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ADPP
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07/11/2023
Dasein y, por tanto, una metafísica de la finitud, una metafísica acorde con nuestro ser
en el mundo y nuestra comprensión del ser. En 1935 MH da un curso que se titula
“introducción a la metafísica” y ahí, en esa introducción”, la metafísica, tal y como
occidente la entiende, está revestida de un significado negativo y el abordaje de MH a
la metafísica adopta un tono negativo puesto que la metafísica es un pensamiento que
sitúa en e mismo plano al ser y al ente, no distingue, hay una declaración formal de M
de la insuficiencia de la metafísica porque confunde ser y ente y al hacer que todo sea
ente muestra su desconocimiento de la trascendencia del Dasein, es decir, con el
carácter propio y constitutivo del Dasein, que es la comprensión del ser, el ser que
comprende el ser. La metafísica, según MH, es el olvido del ser, habla mucho del ser,
pero no lo aborda y cuando lo aborda, lo ontifica; se quiere plantear el problema del
ser, pero no lo aborda correctamente, se acaba por estudiar los entes o realidades, no
el ser. MH dice que la metafísica olvida el problema de la nada, Leibniz hace la
pregunta cristiana metafísica (¿por qué el ser y no más bien la nada?); Zubiri dice que a
lo largo de la historia las compresiones se sitúan en diferentes horizontes, por ejemplo,
la occidental se sitúa en el horizonte de la contingencia y reconocer a un dios creador,
sea el que sea, es inmediatamente situarnos en un horizonte de contingencia en el que
el universo es algo innecesario.
En seguida la metafísica abandona la pregunta y se dedica a pensar las cosas, los entes,
los piensa como presencia, efectividad, realidad, actualidad y lo que preguntamos es
por el ser, no en la nada, centramos nuestro pensar en cual es la causa por la que estas
cosas existen y la causa tiene que ser un ente muy poderoso porque ha hecho todo lo
que hay, empezamos a preguntarnos por el protoente, por la causa primera o “causa
incausada”, y a partir de Descartes, esa causa es además causa sui, que traducido al
castellano es “causa de sí mismo” y es una contradicción porque algo no puede
causarse a sí mismo. La idea de causa sui es contradictoria, pero cuando Descartes y
Leibniz hablan de causa sui hablan de la razón suficiente, es decir, principio lógico o
razón suficiente que dice que Dios es el ser que no puede no existir, que
necesariamente tiene que existir, que tiene en sí la razón (logos). A partir de Descartes
la razón, el logos, empieza a cobrar una importancia que explica que MH pronuncie un
discurso sobre la onto-teo-logía: lo que dice es que la metafísica es ontología, teología
y lógica del logos, lo lógico remite al logos en esta palabra.
La metafísica se olvida de a nada, se centra en el fundamento último de lo ente el cual
tiene que ser un superente, un “Atlas que sujete todo”. Como la cuestión de la nada se
olvida se olvida la cuestión del ser y la metafísica se constituye en la historia del olvido
del ser. Ese olvido del ser de la metafísica no es un error según MH, la historia del
olvido del ser incumbe al propio ser y es un destino al que estamos abocados y el ser
humano tiene que asumir, es decir, no nos podemos volver contra ninguna época de la
filosofía y decir que lo hicieron mal, el olvido del ser pertenece a la esencia misma de la
metafísica, no comparece la verdad del ser, el desvelamiento, hay desvelamiento, pero
a lo que se atiende es lo desvelado y no a la desvelación misma. La cuestión del ser es
una cuestión que no se dirime en términos de causalidad eficiente, de entidades y
causas, sino que se dirime en otro ámbito que es el desvelamiento.
