto: la competencia del
juez de los referimientos en materia de embargo conservatorio . Curso sobre
Referimiento celebrado en agosto del 1986 por la Asociación Nacional de Abogadas,
Inc., pp.10-11).

“Creemos que las decisiones de nuestro alto tribunal de los años 1984, 1985 y
1987 que establecen la incompetencia del juez de los referimientos para ret ractar
su ordenanza cuando la demanda en validez de las medidas conservatorias
tomadas en virtud de dicha ordenanza ha sido intentada, lo que puede hacerse en
el mismo acto de embargo, no debieron producirse si se hubiese tomado en cuenta,
no sólo los sólidos argumentos en que se fundamenta la jurisprudencia del 1971,
sino la circunstancia de que desde que se promulgó la Ley 834 del 1978,
desapareció el motivo en que la jurisprudencia y una parte de la doctrina,
sustentaban la incompetencia del juez de los referimientos después de la demanda
en validez: la prohibición de perjudicar a lo principal.” En efecto, si bien el
artículo 104 de esa ley no dice, como el 497 del Nuevo Código de Procedimiento
Civil Francés “que el juez tiene la facultad de modificar o de retractar su
ordenanza, aunque el juez de fondo esté apoderado del asunto”, consagra, no
obstante, que “la ordenanza de referimiento no tiene, en cuanto a lo principal, la
autoridad de la cosa juzgada”. Por este motivo, no se justifica que se sostenga que
después de la demanda en validez el juez de los referimientos es incompetente para
ordenar el levantamiento de un embargo retentivo u otra medida conservatoria,
trabajo con la autorización que otorga el juez al amparo de los artículos 48 y
1050

siguientes del Código de Procedimiento Civil, por lo que sería deseable que los
jueces de primera instancia cuando otorguen su autorización para embargar
conservatoriamente, hagan reserva de modificar o retractar ulteriormente su
ordenanza, si nuevos elementos son aportados a su conocimiento, o lo que es lo
mismo, insertar la cláusula de “reserva de referimiento”. ( Valenzuela, Emigdio.
Competencia del Juez de los Referimientos en materia de levantamiento de embargos
conservatorios, pp.334- 335).

La interpretación de la Suprema Corte de Justicia por la cual establece la


incompetencia del juez de los referimientos una vez haya sido interpuesta la
demanda en validez del embargo, no parece ser la que se desprende de los textos
legales, puesto que el artículo 50 del Código de Procedimiento Civil establece que la
cancelación, reducción o limitación del embargo podrá ser ordenada por el tribunal apo-
derado o el juez de los referimientos en cualquier estado de los procedimientos cuando
hubiere motivos serios y legítimos, que fue la tesis adoptada por la Suprema Corte de
Justicia en una decisión anterior. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.89).

En el estado actual de nuestra legislación, es obvio que el principio en virtud del cual no
puede ser apoderado el juez de los referimientos cuando se hubiera interpuesto la
demanda en validez del embargo retentivo está vigente, y la facultad concedida al juez de los
referimientos es aplicable únicamente a los casos de embargos conservatorios e inscripcio-
nes de hipotecas judiciales provisionales previstos por los artículos 48 y siguientes. Sobre
el particular, la Suprema Corte de Justicia ha estatuido en el sentido de que la vía del
referimiento sólo puede ser usada a condición de que dicho procedimiento se inicie con
anterioridad a la demanda en validez del embargo o sobre el fondo, salvo los casos de
sustitución del embargo conservatorio por otra garantía (Sent. SCJ. 21 de diciembre de
1984, BJ. 889. 3291; Sent. SCJ. 22 de febrero de 1985, BJ. 891. 423).

2. Materias a las que se aplica el referimiento.

La ley no distingue entre asuntos civiles y comerciales. En virtud del principio de la


unidad de jurisdicción, el juez de primera instancia conoce indistintamente de los unos y
de los otros, mediante el procedimiento particular a cada uno, por lo que puede ser
sometida ante el juzgado de primera instancia en la forma del referimiento, toda
pretensión tendiente a obtener una medida provisional, aunque sean comerciales las
relaciones que existan entre las partes, o los títulos cuya ejecución presente dificultades.
(Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va.
ed., pp.91 y 92).

En este sentido: En la organización judicial dominicana, cuyos Juzgados de Primera


Instancia son unipersonales, los jueces administran justicia civil como la comercial, no
existiendo más diferencia que el procedimiento que deba seguirse en su apoderamiento,
en una y otra materia; por lo tanto, el Juez de los Referimientos en materia civil, es
forzosamente, y por necesidad de las cosas, el mismo que debe actuar en materia
comercial. (Sent. SCJ. 2 de agosto de 1974. BJ.765.2135; citada por González Canahuate,
Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. t. I, p.23).

Se ha propuesto que el referimiento no sólo se aplique en materia civil, comercial o


laboral, sino también en lo penal, creando lo que se llama en Francia el “référé provisión”.
Lo que significa es que cuando se interponga una demanda civil accesoria a la penal, el
nuevo juez de los referimientos pueda tomar algunas medidas provisorias, como ordenar
el secuestro de algún bien, entre otras cosas. (Lorenzo, David. ¿Refrimiento o justicia
diferida?, Gaceta Judicial, año 1999, 12 a 25 de agosto, año n. 63, p.4).
1051

No puede acudirse en referimiento si el asunto se refiere, directa o indirectamente, a la


existencia de un derecho inmobiliario en proceso de saneamiento, o de un derecho
inmobiliario ya registrado. En estos casos, el juzgado de primera instancia es
incompetente de un modo absoluto, según resulta de lo que disponen los artículos 7
reformado por la Ley 3719 de 1953 y 269 de la Ley de Registro de Tierras, que
atribuyen exclusivamente al Tribunal de Tierras el conocimiento de estas cuestiones
(Sent. SCJ. 23 de agosto de 945. BJ. 421. 650).

El referimiento, a pesar de que ha ido ensanchando su radio de acción, tiene una


naturaleza esencialmente civil. Sin embargo, el texto del artículo 111 de la Ley 834, abre la
posibilidad de que el Juez de Primera Instancia sea competente, como juez de los
referimientos, en todas aquellas materias que no exista procedimiento particular de
referimiento, como lo sería la materia administrativa, penal, comercial, etc. (Rodríguez,
Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n.
149, p.32).

En virtud del Art. 111 los poderes del juez de primera instancia previstos en los artículos.
109 y 110, se extienden a todas las materias cuando no exista procedimiento particular
de referimiento. Sería incompetente por Ej. el j. de primera instancia para estatuir sobre
una medida urgente cuando se trata de una sentencia apelada, puesto que esto compete
exclusivamente al presidente de la c. de apelación. Por el contrario, el presidente del
tribunal de primera instancia seria competente para conocer de un caso de urgencia en una
litis llevada ante un j. de paz, o en materia penal cuando se tratare de medidas urgentes
respecto de un asunto que por su naturaleza corresponda a la jurisdicción civil (demanda
en daños y perjuicios, por Ej.). (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.84-85).

En lo que respecta al Tribunal de Tierras, se admite que en esta jurisdicción no existe el


referimiento, salvo los casos previstos en el artículo 9 de la Ley de Registro de Tierras, en
que se reconoce competencia a este tribunal en el curso del saneamiento para dictar
medidas provisionales que no perjudiquen el fondo, que podría considerarse como un tipo
especial de referimiento, un asunto urgente que amerite ordenar medidas conservatorias,
debería ser llevado ante el presidente del tribunal de primera instancia. No obstante lo
expresado, los términos mismos de la Ley de Registro de Tierras, dan a esta jurisdicción
poderes amplios que permitirían ordenar determinadas medidas propias del juez de los
referimientos. Por una parte, el artículo 11 que autoriza al Tribunal de Tierras disponer
"discrecionalmente cuantas medidas estime convenientes para la mejor solución de los
casos que se le sometan"; y por otra parte, el artículo 19 que otorga poderes al Tribunal
Superior de Tierras para dictar "las medidas que crea necesarias con el fin de dirigir los
procedimientos ante el Tribunal de Tierras", lo que permitiría al Tribunal Superior de
Tierras en el curso de una litis sobre terrenos registrados, conocer el mismo o designar un
juez de jurisdicción original para juzgar un asunto en que se solicitare una medida
provisional. Siendo por otra parte la Ley de Registro de Tierras, una ley especial porque
está llamada a regir las circunstancias particulares que el artículo 7 expresamente
determina, no ha podido ser derogada por las disposiciones de la Ley 834, que es una ley
general posterior. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. ed., p.85).

3. Poderes del Presidente

Los artículos 109 a 112, referentes a los poderes del presidente del tribunal de primera
instancia, delimitan el campo de aplicación del referimiento, no únicamente a los casos
de urgencia o a las dificultades de una sentencia u otro título ejecutorio, sino que sus
poderes se extienden a "prescribir las medidas conservatorias que se impongan, sea para
1052

prevenir un daño inminente, o para hacer cesar una turbación manifiestamente ilícita;
sea para "acordar una garantía al acreedor", a "suspender la ejecución de las sentencias
impropiamente calificadas en ultima instancia o ejercer los poderes que le son conferidos en
materia de ejecución provisional". (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.84).

“Por aplicación del Art. 809 del Código de Procedimiento Civil, el Juez de los referimientos
es incompetente tanto para disponer la ejecución provisional de una sentencia si el Juez
que la dictó no lo dispuso, como lo es también para suspender la ejecución provisional;
que en efecto, esa facultad sólo compete al Juez apoderado del fondo de la apelación,
quien también tiene aptitud legal para disponer o no las medidas provisionales que se le
soliciten”. (Sent. SCJ. 13 de Agosto de 1969. BJ.705. 1875, citada por: Castaños Guzmán,
Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-
2002).

“De las disposiciones los artículos 48 y 50 del Código de Procedimiento Civil, tal como han
quedado redactados después de la ley 5119 resulta, que el legislador dominicano ha
conferido al juez de primera instancia en sus atribuciones excepcionales de referimiento,
la facultad de poder reexaminar, a pedimento de parte interesada, los motivos que lo
indujeron a dictar el auto autorizando las medidas conservatorias; igualmente tiene
facultad para ordenar la cancelación, reducción o limitación del embargo si a su juicio
hay motivos serios y legítimos que lo justifiquen”. (Sent. SCJ. 6 de agosto de 1971. BJ.
729.2348, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General
de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“Aunque el artículo 417 del Código de Procedimiento Civil limita la competencia de los
jueces que conocen de controversias comerciales, a autorizar embargos conservatorios de
efectos mobiliarios, pero que esa competencia, en la cual se funda el juez de primer grado
para dictar su resolución, ha sido virtualmente extendida para toda materia por la Ley
No. 5119 del 1959, que reformó los artículos 48 a 58 del Código de Procedimiento civil;
esas disposiciones dan competencia a los jueces de primera Instancia para revocar por la
vía de referimiento las Ordenanzas o resoluciones que ellos mismos hayan dictado
autorizando embargos conservatorios; revocación de esa especie e interpongan apelación,
la corte apoderada, en virtud del efecto devolutivo de ese recurso; y según sean las
conclusiones de las partes, puede reordenar el embargo, según los méritos del caso, pero
no revocar válidamente la resolución apelada, solución ésta que desconoce la
modificación virtual hecha al artículo 417 del Código de Procedimiento Civil, por la ley No.
5119 de 1959, cuyo alcance ha sido extendido”. (Sent. SCJ. 27 de septiembre de 1976.
BJ.790. 1589, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“Si es cierto que el artículo 459 del Código de Procedimiento Civil autoriza al apelante a
citar al apelado a breve plazo, antes de discutirse el fondo a fin de que oiga suspender la
ejecución de la sentencia impugnada, y que, el tribunal de segundo grado resuelve
entonces, previamente, si hay lugar a suspender la ejecución, y que además el artículo
459 del citado Código es aplicable a todas las apelaciones en materia civil; no es menos
cierto, que el referido texto legal es aplicable cuando el juez de primer grado ha ordenado
la ejecución provisional de su sentencia sin encontrarse en uno de los casos en que la ley
se lo permita o se lo manda; que, como en este caso, la ejecución provisional fue ordenada
en virtud del mencionado artículo 809 del Código de Procedimento Civil, es obvio, que se
está frente a uno de los casos en que la Ley manda al Juez a prescribir la ejecución
provisional de su sentencia no obstante cualquier recurso”. (Sent. SCJ. 6 Abril 1979.
BJ.821.570, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).
1053

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Los textos de los artículos 109 y 110 se encuentran ubicados en el Proyecto en los
artículos 491 y 492, y los mismos no sufren ninguna modificación substancial, sino que
apenas, el 109, presenta una pequeña diferencia, pues el mismo en vez de referirse al
“Presidente del Tribunal de Primera Instancia”, se refiere al “Presidente de la
Jurisdicción”. Lo mismo sucede con el texto del artículo 112, que se encuentra transcrito
en el 494 del Proyecto.

Lo dispuesto por el artículo 111, que en la actualidad extiende a todas las materias en
que no haya un procedimiento particular de referimiento, los poderes del tribunal de
primera instancia, previsto en los arts. 109 y 110 de la Ley 834, han sido consignado en
el artículo 493 que lo sustituye en el Proyecto de Código. Este último limita los poderes
del presidente de manera exclusiva a los asuntos civiles y comerciales. A este respecto,
nos dice Benjamín Rodríguez, que “dada la tendencia en la evolución del Referimiento,
que es hacia la ampliación y el ensanchamiento de dicha jurisdicción, esta modificación
me parece un retroceso, con perdón de su inspirador…” (Rodríguez, Benjamín. El
Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.37).

Si bien entendemos la crítica de Rodríguez, en lo particular no la compartimos, pues en


vista de las exigencias actuales, se requiere la especialización de los jueces en áreas
determinadas y compatibles, a fin de lograr una mejor calidad en la administración de
justicia, por lo que consideramos beneficioso que el juez de los referimientos solo conozca
de asuntos civiles.

LOS PODERES DEL PRESIDENTE DE LA CORTE DE APELACIÓN

ARTÍCULO 140

En todos los casos de urgencia, el presidente podrá ordenar en referimiento, en el


curso de la instancia de apelación, todas las medidas que no colidan con
ninguna contestación seria o que justifique la existencia de un diferendo.

ARTÍCULO 141

El presidente podrá igualmente, en el curso de la instancia de apelación,


suspender la ejecución de las sentencias impropiamente calificadas en última
instancia, o ejercer los poderes que le son conferidos en materia de ejecución
provisional.

Tabla de Contenido

1. Poderes del Presidente de la Corte de Apelación en referimiento.


A. Poderes en caso de urgencia.
B. Poderes en caso de sentencias impropiamente calificadas en última instancia.
C. Poderes en casos de ejecución provisional.
a. Cuando ha sido ordenada.
b. Cuando ha sido rehusada.
c. Cuando no ha sido solicitada o no ha sido ordenada.
D. Sentencia. Recursos.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
1054

1. Poderes del Presidente de la Corte de Apelación en referimiento.

“La jurisdicciónde referimiento del Presidente de la Corte de Apelación fue creada por
la Ley 834 del 15 de julio de 1978 con la facultad de resolver los problemas de la
ejecución provisional de las senencias rendidas en primera instancia, las cuestiones de
urgencia a ser resueltas en el curso de la apelación, para estatuir sobre la ejecución de
sentencias calificadas en última instancia y para ejercer los poderes que le son
conferidos en materia de ejecución provisional”. (Pérez Méndez, Artagnan. La
jurisdicción de Referimiento del Presidente de la Corte de Apelación. Estudios Críticos,
año 1995, Septiembre-Diciembre, vol. V, revista n. 3, p.411).

A. Poderes en caso de urgencia.

“De acuerdo con el antiguo derecho, el referimiento no existía en grado de apelación. Los
asuntos urgentes que debían ser decididos en referimiento, eran llevados ante el juez de
primera instancia, obligado en este caso a conocer en referimiento cuestiones que,
por el efecto devolutivo de la apelación, debían ser conocidas por la corte. Por otro
lado, cualquier dificultad surgida con motivo de la ejecución provisional de una
ordenanza debía forzosamente ser conocida por la c. de apelación en pleno, de acuerdo
con el procedimiento propio de esta jurisdicción”. (Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.92-93).

“(…) la institución del referimiento de apelación confiada al presidente de la corte,


responde esencialmente a la necesidad de ofrecer a los litigantes un procedimiento
simple, rápido y eficaz para la solución de los incidentes que surgen en el curso de la
instancia de apelación, y especialmente, de aquellos suscitados por la ejecución
provisional de la sentencia referida a la corte de apelación”. (Luciano Pichardo, Rafael. El
Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.20).

De referimiento especial reservado al presidente de la corte en el curso de la instancia


de apelación, el cual, aún cuando coincide en muchos aspectos con el denominado
referimiento ordinario que se produce ante el juez de primera instancia, tiene, no
obstante, su propia naturaleza y sus propios principios. (Carbuccia, Ángel Mario. La
Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual, año2001, noviembre- diciembre, año n.
2, revista n. 13, pp.11 y 12).

Podemos notar, que el texto del artículo 140, reproduce el contenido del artículo 109 de
la misma Ley. (Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica
Virtual, año2001, noviembre- diciembre, año n. 2, revista n. 13, p.12, Pérez Méndez,
Artagnan. 1999, Procedimiento Civil. 9na. ed.,t. I, p.223).

Pero se trata de la llamada “jurisdicción del Presidente del Tribunal de Apelación”.


Para algunos autores, la posibilidad de recurrir en el curso de la apelación sobre el
fondo, por ante el Presidente en atribuciones de referimiento a fines de que se ordene
la suspensión de una sentencia ejecutoria provisionalmente, constituye un verdadero
“recurso”. (Ramos Morel, Reynaldo. Ejecución Provisional de las Sentencias,
Comentarios a la sentencia del 19 de febrero de 1993, citado por: González Canahuate,
Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. v. X, t. I,
p.151).

Durante la instancia de apelación, el presidente de la corte, tiene los mismos poderes del
Juez de Primera Instancia para ordenar medidas provisionales en caso de urgencia, que
no colidan con una contestación seria o que justifiquen la existencia de un diferendo.
(Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n.
6, revista n. 149, p.35, Pérez Méndez, Artagnan. 1999, Procedimiento Civil. 9na. ed.,t. I,
1055

p.223).

Los poderes atribuidos al presidente en la instancia de la corte de apelación restringidos


sin lugar a dudas a determinados casos expresamente previstos por la ley, ha venido a
llenar una necesidad en la practica judicial. El presidente de la corte de apelación dicta
pues verdaderas ordenanzas de referimiento, a las que les son aplicables, de manera
general, los principios del referimiento ante el juez de primera instancia: carácter
provisional, ausencia de autoridad de la cosa juzgada, contradictoriedad del proceso,
etc. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II,
8va. ed., p.93; Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a
17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.20). Con la única diferencia verdaderamente
notable del lugar ocupado por el presidente de la corte en la organización judicial, que no
permite abrir la apelación contra sus ordenanzas. (Luciano Pichardo, Rafael. El
Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.20).

Los poderes del presidente de la corte, siendo de carácter excepcional, se encuentran


subordinados a las siguientes condiciones: que exista un recurso de apelación; que la
corte se encuentre apoderada todavía del recurso, esto es, que no se haya dictado
sentencia definitiva sobre el fondo y finalmente que exista urgencia. Sobre la primera
condición, es indudable que el presidente de la corte se considera investido de sus
poderes como juez de los referimientos desde el momento en que se deposita el acto de
emplazamiento en manos del secretario. En lo que respecta a la segunda condición, de ella
se desprende que el presidente de la corte no podría, dado sus poderes excepcionales,
intervenir en referimiento para conocer de las dificultades en la ejecución de su
sentencia, cuando se hubiera interpuesto un recurso de casación, aun fuera este
suspensivo de la ejecución de dicha sentencia. Finalmente, la condi ción de
urgencia reviste todas las características ya señaladas a propósito del referimiento en
primera instancia. La medida se justificaría pues, cuando constituye la única vía para evi-
tar un peligro grave e inminente o la agravación de un perjui cio ya
experimentado, apreciación que escapa asimismo al control de la corte de casación. No
obstante lo expresado, la apreciación de la urgencia en este caso, deberá ser más
cuidadosa, puesto que conlleva la supresión del primer grado de jurisdicción. (Tavares
Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.94).

Para poder acudir al presidente de la corte, como juez de los referimientos, debe existir
la apelación del asunto. Esto trae como consecuencia la necesidad de precisión del
momento en el cual hay instancia de apelación, la cual, comienza desde el momento en
que se notifica el recurso y se prolonga hasta el día que se pronuncia la sentencia. El
presidente de la corte, en caso de urgencia, puede ordenar en referimiento todas las
medidas que no colidan con una contestación seria, es decir, el juez de los referimientos
y esto es válido para el presidente de la corte, no es el juez de las superficialidades.
Cuando el derecho de una de las partes es firme e incontrovertido, no se puede ordenar
en referimiento lo que venga a chocar contra ese derecho. Además, el juez de los
referimientos y eso también es válido para el presidente de la corte, no puede decidir el
fondo, que es a lo que se refiere el artículo al utilizar la fórmula: o que justifique la
existencia de un diferendo. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999, Procedimiento Civil. 9na.
ed.,t. I, pp.223- 224).

Su admisibilidad está subordinada a que exista un recurso previo de apelación ante el


pleno de la Corte correspondiente, entonces, procede primero el recurso y luego la
demanda, lo inverso hace que esta última resulte irresibible. (Carbuccia, Ángel Mario. La
Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual, año 2001, noviembre- diciembre, año n.
2, revista n. 13, p.12).

De conformidad con el artículo 140 de la Ley 834, el presidente de la corte de apelación


1056

puede ordenar en referimiento en primer lugar, todas las medidas que no colidan con
ninguna contestación seria, y en segundo lugar, que justifiquen la existencia de un
diferendo. El presidente de la corte no podría pues ordenar en referimiento una medida
que, aunque urgente, fuera susceptible de darle una solución a la litis. En cambio, el
presidente de la corte, podría ordenar un experticio, suspender los efectos de una
sentencia impugnada mediante un recurso de tercería; pronunciar astreintes,
provisionales o definitivos. El presidente de la corte puede asimismo ordenar en re-
ferimiento medidas urgentes en aquellos casos en que, después de la sentencia del
primer grado aparecen circunstancias susceptibles de agravar la contestación surgida
entre las partes y que ameriten nuevas medidas en la litis, como por ejemplo, la
designación de un experto para apreciar defectos nuevos en la construcción objeto de la
litis, después de la sentencia del primer grado. La jurisprudencia francesa ha juzgado que
solamente un hecho nuevo puede justificar la ordenanza del presidente de la corte de
apelación, si esta medida parece urgente. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.95).

B. Poderes en caso de sentencias impropiamente calificadas en última instancia.

La primera parte del artículo 141 otorga al presidente de la corte de apelación poderes
para suspender el referimiento, la ejecución de las sentencias impropiamente calificadas
en ultima instancia. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. ed., p.95; Pérez Méndez, Artagnan. 1999, Procedimiento Civil. 9na.
ed.,t. I, p.224).

“En este sentido, el presidente tiene un poder de control sobre la calificación en última
instancia de las sentencias y en caso de que esta sea errada, suspender la ejecución de la
sentencia, hasta que la admisibilidad del recurso sea apreciada por la corte de apelación”.
(Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va.
ed., p.95).

Para la suspensión de la demanda impropiamente calificada, se impone igualmente y


antes que nada, la interposición del recurso correspondiente de apelación, para luego
apoderarse al Presidente de la Corte en el curso de la instancia. (Carbuccia, Ángel
Mario. La Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual, año2001, noviembre-
diciembre, año n. 2, revista n. 13, p.13).

C. Poderes en casos de ejecución provisional.

De acuerdo con la parte final del artículo 141, el presidente de la corte ejerce los poderes
que le son conferidos en materia de ejecución provisional. Pueden distinguirse tres
situaciones previstas por los artículos 137, 138, y 139 de la Ley 834: 10 Que la ejecución
provisional haya sido ordenada; 2º Que la ejecución provisional haya sido rehusada; 3º.
Que la ejecución provisional no haya sido solicitada o no haya sido ordenada. (Tavares
Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.95-
97).

“La circunstancia de que el Presidente de la Corte de Apelación dispusiese, en uso de las


atribuciones especiales que le confiere la Ley, como Juez de los Referimientos, la
suspensión de ejecución de una sentencia que había sido ordenada de manera provisional
por el tribunal de primera instancia, no es obstáculo para que la Corte al conocer del
recurso de apelación contra dicha sentencia, disponga que su propia decisión será
ejecutoria provisionalmente; que, no obstante, el disponer tal medida es superabundante
e irrelevante, puesto, en principio, las sentencias dictadas por los tribunales de apelación
son de ejecución inmediata, en materia privada, la cual sólo puede ser suspendida tras el
ejercicio del correspondiente recurso de casación, por auto en tal sentido de la suprema
1057

Corte de Justicia, en virtud de lo dispuesto por el Art. 12 de la Ley sobre Procedimiento de


Casación”. (Sent. SCJ. 14 de marzo de 1986. BJ.904. 106, citada por: Subero Isa, Jorge. 4
años de Jurisprudencia Analítica Dominicana 1985-1988. pp. 300-301).

“La ejecución provisional de la sentencia, fue objeto de profunda modificación por los
artículos del 27 al 139 de la ley 834 de 1978. se hace imprescindible un resumen: 1º
Debe ser ordenada. 2º Si la ejecución es de pleno derecho, no tiene que ser ordenada. 3º
Son particularmente ejecutorias de pleno derecho, las ordenanzas del Juez de los
Referimientos, así como las que ordenan medidas provisionales para el curso de la
instancia o las que ordenan medidas conservatorias. 4º Es facultativo ordenarla, a
solicitud de parte o de oficio, si: a) el juez lo estima necesario; b) si es compatible con la
naturaleza del asunto, todo ello a condición de que no esté prohibida por la ley. 5º Se
puede ordenar para todo o parte de la sentencia. 6º Nunca se puede ordenar por los
costos. 7º La ejecución provisional no se puede ordenar por desición aparte, sino por la
misma destinada a ser ejecutoria. 8º Cuando es facultativo ordenarla, deberá hacerse,
con la constitución de una garantía real o personal o por medio de una suma de dinero.
9º No será necesaria la garantía, en los once casos que se enumeran en el artículo 130 de
la Ley 834 de 1978” (Pérez Méndez, Artagnan. La jurisdicción de Referimiento del
Presidente de la Corte de Apelación. Estudios Críticos, año 1995, Septiembre-Diciembre, vol.
V, revista n. 3, p.414).

a. Cuándo ha sido ordenada.

Cuando la ejecución provisional ha sido ordenada, ésta puede ser detenida únicamente por
el presidente de la corte de apelación siempre que se cumplan una de estas condiciones:
cuando esta ha sido prohibida por la ley, y cuando hay riesgo de que entrañe
consecuencias manifiestamente excesivas. Es indudable que si una disposición legal
prohíbe expresamente la ejecución provisional el presidente de la corte puede detenerla
en caso de apelación, aunque hubiera sido ordenada por la jurisdicción del primer grado,
situación ésta que obliga al presidente de la corte a apreciar si efectivamente la ejecución
provisional ha sido prohibida por la ley. La Suprema Corte de Justicia considera (casación,
10 de julio de 1985, B. J. 896, p.1563) que el efecto suspensivo tiene lugar a partir de la
fecha de la demanda en suspensión. El presidente de la corte puede suspender la ejecución
provisional en virtud del citado texto legal si aprecia, por ejemplo, que una ejecución
inmediata podría provocar una situación cuyos inconvenientes para el deudor
condenado pesan mucho más que las ventajas que podría experimentar al
acreedor. La jurisprudencia francesa ha considerado que la ejecución provisional de
una sentencia puede suspenderse cuando la decisión del primer grado ha intervenido en
condiciones que hace dudar de la regularidad del procedimiento, especialmente en los
casos de violación del derecho de la defensa; cuando el deudor se encuentra
actualmente en una situación económica sana y el embargo y la venta del material de la
explotación correría el riesgo de paralizar o hacer desaparecer la empresa. En estos casos,
de acuerdo con la citada disposición legal, y a lo dispuesto en el artículo 136, el
presidente podrá tomar "las medidas previstas en los artículos 130 a 135". Así el
presidente de la corte en vez de suspender la ejecuci6n provisional puede subordinar ésta
a la constitución de una garantía (artículo 130) para responder a las restituciones o
reparaciones, siempre que no se trate de uno de los casos señalados en la aludida
disposición legal. Podrá asimismo el presidente autorizar la sustitución de la garantía pri-
mitiva por una garantía equivalente (artículo 135), o también detener la ejecución
provisional autorizando al deudor a consignar los valores suficientes para garantizar el
monto de la condenación en principal, intereses y gastos, siempre que no se trate de
sumas por concepto de alimentos (artículo 134) . (Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.95-97).

“Cuando la ejecución provisional ha sido ordenada, puede ser suspendida por el


1058

presidente de la corte, estatuyendo en referimientos en dos casos: 1º si está prohibida


por la ley; 2º si hay riesgos de que entrañe consecuencias manifiestamente excesivas”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1999, Procedimiento Civil. 9na. ed.,t. I, p.224).

“Considerando, que si bien es cierto que el Presidente de la Corte de Apelación goza de un


poder soberano de apreciación para determinar la procedencia o no de la suspensión de
ejecución provisional de una sentencia, no es menos cierto que tal facultad no lo libera de
la obligación de exponer en su sentencia los hechos o circunstancias del proceso que le
sirvieron de fundamento para adoptar su decisión al respecto, así como de consignar los
motivos justificativos de la misma”. (Sent. SCJ. 18 de diciembre de 1985. BJ.901. 3155-
3157; citado por González Canahuate, Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial
Integrada, Materia Referimiento. t. I, p.83).

La sentencia u ordenanza de referimiento, con o sin fianza, es ejecutori a de


pleno derecho, aún y cuando el juez no lo diga. Por lo tanto debemos afirmar que
se trata de una ejecución provisional imperativa y no facultativa. La controversia
surge sobre la posibilidad de suspender o no la ejecución provisional de una
ordenanza de referimiento. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año
2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.33).

Antes de las reformas del 1978, la cuestión era simple, las decisiones del juez
de los referimientos eran ejecutorias de pleno derecho, y dicha ejecución
provisional no podía ser detenida en apelación, el papel de los tribunales se
limitaba a suspender la ejecución provisional solo si el juez la ordenaba en un
caso prohibido por la ley. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año
2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.33, Ramos, Reynaldo. La ejecución
provisional de las sentencias: Comentarios a las sentencias del 31 de octubre de 1990 y del
22 de julio de 1991, citado por González Canahuate, L. Almanzor. 1994. Recopilación
Jurisprudencial Integrada, materia de referimiento, v. X, t. I, p.134).

Cuando la ejecución provisional es facultativa, no hay confusión alguna, luego de


interpuesto el recurso de apelación, puede demandarse ante el Presidente de la Corte de
Apelación, en funciones de juez de los referimientos, la suspensión de la ejecución
provisional de la sentencia. Sin embargo, la reforma de 1978 si bien dio facultad al juez
presidente de la corte para ejercer un control sobre la decisión de los primeros jueces,
solo para el caso en que la ejecución esté prohibida por la ley (control de la legalidad),
sino de apreciar la necesidad de la ejecución con respecto a los hechos de la causa si por
ello entrañase hechos de consecuencias excesivas (control de la oportunidad) no disipó ni
en nuestro pís ni ben Francia, la duda al respecto de si es facultad o no del presidente de
la corte, suspender la ejecución provisional de una sentencia ejecutoria de pleno derecho,
como en el caso de las ordenanzas de referimiento. (Ramos, Reynaldo. La ejecución
provisional de las sentencias: Comentarios a las sentencias del 31 de octubre de 1990 y del
22 de julio de 1991, citado por González Canahuate, L. Almanzor. 1994. Recopilación
Jurisprudencial Integrada, materia de referimiento, v. X, t. I, p.139).

A este respecto, tanto la jurisprudencia dominicana como la francesa, tuvieron


su s vacilaciones, manteniéndose en Francia de manera radical el criterio de que
el Primer Presidente (equivalente a nuestros President es de Cortes de Apelación)
no podía, en caso de apelación , detener la ejecución provisional de una
sentencia cuando ésta es de pleno derecho ( Rodríguez, Benjamín. El Referimiento.
Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.33).

“Nuestra Suprema Corte de Justicia mediante una sentencia verdaderamente


revolucionaria interpretó los nuevos textos legales, dejando atrás la fórmula del
artículo 459, derogado, del Código de Procedimiento Civil, la suspensión de la
1059

ejecución provisional, cuando la misma hubiese sido ordenada por el juez sin
que lo mandare o permitiera la ley.” Se trata de la sentencia del 29 de mayo de
1985, Bj. 894. 1247, la cual en su dispositivo que “el examen de las
disposiciones relativas a la ejecución provisiona l de las sentencias emanadas de
las atribuciones establecidas en los arts. 127 a 141 de la Ley 834 de 1978, pone
de relieve que el legislador distinguió entre las sentencias que están revestidas
de ejecución provisional de pleno derecho, como las dictadas en materia de
referimiento, y aquellas otras cuya ejecución provisional debe ser ordenada por
el juez(...) pero desde el punto de vista de los medios que pueden ser empleados
para obtener la suspensión de la ejecución provisional, ambos tipos de
sentencias están sometidos al mismo procedimiento (...) (Ramos, Reynaldo. La
ejecución provisional de las sentencias: Comentarios a las sentencias del 31 de octubre de
1990 y del 22 de julio de 1991, citado por González Canahuate, L. Almanzor. 1994.
Recopilación Jurisprudencial Integrada, materia de referimiento, v. X, t. I, pp.140-141).

En este sentido: “Considerando, que el examen de la ordenanza impugnada pone de


manifiesto que se trata en la especie de una condenación en daños y perjuicios contra los
recurridos acordada por la Cámara de lo Civil y Comercial de la primera Circunscripción
del J de P.I. del D. N. y no de lanzamiento y desalojo de lugares, por tanto dicho fallo no
era ejecutorio de pleno derecho, pero aún en caso de que lo fuere, el Presidente de la
Corte estatuyendo en referimiento tiene la facultad para suspender la ejecución
provisional de pleno derecho de una sentencia, en el ejercicio de los poderes que le
confieren los artículos 140 y 141 de la Ley No. 834 de 1978, en consecuencia los medios
que se examinan carecen de fundamento y deben ser desestimados”. (Sent. SCJ. 1 de julio
de 1988. BJ.932.893, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002)

En sentido contrario: “Es de principio que la sentencia ejecutoria


provisionalmente de pleno derecho, no está sujeta a suspensión; que cuando la
ejecución provisional de la sentencia ha sido ordenada por la ley, no puede ser
suspendida o detenida por el presidente de la corte en at ribuciones de
referimientos, a menos que la misma esté prohibida por la ley o si hay riesgos de
que entrañe consecuencias manifiestamente excesivas”. ( Sent. SCJ. 22 de julio de
1991, BJ. 968. 918; Sent. SCJ. 14 de julio de 1999, BJ. 1064. 145 -151; citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

La posibilidad de suspensión de la ejecución provisional depende de que el


Presidente de la Corte advierta o compruebe que la decisión recu rrida está
afectada de una nulidad evidente, como la ausencia total de motivación; o ha
sido producto de un error grosero; o pronunciada en violación al derecho de
defensa de la parte demandada en suspensión; o ha sido obtenida en violación
flagrante a la ley; o cuando el juez se haya excedido en los poderes que le son
atribuidos; o cuando la sentencia recurrida sea haya sido dictada por un juez
incompetente; que para desvirtuar el principio según el cual el Presidente de la
Corte de Apelación no puede, en caso de apelación, detener la ejecución
provisional de una decisión que es ejecutoria de pleno derecho, la parte
recurrente debe aportar la prueba de que se encuentra en uno de los casos
señalados anteriormente en que sí es posible detener la ejecución pr ovisional de
derecho. (Sent. SCJ. 31 de octubre de 2001, BJ. 1091.152 y BJ.1091.223, citada
por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“Hemos regresado a épocas que ya habían sido su peradas. Ciertamente que


adoptamos la misma pauta trazada por la Corte de Casación francesa dejando la
1060

ejecución provisional de pleno derecho al libre vuelo”, sin sujetarla a ningún tipo
de control para cada caso en particular.” (Ramos, Reynaldo. La ejecución provisional
de las sentencias: Comentarios a las sentencias del 31 de octubre de 1990 y del 22 de julio
de 1991, citado por González Canahuate, L. Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial
Integrada, materia de referimiento, v. X, t. I, p.149).

La circunstancia de que el Presidente de la Corte de Apelación, como Juez de los


Referimientos, dispusiere la suspensión de la ejecución de una sentencia, no es obstáculo
para que la Corte, al conocer el recurso de apelación disponga que su decisión será
ejecutoria provisionalmente. (Sent. SCJ. 2 de agosto de 1974. BJ.765.2135).

Cuando el juez que falla sobre la suspensión de la ejecución provisional es el mismo juez
apoderado de la apelación y ya dicho juez ha externado su opinión sobre el pedimento de
suspensión al rechazarlo, procede apoderar de la presente litis y también de la apelación
sobre el fondo, si ya no estuviere decidida, al juez de la Prim. Cám. del Juzgado de Paz de
Prim. Instancia del D. N., en virtud de la facultad que confiere ala Supr. Corte de J. el Art.
29 de la Ley de Org. Judicial. (Sent. SCJ. Agosto 1969. BJ.705. 1875, citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana
1907-2002).

Sin embargo, cuando la sentencia ejecutoria provisionalmente emana de un Juzgado de


Paz, la demanda en suspensión es realizada por ante el Juez de Primera Instancia, en
atribuciones de referimiento, luego de apelar el fondo del asunto. A nuestro entender, ese
juez será el mismo que fue previamente apoderado para conocer del recurso de apelación
dado el carácter unipersonal de nuestros juzgados de primera instancia, en donde el
Presidente no es una entidad distinta del Tribunal o Juzgados. (Ramos Morel, Reynaldo.
Ejecución Provisional de las Sentencias, Comentarios a la sentencia del 19 de febrero de
1993, citado por: González Canahuate, Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial
Integrada, Materia Referimiento. v. X, t. I, p.153).

Las disposiciones de los artículos 137, 140 y 141 de la Ley 834 de 1978, se aplican
también al Presidente del Tribunal de Primera Instancia, en la hipótesis excepcional que
ese actúa como corte de apelación. Es que la Ley 834 del 1978, cuando se refiere “a los
poderes del Presidente de la Corte de Apelación”, no hace alusión a esta situación
excepcional del Juzgado de Primera Instancia, pues al seguir el modelo Francés no tomo
en consideración que en Francia, la Corte de Apelación es la única jurisdicción de
apelación, que conoce de las apelaciones de los juzgados de paz y de las de primera
instancia. Por lo tanto, en el caso que tratamos, el Presidente del Tribunal de Primera
Instancia estatuye también en única instancia, por lo que el único recurso abierto es el de
la casación, pues admitir para esta especie el recuro de apelación implicaría que el asunto
correría un tercer grado de jurisdicción. Esto entendió la Suprema Corte de Justicia en
fecha 17 de noviembre de 1978 (BJ. 816. 2248) cuyo dispositivo estableció que: (...)
mantiene el criterio de que, en aquellos casos en que los juzgados de primera instancia
estatuyen en vista de recursos contra las sentencias de los juzgados de paz, la
constitución ha creado el recurso de casación, regulado por la ley; Sin embargo, dicho
tribunal, varió su criterio en fecha 13 de agosto de 1984 (BJ. 885. 2013) al establecer que
, con relación a la especie, la sentencia impugnada decidió sobre la demanda civil a breve
término, incoada por el recurrente contra la recurrida, en solicitud de suspensión de
ejecución de la sentencia dictada por el Juzgado de Paz(...) ; que se trata pues de un fallo
dictado en primera instancia susceptible del recurso de apelación (...)”(Ramos Morel,
Reynaldo. Ejecución Provisional de las Sentencias, Comentarios a la sentencia del 19 de
febrero de 1993, citado por: González Canahuate, Almanzor. 1994.Recopilación
Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. v. X, t. I, pp.152-155).
1061

b. Cuándo ha sido rehusada.

“Cuando la ejecución provisional ha sido rehusada (art. 138) el presidente puede


acordarla en caso de apelación. Se ha considerado que la condición de urgencia juega un
papel importante y decisivo en estos casos. Un hecho nuevo susceptible de modificar la
situación de las partes ocurrido posteriormente a la sentencia del primer grado, o cuando
el riesgo de insolvencia del deudor se manifiesta en el curso de la instancia de apelación,
son cuestiones que facilitan la justificación de la urgencia”. (Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.97).

c. Cuándo no ha sido solicitada o no ha sido ordenada.

“Cuando la ejecución provisional no ha sido solicitada o, habiéndolo sido el juez del primer
grado haya omitido ordenarla, ésta puede ser solicitada en referimiento al presidente de la
corte (artículo 139). En estos casos, no es exigida la condición de urgencia, aunque la
jurisprudencia francesa considera esta facultad en cierta forma excepcional, como seria
el caso de que el acreedor en primera instancia no hubiera considerado útil solicitar la
ejecución provisional. Es obvio que el presidente de la corte usando los poderes
conferidos por la aludida disposición legal, acordará la ejecución provisional "cuando lo
estime necesario y compatible con la naturaleza del asunto" (art. 128). La
jurisprudencia francesa considera que la ejecución provisional ordenada en este caso por el
presidente de la corte produce sus efectos a partir de la ordenanza de primer grado y no a
partir de la decisión del presidente de la corte”. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.97-98).

“Cuando la ejecución provisional no ha sido solicitada o si , habiéndolo sido, el juez haya


omitido estatuir, no podrá ser acordada en caso de apelación, sino por el presidente de la
corte, estatuyendo en referimiento”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999, Procedimiento Civil.
9na. ed.,t. I, p.224).

“Las ordenanzas dictadas por el juez de los referimientos, son ejecutorias de pleno
derecho, de donde resulta que el presidente de la corte no tiene facultad para suspender
su ejecución”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999, Procedimiento Civil. 9na. ed.,t. I, p.224).

El texto del artículo 457 del Código de Procedimiento Civil Dominicano atribuye efecto
suspensivo al recurso de apelación cuando está dirigido contra una sentencia cuya
ejecución provisional no ha sido ordenada; que cuando se produce su efecto suspensivo,
aún cuando la disposición referente a la ejecución provisional sea improcedente, que en
este caso el efecto suspensivo tiene lugar a partir de la fecha de la demanda en
suspensión de la ejecución. (Sent. SCJ. 3 de julio de 1985, BJ. 896. 1567) “La Suprema
Corte de Justicia llegó a esta conclusión aplicando por analogía lo dispuesto por el
artículo 12 de la Ley de Procedimiento de Casación. Es que de no ser así, ¿ qué sentido
tendría la demanda en suspensión si de todas maneras la sentencia puede ser
ejecutada antes de que el presidente decida la suspensión? Pudiera darse el caso de que
en efecto se suspendiera su ejecución pero ya sería demasiado tarde. El daño estaría
consumado. (Ramos, Reynaldo. La ejecución provisional de las sentencias: Comentarios a
las sentencias del 31 de octubre de 1990 y del 22 de julio de 1991, citado por González
Canahuate, L. Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, materia de
referimiento, v. X, t. I, p.142).

D. Sentencia. Recursos.

Es discutible la procedencia o no del recurso de oposición, en el caso en que el presidente de la


corte falla en defecto, algunas decisiones en Francia han admitido la oposición en este caso, pero
otras no la han admitido. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999, Procedimiento Civil. 9na. ed.,t. I,
1062

p.224).

La ordenanza del presidente de la corte de apelación sólo podrá ser impugnada por
medio del recurso de casación, no así por el recurso ordinario de la apelación.
(Sent. SCJ. 18 de diciembre de 1985, BJ. 981. 3152).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Las disposiciones de los artículos 140 y 141 se encuentran intactas en los artículos 552 y
553 del Proyecto de Código.

TÍTULO XV

DE LA PRISION

ARTÍCULO 780

Ningún apremio corporal podrá ejecutarse sino un día después de haberse


notificado la sentencia que lo hubiere pronunciado, con intimación de cumplir lo
que en ella se ordenare. Dicha notificación se hará por un alguacil comisionado al
efecto, bien por dicha sentencia, o bien por el presidente del tribunal de primera
instancia del lugar en que se encuentre el perseguido. La notificación contendrá
también elección de domicilio en el distrito en que estuviere establecido el tribunal
que ha dictado la sentencia si la parte actora no residiere allí.

ARTÍCULO 781

El apremiado no podrá ser preso: 1o. antes de la salida y después de la puesta del
sol; 2o. los días de fiesta legal; 3o. en los edificios consagrados al culto, pero
únicamente durante los ejercicios religiosos; 4o. en el lugar y durante la
celebración de las sesiones de las autoridades constituidas; 5o. en una casa
cualquiera, aún en su domicilio, a no ser que así lo hubiere ordenado el juez de
paz del lugar, quien deberá, en este caso, transportarse a la casa con el oficial
ministerial, o comisionar al efecto a un comisario de policía.

ARTÍCULO 782

No se podrá tampoco arrestar al apremiado, cuando, citado como testigo ante un


juez de instrucción o un tribunal de primera instancia o de Suprema Corte, sea
portador de un salvoconducto. Se podrá acordar éste por el juez de instrucción, el
presidente del tribunal o de la corte en que los testigos deban ser oídos. Para ello
son necesarias las conclusiones del fiscal. El salvoconducto regulará la duración
de su efecto, a pena de nulidad. En virtud de él, no se podrá arrestar al apremiado
ni el día fijado para su comparecencia, ni durante el tiempo necesario para ir y
para regresar.

ARTÍCULO 783

Además de las formalidades ordinarias de todos los actos, contendrá el de prisión:


1o. mandamiento reiterando la intimación de que trata el artículo 780; 2o.
elección de domicilio en la común en que se encuentre detenido el apremiado, si la
parte actora no residiere allá; el alguacil irá acompañado de dos agentes de
policía.
1063

ARTÍCULO 784

Transcurrido un año entero después de la intimación ya dicha, se le hará


nuevamente otra por un alguacil comisionado al efecto.

ARTÍCULO 785

En caso de rebelión, el alguacil podrá establecer una guardia a las puertas para
impedir la evasión, y requerir enseguida la fuerza armada; persiguiéndose
entonces al apremiado conforme a las disposiciones del Código de Procedimiento
Criminal.

ARTÍCULO 786

Si el apremiado quiere que el caso se someta a referimiento, se le conducirá


enseguida ante el presidente del tribunal de primera instancia del distrito a que
corresponda el lugar en que se haya hecho el arresto; el cual fallará como se
prescribe para estos casos; si el arresto se hace fuera de las horas de la
audiencia, se conducirá al apremiado a la casa del presidente.

ARTÍCULO 787

El auto relativo al referimiento se insertará en el acta levantada por el alguacil, y


tendrá ejecución inmediatamente.

ARTÍCULO 788

Siempre que el apremiado no requiriese que el caso se someta a referimiento o


cuando una vez sometido, el presidente ordenare que se continúe el procedimiento,
se conducirá al apremiado a la prisión del lugar; y si no la hubiere, a la del lugar
más próximo: el alguacil y todos los demás que conduzcan, reciban o retengan al
apremiado en un lugar de detención no designado legalmente, serán perseguidos
como culpables del crimen de detención arbitraria.

ARTÍCULO 789

El acta de prisión del apremiado en el libro o registro de la cárcel enunciará: 1o.


la sentencia; 2o. los nombres y documentos de la parte actora; 3o. la elección de
su domicilio en caso de que no viva en la común; 4o. los nombres, residencia y
profesión del apremiado; 5o. la consignación de un mes de alimentos por lo
menos, cuando el apremio sea a requerimiento de parte; 6o. mención de la copia
que se haya dejado al apremiado hablando con él personalmente tanto del acta de
prisión como del asiento o entrada en la cárcel. Este será firmado por el alguacil.

ARTÍCULO 790

El alcaide o carcelero transcribirá en su registro la sentencia que autorizare el


arresto, y si el alguacil no presentase esta sentencia, el carcelero rehusará recibir
al apremiado, y hacer el asiento en su libro de entrada.

ARTÍCULO 791
1064

El acreedor estará obligado a consignar de antemano los alimentos, en el caso que


así procediere; éstos no se podrán retirar cuando hubiere retención, si no fuere
con el consentimiento del que retiene.

ARTÍCULO 792

Se podrá hacer un mandamiento de retención al encarcelado, por otros que tengan


derecho a ejercer contra él el apremio corporal. Al prevenido de un delito se le
puede también hacer mandamiento de retención, y quedará detenido por efecto de
este procedimiento, aunque se hubiere ordenado su libertad y quedado absuelto
del delito.

ARTÍCULO 793

Para el mandamiento de retención se observarán las formalidades prescritas


anteriormente sobre la prisión; sin embargo, el alguacil no tendrá que ir
acompañado de agentes de policía, y el actor quedará libre de consignar los
alimentos, si ya lo estuviesen. El actor que hubiere hecho encarcelar podrá
proveerse contra aquél por quien continuare detenido el apremiado ante el
tribunal del lugar en que se encuentre éste detenido, a fin de hacerlo contribuir al
pago de los alimentos por partes iguales.

ARTÍCULO 794

Faltando la observancia de las formalidades anteriormente prescritas, el


encarcelado podrá pedir la nulidad de la prisión, y la demanda se llevará al
tribunal del lugar en que se hallare detenido; en caso de que la demanda en
nulidad se funde sobre medios pertinentes al fondo o principal, se llevará ante el
tribunal a quien competa la ejecución de la sentencia.

ARTÍCULO 795

En cualquier caso, la demanda se podrá formar a breve término en virtud de


permiso del juez, y hacerse el emplazamiento por el alguacil comisionado al
efecto, en el domicilio elegido en el acta de registro de la cárcel; se juzgará
sumariamente la causa, previas conclusiones del fiscal.

ARTÍCULO 796

La nulidad de la prisión, por cualquiera causa que se pronuncie, no implica la


nulidad del mandamiento de retención.

ARTÍCULO 797

El deudor cuya prisión se declare nula no podrá ser detenido por la misma causa,
sino un día a lo menos después de haber salido de la cárcel.

ARTÍCULO 798

Se pondrá en libertad al preso, si consigna en manos del alcaide, carcelero o


guardián de la prisión, lo que es causa del encarcelamiento y las costas de la
captura.

ARTÍCULO 799
1065

Si el encarcelamiento se declara nulo, se podrá condenar al promovente al pago


de los daños y perjuicios en favor del perseguidor.

ARTÍCULO 800

El encarcelado legalmente, obtendrá su libertad: 1o. por el consentimiento del que


lo ha hecho encarcelar, y de los que hayan pedido su retención en la cárcel, si los
hubiere; 2o. por el cumplimiento de lo que sea causa de prisión, tanto respecto de
aquél, como del que pidió su retención, con las costas líquidas de los del
encarcelamiento y de la restitución de los alimentos consignados; 3o. por haber
dejado el promovente de consignar previamente los alimentos en los casos que
proceda; 4o. si el apremiado ha entrado en la edad de setenta años; y si, en este
último caso, no es estelionatario; 5o. por la expiración del plazo fijado en la
sentencia que pronuncie el apremio.

ARTÍCULO 801

Se podrá dar el consentimiento para la excarcelación del preso ante notario o en


el registro de la cárcel.

ARTÍCULO 802

La consignación de lo que fuere causa de la prisión se hará en manos del alcaide


o carcelero, sin que se necesite orden previa; y si estos rehusasen admitirla se les
citará a breve término y en virtud del permiso ante el tribunal del lugar por un
alguacil comisionado al efecto.

ARTÍCULO 803

La libertad, por causa de no haberse consignado los alimentos se ordenará en


vista de la certificación de esta circunstancia, expedida por el alcaide o carcelero,
la cual se anexará a la solicitud presentada al presidente del tribunal, sin que
para todo esto se necesite intimación previa. Si a pesar de esto, el promovente que
ha tardado en consignar los alimentos, hiciere consignación antes de que el preso
haya reclamado su libertad, esta demanda no será ya admitida.

ARTÍCULO 804

No se podrá volver a encarcelar por la misma causa al que haya obtenido su


libertad por falta de consignación de alimentos.

ARTÍCULO 805

Las demandas para obtener la excarcelación se presentarán en el tribunal del


distrito en que se encuentre el detenido. Estas demandas se harán a breve
término, en el domicilio elegido en el registro de la cárcel, en virtud de permiso del
juez, previa solicitud presentada al efecto; se comunicarán al fiscal, y se juzgarán
sin instrucción en la primera audiencia con prioridad a cualquier otra causa y sin
transferimiento ni entrada en turno.

Tabla de Contenido

1. Apremio corporal. En qué consiste. Características.


1066

2. Principio de no hay prisión por deudas civiles. Aplicación del apremio corporal.
3. Sentencias ejecutables por apremio corporal.
4. Procedimiento del apremio corporal. Formalidades preliminares.
5. Duración del apremio corporal.
6. Cesación del apremio corporal.
7. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

1. Apremio corporal. En qué consiste. Características.

“El apremio corporal antes de la revolución francesa era la forma de constreñir al deudor
a cumplir su compromiso. Propio de las deudas civiles y comerciales, implicaba el pago de
la deuda con prisión. Fue una prisión compensatoria de la deuda”. (Jorge Blanco,
Salvador, 1997. Introducción al Derecho, p.523).

“El apremio corporal, o prisión del deudor es un medio de obtener indirectamente la


ejecución de las sentencias. Según se ha expuesto, es un procedimiento ejecutivo de
rarísima aplicación.” (Tavares, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta.ed., pp.350-351).

“Prisión empleada como medio de coerción para obtener el pago de una deuda. Hoy sólo
es aplicable a las personas cuya deuda deriva de una infracción a la ley penal, y aún
siempre que esa infracción no presente carácter político”. (Capitant, Henri. 1930.
Vocabulario Jurídico. p.445).
Es la ejecución que por razones pecuniarias se realiza contra el deudor reduciéndolo a
prisión en las instituciones de detención previstas por las leyes penales y penitenciarias.
(Germán M., Mariano, 1992. Vías de Ejecución, t. I, p.13).

El apremio corporal es diferente de la multa y la confiscación del cuerpo del delito, ya que
aunque ambas tienen características pecuniarias, la segunda se justifica en el castigo,
mientras que la ejecución de la persona procura únicamente forzar al cumplimiento de
las condenaciones civiles contenidas en las sentencias penales. Es distinto, también, de la
astreinte, pues aunque ambos tienen finalidades similares, ésta se aplica sobre el
patrimonio del deudor, mientras que el apremio se aplica sobre la persona del deudor.
(Germán M. Mariano, 1992. Vías de Ejecución, t. I, p.13).

Las características de esta institución son: a) es un procedimiento excepcional, al no


haber ninguna disposición que lo establezca como una regla general, sino todo lo
contrario, el legislador ha visto siempre este procedimiento como una excepción; b) es un
procedimiento estrictamente reglamentado, pues como se trata de una restricción a la
libertad individual, por causa de deuda civil, el legislador ha debido intervenir para
reglamentar las formalidades que le deben preceder, el procedimiento que debe de
seguirse para la ejecución, a la duración de la prisión, a los casos de cesación de la
misma, y otros aspectos importantes; c) es un procedimiento de la exclusiva competencia
de los tribunales penales, quedando excluida para la víctima de una infracción penal la
opción prevista por el artículo 3 del Código de Procedimiento Criminal. (Germán M.,
Mariano. 1989. Vías de Ejecución, t. I, pp.14-18).

2. Principio de no hay prisión por deudas civiles. Aplicación del apremio corporal.

“No se establecerá el apremio corporal por deuda que no proviniere de infracción a las
leyes penales”. (Artículo 8, 2 a) de la Constitución de la República Dominicana).

La posibilidad de perseguir una deuda civil por la vía del apremio ha desaparecido
constitucionalmente en la República Dominicana desde nuestras primeras constituciones
1067

hasta la fecha. En vista de las limitaciones constitucionales, el apremio corporal no tuvo


aplicación práctica. Es un mero vestigio de la época bárbara de nuestra civilización en
pleno ascenso de los derechos humanos. (Jorge Blanco, Salvador. 1997. Introducción al
Derecho. 1era. ed.,p.523).

Tiene una doble regulación, una sustantiva, en cuanto lo dispuesto por nuestra
constitución en el artículo 8, inciso 2do., y una adjetiva, en vista de que el legislador
ordinario ha establecido un procedimiento riguroso mediante el cual debe ejecutarse en
los casos en que es posible practicarlo. (Germán M. Mariano, 1992. Vías de Ejecución, t. I,
p.13).

“Actualmente, el Apremio Corporal está regido por el Artículo 8, párrafo 2, de la


Constitución de 1994, Artículos 2059 a 2070 del Código Civil; 780 a 805 del Código de
Procedimiento Civil; 40 a 52 del Código Penal y el Decreto No. 2435, del 7 de mayo de
1886”. (Germán M. Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t II. p.22).

3. Sentencias ejecutables por apremio.

Dada la disposición del artículo 8 de la Constitución, son únicamente ejecutables por


apremio corporal: 1º, las decisiones que condenen al inculpado o acusado a pagar
indemnizaciones a la parte civil; 2º, las sentencias que disponen los artículos 455 y 456
del Código de Comercio. (Tavares, Froilán, 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.IV, 4ta.ed., p.351).

4. Procedimiento del apremio corporal. Formalidades preliminares.

“Según lo dispone el Art. 780, “ningún apremio corporal podrá ejecutarse sino un día
después de haberse notificado la sentencia que lo hubiere pronunciado, con intimación de
cumplir lo que en ella se ordenare”. La notificación será hecha “por un alguacil
comisionado al efecto, bien por dicha sentencia, o bien por el presidente del tribunal del
lugar en que se encuentre el perseguido”, y “contendrá también elección de domicilio en el
distrito en que estuviere establecido el tribunal que haya dictado la sentencia, si la parte
actora no residiere allí”. El artículo 784 dispone que transcurrido un año después de la
intimación, deberá hacérsele otra al deudor, por alguacil comisionado”. (Tavares, Froilán,
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.ed., p.351).

“Los arts. 781 a 789 y 791 a 799 determinan el procedimiento que debe seguirse para
hacer efectivo el apremio corporal, los casos en que ésta medida no procede, y los
incidentes que pueden ocurrir en la ejecución”. (Tavares, Froilán, 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.ed., p.351).

5. Duración del apremio corporal.

“Todo condenado a prisión correccional será detenido en una casa de corrección. Se le


destinará, según su elección, a uno de los talleres establecidos en la casa. La duración de
esta pena será de seis días a lo menos, y de dos años a los más; salvo los casos de
reincidencia u otros en que la ley disponga otra cosa. El cómputo del tiempo para la
duración de las penas es de veinticuatro horas para cada día de arresto, y de treinta días
para cada mes”. (Artículo 40 del Código Penal Dominicano).

“(…) el tiempo de duración del apremio corporal, en los casos en que la sentencia que lo
pronuncie haya de determinarlo, se fijará siempre entre los límites que señala el Art. 40
del Código Penal, “ esto es por un máximum de dos años”. (Tavares, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.ed., p.354).
1068

Conforme al artículo 1 del Decreto No 2435 del 7 de mayo de 1986: “El tiempo de
duración del apremio corporal, en los casos en que la sentencia que lo pronuncie haya de
determinarlo, se fijará siempre entre de los límites que señala el Art. 40 del Código Penal,
debiendo observarse las formalidades que establece el título XV, Libro V del Código de
Procedimiento Civil”. Al respecto, la Suprema Corte de Justicia ha decidido que si bien los
jueces tienen la obligación de acoger el pedimento de la parte civil relativo a la
persecución de los daños y perjuicios por la vía del apremio corporal, están en la
obligación de mantener su duración dentro de los límites señalados por el artículo 40 del
Código Penal, que es de dos años. (Germán M., Mariano, 1992. Vías de Ejecución, t. I,
p.16).

6. Cesación del apremio corporal.

“Está regido por las disposiciones de los arts, 800 a 805”. (Tavares, Froilán, 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.IV, 4ta.ed., p.354).

7. Proyecto del Código de Procedimiento Civil.

Los artículos 1472 y 1473 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, establecen que
el apremio corporal no tiene lugar por deudas que no provinieren de infracciones a las
leyes penales, por lo que prohíben a los jueces pronunciar apremio corporal, así como a
los notarios y secretarios recibir actos en los cuales esté estipulado, y, finalmente, a todos
los ciudadanos que consientan en semejantes actos, aunque hayan sido convenidos en
país extranjero; esto a pena de nulidad, gastos, daños y perjuicios.

El artículo 1474 establece que el apremio corporal no puede pronunciarse en ningún


caso contra los menores de 18 años o contra los mayores de 70, así como tampoco contra
las mujeres en estado de embarazo.

El artículo 1475 establece una disposición muy interesante, en la cual se establece que el
apremio corporal no puede aplicarse sino en virtud de sentencia recaída en proceso penal
y a solicitud de parte, aún en el caso en que esté autorizado por la ley, esta sentencia no
podrá ser ejecutada, sino después de haber adquirido la autoridad de la cosa
irrevocablemente juzgada. El artículo 1476, por su parte, establece que el hecho de
obtener el apremio corporal, no impide ni suspende los procedimientos y ejecuciones
sobre los bienes.

Lo establecido por el artículo 780 del actual Código de Procedimiento Civil, se encuentra
fielmente transcrito con exactitud en el artículo 1477 del Proyecto en cuestión.

El artículo 781, es objeto de varias modificaciones a la luz del artículo 1478 del Proyecto.
La primera modificación, aunque simple, permite una mejor aplicación de la ley, al
sustituir en su inciso primero la frase “después de las puestas del sol”, por “después de la
seis de la tarde”; de esta manera, no se deja lugar a dudas al momento al cual se refiere,
puesto que si lo enfocamos desde la puesta del sol, el momento es muy variante. El
inciso quinto de este mismo artículo es también modificado, estableciéndose en el
Proyecto que el apremiado no podrá ser preso, en una casa cualquiera, aún en su
domicilio, a no ser con la presencia de un miembro del Ministerio Público competente,
quien deberá levantar acta del apremio y de los hechos que hubiesen ocurrido en ocasión
del mismo.
1069

El artículo 782 se mantiene inalterado en el artículo 1479. Mientras que el 783 sufre dos
modificaciones: la primera de ellas, en su inciso primero, donde en vez de remitirse al
artículo 780, como lo hace el código actual, remite al lector al artículo 1372 del Proyecto
de Código, esto, producto de la nueva distribución numérica de las disposiciones; la
segunda modificación se refiere a la sustitución de la presencia del alguacil por la del
Ministerio Público, la cual será obligatoria, pudiendo éste hacerse acompañar de otros
agentes de la fuerza pública.

Al artículo 784 es también modificado por el artículo1481, que si bien mantiene el plazo
de un año para la validez del acto de intimación, establece la perención de dicho acto,
una vez transcurrido el plazo, agregando que todo acto de apremio que sea realizado
sobre la base de una intimación perimida será nulo, omitiendo la posibilidad de realizar
una nueva intimación por el alguacil comisionado al efecto, establecida por el artículo
784.

En el texto del artículo 785, situado en el Proyecto en el artículo 1482, se sustituye al


alguacil, por el Ministerio Público, que podrá requerir enseguida la presencia de más
auxiliares, no refiriéndose el Art. 1482 a la fuerza armada. Ello como producto del cambio
sufrido por nuestro actual artículo 782, precedentemente señalado.

La mayor parte del artículo 786 se mantiene intacta; sin embargo, de acuerdo al artículo
1483 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil, que vendrá a modificar, si el arresto
se hace fuera de las horas de la audiencia, en vez de conducir al apremiado a la casa del
presidente, éste será conducido a la cárcel bajo el control del Ministerio Público
competente y el próximo día hábil será presentado ante el indicado tribunal. Lo que nos
parece mucho más razonable y factible.

El artículo 787 se mantiene intacto en el artículo 1484 del Proyecto; de igual manera se
mantiene el artículo 788, con la salvedad de que en el artículo 1485, se sustituye al
alguacil por el Ministerio Público, esto último, se repite en el artículo inciso 6º. del
artículo 1486 que viene a sustituir al actual Art. 789, en lo referente al cual observamos
que también el inciso 3º. sufre una alteración cuando al referirse a la elección de
domicilio, sustituye el término “común” por “jurisdicción”.

Nuevamente es sustituido el alguacil por el Ministerio Público en el texto del artículo 790,
que en el Proyecto es ubicado en el artículo1487.

El artículo 1488 del Proyecto de Código, introduce una disposición interesante al régimen
del apremio corporal, en la medida en que consigna que el apremiado sólo permanecerá
detenido en una casa de corrección, donde se le destinará, según su elección, a uno de
los talleres establecidos en la casa; esto podría verse afectado por un problema de
inoperancia, en la medida, en que estas casas de corrección, son instituciones nuevas,
inexistentes en nuestro país, por lo que para su creación deberá producirse un
reglamento complementario posterior, al cual no hace referencia alguna el artículo, a lo
cual se añade la ausencia de tradición reglamentaria de nuestro sistema. Consideramos
que hubiese sido mucho más práctico si el presente artículo se bastase a sí mismo.

Plantea, además, el indicado texto del Proyecto, que el cómputo del tiempo para la
duración del apremio es de veinticuatro horas para cada día de arresto, y de treinta días
para cada mes. Este artículo continúa diciendo que la duración del apremio tampoco
podrá ser calculada en más de un día por cada mil pesos y en ningún caso menor de seis
días ni superior a los dos años, salvo los casos de reincidencia u otros en que la ley
disponga otra cosa.
1070

Los artículos 792, 793 y 794 se mantienen intactos, transcritos respectivamente en los
artículos 1489, 1490 y 1491 del Proyecto, con la excepción de que en el último se
sustituye al alguacil por el Ministerio Público, así como también se sustituye en el párrafo
de éste, el término actor por acreedor.

La disposición del artículo 794, no es modificada por el artículo 1492 del Proyecto de
Código que la contiene, sin embargo éste omite la última parte del artículo 794 que
establece que “… en caso de que la demanda en nulidad se funde sobre medios
pertinentes al fondo o principal, se llevará ante el tribunal a quien competa la ejecución
de la sentencia.”

Los textos de los artículos 795 al 805 se mantienen inalterados en los artículos 1493 al
1503 del Proyecto, con excepción de lo dispuesto por el artículo 1498 del Proyecto que
modifica el artículo 800 del Código de Procedimiento Civil, en su párrafo 4º., del cual se
elimina la excepción en caso de estelionato.

TÍTULO XVI

DEL REFERIMIENTO

ARTÍCULOS 806 a 811


ambos inclusive.-

Derogados y sustituidos por los artículos 101 a 112 y 140 y 141 de la Ley
No. 834 del 15 -7- 1978 cuyos textos son los siguientes:

Tabla de Contenido.

1. En qué consiste.
2. Orígenes y evolución.

1. En qué consiste.

El referimiento es un trámite sencillo y rápido tendente a obtener del presidente del


tribunal civil o de comercio una ordenanza que resuelva provisionalmente una incidencia,
sin decidir sobre el fondo del asunto, y en caso urgente o de dificultad en la ejecución
forzada de un título ejecutivo. (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p.469).

Es un procedimiento que tiene por objeto hacer estatuir lo mas rapido posible sobre los
asuntos de urgencia, y en el caso en que los títulos y sentencias presenten dificultades
relativas a su ejecución, más únicamente de una manera provisional, manteniéndose
siempre reservado lo principal.(Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal,
Des référés. v. I, 5ta. ed., pp.11-12)

Es un procedimiento excepcional al que se acude en caso de urgencia y para las


dificultades de ejecución de una sentencia o de un título ejecutorio o para que se
prescriba una medida conservatoria para prevenir un daño inminente o para hacer cesar
una turbación manifiestamente ilícita. (Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en
Referimiento en materia Civil y Comercial. Gaceta Jurídica Virtual. Nov-Dic. 2001, Año 2, n.
13, p.2; Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil. t.I, p.207).

Es la solución de cuestiones urgentes que no puede resolver el tribunal apoderado del


fondo, que procede en caso de urgencia y cuando hay dificultad en la ejecución de un
1071

título o de una sentencia. (Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento: Generalidades.


Charla presentada en el curso “El Referimiento” celebrado por la Asociación Nacional de
Abogadas, Inc (ANA) en Agosto del 1988; Cury, Jottin. Los Formularios del Procedimiento
Civil Dominicano. t.I, p.184).

El referimiento es el procedimiento sumario y excepcional que permite al juez presidente


del tribunal civil, en materia civil y comercial, rendir una decisión provisional sobre
cuestiones contenciosas que no pueden sufrir el menor retardo, sin perjuicio de la
sentencia sobre el fondo. En breves palabras, es el referimiento un procedimiento
acelerado en caso de urgencia, que se ha extendido al presidente de la corte de apelación
y a la jurisdicción de trabajo en este nivel. (Luciano Pichardo, Rafael; El Referimiento.
“Seminario de Derecho Procesal, Constitución y Simplificación Procesal; nuevas demandas,
nuevas respuestas”, celebrado el 29 y 30 de noviembre del 2002, Santo Domingo, pp.1- 2).

2. Orígenes y Evolución

La institución del referimiento se remonta a la Ley de las XII Tablas, en el Derecho


Romano y en el Derecho Normando. Sin embargo, tal y como es hoy, tiene su origen en
Francia; surge por un lugarteniente que en funciones de juez resolvía cuestiones urgentes
y de poco monto; su intervención tenía un carácter provisional. (Luciano Pichardo, Rafael.
El Referimiento: Generalidades. Charla presentada en el curso “El Referimiento” celebrado
por la Asociación Nacional de Abogadas, Inc (ANA) en Agosto del 1988 en Santo Domingo,
Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p.12)
Esto autorizado por el edicto de Chatelet del 22 de enero del 1685. (Cezar- Bru, Ch. et al.
Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 12)

La palabra “referimiento” proviene de la voz francesa “référé” derivada del latín, que
significa precisamente “referir”; pero es sabido que el referimiento, como institución
jurídica, no es de origen romano, sino de origen francés. Lo único que ella ha tomado de
Roma es el vocablo. (Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en Referimiento en materia Civil
y Comercial. Gaceta Jurídica Virtual. Nov-Dic. 2001, Año 2, n. 13, pp.2-3).

En el centro de París existe una edificación que, desde mediados del Siglo XVII venía
sirviendo de alojamiento a los tribunales de esa ciudad, que se le denominaba el Chatelet
de París, que fue donde se comenzó a aplicar el edicto real del 22 de enero del 1685,
mediante el cual se organizaba por primera vez el procedimiento del referimiento. Por ello,
hasta que el Código de Procedimiento Civil lo adoptara en 1806, al referimiento se le
conocía como “el procedimiento del chatelet”, el cual, después de la promulgación del
código, pasó a regir en toda Francia. Sin embargo, debe destacarse que este
procedimiento se encontraba reglamentado desde antes; en este sentido la ordenanza de
Colbert de 1667 que recogía una gran parte de las instituciones del procedimiento civil y
que sirvió de inspiración a los redactores del Código de 1806, contenía los principios
esenciales del referimiento y que fueron desarrollados con las características con que hoy
se le conoce. (Luciano Pichardo, Rafael; El Referimiento. “Seminario de Derecho Procesal,
Constitución y Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas”, celebrado el
29 y 30 de noviembre del 2002, Santo Domingo, p.1).

Aunque doctrinalmente y jurisprudencialmente en Francia fue creciendo esta institución,


legislativamente no creció hasta la primera reforma del Código de Procedimiento Civil
Francés del 5 de diciembre del 1975, puesto en vigor el 1ro. de enero del 1976, en el que
se incluyeron los Decretos de Diciembre del 1971, de Agosto del 1972 y de Diciembre del
1973. Mediante la Ley 834 del 15 de julio del 1978 en nuestro país se adopta gran parte
de las modificaciones introducidas por el Nuevo Código de Procedimiento Civil Francés,
consagrándose el referimiento en los artículos 101 a 112 y 136 a 141 de dicha ley, aún
vigentes. (Luciano Pichardo, Rafael; El Referimiento: Generalidades. Charla presentada en
1072

el curso “El Referimiento” celebrado por la Asociación Nacional de Abogadas, Inc (ANA) en
Agosto del 1988).

“El referimiento ha experimentado una evolución considerable a partir de las


reformas introducidas por el Nuevo Código de Procedimiento Civil Francés adoptadas
por los arts. 101 a 112; 140 y 141 de la L. 834 de 1978. Limitado a los casos de ur-
gencia o cuando era necesario resolver sobre las dificultades relativas a la ejecución de una
sentencia o un título ejecutorio, la institución del referimiento constituye en la actualidad
una de las formas más usuales en la solución de asuntos que necesitan un procedimiento
acelerado, simple y breve”. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.83).

ARTÍCULO 101

La ordenanza de referimiento es una decisión provisional rendida a solicitud de


una parte, la otra presente o citada, en los casos en que la ley confiere a un juez
que no está apoderado de lo principal, el poder de ordenar inmediatamente las
medidas necesarias.

Tabla de Contenido

1. Ordenanza en referimiento vs. Ordenanza sobre requerimiento.


2. Demanda en referimiento vs. Demanda a breve término.
3. Competencia.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Ordenanza en referimiento vs. Ordenanza sobre requerimiento.

De la definición del referimiento, se evidencia una diferencia entre la ordenanza en


referimiento de la ordenanza sobre requerimiento. Mientras en la primera la otra parte
se encuentra presente o legalmente citada, en la segunda se solicita una medida urgente
al juez que es dictada sin la concurrencia o citación previa de la otra parte. (Tavares
Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.84).

La definición del referimiento contenida en el artículo 101 de la Ley 834 del 1978 permite
delimitar los dominios respectivos de la ordenanza sobre requerimiento o instancia que no
es contradictoria, mientras que la ordenanza de referimiento, provisional o inmediata, si lo
es. (Luciano Pichardo, Rafael, El Referimiento. “Seminario de Derecho Procesal, Constitución
y Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas”, celebrado el 29 y 30 de
noviembre del 2002, Santo Domingo, p.2; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 3, p.1980).

La jurisdicción de los requerimientos es distinta a la de los referimientos, a pesar de que


ambas son confiadas al mismo juez. El referimiento supone un debate, o al menos un
llamamiento al adversario a comparecer a la causa, esto a diferencia de la ordenanza
sobre requerimiento, en la cual el presidente estatuye ante la sola presentación del
requerimiento, sin haber sido citado el adversario. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du
Président du Tribunal, Les Ordonnances sur Requête. v.II, 4ta. ed., p. 8)

2. Demanda en referimiento vs. Demanda a breve término.


1073

El procedimiento especial del referimiento es distinto de las demandas a breve término: 1.


la ordenanza en referimiento tiene un carácter provisional, en cambio, la sentencia que se
obtenga como una consecuencia de una demanda a breve término puede abordar el fondo
de un asunto y convertirse en definitiva; 2. ante el juez de los referimientos no pueden
solicitarse indemnizaciones por daños y perjuicios, en cambio, en las demandas a breve
término sí; 3. las ordenanzas en referimientos son ejecutorias provisionalmente de pleno
derecho, las sentencias obtenidas a consecuencia de una demanda a breve término no lo
son, sino que habría que solicitar al tribunal la ejecutoriedad provisional; 4. la
jurisprudencia y la doctrina han establecido diferencias entre los conceptos de urgencia
(elementos típicos en los referimientos, salvo en los casos de referimietos especiales) y la
celeridad (elemento típico de demanda a breve término); 5. a breve término siempre habrá
que solicitar audiencia previamente, en referimientos no siempre. (Moreta Castillo,
Américo. La demanda civil a breve término, Jurisciencia. v. I, No. 6, enero-mayo 1987,
pp.24 y 25).

“La necesidad de no sufrir retardo y cuyo inmediato peligro en la demora no puede ser
conjurado por ninguna otra citación, inclusive la del breve término”. (Cury, Jottin. Los
Formularios del Procedimiento Civil Dominicano. t. I, p.184).

3. Competencia.

El juez de los referimientos competente, es el de la jurisdicción que es competente para


estatuir sobre el fondo del litigio. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 43, p.1980 ; Jorge Blanco, Salvador y
Jorge Mera, Orlando. El Juez de los Referimientos que no está apoderado de lo Principal al
Tenor de la Ley 834. Estudios Críticos, año 1994, Septiembre-Diciembre, vol.IV, revista n. 3,
p.411).

Al tenor de la ley, el referimiento es confiado a un juez distinto del de lo principal. (Blanc,


Emmanuel y Jean Viatte. 1986.. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. t. II,
p.334).

Este principio, extraído de los artículos 806 al 811 del Código de Procedimiento Civil y de
la práctica, ha sido objeto de cuestionamiento como resultado de la confusión que ha
originado la redacción del artículo 101 de la Ley 834 del 15 de julio del 1978, al señalar
que la ordenanza en referimiento es una decisión provisional rendida a solicitud de una
parte, la otra presente o citada, en los casos en que la ley confiere a un juez que no está
apoderado de lo principal, el poder de ordenar inmediatamente las medidas necesarias. No
vacilamos en afirmar que la cuestión se mantiene como señalamos al inicio, es decir, que
el juez de primera instancia que conoce en materia civil o comercial el fondo del litigio, es
el competente para resolver, como juez de los referimientos, las medidas necesarias o
urgentes que le sean requeridas. (Luciano Pichardo, Rafael. 1996. De las astreintes y otros
escritos. pp.201-202).

Para aclarar la confusión creada por el artículo 101 de la Ley 834 del 1978 que no se
aviene en toda su extensión a nuestra organización judicial, puesto que fue tomada de la
legislación francesa, donde los tribunales de primera instancia tienen una formación
colegial, distinta a la unipersonal que rige entre nosotros, fue necesario que la
jurisprudencia clarificara esta cuestión, (Sent. SCJ. 1ro. de octubre del 1997. BJ.1043.39 y
47), la cual estableció que en nuestro ordenamiento jurídico, el juez de los referimientos
competente es el de la jurisdicción que es competente para estatuir sobre el fondo y, por
tanto, es el juez de primera instancia que conoce el fondo de la contestación, el competente
para resolver, como juez de los referimientos, sobre las medidas urgentes que le sean
requeridas. (Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento. “Seminario de Derecho Procesal,
1074

Constitución y Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas”, celebrado el


29 y 30 de noviembre del 2002, Santo Domingo, pp.2-3).

Sin embargo, en lo que respecta a los distritos judiciales del Distrito Nacional y Santiago,
en los cuales, en virtud de lo que dispone la Ley No.50-00 del 2000, que da competencia
para estatuir en referimiento al presidente de las cámaras civiles de dichos distritos
judiciales. (Carbuccia, Ángel Mario; La Demanda en Referimiento en materia Civil y
Comercial. Gaceta Jurídica Virtual. Nov-Dic. 2001, Año 2, Número 13, pp.10-11; Luciano
Pichardo, Rafael. El Referimiento. “Seminario de Derecho Procesal, Constitución y
Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas”, celebrado el 29 y 30 de
noviembre del 2002, Santo Domingo, pp.2-3).

En razón de la materia es competente el juzgado de primera instancia, no sólo por ser la


jurisdicción de derecho común, sino porque así resulta textualmente del artículo 109 de
la Ley 834. (Carbuccia, Ángel Mario; La Demanda en Referimiento en materia Civil y
Comercial. Gaceta Jurídica Virtual. Nov-Dic. 2001, Año 2, Número 13, p.8).

“El referimiento no es posible ante un tribunal de excepción, como lo es el j. de paz,


puesto que la ley, contrariamente a como sucede en Francia con los tribunales de
excepción, no les reconoce la facultad de dictar ordenanzas en referimiento. Se ha
afirmado que un referimiento ante este tribunal es de poca utilidad, dado que el
procedimiento ante los tribunales de excepción es tan rápido como el referimiento.
Pero no puede dejarse de tener en cuenta que puede ser útil el uso del referimiento ante
esta jurisdicción a fin de obtener medidas urgentes de carácter provisional”. (Tavares Hijo,
Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.93).

En razón del territorio, el juzgado de primera instancia competente para conocer de la


demanda en referimiento es aquel donde tiene ubicado su domicilio real la parte
demandada. Si no tiene, por ante el de su residencia. (Carbuccia, Ángel Mario; La
Demanda en Referimiento en materia Civil y Comercial. Gaceta Jurídica Virtual. Nov-Dic.
2001, Año 2, Número 13, p.9).

La competencia del juez de los referimientos queda excluida en determinados casos, en


los cuales textos especiales determinan una competencia territorial distinta, como en
materia de embargo en reivindicación, o del lugar donde está el mobiliario en caso de
inventario o venta de los muebles de una sucesión. De igual manera, el Juzgado de
Primera Instancia competente es el del lugar donde la medida debe ser aplicada. Se
entiende que esta competencia es concurrente con la del domicilio del demandado. (Jorge
Blanco, Salvador y Orlando Jorge Mera. El Juez de los Referimientos que no está apoderado
de lo Principal al Tenor de la Ley 834. Estudios Críticos, año 1994, Septiembre-Diciembre,
vol.IV, revista n. 3, p. 350).

El juez de los referimientos es incompetente en los casos en que el juez de primera


instancia sea a su vez incompetente respecto de una demanda en desalojo. (Sent. SCJ. 23
de febrero de 1973. BJ.747.468-469; citada por González Canahuate, Almanzor.
1994.Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. t. I, pp.17-18).

No procede llevar una demanda en secuestro de inmueble, ante el juez de los


referimientos, cuando, cuando exista previamente una contestación sobre la propiedad de
un inmueble registrado llevada ante el Tribunal de Jurisdicción Original, caso en el cual
tal solicitud debe ser llevada ante éste. (Sent. SCJ. 28 de abril 1971. BJ. 725.1055; Sent.
1075

SCJ. 8 de septiembre de 1989. BJ. 946-947. 1205-1206; citada por González Canahuate,
Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. t. I, pp.3-4).

De no llevarse ante el tribunal de tierras, se estaría violando el Art. 7 de la Ley de Registro


de Tierras. y las reglas de su competencia. (Sent. SCJ. 28 de Abril de 1971. BJ.725. 1051,
citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“Si bien es cierto que el juez de los referimientos es competente para ordenar la expulsión
inmediata del ocupante de un inmueble, en caso de contestación no seria, esa
competencia cesa cuando el inquilino autoriza a ocupar el inmueble, puesto que tal juez
no tiene competencia para pronunciarse sobre la validez de tal convención”. (Sent. SCJ.
20 de marzo de 1985. BJ.892. 735-736).

El hecho de que el juez del fondo esté apoderado, no limita la competencia del presidente del
mismo tribunal para estatuir en referimiento. (Luciano Pichardo, Rafael. 1996. De las
astreintes y otros escritos. p.207).

La jurisprudencia dominicana ha sido inconstante para establecer un criterio al


respecto, señalando primero en lo referente al levantamiento de un embargo
retentivo, que mientras la demanda en validez no haya sido sometida al tribunal
civil por una instancia regular, el juez de los referimientos es competente para
ordenar el levantamiento de dicho embargo (Sent. SCJ. 11 de marzo del 1966,
BJ.664, p.412); posteriormente varió su parecer al señalar que “la facultad
excepcional que el legislador ha conferido al juez de primera instancia, en sus
atribuciones de referimiento, para hacer cancelar, reducir o limitar los embargos
que se realicen en virtud de la Ley 5119 de 1959, no está sujeta a que sea ejercida
antes de que se introduzca la demanda en validez del embargo, puesto que el
propósito del legislador ha sido que el embargado pueda aprovecharse del
procedimiento rápido y expedito del referimiento, para discutir las medidas
conservatorias dictadas, y que esas facultades atribuidas por el legislador en
materia de referimiento no pueden ser coartadas por el embargante en perjuicio del
embargado si éste desea aprovecharse de la vía del referimiento. (Sent. SCJ. 6 de
agosto del 1971, B.J.729, p. 2341). Posteriormente volvió a su antigua posición al
consagrar la incompetencia del juez de los referimientos para cancelar o limitar un
embargo retentivo una vez haya sido interpuesta la demanda en validez del
embargo, a menos que se trate de la sustitución del embargo por otra garantía
prevista en el artículo 50 del Código de Procedimiento Civil. (Sent. SCJ. 12 de
diciembre del 1984, BJ.891, p.427; Sent. SCJ. 22 de febrero del 1985, BJ.889,
p.3291; Sent. SCJ. 20 de febrero de 1987, BJ. 915.285).

Cuando un asunto civil, que, por su naturaleza, deba ser instruido y juzgado conforme a
lo pautado por la ley para el procedimiento ordinario o para el procedimiento sumario,
fuera introducido mediante las formalidades prescritas para el referimiento, este error no
engendraría el vicio de incompetencia absoluta, sino meramente la nulidad del
procedimiento, lo cual autorizaría a la parte demandada a oponerse, proponiendo la
excepción de nulidad, a que tal asunto fuera instruido y juzgado conforme al
procedimiento en referimiento. (Sent. SCJ. 18 de julio de 1979. BJ.824.1318; citado por
González Canahuate, Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia
Referimiento. t. I, p.40).

La instancia en referimiento es distinta a la del fondo, la incompetencia del juez


apoderado de lo principal, puede ser propuesta aún cuando la del juez de los
referimientos no lo haya sido. No se puede invocar en referimiento una cláusula atributiva
1076

de competencia. (Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n. 9,


p.512).

No hay litispendencia entre una instancia sobre el fondo y una demanda provisional ante
el juez de los referimientos. (Civ. 2e, 17 de mai 1982: Bull. Civ. II, no. 75; RTD civ. 1983.
587, citadas por: Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n.10,
p.512).

Es necesario distinguir la competencia y los poderes del juez de los referimientos.


La competencia reside en la aptitud del juez para conocer del asunto co n relación a
los otros jueces y, particularmente, a las otras jurisdicciones de referimiento
existentes. Esta aptitud está ligada tanto a la naturaleza del asunto (competencia
de atribución) como al lugar o asiento del juez (competencia territorial). Los
poderes del juez de referimiento es otra cosa, vinculada a las medidas que está
autorizado a ordenar dentro de la esfera de sus atribuciones, estando el ejercicio
de estos poderes subordinado a la comprobación de la existencia de ciertas
condiciones de fondo del referimiento (tales como la urgencia, la ausencia de una
contestación seria, etc.), de esto resulta que puede suceder que el juez aún siendo
competente deba rehusar a pronunciarse sobre una medida solicitada, si las
condiciones requeridas para ello no se encuentran presentes, caso en el cual debe
hablarse no de incompetencia sino de falta de poder. ( Luciano Pichardo, Rafael. El
Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.20).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La esencia del presente artículo es conservada en el artículo 483 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil, permaneciendo la misma intacta, con excepción de que, en vez de
decir que la facultad del referimiento será ejercida por un juez que no será el apoderado de
lo principal, éste, se limita a asentar que el juez no deberá estatuir sobre el fondo.

ARTÍCULO 102

La demanda es llevada por vía de citación a una audiencia que se celebrará a


este efecto el día y hora habituales de los referimientos.
Si, sin embargo, el caso requiere celeridad, el juez de los referimientos puede
permitir citar, a hora fija aun los días feriados o de descanso, sea en la
audiencia, sea en su domicilio con las puertas abiertas.

ARTÍCULO 103

El juez se asegurará que haya transcurrido un tiempo suficiente entre la citación


y la audiencia para que la parte citada haya podido preparar su defensa.

Tabla de Contenido

1. Procedimiento. Generalidades.
A. Apoderamiento.
B. Citación a la audiencia. Plazo.
C. Comparecencia.
D. Audiencia e instrucción.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
1077

1. Procedimiento. Generalidades.

El procedimiento del referimiento es contencioso, tal y como se desprende del artículo 101
de la Ley 834 de 1978, en virtud del cual la ordenanza en referimiento es una decisión
provisional, a solicitud de parte, la otra presente o citada. A la parte que hace la solicitud
en referimiento se le llama demandante o citante y a la que recibe la citación, parte
demandada o citada. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. “Seminario de Derecho
Procesal. Constitución y Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas”,
celebrado el 29 y 30 de noviembre del 2002, Santo Domingo, p.5).

Conforme a las reglas, para introducir válidamente una acción en justicia es necesario
tener capacidad, calidad e interés, son aplicables en materia de referimiento; sin
embargo, las mismas son atenuadas en razón del carácter de urgencia inherente a este
procedimiento. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, n. 60, p.1980).

Se trata de un procedimiento cuyo carácter distintivo es la rapidez. Sin embargo, son


requeridas en materia de referimiento, las condiciones ordinarias de admisibilidad de la
acción en justicia: la calidad, la capacidad y el interés para actuar deben estar presentes
en este procedimiento pero en forma menos rigurosa que en el procedimiento ordinario,
en razón del carácter de urgencia que le es propio, y además, por lo provisional de las
medidas que pueden ser ordenadas. (Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento, Gaceta
Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, pp.16-18).

La rapidez del procedimiento es la característica determinante del referimiento. Se trata de


un juez único, con la facultad de estatuir en todo momento, sin procedimiento, y sobre las
explicaciones dadas de las partes mismas, este ha sido estatuido porque el procedimiento
ordinario ante los tribunales es sumamente lento, por lo que es necesaria la existencia de
una vía que permita tomar en tiempo útil las medidasde urgencia que sean necesarias. Sin
embargo, este procedimiento no ofrece las garantías sufiecientes para permitir al juez de
los referimientos resolver definitivamente un litigio. (Cezar-Bru, Ch. et al. Juridiction du
Président du Tribunal, Des Référés. v.I, 5ta. ed., p. 23)

A. Apoderamiento.

El referimiento puede ser introducido de cuatro maneras: a) por citación a la audiencia


que se celebra los días y horas ordinarias: se habla aquí del referimiento sobre plácet; b)
en virtud de un permiso especial del juez, si el caso requiriere celeridad, a la hora
indicada por la citación aún los días feriados o de descanso, sea en la audiencia, sea en el
domicilio del juez con las puertas abiertas: (Cezar-Bru, Ch. et al. Juridiction du Président
du Tribunal, Des Référés. v.I, 5ta. ed., p. 231, Luciano Pichardo, Rafael. Procesos urgentes:
amparo, habeas corpus y referimiento. Seminario de Derecho Procesal. Constitución y
Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas, celebrado el 29 y 30 de
noviembre del 2002, Santo Domingo, p.10) Este es conocido en la práctica como
referimiento de hora a hora; (Luciano Pichardo, Rafael. Procesos urgentes: amparo, habeas
corpus y referimiento. Seminario de Derecho Procesal. Constitución y Simplificación
Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas, celebrado el 29 y 30 de noviembre del
2002, Santo Domingo, p.10). c) por comparecencia voluntaria de las partes, sin ningún
procedimiento ni formalidad judicial, como ocurre ante el juzgado de paz; y d) por citación
de las partes por un oficial público o ministerial que se enfrenta a una dificultad en
ocasión de la ejecución de un acto o de un título, en cuyo caso adopta el apelativo de
referimiento sobre proceso-verbal. (Cezar-Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du
Tribunal, Des Référés. v.I, 5ta. ed., p. 231, Luciano Pichardo, Rafael. Procesos urgentes:
amparo, habeas corpus y referimiento. Seminario de Derecho Procesal. Constitución y
1078

Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas, celebrado el 29 y 30 de


noviembre del 2002, Santo Domingo, p.10).

Esta distinción no atiende a la naturaleza de la contestación, sino más bien al grado de


urgencia que ésta presenta, estando permitido en todo caso que la demanda en
referimiento sea introducida de cualquiera de estas formas. (Cezar-Bru, Ch. et al.
Juridiction du Président du Tribunal, Des Référés. v.I, 5ta. ed., p. 231)

En ciertos casos excepcionales el referimiento se inicia mediante ac ta levantada por


un oficial público en el ejercicio de sus funciones, en la que hace constar la dificultad
surgida y envía a las partes ante el juez, en referimiento: el alguacil, en caso de embargo
ejecutivo (Art., 607); el juez de paz en caso de fijación de sellos (art. 921); el notario al
momento de proceder a un inventario (art. 921). El juez queda apoderado del cono-
cimiento de la dificultad por el envío del acta en que el oficial público la ha consignado, y
sin necesidad de citación a requerimiento de parte. Las disposiciones legales citadas
podrían considerarse vigentes, si se tiene en cuenta la disposición del artículo 112 de la
ley 834 que permite al presidente del tribunal estatuir en referimiento sobre las
dificultades de ejecución de una sentencia o de otro título ejecutorio. (Tavares Hijo,
Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.98-99).

Para hacer práctica lo dispuesto por el artículo 102 de la Ley 834, en lo relativo al
apoderamiento del tribunal, los jueces de Primera Instancia deben dictar un auto fijando
uno o varios días a la semana como día habitual de los referimientos. Así la parte
interesada sólo tiene que citar a la otra parte para esta fecha previamente fijada, sin que
medie solicitud previa de fijación de audiencia. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento,
Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.22).

B. Citación a la audiencia. Plazo.

“El carácter contradictorio del referimiento implica que el demandado, en la demanda


introductiva, sea advertido del procedimiento iniciado contra él, a fin de que pueda
preparar su defensa y comparecer ante el juez. Es importante asegurarse de la
regularidad de la notificación contentiva de citación, sobre todo cuando el demandado no
ha comparecido, a fin de que se pueda verificar si éste ha tenido tiempo para preparar su
defensa, considerándose a este aspecto que un plazo de tres días es el plazo mínimo,
salvo los casos de referimiento de hora a hora, de lo contrario una reasignación puede ser
ordenada por el juez”. (Luciano Pichardo, Rafael. Procesos urgentes: amparo, habeas
corpus y referimiento. Seminario de Derecho Procesal. Constitución y Simplificación
Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas, celebrado el 29 y 30 de noviembre del
2002, Santo Domingo, pp.9-10; Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento, Gaceta Judicial,
año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.18).

Generalmente el referimiento se inicia mediante citación diligenciada a requerimiento del


demandante, para una audiencia que será celebrada el día y hora habituales de los
referimientos. Sin embargo, en los casos de extrema celeridad, el juez puede autorizar que
se cite a hora fija, aún en días feriados o de descanso, sea en el local de las audiencias o en
su domicilio con las puertas abiertas. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.98).

La citación en referimiento es realizada directamente, no es necesario en dicha materia


observar ninguna de las formalidades preliminares a la introducción de la instancia
ante el tribunal civil. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des
référés. v.I, 5ta. ed., pp. 232-233)
1079

El requisito de encabezar el acto de emplazamiento con el auto de fijación de audiencia no


es exigido por la Ley, y, en consecuencia la omisión de ello no es sancionada con la
nulidad. (Sent. SCJ. 1983. BJ.874. 2657, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel,
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002)

En razón de que el antiguo texto que organizaba el referimiento, no se manifestaba en lo


referente al plazo necesario entre la citación y la audiencia misma, sobre este aspecto se
desarrollaron numerosas controversias jurisprudenciales y doctrinales, y como resultado
de ello surgieron varios sistemas: para ciertos autores, no se ha impuesto plazo alguno, el
demandante tiene el derecho de citar para la primera audiencia, sin preocuparse del plazo
entre la citación y la comparecencia; para otros autores, el plazo es el ordinario para
todas las citaciones, es decir el de la octava franca, aumentado en razón de la distancia;
según otro sistema, este plazo se encuentra sujeto a la apreciación del juez. La
jurisprudenciase ha pronunciado a favor de este último sistema, adoptado tambien por
una parter de la doctrina. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des
référés. v.I, 5ta. ed., p. 235)

En principio, no existe plazo entre la citación y la audiencia, pero el juez debe asegurarse
de que entre una y otra transcurra un tiempo suficiente para que la parte haya podido
preparar su defensa. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al
17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23; Sent. SCJ. 31 de agosto de 1983. BJ.873. 2505;
Sent. SCJ. 16 de septiembre de 1983. BJ.874. 2663). “No obstante los poderes que tiene el
juez en esta materia, la jurisprudencia dominicana sugiere que dicho plazo sea de un día
franco”. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero,
año n. 6, revista n. 149, p.23)

No hay lesión al derecho de defensa si, no obstante la brevedad del plazo, la parte
comparece y formula conclusiones sobre el fondo, caso en el cual es obvio que pudo
defenderse tanto en la forma como en el fondo, resultando el plazo que le fue otorgado
suficiente para preparar sus medios de defensa y, por lo tanto, no se le infringió ningún
agravio a su derecho de defensa, requisito indispensable para que se pueda pronunciar la
nulidad de un acto del procedimiento. (Sent. SCJ. 31 de agosto de 1983. BJ.873. 2505;
Sent. SCJ. 31 de agosto de 1983; Sent. SCJ. 16 de septiembre de 1983. BJ.874. 2660).

La citación para comparecer de hora a hora, librada sin autorización del juez no puede
ser declarada nula si el vicio de forma no ha causado perjuicio alguno del demandado
que ha comparecido y que ha tenido los medios para asegurar su defensa. El juez de
referimiento que autoriza una citación de hora a hora, debe apreciar si el plazo para la
comparecencia es suficiente para que el demandado prepare su defensa. Una demanda en
referimiento es irrecibible, cuando el demandado no ha tenido conocimiento de la citación
antes del día y hora de la audiencia. (Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de
Procédure Civile. n. 1, p.513)

Surge la interrogante de si la citación en referimiento, al igual que la citación para


comparecer a una audiencia ordinaria, trae como efecto la interrupción de la prescripción
conforme a lo estableido por el artículo 2244 del Código Civil, a este respecto la
jurisprudencia responde negativamente no sin antes tener que enfrentar cierta
resistencia, y es que esta entiende que la citacion en refrimiento no es una citación en
justicia en el sentido del artículo 2244 y por lo tanto no interrumpe la prescripción.
(Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 239)

C. Comparecencia.
1080

Después de la Ley No. 91 de 1983, que creó el Colegio Dominicano de Abogados, se hace
obligatorio el ministerio de abogados en materia de referimiento. (Tavares Hijo, Froilán,
1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.99).

En sentido contrario: “La comparecencia de la parte citada puede tener lugar


personalmente o por ministerio de abogado”. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento,
Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23; Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 2000. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,
Surenchère, n. 64, p.1980).

“Cuando se acude a la vía excepcional del referimiento, en caso de urgencia, no rigen los
plazos del derecho común para la comparecencia, "sin otra limitación que la de que se
haya dado al demandado tiempo suficiente para preparar su defensa". Esta última
circunstancia, lo mismo que la de si hay ó no-urgencia que justifique el empleo de la vía
del referimiento es materia de hecho de la soberana apreciación de los jueces del fondo”.
(Sent. SCJ. 25 enero 1926. BJ. 186.5).

“En caso de que la parte citada no comparezca o no concluya, se le juzgará en defecto,


de acuerdo al derecho común de esta materia”. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento,
Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23).

Se ha juzgado que la falta de comparecencia del demandado, regularmente convocado y


notificado, no impide que el juez de los referimientos se pronuncie sobre la demanda.
(Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n. 9, p.512).

D. Audiencia e instrucción.

La audiencia es celebrada en el local del tribunal y en las formas del derecho común,
pero en los casos de extrema celeridad, la ley permite celebrarla, en la morada del
juez. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II,
8va. ed., p.99).

El debate es puramente oral, pero nada impide que las partes depositen conclusiones
escritas en la audiencia, si todas están presentes o representadas. (Luciano Pichardo,
Rafael. Procesos urgentes: amparo, habeas corpus y referimiento. Seminario de Derecho
Procesal. Constitución y Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas,
celebrado el 29 y 30 de noviembre del 2002, Santo Domingo, pp.10-11; Tavares Hijo,
Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.99).

La audiencia de referimiento debe ser pública, salvo en los casos de divorcio o


separación de cuerpos y las demandas accesorias a estas materias, así como tambien
en aquellas relativas al ejercicio de un derecho de visita o guarda, La Corte de
Casación ha sancionado la no-publicidad en estas dos materias. (Cezar- Bru, Ch. et al.
Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 242)

En referimiento pueden ordenarse todas las medidas de instrucción que se consideren


necesarias, tales como la comunicación de documentos, comparecencia personal,
informativos, etc. (Luciano Pichardo, Rafael. Procesos urgentes: amparo, habeas corpus y
referimiento. Seminario de Derecho Procesal. Constitución y Simplificación Procesal;
nuevas demandas, nuevas respuestas, celebrado el 29 y 30 de noviembre del 2002,
Santo Domingo, pp.10-11; Rodríguez, Benjamín. El Referimiento, Gaceta Judicial, año
2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23; Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.100); pero tomando
siempre en cuenta la naturaleza de la instancia en referimiento en lo relativo a la
celeridad y rapidez requeridas. El buen criterio del juez será siempre determinante en
1081

estos casos. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de


enero, año n. 6, revista n. 149, p.23).

Es de principio que la comunicación de documentos puede pedirse en toda clase de


contestaciones, por aplicación al Artículo 188 del Código de Procedimiento Civil, lo que no
excluye la materia de los referimientos, pues esa medida, como es obvio, tiende a proteger
el derecho de defensa, que si bien los tribunales tienen cierta facultad para apreciar la
utilidad de esta medida, ella sólo puede ser denegada cuando se trate de piezas que
hayan sido objeto de observaciones de su parte; o cuando la comunicación de documento
ya haya sido ordenada a las partes, por lo cual la segunda se podría considerar una
medida dilatoria. (Sent. SCJ. Febrero 1971. BJ.723.331; citada por González Canahuate,
Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. t. I, pp.1-2).

Las reglas generales del procedimiento civil son en principio aplicables en esta materia y
la instancia que se desarrolla ante el juez es susceptible de dar lugar a los incidentes
propios de todo procedimiento, pero que éste debe estar advertido de que el
procedimiento del referimiento tiene sus características que le son suyas y que lo
diferencian netamente del procedimiento ordinario, que sin bien no le obligan a estatuir
el mismo día que se conoce en audiencia, el uso que se sigue en el país de donde hemos
tomado esta institución, hoy tan extendida y aceptada entre nosotros, es que el asunto,
salvo incidentes, quede en estado y aplazar el pronunciamiento de la decisión para una
fecha lo más próxima posible. (Luciano Pichardo, Rafael. Procesos urgentes: amparo,
habeas corpus y referimiento. Seminario de Derecho Procesal. Constitución y Simplificación
Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas, celebrado el 29 y 30 de noviembre del
2002, Santo Domingo, pp.10-11).

No se requiere el dictamen del Ministerio Público. (Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en


Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual, año 2001, noviembre- diciembre, año n. 2, revista n.
13, p.7).

“La clausura de los debates pone la causa en estado de recibir fallo. La decisión es dictada
con la mayor brevedad, si es posible en la misma audiencia; en esta materia no podría el
juez, sin desnaturalizar el procedimiento, usar los plazos autorizados en el art. 78 del C.
de Proc. Civil, mod. por la L. 845 de 1978. Si sobreviene un cambio en la persona del juez,
sé aplica la distinción hecha por la L. 684 de 1934”. (Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.100).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las reglas de los artículos 102 y 104 de la Ley, han sido sustituidas por los artículos 484
y 485 del Proyecto; sin embargo, sólo el primero de éstos, modifica a los textos actuales,
en la medida en que sustituye el término “celeridad” por el de “extrema urgencia”, el que
nos parece mucho más adecuado y adaptado a la verdadera finalidad del procedimiento
de referimiento, evitándose así la tan común confusión entre éste procedimiento y el de la
demanda a breve término.

ARTÍCULO 104

La ordenanza de referimiento no tiene, en cuanto a lo principal, la autoridad de la


cosa juzgada.
No puede ser modificada ni renovada en referimiento más que en caso de nuevas
circunstancias.

ARTÍCULO 105
1082

La ordenanza de referimiento es ejecutoria provisionalmente sin fianza, a menos


que el juez haya ordenado que se preste una.
En caso de necesidad, el juez puede ordenar que la ejecución tenga lugar a la vista
de la minuta.

Tabla de Contenido

1. Sentencia u ordenanza en referimiento. Características.


A. Carencia de autoridad de la cosa juzgada en cuanto a lo principal. Carácter
provisional
de la ordenanza.
B. Imposibilidad de modificación o renovación de la ordenanza.
C. Ejecución provisional.
D. Ejecución sobre minuta.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Sentencia u ordenanza en referimiento. Características.

“La decisión del juez de los referimientos es llamada generalmente auto u ordenanza, pero
es una verdadera sentencia o decisión de carácter contencioso”. (Tavares Hijo, Froilán,
1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.100).

Las ordenanzas en referimiento constituyen verdaderas sentencias, y como éstas, están


sujetas en principio a la misma forma y redacción, salvo cuando por celeridad el proceso
es conocido en el domicilio del juez, o el apoderamiento se realiza en virtud de un proceso
verbal. Deben por ello contener la fórmula del encabezamiento “en el nombre de la
República”; la fecha y el lugar en que es rendida; la publicidad del procedimiento.
(Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26
de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n. 64, p.42).

Dicha ordenanza está firmada por el juez y por el secretario, siendo conservada por este
último, quien librará copia para su ejecución. La misma deberá contener: la jurisdicción
de la cual emana; el nombre del juez que la ha rendido; el nombre del secretario, la fecha,
los nombres, profesiones y domicilios de las partes; los nombres de los abogados de las
partes si los hay; y una exposición suscrita de las pretensiones de las partes, los motivos
y el dispositivo. (Rodríguez Carpio, José. El Procedimiento en Referimiento ante el Juez de
Primera Instancia. Gaceta Judicial, año 1999, 12 a 26 de agosto, año n. 3, revista n. 63,
p.20; Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año
1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n. 64, p.42, Rodríguez, Benjamín.
El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23).

“La forma de la ordenanza en referimiento varía según la misma se rinda en audiencia, en


el domicilio del juez o sobre proceso verbal. La (…) rendida en audiencia es asimilada a
una verdadera sentencia y puede ser rendida públicamente después de un debate público
y oral (…). En caso de que la ordenanza fuere rendida en el domicilio del juez, los debates
no son públicos ni la ordenanza se pronuncia públicamente”. (Rodríguez Carpio, José. El
Procedimiento en Referimiento ante el Juez de Primera Instancia. Gaceta Judicial, año
1999, 12 a 26 de agosto, año n. 3, revista n. 63, p.20).

Cuando excepcionalmente el juez conoce del referimiento en su domicilio o es apoderado


en virtud de un proceso verbal, la asistencia del secretario para dictar la ordenanza no es
necesaria. (Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año
1999, 26 de agosto al 9 de septiembre, año n. 3, revista n. 64, p.42)
1083

En este sentido: La forma de la ordenanza en referimiento varía según la forma en que


esta sea rendida, ya sea en la audiencia, en el domicilio del juez, o si se ha producido por
un prpceso verbal. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des référés.
v.I, 5ta. ed., p. 261)

“La ordenanza produce los mismos efectos que una decisión en justicia y produce
hipoteca judicial”. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17
de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23).

El Juez de los Referimientos al igual que el Juez Civil, puede incurrir en vicios de la
sentencia si se limita a fallar en dispositivo, sin dar motivos, y en materia civil no existe
ninguna disposición que autorice a los jueces a fallar en esa forma, siendo su obligación
al decidir, de manera que permitan a la Suprema Corte de Justicia como Corte de
Casación verificar si la Ley ha sido bien o mal aplicada. (Sent. SCJ. 28 de enero de 1985.
BJ.890.166).

La ordenanza de referimiento se encuentra enmarcada dentro del ámbito del derecho


privado. No se aplica en materia de derecho público. (Sent. Tribunal Contencioso
Tributario, 17 de julio de 1996, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

A. Carencia de autoridad de la cosa juzgada en cuanto a lo principal. Carácter


provisional
de la ordenanza.

La decisión del Juez de los Referimientos tiene sólo un valor provisional y la misma no
prejuzga el fondo. (Blanc, Emmanuel y Jean Viatte. 1986.. 1986. Nouveau Code de
Procédure Civile Commenté. v. II, pp.521-10)

Las ordenanzas de referimiento tienen un caracter provisional y estan desprovistas de la


autoridad de la cosa juzgada. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal,
Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 74)

Las ordenanzas en referimiento no tienen, en cuanto a lo principal, autoridad de la cosa


juzgada, como lo dice expresamente el artículo 104 de la Ley 834 de 1978. La
provisionalidad es precisamente uno de sus elementos característicos, por lo que, con
ellas, no se debe nunca prejuzgar el fondo del asunto. (Carbuccia, Ángel Mario. La
Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual, año2001, noviembre- diciembre, año n.
2, revista n. 13, p.8).

El principio según el cual la ordenanza en referimiento no puede perjudicar en nada a lo


principal del asunto, no significa que no pueda causar, en hecho, perjuicio a una de las
partes, sino que tiene un carácter puramente provisional, que no prejuzga el fondo de la
contestación y que debe dejar intacto el derecho del tribunal de estatuir como fuere
procedente acerca de las pretensiones de las partes en cuanto a lo principal de la
contestación. (Sent. SCJ. octubre, 1969, B. J. 707, p.5004).

“(…) al no estar el juez de los referimientos apoderado de lo principal, es lógico deducir


que el juez de lo principal no estará ligado por lo que haya podido decidir
ocasionalmente el juez de los referimientos, por lo que aquél queda en liber tad de
estatuir sobre toda cuestión de fondo que este juez hubiere resuelto, aunque su
decisión se haya producido en un referimiento en curso de instancia”. (Luciano Pichardo,
Rafael. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n.
149, p.16).
1084

El carácter provisional de las ordenanzas de referimiento entraña que el juez sólo puede
actuar en tales atribuciones, en los casos donde la medida que le ha sido requerida no
es susceptible de producir un perjuicio a lo principal. Esto no significa que las mismas
no puedan causar un perjuicio a una de las partes, sino que la solución contenida en la
ordenanza no debe prejuzgar el fondo del litigio, es decir, que al estatuir en
referimiento el juez no debe abordar aspectos de lo principal sobre los cuales
necesariamente se pronunciará la jurisdicción de fondo. (Rodríguez Yangüela, José. Las
ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre,
año n. 3, revista n. 64, p.42).

Es de principio que no se puede perseguir por la vía del referimiento lo que ya está
siendo perseguido en lo principal. (Sent. SCJ. 22 de febrero de 1985. BJ.891. 426-427).

“(…) el juez de los referimientos no puede ordenar medidas provisionales en caso de


urgencia si dicha decisión implica tomar partido sobre la existencia del derecho
invocado, siendo los jueces llamados a conocer el fondo los que deben apreciar esta
última cuestión”. (Com., 6 mars 1985: Bull. Civ. IV, no. 91; Gaz. Pal. 1985. Panor 206,
citada por: Rodríguez Carpio, José. El Procedimiento en Referimiento ante el Juez de
Primera Instancia, Gaceta Judicial, año n. 1999, 12 a 26 de agosto, año n. 3, revista n. 63,
p.19).

“No puede estatuirse en referimiento acerca de la interpretación de un contrato, ni


pronunciarse la resolución de un contrato, ni condenarse a un pago”. (Tavares Hijo,
Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.100).

La ordenanza en referimiento que constata la adquisición de una cláusula resolutoria no


tiene en lo principal, la autoridad de la cosa juzgada y no se impone al juez del fondo
apoderado a los mismos fines. (Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure
Civile. n. 4, p.514).

El juez de los referimientos, sin decir el derecho, sobre una situación conflictiva que se le
somete, puede y debe hacerse una opinión de ella, para apreciar la naturaleza de las
medidas provisionales y urgentes que dicho conflicto impone. (Rodríguez, Benjamín. El
Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.15).

El principio intangible que prohíbe al juez de los referimientos conocer del fondo del
asunto principal, se ve, si no violado, por lo menos atenuado, en aquellos casos en que al
juez del referimiento se le obliga a apreciar la seriedad de la obligación, la magnitud de un
daño o de una turbación ilícita. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.83; Sent. SCJ. 20 de septiembre de 2000, BJ.
1078. 143-153).

El juez del referimiento tiene puede apreciar, aunque prima facie, los elementos del juicio
que determinarán la solución del fondo. (Sent. SCJ. 22 de diciembre de 1971, BJ. 733. 3456-
3458, citada por González Canahuate, Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial
Integrada, Materia Referimiento. t. I, pp.13-14; Sent. SCJ. Diciembre de 1978. BJ.
817.2482, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General
de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

B. Imposibilidad de modificación o renovación de la ordenanza, salvo nuevas


circunstancias.
1085

La aparición de circunstancias nuevas permiten al juez de los referimientos modificar las


disposiciones tomadas en una ordenanza precedente. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du
Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 76)

En la Gaceta Oficial No. 9478, donde fue publicada la Ley No. 834 y en la edición oficial
del Código de Procedimiento Civil, se cometió el error de colocar la palabra “renovada” en
vez de la palabra “revocada”, que es la que corresponde al texto del artículo 488 del Nuevo
Código de Procedimiento Civil francés adoptado por dicha Ley. (Germán Medrano, Sergio.
Estudios Críticos, v. VI, año 1996, 1 de enero a abril, revista n. 1, pp.118-119).

“(…) la ordenanza dictada obliga al juez en atribuciones de referimiento, quien no podría


reformarla o renovarla en ausencia de nuevos hechos o circunstancias. No constituyen
nuevos hechos aquellos anteriores a la intervención de la ordenanza y que conocidos por
una parte no han sido invocados por ésta”. (Rodríguez Yanguela, José. Las ordenanzas de
referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n.
64, p.42).

La revocación de una sentencia no puede ser dispuesta por el Presidente de la Corte de


Apelación, porque este asunto corresponde resolverlo a la Corte de Apelación apoderada
del recurso sobre el fondo. (Sent. SCJ. 16 de septiembre de 1983. BJ.874. 2663, citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

En ausencia de hechos nuevos, el juez de los referimientos no podrá desconocer la


autoridad inherente a las ordenanzas anteriormente rendidas entre las partes, sin
importar que dichas ordenanzas no hubiesen sido notificadas. En caso de nuevas
circunstancias, el juez puede modificar una decisión precedente. Estas circunstancias
nuevas, no pueden resultar de la modificación de los textos legales aplicables a la
materia. (Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. nn. 77, 8 y 10,
p.514).

C. Ejecución Provisional.

La ejecución provisional es un beneficio dado por la propia ley o por el juez, en virtud de
la cual se puede ejecutar una sentencia inmediatamente después de su notificación, no
obstante el efecto suspensivo de los plazos y el ejercicio de los recursos ordinarios. Sin
embargo, es justo reconocer que una ejecución anticipada pudiera ocasionar peligros y
perjuicios irreparables a la parte perdidosa. (Ramos Morel, Reynaldo. La ejecución
provisional de las sentencias: Comentarios a las sentencias del 31 de octubre de 1999 y 22
de julio de 1991, citada por: González Canahuate, L. Almanzor. 1994. Recopilación
Jurisprudencial Integrada . v. X, t. I, p.132).

El legislador distinguió entre las sentencias que están revestidas de ejecución provisional
de pleno derecho, como las dictadas en materia de referimiento, y aquellas otras cuya
ejecución provisional debe ser ordenada por circunstancia de que las primeras tienen el
carácter de ser ejecutorias provisionalmente aún cuando el Juez no lo haya ordenado,
mientras que en la segunda es preciso que la ejecución provisional resulte de una
disposición del Juez, pero desde el punto de vista de los medios que pueden ser
empleados para obtener la suspensión de la ejecución provisional, ambos tipos de
sentencias están sometidos al mismo procedimiento. (Sent. SCJ. 29 de mayo de 1985.
BJ.894.1242-1244; Sent. SCJ. 23 de abril del 1986. BJ.905.379-380; citada por González
Canahuate, Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento.
t. I, pp.78-79).
1086

La ordenanza en referimiento es ejecutoria provisionalmente de pleno derecho sin fianza,


pero el juez puede ordenar que sea prestada una fianza. (Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.101; Rodríguez
Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a
9 de septiembre, año n. 3, revista n.64, p.42; Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code
de Procédure Civile. n.3, p.514). Caso en el cual quedará sujeta a las disposiciones
contenidas en los artículos 130 al 135 de la ley 834. (Rodríguez Yangüela, José. Las
ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre,
año n. 3, revista n. 64, p.42).

Con o sin fianza la ordenanza es ejecutoria de pleno derecho, aún y cuando el juez no lo
diga. Por lo tanto, podemos afirmar que se trata de una ejecución provisional imperativa y
no facultativa. (Rodríguez Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de
enero, año n. 6, revista n. 149, p.33).

“Por tratarse de una decisión cuya ejecución provisional el propio legislador la concibe
con carácter de pleno derecho, su suspensión no puede ser ordenada por el Presidente de
la Corte de Apelación actuando como juez de los referimientos, cuando la misma ha sido
dictada regularmente”. (Sent. SCJ. 19 de Febrero de 1993, citada por: Rodríguez Yangüela,
José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de
septiembre, año n. 3, revista n.64, p.42). Por argumento contrario, “cuando la misma ha
sido dictada de manera irregular es susceptible de ser suspendida por el Presidente de la
Corte de Apelación”. (Sent. SCJ. Octubre de 1990, BJ. 959. 125-126; Rodríguez Yangüela,
José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de
septiembre, año n. 3, revista n.64, p.42).

Se ha planteado la discusión de si la regla dispuesta por el artículo 548 del Código de


Procedimiento Civil por la cual las sentencias sólo son ejecutorias respecto a los terceros
sobre la producción de un certificado de no apelación, recibe aplicación cuando una
ordenanza de referimiento ha ordenado a un tercero levantar un embargo trabado en sus
manos en virtud de una autorización del juez conforme a las disposiciones del artículo 48
del Código de Procedimiento Civil. A este respecto la Suprema Corte de Justicia, no ha
tenido oportunidad de pronunciarse. En Francia, las primeras decisiones dictadas en
torno al tema planteado, establecieron un primer sistema según el cual, el tercero está
obligado a ejecutar sin poder exigir que se le presente la justificación prescrita por dicho
artículo; más adelante la jurisprudencia se orientó en sentido contrario, señalando que
los terceros no deben obedecer más que a una sentencia en ultima instancia o pasada en
fuerza de cosa juzgada, estableciendo que las disposiciones del artículo 548 relativas a las
formalidades especiales para la ejecución de las sentencias por los terceros se aplican a
las ordenanzas de referimiento. (Luciano Pichardo, Rafael. 1996. De las astreintes y otros
escritos. pp.194-196).

Si las ordenanzas de referimiento ordenan el levantamiento puro y simple de un


embargo practicado mediante autorización del juez de primera instancia, o cuando el
levantamiento se produce por la retractación del permiso de embargo previamente
concedido, hoy día otro es el criterio de la Corte de Casación francesa, la cual, ha vuelto a
la idea original del primer sistema en el sentido de que la ejecución de las ordenanzas de
referimiento no precisan del cumplimiento de las formalidades del artículo 548
cuando a un tercero se le ordena hacer alguna cosa. Este último criterio fue el
adoptado finalmente en el Nuevo Código de Procedimiento Civil Francés, en sus
artículos 504 y 506. (Luciano Pichardo, Rafael. 1996. De las astreintes y otros escritos.
pp.196-199).

Es necesario tomar en cuenta que si la ejecución se lleva a cabo, la misma se realiza con
los riesgos y peligros correspondientes para aquel que la ejecuta, principalmente, cuando
1087

la sentencia es infirmada en apelación o retractada en oposición, en cuyo caso, el mismo


aún habiendo actuado de buena fe, debe reparar el perjuicio que hubiere causado la
ejecución. Los actos de ejecución deben ser en consecuencia, anulados. La
responsabilidad del ejecutante está comprometida aún en los casos de una ejecución
provisional de pleno derecho. (Ramos Morel, Reynaldo. La ejecución provisional de las
sentencias: Comentarios a las sentencias del 31 de octubre de 1999 y 22 de julio de 1991,
citado por: González Canahuate, L. Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada
. v. X, t. I, p.149, Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n. 2,
p.514).

D. Ejecución sobre minuta.

“En caso de necesidad extrema, puede ordenarse la ejecución sobre minuta, sin previa
notificación”. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. ed., p.101).

El artículo 105 permite que en caso de necesidad, sea ordenada la ejecución sobre
minuta de la ordenanza, lo cual lleva como consecuencia que no sea necesario su
registro, para fines de dicha ejecución. En este caso, la minuta se le entrega a la parte
que la vaya a ejecutar, con la obligación de reintegrarla. (Rodríguez, Benjamín. El
Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23;
Rodríguez Carpio. El procedimiento de Referimiento ante el Juez de Primera Instancia,
Gaceta Judicial, año 1999, 12 a 26 de agosto, año n. 3, revista n. 63, p.20).

Si es preciso, el juez puede perfectamente disponer que la ejecución proceda a la vista de


la minuta. (Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual,
año2001, noviembre- diciembre, año n. 2, revista n. 13, p.8).

Cuando la ejecución ha sido ordenada a la vista de la minuta, la presentación de ésta por


parte del alguacil vale notificación. (Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de
referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista
n.64, p.42).

Cuando la ejecución es ordenada sobre minuta, la misma es dispensada de la obligación


de registro y de la notificación previa. (Marcelino Reyes, José. El Referimiento visto por
abogados, Gaceta Judicial, año 1999, 12 a 26 de agosto, año n. 3, revista n. 63, p.16).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El texto del artículo 104 se encuentra transcrito íntegramente en el artículo 486 del
Proyecto; mientras que el del artículo 105, es modificado parcialmente, pues se elimina la
mención de la facultad que tiene actualmente el juez para ordenar la fijación de una
fianza.

ARTÍCULO 106

La ordenanza de referimiento no es susceptible de oposición.


Puede ser atacada en apelación a menos que emane del primer presidente
de la corte de apelación. El plazo de apelación es de quince días.

Tabla de Contenido
1088

1. Recursos admisibles contra la ordenanza en referimiento. Plazo.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Recursos admisibles contra la ordenanza en referimiento. Plazo.

La ordenanza en referimiento no es susceptible de oposición, pero si de apelación.


(Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual, año2001,
noviembre- diciembre, año n. 2, revista n. 13, p.8; Luciano Pichardo, Rafael. El
Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.19;
Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26
de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n. 64, p.43; Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.86 y 101).

No procede el recurso de apelación, cuando la ordenanza emane del presidente de la corte


de apelación. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I,
5ta. ed., p. 273; Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al
17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.19; Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.86 y 101). En este caso, la
ordenanza, tal y como lo ha concebido la jurisprudencia, sólo es susceptible del recurso
de casación (Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17
de enero, año n. 6, revista n. 149, p.19; Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de
referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n.
64, p.43, Marcelino Reyes, José. El Referimiento visto por abogados, Gaceta Judicial, año
1999, 12 a 26 de agosto, año n. 3, revista n. 63, p.15)

El plazo para apelar es de quince días a contar de la notificación de la ordenanza.


(Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual, año 2001,
noviembre- diciembre, año n. 2, revista n. 13, p.8, Rodríguez Yanguela, José. Las
ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre,
año n. 3, revista n. 64, p.43).

El plazo para la interposición del recurso de apelación corre a partir del momento de su
notificación, y no a partir del día de su pronunciamiento. (Guinchard, Serge. 2001. Mega
Nouveau Code de Procédure Civile. n. 5, p.515).

No es posible la renuncia previa al derecho de apelación, asi como tampoco la


aquiescencia expresa o tácita a la ordenanza rendida. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du
Président du Tribunal. Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 274)

La apelación de la ordenanza es posible cuando la misma está afectada de incompetencia


o exceso de poder. Sin embargo la vía del Contredit no está abierta para atacar las
ordenanzas sobre referimiento.(Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal,
Des référés. v.I, 5ta. ed., pp. 274-275)

La validez del recurso de tercería había sido cuestionada, argumentándose que: a) las
ordenanzas no prescriben mas que medidas provisionales y no pueden causar un perjuicio
a lo principal por lo que lo decidido no sería perjudicial para los terceros, y; b) precisamente
por este carácter provisional la decisión siempre es susceptible de ser modificada, por lo
que a cualquier tercero que se considere lesionado por la misma, le bastaría introducir un
nuevo referimiento, a fin de obtener una segunda ordenanza que revoque la primera. Sin
embargo, el objeto mismo de la tercería así como las condiciones que para su ejercicio
establecen los arts. 474 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, en nada contradicen
la posibilidad de introducir este recurso por parte de un tercero que se sienta perjudicado
1089

por una ordenanza de referimiento. (Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de


referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n.
64, p.43)

La mayoría de la doctrina y de la jurisprudencia declara irrecibible en materia de


referimientos el recurso de tercería, sin embargo, otros autores y decisione smás recientes
admiten que cuando un tercero sufre un perjuicio como consecuencia de una ordenanza
de referimiento, el mismo tiene derecho a recurrirla por vía de la tercería. (Cezar- Bru, Ch.
et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 294)

El recurso de revisión no se encuentra abierto para recurrir las ordenanzas de


referimiento, (Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n. 9,
p.515; Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año
1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n. 64, p.43); con excepción de
aquellas susceptibles de ser modificadas o renovadas en caso de circunstancias nuevas.
(Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n. 9, p.515).

“En esta materia, las ordenanzas dadas en defecto son susceptibles del recurso ordinario
de la oposición, se trata de un recurso de retractación permitido por el artículo 417 del
Código de Procedimiento Civil”. (Sent. SCJ. Julio de 1968. BJ.692. 1713, citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

El plazo para intentar el recurso de casación es el derecho común, no aplicándose en esta


materia la reducción a un mes del plazo para interponer el recurso de casación en
materia de la Ley No. 173 de 1966, la cual se limita exclusivamente a la litis originada de
conformidad con el artículo 3 de la citada ley, por el concesionario contra el concedente
en reclamación de los daños y perjuicios recibidos con motivo de su destitución o
sustitución, o por la terminación del contrato. (Sent. SCJ. 31 de agosto de 1983. BJ.873.
2505, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

En lo relativo a los recursos, de las ordenanzas de referimiento, el Proyecto


introduce varias modificaciones; primero, amplía los casos en que no es posible la
apelación de la sentencia, no sólo cuando la misma ha emanado del tribunal de
segundo grado, sino también cuando la misma haya sido dictada en última
instancia en razón del monto, objeto o naturaleza de la acción. Otra modificación
interesante a este artículo, consiste, en permitir el recurso de oposición contra la
ordenanza, siempre que la misma hubiese sido rendida en última instancia y en
defecto, extendiendo por consecuencia, el plazo de 15 días en que debe ser
interpuesto el recurso de apelación para la interposición del recurso de oposición.

ARTÍCULO 107

El juez estatuyendo en referimiento puede pronunciar condenaciones a


astreintes. Puede liquidarlas a título provisional. Estatuye sobre las costas.

Tabla de Contenido

1. Condenación a Astreintes y Costas.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
1090

1. Condenación a Astreintes y Costas.

El juez tiene la facultad de, estatuyendo en referimiento, pronunciar condenaciones a


astreintes y liquidar, a título provisional, los astreintes que hubiera pronunciado.
(Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n.
6, revista n. 149, p.33; Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento, Gaceta
Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n. 64, pp.42-43).

En razón del carácter provisional de la ordenanza, la liquidación del astreinte puede ser
revocada por el juez del fondo. (Rodríguez Yangüela, José. Las ordenanzas de referimiento,
Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre, año n. 3, revista n. 64, pp.42-
43).

El juez de los referimientos puede ordenar una astreinte para asegurar la ejecución de
una decisión emanada de otra jurisdicción, sin embargo, sólo está facultado para liquidar
provisionalmente las astreintes pronunciadas por él y no las ordenadas por los jueces de
fondo que son los únicos competentes para ello. (Rodríguez Yangüela, José. Las
ordenanzas de referimiento, Gaceta Judicial, año 1999, 26 de agosto a 9 de septiembre,
año n. 3, revista n. 64, pp.42-43).

“En el mismo sentido: El juez de los referimientos tiene la facultad para ordenar bajo
astreinte la ejecución de una condenación precedentemente pronunciada por otro
tribunal o dictada por el mismo, sin embargo, y en razón del carácter accesorio y
condicional del astreinte, se impone ordenar primero el cumplimiento de la obligación
principal y después disponer la condenación a astreinte”. (Sent. SCJ. 14 de agosto de
1987, BJ. 921. 1475, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002; Guinchard, Serge. 2001.
Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n. 6, p.516).

Sólo es posible el pronunciamiento a condenaciones a astreintes, los casos en que se


trata de obtener el cumplimiento de obligaciones de hacer, más no para los casos en que
lo que se pretende es el pago de sumas de dinero. (Sent. SCJ. 31 de mayo de 1989, BJ.
942. 713, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General
de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

Está facultado el juez de los referimientos, para estatuir respecto a las costas procesales,
como se hace en la forma común. (Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en Referimiento,
Gaceta Jurídica Virtual, año 2001, noviembre- diciembre, año n. 2, revista n. 13, p.8;
Guinchard, Serge. 2001. Mega Nouveau Code de Procédure Civile. n. 11, p.516).

“La condenación en costas es un principio general aplicable a toda parte que sucumbe en
justicia y ninguna disposición legal priva al juez de los referimientos de la facultad de
condenar en costas a la parte sucumbiente”. (Sent. SCJ. 31 de marzo de 1986. BJ.904.
208, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 107 se encuentra transcrito íntegramente en el texto del artículo 489 del
Proyecto de Código.

ARTÍCULO 108
1091

Las minutas de las ordenanzas de referimiento son conservadas en la secretaría


de la jurisdicción.

Tabla de Contenido

1. Conservación de las minutas.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Conservación de las minutas.

Las minutas de las ordenanzas de referimiento son conservadas en la secretaría de la


jurisdicción. (Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica
Virtual, año2001, noviembre- diciembre, año n. 2, revista n. 13, p.7).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La disposición contenida en el artículo 108 se encuentra incólume en el artículo 490 del


Proyecto.

LOS PODERES DEL PRESIDENTE

ARTÍCULO 109.

En todos los casos de urgencia, el presidente del tribunal de primera instancia


puede ordenar en referimiento todas las medidas que no colindan con ninguna
contestación seria o que justifique la existencia de un diferendo.

ARTÍCULO 110

El presidente puede siempre prescribir en referimiento las medidas conservatorias


que se impongan, sea para prevenir un daño inminente, sea para hacer cesar una
turbación manifiestamente ilícita. En los casos en que la existencia de la
obligación no es seriamente discutible, puede acordar una garantía al acreedor.

ARTÍCULO 111

Los poderes del presidente del tribunal de primera instancia previstos en los dos
artículos precedentes, se extienden a todas las materias cuando no exista
procedimiento particular de referimiento.

ARTÍCULO 112

Puede igualmente el presidente del tribunal estatuir en referimiento sobre las


dificultades de ejecución de una sentencia o de otro título ejecutorio.

Tabla de Contenido

1. Tipos de referimiento. Características comunes.


A. Referimiento en caso de urgencia.
a. Noción de urgencia.
b. Urgencia Vs. Celeridad.
1092

c. Condiciones.
d. Casos de urgencia.
B. Referimiento para prescribir medidas conservatorias.
C. Referimiento para acordar garantías en las obligaciones.
D. Referimiento para las dificultades en la ejecución de una sentencia u otro título
ejecutorio.
F. Referimiento destinado a retractar o modificar una ordenanza sobre
requerimiento.
2. Materias a las que se aplica el referimiento.
3. Poderes del Presidente.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Tipos de referimiento. Características comunes.

“Existen de conformidad con las reformas citadas dos formas de referimiento: el que
interviene a fin de reglamentar un caso aislado, y el ejercido, en el curso de la instancia,
por razones de rapidez, que puede interponerse ante el juez de primera instancia”.
(Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va.
ed., p.84).

Existen diversos tipos de referimiento consagrados en la ley, que también nuestra


jurisprudencia tuvo la necesidad de fijar: el referimiento clásico en caso de urgencia, el
referimiento para prescribir medidas conservatorias para prevenir un daño inminente o
para hacer cesar una turbación manifiestamente ilícita, el referimiento preventivo
mediante el cual puede autorizarse la conservación de una prueba, antes de todo proceso;
el referimiento para acordar una provisión al acreedor y el referimiento para ordenar la
ejecución de las obligaciones de hacer. Para detener una mala práctica que algunos
magistrados venían ejercitando con la consiguiente desnaturalización de esa pieza
esencial de nuestro sistema procesal, la Suprema Corte de Justicia, como Corte de
Casación, en su sentencia del 17 de abril del 2002 (B.J. No.1097.188) determinó al
respecto que en el ordenamiento jurídico procesal dominicano no existe el denominado
“petit référé”, utilizado en ocasiones por el juez de los referimientos como decisión urgente
y provisional, sujeta a revisión, a despecho de lo que dispone el artículo 104 de la Ley 834
de 1978, en el sentido de que cuando el juez de los referimientos adopta una decisión, sur
le champ, provisional, en condiciones de rapidez, acogiendo o rechazando la medida
solicitada, no puede ya modificarla o renovarla, más que en caso de circunstancias
nuevas. (Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento, Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de
enero, año n. 6, revista n. 149, p.15; Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.86).

“El referimiento puede ser empleado aún cuando la medida objeto de la demanda tenga
conexión con un proceso pendiente entre las partes sobre el fondo. La ley no distingue.
Este referimiento, admitido en el antiguo derecho existe también de acuerdo con las
actuales reformas. Así, en caso de litigio sobre el derecho de propiedad, una cualquiera de
las partes puede pedir en referimiento que se ponga bajo secuestro el inmueble litigioso”.
(Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va.
ed., p.91).

Las características comunes, con excepción de las decisiones al fondo tomadas en forma
de referimiento, que son propias de esta importante figura de nuestro derecho procesal,
son las de ser decisiones provisionales, aunque puedan en ciertos límites perjudicar a lo
principal, adoptadas con rapidez y en caso de urgencia, que no tienen autoridad de la
cosa juzgada, que son rendidas en materia contradictoria, susceptibles de apelación, no
de oposición y ejecutorias de pleno derecho a título provisional. (Luciano Pichardo, Rafael.
1093

Procesos urgentes: Amparo, Habeas Corpus y Referimiento. Seminario de Derecho Procesal.


Constitución y Simplificación Procesal; nuevas demandas, nuevas respuestas”, celebrado el
29 y 30 de noviembre del 2002, Santo Domingo, pp.3-4).

A. Referimiento en caso de urgencia. Contestación seria.

Cada vez que existe una situación tal que un peligro en la demora afecte los intereses legítimos
de una parte, y que la demora se vea complicada por los plazos propios del procedimiento
ordinario, se debe acudir al juez de los referimientos. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento,
Gaceta Judicial, año 2003, 1 al 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.19).

El dominio del refrimiento basado en la urgencia es sumamente vasto; el legislador y la


jurisprudencia han dado una gran extensión al art. 806 del Código de Procedimiento
Civil.3 (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta.
ed., p. 300)

El referimiento puede ser empleado en todos los casos de urgencia, esto es, que
requieran la inaplazable adopción de una medida provisional destinada a proteger un
interés legítimo del demandante, siempre que la medida solicitada no colida con una
contestación seria, o que justifique la existencia de un diferendo (Blanc, Emmanuel y Jean
Viatte. 1986.. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté, v.II, p 515 ; Guinchard, Serge et al.
1999. Droit et Pratique de la Procédure Civile. p.231; Sent. SCJ. 22 de junio de 1955, BJ.
539. 1156).

En todas las hipótesis, la Corte de Casación a establecido la necesidad u obligación que


tiene el juez de constatar la urgencia. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du
Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 300)

Cuando se toma una decisión por la vía del referimiento, no se puede estatuir sobre el
derecho, ni ordenar medidas extremas sin ponderar la urgencia ni verificar la existencia o
no de un diferendo o contestación seria. (Guinchard, Serge et al. Droit et Pratique de la
Procédure Civile. p.231; Sent. SCJ. 4 de noviembre de 1998, BJ. 1056. 9-12).

Habiendo constatado que su apoderamiento estaba justificado por la urgencia, la


ausencia de una contestación seria o la existencia de un diferendo, el juez de los
referimientos dispone de poderes basados en términos particularmente amplios e
imprecisos, puesto que él puede tomar todas las medidas propias a resolver un litigio
que le ha sido sometido, como lo son las medidas conservatorias y de salvaguarda (como
es la designación de un administrador provisional), las medidas de instrucción o de
información (por ejemplo un experticio) y las medidas de expulsión (como por ejemplo en
caso de ocupación ilícita de los lugares de trabajo por los huelguistas); esta última no
puede ser tomada por el juez de los referimientos cuando se esté en presencia de una
contestación seria en cuanto a la validez o la calificación del contrato que liga al
propietario y al ocupante. (Guinchard, Serge et al. Droit et Pratique de la Procédure Civile,
pp.233-234).

La existencia de una contestación seria no constituye una excepción de incompetencia,


sino concerniente al ejercicio de los poderes para la jurisdicción de los referimientos; puede
ser presentada en todo estado de causa ante los jueces de fondo. El juez apoderado debe
constatar la ausencia de la contestación seria, la cual, como la urgencia, se aprecia a la
fecha de la decisión y no a la del apoderamiento del juez. Conviene precisar que el hecho de
que una parte haya invocado una contestación seria no es suficiente para justificar el
rechazo de una demanda en referimiento: el juez debe verificar la contestación seria y

3 Artículo 109 de la Ley 834 del 1978


1094

rechazarla cuando el carácter poco serio de aquella se aprecia en un examen superficial del
litigio. (Guinchard, Serge et al. Droit et Pratique de la Procédure Civile. p.231).

Si la contestación seria constituye, en principio, un obstáculo al ejercicio de los poderes del


juez de los referimientos, ella puede, sin embargo, justificar el recurrir al referimiento; se
trata de la hipótesis en la cual la existencia de un diferendo serio entre las partes hace
necesaria la intervención rápida del juez de los referimientos. En efecto, cuando la
contestación seria viene a sostenerse sobre los medios que sirven de fundamento a la
medida demandada, constituye el objeto mismo del diferendo sobre el cual el juez de los
referimientos es llamado a pronunciarse. En consecuencia, el juez de los referimientos tiene
la obligación de verificar si la medida solicitada está justificada por la existencia de un
diferendo; él no puede declararse incompetente limitándose a fundar esta decisión en la
existencia de una contestación seria. (Guinchard, Serge et al. Droit et Pratique de la
Procédure Civile. p.233).

La condición de la urgencia no es necesaria, más que en lo que concierne a las medidas


previstas por este texto; ella no es exigida ni para las medidas tendientes a hacer cesar una
turbación manifiestamente ilícita o para acordar una provisión en los términos del artículo 809
(110 de la Ley 834 del 1978), ni para estatuir sobre las dificultades de ejecución en los términos
del artículo 811 (11 de la Ley 834 del 1978). (Blanc, Emmanuel y Jean Viatte. 1986.. Nouveau
Code de Procédure Civile Commenté, v.II, p 515).

a. Noción de urgencia.

La urgencia es el carácter que presenta un estado de hecho, susceptible de ocasionar un


perjuicio irreparable si no se le pone un remedio a breve plazo. (Capitant, Henri.
Vocabulario Jurídico. p.559).

No es posible dar una definición absoluta de urgencia, sin embargo podemos decir que
existe urgencia cuando hay peligro en la demora. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du
Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 36)

Ligada a las circunstancias de hecho de cada caso, la urgencia es difícil de definir; se puede, de
una manera general, estimar que hay urgencia cuando el retardo de unos pocos días, puede ser
igualmente de algunas pocas horas, puede llegar a ser perjudicial a una de las partes.
(Guinchard, Serge et al. Droit et Pratique de la Procédure Civile, p.230).

Es precisamente la urgencia la noción fundamental y esencial que justifica toda la


organización del procedimiento de Referimiento, así como las reglas de forma basadas en
la rapidez y las reglas de fondo consistentes en el carácter provisional de las decisiones
del Referimiento. (Cezar- Bru, Ch. et al. Juridiction du Président du Tribunal, Des référés.
v.I, 5ta. ed., p. 35; Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17
de enero, año n. 6, revista n. 149, p.23).

Los casos de urgencia son ilimitados. La cuestión de saber si un asunto es urgente es


de puro hecho, que los jueces del fondo aprecian soberanamente (Blanc, Emmanuel y Jean
Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté, v.II, p 515 ; Sent. SCJ. 30 de enero
de 1937, BJ. 318. 19; Sent. SCJ. 22 de junio de 1955, BJ. 539. 1156; Sent. SCJ.
Diciembre de 1971, BJ. 733. 3448; Sent. SCJ. Marzo de 1975, BJ. 772. 560).

La apreciación de la urgencia, como es un asunto dejado a la soberana apreciación de


los jueces, escapa al control de la casación, salvo desnaturalización. (Sent. SCJ. Agosto
de 1974. BJ.765. 2129, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).
1095

La noción de urgencia da lugar a una apreciación subjetiva, puesto que se trata de


imaginar el riesgo que se produciría en las relaciones de las partes si hay un retardo de
algunos días o de algunas horas, y mejor todavía, el riesgo que se produciría en los
eventos y en los hechos que rodean a las partes ante un futuro proceso. La urgencia
puede resultar de constataciones implícitas, y resultará a menudo de la necesidad de
tomar medidas para que algunas huellas necesarias para la vista de un futuro proceso,
no sean borradas sin haber sido constatadas. Pero los casos de urgencia son múltiples,
para justificar el apoderamiento del juez de los referimientos. Debe la urgencia ser
apreciada por el juez tanto en primera instancia como en grado de apelación, a la fecha
de la decisión. (Blanc, Emmanuel y Jean Viatte. 1986.. Nouveau Code de Procédure Civile
Commenté, v.II, p 515).

Cualquiera que sea el carácter relativo y facultativo de la noción de urgencia, existen,


sin embargo, principios aplicables a todas las hipótesis: la urgencia no puede resultar
más que de la naturaleza del litigio y no de las conveniencias de las partes o de las
diligencias más o menos grandes de ellas; la urgencia, condición de la regularidad de
la decisión tomada en referimiento, debe apreciarse en el momento en el que la decisión
es rendida y no en el momento en el que el juez ha sido apoderado. (Guinchard, Serge et
al. Droit et Practique de la Procédure Civile, p.231).

b. Urgencia Vs. Celeridad.

“La urgencia no debe confundirse con la celeridad. Un asunto requiere celeridad desde
que exige una solución más expedita que aquella que se podría obtener siguiendo los
plazos ordinarios del procedimiento; [la celeridad no autoriza más que a notificar a breve
término]; [mientras que] el asunto no es urgente más que cuando hay peligro inminente
de la demora, es decir, cuando el demandante no puede esperar, sin comprometer
gravemente sus intereses, puesto que los plazos de otras jurisdicciones, por abreviados
que sean, tienen por consecuencia ocasionar un tipo de denegación de justicia. Según las
expresiones del Tribuno Favard, estaríamos sin justicia, si la decisión no es rendida en el
instante mismo en que la dificultad se presenta. Esta distinción viene expresada también
en el criterio de la Corte de Chambêry en sentencia del 9 de marzo del 1910”. (Bioche,
Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale, citado por Moreta Castillo, Américo. La
demanda civil a breve término. Jurisciencia, v. I, No. 6, enero-marzo 1987, p.25).

