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Paso Cero - Compilacion
Paso Cero - Compilacion
Introducción.
El Paso Cero, según el Libro Blanco (pág. 63) es: “Participamos en la fraternidad del
programa” pero su ubicación al inicio del capítulo “Los Comienzos”, ha generalizado
que llamemos Paso “Cero” a todo lo que supone iniciar el camino de la sobriedad.
Si estás leyendo esto es porque has hablado con uno o dos miembros de SA (Paso 12)
y su experiencia y lo que te han dicho, ha abierto para ti una puerta a la esperanza. Te
han explicado que nuestro programa se basa en el trabajo de “Los Doce Pasos” y
también te han hablado de nuestra “Definición de Sobriedad Sexual” (L. Blanco pág.
193), entre otras cosas. Has ido a alguna reunión, te ha gustado y te has decidido a
pedir un padrino, aunque sea provisional, para que te guíe y ayude a trabajar los Pasos.
Participar en la fraternidad del programa, supone ir a las reuniones, trabajar el
programa, empezar a usar las herramientas del programa, buscar padrino, conocer el
lenguaje de la lujuria, sus tipos y formas, sus detonantes, “rendirnos”, etc.
Trabajar los Pasos, o trabajar el Programa es dedicar todos los días 25-30 minutos
como mínimo a leer, escribir, etc. y lo que es más importante: trabajarlos poniéndolos en
acción en nuestra vida diaria, ponerlos en práctica.
El Paso Cero es preparar el terreno donde poner los cimientos de nuestra
recuperación y sobriedad duradera.
Si no lo tienes todavía, compra el libro “Sexólicos Anónimos” también llamado “Libro
Blanco” (LB) y en cuanto puedas el libro “Alcohólicos Anónimos” también llamado
“Libro Grande de AA” o “Libro azul”,y el Libro “Doce pasos doce tradiciones”.
Cómprate también un cuaderno donde irás escribiendo tu trabajo, reflexiones, etc.
Ya has hablado con tu padrino y te ha dicho cómo empezar; pero si tienes cualquier
duda llámalo.
Estos son los elementos del Paso Cero y el orden en que los debes trabajar:
1. Lee el folleto “A los recién llegados”
2. Lee el folleto“¿Por qué he de renunciar a la lujuria?”
3. Lee del Libro Sexólicos Anónimos:
a. La historia de Roy K. Págs. 1-25
b. Los comienzos. Págs. 61-76
4. Lee y aprende “La Oración de rendición” y comienza a utilizarla desde ese
momento las veces que sean necesarias, cada día, todos los días. Si es
necesario lee este apartado lo primero.
5. Lee “Identificación y tipos de lujuria”
6. Lee “Detonantes de la lujuria”
7. Trabaja la “Tabla Tipos-Patrones de lujuria”
8. Trabaja el “Cuestionario del Paso Cero”
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1. A los recién llegados
¡Bienvenido a Sexólicos Anónimos! Nos alegramos de conocerte.
Los recién llegados a nuestro programa suelen venir llenos de preguntas. Este folleto es un
intento de contestar a algunas de ellas.
¿Qué es SA?
Somos una fraternidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia,
fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse.
Nuestro objetivo primordial es mantenernos sexualmente sobrios y ayudar a otros
sexólicos a alcanzar la sobriedad sexual.
Sean cuales sean los problemas con los que llegamos a SA, disponemos de una
solución común—la práctica con otros sexólicos de los doce pasos y las doce
tradiciones de la recuperación cuyo fundamento es la sobriedad sexual—.
SA es para las personas que han perdido el control en esta parte de sus vidas. Venimos
a SA porque no podemos parar, independientemente de cuáles sean nuestras prácticas
sexuales adictivas específicas. Hemos perdido la capacidad de parar.
Lleva tiempo —y mucho sufrimiento— admitir que la lujuria nos ha derrotado. Más tarde
o más temprano decimos: “Me rindo”, “necesito ayuda”, “solo no puedo”, o algo
semejante. Cada una de estas frases es una admisión de impotencia.
Es por eso por lo que no funciona cuando tratamos de alcanzar la sobriedad por otra
persona como un familiar o nuestro jefe. Tenemos que admitirnos a nosotros mismos
nuestra derrota y buscar ayuda porque eso es lo que necesitamos.
