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MÓDULO 4 Atención psicosocial y espiritual en cuidados paliativos

Cuando el duelo se complica


El duelo complicado pone a los dolientes en riesgo de padecimientos de
salud mental como las alteraciones del estado de ánimo y trastornos de
ansiedad, y los acerca al consumo de sustancias, a problemas sociales,
laborales e incluso familiares. También se ha documentado una gran
afectación en la salud física y la respuesta al estrés de los dolientes.

Aunque además se han visto manifestaciones “alteradas” del duelo, hoy


en día no existe un consenso entre los especialistas respecto a cómo
definirlo. En la actualidad, los principales manuales de diagnóstico en
salud mental consideran el duelo complicado como una manifestación
prolongada de la expresión natural del duelo. Ésta se presenta de la
siguiente forma.

De acuerdo con la Clasificación Internacional de Enfermedades 11, es


una perturbación tras la muerte de una persona querida, que implica las
manifestaciones del duelo de forma persistente acompañadas de
malestar emocional intenso, en el cual destacan emociones y
sentimientos como tristeza, culpa, ira, negación y la dificultad para
aceptar la pérdida y experimentar tanto emociones agradables como
alteraciones en todas las esferas de la vida.

En la última versión del Manual de Trastornos Mentales (DSM-5 TR) se


menciona que el duelo prolongado se presenta tras la muerte de un ser
querido durante el año previo. Tras la pérdida, el doliente experimenta
añoranza intensa, preocupaciones o recuerdos constantes de la persona
fallecida; asimismo, puede tener la sensación de que él o una parte suya
fue quien murió, incluso se le dificulta aceptar la muerte y tiene conductas
evitativas de lugares o situaciones que recuerdan a la persona fallecida,
un malestar emocional intenso, una marcada dificultad para retomar la
vida, una sensación de aturdimiento emocional y cognitivo, así como la
pérdida del sentido de la vida y una intensa sensación de soledad.

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