La Suprema Corte de Justicia se ha manifestado respecto a como se apreciara la


celeridad: “La ley no define la celeridad; es por consiguiente de puro hecho, que los
jueces del fondo aprecian soberanamente, la cuestión de saber si un asunto requiere
celeridad (Sent. SCJ. 8 de junio de 1928, BJ. 215 .3).

c. Casos de urgencia.

Existen casos de urgencias legales y casos de urgencias jurisprudenciales. (García de


Peña, Luis Víctor. Revista Estudios Jurídicos, año 1994, septiembre a diciembre, revista n.
3, v.IV, pp.4-9).

Casos de urgencias legales: 1) Descargo de guarda, pues el Art. 605 del Código de
Procedimiento Civil autoriza al guardián de cosas embargadas a pedir el descargo de la
guarda si la venta no se hubiese hecho el día indicado en el acta, sin que hubiere
obstáculo que lo impidiese, y si hubo obstáculo que impidiese la venta, el descargo podrá
pedirse dos meses después del embargo. El legislador ha considerado el anterior un caso
de urgencia y por ello el Art.606 del citado Código dispone que la demanda se intentará
contra el embargante y el embargado por citación en el referimiento. 2) Apremio corporal,
según dispone el Art. 786 del Código de Procedimiento Civil, si el apremiado quiere, se le
conducirá enseguida ante el Presidente del Tribunal de Primera Instancia del distrito que
1096

corresponda al lugar en que se haya hecho el arresto, el cual fallará como se prescribe
para estos casos. El Art. 787 agrega que el auto relativo al referimiento se insertará en el
acta levantada por el alguacil y tendrá ejecución inmediatamente. 3) Copias de actos, a
los términos del Art. 843 del Código de Procedimiento Civil, en caso de negativa de un
notario o depositario a expedir copias de los actos que tengan en su poder, el asunto será
sometido en referimiento al Presidente del Tribunal de Primera Instancia; 4) Fijación de
sellos e inventario, los Arts. 921, 928 y 944 del Código de Procedimiento Civil atribuyen
competencia al juez de los referimientos para resolver todos los obstáculos y dificultades
que se presenten con motivo de la fijación o levantamiento de sellos, así como con la
formulación de inventario; 5) Tribunal de Tierras, de acuerdo con los Arts. 7 y 9 de la Ley
de Registro de Tierras, el referimiento es posible ante la jurisdicción catastral. (García de
Peña, Luis Víctor. Revista Estudios Jurídicos, año 1994, septiembre a diciembre, revista n.
3, v.IV, pp.4-9).

Casos de urgencia jurisprudenciales: 1) Experticio e informativo: la jurisprudencia


impulsada por la consideración de que las conclusiones de los expertos no ligan a los
jueces del fondo, ha terminado por admitir la validez de los experticios futuros ordenados
en referimiento. En cuanto al informativo futuro por vía del referimiento, aunque se han
producido sentencias que tienden a admitirlos, la posición de la jurisprudencia es de
manera general hostil a esta tendencia; 2) Secuestrarios: El juez de los referimientos está
capacitado legalmente para la designación de secuestrarios, cuando la ley no ha confiado
esa facultad a otro Magistrado, y cuando la medida no toca el fondo del derecho; 3)
Relaciones de familia: El juez de los referimientos puede en el curso de una instancia en
divorcio o separación personal, prescribir todas las medidas provisionales relativas a la
persona de los esposos, a las de sus hijos y a los intereses pecuniarios en conflicto. El
juez de los referimientos tiene poder en materia de sucesiones, en los casos donde hay
peligro en la demora, de ordenar todas las medidas conservatorias útiles, particularmente
de nombrar un administrador provisional. Él tiene también, por aplicación del Art. 961
del Código Civil, autoridad para poner bajo secuestro hasta que intervenga sentencia que
resuelva la dificultad, un inmueble o valores mobiliarios, de los cuales la propiedad o la
posesión sea el objeto de un litigio y designar al mismo tiempo de oficio, el guardián; 4)
Materia inmobiliaria: El juez de los referimientos no puede estatuir sobre las cuestiones
de propiedad, pero es competente para intervenir en todos los casos donde el ejercicio del
derecho de propiedad da lugar a dificultades urgentes; así, él es competente, en principio,
para estatuir en los casos de deterioros, circulación de las aguas , construcción de
caminos, zanjas de desahogo, puertas, perforación de muro medianero, etc.; 5)
Diferendos entre arrendadores y locatarios: El juez de los referimientos es competente
para ordenar la expulsión inmediata de un locatario al cual el propietario ha dado
desahucio, aun cuando se produzca una contestación respecto de la validez del
desahucio, si se establece por los hechos y circunstancias de la causa, que la
contestación no es seria; puede ordenar , asimismo, la expulsión del locatario, en caso de
abuso de goce; 6) Privilegios e hipotecas: La jurisprudencia decide que el juez de los
referimientos no podría, sin exceder sus poderes, estatuir sobre la existencia, ni regular el
efecto o la extensión de un privilegio contestado, o de un pretendido derecho de retención.
(García de Peña, Luis Víctor. Revista Estudios Jurídicos, año 1994, septiembre a diciembre,
revista n. 3, v.IV, pp.4-9).

B. Referimiento para prescribir medidas conservatorias.

Este referimiento tiene por objeto el permitir al juez de los referimientos intervenir, sea a
título preventivo para mantener una situación adquirida y evitar la realización de un
daño inminente, sea, después de la realización de una turbación manifiestamente ilícita,
para ponerle fin. (Emmanuel Blanc et Jean Viatte. 1986.. Nouveau Code de Procédure
1097

Civile Commente. Vol. II, p.521; Guinchard, Serge et al, Droit et Pratique de la Procédure
Civile, p.234; Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de
enero, año n. 6, revista n. 149, p.30).

El juez puede acordar una provisión al acreedor u ordenar la ejecución de la obligación,


aún cuando se trate de una obligación de hecho. (Emmanuel Blanc et Jean Viatte. 1986..
Nouveau Code de Procédure Civile Commente. Vol. II, p.521, Rodríguez, Benjamín. El
Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.30).
Esto siempre que se trate de una obligación no es seriamente contestada. (Rodríguez,
Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n.
149, p.30).

El juez de los referimientos debe constatar la inminencia del daño o la existencia de una
turbación manifiestamente ilícita, y a falta de hacer esta constatación, se justifica la
casación de su decisión por falta de base legal. (Guinchard, Serge et al, 1999. Droit et
Pratique de la Procédure Civile, p.235).

Se entiende por daño inminente el daño que no se ha efectuado todavía, pero que se
producirá seguramente si la situación presente se perpetúa. Esta noción no se refiere
al carácter lícito o no del hecho criticado, sino al perjuicio que el demandante va
necesariamente a sufrir en un breve plazo. Es indispensable constatar la certidumbre
del perjuicio que causaría el acto o el hecho criticado, si viene a ser cumplido o
realizado; el daño puramente eventual no puede fundamentar la intervención del juez
de los referimientos. En cuanto a la turbación manifiestamente ilícita, esta es toda
perturbación resultante de un hecho material o jurídico que, directa o indirectamente,
constituye una violación evidente de la regla de derecho; en esta hipótesis, el daño ya
se ha realizado y el juez de los referimientos viene a tomar una medida represiva
destinada a poner fin a una situación que provoca un atentado perjudicial y actual a
los derechos o a los intereses legítimos del demandante. (Guinchard, Serge et al, 1999.
Droit et Pratique de la Procédure Civile, pp.235-236).

En cuanto a saber cuándo se está en presencia de un daño inminente, se ha juzgado


que: del hecho de la no existencia de la urgencia, puede deducirse que la inminencia
del daño no ha sido establecida y a la inversa, la constatación de la inminencia del
daño es suficiente para que la urgencia se encuentre caracterizada; la constatación de
la inminencia del daño puede ser implícita; la constatación de la inminencia del daño
puede resultar del peligro para la seguridad que comporta la degradación de un
inmueble. Por otra parte, pueden ser generadoras de una turbación manifiestamente
ilícita: la ocupación de un inmueble sin derecho ni título, el estorbo o traba unilateral a
la ocupación de un inmueble, como lo sería obstaculizar el derecho de paso. (Rodríguez,
Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n.
149, p.30).

La noción de daño inminente no implica necesariamente que el acto susceptible de causar


el daño sea ilícito, sino que éste pueda causar un daño a otro. En cambio, la turbación
ilícita se aplica a las vías de hecho, no a una turbación eventual. En estos casos previstos
por la ley, no se exige la condición de urgencia, aunque en hecho ella se sobreentiende. Se
admite, asimismo interpretando la disposición "el presidente puede siempre prescribir"
que tampoco será obstáculo para la medida conservatoria la existencia de una
contestación seria. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. ed., p.87).

El juez de los referimientos aprecia soberanamente la inminencia del daño y dispone de


un poder soberano para apreciar la existencia de una turbación manifiestamente ilícita.
1098

(Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commente. vol.
II, p.521-1; Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. ed., p.87; Sent. SCJ. 1 de agosto de 1973. BJ.753.2189-942; Sent.
31 de agosto de 1983, BJ. 873.2510, citada por González Canahuate, Almanzor. 1994.
Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. t. I, pp.20-21).

Las decisiones que toman a este respecto los jueces del fondo no están sujetas al control
de la casación, salvo, como es natural, que las decisiones se hayan dictado en vista de un
título sin fuerza jurídica que las justifique, o que para conceder esas decisiones se
aporten documentos comparativos, que no sean obra de las mismas partes interesadas,
cuyo cotejo con la decisión de que se trate evidencian una desnaturalización de los
hechos. (Sent. SCJ. 1 de agosto de 1973. BJ.753.2189-942; Sent. 31 de agosto de 1983,
BJ. 873.2510; citada por González Canahuate, Almanzor. 1994.Recopilación
Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. t. I, pp.20-21).

El juez de los referimientos dispone del poder de apreciar la oportunidad de su


intervención, este poder se manifiesta de dos maneras: el juez puede escoger
libremente la medida que le parece más apropiada para el objetivo perseguido, y la
mejor sería la que tiende a poner término a la situación litigiosa, susceptible de impedir
la realización del daño o de poner a las partes en la situación anterior de la vía de
hecho constatada, comprometiendo lo menos posible los derechos o intereses de cada
una de las partes, ya sea que ésta sea una medida diferente a la que había sido
demandada; el juez puede estimar, igualmente después de constatar la existencia de
una turbación manifiestamente ilícita, que no hay lugar a pronunciar ninguna medida.
El poder de apreciación del juez en lo que concierne a la medida, no es sin embargo
ilimitado: la medida pronunciada debe conservar la naturaleza de una medida
provisional, tendiente únicamente a la preservación de los derechos de una parte;
cualquier otra medida excede los poderes del juez de los referimientos. (Guinchard,
Serge et al, Droit et Pratique de la Procédure Civile, pp.239-240).

Según la jurisprudencia francesa, el juez de los referimientos puede, para prevenir un


daño inminente: suspender la venta de los muebles embargados, hasta tanto se haya
estatuido sobre la oposición a dicha venta; expulsar a los locatarios o inquilinos de un
inmueble alquilado en razón de los peligros engendrados por la degradación del
inmueble. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de
enero, año n. 6, revista n. 149, p.30).

“Las disposiciones especiales de la ley 4994, no excluyen el referimiento; en


consecuencia, los jueces del referimiento son competentes para conceder o denegar las
medidas provisionales que se soliciten dentro de las conclusiones de las partes
interesadas, en relación con el embargo previsto en el Art. 30 de la ley 4994 antes
indicada, máxime cuando, es un hecho cierto que la demanda en solicitud de suspensión
del embargo se hizo antes de ser intentada la demandada prevista en el Art. 31 de la
indicada ley”. (Sent. SCJ. 10 de Octubre de 1969. BJ.707. 5004, citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

C. Referimiento para acordar garantías en las obligaciones.

De existir una obligación entre las partes, aquella que eventualmente puede demandar
o haya demandado su cumplimiento, puede acudir al juez de los referimientos, para
que éste imponga al deudor del cumplimiento de la obligación, el pago de la suma, de
una provisión, a favor del acreedor. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta
Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.32).
1099

El referimiento para acordar garantías en las obligaciones permite a menudo evitar las
complejidades del procedimiento del derecho común, resolviendo numerosos litigios que
tienen por objeto el pago de una suma de dinero. Poco importa la naturaleza de la
obligación contractual, casi contractual, delictual o cuasi delictual, y puede ser
acordada para todas las formas de daño, igualmente para un perjuicio moral. Antes de
acordar la garantía, el juez de los referimientos debe constatar si la obligación no es
seriamente contestable, siendo ésta una condición esencial, sometida al control de la
Corte de Casación que censurará toda decisión insuficientemente justificada sobre este
punto. La contestación debe ser de naturaleza a suprimir o a restringir la obligación del
deudor, teniendo el juez el deber de verificar si el medio planteado es o no serio.
(Guinchard, Serge et al, 1999. Droit et Pratique de la Procédure Civile, pp.243-244).

En estos casos de referimiento, no es necesaria la urgen cia. (Guinchard, Serge et al,


1999. Droit et Pratique de la Procédure Civile, p.244; Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.90).

La ausencia de una obligación seriamente contestada es una condición expresamente


exigida por la parte final del referido artículo 110. La interpretación de esta condición
obliga al juez de los referimientos a apreciar el carácter no seriamente discutible de la
obligación, para atribuir al acreedor una garantía o indemnización provisional, que
imponen al juez de los referimientos una misión delicada si no desea inmiscuirse en el
examen del fondo del asunto que escaparía a su competencia. (Tavares Hijo, Froilán,
1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.90).

El monto de la provisión permitida en referimiento, no tiene otro límite que el del monto no
seriamente contestado, (Guinchard, Serge et al, 1999. Droit et Pratique de la Procédure
Civile, p.244; Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de
enero, año n. 6, revista n. 149, p.32), por lo que la Corte de Casación admite que podría ser
acordada, a título de garantía, la totalidad de la acreencia. El juez tiene el poder para fijar
discrecionalmente la suma que conviene acordar, correspondiéndole al demandado probar
que la garantía atribuida es superior al monto no seriamente contestable de la obligación.
(Guinchard, Serge et al, 1999. Droit et Pratique de la Procédure Civile, p.244).

D. Referimiento para las dificultades en la ejecución de una sentencia u otro título


ejecutorio.

Es el presidente del tribunal que estatuye en referimiento sobre toda dificultad de


ejecución de una sentencia o de otro título ejecutorio, como es un acto de notoriedad.
Este es, por ejemplo, el que conocería de los incidentes que pueden sobrevenir en el
curso de una expulsión ordenada por una sentencia; puede pronunciar una astreinte
para constreñir a una parte recalcitrante a la ejecución de una decisión de justicia.
(Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commente. v.
II, p.521-10; Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de
enero, año n. 6, revista n. 149, p.33).

El juez de los referimientos estatuye sobre las dificultades relativas a la ejecución de una
sentencia o título ejecutorio. Esta disposición es general y abarca todas las dificultades
sin excepción que se pueden presentar sobre el fondo o la forma. (Cezar- Bru, Ch. et al.
Juridiction du Président du Tribunal, Des référés. v.I, 5ta. ed., p. 499)

De acuerdo con el antiguo derecho, era controvertido saber si podía pedirse en


referimiento la suspensión de un procedimiento ejecutorio. En favor de la negativa se había
sostenido que el referimiento deba emplearse para facilitar la ejecución de los títulos,
no para suspenderlos. Pero prevaleció la opinión contraria, en razón de los términos
generales empleados por el antiguo artículo 806. En la actualidad el uso de la vía del
1100

referimiento para facilitar la ejecución de un título o suspender su ejecución tiene una


justificación más firme legal en el artículo 112 de la Ley 834. Lo mismo que respecto a la
urgencia, el saber si hay dificultad en la ejecución de un título es una cuestión de hecho,
sujeta por consiguiente a la apreciación soberana de los jueces del fondo. Dentro de esta
categoría de referimiento se encuentran los casos de referimientos sobre procesos
verbales o sobre acta, introducidos por el alguacil en caso de dificultades de ejecución.
Igualmente puede incoarse el referimiento en virtud del citado artículo 112 por la
iniciativa del deudor interesado en obtener la suspensión de las persecuciones, porque el
alguacil por diversas razones, no hubiera actuado. Es preciso tener en cuenta por una
parte, que no es necesario en estos casos justificar la urgencia, puesto que toda
dificultad en la ejecución de un título requiere una solución urgente; y por otra parte,
que el artículo 112 no subordina los poderes del juez a la ausencia de contestación
seria. Estos casos de referimiento sólo son conocidos por el presidente del tribunal de
primera instancia. Por consiguiente, el presidente de la Corte de Apelación, no es
competente para conocer de ellos, en ausencia de una disposición expresa de la
ley, análoga a la del artículo 112. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.90-91).

La condición de urgencia no es exigida, puesto que la urgencia resulta de las


circunstancias mismas que hicieron surgir la dificultad; la existencia de una
contestación seria no es un obstáculo para la decisión del juez de los referimientos.
Pero la decisión no tiene más que un valor provisional y no prejuzga el fondo. (Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. Vol. II,
p.521-10).

Si bien estos poderes no están limitados por la existencia de la urgencia, sí por la


existencia de una contestación seria. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta
Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.33).

E. Referimiento destinado a retractar o modificar una ordenanza sobre requerimiento.

Aunque las reformas adoptadas por la Ley 834, no reprodujeron la disposición del
artículo 497 del nuevo Código de Procedimiento Civil Francés, que atribuye
expresamente al juez de los referimientos la modificación o retractación de sus
ordenanzas, aun en caso de que el juez del fondo ya estuviera apoderado del asunto
principal, esta facultad del juez de los referimientos en nuestro derecho está prevista en
lo que respecta a las medidas conservatorias previas a la demanda, por los artículos 48 y
50 del Código de Procedimiento Civil. En virtud del artículo 48, "la parte interesada podrá
recurrir en referimiento ante el mismo juez que dictó el auto; de acuerdo con el artículo
50, el juez de los referimientos podrá levantar el embargo conservatorio, "por instancia
dirigida al juez de los referimientos mediante la consignación en manos del secuestrario
que este tenga a bien designar de las sumas necesarias para garantizar las causas del
embargo, en principal, intereses y costas." Esta misma disposición legal establece que
"el juez apoderado del litigio o el juez de los referimientos podrá ordenar la cancelación,
reducción o limitación del embargo, en cualquier estado de los procedimientos, cuando
hubiere motivos serios y legítimos. La misma facultad es reconocida al deudor en caso de
inscripción provisional de hipoteca judicial, en virtud del artículo 56. (Tavares Hijo,
Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.87- 88).

De acuerdo con el artículo 50 del Código de Procedimiento Civil, “es indudable que la
previsión establecida en esta parte del artículo 50 es una especie de contrapartida de la
ley que equilibra la indefensión en que es colocada por el artículo 48 del mismo
código, la parte en perjuicio de la cual se practica el embargo, al permitirle por la vía
del referimiento y mediante un debate contradictorio, ausente cuando el juez concede el
permiso, la oportunidad de hacer oír sus alegatos para que, enfrentados a los del
1101

embargante, se determine si son fundados o no los motivos invocados por este en su


solicitud y, en consecuencia, pueda el juez mantener o revocar la autorización de
embargo que había dictado”. (Luciano Pichardo, Rafael. 1996. De las astreintes y otros
escritos. pp.192- 193; Valenzuela, Emigdio. Competencia del Juez de los
Referimientos en materia de levantamiento de embargos conservatorios , pp.331-
332).

Queda, no obstante, la duda en lo que respecta al embargo retentivo, cuando el


embargante ha sido autorizado por el juez en virtud del artículo 558, por no poseer título.
En Francia, esta interrogante ha desaparecido en razón de que el artículo 497 del
Nuevo Código, es de alcance general y se aplica, por tanto a los casos de embargos
retentivos. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. ed., p.88).

La jurisprudencia dominicana ha sido inconstante para establecer un criterio al


respecto, señalando primero en lo referente al levantamiento de un embargo
retentivo, que mientras la demanda en validez no haya sido sometida al tribunal
civil por una instancia regular, el juez de los referimientos es competente para
ordenar el levantamiento de dicho embargo (Sent. SCJ. 11 de marzo del 1966,
BJ.664, p.412, citada por: Moreta Castillo, Américo. La demanda a breve término,
Jurisciencia, v. I, No.6, enero-marzo 1987, p.23); posteriormente varió su parecer al
señalar que “la facultad excepcional que el legislador ha conferido al juez de
primera instancia, en sus atribuciones de referimiento, para hacer cancelar,
reducir o limitar los embargos que se realicen en virtud de la Ley 5119 de 1959, no
está sujeta a que sea ejercida antes de que se introduzca la demanda en validez del
embargo”, puesto que el propósito del legislador ha sido que el embargado pueda
aprovecharse del procedimiento rápido y expedido del referimiento, para discutir
las medidas conservatorias dictadas, y que esas facultades atribuidas por el
legislador en materia de referimiento no pueden ser coartadas por el embargante
en perjuicio del embargado si éste desea aprovecharse de la vía del referimiento
(Sent. SCJ. 6 de agosto del 1971, BJ.729, p.241, citada por: González Canahuate,
Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. v. X, t. I,
pp.6-8). Luego volvió a su antigua posición al consagrar la incompetencia del juez
de los referimientos para cancelar o limitar un embargo retentivo una vez haya sido
interpuesta la demanda en validez del embargo, a menos que se trate de la
sustitución del embargo por otra garantía prevista en el artículo 50 del Código de
Procedimiento Civil. (Sent. SCJ. 12 de diciembre del 1984, BJ.889, p.3291; Sent.
SCJ. 22 de febrero del 1985, BJ.889, p.3291; Sent. SCJ. 20 de febrero de 1987, BJ
915, p.285; Sent. SCJ. 20 de febrero del 1987. BJ. 915.284-285).

Este criterio mantenido hasta hoy ha generado serias críticas de los doctrinarios
dominicanos. “Las decisiones de los años setenta si están acordes con la
legislación, la del 12 de diciembre del año 1984, no pudiendo haber administración
de justicia correcta, sino lo es con apego a la ley, y ésta ha sido vulnerada en la
decisión de la Suprema Corte de Justicia del 12 de diciembre del 1984; si tomamos
la misma al pie de la letra, obtenido el auto que nos permita proceder al embargo
conservatorio, embargamos y demandamos de inmediato en validez, no importa que
la urgencia y el peligro estén ausentes, no importa que el embargado sea una
persona por demás insolvente, esa persona a la cual ordinariamente la ley protegía,
tiene únicamente dos caminos: a) o cede a las presiones derivadas de ese embargo
y le paga a alguien carente de derecho, o b) pone en manos de tercera persona,
designada por auto de referimientos, valores suficientes para garantizar en
principal, accesorios y costas las causas del embargo conservatorio practicado en
la forma de embargo retentivo. (Báez Brito, M.A.. Breve ensayo en torno a
decisiones de la Suprema Corte de Justicia sobre el mismo obje to: la competencia del
1102

juez de los referimientos en materia de embargo conservatorio . Curso sobre


Referimiento celebrado en agosto del 1986 por la Asociación Nacional de Abogadas,
Inc., pp.10-11).

“Creemos que las decisiones de nuestro alto tribunal de l os años 1984, 1985 y
1987 que establecen la incompetencia del juez de los referimientos para retractar
su ordenanza cuando la demanda en validez de las medidas conservatorias
tomadas en virtud de dicha ordenanza ha sido intentada, lo que puede hacerse en
el mismo acto de embargo, no debieron producirse si se hubiese tomado en cuenta,
no sólo los sólidos argumentos en que se fundamenta la jurisprudencia del 1971,
sino la circunstancia de que desde que se promulgó la Ley 834 del 1978,
desapareció el motivo en que la jurisprudencia y una parte de la doctrina,
sustentaban la incompetencia del juez de los referimientos después de la demanda
en validez: la prohibición de perjudicar a lo principal.” En efecto, si bien el
artículo 104 de esa ley no dice, como el 497 del Nuevo Código de Procedimiento
Civil Francés “que el juez tiene la facultad de modificar o de retractar su
ordenanza, aunque el juez de fondo esté apoderado del asunto”, consagra, no
obstante, que “la ordenanza de referimiento no tiene, en cuanto a lo principal, la
autoridad de la cosa juzgada”. Por este motivo, no se justifica que se sostenga que
después de la demanda en validez el juez de los referimientos es incompetente para
ordenar el levantamiento de un embargo retentivo u otra medida conservato ria,
trabajo con la autorización que otorga el juez al amparo de los artículos 48 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil, por lo que sería deseable que los
jueces de primera instancia cuando otorguen su autorización para embargar
conservatoriamente, hagan reserva de modificar o retractar ulteriormente su
ordenanza, si nuevos elementos son aportados a su conocimiento, o lo que es lo
mismo, insertar la cláusula de “reserva de referimiento”. ( Valenzuela, Emigdio.
Competencia del Juez de los Referimientos en materia de levantamiento de embargos
conservatorios, pp.334- 335).

La interpretación de la Suprema Corte de Justicia por la cual establece la


incompetencia del juez de los referimientos una vez haya sido interpuesta la
demanda en validez del embargo, no parece ser la que se desprende de los textos
legales, puesto que el artículo 50 del Código de Procedimiento Civil establece que la
cancelación, reducción o limitación del embargo podrá ser ordenada por el tribunal apo-
derado o el juez de los referimientos en cualquier estado de los procedimientos cuando
hubiere motivos serios y legítimos, que fue la tesis adoptada por la Suprema Corte de
Justicia en una decisión anterior. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.89).

En el estado actual de nuestra legislación, es obvio que el principio en virtud del cual no
puede ser apoderado el juez de los referimientos cuando se hubiera interpuesto la
demanda en validez del embargo retentivo está vigente, y la facultad concedida al juez de los
referimientos es aplicable únicamente a los casos de embargos conservatorios e inscripcio-
nes de hipotecas judiciales provisionales previstos por los artículos 48 y siguientes. Sobre
el particular, la Suprema Corte de Justicia ha estatuido en el sentido de que la vía del
referimiento sólo puede ser usada a condición de que dicho procedimiento se inicie con
anterioridad a la demanda en validez del embargo o sobre el fondo, salvo los casos de
sustitución del embargo conservatorio por otra garantía (Sent. SCJ. 21 de diciembre de
1984, BJ. 889. 3291; Sent. SCJ. 22 de febrero de 1985, BJ. 891. 423).

2. Materias a las que se aplica el referimiento.

La ley no distingue entre asuntos civiles y comerciales. En virtud del principio de la


unidad de jurisdicción, el juez de primera instancia conoce indistintamente de los unos y
1103

de los otros, mediante el procedimiento particular a cada uno, por lo que puede ser
sometida ante el juzgado de primera instancia en la forma del referimiento, toda
pretensión tendiente a obtener una medida provisional, aunque sean comerciales las
relaciones que existan entre las partes, o los títulos cuya ejecución presente dificultades.
(Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va.
ed., pp.91 y 92).

En este sentido: En la organización judicial dominicana, cuyos Juzgados de Primera


Instancia son unipersonales, los jueces administran justicia civil como la comercial, no
existiendo más diferencia que el procedimiento que deba seguirse en su apoderamiento,
en una y otra materia; por lo tanto, el Juez de los Referimientos en materia civil, es
forzosamente, y por necesidad de las cosas, el mismo que debe actuar en materia
comercial. (Sent. SCJ. 2 de agosto de 1974. BJ.765.2135; citada por González Canahuate,
Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. t. I, p.23).

Se ha propuesto que el referimiento no sólo se aplique en materia civil, comercial o


laboral, sino también en lo penal, creando lo que se llama en Francia el “référé provisión”.
Lo que significa es que cuando se interponga una demanda civil accesoria a la penal, el
nuevo juez de los referimientos pueda tomar algunas medidas provisorias, como ordenar
el secuestro de algún bien, entre otras cosas. (Lorenzo, David. ¿Refrimiento o justicia
diferida?, Gaceta Judicial, año 1999, 12 a 25 de agosto, año n. 63, p.4).

No puede acudirse en referimiento si el asunto se refiere, directa o indirectamente, a la


existencia de un derecho inmobiliario en proceso de saneamiento, o de un derecho
inmobiliario ya registrado. En estos casos, el juzgado de primera instancia es
incompetente de un modo absoluto, según resulta de lo que disponen los artículos 7
reformado por la Ley 3719 de 1953 y 269 de la Ley de Registro de Tierras, que
atribuyen exclusivamente al Tribunal de Tierras el conocimiento de estas cuestiones
(Sent. SCJ. 23 de agosto de 945. BJ. 421. 650).

El referimiento, a pesar de que ha ido ensanchando su radio de acción, tiene una


naturaleza esencialmente civil. Sin embargo, el texto del artículo 111 de la Ley 834, abre la
posibilidad de que el Juez de Primera Instancia sea competente, como juez de los
referimientos, en todas aquellas materias que no exista procedimiento particular de
referimiento, como lo sería la materia administrativa, penal, comercial, etc. (Rodríguez,
Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n.
149, p.32).

En virtud del Art. 111 los poderes del juez de primera instancia previstos en los artículos.
109 y 110, se extienden a todas las materias cuando no exista procedimiento particular
de referimiento. Sería incompetente por Ej. el j. de primera instancia para estatuir sobre
una medida urgente cuando se trata de una sentencia apelada, puesto que esto compete
exclusivamente al presidente de la c. de apelación. Por el contrario, el presidente del
tribunal de primera instancia seria competente para conocer de un caso de urgencia en una
litis llevada ante un j. de paz, o en materia penal cuando se tratare de medidas urgentes
respecto de un asunto que por su naturaleza corresponda a la jurisdicción civil (demanda
en daños y perjuicios, por Ej.). (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.84-85).

En lo que respecta al Tribunal de Tierras, se admite que en esta jurisdicción no existe el


referimiento, salvo los casos previstos en el artículo 9 de la Ley de Registro de Tierras, en
que se reconoce competencia a este tribunal en el curso del saneamiento para dictar
medidas provisionales que no perjudiquen el fondo, que podría considerarse como un tipo
especial de referimiento, un asunto urgente que amerite ordenar medidas conservatorias,
debería ser llevado ante el presidente del tribunal de primera instancia. No obstante lo
1104

expresado, los términos mismos de la Ley de Registro de Tierras, dan a esta jurisdicción
poderes amplios que permitirían ordenar determinadas medidas propias del juez de los
referimientos. Por una parte, el artículo 11 que autoriza al Tribunal de Tierras disponer
"discrecionalmente cuantas medidas estime convenientes para la mejor solución de los
casos que se le sometan"; y por otra parte, el artículo 19 que otorga poderes al Tribunal
Superior de Tierras para dictar "las medidas que crea necesarias con el fin de dirigir los
procedimientos ante el Tribunal de Tierras", lo que permitiría al Tribunal Superior de
Tierras en el curso de una litis sobre terrenos registrados, conocer el mismo o designar un
juez de jurisdicción original para juzgar un asunto en que se solicitare una medida
provisional. Siendo por otra parte la Ley de Registro de Tierras, una ley especial porque
está llamada a regir las circunstancias particulares que el artículo 7 expresamente
determina, no ha podido ser derogada por las disposiciones de la Ley 834, que es una ley
general posterior. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. ed., p.85).

3. Poderes del Presidente

Los artículos 109 a 112, referentes a los poderes del presidente del tribunal de primera
instancia, delimitan el campo de aplicación del referimiento, no únicamente a los casos
de urgencia o a las dificultades de una sentencia u otro título ejecutorio, sino que sus
poderes se extienden a "prescribir las medidas conservatorias que se impongan, sea para
prevenir un daño inminente, o para hacer cesar una turbación manifiestamente ilícita;
sea para "acordar una garantía al acreedor", a "suspender la ejecución de las sentencias
impropiamente calificadas en ultima instancia o ejercer los poderes que le son conferidos en
materia de ejecución provisional". (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.84).

“Por aplicación del Art. 809 del Código de Procedimiento Civil, el Juez de los referimientos
es incompetente tanto para disponer la ejecución provisional de una sentencia si el Juez
que la dictó no lo dispuso, como lo es también para suspender la ejecución provisional;
que en efecto, esa facultad sólo compete al Juez apoderado del fondo de la apelación,
quien también tiene aptitud legal para disponer o no las medidas provisionales que se le
soliciten”. (Sent. SCJ. 13 de Agosto de 1969. BJ.705. 1875, citada por: Castaños Guzmán,
Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-
2002).

“De las disposiciones los artículos 48 y 50 del Código de Procedimiento Civil, tal como han
quedado redactados después de la ley 5119 resulta, que el legislador dominicano ha
conferido al juez de primera instancia en sus atribuciones excepcionales de referimiento,
la facultad de poder reexaminar, a pedimento de parte interesada, los motivos que lo
indujeron a dictar el auto autorizando las medidas conservatorias; igualmente tiene
facultad para ordenar la cancelación, reducción o limitación del embargo si a su juicio
hay motivos serios y legítimos que lo justifiquen”. (Sent. SCJ. 6 de agosto de 1971. BJ.
729.2348, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General
de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“Aunque el artículo 417 del Código de Procedimiento Civil limita la competencia de los
jueces que conocen de controversias comerciales, a autorizar embargos conservatorios de
efectos mobiliarios, pero que esa competencia, en la cual se funda el juez de primer grado
para dictar su resolución, ha sido virtualmente extendida para toda materia por la Ley
No. 5119 del 1959, que reformó los artículos 48 a 58 del Código de Procedimiento civil;
esas disposiciones dan competencia a los jueces de primera Instancia para revocar por la
vía de referimiento las Ordenanzas o resoluciones que ellos mismos hayan dictado
autorizando embargos conservatorios; revocación de esa especie e interpongan apelación,
1105

la corte apoderada, en virtud del efecto devolutivo de ese recurso; y según sean las
conclusiones de las partes, puede reordenar el embargo, según los méritos del caso, pero
no revocar válidamente la resolución apelada, solución ésta que desconoce la
modificación virtual hecha al artículo 417 del Código de Procedimiento Civil, por la ley No.
5119 de 1959, cuyo alcance ha sido extendido”. (Sent. SCJ. 27 de septiembre de 1976.
BJ.790. 1589, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“Si es cierto que el artículo 459 del Código de Procedimiento Civil autoriza al apelante a
citar al apelado a breve plazo, antes de discutirse el fondo a fin de que oiga suspender la
ejecución de la sentencia impugnada, y que, el tribunal de segundo grado resuelve
entonces, previamente, si hay lugar a suspender la ejecución, y que además el artículo
459 del citado Código es aplicable a todas las apelaciones en materia civil; no es menos
cierto, que el referido texto legal es aplicable cuando el juez de primer grado ha ordenado
la ejecución provisional de su sentencia sin encontrarse en uno de los casos en que la ley
se lo permita o se lo manda; que, como en este caso, la ejecución provisional fue ordenada
en virtud del mencionado artículo 809 del Código de Procedimento Civil, es obvio, que se
está frente a uno de los casos en que la Ley manda al Juez a prescribir la ejecución
provisional de su sentencia no obstante cualquier recurso”. (Sent. SCJ. 6 Abril 1979.
BJ.821.570, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Los textos de los artículos 109 y 110 se encuentran ubicados en el Proyecto en los
artículos 491 y 492, y los mismos no sufren ninguna modificación substancial, sino que
apenas, el 109, presenta una pequeña diferencia, pues el mismo en vez de referirse al
“Presidente del Tribunal de Primera Instancia”, se refiere al “Presidente de la
Jurisdicción”. Lo mismo sucede con el texto del artículo 112, que se encuentra transcrito
en el 494 del Proyecto.

Lo dispuesto por el artículo 111, que en la actualidad extiende a todas las materias en
que no haya un procedimiento particular de referimiento, los poderes del tribunal de
primera instancia, previsto en los arts. 109 y 110 de la Ley 834, han sido consignado en
el artículo 493 que lo sustituye en el Proyecto de Código. Este último limita los poderes
del presidente de manera exclusiva a los asuntos civiles y comerciales. A este respecto,
nos dice Benjamín Rodríguez, que “dada la tendencia en la evolución del Referimiento,
que es hacia la ampliación y el ensanchamiento de dicha jurisdicción, esta modificación
me parece un retroceso, con perdón de su inspirador…” (Rodríguez, Benjamín. El
Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.37).

Si bien entendemos la crítica de Rodríguez, en lo particular no la compartimos, pues en


vista de las exigencias actuales, se requiere la especialización de los jueces en áreas
determinadas y compatibles, a fin de lograr una mejor calidad en la administración de
justicia, por lo que consideramos beneficioso que el juez de los referimientos solo conozca
de asuntos civiles.

LOS PODERES DEL PRESIDENTE DE LA CORTE DE APELACIÓN

ARTÍCULO 140

En todos los casos de urgencia, el presidente podrá ordenar en referimiento, en el


curso de la instancia de apelación, todas las medidas que no colidan con
ninguna contestación seria o que justifique la existencia de un diferendo.
1106

ARTÍCULO 141

El presidente podrá igualmente, en el curso de la instancia de apelación,


suspender la ejecución de las sentencias impropiamente calificadas en última
instancia, o ejercer los poderes que le son conferidos en materia de ejecución
provisional.

Tabla de Contenido

1. Poderes del Presidente de la Corte de Apelación en referimiento.


A. Poderes en caso de urgencia.
B. Poderes en caso de sentencias impropiamente calificadas en última instancia.
C. Poderes en casos de ejecución provisional.
a. Cuando ha sido ordenada.
b. Cuando ha sido rehusada.
c. Cuando no ha sido solicitada o no ha sido ordenada.
D. Sentencia. Recursos.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Poderes del Presidente de la Corte de Apelación en referimiento.

“La jurisdicciónde referimiento del Presidente de la Corte de Apelación fue creada por
la Ley 834 del 15 de julio de 1978 con la facultad de resolver los problemas de la
ejecución provisional de las senencias rendidas en primera instancia, las cuestiones de
urgencia a ser resueltas en el curso de la apelación, para estatuir sobre la ejecución de
sentencias calificadas en última instancia y para ejercer los poderes que le son
conferidos en materia de ejecución provisional”. (Pérez Méndez, Artagnan. La
jurisdicción de Referimiento del Presidente de la Corte de Apelación. Estudios Críticos,
año 1995, Septiembre-Diciembre, vol. V, revista n. 3, p.411).

A. Poderes en caso de urgencia.

“De acuerdo con el antiguo derecho, el referimiento no existía en grado de apelación. Los
asuntos urgentes que debían ser decididos en referimiento, eran llevados ante el juez de
primera instancia, obligado en este caso a conocer en referimiento cuestiones que,
por el efecto devolutivo de la apelación, debían ser conocidas por la corte. Por otro
lado, cualquier dificultad surgida con motivo de la ejecución provisional de una
ordenanza debía forzosamente ser conocida por la c. de apelación en pleno, de acuerdo
con el procedimiento propio de esta jurisdicción”. (Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.92-93).

“(…) la institución del referimiento de apelación confiada al presidente de la corte,


responde esencialmente a la necesidad de ofrecer a los litigantes un procedimiento
simple, rápido y eficaz para la solución de los incidentes que surgen en el curso de la
instancia de apelación, y especialmente, de aquellos suscitados por la ejecución
provisional de la sentencia referida a la corte de apelación”. (Luciano Pichardo, Rafael. El
Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.20).

De referimiento especial reservado al presidente de la corte en el curso de la instancia


de apelación, el cual, aún cuando coincide en muchos aspectos con el denominado
referimiento ordinario que se produce ante el juez de primera instancia, tiene, no
obstante, su propia naturaleza y sus propios principios. (Carbuccia, Ángel Mario. La
1107

Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual, año2001, noviembre- diciembre, año n.


2, revista n. 13, pp.11 y 12).

Podemos notar, que el texto del artículo 140, reproduce el contenido del artículo 109 de
la misma Ley. (Carbuccia, Ángel Mario. La Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica
Virtual, año2001, noviembre- diciembre, año n. 2, revista n. 13, p.12, Pérez Méndez,
Artagnan. 1999, Procedimiento Civil. 9na. ed.,t. I, p.223).

Pero se trata de la llamada “jurisdicción del Presidente del Tribunal de Apelación”.


Para algunos autores, la posibilidad de recurrir en el curso de la apelación sobre el
fondo, por ante el Presidente en atribuciones de referimiento a fines de que se ordene
la suspensión de una sentencia ejecutoria provisionalmente, constituye un verdader o
“recurso”. (Ramos Morel, Reynaldo. Ejecución Provisional de las Sentencias,
Comentarios a la sentencia del 19 de febrero de 1993, citado por: González Canahuate,
Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. v. X, t. I,
p.151).

Durante la instancia de apelación, el presidente de la corte, tiene los mismos poderes del
Juez de Primera Instancia para ordenar medidas provisionales en caso de urgencia, que
no colidan con una contestación seria o que justifiquen la existencia de un diferendo.
(Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n.
6, revista n. 149, p.35, Pérez Méndez, Artagnan. 1999, Procedimiento Civil. 9na. ed.,t. I,
p.223).

Los poderes atribuidos al presidente en la instancia de la corte de apelación restringidos


sin lugar a dudas a determinados casos expresamente previstos por la ley, ha venido a
llenar una necesidad en la practica judicial. El presidente de la corte de apelación dicta
pues verdaderas ordenanzas de referimiento, a las que les son aplicables, de manera
general, los principios del referimiento ante el juez de primera instancia: carácter
provisional, ausencia de autoridad de la cosa juzgada, contradictoriedad del proceso,
etc. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II,
8va. ed., p.93; Luciano Pichardo, Rafael. El Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a
17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.20). Con la única diferencia verdaderamente
notable del lugar ocupado por el presidente de la corte en la organización judicial, que no
permite abrir la apelación contra sus ordenanzas. (Luciano Pichardo, Rafael. El
Referimiento. Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.20).

Los poderes del presidente de la corte, siendo de carácter excepcional, se encuentran


subordinados a las siguientes condiciones: que exista un recurso de apelación; que la
corte se encuentre apoderada todavía del recurso, esto es, que no se haya dictado
sentencia definitiva sobre el fondo y finalmente que exista urgencia. Sobre la primera
condición, es indudable que el presidente de la corte se considera investido de sus
poderes como juez de los referimientos desde el momento en que se deposita el acto de
emplazamiento en manos del secretario. En lo que respecta a la segunda condición, de ella
se desprende que el presidente de la corte no podría, dado sus poderes excepcionales,
intervenir en referimiento para conocer de las dificultades en la ejecución de su
sentencia, cuando se hubiera interpuesto un recurso de casación, aun fuera este
suspensivo de la ejecución de dicha sentencia. Finalmente, la condi ción de
urgencia reviste todas las características ya señaladas a propósito del referimiento en
primera instancia. La medida se justificaría pues, cuando constituye la única vía para evi-
tar un peligro grave e inminente o la agravación de un perjui cio ya
experimentado, apreciación que escapa asimismo al control de la corte de casación. No
obstante lo expresado, la apreciación de la urgencia en este caso, deberá ser más
cuidadosa, puesto que conlleva la supresión del primer grado de jurisdicción. (Tavares
Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.94).
1108

Para poder acudir al presidente de la corte, como juez de los referimientos, debe existir
la apelación del asunto. Esto trae como consecuencia la necesidad de precisión del
momento en el cual hay instancia de apelación, la cual, comienza desde el momento en
que se notifica el recurso y se prolonga hasta el día que se pronuncia la sentencia. El
presidente de la corte, en caso de urgencia, puede ordenar en referimiento todas las
medidas que no colidan con una contestación seria, es decir, el juez de los referimientos
y esto es válido para el presidente de la corte, no es el juez de las superficialidades.
Cuando el derecho de una de las partes es firme e incontrovertido, no se puede ordenar
en referimiento lo que venga a chocar contra ese derecho. Además, el juez de los
referimientos y eso también es válido para el presidente de la corte, no puede decidir el
fondo, que es a lo que se refiere el artículo al utilizar la fórmula: o que justifique la
existencia de un diferendo. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999, Procedimiento Civil. 9na.
ed.,t. I, pp.223- 224).

Su admisibilidad está subordinada a que exista un recurso previo de apelación ante el


pleno de la Corte correspondiente, entonces, procede primero el recurso y luego la
demanda, lo inverso hace que esta última resulte irresibible. (Carbuccia, Ángel Mario. La
Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual, año 2001, noviembre- diciembre, año n.
2, revista n. 13, p.12).

De conformidad con el artículo 140 de la Ley 834, el presidente de la corte de apelación


puede ordenar en referimiento en primer lugar, todas las medidas que no colidan con
ninguna contestación seria, y en segundo lugar, que justifiquen la existencia de un
diferendo. El presidente de la corte no podría pues ordenar en referimiento una medida
que, aunque urgente, fuera susceptible de darle una solución a la litis. En cambio, el
presidente de la corte, podría ordenar un experticio, suspender los efectos de una
sentencia impugnada mediante un recurso de tercería; pronunciar astreintes,
provisionales o definitivos. El presidente de la corte puede asimismo ordenar en re-
ferimiento medidas urgentes en aquellos casos en que, después de la sentencia del
primer grado aparecen circunstancias susceptibles de agravar la contestación surgida
entre las partes y que ameriten nuevas medidas en la litis, como por ejemplo, la
designación de un experto para apreciar defectos nuevos en la construcción objeto de la
litis, después de la sentencia del primer grado. La jurisprudencia francesa ha juzgado que
solamente un hecho nuevo puede justificar la ordenanza del presidente de la corte de
apelación, si esta medida parece urgente. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.95).

B. Poderes en caso de sentencias impropiamente calificadas en última instancia.

La primera parte del artículo 141 otorga al presidente de la corte de apelación poderes
para suspender el referimiento, la ejecución de las sentencias impropiamente calificadas
en ultima instancia. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v.II, 8va. ed., p.95; Pérez Méndez, Artagnan. 1999, Procedimiento Civil. 9na.
ed.,t. I, p.224).

“En este sentido, el presidente tiene un poder de control sobre la calificación en última
instancia de las sentencias y en caso de que esta sea errada, suspender la ejecución de la
sentencia, hasta que la admisibilidad del recurso sea apreciada por la corte de apelación”.
(Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va.
ed., p.95).

Para la suspensión de la demanda impropiamente calificada, se impone igualmente y


antes que nada, la interposición del recurso correspondiente de apelación, para luego
apoderarse al Presidente de la Corte en el curso de la instancia. (Carbuccia, Ángel
1109

Mario. La Demanda en Referimiento, Gaceta Jurídica Virtual, año2001, noviembre-


diciembre, año n. 2, revista n. 13, p.13).

C. Poderes en casos de ejecución provisional.

De acuerdo con la parte final del artículo 141, el presidente de la corte ejerce los poderes
que le son conferidos en materia de ejecución provisional. Pueden distinguirse tres
situaciones previstas por los artículos 137, 138, y 139 de la Ley 834: 10 Que la ejecución
provisional haya sido ordenada; 2º Que la ejecución provisional haya sido rehusada; 3º.
Que la ejecución provisional no haya sido solicitada o no haya sido ordenada. (Tavares
Hijo, Froilán, 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.95-
97).

“La circunstancia de que el Presidente de la Corte de Apelación dispusiese, en uso de las


atribuciones especiales que le confiere la Ley, como Juez de los Referimientos, la
suspensión de ejecución de una sentencia que había sido ordenada de manera provisional
por el tribunal de primera instancia, no es obstáculo para que la Corte al conocer del
recurso de apelación contra dicha sentencia, disponga que su propia decisión será
ejecutoria provisionalmente; que, no obstante, el disponer tal medida es superabundante
e irrelevante, puesto, en principio, las sentencias dictadas por los tribunales de apelación
son de ejecución inmediata, en materia privada, la cual sólo puede ser suspendida tras el
ejercicio del correspondiente recurso de casación, por auto en tal sentido de la suprema
Corte de Justicia, en virtud de lo dispuesto por el Art. 12 de la Ley sobre Procedimiento de
Casación”. (Sent. SCJ. 14 de marzo de 1986. BJ.904. 106, citada por: Subero Isa, Jorge. 4
años de Jurisprudencia Analítica Dominicana 1985-1988. pp. 300-301).

“La ejecución provisional de la sentencia, fue objeto de profunda modificación por los
artículos del 27 al 139 de la ley 834 de 1978. se hace imprescindible un resumen: 1º
Debe ser ordenada. 2º Si la ejecución es de pleno derecho, no tiene que ser ordenada. 3º
Son particularmente ejecutorias de pleno derecho, las ordenanzas del Juez de los
Referimientos, así como las que ordenan medidas provisionales para el curso de la
instancia o las que ordenan medidas conservatorias. 4º Es facultativo ordenarla, a
solicitud de parte o de oficio, si: a) el juez lo estima necesario; b) si es compatible con la
naturaleza del asunto, todo ello a condición de que no esté prohibida por la ley. 5º Se
puede ordenar para todo o parte de la sentencia. 6º Nunca se puede ordenar por los
costos. 7º La ejecución provisional no se puede ordenar por desición aparte, sino por la
misma destinada a ser ejecutoria. 8º Cuando es facultativo ordenarla, deberá hacerse,
con la constitución de una garantía real o personal o por medio de una suma de dinero.
9º No será necesaria la garantía, en los once casos que se enumeran en el artículo 130 de
la Ley 834 de 1978” (Pérez Méndez, Artagnan. La jurisdicción de Referimiento del
Presidente de la Corte de Apelación. Estudios Críticos, año 1995, Septiembre-Diciembre, vol.
V, revista n. 3, p.414).

a. Cuándo ha sido ordenada.

Cuando la ejecución provisional ha sido ordenada, ésta puede ser detenida únicamente por
el presidente de la corte de apelación siempre que se cumplan una de estas condiciones:
cuando esta ha sido prohibida por la ley, y cuando hay riesgo de que entrañe
consecuencias manifiestamente excesivas. Es indudable que si una disposición legal
prohíbe expresamente la ejecución provisional el presidente de la corte puede detenerla
en caso de apelación, aunque hubiera sido ordenada por la jurisdicción del primer grado,
situación ésta que obliga al presidente de la corte a apreciar si efectivamente la ejecución
provisional ha sido prohibida por la ley. La Suprema Corte de Justicia considera (casación,
10 de julio de 1985, B. J. 896, p.1563) que el efecto suspensivo tiene lugar a partir de la
fecha de la demanda en suspensión. El presidente de la corte puede suspender la ejecución
1110

provisional en virtud del citado texto legal si aprecia, por ejemplo, que una ejecución
inmediata podría provocar una situación cuyos inconvenientes para el deudor
condenado pesan mucho más que las ventajas que podría experimentar al
acreedor. La jurisprudencia francesa ha considerado que la ejecución provisional de
una sentencia puede suspenderse cuando la decisión del primer grado ha intervenido en
condiciones que hace dudar de la regularidad del procedimiento, especialmente en los
casos de violación del derecho de la defensa; cuando el deudor se encuentra
actualmente en una situación económica sana y el embargo y la venta del material de la
explotación correría el riesgo de paralizar o hacer desaparecer la empresa. En estos casos,
de acuerdo con la citada disposición legal, y a lo dispuesto en el artículo 136, el
presidente podrá tomar "las medidas previstas en los artículos 130 a 135". Así el
presidente de la corte en vez de suspender la ejecuci6n provisional puede subordinar ésta
a la constitución de una garantía (artículo 130) para responder a las restituciones o
reparaciones, siempre que no se trate de uno de los casos señalados en la aludida
disposición legal. Podrá asimismo el presidente autorizar la sustitución de la garantía pri-
mitiva por una garantía equivalente (artículo 135), o también detener la ejecución
provisional autorizando al deudor a consignar los valores suficientes para garantizar el
monto de la condenación en principal, intereses y gastos, siempre que no se trate de
sumas por concepto de alimentos (artículo 134) . (Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.95-97).

“Cuando la ejecución provisional ha sido ordenada, puede ser suspendida por el


presidente de la corte, estatuyendo en referimientos en dos casos: 1º si está prohibida
por la ley; 2º si hay riesgos de que entrañe consecuencias manifiestamente excesivas”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1999, Procedimiento Civil. 9na. ed.,t. I, p.224).

“Considerando, que si bien es cierto que el Presidente de la Corte de Apelación goza de un


poder soberano de apreciación para determinar la procedencia o no de la suspensión de
ejecución provisional de una sentencia, no es menos cierto que tal facultad no lo libera de
la obligación de exponer en su sentencia los hechos o circunstancias del proceso que le
sirvieron de fundamento para adoptar su decisión al respecto, así como de consignar los
motivos justificativos de la misma”. (Sent. SCJ. 18 de diciembre de 1985. BJ.901. 3155-
3157; citado por González Canahuate, Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial
Integrada, Materia Referimiento. t. I, p.83).

La sentencia u ordenanza de referimiento, con o sin fianza, es ejecutoria de


pleno derecho, aún y cuando el juez no lo diga. Por lo tanto debemos afirmar que
se trata de una ejecución provisional imperativa y no facultativa. La cont roversia
surge sobre la posibilidad de suspender o no la ejecución provisional de una
ordenanza de referimiento. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año
2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.33).

Antes de las reformas del 1978, la cuestión era simple, las decisiones del juez
de los referimientos eran ejecutorias de pleno derecho, y dicha ejecución
provisional no podía ser detenida en apelación, el papel de los tribunales se
limitaba a suspender la ejecución provisional sol o si el juez la ordenaba en un
caso prohibido por la ley. (Rodríguez, Benjamín. El Referimiento. Gaceta Judicial, año
2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.33, Ramos, Reynaldo. La ejecución
provisional de las sentencias: Comentarios a las sentencias del 31 de octubre de 1990 y del
22 de julio de 1991, citado por González Canahuate, L. Almanzor. 1994. Recopilación
Jurisprudencial Integrada, materia de referimiento, v. X, t. I, p.134).

Cuando la ejecución provisional es facultativa, no hay confusión alguna, luego de


interpuesto el recurso de apelación, puede demandarse ante el Presidente de la Corte de
Apelación, en funciones de juez de los referimientos, la suspensión de la ejecución
1111

provisional de la sentencia. Sin embargo, la reforma de 1978 si bien dio facultad al juez
presidente de la corte para ejercer un control sobre la decisión de los primeros jueces,
solo para el caso en que la ejecución esté prohibida por la ley (control de la legalidad),
sino de apreciar la necesidad de la ejecución con respecto a los hechos de la causa si por
ello entrañase hechos de consecuencias excesivas (control de la oportunidad) no disipó ni
en nuestro pís ni ben Francia, la duda al respecto de si es facultad o no del presidente de
la corte, suspender la ejecución provisional de una sentencia ejecutoria de pleno derecho,
como en el caso de las ordenanzas de referimiento. (Ramos, Reynaldo. La ejecución
provisional de las sentencias: Comentarios a las sentencias del 31 de octubre de 1990 y del
22 de julio de 1991, citado por González Canahuate, L. Almanzor. 1994. Recopilación
Jurisprudencial Integrada, materia de referimiento, v. X, t. I, p.139).

A este respecto, tanto la jurisprudencia dominicana como la francesa, tuvieron


su s vacilaciones, manteniéndose en Fra ncia de manera radical el criterio de que
el Primer Presidente (equivalente a nuestros Presidentes de Cortes de Apelación)
no podía, en caso de apelación , detener la ejecución provisional de una
sentencia cuando ésta es de pleno derecho ( Rodríguez, Benjamín. El Referimiento.
Gaceta Judicial, año 2003, 1 a 17 de enero, año n. 6, revista n. 149, p.33).

“Nuestra Suprema Corte de Justicia mediante una sentencia verdaderamente


revolucionaria interpretó los nuevos textos legales, dejando atrás la fórmula del
artículo 459, derogado, del Código de Procedimiento Civil, la suspensión de la
ejecución provisional, cuando la misma hubiese sido ordenada por el juez sin
que lo mandare o permitiera la ley.” Se trata de la sentencia del 29 de mayo de
1985, Bj. 894. 1247, la cual en su dispositivo que “el examen de las
disposiciones relativas a la ejecución provisional de las sentencias emanadas de
las atribuciones establecidas en los arts. 127 a 141 de la Ley 834 de 1978, pone
de relieve que el legislador distinguió entre l as sentencias que están revestidas
de ejecución provisional de pleno derecho, como las dictadas en materia de
referimiento, y aquellas otras cuya ejecución provisional debe ser ordenada por
el juez(...) pero desde el punto de vista de los medios que pueden ser empleados
para obtener la suspensión de la ejecución provisional, ambos tipos de
sentencias están sometidos al mismo procedimiento (...) (Ramos, Reynaldo. La
ejecución provisional de las sentencias: Comentarios a las sentencias del 31 de octubre de
1990 y del 22 de julio de 1991, citado por González Canahuate, L. Almanzor. 1994.
Recopilación Jurisprudencial Integrada, materia de referimiento, v. X, t. I, pp.140-141).

En este sentido: “Considerando, que el examen de la ordenanza impugnada pone de


manifiesto que se trata en la especie de una condenación en daños y perjuicios contra los
recurridos acordada por la Cámara de lo Civil y Comercial de la primera Circunscripción
del J de P.I. del D. N. y no de lanzamiento y desalojo de lugares, por tanto dicho fallo no
era ejecutorio de pleno derecho, pero aún en caso de que lo fuere, el Presidente de la
Corte estatuyendo en referimiento tiene la facultad para suspender la ejecución
provisional de pleno derecho de una sentencia, en el ejercicio de los poderes que le
confieren los artículos 140 y 141 de la Ley No. 834 de 1978, en consecuencia los medios
que se examinan carecen de fundamento y deben ser desestimados”. (Sent. SCJ. 1 de julio
de 1988. BJ.932.893, citada por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2002)

En sentido contrario: “Es de principio que la sentencia ejecutoria


provisionalmente de pleno derecho, no está sujeta a suspensión; que cuando la
ejecución provisional de la sentencia ha sido ordenada por la ley, no puede ser
suspendida o detenida por el presidente de la corte en atribuciones de
referimientos, a menos que la misma esté prohibida por la ley o si hay riesgos de
que entrañe consecuencias manifiestamente excesivas”. ( Sent. SCJ. 22 de julio de
1112

1991, BJ. 968. 918; Sent. SCJ. 14 de julio de 1999, BJ. 1064. 145 -151; citada por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2002).

La posibilidad de suspensión de la ejecución provisional depende de que el


Presidente de la Corte advierta o compruebe que la decisión recurrida está
afectada de una nulidad evidente, como la ausencia total de motivación; o ha
sido producto de un error grosero; o pronunciada en violación al derecho de
defensa de la parte demandada en suspensión; o ha sido obtenida en violación
flagrante a la ley; o cuando el juez se haya excedido en los poderes que le son
atribuidos; o cuando la sentencia recurrida sea haya sido dictada por un juez
incompetente; que para desvirtuar el principio según el cual el Presidente de la
Corte de Apelación no puede, en caso de apelación, detener la ejecución
provisional de una decisión que es ejecutoria de pleno derecho, la parte
recurrente debe aportar la prueba de que se en cuentra en uno de los casos
señalados anteriormente en que sí es posible detener la ejecución provisional de
derecho. (Sent. SCJ. 31 de octubre de 2001, BJ. 1091.152 y BJ.1091.223, citada
por: Castaños Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2002).

“Hemos regresado a épocas que ya habían sido superadas. Ciertamente que


adoptamos la misma pauta trazada por la Corte de Casación francesa dejando la
ejecución provisional de pleno derecho al libre vuelo”, s in sujetarla a ningún tipo
de control para cada caso en particular.” (Ramos, Reynaldo. La ejecución provisional
de las sentencias: Comentarios a las sentencias del 31 de octubre de 1990 y del 22 de julio
de 1991, citado por González Canahuate, L. Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial
Integrada, materia de referimiento, v. X, t. I, p.149).

La circunstancia de que el Presidente de la Corte de Apelación, como Juez de los


Referimientos, dispusiere la suspensión de la ejecución de una sentencia, no es obstáculo
para que la Corte, al conocer el recurso de apelación disponga que su decisión será
ejecutoria provisionalmente. (Sent. SCJ. 2 de agosto de 1974. BJ.765.2135).

Cuando el juez que falla sobre la suspensión de la ejecución provisional es el mismo juez
apoderado de la apelación y ya dicho juez ha externado su opinión sobre el pedimento de
suspensión al rechazarlo, procede apoderar de la presente litis y también de la apelación
sobre el fondo, si ya no estuviere decidida, al juez de la Prim. Cám. del Juzgado de Paz de
Prim. Instancia del D. N., en virtud de la facultad que confiere ala Supr. Corte de J. el Art.
29 de la Ley de Org. Judicial. (Sent. SCJ. Agosto 1969. BJ.705. 1875, citada por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel, Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana
1907-2002).

Sin embargo, cuando la sentencia ejecutoria provisionalmente emana de un Juzgado de


Paz, la demanda en suspensión es realizada por ante el Juez de Primera Instancia, en
atribuciones de referimiento, luego de apelar el fondo del asunto. A nuestro entender, ese
juez será el mismo que fue previamente apoderado para conocer del recurso de apelación
dado el carácter unipersonal de nuestros juzgados de primera instancia, en donde el
Presidente no es una entidad distinta del Tribunal o Juzgados. (Ramos Morel, Reynaldo.
Ejecución Provisional de las Sentencias, Comentarios a la sentencia del 19 de febrero de
1993, citado por: González Canahuate, Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial
Integrada, Materia Referimiento. v. X, t. I, p.153).

Las disposiciones de los artículos 137, 140 y 141 de la Ley 834 de 1978, se aplican
también al Presidente del Tribunal de Primera Instancia, en la hipótesis excepcional que
1113

ese actúa como corte de apelación. Es que la Ley 834 del 1978, cuando se refiere “a los
poderes del Presidente de la Corte de Apelación”, no hace alusión a esta situación
excepcional del Juzgado de Primera Instancia, pues al seguir el modelo Francés no tomo
en consideración que en Francia, la Corte de Apelación es la única jurisdicción de
apelación, que conoce de las apelaciones de los juzgados de paz y de las de primera
instancia. Por lo tanto, en el caso que tratamos, el Presidente del Tribunal de Primera
Instancia estatuye también en única instancia, por lo que el único recurso abierto es el de
la casación, pues admitir para esta especie el recuro de apelación implicaría que el asunto
correría un tercer grado de jurisdicción. Esto entendió la Suprema Corte de Justicia en
fecha 17 de noviembre de 1978 (BJ. 816. 2248) cuyo dispositivo estableció que: (...)
mantiene el criterio de que, en aquellos casos en que los juzgados de primera instancia
estatuyen en vista de recursos contra las sentencias de los juzgados de paz, la
constitución ha creado el recurso de casación, regulado por la ley; Sin embargo, dicho
tribunal, varió su criterio en fecha 13 de agosto de 1984 (BJ. 885. 2013) al establecer que
, con relación a la especie, la sentencia impugnada decidió sobre la demanda civil a breve
término, incoada por el recurrente contra la recurrida, en solicitud de suspensión de
ejecución de la sentencia dictada por el Juzgado de Paz(...) ; que se trata pues de un fallo
dictado en primera instancia susceptible del recurso de apelación (...)”(Ramos Morel,
Reynaldo. Ejecución Provisional de las Sentencias, Comentarios a la sentencia del 19 de
febrero de 1993, citado por: González Canahuate, Almanzor. 1994.Recopilación
Jurisprudencial Integrada, Materia Referimiento. v. X, t. I, pp.152-155).

b. Cuándo ha sido rehusada.

“Cuando la ejecución provisional ha sido rehusada (art. 138) el presidente puede


acordarla en caso de apelación. Se ha considerado que la condición de urgencia juega un
papel importante y decisivo en estos casos. Un hecho nuevo susceptible de modificar la
situación de las partes ocurrido posteriormente a la sentencia del primer grado, o cuando
el riesgo de insolvencia del deudor se manifiesta en el curso de la instancia de apelación,
son cuestiones que facilitan la justificación de la urgencia”. (Tavares Hijo, Froilán, 1995.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., p.97).

c. Cuándo no ha sido solicitada o no ha sido ordenada.

“Cuando la ejecución provisional no ha sido solicitada o, habiéndolo sido el juez del primer
grado haya omitido ordenarla, ésta puede ser solicitada en referimiento al presidente de la
corte (artículo 139). En estos casos, no es exigida la condición de urgencia, aunque la
jurisprudencia francesa considera esta facultad en cierta forma excepcional, como seria
el caso de que el acreedor en primera instancia no hubiera considerado útil solicitar la
ejecución provisional. Es obvio que el presidente de la corte usando los poderes
conferidos por la aludida disposición legal, acordará la ejecución provisional "cuando lo
estime necesario y compatible con la naturaleza del asunto" (art. 128). La
jurisprudencia francesa considera que la ejecución provisional ordenada en este caso por el
presidente de la corte produce sus efectos a partir de la ordenanza de primer grado y no a
partir de la decisión del presidente de la corte”. (Tavares Hijo, Froilán, 1995. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.II, 8va. ed., pp.97-98).

“Cuando la ejecución provisional no ha sido solicitada o si , habiéndolo sido, el juez haya


omitido estatuir, no podrá ser acordada en caso de apelación, sino por el presidente de la
corte, estatuyendo en referimiento”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999, Procedimiento Civil.
9na. ed.,t. I, p.224).

“Las ordenanzas dictadas por el juez de los referimientos, son ejecutorias de pleno
derecho, de donde resulta que el presidente de la corte no tiene facultad para suspender
1114

su ejecución”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999, Procedimiento Civil. 9na. ed.,t. I, p.224).

El texto del artículo 457 del Código de Procedimiento Civil Dominicano atribuye efecto
suspensivo al recurso de apelación cuando está dirigido contra una sentencia cuya
ejecución provisional no ha sido ordenada; que cuando se produce su efecto suspensivo,
aún cuando la disposición referente a la ejecución provisional sea improcedente, que en
este caso el efecto suspensivo tiene lugar a partir de la fecha de la demanda en
suspensión de la ejecución. (Sent. SCJ. 3 de julio de 1985, BJ. 896. 1567) “La Suprema
Corte de Justicia llegó a esta conclusión aplicando por analogía lo dispuesto por el
artículo 12 de la Ley de Procedimiento de Casación. Es que de no ser así, ¿ qué sentido
tendría la demanda en suspensión si de todas maneras la sentencia puede ser
ejecutada antes de que el presidente decida la suspensión? Pudiera darse el caso de que
en efecto se suspendiera su ejecución pero ya sería demasiado tarde. El daño estaría
consumado. (Ramos, Reynaldo. La ejecución provisional de las sentencias: Comentarios a
las sentencias del 31 de octubre de 1990 y del 22 de julio de 1991, citado por González
Canahuate, L. Almanzor. 1994. Recopilación Jurisprudencial Integrada, materia de
referimiento, v. X, t. I, p.142).

D. Sentencia. Recursos.

Es discutible la procedencia o no del recurso de oposición, en el caso en que el presidente de la


corte falla en defecto, algunas decisiones en Francia han admitido la oposición en este caso, pero
otras no la han admitido. (Pérez Méndez, Artagnan. 1999, Procedimiento Civil. 9na. ed.,t. I,
p.224).

La ordenanza del presidente de la corte de apelación sólo podrá ser impugnada por
medio del recurso de casación, no así por el recurso ordinario de la apelación.
(Sent. SCJ. 18 de diciembre de 1985, BJ. 981. 3152).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Las disposiciones de los artículos 140 y 141 se encuentran intactas en los artículos 552 y
553 del Proyecto de Código.
1115

SEGUNDA PARTE

PROCEDIMIENTOS DIVERSOS

LIBRO PRIMERO

TÍTULO I

DE LOS OFRECIMIENTOS
DE PAGO Y DE LA CONSIGNACIÓN

Tabla de Contenido

1. Ofrecimientos de Pago
A. Definición y objeto.
B. Personas que pueden realizar y recibir las ofertas.
C. Lugar en que deberán ser efectuadas.
D. Cosas que pueden ser ofertadas.
2. La Consignación
A. Definición y objeto.

1. Ofrecimientos de Pago

A. Definición y objeto.

“Acción de poner a un acreedor en mora de aceptar el pago que se le efectúa u ofrece,


sujetándose el deudor a las formas requeridas por la ley y con la finalidad de poderse
liberar de la deuda mediante simple consignación del objeto debido, si el pago no es
aceptado.” (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 395).

Por ofrecimientos, entendemos la presentación realizada a cualquiera a quien se le debe,


observando las formalidades trazadas por la ley. Los artículos 1257 y 1258 del código
civil, ofrecen al deudor un medio de liberarse de la negativa injustificada de su acreedor.
El pago de una deuda constituye, en efecto, para el deudor no solo una obligación, sino
también un derecho. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. t. III. Nouveau
Code Civile annoté, n. 1. p. 160).

El legislador protege al deudor organizando este procedimiento para no dejarlo a merced


del acreedor, principalmente cuando aquel quiere liberarse de la deuda, pagando
conforme a la obligación que lo ata a su acreedor, a fin de evitar que los intereses sigan
corriendo en su perjuicio, o cuando la obligación consiste en la entrega de una cosa,
liberarse de los riesgos de mantenerla en sus manos. No se trata de un ofrecimiento
hecho por el deudor al acreedor. Se necesita algo mas positivo: el deudor debe presentarle
al acreedor lo adeudado. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta. ed. T. II.
p. 263).

Las ofertas reales son realizadas para detener el curso de los intereses, prevenir el efecto
de una cláusula penal, para retirar un emolumento, para liberar los bienes afectados por
una hipoteca, para preservar la persecución de la perdida de la cosa debida, retener la
1116

ejecución de un título, etc. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de


Procédure Civile. t. VI, n.1. p. 226).

En el mismo sentido: Es de principio, “que las ofertas reales de pago seguidas de


consignación, detienen el curso de toda clase de intereses; que los intereses cesan de
correr, no desde el día en que la suma debida y ofrecida es real y efectivamente
consignada, sino desde la misma fecha de los ofrecimientos reales, si ellos han sido
regularmente seguidos de consignación”. ( Sent. SCJ. 15 de mayo 1957. BJ. 562. 974).

Las ofertas reales no existen más que por la representación efectiva, hecha al acreedor, de
las sumas que a el se le deben, con intimación de recibirlas, y en caso de negativas, sigue
la consignación. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t.I n. 8 p. 161).

Las ofertas reales no traen consigo la liberación, a menos que sean seguidas de
consignación, éstas deben ser aceptadas o validadas por decisión judicial y realizadas
por un oficial ministerial con calidad para este tipo de actos. (Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Commerciale. t. VI, n. 1, p. 226).

“No basta con alegar que un trabajador se negó a recibir el pago de las prestaciones
laborales para que el empleador se libere de sus obligaciones frente a una demanda
laboral, siendo necesario que éste haga el ofrecimiento real de pago con la consecuente
consignación”. (SCJ. 24 de junio de 1998. Bj. 1051. p. 525, v. II. Cit. por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2003).

B. Personas que pueden realizar y recibir las ofertas

En vista de que el objeto de las ofertas reales es el pago, toda persona que puede pagar
validamente, puede realizar ofertas reales válidas. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile
et Commerciale. t. VI, n. 4, p. 226, Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de
Procédure Civile. t. VI, n. 11. p. 227).

Así, pueden validamente hacer ofertas reales, los coobligados y todo aquel que tenga
algún interés en que la deuda sea pagada: y también pueden hacerla los terceros. Sin
embargo, ha sido juzgado que el acreedor no puede ser constreñido a recibir el pago de
manos de un tercero, cuando su crédito se encuentra atado a otro derecho que se
perdería, si el pago no es realizado por la persona misma del deudor. Especialmente, un
tercero no puede ofrecer el pago de las costas de una sentencia dictada en defecto por
falta de comparecer, colocando al acreedor en la imposibilidad de ejecutar para evitar la
perención. Por lo general, no se admiten las ofertas reales realizadas por el tercero
embargado al embargante (que no es su acreedor): No obstante, hay una excepción a esta
regla, cuando el tercero embargado se encuentra, en una circunstancia en la cual él es
personalmente responsable ante el embargante. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procédure Civile. t. VI, nn. 12, 16, 19. pp. 227-228)

Las ofertas reales sólo son válidas si son realizadas a personas con la calidad y capacidad
para recibir el pago. Las sumas debidas a los menores emancipados y a los interdictos
deben ser ofertadas al tutor y no al tutor subrogado, el tutor puede aceptar las ofertas sin
la autorización del consejo de familia, pues esto es un acto de administración. El menor
emancipado, puede por sí solo recibir las ofertas, pero no el capital, a menos que este sea
comerciante. Pueden también ser hechas a un tercero convenido entre las partes o
indicado por el acreedor. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure
Civile. t. VI, nn. 23, 24, 26, 27. p.228)
1117

Los ofrecimientos no pueden ser realizados validamente, a menos que el acreedor tenga
interés en la ejecución de la obligación. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.1 n. 20 p. 161)

Las ofertas reales deben ser hechas al acreedor que tiene poder de recibirlas y de dar
descargo, o a su representante legal, si el acreedor ha sido declarado ausente, las ofertas
deben ser realizadas a aquel que tiene la administración y posesión provisional de sus
bienes sin ninguna sentencia a intervenido, estas pueden ser regularmente hechas en el
último domicilio del ausente. Las ofertas hechas a la madre tutora de su hijo menor son
válidas. Pueden ser realizadas al mandatario del acreedor o a la persona indicada en el
contrato, las ofertas pueden ser igualmente hechas al cesionario del crédito, pero solo si
él ha notificado su título. 9. El deudor puede hacer las ofertas al síndico de la quiebra del
acreedor. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, nn. 6-8, p. 227)

“Puede suceder que el deudor lo sea de más de un acreedor que rehúsan recibir el pago.
En ese caso se deben hacer tantos originales del acto de oferta como acreedores haya,
notificándose una copia a cada uno.” (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil,
4ta. ed. t. II. p. 264)

La declaración del deudor que está dispuesto a pagar no constituye una oferta en el
sentido de la ley; es necesario que se trate de ofertas reales, es decir, la presentación
efectiva, actual, del objeto de su deuda; estas son las únicas ofertas que pueden poner al
acreedor en mora de recibir. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t.1 n. 7 p. 160)

El artículo 1257 y s. del Código Civil, se refieren a los ofrecimientos reales y a la


consignación realizados por el deudor, pero sus disposiciones se aplican igualmente a
todo tercero, que interesado o no en la deuda, desee efectuar el pago. (Jorge Blanco,
Salvador. 2003. Formulario de las Vías de Ejecución. 3era. ed, p. 58).

C. Lugar en que deberán ser efectuadas

Las ofertas deben ser realizadas en el lugar indicado para el pago, y a falta de convención,
en el domicilio del acreedor o en el domicilio elegido para la ejecución de la convención. El
artículo 584 es general, y no distingue entre el caso en que hay un domicilio indicado
para el pago del caso en que no ha sido indicado dicho domicilio. Ha sido juzgado que las
ofertas hechas a la persona misma del acreedor y reiteradas en su domicilio real, son
nulas si éstas no han sido realizadas en la casa especialmente designada para el pago.
Las ofertas hechas sobre un embargo ejecutivo deberán ser realizadas en el domicilio
elegido en el mandamiento. A falta de elección de domicilio para el pago, las ofertas serán
notificadas en el domicilio real del acreedor. Las ofertas serán validamente notificadas en
el domicilio elegido en el proceso verbal de embargo inmobiliario. Las ofertas reales no
pueden ser hechas válidamente en el domicilio elegido en la inscripción hipotecaria para
la validez de dicha inscripción. Este domicilio elegido, tiene un carácter especial, pues sus
efectos no pueden ser entendidos para otros actos más que aquellos relativos a la validez
de la inscripción. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. t. VI, nn. 28, 29,
30, 34, 35 y 36. p. 232).

El deudor tiene la opción de notificar las ofertas a la persona del acreedor o en su


domicilio, a menos que un lugar para el pago hubiese sido convenido. Si el deudor está
siendo perseguido por un embargo ejecutorio, éste puede realizar las ofertas en el
domicilio elegido por el acreedor en su mandamiento de pago. Durante las fases de la
ausencia, las ofertas deben ser hechas en el último domicilio, o al administrador
nombrado, o a quien tenga la posesión provisional. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procédure Civile. t. VI, n.96, 97 103 y 31. pp. 229, 237 y 238).
1118

Cuando hay un lugar convenido para el pago, las ofertas deben, a penas de nulidad, ser
realizadas en este lugar. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté, t. 1, n. 141, p. 170).

“En el curso de una instancia los ofrecimientos reales pueden ser realizados en audiencia;
la sentencia del tribunal que ha dado acta de los mismos, tiene los mismos efectos que el
proceso verbal. La presencia de la parte en audiencia es necesaria, o si no un mandatario
con poder especial”. (Jorge Blanco, Salvador. 2003. Formulario de las Vías de Ejecución.
3era. ed, p. 58).

D. Cosas que pueden ser ofertadas

Para que haya lugar a ofertas reales, tiene que haber alguna cosa que pagar; No se podrá
prevenir una condenación correccional haciendo una oferta real sobre la pena que de esta
resultaría. No es necesario ofrecer más que la suma exigible en el momento de las ofertas;
si se trata de una deuda pagable en términos diferentes, se podrá ofrecer cada término
separadamente, es necesario también ofrecer los intereses vencidos, a pena de nulidad de
las ofertas. La oferta del capital solo no impide que los intereses corran. El acreedor por
efecto de la puesta en mora, tiene el derecho a los frutos, intereses y otros accesorios,
tales como los daños y perjuicios el deudor para liberarse, debe ofrecer realmente una
suma que represente los accesorios además del monto de su obligación principal. (Bioche.
Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, nn. 51, 52, pp. 236-237) Debe
tratarse exactamente de la suma actualmente debida. (Rousseau, Rodolphe y Laisney.
1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T. VI, n. 54. p. 231).

“El examen del procedimiento revela que el legislador lo ha regulado como si se tratara de
deudas de suma de dinero, pero también es procedente cuando se trata de la entrega de
objetos, pero no se incluyen las obligaciones de hacer o no hacer”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta. ed. t. II. p. 263).

No puede obligarse al acreedor a que reciba una cosa distinta de la que es debida, aunque
el valor de la cosa ofrecida sea igual o mayor. (Artículo 1243 del Código Civil Dominicano)

Si lo que se debe es un objeto mobiliario, distinto a una suma de dinero, lo ofertado debe
ser la cosa misma, a menos que no se encuentre expresamente establecida la cosa de
que se trata, o que exista una alternativa para el deudor. (Rousseau, Rodolphe y Laisney.
1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T. VI, n. 50. pp. 230 y 231).

Hay que distinguir entre las costas de las ofertas reales y las costas necesarias para el
pago, como los gastos del finiquito por ejemplo: las primeras están a cargo del acreedor
que se ha negado a recibir el pago, y por tanto ha forzado a su deudor a hacer las ofertas
reales; las segundas están a cargo del deudor. Las ofertas deben comprender todas las
costas liquidadas, y una suma por aquellas que aún no han sido liquidadas. Las ofertas
hechas en apelación deben comprender las costas de primera instancia. (Rousseau,
Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T. VI, nn. 65, 66 y 68. p. 233,
Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, nn. 47 y 62, pp. 235 y 238).
1119

Surge la interrogante de si las ofertas son nulas, cuando la suma ofertada excede la
totalidad de la deuda. En una primera opinión, el acreedor no puede ser obligado a recibir
mas que aquello que se le debe, por lo que bajo tales circunstancias la oferta debe ser
considerada nula; sin embargo, en una opinión contraria, se entiende que no
necesariamente las ofertas deben ser anuladas. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procédure Civile. T. 71. p. 234).

Un acto de oferta debe, a pena de nulidad, enumerar las especies ofertadas.


(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté Annoté, n. 32 p. 437).

En materia de alquiler de casas, vemos que, “en virtud de los artículos 12 y 13 del
Decreto No. 4807 de 1959 sólo se puede sobreseer la acción cuando se haga efectivo la
totalidad de la deuda y los gastos incurridos”. (SCJ. 28 de enero 1983, BJ. 866, p. 208, cit.
por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2003).

“Para que el tribunal pueda sobreseer la demanda en desalojo de un inquilino, éste debe
hacer ofrecimiento real de pagar no solamente los alquileres vencidos hasta la fecha de la
audiencia, sino también los gastos causados por la demanda”. (SCJ. 28 de enero 1983,
BJ. 866, p. 208, cit. por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2003).

2. La Consignación

A. Definición y objeto

“Depósito efectuado por el deudor en una caja pública, de las sumas de dinero o valores
que su acreedor no puede o no quiere recibir.” (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario
Jurídico. p. 154).

La consignación es el depósito de lo ofrecido en la oferta real, en el lugar indicado por la


ley. Si la misma ha sido precedida por una oferta real, esta tiene como efecto la liberación
del deudor. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta. ed. t. II. p. 263).

Las ofertas reales no liberan al deudor a menos que éstas sean realizadas, es decir,
seguidas de consignación, mas para que haya lugar a consignar, es necesario la negativa
de aceptación por parte del acreedor la que debe ser real. A su vez, la consignación no
puede liberar al deudor si ésta no es precedida de oferta real. Esta regla sufre varias
excepciones: a. Si el acreedor es desconocido, no se podrá realizar las ofertas y la
consignación será suficiente; b. La consignación autorizada por la ley; c. Según la
jurisprudencia el adjudicatario de un mueble gravado por hipotecas, está dispensado de
la formalidad de ofertas reales y se libera con consignar simplemente su precio. Es
también una excepción en el caso en que los dineros estén afectados de embargo retentivo
en las manos del deudor, en este caso la consignación podrá ser hecha sin ofertas previas
(Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, pp. 269 y 240).

En este sentido: “No es el ofrecimiento real de pago lo que produce la liberación del
empleador o trabajador, de la suma adeudada, sino la consignación que se haga de la
misma en la Colecturía de Rentas Internas, la que a su vez para tener validez requiere del
ofrecimiento previo”. (SCJ. 18 de noviembre de 1998. Bj. 1056.96).
1120

La consignación debe ser hecha en el mismo lugar donde las ofertas han sido notificadas
sin embargo, si la consignación opera sin oferta real previa, ésta debe ser hecha en el
lugar del pago. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, n. 78, p.
241).

El deudor debe de depositar la cosa ofertada con los intereses el día del depósito. En
consecuencia la consignación de una suma inferior a la ofertada será nula. La
consignación insuficiente a la original, no puede ser rendida válidamente por una
consignación suplementaria. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T.
VI, n. 79, p. 240).

Para que la consignación del monto de las ofertas sea válida, es necesario y suficiente que
ésta sea precedida de un mandamiento notificado al acreedor, y que contenga la
indicación del día, la hora y el lugar en que la cosa ofertada será depositada, este
mandamiento es hecho por el oficial ministerial que ha realizado las ofertas; podrá
también ser realizado por el acto mismo que contiene las ofertas y la mención de la no
aceptación del acreedor. Los autores sostienen que si las ofertas son hechas por un
notario, el mandamiento deberá ser hecho por alguacil, la ley no determina el plazo entre
el mandamiento y el día de comparecencia: Deberá dejarse un día franco. (Bioche.
Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, n. 80, p. 240).

Las ofertas reales seguidas de consignación liberan al deudo. Las ofertas reales, a falta de
consignación, no son liberatorias, la liberación sólo se producirá a partir del día del
depósito. De lo anterior resulta una doble consecuencia, primero que es a partir de ese
día que los intereses dejan de correr; y segundo, que la suma ofertada pasa a estar bajo el
riesgo del acreedor. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté, t. 1 n. 20-25 p. 169).

El artículo 1257 del Código Civil, parece asociar de una manera muy intima los
ofrecimientos reales y la consignación. Pero, aunque los ofrecimientos reales suponen
siempre una consignación, la recíproca no es verdadera, y hay consignaciones que no
suponen ofrecimientos reales. (Jorge Blanco, Salvador. 2003. Formulario de las Vías de
Ejecución, 3ra. ed., p. 63).

ARTÍCULO 812

Toda acta de ofrecimiento de pago designará el objeto ofrecido, de modo que no se


pueda sustituir con otro; y si se hace en especie, contendrá la enumeración y la
calidad de éstas.

ARTÍCULO 813

En dicha acta se mencionará la respuesta, la no admisión o la aceptación del


acreedor, y si ha firmado, rehusado o declarado no poder hacerlo.

Tabla de Contenido
1121

1. Procedimiento para las ofertas reales


A. Proceso verbal. Menciones
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Procedimiento para las ofertas reales

Las ofertas reales deben ser realizadas, a solicitud de la parte interesada, por un oficial
ministerial con carácter para este tipo de acto, pues los abogados no tienen el carácter
requerido y no pueden hacer las ofertas reales. El oficial ministerial mejor para realizar
este acto es el alguacil, y en la práctica, es siempre por proceso verbal de alguacil que las
ofertas son hechas. Sin embargo, las ofertas pueden ser realizadas por un notario.
Pueden ser hechas en la audiencia por abogado a su contraparte, siempre que ambos
estén provistos de un poder especial. Pueden también ser hechas por la parte misma sin
asistencia de oficial ministerial. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. t.
VI, nn. 11, 12 y 15, p. 228).

Las ofertas reales seguidas de consignación liberan al deudor si tienen lugar al pago éstas
detienen, por consecuencia, el curso de los intereses, sin embargo, se discute a partir de
que día se produce dicha consecuencia sobre lo cual existen tres sistemas: 1. El día de
las ofertas; 2. Es necesario distinguir, si la consignación tiene lugar antes de la sentencia
que valida las ofertas, los intereses cesan el día de la consignación. Si éstas tienen lugar
antes de la sentencia, los intereses cesan del día de la reiteración de las ofertas en
audiencia; 3, El tercer sistema, establece que será a partir del día de la consignación
solamente. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, n. 85, p. 242).

A. Proceso verbal. Menciones

Las ofertas se hacen constar por un proceso verbal. Este proceso verbal es realizado en la
forma ordinaria de los actos (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, nn. 9-10 p. 437) y no por acto de abogado a
abogado, aún en los casos en que estas son incidentes a una contestación. (Rousseau,
Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T.6. n. 116 y 117. p. 240)

A pesar de que en principio, se entiende que el proceso verbal debe ser realizado por un
alguacil, se acepta también que este sea realizado por los notarios, por poseer también
éstos, calidad para realizar este tipo de actos y por ello son competentes a estos fines, y es
que, el Código Civil no habla de alguacil, sino de curial, que quiere decir uno ligado al
tren judicial. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, n. 17, p. 229,
Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T.114. pp. 239-240,
Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta. ed. t. II. p. 264). Sin embargo, la
citación en validez de las ofertas no podrá ser realizada por notario, sino, únicamente por
alguacil. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta. ed. t. II. p. 264,
Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T.6. n. 115. p. 240).

El oficial ministerial debe dejar al acreedor copia de su proceso verbal. (Jurisprudence


Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n.11, p.
437).

Este proceso, a requerimiento de aquel con capacidad para pagar, deberá ser notificado a
la persona con capacidad de recibir. Copia de las ofertas será dejada, así como también a
cada una de las partes que tenga un interés distinto o separado, esto a pena de nulidad.
El deudor puede hacer insertar en su proceso verbal, las reservas de condiciones
necesarias para la conservación de sus derechos. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile
et Commerciale. T. VI, nn. 17,18 y 19., p. 239).
1122

Si el acreedor no se encuentra en su domicilio o en el lugar indicado para el pago, las


ofertas reales pueden ser válidamente hechas a la doméstica o a cualquier otra persona.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, n. 24. p. 437)

En principio si el deudor se encuentra relacionado con varios acreedores, el acto debe ser
realizado en tantos originales y notificados en tantas copias como partes con intereses
distintos haya. A pena de nulidad, copia de los actos de ofertas debe ser entregada a cada
una de las partes que tengan un interés distinto y separado. Pero esta nulidad puede ser
cubierta por la aceptación posterior de estas ofertas, con reservas solamente del derecho
de criticarlas como insuficientes. Sin embargo, si varios acreedores se reúnen para
demandar por un solo y mismo acto el pago de una deuda común, el deudor puede, por
un solo acto, notificar separadamente a cada uno de ellos y realizarles ofertas reales
válidas. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, nn. 19-22. p. 437)

La ley no exige que el proceso verbal contenga elección de domicilio. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed. p. 264, Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 28. p. 437).

La disposición del artículo 812 de acuerdo a la cual el proceso verbal designará el objeto
ofertado de manera que no pueda ser sustituido con otro, no se aplica mas que a las
ofertas de cuerpos ciertos. Esta se ejecuta por una descripción exacta del estado de dicho
objeto, de forma tal que se pueda distinguir de otro objeto de la misma especie. Si las
ofertas consisten en cosas fungibles, el proceso verbal constata el peso o la medida, y si le
es posible su valor comparativo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, nn. 27-29. p. 437).

Si el deudor hace como oferta una suma de dinero, el proceso verbal debe contener la
enumeración y la calidad de especies, indicar por ejemplo no solamente cual es el monto
de las ofertas, si no también, si se tratara de billetes de banco, de cheques, piezas de oro,
etc., es decir, la naturaleza del dinero. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Commerciale. T. VI, n. 66. p. 239, Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 31 p. 437).

Estas formalidades son sustanciales, si las mismas no son observadas, el acreedor podrá
pretender no estar obligado a aceptarlo que le ha sido ofertado, porque no es esto la cosa
debida. Si las cosas son fungibles, el proceso verbal debe constatar el peso o la medida, y
si es posible el grado de valor que estas pueden tener en comparación con otras cosas de
la misma especie. Si se trata de una cosa determinada, el proceso verbal debe designar el
objeto de manera que el mismo no pueda ser sustituido por otro, es decir, que deberá
describir su estado y forma. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. 1886. Dictionnaire de
Procédure Civile. T. VI. nn. 123-126. p. 241).

Es necesario la mención de la respuesta, ya sea la aceptación o la negativa del acreedor. Y


si este ha firmado, se ha negado a firmar o declara no poder hacerlo. La omisión de la
respuesta del acreedor, no entraña necesariamente la nulidad, debiéndose suponer que la
misma no ha sido hecha; sin embargo, cuando se trata de la omisión de la firma debe
presumirse, que el acreedor se ha negado a recibir las ofertas, ello resulta de que el
alguacil se ha transportado inútilmente al domicilio del acreedor. Si el acreedor no sabe o
no puede firmar, la declaración del alguacil sobre el proceso verbal será suficiente.
(Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T.6. n. 126-
128. p. 241, Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, nn. 1, 3 y 6. p. 437).
1123

En el mismo sentido: “De conformidad con las disposiciones de los artículos 1257 y 1258
del Código Civil y 812 y 813 del Código de Procedimiento Civil, el ofrecimiento de pago
para ser válido debe designar el objeto ofrecido, si es en especie, su enumeración; hacer la
mención de la respuesta de la no-aceptación o aceptación del acreedor y su firma, si
rehusó a la declaración de no poder hacerlo, o sea, que el funcionario actuante debe
presentar en forma real al acreedor los valores adeudados en el momento mismo del
ofrecimiento”. (SCJ. 1984, BJ. 875, p. 3365, cit. por: Castaños Guzmán, Julio Miguel.
Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2003).

Si el acreedor no acepta las ofertas o declara que no desea firmar el proceso verbal que las
contiene, éstas son consideradas como inexistentes, sin que ni el acreedor ni el deudor
tengan necesidad de demandar, la nulidad o la validez respectivamente, sin perjuicio del
derecho que estos tienen de formar sus demandas en nulidad o en validez, si ellos están
interesados a abrir una contestación, el deudor sobre su derecho a liberarse, el acreedor
sobre su derecho a no aceptar el pago. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 27. p. 437).

La negativa del acreedor que no acepta las ofertas reales es igualmente consignada en el
proceso verbal; mas, en esta hipótesis, la negativa del acreedor de firmar la mención de
su respuesta, inscrita en el proceso verbal, no producirá ningún efecto. La declaración del
alguacil es suficiente para constatar la negativa: el acreedor no puede negarse a firmar o
impedir los efectos de las ofertas y de la consignación que le siguen; el alguacil deberá
dejarle al acreedor una copia del proceso verbal de ofertas. La respuesta que el alguacil
declara que ha sido hecha no está auténticamente constatada, y no hace fe si no hasta
inscripción de falsedad, lo mismo que las ofertas realizadas a las cuales se ha negado a
firmar el acreedor o en las cuales este declara que no sabe firmar. Todo aquello que ha
sido constatado por el alguacil en el proceso verbal puede ser combatido por simple
denegación. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, nn. 12, 13, 22 y 25. p. 437).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Las disposiciones de los artículos 812 y 813 del actual Código de Procedimiento Civil, han
sido conservadas por el Proyecto de Código, en los artículos 1584 y 1585 respectivamente,
modificando sólo el primero de dichos artículos, al establecerse una nueva forma para la
realización de las ofertas, consistente en un cheque certificado por una institución
bancaria o un cheque de administración. Esta nueva posibilidad nos parece muy
acertada, por un asunto puramente práctico, pues muchas veces lo ofertado es una
suma elevada de dinero, por lo que resulta mucho más conveniente el poder consignarla
en cheque y no en dinero efectivo, y para ello es necesario poder especificarlo así en el
acta de ofrecimiento real.

ARTÍCULO 814

En caso de que el acreedor rehusare lo ofrecido, podrá el deudor, para librarse,


consignar la suma o la cosa ofrecida, con observancia de las formalidades
prescritas por el artículo 1259 del Código Civil.

Tabla de Contenido
1124

1. Aceptación o negativa del acreedor.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Aceptación o negativa del acreedor

El proceso verbal debe mencionar la respuesta, la no admisión o la aceptación del


acreedor, y si ha firmado, rehusado o declarado no poder hacerlo. Este constata la
negativa, por parte del acreedor, de recibir lo ofrecido. Esta negativa puede existir en
hecho, pero no podrá ser probada por testigos cuando el valor envuelto sea mayor de
treinta pesos. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta. ed. t. II. p. 264).

“La aceptación es válida si es pura, simple y definitiva, no condicional. Si se hace con


reservas es inoperante. Cuando las reservas formuladas son una restricción a la
aceptación o no tienen relación directa con las ofertas, sino que se relacionan a
dificultades eventuales entre el acreedor y terceros, no se debe considerar esta
circunstancia como una negativa”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil,
4ta. ed. t. II. p. 264).

Las reservas realizadas por el acreedor sobre las ofertas que recibe de su deudor pueden
ser consideradas como una negativa o rechazo, si estas tienen una naturaleza tal que
comprometen los derechos del deudor, pero no en el caso contrario. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 16. p.
437)

Si el acreedor acepta el pago, el alguacil entregará las sumas y dará descargo, requiriendo
al acreedor que firme al pie del acto, si éste no sabe o no puede firmar, el alguacil hará
mención de estas circunstancias. Pero la negativa del acreedor para firmar el acta, se
puede considerar como negativa a aceptar la oferta. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, 4ta. ed. t. II. p. 264, Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire
de Procédure Civile. T.6. n.129, 131. p. 241, Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Commerciale. T. VI, n.68, p. 239).

Si las ofertas son aceptadas, las persecuciones se detienen sólo por el pago, y no por el
depósito. El acreedor debe dar descargo, el mismo resulta del proceso verbal que
constata el pago, y que es notificado por el acreedor en original y copia. Los gastos del
descargo, se encuentran a cargo del deudor. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procédure Civile. T.6. nn. 130-132. pp. 241-242).

La aceptación de las ofertas crea entre el deudor y el acreedor un contrato judicial que
ellos no pueden retractar. Se trata de un verdadero pago en el caso en que las ofertas son
validadas por sentencia las mismas adquieren la autoridad de la cosa buscada. (Bioche.
Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, n. 104, p. 245).

Las ofertas válidamente aceptadas, obligan definitivamente al deudor. Pero las ofertas
pueden ser revocadas si éstas no han sido válidamente aceptadas o juzgadas válidas, aun
cuando éstas han sido seguidas de consignación. En este último caso, el deudor puede
retirar la cosa o suma consignada. La oferta que no ha sido aceptada, puede ser
retractada pura y simplemente, sea por acto extrajudicial, sea por simples conclusiones.
Esta retractación pone fin al procedimiento, sin que sea necesaria su aceptación.
(Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T.6. nn. 187-189.
pp. 249-250).

Si el acreedor acepta las ofertas, el oficial ministerial ejecuta el pago y toma el título o el
recibo. Si el acreedor sabe firmar, él deberá poner su firma al pie de la declaración de
1125

aceptación: El alguacil tiene el derecho de considerar la negativa a firmar, de parte del


deudor que puede hacerlo, como una negativa a dar quitanza, y, por consecuencia, como
una negativa a las ofertas. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté, nn. 4-5 p. 437).

Cuando el proceso se levante en ausencia del acreedor, pero hablando el alguacil con una
persona con calidad para recibir el pago, si éste acepta, las consecuencias son las mismas
que si personalmente hubiere aceptado el acreedor. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, 4ta. ed. t. II. p. 265, Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 7. p. 437).

Todo acreedor que estando ausente de su domicilio en el momento de las ofertas, las
desea aceptar, puede hacer mandamiento al deudor de realizarlas tal día y a tal hora en
que él declara que estará presto a dar finiquito. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Commerciale. T. VI, n. 99, p. 244).

Si el acreedor no se encuentra en el lugar donde son notificadas las ofertas, y la persona


que se encuentra en dicho lugar declara no tener la misión de aceptar, el oficial
ministerial puede considerar esta respuesta como un rechazo y retirarse dejando a esta
persona una copia del proceso verbal que será remitida al acreedor. El acreedor advertido
por la persona que ha recibido la notificación de las ofertas, puede impedir la
consignación y dar el mismo su aceptación al oficial ministerial que ha realizado el
proceso verbal. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, nn. 19-20. p. 437).

Es permitido en apelación retractar las ofertas que han servido de base a la sentencia de
primera instancia, si las mismas no han sido aceptadas por el acreedor. (Bioche.
Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, n. 95, p. 244).

Mientras las ofertas reales no han sido aceptadas ni validadas, la suma consignada se
mantiene en el patrimonio del deudor, y éste puede retirar los fondos de la caja de
consignaciones de esto resulta, que si el deudor cae en quiebra, la aceptación ulterior de
las ofertas es imposible; la suma consignada será parte del activo de la quiebra y el
síndico tendrá el derecho de retirarlas y el acreedor deberá perseguirla como los otros
acreedores. Ha sido juzgado que el síndico de la quiebra puede retirar las ofertas hechas
por el quebrado y no aceptadas antes de la quiebra, y demandar la devolución de las
sumas consignadas. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, nn. 95
y 101. p. 245).

Los acreedores del deudor que ha consignado, pueden formar un embargo retentivo sobre
las sumas consignadas y dicho embargo se mantiene si la aceptación o la validación de
las ofertas no han sido notificadas a la caja. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Commerciale. T. VI, n. 102, p. 245).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Lo establecido por el artículo 814, no recibe en el proyecto de Código una modificación


substancial, variando de manera exclusiva en que en vez de enunciar la necesidad de
observar las formalidades prescritas por el artículo 1259, se refiere de manera general a
las disposiciones del Código Civil.
1126

ARTÍCULO 815

La demanda que se pueda intentar en validez o en nulidad de los ofrecimientos o


de la consignación, se formulará según las reglas establecidas para las demandas
principales; y si es incidental lo será por simple escrito.

ARTÍCULO 816

La sentencia que declare la validez de los ofrecimientos, ordenará en el caso de


que éstos hayan tenido lugar sin la consignación, que a falta de recibir el
acreedor la suma o la cosa ofrecida éstas sean consignadas; y pronunciará la
cesación de los intereses, desde el día de la realización del depósito en la caja
pública.

ARTÍCULO 817

La consignación voluntaria u ordenada, se efectuará siempre a cargo de los que


hagan oposición, si los hubiere, poniéndolo en conocimiento del acreedor.

ARTÍCULO 818

Lo demás se regula por las disposiciones del Código Civil, relativas a los
ofrecimientos de pago y a la consignación.

Tabla de Contenido

1. Demanda en validez o nulidad de los ofrecimientos o consignaciones.


A. Condiciones de validez de las ofertas.
B. Tribunal Competente.
2. Sentencia en validez de los ofrecimientos.
3. Consignación voluntaria u ordenada.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Demanda en validez o nulidad de los ofrecimientos o consignaciones.

El deudor puede demandar al tribunal la validez de las ofertas y la autorización de


consignar, antes de la consignación. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Commerciale. T. VI, n. 72, p. 240).

Si el deudor no forma su demanda, el acreedor podrá, por su parte, actuar en nulidad de


las ofertas y hacerlas declarar insuficiente. Ambas demandas pueden ser principales o
incidentales a un proceso ya abierto: ellas seguirán, de acuerdo a esta distinción, la
1127

marcha de un procedimiento principal o incidental. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes


Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, nn. 2-3. p. 438).

Cuando las ofertas no son aceptadas, el deudor que se desea liberar, debe hacer
pronunciar la validez por un tribunal. Esta demanda se encuentra dispensada del
preliminar de conciliación. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de
Procédure Civile. T.6. nn. 146 y 147. p. 243).

La demanda en validez de ofertas reales o la demanda en nulidad es dispensada del


preliminar de conciliación esta demanda puede ser principal o incidental; principal,
cuando en el momento en que la demanda es intentada no existe entre el acreedor y el
deudor ninguna contestación precedente a esta; incidental, cuando esta es formada
durante el curso de una instancia. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Commerciale. T. VI, n. 37, p. 232).

Las demandas en validez o en nulidad de las ofertas serán formadas conforme a las reglas
concernientes a las demandas principales: si estas son incidentales serán formadas por
simple escrito o conclusiones en audiencia. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procédure Civile. T. VI. n. 160. p. 245)

La demanda principal en validez o en nulidad es dispensada del preliminar de


conciliación. Cuando las demandas en validez o en nulidad son incidentales, ellas deben
ser formadas, no por acto de alguacil sino por acto de abogado a abogado. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, nn.
40,42 p. 438).

El deudor puede demandar la validez de las ofertas por ante él realizadas, antes de la
consignación y los tribunales pueden pronunciar su validez al declarar que estas ofertas
no serán liberatorias sino después que el pago sea operado en la caja de depósito y
consignaciones. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t. 2 n. 210 p. 162).

A. Condiciones de validez de las ofertas

Para que los ofrecimientos reales sean válidos es preciso: 1o. que se hagan al
acreedor que tenga capacidad de recibir, o al que tenga poder para recibir en su
nombre. 2o. Que sean hechos por una persona capaz de pagar. 3o. Que sean por la
totalidad de la suma exigible, de las rentas o intereses debidos, de las costas
líquidas y de una suma para las costas no liquidadas, salvo la rectificación. 4o. Que
el término esté vencido, si ha sido estipulado en favor del acreedor. 5o. Que se haya
cumplido la condición, bajo la cual ha sido la deuda contraída. 6o. Que los
ofrecimientos se hagan en el sitio donde se ha convenido hacer el pago; y que si no
hay convenio especial de lugar en que deba hacerse, lo sean, o al mismo acreedor, o
en su domicilio, o en el elegido para la ejecución del convenio. 7o. Que los
ofrecimientos se hagan por un curial que tenga carácter para esta clase de actos. (
Artículo 1258 del Código Civil Dominicano).

“(…) el artículo 1258 del Código Civil, no indica cual debe ser la suma ofrecida por el
deudor para que los ofrecimientos reales sean válidos, en relación a las costas no
liquidadas, tales ofrecimientos pueden hacerse por cualquier suma, a reserva de
rectificarla, si fuere necesario, cuando las costas sean exigibles y se hallan regularmente
1128

liquidadas”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta. ed. t.II. p. 263, Sent.
SCJ. 24 de Marzo de 1999. BJ. 1060. 135-140).

Si la suma ofrecida es insuficiente, la oferta real de pago, será declarada nula. Dicha
insuficiencia, basta para declararlos sin ningún valor y efecto por aplicación del artículo
1258 del Código Civil. (Sent. SCJ. Agosto de 1961. BJ. 613.1664; Sent. SCJ. Abril de 1955.
BJ. 534. 787).

La oferta real de pago no debe ser realizada con provisión insuficiente, pues de acuerdo
con el artículo 1258 del Código Civil, para que los ofrecimientos reales de pago sean
válidos, es preciso, según el ordinal 3ro. de este texto legal, que esos ofrecimientos sean
por la totalidad de la suma exigible, prueba de lo cual deberá ser aportada por el
demandado. (Sent. SCJ. 26 de marzo de 1990. Bj. 952. p. 830; Sent. SCJ. 12 de mayo de
1999 Bj. 1062. pp. 687-693).

El juez del fondo esta facultado para declarar la oferta real de pago insuficiente, por
tratarse ello de una cuestión de hecho, sin tener que dar motivos especiales, pudiendo
darlas como no efectuadas. (SCJ. 6 de julio de 1962. Bj. 624. p. 1026).

“(…) el deudor estaba obligado a incluir en esos ofrecimientos reales de pago, además del
valor de la notificación del embargo, una suma en efectivo para los demás gastos del
procedimiento, incluyendo honorarios de abogado (…)”. (Sent. SCJ. 1957. BJ. 558. 128, cit.
por: Machado, Pablo Antonio. 1964. La Jurisprudencia Dominicana, Años 1938 a 1960. T.
II. n. 1470. p. 1070).

No es necesario, para la validez de las ofertas reales previas a la consignación, que estas
sean precedidas de un aviso al acreedor de estar presente en el proceso verbal de ofertas.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, n. 21 p. 437).

Los ofrecimientos reales no sujetos a condiciones ajenas al contrato, producen


efectos legales independientes de toda consignación, ya que, cuando son regulares,
constituyen al acreedor en mora de recibir el pago, por lo cual éste queda en falta si
los rehúsa sin motivos serios, y no puede iniciar las persecuciones comenzadas, sin
exponerse a incurrir en falta y a reparar los daños y perjuicios que tales
persecuciones conlleven, así como a soportar los gastos hechos; esto es así,
especialmente cuando dichas ofertas son seguidas de consignación válida de la
totalidad de la suma adeudada; que, por otra parte, el deudor puede insertar en sus
ofertas reales de pago las mismas condiciones, protestas o reservas que tendría el
derecho a hacer al realizar el pago de grado a grado, y que no son, por su parte, sino
el ejercicio de un derecho legítimo. (Sent. SCJ. Junio 1955. BJ. 539. 1247).

Sobre las ofertas condicionales, en principio las ofertas convencionales deben ser puras y
simples. El deudor no puede realizar dicha oferta bajo condiciones. Sin embargo, el
deudor puede insertar en las ofertas ciertas condiciones, protestas o reservas que él
tendrá el derecho de hacer al pagar, y que son el ejercicio de un derecho legitimo.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t.1. n. 25-26 p. 161).

No se puede realizar ofertas reales a menos que el acreedor se niegue a recibir el pago, su
negativa será probada por las circunstancias. Las ofertas son válidas por sí mismas,
aunque estas no hubiesen sido precedidas de un mandamiento previniendo al acreedor de
que iban a ser hechas. Estas pueden contener mandamiento de asistir al depósito de la
suma ofertada. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, nn. 20-21, p.
230).
1129

Los ofrecimientos reales de pago no son válidos si los mismos no son seguidos de
consignación. (Sent. SCJ. Marzo de 1961. BJ. 608. 430).

Es necesario que las ofertas sean realizadas en tiempo oportuno. Estas no pueden afectar
un derecho adquirido del acreedor. Las ofertas realizadas antes de llegado el término de la
obligación, son válidas, pues dicho termino se presume siempre en favor del deudor. Esta
regla sufre varias excepciones: 1. En materia de comercio, el portador de una letra de
cambio no puede ser constreñido a recibir el pago antes del término; 2. En materia civil,
cuando el termino ha sido estipulado en favor del acreedor, es necesario para poder
ofrecer válidamente, esperar la llegada del término. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procédure Civile. T.6. nn. 181, 79, 80 y 81. pp. 248 y 235).

En caso de obligación condicional, es necesario distinguir entre la condición suspensiva y


la resolutoria. Si la condición es suspensiva, las ofertas reales hechas antes del evento
serán nulas; si la condición es resolutoria, las ofertas reales hechas antes del evento
serán válidas, pues ya existe un deudor bajo condición suspensiva, que ignora la
condición y ha hecho ofertas que el acreedor ha aceptado, podrá repetir por el pago si él
viene a saber que la condición no se ha realizado igualmente, el advenimiento de la
condición valida las ofertas por efecto retroactivo. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile
et Commerciale. T. VI, n. 59, p. 237).

En este sentido: Si la deuda es condicional, el acreedor tiene fundamento para rehusar


las ofertas; no solamente la deuda no existe aún, sino que esta podría nunca existir.
Estos principios no se pueden aplicar cuando se trata de una condición resolutoria, que
no es propiamente dicho, una condición, puesto que esta no suspende la ejecución de la
obligación. El deudor tiene el derecho de liberarse, y el acreedor de rehusarse a recibir las
ofertas. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T.6. nn. 82
y 85. pp. 235-236).

Todas las condiciones fijadas sobre las ofertas son lícitas, cuando éstas están autorizadas
por la ley, por la justicia o por la convención. Pues éstas son necesarias para la
conservación de los derechos del deudor. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procédure Civile. T.6. n. 86. P.236).

Un deudor embargado puede hacer ofertas reales, a condición de que los efectos
embargados fueren examinados para comprobar si éstos han sufrido algún deterioro, sí
bajo reserva de daños y perjuicios, luego del examen. (Rousseau, Rodolphe y Laisney.
1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T.6. n. 87. P. 236, Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Commerciale. T. VI, n. 23, p. 230).

Pero, las ofertas hechas bajo una condición imposible o ilusoria son nulas, a menos que
dicha condición no entre en contradicción directa con las ofertas, caso en el cual la
condición será declarada como no realizada. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Commerciale. T. VI, n. 26, p. 230).

En materia de alquileres, la oferta real debe incluir además de los alquileres adeudados,
los gastos y honorarios, no quedando de lo contrario el inquilino liberado de su
obligación. Esto conforme al Art. 12 del Decreto 4807 de 1959. (SCJ. 15 de octubre de
1993. Sent. 3, B.J. 995.945, cit. por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto.
Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2003).
1130

“Considerando, por otra parte, que el artículo 653 del Código de Trabajo establece que
Todo empleador o trabajador que desee liberarse de la obligación de pagar una suma de
dinero que provenga de contratos de trabajos o de convenios colectivos o haya sido
contraída en ocasión de la ejecución de los mismos, puede consignarla en la Colecturía de
Rentas Internas correspondiente al lugar en que tenga su domicilio el acreedor, previo
ofrecimiento real de pago no aceptado por el último" (Artículo 653 Código de Trabajo de la
República Dominicana)

“Considerando que el término puede consignarla, que utiliza el referido artículo 653 no
implica que no sea necesaria la consignación para la validez de la oferta, por ser dicha
consignación facultativa del ofertante, como alega la recurrente, sino que lo optativo es el
deseo del deudor de liberarse de la deuda mediante la oferta de pago, pero una vez
iniciado el procedimiento para su culminación válida, se torna imperativa la consignación
de la suma ofertada”. (SCJ. 18 de noviembre de 1998. Bj. 1056. 491).

B. Tribunal Competente

Es por la demanda en validez, formada por el deudor contra el acreedor que se ha negado
a aceptar las ofertas, que el tribunal es ordinariamente apoderado de la cuestión de saber
si estas son válidas. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté, n. 1 p. 438).

La simple indicación de un lugar para el pago, no atribuye competencia al tribunal de


dicho lugar, si el acreedor no tiene domicilio allí. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procédure Civile. T. VI. n. 100. p. 237).

Si la demanda es principal deberá ser intentada ante el tribunal del lugar, ante donde las
ofertas han sido hechas. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, n.
39, p. 234).
Si son incidentales, son juzgadas por el tribunal apoderado de la contestación principal.
Si la demanda no es más que accesoria, si las ofertas son realizadas en ejecución de una
sentencia anterior, el tribunal ya apoderado, o del que emana esa sentencia que
pronuncia sobre la validez. Si, sin que hubiere un proceso abierto entre las partes, los
ofrecimientos tienen lugar a razón de un crédito establecido por la decisión de un tribunal
o de una corte de apelación, es ante este tribunal o de esta corte que se debe llevar la
demanda. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, nn. 5, 6 y 8. p. 438).

La demanda en validez de ofertas reales de una suma que no excede los límites de la
competencia del juez de paz, será validamente llevada ante este magistrado, cuando
dichas ofertas tienen lugar en ejecución de una sentencia dictada por él, y especialmente
si éstas son realizadas por vía de excepción a una acción donde éste está
competentemente apoderado si se trata de una demanda en validez formada por acción
principal la misma, no deberá ser llevada ante el juez de paz, pues ésta tiene un valor
indeterminado por lo que deberá ser llevada ante el tribunal civil. (Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Commerciale. T. VI, n. 40, p. 234).

Si la demanda es formada por conclusiones incidentales, ella será evidentemente llevada


ante el tribunal que deberá juzgar la demanda principal, sobre la cual las ofertas han sido
realizadas ciertamente si las ofertas son hechas por vía de excepción a una acción en la
que el juez de paz se encuentra apoderado, la demanda en validez de oferta, será
1131

válidamente juzgado por dicho juez si estas no exceden los limites de su competencia.
(Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, n. 38, p. 232).

Sin embargo, en principio, los jueces de excepción como lo son el de paz y el de comercio,
no son competentes para estatuir sobre una demanda en validez, en razón de la
naturaleza del crédito: Las ofertas de pago y la consignación están colocadas en el Código
de Procedimiento Civil bajo el nombre de Procedimientos Diversos, los cuales se
encuentran especialmente atribuidos a los tribunales civiles de primera instancia.
(Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T.6. n. 156. p.
244).

En sentido contrario: La competencia del juez de paz debe ser admitida, siempre que la
demanda en validez de ofrecimientos sea principal, y también si ésta se produce por vía
de excepción, en uno y otro caso las ofertas rendidas, deben en cuanto a las cifras estar
dentro del dominio del tribunal de paz y que éstas tengan por objeto un crédito que por
su naturaleza y su cuantun se encuentren sometidas a la competencia de este tribunal.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, n. 15. 438).

En un primer sistema, las demandas en validez de las ofertas deben ser llevadas al
tribunal del lugar donde éstas serán realizadas. Según otro sistema, cuando la demanda
es principal, esta está sometida a la regla general de competencia: actor sequitur forum
rey. En consecuencia, la demanda en validez será llevada al tribunal del domicilio del
acreedor, o al tribunal del lugar convenido para el pago. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 28,30,34,35 p. 438).

Las disposiciones del artículo 815 no tienen otro aspecto que el reglamentar el
procedimiento a seguir en las demandas sobre ofertas reales que son presentadas ante los
tribunales de primera instancia; ellas no tendrán efecto sobre la competencia de los
jueces de paz en los asuntos que la ley les atribuye, y del derecho que estos tienen de
estatuir sobre una excepción a una demanda que entra dentro de los limites de su
competencia. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, n. 7 p. 438).

La demanda en validez de ofertas reales hechas en respuesta a un embargo retentivo,


deberá ser llevada ante el tribunal que deba juzgar el embargo. (Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Commerciale. T. VI, n. 42, p. 234, Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procédure Civile. T.6. n. 149. p. 244).

La elección de domicilio hecha en el mandamiento de pago tendiente a embargo ejecutivo


es atributiva de jurisdicción, lo mismo sucede en el caso del embargo de frutos no
cosechados. Pero ha sido juzgado que el tribunal que ha rendido la sentencia en virtud de
la cual se procede a la ejecución, es el único competente. (Rousseau, Rodolphe y Laisney.
1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T.6. nn. 152-154. p. 244).

Si las ofertas son hechas en el domicilio elegido en el mandamiento pendiente a embargo


inmobiliario, el tribunal competente es el de la situación de los bienes embargados.
(Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, n.43, p. 234, Rousseau,
Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T.6. n. 150. p. 244).

Cuando la demanda es incidental, ella debe ser llevada ante el tribunal de la acción
principal. La demanda, sea en validez, sea en nulidad de ofertas, deberá ser realizada
conforme al artículo 59 del presente código, y será llevada ante el tribunal del domicilio
del defendido. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, n. 236-242 p. 173).
1132

“Cuando las ofertas reales son consecuencia de un procedimiento de embargo


inmobiliario, el tribunal competente para conocer de su validez es el tribunal apoderado
de aquel procedimiento, por ser éste competente para decidir todas las incidencias
promovidas con motivo de dicho procedimiento”. (SCJ. 18 de enero 1984. Bj. 878. 73, cit.
por: Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la
Jurisprudencia Dominicana 1907-2003).

“De acuerdo al artículo 655 del Código de Trabajo toda demanda en validez o en nulidad
de los ofrecimientos o de la consignación se introducirá ante el Juzgado de Trabajo
correspondiente y se substanciará y fallará según las reglas establecidas para la materia
sumaria”. (SCJ. 18 de noviembre de 1998. Bj. 1056. 491, cit. por: Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2003).

2. Sentencia en validez de los ofrecimientos

La sentencia que declara válidas las ofertas ordenará en el caso en que la consignación no
halla tenido lugar, que el acreedor reciba la suma de la cosa ofertada, la cual será
consignada; pronunciará además la cesación de los intereses y el día de la realización de
la consignación. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, n. 72, p.
240).

El tribunal puede estatuir sobre la validez de las ofertas, antes o después de la


consignación. En el primer caso, la sentencia que declara las ofertas válidas, ordena al
acreedor recibir la suma o cosa ofertada, la cual será consignada; en el segundo caso, la
sentencia estatuye a la vez sobre el mérito de las ofertas, y pronuncia la cesación de los
intereses desde el día de la realización de la consignación. El deudor que ha realizado la
consignación antes de la sentencia que valida las ofertas, no tiene la obligación de
reiterarlas. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T.6.
nn. 161, 162, 163 y 165. p. 245).

El juez de la validez de las ofertas reales hechos por el deudor, es competente para fijar la
naturaleza y el monto del crédito, de igual manera otro tribunal sería apoderado de esta
última cuestión, si este tribunal ha estatuido sólo sobre la decisión a intervenir sobre la
validez y la suficiencia de las ofertas. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 27 p. 438).

El tribunal ante el cual son realizadas las ofertas responde explícitamente a éstas al
estatuir sobre la recibilidad y el buen fundamento de la demanda principal, sin que esté
obligado, como en el caso de las ofertas reales y ordinarias, al estatuir especialmente
sobre la validez de las ofertas. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 17 p. 437).

La sentencia que declara las ofertas válidas condena al acreedor, lo que puede
comprender las costas de las ofertas y de la consignación, y en ciertos casos, aquellas
anteriores, si las mismas son producto de la mala fe del acreedor. La sentencia autoriza al
deudor a descontar las costas de las sumas ofertadas o consignadas. Si la distracción es
pronunciada en provecho del abogado del deudor, éste no puede descontar las costas de
la misma manera, y no puede perseguir el pago contra el acreedor antes de la
consignación. Si por el contrario, las ofertas son invalidadas, todas las costas quedarán a
cargo del deudor. (Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile.
T.6. nn. 169-170. p. 246).

3. Consignación voluntaria u ordenada. Validez


1133

Para su validez, se requiere que la misma sea precedida por una oferta real que no
hubiese sido aceptada por el acreedor. (SCJ. 5 de marzo de 1990. Bj. 952. 301, cit. por:
Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2003).

“Para que un pago por consignación sea plenamente liberatorio es preciso, que, conforme
al artículo 1258 del Código Civil, la totalidad debida sea abarcada, por esa forma especial
de pago”. (Sent. SCJ. 9 de marzo de 1962. BJ. 620. 380, cit. por: Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2003).

Para que la consignación sea válida, es necesario, conforme a lo establecido por el Art.
1259 del Código Civil, que ésta sea precedida de una notificación al acreedor que
contenga la indicación del día, de la hora y del lugar donde la cosa ofrecida será
depositada; sin embargo, excepcionalmente se ha admitido la validez de una consignación
como medio de defensa, sin que la precedan ofertas reales, cuando se trata de un deudor,
cuyos bienes muebles han sido embargados conservatoriamente, para obtener el
levantamiento del embargo ha sido autorizado por el Juez a consignar una suma de
dinero para garantizar el pago de la deuda, puede en el curso del juicio en cobro del
crédito reconocerse deudor de una determinada cantidad y pedir que ese valor sea
retirado del consignado. (Sent. SCJ. 23 de mayo de 1984. Bj. 882. 1204, cit. por: Castaños
Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia
Dominicana 1907-2003).

Si la cosa debida es un cuerpo cierto, éste debe ser entregado en el lugar en que se
encuentra, el deudor debe hacer mandamiento al acreedor de buscarla, por acto
notificado a su persona o domicilio elegido por ejecución de la convención, si el acreedor a
pesar del mandamiento no se lleva la cosa y el deudor tiene la necesidad de utilizar el
lugar en que se encuentra, este podrá obtener autorización de la justicia para depositar la
cosa en otro lugar. Se debe, aunque el código no lo indica, notificar el depósito del
acreedor. Si es posible llevar el cuerpo cierto al domicilio del acreedor, el deudor deberá
hacerlo llevar; en caso de negativa, obtener entonces el permiso del juez para depositar
(Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, nn. 107 y 109, p. 246).

No hay un plazo de rigor entre las ofertas reales y la consignación. Si el deudor retarda la
consignación, los intereses corren después del proceso verbal de ofertas pueden quedar a
su cargo. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. VI, n. 81, p. 242).

No existe un plazo determinado para ello, por lo que no puede ser declarada tardía. La
consignación no tiene que ser autorizada por el juez. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, 4ta. ed. t. II. p. 267).

En el mismo sentido: El oficial ministerial debe realizar la consignación en las


veinticuatro horas, a menos que este sea dispensado por orden escrita de aquel que le ha
encargado realizar las ofertas. Sin embargo, la ley no establece un plazo para la
consignación, luego de la realización de las ofertas, por lo que las mismas no son nulas, si
la consignación no se produce dentro de las veinticuatro horas. (Rousseau, Rodolphe y
Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. T.6. nn. 139 y 177. pp.242 y 248).

La consignación efectuada por el tercer adquiriente de un inmueble embargado, cuando


la adquisición es hecha antes de la trascripción del embargo y cuando esta consignación
1134

se haga antes de la adjudicación del inmueble y comprenda suma suficiente para pagar
capital, intereses y costas, al acreedor embargante y a los acreedores inscritos, esa
consignación con esos requisitos constituye un verdadero pago. ( Sent. SCJ. Agosto de
1948. BJ. 457. 1536, cit. por: Bergés Cupani, Manuel. 1957. Diez años de Jurisprudencia
Dominicana, Años 1947-1956. T. I. n. 699. p. 265-266).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El artículo 815, es modificado de manera sutil por el artículo 1587 del proyecto, en la
medida en que este último, no especifica que las demandas incidentales deberán ser
realizadas por simple escrito, sino que al igual que como lo hace al referirse a las
principales, se limita a sujetarlas a las reglas establecidas al respecto.
El texto del artículo 816, se halla transcrito en el 1588 del proyecto, con excepción de que
éste, en vez de referirse como la disposición actual a la Caja Pública, establece que el
depósito deberá ser realizado en la Dirección General de Impuestos internos o la que la
sustituyere. Mientras que, el contenido del artículo 817 se mantiene incólume en el 1589
del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
De igual manera, la esencia de lo dispuesto por el artículo 818, se encuentra en el
artículo 1583, sin embargo este último, que en el proyecto encabeza el título relativo a los
ofrecimientos de pago y la consignación, sólo somete a lo dispuesto por el Código Civil, al
menos de manera expresa, las prescripciones, limitando bastante lo dispuesto por el
artículo 818, que simplemente se refiere a “lo demás”.

TÍTULO II

DEL DERECHO DE LOS PROPIETARIOS SOBRE LOS MUEBLES, EFECTOS


Y FRUTOS DE SUS INQUILINOSY ARRENDATARIOS, Y DEL EMBARGO
RETENTIVO CONTRA LOS DEUDORES TRANSEUNTES

Tabla de Contenido

1. Embargo de locación
A. Definición
2. Embargo contra el deudor transeúnte
A. Definición

1. Embargo de locación

A. Definición

“Embargo de carácter preventivo, practicado sin autorización judicial pero previa


constitución en mora del deudor, por el locador de un inmueble a quien se deben
alquileres o arrendamientos: tiene por objeto poner bajo custodia de la justicia los
muebles y frutos pertenecientes al locatario o arrendatario, e impedir que este los
sustraiga.”(Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. pp.245 y 246).

Este embargo, es de carácter mobiliario y conservatorio, en provecho del arrendador de


un inmueble, acreedor del arrendatario, en virtud del cual se embargan los bienes que
guarnecen los lugares alquilados para ulteriormente llegar a la venta de los mismos. Se
trata de una institución muy antigua, en virtud de la cual se conserva la prenda del
arrendador, de conformidad con el artículo 2102 del Código Civil. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. pp. 72-73, Vincent, Jean et Jaques Prévault.
1135

1987. Voies d’ exécution et Procédures de Distribution. 6ta. ed. pp. 124-125, Germán,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. p. 181, Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procedure Civile. t. 7, p. 594, Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 1, p. 440)

El embargo de locación es a la vez un acto conservatorio y un acto de ejecución.


(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, n. 1, p. 440)

“Para garantizar la ejecución del indicado privilegio [el privilegio del art. 2102 del Código
Civil], el legislador ha establecido el Embargo de Locación”. (Germán, Mariano. 2002. Vías
de Ejecución. t. II. P. 181).

“Los créditos privilegiados sobre ciertos muebles son: 1o. los alquileres y arrendamientos
de los inmuebles, sobre los frutos de la cosecha del año, y sobre el precio de todo el ajuar
de la casa alquilada o del precio rústico, y por todo lo que sirve a la explotación del
mismo; a saber, para todo lo que está vencido o por vencer, si el arrendamiento fuese
auténtico, o si fuese por contrato privado teniendo una fecha cierta; y en cualquiera de
los dos casos, los demás acreedores tienen derecho para alquilar nuevamente la casa o el
predio rústico por lo que puede del arrendamiento y cobrando por sí los alquileres,
siempre con la obligación de pagar al propietario todo lo que se le quede a deber; y
faltando arrendamiento auténtico o cuando se haga por contrato privado y no tenga fecha
cierta, por un año que se contará desde la conclusión del corriente. El mismo privilegio
tiene lugar para las reparaciones locativas, y para todo lo concerniente a la ejecución del
arrendamiento(...) El propietario puede embargar los muebles que tenga en su casa o su
predio rústico, cuando hayan sido éstos cambiados de sitio sin su consentimiento,
conservando sobre ellos su privilegio, si hubiere hecho la reivindicación: a saber, cuando
se trata de un mobiliario o ajuar de un predio rústico, en el plazo de cuarenta días, y en el
de quince tratándose del ajuar de una casa habitación; (...)” (Artículo 2102 del Código
Civil Dominicano)

2. Embargo contra el deudor transeúnte

A. Definición

También conocido como embargo foráneo, es el “Embargo preventivo practicado por un


acreedor en mérito a una autorización judicial y con el fin de que se pongan en custodia
de la justicia los objetos muebles del deudor forastero, es decir, que se halla de paso por
la comuna donde habita el acreedor. A menudo la medida se limita a los deudores de
nacionalidad extranjera que no tienen residencia en Francia.” (Capitant, Henri. 1930.
Vocabulario Jurídico. p. 245)

Todo acreedor, aunque carezca de título puede, sin previo mandamiento de pago, pero
con permiso del presidente del tribunal de primera instancia y aun del juez de paz, hacer
embargar los efectos que encuentren en la común en que reside y que pertenezcan a su
deudor transeúnte. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. P. 82,
Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.209).

“La rúbrica del título del C. de Pr. Civil que comprende los arts. 819 a 822 lo denomina
impropiamente ‘embargo retentivo contra los deudores transeúntes’ Se le llama también
embargo foráneo”. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV. p.209).
1136

El embargo foráneo, da el derecho al acreedor de embargar los efectos pertenecientes a su


deudor transeúnte, que se encuentran en la comuna donde habita dicho acreedor.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, n. 1 p. 450).

“La utilidad del embargo contra el transeúnte es hoy en día la misma que tenía en la
Edad Media. El acreedor obtiene una garantía frente a deudores que habitan por tiempo
limitado su domicilio. En la actualidad se manifiesta su utilidad por el auge del turismo y
de los hombres de negocios para los cuales no existen fronteras”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III, p. 82).

ARTÍCULO 819

(Mod. por el Art. 4 de la Ley No. 571 del 4 de octubre de 1941). Los propietarios e
inquilinos principales de casas o bienes rurales, haya o no contrato por escrito,
pueden, después de un día del mandamiento de pago y sin previo permiso del juez
de paz, hacer embargar por deuda de alquileres y arrendamientos vencidos, los
efectos y frutos que se encuentren en dichas casas o establecimientos rurales y en
las tierras que a ellos correspondan. Pueden también hacer que se embarguen al
instante, en virtud de permiso que se haya obtenido del juez de paz, previa
solicitud al efecto. Están asimismo facultados para hacer el embargo del ajuar
que tenga la casa o la finca, cuando ha sido quitado de su sitio sin su
consentimiento, y conservar su privilegio sobre él con tal que hayan efectuado su
reivindicación conforme a lo dispuesto en el artículo 2102 del Código Civil.

ARTÍCULO 820

Los efectos de los subarrendatarios o sublocatarios que estén en los lugares


ocupados por ellos, y los frutos de las tierras que subarrienden, se pueden
embargar a causa de los alquileres o arrendamientos adeudados, por el inquilino
o arrendatario de quien los hubieron (sic); pero obtendrán la suspensión del
procedimiento, justificando que han pagado sin fraude, no pudiendo oponer pagos
hechos adelantados o sea con anticipación.

ARTÍCULO 821

El embargo de esta clase se hará en la misma forma que el ejecutivo, pudiéndose


constituir depositario al mismo a quien se embarga; y en caso de que haya frutos
se procederá conforme a lo que prescribe el título IX del libro anterior.

Tabla de Contenido

1. Condiciones de ejercicio
A. Existencia de un contrato de arrendamiento
B. Personas que pueden practicar el embargo de locación
C. Personas contra las cuales procede el embargo
D. Créditos que permiten el embargo
E. Bienes que pueden ser embargados
2. Procedimiento de embargo de locación
A. Incidentes del embargo de locación
3. Tribunal Competente
4. Sentencia
A. Efectos
1137

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Condiciones de ejercicio

A. Existencia de un contrato de arrendamiento

El ejercicio del privilegio establecido en el Art. 2102 del Código Civil, sólo se concibe si
existe entre las partes un contrato de arrendamiento, sin el cual no hay fundamento para
este embargo, pues el arrendamiento es la condición primaria y esencial para esta medida
conservatoria. El legislador exige específicamente un contrato de arrendamiento y no otro,
aunque sea parecido. (Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. pp. 182, 183 y
185).

El embargo de locación puede ser practicado en virtud de un contrato de arrendamiento,


sea escrito o simplemente verbal. La tácita reconducción tendrá a este respecto, los
mismos efectos que el arrendamiento. Si el arrendamiento consta en un acto notarial, el
locatario, puede preferir proceder por la vía del embargo ejecutivo, que lo dispensa de la
obligación de dirigirse a la justicia para poder proceder a la venta de los bienes, el
embargo de locación debe siempre ser seguido de una sentencia que lo valide. Por el
contrario, el embargo de locación, se encuentra dispensado del mandamiento de pago
previo, esto le evita al acreedor el grave inconveniente de prevenir al locatario de la
medida. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure
Civile Annoté, nn. 39, 43 y 44, p. 442).

B. Personas que pueden practicar el embargo de locación

El embargo de locación sólo podrá ser realizado por una persona capaz. La incapacidad
del arrendador entrañará la nulidad del embargo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, nn. 35 y 37, p. 441).

“Este embargo puede ser practicado por el arrendador de un inmueble sobre los efectos
que estén en los lugares alquilados o subalquilados”. (Jorge Blanco, Salvador. 2003.
Formularios de las Vías de Ejecución. 3era. ed., p. 113).

Puede ser realizado por el locador o arrendador, en esa calidad, ya sea que se trate de un
propietario, usufructuario, o de un principal inquilino o arrendatario. Cuando el contrato
se ha realizado ante notario, el acreedor puede recurrir al embargo ejecutivo, ya que está
provisto de título ejecutorio, pero este último tiene que ser precedido por un
mandamiento de pago, el cual puede poner sobre aviso al deudor, arriesgándose a que
este venda loa bienes muebles. El embargo de locación, dada su naturaleza conservatoria,
se inicia sin permiso del juez pero previo mandamiento de pago (Tavares, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.205, Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil. t. III. p. 73, Rousseau, Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire
de Procedure Civile. t. 7, p. 594).

El locador no es necesariamente el propietario del local; este puede ser un usufructuario,


o un locatario principal que sub-arrienda. Si el subarrendamiento ha sido hecho contra
1138

la prohibición del propietario, este último podrá embargar los muebles del
subarrendatario, hasta la concurrencia del precio del Subarrendamiento. (Vincent, Jean et
Jaques Prévault. 1987. Voies d’ exécution et Procédures de Distribution. 6ta. ed. pp. 124-
125).

Sólo puede ser ejercido por el arrendatario o locatario actual, no pudiendo el acreedor que
pierde esta calidad o renuncia a ella, servirse de dicho privilegio. (Rousseau, Rodolphe y
Laisney. 1886. Dictionnaire de Procedure Civile. t. 7, p. 594).

Pueden trabar este embargo: 1. El propietario contra el arrendatario, aunque éste haya
cedido el arrendamiento; 2. El propietario contra el tercero que ha recibido el contrato de
arrendamiento, contra el cual tiene una acción directa; 3. El propietario contra el sub-
arrendatario o el cesionario. Por propietario, debe entenderse aquel que tiene la propiedad
actual del inmueble arrendado o el que ejerce derechos asimilables, como es el caso del
usufructuario. Se presume que todo el que arrienda un inmueble es propietario del
mismo, y por ello tiene derecho a trabar este embargo. Por arrendatario principal, debe
entenderse aquel que teniendo todos los derechos y obligaciones del contrato de
arrendamiento los ha transferido a un tercero, que pasa a ocupar su lugar, a través de un
sub-arrendamiento. En caso de cesión, el arrendador primitivo transfiere sin modificación
al cesionario todos los derechos de que estaba investido frente al propietario. (Germán,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. pp. 188 y 189).

El locatario principal, al igual que el propietario, tiene el derecho de practicar un embargo


de locación, sobre los bienes del sub-locatario. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 9, p. 441).

Es suficiente para que el propietario pueda embargar los bienes del sub-locatario o sub-
arrendatario, que la locación sea justificada por el hecho de la ocupación, de donde
resulta, que no es necesario que se trate de un contrato de arrendamiento auténtico o con
fecha cierta. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, n.5, p. 447).

C. Personas contra las cuales procede el embargo

Puede ser practicado por el locador o arrendador contra su locatario o arrendatario, y


también a requerimiento del locatario o arrendatario principal contra el sublocatario o
subarrendatario. Por otra parte, el locador o arrendador principal puede embargar
directamente contra el sublocador o el subarrendatario, esto según lo dispuesto por el
Art. 820 del Código de Procedimiento Civil, en aplicación del principio enunciado en el
Art. 1753 del Código Civil, que dispone que el sublocatario o subarrendatario están
directamente obligados hacia el locador principal al pago de las sumas por ellos
adeudadas al locatario o arrendatario que contrató con ellos. (Tavares, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.206, Germán, Mariano. 2002. Vías
de Ejecución. t. II. p. 188).

Procede contra el arrendatario o locatario, así como también, por estos en contra de
subarrendatarios o sublocatarios. De acuerdo con el Art. 1753 del Código Civil y al 820
del Código de Procedimiento Civil, el sublocatario puede solicitar el levantamiento del
embargo, si justifica que ha pagado sin fraude y siempre que no se trate de pagos
anticipados. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v.
IV. p.205, Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II., pp. 188 y 189; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p. 74).
1139

D. Créditos que permiten el embargo

Se podrá practicar este embargo por deudas de alquileres o arrendamientos vencidos o


exigibles; si los mismos son pagaderos por adelantado, el embargo es posible desde el
momento en que el pago puede ser requerido de acuerdo a lo pactado por las partes. No
procede este embargo “para el cobro de todos los créditos resultantes del contrato de
locación o arrendamiento, los cuales se hallan garantizados por el privilegio establecido
en el artículo 2102-1º. del Código Civil, sino solamente para el cobro de los enunciados
limitativamente en el artículo 819”. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. IV. pp.205 y 206).

No puede ser practicado mas que por los alquileres o rentas vencidos. (Rousseau,
Rodolphe y Laisney. 1886. Dictionnaire de Procedure Civile. t. 7, p. 595). En consecuencia,
el crédito que permite este embargo está más restringido que el privilegio del arrendador
que se extiende en todo o parte a los alquileres vencidos y por vencer. (Jorge Blanco,
Salvador. 2003. Formularios de las Vías de Ejecución. 3era. ed., p. 114).

El origen del crédito debe ser el contrato de arrendamiento, lo que significa no sólo el
pago de los arrendamientos, sino también, el pago de ciertas indemnizaciones debidas,
como por ejemplo por los deterioros y pérdidas que ocurran durante la vigencia del
contrato. Dicho crédito debe ser cierto, así como exigible al momento de la solicitud de la
medida. Al igual que en los demás embargos conservatorios, en este embargo el crédito no
tiene que ser definitivamente líquido, caso en el cual compete al juez que lo autoriza,
liquidarlo provisionalmente para así limitar la extensión de la medida. (Germán, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t. II. pp. 185-187).

Los créditos que permiten este embargo, son los provenientes de deudas de alquileres o
arrendamientos vencidos. Por lo tanto, es condición indispensable que la deuda esté
vencida o sea exigible. No pueden servir como fundamento de este embargo, los créditos
que son el producto del incumplimiento de las obligaciones del contrato de locación por
parte del inquilino o arrendatario, en razón de que el mismo sólo procede para el cobro de
los alquileres o rentas vencidos. Si bien es cierto que el crédito debe ser cierto, no es
necesario que el monto sea determinado en la época del embargo. Desde luego, el monto
deberá establecerse al momento de pedir la autorización del embargo. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. pp. 73-75).

En opinión contraria: La autorización para realizar embargo conservatorio, no está


subordinada a la certidumbre del crédito que el demandante se proponga hacer declarar
mediante una acción a breve término, sino que basta la verosimilitud del mismo para
justificar la autorización. (Sent. SCJ. 31 de marzo de 1938. BJ. 332. 160).

Excepcionalmente, el arrendador puede ser autorizado a trabar este embargo aún por
créditos no vencidos, tal es el caso de que el deudor hubiese quebrado o por acto suyo
hayan disminuido las garantías, las cuales están constituidas en el arrendamiento por los
bienes que guarnecen, producen o sirven de explotación al inmueble arrendado. (Germán,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 186).

El embargo puede ser anulado, si aparece que el propietario, ha exagerado por malicia los
créditos que le pueden servir de base. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n.60, p. 442).

E. Bienes que pueden ser embargados


1140

Sólo los bienes que guarnecen los lugares arrendados pueden ser afectados por este
embargo. Dos condiciones son exigibles para que los bienes del deudor de los
arrendamientos puedan ser objeto de esta medida: 1o. Que se trate de bienes muebles, de
lo que resulta que pueden ser objeto de este embargo, los micro- muebles y los macro-
muebles; los muebles de uso domestico y los de uso comercial e industrial; los llamados a
satisfacer necesidades primarias y los destinados a satisfacer necesidades puramente
decorativas; los muebles dedicados al uso y los destinados a la venta y otros tipos de
operaciones Commerciales; 2o. Los bienes deben encontrarse en los lugares arrendados al
momento del embargo, pues estos se presumen de la propiedad del que ocupa dichos
lugares y dados en prenda, a favor no sólo del arrendador originario, sino también de
quienes tengan derechos iguales a él. (Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. pp.
190 y 191).

El embargo de locación es ejercido sobre los bienes que se encuentran en la casa o lugar
arrendado. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, n. 97, p. 443).

Según lo prescrito por el Art. 819, este embargo conservatorio se aplica a los efectos y
frutos que se encuentran en las casas o establecimientos rurales y en las tierras que a
ellos correspondan, incluso a los frutos pendientes por ramas o raíces, esto último resulta
no solamente de lo dispuesto por el Art. 819, sino también por los términos del Art. 821,
relativo a la forma en que debe ser preparada el acta de embargo. También son
embargables en esta forma los frutos ya cosechados, mientras se encuentran
almacenados en la finca, porque si ya han sido llevados a otro lugar no son muebles que
guarnecen la finca, y no podría aplicarse el Art. 819. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. pp.206 y 207).

Al respecto, hay que observar tres aspectos: 1. La naturaleza de los bienes: conforme al
art. 819 deberá tratarse de efectos o frutos que se encuentren en las casas o
establecimientos rurales y en las tierras que a ellos correspondan. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p. 75)

Se debe tratar, necesariamente de bienes muebles, no estando incluidos los inmuebles, ni


aún aquellos que lo son por destino. Se excluyen también los derechos incorporales, pues
a pesar de que tienen una naturaleza mobiliaria, no se puede decir que guarnecen en los
lugares alquilados. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p.75;
Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 191)

También podrán ser alquilados los frutos pendientes de sus ramas y raíces, así como los
ya cosechados, a menos que hubiesen sido trasladados a otro lugar; 2. Situación o
ubicación de los bienes: Estos deben encontrarse en los lugares alquilados o arrendados,
siendo el traslado de los bienes una dificultad para la realización del embargo, pues para
ello el acreedor debe primero reivindicarlos. “Entendemos que sin una reivindicación
previa, no puede hacerse el embargo de locación, a pesar de algunas decisiones en
contrario que se han pronunciado en el país de origen de nuestra legislación”; 3. Suerte
de los bienes pertenecientes a terceros: Todos los bienes muebles que guarnecen en
lugares alquilados, pueden embargarse, pero, los propietarios de los bienes embargados
son terceros, estos pueden obtener el levantamiento justificando que han pagado sin
fraude. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. pp. 75 y 76).

En opinión contraria: Sólo los muebles propiedad de los deudores de arrendamientos son
objeto de este embargo, por lo que los muebles propiedad de los terceros no pueden ser
1141

afectados por esta medida, estén o no en lugares arrendados. (Germán, Mariano. 2002.
Vías de Ejecución. t. II. p. 192).

El propietario, tiene el derecho de realizar embargo de locación, contra los bienes


muebles que guarnecen en los lugares alquilados, cuando este puede legítimamente
presumir, que los mismos pertenecen a su deudor. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 131, p. 445).

Escapan también de los efectos de este embargo los muebles que hayan sido introducidos
a los lugares arrendados, previa notificación o en conocimiento del acreedor de
arrendamientos de que dichos bienes son de un tercero; o en ocasión de que la profesión
del arrendatario consiste en trabajos a realizar sobre objetos mobiliarios propiedad de sus
clientes. Igualmente, escapan a esta medida, los muebles que la ley haya declarado
inembargables, como son, entre otros, los enunciados en el artículo 592 del Código de
Procedimiento Civil. (Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. p. 194 ).