Examínate a ti mismo
● ¿Se te ha ocurrido alguna vez pensar que necesitas ayuda para modificar tu
comportamiento o pensamientos sexuales o te lo han sugerido otras personas?
● ¿Has tratado alguna vez de parar o limitar tus conductas y pensamientos sexuales
sin conseguirlo?
● ¿Te han dicho alguna vez que eres adicto al sexo o te han llegado a arrestar por
algún delito relacionado con el mismo?
Sí, la sobriedad sexual es posible. Hay miembros sobrios de SA en todo el mundo, tanto
casados como solteros. Juntos podemos alcanzar la sobriedad y vivir sobrios en SA si
trabajamos el programa día a día.
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● Asiste a reuniones, a muchísimas reuniones.
Recuerda que todos fuimos nuevos en algún momento, y que nos sentimos entonces
exactamente como te sientes tú hoy. No tengas reparos en pedirnos ayuda. Vente con
nosotros, pues “estaremos contigo en la fraternidad del espíritu, y seguramente te
encontrarás con algunos de nosotros cuando vayas por el camino que nos conduce a un
destino repleto de felicidad. Que Dios te bendiga y sostenga hasta entonces.”
(Alcohólicos Anónimos, capítulo undécimo)
1. Admitimos que éramos impotentes ante la lujuria, que nuestras vidas se habían
vuelto ingobernables.
2. Llegamos a creer que un Poder Superior a nosotros mismos podría devolvernos el
sano juicio.
3. Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como
nosotros lo concebimos.
4. Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza
exacta de nuestros defectos.
6. Estuvimos dispuestos a dejar que Dios eliminase todos estos defectos de carácter.
7. Le pedimos humildemente que nos liberase de nuestros defectos.
8. Hicimos una lista de todas las personas a las que habíamos ofendido y estuvimos
dispuestos a reparar el daño que les habíamos causado.
9. Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño que les habíamos
causado, salvo en aquellos casos en que el hacerlo perjudicara a ellos o a otros.
10. Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo
admitíamos inmediatamente.
11. Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto
consciente con Dios tal como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos
permitiese conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para
cumplirla.
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12. Habiendo experimentado un despertar espiritual como resultado de estos pasos,
tratamos de llevar este mensaje a los sexólicos y de practicar estos principios en
todos nuestros actos.
(Traducción del folleto “SA to the newcomers” “SA a los recién llegados”)
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En la fraternidad de SA, conocimos a personas que habían encontrado la forma de
interrumpir sus conductas sexuales autodestructivas. Eso también nos resultaba
increíble. Sin embargo, su sinceridad y la felicidad que irradiaban sus rostros nos decían
que era verdad. Habían logrado la respuesta que con tanta desesperación buscábamos.
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¿Qué va a ser de mí?
Nosotros, los que tenemos problemas con la lujuria, conocemos a la perfección qué
efectos tiene. La lujuria es un muro que nos separa y nos impide disfrutar de relaciones
satisfactorias con Dios y con la gente que nos rodea. La lujuria nos empuja y encierra,
cada vez con más fuerza, hacia nuestro interior provocando nuestro aislamiento,
soledad y desesperación. Pero en la medida en la que superamos el ciclo de la lujuria al
trabajar los pasos de la recuperación, nuestra vida experimenta un cambio notable.
● Evitar los disparadores o detonantes — Son muchas las cosas que pueden
desencadenar la lujuria: las películas, las revistas, las playas y piscinas, Internet,
incluso determinadas partes del periódico. No hay duda de que disponemos de
innumerables oportunidades de satisfacer la lujuria. Un examen detenido y sincero
de nuestra vida nos puede ayudar a identificar los pensamientos, personas, lugares
y objetos que normalmente nos causan más problemas. Una vez identificados, los
evitamos para reducir las oportunidades de caer en la lujuria.
¡Recuerda que ya no estás solo! Hay muchas otras personas que tienen tu mismo
problema pero están recuperándose y te están esperando para ayudarte a caminar por
esa senda. Nunca más tienes por qué estar solo.
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3. Lee del Libro Sexólicos Anónimos:
1. La historia de Roy K. Págs. 1-25
2. Los comienzos. Págs. 61-76. Es importante que leas despacio, medites y pongas en
práctica este capítulo.