EXAMEN:
La metafísica en realidad se puede entender como una historia del ser según MH en la
Introducción a la metafísica porque el ser no es nada, el ser acontece, la verdad
acontece, acontece compresión del ser de tal manera que la metafísica como historia
del olvido del ser se ha de entender como formando parte de la misma historia del ser,
del ser que acontece cuando acontece. Ser es siempre comprensión de ser, el ser no es
algo autónomo y separado, es en la medida en que yo lo comprendo. El planteamiento
de MH es una reposición, en clave fenomenológica, de la sentencia que formula
Parménides que “lo mismo es pensar y ser” y su comprensión de la correlación
intencional, que MH la traduce como correlación aleteiológica, hay una implicación
mutua y una copertenencia de que sin pensar no hay ser y que el pensar necesita el
ser, no hay un dominio de una sobre otra, el ser acontece y acontece ser en el Dasein,
el hombre es el ámbito espacio temporal para el ocultamiento y desocultamiento del
ser; temporal porque somos históricos. MH está intentando pensar en clave no
trascendental muchas de las coas que Kant pensó desde una perspectiva trascendental,
el espacio no es algo que esté fuera ni el tiempo, sino que mi manera de conocer es
espacializando y temporalizando. El Dasein es el ámbito espaciotemporal del
ocultamiento-desocultamiento del ser o comprensión del ser, no hay esto sin Dasein,
se nombre o no se nombre porque estamos siempre con MH en la correlación
intencional que es en MH correlación aleteiológica de velamiento-desvelamiento y
tiene que ver con la identidad de pensar y ser.
La metafísica como historia acontecida del olvido del ser no es un simple error de los
filósofos, sino que tiene que ver como dice MH con el destino del propio ser y del
propio ser humano. Nosotros estamos en “la casa del ser” que es el lenguaje, el ser
humano es siempre la apertura al ser del ente, que es lo mismo que decir que somos el
ámbito espaciotemporal para el ocultamiento-desocultamiento del ser. La situación de
ser humano no es pasiva, pero tampoco es constructiva: el hombre es el pastor del ser,
yo tengo una actitud receptiva, abierta, que es la existencia (“estar fuera”), el Dasein
existe, es un fuera, la idea de intencionalidad de aristotélica lo que dice es que el
Dasein es pura apertura. Es un estar fuera que no tiene un dentro, nuestro modo de ser
no es el modo de ser de una conciencia que a ratos sale y entra, somos un proyecto
arrojado. Yo soy la apertura y por eso tengo que ver con el ser, porque soy apertura. No
hay otros seres que sean apertura en el mundo, solo el ser humano. Por eso dice MH
que la metafísica es nuestra propia esencia, todos somos metafísicos porque todos
consistimos en decir y nombrar porque todos, nuestro modo de existir consiste en
decir el ser. Ser apertura quiere decir que somos el lugar donde aparecen los entes,
tenemos una relación con el ser y nuestra relación es tal que nos olvidamos del ser y
favorecemos lo ente y la comprensión ontificante de todo.
En definitiva, el Dasein es pura apertura histórica y le constituye. Somos finitos y por
eso somos epocales e históricos. Yo soy apertura, pero no soy un individuo
trascendental, la apertura no es algo que yo maneje o controle, sino que es al
contrario, yo pertennezco a la apertura, yo pertenezco a la verdad porque soy el lugar
en el que puede acontecer verdad.
EXAMEN:
encubierto, ser lo ente”. Algo llega a mostrarse porque hay un desencubrimiento y esto
se muestra, comparece y llega a la presencia. Hay un tránsito, un desvelar y luego hay
algo que es desvelado (llegada quiere decir encubrirse dentro del desencubrimiento o
ser lo ente), hay un desencubrimiento que permite que el ente se muestre tal y como
es, el ser no es lo que permanece, sino lo que permite la comparecencia de lo que es.
Carácter transitivo del desvelamiento. La comprensión del ser es intersubjetiva, en
todas las épocas históricas una comprensión del ser compartida.
Texto “constitución onto-teo-lógica”.
La cuestión del ser desde la diferencia; como tiene que ser entendida la diferencia;
vuelve sobre cómo tenemos que entender el ser. Es un texto en el que MH intenta
abordar la cuestión del ser sin recurrir al pensar representativo, asunto que es muy
difícil porque los humanos pensamos mediante representaciones, nos ponemos
delante aquello que queremos pensar. MH intenta abordarlo de un modo que esquive
la representación.