Surge la interrogante, de en qué forma podría un tercero que alega que sus bienes han
sido afectados por un embargo de locación dirigido a una persona distinta, para
reivindicarlos. Según un primer sistema, dicho tercero deberá seguir las formas trazadas
por el Art. VI08 del Código de Procedimiento Civil; según un segundo sistema, la demanda
del tercero se presenta bajo dos formas diferentes dependiendo de la época en que la
misma se presente: 1. hasta tanto la validez del embargo de locación no se haya
pronunciado, ésta no puede llegar a la venta, y el tercero que se pretende propietario, no
puede demandar otra cosa más que el desembargo; 2. si la validez del embargo ha sido
pronunciada, y por lo tanto el mismo ha devenido en posible, el tercero deberá oponerse
por medio de una demanda en distracción. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, nn. 133, 134, 136 y 138, p.
445).

Está claro que existe la necesidad de proceder a la reivindicación de los bienes que han
sido desplazados de los lugares arrendados, para poder hacer uso del embargo de
locación, sin embargo, se discute cuál sería el procedimiento a utilizar para ello. En un
primer sistema, se plantea que la reivindicación aludida no es la de propiedad establecida
en el Art. 826 del Código de Procedimiento civil, sino de la reintegración de los muebles y
efectos a los lugares arrendados, por lo que se ejecuta por el embargo de locación y no por
el de reivindicación. Un segundo sistema plantea que el embargo de locación no puede
realizarse sino luego de la reivindicación con sujeción a las disposiciones del embargo en
reivindicación. Conforme un tercer sistema, la reivindicación opera, en principio, por el
solo embargo de locación, mientras los bienes desplazados se encuentran en posesión del
deudor, si por el contrario, los muebles desplazados se encuentran en manos de un
tercero, el acreedor no podría conservar su privilegio, sino por la vía del embargo en
reivindicación. (Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. P. 193, Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 187,
p. 446).

En primer lugar, si hubiese sido intención del legislador exigir el cumplimiento de los
procedimientos previstos en los Arts. 826 a 531 para que el embargo de locación pudiese
llevarse a cabo, cuando los bienes han sido desplazados del lugar arrendado, lo hubiese
dispuesto expresamente, no obstante permaneció en silencio. “En segundo lugar, tener
que agotar un procedimiento más complicado y de la competencia de un tribunal con
mayor jerarquía, como lo es el embargo en reivindicación a cargo del Juzgado de Primera
Instancia, frustraría en cierta medida el interés práctico del embargo de locación”.
(Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II, p. 193).
1142

“La disposición del Art. 819 abarca en su generalidad todos los bienes muebles que se
encuentren en casa alquilada o arrendada y que tengan con ella alguna relación; por
consiguiente las mercancías que el inquilino lleva a la casa alquilada para los efectos de
su comercio, quedan gravadas con el privilegio del arrendador establecido por el Art. 2102
del Código Civil y son por ello susceptibles de ser embargadas conservatoriamente, de
acuerdo al mencionado Art. 819 para así hacer efectivo su privilegio”. (Sent. SCJ. 11 de
diciembre. BJ. 485. 1231).

“Los efectos gravados por el privilegio del Art. 2102, inc. 7,no pueden ser sustraídos a
dicho privilegio por la voluntad del deudor, mediante transferencia de los mismos a un
tercero; y este tercero no puede oponer su título a los derechos que le acuerdan al
propietario los Arts. 2102, inc. 1 del Código Civil y 819 del Código de Procedimiento Civil”.
(Sent. SCJ. 3 de diciembre de 1923, BJ. 161. 48, citada por: Jorge Blanco, Salvador. 2003.
Formularios de las Vías de Ejecución. 3era. ed., p. 116).

2. Procedimiento de embargo de locación

El procedimiento comprende dos fases, la conservatoria y la de ejecución. (Pérez Méndez,


Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p. 76).

“La finalidad de la primera fase es impedir rápidamente que el deudor disipe los bienes
muebles”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. pp. 77-76).

El acreedor puede embargar: 1. Después de un día del mandamiento de pago o intimación


de pagar; 2. al instante en virtud de permiso del juez de paz. Esta última forma es
preferible, puesto que el plazo que debe mediar entre la intimación y el embargo, que es
de un día, podría ser aprovechado por el inquilino o arrendatario para extraer
furtivamente de los lugares los objetos a embargar. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.207, Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III. p. 77).

“El legislador no ha jerarquizado ni privilegiado un título a favor del otro, por lo que el
acreedor por concepto de arrendamientos puede usarlos indistintamente”. (Germán,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. p. 194).

La solicitud a los fines de obtener autorización para practicar un embargo de locación


puede ser presentada al juez de paz por la parte misma o por su mandatario.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, n. 152, p. 445).

“La autorización será otorgada previa solicitud, conforme lo prevé el Artículo 819 del
Código de Procedimiento Civil. Dicha solicitud será instrumentada en la forma explicada
para el embargo Conservatorio de Derecho Común y a ella se anexará el contrato de
arrendamiento, si se ha hecho por escrito, o los principios de prueba que lo hagan
verosímil. Igualmente se cuantificará la suma por la cual se pretende trabar la medida y
se indicará el lugar preciso donde se encuentran los bienes a embargar. (…) ninguna
legislación especial prevé la forma en que debe ser redactada la decisión del juez. En la
práctica es hecha en la forma expuesta a propósito del auto en el caso del Embargo
Conservatorio de Derecho Común. (…) en caso de ser acogida la solicitud, el auto hará
constar las pruebas relativas al contrato de arrendamiento, liquidará provisionalmente el
crédito y fijará el plazo dentro del cual el acreedor deberá demandar el cobro del crédito o
la validez del embargo, por aplicación del Derecho Común. (…) dicho auto será ejecutorio
provisionalmente de pleno derecho, pese a los recursos que pudieren interponerse en su
contra. (…) el auto dictado es recurrible ante el mismo Juez de Paz, siguiendo con el
procedimiento propio de este tribunal. No el procedimiento de referimiento (…) como
1143

ocurre con el Embargo Conservatorio de Derecho Común, (…) el procedimiento de


referimiento no ha sido previsto para el Juzgado de Paz”. (Germán, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. II, p. 196).

La autorización del juez, no impide el pronunciamiento contra el acreedor de daños y


perjuicios, cuando se reconoce posteriormente que el embargo ha sido vejatorio.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, n. 161, p. 445).

Surge la interrogante, de saber a que se refiere el legislador al decir que los acreedores,
pueden también hacer que se embargue al instante, en virtud de permiso que se haya
obtenido del juez de paz, previa solicitud al efecto. Según una primera opinión, esto
implica que una vez autorizado, el acreedor podrá proceder al embargo sin tener que
esperar el transcurso del plazo de un día franco luego de efectuado el mandamiento de
pago, debiendo no obstante haber sido realizado dicho acto; de acuerdo con otra opinión,
que es la que ha prevalecido, el permiso del juez dispensa al acreedor, no sólo de no
atender al plazo de un día para practicar el embargo, sino además, de la obligación
misma de realizar el mandamiento de pago. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, nn. 165-167, p. 446).

“No siendo el ministerio de abogado obligatorio ante el juez de paz ni presumiéndose en


consecuencia el mandato conferido al abogado, la instancia debe estar firmada por la
parte. Es costumbre que esta sea firmada solamente por el abogado, pero éste puede ser
requerido de enseñar su poder”. (Jorge Blanco, Salvador. 2003. Formularios de las Vías de
Ejecución. 3era. ed., p. 115).

El acta de embargo, se hace de la misma manera que la correspondiente al embargo


ejecutivo y si se trata de frutos no cosechados, de la misma manera que en el embargo
ejecutorio de frutos pendientes de sus ramas o raíces. El embargado puede ser
depositario, al respecto, se admite generalmente que el artículo 821 debe ser interpretado
de igual manera que el 598, esto es en el sentido de que el embargado no podrá ser
depositario sino con su consentimiento y el del ejecutante. (Tavares, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.207, Pérez Méndez, Artagnan.
2000. Procedimiento Civil. t. III. p. 77, Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, nn. 1-2, p. 448).

“En el mismo deberán observarse las disposiciones de los Arts. 49 y 51 del Código de
Procedimiento Civil, relativos al Embargo Conservatorio de Derecho Común”. (Germán,
Mariano.2002.Vías de Ejecución. t. II. p. 197).

El proceso verbal de embargo, contendrá la notificación del título, ya sea el mandamiento


de pago o la autorización del Juez de Paz, el cual se anexará al mismo, por servirle de
fundamento. Si se notifica conjuntamente la demanda en validez o en cobro de pesos, el
acto deberá contener además las enunciaciones propias de cada demanda. (Germán,
Mariano.2002.Vías de Ejecución. t. II. p. 197).

El proceso verbal de embargo, debe contener la elección de domicilio en el lugar donde el


embargo será realizado, pero el mismo, no puede ni debe contener la indicación del día de
la venta, puesto que el embargo de locación, no puede ser seguido de venta hasta tanto
no sea pronunciada la sentencia que declara su validez. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, nn. 5-6, p. 447).
1144

Cuando el embargo es practicado con permiso del juez, en el proceso verbal se dice que es
en virtud del Art. 819 y de la ordenanza. Además se da copia en cabeza, tanto de la
instancia como de la ordenanza a la parte embargada. Debe contener elección de
domicilio a pena de nulidad. (Jorge Blanco, Salvador. 2003. Formularios de las Vías de
Ejecución. 3era. ed., p. 116).

Por la naturaleza y fines de la medida y particularmente por el uso a que están afectados
los bienes sobre los cuales se lleva a cabo, el legislador ha querido que, en principio, los
bienes no sean desplazados del lugar del embargo, por lo que este permite, no solo por el
artículo 598 del Código, sino también por el 821, que la parte embargada sea depositaria
de los bienes, estando obligada, en virtud del Art. 824 a presentar los efectos luego de
dictada la sentencia que valida el embargo. Sin embargo, si el embargado no fuera
designado guardián, ya sea porque no ha dado su consentimiento o por que el
embargante no esta de acuerdo, no obstante, tendrá el derecho de proponer a la persona
que deber ser designada depositaria. (Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II,
pp.197 y 198).

Si el embargado se rehúsa a ser guardián de los bienes embargados, el alguacil escogerá a


la persona que el mismo embargado le designe, o a otra a la que este le confíe los efectos,
aun cuando sea necesario que estos sean desplazados. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 14, p. 448).

La decisión del embargado y del persiguiente no se impone al alguacil actuante, que tiene
soberanía para decidir que persona será nombrado depositario. (Germán,
Mariano.2002.Vías de Ejecución. t. II. p. 198).

La finalidad “de la segunda fase es convertir el embargo conservatorio en ejecutivo. (…)


esta fase comprende la instancia de validez del embargo; para ello, el ejecutante deberá
citar al deudor notificándole una copia del proceso verbal de embargo”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p. 77)

La citación en validez, podrá ser por el mismo acto de notificación del acta de embargo, o
por acto especial, el ejecutante debe citarlo en validez. “Al ejecutante que tiene título
ejecutorio le basta citar en validez. El ejecutante que no tiene título ejecutorio debe citar
al deudor tanto para que se oiga condenar al pago de su deuda como en validez del
embargo. Tenga o no tenga título ejecutorio, el ejecutante puede unir a la demanda en
validez del embargo una demanda en expulsión del locatario”. (Tavares, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. V. IV. pp.207 y 208).

La demanda en validez, podrá ser llevada conjunta o separadamente, con la demanda en


pago de los arrendamientos. (Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. p. 198).

A. Incidentes del embargo de locación

Al igual que en el embargo ejecutivo, en este embargo pueden surgir incidentes,


promovidos sea por: 1. El embargado, que podrá formar oposición a la intimación de
pagar notificada en virtud del Art. 819, dicha oposición puede hacerse contenciosa. Puede
también pedir la nulidad del embargo, por acción principal o como respuesta a la
demanda en validez; 2. Otros acreedores del embargado, que pueden formar oposición a
la distribución del precio que provenga de su venta. Terceros que se pretendan
propietarios, pueden formar demanda en distracción. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.209; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III. p. 78).
1145

“El embargado puede demandar la cancelación, reducción o limitación del embargo por
motivos serios y legítimos y el levantamiento con garantia. Los demás acreedores del
embargado pueden demandar la nulidad de la medida, fundamentándose en un
precedente embargo. Los terceros pueden demandar la distracción de todos o parte de los
bienes embargados, alegando la propiedad de los mismos”. (Germán, Mariano. 2002. Vías
de Ejecución. t. II. p. 201).

3. Tribunal Competente

El juez de paz competente para autorizar el embargo de locación, es según lo dispone el


art. 1º párrafo 9º, el del lugar en que se encuentran los efectos a embargar. (Tavares,
Froilán. 1999. Elementos Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.207; Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p. 77; Germán, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. II. p. 196) Sin que haya que tomar en consideración la cuantía del embargo.
(Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. p. 195).

“Ratione Materiae, el juez de paz es competente, según lo dispone el art. 1º. párrafo 2º.
para conocer de la demanda en validez, lo mismo que lo es para conocer de todo lo
relativo a las contestaciones surgidas con motivo de los contratos de locación y
arrendamiento. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v. IV. p.208; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p. 77).

“Si el inquilino suscita una cuestión sobre la existencia del contrato, el juez de paz debe
declararse incompetente. (Sent. SCJ. 22 de junio de 1935, BJ. 299. 208; Sent. SCJ. 29 de
septiembre de 1950, BJ. 482. 911) (...) Sin embargo, antes de declararse incompetente, el
juez de paz debe examinar el mérito de la seriedad del medio invocado por el demandado.
(Sent. SCJ. 24 de febrero de 1954, BJ. 523. 258) pero el alegato sobre la no existencia del
contrato debe ser serio (Sent. SCJ. 6 de marzo de 1958, BJ. 572. 480 y Sent. SCJ. 29 de
julio de 1959, BJ. 588. 1508)”. (Jorge Blanco, Salvador. 2003. Formularios de las Vías de
Ejecución. 3era. ed., p. 118).

En cuanto a la competencia ratione vel loci, hay opiniones encontradas. En una primera
opinión, se sostiene que, en ausencia de disposición contraria de la ley, es preciso por
aplicación por lo tanto del derecho común, el juez competente es el del domicilio del
embargado. En una segunda opinión, que prevalece, se prefiere atribuir competencia al
juez del lugar del embargo. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p.
77; Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.208)

Esta última opinión, es sustentada por dos fundamentos, 1. Un argumento de analogía


fundado en que este embargo conservatorio, como lo demuestran los Arts. 821 y 825, está
regido por muchas de las normas del embargo ejecutivo: y, en éste, el Art. 584 atribuye
competencia al tribunal del lugar del embargo; 2. Una razón, de orden práctico fundada
en el inconveniente que resultaría para el ejecutante el verse obligado a incoar la
demanda en validez ante el juez del domicilio del embargado, que puede encontrarse a
una gran distancia del lugar del embargo. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.208).

Es discutido cuál debe ser el juez de paz competente, si el del domicilio del embargado o
aquel donde se efectúa el embargo, esta última opinión ha prevalecido. (Jorge Blanco,
Salvador. 2003. Formularios de las Vías de Ejecución. 3era. ed., p. 117).

4. Sentencia

A. Efectos
1146

La sentencia que valida este embargo conservatorio lo transforma en un embargo


ejecutivo y ordena la venta de los bienes embargados. El ejecutante debe atenerse, a
partir de ese momento, a los trámites del embargo ejecutivo: la venta deberá tener efecto
ocho días después de ser notificada esa sentencia, previas las formalidades de publicidad
correspondientes. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV. pp.208-209; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III.
pp. 77-78).

Los bienes serán vendidos de conformidad a las previsiones establecidas en materia de


embargo ejecutivo. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. pp. 77-78).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Las disposiciones del artículo 819 del actual Código, se encuentran transcritas en el
actual proyecto, en los artículos 1013 y 1014, habiendo sido divididas, a nuestro
entender para lograr una mejor comprensión de las mismas, estas apenas sufren una
ligera modificación, en la medida en que el Art. 1014 en vez de remitir, como lo hace el
819 del Código vigente, a lo dispuesto por el artículo 2102 del Código Civil, se refiere de
manera menos específica a lo dispuesto en el Código Civil bajo el título “De los
Privilegios”.

El texto del artículo 820 se mantiene inalterado en la disposición número 1015 del
proyecto. Mientras que lo estipulado por el artículo 821, ubicado en el 1016 del artículo,
es modificado, sometiéndose al embargo de locación, no a las formas del embargo
ejecutivo como lo establece el código actual, sino a las del embargo conservatorio de
muebles corporales, aplicándose solo a falta de disposiciones de este último, las relativas
al embargo ejecutivo de derecho común.

ARTÍCULO 822

Todo acreedor, aunque carezca de título, puede, sin previo mandamiento de pago,
pero con permiso del presidente del tribunal de primera instancia, y aún del juez
de paz, hacer embargar los efectos que encuentre en la común en que resida y que
pertenezcan a su deudor transeúnte.

ARTÍCULO 823

El que embarga será depositario de los efectos, si están en su poder; y en caso


contrario se establecerá uno.

Tabla de Contenido.

1. Embargo contra el deudor transeúnte


A. Requisitos
a. Deudor Transeúnte. Definición
2. Bienes que pueden ser embargados
3. Procedimiento
4. Tribunal Competente
5. Sentencia
A. Efectos
6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil
1147

1. Embargo contra el deudor transeúnte

A. Requisitos

“Cuando el Artículo 822 establece que todo acreedor, aunque carezca de título, puede
hacer embargar los efectos que encuentre en la común en que resida y que pertenezcan a
su deudor transeúnte; dicho texto legal manda a tomar en cuenta dos condiciones
diferentes relacionadas con el acreedor: [1ro. que] el que pretenda trabar la medida debe
tener la calidad de acreedor; y [2do. que es necesario] tener residencia en la común donde
se encuentran los muebles de su deudor transeúnte”. (Germán, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t. II. p. 205).

El embargo foráneo puede ser realizado sin título, es decir, sin que el crédito esté
constatado por escrito. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté, n. 17, p. 450).

La cifra del crédito, así como su naturaleza civil o comercial, son indiferentes y en todo
caso procede el embargo contra el transeúnte. La condición sine qua non para proceder a
este embargo es que se trate del deudor transeúnte, La ley no exige que haya urgencia
para que pueda procederse a este embargo conservatorio. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III. p. 82; Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV. p.209).

En el mismo sentido: La ley no exige que haya urgencia, ni que exista peligro de perderse
el crédito. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, n. 20, p. 450).

En sentido contrario: “entendemos que la urgencia no ha sido suprimida como condición


para la autorización de esta medida, sino que la misma es de naturaleza especial y se
constituye por la condición de transeúnte del deudor. Al acreedor le basta probar que esta
en presencia de un deudor con tal calificativo para que se presuma la inseguridad en el
cobro del crédito y por lo tanto la urgencia”. (Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.
II. pp. 205 y 206).

“El acreedor que posee título ejecutorio tiene la ventaja, al recurrir a este embargo
conservatorio, en vez de proceder a un embargo ejecutivo, de evitar que el deudor haga
desaparecer sus efectos mobiliarios en el intervalo que media entre el mandamiento de
pago y el embargo”. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV. p.210).

Para que el embargo foráneo sea posible, es necesario que el deudor tenga domicilio o
residencia en la localidad donde se practicará el embargo. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 5, p. 450).

“El legislador ha sido flexible en el aspecto jurisdiccional. Basta que el acreedor tenga
residencia dentro de la común donde se encuentran los bienes muebles de su deudor
foráneo. No rige para la aplicación de esta medida conservatoria el principio de la unidad
del domicilio, según el cual, en aplicación del Artículo 102 del Código Civil, toda persona
tendrá como único domicilio el del lugar de su principal establecimiento”. (Germán,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. p.206).
1148

“Para las personas morales es suficiente que tengan una sucursal en la común donde
se encuentran los bienes muebles del deudor transeúnte y para las personas físicas,
un establecimiento importante; lo que en caso de contestación es una cuestión de
hecho que resuelven soberanamente los jueces del fondo y que escapa al control de
la Corte de Casación”. (Sent. SCJ. 1 de agosto de 1979, B. J. 825. 1427; Sent. SCJ.
3 de septiembre 1935, B.J. 302. 374; Sent. SCJ. 31 de marzo de 1936, B.J. 308.
150, citadas por: Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. p. 206).

“No hay lugar a tomar en cuenta el origen del crédito. Esta medida puede
fundamentarse en un crédito civil (…)”. (Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución.
t. II. p. 210).

a. Deudor Transeúnte. Definición

El deudor transeúnte es aquel que no tiene domicilio ni residencia en el municipio donde


están ubicados los bienes muebles. No importa la nacionalidad del deudor, el cual puede
ser dominicano o extranjero. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p.
82, Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.210).

“La característica de transeúnte está, en consecuencia, vinculada a tres


circunstancias: 1. A la transitoriedad, al carácter accidental de la estadía del deudor
dentro de la comunidad donde habita el acreedor; 2. Al hecho de que el deudor no
haya fundado establecimiento comercial suficiente para demostrar que ha decidido
establecerse en la localidad del acreedor; (…) 3. Al hecho de no tener inmueble en la
común del acreedor. Es por lo que, también por argumento a contrario, debe
admitirse que si bien la calidad de propietario de inmueble en una común no
atribuye necesariamente domicilio en ella, ya que el domicilio siempre
corresponderá al principal establecimiento de la persona (…)”. (Germán, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t. II. pp. 207-208).

Según el sistema generalmente admitido, por la expresión de deudor transeúnte, la ley


entiende a toda persona que no tiene domicilio ni habitación en la comuna donde habita
el acreedor, y que se encuentra allí accidentalmente. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 24, p. 450).

2. Bienes que pueden ser embargados

De acuerdo a los términos del Art. 822 del Código de Procedimiento Civil, el embargo
foráneo tiene lugar sobre los efectos que se encuentran en la comuna donde habita el
acreedor. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, n. 45, p. 451).

“Este embargo sólo puede afectar los bienes muebles, ya que su finalidad es evitar el
desplazamiento de la jurisdicción del acreedor de los bienes que constituyen las garantías
del cobro del crédito, lo que no puede ocurrir con los inmuebles (…). Por otra parte,
dichos bienes deberán ser de la propiedad del deudor. (…) igualmente los muebles
deberán encontrarse en la común en que reside el acreedor, pues es en esa condición que
dichos bienes se convierten en garantía especial para el cobro del crédito y responden a la
finalidad perseguida por el legislador”. (Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. p.
209).

“Los bienes a embargar deben encontrarse en manos del deudor. En caso de que se
encuentren en manos de terceros no tienen aplicación las disposiciones de los Artículos
1149

822, 823 y 824 del Código de Procedimiento Civil y se seguirán las reglas del Embargo
Retentivo”. (Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. p. 209).

Los únicos bienes muebles que pueden embargarse son los que se encuentran en el
municipio en que habita el acreedor. Se trata de un embargo de naturaleza mobiliaria.
(Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p. 83,; Tavares, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.210).

3. Procedimiento

“El embargo contra el transeúnte tiene dos fases, la conservatoria, la cual comprende la
solicitud dirigida al juez, la ordenanza otorgada por el juez y la redacción del acta de
embargo, (…) [y la] ejecutoria consiste en la instancia en validez”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p. 83).

El acreedor no puede embargar, sino después de haber obtenido permiso para ello del
Juez de Primera Instancia o del Juez de Paz, esto a su elección. (Tavares, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.210; Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n.50, p. 451).

“El juez autoriza el embargo mediante auto y ordenanza. Acto seguido, se procede a
efectuar el embargo, el cual está a cargo de un alguacil”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III. p. 83).

Tenga o no título, el acreedor que desea practicar un embargo foráneo debe obtener una
autorización del juez. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté, n. 49, p. 451).

Para obtener la autorización de la medida, se sigue el procedimiento previsto para el


embargo conservatorio de derecho común. En caso de aprobación de la solicitud, el auto
es ejecutorio de pleno derecho pese a los recursos en su contra. (Germán, Mariano. 2002.
Vías de Ejecución. t. II. p. 213).

Cuando la autorización es solicitada ante el juez de paz, la solicitud puede estar firmada
por el acreedor o por su mandatario. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 59, p. 451).

De acuerdo a un primer sistema el tribunal al autorizar la medida tiene un poder


discrecional y aprecia soberanamente las condiciones a que está sometido dicho embargo,
no siendo susceptible esta decisión de apelación; sin embargo, de acuerdo a otro sistema
el Art. 822 establece las condiciones de acuerdo a las cuales el juez ejerce su poder para
autorizar el embargo y de ser sobrepasados los limites legales, hay exceso de poder y la
apelación es recibible. (Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. p. 213).

El que embarga será depositario de los efectos si esta en su poder; en caso contrario se
establecerá uno. Los bienes embargados no pueden desplazarse so pena de sanciones
penales. En el caso de que los muebles se encuentren en poder de un tercero y este se
niegue a presentarlos al alguacil, al acreedor le será imposible practicar este embargo
conservatorio, y tendrá que recurrir al embargo retentivo en manos de dicho tercero.
(Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p. 83; Tavares, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.210; Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 1, p. 452).
1150

Aún cuando la ley no prohíbe que el embargado sea designado depositario en el acto de
embargo, sino que lo autoriza cuando haya consentimiento del persiguiente, es preciso
reconocer que tal designación sería imprudente y contraria al espíritu de esta mediada,
puesto que sería darle oportunidad al embargado de desaparecer los bienes embargados o
desaparecer con ellos. (Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. p. 215).

El embargante no puede ser nombrado guardián de los efectos pertenecientes a su deudor


foráneo que se encuentran en manos de un tercero, se puede confiar la guarda al tercero
detentador. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, n. 3, p. 452).

“Practicado el embargo, el acreedor debe citar al deudor en validación del procedimiento”.


(Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.210).

Antes de proceder a la venta de los bienes embargados, el embargo foráneo debe ser
validado por sentencia. La ley no impone plazo alguno al embargante para demandar la
validez del embargo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté, n. 3, p. 454).

El código de Procedimiento Civil no ha reglamentado los incidentes que pueden tomar


lugar en este embargo, por lo que los mismos se resuelven conforme a las reglas del
embargo conservatorio de derecho común y a las el embargo ejecutivo. (Germán, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t. II. p. 218).

4. Tribunal Competente

En cuanto a la competencia para la fase conservatoria, ratione materiae, tanto el juez de


primera instancia como el de paz, competentes para autorizar el embargo, sea cual sea la
naturaleza del crédito, civil o comercial y sea cual sea su monto; ratione personae vel loci
son competentes tanto el j. de primera instancia como el j. de paz del domicilio del
acreedor. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. pp. 83 y 84, Tavares,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.210)
.
Son competentes para autorizar el auto el juzgado primera instancia y el juez de paz esta
doble competencia ha sido establecida en vista de la urgencia de la medida, donde no se
toma en consideración la naturaleza ni el monto del crédito. (Germán, Mariano. 2002. Vías
de Ejecución. t. II. p. 212).

En principio, es competente para validar este embargo, el mismo juez que ha otorgado la
autorización. Sin embargo, “de conformidad con la doctrina nacional, el único juez
competente para validar el embargo, es el de primera instancia, no el juez de paz, el cual
sólo puede autorizar el embargo, pero no dictar la sentencia de validación. La validación
debería depender, según nuestro criterio, del monto del crédito, con lo cual el juez de paz
podría ser competente para la validación del embargo”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. t. III. p. 83).

En opinión contraria: “Ratione materiae es solo competente para conocer de la demanda


en validación el juez de primera instancia. La ley, en efecto, no atribuye competencia al
juez de paz sino para autorizar este embargo, no para decidir acerca de su validez”.
(Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.211).

La demanda en validez puede ser llevada conjuntamente con la demanda relativa al pago
del crédito que se introduce ante el juzgado de primera instancia por aplicación del Art.
45 de la ley 821 del 21 de nov. 1927 según el cual compete a este tribunal conocer de las
acciones que no le hayan sido confiadas expresamente a otro tribunal, si bien el juez de
1151

paz tiene competencia para autorizar la medida no ha sido autorizado para validar el
embargo. Territorialmente la demanda debe ser llevada ante el tribunal del domicilio del
embargado por aplicación del Art., 59 del Código de Procedimiento Civil. (Germán,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. p. 217).

“El juez de primera instancia competente para validar el embargo, en razón del territorio,
es el del lugar en que fue practicado el embargo o el del domicilio o residencia del
acreedor y no del deudor”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. pp.
83 y 84).

“Se ha sostenido que este último es el tribunal competente en razón de que, a falta de
disposición en sentido contrario, debería aplicarse el derecho común del Art. 59. Pero esta
aplicación presenta el gravísimo inconveniente de dificultar este embargo conservatorio,
cuando el domicilio del embargado se encuentra a una gran distancia del lugar del
embargo, o en el extranjero”. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. IV. p.211).

5. Sentencia

A. Efectos

La sentencia de validación convierte este embargo en ejecutivo, sin embargo la


venta se lleva a cabo tomando en consideración el proceso verbal de embargo
conservatorio. Si la validación ha sido negada la sentencia vale levantamiento.
(Germán, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. p. 217).

La sentencia en validez debe constatar la existencia del crédito y el monto del mismo y
debe convertir el embargo conservatorio en embargo ejecutivo, la misma puede también,
el día de la venta. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p. 84;
Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV. p.211).

“La sentencia debe ser notificada al deudor, el cual, en todo caso, debe enterarse de la
fecha en el cual se procederá a la venta de los efectos embargados”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p. 84).

“Después de notificada esta sentencia, y si ella no ha fijado el día de la venta, después de


informado el deudor por acto de alguacil acerca de la fecha en que se verificará la venta,
ésta se realiza previas las formalidades de publicidad prescritas para el embargo
ejecutivo”. (Tavares, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. IV.
p.211).

“La venta debe ser precedida de las formalidades de publicidad prescritas para los
embargos ejecutivos”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. t. III. p. 84).

Las sumas de la adjudicación se distribuyen según las reglas del ejecutivo. (Germán,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t. II. p.218).

6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Las disposiciones de los artículos 822 y 823 se encuentran reproducidas íntegramente en


los artículos 1019 y 1020 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.
1152

ARTÍCULO 824

Tratándose de los embargos a que se contrae el presente título, no se podrá


proceder a la venta sino después que haya sido declarada la validez de aquellos; y
en el caso del artículo 821, el embargado, y el que embarga en el del artículo 823,
o el depositario si lo hubiere, serán condenados a la presentación de los efectos
por apremio.

ARTÍCULO 825

Además de esto, se observarán las reglas anteriormente prescritas para el


embargo ejecutivo y para la venta y distribución de las sumas que de él
provinieren.

Tabla de Contenido

1. Carácter Conservatorio del Embargo de Locación y del Embargo Foráneo


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Carácter Conservatorio del Embargo de Locación y del Embargo Foráneo

El embargo de locación es un embargo conservatorio que, normalmente, no llega a la


venta de los objetos embargados. Este es una medida conservatoria y no una vía de
ejecución forzada, y no deberá por ello ser considerado como un embargo de la misma
naturaleza que el embargo ejecutivo. De la misma manera, el embargo foráneo no
conduce normalmente a la venta de los objetos embargados; este tiene sólo por objeto
asegurar la conservación de dichos bienes. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, nn. 1, 2 y 4, p. 452).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Las disposiciones de los artículos 824 y 825 a título general para el Embargo de Locación
y para el Embargo contra el deudor transeúnte, han sido desglosadas de manera
independiente para cada uno de los embargos, como consecuencia que en el proyecto, a
diferencia de lo que sucede en el código actual, se encuentran divididas en dos secciones,
la VIII sobre El Embargo Conservatorio por Alquileres y la IX dedicada al Embargo Contra
el Deudor Transeúnte, resultando de esta manera mucho más cómoda su comprensión.

Para el caso del Embargo de Alquileres, lo consagrado en el Art., 824 se encuentra en el


1017, mientras que para el del Deudor Transeúnte se encuentra en el 1021, en el primero
de estos, los redactores agregan a la actual disposición, que la validez del embargo,
deberá ser declarada por el mismo tribunal competente para conocer de las acciones en
pago de crédito que le sirve a la causa. Se elimina además en ambos casos, la posibilidad
de recurrir al apremio para que el depositario presente los efectos, especificando el nuevo
texto que para la venta, y sometiendo al depositario a las disposiciones del embargo
ejecutorio de derecho común y a las sanciones previstas para este tipo de embargo.
1153

El texto del Art. 825 se encuentra transcrito tanto para el Embargo de Alquileres, como
para el del Deudor Transeúnte, en los artículos 1018 y 1022 respectivamente, no
habiendo recibido modificación alguna.

TÍTULO III

DEL EMBARGO EN REIVINDICACIÓN

Tabla de Contenido

1. Embargo en reivindicación
A. Definición
B. Naturaleza
C. Finalidad
2. Personas que pueden realizarlo
3. Embargo en reivindicación Vs. Demanda en reivindicación

1. Embargo en reivindicación

A. Definición

“(…) es el embargo conservatorio por medio del cual el título de un derecho de


persecución sobre un bien mueble lo coloca bajo las manos de la justicia, a fin de obtener
ulteriormente su restitución, desde que se haya estatuido sobre su derecho.” (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III, p.84).

Es “el embargo conservatorio por el cual el titular de de un derecho de persecución, y


excepcionalmente de un derecho personal, sobre un mueble corporal, hace colocarlo bajo
las manos de la justicia para impedir al embargado disponer del mismo y obtener de éste
su restitución.” (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II, p.221).

Es una medida conservatoria atribuida a toda persona que tenga derecho a recuperar la
posesión de un bien mueble, contra cualquier persona que lo posea o lo detente. (García
de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. p. 12; Jorge
Blanco, Salvador. 2003. Formulario de las Vías de Ejecución. 3ra. ed., p. 123).

La reivindicación es la acción que puede realizar aquella persona que se pretenda


propietario de una cosa poseída por un tercero y demande que la posesión de ésta le sea
restituida. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t. III, n. 1 p. 455).

Es un embargo conservatorio establecido para que todo aquel que sea titular de un
derecho de persecución sobre un mueble, pueda ponerlo en las manos de la justicia a fin
de obtener posteriormente su restitución. (Vincent, Jean et Jacques Prévault. 1987. Voies
d’Exécution et Procédures de Distribution. 6ta. ed. p. 143).

Con el embargo en reivindicación no se persigue, como en los demás embargos, el pago


de un crédito mediante la venta de las cosas embargadas, sino la restitución de la cosa
propiedad del ejecutante o de la cosa sobre la cual se tiene el derecho de prenda. (Tavares
hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed., v. IV, p. 212;
Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III,p.84).

B. Naturaleza
1154

“(…) es una medida conservatoria que puede ser empleada por todos aquellos que tienen
el derecho de persecución sobre un mueble, para recuperar su posesión, contra cualquier
persona que posea o detenga ese mueble”. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed., v. IV, p. 211).

Este embargo está regulado por los artículos 826 al 831 del Código de Procedimiento Civil
como medida conservatoria. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed.,
t.III, p.84; García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los
Embargos. p. 12).

Es un procedimiento esencialmente conservatorio. (Vincent, Jean et Jacques Prévault.


1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution. 6ta. ed. p. 143).

’Es un embargo conservatorio de naturaleza mobiliaria, éste es accesorio, pues “no tiene
finalidad en sí mismo, sino en cuanto a garantizar la efectividad de la acción en
reivindicación”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II, p.221).

El embargo en reivindicación puede ser realizado sobre todo tipo de muebles, ya que la ley
no hace distinción alguna. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté, t. III, n. 36. p. 456).

C. Finalidad

“(…) tiene por finalidad impedir la distracción de un bien mueble embargado haciendo
indisponible entre las manos de un tercero”. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III, p.84).

“La finalidad de esta medida es entonces garantizar la acción reivindicatoria y no la venta


de los bienes reivindicados. Sólo excepcionalmente este embargo aparece como garantía
de un crédito”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II, p.231).

Tiene por objeto impedir la desaparición del mueble embargado e indisponerlo entre las
manos de un tercero. (Vincent, Jean et Jacques Prévault. 1987. Voies d’Exécution et
Procédures de Distribution. 6ta. ed. p. 143).

El embargo en reivindicación no tiende a la venta, como los otros embargos.


(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t. III, n. 13 pp. 455-456).

2. Personas que pueden realizarlo.

En principio, tiene derecho a trabar este embargo todo beneficiario de un derecho de


persecución sobre muebles. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II, p.230;
Jorge Blanco, Salvador. 2003. Formulario de las Vías de Ejecución. 3ra. ed., p. 123).

De una manera general, podemos decir que el embargo en reivindicación puede ser
realizado por todo aquel que se dice propietario de una cosa, que reivindica, y por aquel
que pretende tener un privilegio sobre el valor de la cosa. No puede ser ejercido este
derecho mas que por un propietario, un usufructuario o un acreedor, para hacer restituir
su bien o su acreencia. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté, t. III, n. 13 y 26, pp. 455-456).

“El embargo en reivindicación puede ser ejercido por el propietario o por el acreedor que
pretende un privilegio sobre la cosa”. (Jorge Blanco, Salvador. 2003. Formulario de las
Vías de Ejecución. 3ra. ed., p. 124).
1155

Puede ser realizado por: [1-] El propietario a quien se ha desposeído de un mueble, y que
tiene derecho de reivindicarlo en los términos de los arts. 2279 y 2280 del C. Civil; [2-] El
usufructuario desposeído del mueble sobre el cual tiene usufructo; [3-] Por el acreedor
prendario sobre un mueble que ha perdido su posesión, en virtud por lo dispuesto en el
Art. 2102-2o del C. Civil; [4-] Por el locador o arrendador sobre los muebles de su
locatario o arrendatario que han sido quitados de los lugares alquilados o arrendados; [5-]
Por el vendedor al contado de efectos mobiliarios que no ha recibido el precio durante
ocho días. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
4ta. ed., v. IV, pp. 211-112; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed.,
t.III, p.84; Vincent, Jean et Jacques Prévault. 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution. 6ta. ed. p. 145-146).

En un primer sistema, tienen derecho al embargo en reivindicación todas las personas


que tienen un interés en la conservación de la cosa, el propietario, el vendedor sin
término, el acreedor del propietario, el acreedor garantizado, el prestamista, el
depositario, el locatario, el usufructuario. Pueden también reivindicar los muebles,
aquellas personas que aunque no pretendan ser propietarios, son responsables respecto a
este, debiendo estos terceros tener disponibles todos los medios necesarios para cumplir
su obligación. En un segundo sistema, el embargo en reivindicación debe negarse a toda
persona que no pueda invocar un derecho real y un derecho de persecución sobre el
objeto, como lo son el comodatario, el locatario, el depositario, el que ha perdido la
detentación de la cosa. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté, t. III, nn. 17, 18, 28. p. 456).

1- El propietario, en razón de que la propiedad le garantiza el derecho de goce y disfrute


de la cosa. No está obligado a probar el origen del mueble que reivindica. 2- El poseedor,
cuando su posesión reúne las condiciones que lo asimilan a un propietario y es contínua,
pacífica, pública e inequívoca. Debe detentar materialmente la cosa y hacerlo a título de
propietario. 3- El usufructuario de muebles, pues él está obligado a conservarlos y
garantizarlos al nudo propietario, de quien es considerado representante. 4- El usuario de
muebles, ya que tiene la obligación de devolverlos al propietario, este no sólo tiene el
derecho, sino también la obligación de reivindicarlos. 5- El depositario de muebles, puesto
que está obligado a cuidar la cosa depositada como si le perteneciere, lo que también
ocurre en el caso del secuestrario. 6- El vendedor de muebles no pagados, teniendo este
derecho como fundamento, en el caso de la venta ordinaria, la garantía del pago del
precio, y en la venta condicional, el hecho de que los muebles permanecen como
propiedad del vendedor, hasta tanto sea cumplida la condición. 7- El acreedor y el deudor
prendarios tienen derecho a la reivindicación de los objetos dados en prenda. 8-El
acreedor con hipoteca naval, tiene este derecho respecto de la nave que le haya sido dada
en garantía para el pago de su crédito, en las manos de quien se encuentre, siempre y
cuando se haya constituido la garantía conforme lo establecido por el Art. 2 de la Ley 603
de 1977. 9- El acreedor por arrendamientos y alquileres tiene derecho a reivindicar los
muebles que el arrendatario o inquilino tenga en su predio rústico o casa, cuando estos
hayan sido trasladados del inmueble en el que guarnecían sin consentimiento de dicho
acreedor. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II, pp.224-232).

Ver Arts. 2279, 2280, 2102-2o, 2102-1o, 2102-4o del Código Civil Dominicano.

El embargo en reivindicación puede ser ejercido por aquel que tiene un derecho indiviso
sobre el objeto reivindicado, así el propietario por indivisión de una cosa puede con el
objeto de asegurar el pago final, el puede realizar un embargo en reivindicación sobre la
totalidad de la cosa, sin que podamos pretender que el embargo en reivindicación se
restrinja a la parte que se le debe al propietario indiviso. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, nn. 29-30. p. 456).
1156

Es necesario negar el derecho de reivindicación a aquel que renuncia a su derecho de


propiedad. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t. III, n.32. p. 456).

3. Embargo en reivindicación Vs. Demanda en reivindicación

Se prefiere el embargo en reivindicación en la práctica, ya que el procedimiento para la


demanda en reivindicación de propiedad o de la prenda es demasiado lento, ya que por
tratarse de un asunto civil, se encuentra sometido al procedimiento propio de esta
materia, por ello es preferible, ya que la sentencia que valida el embargo asegurará la
ejecución directa del derecho del ejecutante, lo que no necesariamente ocurre en el caso
de la demanda en reivindicación. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed., v. IV, p. 212).

“(…) el embargo en reivindicación es más conveniente que la demanda en reivindicación,


ya que el procedimiento de la demanda es mucho más lento dando oportunidad a que el
bien sea distraído.” (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III,
pp.84 y 85).

“(…) este embargo fue instituido como un procedimiento eficaz llamado a garantizar la
reivindicación provisional y la indisponibilidad de los muebles reivindicados, mientras se
dirime el proceso relativo a la acción en reivindicación y en consecuencia, para hacer
frente a las lentitudes de dicha acción y a los obstáculos que a ella opone la aplicación del
Artículo 2279 del Código Civil”. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II,
p.222).

Es un procedimiento más simple que la acción en reivindicación, que es necesario, ya que


esta última es más lenta y ofrece entonces al detentador la posibilidad de hacer
desaparecer el objeto litigioso; por ello es que en la práctica se prefiere el embargo en
reivindicación. (Vincent, Jean et Jacques Prévault. 1987. Voies d’Exécution et Procédures
de Distribution. 6ta. ed., p. 145).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El proyecto de código mantiene estables la mayoría de las disposiciones relativas al


embargo en reivindicación, incorporando al régimen del mismo disposiciones no muy
abundantes, en lo relativo principalmente a la forma en que deberá realizarse el embargo.

ARTÍCULO 826

No se podrá proceder al embargo en reivindicación sino en virtud de auto del


presidente del tribunal de primera instancia, a solicitud de parte; y esto, a pena
de daños y perjuicios, tanto contra la parte como contra el alguacil que haya
procedido al embargo.

ARTÍCULO 827

Todo pedimento para obtener embargo en reivindicación, designará sumariamente


los efectos en que recaiga el embargo.
1157

ARTÍCULO 828

El juez podrá, aunque sea en días de fiestas legales, permitir se haga el embargo
en reivindicación.

Tabla de Contenido

1. Condiciones para el embargo en reivindicación


2. Autorización para embargar
A. Tribunal competente
B. Contenido de la solicitud
C. Facultades del Juez
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Condiciones para el embargo en reivindicación

En cinco hipótesis se puede practicar el embargo en reivindicación: 1- Contra el poseedor


o detentador de mala fe, si está presente la buena fe se aplica el Art. 2279 del CC que
establece que en materia de muebles la posesión vale título y por tanto no se admite el
embargo en reivindicación; se admite también cuando el poseedor es un simple
detentador sin animus Domini. 2- Cuando se trata de muebles perdidos o robados, el Art.
2279 establece una prescripción de tres años para reivindicar la cosa robada o perdida,
pero esto es en caso de que la cosa haya sido adquirida de buena fe, de lo contrario la
prescripción es la de 20 años. 3- Cuando se trata de muebles desplazados sin permiso del
arrendador, el propietario no pagado disfruta de un derecho de persecución sobre los
muebles del arrendatario, por lo que si estos son desplazados sin su voluntad, pueden ser
objeto del embargo en reivindicación. 4- Reivindicación del vendedor no pagado. 5- Ventas
con cláusulas de reserva. (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed.,
pp.85 y 86).

El campo de aplicación de este embargo es bastante restringido al artículo 2279 del


Código Civil, a cuyos términos ‘En materia de muebles la posesión vale tíulo’, siendo sóo
posible este embargo en cinco hipótesis: 1- Contra el poseedor o detentador de mala fe.
2- Sobre los muebles perdidos o robados. 3- Sobre los muebles desplazados sin el
consentimiento del arrendador. 4- De los objetos mobiliarios por el vendedor no pagado.
5- Existen otras hipótesis, en las que es posible realizar un embargo en reivindicación,
como es por ejemplo el caso de la venta con cláusula de reserva de propiedad. (Vincent,
Jean et Jacques Prévault. 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution. 6ta. ed. p.
146).

2. Autorización para embargar

“s nulo y puede dar lugar a daños y perjuicios tanto contra el alguacil como contra la
parte el embargo en reivindicación practicado sin permiso del juez” (Jorge Blanco,
Salvador. 2003. Formulario de las Vías de Ejecución. 3ra. ed. p. 124).

El embargo en reivindicación no puede ser practicado sino previa autorización judicial, la


cual es acordada en principio por el juez presidente del juzgado de primera instancia,
salvo que el embargo en reivindicación sea practicado por el locador o arrendatario, caso
en el cual puede ser autorizado por el Juez de Paz, de acuerdo con lo prescrito por el Art.
819 del Código de Procedimiento Civil. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed., v. IV, p. 23; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
1158

Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III,p.87; García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de
Derecho Judicial Privado, Los Embargos p. 13).

El embargo en reivindicación, sólo puede ser realizado en virtud de una ordenanza del
presidente del tribunal civil. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, n.40. p. 456).

Todo embargo en reivindicación, a pena de nulidad, debe ser autorizado por el presidente
del tribunal a requerimiento de parte. Esta autorización constituye una formalidad
sustancial; además, la autorización es exigida bajo pena de daños y perjuicios solidarios
entre el alguacil, y aquel que ha ordenado realizar el embargo. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, nn.51-52. p.
457).

La solicitud al tribunal debe ser presentada por un abogado y debe contener la


designación sumaria de los objetos reivindicados, y la enunciación de las causas del
embargo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t. III, nn.1, 4. p. 457).

El embargo en reivindicación sólo podrá ser efectuado, sobre los objetos mencionados de
manera específica por la autorización del juez. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, nn.5 -6. p. 457).

La autorización es una formalidad sustancial, su omisión entraña la nulidad del


procedimiento, y además según el mismo artículo 826 es susceptible de acarrear daños y
perjuicios, tanto contra la parte como contra el alguacil que haya realizado el embargo.
(Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed., v.
IV, p. 213; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III, p.87; Germán
Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II, p .237).

“(…) es una formalidad sustancial establecida con la finalidad de evitar procedimientos


vejatorios y requisiciones que no reposen en motivos serios, cuya existencia ha sido
verificada por un órgano judicial competente. La falta de autorización previa da lugar a la
nulidad, (…) inclusive si el embargante dispone de un título ejecutorio”. (Germán Mejía,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II, p.237).

La autorización previa del juez es una formalidad sustancial, cuya inobservancia acarrea
la nulidad del embargo así como también una sanción para el alguacil y es susceptible de
producir daños y perjuicios. Esta regla se justifica porque los muebles se encuentran en
las manos de un tercero que podría ser de buena fe. En algunos casos, el embargo
necesitará una pesquisa domiciliaria que no puede ser acordada sin motivos serios.
(Vincent, Jean et Jacques Prévault. 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution.
6ta. ed. p. 146).

“La solución es diferente en el caso de la reivindicación de los muebles objeto de venta


condicional, la cual no tiene que ser autorizada.” (Germán Mejía, Mariano.2002. Vías de
Ejecución. t.II, p.247).

A. Tribunal Competente

En cuanto al juez competente para autorizar el embargo en reivindicación, hay


opiniones encontradas:1- El juez de paz es competente para conocer de la
autorización del embargo, toda vez que las causas del mismo no excedan los límites
de su competencia. 2-En otra opinión, el juez de paz solo es competente para
conocer de la autorización del embargo en reivindicación cuando se trate del
1159

embargo hecho por un arrendador o locatario. (Jurisprudence Générale Dalloz,


Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, nn. 41, 42,
43. p. 456).

El tribunal competente para otorgar la autorización es el del lugar del embargo. Salvo en
el caso en que este sea un incidente en el curso de una instancia, pues en tal
circunstancia, el tribunal competente sería el que conoce de la acción principal. En caso
de urgencia, la autorización puede ser otorgada por cualquier otro tribunal, distinto al del
lugar del embargo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté, t. III, nn.47-49.pp. 456-457).

“El tribunal competente es el Juzgado de Primera Instancia, salvo si se trata de un


embargo en reivindicación ejecutado por el locador o arrendador, en cuyo caso la
autorización es otorgada por el Juez de Paz.” (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual
de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. p. 13).

B.Contenido de la solicitud

La solicitud del permiso para embargar en reivindicación debe designar de manera


sumaria los efectos que se desea embragar, y se admite además que la misma debe
indicar las causas del embargo. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed., v. IV, p. 213; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III,p.87; García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de
Derecho Judicial Privado, Los Embargos. p. 13).

Debe indicar también “la persona en cuyo domicilio será practicado el embargo”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III, p.87).

La solicitud de la medida será hecha por instancia dirigida al tribunal competente,


firmada por abogado y designará sumariamente los efectos ha embargar, el lugar y las
manos en que se encontraren o pudieren encontrarse. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías
de Ejecución. t.II, p.247).

Se entiende que la ley a establecido que el requerimiento a fin de reivindicación, debe


tener una designación suficiente aunque sumaria de los objetos a embargar; Mas no
establece que es necesario que la autorización judicial indique de una manera especial
todos los lugares en los que se puede operar el embargo, por lo que la omisión de ello no
entraña la nulidad del embargo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, n.9. p. 457).

La solicitud tendente a conseguir la autorización del embargo, debe contener una


descripción sumaria de los objetos que se desea reivindicar y además indicar la causa del
embargo. (Vincent, Jean et Jacques Prévault. 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution. 6ta. ed., p. 146).

C. Facultades del juez

En caso de urgencia, el juez podrá autorizar el embargo aún en los días de fiesta legales.
(Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed., v.
IV, p. 112; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III,p.87; García
de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. p. 13).
1160

“El juez podrá autorizar la medida aun en los días de fiesta legales, pero la ejecución no
puede ser hecha antes de las seis de la mañana, ni después de las seis de la tarde, ni
tampoco en los días feriados o declarados no laborables, salvo que el alguacil se haya
provisto de un permiso del juez, en caso de necesidad. No obstante, el mismo juez que
autoriza la medida podrá permitir que ella se realice fuera del horario y día en que
normalmente se llevan a cabo las ejecuciones.” (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t.II, p.238).

Vista la urgencia y para impedir la desaparición del mueble, el embargo en reivindicación


puede ser autorizado en los días de fiesta legales, debiendo en este caso la solicitud
mencionar los motivos de la urgencia. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, nn.1-2. p. 457).

El juez no podrá otorgar la autorización en día de fiesta legal, a menos que exista
urgencia, peligro en la demora. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, n.3. p. 457).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Las disposiciones de los artículos 826 y 828 se mantienen incólumes en el Proyecto de


Código de Procedimiento Civil, habiendo estas sido transcritas, respectivamente, en los
artículos 1023 y 1025 del mismo.

En cuanto a lo dispuesto por el artículo 827, se introducen tres modificaciones


importantes vertidas en el artículo 1024 del proyecto, la primera de ellas establece la
inadmisibilidad de la solicitud si la misma no contiene la designación del bien que se
pretende reivindicar, agregando aquí la obligación de acompañar la petición de todos los
documentos que la justifican, lo que en la actualidad no es exigido por el artículo 827 y
que nos parece de gran utilidad, en la medida en que le permitirá al juez realizar un
análisis mas profundo del asunto para conceder la autorización para el embargo
considerando que la realización del mismo, puede traer consigo consecuencias serias
tales el registro del domicilio del detentador del objeto a embargar.

Por último, observamos que en el párrafo del artículo 1024 del proyecto, se establece un
plazo totalmente nuevo en materia de embargo en reivindicación, el mismo tiene por
objeto que una vez realizada la medida que ha autorizado el presidente del tribunal, el
juez del fondo sea apoderado del asunto en un tiempo prudente, que en este caso es de
dos meses a partir del momento en que se traba el embargo. La inobservancia de este
plazo, acarrea la caducidad tanto de la ordenanza que autoriza la medida, como de la
medida misma.

ARTÍCULO 829

Si aquél en cuya casa se encontraren los objetos que se quiere reivindicar rehusare
la entrada o se opusiere al embargo, se recurrirá al juez para que decida en
referimiento, suspendiéndose, no obstante, el embargo; sin perjuicio de la facultad
que tiene el requerente de establecer una guardia a las puertas de la casa.

Tabla de Contenido

1. Negativa u oposición del propietario de la casa


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil
1161

1. Negativa u oposición del propietario de la casa

El recurso ante el Juez de los Referimientos sólo se llevará a cabo luego de hacer constar
en el proceso verbal de embargo la negativa, pudiendo el reivindicante establecer un
guardián en las puertas de la casa. Cuando la autorización del embargo proviene del Juez
de Paz, el recurso ante el Juez de los Referimientos, puede ser sustituido por una citación
ante el mismo Juez de Paz. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II, p.241).

Si a pesar de que el artículo 829 establece la suspensión del embargo, hasta tanto el juez
no decida sobre la negativa u oposición del propietario de la casa en la que se ha de
realizar el embargo, el alguacil embargara, él sería pasible de multa pronunciada en el
artículo 1030, es decir, que no bajará de un peso ni será mayor de veinte, pero el embargo
no podrá ser declarado nulo, puesto que el art. 829 no pronuncia la nulidad. (Tavares
hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed., v. IV, p. 213-
214; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III, pp.87-88; García de
Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. p. 13).

A este respecto, las opiniones están divididas, de la siguiente manera: 1- La


inobservancia de lo establecido en este artículo, no acarrea la nulidad del embargo
trabado, solo dará lugar a sanciones contra el alguacil, pues la ley no pronuncia su
nulidad. 2- La ordenanza en referimientos es una formalidad sustancial, para legitimar
una situación grave, por lo que el embargo es nulo si no ha obtenido la aprobación del
juez de los referimientos. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II, pp.240 y
241).

Si el tercero detentador se opone al embargo, el alguacil no podrá requerir el concurso de


la fuerza pública antes de haber obtenido un ordenanza en referimiento que valdrá título
ejecutorio. Deberá realizar un proceso verbal de embargo y constituirse un guardián, que
podrá ser el tercero detentador si el acreedor lo consiente. (Vincent, Jean et Jacques
Prévault. 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution. 6ta. ed. p. 147).

Si el tercero detentador se rehúsa a abrir las puertas, o se opone a que se realice el


embargo, el alguacil deberá someter la cuestión al juez, mas él no tiene derecho, como en
el embargo ejecutivo, de pasar o realizar el embargo con ayuda de la fuerza pública.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t. III, n.1. p. 457).

Solamente cuando el alguacil porte una ordenanza de referimiento, es que el alguacil


podrá proceder a la apertura forzoza de las puertas. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, n.3. p. 457).

Si el alguacil, a pesar de este obstáculo, practica el embargo, será susceptible de multas y


condenaciones tanto disciplinarias como en daños y perjuicios. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, n.5. p. 457).

En cuanto a si la inobservancia de lo prescrito por el art. 829 acarrea la nulidad del


embargo existen varias opiniones, en una primera el embargo no puede ser anulado por
este motivo, pues el artículo que lo consagra no establece dicha nulidad; en otra opinión,
el embargo es nulo, pues la ordenanza de referimiento es una formalidad sustancial para
legitimar una acción que puede tener efectos serios, tales como la violación del domicilio,
esto en vista de que el embargante no porta un título ejecutorio, (Jurisprudence Générale
1162

Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, nn.6 -8. p.
457).

Si una vez obtenida la ordenanza en referimiento, el detentador persiste en su oposición


al embargo, el alguacil procederá como en materia de embargo ejecutivo, con la asistencia
de los funcionarios asignados. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, n.14. p. 458).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este artículo se mantiene intacto en el Proyecto de Código, variando de manera exclusiva


su numeración, encontrándose transcrito en el artículo 1026 del mismo.

ARTÍCULO 830

Al embargo en reivindicación se procederá en la misma forma que al embargo


ejecutivo, salvo que el mismo contra cuya persona se trabe, pueda ser constituído
depositario.

ARTÍCULO 831

La demanda en validez del embargo se formulará ante el tribunal del domicilio de aquél
contra quien se ejerce el procedimiento; y si está en conexión con una instancia ya
pendiente se formulará ante el tribunal que conozca de esta instancia.

Tabla de Contenido

1. Procedimiento/ acto de embargo


A. Personas que pueden ser depositarios
2. Embargo precedente
3. Demanda en validez
A.Tribunal competente
B. Prorrogación legal de competencia
4. Sentencia
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Procedimiento para el embargo en reivindicación

El alguacil debe notificar el acta de embargo a la parte embargada. (Tavares hijo,


Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed., v. IV,
p.214; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III,p.88).
1163

El alguacil debe notificar el embargo y remitir copia al embargado. Esta formalidad


no se encuentra prescrita a pena de nulidad. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, n4. p. 458; García
de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado, Los Embargos. p.
13).

El embargo en reivindicación procederá en la misma forma que el embargo


ejecutivo, salvo que en el mismo la persona contra la cual se trabe, puede ser
constituida en depositario. (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed., v. IV, p.214; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III, p.87; Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de
Ejecución. t.II, p.248; García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho
Judicial Privado, Los Embargos. p. 13).

El acto de embargo es un acto de alguacil, que contendrá las formalidades comunes


a este y la designación de los objetos embargados. Se redactará en el mismo
momento y lugar en que se efectúe el embargo y estará acompañado de la
autorización del tribunal. Será firmado por el alguacil actuante, el depositario
designado y dos testigos por lo menos, debiendo estos últimos cumplir con lo
establecido por el Art. 585 del CPC. El proceso verbal del embargo en reivindicación,
no tiene que ser precedido de mandamiento de pago por tratarse de un embargo
conservatorio, no deberá tampoco indicar el día de la venta puesto que esta no es la
finalidad de esta medida. (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II,
p.239 y 240).

La forma de realizar este embargo es la misma que la utilizada para el embargo


ejecutorio. No es necesario realizar un mandamiento previo. (Vincent, Jean et
Jacques Prévault. 1987. Voies d’Exécution et Procédures de Distribution. 6ta. ed.
p. 147).

El embargo en reivindicación, debe hacerse constar en un proceso verbal, contentivo de


las mismas formalidades y enunciaciones que el realizado en el embargo ejecutivo.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t. III, n.1. p. 458).

A. Personas que pueden ser depositarios

Puede ser constituido depositario la persona contra quien se practique el embargo.


Para interpretar ésta disposición, cuyo sentido es bastante oscuro, es necesario
distinguir dos situaciones: 1. Si la cosa es reivindicada en manos de la persona que
la posee o detiene por cuenta propia, ésta con su consentimiento y el del
ejecutante, puede ser nombrada depositaria (…) 2. Si el embargo es practicado en
manos de una persona que detiene la cosa por otra, la parte embargada es el
depositante o locador por cuenta de quien detiene el depositario o locatario, que
desempeña más bien el papel de tercero embargado. (Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed., v. IV, p.214; Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III, p.88).
1164

“La lectura de este texto parece dar a entender que en materia de embargo ejecutivo
el embargado no puede ser constituido depositario, lo cual no es cierto”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III, p.88)

“El embargado no podrá ser constituido depositario, salvo si los bienes son
reivindicados en manos de la persona que los posee o detenta por su cuenta, y ella y
el reivindicante están de acuerdo. El impedimento a que la persona en cuyas manos
es trabada la medida pueda ser designada depositaria, igualmente desaparece
cuando el embargo se lleva a cabo en manos de una persona que detenta por otro”.
(Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II, p.240).

En cuanto a la disposición establecida por el artículo 830, existen distintas


opiniones; en un primer sistema, aquel en cuya casa se realice el embargo, podrá ser
constituido depositario. Mas se debe establecer otro depositario, si se teme la
insolvencia o el fraude; en un segundo sistema, es necesario establecer respecto del
artículo 830 una distinción: 1- Si el objeto reivindicado se encuentra en las manos
de quien lo posee o detenta por cuenta propia, caso en el cual este podrá con su
consentimiento y el del depositario ser designado depositario. 2-El embargo es
practicado en manos de una persona que detiene la cosa por otra, caso en el cual
estos podrán ser constituidos depositarios. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, nn. 8- 13. p. 458).

El tercero detentador, si el acreedor así lo consiente, puede ser constituido


guardián. (Vincent, Jean et Jacques Prévault. 1987. Voies d’exécution et Procédures
de Distribution. 6ta. ed. p. 147).

2. Embargo precedente

No es aconsejable practicar el embargo en reivindicación sobre bienes muebles que


han sido embargados precedentemente, sino que se recomienda intervenir en el
embargo ya trabado, por medio de una demanda en distracción. (Tavares hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed., v. IV,
p.214; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III, p.88).

“El depositario puede oponerse a la reivindicación si en sus manos se ha hecho un


embargo o una oposición, el guardián de los bienes embargados ejecutivamente
puede negarse a entregar los bienes puestos bajo su cuidado, hasta que la suerte de
dichos bienes no haya sido resuelta por sentencia.” (Germán Mejía, Mariano. 2002.
Vías de Ejecución. t.II, p.243).

Si los objetos reivindicados han sido anteriormente objeto de otro embargo, por ejemplo
de un embargo ejecutivo, es más conveniente, en vez de intentar la reivindicación de
dichos objetos, intervenir en el embargo ya practicado y presentar a forma de incidente
una demanda en distracción. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, n. 7. p. 458).

3. Demanda en validez
1165

“Después de terminado el procedimiento de embargo, se debe citar en validez al


embargado”. (García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial
Privado, Los Embargos. 13).

“El embargo en reivindicación debe ser seguido, prescribe el Art. 831, de una
demanda en validez.” (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. 4ta. ed., v. IV, p.214; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III, p.88).

El embargo no es suficiente para hacer retornar los muebles en la posesion del


embargante, es necesario que esto sea validado. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, n. 2. p.
458).

“El Embargo en Reivindicación, como los demás embargos conservatorios, tiene que
ser validado para su ejecución definitiva; no ocurre así, sin embargo, con algunas
reivindicaciones para las cuales el legislador ha previsto soluciones diferentes. Es el
caso de la reivindicación llevada a cabo en ejecución de un contrato de Venta
Condicional de Muebles o de un contrato de prenda.” (Germán Mejía, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t.II, pp.241 y 242).

La demanda en validez es formulada, si esta es principal, por el proceso verbal de


embargo o por una exposición separada. Si esta es incidental, se formula por simple acto
de abogado a abogado. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté, t. III, n. 3, 6. p. 458).

La instancia en validación, tendrá por objeto, no la venta de los bienes embargados,


sino su restitución. El juez ordenará la restitución de los objetos embargados.
(Vincent, Jean et Jacques Prévault. 1987. Voies d’Exécution et Procédures de
Distribution. 6ta. ed. p. 147).

A. Tribunal competente

Ratione materiae es competente para conocer de la demanda, 1.El juzgado de paz,


si se trata de embargo en reivindicación de ajuar de casa o finca rústica;2. El
tribunal de primera instancia en los demás casos, conforme al derecho común.
(Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta.
ed., v. IV, p.215; Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed.,
t.III, p.88; García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial Privado,
Los Embargos. p. 13).

“Territorialmente será competente el tribunal del domicilio de aquel contra quien se


ejerce el procedimiento.” (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra.
1166

ed., t.III, p.89; García de Peña, Luis Víctor. 1999. Manual de Derecho Judicial
Privado, Los Embargos. p. 14).

Ratione personae vel loci, es competente según el art. 831, “el tribunal del
domicilio de aquel contra quien se ejerce el procedimiento”. Esta disposición es
materia de controversia, este embargo se asemeja algunas veces al embargo
ejecutivo y otras al retentivo. Cuando se embarga en manos de aquel que detenta o
posee la cosa por cuenta propia, no hay dificultad en admitir que el tribunal
competente es el del domicilio del locatario o arrendador; en cambio, la situación es
discutida cuando los objetos han sido embargados en manos de un tercero
detentador, para solucionar la controversia, se ha propuesto hacer una distinción.
Si el tercero detentador no pretende tener ningún derecho sobre los muebles, la
parte embargada es en realidad el locatario, arrendatario o deudor prendario, y por
ello el tribunal competente es el de su domicilio; si por el contrario, el tercero
pretende tener algún derecho real, es él la parte embargaday la demanda deberá ser
incoada por ante el tribunal de su domicilio. (Tavares hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta. ed., v. IV, p.215; Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III, p.89).

La doctrina en general reconoce la imprecisión del Art. 831, en cuanto a


determinar qué debe entenderse por ‘aquel contra quien se ejerce el procedimiento’,
respecto a ello hemos de diferenciar dos situaciones: a) cuando la reivindicación
sólo da nacimiento a una relación bilateral, la aplicación del texto legal no da lugar
a inconvenientes: la demanda será llevada ante el tribunal del domicilio del
reivindicado, b) Cuando la reivindicación da nacimiento a una relación triangular,
en razón de que los bienes a reivindicar ya se encuentran en manos de un tercero, la
solución debe ser diferente, en aras de no perjudicar los derechos del tercero. Sin
embargo, la presencia del tercero no desplaza de inmediato la competencia hacia el
tribunal del domicilio del tercero, puesto que el legislador concibió, este embargo
como una relación bilateral y asi debe ser interpretado el Art. 831, por lo que, aun
cuando los muebles estén en manos de un tercero, el tribunal competente es el del
domicilio de aquel de quien debieron ser reivindicados, y el tercero que alegue ser
perjudicado podrá solicitar la declinatoria del tribunal. (Germán Mejía, Mariano.
2002. Vías de Ejecución. t.II, p.242-243).

Es en principio, el tribunal civil el competente para conocer de la demanda en validez de


un embargo en reivindicación, cualquiera que sea la causa de este embargo.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t. III, n.14 . p. 459).

Cuando se trata de un embargo en reivindicación realizado sobre los muebles de un


locatario o arrendatario desplazados sin el consentimiento del propietario, el Juez de Paz
es competente para conocer de la demanda en validez, dentro de los límites de su
jurisdicción. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t. III, n. 15. p. 459).

La disposición del Art. 831, ha sido muy controversial, pues es necesario


determinar si el tribunal competente para conocer de la demanda en validez, es el
del domicilio de aquel en cuyas manos se realiza el embargo, o el del domicilio de
aquel contra quien se realiza el embargo. En un primer sistema, hay lugar a
distinguir, si el embargo es realizado por un acreedor contar su deudor o por un
propietario arrendatario contra un tercero que no es su deudor. En el primer caso el
1167

tribunal competente es el lugar del embargo, en aplicación de las reglas del embargo
ejecutorio, en el segundo caso es el del juez natural. En un segundo sistema, la
demanda en validez debe ser llevada por ante el tribunal del domicilio de aquel
contra quien se realiza el embargo. En un tercer sistema, los términos del art. 831
son resistentes a toda distinción, el tribunal competente es el del domicilio del
embargado, o en otros términos el del lugar del embargo, a menos que esta demanda
tenga lazos de convexidad con una instancia ya introducida en otro tribunal, siendo
este último el competente bajo tales circunstancias. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, nn.
18-27. p. 459).

“La demanda en validez es de la competencia del Juzgado de Primera Instancia, por


no haber sido confiada de manera expresa a ningún otro tribunal. No ocurre así,
cuando se trata de la reivindicación de los muebles desplazados de los lugares
arrendados, cuya validez será conocida por el Juzgado de Paz.” (Germán Mejía,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II, p.242).

“Cuando se trata del vendedor no pagado el tribunal competente territorialmente, lo


será el del comprador.” (Pérez Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra.
ed., t.III, p.89).

El juez competente ratione materiae es el mismo que el de la autorización del


embargo. Ratione vel loci es el del domicilio del embargado no el de la situación de
los bienes. La corte de casación francesa a considerado que la demanda en validez
no está sometida a ningún plazo. (Vincent, Jean et Jacques Prévault. 1987. Voies
d’Exécution et Procédures de Distribution. 6ta. ed. p. 147).

B. Prorrogación legal de competencia

“El art. 831, aplicando el derecho común relativo a la prorrogación legal de


competencia en caso de conexidad, manda que si la demanda en validez ’está en
conexión con una instancia pendiente, se formulará ante el tribunal que conozca de
esta instancia’. Esto podría ocurrir si, por ej., el locador o arrendador prendario
hubieran interpuesto demanda en reivindicación antes de practicar el embargo en
reivindicación.” (Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. 4ta. ed., v. IV, pp.215 y 216; Pérez Méndez, Artagnan. 2000.
Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III, p.89-90).

“(…) el legislador consagra una prorrogación legal de competencia, que aunque


guarda diferencia con la litispendencia y la conexidad a que se refieren los artículos
28 y siguientes de la Ley No. 834, del 15 de julio de 1978, ha sido establecida, al
igual que estas ultimas, en interés de una buena administración de justicia”.
(Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II, pp.243 y 244).

4. Sentencia
1168

“La validez de la reivindicación sólo será pronunciada por la jurisdicción apoderada


luego de verificada la regularidad de la forma y del fondo del proceso verbal de
embargo, de manera relevante, en este último aspecto, el derecho a la
reivindicación del demandante.” (Germán Mejía, Mariano. 2002. Vías de Ejecución.
t.II, p.242).

“El procedimiento termina con la sentencia en validez, pues no hay venta ulterior.
La sentencia, al validar el embargo, ordenará la restitución de los bienes mobiliarios
al reivindicante o su restitución a los lugares alquilados o arrendados.” (Pérez
Méndez, Artagnan. 2000. Procedimiento Civil. 3ra. ed., t.III, p.90; Germán Mejía,
Mariano. 2002. Vías de Ejecución. t.II, p.244).

El juez que pronuncia la validez del embargo, no ordena la venta de los bienes sino
la restitución de los mismos al reivindicante. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. III, n. 30. p.
459).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Lo previsto por el artículo 830, sufre en el proyecto una modificación sustancial,


pues el art. 1027 somete la forma de realización del Embargo en Reivindicación, no
las reglas relativas al Embargo Ejecutivo, sino a las del Embargo Conservatorio de
Bienes Corporales, regulado por los artículos 924 al 939, lo que nos parece mucho
mas razonable, puesto que tanto este embargo como el de Reivindicación son por su
naturaleza conservatorios, no así el Embargo Ejecutivo.

El proyecto de código en sus artículos 1028 al 1031 establece reglas o normas


nuevas relativas al procedimiento del embargo, entre ellas vemos que el artículo
1028 crea para el tenedor, la obligación de indicar si el bien ha sido objeto de un
embargo anterior y de comunicar, si procediere, el acta del mismo. Además, el
mismo artículo enumera las enunciaciones que a pena de nulidad debe tener el acta
de embargo.

El artículo 1029, establece que el acto de embargo deberá ser notificado al detentador,
obligación esta que si bien no se encuentra consignada por el código actual, la doctrina la
ha venido considerando como necesaria de manera constante; plantea también este
artículo que en la notificación al detentador deberá consignarse de manera muy visible;
1o que el bien embargado está colocado bajo su custodia; 2o que no puede venderlo ni
desplazarlo, excepto por causa legítima que está obligado a informar previamente al
acreedor, a pena de las sanciones previstas para la sustracción de objetos embargados;
3o que está en la obligación de poner en conocimiento de dicho embargo a cualquier
acreedor que efectúe un embargo sobre el mismo bien; 4o que tiene el derecho a
impugnar la validez del embargo si no lo encuentra regular y de solicitar su levantamiento
al juez competente.

Los artículos 1030 y 1031 establecen que, si el embargo fue realizado en manos de un
tercero detentador, el acta también debe ser denunciada, dentro de un plazo de 2 días, a
aquel que debe restituir el bien y se le entregará de inmediato una copia con las mismas
firmas que el original, equivaliendo esta entrega a la notificación del embargo; En caso de
1169

que el detentador no esté presente en el momento del embargo se le notificará una copia
del acta, y se le otorgará un plazo de 2 días para comunicar al alguacil cualquier
información relativa a un embargo anterior, si lo hubiere, así como del acta del mismo.

Lo dispuesto por el artículo 831 del actual Código de Procedimiento Civil, se mantiene
inalterado en el artículo 1032 del Proyecto de Código; sin embargo, el artículo 1033 de este,
establece que “Una vez decidida de manera definitiva e irrevocable la demanda en validez
del embargo en reivindicación, la cual será llevada conjuntamente con la acción en
reivindicación, el depositario entregará los bienes embargados a aquel en beneficio de quien
se halla pronunciado la decisión, bajo las penas previstas para el embargo ejecutivo de
derecho común en caso de violación y sin perjuicio de que puedan ser aprehendidos por
alguacil acompañados de la fuerza pública y entregados al reivindicante bajo recibo”.

TÍTULO IV

DE LA PUJA ULTERIOR
EN CASO DE ENAJENACIÓN VOLUNTARIA

Tabla de Contenido

1. Puja Ulterior en caso de Enajenación Voluntaria


A. Definición
B. Cuándo procede
C. Quién puede realizarla
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Puja Ulterior en caso de Enajenación Voluntaria

A. Definición

Existen varias clases de pujas ulteriores: a) para los inmuebles: 1º la puja ulterior sobre
enajenación voluntaria, regida por los artículos 2185 y siguientes del Código Civil y 832 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil; (…) (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 2, p. 923).

Existen dos especies de pujas ulteriores,la del décimo y la del sexto.Estas difieren en
aspectos tales como, en lo relativo a la porción o cuota, en cuanto a las formas, pues la
primera , debe ser precedida por la sumisión de una fianza, el plazo de ambas figuras
tambien es distinto, siendo el del décimo de cuarenta días y en cuanto a la calidad del
pujador (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, nn. 2 y 7, pp. 441 y
442)

La puja ulterior es el acto por el cual se requiere la puesta en subasta de un bien


enajenado, ofreciendo un suplemento del precio, que determina el precio inicial, y con la
carga de quedar adjudicatario sobre la base de la suma ofrecida si no se presenta ningún
1170

subastador. La puja ulterior es para los interesados, una garantía contra el fraude y la
sorpresa, y un medio de llevar el precio del bien enajenado a su valor real. Es el medio
que la ley otorga a todo acreedor hipotecario o privilegiado de provocar la reventa del
inmueble para llevarlo a un precio más elevado que la suma que ha sido indicada en la
notificación. Las notificaciones hechas por el nuevo propietario ponen a los acreedores
hipotecarios o privilegiados en mora de aceptar la oferta que les ha sido hecha, o si juzgan
que la suma ofrecida no corresponde con el valor del inmueble, requerir la puesta en
venta presentando una puja ulterior. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, nn. 1, 4, p. 923).

La puja ulterior no es un procedimiento de ejecución, es la consecuencia del


procedimiento de purga y constituye un modo de ejercicio del derecho de persecución
cuyo procedimiento ha sido regulado por el Código Civil y por el Código de Procedimiento
Civil bajo las sanciones de nulidad que le son propias. Sólo puede naturalmente ser
ejercida por el acreedor sobre los inmuebles gravados de su privilegio o de su hipoteca.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,
Surenchère, n. 5, p. 923).

B. Cuándo Procede

La puja ulterior del décimo sobre enajenación voluntaria es posible en todos los casos en
que la purga es permitida. Es entonces posible a seguidas de toda enajenación voluntaria
amigable o judicial, traslativa de propiedad o de derechos reales inmobiliarios
susceptibles de hipotecas, ya sea que hayan sido hechos a título oneroso o a título
gratuito, sea que tenga el carácter de venta o intercambio, de donación o de legado. Es
posible en las ventas sobre licitación, venta de bienes de menores, de bienes dependientes
de sucesiones beneficiarias o vacantes, ventas sobre conversión de embargo cuando no
valen purga: (…) por el contrario, la puja ulterior por causa de enajenación voluntaria no
es posible en las ventas sobre expropiación forzosa, o sobre conversión de embargo
cuando la venta interviene luego de las notificaciones del art. 692 del código de
procedimiento civil porque en estos dos casos la venta vale purga, sólo la puja ulterior de
los arts. 708 y siguientes del código de procedimiento civil es posible. No hay lugar a puja
ulterior en caso de expropiación por causa de utilidad pública, los acreedores tienen sólo
el derecho de intervenir en el procedimiento. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, nn. 6 y 8, p. 923).

La puja ulterior del décimo, se aplica a las ventas sobre enajención voluntaria, así como
también a las ventas judiciales, dejando fuera aquellas sobre expropiación forzada.
(Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, n. 3 p. 441)

La puja ulterior debe ser del décimo del precio y sus cargas, estipulados en el contrato o
declarados por el nuevo propietario en las notificaciones. (Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 46, p. 925).

El acreedor sólo puede pujar sobre los bienes no comprendidos en su hipoteca, ni


sobre los bienes situados en diversas circunscripciones. (Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Comerciale, t. VI, nn. 50, p. 448)

C. Quién puede realizarla


1171

Para pujar es necesario, primeramente, ser acreedor privilegiado o hipotecario de uno de


los vendedores, antes de que la enajenación sea efectuada por el mismo, poco importa
que el crédito se venza con posterioridad a la venta. Por consiguiente, la puja es nula si el
adquiriente prueba que el título del acreedor es fraudulento. No es necesario que el
acreedor justifique su interés. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI,
nn. 9, 10 y 14, p. 442).

Puede hacer puja ulterior todo acreedor hipotecario inscrito sobre el inmueble o
dispensado de inscripción, o todo acreedor provisto de un privilegio o de un hipoteca que
comporta un derecho de persecución, sin que haya necesidad sin embargo, de distinguir
según la naturaleza de los créditos o las modalidades con que se encuentren afectadas.
Sin embargo, el acreedor no puede pujar ulteriormente si ha reunciado de forma expresa
o tácita a su derecho. Pero es necesario que esta renuncia no deje ninguna duda sobre la
voluntad de aquel a quien se le opone. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, nn. 14 y 40, pp. 923 y 925)

Ha sido juzgado, sin embargo, que un miembro del tribunal, excluido él mismo de las
pujas por el art. 711, podría, si era un acreedor inscrito, practicar una puja ulterior
siempre y cuando se abstenga de trabajar en el asunto. (Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 15, p. 924).

Es necesario que la puja emane de una parte capaz para actuar en justicia. No
podrán realizar puja ulterior en caso de enajenación voluntaria, el menor no
emancipado sin el ministerio del consejo de familia, el menor no emancipado sin la
asistencia de su curador, el interdicto que no esté representado por su tutor
igualmente autorizado, el individuo provisto de un consejo judicial, sin asistencia
de este consejo, el embargado que ha consentido la conversión, entre otros. (Bioche.
Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, nn. 24, 29, 30,31 y 36 p. 446-
447).

El heredero beneficiario puede pujar en calidad de acreedor hipotecario de la


sucesión. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, nn. 12, p.
442)

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El Proyecto de Código mantiene intacto el procedimiento para la Puja Ulterior en


caso de enajenación voluntaria, transcribiéndose las disposiciones de los artículos
832 al 838 en los artículos 1465-1471 del mencionado proyecto con ligeras
modificaciones que iremos mencionando en las anotaciones particulares de cada
artículo.

ARTÍCULO 832

Las notificaciones y los requerimientos prescritos por los artículos 2183 y 2185
del Código Civil serán practicados por un alguacil comisionado al efecto por el
presidente del tribunal de primera instancia del distrito en que tenga lugar, en
virtud de simple pedimento, y en unas y otros se indicará la constitución de
abogado cerca del tribunal en donde la nueva subasta y el orden de los pagos
1172

tendrán lugar. El acto de requerimiento para la subasta expresará, juntamente


con el ofrecimiento e indicación de la fianza, citación a tres días ante el tribunal
para recibirla, en lo cual se actuará como en materia sumaria. Esta citación será
notificada en el domicilio del abogado constituido, y al mismo tiempo se dejará
copia del acto de compromiso de la fianza, y del depósito, en la secretaría del
tribunal de los títulos que hagan constar su solvencia. Y si ocurriere el caso en
que el nuevo pujador diere prenda en dinero o en rentas sobre el Estado, a falta de
fianza, conforme al artículo 2041 del Código Civil, hará notificar junto con la
citación la copia del acto que dé fe de la consignación de la prenda. Si la fianza
es rechazada, la nueva subasta será declarada nula, y el adquiriente sostenido en
sus derechos, a menos que no haya otras pujas ulteriores hechas por diferentes
acreedores.

Tabla de Contenido

1. Reglas aplicables a la notificación de la puja ulterior


2. Fianza u otras garantías a proveer por el nuevo pujador

A. Emplazamiento en recepción de fianza

1. Reglas aplicables a la notificación de la puja ulterior

El requerimiento de la puja ulterior debe ser notificado al nuevo propietario en el plazo de


cuarenta días a partir de la notificación hecha al acreedor, con aumento de los plazos por
la distancia, según lo prescribe el artículo 1033 del código de procedimiento civil. Este
notificado al adquiriente y al vendedor solamente. Debe contener: 1º compromiso del
requeriente de llevar o hacer llevar el precio a un décimo por encima de lo que ha sido
estipulado en el contrato o declarado por el nuevo propietario; 2º oferta de dar fianza
hasta la concurrencia del precio y sus cargos; 3º emplazamiento para la recepción de la
fianza. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, nn. 57,71, p. 926).

El requerimiento de puja ulterior debe ser notificado tanto al adquiriente como al


precedente propietario deudor principal, uno y otro interesados en contestar la puja
ulterior. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, n. 98 p. 456 ;
Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n.
41, p. 461) el primero en razón de la evicción que lo amenaza, el segundo en razón de su
obligación de garantía. Generalmente, la doble calidad de precedente propietario y de
deudor es reunida sobre la misma persona. Pero si el precedente propietario era sólo un
tercero detentador, la notificación deberá dirigirse a él y al deudor, ya que ambos tienen
interés en discutir la validez de la puja ulterior. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n.72, 73, p. 927).

El requerimiento debe ser notificado al adquiriente por acto notificado al domicilio del
abogado por éste constituido en las notificaciones, esto a pena de nulidad. El
requerimiento es notificado por alguacil comisionado al efecto, por simple solicitud del
ttribunal de la jurisdicción. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 17, p. 460).

La comisión dada por un presidente incompetente es nula. La notificación en el domicilio


del abogado constituido por el adquiriente en sus notificaciones, debe tener lugar en
1173

cuantas copias como partes interesadas haya. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Comerciale, t. VI, nn. 108, 1096, 111 y 113, p. 458-459, Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, nn.79 y 84, p. 927).

La notificación del acto de puja ulterior debe ser hecha en el domicilio elegido donde el
abogado constituido por el adquiriente en la notificación del extracto de su acto de
adquisición y no en el domicilio real y eso a pena de nulidad. La puja ulterior debe ser
notificada en tantas copias separadas como adquirientes haya, aunque fueran
adquirientes conjuntos o solidarios, o que hayan constituido el mismo abogado. La
notificación debe ser hecha por copias separadas al marido y a la mujer, ambos
adquirientes, sin importar su régimen matrimonial. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, nn. 80-82, p. 927).

Si hay varios adquirientes, la circunstancia que ellos hubieran constituido el mismo


abogado no autorizaría al acreedor nuevo pujador a notificarles el acta de puja ulterior
conjuntamente y por una sola copia. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 48, p. 461).

Las notificaciones a hacer al vendedor sólo pueden ser hechas en la persona del vendedor
o en su domicilio real, de conformidad con el derecho común. Ninguna nulidad resultaría
del hecho que el nuevo pujador no habría notificado el acto de puja ulterior en el
domicilio verdadero del vendedor, si esta notificación ha tenido lugar en el domicilio
indicado en el acto de venta. El acto de puja ulterior puede ser notificado al vendedor en
el domicilio elegido por él en el contrato. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, nn. 49, 50 y 55, p. 461).

En lo que respecta al magistrado competente para comisionar al alguacil, según un


primer sistema, el acto de puja ulterior, es el presidente del tribunal del domicilio del
abogado constituido por el adquiriente, y no el del domicilio real del adquiriente, el que
debe comisionar al alguacil para esta notificación. Según un segundo sistema, el alguacil
es comisionado sobre simple requerimiento por el presidente del tribunal en la
circunscripción del cual la notificación debe tener lugar. Es decir, por el presidente del
tribunal en la jurisdicción de la cual está domiciliada la parte interesada, cuando la
notificación debe serle hecha en el domicilio real; por el presidente del tribunal ante el
cual postula el abogado del interesado, si se trata de una notificación a realizar en el
domicilio de ese abogado. Por excepción, si el vendedor, aunque domiciliado fuera del
distrito del tribunal que deba validar la puja ulterior, se encuentra presente
momentáneamente el presidente de ese tribunal podrá válidamente comisionar un
alguacil para notificar el requerimiento al vendedor a persona. (Jurisprudence Générale
Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, nn. 20-24, pp.460- 461).

El requerimiento de puja ulterior debe ser notificado por un alguacil comisionado por
ordenanza rendida sobre simple requerimiento por el presidente del tribunal de la
jurisdicción en la cual la notificación debe ser hecha. El alguacil debe ser comisionado
por el presidente del tribunal en la jurisdicción del cual está domiciliada la parte
interesada si la notificación debe serle hecha en el domicilio real; y por el presidente del
tribunal ante el cual trabaja el abogado si la notificación debe serle hecha en el domicilio
elegido donde el abogado. La notificación podría ser hecha en la persona misma del
interesado fuera de su domicilio, en ese caso, el alguacil debería ser comisionado por el
presidente del tribunal en la jurisdicción en la cual se encuentra momentáneamente la
persona. Siendo la ordenanza dictada sobre requerimiento, la firma del secretario no es
necesaria. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, nn. 75-76, p. 927).
1174

En ausencia del presidente, el alguacil puede ser comisionado por uno de los jueces del
tribunal y particularmente por el vicepresidente, cuya jurisdicción en esta materia es
igual a la del presidente. La ley no exige que la ordenanza dictada mencione que el
magistrado ha procedido por impedimento del presidente, en consecuencia, la omisión de
esta mención no conlleva la nulidad de la ordenanza. La ordenanza del juez, al ser
dictada sobre requerimiento, no necesita estar revestida de la firma del secretario.
(Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, nn.
25-28, p. 461).

Mientras el plazo de cuarenta días no haya expirado el nuevo pujador puede regularizar
su procedimiento haciendo una nueva notificación si la precedente era nula; la
notificación hecha por alguacil comisionado en la ignorancia del fallecimiento del nuevo
pujador es válida. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, n. 79, p. 927).

Juzgado a este respecto que la puja ulterior es radicalmente nula cuando el alguacil que
la notifica ha sido comisionado por el presidente de un tribunal distinto a aquel del
distrito en el cual la notificación debe ser hecha. Pero la nulidad de la notificación sólo es
irreparable en tanto el plazo de cuarenta días impartido para ejercer la puja ulterior haya
expirado; hasta ese momento el nuevo pujador puede últilmente renovar la notificación de
su requerimiento luego de haber solicitado la comisión de un alguacil por el magistrado
competente. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, nn. 33 y 38, p. 461).

Si las personas a quienes la puja ulterior es notificada son incapaces, la notificación debe
ser hecha a su representante legal. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale,
t. VI, n. 107, p. 458)

En este sentido: Si las personas a quienes la puja ulterior debe ser notificada son
incapaces, se deben seguir a su respecto las reglas generales relativas a las notificaciones
de los actos. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, n. 58, p. 461).

Si el inmueble es indiviso entre un menor y su tutor, la notificación debe ser hecha al


tutor en su nombre personal y al protutor del menor haciendo funciones de tutor en
razón de la oposición de intereses existente entre el menor y su tutor. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,
Surenchère, n. 85, p. 927).

El original y la copia de diversos actos contentivos de requerimiento de puja ulterior


deben ser firmados por el acreedor requeriente o por su apoderado. Si hay varios nuevos
pujadores, todos deben, personalmente o por intermedio de un apoderado, firmar el acto
de puja ulterior. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, n. 88, p. 927).

El mandato en virtud del cual la puja ulterior es requerida debe ser expreso, a pena de
nulidad, sin que exista sin embargo ninguna fórmula sacramental. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 89, p.
927).

Las notificaciones hechas por el alguacil comisionado en la ignorancia del fallecimiento


del adquiriente son válidas por aplicación del art. 2008 del código civil; en efecto, el
alguacil puede ser considerado como mandatario sustituido del abogado mandatario del
adquiriente. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, n. 39, p. 461).
1175

2. Fianza u otras garantías a proveer por el nuevo pujador

El legislador, para garantizar los intereses contra el ejercicio abusivo del derecho de puja
ulterior relacionado con la hipoteca, ha exigido del nuevo pujador, a pena de nulidad, que
preste fianza sobre el precio y las cargas. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 64, p. 462).

La fianza debe ser provista en el plazo de cuarenta días, por tanto es en esta fecha que
debe ser apreciada la solvencia y la fianza no puede ser completada posteriormente.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,
Surenchère, n. 107, p. 928).

El requerimiento de puesta en subasta debe contener a pena de nulidad, la oferta y la


indicación de una fianza de dar fianza hasta la concurrencia del monto de la puja ulterior.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,
Surenchère, n. 93, p. 927; Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, n.
121, p. 459-460)

El compromiso tomado por el fiador asegura la protección de los intereses contra la


insolvencia posible del nuevo pujador, la puja ulterior no puede ser descartada en razón
del estado dudoso de los negocios del nuevo pujador. (Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 94, pp. 927-928).

El nuevo pujador debe indicar nominativamente la persona que propone como fiador,
puede indicar varias personas que serán fiadores solidarios. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 95, p.
928).

El fiador debe reunir las condiciones de capacidad, de solvencia y de domicilio exigidas


por los artículos 2018 y 2019 del código civil: debe estar domiciliado realmente en la
jurisdicción de la corte de apelación donde es dada, debe tener la capacidad de obligarse,
su solvencia se aprecia únicamente de acuerdo con el valor libre de sus propiedades
inmobiliarias. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, n. 97, p. 928).

En el mismo sentido: El fiador debe, 1. Ser capaz de obligarse; 2. Tener domicilio en el


lugar en que se persigue el asunto, a pena de nulidad; 3. Tener solvencia y poder
justificarla por los inmuebles propios. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Comerciale, t. VI, nn. 125, 127 y 128, pp. 460-461)

Si el fiador, válido al momento en que ha sido ofrecida, no presenta posteriormente las


condiciones de solvencia requeridas, la puja ulterior puede ser anulada, si los vicios de la
fianza provienen, de un hecho imputable al nuevo pujador, o que ha podido prever. Si,
por el contrario, lo ha sido por un caso fortuito, el nuevo pujador puede presentar una
nueva fianza. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, n. 108, p. 928).

Tanto el nuevo pujador como el fiador, pueden presentar como justificación de su


solvencia, a falta o en caso de insuficiencia de inmuebles, una prenda en dinero o en
rentas del Estado. Para la validez de la prenda, es necesario depositar en secretaría el
recibo entregado por la Caja de consignaciones, y notificar ese acto de depósito.
(Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV,
nn.65 y 111, pp. 468-463).
1176

La puja ulterior será declarada nula si la fianza es rechazada, hay que deducir entonces
que la fianza debe ser prestada o completada íntegramente en el plazo de cuarenta días:
el acto de sometimiento de fianza constata el depósito de los títulos que justifican su
solvencia. Los títulos deben ser depositados en secretaría; copia del acto de depósito es
notificada en el domicilio del abogado constituído al mismo tiempo que el emplazamiento
para la recepción de la fianza. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 102, p. 928).

La persona que consiente a prestar fianza, deberá someterlas en secretaría, y tambien


depositar los títulos que acen constar su solvencia. El secretario realizará el acto de
sometimiento y de depósito. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI,
nn. 141-142, p. 463)

La fianza debe ser prestada y designada en el acta de requerimiento de puja ulterior, con
copia del acta de sometimiento de la fianza y del proceso verbal de depósito en secretaría
de los títulos que constatan su solvencia; el requerimiento de puja ulterior contiene en
fin, emplazamiento para ver recibir esta fianza. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 77, p. 462).

El acto de sometimiento de la fianza puede ser recibido en secretaría al mismo tiempo que
el depósito o antes por un notario. La oferta de una fianza no sufriría por ello. El depósito
de títulos debe preceder el requerimiento de la puja ulterior o, por lo menos, la expiración
del plazo de cuarenta días para pujar ulteriormente. En el caso en que el fiador o el nuevo
pujador provea una prenda, el recibo es depositado en secretaría. Al mismo tiempo se
entrega copia del acto de sometimiento del fiador y del depósito en secretaría de los títulos
que constatan su solvencia. Una vez recibido en secretaría el sometimiento del fiador se
forma entre el fiador, aun no aceptado incluso, y el nuevo pujador, un contrato judicial
que no puede revocar. Pero, con respecto al vendedor, o del adquiriente o de los
acreedores inscritos, el contrato sólo se forma con la aceptación de la fianza o por
sentencia que la admite. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 103-105, p. 928).

El fiador es descargado cuando la puja ulterior se encuentra cubierta por otra puja,
incluso si el nuevo pujador es finalmente declarado adjudicatario: en tal caso, la
obligación de pagar el precio resulta no de su puja ulterior, sino de la adjudicación
pronunciada en su beneficio por una puja llevada por él al mismo título que un extraño,
por tanto, el fiador sólo garantiza las obligaciones que se derivan de la puja ulterior. Sin
embargo, el fiador no es descargado si la adjudicación es pronunciada en beneficio del
nuevo pujador sobre una sola puja llevada por él sobre sí mismo, sin que ningún tercero
haya presentado una puja, en ese caso, la puja del nuevo pujador sólo ha tenido por
finalidad evadir la ley. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 106, p. 928).

A. Emplazamiento en recepción de fianza

El acto de requerimiento de puja ulterior debe contener con la oferta y la indicación de la


fianza, emplazamiento a tres días francos ante el tribunal, para la recepción de la fianza,
a la cual se procederá como en materia sumaria. Este emplazamiento será notificado al
domicilio del abogado constituido en la notificación de purga. Este emplazamiento debe
contener copia del acto de sometimiento del fiador y del depósito en secretaría de los
títulos que constaten su solvencia. En el caso en que el nuevo pujador ofrezca una prenda
en dinero o en rentas del Estado, a falta de fianza, debe notificar con su emplazamiento
1177

copia constatando la realización de esa prenda. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.


Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 109, p. 928).

El emplazamiento es sometido a las reglas generales del derecho común relativas a los
emplazamientos. [ver artículos 59 y siguientes de este código]. (Jurisprudence Générale
Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 79, p. 462; Bioche.
Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, n. 154, p. 464)

Debe particularmente contener constitución de abogado. Es dada ante el tribunal de la


situación del inmueble. Si el tercero detentador ha adquirido varios inmuebles situados
en jurisdiccciones diferentes y hay nuevos pujadores para varios inmuebles, deben ser
objeto de procedimientos distintos llevados ante los tribunales de cada uno de los
inmuebles. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, n. 110, p. 928).

El plazo de la comparecencia es de por lo menos tres días francos con aumento en razón
de la distancia. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, n. 87, p. 462). Este plazo es concedido en favor del pujador, como todos los
plazos breves. Se trata de un plazo franco (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Comerciale, t. VI, nn. 148-149, p. 463)

El nuevo pujador puede indicar un plazo más largo, ya que el demandado es siempre libre
de abreviar el plazo indicado y de perseguir la audiencia. (Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 111, p. 928).

No es el tribunal que fija la fecha obligatoriamente como en materia de embargo


inmobiliario. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, n. 98, p. 462).

Para la recepción de la fianza se procede tal y como está prescrito por el art. 832 que
excluyen la aplicación de las reglas generales indicadas para la recepción de fianza por el
art. 518. El tribunal procede como en materia sumaria, puede declarar inmediatamente la
fianza recibida si no es contestada. El fiador no es admitido a intervenir en la instancia.
Por consiguiente, los acreedores actuarían prudentemente haciendo personalmente una
puja ulterior aunque ya haya sido presentada una. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, nn.112- 113, p. 928).

Las formalidades indicadas en la ley excluyen la aplicación de las reglas generales


prescritas por el artículo 518 del código de procedimiento civil relativo a las recepciones
de fianzas. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, n. 94, p. 462).

Si la fianza es rechazada, la puja ulterior será declarada nula y el adquiriente mantenido,


a menos que no hayan sido hechas otras pujas ulteriores por otros acreedores.
(Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n.
102, p. 463, Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, nn. 159, p. 464)

Las vías de recurso contra la sentencia son reglamentadas por los artículos 731 y 732.
Ninguna sentencia o sentencia en defecto en materia de puja ulterior por causa de
enajenación voluntaria es susceptible de oposición. Están sujetas sólo a la apelación, las
sentencias que estatuyen sobre las nulidades anteriores a la recepción de la fianza o
sobre la recepción de la fianza y aquellas dictadas sobre la demanda en subrogación por
colusión o fraude. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, n. 114, p. 928).
1178

ARTÍCULO 833

Cuando una puja ulterior haya sido notificada con citación en los términos
indicados en el artículo precedente, cada uno de los acreedores inscritos tendrá el
derecho a hacerse subrogar en el procedimiento judicial, si el nuevo postor o el
nuevo propietario no continúan la acción durante un mes después de la puja
ulterior. La subrogación se pedirá por simple instancia de intervención, y será
notificada por acto de abogado a abogado. El mismo derecho de subrogación
quedará abierto a beneficio de los acreedores inscritos, cuando en el curso del
procedimiento haya habido colusión, fraude o negligencia de parte del actor. En
todos los casos anteriores, la subrogación tendrá lugar por cuenta y riesgo del
nuevo postor, para lo cual la fianza continúa siendo obligatoria.

Tabla de Contenido

1. Demanda de subrogación

1. Demanda de subrogación

Validando la puja ulterior y admitiendo la fianza, el tribunal autoriza implícitamente al


nuevo pujador o al tercero detentador a perseguir la puesta en subasta. El tribunal puede
fijar la fecha de la adjudicación, pero no está obligado a hacerlo. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 127, p.
929).

La ley no ha fijado ningún plazo para el nuevo pujador, para comenzar las persecuciones
de la venta. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, n. 8, p. 463).

La venta tiene lugar según las formas establecidas por los artículos 836 y siguientes del
código de procedimiento civil, y por el excedente para las expropiaciones forzosas, a
diligencia, ya sea del nuevo pujador, o bien del nuevo propietario; en caso de conflicto
entre ellos, el tribunal determina el persiguiente. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 128, p. 929).

En caso de inacción del nuevo pujador y del nuevo propietario, los otros acreedores
pueden surbrogarse en la persecución. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 129, p. 929).

Cada uno de los acreedores inscritos tiene el derecho de presentar por un simple
requerimiento (conclusiones) notificado a los abogados de todas las partes en causa una
demanda a fin de ser subrogado: 1º a la persecución que el nuevo pujador o el tercero
detentador no ha realizado en el plazo de un mes a partir de la notificación de la puja
ulterior por los edictos de los cuales se hablará más adelante; 2º a aquella en el curso de
la cual el persiguiente ha cometido colusión, fraude o negligencia. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 130, p.
929).

La subrogación en las persecuciones de la puja ulterior es admitida en favor de los


acreedores inscritos, 1. si el pujador o el nuevo propietario no persigue la acción en el
mes de la puja ; 2. Cuando en el curso de la persecución, hay colusión, fraude o
negligencia por parte del persiguiente. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Comerciale, t. VI, n. 161, p. 465)
1179

El derecho de requerir esta subrogación corresponde también al tercero detentador, si el


nuevo pujador es negligente en llevar a bien el procedimiento que había introducido
primeramente y sobre todo si lo ha conducido fraudulentamente. La subrogación no
libera al nuevo pujador de la obligación contraída por él y de la cual sería injusto que se
le liberara por su negligencia o su fraude, la subrogación tiene lugar a sus riesgos y
peligros, pues su fiador continúa estando obligado. (833) Si no se presenta otro pujador el
día de la adjudicación, el nuevo pujador es declarado adjudicatario (838). El acreedor que
demanda la subrogación no ejerce una nueva acción, persigue aquella del nuevo pujador
negligente, por lo que no tiene que prestar fianza. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n.131- 133, p. 929).

La subrogación puede ser demandada mientras dure la persecución, hasta la sentencia


de adjudicación inclusive. El derecho de demandar en subrogación corresponde sólo a los
acreedores inscritos, y no al tercero detentador. La demanda en subrogación se interpone
por simple requerimiento notificado a los abogados de todas las partes en causa.
(Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n.
10, 11y 13, p. 464).

La subrogación es demandada por un simple requerimiento en intervención y notificada


por acto de abogado a abogado, a todas las partes en causa, es decir, al abogado del
pujador y al del adquiriente, y por acto de alguacil, al vendedor si no ha constituido
abogado. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, n.163, p. 465).

Para que la subrogación sea posible es necesario que la puja ulterior sea válida. Si la puja
ulterior fuera nula, ya sea en razón de la insuficiencia de la fianza, ya sea por cualquier
otro motivo que la inobservancia de los plazos de persecución, no habría lugar a acordar
la subrogación. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, nn. 16-17, p. 464).

Si el tercero detentador es quien persigue la venta, debe depositar en secretaría su título


bajo firma privada o una expedición de su título auténtico para que pueda servir de
minuta de la subasta. Si la venta es perseguida por el nuevo pujador, esto significa que
debe notificar la sentencia de recepción de la fianza al vendedor y al tercero detentador
con intimación de entregarle o depositarle en el tribunal el acto de enajenación si es bajo
firma privada o una copia certificada si se trata de un acto auténtico. Si no obtempera a
esta intimación en un plazo razonable, el nuevo pujador requiere del conservador una
expedición de la transcripción o, del notario, una copia certificada del acto, todo lo cual
correrá por cuenta del tercero detentador. El persiguiente fija la fecha de la adjudicación
a su conveniencia, a menos que el tribunal no la haya fijado en la sentencia que valida la
puja ulterior. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, n. 134-136, p. 929).

No se trata de una acción nueva sino de la acción del nuevo pujador que el subrogado
debe perseguir; de tal forma que el fiador del nuevo pujador continúa estando obligado no
obstante la subrogación, y la adjudicación se persigue bajo los riesgos del nuevo pujador.
(Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n.
26, p. 464).

ARTÍCULO 834

Después de la transcripción, los acreedores privilegiados o hipotecarios en los


términos de los artículos 2123, 2127 y 2128 del Código Civil no podrán tomar
inscripción hábil contra el precedente propietario.
1180

ARTÍCULO 835

No obstante, el vendedor o el copartícipe pueden inscribir hábilmente los


privilegios que les están conferidos por los artículos 2108 y 2109 del Código Civil,
dentro de los cuarenta y cinco días del acto de venta o de partición, sin embargo
de cualquiera otra transcripción de actos hechos en dicho término.

Tabla de Contenido

1. Efectos de la puja ulterior

1. Efectos de la puja ulterior

El requerimiento de puja ulterior válidamente presentado conlleva la puesta en subasta


del inmueble en las condiciones ya enunciadas; a falta de pujas, el nuevo pujador se
compromete a tomar el inmueble por el monto de la puja ulterior. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 164, p.
930).

La puja ulterior se convierte, desde que es hecha, en común a todos los acreedores
inscritos a los cuales ha otorgado el derecho de exigir la puesta en adjudicación. Resulta
que el nuevo pujador no tiene el derecho de renunciar a perseguir la venta, ni de desistir
incluso ofreciéndose a pagar el monto de la puja ulterior; los acreedores tienen el derecho
de que la venta tenga lugar, pudiendo ser sobrepasado el monto de la puja ulterior por
nuevas pujas. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, n. 165, p. 930)

El desistimiento del nuevo pujador sólo es posible con el consentimiento expreso de todos
los acreedores hipotecarios pero la aceptación del adquiriente no es necesaria. Si el nuevo
pujador no persigue la venta, los acreedores inscritos pueden hacerse subrogar. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,
Surenchère, n. 166, p. 930, Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, n.
187, p. 469)

Sin embargo, si la puja es anulada, los demás acreedores no tendrán fundamento para
criticar el desistimiento realizado sin su concurso, se trata de un acto que no les puede
perjudicar. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, nn. 188, p. 468).

La oferta del tercero detentador de desinteresar al nuevo pujador es inoperante porque


detiene la puja ulterior. El tercero detentador sólo puede detener la venta si desinteresa a
todos los acreedores inscritos. La puja ulterior le permite al tercero detentador invocar el
art. 1653 C. civ. en los términos del cual el comprador turbado por una acción puede
suspender el pago de su precio hasta que el vendedor haya hecho cesar la turbación, a
menos que haya sido estipulado qe no obstante la turbación el comprador pagará. (Req.
18 ene. 1860, precit.). (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale. t. II, Surenchère, nn. 167-168, p. 931).

El requerimiento de puja ulterior no tiene, por sí solo, el efecto de despojar al comprador


de su derecho de propiedad, esta propiedad permanece, por lo menos provisionalmente,
sobre él, hasta la sentencia de adjudicación. Resulta de ello que: el adquiriente, obligado
a vigilar por la conservación de la cosa, debe ejecutar las reparaciones necesarias y está
obligado por los daños y degradaciones provenientes de la falta de reparación. Que el
inmueble permanece a riesgo del adquiriente: en caso de pérdida, el nuevo pujador puede
retirar la puja ulterior; en caso de deterioraciones graves, puede, sea retirarla, o bien
1181

hacer reducir la cifra por el tribunal luego de un experticio. (Dalloz, Encyclopédie


Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 169, p.
931).

“¿Puede el adquiriente hacer cesar los efectos de la puja, pagándole al pujador el monto
de su crédito? M. Persil, adopta la afirmativa, atendiendo que el acreedor no tendría ya
ningún interés, y por consiguiente, ningún derecho de persecución, (…) los otros
acreedores inscritos, sólo podrían objetar el desistimiento del pujador y demandar la
continuación de las persecuciones. No obstante, lo contrario ha sido juzgado con razón.
Cass. 31 mi 1831, S. 31, 412 ; Rouen, 23 mars 1820, p. 15, 882 ( …)”. (Bioche.
Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, nn. 189, p. 468)

Si, luego de la puja ulterior válidamente formada, la hipoteca del nuevo pujador se
extingue, la puja ulterior es mantenida en beneficio de los demás acreedores que pueden
perseguir la venta por subrogación. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 171, p. 931).

ARTÍCULO 836

Para que pueda llegarse a la reventa en subasta, indicada por el artículo 2187 del Código
Civil, el actor hará imprimir varios edictos que contengan: 1ro. la fecha y la naturaleza del
acto de enajenación sobre el cual la puja ulterior ha sido hecha, el nombre del notario que lo
extendió, o el de cualquiera autoridad que fue llamada a hacerlo ; 2do. el precio enunciado
en el acto, si se trata de una venta, o la tasación hecha de los inmuebles en la notificación a
los acreedores inscritos si se trata de un cambio o de una donación; 3ro. el montante de la
puja ulterior; 4to. los nombres, profesiones y domicilios del anterior propietario, del
adquiriente o donatario, del nuevo pujador y del que fuere subrogado a éste, en el caso del
artículo 833; 5to. la indicación sumaria de la naturaleza, y la situación de los bienes
enajenados; 6to. el nombre y la residencia del abogado constituido por el actor; 7mo. la
indicación del tribunal en donde la puja ulterior tendrá lugar, lo mismo que del día, el lugar
y la hora de la adjudicación. Dichos edictos serán fijados, quince días por lo menos, y
treinta días a lo más, antes de la adjudicación, en la puerta del domicilio del antiguo
propietario, y en los lugares designados en el artículo 699 del presente Código. Una copia
del mismo edicto se insertará en uno de los periódicos de la localidad, en el mismo plazo y
en cumplimiento del artículo 696; y todo se hará constar como se tiene dicho en los artículos
698 y 699.

ARTÍCULO 837

Quince días por lo menos y treinta días a lo más antes de la adjudicación, serán
intimados tanto el antiguo como el nuevo propietario, para que asistan a ella al
lugar y en el día y la hora que se indiquen. Igual intimación se hará al acreedor
que hubiere hecho la puja ulterior, si es el nuevo propietario, u otro acreedor
subrogado el promovente. En el mismo término será depositado en la secretaría
del tribunal el acto de enajenación, que servirá de minuta para la subasta. El
precio indicado en dicho acto, o el valor declarado y el monto de la puja ulterior
tendrán lugar de primera postura.

Tabla de Contenido

1. Publicidad de la puja ulterior en caso de enajenación voluntaria


2. Intimación para asistir a la adjudicación
1182

1. Publicidad de la puja ulterior en caso de enajenación voluntaria

Los acreedores hipotecarios inscritos y los acreedores con hipotecas legales dispensadas
de inscripción y no inscritas son informados de la adjudicación sobre puja ulterior sólo
mediante los edictos y la inserción en los periódicos. (Jurisprudence Générale Dalloz.
1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 1, p. 465).

Sería bueno indicar en los edictos la fecha de la transcripción de los actos que se
mencionan, pero esta indicación no está prescrita a pena de nulidad. En cuanto a la
indicación sumaria en los edictos de la naturaleza y situación de los bienes enajenados,
basta con informaciones suficientes para que el inmueble pueda ser identificado sin
temor a error: número y nombre de la calle, sector, común. Hará bien, sin embargo, en
reproducir en los edictos la designación del inmueble tal y como se encuentra en el acto
de enajenación. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, n. 137, p. 929).

La fijación de edictos es constatada como en el caso de venta por expropiación.


(Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 7,
p. 465).

Los edictos serán colocados en los lugares designados por el art. 699: en la puerta
principal del inmueble; en la puerta del tribunal ante el cual debe tener lugar la
adjudicación; en el lugar oficial de publicación de edictos de la común en la cual se
encuentra el inmueble. En el mismo plazo, la inserción de las enunciaciones que
preceden deben ser hechas en el periódico designado por el art. 696 y todo ello es
constatado en un proceso verbal levantado de conformidad con los arts. 698 y 699.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,
Surenchère, nn. 138-139, p. 929).

El artículo 699 al cual se refiere el texto del art. 836, no puede, en materia de puja
ulterior, aplicarse literalmente. Es al adquiriente a quien hay que aplicarle estas
disposiciones. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, n. 5, p. 465).

Puede haber lugar, en materia de puja ulterior, un suplemento de publicidad autorizado,


como en caso de embargo inmobiliario, por los artículos 697 y 700 del código de
procedimiento civil. Según un primer sistema, no puede tener lugar en materia de puja
ulterior, este suplemento de publicidad; si el acreedor quiere dar a la venta una
publicidad extraordinaria tiene que correr con los gastos. Según otra opinión, en materia
de venta en caso de puja ulterior por enajenación voluntaria, no hay que obviar ningún
medio de publicidad en interés de los acreedores. Si el juez cree útil esta publicación,
debe autorizarla. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, nn. 10 a 12, p. 465).

2. Intimación para asistir a la adjudicación

Los acreedores hipotecarios inscritos y los acreedores con hipoteca legal sólo son
informados de la adjudicación por los edictos y la publicación en los periódicos, no son
intimados. Pero la ley establece que el persiguiente haga una intimación especial para
asistir a la adjudicación al acreedor sobrepujado, a su vendedor y también al acreedor
nuevo pujador si es el nuevo propietario u otro acreedor subrogado que persigue (837).
Esta intimación debe ser hecha quince días por lo menos, treinta días máximo antes de la
adjudicación. El primero de esos plazos es franco, no así el segundo. No se aumentan en
razón de las distancias. El plazo fijado por el art. 837 para la intimación está prescrito a
1183

pena de nulidad. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et


Commerciale. t. II, Surenchère, nn. 142-143, pp. 929-930).

La intimación debe ser realizada, tanto al antiguo como al nuevo propietario, o al acreedor
que ha realizado la puja ulterior, si este es el nuevo propietario o un acreedor subrogado
que realiza las persecuciones. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI,
nn. 209, p. 472)

En el mismo plazo de quince días por lo menos y de treinta días máximo antes de la
adjudicación, el persiguiente procede a las inserciones en los periódicos, como en materia
de embargo inmobiliario. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, nn. 138, p. 929, Jurisprudence Générale Dalloz.
1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 9, p. 465).

El plazo de la quincena es franco, el de treinta días no lo es. Uno y otro deben observarse
a pena de nulidad. Estos plazos no se aumentan en razón de la distancia. (Jurisprudence
Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, nn. 3 a 5, p. 465).

La inobservancia del plazo mínimo y del máximo, entraña la nulidad de la intimación, no


así la de la adjudicación. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, nn.
210, p. 472)

La intimación es hecha al nuevo pujador en el estudio de su abogado, se trata de un acto


de procedimiento que el abogado puede recibir por su cliente; es menos importante que la
notificación de la puja ulterior, el adquiriente es prevenido de la adjudicación por otros
medios. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, nn. 211, p. 472)

El antiguo propietario que no tiene abogado, es intimado, en su domicilio personal; al


tercero detentador sobrepujado en el estudio del abogado constituido por él en su
notificación. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, n. 144, p. 930).

El acta de enajenación debe ser depositada en secretaría en el plazo previsto para servir
como minuta de la subasta, esto a pena de nulidad, por lo que el persiguiente debe hacer
intimación al adquiriente para que deposite el título en secretaría. (Jurisprudence
Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, nn. 8-13, pp. 465-
466).

La nulidad sólo trata sobre el procedimiento posterior, el procedimiento anterior se


mantiene válido. (Req. 18 mar. 1846, D.P. 46.1.89). El persiguiente debe hacer intimación
al adquiriente de depositar en secretaría el acto de enajenación. En caso de negativa, el
persiguiente levanta, corriendo los gastos por el adquiriente, una copia certificada del
acto ante el oficial público que está obligado a expedirla, o una copia de la transcripción
en la conservaduría de hipotecas. Las cláusulas del acto depositado para tener lugar de
minuta de subasta, no pueden ser modificadas. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, nn. 145-147, p. 930).

El adjudicatario sobre puja ulterior, si bien está obligado a las cargas impuestas al
adquiriente primitivo, puede, como habría podido hacerlo el primer adquiriente, hacerlas
anular si les son impuestas contrariamente a la ley y pesan sobre él sin causa. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,
Surenchère, n. 149, p. 930).

Por otra parte, según una opinión generalmente admitida, el adquiriente primitivo que, en
principio, no está fundado en exigir del adjudicatario el reembolso de sus gastos, puede
1184

sin embargo obtener ese reembolso haciendo insertar en el pliego de condiciones una
cláusula obligando al nuevo adquiriente a pagar, además del precio, la plusvalía de los
mejoramientos y reconstrucciones hechas luego de la primera venta. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 152, p.
930).

Si el nuevo pujador no puede modificar las cláusulas del acto de enajenación, se admite
sin embargo, en la opinión más general, depositar, además del título de enajenación, un
pliego de condiciones explicativo. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 154, p. 930).

ARTÍCULO 838

El que hiciere la puja ulterior, aún en el caso de ser subrogado en el acto de la


diligencia de la nueva subasta, será declarado adjudicatario, si en el día fijado
para la adjudicación no se presenta otro postor. Serán aplicables a los casos de
puja ulterior los artículos 701, 702, 705, 706, 707, 711, 712, 713, 717, 731, 732,
y 733 del presente Código, lo mismo que los artículos 734 y siguientes relativos a
la falsa subasta. Las formalidades prescritas por los artículos 705, 706, 832, 836
y 837 serán observadas bajo pena de nulidad, y las nulidades deberán ser
propuestas bajo la de caducidad, del modo siguiente: las que corresponden a la
declaración de puja ulterior y la citación, antes de la sentencia que deba estatuir
sobre la recepción de la fianza; las que sean relativas a las formalidades de la
subasta, tres días por lo menos antes de la adjudicación. Por lo que respecta a las
primeras nulidades, se estatuirá por la sentencia sobre recepción de la fianza; y
para las demás, antes de la adjudicación, y en tanto que sea posible, por la misma
sentencia de adjudicación. No estará sujeta a oposición ninguna sentencia en
defecto sobre materia de puja ulterior, en caso de enajenación voluntaria.
Solamente podrá apelarse de las sentencias que estatuyan sobre las nulidades
anteriores al recibimiento de la fianza o sobre la misma recepción de ésta, y de las
que se dictaren sobre la demanda para subrogación intentada por colusión o
fraude. La adjudicación a causa de puja ulterior, en caso de enajenación
voluntaria no podrá someterse a nueva puja ulterior. Los efectos de la
adjudicación a consecuencia de puja ulterior en caso de enajenación voluntaria,
se arreglarán, por lo que hace al vendedor y al adjudicatario, por las
disposiciones del artículo 717 del presente Código. No obstante, después de la
sentencia de adjudicación a causa de puja ulterior, la extinción de las hipotecas
legales, si no ha tenido lugar antes, se hace como en los casos de enajenación
voluntaria, y los derechos de los acreedores con hipotecas legales se arreglarán
por el último párrafo del artículo 772.

Tabla de Contenido

1. Adjudicación sobre la puja ulterior en caso de enajenación voluntaria


2. Efectos de la adjudicación sobre puja ulterior en caso de enajenación
voluntaria
3. Incidentes sobre la puja ulterior en caso de enajenación voluntaria.
Nulidades.

1. Adjudicación sobre la puja ulterior en caso de enajenación voluntaria

La adjudicación se hace ante el tribunal de la situación del inmueble. La adjudicación


tiene lugar el día indicado, sin que el tribunal pueda, como en materia de embargo
inmobiliario, acordar un sobreseimiento. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau
1185

Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, nn.1 y 4, p. 467; Bioche. Dictionnaire de Procédure
Civile et Comerciale, t. VI, nn. 219, p. 473) Sin embargo, una prórroga podría ser acordada
si todas las partes lo consienten. Asimismo, si algún incidente, por ejemplo, una demanda
en rescisión, una demanda en nulidad de la puja ulterior, impidiera de proceder a la
adjudicación el día indicado, habría lugar entonces a sobreseer las persecuciones hasta
que la suerte del inmueble o de la puja ulterior sea fijada. (Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, nn. 155-156, p. 930).

La adjudicación tiene lugar a requerimiento del persiguiente, y, en su defecto, de uno de


los acreedores inscritos. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 10, p. 467).

La demanda de una prórroga, no es admisible en materia de puja ulterior en caso de


enajenación voluntaria, Sin embargo, si la adjudicación no ha podido tener lugar por una
causa de fuerza mayor o bien porque la audiencia ha estado consagrada completamente a
la discución de los medios de nulidad, el aplazamiento a otra fecha no será suficiente,
sino que, será necesario cumplir nuevamente con las medidas de publicidad en los plazos
ordinarios. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, nn. 220, p. 473).

El precio que contiene el acto o el valor declarado y el monto de la puja ulterior sirve de
primera puja (837), y es sobre esta base, que constituye el precio inicial de venta, que las
pujas siguientes serán llevadas. Si el precio inicial de venta no es cubierta, el inmueble es
adjudicado al nuevo pujador incluso en caso de subrogación. En caso de advenimiento de
una puja, el nuevo pujador se encuentra liberado de su obligación, el fiador es descargado
o el nuevo pujador puede retirar el dinero o títulos de renta consignados, aunque haya
sido declarado adjudicatario. Ocurriría distinto si, para defraudar la ley, el nuevo pujador
habría, en ausencia de otro pujador, presentado una puja a su propia puja ulterior para
intentar de liberarse. Se admiten para pujar ulteriormente todas las personas a excepción
de aquellas mencionadas por el art. 711, declarado aplicable por el art. 838 a la puja
ulterior por causa de enajenación voluntaria: miembros del tribunal ante el cual se
persigue la venta, personas notoriamente insolventes, abogado persiguiente. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,
Surenchère,n n. 158-160, p. 930).

El procedimiento de falsa subasta es común en el embargo inmobiliario y en la puja


ulterior por causa de enajenación voluntaria, pues el art. 838 hace aplicables para este
caso los arts. 733 y siguientes. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 163, p. 930 ; Jurisprudence Générale
Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 29, p. 467).

La sentencia es redactada y expedida de conformidad con los arts. 712 y 713 a los cuales
reenvía el art. 838. Esta sentencia, simple proceso verbal de adjudicación, no es
susceptible de oposición, ni de apelación, ni lo es tampoco la disposición de esa sentencia
que ordena el retiro de la fianza o de la prenda provista por el nuevo pujador. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,
Surenchère, n. 161, p. 930).

Hay que considerar nula la adjudicación que, por efecto de un error cualquiera, es
pronunciada en beneficio de una persona distinta del último pujador. (Jurisprudence
Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 13, p. 467).

El inmueble es adjudicado al nuevo pujador, incluso en el caso de subrogación, si nadie


cubre el precio inicial de venta; pero, en caso de que se presenten nuevas pujas, el nuevo
pujador se encontrará liberado de toda obligación. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 16, p. 467).
1186

2. Efectos de la adjudicación sobre puja ulterior en caso de enajenación


voluntaria

Las sentencias dictadas en materia de puja ulterior en caso de enajenación voluntaria son
oponibles a todos los acreedores inscritos sobre el inmueble en cuestión. (Jurisprudence
Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 53, p. 468).

Ninguna puja ulterior puede ser hecha luego de una adjudicación sobre puja ulterior en
virtud de la regla “puja ulterior sobre puja ulterior no vale” que es de orden público.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,
Surenchère, n. 9, p. 923).

En el mismo sentido: La adjudicación sobre puja ulterior en caso de enajenación


voluntaria no puede ser atacada por otra puja ulterior. (Jurisprudence Générale Dalloz.
1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 41, p. 468, Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Comerciale, t. VI, nn. 235, p. 477)

Los efectos de la adjudicación sobre puja ulterior por causa de enajenación voluntaria
están regulados con respecto al vendedor y al adjudicatario, por el art. 717 del código de
procedimiento civil. Sin embargo, luego de la sentencia de adjudicación, la purga de las
hipotecas legales si no ha tenido lugar, se hace como en el caso de enajenación voluntaria
y los derechos de los acreedores de hipoteca legal se rigen por el último párrafo del art.
772. (838). (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, n. 172, p. 931).

Si los antiguos vendedores no han formado sus acciones resolutorias con anterioridad a
la adjudicación por puja ulterior en caso de enajenación voluntaria, éstas no serán
recibibles luego de la misma. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI,
nn. 238, p. 477)

El adquiriente puede repetir contra su vendedor: 1. Las costas de la sentencia de


adjudicación ; 2. Daños y perjuicios, si el vendedor ha ocultado la existencia de créditos
hipotecarios inscritos en la quincena de la transcripción. (Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Comerciale, t. VI, n. 240, p. 477).

3. Incidentes sobre la puja ulterior en caso de enajenación voluntaria.


Nulidades.

El tribunal competente es el del lugar del inmueble, por tratarse de una acción real.
Cuando los inmuebles se encuentran situados en jurisdicciones distintas, el pujador
deberá apoderar separadamente a cada tribunal de cada situación, es decir de hacer
varias pujas ulteriores, notificaciones, constituciones de abogados, etc. (Bioche.
Dictionnaire de Procédure Civile et Comerciale, t. VI, nn. 165-166, p. 465).

El tribunal competente para conocer de la demanda en nulidad es el de la situación del


inmueble. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, n. 67, p. 469).

Todas las condiciones de forma, de firma y de notificación están prescritas por la ley a
pena de nulidad. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. II, Surenchère, n. 115, p. 928).

La demanda en nulidad puede ser formada por simples conclusiones. La comunicación al


ministerio público no es necesaria si no es exigida por la calidad de las partes. (Dalloz,
1187

Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,


Surenchère, n. 122, p. 929).

La nulidad de la puja ulterior debe ser propuesta, si se trata de la denuncia de la puja


ulterior, o del emplazamiento que la acompaña, antes de la sentencia que debe estatuir
sobre la recepción de la fianza. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 64, p. 469).

La nulidad puede ser demandada por toda persona interesada: el vendedor la opondrá
para sustraerse del recurso en garantía que tendría contra él el adquiriente eviccionado:
el adquiriente, para conservar su propiedad del inmueble; el acreedor inscrito, que el
precio ofrecido debe bastar para desinteresar, para no sufrir el retraso que la puja ulterior
provocaría en su pago. Los otros acreedores para no arriesgar, cuando demanden que el
nuevo pujador sea excluido del orden, vista la nulidad de su crédito o de su inscripción,
de verse responder que han reconocido implícitamente su derecho no atacando la puja
ulterior.El procedimiento de puja ulterior y las irregularidades que presenta deben ser
consideradas como indivisibles en sus efectos, todas esas personas pueden demandar la
nulidad unas de otras, por ejemplo, en razón de los vicios que pueden encontrarse en un
requerimiento de puja ulterior que no les ha sido notificada personalmente: el adquiriente
puede prevalerse de una nulidad cometida en la notificación hecha al vendedor, y el
vendedor de una nulidad cometida en la notificación hecha al comprador o a los
covendedores. La renuncia hecha por uno de los interesados en oponer la nulidad no
impide a los demás invocarla. Cuando los adjudicatarios están obligados solidariamente,
la nulidad de la puja ulterior sólo puede ser demandada por uno de ellos, por la totalidad
y no sólo por el lote que ha adquirido. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, nn. 117-119, p. 929).

El art. 838 reenvía al art. 734 del código de procedimiento civil, y este texto, relativo a la
falsa subasta, dispone que los medios de nulidad serán propuestos y juzgados como está
establecido en el art. 729, por lo cual este último artículo es aplicable a la puja ulterior.
(Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n.
74, p. 469).

La parte que sucumbe es condenada en costas, sin embargo el tribunal puede ordenar el
empleo en gastos privilegiados de persecución en venta. (Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 123, p. 929).

La nulidad cometida en una persecución de puja ulterior sólo anula los procedimientos
posteriores al acto tachado con la nulidad y no aquellos que lo han precedido. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II,
Surenchère, n. 124, p. 929).

La demanda es juzgada a cargo de la parte que sucumbe, a menos que el tribunal no


haya creído deber ordenar que los gastos serán empleados como gastos extraordinarios
sobre el monto del precio de adjudicación. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 70, p. 469).

Sólo son susceptibles de apelación las sentencias que estatuyen sobre las nulidades
anteriores a la recepción de la fianza, sobre la recepción misma de esta fianza, sobre la
demanda en subrogación formada por causa de colusión o de fraude o sobre la demanda
en nulidad de la falsa subasta. (Jurisprudence Générale Dalloz. 1913. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 79, p. 469)

El artículo 731 del código de procedimiento civil es aplicable en la puja ulterior, por lo que
la apelación sólo es admisible con respecto a las sentencias que estatuyen sobre los
1188

medios de fondo sobre la incapacidad de una de las partes, de la propiedad, de la


inembargabilidad o de la inenajenabilidad de los bienes, en virtud del art. 838, párrafo 6,
con respecto a las sentencias que estatuyen sobre las nulidades anteriores a la recepción
de la fianza o sobre la recepción de esa misma fianza. El art. 838 hacen aplicable a la
puja ulterior, la apelación debe ser notificada al domicilio del abogado, y si no hay
abogado, en el domicilio real o elegido del intimado. Debe ser notificado al mismo tiempo
al secretario del tribunal, visado por él, y mencionado por él en el pliego de condiciones.
El acto de apelación debe enunciar los perjuicios a pena de nulidad. Los plazos de
apelación son los mismos que en materia de embargo inmobiliario. La puja ulterior
constituye una materia indivisible, por lo que la apelación interpuesta por una sola de las
partes es admisible y beneficia a los demás. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. II, Surenchère, n. 126, p. 929)

TÍTULO V

DEL PROCEDIMIENTO QUE DEBE SEGUIRSE PARA OBTENER


COPIA DE UN ACTO O PARA HACERLO REFORMAR.

1. Objeto del Procedimiento para obtener una Copia.

1. Objeto del Procedimiento para obtener una Copia.

Este procedimiento es conservatorio porque consiste en procurarse el título que se


necesita para justificar un derecho en justicia y el cual no se tiene en la actualidad en las
manos. Estos textos legales suponen que el título es un acto auténtico del cual ha sido
levantada minuta y del cual se quiere obtener una copia, expedición o ampliación
(compulsa) o bien, se desea confrontar con el original. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru.
1921. Traité de Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 2,
pp. 7-8; Planiol, Marcel y Georges Ripert. 1997. Derecho Civil (Parte B). 3º ed., v. 4, pp.
610-611).
Los artículos 839 a 854 prevén dos hipótesis: 1º una persona quiere procurarse copia de
un acto del cual ha sido parte ella misma o quien ella representa; 2º una parte emite la
pretensión, que sólo es legítima siguiendo ciertas distinciones, de hacerse librar copia de
un acto al cual, ni ella, ni quien ella representa, han sido parte, o de confrontar la copia
que tiene con el original. Llamamos compulsorio, ya sea la demanda presentada en este
último caso, sea el proceso verbal que debe levantar el oficial público de la expedición de
la copia que le es demandada y que el tribunal competente le ordena de proveer. Las
demandas presentadas en esta forma son indeterminadas y no son, en consecuencia,
jamás juzgadas a cargo de apelación. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de
Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 7, pp. 17-18).

ARTÍCULO 839

Todo notario o cualquiera otro depositario que rehusare expedir copia de un acto
a las partes interesadas en él en nombre directo, a los herederos o
causahabientes, será compelido a hacerlo hasta por apremio corporal4, mediante

4
en lo que respecta al apremio corporal el Art. 8-2-a de la Constitución de la República
1189

citación a breve término hecha en virtud del permiso del presidente del tribunal de
primera instancia5.

ARTÍCULO 840

El asunto será juzgado sumariamente, y la sentencia ejecutada no obstante


oposición o apelación.

Tabla de Contenido

1. Personas con Calidad para la Expedición de Copias.


A. Valor de las Copias.
B. Copias que hacen fe como el original aún cuando éste no existe.
C. Copias que valen sólo como comienzo de prueba por escrito.
D. Copias que valen como simples informaciones o sin valor.
2. Personas con Calidad para recibir las Copias.
3. Negativa de la Expedición. Consecuencias.
4. Procedimiento.
5. Fallo. Ejecución de la Sentencia.
6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Personas con Calidad para la Expedición de Copias.

Pueden librar copia de un acto auténtico: 1º el oficial público que lo ha recibido, ha


levantado la minuta y es el depositario, a saber, el notario, el secretario, el oficial del
estado civil o sus sucesores; 2º excepcionalmente, el secretario detentador provisional, en
virtud del artículo 245, de los actos cuya minuta ha sido depositada en su secretaría para
servir de pieza de comparación en un procedimiento de incidente en falsedad; 3º
excepcionalmente también, un oficial público que no es ni depositario, ni detentador
provisional de la minuta, como el colega de un notario impedido, ausente, renunciante,
destituido y aun no reemplazado. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de
Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 3, p. 9; Planiol,
Marcel y Georges Ripert. 1997. Derecho Civil (Parte B). 3º ed., v. 4, pp. 610-611).

A. Valor de las Copias.

Mientras el título original subsista y la representación sea posible, puede ser exigido. La
copia que es expedida no hace fe de lo que está contenido en el original. Existe, primero,
una excepción a esta regla, para los actos del estado civil, cuyos extractos librados
conformes a los registros y debidamente legalizados, hacen fe, por ellos mismos, hasta
inscripción en falsedad, y en segundo lugar en el caso en que, habiendo sido condenado
el deudor a pagar el monto de la obligación suscrita por él ante notario, el acreedor
produce la copia de la sentencia, lo cual lo dispensa de producir el título primordial y no
permite al deudor exigir la representación. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de
Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 3, pp. 9-11).

B. Copias que hacen fe como el original aún cuando éste no existe.

En casos excepcionales, al no existir el título original o no pudiendo éste ser presentado,


las copias hacen fe de la siguiente forma: 1º hacen fe como el original, es decir, hasta

5
Suprimida la expresión "sin preliminar de conciliación" que aparecía en este artículo, en virtud del
Art. 4 de la Ley No. 5210 del 11 de septiembre de 1959
1190

inscripción en falsedad: a) las copias o primeras expediciones revestidas de fórmula


ejecutoria que son una con la minuta; b) las primeras expediciones no revestidas de esta
fórmula pero cuyo libramiento muy cercano a la redacción de la minuta garantiza la
conformidad con el original; c) las copias entregadas por orden de justicia y las partes
presentes o debidamente llamadas, en las que la intervención del juez y el control de las
partes, garantizan la sinceridad, o que estas últimas se verían mal contestando las
mismas luego de haber permitido que se redactaran y expidieran en su ausencia; d) las
copias redactadas en presencia y consentimiento de las partes que no pueden ya
contestar su sinceridad luego de haberla reconocido, o, lo que es lo mismo, las copias que
las partes han aprobado por una mención firmada al pie, al dorso o al margen; e) las
copias figuradas o facsímiles expedidos sin orden de justicia, llamado, presencia ni
consentimiento de las partes, pero certificadas por el presidente del tribunal civil y el
procurador de la República, y las pruebas fotográficas sacadas en las mismas
condiciones. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de Théorique et Pratique de
Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 4, pp. 11-13).

2º Hacen fe en las mismas condiciones, cuando son antiguas, es decir, más viejas de 30
años, pero solo sirven en el caso contrario de comienzo de prueba por escrito, habiendo
sido expedidas sin el control de los magistrados y de las partes, puede ser por colusión
para ayudar a ganar un proceso: a) las segundas y subsecuentes copias de actos
notariales expedidos por el notario que los ha recibido o por su sucesor; b) las copias de
actos auténticos cualquiera expedidos por los oficiales públicos que son sólo depositarios,
por aplicación de la disposición que establece que las minutas de un notario destituido o
cuyo estudio es suprimido son remitidas a uno de sus colegas residente en la misma
común, o en el mismo cantón si ese notario era el único establecido en la común.
(Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de Théorique et Pratique de Procédure Civile et
Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 4, pp. 13-14).

C. Copias que valen sólo como comienzo de prueba por escrito.

Tendrán únicamente, sin importar cual sea su antigüedad, el valor de un comienzo de


prueba por escrito, las copias expedidas por un oficial público que no es ni el redactor del
acto, ni el depositario de la minuta, es decir, por el colega de un notario impedido o
ausente, por aquel que ha sido encargado de guardar las minutas de un colega fallecido y
no reemplazado aún, por el secretario detentador de la minuta en el caso de copias de
más de 30 años, o, en fin, por el notario que una parte, puesta en posesión de una
minuta que le concierne, ha requerido el librar expedición aunque no haya sido ni el
redactor ni su sucesor. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de Théorique et
Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 5, p. 14).

D. Copias que valen como simples informaciones o sin valor.

Sólo valen como simples informaciones, en razón de las pocas garantías que presentan
generalmente, y no sirven, en consecuencia, de comienzo de prueba por escrito, las copias
de copias y especialmente las copias de piezas notificadas en una instancia. Hay sin
embargo dos excepciones: a) la transcripción sobre los registros públicos, en su calidad
de reproducción literal hecha por un oficial público y en una época muy cercana a la
redacción del acto, sirve de comienzo de prueba por escrito siempre que se respeten las
condiciones determinadas por el artículo 1336 del Código Civil.; b) Las copias sacadas por
ampliación (compulsa) de una primera copia equivale a ésta, la cual reemplaza
absolutamente la minuta, siendo ejecutorias en razón de la fórmula fijada, no pueden
tener la fuerza de un acto auténtico sin conllevar al mismo tiempo, la fe que le es debida.
(Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de Théorique et Pratique de Procédure Civile et
Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 6, pp. 14-16).
1191

No hacen fe en ningún grado, las copias de actos auténticos hechas por un simple
particular. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de Théorique et Pratique de
Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 6, p. 16).

2. Personas con Calidad para recibir las Copias.

Los oficiales públicos instituidos deben librar la expedición de copias a quien


corresponda, es decir, a las partes interesadas en nombre “directo, herederos o
causahabientes” que lo requieren una copia que podrá ser, según el caso, una copia o
una simple expedición. Los interesados en nombre directo son las partes que han
figurado personalmente en el acto, e incluso aquellos en beneficio de los cuales contiene
reconocimiento u obligación; los herederos o causahabientes son sus sucesores a título
universal o particular. Las partes tienen el derecho de exigir la expedición de una copia
son aquellas en beneficio de las cuales el acto constata una obligación y sus sucesores;
los demás sólo pueden demandar una simple expedición. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru.
1921. Traité de Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 9,
p. 19-22; Planiol, Marcel y Georges Ripert. 1997. Derecho Civil (Parte B). 3º ed., v. 4, pp.
610-611)

3. Negativa de la Expedición. Consecuencias.

Ver anotaciones de los artículos 780 y siguientes, en lo relativo al apremio corporal.

En caso de negativa, el oficial público es, sin puesta en mora previa, ni preliminar de
conciliación, notificado en el plazo ordinario, o a breve término, en virtud de una
autorización del tribunal de primera instancia de su domicilio, para ver ordenar
sumariamente por el tribunal: 1) la representación de la minuta; 2) la expedición de una
copia, una simple expedición, una copia figurada o una prueba fotográfica. Esta sentencia
es ejecutoria no obstante oposición si es dictada en defecto y no obstante apelación si es
dictado contradictoriamente. El notario que comunica sus minutas puede tomar todas las
precauciones que juzgue convenientes y, particularmente, hacerse ordenar de sólo
comunicarlas en presencia del presidente del tribunal. Los gastos extraordinarios de
comunicación, si los hay, están a cargo del demandante, y el notario puede exigir, si debe
hacer búsquedas largas y difíciles, una vacación independiente de los honorarios que le
son debidos por el libramiento de la expedición. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921.
Traité de Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 9, p. 19-
22; Planiol, Marcel y Georges Ripert. 1997. Derecho Civil (Parte B). 3º ed., v. 4, pp. 610-611)

4. Procedimiento.

El interesado en la obtención de la copia de un acto, debe solicitar permiso del juez para
citar a breve término. En caso de acogida dicha solicitud, el acto de citación se hará por
acto de abogado a abogado si se trata de una demanda incidental y el tribunal
competente será el mismo apoderado de lo principal. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 276).

Si se inicia una demanda principal, el tribunal competente será el del lugar de ubicación
del documento cuyo compulsorio está siendo solicitado. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 276).

La demanda es recibible en todo estado de causa, aun luego de presentar conclusiones al


fondo de la demanda principal. Se puede solicitar tanto en grado de apelación como
casación. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 276).
1192

5. Fallo. Ejecución de la Sentencia.

“Si el tribunal acoge la demanda ordenará la entrega del documento o una copia del
mismo. Entendemos que ahora podría ordenarse la entrega de una fotocopia del mismo,
debidamente certificada por el expedidor”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil, 4ta ed. t. II, p. 277).

La sentencia pronunciada como incidente es ejecutoria no obstante la interposición de


recurso contra ella. (Pérez Méndez, Artagnan.1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 276)

La sentencia que ordena el compulsorio, en caso de demanda incidental, sólo tiene que
notificarse al abogado, ya que no se trata de ninguna condenación que conforme al
artículo 147 del código de procedimiento civil obligue a la notificación de la parte. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, pp. 276 y 277)

6. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Art. 1590 del Proyecto de Código de Procedimiento Civil modifica éste artículo en la
medida de que excluye la posibilidad de un constreñimiento por apremio corporal. Mas
allá, establece que el auto de citación será emitido por el Presidente del Tribunal de
Primera Instancia sin especificar si se trata de una citación a breve término como indica
el 839.

El artículo 840 del Código de Procedimiento Civil es modificado por el artículo 1591 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. Este último establece que la ordenanza que
intervenga será ejecutada no obstante cualquier recurso, sin especificar si el asunto será
juzgado de manera sumaria o no.

ARTÍCULO 841

La parte que quiera obtener copia de un acto que no haya sido registrado o que
esté incompleto peticionará para obtenerla al presidente del tribunal de primera
instancia, salvo la ejecución de las leyes y reglamentos relativos al registro.

Tabla de Contenido

1. Expedición de la copia de un acto notarial no registrado o incompleto.


Procedimiento.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Expedición de la copia de un acto notarial no registrado o incompleto.


Procedimiento.

Todo acto notarial debe ser registrado en los diez días o en la quincena, según que el
notario resida, o no, en la común donde está establecido la oficina de registro, y le está
prohibido, bajo pena de 50 francos de multa, de librar expedición antes de haber
satisfecho esta obligación; pero el acto no registrado no es nulo, y no hay, fuera del
interés fiscal, ningún motivo de no librar expedición las partes interesadas que lo
necesiten de inmediato. Los interesados no se dirigen ya al tribunal, sino al presidente
quien, sin llamar a las otras partes del acto a las cuales el libramiento de la expedición
1193

demandada no puede causar perjuicio, y bajo la única reserva del pago de los derechos
de registro y de la multa incurrida por el notario que no ha hecho registrar el acto en los
plazos prescritos, autoriza el libramiento de la expedición demandada. No hay necesidad
de notificar su ordenanza; pero el notario o depositario la guarda por devers lui poder
justificar, y la menciona al pie de la copia a expedir. Él no es juez de su mérito y no puede
menos negarse a obtemperar, aunque la encontrara mal dictada, él no es por ella,
responsable del uso que podría hacerse de la copia así expedida: el único motivo que
podría tener para no ejecutarla es que los gastos se les deben aún. Si se niega, con razón
o sin ella, de hacer derecho, el presidente estatuye nuevamente, juzgando en referimiento,
a requerimiento de la parte que solicita la expedición. La negativa juzgada infundada
compromete la responsabilidad del notario o depositario, y lo hace pasible de daños y
perjuicios contra las partes a quienes ha podido causar perjuicio. (Garsonnet, E. y Ch.
Cézar-Bru. 1921. Traité de Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed.,
t. VII, n. 10, pp. 22-23).