4. Oración de rendición
Lee y aprende “La Oración de rendición” y comienza a utilizarla desde este momento las
veces que sean necesarias, cada día, todos los días.
Dios, me pongo en tu presencia para pedirte que te lleves mi lujuria porque soy
impotente ante ella. Renuncio y rechazo a la lujuria en todas sus formas y
manifestaciones, y en concreto _____ (descripción de la tentación) ____. Acepto
el dolor de la renuncia a la lujuria y bendice a ____ (la persona objeto de mi
lujuria) ___. Que se haga tu voluntad y no la mía. Amén.
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5. IDENTIFICACIÓN Y TIPOS DE LUJURIA
La lujuria es una fuerza interior, espiritual y negativa que invade y pervierte los instintos
naturales de la sexualidad y de las emociones, y que me conduce a la autodestrucción
por un camino de humillación y espejismos de placer enfermizo. Es una enfermedad del
alma. Es una fuerza interior que me esclaviza obligándome incluso a realizar conductas
lujuriosas que rechazo o que no me gustan.
En las relaciones personales, es decir, en la interacción o conexión con otras personas, cuando
no afecta la lujuria, la conexión que se produce con otra persona es una conexión verdadera,
porque es correcta, sana y limpia. La conexión verdadera es fuente de vida porque es una
conexión desinteresada, basada en el conocimiento de la persona, en el respeto y en el amor.
La conexión verdadera debería ser la forma natural de interacción con los demás, pero la lujuria
pervierte, corrompe, ensucia y destruye poco a poco esta conexión. En el proceso de
recuperación, la conexión verdadera con los demás se restablece. Por supuesto, la conexión
con Dios es imprescindible para la recuperación y para establecer conexiones verdaderas con
las demás personas.
Pero cuando se está “enfermo de lujuria” la conexión que se produce en las relaciones
personales es una conexión falsa, porque la conexión que tenemos con la otra persona está
basada en la lujuria, se produce por y desde la lujuria. Utilizamos a la otra persona como objeto
de nuestra lujuria para llenar nuestra alma y satisfacer nuestras emociones, mientras que en
realidad lo que sucede es que nos vamos vaciando cada vez más y nos alejamos de Dios. El
objetivo de la lujuria es separarnos de Dios, matar al Amor y conducirnos a la autodestrucción
de manera humillante por un camino de falsas promesas de paraísos de placer. La conexión
falsa, el autoengaño y las falsas promesas son los mecanismos que utiliza la lujuria para
conseguir su objetivo.
“La esencia de mi condición como sexólico es que quiero conectar con otra persona
como la Fuente de la vida, utilizar a otro para que cumpla un fin que no puede llevar a
cabo. De esta forma, la persona u objeto sexual se convierte en un sustituto de Dios, un
ídolo, y en consecuencia pervierto mi instinto natural.”
La Recuperación continúa, pág. 37.
Por lo tanto, aunque la lujuria es una en sí misma tiene diferentes formas de manifestarse, y
siempre lo hace desde la conexión falsa, jamás desde la verdadera, porque ambas formas de
conectar o de interaccionar con los demás son absolutamente incompatibles. Donde hay una
no puede haber la otra, donde hay lujuria no puede haber amor y viceversa. Por lo que si
detectamos esa conexión falsa a través de la lujuria con otra persona en cuanto se produce,
podremos rápidamente reaccionar y bloquearla o eliminarla, de tal manera que evitemos o
cortemos una intoxicación a tiempo y una posible recaída.
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TIPOS DE LUJURIA
Son diversas formas que adopta la lujuria que motivan o causan el consumo de lujuria. Los
diferentes tipos de lujuria son: lujuria Física, lujuria Romántica, lujuria de Belleza, lujuria de
Morbo, lujuria Pasiva, lujuria de Fisgoneo, lujuria de Abuso, lujuria de Dominación y lujuria de
Sumisión.
‐L. Física: es la conexión falsa con otra persona o conmigo mismo a través de lo físico‐sexual.
“Mientras poseía el cuerpo de otra persona y la utilizaba para satisfacer mis deseos de
lujuria, sentía que mi alma se llenaba por completo, y por unos breves momentos sentía
la plenitud. Pero cuando todo terminaba, un vacío real y terrorífico se apoderaba de todo
mi ser y surgía un dolor insoportable que me llevaba de nuevo a la búsqueda insaciable
de otro cuerpo.”