MH quiere ir a lo anterior en un intento de ir más allá del pensamiento metafísico y
pensar lo que la propia metafísica, por su propia índole, no puede pensar. El ser no es
ningún ente. Hegel dice que alguien quiere comprar fruta en una tienda y la tendera le
ofrece peras, plátanos, etc., pero el comprador dice “no, quiero fruta”; en la frutería no
hay fruta, sino que hay plátanos, melones, peras, etc. El comprador quiere comprar
fruta y eso no lo hay, pues el ser tampoco lo hay: hay cosas, pero no hay ser, hay entes.
Lo que me permite montar una frutería es vender fruta, pero ninguna es fruta; la fruta
no es ninguna fruta o la fruta no es fruta, la fruta es de otro orden, no puedes comprar
medio kilo de fruta, sino medio kilo de plátanos, etc. Solo hay ser cuando lleva en cada
caso la marca que le ha sido destinada (physis, logos, voluntad, etc.), pero lo destinado
no existe de modo clasificable como las manzanas, plátanos, como algo dispuesto en
un mostrador de las representaciones históricas. MH dice que solo hay ser cuando lleva
en cada caso la marca que le ha sido destinada, a lo largo de la historia ser ha sido
comprendido como physis, idea, energeia, sustancialidad, hemos comprendido el ser a
través de una determinada marca. El ser lleva siempre la marca histórica, nunca hay el
ser. Hay realizaciones históricas del ser. El ser no está fuera de la historia, hay
comprensiones del ser, el ser es el modo en que es comprendido. Hay algo común a
toda esta larga historia, que es la comprensión del ser como logos.
Para Hegel hay una realización plena del ser y eso es histórico. Lo que MH consideraba
es que el ser de Hegel también se deja ver aquí bajo la luz que brilló bajo el pensar de
Hegel en una de sus realizaciones históricas. Por eso dice MH que el ser se muestra de
una manera, siempre lleva la marca de una época y nunca es el ser lo que se manifiesta
de manera absoluta, el ser no es más que sus manifestaciones históricas. MH dice que
él también esta metido en esa dinámica, porque si no sería como el relativista que dice
“todo es relativo” sin incluirse a sí mismo; MH también lleva a cabo una realización de
una marca histórica.
EXAMEN:
MH no piensa que haya una necesidad interna en a historia y niega a Hegel, en cada
uno de ellos que el ser sea histórico significa dos cosas distintas: en MH el ser es
temporal, pero en Hegel es absoluto. No hay una ley inmanente.
MH introduce la diferencia ontológica entre ser y ente, quiere focalizar nuestra
atención en la diferencia. El asunto del pensar es el ser. Ser significa siempre “el ser de
lo ente” y lo ente es “lo ente del ser”. El ser siempre es de lo ente, los entes son, el ser
no es nada de ente, MH siempre establece una diferencia entre ser y ente. El termino
que utiliza MH en alemán es differenz y juega con dos términos. MH no quiere que la
diferencia se convierta en un tercero, como si fuera un ente más. MH dirá que el ser es
la diferencia, intenta ir hacia atrás. Mirar directamente a la diferencia implica romper la
diferencia porque se ontifica, hay que pensar la diferencia en relación entre lo ente y el
ser, no puede un tercer elemento.