El procedimiento es el mismo si el acto del cual se solicita una copia es incompleto en


razón de la incompetencia del oficial público que lo ha redactado, de incapacidad de los
testigos que han figurado, de ausencia de las firmas indispensables o de cualquier otro
vicio de forma. Una parte puede demandar sin embargo expedición para utilizarla como
acto bajo firma privada de conformidad con el artículo 1318 del Código Civil, o sacar un
inicio de prueba por escrito que autorizara la prueba por testigos o por presunciones,
incluso si el notario o depositario, conociendo la irregularidad, se niegue a satisfacer a
esta demanda. Las mismas reglas deben ser seguidas por las sentencias salvo que el
plazo para satisfacerlos es de veinte días. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de
Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 10, p. 24).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

En lo que se refiere al artículo 841 del Código de Procedimiento Civil, hemos de establecer
que éste artículo no se modifica por el artículo 1592 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil, salvo en lo relativo al registro, que en el Proyecto no es mencionado.

ARTÍCULO 842

La copia será librada, si ha lugar a ello, en ejecución del mandamiento puesto al


pie de la instancia, del cual se hará mención al final de la copia expedida.

ARTÍCULO 843

En el caso de negativa de parte del notario o depositario, será sometido el punto,


en referimiento, al presidente del tribunal de primera instancia.

ARTÍCULO 844

La parte que quiera hacerse librar una segunda copia, sea de la minuta de un
acto, sea por forma de ampliación, de una copia depositada, presentará para tal
efecto, solicitud al presidente del tribunal de primera instancia; por el auto que se
dicte se requerirá al notario para que dé los testimonios pedidos en el día y la
hora que le serán indicados, y a las partes interesadas para que se hallen
presentes al acto; de tal auto se hará mención al pie de la segunda copia, lo
mismo que de la cantidad por la cual podrá procederse a una ejecución, o si el
crédito ha sido cancelado o cedido en parte.

Tabla de Contenido
1194

1. Expedición de Segundas Copias.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Expedición de Segundas Copias.

El acreedor en beneficio del cual un acto notarial ha sido pasado o una sentencia dictada,
sólo tiene derecho, en principio, a una sola copia: le basta para poner en movimiento
todos los alguaciles y practicar todos los embargos. Existe, si se le expiden varias, un
doble peligro: el de ver ceder su crédito y entregar una de las copias al cesionario, pero
perseguir él mismo a su deudor en virtud de la otra copia que se ha quedado con ella; el
de verle renunciar a su crédito entregando una de las copias a su deudor, y luego venir
sobre su renuncia y perseguir a ese mismo deudor con la otra copia que había
conservado. La demanda de una segunda copia puede sin embargo ser legítima: 1) si la
primera se ha perdido por causa de fuerza mayor; 2) si una parte deposita su copia donde
un notario para hacer expedir una ampliación (compulsa) útil en los casos siguientes: (…)
en todos estos casos una segunda copia puede ser librada, pero con las precauciones
necesarias para asegurarse del uso que ha sido hecho de la primera copia y evitar todo
abuso de la segunda; en el caso particular en que es expedida por ampliación (compulsa)
de una primera contra un deudor liberado en parte, se menciona esta liberación y la
suma que ese deudor queda debiendo y por el pago del cual puede aún ser perseguido.
(Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de Théorique et Pratique de Procédure Civile et
Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 11, pp. 24-25).

El procedimiento a seguir en tal caso es el mismo, ya sea que se trate de obtener la


expedición de una segunda copia de acto notarial o sentencia y que la demanda sea
presentada por un particular en nombre del Estado. Ella consiste: 1º en un requerimiento
dirigido al presidente del tribunal en la jurisdicción del cual reside el depositario del acto
notarial, o del tribunal que ha dictado la sentencia; 2º en una ordenanza dictada por él
para ordenar, si juzga a lugar, la expedición de una segunda copia; 3º en una intimación
de expedirla el día y hora designado por él, intimación notificada al notario o al secretario
que la visan de conformidad con el artículo 1039, y a las partes interesadas para que
estén presentes o representadas y se opongan si creen que deben hacerlo, a la expedición
de la segunda copia; 4º en el referimiento al presidente en caso de contestación, y, en el
caso contrario, en la confección de esta copia y su entrega al acreedor; 5º en la redacción
de un proceso verbal que relate la presencia o la ausencia de las partes interesadas, su
oposición o su adhesión, la expedición de la segunda copia o la necesidad en la cual el
depositario de la minuta se encuentra de sobreseer como consecuencia de la oposición
que ha sido hecha. Las segundas copias son siempre expedidas a costas de aquel que las
solicita, y los depositarios pueden negarlas hasta que sean pagados los gastos de los
actos que les son debidos sobre las minutas. Todas estas formalidades deben ser
observadas en el caso mismo en que la parte que demanda una segunda copia
pretendería que la primera no es válida; ellas deben ser observadas a pena de nulidad de
las persecuciones practicadas en virtud de la segunda copia irregularmente expedida y de
responsabilidad del depositario que no ha observado, al expedirla, todas las
prescripciones de la ley. Ocurriría de otro modo si las partes interesadas en oponerse a la
expedición de una segunda copia habrían consentido por acto auténtico, y si su
consentimiento es mencionado en el proceso verbal; de igual forma, si la primera
expedición librada no ha sido revestida de la fórmula ejecutoria y si se trata sólo de
otorgarla, caso en el cual no se puede decir realmente que se ha expedido una segunda
copia; asimismo, si la primera ha sido anulada por vicio de forma, caso en el cual se
reputa no existente aquella que es demandada a seguidas, no es una segunda copia, sino
una primera. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de Théorique et Pratique de
Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 12, pp. 25-28).
1195

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El artículo 842 del Código de Procedimiento Civil está contemplado en el artículo 1593 del
Proyecto de Código de Procedimiento Civil. Este artículo no sufre modificación, sino que
se queda intacto.

En lo que respecta al artículo 843 del Código de Procedimiento Civil, hemos de establecer
que éste está contemplado en el artículo 1594 del Proyecto de Código de Procedimiento
Civil. Aunque la redacción del artículo 1594 varía de manera que indica que la parte
interesada puede apoderar al juez de los referimientos, la esencia del artículo no varía.

Por otro lado, el proyecto de código, en su artículo 1595, se limita a establecer que la
parte que quisiera obtener entrega de una segunda copia ejecutoria de un acto autentico
debe solicitarlo al Juez Presidente del Tribunal de Primera Instancia, sin especificar todos
los casos incluidos en el artículo 844 del Código de Procedimiento Civil actual.

ARTÍCULO 845

En caso de disentimiento, las partes ocurrirán en referimiento.

ARTÍCULO 846

Todo aquél, que en el curso de una instancia, quiera obtener copia o extracto de
un acto en el cual no haya sido parte, procederá conforme a las reglas siguientes.

Tabla de Contenido

1. Definición y caracteres generales del compulsorio.


2. En que condiciones puede tener lugar el compulsorio.
A. Que actos pueden tener lugar al compulsorio.
B. Quienes pueden demandar en compulsorio.
C. Condiciones de admisibilidad de la demanda en compulsorio.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Definición y caracteres generales del Compulsorio.

El compulsorio es incluso, con las precauciones que la ley y la jurisprudencia han


impuesto, para asegurarse que el demandante tenga realmente interés y que la minuta le
será comunicada sin peligro para el oficial público que es depositario y para las partes
que ella concierne, a una demanda exorbitante en el sentido de que permite la
intromisión de un tercero en los asuntos o en los secretos de familia. De ahí la existencia
de condiciones rigurosas. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de Théorique et
Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 15, pp. 32-33).

El compulsorio es la vía tomada por una persona en el curso de una instancia, para
hacerse librar, por un notario o por otro depositario público, una expedición o un extracto
de un acta en el cual no ha sido parte, pero del cual tiene interés en tener comunicación,
porque esta pieza puede conducir a la decisión de la instancia iniciada. El procedimiento
seguido para obtener la verificación de los libros de un comerciante recibe igualmente,
pero por error, el nombre de compulsorio. A veces, se le da también, pero impropiamente,
el nombre de compulsorio a la vía tomada por una parte interesada en nombre directo,
sus herederos o causahabientes, al efecto de obtener del oficial público depositario, la
expedición o la copia de un acto el cual éste se niega a librar o que sólo puede librar con
1196

autorización del juez. (arts. 839-845) (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, nn.1- 2, p. 637).

La expresión de compulsorio es, además, empleada para designar las vías utilizadas por
un tercero con la finalidad de tener, fuera de toda instancia, comunicación o copia de una
pieza existente donde un depositario público. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 3, p. 637).

Se llama además compulsorio o proceso verbal de compulsorio el proceso verbal levantado


para constatar el cumplimiento de las formalidades del compulsorio. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 4, p.
637)

2. En qué condiciones puede tener lugar el compulsorio.

Aquellas personas que hayan sido parte o hayan sido representadas en un acto, son las
únicas con derecho absoluto de exigir copia de la minuta de un acto auténtico o
confrontación de esta minuta con la copia que poseen. En cuanto a los terceros, es decir,
a las personas que no entran en esta definición, hay que distinguir entre los actos
auténticos destinados a la publicidad y aquellos que no lo son. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-
Bru. 1921. Traité de Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII,
n. 13, p. 29).

A. Qué actos pueden ser objeto de un compulsorio.

Existen dos tipos de actos públicos; unos son enteramente públicos, los otros conciernen
los intereses privados. Es sólo a estos últimos a los que se aplica el procedimiento del
compulsorio. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 5, p. 637).

Son destinados a la publicidad, por su propia naturaleza: 1) los actos del estado civil de
los ciudadanos cuyo interés público exige que el estado y la capacidad puedan ser
conocidos de todos; 2) las sentencias cuyo texto deba ser comunicado a todo aquel que lo
pida por la misma razón que deben ser leídos públicamente; 3) los registros donde los
conservadores de hipotecas transcriben los actos traslativos de propiedad y aquellos que
le son asimilables, ya que la publicidad es la ley de las inscripciones hipotecarias desde el
año III, de las donaciones de bienes susceptibles de hipoteca y de las disposiciones entre
vivos o testamentarias que conllevan carga de conservar y de entregar los inmuebles
desde el Código civil; de los actos a título oneroso traslativos de propiedad inmobiliaria o
de derechos reales inmobiliarios, de los arrendamientos de más de 18 años y de los
recibos de pago o cesiones de 3 años de alquileres no vencidos desde la ley del 23 de
marzo de 1855. Así, el art. 853 autoriza a cada uno a requerir sin ordenanza de justicia ni
compulsorio, con la única carga de pagar los gastos de la copia y de proceder en caso de
negativa, tal y como se establece en el artículo 839, 3, n. 8, y a pena de gastos, daños y
perjuicios para el oficial público convencido de negación ilegítima. 1) los oficiales del
estado civil y los conservadores de hipotecas, de expedirles extractos de sus registros; 2)
los secretarios, de dar copia de las sentencias de las cuales detentan la minuta, de las
dispensas de matrimonio transcritas en sus secretarías; y de los actos del estado civil
cuyo doble está depositado. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de Théorique et
Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 13, pp. 29-30).
1197

Ocurre de otro modo con los actos notariales tales como los contratos, las donaciones o
los testamentos: indiferentes para los terceros porque no les pueden afectar, conteniendo
o pudiendo contener secretos de familia, y plenamente revocables si se trata de
testamentos, son secretos de las partes y de los notarios que no pueden, a pena de 10
francos de multa, de daños y perjuicios y de tres meses de suspensión en caso de
reincidencia, dar conocimiento, sin ser autorizados por la justicia luego de un
compulsorio, a otras personas que a aquellas designadas por el art. 839, 3, n. 8. Esta
prohibición les es común: 1) con los otros depositarios de sus minutas; 2) con los
secretarios que son detentadores en el caso del art. 245; o a la secretaría de los cuales los
actos notariales de partición y liquidación han sido remitidos en ejecución del art. 977; 2)
con los receptores del registro que no pueden expedir a terceros un extracto de sus
registros aun cuando estos no contengan el texto íntegro, sino sólo una mención sumaria
de los actos que les han sido presentados. Esta regla sólo sufre excepción en dos casos: a)
los notarios, secretarios y otros depositarios de minutas están obligados, a pena de 10
francos de multa, a presentar cada tres meses sus repertorios a los preposés del registro,
y comunicarles todo allanamiento; b) los notarios y otros depositarios de sus minutas
están obligados de comunicar al prefecto del departamento y a los administradores de
establecimientos de beneficiencia los actos recibidos por ellos o donde ellos, que
conllevan disposición en favor de los pobres, aunque el disponente habría encargado a un
tercero de ejecutar dicha liberalidad. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de
Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 14, pp. 30-32).

Son aquellos que han sido recibidos por un oficial público, encargado de levantar los
actos que los particulares quieren o deben asegurar su autenticidad así como su
conservación, es decir, esencialmente los actos notariales, tales como los contratos,
donaciones o testamentos. Estos actos deben en principio permanecer secretos. Se le
prohibe a los notarios librar expedición o copia a otras personas distintas que las partes
interesadas en nombre directo, bajo pena de daños y perjuicios y de acciones
disciplinarias y penales. Existen sin embargo circunstancias en las cuales los terceros
pueden tener un gran interés en tomar conocimiento de estos actos y obtener copias. Es
precisamente para permitir y reglamentar esta comunicación a los terceros que ha sido
establecido el procedimiento del compulsorio. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 11, pp. 637-638).

Estos actos (para los cuales la publicidad es establecida por el interés general), son
aquellos que son consignados sobre los registros públicos de los que los depositarios
deben librar expedición, copia o extracto, sin ordenanza de justicia, a todos los
requerientes, a cargo de sus derechos. (art. 853) Tales son los actos del estado civil, las
sentencias, las inscripciones y transcripciones hechas sobre los registros del conservador
de hipotecas, aquellas de las prendas de fondos de comercio y todos los otros actos que
figuran sobre los registros públicos. Hay que notar sin embargo, la derogación a la
publicidad de los actos de nacimientos, aportada por los artículos 45 y 57 del código civil.
En virtud de esos artículos, sólo el libramiento de los extractos sin indicación de filiación
es libre, porque nadie puede, salvo las excepciones previstas en el texto, obtener el
libramiento de la copia íntegra de un acto de nacimiento distinto al propio, si no es con
autorización del juez de paz. (V. Actos del Estado Civil, ns. 164 a 168). (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Compulsoire, n. 6, p. 637).

Se ha sostenido que el secretario no estaba obligado a librar copia de una sentencia a una
persona, que sin haber sido parte en el proceso, no justifique ningún interés legítimo para
obtener esta copia. (Trib. civ. Niza, 19 mayo 1909, D. P. 1910.2.169). Esta opinión parece
1198

estar hoy en día abandonada incluso en materia penal. (Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 8, p. 637).

Los registros administrativos públicos que no son registros públicos y los documentos
colocados en los depósitos administrativos, que no son depósitos administrativos, no
están a disposición de los particulares: éstos no pueden, ni hacérselos comunicar, ni
obtener copias o extractos, en virtud del art. 853. No pueden hacerlo además fundándose
en el art. 846: la vía del compulsorio sólo está abierta, en efecto, para los actos recibidos
por oficiales públicos o existentes en los depósitos públicos (Req. 27 junio 1921, D.P.
1922.1.158; Trib. civ. Tours, 20 jun. 1900, D.P. 1901.2.89). Es así que ha sido juzgado
que no pueden ser objeto de un compulsorio, ni los actos del poder ejecutivo (Civ. 20 jul.
1847, D.P. 47.1.263), ni los registros de la Caja de depósitos y consignaciones (Req. 23
oct. 1899, D.P. 99.1.571), ni los documentos depositados en una oficina de aduanas
(Burdeos, 12 marzo 1907, D.P. 1908.2.51), ni los expedientes existentes en las oficinas de
una prefectura o de un ministerio (Riom, 17 jun. 1903, Rec. Sirey 1904.2.142), ni los
expedientes conservados en las secretarías de los tribunales. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 9, p.
637).

En lo que concierne a los expedientes correccionales, criminales o de simple policía, su


comunicación es dejada a la apreciación del procurador de la República o del procurador
general. Los tribunales no podrían entonces, sin cometer un exceso de poder, autorizar a
un tercero a compulsar tales expedientes (Req. 24 jul 1924, D.H. 1924.541, Rec Sirey
1924.1.369. contra: Burdeos, 12 mar. 1907, D.P. 1908.2.51). Contra la negativa del
Procurador general estaría sólo abierto un recurso ante el Ministro de la Justicia. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Compulsoire, n. 10, p. 637).

El depositario debe en consecuencia lilmitarse a comunicar el acto designado: no puede,


ni debe, dejar hacer búsquedas en sus minutas, registros o libros de caja. Tal
allanamiento sólo sería posible en ocasión de una persecución criminal (Grenoble, 2 mar.
1850, D.P. 52.2.118; Burdeos, 12 mar. 1907, D.P. 1908.2.51); ella no podría ser ordenada
por un procedimiento de incidente en falsedad civil. (Besançon, 9 dic. 1892, D.P.
94.2.219). (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 12, p. 638).

En lo que concierne a los libros de los notarios, es generalmente admitido que conserven
siempre un carácter estrictamente privado y secreto (París, 23 ene. 1896, D.P. 96.2.128).
La comunicación de esos libros sólo es debida a los delegados de las cámaras de
disciplina de los notarios y no puede en ningún caso ser demandada o utilizada en un
interés privado. Algunas decisiones han aplicado sin embargo el compulsorio a los libros
contables de los notarios. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 13, p. 638).

B. Quiénes pueden demandar en compulsorio.

Las partes interesadas en nombre directo, sus herederos y causahabientes, no pueden


recurrir al procedimiento del compulsorio. Ellos tienen, en efecto, el derecho de exigir,
corriendo con los gastos, expedición o copia del acto que les concierne al notario o a otro
1199

depositario que lo detenga; en caso de negativa del depositario, motivada o no, ellos
pueden, incluso sin puesta en mora previa, con el permiso del presidente del tribunal,
emplazarlo, a breve término, ante el tribunal de su domicilio; el asunto es juzgado
sumariamente y la sentencia dictada es de pleno derecho ejecutorio, no obstante
oposición o apelación. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 19, p. 638).

Los interesados en nombre directo son las partes que han figurado personalmente en el
acto; son también las personas en beneficio de las cuales el acto conlleva reconocimiento
u obligación e incluso aquellas que pueden prevalerse de las enunciaciones del acto para
probar la existencia de una convención que les interesa. Los herederos y causahabientes
de las partes son sus sucesores a título universal o particular. En lo que concierne a
estos últimos, los notarios sólo están obligados a comunicarles la parte del acto que les
interesa y no el acto entero. Los herederos y causahabientes sólo pueden prevalerse del
art. 839 si su calidad es establecida. Los padres que no son ni herederos, ni llegatarios,
no son interesados en nombre directo. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 20, p. 638).

Se admite que la parte interesada puede hacerse autorizar, por ordenanza en


referimiento, a tomar una reproducción fotográfica del acto, si su demanda es justificada
por interés serio y con la condición de que sean prescritas las medidas necesarias para
impedir el desvío y el deterioro de la minuta. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 21, p. 638).

Cuando un acto no ha sido registrado, la ley prohibe a los notarios librar expedición. Este
acto es sin embargo válido y si la parte quiere obtener una copia, presentará su
requerimiento al presidente del tribunal que puede autorizar el libramiento “salvo
ejecución de las leyes y reglamentos relativos al registro”, es decir, bajo reserva del pago
de los derechos y salvo la multa que conlleva al depositario negligente. La expedición, si
hay lugar, es hecha contra el pago de los gastos y la entrega al notario de la ordenanza
del presidente de la que se hace mención al pié de la copia expedida. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 22, p.
638).

Cuando el acto es incompleto, como consecuencia de la incompetencia del notario, por


falta de las firmas indispensables o por cualquier otra causa, el depositario negará
generalmente la copia. Sin embargo, una parte puede tener interés en obtener la copia,
sea para servirle de comienzo de prueba por escrito, sea para invocarla como título bajo
firma privada, en el caso del art. 1318 del código civil. Ella puede entonces recurrir en las
condiciones previstas por los arts. 841, 842 y 843, por vía de requerimiento. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Compulsoire, n. 23, p. 638).

Es al juez a quien corresponde apreciar la utilidad y la legitimidad de la demanda de


compulsorio. Sólo debe ordenarla si esta medida está justificada por un interés serio y si
puede ayudar a la solución del litigio. Así, no hay lugar a autorizarlo, cuando el acto por
el cual es demandado el compulsorio, es extraño al objeto del litigio; cuando es extraño a
la parte contra la cual es requerido; cuando la copia producida, certificada conforme al
original por el oficial competente lleva ella misma la prueba de su sinceridad; cuando la
demanda de compulsorio tiende a poner en cuestión la cosa juzgada o a obtener toda otra
1200

prueba prohibida por la ley. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 26, p. 639).

El compulsorio debe igualmente ser rechazado si el demandante no justifica su interés,


falta de probar su calidad de heredero, o no indica con precisión los actos que pretende
compulsar. No es sin embargo necesario especificar el día en que el acto ha sido pasado y
el oficial público que lo ha recibido; basta con dar las indicaciones suficientes sobre la
naturaleza del acto y aportar las pruebas o por lo menos las presunciones de su
existencia. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 27, p. 639).

C. Condiciones de admisibilidad de la demanda en compulsorio.

1º Esta demanda sólo puede ser presentada en las circunstancias previstas por la ley, es
decir, en el curso de una instancia y al apoyo de una demanda ya formada o de una
defensa actualmente necesaria, para la solución de la cual parece deber proveer los
elementos de apreciación suficientemente determinantes y no, como anteriormente, en
vista de un proceso futuro y de un interés que no puede realizarse. 2º Esta demanda no
puede tender a obtener una prueba prohibida por la ley y a poner, por ejemplo, en
cuestión la cosa juzgada. 3º Tiene que reposar sobre un interés serio en favor del cual
existen por lo menos fuertes presunciones, y que el juez apoderado de esta demanda
aprecie soberanamente. 4º Debe indicar el acto de que el demandante reclama
comunicación de una manera suficientemente precisa para que pueda ser encontrado en
las minutas en medio de las cuales se encuentra, ya que resulta implícitamente del art.
846, que el depositario debe sólo comunicar el acto que se le pide, y no puede, ni debe
dejar buscar en sus minutas al demandante que pretendería buscar. 5º Debe ser
interpuesta ante el tribunal apoderado de la demanda principal, o, si es una jurisdicción
de excepción, ante el tribunal de primera instancia del lugar donde el demandante
pretende que la minuta se encuentre, el cual es siempre amo de descartarla si la juzga
mal fundada o poco precisa. Esta demanda es interpuesta, ya sea que las personas que
han figurado en el acto o sus causahabientes sean o no, partes en el proceso, ya sea al
momento en que la comunicación de este acto le parezca necesaria: puede ser en
apelación, e incluso ante la Corte de casación siempre y cuando esta demanda no tienda
a poner en ejecución puntos soberanamente juzgados por los primeros jueces. Es
interpuesta por requerimiento al tribunal, indicando la finalidad de la comunicación
demandada y precisando en la medida determinada anteriormente, el acto al cual ella se
aplica. Este incidente es juzgado sumariamente y sin preliminar de conciliación, pero
contradictoriamente con la parte adversa. La sentencia que acuerda o niega el
compulsorio es sumariamente dictada por los jueces del fondo que aprecian la
oportunidad o no de la comunicación; es notificada a requerimiento de la parte en favor
de la cual se dicta, a las demás partes en causa. La sentencia que acuerda el compulsorio
es notificada, además, al depositario de la minuta, pero no lo es en ningún caso a las
demás personas que han sido parte en el acto a compulsar o a confrontar. Es siempre
susceptible de apelación y oposición de parte de las partes en causa contra las cuales es
dictada; pero es ejecutoria atendiendo a la urgencia, no obstante la apelación u oposición:
el depositario de la minuta puede él solo suspender la ejecución si sus gastos y
desembolsos se les deben todavía y negarse a comunicar esta minuta hasta que no se le
haya pagado lo que le es debido, sin perjuicio de los gastos de expedición. (Garsonnet, E. y
Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité de Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º
ed., t. VII, n. 15, pp. 33-38).
1201

El tribunal ordena, según lo que le han solicitado las partes y si la demanda le parece
fundada, ya sea la expedición de una copia ordinaria, de una copia figurada o de una
prueba fotográfica, sea la confrontación de la copia que esta parte posee con el original,
cuya lectura le es dada por el depositario mientras el la sigue con la copia que posee. En
diversas operaciones es levantado un proceso verbal en minuta o certificado que contiene:
1º la descripción exacta de la minuta compulsada o confrontada, las firmas, rúbricas,
reenvíos, espacios en blanco y lagunas que se encuentran en ella, las firmas y rúbricas
que deberían encontrarse y que faltan, las sobrecargas, interlíneas o rayaduras que se
han encontrado, el número de folios, y el estado en que se encuentran la minuta y su
cobertura; 2º la fecha de la expedición de la copia, el relato y los incidentes de la
confrontación; 3º la cifra y la indicación del pago de los gastos de la operación y del costo
de la minuta si no ha sido pagado aún. La copia es generalmente expedida y el proceso
verbal levantado por el depositario de la minuta, pero, si el tribunal que ordena el
compulsorio tiene sospechas de la mala voluntad y sobre todo de la mala fe del
depositario, puede comisionar a este efecto a uno de sus miembro o a otro juez de un
tribunal de primera instancia o a otro notario. Si la copia debe ser expedida por el
depositario de la minuta, el demandante intima a la parte adversa de encontrarse en su
estudio o en secretaría el día y hora indicadas por él, y allá, si es necesario en su
ausencia, y sin que la presencia de los abogados en causa sea, tampoco necesaria, el
depositario asistido, si es un notario, de un segundo notario o de dos testigos, entrega al
demandante la copia que ya ha preparado o que prepara en ese instante. Si la copia debe
ser expedida por el juez, esto se hace en los días y hora indicados por la sentencia, o por
el juez en una ordenanza dictada por él a requerimiento del demandante y notificada por
este último a la parte adversa para que ella se encuentre en el momento requerido en el
despacho del juez. Este depositario, aporta la pieza, a menos que no sea necesario hacer
búsquedas entre sus minutas, caso en el cual es el juez el que se traslada al lugar donde
se encuentran, y la copia es librada por el juez asistido de su secretario, incluso en la
ausencia de las partes, pero necesariamente en presencia de sus abogados. Si la copia
debe ser expedida por un notario distinto a aquel que es depositario de la pieza, este
último la lleva al estudio del notario comisionado, a menos que éste no deba buscarla
entre las demás minutas del depositario, y la copia es librada en presencia o ausencia de
las partes, intimadas por cierto a asistir, tal como ha sido dicho. Si el depositario, el juez
o el notario comisionado para tomar copia, las partes o sus abogados presentan alguna
dificultad, ésta es llevada a la audiencia de referimiento llevada por el presidente. La
confrontación se hace en las mismas condiciones para la parte demandante o por su
abogado, en presencia o ausencia de la parte adversa previamente intimada; si una de
ellas pretende que la copia no es conforme al original, es llevado al presidente en
referimiento que se hace llevar los dos textos, los confronta él mismo y levanta proceso
verbal, todo por cuenta y gasto del requeriente. La ley no le ha confiado expresamente la
redacción del proceso verbal, pero es natural que la constatación de una operación a la
cual ha procedido personalmente le sea confiada, más que al depositario acusado por las
partes de no haber expedido una copia conforme al original. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-
Bru. 1921. Traité de Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII,
n. 16, pp. 38-41).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto del Código de Procedimiento Civil agrega la posibilidad de demandar en


referimiento si existiera negativa de los mismos, lo cual está de acuerdo al texto del
artículo 845 del Código de Procedimiento Civil actual.

El proyecto de Código de Procedimiento Civil elimina el procedimiento establecido para la


obtención de una copia durante el proceso de una instancia, por lo que no está
contemplado lo establecido en el artículo 846 del Código de Procedimiento Civil en el
Proyecto.
1202

ARTÍCULO 847

La demanda para obtener compulsorio será hecha por escrito de abogado a


abogado; será llevada a la audiencia por un simple acto y juzgada sumariamente,
sin ningún otro procedimiento.

Tabla de Contenido

1. Procedimiento de la demanda para obtener Compulsorio.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Procedimiento de la demanda para obtener Compulsorio.

La demanda a los fines de compulsorio, cuando es incidental, es interpuesta por acto de


abogado a abogado ante el tribunal apoderado de la demanda principal. Si la instancia
está pendiente ante una jurisdicción de excepción, la demanda debe ser llevada por vía de
emplazamiento ante el tribunal civil del lugar donde se encuentra la pieza para la cual es
demandado el compulsorio. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 28, p. 639).

Esta demanda no tiene que ser notificada a las partes en el acto, que no son partes en la
instancia. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 29, p. 639).

Las demandas hechas, fuera de toda instancia para tener conocimiento o expedición de
un acto depositado donde un notario, son interpuestas por la vía de requerimiento
presentada al presidente del tribunal, aquellas hechas para obtener de un recaudador del
registro un extracto de sus registros, por vía de requerimiento presentada ante el juez de
paz. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale.
t. I, Compulsoire, n. 32, p. 639).

Es admisible en todo estado de causa, incluso si ya se ha concluido al fondo, incluso en


apelación o en casación, siempre y cuando los puntos soberanamente juzgados por la
decisión deferida no sean puestos en cuestión. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 30, p. 639).

El compulsorio puede ser ordenado de oficio por el juez que aprecia soberanamente las
medidas propias a aclarar su religión. Puede ser ordenado en apelación, incluso si la
parte que lo demanda, ha renunciado en primera instancia, a la sentencia que había
autorizado a proceder a esta medida de instrucción. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 31, p. 639).

La demanda de compulsorio incidente en una instancia principal es llevada en la


audiencia por simple acto de avenir. Es juzgada sumariamente. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Compulsoire, n. 33, p.
639).
1203

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El proyecto de Código de Procedimiento Civil elimina el procedimiento establecido para la


obtención de una copia durante el proceso de una instancia, por lo que no está
contemplado lo establecido en el artículo 847 del Código de Procedimiento Civil en el
Proyecto.

ARTÍCULO 848

La sentencia será ejecutoria no obstante apelación u oposición.

Tabla de Contenido

1. Características de la Sentencia
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Característica de la Sentencia.

La sentencia dictada es ejecutoria, no obstante oposición o apelación. A pesar del carácter


ejecutorio de la sentencia, el depositario puede negarse a la expedición si los gastos
desembolsados de la minuta se le deben aún, así como aquellos de la expedición. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Compulsoire, n. 34, p. 639).

La sentencia, que no pronuncia condena, será notificada sólo al abogado. Si el


compulsorio es acordado, será además notificada al depositario del acto, pero no tiene
que ser notificada a las partes en el acto si se encuentran fuera del proceso. Al mismo
tiempo que la sentencia le es notificada, se hace intimación al adversario para comparecer
al lugar, día y hora indicados para asistir al compulsorio. La notificación hecha al
depositario contendrá intimación de representar la pieza en el mismo lugar, día y hora.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Compulsoire, n. 35, p. 639).

La sentencia sólo podrá ser recurrida en oposición o en apelación por las partes en
causa, contra las cuales ha sido dictada, a excepción de las partes en el acto cuyo
compulsorio es ordenado. La apelación es siempre posible porque las demandas
interpuestas en esta materia son independientes y en consecuencia indeterminadas.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Compulsoire, n. 36, p. 639).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El proyecto de Código de Procedimiento Civil elimina el procedimiento establecido para la


obtención de una copia durante el proceso de una instancia, por lo que no está
contemplado lo establecido en el artículo 848 del Código de Procedimiento Civil en el
Proyecto.
1204

ARTÍCULO 849

Se levantarán actas de compulsas o confrontación, junto con la copia expedida


por el notario o depositario, a menos que el tribunal que la haya ordenado
cometiere el encargo a uno de sus miembros, o a cualquiera otro juez del tribunal
de primera instancia o a cualquiera otro notario.

ARTÍCULO 850

En todos los casos, las partes podrán asistir a las actuaciones, y hacer insertar en
el acta que ha de levantarse las observaciones o reparos que juzguen oportunos.

ARTÍCULO 851

Cuando los anticipos que se hubieren hecho para la minuta del acto y los
emolumentos o costas, se adeuden al depositario podrá éste negarse a entregar la
copia mientras no se le hayan pagado todos los gastos, inclusos los de la misma
copia.

ARTÍCULO 852

Las partes podrán confrontar la copia con la minuta, cuya lectura será hecha por
el depositario; si aquellas creyeren que no hay conformidad, se ocurrirá en
referimiento al presidente del tribunal, el cual hará la confrontación, para cuyo
efecto el depositario estará obligado a presentar la minuta. El requeriente deberá
avanzar las costas, así del acta como del transporte del depositario.

ARTÍCULO 853

Los secretarios y depositarios de registros públicos librarán, sin mandamiento


judicial, las copias o extractos, a cuantos los requieran; pagándosele sus
emolumentos, bajo pena de costas, daños y perjuicios.

ARTÍCULO 854

No se librará a la misma parte una segunda copia de sentencia sino en virtud de


auto del presidente del tribunal que la haya dado. Para el caso, se observarán las
formalidades prescritas para obtener una segunda copia de los actos pasados
entre los notarios, que contengan la fórmula ejecutiva (Ver la Ley No. 679 del 23
de mayo de 1934 en lo que concierne a la fórmula ejecutiva).

ARTÍCULO 855

Todo aquel que quiera hacer ordenar la rectificación de un acto del estado civil,
hará para el efecto, su solicitud al presidente del tribunal de primera instancia 6.

6
sobre rectificación de un acto del estado civil, Arts. 88 y sigs. de la Ley No. 659 del 17 de julio de
1944
1205

ARTÍCULO 856

Se decidirá sobre el particular, mediante informe de un juez comisario, y después


de haberse oído las conclusiones del fiscal. Los jueces ordenarán, si así lo estiman
conveniente, que se llame a las partes interesadas y que el consejo de familia sea
con anterioridad convocado. Cuando haya lugar al llamamiento de las partes
interesadas, se citarán, y si estuvieren en litis, la citación se hará por acto de
abogado a abogado (Suprimida la expresión "Sin que sea necesario llenar el
preliminar de conciliación" que aparecía en este artículo, en virtud del Art. 4 de la
Ley No. 5210 del 11 de septiembre de 1959).

ARTÍCULO 857

Ninguna rectificación, ningún cambio podrá hacerse en el tenor del acta; pero las
sentencias que ordenaren la rectificación, se inscribirán en los registros por el
oficial del estado civil, tan pronto como se les hubieren remitido, y de ellas se
hará mención al margen del acto reformado. Después no podrá librarse copia de él
sino con las rectificaciones ordenadas, bajo pena de daños y perjuicios contra el
oficial que la hubiere librado.

ARTÍCULO 858

En el caso de que no hubiere más parte interesada que el solicitante de la


rectificación, y cuando éste crea tener motivos para quejarse de la sentencia,
podrá, dentro de los tres meses de la fecha de dicha sentencia, apelar ante la
Suprema Corte de Justicia(Ver la Ley No. 684 del 24 de mayo de 1934),
presentando al presidente de ella una instancia, al pie de la cual se indicará el
día en que será estatuido sobre el particular en audiencia, después de oídas las
conclusiones del ministro fiscal.

Tabla de Contenido

1. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

“Las partes pueden confrontar la copia con los originales los cuales serán leídos por el
depositario. Si la partes creen que no hay conformidad, se acude por ante el juez de los
referimientos, para cuyo efecto el depositario está obligado a presentar el original”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 277)

1. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil elimina el procedimiento establecido para la


obtención de una copia durante el proceso de una instancia; y en espíritu del articulo 853
del Código de Procedimiento Civil dispone en el artículo 1596 que “Los secretarios o
depositarios de registros públicos están obligados a entregar copias o extractos a todo
requeriente, previo pago de los derechos fiscales correspondientes, salvo las prohibiciones
en leyes especiales.”

Los artículos 854, 855, 856, 857 y 858 del Código de Procedimiento Civil no fueron
recogidos por el Proyecto de Código de Procedimiento Civil, el cual podemos afirmar que
crea un procedimiento de mayor celeridad con menos procedimientos para la obtención
de la copia ejecutoria del acta notarial.
1206

TÍTULO VI

DE ALGUNAS DISPOSICIONES RELATIVAS A LA


TOMA DE POSESION DE LOS BIENES DE UN AUSENTE

Tabla de Contenido

1. Ausencia. Concepto.
2. Generalidades del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Ausencia. Concepto.

La ausencia, en el sentido jurídico de la palabra, es el estado de una persona física que


deja de aparecer en su domicilio y residencia, y no ha habido noticias después de un
tiempo mas o menos prolongado, de tal suerte que su existencia es incierta y dudosa
(Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. p. 3; Capitant, Henri. 1930.
Vocabulario Jurídico. p. 68; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I, n. 1, p. 2; Menéndez, Emilio. 1981. Lecciones de Derecho de
Familia. p. 62; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 278;
Planiol, Marcel y Georges Ripert. 1997. Derecho Civil. (parte A). v. 3, pp. 99-100; Rousseau,
Rodolphe et Laisney. 1886. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, p. 25); de la cual no
se tiene noticia durante cuatro años consecutivos. Esta situación no debe confundirse
con la de las personas no presentes, pero no desaparecidas. (Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 278).

Ver Artículos 112 y siguientes del Código Civil.

2. Generalidades del Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones relativas a la Toma de Posesión de los Bienes de un Ausente han sido
ampliadas, en cierta medida, por el Proyecto de Código de Procedimiento Civil. En éste
último existe un Título relacionado el cual es llamado “Los Ausentes”, sin embargo, en el
mismo no se hace alusión a los bienes del ausente, procedimiento que es el contemplado
en el Código de Procedimiento Civil actual.

Las ya mencionadas disposiciones relativas a “Los Ausentes”, están establecidas en el


Título II, Libro Sexto, del artículo 1577 al artículo 1580 del Proyecto de Código de
Procedimiento Civil, los cuales rezan de la manera que veremos a continuación.

El artículo 1577 del Proyecto establece que las demandas relativas a la declaración de
ausencia se incoarán ante el tribunal de primera instancia de la jurisdicción en la cual
reside el presunto ausente, o ha tenido su última residencia, y que en su defecto, el
tribunal competente es el del lugar donde tiene su domicilio el demandante.

Por otro lado, el artículo 1578 del Proyecto establece que la demanda será incoada,
instruida y juzgada como en materia graciosa.

El artículo 1579 del Proyecto establece un plazo en el cual deberán publicarse los
extractos de sentencias declarativas de ausencia no excederá de seis meses a partir del
pronunciamiento de esta sentencia; haciendo la salvedad de que este plazo se mencionará
en los extractos sometidos a publicación.
1207

Por último, el artículo 1580 del Proyecto establece que la apelación es incoada, instruida
y juzgada como en materia graciosa. El plazo de apelación corre frente a las partes y los
terceros a los cuales la sentencia ha sido notificada, un mes después de la expiración del
plazo fijado por el tribunal para el cumplimiento de las medidas de publicidad según lo
dispone el Código Civil. El plazo del recurso de casación suspende la ejecución de la
sentencia declarativa de ausencia. El recurso de casación ejercido en este plazo es
igualmente suspensivo.

ARTÍCULO 859

En el caso previsto en el Artículo 112 del Código Civil, y para que sobre él se pueda estatuir,
se presentará instancia del presidente del tribunal, acompañada de los documentos que en
ella se mencionen y le sirvan de apoyo. En vista de ella, el presidente comisionará a un juez
para que presente informe el día que se indique; y la sentencia será pronunciada después
de haberse oído el dictamen del fiscal.

Tabla de Contenido

1. Procedimiento a seguir en caso de Declaración de Presunción de Ausencia.


A. Declaración de Ausencia.
B. Tribunal Competente.
C. Personas que pueden solicitarla.
D. Formalidades.
E. Deber del Ministerio Público.
F. Fallo.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Procedimiento a seguir en caso de Declaración de Presunción de Ausencia.

El procedimiento a seguir para hacer pronunciar la presunción de ausencia es trazada


por el artículo 859 del Código de Procedimiento Civil. (Rousseau, Rodolphe et Laisney.
1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 4, p. 30).

A. Declaración de Ausencia.

Si no hay noticias del presunto ausente después de cuatro años, la parte interesada
puede pedir ante el tribunal que se declare la ausencia. (Bioche. Dictionnaire de Procédure
Civile et Commerciale. n. 31, pp. 8-9; Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de
Procédure Civile. t. I, n. 20, p. 36). Cuando el presunto ausente ha dejado un apoderado,
no se puede proceder a la declaración de ausencia, más que diez años después de la
desaparición o sus últimas noticias, aún cuando en el intervalo la procuración cese. Si
los derechos del presunto ausente y los del apoderado se encuentran en oposición se
nombra un notario para representar el presunto ausente. (Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Commerciale. n. 32, p. 9; Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 20, p. 36).

Tres condiciones son rigurosamente exigidas por el artículo 115 del Código Civil para que
la declaración de ausencia pueda ser demandada: 1º que el ausente deje de aparecer en el
lugar de su domicilio o de su residencia; 2º que no hayan habido noticias; 3º que cuatro
años [o dos años, según el caso,] [en nuestro código sólo se habla de 4 años] hayan
pasado después de las últimas noticias. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n. 46, p. 3).
1208

Si hay necesidad de proveer a la administración de todos o parte de los bienes de una


persona cuya ausencia se presuma, y que no tiene apoderado en forma, se determinará
por el tribunal de primera instancia con arreglo a la demanda de las partes interesadas.
(Articulo 112 del Código Civil; Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n. 3,
p. 4)

Según el artículo 112 del Código Civil, los tribunales tienen el derecho de proveer la
administración de bienes del presunto ausente, en caso de necesidad. (Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. n. 3, p.
487).

B. Tribunal Competente.

El Tribunal de Primera Instancia del domicilio o de la última residencia del ausente es el


competente para declarar la presunción de ausencia, si no tenía domicilio conocido.
(Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. nn. 9 y 38, pp. 5 y 9; Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n. 52, p.
4; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, nn. 27-28, pp. 2-3; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta.
ed., t. II, pp. 280-281; Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure
Civile. t. I, n. 29, p. 39).

Es a este domicilio o residencia que todas las investigaciones deben ser hechas; ya que
decide una cuestión de estado. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale.
nn. 9 y 38, pp. 5 y 9).

El juez de la situación de los bienes también tiene capacidad para conocer la demanda,
especialmente en caso de urgencia o para la ejecución de medidas prescritas por el
tribunal del lugar donde residía el ausente. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, nn. 27-28, pp. 2-3; Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 280).

C. Personas que pueden solicitarla.

Las medidas de la presunción de ausencia no pueden ser ordenadas de oficio, sino que es
por el requerimiento de parte interesada que el tribunal estatuye. Las partes interesadas
son las personas que tienen un interés propio y pecuniario en la conservación de bienes
del ausente, que este interés sea presente o futuro, eventual o cierto, firme o condicional.
Un simple interés de afección no es suficiente. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 6, p. 31).

Las personas que pueden solicitarlo deben tener interés, nato y actual en que los bienes
sean protegidos. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 279).

Por partes interesadas se entiende que son todos aquellos que tengan interés en la
conservación de los bienes, como son: los acreedores, los asociados, el cónyuge del
ausente; (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 7,
p. 30; Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n. 5, p. 5); el arrendatario a
la consideración del propietario, y el propietario a consideración del arrendatario. (Bioche.
Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n. 5, p. 5). Además, el apelado a una
substitución y el donatario de los bienes por venir. En cuanto a los presuntos herederos
existe una controversia, hay posiciones a favor y otras en contra. Por otro lado, en
relación a los legatarios se ha establecido que en el primer período ellos no existen
1209

legalmente. Por último se admite como parte interesada al Ministerio Público. (Rousseau,
Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 7, p. 30).

Las partes interesadas, según el artículo 115 del Código Civil, tienen calidad para
provocar la declaración de ausencia. El artículo no tiene más definición de partes
interesadas más que la establecida en el artículo 112 del Código Civil. (Rousseau,
Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 23. p. 37). Según otra
opinión, las partes interesadas son: 1º los presuntos herederos del ausente; 2º su esposo
(a); 3º todos los que, a los términos del artículo 123, pueden ejercer sobre su patrimonio
los derechos subordinados a condición del fallecimiento. (Rousseau, Rodolphe et Laisney.
1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 24, p. 38).

“(…) los socios del ausente se deben considerar partes interesadas en el nombramiento
del curador, así como los herederos presuntivos, conforme entienden algunos sectores de
la doctrina. Se discute si tal capacidad se le debe reconocer a los legatarios”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 279).

La parte interesada que provoca la declaración de ausencia debe presentar el


requerimiento al presidente del tribunal civil. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 11, p. 488).

D. Formalidades.

Las formalidades a seguir para hacer ordenar las medidas de administración son
determinadas por el artículo 859 del Código de Procedimiento Civil. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n. 29, p. 3).

El persiguiente que quiera tener la administración de los bienes del presunto ausente,
debe presentar un requerimiento firmado por abogado, así como en materia ordinaria.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 4, p. 30;
Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, n. 14, p. 488; Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n. 14,
p. 6; Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n. 39, p. 9).

El requerimiento es dirigido al tribunal entero, y no al presidente del tribunal solamente.


(Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 4, p. 30;
Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n.
29, p. 3; Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 13, p. 488).

Se adjunta a este requerimiento todas las piezas y documentos propios para constatar la
desaparición del presunto ausente. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Commerciale. n. 14, p. 6; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II,
p. 281; Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 4 y
31, p. 30 y 39).Las piezas y documentos sirven también para fijar cual es la fecha de las
últimas noticias del presunto ausente. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 12, p. 488).

A falta de esas piezas, se podrá suplir por un acto de notoriedad que contenga una
declaración de la desaparición, hecha por cuatro testigos apelados de oficio por el juez de
paz del último domicilio del ausente. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 17, p. 488).

A título de documento, se puede presentar, por ejemplo, una declaración de los padres o
vecinos, un proceso verbal de oposición de levantamiento de sellos, un certificado del
1210

comisario de policía del departamento. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotés.


1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 16, p. 488).

Si el tribunal no está suficientemente esclarecido por el dictamen, o si el juzga a propósito


de consultar la familia del ausente, el podrá ordenar que, les sea comunicado el
requerimiento y las piezas y la familia aportará su parecer ante el juez de paz.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, n. 23, p. 488; Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n. 17,
p. 7).

Las circunstancias son las que determinan cuales piezas deben ser presentadas.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, n. 18, p. 488).

El tribunal debe examinar la regularidad de la instancia y si en ella se cumplen las


formalidades del artículo 112 del Código Civil. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 281).

El presidente rinde una ordenanza que es comunicada al Procurador General de la


República. La misma ordenanza comisiona al juez para hacer su informe el día indicado.
El Procurador General de la República puede demandar la audición de testigos. (Bioche.
Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n. 15, p. 6; Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n. 29, p. 3; Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n.
19, p. 488; Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 5,
p. 30)

E. Deber del Ministerio Público.

El ministerio público está especialmente a cargo de velar por los intereses de las personas
presumidas ausentes. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n. 7, p. 5;
Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 280;Rousseau,
Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 7, p. 30). El ministerio
público no puede actuar más que en interés del ausente. (Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Commerciale. n. 37, p. 9).

Lo establecido en el artículo 114 del Código Civil, en lo que concierne al derecho de acción
del ministerio público, es determinado por el artículo 112 del Código Civil. De aquí
resulta que el ministerio público no debe actuar mas que si hay necesidad, sea que el
presunto ausente no haya dejado alguna persona interesada en el sentido de la Ley, sea
que las personas interesadas sean negligentes a los intereses del ausente. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n. 37, p.
3).

El cargo de velar por los intereses del presunto ausente, recae en el Ministerio Público,
contiene virtualmente el poder de provocar de oficio, y por vía de acción, las medidas
previstas por el artículo 112 del Código Civil. Así, en virtud del artículo 114 del Código
Civil, el ministerio público puede requerir de oficio la nominación de un administrador a
los bienes de un ausente que esté siendo atacado y sin defensa, o bien un administrador
encargado de actuar en nombre del presunto ausente que no tenga apoderado. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n. 38, p.
3).
1211

“El Ministerio Público puede, conforme a los poderes que le confiere la ley, provocar todas
las medidas conservatorias que juzgue oportunas”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 280).

Los gastos de la demanda formada por el Ministerio Publico, si no es contradicha y si es


rechazada, serán cubiertos por el Estado. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 27, p. 488).

La segunda obligación del Ministerio Público impuesta por el artículo 114 del Código Civil
es dictaminar, es decir, debe rendir conclusiones con respecto a los asuntos que
conciernen al presunto ausente. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale.
n. 7, p. 5; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, n. 43, p. 3; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t.
II, p. 280; Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 7,
p. 30).

El Ministerio Publico es oído y la sentencia es pronunciada. (Jurisprudence Genérale


Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 20, p.
488).

F. Fallo.

Después del dictamen del Procurador, el tribunal estatuye en la Cámara de Consejo.


(Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n. 16, p. 7; Jurisprudence
Genérale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n.
22, p. 488; Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I,n. 5,
p. 30).

Esta sentencia es susceptible de apelación. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento


Civil. 4ta. ed., t. II, p. 280; n. 5, p. 30; Rosseau; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n. 30, p. 3). La apelación se hace por
medio de un requerimiento. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de
Procédure Civile. t. I, n. 5, p. 30)

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver Anotación de las Generalidades del Proyecto de Código de Procedimiento Civil del
presente Título.
ARTÍCULO 860

Se procederá del mismo modo en los casos en que se trate de la toma de posesión
provisional autorizada por el artículo 120 del Código Civil.

Tabla de Contenido

1. Toma de Posesión Provisional de los Bienes. Procedimiento.


A. Personas con Calidad para Demandar.
B. Sentencia que la Ordena.
C. Obligación de Suministrar Fianza.
D. Cese de la Toma en Posesión Provisional.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Toma de Posesión Provisional de los Bienes. Procedimiento.

La declaración de ausencia tiene como efecto principal que se demande la autorización de


la toma en posesión provisional de los bienes del ausente, sea que haya dejado una
procuración o sea que no la haya dejado. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n.86, p. 5).

En el caso en que el ausente no hubiere dejado poder para la administración de sus


bienes, sus herederos presuntos en el día de la desaparición o de las últimas noticias,
podrán, en virtud de fallo definitivo declaratorio de la ausencia, obtener la posesión
provisional de los bienes que pertenecieran al ausente en el día de su marcha o en el de
sus últimas noticias, con la obligación de dar fianza bastante para su administración.
(Artículo 120 del Código Civil; Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n.
54, p. 11).

El artículo 860 del Código de Procedimiento Civil supone que la declaración de ausencia a
sido pronunciada, y que los herederos presuntos del ausente el día de la desaparición o
de las últimas noticias demanden la posesión provisional de los bienes que pertenecen al
ausente. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 1, p. 488).

La toma en posesión provisional confiere a quienes lo obtienen un derecho de


administración sobre los bienes del ausente. En consecuencia, no pueden enajenar, ni
hipotecar; sólo tienen que restituir una porción de los frutos, en el caso en que el ausente
aparezca. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n. 72, p. 15).

La demanda de la toma en posesión provisional es hecha según la forma indicada en el


artículo 859 del Código de Procedimiento Civil para la declaración de ausencia.
(Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. IV, n. 8, p. 488).

El tribunal que pronuncia la declaración de ausencia es el competente para pronunciar la


toma en posesión. Quien demande la toma en posesión debe justificar su calidad.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 51, p. 46).

Cuando, después de la declaración de ausencia, la toma en posesión no es demandada,


se puede nombrar un administrador para los bienes del ausente. (Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Commerciale. n. 63, p.13).
Ver Anotación Artículo 859 del Código.

A. Personas con Calidad para Demandar.

Las personas que tienen calidad para demandar la toma en posesión provisional de los
bienes del ausente son: 1º Los presuntos herederos al día de la desaparición o de las
últimas noticias; 2º Los legatarios; 3º Los donadores; 4º Los donatarios teniendo
estipulado el derecho de retorno; 5º Los ascendientes que tengan derecho al retorno legal;
6º Todos los que sean propietarios de bienes de los cuales el ausente es usufructuario.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 40, p. 42).
Según otra opinión, tienen calidad para demandar la toma en posesión provisional: 1º Los
presuntos herederos; 2º Los sucesores irregulares; 3º La persona que tenga algún derecho
subordinado a la muerte del ausente. En lo relativo a los acreedores hay divergencia,
existe una discusión entre la doctrina y la jurisprudencia. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, nn. 87-110, pp. 5-6).

“La demanda se intenta por las partes interesadas y entre éstas hay que considerar a
quienes tienen interés en cuanto al patrimonio del ausente. En cuanto a los acreedores,
hay divergencias en doctrina y jurisprudencia, pero en cuanto al ministerio público es
unánime que no puede”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II,
pp. 280-281).

Los herederos, legatarios y cualquier otro que apele a ejercer derechos subordinados al
fallecimiento de un individuo el cual la ausencia es declarada, debe hacer, en los seis
meses del día del envío en posesión provisional, la declaración en la cual el será tenido a
apelar por el efecto de la muerte, y pagar los derechos sobre el valor mismo de bienes o
derechos que ellos recogen. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n.
116, pp. 20-21).

B. Sentencia que la Ordena.

La ausencia puede ser declarada y la toma en posesión provisional ordenada por una sola
y misma sentencia. El texto del artículo 120 parece exigir dos sentencias: pero la ley no
prescribe algún plazo entre la declaración de ausencia y el envío en posesión, por tanto,
no hay motivo que justifique esta rigurosa interpretación, aceptándose que el envío en
posesión provisional pueda ser declarada en la misma sentencia que declara la ausencia.
(Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n. 59, p. 12; Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, n. 116, p. 7).

La demanda a fin de tomar en posesión provisional puede ser formada cumulativamente


con la demanda en declaración de ausencia. Es preferible demandar por el mismo
requerimiento la declaración de ausencia y el envío en posesión provisional. (Rousseau,
Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 49, p. 46). En el caso en
que la toma es demandada por requerimiento distinto, y que haya un intervalo entre
ambas decisiones, el tribunal puede ordenar un nuevo informativo. (Rousseau, Rodolphe
et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 50, p. 46).

La sentencia de toma en posesión de bienes de un ausente obtenida por los herederos, no


apunta, con respecto a otros individuos que pretendan ser herederos presuntos al
momento de las últimas noticias, la autoridad de la cosa juzgada. (Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Commerciale. n. 60, p. 12).
La sentencia dictada en audiencia pública es susceptible de apelación. El derecho de
apelación pertenece al ministerio público, si descubre o supone que noticias nuevas
después de la declaración de ausencia estén siendo disimuladas por los herederos; o los
demandantes, si sus pretensiones son fundadas. Pero, la sentencia no es susceptible de
tercería de parte del ausente o de los acreedores, pues el ministerio público es el
representante legal del ausente. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de
Procédure Civile. t. I, n. 52, p. 46).

C. Obligación de Suministrar Fianza.

La sentencia que pronuncia la toma en posesión impone la obligación de suministrar una


fianza (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n. 65, p. 13; Rousseau,
Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile, t. I, n. 56, p. 48), pues es en
interés del ausente que el envío provisional es organizado; ellos deben pues asegurar la
restitución de bienes y de daños y perjuicios en los que el ausente pueda haber dirigido
contra los enviados. Todos los enviados deben suministrar fianza, sin distinción.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile, t. I, n. 56, p. 48).

La fianza debe presentar todas las garantías determinadas por los artículos 2018 y
siguientes del Código Civil: esta solvencia deberá ser apreciada según el valor de los
bienes a garantizar. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, n. 126, p. 7).

D. Cese de la Toma en Posesión Provisional.

Si la ausencia continúa durante treinta años, a contar de la toma en posesión provisional,


o si han pasado cien años después de la fecha de nacimiento del ausente, los interesados
pueden demandar la partición de bienes del ausente, y hacer pronunciar por el tribunal
la toma en posesión definitiva. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. n.
68, 14; Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. t. I, n. 76, p.
56).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Ver Anotación de las Generalidades del Proyecto de Código de Procedimiento Civil del
presente Título.

TÍTULO VII
DE LA AUTORIZACIÓN A LA MUJER CASADA

Artículo 861

Cuando la mujer casada quiera obtener autorización para hacer valer sus derechos en
justicia, y habiéndolo intimado a su marido, obtuviere una negativa; fundándose en ella,
solicitará la autorización por medio de un escrito en forma, dirigido al presidente del
tribunal de primera instancia de su domicilio, el cual dictará auto, permitiéndole citar al
marido a un día indicado, ante la cámara de consejo, para que exprese allí las causas de
su negativa.
Artículo 862

Oído el marido, o no habiendo comparecido, y después de las conclusiones del


fiscal, se dará sentencia que estatuirá sobre la demanda de la esposa.

Artículo 863

En el caso de presunción de ausencia del marido, o cuando haya sido declarada ésta,
la mujer que quiera hacerse autorizar para reclamar sus derechos en justicia
presentará, del mismo modo, instancia al presidente del tribunal, que ordenará la
comunicación al fiscal, y comisionará a un juez para que presente informe el día que
se indique.

Artículo 864

La mujer del que esté sujeto a interdicción, se hará autorizar en la forma prescrita
por el artículo anterior, acompañando a la instancia la sentencia de interdicción.

Los artículos 861 al 864 del Código de Procedimiento Civil han sido derogados por el
artículo 8, inciso 15, letra d) de la Constitución de la República, por el artículo 1º de la
Ley 390 del año 1940 y por los artículos 1421 y 1422 de la Ley 189-01 del año 2001.
Disposiciones que a continuación transcribimos:

El artículo 8, inciso 15, letra d) de la Constitución establece “La mujer casada disfrutará
de plena capacidad civil. La ley establecerá los medios necesarios para proteger los
derechos patrimoniales de la mujer casada, bajo cualquier régimen”.

El artículo 1º de la Ley 390 del año 1940 dispone que “se declara que la mujer mayor de
edad, sea soltera o casada, tiene plena capacidad para el ejercicio de todos los derechos y
funciones civiles, en iguales condiciones que el hombre. Las restricciones a la capacidad
civil de la mujer, que puedan resultar del hecho del matrimonio, no se derivarán sino de
las disposiciones que la ley pueda dictar expresamente en ciertos casos. En consecuencia
de lo que se proclama en esta Ley, y sin perjuicio de los otros efectos que implícitamente
puedan resultar de la misma, se dictan las siguientes modificaciones y abrogaciones a la
legislación actualmente en vigor”.

La Ley 189-01 del año 2001 deroga, en sus artículos 1421 y 1422 los artículos 861 al 864
del Código de Procedimiento Civil. El artículo 1421 establece que “el marido y la mujer
son los administradores de los bienes de la comunidad. Pueden venderlos, enajenarlos o
hipotecarlos con el consentimiento de ambos”. Por otro lado, el artículo 1422 de la
referida Ley establece que “No pueden disponer intervivos, a título gratuito, de los
inmuebles de la comunidad, ni del todo o parte del mobiliario, excepto cuando sea para
establecer a los hijos del matrimonio. Pueden disponer, sin embargo, de los efectos
mobiliarios a título gratuito y participar en provecho de cualquier persona, con tal de que
no se reserve el usufructo de ellos”.

Por otro lado, la Suprema Corte de Justicia ha plasmado en varias sentencias esta
derogación. En tal sentido ver las transcritas a continuación.

“En el estado actual de nuestro derecho, como efecto de la Ley No. 390 de 1940, si la
esposa, bajo todos los regímenes matrimoniales, puede tener, como fruto de su propio
esfuerzo, bienes reservados que ella puede administrar libremente, y de los cuales ella
puede disponer, es preciso admitir que ella puede litigar en toda situación relacionada
con esos bienes; que, con posterioridad a la mencionada Ley No. 390, de 1940, la
Constitución de la República, en su artículo 8, inciso 15, letra d) ha reafirmado ese nuevo
estado de la mujer casada, al disponer que “La mujer casada disfrutará de plena
capacidad civil”, lo que obviamente comprende la capacidad de actuar en justicia sin
necesidad de autorización alguna cuando lo sea en defensa de sus intereses personales o
patrimoniales”. (Sent. SCJ. Febrero del 1973. B.J. No. 747.278. Citada por: Bergés
Chupani, Manuel. 1976. Jurisprudencia Dominicana 1973-1975. p. 301).

El artículo 8, inciso 15, letra d) de la Constitución quedó definitivamente consagrado que


“la mujer casada disfrutará de plena capacidad civil”, disponiendo el mismo texto que la
ley establecerá los medios necesarios para proteger los derechos patrimoniales de la
mujer casada, bajo cualquier régimen; que de ese modo quedó elevado a categoría de
precepto constitucional la plena capacidad de la mujer casada, para el ejercicio de todos
sus derechos civiles. (Sent. SCJ. Julio de 1973. B.J. No. 752.1809. Citada por: Bergés
Chupani, Manuel. 1976. Jurisprudencia Dominicana 1973-1975. pp. 301-302)
TÍTULO VIII
DE LA SEPARACIÓN DE BIENES

Tabla de Contenido

1. Concepto de Separación Judicial de Bienes


A. Personas que pueden demandar la separación de bienes
B. Causas de la separación
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Concepto de Separación Judicial de Bienes

El término separación de bienes significa en sentido amplio el régimen aplicable a los


esposos por las causas siguientes: 1ro. una decisión de la justicia, rendida en el curso del
matrimonio, a demanda de la mujer, que pronuncia la separación de bienes entre los
esposos: la separación de bienes es llamada en ese caso judicial; 2do. el contrato de
matrimonio de los esposos, cuando ellos lo adoptan como régimen: la separación de
bienes en ese caso es llamada contractual; 3ro. la separación de cuerpo que entraña ipso
facto separación de bienes entre los esposos: la separación de bienes en este caso se dice
que es accesoria. En este caso el término separación de bienes es empleado para designar
solamente la separación de bienes judicial. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956.
Repertoire de Procédure Civile et Commerciale, nn. 1-2, p. 857)

La separación de bienes puede ser entendida tanto como un régimen matrimonial, o como
una decisión judicial a la que los esposos someten su régimen. Si este no ha sido el
régimen escogido por los esposos al momento de celebrar su contrato de matrimonio, solo
el juez, en virtud de la ley y por razones muy limitadas puede establecerlo, a través de
una sentencia. Esta decisión es la separación judicial de bienes. (Savatier, René. 195.
Cours de Droit Civil. l2va. ed., p. 57)
Medida de protección para la mujer, que consiste en despojar al marido de la
administración y disfrute de los bienes, mediante decisión de justicia, la cual es rendida a
petición de la mujer casada bajo el régimen de la comunidad, o bajo régimen sin
comunidad, o bajo el régimen dotal” (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Repertoire de
Procédure Civile et Commerciale, n. 3, p. 857, Pérez Méndez. Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. 4ta. ed., t. II. p.318)

“Separación de bienes resultante de una decisión judicial, dictada a pedido de la mujer en


caso de mala administración del marido. Este régimen sustituye al matrimonial anterior,
con reserva del principio de inenajenabilidad y sus consecuencias en cuanto respecta al
régimen dotal. Puede cesar por restablecimiento del régimen matrimonial anterior
consentido por ambos cónyuges. La separación de bienes resulta también de pleno
derecho de la decisión judicial que pronuncia la separación de cuerpos de los cónyuges”
(Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico. p. 513).

“(…) es una medida protectora de la mujer, destinada a sustraerla de los peligros que
corre, en virtud de todos los derechos concedidos al marido sobre la fortuna de ella, en el
régimen de la comunidad. Resulta de una sentencia, dictada a petición de la mujer y
que pone fin a este régimen, separando totalmente los intereses patrimoniales de los
esposos”. (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997. Derecho Civil, Parte C. 3ra. ed., v. 5,
p.1441)

“(…) institución destinada a proteger los intereses de la mujer, figura entre los
procedimientos utilizados para hacer contrapeso a los poderes del marido; constituye a la
vez una sanción y una medida preventiva con relación a los actos de dilapidación, de
malversación, a que está expuesta la mujer por parte del marido: al disociar los intereses
de ambos, le permitirá salvar su caudal en la medida de lo posible y tomar la
administración y goce de sus bienes”. (Josserand, Louis. Derecho Civil. t. III, v. I, p. 174).

Es una medida para la protección del patrimonio de la mujer, que se encuentra dirigida
hacia el marido. (Savatier, René. 1995. Cours de Droit Civil. 12va. ed. p.58)

La separación de bienes es siempre la consecuencia de la sentencia de separación de


cuerpos, pero esta puede también ser obtenida judicialmente por la vía principal.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. n. 1. p. 627)

La separación de bienes principal, interviene independientemente de toda separación de


cuerpos, la cual de por sí entraña una separación de bienes accesoria. (Savatier. René.
1995. Cours de Droit Civil. 12va. ed., p.58)

B. Personas que pueden demandar la separación de bienes

La separación de bienes puede ser demandada por la mujer estando casada bajo todos los
regímenes. (Josserand, Louis. Derecho Civil. t. III v. I, p. 175, Rousseau, Rodolphe et
Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. n. 2. p. 628) Con excepción de aquellos
casados bajo el de separación contractual de bienes. (Rousseau, Rodolphe et Laisney.
1886. Dictionnaire de Procédure Civile. n. 2. p.318).

“El marido no puede ciertamente demandar la separación de bienes contra su mujer, ni


aun en el caso de que ésta le hubiera aportado a título de dote deudas insospechadas y
procesos. Pero puede obtener indirectamente la separación de bienes, a título accesorio,
haciendo pronunciar la separación de cuerpos.” (Josserand, Louis. Derecho Civil. t. III, v. I,
p. 179).
Este derecho pertenece exclusivamente a la mujer. Cuando la mujer muere en el curso de
la instancia, sus herederos pueden continuar la acción. Los acreedores no pueden por su
cuenta ejercer la acción en separación, sin embargo, en caso de quiebra o bancarrota
estos pueden ejercer este derecho hasta la concurrencia de su crédito. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1956. Repertoire de Procédure Civile et Commerciale, nn. 4-5, p.
857, Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 318, Savatier,
René. 195. Cours de Droit Civil. l2ava.ed. p.60)

Sólo la mujer puede demandar la separación judicial de bienes, y no así el marido, siendo
ésta una medida protectora de la primera contra el segundo, y es que, de parte del
marido la medida carecería de motivo. Los herederos de la mujer no pueden,
indudablemente, intentar ellos mismos la acción, que carece de utilidad cuando la
comunidad ha sido disuelta por la muerte de la esposa, en vista de que la mujer tenía un
derecho a que se disolviere la comunidad y se liquidaran sus intereses en el estado que
tenían el día de la demanda, parecería que sus herederos deberían sucederle en esta
acción, y que las lentitudes de la justicia en nada debería afectarles, sin embargo, la
jurisprudencia considera extinguida la acción por la muerte de la mujer.(Planiol, Marcel et
Georges Ripert. 1997. Derecho Civil. Parte C. 3ra. ed., v. 5, pp. 1441-1442).

En sentido contrario: Se discute si el procedimiento, habiendo sido iniciado por la mujer,


“puede ser continuado por sus herederos que tuvieren un interés en que la comunidad
fuese liquidada el día de la demanda; y los autores se pronuncian generalmente en favor
de la afirmativa: actiones quae morte pereunt, semel inclusae judicio salvae permanent.
Pero se pronunció en sentido contrario la Corte de Blastia. En todo caso los herederos no
podrían ciertamente tomar iniciativa de la demanda”. (Josserand, Louis. Derecho Civil. t.
III, v. I, p. 179).

La mujer que no ha aportado una dote, pero que ejerce una industria, o una profesión
lucrativa, tiene interés en demandar la demanda en separación de bienes para impedir
que el marido disipe los productos de su talento y de su trabajo. Numerosos autores, tales
como MM. Rodiere et Pont y Marcadé, entienden que la mujer que no ha aportado una
dote, y que no se dedica a ninguna actividad industrial o profesión lucrativa, puede
demandar la separación de bienes. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de
Procédure Civile. n. 13 y 15. p. 629)

Si la mujer es menor de edad no es necesario que se le nombre un curador, para poder


interponer demanda en separación de bienes, pues la ordenanza del presidente será
suficiente para habilitarla a estos fines. (Jurisprudence Générale Dalloz. Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, n. 26. p. 495)

C. Causas de la separación

Las causas que pueden fundamentar la separación de bienes son, 1.El hecho peligroso
que constituye el mal estado de los negocios del marido, 2. El peligro que resulta de él
para la mujer, cuyos intereses están comprometidos. El segundo es consecuencia del
primero, y necesariamente distinto a él. Entre las fuentes de peligro que corre la mujer,
tenemos: la insolvencia del marido, sus hábitos de dilapidación, el secuestro de los bienes
del marido. La Interdicción y el estado de locura del marido no son causas de separación
judicial de bienes. (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997. Derecho Civil. Parte C. 3ra. ed.,
v.5I, p. 1442).

Las causas de la demanda en separación de bienes son: 1. El desorden de los asuntos del
marido, es decir cuando este cae en quiebra o deviene simplemente de dudosa solvencia,
no implicando esto necesariamente una administración criticable. Mas sin referirnos a la
insolvencia del marido, se evidencia desorden en sus asuntos sí: a) Administra los bienes
de manera poco honrada; b) Si los administra mal; c) Si se dedica a los juegos o se
convierte en alcohólico o morfinómano; d) Si disipa o utiliza incorrectamente los bienes de
la familia. 2. Peligro de la dote, esto sucede si el marido es un mal administrador.
(Savatier, René. 195. Cours de Droit Civil. l2va. ed., p.59) El tribunal tiene el poder
discrecional de determinar, cuales casos de desorden en los asuntos del marido, son
pasibles de producir el pronunciamiento de la separación de bienes. (Rousseau, Rodolphe
et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. n.20. p. 630)

La mujer puede demandar la separación de bienes cuando su dote está en peligro por el
desorden en los asuntos del marido. Debemos entender por dote, los bienes que la mujer
aporta al marido, en propiedad o en goce, para soportar las cargas del matrimonio. La
jurisprudencia extiende este término a las mujeres que en una comunidad no han
realizado un aporte en naturaleza. Esta permite igualmente a la mujer demandar la
separación de bienes en razón del peligro en que se encuentren sus bienes futuros.
Conviene hacer una distinción, cuando los valores de la mujer que están en la
comunidad, tales como los bienes mobiliarios, y los bienes propios o producto de su
trabajo, pues en este caso la separación sólo puede ser obtenida si la insuficiencia de
bienes del marido es resultado de su mala gestión o mala conducta. La mujer común en
bienes debe soportar las posibles perdidas que no pueden ser atribuidas a las faltas o a la
mala administración de su marido. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de
Procédure Civile. p. 630)

La mujer puede demandar la separación de bienes, si tiene razones para creer que los
bienes del marido son insuficientes para garantizar el reembolso de su dote a
consecuencia de su mala administración, poco importa que el capital de la dote se
encuentre intacto. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile.
n. 6. p. 628)

El estado de imbecilidad o demencia del marido, no es por sí mismo una causa suficiente
de separación de bienes. Es necesario que además los asuntos del marido estén
desordenados. Es discutido si la interdicción legal, autoriza a la mujer a demandar la
separación de bienes. Según MM. Rodière et Pont, la interdicción legal es una causa
suficiente de separación, porque la mujer no puede ser obligada a soportar las
consecuencias producidas por el nuevo estado civil de su marido; no obstante, Aubry et
Rau consideran que la interdicción legal no tiene efectos directos sobre la administración
de los bienes de la comunidad, y por lo tanto no es una causa suficiente para la
separación. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. nn.22,
26. P. 131)

La interdicción, la demencia y la debilidad de espíritu, no son por sí solas causas de


separación de bienes; motiva más bien la primera, una demanda tendente a la
interdicción; la segunda, el reemplazo del tutor del marido que sufre interdicción, si, en
hipótesis, administra mal; la tercera, el nombramiento de un consejo judicial. La avaricia
del marido no da lugar a la separación judicial de bienes. (Josserand, Louis. Derecho Civil.
t. IIl, v. I, p. 178).

La separación de bienes es una consecuencia necesaria de la declaración en quiebra del


marido. La bancarrota del marido, autoriza igualmente a la mujer a demandar la
separación de bienes. El marido no puede invocar como fin de no recibir, que los gastos
excesivos de la mujer, ni su prodigalidad, amenazan con el desorden a los asuntos de
esta. El debe, en su calidad de jefe de la asociación conyugal, impedir las imprudencias
tendentes al desorden. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure
Civile.nn.28, 30 y 36. p. 632)

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


La separación judicial de bienes no ha sido incluida dentro del texto del proyecto de
Código, a nuestro entender, a consecuencia del desuso en que la misma ha incurrido,
causado entre otras razones, por la inoperancia del régimen dotal, uno de sus focos
operativos principales.

ARTÍCULO 865

No podrá ser introducida demanda alguna en separación de bienes sin una


autorización previa que el presidente del tribunal deberá dar, en vista de la
instancia que le será presentada con tal objeto: antes de acordar la autorización,
el presidente podrá hacer las observaciones que juzgue convenientes.

Tabla de Contenido

1. Formalidades previas a la demanda. Autorización


A. Facultades del presidente del tribunal
B. Tribunal competente

1. Formalidades previas a la demanda. Autorización

La mujer necesita, antes de demandar, debe pedir al presidente del tribunal autorización
para iniciar este procedimiento (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile, n. 11. p. 495, Tavares hijo. Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. 8va. ed., v. II, p. 156) Esta autorización no puede ser
denegada. La autorización del presidente otorgada en razón del requerimiento, es
suficiente para habilitar a la mujer en toda jurisdicción. (Rousseau, Rodolphe et Laisney.
1886. Dictionnaire de Procédure Civile. nn. 69 y 73. p. 637).

El requerimiento tendiente a obtener la autorización de separación de bienes del


presidente del tribunal en materia civil deberá ser realizado por vía del abogado de la
mujer. La solicitud deberá ser sometida por ante el tribunal, que deberá hacer comprobar
la presencia de la mujer para que ésta pueda presentar las observaciones que juzgue
conveniente. No es necesario a pena de nulidad que la mujer se presente ella misma a la
audiencia de requerimiento de autorización. La mujer puede demandar en separación de
bienes sin requerir la autorización marital. La demanda formulada sin la autorización del
presidente es nula, así como cualquier procedimiento que de ella surja. (Jutisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, nn.
12, 14, 16, 21 y24. p. 495).

No es el marido el que autoriza a la mujer para actuar, ni al tribunal, sino el presidente


de éste. La facultad concedida a la mujer, por este texto legal, es con la finalidad de
advertirla sobre la necesidad de mantener la paz familiar y las consecuencias que pueden
derivarse de esta acción. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II,
p. 319)

La autorización obtenida por la mujer de perseguir su separación de bienes, no puede,


luego de la anulación de la demanda por falta de publicidad, servir de base a una
segunda demanda en separación de bienes. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civife. t. IV, n. 25. p. 495).
La demanda en separación de bienes está dispensada del preliminar de conciliación.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. Dictionnaire de Procédure Civile. n. 79. p. 638)

La demanda en separación de bienes podrá ser formulada por la mujer inmediatamente


después de la autorización del juez, no es necesario que sea precedida por la tentativa de
conciliación, puesto que la separación de bienes no puede tener lugar por el
consentimiento mutuo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés .1910. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n.29. p.495).

“Las formalidades de la citación y del procedimiento están sujetas al derecho común”.


(Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 8va. ed., v. II,
p. 156). La citación notificada al marido debe ser precedida de la copia de la solicitud y de
la autorización del presidente. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de
Procédure Civile. n. 81. p. 638).

A. Facultades del tribunal

La mujer le dirige la petición y el presidente del tribunal puede hacer las observaciones
que juzgue convenientes. (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997.Derecho Civil, Parte C.
3ra. ed., v. II, p. 1443) Pero, el no puede exigir a pena de nulidad exigir que la mujer se
presente ella misma al requerimiento. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire
de Procédure Civile. n. 71. p. 637).

Si bien es cierto que el presidente del tribunal puede hacer las observaciones que juzgue
convenientes, él no puede negar la autorización que la mujer le ha solicitado, Una vez
otorgada la autorización, la instancia es válida y regularmente introducida en todo grado
de jurisdicción. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Repertoire de Procédure Civile et
Commerciale, n. 15, p. 858, Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t.
II p. 319).

El presidente puede diferir la respuesta de la solicitud si la mujer ha entendido sus


consejos. Más, la autorización no puede ser negada a la mujer. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, nn. 17-18.
24. p. 495)

B. Tribunal Competente

El tribunal competente en razón de la materia lo es el Juzgado de Primera Instancia, y en


razón territorial, el del domicilio del marido. Esta última competencia debe considerarse
de orden público, porque solamente en esta jurisdicción se puede hacer pública la
demanda y la sentencia a intervenir. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Repertoire de
Procédure Civile et Commerciale, n. 15. p.858, Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., 1. II, p. 319, Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procédure Civile. nn. 60-6 1. p. 636, Planiol, Marcel et Georges Ripert.
1997.Derecho Civil, Parte C. 3ra. ed., v. Il, p. 1443). En razón del interés que tienen los
terceros de enterarse de la demanda, todo otro tribunal debe declararse incompetente
ratione materia. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile, nn. 4-5 p. 495).

La demanda de separación de bienes debe ser formulada ante el tribunal de primera


instancia, esta sentencia no puede ser pronunciada por árbitro. (Rousseau, Rodolphe el
Laisney. Dictionnaire de Procédure Civile. n. 60. p. 636).

La demanda en separación de bienes es incoada delante del Juzgado de Primera Instancia


de la residencia, de la familia.” (Piña Martínez, Alfredo. 1997. Derecho Procesal Civil. t. II,
p. 113).

ARTÍCULO 866

El secretario del tribunal inscribirá, sin demora alguna, en un cuadro colocado al


efecto en la sala de audiencias, un extracto de la demanda en separación, el cual
contendrá: 1ro. la fecha de la demanda; 2do. los nombres, profesiones y
residencia de los esposos; 3ro. los nombres y residencia del abogado constituido,
que estará obligado a enviar, para tal efecto, dicho extracto al secretario dentro
de los tres días de la demanda.

ARTÍCULO 867

Igual extracto se insertará en los cuadros colocados con tal objeto, en la sala de audiencia
del tribunal de comercio, y en las notarías, de los lugares donde hubiere uno y otras. Las
dichas inserciones serán certificadas por los secretarios a quienes corresponda.

ARTÍCULO 868

El mismo extracto será inserto, a diligencia de la esposa, en uno de los periódicos


que se impriman en el lugar donde tiene su asiento el tribunal, y si no lo hubiere
allí, en uno de aquellos establecidos en la provincia o distrito más inmediato, si lo
hubiere. Dicha inserción será comprobada como está establecido en el título del
Embargo Inmobiliario, artículo 698.

Tabla de Contenido

1. Medidas de Publicidad
A. Sanción a su incumplimiento

1. Medidas de Publicidad

La ley prescribe la publicidad de la demanda, a fin de que los acreedores del marido
puedan conocerla e intervenir en ella. Esta es prescrita también, en interés de los
terceros, que estarán expuestos a tratar con el marido en el curso de la instancia, y cuyos
derechos podrán ser afectados por la retroactividad de la sentencia. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1956. Repertoire de Procédure Civile et Commerciale, n. 16, p.858).

Tiene por finalidad no sólo proscribir la separación voluntaria, sino también, establecer
en el procedimiento ciertas formalidades destinadas a proteger a los acreedores del
marido y a prevenir los fraudes de que pudieran ser victimas: todo el procedimiento se
mueve en torno a este objetivo: la protección de los acreedores del marido y de la
comunidad. Por ello, no hay preliminar de conciliación, pues todo acuerdo entre los
esposos debe descartarse; no es el marido que autoriza a la mujer para litigar, sino el
presidente del tribunal y el tribunal puede ordenar en el curso del procedimiento ciertas
medidas conservatorias. (Josserand, Louis. Derecho Civil. t. III, v. I, p. 182)

“La demanda de separación de bienes debe publicarse, (…) en interés de los terceros: 1.
Los acreedores del marido necesitan estar advertidos para intervenir en el juicio como
tienen derecho a hacerlo, 2. La sentencia se retrotrae en cuanto a sus efectos al día de la
demanda; el marido ya no puede, a partir de esta fecha, conferir derechos a terceros sobre
la comunidad, ya sea como adquirientes de derechos reales, o como acreedores, salvo que
tales derechos se deban a las necesidades de la administración: esta disposición es
sancionada con la nulidad de la separación, que puede ser opuesta por la mujer, el
marido o sus acreedores.” (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997. Derecho Civil, Parte C.
3ra. ed., v. 5, pp. 1443- 1444)

“La demanda es objeto, bajo pena de nulidad del procedimiento, de la publicidad prescrita
por los arts. 866 y s., inscripción de un extracto de la demanda en la sala de audiencia
del tribunal y en las notarías; publicación del mismo en un periódico de la localidad”.
(Tavares, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 8va. ed., v. II, p.
156).

La demanda en separación de bienes será sometida a rigurosas formalidades de


publicidad, en razón de los intereses de los acreedores. La misma publicidad será la
realizada para toda demanda en separación de bienes, sin importar el régimen de bienes
al cual estén sometidos los esposos durante el matrimonio. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, nn. 1 y 3. p.
496).

Este extracto será realizado por el abogado de la mujer que tiene calidad para hacerlo y
firmarlo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t. IV, n. 7. p. 496, Rousseau, Rodoiphe et Laisney. 1886.
Dictionnaíre de Procédure Civile. nn. 85 y 90. p. 639). La ley no ha fijado plazos para
realizar el depósito del extracto de la demanda al secretario del tribunal de comercio y las
notarías, pero es prudente que sea realizado dentro de los tres días de la citación.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. nn. 85 y 90. p.
639)

La disposición consagrada en el articulo 867 “es inútil entre nosotros hasta tanto no
tengamos tribunales de comercio separados de los tribunales civiles. Por otra parte, no
resulta fácil notificar a todas las notarías. En los pueblos pequeños es posible, pero en las
grandes ciudades ello es materialmente imposible. Lo procedente fuera a notificación a los
colegios de notarios para que estos hagan la distribución entre sus miembros. Tal
colegiación debería ser obligatoria” (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil.
4ta. ed., t. II, p. 320).

La ley no fija el plazo en el cual el extracto deberá ser remitido al secretario del tribunal,
sin embargo es prudente que sea remitido en un plazo no mayor de tres días. En vista del
silencio de la ley, este plazo no es fatal, el tribunal podrá apreciar con amplitud el tiempo
que sea necesario para realizar el estracto y el depósito en secretaría en razón de la
distancia. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t. IV, nn. 1 y 2. p. 496).

A. Sanción a su incumplimiento

La demanda es objeto, bajo pena de nulidad del procedimiento, de la publicidad prescrita


por los arts. 866 y siguientes (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997.Derecho Civil, Parte
C. 3ra. ed., v.II, p. 1444, Encyclopédie Juridique Dalloz. 1956. Repertoire de Procédure
Civile et Commerciale, n. 18, p. 858, Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. 8va. ed., v. II, p. 1.56, Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed. 1. II. p. 320, Josserand, Louis. Derecho Civil. t. III. p. 183).

Las medidas de publicidad relativas a la demanda son prescritas a pena de nulidad de


dicha demanda, los procedimientos y las sentencias. Se tratan de medidas de orden
público que no pueden ser cubiertas en el curso de la instancia. (Jurisprudence Générale,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, n. 9, p. 497).

ARTÍCULO 869

No podrá pronunciarse sentencia alguna, salvo los actos conservatorios, sobre


demanda en separación, sino un mes después de haberse llenado las formalidades
prescritas en los artículos que anteceden, que deberán observarse bajo pena de
nulidad, la cual podrá oponerse por el marido o por sus acreedores.

ARTÍCULO 870

La confesión del marido no hará prueba, aún en el caso que no hubiere acreedores.

ARTÍCULO 871

Los acreedores del marido podrán, hasta que recaiga sentencia definitiva, intimar
al abogado de la mujer, por acto de abogado a abogado, la comunicación de la
demanda en separación, y los documentos que la justifiquen, y hasta intervenir
para la conservación de sus derechos. (****Suprimida la expresión sin preliminar
de conciliación” que aparecía en este artículo, en Virtud del Art. 4 de la Ley No.
5210 del 11 de septiembre de 1959).

Tabla de Contenido

1. Plazo que debe preceder al fallo del juez. Finalidad


A. Medidas Conservatorias
2. Medios de Prueba
A. Nulidad de la separación de bienes voluntaria
3. Derecho de los Acreedores del Marido
A. Intervención de los Acreedores del Marido
B. Recurso en tercería

1. Plazo que debe preceder al fallo del juez. Finalidad

El art. 869 dispone que el juez no puede fallar sino después de transcurrido un mes del
cumplimiento de las formalidades de publicidad, pero en ese intervalo son permitidos los
actos conservatorios. Este plazo es prescrito a fin de dar a los acreedores del marido
oportunidad para intervenir en el procedimiento, sin embargo estos pueden hacerlo
después de vencido este plazo, siempre que no haya intervenido sentencia definitiva.
(Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 8va. ed.,v. II,
p. 156, Piña Martínez, Alfredo. 1997. Derecho Procesal Civil. t. II, p. 113). Este plazo
empezará a correr desde el cumplimiento de las formalidades de publicidad, esto con
excepción de los actos conservatorios. (Rousseau. Rodolphe el Laisney. 1886. Dictionnaire
de Procédure Civile. n. 100. p. 641).

El plazo del art. 869 es necesario para que los acreedores puedan examinar si la demanda
es seria y si tienen interés de intervenir en ella. (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997.
Derecho Civil, Parte C. 3ra. ed., v.5, p. 1444).

No hay lugar a aumentar el plazo de un mes en razón de la distancia que separa el


domicilio de los acreedores del marido al lugar el tribunal donde se conoce la demanda.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. n. 102. p. 641).

Ninguna sentencia ni interlocutoria ni preparatoria, podrá ser validamente rendida antes


del plazo de un mes para el cumplimiento de las formalidades de publicidad. Las
sentencias dictadas en violación a lo establecido en el artículo 869 serán nulas. El plazo
del art. 869 no comienza a correr, sino a partir de que se cumplan las formalidades de
publicidad de la demanda. (.Jurisprudence Générale DaIloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, nn. 1, 2 y 3. p. 496).

La nulidad de la sentencia rendida en violación al plazo, podrá ser pedida en cualquier


estado de causa. Esta nulidad no puede ser invocada por un acreedor que no pruebe que
la sentencia lo ha perjudicado, mas, la eventualidad de un perjuicio es suficiente para
que el acreedor tenga derecho de actuar. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, nn. 11 y 14. p. 496).

A. Medidas Conservatorias

“La mujer puede tomar algunas medidas conservatorias, como por ejemplo solicitar
fijación de sellos y hacer inventario de los bienes muebles pertenecientes a la comunidad,
hacer embargos conservatorios sobre los créditos debidos a la comunidad. Puede además
pedir medidas conservatorias sobre sus propios bienes que luego deben ser reembolsados
al marido y los embargos conservatorios se pueden hacer tanto sobre sus bienes como
sobre los créditos debidos al marido. También en la opinión sustentada por la doctrina,
puede solicitar el nombramiento de un secuestrario”. (Planiol et Ripert, 1948. Traité
Elementaire de Droit Civil. citado por: Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil.
4ta. ed., t. II, p. 320).

Durante la instancia de separación de bienes, y durante el plazo de un mes en el cual el


tribunal no puede pronunciarse al respecto, la mujer podrá requerir las medidas
conservatorias que considere necesarias. (.Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, n. 15. p. 496)

Puede obtener una provisión, mas la misma no es acordada a titulo de pensión


alimentaria, a menos que la mujer no sea autorizada a irse del domicilio conyugal; si no
que esta destinada a pagar los gastos del proceso. La mujer puede ser autorizada también
a embargar los muebles y efectos que guarnecen en la casa conyugal, así como a realizar
embargo retentivo. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile.
nn. 105-107. pp. 641-642).

Podrá también podrá realizar el embargo en reivindicación sobre los efectos que el marido
fraudulentamente haya alienado. (Jurisprudence Générale Dalloz. Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, nn.23-24. p. 496).

2. Medios de Prueba

Corresponde a la mujer demandante probar los fundamentos de su demanda, la prueba


debe encaminarse a determinar el peligro que corren sus bienes como consecuencia de
las dilapidaciones en las cuales incurre el marido. Los hechos alegados por la mujer
pueden probarse por todos los medios, excepto la confesión del marido, la cual no hará
prueba ni aún en el caso en que no hubiere acreedores. (Encyclopédie Juridique Dalloz.
1956. Repertoire de Procédure Civile et Commerciale, nn. 24-25, p. 859, Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. //, p. 320-321).

No se ha prescrito ningún modo particular para la prueba de los hechos alegados por la
mujer. La demanda en separación de bienes puede ser justificada, sea por la producción
de títulos o documentos, sea por la prueba testimonial. Ambos modos de pruebas pueden
ser empleados separadamente o combinados. Los jueces tienen la facultad de ordenar un
informativo para aclarar la necesidad de la separación de bienes. Este se hará en las
formas ordinarias. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile.
115-116. p. 643)

“Como la mujer debe probar simples hechos, se admite la prueba testimonial así como las
presunciones. Si faltan estos medios de prueba, ella puede provocar la confección de un
inventario de la comunidad y una liquidación provisional de sus gastos”. (Aubry et Rau
citado por: Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 321).

El tribunal deberá exigir la prueba de los hechos alegados por la esposa y la misma será
la prueba de derecho común susceptible de prueba en contrario. La mujer deberá probar
los hechos sobre los cuales reposa su demanda. Si las piezas introducidas justifican la
demanda la prueba testimonial no es necesaria. (Jurisprudence Genérale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 14p. 498)

“Si en principio, los jueces del fondo gozan de un poder soberano de apreciación para
aceptar o rehusar una información testimonial, tal poder sufre restricción si el
rechazamiento de la oferta de prueba se relaciona con el carácter legal de los hechos a
probar, caso en el cual lo decidido por dichos jueces, cae en la esfera de control de la
casación” (SCJ. Junio de 1967. B. 4. 679, p. 1054, Cita de Bergés Chupani, Manuel.
Jurisprudencia Dominicana 1973-1975, Santo Domingo, 1976, p. 401).

A. Nulidad de la Separación de Bienes Voluntaria

“En esa materia se exceptúan en un punto las reglas ordinarias: la confesión del marido
no hace prueba. No pudiendo la separación ser voluntaria, era necesario evitar todo
entendimiento entre los esposos ante el tribunal, lo que les hubiera sido fácil de aceptarse
sus declaraciones”. (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997. Derecho Civil, Parte C. 3ra.
ed., v.5, p. 1444)

“La mujer no puede recurrir a la confección del marido para establecer el peligro de su
dote (...)” (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., v. II, p. 321, Piña
Martínez, Alfredo. 1997. Derecho Procesal Civil. t. II, p. 113).

Toda separación de bienes voluntaria es nula. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes


Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, n. 1 p. 498, Josserand,
Louis. Derecho Civil.t. III, v. I, p. 182). Esta nulidad es expresada por la ley,
específicamente el art. 1443 del Código Civil, el marido no puede dar aquiesencia en la
separación de bienes. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, n. 1 p. 498) Todo trato entre los esposos es nulo,
por ser contrario a la inmutabilidad de los regímenes matrimoniales. (Rousseau, Rodolphe
et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile .nn 39-40. p. 633).

El desistimiento del marido que recurre en oposición o apelación, tiene por consecuencia
hacer perder a la sentencia en separación su carácter de separación judicial y la
transforma en una separación voluntaria o condicional. (Rousseau, Rodolphe el Laisney.
1886. Dictionnaire de Procédure Civile. n.41. p. 633).
La nulidad de una separación de bienes voluntaria es de orden público y puede ser
invocada por toda persona interesada, así como también por los esposos mismos.
(Rousseau, Rodolphe el Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. n. 44. p. 633)

3. Derecho de los Acreedores del Marido

La ley persigue proteger a los acreedores del marido. (Savatier, René. 1995. Cours de Droit
Civil. l2va.ed. p. 61).

“Los acreedores del marido pueden impugnar la separación de bienes fallada en juicio, y
aun ejecutada, si esto ha sido en fraude de sus derechos pueden también intervenir en la
instancia de demanda de separación de bienes para discutirla.” (Artículo 1447 Código
Civil).

Los acreedores del marido tienen derecho de obtener comunicación de la demanda en


separación de bienes, y de las piezas presentadas, sin intervenir en la instancia. Los
acreedores pueden antes de la sentencia en separación de bienes, así como en la
instancia, prevalecerse del artículo 871 del Código de Procedimiento Civil, para así
comunicarse las piezas que conforman la demanda. (Jurisprudence Générale Dallez,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, nn. 1-2 p. 498,)

La demanda o solicitud de comunicación puede ser contenida en constitución de


abogado, es decir, un acto de abogado a abogado. Si se niega la comunicación al acreedor,
el procedimiento de separación no será por esta razón nulo. Los acreedores podrán, para
vencer esta resistencia, concluir al fondo y solicitar la exclusión de las piezas que no
fueron comunicados a ellos. (Jurisprudence Généra/e Dalloz. Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté t. IV, nn. 4-6. p. 498)

Los acreedores del marido, sufren gran peligro, pudiendo estos temer que la separación se
pronuncie en fraude de sus derechos, puede suceder también que la mujer obtenga por
sorpresa una separación sin causa seria. Por ello la ley les enfatiza un doble medio de
defensa, el primero, del que deben servirse antes de que se decrete la separación, sirve
para impedirla, y el segundo les permite obtener la nulidad de la separación decretada en
fraude de sus derechos, esta es la oposición de tercero. (Planiol, Marcel et Georges Ripert.
1997. Derecho Civil, Parte C. 3ra. ed., v.5, p. 1447)

Medidas establecidas para proteger a los acreedores contra la separación de bienes


clandestina: 1. Para permitir a los acreedores defender sus derechos en un tiempo útil, la
ley prescribe la publicidad de la demanda. Esto es muy necesario porque una vez
pronunciada la separación, sus efectos se remontan al día de la demanda, y son
oponibles a los acreedores; 2. Para impedir que la mujer obtenga la sentencia antes de
que los acreedores del marido tengan tiempo para intervenir, el art. 869 del Código de
Procedimiento Civil establece a pena de nulidad que la sentencia no podrá ser
pronunciada antes de que transcurra un mes a fecha de la demanda. 3. Para permitir a
los acreedores apelar, así como para advertir al público de la separación, la sentencia
debe ser publicada; 4. Los acreedores tienen las vías de derecho común para impedir la
separación de bienes que les resulta perjudicial. (Savatier, René. 195. Cours de Droit Civil.
l2va.ed., p.62,)

No es necesario que su título sea anterior a la separación de bienes, pero debe ser
anterior a la ejecución tardía de la separación. Si “su título es posterior a la ejecución de
la separación, sólo podrían pedir la nulidad, probando que la separación fue pedida por la
mujer, en fraude a sus derechos. El título del acreedor debe haber adquirido fecha cierta
antes de la ejecución”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p.
325).

“Los acreedores del marido pueden ejercer la acción oblicua, (…) cuando tengan un titulo
tardío que les impida actuar por sí mismos. Pero ellos no pueden hacerlo sino cuando el
marido no ha concurrido a la ejecución de la separación, pues actuando así el marido
renuncia tácitamente a invocar la nulidad”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. 4ta. ed., t. II, p. 325).

El legislador otorga a los acreedores el derecho a intervenir en la instancia, a fin de


impedir que la separación se pronuncie sin causa seria. (Pérez Méndez. Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 326).

A pesar de que según el derecho común, les acreedores pueden ejercer las acciones de su
deudor negligente, en materia de separación de bienes, los acreedores de la mujer no
pueden ejercer esta acción por su deudora, en razón de que se podría ver comprometida
la unión familiar. Sin embargo, una vez declarada la quiebra del marido o cuando este cae
en concurso, se les permite ejercer los derechos de la deudora hasta la concurrencia del
monto de su crédito. (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997. Derecho Civil, Parte C. 3ra.
ed., v.5, p. 1446)

A. Intervención de los Acreedores del Marido

Los acreedores de la mujer no tienen el derecho de intervenir en la instancia. (Rousseau,


Rodelphe el Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. n. 118. p. 643).

Los acreedores del marido, tienen el derecho de intervenir sin preliminar de conciliación.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t. IV, n.21. p. 499).

Los acreedores del marido si su crédito no es condicional, tienen el derecho de intervenir


en la instancia, sin preliminar de conciliación. El derecho de intervención existe para los
acreedores que tengan derechos actuales, estos deben probar que serían perjudicados por
la separación de bienes. Su intervención, no es recibible a menos que ellos prueben que la
dote de la mujer no está en peligro y que la separación es demandada en fraude a sus
derechos (Rousseau, Redolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. nn. 119,
l2O y 123. pp. 643-644).

En sentido contrario: “(…) puede decirse que la intervención procedería aun por parte de
los acreedores a término o condicionales. (Josserand, Louis. Derecho Civil. t. III, v. I, p. 185).

“El derecho a intervenir no es más que la aplicación del derecho que tienen los acreedores
en las instancias que comprometen al deudor. (…) se hace más fácil en caso de
separación de bienes, debido a la publicación de la demanda en separación. Los
acreedores pueden intervenir invocando que la demanda no se fundamenta en una causa
seria, sin que sea necesario que demuestren, por argumento, la colusión fraudulenta de
los esposos”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 327).

“Los acreedores que no han intervenido en primera instancia, pueden hacerlo en grado de
apelación, pudiendo interponer apelación en nombre del marido”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. ll, p. 327).

Los acreedores del marido tienen derecho de intervenir en el juicio para salvaguardar sus
intereses, ya sea en primera instancia o en apelación. (Planiol, Marcel et Georges Ripert.
1997. Derecho Civil, Parte C. 3ra. ed., v.5, p. 1446).
El acreedor que interviene en una instancia en declaración de bienes puede proponer una
declinatoria en incompetencia, sin que podamos descartar la excepción, bajo el
argumento de que, en principio, los intervinientes no pueden retardar el transcurso de lo
principal. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t. IV, n. 15. p. 405)

“Un acreedor cuyo título sea una sentencia en defecto, atacada por oposición, puede
intervenir”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. ll p. 327).

Los acreedores podrán intervenir igualmente en la liquidación que sigue a la sentencia.


Pero no pueden oponerse a la separación de bienes aun si prueban que la dote o los
bienes de la mujer no se encuentren en peligro. (Jurisprudence Générale DaIloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Precédure Civile, t. IV, nn.20 y 24. p. 499)

La intervención de los acreedores en una instancia en separación de bienes, no se puede


equiparar a un embargo retentivo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, n.28. p. 499)

B. Recurso en Tercería

Si el acreedor no elige la vía de la intervención, podrá siempre atacar la separación


invocando que la misma sea hecha en fraude a sus derechos por habérsele negado la
comunicación de las piezas. Mas se rechazará su demanda, si se comprueba que el
procedimiento en separación ha sido regular. Los acreedores del marido pueden intervenir
en la instancia de la demanda en separación de bienes para contestarla. No sólo tienen
derecho a intervenir en la demanda en separación, los acreedores cuyo crédito se
encuentra vencido, sino aquellos que tienen un crédito sujeto a término o a condición.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Precédure Civile, t.
IV, n. 9. p. 499).

Puede ser realizada tanto de forma principal como a modo de incidente, a través de
conclusiones simples, y en cualquier estado de causa. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. IV, n.26. p. 502).

Es una forma adaptada de la acción pauliana. (Josserand, Louis. Derecho Civil. t.III, v. I, p.
185).

En el mismo sentido: Los acreedores del marido pueden también recurrir ala oposición de
tercero, que no es mas que la forma que adquiere la acción pauliana contra las
sentencias, debiendo los acreedores probar el fraude que han cometido los esposos. En
cuanto a la prescripción para la oposición de terceros, en este caso es una regla
excepcional, pues en vez de tener un plazo de 20 años o el de derecho común, el plazo
para los acreedores será de 1 año, esto para evitar una incertidumbre muy prolongada
sobre la capacidad de la mujer. (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997. Derecho Civil,
Parte C. 3ra. ed., v. 5, p. 1446).

La oposición del tercero no puede ser introducida dentro de los treinta años, no así en el
caso de la separación de bienes, mas si contra una liquidación fraudulenta de las
fortunas a salvar. (Savatier. René. 1995. Cours de Droit Civil. l2va.ed. p. 62).

La intervención de los acreedores, en cualquier instancia de primer o segundo grado,


siempre tiene un carácter conservatorio, la pueden hacer los acreedores a términos y los
condicionales. En caso de la tercería, “el acreedor tendrá que hacer la prueba del fraude,
o sea, la intención dolosa de los esposos los cuales han hecho incurrir al tribunal en error
involuntario. La tercería no podrá invocarse sobre el motivo de la incompetencia del
tribunal. El tribunal debe afirmar la existencia del fraude, para poder admitir la tercería,
expresando en la sentencia cuáles han sido los elementos del fraude. El tercer oponente
debe, además, demostrar el perjuicio que le causa la sentencia en separación de bienes,
(…) [prueba que] resulta a menudo del cambio de régimen matrimonial de los esposos. (…)
la tercería debe deducirse contra la sentencia que ha pronunciado la separación de bienes
de los esposos, pero no contra la sentencia que pronuncia la liquidación del régimen
matrimonial. Los acreedores tienen la más larga prescripción para deducir la tercería
contra la sentencia que pronuncia la liquidación del régimen matrimonial”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. ll, pp. 327-328).

El derecho que le da la ley a los acreedores de oponerse en calidad terceros, trae consigo
la obligación de probar que la sentencia le ha producido un perjuicio y que la misma ha
sido obtenida por medio de un fraude de la mujer. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté t. IV, n.22. p. 502).

Cuando la tercería es acogida, “la sentencia sólo es anulada en lo que respecta al


acreedor oponente y los esposos, pero en relación a los demás acreedores, conserva su
vigencia.” (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. ll, p. 327)

Podrán también los acreedores oponerse a la liquidación de la comunidad, si consideran


que la misma ha sido realizada en fraude a sus derechos (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile, t. IV, n.23. p.502)

En el caso en que la sentencia de separación de bienes sea atacada al mismo tiempo por
la vía de tercería y por la apelación, la corte no puede infirmar la sentencia de primera
instancia, sin haber declarado previamente, cuál es el recurso recibible, y rechazar los
medios de inadmisión propuestos con el recurso acogido. (Rousseau, Rodelphe et Laisney.
1886. Dictionnaire de Procédure Civile. n. 226. p. 637).

La decisión por la cual la corte anula la separación pronunciada y declara el fraude, sin
precisar los hechos ni los medios empleados por los esposos, es válida y no cae bajo el
control de la casación. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure
Civile. n. 237. p. 637).

ARTÍCULO 872

La sentencia de separación será leída en audiencia pública del tribunal de


comercio del lugar, si lo hubiere en él; y un extracto de dicha sentencia
conteniendo la fecha, la designación del tribunal que la haya pronunciado, los
nombres, profesiones y residencia de los esposos, se insertará en un cuadro
destinado para este objeto, y expuesto durante un año, en la sala de audiencia de
los tribunales de primera instancia y de comercio del domicilio del marido, aún
cuando no sea negociante; y no habiendo tribunal de comercio, en la sala
principal de la casa del ayuntamiento a que corresponda el domicilio del marido.
Un extracto igual se insertará en el cuadro expuesto en las notarías, si las
hubiere. La mujer no podrá comenzar la ejecución de la sentencia antes que las
formalidades indicadas se hayan cumplido, sin que, no obstante, sea necesario
esperar la expiración del dicho término de un año. Las disposiciones de este
artículo no contrarían en nada las del artículo 1445 del Código Civil.

ARTÍCULO 873

Si las formalidades prescritas en el presente título han sido observadas, los


acreedores del marido no podrán después de la expiración del término indicado en
el artículo anterior, ser admitidos a deducir tercería contra la sentencia de
separación de bienes.

Tabla de Contenido

1. La sentencia de separación de bienes


A. Medidas de publicidad
B. Ejecución
2. Sanción al incumplimiento de las formalidades
3. Plazo para recurrir en oposición de tercero
4. Efectos de la sentencia de separación de bienes
A. Retroactividad

1. La Sentencia de separación de bienes

La separación de bienes tiene necesariamente que ser dictada por sentencia, la cual
destruye el régimen adoptado por los esposos, termina con la comunidad y los somete a
un nuevo régimen. (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997. Derecho Civil, Parte C. 3ra. ed.,
v.5, p.1443).

“La sentencia que admite la separación de bienes, es constitutiva, por lo que se podría
afirmar que sus efectos comienzan con su fecha. Sin embargo, (…) el fallo en que dicte la
separación de bienes, retrotrae sus efectos al día de la demanda, esto según lo dispuesto
por el art. 1445, en cuya interpretación hemos de entender que ′La demanda′ no es la
fecha en la cual la mujer obtuvo autorización, sino cuando realmente hizo el
emplazamiento al marido”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t.
ll, p. 328).

La sentencia en separación de bienes no es definitiva, y podrá ser atacada por la vía de


los recursos ordinarios y los extraordinarios. El uso de los recursos ordinarios y
extraordinarios se encuentra sometido a las reglas de derecho común. También puede ser
atacada por la acción de nulidad en caso de violación a los artículos 866, 888, 872 del
Código de Procedimiento Civil. Puede ser atacada por terceros, estos deberán actuar en
un plazo de un año. (Jurisprudence Généralle Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté t. IV, nn. 1-5 p. 502).

La apelación es recibible como en cualquier materia indeterminada por parte del marido,
o de sus acreedores, si éstos han intervenido en la primera instancia. (Jurisprudence
Générale Dalloz. Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, n.
6. p. 502)

Aun si los acreedores no fueron intervinientes en primera instancia, éstos pueden


interponer el recurso de apelación, en virtud del art. 1166 del Código Civil. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile. t. IV, n. 7. p.
502)

La sentencia de separación de bienes que pronuncia el defecto contra el marido es


susceptible de oposición. Los acreedores del marido oponerse a la sentencia dictada en
defecto siempre y cuando tengan el derecho de actuar en oposición. Los acreedores del
marido que no hayan formado parte en la instancia, no podrán ejercer la apelación ni la
oposición contra las sentencias rendidas contra el marido. (Jurisprudence Générafe
Dallez, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, nn. 12-14. p.
502)

La separación de bienes debe ser ejecutada por el pago real de los derechos de la mujer,
hasta la concurrencia de los bienes del marido. Si el marido no ejecuta voluntariamente la
separación de bienes, la ejecución forzada es perseguida por las vías ordinarias.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. nn. 159 y 186. pp.
648 y 652)

La mujer tiene derecho a los frutos y rentas de sus bienes propios y dotales a partir de la
demanda. Al existir la retroactividad frente a los terceros, debemos admitir que los
embargos practicados sobre los frutos y rentas por los acreedores del marido, después de
la demanda, se caen por efecto de la sentencia que ha admitido la separación de bienes.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 328)

“La mujer tiene derecho a los intereses de sus bienes propios a partir de la demanda, sólo
tiene derecho a estos intereses si reinicia la instancia y a partir del reinicio, para el caso
de que la haya interrumpido o retardado demasiado”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. ll p. 328-329).

“(…) es necesario deducir de los frutos y rentas de los bienes de la mujer y de los intereses
de sus bienes propios, la parte con la cual debe contribuir a las cargas del matrimonio,
así como las cargas usufructuarias” (Pérez Méndez. Artagnan. 1997. Procedimiento Civil.
4ta. ed, t. ll. p. 329).

“Cuando los esposos están casados bajo el régimen de la comunidad, ésta debe ser
liquidada en el estado en que se encontraba el día de la demanda. Por lo tanto, las
adquisiciones hechas a partir de ese momento por uno cualquiera de los esposos son
propias de quien haya hecho la adquisición. Los actos de disposición y obligaciones
realizados por el marido a partir de este momento no pueden oponerse a la mujer que
acepta la comunidad. La retroactividad se aplica en relación a los bienes que el marido ha
cedido a la mujer renunciante en pago de sus propios, en ejecución de la sentencia de
separación”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t.ll, p. 329)

Las cesiones de bienes que intervienen después de la sentencia en separación de bienes,


se retrotraen “al día de la demanda y hacen inoponibles a la mujer los embargos operados
en el curso de la instancia por los acreedores del marido sobre los bienes de que son
objeto”. (Enc. Jur. Dalloz, citada por: Pérez Méndez. Artagnan. 1997. Procedimiento Civil.
4ta. ed.. t. II, p. 329)

A. Medidas de publicidad

Toda separación de bienes debe, antes de su ejecución, ser publicada. La publicación del
extracto de la sentencia en las cámaras de notarios o abogados no es absolutamente
obligatoria, es suficiente que se remita un extracto a los presidentes de las cámaras en el
plazo legal. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. nn.
127, 137 y 138. p. 644).

Esta segunda publicidad distinta de la demanda, es necesaria para informar a los


terceros que la mujer ha recobrado la capacidad de administrar sus bienes y que han
terminado las facultades del marido. (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997. Derecho
Civil, Parte C. 3ra. ed., v. 5, p. 1444).

La ley prescribe la publicidad de la sentencia en separación, para advertir a los terceros


que la administración y disfrute de los bienes de la mujer ya no se encuentran en las
manos del marido. Es prescrita en fin para hacer conocer a los acreedores del marido la
sentencia y permitirles ejercer las vías de recursos contra dicha sentencia. (Encyclopédie
Juridique Dalloz. 1956. Répertoire de Procédure Civile el Commerciale, t. II, n. 26, p. 859)

« Las medidas de publicidad (…) deben efectuarse, no obstante el silencio de la ley, en los
quince días del pronunciamiento de la sentencia”. (Pérez Méndez, Artagnan. 19881997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. ll p. 322).

Las medidas de publicidad que ordena la ley, para la sentencias que pronuncian la
separación de bienes, no son simples actos de procedimientos, no tienen el carácter de
una simple formalidad de la instancia, sino más bien una medida de orden y policía que
interesa al público. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté, t. IV, n. 10. p. 500)

La intervención de un oficial ministerial, no es necesaria para la publicación de la


sentencia que pronuncie la separación de bienes. (Jurisprudence Générale Dalloz. Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, n. 17. p. 500)

Si la sentencia es confirmada en apelación, no será necesario que se renueven las


publicaciones realizadas anteriormente. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, n. 16. p. 500)

“(…) un extracto de la sentencia debe ser fijado durante una año en la sala de audiencias
del tribunal y en las notarías”. (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. 8va. ed. v. II, p. 156).

Un extracto de la sentencia podrá ser publicada en el periódico. Esta publicación se hará


a requerimiento del abogado. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, nn. 58-59. p. 501).

Los extractos de sentencias en separación de bienes llevados por los abogados en


ejecución al artículo 872 del Código de Procedimiento Civil, no tienen la necesidad del
registro. (Jurisprudence Généraíe Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 21. p.500)

La sentencia pronunciando la separación, es publicada en un periódico que se difunda en


la jurisdicción del tribunal que la ha rendido. (Piña Martínez, Alfredo. 1997. Derecho
Procesal Civil. t. II, p. 113)

Para los fines de la publicación de los extractos, el tribunal civil puede suplir las
funciones del tribunal comercial. Si en la secretaría no existe el cuadro mandado por la
ley, es suficiente con que en el plazo determinado por la ley haya sido depositado un
extracto de la misma. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau
Code de Procédure Civile, t. IV, n. 39. p. 501)
En incumplimiento de las formalidades del Artículo 872 trae consigo la nulidad de la
ejecución. (Jurisprudence Générale Dallez, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté, t. IV, n. 54. p. 501)

B. Ejecución

La sentencia de separación no puede jamás ser ejecutada antes del cumplimiento de las
formalidades legales. Es suficiente que la ejecución sea comenzada dentro los 15 días y
no interrumpida, a contar del pronunciamiento y no de su publicación. Los tribunales
tienen el poder soberano de apreciación, para determinar los hechos que constituyen una
ejecución suficiente de la sentencia de separación de bienes. (Rousseau, Rodolphe el
Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile, nn. 150, 154, 155 y 170. pp. 647-648)

La ley aporta una derogación grave a la regla que permite la ejecución de las sentencias
durante años. La ejecución de la sentencia de separación de bienes deberá ser iniciada en
un plazo de un año, a contar de su pronunciamiento. (Encyclopédie Juridique Dalloz.
1956. Répertoire de Procédure Civile el Commerciale , ll. 34, p. 859)

La apertura de un proceso verbal de liquidación dentro del plazo de 15 días, es un


comienzo de ejecución. Si el marido cae en quiebra durante la instancia y antes de la
sentencia, la ejecución deberá ser perseguida contra el marido y contra los síndicos.
(Rousseau, Rodolphe el Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. nn. 193 y 197. p.
653).

A partir del momento en que sean cumplidas las formalidades de publicidad citadas por
la sentencia, la mujer tendrá que esperar un plazo de un año para su ejecución, todo esto
en virtud de lo dispuesto por el artículo 872 y sin perjuicio de las disposiciones del
artículo 1445 del Código Civil. La inobservancia de las formalidades de publicidad
establecida en los artículos 86,6867, 868 del Código de Procedimiento Civil acarrean la
nulidad de la sentencia. Se trata de una nulidad en razón de una ejecución tardía.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t. IV, n. 48. p. 501).

“La jurisprudencia muestra amplitud al apreciar el principio de la ejecución que impide la


caducidad de la sentencia. Así, se ha juzgado que la simple notificación de la sentencia
puede bastar, aunque la notificación en sí misma no sea un acto de ejecución. Sin
embargo, sería prudente no atenerse a esto, pues hay ejecutorias en sentido contrario. La
mujer evitará toda caducidad si hace seguir la notificación de una interpelación de pago
de lo que se haya condenado. La simple liquidación de las restituciones de la mujer, aun
acompañado de la promesa del marido de pagarlas lo más pronto posible, no es un acto
de ejecución”. (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997. Derecho Civil, Parte C. 3ra. ed.. v.5,
p. 1444).

2. Nulidad de la sentencia. Ejecución tardía

“La inobservancia de cualquiera de las medidas de publicidad (…) está prescrita a pena de
nulidad”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., 1. II, p. 322).

Se trata una nulidad de fondo, que puede ser invocada durante treinta años, no es una
simple nulidad de procedimiento. Esta puede ser propuesta, no solo por la vía excepción,
sino también acción principal, cuando es realizada por vía de excepción puede ser
cubierta por las defensas y puede ser propuesta en todo estado de causa. Esta hace
ineficaz, no solamente sentencia de separación, sino también todo el que la precede. Sí la
mujer desea nueva sentencia, debe iniciar la instancia desde principio. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t. I, n. 51, p.
861)

La nulidad es de fondo, razón por la cual se puede invocar en el plazo de más larga
prescripción. No se trata de una simple nulidad de procedimiento, razón por la cual se
puede invocar por vía de excepción como también por vía de acción. Si la nulidad se
invoca por vía de excepción, ella no se cubre por el hecho de haberse presentado defensas
al fondo y puede invocarse en todo estado de causa, esta, hace ineficaz no sólo la
sentencia, sino todo el procedimiento que la ha precedido. sólo los acreedores del marido
deberían tener poder para invocar la nulidad, no se descarta que los esposos tengan la
facultad de renunciar a la separación de bienes pronunciada pero no ejecutada. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 326).

Si la mujer no comienza a ejecutar la separación de bienes en el mes de su


pronunciamiento, o si no continúa su ejecución sin interrupciones, la ley la priva de sus
efectos, pronunciando su nulidad, que deberá ser invocada por los esposos, no obstante,
éstos pueden cubrir voluntariamente esta nulidad. El retraso legal de la ejecución de la
separación es de quince días, esto a partir de cumplidas las formalidades prescritas.
(Savatier, René. 1995. Cours de Droit Civil. 12va.ed. p.61)

La apreciación de los hechos y circunstancias que constituyen una interrupción en los


procedimientos de ejecución de la sentencia se encuentra a la percepción del juez. Hay
interrupción de las persecuciones cuando la mujer notifica al marido el mandamiento
para el embargo de efectos mobiliarios e inmobiliarios, y luego deja transcurrir el plazo
fijado por la ley para proceder al mismo. (Rousseau, Rodoiphe el Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procédure Civile. n. 199 y 201. pp. 653-654) “El comienzo de ejecución
puede ser voluntario o forzoso”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta.
cd., t. ll, p. 324).

Cuando se deja pasar el plazo de quince días para la ejecución de la sentencia, se opera la
nulidad de la separación. El legislador ha querido proteger a los acreedores del marido
presumiendo una colusión fraudulenta entre el marido y la mujer. Hay la presunción de
que la mujer renuncia al beneficio de la separación, debido a su inactividad. El plazo no
es franco y sólo se dejará de contar el dies a quo o día del pronunciamiento, el cual no se
cuenta en ningún plazo. El plazo no es susceptible de aumentarse en razón de la
distancia. Cuando a pesar de sus diligencias, el secretario del tribunal no le ha entregado
a la mujer, la copia de la sentencia, se admite que el plazo no le puede correr. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 323)

La nulidad de la separación de bienes por falta de ejecución de la sentencia es de orden


público que puede ser propuesta por toda persona interesada. Esta puede ser propuesta
en todo estado de causa, regla no se aplica a las nulidades de forma. (Rousseau, Rodolphe
el Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. nn. 210, 211 y 213. p. 655)

La mujer puede invocar la nulidad de la separación frente a su marido, se presume que


ha renunciado al beneficio de la separación, por su parte, el marido puede prevalerse de
la nulidad de la separación. No se trata de una nulidad de orden público, sólo afecta
intereses privados, se puede renunciar al ejercicio de este derecho de manera tácita o
expresa. Los acreedores del marido y los esposos pueden renunciar tácitamente a este
derecho. (Pérez Méndez. Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. ll, p. 325).

“Cuando la mujer no cumple con la ley, todo es nulo, no solamente la sentencia, sino
también el procedimiento que la haya precedido, y para obtener otra, debe iniciar
nuevamente el juicio y la doble publicidad. Aunque esta nulidad ha sido establecida en
interés del marido y de sus acreedores, puede también proponerse por la mujer y a pesar
de que tenga como causa la propia negligencia de ésta. Se considera de orden público. Sin
embargo, las sentencias admiten que cada uno de los interesados, y principalmente la
mujer, pueden renunciar al derecho de oponer la nulidad mediante ratificación expresa o
tácita”. (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997. Derecho Civil, Parte C. 3ra. ed., v. 5, pp.
1444 y 1445).

“La mujer puede obtener una nueva sentencia, siempre que reinicie los procedimientos.
Este criterio ha sido objetado en dos sentidos: 1ro. la contradicción que se nota al
fundamentar la nulidad en una presunción de colusión fraudulenta y sobre una
presunción de renuncia de la mujer al beneficio de la separación de bienes. 2do. la
presunción conduce a considerar la nulidad como absoluta, ya que puede ser invocada
por todo interesado, y en admitir, al mismo tiempo, que se puede renunciar a ella, a pesar
de que las nulidades absolutas son irrenunciables. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. ll, p. 326).

3. Plazo para recurrir en oposición de tercero

En el caso en que la separación de bienes opere como consecuencia de la separación de


cuerpos, no son aplicables las disposiciones del artículo 873. (Rousseau, Rodolphe et
Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile, n. 253. p. 660).

El plazo para ejercer la tercería es solamente de un año y no el de la prescripción del


derecho común. Este plazo corre a partir del día en que se ha fijado el extracto de la
sentencia en la sala del tribunal. El plazo de un año no se aplica a la acción en nulidad de
la separación fundamentada en la falta de publicidad o ejecución dentro del plazo legal.
(Pérez Méndez. Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. ll, p. 328).

Dentro del año que sigue al cumplimiento de las formalidades, a los acreedores de uno u
otro esposo pueden formar tercena contra la sentenciad separación (Piña Martínez,
Alfredo. 1997. Derecho Procesal Civil. t. II, p. 113).

4. Efectos de la sentencia en separación de bienes

“Cuando la separación se pronuncia bajo el régimen de la comunidad, implica


necesariamente, la disolución de la comunidad” (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. lI, p. 318).

La separación tiene por efecto remplazar tanto frente a los esposos como frente a los
terceros, el régimen de comunidad por el de separación de bienes. La misma, según la ley
es temporal. Los esposos deben poder volver a la comunidad acordada entre ellos.
(Savatier, René. 1995. Cours de Droit Civil. 12va.ed. p. 43).

La sentencia de separación de bienes produce los efectos ordinarios de la sentencia, y


comprende la autoridad de la cosa juzgada. Además, por efecto de la sentencia de
separación de bienes, la comunidad se reputa disuelta a partir del día de la demanda.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté, t. IV, nn. 1-2. p. 500)

La sentencia de separación de bienes, habilita implícitamente a la mujer, a proceder sin la


autorización del marido, y en autorización de la justicia, a la autorización de la sentencia
y modifica la capacidad de los esposos. Por lo tanto interesa a los terceros, por lo tanto
debe ser publicada a pena de nulidad de la ejecución. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, nn. 4 y 8. p. 5007.
La separación de bienes judicialmente pronunciada, disuelve la comunidad existente
entre los esposos, otorgando a la mujer la libre administración de sus bienes y el disfrute
de su dote. (Rousseau. Rodolphe el Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. p. 625)
Esta disolución no es definitiva, pudiendo haber sido dictada con el fin de evitar el peligro
en que se encontraba la dote, si este peligro es pasajero, la comunidad puede ser
restaurada por el consentimiento mutuo de los cónyuges. (Josserrand, Louis. Derecho
Civil. T. III, v. 1, p. 188).

La liquidación en principio, es fácil y poco complicada, la sentencia la pronuncia. Si por el


contrario, que ella presenta dificultades, el tribunal envía a las partes ante un notario y
comisiona a un juez comisario en caso de contestaciones. El notario realiza un proceso
verbal y las partes son enviadas antes el juez nombrado por el tribunal. (Rousseau,
Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionaire de Procédure Civile. N. 124. p. 644).

“La mujer separada de cuerpo y bienes, o de estos últimos solamente, tiene la libre
administración de ellos. Puede disponer de su mobiliario y enajenarlo así como de sus
inmuebles”. (Artículo 1469 de la Ley 189-01)

A. Retroactividad

Toda separación de bienes tiene un efecto retroactivo, sin embargo esta retroactividad no
puede proteger la fortuna conyugal mientras la instancia esta abierta y se encuentra en
las manos del marido. Sin embargo, durante este periodo, la mujer puede obtener del
tribunal medidas conservatorias. Una vez pronunciada la separación de bienes, nos
remontamos al día de la demanda para liquidar los derechos de las partes. (Savatier,
René. 1995. Cours de Droit Civil. 12va.ed. p. 63).

La retroactividad es una consecuencia común en el régimen de la comunidad, el régimen


sin comunidad y el régimen dotal. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Repertoire de
Procédure Civile et Commerciale, n. 69, p. 862)

Una consecuencia especial del régimen de comunidad, es que la misma es liquidada en el


estado en que se encontraba el día de la demanda. Por esto las adquisiciones hechas a
partir del momento por uno u otro esposo se restan a este. (Encyclopedie juridique que
Dalloz. 1956. Repertoire de Procédure Civile et Commerciale, ti. 73, p. 862)

“La retroactividad es extraña a los actos de administración realizados por el marido en el


curso de la instancia” (Josserand, Louis citado por: Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. ll, p. 329-330.

“La retroactividad no debe admitirse para una liquidación de la comunidad” (Pérez


Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. ll, p. 330,).

Las consecuencias de la retroactividad son: “1. La comunidad deberá liquidarse en el


estado en que se encontraba el día de la demanda. Todas las adquisiciones posteriores no
entrarían a la comunidad y permanecerán propias al esposo que las haya realizado; (…) 2.
La mujer tendrá derecho, desde la mima fecha, a la restitución de los frutos y rentas de
sus bienes propios y de su mitad en la comunidad si la acepta, a reserva de deducir de
ello su parte contributoria en las cargas del matrimonio; 3. A partir del mismo momento,
son anulables todos los actos de disposición del marido sobre los bienes comunes [pues si
ha sido realizado con posterioridad a la demanda en separación, no es oponible a la
mujer]”. (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997.Derecho Civil, Parte C 3ra. ed., v. 5, pp.
1445 y 1446)
ARTÍCULO 874

La renuncia de la mujer a la comunidad, se efectuará en la secretaría del tribunal


donde se halle en instancia la demanda en separación de bienes.

Tabla de Contenido

1. Renuncia de la mujer a la comunidad

1. Renuncia de la mujer a la comunidad

La mujer puede validamente, renunciar a la comunidad después de haber demandado en


separación, pero antes de que se hubiere dictado sentencia. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. IV, n. 9. p. 505).

La renuncia de la mujer deberá ser realizada en el tribunal del embargo, aun cuando el
marido hubiese cambiado de domicilio. Es ante el secretario de primera instancia que la
renuncia deberá ser realizada. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, nn. 1-2 p. 504, Rousseau, Rodolphe el
Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile, p. 660).

La separación de bienes judicial, a diferencia de la contractual, no es inmutable, por ello


los esposos pueden retornar al régimen de la comunidad. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, t. IV, n.8. p. 505).

La sentencia de separación de bienes, no quita a la mujer el derecho de aceptar la


comunidad. (Rousseau, Rodolphe el Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile, n.
254. p. 660).

TÍTULO IX

DE LA SEPARACIÓN PERSONAL

Tabla de Contenido

1. Concepto de Separación Judicial de cuerpos


A. Generalidades
B. Personas que pueden demandar la separación personal
C. Causas de la separación
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Concepto de Separación Judicial de Cuerpos

“Se disuelve la comunidad: 1o por la muerte natural; 2o por la separación personal; 3o


por la separación de bienes.” (Artículo 1441 del Código Civil Dominicano)
“La separación de cuerpos consiste en el relajamiento del vínculo conyugal, pronunciado
por el tribunal a petición de uno de los esposos. Es una sanción que, sin disolver el
matrimonio, suprime la comunidad de vida entre los esposos y sanciona al cónyuge que se
ha hecho culpable de una violación grave de las obligaciones nacidas del matrimonio.”
(Mazeaud, Henri, Léon y Jean. 1976. Lecciones de Derecho Civil, Parte Primera, v. IV, n.
1520, p. 522).

Atenuación de los efectos del matrimonio, resultante de una sentencia dictada a instancia
de cualquiera de los cónyuges, por las mismas causales que motivan el divorcio ( Cód.
Civ., art. 306) Implica esencialmente la supresión del deber de cohabitación y, como
consecuencia, la de la incapacidad de la mujer y, facultativamente, la del derecho de la
mujer al nombre del marido. La separación de cuerpos acarrea al cónyuge culpable
caducidad análoga a las que resultan del divorcio. (Capitant, Henri. 1930. 1930.
Vocabulario Jurídico. p. 513)

“ Ésta no es, por sí misma y directamente, una causa de disolución de la comunidad,


pues su único fin es dispensar a los esposos de la vida común. Sin embargo, la
comunidad se disuelve, porque la separación de cuerpos implica como consecuencia la
separación de bienes: contradictorio y peligroso sería mantener comunidad de bienes
entre dos cónyuges separados”. (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997. Derecho Civil.
parte C, v. 5. 3ra. ed, p. 1448).

La acción en separación de cuerpos tiene un doble objeto: ella tiende a hacer cesar la
obligación de cohabitación y las demás consecuencias del matrimonio, sin por ello
disolverlo; por otra parte, ésta persigue la aplicación de la sanción al esposo culpable.
Accesoriamente ésta busca la toma de medidas destinadas a relaciones de los esposos
separados en bienes, especialmente, para la guarda de los hijos. Esta acción se encuentra
sometida a los mismos medios de inadmisión que la acción en divorcio. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, t. II, n. 23, p.
867)

A. Generalidades

“La separación personal estaba regida en los artículos 306 al 311 del código civil, los
cuales fueron derogados por la ley 3893 del 1° de julio de 1899, cuando se adoptó el
divorcio en la República Dominicana. Sin embargo, los artículos 875 al 881 del código de
procedimiento civil, nunca han estado expresamente derogados en nuestra legislación”
(Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t.II, 3ra. ed., n. 638, p. 330).

“La separación personal prevista en los arts. 875 a 881 del C. Pr. Civil, en diversas
disposiciones del C. Civil [344 y sigtes. y 1441 y sigtes.] , y en algunas leyes [v. por ej. la
L. 855 de 1978] desapareció a partir de la puesta en vigor de la L. 834 de 1935 sobre
divorcio, puesto que no incluyó la separación personal en su articulado, como sí lo
hicieron la leyes anteriores sobre divorcio de 1897 y 1899, que a su vez derogaron los
arts. 229 a 233, 306 a 309 y 311 del C. Civil. La L. 3932 de 1954 que modifica la actual
ley de divorcio No.3906 bis introduce la separación personal para los cónyuges que han
contraído matrimonio canónico porque éstos han renunciado a la facultad de pedir
divorcio. Sin embargo, la Suprema C. de Justicia en diversas sentencias, (…) considera
que la modificación introducida por la citada L. 3932 que establece una presunción de
renuncia de los cónyuges a la facultad de pedir el divorcio por el hecho de contraer
matrimonio canónico, es incompatible con los derechos inherentes a la persona humana,
reconocidos por nuestra Constitución. Esta jurisprudencia ha sido criticada por el Dr.
Jottin Cury, (…) en el que cuestiona la tesis de la Suprema C. de Justicia frente a un
compromiso contraído por nuestro país mediante un tratado internacional, aún no
existiendo en nuestra Constitución una disposición semejante a la adoptada por casi
todas las constituciones extranjeras, entre ellas la francesa y la norteamericana, en la que
se determine la autoridad de un tratado internacional frente a las leyes.” (Tavares,
Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 8va ed., t. II, p. 144)

“Si bien es cierto que la separación personal o de cuerpos ha desaparecido de las


primeras leyes que reglamentaron el divorcio en nuestro país, siendo esta omitida tanto
por la ley 1935, que abrogó todos las leyes anteriores en la materia, así como también por
la Ley 1306-bis de 1937; no quiere decir esto que no exista en nuestro país la figura de la
separación de cuerpos que el artículo 141 consagra como una de las instituciones
jurídicas llamadas a resolver, sin quebrantar el matrimonio, las desavenencias de los
cónyuges; esto lo podemos comprobar porque: 1º El artículo 313 del Código Civil que
plantea el desconocimiento del hijo establece que si se hubiese solicitado o si hubiese sido
declarada la separación de cuerpos, el marido podrá no reconocer al hijo (…) 2º El 8 de
mayo de 1892 la Suprema Corte de Justicia estableció por sentencia que ‘en el caso de
separación de cuerpos por adulterio, el esposo queda de pleno derecho apoderado de la
administración de los hijos’. De la misma forma vemos que en el año 1935, el Juzgado de
Primera Instancia de Santo Domingo consagró que ‘la obligación de los esposos de
suministrarse alimentos varía según que los esposos vivan en común, que estén
separados de hecho, separados de cuerpo judicialmente, divorciados o en vías de
divorcio’: 3º El artículo 357-4 del Código Penal, agregado por la Ley No. 24-97 establece
in medias res sanciones de prisión y multa ‘para toda persona (hombre o mujer) que,
después del divorcio, separación de cuerpos o anulación del matrimonio, ha
permanecido intencional o voluntariamente más de dos meses sin pagar enteramente a su
cónyuge o a sus hijos, las prestaciones y pensiones de toda naturaleza que sean
adeudadas en virtud de una sentencia…’ 4º La Ley de divorcio No. 1306-bis en su art. 2,
letra h) y la ley 3937 de 1954 sobre separación personal de los matrimonios canónicos
contempla el abandono voluntario del hogar como causa de divorcio y de separación
personal. (Cury, Jottin. Estudios Críticos. pp. 389-391).

B. Personas que pueden demandar la separación Personal

La demanda debe en general ser formada por uno de los esposos. (Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n. 11, p. 382)

La acción es exclusivamente personal a los esposos y no puede ser ejercida ni directa ni


indirectamente por sus acreedores. El subrogado tutor de la mujer interdicta, o el tutor
ad-hoc pueden con la autorización del consejo de familia, igualmente por causa de
adulterio formar una demanda en separación de cuerpos. La mujer menor no necesita
ser asistida por un curador para formar su demanda en separación de cuerpos. El
derecho a demandar la separación de cuerpos se extingue por la muerte de uno de los
esposos y no puede ser intentada por ninguno de los herederos del cónyuge muerto
contra el superviviente, ni por este último contra los herederos del primero. (Rousseau,
Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. p. 670) Si se trata de un
menor este no requiere de una autorización. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Commerciale. T. 6, n. 12, p. 382)

Contrario a lo que sucede en el derecho canónico, en el que la separación de cuerpos


puede ser demandada sólo por la esposa, esta acción puede ser ejercida por uno
cualquiera de los esposos contra el otro, sin importar que sea el marido o la mujer.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, n. 24,
p. 867, Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t. II, 4ta. ed., n.642, p. 332)
“(…) fuera de los cónyuges, ninguna otra persona puede intentar esta acción (…) Nuestra
ley sobre la materia es completamente muda en lo que respecta a los diversos interdictos
(…)” (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t.II, 4ta. ed., n. 642, p. 332).

“El tutor del sujeto a interdicción judicial puede demandar, con la autorización del
Consejo de familia”. (Mazeaud, Henri, Léon y Jean. 1976. Lecciones de Derecho Civil, Parte
Primera, v. IV, n. 1527, p. 525)

En el sentido contrario: La autorización del consejo de familia no es necesaria para el


tutor. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n. 13, p. 383)

“De acuerdo con lo dispuesto por el art. 1º de la L. 3937 de 1954, únicamente podrán
formar demanda en separación personal ‘los casados conforme a las normas del Derecho
Canónico’, que hubieren celebrado su matrimonio con posterioridad al 6 de agosto de
1954, ‘fecha de la entrada en vigor del Concordato y su Protocolo Final, suscritos entre la
Santa Sede y la República Dominicana’.” (Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 144).

C. Causas de la separación

“En ninguna partes se expresa cuáles son estos motivos [para que un cónyuge ejerza la
acción en separación personal]. ¿Serán las mismas causas que motivan la acción en
divorcio? Entendemos que no, porque el divorcio está regido por una ley especial” (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t.II, 4ta. ed., n. 641, p. 332)

Si es verdad que las causas de separación de cuerpos son las mismas del divorcio, cabe
advertir cierta tendencia a una mayor facilidad en lo concerniente a la separación de
cuerpos. (Mazeaud, Henri, Léon y Jean. 1976. Lecciones de Derecho Civil, Parte Primera,
v. IV, n. 1522, p. 523).

Las causas de separación de cuerpos son tres: 1.el adulterio de la mujer en todos los
casos, el adulterio del marido en cuando este a tenido entrevistas con la concubina en la
casa común; 2. Los excesos, sevicias e injurias graves de uno de los esposos con relación
al otro; 3. La condenación de uno de los esposos a una pena infamante. El hecho de
haber tenido relaciones pasajeras con una concubina en la casa común no es suficiente
para pronunciar la separación. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale.
T. 6, nn. 2-4, p. 381, Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure
Civile. pp. 669 y 671)

Por la expresión, casa común, hay que entender la casa donde el marido reside y donde
la mujer tiene el derecho a residir, poco importa a que título el marido ocupa la casa,
propietario, usufructuario, arrendatario, o al nombre de que esposo el alquiler ha sido
realizado. Los jueces tienen poder soberano de apreciación de los hechos o de actos
constituyentes de excesos, sevicias e injurias graves. Las penas infamantes no son una
causa de separación de cuerpos hasta que la condenación sea pronunciada, y la
separación de cuerpos no podría ser demandada si gracias a circunstancias atenuantes,
el hecho calificado de crimen fuere castigado con una pena correccional. La acción en
separación de cuerpos no puede ser introducida por causa de una condena infamante
hasta que la sentencia sea definitiva. La declaración de ausencia no es por ella misma
una razón suficiente para demandar la separación de cuerpos, el esposo demandante
podrá solamente inducir circunstancias, que hay abandono premeditado y en
consecuencia injuria grave. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de
Procédure Civile. pp. 669 y 671).
La apreciación de los actos y hechos que constituyen sevicias o injurias graves,
corresponde exclusivamente a los jueces del fondo, y esta no constituye un medio de
casación. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n. 110, p. 397)

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El presente procedimiento, no ha sido contemplado por los redactores del Proyecto de


Código de Procedimiento Civil, entendemos que lo mismo se debe al desuso en que este
ha incurrido.

ARTÍCULO 875

El cónyuge que crea tener motivos suficientes para ejercer su acción en separación
personal estará obligado a presentar al presidente del tribunal de su domicilio,
una instancia que exprese sumariamente los hechos, a la cual acompañará, si los
hubiere, los documentos que tenga en apoyo.

ARTÍCULO 876

La instancia será contestada por un auto que diga que las partes comparecerán ante el
presidente el día que fuere indicado en el mismo auto.

ARTÍCULO 877

Las partes comparecerán en persona, sin asistencia de abogado a abogado ni de


consultores.

ARTÍCULO 878

El presidente hará a los cónyuges las reflexiones que crea propias para
reconciliarlos; si no lo lograre dictará a continuación del primer auto un segundo
que diga que, atendiendo a que no ha podido conciliar las partes, las remite a
proseguir su acción, sin preliminar de conciliación; autorizará por el mismo auto
a la mujer a proceder en la demanda, y a retirarse provisionalmente de la casa en
que las partes hayan convenido, o que el mismo presidente indique de oficio;
ordenará también que los efectos necesarios para el uso diario de la mujer le sean
remitidos. Las demandas en suministro se llevarán a la audiencia del tribunal.
(Véanse las leyes Nos. 5119 del 4 de mayo de 1959 que modificó el Título I, libro II
del Código de Procedimiento Civil y suprimió el preliminar de conciliación y 5210
del 11 de septiembre de 1959 que suprimió en algunos artículos del Código las
expresiones relativas al preliminar de conciliación)

Tabla de Contenido

1. Procedimiento de la Separación Personal


A. Prohibición de la separación de cuerpos por consentimiento mutuo
B. Solicitud de separación de cuerpos
C. Auto u ordenanza del presidente
D. Tentativa de conciliación
a. Segundo auto u ordenanza.
b. Facultades del presidente
2. Tribunal Competente
3. Separación personal vs. Divorcio

1. Procedimiento de la Separación Personal

El artículo 3 de la Ley 3937 de 1954, establece que para la separación personal se


observará el mismo procedimiento que establece la Ley 1306 bis de 1937 sobre divorcio,
para los divorcios por causa determinada, sin embargo, las partes pueden acoger el
procedimiento establecido para el divorcio por mutuo consentimiento. (Tavares hijo,
Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. II, 8va. ed, p. 144).

La demanda en separación de cuerpos debe ser intentada, instruida y juzgada de la


misma manera que toda acción civil, salvo las modificaciones aportadas por los
artículos 875 y siguientes del código de procedimiento civil. (Rousseau, Rodolphe et
Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. p. 672)

A. Prohibición de la separación de cuerpos por consentimiento mutuo

“La separación personal sólo puede lograrse mediante una sentencia. No se trata de una
simple separación de hecho, la cual no tendría consecuencias jurídicas (…)” (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t.II, 4ta. ed., n. 639, p. 331).

“La separación de cuerpos no resulta posible (…) por mutuo consentimiento.” (Mazeaud,
Henri, Léon y Jean. 1976. Lecciones de Derecho Civil, Parte Primera, v. IV, n. 1522, p. 523,
Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. p. 669).

El esposo demandante debe probar los hechos sobre los cuales se apoya su demanda,
aun cuando el demandado hubiese incurrido en defecto, lo que no podrá ser considerado
como una aquiescencia tácita. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté, n. 10. p. 508).

B. Solicitud de separación de cuerpos

La acción en separación de cuerpos, se inicia por un requerimiento presentado al


presidente del tribunal civil, a la cual el magistrado podrá responder por una ordenanza
fijando el día para la audiencia de conciliación. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, n. 45, p. 869, Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Commerciale. T. 6, nn. 15-16, p. 382 ).

El art. 875 no exige como el Código Civil, que el demandante presente su solicitud en
persona, ni que el presidente se transporte a donde el está si no puede ir. Nada se opone
a que la solicitud sea presentada por abogado. Si la demanda es realizada por la mujer, la
solicitud debe indicar el lugar a donde desea retirarse. La solicitud que no enuncia, al
menos sumariamente, los hechos, no es recibible.(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté., nn. 14- 18 y 23. p. 505).

“El cónyuge demandante de la separación de cuerpos no está obligado a presentar en


persona su requerimiento al presidente” (Mazeaud, Henri, Léon y Jean. 1976. Lecciones de
Derecho Civil, Parte Primera, v. IV, n. 1527, p. 525).

El esposo que quiera recurrir en separación de cuerpos tendrá que presentar al


presidente del tribunal de su domicilio, una petición contentiva de la exposición sumaria
de los hechos con piezas de apoyo si las hay, por exposición sumaria, se debe entender
que no es necesario desarrollar en la petición al presidente todos los medios que el
demandante se propone hacer valer , mas tarde, en la asignación. Dicha solicitud, es
presentada por el procurador judicial del demandante. (Rousseau, Rodolphe et Laisney.
1886. Dictionnaire de Procédure Civile. p. 672) Los jueces apreciarán soberanamente si los
hechos en los cuales se fundamenta una demanda en separación de cuerpos, se
encuentran suficientemente detallados en la misma. (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. n. 24. P. 505 ).

El esposo demandado, no puede invocar por primera vez en apelación, que los hechos
articulados en la solicitud no eran suficientes. Los esposos pueden, con posterioridad a la
solicitud, y en el curso de la instancia de separación de cuerpos, realizar una segunda
solicitud, con el fin de desarrollar los hechos enunciados en la primera; pueden también,
en el curso de la instancia, articular otros hechos distintos a los enunciados en el
requerimiento, siempre que los mismos hubiesen surgido con posterioridad a la solicitud.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. nn. 28-30, p. 506).

C. Auto u ordenanza del presidente

El requerimiento presentado al presidente del tribunal es el primer acto del


procedimiento, y este requerimiento revestido de la ordenanza de comparecencia, apodera
al tribunal y abre la instancia. La ordenanza del presidente, en la cual se ordenará la
comparecencia de las partes en el día indicado para ello. La ordenanza rendida por un
juez suplente es válida y no puede ser atacada sobre todo que las partes han comparecido
por ante el presidente sin haber hecho ni protestación ni reservas. La autorización de
proceder dada a la mujer la habilita a seguir la instancia sin la autorización del marido,
tanto sobre la acción principal como sobre los incidentes. Ella puede sin nueva
autorización interponer apelación. El aplazamiento de la autorización o la suspensión
pronunciada son susceptibles de un recurso por vía de apelación, cuando el aplazamiento
o la suspensión son consignadas en la ordenanza. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886.
Dictionnaire de Procédure Civile. pp. 672, 674 y 678).

Si el demandante presenta su requerimiento en persona al presidente, éste puede antes


de dictar la ordenanza, hacer al requeriente las observaciones que el juzgue convenientes.
(Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n. 21, p. 384).