‐L. Romántica: es la conexión falsa que se manifiesta a través de la obsesión romántica con
otra persona. La conexión falsa se produce en un contexto romántico, idílico y obsesivo.
“Un día, al salir del cine me fui a comprar un refresco. Me acerqué a un puesto que lo
atendía una chica y su padre. Aunque el padre le controlaba en todo momento, hubo un
cruce de miradas entre nosotros dos y se produjo un flechazo. Compré el refresco y me
fui. Desde ese momento no pude quitarme su imagen de mi cabeza. Sentí que era la
mujer de mi vida, fantaseé que teníamos mil aventuras, que le salvaba de todos los
males posibles, que la conquistaba, que la rechazaba, que nos peleábamos, que nos
casábamos, que teníamos hijos, que nos divorciábamos en medio de una tragedia
terrible, etc. La obsesión romántica se apoderó de mí, y sentía una necesidad
incontrolable de unirme a ella. Al día siguiente, conocí a otra mujer. La chica del puesto
desapareció de mi mente y de mi corazón tan rápido como entró.”
‐L. de Belleza: es la conexión falsa con otra persona a través de su belleza física. La atracción
y el interés por la persona vienen dados por la belleza física, no por la persona en sí. (La
belleza a la que se hace referencia es una belleza subjetiva e individual que la lujuria impone a
cada uno).
K
“En una fiesta de amigos celebrada en mi casa por mi esposa y por mí, acudió una
mujer que no conocía de nada y que acompañaba a una amiga nuestra. Nada más ver a
esta mujer me quedé absolutamente impresionado por su belleza física. Desde ese
momento mi sistema emocional, mi claridad mental y mi sano juicio comenzaron a
desestabilizarse. La lujuria de belleza había irrumpido con fuerza. Cuanto más la miraba
más me emborrachaba de su belleza y poco a poco me fui esclavizando de ideas como
“sin duda es la mujer de mi vida”, “ya no puedo vivir sin esa mujer”, “necesito tener una
relación con ella como sea”, etc. La pérdida de mi sano juicio me hacía tener actitudes
con esa mujer que me ponían en evidencia incluso delante de mi esposa. Yo no me
daba cuenta de la mayoría de esos comportamientos lujuriosos de conquista y
coqueteo, y de los que me daba cuenta, aunque pusiera en peligro mi matrimonio no me
importaba, porque la obsesión y la necesidad esclavizante de la conexión falsa y
lujuriosa con esta mujer era tan fuerte, y mi impotencia ante la lujuria de belleza tan
absoluta, que nada podía hacer. ¡Y no conocía de nada a aquella mujer!”
También la lujuria de belleza puede manifestarse de manera inversa, que sería la L. de anti
belleza, es decir, al encontrarme con una persona que no cumple con los cánones de belleza
que mi lujuria me impone se produce rechazo, desinterés, burla o desprecio. La conexión falsa
se produce a través de la fealdad física o la anti-belleza de la otra persona.
“Una vez conocí a una mujer a través del chat. En seguida comenzó el coqueteo y la
seducción, y la cosa iba sobre ruedas. Yo tenía mucho interés en establecer una
relación física y ella estaba dispuesta. Antes de vernos en persona yo le pedí que me
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enviara algunas fotos. Ella accedió y me envió varias fotos en bikini. La anatomía de su
cuerpo me hizo rechazarla y corté de inmediato la comunicación con ella. Su cuerpo no
era algo monstruoso o aberrante ni muchísimo menos, era un cuerpo normal, pero mi
lujuria de belleza me decía que no cumplía con los cánones de belleza física que mi
lujuria me dictaba. Sentí rechazo e ira por esta persona.”
‐L. de Morbo: es la conexión falsa que surge a partir de “algo” que da morbo de la otra persona
o del contexto en que se desenvuelve. Ese “algo” puede ser una parte del cuerpo, la forma de
llevar el pelo o de caminar, el color de la piel o el tipo de raza, un estado de vida (estar casado,
ser religioso, etc.),una cualidad personal (ser inteligente, chulo, tímido, temerario, agresivo,
dócil, etc.), una posición dentro de un sistema (ser el jefe, el empleado, el profesor, el alumno,
la empleada doméstica, el hermano/a o hijo/a de alguien, etc.), una profesión (médico, policía,
actor, prostituta, etc.), un rol social (ser famoso, político, líder, etc. ), una forma de vestir (ropa
provocativa, uniformes, ropa específica para algo), etc.