Lo cierto es que la diferencia es la única que no puede representarse la que facilita la
comparecencia del ser. MH se pregunta por el entre y supone una intercisión, un cruce,
cuando se habla de la diferencia entre ser y ente ser ese entre es un cruce. “El ser se
muestra de inmediato como el ser del ente y el ente se muestra siempre como el ente
del ser”. Ser y ente aparecen siempre a partir de la diferencia y para no representar la
diferencia dice MH que hay que dar un paso atrás; mediante el paso atrás liberamos el
asunto del pensar, es decir, el ser como diferencia, lo que ahora aparece como ser
propiamente es la diferencia, es decir, la metafísica piensa el ser de los entes, pero
cuando la metafísica piensa el ser parte de la diferenciación entre ser y ente, pero el
pensar que da el paso atrás es el que quiere pensar el ser que es la diferencia, lo
anterior que permite la diferenciación entre ser y ente. Hay que retroceder para
enfocar adecuadamente, pero hay que huir del pensar representativo. MH quiere
explicar esa difícil relación entre la fruta y las mandarinas con lo ente y el ser. Hay una
carga alética (aletheia) porque toda realización epocal es una realización aletica, el ser
se desvela como physis, energeia, voluntad de voluntad, técnica, etc., hay una
manifestación histórica del ser, no del ser mismo que no se desvela. El ser pasa
desencubriendo por encima y más allá de lko que llega en calidad de lo que se
desencubre por sí mismo gracias a esa sobrevenida. Lo que permanece no es el ser, es
lo ente, pero lo ente es por el ser, lo que aparece, lo que se muestra, lo que se queda
es lo ente y el ser no es más que ese tránsito o trascendencia; se está hablando de
trascendencia. Cuando habla de tránsito o sobrevenida es la trascendencia del ser
respecto a lo ente. Llegada quiere decir encubrirse dentro del desencubrimiento, algo
llega a la presencia y se mantiene en esa presencia, durar encubierto porque el ser en
ese tránsito ya no se ha quedado, pero permanece la entidad. Hay realizaciones
epocales que realizan de un determinado modo el ser y encubren y suponen a la vez
otro encubrimiento. Por eso cuando MH habla del claro dice que el Dasein es el ámbito
espaciotemporal para el encubrimiento-desencubrimiento. Hay una realización y esa
realización evita todas las demás, por eso siempre hay un cierto desvelamiento y un
cierto velamiento porque las manifestaciones ocultan otras.
EXAMEN:
21/11/2023
TEMA 5. “VOLUNTAD DE PODER Y ETERNO RETORNO”
MH hace su propia lectura de FN que no coincide con la lectura que el propio FN hace
de sí mismo o de los seguidores de FN. MH empezó a impartir cursos sobre FN en 1936
y continuo con los cursos hasta 1943. Todo lo escrito y enseñado por MH está recogido
en un libro. A partir de esos cursos se publicó el Nietzsche I y el Nietzsche II. MH
considera que puede leer e interpretar su propia época a través de la obra de
Nietzsche, un pensador que había muerto recientemente, MH y FN existieron juntos. A
juicio de MH, FN es un pensador que resume el destino de la metafísica occidental, ese
nihilismo es la última etapa de la metafísica. “Pensar a FN es meditar sobre la situación
y el lugar del hombre actual”. FN es la consumación, según MH, de la metafísica de la
subjetividad, la ultima y más acabada expresión de la metafísica de la subjetividad que
empieza con Descartes termina en FN, la subjetividad como voluntad de poder.
MH entiende que en FN encontramos una formulación de la cuestión del ser, MH le a
FN y encuentra un planteamiento particular de FN que no es declarado como tal, pero
que lo encuentra de la cuestión del ser. MH cree que con FN se puede afrontar la
EXAMEN:
manera solo negativa, sino también de manera positiva como superación del nihilismo.
Los valores supremos han sido superados, la transvaloración, el nuevo lugar para los
valores sería lo propio de ese nihilismo afirmativo que es el que FN persigue. El
superhombre, el transhombre, tiene sentido desde la asunción de la voluntad de poder
como la esencia del ser una vez que esto ha sido asumido; la nueva aurora ahora tiene
que ver con un transhombre que se comprende desde la voluntad de poder y eso
significa que “El hombre que pasa por encima del hombre antiguo, asume la voluntad
de poder como rasgo fundamental de todo ente en su propio querer y, de esta manera,
se quiere a sí mismo en el sentido de la voluntad de poder. Todo ente es en tanto que
elemento dispuesto en dicha voluntad. Lo que antes condicionaba y determinaba al
modo de meta y medida la esencia del hombre, ha perdido su poder operativo
incondicionado e inmediato y, sobre todo, infaliblemente efectivo en todas partes”.