La enunciación principal que debe contener la ordenanza es la fijación de la tentativa de


conciliación. A pesar del silencio del art. 876, la ordenanza debe comisionar a un alguacil
para que notifique la citación en conciliación. El presidente no puede negar al
demandante el permiso para proceder a la citación, ni la designación de un alguacil, ni la
autorización para vivir separadamente. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. nn.3-5 y 9, p. 506).

La ordenanza del presidente autorizando la comparecencia de los esposos, suspende la


calidad de administrador de la comunidad atribuida al marido y la mujer puede atacar
como hechas en fraude a sus derechos, las obligaciones por éste contratadas. (Rousseau,
Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. p. 683).

La no comparecencia del marido no es un obstáculo para que el presidente autorice a la


mujer a proceder. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n. 19, p.
384).

D. Tentativa de conciliación
La ordenanza rendida sobre la solicitud del esposo demandante de la separación de
cuerpos, que ordena que la comparecencia de las partes para el preliminar de conciliación
será realizada en la residencia de la mujer y que da comisión rogatoria al presidente del
tribunal de su domicilio, no es susceptible de apelación. Esta ordenanza es un acto de
jurisdicción graciosa. No podrá tampoco ser atacada ante la Corte de Casación la
ordenanza que en materia de separación de cuerpos, fija el día en que los esposos
deberán presentarse para el preliminar de conciliación, puesto que la misma no
constituye un acto de jurisdicción. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté., nn.3-5, p. 506).

La violación de lo establecido por el artículo 877 no está prescrita a pena de nulidad, y la


misma no constituye un medio de casación, sobre todo cuando esto no ha sido
presentado a los jueces del fondo. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale.
T. 6, n. 17, p. 383)

La tentativa de conciliación es de orden publico y debe preceder la demanda en


separación bajo pena de nulidad de todo el procedimiento. La nulidad resultante de la
inobservancia de esta formalidad puede ser propuesta en todo estado de causa,
igualmente después de las defensas al fondo, ella puede ser suplida por el juez, invocada
por primera vez en apelación e igualmente en casación. La demanda reconvencional en
separación de cuerpos formada por el esposo demandado a la demanda principal no está
sometida al preliminar de conciliación por ante el presidente. (Rousseau, Rodolphe et
Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. p.674, Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. nn.3-4, p. 507).

No se ha fijado plazo alguno para realizar la citación autorizada en la ordenanza del


tribunal, conservando esta su valor durante un plazo de treinta años, sin embargo, la
inacción prolongada del demandante hace surgir contra su demanda una presunción de
reconciliación que, confirmada por los hechos, crea contra dicha demanda un fin de no
recibir de carácter absoluto. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. n. 6, p.506)

No hay lugar a un preliminar de conciliación ante un Juez de Paz. (Bioche. Dictionnaire de


Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n. 33, p. 386)

a. Segundo auto u ordenanza.

Por medio de la ordenanza que reenvía a las partes a recurrir por ante el tribunal, el
presidente autoriza a la mujer a proceder a la demanda y a retirarse provisionalmente en
la casa donde las partes han convivido o que él indicara de oficio; el tribunal ordenará
que los efectos de uso diario de la mujer le sean repuestos. (Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n. 23, p. 384).

El presidente puede por ordenanza, reenviar las partes en conciliación por ante el
presidente del tribunal de la residencia de la mujer, a quien el da a este efecto comisión
rogatoria. Esta decisión no es susceptible de apelación. El presidente que ha fracasado
en su tentativa de conciliación no puede negarse a rendir la ordenanza de reenvío. Si el
esposo demandado no comparece, el presidente pronuncia el defecto contra él y otorga el
permiso de citar. La parte en defecto es considerada como habiéndose negado a conciliar
y no podrá fundarse en la invocación del defecto de tentativa de conciliación, para
demandar la nulidad de la instancia comprometida ulteriormente. Le es permitido al
presidente, si por ejemplo el piensa que la parte en defecto es retenida por una
enfermedad, fijar otro día para la comparecencia de las partes. (Rousseau, Rodolphe et
Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. pp. 673- 674).
Las atribuciones del presidente del tribunal que rinde la ordenanza de conciliación son
de dos clases: magistrado conciliador, y en esta calidad, el trata de reestablecer el
acuerdo entre las partes. Si sus esfuerzos fracasan, se convierte en juez al efecto de
autorizar a la mujer a proceder a la demanda y a retirarse en una casa que las partes
hayan convenido o que el indicara de oficio. En esta segunda parte de su misión, su
decisión puede dañar derechos legítimos, y en este caso, la apelación no esta prohibida
por ningún texto de ley. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure
Civile. p. 677).

El presidente tiene calidad para estatuir sobre las irregularidades concernientes al


procedimiento preliminar de conciliación y que han sido cometidas hasta el momento de
la comparecencia de las partes. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. n. 2, p. 507)

b. Facultades del presidente. Medidas conservatorias

El presidente podrá realizar a los esposos las observaciones que considere pertinentes,
pero si a pesar de las mismas no se logra la reconciliación, éste deberá hacer constar que
no ha podido reconciliar a las partes y les remitirá a continuar su acción sin preliminar
de conciliación, es decir, que el esposo demandante citará a su cónyuge directamente
ante el tribunal sin que sea necesario realizar ante el Juez de Paz una tentativa de
conciliación que el presidente no pueda efectuar. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. n. 12, p. 507, Bioche.
Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n. 21, p. 384).

La mujer autorizada a dejar el domicilio conyugal durante la instancia tiene el derecho a


reclamar una provisión alimentaria proporcional a la importancia de la comunidad. Puede
además, serle permitido, a título provisorio, una suma suficiente para hacer frente al
costo del proceso o a los gastos extraordinarios. La provisión alimentaria puede ser
negada a la mujer que no ha abandonado el domicilio conyugal, puede también serle
retirada si ella abandona la casa que le ha sido designada para residir provisionalmente.
No hay lugar de acordar una provisión, cuando la mujer posee una fortuna personal. El
marido, demandado o igualmente demandante en separación de cuerpos, tiene el derecho
de hacerse otorgar una provisión para sus necesidades personales y para los gastos del
proceso. La suma otorgada a título provisional no puede ser embargada más que en caso
de pago de provisión de alimentos. Los esposos tienen la facultad de convenir el lugar
donde la mujer residirá durante la instancia. Cuando hay desacuerdo, o en ausencia de
indicación, el presidente deberá fijar de oficio el lugar donde la mujer se retirará. En el
caso donde falta indicación, la mujer que haya dejado la casa del marido, el tribunal no
podrá forzarla a regresar al domicilio conyugal. El auto no debe limitarse a designar una
ciudad o departamento como lugar de residencia, el debe indicar de manera precisa la
casa donde la mujer está autorizada a retirarse durante la instancia de separación de
cuerpos. La cuota y la duración de la pensión alimentaria otorgada a la mujer para el
caso donde la separación sería pronunciada no pueden ser discutidas por este motivo
que se trata de una medida provisional y subordinada a las circunstancias. (Rousseau,
Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. pp. 675-681).

Los términos del art. 878 del código de procedimiento, no son limitativos, el magistrado
tiene un poder discrecional al respecto, pero es usual hacer una enumeración de diversos
objetos que el marido deberá dejar a la mujer. En el caso de negación del marido a
desapoderarse de los objetos designados, la mujer puede también demandar por ante el
juez de referimientos, que el alguacil sea autorizado a asistirse del comisario de policía y
de ser necesario de las fuerzas armadas, o también introducir una demanda incidental a
la acción principal y en virtud del juicio, practicar el embargo sobre los bienes del marido.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. p. 677).

El marido, durante la instancia de separación, conserva la administración de los bienes


personales de la mujer, no estando despojado de este derecho sino hasta después de
pronunciada la sentencia en separación. Si la mujer no tiene los medios para subsistir y
para pagar los gastos del proceso, el tribunal debe, en ocasión de la demanda de ésta,
condenar al marido a pagar provisionalmente una suma proporcional a las posibilidades
de uno y a las necesidades de otro. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Commerciale. T. 6, n. 44-45, p. 387).

2. Tribunal Competente

El tribunal civil es el único competente: los esposos no podrán, incidentalmente hacer


pronunciar la separación de cuerpos por los jueces apoderados de un procedimiento
criminal por constitución en parte civil. El tribunal competente es el del domicilio del
marido (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. 6, nn.5-6, p. 381).

La competencia del tribunal es fijada por el domicilio del marido al momento donde el
requerimiento es presentado al presidente del tribunal, sobre todo que este requerimiento
fue respondido de una ordenanza designando a la mujer una residencia distinta de la del
marido. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. p.678).

3. Separación personal vs. Divorcio

“Por medio de reglas especiales que ha dictado, el legislador ha querido facilitar la


separación de cuerpos, a fin de alentar a los cónyuges que deseen cesar la vida en común
a recurrir a esta situación más bien que al divorcio.” (Mazeaud, Henri, Léon y Jean. 1976.
Lecciones de Derecho Civil, Parte Primera, v. IV, n. 1521, p. 522).

“La separación personal es un paliativo al divorcio, y desde el punto de vista de la


estabilidad del matrimonio y de la familia, es mucho menos dañino que éste último”.
(Cury, Jottin. Estudios Críticos. p. 391).

“La separación de cuerpos y el divorcio son dos instituciones que, en principio, no difieren
sino en uno de sus efectos, pero en el principal: mientras que el divorcio disuelve el
matrimonio, la separación de cuerpos suprime simplemente la obligación de cohabitación
entre los esposos, pero dejando subsistente el matrimonio, hay por ello que concluir que
siempre que un texto legal no contenga disposiciones en contrario, las reglas establecidas
para el divorcio se aplican a la separación de cuerpos, con la excepción de las relativas a la
disolución del matrimonio y a sus consecuencias.” (Mazeaud, Henri, Léon y Jean. 1976.
Lecciones de Derecho Civil, Parte Primera, v. IV, n. 1521, p. 522).

“(…) no podemos admitir que la separación personal debe ceñirse al procedimiento


organizado por la ley 1306-bis de 1973 sobre el divorcio. Nuestra ley de divorcio no
expresa, en ninguna parte, que sus reglas son aplicables al procedimiento de la
separación personal.” (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t.II, 4ta. ed., n.
640, p. 331).

El cónyuge que no quiere seguir la vida en común, debe elegir entre el divorcio y la
separación personal. Se trata de dos procedimientos diferentes que no pueden coexistir
en una misma instancia principal, sino que una deberá ser realizada a titulo principal y
la otra a modo subsidiario. pero una demanda en divorcio y una demanda en separación
personal, regularmente incoadas, pueden coexistir, siempre y cuando hayan dado lugar a
dos instancias diferentes, que ulteriormente han sido fusionadas, o cuando ellas han sido
incoadas reconvencionalmente, a una demanda principal en divorcio. Se admite que no se
puede pedir el divorcio de modo principal y la separación de modo subsidiario. ((Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale, n. 24, p. 867,
Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t.II, 4ta. ed., nn. 26 y 644, pp. 332, 333
y 867).

Si el demandante no escoge entre el divorcio y la separación de cuerpos demandando


ambas cosas por la vía principal, el tribunal no deberá estatuir ni sobre una ni sobre la
otra. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1956. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale,
n. 24, p. 867)

“Cuando estaban vigentes los artículos 227 al 311 del código civil, el demandante, en todo
estado de causa, podía transformar su demanda en divorcio, en una demanda en
separación personal. (…) la demanda en separación personal no se podía transformar en
demanda en divorcio. (…) hoy en día ninguna de las dos se puede transformar en la otra.”
(Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, t.II, 4ta. ed., n. 645, p. 333).

ARTÍCULO 879

La causa será instruida en la misma forma que las demás demandas civiles, y
juzgada después de oídas las conclusiones del fiscal.

ARTÍCULO 880

Un extracto de la sentencia que pronuncie la separación se insertará en los


cuadros expuestos, tanto en las salas de audiencia de los tribunales, como en las
oficinas de los notarios, según se ha dicho en el artículo 872.

ARTÍCULO 881

La administración provisional de los hijos quedará a cargo del marido


demandante o demandado en separación personal, a menos que, en virtud de la
demanda justificada de la madre, de la familia, o a requerimiento del fiscal,
disponga otra cosa el tribunal para el mejor provecho de los hijos.

Tabla de Contenido

1. Instrucción de la causa
A. Medios de prueba
2. Sentencia de separación de cuerpos
A. Publicidad
3. La guarda de los hijos

1. Instrucción de la causa

La demanda es introducida en virtud del permiso otorgado por el juez para citar, o por
causa de una condenación a una pena aflictiva o infamante, es introducida por un acto
de emplazamiento notificado en las formas ordinarias, a menos que el presidente haya
prescrito que el mismo fuese notificado por un alguacil comisionado al efecto, el empleo
de este alguacil se impone a pena de nulidad. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. n. 1. p. 508).
No es necesario publicar la demanda un mes antes de la sentencia, como en el caso de la
separación de bienes; la ley se limita a exigir la publicación de la sentencia. (Bioche.
Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n. 35, p. 386)

Si los hechos alegados son de una naturaleza escandalosa o inmoral, el presidente puede
ordenar que los debates sean realizados a puerta cerrada. (Rousseau, Rodolphe et
Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. p. 685)

Si la separación de cuerpos ha sido motivada por violencia, sevicias o ultrajes, el tribunal


podrá ordenar que las puertas sean cerradas durante la discusión y los debates.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. n. 91. p. 511).

La mujer puede solicitar la fijación de sellos, ya sea por vía principal o incidental. La
alineación de los muebles que durante la instancia hace el esposo, no es un obstáculo
para la fijación de sellos, cuando los muebles se encuentran en el domicilio conyugal, y
se presume el fraude. El marido puede igualmente, requerir la colocación de sellos, sobre
los efectos que se encuentran en el domicilio de su mujer, este derecho es ejercido por él
en calidad de jefe de la comunidad, por lo que no necesita demandar la autorización del
juez. Los esposos pueden, con la autorización de la justicia, hacer levantar los sellos,
teniendo a su cargo la realización de un inventario y la tasación de los objetos, por cuyo
valor serán responsables. El marido no puede vender los efectos de la comunidad que han
sido inventariados y colocados bajo sello, sin el consentimiento de la mujer o la
autorización de la justicia. La mujer demandante puede ser autorizada por ordenanza del
tribunal, a embargar retentivamente las sumas debida a la comunidad por los terceros.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. pp. 682- 683)

La colocación de sellos no impide a los acreedores de la comunidad, provistos de título


ejecutorio de proceder al embargo de los muebles de los esposos, sin estar obligados a
hacer inventario, pues esta obligación sólo es impuesta al marido. (Bioche. Dictionnaire de
Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n. 66, p. 390)

Las disposiciones del artículo 871 del Código de Procedimiento Civil, que permite la
intervención de los acreedores del marido en la instancia de separación de bienes, no son
aplicables a la separación de cuerpos. Los acreedores sólo pueden observar la liquidación
de los derechos de la mujer para evitar que la misma les resulte perjudicial.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté., nn.88- 89, pp. 510- 511)

A. Medios de prueba

La prueba de los hechos alegados podrá ser realizada por testigos, por lo que ha lugar al
informativo. Se debe permitir respectivamente, la presentación de las pruebas de los
hechos contrarios a aquellos que se les oponen. El tribunal deberá dictar sentencia que
estatuya sobre la pertinencia y la admisibilidad de los hechos y que ordene la prueba en
la forma ordinaria. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. 6, nn. 100-
102, p. 396).

Si los hechos articulados son pertinentes y admisibles, pero no han sido probados en el
escrito, el tribunal ordenará la prueba por testigos, en las formas prescritas en el titulo
relativo a los informativos. La parte contra la cual el informativo ha sido realizado, tiene
derecho a proceder al contrainformativo. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. n.1 y 36. p. 509).
Los jueces pueden también encontrar en los escritos de los esposos, presunciones graves,
precisas y concordantes de una naturaleza tal capaz de motivar una separación sin
informativo. El informativo es realizado en las formas ordinarias, este no puede ser hecho
sumariamente en audiencia, las partes no pueden hacer prueba de hechos nuevos que no
han sido articulados en la sentencia que ordena el informativo. En el contra informativo,
el juez comisario puede negarse a escuchar los testimonios que no aportan nada
especial sobre los hechos de la causa, y no tienen otro objeto mas que incriminar la
moralidad de una de las partes. El juramento decisorio no puede ser deferido por uno de
los esposos al otro. A pesar de que los términos del artículo 1358 del Código Civil parecen
absolutos, es necesario reservarlos a las contestaciones de interés civil y pecuniario,
aplicarlos a la separación de cuerpos, sería admitir la separación por consentimiento
mutuo. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. pp. 685-
688). Se aplican las disposiciones de derecho común relativas a las incapacidades.

No son reprochables como testigos los parientes de las partes, con excepción de sus hijos
y descendientes, así como de las domésticas de los esposos, en razón de su calidad, lo
mismo que los donatarios. Los hijos de un primer matrimonio de uno de los esposos no
pueden ser entendidos como testigos. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et
Commerciale. T. 6, n. 103, p. 396).

El marido puede establecer por los testimonios del informativo, que las injurias en que la
demandante funda su demanda han sido provocadas por su propia conducta, a pesar de
que ello no este articulado en la sentencia que ordena el informativo, es decir, que no se
hubiese admitido de manera expresa su esclarecimiento por los testigos (Rousseau,
Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. p.687 ; Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté., n.48. p.
509) En caso de reciprocidad de culpas, el esposo demandado, puede formular una
demanda reconvencional. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure
Civile. p. 693).

La mujer tiene que justificar su residencia toda vez que le sea requerido. A falta de esta
justificación, el marido puede negarle la provisión alimentaria, y si la mujer es la
demandante hacer declarar no recibible la continuación de sus persecuciones. El fin de
no recibir producto del abandono de la mujer de la residencia en la casa indicada por la
ordenanza del presidente es facultativo para los jueces, la ley ha subordinado su
admisión a la voluntad del marido y al examen de los hechos. Dicha inadmisibilidad
puede ser propuesta por primera vez en apelación, cuando el abandono del domicilio
provisional, no es conocido por el marido hasta después de dictada la sentencia de
primera instancia. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile.
p. 689).

Ver anotaciones de los artículos 73 al 100 de la Ley 834 de 1978, en lo relativo a las
disposiciones generales del informativo.

2. Sentencia de separación de cuerpos

La sentencia que no constate que el Ministerio Publico ha sido comunicado es nula. Los
medios enunciados en requerimiento pueden ser desarrollados, los hechos nuevos
surgidos con posterioridad al requerimiento, pueden ser articulados en la citación y en
las conclusiones de audiencia. En el curso de la instancia en separación de cuerpos, el
tribunal o el Juez de los Referimientos puede ordenar el depósito en la caja de
consignaciones de las sumas pertenecientes a la comunidad o a los esposos. La demanda
en separación de cuerpos no está sometida a las formalidades de publicidad exigidas para
la demanda en separación de bienes. Si los hechos alegados son de una naturaleza
escandalosa o inmoral, el presidente puede ordenar que los debates sean realizados a
puerta cerrada. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile.
pp. 684- 685).

El art. 879 sólo prescribe que el Ministerio Público deberá dar sus conclusiones. Si el
asunto no es sometido al Ministerio Publico, el mismo será susceptible de revisión civil.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. nn. 3 y 93. pp. 508 y 511).

La ley no ha fijado, como en el caso de la separación de bienes, un plazo fatal para la


ejecución de la sentencia de separación de cuerpos. (Rousseau, Rodolphe et Laisney.
1886. Dictionnaire de Procédure Civile. p.695, Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. n. 97. P. 511).

La sentencia de separación de cuerpos no tiene que ser pronunciada en un plazo


determinado. La apelación de la sentencia es juzgada en la forma ordinaria. Esta es
suspensiva de las medidas de ejecución ordenadas por la sentencia de primera instancia.
La apelación interpuesta por el marido debe ser notificada en el lugar designado como
residencia provisional de la mujer. La falta de conciliación ante el presidente no puede ser
invocada por primera vez en casación. El recurso de casación no es suspensivo.
(Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. pp. 693 y 695).

La apelación tiene el mismo efecto devolutivo que en cualquier otra materia. La Corte de
Apelación puede pronunciar la separación de cuerpos en razón de los hechos ocurridos
después de producida la sentencia apelada. Esta puede también estatuir sobre la
excepción de reconciliación opuesta por primera vez en apelación en razón de los hechos
anteriores o posteriores a su sentencia. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés.
1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté., nn. 138, 151 y 152. p. 512).

La separacion de cuerpos trae consigo de pleno derecho la separacion de bienes, cuyos


efectos se remontarán al día de la demanda, como cuando ésta es obtenida por acción
principal, mas ésta no puede ser oponible a los terceros sin que se cumplan con las
formalidaes de publicación requeridas. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire
de Procédure Civile. p. 697, Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n.
124, p. 399).

Si el esposo que obtiene la separación no tiene los medios suficientes para subsistir, el
tribunal deberá otorgarle una pensión alimentaria proveniente de los bienes del otro
esposo. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n. 127, p. 399).

Entre cónyuges, la separación de cuerpos surte efecto como el divorcio, en cuanto a sus
personas, desde el día en que se ha hecho firme la sentencia; y, en cuanto a sus bienes,
desde el día de la demanda. En razón de la ausencia de trascripción, la separación de
cuerpos es oponible a los terceros desde el instante en que sea firme la sentencia. Luego
de ésta, el matrimonio se mantiene. Tan sólo se rompen los vínculos que guardan relación
con la comunidad de vida. (Mazeaud, Henri, Léon y Jean. 1976. Lecciones de Derecho Civil,
Parte Primera, v. IV, n. 1522, p. 531).

La mujer luego de la sentencia deja de tener como domicilio legal y judicial al de su


marido. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n. 142, p. 402).

Ninguna razón hay para que la disolución de la comunidad, que resulta de una
separación de cuerpos, se produzca retroactivamente. ( Planiol, Marcel et Georges Ripert.
1997. Derecho Civil. parte C, v. 5, p. 1448).
A. Publicidad

Un extracto de la sentencia de separación de cuerpos deberá ser insertada en los cuadros


del tribunal y en las cámaras de notarios y abogados, tal y como lo expresa el artículo
872 del Código de Procedimiento Civil. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire
de Procédure Civile. p. 695, Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n.
135, p. 400).

Los artículos 866 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, que exigen que la
demanda en separación de bienes sean rendidas públicamente, no son aplicables a la
separación de cuerpos. Por ello la separación de bienes accesoria, que es la consecuencia
necesaria de la separación de cuerpos y que cuyas consecuencias se remontan al día de la
demanda, en lo que respecta a los terceros no produce efectos sino a partir del día en que
la sentencia es rendida públicamente en la manera prescrita por el artículo 880. Si el
tribunal rechaza la demanda en separación de cuerpos ninguna publicidad tendrá que ser
dada a la sentencia, sin embargo, si el tribunal pronuncia la separación de cuerpos y en
vista de que la misma entraña la separación de bienes, es necesario que los terceros sean
advertidos de la condición de los esposos cuando el régimen de sus bienes ha sido
modificado. En ningún caso la mujer podrá perseguir la ejecución de la sentencia antes
de cumplir las formalidades de publicidad prescritas, si las medidas de publicidad del art.
880 no han sido cumplidas, la sentencia no será oponible a los terceros. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1910. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. nn.1-4,
12, 14 y 16 . p. 512).

La sentencia en separación de cuerpos que no ha sido publicada no es oponible a los


terceros. Las disposiciones del artículo 871 relativas a la separación de bienes no son
aplicables en esta materia. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. 6,
nn. 136-137, p. 400)

3. La guarda de los hijos

A pesar de que en principio la administración provisional de los hijos corresponde al


marido, los jueces tienen, a demanda de la madre, del ministerio público o de la familia
autorizada mediante la deliberación, un poder discrecional para decidir a cuál de los dos
esposos, es conveniente confiar la guarda de los niños durante la instancia. Ellos
pueden, sobre las conclusiones del ministerio público, ubicar a los niños bajo la
vigilancia de una tercera persona. (Bioche. Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale.
t.6, n. 40, p. 387 ; Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile.
p. 681).

Cuando hay urgencia el presidente del tribunal puede en calidad de juez de referimiento,
estatuir, al curso de la instancia, sobre las dificultades relativas a la guarda de los niños
y quitarle la administración provisional al marido para otorgársela a la madre. La
ordenanza es susceptible de apelación. El asunto de la guarda y de la vigilancia de los
niños puede ser tocada por primera vez en apelación y la parte que concluye puede
demandar una provisión alimentaria destinada a su cuidado. (Rousseau, Rodolphe et
Laisney. 1886. Dictionnaire de Procédure Civile. p. 681).

La guarda de los hijos puede ser otorgada al marido contra el cual la separación ha sido
obtenida, cuando la mujer no alega ningún motivo para privarle de la potestad paterna. El
tribunal puede también, ordenar que los hijos sean confiados a la madre hasta una
determinada edad, llegada la cual ellos deberán ser entregados al padre. El marido deberá
ser condenado a contribuir con los gastos relativos a la educación de sus hijos. (Bioche.
Dictionnaire de Procédure Civile et Commerciale. T. 6, n.118-120, p. 398).
4. Cesación de la separación de cuerpos

El esposo que ha obtenido la separación, no puede por su sola voluntad, renunciar al


beneficio de la sentencia para regresar a la vida común, puesto que la tenencia de
separación es un contrato judicial que crea entre las partes obligaciones recíprocas y que
les da a los esposos una especie de nuevo estado civil. (Bioche. Dictionnaire de Procédure
Civile et Commerciale. T. 6, n. 140, p. 401).

“(…) los esposos separados de cuerpos pueden reconciliarse sin restablecer su


comunidad. Si desean reanudar no solamente la vida común, sino también su régimen
matrimonial primitivo, deben conformarse a las disposiciones del art. 1451 [del Código
Civil].” (Planiol, Marcel et Georges Ripert. 1997. Derecho Civil. parte C, v. 5. 3ra. ed, p.
1449).

Disuelta la comunidad por la separación personal y de bienes o de bienes solamente,


puede restablecerse con el consentimiento de las partes. No puede reestablecerse sino por
acta levantada ante notario y con minuta, de la cual debe fijarse una copia en la forma
que prescribe el artículo 1445. Restablecida de esta manera, la comunidad retrotrae su
efecto al día del matrimonio; quedan las cosas en el mismo estado, como si no hubiera
existido la separación; no perjudicándose, sin embargo, los actos que en este intervalo
haya ejecutado la mujer, conforme al artículo 1449. Cualquiera convención en la cual los
esposos restablecen la comunidad bajo bases diferentes de las que la regulaban
anteriormente, es nula. (Artículo 1451 del Código Civil Dominicano).

La separación de cuerpos puede terminar por la muerte de uno de los esposos. El


cónyuge supérstite culpable no tiene ningún derecho de sucesión ni ningún derecho de
goce sobre las obras del premuerto. Puede concluir también, por la reconciliación de los
cónyuges; o, al contrario, si la desunión se agrava, por el divorcio. La reconciliación es
posible sin ninguna forma. Pero , si los cónyuges quieren sustituir el régimen de
separación de bienes por su antiguo régimen matrimonial deben redactar un documento
notarial, que es publicado por medio de edictos; sigue discutiéndose la cuestión de saber
si son necesarias algunas otras medidas de publicidad. (Mazeaud, Henri, Léon y Jean.
1976. Lecciones de Derecho Civil, Parte Primera, v. IV, n. 1522, p. 548 y 551).

La acción en separación de cuerpos se extingue por la reconciliación de los esposos, así


como también por la renuncia expresa o tácita del esposo ofendido. El fin de no recibir
basado en la reconciliación de los esposos, no puede ser invocado cuando la causa de la
separación está fundada en la condenación de uno de los esposos a una pena infamante.
Los tribunales tienen poder discrecional para apreciar los hechos que constituyen la
reconciliación de los esposos. Hay presunción de reconciliación, cuando los esposos han
cohabitado posteriormente a la articulación de los motivos que le han servido de base a la
demanda en separación, pero el hecho de la cohabitación no es suficiente y la prueba no
puede resultar más que de los hechos y circunstancias que muestran que realmente el
perdón ha sido acordado. La expulsión de la concubina del domicilio conyugal y el
abandono de la queja de la mujer durante un cierto tiempo, es una prueba de la
reconciliacion de los esposos. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de
Procédure Civile. pp. 689-690).

Si posteriormente a la reconciliacion de los esposos, surgen nuevos hechos que motivan


la separación, el esposo ofendido puede formar una demanda basada no solamente en la
una queja, sino que puede referirse a las que motivaron la primera demanda y los jueces
deberán apreciar si la reunión de éstas presentan un carácter de gravedad suficiente para
pronunciar la separación. La reciprocidad de culpas no es un fin de no recibir oponible
por un esposo contra el otro. (Rousseau, Rodolphe et Laisney. 1886. Dictionnaire de
Procédure Civile. p. 691).
TÍTULO X

DE LAS DELIBERACIONES DEL CONSEJO DE FAMILIA

Tabla de Contenido

1. Consejo de Familia. Concepto. Base legal


2. Composición del Consejo de Familia
3. Papel del Consejo de Familia
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Consejo de Familia. Concepto. Base legal

El consejo de familia es una asamblea compuesta de parientes, aliados y a falta de éstos,


de amigos de una persona incapaz, y que se reúne siendo presidida por el juez de paz.
Sólo existe para los hijos legítimos y adoptivos; para los hijos naturales es reemplazado
por el consejo de tutelas. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n. 1, p. 654; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 650, p. 335).

El consejo de familia no constituye un primer grado de jurisdicción. (Headrick, William.


2000. Compendio Jurídico Dominicano. 2da. ed., p. 161. Marzo 1972; BJ. 735.259).

Los principales textos relativos al consejo de familia son los artículos 405 a 417, 442 a
450, 478 a 481 y 494 a 496 del Código civil, así como los artículos 883 al 889 del código
de procedimiento civil. Las reglas relativas a la composición del consejo de familia, al
lugar donde debe estar el consejo, a la convocatoria de los miembros y a la forma de las
deliberaciones son de interés para el procedimiento civil en razón de la acción en nulidad
que puede resultar por su inobservancia y en razón de la competencia del tribunal ante el
cual deben ser llevadas las vías de recurso interpuestas contra las deliberaciones del
consejo y las demandas que tienden a hacerlas homologar. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n. 2,
p. 654).

2. Composición del Consejo de Familia

“Ninguna disposición se refiere a la sanción a las reglas relativas a la composición de un


consejo de familia, pero la doctrina y la jurisprudencia, al menos del país de origen de
nuestra legislación, admiten la nulidad de las deliberaciones de un consejo de familia
irregularmente constituido”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed.,
t. II, n. 658, p. 337).

El consejo de familia no es una asamblea permanente con una composición fija; se trata
de una reunión en ocasión de un asunto determinado para una sesión determinada. Así
pues, los miembros pueden variar de una persona a otra, ya sea por una cuestión o
circunstancia inherente al miembro del consejo o bien por decisión del juez de paz, quien
goza de la facultad de modificar esta composición. El juez de paz, a quien corresponderá
siempre la presidencia del consejo de familia, determinará esta composición, ya sea de
forma espontánea o bien conformándose con la designación de la persona que requiere la
convocatoria; facultad que debe ser utililzada con reservas, pues el tribunal a quien
corresponderá conocer la deliberación, examinará si la modificación del consejo ha sido a
propósito y por disimular fraudes. De todo lo anterior se llega a dos consecuencias: la
primera, es que nadie tiene calidad legal de miembro del consejo de familia; y la segunda,
que una sentencia que ha declarado regular la composición del consejo de familia en
cierta deliberación no tiene fuerza de la cosa juzgada para mantener esa misma
composición en una deliberación con un objeto distinto que la primera. (Caen, 30 dic.
1857, D. P. 58.2.146; Caen 30 jul 1878, D.P. 79.2.269; Trib. civ. Mâcon, 28 mayo 1890, D.
P. 91.2.223; Req. 28 mar 1911, Rec. Sirey 1917.1.116 nota de Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n.
3-4, p. 654; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 652, p.
335; Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile
et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 117, pp. 256-258).

De acuerdo al artículo 407 del código civil, el consejo de familia debe estar compuesto por
el juez de paz, quien juega el rol de presidente; por seis parientes o aliados de uno u otro
sexo, vecinos del municipio donde haya de nombrarse tutor o que residan a dos leguas;
de los cuales tres estarán en representación de la línea paterna y tres de la línea materna,
siguiendo el orden de proximidad de cada línea; se preferirán los parientes a los afines del
mismo grado, y entre los parientes del mismo grado, los de mayor edad; pero este número
no es limitado si se trata de más de seis, pues si se trata de menos de seis, es necesario
llamar a los demás parientes, aliados o bien amigos. (Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n. 5, p. 654;
Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, nn. 653-655, pp. 335-
336).

“Esta manera de integrar el consejo de familia rige no sólo para los menores, sino además
para los interdictos”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n.
653, p. 335).

Al juez de paz es a quien corresponde la elección de las personas que integrarán el


consejo de familia, respetando el orden establecido en el artículo 407, primero los
parientes cercanos, luego los aliados y finalmente los amigos, No es necesario que estos
parientes esten domiciliados dentro de perímetro indicado, basta con que residan. Los
afines pueden integrar el consejo de familia, pero el pariente del mismo grado debe
preferirse. El cónyuge no esta incluido. El juez de paz además deberá respetar la igualdad
numérica de cada línea, así pues, una línea no puede completarse con miembros de la
otra línea, aunque si una persona pertenece a ambas líneas puede formar parte de
cualquiera de las dos. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n.
655, p. 336-337).

La jurisprudencia ha establecido ciertos principios en relación a la composición del


consejo de familia; así pues, las deliberaciones deben siempre ser anuladas a seguidas de
la ausencia del juez de paz, de la convocación de menos de seis miembros, de la
incapacidad o de la representación irregular de uno de los seis miembros presentes, de la
ausencia de un miembro irregularmente convocado, o de que, los tres cuartos de los
miembros convocados no hayan sido presentados, la asamblea no ha presentado los
caracteres de un verdadero consejo de familia; ocurre de modo distinto, si la irregularidad
sólo consiste en la presencia del consejo de otras personas distintas de aquellas que
deberían ser las únicas llamadas de acuerdo a los términos estrictos de la ley; ya que las
prescripciones de la ley a este respecto sólo tienen por finalidad el garantizar lo mejor
posible los intereses de los menores, y sería excesivo y contrario a sus intereses incluso
de anular por este único motivo una decisión que sería perfectamente conforme; sin
embargo, la jurisprudencia más reciente tiende a otorgar a los tribunales un poder
soberano de apreciación de la regularidad de la composición del consejo de familia y no
pronuncia la nulidad si la irregularidad no ha sido cometida con la intención de llevar
perjuicio al menor. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de
Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 120, pp. 264-266).
Algunas personas estan excluidas, de pleno derecho, de formar parte de un consejo de
familia; entre ellos hay que señalar: a los condenados por crimen y a los que sufren una
pena correccional que expresamente prohiba formar parte del consejo; los menores de
edad; los sujetos a interdicción; todos los que tengan o cuyos padres tuviesen un pleito
contra el menor, al cual esten ligados el estado, el capital o una parte considerable de los
bienes del menor; y finalmente, tampoco puede formar parte del consejo de familia el que
ha sido excluido de otra tutela. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta.
ed., t. II, n. 656-657, p. 337).

El consejo de familia debe necesariamente estar presidido por un juez de paz, esto a pena
de nulidad de sus deliberaciones. Sin embargo, como la presidencia del consejo de
familia forma parte de las atribuciones de ese magistrado, no puede ni recurrir contra la
deliberación, ni ser puesto en causa sobre el recurso interpuesto por un pariente. Si el
juez de paz está impedido, le puede sustituir el primer suplente pero nunca otro miembro
del consejo de familia. A falta tambien del primer suplente, se puede llamar al segundo
suplente. El tribunal de primera instancia no podrá comisionar a uno de sus miembros
para reemplazar al juez de paz. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, nn. 7-8-11, p. 654; Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 654, p. 335).

El juez de paz que preside el consejo de familia debe estar asistido del secretario, que
redacta el acta de la deliberación y libra copia o extracto. Pero como el juez de paz no
realiza acto jurisdiccional al presidir el consejo de familia, no es necesario que el
secretario esté juramentado; y por esta misma razón, si la deliberación en la que el juez
de paz ha emitido su parecer es anulada, será siempre ante el mismo juez de paz que la
nueva deliberación deberá ser tomada. (Grenoble, 11 ene. 1864, D. P. 65.2.57 nota de
Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Conseil de Famille, nn. 9-10, p. 654; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil.
4ta. ed., t. II, n. 654, p. 335).

La doctrina y la jurisprudencia están divididas en cuanto a la posibilidad de aplicar las


reglas de recusación establecidas en el artículo 44 del código de procedimiento civil, sobre
la recusación del juez de paz, al juez de paz que preside el consejo de familia. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil
de Famille, n. 12, p. 654; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II,
n. 654, p. 335).

El juez de paz debe necesariamente comparecer y participar en la deliberación, y habrá


nulidad si sólo se circunscribe a presidir el consejo. Pero basta, para la validez de la
deliberación, que el proceso verbal constate implícitamente el parecer del juez de paz.
(Rennes, 6 ene. 1814; Lyon, 30 nov. 1837; París, 21 ago. 1841; Grenoble, 18 dic. 1845, D.
P. 46.2.187). (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n. 13, p.654; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 654, p. 336).

3. Papel del Consejo de Familia

En materia de tutela, el código de procedimiento civil completa por su parte ciertas


disposiciones del código civil. Si la deliberación que nombra al tutor ha sido tomada en su
ausencia, dice que le será notificada por el miembro del consejo que la asamblea haya
designado a este efecto. Esta formalidad es importante ya que hace correr el plazo de tres
días con aumento de la distancias en las cuales el tutor debe presentar sus excusas a
pena de verlas declarar inadmisibles. También, el miembro del consejo que es encargado
es el único responsable, en caso de negligencia, de los retrasos que puedan resultar en la
administración de la tutela y cada uno de los demás miembros del consejo puede tomar la
iniciativa de la notificación que no ha hecho en tiempo útil aquel de entre ellos que había
sido encargado. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n. 55, p. 656).

En cuanto a las atribuciones del consejo de familia, se ha establecido el principio de que


el consejo sólo está llamado a tomar las deliberaciones dentro de sus atribuciones, y
especialmente a nombrar o destituir a los tutores y protutores, supervisar la gestión de
los primeros, y autorizarles a realizar ciertos actos, no pueden, a pena de ser declarados
incorrectos y, en consecuencia, de nulidad, hacer ejecutar ellos mismos sus decisiones,
atacarlas en justicia, o atribuirse a sí mismos una jurisdicción cualquiera. Resulta de este
principio, además, que al no ser un primer grado de jurisdicción, sus decisiones no son,
por ellas mismas, susceptibles de apelación, sino referidas por acción principal al tribunal
de primera instancia, que conoce como juez del primer grado y con cargo de apelación.
(Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et
Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 121, pp. 266-267).

El consejo de familia juega un rol esencial en materia de tutela y curatela y, fuera de toda
tutela o curatela, el consejo de familia interviene a veces cuando se trata de tomar ciertas
decisiones graves para la vida familiar. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n. 54, p. 656).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El proyecto de código de procedimiento civil trata de las deliberaciones del consejo de


familia, bajo el título VI, contenido en el libro sexto relativo a los procedimientos
especiales, en sus artículos 1598 al 1621, que se intitula “De la protección de los mayores
de edad y de las deliberaciones del consejo de familia” ahora bien, el artículo 1598
establece que todas estas disposiciones son aplicables únicamente a las personas
mayores de 18 años de edad, excluyendo con ello las deliberaciones del consejo de familia
del menor, lo cual lo distingue considerablemente del código actual.

Los artículos 1599 al 1612 del proyecto de código, son innovadores en esta materia, pues
dichas disposiciones no se encuentran contenidas en el texto actual.

ARTÍCULO 882

Cuando el nombramiento de un tutor no fuese hecho en su presencia, le será


notificado a diligencia del miembro del consejo designado por el mismo; dicha
notificación se hará en los tres días de la deliberación, y un día más por cada tres
leguas de distancia entre el lugar donde se reunió el consejo y el domicilio del
tutor.

Tabla de Contenido

1. Reuniones del Consejo de Familia


A. Lugar de las Reuniones
B. Convocatoria a las reuniones
a. Clases de convocatorias
b. Procedimientos para las convocatorias
2. Deliberaciones del Consejo de Familia a las que se aplican estas disposiciones
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil
1. Reuniones del Consejo de Familia

A. Lugar de las Reuniones

La reunión del consejo de familia se efectuará en el local del juzgado de paz, a menos que
el juez de paz designe otro local para ello por circunstanciaas atendibles. Para que pueda
haber deliberación, es necesaria la presencia de las tres cuartas partes al menos, de los
miembros del consejo. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II,
n. 664, p. 339).

De acuerdo al artículo 406 del código civil. el primer consejo que sigue a la apertura de la
tutela se realiza, naturalmente, en el lugar del domicilio del menor o del interdicto, que se
trata del domicilio de su tutor. Esta solución debe ser extendida al consejo de familia
encargado de organizar la tutela del interdicto, reuniéndose entonces en el lugar del
domicilio del incapaz, en primer consejo de familia. La opinión general quiere que ocurra
lo mismo con los siguientes y que el domicilio de la tutela y el asiento del consejo
permanezcan así fijados, ya que el interés del menor se opone a que el tutor pueda,
trasladando sucesivamente su domicilio en lugares diferentes, hacer variar a su gusto la
composición del consejo de familia. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique
et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 117, pp. 255-256; Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil
de Famille, n. 56, p. 656).

Si el domicilio del incapaz cambia en el curso de la tutela, se presenta la disyuntiva de


decidir si el lugar en que el consejo de familia debe ser convocado cambia también con el
domicilio, o si, por el contrario, es invariable durante todo el tiempo que dura la
incapacidad. La jurisprudencia hace a ese respecto una distinción según que se trate de
la organización de la tutela o de la curatela, o, por el contrario, de su funcionamiento
regular. Cuando se trata de organizar, de completar o de modificar la tutela o la curatela,
el consejo de familia debe, en toda época, ser convocado en el lugar de origen de la tutela,
sin importar los cambios sobrevenidos luego en el domicilio del incapaz. Debe ser
entonces convocado en el lugar del domicilio del incapaz, el día en que la tutela es
abierta, el consejo de familia llamado a nombrar a un menor o interdicto un nuevo tutor
en reemplazo del tutor dativo fallecido; o proceder al reemplazo del tutor legítimo fallecido;
o bien, elegir el protutor que debe ser designado al tutor legítimo; o designar a un curador
de un menor emancipado (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, nn. 57-65, pp. 656-657).

Cuando se trata sin embargo del funcionamiento regular de la tutela o de la curatela, por
ejemplo de autorizar al tutor o al menor emancipado a hacer ciertos actos de gestión
importantes, la jurisprudencia admite que el consejo de familia puede ser convocado en el
lugar en que se encuentra actualmente el domicilio del incapaz. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n.
66, p. 657).

“Las reuniones del consejo de familia no son públicas”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 664, p. 339).

B. Convocatoria a las reuniones

El consejo de familia puede ser convocado, ya sea por requerimiento, sea por denuncia, o
bien de oficio por el juez de paz. Puede ser convocado entonces a requerimiento de los
parientes del menor, de sus acreedores o de otros interesados. La convocatoria la realiza
en principio el juez de paz, aunque no es necesario que la haga él mismo, ya que puede
reunirse el consejo de forma espontánea, bajo la presidencia del juez de paz. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil
de Famille, n. 68, p. 657; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II,
nn. 660-661, p. 338).

El juez de paz debe convocar de oficio el consejo de familia en los casos en que la ley se lo
ordena, es decir, cuando hay lugar a proceder a la designación de un tutor, cuando se
trata de proceder a la destitución de un tutor o de un protutor. Según ciertos autores, el
juez de paz tiene, además, el poder de convocar de oficio el consejo de familia todas las
veces que le parezca útil, en el interés del menor, de provocar una deliberación del
consejo. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n. 75, p. 657).

El derecho de requerir la convocatoria del consejo de familia, es decir de obligar al juez de


paz a hacerlo, corresponde a los interesados que cambian en función del objeto de la
reunión. Si el objeto del consejo es el de organizar la tutela o la curatela o de nombrar un
tutor o un protutor, o un curados, el derecho a pedir la convocatoria del consejo de
familia pertenece a los parientes o afines del incapaz, a sus acreedores o a las personas
interesadas pecuniariamente, así como al tutor o al protutor cuando ya existe uno de
ellos. Cuando se trata de designar a un curador, el derecho de requerimiento corresponde
además al menor emancipado; si es la destitución del tutor o emancipación del menor, la
ley es más restrictiva, por lo que la convocatoria del consejo de familia sólo la pueden
hacer los parientes y afines, primos hermanos o de grados más cerca al menor, y en el
primer caso, el protutor; en lo demás casos restantes, sólo el tutor, o el menor
emancipado cuando hay curatela, tienen derecho a requerir la convocatoria del consejo, lo
cual es indispensable principalmente para el cumplimiento de ciertos actos especiales e
importantes. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 660, p.
338; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t.
I, Conseil de Famille, nn. 69-72, p. 657).

Toda persona (incluyendo al ministerio público) puede denunciar al juez de paz el hecho
que da lugar a la reunión del consejo de familia, sea para la designación de un tutor, sea
por otro objeto. Pero el juez de paz queda libre de hacer la convocatoria o abstenerse.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Conseil de Famille, n. 74, p. 657).

“Todo pariente, afín o amigo que haya sido convocado y no comparezca a la deliberación
del consejo de familia, sin tener para ello una excusa legítima, sufrirá una multa que no
excederá de diez pesos. Esta multa será impuesta, sin apelación, por el juez de paz”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 665, p. 339).

Es, en principio, el juez de paz quien es el encargado de hacer la convocatoria. Pero no es


necesario que la convocatoria sea hecha por el mismo juez de paz; es regular desde el
momento en que el juez de paz la ha ratificado, y esta ratificación debe ser presumida por
el simple hecho de que él ha aprobado las personas elegidas por el autor de la
convocatoria. Ocurre lo mismo cuando el consejo de familia se reúne espontáneamente y
que el juez de paz toma la presidencia, luego de haber verificado la calidad de los
miembros llamados a componerlo. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n. 76, p. 657).

Para que se imponga al miembro convocado, la convocatoria debe ser hecha por medio de
un citación de alguacil notificada a él y dada en virtud de una ordenanza dictada al efecto
por el juez de paz. Pero, en la práctica, y para evitar los gastos, ya que resulta más
económico, generalmente se convoca a los miembros por simple carta, o se les encarga de
advertirse entre ellos verbalmente, lo cual será verificado por el juez de paz. Ahora bien,
los defectuantes no incurren en la multa dictada por el artículo 413 del código civil y
además, la deliberación tomada en su ausencia es nula, sobre todo si el consejo no ha
llegado al número de miembros exigido. Es prudente entonces, en tal caso, de asegurarse
el concurso de miembros en número suficiente y es mejor citarlos correctamente. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil
de Famille, n. 77, p. 657; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II,
n. 662, p. 338).

El plazo para comparecer es determinado por el juez de paz a día fijo y hora determinada,
pero de manera que haya siempre entre la citación notificada y el día indicado para la
reunión del consejo, un intervalo de por lo menos tres días; este plazo es aumentado
según las reglas del artículo 1033 sobre el aumento del plazo en razón de la distancia,
todas las veces que, entre los miembros citados, haya algunos que residan más lejos.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Conseil de Famille, n. 78, p. 657; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta.
ed., t. II, n.663, pp. 338-339).

La inobservancia de estos plazos de distancia tiene como sanción la nulidad, tanto de la


citación como de la deliberación tomada en ausencia del miembro irregularmente
llamado; pero la deliberación sería válida si todos los miembros se encontraran presentes.
Ha sido juzgado que la citación fuera de plazo a una persona llamada a formar parte de
un consejo de familia no conlleva ninguna nulidad si esa persona, domiciliada fuera del
perímetro legal, no tenía que ser convocada y que el reemplazo de ese miembro por otro
puede ser considerado como regular si el reemplazante ha sido aprobado por el juez de
paz en pleno acuerdo con todos los miembros presentes. (Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n. 79, p. 657;
Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 663, p. 339).

2. Deliberaciones del Consejo de Familia a las que se aplican estas disposiciones

El resultado de las deliberaciones del consejo de familia es llamado de manera impropia,


parecer o aviso de los parientes, esto así pues el consejo puede estar compuesto
completamente de amigos a falta de parientes y amigos pueden incluso reemplazar a los
parientes, las deliberaciones tomadas por estos consejos en los casos y según las formas
determinadas por la ley, sobre un objeto cualquiera. Se ha dicho que se trata en esos
casos de dar una opinión o aviso propiamente dichos, es decir, de responder a una
cuestión presentada por la justicia, y se ha querido reservar el nombre de “deliberaciones”
para hipótesis en las cuales el consejo ordena, autoriza o toma él mismo una medida, tal
como la designación o destitución de un tutor; pero en la práctica es difícil realizar esta
distinción; además, la ley llama indistintamente deliberaciones a todas las decisiones del
consejo de familia, indicando, por ello, claramente, que este término es sinónimo de la
palabra aviso que emplea la rúbrica del título donde se encuentran esos artículos.
(Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et
Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 115, pp. 252-254).

La formalidad de la notificación al tutor de la deliberación que lo designa en su ausencia,


es importante ya que da inicio al plazo de tres días con aumento de la distancia, en el
cual el tutor debe presentar sus excusas a pena de verlas declarar inadmisibles;
asimismo, el miembro del consejo encargado de cumplirla es el único responsable, en
caso de negligencia, los retrasos que puedan resultar en la administración de la tutela, y
cada uno de los demás miembros del consejo puede tomar la iniciativa de la notificación
que no hace en tiempo útil, aquel de entre ellos que era el encargado. (Garsonnet, E. y Ch.
Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t.
VII, n. 122, p. 267).
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

La única distinción entre el texto actual y el del proyecto en su artículo 1613 es que este
último establece nuevas medidas adaptadas a la actualidad para el aumento del plazo en
razón de la distancia; aparte de esta distinción, el texto actual y del proyecto son
idénticos en su redacción.

ARTÍCULO 883

Todas las veces que en las deliberaciones del consejo de familia no hubiere
unanimidad, se hará mención en el acta del parecer de cada uno de los miembros
que lo compongan. El tutor, el protutor o curador, y hasta los miembros del
consejo, tendrán recurso abierto contra la deliberación, entablando la demanda
contra los miembros que hayan opinado en favor de ella, sin que sea necesario
citar en conciliación.

ARTÍCULO 884

La causa será juzgada sumariamente.

Tabla de Contenido

1. Reglas aplicables a las deliberaciones del Consejo de Familia


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Reglas aplicables a las deliberaciones del Consejo de Familia

Para que pueda producirse la deliberación es necesaria la presencia de tres cuartos de los
miembros regularmente convocados, cantidad que no comprende al juez de paz. Según
una opinión generalmente admitida, el texto legal no exige que los tres cuartos de los
miembros convocados deliberen o voten, sino sólo que estén presentes. Pero no deben
considerarse como presentes aquellos que sólo comparecen al consejo para presentar una
excusa y se retiran posteriormente. Por otra parte, las deliberaciones del consejo de
familia deben ser tomadas por mayoría absoluta; esta exigencia, aunque no está indicada
en la ley, es necesaria, porque la mayoría absoluta es la verdadera mayoría y la mayoría
relativa no podría bastar a menos que un texto formal lo autorizara. El voto del juez de
paz es preponderante en caso de empate, lo cual supone que el consejo de familia se
divide en dos opiniones reuniendo el mismo número de votos. Si hay más de dos
opiniones y que ninguna de ellas logra reunir la mayoría absoluta, caso que no ha sido
previsto por la ley, se admite generalmente que hay que observar el artículo117 del código
de procedimiento civil, es decir, que las minorías más débiles deben unirse a una de las
dos opiniones que obtengan el mayor número de votos; si las minorías persisten en su
voto, se reconstituirá el consejo de familia eliminando a los miembros que no han querido
adherirse a una de las dos opiniones más fuertes. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, nn. 92-94, p. 658;
Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 666, p. 339;
Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et
Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 118, pp. 258-260).

Los padres, aliados o amigos, que componen el consejo de familia y regularmente


convocados, están obligados a presentarse en persona o de hacerse representar por un
mandatario especial. Es necesario que la procuración sea especial, es decir, que indique
el orden del día del consejo de familia, sin embargo, no es necesario que sea auténtica, un
acto escrito y sin gastos es simplemente necesario para hacer la prueba. El mandante
debe dar a su mandatario el poder de votar en plena libertad según las circunstancias
reveladas en el consejo, sobre lo que debe ser objeto de la reunión; no puede obligarlo a
votar en tal o cual sentido; la procuración que impondría al mandatario una opinión
determinada sería nula, en consecuencia, el mandante sería considerado como
defectuante. Ha sido juzgado en ese sentido que debe ser declarada nula la deliberación
en la cual ha tomado parte un mandatario portador de una procuración contentiva de un
mandato imperativo. A fin de que el número de votantes no sea disminuido más de la
cuenta, el mismo mandatario no puede representar a más de una persona; un miembro
ausente no puede, por consiguiente, ser representado por un miembro presente (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil
de Famille, nn. 81-65, pp. 657-658; Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique
et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 118, pp. 258-260).

Las deliberaciones del consejo de familia no tienen que ser motivadas, a excepción de
aquellas que pronuncian la expulsión o la destitución del tutor. Todas las veces que las
deliberaciones del consejo de familia no son unánimes, la opinión de cada uno de los
miembros del consejo, incluso la del juez de paz, debe ser mencionada en el proceso
verbal. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Conseil de Famille, nn. 95-96, p. 658; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 666, p. 339).

El proceso verbal firmado por el juez de paz y su secretario, hace plena fe de la


deliberación a pesar de la negativa de firmar por los miembros del consejo que no sean el
juez de paz. Al no ser públicas las sesiones del consejo de familia, el secretario depositario
de las minutas de las deliberaciones no tiene que librar copias a terceros. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil
de Famille, nn.97-98, p. 658; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed.,
t. II, n. 666, p. 339).

Corresponde al consejo de familia interpretar las deliberaciones cuando su sentido es


obscuro o ambiguo. Puede incluso retractar o modificar una deliberación anterior si el
interés del menor parece exigirlo pero con la obligación de respetar los derechos
adquiridos de los terceros. Las deliberaciones o decisiones votadas por el consejo de
familia y que son también llamadas “opiniones de los padres” constituyen tanto simples
opiniones como verdaderas decisiones obligatorias. Constituyen simples opiniones en el
caso en que el consejo de familia exprese su opinión sobre una cuestión que le es
sometida por el tutor, o por el tribunal, en virtud de una disposición legal,
particularmente sobre la interdicción y la dación de un consejo judicial, el retracto, el
vencimiento, la destitución del poder paterno, o la delación de la tutela de un niño
abandonado, la reducción de la hipoteca legal, o la rectificación de un acta de nacimiento.
El aviso del consejo es entonces una simple información que no liga al tribunal. El
consejo de familia toma, por el contrario, una verdadera deliberación obligatoria en el
caso en que la ley le otorga un poder de decisión o subordina un acto a su autorización.
Así ocurre con todas las medidas relativas a la organización de la tutela o de la curatela
(designación, reemplazo, destitución, etc.); ocurre lo mismo en todos los casos en que el
consejo de familia otorga o niega la autorización necesaria al tutor o al menor emancipado
para cumplir un acto determinado. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, nn. 99-102, p. 658).

Las decisiones de un consejo de familia no constituyen un primer grado de la jurisdicción,


por lo que cuando el tribunal de primera instancia es apoderado de impugnaciones
dirigidas contra la resolución tomada por el consejo de familia, el tribunal apoderado
actúa como jurisdicción del primer grado, estando sujeta la sentencia a intervenir al
recurso de apelación. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n.
666, p. 339).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El texto del artículo 883 se mantiene idéntico en el artículo 1614 del proyecto de código,
salvo la especificación de la citación para conciliación, que no fue incluida en el texto.

Por su parte, el artículo 884, se distingue del 1615 del proyecto, en que este último
establece que el asunto será “juzgado en audiencia previamente fijada a la cual serán
citadas u oídas las partes, y el tribunal rendirá fallo dentro del más breve plazo posible”;
esto así, porque como sabemos las distinciones entre el proceso sumario y ordinario ya no
presentan interés alguno.

ARTÍCULO 885

En todos los casos en que se trate de una deliberación sujeta a homologación, se


presentará al presidente copia en forma de la deliberación, el cual, por auto al pie
de ella, ordenará la comunicación fiscal.

ARTÍCULO 886

El fiscal dará sus conclusiones al pie de dicho auto, y la minuta de la sentencia


de homologación se pondrá seguidamente a dichas conclusiones en el mismo
expediente.

ARTÍCULO 887

Cuando el tutor o la persona encargada de solicitar la homologación, no lo


efectuare en el término fijado por la deliberación, o dentro de quince días, si el
término no se hubiere fijado, cualquiera de los miembros del consejo podrá
solicitar la homologación, quedando a cargo del tutor las costas que se
ocasionaren, sin que pueda haber lugar a repetición.

Tabla de Contenido

1. Homologación de las deliberaciones


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Homologación de las deliberaciones

En principio, las deliberaciones del consejo de familia, son ejecutorias por sí mismas. Sin
embargo, en los casos limitativamente enumerados por la ley, ellas deben ser
homologadas, es decir, aprobadas por el tribunal civil de acuerdo con el procedimiento
legalmente establecido. El procedimiento para obtener la homologación de la deliberación
será siempre el mismo, sin importar el objeto de las deliberaciones. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil
de Famille, n. 103, p. 658; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t.
II, n. 667, p. 340; Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de
Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 119, pp. 260-263).

El tribunal que conoce de la homologación de las deliberaciones no puede modificar la


decisión que le ha sido sometida, pero puede homologarla sólo parcialmente o
condicionalmente; así pues, los tribunales sólo tienen el poder de otorgar o negar la
homologación que les es demandada o de anular las deliberaciones que se les refieren por
las vías legales, ordenando, si hay lugar a ello, la reunión de un nuevo consejo, para
recurrir a los intereses en perjuicio. Cometerían un exceso de poder si se sustituyen a los
consejos de familia, invalidando la elección legal de un tutor o de un protutor, designando
ellos mismos un tutor para reemplazar a aquel del cual han invalidado la designación,
tomando de oficio una decisión sobre la cual los miembros del consejo no se pusieron de
acuerdo, o sustituyendo una medida distinta de aquella de la que se persigue su
homologación. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n. 104, p. 658; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 667, p. 340; Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921.
Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 116, pp.
254-255).

En todos los casos en que se trata de una deliberación sujeta a homologación, debe
presentarse una copia de la deliberación al presidente del tribunal. Este dictara un auto,
al pie de ella, ordenando la comunicación al fiscal. La homologación es dada en cámara
de consejo. El ministerio público debe ser escuchado, dando sus conclusiones al pie del
auto y la apelación es posible. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n. 105, p. 658; Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 669, p. 341).

La homologación es perseguida por el tutor o por el miembro del consejo que éste ha
designado para este efecto. Si no lo hace en el plazo fijado por la deliberación o, a falta de
fijación, en los quince días, un miembro cualquiera del consejo puede perseguir la
homologación corriendo el tutor con los gastos o el miembro negligente, y sin repetición
por parte de estos últimos; a falta de estas personas, todo pariente o aliado en el grado
indicado por el artículo 446 del código civil puede tomar la iniciativa de esta demanda. La
demanda es presentada ante el tribunal de la jurisdicción del lugar de la reunión del
consejo, por requerimiento al presidente con constitución de abogado, y expedición de la
deliberación y emplazando, si ha lugar, a las personas, tutores u otros, que estaban
encargados de perseguir la homologación y no lo han hecho en tiempo útil. El presidente
ordena la comunicación al ministerio público y comisiona a un juez para que haga un
informe en el día indicado; el procurador de la República pone sus conclusiones al pie de
esta ordenanza. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de
Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 119, pp. 260-263).
Todos los miembros del consejo, y especialmente el protutor, pueden hacer oposición a la
homologación haciendo una declaración por acto extrajudicial al persiguiente, y, si no
han sido llamados pueden recurrir en tercería o bien en oposición contra la sentencia.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Conseil de Famille, n. 107, p. 658; Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et
Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 119, pp. 260-263; Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 667, p. 340).

En cuanto al derecho de perseguir la homologación, la ley prevé que si el tutor o el


protutor se niega o es negligente para perseguir la homologación, de tal forma que no la
efectúa en el término fijado para ello o dentro de quince días si el término no se hubiere
fijado; uno cualquiera de los miembros de la asamblea podrá, luego de pasado el plazo
establecido como término, cumplir con esta formalidad, pero sólo 8 días después de una
puesta en mora notificada al tutor y quedará sin efecto; quedando a cargo del tutor las
costas que se ocasionaren sin que pueda haber lugar a repetición. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n.
106, p. 658; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 667, p.
340).

El tribunal otorga o niega la homologación por sentencia dictada en audiencia pública o


en cámara de consejo. Si existe un contradictor, la demanda es interpuesta contra la
persona que no ha perseguido en tiempo útil la homologación que estaba encargada de
requerir; o si no hay contradictor, la demanda es justamente interpuesta por el tutor o
por la persona comisionada por deliberación especial del consejo. Se pone, en el mismo
documento, a seguidas de la deliberación y para economizar los gastos, la ordenanza del
presidente, las conclusiones del procurador de la República y el texto de la sentencia. La
homologación no otorga a la deliberación así confirmada la autoridad de la cosa juzgada,
y no impide a los causahabientes atacarla. Estas disposiciones se aplican para las
deliberaciones relativas a los intereses propiamente dichos del menor. La homologación
de aquellas que, sin serles extranjeras, conciernen particularmente al tutor, y
especialmente de aquella que excluye o destituye este último, se persigue en la misma
forma, a pesar de los términos un poco diferentes del art. 418 del código civil. El derecho
de la persecución pertenece a todas las personas designadas por la ley; sólo puede ser
pronunciada luego de que el contradictor natural, es decir, el tutor excluído o destituído,
ha sido entendido o por lo menos llamado. Ni las deliberaciones del consejo de familia ni
las sentencias que las homologan son definitivas: pueden ser objeto de una acción en
nulidad. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure
Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 119, pp. 260-263).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Los textos actuales de los artículos 885 al 887 no sufren modificaciones en el proyecto de
código, quedando contenidas en los artículos 1616 al 1618 de dicho texto, la única
distinción a señalar es la del artículo 885 que establece que la copia de la deliberación se
presenta al “presidente”, mientras que el proyecto habla del “tribunal”; entendemos que
este cambio se debe a que el texto actual es producto de una traducción literal del código
de procedimiento civil francés, en el cual era necesario hablar del presidente del tribunal,
en razón del carácter colegiado de los tribunales, en nuestro caso, no es así, por tanto al
mencionar al tribunal, necesariamente nos referimos al magistrado que lo preside ya que
es un tribunal unipersonal.

ARTÍCULO 888
Los miembros del consejo que creyeren deber suyo oponerse a la homologación lo
declararán por auto extrajudicial, a aquel que estuviere encargado de solicitarla,
y si no fueren llamados, podrán hacer oposición a la sentencia.

ARTÍCULO 889

Las sentencias dadas sobre deliberación de un consejo de familia, estarán sujetas


a apelación.

Tabla de Contenido

1. Recursos contra las deliberaciones


2. Apelación de la sentencia de homologación
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Recursos contra las deliberaciones

Las sentencias que homologan las deliberaciones del consejo de familia son susceptibles:
1º de tercería, de conformidad con los principios generales, de parte de las personas que
no han sido llamadas y quienes han sido perjudicadas en sus derechos; 2º de oposición
de parte de los miembros del consejo; 3º de apelación. Los miembros del consejo que han
declarado por acto extrajudicial su oposición a la sentencia de homologación deben ser
llamados a esta sentencia por el demandante, para deducir y sostener sus motivos de
oposición. Pueden, además, si no han sido llamados, hacer oposición a la sentencia
incluso si ha sido dictada en su ausencia: oposición de un carácter especial, pues no ha
sido abierta según el derecho común a las partes que han hecho defecto en una instancia
en la cual serían llamados en una instancia en la que tenían el derecho de figurar. Esta
oposición es admisible hasta la ejecución de la decisión homologada, es llevada ante el
tribunal que ha dictado la sentencia por los miembros del consejo que, habiendo
declarado querer oponerse a la homologación, no han sido llamadas. (Garsonnet, E. y Ch.
Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t.
VII, n. 125, pp. 275-276).

A menos que no constituyan simples opiniones, las deliberaciones del consejo de familia
pueden ser atacadas ante los tribunales, sea por vicio de forma, o por un motivo sacado
del fondo. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n. 108, p. 658; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 668, p. 340).

Los recursos por vicios de forma tratan sobre la irregularidad de la composición del
consejo o de su modo de deliberación. Como la ley no pronuncia la nulidad de las
deliberaciones tachadas por un vicio de forma, los tribunales poseen entonces un gran
poder de apreciación. Buscan ante todo, por qué razón el juez de paz se ha separado así
de las reglas legales, si la irregularidad es o no una consecuencia de un fraude destinado
por ejemplo a eliminar sin razones válidas a ciertos parientes, y si los intereses del
incapaz han sido cuidados, validan la deliberación; en el caso contrario, se anulan. Una
jurisprudencia constante se pronuncia en ese sentido. (Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, nn. 109-110,
p. 658; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, n. 668, p. 340).
Sin embargo, ciertas irregularidades son tan graves que ellas pueden ser consideradas
como sustanciales y vician de pleno derecho la deliberación, sin que haya que buscar si
ha habido fraude o perjuicio. Para que haya así irregularidad sustancial y que la nulidad
se impongan es necesario que la deliberación emane de una asamblea que no presente los
caracteres de un verdadero consejo de familia. Tal sería el caso en que el consejo no haya
sido presidido por el juez de paz o si el juez de paz no habría tomado parte en la
deliberación ni en el voto, si menos de seis miembros habían sido convocados, o si uno de
los seis miembros deliberantes era incapaz, salvo, en este último caso, el mantener la
deliberación en el caso en que el voto del incapaz no habría podido determinar la mayoría.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Conseil de Famille, nn. 111-112, p. 659; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. 4ta. ed., t. II, n. 668, p. 340).

Por el contrario, la deliberación no sería nula de derecho por la sola razón de que no se
habría seguido el orden en que deben ser llamadas las personas designadas para formar
parte del consejo de familia, tomando a parientes más alejados o más jóvenes en lugar de
parientes más cercanos o de más edad, o aliados en lugar de parientes, o amigos en lugar
de parientes y de aliados. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n. 113, p. 659).

Las deliberaciones del consejo de familia no son sentencias: por tanto, no son
susceptibles de apelación, sino de una acción en nulidad, igualmente admisibles que
estas decisiones hayan sido o no unánimes y que estén sujetas o no a la homologación;
pero bajo el beneficio de ciertas distinciones. Se trata de impedir la ejecución, la acción en
nulidad es intentada, sin preliminar de conciliación, contra aquellos de los miembros del
consejo que han votado la deliberación, y contra aquellos que han sido unánimes y a
excepción del juez de paz, que sólo puede ser puesto en causa en los casos y en las
formas previstas en la ley. El derecho de actuar no compete en este caso, ni al ministerio
público, ni al juez de paz que no es, en este sentido un miembro del consejo y no tiene
calidad para intentar esta acción más que para defenderla. Pero el derecho de actuar
corresponde: 1º en el interés del menor o del interdicto: a) al menor emancipado; b) a su
tutor y a su protutor; c) a los miembros del consejo, aunque hayan votado la decisión
atacada o habría dado aquiescencia, ya que así no han podido comprometer los intereses
del menor; d) a las personas que, pudiendo o habiendo debido ser parte del consejo, no
habrían respondido a la convocatoria o no la habrían recibido; 2º en su propio interés, a
las personas perjudicadas por la deliberación del consejo: a) al tutor excluído, destituido o
cuya excusa ha sido rechazada; b) aquel que ha sido designado en el lugar de otro que ha
sido excusado de forma indebida; c) a aquel al que el consejo de familia ha negado la
asistencia de una ayuda asalariada, o cuyas proposiciones no han sido aceptadas en
cuanto a la suma por encima de la cual deberá emplear el excedente de los ingresos sobre
los gastos; d) al demandado en la acción intentada por el tutor con autorización del
consejo de familia. Se observará solamente que el tutor excluido o destituido puede no
emplazar a los miembros del consejo que han votado esta medida, pero sólo en los
términos del art. 448 del código civil y por excepción a la regla, al protutor. Esta acción es
llevada ante el tribunal de primera instancia del lugar en que el consejo de familia ha
deliberado; es juzgada sumariamente. La deliberación puede ser así atacada en el fondo o
en la forma: en cuanto al fondo; por perjuicio a los intereses morales o materiales del
menor o interdicto, o a los derechos de los terceros, si ha sido tomada a unanimidad; en
la forma, por irregularidad en la composición del consejo o en la manera en que ha
votado. Se nota, sin embargo, 1) que la deliberación no puede ser atacada en el fondo en
el interés del menor, cuando en el consejo se encuentra sustituido el padre para el
ejercicio de un poder doméstico que aquél hubiere ejercido soberanamente, es decir, sin
recurso posible ante los tribunales, y particularmente cuando ha admitido o negado la
demanda de emancipación, acordado o negado al menor la autorización de casarse; 2) que
esta misma deliberación no puede siempre ser anulada en la forma. No puede ni debe ser
homologada cuando la asamblea de la cual emana no tenía el carácter de un verdadero
consejo, o si no había sido consultada, teniendo el tutor el poder suficiente, o si no ha
sido votada en las condiciones regulares; pero la nulidad no debe ser pronunciada en el
interés del menor, si la composición irregular del consejo no ha impedido los intereses de
ser suficientemente garantizados, y además que los terceros que se pretenden
perjudicados por la deliberación no podrían jamás demandar la nulidad por ese motivo,
ya que ellas no rigen la composición del consejo han sido establecidas en el interés
exclusivo del menor, el art. 1125 sólo le permite a éste o a las personas que actúan en su
nombre de hacer valer las nulidades establecidas en su favor. Las acciones intentadas en
esta hipótesis no están sometidas a ninguna prescripción especial, y pueden, en
consecuencia, ser ejercidas por vía de acción durante treinta años y por vía de excepción
tanto tiempo como dure la acción a la cual se han opuesto, serán admisibles. Los gastos
de esta contestación son, según el caso, puestos por completo a cargo de la parte que
sucumbe, compensados por aplicación del art. 130, o empleados, si el tribunal lo ha
ordenado así, en gastos de administración, es decir, que el tutor los hará entrar en los
gastos relativos a la tutela, y que figurarán entre los elementos de su cuenta. (Garsonnet,
E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale.
3º ed., t. VII, n. 123, pp. 268-273).

La jurisprudencia ha deducido ante el silencio de la ley, que el recurso contra las


deliberaciones del consejo de familia es posible contra todas las deliberaciones no
unánimes, ya se trate de deliberaciones relativas a los intereses pecuniarios del incapaz o
de deliberaciones relativas a intereses morales, o, en fin, de las deliberaciones relativas a
la constitución de la tutela o de la curatela. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, nn. 115-116, p. 659).

“Todas las veces que en las deliberaciones del consejo de familia no hubiere unaminidad,
se hará mención en el acta del parecer de cada uno de los miembros que lo compongan”.
En los casos en que el recurso es posible, puede ser ejercido por el tutor, el protutor, el
curador, o incluso por los miembros del consejo de familia, demandando contra los
miembros que hayan opinado en favor de la deliberación. (Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, n. 122, p. 659;
Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., n. 668, p. 340).

En lo que concierne a las formas del recurso, si la homologación es demandada, se puede


circunscribir en una oposición; pero si la homologación ha sido acordada o no es
necesaria, el recurso debe ser interpuesto por vía de acción, esta acción debe ser
intentada contra aquellos de los miembros del consejo que han estado presentes en el
aviso de la deliberación. No existe ninguna prescripción especial que establezca el
momento en el cual debe ser intentado el recurso. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, nn. 123-124, p. 659;
Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., n. 668, pp. 340-341).

“En cuanto a la época en la cual se debe ejercer el recurso, no existe previsión legal al
respecto”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., n. 668, p. 341).

En la hipótesis en la que se critica la deliberación de un consejo de familia para revertir a


la ejecución que ha sido hecha, o para hacer anular un acto pasado en virtud de esta
deliberación. Este medio puede ser presentado, al apoyo de la demanda en nulidad, todo
el tiempo que esta haya podido ser intentada. Sólo puede ser presentado contra los
terceros interesados en resistir, Hay que invocarlo ante el tribunal de su domicilio o ante
aquél de la situación del objeto litigioso según el carácter de la acción. Solamente el tutor
o el menor, convertido en mayor o emancipado, pueden actuar, y por vicio de forma,
según ciertas distinciones. Los terceros no tienen el derecho de oponer a los menores
nulidades que sólo han sido establecidas en su interés, más aún, ni él ni las personas que
actúan en su nombre pueden atacar al fondo actos regulares en la forma y con respecto
de los cuales es considerado como si los habría hecho en mayoría. En fin, sólo puede
hacer valer contra esos actos, en caso de dolo reservado, a las nulidades de naturaleza a
hacer considerar esta deliberación como no existente; ya que sería contraria a la equidad
e incluso al interés bien entendido del menor de asimilar esta deliberación a aquella de
un consejo irregularmente compuesto. Como estas irregularidades no son casi nunca
aparentes y no pueden ser reconocidas con la sola inspección de la deliberación y, como,
de otro lado, los terceros no están en situación de verificar si todas las prescripciones de
la ley en cuanto a la composición del consejo de familia han sido observadas, sería injusto
el anular en su perjuicio actos que habrían pasado en completa buena fe: lejos de
proteger los intereses del menor, un sistema tan riguroso les contraría evidentemente, ya
que el temor de ver anular las convenciones concluidas en nombre de este último
desviarían a los terceros de tratar con él. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité
Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 124, pp. 273-
275).

2. Apelación de la sentencia de homologación

Las sentencias susceptibles de apelación son aquellas que estatuyen sobre las demandas
de homologación o aquellas dictadas sobre oposición a una sentencia de homologación y
sobre demandas en nulidad de las deliberaciones. La apelación sólo es admisible cuando
el tribunal haya estatuido en materia contenciosa. Una sentencia de homologación
dictada sin contradicción, constituye un acto de jurisdicción graciosa como tal, no
susceptible de una vía de recurso. Sin embargo, la apelación estaría abierta al requeriente
de la cual la demanda no haya sido recibida. La apelación, cuando es admisible, se juzga
en las condiciones ordinarias y la sentencia puede ser referida en las condiciones del
derecho común a la corte de casación. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Conseil de Famille, nn. 125-126, pp. 659-660; Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. 4ta. ed., n. 670, p. 341).

“Por lo tanto, el tribunal de primera instancia al cual le es sometida la homologación,


estatuye como un tribunal de primer grado”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., n. 670, p. 341).

Las sentencias dictadas en los casos previstos anteriormente, es decir, sobre la demanda
en nulidad de las deliberaciones del consejo de familia, sobre la homologación de estas
deliberaciones, y sobre la oposición a las sentencias de homologación, en otras palabras,
todas las sentencias dictadas sobre las deliberaciones del consejo de familia, son
susceptibles de apelación; de conformidad con los principios, ya que el tribunal que ha
dictado la sentencia formaba un primer grado de jurisdicción, pero excepcionalmente
abierto, por favor para el menor y el interdicto, aunque la demanda no sea superior a los
1500 francos, ni indeterminada. Una sola condición es requerida, y es contestada incluso,
es que el tribunal haya hecho acto de jurisdicción contenciosa: las decisiones dictadas en
materia graciosa no son susceptibles de apelación, y se concluye que esta vía está abierta,
en la especie, sólo a las partes que hayan figurado en la demanda en nulidad de la
deliberación o interpuesto oposición a la sentencia de homologación. Está entonces
cerrada: 1) a los miembros del consejo que, al no haber declarado querer oponerse a la
homologación, no han sido llamados a la sentencia que se ha dictado; 2) a aquellos que,
habiendo hecho esta declaración y habiendo sido llamados a esta sentencia, han hecho
defecto y han dejado dictar sentencia en su ausencia; 3) a las personas extrañas al
consejo que, no habiendo, a diferencia de aquellas, dado aquiescencia a la deliberación,
pueden atacarla, pero solamente por acción principal y ante el tribunal del lugar en que
ha sido tomada. La apelación, cuando es admisible, se juzga en las condiciones
ordinarias, y la sentencia puede ser referida en las condiciones de derecho común, a la
corte de casación. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de
Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 126, pp. 276-277).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Los artículos 888 y 889 no presentan cambio alguno en el proyecto de código,


encontrándose transcritos íntegramente en los artículos 1619 y 1620 del proyecto.

Sin embargo, el proyecto de código agrega una disposición en su artículo 1621, cuando
señala que “ todo procedimiento dirigido a proteger a un mayor de edad, se extinguirá por
cesación del mismo durante un plazo de un año”.

TÍTULO XI

DE LA INTERDICCIÓN

Tabla de contenido

1. Procedimiento de la interdicción
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Procedimiento de la interdicción

Los textos legales de este título tienen un triple objeto. Regulan: el procedimiento a seguir
a los fines de obtener la interdicción judicial por causas de imbecilidad, de demencia o de
furor; las vías de recurso contra la sentencia que la pronuncia; la ejecución de esta
sentencia que la confirma. Se aplican las mismas reglas para el levantamiento de la
interdicción. Se organizan reglas de publicidad; y en general, estas disposiciones están
estrechamente ligadas a los artículos 490 a 501, 504, 512, 514 y 516 del código civil
relativos al mismo objeto, los cuales reproducen en parte, completando y precisando
algunos puntos. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de
Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 127, pp. 278-279).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El proyecto, inicia el tema declarando que las disposiciones se aplicarán sólo a personas
mayores de 18 años. El art. 1599 se encarga de enumerar los casos para los cuales el
procedimiento está creado, seguido por la indicación de los documentos necesarios como
prueba para solicitar dicha demanda.

ARTÍCULO 890

En todo procedimiento de interdicción, los hechos de imbecilidad, demencia o


furor se enunciarán en la instancia presentada al presidente del tribunal,
acompañando los documentos justificativos, indicando los testigos.
ARTÍCULO 891

El presidente del tribunal ordenará la comunicación de la instancia al fiscal, y


comisionará a un juez para presentar informe el día que se indique.

Tabla de Contenido

1. Partes en el procedimiento de interdicción


A. Personas que pueden demandar la interdicción
B. Demandados
C. Intervinientes
2. Tribunal competente
3. Introducción de la instancia
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Partes en el procedimiento de interdicción

A. Personas que pueden demandar la interdicción

El Código de procedimiento civil no se ocupa de las personas que pueden o deben


perseguir la interdicción, ni del tribunal competente para conocer esta demanda, ni de las
personas contra las cuales debe ser interpuesta, que deben ser llamadas o que tienen
derecho a intervenir: la primera de estas cuestiones la resuelve el código civil, las demás
se resuelven por principios generales. Tres categorías de personas pueden demandar la
interdicción, según los artículos 490 y 491 del código civil: 1) todos los parientes en grado
sucesible, incluso los hijos, actuando personalmente si son capaces, y por su tutor si son
menores o interdictos; los aliados no tienen ese derecho; 2) el cónyuge, en el caso de la
mujer con autorización de la justicia; 3) el procurador de la República, si la persona no
tiene ni cónyuge ni parientes conocidos. Pero el procurador de la República tiene el
derecho y el deber de actuar si la persona se encuentra en estado habitual de furor y sus
cónyuges y parientes no provocan la interdicción, sea que ya esté interna en un
establecimiento de alienados. Estas personas actúan en plena libertad, salvo el caso de
furor en el cual el procurador de la República está obligado a provocar la interdicción que
no demandan parientes o cónyuge; bajo su responsabilidad, es decir, a pena de daños y
perjuicios contra el demandado, la reputación del cual han causado perjuicio
interponiendo contra él una demanda infundada. La sentencia que la rechaza no tiene la
autoridad de la cosa juzgada y no le impide al demandante de reintroducirla alegando
nuevos hechos, ni sobre todo a las demás personas enumeradas previamente de
reproducirla. Ninguna otra persona puede interponerla: ni aliados y, con más razón, los
amigos, aunque sean miembros del consejo de familia llamado a dar su parecer sobre la
designación de un administrador provisional a los bienes del alienado aún no interdicto y
simplemente ubicado en un establecimiento de alienados; ni el tutor de un menor en
demencia; ni, en fin, la persona misma, ya que no se admite hoy en día que se pueda
demandar la propia interdicción; ya que el estado de las personas no es una materia
sobre la cual puedan establecerse convenciones privadas, y autorizarla sería consentir su
propia incapacidad y sobre todo hacerla pronunciar; esta podría ser también un medio
de obtener fraudulentamente la aplicación del art. 503 del código civil, que permite hacer
pronunciar bajo ciertas condiciones la nulidad de los actos anteriores a la interdicción.
(Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et
Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 128, pp. 279-283).

B. Demandados

La persona cuya interdicción es demandada es el demandado natural en esta acción. Si


es menor, no puede emplazársele solo, ya que, no emancipado, su tutor lo representa en
todos los actos judiciales y extrajudiciales de la vida civil y, emancipado, no puede
defenderse sin la asistencia de su curador en las acciones relativas a su estado. No se
puede tampoco, emplazar sólo al tutor, ya que es a la persona misma a quien hay que
interrogar antes de pronunciar su interdicción. Por tanto hay que emplazarla
personalmente junto a su tutor o curador. Si es una mujer casada, sólo puede defenderse
en esta acción con la autorización de su marido o de la justicia, y corresponde al
demandante provocar esta autorización sobre la regularidad de su propia acción. Si el
demandado muere en el curso de la instancia, la demanda cae ipso facto por falta de
objeto, aunque el interrogatorio haya revelado su demencia, y aun cuando su deceso se
haya producido luego de que ha interpuesto apelación contra la sentencia de interdicción,
o la ha referido a la corte de casación; por tanto ha muerto siendo capaz, y los actos
realizados por él no son nulos en virtud del art. 502 del código civil, sino sólo en el caso
en que se haya probado que estaba, en el momento preciso en que los ha realizado,
privado del uso de sus facultades intelectuales. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921.
Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 129, pp.
283-284).

C. Intervinientes

Las partes que hayan tenido calidad para interponer esta demanda no pueden intervenir;
el demandado mismo no puede hacerlo antes de que el procedimiento le sea común; el
demandante no está obligado a llamar a las personas cuyos derechos dependen de la
sentencia de interdicción, como aquellos que han realizado con el demandado actos que
la sentencia de interdicción podría hacer declarar su nulidad. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-
Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n.
130, p. 285).

2. Tribunal competente

Esta demanda interesa primeramente al estado de las personas, y compete, en


consecuencia, ratione materiae de los tribunales de primera instancia, a la exclusión de
los tribunales criminales donde se trataría de saber la cuestión de si la persona a la cual
se quiere hacer ordenar la interdicción es responsable de crímenes o delitos, y de los
tribunales de comercio a los cuales se solicitaría, por falta de consentimiento, la nulidad
de los compromisos que ha suscrito una persona; ratione personae, el tribunal de primera
instancia, del domicilio de esta persona que jugará el papel de demandado es competente
a menos que ese domicilio sea desconocido, y que el procurador de la República no
demande la interdicción por causa de furor, que puede ser considerada una medida de
policía y perseguida, por aplicación de las reglas de competencia en materia criminal,
ante el tribunal de primera instancia de la residencia del demandado. Se ha sostenido
incluso que este último tribunal es siempre competente de preferencia al del domicilio,
porque el interrogatorio del demandado, parte esencial de este procedimiento, es, a la vez,
más cómodo y menos costoso allá donde este se encuentra, y más verídico allá donde es
conocido, pero estas condiciones de hecho que podrían militar siempre por la
competencia del tribunal de la residencia no pueden prevalecer sobre la regla
fundamental Actor sequitur forum rei. Lo que se puede admitir, de conformidad por otro
lado, con las reglas de la competencia ratione personae, es que la incompetencia del
tribunal de la residencia ante el cual la demanda de interdicción sería llevada, sería
cubierta por el silencio del demandado. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité
Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 131, pp. 285-
286).

3. Introducción de la instancia

El procurador de la república presenta su demanda por un requerimiento, y las partes


interesadas igualmente, firmado por un abogado. Uno y otro son remitidos al presidente
del tribunal y contienen: 1) los hechos sobre los cuales la demanda es fundada; 2) las
piezas justificativas soberanamente apreciadas por los jueces; 3) los nombres de los
testigos que pueden atestar sobre los hechos articulados. El requerimiento que no
enuncia ningún hecho o que sólo contiene a este respecto, vagas apreciaciones, no es
admisible. Si bien se puede pensar que el depósito de piezas justificativas y de la
indicación de testigos son prescritas a pena de nulidad, ya que la ley no las distingue y
que todas estas formalidades son de igual importancia; sin embargo, ha prevalecido la
opinión contraria, ya que sería difícilmente explicable la nulidad de la demanda por
omisión de formalidades que pueden ser útilmente cumplidas posteriormente con la
producción de nuevas piezas o la indicación de nuevos testigos. El presidente ordena la
comunicación del requerimiento al ministerio público, necesariamente parte adjunta en
este procedimiento, todas las veces que no sea parte principal, y comisiona a un juez para
hacer, el día indicado, en cámara de consejo, su informe sobre el estado de la demanda y
sobre el carácter de los hechos alegados por el demandante. Sobre estas conclusiones y
este informe, el tribunal rechaza la demanda de plazo si el demandante no tiene calidad
para interponerla o si los hechos no son a la vez: concluyentes, pertinentes o admisibles,
es decir, de naturaleza a conllevar la interdicción si son probados, verídicos, susceptibles
de ser establecidos con certitud. En el caso contrario, es decir si la demanda tiene
posibilidades de ser acepptada, procede con la continuación del procedimiento.
(Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et
Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 132, pp. 287-289).

El proceso de interdicción se inicia mediante el depósito de una instancia motivada


dirigida al Juez de Primera Instancia, acompanado de los documentos que justifiquen el
mérito de dicha solicitud, para así proceder a declarar la interdicción y el nombramiento
de un consultor judicial. (Tavares Hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Domincano. 4ta ed. v.II, p.145).

Los documentos son remitidos al ministerio público, quien en cámara de consejo, emitirá
un dictamen, a la vez nombrando un juez relator. (Tavares Hijo, Froilán. 1995. Elementos
de Derecho Procesal Civil Domincano. 4ta ed. v.II, p.145; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 344).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El artículo 891 es modificado de manera que ya el juez no designará otro, sino que, según
el art. 1602 del proyecto se autodesignará.

ARTÍCULO 892

En vista del informe del juez y de las conclusiones del fiscal, el tribunal ordenará que un
consejo de familia, formado según el modo determinado por el Código Civil, sección IV del
capítulo II, título De la Menor edad, de la tutela y de la emancipación, emita parecer sobre el
estado de la persona cuya interdicción se pide.

Tabla de Contenido

1. Parecer del Consejo de Familia


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Parecer del Consejo de Familia

Otras dos formalidades son indispensables para que la interdicción pueda ser
pronunciada: 1º el aviso previo del consejo de familia; 2º el interrogatorio del demandado.
El tribunal puede también, para aclararse mejor, añadir un informativo. El consejo de
familia es compuesto de conformidad con las reglas que establece el código civil. Sin
embargo el abogado del persiguiente puede asistir, pero sin voto deliberativo; 2) el
demandante no puede formar parte, a menos que se trate del cónyuge o del hijo del
demandado, caso en el cual no tiene el derecho de votar, pero puede asistir a la
deliberación con voto consultivo sin que su presencia sea, sin embargo, indispensable. La
nulidad de la deliberación sólo es de derecho si una disposición prohibitiva ha sido
violada. Si la irregularidad sólo ha consistido en llamar a ciertas personas en lugar de
otras que debieron haber formado parte preferentemente, el tribunal aprecia
soberanamente, si este error es suficientemente grave y ha causado al demandado un
perjuicio suficientemente grande para que haya lugar a anular la deliberación y los actos
posteriores. El consejo convocado, ya sea por el juez de paz a requerimiento del
persiguiente que ha levantado previamente la sentencia que lo ordena, sea directamente
por el mismo persiguiente, delibera en la forma acostumbrada con el concurso de por lo
menos tres cuartas partes de los convocados luego de haber hecho, si el juez lo propone,
comparecer a las dos partes, y si hay lugar a pronunciar la interdicción, se circunscribe,
sin concluir en favor o en contra, en dar su parecer sobre el estado mental del
demandado. Como su deliberación no es un parecer al cual el tribunal es libre de
adherirse, no es posible atacarlo al fondo, pero es requerido a pena de nulidad de la
sentencia de interdicción; nulidad que no puede ser cubierta por la aquiescencia de las
personas interesadas en hacerla valer, y que puede ser demandada en todo estado de
causa, incluso en apelación por primera vez. Si se encuentra en esta deliberación una
irregularidad suficiente para conllevar la nulidad se puede, sin embargo, sin anular todo
el procedimiento, provocar únicamente un nuevo parecer. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru.
1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 133,
pp. 289-292).

El tribunal tiene la facultad de dictar una sentencia preparatoria ordenando la


composición de un consejo de familia, en los casos en los cuales encuentra mérito en las
pretenciones de la parte solicitante; en cambio, puede, si así lo estima, rechazar la
demanda sin tener que ordenar la composición del consejo de familia. (Tavares Hijo,
Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Domincano. 4ta ed. v.II, p.145; SCJ. 11
de diciembre de 1931, BJ. 255-257.107)

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este artículo no es modificado por el proyecto de código.


ARTÍCULO 893

La instancia y la deliberación del consejo de familia serán notificados al


demandado, antes que se proceda a su interrogatorio. Si el interrogatorio y los
documentos presentados fueren insuficientes, y cuando los hechos puedan ser
justificados por testigos, el tribunal ordenará, si hubiere lugar a ello, se proceda a
una información testimonial, que se efectuará en la forma ordinaria. El mismo
tribunal podrá ordenar, cuando las circunstancias lo exijan, que la información se
haga sin la presencia del demandado; pero en este caso su consultor podrá
representarlo.

Tabla de Contenido

1. Notificaciones a hacer al demandado con anterioridad al interrogatorio


2. El interrogatorio
3. El informativo y otras medidas de instrucción
4. Designación de un administrador provisional
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Notificaciones a hacer al demandado con anterioridad al interrogatorio

El interrogatorio del demandado cerrado, si el tribunal ha ordenado el informativo, la


instrucción preparatoria de esta demanda. El proceso verbal de estas operaciones son
notificados al demandado, con emplazamiento para comparecer ante el tribunal en el
plazo ordinario de los emplazamientos. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité
Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 137, pp. 299-
300).

En cumplimiento de las disposiciones del Art. 496 del Código Civil, luego de la opinión del
consejo de familia, se procede, a petición del demandante, al interrogatorio del
demandado. Esto se logra mediante una citación hecha al demandante, contentiva de la
sentencia preliminar, la opinion del consejo de familia, y la sentencia que ordene el
interrogatorio. (Tavares Hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Domincano. 4ta ed. v.II, p.146).

Cuando el demandado no puede trasladarse al tribunal, el interrogatorio tiene lugar en su


casa y será practicado por el juez, acompanado del secretario, y en presencia del fiscal; si
el primer interrogatorio no satisface al juez, éste puede ordenar otro. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 349).

La formalidad del interrogatorio es imperativa y no puede pronunciarse la interdicción si


no se ha cumplido con la misma. Esta tiene necesariamente que ser hecha por el juez, no
admitiendo aquella hecha por el consejo de familia. Sin embargo tanto la negativa del
demandado a comparecer, como la falta de respuesta a las preguntas formuladas durante
el interrogatorio suplen dicho proceso. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil,
4ta ed. t. II, p. 348).

La nulidad que resulta de la omisión del interrogatorio es de orden público, en


consecuencia, se puede presentar en todo estado de causa. (Civ. 9 Mai 1860, D.P.
60.1.214.).
2. El interrogatorio

Si bien el tribunal está obligado a tomar el parecer del consejo de familila, éste no se
encuentra ligado en ningún sentido y puede tanto rechazar la demanda de interdicción de
plazo a pesar del aviso favorable del consejo, como a darle seguimientno a pesar de un
aviso desfavorable. Para rechazarla no es necesaria ninguna formalidad. Para darle
seguimiento, hay que emplear el siguiente procedimiento: 1) primero hay que notificar al
demandado el requerimiento a los fines de interdicción y el aviso, favorable o no, del
consejo de familia; 2) en segundo lugar, se presenta al presidente un nuevo requerimiento
para obtener la fijación de un día y de una hora en los cuales se procederá al
interrogatorio del demandado; requerimiento que será respondido por una sentencia
dictada sin informe previo de un juez ni conclusiones del procurador de la república y que
el demandado sólo puede atacar, según el autor, por apelación u oposición la sentencia
que ha ordenado la convocatoria del consejo de familia: en efecto, la situación es idéntica
y militan las mismas razones de principio, en los dos casos, contra las dos vías de
recurso; 3) a seguidas, hay que llevar esta sentencia a conocimiento del demandado
notificándole a persona o a domicilio, con emplazamiento para comparecer en un plazo de
por lo menos 24 horas para ser interrogado, y añadiendo a este acto la notificación, si
aún no ha sido hecha, del requerimiento a fines de interdicción y el aviso del consejo de
familia; 4) finalmente hay que proceder a este interrogatorio, formalidad esencial
requerida a pena de nulidad, a menos que el demandado se haya negado o no se ha
sustraído de manera expresa, caso en el cual no sería admisible a quejarse de que no ha
tenido lugar. Se procede una o varias veces si es necesario en presencia del procurador de
la república y de los abogados si el magistrado lo cree conveniente, sea por el tribunal en
cámara de consejo, sea por uno de sus miembros en el domicilio mismo del demandado si
éste no puede trasladarse al asiento del tribunal. En ambos casos, se levanta proceso
verbal del interrogatorio que relata todas las circunstancias importantes; proceso verbal
que es necesariamente nulo, con todo lo que esto conlleva, si el tribunal o el juez
comisionado lo hace levantar por el secretario sin emplazamiento previo o en la ausencia
del demandado, a menos que no constate que el demandado debidamente emplazado se
ha negado a presentarse. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et
Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 134, pp. 292-295).

El proceso de declaración de interdiccion, admite, además del interrogatorio del


demandado, otras medidas de instruccion, supliendo así cualquier duda sobre el estado
de la persona. Estas medidas pueden ser informativos testimoniales, peritaje medico, etc.
(Tavares Hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta ed. v.II,
p.146; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 350)

3. El informativo y otras medidas de instrucción

El empleo del informativo como medio suplementario de instrucción exige dos


condiciones: 1) la existencia de hechos susceptibles de probar por testigos, es decir, cuya
importancia sea inferior a 150 francos o de los cuales el demadante ha podido procurarse
una prueba escrita, ya que no sería admitido a probar por testigos que el demandado ha
suscrito en estado de demencia; 2) una sentencia que ordena el informativo ve
insuficiente las piezas producidas y los resultados del interrogatorio, sentencia que el
tribunal puede dictar de oficio, pero también puede no dictarla, ya que el informativo no
es obligatorio. Este informativo puede tratar sobre todos los hechos alegados antes o
luego del interrogatorio practicado al demandado; se hace en presencia del demandado o
de su consejero, si el tribunal teme que en presencia de ciertos testigos pueden
presentarse estados de furor o escenas de violencia; pero la presencia del procurador de
la república no es indispensable. Tiene lugar en las formas previstas para el informativo
ordinario, salvo que los parientes en grado indicado el art. 283 puedan ser entendidos
incluso aunque formen parte del consejo convocado, ya que se arriesgaría, al no
escucharlos, a privarse del más seguro método de conocer el verdadero estado del
demandado. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de
Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 135, pp. 295-297).

Luego de la interrogación, el consejo de familia tiene la facultad de hacer nombrar un


administrador provisional para que éste cuide los bienes del demandado; esto no puede
ser hecho hasta despues del primer interrogatorio.(Tavares hijo, Froilán. 1995. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. 4ta ed. v.II, p.146; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p.349; Garsonnet et Cézar-Bru. 1931. Traité Théorique Et
Pratique De Procédure Civile et Commerciale. T.7. no. 134, note 13).

“La sentencia que ordene el nombramiento del administrador puede impugnarse por
medio del correspondiente recurso. La vía de la apelación está abierta al demandado,
conforme al derecho común”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed.
t. II, p. 349).

El administrador es nombrado por el tribunal, frente a petición formulada por medio de


una instancia, que puede hacer tanto el persiguiente como cualquier otro interesado,
esta, deberá indicar los poderes que se deben otorgar al administrador. El nombramiento
del administrador se hace en cámara de consejo y no en audiencia pública, salvo el caso
de que el procedimiento se haya hecho contradictorio. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 350).

“La sentencia que nombra al administrador no implica la disminución de la capacidad del


demandado, por lo que ninguna medida de publicidad debe cumplirse”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 350).

4. Designación de un administrador provisional

Una medida extraña a la instrucción propiamente dicha y que el tribunal tiene el derecho
de tomar en interés del demandado cuyo interrogatorio ha revelado la incapacidad para
conducirse, consiste en la designación de un administrador provisional que el tribunal
comisiona, si hay lugar, y designa en virtud de su poder discrecional para cuidar au
persona y sus bienes. Esta designación es hecha en cámara de consejo a la demanda del
persiguiente, de las personas interesadas moralmente o pecuniariamente en la
conservación de la persona o los bienes del demandado, o del procurador de la república.
Esta demanda es interpuesta por simple requerimiento sin que haya necesidad de
emplazar al demandado, que luego de su interrogatorio, está presente en la instancia.
Esta sentencia es, por la misma razón, contradictoria; es dictada sobre el informe del juez
que ha sido comisionado para el interrogatorio del demandado en su domicilio, o de un
miembro cualquiera del tribunal si el interrogatorio ha tenido lugar ante la cámara de
consejo; las conclusiones del ministerio público son igualmente indispensables; es
susceptible de apelación. El administrador provisional entra en funciones desde que le ha
sido remitida una copia de la sentencia, incluso aunque ésta no le haya sido notificada.
Sus poderes, revocables si abusa de ellos, dependen de la sentencia que lo designa y que
puede extenderlo hasta a los actos que un tutor puede tomar solo; pero no tiene, ante el
silencio de esta sentencia, el derecho de realizar actos urgentes y consevatorios, y es a
este título solamente que puede enajenar los muebles del demandado sin ser
especialmente autorizado por la justicia. Sus bienes no están gravados, en beneficio del
demandado, con la hipoteca legal prevista por el art. 2121 del código civil que establece
en beneficio de los interdictos sobre los inmuebles de sus tutores. Su designación no
atenta en ningún caso sobre la capacidad del demandado que permanece completa y
plena, salvo aplicación del art. 503 del código civil, hasta que su interdicción sea
pronunciada; la sentencia que designa al administrador provisional no es susceptible de
la misma publicidad que aquel que pronuncia una interdicción o nombra un consejo
judicial, y conlleva la nulidad de derecho de los actos realizados posteriormente por el
interdicto o, sin la asistencia de este consejo, por la persona que ha sido provista.
(Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et
Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 136, pp. 297299).

Hasta el momento de la notificación del interrogatorio, el demandado permanece extraño


a todo el proceso. “Con esta notificación el demandado se entera del proceso que se está
incoando en su contra. El legislador supone que el procedimiento, si se ha dirigido contra
una persona sana de espíritu, desembocará en el fracaso, pues el demandado tendrá la
oportunidad de defenderse”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t.
II, p. 347).

Aunque la ley no especifica con cuanto tiempo de anticipación se debe realizar la citación
para el interrogatorio, se sostiene que debe transcurrir un plazo de por lo menos 24
horas. (Glasson & Tissier. 1926. Traité Théorique et Pratique D’Organisation Judiciaire, de
Compétence et de Procédure Civile. Troisiéme Édition. t. 7, no. 134, note 9; Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 347).

La notificación de la sentencia no está prescrita a pena de nulidad. (Garsonnet et Cézar-


Bru. 1931. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. t.7, n.134, note
6).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El 1604 del proyecto de código trata el tema de la notificación, estableciendo además los
lugares en los cuales se pudiera obtener las declaraciones del demandado, y continua,
ampliando el aún vigente 893 en la medida que otorga potestad al tribunal de celebrar
otras medidas preparatorias como la audiencia del médico; levantando proceso verbal de
todo lo que ocurriere.

ARTÍCULO 894

La apelación interpuesta por aquel cuya interdicción haya sido pronunciada será
dirigida contra el que la promovió; y la que se interponga por el que la promovió, o
por uno de los miembros del consejo de familia, será contra aquél cuya
interdicción ha sido promovida. En el caso que se hubiere nombrado consultor, la
apelación de aquél a quien se le hubiere impuesto será dirigida contra el que
provocó la interdicción.

ARTÍCULO 895

Cuando no se haya apelado de la sentencia de interdicción, o si se confirmare en


la apelación, se procederá al nombramiento de un tutor y de un protutor a la
persona cuya interdicción se haya pronunciado, siguiendo para el caso las reglas
establecidas en el título X de las Deliberaciones del consejo de familia. El
administrador provisional nombrado en cumplimiento del artículo 497 del Código
Civil cesará en sus funciones, y dará cuenta al tutor si no fuere la misma persona.

Tabla de Contenido
1. Sentencias dictadas en materia de interdicción
2. Vías de recursos contra las sentencias
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Sentencias dictadas en materia de interdicción

Expirado el plazo, el tribunal entiende en audiencia pública las conclusiones de las


partes, las ponencias de los abogados y sus propias observaciones, y estatuye sobre el
fondo en una sentencia dictada en la cual pueden haber tres posibilidades distintas:
admitir la demanda y pronunciar la interdicción si le parece justificada; rechazarla, en el
caso contrario, con daños y perjuicios, si hay lugar, a cargo del persiguiente que, por una
demanda juzgada como mal fundada ha atentado a la consideración y al crédito del
demandado; optar por un término medio, y otorgar, a requerimientno del demandante o
incluso de oficio, al demandado un consejero judicial, cuya designación no lo hará
completamente incapaz como lo habría hecho una sentencia de interdicción, pero le
impedirá hacer, sin la asistencia de ese consejo, los actos enumerados por el art. 499 del
código civil. El tribunal siempre ha tenido el derecho de tomar este término medio, a
menos que no rechaze la demanda por causa de incompetencia o como habiendo sido
interpuesta por una persona desprovista de calidad a este efecto. Puede tomar esta
decisión sea cuando el demandado ha concluido subsidiariamente desde el principio o en
el curso de la instancia, sea de oficio, es decir, en la ausencia de conclusiones y en el caso
mismo en que la demanda en interdicción ha sido interpuesta por el ministerio público.
Nada se opone a que el demandante proponga nuevas conclusiones mientras los debates
no hayan sido cerrados, derecho que es absoluto en principio; el procurador de la
república tiene, en materia de interdicción, los mismos derechos que los parientes y el
cónyuge, y, desde el momento en que su acción es interpuesta en las mismas condiciones
y puede conducir a los mismos resultados. Sin importar el partido que tomen los jueces,
la apreciación de los hechos de la causa es enteramente libre y constituye para ellos el
ejercicio de un poder discrecional: libres en el sentido de que el aviso del consejo de
familia no los liga en ningún sentido; discrecional en el sentido en que escapan a la
censura de la corte de casación. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et
Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 138, pp. 300-302).

No se debe confundir la ejecución de la sentencia de interdicción con el efecto de esta


sentencia: una se trata de medidas y la otra en la incapacidad del interdicto y en la
nulidad de los actos realizados por él. Ambas son independientes de las medidas de
publicidad, pero la ejecución de la sentencia es suspendida por la apelación, ya que se
subordina la misma sin perjuicio de la notificación previa a toda ejecución, a condición
que no haya apelación o que la sentencia haya sido confirmada, en lugar de que su efecto
sea inmediato, ya que el efecto suspensivo de la apelación no impide a la sentencia de
producir sus consecuencias legales. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique
et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 142, pp. 309-310).

La ejecución de la sentencia de interdicción consiste en: a) la designación de un tutor y de


un protutor al interdicto, a menos que el interdicto no sea una mujer casada caso en el
cual el marido será de derecho el tutor; b) en la rendición de cuentas del administrador
provisional. El tutor y el protutor son nombrados por un consejo de familia compuesto,
convocado y deliberando en las formas legales previstas; el administrador provisional
rinde cuentas en la misma forma que los mandatarios ordinarios, al tutor si es
pronunciada la interdicción, o al demandado mismo si esta ha sido rechazada.
(Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et
Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 143, pp. 310-312).
El tribunal puede, acoger la demanda en interdiccion y nombrar un consultor judicial, o
si simplemente se ha solicitado la interdiccion, rechazarla aunque nombre de todas
formas el consultor. (Tavares Hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Domincano. 4ta ed. v.II, p.146; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed.
t. II, p. 350).

“El rechazo de la demanda puede originar una acción en daños y perjuicios”. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 351).

“De toda sentencia que pronuncie la interdicción o nombramiento de consultor, se


expedirá copia a solicitud de los demandantes, quienes la notificarán a las partes que
corresponda y la harán fijar por carteles, dentro de los diez días, en las salas de
audiencias y en las notarías del distrito judicial. Esta publicidad es difícil de hacer [por la
cantidad de notarios] y además insuficiente. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 351).

2. Vías de recursos contra las sentencias

Las sentencias preparatorias dictadas en materia de interdicción pueden ciertamente ser


referidas a la corte de casación por violación de la ley en el fondo o en la forma. La
apelación de estas sentencias es admisible: puede ser interpuesta por el demandante
cuya demanda a fin de designación de un administrador provisional ha sido rechazada;
por el demandado contra el cual estas sentencias crean un prejuicio desfavorable, o al
cual causan un perjuicio inmediato, sea ordenando la convocatoria del consejo de familia
o su propio interrogatorio, sea nombrando a un adminiistrador provisional; por el
interviniente que, en esta calidad, tiene los mismos derechos que las partes principales.
Hay que distinguir sin embargo, entre las sentencias dictadas en su ausencia y aquellas
que lo han sido luego de que haya formado parte del proceso ya que unas y otras tienen
un carácter contencioso y las sentencias de esta naturaleza son siempre susceptibles de
apelación incluso aunque hayan sido dictadas, sobre una demanda indeterminada.
Ocurre distinto con la oposición, no puede ser nunca interpuesta por el demandante que
no puede hacer defecto en una demanda interpuesta por él mismo; el autor considera que
tampoco es admisible por parte del demandado, ello sólo es posible contra las sentencias
dictadas luego de que es parte en la instancia, es decir, después de su primer
interrogatorio. Una vía de recurso reservada a las personas que, llamadas a una
instancia, han hecho defecto, debe ser cerrada a un demandado, de cierta forma eventual,
que la ley no ha prescrito aún ponerlo en causa, y por tanto, no puede hacer oposición a
la sentencia que ha ordenado la convocatoria del consejo de familia y el interrogatorio;
esta vía está abierta sólo contra la sentencia que nombra al administrador provisional o
que ordena sea un nuevo interrogatorio, sea un informativo. La jurisprudencia es
contraria a esta afirmación y la cuestión, sometida por primera vez a la corte de casación
en 1892, fue resuelta en el sentido de que el demandado puede interponer oposición
contra todas las sentencias preparatorias dictadas en esta materia. (Req., 11 mayo 1892,
S. 92.1.410, D.P. 93.1.452). (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et
Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 139, pp. 303-305).

La sentencia que estatuye sobre la demanda de interdicción puede ser referida a la corte
de casación, si el tribunal no ha utilizado al dictarla un poder de apreciación discrecional.
Es igualmente susceptible de tercería en los términos del derecho común. El demandado
mismo puede hacer oposición, si el tribunal ha pronunciado su interdicción en defecto, es
decir si no ha comparecido al interrogatorio. Si la demanda ha sido rechazada, no le
conviene atacar esta sentencia que le da plena satisfacción; si ha comparecido al
interrogatorio, no será admisible en una vía de recurso reservada a los defectuantes; pero,
si la interdicción ha sido pronunciada en defecto, nada le impedirá de interponer
oposición. Ni el art. 498 del código civil, ni el art. 894 del código de procedimiento civil, o
suficientemente explícitos para excluir una vía de recurso no menos conforme a los
principios que a la equidad y destinada a impedir que nadie sea juzgado sin hacer sido
oído. (Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile
et Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 140, pp. 305-306).

La apelación interpuesta por aquel cuya interdicción habría sido pronunciada será
dirigida contra el provocante. El demandado y los miembros del consejo de familia que
han emitido un aviso favorable a la demanda, pueden apelar la sentencia que la rechaza,
ya sea luego del agotamiento de los medios de instrucción previstos por la ley, sea de
plano, suponiendo en este último caso a) en cuanto al demandante, que el tribunal se ha
negado a convocar al consejo de familia o al interrogatorio del demandado; b) en cuanto a
los miembros del consejo, que el tribunal, a pesar del aviso favorable a la demanda, ha
rechazado de ordenar el interrogatorio. El demandado puede apelar la sentencia que ha
pronunciado su interdicción, pero el demandante no es admisible y que los miembros del
consejo de familia que han emitido un aviso desfavorable a la demanda no son admisibles
tampoco ya que la sentencia de interdicción sólo perjudica al demandado y por tanto es el
único con calidad para atacarla. La apelación es igualmente admisible contra la sentencia
que, aun rechazando la sentencia de interdicción, designa al demandado un consejero
judicial, ya que esta vía de recurso está abierta a cualquiera que no ha obtenido
completamente ganancia de causa; es el caso del demandante que, al solicitar la
interdicción completa, no ha obtenido más que una media interdicción; y del demandado,
quien deseaba mantener su plena y entera capacidad, que se ha visto limitado por la
designación de este consejo judicial. El interviniente, por su parte, teniendo los mismos
derechos que las partes principales, puede apelar una sentencia que, contrariamente a
sus conclusiones, ha pronunciado o negado a pronunciar la interdicción. En fin, las
personas a las cuales el derecho de apelación compete en esta materia no pueden, dar
aquiescencia a la sentencia que pronuncia la interdicción, pero pueden dar aquiescencia
a la sentencia que se niega a pronunciarla y a las sentencias preparatorias dictadas en un
sentido o en el otro. La apelación del demandado es dirigida contra el demandante, y la
del demandante o del consejo de familia es dirigida contra el demandado. (Garsonnet, E. y
Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale. 3º
ed., t. VII, n. 141, pp. 306-309).

La tercería se admite contra la sentencia que pronuncia la interdicción. (Pérez Méndez,


Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 351).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El Art. 894 sólo es modificado en lo relativo a la denominación de interdicto por la de


protegido.

Por otra parte el Art. 895 no se modifica en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 896

La demanda para levantar la interdicción, será instruída y juzgada en la misma


forma que la interdicción.
ARTÍCULO 897

La sentencia que pronuncie prohibición de litigar, transigir, prestar, recibir un


capital mobiliario, dar descargo de él, enajenar o hipotecar sin la asistencia de un
consultor, tendrá publicidad en la forma prescrita por el artículo 501 del Código
Civil.

Tabla de Contenido

1. Levantamiento de la interdicción
2. Publicidad
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Levantamiento de la interdicción

La interdicción crea, a partir del día en que la sentencia que la pronuncia produce sus
efectos, un estado permanente que no cesa más que por una decisión contraria, es decir,
por una sentencia que pronuncie el levantamiento. La demanda es interpuesta por el
interdicto sin la asistencia de su tutor e incluso de su protutor o por las personas que
tienen derecho en provocar la interdicción. Se lleva en el domicilioo actual del interdicto
que es el de su tutor; se forma, se instruye y juzga como la demanda en interdicción,
salvo que no existe contradictor necesario, es inútil llamar al tutor del interdicto y a la
persona que provocó la interdicción, que no tienen, en consecuencia, derecho de
interponer recurso de tercería contra la sentencia de levantamiento conservando el
derecho, sin embargo, de intervenir en la instancia o provocar una nueva interdicción.
(Garsonnet, E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et
Commerciale. 3º ed., t. VII, n. 145, pp. 317-319).

“La ley no indica quiénes pueden solicitar el levantamiento de la interdicción, como hace
cuando se refiere a quienes pueden solicitarla”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 351).

Existe una dualidad de criterios acerca de si el interdicto puede solicitar el levantamiento


por si solo, o si es necesario la participación del tutor. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 351).

Todo parece indicar que el legislador, aunque expresamente no lo ha dicho, haya querido
darle esta facultad a las mismas personas que pueden solicitar la interdicción. Sin
embargo se admite que el ministerio público no goza de esta facultad. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 352).

Algunos entienden que la demanda en levantamiento de interdicción debe ser lanzada en


contra el consejo de familia y el ministerio público, otros entienden que se debe lanzar
contra el tutor; y en caso de que sea el tutor que inície la demanda, debe ser dirigida
contra el protutor. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 352).

Según algunos autores, en caso de levantamiento no hay demandado obligado,


especialmente si la demanda se lanza por el tutor; caso en el cual se eleva por simple
requerimiento, por cual, si se admite esta opinion, pueden intervenir tanto el consejo de
familia, el ministerio público, o cualquier otro pariente. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 352).
El tribunal del domicilio del interdicto es el competente para conocer de la demanda en
levantamiento. (Perez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 352).

La demanda en levantamiento se introduce de la misma manera que la demanda en


declaracion de interdiccion; por vía de instancia, siguiendo un procedimiento parecido a
aquel del pronunciamiento. (Perez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t.
II, p. 352).

La sentencia de levantamiento de interdicción puede: (i) rechazar la solicitud de


levantamiento, y mantener la interdicción; (ii) ordenar el levantamiento de la interdicción;
(iii) ordenar el levantamiento de la interdicción, pero nombrar un consultor judicial. (Perez
Mendez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 353).

La sentencia en levantamiento puede ser apelada por el ministerio publico, tutor, o


cualquier miembro del consejo de familia. (Perez Mendez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil, 4ta ed. t. II, p. 353)

2. Publicidad

La publicidad de las sentencias de interdicción es regida por el art. 501 del código civil.
Esta publicidad destinada a informar a los terceros de cambios sobrevenidos en la
capacidad del interdicto y del peligro de tratar con él, consiste en el cumplimiento de tres
formalidades: a) la publicación, a requerimiento del demandante de toda sentencia sobre
interdicción, por extracto conteniendo las menciones de naturaleza a interesar a los
terceros, en la sala de audiencia o la corte, en la cámara de notarios, de la jurisdicción del
domicilio del interdicto; b) la inserción en uno de los periódicos judiciales; y c) la mención
del mismo extracto en un registro especial del cual toda persona puede tomar
comunicación y obtener copia. El art. 501 fija en 10 días el plazo en el cual la sentencia
debe ser publicada; pero estas formalidades y plazos puramente reglamentarios sólo
tienen por sanción los daños y perjuicios en beneficio de personas lesionadas por oficiales
ministeriales que han sido negligentes en el cumplimiento de dichos plazos. (Garsonnet,
E. y Ch. Cézar-Bru. 1921. Traité Théorique et Pratique de Procédure Civile et Commerciale.
3º ed., t. VII, n. 144, pp. 312-316).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

En la disposición que sustituirá al Art. 896, al igual que el resto del tema, se sustituye el
término interdicto por protegido. Y en el art. 1612 que modifica al Art. 897, se dispone
que se hará la publicación en un diario de circulación nacional.

TÍTULO XII

DEL BENEFICIO DE CESIÓN

ARTÍCULO 898

Los deudores que se encontraren en el caso de reclamar la cesión judicial,


acordada por el artículo 1268 del Código Civil, estarán obligados, para el efecto, a
depositar en la secretaría del tribunal donde la demanda será presentada, su
balance, sus libros, si los tiene, y sus títulos activos.
ARTÍCULO 899

El deudor concurrirá ante el tribunal de su domicilio.

Tabla de Contenido

1. La cesión de bienes. Concepto


2. El beneficio de cesión
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. La cesión de bienes. Concepto

La cesión de bienes es definida por el Código Civil en su artículo 1265, como el abandono
que el deudor hace de todos sus bienes a sus acreedores cuando se encuentra en la
imposibilidad de pagar sus deudas. La cesión de bienes puede ser voluntaria, cuando
resulta de una convención suscrita libremente por el deudor y sus acreedores,
determinando esta convención las condiciones y efectos del abandono; y puede ser
judicial, cuando se trata de un beneficio que tiene el deudor de abandonar sus bienes a
sus acreedores en justicia para evitar con ello el apremio corporal. (Código Civil. Artículos
1265, 1266 y 1267; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Cession de Biens, nn.1-2-3, p. 493; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, p. 353).

La cesión de bienes se distingue de la dación en pago, en que ella no trasfiere por sí


misma la propiedad de los bienes cedidos a los acreedores y no extingue la obligación del
cedente; se diferencia de la anticresis, en que no concede a los acreedores el poder de
vender. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Cession de Biens, n. 4, p. 493; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. 4ta. ed., t. II, pp. 353 y 354).

2. El beneficio de cesión

El principal interés de la cesión de bienes judicial es el de permitir al deudor de escapar


del apremio corporal. Este interés ha desaparecido con la supresión del apremio corporal
prohibido por la Constitución de la República en su artículo 8, salvo en materia penal,
donde las condiciones exigidas para que pueda tener lugar la cesión de bienes se reúnen
tan raramente que los autores se preguntan si esta institución aún existe. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Cession
de Biens, n. 7, p. 493).

La cesión judicial es un beneficio legal que permite al deudor desgraciado y de buena fe,
hacer judicialmente el abandono de todos sus bienes a sus acreedores, a pesar de toda
estipulación contraria. Resulta de un acto unilateral de voluntad al cual una sentencia da
fuerza obligatoria, y se impone a los acreedores aun cuando no la consientan, quienes no
pueden rehusar la cesión salvo los casos exceptuados por la ley. (Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, pp. 353-354; Código Civil. artículos 1258 y 1270;
Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Cession de Biens, nn. 3-6, p. 493)

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


El beneficio de cesión se encuentra regulado por el proyecto de código de procedimiento
civil, en los artículos 1622 y siguientes, los artículos 898 y 899 del código actual, se
encuentran transcritos en el artículo 1622, sin ninguna modificación, a excepción de la
mención que se hace en la actualidad del texto del código civil, que no se produce en el
proyecto de código.

ARTÍCULO 900

La demanda será comunicada al fiscal; pero no tendrá efecto suspensivo para


procedimiento alguno, salvo que los jueces ordenaren, citadas las partes, que se
sobresea provisionalmente.

ARTÍCULO 901

El deudor admitido a gozar del beneficio de la cesión estará obligado a reiterarla


personalmente, y no por procuración, en la audiencia del tribunal de comercio de
su domicilio a donde hubieren sido citados sus acreedores.

ARTÍCULO 902

Si no hubiere tribunal de comercio, la reiteración dicha se hará en la casa


consistorial un día de sesión; la declaración del deudor se hará constar, en este
último caso, por acta del alguacil, que será firmada por el presidente del
ayuntamiento.

ARTÍCULO 903

Los nombres, profesión y residencia del deudor se insertarán en un cuadro público


destinado a este objeto, colocado en la sala de audiencia del tribunal de comercio
de su domicilio, del tribunal de primera instancia que ejerza sus funciones, y en el
lugar de las sesiones del ayuntamiento.

Tabla de Contenido

1. Condiciones de la cesión de bienes


2. Procedimiento de la cesión de bienes
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Condiciones de la cesión de bienes

Entre las condiciones necesarias para obtener el beneficio de la cesión de bienes, el


código civil establece que el deudor debe encontrarse en mal estado y de buena fe; esto
significa que su insolvencia no debe provenir de su falta o de su impericia, sino de una
causa que no le sea imputable. Esta condición no sería cumplida por aquel que antes de
presentar su demanda en cesión habría intentado sustraer sus bienes de las
persecuciones de sus acreedores por medio de obligaciones simuladas o fraudulentas.
Corresponde al deudor hacer la prueba de que su insolvencia no le es imputable;
corresponde a los jueces del fondo apreciarlo soberanamente. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Cession de Biens, n. 6,
pp. 493-494; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 354).

Otra condición consiste en que el deudor no debe pertenecer a la categoría de deudores a


los cuales la ley les niega expresamente el beneficio de cesión de bienes, ya sea porque los
considera de mala fe o por cualquier otra razón. Se excluyen entonces del beneficio de
cesión de bienes judicial: los extranjeros; los estelionatarios; los comerciantes en estado
de quiebra fraudulenta; las personas condenadas por robo o estafa que no son nunca de
buena fe; los contadores, tutores, administradores y depositarios de bienes ajenos, que
no pueden restituirlos; entre otros. Sin embargo, de acuerdo a una opinión generalmente
admitida, sólo las víctimas de actuaciones fraudulentas de los estelionatarios, de los
condenados por robo o estafa, los contadores, tutores, administradores y depositarios a
excepción de los demás acreedores a los cuales estos hechos les son extraños, están
calificados para oponerse al otorgamiento de la cesión de bienes. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Cession de Biens, n. 9,
p. 494; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 354).

Finalmente, son otras condiciones para que el deudor tenga el beneficio de cesión: que
debe hacer abandono de todos sus bienes a excepción de aquellos que la ley declara
inembargables; la cesión debe hacerla en beneficio de todos los acreedores, incluyendo
aquellos cuyo crédito no ha vencido aún, ya que la insolvencia conlleva al vencimiento del
término; y debe ser autorizada por una sentencia del tribunal. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Cession de Biens, n.
10-12, p. 494).

El deudor no puede renunciar por adelantado a demandar el beneficio de la cesión de


bienes judicial; y por su parte, los acreedores sólo pueden negarla en los casos
exceptuados por la ley. (Código Civil, artículo 1268; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Cession de Biens, n. 14, p. 494).

2. Procedimiento de la cesión de bienes

El deudor que solicita el beneficio de la cesión de bienes judicial debe presentar un


requerimiento al presidente del tribunal civil de su domicilio que es el tribunal
competente; se debe solicitar un auto al presidente del tribunal y llamar a los acreedores
por la vía ordinaria del emplazamiento, por acto de abogado a abogado y de manera
nominativa para los que no hayan constituido abogado. Esta demanda debe estar
acompañada del depósito en secretaría del estado de cuentas del deudor, de sus libros, si
los tiene, y de sus títulos activos; debe ser comunicada al Ministerio Público. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Cession
de Biens, n. 15, p. 494; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p.
355).

El tribunal puede ordenar que sean provisionalmente sobreseídas las persecuciones e


incluso, en caso contrario que el deudor sea momentáneamente puesto en libertad.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Cession de Biens, n. 16, p. 494).

Si el deudor es admitido a hacer cesión de bienes, debe reiterar su cesión en persona y no


por procurador, llamados sus acreedores, en la audiencia del tribunal de comercio de su
domicilio; y si no hay, en la alcaldía de la común un día de sesión; la declaración del
deudor será constatada, en este último caso, por proceso verbal de alguacil, que será
firmado por el alcalde. Si el deudor está detenido, debe ser extraído y conducido al lugar
donde debe hacerse la declaración. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Cession de Biens, n. 17, p. 494).

El texto del artículo 902 del código de procedimiento civil es inútil en la República
Dominicana, ya que no tenemos tribunales de comercio, sino que los mismos de primera
instancia civil, conocen el proceso comercial. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil, 4ta ed. t. II, p. 355).

Las sentencias que admiten la cesión de bienes deben ser publicadas por vía de edictos
en el auditorio del tribunal de comercio, y, a falta de éste, en la alcaldía del lugar del
domicilio del deudor. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale. t. I, Cession de Biens, n. 18, p. 494).

El deudor cuya demanda es rechazada puede siempre apelar. Ocurre lo mismo con los
acreedores que se han opuesto en vano a la demanda, incluso si han asistido a la
reiteración, ya que su presencia no puede ser considerada como aquiescencia. Los
acreedores que no hayan sido llamados pueden interponer tercería. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Cession de Biens, n.
19, p. 494).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El texto del artículo 900 del actual código, permanecerá idéntico con la aprobación del
proyecto de código de procedimiento civil, en su artículo 1623.

En lo que concierne al artículo 901, se distingue el texto actual del texto del artículo 1624
del proyecto de código, en que este último no habla del tribunal de comercio sino del
tribunal de primera instancia, lo cual se ajusta con la organización judicial actual, ya que
como se ha especificado en las anotaciones, en la actualidad no existe distinción entre el
tribunal civil y el de comercio, se trata del mismo tribunal actuando bajo diferentes
atribuciones.

Los artículos 902 y 903 del código actual, serían por su parte derogados al ser aprobado
el texto actual del proyecto de código de procedimiento civil.

ARTÍCULO 904

La sentencia que admite el beneficio de la cesión servirá de poder a los acreedores


para el efecto de hacer vender los bienes muebles e inmuebles del deudor; en estas
ventas se procederá en las formas prescritas para los herederos a beneficio de
inventario.

ARTÍCULO 905

No podrán ser admitidos al beneficio de la cesión: los estelionatarios, los


quebrados fraudulentamente, las personas condenadas por robo o estafa, ni los
cuentadantes, ni los tutores, administradores y depositarios.

ARTÍCULO 906
Por lo demás, las disposiciones del presente título en nada prejuzgan respecto del
comercio, que se regirá siempre por su código peculiar.

Tabla de Contenido

1. Efectos de la cesión de bienes


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Efectos de la cesión de bienes

La cesión judicial no confiere a los acreedores la propiedad de los bienes abandonados;


sino sólo les otorga el derecho de hacerlos vender en su beneficio y de percibir las rentas
hasta la venta; venta que se efectúa sin embargo previo; debiéndose proceder en las
formas prescritas para los herederos bajo beneficio de inventario. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Cession de Biens, n.
21, p. 494).

En razón de que el deudor conserva la propiedad de los bienes abandonados hasta la


venta, éste puede retomarlos si desinteresa completamente a sus acreedores antes de que
los bienes sean vendidos; en caso de venta, tiene derecho, si el precio obtenido excede el
monto de la deuda, al excedente; de acuerdo con ciertos autores, él conservaría
igualmente el derecho de hipotecarlos al menos en beneficio de otros acreedores distintos
de aquellos que se hayan beneficiado de la cesión, y los acreedores podrían continuar
tomando inscripción, mientras que quienes tienen una opinión contraria estiman que la
cesión de bienes conlleva un desapoderamiento más completo del deudor, que no podría
hipotecar los bienes abandonados. Los acreedores que no estarían aún inscritos antes de
la cesión no podrían hacerlo posteriormente. A partir de la cesión, el deudor no puede ya
enajenar los bienes abandonados. La cesión no dispensa a los acreedores hipotecarios de
renovar su inscripción en los plazos previstos por el artículo 2154 del Código Civil.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Cession de Biens, n. 22, p. 494).

Es importante destacar que en nuestro ordenamiento jurídico, en razón de la


coexistencia del sistema del código civil y el sistema Torrens, al existir la publicidad de las
hipotecas en este último sistema, no existe la necesidad de la renovación de la
inscripción. [nota de los autores].

La cesión judicial les otorga a los acreedores el derecho de administrar los bienes
abandonados y de percibir los frutos. Se admite incluso generalmente que los frutos de
los inmuebles se encuentran de pleno derecho inmovilizados para ser distribuidos por vía
de orden a los acreedores inscritos. (Limoges, 13 mar 1869, sous Civ. 30 mar 1870, D.P.
70.1.217 nota de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Cession de Biens, n. 23, p. 494).

La cesión de bienes judicial sólo libera al deudor de sus deudas hasta la concurrencia del
valor de los bienes abandonados. Si esos bienes son insuficientes, estará obligado de
abandonar todos aquellos que obtendrá posteriormente; contrariamente a lo que es
admitido en lo que concierne a la cesión voluntaria, la cesión de bienes judicial no es
obstáculo para que el acreedor que no ha sido pagado íntegramente, pueda perseguir a
los codeudores solidarios del cedente y a sus fiadores. (Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Cession de Biens, n. 24, p. 494).
Si bien la ley le niega a los extranjeros la cesión judicial de bienes, se admite que el
beneficio puede ser acordado a los extranjeros invocando la reciprocidad diplomática en
virtud del artículo 11 del Código civil. El deudor nacional, por su parte, puede invocar el
beneficio de la cesión judicial contra sus acreedores extranjeros. (Cass. 18 feb. 1806, Sir.
Chron., nota de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Cession de Biens, n. 27, p. 495).

Si, por otra parte, la cesión de bienes ha sido acordada por una decisión judicial
extranjera, puede convertirse en ejecutoria a través del procedimiento del exequátur.
(París, 30 nov. 1886, nota de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I, Cession de Biens, n. 28, p. 495).

Ya sea que se desarrolle en el país o en el extranjero, el procedimiento de la cesión de


bienes es sometido a la ley del tribunal apoderado por aplicación de las reglas de
conflictos de leyes. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Cession de Biens, n. 29, p. 495).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Los artículos 904 y 905 del código actual, quedarán transcritos de forma idéntica de ser
aprobado el proyecto de código, en los artículos 1625 y 1626, y por lo que ya hemos
explicado en párrafos anteriores en cuanto a la organización judicial dominicana,
quedaría derogado el artículo 906, el cual es redundante e innecesario en la actualidad.

LIBRO II

PROCEDIMIENTOS RELATIVOS A LA APERTURA DE UNA SUCESIÓN

Tabla de Contenido

1. Apertura de una sucesión


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Apertura de una sucesión

La sucesión es la transmisión a título universal, a una o varias personas vivas del


patrimonio dejado por una persona fallecida. (Julliot de la Morandière, Léon. 1965. Droit
Civil. Précis Dalloz. 2da. ed., T. IV, n. 502, p. 241; Mazeaud, Henri et al. 1965. Lecciones de
Derecho Civil. La Transmisión del Patrimonio Familiar. Parte IV, v. II, n. 657, p. 5; Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Sucesiones y Liberalidades. 4ta. ed., n. 1, p. 9; Mancebo,
Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 1.1., p.1).

El punto de partida de la apertura de una sucesión es la muerte de la persona; y el lugar


de la apertura de la sucesión es el último domicilio de la persona fallecida. En caso de que
el difunto no tuviere domicilio conocido, se considerará abierta la sucesión en su última
residencia conocida. (Julliot de la Morandière, Léon. 1965. Droit Civil. Précis Dalloz. 2da.
ed., T. IV, nn. 510-511, pp. 247-248; Mazeaud, Henri et al. 1965. Lecciones de Derecho
Civil. La Transmisión del Patrimonio Familiar. Parte IV, v. II, nn. 669 y 672, pp. 18-19 y 26;
Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Sucesiones y Liberalidades. 4ta. ed., n. 5, p. 12; Mancebo,
Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 1.1., p. 1).
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El proyecto de código de procedimiento civil, establece las disposiciones relativas a los


procedimientos relativos a la apertura de una sucesión, en el título VIII, del libro sexto
sobre los procedimientos especiales.

El contenido de este título en el proyecto de código, sólo trata hasta la rúbrica relativa a la
venta del mobiliario, dejando la venta de los inmuebles pertenecientes a menores, así
como las particiones y licitaciones para otros títulos, el IX y el X.

El proyecto de código no trata ni sobre el beneficio de inventario, ni sobre la renuncia a la


comunidad y la venta de inmuebles dotales, como tampoco sobre el curador de una
sucesión vacante. Entendemos que esto es así, debido a que estos temas se relacionan de
manera muy estrecha con procedimientos ya establecidos en el código civil, por lo que el
proyecto de modificación de dicho código trataría sobre esos procedimientos.

TÍTULO I

DE LA FIJACIÓN DE SELLOS POR CAUSA DE FALLECIMIENTO

ARTÍCULO 907

Cuando fuere procedente la fijación de sellos, por causa de fallecimiento, lo


practicarán los jueces de paz; y a falta de éstos, sus suplentes en ejercicio.

ARTÍCULO 908

Unos y otros usarán del sello del Juzgado de Paz.

Tabla de Contenido

1. Fijación de sellos
2. Causas para la fijación de sellos
3. Competencia para la fijación de sellos
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Fijación de sellos

Los sellos consisten en una banda, faja o cinta de papel o de tela amarrada por los
magistrados competentes con obleas de cera, que llevan la impresión de un sello oficial de
esos magistrados, sobre la apertura de un mueble o de una puerta, de tal suerte que se
no se pueda abrir el mueble o puerta sin romper el papel o la tela. Se trata de una medida
conservatoria destinada a impedir que los efectos mobiliarios, valores o documentos de
una persona desaparezcan o sean desviados. Su fijación se logra mediante una solicitud
por la parte interesada, mediante instancia dirigida al Juez de Paz, acompañada de los
documentos justificativos. El juez apoderado examina los documentos recibidos y si los
estima correctos dictará un auto señalando día, hora y lugar de la fijación. La fijación
está generalmente seguida de un inventario o estado detallado de los muebles, inmuebles,
efectos, títulos, papeles, deudas y cargas de una persona. El juez no puede fijar sellos
sino es en los casos en que la ley expresamente se lo permite. (Rousseau R. et Laisney.
1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII, p. 604 ; Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de
Fallecimiento. n. 1.2., p. 3; Castellanos, Víctor José. 2001. Manual Descriptivo de
Procedimientos de los Juzgados de Paz. t. II, pp. 53 y 54).

“La primera de las operaciones previas es la colocación de sellos, que evita que los
muebles sean sustraídos por ciertos herederos. Por lo demás, la colocación de sellos no es
obligatoria más que si, entre los copartícipes, hay ausentes, menores de edad o
incapacitados cuyo tutor no ha sido designado aún (arts. 819 del Código Civil, y 911 del
Cód. proc. civ.). Los acreedores del difunto tienen personalidad para requerir la colocación
de sellos (art. 820 del Cód. civ.). El levantamiento de los sellos va acompañado de un
inventario (arts. 821, párr. 2º, del Cód. civ., y 941 y sigtes. del Cód. de proc. civ.)”.
(Mazeaud, Henri et al. 1965. Lecciones de Derecho Civil. La Partición del Patrimonio
Familiar. Apéndice: Código Civil francés. Índices Generales de la Obra. Parte IV, v. IV, n.
1718, pp. 129-130).

La fijación de sellos es una medida conservatoria destinada a impedir que los efectos
mobiliarios, valores o documentos de una persona desaparezcan. Los sellos son una
banda de tela o de papel que tiene que llevar encima obligatoriamente el sellos del
Juzgado de Paz. Esto se hace para evitar que el bien sobre el cual se fija el sello sea
abierto o roto o adulterado. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual para Jueces de Paz. t.
I, p. 530).

La fijación de sellos es una medida conservatoria y provisional, tendente a evitar la


distracción de bienes muebles, valores y documentos. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de
Paz en Materia Civil anotado. t. I, p. 145).

Las disposiciones contenidas en este título son aplicables en todos los casos en los que la
ley permite o prescribe esta medida. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, nota
(1), p. 567).

El procedimiento de fijación de sellos es una medida conservatoria instituida por el


legislador para aquellos casos en que las circunstancias merecen salvaguardar bienes,
sea por causas de fallecimiento, por divorcio de esposos casados bajo el régimen de la
comunidad de bienes, entre otras causas. El juez de paz no puede dejar de actuar
alegando imposibilidad material para ejecutar la fijación, dado que puede ser demandado
en denegación de justicia y subsiguientemente en responsabilidad civil. Toda fijación de
sellos constituye una medida provisional, que luego debe ser levantada a fin de dar paso a
la elaboración del inventario. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Incidental
anotado. t. III, pp. 145-146).

Un sello particular es colocado por el juez de paz o su suplente en las puertas de los
lugares, de las oficinas, baúles, armarios, etc., que son sellados. Aun cuando sea
irregular hacer uso del sello ordinario del juzgado de paz, no se podría, por este único
motivo, criticar la operación de fijación de sellos. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, nota (3), p. 575).

2. Causas para la fijación de sellos

La fijación de sellos puede hacerse en los siguientes casos: a) por causa de fallecimiento;
b) prescrita por la ley; y, c) facultativa. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual para
Jueces de Paz. t. I, p. 530).

La fijación de sellos es acordada por la ley en presencia de situaciones especiales. Se


entiende la fijación de sellos acordada por la ley, cuando en la sucesión hay un interdicto
sin representación legal. Procede igualmente la fijación de sellos prescrita por la ley, en
los casos establecidos por los artículos 591 y 769 del Código Civil, a saber, en caso de un
embargado ausente y si hubiere negativa para la apertura del mueble o cuarto,
encontrándose papeles en los mismos, se requiere al funcionario la fijación de sellos; o
bien, el cónyuge supérstite y la administración de los bienes del Estado que pretenden
derechos en la sucesión. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de
Fallecimiento. nn. 1.3 y 1.4., pp. 3 y 4).

La fijación de sellos prescrita por la ley es posible en los siguientes casos: a) si el menor
careciere de tutor y ningún pariente hubiere requerido la formalidad de sellos; b) si
estuvieren ausentes el cónyuge, los herederos o uno de ellos; c) si el difunto era
depositario público, en cuyo caso sólo se pondrán los sellos a causa de ese depósito, y
sobre los objetos que lo constituyan; d) el cónyuge superviviente que pretenda tener
derecho a la sucesión; y, e) si el embargado estuviere ausente y hubiere negativa respecto
de la apertura de algún cuarto o mueble. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual para
Jueces de Paz. t. I, p. 531).

La fijación de sellos tiene lugar, ya sea luego del fallecimiento, ya sea durante la vida, en
caso de desaparición o de ausencia, de demanda en interdicción, en separación de
cuerpos o de bienes, de quiebra, de embargo mobiliario practicado en ausencia del deudor
y haciendo descubrir documentos en su morada. [Ver anotaciones artículo 591 Código de
Procedimiento Civil]. (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de
Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n. 1, p. 605).

El fallecimiento de una persona no es el único caso en el que procede una fijación de


sellos. Esta medida conservatoria es tomada todas las veces que sea necesario, en
ausencia de los interesados, poner valores o efectos mobiliarios al resguardo de desvíos
fáciles y posibles. Así, puede tener lugar la fijación de sellos: en materia civil: a) en caso
de presunción de ausencia; b) en caso de demanda en separación de bienes o de demanda
en divorcio o separación de cuerpos; c) en caso de interdicción; d) luego de la disolución
de una sociedad; e) luego de un embargo mobiliario practicado contra un deudor ausente,
si se encuentran papeles en su casa. En materia comercial, cuando un deudor está en
quiebra. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure
Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, nota (2), pp. 566-567).

El inventario hecho por los padres, en un testamento por el cual legan su mobiliario a un
hijo, no dispensa de la fijación de sellos. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, nota
(2), p. 567).

Cuando la fijación de sellos es facultativa es necesario probar un interés legítimo y esto


entra en la soberana apreciación del juez de paz el ordenar o no la medida. Además, no
existe una enumeración, ni aún enunciativa de estos casos. (Castellanos, Víctor José.
2001. Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 531).
Los sellos pueden ser puestos sobre los bienes muebles o efectos, documentos, etc.
dejados por un difunto. En materia comercial, en caso de quiebra, se procederá a la
fijación de sellos, antes del nombramiento del síndico, y en caso de que no se haya hecho,
puede ser requerido por éste. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Civil
anotado. t. I, p. 145).

3. Competencia para la fijación de sellos

“El Juez de Paz es el funcionario competente para fijar sellos sobre los bienes de una
persona que ha fallecido, para evitar que los efectos que le pertenecen sean distraídos”.
(Castellanos, Víctor José. 2001. Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 530).

El juez de paz tiene la facultad para prescribir todas las medidas provisionales que al
efecto sean necesarias para llevar a cabo la fijación de sellos, tales como la fijación de
guardianes exteriores, si las circunstancias lo ameritan, hasta tanto se proceda al
levantamiento de los mismos. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia
Incidental anotado. t. III, p. 146).

Salvo raras excepciones, es únicamente al juez de paz de los lugares donde deben ser
fijados los sellos, o a sus suplentes a quienes corresponde cumplir esta formalidad.
Iniciada por el juez de paz, puede continuar por su suplente. Si el juez de paz y sus
suplentes están ausentes o impedidos, el presidente del tribunal designará un juez de paz
vecino. (Bourges, 16 may. 1842, S.43.2.136, cita de Rousseau R. et Laisney. 1886.
Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII, n. 1, p. 605).

“El Juez de Paz competente para fijar sellos es el del domicilio del lugar donde se va a
efectuar la fijación. Dicho funcionario puede efectuar la medida, aún en días feriados,
pero no está obligado a fijar sellos en horas de la noche”. (Castellanos, Víctor José. 2001.
Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 531).

El juez de paz, de la jurisdicción donde se va a proceder con la fijaciónl, es el único que


está facultado para realizar todo lo concerniente a la fijación y rompimiento de sellos.
(Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Civil anotado. t. I, p. 146).

El juez de paz, del domicilio donde se encuentran los bienes sobre los cuales se ha de fijar
sellos, es el competente para llevar a cabo este procedimiento, quien actuará en todo
momento asistido de su secretario, el cual actuará a petición de parte, o de oficio. (Rivas,
Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Incidental anotado. t. III, p. 145).

“El juez competente para conocer de las dificultades surgidas con motivo de una fijación
de sellos es el del domicilio del demandado. Cuando las dificultades no surgen en el
momento en que se efectúa la fijación”. (SCJ, 23 mayo 1973, B.J. 750, p. 1359, cita de
Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. p. 45).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Ambos artículos, el 907 y el 908, están resumidos en el proyecto de código en un solo


texto, el del artículo 1629, que transcribe casi de manera idéntica los textos actuales.

Se distingue el proyecto de código, del texto actual, en que el primero señala de manera
expresa y clara que en caso de impedimento del juez de paz, realizarán la fijación sus
suplentes en ejercicio.
Otra diferencia entre uno y otro texto, es que el código actual sólo habla de la fijación de
sellos por causa de fallecimiento, siendo aplicable por analogía a las demás causas de
fijación de sellos; mientras que el texto del proyecto de código sólo habla de fijación de
sellos, dejando abierta la aplicación de las disposiciones a las demás causas que pueden
provocar la fijación de sellos.

ARTÍCULO 909

Podrán requerir la fijación de sellos: 1ro. todos aquellos que se crean con derecho
en la sucesión o en la comunidad; 2do. todos los acreedores por título ejecutivo, o
autorizados por el presidente del tribunal de primera instancia, o por el juez de
paz de la Común en que deban fijarse los sellos; 3ro. y en caso de ausencia del
cónyuge, de los herederos o de uno de ellos, los individuos que habitaban con la
persona fallecida, y hasta sus comensales y asalariados.

ARTÍCULO 910

Los que se crean con derechos y los acreedores menores emancipados, podrán
requerir la fijación de sellos sin asistencia de su curador. Si fuesen menores no
emancipados, si careciesen de tutor, o en caso de ausencia en este último, podrán
requerirla uno de sus parientes.