“En una ocasión, me alojé en un hotel durante tres días. Durante los dos primeros días,
de vez en cuando veía a una mujer que conversaba con la recepcionista. No le di mayor
importancia, ni siquiera me llamó especialmente la atención como mujer. Pero el tercer
día me encontré con ella en el pasillo. Llevaba puesto el uniforme de la limpieza del
hotel y con el pelo recogido en forma de coleta. El morbo producido por el uniforme y la
forma de llevar el pelo se apoderó totalmente de mí. En ese momento sentí una
necesidad imperiosa de conectar lujuriosamente con ella.”
‐L. Pasiva: es la conexión falsa que se produce a través de la atención, el interés, la excitación
y el deseo que provoco en otras personas o en mí mismo/a, ya sea mediante el coqueteo, el
exhibicionismo, la seducción o cualquier otra forma de a en este sentido. La conexión falsa se
produce cuando me siento objeto de deseo o siento que me apodero, controlo y poseo a otras
personas mediante la atracción lujuriosa que les causo.
“Mientras me vestía para salir con unas amigas a una discoteca, solamente el hecho de
imaginar cómo me iban a mirar y desear los hombres por la forma tan provocativa que
iba a ir vestida, me producía una gran excitación.”
“El saber que coqueteando con ciertas miradas y gestos podía controlar y manipular
lujuriosamente a otras personas me atrapaba cada vez más en la adicción.”
También se manifiesta la lujuria pasiva con uno mismo, es decir, uno se hace víctima de sí
mismo por la atracción y la dependencia que le produce su propio cuerpo.
“Perdía la noción del tiempo atrapada con la visión de mi cuerpo frente al espejo. Me
excitaba observarlo continuamente y al mismo tiempo un miedo irracional se apoderaba
de mí al pensar que podría dañarse o que el paso del tiempo lo deterioraría. Me
prometía a mí misma que haría lo imposible para que eso no sucediera”.
‐L. de Fisgoneo: es la conexión falsa que se produce a través del fisgoneo en la intimidad de
otros, es decir, la curiosidad enfermiza por saber y conocer cómo es la intimidad de otra
persona. Esa intimidad no sólo se refiere al nivel físico (ropa interior, cuerpo, actitudes y
preferencias sexuales), sino también a nivel psicológico (emociones, forma de relacionarse,
gustos, costumbres, preferencias, etc.).
“Me asomé por la ventana y pude observar que mis vecinos, un matrimonio recién
llegado al edificio, se preparaban para irse a dormir. Al instante, me escondí detrás de la
cortina para no ser visto y el deseo lujurioso de conocer su intimidad me invadió.”
“La mujer que llevaba cuidando a mis sobrinos durante algún tiempo, cometió un error y
pretendían despedirle. Acudió a mí pidiéndome por favor que intercediera por ella,
porque quedarse sin trabajo suponía un problema muy grave debido a la difícil situación
económica que atravesaba el país, por su condición de viuda y porque tenía tres hijos
que alimentar. Esta mujer nunca me llamó la atención por nada en especial, pero en ese
momento, su situación de debilidad y de dependencia de mi influencia me provocó un
deseo muy fuerte de aprovechar esa situación concreta para tener sexo con ella
sabiendo que estaba entre la espada y la pared.”
‐L. de Sumisión: es la conexión falsa que se manifiesta a través de la sumisión física, mental,
emocional y espiritual a otra persona. La conexión falsa se produce a través del acto de
sumisión, es decir, del hecho de sentirse utilizado, dominado y obligado a realizar prácticas
lujuriosas sin responsabilidad alguna y de sentirse desde objeto de control hasta propiedad
privada de otra persona.
“Me produce una gran excitación saber que voy a ser humillada, utilizada y convertida
en puro objeto de deseo y capricho sin ser responsable de nada de lo que ocurra,
porque yo pertenezco a mi amo.”
