ALIMENTACION DE UN DEPORTISTA Y SUS CONSECUENCIAS

Introducción:
Cuando hablamos de practicar un deporte sin importar cuál sea su rama o modalidad, nos referimos
a encontrarnos con niños, jóvenes o adultos que han forjado su andar bajo estándares de disciplina
muy diferentes a la media de los seres humanos.
Las personas que son apasionadas del deporte suelen ser personas saludables y con mucha energía.
Por eso, los deportistas cuentan con una gran motivación, es decir, que son individuos con
pensamientos positivos que hacen todo lo que esté a su alcance para lograr sus objetivos.
El mundo del deporte es muy extenso e incluye una variedad de disciplinas que son de gran
exigencia física.
Seguir una buena alimentación es importante para garantizar que el organismo recibe todas las
sustancias esenciales que necesita para cumplir sus funciones, especialmente cuando se practica
deporte y el desgaste del cuerpo es mayor. Tal y como señalan desde el Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad, hay muchas formas de alimentarse y es responsabilidad del deportista
aprender a elegir de forma correcta los alimentos que son más convenientes para la salud.
La dieta tiene que ser adecuada en todos los sentidos: calidad y cantidad, antes, durante y después
de la práctica del deporte ya que, si se sigue una dieta inadecuada, un deportista entrenado puede notar un
descenso en su rendimiento
Esas cantidades se miden teniendo en cuenta unas variables: las características y necesidades
individuales y la adaptación al tipo de deporte y a los entrenamientos. La razón es que hay que
ajustarlo dependiendo de la intensidad, el horario o el número de sesiones que dediquen a practicar
deporte a la semana.

Conclusión:
para que un deportista pueda obtener su máximo rendimiento, no solo basta con entrenar, sino que
tener una alimentación equilibrada que le aporte todos los nutrientes específicos que necesita
también es esencial.
Para los deportistas profesionales el deporte que practican es su trabajo hasta que llega el momento
en el que se retiran de la competición, aunque luego pueden seguir practicándolo, aunque
dependiendo de que deporte sea con mayor o menor facilidad, mientras que para los no
profesionales es lo comentado antes, un tiempo de ocio y un hábito de vida saludable. La vida de un
deportista profesional está dedicada durante mucho tiempo de todos los días al deporte que
practican mientras que en la del deportista que no lo es solo es el momento que lo practica o ciertos
momentos en los que quizá haga alguna cosa que no sea deporte, pero que esté relacionada con ello.
Para el deportista profesional el tiempo libre está claro que no es tanto como lo es para el que no lo
es, mientras que tendrá que llevar otra rutina muy diferente a la del deportista no profesional. Habrá
cosas que tenga que dejar de hacer en su vida, pero lo normal es que el desarrollo de su vida le
gustará porque está dedicado a algo que le gusta.