Tabla de Contenido

1. Personas autorizadas a requerir la fijación de sellos


A. Personas que tienen derecho a la sucesión o a la comunidad
B. Acreedores a título ejecutivo o autorizados por el presidente del tribunal de
primera instancia o por el juez de paz competente
C. Los herederos, los individuos que habitaban con la persona fallecida,
comensales o asalariados
D. Los menores emancipados y menores no emancipados
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Personas autorizadas a requerir la fijación de sellos

“El poder de aprehender dado al sucesor con posesión hereditaria sirve los intereses de
todos, si se ejerce a conciencia. Pero el sucesor con la posesión hereditaria está expuesto
a abusar de sus derechos, y el legislador ha tenido que permitir a los interesados que
adopten medidas conservatorias. El artículo 909 del Código de procedimiento civil le da a
los acreedores de la herencia que cuenten con título ejecutivo o permiso judicial, como a
todas las personas que pretendan tener un derecho universal o a título singular sobre la
sucesión, el derecho de requerir del juez de instancia [de paz] la colocación de sellos. La
eficacia de esta medida es evidente; porque la rotura de los sellos constituye un delito
castigado por los artículos 249 a 256 del Código Penal. El heredero puede pedir el
levantamiento de los sellos; pero los interesados tienen a su vez derecho a oponerse o
requerir un inventario”. (Mazeaud, Henri et al. 1965. Lecciones de Derecho Civil. La
Transmisión del Patrimonio Familiar (continuación). Parte IV, v. III, n. 1158, p. 98).
“Este procedimiento puede ser solicitado por todos los que pretendan tener derecho en
una sucesión o en una comunidad, por uno de los esposos en proceso de divorcio, por
todos los acreedores por título ejecutivo o autorizados por el Presidente del Tribunal de
Primera Instancia o por el Juez de paz del lugar donde debe hacerse la fijación. Además,
podría ser iniciado de oficio por el Juez de Paz, cuando se trate de asuntos relativos a
menores de edad que carezcan de tutor y ningún pariente haya requerido la formalidad de
los sellos”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual Descriptivo de Procedimientos de los
Juzgados de Paz. t. II, p. 54).

En la fijación de sellos facultativa, el solicitante en principio, está sujeto a demostrar que


en la sucesión de que se trata, posee un interés legítimo y protegido. Si a juicio del Juez
de Paz del lugar de la fijación, el requeriente no ha podido presentar las evidencias que lo
vinculen con la sucesión, este funciionario, no debe conceder la medida demandada;
evacuando para ello auto al efecto. El demandante de la fijación que se le negare la
medida pretendida, debe acudir al Juez de Primera Instancia en materia de referimientos.
De la decisión de este funcionario dependerá la suerte de la solicitud pretendida y negada
por el Juez de Paz. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de
Fallecimiento. n. 2.1., p. 5).

En lo que concierne a la fijación de sellos facultativa, pueden requerirla: a) los que


pretenden tener derecho en la sucesión o en la comunidad; b) el cónyuge superviviente y
el Estado en caso de considerarse como sucesores; y c) los legatarios universales, a título
universal y particulares, siempre que justifiquen la existencia de un testamento que los
incluye como beneficiarios. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual para Jueces de Paz. t.
I, p. 531; Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 2.2.,
p. 6).

Este procedimiento puede ser solicitado por todos los que pretendan tener derecho en
una sucesión o comunidad, por uno de los esposos en proceso de divorcio, por todos los
acreedores por título ejecutivo o autorizados por el presidente del tribunal de primera
instancia o por el juez de paz del lugar donde debe hacerse la fijación. Cuando se trata de
fijación de sellos por causa de fallecimiento, pueden requerirla: a) todos aquellos que se
crean con derecho en la sucesión o en la comunidad; b) todos los acreedores por título
ejecutivo o autorizados por el presidente del tribunal de primera instancia o por el juez de
paz del municipio que debe fijar los sellos y; c) en caso de ausencia del cónyuge de los
herederos de uno de ellos y los individuos que habitaban con la persona fallecida y hasta
sus comensales y asalariados. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual para Jueces de Paz.
t. I, p. 530; ).

Los sellos pueden ser fijados a requerimiento de los herederos, del cónyuge superviviente,
los acreedores del de cujus, aún de oficio por parte del juez de paz, o a requerimiento del
fiscal o el alcalde pedáneo, cuando entre los herederos existen menores de edad que
carecen de tutor legal o si el difunto era depositario público, notarios, secretarios,
contables, etc. A requerimiento de los acreedores para asegurar el pago de lo debido; y, en
materia comercial, por el síndico de la quiebra, cuando no hayan sido fijados los sellos
antes de su nombramiento. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Civil
anotado. t. I, p. 145).
Los hijos naturales tienen derecho a solicitar la fijación de sellos. (Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 568).

A. Personas que tienen derecho a la sucesión o a la comunidad

Pueden requerir la fijación de los sellos: 1º Todos los que pretendan tener derechos en la
sucesión o en la comunidad (C. proc., art. 909-1º), lo cual comprende primero las
personas que se presenten como herederos legítimos (descendientes, ascendientes, etc.) y
que la notoriedad pública no rechace (Carré, Just. de paz, n.2069). De acuerdo a las
soluciones más recientes de la jurisprudencia, estos herederos, aunque no sean
reservatarios, tienen el derecho, incluso en presencia de un legatario universal, de
requerir la fijación de los sellos, a menos que, por el envío en posesión obtenido ya por el
legatario universal, o por toda otra circunstancia, la medida no parezca inútil al juez.
(Nîmes, 26 dic. 1847, S.48.2.746; D.49.2.35 cita de Rousseau R. et Laisney. 1886.
Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII , n. 2, pp. 605-606).

Hay que entender por personas con derecho en la sucesión o en la comunidad, no sólo
aquellos llamados herederos, sino además a los legatarios, siempre y cuando justifiquen
la existencia del testamento, de donde resultan sus derechos. (Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, nota (2), p. 567).

"Considerando, que según resulta del artículo 909 del Código de Procedimiento Civil, para
poder requerir la fijación de sellos es preciso justificar que el requeriente tiene derecho a
la sucesión ; que la apreciación que hagan los jueces del fondo de las circunstancias
alegadas y de los documentos preindicados para demandar esa medida, cuando el caso le
es referido, es soberana y escapa a la censura de la casación, salvo desnaturalización no
invocada ni establecida en la especie ; que, por otra parte, de acuerdo con los principios
que rigen la materia, el legatario universal puede impedir la fijación de sellos requerida
por los herederos colaterales, si él ha sido instituído, como ocurrió en la especie, por un
testamento auténtico hasta ese momento no impugnado ; que, por consiguiente, siendo
esa la especie, planteada y habiéndose establecido ante los jueces del fondo que cuando
se solicitó la fijación de sellos no se había demandado la nulidad del testamento, la Corte
a-qua juzgó correctamente en hecho y en derecho al declarar que era improcedente tal
solicitud." (SCJ. 17 de septiembre de 1969. BJ. 706.3072, citada por Castaños Guzmán,
Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-
2003).

Los términos generales del art. 909 comprenden igualmente al hijo natural, sus herederos
cuando éste ha fallecido; el cónyuge superviviente que pretenda tener derechos, sea a la
comunidad, sea, a falta de heredero de sangre, a la sucesión; la administración de
dominios, a nombre del Estado, a falta de cualquier otro heredero, como también los
donatarios de bienes a venir o de bienes presentes y a venir en virtud de un contrato de
matrimonio, y los legatarios que producen sus títulos o alegan la existencia de un
testamento probable. (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de
Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n. 3, p. 606).

B. Acreedores a título ejecutivo o autorizados por el presidente del tribunal


de primera instancia o por el juez de paz competente

Los acreedores fundados en título ejecutorio o autorizados por un permiso, sea del
presidente del tribunal, sea de un juez de paz del cantón donde el sello deba ser fijado (C.
proc., art. 909-2º). Basta que su pretención parezca suficientemente seria para que el
juez, apreciando soberanamente, les de derecho a su requerimiento y no es necesario que
su crédito sea exigible. (Cass., 23 jul. 1872, S.72.1.324; D.73.1.355, cita de Rousseau R.
et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, n. 4, p. 606)
En este caso, la fijación de sellos, luego de la solicitud dirigida al juez de paz, conlleva
necesariamente permiso de su parte. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, nota
(2), p. 567).

El art. 909 que alude sin contestación a los acreedores de la sucesión, ¿acuerda éste la
misma facultad a los acreedores personales del herederos ejerciendo los derechos de su
deudor? La doctrina y la jurisprudencia están muy divididas a este respecto. La Corte de
París, exigiendo la autorización del juez, aún cuando el acreedor está provisto de un título
ejecutorio, ha adoptado la afirmativa (19 jul. 1867, S.68.2.49); la Corte de Caen, en una
sentencia más reciente, ha hecho prevalecer la opinión contraria (29 ago. 1876,
S.76.2.314; Comp. Carré et Chaveau, Q.3062; Thomine, t. 2, n.1024 citas de Rousseau R. et
Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, n. 5, p. 606).

Los hijos incestuosos o adulterinos deben ser asimilados a los acreedores de la sucesión
y, como ellos, pueden requerir la fijación de sellos. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 568).

C. Los herederos, los individuos que habitaban con la persona fallecida,


comensales o asalariados.

En caso de ausencia o de no presencia de los herederos o de uno de ellos, las personas


que habitaban con el difunto, sus servidores y domésticos (art. 909-3º). (Rousseau R. et
Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, n. 7, p. 606).

El heredero, en el caso en que el legatario de un usufructo a título universal es


dispensado por el testamento de hacer inventario y de dar fianza, puede requerir la
fijación de sellos, pero los gastos están a su cargo. El inventario tiene que tener lugar
necesariamente, pero siempre a cargo del heredero, cuando éste acepta la sucesión a
beneficio de inventario. Los herederos no reservatarios pueden solicitar la fijación de
sellos, a pesar de la oposición del legatario universal, si el testamento que lo nombra es
ológrafo o místico, o si no ha hecho notificar su título; esto no es así cuando el testamento
es auténtico, a menos que sea contestado. Los empleados domésticos pueden demandar
la fijación, sólo en caso de ausencia del cónyuge. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 568).

D. Los menores emancipados y menores no emancipados

Los que pretendan tener derecho y los acreedores menores emancipados pueden requerir
la fijación de los sellos sin la asistencia de su curador. El tutor de un menor interesado en
un título cualquiera en una sucesión hace el requerimiento en nombre de este último, y si
no tiene tutor o si su tutor está ausente, uno de sus padres puede actuar en su nombre.
(C. proc., art.910). (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de
Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n. 6, p. 606).
Un menor no emancipado, con 15 años de edad por lo menos, puede demandar la fijación
de sellos, en caso de inacción de su tutor, salvo que el juez de paz, prevenido por este
menor, haga la fijación de oficio, si encuentra en la minoridad del demandante un
obstáculo para proceder en su nombre. Si el menor emancipado no solicita la fijación de
sellos, el curador puede hacerlo. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général
et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 568).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El proyecto de código resume en un solo artículo (art. 1627) la enumeración de las


personas que pueden solicitar la fijación de sellos, distinguiéndose del texto actual, en
que quedaría derogada la disposición del artículo 910 y la del artículo 909, enriquecida,
añadiendo, entre las personas con calidad para requerir la fijación de sellos al cónyuge, al
ejecutor testamentario, al ministerio público y al propietario de los lugares.

Con respecto a los comensales y asalariados de que habla la parte in fine del artículo 909,
el texto del proyecto de código se limita a mencionar a las personas que residieron con el
difunto.

ARTÍCULO 911

Se procederá a la fijación de sellos, ya a diligencia del fiscal, ya en virtud de


declaración del alcalde pedáneo y aún lo hará el juez de paz de oficio: 1ro. si el
menor carece de tutor, y ningún pariente hubiere requerido la formalidad del
sello; 2do. si estuvieren ausentes el cónyuge, los herederos, o uno de ellos; 3ro. si
el difunto era depositario público, en cuyo caso sólo se pondrán los sellos a causa
de ese depósito, y sobre los objetos que lo constituyan.

ARTÍCULO 912

La facultad de fijar los sellos corresponde exclusivamente al juez de paz del lugar,
o a sus suplentes en ejercicio.

Tabla de Contenido

1. Fijación de sellos de oficio o a requerimiento del Fiscal o Alcalde Pedáneo


A. Heredero menor de edad
B. Herederos ausentes
C. Difunto depositario público
2. Fallecimiento de un funcionario
3. Quién fija los sellos
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Fijación de sellos de oficio o a requerimiento del Fiscal o Alcalde Pedáneo

Los ejecutores testamentarios pueden hacer fijar los sellos, si existen herederos menores,
interdictos o ausentes, incluso cuando esos herederos estén en concurso con herederos
mayores en posesión de sus derechos. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, pp.
567-568).
La fijación de sellos puede ser realizada de oficio por el juez de paz, cuando se trate de
asuntos relativos a menores de edad que carezcan de tutor y ningún pariente haya
requerido la formalidad de los sellos. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual para Jueces
de Paz. t. I, p. 530).

A. Heredero menor de edad

El sello debe ser fijado (art. 911), sea a la diligencia del ministerio público, sea sobre la
declaración del alcalde o adjunto de la comuna e incluso de oficio por el juez de paz: 1º Si
el menor heredero no tiene tutor o si el tutor está ausente y que el sello no sea requerido
por uno de los padres. No ocurre lo mismo si el tutor presente permanece inactivo, o si el
menor emancipado no tiene curador. (Grenoble, 5 abr. 1863, D.63.2.181 cita de Rousseau
R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, n. 8, p. 606)

La expresión “menor sin tutor”, comprende el caso de ausencia del tutor. Los sellos no
deben ser fijados de oficio, incluso cuando no ha sido nombrado protutor, cuando los
menores han sido colocados bajo la tutela de sus padres, o de otros ascendientes
indicados por la ley. Esta solución se aplica en el caso en que los padres son ellos mismos
menores. Si los padres, administradores legales de los bienes de su hijo menor, rechazan
la sucesión que le es devuelta, o son negligentes para tomar las medidas conservatorias,
se concibe sin embargo que el ministerio público pueda requerirlo o el juez de paz
efectuarla de oficio, la fijación de sellos. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
568).

B. Herederos ausentes

Si el cónyuge o si los herederos de uno de ellos están ausentes. Por ausentes, entendemos
a aquellos que se encuentran bastante alejados para que los magistrados juzguen
necesario intervenir. (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de
Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n. 9, p. 607).

Debemos entender la palabra “ausente”, relativa a la ausencia del cónyuge o de los


herederos, en dos sentidos: a) ausencia del lugar, aunque vivo; b) ausencia presumida o
declarada. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 568).

C. Difunto depositario público

Si el difunto era depositario público. Es así como la ley del 25 ventoso año 11 (art.61)
prescribe la fijación de los sellos sobre las minutas y repertorios, luego del fallecimiento
de los notarios y otros poseedores de minutas. Los alguaciles no entran en esta categoría.
(Ord. Présid. du Havre, 10 jul. 1870, S.71.2.77; D.71.3.91 cita de Rousseau R. et Laisney.
1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII, n. 10, p. 607).

La fijación de sellos en el domicilio del depositario está limitada al depósito y a los objetos
que lo componen, pero eso no significa que no puedan tener lugar sobre los muebles,
efectos, títulos y papeles particulares reconocidos como pertenecientes al Estado, éstos
serán remitidos a su delegado, presente en la operación, el cual dará descargo en el
proceso verbal. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 575).

2. Fallecimiento de un funcionario
Los jueces de paz deben además fijar los sellos de oficio o sobre el requerimiento del
ministerio público, según el caso: luego del fallecimiento de un oficial general o superior,
de un intendente o sub-intendente militar, etc., sobre los papeles, cartas, planos y
memorias militares distintas a aquellas de las que el difunto es autor (decreto del 13 niv.
año 10); luego del fallecimiento de un obispo o del titular de una parroquia (Decreto del 6
nov. 1813), del titular de un majorat ou d’un grevé de restitution (Pigeau, liv. 3, tit. 1,
chap. 1, n. 10); en caso de desaparición o de ausencia de una persona (C. civ., art. 114);
de demanda en interdicción, si nadie vigila la conservación de los bienes del demandado
(Carré, Dr. franc., 2229), de embargo mobiliario. (Rousseau R. et Laisney. 1886.
Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII, n. 11, p. 607).

Los sellos pueden ser fijados, a diligencia del ministerio público, de oficio por el juez de
paz, sobre los papeles de un individuo, en razón de las funciones que ha sido llamado a
cumplir por el Estado. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et
Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 568).

3. Quién fija los sellos

Salvo raras excepciones, es únicamente al juez de paz de los lugares donde deben ser
fijados los sellos, o a sus suplentes a quienes corresponde cumplir esta formalidad (C.
proc., art. 907 y 912). Iniciada por el juez de paz, puede continuar por su suplente. Si el
juez de paz y sus suplentes están ausentes o impedidos, el presidente del tribunal
designará un juez de paz vecino. (Bourges, 16 may. 1842, S.43.2.136 cita de Rousseau R.
et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, n. 12, p. 607).

La fijación de sellos, cualquiera que sea su naturaleza, le está reservada, en exclusiva, al


Juez de Paz del lugar de la fijación o a su suplente en ejercicio. Si el Juez de Paz se
encontrare impedido por tal o cual razón, para trabar la medida de fijación, actuará en su
lugar el suplente en funciones. El juez de Paz al igual que el suplente, cuando a este
último corresponda, efectuarán la medida de fijación, siempre acompañados del
Secretario del Tribunal. Cuando la fijación la hace un juez incompetente o un suplente no
hábil, la parte interesada puede hacer anular los sellos, para que proceda el juez de lugar.
El juez de paz no tiene calidad para solicitar o hacer solicitar la anulación de los sellos
improcedentemente fijados, en razón de que sólo la parte interesada puede accionar en
este sentido ya que se trata de un asunto de interés privado. Vista la ordenanza que
manda al levantamiento de los sellos puestos de forma irregular, el juez de paz procederá
a levantarlos, con la prudencia de irlos colocando inmediata y oportunamente; operación
que hará siempre en compañía y con la asistencia de su secretaria. (Mancebo, Carmen.
2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 3.3., pp. 8-9).

“Considerando, que un juez de paz está autorizado a poner sellos sobre los bienes, de
acuerdo con el artículo 912 del Código de Procedimiento Civil, pero ninguna ley lo
autoriza a ordenar el retiro de bienes en beneficio de una parte y en detrimento de la otra,
puesto que el artículo 24 de la Ley 1306 Bis, sobre Divorcio, autoriza a la mujer a tomar
todas las medidas para conservar sus intereses, pero no para llevarse y disponer de los
muebles”. (SCJ. 18 de agosto de 1999. BJ.1065.260, citada por Castaños Guzmán, Julio
Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2003).

El juez de paz puede hacer fijar por el secretario bandas de papel sobre la cera; basta con
que presida la operación. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et
Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 575).
Si el juez de paz o sus suplentes se encuentran impedidos, y si hay urgencia, el secretario
puede ser delegado por el juez de paz para operaciones de sellos. Esta delegación no es
susceptible de ningún recurso y está dispensada de registro. Si otro magistrado distinto al
juez de paz o su suplente fija los sellos, el juez de paz puede, por su propia autoridad,
romperlos para volverlos a colocar. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
570).

El juez de paz no puede rechazar la fijación de sellos, cuando es requerido por una parte
con calidad. Si, no obstante la solución precedente, el juez de paz rechaza fijar los sellos,
el solicitante puede demandar en referimiento; a menos que el juez de paz no lo rechace
de una manera absoluta y sin dar motivos, porque en este caso lo que existe es
denegación de justicia. Sin embargo, en caso de rechazo no motivado de parte del juez de
paz, es por vía de requerimiento que hay que dirigirse al presidente al efecto de lograr que
se comisione, para proceder a la operación, un juez de paz del cantón vecino. Cuando el
juez de paz debe fijar los sellos de oficio, es responsable de los daños que puedan
reclamar las partes interesadas, si se niega a hacer caso de la invitación que se le ha
hecho de cumplir con el cargo de su función. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 571).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El artículo 911 del código vigente actualmente quedaría suprimido con la aprobación del
proyecto de código de procedimiento civil, ahora bien, el artículo 1628 del proyecto,
establece que la decisión será tomada por el juez de paz del lugar donde se encuentran
los bienes objeto de la fijación, únicamente.

Ya hemos visto anteriomente que en el artículo 1629 se establece que el juez competente
es el juez de paz y a falta de este sus suplentes en ejercicio, con lo que quedaría en
vigencia el artículo 912 actual.

ARTÍCULO 913

Si los sellos no hubieren sido fijados antes de la inhumación del cadáver, el juez
de paz consignará en su acta el momento en que se le hubiere requerido
colocarlos, y las causales que hubieren retardado el requerimiento o la fijación de
ellos.

Tabla de Contenido

1. Tiempo en que deben fijarse los sellos


2. Objetos en que se fijan los sellos
3. Condiciones para la fijación de sellos en el domicilio de un tercero
4. Gastos para la fijación de sellos
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Tiempo en que deben fijarse los sellos

Los sellos, que no pueden ser fijados antes de la muerte de una persona, sin más razón
que la inminencia de su muerte, a menos que no sea sobre su solicitud, deben serlo lo
más rápido posible e incluso antes de la inhumación. Si no, el juez constata, en su
proceso verbal, el momento en que ha sido requerido y las causas de su retraso.
(Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile,
Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n. 13, p. 607).

“En la práctica la fijación de sellos se realiza unos días después de la inhumación del
cadáver. Esta práctica viene dada por pura condescendencia, consideración y prudencia
tanto a la memoria del de cujus como a los dolientes entre sí; la fijación de sellos procede,
aunque la persona fallecida esté siendo velada”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de
Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 4.1., p. 10).

No podemos, bajo pretexto de conservar los efectos de la sucesión, fijar los sellos antes del
fallecimiento del enfermo, a menos que no sea por su solicitud. Los sellos no pueden ser
fijados en un domicilio distinto de aquel del difunto, bajo el pretexto de que los muebles y
efectos dependientes de la sucesión han sido transportados. Otro caso sería si se tratara
de un apartamento que ha dejado recientemente el difunto, y que se encuentra aún lleno
de muebles y efectos que le pertenecían. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
571).

La fijación es posible de noche como de día (Allain. Manuel des Juges de Paix, t. 1, n. 1761
cita de Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure
Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n. 15, p. 607).

“El Juez de Paz puede proceder a una fijación de sellos, aún en días de fiesta ya que se
trata de una medida urgente”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual Descriptivo de
Procedimientos de los Juzgados de Paz. t. II, p. 54).

“Según criterio de la jurisprudencia francesa, los sellos podrán fijarse también en una
casa que aunque no sea el último domicilio del difunto hay presunciones serias que en
ella hay muebles pertenecientes a la persona fallecida. La presunción es fuerte cuando
hace poco tiempo que el difunto dejó de vivir en la casa”. (Mancebo, Carmen. 2002. La
Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 3.1., p. 7).

Los sellos pueden ser fijados mientras, persistiendo el derecho del heredero, que el
inventario no haya terminado. Si se hace el requerimiento durante el inventario, éste debe
ser completamente suspendido, y los sellos fijados sólo sobre los objetos no
inventariados.- La fijación puede además tener lugar cuando el inventario efectuado es
irregular, o cuando es atacado y que el presidente lo ordene así (art. 923), pero no
cuando, sobre el descargo dado por los legatarios de legados hechos a ellos por el difunto,
los sellos han sido levantados. (Orléans, 20 ago. 1853, D.53.2.213 cita de Rousseau R. et
Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, n. 14, p. 607).

“La ley no ha establecido plazos para demandar la fijación de sellos; de tal suerte, que
mientras persista el derecho de quien o quienes pretendan tenerlo, le dura la facultad
para solicitar tal medida. Sin embargo, el Juez de Paz del lugar que es requerido para la
fijación, si se encuentra con que los bienes están inventariados, debe abstenerse de
trabar la medida, ya que el inventario le pone fin al plazo que la ley no ha fijado, pero si el
inventario de que se trata, ha sido impugnado como diminuto, procede la medida. El Juez
de Paz puede trabar la fijación requerida, si en el lugar de su traslado encuentra bienes
muebles que no fueron descritos en el inventario”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de
Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 4.1., p. 10).

2. Objetos en que se fijan los sellos


Los sellos son fijados sobre todos los efectos mobiliarios, sobre los inmuebles por destino,
cuando es posible, sobre las puertas y ventanas, cuando es útil. Los animales y los
instrumentos empleados en los cultivos son simplemente mencionados en el proceso
verbal de fijación. (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de
Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n. 17, p. 608).

“La fijación de sellos procede tanto en bienes muebles corporales, como en muebles de
cualquier naturaleza: documentos, valores o títulos, en fin, sobre cualquier objeto mueble
susceptible de ocultamiento o sustracción”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos
por Causa de Fallecimiento. n. 3.2., p. 7).

Los sellos pueden ser puestos sobre bienes muebles o efectos, documentos, etc. En
materia comercial, en caso de quiebra, el juez comisario, a instancia de los síndicos puede
dispensarles de fijar los sellos y autorizarlos para que los retiren: a) de la ropa, vestidos,
muebles y efectos necesarios al quebrado y a su familia, cuya entrega se autorizará por el
juez comisario en vista del estado de ellos que le someterán al síndico; b) de los objetos
expuestos a deterioro inmediato o depreciación inminente; y, c) de los objetos que se
empleen a la explotación del establecimieto comercial, cuando esta explotación no pueda
interrumpirse sin perjuicio de los acreedores. (art. 469, Cód. Comercio). (Rivas, Polivio.
2001. El Juzgado de Paz en Materia Civil anotado. t. I, pp. 145-146).

“No procede la fijación de sellos de los bienes muebles de una persona viva a no ser que la
solicitud provenga de una persona moribunda”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de
Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 4.1., p. 10).

3. Condiciones para la fijación de sellos en el domicilio de un tercero

Tiene lugar, tanto allí donde aparece que se encuentran valores o papeles pertenecientes
al difunto, como en las diversas habitaciones (París, 15 mar. 1872, D. 73.5.413). Pero
cuando la fijación tiene lugar en la morada de un tercero, el levantamiento debe ser
efectuado sin retraso sobre la demanda de este tercero (Douai, 30 dic. 1857, S.58.2.505;
D.59.2.23 cita de Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de
Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n. 16, p. 608)

4. Gastos para la fijación de sellos

En lo que respecta a los emolumentos cobrados por los jueces de paz para la fijación de
sellos, anteriormente no existía ninguna regulación, sin embargo, desde el año 2000, con
la ley 74 del 19 de septiembre que vino a penalizar los cobros no regulados de las
fijaciones y levantamiento de los sellos. Esta ley califica de irregular e ilegal el cobro que
por las operaciones de fijación de sellos cobraban los jueces de paz, quedando prohibido
entonces, a partir de la promulgación de la ley, el cobro o fijación de emolumentos por
parte de los jueces de paz por su participación en actuaciones de fijación de sellos, si no
están autorizados o provistos por la ley; no pudiendo el Juez de Paz negarse en ningún
caso a la fijación pretextando falta de pago en los casos en que la fijación persiga proteger
bienes o intereses de algún menor o interdicto que carezca de tutor, si el difunto es
depositario público o preceptor de fondos públicos; siendo consideradas las violaciones a
esta ley como faltas graves en el ejercicio de las funciones del juez de paz cuyas sanciones
son la suspensión sin sueldo por un período no mayor de un año o la destitución. (Ley
74-2000, del 19-09-2000; Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de
Fallecimiento. n. 7.2., pp. 20-21-22).

Los gastos de transporte y del proceso verbal de no fijación de sellos, se les deben al juez
de paz y a su secretario quienes, siendo requeridos, se trasladan para fijar los sellos en el
domicilio del difunto, y quienes, ante la producción de un testamento que rinde la fijación
inútil, levantan un proceso verbal de no fijación. El tribunal civil es el único competente
para estatuir sobre la acción en pago de estos gastos. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz.
1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative.
12º ed., t. II, nota (3), p. 576).

“Para la operación de fijación de sellos, el juez de paz no puede cobrar emolumentos”.


(Castellanos, Víctor José. 2001. Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 532).

La Suprema Corte de Justicia, por su parte, elaboró un reglamento contenido en la


Resolución No. 246/01 del 05-04-2001, con la cual busca frenar los cobros excesivos
para las tareas de fijación de sellos y otras actuaciones de los jueces de paz, dividiendo
los juzgados de paz del país en cuatro categorías, correspondiendo a cada una de ellas
una tarifa fija para las actuaciones previstas en la ley. Estas retribuciones no tiene que
ser cubiertas por la parte, si no dispone de solvencia económica; y las sanciones por las
violaciones a este Reglamento son las mismas que prevé la Ley 74-2000. (Resolución SCJ,
No.246/01, 05-04-2001; Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de
Fallecimiento. n. 7.2, pp.22-24).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este artículo quedaría transcrito íntegramente en el artículo 1631 del proyecto, quedando
pues, inalterable el texto.

ARTÍCULO 914

El acta de fijación de sellos contendrá: 1ro. la fecha del año, mes, día y hora de la
operación; 2do. los motivos que causan la fijación; 3ro. los nombres, profesión y
morada del requerente, si lo hubiere, y la elección de domicilio que hubiere hecho
en la común en que se fijen los sellos, en el caso de no ser vecino de ella; 4to. si no
hubiere parte requerente, el acta expresará que la fijación de sellos se practicó de
oficio o por requerimiento o declaración de uno de los funcionarios mencionados
en el artículo 911; 5to. el auto que ordenó esa formalidad, en el caso de que haya
recaído; 6to. la comparecencia y exposición de las partes; 7mo. la designación de
los lugares, escritorios, baúles y armarios en que se hayan colocado los sellos;
8vo. una breve descripción de los efectos que no se hubieren puesto bajo sellos;
9no. el juramento, al concluir la fijación de los sellos, que deben prestar los
moradores, sobre que nada han traspuesto, ni visto o sabido que persona alguna
lo haya distraído directa ni indirectamente; 10mo. el establecimiento del
guardián presentado, si tuviese las cualidades requeridas; y en caso contrario, el
nombramiento de sujeto idóneo, hecho de oficio por el juez de paz.

Tabla de Contenido

1. Contenido del acta de fijación de sellos


2. Juramento exigido a los presentes
3. Establecimiento del guardián de los sellos
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Contenido del acta de fijación de sellos

El Juez asiste a la fijación de sellos acompañado del Secretario del Tribunal y levanta un
acta detallando minuciosamente los objetos sellados y en caso de ausencia de bienes,
levantará un Acto de Carencia. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual Descriptivo de
Procedimientos de los Juzgados de Paz. t. II, p. 55).

“Cuando se ha requerido la fijación de sellos, una vez que han sido fijados, debe
procederse a levantar un proceso verbal de la operación finalizada”. (Castellanos, Víctor
José. 2001. Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 531).

El proceso verbal debe contener un cierto número de enunciaciones indicadas en el art.


914 C. proc., que debemos completar con la indicación de las interrupciones de la
operación, la hora del inicio y el fin de casa sesión. (Rousseau R. et Laisney. 1886.
Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII, n. 18, p. 608).

El proceso verbal es especial en el caso en que los sellos son fijados a requerimiento de un
acreedor. Menciona algunos de los incidentes que pueden producirse al momento de la
fijación. Todas las veces que la persona con calidad para demandar la fijación comparece
por ante el juez de paz para invitarle a proceder, su comparecencia y sus palabras son
constatados en una forma análoga a la del proceso verbal. Cuando, por cualesquiera
motivos, la persona no comparece, puede advertir al juez, ya sea por un tercero, o por
escrito. Este magistrado se traslada entonces al lugar donde los sellos deben ser fijados,
encuentra a la persona que ha solicitado la fijación, y redacta su proceso verbal.
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 577).

2. Juramento exigido de los presentes

La rotura de los sellos o el hecho material de la destrucción de los sellos regularmente


fijados, es penado, por los arts. 249 al 256 C. pen., con penas que varían según la calidad
de las personas que han cometido la rotura, la importancia de los objetos puestos bajo
sellos, etc.- El guardián puede ser perseguido por complicidad o simple negligencia.
(Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile,
Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n. 23, p. 608).

Aun cuando el juez de paz haya recibido el juramento de aquellos que habitan en el lugar
donde los sellos son fijados, que no han desviado nada, ni visto ni sabido que haya sido
desviado nada directa o indirectamente, las partes interesadas pueden dirigirse a otro y
no por ello tienen menos derecho de probar que los efectos de la sucesión han sido
desviados. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 575).

3. Establecimiento del guardián de los sellos

“El juez nombrará un guardián de los bienes sellados, a presentación de las partes, y si
no hay consenso puede ser nombrado de oficio por el juez”. (Rivas, Polivio. 2001. El
Juzgado de Paz en Materia Civil anotado. t. I, p. 146).

“Designa un guardián de los bienes sellados que puede ser el residente de la vivienda o
uno fijado de oficio por el Juez”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual Descriptivo de
Procedimientos de los Juzgados de Paz. t. II, p. 55).

En el caso de que aparezcan los bienes sobre los cuales se fijarán los sellos, se debe
nombrar un guardián de éstos, ya sea por solicitud de parte o de oficio por el juez de paz.
Nada impide el nombramiento de más de un guardián, sobre todo, si los bienes están
situados en lugares diferentes. En caso de que la persona designada no acepte el
nombramiento, se debe nombrar otra porque a nadie se le obliga a aceptar dicho
nombramiento. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 532).

El guardián es la persona designada paraa vigilar los sellos. Esta designación o es a


requerimiento de parte interesada o la designa de oficio el Juez de Paz. Es necesaria la
designación del guardián de los sellos para que los bienes muebles sellados estén real y
efectivamente protegidos. Debe tratarse de una persona idónea y capaz de comportarse
como un buen padre de familia para con los bienes que custodia. Debe aceptar de manera
voluntaria su designación; nunca le será impuesta su responsabilidad, ni por las partes,
ni por el Juez de Paz actuante y percibirá emolumentos por la responsabilidad aceptada.
Podrán nombrarse tantos guardianes como lugares selllados haya. La persona que haya
aceptado ser guardián no podrá abandonar su misión a no ser que los sellos sean
levantados o que el Juez de Paz lo haya relevado de su responsabilidad por justos
motivos. Como el guardián del embargo ejecutivo es asimilable al de los sellos, es
razonable referirse a las mismas condiciones de idoneidad para ambos, prescritas por el
artículo 598 del Código de Procedimiento Civil [Ver este artículo] (Mancebo, Carmen. 2002.
La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 5.3., pp. 13-14)

“El guardián de los sellos tiene una responsabilidad de supervigilancia la cual debe
ejercitar como un buen padre de familia. Su descuido, su omisión o su componenda para
que los sellos sean quebrantados, lo hacen pasible de faltas; las cuales pueden ser tan
graves como los daños causados por el quebrantamiento de los sellos”. (arts. 249, Cód.
Pen.). (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.5.,
pp. 34-35).

Las calidades requeridas para ser constituido como guardián de sellos no son
determinadas por la ley. Todo es dejado al arbitrio del juez de paz que hará bien con elegir
un guardián solvente. Debe haber tantos guardianes como fijaciones de sellos realizadas
en diversos lugares o por diversos jueces de paz. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 576).

En relación a los gastos del guardián de los sellos, nuestro ordenamiento jurídico nada ha
dicho al respecto. En la práctica la persona que demanda la fijación, en principio soporta
los gastos; puede entenderse, interpretando el artículo 2101 del Código Civil, que los
gastos del guardián son análogos a las costas judiciales. (Mancebo, Carmen. 2002. La
Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 7.1., p. 19).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El artículo 914 permanece igualmente inalterable en el texto del proyecto de código de


procedimiento civil, específicamente en el artículo 1632 del mismo.

ARTÍCULO 915

Las llaves de las cerraduras que se hallen bajo sellos quedarán, hasta que se
quiten éstos, en poder del secretario del Juzgado de Paz, que consignará en el acta
la entrega que se le haga de ellas, no pudiendo el juez de paz ni el secretario
volver a la casa hasta el momento de quitar los sellos bajo pena de inhabilitación:
a menos que se le requiera para ello o que preceda un auto motivado.

Tabla de Contenido
1. Llaves de las cerraduras. Consignación
2. Sanciones al Secretario y al Juez de Paz
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Llaves de las cerraduras. Consignación

Las llaves de las cerraduras sobre las cuales son fijados los sellos deben ser entregadas al
secretario. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 576).

El Secretario conserva las llaves de las cerraduras selladas hasta su levantamiento.


(Castellanos, Víctor José. 2001. Manual Descriptivo de Procedimientos de los Juzgados de
Paz. t. II, p. 55).

“Las llaves y cerraduras quedarán en poder de la secretaria del tribunal, no pudiendo


volver hasta el proceso de levantamiento o rompimiento de los sellos”. (Rivas, Polivio.
2001. El Juzgado de Paz en Materia Civil anotado. t. I, p. 146).

2. Sanciones al Secretario y al Juez de Paz

Se les prohibe a los jueces de paz y al secretario ir a la casa donde fueron fijados los
sellos, a pena de interdicción, a menos que no les sea requerido, o que su traslado les sea
ordenado. Esta prohibición aplica para todos los casos, se encuentre habitada o no la
casa. La ordenanza que precede el traslado para rendirse por requerimiento como en los
casos en que se trata de demandar el permiso de hacer fijar los sellos, o emplazamiento
en referimiento, cuando existe contestación. Pero a menudo, el traslado es demandado en
el proceso verbal del juez de paz y no en el referimiento ante el presidente. El tribunal no
tiene calidad para prohibir al juez de paz o al secretario, es la Corte de casación,
constituida en consejo superior de la magistratura la calificada para ello. [En nuestro
país, sería la Suprema Corte de Justicia constituida como tribunal disciplinario].
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 581).

“La Suprema Corte de Justicia es el único tribunal que tiene calidad para prohibir al Juez
de Paz y al secretario el traslado establecido en el artículo 915 del Código de
Procedimiento Civil”. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Civil anotado. t. I,
p. 146).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este artículo 915 del código actual, permanece idéntico en el proyecto de código, en el
texto del artículo 1633.

ARTÍCULO 916

Si al acto de la fijación de los sellos, se encontrare un testamento u otros papeles


cerrados o sellados, el juez de paz hará constar su forma exterior, el sello y el
sobrescrito, si lo tuviere, rubricará la cubierta junto con las partes presentes, si
supieren o pudieren hacerlo, con fijación del día y hora en que ante el mismo haya
de abrirse el paquete o legajo, expresándolo todo en el acta que firmarán las
partes o se hará mención de su negativa.
ARTÍCULO 917

El juez de paz, a instancia de cualquiera parte interesada y antes de proceder a la


fijación de sellos, investigará el paradero del testamento, cuya existencia se le
hubiere noticiado; y en caso de hallarlo, procederá como ya se ha indicado.

ARTÍCULO 918

El día y hora prefijados, sin necesidad de citación, los paquetes o legajos cerrados
encontrados por el juez de paz serán abiertos por este magistrado en presencia de
las partes, si concurrieren, para comprobar su estado y ordenar su depósito
siempre que su contenido concierna a la sucesión.

ARTÍCULO 919

Si los paquetes o pliegos cerrados indicaren por su rótulo u otra prueba escrita
pertenecer a tercera persona, el juez de paz ordenará que sea llamada dentro del
plazo que fijare, para que se halle presente a la apertura, la que efectuará el día
prefijado con o sin su presencia; y si los documentos no fueren atinentes a la
sucesión, se los devolverá sin hacer saber su contenido, o lo sellará de nuevo para
que le sea entregado al dueño a su primer requerimiento.

ARTÍCULO 920

Si se encontrare un testamento abierto, el juez de paz hará constar su estado,


observando lo preceptuado por el artículo 916.

Tabla de Contenido

1. Encuentro de un testamento
2. Forma de la apertura de paquetes o documentos cerrados
3. Paquetes o documentos cerrados pertenecientes a terceros
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Encuentro de un testamento.

“(…) al Juez de Paz le está prohibido abrir los papeles cerrados que encuentre en una
operación de fijación de sellos, poco importa que las partes lo autoricen, igual debe
cumplir con el procedimiento al efecto”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por
Causa de Fallecimiento. n. 6.2., p. 17).

El Juez, si se encontraran documentos, testamentos, cerrados o sellados, describirá su


forma exterior y no los abrirá, rubricará la cubierta junto a las partes presentes. Fijará la
fecha, hora y día en que éstos serán abiertos. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual
Descriptivo de Procedimientos de los Juzgados de Paz. t. II, p. 55).

“Si el Juez de Paz encontrare el testamento que al principio se presumía su existencia, y


el cual le fue notificado por las partes, actuará de conformidad con el art. 918”. (Mancebo,
Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 6.2., p. 17).

La búsqueda del testamento puede ser hecha por el juez de paz sobre el requerimiento de
las partes interesadas. Las personas designadas como “interesadas”, son todas aquellas
que creen tener interés en la existencia de un testamento. El juez de paz no pueden
proceder de oficio a allanamientos con la finalidad de descubrir un testamento. Si el juez
de paz encuentra un testamento ológrafo, pero destruído, deberá conformarse con las
disposiciones del art. 916. Si el juez de paz, en lugar de un testamento ológrafo o místico,
encuentra la expedición de un testamento por acto público, deberá colocarla bajo sellos o
depositarla en manos de su secretario hasta el rompimiento de los sellos, para
comunicarla a los interesados. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et
Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 573).

“Tampoco se le presentará al Juez mencionado, el hallazgo de un testamento auténtico,


toda vez, que este documento, es un título ejecutorio, se basta a sí mismo, es erga
omnes”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. p. 18).

“El legatario universal puede impedir la fijación de sellos si él ha sido instituido por un
testamento auténtico no impugnado hasta ese momento”. (SCJ, 17 septiembre 1969, B.J.
706, p. 3077 cita de Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación General de
Jurisprudencia Dominicana 1907-2003).

La parte interesada que ha demandado el allanamiento no tiene derecho, si se encuentra


un papel que pretende ser un testamento, de darle lectura, o de exigir su lectura en alta
voz. La observación de las formalidades prescritas en relación con los testamentos
ológrafos o místicos no tiene ninguna infoluencia sobre la validez o no validez del
testamento. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 574).

“La situación planteada en este artículo la efectuará el Juez de Paz, mediante ordenanza
que dictará en jurisdicción graciosa”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por
Causa de Fallecimiento. n. 6.2., p. 18).

Los testamentos ológrafos pueden ser recibidos en depósito sin ser previamente
registrados. Pero los notarios deben entregar a los encargados del registro, dentro de los
diez días que sigan la expiración del plazo de tres meses a contar del fallecimiento del
testador, extractos certificados de los testamentos cuyos derechos no les han sido
remitidos por los herederos o legatarios. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
583).

2. Forma de la apertura de paquetes o documentos cerrados

Según una opinión, es ante el presidente del tribunal del lugar de la apertura de la
sucesión que el juez de paz debe presentar el testamento u otros papeles sellados que
encuentre al momento de la fijación. Esta opinión es controvertida sin embargo, ya que
para otros el tribunal competente es el del lugar de la fijación. (Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 583).
El depósito y la entrega a los terceros no presentes a la apertura de documentos en el
caso de los artículos 918 y 919, se efectúan en la secretaría del tribunal. El secretario
exige entonces, para cubrir su responsabilidad, un descargo de aquel que retira los
documentos. Este descargo es hecho en papel timbrado, registrado y anexo al proceso
verbal. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure
Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, nota (1), p. 588).

“Para que sea válida la ordenanza sobre el referimiento que ordena la apertura de la caja
de seguridad del difunto, únicamente para la efectuación de un inventario de su
contenido mediante acta Notarial, no es necesario que exista prueba de la representación
de todos los herederos”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de
Fallecimiento. p. 45).

El presidente debe constatar el estado, sea del testamento, sea de los papeles sellados que
les han sido remitidos por el juez de paz. Constata igualmente el estado del testamento
encontrado abierto por el juez de paz, aun cuando ese estado haya sido descrito en el
proceso verbal de este último magistrado. En ciertas jurisdicciones, el testamento es
textualmente copiado en el proceso verbal. Esta copia es necesaria cuando el testamento
es escrito a lápiz. En la práctica el presidente raya todos los espacios en blanco del
testamento. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, nota (1), p. 584).

“Los demás papeles que no son disposiciones testamentarias, serán selladas sin que haya
necesidad de presentárselos al Juez de Primera Instancia”. (Mancebo, Carmen. 2002. La
Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 6.2., p. 18).

Cuando el depósito ha sido ordenado donde un notario que no tiene el derecho de


instrumentar en esa jurisdicción, ese notario se traslada a la secretaría y recibe el
testamento de manos del secretario a quien otorga descargo, luego, llegado al lugar de su
residencia, levanta un acta en la cual declara haberse trasladado en tal día, a la
secretaría del tribunal, donde, en virtud de una ordenanza de tal fecha, ha recibido del
secretario un testamento y que anexa al acta de depósito. El acta de depósito, seguida del
testamento anexo, es expedida por el notario al legatario, que lo produce en apoyo de su
demanda en envío en posesión. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général
et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.586).

3. Paquetes o documentos cerrados pertenecientes a terceros

“Si los documentos hallados en el lugar de la fijación, no corresponden a la sucesión, el


Magistrado Juez de Paz los hará entregar a la persona que le pertenezcan, sin revelar su
contenido o los sellará para que le sean entregados a su dueño al primer requerimiento”.
(Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 6.2., p. 18).

Si, en lugar del testamento del difunto, encuentra un testamento ológrafo de una tercera
persona que ha depositado donde el difunto, deberá conformarse con la disposición del
art. 919. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure
Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, pp. 573-574).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Los artículos 916 al 920 del actual código de procedimiento civil, no sufrirían
modificación alguna con la aprobación del proyecto de código, ya que los mismos
quedarían transcritos de forma idéntica, en los artículos 1634 al 1637 del texto, aunque
cabe señalar que el artículo 1634, contiene el texto exacto de dos artículos actuales
fusionados: su primer párrafo, el texto del artículo 916 y el segundo párrafo, el del
artículo 920.

ARTÍCULO 921

Si las puertas estuviesen cerradas, o hubiese obstáculos para la fijación de los


sellos, si antes de llenar esa formalidad o durante ella surgieren dificultades, el
juez de paz dictará entonces, con carácter provisional, lo que fuere procedente, y
dará cuenta inmediatamente con su disposición al presidente del tribunal de
primera instancia de su distrito, para que resuelva conforme a derecho.

ARTÍCULO 922

En todos aquellos casos en que tenga el juez de paz que ocurrir a la autoridad del
presidente del tribunal, sea en materia de sellos o de cualquiera otra, cuanto se
hiciere y ordenare, quedará consignado en el acta autorizada por el juez de paz.

Tabla de Contenido

1. Presencia de incidentes u obstáculos


2. Notificación al Juez Presidente del Tribunal de Primera Instancia
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Presencia de incidentes u obstáculos

Cuando el juez de paz encuentre algún inconveniente para efectuar la fijación de sellos,
debe requerir el auxilio de la fuerza pública. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual para
Jueces de Paz. t. I, p. 532).

“Cuando las puertas se encuentren cerradas, el juez podrá optar por abrirlas si existe
peligro, o por apoderar al juez de primera instancia para que decida sobre ello en materia
de referimiento”. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Civil anotado. t. I, p.
146).

“Considentando, que si bien es cierto, como se ha expresado arriba, que el juez de paz
tiene la facultad de fijar sellos de acuerdo con el artículo 912 del Código de Procedimiento
Civil, es no menos cierto que el artículo 921 de ese código prescribe que cuando las
puertas estuvieran cerradas o hubieren obstáculos para la fijación de sellos, el juez de
paz dictará entonces, con carácter provisional lo que fuere procedente y dará cuenta
inmediatamente con su disposición al presidente del tribunal de primera instancia de su
distrito para que resuelva conforme a derecho; Considerando, que como se observa el juez
de paz que actuó en el caso de la especie evidentemente se excedió en sus funciones,
cuando al ordenar romper la puerta del apartamento de Alfredo Yeger Arismendy decidió
atribuirle derecho de propiedad de los muebles que en él se encontraban a Amparo Elena
Peguero Jiménez, sobre todo que los mismos habían sido adquiridos por aquél después
del proceso de divorcio y de que todos los bienes de la comunidad conyugal le fueron
otorgados amigablemente a dicha señora, con anterioridad; Considerando, que la
circunstancia de que el juez de paz autorizara esta acción, que como se ha dicho
desbordó los límites de sus facultades, no despoja de su carácter ilícito la misma, y que
es comprometedora de la responsabilidad civil de la señora Amparo Elena Peguero
Jiménez, puesto que fue ella quien la impulsó a sabiendas de que esos bienes sustraídos
habían sido adquiridos por Alfredo Yeger Arismendy después de pronunciado el divorcio,
y la Corte a-qua debió ponderar esa falta, ya que de haberlo hecho otro hubiera sido el
resultado, por lo que procede acoger los medios propuestos”. (SCJ. 30 de abril del 2003.
BJ. 1109.100, citada por Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2003).

“En el caso de que las puertas estuvieren cerradas, o hubiese algún obstáculo para la
fijación de sellos, el juez de paz dictará entonces, con carácter provisional, lo que fuere
procedente y dará cuenta inmediatamente al juez de primera instancia de su distrito,
para que resuelva conforme al derecho”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual para
Jueces de Paz. t. I, p. 531).

2. Notificación al Juez Presidente del Tribunal de Primera Instancia

Cualquier dificultad que se le presente al Juez de Paz a la hora de la fijación, ya sea que
la misma se resuelva, se tomen medidas provisionales o que no se pueda realizar la
fijación, el Juez de Paz actuante debe comunicar todo lo acontecido al Juez de Primera
Instancia, para que este último proceda como Juez de los Referimientos, si hubiere lugar.
Cuando el Juez de Paz se dirige al Juez de Primera Instancia todo queda consignado en
un acta levantada por el primero al efecto. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos
por Causa de Fallecimiento. n. 6.1., pp. 16-17).

“Considerando que, conforme al artículo 921 del Código de Procedimiento Civil las
dificultades surgidas en el momento en que se ejecuta una fijación de sellos serán
sometidas al Juez de Primera Instancia de ese Distrito Judicial, pero fuera de ese
momento, y a falta de disposición en contrario de la ley, que es el acto ocurrente, el juez
competente es el del domicilio del demandado; (…)”. (SCJ. 23 de mayo de 1973.
BJ.750.1355, citada por Castaños Guzmán, Julio Miguel. Jurisconsulto. Recopilación
General de la Jurisprudencia Dominicana 1907-2003).

Si se presenta cualquier obstáculo material a la fijación de sellos o cualquier dificultad de


derecho, el juez de paz debe referirlo al presidente del tribunal, a menos que un peligro
inminente no lo autorice a estatuir inmediatamente y provisionalmente. Su apreciación a
este respecto es soberana, pero no debe usar este poder discrecional más que en muy
raras hipótesis, como por ejemplo cuando le es imposible estableceer la guarnición de que
se habla en el art. 921. (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique
de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n. 20, p. 608).

“Si [el juez] encontrara dificultades para fijar los sellos, por ejemplo, que se nieguen a
abrir la puerta, remitirá los documentos relativos a la fijación de sellos al Juez de Primera
Instancia para que este tome una decisión al respecto. Levanta un acta haciendo constar
los incidentes que le impidieron fijar los sellos. (…) Una vez fijados los sellos y dentro del
plazo de 24 horas, deben informar al Juez de Primera Instancia, el procedimiento de
fijación de sellos realizado”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual Descriptivo de
Procedimientos de los Juzgados de Paz. t. II, p. 55).

El presidente por ante el cual se lleva el referimiento es aquel del lugar de la fijación de
los sellos, y no el del lugar de la apertura de la sucesión, si este lugar es diferente del
primero. La disposición del art. 921, que somete al juez de los referimientos ciertas
contestaciones que enumera, es aplicable a todos los debates que se presentan en ocasión
de los sellos; las partes siempre pueden demandar en referimiento para que se estatuya
sobre estas dificultades. (Douai, 19 dic. 1904, D. 1905.5.30 cita de Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 572).

“Cada vez que el juez de paz necesite requerir una medida para fijar sellos y lo requiera el
tribunal de primera instancia, debe hacerse constar en el acta levantada al efecto”.
(Castellanos, Víctor José. 2001. Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 532).

“El proceso se inicia con el traslado al juez al lugar donde se va a practicar la fijación;
residencia, negocio, oficina, etc., acompañado de su secretario, quien levantará acta de
las incidencias que surjan, de todo lo cual debe comunicar al Juzgado de Primera
Instancia o Cámara Civil de esa jurisdicción, de todas las contestaciones y dificultades
que surjan durante el proceso”. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Civil
anotado. t. I, p. 146).

La ordenanza del presidente es inscrita sobre el proceso verbal levantado por el juez de
paz (art. 922). (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de
Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n. 22, p. 608).

El juez de paz debe evitar colocarse como parte por ante el presidente, el formular
conclusiones, etc. Da conocimiento a las partes presentes del día y la hora de su
comparecencia, sin que, según la opinión más general, haya necesidad de llamarlas
regularmente (Orléans, 4 jun. 1823; - Contrà, Douai, 23 mar. 1825 cita de Rousseau R. et
Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, n. 21, p. 608).

Las dificultades sobre el derecho de provocar el rompimiento de los sellos, sobre la


necesidad de levantar o no el inventario, son sometidas al tribunal de primera instancia
del lugar en que es abierta la sucesión (rt. 59 C. proc.) Si sin embargo, los sellos han sido
colocados en otro lugar, hay urgencia, debería presentarse en referimiento ante el
tribunal del lugar de la fijación. (art. 921) (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire
Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII,
n.46, p. 611).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Los artículos 921 y 922 no sufren modificaciones de interés con el proyecto de código
transcritos en los artículos 1638 y 1639, salvo el caso del artículo 922 que habla del
presidente del tribunal, cuando el proyecto establece que será el tribunal de primera
instancia.

ARTÍCULO 923

Una vez confeccionado el inventario, no podrán fijarse los sellos a menos que se
impugne el inventario como diminuto. Cuando se requiera la fijación de sellos
durante la confección del inventario, no se fijarán sellos sino sobre los objetos que
aún no hayan sido inventariados.

Tabla de Contenido
1. Requerimiento de fijación de sellos durante la confección del inventario
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Requerimiento de fijación de sellos durante la confección del inventario

Este artículo no permite la fijación de sellos cuando ya ha sido hecho el inventario, pero
no es aplicable al caso en que el inventario luego del fallecimiento es irregular o parece
fraudulento. Los acreedores de una sucesión y aquellos de un acreedor del difunto
pueden hacer fijar los sellos como si estuvieran ejerciendo el derecho de su deudor. Los
acreedores de un heredero no pueden hacerlo. (Paris, 4 abril y 30 nov. 1892, S. 92.2.173 y
93.2.46; Douai, 18 junio 1903, D. 1905.2.38 cita de Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 567).

El juez de paz que, en la hipótesis prevista en este texto, ha querido proceder a la fijación
de sellos, o que, más generalmente, encuentra dificultades en el curso de sus
operaciones, no puede figurar personalmente en la instancia en referimiento introducida
por esta ocasión. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 571).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El proyecto no establece modificación alguna al texto del artículo 923, quedando


intacta su redacción en el artículo 1640 de éste.

ARTÍCULO 924

Cuando no aparezcan bienes muebles, el juez de paz levantará un acta de


carencia. Si sólo hubiere el mobiliario destinado para uso de los moradores de la
casa, o el exceptuado por la ley de dicha formalidad, el juez de paz levantará
acta, designando brevemente dichos muebles.

Tabla de Contenido

1. Levantamiento de acta de carencia


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Levantamiento de acta de carencia

En el caso de que no aparezcan los bienes se levanta un “Acta de Carencia”. (Castellanos,


Víctor José. 2001. Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 532; Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado
de Paz en Materia Civil anotado. t. I, p. 146).

El juez de paz, cuando no hay ningún objeto susceptible de fijación de sellos o que se
encuentran sólo efectos necesarios al uso de los niños, debe levantar un proceso verbal de
carencia y hacer la descripción de los objetos. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, nota (1), p. 589).

El juez de paz que levanta un proceso verbal de carencia hace prestar el juramento tal y
como lo indica el art. 914-9 y lo menciona. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, nota (1), p. 590).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este texto queda intacto en el proyecto, específicamente en el artículo 1641 del mismo.

ARTÍCULO 925

Habrá en la secretaría de cada tribunal de primera instancia un registro en que


habrán de inscribirse por su orden las operaciones de fijación de sellos, conforme
a la declaración que de ellas tienen el deber de hacer dentro dé las veinticuatro
horas los jueces de paz del distrito judicial expresándose en él los nombres y
vecindad de las personas cuyos objetos se hubieren sellado; los nombres y
vecindad del juez de paz que practicó la operación y el día y hora en que se
efectuó.

Tabla de Contenido

1. Registro de las operaciones de fijación de sellos


2. Plazo para las declaraciones de los Jueces de Paz
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Registro de las operaciones de fijación de sellos

“Luego de la operación de fijación de sellos el juez de paz tiene la obligación de comunicar


la medida al tribunal de primera instancia para su registro. Cuando el Juez de Paz
encuentre algún inconveniente para efectuar la fijación de sellos, debe requerir el auxilio
de la fuerza pública”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual para Jueces de Paz. t. I, p.
532).

El registro destinado a recibir esta declaración se realiza sobre papel libre. El secretario
del tribunal civil no percibe ningún emolumento para consignar esta declaración; no es
necesario que la declaración sea llevada por el secretario mismo, basta que la envíe por
correo u otra vía, en los plazos. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général
et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 592).

Nos limitaremos a reenviarles, señalando que la disposición del art. 925 se aplica todas
las veces que la capital de un distrito tenga una población de 20,000 almas, cualquiera
que sea la importancia de la comuna donde son fijados los sellos (Chaveau sobre Carré, Q.
3094 bis cita de Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de
Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.19, p. 608).

La declaración, prescrita para llevar el registro en las secretarías de los tribunales civiles,
cuyos asientos tienen una población de 20,000 almas o más, debe tener lugar aun
cuando los sellos hayan sido fijados en una común menor de 20,000 almas, cuando la
común cabecera de esta jurisdicción tiene esta población. El juez de paz hace llevar esta
declaración por su secretario. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et
Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, nota (1), p. 591).

2. Plazo para las declaraciones de los Jueces de Paz.


El plazo de veinticuatro horas, fijados por este texto legal, no es simplemente
conminatorio; pero hay que entender este artículo en el sentido de que el secretario debe,
en las veinticuatro horas, ponerse en medida de hacer llegar la declaración y no que la
declaración debe hacerse en ese plazo. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, nota
(1), p. 591).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este texto, al igual que los anteriores, no presenta modificaciones en el proyecto, cuya
redacción se encuentra en el artículo 1642.

TÍTULO II

DE LAS OPOSICIONES AL ROMPIMIENTO DE SELLOS

Tabla de Contenido

1. Oposiciones al rompimiento de sellos


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Oposiciones al rompimiento de sellos

“El Juez de Paz al llegar al lugar donde se va a practica la fijación de sellos puede
encontrarse con varios inconvenientes, como es el caso, que las partes o una de ellas se
oponga a la fijación de los sellos. Es posible que también encuentre las puertas cerradas o
cualquier otro obstáculo que dificulten la operación de fijación. En el caso de la especie,
el Juez de Paz actuante puede ordenar a su secretario dar lectura a la ordenanza de
fijación para proceder en consecuencia. Si persiste la oposición, el magistrado Juez de Paz
puede solicitar el auxilio de la fuerza pública para concretar el fin perseguido”. (Mancebo,
Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 6.1., p. 16).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este título se encuentra contenido en los artículos 1643 y 1644 del proyecto de código, no
sufriendo ninguna modificación con lo cual el texto de los artículos 926 y 927del código
actual han quedado intactos.

ARTÍCULO 926

Las oposiciones al rompimiento de sellos pueden hacerse por declaración en el


acta de la operación, o por medio de un acto notificado a la secretaría del
Juzgado de Paz.

Tabla de Contenido

1. En qué consiste la oposición al rompimiento de los sellos. Procedimiento


2. Quiénes pueden oponerse al rompimiento de los sellos
3. Efectos de la oposición al rompimiento de los sellos

1. En qué consiste la oposición al rompimiento de los sellos. Procedimiento.


En el proceso de fijación de sellos pueden aparecer circunstancias en las cuales se le
niegue la calidad del juez para proceder a la fijación, o que simplemente alguien se
oponga de manera pura y simple a que se proceda en consecuencia, en tales
circunstancias procede que el juez de paz, ordene a su secretario que dé lectura a la
ordenanza de fijación, y de ser posible, los textos de ley que lo facultan. Ahora bien, si la
oposición a que se fijen los sellos, constituye una acción de repulsión que pueda hacer
suponer que la seguridad personal del juez se encuentre en peligro, éste deberá solicitar
el auxilio de la fuerza pública. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia
Incidental anotado. t. III, pp. 145-146).

“La Oposición al Rompimiento de los Sellos no es más que la manifestación de voluntad


de parte interesada que tiende a impedir el levantamiento de los mismos o a imponer
ciertas condiciones para que la operación se ejecute”. (Mancebo, Carmen. 2002. La
Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 8.1., p. 25).

“Oponerse al rompimiento de los sellos (…) es tratar de frustrar el levantamiento de ellos,


con un fin determinado o por determinarse”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de
Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 8.2., p. 26).

La oposición no solamente obliga a llamar al oponente al levantamiento de los sellos,


pero, de acuerdo a la jurisprudencia, sería también interruptiva de la prescripción, y
valdría oposición, a la partición en el sentido del artículo 822 C. civ.- V. Partición, n.141.
(Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile,
Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.28, p. 609).

Las oposiciones al rompimiento de los sellos “pueden hacerse por declaración en el acta
de la operación o por medio de un acto notificado a la Secretaría del Juzgado de Paz. Toda
oposición de esta clase contendría bajo pena de nulidad, además de todos los requisitos
usuales de todo acto: elección de domicilio en la común o distrito del Juzgado de Paz en
que se hayan puesto los sellos, siempre que el oponente no resida en él y la exposición de
la causa de la oposición”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual Descriptivo de
Procedimientos de los Juzgados de Paz. t. II, p. 56).

La oposición formada por emplazamiento debe ser mencionada en el proceso verbal del
juez de paz. El juez de paz no es competente para estatuir sobre la validez de estas
oposiciones, no puede negarse a recibirlas bajo pretexto de que no son fundadas. Tiene el
derecho sin embargo, cuando la oposición es nula por falta de elección de domicilio y de
denuncia de la causa, y que ninguna constestación se presente sobre esta nulidad, de
considerar la oposición como no existente. Tiene ese derecho, incluso en caso de
contestación, si hay peligro en la demora, sino debe referirse al presidente para que
estatuya. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, nota (2), p. 593).

“La oposición se hará mediante notificación hecha al secretario del tribunal y mediante
declaración hecha durante el proceso de rompimiento, lo cual se hará consignar en el
acta llevada al efecto por el secretario. (…) Todas las dificultades que surjan con relación
a la oposición de rompimiento de sellos y la formación del inventario, serán resueltas por
el juez de los referimientos”. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Civil
anotado. t. I, pp. 147-148).

El secretario debe visar el original de la oposición que le es notificada. (Chauveau, M.A. y


M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, nota (3), p. 592).
“Los méritos de los actos de oposición al levantamiento o rompimiento de los sellos se
deben conocer y para su solución por el Juez de los Referimientos”. (Rivas, Polivio. 2001.
El Juzgado de Paz en Materia Incidental anotado. t. III, p. 148).

2. Quiénes pueden oponerse al rompimiento de los sellos

Ciertas personas tienen el derecho de oponerse al levantamiento de los sellos a fin de que
sólo se proceda en su presencia. (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et
Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.24, p. 609).

Puede formar oposición toda persona que se pretenda con interés para asistir a la
operación y de la que no se está obligado a llamar, como los causahabientes de la
sucesión, los acreedores del difunto, incluso desprovisto de títulos (C. civ., art. 821), y
garantizados por la situación opulenta de la sucesión.- Juzgado igualmente que los
acreedores personales del heredero pueden formar oposición (Douai, 26 marzo 1824 cita
de Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile,
Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.25, p. 609).

Las personas que pueden oponerse al levantamiento de los sellos son aquellas que tienen
el derecho de requerir la fijación y los acreedores de un heredero actuando en su nombre.
El menor emancipado puede presentar oposición al levantamiento de los sellos, sin la
asistencia de su curador. No es necesario, para formar oposición, tener permiso del juez,
a falta de título. La práctica contraria se sigue sin embargo en París. La oposición a los
sellos no debe ser denunciada a los sucesores del difunto, y éstos no deben ser
emplazados como si se tratara de un embargo retentivo. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz.
1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative.
12º ed., t. II, notas (1) y (2), p. 592).

“Tienen derecho a solicitar el rompimiento o levantamiento de los sellos, todos aquellos


que tienen facultad para solicitar la fijación, y tienen derecho a oponerse todos aquellos
que tengan interés legal para asistir al levantamiento”. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de
Paz en Materia Incidental anotado. t. III, p. 146).

“Cualquier persona con interés nato y actual tiene derecho a oponerse al levantamietno
de los sellos. Entre estos podemos citar a los que tienen derecho, o aquellos que tienen
facultad para requerir la fijación de los mismos. (…) Cualquiera de los herederos, en el
caso de una sucesión puede oponerse al rompimiento de los sellos mediante acto de
alguacil notificado a la secretaría del tribunal, o haciéndolo consignar en el acta de
operación”. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Civil anotado. t. I, pp. 147-
148).

El juez de paz no tiene que apreciar el mérito de las oposiciones y no puede dispensarse
de recibirlas. Si sobrevienen durante el levantamiento de los sellos, no debe ni sobreseer
ni referirlo al presidente del tribunal, que es el juez competente de los actos de oposición.
(Cass., 17 abril 1828, S. 28.1.235; solución contestada cita de Rousseau R. et Laisney.
1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII, n.26, p. 609).

“Toda dificultad que en este sentido encuentre el Juez de Paz al momento de levantar los
sellos, deberá oportunamente comunicarlo al Juez de Primera Instancia para que decida
en consecuencia, como juez de los referimientos. El Juez de Paz, aunque la oposición le
parezca sin fundamento, carece de atribución y facultad para restarle validez. Se precisa
en este particular de la intervención del Juez de los referimientos del lugar que
corresponda”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento.
n. 8.2., p. 27).
3. Efectos de la oposición al rompimiento de los sellos

“En primer término, el oponente persigue interrumpir la prescripción, busca además, que
el solicitante del levantamiento de los sellos lo mantenga informado de las operaciones de
alzamiento de los mismos, es decir, lo llame para estar presente o hacerse representar, si
procediere la representación en el levantamiento”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de
Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 8.3., p. 27).

La oposición formada por los acreedores personales del heredero tiene como efecto el
prevenir a los demás herederos, a fin de impedir que se proceda a la partición en ausencia
de los acreedores oponentes. (París, 4 abril 1892, D. 93.2.9, cita de Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, nota (1), p. 592).

“Cuando el Juez de paz estime que las causas en las cuales se fundamenta la oposición al
rompimiento de sellos constituye una causa digna de ser tomada en consideración, o se
hace necesario tomar medidas provisionales, puede sugerir el apoderamiento del juez de
los referimientos para que designe un administrador. (…) En caso de que el Juez de Paz
considere que el oponente está bien fundamentado en sus pretensiones de oposición,
mandará a las partes por ante el Juez de los referimientos”. (Rivas, Polivio. 2001. El
Juzgado de Paz en Materia Incidental anotado. t. III, p. 147).

ARTÍCULO 927

Toda oposición de esta clase contendrá, bajo pena de nulidad, y además de las
ritualidades usuales en todo acto: 1ro. elección de domicilio en la común o distrito
del Juzgado de Paz en que se hayan puesto los sellos, siempre que el oponente no
resida en él; 2do. la expresión circunstanciada de la causal de la oposición.

Tabla de Contenido

1. Contenido de la oposición al rompimiento de los sellos


2. Sanciones por el incumplimiento de las formalidades

1. Contenido de la oposición al rompimiento de los sellos

“Para la oposición será necesario que el acto de alguacil se hagan consignar, elección de
domicilio dentro de los límites del juzgado de paz donde se encuentren los bienes sellados
y la exposición de las causas de la oposición”. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en
Materia Civil anotado. t. I, p. 148).

De todo acto de oposición o controversia sucedida durante el proceso de fijación, el


secretario deberá levantar acta, la cual deberá ser notificada al juez de primera instancia,
del distrito judicial al que pertenece. Toda oposición de esta clase contendrá, bajo pena de
nulidad, y además de las ritualidades usuales de todo acto: a) elección de domicilio en la
común o distrito del juzgado de paz en que se hayan puesto los sellos, siempre que el
oponente no resida en él; y, b) la expresión circunstanciada de la causal de la oposición.
(Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Incidental anotado. t. III, pp. 146-147).
2. Sanciones por el incumplimiento de las formalidades

Los requisitos indspensables para formalizar la oposición al levantamiento de sellos están


prescritos a pena de nulidad. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia
Incidental anotado. t. III, p. 148).

TÍTULO III

DEL ROMPIMIENTO DE LOS SELLOS

Tabla de Contenido

1. Levantamiento de los sellos


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Levantamiento de los sellos

El levantamiento de los sellos es el acto mediante el cual el juez de paz, habiendo


reconocido el buen estado de los sellos, los rompe sucesivamente para hacer el inventario
(Art. 937). (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure
Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.29, p. 609).
El levantamiento de los sellos es provisional o definitivo; provisional, cuando una
circunstancia urgente exige ya sea un levantamiento parcial, ya sea un levantamiento
total, antes de los tres días de la inhumación o de la fijación, o después, si las partes no
están en estado de hacer el inventario; en ese caso, los sellos son inmediatamente fijados
de nuevo desde el momento en que la finalidad propuesta es lograda; definitivo, cuando
los interesados quieren hacer cesar la medida y que hay urgencia en proceder al
levantamiento y al inventario. El levantamiento de los sellos tiene lugar con o sin
descripción. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, nota (1), p. 594).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este título ha quedado consignado en el proyecto de código, en sus artículos 1645 al


1654, sucediéndose pequeñas modificaciones que serán mencionadas en cada artículo
que corresponda.

ARTÍCULO 928

No se podrá quitar los sellos ni confeccionarse el inventario sino tres días después
de la inhumación del cadáver, si fueron puestos aquellos anteriormente; y tres
días después de la fijación, si se practicó después de la inhumación, bajo pena de
nulidad de las actas del rompimiento de sellos y confección de inventario, y de los
daños y perjuicios a cargo de aquellos que hubieren promovido y practicado
dichos actos; a no ser que por causas urgentes, que deberán expresarse en el auto,
el juez de paz lo disponga de otro modo. En este caso, si las partes interesadas
con derecha de asistir al rompimiento de los sellos no comparecieren, el juez de
paz llamará de oficio en su representación un notario, y no habiéndolo, al síndico
del ayuntamiento, tanto para quitar los sellos, como para la confección del
inventario.
Tabla de Contenido

1. Plazos para el rompimiento de los sellos


2. Sanciones
3. Incomparecencia de los interesados
4. Procedimiento
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Plazos para el rompimiento de los sellos

Es para dar a los interesados el tiempo de oponerse a que los sellos sean levantados en su
ausencia, que el artículo 928 C. proc. sólo permite el levantamiento tres días francos
después de la inhumación, si la fijación ha tenido lugar anteriormente, y tres días
después de la fijación, en el caso contrario. El presidente del tribunal puede, sin embargo,
vista la urgencia, abreviar los plazos, designando a un notario para representar a los
interesados ausentes (Art. 928). (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et
Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.30, p. 609)

2. Sanciones

El juez de paz que ha levantado los sellos antes del plazo prefijado debe ser llamado o
puesto como parte, si se quiere obtener contra él los daños y perjuicios. (Chauveau, M.A.
y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, nota (2), p. 595).
Está prescrito a pena de nulidad: El levantamiento de sellos y la confección de inventario
sino tres días después de la inhumación del cadáver, si fueron puestos aquellos
anteriormente; y tres días después de la fijación, se practicó luego de la inhumación.
(Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Incidental anotado. t. III, p. 148).

3. Incomparecencia de los interesados

“Si las partes interesadas y con derecho de asistir al rompimiento de los sellos no
comparecieran, el Juez de Paz llamará de ficio en su representación a un notario, y si no
lo hubiere al Síndico del Ayuntamiento, tanto para quitar los sellos, como para la
confección del inventario”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual Descriptivo de
Procedimientos de los Juzgados de Paz. t. II, p. 56).

4. Procedimiento

“Es lógico que el Juez de Paz que ha fijado los sellos, los levante, pero nada se opone a
que el levantamiento lo realice el suplente en funciones. Esto así, porque el Juez de Paz
que actuó en principio, al momento del levantamiento puede encontrarse imposibilitado
por cualquier circunstancia”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de
Fallecimiento. n. 10.2., p. 30).

“Cuando en la sucesión hay menores, deben ser representados por el tutor


conjuntamente con el protutor. El levantamiento de los sellos debe ser precedido de un
inventario descriptivo de los bienes muebles que se encuentren sellados. Este inventario
se levanta en virtud de la ley o a solicitud de parte”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación
de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 10.2., p. 31).

Se procederá al rompimiento de los sellos y a la confección del inventario por acto del
Juez de Paz. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual Descriptivo de Procedimientos de los
Juzgados de Paz. t. II, p. 56).
“El Juez de los referimientos en virtud de la ley, tiene facultad para estatuir sobre las
oposiciones en torno al levantamiento de los sellos; también es competente para referirse
a las contestaciones que surtan fruto del levantamiento. (…) las dificultades o
contestaciones que surgen en el procedimiento de fijación o levantamiento de sellos, es
competencia en materia de referimiento del Juez de Primera Instancia del distrito del Juez
de Paz actuante. Sin embargo, si los conflictos o contestaciones se presentan después de
concluída la operación de fijación o levantamiento de sellos, el Juez competente es el del
lugar del domicilio del demandado. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por
Causa de Fallecimiento. n. 10.3., p. 32).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este artículo no sufre ninguna modificación con el proyecto, quedando su texto intacto en
el artículo 1645 de éste.

ARTÍCULO 929

Si los herederos o algunos de ellos fuere menor no emancipado, no se procederá a


romper los sellos, sin que antes se le haya nombrado tutor, o declarado su
emancipación.

ARTÍCULO 930

Todos los que tengan derecho a requerir la fijación de sellos pueden solicitar su
rompimiento, excepto los que sólo los hicieren fijar cumplimentando lo
preceptuado por el artículo 909.

Tabla de Contenido

1. Rompimiento de sellos sobre bienes de un menor no emancipado


2. Personas que pueden pedir el rompimiento de los sellos
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Rompimiento de sellos sobre bienes de un menor no emancipado

Los herederos deben, antes del levantamiento de los sellos, ser dotados de un tutor o de
un protutor, si no son emancipados (Art. 929 C. proc.; 451 C. civ.; Pigeau, t. 2, p. 643).-
El tutor debe requerir el levantamiento en los diez días que siguen su entrada en
funciones. (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure
Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.31, p. 609).

“Tratándose de la fijación de sellos sobre los bienes de un menor o interdicto, su tutor o


representante legal debe demandar el levantamiento de los sellos, en un plazo de diez
días”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 9.1., p.
28).
“Si los herederos o alguno de ellos fuere menor de edad no emancipado, no se procederá a
romper los sellos sin que antes se le haya nombrado un tutor o declarado su
emancipación”. [Ver arts. 405 y s., y 265-A, del Cód. para la Protección Niños, Niñas y
Adolescentes]. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento.
n. 9.1., pp. 28-29).

“El Juez de Paz puede emancipar al menor si lo hubiere, a solicitud de pariente,


levantando acta al efecto o haciéndolo constar en el proceso verbal”. (Mancebo, Carmen.
2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 9.1., p. 29).

2. Personas que pueden pedir el rompimiento de sellos

Todos aquellos que tienen el derecho de hacer fijar los sellos, a excepción de las personas
que residían con el difunto y sus servidores y domésticos, pueden requerir el
levantamiento (Art. 930). Pero es evidente que las personas que han fijado los sellos en
nombre de un menor desprovisto de tutor no tienen el derecho de requerir su
levantamiento, porque el menor ha debido previamente ser provisto de un tutor.
(Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile,
Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.32, p. 609-610).

“En principio, toda persona que tiene derecho a demandar la fijación de sellos, lo retiene
para pedir su levantamiento, a fin de que los objetos sellados sean liberados y entregados
a sus propietarios o a quienes pertenezcan”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de
Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 10.1., p. 30).

Todos aquellos que tienen el derecho de hacer fijar los sellos pueden requerir el
levantamiento, excepto aquellos que los han hecho fijar en ejecución del art. 909-3, es
decir, las personas que habitaban con el difunto, sus sirvientes y empleados domésticos,
en caso de ausencia del cónyuge, de los herederos o de uno de ellos. El arrendador,
contra quien el inquilino se comprometió a entregar los lugares alquilados en una fecha
fijada y ya cumplida, tiene fundamento para requerir el levantamiento de los sellos.
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, nota (2), pp.594-595).

“Todos los que tengan derecho a requerir la fijación de sellos, pueden solicitar su
rompimiento, excepto los que sólo los hicieren fijara cumpliendo con el artículo 909 del
Código de Procedimiento Civil”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual Descriptivo de
Procedimientos de los Juzgados de Paz. t. II, p. 56).

“Tienen derecho a solicitar el rompimiento o levantamiento de los sellos, todos aquellos


que tienen facultad para solicitar la fijación, y tienen derecho a oponerse todos aquellos
que tengan interés legal para asistir al levantamiento”. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de
Paz en Materia Incidental anotado. t. III, p. 146).

“La oposición puede provenir de las personas con derecho a solicitar la fijación; es bueno
recordar que, no toda persona con derecho a solicitar la fijación, lo tiene para demandar
el rompimiento de los sellos”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de
Fallecimiento. n. 8.1., p. 26).

Podrá entonces demandar el levantamiento aquel que tiene un título aparente, aunque
éste sea atacado como nulo (París, 7 dic. 1829), o cuyo derecho a la sucesión no está
desprovisto de fundamento, aunque susceptible de ser contestado (Bordeaux, 4 ene.
1851, D. 51.2.52).- Pero no podrá demandarlo aquél cuyo derecho a la sucesión es
imposible de establecer. (París, 23 mayo 1873, D. 73.2.161 cita de Rousseau R. et Laisney.
1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII, n.33, p. 610).

El acreedor que cuente con un título ejecutivo o autorizado por el presidente del Tribunal
de Primera Instancia o por el Juez de Paz del lugar en que deban fijarse los sellos, tiene
derecho a solicitar fijación de sellos; sin embargo, el derecho concedido al acreedor es
limitativo, toda vez, que esta disposición los excluye para solicitar el rompimiento de los
sellos que ellos hicieron fijar. Los hijos de los acreedores con título ejecutivo o autorizado
por autoridad competente conservan el derecho que se les concede a sus padres, una vez
éstos hallan fallecido. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de
Fallecimiento. n. 11.6., p. 35).

El menor, emancipado luego de la fijación de los sellos, puede, asistido de su curador,


requerir su levantamiento. (Grenoble, 5 abr. 1863, S. 64.2.16; D. 63.2.181 cita de
Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile,
Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.34, p. 610).

“Los doctrinarios son de opinión que el menor emancipado puede pedir el levantamiento
de los sellos sin la intervención del curador, ya que se trata de un acto de simple
administración”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de
Fallecimiento. n. 9.1., p. 29).

Si la fijación ha sido requerida por un pariente o por el ministerio público, por un menor
sin tutor, no es a estas personas a quienes corresponde requerir el levantamiento,
cuando, en el intervalo, el menor ha sido provisto de un tutor, es a este último a quien
corresponde actuar. El menor emancipado puede hacer levantar los sellos sin la
asistencia de su curador. El legatario universal, cuyo título es contestado por los
herederos legítimos, tiene el derecho, por preferencia a éstos, de hacer proceder al
levantamiento de los sellos. Es al heredero, incluso beneficiario, y no al ejecutor
testamentario, aun cuando tenga la saisine por testamento, a quien corresponde el
requerir el levantamiento de los sellos. El marido, como jefe de la comunidad, puede
hacer levantar todos los sellos fijados sobre una sucesión que le corresponde a una mujer
demandante en separación de cuerpos, si pretende que bajo los sellos existen títulos
necesarios a la administración de la sucesión. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, nota (1), p. 596).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

En esencia, los artículos 929 y 930 no sufren modificaciones de interés, salvo el último,
que en su parte in fine establece excepciones a las personas que pueden solicitar el
rompimiento de los sellos, lo cual no se encuentra consignado en el proyecto, cuyos textos
corresponden a los artículos 1646 y 1647.

ARTÍCULO 931

Las formalidades exigidas para obtener el rompimiento de los sellos, son: 1ro. un
requerimiento especial, consignado en el acta del juez de paz; 2do. un auto del
juez de paz expresivo del día y hora en que se procederá al rompimiento; 3ro.
intimación al cónyuge superviviente, herederos presuntivos, albacea o ejecutor
testamentario, legatarios universales y a título universal, si fueren conocidos, y a
los oponentes, para que asistan al acto de romper los sellos. No será preciso
llamar a los interesados residentes a distancia de más de tres leguas; pero el juez
de paz nombrará de oficio a un notario, y si no lo hubiese, al síndico del
ayuntamiento, para que les represente en el acto de levantar los sellos y formular
el inventario. Los oponentes serán citados en el domicilio que hubieren elegido.

ARTÍCULO 932

El cónyuge, el ejecutor testamentario, los herederos, los legatarios universales y


los que fueren a título universal, podrán asistir personalmente o por
representación a todas las diligencias que procedan para el rompimiento de sellos
y la confección de inventario. Los oponentes no tendrán derecho a asistir
personalmente o por representación sino a la primera actuación; pero estarán
obligados a hacerse representar en las demás por un sólo personero en que
convengan de común acuerdo, o que en caso contrario, les nombrará el juez de paz
de oficio. Si entre estos mandatarios hubiere abogados, acreditarán sus poderes
presentando el título de su mandante ; y el abogado más antiguo, de los que
representen acreedores fundados en título auténtico, asistirá de derecho por todos
los oponentes: si ninguno de los acreedores reclamare con título auténtico,
asistirá el abogado más antiguo de los oponentes fundado en título aun bajo firma
privada. La antigüedad se arreglará definitivamente desde la primera actuación.

ARTÍCULO 933

Si uno de los oponentes tuviere intereses distintos o contrarios a los de los otros,
podrá asistir personalmente o por medio de un mandatario, a sus expensas.

ARTÍCULO 934

Los oponentes por la conservación de los derechos de su deudor, no podrán asistir


a la primera actuación, ni concurrir a la elección del mandatario común, para las
demás asistencias.

Tabla de Contenido

1. Formalidades para el rompimiento de los sellos. Auto del juez. Requerimiento.


2. Llamado a los interesados
3. Derecho de asistir al rompimiento de los sellos
4. Derechos de los oponentes
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Formalidades para el rompimiento de los sellos. Auto del juez. Requerimiento.

La ley exige, para llegar al levantamiento de los sellos, el cumplimiento de varias


formalidades indicadas por el art. 931. Nosotros señalaremos particularmente aquellas
intimaciones que no pueden ser evadidas por el juez de paz, si los interesados no
comparecen voluntariamente. (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et
Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.35, p. 610).

Estas formalidades son las siguientes: “1ro. un requerimiento especial, consignado en el


acta del juez de paz; 2do. un auto del juez de paz expresivo del día y la hora en que se
procederá al rompimiento; 3ro. intimación al cónyuge superviviente, herederos
presuntivos, albaceas o ejecutor testamentario, legatarios universales y a título universal,
si fueren conocidos y, a los oponentes, para que asistan al acto de rompimiento de los
sellos. No será preciso llamar a los interesados residentes a distancias de más de tres
leguas, pero el juez de paz nombrará de oficio a un notario, y si no lo hubiese, al síndico
del ayuntamiento para que les represente en el acto del levantamiento de los sellos y
formular el inventario”. Los oponentes serán citados en el domicilio que hubieren elegido.
(Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 10.2., pp. 30-
31).

“Si en la operación del levantamiento de los sellos se producen situaciones adversas que
tiendan a impedir el rompimiento, el Juez de Paz frente a esta situación, debe sopesar con
detenimiento y objetividad las razones expuestas por el solicitante del levantamiento y, las
esgrimidas por el oponente; debiéndose inclinar por los alegatos de la parte que
represente mayor y mejor fundamento. Si como producto de esta situación fuere
necesario tomar medidas provisionales, las partes encontradas acudirán al juez de los
referimientos para que proceda en consecuencia”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de
Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.7., pp. 35-36).

Una vez fijados los sellos, sólo el juez de paz del lugar de la fijación procederá a
levantarlos. Pero , nunca lo hará de oficio, ni a requerimiento de autoridad competente;
siempre debe esperar la solicitud de parte interesada y autorizada por la ley, para solicitar
tal medida. La parte interesada y autorizada por la ley, dirige una instancia al juez de paz,
a fin de que proceda al levantamiento de los sellos. Frente a la solicitud, el juez concederá
la medida si el solicitante tiene calidad para demandarla. Para ello, el juez emitirá una
ordenanza fijando el día y la hora en que dicha medida será ejecutada. En tanto, la parte
diligente hará notificar a las personas que deban estar presentes en el lugar del
levantamiento de los sellos. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de
Fallecimiento. n. 11.8., p. 36).

El requerimiento tendente al levantamiento de los sellos puede ser hecha por la parte
misma o por su abogado. El requerimiento del levantamiento de sellos debe ser inscrita
en cabeza del proceso verbal del levantamiento. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, nota (1), p. 596).

El juez de paz puede negarse a ordenar un levantamiento de sellos que le es solicitado,


cuando las condiciones exigidas por la ley no son cumplidas. La resistencia de este
magistrado es apreciada por el presidente a quien éste es referido sobre el requerimiento
del demandante, (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, nota (1), p. 597).

“Como regla general, el mismo Juez de Paz que fija los sellos, es quien debe levantarlos.
Para el levantamiento de sellos el Juez debe saber que: Se necesita un requerimiento
especial que se hace consignar en el acta que levanta. Deberá dictar un auto, señalando
el día y hora en que se procederá a levantar los sellos”. (Castellanos Estrella, Víctor José.
2001. Manual para Jueces de Paz. p. 532).

Las formalidades esenciales para obtener el rompimiento de los sellos son: a) un


requerimiento especial que se consignará en el acta del Juez de Paz; b) el auto del juez de
paz; y, c) la intimación para que asistan los interesados al acto de rompimiento de los
sellos. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual Descriptivo de Procedimientos de los
Juzgados de Paz. t. II, p. 56).

Para el levantamiento de los sellos, se necesita un requerimiento especial que se hace


consignar en el acta que se levanta y se deberá dictar un auto, señalando el día y hora en
que se procederá a levantar los sellos. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual para Jueces
de Paz. t. I, p. 532).

El proceso de levantamiento de sellos, debe ser hecho por el juez que fijó los mismos o su
suplente, cuyas formalidades son: a) un requerimiento especial, consignado en el acta del
juez de paz; b) un auto del juez de paz donde se consigne la hora y la fecha en que ha de
proceder el levantamiento; y, c) intimación a las demás personas con interés en el asunto,
siempre que residan dentro de un ámbito de tres leguas, en tal caso el juez designará un
notario público. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Civil anotado. t. I, p.
148).

Las formalidades para el levantamiento son: a) requerimiento especial consignado en el


acta del juez de paz; b) un auto del juez de paz, expresivo del día y hora en que se
procederá al rompimiento; y, c) intimación al cónyuge superviviente, herederos
presuntivos, albacea o ejecutor testamentario, legatarios universales y a título universal,
si fueren conocidos, y a los oponentes para que asistan al acto de romper los sellos.
(Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Incidental anotado. t. III, pp. 146-147).

2. Llamado a los interesados

La imposibilidad material de intimar a los interesados domiciliados a menos de 25


miriámetros, no permite evadirlas, haciéndolos representar por un notario, cuando sobre
todo no hay urgencia y que es necesario para el nombramiento de un administrador
(París, 13 dic. 1870, D. 71.2.242 cita de Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire
Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII,
n.36, p. 610).

“La parte diligente contrata para la notificación, los servicios de un alguacil, a fin de que
proceda a notificar a las personas que correspondan, el día y la hora en que se efectuará
el levantamiento. Este acto se notificará a persona o en su domicilio real o de elección. A
los interesados que tienen su domicilio o residencia a más de tres leguas de distancia, no
es preciso llamarlos”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de
Fallecimiento. n. 11.9., pp. 36-37).

En cabeza de la intimación, debe darse copia del requerimiento y de la ordenanza del juez
de paz. La parte que demanda el levantamiento de los sellos intima a los oponentes, si los
hay, a asistir a esta operación. Los oponentes son conocidos por el extracto expedido al
demandante. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, notas (1) y (2), p. 597).

Los herederos colaterales no deben ser llamados cuando existe un legatario universal, a
menos que ellos no demanden la anulación del testamento. Sucede lo mismo con los
legatarios particulares que no se han presentado como oponentes; pero hay que llamar a
los hijos naturales reconocidos. Aquelllos que el art. 931-4 ha entendido como
“interesados residentes fuera de la distancia de cinco miriámetros” [residentes a más de
tres leguas] y que ha dispensado de llamar al levantamiento de los sellos, son los mismos
que aquellos designados en la primera disposición, en el mismo párrafo. (Chauveau, M.A.
y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 598).

“Debe intimarse al cónyuge superviviente, herederos presuntivos, albacea o ejecutor


testamentario, legatarios universales y a título universal, si fueren conocidos, y a los
oponentes para que asistan al rompimiento de los sellos. El juez de paz nombrará de
oficio un notario para levantar el inventario de los bienes. Si no hay notario, se debe
requerir al síndico municipal para que realice dicha operación”. (Castellanos, Víctor José.
2001. Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 532).

“Cuando uno de los interesados resida a más de tres leguas de distancia no deberá ser
llamado, pero el juez de paz deberá designar a un notario para que le represente. Los
oponentes serán citados en el domicilio de elección formalizado a esos fines en el acto de
oposición depositado en la secretaría del juzgado de paz”. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado
de Paz en Materia Incidental anotado. t. III, p. 147).

Deben ser llamados al levantamiento de los sellos: primeramente el cónyuge


superviviente, los presuntos herederos, incluso hijos naturales, el ejecutor testamentario,
los legatarios universales o a título universal (estas personas pueden asistir a toda la
duración de la operación); luego, los oponentes, que no pueden asistir, por lo menos
individualmente, más que a la primera vacación. Éstos son notificados en los domicilios
elegidos por ellos (Art. 931 y 932).- Los legatarios particulares sólo pueden asistir al
levantamiento en calidad de oponentes. (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire
Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII,
n.37, p. 610)

“Las personas que gozan de este título tienen la saisine y, por decisión del de cujus, todos
los derechos, acciones y obligaciones que correspondían en vida a este último. Si la
persona fallecida no dejó herederos reservatarios el legatario universal no tiene que llamar
a ninguna persona al levantamiento de los sellos. Pero, si el legatario universal tiene de
frente a herederos reservatarios, que impugnan el testamento, debe y tiene que llamarlos
al levantamiento de los sellos. El legatario universal puede hacer impedir la fijación de
sellos, si hasta ese momento el testamento que lo beneficia no ha sido impugnado”.
(Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.10., p.
37).
La persona que alega tener derecho en la sucesión y que ha sido excluída del testamento,
si manifiesta o presenta la existencia de documentos que lo vinculen con la sucesión,
debe ser llamado al levantamiento de los sellos. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de
Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.12., p. 39).

No se debe llamar al levantamiento de los sellos a los sucesores cuya existencia no es


reconocida. Los jueces pueden negar a una persona que pretende derechos en una
sucesión la autorización de asistir al levantamiento de los sellos, cuando no justifica por
ninguna presunción, ni por ninguna apariencia de derecho, su calidad de heredero.
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, nota (3), pp. 597-598).

3. Derecho de asistir al rompimiento de los sellos

Si hay herederos menores, ellos deben previamente al levantamiento de los sellos,


emanciparse o ser provistos de tutores. Todos aquellos que tienen interés en el
levantamiento de los sellos, pueden requerir el nombramiento del tutor y protutor o la
emancipación. El tutor no está rigurosamente obligado a asistir al levantamiento de los
sellos, pero su presencia y aquella del protutor se encuentran dentro del deseo de la ley.
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 600).

Los oponentes son representados en las vacaciones posteriores por un mandatario común
que ellos designan, que pueden elegir de entre los alguaciles. Si no se ponen de acuerdo
sobre la elección, el mandatario es nombrado de oficio, por el juez de paz, según algunos
(Bioche, vº Scellés, 97: Carré, n. 2166; Carou, Jur. civ. des juges de paix, t. 2, n. 1039); y
por el presidente del tribunal, según otros (Pigeau; Dalloz, vº Scellés, n. 127 cita de
Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile,
Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.38, p. 610).

Cuando, entre los mandatarios de las partes, se encuentran abogados, el abogado más
antiguo de los acreedores que tengan título auténtico, se convierte en el mandatario
común; si ninguno de los acreedores tiene título auténtico, este mandato le corresponderá
al abogado más antiguo de los acreedores fundados en título privado. (Art. 932-933).
(Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile,
Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.39, p. 610).

“La mujer casada bajo el régimen de separación de bienes o dotal no podrá hacerse
representar por su marido, a menos que lo provea de una autorización o poder especial al
efecto”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n.
11.8., p. 36).

El presidente del tribunnal de primera instancia que debe designar el notario encargado
de representar a los ausentes a esta operación es aquel del tribunal en la jurisdicción en
la cual han sido fijados los sellos. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
598).

Es posible abstenerse de hacer representar a los presumiblemente ausentes cuya


existencia no es cierta; si una de las partes quisiera comisionar un notario para
representarlos, los otros tendrían el derecho, de acuerdo a la opinión generalmente
admitida, de oponerse y exigir que se pruebe la existencia del presumiblemente ausente al
momento de la apertura de la sucesión. En general el notario, advertido por la parte que
persigue el levantamiento de los sellos, se traslada el día y hora fijados por el juez de paz.
Es prudente sin embargo, incluir al notario en el número de personas a las cuales la
intimación es notificada. La copia destinada al notario debe entonces llevar en cabeza
copia del requerimiento y de la ordenanza. No debemos nombrar un notario para
representar a los oponentes que residen fuera de la distancia determinada en el art. 931;
ni para representar a las partes llamadas y defectuantes, cuyo domicilio se encuentra en
la distancia de cinco miriámetros [tres leguas]. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 599).

Cuando las personas que tienen el derecho de asistir al levantamiento de los sellos se
hacen representar por un mandatario, no es necesario que ese mandatario sea un
abogado. De ello se desprende que los honorarios del abogado están a cargo de la parte
que representa y no de la sucesión. Es el juez de paz que debe, si no hay abogados entre
los mandatarios, nombrar el mandatario común, cuando los oponentes no lo han elegido.
Si hay concurrencia, ya sea entre varios mandatarios de acreedores auténticos o de
acreedores quirografarios, sea entre varios mandatarios de acreedores sin título,
corresponde la preferencia al de más edad entre ellos. Si hay concurso de abogados y de
mandatarios tomados entre otra clases de ciudadanos, el abogado de más edad se
convierte en el mandatario común, y sus honorarios están a cargo de la sucesión. Cuando
se encuentran abogados entre los mandatarios, pero que representan acreedores
quirografarios y acreedores sin títulos, será el abogado de más edad entre los oponentes
fundados en títulos quien será designado mandatario común. (Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, pp. 602-603).

4. Derechos de los oponentes


Los oponentes para la conservación de los derechos de su deudor, como el acreedor
personal de un heredero, no pueden, ni asistir a la primera vacación, ni concurrir en la
elección del mandatario común; sólo pueden ejercer, luego del inventario, contra la
sucesión, los derechos de su deudor (Art. 934). (Rousseau R. et Laisney. 1886.
Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII, n.40, p. 610-611).

El abogado representante de los acreedores oponentes, tiene el derecho de tomar


conocimiento de los títulos y documentos en que conste o pudiera constatar un activo en
beneficio de la sucesión (Trib. Seine, 11 oct. 1843, S. 43.2.580 cita de Rousseau R. et
Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, n.41, p. 611).

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Estos artículos reciben una modificación importante en el proyecto, ya que éstos se


encuentran contenidos en sólo dos artículos del mismo: los artículos 1648 y 1649; el
primero, el 1648 contiene el texto equivalente al artículo 931, ahora bien, sólo enumera
las tres formalidades, suprimiendo todo aquello que establece excepciones al llamado a
los interesados.

En lo que concierne a los artículos 932 al 934, es importante señalar que se encuentran
contenidos, tanto en la parte in fine del artículo 1648, como en el artículo 1649,
quedando derogado todo lo concerniente a la representación por mandatarios,
estableciendo únicamente el derecho de los oponentes a ser llamados y a comparecer.

ARTÍCULO 935

El cónyuge común en bienes, los herederos, el ejecutor testamentario y legatarios


universales o a título universal podrán ponerse de acuerdo sobre la elección de
uno o dos notarios, y de uno o dos peritos tasadores; y si no lo hicieren, conforme
a la naturaleza de los objetos, se procederá al avalúo por uno o dos notarios o
peritos tasadores nombrados de oficio por el juez de paz, ante quien prestarán
juramento los peritos nombrados.

Tabla de Contenido

1. Designación de oficiales encargados de levantar el inventario y estimar el mobiliario


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Designación de oficiales encargados de levantar el inventario y estimar el


mobiliario

“Es oportuno reseñar que el Juez de Paz del lugar, es el único funcionario competente
para alzar los sellos; mientras que el Notario es el facultado para hacer el inventario”.
(Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 10.2., p. 32).

“El Juez de Paz nombrará de oficio un Notario de oficio (sic) para levantar el inventario de
los bienes. Si no hay notario, se debe requerir al síndico municipal para que realice dicha
operación. Los sellos se levantan a medida que se va haciendo el inventario. En el caso de
que el inventario dure varios días, los sellos levantados al principio de cada actuación, se
fijarán de nuevo hasta el otro día y así sucesivamente. El Juez de Paz es quien levanta los
sellos y el Notario hace el inventario. (Castellanos Estrella, Víctor José. 2001. Manual para
Jueces de Paz. p. 532).

Si los herederos no se ponen deacuerdo entre ellos para la elección de los notarios hay
lugar al referimiento. Los tribunales de primera instancia no tienen el derecho, en ningún
caso, salvo el envío que le sería hecho por el juez de los referimientos, de nombrar al
notario que debe proceder al inventario. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
603).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este artículo ha quedado contenido en el texto de la parte in fine del 1648 y del artículo
1649, al igual que los artículos anteriores, quedando derogado entonces el contenido
actual del mismo, limitándose a establecer el derecho de oposición.

ARTÍCULO 936

El acta de rompimiento de los sellos ha de contener: 1ro. la fecha; 2do. los


nombres, profesión, vecindad y elección de domicilio de la parte requerente; 3ro.
indicación del auto que manda romper los sellos; 4to. indicación de la intimación
preceptuada por el artículo 931; 5to. la comparecencia y reparos de las partes;
6to. el nombramiento de los notarios, peritos y tasadores que deben hacer el
avalúo; 7mo. el reconocimiento de los sellos, comprobando su íntegro estado; en
caso contrario, se harán constar sus alternaciones, salvo lo que sobre esta
materia fuere procedente proveer en sus casos; 8vo. los requerimientos sobre
pesquisas o indagaciones, sus resultas, y todas las otras demandas sobre que
fuere procedente resolver.

Tabla de Contenido

1. Contenido del acta de rompimiento de los sellos


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Contenido del acta de rompimiento de los sellos

El levantamiento es constatado por un proceso verbal, levantado por el juez de paz, y


contentivo de las diferentes enunciaciones exigidas por el art. 936. (Rousseau R. et
Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, n.42, p. 611).

“El acta de Proceso Verbal se levanta a medida que se confecciona el inventario; ésta debe
estar firmada por el Juez de Paz, su secretario, por el guardián de los sellos, por las
partes o los representantes si los hubiere. Se hará constar también en el proceso verbal la
entrega de las llaves que hace el secretario, así como el descargo del guardián de los
sellos”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n.
11.13., p. 40).

La fecha del proceso verbal debe contener mención de la hora en la cual los sellos han
sido levantados. Si ha habido contestación sobre la fijación de los sellos y ordenanza o
sentencia que ha ordenado el levantamiento provisional o definitivo, hay que enunciarlo
en el acta de proceso verbal. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et
Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 600).

Corresponde al heredero elegir los notarios que deben proceder al inventario. Ciertos
autores pretenden que la viuda común debe ser preferida al heredero para esta
designación. Una expedición de este proceso verbal es entregada a los expertos, quienes
la entregan al notario, el cual la menciona en el inventario. Si el inventario ha tenido
lugar al mismo tiempo que el levantamiento, es el proceso verbal de levantamiento que
constata el juramento de los expertos. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
601).

El juez de paz que constata que los sellos no han sido encontrados sanos y enteros no
debe sobreseer el levantamiento, pero, al proceder, debe levantar en el proceso verbal las
alteraciones que pueden caracterizar un crimen castigable de acuerdo a las disposiciones
de los artículos 249 y siguientes del Código Penal. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, nota (2), p. 606).

El acta de rompimiento de los sellos debe, en resumen, contener: a) fecha; b) nombre,


profesión, vecindad y elección de domicilio del requiriente; c) indicación del auto que
ordena el rompimiento de sellos; d) indicación de la intimación; e) comparecencia de las
partes; f) nombramientos de notarios; g) reconocimiento de los sellos; y, h) requerimiento
sobre indagaciones que fueren procedentes. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual
Descriptivo de Procedimientos de los Juzgados de Paz. t. II, pp. 56-57)

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este texto no sufre cambios en el proyecto, quedando contenido por el artículo 1650 de
éste.

ARTÍCULO 937

Los sellos deberán romperse sucesivamente y a medida que vaya formalizándose el


inventario, y han de fijarse de nuevo al fin de cada actuación.

ARTÍCULO 938

Podrán reunirse los objetos de una misma especie a fin de inventariarlos


sucesivamente por su orden, volviéndolos a colocar bajo sellos.

ARTÍCULO 939

Si se hallaren objetos y papeles extraños a la sucesión, reclamados por algún


tercero, serán entregados a quien corresponda; y en caso de no poder entregarse
instantáneamente, si no que sea preciso describirlos, esta descripción se
consignará en el acta de sellos, y no en el inventario.
ARTÍCULO 940

En el caso de que cese la causa que motivare la fijación de sellos antes de su


rompimiento, o durante el curso de esa formalidad, se romperán sin hacerse
descripción.

Tabla de Contenido

1. Procedimiento para el rompimiento de los sellos y formación del inventario


2. Formación del inventario
3. Formas del levantamiento de los sellos
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Procedimiento para el rompimiento de los sellos y formación del inventario

“Los sellos se levantarán precedidos de inventario. Si el inventario durare varios días, los
sellos levantados volverán a ser colocados en los muebles inventariados al final de cada
actuación”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n.
10.2., p. 32).

“Si el legatario universal ha demandado rompimiento de los sellos y nadie hace oposición,
el Juez de Paz los levantará sin la confección del inventario. Si por el contrario se le hace
oposición, que viene de un heredero de sangre, el Juez de Paz hará el levantamiento, pero
con la formalidad del inventario”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por
Causa de Fallecimiento. n. 11.11., p. 38).

“La persona que es instituida por el de cujus con el título de legatario universal, cosa
materializada mediante acto auténtico o que el beneficiado haya sido enviado en posesión
por el juez de primera instancia, debe demostrar a través de un acto de notoriedad, que el
de cujus no dejó herederos reservatarios. De tal suerte, que si así lo demostrare, el juez
de paz levantará los sellos de forma pura y simple, de lo contrario, el rompimiento no
procede a no ser que se confeccione el sucesivo inventario”. (Mancebo, Carmen. 2002. La
Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.12., pp. 38-39).

Ninguna caja fuerte o compartimiento de caja fuerte alquilado en un establecimiento de


crédito o un banco sólo puede ser abierto, por quien quiera que sea, luego del
fallecimiento del arrendatario, de uno de los arrendatarios o de su cónyuge no separado
de cuerpos, en presencia de un notario que levanta proceso verbal constatando la
apertura de la caja y conteniendo la enumeración completa y detallada de todos los
títulos, sumas y objetos cualesquiera que están dentro; el contraviniente es responsable
de los derechos de mutación y pasible de una multa de 100 a 10,000 francos en principal.
El notario está obligado a dar aviso al Director departamental del registro, por correo
certificado con aviso de recepción con tres días de avance, del día, hora y lugar de la
apertura de la caja fuerte. Si se encuentran papeles de los cuales el agente del fisco
demanda su comunicación y que los interesados se oponen, el notario debe resguardar
esos documentos, levantar un proceso verbal y presentarse en referimiento ante el
presidente del tribunal. Estas prescripciones no son aplicables a las cajas fuertes
particulares que el difunto tendría en su domicilio en calidad de propietario o inquilino.
(Cass. req. 23 mayo 1927, D. 27.1.181; Sem. Jur., 1927, p. 901, cita de Chauveau, M.A. y
M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 600).
La nueva fijación de sellos de que trata el art. 937 debe tener lugar al final de cada
sesión. Esta nueva fijación corresponde al juez de paz y no al notario llamado para el
inventario. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, nota (3), p. 606).

“Los sellos se romperán sucesivamente y a medida que se vaya formalizando el inventario


y se volverán a fijar al fin de cada actuación”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual
Descriptivo de Procedimientos de los Juzgados de Paz. t. II, p. 57).

2. Formación del inventario

Si la confección del inventario necesita varias vacaciones, los sellos serán recolocados
sobre los objetos no inventariados (Art. 937). Corresponde al juez de paz fijar la hora, la
duración y retomar de las vacaciones (Carta min. 27 julio 1824, cita de Rousseau R. et
Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, n.45, p. 611).

Si los objetos de misma naturaleza reunidos para ser inventariados, de conformidad con
el art. 938, están diseminados y encerrados en muebles diferentes, o en el mismo mueble,
pero sin orden, se rompe el sello, se los pone en orden y si no se pueden inventariar de
inmediato, se deben guardar en un mueble que deberá ser sellado. El juez de paz no
puede, sin haberle sido requerido, examinar los documentos que se encuentran sellados.
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 607).

Los papeles y objetos extraños a la sucesión no deben ser descritos en el proceso verbal
de los sellos, cuando son reconocidos como pertenecientes a terceros. Si hay oposición a
la entrega de los objetos reclamados por terceros, el juez de paz debe describir los objetos
reclamados y enviar a las partes a presentarse ante el juez de los referimientos.
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 607).

3. Formas de levantamiento de los sellos

El levantamiento de los sellos puede hacerse: a) puro y simple; b) parcial; c) provisional; y


d) total. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n.
11.1., p. 33).

Para que los sellos sean levantados sin descripción, no basta que el interés de la parte
que ha hecho la fijación haya cesado, es necesario además que el derecho de los
oponentes ya no exista. La cuestión de saber si los sellos pueden ser levantados sin
descripción en el caso en que uno de los interesados es incapaz se encuentra en
controversia, algunos autores se pronuncian por la negativa y otros por la afirmativa.
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 609).

“Los sellos se levantan a medida que se va haciendo el inventario. En el caso en que el


inventario dure varios días, los sellos lelvantados al principio de cada actuación, se
fijarán de nuevo hasta el otro día y así sucesivamente”. (. (Castellanos, Víctor José. 2001.
Manual para Jueces de Paz. t. I, p. 532).

El levantamiento de sellos es puro y simple: 1º Cuando todas las partes son mayores y
consienten; 2º cuando la causa de su fijación cesa antes o durante el rompimiento (art.
940), pero el juez de los referimientos no podría decidir de este modo cuando la causa de
la fijación no ha cesado. (Douai, 18 abril 1878, S. 78.2.185); 3º en el caso previsto por el
artículo 591 C. proc. (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de
Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.43, p. 611).

El levantamiento debe ser hecho con descripción e inventario, cuando la ley lo exige o
cuando una de las partes lo requiere.- Hay una gran divergencia con respecto a saber si,
en caso de minoría de edad de uno de los interesados, el inventario es indispensable.
Unos lo exigen (Metz, 18 marzo 1852, S. 52.2.615; D. 53.2.14; Carré y Chaveau, Q. 3140;
Jay, Tr. de los sellos, p.147); otros no lo creen necesario. (Aix, 28 julio 1830, S. 30.2.256; -
Bioche, n. 116; Carou, t. 2, n. 1034; citas de Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire
Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII,
n.44, p. 611).

“El levantamiento de los sellos puede hacerse puro y simple a condición de que todas las
partes sean mayores de edad y capaces; en principio, este levantamiento procede sin la
confección del inventario. Pero puede darse el levantamiento con la obligación del
sucesivo inventario, describiendo los bienes muebles u objetos sellados”. (Mancebo,
Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.2., p. 33).

“El rompimiento parcial de los sellos procede en situaciones específicas. Este


levantamiento es posible cuando en la sucesión de que se trata hay papeles u objetos
pertenecientes a terceras personas y se precisa de su entrega. Si alguna persona con
interés en la sucesión se opone a que se levanten los sellos, para proteger a la entrega de
objetos de tercera persona, al Juez de Paz referirá al oponente y al tercero al Juez de los
referimientos; el cual procederá conforme a derecho”. (Mancebo, Carmen. 2002. La
Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.3., pp. 33-34).

“El levantamiento de los sellos es provisional en tanto, que no es definitivo; es decir, este
tipo de levantamiento de sellos procede a raíz de situaciones existentes que no están
claras o que están por esclarecerse, ya en torno a los presuntos herederos, posibles
acreedores o en relación a la existencia del patrimonio dejado por el de cujus”. (Mancebo,
Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.4., p. 34).

Este levantamiento se efectúa de forma completa o total cuando la causa que motivó la
fijación desaparece antes o durante el rompimiento de los referidos sellos. Los sellos
pueden sólo ser levantados por la autoridad competente a petición de paarte interesada y
con calidad para ello. De ello se desprende, que ninguna persona incluyendo el guardián
de los sellos, ni secretario, ni el juez de paz actuante, ni los sucesores tienen calidad para
levantar los sellos por su cuenta. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa
de Fallecimiento. n. 11.5., p. 34).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Estos textos no sufren modificación alguna en el proyecto de código, quedando pues,


transcritos en los artículos 1651 al 1654 de forma idéntica al texto actual.

TÍTULO IV

DE LA FORMACIÓN DE INVENTARIO

Tabla de Contenido

1. El inventario
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil
1. El inventario

El inventario da fe, entre las partes, de las enunciaciones que contiene; y los jueces no
pueden admitir una prueba contraria sacada de las presunciones fundadas sobre los
hechos y circunstancias de la causa. (Cass. 2 dic. 1835, S. 36.1.398 cita de Rousseau R.
et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, n.68, p. 614).

El inventario “es la operación consistente en enunciar las calidades de las partes y


describir los elementos del activo y del pasivo de la comunidad conyugal, de una sucesión
o de cualquiera otra masa de bienes, de un fondo de comercio o de una sociedad”.
(Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.14., p.
40).

El inventario y la fijación de sellos se producen juntos en las siguientes situaciones: a)


cuando los herederos presuntivos de un ausente obtienen el envío en posesión provisional
de sus bienes o el cónyuge opta por la continuación de la comunidad; b) cuando un
individuo es interdicto será considerado como un menor en lo relativo a su persona y los
bienes; c) cuando a falta de pariente, la sucesión recae en el cónyuge superviviente o el
Estado; d) en caso de aceptación de una sucesión a beneficio de inventario; e) cuando se
trata de una sucesión vacante; f) cuando en la sucesión hay menor y se quiere conservar
el goce legal al cónyuge superviviente. Estas enumeraciones no son excluyentes.
(Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.14., pp.
40-41).

“El inventario consiste en la descripción y estimación de los efectos que deben efectuarse
en su justo valor y sin ningún aumento, la calidad, peso y marca de la vajilla, la
designación de las especies en numerario. Los papeles se numerarán anotándolos al
principio y al final, irán rubricados por el notario, si hubieren libros y registros de
comercio se comprobará su estado. La declaración de activos y pasivos. Se consignará,
además, en el inventario, la mención del juramento que harán los que estaban en
posesión de los bienes u objetos antes del inventario o que habitaban las casas en que se
encontraban”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual Descriptivo de Procedimientos de los
Juzgados de Paz. t. II, p. 57).

“El levantamiento de los sellos tiene como fin la formación del inventario, por lo que
puede requerirlo toda persona que tenga derecho para requerir el rompimiento de los
sellos”. (Rivas, Polivio. 2001. El Juzgado de Paz en Materia Civil anotado. t. I, p. 148).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este título del Código actual se encuentra en el proyecto en sus artículos 1655 al 1658,
no sufriendo transformación alguna, salvo para el artículo 942, del que quedaría
suprimida la parte in fine relativa al nombramiento de un notario cuando la distancia del
domicilio de los interesados sobrepase cierto límite en relación con el lugar del inventario.

ARTÍCULO 941

Pueden requerir la formación del inventario, los que tengan derecho para requerir
el rompimiento de los sellos.
Tabla de Contenido

1. Personas con calidad para requerir el inventario


A. Capacidad para proceder al inventario
B. Varios requerientes
C. Calidad para requerir el inventario
2. Plazos para proceder al inventario

1. Personas con calidad para requerir el inventario

El inventario es, en general, la consecuencia de la fijación de los sellos. (Supra, n. 44) Es


exigido sin embargo, sin haber sido precedido de los sellos, a cierto número de personas,
que sería bueno señalar: 1º del enviado en posesión provisional de los bienes de un
ausente, para el mobiliario (art. 126 C. civ.); 2º del usufructuario (art. 600 C. civ.); 3º del
heredero beneficiario (art. 794); 4º del curador de una sucesión vacante (art. 813); 5º del
ejecutor testamentario, cuando no hay herederos menores, interdictos o ausentes (art.
1031); 6º de aquel gravado con la restitución; 7º del marido, cuando una sucesión
corresponde a uno de los esposos común en bienes (art. 1414); 8º del esposo
superviviente bajo el régimen de la comunidad (art. 1442); 9º de la mujer que quiere
conservar el derecho de renunciar a la comunidad (art. 1456, 1159); 10º los esposos
casados por la comunidad de gananciales y que quieren conservar su mobiliario a título
propio (art. 1499); 11º del marido, para el mobiliario excluido de la comunidad (art. 1504);
12º los esposos casados con la cláusula de separación de deudas, para prevenir la
persecución de acreedores (art. 1510); 13º de los esposos que se casan sin comunidad,
para el mobiliario de la mujer que no puede usar sin consumirlo (art. 1532). (Rousseau R.
et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, n.47, p. 611-612).

El inventario, que sólo debe ser levantado luego de una requisición, puede ser reclamado
por todos aquellos a quienes se les ha reconocido el derecho de demandar el
levantamiento de los sellos (Supra, n. 32), o que están interesados u obligados a su
confección (Supra n. 47). (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique
de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.49, p. 612).

“Todas las personas con derecho a requerir el levantamiento de los sellos, no lo conserva
para solicitar el inventario. A la confección del inventario deben acudir todas las partes
con derecho a levantamiento”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa
de Fallecimiento. n. 11.14., p. 43).

“Todos los que tengan derecho para requerir el rompimiento de sellos, pueden solicitar la
formación del inventario”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual Descriptivo de
Procedimientos de los Juzgados de Paz. t. II, p. 57).

A. Capacidad para proceder al inventario

“De la lectura de los arts. 935 y 943 del Código de Procedimiento Ciivl, se desprende que
los únicos con calidad para confeccionar el inventario son los Notarios Públicos”.
(Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.14., p.
42).

Corresponde exclusivamente a los notarios, levantar los inventarios, excepto los de los
quebrados, que son hechos por los síndicos, de conformidad con las disposiciones de los
arts. 479 y 480 del Código de Comercio. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
610).

B. Varios requerientes

Si varias partes requieren el inventario, debe ser hecho a nombre de la parte que
corresponde a la primera indicada por el art. 909. Si las partes corresponden a la misma
categoría, se hace a nombre de todas. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
610).

C. Calidad para requerir el inventario

El heredero puede hacer proceder al inventario, aun cuando el usufructo de todos los
bienes haya sido legado a un tercero. Ocurre lo mismo aunque ese último esté dispensado
de hacer inventario por el donatario: pero en este caso el heredero deberá soportar solo
los cargos. El esposo superviviente, no común en bienes, no puede requerir el inventario
de los objetos que componen la sucesión de su cónyuge si no tiene derecho a ninguna
repetición. La viuda embarazada tiene el derecho a requerir el inventario en nombre del
hijo por nacer, y en presencia del curador del vientre y de los herederos que sucederían si
el niño no naciera viable. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et
Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 610).

El tutor de un menor no tiene necesidad de autorización del Consejo de Familia.


(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 611).

2. Plazos para proceder al inventario

Cuando el inventario sigue el rompimiento de los sellos, no puede evidentemente tener


lugar, en los términos del art. 928, antes del momento indicado para este rompimiento.
(Supra n.30). Pero el plazo cuya expiración lo hace imposible, varía según las hipótesis: es
de 10 días (art. 451, 509 C. civ.), 3 meses (art. 1483, C. civ.), incluso de un año (art.
1031, C. civ.), etc. (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de
Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.48, p. 612).

En el caso de fijación de sellos por la causa que nos ocupa, el inventario debe
confeccionarse en los siguientes plazos: a) en tres meses y susceptible de prórroga, si
fuere menester, en el caso del legatario universal y a título universal; b) el plazo es de diez
días al tutor de un menor o interdicto; c) los ejecutores testamentarios harán inventario y
darán cuenta de su gestión a más tardar dentro del año de la muerte. El juez de los
referimientos si existiesen justos motivos puede dictar ordenanza, a fin de que se proceda
al levantamiento de los sellos antes de los plazos señalados, haciendo constar en el
proceso verbal, las causas que motivaron tal ejecución. (Mancebo, Carmen. 2002. La
Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.14., p. 42).

“El Notario, a la hora de confeccionar el inventario debe observar, en principio, que hayan
transcurrido los tres días de la inhumación del cadáver, a no ser que haya sobrevenido
ordenanza del juez de los referimientos, mandando a que se levanten antes de ese plazo”.
(Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.14., pp.
42-43).
ARTÍCULO 942

El inventario deberá hacerse en presencia: 1ro. del cónyuge superviviente; 2do. de


los herederos presuntos; 3ro. del ejecutor testamentario, en caso de que sea
conocido el testamento; 4to. de los donatarios y legatarios universales o a título
universal, ya sean en propiedad, ya en usufructo, previa citación en forma,
siempre que residan a distancia de tres leguas. Cuando residan a distancias
mayores, el juez de paz nombrará un notario, y en caso de no haberlo, al síndico
procurador, para que represente a todos los que no hubieren concurrido.

Tabla de Contenido

1. Personas que deben ser llamadas al inventario


2. Casos en que es necesario nombrar a un notario
3. Intimación para llamar a las personas
4. Representación y asistencia

1. Personas que deben ser llamadas al inventario

Deben ser llamados al inventario las personas indicadas en el artículo 942 C. proc. civ. y
aun cuando los acreedores no sean mencionados, es prudente llamarlos. El inventario es,
sin embargo, válidamente levantado, incluso en la ausencia de uno de los interesados, si
ha sido llamado. (Alger, 9 junio 1877, S. 78.2.84 cita de Rousseau R. et Laisney. 1886.
Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII, n.52, p. 612-613).

Los acreedores oponentes tienen el derecho de asistir al inventario de la misma manera


que al levantamiento de los sellos, es decir, que después de la primera vacación tienen
que hacerse representar en las vacaciones siguientes. El hijo natural reconocido tiene el
derecho de asistir al inventario. El menor emancipado puede asistir al inventario sin su
curador. El tutor y el protutor no deben necesariamente asistir al inventario, pero la ley
desea que asistan. Un tutor o protutor puede asistir al inventario por un apoderado, pero
el mismo mandatario no puede representarlos a ambos. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz.
1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative.
12º ed., t. II, p. 611).

“El inventario debe formarse en presencia de los interesados en el proceso”. (Rivas, Polivio.
2001. El Juzgado de Paz en Materia Civil anotado. t. I, p. 148).

2. Casos en que es necesario nombrar a un notario

Los notarios son los únicos encargados de establecer los inventarios. La elección del
notario corresponde a las partes interesadas, así como a los expertos. En caso de
desacuerdo, es el presidente del tribunal, por ante el cual uno se presenta en
referimiento, que hace la designación, sin que haya ninguna preferencia a acordar la
elección de uno o de otro de los interesados (Rouen, 21 enero 1879, S. 79.2.101; - Carré y
Chaveau, Q. 2132). El presidente del tribunal puede sin embargo designar dos notarios
propuestos (Dijon, 1 dic. 1874, S. 76.2.151). Sin embargo, algunos autores y sentencias
prefieren, según el caso, decidir sobre la elección de tal o tal parte. (Comp. Orléans, 27
nov. 1857, D. 61.5.471 cita de Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et
Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.50, p. 612).

“El Notario es responsable de cualquier omisión o error que se materialice en el acta de


inventario, que al efecto él levanta, poco importa que haya obrado de buena o de mala fe.
La suerte del oficial público, en este sentido, dependerá de la actitud que adopte la parte
lesionada”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n.
11.14., p. 44).

Si el derecho de una parte a presentarse al inventario es contestado por los demás, como
sólo se trata de una medida puramente conservatoria, el presidente del tribunal sobre el
referimiento que le es presentado por el notario, si no hay fijación de sellos, o por el juez
de paz si los sellos han sido fijados, debe autorizar a esta parte a presentarse cuando su
pretención no parece evidentemente mal fundada. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 611).

3. Intimación para llamar a las personas

Las partes que tienen derecho a asistir al inventario deben ser llamadas por intimación en
la forma ordinaria. Cuando el inventario y el levantamiento de los sellos han sido hechos
al mismo tiempo, la intimación para asistir al levantamiento bastará. En caso contrario,
hay que hacer una intimación especial. La falta de intimación a las partes que tienen
derecho a asistir al inventario no conlleva la nulidad de ese acto, a menos que esa
omisión no sea el resultado del dolo. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
611).

4. Representación y asistencia

Uno puede hacerse representar, en general, por un mandatario (salvo controversia para
los tutores y protutores) y las procuraciones deben ser anexas al inventario levantado por
el notario. (Circul. Min. 58 abril 1832, S. 32.2.536 cita de Rousseau R. et Laisney. 1886.
Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII, n.52, p. 613).

El mandatario puede estar constituido por un simple decir sobre el proceso verbal, por
ejemplo a la clausura de una vacación. Las partes no presentes no pueden ser
representadas por el mismo notario que los presumiblemente ausentes. (Chauveau, M.A. y
M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 611).

ARTÍCULO 943

Además de las formalidades comunes a todo acto notarial, deberá contener el


inventario: 1ro. los nombres, profesión y morada de los requerentes, de los
comparecientes y no comparecientes y de los ausentes, si fueren conocidos; del
notario o síndico procurador llamado a representarles; de los peritos tasadores; y
mención del auto que nombra al notario o síndico procurador en representación de
los ausentes y no comparecientes; 2do. la indicación de los lugares en que se
practique el inventario; 3ro. la descripción y estimación de los efectos, que debe
efectuarse en su justo valor y sin ningún aumento; 4to. la indicación de la
calidad, peso y marca de la vajilla; 5to. la designación de las especies en
numerario; 6to. los papeles se clasificarán, anotándolos al principio y al final ;
irán rubricados por el notario; si hubiere libros y registros de comercio se
comprobara su estado; las fojas se rubricarán y se foliarán también, en caso de
que no lo estuvieren; y si aparecieren espacios en blanco en dichas páginas se
barretearán; 7mo. la declaración de los títulos activos y pasivos; 8vo. mención del
juramento que deben prestar los que estaban en posesión de los objetos antes del
inventario, o que habitaban la casa en que aquéllos se encontraban, expresivo de
que ni distrajeron ni han visto o sabido que se hubiese distraído cosa alguna; 9no.
la entrega de los efectos y papeles que se hiciere, si ha lugar, en manos de la
persona que se conviniere, o que a falta de avenimiento se nombrare por el juez de
paz.

Tabla de Contenido

1. Formas en que debe ser levantado el inventario


2. Contenido del inventario

1. Formas en que debe ser levantado el inventario

El inventario es levantado según las reglas comunes a todos los actos notariales, y en
minuta. El art. 943 exige que contenga 9 enunciaciones siguientes: 1º “Los nombres,
profesiones y domicilios de los requirientes, comparecientes y defectuantes, etc.” Estas
enunciaciones constituyen el título del inventario. Si este título falta o es insuficiente, es
suplido por actos de notoriedad, estableciendo las calidades y los derechos de los
llamados. (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure
Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n.54, p. 613).

Los notarios son responsables de las consecuencias del incumplimiento de esta


formalidad, pero no está prescrita a pena de nulidad, y el juez puede decidir, según la
circunstancia y de acuerdo a la naturaleza de los títulos, si no es más ventajoso para las
partes el reemplazar esta formalidad por medidas más favorables a sus intereses. Sucede
así, particularmente en el caso de títulos al portador que basta, para asegurar su
conservación, el describir y entregar en manos de una persona convenida o designada por
el Juez. (Cass., 15 abril 1861, S. 61.1.709; D. 61.1.230; - Douai, 17 ene. 1870, S.
70.2.40; D. 74.5.299; - Clerc, Formul. du notaire, t. 1, p. 577; - Contra, Rolland de
Villargues, Rép., vº Invent., n. 257; Bioche, vº Invent., n. 288 citas de Rousseau R. et
Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, n.61, p. 614).

La ausencia de la declaración prescrita no conlleva la nulidad del inventario, si ella no es


el resultado del fraude. (Caen, 18 ago. 1838, cita de Rousseau R. et Laisney. 1886.
Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII, n.64, p. 614).

Las irregularidades de forma no conllevan la nulidad del inventario, cuando no son


cometidas con intención fraudulenta (Caen, 24 dic. 1839, S. 40.2.132.) Aquellas que se
relacionan con la validez del inventario como acto público o que su esencia conllevan
solas la nulidad (Dalloz, vº sellos, n. 230, cita de Rousseau R. et Laisney. 1886.
Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII, n.67, p. 614).
“El Notario que actúe en violación al procedimiento, puede ser demandado en abono de
daños y perjuicios a favor de la parte perjudicada por su mala actuación, sin perjuicio de
otras sanciones que podrían sobrevenirle en el ámbito penal. Se dan situaciones donde el
inventario puede ejecutarse sin que previamente exista fijación de sellos; asimismo, el
levantamiento de los sellos, puede materializarse sin la formalidad del inventario. Estos
casos se dan cuando en la sucesión no hay personas a las que la ley de manera expresa
quiere proteger, como son: el menor no emancipado, el interdicto sin representación legal
o el ausente. Es posible además, lo que acabamos de señalar, cuando todos los herederos
o personas con interés en la sucesión, son mayores de edad, sin conflicto en la misma”.
(Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.14., p.
43).

“El acta contentiva del inventario es pública, emanada de un oficial instituido por la ley
para darle toda la fuerza que demanda dicha acta. El Notario actuante dará copia
certificada a cada una de las partes envueltas en la sucesión y, a todas aquellas personas
que demuestren tener un interés legítimo y protegido dentro de la sucesión de que se
trate”. (Mancebo, Carmen. 2002. La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n.
11.14., p. 44).

Cuando hay muebles en diferentes sitios, hay que trasladarse, para hacer el inventario, a
cada uno de los sitios en los que se encuentran, salvo el caso en que el transporte de esos
muebles es fácil, y por tanto el juez puede autorizarlo, por demanda de las partes.
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 612).

No debemos clasificar y rubricar todas las piezas de diferentes procedimientos que se


encuentran en el estudio de un abogado; basta con inventoriarlas por grupos y constatar
en el expediente de cada una de ellas, el número de piezas. Los papeles de una sucesión
distintos a los títulos deben ser organizados por masa según los objetos a los cuales se
relacionan e inventariados en bloque, obviando los papeles inútiles. En caso de
fallecimiento de un notario, el levantamiento de los sellos no debe estar seguido de la
confección de un inventario, de las minutas de su estudio, de conformidad con lo
prescrito por el art. 943. Un estado sumario y descriptivo bastará en esta circunstancia.
Si un inventario es levantado luego del deceso de un notario, es necesario advertir a la
administración del registro para que delegue si lo juzga necesario a uno de sus agentes
cuya misión se termina con el inventario de las minutas y repertorios. Este artículo no se
aplica a los libros y papeles de una sociedad en la cual el difunto poseía un interés. Si se
encuentran el la sucesión títulos de crédito no sellados o no registrados, hay que
describirlos en el inventario mencionando la falta de sello o de registro. (Chauveau, M.A. y
M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 614).

Cuando el juramento de personas de la casa ha sido recibido a la clausura de los sellos,


podemos decir que es inútil exigir uno nuevo al momento de la clausura del inventario;
sin embargo, el art. 943 parece prescribirlo como una formalidad del inventario. Para
evitar toda dificultad es mejor hacer que sea prestado el juramento. (Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 615).

2. Contenido del inventario

El inventario contendrá: la indicación de los lugares donde el inventario es hecho.


Debemos transportarnos en los diferentes lugares donde se encuentran los muebles, a
menos, dice Carré (Q. 3147) que no se trate de objetos de poco valor que pueden
transportarse al lugar principal del inventario. La descripción y estimación de los efectos,
la cual será hecha a su justo valor y sin el aumento que era usual hacer anteriormente a
las estimaciones. La descripción es suficiente, cuando permite reconocer los bienes que
serán desviados. La designación de las calidades, peso y títulos de la platería ; La
designación del dinero en efectivo en numerario y también de los billetes de banco o de
caja pública. La omisión de ciertos efectos en el inventario, dificilmente presumida
fraudulenta, no conlleva la nulidad: se ordena simplemente el reporte de esos efectos.
Los papeles serón organizados por primero y último; serán rubricados de la mano de uno
de los notarios, etc. En la práctica, no se cuentan ni se rubrican piezas de diferentes
procedimientos cuyo inventario hecho luego del fallecimiento de un abogado u otro oficial
ministerial, o de un agente de negocios, revela la existencia en el estudio; basta con que
cada procedimiento sea inventoriado por grupo, y que el número de las piezas sea
constatado en el expediente de cada uno de estos grupos. (Rousseau R. et Laisney. 1886.
Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII, nn.55 a 60, pp. 613-614).

Asimismo, en el inventario se hará constar: La declaración de los títulos activos y


pasivos”. Esta declaración no se entiende como la declaración de cada sirviente de
establecer un derecho, sino que debe limitarse a suplir los títulos y papeles faltantes, o a
completar las indicaciones de activo y pasivo resultante de piezas ya comprendidas en el
inventario. Esta declaración no hace prueba ni a favor ni en contra de los terceros,
aunque ciertas sentencias hayan a veces elegido el argumento de esta declaración en
favor de los terceros. (Limoges, 25 ago. 1860, S. 61.2.261; D. 61.2.28 cita de Rousseau R.
et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, nn.62-63, p. 614).

De igual modo, constará en el inventario: La mención del juramento prestado, al


momento del cierre del inventario…”. El juramento prestado desde el inicio de la
operación debe ser renovado al momento del cierre, a pena de nulidad. La entrega de
efectos y papeles. Los productos concretos pueden ser depositados en la caja de depósitos
y consignaciones. (Ord. 3 jul 1816, art. 2 cita de Rousseau R. et Laisney. 1886.
Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et
Administrative. t. VII, nn. 65-66, p. 614).

“El Notario instrumental, en el acto de inventario que a tales fines redacta, debe incluir
todos los bienes muebles, incluyendo aquellos sin estimación o valor. Esta acta tendrá
todas las enunciaciones propias de las actas auténticas [Ver art. 21 de la Ley No. 301
sobre Notariado] y las que le son dadas al acta de inventario”. (Mancebo, Carmen. 2002.
La Fijación de Sellos por Causa de Fallecimiento. n. 11.14., pp. 43-44).

ARTÍCULO 944

Si al momento de hacer el inventario surgieren dificultades, o si se formaren


requerimientos para la administración de la comunidad o de la sucesión o para
otros objetos, y las otras partes no accedieren, el notario dejará que las partes se
presenten en referimiento ante el presidente del tribunal de primera instancia del
distrito.

Tabla de Contenido

1. Incidentes surgidos sobre el inventario


2. Competencia del juez de los referimientos
3. Procedimiento del referimiento
4. Gastos del inventario
1. Incidentes surgidos sobre el inventario

El art. 944 trata sobre las contestaciones que se presentan al momento del inventario, y a
las requisiciones para la administración de la comunidad o de la sucesión. Pero ellas no
son inscritas en el inventario, y los notarios sólo pueden introducir el referimiento que es
la consecuencia cuando ha habido fijación de sellos; en el caso contrario, ellas serían
inscritas en el proceso verbal de rompimiento y el referimiento sería introducido por el
juez de paz. (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure
Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n. 70, pp. 614-615).

Si el inventario es irregular, pero si la irregularidad no es el resultado del fraude, esta


irregularidad no puede operar el término del beneficio de inventario. (Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 615).

“Si se presentasen dificultades al momento del inventario, o si se formaren


requerimientos sobre quiénes administrarán los bienes de la comunidad o de la sucesión,
o para otros objetos y situaciones similares, si no hubiere acuerdo entre las partes, el
notario permitirá que las partes se presenten en Referimiento ante el Presidente del
Tribunal de Primera Instancia del Distrito”. (Castellanos, Víctor José. 2001. Manual
Descriptivo de Procedimientos de los Juzgados de Paz. t. II, p. 57).

2. Competencia del juez de los referimientos

El referimiento a introducir a este respecto, es introducido, según la opinión general, por


el juez de paz sobre el proceso verbal de levantamiento de sellos; es también sobre el
proceso verbal que el presidente fija la ordenanza por la cual hace el nombramiento
(Carré, Q. 3131: Debelleyme, t. 2, p. 253; - Contra, Chauveau sur Carré, id.) Si no han
habido sellos, la parte interpone su recurso en la forma ordinaria. (Rousseau R. et
Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale,
Criminelle et Administrative. t. VII, n. 51, p. 612).

El reenvío por ante el juez se produce sólo si las dificultades tratan sobre la confección
misma del inventario; constataremos simplemente las dificultades, sin reenvío ante el
juez, si las contestaciones tienen otro objeto y deben ser resueltas por el juez del fondo.
(Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire Théorique et Pratique de Procédure Civile,
Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII, n, 70 p. 615).

Si se presentan dificultades en ocasión del inventario, las partes se presentan en


referimiento ante el presidente del tribunal de primera instancia. Si un requerimiento fue
hecho al final del inventario, el notario no podría referirlo porque su ministerio habría
terminado. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 615).

3. Procedimiento del referimiento

Cuando las partes se presentan en referimiento, se sigue la forma ordinaria, es decir, que
se procede por vía de emplazamiento; si los notarios mismos se presentan en referimiento,
lo hacen ante el presidente que fija su ordenanza al pie de la minuta del inventario, en
presencia de las partes citadas para el proceso verbal de los notarios. (Chauveau, M.A. y
M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 615).
4. Gastos del inventario

Los gastos de los sellos y del inventario (notificaciones a los interesados, referimientos,
honorarios y gastos de los notarios, vacaciones del abogado que representa a los
oponentes, los expertos) se encuentran a cargo de la sucesión, incluso cuando estas
medidas conservatorias han sido provocadas por los acreedores del heredero. Ocurre de
otro modo cuando aquel que ha requerido el inventario es luego reconocido por haber
falsamente tomado la calidad de heredero. (Rousseau R. et Laisney. 1886. Dictionnaire
Théorique et Pratique de Procédure Civile, Commerciale, Criminelle et Administrative. t. VII,
n. 71, p. 615).

TÍTULO V

DE LA VENTA DEL MOBILIARIO

Tabla de Contenido

1. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este título relativo a la venta del mobiliario se encuentra en el proyecto de código, en los
artículos 1659 al 1666, y el mismo no modifica en modo alguno el texto actual del código
de procedimiento civil y que será desarrollado a continuación.

Sería bueno, ya que el texto del proyecto remite, al igual que el código actual a las reglas
aplicables al embargo ejecutivo, remitir al lector a este título a los fines de conocer las
verdaderas transformaciones que se producen al respecto.

ARTÍCULO 945

Cuando haya de efectuarse alguna venta de mobiliario dependiente de una


sucesión, en cumplimiento del artículo 826 del Código Civil, dicha venta se hará
en la forma determinada en el artículo Del embargo ejecutivo.

ARTÍCULO 946

Se precederá a la venta a requerimiento de una de las partes interesadas, en


virtud del auto del juez de paz constitucional, por un vendutero, y a falta de éste
por un alguacil.

Tabla de Contenido

1. Quién requiere la venta

1. Quién requiere la venta


Las personas que pueden requerir que se proceda a la venta de los muebles son todas
aquellas que tienen derechos sobre el mobiliario. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 635).

El oficial público no puede proceder a la venta sin hacer la declaración previa en la oficina
del registro del lugar de la venta. La declaración debe anexarse al proceso verbal de la
venta: la omisión de esta formalidad conlleva una multa de cien francos. Cuando hay
varias oficinas de registro en la misma ciudad, la declaración deberá ser hecha en aquella
donde se registran los catos del ministerio del oficial encargado de la venta. (Chauveau,
M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale
et Administrative. 12º ed., t. II, p. 637).

Cuando una venta no ha podido ser iniciada por falta de subastadores, o por cualquier
otra causa, el oficial público no debe constatarlo en un proceso verbal, tal acto sería
frustratorio; pero, en ese caso, el oficial puede proceder más tarde a la venta, sin nueva
declaración previa. Los oficiales públicos que proceden a ventas de muebles son
responsables del precio, como los alguaciles lo son por los embargos ejecutorios, cuando
han dado crédito a los adjudicatarios obligados de pagar al contado. Ocurre lo mismo en
materia de venta pública voluntaria hecha por un notario. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz.
1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative.
12º ed., t. II, p. 638).

ARTÍCULO 947

Se llamarán las partes que tengan derecho para asistir al inventario, y que
tengan su domicilio real o electo a la distancia de tres leguas. El actor se
notificará en el domicilio electo.

Tabla de Contenido

1. Personas con derecho a ser llamadas

1. Personas con derecho a ser llamadas

No es necesario llamar a los oponentes para asistir a la venta. Las partes interesadas que
no tienen su domicilio real en la distancia de cinco miriámetros no deben ser llamadas.
No hay que comisionar a un notario para que represente a las partes ausentes.
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 636).

ARTÍCULO 948

Si surgieren dificultades, se decidirán provisionalmente por el juez de paz.

Tabla de Contenido

1. Competencia en caso de dificultades


1. Competencia en caso de dificultades

En caso de dificultad, deben presentarse en referimiento. Es el presidente del tribunal del


lugar de la venta que debe conocer de las dificultades en referimiento. Cuando las
dificultades se producen antes de la apertura de la sesión para la venta, la parte más
diligente apodera por requerimiento al presidente, a fin de obtener la autorización de
emplazar en breve término; cuando esas dificultades se presentan durante la venta, es el
oficial público el encargado de proceder que presenta el referimiento en el proceso verbal
como en materia de sellos; el presidente dicta su ordenanza sobre el proceso verbal.
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 636).

ARTÍCULO 949

La venta se realizará en el lugar en que se encuentren los efectos, a menos que se


disponga hacerla en otro lugar más ventajoso.

ARTÍCULO 950

La venta se efectuará, tanto en presencia como en ausencia de las partes, y sin que sea
preciso nombrar representante por los no comparecientes; y se hará constar en el acta la
presencia o ausencia del requerente.

ARTÍCULO 951

Para todos aquellos casos en que fuere necesaria la concurrencia del juez de paz y
el notario, en la formación de inventario y venta del mobiliario, si faltare el
segundo, hará sus veces el primero, y el suplente ejercerá las funciones de juez de
paz.

ARTÍCULO 952

Si las partes fueren mayores de edad, y estuvieren presentes y acordes, sin


concurrencia de tercero interesado quedarán exentas del cumplimiento de las
formalidades prescritas en los títulos anteriores.

Tabla de Contenido

1. Procedimiento de la venta. Generalidades.


2. Presencia y acuerdo de las partes mayores de edad. Exención de formalidades.

1. Procedimiento de la venta. Generalidades.

Remitimos al lector a la venta en el embargo ejecutivo, ya que estos textos nos envían
desde el inicio a ese procedimiento por analogía.
2. Presencia y acuerdo de las partes mayores de edad. Exención de formalidades.

Cuando todos los herederos son mayores de edad y gozan de sus derechos y aceptan la
sucesión, depende de ellos el compartir el mobiliario en naturaleza o de venderlo en la
forma que les convenga; la venta judicial sólo es prescrita cuando hay lugar de vender el
mobiliario y que, entre los herederos se encuentran menores de edad o interdictos, o que
los herederos mayores aceptan bajo beneficio de inventario, o que uno de los casos
previstos por el art. 826 del Código Civil se cumple. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 635).
TÍTULO VI

DE LA VENTA DE BIENES INMUEBLES PERTENECIENTES A MENORES

Tabla de Contenido

1. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este título se encuentra en el proyecto de código, bajo el título IX que incluye no sólo a los
menores de edad sino también a mayores bajo protección; los artículos son: del 1667 al
1680, que no producen modificación alguna a los textos actuales del presente título,
remitiendo, cuando procediere al embargo inmobiliario, por lo que sugerimos, hacer lo
mismo en este caso, para complementar las anotaciones que se siguen.

ARTÍCULO 953

La venta de los inmuebles pertenecientes a menores no podrá ser ordenada sino


previa deliberación del consejo de familia, enunciando la naturaleza de los bienes
y su valor aproximado. Esta deliberación no será necesaria, si los bienes
pertenecen al mismo tiempo a mayores que promuevan la venta, en cuyo caso se
procederá conforme al título De las particiones y licitaciones.

Tabla de Contenido

1. Procedimiento de venta de inmuebles de menores


2. Deliberación del Consejo de Familia
3. Exención de esta formalidad

1. Procedimiento de venta de inmuebles de menores

Las circunstancias en las cuales las disposiciones relativas a este tipo de venta son
aplicables, son aquellas previstas por los artículos 457 y siguientes del C. civ., es decir,
las ventas de inmuebles pertenecientes exclusivamente a menores, ya sea que tengan
lugar por causa de partición o licitación entre ellos, sea por cualquier otra causa. Si hay
mayores de edad como copropietarios junto a menores, corresponderá aplicar las
disposiciones relativas a las licitaciones y particiones. Si bien ninguna disposición
prescribe la nulidad de la venta de inmuebles de menores realizadas sin observar estas
formalidades, eso no significa que será válida sin importar cuál sea la irregularidad
cometida. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 694).