“Muertos están todos los dioses ahora queremos que viva el transhombre”. No se
quiere sustituir a Dios, sino que se busca el dominio del hombre sobre la Tierra, y eso
es el dominio de la técnica. MH dice qu ellos hombres no pueden sustituir a Dios,
aunque este no funde no se puede ocupar su vacío, pero sí puede ocurrir algo como
que “El lugar que, pensado metafísicamente, es propio de Dios, es el lugar de la
eficiencia causal y la conservación de lo ente en tanto que algo creado”. Las dos cosas
que dios hace según el pensamiento medieval con respecto a lo creado es crear y
conservar, dios es causa, es eficiencia causal, y lo que hace esa causa es crear y
conservar lo ente en tanto que algo creado; los medievales dicen que lo creado por
dios se mantiene en el ser en tanto que dios lo piensa. Ese lugar de Dios puede
quedarse vacío y en su lugar puede aparecer otro lugar, esto es un lugar que
metafísicamente le corresponda y el transhombre nunca ocupará el lugar de Dios. No
se puede sustituir a Dios sin más, no podemos ocupar su lugar porque el hombre no es
dios, pero se puede encontrar otro lugar donde dios no esté, y eso es la subjetividad
porque todo ente es ahora lo efectivamente real en cuanto a objeto, el momento en
que aparece la subjetividad hay una dualidad de objetos y sujetos, no hay lo ente
autónomamente existente, sino una relación con la subjetividad. Los entes son
respecto de mí.
MH vincula la voluntad de poder con el transhombre y con el dominio incondicionado
de esa voluntad de poder y lo que ahí aparece es una lucha por la explotación sin
límites de la tierra en tanto que territorio de las materias primas y por la utilización no
ilusa del material humano. MH está describiendo lo que estamos viendo incluso que
sucede ahora mismo. No siempre el ser humano ha querido explotar la tierra sin
límites, no siempre el ser humano ha sido un recurso humano, sin embargo, ahora el
objetivo en el momento en el que vivimos es la explotación sin limites de la Tierra. ¿Y
por qué la queremos? Es verdad que estamos en un momento en que eso constituye
una novedad con respecto de situaciones anteriores. Si el conatus era la esencia de
todo, ahora lo es la voluntad de poder y la dinámica propia de esta voluntad de poder
es la que está dirigiendo la historia de ese contexto histórico que vive MH.
EXAMEN:
FN intenta explicar como esa dinámica que acaba de escribir, ese afán o lucha por el
dominio de la tierra pasa por la planificación y más adelante pasará por instaurar
valores y más adelante pasará por la globalización. MH hace, en 1943, una descripción
de lo que nos está pasando actualmente al fin y al cabo, ve que determinadas formas
de ser ya estaban conduciendo a eso, y lo expresa MH diciendo que
“¿Qué pasa con el ser? Con el ser no pasa nada. ¿Y si es ahí en donde se
manifiesta la esencia, hasta ahora velada, del nihilismo? En ese caso, ¿sería el
pensar según valores el puro nihilismo? Pero no hay que olvidar que Nietzsche
concibe la metafísica de la voluntad de poder precisamente como superación
del nihilismo. En verdad, mientras el nihilismo sólo sea entendido como la
desvalorización de los valores supremos y la voluntad de poder como el
principio de la transvaloración de todos los valores a partir de una nueva
instauración de valores supremos, la metafísica de la voluntad de poder será
una superación del nihilismo. Pero en esta superación del nihilismo queda
elevado a principio el pensamiento según valores”.
28/11/2023
La cuestión de la técnica
La voluntad de poder abole las resistencias del medio. Por ejemplo, hoy es posible
plantar fresas en el desierto porque la voluntad de poder es más poderosa que
cualquier resistencia que pueda ofrecer el medio al que llega la voluntad de poder. La
voluntad de poder es el modo en el que nosotros existimos, no hay una voluntad
individual de poder, es el sistema en medio de la cual nosotros existimos y a eso no se
le resiste nada. El conjunto de la naturaleza es visto como un surtidor y por ende todo
es stock, materia, lo transformable o consumible.