Para que haya lujuria de dominación‐sumisión debe haber un consentimiento o pacto implícito
o explícito entre las dos partes, puesto que si no se da dicho pacto entonces no hay
dominación o sumisión, sino abuso, ya que la acción lujuriosa se produciría en el contexto de
una situación de inferioridad‐superioridad, sin elección por parte de la víctima. Precisamente es
esta la diferencia entre lujuria de dominación‐sumisión vs lujuria de abuso.
Cada vez que se consume lujuria se pueden dar varios tipos de lujuria simultáneamente, es
decir, que cada práctica lujuriosa se corresponde con uno o varios tipos de lujuria. A su vez,
cada práctica de lujuria, cuando se repite en el tiempo o es habitual, se convierte en un hábito o
Patrón de lujuria.
Ejemplo: Uno de mis patrones de lujuria es mirar y recrearme con fotos y vídeos
pornográficos en Internet. A través de esta acción lujuriosa actúan simultáneamente
varios tipos de lujuria en mí:
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● Lujuria de belleza: busco la belleza en los cuerpos de las personas, sólo busco
fotos y vídeos donde las personas son bellas para mí.
● Lujuria de morbo: me recreo en aspectos concretos de las personas que
aparecen, aspectos que tienen fuerza y vida por sí mismos, como la ropa que
llevan, el papel que representan en el vídeo, el color de su piel, alguna parte
concreta de su cuerpo, lo que hacen, etc.
● Lujuria de fisgoneo: quiero ver y conocer la intimidad de las personas que veo,
ya sea la intimidad de sus cuerpos o de algún aspecto de sus vidas.
● Habría también lujuria de abuso y/o de dominación‐sumisión si fueran fotos en
las que apareciera el abuso, la dominación o la sumisión.
Existen muchas prácticas de lujuria que al ser recurrentes se convierten en patrones de lujuria,
pero a grandes rasgos estos son los más comunes: abuso, conquista, exhibicionismo,
fantasías, fetichismo, frotteurismo, masturbación, pornografía, proíomiscuidad, prostitución,
sadomasoquismo, sexo anónimo, voyeurismo y zoofilia.
6. DETONANTES DE LA LUJURIA
Son estímulos tanto internos como externos que actúan como mecanismos
disparadores del proceso de consumo de lujuria. Los detonantes activan la lujuria, nos
conectan con ella y esta comienza a actuar en nosotros a través de autoengaños,
deseos, necesidades, espejismos de placer y falsas promesas, seduciéndonos cada vez
más hasta caer en una especie de trance o estado hipnótico en el que el sano juicio y el
sentido común desaparecen, y el consumo de lujuria se lleva a cabo.
DETONANTES FÍSICOS
Son los detonantes pertenecientes a la parte física, es decir, el cuerpo físico, al ambiente o a
cualquier cosa material. El contacto con un detonante físico, ya sea por contacto visual, por el
tacto, etc. activa la lujuria y por lo tanto el deseo de consumo.
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● Hambre: igual que el cansancio y el sueño, el hambre genera un estado de
irritabilidad que nos conecta con detonantes emocionales.
● Móvil: por facilitar la comunicación y contacto con personas para consumir lujuria
como por la posibilidad de acceder a contenido lujurioso.
DETONANTES EMOCIONALES
Son los detonantes que se corresponden con nuestro mundo emocional. Los detonantes
emocionales son las emociones que al sentirlas nos producen dolor, y para tapar o
evitar este dolor recurrimos al consumo de lujuria. El hecho de sentirme fracasado, con
miedo, frustrado o humillado por poner sólo algunos ejemplos, me produce un dolor que
no quiero sufrir, que no sé gestionarlo, y por lo tanto recurro a la lujuria.
Prácticamente todas las emociones que actúan como detonantes emocionales producen
dolor, aunque hay algunas que conducen al consumo de lujuria por otros mecanismos,
como por ejemplo el aburrimiento (falta de estímulos) o la euforia (estado de ánimo
exaltado).
DETONANTES MENTALES
Son los detonantes que se producen en nuestra mente en forma de procesos mentales
y que nos conducen al consumo de lujuria a través del dolor, la
obsesión, el deseo sexual compulsivo o la necesidad enfermiza de consumo producido
por las emociones que provocan.