2. Deliberación del Consejo de Familia

El aviso de los padres es necesario para autorizar al tutor de los menores para provocar la
venta de los bienes que éstos poseen de forma indivisa con mayores de edad. Esto no es
aplicable cuando los mayores de edad son quienes persiguen la venta. (Chauveau, M.A. y
M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 694).

3. Exención de esta formalidad

Las formalidades prescritas bajo el título de la venta del mobiliario sólo deben ser
observadas para la venta de muebles que pertenecen a menores a consecuencia de la
sucesión; en estos casos hay que conformarse con las disposiciones del art. 452 del
Código Civil. En los casos de este artículo, no hay necesidad de obtener una ordenanza
del presidente. El tutor hace fijar los edictos, llama a la venta al protutor y hace que se
proceda por un oficial público. El proceso verbal de la venta menciona las publicaciones.
La elección del oficial público con respecto al mobiliario que no proviene de una
sucesión, corresponde sólo al tutor. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
635).

ARTÍCULO 954

Cuando el tribunal homologue la deliberación del consejo de familia declarará,


por la misma sentencia, que la venta tendrá lugar sea ante uno de los jueces del
tribunal en audiencia de pregones, sea ante un notario comisionado al efecto. Si
los inmuebles estuvieren situados en varias provincias o distritos, el tribunal
podrá comisionar un notario en cada uno de ellos, y también por comisión
rogatoria a cada uno de los tribunales donde radiquen los bienes.

Tabla de Contenido

1. Homologación de la deliberación del Consejo de Familia

1. Homologación de la deliberación del Consejo de Familia

La homologación del tribunal es demandada por simple requerimiento. El tribunal del


domicilio del menor es el que debe homologar las deliberaciones del Consejo de familia,
relativas a la enajenación de los inmuebles de ese menor. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz.
1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative.
12º ed., t. II, p. 696).

ARTÍCULO 955

La sentencia que ordenare la venta determinará el precio estimativo de cada uno


de los inmuebles que van a venderse, y las condiciones de la venta. El precio
estimativo será regulado por la deliberación del consejo de familia, tomando por
base los títulos de propiedad o los contratos de arrendamiento, auténticos, o bajo
firma privada, que tengan fecha cierta. Sin embargo, el tribunal podrá, según las
circunstancias, hacer que se proceda a la estimación total o parcial de los
inmuebles. Esta estimación tendrá lugar, según la importancia y la naturaleza de
los bienes, por uno o tres peritos que el tribunal comisionará al efecto.

Tabla de Contenido

1. Contenido de la sentencia que ordena la venta


2. Estimación del precio por peritos

1. Contenido de la sentencia que ordena la venta

El tribunal puede negar la homologación, pero no puede, para ilustrarse, ordenar un


experticio. El experticio sólo es ordenado luego de la homologación para fijar el precio
inicial de venta. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 697).

2. Estimación del precio por peritos

Debe entenderse por bases de la estimación que deben estar contenidas en forma
sumaria en el proceso verbal, causas de evaluación, es decir, circunstancias que han
determinado que el experto fije tal precio en lugar de otro. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz.
1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative.
12º ed., t. II, p. 699).

ARTÍCULO 956

Si la estimación ha sido ordenada, el o los peritos, después de haber prestado


juramento, sea ante el presidente del tribunal, sea ante un juez de paz encargado
por aquél redactarán su informe, que indicará sumariamente las bases de la
estimación, sin entrar en detalles descriptivos de los bienes que se van a vender.
La minuta del informe será depositada en la secretaría del tribunal, y no se dará
de ella copia alguna.

Tabla de Contenido

1. Obligación de los peritos


2. Informe de los peritos

1. Obligación de los peritos

Corresponde depositar el informe de los peritos ante el secretario del tribunal que ha
ordenado la venta, y no ante el cual se ha procedido a ella. Los peritos, aunque no
residan en el lugar del asiento del tribunal, deben depositar ellos mismos sus informes en
secretaría. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 699).

2. Informe de los peritos

Cuando han sido nombrados tres peritos, el aviso de cada uno de ellos puede ser
expresado en el informe. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et
Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 699).

El tribunal no está ligado por el peritaje. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
700).

ARTÍCULO 957

La subasta será abierta mediante pliego de condiciones, depositado por el


abogado en la secretaría del tribunal, o formado por el notario comisionado y
depositado en su estudio, si la venta debe tener lugar ante notario. El pliego de
condiciones contendrá: 1ro. la enunciación de la sentencia que autoriza la venta;
2do. la de los títulos que establecen propiedad; 3ro. la indicación de la
naturaleza, así como de la situación de los bienes que van a venderse, la de la
indicación de cada heredad con su contenencia aproximativa, y la de sus linderos
y confines; 4to. la enunciación del precio sobre el que las pujas han de hacerse; y
las condiciones de la venta.

Tabla de Contenido

1. Redacción y depósito de pliego de condiciones

1. Redacción y depósito de pliego de condiciones

El abogado constituido para obtener la ejecución de la comisión rogatoria es quien


redacta el pliego de condiciones, si la venta tiene lugar en otro tribunal distinto al que la
ha ordenado. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 701).

ARTÍCULO 958

Después del depósito del pliego de condiciones, se redactarán e imprimirán varios


edictos que contendrán: 1ro. la enunciación de la sentencia que haya autorizado
la venta; 2do. los nombres, profesiones y domicilios del menor, de su tutor y del
protutor; 3ro. la designación de los bienes, tal cual haya sido inserta en el pliego
de condiciones; 4to. el precio sobre el cual serán abiertas las pujas de cada uno de
los bienes que vayan a venderse; 5to. el día, el lugar y la hora de la adjudicación,
así como la indicación, sea del notario y de su residencia, sea del tribunal, ante el
cual la adjudicación tendrá lugar; y en uno u otro caso, del abogado del vendedor.
ARTÍCULO 959

(Mod. por la Ley No. 3080 del 18 de septiembre de 1951). Los edictos se fijarán
ocho días por lo menos y quince a lo más antes de la adjudicación en los lugares
designados en el artículo 699, y además en la puerta del notario que proceda a la
venta; todo lo cual será comprobado conforme se ha dicho en el mismo artículo
citado.

ARTÍCULO 960

Una copia de los edictos será insertada en el mismo término en el periódico


indicado por el artículo 696, lo que será comprobado como lo establece el artículo
698.

ARTÍCULO 961

Según fuere la naturaleza e importancia de los bienes, podrá darse a la venta


mayor publicidad, conforme a los artículos 697 y 700.

Tabla de Contenido

1. Redacción y contenido de los edictos


2. Fijación de los edictos
3. Publicación en la prensa y otros medios de publicidad

1. Redacción y contenido de los edictos

La redacción de los edictos y extractos corresponden al abogado persiguiente y no al


notario ante el cual la venta es enviada. En materia de venta judicial de inmuebles, el
edicto debe contener la indicación del abogado persiguiente y, además, en materia de
licitación, la indicación de los abogados colicitantes. En el caso en que el tribunal
apoderado de la venta ha dado comisión rogatoria a otro tribunal para proceder a esta
venta, el rol de los abogados persiguientes y colicitantes primitivos cesa; sus nombres ya
no son necesarios sobre el edicto. Todas las partes son emplazadas ante el nuevo tribunal
para juzgar los incidentes que puedan producirse. Cuando el tribunal ha designado un
notario de otra jurisdicción, se actúa del mismo modo. Las partes son intimadas a tomar
comunicación del pliego de condiciones en el estudio de ese notario, y constituyen
abogado si lo juzgan conveniente. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
662).

Los edictos son redactados por el abogado. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 701).

2. Fijación de los edictos


En lo que concierne a los lugares donde deben ser colocados los edictos, el art. 959,
reenvía al art. 699 en el título del embargo inmobiliario [ver este artículo]; además, debe
ser colocado uno en la puerta del notario que deba proceder a la venta. (Chauveau, M.A. y
M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 662).

Los edictos deben fijarse en los lugares designados por el art. 669 del C. pr. civ. y
además, en la puerta del notario que procede a la venta, 15 días por lo menos, y 30 días
máximo, antes de la adjudicación[ver este art.]. La inserción es hecha en el mismo plazo
en el periódico de anuncios judiciales, de conformidad con el art. 696 [ver este art.], y,
además, en el periódico judicial de la jurisdicción donde se persigue la venta, si no es el
mismo de la situación de los bienes. Este plazo no es franco. (Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, pp. 701-702).

3. Publicación en la prensa y otros medios de publicidad

Cuando en el anuncio del día de una venta voluntaria, inserta en los periódicos, se ha
cometido un error, se puede reparar con una errata puesta en la misma hoja del anuncio.
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 702).
El tutor y el protutor son los que pueden reclamar la aplicación del artículo 961, relativo
a la extensión de la publicidad que es posible darle a la venta. (Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 702).

ARTÍCULO 962

(Mod. por la Ley No. 3080 del 18 de septiembre de 1951). El protutor del menor
será llamado a la venta, conforme lo prescribe el artículo 459 del Código Civil;
para el efecto, le serán notificados el día, la hora y el lugar de la adjudicación
cinco días antes, con la advertencia de que se procederá a ella tanto en su
ausencia como en su presencia.

Tabla de Contenido

1. Llamado a la venta del protutor del menor de edad

1. Llamado a la venta del protutor del menor de edad

Esta intimación debe ser notificada un mes antes de la adjudicación. Este plazo es franco.
La omisión de esta intimación conllevaría una nulidad que vicia desde su origen todos los
actos de enajenación. No es necesario constatar la presencia del protutor en la venta,
basta que se haya establecido que ha sido regularmente llamado. El protutor no puede
prevarlerse de un impedimento personal para obtener la prórroga de la adjudicación.
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, pp. 703-704).

Si el protutor presenta críticas sobre la redacción del pliego de condiciones, lo que puede
hacer hasta el día de la adjudicación, los hace conocer a continuación del pliego; el
notifica a seguidas al tutor las conclusiones por simple acto, con avenir para la próxima
audiencia, para hacer estatuir sobre estas dificultades. La sentencia que interviene es
susceptible de apelación. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et
Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 704).

ARTÍCULO 963

(Mod. por la Ley No. 3080 del 18 de septiembre de 1951). Si en el día indicado
para la adjudicación, las pujas no se elevaren sobre el precio fijado, el tribunal
podrá ordenar, mediante simple instancia, y en Cámara de Consejo, que los bienes
serán adjudicados por menos de la tasación; y la adjudicación será transferida a
un término que se indicará por la sentencia, y que no podrá ser menos de ocho
días. Esta adjudicación se volverá a anunciar por edictos e inserciones de ellos en
los periódicos, como se ha prescrito, cinco días por lo menos antes de la
adjudicación.

Tabla de Contenido

1. Adjudicación por menos de la tasación


2. Publicidad de la adjudicación

1. Adjudicación por menos de la tasación

La adjudicación que tendría lugar por debajo del precio inicial de venta fijado, sin que
ninguna reducción haya sido autorizada, será nula. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 704).

Cuando el inmueble ha sido inútilmente puesto en subasta sobre rebaja de precio inicial,
o que presenta por su naturaleza pocas oportunidades de ser vendido, se puede concluir
con que puede autorizarse a venderlo a cualquier precio. La minuta de la sentencia es
escrita a seguidas del requerimiento, sobre las conclusiones del ministerio público.
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 705).

2. Publicidad de la adjudicación

La sentencia repone la adjudicación a un plazo que no puede ser menor de una quincena;
esta adjudicación debe ser anunciada por nuevos edictos y nuevas inserciones, ocho días
por lo menos antes de la adjudicación. En este caso, es prudente notificar al protutor el
nuevo día, lugar y hora de la adjudicación e informarle de la rebaja del precio inicial de
puja. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure
Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 705)..

ARTÍCULO 964

Se declaran comunes al presente título los artículos 701, 705, 706, 707, 711, 712,
713, 733, 734, 735, 736, 737, 738, 739, 740 y 741. Sin embargo, si las pujas se
hicieren ante un notario, podrán hacerse por cualquier persona sin ministerio de
abogado. En los casos de venta ante notario si hubiere lugar por ella a falsa
subasta, el procedimiento tendrá lugar ante el tribunal. El certificado, haciendo
constar que el adjudicatario no ha llenado las condiciones exigidas, será librado
por el notario. El acta de adjudicación se depositará en la secretaría del tribunal
para que sirva de base a la subasta.

ARTÍCULO 965

Dentro de los ocho días después de la adjudicación, cualquiera persona podrá


hacer una puja ulterior de la sexta parte más del precio de ella, ciñéndose a las
formalidades y términos reglamentados por los artículos 708, 709 y 710 del
presente Código. Cuando tenga lugar una segunda adjudicación, después de la
puja ulterior antedicha, no podrá recibirse otra más sobre los mismos bienes.

Tabla de Contenido

1. Reglas para la adjudicación de bienes de menores

1. Reglas para la adjudicación de bienes de menores

Estas reglas, tal y como lo establecen los textos de los artículos que preceden, debemos
remitirnos a las reglas aplicables en el embargo inmobiliario, donde remitimos al lector.

TÍTULO VII

DE LAS PARTICIONES Y LICITACIONES

Tabla de Contenido

1. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El título relativo a las particiones y licitaciones, no sufre cambio alguno en el proyecto de


código en relación con el texto actual, quedando contenidas dichas disposiciones, en el
mismo orden y con la misma redacción, bajo los artículos 1681 al 1700.

ARTÍCULO 966

En los casos indicados por los artículos 823 y 838 del Código Civil, cuando la
partición deba ser hecha judicialmente, se procederá a ella a requerimiento de la
parte más diligente.

ARTÍCULO 967
Entre dos demandantes, el proseguimiento pertenecerá a aquél que hubiere hecho
visar primero el original de su acto de requerimiento por el secretario del tribunal,
con expresión del día y hora en que fuere visado.

ARTÍCULO 968

El tutor especial y particular que deba darse a cada menor de los que tengan
intereses opuestos será nombrado conforme a las reglas establecidas en el título
De las Deliberaciones del Consejo de Familia.

Tabla de Contenido

1. Casos en que la partición debe ser hecha judicialmente


2. Reglas de fondo de la demanda en partición
3. Reglas de forma

1. Casos en que la partición debe ser hecha judicialmente

La acción en partición puede ser intentada ya sea por vía de asignación, o bien por vía de
requerimiento colectivo, en los términos del 3er. Párrafo del art. 822 del Código Civil, si
todas las partes están de acuerdo. Un menor emancipado puede, con la sola asistencia de
su curador, y sin autorización del consejo de familia, demandar la venta por licitación de
un inmueble indiviso. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet
de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 640).

La acción en partición debe ser llevada por ante el tribunal de la sucesión. La


incompetencia de cualquier otro tribunal es de orden público. (Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 641).

2. Reglas de fondo de la demanda en partición

Cuando hay varios menores coherederos, un tutor especial sólo debe ser nombrado para
cada uno de ellos, de conformidad con el art. 838 Cod. Civ. y el art. 968 C. pr. civ.,
cuando sus intereses son opuestos. El tutor ordinario representa a todos aquellos cuyos
intereses no son incompatibles. Si todos los menores tienen intereses opuestos, el tutor
común puede ser elegido para representar a uno de ellos; los demás serán cada uno
provistos de un tutor especial. Es el consejo de familia que debe nombrar al tutor
particular. El tutor ordinario es quien debe provocar el nombramiento de ese tutor.
Cuando un protutor persigue la licitación de los bienes que ha heredado con el menor, es
prudente de hacer nombrar un protutor especial para reemplazar en la venta al protutor
persiguiente, incluso aunque no exista ninguna oposición de intereses entre los dos
coherederos cuyas porciones son iguales. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
643).

3. Reglas de forma

El art. 967 es aplicable, incluso cuando los dos emplazamientos no son del mismo día y
sin que sea necesario que todos los interesados hayan sido llamados al mismo tiempo.
Pero el visado dado por el secretario fuera de las horas de apertura reglamentarias de la
secretaría es nulo e inoperante para asegurar a aquel que ha obtenido la prioridad de
persecución. Si la parte más diligente y quien ha hecho visar su acto primero, cesa luego
las persecuciones, la otra parte puede retomarlas subrogándose a la primera parte. No
hay necesidad de registrar el acto para recibir la formalidad del visado, el registro anterior
o posterior no ejerce ninguna influencia sobre la cuestión de prioridad. El secretario no
está obligado a mantener un registro para la constatación del visado y ninguna entrega le
es debida. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 645).

ARTÍCULO 969

Por la sentencia que recaiga sobre una demanda en partición se comisionará, si


hubiere lugar, un juez con arreglo al artículo 823 del Código Civil y al mismo
tiempo un notario. Si durante el curso de la partición el juez o el notario tuvieren
algún impedimento, el presidente del tribunal, previa instancia proveerá a su
reemplazo, por medio de un auto que no será susceptible ni de oposición ni de
apelación.

Tabla de Contenido

1. Decisión sobre la demanda en partición


2. Comisión de Notario o Juez Comisario
3. Reemplazo del Juez o del Notario

1. Decisión sobre la demanda en partición

La sentencia de que hablan los arts. 969 y 970 puede ser atacada, ya sea por vía de
oposición o bien por apelación.

2. Comisión de Notario o Juez comisario

No hay lugar a nombrar un juez comisario cuando el tribunal, que juzga la demanda en
partición fundada, fija el modo de partición y estatuye inmediatamente sobre las
constestaciones que puedan presentarse. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
647).

El abogado persiguiente que requiere el notario comisionado de proceder a la


adjudicación no tiene necesidad de justificar un mandato especial de su cliente.
(Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 665).

3. Reemplazo del Juez o del Notario

Pero, ordenando inmediatamente la partición, el tribunal no puede proceder él mismo,


está obligado a enviar a las partes ante notario. El tribunal nombra ordinariamente al
notario que le es indicado por las partes; en caso de desacuerdo entre las partes, el
tribunal decide según las circunstancias de la causa. No está obligado a seguir el
reglamento de la cámara de notarios, pero la elección unánime de las partes expresado
por requerimiento colectivo se impone al tribunal. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 647).

Cuando el notario comisionado es impedido, renunciante o fallecido, se presenta


requerimiento en la misma forma para reemplazarlo; se demanda en general el
nombramiento de su sucesor, que se encuentra depositario de la minuta del inventario y
de los otros títulos y piezas dependientes de la sucesión. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz.
1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative.
12º ed., t. II, p. 649).

ARTÍCULO 970

Cuando el tribunal decida sobre una demanda en partición la sentencia que


recaiga ordenará la partición, si hubiere lugar a ella, o la venta por licitación por
ante un juez del mismo tribunal, o ante un notario de conformidad al artículo 954.
Ya sea que se ordene la partición, ya la licitación, el tribunal podrá declarar que
se proceda inmediatamente a la una o a la otra, sin necesidad de tasación
pericial anterior, aún cuando hubiere menores en causa. Siempre que se trate de
licitación, el tribunal fijará el precio sobre el que haya de efectuarse la subasta,
conforme al artículo 955.

Tabla de Contenido

1. Ordenanza de peritaje
2. Precio de la venta

1. Ordenanza de peritaje

Hay lugar a varios experticios, cuando los inmuebles están situados a grandes distancias
unos de otros, o cuando son de naturaleza diferente. El tribunal es quien debe apreciarlo.
El tutor de los menores no puede elegir el experto o los expertos de común acuerdo con
los mayores de edad; es necesario que esta elección emane del tribunal. (Chauveau, M.A.
y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 647).

La sentencia que nombra a los expertos y ordena una licitación no debe ser notificada a
las partes, cuando ha sido dictada sobre las conclusiones conformes de todas las partes.
Sería de otro modo si ha habido contestación. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 648).

2. Precio de la venta

Para poder bajar el precio fijado por el tribunal en lo que concierne a las licitaciones entre
menores, es necesaria una nueva sentencia; sin embargo, la primera sentencia podría
autorizar inmediatamente al abogado persiguiente o al notario comisionado a bajar el
precio en el caso en que no estaría cubierto. Esta autorización puede ser dada sin fijación
de mínimo entre coherederos mayores de edad. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 642).
El tribunal puede decidir que a falta de pujas que cubran el precio inicial, la venta podría
hacerse por un precio inferior que aquel que él precisa. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz.
1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative.
12º ed., t. II, p. 648).

ARTÍCULO 971

Cuando el tribunal ordenare la tasación, podrá comisionar el efecto a uno o a tres


peritos que prestarán juramento, como se ha dicho en el artículo 956. Los
nombramientos y los informes de los peritos se harán llenándose las formalidades
prescritas en el título de los Informes de peritos. Los informes de los peritos
indicarán sumariamente las bases de la estimación, sin entrar en detalles
descriptivos de los bienes que se vayan a partir o a licitar. El que promueva la
partición o la licitación, pedirá la ratificación del informe, por simples
conclusiones notificadas de abogado a abogado.

Tabla de Contenido

1. Operaciones de los peritos. Homologación

1. Operaciones de los peritos. Homologación.

El informe de los expertos no debe ser sometido al notario comisionado para hacer la
licitación. Es depositado en secretaría del tribunal. No debe ser notificado, pero puede
ser expedido; ya que el texto legal no reproduce la prohibición contenida en el arts. 956 y
el art. 972 sólo reenvía a las formalidades de la venta y no a las del experticio. Una
práctica constante justificado por la necesidad, autoriza la expedición del informe, que es
remitido al notario, el cual es indispensable para la redacción del pliego de condiciones, si
se trata de una licitación o de la liquidación, si se trata de una partición. (Chauveau, M.A.
y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, pp. 650-651).

Esta sentencia es notificada al abogado y a la parte a persona o a domicilio conteniendo


intimación para comparecer ante el notario comisionado. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz.
1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative.
12º ed., t. II, p. 668).

ARTÍCULO 972

Deberán observarse para la venta, las formalidades prescritas en el título de la


Venta de bienes inmuebles pertenecientes a menores, agregándose al pliego de
condiciones: los nombres, residencias y profesión del promovente; los nombres y
residencia de su abogado; y los nombres, residencias y profesiones de los
colicitadores y de sus respectivos abogados.

Tabla de Contenido

1. Caracteres de la licitación
1. Caracteres de la licitación

Este artículo reenvía a las disposiciones relativas a la venta de inmuebles pertenecientes


a menores, los cuales declaran aplicables algunas de las disposiciones relativas al
embargo inmobiliario y sus incidentes. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
653).

ARTÍCULO 973

Entre los ocho días del depósito del pliego de condiciones, en la secretaría del
tribunal o en la oficina del notario se intimará, por un simple acto, a los
colicitadores en el estudio de sus respectivos abogados para que tomen
comunicación del dicho pliego. Si sobrevinieren algunas dificultades sobre él,
serán resueltas en la audiencia, sin más escrito que un simple acto de abogado.
No podrá pretenderse la invalidación de la sentencia que recayere sino por la vía
de apelación en los plazos y con las formalidades prescritas por los artículos 731
y 732 del presente Código. No se podrá impugnar ni por la oposición ni por la
apelación, cualquiera otra sentencia sobre dificultades que se relacionen con
formalidades que deban llenarse, posteriores a la intimación de tomar
comunicación del pliego de condiciones. Si en el día indicado para la adjudicación
las pujas no alcanzaren a cubrir el precio fijado para la subasta, se procederá
como se ha dicho en el artículo 963. Dentro de los ocho días de la adjudicación,
toda persona podrá hacer puja ulterior por una sexta parte más del precio
principal, conformándose a las condiciones y a las formalidades prescritas por los
artículos 708, 709 y 710. Esta puja ulterior producirá los mismos efectos que en
la venta de los bienes de menores.

Tabla de Contenido

1. Depósito del pliego de condiciones


2. Intimación a tomar comunicación
3. Incidentes previos a la adjudicaciòn
4. Reglas de la adjudicación por licitación
5. Vías de recurso
6. Falsa subasta

1. Depósito del pliego de condiciones

Esta disposición no está prescrita a pena de nulidad. El plazo de la octava fijado para
intimar que exige es un plazo de orden y no un plazo de rigor. Así, cuando sobre una
demanda en licitación, uno solo de los demandados ha constituido abogado, los otros son
defectuantes y la intimación de tomar comunicación del pliego de condiciones depositado
en el estudio del notario comisionado es notificada por acto a domicilio a todos los
demandados sin excepción; que el colicitante, representado por su abogado, no ha sido
intimado en su domicilio y que esta irregularidad no es reparada luego de la octava del
depósito, no hay nulidad; el procedimiento es válido. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 659).

2. Intimación a tomar comunicación


Los colicitantes no deben ser intimados a encontrarse en la adjudicación; pero cuando
entre ellos hay menores de edad, el protutor debe ser llamado. La venta sobre licitación de
un innmueble indiviso entre mayores y menores de edad es nula si el protutor no ha sido
puesto en causa. Los menores pueden solos prevalerse de esta nulidad. El colicitante
mayor de edad y el adjudicatario deben ser declarados inadmisibles. (Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 661).

3. Incidentes previos a la adjudicación

Si se presentan dificultades, son constatadas a seguidas del pliego de condiciones;


pueden también ser llevadas a conocimiento del persiguiente por simple acto de
conclusiones; este último notifica sus conclusiones con el avenir a la próxima audiencia
por un simple acto. Se estatuye por sentencia dictada en la forma de las sentencias sobre
incidentes de embargo inmobiliario. Esta sentencia es susceptible sólo de apelación, en
los casos, formas y plazos prescritos por los arts. 731 y 732 del Código de Procedimiento
Civil [Ver estos artículos]. El tribunal es el único competente, salvo el juez comisario, para
estatuir sobre las dificultades que se presentan para oponerse a la adjudicación. Cuando
la contestación trata sobre una cláusula del pliego de condiciones que sólo interesa a dos
de los colicitantes, los otros no deben ser llamados a la audiencia. (Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 660).

4. Reglas de la adjudicación por licitación

El abogado del persiguiente no puede presentarse personalmente como adjudicatario, ya


sea que la adjudicación tenga lugar en la audiencia de subasta, o que tenga lugar ante
notario. Un tutor no puede convertirse en adjudicatario de los inmuebles de su pupilo
vendidos por licitación. Ocurre de otro modo si los inmuebles son indivisos entre él y su
pupilo, él figura en la persecución, no como tutor sino como colicitante: la incapacidad
del tutor alcanza también al protutor. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
665).

La sentencia que ha ordenado la venta ha podido válidamente decir que a falta de pujas
sobre el precio inicial fijado, podría inmediatamente bajar el mismo a otra cifra que
precisara. El tribunal al que la rebaja del precio es solicitada puede negarse a ordenarla.
Para rebajar el precio inicial hace falta necesariamente dirigirse al tribunal cuando hay
incapaces o ausentes, o que uno de los colicitantes se opone. (Cass, req., 28 marzo 1928
D.H. 1928, p. 287 cita de Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et
Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 664).

5. Vías de recurso

La apelación debe ser notificada, a pena de nulidad, no sólo al abogado del adversario,
sino también al secretario del tribunal. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
660).

6. Falsa subasta
La cláusula de falsa subasta inserta en el pliego de condiciones se aplica tanto a los
colicitantes como a los extraños; ha sido juzgado que el colicitante adjudicatario está
sometido a la falsa subasta en ausencia incluso de cualquier cláusula. Para evitar toda
dificultad, es mejor insertar la cláusula formal que pueda ser invocada por todos los
interesados o sus causahabientes. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
657).

ARTÍCULO 974

Cuando la situación de los inmuebles haya exigido varias tasaciones periciales


distintas, y cada inmueble haya sido declarado indivisible no habrá sin embargo
lugar a la licitación de ellos, si resulta de la reunión de todos los informes, que la
totalidad de los inmuebles puede partirse cómodamente.

ARTÍCULO 975

Cuando la demanda en partición no tenga por objeto sino la división de uno o


varios inmuebles, sobre los cuales los derechos de los interesados estuvieren ya
liquidados, los peritos llamados a hacer la estimación, arreglarán los lotes del
modo prescrito por el artículo 466 del Código Civil y después que su informe haya
sido ratificado, los lotes se sortearán, sea por ante el juez comisario, sea por ante
notario comisionado con anterioridad por el tribunal en los términos del artículo
969.

ARTÍCULO 976

En todos los otros casos, y especialmente cuando el tribunal hubiere ordenado la


partición, sin necesidad de informe pericial, el promovente hará intimar a los
copartícipes para que comparezcan el día indicado por ante el notarlo que
estuviere comisionado, con el objeto de proceder al arreglo de cuentas, colación,
formación de la masa, deducciones de valores, arreglo de lotes y suministros: todo
como está mandado en el Código Civil, artículo 828. Se procederá del mismo
modo, después que haya tenido lugar la licitación, si el precio de la adjudicación
debe confundirse con otros objetos en una masa común de partición, para formar
el balance entre los diversos lotes.

Tabla de Contenido

1. Intimación a los copartícipes. Procedimiento

1. Intimación a los copartícipes. Procedimiento

Las partes interesadas deben ser llamadas por ante el notario comisionado por acto a
persona o a domicilio y no por acto de abogado a abogado. Esta intimación se hace
directamente, sin que haya necesidad de recurrir al juez comisario. El plazo de la
intimación no está determinado por la ley. Es conveniente acordar la octava para la
comparecencia, o por lo menos, tres días francos, sin embargo, en la práctica se usa que
se decidan los plazos de acuerdo a la distancia en que se encuentre el domicilio de las
partes. Cuando habitan en la misma localidad, un día franco puede bastar. En caso de
dificultad, los tribunales apreciarían si las partes tuvieron suficiente tiempo para
comparecer. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 669).

ARTÍCULO 977

El notario comisionado procederá por sí solo, sin necesidad de la asistencia de un segundo


notario; o de testigos: si las partes se hicieren asistir cerca de él de un consultor, los
honorarios de éste quedarán a cargo de la que lo llevare, sin entrar en los gastos de la
partición. En el caso del artículo 837 del Código Civil, el notario redactará un acta
separada, donde consten las dificultades y reparos de las partes, la cual entregará en la
secretaría del tribunal, donde quedará retenida. Si el juez comisario remitiere las partes a
la audiencia, la indicación del día en que deberán comparecer hará las veces de
emplazamiento. No habrá necesidad de intimación alguna para comparecer, sea ante el
juez, sea a la audiencia.

Tabla de Contenido

1. Operaciones del Notario


2. Gastos de la partición
3. Contestaciones sobre el estado de liquidación

1. Operaciones del Notario

Esta intimación es necesaria siempre que las partes no se pongan de acuerdo para
encontrarse donde el notario. El notario, cuando, sobre la intimación que le ha sido
hecha, las partes no se presentan en su estudio o se niegan a firmar, constata la falta de
comparecencia o las causas de negativa de firmar, y la parte más diligente persigue la
homologación. La parte defectuante, o que se ha negado a firmar, hace valer sus críticas
ante el tribunal. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, pp. 682-683).

2. Gastos de la partición

Este texto legal no prohibe a las partes hacerse asistir ante el notario liquidador de su
abogado, pero los honorarios de los abogados corren por cuenta de las partes que los
hayan empleado. El abogado constituido sobre una demanda en partición no puede, sin
mandato especial, representar a su cliente ante el notario liquidador. (Chauveau, M.A. y
M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 670).

3. Contestaciones sobre el estado de liquidación

El proceso verbal por el cual el notario constata las dificultades y los decires de las partes
es un acto distinto y separado del acto de partición, y la minuta debe ser depositada en
secretaría. Este proceso verbal no debe ser notificado. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz.
1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative.
12º ed., t. II, p. 675).
La aplicación de este artículo da lugar a serias dificultades. Proscribiendo de forma
absoluta toda intimación para comparecer, ya sea ante el juez, sea a la audiencia. La
misión del notario se circunscribe a enviar a las partes a presentarse para la solución de
las dificultades constatadas en el proceso verbal cuya minuta es depositada en secretaría.
El notario no puede emplazar a las partes el día en que deben comparecer ante el juez
comisario, porque no sabe cuándo el magistrado entenderá a las partes, y no está
obligado de informarse. Corresponde entonces al persiguiente o a la parte más diligente,
que debe prevenir a su abogado. En ciertas jurisdicciones, este abogado notifica una
simple intimación de audiencia a los abogados de las otras partes y, cuando el juez
comisario, prevenido por él, está listo, el incidente es juzgado sobre su informe. Si una de
las partes no tiene abogado constituido, es llamada por un emplazamiento en la forma
ordinaria. En otros tribunales, el abogado persiguiente obtiene del juez comisario, al pie
del proceso verbal depositado, una ordenanza de reenvío. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz.
1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative.
12º ed., t. II, pp. 676-677).

ARTÍCULO 978

Cuando la masa que deba partirse, las colaciones y deducciones hayan sido
establecidas por el notario, según los artículos 829, 830 y 831 del Código Civil, los
lotes serán hechos por uno de los coherederos, si todos ellos son mayores, si están
acordes en la elección, y si el que hubiere sido elegido acepta la comisión; en el
caso contrario, el notario, sin necesidad de ningún otro procedimiento, remitirá
las partes por ante el juez comisario, el cual nombrará un perito.

ARTÍCULO 979

El coheredero elegido por las partes, o el perito nombrado para la formación de


los lotes, establecerá la composición de ellos por un informe que redactará en
forma el notario, a continuación de las operaciones precedentes.

ARTÍCULO 980

Cuando los lotes hayan sido designados, y se hubiere decidido sobre las
contestaciones relativas a su formación, si las ha habido, el promovente hará
intimar a los copartícipes para que en día determinado concurran al estudio del
notario, con el fin de presenciar la clausura de su acta, oír la lectura de ella, y
suscribirla con él, si pueden y quieren hacerlo.

Tabla de Contenido

1. Redacción del informe. Obligaciones del Notario


1. Redacción del informe. Obligaciones del Notario

El informe del experto es recibido y redactado por el notario, a seguidas del proceso verbal
de las operaciones precedentes. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général
et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 680).

ARTÍCULO 981

El Notario entregará la copia del acta de partición a la parte más diligente, para
que promueva su homologación por el tribunal; oyendo el informe del juez
comisario, el tribunal homologará la partición, si hubiere lugar a ello, debiendo
hallarse presentes las partes, o citadas, si todas no han comparecido a la
clausura del acta, y después de haber dado sus conclusiones el fiscal.

ARTÍCULO 982

La sentencia de homologación ordenará el sorteo de los lotes, sea por ante el juez
comisario, sea ante el notario, el cual los entregará inmediatamente después del
sorteo.

ARTÍCULO 983

Tanto el secretario del tribunal, como el notario, están obligados a librar cuantos
extractos totales o parciales del acta de partición requieran las partes
interesadas.

ARTÍCULO 984

Las formalidades antedichas se observarán en las licitaciones y particiones que


tengan por objeto hacer cesar la indivisión, cuando haya menores u otras
personas que no gozando de sus derechos civiles, tengan interés en ellas.

ARTÍCULO 985

Finalmente, cuando todos los copropietarios o coherederos sean mayores, en el


goce de sus derechos civiles y se hallen presentes o estén debidamente
representados, podrán abstenerse de los procedimientos judiciales, o
abandonarlos en todo estado de causa, y ponerse de acuerdo para proceder de la
manera que crean más conveniente.

Tabla de Contenido

1. Homologación de la partición
2. Vías de recursos

1. Homologación de la partición
El requerimiento a fin de homologación de la liquidación sólo puede ser presentado
cuando todas las partes aprueban el proceso verbal de clausura de la liquidación. Los
tribunales sólo reciben este requerimiento si está firmado por todos los abogados en
causa. En el caso en que, sea una de las partes, sean varias, no aprueban la liquidación,
hay que apoderarlo de otro modo. El presidente dicta, al pie del requerimiento, una
ordenanza que dice que el requerimiento, la liquidación y las piezas en apoyo, serán
comunicadas al procurador de la República. Este magistrado, luego de examinar la
liquidación, da sus conclusiones a seguidas de la ordenanza; el juez comisionado hace su
informe en cámara de consejo, donde la sentencia de homologación es dictada. La minuta
de la sentencia está escrita por el secretario a seguidas de las conclusiones del ministerio
público. Todo ello es expedido con la fórmula ejecutoria, sirviendo el requerimiento de
calidades a la sentencia. La sentencia rendida sobre requerimiento colectivo no es
susceptible de apelación a menos que el tribunal haya ordenado de oficio una
rectificación cualquiera. No debe entonces ser notificado. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz.
1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative.
12º ed., t. II, p. 685).

Se presentan a seguidas de este acto, varias dificultades prácticas que reciben distintas
soluciones ante distintos tribunales. En la práctica no hay que presentar requerimiento al
juez comisario para obtener una ordenanza que indique el día en que hará su informe; sin
embargo, en ciertas jurisdicciones, este requerimiento es presentado, y es dada copia de
esta ordenanza en cabeza del emplazamiento. La solicitud de homologación no es una
nueva demanda, se trata de un acto tendente a la ejecución de la sentencia en partición,
por lo que el simple acto de abogado a abogado debe bastar para llamar a las partes a
comparecer a la homologación; de igual forma, esta notificación puede ser hecha tanto al
domicilio real o al domicilio elegido, siempre y cuando la homologación sea demandada
dentro del año de dictada la sentencia que ha ordenado la liquidación. (Chauveau, M.A. y
M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, pp. 686-687).

Cuando el sorteo ha sido enviado ante el notario comisionado, este oficial procede en
presencia de las partes y levanta un proceso verbal sobre esta operación. (Chauveau, M.A.
y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 691).

2. Vías de recurso

La vía de la oposición no está abierta, contra las sentencias por falta de homologación de
partición, a las partes que, luego de haber comparecido a la sentencia que ordenó la
partición, no han comparecido posteriormente, a pesar de haber sido regularmente
intimados a comparecer tanto ante el notario como a la audiencia. Sucede de otro modo
cuando la parte es defectuante luego del inicio de las persecuciones de partición y que su
ausencia en un período posterior del procedimiento proviene de la irregularidad de un
acto que le ha sido notificado. Cuando una sentencia ha ordenado la partición luego de
una nueva notificación de una parte defectuante, ésta no puede recurrir en oposición
contra la sentencia posterior que prescribe el sorteo de los lotes. Las sentencias de
homologación son susceptibles de apelación como las otras sentencias, aun cuando no
haya sido presentada ninguna contestación en interés de los menores y que el tutor ha
notificado la sentencia sin reserva. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire
Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p.
689).

TÍTULO VIII

DEL BENEFICIO DE INVENTARIO


Tabla de Contenido

1. El beneficio de inventario
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. El beneficio de inventario

“Quien acepta bajo beneficio de inventario viene a ser como un heredero y un liquidador”.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Sucesiones y Liberalidades. 4ta. ed., n. 89, p. 66).

“La aceptación a beneficio de inventario confirma al sucesible en su carácter de heredero,


(…) el heredero con este beneficio no queda sujeto por las deudas sino hasta la
concurrencia del activo que reciba, “intra vires successionis”; debe pagarle a los
acreedores del difunto con los bienes de la sucesión, pero no queda obligado con sus
bienes personales. La aceptación a beneficio de inventario le procura, pues, al heredero,
las ventajas de la aceptación pura y simple, sin presentar ese peligro. (Mazeaud, Henri et
al. 1965. Lecciones de Derecho Civil. La Transmisión del Patrimonio Familiar (continuación).
Parte IV, v. III, n. 1112, p. 54).

El heredero beneficiario es a la vez un heredero y un liquidador. Siempre y cuando éste se


limite en sus funciones de liquidador, y de evitar el dejar que se produzca una confusión
entre los bienes hereditarios y aquellos de su patrimonio particular, sólo estará obligado
del pasivo hereditario hasta la concurrencia del activo. (Julliot de la Morandière, Léon.
1965. Droit Civil. Précis Dalloz. T. IV, n. 627, p. 315).

El heredero legítimo o testamentario, si no es menor ni interdicto, tiene plena libertad de


aceptar la sucesión pura y simplemente o bajo beneficio de inventario. Si toma este
último partido, es considerado hasta la liquidación como un administrador contable,
encargado de presentar los valores activos de la sucesión para extinguir los pasivos.
Desde que la calidad de heredero beneficiario es adquirida por la aceptación hecha en
secretaría, está obligado a conservarla y a obligarse a la prescripción de la ley, es decir, de
levantar un inventario fiel y exacto de los bienes de la sucesión, si no ha procedido a ello
previamente. El heredero tiene tres meses para hacer inventario y cuarenta días para
deliberar. Este plazo puede ser aumentado por el tribunal. Si, durante ese plazo, hay
lugar de hacer vender muebles susceptibles de dañarse u onerosos para su conservación,
puede hacer ordenar esta venta sin tomar calidad. El sucesible que deja pasar, sin
pronunciarse, los plazos establecidos para hacer inventario y deliberar, puede ser
perseguido como heredero por los acreedores del difunto y debe soportar los gastos de
persecución, incluso aun cuando renuncie posteriormente a la sucesión. (Chauveau, M.A.
y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, pp. 705-706).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este título no se encuentra prescrito en el proyecto de código de procedimiento civil, y


entendemos que es así, dada la estrecha relación del mismo con los procedimientos del
código adonde nos remite constantemente y que pensamos, quedarán contenidos en el
proyecto de código civil y por ello han sido suprimidos del de procedimiento civil, lo cual
nos parece muy atinado.
ARTÍCULO 986

Si el heredero, antes de tomar la calidad de tal quisiere, conforme a lo establecido


en el Código Civil, hacerse autorizar para proceder a la venta de efectos
mobiliarios pertenecientes a la sucesión, presentará su solicitud para el objeto el
presidente del tribunal de primera instancia del distrito en donde la sucesión esté
abierta. La venta que se autorice será hecha por un oficial público, después de los
edictos y publicaciones que se exigen por este Código para la venta del mobiliario.

ARTÍCULO 987

Cuando haya motivos para proceder a la venta de alguno o algunos inmuebles


pertenecientes a una sucesión en que haya heredero con beneficio de inventario,
éste presentará el presidente del tribunal donde aquella esté abierta, una
solicitud para el caso, en la cual se designarán sumariamente los inmuebles.
Dicha solicitud será comunicada al fiscal; y oídas sus conclusiones y en vista del
informe del juez comisionado al efecto, se dictará sentencia autorizando la venta
con fijación del precio sobre el cual serán admitidas las pujas, u ordenando
previamente que los inmuebles sean vistos y estimados por un perito nombrado de
oficio. En este último caso, el informe pericial será ratificado por el tribunal,
previa instancia; y después de las conclusiones del fiscal, el tribunal ordenará la
venta.

Tabla de Contenido

1. Formas de solicitud de venta de inmuebles de una sucesión beneficiaria


2. Decisión del tribunal

1. Formas de solicitud de venta de inmuebles de una sucesión beneficiaria

La mujer común en bienes puede, como el heredero, requerir, antes de tomar calidad, la
venta de los efectos mobiliarios. El hábil a suceder sólo puede obtener la autorización de
vender los muebles sin tomar calidad cuando los muebles son difíciles y onerosos para
conservar; pero, por lo mismo, un objeto puede no ser difícil u oneroso para conservar y
sin embargo, convertirse en tal según las circunstancias; por ejemplo, cuando para
cuidarlo hay que alquilar un local y continuar el pago del alquiler del apartamento que
ocupaba el difunto, etc. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et
Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 633).

La vía del requerimiento, impuesta al heredero beneficiario para obtener la autorización


de vender los inmuebles, no debe ser empleada por aquel de los coherederos beneficiarios
que intente una demanda en partición. Hay que actuar entonces por vía de
emplazamiento. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 707).

2. Decisión del Tribunal

El tribunal debe determinar el precio inicial de venta de conformidad con el art. 824 del
C. civ. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure
Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 707).
ARTÍCULO 988

Cuando se proceda a la venta, en cada uno de los casos previstos en los dos
artículos anteriores, se observarán las formalidades prescritas en el título De la
Venta de Bienes pertenecientes a menores. Se declaran comunes al presente título
los artículos 701, 702, 705, 706, 707, 711, 712, 713, 733, 734, 735, 736, 737,
738, 739, 740, 741 y 742, los dos últimos párrafos del artículo 964 y el artículo
965 del presente Código. El heredero beneficiario será reputado heredero puro y
simple, si hubiere vendido inmuebles sin ceñirse a las reglas prescritas en el
presente título.

ARTÍCULO 989

La venta del mobiliario y de las rentas pertenecientes a la sucesión, cuando haya


lugar de procederse a ella, se hará observándose las formalidades prescritas para
la venta de aquella clase de bienes, bajo pena contra el heredero beneficiario de
ser reputado heredero puro y simple.

Tabla de Contenido

1. Reglas para la venta de inmuebles de una sucesión beneficiaria


2. Sanción a la inobservancia de las formalidades

1. Reglas para la venta de inmuebles de una sucesión beneficiaria

“La venta de los bienes hereditarios está sometida a ciertas formalidades, que tienen por
objeto asegurar la enajenación al mejor precio y someterla a la inspección de la autoridad
judicial o de un funcionario público. Pero esas formalidades tienen el doble inconveniente
de ser onerosas o de provocar una publicidad enojosa alrededor de la liquidación de la
herencia. (…) a) Cuando venda un inmueble el sucesor a beneficio de inventario, debe
proceder en la forma de las ventas de los bienes de los menores. Es necesaria una
autorización judicial, que fija la base del precio y decide si la venta en pública subasta
tendrá lugar en remate judicial o ante un notario; a la venta debe preceder una
publicación mediante edictos. b) Los muebles corporales son vendidos asimismo en
subasta pública por un funcionario público, luego de una publicación; pero sin previa
autorización judicial. c) El Código civil ha pasado en silencio los muebles incorporales.
Únicamente se halla sometida a las mismas formalidades que la venta de los muebles
corporales (…), la enajenación de las rentas de los particulares. Son confusas la
jurisprudencia y la doctrina sobre lo concerniente a las rentas del Estado, a los demás
valores inmobiliarios, a los oficios enajenados, al fondo del comercio y a los derechos
intelectuales. (Mazeaud, Henri et al. 1965. Lecciones de Derecho Civil. La Transmisión del
Patrimonio Familiar (continuación). Parte IV, v. III, n. 1306, pp. 249-250).

La venta de inmuebles dependientes de una sucesión beneficiaria puede tener lugar ante
notario, debe ser reenviada ante este oficial público cuando los herederos beneficiarios,
todos mayores de edad, así lo solicitan de conformidad con sus intereses comunes. La
venta que no ha sido realizada de conformidad con las formalidades prescritas no es nula,
sólo el heredero beneficiario se convierte en heredero puro y simple. Está claro que esta
consecuencia sólo se produce cuando estas formalidades no han sido observadas por el
hecho del heredero. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet
de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 707).

2. Sanción a la inobservancia de las formalidades

“La venta de inmuebles de la sucesión, sin que se haya procedido en las formas de la venta
de los bienes de los menores, y la venta de bienes muebles sin observar las formalidades
legales llevan consigo caducidad del beneficio de inventario. Tales ventas no dejan de ser
por eso válidas, porque proceden del propietario que tenía poder de disposición; por lo
tanto, los acreedores de la sucesión no podrían impugnarlas sino con el fundamento de la
acción pauliana”. (Mazeaud, Henri et al. 1965. Lecciones de Derecho Civil. La Transmisión
del Patrimonio Familiar (continuación). Parte IV, v. III, n. 1128, p. 67).

ARTÍCULO 990

El precio de la venta del mobiliario será distribuido a prorrata entre los


acreedores oponentes, observándose las formalidades indicadas en el título De la
Distribución de prorrata.

ARTÍCULO 991

El precio de la venta de los inmuebles será distribuido observando el orden de los


privilegios e hipotecas.

ARTÍCULO 992

El acreedor, o cualquiera parte interesada que quiera obligar al heredero


beneficiario a dar fianza, le hará la intimación para tal efecto, por un acto
extrajudicial notificado personalmente o en su domicilio.

ARTÍCULO 993

Dentro de los tres días de esta intimación, y un día más por cada tres leguas de
distancia, entre el domicilio del heredero y la común donde se halle el asiento del
tribunal, estará obligado dicho heredero a presentar fiador en la secretaría del
tribunal donde la sucesión esté abierta, con las formalidades prescritas para la
recepción de fiador.

ARTÍCULO 994

Cuando se suscitaren dificultades relativas a la admisión del fiador, los


acreedores promoventes serán representados por el abogado más antiguo.

Tabla de Contenido

1. Distribución a prorrata entre acreedores


2. Intimación de fianza
1. Distribución a prorrata entre acreedores

“Los acreedores hipotecarios inscritos son pagados los primeros sobre el precio de los
inmuebles hipotecados; el adquiriente debe pagarles directamente porque está delegado
por la ley, en lugar del heredero beneficiario, y porque se encuentra directamente obligado
con respecto a los acreedores hipotecarios. Las reglas del pago de los demás acreedores o
de los legatarios varían según haya o no haya oposición por su parte”. (Mazeaud, Henri et
al. 1965. Lecciones de Derecho Civil. La Transmisión del Patrimonio Familiar (continuación).
Parte IV, v. III, n. 1308, p. 251).

“Después del pago de los acreedores hipotecarios y de los acreedores que cuenten con
alguna causa de preferencia, el herederos con beneficio de inventario paga a los demás
acreedores en el orden que él elija; ni siquiera está obligado a pagarle antes a los que se
presenten primero. Los acreedores que no hayan cobrado no pueden impugnar, por la
acción pauliana, los pagos efectuados, ni volverse contra los acreedores ya satisfechos,
para imponerles la concurrencia crediticia (Civ., 4 abril 1832, Rép. Méth. Dalloz,
Successions, n. 925). Estas soluciones se imponen, a falta de procedimiento colectivo; son
muy rigurosas para los acreedores, sobre todo cuando el heredero con beneficio de
inventario sea a su vez acreedor del difunto, porque no dejará de pagarse a sí mismo el
primero. El sucesor a beneficio de inventario podría incluso pagar a los legatarios antes
que a los acreedores; pero ese poder es teórico, porque encuentra una doble limitación
que asegura suficientemente la protección de los acreedores: de una parte, los acreedores
que no hayan cobrado disponen, durante 3 años, de una repetición contra los legatarios;
hay en ello una aplicación de la regla ‘nemo liberalis nisi liberatus’; por otra parte, la
jurisprudencia considera como una culpa que compromete la responsabilidad personal
del sucesor a beneficio de inventario el hecho de haber pagado los legados cuando tuviera
la certeza que el activo era insuficiente para abonar por completo a los acreedores. Así, el
sucesor a beneficio de inventario se encuentra obligado, de hecho, a pagarle a los
acreedores antes que a los legatarios. Al igual puede pagarle a los acreedores, sin guardar
ningún orden, el heredero a beneficio de inventario tiene el derecho de pagarle a su antojo
a los legatarios. La jurisprudencia decide que los legatarios que no hayan cobrado no tienen
repetición alguna contra los que hayan recibido el pago íntegro de sus legados (Req., 17
diciembre de 1894: D. 1895.1.193 y nota de Boistel; S. 1897.1.329; cfr., sin embargo: Civ.
25 noviembre 1861: D. 1861.1.457; S. 1862.1.49). La ausencia de repetición de los
legatarios que no hayan cobrado, impuesta por la falta de procedimiento colectivo, es
criticable, sin embargo, por ser contraria a la voluntad presunta del difunto, que debe
regir las relaciones entre los legatarios”. (Mazeaud, Henri et al. 1965. Lecciones de
Derecho Civil. La Transmisión del Patrimonio Familiar (continuación). Parte IV, v. III, n.
1309, pp. 251-252).

“Los acreedores de la sucesión y los legatarios, formulando oposición, pueden excluir las
reglas del pago que acaban de ser expuestas; le privan entonces al sucesor a beneficio de
inventario de toda libertad en el orden de los pagos, al imponerle la distribución
proporcional de bienes; es decir, un pago proporcional al importe de los créditos. Por no
hallarse reguladas por la ley las formas de esa oposición, la jurisprudencia ha podido
mostrarse extremadamente amplia; admite que la oposición resulta implícitamente de todo
acto que manifieste la intención del acreedor o del legatario de recibir el pago. Un
requerimiento, una medida conservatoria, el simple hecho de poner su crédito en
conocimiento del heredero, manifiestan esa intención. La Corte de casación llega mucho
más lejos: considera que la oposición resulta del simple conocimiento, por el heredero a
beneficio de inventario, de la existencia de las deudas de la sucesión o de los legados.
(Civ., 26 noviembre 1890: D.1891.1.345; S.1891.1.204; Req., 17 diciembre 1894: D.
1895.1.193 y nota de Boistel; S. 1897.1.329). Así, la oposición no es ya un acto de
voluntad del acreedor; es la consecuencia del estado anímico del sucesor a beneficio de
inventario, que queda obligado a seguir las reglas del pago tras oposición siempre que
conozca la existencia de acreedores o de legatarios, y sepa que el activo sucesorio es
insuficiente para satisfacerlos a todos íntegramente”. (Mazeaud, Henri et al. 1965.
Lecciones de Derecho Civil. La Transmisión del Patrimonio Familiar (continuación). Parte IV,
v. III, n. 1310, pp. 252-253).

“A partir de la oposición, el sucesor a beneficio de inventario está obligado a respetar la


igualdad entre los acreedores: el artículo 808 del Código civil le impone seguir el
procedimiento de distribución proporcional de bienes, regulado por los artículos 656 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil. Salvo acuerdo amigable, el presidente del
tribunal civil comisiona a un juez, que fija el orden y el importe de los pagos que hayan de
efectuarse. El heredero que le pagara a los acreedores con desprecio de la oposición y de
la distribución fijada por el juez, comprometería su responsabilidad personal, y la
jurisprudencia le concede una repetición a los acreedores que no hayan cobrado contra
aquellos que hayan sido satisfechos, a fin de que el abono se haga para todos a prorrata
de sus créditos. La oposición opone igualmente obstáculo a la compensación; porque la
compensación se traduce en un doble pago. La oposición presenta así ciertos trazos
comunes con la quiebra. Sin embargo, se distingue de ella y aparece, pese a los esfuerzos
de la jurisprudencia, como un procedimiento mucho más rudimentario: no sólo no lleva
consigo desposeimiento del heredero, que sigue siendo dueño de su patrimonio, sino que
no surte sino un efecto relativo, de suerte que no aprovecha más que a los acreedores que
se opongan; o, dentro del sistema de la Corte de casación, a los acreedores conocidos. Por
otra parte, como no posee ningún efecto retroactivo, los oponentes no pueden impugnar
sino los actos posteriores a su oposición”. (Mazeaud, Henri et al. 1965. Lecciones de
Derecho Civil. La Transmisión del Patrimonio Familiar (continuación). Parte IV, v. III, n.
1311, pp. 253-254).

El precio de la venta de los inmuebles es distribuido según el orden de los privilegios e


hipotecas. Cuando el precio es insuficiente para pagar a todos los acreedores, y que éstos
no consienten a un orden amigable, hay que abrir el orden judicial. Este orden debe ser
seguido ante el tribunal de la situación de los inmuebles y no ante aquél de la apertura de
la sucesión. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 707).

2. Intimación de fianza

Los legatarios son admitidos para demandar la fianza, pero no así los coherederos del
beneficiario. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 709).

No es rigurosamente necesario que la intimación que hay que hacer, contenga la


constitución de abogado; pero es útil que un abogado se constituya para que la fianza sea
presenta por acto de abogado en lugar de hacerse por acto simple. La fianza no debe
presentarse en secretaría, sino por acto simple o de abogado a abogado. El heredero
beneficiario no puede ser obligado a prestar fianza por los frutos. En caso de dificultades
sobre la recepción de la fianza, los acreedores provocantes son representados por el
abogado de más edad, es decir, aquel que está inscrito desde hace más tiempo como
abogado. Si el heredero beneficiario no presenta la fianza en el plazo fijado, se le debe
emplazar para hacer aplicar las disposiciones del art. 807 del C. civ. Si la intimación
hecha, contiene emplazamiento, sólo hay que pronunciar la condenación. (Chauveau,
M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale
et Administrative. 12º ed., t. II, p. 710).
ARTÍCULO 995

Para la rendición de cuentas sobre beneficio de inventario, se observarán las


formalidades prescritas en el título De la Rendición de Cuentas.

ARTÍCULO 996

Las acciones que tenga que intentar el heredero beneficiario contra la sucesión,
serán propuestas contra los otros herederos; si no los hubiere o que tales acciones
sean intentadas por todos, lo serán contra un curador para el beneficio de
inventario, nombrado con las mismas formalidades que el curador para una
sucesión vacante.

Tabla de Contenido

1. Rendición de cuentas

1. Rendición de cuentas

Ninguna disposición de la ley otorga plazo al heredero beneficiario para proceder al


beneficio; su administración dura mientras los acreedores no ejerzan sus derechos sobre
los bienes del difunto, incluso por expropiación forzosa. Corresponde al tribunal de la
apertura de la sucesión conocer la cuenta del beneficio de inventario. Hay que resaltar
que no hay lugar a rendición de cuentas mientras todos los acreedores de la sucesión no
hayan sido pagados; entonces sólo, y sobre las persecuciones dirigidas contra él, el
heredero beneficiario excede del gasto de los valores de la sucesión, o haciendo abandono
de los valores que restan, pretende haberlos consagrado a pagos regulares todas las
sumas percibidas. En uno u otro caso, los acreedores pueden demandar en rendición de
cuentas, o bien el heredero puede emplazarlos para que estén presentes en la rendición
de cuentas. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, pp. 712-713).’

TÍTULO IX

DE LA RENUNCIA A LA COMUNIDAD O A SUCESIONES


Y DE LA VENTA DE INMUEBLES DOTALES

Tabla de Contenido

1. Renuncia a la sucesión o a la comunidad


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Renuncia a la sucesión o a la comunidad

“El heredero no está obligado a aceptar la sucesión. (…) Por lo tanto, el sucesible puede
renunciar a la sucesión; será considerado entonces como si hubiera sido extraño a ella”.
(Mazeaud, Henri et al. 1965. Lecciones de Derecho Civil. La Transmisión del Patrimonio
Familiar (continuación). Parte IV, v. III, n. 1104, p. 40).
“Cuando la renuncia se produce en ciertas circunstancias, constituye, en realidad, una
aceptación disfrazada. Los redactores del código civil lo han advertido desde luego: el
artículo 780, párrafo 2º, puntualiza que la renuncia, en ciertas condiciones, equivale a
aceptación pura y simple. Supóngase un heredero que desea transmitir sus derechos a
sus coherederos o al heredero subsiguiente; en lugar de aceptar y, a continuación ceder
los bienes que componen su parte, renuncia: renuncia ‘in favorem’; tal renuncia equivale
a aceptación pura y simple, porque es una cesión, un acto de disposición. Así pues, la
renuncia es en sí misma un acto equívoco, cuyo verdadero sentido depende de la finalidad
perseguida por el renunciante. El artículo 780 párrafo 2º, fija los casos en que la renuncia
debe ser considerada como si equivaliera a aceptación tácita. La jurisprudencia interpreta
esa disposición no sólo como si estableciera una presunción legal, sino como una regla de
fondo. La renuncia hecha a título oneroso, ya sea a favor de todos los coherederos, ya sea a
favor de uno de ellos, constituye siempre una aceptación: porque se traduce
necesariamente en un acto de disposición de derechos del renunciante. Por el contrario,
cuando la renuncia se hace a título gratuito, el artículo 780 distingue entre la renuncia
hecha a favor de uno o de algunos herederos, y la renuncia impersonal, que beneficia a
todos los herederos indistintamente. La primera, y no la segunda, equivale a aceptación:
al llevar a que se beneficien ciertos herederos solamente, el heredero ha tenido la
intención de disponer a favor de ellos más bien que de abandonar pura y simplemente su
parte. (Mazeaud, Henri et al. 1965. Lecciones de Derecho Civil. La Transmisión del
Patrimonio Familiar (continuación). Parte IV, v. III, n. 1092, pp. 31-32).

Hay un caso en que la mujer puede renunciar tácitamente a la comunidad cuando deja
pasar los plazos sin aceptar la comunidad luego de la sentencia de divorcio o de
separación de cuerpos. [Ver art. 1463, Cód. Civ., Sentencia SCJ]. (Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, p. 620).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Este título, al igual que el anterior, y entendemos que por las mismas razones, se
encuentra excluído del proyecto de código de procedimiento civil.

ARTÍCULO 997

La renuncia a una comunidad o a una sucesión, se hará en la secretaría del


tribunal de primera instancia del distrito en el cual la disolución de la comunidad
o la apertura de la sucesión haya tenido lugar, inscribiéndose sobre el registro
prescrito por el Art. 784 del Código Civil, y de conformidad con el artículo 1457
del mismo Código, sin necesidad de otra formalidad. Cuando deba procederse a la
venta de inmuebles dotales, en los casos previstos por el artículo 1558 del Código
Civil, la venta será, mediante escrito, previamente autorizada por sentencia dada
en audiencia pública. Serán además aplicables a estos casos los artículos 954,
955 y siguientes del título de la Venta de bienes inmuebles pertenecientes a
menores.

Tabla de Contenido

1. Procedimiento para renunciar a la sucesión o a la comunidad


2. Venta de inmuebles dotales

1. Procedimiento para renunciar a la sucesión o a la comunidad


“La renuncia exige para su validez una solemnidad particular. El legislador ha querido
llamar la atención del heredero sobre la importancia de su acto. Le obliga a hacer una
declaración ante la secretaría del tribunal del distrito en el que se haya abierto la sucesión,
declaración que se inscribe en un registro especial. Una renuncia unilateral expresa hecha
de manera distinta ante la secretaría del tribunal, incluso por un acto auténtico es nula.
La voluntad de renunciar no podría buscarse tampoco en los actos cumplidos por el
heredero; no hay renuncia tácita; en razón de su gravedad, la renuncia no se presume.
(Mazeaud, Henri et al. 1965. Lecciones de Derecho Civil. La Transmisión del Patrimonio
Familiar (continuación). Parte IV, v. III, n. 1105, pp. 40-41).

“Se ha indicado ya que, cuando un heredero renuncia de acuerdo con sus coherederos,
semejante convención de renuncia puede no ser considerada como una aceptación tácita.
¿Equivale entonces a una renuncia? Puesto que la renuncia no resulta sino de una
declaración ante la secretaría del tribunal, se debería responder por la negativa. Sin
embargo, una jurisprudencia bien establecida hace que surtan efecto tales convenciones,
pero tan sólo en las relaciones entre coherederos: el coheredero que haya renunciado ‘se
ha vuelto inadmisible para alegar sus derechos…frente a aquellos a favor de los cuales
haya renunciado’ (Req., 15 feb. 1882: S. 1883.1.312; D. 1882.1.413). Por el contrario la
renuncia sigue siendo inoponible a terceros, especialmente a los acreedores de la
sucesión. Distinguir así entre los coherederos y los terceros, al menos en lo que concierne
a las convenciones, es tratar la declaración ante la secretaría del tribunal como una regla
de publicidad, y no como una formalidad requerida ad solemnitatem”. (Mazeaud, Henri et
al. 1965. Lecciones de Derecho Civil. La Transmisión del Patrimonio Familiar (continuación).
Parte IV, v. III, n. 1106, p. 41).

“Según la jurisprudencia, la renuncia resulta de la inacción del heredero durante 30 años.


Así, pues, en este caso, los tribunales admiten una renuncia tácita”. (Mazeaud, Henri et
al. 1965. Lecciones de Derecho Civil. La Transmisión del Patrimonio Familiar (continuación).
Parte IV, v. III, n. 1107, pp.41-42).

“El heredero es considerado como si nunca hubiera sido heredero; como si hubiera sido
retroactivamente extraño a la sucesión. La retroactividad de la renuncia impide todo
derecho de representación: por no haber sido nunca heredero el renunciante, sus propios
sucesores no pueden acudir en su lugar. Por lo demás, eso no les impide acudir a la
sucesión por su propio derecho si no existen herederos del mismo rango que el
renunciante: supóngase una persona que muere y deja un solo hijo; éste renuncia; los
nietos del de cujus acudirán a la sucesión por derecho propio. Por no ser heredero, el
renunciante no tiene que colacionar las donaciones que le haya hecho el de cujus como
anticipo de herencia. La regla es muy importante: numerosas renuncias son dictadas por
el cuidado de librarse de la colación. La parte del renunciante aprovecha a sus
coherederos: acrece su parte. El acrecentamiento es obligatorio: los coherederos no
podrán renunciar a él sin renunciar con ello a la sucesión, lo cual les resultaría imposible
si hubieran aceptado antes de la renuncia de su coheredero. El derecho de acrecer es
retroactivo: todo pasa como si el heredero recibiera del propio difunto la parte
abandonada por el renunciante. En ausencia de herederos del mismo rango, los herederos
subsiguientes se aprovechan de la renuncia, no por vía de acrecentamiento, sino por el
simple juego de las reglas de la transmisión legal, por el hecho de la ausencia de
herederos preferentes”. (Mazeaud, Henri et al. 1965. Lecciones de Derecho Civil. La
Transmisión del Patrimonio Familiar (continuación). Parte IV, v. III, n. 1108, p. 42).

“En principio, la opción del heredero es irrevocable. Sin embargo, el Código civil, con la
finalidad de evitar la sucesiones vacantes, admite con ciertos requisitos la retractación de
la renuncia. No se impone ningún requisito de forma por la ley: la retractación puede ser
tácita y resultar, como la aceptación pura y simple, de actos de ingerencia del heredero.
Para que la revocación sea posible, se exigen dos requisitos de fondo por el artículo 790
del código civil: En primer término, hace falta que el heredero que se retracte se
encuentre todavía dentro del plazo de 30 años, a falta de lo cual su derecho a optar y, en
consecuencia, el de volver sobre el partido adoptado habrían prescrito. (…) Se precisa
que la sucesión no haya sido aceptada por otros herederos. En efecto, en ese caso, no es
ya de temer a la sucesión vacante. (…) desde el instante en que la sucesión no sea ya
vacante, es imposible la retractación. La aceptación a beneficio de inventario de los
coherederos produce, pues, el mismo efecto que su aceptación pura y simple. (…) Los
acreedores no pueden, por la vía oblícua revocar la renuncia del heredero, sólo pueden
hacerlo (…) si su deudor ha permanecido inactivo; contra un acto del deudor,
especialmente contra la renuncia la ley les concede la acción pauliana, que está sometida
a requisitos más rigurosos que la acción oblicua, por deber probar el fraude los
acreedores, y que sólo surte efectos a favor del acreedor que litigue. (…) El heredero, al
retractarse de su renuncia, borra esa renuncia. Así, pues, se considera como aceptante.
La retractación es irrevocable. No podría excluirse más que si pronunciara su nulidad por
las causas ordinarias. La retractación obra retroactivamente: se invalida la renuncia. Esa
retroactividad es susceptible de comprometer gravemente los intereses legítimos de los
terceros, que, entre la renuncia y la retractación, hayan adquirido derechos sobre la
sucesión; no sería equitativo preferir a ellos el heredero, que sólo debe quejarse de sí
mismo por su indecisión. Por eso, los redactores del Código civil han descontado, con
respecto a terceros, la retroactividad de la retractación”. (Mazeaud, Henri et al. 1965.
Lecciones de Derecho Civil. La Transmisión del Patrimonio Familiar (continuación). Parte IV,
v. III, n. 1109, pp. 43-44-45).

“El derecho de retractarse de una renuncia le pertenece al tutor del menor o del sujeto a
interdicción civil, autorizado por el Consejo de Familia. Esa retractación está sometida a
las reglas de la retractación ordinaria. Sin embargo existen dos diferencias: (…) la
retractación de la renuncia no podría tener por efecto volver heredero puro y simple al
menor de edad; tan sólo lo hace heredero a beneficio de inventario. Por otra parte, parece
qie el menor tendrá derecho a alegar la retractación hasta contra los terceros que, por
aplicación del artículo 790 del código civil, pretendieran haber prescrito en contra de la
sucesión; la diferencia de redacción de los artículos 790 y 462 del código civil, este último
especial para los menores, es en verdad llamativa: el artículo 462 no menciona la
prescripción, sin duda porque sus redactores no han querido prohibirle al menor que
oponga retroactivamente la suspensión de la prescripción”. (Mazeaud, Henri et al. 1965.
Lecciones de Derecho Civil. La Transmisión del Patrimonio Familiar (continuación). Parte IV,
v. III, n. 1110, pp. 45-46).

El tribunal en el cual hay que hacer el acta de renuncia a la sucesión o a la comunidad es


aquel del lugar de apertura de la sucesión o de disolución de la comunidad. La parte que
renuncia debe ser asistida por un abogado. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 620).

La renuncia a una sucesión en favor de un tercero que no es heredero no puede ser hecha
en la secretaría en la forma ordinaria; debe hacerse ante notario en la forma de las
donaciones, y constituye una verdadera aceptación. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 621).

2. Venta de inmuebles dotales

Si el requerimiento no es presentado colectivamente por el marido y por la mujer, hay que


enunciar el acto del cual resulta el consentimiento del marido. El marido puede obtener el
permiso de enajenar, incluso contra la voluntad de su mujer, pero poniéndola en causa,
cuando se trata de hacer grandes reparaciones o de prevenir un embargo inminente. El
requerimiento puede ser presentado por el marido actuando tanto en su nombre personal
como en nombre de la mujer. (Montpellier, 16 dic. 1895, Gaz. Pal. 96.1.137., cita de
Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile,
Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 719).

El tribunal competente es el del domicilio de los esposos y no el de la situación del


inmueble dotal. La enajenación por alimentos puede ser autorizada para los alimentos ya
consumidos o por consumir, destinados a los mismos esposos y a sus hijos y
ascendientes, o para la adquisición de un mobiliario indispensable. La enajenación no
debe ser autorizada cuando se trata de trabajos ejecutados antes que la justicia haya sido
apoderada de la demanda en autorización y la sentencia dictada; ni cuando se trata de
nuevas construcciones. Cuando en caso de indivisión es evidente que la autorización sólo
es necesaria cuando no se trata de una partición en naturaleza, sino sólo de una
licitación provocada por los esposos y no por demás copropietarios. Es de uso constante
en la práctica que sea comisionado un notario para la venta aún cuando la disposición
del art. 997 no lo prevé así. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et
Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 720).

En todos los casos de enajenación el excedente del precio de la venta que sobrepasa las
necesidades reconocidas, queda como dotal, y debe emplearse como tal en beneficio de la
mujer. La justicia puede ordenar que el comprador guardará este excedente o que lo
depositará en la Caja de depósitos y consignaciones, o que permanecerá con él hasta que
sea decidido su empleo. La enajenación del fondo dotal que se hace sin cumplir las
formalidades y fuera de los casos previstos por la ley, otorga a la mujer, a sus herederos o
al mismo marido, una acción revocatoria de acuerdo al art. 1560 C. civ. La sentencia que
autoriza la venta del fondo dotal, o el préstamo hipotecario sobre ese fondo, no adquiere
la autoridad de la cosa juzgada contra la mujer o sus herederos, en el sentido de que no
les impide hacer anular la venta o pronunciar la nulidad de la hipoteca, si establecen que
los jueces no han observado la ley al permitir la enajenación o la hipoteca. (Cass., 7 jul.
1851; Cass civ. 6, jul 1909, D. 1911.1.81 cita de Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939.
Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed.,
t. II, p. 721).

TÍTULO X

DEL CURADOR DE UNA SUCESIÓN VACANTE

Tabla de Contenido

1. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Como los dos títulos anteriores y por las mismas razones ya expresadas, este título ha
sido igualmente suprimido del proyecto de código de procedimiento civil, creemos que
para ser insertado en el proyecto de código civil que es donde consideramos debe
encontrarse; ahora bien, el proyecto de código de procedimiento civil, contiene dos
artículos, el 1720 y el 1721, relativos a la curatela, que establece las reglas para dicha
institución, remitiéndose a las disposiciones relativas a los mayores de edad bajo
protección.
ARTÍCULO 998

Cuando después de la expiración de los plazos señalados para hacer inventario y


para deliberar, no se presentare persona alguna reclamando una sucesión en la
que no haya heredero conocido, o que los que haya hubieren renunciado a ella, tal
sucesión se reputará vacante; y se le proveerá de un curador, de conformidad al
artículo 812 del Código Civil.

ARTÍCULO 999

En los casos de concurrencia entre dos o más curadores, el que fue nombrado
primero, tendrá la preferencia, sin necesidad de darse sentencia.

Tabla de Contenido

1. Sucesión vacante
2. Curador

1. Sucesión vacante

“Para que una sucesión sea ‘vacante’ (strictu sensu) hace falta que se encuentren reunidos
los requisitos generales de toda vacancia lato sensu; y, además, se precisa que hayan
expirado los plazos para hacer inventario y deliberar. Los tribunales declaran la vacancia
hereditaria a instancia del fiscal de la República o de los interesados, entre los cuales
figura la Administración de los Bienes del dominio público. Los jueces designan
obligatoriamente al director departamental del registro en carácter de curador de la
sucesión vacante. (…) El curador, ante todo, debe formar inventario; (…) se permite
reemplazar el inventario por un estado descriptivo formado por el juez de instancia [juez
de paz], con motivo del levantamiento de los sellos, ‘si la sucesión no cuenta sino con un
activo poco importante’.” (Mazeaud, Henri et al. 1965. Lecciones de Derecho Civil. La
Transmisión del Patrimonio Familiar (continuación). Parte IV, v. III, n. 1318, p.261).

Las circunstancias que determinan la vacancia de una sucesión están claramente


indicadas en los arts. 811 del C civ. y art. 998 del C. pr. civ. No hay que confundir las
sucesiones vacantes con las sucesiones sin heredero. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz.
1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et Administrative.
12º ed., t. II, p. 713).

2. Curador

“El curador de la sucesión vacante tiene poderes más completos que el administrador
provisional de la ‘sucesión no reclamada’. Está obligado a vender los bienes muebles;
puede hacer que se vendan los inmuebles si le parece insuficiente el producto de la venta
de los muebles para pagar a los acreedores”. (Mazeaud, Henri et al. 1965. Lecciones de
Derecho Civil. La Transmisión del Patrimonio Familiar (continuación). Parte IV, v. III, n.
1318, p. 261).

La designación de un curador a una sucesión vacante es solicitada por requerimiento


verbal, si es el procurador de la República que la provoca; por requerimiento al tribunal,
con las piezas justificativas anexas, si es cualquier otra persona interesada. Las piezas
justificativas son el acta de defunción o la expedición de la renuncia de los herederos.
Cuando los herederos, llamados en primer orden a una sucesión, han renunciado, no es
necesario, antes de hacer nombrar a un curador, actuar contra los herederos en el orden
subsecuente, que podrían encontrarse, si de ponerlos en causa en la instancia en
designación. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 713).
El curador nombrado no debe ni prestar juramento, ni prestar fianza antes de entrar en
funciones. (Chauveau, M.A. y M. Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de
Procédure Civile, Commerciale et Administrative. 12º ed., t. II, p. 714).

ARTÍCULO 1000

El curador estará obligado, ante todo, a hacer constar el estado de la sucesión por
un inventario, si no ha sido hecho, y a hacer vender los muebles, observando las
formalidades prescritas en los títulos Del Inventario, y De la Venta del Mobiliario.

ARTÍCULO 1001

No podrá procederse a la venta de los inmuebles y rentas sino observándose las


formalidades, prescritas en el título Del Beneficio de Inventario.

ARTÍCULO 1002

Las formalidades exigidas al heredero beneficiario sobre la manera de


administrar y rendir cuentas de su administración se aplicarán del mismo modo
al curador de la sucesión vacante.

Tabla de Contenido

1. Obligaciones del curador

1. Obligaciones del curador

“El curador de una sucesión vacante cuenta con poderes menos amplios que el heredero a
beneficio de inventario, por no ser aquél propietario de los bienes de la sucesión. Son
consecuencia de ello: El curador responde de todas sus culpas; en efecto, es mandatario
retribuido: la Administración de los Bienes de dominio público percibe un derecho del 8%
sobre todos los cobros, lo cual es considerable y grava pesadamente esas sucesiones en
perjuicio de los acreedores. Si el curador vende los bienes de la sucesión sin observar las
formalidades legales, concretadas por los artículos 1000 y 1001 del Código de
procedimiento civil, la venta es nula; porque actúa al margen de su mandato y, por tanto,
carece de poderes. El curador de la sucesión vacante no puede conservar el dinero de la
sucesión ni los fondos provenientes de las ventas, pues debe depositarlos en la Caja de
depósitos y consignaciones. El saldo no es adquirido automáticamente por la
Administración de los Bienes de dominio público. Para que el Estado se haga propietario
del saldo se precisa que acepte la sucesión, que, de vacante, se convierte entonces en una
carente de herederos, y que pida la entrega de la posesión”. (Mazeaud, Henri et al. 1965.
Lecciones de Derecho Civil. La Transmisión del Patrimonio Familiar (continuación). Parte IV,
v. III, n. 1319, pp. 361 y 362).
El mandato de un curador consiste en: a) hacer levantar por un notario de su elección un
inventario si esto no ha sido hecho; b) hacer vender los muebles; c) hacer vender los
inmuebles; d) hacer vender las rentas sobre el Estado y, si son mayores de 50 francos,
obtener la autorización judicial; e) rendir cuentas de su gestión. El curador es asimilado
al heredero beneficiario, salvo que éste no está obligado a prestar fianza; debe depositar
las sumas que le son entregadas en la caja de consignaciones para la venta del mobiliario,
está obligado a obtener una ordenanza del presidente y para la venta de muebles
incorporales, tales como los fondos de comercio, debe obtener la autorización del tribunal.
Cuando hay necesidad de hacer vender los muebles en otro lugar que en el lugar donde
se encuentran, hay que demandar autorización del presidente del tribunal en el
requerimiento tendente a hacer permitir la venta, a menos que la necesidad no se haga
sentir luego de este requerimiento. En este caso, hay que presentar un segundo
requerimiento. El curador debe, antes de consignar, deducir de las sumas recibidas, los
gastos funerarios, de última enfermedad, de sellos, de inventario y de venta del
mobiliario, que son privilegiados. El curador de una sucesión vacante no tiene que ser
puesto personalmente en causa, ni tiene el derecho de intervenir sobre la discusión de
saber si una persona tiene o no la calidad de heredero. El curador puede ser condenado
personalmente a los gastos de contestaciones presentadas en razón de la sucesión
vacante, si estas contestaciones provienen de su mala administración. Pero los tribunales
deben acordar los gastos contra él con extrema reserva, cuando ha actuado de buena fe y
con prudencia, aun cuando sucumba. Si se presentan dificultades sobre el pago de todos
los gastos y cuentas que conciernen a la liquidación de una sucesión vacante, el asunto
debe ser llevado por ante el tribunal de la apertura de la sucesión. (Chauveau, M.A. y M.
Glandaz. 1939. Formulaire Général et Complet de Procédure Civile, Commerciale et
Administrative. 12º ed., t. II, pp. 714-715).

LIBRO III

TÍTULO ÚNICO

DEL ARBITRAJE

Tabla de Contenido

1. El arbitraje. Definición
2. Naturaleza del arbitraje
3. Clases de arbitraje
4. Otros medios alternativos de solución de conflictos
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. El arbitraje. Definición

Las partes envueltas en un litigio no se encuentran obligadas a someter sus diferencias a


los tribunales, salvo aquellas que estén relacionadas con el orden público o las buenas
costumbres, por tanto, pueden someter sus litigios a la decisión de particulares, dignos
de su confianza, es decir, una persona de reconocida integridad y reputación, y si es
posible, con conocimientos técnicos. Así pues, las partes tienen la facultad de nombrar
árbitros o amigables componedores a quienes invisten del poder de decidir el litigio. Esta
es una aplicación del principio de la autonomía de la voluntad y una consecuencia directa
del derecho de propiedad, derecho inherente a la persona humana que confiere a la
misma los poderes de disposición que la ley no les retira expresamente. (Tavares hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va. ed., pp.11-12;
Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 934, p. 437).
“Es facultativo para las partes, aún en el arbitraje formal u obligatorio, nombrar, para
dirimir, arreglar o terminar sus diferencias y contiendas, árbitros o arbitradores o
amigables componedores que decidan sobre ellas sin sujeción a las formas legales”.
(Gatón Richiez, Carlos. 1989. La Jurisprudencia en la República Dominicana: 1865-1938. n.
49, p. 81).

El arbitraje es el modo jurisdiccional de solución de un litigio mediante el cual las partes


confían a particulares llamados árbitros el poder de juzgar sus diferencias y el cual está
reglamentado por la ley, sustrayendo éstos de las jurisdicciones estatales; se trata pues
de una justicia privada cuya fuente es la voluntad de las partes. (De Boisséson, Matthieu.
1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. p. 5; Blanc, Emmanuel et
Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. t. III, p. 769; Cornu, G.,
cita de Cornielle, Paola. 1997. L’Arbitrage dans la République Dominicaine. Mémoire de
DEA. p. 1; Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va.
ed., n.1201, pp.606-607; Castillo Jiménez, César. 2000. Arbitraje internacional: Un
compromiso irrefutable. http://www.enel.net/gacetajudicial/2000/73/arbitraje_int.htm;
Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1992. Répertoire de Contentieux Administratif. t.I, Arbitrage
et Règlement Amiable. n. 4, p. 2).

Cuando se habla de una justicia privada, hay que comprender claramente este concepto,
ya que si bien los árbitros son en principio particulares que obtienen del ordenamiento
jurídico el poder de ejercer una función de ordinario estatal, no existe a priori ningún
obstáculo para que una autoridad pública se encuentre investida de tal competencia. Por
tanto debemos entender por justicia privada, únicamente una justicia distinta del sistema
judicial estatal. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1992. Répertoire de Contentieux-
Administratif. t. I, Arbitrage et Règlement Amiable, n. 8, p. 2).

“El arbitraje: es el procedimiento mediante el cual se somete un conflicto a un tercero o


terceros imparciales escogidos por las partes, quienes acuerdan acatar la decisión rendida
por el o por ellos, luego de que las partes han expuesto sus pretensiones”. (Anteproyecto
de Reglamento de Arbitraje del Consejo de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de
Comercio y Producción de Santo Domingo, Inc., artículo 2.1.).

Tradicionalmente, la justicia arbitral presenta tres calidades: es más rápida, menos


onerosa y sobre todo, más eficaz que la justicia estatal. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les
Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n.1201, p.607).

Las ventajas de la jurisdicción arbitral pueden resumirse en las siguientes: la posibilidad


de tener a disposición una justicia técnicamente especializada; tener acceso a un proceso
más fluido y abreviado sin que ello implique una alteración en los derechos de defensa de
las partes; disminución de la posibilidad de corrupción o parcialidad; beneficiarse de la
confidencialidad; con todo lo cual se disminuyen los riesgos y costos para las partes. El
recurso al arbitraje, a diferencia del proceso estatal, permite a veces preservar las
relaciones de negocios, a pesar del litigio. En fin, el arbitraje puede permanecer secreto,
mientras que la justicia estatal es pública, lo cual, en el mundo de los negocios, es muy
importante. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va.
ed., n. 1201, p. 608 Castillo Jiménez, César. 2000. Arbitraje internacional: un compromiso
irrefutable. http://www.enel.net/gacetajudicial/2000/73 /arbitraje_int.htm).

Para hacer resolver sus litigios por árbitros que hayan elegido, las partes deben expresar,
con la menor ambigüedad posible, su consentimiento en un “contrato arbitral”. El
contrato arbitral es el origen del arbitraje, pero sus efectos se manifiestan hasta el fin del
procedimiento. Este se concluye, sea por la cláusula compromisoria, sea por el
compromiso. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et
International. n. 1, p. 15).
2. Naturaleza del arbitraje

El arbitraje tiene una doble vertiente, una naturaleza mixta: jurisdiccional por su objeto,
ya que, como un juez, la función del árbitro es la de resolver un litigio diciendo el
derecho, es decir, en razón de la sentencia con que culmina; así pues, está investido del
poder de jurisdictio; y convencional por su origen, porque el origen de este poder se
encuentra en un acuerdo de voluntades: el compromiso o la cláusula compromisoria.
También se habla de un aspecto procedimental, en razón del desarrollo de una verdadera
“instancia arbitral”. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit
Civil. 12va. ed., nn.1201 y 1211, pp.608, 613-614; De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit
Français de l’Arbitrage Interne et International. p. 5).

En principio, se encuentran articuladas dos problemáticas, una contractual y otra


jurisdiccional, sin embargo, el arbitraje no es la simple yuxtaposición de un contrato y de
una sentencia; por tanto, está fuera de cuestión aplicar al compromiso el régimen de los
contratos y a la decisión arbitral, el régimen de las sentencias. El laudo arbitral no es
una sentencia; no es el compromiso un contrato como los demás. Hay que separar estas
dos fases completamente distintas, en este sentido debemos hablar entonces de la
autonomía del arbitraje, procedimiento integrado y original más allá de esta doble
naturaleza que se ejerce sobre él. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1992. Répertoire de
Contentieux-Administratif. t. I, Arbitrage et Règlement Amiable. n. 16, p. 3).

“Las consecuencias del carácter voluntario del arbitraje son: 1º se puede renunciar en
todo estado de causa; 2º los árbitros deben, en principio ser nombrados por las partes; 3º
el arbitraje puede ser sustituido en todo estado de causa por la jurisdicción de los
tribunales”. (Req. 23 nov. 1887, D.P. 88.1.208, cita de Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 6, p. 233).

El árbitro, al ser designado por las partes, debe aceptar su misión. Se trata de contrato de
prestación de servicio, no de un mandato, porque el árbitro no representa a las partes; es
generalmente a título oneroso. El árbitro, para llevar su misión a término debe realizar
una serie de actos y su comportamiento está normado por ciertas reglas, por lo que
compromete su responsabilidad contractual cuando falla en su misión; sin embargo, una
parte descontenta de la sentencia no podría comprometer su responsabilidad, por haber
mal juzgado, incluso en caso de anulación de sentencia, salvo dolo manifiesto o
corrupción. El árbitro debe resolver el litigio aplicando las reglas de derecho, sin embargo,
las partes pueden renunciar a la aplicación de las reglas de derecho nombrando al árbitro
como amigable componedor. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de
Droit Civil. 12va. ed., n. 1211, p. 614).

En general el derecho común de los contratos es aplicable a las convenciones de arbitraje,


por lo que las exigencias relativas al consentimiento, a la capacidad, al objeto o a la causa
les serán aplicables. (Cornielle, Paola. 1997. L’Arbitrage dans la République Dominicaine.
Mémoire de DEA. p. 12).

La convención de arbitraje implica varias renuncias: la de ejercer la acción en justicia por


ante el juez estatal; la de apelar la sentencia arbitral; y, en caso de amigable composición,
la aplicación de reglas de derecho al litigio. El ámbito del arbitraje pues, sólo está abierto
a las personas que tienen la capacidad y el poder de disponer; y no trata más que sobre
derechos disponibles. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit
Civil. 12va. ed., n. 1220, p. 617).

3. Clases de arbitraje
El derecho francés distingue entre dos categorías de arbitraje: el arbitraje interno y el
arbitraje internacional. Para definir el arbitraje internacional es necesario apegarse al
criterio del objeto del litigio, es decir, la operación en causa, la cual coincide a veces con
el objeto del contrato. Así pues, es suficiente con que la operación interese a más de un
país para que se trate del arbitraje internacional, sin importar la nacionalidad de las
partes, o su domicilio, o el lugar de la conclusión o la ejecución del contrato. (Gautier,
Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., nn. 1208 y 1209,
pp. 611-612).

También existe otra clasificación de la convención de arbitraje que distingue el arbitraje


“ad hoc”, que es cuando el compromiso contiene la designación del o de los árbitros; del
institucional, que es cuando el compromiso contiene las modalidades de designación del o
de los árbitros reenviando a un reglamento de arbitraje, se trata de una institución de
arbitraje que lo administrará. (Cornielle, Paola. 1997. L’Arbitrage dans la République
Dominicaine. Mémoire de DEA. p. 21; Lexinter. 1999. Arbitrage et Règlement des Différends:
Arbitrage International. http://www.lexinter.net/ WEB7/arbitrageint.htm; Velázquez,
Jacqueline. 1996. La Solución de los Conflictos. El Proceso Arbitral. Fundación
Institucionalidad y Justicia, Inc., 1ra. ed., V. III, Nº129, p.100).

Se puede hablar igualmente de arbitraje “en derecho”, cuando se trata de aquel en que los
árbitros están en la obligación de conducirse y de decidir de acuerdo a las normas legales
y procesales escogidas por las partes; y de arbitraje “en equidad”, cuando las partes de
manera expresa facultan al árbitro o los árbitros de decidir como amigable componedor,
de acuerdo a su mejor saber y entender. (Anteproyecto de Reglamento de Arbitraje del
Consejo de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Comercio y Producción de Santo
Domingo, Inc., artículo 2: nn. 2.2, 2.3.)

4. Otros medios alternativos de solución de conflictos

El arbitraje presenta tres caracteres esenciales: implica la existencia de un litigio, resuelto


por la decisión de un tercero, la cual se impone a las partes. Es la ausencia de uno de
estos elementos que permite distinguir al arbitraje de instituciones similares, como la
transacción, la conciliación y el experticio. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats
Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1203, p. 609).

El arbitraje, como la transacción, nace por la convención entre las partes y tiene por
objeto la solución de un litigio. Ahora bien, la transacción es un contrato, mientras que la
sentencia arbitral es un acto jurisdiccional: los recursos de que disponen las partes no
son los mismos. La diferencia entre ambos se basa en que la transacción constata una
renuncia recíproca de las partes a su acción; implica, de inmediato, concesiones
recíprocas, que terminan el litigio. Por el contrario, con el arbitraje se mantienen las
pretensiones de las partes; el árbitro puede consagrar totalmente una de ellas. (Gautier,
Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n.1204, p. 609).

Tanto la conciliación como la mediación, así como el arbitraje, permiten poner término a
un litigio, por la intervención de un tercero, conciliador, mediador o árbitro; todos son
procedimientos convencionales. La diferencia entre los dos primeros y el arbitraje se basa
esencialmente en la autoridad de la decisión del tercero que interviene. La decisión del
árbitro se les impone a las partes, se trata de un acto jurisdiccional. Las proposiciones del
mediador o del conciliador, sin embargo, deben ser aceptadas por las partes: sólo este
acuerdo les da fuerza obligatoria. Por otra parte, el ámbito de las convenciones de
arbitraje está limitado por una serie de reglas que no se imponen en materia de
conciliación. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et
International. n. 227, p. 192; Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de
Droit Civil. 12va. ed., n. 1205, p. 610).
La mediación es una manera de tratar de transar una disputa. Toma lugar antes de un
arbitraje o antes de una demanda judicial; por su parte, el arbitraje se produce en vez de
la vía judicial; es decir, se trata de una institución para la solución de disputas que se
utiliza en lugar de radicar una demanda ante el Poder Judicial. (Rooney, John. 1997.
Arbitraje y Mediación. Transcripción de la IV Agenda. Colección Forum Permanente.
Comisionado para la Reforma y Modernización de la Justicia. p. 187).

Para distinguir la misión del arbitraje de la misión del experticio, la jurisprudencia ha


presentado dos criterios, uno objetivo: la existencia de un litigio, y otro subjetivo: la
voluntad de las partes de hacer resolver un diferendo. El experto interviene en un litigio
sólo para aclarar a las partes, al juez o al árbitro sobre ciertos elementos técnicos; da sólo
una opinión, el objeto de su intervención se circunscribe a una cuestión técnica. Así
pues, para diferenciar al experticio del arbitraje, el criterio dependerá de la misión que se
le confía al tercero: resolver el litigio mediante una decisión o dar una opinión. (De
Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 217,
p. 182; Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n.
1206, p. 610)

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El Proyecto de Código de Procedimiento Civil deroga las disposiciones actuales relativas al


arbitraje, y amplía de forma considerable las disposiciones referentes a esta institución.
El arbitraje se encuentra entonces en el Libro quinto del proyecto, y comprende seis
títulos. A pesar de todo lo anterior, el proyecto no ofrece la definición del arbitraje.

Las disposiciones relativas al arbitraje en nuestro proyecto de código son muy similares a
las que se encuentran vigentes en la actualidad en el sistema jurídico francés.

El arbitraje en el proyecto de código mantiene su naturaleza tripartita: contractual o


convencional, jurisdiccional y procedural o procedimental.

A diferencia del código actual, el proyecto distingue entre las dos clases de arbitraje: el
interno y el internacional. Las disposiciones relativas al arbitraje internacional se
encuentran comprendidas en los artículos 1553 al 1558.

El artículo 1553 del proyecto define el concepto de arbitraje internacional cuando expresa
que “es internacional el arbitraje que pone en causa los intereses del comercio
internacional”.

Esta definición del arbitraje internacional, es idéntica a aquella establecida en el Nuevo


Código de Procedimiento Civil francés y es interpretada como el arbitraje que es ventilado
en una nación distinta al Estado de las partes involucradas en el arbitraje; o que los
efectos se producen en un Estado diferente al de las partes o si la decisión afecta a
personas de más de un Estado.

Con respecto a los otros medios alternativos de solución de conflictos, el proyecto de


código de procedimiento civil, además del arbitraje, introduce las figuras de la
conciliación y de la mediación. La conciliación es tratada primero por el artículo 36 del
proyecto, el cual se encuentra ubicado en el Libro Primero que trata de las disposiciones
comunes a todas las jurisdicciones, Título I sobre las disposiciones preliminares, Capítulo
IX, artículo que establece que “pertenece a la misión del tribunal conciliar a las partes”; y
vuelve a ser abordada, ya más ampliamente, en el mismo Libro, pero esta vez en el Título
VI, Capítulo I; y abarca desde el artículo 161 al 171.
La mediación, en el proyecto, es una figura que le permite al juez designar a un tercero,
con el acuerdo de las partes, facultad esta que tiene por finalidad la de encontrar una
solución al conflicto con anterioridad al inicio del proceso judicial. Señala el proyecto que
esta facultad “pertenece igualmente al juez de los referimientos en el curso de la
instancia”.

En cuanto a la conciliación, ésta es tratada en el Libro Primero, Título VI, Capítulo I, del
proyecto de código comprendiendo desde el artículo 161 al 171. Cabe señalar, que en este
caso, la iniciativa de conciliar corresponde tanto a las partes mismas como al juez; y que
la misma puede producirse en cualquier etapa del proceso.

Así pues, el Proyecto de Código de Procedimiento Civil ofrece una visión más amplia y
clara de la institución arbitral, regulando todos los aspectos del arbitraje, así como los
conceptos que quedan sin responder en el Código actual.

ARTÍCULO 1003

(Mod. por la Ley No. 845 del 15 de julio de 1978). Toda persona puede establecer
compromisos sobre los derechos de que puede disponer libremente.
Cuando surjan dificultades, si no interviene un acuerdo para la designación de árbitros,
la parte más diligente intimará a las otras partes, por acto de alguacil, para que designe
los árbitros en un plazo de 8 días francos. Esta intimación contendrá el nombre y el
domicilio del árbitro escogido por el demandante. Si en el plazo impartido, los
demandados no hacen conocer el nombre de los árbitros escogidos por ellos, el
presidente del tribunal de comercio competente en virtud del artículo 420 del Código de
Procedimiento Civil procederá, sobre instancia del demandante, a su designación. La
ordenanza no será susceptible de ningún recurso. Copia de la instancia y de la
ordenanza será notificada en el plazo de 8 días francos, a los demandados, así como a los
árbitros con requerimientos de proceder al arbitraje.
Los artículos 1003 al 1028 del Código de Procedimiento Civil son aplicables en
tanto que no sean contrarios a la presente Ley.

Tabla de Contenido

1. El compromiso
2. Quiénes pueden establecer compromisos
3. Designación de los árbitros
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. El compromiso

El compromiso es una convención o contrato entre dos o más personas, que es concluído
luego de nacido un litigio entre ellas y mediante el cual, éstas convienen que sus
diferencias serán llevadas, no ante las jurisdicciones ordinarias o estatales, sino ante uno
o más árbitros elegidos por ellas; esta es una facultad grave que no puede abandonarse
íntegramente al capricho de las partes. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux.
Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1260, p. 629; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 939, p. 441).

El compromiso produce los mismos efectos que la cláusula compromisoria una vez ha
nacido el litigio. Este prohibe a las partes recurrir a las jurisdicciones estatales – salvo
como auxiliares del arbitraje – y les obliga a cooperar con la instancia arbitral. La
existencia de una cláusula compromisoria válida hace inútil la conclusión de un
compromiso. El árbitro obtiene su investidura de la cláusula. Una convención puede sin
embargo intervenir entre las partes luego del nacimiento del litigio, permitiendo completar
e incluso modificar, el contenido de la cláusula compromisoria, con respecto a un litigio
particular. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va.
ed., nn. 1261-1262, p. 629).

La característica del compromiso es que éste sólo trata sobre un litigio que ha nacido y
debe recibir una solución confiada a árbitros; es esto lo que lo diferencia de la cláusula
compromisoria que trata sobre litigios por nacer. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986.
Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. t. III, p. 777).

La prueba de la existencia y del contenido del compromiso son indispensables para la


validez de la futura sentencia arbitral. En efecto, la ausencia de convención de arbitraje
es una causa de nulidad de la sentencia, así como la violación por parte del árbitro de su
misión, o más allá del objeto del litigio. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux.
Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1264, p. 630).

2. Quiénes pueden establecer compromisos

El artículo 1003 del Código de Procedimiento Civil presenta el principio de la libertad de


someter un litigio al arbitraje. Pero contiene en sí mismo su limitación porque las partes
no pueden sustraer al juez del examen de los derechos indisponibles. Por interpretación a
contrario, establece la prohibición de comprometerse a todas las personas que no tienen
la libre disposición de sus derechos, es decir, a los incapaces y a los establecimientos
públicos. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. t. III,
p. 773; (Cornielle, Paola. 1997. L’Arbitrage dans la République Dominicaine. Mémoire de
DEA. p. 13).

Las partes deben tener capacidad para poder estar en justicia, pero además, la necesaria
para poder disponer del derecho litigioso, en otras palabras, es necesario poseer la
capacidad de comprometerse o el poder de comprometer a un tercero; así pues, los
incapaces no pueden concluir por ellos mismos una convención de arbitraje, así, el menor
no emancipado y el incapaz mayor, no pueden comprometerse, como tampoco lo pueden
hacer el administrador de los bienes de un ausente, el mandatario general, ni el
encargado de una liquidación de bienes; en lo que respecta al representante, se aplican
las reglas concernientes a la renuncia de un derecho. De igual modo, es necesario que el
objeto del litigio sea de una naturaleza tal que permita llegar al compromiso. (Gautier,
Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1221, pp. 617-
618; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., nn. 940-941, pp.
441; Cornielle, Paola. 1997. L’Arbitrage dans la République Dominicaine. Mémoire de DEA.
p. 12; De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et
International. n. 153, p. 127)

El poder de administrar los bienes ajenos no comprende aquel de comprometerlo en una


convención de arbitraje. (…) El mandatario convencional debe estar provisto de un poder
expreso para comprometer o aceptar una cláusula compromisoria, así como para
prorrogar el plazo del arbitraje. En efecto, se trata de un acto de disposición, distinto de la
transacción y más grave que ésta. El poder de administrar no comprende aquel de
disponer, incluso de los derechos consecuencia de un acto de administración. En cuanto
a los representantes de las personas morales de derecho privado, pueden comprometer a
aquellas por una convención de arbitraje, en la medida en que tengan poder de disponer
del derecho litigioso. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit
Civil. 12va. ed., n. 1222, p. 618).
3. Designación de los árbitros

“Aunque por la redacción de la disposición (…) [del párrafo del artículo 1003, añadido por
la ley 845 de 1978], parece que ésta se aplica exclusivamente a la materia comercial, nos
parece que la disposición es de carácter general, aplicable por consiguiente a los casos de
arbitrajes en materia civil principalmente por ser el art. 1003 una disposición de derecho
común”. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. vol.
II., 8va. ed., p.169-170).

“La designación de los árbitros es una formalidad esencial. Si él o los árbitros no aceptan
su designación, el compromiso es caduco”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. II, 4ta. ed., n. 943, p. 442).

Ha sido juzgado necesario de hacer participar a las partes en la designación de los


árbitros; pues la sentencia será más fácilmente recibida y ejecutada ya que la elección de
los árbitros encontró el asentimiento de los interesados. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte.
1986. Nouveau Code de Procédure Civile. t. III, p. 783).
En el caso en que una de las partes en una cláusula compromisoria no quiera someterse
a ella, la Corte de Casación francesa ha reconocido al juez de los referimientos el poder de
designar a los árbitros. (Cézar-Bru, Ch. et P. Hébraud. 1970. La Juridiction du Président du
Tribunal: Traité des Référés. T. I, n. 114, p. 213).
Esta disposición tiende a evitar un bloqueo en la constitución del tribunal arbitral. Ella
instituye un mecanismo particular, y presenta cierta especificidad a partir del momento
en que la ordenanza rendida por el Presidente del Tribunal no es susceptible de ningún
recurso; y, una vez puesto en marcha el arbitraje, tiene un carácter obligatorio para las
partes. (Cornielle, Paola. 1997. L’Arbitrage dans la République Dominicaine. Mémoire de
DEA. p. 35)

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El compomiso se encuentra establecido en el artículo 1509 del proyecto, en el cual se


define a éste como “la convención por la cual las partes, en un litigio ya nacido, someten
éste al arbitraje de una o varias personas”; a diferencia del código actual, el proyecto
ofrece una definición del compromiso lo cual es útil para diferenciarla de la cláusula
compromisoria y para establecer el momento en que puede establecerse un compromiso.

Por otra parte, el artículo 1512 establece que “las partes tienen facultad de
comprometerse aún en el curso de una instancia ya iniciada ante otra jurisdicción”.

En lo que respecta a las personas que pueden establecer compromisos, la reforma de


nuestro ordenamiento jurídico en materia civil y procesal civil, prevé incluir este aspecto
del arbitraje en el proyecto de código civil, específicamente en los artículos 2059 y 2060
de dicho proyecto, tal y como se encuentra previsto en el código civil francés.

Estas disposiciones se encuentran en el libro tercero del proyecto de código civil, que
trata de los diferentes modos de adquirir la propiedad; y bajo el título XV bis que trata del
compromiso.

El artículo 2059 repite el primer párrafo del actual artículo 1003, manteniendo el
principio de la libertad de someter los litigios al arbitraje.

El artículo 2060, sin embargo, trata únicamente de los derechos de los cuales no se
puede disponer y los cuales veremos en las anotaciones del artículo 1004 con más detalle.
El segundo párrafo del artículo 1517 del proyecto prevé la situación en que las partes no
se pongan de acuerdo en la designación de los árbitros, en este caso, la persona
encargada de organizar el arbitraje “invitará a cada parte a designar un árbitro”,
procediendo, si es necesario, a la designación del árbitro que complete el tribunal arbitral.
Si las partes no designan a los árbitros, esta tarea corresponderá a la persona encargada
de la organización del arbitraje.

Si se presentan dificultades en las modalidades de designación de los árbitros, o porque


se produzca su designación en número par, o bien porque no se ha fijado el plazo para su
misión, o se produjera recusación, se apoderará al presidente del tribunal en atribuciones
de referimiento, ya sea por una de las partes o el mismo tribunal arbitral, el cual
estatuirá mediante una ordenanza no susceptible de recursos; pero podrá ser recurrida
en apelación cuando el juez declara que no hay lugar a la designación, basado en la
nulidad de la cláusula o en su insuficiencia para constituir el tribunal arbitral. El
procedimiento a seguir para esta apelación es el mismo que en materia de impugnación
(le contredit). El tribunal competente es el designado por la convención de arbitraje o, a
falta de designación, será aquel de la jurisdicción de las operaciones del arbitraje, o bien,
ante el silencio de la convención, lo será el tribunal del domicilio del o uno de los
demandados en el incidente, y si éste no está domiciliado en el país, lo será el tribunal del
domicilio del demandante. (artículo 1519).

ARTÍCULO 1004

No pueden establecerse compromisos, sobre los dones y legados de alimentos,


alojamiento y vestidos; sobre las separaciones entre marido y mujer, ni en las
cuestiones de estado personal; sobre las causas que conciernen al orden público,
al Estado, a los bienes nacionales, a los municipios, establecimientos públicos,
dones y legados en beneficio de los pobres; sobre las concernientes a las tutelas,
menores y sujetos a interdicción; sobre las que conciernan o interesen a personas
que se presuman ausentes; y generalmente sobre todas las que estén
encomendadas a la defensa de un curador.

Tabla de Contenido

1. Derechos no susceptibles compromisos


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Derechos no susceptibles compromisos

La prohibición del artículo 1004 relativa a los dones y legados de alimentos, alojamiento y
vestidos, se trata de una protección comparable a aquella que garantiza a los
beneficiarios de alimentos. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 74, p. 238).

“Como estas prohibiciones son de carácter excepcional, deben ser interpretadas


restrictivamente. Es por ello que se ha dicho y juzgado que los alimentos (…) cuando
están estipulados en un contrato oneroso podrían dar lugar al arbitraje (…). (Req. 7
febrero 1826, Jur. gén., eod. Vº, nº315; Besançon, 18 marzo 1828, ibid., nn. 314-316; cita
de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Arbitrage, n. 75, p. 238).

Se excluyen del arbitraje los litigios relativos al estado y capacidad de las personas, y, de
una manera general, aquellos que tratan sobre los derechos fuera del comercio jurídico.
Igualmente, aquellos cuyo ejercicio afecta al interés público y aquellos a los que la ley
prohibe renunciar. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil.
12va. ed., n. 1224, pp. 619-620).

En virtud del principio de la prohibición de establecer compromisos sobre cuestiones


concernientes al estado de las personas, el compromiso está prohibido sobre cuestiones
de nacionalidad, de filiación, de validez, de nulidad o de la existencia de un matrimonio.
(Bastia, 22 marzo 1831, Jur. gén., eod. Vº, nº305, cita de Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 78, p. 238).

Pero la cuestión sobre el orden de sucesión de las personas no son cuestiones que
conciernen al estado por lo que pueden ser objeto de compromisos. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 79, p.
238).

La prohibición de comprometer con respecto a materias que interesen al orden público no


significa que el árbitro no pueda aplicar una regla de orden público y en consecuencia
conozca, en el arbitraje interno o internacional, un litigio en el que intervenga tal regla. La
regla tiene dos sentidos complementarios: por un lado, la sentencia arbitral no puede
violar una regla de orden público interno o internacional a pena de nulidad. (…) esta es
una aplicación del artículo 6 del Código Civil. Por otra parte, (…) el árbitro sería
incompetente para pronunciar la nulidad de una convención contraria al orden público.
(Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1228,
p. 621).

Tradicionalmente, cuando el contrato sobre el cual el árbitro debe pronunciarse es


contrario al orden público, la convención de arbitraje, teniendo en sí misma un objeto
ilícito, es igualmente nula. El árbitro debe declararse incompetente. (Gautier, Pierre Yves.
1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1229, p. 621).

En República Dominicana, la única excepción que existe con respecto a la disposición del
artículo 1004 del código de procedimiento civil es la consagrada por la ley 5087 de 1984,
que instituye las Cámaras de Comercio y de Producción en el Distrito Nacional. En su
artículo 15, párrafo primero establece que entre los diferendos que puede conocer el
Consejo de Conciliación y de Arbitraje se encuentran aquellos que nacen entre uno o
varios miembros de la Cámara y el Estado o una cualquiera de sus dependencias, sean
éstas municipalidades, organismos, empresas e instituciones autónomas y
descentralizadas del Estado y órganos de la administración pública en general, sin tener
en cuenta la naturaleza del diferendo. Fuera de este caso particular, la disposición del
artículo 1004 continúa siendo aplicable. (Cornielle, Paola. 1997. L’Arbitrage dans la
République Dominicaine. Mémoire de DEA. pp. 15-16)

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Las disposiciones que pretenden sustituir a los artículos 1003 y 1004 del actual código,
se encuentran previstas en el proyecto de código civil; la que respecta al artículo 1004, se
encuentra prevista en el artículo 2060 del dicho proyecto de código.

Así pues, el artículo 2060 establece que “No se puede comprometer las cuestiones de
estado y de la capacidad de las personas, tales como las relativas al divorcio o sobre las
cuestiones que conciernen a la administración pública y los establecimientos públicos y
de manera general todos los asuntos que interesan al orden público”.

Este artículo trata aspectos distintos, pero correlacionados, a saber: la imposibilidad de


establecer compromisos sobre las materias enumeradas, limitándolas a las cuestiones
relativas al estado y a la capacidad, mientras que el actual código establece limitaciones
más amplias, por lo que esta disposición del proyecto de código civil presenta una gran
flexibilidad en lo que respecta a las limitaciones para el compromiso.

Por otro lado, señala la imposibilidad de comprometer en lo que se refiere a las cuestiones
que conciernen a la administración pública y los establecimientos públicos y a todos los
asuntos que interesan al orden público. Esta disposición del proyecto de código civil
repite aquellas del artículo 1004 del código de procedimiento civil actual, con ciertas
diferencias.

De ser aprobado el proyecto de código civil y el de procedimiento civil, las prohibiciones se


limitarían a las precedentemente enumeradas, y las personas quedarían con libertad de
comprometer sobre asuntos relativos a los dones y legados de alimentos, alojamiento y
vestidos; los dones y legados en beneficio de los pobres y los asuntos que interesen a
personas que se presuman ausentes.

Pero el artículo 2060 del proyecto de código civil tiene un párrafo que señala que “todas
las instituciones públicas de carácter industrial y comercial pueden comprometerse salvo
que la ley disponga lo contrario”. Es así como se abre la posibilidad a los establecimientos
públicos de establecer compromisos siempre que no sean contrarios a la ley.

Tanto las reformas del artículo anterior como las del presente, que podrían ser hechas por
el Proyecto de Código Civil, nos hacen preguntarnos lo que pasaría de no ser aprobados
simultáneamente el Proyecto de Código de Procedimiento Civil, con el del Código Civil;
ésto crearía un vacío que provocaría grandes confusiones.

ARTÍCULO 1005

El compromiso podrá hacerse por medio de un acta ante los árbitros elegidos o por
instrumento ante notario o bajo firma privada.

Tabla de Contenido

1. Condiciones del compromiso


2. Forma del compromiso
3. Cláusula compromisoria
4. Nulidades
5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Condiciones del compromiso

En general, el derecho común de los contratos es aplicable a las convenciones de


arbitraje. Así, las exigencias relativas a la expresión del consentimiento, con algunas
variantes referentes a la administración de la prueba de la existencia del mismo; las
exigencias referentes a la capacidad y al poder, al objeto o a la causa les serán aplicables,
así como la prohibición de someter al arbitraje litigios que conciernan al orden público.
Sin embargo, la puesta en marcha en materia de arbitraje presenta especificidades
ligadas a la persona del signatario o a la materia tratada. (Cornielle, Paola. 1997.
L’Arbitrage dans la République Dominicaine. Mémoire de DEA. p. 12; De Boisséson,
Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 152, pp. 126 y
139).
La formación del compromiso se cumple con el respeto de ciertas reglas: exigencia de un
escrito, determinación del objeto del litigio y designación de los árbitros. (De Boisséson,
Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 139, p. 116)

El consentimiento debe estar exento de vicios, a falta de lo cual es nulo. Estos vicios son
el error, el dolo, la violencia y, por lo menos teóricamente, la lesión. El error trata sobre el
objeto del litigio, la identidad de las partes, sobre la inexactitud o falsedad de las piezas
que habían hecho que una de las partes concluyera la convención de arbitraje, sobre tal o
cual calidad atribuida en el momento de la convención a las partes por los árbitros, etc.
(Paris, 8 mayo 1970: Rev. Arb. 1970, p. 80 et D., 1970, p. 635; Cass. civ. 2 e, 6 diciembre
1972: Rev. arb. 1974, p. 94, cita de De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de
l’Arbitrage Interne et International. n.183, p. 139)

2. Forma del compromiso

El compromiso debe constar por escrito, lo cual parece descartar que el mismo se pueda
probar por medio de testigos; este escrito puede hacerse mediante un proceso verbal
firmado por las partes y el árbitro, lo cual es muy utilizado en la práctica. A falta de
escrito, se admite que el compromiso se pueda probar por confesión o por juramento, esto
fue bastante discutido, hasta que la jurisprudencia se pronunció en su favor. La forma
escrita es exigida ad probationem y no ad validatem (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 943, p. 442; Cornielle, Paola. 1997. L’Arbitrage dans la
République Dominicaine. Mémoire de DEA. p. 21; Req. 9 junio 1868, D.P. 1869-1-85, cita de
Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. t. III,
p. 779).

El escrito podrá ser un acto bajo firma privada entre las partes, pero también un
intercambio de cartas, un acto notarial o incluso una decisión de justicia dando
constancia del acuerdo a las partes. (Gavalda, De Leyssac, cita de Cornielle, Paola. 1997.
L’Arbitrage dans la République Dominicaine. Mémoire de DEA. p. 21).

Las condiciones de forma establecidas para la validez de las convenciones de arbitraje y


que se refieren a la exigencia de un escrito, si bien pueden tener otras finalidades, la
principal es la de evitar las dificultades de prueba de su contenido. Fuera de las
condiciones legales, las partes pueden también prever otras disposiciones que organizan
el procedimiento arbitral. (Cornielle, Paola. 1997. L’Arbitrage dans la République
Dominicaine. Mémoire de DEA. pp. 24 y 26).

La jurisprudencia francesa, luego de haber exigido la prueba por escrito del compromiso,
a pena de nulidad, proclama que el compromiso era un acto consensual cuya prueba
puede ser hecha por todos los medios. (Cass. Req., 13 enero 1931, Gaz. pal. 1931, I,
p.394; Cappel Paris, 27 marzo 1962, Rev. Arb. 1962, p. 45, cita de Cornielle, Paola. 1997.
L’Arbitrage dans la République Dominicaine. Mémoire de DEA. p. 25)

3. Cláusula compromisoria

La cláusula compromisoria es aquella por la cual los contratantes deciden someter sus
litigios eventuales al arbitraje, comprometiéndose por adelantado a firmar, el día que
sobrevenga entre ellos un diferendo, un compromiso. Como se puede notar la cláusula se
refiere a un proceso eventual, indeterminado en su objeto. Se trata de una cláusula
inserta en un contrato, sin embargo, es una convención distinta y autónoma que hace,
por ella misma, la ley entre las partes y el juez. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit
Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 74, p. 72; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 945, p. 442).
La cláusula compromisoria constituye una renuncia más grave que el compromiso: en el
momento en que las partes se comprometen, ignoran si habrá litigio entre ellas, y cuál
será su objeto. Es por ello que, en derecho interno, suscita una gran desconfianza. La
cláusula compromisoria está generalmente inserta en un contrato, en la cual ésta
constituye un artículo. A diferencia de ciertas cláusulas secundarias (…) ésta no está
destinada a asegurar la ejecución del contrato, por lo menos no directamente. Su objeto,
el litigio (…) es diferente del objeto del contrato. De ahí, una cierta autonomía de la
cláusula compromisoria, incluso en derecho interno: las partes se comprometen en
calidad de co-litigantes eventuales; lo cual explica que los efectos de la cláusula puedan
no producirse exactamente entre las mismas personas que los efectos del contrato. (…) la
cláusula compromisoria presenta una cierta independencia frente al contrato que la
contiene. (…) el árbitro seguirá siendo competente, sobre la validez o los límites de su
investidura, aún cuando una de las partes invoque la nulidad del contrato, la cual
conlleva la nulidad de la cláusula. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux.
Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1240, p.623)

Como el contrato mismo, la cláusula compromisoria implica un intercambio de


consentimientos entre personas capaces. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats
Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1240, p. 623)

La validez de esta cláusula por la cual las partes se comprometen a someter a árbitros
todo diferendo que podría surgir en el futuro a propósito de la ejecución del contrato fue
juzgado por la Corte de Casación como incompatible con la disposición del artículo 1005
del código de procedimiento civil en razón de la ausencia de determinación del objeto del
litigio y a menudo, de la designación de los árbitros. (Civ. 10 julio 1843, D.P. 1843-1-343,
S. 1843-1-562, cita de Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure
Civile Commenté. t. III, p. 770).

Los cuatro efectos fundamentales de la cláusula compromisoria son: la autonomía parcial


de la regla arbitral con respecto al contrato; su carácter obligatorio para los
cocontratantes; su prioridad con respecto a las reglas de competencia judicial; y los
medios adoptados para asegurar su ejecución. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit
Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 74, p. 72).

La cláusula compromisoria no es una promesa de compromiso: ella obliga a las partes a


poner en marcha el arbitraje, en caso de litigio. Debe pues comprender, desde su
conclusión, los elementos que lo permitirán, sin que un nuevo acuerdo intervenga. De ahí
la necesidad de un escrito, suficientemente preciso. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les
Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1243, p. 625).

La cláusula compromisoria deja de producir sus efectos por: la renuncia de los


contratantes; la expiración del plazo previsto en el contrato; por el hecho de los árbitros; o
por la existencia de una solución jurisdiccional o transaccional del litigio. (De Boisséson,
Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. p. 102).

La cláusula compromisoria debe designar el o los árbitros, o prever las modalidades de su


designación. Esta disposición se explica por dos consideraciones: la voluntad de proteger
a las partes, que se dirigen con anterioridad a un juez privado del cual deben aprobar por
lo menos el modo de designación; basta, a este respecto, con que ellas se refieran a un
reglamento de arbitraje, previendo éste las modalidades de designación del tribunal
arbitral; y sobre todo, el asunto de permitir la aplicación directa de la cláusula con la
constitución del tribunal arbitral. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux.
Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1244, p. 626).
Cuando las partes concluyen una cláusula compromisoria válida pero en el momento del
litigio una de las personas es incapaz, los efectos de la cláusula son interrumpidos; en
efecto, la capacidad de comprometer debe existir a todo lo largo de las operaciones del
arbitraje. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et
International. n. 132a, pp. 107-108).

La cláusula compromisoria obliga a hacer y a no hacer. En caso de dificultades de


interpretación, el árbitro o el juez podrá interpretarla, conforme al derecho de las
obligaciones. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va.
ed., n. 1245, p. 626).

Como la calidad de comerciante no es una condición de validez de la cláusula, si, al


momento del litigio, una de las partes deja de ser comerciante, continúa estando
obligadas por la misma. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage
Interne et International. n. 132b, p. 108)

Las partes se obligan igualmente a no apoderar del litigio a una jurisdicción estatal. Por
efecto de la cláusula compromisoria, ésta es incompetente, salvo limitados casos
(urgencia, procedimientos de ejecución); el tribunal debe constatarlo, si una de las partes
lo apodera. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va.
ed., n. 1245, p. 627)

El compromiso y la cláusula compromisoria ligan a las partes que los han firmado, los
herederos se mantienen, como continuadores jurídicos de la persona del contratante
fallecido, obligados por el compromiso o la cláusula compromisoria. (De Boisséson,
Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 132c, p. 108).

Como toda convención, la cláusula compromisoria sólo produce efectos entre las partes
contratantes. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil.
12va. ed., n. 1247, p. 627)

Como la cláusula compromisoria es cada día más usual en los contratos comerciales, es
por ello el accesorio de un contrato. La cesión se acompaña de la transferencia de la
cláusula. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et
International. n. 132d, pp. 108-109)

“la cláusula compromisoria incluída en un contrato de transporte es válida con respecto


al asegurador del transportista que se encuentra subrogado en los derechos de este
último”. (Cass. civ., 13 mayo 1960; Rev. Crit. DIP, 1961, p. 333, cita de De Boisséson,
Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 132e, p. 109)

La persona beneficiaria de una estipulación por otro, no puede prevalerse de la cláusula


compromisoria que liga únicamente al estipulante y a su cocontratante. (Cass. com., 4
junio 1985: Bull. civ., IV, nº178, p. 149; Rev. arb., 1987, pp. 140 y s, cita de De
Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n.
132f, p. 109)

4. Nulidades

Se ha admitido, que la nulidad de la omisión prescrita por el artículo 1005 no es de orden


público. (Cornielle, Paola. 1997. L’Arbitrage dans la République Dominicaine. Mémoire de
DEA. p. 20).

El problema de la redacción de la cláusula compromisoria puede, en caso de arbitraje,


presentarse y ser debatido a todo lo largo del procedimiento. Antes que una sentencia
arbitral sea rendida sobre el fondo del asunto, los árbitros, y eventualmente el juez,
pueden estar obligados a pronunciarse sobre la validez de la cláusula compromisoria en
sí misma. Luego de que una sentencia arbitral haya sido rendida sobre el fondo, el
problema de la nulidad de la cláusula compromisoria puede igualmente reaparecer, en
ocasión de los recursos ejercidos contra la sentencia. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le
Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 22, p. 27).

La cláusula compromisoria es nula, de nulidad absoluta, cuando trata sobre un litigio


donde el arbitraje está prohibido por el orden público. Esta fuente de nulidad concierne a
todas las convenciones de arbitraje, es decir, tanto la cláusula compromisoria como el
compromiso. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et
International. n. 23, p. 28).

En la actualidad, la cláusula compromisoria sólo es eficaz en los casos previstos por la


ley, que son, la materia comercial (en la cual no existe ninguna exigencia de forma) y en
materia de seguros marítimos. Además de los contratos particulares, su ámbito de
elección es el artículo 631 del Código de Comercio. Cuando la cláusula compromisoria no
está autorizada, conlleva a una nulidad relativa, porque la prohibición tiene por
fundamento la protección de una de las partes. La comparecencia voluntaria de las partes
por ante el árbitro vale renuncia a invocar la nulidad. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les
Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1242, p. 625; Cornielle, Paola. 1997.
L’Arbitrage dans la République Dominicaine. Mémoire de DEA. p. 22)

Existen ciertos tipos de litigios que conciernen frecuentemente a las reglas de orden
público; éstos son: la competencia exclusiva de las jurisdicciones estatales y la
intervención de una ley imperativa. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de
l’Arbitrage Interne et International. n. 33, pp. 35-38)

La cláusula compromisoria es nula en materia civil; sin embargo, este principio es


atenuado por el carácter relativo de esta nulidad y por las excepciones a la misma. Esta
nulidad relativa de la cláusula no debe confundirse con la nulidad relativa del
compromiso, ya que el objeto de una cláusula compromisoria nula en razón de su
inserción en un contrato civil, podría ser válidamente el objeto de un compromiso si el
litigio no era eventual, sino nato y actual. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français
de l’Arbitrage Interne et International. nn. 30-40, pp. 40-41).

La nulidad es el principio, la validez es la excepción. Podemos decir que la mayoría de los


contratos entre comerciantes pueden contener válidamente una cláusula compromisoria.
Por el contrario, resulta que una cláusula compromisoria inserta en un acto mixto,
concluido entre un comerciante y un no comerciante, o en un acto civil, es nula. Este
principio de nulidad ha sido establecido por la jurisprudencia y se fundamenta en la
naturaleza de la obligación que liga a las partes y no a la calidad de los cocontratantes.
(Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile. t. III, p. 773-1;
De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n.
51, p. 54).

La cláusula compromisoria es admitida en materia comercial, de acuerdo con los


artículos 631 y siguientes del código de comercio. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit
Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 42, p. 43)

5. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El texto actual, que sólo establece que podrá hacerse el compromiso mediante un acta; al
utilizar el término “podrá”, se infiere que es una posibilidad, por lo que se concluye que
en el caso actual se trata de un acto puramente consensual.
En el caso del proyecto de código, una disposición similar pero más clara, se encuentra
en el artículo 1511, la cual establece de manera precisa que el compromiso debe hacerse
por escrito; es decir, que se resuelven dos asuntos: primero, al utilizar el término “debe”,
se establece la obligación de realizar el acto de este modo; y en segundo término, queda
expresamente determinado que el acto se hará por escrito y no de otro modo.

Ahora bien, el proyecto de código establece en su parte in fine, que el compromiso puede
ser hecho en un acta bajo firma privada firmada por el árbitro y las partes. Es nuestro
entender, que esta parte del artículo 1511, establece la libertad de realizar este
compromiso en la forma deseada, y que una de ellas, es la posibilidad de hacerlo en acta
bajo firma privada, estableciendo la obligación de que la misma deberá estar firmada por
el árbitro y las partes.

Un aspecto innovador del proyecto de código es la regulación de la existencia de la


cláusula compromisoria, cuyas disposiciones se encuentran contenidas en los artículos
1504 al 1508 del proyecto, bajo un capítulo dedicado exclusivamente a ella.

El artículo 1504 define a la cláusula compromisoria como “la convención por la cual las
partes en un contrato se comprometen a someter al arbitraje los litigios que pudieren
originarse en ocasión del contrato”.

El artículo 1505 establece que la cláusula debe hacerse por escrito ya sea en el contrato
mismo o por un documento adicional, estas disposiciones están sancionadas con la
nulidad, así como la obligatoriedad de la designación del o los árbitros o las modalidades
de su designación.

En lo que respecta a la designación de los árbitros, el párrafo del artículo 1505 prevé dos
posibilidades para los contratantes: la designación en la cláusula, o bien, la posibilidad de
prever las modalidades de su designación.

Si existen problemas con la designación de los árbitros con posterioridad al nacimiento


del litigio, ya sea por el hecho de una de las partes o por la ejecución de las modalidades
de la designación, corresponderá al presidente del tribunal de primera instancia designar
a los árbitros, esta disposición se encuentra prevista por el artículo 1506 del proyecto.

En su párrafo, el artículo 1506 establece que en el caso en que la cláusula compromisoria


sea manifiestamente nula o insuficiente para constituir al tribunal arbitral, el presidente
del tribunal de primera instancia lo constatará y declarará que “no hay lugar a su
designación”.

El litigio puede ser sometido al tribunal arbitral por ambas partes o por aquella que sea la
más diligente, esto se encuentra establecido en el artículo 1507 del proyecto.

Finalmente, el artículo 1508 del proyecto establece que la nulidad de la cláusula


compromisoria hace que esta sea reputada como no escrita.

ARTÍCULO 1006

El compromiso expresará la causa del litigio, y los nombres de los árbitros, bajó la pena de
nulidad.
Tabla de Contenido

1. Causa del litigio.


2. Designación de los árbitros
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Causa del litigio.

El compromiso debe obligatoriamente comprender los dos elementos que necesitan la


renuncia y el compromiso para el futuro: el objeto del litigio y la o las personas del o de
los árbitros encargados de resolverlo. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux.
Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1266, p. 631).

El compromiso es válido en materias en las que la cláusula compromisoria, por su propia


naturaleza, no tiene influencia. Es el caso del patrimonio familiar y ciertos aspectos del
derecho de las obligaciones. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage
Interne et International. p. 123)

La determinación del objeto del litigio es un elemento esencial del compromiso, ya que los
árbitros sólo tienen competencia para conocer de las contestaciones que le han sido
sometidas. Las partes pueden conformarse con referirse al reglamento de una institución
de arbitraje, fijando ésta el modo de designación de los árbitros. No deben estatuir fuera
de los límites del compromiso. Su ausencia es sancionada con la nulidad, pero no se trata
de una nulidad de orden público, por lo que puede ser cubierta por las partes, ya sea
completando el compromiso o bien porque acepten debatir la nueva pretensión sometida,
o bien si se abstienen de invocar la nulidad. La exigencia de la determinación del objeto
del litigio ha sido objeto de dos interpretaciones distintas, según que se trata de
determinar cuál es la voluntad de las partes o de apreciar la misión de los árbitros. (De
Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 142,
p. 118; Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile
Commenté. t. III, p. 778; Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit
Civil. 12va. ed., n. 1268, p. 632).

En materia de arbitraje el objeto del litigio debe ser establecido de común acuerdo entre
las partes, ya que sólo la voluntad común fundamenta el recurso al arbitraje. (Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. t. III, p. 778)

El compromiso debe determinar el objeto del litigio. Esta exigencia presenta una doble
utilidad: permite medir exactamente la extensión de la renuncia a apoderar los tribunales
estatales; por vía de consecuencia, aquella de su incompetencia. Permite también
determinar la competencia del árbitro, el objeto de su misión, en vista de un control
eventual de la sentencia. El objeto del litigio es determinado por las pretensiones
respectivas de las partes. El compromiso debe exponerlas, lo más precisamente posible.
Pero los tribunales no son exigentes. Por el contrario, el árbitro no podría estatuir ultra
petita. El objeto del litigio puede ser modificado en el transcurso del arbitraje por una
nueva convención entre las partes, la cual puede ser tácita y resultar, por ejemplo, del
hecho de que acepten sin reservas de discutir un punto nuevo. (Civ. 2, 11 junio 1997, B.
II, nº 169 y Paris, 30 marzo 1962, J.C.P., 62.II.12843, cita de Gautier, Pierre Yves. 1998.
Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1267, p. 631)

Cuando se trata de demostrar que la voluntad de las partes era la de sustraer el litigio de
la competencia de la jurisdicción ordinaria, la jurisprudencia admite que el objeto del
litigio sea formulado en términos generales. (Cass. civ., 30 marzo 1949: JCP, 1951, II,
6180; Paris, 17 enero 1958: Rev. arb., 1958, p. 49; Paris, 20 octubre 1961: JCP, 1961, II,
12372; Rennes, 22 mayo 1963: Gaz. Pal., 1963, 2, p. 294; cita de De Boisséson, Matthieu.
1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 143, p. 118)

La designación del o de los árbitros debe ser seguido de su aceptación. A falta de ello, el
compromiso deviene en caduco. (Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours
de Droit Civil. 12va. ed., n. 1269, p. 632).

“El objeto debe ser susceptible de un contrato. Un objeto que encuadre en el artículo
1128 del código civil: sólo las cosas que están en el comercio, pueden ser objeto de los
contratos. Cuando hay atribución imperativa de competencia, como ocurre en los casos
de la quiebra no se puede acudir al compromiso”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 942, pp. 441-442).

2. Designación de los árbitros

El árbitro o los árbitros, si son más de uno, son designados por las partes en el acta del
compromiso; pero ellas pueden prever las modalidades de su designación por ejemplo
decidiendo que la constitución de un tribunal arbitral, y eventualmente la instancia,
serán cumplidas en aplicación al reglamento de un centro de arbitraje. (Tavares hijo,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. vol. II., 8va. ed., p.450; De
Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 147,
pp. 120-121).

En la actualidad existe en la República Dominicana, la Ley 50-87 sobre Cámaras de


Comercio, que instituye en su Título VI, el Consejo de Conciliación y Arbitraje a los fines
de organizar y fungir como tribunal arbitral por la voluntad de las partes. Este Consejo,
tendrá una lista de personas, miembros de la Cámara de Comercio o no, que actuarán
como amigables componedores o árbitros y el procedimiento arbitral se regirá por las
disposiciones del Reglamento de Conciliación y Arbitraje dictado con este propósito. [Ver
Ley 50-87 sobre Cámaras de Comercio del 4 de junio de 1987].

La elección del árbitro debe resultar de consideraciones que se refieran a la aptitud del
árbitro de rendir justicia. (Cornielle, Paola. 1997. L’Arbitrage dans la République
Dominicaine. p. 28).

Para algunos, el carácter de la misión conferida a los árbitros, es que la misma debe ser
asimilada a un mandato, ya que el árbitro recibe sus poderes de las partes, las cuales
pueden incluso revocarlos y por tanto, sus funciones tienen un carácter puramente
privado. Otros consideran que puede invocarse el artículo primero de la Ley de
Organización Judicial (nº821), alegando que el carácter de la función de los árbitros es
especial, pues se acerca más a la función pública que a la privada. Se distingue entonces
al árbitro del mandatario en que este último actúa bajo las instrucciones del mandante,
mientras que el árbitro subsiste más allá de las instrucciones de la persona que lo
nombra, más allá de la muerte de la parte que deja herederos mayores. Por tanto, es más
parecido a un juez, pues ejerce actos de verdadera jurisdicción, ya que prescribe medidas
de instrucción y dicta sentencia, que se trata de un acto auténtico que tiene autoridad de
la cosa juzgada, faltándole únicamente la aprobación de la jurisdicción estatal para ser
ejecutoria. En conclusión, para ser árbitro es necesario entonces tener el ejercicio de los
derechos civiles y políticos, y que, por lo tanto, los menores y los extranjeros no pueden
ser escogidos como árbitros. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.170).

La designación de los árbitros o de un tercero encargado de elegirlos es también un


elemento esencial del compromiso; pero la nulidad que afecta al compromiso por esta
disposición no es de orden público, por lo que bastaría una designación posterior o por
una comparecencia por ante el árbitro designado irregularmente por un tercero, para que
la nulidad sea cubierta. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procédure Civile Commenté. t. III, p. 779; De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français
de l’Arbitrage Interne et International. n. 147, p. 121; Civ., 21 julio 1893, D.P., 94.I.81, cita
de Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n.
1269, p. 632).

En lo que concierne a las modalidades de la designación de los árbitros, las partes deben
velar porque no exista ninguna ambigüedad sobre la identidad de éstos. La mejor
solución es la de precisar el nombre y apellidos de los árbitros, con sus domicilios. (De
Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 147,
p. 121)

De acuerdo con el Reglamento de Arbitraje de la Cámara de Comercio y Producción del


Distrito Nacional, la lista de árbitros de que dispondrán las partes sometidas a la
organización del arbitraje por parte del Consejo de Conciliación y Arbitraje de la Cámara
de Comercio y Producción, serán escogidos por el Bufete Directivo del Consejo, bajo los
requisitos establecidos en los artículos 11 y siguientes del premencionado reglamento.
Este Reglamento establece un procedimiento propio para la designación, nombramiento y
aceptación de los árbitros, que sería acogido por las partes de someterse al mismo
mediante el compromiso. (Reglamento de Arbitraje de la Cámara de Comercio y Producción
del Distrito Nacional).

“De los principios generales resulta que no puede ser designada árbitro una de las partes
en causa, u otra persona que tenga interés en la contestación. En este caso el
compromiso sería nulo. Tampoco pueden ser escogidos como árbitros: las personas
afectadas por la degradación cívica o por las privaciones previstas en el artículo 42 del C.
Penal, porque no pudiendo ellas ser peritos, no pueden mucho menos ser ábitros; el
interdicto por causa de demencia, porque sus actos son nulos de pleno derecho. Un juez
puede ser escogido como árbitro. Es discutido si se puede confiar el arbitraje
colectivamente a todos los miembros de un tribunal colegiado”. (Tavares hijo, Froilán.
2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.169).

El árbitro es considerado un mandatario ordinario que debe sólo tener capacidad civil y el
goce de sus derechos políticos. Esta es la única exigencia de nuestro código de
procedimiento civil concerniente a las condiciones de capacidad que debe tener la persona
del árbitro. Así pues, una persona tachable u objetable como testigo puede ser árbitro;
también pueden serlo los parientes o aliados en línea recta de una de las partes o
personas unidas a una de las partes o a su cónyuge por parentesco o afinidad colateral.
(Cornielle, Paola. 1997. L’Arbitrage dans la République Dominicaine. p. 29; Tavares hijo,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp.168-169)

“Las partes tienen la facultad, de acuerdo con el art. 1006, de confiar el arbitraje a uno o
a varios árbitros. En caso de que el número de árbitros sea par podría producirse un
empate; para evitarlo es conveniente escoger un número impar de árbitros”. (Tavares hijo,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 168).

La jurisprudencia se ha encargado de consagrar ciertos principios relativos a la capacidad


“moral” de los árbitros, admitidas universalmente. Estos principios tienen una
importancia particular en el derecho internacional del arbitraje y por ello los
encontramos en todas las convenciones internacionales y reglamentos de arbitraje. Uno
de estos principios es el de la independencia del árbitro con respecto a las partes en litis;
de igual forma, la imparcialidad, apreciada no sólo con respecto a las partes, sino con
respecto a la solución a dar al litigio. (Cornielle, Paola. 1997. L’Arbitrage dans la
République Dominicaine. p. 30; Cass., 2 Civ., 13 abril 1972, Rev. arb. 1975.235)
“La persona escogida como árbitro es libre de aceptar o no ese cometido. Su aceptación
puede ser expresa, e intervenir por escrito o verbalmente, puesto que la ley no ha
determinado forma alguna o implícita, la que resulta de todo acto implicativo del propósito
de cumplir su misión, como por ej., si convoca las partes, o si les pide la entrega de los
documentos”. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., pp.170-171).

Las nulidades relativas al arbitraje están doblemente sometidas al derecho común de las
obligaciones y a las reglas de procedimiento civil. Las partes pueden renunciar
expresamente o a menudo tácitamente, no presentándolas. En cuanto a las garantías
fundamentales, comunes a todos los jueces, públicos o privados, encontraremos
particularmente el principio de contradicción y la obligación de motivación. (Gautier,
Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1270, p. 633).

El código no contiene disposición alguna respecto a las condiciones para ser árbitro.
Entendemos que basta la aptitud general para los actos jurídicos. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 946, p. 442; Dalloz, Encyplopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 91, p.
239).

No podrán ser árbitros: los menores, debido a que no tienen capacidad jurídica, incluso
los menores emancipados, porque sólo realizan actos de administración. Para algunos el
menor hábil para ejercer el comercio, puede ser árbitro para los asuntos comerciales;
tampoco puede ser árbitro el interdicto judicial ni el interdicto legal ni aquel que sufre las
sanciones del artículo 42 del código penal. Tampoco pueden serlo los parientes
enumerados en el grado a que se refiere el artículo 378 del código de procedimiento civil
[ver este artículo]. Por otra parte, los árbitros no pueden ser parientes entre ellos en los
grados igualmente prohibidos para los jueces, aunque se trate de amigables
componedores. El quebrado puede ser árbitro, ya que él tiene su capacidad civil. La
función de árbitro no es obligatoria, pero al aceptarla, el árbtiro debe cumplir su misión, a
menos que sea recusado por una causa posterior a su designación. Los árbitros no
pueden ser objeto de demandas en responsabilidad civil, como ocurre con los jueces, pero
se les puede demandar en responsabilidad civil, conforme al derecho común. Aunque no
es necesario mencionar que el árbitro no deba tener interés personal en el asunto, ello es
necesario desde el punto de vista de la imparcialidad. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 947, p. 443; Trib. civ. Toulouse, 3 marzo 1892, D.P.
93.2.223, cita de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Arbitrage, nn. 96-97, p. 239).

“Un juez solo, aún cuando perteneciera al tribunal apoderado del litigio, puede ser
árbitro. No sólo nada se opone, sino que el artículo 378-8 del código de procedimiento
[véase este artículo] establece que puede ser recusado el juez que ha conocido de una
causa “como juez o como árbitro.” (Req. 25 abril 1854, D.P. 54.1.250; 30 julio 1856, D.P.
56.1.405; Civ. 3 marzo 1863, D.P. 63.1.225; cita de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 107, p. 240).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El proyecto de código de procedimiento civil establece la obligación de que en el


compromiso se determine el objeto del litigio, así como la designación de los árbitros o la
modalidad de su designación, todo esto bajo pena de nulidad, esto se encuentra prescrito
en el artículo 1510, con lo cual la única diferencia con el código actual es que se prevé no
sólo la designación de los árbitros, sino también la modalidad de su designación.
Por otra parte, el tercer párrafo del artículo 1510 establece la caducidad del compromiso
cuando el árbitro designado se niega a aceptar la misión que le ha sido confiada. Este
último párrafo del artículo 1510 se corresponde con el actual artículo 1012, sin embargo,
es utilizado el término caducidad en vez de terminación del compromiso.

A partir del artículo 1513 del proyecto se establecen disposiciones comunes tanto al
compromiso como a la cláusula compromisoria. El artículo 1513 particularmente
establece una innovación con respecto a las personas que pueden ser árbitros, pues como
el código actual no contiene ninguna disposición al respecto, se admite que una persona
moral pueda ser designada como árbitro al igual que las personas físicas; sin embargo,
este artículo del proyecto prohibe a las personas morales ejercer las funciones de árbitros
y limita el ejercicio de estas funciones a las personas físicas en pleno ejercicio de sus
derechos civiles.

De acuerdo al párrafo del artículo 1513 del proyecto, cuando la convención arbitral
designa a una persona moral, ésta sólo tendrá la facultad de organizar el arbitraje.

Como hemos mencionado anteriormente, en la actualidad es posible que una persona


moral sea designada como árbitro, y de hecho, la Cámara de Comercio de Santo Domingo,
mediante su Consejo de Conciliación y Arbitraje, actúa de este modo; ahora bien, como se
trata de un Consejo que organiza a través de su Reglamento interno, el arbitraje,
consideramos que, de ser aprobado el proyecto de código, esta ley no crearía ninguna
contradicción y podría subsistir sin problemas.

El párrafo del artículo 1514 señala que el árbitro debe informar a las partes de la
existencia de una causa de recusación, siendo así, éste no podrá aceptar su misión, a
menos que se produzca un acuerdo entre las partes.

El artículo 1517 del proyecto señala que en caso de que una persona física o moral sea
encargada de organizar el arbitraje, la misión será confiada a uno o varios árbitros, pero
éstos deben ser aceptados por todas las partes.

El artículo 1542 del proyecto de código mantiene la sanción de la nulidad con respecto a
la violación de las disposiciones relativas al nombre de los árbitros, añadiendo a esta
disposición, la fecha de la sentencia.

ARTÍCULO 1007

Será válido el compromiso aún cuando en él no se fije el término, en cuyo caso el


cometido de los árbitros no durará sino tres meses desde el día del compromiso.

ARTÍCULO 1008

Durante el término del arbitraje, los árbitros no podrán ser revocados sino por el
consentimiento unánime de las partes.

Tabla de Contenido

1. Plazos. Término del compromiso


2. Efectos del compromiso
3. Revocación de los árbitros
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Plazos. Término del compromiso

Las partes tienen a su cargo el cuidado de decidir el plazo para el compromiso, a falta de
plazo, se fija legalmente un plazo de tres meses. Este plazo empieza a correr a partir de la
fecha del compromiso, sin embargo, las partes tienen la facultad de retrasar este punto de
partida, estableciéndolo, por ejemplo, a partir del día de la aceptación del arbitraje por
parte de los árbitros. Las partes también podrían computar plazos distintos para cada
etapa del arbitraje. Cuando las partes confían el arbitraje a un organismo y el reglamento
de éste fija el plazo, se considera que el mismo ha sido convenido entre las partes. La
fijación del plazo del compromiso está dirigida contra los árbitros. (Req. 13 febrero 1928,
Gaz. Pal. 1938.2.213; París, 9 enero 1958, Gaz. Pal. 1958-1-221; citas de Blanc, Emmanuel
et Jean Viatte. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. t. III, p. 785).

La jurisprudencia admite que el plazo legal o convencional puede ser prorrogado en el


curso de las operaciones de común acuerdo entre las partes. Esta prórroga puede ser
tácita, en este último caso, debe ser manifiesta; esta prórroga se deducirá de la actitud de
las partes, ya sea por la comparecencia, intercambio de notas o de conclusiones, o bien la
ejecución de la sentencia. la nulidad resultante de la expiración del plazo podrá ser
cubierta por una renuncia ulterior. (Civ. 17 mayo 1899, D.P. 1899-1-437; Civ. 3e, 12 enero
1968, Bull. III, nº15, p.11; Civ. 2e, 16 febrero 1972, Bull. II, nº46, p. 34, Rec. arb. 1972-125;
7 noviembre 1974, Rev. arb. 1974-302, Bull. II, nº287, p. 239; Civ. 1re, 16 junio 1976, Bull.
I, nº 217, p. 177, Rev. arb. 1977-272 citas de Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. Nouveau
Code de Procédure Civile Commenté. t. III, p. 785-786; De Boisséson, Matthieu. 1990. Le
Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 129, p. 105).

“Lo que el legislador ha querido prohibir es (…) que el tribunal quede libre
indefinidamente para prolongar su misión, sin el acuerdo de las partes o el control de un
tercero”. (Fouchard. La Coopération du président du TGI à l’arbitrage. Rev. arb., 1985, p.
42, cita de De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et
International. n. 129, p. 105).

La renuncia a la sentencia dictada fuera de plazo fue juzgada válida. (Civ. 2e, 10 octubre
1979, Gaz. Pal. 1980-1-123, Bull. II, nº 233, p. 160, cita de Blanc, Emmanuel et Jean
Viatte. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. t.III, p. 785).

Durante este plazo, del cual resultará la sentencia arbitral, ciertas reglas de
procedimiento, tomadas del proceso judicial, deben ser respetadas. (Cornielle, Paola.
1997. L’Arbitrage dans la République Dominicaine. p. 35)

2. Efectos del compromiso

Las convenciones de arbitraje comportan los mismos efectos sobre la incompetencia de


los tribunales ordinarios; ejercen un efecto sobre la puesta en marcha del procedimiento
arbitral en sí mismo, y particularmente sobre el plazo. De igual modo, producen los
mismos efectos respecto de los terceros, en aplicación del principio según el cual la
convención de arbitraje es exclusivamente oponible a las personas que la han firmado,
así como la sentencia rendida por los árbitros, no es oponible a los terceros. Por el
contrario, el compromiso, como la cláusula compromisoria, ejerce todos sus efectos, no
sólo con respecto a las partes, que se comprometen a sustraer un litigio determinado de
las jurisdicciones ordinarias; sino frente a los árbitros designados; éstos se convierten en
árbitros de todas las partes y contraen, con respecto a éstas, numerosas obligaciones,
particularmente la de llevar la misión a término. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit
Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 188, p. 142).

El compromiso en el curso de una instancia implica la extinción de ésta. El compromiso


no pone fin al litigio sino que lo dirige por otra vía: las partes no renuncian a su acción,
sólo la hacen juzgar por jueces privados. Si el compromiso caduca, si la instancia arbitral
finaliza antes del término, si la sentencia es anulada, nada impedirá que las partes
introduzcan una nueva instancia por ante los tribunales ordinarios. (Blanc, Emmanuel et
Jean Viatte. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. t.III, p. 780)

Un efecto negativo de las convenciones de arbitraje es que conllevan a la incompetencia


de la jurisdicción estatal para resolver los litigios previstos por la convención, obligando a
ésta a desapoderarse, si ello es requerido por una de las partes, ya que esta
incompetencia es relativa. No puede haber lugar a litispendencia ni conexidad porque la
jurisdicción estatal no puede conocer un litigio cuya solución ha sido reservada por las
partes a los árbitros. (Req. 21 junio 1904, D.P. 1906-1-395; Civ. 29 octubre 1934, Gaz. Pal.
1934-2-910, cita de Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. Nouveau Code de Procédure Civile
Commenté. t.III, p. 788)

3. Revocación de los árbitros

Las partes pueden, por un común acuerdo, revocar el árbitro, es decir, retirar al árbitro
de su misión de juzgar el litigio. La revocación no está sometida a ningún requisito de
forma; puede ser expresa o implícita, aunque debe resultar del consentimiento unánime
de las partes. La revocación implícita resultaría de toda actuación de las partes que
evidencie su deseo de desentenderse de la labor del árbitro, por ejemplo, si las partes no
comparecen ante los árbitros antes de que el asunto esté en estado de fallo o si apoderan
a los tribunales ordinarios del mismo litigio, o si, por un nuevo compromiso, apoderan a
otros árbitros. La revocación tiene por efecto el poner fin al compromiso desde el
momento en que ésta interviene,a menos que exista una cláusula que prevea lo contrario;
aunque puede estipularse que en caso de revocación el compromiso continúa hasta la
designación de nuevos árbitros, pero todo ello de común acuerdo entre las partes.
(Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed.,
p.171; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale.
t. 1, Arbitrage, n. 189, p. 245; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta.
ed., n. 975, p. 453)

La revocación puede ejercerse contra un árbitro o contra todos los árbitros. Durante el
plazo del compromiso, los árbitros no pueden ser revocados, salvo que exista el
consentimiento unánime de las partes. Así como la constitución del tribunal arbitral está
formada sobre la base de un acuerdo unánime de las partes, por lo menos en lo que
respecta a la forma de una cláusula compromisoria, el desmantelamiento de la
jurisdicción arbitral, parcial o total, exige el acuerdo de todas las partes en la instancia.
La unanimidad puede sin embargo realizarse en ocasión de situaciones distintas las unas
de las otras, de manera implícita o explícita, (Cornielle, Paola. 1997. L’Arbitrage dans la
République Dominicaine. pp. 31-32; De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de
l’Arbitrage Interne et International. n. 310, pp. 266-267)

El árbitro es mandatario de todas las partes, aún cuando haya sido designado por una
sola de las partes de conformidad con la convención de arbitraje; obtiene su poder de un
consentimiento unánime, tal vez no sobre la elección de la persona, pero por lo menos
sobre su designación. La misma unanimidad es necesaria para la revocación. Este es un
acto con graves consecuencias ya que la revocación pone fin en principio al arbitraje por
lo que será necesario realizar un nuevo compromiso. Bajo la única reserva de la
unanimidad, la revocación es siempre posible y el arbitraje queda como voluntario hasta
el final; la constitución del tribunal arbitral no es una institución susceptible de
desarrollarse independientemente de su soporte convencional. (Blanc, Emmanuel et Jean
Viatte. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. t.III, p. 792)

Si a pesar de la revocación, los árbitros dictan sentencia, ésta será nula, por haber sido
dada en base a un compromiso expirado. Esto es así aun cuando los árbitros no hayan
sido notificados de la revocación, ya que ésta se produce desde el momento en que se ha
producido el acuerdo de las partes. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 190, p. 245).

Las partes son libres de volver sobre la revocación, conviniendo un nuevo compromiso
invistiendo a los mismos árbitros o a otros árbitros, previendo, ya sea un nuevo
procedimiento de arbitraje, sea la continuación de las operaciones de arbitraje a partir del
momento donde lo habían interrumpido por efecto de la revocación. (De Boisséson,
Matthieu. 1990. Le Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 310, p. 267)

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El artículo 1514 del proyecto, expresa que el tribunal arbitral quedará constituído a partir
de la aceptación por parte de los árbitros de la misión que les es confiada, así pues, de
acuerdo a esta disposición, el término del compromiso tendrá como punto de partida la
aceptación de la misión por los árbitros.

El artículo 1518 es el equivalente al artículo 1008 actual, con la diferencia de que se


establece como plazo legal, seis meses, en vez de los tres meses establecidos en la
actualidad. Estableciendo su punto de partida, desde el momento de que el último de los
árbitros haya aceptado.

A diferencia de las disposiciones actuales, el proyecto, en el segundo párrafo del artículo


1518, regula la posibilidad de prórroga del plazo del arbitraje, estableciendo que esta
prórroga podrá producirse ya sea por acuerdo de las partes, a petición de una sola de las
partes, o bien a petición del tribunal arbitral; pero corresponderá el otorgamiento de la
prórroga al presidente del tribunal de primera instancia.

En lo que respecta a los efectos del compromiso, el proyecto establece uno de los efectos
esenciales y es la incompetencia de los tribunales del orden judicial, la cual se infiere en
el régimen actual, pero no está prevista claramente como en el artículo 1520 del proyecto.

El artículo 1520 señala que se deberá declarar incompetente el tribunal judicial en dos
casos: cuando un tribunal arbitral está apoderado del litigio previamente mediante una
convención de arbitraje, o bien, aún cuando el tribunal arbitral no se encuentre todavía
apoderado, pero exista la convención, en este último caso, se prevé una excepción:
cuando la convención de arbitraje sea manifiestamente nula, de lo que se desprende que
el tribunal judicial deberá entonces examinar la validez de la convención para poder
establecer su competencia.

Un aspecto importante relativo a la incompetencia de los tribunales judiciales, es que esta


incompetencia, en virtud del artículo 1520 del proyecto, es una incompetencia relativa, ya
que no puede ser pronunciada de oficio por el tribunal, pudiendo entonces las partes, no
invocarla, renunciando con ello al compromiso, de manera tácita.

La revocación de los árbitros es tratada en el proyecto, en el artículo 1524, el cual


establece la necesidad de unanimidad de las partes.
ARTÍCULO 1009

Las partes y los árbitros observarán en el procedimiento los plazos y las


formalidades establecidas, y que deben seguirse por ante los tribunales, a menos
que las partes hayan convenido lo contrario.

Tabla de Contenido

1. Procedimientos a seguir por los árbitros


2. Honorarios. Gastos. Costas
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Procedimientos a seguir por los árbitros

El principio es la sumisión de los árbitros al procedimiento de derecho común, es decir, al


procedimiento ante el Juzgado de Primera Instancia, salvo acuerdo en contrario, pero no
puede haber dispensa respecto de las reglas de orden público, ni las que aseguran el
respeto al derecho de defensa, tales como la comunicación de piezas, la audición de las
partes y la motivación de la sentencia. Sin embargo, esta regla está limitada, primero, por
la naturaleza misma del procedimiento arbitral, y, segundo, por las reglas del
procedimiento enunciadas en el artículo 1016. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II., 8va. ed., p.173; Blanc, Emmanuel et Jean Viatte.
1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. t. III, p. 790; Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 957, p. 446; De Boisséson, Matthieu. 1990. Le
Droit Français de l’Arbitrage Interne et International. n. 255, p. 226)

El compromiso delimita la misión de los árbitros y debido al carácter excepcional de la


jurisdicción arbitral, las convenciones arbitrales son de interpretación estricta. Pero la
jurisprudencia ha aceptado la interpretación del alcance del compromiso, en ciertos
casos. Así pues, fuera de las cuestiones que les son presentadas expresamente, los
árbitros deben resolver las cuestiones anexas indispensables para la solución de lo
principal – salvo que se trate de una materia que escapa al arbitraje – o las cuestiones
que son la consecuencia de la cuestión principal o que no pueden ser separadas de ésta.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. 1,
Arbitrage, n. 114, p. 240).

La citación para comparecer no contiene constitución de abogado; las partes pueden


suprimir esta citación y presentarse espontáneamente ante los árbitros; de cualquier
forma no hay necesidad de que la causa sea enrolada. No existe el emplazamiento, ni la
notificación de piezas. No hay necesidad de celebrar audiencia pública, ni para conocer
del asunto ni para decidirlo y no existe la comunicación al ministerio público. Todos los
asuntos se resuelven en el despacho de los árbitros. Sin embargo, los árbitros deben
respetar el derecho de defensa, las formas de instrucción, principalmente aquellas
medidas organizadas en el Código de Procedimiento Civil; de igual forma es necesario que
se respete la lealtad del debate mediante la comunicación de piezas, y es necesario que
las partes sean oídas en sus explicaciones. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.173; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 956, p. 446)

Los árbitros pueden acordar intereses sin que las partes lo hayan solicitado en la
convención de arbitraje, si éstos corren de pleno derecho, ya sea por el hecho de que las
partes lo hayan previsto en la convención de arbitraje por la llegada del término, por el
hecho de la ley o cualquier otra forma. Si por el contrario, los intereses no corren de pleno
derecho, los árbitros no podrían condenar al pago de los intereses, salvo que sean
requeridos a ello, si lo hace, estatuirá ultra petita y ello conllevará a la nulidad de la
sentencia arbitral. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 120, p. 241)

“La misión de los árbitros puede comprender la facultad de pronunciar condenaciones en


daños y perjuicios a una de las partes. Es evidente que los árbitros no tienen capacidad
para pronunciar penas o multas ni tienen los poderes de policía de audiencia que el
artículo 88 del código de procedimiento civil confiere a los jueces”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 951, p. 445)
Varias decisiones han establecido que el compromiso intervenido sobre el modo de
ejecución de un acto, no le otorga a los árbitros el poder de estatuir sobre su validez.
(Metz, 29 déc. 1815, Jur. gén., eod. vº, n. 379; Paris, 9 enero 1828, Jur. gén., eod. vº, n.
379; Req. 2 mayo 1832, ibid., n. 478; Civ. 3 agosto 1836, ibid., n. 198; 2 dic. 1839, ibid., n.
479; 9 julio 1845, D. P. 45.1.313; cita de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 116, p. 240).

Los árbitros no están investidos del poder de pronunciar penas o multas, ya que esta
facultad corresponde al poder público. Tampoco pueden pronunciar penas contra las
partes o terceros que obstaculizaran el buen desarrollo de sus sesiones, en virtud de los
artículos 88 y siguientes del código de procedimiento civil; no pueden siquiera, requerir la
fuerza pública para hacer cesar la turbación; sólo podrían provocar su intervención, como
cualquier ciudadano. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 122, p. 241).

2. Honorarios. Gastos. Costas

Para algunos el árbitro no es más que un mandatario de las partes, cuya labor es gratuita
salvo convenio en contrario de las partes; sin embargo, otros opinan que esto no es así, ya
que los árbitros rinden un servicio a las partes, por lo que tienen derecho a percibir
honorarios. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 1032, pp.
468-469)

Los árbitros tendrán derecho a los honorarios que hayan sido establecidos en el
compromiso, en ello se parece el árbitro al mandatario, por lo que dispone de una acción
para reclamar a las partes el cobro de los mismos tal y como lo establece el artículo 1986
del Código Civil. Si no existe acuerdo previo de honorarios, se discute si los árbitros
podrán, ellos mismos, hacer la tasación de los honorarios, en este respecto la
jurisprudencia está dividida. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 495, p. 265; Tavares hijo, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II., 8va. ed., p.171)

El compromiso puede estipular que los árbitros puedan tasar sus honorarios, en este
caso, si las partes consideran que los mismos son excesivos, pueden negarse a pagarlos,
oponiéndose a dicha tasación; sin embargo, los árbitros disponen de una acción solidaria
en cobro de sus honorarios contra las partes que se nieguen a saldarlos, aunque el la
práctica las partes se dividan de manera equitativa los gastos y honorarios, sin embargo
el árbitro puede cargar dichos gastos y honorarios a una sola de las partes, aun cuando el
compromiso no lo estipule expresamente. Los honorarios deben ser saldados antes de que
se otorgue ejecutoriedad a la sentencia. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. II, 4ta. ed., n. 1032, p. 469)

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


El artículo 1522 del proyecto señala que el procedimiento a seguir por los árbitros es
regulado por ellos mismos, sin necesidad de seguir los procedimientos del derecho
común, salvo convención al respecto de las partes.

Si bien los árbitros no estarán obligados a seguir las reglas del derecho común, de
acuerdo a las disposiciones del artículo 1522 del proyecto, deberán respetar los principios
rectores del proceso que se prevén al inicio de este proyecto de código, particularmente
los relativos al “objeto del litigio y los hechos que lo fundamentan, las pruebas, las
facultades del juez en materia de pruebas, el derecho de defensa, el principio de la
contradicción y la asistencia de los abogados”.

En el código actual, el principio es la sumisión de los árbitros a las reglas del derecho
común; con el proyecto, como hemos visto, esto es modificado, estableciendo como
principio el establecimiento por los árbitros del procedimiento a seguir, con la restricción
establecida del respeto a los principios rectores del proceso.

Otra disposición existente en el proyecto es la del último párrafo del artículo 1522 relativo
a la facultad de los árbitros de intimar a la parte que tenga en su poder un elemento de
prueba.

ARTÍCULO 1010

Las partes podrán, al tiempo y después del compromiso, renunciar a la apelación. Cuando el
arbitraje verse sobre un asunto que esté en apelación o sobre revisión civil, la sentencia
arbitral será definitiva y sin apelación.

Tabla de Contenido

1. Renuncia a la apelación
2. Carácter definitivo del arbitraje sobre la apelación o la revisión civil
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Renuncia a la apelación

“(…) las partes pueden renunciar a la apelación en el compromiso, pero también después
de éste, lo cual deben hacer por requerimiento civil. No obstante esta renuncia al derecho
de apelar, se admite si la parte que ha obtenido la sentencia renuncia a prevalerse de lo
pactado y el asunto es apelable, la apelación podría ser recibible”. (Encyclopédie Juridique
Dalloz, nº 428, p. 261, cita de Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta.
ed., n. 1012, p. 464).

El principio es que una sentencia arbitral es siempre susceptible de apelación sin


importar el interés del litigio, pero las partes disponen de la facultad de renunciar a esta
vía de recurso. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile
Commenté. t. III, p. 811)
La inserción de una cláusula de amigable composición, dispensa a los árbitros de decidir
acorde a las reglas de derecho y los dispensa de aplicar también las reglas de forma. La
fórmula de la amigable composición conlleva igualmente a la renuncia de la apelación; sin
embargo, cuando se trata de asuntos de orden público, no se puede admitir la renuncia al
derecho de apelación. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 290, p. 252; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 1013, p. 464).

La elección del arbitraje se hace generalmente por la rapidez de este procedimiento, es por
ello que a las partes se les otorga la facultad de renunciar a la apelación. Sin embargo,
esta renuncia no consiste en suprimir convencionalmente la doble función de la
apelación, sino sólo su facultad de reformación. La función de anulación permanece y las
partes no pueden renunciar a ella, esta función subsiste en la forma de una acción en
nulidad contra la sentencia. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de
l’Arbitrage Interne et International. n. 437, p. 360).

Si las partes habían renunciado a las vías de recurso en el compromiso y que en


consecuencia, la sentencia fue rendida en última instancia, no podría ser interpuesta
apelación de la sentencia del tribunal civil rendida con respecto a las dificultades de
ejecución; ya que la solución de estas dificultades de ejecución no constituyen un nuevo
proceso, sino un incidente del anterior, que fue juzgado por los árbitros en última
instancia. (Paris, 10 abril 1941, Rec. Gaz. Pal. 141.1.551, cita de Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 412, p.
260).

La renuncia a la apelación puede expresarse de cualquier forma y esta incluída


particularmente en la cláusula de amigable composición; sin embargo, la renuncia no
tendrá efecto cuando se trate de un asunto de orden público y por el cual no está abierta
la oposición en nulidad. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed.,
n. 1016, p. 465; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 429, p. 261).

2. Carácter definitivo del arbitraje sobre la apelación o la revisión civil

Esta disposición de dotar de carácter definitivo a la sentencia arbitral sobre apelación o


revisión civil tiene como finalidad la de evitar que el asunto se someta a un tercer grado
de jurisdicción. Esta prohibición no puede ser violada ni siquiera por el acuerdo entre las
partes, ni en el compromiso, ni fuera de él. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. II, 4ta. ed., n. 1015, p. 464).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

En el proyecto de código, en el artículo 1543, se establece la posibilidad que tienen las


partes de renunciar a la apelación, como una excepción al principio que establece que
todas las sentencias arbitrales son susceptibles de apelación.

Cuando el texto del artículo 1543 habla de la posibilidad de renuncia a la apelación que
tienen las partes y dice “a menos que hayan renunciado a la apelación en la convención
de arbitraje”, esto implica, que se mantiene la disposición del 1010, en el sentido de que
esta renuncia puede producirse antes, durante o después del compromiso, ya que el
término “convención de arbitraje”, comprende tanto el compromiso, es decir, luego de
nacido el diferendo; y la cláusula compromisoria, que se produce antes del nacimiento del
litigio; quedará pues, a determinar, si es posible renunciar a la misma con posterioridad a
la convención, ya que, contrariamente al artículo 1010, las disposiciones del proyecto no
prevén este caso.

ARTÍCULO 1011

Los actos de procedimiento y las actas del Ministerio de los árbitros se harán por
todos los árbitros, a menos que el compromiso no los autorice a comisionar a uno
de entre ellos.

Tabla de Contenido

1. Actos de procedimiento
2. Poderes de los árbitros
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Actos de procedimiento

Los árbitros pueden, como los jueces, recurrir y por tanto ordenar, todas las medidas que
consideren útiles para la instrucción del proceso y formarse su convicción y son los
únicos competentes para ordenarlas, tales como: el informativo testimonial, la visita de
lugares, el informe pericial, interrogatorios, comparecencia personal, prestación de
juramento. Sin embargo, ha sido juzgado que puede ser derogado el principio según el
cual el juez competente para estatuir sobre el fondo es el único competente para estatuir
sobre lo provisional cuando se trata de medidas provisionales urgentes y que las
condiciones excepcionales de la constitución y de la residencia del tribunal son un
obstáculo para que pueda ordenar útilmente estas medidas. Todos los árbitros deben
participar en estas medidas, salvo que el compromiso estipule la delegación a uno de ellos
exclusivamente; así pues, si uno de los árbitros procede sin la autorización de los demás,
las medidas ordenadas de esta forma, serían nulas. (Req. 21 junio 1904, D.P. 1906.1.395,
cita de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale.
t. I, Arbitrage, n. 157, p. 243; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. II. 8va. ed., p. 173; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil.
t. II, 4ta. ed., n. 963, p. 449).

“Como los árbitros no tienen el poder de constreñir a las partes y a los terceros para que
concurran a esas medidas de instrucción, ellos deben proveer sus sentencias del
correspondiente auto ejecutorio del J. de P. I.”. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p. 174).

En nuestro país existe un Consejo de Conciliación y Arbitraje, que depende de la Cámara


de Comercio y Producción del Distrito Nacional, el cual dispone de un reglamento que
norma los procedimientos a seguir en caso de que las partes adhieran a este arbitraje
institucional. [Ver Ley 50-87, sobre Cámaras de Comercio y Producción].

Corresponde a los árbitros apreciar la oportunidad de tal o cual medida reclamada por las
partes, pudiendo negarla u otorgarla, por lo que se trata de un poder discrecional. Así,
ellos pueden rechazar el ordenar un experticio si los hechos no les parecen ni muy graves,
ni muy ciertos; o bien el mismo compromiso puede prever que los árbitros se auxilien de
peritos; sin embargo, los árbitros no están ligados en su decisión al experticio, ni éstos
pueden imponer a las partes la obligación de adherirse al informe del experto, porque en
este caso, entonces estaría actuando el experto como un verdadero juez. Tanto para
efectuarlo, como para ordenarlo, el experticio se rige por las reglas del derecho común,
reglas que se aplican también a la recusación de los peritos, aunque esta última hay que
llevarla por ante el tribunal de derecho común, no ante el tribunal arbitral; ello así, en
razón de la necesidad de escuchar el dictamen del Ministerio Público. (Req. 13 abril 1809,
Jur. gén., eod. vº, nº 990; Rennes, 6 enero 1844, ibid., nº 1025; Trib. civ. Seine, 20 enero
1930, Rec. Gaz. Pal., 1930.1.553 citas de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, nn. 157, 163 y 164, pp. 243-244; Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 965, p. 449).

Con respecto a los informativos, se deberán seguir las reglas de los artículos 73 y
siguientes de la Ley 834 de 1978 [Ver anotaciones de estos artículos] y los árbitros
operarán como en materia sumaria; en todo caso, ante el silencio de las partes presentes
estas reglas podrían dejar de observarse. (Boitard, Colmet-Daage et Glasson, t. 2, n. 1189,
cita de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale.
t. I, n. 159, p. 243; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 964,
p. 449)

Los actos de instrucción deben ser hechos por todos los árbitros y en presencia de las
partes a menos que el compromiso no los autorice a comisionar a uno de ellos. Si estos
actos son hechos sin autorización de las partes de este modo, conllevaría a la nulidad de
los mismos. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 158, p. 243).

“Los árbitros no deben admitir la prueba testimonial en aquellos asuntos que pasan de
treinta pesos, a no ser que haya un principio de prueba por escrito o dispensa de las
formalidades (…).Entendemos que sobre la obligatoriedad de los testigos, rigen las reglas
generales organizadas en la ley 834 de 1978. Esto es extensivo a la capacidad y tacha de
los testigos, y también cuando hay o no, necesidad de levantar acta”. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 964, p. 449).

Si el litigio sometido a los árbitros es en materia civil y si no ha habido dispensa de las


reglas de procedimiento el informativo sólo podrá ser ordenado cuando existe un principio
de prueba por escrito. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 160, p. 243).

Los árbitros pueden oir a los testigos y recibir sus juramentos, así como los de los
expertos; así pues, los árbitros pueden recibir un juramentos decisorio y ordenar uno
supletorio. Los juramentos deben prestarse por ante todos los árbitros. Si los peritos o los
testigos se niegan a prestar juramento ante los árbitros, deberán prestarlos ante el
tribunal. Si los árbitros actúan como amigables componedores, el juramento decisorio
pierde su carácter. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n.
965, p. 450; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 166, p. 244)

“Los árbitros pueden proceder a una verificación de escritura, aún en aquellos casos de la
competencia del juez de paz y siempre y cuando la pieza no esté argüida de falsedad”.
(Encyclopédie Juridique Dalloz, eod. Vo. nº167, p. 244, cita de Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 965, p. 450)

En principio los árbitros no pueden delegar sus funciones, sin embargo, no hay que
interpretar esta afirmación de forma restrictiva, ya que luego de haber tomado
conocimiento del asunto, los árbitros pueden remitir a las partes por ante un notario o un
contable, para ciertos asuntos especiales que les competan. (Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 968, p. 450)
La comparecencia personal de las partes no parece poder ser utilizada en materia de
arbitraje de la forma prevista por los artículos 324 y siguientes del código de
procedimiento civil. Por el contrario, se puede admitir que los árbitros dispensados de las
reglas de procedimiento según el artículo 1009 del código pueden interrogar a las partes
sobre puntos determinados que fijan ellos mismos, prescribiendo la comparecencia
personal de las partes, que los árbitros podrán ordenar como lo hacen los tribunales.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Arbitrage, n. 168, p. 244)

“Algunos admiten que los árbitros pueden dar comisión rogatoria a algún juez. La opinión
negativa es preferible, pues conviene mantener la separación de los árbitros, personas
particulares, de los funcionarios judiciales”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. II, 4ta. ed., n. 969, p. 450)

En lo que concierne al descenso a los lugares, si no hay dispensa de las reglas de


procedimiento, los artículos 295 y siguientes del código de procedimiento civil [Ver estos
artículos] son aplicables, y salvo estipulación contraria en el compromiso, serán los
árbitros que procederán a realizarlo, aunque la notificación prevista por el artículo 299
del mismo código no tendrá lugar [Ver este artículo]. En caso de dispensa, esta medida de
instrucción no está sometida a ninguna formalidad y los árbitros procederán como lo
consideren prudente. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 169, p. 244).

Las medidas de instrucción a las cuales proceden los árbitros no impiden que siga
corriendo el plazo del arbitraje; será necesaria una prórroga si el plazo no fuere suficiente
y corresponderá a las partes apreciar si deben acordar la prórroga, ya que las medidas de
instrucción por sí solas no paralizan o suspenden el plazo. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 173, p.
244; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 970, p. 450).

2. Poderes de los árbitros

Al designar el objeto del litigio, el compromiso delimita la misión de los árbitros, y debido
al carácter excepcional de la jurisdicción arbitral, las convenciones arbitrales son de
interpretación estricta. Los árbitros deberán resolver todos los asuntos que sean
indispensables para resolver lo principal, menos aquellos que no se encuentran
relacionados con el arbitraje. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 114, p. 240; Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 949, p. 444).

Se ha juzgado que los árbitros nombrados para terminar una instancia en partición de
una sucesión, eran competentes, no obstante el silencio del compromiso, para recibir
todas las confesiones, todas las opciones de las partes y para estatuir sobre la validez o
no validez de tales actos. El compromiso intervenido sobre el modo de ejecución de un
acto no da a los árbitros los poderes para estatuir sobre su validez”. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. 1, Arbitrage, nn. 115-116,
p. 240)

Para los intereses, hay que distinguir si éstos corren o no de pleno derecho. Tal y como lo
señala el artículo 1139 del Código Civil, los intereses empiezan a correr a partir de la
puesta en mora; aunque a veces empiezan a corren sin ninguna formalidad, de pleno
derecho; en estos casos, los árbitros están facultados para decidir sobre los intereses, aún
cuando la convención arbitral no lo estipule de este modo; ahora bien, si los intereses no
corren de pleno derecho, los árbitros no pueden pronunciarse a su respecto, ni condenar
a su pago, pues de lo contrario, estarían fallando ultra petita, y sería aplicable entonces el
artículo 1028, numeral quinto de este Código [ver anotaciones de este artículo]. (Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 950, pp. 444-445)

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Con respecto a los actos de procedimiento que pueden realizar los árbitros, el artículo
1523 del proyecto señala que los actos de instrucción y los procesos verbales deben ser
hechos por todos los árbitros.

Esta disposición mantiene la posibilidad de que los árbitros comisionen a uno de entre
ellos para realizar estos actos de instrucción y procesos verbales, siempre que el
compromiso lo autorice.

Finalmente, el artículo 1523 en su parte in fine, expresa la dispensa para los terceros de
prestar juramento cuando tengan que ser oídos; esta disposición no se encuentra prevista
en el código actual.

Otra disposición innovadora con respecto a los actos de procedimiento que pueden hacer
los árbitros, es la del artículo 1528 del proyecto, el cual establece que éstos conocerán de
las excepciones de incompetencia presentadas por las partes, lo cual no está previsto en
la actualidad, a pesar de ser de gran importancia.

ARTÍCULO 1012

El compromiso concluye: 1ro. por la muerte, no aceptación, renuncia o


impedimento de uno de los árbitros, cuando no hubiere cláusula que permita
seguir adelante, o que traiga que el reemplazo será hecho por elección de las
partes, o del árbitro o árbitros restantes; 2do. por la expiración del término
estipulado, o el de tres meses, si no se fijó en dicho compromiso; 3ro. por el
empate, cuando los árbitros no tengan facultad para nombrar un tercero.

ARTÍCULO 1013

La muerte, cuándo todos los herederos son mayores, no extinguirá el compromiso;


el término para proceder y juzgar, se suspenderá durante el que se necesita para
hacer el inventario y deliberar.

Tabla de Contenido

1. Extinción del compromiso


2. Efectos del fallecimiento de una de las partes
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Extinción del compromiso

Cuando los árbitros son designados en número par, existe la posibilidad de que se
produzca un empate, caso en el cual, el compromiso se extingue, a menos que se haya
previsto en la convención arbitral la posibilidad de designar a un tercer árbitro; si ello no
es así, será necesario concertar un nuevo compromiso. (Tavares hijo, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.451; Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 980, p. 454).

2. Efectos del fallecimiento de una de las partes

En caso de fallecimiento de una de las partes, el plazo para instruir y juzgar es


suspendido durante el plazo que se necesita para hacer inventario y deliberar. Si la parte
deja hijos menores de edad (o incapaces mayores) el arbitraje se extingue; si por el
contrario, los herederos son mayores de edad, el arbitraje se interrumpe durante los tres
meses y cuarenta días de plazo para hacer inventario y deliberar. Ninguna disposición
expresa una interrupción de la instancia arbitral, que necesita ser retomada voluntaria o
forzosamente, pues el fallecimiento sólo conlleva a una suspensión sin que sea necesaria
la notificación.(Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile
Commenté. t. III, p. 795).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

En lo que respecta a la extinción del compromiso, el proyecto prevé las causas en su


artículo 1526 y las limita a tres: por la revocación, muerte o impedimento de un árbitro,
así como la pérdida del pleno ejercicio de sus derechos civiles; por la abstención o la
recusación de un árbitro; o por la expiración del plazo del arbitraje.

Ahora bien, estas disposiciones relativas a la extinción tienen una limitante y es la


convención o acuerdo de las partes en sentido contrario, a diferencia del texto actual que
sólo enumera las causas de extinción.

En cuanto a los efectos del fallecimiento de una de las partes, el proyecto de código prevé
en el artículo 1527 únicamente que la interrupción de la instancia está regulada por las
disposiciones del código, sin especificar de qué disposiciones se trata, pero es de suponer
que son las relativas a la renovación de instancia para los casos judiciales.

ARTÍCULO 1014

Los árbitros no podrán renunciar, si han dado principio a sus operaciones; ni podrán ser
recusados, cuando no sea por causa sobrevenida después del compromiso.

Tabla de Contenido

1. Renuncia de los árbitros


2. Recusación de los árbitros
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Renuncia de los árbitros

Los árbitros sólo pueden renunciar si sus operaciones no han iniciado y sólo por causas
legítimas. Los efectos de la renuncia son los mismos que los de la revocación. Si los
árbtitros renuncian después de haber iniciado sus operaciones, el compromiso llegaría a
su fin, pero los árbitros renunciantes sin causa válida serán susceptibles de ser
condenados en daños y perjuicios en razón del perjuicio causado a las partes por su falta.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Arbitrage, n. 191, p. 245).

El árbitro puede negarse a ejercer sus funciones, aún después de haber aceptado, pero
para ello es necesario que el procedimiento aún no haya comenzado; si el procedimiento
ha iniciado y se produce la renuncia del árbitro, entonces las partes tienen la posibilidad
de reclamar una indemnización reparatoria. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.171).

Cuando el compromiso ha previsto que en caso de fallecimiento de uno o dos miembros


del tribunal arbitral, éste se completaría por sí mismo, o que a falta de ello, sería
completado por el presidente del tribunal civil, pero omitió mencionar las condiciones del
reemplazo en caso de rechazo, por parte de los tres árbitros, de cumplir con su misión, la
demanda de una de las partes a fin de designar los otros árbitros por los renunciantes, es
inadmisible: ninguna autoridad puede sustituirse a las partes para designar a los árbitros
cuando el compromiso no ha previsto el modo de determinación, la convención primitiva
no puede ser ejecutada. (Trib. com. Lyon, 12 dic. 1951, D. 1952.448, cita de Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage,
n. 191, pp. 245-246)

2. Recusación de los árbitros

Existe la posibilidad de recusar a los árbitros, pero sólo por causas sobrevenidas con
posterioridad a la celebración del compromiso; cuando dicha recusación proceda, se
aplicarán las reglas de derecho común, incluyendo las causas de recusación tal y como se
encuentran previstas en el código de procedimiento civil, en el artículo 378 [Ver este
artículo], que se establecen para la recusación de los jueces. Si la causa de recusación
existía con anterioridad a la celebración del compromiso, el hecho de haber aceptado la
designación del árbitro, se entiende como una renuncia tácita al derecho de recusarlo.
(Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed.,
p.171; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 974, p. 452;
Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Arbitrage, n. 181, p. 245).

Los árbitros asumen un cierto número de obligaciones frente a las partes, al aceptar la
misión que les es confiada. Entre esas obligaciones, figura la necesidad de imparcialidad,
lo cual hace que se presente el problema de la recusación de los árbitros. Como el árbitro
no es el mandatario de las partes, sino un verdadero juez, debe estar dotado de una
perfecta independencia de espíritu. El árbitro es elegido por las partes, y esta elección es
un signo de confianza; pero esta confianza es a veces producto de lazos anteriores que el
árbitro tenía con la parte que lo ha elegido, de tal forma que se pueden producir
dificultades relativas a la imparcialidad del árbitro. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le
Droit de l”Arbitrage Interne et International. n. 267, pp. 231-232).

En lo que respecta al tribunal competente para conocer de la recusación, cuando ésta sea
procedente, se trata de la jurisdicción civil ante la cual la sentencia debe ser dictada, ya
que la recusación es una materia esencialmente civil. (Garsonnet et Cézar-Bru, t. 8, nº
258, cita de Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 974, p.
452; Civ., 26 marzo 1838, D.P. 38.1.163; Pau, 19 Abril 1871, D.P. 73.2.3, cita de Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage,
n. 184, p. 245).

Si bien las reglas de derecho común son aplicables en principio a la recusación, hay que
establecer ciertas excepciones, ya que no todas las reglas contenidas en los artículos 378
al 396 del código de procedimiento civil [véanse estos artículos] son aplicables. Como ya
hemos visto, las causas de recusación previstas en los artículos 378 y 379 son aplicables,
a excepción de los numerales cuatro y cinco del artículo 378, ya que en materia arbitral,
la causa de recusación debe sobrevenir después del compromiso; finalmente, debe
descartarse igualmente el numeral ocho del artículo 378, relativo al conocimiento anterior
del litigio como árbitro o juez. Todo ello en razón de que no existe ninguna prohibición
formal o de orden público para un árbitro, a diferencia del juez, de ser pariente de una de
las partes, de haber sido consejero de las partes o incluso de tener un interés personal en
el litigio. Finalmente, las partes pueden convenir renunciar a esas causas de recusación,
incluso de manera tácita, participando por ejemplo voluntariamente a las operaciones de
arbitraje. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I,Arbitrage, nn. 181-182, p. 245; De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit de
l”Arbitrage Interne et International. n. 269, p. 233)

En lo que respecta al procedimiento a seguir para la recusación, se apodera al tribunal


mediante declaración en secretaría. La parte recusante tiene la facultad de poner en
conocimiento del árbitro la recusación a través de una notificación por acto de alguacil, o
bien por carta misiva, pues no existen formalidades estrictas establecidas. Si la
recusación es admitida, el tribunal no puede simultáneamente nombrar otro árbitro,
contrariamente a como ocurre en el derecho común, aún en caso de urgencia
demostrada; al ser admitida, el compromiso es suspendido a partir de la fecha de la
sentencia y cualquier actuación posterior será nula. Si la decisión que admite la
recusación es apelada, el recurso tendrá un efecto suspensivo como sucede en materia
ordinaria, aunque el árbitro esté desprovisto de la apelación. (Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 974, p. 452; Dalloz, Encyclopédire. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 187, p. 245).

Si bien los árbitros no pueden estatuir sobre la validez de una recusación contra ellos, no
les está prohibido, cuando hay urgencia y si los motivos de recusación no les parecen
fundados, no pronunciarse sobre ello y estatuir inmediatamente, las partes, si no están
de acuerdo, pueden presentar su acción en recusación por ante el tribunal, y si triunfan,
podrán demandar la nulidad de la sentencia. (Civ., 1ro. febrero 1837, D.P. 37.1.389, cita
de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Arbitrage, n. 185, p. 245).

La recusación admitida contra uno de los árbitros es un caso de impedimento que pone
fin al compromiso. (Dalloz, Encyclopédire. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 188, p. 245; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. II, 4ta. ed., n. 974, p. 452).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

En el proyecto de código de procedimiento civil el equivalente del artículo 1014, es el


artículo 1525, el cual prevé la imposibilidad de abstención o de recusación del árbitro, a
excepción de una causa de recusación “que se habría revelado o haya sobrevenido
después de la designación”.

Este artículo completaría las disposiciones del artículo actual, ya que prevé la posibilidad
de abstención o recusación que haya surgido con anterioridad a la designación del árbitro
pero que fue conocida posteriormente.

Otro aspecto que es tratado por el proyecto de manera expresa, es el del tribunal
competente para conocer de las dificultades de aplicación del artículo, estableciendo el
segundo párrafo del artículo 1525 que serán conocidas por “el presidente del tribunal
competente”, aunque sólo prevé su intervención respecto de las dificultades que se
puedan presentar, eso implica que si la recusación es aceptada por las partes y el árbitro,
no es necesaria la intervención del tribunal.

ARTÍCULO 1015

Cuando ocurriere inscripción en falsedad, aunque sea puramente civil, o cuando


se presentare algún incidente criminal, los árbitros dejarán a las partes ocurrir a
ventilar el incidente por ante quien proceda; y el plazo para el arbitraje se
suspenderá y no seguirá contándose sino desde el día de la sentencia sobre el
incidente.

Tabla de Contenido

1. Competencia en materia incidental


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Competencia en materia incidental

Pueden presentarse incidentes y excepciones ante el tribunal arbitral, a menos que


exista una disposición legal contraria, ello así, en aplicación del principio de que el juez
de la acción es el juez de la excepción. En el caso en que se presente un incidente, los
árbitros deberán, ya sea estatuir sobre éstos, o bien sobreseer hasta tanto los
tribunales ordinarios hayan estatuido sobre éstos; a veces pueden incluso no
pronunciarse y estatuir sobre el fondo. Como todo juez lo es de su propia competencia,
corresponderá al mismo árbitro estatuir sobre su competencia para conocer del
incidente que se le presente. Otro asunto es el de determinar la competencia de los
árbitros para conocer de la validez de la convención que los designa, en caso de
controversia en este sentido, en este caso, consideran algunos autores que la
competencia corresponde a los tribunales ordinarios únicamente. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 973, p. 452; Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, nn. 175-
176, p. 244).

La regla “lo penal mantiene a lo civil en estado” es aplicable en materia arbitral, así pues,
al presentarse en medio de la labor de los árbitros un asunto penal, los árbitros deberán
sobreseer hasta que el mismo sea resuelto por el tribunal penal competente; entonce el
término del compromiso estará suspendido hasta que el incidente quede resuelto por la
jurisdicción penal. Ahora bien, si la querella es interpuesta con posterioridad a la
sentencia arbitral y con anterioridad al exequátur, ello no constituye un incidente
criminal que obligue al presidente del tribunal a sobreseer el asunto relativo a la
ordenanza del exequátur. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta.
ed., n. 975, p. 453; ”. (Paris, 9 julio 1938, Rec. Gaz. Pal. 1939.1.627; Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, nn. 192 y
194, p. 246).

Los árbitros son competentes para conocer de las demandas adicionales, pero para ello,
es necesario que ésta sea el accesorio indispensable de la demanda principal; lo mismo
sucede con las demandas reconvencionales, que, siempre que sirvan de defensa a la
demanda principal, son admitidas, tal y como sucede con la demanda que tiende a la
compensación judicial o legal. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II,
4ta. ed., n. 980, p. 454; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p.174)

La jurisprudencia ha señalado, con respecto al controvertido asunto de si los árbitros


tienen poder para apreciar la validez de la convención que los designa, que no existe
contestación sobre el hecho de que los árbitros tienen el poder de interpretar el
compromiso, bajo el control de los tribunales; ahora bien, para ciertos autores así como
para un gran número de decisiones, la cuestión no es de competencia, sino de la validez
de la convención, así pues, como los árbitros sólo constituyen una jurisdicción por
voluntad de las partes, si la convención no existe o está viciada, los árbitros no han
recibido la investidura por lo que no constituyen una jurisdicción; razón por la cual, al
presentarse esta controversia, deberán sobreseer hasta tanto los tribunales ordinarios se
pronuncien sobre la validez de la convención. Por el contrario, según otros autores y
algunas decisiones, los árbitros sí tienen la calidad para apreciar la validez de las
convenciones que los nombran y deben estatuir sobre el fondo del litigio, bajo reserva del
control de las jurisdicciones mediante la oposición en nulidad. (Req. 25 febrero 1856, Rec.
Sirey, 56.1.603; 7 nov. 1865, D. P. 66.1.204; 28 febrero 1881, Rec. Sirey, 82.1.223; Paris, 3
dic. 1931, Rec. Gaz. Pal., 1932.1.415, cita de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, nn. 177-178, pp. 244-245)

Para que sea admitida ante un tribunal arbitral la intervención, sea ésta voluntaria o
forzosa, es necesario el consentimiento de ambas partes, así como del interviniente y
además, de los mismos árbitros, ya que dicha intervención altera la materia del
compromiso. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v. II, 8va. ed., p.174)

El compromiso sólo liga a las partes y no es oponible a terceros, por lo que, en principio,
en esta materia no procede la excepción dilatoria de garantía. Si en un arbitraje llaman a
un tercero en garantía, éste puede negarse a intervenir, ya que éste no puede ser obligado
a aceptar unos árbitros que no ha nombrado. Sin embargo, el llamado en garantía podría
aceptar la competencia de los árbitros y comparecer ante ellos y en esta situación las
cláusulas del compromiso le serían oponibles. Ninguna de las partes que han suscrito el
compromiso se puede oponer al llamado en garantía. Es necesario en todo caso, para
poder encausar al garante, no sólo el consentimiento de éste, sino también, el de las
demás partes y el de los árbitros, ya que la presencia del garante modifica la extensión del
compromiso. (Garsonnet et Cézar-Bru, cita de Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 979, p. 453-454; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 199, p. 246; Tavares hijo,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.175)

Cuando los árbitros no son competentes para conocer de un incidente, deberán


sobreseer el procedimiento hasta que el tribunal competente se pronuncie sobre esa
cuestión, quedando apoderados del fondo del asunto. Esto sucede cuando se presenta
una inscripción en falsedad, aún cuando sea civil, ya que la ley así lo establece de
manera expresa; ahora bien, es necesario que se haya hecho de manera real y efectiva
dicha inscripción en falsedad, pues no bastarían las amenazas ni las imputaciones
criminales que puedan hacerse contra las personas. En todo caso, el tribunal arbitral
remitirá a las partes por ante el Juzgado de Primera Instancia. Esta obligación de
sobreseer es aplicable, no sólo para la inscripción en falsedad, sino también en el caso
de persecución criminal en ocasión de hechos que motivaron el compromiso; también
con las cuestiones relativas al estado de las personas, o bien al surgir un incidente que
haga necesaria la comunicación al Ministerio Público. En todos los casos en que los
árbitros deban sobreseer hasta la decisión del tribunal competente, los plazos del
arbitraje son entonces suspendidos hasta que el tribunal haya fallado sobre el
incidente. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v. II, 8va. ed., pp.174-175; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta.
ed., n. 976, p. 453; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile
et Commerciale. t. I, Arbitrage, nn. 180 y 195, pp. 245-246).

No es posible presentar ante el tribunal arbitral declinatorias por causa de litispendencia


y de conexidad, ya que se trata de una jurisdicción única, que es competente únicamente
para examinar el asunto del cual fue apoderado por el compromiso. Sin embargo, puede
presentarse la declinatoria por causa de incompetencia; ello así, porque todo juez es
naturalemente competente para decidir acerca de los límites de su propia competencia.
Ahora bien, la sentencia de los árbitros sobre estos puntos no es soberana, aun cuando
hayan recibido facultades para estatuir sin apelación sobre el fondo: al Juez de Primera
Instancia le corresponderá pronunciarse sobre la oposición al auto de ejecución y
establecer si los árbitros actuaron dentro de los límites que les fueron fijados por el
compromiso. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v. II, 8va. ed., pp.174-175).

La verificación de escritura “no obliga a las partes a suspender el examen del litigio y los
árbitros pueden proceder a efectuarlo”. (Garsonnet et Cézar-Bru, t. 8, nº278, cita de Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 977, p. 453).

Es posible presentar ante los árbitros la excepción de fianza al demandante extranjero,


así como la excepción dilatoria fundada en el plazo para hacer inventario y deliberar, las
cuales se rigen por el derecho común. En lo que respecta a las nulidades, éstas pueden
ser invocadas ante el tribunal arbitral igual que ante cualquier otro juez. (Tavares hijo,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp.174-175).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El proyecto trata el asunto relativo a los incidentes en el artículo 1529, distinguiendo


entre los incidentes civiles de verificación de escritura y falsedad, de los incidentes
criminales.

Con respecto a los incidentes civiles de verificación de escritura e inscripción en falsedad,


el proyecto establece la competencia de los árbitros para conocer de los mismos.

En cuanto a la inscripción en falsedad, el párrafo segundo del artículo 1529 señala que se
deberán aplicar las reglas de derecho común.

Finalmente, este artículo del proyecto, prevé el caso en que otra jurisdicción conoce de la
inscripción en falsedad, el árbitro tiene dos opciones: o sobresee el asunto hasta tanto la
jurisdicción apoderada resuelva el incidente; o bien, descarta el documento si entiende
que el mismo no es relevante para tomar su decisión.

ARTÍCULO 1016
Cada una de las partes está obligada a producir sus defensas y documentos,
quince días, por lo menos, antes de la expiración del término del compromiso; y
los árbitros estarán obligados a juzgar sobre las que se le hubieren presentado. La
sentencia será firmada por todos los árbitros, y en caso de que hubiere más de
dos, si la minoría rehusara firmar, los demás árbitros harán mención de ello, y la
sentencia tendrá el mismo efecto que si hubiera sido firmada por todos. Las
sentencias arbitrales no están en caso alguno sujetas a oposición.

Tabla de Contenido

1. Defensas y piezas documentales


2. La sentencia arbitral. Forma. Efectos
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Defensas y piezas documentales

Las partes deben producir sus defensas y documentos quince días, por lo menos, antes
de la expiración del término del compromiso, esto así, sin necesidad de que los árbitros lo
requieran; además deberán comunicarse recíprocamente esos medios de defensa y de
prueba. Si ello no ocurre de este modo, los árbitros se verían imposibilitados de decidir ya
que no conocen las pretensiones de las partes. Aun cuando sólo una de las partes haya
producido sus defensas y documentos, o bien ninguna de ellas los haya producido, los
árbitros podrán proceder a juzgar, aunque no están obligados a ello. Si el término del
compromiso no ha concluido, los árbitros pueden aceptar la producción tardía de piezas y
defensas, ya que no existe prohibición expresa al respecto; ahora bien, estas defensas
presentadas luego de este momento, no deben contener medios nuevos. Estas reglas son
imperativas, por lo que su infracción puede conllevar a la posibilidad de apelación, aún
cuando la sentencia haya sido dictada en última instancia; además de que las mismas se
imponen aun a los árbitros que actúan en calidad de amigables componedores. (Tavares
hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.173;
Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 959, pp. 447 y 448;
París, 1ere ch., 28 oct. 1922, D.P. 1923.2.196; Dijon, 25 mayo 1928, Rec. Gaz. Pal.
1928.2.301; Rennes, 5 nov. 1912, D.P. 1913.2.127, cita de Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 145, p. 242).

La sentencia arbitral no puede ser dictada antes de la expiración de los plazos otorgados
para la producción de defensas y piezas, a pena de nulidad. Si el asunto es urgente, las
partes pueden fijar un plazo más corto para la duración del compromiso. Si las partes
habían hecho todas sus producciones antes de la expiración del plazo, la sentencia puede
dictarse válidamente, desde que la instrucción ha terminado. Ahora bien, la disposición
del artículo 1016 implica que los árbitros disponen, legalmente, de un plazo de 15 días
para deliberar y producir su sentencia. Este plazo de 15 días se refiere a la sentencia
definitiva, no así a las sentencias preparatorias ni interlocutorias. Luego de esta fecha
entonces, las partes no pueden formar ninguna demanda, ni producir nuevas piezas, a
menos que ello no sea demandado a los árbitros, quienes, de aceptarlo, deberán entonces
reabrir los debates, para con ello respetar el principio de la contradicción. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 959, p.447; Paris, 21 junio 1893, D.P.
94.2.35; Paris, 1ere ch., 28 oct. 1922, D.P. 1923.2.196, cita de Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 146, p.
242; Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté.
t. III, p. 798).
“Cuando una de las partes declara que no va a concluir, se reputa que ha presentado su
defensa”. (Civ. 9 marzo 1875, D. P. 76.1.101, cita de Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 959, p. 448)

El plazo de la quincena acordado para la producción de piezas, es una disposición que


interesa la libertad de la defensa, por lo que se trata de una disposición de orden público.
En consecuencia, las partes, sin importar la amplitud de los poderes otorgados a los
árbitros constituídos por ellas, no pueden renunciar previamente a invocar las causas de
nulidad de la sentencia que conciernen al orden público.(Dalloz, Encyclopédie Juridique.
1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 147, pp. 242-243).

Las piezas producidas por las partes, se entregan a uno de los árbitros, quien será el
depositario de éstas, con la obligación de comunicarlas a los demás árbitros y a las
partes; el cual no podrá negarse a restituirlas pues de lo contrario, compromete su
responsabilidad civil, acción que no deberá llevarse como una acción en responsabilidad
contra los jueces sino como una acción civil ordinaria; ahora bien, los árbitros son creídos
por su simple afirmación en el sentido de haber restituido las piezas y su declaración
sobre la fecha de entrega da fe hasta inscripción en falsedad. Los árbitros no están
obligados de visar las piezas que les son presentadas. Si bien las partes tienen derecho a
que les sean comunicadas las piezas, no existe la obligación legal de que se notifiquen las
defensas. Una vez depositadas las piezas, éstas se hacen comunes a todas las partes y
por tanto, no podrán ser retiradas por el depositante. Si se produce una sustracción
fraudulenta de dichas piezas, el culpable se hace pasible de las penas previstas en el
artículo 409 del código penal. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta.
ed., n. 960, p. 448; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 155, p. 243).

15 días antes del fin del compromiso, el asunto se encuentra en deliberación y por tanto,
en estado de ser fallado, es decir, luego de que las partes hayan producido sus defensas y
piezas; de tal forma que éstas no podrán producir más defensas y documentos, por lo que
podemos asimilar este procedimiento a aquél seguido por ante el magistrado instructor en
un procedimiento ordinario. (De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de
L’Arbitrage Interne et International. n. 307, p. 26; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 971, p. 451).

Las partes pueden comparecer personalmente por ante los árbitros o pueden hacerse
representar o asistir. Para poder representar a una de las partes es necesario haber
recibido poder especial para dicha representación. Un abogado puede asistir a las partes,
pero necesita también el poder. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 156, p. 243).

2. La sentencia arbitral. Forma. Efectos

La sentencia o laudo arbitral es un acto jurisdiccional mediante el cual los árbitros


resuelven el litigio objeto del compromiso. Se trata de un acto de jurisdicción, tanto desde
el punto de vista formal como material. Ahora bien, se distingue del acto jurisdiccional en
que no es obligatorio pronunciarla en audiencia pública, además de que tanto las
modalidades de constitución del tribunal que la dicta, así como la misión que le es
conferida, han sido organizadas de forma contractual. (Tavares hijo, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 176 y 450; De
Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit Français de L’Arbitrage Interne et International. nn.
326-327, pp. 282-283).

La sentencia arbitral tiene todas las características de una sentencia, a consecuencia de


que los árbitros han recibido de las partes la misión de resolver un litigio mediante una
decisión que se les impondrá y será susceptible de ejecución directa, sin embargo, para
su ejecución es necesario su aprobación por parte de los tribunales ordinarios. Los
árbitros son jueces y no mandatarios y sus sentencias son tales aun en el caso en que
sean amigables componedores, por lo que producirán los mismos efectos de las
sentencias ordinarias, en razón de que son irrevocables. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., nn. 992 y 997, pp. 458 y 460; Civ., 18 mayo 1942, D.H.
1942.105, cita de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, n. 306, p. 253; Tavares hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. I, 8va. ed., p.12).

La sentencia arbitral es adoptada tal y como lo haría el juez único, pero si se trata de un
asunto sometido a varios árbitros, será adoptada luego de la deliberación y por mayoría
de votos, tal y como sucede en los tribunales ordinarios colegiados; ahora bien, cuando
no se produce la mayoría, los árbitros no están obligados, con la finalidad de romper el
empate, a adherirse a la opinión dominante. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 993. 458; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.451).

Los árbitros pueden estatuir sobre cada parte del compromiso mediante sentencias
distintas, particularmente, dictar una sentencia definitiva sobre una parte y una
sentencia interlocutoria sobre otra parte. De igual modo, pueden dictar sentencia
provisional, dejando intacto el fondo para ser resuelto por una sentencia definitiva. (París,
26 mayo 1814, Jur. gén., eod., vº, nº 1043; Req. 14 abril 1819, ibid., cita de Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, nn. 309 y
314, pp. 253-254).

En principio, el tribunal arbitral observará las mismas formalidades que aquellas


seguidas por ante los tribunales ordinarios, salvo acuerdo en contrario entre las partes.
Deberán respetar entonces las disposiciones del artículo 141 del Código de Procedimiento
Civil [Ver este artículo]. Así pues, sus sentencias serán redactadas como aquellas de los
tribunales ordinarios, deberá contener las conclusiones de las partes, ello así a pena de
nulidad, salvo acuerdo en contrario. El dispositivo de la sentencia puede quedar implícito
en las conclusiones de una de las partes si se acogen totalmente; pueden contener
condena en costas y pueden ser insertas ya liquidadas, si la liquidación es omitida, será
realizada entonces por el juez competente para dictar el exequátur. La sentencia tiene que
tener la fecha en que fue dictada, aunque no es causa de nulidad, si es posible
establecerla de otro modo, tal y como se encuentra previsto en el artículo 1328 del Código
Civil y además debe mencionar que ha cumplido con todas las formalidades. En todo
caso, los tribunales no deben ser muy rigurosos con la apreciación de las formas ya que
las funciones de los árbitros son ejercidas a menudo por personas poco versadas en la
práctica judicial. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 323, p. 254; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. II, 4ta. ed., nn. 995-996, p. 459; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.453)

La sentencia arbitral debe ser firmada por todos los árbitros; pero si se trata de tres o
más árbitros, entonces bastará la firma de la mayoría, ya sea que la minoría no pueda o
no quiera firmar. La sentencia arbitral es perfecta desde el momento en que es firmada,
aunque no sea inmediatamente depositada en la secretaría del tribunal. Ahora bien, si la
sentencia fue dictada dentro del plazo del compromiso, no importa para su validez que
haya sido firmada con posterioridad. Ahora bien, desde el momento en que es firmada,
adquiere fuerza probatoria y autoridad de la cosa juzgada, dando fe de su contenido hasta
inscripción en falsedad. Por estas razones, la única forma de atacar la sentencia arbitral
es por la vía de recurso que corresponda y no por acción principal en nulidad. (Tavares
hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., pp. 453-
454; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t.
1, Arbitrage, nn. 319, 340 y 343, pp. 254-255).

“Cuando la sentencia emana de un tercer árbitro, éste debe hacer constar que ha
conferenciado con los otros árbitros, o, por lo menos, que los ha invitado a conferenciar
con él, y, además, que ha optado por una de las opiniones anteriormente sustentadas”.
(Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed.,
p.453).

La sentencia dictada, desapodera a los árbitros, aún cuando resulte nula por
irregularidades cometidas por los árbitros. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento
Civil. t. II, 4ta. ed., n. 999, p. 460; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 350, p. 256).

Si los árbitros dictan públicamente la sentencia, no es necesario que todos los árbitros
asistan a la audiencia en la que será pronunciada. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 325, p. 254).

“La sentencia arbitral confiere la hipoteca judicial, a partir del momento en que ella es
ejecutoria”. (artículo 2123, código civil, cita de Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 1001, p. 460).

La sentencia arbitral puede ser dictada incluso en un día feriado. Puede ser rendida en
un lugar distinto a aquél donde tuvieron lugar las sesiones de los árbitros. (Req. 21 nov.
1827, Jur. gén., eod. vº, nº 1068; Paris, 9 enero 1834, Jur. gén., eod., vº, nº 827, cita de
Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. 1,
Arbitrage, n. 326, p. 254).

La sentencia arbitral produce todos los efectos de las sentencias judiciales desde que se
convierte en definitiva. La determinación del momento preciso en que se producen estos
efectos presenta ciertas dudas. Se admite generalmente que estos efectos empiezan a
producirse desde el momento en que es rendida por los árbitros y comunicada a las
partes. La redacción definitiva y la firma pueden producirse posteriormente, incluso luego
de la expiración del plazo del compromiso. No es necesario para que tenga sus efectos que
sea depositada en la secretaría del tribunal. Todos los efectos de la sentencia arbitral son
independientes del exequátur. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 339, p. 255).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El proyecto de código prescribe en su artículo 1530 que corresponde a los árbitros


establecer el momento en que el asunto queda en estado de deliberación y que, después
de este momento, no pueden realizarse producciones ni depositarse piezas; a diferencia
del texto actual que prevé un plazo específico de 15 días.

El artículo 1531 prevé el secreto de las deliberaciones de los árbitros; y el artículo 1532,
la necesidad de un voto por mayoría para rendir la sentencia.

En el artículo 1533 se señala la obligatoriedad de los árbitros de exponer las pretensiones


de las partes, así como la obligación de motivación.

Por otra parte, y contrariamente a como está previsto en la actualidad, el artículo 1534
del proyecto, señala de manera clara y precisa, las menciones que debe contener la
sentencia arbitral.
Expresa el texto del artículo 1535 del proyecto, la obligatoriedad de la firma de los
árbitros, previendo la posibilidad de la negativa de una minoría, caso en el cual, los
demás deben mencionarlo en la sentencia, aunque sus efectos serán idénticos a como si
todos hubieran firmado.

Entre los efectos de la sentencia que están claramente previstos en el proyecto, se


encuentra el desapoderamiento de los árbitros; así como la posibilidad de que el árbitro
interprete la sentencia para poder reparar errores u omisiones materiales o completarla si
ha olvidado estatuir sobre un punto de la demanda. Por otra parte, se establece la
competencia de la jurisdicción que hubiese sido competente a falta de arbitraje, en el caso
en que el tribunal arbitral no pudiere reunirse nuevamente. Todas estas disposiciones se
encuentran en el artículo 1537 del proyecto.

La última disposición que amplía el contenido actual del artículo 1016, es el artículo 1538
del proyecto que establece la autoridad de cosa juzgada de la sentencia arbitral en lo que
concierne a la contestación decidida en la misma.

ARTÍCULO 1017

En caso de empate, los árbitros autorizados a nombrar un tercero, estarán


obligados a hacerlo por la misma decisión que declare el empate; si no pudieren
convenir en el nombramiento, lo declararán en el acta que se extenderá al efecto;
y el tercero será nombrado por el presidente del tribunal a quien corresponda
ordenar la ejecución de la decisión arbitral, para cuyo efecto se le presentará
instancia por la parte más diligente. En ambos casos los árbitros divididos
estarán obligados a redactar sus respectivos dictámenes, motivándolos, ya sea en
una misma acta, ya en actas separadas.

Tabla de Contenido

1. El empate
2. El tercer árbitro
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. El empate

“En caso de que los árbitros sean en número par es posible que se produzca un empate.
Esto conlleva, según lo prescribe el artículo 1012-3º, la extinción del compromiso, a
menos que a los árbitros se les haya conferido el poder para designar un tercer árbitro, o
tercero en discordia”. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p.451).

2. El tercer árbitro

En principio, corresponde a los árbitros nombrar al tercer árbitro, aunque las partes
pueden haberse reservado esta facultad en el compromiso o bien, pueden atribuir la
misma al juez presidente del tribunal ordinario o incluso a un tercero; si las partes se han
reservado este derecho y no logran ponerse de acuerdo, el compromiso finalizaría, ya que
nadie más puede hacer el nombramiento. Ahora bien, si no se encuentra estipulado en el
compromiso, no pueden hacerlo ulteriormente. Por otra parte, cuando el tercer árbitro no
pueda cumplir con su misión, los árbitros no pueden nombrar a otro, a menos que las
partes así lo hayan convenido. La designación del tercer árbitro deberá producirse antes
de la expiración del plazo del compromiso.(Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.451; Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 980, p. 454).

El tercer árbitro es quel que no ha participado desde el inicio y es llamado de manera


exclusiva para romper un empate. Deberá sin embargo, reunir las mismas condiciones de
capacidad que los demás árbitros y quedará sometido a las mismas reglas relativas a la
recusación y a la revocación establecidas para los otros árbitros. (Pérez Méndez, Artagnan.
1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., nn. 972 y 981, pp. 451 y 454).

Se ha juzgado que los árbitros podrían ser dispensados de redactar un proceso verbal que
contenga su informe distinto, dispensa que sólo debe extenderse a los puntos sobre los
cuales habría disidencia y no sobre los que los árbitros están de acuerdo y habría
sentencia definitiva. (Req. 18 mayo 1814, cita de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 213, p. 247; Agen, 6 dic.
1844, D.P. 45.2.74, cita de Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta.
ed., n. 972, p. 451).

Las partes pueden nombrar varios terceros árbitros, si así lo consideran, pero éstos
deberán nombrarlos en número impar para evitar otro empate. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 236, p.
249).

La omisión del requisito de redacción del dictamen motivado en una misma acta o actas
separadas, conllevaría la nulidad de la actuación del tercer árbitro, a menos que las
partes lo hayan liberado de su cumplimiento, lo cual resulta de pleno derecho cuando se
les ha designado como amigables componedores. Esta nulidad puede ser cubierta cuando
el tercer árbitro ha conocido las opiniones de los demás árbitros y los ha llamado a
conferenciar. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
vol. II., 8va. ed., p.452).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Las disposiciones del artículo 1017, quedan derogadas con los artículos 1515 del
proyecto; el cual establece la constitución del tribunal arbitral por un número impar de
árbitros.

El artículo 1516 viene a completar al anterior estableciendo la facultad de las partes o de


los árbitros designados, de nombrar al árbitro faltante, cuando éstos hayan sido
designados en número par. Si no existe acuerdo, el nombramiento quedará a cargo del
presidente del tribunal de primera instancia.

ARTÍCULO 1018

El árbitro llamado como tercero, estará obligado a decidir dentro de un mes,


contado desde el día de su aceptación, a menos que este plazo no fuere
prolongado por el acta de su nombramiento y no podrá fallar sino después de
haber conferenciado con los árbitros que estuvieren divididos en opiniones, los
cuales serán intimados para reunirse con tal objeto. Si todos los árbitros no se
reunieren, el tercero fallará solo, debiendo conformarse, no obstante, a uno de
los dictámenes de los otros árbitros.

Tabla de Contenido

1. Plazos para la decisión del tercer árbitro


2. Obligaciones y poderes del tercer árbitro
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Plazos para la decisión del tercer árbitro

“(…) el tercer árbitro está obligado a decidir dentro del mes de su aceptación, expresa o
implícita, salvo que las partes le hayan otorgado un plazo más largo al designarle. Este
plazo puede serle prorrogado por los árbitros, actuando de acuerdo con las partes,
mediante la indicación precisa de un nuevo plazo”. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II, 8va. ed., p.453).

2. Obligaciones y poderes del tercer árbitro

Los poderes del tercer árbitro son el resultado de aquello que ha sido pactado en el
compromiso y de la división de opiniones de los árbitros originarios que no se han puesto
de acuerdo. Su misión esencial es romper el empate y buscar un acuerdo. Sus poderes
serán los mismos que los otorgados a los demás árbitros. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 982, pp. 454-455).

Todos los árbitros no tienen la obligación de estar presentes en la convocatoria, aunque


todos deben ser convocados necesariamente, aun en el caso en que hayan comunicado
sus opiniones por escrito al tercer árbitro, sin embargo la falta de conferencia no es causa
de nulidad si se ha hecho la intimación. Si el tercer árbitro quiere hacer una nueva
conferencia, los demás árbitros no pueden negarse, bajo pena de daños y perjuicios. Esta
reunión debe producirse con la finalidad de conocer oralmente los informes de los
árbitros en desacuerdo. Si uno de los árbitros no compareciere a pesar de haber sido
intimado, deberá mencionarse esta situación en la sentencia. Así pues, el tercer árbitro
podrá estatuir luego de la intimación, si cada uno de los árbitros ha redactado su informe
y a pesar de la ausencia de uno de ellos en la convocatoria. Las partes pueden dispensar
a los árbitros de la conferencia. Se admite que la dispensa puede ser tácita y resultar, por
ejemplo, de que los árbitros y el tercero fueren nombrados amigables componedores y
dispensados de formas. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano. v. II, 8va. ed., p.452; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II,
4ta. ed., n. 985, pp. 455-456; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 264, p. 250; París, 10 abril 1809, J.G., n. 817).

La ley sólo le concede un mes al tercer árbitro para tomar su decisión, por esta razón, si
bien tiene la facultad de ordenar medidas de instrucción, en general, deberá atenerse a
aquellas realizadas previamente por los árbtiros. La decisión del tercer árbitro puede ser
tomada sin haber oido a las partes, pero no puede hacerse sin haber conferenciado con
los demás árbitros, o mejor dicho, sin haber intimado a los demás árbitros a conferenciar.
(Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 982, p. 455).
El tercer árbitro tiene calidad para constatar los hechos relativos a su misión e imprimirle
carácter de autenticidad a su proceso verbal; aun cuando su sentencia sea firmada sólo
por él, ésta hace fe de los hechos constatados. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. 1, Arbitrage, n. 255, p. 250; Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 982, p. 455).

“Si uno de los árbitros muere, antes de conferenciar con el tercer árbitro, el poder de este
último finaliza. Al contrario, si la muerte ocurre después de haber conferenciado, su
misión continúa”. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 983,
p. 455).

Los árbitros pueden cambiar de opinión luego de la intervención del tercer árbitro,
adhiriéndose uno de ellos a su opinión cuando ésta es distinta a todas las demás y sólo
en este caso; ahora bien, el tercer árbitro no está obligado a adherirse a las opiniones de
los demás árbitros luego de la deliberación. Cuando un árbitro modifica su informe, debe
firmar la sentencia del tercer árbitro. Si ninguno de los árbitros modifica su criterio, la
decisión del tercer árbitro se limitará a la adhesión a una de las opiniones ya externadas
sin necesidad de motivarla, a pena de nulidad, salvo acuerdo de las partes en contrario.
Cuando es anulada la decisión del tercer árbitro, se anulan las demás opiniones
disidentes. Si no se ha dispensado a los árbitros del cumplimiento de las reglas de forma
de las decisiones, entonces el tercer árbitro deberá siempre motivar su decisión, aún
cuando se adhiera a una de las opiniones ya motivadas y siempre deberá firmar su
decisión. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., nn. 986-987-
988, p. 456-457)

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

Siendo el texto del artículo 1018 una consecuencia del 1017, y al prever el proyecto la
derogación de esta figura del tercer árbitros, por vía de consecuencia, el artículo 1018,
quedaría igualmente suprimido de ser aprobado el Proyecto de Código de Procedimiento
Civil, ya que el mismo estipula que para constituir el tribunal arbitral, es necesaria la
designación de los árbitros en número impar, lo que haría improcedente el empate y su
procedimiento.

ARTÍCULO 1019

Los árbitros y el tercero en discordia, decidirán conforme a las reglas de derecho,


a menos que el compromiso no les acuerde el poder de fallar como amigables
componedores.

Tabla de Contenido

1. Poderes y competencia de los árbitros


2. Los amigables componedores
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Poderes y competencia de los árbitros.


Si bien los árbitros tienen en principio los mismos poderes de los jueces, dentro de los
límites fijados por el compromiso; hay asuntos para los cuales no tienen competencia: tal
es el caso de la policía de la audiencia, el hecho de que no pueden expedir copias
ejecutorias de sus decisiones y que no pueden conocer de las dificultades relativas a la
ejecución de sus sentencias; y no pueden, sin el consentimiento de las partes, hacerse
sustituir por otros árbitros. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano. v. II., 8va. ed., pp.171-172).

El tribunal arbitral debe estatuir como lo haría un tribunal ordinario y aplicar los textos
en vigor; observando todas las normas legales, tanto de forma como de fondo. Debe el
árbitro, dar la correcta clasificación de los hechos y de los actos litigiosos. También
podrán presentar de oficio medios de derecho bajo reserva del respeto al principio de la
contradicción. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile.
t. III, p. 803; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano.
v. II., 8va. ed., pp. 171-172).

Si las partes han renunciado a la apelación, el desconocimiento de las reglas de derecho


sólo puede ser invocado si esas reglas son de orden público. (Blanc, Emmanuel et Jean
Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. t. III, p. 803).

“Los poderes del tercer árbitro terminan por las mismas causas que los de los árbitros
ordinarios, a menos que las partes consientan en mantenérselos”. (Tavares hijo, Froilán.
2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II., 8va. ed., p.453).

Lo mismo que los árbitros ordinarios, el tercer árbitro puede ser dispensado de observar
las reglas de forma o las de fondo, o ambas a la vez, caso en el cual actúa como amigable
componedor, pudiendo entonces omitir la convocatoria a los árbitros y la conferencia con
ellos. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II.,
8va. ed., p.452).

2. Los amigables componedores

Las partes pueden dispensar a los árbitros de la observación de las reglas de derecho,
caso en el cual estarían entonces investidos como amigables componedores. El
compromiso puede expresar simplemente que los árbitros serán amigables
componedores, o bien, podría establecer que los mismos estarán dispensados de aplicar
la ley; en ambos casos los árbitros tendrán la facultad de no observar las leyes, ni de
forma ni de fondo. Pero si únicamente se les dispensa de observar las reglas de forma,
deberán entonces, en lo que respecta al fondo, aplicar la ley. Si los árbitros son
dispensados de las formalidades seguidas ante los tribunales, ello no implica que queden
de manera automática constituídos como amigables componedores; ahora bien, la
cláusula de amigable composición no convierte en una obligación de los árbitros el
descartar las reglas de derecho, sólo les ofrece la facultad de hacerlo. (Tavares hijo,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II., 8va. ed., p.172; Pérez
Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 958, pp.446 y 447; Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. p. 804).

“La calidad de amigables componedores, atribuida a los árbitros por las partes, conlleva
una renuncia tácita del derecho de apelar contra la decisión arbitral, siempre que las
partes no hagan reserva expresa de ese derecho. (Corte de Apelación de Santo Domingo,
Sentencia Civil No.1, enero 17 de 1927, B.J. Corte citada n.2, p. 12. Internacionalidad del
Arbitraje, Federico Henríquez y Carvajal, Revista Judicial No.13, pp. 234-237, cita de Gatón
Richiez, Carlos. 1989. La Jurisprudencia en la República Dominicana: 1865-1938. 2da. ed.,
n. 49, p. 81).
Cuando los árbitros quedan constituídos como amigables componedores no tienen la
obligación de seguir las reglas de derecho, en estos casos se guiarán por las reglas de la
equidad esencialmente, pero se trata únicamente de una facultad dada por las partes lo
cual no los obliga a descartar las reglas de derecho si les parece que éstas deben
observarse. Sin embargo, aun cuando estén actuando como amigables componedores, los
árbitros deberán respetar las reglas relativas al orden público, como por ejemplo, la
motivación de las sentencias, deberán respetar igualmente la autoridad de la cosa
juzgada entre las partes, así como las reglas relativas a las garantías de la defensa y a la
igualdad de las partes ante el tribunal arbitral, en fin, a todos los principios
fundamentales del proceso. La dispensa de que se trata es la de las reglas generales del
procedimiento, no las del arbitraje mismo; aunque los árbitros no tienen que ceñirse a los
plazos de las prescripciones e incluso podrían ordenar compensaciones fuera de las
condiciones que establece la ley. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II,
4ta. ed., nn. 958, 990 y 991, pp. 446 y 458; Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, nn. 144 y 294-295, pp. 242 y
2527; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II.,
8va. ed., p.172; Paris, 28 nov. 1996, Rev. Arb., 1997.380, cita de Gautier, Pierre Yves.
1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1212, p. 614).

La jurisprudencia considera que la amigable composición hace presumir una renuncia a


la apelación; este recurso puede ser exclusivamente reservado por las partes en la
convención arbitral; aunque no protege a la sentencia contra una anulación pronunciada
sobre el nuevo recurso, contra las sentencias en última instancia. Inversamente, se
considera que la cláusula mediante la cual las partes renuncian a todo recurso contra la
sentencia, o simplemente renuncian a la apelación, es implicativa de que los árbitros son
constituídos como amigables componedores (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986.
Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. p. 804; Tavares hijo, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II., 8va. ed., p.172).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El proyecto establece, en su artículo 1536, la obligación de los árbitros de decidir el litigio


conforme a las reglas de derecho, salvo acuerdo en contrario de las partes, constituyendo
a los árbitros como amigables componedores.

Esta disposición deja intacto el texto del código actual.

ARTÍCULO 1020

La sentencia arbitral se hará ejecutiva, por auto del presidente del tribunal de primera
instancia del distrito en el cual se haya dado; para este efecto la minuta de la sentencia será
depositada por uno de los árbitros dentro de los tres días de la fecha de su pronunciamiento,
en la secretaría del tribunal. Si el compromiso hubiere sido sobre la apelación de una
sentencia, la decisión arbitral se depositará en la secretaría del tribunal que conozca de la
apelación; y el acto ejecutivo será dado por el presidente de él. Las diligencias para los gastos
de depósito y los derechos del registro no podrán ser practicadas sino contra las partes.

ARTÍCULO 1021

Las sentencias arbitrales, aún cuando fueren preparatorias, no podrán ser


ejecutadas sino después que se haya obtenido el auto que se acuerde a este fin por
el presidente del tribunal, al pie o al margen de la minuta, sin necesidad de
comunicarla al fiscal; y de dicho auto se dará copia a continuación de la
decisión. El conocimiento de la ejecución de la sentencia corresponde al tribunal,
cuyo presidente dio el exequátur.

ARTÍCULO 1022

Las sentencias arbitrales no podrán en caso alguno ser opuestas a terceros.

Tabla de Contenido

1. Ejecución de la sentencia arbitral


2. Auto de ejecución. Vías de recurso
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Ejecución de la sentencia arbitral

Las sentencias arbitrales que no se encuentren viciadas pueden ser ejecutadas de manera
amigable, en virtud del compromiso existente entre las partes; pero si ello no se produce,
entonces deberá recurrirse a la ejecución forzosa, para ello es necesario obtener un auto
del presidente del tribunal, el cual deberá insertarse al pie o al margen de la minuta de la
sentencia arbitral, esto es lo que se denomina “exequátur”; una vez recibido éste, se
conservará en secretaría y se expedirá copia a aquel que tenga interés en su ejecución.
Este auto o mandamiento es el que confiere fuerza ejecutoria a la sentencia arbitral y que
le permite en consecuencia registrar o inscribir hipotecas judiciales. Ahora bien, esta
ordenanza de exequátur no es indispensable para poder impugnar la sentencia por vía de
recurso. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II,
8va. ed., pp. 176 y 454; Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed.,
nn. 1004-1005-1006, pp. 461-462).

El tribunal competente para dictar el auto de ejecución es el juez de primera instancia del
distrito del cual se haya dado la sentencia arbitral. Todo lo que concierna a la ejecución
de la setencia es competencia del juez que dictó el exequátur. Si la sentencia no menciona
el lugar donde fue dictada, el tribunal competente será aquel donde los árbitros han dado
conocimiento de la sentencia. Si el juicio arbitral sobrevino a consecuencia de un
compromiso celebrado con motivo de la apelación intentada contra sentencia de un Juez
de Primera Instancia la competencia para dictar el auto de ejecución corresponderá
entonces al presidente de la corte de apelación. El juez de paz es incompetente para dictar
este auto, aunque se trate de un proceso que, en razón de su cuantía o de su naturaleza
entrara dentro de su competencia. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano. v. II., 8va. ed., p.454; De Boisséson, Matthieu. 1990. Le Droit de
L’Arbitrage Interne et International. n. 403, p. 339).

La sentencia arbitral que emana de personas privadas no puede tener por sí misma
fuerza ejecutoria, sin embargo, puede permitir la interposición de medidas conservatorias.
Al no estar investidos de la autoridad pública como los notarios, los árbitros no pueden
dar fórmula ejecutoria que por sí sola permite el recurso a las vías de ejecución, así pues,
esta sentencia sólo es susceptible de ejecución forzosa en virtud de una decisión de
exequátur; y dicha ejecución forzosa sólo procede para las sentencias cuya ejecución es
necesaria contra una de las partes, no así las sentencias que deben ser ejecutadas por los
árbitros. (Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile
Commenté. t. III, p. 806; Gautier, Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit
Civil. 12va. ed., n. 1213, p. 615).

Los árbitros deben hacer el depósito de la sentencia en la secretaría del juzgado de


primera instancia, lo cual puede ser exigido por las partes a los fines de obtener el auto
de ejecución, a pena de daños y perjuicios ocasionados por su retardo. Si en cambio, se
trata de un compromiso producido en apelación, la sentencia deberá ser depositada
entonces en la secretaría de la corte de apelación. Las partes pueden dispensar a los
árbitros de hacerlo, porque la formalidad del depósito no es de orden público, e incluso
pueden hacerlo ellas mismas si los árbitros no lo hacen; algunas decisiones han admitido
incluso que el depósito puede ser hecho por otra persona, lo cual no es aconsejable
porque el secretario puede negarse a recibirla y el presidente puede negarse a otorgar el
auto ejecutorio, al dudar de la veracidad de las firmas. Hay que depositar junto a la
sentencia los documentos en que ésta se fundamenta y el plazo para realizar el depósito
es dentro de los tres días del pronunciamiento de la sentencia, aunque es un plazo
conminatorio y dicha formalidad no está establecida a pena de nulidad (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 1002, pp. 460-461; Tavares hijo,
Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II., 8va. ed., p.454;
Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Arbitrage, n. 366, p. 257).

El rol del juez, que es importante a través del procedimiento de arbitraje, se convierte en
esencial al momento de la ejecución de la sentencia, cuando procede la ejecución forzosa,
aunque en la mayoría de los casos, la ejecución se logra de forma voluntaria. (Blanc,
Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de Procédure Civile Commenté. t. III, p.
806).

Ya sea que el árbitro estatuya en derecho o como amigable componedor, resuelve un


litigio: la sentencia arbitral, como una sentencia judicial, está investida de la autoridad de
cosa juzgada; las partes no pueden someter ya a otra jurisdicción el asunto que ha sido
objeto de la sentencia, y aquello que el árbitro ha decidido es entendido como la verdad,
bajo reserva del ejercicio de las vías de recurso. Sin embargo, la sentencia emana de una
persona que no es titular de la autoridad pública. Así pues, sólo puede ser objeto de una
ejecución forzosa luego de que el tribunal de primera instancia la haya revestido de la
fórmula ejecutoria. Este procedimiento es llamado procedimiento de exequátur, en
ocasión de la cual el juez ejerce un control puramente exterior de la sentencia. (Gautier,
Pierre Yves. 1998. Les Contrats Spéciaux. Cours de Droit Civil. 12va. ed., n. 1213, p. 615).

No es necesario ir depositando las medidas previas que los árbitros ordenan en el curso
de su instrucción, salvo el caso de hacerlos ejecutorios, para lo cual necesitarán del auto
del presidente. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 371, p. 257)

En el caso de sentencias arbitrales extranjeras, existen dos opiniones encontradas de la


doctrina, la primera es que el exequátur de estas sentencias debe ser otorgado en virtud
de los artículos 2123 del Código Civil y 546 del código de procedimiento civil [ver este
artículo], y por tanto, tratadas como sentencias extranjeras simplemente; la segunda
opinión considera que sólo son aplicables los artículos anteriores cuando la sentencia
arbitral extranjera ha sido provista de exequátur en el lugar donde se ha producido, sin
embargo, cuando se trata de una sentencia arbitral, no provista previamente de
exequátur en otro Estado, corresponderá otorgarle dicho auto, en virtud de lo previsto por
el artículo 1020 del código de procedimiento civil, como si se tratare de una sentencia
arbitral nacional, ya que la nacionalidad de los árbitros o el lugar donde haya sido
dictada la sentencia arbitral no influye en su ejecutoriedad; según esta última fórmula, el
tribunal competente para otorgar dicho exequátur sería entonces el del lugar donde se
persigue la ejecución, es decir, el domicilio del demandado. (Cézar-Bru, Ch. et P. Hébraud.
1970. La Juridiction du Président du Tribunal: Les Ordonnances sur Requête. 4ta. ed., n.
641, pp. 494-495).

En cuanto al reconocimiento y Ejecución de las sentencias arbitrales extranjeras, cabe


señalar que la República Dominicana ratificó la Convención de Nueva York sobre
Reconocimiento y Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extranjeras suscrita el 10 de
junio de 1958, mediante la resolución No.170-01, de fecha 8 de noviembre del 2001, con
lo cual, la República Dominicana reconocerá y otorgará ejecutoriedad a toda sentencia
arbitral extranjera tal y como lo hace para las sentencias arbitrales dominicanas.

2. Auto de ejecución. Vías de recurso

Cuando hablamos del auto de ejecución no nos referimos a un acto jurisdiccional, sino
que se trata de un acto de administración judicial; por lo tanto, el juez presidente del
tribunal no puede examinar el fondo de la sentencia y en consecuencia no podrá
examinar si los árbitros han juzgado bien o mal, ni promover, de oficio, nulidades
puramente relativas; ahora bien, tiene la facultad de negarse a expedir el exequátur si la
sentencia carece de una de las condiciones esenciales para su validez, o bien por violación
del orden público. En todo caso, si el presidente del tribunal se niega sin razón válida a
expedir la ordenanza, incurre en denegación de justicia. (Tavares hijo, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. v. II., 8va. ed., p.455).

Según el artículo 16 de la Ley 50-87 sobre Cámaras de Comercio de la República


Dominicana, las decisiones y sentencias del Consejo de Conciliación y Arbitraje no
estarán sujetas para su ejecutoriedad a los requisitos de los artículos 1020 y 1021 del
Código de Procedimiento Civil..

Los plazos para los recursos empiezan a correr una vez es obtenida la ordenanza y en
consecuencia, notificada la sentencia. Ello hace posible, no sólo la interposición de
recursos, sino también la posibilidad de inscripción de hipotecas judiciales, así como los
embargos retentivos, sin necesidad de autorización previa del juez. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 1008, p. 462).

Una vez emitido el exequátur, este forma un todo con la sentencia, no puede ser
separado. Así, la jurisprudencia francesa ha descartado la posibilidad de una apelación
distinta de la ordenanza del exequátur. (Civ. 2e., 15 diciembre 1977, Bull. III, nº 240, p.
174, Rev. arb. 1978-387, cita de Blanc, Emmanuel et Jean Viatte. 1986. Nouveau Code de
Procédure Civile Commenté. t. III, p. 816).

“La sentencia arbitral que se dicta después de la anulación de una primera sentencia por
la corte de apelación, se hace ejecutoria por el presidente del tribunal de primera
instancia”. (Civ., 29 enero 1821, Jur. gén. eod. vº, n. 1306-1º, cita de Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 1006, p. 462).

Si el juez competente para dictar el exequátur lo niega, la parte que lo ha solicitado tiene
la facultad de apelar dicha decisión por ante la corte que corresponda; ahora bien, si la
ordenanza es dictada por un juez incompetente o bien tiene vicios de forma, quien
tenndrá la facultad para interponer el recurso será la parte contra quien se persigue la
ejecución. Cuando esto sucede, la ordenanza es nula, pero se trata de una nulidad
relativa, por lo que puede ser cubierta por el silencio de las partes. La nulidad de la
ordenanza no implica necesariamente la nulidad de la sentencia arbitral, porque se trata
de dos cosas distintas. Ahora bien, si lo que sucede es que el juez dicta exequátur para
una sentencia contraria al orden público, lo que procede no es el recurso contra la
ordenanza, sino la apelación de la sentencia arbitral en sí misma. (Pérez Méndez,
Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., nn. 1006 y 1028, pp. 462 y 467).

Son aplicables los artículos 1165 del código civil y el 1351 del código de procedimiento
civil en lo que respecta a la oponibilidad de las sentencias arbitrales. Para algunos, es
posible el recurso de tercería contra la sentencia arbitral, pero ello debe hacerse ante el
tribunal con capacidad para dictar el auto de ejecución y no ante los árbitros que la han
dictado; se admite igualmente el recurso contra las decisiones rendidas sobre apelación
de una sentencia arbitral. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta.
ed., n. 1031, p. 468).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El proyecto de Código establece en sus artículos 1539 al 1541 las disposiciones relativas
a la ejecución de la sentencia.

El artículo 1539, reitera al igual que las disposiciones vigentes en la actualidad, la


necesidad de la ordenanza de exequátur para lograr la ejecución forzosa de la sentencia,
manteniendo la competencia del tribunal de primera instancia; sin embargo, en cuanto a
la obligación de depósito de la sentencia en la Secretaría del tribunal, las disposiciones
del proyecto no establecen un plazo en el cual se debe efectuar ese depósito.

Las disposiciones del artículo 1540, establecen nuevas obligaciones, a saber, que la
decisión que otorga el exequátur debe adicionarse a la minuta de la sentencia y que la
ordenanza que rechaza el exequátur debe ser motivada por el magistrado competente.

Por otra parte, los artículos 1549 al 1551 del proyecto tratan sobre la ordenanza del
exequátur, estableciendo que la misma no es susceptible de ningún recurso, a pesar de
que por otra parte, señala que si se apela o recurre mediante una acción en nulidad la
sentencia, ello implicará, de pleno derecho, recurso contra la ordenanza, así, la corte
quedará apoderada de ambos recursos.

El artículo 1550, por su parte, señala que la ordenanza que niega el exequátur puede ser
recurrida en apelación, otorgando el plazo de un mes a partir de la notificación. Dado este
caso, la corte conocerá de los medios contra la sentencia, presentados por las partes en
su apelación o acción en nulidad.

Finalmente, el artículo 1551, establece que al ser rechazada la apelación o acción en


nulidad contra la sentencia arbitral, conferirá el exequátur a la totalidad de la misma, o
bien a las partes que no han sido censuradas por la corte.

El artículo 1543 del código en su párrafo final, establece la posibilidad de recurrir en


tercería la sentencia arbitral y el tribunal competente es el tribunal que lo hubiera sido a
falta de arbitraje, remitiendo a las disposiciones relativas a la tercería incidental del
proyecto de código [véase anotaciones de los artículos 474 y siguientes].

ARTÍCULO 1023

La apelación de las sentencias arbitrales serán llevadas ante los tribunales de


primera instancia, cuando se trate de asuntos que sin el arbitraje hubiesen sido,
ya en primera, ya en última instancia, de la competencia de los jueces de paz; y
ante la Suprema Corte de Justicia, por los asuntos que hubiesen sido, ya en
primera, ya en última instancia, de la competencia de los tribunales de primera
instancia.

Tabla de Contenido

1. Apelación de las sentencias arbitrales.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Apelación de las sentencias arbitrales

En principio, todas las sentencias arbitrales son susceptibles de apelación; ahora bien,
esta vía de recurso puede ser descartada en el caso de que las partes hayan renunciado
de forma expresa o tácita, o también por la aquiescencia dada a la sentencia, que podría
ser la conseccuencia del pago de los gastos, aunque no del pago de los honorarios de los
árbitros. El tribunal competente para la apelación es el tribunal de primera instancia, sin
que sea un obstáculo a la misma la cuantía de la demanda, para los casos en que, de no
existir el arbitraje, hubiesen sido de la competencia de los juzgados de paz, y por ante la
corte de apelación para los demás casos; la apelación no puede ser posible cuando se
producen los casos de nulidad previstos en el artículo 1028 del código de procedimiento
civil [ver este artículo]. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed.,
nn. 1010, 1012, 1017 y 1030, pp. 463-464-465 y 468).

La apelación en materia arbitral es más amplia que en materia ordinaria, ya que los
árbitros estatuyen siempre a cargo de apelación, sin importar el monto del litigio y
aunque hubiese sido dictada en última instancia. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 426, p. 261).

La apelación no es permitida en los tres casos siguientes: 1º, cuando se ha comprometido


sobre apelación o revisión civil; 2º, cuando las partes han renunciado a ésta; y, 3º en los
casos de nulidad del artículo 1028. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 427, p. 261).

La apelación se hace por medio de un acto de emplazamiento y el plazo es de un mes a


partir de la notificación de la sentencia y la apelación incidental es posible por acto de
abogado a abogado hasta antes del cierre de los debates. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997.
Procedimiento Civil. t. II, 4ta. ed., n. 1018, p. 465).

La apelación es irrecibible si se presentan uno de los casos de nulidad previstos por el


artículo 1028 del código de procedimiento civil, aún cuando se trate de asuntos de orden
público, ya que la vía de la oposición en nulidad es la única vía abierta. (Paris, 16 marzo
1936, Rec. Gaz. Pal. 1936.2.5, cita de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 430, p. 261).

Las partes podrán siempre derogar las reglas de este artículo relativa a la competencia,
atribuyendo competencia para conocer la apelación de la sentencia arbitral a nuevos
árbitros los cuales deberán ser designados en el compromiso. Esta sentencia será
entonces definitiva y no podrá ejercerse recurso de apelación en su contra, a menos que
conciernan al orden público. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de
Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 433, 261).

La apelación de las sentencias arbitrales tiene efecto suspensivo, a menos que se haya
ordenado la ejecución provisional; del mismo modo, dicho recurso tiene efecto devolutivo.
Se puede ejercer la avocación, aunque la doctrina está dividida y algunos consideran que
el tribunal debe conocer del incidente y luego enviar a los árbitros para que se
pronuncien sobre el fondo. (Pérez Méndez, Artagnan. 1997. Procedimiento Civil. t. II, 4ta.
ed., n. 1019, p. 465).

La jurisdicción competente ratione loci para conocer de la apelación será aquella ante la
cual la sentencia fuere rendida. Las partes podrían derogar la competencia ratione loci,
pues no es de orden público, sin embargo, no podrán derogar la competencia ratione
materiae. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 434, p. 261).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El proyecto prevé el recurso de apelación contra todas las sentencias arbitrales, bajo la
condición de que no se haya producido la renuncia a la apelación por parte de las partes
o si no se ha reservado esta facultad en la convención de arbitraje; pero el objeto de la
apelación debe ser únicamente la reforma de la sentencia o su anulación. Si el árbitro
tenía la misión de actuar como amigable componedor, el juez estatuirá como tal. Estas
disposiciones se encuentran en el artículo 1544 del proyecto.

El proyecto establece en su artículo 1543, primer párrafo, lo siguiente: “la sentencia


arbitral no será susceptible de oposición ni de casación”.

ARTÍCULO 1024

Las reglas que se han establecido para la ejecución provisional de las sentencias
de los tribunales, serán aplicables a las sentencias arbitrales.

Tabla de Contenido

1. Ejecución provisional
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Ejecución provisional

El procedimiento aplicable para la ejecución provisional de las sentencias arbitrales, es el


procedimiento de derecho común, el cual produce sus efectos en caso de apelación o
revisión civil. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 413, p. 261).

Para el ejercicio de la ejecución provisional, serán aplicables directamente al arbitraje las


disposiciones del artículo 135 del código de procedimiento civil [véase este artículo]. La
demanda será hecha en el compromiso, o bien, mediante las conclusiones de las partes si
éstas son aceptadas por la otra parte. Si las conclusiones son aceptadas, los árbitros no
quedarán apoderados de esta demanda y si ordenaran la ejecución provisional, esta
sentencia se vería viciada de nulidad; la ejecución provisional sólo puede ser acordada en
caso de urgencia o peligro en la demora. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire
de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 414, p. 260).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


El segundo párrafo parte in fine del artículo 1541 del proyecto, establece que el árbitro
puede ordenar la ejecución provisional y que su decisión vale exequátur.

Contrariamente al texto de origen francés en que se inspira nuestro proyecto de código,


este último establece que la ejecución provisional será ordenada por el árbitro valiendo
ésta exequátur, lo cual no se corresponde con lo tratado con anterioridad relativo a la
ordenanza de exequátur siendo el tribunal de primera instancia el competente, mientras
que en el texto francés se establece que esta ejecución provisional será ordenada por el
primer presidente o el magistrado encargado de la puesta en estado.

ARTÍCULO 1025

(Derogado por la Ley No. 1077, del 17 de marzo de 1936).

ARTÍCULO 1026

La revisión civil podrá intentarse contra las sentencias arbitrales en los plazos,
formas y casos anteriormente indicados para las sentencias de los tribunales
ordinarios, y se llevará por ante el tribunal que habría sido competente para
conocer de la apelación.

ARTÍCULO 1027

No podrán, sin embargo, ser propuestos como medios de revisión civil: 1ro. la
inobservancia de las formalidades ordinarias, si las partes hubiesen convenido lo
contrario, conforme se ha dicho en el artículo 1009; 2do. el medio, que resulte de
que se haya decidido sobre cosa no pedida, salvo el derecho de impugnar el fallo
por nulidad, conforme el artículo siguiente.

Tabla de Contenido

1. Revisión civil. Admisibilidad. Causas


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Revisión civil. Admisibilidad. Causas

“El recurso en revisión civil está expresamente autorizado para ser aplicable a las
sentencias arbitrales, pero a diferencia de la revisión civil dirigida contra las sentencias
ordinarias, que se presenta por ante el tribunal que las ha dictado, el recurso contra las
sentencias arbitrales debe ser llevado por ante el tribunal competente para conocer de su
apelación”. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 442, p. 262).

La revisión civil sólo está abierta contra la sentencia arbitral cuando ésta no es
susceptible de apelación, ya que este recurso sólo está abierto contra decisiones en última
instancia [véase artículo 480, código de procedimiento civil]. Hay que suponer entonces
que los árbitros han sido investidos por las partes del derecho a estatuir sin apelación.
(Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I,
Arbitrage, n. 443, p. 262).

No hay lugar a revisión civil si los árbitros estaban dispensados de las formas de
procedimiento, así sólo estará abierta la revisión civil si no ha existido tal dispensa. Ha
sido juzgado sin embargo, que la inobservancia de las formas no da lugar a la revisión
civil ni a la acción en nulidad, sino a la apelación. (Besançon, 18 dic. 1811, Jur. gén., vº,
Arbitrage, n. 898, cita de Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 447, p. 262).

Entre las causas de apertura del recurso en revisión civil, hay que exceptuar, de las
enumeradas por el artículo 480 del código de procedimiento civil, aquella prevista en el
numeral 8, ya que no se pueden establecer compromisos sobre asuntos comunicables al
ministerio público y, en este caso, el hecho constituiría una causa de nulidad de la
sentencia y no una causa de revisión civil. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 448, p. 262)

Las partes pueden renunciar en el compromiso a la revisión civil o pueden hacerlo por un
acto posterior, sin embargo, esta renuncia no es válida en caso de dolo o fraude. (Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage,
n. 449, p. 262).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

El proyecto prevé en el artículo 1552 la posibilidad de recurrir en revisión civil contra las
sentencias arbitrales, bajo las mismas condiciones y por las mismas causas que para las
sentencias ordinarias, siendo competente la corte de apelación que hubierre sido
competente para conocer los demás recursos.

A diferencia del texto actual, el proyecto no establece excepciones a la admisibilidad del


recurso en revisión civil, por lo que el procedimiento a seguir será el del derecho común,
sin excepciones.

ARTÍCULO 1028

No será necesario intentar apelación, ni revisión civil, en los casos siguientes:


1ro. cuando la sentencia haya sido dada sin compromiso, o fuera de los términos
del compromiso; 2do. cuando lo haya sido sobre compromiso nulo, o cuyos
términos habían expirado; 3ro. cuando haya sido dada por árbitros que no
estaban autorizados a hacerlo en ausencia de otros; 4to. si la sentencia ha sido
dada por un tercero sin haber conferenciado antes con los árbitros divididos en
pareceres; 5to. y último, cuando se haya fallado sobre cosa no perdida. En todos
estos casos, las partes recurrirán, en oposición al auto de ejecución, ante el
tribunal que lo haya dado, y pedirán la nulidad del acto calificado sentencia
arbitral.

Tabla de Contenido

1. Oposición al auto de ejecución


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Oposición al auto de ejecución

Una sentencia arbitral no es susceptible de oposición cuando es rendida en defecto, sin


embargo, en ciertos casos enumerados por el artículo 1028 del código de procedimiento
civil, no habrá necesidad de apelación ni de revisión civil, ya que está abierta una acción
en oposición al auto de ejecución, se trata pues, de una verdadera acción principal en
nulidad contra la sentencia arbitral, por tanto no puede ser hecha por acto de abogado a
abogado; es una vía de recurso facultativa, ya que nada impide que la sentencia sea
atacada por cualquier otro recurso disponible. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955.
Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, nn. 452 y 470, pp. 262 y 264;
Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. vol. II., 8va.
ed., p.455).

“El artículo 1028 prescribe que, en estos casos, ‘no será necesario intentar apelación, ni
revisión civil’ contra la sentencia arbitral. Pero nada impide que la parte interesada
ataque la sentencia arbitral mediante aquél de los recursos que proceda; la vía de
oposición al auto ejecutorio es, pues, facultativa”. (Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano. vol. II., 8va. ed., p.455).

Esta acción en oposición, se trata de una vía de nulidad, por lo que debe distinguirse de
la apelación. El texto de este artículo 1028 debe ser interpretado de manera restrictiva, ya
que se trata de una vía de recurso excepcional y la enumeración contenida en él, por
tanto, es limitativa. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et
Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 453, p. 262; Tavares hijo, Froilán. 2000. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano. vol. II., 8va. ed., p.455).

La vía abierta mediante esta disposición es contra la ordenanza de exequátur y no por vía
de acción principal de nulidad contra la sentencia, por lo que no es posible interponer
esta acción contra sentencias arbitrales no revestidas de exequátur; ahora bien, aunque
ésto sea así, lo que será pronunciado es la nulidad de la sentencia. (Dalloz, Encyclopédie
Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, n. 454, p.
262).

La ley no prevé ningún plazo para esta oposición, por vía de consecuencia, ella es posible
conforme al derecho común, durante 20 años y en tanto que no haya intervenido ningún
acto de ejecución de la sentencia arbitral, ya que si la sentencia ha sido ejecutada,
obviamente esta vía de impugnación no puede ser ejercida. (Tavares hijo, Froilán. 2000.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano. vol. II., 8va. ed., p.455; Dalloz,
Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage,
n. 476, p. 264).

Existe una jurisprudencia constante en el sentido de que esta vía de recurso es de orden
público, incluso si los árbitros han sido constituidos como amigables componedores. El
tribunal competente para conocer de la oposición es el tribunal que ha dictado la
ordenanza de exequátur. (Dalloz, Encyclopédie Juridique. 1955. Répertoire de Procédure
Civile et Commerciale. t. I, Arbitrage, nn. 466 y 476, pp. 263-264).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil


El proyecto de código unifica el recurso excepcional de oposición a la ordenanza de
exequátur y la acción en nulidad contra la sentencia arbitral.

En lo que respecta a la acción en nulidad, ésta se encuentra prevista en el artículo 1545


del proyecto, estableciendo una serie de casos en los que está abierta dicha acción.

El texto del artículo 1545 es el siguiente: “Cuando, según las distinciones del artículo 1543
respecto de la renuncia de las partes a la apelación o en los casos en que el árbitro ha
recibido la misión de estatuir como amigable componedor, según se ha indicado
precedentemente, las partes han renunciado a la apelación o ellas expresamente no se han
reservado esta facultad en la convención de arbitraje, una acción en nulidad del acto
calificado sentencia arbitral podrá, no obstante, incoarse a pesar de toda estipulación
contraria. La acción en nulidad está abierta limitativamente en los casos siguientes: 1) Si el
árbitro ha estatuido sin convención de arbitraje o sobre convención nula o expirada; 2) Si el
tribunal arbitral ha estado irregularmente compuesto o el árbitro único irregularmente
designado; 3) Si el árbitro ha estatuido sin atenerse a la misión que le había sido confiada;
4) Cuando el principio de contradicción no se ha respetado; 5) En todos los casos de nulidad
previstos en el presente título; y, 6) Si el árbitro ha violado una regla de orden público”.

Por otra parte, el artículo 1546 del proyecto establece que si la jurisdicción apoderada de
esta acción anula la sentencia arbitral, estatuirá sobre el fondo en los límites de la
misión del árbitro, a menos que las partes hayan acordado lo contrario.

El artículo 1547, establece la competencia de la corte de apelación correspondiente a la


jurisdicción en la cual la sentencia ha sido dictada, tanto para la apelación y la acción en
nulidad. El mismo artículo señala que las impugnaciones serán recibibles desde el
pronunciamiento de la sentencia, pero tendrán un plazo de hasta un mes posterior a la
notificación de la sentencia revestida del exequátur. Algo esencial a resaltar es que el
plazo para ejercer estas acciones es suspensivo de la ejecución de la sentencia, así como
la impugnación ejercida en el plazo.

El procedimiento aplicable para ambas acciones es el de la materia contenciosa, pero la


calificación que den las partes a la vía de recurso, puede modificarse o precisarse hasta la
fecha del primer enrolamiento, esto se encuentra previsto por el artículo 1548 del
proyecto.
DISPOSICIONES GENERALES

ARTÍCULO 1029

Ninguna de las nulidades, multas y caducidades pronunciadas en el presente


Código será conminatoria.

Ver anotaciones del Párrafo III, del Titulo IX, del Libro II, de la Parte I, sobre las
nulidades.

ARTÍCULO 1030

Ningún acto de alguacil o de procedimiento se podrá declarar nulo, si la nulidad


no está formalmente pronunciada por la ley. En los casos en que la ley no hubiere
pronunciado la nulidad, se podrá condenar al curial, sea por omisión o
contravención, a una multa que no bajará de un peso, ni excederá de veinte.

Ver anotaciones del Párrafo III, del Titulo IX, del Libro II, de la Parte I, sobre las
nulidades.

ARTÍCULO 1031

Los procedimientos o los actos nulos o frustratorios, y los actos que den lugar a
una condenación de multa, quedarán a cargo de los curiales que los hubieren
hecho; los cuales, según las circunstancias, serán además responsables de los
daños y perjuicios de la parte, y estarán sujetos aún a suspensión de sus
funciones.

Tabla de Contenido

1. Responsabilidad del oficial ministerial


A. Actos Nulos
B. Los actos frustratorios
C. Los actos que han dado lugar a una condenación por multa
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil

1. Responsabilidad del oficial ministerial

Tres tipos de actos quedan a cargo de los oficiales ministeriales que lo han hecho: Los
actos nulos, los actos frustratorios y los actos que han dado lugar a una condenación por
multa. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de Procédure
Civile Annoté. t. 4, nn.1-4, p.754).

Las personas designadas por la ley bajo la denominación genérica de oficiales


ministeriales son los alguaciles, los abogados y los secretarios. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. 4, n.80, p. 756).

1438
“Si se declara nulo un emplazamiento por causa del Alguacil, podrá éste ser condenado a
pagar los gastos del emplazamiento y del procedimiento anulado, salvo los daños y
perjuicios de la parte, según la circunstancia.” (Goico de Castro, Héctor Barón. 1983.
Monografía del Alguacil o Curial, 4ta. ed., n. 93, p.62).

La ley prescribe sanciones contra los oficiales que cometen una irregularidad en la
realización de un acto, acarreen o no la nulidad, estas pueden ser: correr con los gastos
del procedimiento o del acto irregular; ser condenado en daños y perjuicios a favor de la
parte a quien perjudica la nulidad; ser condenado a una multa; si es una falta grave,
puede ser objeto de una sanción disciplinaria. (Morel, René, 1932. Traité Élémentaire de
Procédure Civile, p.447; Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau
Code de Procédure Civile Annoté. t. 4, nn. 109, 113, 117 y p. 757). (Ver ley 821 sobre
Organización Judicial; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. I, 8va. ed., p.189).

Si el alguacil ha preparado personalmente el acto, su responsabilidad pecuniaria y


disciplinaria es completa; pero si se le ha entregado el acto preparado, no parece que el
alguacil deba ser necesariamente responsable. En todo caso, es deber del alguacil advertir
a la parte requeriente, la irregularidad del acto que se le entrega. (Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.189).

En cuanto a determinar el tribunal competente para conocer de la acción contra el


ministerial, según un primer sistema es al tribunal o la corte donde los gastos
frustratorios han sido hechos que le corresponde ponerlos a cargo del oficial que los ha
realizado. Por el contrario otros consideran que la parte no puede ejercer su acción ante
el juez que está conociendo la acción salvo que fuere de primera instancia. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté., t. 4, nn.
128 y 131, p. 758).

A. Actos Nulos.

Sobre los actos nulos ver libro II, título IX, párrafo III sobre las nulidades.

Nulidad es la “ineficacia de un acto jurídico, proveniente de la ausencia de una de las


condiciones de fondo o de forma requeridas para su validez.” (Capitant, Henri. 1930.
Vocabulario Jurídico, p. 390).

“(…) el cumplimiento de las formalidades legales debe ser expresamente comprobado, en


los actos de alguacil, simultáneamente: en el original, que pertenece a la parte
requeriente, en las copias destinadas a las partes a quienes va dirigido el acto, y en el
duplicado del original que el alguacil debe conservar conforme el art. 1 de la L. 980 de
1935. No se considera observada la formalidad cuyo cumplimiento no consta en cada una
de las copias, aunque conste en el original, o cuyo cumplimiento conste en las copias,
pero no en el original. En ambos casos el acto es nulo.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.179).

La nulidad dictada por los arts. 1029 y 1030, puede afectar únicamente los actos de los
oficiales ministeriales (secretario, alguacil, vendutero público) pero no los actos
jurisdiccionales, o sea las sentencias, ni los actos emanados de los auxiliares de la
justicia como los de los peritos, ni los actos de abogado. (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.182).

“Las nulidades regidas por los arts. 1029 y 1030 son exclusivamente las de forma, esto
es, las que se originan en la inobservancia de una formalidad intrínseca o extrínseca del

1439
acto de procedimiento.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. I, 8va. ed., p.182).

“El costo del acto anulado queda a cargo de la parte a cuyo requerimiento fue hecho,
salvo su derecho de reclamar indemnización al oficial ministerial responsable de la
nulidad.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v.
I, 8va. ed., p.186).

B. Los actos frustratorios.

Los actos frustratorios son actos regulares en la forma, pero inútiles o prohibidos por la
ley. Un acto no puede ser considerado como frustratorio salvo cuando lo haya sido por el
tribunal (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté. t. 4, nn.13-14, p. 754).

El punto de saber si los gastos son frustratorios es apreciado por los jueces de fondo de
manera soberana, sin necesidad de que así lo indique un texto de ley. (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. 4, nn.
16 y 19, p. 754).

C. Los actos que han dado lugar a una condenación por multa

La ley pone también a cargo de los oficiales ministeriales los gastos de los actos que han
dado lugar a una condenación por multa, pero que no obstante surge irregularidad, son
validos y producen sus efectos. Esta disposición es muy difícil de motivar: y no se
entiende porque la multa no es una sanción suficiente para la irregularidad o el vicio
cometido en el acto (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté. t. 4, nn.71-72, p. 756).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

No existe disposición similar a esta en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 1032

Los ayuntamientos y los establecimientos públicos están obligados, para intentar


una demanda en justicia, a conformarse a las leyes administrativas.

En Francia este artículo está complementado por un conjunto de leyes administrativas


por lo que su anotación es imposible bajo el marco de la doctrina francesa por
encontrarse en el país de nuestra legislación de origen, las jurisdicciones administrativas
y judiciales totalmente separadas. En lo que respecta a la doctrina y Jurisprudencia
Dominicana, en los textos consultados no existen disposiciones relativas a este texto

ARTÍCULO 1033

(Mod. por la Ley No. 296 del 30 de mayo de 1940). El día de la notificación y el del
vencimiento no se contarán en el término general fijado por los emplazamientos,
las citaciones, intimaciones y otros actos hechos a persona o domicilio. Este
término se aumentará de un día por cada treinta kilómetros de distancia; y la
misma regla se seguirá en todos los casos previstos, en materia civil o comercial,
cuando en virtud de leyes, decretos o reglamentos haya lugar a aumentar un
término en razón de las distancias. Las fracciones mayores de quince kilómetros
aumentarán el término de un día, y las menores no se contarán para el aumento,

1440
salvo el caso en que la única distancia existente, aunque menor de quince
kilómetros, sea mayor de ocho, en el cual dicha distancia aumentará el plazo en
un día completo. Si fuere feriado el último día del plazo, éste será prorrogado
hasta el siguiente.

Tabla de Contenido

1. Computación de los plazos.


A. De mes, de días y de horas.
2. Plazo Franco.
3. Aumento del plazo en razón de la distancia.
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Computación de los plazos.

“Plazo es el tiempo dado a una persona para realizar un acto o para adoptar una decisión.
Los plazos de procedimiento se componen de cierto número de unidades de tiempo: o de
horas, o de días, o de semanas, o de meses, o de años. Los más comunes son los que
constan de días o de meses.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.161).

“El alcance de esta disposición [Si fuere feriado el último día del plazo, éste será
prorrogado hasta el siguiente] es controvertido. De acuerdo con un sistema, se sostiene
que la prórroga es aplicable exclusivamente a los plazos francos, puesto que el art. 1033
(…) trata únicamente de los plazos francos. En otra opinión, que parece preferible por ser
más favorable a los derechos de la parte contra quien corre el plazo, se trata de una
disposición de alcance general, que concierne indistintamente a los plazos francos o no
francos. Cuando son feriados el día en que se vence el plazo y el día que le sigue, el plazo
debe prorrogarse hasta el día que sigue a este último.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.167).

“Considerando, que cuando un plazo se vence en un día feriado el mismo se extiende


hasta el próximo día laborable, al tenor de las disposiciones del artículo 1033 del Código
de Procedimiento Civil, no iniciándose el plazo nuevamente a partir de ese día, como
erróneamente alega la recurrente sucede con los plazos de hora a hora.” (Sent. SCJ. 6 de
Enero 1999, BJ. 1058, 460, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 2000.
Recopilación Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia
de la República Dominicana. v. X, t. IV. pp. 748-749).

A. De mes, de días y de horas.

“Los plazos establecidos por meses, se calculan de fecha a fecha (…) sea cual sea el
número de días de que se compongan los meses incluídos en el plazo, y no por períodos
de treinta días. (…) Por otra parte, en los casos en que el plazo tiene como punto de
partida la fecha de un día último de mes que no se encuentra en el mes en que vence el
plazo, se decide que el plazo vence el último día de este mes [teniendo en cuenta el día 31
de los meses que lo tienen y el día faltante del mes de febrero]. Los plazos de días se
computan de día a día completos, contándose como un día las 24 horas que comienzan y
terminan a la media noche. Los plazos de horas se calculan de hora a hora, o sea
tomando como punto de partida la hora indicada en el acto o la hora del hecho con que se
inicia el plazo, terminando en la última de las horas del plazo impartido”. (Pérez Méndez,

1441
Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., pp.181-182; Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.163).

Los plazos no se cuentan de momento a momento salvo cuando la ley lo exige, la ley exige
el acto a partir del cual la cosa deberá ser hecha por indicación de la hora, si el plazo está
acordado por horas la computación del plazo debe tener lugar rigurosamente a partir del
momento indicado a determinar con la última hora del plazo indicado por la ley
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. 4, nn.1-2, 11-13 y 16, p. 759).

“No deben confundirse el plazo de veinticuatro horas (…) y el plazo de un día: el primero se
calcula de hora a hora (…); el plazo de un día se computa de acuerdo con las reglas
expresadas para los demás plazos que se componen de días.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.163).

“Los plazos indicados por semanas deben ser computados a partir del día de igual
nombre de cada semana subsiguiente. Los plazos de uno o de varios años se cuentan, (…)
de fecha a fecha.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. I, 8va. ed., p.164).

“(…) que cuando los plazos acordados por la ley lo son por meses y no por días, como es el
caso de la especie [recurso de apelación]; su computación se realiza de fecha a fecha, sin
importar el número de días de que se compongan los meses incluidos en el plazo (…)”
(Sent. SCJ. 29 de Agosto 1997, BJ. 1041, 34-35, cita de González Canahuate, Dr. L.
Almanzor. 2000. Recopilación Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema
Corte de Justicia de la República Dominicana. v. X, t. IV. pp. 741-742).

2. Plazo Franco.

Los días términos son el día que sirve de punto de partida de un plazo y el día en el que el
plazo ha de finalizar: al primer día se le denomina dies a-quo y al segundo se le denomina
dies ad quem. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté. t. 4, n.22, p. 759).

Por regla general el día a partir del cual corre un plazo no debe ser computado en el
mismo a menos que el legislador no haya dispuesto otra cosa. (Jurisprudence Générale
Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. 4, nn. 25-33, p.
760; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va.
ed., pp.163-164); Asímismo dentro del día a partir del cual el plazo se da por terminado
puede liberarse toda actuación, en todo momento de ese día, pues el mismo expira con la
última hora. (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté. t. 4, nn.40-42, p. 760).

El plazo es franco cuando no comprende ninguno de los días términos esto es así para los
plazos de meses o de días. (Capitant, Henri. 1930. 1930. Vocabulario Jurídico, p. 430;
Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. 4, nn.44-45, p. 760; Morel, René, 1932. Traité Élémentaire de Procédure Civile,
p.450). ”De aquí resulta que los plazos francos comprenden dos días adicionales sobre la
duración nominal que les atribuye la ley”. (Sent. SCJ., 30 de Julio 1938, BJ. 336, 381;
Sent. SCJ. 23 de Octubre 1942, BJ. 387, 705, citas de Tavares Hijo, Froilán. 1999.
Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.164; Pérez Méndez,
Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.182).

1442
“(…) la ley considera como francos todos los plazos que se inician con una notificación
hecha a la persona o en el domicilio.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.165).

“Es preferible, pues, considerar francos todos los plazos para ejercer los recursos que
comienzan a correr a partir de una notificación a persona o domicilio, sin prestar atención
a la fórmula que emplea la ley en algunos casos particulares.” (Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.166)

“(…) que además, en cuanto al alegato de que el plazo de 48 horas es franco, dicho alegato
carece de fundamento, pues dicho plazo por computarse de hora a hora, no está incluido
en la categoría de los plazos francos.” (Sent. SCJ. 24 de Agosto 1973, BJ. 753, 2473, cita
de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 2000. Recopilación Jurisprudencial Integrada de
las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana. v. X, t. IV. pp.
735-736)

“(…) es admitido unánimemente, que los plazos impartidos para ejercer los recursos,
cuando tienen como punto de partida una notificación a persona o domicilio, son francos,
como ocurre con el recurso de apelación (…).” (Sent. SCJ. 29 de Agosto 1997, BJ. 1041,
34-35, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 2000. Recopilación Jurisprudencial
Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana. v.
X, t. IV. pp. 741-742)

“Considerando, que los plazos establecidos por las leyes de procedimiento deben ser
contados de fecha a fecha, no computándose en ellos, de acuerdo con la regla establecida
en el artículo 1033 del Código de Procedimiento Civil, el día de la notificación, o sea el
dies a quo, y el del vencimiento, o sea el dies ad quem, cuando estos plazos son francos,
como en materia de casación (…).” (Sent. SCJ. 10 de Abril 1987, BJ. 917, 640-641, cita de
González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 2000. Recopilación Jurisprudencial Integrada de las
Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana. v. X, t. IV. pp. 739-
740; Sent. SCJ. 15 de Enero 1992, BJ. 974-976, 15; Sent. SCJ. 13 de Septiembre 1993, BJ.
992-994, 882-883)

3. Aumento del plazo en razón de la distancia.

“El plazo que la ley concede a una persona para el cumplimiento de una formalidad, en
razón de la distancia que separa su domicilio del lugar donde ella debe cumplirse. En
especial, plazo que debe dejar correr el demandante entre el día en que emplaza ante la
justicia a su adversario y el de la comparecencia, y que varía según sea la distancia
existente entre el domicilio del demandado y el asiento de la jurisdicción ante la cual es
emplazado”. (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico, p. 430).

“Los llamados plazos de distancia son los que se aumentan tomando en cuenta la
distancia que existe entre el domicilio del notificado y el lugar de ubicación del tribunal o
donde se debe obtemperar al acto.” (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t.
I, 9na. ed., p.184).

“De un modo general la distancia que sirve de base al aumento es la que existe entre el
domicilio de la parte contra quien corre el plazo y el lugar en que ella debe actuar.”
(Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed.,
p.168).

“Cuando la parte es notificada en su domicilio elegido, como permite el art. 111 del C.
Civil, se admite, en la opinión que predomina, que el plazo de la distancia se calcula
tomando como base el domicilio elegido y no el domicilio real, puesto que la ley autoriza a

1443
hacer en ese domicilio todas las notificaciones.” (Pérez Méndez, Artagnan. 1999.
Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.184; Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.168).

“En los casos en que, de acuerdo con el art. 3 de la L. 259 de 1940, la notificación sea
hecha en la persona de un agente o representante que dirige una sucursal, el aumento de
plazo en razón de la distancia debe calcularse tomando como base el lugar en que se halla
establecida la sucursal.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. I, 8va. ed., p.169).

“En los procedimientos en que figura el Estado no rigen las disposiciones del art. 1033
respecto del aumento de los plazos en razón de la distancia, sino las de la L. 1486 de
1938.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I,
8va. ed., p.170).

“La regla enunciada en el art. 1033 se aplica no solamente a los plazos de los
procedimientos judiciales, sino 'también en todos los casos previstos, en materia civil o
comercial, cuando en virtud de leyes, decretos o reglamentos, haya lugar a aumentar un
plazo en razón de las distancias'.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.174).

“El aumento de los plazos rige solamente para las personas domiciliadas en territorio
dominicano porque cuando se trata de personas domiciliadas en el extranjero, el plazo se
aumenta conforme a una escala establecida en el artículo 73 del Código de Procedimiento
Civil.” (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.185).

“Considerando, que el plazo de dos meses para ejercer el recurso de casación se aumenta
en razón de la distancia si la persona notificada reside fuera de la jurisdicción de la
ciudad capital, asiento de la Suprema Corte de Justicia (…).”(Sent. SCJ. 10 de Octubre
1973, BJ. 755, 3092, cita de González Canahuate, Dr. L. Almanzor. 2000. Recopilación
Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la
República Dominicana. v. X, t. IV. p. 736; Sent. SCJ. 1ro. de Abril 1981, BJ. 845, 643; Sent.
SCJ. 15 de Enero 1992, BJ. 974-976, 15; Sent. SCJ. 13 de Septiembre 1993, BJ. 992-994,
882-883; Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.184).

“Considerando, que al ser correcto que en la especie, el plazo se calculaba de acuerdo con
la distancia del domicilio elegido, según lo admitió la Corte a-qua, aunque el abogado de
la parte recurrente tuviese su estudio habitual en esta ciudad, y el acto de avenir, que se
le hubiese notificado en el domicilio de elección, por deficiencia atribuible al correo, o de
cualquier otra naturaleza, no llegara a sus manos oportunamente, como se alega, dicho
acto no podía ser anulado, pues al dar dos días francos en la notificación aludida, para
comparecer a una audiencia que se celebraría por ante un tribunal radicado en la misma
ciudad, donde se hizo dicha notificación, se satisfizo plenamente el voto de la ley
(…).”(Sent. SCJ. 27 de Marzo 1974, BJ. 760, 819-820, cita de González Canahuate, Dr. L.
Almanzor. 2000. Recopilación Jurisprudencial Integrada de las Decisiones de la Suprema
Corte de Justicia de la República Dominicana. v. X, t. IV. pp. 736-737).

Según una primera opinión la regla del párrafo II del art. 1033 establece el aumento de
plazo en razón de la distancia, sólo se aplica a los casos en que una persona deba
obtemperar en un cierto plazo un llamado que se la ha realizado. En sentido contrario,
según la opinión de la Corte de Casación Francesa el art. 1033 se aplica "a citaciones,
llamamiento, sometimientos" y " a todos los otros actos hechos a personas o domicilios,
no excluye los actos de abogado a abogado" (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes
Annotés. 1920. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. 4, nn. 114 y 117, p. 6762).

1444
En lo relativo hacia si los plazos que deben ser aumentados en razón de la distancia
pueden o no ser francos un primer sistema establece que el párrafo II del art. 1033 no
establece la aumentación del plazo en razón de la distancia más que a los actos que
enumera el primer párrafo. Según un segundo sistema implícitamente admitido por la
jurisprudencia francesa el establecimiento del plazo franco y la aumentación del plazo en
razón de la distancia no se encuentra en correlación necesaria, es decir, no siempre hay
lugar a la aumentación en todos los casos donde el plazo sea franco o inversamente por lo
que la aumentación puede tener lugar aún en los casos en que el plazo no sea franco.
Según un tercer sistema para que un plazo este sujeto a la aumentación en razón de la
distancia es necesario suponer sea un acto hecho a persona o domicilio y que el tiempo
para realizarlo sea insuficiente (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920.
Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. 4, nn.126, 128, 131, p. 762).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones del artículo 1033 se encuentran desarrolladas en el Capítulo IV, del
Título IV del Proyecto de Código, referente a Los Plazos; el artículo 93, contempla lo
establecido en la primera parte de este artículo relativo al no cómputo del día de la
notificación y el del vencimiento, para los emplazamientos, las citaciones, las
intimaciones y los demás actos de procedimiento.

Los artículos 94 al 99 del Proyecto prevén lo que ya había sido determinado por la
doctrina y la jurisprudencia: la forma de computarse los plazos de horas, días, meses y en
años.

El artículo 100 del Proyecto, contempla lo establecido por la parte in fine del artículo
1033, relativo a la prorrogación del plazo hasta el primer día hábil siguiente, cuando éste
expire un sábado, domingo o un día feriado o de fiesta legal.

El artículo 102 del Proyecto, contempla lo establecido por la parte medial del artículo
1033, relativo al aumento del plazo en razón de la distancia.

ARTÍCULO 1034

Las notificaciones para hallarse presente a los informes periciales, lo mismo, que
los emplazamientos hechos en virtud de sentencia de acumulación, indicarán
solamente el lugar, el día y la hora de la primera actuación o de la primera
audiencia, y no, habrá necesidad de reiterarlas, aún cuando la actuación o la
audiencia continuaren en otro día.

Tabla de Contenido

1. La notificación de comparecencia en el caso que en la audiencia se dicte


acumulación para otro día u ordene informe pericial.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. La notificación de comparecencia en el caso que en la audiencia se dicte


acumulación para otro día u ordene informe pericial.

Las partes pueden estar presentes en el experticio o deben por lo menos haber sido
llamadas, y por ser esta una formalidad sustancial esta penada con la nulidad
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. 4,n.1, p.767).

1445
Toda vez, la regla según la cual los expertos no deben proceder al experticio mas que en
presencia de las partes no se aplica al caso en el que el experticio es una medida de
instrucción accesoria (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code
de Procédure Civile Annoté. t. 4, n.2, p.767).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

No existe disposición similar a esta en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 1035

Cada vez que se trate de tomar un juramento, recibir una fianza, proceder a un
informativo testimonial, a un interrogatorio sobre hechos y artículos, nombrar
peritos, y generalmente hacer cualquier operación en virtud de una sentencia, y
que las partes o los lugares contenciosos se encuentren muy apartados, los jueces
podrán dar comisión para el caso, a un tribunal vecino, a un juez y hasta un juez
de paz, según lo exija la naturaleza del asunto. Del mismo modo, y por las mismas
causas, podrán autorizarse mutuamente los tribunales a nombrar, ya a uno de sus
miembros, ya a un juez de paz de su jurisdicción, para proceder a las operaciones
ordenadas.

Tabla de Contenido

1. En qué casos hay lugar a comisión rogatoria.


A. Definición.
B. Casos.
2. A quién se otorga la comisión rogatoria. Competencia del juez comisario
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. En qué casos hay lugar a comisión rogatoria.

A. Definición.

“Mandato conferido por un tribunal que conoce en un litigio civil o en una instrucción
criminal, a otro tribunal o a un magistrado de otra jurisdicción (…) con el objeto de que
proceda en su lugar a la realización de uno o más actos de instrucción especificados por
el mandante.” (Capitant, Henri. 1930. Vocabulario Jurídico, p. 128).

En principio, el tribunal debe proceder el mismo, o por uno de sus miembros, a realizar
las medidas de instrucción que ordena, sin poder delegar sus poderes en un tercero, ni en
otro tribunal. Sin embargo, cuando las partes o los lugares contenciosos están muy
alejados, el juez puede dar comisión rogatoria a otro tribunal o a otro juez. El juez
comisionado no puede negarse a deferir la comisión rogatoria. (Morel, René, 1932. Traité
Élémentaire de Procédure Civile, p.506).

Por comisión rogatoria entendemos el mandato dado por un tribunal apoderado de un


litigio a un juez de otra localidad, al efecto de que proceda a realizar alguna instrucción.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. 4, n.1, p.768).

B. Casos.

1446
“En numerosos casos la ley determina que ciertas diligencias se practiquen, no ante el
tribunal mismo, sino ante un juez comisario (…). Esto ocurre especialmente en casos de
información testimonial, de juramento, de verificación de escritura, de inspección de
lugares, etc.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano,
v. I, 8va. ed., p.77).

“La Corte de apelación puede designar como juez comisario o a uno de sus miembros o a
un juez de otro tribunal (juez de primera instancia, juez de paz). El juzgado de primera
instancia, por ser unipersonal, acostumbra nombrar juez comisario, en los casos en que
es obligatorio hacerlo, al mismo juez de primera instancia, o a un juez de paz.” (Pérez
Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.128; Tavares Hijo, Froilán.
1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.77).

La comisión rogatoria es ordenada por la misma sentencia que ordena la medida de


instrucción a menos que su necesidad se verifique posteriormente a que se haya dictado
la sentencia (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté. t. 4, n.24, p.768).

2. A quién se otorga la comisión rogatoria. Competencia del juez comisario

“(…) las medidas de instrucción objeto de las comisiones rogatorias pueden ser confiadas
a un juez o tribunal del mismo orden que aquel de quien emana la comisión rogatoria.”
(Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed.,
p.367).

El tribunal o juez delegado no puede rechazar la misión que le ha sido encomendada, sin
decir justicia (Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de
Procédure Civile Annoté. t. 4, n.59, p.769).

“En caso de comisiones rogatorias a fin de darles cumplimiento a algunas medidas de


instrucción, hay también prorrogación judicial de competencia.” (Pérez Méndez, Artagnan.
1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.127).

La comisión rogatoria no puede portar orden de realizar uno o varios actos innominados;
un juez no puede ser delegado para conocer del fondo de la contestación (Jurisprudence
Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. 4, n.1,
p.768).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

Las disposiciones del artículo 1035, se encuentran contempladas en el artículo 211 del
Proyecto de Código. Establece que deben de ser trasmitidos todos los documentos útiles a
la jurisdicción comisionada; establece además que las personas que deban aportar su
concurso a la ejecución de la medida de instrucción, serán convocadas por la jurisdicción
comisionada; por último establece que una vez sean completadas las operaciones, el
secretario remitirá a la jurisdicción comitente, los procesos verbales acompañados de las
piezas y objetos que le fueron anexados.

ARTÍCULO 1036

Los tribunales, según la gravedad de las circunstancias, podrán, en las causas


que cursen ante ellos, pronunciar aun de oficio, por mandamiento expreso, la
supresión de escritos, declararlos calumniosos, y ordenar la impresión y
publicación de sus sentencias por medio de la prensa.

1447
Tabla de Contenido

1. Supresión de escritos calumniosos y publicación de la sentencia en la prensa.


2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Supresión de escritos calumniosos y publicación de la sentencia en la prensa.

“El art. 1036 dispone que los tribunales podrán, aun de oficio, pronunciar por
mandamiento expreso la supresión de memoriales y otros escritos calumniosos. Este
poder puede ser ejercido por todos los tribunales, ordinarios o de excepción y por la S. C.
J. (Casación. 19 de febrero, 1982, B.J. 855. p. 231) El mismo art. 1036 autoriza a todos
los tribunales, en las mismas condiciones, a prescribir la publicación de sus sentencias
por medio de la prensa. Esta medida puede ser prescrita conjuntamente con la que
ordena la supresión de un escrito calumnioso, o ser ella sola motivo de un
pronunciamiento.” (Tavares Hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. II, 8va. ed., pp.427-428).

La norma del artículo 1036 es aplicable ante todos los tribunales, aun los de excepción
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. 4, n. 1, p.770).

Los jueces no tienen la obligación de ordenar la supresión de un escrito que contenga


injurias o denominaciones ofensivas, el artículo 1036 sólo establece una facultad.
(Jurisprudence Générale Dalloz, Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de Procédure Civile
Annoté. t. 4, n.18, p.770). Sin embargo no pueden, los jueces, ordenar la supresión de
injurias en actos que no hayan sido hechos públicos (Jurisprudence Générale Dalloz,
Codes Annotés. 1920. Nouveau Code de Procédure Civile Annoté. t. 4, n. 34, p.771).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

No existe disposición similar a esta en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 1037

Derogado y sustituido por el Art. 121 de la Ley No. 834 del 15 de julio de 1978,
cuyo texto es el siguiente:

Artículo 121

Ninguna ejecución puede ser hecha antes de las seis de la mañana ni después de
las seis de la tarde ni tampoco los días feriados o declarados no laborables a
menos que sea en virtud de permiso del juez en caso de necesidad.

Tabla de Contenido

1. En cuáles condiciones una notificación o ejecución se reputa hecha dentro de la


hora legal.
2. Qué derogaciones a la regla puede autorizar el juez en materia de procedimiento
civil.
3. Sanción a la disposición del 1037
4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1448
1. En cuáles condiciones una notificación o ejecución se reputa hecha dentro de la
hora legal.

“El alguacil no puede actuar en los días de fiesta legal (incluso los domingos) (…). Si hay
peligro en la demora el alguacil puede proceder en todos los casos con la autorización del
juez presidente del tribunal que deba conocer de la demanda (…)” (Sent. SCJ. 30 de
Noviembre de 1928, BJ. 220, p. 17, cita de Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de
Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., 143; Goico de Castro, Héctor Barón. 1983.
Monografía del Alguacil o Curial, 4ta. ed., n. 82, p.58).

“Si un alguacil se presenta a una oficina pública y la encuentra cerrada, el alguacil debe
hacer mención de esta circunstancia en el acto de emplazamiento y puede, válidamente,
cumplir la formalidad el día hábil siguiente.” (Pérez Méndez, Artagnan. 1999.
Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.180).

“No puede ser notificado ningún acto de alguacil antes de las seis de la mañana ni
después de la seis de la tarde. El objeto de esta disposición es asegurar la inviolabilidad
del domicilio, y evitar los rozamientos y dificultades que podrían originarse con el hecho
de que se practicaran tales diligencias durante la noche, con menoscabo del descanso a
que pudiera hallarse entregada la persona a quien se dirige el alguacil.” (Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.144).

“(…) Las notificaciones hechas sin la luz del sol tienen carácter de clandestinidad.
Tampoco podrán hacerse los días de fiestas legales, cuando no sean en virtud de permiso
dado por el Juez, y en los casos en que haya peligro en la demora.” (Goico de Castro,
Héctor Barón. 1983. Monografía del Alguacil o Curial, 4ta. ed., n. 9, p.16).

La imposibilidad de notificar fuera de las horas previstas por la ley tiene por fundamento
el principio de la inviolabilidad del domicilio, sin contar el hecho de evitar las dificultades
y riesgos que podría entrañar una notificación o una ejecución hecha durante la noche.
Existe una diferencia entre lo prescrito por la ley en lo relativo a la hora y en lo que
respecta a los días feriados: el alguacil no podrá jamás ser dispensado por el juez de
observar lo primero. Pero, por el contrario, puede obtener un permiso del juez para
notificar en un día de fiesta legal en los casos en que haya peligro en la demora. (Morel,
René, 1932. Traité Élémentaire de Procédure Civile, p.431).

2. Qué derogaciones a la regla puede autorizar el juez en materia de procedimiento


civil.

“La ley no faculta al juez para autorizar al alguacil, en caso de urgencia, a notificar
durante la noche, como lo hace tratándose de los días de fiestas (…)”. (Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.144).

3. Sanción a la disposición del 1037

“Hay controversia acerca de saber si es válido el acto de alguacil preparado en un día de


fiesta legal (…). Se ha sostenido que el acto es nulo, por tratarse de una disposición de
orden público (en este sentido, Casación, 16 de abril 1923, B.J. 153-155, p. 3); pero
predomina en doctrina y jurisprudencia la opinión de que el acto es válido porque la ley
no pronuncia expresamente su nulidad (Casación, 26 de mayo, 1941, B.J. 370, p. 623; 10
de julio, 1956, B.J. 552, p. 1403; 18 de noviembre, 1983, B.J. 876, p. 3624; 26 de
noviembre 1984, B.J. 888, p. 3901).” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., pp.143 y 144).

1449
“El acto de alguacil notificado de noche es nulo, y el alguacil podría ser sometido a la
acción disciplinaria.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. I, 8va. ed., p.144).

Algunos autores concluyen que toda notificación hecha fuera de las horas legales es nula,
pero en lo que respecta a las hechas en un día de fiesta legal sin permiso del juez, la
sanción será solamente la multa pronunciada contra el alguacil en virtud del artículo
1030. La cuestión es, por otra parte, controvertida: algunos admiten que la inobservancia
del artículo 1037 es sancionada con la nulidad; otros establecen que no podrá jamás
haber una nulidad en ausencia de una disposición expresa. La jurisprudencia está
dividida. (Morel, René, 1932. Traité Élémentaire de Procédure Civile, p.431).

4. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

La disposición del artículo 1037, derogado y sustituido por el artículo 121 de la Ley No.
834 del 15 de julio de 1978, se mantiene invariable en el artículo 511 del Proyecto de
Código.

ARTÍCULO 1038

Los abogados que hayan defendido a las partes en las causas sobre las que
hubieren recaído sentencias definitivas, estarán obligados a continuar en la
ejecución de estas sentencias, sin necesidad de nuevos poderes, con tal que la
ejecución tenga lugar dentro del año de haberse pronunciado aquellas.

Tabla de Contenido

1. Derechos y deberes del abogado constituido para una instancia relativa a la


ejecución de la sentencia definitiva.
2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Derechos y deberes del abogado constituido para una instancia relativa a la


ejecución de la sentencia definitiva.

“Su cualidad de mandatario asalariado impone al abogado ciertas obligaciones


particularmente rigurosas: (…) debe continuar la gestión del asunto, aun después de
terminado el proceso para el cual fue constituido, durante un año más, para los fines de
ejecución de la sentencia intervenida.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., pp.112-113).

2. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

No existe disposición similar a esta en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 1039

Todas las notificaciones hechas a personas públicas, con calidad para recibirlas,
deberán ser visadas por éstas en el original, sin costas. Cuando haya negativa, el
original será visado por el fiscal cerca del tribunal de primera instancia del
mismo domicilio de los que hubieren rehusado firmar; a los cuales se les podrá
condenar, oídas las conclusiones del fiscal, a una multa que no podrá ser menos
de dos pesos.

1450
Tabla de Contenido

1. Qué notificaciones están sometidas a la formalidad del 1039.


2. Sanción a la prescripción del 1039.
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. Qué notificaciones están sometidas a la formalidad del 1039.

“Si se trata de un acto de emplazamiento notificado a una común o al Distrito Nacional


(…), será visado el original por el empleado a quien se entregue la copia: en caso de
ausencia o de negativa, se visará por el alcalde de la común o por el fiscal del tribunal de
primera instancia, a quienes se les entregará la copia del emplazamiento.” (Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.154; Goico
de Castro, Héctor Barón. 1983. Monografía del Alguacil o Curial, 4ta. ed., n. 104, p.67).

“Tratándose de un acto que no es un emplazamiento, si el funcionario rehusa visar el


original, el alguacil deberá necesariamente dirigirse al procurador fiscal; si se trata de un
emplazamiento, el alguacil tiene la opción entre dirigirse al juez de paz o al procurador
fiscal.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I,
8va. ed., p.154).

“Las notificaciones hechas al Estado, sin distinguir entre los actos de emplazamiento y los
demás, deben ser visados en el original y en la copia por el funcionario en cuya persona se
notifica al Estado. En caso de negativa, el alguacil la hará presenciar por dos personas
idóneas para declarar como testigos en materia civil, y dará curso al acto como si hubiera
sido visado, después de haber hecho constar esa negativa (art. 17 de la L. 1486 de 1938).”
(Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.176; Tavares Hijo,
Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.154; Goico
de Castro, Héctor Barón. 1983. Monografía del Alguacil o Curial, 4ta. ed., n. 100, p.65).

2. Sanción a la prescripción del 1039.

“La omisión de visa conlleva la nulidad del acto de emplazamiento; (…) si se trata de otro
acto, la falta de visa no conlleva nulidad, porque ésa no es una formalidad sustancial y la
ley no pronuncia la nulidad.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal
Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.154).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

No existe disposición similar a esta en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

ARTÍCULO 1040

Todos los actos que competan aun Juez, se harán en el local donde funcione el
tribunal; el juez estará siempre asistido del secretario, que guardará las minutas
y librará las copias: en caso de urgencia, el juez podrá resolver desde su
residencia las instancias que le fueren presentadas; todo salvo la ejecución de las
disposiciones contenidas en el título Del Referimiento.

Tabla de Contenido

1. En qué lugares son rendidas las sentencias.


2. Asistencia del secretario.

1451
3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1. En qué lugares son rendidas las sentencias.

“Los tribunales tienen que ejercer sus funciones precisamente en la cabecera de su


respectiva jurisdicción territorial. (…) Por otra parte, de acuerdo con el art. 1040, los
tribunales tienen que actuar en el local en que se hallan instalados. Esta regla general
tiene las siguientes excepciones: 1º. Todos los jueces pueden responder, por medio de
autos, en su domicilio, o en cualquier otro lugar en que se encuentren, a los pedimentos
que se les dirijan (art. 1040). 2º. Los jueces de paz pueden celebrar audiencia en su casa
morada, con tal que sea a puertas abiertas (art. 8). 3º. El juez de los referimientos,
cuando el caso requiera celeridad, puede autorizar que se cite para una audiencia en su
casa particular.” (art. 102 de la L. 834 de 1978)” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos
de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., p.79).

2. Asistencia del secretario.

“Los secretarios son indispensables en todo tribunal, al extremo de que el tribunal no


puede constituirse sin el secretario (…). Los secretarios deben conservar los originales de
las sentencias y expiden las copias ejecutorias que las partes tienen el derecho de
requerirles.” (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., pp.80-81).

“El secretario es, al mismo tiempo, funcionario público y oficial ministerial encargado de
asistir al tribunal o al juez en todas sus operaciones, así como de redactar, conservar y
expedir los actos emanados de ellos.” (Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho
Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed., pp.122 y 123).

“Excepcionalmente, la asistencia del secretario no es necesaria cuando el juez dicta un


auto del cual no hay que guardar original. Todo secretario, de un modo general,
desempeña, además, diversas funciones: prepara, bajo la supervigilancia del juez
presidente, las sentencias, los autos y demás actos emanados del tribunal o del juez;
conserva los originales de esos actos, y expide copias ejecutorias a todo el que las solicita;
redacta las actas que las partes tienen que otorgar en secretaría, y las firma con ellas;
sirve de intermediario entre el tribunal y las partes en los procedimientos relativos a la
recusación, y a la acción en responsabilidad civil contra los jueces en caso de denegación
de justicia.” (Pérez Méndez, Artagnan. 1999. Procedimiento Civil, t. I, 9na. ed., p.81;
Tavares Hijo, Froilán. 1999. Elementos de Derecho Procesal Civil Dominicano, v. I, 8va. ed.,
p.123).

“La sentencia deberá enunciar que el tribunal estuvo asistido por el secretario en el acto
de su pronunciación.” (Tavares Hijo, Froilán. 1995. Elementos de Derecho Procesal Civil
Dominicano, v. II, 8va. ed., p.382).

3. Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

No existe disposición similar a esta en el Proyecto de Código de Procedimiento Civil.

1452

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