No es ya un modo de comportarnos, sino que ahora MH se da cuenta que la técnica es
una forma de desvelamiento. Técnica traduce el término griego “techne” (producción,
ser productivo) que es una de las virtudes dianoéticas o intelectuales. La producción
es, según MH, un “traer delante” o “llevar a la presencia”: cuando una persona hace
una caja de madera a través de un tronco de madera se genera algo que antes no
estaba, ese sacar es un llevar a la presencia, es un desvelar y hacer comparecer a algo
que antes no estaba (antes tenía un trozo de madera y ahora lo que se tiene es una
caja). En la physis hay eso mismo, physis como la entiende MH, la naturaleza es poder
que brota desde sí, se autogestiona y autoabastece; el ser humano también es
autogestionable. Al brotar desde sí misma, la naturaleza se desvela, se muestra y
comparece. En la técnica hay una llegada a la presencia y un acontecimiento de verdad
y un desvelamiento de algo que no estaba; es un movimiento alético.
En la técnica contemporánea las cosas son de otra manera porque no permitimos que
el poder natural prevalezca, sino que es la voluntad la que pone. Hay un poner de la
subjetividad, hay una posición que no está atenta al brotar de nada ajeno a la propia
voluntad y que pone [dice MH que la esencia de la técnica es gestelt (estructura de
EXAMEN:
los seres humanos nos hemos convertido también en objeto de control. La situación es
delicada porque en esta situación, puesto que todo se reduce a meras existencias, se
hace más difícil ver la diferencia ontológica, por lo que es necesaria una reacción que
permita la salvación. La esencia de la técnica es el gestelt. La estructura de
emplazamiento es el peligro extremo y la alternativa es la poesía o el habitar poético.
En conferencias y artículos se encuentran varios textos, uno de ellos es Construir,
habitar, pensar, otro es Poéticamente habita el hombre, etc. En la idea del habitar
poético hay varias cosas: la misma idea de habitar, la idea de cosas, mundo y el geviert
(tierra, cielo, divinos y mortales); las referencias fundamentales que necesita el ser
humano para su existencia son estos cuatro puntos cardinales y todo está unido,
coligado; los 4, que no son 4 elementos separados, sino que mantienen una relación
esencial y esa relación esencial es necesaria para que sea posible el habitar poético del
ser humano. El habitar es una forma de existencia auténtica, el ser humano realmente
existe en el sentido existencial de este término cuando habita en ese mundo
significativo en le que las cosas existen como cosas. Eso es lo que no ocurre cuando el
desvelar provocante nos fuerza a existir como meras existencias en el contexto de ese
continuo solicitar provocante. No estamos obligados o condenados a someternos a ese
solicitar provocante, pero no nos podemos olvidar de la libertad, que es esencial para
MH, y tiene que ver con el “dejar ser”, frente al trascendentalismo anterior, de un
permitir que acontezca la verdad, de un constituirse el propio Dasein como un espacio
para el acontecimiento de verdad y eso ocurre cuando no hay una subjetividad
ponente o volente, sino que hay una especie de negación de la voluntad, renuncia o
retirada para que pueda acontecer la verdad y yo sea ese ámbito donde tiene lugar el
desvelamiento de los entes. De acuerdo con la comprensión de la libertad, en la
medida en que hay un “dejar de poner” o “retirarse”, se crea un espacio para que
acontezca la verdad; la libertad es la posibilidad de algo-otro que no sea la imposición
del gestelt. No estamos obligados a someternos a la técnica de un modo ciego o
impulsarla de un modo ciego, sino que sencillamente, abriéndonos a la esencia de la
técnica que tiene que ver con el desvelar, nos encontramos en una situación de
liberación. Pensar conmemorativo no técnico y no sometido a las exigencias de la
técnica.
MH habla de mundo, que existe la posibilidad de que podamos tener nuevamente una
relación con las cosas como cosas y no como instrumento u objeto, no como stock. Una
cosa no es algo que esté ahí disponible para mí, vorhanden, sino que tiene un
significado dentro de un plexo de significatividad y es ahí donde puedo comprenderla.