Hay que tener en cuenta que todos los detonantes, tanto físicos, emocionales como
mentales están relacionados entre sí, pero es de mucha utilidad aprender a
diferenciarlos por sí mismos.
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DETONANTESDELALUJURIA
FÍSICOS EMOCIONALES MENTALES
Objetos sexuales Aburrimiento Fantasías
Cansancio Ansiedad Pensamientos
Sueño Celos Flashbacks
Hambre Cobardía Recuerdos
Comida Complejos Complejos
Alcohol Crítica Sueños
Drogas Culpa Hiperreflexión
Lugares Decepción
Internet Envidia
Móvil Estrés
Eventos Euforia
Imprevistos Fracaso
Deporte Frustración
Hastío
Humillación
Inseguridad
Ira
Miedo
Pereza
Preocupación
Rechazo
Resentimiento
Soledad
Tristeza
Vergüenza
● Tipos de Lujuria: Son diversas formas que adopta la lujuria que motivan o causan
la realización de ciertas maneras de consumir o practicar lujuria y que, al hacerse
recurrentes en el tiempo, se convierten en hábitos o patrones de lujuria, se
consideran hábitos o patrones de lujuria. L. Física, L. Romántica, L. de Belleza, L. de
Morbo, L. Pasiva, L. de Abuso, Dominación, Sumisión, Fisgoneo.
● Prácticas lujuriosas latentes: las que no se han llevado a la práctica todavía pero
que están ahí (desearía tener sexo con un animal pero no he tenido la oportunidad
de hacerlo). Se manifiestan generalmente en las fantasías obsesivas. Indican,
generalmente, la progresión de la lujuria.
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Descripción de los patrones de lujuria más comunes:
Existen muchas otras prácticas de lujuria y parafilias, pero éstas son las más comunes.
● Abuso: Práctica o consumo de lujuria mediante el abuso de personas en situación
de inferioridad (pedofilia, violación, por necesidad económica, etc.). Abuso activo:
Cuando yo deseo o provoco el abuso. Abuso pasivo: cuando yo deseo o provoco ser
abusado.
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Trabaja esta Tabla, cumplimentándolo de derecha a izquierda. Pones primero un patrón de
lujuria tuyo; en el siguiente recuadro describes cuando se produce, detonantes, otras
circunstancias, etc.; en el recuadro siguiente indica qué tipos de lujuria se dan en ese
patrón. Haces lo mismo con todos tus patrones de lujuria.
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8. CUESTIONARIO
Compulsión: Una vez que hemos iniciado el proceso adictivo con una dosis, un trago, una
mirada o un pensamiento, no podemos detenerlo recurriendo a nuestra fuerza de voluntad.
Debido a nuestra predisposición física a la lujuria, estamos totalmente atrapados en las
garras de un poder más grande que nosotros mismos.
3. ¿He dejado de satisfacer la lujuria -con la vista, con las fantasías, con los recuerdos,
con el tacto, con olores, con sonidos o música, con la comida-?
7. ¿Cuáles son las formas en las que practico la adicción? Haz una lista sencilla.
8. ¿Cuál es mi mayor disparador o cuáles son mis mayores disparadores? Aquello que
si aparece me hace totalmente impotente ante la lujuria.
13. ¿Tengo una persona a la que rindo cuentas? Si es así, explico cómo es mi relación
con dicha persona.
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14. ¿Tengo padrino?
15. ¿Qué estoy dispuesto a hacer para alcanzar la sobriedad sexual? ¿Veo que mi
recuperación es prioritaria?
16. ¿Tengo clara la Definición de Sobriedad Sexual de SA? (pág. 193 del LB)
17. Estoy comprometido con el programa de SA? ¿Cómo lo pongo en práctica cada
día?
Obsesión: es la idea fija que nos lleva una y otra vez a nuestra droga particular, o a otra
que la sustituye, para recobrar el alivio y el consuelo que una vez experimentamos.
18. ¿Cuál es el tema o los temas de mis obsesiones? (un complejo, un amor perdido,
etc.)
19. ¿Informo a mi padrino, a la persona a la que rindo cuentas y al grupo del fuerte
impacto que las tentaciones ejercen sobre mí? Es decir, ¿soy sincero y digo a mi
padrino al menos, aquello que no le diría a ningún otro?
(PSPM2015-3)
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