Hay implicaciones y esas relaciones son cpmplejas, no se dan de manera aislada.
Cuando eso ocurre así hay mundo, no naturaleza o cosmos, sino mundo, que es aquello
que el ser humano logra cuando aprender a ser en el mundo; cuando eso no se da lo
que hay es el in-mundo y MH habla de devastación, de falta de sentido absoluta, de
soledad, desarraigo y eso es in-mundo. En el contexto del gestelt no hay mundo, sino
in-mundo y la posibilidad de dejar ser a las cosas como cosas, cuando dejamos ser a las
cosas como cosas en un trato respetuoso con lo que sale a nuestro encuentro, en ese
momento hay la posibilidad de existir en un mundo significativo y que las cosas nos
EXAMEN:
interpelen como cosas; una cosa es algo que yo no puedo controlar, matematizar o
disponer de ello. Justo la cosa es algo no enteramente disponible, es significativo como
tal, para ser cosa no se puede tener el exclusivo carácter de la disponibilidad como
objeto para mí. Como ya MH ha enseñado que no estamos condenados a sucumbir al
gestelt y permanecer en la oscuridad, porque como donde está el peligro ahí esta la
asalvación, MH apela a la actitud propia del habitar en el gefir, habitar en el mundo.
¿Qué diferencia hay entre una solución habitacional y un hogar? Todos necesitamos
una vivienda o un piso, pero una solución habitacional solo lo es cuando es un hogar y
es un hogar cuando es fundamental, algo se convierte en hogar cuando empieza a ser
algo vivido, cuando tiene significado, relaciones, olores, sabores, objetos que
transforman la solución habitacional en un hogar. Uno puede subsistir precariamente
en un inmundo insignificativo o habitar poéticamente que supone decir las cosas, pero
no un decir instrumental, sino un nombrar en el que yo reconozco la cosa como cosa,
que no es un imperativo, sino un reconocer la cosa en su contexto.
MH en De camino al habla dice que el geviert es la constelación de cielo y tierra, los
dioses y los mortales, y dice que “en la cuadratura la verdad del ser la pensamos en el
mundear del mundo como el juego de espejos de la cuadratura de cielo y tierra,
mortales y dioses”. MH está pensando una vez más en la verdad del ser, quiere una
verdad originaria y a lo que se refiere con la cuadratura es al “mundear del mundo”. El
mundo en MH es una categoría existencial, mundo no se refiere nunca en MH a
naturaleza ni a cosmos, sino que tiene que ver con el Dasein y que es posibilitado por
el propio modo de ser del Dasein (los animales no tienen mundo); el mundo es algo
propio nuestro. El mundo no es ningún objeto o cosa, sino que el mundo mundea: el
mundo existe, se dan relaciones en el mundo. Para que el mundo mundee, hace falta
un juego de espejos, de interrelación de esos 4 elementos que MH considera
constitutivos y unos se definen por los otros, no son 4 elementos autónomos e
independientes, sino que los mortales se definen por relación a los dioses y viceversa y
así el cielo y la tierra. Solo yo sé de mí como existente cuando me veo en relación con
esos otros que no mueren, los dioses, de tal manera que, si yo me pongo en relación
con la inmortalidad, puedo saber de mi propia constitución; los dioses son esa
dimensión otra que permite comprenderme por comparación. En esa relación mutua
es donde cabe la posibilidad de que el mundo mundee. Es la alternativa al gestelt.
En la Conferencia sobre la cosa dice MH que las cosas se llegan a mostrar como cosas
cuando se da el paso atrás, “primero hay que dar un paso atrás desde el pensar
representante hacia un pensar que rememora”. Es necesario cambiar el pensar
representativo porque conduce a la técnica por un pensar que no ponga los objetos,
que no los constituya y en ese andengen tiene lugar el habitar poético.
12/12/2023
Texto Pregunta por la técnica
EXAMEN: